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CHÁVEZ: LA REBELIÓN DE LOS CUARTELES |1992

El 4 de febrero de 1992, nacido y parido desde los cuarteles de Venezuela, pero amparado y apoyado por la
angustia y el amor de un pueblo, pues es una fecha de abrir caminos.
Es una fecha de señalar un nuevo rumbo.

HUGO CHÁVEZ FRÍAS


4 de febrero de 2001

Durante 1992 estalla en Venezuela la ​REBELIÓN DE LOS CUARTELES​; un movimiento que


lleva una década gestándose en el seno del ejército. Este un suceso insurreccional va más
allá de los hechos del día 4 de febrero, traspasa el ámbito exclusivamente militar y tiene
un gran impacto en la vida socio-cultural del país, porque da cabida a la participación
política de amplios sectores sociales, históricamente excluidos.

Puede entenderse como

1.- La consecuencia de la violencia política impuesta en Venezuela desde 1958 y la


concentración del poder en manos de las cúpulas partidistas protegidas por una
democracia en permanente ofensiva.

2.- La respuesta revolucionaria del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200


(MBR-200); entendido como la organización política, integrada por un sector de la
juventud militar, que se rebela para recuperar a una Nación entregada a los intereses
extranjeros e injustificadamente empobrecida.

3.- La transición del liderazgo militar al liderazgo popular del Comandante Hugo Chávez,
que, a partir del 4 de febrero de 1992 (4F) se fortalece en las bases sociales y se perfila
como una opción política real.

4.- La emergencia de un nuevo tiempo histórico para las mayorías, donde el 4F representa
una la victoria estratégica que abre el camino al Proyecto Nacional Simón Bolívar,
fundamentado en los valores de la Independencia y la Soberanía.

1
DEMOCRACIA EN PERMANENTE OFENSIVA
La Venezuela que recibe esperanzada la insurgencia de los jóvenes militares del 4F viene
de transitar por una democracia que ha pasado más de 30 años en la ofensiva.

Desde 1958 Acción Democrática (AD) y el Comité de Organización Política Electoral


Independiente (COPEI) gobiernan con las garantías constitucionales suspendidas. El Pacto
de Punto Fijo, desde su conformación, sigue las líneas de la política exterior
norteamericana, excluye a las organizaciones de izquierda de los acuerdos de
gobernabilidad y le declara la guerra frontal a la lucha revolucionaria.

Durante las décadas de los sesentas y setentas, la democracia bipartidista y los frentes
guerrilleros; integrados por militantes del Partido Comunista de Venezuela (PCV), el
Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y el Partido de la Revolución Venezolana
(PRV), entre otros, se enfrentan en condiciones desiguales. Por un lado está la
institucionalidad del Estado al servicio de la represión y por otro, las legítimas fuerzas
populares sin un liderazgo militar central.

Al comenzar los ochentas el ​puntofijismo ha ganado buena parte de las batallas y


mantiene arrinconados a los últimos focos de la lucha armada que aún permanecen
activos en zonas rurales y áreas urbanas. Durante esta década el asesinato se impone
como política, lo que se evidencia en las masacres de Cantaura (1982), Yumare (1986), y El
Amparo (1988).

La agresión estatal llega a su máxima expresión durante febrero y marzo de 1989, en los
días del llamado ​Caracazo. ​Durante estas sangrientas jornadas la democracia venezolana,
vendida en el mundo como el modelo político latinoamericano, desata su poder de fuego
contra el pueblo y se vale soldados y policías para asesinar a miles de venezolanos que
protestan en las calles de las principales ciudades del país, contra las impopulares medidas
económicas impuestas por Carlos Andrés Pérez al comienzo de su segundo gobierno.

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MBR 200: LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA
El Ejército Bolivariano Revolucionario 200 (EBR200) se conforma en el cuartel José Antonio
Páez de Maracay en 1982 y crece en el seno del ejército venezolano, a la par que el
puntofijismo ​recrudece los métodos de persecución y exterminio de la disidencia política.

