Está en la página 1de 143

Página 2 de 82

Página 3 de 82

Traducción:

Corrección:
Página 4 de 82

La presente traducción está realizada


fans para fans, y tiene
como fi
n propiciar la lectura y el disfr
la misma en habla Hispana.
Está hecha sin ánimos de. lucro

Por favor, si tienes los medios económi


y la oportunidad, te pedimos que apoye
tus autores favoritos comprando sus lib
para poder disfrutar de estas maravill
historias.

Queda totalmente prohibida la


comercialización del presente
documento.
Página 5 de 82

FAE’S CAPTIVE
LILY ARCHER
Página 6 de 82

TAYLOR

Mi compañera de cuarto es de terror.Tropezando a toda hora de la


noche con extrañoshombresa cuestas, saqueando y devorandola comida de
mí mini-nevera,dejando su ropa por toda nuestra habitacióndel dormitorio,
raramente yendo a clase, y negándose a limpiar una sola cosa.

-"¿Por qué incluso decidió venira la universidad?"Me quejo en voz baja


mientras recojo su ropa de ayer y la arrojo a la cesta.

-"No fue mi idea."

Salto cuando entra y cierra la puerta detrás de ella.

-"Mi padre insistió." Ella bosteza y cae en su cama completamente


vestida,sus tacones de aguja de la noche anteriortodavíaatados a sus pies. Su
largo cabello rubiose extiende por sobre su almohaday ella se cubre los ojos
con un brazo. "Mantente en silencio, ¿quieres? Estoy cansada."

-"Es mediodía".La miro fijamente. "Viene un compañero de estudio. Y


¿has visto mi chaqueta negra con el parche de Gryffindor en el frente? No la
puedo encontrar..."

Un ronquido pesado se levanta de su delicada nariz.

Pasó unamano por mi cabello castaño claro y tiróde las hebras.Cuando


accedí a que ella fuera mi compañera de cuarto, fue por desesperación. No
podía permitirmeuna habitaciónindividual,y Cecile parecía la indicada, una
compañerajuniorque compartíamuchos de mis mismos intereses. Entonces,
la elegí como mi compañerade cuarto. Error.No tardé mucho tiempo en darme
cuenta de que su cuestionariocompleto de compañero de cuarto había sido
copiado de alguien más, alguien que deberíahabersido mi compañera de
cuarto. En cambio, tengo a Cecile, repleta por sus maneras mimadas, su total
desdén y sus extrañas peculiaridades.

-"Oye."

Me sobresalto cuando ella abre un ojo y me mira


fijamente.

-"¿Sí?"

-"¿Qué día es hoy?"

-"Martes."
Pone los ojos en blanco. "No, tonta. Me re
fiero a la fecha."
Página 7 de 82

-"No me digas tonta." Rechino mis dientes, pero le respondo, "27 de

octubre". Sus ojos se abren de par en par. "¿Ya?" ¿Qué se supone que

debo decir a eso?

-"Eso fue rápido".Ella se sienta, su vestido rojo ceñido manchado con


algo oscuro en el frente. Vino, supongo, por el olor que ella despide.

-"Sí, así es como funcionael tiempo".Tiro una envolturade Hot Pocket1


(era la última, devorada por Cecile, por supuesto) a la basura. "No se detiene."

-"Hey." Sonríe. Ella nunca me sonríe. "¿Qué haces esta noche?"

-"¿Qué? Estoy ocupada". Retrocedo un paso y tomo mi teléfono para


cancelar con mi compañerode estudio. De ningunamaneraimpondríaa Cecile
a otra víctima.

-"Salgamos." Sus ojos se iluminan, la resaca desaparece de

repente. Ladeo mi cabeza hacia ella, no estoy segura si

escuche bien. "¿Salir?" -"Sí". Su sonrisa se ensancha.

"Deberíamos ir defiesta".

Yo no fiesteo. Yo estudio. Yo trabajoen el sindicato de estudiantes. Soy


tutoraen el poco tiempo libreque tengo. Todo lo que hago está diseñado para
obtener buenas calificaciones o ganar dinero para poder comer. El fiesteo no
está en mi repertorio, y Cecile lo sabe. "No, gracias."

-"Oh, vamos." Ella se frota las manos juntas. "Será divertido.Podemos


prepararnos aquí y luego ir a las casas de las fraternidades."

-"Es martes
". Saco mi mochila gris desgastada de mi cama.

-"¿Y?" Ella se sienta, sus grandes ojos grises se enfocan en mí por


primera vez en meses. "Todavía podemos pasar un buen rato".

-"No, pero gracias". Agarro la manija de la

puerta. Su tono cambia, volviéndose más frío.

"Te pagaré." -"¿Qué?" Me volteo para mirarla.

-"Te pagaré."Su voz se aclara de una manera fea y forzada. "Para que
seas mi conductora designada".

-"¿Desde cuándo te importa conducir ebria?" La mitad del tiempo no


tenía ni idea de cómo regresabaal dormitorio.La otra mitad,su auto deportivo
rojo estaba estacionado en triple línea frente al ficio.
edi

-"Desde esta noche. La seguridadserá primerode ahora en adelante. Y


como he dicho, te pagaré."Ella gira un mechón de su cabello rubioalrededor
con un dedo delgado. "Te daré cien dólares solo para que me lleves a las
fiestas y luego de regreso

1 Hot Pocket: marca estadounidense de burritos‘empanadas


y ’ para microondas.
Página 8 de 82

aquí".

Quierogirarla manijay salir de la habitación.Pero dineroes dinero.Se


necesitaríancuatro citas de tutoríapara hacer tanto dinero,o podríasacárselo
a Cecile mientrasestoy sentada en su auto y haciendola tarea,mientrasella se
emborracha en las fraternidades.

-"Hagamos que sean doscientos". Agarra su pequeño bolso con


incrustaciones de cristal y lo abre, hojeando varios billetes antes de sacar
algunos. "Y pagaré la mitad por adelantado".

No puedo rechazarlo,y ella lo sabe. Cecile puede ser una persona sin
principios,pero es astuta. Me he dado cuenta de eso; esos ojos grises claros
no se pierden mucho, incluso cuando están inyectados en sangre.

Con un suspiro, me acerco a ella e intento alcanzar el dinero.

Ella lo aleja. "Nos vemos en el frente a las nueve".

-"Bien." Extiendo mi mano.

Ella sonríe, sus dientes perfectamenteuniformesy blancos. "Entonces


tenemos un trato".

Cuando tomo el dinero, un escalofrío me recorre la espalda. Es


espeluznantemente perfecta de cerca.

Cecile se recuesta en su cama y vuelve a colocar su brazo sobre sus


ojos, y yo retrocedo.

-"Taylor", ella me llama, su voz ya se está desvaneciendo en el sueño.

-"¿Qué?" Abro la puerta.

-"No lo olvides. A las nueve. De dónde vengo, si rompes un trato, el


castigo no es bonito".

-"Túvienes de Long Island".Sacudo la cabeza y me pongo mi mochila."Y


estaré allí."

Su ronquido como tren de carga me sigue por el pasillo.

***

-"Vamos". Cecile lleva una camiseta roja sin mangas y una minifalda
negra.Y nada más. A pesar de que el otoño llegó con fuerzala semana anterior,
a Cecile no parece importarle el frío.

-"Pensé que yo iba a conducir", protesto mientras ella camina hacia el lado
del
Página 9 de 82

conductor.

-"Lo harás, pero no hasta después de las


fiestas". Ella abre la puerta.
"Entra."

Jalo de la puerta para abrirla y tiro mi pesada mochila entre los asientos.

Ella arrancael coche, y la maquinariaextranjeraronroneaa la vida. Creo


que el motor está realmenteen el maletero. "¿Estás segura de que no quieres
nada?" Saca un frasco plateado de la consola central, toma un largo trago y
luego me lo ofrece.

Me quedo boquiabierta. "Estás


conduciendo".

-"Estará bien". Se encoge de hombros y pone el auto en reversa, los


neumáticos chillan mientras retrocede.

Agarro la manija de la puerta.

-“¿Asustada?” Ella sonríe,y no es una sonrisa real. Puedo decirlo porque


no haycalidez en ella.

-"Lleguemos a lafiesta en una sola pieza, ¿de acuerdo?"

-"Claro."Ella lo saca del estacionamientodel dormitorioy lo conduce por


el Campus a demasiada velocidad, el auto choca contra el pavimentopor un
segundo, y luego se lanza hacia adelante.

-“¡Jesús!” Agarromi cinturónde seguridadcon una mano y la manijade


la puerta con la otra.

-"No te preocupes. Te necesito viva."

Fijo mi mirada en ella. "¿Qué?"

-"Nada".Ella se ríe. "Solo quierodecir que te necesito viva para que me


lleves de vuelta a casa."

Mis dedos vagan hacia mi collar, tocando la piedra de ópalo que es la


única cosa permanente en mi vida.

-"¿Agarrándotela gargantillade nuevo?"Se gira paramirarmea pesar de


que está acelerandoa través del campus, su mano moviendolos cambios del
auto sin esfuerzo. "Debes estar nerviosa".

Pongo mi mano de nuevo sobre el cinturónde seguridad. "Conduces


como una maníaca. Por supuesto que estoy nerviosa."

Su fuerte risa hace que piel de gallina se levante a lo largo de mis


brazos. "No te preocupes. Casi estamos allí."

Ella tiene razón, la fila de mansiones georgianas aparece a nuestra


izquierda,cada casa de fraternidaddecorada con una gran insigniaen letras
griegas. Aunquees un martes por la noche, la música fuerte emana de todos
los demás edificios, y un montón de estudiantes deambulancon vasos de
plástico de color rojo en la mano.
Página 10 de 82

Se estaciona en doble fila frentea Omega Nu y apaga el motor. "Sé una


buena virgeny espera aquí, ¿de acuerdo?"Ella sonríe. Quieronegarlo,pero no
tiene sentido. Es una de sus críticas frases favoritas,y mi reacción revela la
verdad cada vez que me lanza esa palabra.

Acercándose al asiento, saca una botella de agua sin abrir."Aquí,tengo


esto para ti".

La tomo, mis cejas se elevanhasta la línea de mi cabello. Cecile nunca


hace nada por nadie más que por ella misma.

-"Mantente hidratada. Esta noche te necesitaré más que nunca." Ella


mira su cara en el espejo, sus labios rojos aún perfectos. "Regreso en un
momento."

Guardo el agua en el portavasos mientras ella sale. Una vez que su


puerta se cierra, abro mi mochila y saco mi libro de química junto con mi
computadoraportátil.El interiorajustado del auto deportivono es de lo mejor
para hacer la tarea, pero prefiero estar aquí que en la casa de la fraternidado
afuera en el frío. Entonces, me pongo a trabajar.

Después de aproximadamenteuna hora de dibujarmoléculas, bostezo y


miro hacia afuera. La casa de Omega Nu está saltando, todas las luces
encendidas y la puerta principalabierta. La música rap se abre camino en la
noche, y hanllegado más personas,el porcheestá lleno de parejasy fumadores
conversando.

Suspiroy alcanzo el agua. Por algunarazón,mirofijamente la tapa y me


aseguro de que esté sellada de fábrica. Está pegada firmementeal pequeño
anillo de plástico. Tal vez Cecile no me va a envenenardespués de todo. La
abro y tomo un gran trago, luego otro.

Regresando a mi dibujo, bosquejo un octágono y luego observo la


combinaciónde productos químicos que se supone que debo procesar. Algo
caliente florece en mi estómago. Parpadeo, mis ojos lagrimean.

-"Que ..." Dejo caer mi lápiz, y mi portátil se inclina hacia la derecha.

Me pongo aún más caliente, el sudor brota en mi frente mientras mi


visiónse vuelveborrosa.Algo está mal. Muymal. Tanteo la manijade la puerta.
Si puedo salir,puedo hacer que la gente en el porche me ayude. Pero no puedo
agarrarla. El asa parece estar cubierta de mantequilla.

Sin previo aviso, la puerta se abre.

Cecile se agacha, su rostro se ve borroso. "Ya era hora."

-"¿Por que tardó tanto?" Otra chica, con su imagen en la sombra,


merodea por detrás de Cecile. Su voz me es familiar.
-"¿Qué hiciste?" Mis palabras salen mal articuladas.

-"Es hora". Cecile me pellizca la nariz. "De que te vayas".


Página 11 de 82

-"¿Ir a dónde?" Mi cuerpo se desploma hacia atrás, mis músculos se


relajan.

-"Hagamos esto". La otra chica. La voz demasiado familiar. Ella se


acerca, con una expresión ligeramente curiosa en su rostro. Hacia mi cara.

Los escalofríos se disparana través de mí, luchando con el calor que


parece quemarme de adentro hacia afuera. ¡Ella tiene mi cara! Incluso está
usando mi ropa,la chaqueta negracon el logotipo de Gryffindorque pensé que
había perdido.Esto es una alucinación.Debo habermequedado dormidaen el
coche. Despierta. Despierta.
¡Despierta, joder!

-"Ciertamentelo lograste muy al límite del tiempo. La línea de ley no


habríaduradootro día",le dije. Pero no fui yo. Era la personaque tenía mi cara y
mi chaqueta favorita.

Cecile se encogió de hombros. "Lo estoy haciendo".

-"¿Qué está pasando, Ceci…?" Mi voz falla, mis párpados se cierrana


pesar de todo mi esfuerzo por mantenerlos abiertos.

-"Ya lo verás." Con una risa alegre, ella cierra la puerta.

Todo se vuelve negro.


Página 12 de 82

LEANDER

El asesino se retuerce cuando presiono mi cuchillo de hierro contra su


hombro.

-"Dime quién te envió, y todo habrá terminado".Camino alrededordel


macho, con sus ojos plateadosfijos en mí mientras descubre sus colmillos.

-"El rey más allá de la montaña", grita.

-"Divertido".Saco otra hoja de hierrode mi funda,el metal chisporrotea


contra mi palma. "Tú eres el tercer asesino que he capturado y también el
tercero en decir eso". Le clavo la hoja en su muslo, y retorciéndolame alejo un
poco.

Esta vez él gime, su cara contorsionándose del dolor. Bien.

-“No hay unreino más allá de las Montañas Grises. Ni rey. Ni siquiera un
fae.

Entonces, ¿de quién estás hablando?


” Retuerzo un poco más la hoja.

-"El reymás allá de la montaña".Me miracon una miradagélida. "Un día,


pronto, te arrodillarás a sus pies antes de que él tome tu cabeza".

-"¿Él es tu rey, entonces?" Cruzo mis brazos y lo miro


fijamente.

No responde

-"Este rey del que hablas, ¿es responsablede las desaparicionesde fae
menores como tú?"

-"No menores.¡No en su reino!” Me chasquea los dientes. “No eres rey, ni


de mí ni de ninguno de mis hermanos. El reino de invierno caerá y tú ”. con él

Esa era nueva información.Quienquieraque fuera este rey, tenía una


agenda más allá de tomar mi cabeza. Quería mucho, mucho más. Lo había
sospechado, ya que él parecía obsesionado con mi reino. No había tenido
informes de atentados de otros gobernantes.

-"Lo que sea que él te haya prometido a ti y a los de tu clase, es una


mentira".

Saco el cuchillo que uso para matar de su funda.

-"Tú eres el mentirosos. Tú y todos los demás. Cuando él venga, lo


quemará todo, lo limpiará todo y destruirá los reinos".

-"Parece que tiene mucho trabajopor hacer". Lanzo la hoja de hierroen


el aire y la atrapo. "Así que le echaré una mano y cuidaré de su asesino
hablador".

-"¡Mi rey reinará!" Su grito fue interrumpido por mi cuchillo, pero no antes de
Página 13 de 82

que alguien golpease a mi puerta.

Arrojoun hechizo de camuflaje alrededordel macho mientrassu alma


se dirige al Spires, luego me acerco a la puerta.

-"¿Sí?"

-"Mi señor". Un representantedel reino de veranohace una reverencia,


pero no lo suficientemente inclinada. "¿Los guardias sugirieronque podría
haber un problema? Ha habido... ruidos." Él me mira.

Tiro mis hombros hacia atrás, resaltando las marcadas diferencias en


nuestras estaturas. "¿Me molestas en base a los charlatanes ocioso de tus
guardias?"

-"¿Algún problema?" Gareth se acerca, su cuerpo desgarbado


empequeñeciendo a los guardias apostados afuera.

-"Ah..."El cortesano traga saliva mientras nos mira a ambos, dos fae
endurecidos por la batalla del reino de invierno. "No. No hay problema.
Disculpas,mi señor.” El cortesano se inclinay retrocede,su fajínenjoyadobrilla
a la luz y su cabello blanco perfectamente peinado se agita ligeramente.
"Simplementequeremos asegurarnosde que su estadía en el reino de verano
sea de su agrado".

-"¿Calorsofocante, cortesanos bobeando,y unareuniónpospuesta sobre


las desapariciones en curso? No, no es de mi agrado". Me enfado.

Garethentraen mi habitacióny se dirigehacia donde perdurami hechizo


de camuflaje. Mi segundo al mando resopla con diversión pero no dice nada.

-"Esta noche, mi señor. El cónclave está listo para esta noche." El


cortesano tropiezacon sus palabrasy retrocede lentamente."Se harásegún lo
planeado, se lo aseguro. La reina Aurentia está tan preocupada como usted".

Lo dudo mucho, dado que la gran mayoríade las desapariciones han


sido del reinode invierno,mi reino.Los perfumadospavos reales de la corte de
veranosolo se preocupanpor sí mismos. Fui un tonto al veniraquí, pero haré
todo lo que pueda para ayudar a mi gente. No merecen nada menos de su rey.

-"Será mejor que sea esta noche". Me quedo mirandoal bufónenjoyado.


"Por tu bien". Doy un paso atrás y golpeo la puerta.

-"¿Quién es el rígido?" Gareth señala con su pulgar al asesino muerto.

-"Otro que mandó el rey más allá de la montaña". Miro fijamente la


marca en el cuello del asesino, un árbol negro retorcido,la misma marca que
los otros llevaban.
-"Deberías haber enviado por mí". Saca su cuchillo plateado de su
cinturóny lo giraen su palma.La cicatrizirregularen el lado derecho de su cara
se ve particularmentedura aquí en el reino de verano,donde las flores y la
vegetación parecen suavizar cada borde áspero, excepto el nuestro.
Página 14 de 82

Me encojo de hombros. "Lo manejé".

-"Estoy aquí para cuidar tu espalda".

-"Haces eso bien". Me acerco a él y examino el sangriento desastre.

El sacude la cabeza "Ahoraeres rey, Leander. No puedes ponerte en


riesgo. Esto no es lo mismo que cuando estábamos en el campo de batalla.
Necesito saber cuando hay algún tipo de amenaza. No puedes simplemente
manejarlas cosas por tu cuenta. Tú lo sabes. Si queremosmantenerla paz por
la que tanto luchamos,tienes que dejar de lado al guerreroy vivircomo el rey.
Encuentra a tu compañera y..."

-"No puedo obligar a mi compañera a aparecer,Gareth".Intento pasar


una mano por mi cabello, pero mi corona de plata me detiene. ¿Cuántas veces
habíadeseado por mi compañera?Solo los antepasados lo sabían.Pero ningún
fae superiordel reinode inviernohabíasentido el vínculode parejaen más de
150 años, no desde que derroté al nigromantey gané el trono. Algo de magia
oscura se apoderó de mí mientras retorcía mi espada a través de su negro
corazón, y nadie ha podido romper la maldición desde entonces.

-"Sé que no puedes obligarla.Pero ella vendrá,y luego, con un heredero,


finalmentehabremospasado los días oscuros. La maldicióndel nigromanteno
puede durar para siempre. No me daré por vencido en encontrar a mi
compañera,y tú tampoco deberías hacerlo."Él me aprietael hombrocomo lo
había hecho tantas veces cuando éramos soldados, antes de que fuera rey.

Tiene razón,por supuesto, y ese hecho me molesta. El reinode invierno


es mío para gobernar,pero mi trono fue ganado duramentedurantesiglos de
derramamientode sangre. Los fae de inviernoson gente dura,astuta y oscura.
Pero con el establecimientode mi reinado,finalmentetenemos una paz tenue
entre los fae superiores,los fae menores y el reino de verano.Depende de mí
preservarlo.

Garethdeja escapar un largo suspiro,luego patea la silla del fae muerto.


"¿Te dijo algo?"

-"Mas de lo mismo. Pero agregó que el rey de la montañano solo quiere


que muera, al parecer. Está tras los reinos. Todos ellos."

-"¿Él y qué ejército?"Garethsaca mis cuchillas y las limpiacon la túnica


del asesino.

Un presentimiento se apodera de mí. "Eso es lo que tenemos que


descubrir".
Página 15 de 82

TAYLOR

Algo me hace cosquillas en la nariz.Lo abofeteo, pero no desaparece.


