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LA ADMINISTRACION POR OBJETIVOS

La administración por objetivos, también conocida como APO, es una forma de


administrar una empresa que consiste en que los subordinados de forma conjunta con la
dirección deciden los objetivos que se van a perseguir en determinada línea de
producción, unidad administrativa, sucursal, etc.

Estos objetivos se constituirán en medidas de desempeño que se evaluarán de forma


periódica. Dicha evaluación representará la toma de medidas correctivas así como
también otorgará recompensas con base a los logros conseguidos.
Algo realmente importante de la Administración por Objetivos es que se parte de objetivos
generales que se van desglosando a través de toda la organización hasta hacerlos
específicos para cada sección o departamento e incluso llegando a establecer objetivos
personales para cada uno de los involucrados en la empresa.
De ahí que la participación de los empleados en la definición de los objetivos es
vital para su implicación en el logro de los mismos.

Características de la administración por objetivos

1. Establecimiento de objetivos ubicados en el tiempo y en la organización de forma


conjunta.
2. Establecimiento de objetivos para cada departamento o posición.
3. Los objetivos de todos los departamentos tienen una interrelación en el sentido
que buscan el logro de un objetivo general.
4. Se definen planes a corto y mediano plazo, tácticos y operacionales, poniendo
especialmente atención en la evaluación de los resultados
5. Ante esta evaluación, surge una retroalimentación que debe ser utilizada para
revisar los planes y ajustarlos como se considere apropiado para el logro de los
objetivos generales.
6. Una característica clave de la APO es la participación de la dirección, pero no sólo
en dar órdenes, sino en todo el proceso.
7. Se debe apoyar de forma permanente al personal, principalmente en las etapas
iniciales de la instauración de una Administración por Objetivos.

¿Cómo saber si la administración por objetivos puede ser instaurada en su empresa?

La APO es una forma de administrar participativa, por tanto se debe tener en cuenta que
en su empresa la administración por objetivos seguramente fracasaría si:
 La alta gerencia no participa.
 Cree que la APO es una receta milagrosa para salvar cualquier problema.
 No se sigue el proceso adecuado para instaurar el sistema de administración por
objetivos. Hacerlo de forma acelerada llevará al fracaso.
 Pretende aplicar la APO en un área de su empresa, y no hacerlo de forma global.
 Dejar que la administración por objetivos sea asunto sólo de los niveles operativos.
 Se olvida de controlar los resultados y se desestima la retroalimentación.
Por un lado es importante que considere en su análisis las ventajas de un sistema de
administración por objetivos:
 Asegura un compromiso del empleado.
 La APO obliga a los administradores a planear, organizar, controlar y
retroalimentar, por lo que se consigue un proceso administrativo mejor logrado.
 Al existir objetivos muy desglosados, cada trabajador sabe cuál es su papel dentro
de la organización.
Por otro lado también tiene sus desventajas:
 Elaborar un programa de administración por objetivos requiere un gran
compromiso y esfuerzo a todos los niveles de la empresa. El proceso puede ser muy
lento, y puede llegar a ser ineficiente.
 Requiere la elaboración de muchos documentos, al menos, en la primera parte del
proceso.
 No siempre es fácil que se entienda lo que es la APO, y lo que no es, tanto a nivel
directivo como operativo.
 Se corre el riesgo de que las metas que se fijen sean a muy corto plazo para no
correr riesgos.
LA LÓGICA DE LA ADMINISTRACIÓN POR VALORES

¿Qué es la Administración por Valores?

1. Definición

La Administración por Valores (ApV), se basa en valores. El verdadero liderazgo es, en el fondo,


un dialogo sobre valores. El futuro de la empresa se configura articulando valores,
metáforas, símbolos y conceptos que orienten las actividades cotidianas de creación de valor por
parte de los empleados.

En otras palabras, hay que dar forma humanizada al propósito estratégico básico de la empresa,
que es, por supuesto, sobrevivir obteniendo los máximos beneficios económicos.

De hecho, la ApV viene a ser una especie de marco global para diseñar continuamente
la cultura de la empresa, de forma que se generen compromisos colectivos por proyectos nuevos e
ilusionantes.

Si se desea un rendimiento profesional de alta calidad, los factores cualitativos o valores, tales


como: confianza, creatividad, honestidad o belleza son tan importantes o más que los conceptos
cualitativos económicos tradicionales, como: eficiencia o retorno sobre la inversión.

En definitiva una organización empresarial es esencialmente un conjunto de cerebros o


¨tecnoestructuras¨ cognitivas y emocionales. Un conjunto de paredes, máquinas y capital, no
es nada, es un conjunto muerto, al hablar de que le medio psicológico es tan importante para una
empresa que muchas veces pasa inadvertido a los profesionales de la dirección de la empresa.

2. Triple Finalidad

La utilidad de la ApV como herramienta de liderazgo puede plantearse a múltiples niveles, pero
básicamente posee una triple finalidad: Simplificar, Organizar y Comprometer.

Simplificar: absorber la complejidad organizativa derivada de las crecientes necesidades de


adaptación a cambio de todos los niveles de la empresa.

Organizar: encausar la visión estratégica hacia donde va de ir la empresa en el futuro.

Comprometer: integrar la dirección estratégica con la política de personas, con el fin de desarrollar
el compromiso por el rendimiento profesional de calidad en el día a día.

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