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CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS,

ENTRE LAS SUSTENTADAS POR LOS


TRIBUNALES COLEGIADOS PRIMERO EN
MATERIA CIVIL Y DEL TRABAJO
(ACTUALMENTE EN MATERIA CIVIL) DEL
SEGUNDO CIRCUITO, TERCERO Y DÉCIMO
PRIMERO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO Y SEGUNDO EN MATERIA CIVIL DEL
CUARTO CIRCUITO

MINISTRO PONENTE: JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ


SECRETARIO: FERNANDO A. CASASOLA MENDOZA

SÍNTESIS

TEMA DE LA CONTRADICCIÓN: Determinar cómo debe proceder un juzgador


cuando en un juicio civil se enfrenta, por un lado, la reivindicación de la propiedad
de un bien y, por otro, la pretensión de que el mismo ha sido objeto de
prescripción positiva (usucapión). En particular, se plantea a) si deben analizarse
los elementos de la usucapión y en caso de actualizarse declararse la propiedad a
favor de quien la esgrime sin ya pasar a analizar si también se actualizan las
condiciones de la reivindicación ni confrontar los títulos presentados por cada una
de las partes o b) si dichos análisis no son excluyentes y en caso de que se
acrediten las condiciones tanto para usucapir como para reivindicar la propiedad
de un bien debe procederse a una comparación y confrontación de los títulos
presentados por cada una de las partes.

POSTURAS CONTENDIENTES:

1. Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Cuarto Circuito.

En su opinión, cuando en un juicio convergen la reivindicación y la


prescripción (sea porque la acción principal es la reivindicación y se
reconviene la prescripción o sea porque la acción principal es la
prescripción y se reconviene la reivindicación) el juzgador debe hacer un
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

examen y una confrontación de los títulos ofrecidos por las partes, a fin de
dilucidar a favor de cuál de ellas debe resolverse la cuestión planteada.

Aunque es cierto que la acreditación de la prescripción torna improcedente


la acción reivindicatoria, el juzgador no puede limitarse a examinar en
primer lugar si se dan los elementos de la prescripción y en caso afirmativo
reconocer como legítimo propietario del bien a quien la esgrime, sino que
debe hacer una confrontación de títulos para determinar quién debe en
última instancia prevalecer.

Quien reivindica se ostenta propietario del bien y lo mismo quien opone la


prescripción, pues sólo la posesión que se adquiere y disfruta en concepto
de propietario puede producir la prescripción. Por ello, un juicio en el que
convergen pretensiones de reivindicación y de prescripción es un conflicto
entre dos personas que afirman tener una posesión originaria sobre el bien
disputado, y el juzgador debe decidir tras determinar quien tiene una
posesión de mejor calidad.

Tras citar criterios de esta Corte que a su juicio apoyan lo anterior, este
Colegiado sostiene que, reconociendo que la autoridad responsable estimó
improcedente la acción reivindicatoria porque el éxito de la acción de
prescripción implicaba la no acreditación del primer elemento de la acción
reivindicatoria, lo cual es correcto, tal autoridad sólo podía llegar a esa
conclusión examinando y confrontando los títulos aportados por las partes,
fase a la cual no podía llegar sin antes ocuparse de analizar la procedencia
de la acción reivindicatoria deducida de manera principal y la prescripción
planteada en vía de reconvención. Sólo si alguna de las dos no queda
acreditada carece de razón legal realizar el examen y confrontación de
títulos. Por ello, el juzgador debe examinar tanto la acción reivindicatoria
como la prescripción que se opone, y no estimar improcedente la primera
ante la aparente acreditación de la segunda, pues sólo con el examen y
confronta de títulos puede resolverse una controversia de este tipo. En este
contexto, la acreditación de los elementos de una acción debe considerarse
sólo como presuntiva, mientras no se examinen los elementos de la acción

II
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

reivindicatoria, pues si éstos se encuentran también acreditados, deberá


procederse al examen y confronta de títulos a fin de resolver la cuestión
planteada. Si el juzgador analiza una sola de las acciones planteadas, se
deja en estado de indefensión al que intentó la acción reivindicatoria, a
quien nada se le resuelve respecto del derecho de propiedad que hace
valer.

En conclusión: aunque la acreditación de la prescripción hace improcedente


la reivindicación, ello sólo puede decidirse a través de una confronta de
títulos en los casos en los que también se acrediten los elementos de la
acción reivindicatoria. En estos casos siempre debe examinarse si hay una
acreditación presuntiva de los elementos de las dos acciones y, en caso
afirmativo, confrontar los títulos al efecto de determinar qué derecho debe
prevalecer.

2. Tribunales Colegiados Primero en Materias Civil y del Trabajo del


Segundo Circuito (actualmente Primero en Materia Civil del Segundo
Circuito), Tercero en Materia Civil del Primer Circuito y Décimo
Primero de la misma Materia y Circuito.

Estos tres Colegiados sostienen una postura coincidente, según la cual en


la hipótesis mencionada debe estudiarse primero la usucapión, y si se
considera acreditada es ya innecesario analizar si se surten los elementos
de la acción reivindicatoria, pues la acreditación de la usucapión excluye
lógicamente el posible éxito de la reivindicación intentada por la contraparte.
Sólo si resulta improcedente la acción de prescripción debe procederse al
estudio de la acción de reivindicación (con independencia de que una y otra
se planteen por vía principal o reconvencional).

Los Tribunales Colegiados del Primer Circuito desarrollan más esta tesis
básica al declarar infundado el argumento según el cual en estos casos
deben confrontarse los títulos exhibidos por las partes. La naturaleza misma
de la acción de prescripción hace improcedente el contraste, pues esgrimir
la prescripción implica que quien la demanda reconoce a su contraparte
como propietaria registral del bien, pero en cualquier caso ejercita la acción

III
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

de prescripción sobre la base de un título imperfecto, en las condiciones


que le permite la ley, para que se declare que el propietario es ahora él. El
juzgador no debe hacer confrontación de títulos alguna, sino examinar si se
surten los requisitos legales para que pueda declararse la prescripción
positiva del bien a favor de quien la alega, caso en el cual debe resolverse
que el propietario es ahora este último y no el reivindicante. Lo esencial en
materia de usucapión es determinar si el título es suficiente como causa
generadora de la posesión, y la causa generadora de la posesión debe
determinarse no por la validez del título en que se funde ni porque sea
perfecto —porque de ser perfecto no tendría razón de ser la usucapión—
sino porque esta causa da lugar a poseer con derecho y bajo la ciencia
cierta de que se posee con carácter de dueño.

Lo que importante es conocer el acto generador de la posesión para


determinar si ésta es en concepto de propietario, originario o derivado, de
buena o mala fe, porque el acto jurídico defectuoso no es el que constituye
la fuente de adquisición de la propiedad, sino que la fuente se encuentra en
la propia ley que prevé la institución de la usucapión. Aquel acto sólo
cumple la función de poner de manifiesto que la posesión no se disfruta de
forma derivada, sino en concepto de propietario, sobre la base de un título
que, aun cuando puede estar viciado, goza de efectos jurídicos porque la
ley, al prever el instituto de la usucapión, se los atribuye.

Enfrentar los títulos para determinar cuál es de mejor calidad es injustificado


porque la ley no exige que la usucapión derive de un “justo título”. Este
requisito sí era exigido por los códigos de 1870 y 1884, que de este modo
requerían la existencia de un título bastante para adquirir el dominio o que
el poseedor así lo estimase, y en caso contrario se hablaba de una
“detentación” que no podía originar usucapión. Sin embargo, el código
actual ya no menciona el concepto de justo título, sino la posesión en
concepto de propietario, que puede tener un presupuesto distinto: la
posesión fundada en un título justo objetivamente válido, la que se funda en
un justo título subjetivamente válido, y la posesión sin título, de mala fe o
delictuosa, pero en concepto de propietario. Por ello, lo único que el

IV
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

juzgador debe determinar es si el título exhibido justifica o no que la


persona adquirió la posesión en concepto de propietario, y no a título
derivado, tomando en cuenta que el fundamento de la prescripción es el
abandono por parte del propietario de su derecho, y el ejercicio del mismo
por parte del poseedor, quien finalmente puede consolidar su condición
transformando una situación de hecho en una de derecho por el tiempo
transcurrido y la actitud pasiva del titular del dominio.

CONTENIDO DEL PROYECTO: A pesar del contraste entre las dos posturas
anteriores, no puede afirmarse que exista contradicción de tesis porque las
mismas obedecen a la existencia de elementos normativos distintos. Mientras que
el Código Civil para el Estado de Nuevo León, aplicado por el Colegiado que
sostiene la primera de las posturas señaladas, incluye como uno de los requisitos
de la usucapión que la derive de una posesión en concepto de propietario y sobre
la base de un justo título, los Códigos Civiles aplicados por el resto de los
Tribunales contendientes —el Código Civil para el Distrito Federal en Materia
Común, y para toda la República en Materia Federal, actualmente sólo para el
Distrito Federal, y el Código Civil para el Estado de México— no exige este
requisito, sino únicamente la posesión en concepto de propietario.

Dada esta diferencia, tiene sentido que los tribunales tomen posturas
diferentes y el del Cuarto circuito considere necesario entrar a confrontar los títulos
de las partes, mientras que los demás defienden que debe analizarse si se
actualizan las condiciones de la usucapión y en caso afirmativo declarar la
titularidad de la propiedad en correspondencia sin entrar ya a analizar los
elementos de la acción reivindicatoria.

Esta esencial diferencia es, de hecho, subrayada por uno de los tribunales
en disputa, el cual explica que la confrontación de títulos y la ponderación de la
calidad de las posesiones era relevante cuando estaban vigentes los códigos
civiles de 1870 y el de 1884, pero no ahora, puesto que el vigente no incluye el
requisito del justo título.

V
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

En estas condiciones, dado que la ejecutoria del Tribunal del Cuarto


Circuito se fundamenta en elementos normativos diferentes que las ejecutorias
(coincidentes) del resto de los tribunales en pugna, se impone concluir que no
existe la contradicción denunciada.

PUNTO RESOLUTIVO: No existe la contradicción de tesis a que este toca se


refiere

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS,
ENTRE LAS SUSTENTADAS POR LOS
TRIBUNALES COLEGIADOS PRIMERO EN
MATERIA CIVIL Y DEL TRABAJO
(ACTUALMENTE EN MATERIA CIVIL) DEL
SEGUNDO CIRCUITO, TERCERO Y DÉCIMO
PRIMERO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO Y SEGUNDO EN MATERIA CIVIL DEL
CUARTO CIRCUITO

MINISTRO PONENTE: JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ


SECRETARIO: FERNANDO A. CASASOLA MENDOZA

México, Distrito Federal. Acuerdo de la Primera Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día diez
de mayo de dos mil seis.

VISTOS para resolver los autos del expediente relativo a la


denuncia de contradicción de tesis 17/2006-PS, y

R E S U L T A N D O:

PRIMERO. Denuncia de la contradicción. Mediante el oficio


22/2005, recibido el nueve de febrero de dos mil seis en la Oficina de
Certificación Judicial y Correspondencia de esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación, Juan Manuel Rocín Guevara, Martín Alejandro
Cañizales Esparza y José Gabriel Clemente Rodríguez, Magistrados
del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Cuarto Circuito,
denunciaron la existencia de una posible contradicción entre los
siguientes criterios: por un lado, el sustentado por dicho colegiado al
resolver el amparo directo 345/2005 y, por el otro, los sustentados por
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

el anterior Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil y de Trabajo del


Segundo Circuito (ahora Primero en Materia Civil del Segundo
Circuito), reflejado en la tesis de rubro “USUCAPIÓN, ACCIÓN
RECONVENCIONAL. ES PREFERENTE SU ESTUDIO CUANDO LA
ACCIÓN PRINCIPAL ES LA REIVINDICACIÓN”; el sustentado por el
Décimo Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito
en la tesis aislada de rubro “USUCAPIÓN. ES DE ESTUDIO
PREFERENTE A LA REIVINDICACIÓN YA SEA PLANTEADA VÍA
ACCIÓN O RECONVENCIÓN”, y por el Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Primer Circuito en la tesis aislada de rubro “ACCIÓN
REIVINDICATORIA. ALCANCE DE LA JURISPRUDENCIA NÚMERO
32, PUBLICADA EN LAS PÁGINAS 56 Y 57 DEL APÉNDICE AL
SEMANARIO JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN 1917-1988, CUANDO
EL DEMANDADO HACE VALER LA USUCAPIÓN”.