Mis ojos se abren lentamente, dolorosamente. ¿Qué pasa conmigo?

Un destello de memoria se dibuja en mi mente, una pesadilla de mí


misma, de pie juntoa Cecile en un oscuro estacionamiento.Me incorporoy me
golpeo la cabeza con algo duro e inflexible.

-“¡Ay!” Poniéndomeuna mano en la cabeza, vuelvoa caer sobre un lecho


de heno que pica, y una vez más me hace cosquillas en la nariz.

-"Shh." Susurra ásperamente alguien cerca.

-"¿Quiénestá ahí?" Presiono una palma en mi frente doloriday me giro


para mirar en la oscuridad.

-"Shh!" Este es aún más apremiante.

No puedo distinguirmucho, solo una especie de habitacióncon heno en


el piso y, espera, ¿son esos barrotes?Dejo casi de respirar,y me desplazo hacia
un lado hasta que el aire sobre mí es claro. Había estado acostada en el nivel
inferiorde una especie de literatosca tallada en un murode piedra.Mis jeans y
camiseta se han ido, reemplazadospor un vestido rustico, el materialáspero
contra mi piel. Presiono mi mano contra mi cuello, un indicio de alivio florece
en mi mente cuando siento el collar.

Mis ojos no están acostumbrados a la oscuridad mientras me muevo


hacia los barrotes,pero sigo mirandofijamente,tratandode encontrarla fuente
de la voz de los shh. Todo lo que veo es heno y paredes grises.

-"¿Hola?" Susurro.

-“¿Quieres que haya un derramamientode sangre?” El heno a mi


izquierda sedesplaza, y un par de ojos me miran.

-"Dónde estám-"

Un ruido estridente rompe la quietud. Salto a medida que se acercan


pasos pesados, el sonido se combina con lo que suena como uñas afiladas
rastrillando contra la piedra.

Me apresuro hacia atrás debajo de la litera de piedra y me presiono


contra la pared. Mi cabeza palpitaallí donde la golpeé antes, y el latido de mi
corazón no me ayuda.
Página 16 de 82

-"Genial. Simplemente genial.


” Los ojos desaparecen, el heno se asienta.

Una voz sibilante,una que se desliza por mi espina dorsal, hace eco en
las paredes. Es muyacentuadoy hablaun idiomaextranjero.Un chirridorítmico
aumenta con cada segundo.

Mi instinto de esconderme, de alguna manera fundirmeen la piedra


detrás, se precipitaa través de mí. Pero no hay a dónde ir. El lugar donde el
heno es más espeso ya está tomado.

La voz está más cerca ahora, y miro hacia la oscuridad fuera de los
barrotes.

Presiono mi palma contra mi boca para evitar que el ruido se escape.


Pero mi cuerpo tiembla, todo dentro de mí se congela y vibra.

Un movimientome llama la atención y una mano monstruosa y con


garras aparece justo fuera de los barrotes.

Un grito quiere liberarsede mis pulmones, pero lo trago. Demasiado


asustada paramirarhacia otro lado, no parpadeocuando el resto de la criatura
aparece a la vista. Parece que mi mente no puede captar el horrorde lo que
mis ojos están viendo. Un enorme cuerpo de serpienteimpulsael torso de un
hombre,el silbido rítmico provienede las escamas a medida que se deslizan
por el suelo.

Dice algo que no puedo entender.Señalándome,presionasu cara contra


los barrotes,sus ojos entrecerradosme atrapan.Es casi la cara de un hombre,
pero es más sombría,y cuando su lenguabífida sale disparada,hago un sonido
agudo que no puedo contener.

-"No. Por favor, déjame en paz". Sacudo la cabeza.

Sonríe, mostrando colmillos curvos. "Pequeña changeling ruidosa. Y


hablandoel lenguajeesclavo, también.Una pequeñacosa traviesa”. Lo dice en
inglés, las palabras gruesas y deformes en sus labios.

Sacudo mi cabeza, y pongo una mano


firmemente sobre mi boca.

-"Linda cosa. Tan bonita". Parpadea lentamente. "Un sonido más, y


tendré que disciplinarte".La lengua sale hacia fuera."Lo disfrutaría,pero tú no
lo harías".

No puedo cerrar los ojos, no puedo respirar, no puedo pensar.

El chirridode una bisagra de la puertaaleja la atención del monstruo,y


una voz en el pasillo dice algo en un lenguajeininteligible.La cosa frente a mí
silba su respuesta y me da una miradamás antes de volvera irse por donde ha
venido.

Me quedo allí temblando por un largo tiempo, mi mente corriendo,


tropezando,dando vueltas. Estaba en el carro de Cecile haciendo mi tarea. Y
luego tuve que haberme quedado dormida. Porque todo lo que sucedió
después de eso no tiene sentido.

Dormida. Estoy dormida


. No hay manera de ver a una mujer que se parezca
Página 17 de 82

exactamente a mí, de ningunamanera estoy en una especie de prisión,y de


ningunamanerauna criaturamitad serpientey mitad hombreacaba de veniry
amenazarme.Mi respiraciónse acelera y puntos flotan delante de mis ojos.
Hiperventilación. ¿Se puede hiperventilar
en un sueño? Despierta.Me pellizco el
brazo con fuerza.El dolor que coincide con el dolor en mi cabeza florece a lo
largo de mi piel. Me pellizco de nuevo. Pero no me despierto. Esto no puede
ser. Nada de esto tiene sentido. Pero cuanto más me duele el cuerpo y el aire
frío se filtra en mis huesos, más pánico siento.
Esto es real.

-"Susurra,idiota. Sólo puedes susurraraquí. Si Zaul te oye de nuevo,no


será bonito”. El heno se desplaza, y aparece una mujer,con la cara sucia y el
cabello recogido en ondas desaliñadas.

Asiento, temiendo usar mi voz. Mi respiraciónes todavía demasiado


rápida.Me doblo en posición fetal y presionomi frentecontra mis rodillas,pero
mantengo a la extraña en mi visión periférica.

Ella se acerca más, y me doy cuenta de que lleva el mismo saco de


patatas que yo, aunque es mucho más delgada, con las mejillas demacras.
"¿Qué hiciste para aterrizar aquí?"

-"No hice nada". Mi voz es apenas un sonido. "No sé cómo llegué aquí".

Ella sonríe, y no puedo decir si tiene veinte o cincuenta años. "Yo me


rehusé a dejar que el perrovampirode mi maestro se alimentarade mí". Ella
levanta su manga holgada y me muestra su brazo. Incluso a través de la
suciedad, puedo ver docenas, quizás cientos, de cicatrices, heridaspunzantes
que aparecenen pares. "Prefiero morirantes que servirlede comida a ese perro
una vez más".

Hago a un lado el horror que amenaza con tragarme entero. "¿Dónde


estamos?"

-"La mazmorrade ByrnVaryndr , obviamente."Ella se acuesta de costado


y apoya su cabeza en su mano. "Donde ponen a las chicas malas".

-"¿Por qué?"

-"¿Que por qué? ¿Por qué estás aquí?" Ella arruga la nariz. "¿Cómo puedo

saber?"

Presiono una mano en mi cara. "Esto no tiene sentido".

-"Hablas muy bien la vieja lengua". Ella se chupa los dientes. "Estoy
sorprendidade recordarla,ha pasado tanto tiempo desde que lo escuché o lo
hablé. Me intercambiaroncuando tenía cinco años, así que recuerdo algo de
eso. Y los viejos changelings todavía lo hablany se lo enseñan unos a otros.
También hay otras lenguas, pero todos parecen apegarse a esta
”.
-"¿Quieres decir el inglés?"

-"Sí". Ella se encoge de hombros. "Aquí,solo se supone que debemos


hablarsu idioma.El inglés está prohibido.Principalmenteporquela mayoríade
ellos no lo
Página 18 de 82

conocen. Sólo los fae menores que trabajan junto a nosotros lo aprenden.
Algunos de los más viejos fae superiorestambiénlo saben. Pero eso es raro.
Normalmente no se molestan con nosotros".

-"¿Ellos?"

Ella baja las cejas. "Debes haberte golpeado la cabeza muy duro. Ellos,
los fae. Nuestros maestros supuestamentebenevolentes".Se ríe en voz baja.
“Dicenque el reinode veranoes el más amable de todos. Pero los fae aquí son
como todos los demás".

-"¿Fae? ¿Qué es un fae?" Echo un vistazo a los barrotes. ¿Era ese


monstruo serpiente un fae?

Ella dice algo en ese lenguaje extraño, es hermoso mientras que se


desprende de su lengua.

Sacudo la cabeza "¿Qué dijiste?"

Sus ojos se estrechan. "Dije que necesitas ver a un sanador ya que ni


siquiera puedes recordar cómo hablar fae".

-"Se supone que no debo estar aquí". Mi respiración comienza a


acelerarse de nuevo, el miedo me estrangula la garganta. "Yo estaba en la
escuela. Ahí es donde se supone que debo estar..."

-"¿Escuela?" Ella tiembla. "No se nos permite aprender. Lo sabes."

-"Esto no es real".Me balanceo un poco, el piso triturami cadera. "Nada


de esto es real."

Ella golpea sus dedos sobre la piedra fría y sucia. "¿Cuál es tu nombre?"

-"T-Taylor".

-"¿Taylor de...?" Ella hace un gesto para que continúe.

-"¿Qué quieres decir?"

-"Soy Lenetia de Granthos. Tú eres Taylor de tu amo. Entonces, ¿quién es tu

amo?"

-"No tengo un amo".

-"Por supuesto que sí", insinúa."Dame un nombre.Tal vez pueda hablar


con el guardiay decirle que necesitas ver a un sanador.Si el rango de tu amo
es suficientemente alto, incluso puede funcionar".

-"No tengo un amo". Mi voz comienza a subir,el pánico me afecta. "Soy


estudiante de la universidad.Me estoy especializando en ingenieríaquímica.
¡No sé cómo llegué aquí, ni dónde siquiera es aquí!" Paso mis dedos por el
golpe en mi frente. Se siente como una pelota de golf.
-"¡Shh!" Ella se escurre de regreso a su escondite.
Página 19 de 82

-"Esto no es real".Salgo de debajo de mi refugioy me levanto."Nada de


esto es real. Así que esa cosa no puede lastimarme.Es solo un sueño".Agarro
las frías barras de metal. "¡Hola feo! ¡Déjame salir!"

-“Detente, por tu propio bien


”. Ella se entierra bajo el heno mohoso.

Un sonido metálico se disparapor el oscuro pasillo, y luego ese sonido


rítmico vuelve a sonar.

-"Agáchate",sisea Lenetia. "Por el Spires, deja de cortejar al dolor y a la


muerte".

-“¡Abre esta jaula!


” Tiro de los barrotes. No se mueven.

-"Estoy tratando de ayudarte, chica." Ella mira hacia afuera desde su


escondite. "Los changelings deben permanecer juntos. Ahora escóndete
conmigo antes de que él..." Sus palabras terminan en un chillido horrorizado.

La criatura aparece. Retrocedo involuntariamente.Incluso si es un


sueño, es aterrador.

Con los colmillos al descubierto, saca un anillo de llaves del lado de su


túnica.

-"Oh no, no, no", susurra Lenetia desde su escondite.

El monstruo dice algo en ese idioma extranjero cuando abre los


barrotes,pero no viene a buscarme.Tal vez funcionó.Tal vez estoy saliendo de
esta pesadilla. Solo necesito despertarme.

Susurrade nuevo y me indica que salga, luego habla de nuevo en una


perorata ininteligible.

-"Vamos chica. Dice que tu amo Tyrios ha venido a liberarte",los


urgentes susurros de Lenetia atraen la atención del monstruo. "Tyrioses un
noble poderoso".

La criaturaresplandece y se mueve para entraren la celda. La extraña


chilla, el heno ondula mientras ella se escabulle hacia atrás.

-"Ya voy". Salgo rápidamente, cortándole el paso al monstruo y


devolviendo su atención hacia mí.

-"Lástima que no pudimos jugar". Acerca a mi cara una garra sucia.

-"Me gustaría despertarme ahora".

Él inclina la cabeza hacia un lado y deja escapar una risa oxidada.


“¿Despertar? ” Cerrandola puertade la celda, él me agarradel brazo,su agarre
es frío e implacable.

-"¡Me voy a despertar!"Lloromientrasme arrastrapor el pasillo húmedo


hacia otra puerta con barrotes. "¡Despierta,despierta, despierta!" Sacudo la
cabeza con fuerza,pero no pasa nada. Todo parece demasiado real: la piedra
dura,el fríoen el aire,la mano áspera que me sujeta con demasiada fuerza.No,
no, no.
Página 20 de 82

La bestia me empuja a través de la puerta y hacia lo que debe ser una


sala de guardia.Otras dos criaturas,una con plumas como un pájaropero con
el cuerpo de un hombrey lo que solo se puede describircomo un escorpión
con el rostro de una mujerhermosa,juegana las cartas en la esquinacerca de
una pequeña chimenea. Ni siquiera levantanla vista cuando la criaturame
arrastrapor la habitación,por otro pasillo y, finalmente,hacia una habitación
con ventanas altas que muestran un cielo increíblementeiluminadopor las
estrellas.

El monstruocon formade serpienteme tiraa los pies de un hombrealto


y rubio con ojos plateados y le habla en el lenguaje fae, aunque su tono es
notablemente más respetuoso de lo que nunca fue conmigo. El rostro del
hombre se vuelve enojado, y hace un gesto hacia el bulto en mi cabeza
mientras habla.

Me pongo de pie y trato de encontraruna salida, un escape. Pero solo


hay dos puertas en esta sala de piedra, una a mi espalda y otra detrás del
hombre alto y rubio.

Después de una ráfaga de palabras,el hombrerubiome toma del brazo,


no es suave, pero no tan durocomo la bestia, y me empujahacia la otra puerta.
Me resisto, tirandode nuevocontra él. Con un movimientotan rápidoque casi
ni lo veo, me golpea en el rostro.

Cuando pruebosangre,sé que es real. Todo ello. No es un sueño. Es una


pesadilla.
Página 21 de 82

LEANDER

Un aroma permaneceen el aire, algo que no puedo ubicar.No lo había


olido antes. Solo ahora.Solo cuando estoy caminandopor el palacio de verano
con mi espada ancestral a mi lado y Gareth a mi espalda.

Me vuelvo hacia él ligeramente. "¿Qué es eso?"

-"¿Qué?"

-"¿No hueles algo?"

Él levantasu nariz."Nada, excepto las tonterías florales habitualesque


recubren este reino como una plaga".

Me doy la vuelta y recupero el paso cuando nos acercamos al ala


principaldel castillo donde se realizarála reunión.No es el empalagoso aroma
floral. Es algo más, algo agradable.Como un fuego cálido, pero no es olor a
humo.

Sea lo que sea, tengo que sacarlo de mi mente. Este cónclave podría
muy bien determinarel futuro de los reinos. Mi paz con los fae de verano
depende del respeto mutuo de las fronterasy las costumbres. Si descubriera
que ellos son responsables de la serie de desaparicioneso que están aliados
con aquellos que las realizaron,sería una nuevaguerra.Una vuelta a los días
del nigromanteShathinor,el brutal ex gobernante del reino de inviernoque
mató a todos los fae de verano que pudo tener en sus manos.

Así que, en nombrede la paz, continúo por los pasillos con muros de
hiedra y jazmín que florecen en la noche, con luces de hadas brillandoen lo
alto. Los guardiasque pasamos inclinansus cabezas en reconocimiento,pero
sus ojos permanecencautelosos. Después de todo, veranoe inviernofueron
enemigos hasta no hace mucho.

-"Mi señor". El cortesano de antes nos saluda cuando entramos en el


salón principal.Ya está lleno del ruido de los nobles del reino de verano,
muchos de ellos se giranparamirarmefijamentecuando entro.Sonrío.El reino
de inviernono se viste con joyas y finas ropas como estos pavos reales. Tengo
puesta la habitual túnica negra y pantalones, mi corona de plata sobre mi
cabeza y mi espada a mi lado. Una granvariedadde cuchillos están ocultos por
toda mi persona, y Gareth es prácticamenteuna armeríaambulante.En casa,
tendríamos menos armas, pero más ropa: pieles de nuestras matanzas o
cueros suaves cubriéndonos mientras hablamos alrededor de un fuego
rugiente. Pero aquí, donde el clima es opresivamente agradable en todo
momento, tenemos que adaptarnos.Aun así, nos destacamos. Nuestros ojos
oscuros, cabello negro y gran tamaño nos revelancomo hombresdel reinode
invierno. Más que eso, nuestras
Página 22 de 82

armas y característicasendurecidaspor la batallanos marcancomo guerreros,


no como los cortesanos mimados que nos rodean al pasar.

-"La reina estará con nosotros en breve. La cena se serviráduranteel


cónclave."El cortesano, Pilantines su nombre,prácticamentese lanza delante
de nosotros mientraslos nobles ‘sociables’ asientenhacia mí con sus cabezas.
No se me escapa que muchos susurranentre ellos o me miran.En el reinode
verano,todos los gobernantesson elegidos a travésde una líneade sangre que
se remonta a milenios. Creen que eso los hace más respetables, y también
inmunesa la rebelión.El reino de inviernoestá gobernado solo por el poder.
Cualquier fae superior con la fuerza para tomar el trono puede tenerlo. El
combate uno a uno es la única forma,y así es como me convertíen rey.No me
han desafiado aún, pero espero que un día un fae intente demostrar su valía
contra mí.

Salimos de la vista de los nobles que se quedanboquiabiertoshacia un


comedor adornado.La mesa está decorada con piezas centrales enjoyadas y
platos dorados. Los candelabros sobre nosotros brillan con un millón de
facetas, y no tengo ninguna duda de que están hechos de preciosos diamantes.

-"Veo que han sacado la buenavajillaparanosotros". Garethresopla y se


desliza detrás de mí.

-"Sólo lo mejor para nuestros huéspedes". Pilantinno capta el sarcasmo


de Gareth y me sonríe. "Espero que sea de su agrado".

-"Está bien". Ese olor pasa por mi nariz otra vez, y respiro profundo.
¿Quizás sea uno de los alimentosque vana servir?Sea lo que sea, hace que mi
sangre bombee más rápido y las puntas de mis orejas puntiagudastiemblen.
Tambiénhace que algo se agite debajo de mi cinturón,una reacción extrañaa
nada más que un olor. Hago una pausa y trato de localizar ese dulce aroma.

-"¿Qué?" Gareth se tensa, su voz baja. "¿Qué pasa?"

-"Nada". No puedo discernir de dónde viene.

-“Mi señor”. Un sirviente saca una silla de oro cerca de la cabecera de la


mesa.

Intentono mirarlo.¿En verdadlos remilgadosnobles del reinode verano


necesitan un sirvientesolo para ayudarlesa tomar asiento? Me siento, la silla
gimiendo bajo mi peso. Todo aquí es delicado y fino, diseñado para los fae
superioresque nunca han conocido el frío helado del inviernoo el dolor del
hambre.Pretenden que son más civilizados debido a eso, pero su oscuridad
simplemente se oculta debajo de una fina capa de oro. Dorado, no oro puro.

Un puñado de nobles nos ha seguido al comedor y toman asiento a lo largo


de la
mesa.

Gareth se sienta a mi izquierda, su mirada siempre escudriña la


habitación,buscando problemas. "Pensé que se suponía que esto debía ser
entre nosotros, la reina y
Página 23 de 82

algunos de sus asesores de confianza", se queja.

-"Supongo que esto es lo que ‘unos pocos’ significa en el reino de


verano". Tengo un pequeño círculo interno de guerreros de confianza: la
falange, como se los conoce en mi reino. Pero parece que la reina Aurentia
tiene alrededor de dos docenas de nobles en quienes confía para escuchar
esta discusión de alto nivel.

Una vez que la mesa está llena, excepto por el asiento brillanteen la
cabecera, Pilantinaplaude."La reinaquiereque comencemos sin ella, pero ella
estará aquí en breve".

Las puertaslateralesse abren,y la mano de Garethva hacia la hoja en su


cinturón.

-"Tranquilo". Fuerzo mi cara en lo que espero sea una expresión neutral.

Sirvientesentranen la habitación,cada uno de ellos con platos anchos


llenos de carne y verduras. El reino de verano no trabaja demasiado, su
existencia es fácil.

Garethdeja caer su mano pero vigilaa cada sirvienteque se me acerca.


La mayoríason fae menores,aunqueuna pequeñacantidad de changelingsse
apresuran alrededor, luchando por mantenerse al día.

El olor misterioso es más fuerte ahora. Miro alrededor de la mesa,


atrapandolas miradasde los pocos nobles que tienenla fortaleza de mirarme
a los ojos. Nada me golpea, y no puedo caminarexactamente alrededorde la
mesa y oler a cada uno de ellos.

