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INTRODUCCION

Durante las luchas por la independencia de Venezuela del imperio


español la Doctrina militar que más influencia tuvo en la estrategia de
las fuerzas revolucionarias fue la de la Escuela Francesa  de mediados
del siglo XVIII y principios del  siglo XIX la cual se basaba en los
siguientes pensamientos:

 El objetivo de la guerra es la destrucción de las fuerzas


enemigas (Napoleón Bonaparte)
 En consecuencia  se hace imprescindible la búsqueda
sistemática de la batalla.
 Utiliza un dispositivo articulado (Divisiones) que le brinda
la seguridad y permiten la explotación del éxito (Guibert)
 Concentración de esfuerzos sobre un punto dado en el
momento oportuno, lo que implica rapidez en los movimientos
gracias al uso de la artillería ligera y flexibilidad de la logística.
(Gustavo II Adolfo de Suecia y Federico II de Prusia y
Napoleón)
 La ofensiva como la defensiva reposan sobre la maniobra
(Napoleón Bonaparte)
 Las plazas fuertes solo pueden servir de: puntos de apoyo
para la maniobra, refugios temporales, y eventualmente como
bases logísticas.
      Si estudiamos con detenimiento la Campaña Admirable del
Libertador en 1813 y analizamos las campañas que se extienden desde
el fatídico periodo de la Segunda República hasta la Batalla de
Carabobo, encontraremos mucha similitud con la Doctrina de la
Escuela francesa que no es más que un compendio de las enseñanzas
de los grandes capitanes de los últimos 200 años . De esta manera,
podemos clasificar la Estrategia de Bolívar dentro del esquema  de
Guerra Directa. Es decir  aquella que  Clausewitz  define de la
siguiente manera:

 Concentración de esfuerzos
 Acción del fuerte al fuerte (Batalla de Carabobo)
 Decisión a través de la batalla en el teatro principal de
operaciones.

      

Si bien es cierto que Bolívar en su Estrategia y Táctica obedece a los


conocimientos y enseñanzas de los grandes capitanes y teóricos  de la
antigüedad y su tiempo, también es justo  señalar que sin su genio, no
hubiese sido posible,  superar los grandes escollos e inmensas
dificultades que presentó la independencia  de los pueblos de América
liberados por su espada.

 Igualmente, tenemos que comparar con los conocimientos militares


de Páez quien no los adquirió en los libros, su talento como estratega 
es más de instinto, es más de corazonada que otra cosa. Páez no sabe
de grandes capitanes, no conoce la historia, sólo sabe que  tiene el
carisma y ascendiente necesario para mandar en grande.

La Guerra en estilo indirecto  implica saber ceder terreno, hace uso


máximo de la sorpresa y de la estratagema, busca ante todo la
desmoralización del enemigo y busca reducir los combates al mínimo
posible. Es esa guerra la que conduce Páez  contra el General  Morillo
en los llanos  y es esa guerra  la que hace morder el polvo de la derrota
en tantas oportunidades a las tropas españolas, vale citar: Mucuritas,
El Yagual y las Queseras del Medio.
No obstante, cuando existe la posibilidad de realizar grandes
despliegues de caballería, Páez sabe cómo conducirlos de manera
magistral, atacando en masa al enemigo repetidas veces hasta causar el
desorden en sus filas, lo que de inmediato facilita el envolvimiento  y
eficaz aniquilamiento de las tropas enemigas. Así lo pone de
manifiesto en la gloriosa batalla de Carabobo, donde conduce la acción
decisiva con su caballería.
CONCLUSION

Podemos afirmar que el “arte de la guerra” de estos dos colosos


es diferente. Bolívar es partidario de la guerra en el estilo directo
donde la maniobra estratégica depende de la dosis de concentración 
que se le imprima  y la maniobra táctica, reposa sobre un movimiento
continuo que busca incesantemente la batalla, ganando terreno y
capturando objetivos que son defendidos cueste lo que cueste.

      No obstante, Bolívar también hará uso de las estrategias de la


guerra indirecta sin saberlo. Es precisamente su genio, el que le
permite flexibilizar sus esquemas mentales, combinando a voluntad
diversas estrategias que pueden catalogarse hoy dentro del sistema de
guerra directa, así como en el sistema de guerra indirecta. Prueba de
ello, se evidencia en el cambio de  percepción que tiene de la guerra en
Venezuela a partir de 1815.

 Bolívar por su parte,  difícilmente podría haber alcanzado la


independencia de Venezuela sin la fuerza  y astucia de Páez y la
enorme contribución que este dio a la nueva conformación del ejército
libertador que más adelante batirá sin tregua a las últimas reliquias del
imperio español en América del Sur. Es decir, sus estilos no se oponen,
simplemente  se complementan y esta fue la clave del éxito  que dio el
triunfo a nuestros capitanes   en la  gesta emancipadora. 

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