SEGUNDO. Trámite de la denuncia. Por acuerdo de trece de


febrero de dos mil seis, el Presidente de la Primera Sala de esta
Suprema Corte de Justicia de la Nación admitió a trámite la denuncia
de contradicción y ordenó registrarla bajo el número 17/2006-PS.
Asimismo, solicitó a los Presidentes de los Tribunales Colegiados
referidos que nos remitieran los autos de los asuntos en que se
hubieran sostenido los criterios materia de la contradicción, o en su
defecto, las copias certificadas de las ejecutorias relativas y los
disquetes con la información respectiva.

Por acuerdo de cinco de julio de dos mil cinco, recibida la


información solicitada, se tuvo por integrado el presente asunto y se
dio vista al Procurador General de la República para que, en el término
de treinta días y en caso de estimarlo necesario, presentara su opinión

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

sobre el tema. En el mismo acuerdo se ordenó que se turnaran los


autos a la ponencia del Ministro José Ramón Cossío Díaz; y

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. Competencia. Esta Primera Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación es competente para conocer y resolver
sobre la presente denuncia de contradicción de tesis, de conformidad
con lo dispuesto por los artículos 107, fracción XIII, párrafo primero de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 197-A de la
Ley de Amparo; y 21, fracción VIII de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación en relación con los Puntos Segundo y Cuarto
del Acuerdo General 5/2001, y Punto Segundo del diverso Acuerdo
4/2002 del Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación, en virtud de que se trata de una denuncia de contradicción
suscitada entre criterios de Tribunales Colegiados de Circuito, en un
tema que corresponde a la materia de la especialidad de esta Primera
Sala.

SEGUNDO. Legitimación de los denunciantes. La denuncia


de contradicción de tesis proviene de parte legítima, de conformidad
con lo previsto por los artículos 107, fracción XIII, segundo párrafo
constitucional y 197-A, párrafo primero de la Ley de Amparo, pues la
presente contradicción de tesis fue denunciada por los Magistrados del
Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Cuarto Circuito,
órgano emisor de uno de los criterios en contienda.

TERCERO. Posturas contendientes.

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

1. Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Cuarto


Circuito. Al resolver el veintiséis de enero de dos mil seis el amparo
directo 345/2005, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Cuarto Circuito sostuvo, en lo que interesa, lo siguiente:

(…)
Ciertamente, la prescripción una vez acreditada, torna
improcedente la acción reivindicatoria, empero, para llegar
a esa conclusión, es requisito "sine qua non", que
previamente se haya realizado el examen de los títulos
presentados por las partes, según se desprende del
contenido del artículo 803, del Código Civil del Estado, que
al respecto dispone:

"ART. 803.- Todo poseedor debe ser mantenido o


restituido en la posesión contra aquéllos que no tengan
mejor derecho para poseer"

Es decir, si la acción reivindicatoria, se endereza en contra


de la persona que posee el bien y en términos del precepto
legal acabado de transcribir, éste debe ser mantenido ó
restituido en la posesión del mismo, respecto de aquellos
que no tengan mejor derecho para poseer, es inconcuso
que si una vez intentada la acción reivindicatoria, se opone
la prescripción como excepción, o como acción a través de
la reconvención, quien reivindica debe necesariamente
demostrar tener un mejor derecho para poseer, lo cual,
solo puede lograrse a través del examen y confrontación
de títulos.

Así es, quien promueve la acción reivindicatoria, se ostenta


poseedor en carácter de propietario del bien que se
encuentra en posesión del demandado, ya que la posesión
es el género y la propiedad, una de sus especies, según se
advierte del contenido del artículo 791, del Código Civil del
Estado, que al efecto dispone:

"ART. 791.- Cuando en virtud de un acto jurídico el


propietario entrega a otro una cosa, concediéndole el
derecho de retenerla, temporalmente en su poder en
calidad de usufructuario, arrendatario, acreedor
pignoraticio, depositario, u otro título análogo, los dos son

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

poseedores de la cosa. El que la posee a título de


propietario tiene una posesión originaria, el otro, una
posesión derivada."
Del contenido del anterior dispositivo legal, se desprende
que la ley reconoce dos tipos de posesión, a saber:

A) La originaria, que es la que se posee a título de


propietario; y,
B) La derivada, es la que se tiene a través de un acto
traslativo de uso.

Luego, si quien promueve una acción reivindicatoria, se


ostenta propietario del bien, es inconcuso que afirma tener
una posesión originaria, es decir, que es poseedor en
carácter de propietario.

Lo mismo puede decirse de que quien opone la


prescripción, pues si en términos de lo dispuesto en el
artículo 826 del Código Civil del Estado, "Solo la
posesión que se adquiere y disfruta en concepto de
dueño, de la cosa poseída puede producir la
prescripción"; así como lo dispuesto en la fracción I, del
artículo 1148, del mismo ordenamiento legal, en el sentido
de que: "La posesión necesaria para prescribir debe
ser…I.- En concepto de propietario…"; es inconcuso
que frente al derecho de propiedad del reivindicante,
opone un derecho de igual naturaleza, es decir, que en
estos casos, se trata de un conflicto entre poseedores que
afirman tener una posesión originaria sobre el bien en
disputa, es decir, afirman ser propietarios del mismo bien y
por ende, el juzgador debe de decidir sobre el derecho de
propiedad que en su favor alega el reivindicante, frente a
idéntico derecho de propiedad que para sí reclama el
poseedor, determinando quien tiene una posesión de
mejor calidad.

Al respecto, se estima aplicable la siguiente jurisprudencia,


cuyos datos de identificación, rubro y texto, se precisan a
continuación:

Sexta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Apéndice de 1995
Tomo IV, Parte SCJN

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

Página: 12
Tesis: 17
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

"ACCIÓN REIVINDICATORIA, PROCEDENCIA DE LA,


CUANDO EL DEMANDADO NIEGA TENER POSESIÓN
DERIVADA. La tesis jurisprudencial relativa a la
improcedencia de la acción real reivindicatoria cuando
existe entre actor y demandado un vínculo jurídico que dio
lugar a la posesión derivada, en cuyo caso debe ejercitarse
la acción personal respectiva, no tiene aplicación cuando
el demandado niega tener la posesión derivada y
afirma disfrutarla en concepto de propietario, en cuyo
caso el dueño de la cosa poseída puede intentar contra
el poseedor la acción real reivindicatoria para que el
órgano jurisdiccional decida sobre el derecho de
propiedad que en su favor alega el reivindicante, frente
a idéntico derecho de propiedad que para sí reclama el
poseedor."

A fin de apoyar la anterior conclusión, se estima


conveniente citar lo que en asuntos similares, sostuvo la
extinta Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación.

Dicho Órgano Supremo de Justicia, al resolver el Amparo


directo 4990/63, promovido por **********, en lo que
interesa, sostuvo lo siguiente: [se transcribe]

Resolución, la anterior, que dio lugar a la emisión de la


siguiente tesis aislada, que puede consultarse en el
Semanario Judicial de la Federación, relativo a la Sexta
Época, Volumen: Cuarta Parte, CXII, página 44, en donde
aparece con el siguiente rubro y texto:

"ACCIÓN REIVINDICATORIA. ESTUDIO DE LOS


TÍTULOS. Cuando se pretende reivindicar un bien con
unos títulos de propiedad frente a quien alega una
posesión más antigua que esos títulos, para destruir los
efectos jurídicos de esa posesión, debe presentarse un
título anterior a ella."

Ahora bien, de la ejecutoria que dio lugar a dicha tesis, se

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

desprenden los siguientes elementos:

A) En el juicio natural, se promovió una acción


reivindicatoria;
B) El demandado, reconvino la prescripción;
C) En primera instancia, el Juez estimó procedente la
acción principal;
D) En la Alzada, el Magistrado revoca y resuelve
procedente la acción de prescripción, deducida en la
reconvención, e improcedente la reivindicatoria;
advirtiéndose que para llegar a tal conclusión, realizó el
examen de los títulos presentados por las partes;
E) La Tercera Sala, al conocer del Amparo Directo, niega
la protección de la Justicia Federal, entre otras cosas, por
considerar correcta la forma de proceder de la
responsable, pues estimó que: "…se está pues en el caso
de quien pretende reivindicar con unos títulos de propiedad
de treinta de agosto de mil novecientos cincuenta o, aún
tomando en cuenta las referencias que en esos títulos de
propiedad hacen los vendedores, el más antiguo dataría de
mil novecientos cuarenta y nueve, frente a la demandada
que alega una posesión más antigua que esos títulos, por
lo que en estas circunstancias la actora para destruir los
efectos jurídicos de esa posesión, debió presentar un título
anterior a ella, y no lo hizo; así que la posesión de la
demandada en el reivindicatorio es más respetable, como
lo consideró la autoridad responsable para tener por
improcedente la acción de reivindicación…"

Lo que demuestra que el Tribunal de Amparo, en un caso


similar al que nos ocupa, estimó correcto el examen que
de los títulos presentados por las partes, realizó el Tribunal
de Alzada, con el fin de dilucidar la controversia planteada.

Por otro lado, al resolver el Amparo Directo 2381/36,


promovido por **********, esencialmente sostuvo lo que se
indica enseguida: [se transcribe]

Luego de hacer dicha sinopsis, (cuya transcripción se


omite), el Máximo Tribunal, sostuvo lo siguiente: [se
transcribe]

Dicha resolución, dio lugar a la tesis aislada que se indica


a continuación, con los siguientes datos de localización,

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

epígrafe y contenido:

Quinta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: LV
Página: 2805

"PROPIEDAD, PRUEBA DE LA. Si la autoridad judicial


no establece de manera categórica, el origen de una
posesión que origina la presunción de propietario a
favor del poseedor, es claro que no pueden
jurídicamente descartar el estudio de la propiedad
quien acredita tenerla inscrita a su nombre en el
registro público, ni menos el de la acción
reivindicatoria, ejercitada por éste, ya que para llegar a
emitir una declaratoria sobre reconocimiento judicial
de la posesión, para los fines de la prescripción
adquisitiva, tiene necesariamente que resolver el
problema relativo a la propiedad, aun en el caso de que
se acredite que el poseedor adquirió del reivindicante."
(el énfasis es autoría de este Tribunal).

Del contenido de la ejecutoria que dio lugar a la tesis


acabada de citar y de la sinopsis de la misma, se
desprenden las siguientes cuestiones fundamentales:

A) En el juicio natural, substanciado ante un Juez


Menor, se dedujo, como acción principal, la de prescripción
adquisitiva;
B) La parte demandada, reconvino la reivindicación;
C) El A quo estimó acreditada la acción, indemostradas
las excepciones y omitió ocuparse de la acción
reivindicatoria;
D) La Tercera Sala del más Alto Tribunal del País,
estimó que la responsable realizó una inexacta valoración
de pruebas que lo llevaron a determinar en forma inexacta
que el actor había probado los elementos de la
prescripción, pues concluyó que en todo caso, los medios
de convicción aportados por el actor, solo demostraron la
tenencia material, la cual, sucumbía ante las escrituras
privadas de propiedad a favor de la quejosa, debidamente
inscritas en el Registro Público, pues en términos del
artículo 803 del Código Civil aplicable, es mejor la

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

posesión que se funda en título, y cuando se trata de


inmuebles, la que está inscrita;
E) Finalmente, también estimó fundado el argumento de
la quejosa, en el que se dolió de la omisión del A quo de
examinar la acción reivindicatoria, concediendo el Amparo
y Protección de la Justicia Federal, para que se examinara
dicha cuestión, concesión que se hizo, bajo el argumento
de que si la responsable, no había establecido de manera
categórica el origen de la posesión que surte la presunción
de propietario a favor del actor, no pudo jurídicamente
descartar el estudio de la propiedad que la quejosa
acreditó tener inscrita a su nombre en el Registro Público,
ni menos el de la acción reivindicatoria ejercitada por ésta,
ya que para llegar a emitir una declaratoria sobre
reconocimiento judicial de la posesión para los fines de la
prescripción adquisitiva, tuvo necesariamente que
enfrentarse y resolver el problema relativo a la propiedad,
aun en el caso de que se hubiese acreditado que el actor,
hubiera adquirido de la demandada y actora
reconvencionista, señora Montelongo;
F) Sustentando también, que con esa forma de actuar,
la responsable había infringido, el artículo 81 del Código de
Procedimientos Civiles, que establecía que: "las
sentencias deben ser claras, precisas y congruentes con
las demandas y sus contestaciones y con las demás
pretensiones deducidas oportunamente en el pleito,
condenando o absolviendo al demandado, y decidiendo
todos los puntos litigiosos que hayan sido objeto del
debate. Cuando éstos hubieren sido varios, se hará el
pronunciamiento correspondiente a cada uno de ellos"