-"¿Qué?" Gareth está tenso entre todos estos antiguos enemigos.

-"Nada."

-"¿Y por qué lo sigue haciendo?"Apuñalaun trozo de carne y se lo mete


en la boca sin ceremonias. "Me está poniendo nervioso".

Gruño en respuesta y pruebo las verduras de raíz.

El resto de la mesa comienza a comer una vez que he tomado mi primer


bocado. Ellos me estaban esperando. Los modales del reino de verano son
más rígidos que mi polla, que es decir bastante, porquese está endureciendo
en este momento. Me alegro de estar sentado. No sé cómo lo sé, pero ese
extraño olor lo está causando. Tiene que ser. ¿Es esto algún tipo de brujería?

Sigo comiendo, principalmente para evitar que Gareth apuñale


accidentalmentea uno de los nobles del reinode verano.Susurranentre ellos,
lanzándome miradas entre sus chismes.

-"Miseñor,¿cómo encuentrael castillo de verano?"preguntaun noble,su


nariz casi tan puntiaguda como sus orejas y su cabello largo y blanco.

Muy sofocante, caliente y exagerado


. No ofrezco mi evaluación más
honesta.
Página 24 de 82

En cambio, digo: "Adecuado para mis propósitos".

Sus ojos plateados se estrechan.“¿Sus propósitos?”

-"Estoy aquí parareunirmecon la reinay discutirlos problemasa lo largo


de nuestrasfronteras".Agito mi cuchillode carne en las paredes doradas y los
candelabros de diamantes. "Esta habitación estará bien".

La conversaciónse detiene por un momento incómodo, incómodo para


ellos, de todos modos. No tengo ningunainclinaciónde adularloso cacarear
sobre sus gustos lujosos. Estoy aquí paradetenerlos secuestros de mi gente y
fortalecer el vínculo entre la reina Aurentia y yo.

La comida continúa,el dulce aroma me molesta todo el tiempo, hasta


que la reinaAurentiafinalmentese digna a hacer su aparición.Todos estamos
de pie mientrasella entra,con su vestido azul celeste apretadoalrededorde su
pequeñacintura,y sus ojos plateados muyabiertos y aparentementesin culpa.
Pero su belleza esconde una astucia que no puede ser subestimada.

Los guardias van detrás de ella y toman posiciones alrededor de la


habitación, algunos de ellos mirándome con una amenaza abierta.

Ella se detiene en mi silla y me ofrece la mano. La tomo y la beso, su piel


es fríay pálida.Garethno hace ningúnsonido, pero puedo sentirsu risa como si
estuviera riéndose a carcajadas de la etiqueta del reino de verano.

-"Gracias por venir esta noche". Ella retira sus largos dedos.

-"Por supuesto". He estado presionando para esta reuniónpor años,


desde la primera señal de problemas. Sin embargo, ella la había estado
retrasando.Probablementeporque no se preocupabapor las desapariciones
del reino de invierno. Pero ahora algunos de los suyos también están
desaparecidos.

Se desliza a su asiento y se acomoda, el resto de la mesa sigue su


ejemplo."¿Dóndeestá lordTyrios?"Ella no preguntaa nadie en particulary mira
hacia el asiento vacío de su mano derecha.

-"Tenía algunos negocios en el calabozo. Changelings fugitivos, al


parecer. Negocios asquerosos. Pero él estará..."

Las puertas al final de la sala se abreny un alto fae avanza,marchasin


prisas a pesar de su retraso.

-"Habla y él aparece." La reina sonríe.

-"Mis más profundas disculpas". Él se inclina ante ella antes de tomar


asiento.
"Problemas con los changelings".

-"Puedenser tan difíciles".Ella hace un gesto y mociones paraque todos


continúen con su comida.
Página 25 de 82

Ella le dice algunas cosas más a Tyrios,pero no estoy escuchando. El


perfume. Él está cubierto en eso. Lo miro fijamente, tratando de ubicarlo,
tratandode averiguarqué es y por qué está enviandomi mente a un tumultode
confusión.

Él atrapami mirada,y una pizca de miedo cruza su rostro. Supongo que


no todos los días un señor de la guerradel reino de inviernote examinacon
tanta atención.

-"¿Podemos ir al grano?"La reinaaleja su plato. "No tengo ganas de otra


cosa que no sea nada más que una solución a este problemaapremiantede la
desapariciónde los fae de verano".Ella asiente con la cabeza hacia mí. "Y los
fae de invierno, también, por supuesto".

Por supuesto.

-"Las desaparicionescomenzaronen el reinode invierno,¿no es así?" Se


levanta un noble hacia el
final de la mesa.

-"Lo hicieron".Me empujo hacia atrás y me levanto. "Hemos estado


trabajando para resolver la situación durante casi una década".

-“¿Y no tienes pistas?


” Tyrios arquea una ceja blanca.

-"No. He enviado a mis soldados de mayor confianza a las zonas


fronterizasdonde desaparecen los fae menores. Nadie sabe nada. La única
coincidencia que encontramosen cada desapariciónes una cierta sensación
de melancolía que se asienta en los fae desaparecidos en los meses
anteriores".

-"Pero esto solo afecta a los fae inferiores".Una mujer con un vestido
color rubí inclina la nariz hacia el aire.

Uno de los sirvientes,un fae menor,se detiene, sus ojos se ensanchan,


luego continúacon sus deberes. ¿Seguro que está acostumbradoa que estos
presumidos no se preocupen por él?

-"Si solo afecta a los otros, ¿por qué tenemos que preocuparnos?"
pregunta.

Me obligo a mantener la compostura, a pesar de que sus palabras


cruzan mi cráneo como dedos helados. “Los fae menores son miembros de
nuestros reinos. Tienen familias, empresas, comunidades enteras. Más que
eso, son parte de nuestro mundo. No podemos darles la espalda. Los fae
superiorese inferioresviveny trabajanjuntos. Antes de la maldición,algunos
fae superiores e inferiores estaban apareados en el reino de invierno...

Lord Tyriosresopla. "Tal vez eso se considere apropiadoen el reino de


invierno,pero no permitimosque los fae superiorese inferioresse mezclen de
una manera tan degradante".
Garethse tensa. Recuerdoque asistí a la boda de su hermanacon un fae
menor,la ascendencia del novio es una mezcla de fae y espíritudel agua. Esta
conversación ya se está yendo de las manos.
Página 26 de 82

Tyrios continúa: "Pero, una vez más, la línea de la reina Aurentiaha


prohibidodurante mucho tiempo ensuciar las líneas de sangre de los fae
superiores con..."

-"¿Ensuciar?" Gareth se inclina hacia adelante, su voz es una grave


amenaza.

Tyrios palidece.

-"Te sientas aquí con tus joyas y adornos, todos ellas conseguidas por
tus esclavos fae menores desde las minas del sur o las fábricas de seda del
este, y te atreves a cuestionar a nuestro rey por..."

-"Gareth." Agarro su hombro.

Él se queda en silencio y se sienta, pero puedo sentir la ira en su interior.

Tyrios traga duro.

-“El rey Gladion tiene razón”. La reina Aurentia me mira. “Los fae
menores son miembrosde nuestros reinosy merecen nuestraprotección.Para
ese fin, creo que inviernoy verano deberíantrabajarjuntos para encontrara
quien esté detrás de las desapariciones.Ya envié a mis espías a las ciudades
afectadas a lo largo de nuestra frontera occidental, pero aún no han
encontrado ninguna pista. Quizás si trabajamos juntos, tendremos mejor
suerte. Señor Tyrios, ¿tiene las cartas de cooperación que le pedí que
redactara?"

-"Por supuesto, mi reina". Él chasquea los dedos.

Oculto mi sorpresa mientrasvuelvoa tomar asiento. Si ya tiene cartas


preparadas, tenía la intención de aceptar mi solicitud antes de que nos
reuniéramosesta noche. Tal vez esté más preocupadapor las desapariciones,y
el llamado rey más allá de la montaña, de lo que ha estado dejando ver.

Tyrioschasquea los dedos otra vez, sus labios se tuercenen una mirada
fulminante."Mi changelingha estado actuando extraña.Solía pertenecera mi
hija, que se fue y la mimó. Ahora es prácticamenteuna inútil.Es muy difícil
encontrar un sirviente decente entre la población humana".

Una fae menor se apresurafuera del comedor, mientras que el resto


ofrece postres a los nobles. Después de un momento,una leve pelea suena en
una habitación contigua antes de que una changeling pase a través de la
puerta, con un montón de papeles en sus manos.

El mundo se queda en silencio a excepción de ella. Todo lo que puedo


escuchar es su latido atronador.Todo lo que puedo veres el miedo en sus ojos,
las marcas dolorosas a lo largo de su cara. Su aroma me golpea con toda su
fuerza, y algo dentro de mí se despliega como alas oscuras. Es mía. Puedo
sentirlo, es como una correa inquebrantable que me une a ella.
Me pongo de pie, mirándolamientras se arrastra hacia delante y le
entrega los papeles a Tyrios. Su cabello es marrónclaro, y sé que se sentiría
suave bajo mis ásperos
Página 27 de 82

dedos. Aunque está mirandohacia abajo, puedo decir que sus ojos son de
color azul claro, como el cielo a la primeraluz de una mañana nevada. Su
vestido manchado cubre el resto de ella, y la necesidad de arrancarloy verla
me tiene prácticamentevibrandode tensión.Ella no levantala vista, no siente a
su compañero, pero eso no importa. Yo la he sentido. Su destino está sellado.

-"Todos mis papeles están arrugadosy cubiertos con tus sucias huellas
dactilares". Él gruñe y levanta la mano para golpearla.

En un instante estoy al otro lado de la mesa con mi mano alrededorde


su garganta antes de que él pueda parpadear.
Página 28 de 82

TAYLOR

El enorme hombrese abalanzósobre la mesa, haciendo volarcomida y


cubiertos. Me tropiezo hacia atrás mientrasél agarra la garganta de mi amo.
Sus ojos oscuros me clavaronen el lugarmientraslos soldados estacionados
alrededor de la habitación se apresurabanhacia adelante. Dejo caer los
papeles y trato de retroceder,solo paratropezarcon uno de los guardias,varios
de ellos formando una pared detrás de mí.

El hombregigantesco con la corona y el cabello negro les gruñe,y mi


amo deja escapar un gemido tembloroso. Los guardiasavanzan,sus espadas
me rodean,como si yo ni siquieraestuvieraaquí. Me atravesaransin pensarlo.
El hombre coronado me señala, la fiereza de sus ojos es como un cuchillo
atravesando mi corazón.

Oh dios, me va a matar. No puedo respirar

Mis rodillasse debilitan,y bajo la durezade la miradaferoz del hombre,


mi vejiga se suelta.Voy a morir aquí
. Y ni siquiera sé dónde es aquí
.

Otro hombrede cabello oscuro se para y grita algo, con las cuchillas en
las manos mientras se encuentra en una postura defensiva. Los guardias
siguen avanzando.

La hermosa mujeren la cabecera de la mesa dice algo en un tono que


parece cortar el aire. Todo el mundose detiene. Todos, excepto el hombreque
tiene el agarre mortal en la garganta de mi amo.

Ella se dirigea él directamente,y él responde,su voz es baja y brusca en


esa extraña lengua.

Sus cejas blancas se levantan,y ella me mira, atrapándomecomo un


ciervo en los faros.

Las pisadas hacen eco dentro de mi mente, y una voz susurracomo un


cosquilleo contra mi cráneo. "Extrañachangeling".Es la voz de la mujer. "
Sospechoque hay más para ti de lo que puedo ver por el momento".

"Déjame ir".
Pienso, preguntándome si puede oírlo
. "No pertenezco aquí.
Quiero volver."

"Metemoque no hayvueltaatrás".Ella mirafijamenteal guerreromortal


que incluso ahora me mira fijamente. "Ahorano. Ni nunca."Su presencia se
desvanece, y parpadeo, sin saber si estoy perdiendo la cabeza.
Ella mueve una mano al hombre de cabello negro y habla en la extraña
lengua.
Página 29 de 82

Finalmente,él liberaa mi amo, que se pone de pie y retrocede escupiendo. Me


da un poco de alegríaverleasustado, pero me durapoco. El hombrede cabello
negro avanza hacia mí con la mano extendida, como para agarrarme.

Grito e intento escapar, pero los hombres a mi espalda no se mueven.


Estoy atrapada.

El hombrede cabello negro me habla,su voz aún oscura y grave,pero de


alguna manera persuasiva, como si estuviera hablando con un gatito
asustadizo. Sacudo la cabeza mientrasél se acerca lentamente,su mano aún
hacia mí.

-"No". Mis ojos se ensanchan y me rodeo con mis brazos. "Por favor."

Sigue hablando y avanzando.

Quierogritarde nuevo,correr.Pero no sirvede nada. Los fae en la mesa


solo miran,algunos de ellos con la boca abierta. El otro hombre de cabello
negro ha guardado sus espadas, pero observa con cautela.

-"Déjameir".Tiembloy parpadeopara alejarmis lágrimas.Enviandouna


mirada implorantea la hermosa mujer que habló en mi mente, la encuentro
susurrando con otra fae y sin prestarme atención.

El hombrede cabello negro me alcanza. Me doblo sobre mí misma, con


la cabeza gacha y el corazón vacilando.Voy a ser castigada, asesinada o algo
peor. Mi amo era una pesadilla, pero este hombre es un bruto enorme. No
puedo casi respirar, mi pecho se agita.

Grito cuando me toca, su gran palma agarrando mi brazo.

Él me atrae hacia él.

Lucho contra su agarre, pero es un muro de acero.

-"¡No!" No puedo respirar.

Me jala contra él, sus brazos como barrasde hierroen mi espalda. No


puedo escapar. No hay aire,ni luz. Mi visiónse vuelvenegra,y caigo. Lo último
que siento es que sus fuertes brazos me levantan.

***

Las voces bajas me despiertan. Cecile debió haber traído a casa a su


chico más nuevo anoche. Aunque es extraño que todavía esté aquí por la
mañana.Por lo general,consiguen ponerse sus botas e irse tan pronto como
ella terminade joderlos. Me estiro y entierromi cara en mi almohada. Huele
celestial, a cuero y humo de maderay a una especie de árbolalto con nieveen
las ramas.
Página 30 de 82

Las voces se han detenido.Me levantoy me toco la frente.Me duele. Me


paralizoy recuerdo,las últimasveinticuatrohoras se estrellancontra mí como
un maremoto. Un sonido estranguladosale de mi garganta cuando me doy
vuelta y me incorporo.Mi rasposa vestimenta se ha ido, y estoy envuelta en
algún tipo de piel a pesar del calor. Se desliza para revelaruna simple túnica
negraque es enorme.De algunamanera,estoy limpia,a pesar de que recuerdo
claramente haberme orinado por todos lados cuando estaba segura de que
estaba a punto de morir.Estoy en una cama enorme con un dosel de gasa
blanca encima.

Mi cabeza palpita,y estoy seca cuando miro alrededorde la habitación.


Grito cuando encuentroal bruto de antes mirándomea unos pocos pasos de
distancia. El otro hombrede cabello oscuro le dice unas pocas palabrasantes
de irse, la pesada puerta de madera se cierracon un clic detrás de él cuando
me quedo sola con el terrorífico salvaje.

Tiro de la piel hasta mi barbilla y retrocedo hasta que golpeo contra la


cabecera.

"Déjame sola". Mi voz tiembla y estoy débil, pero lucharé hasta mi último aliento.

Extiende las manos, con las palmas hacia mí y se acerca al borde de la


cama.

"Taylor". Dice mi nombre casi con reverencia en su fuerte acento.

Agarroel pelaje oscuro con tanta fuerzaque me duelen los dedos. "Por
favor, solo déjame ir."

Aprieta una mano contra su pecho. "Leander".

-"¿Te llamas Leander?"

Cuando lo digo, cierra sus ojos como si hubiera escuchado algo


inimaginablemente hermoso. Él asiente. En la luz suave que se filtraa travésde
las ventanasaltas, él se ve fuera de lugar aquí. Es como un tajo oscuro en la
piedra blanca de las paredes y la decoración en colores pasteles. Su cabello
negro cae sobre sus hombros,y viste una camisa gris y pantalonesnegros de
cuero. Su piel es bronceada y sus ojos no son solo oscuros, son como ónix.
Con cara angular,nariz afilada y cuerpo corpulento,es fácilmente el hombre
más llamativoque he visto en mi vida. Pero, él no es un hombre.Las orejas que
sobresalen por entre su cabello lo atestiguan.

-"Quiero ir a casa". Mis ojos se humedecen. "Por

favor." Él habla en el idioma extranjero que no

puedo seguir. Sacudo la cabeza "No te entiendo".


Se detiene, sus oscuras cejas se juntan."¿Idiomachangeling?"pregunta,
las palabras tan fuertemente acentuadas que casi no puedo captarlas.

-"Sí. No hablo fae".

-"Taylor". Dice mi nombre con una letra r, algo así como un ronroneo. Es
casi...

calmante. Pero luego él pone una rodilla en la cama.

Abro la boca para gritar, y se aleja, con las manos en frente de él otra vez.
Página 31 de 82

-"Solo déjame ir a mi hogar." Sollozo.

Sus ojos se suavizan, y presiona su palma contra su pecho. "Hogar."

Él no debe entenderlo que estoy diciendo. Mirohacia la puerta.¿Tal vez


podríaescapar? Pero incluso si lo hiciera,¿a dónde iría?No sé cómo llegar a
casa.

Un gruñidobajo hace que piel de gallinase disparepor mis brazos, y jale


mi mirada hacia él.

Acaricia su pecho de nuevo. "Hogar."

-"Claro,bien,lo que sea." Me encogí de hombros.Él claramenteno sabe


lo que está diciendo.

Sus cejas oscuras vuelvena juntarse,pero parece aceptar mi respuesta.


Volviéndose, camina hacia una mesa cerca de una de las ventanas altas y
regresa a la cama con una bandeja de comida. No reconozco la fruta, las
extrañas bayas moradas y rojas brillanlevemente. Pero reconozco el pan
cuando lo veo. Y mantequilla.

Mi estomago retumba.No he comido desde... No puedo recordar.No


desde que estoy en este lugar, al menos.

Una sonrisa se dibuja en un lado de sus labios, y la piel de gallina se


esparce por mi espalda. Es guapo de una manera salvaje y extraña. Pero
definitivamenteda más miedo que cualquier otra cosa. Esos ojos oscuros
esconden trampas y púas, estoy segura.

Se acerca más y apoya la bandeja a mi lado.

Mi estómago vuelvea gruñiry no puedo apartarlos ojos de la comida.


Pero ¿debo comer?

Con un empujón, él pone la bandeja aún más cerca. Puedo oler la


dulzurade la fruta y la masa del pan. Comida es comida, ¿verdad?Pero ¿y si
está envenenada?

Él dice algo, una palabra.Tal vez sea "come",ya que hace un gesto hacia
la bandeja con una de sus manos de oso.

Mi estómago toma la decisión por mí cuando se queja en voz alta y una


punzada de hambre se dispara a través. Agarro el pan y tomo un pedazo
pequeño, luego lo pongo en mi boca, probándolo.Más dulce que los panes a
los que estoy acostumbrada, se derrite en mi lengua.

Él asiente, sus ojos oscuros brillan,y dice la palabrade nuevo.A mí me


suena a "brantath".Formola palabralo mejorque puedo y se la repito.Su rostro
se ilumina, y arranca otro trozo del pan redondo y me lo da.
Lo tomo, tragándolo tan rápido como el primero. "Así que brantath
significa comer". Mi estómago parece retumbaraún más. "¿O tal vez significa
pan?"

Cuando él se sienta en la cama, yo levanto un poco más la piel y pongo mis


Página 32 de 82

rodillas en el pecho. Todo el colchón se desplaza bajo su peso cuando se


inclina, sosteniendo un pedazo de pan más grande y me lo ofrece.

-"Brantath".Se inclinamás cerca. El olor de la piel y la camisa que llevo


es el mismo que se desprende de él. Es la promesa de una noche fría de
invierno junto a un fuego ardiente.

Tomo el pan, mis dedos rozando suavemente contra los suyos. Un


gruñidobajo en su garganta me hace retroceder.Se detiene, pero me da una
mirada depredadora,una que me asusta y me envía calor al mismo tiempo.
Algo está mal conmigo, pero estoy muy feliz por la comida como para que me
importe.

Devoroel pan y la mantequillacremosa y deliciosa. Se levanta,la cama


gime de aliviomientrasél agarrauna jarray vierte agua en una taza de cristal,
luego me la da. La huelo. Sin olor. Pero no es como si fuera una experta
rastreadorade venenoso algo así. Bebo, principalmenteporqueestoy sedienta
y no sé cuándo tendré mi próxima oportunidad de comida o agua.