El movimiento liderado por el Capitán Hugo Chávez se fortalece en las aulas de la


Academia Militar de Caracas entre 1983 y 1985. En estos años Chávez ocupa distintas
responsabilidades como Instructor de Blindados, Jefe del Departamento de Cultura y
Comandante del Curso Militar, mantiene cercanía con los cadetes y se convierte en un
referente de disciplina castrense y académica. En la Historia halla los referentes
revolucionarios y comienza a formar cuadros políticos a partir del pensamiento original y
la acción liberadora de Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora.

Llegado 1986, el EBR-200 para a conocerse como el Movimiento Bolivariano


Revolucionario 200 (MBR) y tiene una presencia considerable en el territorio. Ese año se
convoca, desde la clandestinidad, a un primer congreso nacional donde se plantea como
punto central la necesidad de establecer vínculos con las organizaciones políticas y
sociales para preparar una insurrección cívico-militar. Al año siguiente, el Mayor Chávez se
mantiene en Elorza como Jefe de Guarnición de la ciudad, donde encabeza experiencias
exitosas de la cooperación entre militares y civiles y las incorpora como doctrina al
MBR200, determinando así una de las líneas fundamentales de trabajo de la organización.

A principios de 1988 Chávez es asignado como ayudante del general Arnoldo Rodríguez
Ochoa en San Juan de los Morros, pero esta tarea dura poco tiempo y luego de tres meses
regresa a la capital. Cuando el 27 de febrero de 1989 estalla el ​Caracazo, se desempeña
como Jefe de Ayudantía de la Secretaría del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa
(Seconasede) ubicada en el Palacio Blanco. Aunque ese puesto resulta ventajoso en
términos políticos, no ofrece las posibilidades operativas claves para movilizar tropas y
armamentos.

Mientras el pueblo es masacrado en las calles, el MBR-200 carece de medios para dar una
respuesta inmediata y se ve forzado a ser un mero testigo de la tragedia que se vive en
Venezuela. El cruento espectáculo de la represión acelera los acontecimientos y a partir
de entonces “Nuestro movimiento se relanzó, creció, pasó a la ofensiva, se
consolidó…Reactivamos las reuniones…Aunque el gobierno también, a partir de ahí,
comenzó a golpearnos duro y a presionarnos porque nos convertimos en una amenaza
abierta y desafiante.”1

1
Hugo Chávez. ​Mi primera vida. ​p. 498.

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LIDERAZGO MILITAR AL LIDERAZGO POPULAR
Tras los sucesos del ​Caracazo, el MBR-200 se plantea como objetivo estratégico aumentar
las capacidades logísticas y operativas de la organización y afianzar sus posiciones en las
Fuerzas Armadas. Siguiendo las exigencias de su carrera profesional, Chávez se inscribe en
el curso de Comando y Estado Mayor en la Escuela Superior de Defensa de Los Pinos,
ubicada en Fuerte Tiuna y en octubre de 1989, inicia sus estudios bajo el asedio de
miembros del Alto Mando Militar y efectivos de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM).

Para el momento Chávez es reconocido por las autoridades como el líder de un


movimiento insurreccional y sobre él recaen presiones que buscan afectar su desempeño
académico y, eventualmente, impedir su ascenso militar.

La amenaza que representa es tal, que a finales de ese año tiene lugar la llamada ​Noche de
los Mayores, donde Chávez es señalado como uno de los sospechosos de planificar un
magnicidio y es reasignado a Maturín como oficial de asuntos civiles en la brigada de
cazadores. Al año siguiente, los señalamientos son desestimados, en julio asciende a
Teniente Coronel y regresa a Caracas, donde continúa su formación en el postgrado en
Ciencias Políticas en la Universidad Simón Bolívar (USB).