Continuando con el examen de los precedentes que se


estima, apoyan las consideraciones que sustentan la
afirmación en el sentido de que cuando convergen un
procedimiento la acción reivindicatoria y la prescripción,
deben de examinarse los títulos para resolver la
controversia planteada la misma Tercera Sala del Supremo
Tribunal del País, al resolver el Amparo Directo 4931/64,
promovido por **********, entre otras cosas, sostuvo lo
siguiente: [se transcribe]

Dicha resolución dio lugar a la emisión de la tesis


aislada que se cita a continuación, la cual, puede
consultarse, siguiendo los siguientes datos:

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

Sexta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario judicial de la Federación
Volumen: Cuarta Parte, CX
Página 12

“ACCIÓN REIVINDICATORIA. LA PRESCRIPCIÓN


POSITIVA DEBE HACERSE VALER COMO
EXCEPCIÓN O RECONVENCIÓN EN EL JUICIO
RELATIVO. Tanto el objeto perseguido por el
ejercicio de la acción reivindicatoria como los
efectos de la sentencia que la considera
comprobada, determinan la necesidad procesal de
que sea en el propio juicio reivindicatorio en el que
el demandado haga valer, como excepción o como
reconvención, la prescripción positiva consumada
en su favor con anterioridad a la demanda; puesto
que de hacerlo con posterioridad a la sentencia que
declara, después de la confrontación de títulos , que
el actor es propietario, dicha sentencia deviene un
obstáculo a la declaración de que el reo se había
convertido en propietario por usucapión con anterioridad
a la propia sentencia, pues es evidente que tal
declaración sería contradictoria del fallo que ya tiene
autoridad de cosa juzgada.”

Del contenido de la ejecutoria que dio lugar a la tesis


acabada de transcribir, se desprende que las razones
fundamentales que dieron lugar a que la extinta Tercera
Sala, resolviera que se vulneraría el principio de cosa
juzgada, si una vez declarado por una sentencia ejecutoria,
la procedencia de la acción reivindicatoria, se dedujera la
acción de prescripción y el Órgano jurisdiccional se
ocupara del fondo de la misma, fueron:

A) Que de acuerdo con la ley y la jurisprudencia, que


establecía como elementos de la acción reivindicatoria:
a).- La propiedad de la cosa que reclama; b).- La
posesión por el demandado de la cosa perseguida y c).-
La identidad de la misma; el efecto de la sentencia
reivindicatoria es declarar que el actor es propietario de
la cosa perseguida;
B) Que a esa declaración se llega después del
estudio y calificación: del título del actor, de la

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

posesión del reo y del título que en su caso invoque


el demandado;
C) Tales argumentos lo llevaron a arribar a la siguiente
conclusión: Que si el objeto perseguido por el
ejercicio de la acción reivindicatoria como los
efectos de la sentencia que la considera
comprobada, determinaban la necesidad procesal de
que fuera en el propio juicio reivindicatorio en el que
el demandado hiciera valer, como excepción o como
reconvención, la prescripción positiva consumada
en su favor con anterioridad a la demanda; puesto
que de hacerlo con posterioridad a la sentencia que
declara, después de la confrontación de títulos, que
el actor es propietario, ésta sentencia se convertía
en un obstáculo a la declaración de que el reo se
había convertido en propietario por usucapión con
anterioridad a la propia sentencia, pues sería
contradictoria del fallo que ya tenía autoridad de
cosa juzgada ; y,
D) Que no era un obstáculo para el quejoso, el que la ley
adjetiva de la entidad estableciera que no se podían
oponer excepciones, ni interponer la reconvención,
después de contestada la demanda, ya que, estableció,
que tal disposición debía de interpretarse en el sentido
que tal prohibición operaba en los casos en que no
existiera un obstáculo legal, para el ejercicio posterior de la
acción.
De los anteriores argumentos, se desprende que la Tercera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
consideró que la prescripción debía deducirse en el juicio
reivindicatorio, como excepción ó como acción en vía de
reconvención, ya que para determinar la procedencia de la
acción reivindicatoria, era requisito indispensable, que se
examinaran: el título del actor, la posesión del reo y el
título que en su caso invocara el demandado.

Lo cual, lleva a este Tribunal a concluir, que en casos


como el que nos ocupa, es necesario realizar el examen
de los títulos, ya que se está dilucidando en definitiva,
una cuestión de propiedad y solo con esa forma de
proceder, la responsable actuará conforme a derecho,
pues mientras no haga esa confronta, no puede decirse
que haya resuelto en forma legal, la controversia
planteada.

11
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

Finalmente, en el último precedente que se citará, (para


apoyar la afirmación en el sentido de que, en el caso
concreto, sí era indispensable realizar el examen y
confronta de títulos), que corresponde a la ejecutoria del
Amparo civil directo 5906/35, promovido por ********** y del
cual conoció la entonces Sala Auxiliar de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación y que, en lo que interesa, fue
resuelto en los siguientes términos: [se transcribe]

La anterior resolución, dio lugar a la formulación de la


siguiente tesis aislada:

Quinta Época
Instancia: Sala Auxiliar
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: CXVIII
Página: 138

"PRESCRIPCIÓN POSITIVA, REQUISITOS PARA LA.


(LEGISLACIÓN DE DURANGO). Toda demanda
reivindicatoria implica, en principio, una controversia entre
propietarios, y el juzgador procede legalmente cuando
examina los títulos de propiedad aportados por las partes.
La Suprema Corte ha sustentado reiteradamente la tesis
de que sólo la posesión que se adquiera y disfrute en
concepto de dueño puede producir, la prescripción, pero
que en todo caso, el interesado deberá justificar que
empezó a poseer mediante un título traslativo dominio y no
por su sola estimación, meramente subjetiva, de
considerarse propietario; el artículo 1065 del Código Civil
del Estado de Durango establece esta exigencia. Por lo
que si la quejosa, al contestar la demanda en el juicio
reivindicatorio, afirmó que había entrado a la posesión por
virtud de una donación que le hizo el anterior propietario
del bien, debió haber probado tal circunstancia."

De la ejecutoria aludida, son de destacarse los siguientes


elementos:

A) La acción deducida en el juicio natural, fue la


reivindicatoria;
B) La parte demandada, opuso la excepción de
prescripción;
C) El Juez Menor, admitió que con las diligencias de

12
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

información de dominio, la demandada, había demostrado


la posesión a título de dueña, pacífica, continua, pública y
por espacio de más de 20 años; pero que, no obstante lo
anterior, quedaba por resolver, si dicho título, era suficiente
para acreditar el derecho de propiedad adquirido por
prescripción; concluyendo que no lo eran, en virtud de que
su único objeto era justificar un hecho o acreditar un
derecho, más no eran traslativas de dominio, como sí lo
era el presentado por el actor, por ello, estimó acreditada
la acción reivindicatoria e indemostrada la prescripción;
D) La quejosa en el juicio de amparo, se dolió de que la
responsable hubiera realizado el examen de los títulos,
aduciendo que ello no era materia del juicio;

La Sala Auxiliar del Supremo Tribunal del País, desestimó


dicho concepto de violación, respondiendo lo siguiente:
"Esta Sala Auxiliar no encuentra justificado el
concepto de violación que se analiza: Toda demanda
de reivindicación implica, en principio, una
controversia entre propietarios y por ende, el Juez
responsable procedió legalmente a examinar los
títulos de propiedad aportados al juicio por las partes;
mas la demandada quejosa en este amparo no
demostró su calidad de propietaria, porque no probó
que hubiere operado en su favor la prescripción. El
artículo 1065 del Código Civil del Estado de Durango
establece que la posesión necesaria para prescribir
debe ser fundada en justo título, de buena fe, pacífica,
continua y pública; el artículo 1066 declara que se
llama justo título el que es o fundadamente se cree
bastante para transferir el dominio. De acuerdo con la
tesis que esta Sala ha sustentado reiteradamente, solo
la posesión que se adquiere y disfruta en concepto de
dueño puede producir la prescripción, mas en todo
caso, el interesado deberá justificar que empezó a
poseer mediante un título traslativo de dominio y no
por su sola estimación meramente subjetiva de
considerarse propietario…".

Como corolario de lo anterior, es de destacarse que el más


Alto Tribunal del país, tanto en casos en que la acción
principal es la reivindicatoria y se reconviene la
prescripción, o en casos en que la acción principal es la
prescripción y se reconviene la reivindicación, ha estimado

13
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

necesario realizar el examen de los títulos ofrecidos por las


partes, a fin de dilucidar la controversia planteada, pues
afirma que toda demanda de reivindicación, implica una
controversia entre propietarios, como sostiene este
Tribunal en la presente ejecutoria.

Luego, no obstante que una de las premisas


fundamentales por las cuales la responsable estimó
improcedente la acción reivindicatoria, fue que el éxito de
la acción de prescripción, hacía que el actor no acreditara
el primer elemento de la acción reivindicatoria, a saber la
propiedad de la cosa, es correcta, sin embargo, solo podía
llegar a esa conclusión, examinando y confrontando los
títulos aportados por las partes, fase a la cual no podía
llegar, sin antes ocuparse de analizar la procedencia de la
acción reivindicatoria deducida de manera principal y la
prescripción planteada en vía de reconvención, ya que si
una de estas acciones no estuviera acreditada, no existiría
razón válida ni legal, para realizar el examen y
confrontación de los títulos, pues no podría confrontarse un
derecho de posesión acreditado, frente a otro de propiedad
que no lo fue.

Luego, en casos como el que nos ocupa, el juzgador debe


examinar tanto la acción reivindicatoria, como la acción de
prescripción opuesta en vía de reconvención, y no estimar
improcedente la acción reivindicatoria, por la aparente
acreditación de los elementos de la acción de usucapión,
pues como ya se dijo, sólo a través del examen y confronta
de los títulos, puede resolverse una controversia de este
tipo y por ello, la acreditación de los elementos de una
acción, en este caso, la de prescripción, solo debe de
tenerse como presuntiva, mientras no se examinen los
elementos de la acción reivindicatoria, pues si éstos
también se encuentran acreditados, deberá procederse al
examen y confronta de títulos, a fin de resolver la cuestión
planteada.

Por ello, en estos casos el Juzgador no puede limitarse a


examinar sólo una de las acciones planteadas, ya que esa
forma de actuar deja en estado de indefensión al quejoso,
a quien nada se le resuelve sobre el derecho de propiedad
que hace valer a través de la acción reivindicatoria, y por
ende, necesariamente debió de ocuparse, el Ad quem, al

14
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

haber revocado la sentencia de primer grado y dictado una


nueva en plenitud de jurisdicción, por así disponerlo
expresamente el artículo 637, del ordenamiento legal en
cita, que al efecto dispone:

"ART. 637.- La reconvención y la compensación, lo


mismo que las excepciones opuestas con este motivo,
se discutirán al mismo tiempo que el negocio principal
y se decidirán en la misma sentencia".

Máxime que, como quedó demostrado, ciertamente la


acreditación de la prescripción hace improcedente la
reivindicación, pero ello solo puede decidirse a través de la
confronta de títulos, en los casos en que también se
acrediten los elementos de la acción reivindicatoria, es
decir, que en estos casos la acreditación de las acciones
es solo presuntiva, ya que al decidir cuál es el derecho que
debe de prevalecer, tendrá como consecuencia que la
acción de la contraparte no se encuentre demostrada, es
decir que si se trata de la reivindicatoria, el actor no probó
ser propietario de la cosa por la insuficiencia del título
presentado por él, mientras que si la que sucumbe es la
acción de prescripción, entonces el título presentado por el
usucapista, no fue apto para prescribir.