Me miratragar,luego extiendesu mano hacia el vaso vacío. Cuando me


acerco paradárselo,él se detiene,sus ojos se estrechan.Feroz. Esa es la única
palabra para la mirada en su cara. Agarro la piel y me alejo.

Con una fluidafuria,se acerca a la mesa detrás de él y saca una enorme


espada de plata.

Un sonido ahogado queda atrapado en mi garganta mientras la levanta.


Voy a

morir.

-"Por favor, no lo hagas". Son las únicas palabras que puedo decir
mientras se dirige hacia mí.
Página 33 de 82

LEANDER

Con rapidez,a través de la cama, me pongo entre mi compañera y la


amenaza. La tenue sombra se lanza hacia la izquierda cuando giro lo
suficientemente fuerte como para derribar a cualquier enemigo, pero es
demasiado rápido.

Mi compañeragime, y su miedo hace que la rabia brote de mis venas.


Mataré cualquier cosa que se atreva a hacerle daño.

La sombra rezuma a lo largo de la pared hacia la ventana.De ninguna


manera.Retrocedo y empujola hoja al espacio aparentementevacío cerca del
alféizar de la ventana. Suena un gruñido bajo, y el glamour del intruso se
desvanece cuando se desploma en el suelo, su espada golpea las piedras.

Taylor jadea cuando el macho aparece, con una mano agarrando la


herida en su estómago mientras me mira con ojos de reptil.

-"Déjame adivinar,¿el rey más allá de la montaña te envió?" Noto la


marca de árboles retorcidos en la garganta del fae menor.

-"Él gobernará".Sus ojos parpadeanhacia Taylor,y pruebael aire con su


lengua. "La profecía ya se está haciendo realidad".

-“¿Quéprofecía?” Presiono la puntade mi espada contra la marca en su


garganta.

La sangre rezuma entre sus dedos escamosos. "Te quemarás, falso rey".

-"Hoy no." Levanto mi espada.

Sus ojos vuelvena mi compañera."Él está esperando".Las palabrasson


una amenaza.

La furia pulsa a través de mí, y un viento fantasmal agita las cortinas. "No la

mires".

-"Esperando". La sangre gorgoteó en su garganta, y sus ojos


entrecerrados no parpadearon.

Deberíamantenerlocon vida para interrogarlo,entregarloa Garethpara


que ambos trabajemosen él. Pero la forma en que está mirandoa Taylor...no
puedo dejarlo con vida un segundo más. Con un balanceo rígido, separo su
cabeza de su cuello.
El grito de Tayloratraviesami corazón, rasgando y lacerandocomo una
cuchilla en llamas. Me apresuro hacia ella y la atraigo a mis brazos. Lucha
contra mí, sus manos
Página 34 de 82

en puños mientras trata de golpear mi pecho con golpes ineficaces. Sería


adorable si no supiera que está aterrorizada.

-"Tranquilízate,pequeña."Me mantengo de espaldas a la sangre que se


extiende por el piso de piedra blanca. Ella no necesita verlo.

Finalmentedeja de luchar. Pero empieza a llorar,sus lágrimas como


clavos de hierro en mi cabeza.

Me siento en el borde de la cama y la mezo en mis brazos. Sus sollozos


sacuden su cuerpo, y ella dice algo en el lenguaje de los changelings que no
puedo entender.

-"Te protegerécon mi vida". Beso la coronillade su cabeza, su cabello


castaño claro hermoso bajo el sol demasiado brillante."Nada te hará daño
mientras yo camine por este mundo, y llevaré mi amor por ti a las tierras
resplandecientesde los antepasados si mi tiempo se acorta. Te esperaré allí.
Justo como te he esperado aquí."

Ella solloza, sus lágrimas mojan mi túnica y dice algo. Solo puedo
entender algunas palabras: "lenguaje" y "bello".

Tengo tantas preguntasque hacerle. La principales por qué no habla el


idioma fae. Como una esclava changeling-mi ira se eleva ante la idea de mi
compañerasiendo esclavizada, pero me fuerzo a calmarme-debería hablarlo
perfectamente. Se requiere en el reino de verano.

Este reinode veranocon todas sus galas y modales no puede ocultarla


brutalidadcon la que tratan a sus sirvientes.Las contusiones en la frente de
Taylory el corte en el labioson mis próximaspreguntas.Quierodesollara quien
la lastimó, no importa si eso signi
fica una guerra con la corte de verano.

Ella se retira y me mira a los ojos, sus extraños ojos azules tan
fascinantes como cuando la vi por primeravez. Los changelingsson rarosen el
reinode invierno.A menudono puedensobreviviral brutalclima. Pero a pesar
de que he visto muchos changelings a lo largo de mis siglos, nunca he visto
uno con ojos azules tan brillantes.

Cuando se retuerceun poco más en mi regazo, su culo roza mi erección,


y ella hace un pequeño ruido de chillido y trata de librarse.

-"No, mi compañera."La sostengo en su lugar."No te tomaré hasta que


estés lista, pero debes saber lo que me haces". Le rozo su pequeña orejita
redondeada."Y puedo oler que no soy del todo indeseado".He queridoenterrar
mi cara entresus muslos cada segundo en que hemos estados solos, y algunos
cuando aún no lo estábamos. Su olor aumentacomo el color en sus mejillas,y
sé que si ahondaraentre sus muslos cremosos, la encontraríamojada paramí.
Mi polla vibra al pensarlo.
Ella se retuerce de nuevo. Si no la dejo ir, me llevará a la locura. La
necesidad de reclamarlacomo mía se acumulacon cada momento que paso
en su presencia. Es un regalo. La primeracompañera que los ancestros han
concedido desde la derrota del viejo rey. Y ella mía.
es
Página 35 de 82

La acaricio un poco más con la oreja y disfrutodel ligero escalofrío que


recorresu cuerpo. Sin miedo. Su olor me dice que su pequeñotemblorvinodel
deseo. Pero tampoco está segura de mí. No siente el vínculo.Aún no. Tal vez
porque es una changeling.

Ella se inclina lejos y sacude la cabeza. "Leander".

Mi nombre en sus labios es una oración contestada. "Dilo otra vez."

Ella inclina la cabeza hacia un lado, con una ceja ligeramente arqueada.

-"Leander. Dilo otra vez." Hago un gesto hacia ella.

-"¿Leander?"

-"Sí". Le acaricio el cabello.

Ella me quita la mano y la dejo estar. He colocado un hechizo de


camuflajesobre el cuerpo del asesino, pero ella parece haberseolvidadode él.
En cambio, sigue mirándome y entrelazando sus diminutas manos. Mi
compañeraes pequeña,frágil.Le daré de comer las carnes y frutas más ricas
hasta que esté lo suficientemente resistente para el reino de invierno.No es
que alguna vez la deje sentir la mordidade la nieve en su piel clara o el corte
del viento de la montaña contra ella. Es demasiado preciosa.

El ruido en el pasillo me hace pararme y ponerla detrás de mi espalda.

-"¡Me dejarás pasar!" La altiva voz pertenece a Lord Tyrios.

-"Eso no va a suceder". El tono de Garethes letal. Ya ha tenido suficiente


del reino de verano. No lo culpo. En todo Arin, es mi reino menos favorito.

Pequeñas manos agarranla parte de atrás de mi camisa. Me vuelvopara


mirara Taylor,y ella está pálida,su cuerpotiembla.Odio el olor de su miedo. Su
miradaestá fija en la puerta cuando Lord Tyriosexige la entraday se le niega
de nuevo.

Ella comienza a sacudir la cabeza, apresurándosea dejar salir palabras


de sus labios. Sus ojos se vuelvenhacia los míos, suplicandotambiéncon sus
lágrimas.

-"Taylor es mi sirviente. ¡No puedes alejarla de”mí!


Se queja Tyrios.

Paso mi pulgarpor su suave mejilla,limpiandouna lágrima."Él nunca te


tocará de nuevo,pequeña.Eres mía. Estás a salvo.” Busco en mi cerebrohasta
que encuentro la palabra de los changelings. "Seguro",tomo su mano y la
presiono contra mi pecho.

"Seguro."

Lágrimas aún brillan en sus hermosos ojos, pero me da un leve


asentimiento. Es todo lo que necesito.

La pongo detrás de mí y abro la puerta. "Ella es mía."

Tyrios levanta un trozo de pergamino envejecido. “Este documento


muestrami propiedad.Es mía. La heredé de mi ex esposa." Él sacude el papel,
como si eso
Página 36 de 82

importara. “Úsala para tus necesidades. Pero devuélvemela cuando hayas


terminado con ella".

Su implicaciónenvíafragmentosde hielo flotandopor mis venas. ¿Es así


como ‘usan’ a sus changelings en el reino de verano?

La mano de Garethdescansa sobre la empuñadurade su espada. Nada


le gustaríamás que cortar a este tonto por la mitad. Estoy inclinadoa estar de
acuerdo con él, pero matar a este idiota destruiríacualquierposibilidadque
tengamos de conseguir ayuda de la reina para resolverlas desapariciones.A
veces, como ahora,desearía poder volvera la simplicidadde la guerraabierta
con el reino de verano. Sin sutilezas diplomáticas, solo un simple
derramamientode sangre. Pero esos son pensamientosde un soldado, no de
un rey.

-"Ya no es tuya". Cruzo mis brazos sobre mi pecho y lo miro. "Me


pertenece. Vete de aquí ahorao tu sangre pintaráestas piedras."Hago un gesto
hacia el piso pálido.

Balbucea y retrocede un paso. "¡No me puedes amenazar!Soy un noble


del reinode verano.Tu tipo no pertenece aquí. La reinanunca deberíahaberte
concedido la entrada en estas tierras. Los fae Unseelie están malditos..."

El movimiento de Gareth fue más rápido que una serpiente de las


llanurasRojas. Y tomó al chillónTyriospor la garganta.“¿Te atreves a decir esa
palabra? ¿Y en presencia de mi rey?"

-"Solo hablocon la verdad".Empujalas palabrasmás allá de la palmade


la mano de Gareth."Sucio fae oscuro. Unseelie.” Escupe la palabraprohibida,la
que solía marcarel reinofae de inviernocon una marca negraque le llegaba al
alma. La distinciónde Seelie y Unseelie había sido abandonadahacía mucho
tiempo. Lo buenoy lo malo residentanto en los fae más justos de las lluviasde
verano, como en los fae más oscuros de los vientos invernales.Aun así,
Unseelie eventualmente se convirtió en un insulto que aún molestaba a
aquellos del reino de invierno.

-"Sabe esto, Tyrios".Me acerco a él hasta que puedo ver las gotas de
sudor en su frente pálida. "Taylorestá bajo mi protección. Nunca volverása
reclamarla."

Las pequeñas manos de Tayloragarranla parte posteriorde mi camisa


otra vez, su temblorme atraviesa.Ella no tiene nada que temer,y ciertamente
no del imbécil ante mí.

-"La reina se enterará de esto. No tienes derecho a esta changeling.


Llevaré esto a la corte superiory la tendré antes de que termine el día. Y
cuando la reina escuche que me has amenazado, ella..."
-"Por favor, acompaña a Lord Tyrios a la sala principal."Le doy una
sonrisa más fríaque la puntade la montañaSun Bane. "Si te vuelvoa encontrar
en esta ala del castillo, lo lamentarás".
Página 37 de 82

Garetharrastraal noble chillónmientrasme giro hacia Taylory la levanto


en mis brazos. Su miradase adhierea la espalda de Tyrios,y hay preocupación
en sus ojos.

-"No tienes nada que temer de él". Me siento en la cama y la pongo en mi


regazo. "Él no es nada. Solo la ceniza de un fuego muerto, gris y frío."

Su barbillatiemblacuando me miray dice algo que no puedo entender.


Pero parece aliviada.

Se calma lentamente,la expresión de preocupaciónen su rostro casi


desaparece hasta que Gareth vuelve a entrar por la puerta.

Cuando se pone tensa, la presiono cerca de mí. Parece que no puedo dejar
de

tocarla.

-"Tyrios tiene la intención de recuperarla".Gareth camina hacia el


asesino muerto, me había olvidado de él. "¿Otro?"

-"Estará muy decepcionado". Gruñoy paso mi mano por la espalda de


Taylor. "Y sí, otro."

-"¿Recibiste alguna informaciónde él?" Gareth se arrodilla,inspecciona


la marca en el cuello del fae.

-"Él amenazó con hacerle daño a mi compañera". Me encojo de hombros.

-"Así que eso es un no". Gareth asiente y se levanta de nuevo. "No es


seguro aquí. El reino de veranopermiteque toda clase de intrusosse infiltren
en su fortaleza.” Se rasca la barbilla."Estoy empezando a sospechar que
quierenque los asesinos te atrapen".

-"¿Porqué la reiname querríamuerto?Soy lo único que evita otra guerra


entre los reinos ".

-"Quiénsabe". Sacude la cabeza. "Pero una cosa es cierta, tenemos que


irnos. Ahora. Lord Tyriosno la dejará ir. Tengo suficiente conocimientode sus
leyes para saber que su reclamo sobre ella, si se confirma el documento que
sostiene, es absoluto. Él puede-"

-"Nuncala entregaré".El vínculode acoplamientose envuelvealrededor


de mi corazón como un hilo de hierro, cada latido lo aprieta más fuerte.

-"Por supuesto que no." Gareth la mira.

Aunque confío en él con mi vida, tengo el impulso de esconderla, de


mantenerla para mí y alejada de cualquier otro macho.

-“Preferiríajurar lealtad al reino de verano que dejar que la primera


compañerareal del reino de inviernoen un siglo se resbale de entre nuestros
dedos. Y tu compañera."Sus labios se curvanen una sonrisa."Siemprehas sido
un bastardo con suerte".
Página 38 de 82

Taylor apunta a la puerta y dice algo, la última palabra parece una pregunta.

Gareth responde en el lenguaje de los changelings. Lo habla mucho


mejor que yo. Intentoreprimirmis celos para que él pueda conversarcon ella
mientrasyo no puedo. No es fácil. Estoy desesperado por cualquierpalabrade
sus labios.

Cuando terminan de hablar, levanto mis cejas hacia él.

-"Ella quiere saber dónde está." Su frente se arrugacuando la mira con


curiosidadabierta."Dice que no es de aquí. Es del mundode los changelingsy
acaba de llegar hoy".

-"Eso no es posible." Sacudo la cabeza. "Los intercambios no están


permitidos cuando los changelings son tan grandes". Los fae tienen pocos
principios universales, pero ese era uno de ellos. Ninguna fae puede ser
intercambiadapor un humano una vez que el humano alcanza la madurez.
Demasiadas preguntas surgirían, y violaría el antiguo tratado con los humanos.

-"Lo sé. Ella dijo que se despertó en la prisión..."

-"¿Mi compañeraen una prisión ?" Mis colmillos se alargan,pero tengo


cuidado de cerrarla boca. Si realmentees nuevaen el mundo fae, debe estar
aterrorizada. Los colmillos no ayudaran. Se retraen lentamente.

-“Se encontrócon otra changelingallí que la ayudóa orientarse.Pero por


lo demás, no tiene ni idea de lo que está pasando".

Trago saliva, mi boca de repente se seca. "¿Sabe que soy su compañero?"

Gareth desvía su mirada de la mía. "No lo dijo".

Me obligo a mantenerla calma. Puede que todavía no lo sepa, pero lo


hará cuando la reclame. "¿Quiénla golpeó?" Paso la palma de mi mano a lo
largo de su línea del cabello donde un moretón oscuro permanece.

Gareth le pregunta en su idioma.

Ella presiona sus dedos contra su frente y le habla, luego toca su labio.

La cara de Garethse convierteen una miradafulminante."Ellase golpeó


la cabeza por accidente. Pero Tyrios le partió el labio."

Tyrios. Y yo simplemente lo dejé escapar. Tendré su cabeza por


atreverse a dañar a mi compañera.

Ella gime. Me doy cuenta de que mi agarre se ha apretado demasiado.

-"Lo siento pequeña."Presiono mis labios en su frente. Solo un poco de


contacto me envía una llamaradaque terminaen mi polla. La necesidad de
tomarla me marea.
-"Dos opciones. Quédate aquí y lucha contra Tyrios,lo que pondríaen
peligroel acuerdocon la reina.O toma a tu compañeray huir.Esa opción puede
dejar un sabor
Página 39 de 82

amargo en la boca de la reina, pero al menos no habrás derramado sangre de su


noble".

-"Tyriosmorirápor mi mano". Mis palabras son una promesa, una que


nunca se romperá.

-"No tengo ningúnproblema con eso. Pero este no es el momento."


Garethlevantala barbillahacia Taylor."Llevarlaa salvo al reinode inviernoes lo
más importante".Sus ojos se iluminan,como si la esperanza provocarauna
chispa dentro de ellos. "Una compañera real. ¿Sabes lo que esto podría
significar parael reinode invierno?¿Para nuestrofuturo?Tal vez este es el final
de la maldición para todos nosotros".

No fui el único que había deseado a su compañera durante los años


oscuros de guerray los que vinierondespués. Garethtiene razón. Tyriospodía
esperar.Lo mataría,pero no tenía que ser ahora. Mi necesidad de protegera
Taylor superaba incluso mi deseo de venganza.

La miré,mi futuro,y me llenó de orgullo.Ella era mía, y daríami vida por


mantenerlaa salvo. Una vez que estuviéramosrodeados de nievey hielo,viento
y frío,en el corazón fríodel reinode invierno,respiraríacon más facilidad."Nos
vamos al caer la noche".
Página 40 de 82

TAYLOR

Ser acunadaen los brazos del enormeguerrerodeberíaser aterrador.En


cambio, me siento extrañamenteconsolada. Su olor a vientofresco de invierno
y sus cálidos fuegos calman la preocupaciónque me consume. Pero todavía
estoy nerviosa y tratando de encontrar la manera de volver a donde
pertenezco.

Este extraño lugar no tiene sentido para mí, ni la gente, ni el clima, ni el


idioma.

Al menos el otro gigantesco salvaje habla inglés, aunque no me ha dado mucho


alivio.

-"Nos vamos esta noche", dice el otro, se llama Gareth.

-"¿Irnos?¿Pero cómo puedo volversi nos vamos?" Sacudo la cabeza.


"No puedo irme. ¿Y si el único camino de regreso está aquí en alguna parte?"

Gareth ignora mis preguntas y se arrodilla delante de mí.

El agarre de Leander se aprieta por un segundo, luego se relaja.

Gareth me mira a los ojos y habla en la lengua fae, con su tono alegre,
las palabrascasi una canción mientrasme mira fijamente. Cuando la canción
se acerca a su fin, pone su espada en el suelo frente a Leander y a mí.

-"¿Qué está pasando?" Estoy casi a la alturade los ojos del fae con la
cicatriz,aunqueél no me asusta. Sus ojos son cálidos, mucho más cálidos que
los de Tyrioso incluso los de la mujerde aspecto real que podía hablarmesin
decir una palabra.

-"Le he jurado mi lealtad como mi futura reina".

-"¿Como tu qué?" Sacudo la cabeza y me alejo de los brazos de Leander.


Él no me deja ir muy lejos.

-"Más se aclararácon el tiempo".Gareth inclinala cabeza. "Es habitual


que la reina del reino de inviernoresponda al Juramento de inviernocon la
frase ‘bladanonthronin’. Significa ‘Tu promesa es honrada
’ más o menos.”

-"No soy tu reina.No pertenezco a Tyriosni a nadie más. No pertenezco


aquí. Solo quieroir a casa". Finalmenteme las arreglopara alejarmedel agarre
de Leander,aunque me doy cuenta de que es solo porque lo permite. Es el
doble de mi talla y está hecho de puro músculo.

-"No puedo levantarmea menos que diga las palabras o arranquela


cabeza de mi cuerpo". Gareth baja sus ojos oscuros al suelo.

-"¿Qué?" Mi voz toma un borde de pánico. ¿De qué está hablando? Si las
cosas
Página 41 de 82

no tenían sentido antes, ahora menos que menos. ¿Yo? ¿Una reina? Era una
estudianteuniversitaria con Bs en literatura,historiay derecho. Así como As en
mis clases de ciencias, en el amor por los amigosde siempre,y una inclinación
por comer una pintaenterade Ben & Jerry de una sola vez. No era una reina.Ni
siquierame sentía como un adulta la mitad del tiempo. Demonios, ¡ni siquiera
podía beber legalmente por otro mes!

-"Lo siento, mi señora, pero estamos en grave peligro aquí. Debemos


partir para el reino de invierno.He jurado protegerle con mi vida. Si me
considera indigno y mi promesa es deshonrosa, es una tradiciónque acabe
conmigo. Y preferiría la muerte a vivir una vida de vergüenza".

-"No voy a matarte. ¡Te acabo de conocer, por el amor de Dios!” Presiono
mi palma contra mi frente. Está cubierta con fino
un brillo de sudor frío.

Leander no interviene,solo me mira con una intensidad que parece


crecer por segundo.