El líder del MBR-200 logra superar las dificultades en un año signado por una fuerte ola de
protestas estudiantiles que se desatan en Barcelona, Puerto La Cruz, Guarenas, Guatire,
Caracas, Mérida y Maracaibo, ante la decisión de CAP de firmar una Carta de Intención
con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y continuar con la aplicación del paquete de
medidas económicas neoliberales.

Para 1991 el liderazgo de Chávez en las FFAA se consolida una vez que aprueba el curso de
Estado Mayor y es nombrado Primer Comandante del batallón de infantería de
paracaidistas “Coronel Antonio Nicolás Briceño” en el cuartel Páez de Maracay.

Mientras en el Congreso Nacional se negocia la venta de la CANTV (Telecom/EUA) y de


VIASA (Iberia/España) y desde la Presidencia de la República se anuncia el ​Gran Viraje,​ el
MBR-200 prepara los detalles de la mayor sublevación militar jamás organizada en
Venezuela.

Durante la ejecución de la Operación Ezequiel Zamora del 4F de 1992, el Comandante


Chávez demuestra su incuestionable liderazgo cuando, ante la imposibilidad alcanzar los
objetivos de la rebelión, asume públicamente la responsabilidad de las acciones y pide a
sus compañeros deponer las armas y anuncia que “…vendrán nuevas situaciones y el país
tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor.” Esta transmisión

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televisiva lo convierte en un referente de lucha, que le da esperanzas de cambio a buena
parte de la sociedad venezolana.

En cuestión de horas, el Comandante Chávez pasa de ser un reconocido líder militar en el


ámbito del ejército, a reunir todas las cualidades de un legítimo líder popular en toda
Venezuela. En adelante, durante las semanas que siguieron al 4F, aparece “…el pueblo
organizándose en todas partes, la bandera de Bolívar otra vez en alto, la idea bolivariana
tomó cuerpo, cogió calle; la idea de un país libre, soberano volvió a recorrer los espacios
venezolanos…”2

La imagen y el mensaje del Comandante Chávez logran instalarse rápidamente en el


imaginario colectivo. Todo lo relacionado a él se vuelve un tema de interés nacional y
pronto su rostro aparece en pancartas, volantes, murales y estampitas religiosas, entre
tantos otros recursos gráficos. Su uniforme se convierte en el disfraz de moda entre los
niños, durante los carnavales de ese año y desde todos los rincones del país le dedican
canciones, poemas y oraciones.

Finalmente el Comandante Chávez despunta como una figura política a la que se asocian
directamente tres elementos simbólicos claves, que cobran un nuevo sentido después del
4F y que actualmente son representativos del chavismo como una fuerza revolucionaria, a
saber:

ELEMENTOS SIMBÓLICOS CONCEPTOS PRE 4F CONCEPTOS POST 4F


Bandera Nacional Ceremonial y Protocolo Identidad Nacional y Patria
(Brazalete Tricolor)
Boina Roja Represión y Persecución Lucha y Revolución
(Ejército y Pueblo)
Multitudes Malestar y Protesta Apoyo y Movilización

2
Hugo Chávez. Caracas, 27 de febrero de 2000.

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4F: COMO VICTORIA ESTRATÉGICA
El 4F es una victoria estratégica del MBR-200 que inaugura un nuevo tiempo histórico en
la Venezuela contemporánea. A partir de ese día la dinámica política del bipartidismo
adeco-copeyano queda quebrantada para siempre y se acelera el proceso revolucionario
bolivariano que viene gestándose, durante diez años, en un sector considerable de los
jóvenes oficiales de las Fuerzas Armadas.

El 4F comprende cuatro aspectos claves que dan cuenta de su significación histórica y su


trascendencia política:

La dimensión concreta de los hechos

1.- ​Es un ​AMPLIO ​OPERATIVO MILITAR en el que participan unos 500 oficiales
(Comandantes, Mayores, Capitanes y Tenientes) y cerca de 10.000 soldados que
combaten en cuatro de las principales ciudades del país: Maracaibo, Valencia, Maracay y
Caracas.