En ese orden de ideas, la responsable no debió de


determinar a priori, la improcedencia de la acción
reivindicatoria, sino que debió verificar la acreditación de
los elementos de la acción reivindicatoria, los cuales sí se
encuentran acreditados y proceder a la confronta de los
títulos.

Luego, es inexacta la afirmación del Ad quem, en el


sentido de que la jurisprudencia de rubro: "ACCIÓN
REIVINDICATORIA. ESTUDIO DE LOS TÍTULOS", era
inaplicable al caso concreto, bajo el argumento de que: "…
si bien en la especie ambas partes allegaron sendos títulos
de propiedad, también lo es que el presentado por el
reivindicante sucumbió no ante el exhibido por el
usucapista, sino ante el traslado del dominio deducido de
la propia institución de la prescripción adquisitiva, en cuyo
tenor se obtuvo la propiedad por la contrademandante,
más no así por el título aportado a juicio; supuesto diverso
al contemplado por la ejecutoria de mérito, el cual no

15
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

vislumbra lo relativo a la ineficacia del título del


promovente de la reivindicación por virtud de la
usucapión…", pues, como quedó demostrado, el examen
de los títulos sí debe de hacerse en estos casos.

No pasa inadvertido para este Tribunal, la existencia de las


tesis aisladas del Primer Tribunal Colegiado en Materias
Civil y de Trabajo del Segundo Circuito y Décimo Primer
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, y
del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer
Circuito, que sostienen un punto contrario a esta ejecutoria
y cuyos datos de identificación, rubro y texto, son los
siguientes [las transcribe]:

Novena Época
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIAS CIVIL Y DE TRABAJO DEL SEGUNDO
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IV, Septiembre de 1996
Tesis: II.1o.C.T.58 C
Página: 763

"USUCAPIÓN, ACCIÓN RECONVENCIONAL. ES


PREFERENTE SU ESTUDIO CUANDO LA ACCIÓN
PRINCIPAL ES LA REIVINDICACIÓN. Es correcto que
cuando se demanda la reivindicación y se reconviene la
usucapión, se estudie primeramente esta última, puesto
que de ser procedente haría innecesario estudiar las
pretensiones del actor, consistentes en la reivindicación del
inmueble en litigio. Lo anterior es así, pues cuando se
ejercita acción reivindicatoria y el demandado
contrademanda su usucapión debe estudiarse en primer
término la acción reconvencional, porque el objeto de ésta
es obtener sentencia en la cual se declara propietario al
actor, en la reconvención en cuya hipótesis, desaparece el
derecho de la propiedad del reivindicante, luego, no sería
lógico el análisis de la reivindicatoria, antes de la
usucapión, si el elemento propiedad de la primera es
menester sujetarlo a estudio, en la prescripción positiva".

Novena Época
Instancia: DÉCIMO PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

16
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta


Tomo: XVIII, Agosto de 2003
Tesis: I.11o.C.68 C
Página: 1860

"USUCAPIÓN. ES DE ESTUDIO PREFERENTE A LA


REIVINDICACIÓN YA SEA PLANTEADA VÍA ACCIÓN O
RECONVENCIÓN. Cuando se demanda la reivindicación
y se reconviene la usucapión o viceversa, debe
examinarse, en principio, la procedencia de la prescripción,
pues de ser procedente ésta, resultaría innecesario
examinar si se acreditaron los elementos de la acción
reivindicatoria, pues el objeto de la acción de usucapión es
que a través de la sentencia se declare propietario al actor
y, por ende, desaparece el derecho de propiedad del
reivindicante existente antes de la prescripción".

Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
XIII, Abril de 1994
Página: 317
Tesis Aislada
Materia(s): Civil

"ACCIÓN REIVINDICATORIA. ALCANCE DE LA


JURISPRUDENCIA NÚMERO 32, PUBLICADA EN LAS
PÁGINAS 56 Y 57 DEL APÉNDICE AL SEMANARIO
JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN 1917-1988, CUANDO EL
DEMANDADO HACE VALER LA USUCAPIÓN: La
determinación de la condición de dominus que debe
revestir el accionante en toda reivindicación, es exigida
sine qua non por la ley, de manera que quien la ejercite
tiene la obligación de aportar la prueba de su derecho que
se realiza acompañando los respectivos títulos de dominio.
De allí que nuestra ley, y nuestro más Alto Tribunal de
justicia, se preocupen por distinguir entre la reivindicación
que es intentada según que el reivindicante tenga un título
de propiedad y el demandado no tenga ninguno. A falta de
prueba absoluta de la prescripción, todo lo que podría
exigirse del reivindicante es la prueba de un derecho mejor
más probable que el demandado. De allí que se hayan
contemplado las situaciones en que el accionante es el
único que acompaña títulos posteriores o anteriores a la

17
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

posesión del demandado y en las que ellos son


presentados por ambas partes litigantes. Si bien la ley no
admite que puedan existir dos posesiones distintas sobre
una misma cosa, en los hechos puede suceder que haya
dos o más titulares sobre ella. En esta hipótesis, también
se ha regulado cuál de ellos debe ser preferido. Pero
estas reglas, relativas a la acción reivindicatoria, son
independientes a la usucapión. En este supuesto no se
pretende enfrentar el título del poseedor al del
propietario para determinar cuál debe prevalecer;
únicamente se trata de establecer que el título del
poseedor es en concepto de dueño, y que, por tanto,
junto con otros requisitos, acredita que el poseedor se
ha convertido en propietario.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL


DEL PRIMER CIRCUITO.

Precedentes: Amparo directo 713/94. **********. 3 de marzo


de 1994. Unanimidad de votos. Ponente: José Becerra
Santiago. Secretario: Marco Antonio Rodríguez Barajas."

Sin embargo, no se comparten tales criterios por lo


siguiente:

Las primeras dos, por las razones que ya fueron


plasmadas en esta ejecutoria, principalmente, porque si
bien, se reconoce que la procedencia de la prescripción,
torna improcedente la reivindicación, pues desaparece el
derecho de propiedad del reivindicante, se estima que ello
sólo puede determinarse examinando también la acción
reivindicatoria pues si ésta también se acredita, dará lugar
al examen y confronta de títulos; por ello, se estima
inexacto que deba examinarse en primer lugar la acción de
prescripción a la reivindicatoria, pues no se tiene en cuenta
la posibilidad de que el asunto de lugar al examen y
confronta de títulos.

Mientras que la última de ellas, por las razones que ya


fueron plasmadas en esta ejecutoria, particularmente las
resoluciones que la extinta Tercera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, emitió al resolver los
Amparos Directos 4990/63, 2381/36, 4931/64 y 5906/35,
que trataban casos en que la acción principal es la
reivindicatoria y se reconvenía por la prescripción, o en

18
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

casos en que la acción principal era la prescripción y se


contrademandaba la prescripción, estimó necesario
realizar el examen de los títulos ofrecidos por las partes, a
fin de dilucidar la controversia planteada, pues se sostuvo
que toda demanda de reivindicación, implica una
controversia entre propietarios; por esas razones y las
plasmadas en las diversas ejecutorias (cuyo contenido se
insertará más adelante), que dieron lugar a la
jurisprudencia 32, de rubro: "ACCIÓN
REIVINDICATORIA, ESTUDIO DE LOS TÍTULOS",
relativa a la Quinta Época del Semanario Judicial de la
Federación y que actualmente se encuentra publicada en
el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación, 1917-
2000, Tomo IV, Civil, Sección Jurisprudencia S.C.J.N.,
Tesis: 14, página: 14, Materia: Civil; se estima que el
alcance y sentido de la misma, es que sí se estudien los
títulos, en todos los casos en que en un asunto concurran
tanto la acción reivindicatoria como la prescripción, sean
deducidas éstas respectivamente como acción principal,
reconvención o excepción y por ello, no se comparte el
criterio que se sustenta en dicha tesis por lo que, debe
hacerse la denuncia de contradicción correspondiente, en
términos de lo dispuesto en el artículo 197-A de la Ley
Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 Constitucionales.

Por esas razones, no se comparten los criterios que


sustentan dichas tesis por lo que, debe hacerse la
denuncia de contradicción correspondiente, en términos de
lo dispuesto en el artículo 197-A de la Ley Reglamentaria
de los Artículos 103 y 107 Constitucionales.

2. Décimo Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del


Primer Circuito. El referido Colegiado, al resolver el amparo directo
civil 237/2003 determinó, sobre el tema que nos interesa, lo siguiente:

En la segunda parte del primer concepto de violación, en el


tercero y quinto, el quejoso manifiesta:

Que la sala ilegalmente consideró que en el presente juicio


no se estaba estudiando la validez o invalidez del
documento generador de la posesión, teniendo que
contrariamente a lo que afirma la autoridad responsable, al

19
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

haber reconvenido el quejoso la acción reivindicatoria


necesariamente debió entrarse al estudio de la validez o
invalidez de los títulos, estudiando primero la reivindicación
porque reunió todos sus elementos, y que por ello debió
declararse procedente.

El anterior argumento es infundado.

Es preciso señalar que en el juicio natural el actor


demandó la prescripción del inmueble litigioso, y por su
parte el demandado, hoy quejoso, reconvino la
reivindicación del citado inmueble, lo que implica que por
razón de orden lógico y jurídico, debía, como ocurrió,
estudiarse en primer lugar la acción de prescripción y en su
caso de resultar improcedente, procedería el estudio de la
acción reconvencional de reivindicación, y aún en el caso
de que la acción principal hubiera sido la reivindicación y la
reconvencional la prescripción, de cualquier manera es de
estudio preferente la acción de prescripción.

Lo anterior tiene su razón, porque de ser procedente esta


última, haría innecesario estudiar las pretensiones del
reivindicante, pues cuando se plantea controversia sobre
usucapión y reivindicación, debe estudiarse en primer
término la acción en la que se haya planteado la
prescripción porque el objeto de ésta es obtener sentencia
en la cual se declara propietario al actor, en cuya hipótesis,
desaparece el derecho de la propiedad del reivindicante,
luego, no sería lógico el análisis de la reivindicatoria, antes
de la usucapión, si el elemento propiedad de la primera es
menester sujetarlo a estudio, en la prescripción positiva.

A contrario sensu, sirve de apoyo la tesis consultable en el


Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo IV, Septiembre de 1996, página 763, que
dice:

“USUCAPIÓN, ACCIÓN RECONVENCIONAL. ES


PREFERENTE SU ESTUDIO CUANDO LA ACCIÓN
PRINCIPAL ES LA REIVINDICACIÓN. Es correcto que
cuando se demanda la reivindicación y se reconviene la
usucapión, se estudie primeramente esta última, puesto
que de ser procedente haría innecesario estudiar las
pretensiones del actor, consistentes en la reivindicación

20
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

del inmueble en litigio. Lo anterior es así, pues cuando se


ejercita acción reivindicatoria y el demandado
contrademanda su usucapión debe estudiarse en primer
término la acción reconvencional, porque el objeto de ésta
es obtener sentencia en la cual se declara propietario al
actor, en la reconvención en cuya hipótesis, desaparece el
derecho de la propiedad del reivindicante, luego, no sería
lógico el análisis de la reivindicatoria, antes de la
usucapión, si el elemento propiedad de la primera es
menester sujetarlo a estudio, en la prescripción positiva.”

De acuerdo a lo anterior también se considera infundado el


argumento en el sentido de que debieron confrontarse los
títulos exhibidos por las partes, y analizar la invalidez del
título del actor, dado que el quejoso tiene escritura del bien
objeto de la acción, pues de acuerdo a la naturaleza de la
acción de prescripción, el examen de los títulos exhibidos
por las partes resulta improcedente, toda vez,
evidentemente el ejercitar la acción de prescripción ya sea
como acción principal o sea reconvencional, implica que el
actor evidentemente al demandar la usucapion en contra
de la persona que aparece registrado como propietario
inscrito en el Registro Público de la Propiedad y del
Comercio, lo reconoce implícitamente el propietario del
bien y ejercita dicha acción, cuando es de buena fe,
fundando para ello en la existencia de un título imperfecto
por lo que en el caso no procede la confrontación de
dichos títulos.

Bajo estas circunstancias, resulta infundado el argumento


de que se debía estudiar la validez del título del actor a
virtud de haberse reconvenido la reivindicación, pues ya se
vio que no se está en el supuesto de confrontar los títulos,
por no ser materia de la disputa, sino que dado el estudio
preferente de la usucapión, lo que se requiere es que el
título del actor sea suficiente como causa generadora de la
posesión, para adquirir la propiedad por prescripción contra
el otro.