-"Pero necesito irme a casa". Odio lo indefensa que parezco.

-"Este es un paso hacia casa". Gareth todavía no se levanta.

Me pellizco el puente de la nariz. "Entonces, si digo las palabras,


¿podemos alejarnoslo más posible de Tyriosy encontrarla manerade irme a
casa?"

-"Sí, dejaremos a Tyrios atrás, y sí, se irá a casa".

Estrecho mis ojos. "Estoy bastante segura de que tu definiciónde ‘casa’


no es exactamente igual a la mía".

-"Aun así". Se encoge de hombros pero no se mueve del piso.

-"¿Y si el único camino de regreso está aquí en alguna parte? Quiero


decir, desperté en el calabozo. ¿Tal vez esa sea la manerade volver?"Muerdo
mi labio.

-"¿Vio alguna salida cuando estaba allí?" Él todavía no mira hacia arriba.

-"Bueno, no". Busco en mi memoria.


“Solo había piedra, barras y algo de
heno.

No había otra forma de entrar o salir".

-"Entonces probablementefue traída aquí a través de la magia. No es


específico de este lugar. La magia recorre todo Arin."

-"¿Arin?"

-"Este mundo. Hay muchos, pero este es Arin".

-"Arin. Y magia." Trago la incredulidad que trata de abrumarme.


"Entonces, ¿puedo volver con magia?"

Él permanece en silencio por un tiempo demasiado largo, luego dice:


"Quizás. Tenemos ciertos portadores de magia en el reino de inviernoque
sabrán mejor de lo que le puedo decir. Mi magia es más de una... variedad
destructiva".
Página 42 de 82

Al menos suena mejor que volveral calabozo. "¿Cuáles son las palabras
de nuevo?"

-"Bladanon thronin".
Repito las palabrase incluso agito mi mano un poco
como lo haría la reina de Inglaterra.

La sonrisa de Garethiluminatoda su cara, sus ojos negros brillancomo


joyas. Habla con Leander, quien se endereza y le estrecha los antebrazos.
Ambos brillan de felicidad.

Paso mis dedos por la piedraque cuelga de mi collar. Al menos tengo


esta pequeña pieza de familiaridad. Algo que me lleve de vuelta a casa.

Leanderobservael movimiento,sus cejas se unenpor un segundo antes


de volverse hacia Gareth. ¿No le gusta mi ópalo?

-"Gareth?"

-"¿Sí mi reina?"

Sacudo la cabeza "No soy una reina".

-"Aún no. Pero pronto."

Rechino mis dientes. "Llámame Taylor. Ese es mi nombre."

-"No es habitual. Pero haré lo que desee".

-"Taylorserá".Al menos podía controlaresa pequeñacosa. Era lo básico.


Podía seguir con esto hasta que despertara de este sueño extrañoo peleara
para volver a la realidad. "¿Puedo preguntarte una cosa?"

-"Cualquier cosa, mi rei... Taylor".

Leander grita una pregunta, y Gareth responde. Tal vez explicando


nuestraconversaciónen fae. Leanderse relajaun poco y vuelvea enfocarse en
mí.

-"¿Qué es lo que desea?" Gareth pregunta.

-"Hay una mujer en el calabozo. Ella trató de ayudarme. No puedo dejarla


allí".

-"¿Una prisionera?"

-"Sí. Su nombreera Lenetiade algo u otro. No puedo recordarel nombre


de su amo. ¿Hay alguna manerade liberarlaantes de que nos vayamos? Ella
dijo que su maestro era particularmentecruel y tenía esas..." Señalo hacia mi
brazo. "Marcas de colmillos por encima. De todos modos, necesita ayuda.Y es
una changeling como yo". Los changelingsdeben mantenerseunidos,había
dicho ella.
Él transmitemis palabrasa Leander,quien parece sopesar mi solicitud
antes de darle a Gareth un breve asentimiento.

Gareth inclina su cabeza hacia mí por un momento. "La liberaré".


Página 43 de 82

-"Ten cuidado. Hay un monstruo serpiente cuidando de ella", le ofrezco.

Leander se pone de pie y señala a Gareth hacia la puerta, donde


conversan en voz baja por un momento.

Después de eso Gareth sale apurado.

-"Mi reina".Leandertoma mis manos entrelas suyas y besa cada una de


mis palmas.

-"¿Te enseñó Gareth esa palabra?"

Él sonríe, pero no responde.

-"Está bien, pero no soy realmenteuna reina".Finalmente,se me ocurre


que cuando lo vi por primeravez, llevabauna corona. ¿Se supone que soy su
reina?"Whoa".Retiromis manos hacia atrás. "Túy yo no somos una cosa. No te
conozco. Ni siquiera hablo tu idioma." Me paro, casi camino hacia donde
estaba el cuerpodel fae muerto,luego cambio el rumbohacia la parte posterior
de la habitación.

Manos fuertes sobre mis hombros me detienen, y Leander me voltea


paraenfrentarlo.Tengo que estirarmi cuello hacia atrás solo paraencontrarme
con sus ojos de medianoche. Él acaricia su pecho de nuevo. "Hogar".Luego
toma mi mano y la apoya sobre su corazón. "Hogar, Taylor".

Él es tan amable conmigo. Pero necesito que entienda que no le


pertenezco.

-"Mi hogar está lejos de aquí. Tengo que volver.Tengo los finales pronto.
Y mi compañera de cuarto me extrañaráy..." Mis palabras se desvanecen
cuando recuerdoa Cecile y la mujerque se parecía a mí. Cecile, ella hizo esto,
es la razón por la que estoy aquí. "Mi compañerade cuarto. Me envió a este
mundo de alguna manera. Su magia.Y hay otro yo. ¿Cómo hay otro yo?"

Leanderpasa sus ásperos dedos a lo largo de mi frente arrugaday me


hablaen voz baja y suave, su voz como una mantacaliente. No tengo idea de lo
que está diciendo, pero está claro que quiere consolarme.

-"Creo que mi cerebro está roto". Suspiro.

Él envuelve su brazo alrededor de mí y me aprieta.

Este es el mayorcontacto que he tenido con otra personaen mi vida. Mi


madre ciertamente no es una ‘abrazadora ’, y nunca dejo que nadie más se
acercara a mí. Estoy demasiado dañada por eso. Pero este hombrede orejas
puntiagudas y músculos de acero no lo sabe. No me conoce.

-"Oye". Agarro sus costados. "No sé qué crees que es esto, pero no soy tu
reina.

Ni siquiera estoy segura de si esto es real".


Él levanta mi barbilla hacia arriba. "Mía."

-"¿Gareth te enseñó eso también?"


Página 44 de 82

La sonrisa reaparece y envía calor a mis extremidades.

-"No soy lo que crees que soy, ¿de acuerdo?"

-"Mía". Repite, su voz baja vibrando a través de mí.

-"No soy-"

La puertase abre,y Leanderme empujadetrás de él y blandesu espada


antes de poder mirar para saber quién es.

Gareth se apresura a entrar,con una bolsa grande colgada sobre su


hombroy otra en una mano. Arrojala de su hombrosobre la cama. Chilla y se
mueve hasta que aparece la cara delgada de Lenetia.

-"¡Esta hembradesciende de los espíritusque gritanen los bosques en


llamas de Galendoon!"

-"Si eso fueracierto, ya te habríaquemado hasta convertirteen ceniza".


Ella lucha para salir de la bolsa.

-"Ellatrató de sacarme uno de mis ojos con sus uñas sucias". Garethse
queja y saca un vestido y algo de ropa de su bolsa.

Leander se posiciona entre Lenetia y yo.

-"Está bien".Le doy una palmaditaen la espalda, mi mano cómicamente


pequeña contra su amplia extensión. "Ella es una amiga".

-"¿Lo soy?" Ella mira a su alrededor. "Este zoquete me sacó de la


mazmorra, pero enviarán al Cazador por mí, seré recapturada, y luego
alimentaré a los sabuesos vampiros de mi amo. Gracias por nada."

Intento eludira Leander,pero él no lo permite. Tengo que hablara su


alrededor. "Nos vamos de este lugar. Puedes venir con nosotros."

-"No." Gareth frunce el ceño y sacude la cabeza. "No hay forma de que
esta granuja venga con nosotros. Nos apuñalaríapor la espalda tan pronto
como pudiera."

-"Sólo a ti", sonríe ella dulcemente.

Garethgruñey señala un vestido que está colocado sobre la cama. "Para


usted, Taylor". Dice mi nombre como si se enredara en su lengua.

Intentoechar un vistazo alrededorde Leanderparacaptar la atenciónde


Lenetia. "Puedes venir con nosotros."

Gareth habla agriamente. "No deberíamos..."

-"¿No acabas de hacerme un juramento?"No reconozco la brusquedad


de mi voz, pero hace que Gareth se detenga, así que sigo con eso. "¿Bien?"
-"Sí". Su largo suspiro se combina con una mirada cortante a Lenetia, luego
Página 45 de 82

tiene una discusión rápidacon Leander.Cuando Leanderse ríe, las notas bajas
retumban en la habitación, me inclino un poco más cerca.

Garethdice algo que solo puedo imaginares una maldiciónen fae y se


dirige a Lenetia.“Compórtate, mujer. Un paso en falso, y será el último. "

Ella le saca la lengua.

-"Usted debería de cambiarse. Esto le ayudaráa encajar lo suficiente


paraque podamos salirde los terrenosdel palacio una vez que caiga la noche".
Gareth señala el vestido que está tendido. Es uno de color gris pálido, simple
pero agradable.

-"Gracias".Agarroel vestido y miro alrededorde la habitación."¿Dónde


me puedo cambiar?"

-"Hayuna cámara de baño en la parte de atrás."Garethmenea la cabeza


en dirección a una puerta.

Me dirijohacia ella, luego me detengo. Dándome la vuelta, me dirijoal


corpulento hombre sobre mis talones. "Me tengo que cambiar."

Hace un gesto hacia la sala de baño y toma mi mano, guiándomehacia


ella y cruzando el umbral.

-"Sola", digo enfáticamente.

Mueve la cabeza hacia un lado como si no entendiera,pero esta vez


estoy casi segura de que sabe lo que estoy diciendo.

-“Sola”. Me señalo a mí misma y luego a la sala de baño, luego levanto


un dedo. "Solo yo. Tú no."

Él cruza los brazos sobre el pecho, sus gruesos bíceps se tensan contra
su camisa y dice algo en fae.

-"No voy a cambiarme frente a ti". Imito su postura, con los brazos
cruzados.

"Puedo esperar todo el día. Pero tenía la impresión de que teníamos prisa".

Lenetia resopla y le habla en fae.

Él responde con una mirada ceñuda y unas pocas palabras.

Ella se encoge de hombros y me da una media sonrisa. "Él no te dejará


sola".

-"Me he dado cuenta. Dile que solo me voy a cambiary luego volveréa
salir.Entretú y yo, tambiénnecesito orinar."Lo miro,él aún está con la mirada
ceñuda. "Dile que necesito privacidad".

-"Alfas fae como él no entienden de privacidad. Especialmente no


cuando se trata de su compañera".

-"¿Cómo sabes que son compañeros?" Gareth apoya su mano en la


espada en su cintura.
Página 46 de 82

-"Tranquilízate". Ella se inclina sobre su codo, la imagen de la


relajación.

"Cualquiera puede verlo. Sólo míralo. Es como un perro vampiro persiguiendo un


olor.

No puede apartar sus ojos de ella".

-"Esa informaciónno debe ser dicha, especialmente cuando estamos en


territorioenemigo. Si alguien se entera de que el rey de inviernoha encontradoa
su compañera..."

-“¿Compañera?
” Me muerdo el labio. "¿Por qué sigues llamándome así?"

-"Ustedes dos están unidos".Ella pone una uña sucia entre los dientes.
"O, lo estarás. Obviamente todavía no sientes el vínculo".

-"¿Qué?" Ni siquiera puedo empezar a poner todas mis preguntas en


palabras.

Gareth da un resoplido exasperado y habla con Leander.

-"Fae Gruñónaquí está explicandoque quieres privacidad".Ella asiente


con el hombro hacia Gareth.

Después de una letanía de palabras,Leanderse aleja de la puerta,pero


no muy lejos. Él me deja el espacio suficiente para que pase y me lanza una
mirada que parece enojada y preocupada al mismo tiempo.

-"Esta puede ser la última vez que puedas hacer algo sola sin el Rey
Músculos de aquí", dice Lenetia. "Así que disfruta."

Presiono la puerta cerrándolay me apoyo contra ella. ¿Compañeros?


¿Como en la forma en que los animales eligen un compañero?¿Eso significa
que espera... tener sexo conmigo? Reboto mi cabeza contra la puerta.
Seguramenteno. Ni siquierasomos la misma especie. No nos conocemos. Eso
es ridículo.Pero cuando recuerdo la forma en que me sostiene, el calor en
algunas de sus miradas… presiono mis muslos y trato de desterrar esos
pensamientos.

Un bajo gruñido se escucha a través de la puerta.

-"En lo que sea que estés pensando ahí dentro,para."La risa de Lenetia
flota a través de la madera. "Él puede oler tu..." Ella se aclara la garganta. "Él
puede oler si estás pensando en él, pongámoslo de esa manera".

Puede olerme... Miro hacia abajo y luego me pongo de cada tono de rojo.

-"Rápido, Taylor. La noche llegará pronto


”, dice Gareth.
-"Está bien". Alejo cualquierpensamiento de pareja o lo que Leander
pueda oler. "Dios mío",me susurroa mí misma. De un tirón,me quito la camisa
y la coloco en el borde de una profundatina de cobre. El vestido se desliza por
mis brazos y en su lugar.Cae hasta mis tobillos y abrazamis pechos y caderas.
Pero está hecho de un materialgrueso, por lo que no me siento muyexpuesta.
La luz del día brillaa travésde una ventanaabiertasobre la bañera.El aromade
las flores, es tan espeso que es casi empalagoso y flota en una brisa cálida.
Página 47 de 82

Me miro a mí misma en un espejo que llega hasta el suelo. Todo se ve


bien, supongo, aunquemi frente todavía tiene un feo moretón y mi labio está
hinchado. Estoy a punto de dar un paso atrás hacia la puerta cuando un
movimiento en el espejo me llama la atención.

Antes de que pueda gritar, la mano de Tyrios me golpea la boca.


Página 48 de 82

LEANDER

Puedo sentir su angustia antes de escuchar los sonidos de una pelea.


Con un rugido, irrumpo a través de la puerta de la sala de baño.

Tyriostiene a mi compañerapor la garganta,y una daga en la otra mano.


La mirada aterrorizadaen sus ojos me perseguiráhasta que tome mi último
aliento.

-"Libérala".

-“¡Ella le pertenece a mi familia,mí


a !”

Gareth está a mi espalda, con la espada desenvainada. Pero no lo


necesito. Ya sé cómo va a terminar esto.

-"No te lo diré otra vez." Me acerco, pero cuando Tyrioslevantasu daga


hacia ella, me detengo.

-"Puedo matarlaaquí y ahora.Es mi derecho",gruñe."Esta changelinges


basura, pero esmí basura
".

-"Ella es mi compañera. La reina del reino de invierno."

Él se inquieta, sus ojos plateados se ensanchan. “¿Una compañera


changeling?” Su sorpresacambia a diversión."Típicode la inmundiciadel reino
de inviernocomo si encontrarasa tu compañera en un ser humano,incluso
más bajo que el de las hadas más bajas".

-"Libéralaahora,y haréque tu muertesea rápida".Palmeo mi cuchillade


plata, el metal es suave contra mi piel.

-"Tu compañera es mi esclava". Él sonríe. "No puedes tenerla. No


permitiréque la engañe un simuladorUnseelie que juega a ser rey cuando..."La
miradade sorpresaen sus ojos es casi tan repentinacomo el ruidode gárgaras
en su garganta.

Alejo a Taylorde él y la empujodetrás de mí. Garethla aleja mientrasme


acerco a Tyrios y saco mi cuchilla de su cuello.

-"Iba a dejarte aquí, sin molestarte". Le saco el cuchillo de la palma de


su mano mientrasél se hunde en el suelo. Lo sigo hacia abajo, no dejándolo
escapar de mi mirada."Habríastenido más tiempo,meses, incluso años, antes
de que volviera a Byrn Varyndr para terminar contigo por tocarla".
Presiona una mano sobre su herida, pero la sangre se está vertiendo
demasiado

rápido.
Página 49 de 82

Alejo sus dedos, el carmesí cubriendomi piel, y me inclino aún más


cerca cuando la plata comienza a oscurecerse en sus ojos. "Me alegro de que
hayas venido".Me río, el sonido hace eco a través de la cámara de baño y lleva
consigo el vientodel invierno."Tucadáverserá una advertenciaparacualquiera
que busque dañar a mi compañera".

Su boca se mueve,tratandode formarpalabras,pero solo se escapa un


susurro húmedo.

-"Esto no será un buen augurio para nuestra alianza". Gareth se asoma en la

puerta.

-"No, no lo será".

-"¿Debo acabar con él, mi señor?" pregunta Gareth.

-"No." Me siento en cuclillas. "Le ofrecí una muerte rápida.Él se negó."


Quierosentarme aquí y ver cómo sus ojos se vuelvende un gris muerto, pero
mi necesidad de consolar a Taylor trasciende mi ira.

-"Vigílalo. Cuando muera, nos vamos." Me pongo de pie y paso a Gareth.

Taylorestá acurrucadaen la cama, la otra mujeracaricia su cabello y le


habla en el idioma changeling.Cuando veo lágrimas en sus ojos, me incita a
seguir adelante. Me apresuro hacia ella y le doy un codazo a la diminuta
changeling.

-"Lo siento". La acerco a mi pecho y ella suelta un sollozo. "Juré


mantenertea salvo. Viviréparasiemprecon la manchade fallarteasí." Le beso
la frente y la mezo. "Dícelo", insto a la otra changeling.

Ella arruga la nariz pero traduce mis palabras.

Taylor le murmura algo.

-"Ella dice que no es tu culpa".

Está equivocada, pero no discuto, solo la sostengo fuerte mientras se


estremece.

Cuando pienso en Tyrios poniendo sus manos sobre ella, quiero matarlo de nuevo.

Garethse aleja del cuarto de baño. "Se ha ido con los ancestros, o más
probablemente, directamente a los Spires".

-"Bien". Le froto la espalda a Taylor mientras su llanto disminuye.

-"Matar a Tyrios". La mujer changeling se estremece. "Eso no va a


gustarle mucho a la reina".

-"No tenemos la intención de lidiar con ello". Gareth toma las pocas
cosas de la habitación que nos pertenecen y las mete en su mochila.

Taylor se limpia los ojos y se inclina hacia atrás. "Gracias."

Sé lo que significan esas palabras. "De nada", digo lo mejor que puedo.
Página 50 de 82

Ella asiente y respira hondo.

-"¿Estás lista para irte, mi pequeña?"Levantosu barbillay me encuentro


con esos asombrosos ojos azules.

La changeling le traduce.

Taylor asiente de nuevo. "Lista."

Mi necesidad de reclamarla corre por mis venas. Cuando capté su


aroma antes, estuve a solo un paso de romperla puerta de la sala de baño y
respondera la llamadade apareamiento.Tal vez su mente no haya despertado
todavía al hecho de nuestro vínculo, pero su cuerpo sí lo ha hecho. Incluso
ahora,puedo oler lo que queda de su excitación,y eso me hace agua la boca.
Probarlaun poco no puede hacer daño. Tómala.Te pertenece.Te lo agradecerá
después de que te hundasdentrode ella y selles el vínculo.Tómalaahora .
Sacudo mi cabeza. Esos son los pensamientosde un fae salvaje, de la bestia
que se esconde en lo profundodel corazón de cada criaturaatemporal.Pero
no la escucharé. No cederé. No importacuánto quierasentir cada pulgada de
ella.

La pongo de pie. "Changeling..."Señalo a la granuja."Lenetia,¿verdad?


Servirás a mi dama. Velaras por sus necesidades, y le enseñarás nuestro
idioma. Haz eso, y serás bienvenida en el reino de invierno".

-"¿Como una changeling libre?", responde ella.

-"Todos son libresen el reinode invierno".Garethse lleva a los hombros


su mochila. "Incluso los changelings".

-"Veremossi vale la pena ser librecuando el reinode veranose enterede


Tyrios".Ella le lanza una miradaa Taylor."Pero por suerte para todos ustedes,
más bien me gusta su ingenua compañera".

-"¿Así que aceptas?" No menciono que si no lo hace, tendremos que


llevarla con nosotros de todos modos. Ya sabe demasiado sobre Taylor.

-"Acepto. Mientras diga la verdad sobre mi libertad en los desechos


congelados del reino de invierno".

Gareth resopló. "'Desechos congelados,' ¿eh? Es bueno ver que la


máquina de propaganda del reino de verano sigue siendo fuerte".