Conocida como la ​Operación Ezequiel Zamora​, este despliegue va más allá de ser una
asonada más, porque “…los golpes de estado que aquí habían dado era generalmente un
grupito, una cúpula un pequeño grupo y esto fue una rebelión desde abajo.”3

El Plan jurídico-institucional

2.- Es una ​PROPUESTA POLÍTICA ​PARTICIPATIVA ​que busca legitimar una nueva forma de
gobierno “…partir de una Asamblea Nacional Constituyente de carácter plenipotenciario,
la cual debe elaborar la Carta Magna en la situación de provisionalidad, en el marco de
una profunda participación de la sociedad civil, a través de diversos mecanismos de
democracia directa.”4

La organización que lidera el Comandante Hugo Chávez no pretende instaurar un ​Régimen


de Facto y el objetivo del 4F “…no era militar sino político y la concreción determinante
de tal objetivo era la captura del Presidente [Carlos Andrés Pérez] para someterlo a juicio,
y no su eliminación física.”5. Aunque el MBR200 había establecido contacto previo con
organizaciones políticas de izquierda y sociales para sumarlos a la insurrección, divisiones
internas comprometieron su accionar y el sector militar encabezó la rebelión, apoyado por
pocos elementos civiles.

El modelo ideológico original

3
Hugo Chávez. Mérida, 27 de enero de 2002.
4
Hugo Chávez. ​Libro Azul.​ p. 65.
5
Hugo Chávez. ​Mi primera vida. ​p. 521.

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3.- ​Es el ​PROYECTO NACIONAL SIMÓN BOLÍVAR​, que da continuidad a lucha histórica por
la Soberanía y la Independencia de Venezuela iniciada por el pueblo a principios del siglo
XIX y abandonada por las élites, tras la muerte del Libertador, en 1830.

Para el MBR200, la pedagogía liberadora del Maestro Simón Rodríguez, la creación


geopolítica del Libertador Simón Bolívar y la lucha por la justicia social del General del
Pueblo Soberano Ezequiel Zamora, constituyen legítimas fuentes de inspiración que se
sintetizan en el Árbol de las Tres Raíces, para crear “…un verdadero y auténtico sistema
democrático, cuyas instituciones y procedimientos trasciendan con creces la minusvalía y
el estado de sobrevivencia al que los gobiernos populistas llevaron la democracia en
América Latina. ​«​Todo el Poder para el pueblo​» es una consigna perfectamente válida que
debe orientar el proceso democratizador…”6

El reconocimiento de las mayorías sociales

4.- ​Con la MOVILIZACIÓN POPULAR ORGANIZADA​, que empieza a manifestarse cuando


las grandes mayorías del pueblo, abandonadas por décadas, que se identifican con la
causa del MBR200 y participan en numerosas manifestaciones en rechazo al gobierno de
Carlos Andrés Pérez (CAP). Entre éstas destaca el cacerolazo nocturno del 10 de marzo de
1992, convocado bajo el grito: ​¡Hoy es 10, son las 10, vete ya Carlos Andrés!

A partir del 4F surge una fuerte simpatía por los miembros del MBR200, y en especial por
el Comandante Chávez, quien se convierte en el centro de interés político y social, hasta el
punto que el Cuartel San Carlos “… estaba permanentemente rodeado de miles de
personas. Desde los primeros días, aquella cárcel fue un auténtico torbellino, se convirtió
en un centro de poder, desde el punto de vista simbólico y desde el punto de vista real.”7
De estos días destaca especialmente el 2 de abril de 1992, fecha del traslado de los
prisioneros hacia la cárcel de Yare en la que se organiza, en las inmediaciones del Palacio
Federal Legislativo en Capitolio, la primera marcha del chavismo que cumple su ruta hasta
el Panteón Nacional.

6
Hugo Chávez. ​Libro Azul​. p. 75.
7
​Ibídem.​ p. 558.

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