En la acción de prescripción corresponde, en ese sentido,


determinar la causa generadora de la posesión, no por la
validez del título en que se funde ni porque sea perfecto,
porque de ser perfecto no tendría razón de ser la
usucapion, sino porque esta causa da lugar a poseer con

21
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

derecho y bajo la creencia cierta que se entró a poseer con


el carácter de dueño; de ahí que no corresponda el
confrontar los títulos porque el actor ya sabe desde que
ejercita la acción que el demandado aparece como
propietario en el Registro Público de la Propiedad y del
Comercio, pero ahora él se ha convertido en propietario del
mismo bien por prescripción.

Es decir, lo que realmente importa es que el juzgador


conozca el acto generador de la posesión, para que pueda
determinar si la calidad de ésta es en concepto de
propietario, originaria o derivada, de buena o mala fe,
porque el acto jurídico defectuoso (que el quejoso
considera da lugar a la confrontación), no es el que
constituye la fuente de adquisición de la propiedad, sino
que ésta se encuentra en la propia ley que prevé la
institución de la usucapion, dado que aquel acto sólo
cumple la función de poner de manifiesto que la posesión
no se disfruta en forma derivada, sino en concepto de
propietario, sobre la base de un título que aun cuando
podría estar viciado, la ley le atribuye efectos jurídicos; de
ahí lo infundado de los conceptos de violación.

Sirve de apoyo a lo anterior la tesis consultable en el


Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XIV, Diciembre de 2001, página 1778, que
dice:

“PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA. EL TÍTULO


GENERADOR DE LA POSESIÓN SÓLO SE REQUIERE
PARA DETERMINAR SU ORIGEN. Si el acto por virtud
del cual se cree propietario quien opone la prescripción es
imperfecto o deficiente, ello no es causa suficiente para
desestimarla, dado que éste sólo tiene la obligación de
justificar la existencia del hecho que señaló como causa
generadora de su posesión, como un acto jurídico que le
permite comportarse objetivamente como propietario,
mediante la realización de actos que revelen su dominio
sobre el inmueble para hacerlo suyo. Es decir, lo que
realmente importa es que el juzgador conozca el acto
generador de la posesión, para que pueda determinar si la
calidad de ésta es en concepto de propietario, originaria o
derivada, de buena o mala fe, porque el acto jurídico
defectuoso no es el que constituye la fuente de adquisición

22
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

de la propiedad, sino que ésta se encuentra en la propia


ley que prevé la institución de la usucapión, dado que
aquel acto sólo cumple la función de poner de manifiesto
que la posesión no se disfruta en forma derivada, sino en
concepto de propietario, sobre la base de un título que aun
cuando esté viciado, la ley le atribuye efectos jurídicos.

Asimismo la tesis sustentada por el Octavo Tribunal


Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, consultable
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XI, Enero de 2000, página 1032, que
dice:

“PRESCRIPCIÓN. ES SUFICIENTE COMPROBAR LA


EXISTENCIA DE UN ACTO TRASLATIVO DE DOMINIO
PARA ACREDITAR LA POSESIÓN EN CONCEPTO DE
PROPIETARIO, ELEMENTO NECESARIO PARA
DEMOSTRAR EL HABER ADQUIRIDO POR
PRESCRIPCIÓN. Los artículos vigentes reguladores de la
prescripción sólo se refieren a que para adquirir por
prescripción, se acredite poseer en concepto de
propietario, lo que comprende no sólo los casos de buena
fe, sino también el caso de la posesión de mala fe, siendo
necesario en estos supuestos, probar con cualquier medio
probatorio, que el poseedor es el dominador de la cosa, el
que manda en ella y la disfruta para sí, como dueño en
sentido económico, aun cuando carezca de un título
legítimo, frente a todo el mundo, y siempre que haya
comenzado a poseer, en virtud de una causa diversa de la
que origina la posesión derivada. Ahora bien, si conforme
a lo dispuesto por el artículo 2249 del Código Civil para el
Distrito Federal, por regla general, la venta es perfecta y
obligatoria para las partes cuando se ha convenido sobre
la cosa y su precio, aunque la primera no haya sido
entregada ni el segundo satisfecho; y siendo ello suficiente
para crear en el comprador el ánimo de propietario que se
requiere para poder usucapir, de manera que es
irrelevante que el precio no se haya pagado en su
totalidad, pues al ser la compraventa un acto traslativo de
dominio que da una posesión originaria, es apto para
poder usucapir, pues no está contemplado como un
requisito de los previstos en el artículo 1151 del Código
Civil, para poder prescribir, que el título de la causa

23
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

generadora sea perfecto, pues de ser así no sería


necesario ejercitar la usucapión.
(…)

De la anterior resolución, emanó la tesis aislada I.11°.C.68.C,


visible en la página 1860 del tomo XVIII del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, agosto de 2003, de rubro y texto:

“USUCAPIÓN. ES DE ESTUDIO PREFERENTE A LA


REIVINDICACIÓN YA SEA PLANTEADA VÍA ACCIÓN O
RECONVENCIÓN. Cuando se demanda la reivindicación
y se reconviene la usucapión o viceversa, debe
examinarse, en principio, la procedencia de la prescripción,
pues de ser procedente ésta, resultaría innecesario
examinar si se acreditaron los elementos de la acción
reivindicatoria, pues el objeto de la acción de usucapión es
que a través de la sentencia se declare propietario al actor
y, por ende, desaparece el derecho de propiedad del
reivindicante existente antes de la prescripción.”

Posteriormente, el Décimo Primer Tribunal Colegiado en Materia


Civil del Primer Circuito tuvo la oportunidad de reiterar el criterio
vertido en la tesis aislada referida al resolver el veintiséis de agosto de
dos mil cinco el amparo directo civil 505/2005. Conviene resaltar lo
que dicho Tribunal Colegiado determinó adicionalmente en esa
ejecutoria:

(…)
Precisado lo anterior, se reitera que de la lectura del acto
reclamado se observa que la sala responsable analizó
todos y cada uno de los elementos de la acción de
prescripción positiva, estableciendo que el ahora quejoso
no había acreditado la causa generadora de su posesión,
porque respecto al contrato privado de compraventa que
exhibió en el juicio natural, celebrado entre ********** y el
hoy peticionario de amparo, se declaró su nulidad; empero,
dicha circunstancia no es correcta, dado que en la acción
de prescripción corresponde determinar la causa

24
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

generadora de la posesión, no por la validez del título en


que se funde ni porque sea perfecto, porque de ser así no
tendría razón de ser la usucapión, sino porque esta causa,
tal como lo refiere el quejoso, da lugar a poseer con
derecho y bajo creencia cierta que se entró a poseer con el
carácter de dueño; de ahí, que no corresponde en el
análisis de la acción de prescripción confrontar los títulos
porque el actor ya sabe desde que ejercita su acción que
el demandado aparece como propietario en el Registro
Público de la Propiedad y de Comercio del Distrito Federal,
pero ahora él se ha convertido en propietario del mismo
bien por prescripción.

Es aplicable a lo anterior el criterio sustentado por este


Décimo Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Primer Circuito, en la tesis número I.11o.C.69 C, publicada
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XVIII, agosto de 2003, visible en la
página 1860, que señala:

“USUCAPIÓN. CUANDO SE RECONVIENE LA


REIVINDICACIÓN, NO PROCEDE CONFRONTAR LOS
TÍTULOS DE LAS PARTES.- El objeto de la acción de
usucapión es que a través de la sentencia se declare
propietario al actor y, por ende, desaparece el derecho de
propiedad del reivindicante existente antes de la
prescripción; por ello, resulta improcedente confrontar los
títulos exhibidos por las partes, ya que la acción de
usucapión implica que el actor evidentemente al demandar
a la persona que aparece registrada como propietario en el
Registro Público, lo reconoce implícitamente como
propietario del bien.”

Es decir, lo que realmente importa es que el juzgador


conozca el acto generador de la posesión, para que pueda
determinar si la calidad de ésta es en concepto de
propietario, originaria o derivada, de buena fe o mala fe,
porque el acto jurídico defectuoso no es el que constituye
la fuente de adquisición de la propiedad, sino que ésta se
encuentra en la propia ley que prevé la institución de la
usucapión, dado que aquel acto (contrato de compraventa)
sólo cumple la función de poner de manifiesto que la
posesión no se disfruta en forma derivada, sino en
concepto de propietario, sobre la base de un título que aun

25
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

cuando podría estar viciado, la ley le atribuye efectos


jurídicos; de ahí, que tampoco pueda exigirse que el
contrato exhibido en el juicio natural sea de fecha cierta,
puesto que en la acción de prescripción adquisitiva no se
valora el contrato de compraventa, para acreditar la
propiedad, sino la posesión.

No es óbice a esto último, el que el artículo 825 del Código


Civil para el Distrito Federal, disponga que la posesión
pública es aquella que se encuentra inscrita en el Registro
Público de la Propiedad, esto es, la fecha cierta, dado que
en dicho precepto también se dispone que la publicidad es
aquella conocida por todos, lo cual es susceptible de
acreditarse con la testimonial tal como aconteció en el
presente asunto, pues el demandado ofreció dicha
probanza y en la cual se advierte que es del conocimiento
de los vecinos que él tiene la posesión del inmueble
litigioso.
(…)

3. Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer


Circuito. Por su parte, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Civil del Primer Circuito, al resolver el tres de marzo de mil
novecientos noventa y cuatro el amparo directo 713/94,
determinó lo siguiente:

(…)
Sin embargo, son fundados los conceptos de violación que
se fundan en la 1ª consideración relativa de que, al hacerse
valer la usucapión, el A quo no tenía por qué enfrentar el
título del actor al de la demandada para determinar cuál
era de mejor calidad, puesto que la prescripción positiva se
funda no en que quien la alegue es propietario del bien de
que se trate, sino en que es poseedor del bien con los
requisitos establecidos por la ley. Dicho de otro modo, el
título exhibido por la demandada, quejosa en este amparo,
no debe analizarse para determinar si con él se acredita la
propiedad, o si es mejor o no que el presentado por el
reivindicante. Debe examinarse si con él se justifica o no la
causa generadora de la posesión de la demandada, esto
es, en concepto de de propietaria.

26
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

Efectivamente, la determinación de la condición de


dominus que debe revestir el accionante en toda
reivindicación, es exigida sine qua non por la ley, de
manera que quien la ejercite tiene la obligación de aportar
la prueba de su derecho que se realiza acompañando los
respectivos títulos de dominio. De allí que nuestra ley, y
nuestro más alto Tribunal de Justicia, se preocupen por
distinguir entre la reivindicación que es intentada según
que el reivindicante tenga un título de propiedad y el
demandado no tenga ninguno. A falta de prueba absoluta
de la prescripción, todo lo que podría exigirse del
reivindicante es la prueba de un derecho mejor o mas
probable que el del demandado. De allí que se hayan
contemplado las situaciones en que el accionante es el
único que acompaña títulos posteriores o anteriores a la
posesión del demandado y en las que ellos son
presentados por ambas partes litigantes. Si bien la ley no
admite que puedan existir dos posesiones distintas sobre
una misma cosa, en los hechos puede suceder que haya
dos o más titulares sobre ella. En esta hipótesis, también
se ha regulado cuál de ellos debe ser preferido. Pero estas
reglas, relativas a la acción reivindicatoria, son
independientes a la usucapión. En este supuesto no se
pretende enfrentar el título del poseedor al del propietario
para determinar cuál debe prevalecer: únicamente se trata
de establecer que el título del poseedor es en concepto de
dueño, y que, por tanto, junto con otros requisitos, acredita
que el poseedor se ha convertido en propietario. En suma,
si uno adquiere de quien no tenía derecho suficiente y
entrarse a poseer un inmueble sin título o con título
defectuoso, se encontrará irremisiblemente perdido en un
juicio reivindicatorio, cuando tenga por adversario al dueño
de la cosa, salvo el remedio de la prescripción. En
consecuencia, si en un juicio reivindicatorio el contrario
hace valer la prescripción, el titulo del poseedor debe
ponderarse para determinar si con él se acredita la causa
generadora de la posesión en concepto de propietario, no
para enfrentarlo al del reivindicante a fin de establecer cuál
es de mejor calidad. Ese estudio debe ser preferente al de
la reivindicación si se considera que la usucapión tiene un
efecto exclusivo del derecho de propiedad del
reivindicante. Por ende, resulta irrelevante que éste tenga
título debidamente inscrito en el Registro Público de la

27
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

Propiedad, ya que precisamente es esta circunstancia la


que lo legitima pasivamente cuando se alega la
prescripción, según lo previene el artículo 1156 del Código
Civil. También es intrascendente que el título sea anterior a
la posesión de la demandada, toda vez que ello no
constituye obstáculo legal para la procedencia de la
prescripción, siempre y cuando se den los requisitos
requeridos por la ley.