Ato mi espada alrededorde mi cinturay saco una daga de su escondite


a lo largo de mi costado. Poniéndola en la mano de Taylor,le digo: "Mantén
esto oculto, pero no tengas miedo de usarlo".

Sus ojos se abren, pero ella lo mete en el bolsillo de su vestido.

Extiendomi mano hacia Taylor.Ella la toma sin dudarlo,y el vínculode


apareamientodentrode mí se cierraaún más fuerte. Pongo mi otra mano en el
mango de mi espada.
Página 51 de 82

Gareth espera en la puerta, su postura como una cuerda de arco


estirada, y mira mi postura. "¿Estás esperando problemas?"

Sonrío y aprieto la pequeña mano de Taylor. "Siempre."


Página 52 de 82

TAYLOR

Salimos de la granhabitacióny entramosa un luminososalón iluminado


por los ardientes rayos de sol. El calor roza lo opresivo,y no ayuda mucho el
que esté ansiosa y desorientada. A Leander no parece importarlemi palma
sudorosa mientras me guía junto con Gareth y Lenetia a nuestras espaldas.

Un par de guardias, con su armadurareluciente, nos miran mientras


pasamos, pero no dicen nada.

Leander, de alguna manera, logra una arrogancia casual, la cabeza en alto.

Recibimos más de algunas miradas de los transeúntes, pero nadie nos habla.

-"Mantentecalmada",susurraLenetia."Supuestamentevamos a salir por


la puerta principal". El escepticismo en su tono no se me escapa.

Llegamos a una sala cavernosa con la luz que entra desde todos los
ángulos. Los faes vestidos en trajes muy decorados permanecen de pie
hablandoo caminandodándose un aire de gran arrogancia.Uno en particular
camina en línea recta hacia nosotros.

Me tenso, pero Leanderaprieta mi mano. Su toque logra calmarme un


poco, quizás porquesé que está armadohasta los dientes y ya ha demostrado
que no tiene reparos en matar para protegerme.Mi estómago se revuelveal
recordarlas manos de Tyriossobre mí, la sorpresaen sus ojos y la sangre en su
garganta.

El fae se detiene frente a nosotros y se retuerce las manos, su voz se


agita con ansiedad mientras habla con Leander.

No puedo seguirlo que se dice, pero definitivamenteparece que este fae


no quiereque nos vayamos.Eventualmente,Leanderpasa a su lado y continúa
hacia un enorme conjunto de puertas dobles de madera que conducen a un
amplio patio.

El fae nervioso se aleja.

-"Él nos va a delatar". Lenetia acelera su ritmo junto con el resto de


nosotros.

-"Ahoratranquila.Solo manténla calma, y todo estará bien".La voz baja


de Garethno contiene ningúnindiciode preocupación,pero estaría dispuesta a
apostar que su mano está apoyada en algún tipo de arma.
Los susurros de los brillantes fae que nos rodean se intensifican a
medida que avanzamos.Pero entramosal patio sin incidentes. Los arbustos y
las flores florecena su alrededor,y pequeñasnubes blancas se arremolinanen
el aire cálido. Es un país de
Página 53 de 82

hadas desde la flormás hermosahasta el musgo entrelas piedrasde la vereda.


Aun así, estoy feliz de dejarlo atrás.

La preocupación me carcome, y espero estar tomando la decisión


correcta. Salir de aquí podríaser un error,del cual no me recuperaría.Si este
lugarfuerael único que me permitieraregresara casa, entonces soy una tonta
por irme con el rey guerreroa mi lado. Pero si Garethdice la verdad,entonces
la única manerade regresares ir con ellos al reinode invierno.Como Dorothy,
no puedo volver por el camino que vine, solo puedo seguir el camino de
ladrillosamarilloshasta que llegue a Oz. Toco el colgante en mi garganta,la
piedra se siente fría contra mis cálidos dedos.

Continuamos nuestra caminata, Leander casual pero alerta, su mirada


no se pierdenada cuando salimos del patio y entramosen un camino estrecho
con la hiedra subiendo por los lados. Miro hacia arriba y encuentro más
guardias, algunos de ellos mirándonos, con ballestas atadas a sus pechos.

-“Este es el pórtico al palacio. Una vez que salgamos de aquí,llegaremos


a los establos y nos dirigiremos hacia el norte", dice Gareth.

-"No puedo esperar para estar en el camino con ustedes", se queja Lenetia.

Gareth muerde algunas palabras extranjeras, el sonido de ellas es


desagradable para mis oídos.

-“¿Besas a tu hermana con esa boca?


” Le responde Lenetia.

-"Silencio",sisea Leandercuando nos acercamos a una puerta alta, los


barrotes nos separan de lo que parece ser un bullicioso pueblo más allá. Al
menos una docena de guardiasestán parados a lo largo de los altos muros de
piedra, y varios más están encima de ellos, algunos de sosteniendo sus
ballestas.

Uno de los soldados da un paso adelante, con una pregunta en los labios.

Leander responde, con tono de conversación, como si todos


estuviéramos dando un paseo, sin escapar de una escena de asesinato.

El soldado arruga la frente, y él me da una larga mirada.

Leanderse eriza y se pone delante de mí, su voz se vuelvefría. Los dos


se involucran en una creciente avalancha de palabras.

-"Mierda". Lenetia me toma del brazo. "Deberíamos irnos".

-"¿Podemos?"No puedo veral guardiadesde detrás de la ancha espalda


de Leander, pero puedo escucharlo.

-"Nuncaduele intentarlo.Está más interesadoen saber por qué el rey y


Gareth se van que nosotras." Me atrae suavementehacia ella y nos dirigimos
hacia la puerta abierta.
Dos guardias salen de las sombras debajo de la piedra que sobresalen, con
Página 54 de 82

espadas en sus manos.

-"Sigue caminando. Ojos hacia abajo como esclavas changelings".


Lenetia une su brazo con el mío.

Sigo sus instrucciones y miro los adoquines debajo de mis pies. Mi


barbillatrata de temblar,pero aprietomis dientes. La voz de Leanderse eleva
aún más fuerte detrás de mí, el retumbar de ella es como un profundo trueno.

Ya casi estamos por la puertacuando uno de los guardiasse interpone


en nuestro camino y dice algo bruscamente.Lenetia responde pero mantiene
su mirada baja. Mi estómago se retuerce en un nudo cuando se acerca y
levanta su barbilla para que tenga que mirarlo a los ojos.

Miro, también,y encuentroa un guapo soldado con esos extraños ojos


plateados. Se burla mientras habla con Lenetia, y por una vez me alegra no
poder entender su idioma.

Él levanta la vista sobre su cabeza y mira hacia el palacio. Y luego lo


escucho, gritos y una multitudde pasos pesados, como si toda la guardiadel
castillo se estuviera corriendo.

El guardia nos empuja, y la voz de Leander se eriza. Mi estómago se


hunde cuando me doy cuenta de que está en problemas.

-"¡Corre!" Lenetia me jala con ella.

-"¿Qué está pasando?" La sigo a través de la puerta y salgo a una calle


concurridallena de carretas, caballos y faes. Una ciudad entera con edificios
de piedra y carreteras anchas se abren desde el pie del palacio.

-"¡Hanencontradoa Tyrios!"Se lanza hacia la izquierda."¡Nos mataránsi


nos atrapan!"

-"¿Qué pasará con Leander y Gareth?" Miro detrás de mí y casi me


congelo ante la visión.
Página 55 de 82

10

LEANDER

El soldado cae ante mí, mi golpe lo toma por sorpresa. El resto de los
guardias se apresuran hacia nosotros, y Gareth y yo sacamos nuestras
espadas. Mi compañera corre con la otra changeling,a salvo de la refriega,
aunque su mirada se posa en mí, sus ojos llenos de preocupación.Quiero
quitarese miedo, tirarlaen mis brazos y susurrarlos secretos de mi corazón.
Pero es muy tarde.

Una alarmasuena desde lo más profundodel castillo. No nos estamos


escapando. Ya no. Pero no voy a caer sin luchar. Mi compañera no merece
nada menos. Lucharéhasta mi último aliento para darle una oportunidadde
escapar.

-"Bueno,esto es un desastre". Garethse pone codo con codo contra mi


cuando los guardias nos rodean.

-"Me recuerda a ese tiempo en las minas de Freckarian".

Él ríe. "Los goblins eran un poco más petizos que estos guardias".

-"Ellos sangraránigual".Levantomi espada cuando uno de los soldados


blande la suya contra mí.

-"Ha sido un honor, Leander". Gareth toma su posición de batalla a


medida que aumentan las
filas.

Los soldados avanzan en masa, sus armas desenvainadas, sus


intenciones claras. No sobreviviremos.No contra estos números. Envío una
oración a los antepasados para que mi compañeraescape y para que la otra
changeling le sirva como prometió.

El primerataque llega en un torbellinode velocidad. Paro y empujo,


usando cada habilidadguerreraque poseo. Los soldados vienentodos a la vez,
su plata brillandobajo el sol demasiado brillantecuando atacan. El ruido de
metal contra metal canta a través del aire cálido, y Garethy yo, sin ser ajenos a
las probabilidades y el peligro mortal, luchamos por nuestras vidas.

Paro y contraataco, mis instintos me dicen dónde pretendeaterrizarel


próximogolpe. El soldado más cercano me golpea, dejando su flanco abierto.
Me giro para acabar con él, pero un destello me ciega y mi espada golpea la
piedra.
-“¡La reina!
” Grita un soldado. "¡Protejan a la reina!"

-"Retírense!"Ella aparece ante mí, su mano sosteniendo mi espada. Está


cubierta con un brillo diamantino, su poderosa magia en exhibición.
Página 56 de 82

-"Pero, majestad, estos dos tienen..."

-"Dije retírense
". Sus ojos plateados brillanmortalmente,y los soldados
obedecen, enfundando sus armas y retrocediendo.

Bajo mi espada a mi lado pero la mantengo lista.

-"Mataste a Lord Tyrios". Es una declaración enfática, no una pregunta.

-"Lo hice". Me encuentrocon sus ojos plateados mientrassu hechizo de


diamante brilla y se disipa.

-"¿Hubo una razón?" Ella parece casi aburrida mientras suelta mi espada.

-"Él amenazó a mi..."

Gareth tose en su mano.

Aprovecho la sugerencia fácil para no mencionar que Taylor es mi


compañera.

"Él amenazó con matar a una mujer changeling".

-"¿Oh?"Una sonrisa astuta juega en las comisuras de sus labios rojos.


"¿Es una especial tal vez?"Su miradase desliza más allá de mí, como si supiera
exactamente a dónde fue Taylor. "¿Dónde está ella, por cierto?"

-"Es mía". Muerdo las palabras. "Y nadie le hará daño. Si lo hacen,
sufriránla ira del viento de invierno
”. Una brisa helada se envuelvea nuestro
alrededor,empujandoel calor del verano.Mi magia apenas está contenida y
quiere arremetertanto como yo. Pero con mis emociones revueltas con el
descubrimientode mi compañera,sería como poner en marcha una poderosa
bomba de nieve y hielo, destrucción y muerte.

-"LordTyriosera uno de mis principalesasesores y uno de los fae más


antiguos a mi servicio". Ella me mira fijamente. "Me lo has quitado en un
momento en que necesitamos todos los consejos que podamos obtenerpara
resolverla creciente amenazaen nuestrasfronteras.Y has vueltoel resto de mi
corte en tu contra con este acto precipitado".Ella sacude la cabeza con gracia.
"Donde habíamos creado un vínculo entre nuestros reinos, ahora la tela está
rota".

-"Derramésangre en el reinode verano,lo que es una manchaen nuestra


tregua". Guardo mi espada. "Pero lo haría de nuevo con alguien como Lord
Tyrios".

-"Eso no ayuda."Ella agita una mano, y la barrerade diamantede antes


se forma alrededorde nosotros tres, impidiendoque sus soldados escuchen
nuestra conversación. "Entiendo por qué lo hiciste. Ella es tu compañera."

Me tenso, pero no puedo negarlo. Nunca negaré a Taylor.


Su mirada astuta se aclara un poco, pero su frente sigue preocupada.
“Esto ha creado otra bache entrenosotros. Y, aunqueme doy cuenta de que no
está de acuerdo, Tyriostenía un reclamo legal sobre la changeling.Mis nobles
piden sangre del reino de
Página 57 de 82

invierno en represalia".

-"Entonces tome la mía". Gareth da un paso adelante. "Tengo mucha de


sobra".

-"No es tan simple." Ella lo mira. "Aunque tu valentía te da mérito".

-“¿Buscas sangre también?


” Pregunto.

Ella suspira "He vivido demasiado tiempo para jugar el juego corto. La
sangre de Tyriosaún está caliente, pero su línea continuarásin él. El reino de
veranoenterrarárápidamentesu memoriay se centraráen nuevos escándalos
o trivialidades.Al menos, esa es mi esperanza."Se da vuelta y mira hacia el
oeste, como si pudieraver más allá del muro de la guarnición."Mantenerlos
inmersos en chismes y disputas significa que no tenemos enemigos
verdaderos que llamen a nuestras puertas. Cuando se callan y prestan
atención, es cuando me preocupo. Pero las desapariciones,me molestan. Y
resolverlas es más importante que Tyrios en este momento".

Ella es más sensata de lo que nunca le he dado crédito. Bajo el


esplendor del reino de verano,tiene la mente de un estratega y una especie
astuta perspicacia.

-“¿Qué sugieres?”. Observo a los soldados que esperan con agresión


apenas controlada más allá de la pared de diamante.

-"Voy a dejar la guardiabaja para que puedas escapar, pero no puedo


prometerque mis nobles no te perseguirán.Algunosde ellos son tan viejos que
sus entrañas están retorcidas con malicia y odio".

-"¿Como Tyrios?" Gareth escupe.

-"Peor.Mucho peor.Y tenía muchos aliados que sentiránel aguijónde su


pérdida. No me sorprenderíaque ya se hubiesen enviado asesinos por ti.
Apresúratea marchartelejos del reinode verano”. Extiende una mano hacia el
encierrode diamantes,pero se detiene y vuelvea mirarme."Tu compañera.Es
diferente. Hay algo sobre ella que no puedo ubicar. Sé cauteloso." Con un
chasquido de sus dedos, la barrerase desvanece, y ella ordenaa sus soldados
que regresen al castillo y a sus puestos.

Ellos miranfijamentepor un momento,la incredulidadcruzandoalgunas


de sus caras, luego se dispersan bajo la mirada tranquila de su reina.

La atracciónhacia Taylores fuerte,y ha estado fuerade mi vista durante


demasiado tiempo. Le hago un gesto a Gareth.Con un breveasentimientoa la
reina,me doy la vueltay salgo corriendopor la puerta.Garethcuida mi espalda
cuando entramos en la concurrida calle de la ciudad.

-"¿A dónde fueron?"Miro por delante de la deslumbranteciudad fae,


buscando en las aceras por ella.
Un macho se acerca por la derecha con otro detrás de él. Mis vellos se
erizan,mis colmillos se alargan.Empujana los changelingsy a los fae menores
fuera de su camino mientras acechan hacia nosotros.
Página 58 de 82

-"Leander". Gareth saca sus cuchillos.

-"Los veo."

-"Esa changelingde la mazmorra.Es astuta. Habránido a los establos


cuando las cosas se pusieronpeludas". Me elude y lanza una mano hacia mí,
agarrandouna chuchillaque fue lanzada al aire hacia mí justo antes de que
hiciese contacto con mi cráneo.

-"Habríaatrapadoeso", digo mientrasel metal cae al suelo, y el asesino


que lo arrojó palmea al otro.

Gareth sonríe y gira sus cuchillos. "Ve, tengo cubierto a estos dos".

-"No puedes..."

-"Tú eres la esperanzapara nuestrofuturo,tú y tu pareja".Se lanza hacia


los dos fae mientrasla multitudsiente el peligroy se apartanpara él. "Ve. ¡Te
alcanzaré!"

Odio dejarlo, pero puede cuidarse solo. Taylor es quien necesita mi


protección. Dándome la vuelta, me apresuro por el camino, la multitud
disminuyea medida que el peligroavanzapor el aire. Estoy casi en la carretera
que conduce a los establos cuando una hoja de plata me perfora el hombro.
Página 59 de 82

11

TAYLOR

-"¡Aquí!" Lenetia me arroja a un patio embarrado frente a un largo


ficioedi
gris.

La calle se está despejando rápidamente,hay faes corriendo hacia


negocios cercanos y callejones estrechos mientras el sonido de la lucha
resuena detrás de nosotros.

Un fae se para en la entradadel edificio, con los brazos cruzados sobre


el pecho y su mirada concentrada en nosotros. Él hace una pregunta.

Lenetia vuelve a hacer la cosa de la servidumbre,mirando el heno


fangoso en el suelo, y responde.

Él escupe, su mirada se estrecha. Lo que ella dijo, claramente no lo cree.

-"¿Qué está pasando?" Me acerco más a ella.

-"Él no nos dará los caballos".

-"Ciertamenteno lo haré". Habla él en inglés. "No hay forma de que el


señor de inviernoenvíe a dos parásitos changelingpor sus finos caballos". Se
acerca y nos alcanza. "En el reino de verano,los ladrones de caballos como
ustedes dos recibenel látigo. O tal vez deberíallamaral Cazador,versi está en
la búsqueda de esclavas fugitivas".

Tratamos de retroceder, pero él es demasiado rápido, sus manos


carnosas agarran nuestros brazos y nos arrastran hacia adelante.

-"¡Quítatus manos!" Intento soltar sus dedos, pero es como tratar de


doblar el hierro, y nos arrastra a las dos a los establos.

-"Cuando el rey se entere de esto, él..."

-"Cállate". Le da una bofetada a Lenetia, y ella cae sobre un fardo de


heno, con una mano en la boca.

Mi mano va al bolsillo de mi vestido, y mi piel se encuentra con el frío


metal.

Agarro la empuñadura de la daga.

-"Y tú, esclava".Me tiratan cerca que puedo oler algúntipo de alcohol en
su aliento. "Necesitarás un amarreadecuado. Cuero sobre tu piel desnuda."Él
se lame los labios, luego arremete contra la parte delantera de mi vestido.

Grito y peleo con él, pero es demasiado fuerte, y la tela cede un poco en la
Página 60 de 82

costura a lo largo de mi costado.

Lenetiase paray se precipitahacia él. Él le empujacon tanta fuerzaque


su cabeza cruje contra la pared, y ella se afloja.

-"¡Lenetia!"Lucho por acercarme a ella, pero él envuelve su brazo


alrededor de mi cintura y me aleja.

Un caballo relincha más profundo en los establos cuando alguien grita en


la calle

afuera.

-"Haz traídoalgunos problemascontigo, ¿eh? Veamos que hay debajo de


aquí, pequeña changeling."

Me giro violentamentehacia él, pero agarra un puñado de mi cabello,


tirando tan fuerte de mi cuero cabelludo que arde.

El terrorse apodera de mí, el miedo es tan tangible que mi visión se


oscurece y las manchas negras nadan frente a mí. Respiro hondo y le golpeo
con la cuchilla.

Él ruge y me sacude. "Inmundacriada. Voy a..." Su agarreen mi cabello


se afloja. "¿Qué hiciste...?" Me deja ir por completo y tropieza hacia atrás.

Mi visión se aclara, y lo observo mientraspresionauna mano contra su


pecho, sus ojos se agrandan.

-"Taylor". Lenetia se agita y trata de ponerse de pie.

Me apresuro hacia ella y le examino la cabeza.

-"Está bien", se queja ella.

La sangre se filtra por un corte a lo largo de la línea del cabello, pero no


es demasiado profundo. Al menos, creo que no lo es.

-"¿Qué?" Ella señala al fae que todavía está agarrandosu pecho. Una
marañade venas negras salen de debajo de su camisa y suben por su cuello.
"¿Qué pasó? ¿Por qué está negro?"

-"No lo sé". Miro el cuchillo en mi mano. “Debe haber algo en la hoja.


¿Algúntipo de veneno?"

-"Esos faes de las islas del reinodel norte no se van con jueguitos",dice
ella con aprecio.

El fae se tambaleahacia nosotros, luego cae de rodillas,la oscuridadse


extiende hasta su barbilla.

-"Aléjate de él". Lenetia se encoge contra mí.


Otro relinchoatrae mi atención a los caballos en los puestos a lo largo
de la pared trasera. Dos grandes sementales negros nos observan,sus ojos
como la medianoche líquida. No tengo ninguna duda de a quién pertenecen.
Página 61 de 82

-"Vamos". Ayudoa Lenetia a levantarsey medio la cargo hasta la mitad


de la hilera de caballos, los olores a estiércol, cuero y heno haciéndome
cosquillas en la nariz.

Cuando llegamos a los caballos grandes, ellos no se mueven,solo nos


miran con lo que parece ser una expresión superior.