Por otro lado, la sala responsable procedió de manera


ilegal al requerir que la posesión de la ahora quejosa derive
de un justo título, ya que nuestro Código Civil vigente no
exige ese requisito, tal y como lo hacían los de 1870 y
1884. En los Códigos derogados, empleaban esa
terminología y se requería un justo título: que fuese
bastante para adquirir el dominio, o al menos, que el
poseedor así lo estimase, fundadamente. Si faltaba el justo
título la posesión se equiparaba a una detentación que no
podía provocar la prescripción. El justo título se clasificaba
en objetiva y subjetivamente válido, según que fuese
suficiente para transmitir el dominio o que sólo existiese en
la mente del poseedor, pero sin realizarse de manera
objetiva.

Nuestro Código vigente ya no se refiere al concepto de


justo título, sino a la posesión en concepto de propietario,
según se desprende de los artículos 826 y 1151, fracción I,
del Código Civil. Como se sostiene en la tesis
jurisprudencial invocada por la quejosa, el concepto de
propietario puede tener presupuesto diverso: la posesión
fundada en un justo título objetivamente válido; la que se
funda en un título subjetivamente válido; y la posesión sin
título, de mala fe o delictuosa, pero en concepto de
propietario.

Sobre esas bases, la Sala responsable debía determinar si


el título exhibido por la demandada ahora promovente de
amparo, justificaba o no que la posesión se adquirió en
concepto de propietario. Al efecto, debió establecer si el
acto por el cual se entró a poseer es o no traslativo de
dominio, que contenga el ánimus domini, diverso a la
posesión derivada que nunca convierte al poseedor en
propietario, tomando en cuenta que, como se alega, el
fundamento de la prescripción es el abandono por parte del

28
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

propietario de su derecho; y el ejercicio, por parte del


poseedor, de tal derecho, sirviendo para consolidar la
condición del poseedor transformando su situación de
hecho en una de derecho, dado el tiempo transcurrido en el
goce de aquella situación y la actitud pasiva del titular del
dominio.
Para tal efecto, la sala responsable, debió examinar todas
y cada una de las pruebas rendidas en autos, a la luz de
los agravios que se le plantearon, así como las
presunciones legales que en materia de posesión se
invocaron en los motivos de inconformidad que se hicieron
valer ante el Tribunal de Alzada, incluyendo la copia
certificada relativa a la averiguación previa que se
menciona la cual evidentemente tiende a demostrar actos
de dominio, por lo que sí guarda relación con la
controversia; la testimonial, que aun cuando no acredite la
causa generadora de la posesión, deberá determinarse si
justifica o no, junto con las demás pruebas rendidas en
autos, y las presunciones legales invocadas en el apelante,
los demás requisitos de la posesión necesaria para
prescribir, sin que pueda considerarse la confesional a
cargo del actor en lo que le beneficia, dado que nuestro
más alto Tribunal de Justicia ha sustentado el criterio
jurisprudencial de que dicha prueba sólo produce efectos
en lo que perjudica al que la emite y en lo que le beneficia.
En mérito de lo considerado, procede conceder a la
quejosa el amparo y protección de la Justicia Federal a
efecto de que la Sala responsable dejando insubsistente la
sentencia reclamada, dicte otra en la cual considere el
título exhibido por la demandada, ahora quejosa, como
prueba con la que se pretende acreditar la causa
generadora de su posesión en concepto de propietaria, sin
que enfrente tal título al del actor; no exija para la
procedencia de la prescripción el justo título, sino solo el
concepto de propietario, y siguiendo los lineamientos
trazados en esta ejecutoria, con plenitud de jurisdicción,
reexamine los agravios que le planteó la demandada, y
resuelva conforme a derecho, lo procedente.
(…)
De la ejecutoria referida surgió la tesis aislada visible en la
página 317 del tomo XIII de abril de 1994 (octava época) del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, de rubro y texto:

29
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

ACCIÓN REIVINDICATORIA. ALCANCE DE LA


JURISPRUDENCIA NÚMERO 32, PUBLICADA EN LAS
PÁGINAS 56 Y 57 DEL APÉNDICE AL SEMANARIO
JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN 1917-1988, CUANDO EL
DEMANDADO HACE VALER LA USUCAPIÓN. La
determinación de la condición de dominus que debe
revestir el accionante en toda reivindicación, es exigida
sine qua non por la ley, de manera que quien la ejercite
tiene la obligación de aportar la prueba de su derecho que
se realiza acompañando los respectivos títulos de dominio.
De allí que nuestra ley, y nuestro más Alto Tribunal de
Justicia, se preocupen por distinguir entre la reivindicación
que es intentada según que el reivindicante tenga un título
de propiedad y el demandado no tenga ninguno. A falta de
prueba absoluta de la prescripción, todo lo que podría
exigirse del reivindicante es la prueba de un derecho mejor
mas probable que el demandado. De allí que se hayan
contemplado las situaciones en que el accionante es el
único que acompaña títulos posteriores o anteriores a la
posesión del demandado y en las que ellos son
presentados por ambas partes litigantes. Si bien la ley no
admite que puedan existir dos posesiones distintas sobre
una misma cosa, en los hechos puede suceder que haya
dos o más titulares sobre ella. En esta hipótesis, también
se ha regulado cuál de ellos debe ser preferido. Pero estas
reglas, relativas a la acción reivindicatoria, son
independientes a la usucapión. En este supuesto no se
pretende enfrentar el título del poseedor al del propietario
para determinar cuál debe prevalecer; únicamente se trata
de establecer que el título del poseedor es en concepto de
dueño, y que, por tanto, junto con otros requisitos, acredita
que el poseedor se ha convertido en propietario.

4. Primer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del


Segundo Circuito, actualmente Primero en Materia Civil del
Segundo Circuito. Finalmente, el referido Tribunal Colegiado al
resolver el amparo directo civil 1177/95 determinó lo siguiente:
(…)
Ahora bien, es correcto que cuando se demanda la
reivindicación y se reconviene la usucapión, se estudia

30
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

primeramente está (sic) última, puesto que de ser


procedente haría innecesario estudiar las prestaciones del
actor, consistentes en la reivindicación del inmueble en
comento. Lo anterior es así, pues cuando se ejercita
acción reivindicatoria y el demandado contrademanda
usucapión debe estudiarse en primer término la acción
reconvencional, porque el objeto de ésta es obtener
sentencia en la cual se declare propietario al actor, en la
reconvención en cuya hipótesis, desaparece el derecho de
la propiedad del reivindicante, luego, no sería lógico el
análisis de la reivindicatoria , antes de la usucapión, si el
elemento propiedad de la primera es menester sujetarlo a
estudio en la prescripción positiva.
(…)

De la anterior resolución emanó la tesis aislada II.1°C.T. 58 C,


visible en la página 763 del tomo IV, septiembre 1996 del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, de rubro y texto:

USUCAPIÓN, ACCIÓN RECONVENCIONAL. ES


PREFERENTE SU ESTUDIO CUANDO LA ACCIÓN
PRINCIPAL ES LA REIVINDICACIÓN. Es correcto que
cuando se demanda la reivindicación y se reconviene la
usucapión, se estudie primeramente esta última, puesto
que de ser procedente haría innecesario estudiar las
pretensiones del actor, consistentes en la reivindicación del
inmueble en litigio. Lo anterior es así, pues cuando se
ejercita acción reivindicatoria y el demandado
contrademanda su usucapión debe estudiarse en primer
término la acción reconvencional, porque el objeto de ésta
es obtener sentencia en la cual se declara propietario al
actor, en la reconvención en cuya hipótesis, desaparece el
derecho de la propiedad del reivindicante, luego, no sería
lógico el análisis de la reivindicatoria, antes de la
usucapión, si el elemento propiedad de la primera es
menester sujetarlo a estudio, en la prescripción positiva 1.

1
Por ejecutoria de fecha tres de septiembre de mil novecientos noventa y siete, la Primera Sala
declaró inexistente la contradicción de tesis denunciada en el expediente 77/96, en que había
participado este criterio, aunque el tema analizado era distinto al que nos ocupará hoy. La Ponente
fue la Ministra Olga Sánchez Cordero de García Villegas.

31
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

CUARTO. Procedencia. En primer lugar, debe precisarse que,


como ha sostenido en reiteradas ocasiones esta Suprema Corte 2, no
es obstáculo para la procedencia de entrar al estudio de la presente
denuncia de contradicción de tesis el hecho de que los criterios en
diputa no constituyan jurisprudencia.

QUINTO. Existencia o inexistencia de la contradicción.


Sentado lo anterior, entraremos a examinar si existe o no la
contradicción de tesis denunciada.

1. Para determinar que una contradicción de tesis existe, es


necesario verificar en primer lugar que las posiciones comparadas se
sitúen en un mismo plano de análisis, esto es, que en la resolución de
cada uno de los asuntos se hayan examinado cuestiones jurídicas
esencialmente iguales. Lo anterior significa que no basta atender a la
conclusión de los razonamientos, sino que es necesario tener en
cuenta las circunstancias fácticas y jurídicas que llevaron a los
respectivos tribunales a asumir su criterio.

En segundo lugar, es necesario comprobar que el tipo de


contradicción existente entre los criterios evidencie que lo que uno de
ellos afirma acerca de un problema, el otro lo niega ya que, según el
principio lógico de no contradicción, dos enunciados referidos al
mismo problema no pueden afirmar y negar el mismo contenido.

2
Véase la tesis plenaria de esta Suprema Corte L/94, publicada en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, tomo 83, página 35, de noviembre de 1994 (Octava Época), cuyo rubro
establece: “CONTRADICCIÓN DE TESIS. PARA SU INTEGRACIÓN NO ES NECESARIO QUE
SE TRATE DE JURISPRUDENCIAS”. Contradicción de tesis 8/93. Entre las sustentadas por el
Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal
Colegiado del Séptimo Circuito (en la actualidad Tribunal Colegiado en Materia Penal). 13 de abril
de 1994. Unanimidad de veinte votos. Ponente: Fausta Moreno Flores. Secretario: Juan Carlos
Cruz Razo.

32
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

En tercer lugar, al estudiar las circunstancias aludidas, se debe


distinguir entre las que sirven de fundamento a los criterios emitidos y
aquellas que, aun cuando lo parecen, no constituyen un presupuesto
lógico del razonamiento.

En otros términos, se actualiza la contradicción de tesis cuando


concurren los siguientes supuestos3:

a) Las cuestiones jurídicas planteadas son esencialmente


iguales, es decir, provienen del examen de los mismos elementos.

b) Los criterios son, en términos lógicos, efectivamente


contradictorios, es decir, se constata que lo que uno de ellos afirma
acerca de un mismo problema, el otro lo niega.

c) La diferencia de criterios se presenta en las consideraciones,


razonamientos o interpretaciones jurídicas de las sentencias
respectivas.
2. A fin de determinar si en el presente asunto se acreditan los
extremos referidos, es imprescindible sintetizar lo sostenido por los
diferentes Tribunales Colegiados en liza, en términos de lo que se
desprende de las transcripciones realizadas en el apartado anterior.

A) El Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Cuarto


Circuito, denunciante de la presente contradicción, sostiene
esencialmente que cuando en un juicio convergen la reivindicación y la
prescripción (sea porque la acción principal es la reivindicación y se
reconviene la prescripción, sea porque la acción principal es la
3
Véase la tesis jurisprudencial del Pleno P./J. 26/2001, consultable en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, tomo XIII, página 76, abril de 2001 (Novena Época) de rubro:
“CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO. REQUISITOS
PARA SU EXISTENCIA”.