-"¿Hola?" Nunca he montado un caballo, y estos no parecen


particularmente amigables.

-"Los caballos Uppity. La típica rudeza fae.


” Lenetia se ríe, pero el sonido es

débil.

-"¿Nos dejarán montarlos?"

-"Sólo hay una forma de averiguarlo".Levantael pestillo del puesto más


cercano y abre la puerta.

La gran bestia no se mueve, solo nos da esa misma mirada. Echo un


vistazo al fae. Ha caído de espaldas, con los ojos cerrados, pero la oscuridad
parece haberdejado de extenderse.Manejo la cuchillasuavementemientrasla
deslizo de nuevo en mi bolsillo.

Lenetia le habla al caballo en fae. El caballo exhala fuerte y levanta la


cabeza, ignorándonos.Ella agarrasu briday tira. No se mueve,y ella se rinde,
hundiéndose contra mí.

-"Bastardo caballo tosco", se queja.

-"Necesitas usar un toque suave". Gareth avanza a zancadas.

Salto y me giro para encontrara Leanderdetrás de mí. Él me alcanza, y


yo caigo en sus brazos con una facilidad que debería dejarme paralizada.En
cambio, tomo su calor y lo dejo abrazarme.

-"¿Es eso sangre?" Me inclino hacia atrás y miro su hombro.

Él pone una cara despreocupaday se encoge de hombros,luego lanza


una mirada al fae del establo y levanta las cejas como cuestionando. Yo
levantola cuchilla.Él sonríe,con orgulloen sus ojos. El calor estalla a lo largo
de mi piel, y estoy segura de que mis mejillas se vuelvenrosadas bajo su
mirada de adoración.

Garethhablaa los dos caballos negros. Ellos resoplan,pero salen de sus


puestos. Se elevan sobre mí, y Leanderle da al más arroganteuna palmadita
familiar.No desperdiciandoun segundo, Leanderme levantasobre la bestia y
luego se sube detrás de mí.

-"Está herida".Digo mirandoa Lenetia,pero Garethla levantay la sube a


su caballo.
-"Estoy bien". Sus párpados se agitan.

-"No dejes que se quede dormida", le advierto, luego grito mientras el


caballo se
Página 62 de 82

dirige hacia la puerta del establo.

Leander habla con él en fae, y la bestia sale a la calle adoquinaday


comienza a trotar, dispersando a todos en su camino. El viento cálido se
precipitahacia nosotros, creando un zumbidoen mis oídos mientrasel furioso
clap de los cascos hacen eco a lo largo de los edificios que tenemos delante.
La ciudad es hermosa, con vides florecientes que crecen a lo largo de los
edificios y árboles imponentesen cada esquina. Los edificios están hechos de
la misma piedrapálida que el castillo. Después de un largo rato, pasamos por
una amplia bahía, sus aguas son de un azul caribeño brillante,y cruzamos el
puente y subimos la pequeñacolina al otro lado. La ciudad está en una isla, el
agua que la rodea es como un foso vibrantey brillante.Pero no me engaña la
belleza. No después de Tyrios y el fae en los establos.

Leandermantieneun brazofirmementealrededorde mi cinturamientras


avanzamospor la carretera.Los edificios finalmentese pierden,dando paso a
campos de cultivosdesconocidos y filas sobre filas de flores. El calor se refleja
en las hojas de hierbay la tierradura debajo de los cascos de los caballos.
Todo es demasiado cálido, demasiado hermoso. Dejo que Leanderme abrace,
su pecho es una pared cómoda en mi espalda. Las millas vuelanbajo el paso
firme de los caballos. Mientras nos adentramos en el paisaje rural, el sol
finalmentecomienza a desvanecerse en un crepúsculo oscuro. Una y otra vez
me pregunto si esto es solo una parte del extraño sueño que debo estar
teniendomientrasestoy acostada en la cama gemela de mi dormitorio.Pero el
traqueteo del caballo, el dolor en mi trasero a causa de la silla dura y los
frecuentesbesos en la corona de mi cabeza de Leanderme dicen que todo es
real.

-"¿Ella está bien?" Miro hacia Lenetia.

-"Ella está despierta". Gareth frunce el ceño. "Ha estado contando


historias que harían sonrojar a una sirena".

-"Las amas". Lenetia me guiña un ojo, aunque su cara está pálida.


¿Cuánto tiempo había estado en la mazmorra cuando aterricé allí?

Los caballos disminuyenun poco la velocidad a medida que subimos


una colina muy lejos de la ciudad que brillacomo un espejismo. Un bosque
profundo se encuentra ante nosotros, los enormes árboles salpican la
vegetación debajo de ellos con luz esmeralda. Es un bosque de un cuento de
hadas, pero ¿signi
fica eso que hay un lobo o algo peor dentro?

Leandery Garethinicianuna larga conversaciónmientrasmis párpados


finalmente comienzan a caer, la adrenalinade nuestra huida se desvanece.
Leander frota su pulgar a lo largo de mi costado en un círculo. Vueltas y
vueltas,lo ha estado haciendopor algunos minutos,su toque es suave y dulce.
Inhalosu aromaa inviernonevadoy hoguerasy me relajocontra él mientrassu
voz retumbaen esa extrañamentehermosa lengua. Estoy en una tierraextraña
con un hombre -fae- aún más extraño, que me reclama como suya.

Retomamos a un ritmo más suave, en dirección al bosque.


Página 63 de 82

-"Acamparemosen GreenveldeWood para pasar la noche", dice Gareth.


"Entonces montaremos al amanecer. Pasarán tres semanas antes de que
lleguemos a la fronteradel reino de invierno.Luego otras tres para llegar a
Montaña Alta, nuestra casa".

-"¿Seis semanas?" Cierro mis ojos cuando el puente de mi nariz


comienza a picar. "Tengo clases y un examen, y mi madre finalmente
comenzará a buscarme y..." Mi respiraciónse atasca en mi pecho cuando mi
voz se eleva. "Y no pertenezco aquí".

Leanderenvuelveambos brazos a mí alrededor,me acerca a él, y pone


sus labios sobre mi cabello mientrashabla en voz baja, palabrasextrañas.Una
lágrimase desliza por mi mejilla. No sé cómo la ve, pero lo hace, porque la
limpia.

Los caballos avanzande nuevo,llevándomehacia el bosque oscuro y un


destino incierto.
Página 64 de 82

12

LEANDER

Reclámala,reclámala,reclámala,RECLÁMALA . Mi sangre retumba


insistentementemientrasme instalo en mi petate y doy palmaditasa las pieles
a mi lado.

Taylorha pasado la última hora preocupándosepor la otra changeling,


atendiendo su herida y repasando algunas palabras básicas fae. He estado
preguntandoa Gareth por más frases del lenguaje changeling. Más de ese
idioma está regresando a mi memoria, pero estoy lejos de ser hábil.

Miro hacia el sombrío bosque. Las hadas diminutas vuelan entre los
árboles,persiguiéndosey deteniéndosesolo paradarnosmiradascuriosas. Son
mucho más razonablesque sus hermanasen el reinode invierno,pero parecen
estar imbuidasde la misma cantidadde travesuras.Ya hemos descubiertoque
faltanalgunas de nuestrasmanzanasy moras. Aún así nos las arreglamospara
conseguiruna comida decente, aunqueTaylorparecía inseguraa pesar de que
le serví solo los mejores artículos de nuestras provisiones.

Gareth se había reído. "Ella dice que puede alimentarse bien ella misma".

Continué, asegurándome de que comiera hasta que estuviera llena, y


luego intenté darle un poco más. Mi compañeraestará bien cuidada, incluso
echada a perder. Sonrío ante el pensamiento y vuelvo a acariciar las pieles
mientras Taylor se levanta de su lugar al lado del fuego.

-"Dormir", le digo en su idioma.

Ella señala a Lenetia y dice algo en el sentido de que preferiríadormir


con la otra chica. Un gruñido vibra bajo mis costillas.

Lenetia se lleva a Taylor."De ningunamanerame estoy metiendo entre


un fae y su compañera. Me gusta mi cabeza unida a mí cuerpo, muchas
gracias." Ella lo dice nuevamenteen inglés para el beneficio de Taylor,luego
nos da la espalda.

Taylorse muerdeel labio y me mira,sus ojos trazanmi pecho. Todavía


estoy usando mi túnica, aunque pre
fiero dormir desnudo. No quiero asustarla.

Gareth se arrastra alrededor del borde de nuestro campamento, sus


pasos silenciosos para cualquierotra persona. Mi glamour camufla nuestra
ubicación,pero se disiparási me duermo.Sin embargo,con mi compañeraa mi
lado, no veo cómo pueda dormir.
Ella se acerca más y balbucea en el idioma changeling mientras sigue
señalando
Página 65 de 82

a Lenetia. Sus nervios son adorables.

-"Dormir",le digo de nuevo, luego levanto mis manos, con las palmas
hacia afuera. "Solo dormir".Quiero mucho más que una noche de descanso
con ella. Felizmentela reclamaríafrentea Garethy la otra changeling,tal es la
naturalezade mi necesidad por ella. Pero esta demasiado nerviosapara una
unión a la intemperie.

-"¿Solo dormir?" Ella observa las suaves pieles.

Asiento con la cabeza.

Ella suspira, la fatiga es evidente en sus movimientos.Mirándome,se


hundea mi lado y se acuesta boca arriba.La hinchazónde sus pechos me hace
agua la boca, y la luz de la luna muestra sus pezones endurecidosen relieve.
¿Tiene algunaidea de lo que me está haciendo?Tengo que movermis caderas
para esconder mi polla dura.

-"Solo dormir", repite ella y me mira, con una ceja levantada.

-"Sí". Me acerco y la atraigo hacia mí.

Ella grita y dice algo.

Lenetia se levanta de su lugar junto al fuego con palabras como


"compañero" y "vínculo" y algunas otras cosas que no puedo entender.

-"Shh". Me acuesto de lado para que Taylor pueda descansar su cabeza en


mi

brazo.

Ella gira la cabeza y mira mi hombro. "¿La herida?"

-"Curarápido."Digo lo mejor que puedo en su lengua.Tengo la intención


de acceder a mis recuerdos de la lengua changeling mientras sueño.

Ella dice algo así como "no es posible" y algunas cosas más que no
puedo atrapar,luego miralas orbes que flotanpor el bosque, las hadas juegana
la luz de la luna. Ella repite "no es posible" y suspira.

-"Posible". Tomo su mano y la presiono hacia donde estaba la herida.


"Real."

Su piel es tan cálida contra la mía, y no puedo imaginarlo bien que se


sentirá tener sus manos sobre mí.

Ella traga saliva y cruza los brazos sobre su estómago. Su pequeño


cuerpo es perfecto junto al mío, aunqueno puedo creer que los antepasados
me hayanregalado una pareja tan frágil. No fae, no del reino de invierno,-yo
nunca hubiese pensado que ella estuviese destinada para mí. Pero el solo
hecho de estar cerca calma cada pequeño y furioso viento invernalque
siempre ha girado dentro de mí.

Ella se aclara la garganta, sus ojos aún muy abiertos.

-"No puedes dormirasí. Debes relajarte."Corro mi mano sobre la de ella.


El maldito aire cálido me impide calmarlabajo pieles exuberantes,pero todo
eso cambiará
Página 66 de 82

pronto.Pronto,ella estará gimiendopor mí mientraspruebosu dulce miel y me


tomo mi tiempo con su delicioso cuerpo.

-"Ella no puede relajarse con usted manoseándola", le dice Lenetia.

¿Manoseándola?Me burlaría,pero estoy demasiado en sintonía con la


preocupaciónde mi compañera."Dileque está a salvo conmigo. Díle que nunca
le haría daño ni le quitaría nada sin su consentimiento".

El changelingrefunfuñapero traduce. Las palabrasparecen calmar a mi


compañera, la tensión se aleja de ella.

Me mira,sus deslumbrantesojos brillan.Mi corazón late por ella, si tan


solo pudieraescuchar su canción. Su lengua sale y moja sus labios. Mi sangre
aúllaa travésde mis venas, llamandosu nombre.El dulce aromase eleva entre
sus piernasy su respiraciónse acelera un poco. Ella siente la misma necesidad,
el deseo de ser uno conmigo, simplemente está demasiado asustada para
rendirse.

Me instalo junto a ella y susurro. "Cuando te reclame como mía, te


vendrás como nunca en tu vida, pequeña".

Un escalofrío la atraviesa, como si entendiera mis palabras.

Oculto mi sonrisa en su fragante cabello y la sostengo mientras


eventualmente se adormece en un sueño tranquilo.
Página 67 de 82

13

TAYLOR

Leander me acuna toda la noche y me despierto de sueños de nieve


crujientey lagos helados bajo un impresionantecielo azul. Él estaba en ellos,
también, pero hago a un lado esos recuerdos.

Sus ojos oscuros se encuentrancon los míos, con un indicio de una


sonrisa en su rostro angu
loso. “¿Dormir mojada?
” Pregunta.

-"Um, ¿qué?" Me alejo, mortificación vuelvenmis entrañasen lava. ¿Fui


tan obvia? ¿Cómo podría decir lo que había estado soñando? Oh Dios mío.
Presiono mis muslos juntos. ¿Me puede olerotra vez?

-"Bien",dice Lenetia mientras agita una olla sobre el fuego. "Usted se


refiere a 'dormir bien'".

-"Bien." Su sonrisa crece. Dormir


"¿ bien?"2
Me paso la mano por la frente. ¡Rayos! "Sí. ¿Tú?"

-"Bien".Su miradahambrientase desvía por mi cuerpo antes de atrapar


mis ojos de nuevo.

Trago audiblementey me levantode las pieles. Me duelenlos músculos


de la noche en el suelo, y trato de alejarel dolor mientrascamino hacia Lenetia.
Leander se levanta y dobla la petate.

-"Realmente me decepcionas". Lenetia revuelve lo que parece un


estofado burbujeante que huele a verduras y hierbas.

Se me hace agua la boca. "¿Decepcionarte?"

-"Pensé que iba a ver alguna caliente follada de apareamientoanoche.


Todo lo que vi fue torpeza y luego dormir."

Mis mejillas se vuelvende unas veinte sombras de color carmesí. "No


me estoy apareando ".

-“Lo harás”. Toma un cucharón lleno de estofado en un cuenco de


madera y me lo entrega. "Montarása ese rey allí como si fuera uno de esos
sementales en algún momento".

2 ¿Dormir mojada o dormir bien?, es un juego de palabras ya que en inglés


suenan muy parecido. Wet es mojada y Well es bien. Teniendo en cuenta lo que
ella soñó creo que el Rey acertó más en la palabra.
Página 68 de 82

-"Eso no es-"

Leanderpasa junto a mi lado, con una sonrisa satisfecha en su rostro,y


ata la petate a su caballo, Kyrin.Estoy empezandoa sospechar que él entiende
más inglés de lo que ha estado diciendo.

Bajo mi voz. "No voy a tener sexo con él, ¿de acuerdo? Solo estoy
tratando de volver a casa".

Ella resopla, la suciedad a lo largo de sus mejillas cruje un poco


mientras se ríe. "Por supuesto."

-"Lo digo en serio."

-"Yo también."Ella deja caer una cucharade maderaen mi tazón. "Come


todo. Un largo día nos espera."

-"Nunca antes he hecho eso, así que no hay manera de que..."

-"¿Nunca qué?" Ella lame una gota errante de estofado de su pulgar y se


sirve un

tazón.

-"Nunca,ya sabes". Ojalá no hubiera dicho nada.

-"¿Nuncahas estado con un hombre?"Ella se deja caer a mi lado sobre


las hojas caídas que cubren el suelo del bosque.

-"No." Doy un mordisco al guiso y me quemo la lengua. Maldita sea.

-"Hmm."Ella se encoge de hombros."Bueno,estás a puntode aprender,


reina. Así que no te preocupes."

-"No estás escuchando". La comida es deliciosa, a pesar del hecho de


que mi lengua necesita ir a una unidaddel quemado. "Voy al reinode invierno
para poder volver a casa. No para que pueda ser una reina o estar con
Leander..."Lo miro.Él está colocando la silla sobre el otro caballo,y sus anchos
músculos de la espalda estiran la tela de su túnica oscura. El pequeño
cosquilleo entre mis piernas comienza de nuevo, y tengo que comenzar de
nuevo: "Así que, como decía, esto se trata de que me vaya de aquí".

-"Cierto." Ella se encoge de hombros.

-"¿Y qué hay de ti?" Alejo mi mirada de Leander antes de que él me


atrape mirándolo.

-"¿Yo?" Ella se rasca la nariz y examina sus uñas sucias. "¿Qué hay de mí?"

-"¿No quieres ir a casa?"


-"¿Casa?"

-"Sí, volver al mundo humano".


Página 69 de 82

-"Ese no es mi hogar". Ella sorbe su sopa, aparentementeinmunea la


quemadura.

-"Pero es de dónde eres. ¿No querrántus padres tenerte de vuelta?


¿Hermanos? ¿Amigos?"

-"No lo entiendes." Ella suspira.

-"¿Qué es lo que no entiendo?"

-"Los changelings no pueden volver".

-"¿Por qué no?"

Gareth se acerca y se sirve un poco de estofado. "Buen día."

-"Buenos días". Le doy una cuchara.

Lenetia lo ignora. "No puedo volver porque alguien ha tomado mi lugar".

-"¿Qué?"

-“Cuando los humanos son intercambiados,un fae toma su lugar en el


mundo humano. Los padres no reconocen la diferencia". Gareth sopla el
estofado humeante."Así que no hay nada a lo que volver.En lo que respecta a
los padres de Lenetia, ella todavía está en el mundo humano".

-"Beth", dice ella en voz baja.

-"¿Qué?" Gareth entrecierra los ojos hacia ella.

-"Mi nombrehumanoera... es... Beth. Creo que se acorto por algo, pero
no puedo recordar..."

-"¿Elizabeth?" Supongo.

Ella sonríe, y me doy cuenta de que es probablementesólo un poco


mayorque yo. La suciedad, la ropadesaliñaday su fuertepersonalidadtrabajan
juntas para ocultar su juventud.Sabiendo que la trajeronaquí en contra de su
voluntady la obligarona trabajarcomo esclava, mientrasque sus padres creían
que estaba segura y sana en casa, me duele de una maneraque nunca antes
había hecho. Me acerco y aprieto su mano.

-"Elizabeth.Creo que eso es. Sí." Ella oculta su dolor bajandosu cabeza
hacia su sopa, pero vi la humedad en sus ojos.

-"¿Por qué toman niños humanos?" Le pregunto a Gareth.

-"Yo no los tomo". Me mira a los ojos. "Es una vieja tradición que se
remonta a miles de años atrás. A veces, cuando un bebé changeling se
enferma, su madre decide cambiarlo por un humano. El mundo humano es
mucho más hospitalarioque muchos de los reinos aquí en nuestromundo,y le
da al niño fae la oportunidad de vivir. Al niño fae se le da un glamour
permanente para parecerse al niño humano y se envía a la tierra y se
intercambia. Está prohibido hacer un intercambio después de la infancia,
porque es
Página 70 de 82

demasiado obvio que el cambio ha tenido lugar.Los recuerdosde los niños se


desvanecen, y los humanos son más propensos a aceptar al niño cuando es
pequeño".

-"Pero los padres fae no tratan al niño humano como si fuera suyo".

Él toma un bocado del estofado con cuidado. "No."

-"Definitivamente no", refunfuña Beth.

-"Los usan como esclavos". No puedo ocultar la indignación en mi tono.

Él suspira. "Sí, gran parte del tiempo".

-"¡Esto es horrible!"

-"No estoy en desacuerdo". Toma otra cucharada. "Y es por eso que
nuncahe tenido un esclavo changeling.Por otra parte,nuncahe tenido hijos. Si
tuvieraun bebé que pudierasobreviviren el reinohumanopero no aquí, no sé
qué haría".Levantauna mano. "Pero nunca trataríaal changelingcomo menos
que mío".

-"¿Por qué no puedes simplementellevara tu hijo al mundohumanosin


arrebatar el de alguien más?"

-“Cuantomenos sepan los humanossobre los otros mundos,mejor.” Su


tono se oscurece. “Los humanosson frágiles y demasiado inteligentespara su
propiobien. Es por su seguridady la nuestra.Cambiaral niñomantienetodo en
equilibrio, y los humanos no se enteran".

-"Está mal."

-"Puede que esté mal, pero eso no significa que se detendrá. No


permitimos a los esclavos changeling en el reino de invierno, pero sí
permitimos el intercambio si un bebé fae comienza a desvanecerse".

Le doy mi cuenco medio lleno a Lenetia, quien se lo traga. Mi apetito


parece habersedrenadocon cada explicaciónde Gareth,especialmentedesde
que fui intercambiaday esclavizada sin ningunarazón aparente."¿Por qué me
cambiaron?La fae con mi cara no parecíaenferma,y yo soy mucho mayorque
la edad de intercambio permitida".