33
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

prescripción y se reconviene la reivindicación) el juzgador debe hacer


un examen y una confrontación de los títulos ofrecidos por las partes,
a fin de dilucidar en favor de quién debe resolverse la controversia
planteada.

El Tribunal del Cuarto Circuito precisa que, aunque es cierto que


la prescripción, una vez acreditada, torna improcedente la acción
reivindicatoria, el juzgador no puede limitarse a examinar en primer
lugar si se dan los elementos de la prescripción y en caso afirmativo
reconocer como legítimo propietario del bien a quien la alega, sino que
debe entrar a una operación de confrontación de títulos a fin de
establecer en definitiva qué pretensiones deben prevalecer.

Quien promueve una acción reivindicatoria, subraya el


Colegiado, se ostenta propietario del bien (puesto que la posesión es
el género y la propiedad una de sus especies), y lo mismo puede
afirmarse de quien opone la prescripción, puesto que como explicitan
los artículos 826 y 1148 del Código Civil, respectivamente, sólo la
posesión que se adquiere y disfruta en concepto de propietario puede
producir la prescripción. Por ello, un juicio en el que convergen
pretensiones de reivindicación y de prescripción es un juicio en el que
se dilucida un conflicto entre poseedores que afirman tener una
posesión originaria sobre el bien en disputa —esto es, que afirman ser
propietarios del mismo bien— de modo que el juzgador debe decidir
sobre el derecho de propiedad que en su favor alega el reivindicante
frente al idéntico derecho de propiedad que para sí reclama el
poseedor, determinando quién tiene una posesión de mejor calidad.

Tras citar criterios aislados y uno jurisprudencial de la Quinta y


Sexta Épocas de la Suprema Corte que en su opinión apoyarían el

34
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

criterio sostenido, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del


Cuarto Circuito sostiene que, reconociendo que una de las premisas
por las cuales la autoridad responsable estimó improcedente la acción
reivindicatoria fue que el éxito de la acción de prescripción implicaba la
no acreditación del primer elemento de la acción reivindicatoria, y que
dicha premisa es correcta, tal autoridad sólo podía alcanzar tal
conclusión examinando y confrontando los títulos aportados por las
partes, fase a la cual no podía llegar sin antes analizar la procedencia
de la acción reivindicatoria deducida de manera principal y la
prescripción planteada en vía de reconvención; si alguna de las dos no
estuviera acreditada, no existiría una razón legal para realizar el
examen y confrontación de títulos, pues no tendría sentido confrontar
un derecho de posesión acreditado frente a otro que no lo fue.

El Tribunal argumenta que en los litigios del tipo descrito, el


juzgador debe examinar tanto la acción reivindicatoria como la
prescripción que se opone, y no estimar improcedente la acción
reivindicatoria ante la aparente acreditación de los elementos de la
acción de usucapión, pues sólo a través del examen y confronta de
títulos puede resolverse una controversia de este tipo. En este
contexto, la acreditación de los elementos de una acción debe
considerarse sólo como presuntiva, mientras no se examinen los
elementos de la acción reivindicatoria, pues si éstos se encuentran
también acreditados, deberá procederse al examen y confronta de
títulos a fin de resolver la cuestión planteada. Si el juzgador se limita a
analizar una sola de las acciones planteadas, se deja en estado de
indefensión al que intentó la acción reivindicatoria, a quien nada se le
resuelve respecto del derecho de propiedad que hace valer.
En definitiva, el Colegiado del Cuarto Circuito concluye que
aunque ciertamente la acreditación de la prescripción hace

35
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

improcedente la reivindicación, ello sólo puede decidirse a través de


una confronta de títulos cuando también se acrediten los elementos de
la acción reivindicatoria. En estos casos siempre debe examinarse si
hay una acreditación presuntiva de los elementos de las dos acciones
y, en caso afirmativo, confrontar los títulos al efecto de determinar qué
derecho debe prevalecer.

B) Los Tribunales Colegiados Primero en Materias Civil y del


Trabajo del Segundo Circuito (ahora Primero en Materia Civil del
Segundo Circuito), y Tercero y Décimo Primero en Materia Civil del
Primer Circuito, en cambio, consideran coincidentemente que en la
hipótesis mencionada (convergencia en un juicio de la reivindicación y
la prescripción), debe estudiarse en primer término la usucapión, pues
de considerarse acreditada la misma es innecesario analizar si se
surten los elementos de la acción reivindicatoria, pues la acreditación
de la usucapión excluye lógicamente que pueda prosperar la
reivindicación intentada por la contraparte. Sólo si resulta
improcedente la acción de prescripción debe procederse al estudio de
la acción de reivindicación (y lo mismo aplica cuando la acción
principal sea la reivindicación y la reconvencional, la prescripción).

Los Tribunales Colegiados del Primer Circuito desarrollan más


esta tesis básica al declarar infundado el argumento según el cual en
estos casos deben confrontarse los títulos exhibidos por las partes. La
naturaleza misma de la acción de prescripción, sostienen, hace que el
examen de los títulos exhibidos por las partes resulte improcedente,
pues ejercitar la acción de prescripción (sea por vía principal sea por
vía reconvencional) implica que el actor que la demanda contra la
persona que consta como propietaria en el Registro Público de la
Propiedad y del Comercio reconoce implícitamente a esta última como

36
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

propietaria, pero en cualquier caso ejercita la acción de prescripción,


esgrimiendo para ello un título imperfecto, tal y como se lo permite la
ley. El juzgador no debe hacer confrontación de títulos alguna, sino
examinar si se surten los requisitos legales para que pueda declararse
la prescripción positiva del bien a favor de quien la alega, caso en el
cual debe resolverse que el propietario es ahora este último y no el
reivindicante.

Lo esencial en un juicio en el que se alega usucapión, sostienen


estos Colegiados, es determinar si el título del actor es suficiente como
causa generadora de la posesión, para adquirir la propiedad por
prescripción contra el otro. Y la causa generadora de la posesión,
subrayan, debe determinarse no por la validez del título en que se
funde ni porque sea perfecto —porque de ser perfecto no tendría
razón de ser la usucapión— sino porque esta causa da lugar a poseer
con derecho y bajo la ciencia cierta de que se posee con carácter de
dueño. De ahí que no corresponda confrontar los títulos porque el
actor ya sabe desde que ejercita la acción que el demandado aparece
como propietario en el Registro Público de la propiedad y del
Comercio, sólo que estima que él se ha convertido en propietario del
mismo bien por vía de la prescripción.

Lo que realmente importa es que el juzgador conozca el acto


generador de la posesión para que pueda determinar si es en
concepto de propietario, originario o derivado, de buena o mala fe,
porque el acto jurídico defectuoso no es el que constituye la fuente de
adquisición de la propiedad, sino que ésta se encuentra en la propia
ley que prevé la institución de la usucapión. Aquel acto sólo cumple la
función de poner de manifiesto que la posesión no se disfruta de forma
derivada, sino en concepto de propietario, sobre la base de un título

37
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

que aun cuando puede estar viciado, goza de efectos jurídicos porque
la ley, al prever el instituto de la usucapión, se los atribuye.

El Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil, al afirmar


igualmente que al examinar la usucapión hecha valer el a quo no tenía
por qué enfrentar el título del actor al de la demandada para
determinar cuál era de mejor calidad, subraya lo injustificado de que
las autoridades jurisdiccionales requieran que la posesión del que
pretende la usucapión derive de un título justo, ya que el código Civil
vigente, aplicado por el mismo, no exige tal requisito, tal y como sí lo
hacían los de 1870 y 1884. El uso de tal terminología en los códigos
derogados (justo título) sí remite a la necesidad de que se presente un
título bastante para adquirir el dominio o al menos que el poseedor así
lo estimase. Si faltaba el justo título la posesión se equiparaba a una
detentación, que no podía derivar en prescripción. Sin embargo, el
código actual ya no menciona el concepto de justo título, sino la
posesión en concepto de propietario, que puede tener un presupuesto
distinto: la posesión fundada en un título justo objetivamente válido, la
que se funda en un justo título subjetivamente válido, y la posesión sin
título, de mala fe o delictuosa, pero en concepto de propietario.

Por ello, subraya el Tribunal, lo que una Sala civil ha de


determinar es si el título exhibido por una persona justifica o no que la
misma adquirió la posesión en concepto de propietario y no a título
derivado, que nunca transforma al poseedor en propietario, tomando
en cuenta que el fundamento de la prescripción es el abandono por
parte del propietario de su derecho, y el ejercicio, por parte del
poseedor de tal derecho, poseedor que finalmente puede consolidar
su condición transformando una situación de hecho en una de derecho

38
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

debido al tiempo transcurrido en el goce de tal situación y la actitud


pasiva del titular del dominio.

En opinión de esta Primera Sala, las síntesis anteriores reflejan


que estamos ante dos opciones jurídicas distintas acerca del modo en
que el juzgador debe proceder cuando en un juicio convergen la
pretensión de reivindicación de un bien y la pretensión de prescripción
positiva del mismo. La primera postura es la sostenida por el Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Cuarto Circuito, y afirma
esencialmente que cuando en un juicio se enfrenta una pretensión de
reivindicación con otra de usucapión el juzgador no puede limitarse a
examinar si se actualizan los requisitos que hacen procedente la
usucapión sino que debe analizar también los elementos de la acción
de reivindicación y en caso de que también se actualicen proceder a
una confrontación de títulos para determinar qué pretensión debe
prevalecer en definitiva. La segunda postura es la adoptada
coincidentemente por el resto de los Tribunales Colegiados en pugna,
que sostienen que en la hipótesis mencionada el jugador no debe
entrar en una confrontación de los títulos exhibidos sino analizar si se
cumplen los requisitos de la usucapión y en caso afirmativo declarar
que la propiedad corresponde a quien la esgrimió, pues la propia
naturaleza de la institución de la prescripción positiva conduce a que
carezca de sentido analizar a continuación si se surten los elementos
de la acción reivindicatoria.

Sin embargo, el contraste entre estas dos posturas no nos


autoriza a afirmar que existe contradicción de criterios que esta Corte
deba resolver, porque las mismas no provienen del examen de los
mismos elementos —más específicamente, no provienen del examen
de los mismos elementos normativos—.

39
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

En efecto: aunque las hipótesis fácticas abordadas son iguales,


el Código Civil para el Estado de Nuevo León aplicado por el Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Cuarto Circuito exige como uno
de los requisitos para poder reconocer que la propiedad de un bien ha
sido adquirida por prescripción positiva o usucapión que la posesión
se base en un justo título, mientras que los Códigos Civiles aplicados
por el Tribunal Colegiado del Segundo Circuito (el Código Civil del
Estado de México) y por los del Primer Circuito (el Código Civil para el
Distrito Federal en Materia Común, y para toda la República en
Materia Federal, actualmente sólo para el Distrito Federal) no
mencionan que deba ser ésa la base de la posesión que, si se
actualizan una serie de condiciones adicionales, puede originar un día
la adquisición de la propiedad del bien por la vía de la prescripción
positiva.

Ello explica que, para el Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito,


sea obligado tomar la postura según la cual, en la hipótesis
mencionada y cuando se constata, prima facie, que se actualizan los
elementos tanto de la acción de reivindicación como de la usucapión,
es necesario entrar en una operación de confrontación de títulos. Para
resolver en definitiva cuál es la pretensión más poderosa y reconocer
que la propiedad del bien corresponde a una u otra de las partes, se
torna imprescindible comparar y confrontar los títulos esgrimidos por
ellas, porque el Código Civil que el Tribunal está obligado a aplicar (el
del Estado de Nuevo León vigente desde el año dos mil) no permite
fundamentar la posesión relevante a efectos de usucapión en
cualquier elemento que haya propiciado una posesión a título de
dueño, sino que exige que la posesión se fundamente en un justo
título; y para determinar la justicia del título es evidentemente

40
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

relevante tener en cuenta lo alegado por la parte que reivindica el bien


y la naturaleza del título que presenta. En conclusión: mientras que el
estándar normativo aplicable en el Primer y Segundo Circuito exige un
razonamiento centrado en dilucidar si se supera un umbral —esto es,
exige que se constate si los elementos permiten al juzgador concluir
que la posesión era en concepto de dueño—, el estándar normativo
aplicable en el Estado de Nuevo León, al incluir el concepto de “justo
título”, introduce una noción comparativa o relativa que hace relevante
la confrontación del título presentado por la contraparte.

Así se explica por qué la opción de dejar automáticamente de


lado el examen de los elementos de la acción reivindicatoria al
estudiar en primer lugar la cuestión de la prescripción y concluir que
sus supuestos se actualizan, no resulta admisible para el Tribunal del
Cuarto Circuito. La normativa que dicho órgano debe aplicar le obliga
a sostener que una posesión (que por lo demás cumpla con el resto de
requisitos legales) ha derivado en usucapión solamente en los casos
en que dicha posesión se funda en un título justo; el análisis de la
justicia del título es lo que torna relevante la confrontación de cada uno
de los esgrimidos por las partes. En cambio, la opción que toman los
Colegiados del Primer y del Segundo Circuitos es lógica dentro de un
contexto normativo dentro del cual no se vincula la posesión en
concepto de propietario con la necesidad de presentar un título justo,
exigiendo la ley únicamente lo primero: posesión en concepto de
dueño, aunque la misma no se apoye en la exhibición de un título
determinado y menos en un título de mayor calidad que el presentado
por la contraparte que reivindica.

A continuación transcribimos la normativa que operó como


premisa normativa en las resoluciones de los Tribunales incorporadas

41
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

a este expediente y que, como apuntamos, es distinta y explica la


diferencia de criterios:

Código Civil para el Estado de Nuevo León 4.

“Artículo 826. Solo la posesión que se adquiere y disfruta en


concepto de dueño de la cosa poseída puede producir la
prescripción. (…)

Capítulo II

De la prescripción positiva

Artículo 1148. La posesión necesaria para prescribir debe ser:

(Reformada, P.O. 13 de octubre de 2000)


I.- En concepto de propietario y con justo título;

II.- Pacífica;

III.- Continua;

IV.- Pública. (…)

Artículo 1154. La sentencia ejecutoria que declare procedente la


acción de prescripción, se inscribirá en el Registro Público y
servirá de título de propiedad al poseedor.“

Código Civil para el Distrito Federal5.

Capítulo II
“De la prescripción positiva

Artículo 1,151. La posesión necesaria para prescribir debe


ser:
I. En concepto de propietario;
II. Pacífica;
III. Continua;

4
Los artículos que se transcriben sirvieron de base al Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Cuarto Circuito para emitir su criterio y a la fecha siguen vigentes.
5
Los artículos que se transcriben sirvieron de base a los Tribunales Colegiados Décimo Primero y
Tercero, ambos en Materia Civil del Primer Circuito, para emitir su criterio, preceptos legales que
se mantienen actualmente vigentes.

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

IV. Pública.
(…)

Artículo 1,156. El que hubiere poseído bienes inmuebles por el


tiempo y con las condiciones exigidas por este Código para
adquirirlos por prescripción, puede promover juicio contra el que
aparezca como propietario de esos bienes en el Registro Público,
a fin de que se declare que la prescripción se ha consumado y
que ha adquirido, por ende, la propiedad.

Artículo 1,157. La sentencia ejecutoria que declare procedente la


acción de prescripción, se inscribirá en el Registro Público y
servirá de título de propidad (sic) al poseedor.”

Código Civil del Estado de México6.

“Capitulo V
De la usucapión
Artículo 910. La usucapión es un medio de adquirir la propiedad
de los bienes mediante la posesión de los mismos, durante el
tiempo y con las condiciones establecidas en este Código.

Artículo 911. La posesión necesaria para usucapir debe ser:

I. En concepto de propietario;
II. Pacífica;
III. Continua;
IV. Pública.

(…)
Artículo 932. El que hubiere poseído bienes inmuebles por el
tiempo y con las condiciones exigidas por este Código para
adquirirlos por usucapión, puede promover el juicio contra el que
aparezca como copropietario de esos bienes en el Registro
Público, a fin de que se declare que la usucapión se ha
consumado y que ha adquirido, por ende, la propiedad.
Artículo 933. La sentencia ejecutoria que declare procedente la
acción a que se refiere el artículo anterior se inscribirá en el
Registro Público y servirá de título de propiedad al poseedor.”

6
Los artículos que se transcriben de este código fueron los aplicados por el ahora Primer Tribunal
Colegiado en Materia Civil de Segundo Circuito en la emisión de su criterio. Dicho código quedó
abrogado por el nuevo Código Civil del Estado, publicado en la gaceta del Gobierno local el siete
de junio de dos mil dos. No se integran a este expediente resoluciones dictadas en aplicación de
este nuevo cuerpo legal.

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

La importancia de esta diferencia en las normas aplicables y su


directa influencia en la orientación del criterio que los tribunales
adoptan es puesta expresamente de relieve por alguna de las
ejecutorias que se integran a este expediente. No es ocioso, en este
sentido, reproducir de nuevo un pasaje de la resolución emitida por el
Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito al
resolver el amparo directo en revisión 713/94, que desarrolla el punto
relevante con extraordinaria claridad:

“[S]on fundados los conceptos de violación que se


fundan en la 1ª consideración relativa de que, al
hacerse valer la usucapión, el A quo no tenía por qué
enfrentar el título del actor al de la demandada para
determinar cuál era de mejor calidad, puesto que la
prescripción positiva se funda no en que quien la alegue
es propietario del bien de que se trate, sino en que es
poseedor del bien con los requisitos establecidos por la
ley. Dicho de otro modo, el título exhibido por la
demandada, quejosa en este amparo, no debe
analizarse para determinar si con él se acredita la
propiedad, o si es mejor o no que el presentado por el
reivindicante. Debe examinarse si con él se justifica o
no la causa generadora de la posesión de la
demandada, esto es, en concepto de de propietaria (…)

[L]a Sala responsable procedió de manera ilegal al


requerir que la posesión de la ahora quejosa derive de
un justo título, ya que nuestro Código Civil vigente no
exige ese requisito, tal y como lo hacían los de 1870 y
1884. En los Códigos derogados, empleaban esa
terminología y se requería un justo título: que fuese
bastante para adquirir el dominio, o al menos, que el
poseedor así lo estimase, fundadamente. Si faltaba el
justo título la posesión se equiparaba a una detentación
que no podía provocar la prescripción. El justo título se
clasificaba en objetiva y subjetivamente válido, según
que fuese suficiente para transmitir el dominio o que
sólo existiese en la mente del poseedor, pero sin
realizarse de manera objetiva.

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

Nuestro Código vigente ya no se refiere al concepto de


justo título, sino a la posesión en concepto de
propietario, según se desprende de los artículos 826 y
1151, fracción I, del Código Civil. Como se sostiene en
la tesis jurisprudencial invocada por la quejosa, el
concepto de propietario puede tener presupuesto
diverso: la posesión fundada en un justo título
objetivamente válido; la que se funda en un título
subjetivamente válido; y la posesión sin título, de mala
fe o delictuosa, pero en concepto de propietario.

Sobre esas bases, la Sala responsable debía


determinar si el título exhibido por la demandada ahora
promovente de amparo, justificaba o no que la posesión
se adquirió en concepto de propietario. Al efecto, debió
establecer si el acto por el cual se entró a poseer es o
no traslativo de dominio, que contenga el ánimus
domini, diverso a la posesión derivada que nunca
convierte al poseedor en propietario, tomando en cuenta
que, como se alega, el fundamento de la prescripción es
el abandono por parte del propietario de su derecho; y
el ejercicio, por parte del poseedor, de tal derecho,
sirviendo para consolidar la condición del poseedor
transformando su situación de hecho en una de
derecho, dado el tiempo transcurrido en el goce de
aquella situación y la actitud pasiva del titular del
dominio (…).

En mérito de lo considerado, procede conceder a la


quejosa el amparo y protección de la Justicia Federal a
efecto de que la Sala responsable dejando insubsistente
la sentencia reclamada, dicte otra en la cual considere
el título exhibido por la demandada, ahora quejosa,
como prueba con la que se pretende acreditar la causa
generadora de su posesión en concepto de propietaria,
sin que enfrente tal título al del actor; no exija para la
procedencia de la prescripción el justo título, sino solo el
concepto de propietario, y siguiendo los lineamientos
trazados en esta ejecutoria, con plenitud de jurisdicción,
reexamine los agravios que le planteó la demanda, y
resuelva conforme a derecho, lo procedente (…)”

45
CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

El Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito denunciante de la


contradicción, por el contrario, estima que la misma se actualiza
porque soslaya esta diferencia en la legislación aplicable cuando
analiza las ejecutorias y tesis que menciona, tanto las emitidas por los
otros Colegiados como las emitidas por Salas de la Corte con
anterioridad.

Por todo lo anterior, no puede concluirse que lo que uno de los


Tribunales afirma, los demás lo nieguen, puesto que las respuestas
ofrecidas por cada uno de ellos a un mismo problema obedecen al
análisis de distintos elementos —en este caso, a la aplicación de
previsiones normativas distintas— razón que explica por qué sus
conclusiones son distintas. No se surten, en definitiva, los requisitos
necesarios para afirmar que existe contradicción de tesis.

Sirve de apoyo a lo anterior la tesis de jurisprudencia que se


transcribe a continuación:

“CONTRADICCIÓN DE TESIS. ES INEXISTENTE SI


LOS CRITERIOS DIVERGENTES TRATAN
CUESTIONES ESENCIALMENTE DISTINTAS. Para
que se configure la contradicción de tesis a que se
refiere el artículo 197-A de la Ley de Amparo, es
menester que las resoluciones pronunciadas por los
Tribunales Colegiados que sustenten criterios
divergentes traten cuestiones jurídicas esencialmente
iguales; por tanto, si la disparidad de criterios proviene
de temas diferentes, la contradicción es inexistente 7.”

SEXTO. Con base en lo determinado en el considerando


anterior, resulta ocioso esperar a que concluya el plazo de treinta días
con que cuenta el Procurador General de la República para emitir su
7
Tesis 2a./J. 24/95, visible en la página 59 del Tomo II del Semanario Judicial de la
Federación, julio de 1995 (Novena Época).

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

opinión, ya que, cualquiera que fuera su sentido, no cambiaría el


sentido en que debe resolverse el asunto. Resulta de aplicación la
siguiente tesis de jurisprudencia:

“CONTRADICCIÓN DE TESIS. SI ES EVIDENTE SU


INEXISTENCIA, PUEDE EMITIRSE LA RESOLUCIÓN
CORRESPONDIENTE SIN ESPERAR A QUE VENZA
EL PLAZO ESTABLECIDO PARA QUE EL
PROCURADOR GENERAL DE LA REPÚBLICA
FORMULE SU OPINIÓN. El artículo 197-A de la Ley de
Amparo concede al Procurador General de la República
el plazo de treinta días para que exponga su parecer
respecto de una denuncia de contradicción de tesis; sin
embargo, en aquellos casos en que se advierta, de
modo indudable, que no existe dicha oposición de
criterios, resulta ocioso e impráctico esperar, como
mero formalismo, a que concluya ese plazo para emitir
la resolución correspondiente, en tanto que cualquiera
que fuera la opinión de la representación social, no
tendría el alcance de cambiar el sentido en que debe
resolverse el asunto.”8

Por lo expuesto y fundado,


SE RESUELVE:

ÚNICO: No existe la contradicción de tesis a que este toca se refiere.

Notifíquese. Envíese testimonio de la presente ejecutoria a los


Tribunales mencionados en la misma y, en su oportunidad, archívese
el expediente.

Así, lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
José de Jesús Gudiño Pelayo, Sergio A. Valls Hernández, Juan N.

8
Tesis 2a./J. 110/2002, visible en la página 200 del Tomo XVI del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta Tomo, octubre de 2002 (Novena Época).

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 17/2006-PS.

Silva Meza, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente


José Ramón Cossío Díaz (Ponente).

Firman el Ministro Presidente de la Sala y Ponente, con el


Secretario de Acuerdos, quien autoriza y da fe.

PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA Y PONENTE.

MINISTRO JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ.

SECRETARIO DE ACUERDOS
DE LA PRIMERA SALA

LIC. MANUEL DE JESÚS SANTIZO RINCÓN.

FMPG/dgs

“En términos de lo determinado por el Pleno de la Suprema Corte en su sesión del


veinticuatro de abril de dos mil siete, y conforme a lo previsto en los artículos 3,
fracción II, 13, 14 y 18 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la
Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se suprime la
información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra
en esos supuestos normativos”.

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