Sus cejas se fruncen."No lo sé. Eso es algo que tendremosque analizar


una vez que alcancemos la seguridad del reino de invierno."Gira la cabeza
rápidamente, mirando a los árboles a nuestras espaldas.

Lenetia se tensa. "¿Qué? ¿Qué es?"

Garethpermaneceincreíblementeinmóvil,todo en él en sintoníacon lo
que siente en el bosque. Un temblorsube por mi columnavertebral,pero no me
muevo, apenas respiro.

Después de un largo momento, se relaja y se vuelve hacia el fuego.


Página 71 de 82

-"¿Qué hay ahí fuera?"

Él rueda sus hombros. "Tal vez nada".

-"¿Pero tal vez algo?" Lenetia escupe en el suelo.

-"No lo sé. Por un momento,pensé que sentía..."Él me mira."No importa.


Saldremos del campamento tan pronto como juntemos todo y luego
seguiremos a un ritmo rápido".

Leander se acerca y habla con Gareth antes de sentarse a mi lado.

-“¿Comida buena?
” Toma el tazón que le ofrece Beth.

-"Sí". Todavíasigo sintiéndomepreocupadapor lo que Garethhaya visto


entre los árboles.

Leander debe darse cuenta porque pone su brazo alrededor de mí


suavemente. "¿Problema?"

-"Podría explicarlo, pero no me entenderías". Me froto los ojos.

-"Pruébame". Él me aprieta suavemente.

-"Voy a limpiar".Beth agarra la olla del estofado y se dirige hacia el


arroyo cercano.

-"¿Pruébame?" Lo miro. "¿Aprendes inglés de la noche a la mañana?"

-"Conocía el idioma changelingdesde hacía mucho tiempo, pero yo..." él


frunce los labios de un lado "¿se óxido?"

-"Se oxidó". Asiento con la cabeza.

-"Sí. Estoy tratando de volvernumerar


a ".

Dios, de algunamaneraes lindo cuando lo dice mal. Este enorme,bruto


hombre -¿macho?- con los ojos oscuros y el cuerpo de un guerrerome está
. Quisiste decir‘recordar’".3
dando ganas de reír.Recordar
"
-"Recordar." Él sonríe. "Mis sueños ayudan".

No sé qué hacer con esa declaración.¿Los sueños ayudan?Pediríauna


explicación,pero todo en mí casi zumba,como si hubierauna ligera corriente
eléctrica entre nosotros cada vez que nos acercamos demasiado. Trato de no
mirarsu boca, la curvapecaminosa de sus labios, pero lo hago, y juro que mi
corazón tropieza y cae por sí solo. Para cubrirme,me lanzo a una diatriba
contra el intercambioque resume mi conversacióncon Gareth y mis muchas
objeciones a la práctica.

Él escucha atentamente, luego se pone tenso y aún más cuando relato


cómo me
3¿Numerar o Recordar? confusión con las palabras Renumber (Numerar) y
Remember (Recordar) ya que en inglés suenan muy similares.
Página 72 de 82

intercambiaron.

-“¿Dos días aquí solamente?


” Frunce el ceño.

-"Así es." Me encojo de hombros. "Eso es lo que he estado tratandode


decirte. No pertenezco aquí. Estoy en la universidad. Tengo clases. Y
exámenes. Y facturas que pagar.Y capítulos de Friendsque volvera ver.Y una
compañera de cuarto que estrangular".

-"Compañerade cuarto".Él fruncelas cejas oscuras juntos y dice algo en


fae que suena como una maldición "¿...Fae?"

-"No."Luego sacudo la cabeza. "Bueno,una vez más, realmenteno lo sé.


¿Tal vez? Ella podría haber sido una ..."

Un silbido débil y agudo corta el aire.

Leander se pone de pie en un instante y me levanta con él. Beth se


apresurahacia nosotros desde el arroyo,la olla queda atrás, mientrasLeander
me tira por encima del hombro y corre hacia los caballos.
Página 73 de 82

14

LEANDER

El silbidode advertenciade Garethme pone los dientes de punta,agarro


a mi compañera y me apresurohacia los caballos. Una vez que Taylor está
segura, me subo detrás de ella y guío a Kyrinhacia lo profundodel bosque. El
bosque está quieto. Demasiado quieto. No hay ardillasque jueguen entre las
ramas, y todas las hadas se han refugiado en árboles huecos o pétalos de
flores caídas.

-"¿Qué es?" Taylor pregunta.

La respuesta a su pregunta es ‘peligro’, pero no quiero decirlo. En


cambio, la agarrofuertementee insto a Kyrina moversemás rápidoa travésde
los árboles.

-"Malditosea el reino de verano".Gareth y la changelingmontan detrás


de nosotros. "Hay una bruja siguiéndonos".

-"¿De qué clase?"

-"Por el olor a azufre que detecté, es una Obsidiana".

Aprieto los ojos por solo un momento. "¿Podemos huir de ella?"

-"Podemos intentarlo." Suspira.

Los árboles susurrana nuestroalrededor,advertenciasvibrandoa través


de las hojas y en el aire espeso. Una criaturade puromal, una brujaObsidiana
sería un enemigo que ni Gareth ni yo podríamos vencer. ¿Quién la habría
enviado tras nosotros?

-“No hay nobles en el reino de verano que puedan dominara alguien


como esta”. Gareth parece leer mi mente.

-"O bientiene una veintenade personas que la convocarono fue enviada


por el reymás allá de la montaña".Aprietolos dientes cuando las nubes cruzan
el sol, volviendo el bosque oscuro y sombrío.

-"¿Qué está pasando?"Taylorse gira y se encuentracon mi mirada,con


sus peculiares ojos azules bien abiertos.

-"Estamos a punto de ser desollados hasta el hueso mientras aún


estamos vivos,y luego nuestramédulaserá succionada".La otra changelingse
estremece.
-"¿Qué?" Taylor sacude la cabeza.

-"Una bruja Obsidiana nos caza". Lenetia se abraza. "Estamos muertos."

-"¿Leander?" Taylor dice mi nombre, con incertidumbre en su tono, y sé que


Página 74 de 82

voy a morir por salvarla si es necesario.

-"Ellano te harádaño."Le acaricio el suave cabello, luego la aprietoaún


más contra mí. "Kyrin,corre como si el maestro de los doce oscuros Spires nos
persiguieran".

La bestia resopla,su cuerpo se tensa mientrasuna carcajada débil flota


a través de los árboles oscuros. Con un ligero brinco,despega sobre el suelo
cubierto de musgo y se lanza hacia adelante. Sujeto a Taylor y la silla de
montar,empujándolahacia adelante para que se inclinesobre la crin y esté a
salvo de las ramas perdidas.

Incluso los cascos atronadoresde Kyrinno pueden cubrirel sonido de


su corazón. Una cosa salvaje, se estrella contra sus costillas mientras
atravesamos la vegetación y las flores.

Levantouna barreradetrás de nosotros, una que camufle nuestravista y


nuestro sonido, pero no soy tan tonto como para creer que una Obsidianano
podrávera travésde ella. La últimacontra la que luché casi me llevacon ella al
Spires, pero la maté con la ayuda de Gareth y los combatientes que se
convirtieronen mi guardia de honor en el reino del norte. Incluso ahora,
miembros de la Falange nos esperan en la frontera,pero si la Obsidiananos
atrapaba,tal vez nunca lo logremos. El pensamientode lo que la criaturale
haríaa Taylorconviertemi interioren un infierno de agresión,pero detenerse a
luchar ahora solo la pondría en mayor peligro.

Entonces, huimos.Corrimoshasta que Kyrincomienza a desfallecer,sus


saltos apenas pasan limpiamentesobre los árboles caídos y los arbustos de
poca altura, su respiración entra en ráfagas demasiado rápidas.

-"Más lento, mi amigo." Me inclinohacia atrás, llevandoa Taylora una


posición más vertical mientras Kyrin se relaja un poco.

El letargo por la presencia de la brujase ha ido, el bosque vuelvea su


perfecciónde ensueño. Pero el pelo en la parte posteriorde mi cuello todavía
está de punta. Ella está en nuestro camino, y una Obsidiana no se detendrá
hasta que extraiga sangre.

-"No podemos demorarnos".El caballo de Gareth,Sabre,está resoplando


con dificultad, su fatiga es igual a la de Kyrin.

-"Tampoco podemos seguir corriéndolos así". Le doy una palmada a Kyrin.

-"Lo sé, y esta niña abandonadaya está exhausta por el solo hecho de
aferrarse".Él frunceel ceño ante la changeling,pero me doy cuenta de que la
apretaba con fuerza contra él.

-"Ella necesita un descanso". Taylor se dirige hacia el changeling. "Beth,


¿estás
bien?"

-"Bien", murmura.

-"No podemos parar ahora. No con la bruja a nuestras espaldas." Gareth


sacude
Página 75 de 82

la cabeza.

-"Tenemosque. Beth no puede soportarmucho más. Estaba mucho peor


en la mazmorraque yo." Taylorcoloca su pequeña mano sobre la mía. "¿Por
favor? ¿Podemos detenernos por un minuto para que pueda verla?"

-"Por supuesto". No puedo negarle nada, especialmente cuando


comparte su contacto conmigo. Merece seguridad y felicidad como mi reina,
no peligro de todos los rincones.

Gareth frunce el ceño. "Esta es una mala idea."

-"Oigo un arroyopor delante. Los caballos necesitan bebery un poco de


descanso. Mantendré mi glamour en alto mientras nos detenemos, y nos
moveremos nuevamente antes de que el sol comience a descender".

-"No me gusta". Él lanza una mirada detrás de nosotros.

-"Tampocome gusta, pero no podemos dejarque los caballos superenel


punto de utilidad. Y Taylor tiene razón, tu changeling esta pálida".

-"Ellano es mía", se queja Gareth,pero cede con un suspiro."Sólo por un


momento, entonces." Se detiene al lado de la relucientecorrientey se baja,
luego carga a Lenetia suavemente hasta el suelo.

-"Gracias". Taylor me aprieta la mano, y el vínculo entre nosotros se


consolida aún más. Mi todo, mi futuro entero está justo delante de mí.

La bruja quiere cortar ese enlace, pero tendrá una gran pelea en sus
manos antes de que pueda siquieraacercarse. Ya he matado a las de su clase
una vez antes. Puedo hacerlo otra vez.
Página 76 de 82

15

TAYLOR

La cama no es tan cálida sin Leander.Pero él y Gareth merodean los


bordes del campamento, con sus armas atadas fuertemente a sus cuerpos.

-"¿No es esto divertido?"Beth se pone de espaldas y se pone un brazo


sobre los ojos. "Dudo que sobrevivamos la noche".

Nos detuvimosbrevementeal mediodíaparaque pudieraatendera Beth


y los caballos pudierandescansar. Luego volvimos a cabalgar,tan lejos y tan
rápidoque me preguntési algunavez dejaríade dolermeel culo. La respuesta,
creo que es no. No, no lo hará.

Me doy vuelta y me enfrento a Beth. "¿Qué es una bruja Obsidiana?


Cuando le preguntéa Leander,él fingió que no sabía las palabrasen inglés para
decirme".

Aunquesu color está mejor,y logré darle una porciónextra de algunas


verdurasextrañas, todavía suena débil. Lo que sea que su maestro le haya
hecho no era algo que se desvaneciera rápidamente. Ella necesitaba
descansar.

Sus dientes chirrían. "Obsidiana. Ugh".

-"¿Así de mal?"

-"Es la peor criaturade todo Arin".Ella mueve la cabeza un poco hacia


adelante y hacia atrás. “Bueno,no, lo peor de todo es un nigromante.Pero una
bruja Obsidiana está cerca."

-"¿Por qué?"

Ella suspira "Imagina una criatura engendrada de los Spires que..."

-"¿Qué son los Spires?"

-"Realmenteeres una nueva intercambiada".

Me encojo de hombros, aunque ella no puede verlo.

-"Los Spires son como… hmmm. En la tierra se hablaba de un lugar


llamadoinfierno, ¿verdad?

-"Sí."

-“Es el infierno, pero un lugarreal con el mal real y, a veces, el mal logra
salir de él y atormentaral resto de nosotros. De ahí es de donde vienen las
brujas Obsidianas".
Página 77 de 82

-“¿Demonios?”

-"Claro".Ella extiende sus dedos y cuenta con una mano. “Ramerasde


demonios, súcubos, comedores de niños,lanzadorasde hechizos y portadoras
de la muerte. Son más poderosas de lo que la mayoríade los Faes pueden
soñar. Incluso pueden doblar la realidad,eso dicen. Y ahora una de ellas nos
caza. Perfecto."

Aunque el aire todavía estaba tibio, me pongo una piel sobre los
hombros. "Pero Gareth y Leander pueden derrotarla, ¿verdad?"

Ella resopla "Seguro lo espero. De lo contrario, aprenderás bastante


rápidotodas las cosas de las que es capaz la Obsidiana.Y no tengo dudas de
que serás una buena comida para ella".

-"Dijiste que comen niños".

Ella se gira y me mira con un ojo. "Ellas comerán cualquiercarne que


puedan encontrar. La tuya y la mía incluida".

-"Jesús". Aprieto la piel con más fuerza y trato de encontrara Leander


entre los árboles. No puedo verlo.El pánico aumentaen mis entrañas,pero lo
aplasto y me acerco un poco más a Beth. Ella necesita un baño más que yo,
pero tenerla cerca aún así es un consuelo.

-"Si ella ataca, tal vez estos dos puedan frenarla mientras escapamos".

¿Dejar a Leander atrás? Me froto el pecho, por algo así como acidez
estomacal.

Ella se ríe, aunquees más bien un sonido osco. "Cálmate. Estoy segura
de que nunca te dejará a menos que sea absolutamente necesario".

-"No es eso."

-"Lo es. Eres su compañera. En algún lugar dentro de ti, puedes sentir el
tirón".

-"¿Cómo sabes todo esto?"

-"He estado lo suficiente alrededor de los Faes apareados".

-"Pero no soy fae".

-"No. Pero estás emparejada.No puedo imaginarque sea muy diferente


para un humano. Además, veo la forma en que lo miras."

Siento que mis mejillas se calientan,pero no puedo negar lo que dijo.


Leandertodavía es un misteriopara mí, pero he encontradouna seguridaden
sus brazos que me parecía imposible de encontrardesde que desperté por
primera vez en el calabozo.

-"No te preocupespor eso". Ella se recuesta con


un gran bostezo.

"Probablemente todos estemos muertos pronto de todos modos".

-"Gracias". Me vuelvo para decir más, pero ella ya está roncando. Al


parecer, el peligro mortal no la perturba.
Página 78 de 82

No tengo tanta suerte. Doy vueltas y vueltas,cada sonido en los árboles


atrae mi atención mientrasmi imaginaciónse vuelveloca. Cuando finalmente
cierro los ojos, el fuego se está apagando y han pasado horas desde que vi a
Gareth o Leander.

Caigo en un sueño incómodo, mi mente se niega a desconectarse por


completo. Pero cuando lo hace, trato de sacudirme para despertarme. No
funciona. En mi sueño, me estoy levantandode mi petate y entrando en el
bosque oscuro. Sé que no debería abandonarla seguridad del campamento,
pero no puedo detenerme.

Mis pasos son silenciosos, y no puedo gritar,no puedo hacer ningún


sonido. Es como si me estuvieran jalando hacia adelante con una cuerda
alrededorde mi cinturamientrasuna mano helada me sujeta la boca. Lucho
contra su agarrey trato de sacudir la cabeza, de hacer cualquiercosa que me
despierte.

Camino hacia adelante, tropezando con la maleza, las ramas de los


árboles me rasguñan la cara.

-"¡Leander!"Grito su nombre una y otra vez en mi mente, pero no


aparece. Solo hay árboles y oscuridad creciente que parece amortiguarcada
pequeña luz de las estrellas que se
filtra entre las hojas.

Una sombra revoloteaa través de los árboles y se acerca cada vez más.
Dice algo en fae, pero no puedo entender. Un dolor ardiente y punzante
atraviesa mi mente, tanto dolor que me lloran los ojos.

-"Dije: 'Él no puede oírte, querida'".Un resoplido bajo. "Pero te he


arreglado para que podamos hablar".

-"Déjame ir". Yo... yo acabo de hablar fae. ¿Cómo hablé fae,


en mi mente
?

-"Porque te enseñé. No podemos tener una conversacióna menos de


que tú hables el mismo idioma,¿no? Y mi changelingno ha validodos gotas de
sangre de hadas en años".

Las palabrasfae vienen fácilmente a mi mente, pero estoy demasiado


preocupada con la situación como para demorarme con lo de mi nuevo
lenguaje. "Por favor solo déjame ir."

La sombra se lanza a mí alrededor. "Lo haría, pero tengo hambre, ya ves".

Entroen un claro, la oscuridadgira como un tornadode medianocheen


el centro. "¡Leander!" Intento de nuevo en vano.

-"Shh ahora, changeling".Una forma se materializadesde la oscuridad.


Una mujerjoven,su piel agrietaday negra,como si estuvierahecha de un vidrio
oscuro que alguienrompióy reformó.Obsidiana.Sus movimientosson fluidos,
sus ojos negros se enfocan en mí mientrassus pies apenas tocan el suelo. Su
cabello y sus cejas son de un blanco sorprendente,impactantescontra su piel
negra.

Mi estómago se revuelve, y mi vejiga se siente incómodamente llena y al


borde
Página 79 de 82

de la liberación.

Su lengua bífida sale a relucir,y ella sonríe,sus labios crujenuno contra


el otro. "Deliciosa". Olfatea el aire con fuerza, sus dientes afilados y negros
crujen mientrasexhala y avanza, tan cerca que puedo sentir su aliento en mi
cuello. "Tan sabroso, fresco y nuevo". Cuando su lengua se desliza por mi
mejilla, grito.

-"Me gusta el sonido de tu miedo". Sus dedos se hunden en mis


costados, las puntascomo garras.“Te haréen guiso. Masticare tu médulay me
hurgarélos dientes con tus huesos. Sabrás a jabalí,lo harás. Rico y asado y, oh,
cuán sabrosa serás una vez que te hayas podrido un tiempo. Tus pedacitos
bajo mis uñas, los lameré lentamente, saboreando".

Grito otra vez mientras presiona una garra en mi cara y me saca sangre.

Sangre. Mi sangre. Esto no es un sueño. El hielo se desliza por mi espina


dorsal.

Esto no es un sueño
.

Retirándola,se lame el dedo. Sus cejas blancas se juntan,y sus ojos


vuelvenhacia mi cara. "Sabroso, pero... Pero no del todo bien."Ella inclinala
cabeza hacia un lado. "¿Y qué es esto?" Ella señala el collar que todavía llevo
puesto.

-"No lo sé. Déjame ir."

Se acerca más, el olor del fuego y el azufrese filtrande ella hacia el aire.
"Por las Spires, no puede ser. Pero lo es.” Su carcajada aplasta mi mente, las
notas ásperas eimplacables.

Presiono mis manos contra mis oídos pero no me atrevo a cerrar los ojos.

-"Cálmate ahora, niña. Calma.” Ella presionaun dedo frío debajo de mi


barbillay me obliga a encontrar su mirada sin fondo. "Fuiste profetizada".

-"No se supone que esté aquí".

-"Sí, lo haces." Ella golpea ligeramente su dedo al lado de su nariz.

-"Si me dejas ir, me iré de este lugar y nunca volveré. Solo quiero volver a
casa

para..."

-"Estás en casa". Alcanza mi collar,pero parece que no puede agarrarlo,


como si hubierauna barreraa su alrededor."Hogar,hogar,hogar".Su carcajada
se abre paso otra vez, y creo que mis oídos realmentepuedenestar sangrando.
“Siéntate, muchacha”. La cuerda me empuja hacia el oscuro tornado, que se
disipa hasta que solo quedan llamas negras en un caldero. La fuerza invisible
me hace caer sobre un tronco junto al fuego mientrasla brujase asoma a la
olla de hierro.

-"¿Me vas a matar?" Hablo más allá del nudo en mi garganta.

Ella golpea sus uñas contra sus dientes negros y me da una mirada
evaluadora.

"Tal vez". Su mirada depredadora no disminuye.


Página 80 de 82

Me digo a mí misma que "quizás"es mejorque "sí" y continúo:"¿Por qué


nos sigues?"

Ella escupe en el caldero, lo que envía una columna de lo negro


disparadopor encima de nosotros. "Obligada".Ella chasquea los dientes y se
concentra en el caldero. “Obligada a encontraral rey del reino de invierno.
Tratada como un esclavo, convocada desde mi cueva, lejos de mi adorable
montón de huesos y carne podrida,obligada".

Hago a un lado la imagen de ella agazapada sobre restos putrefactos.


"¿Por quién? ¿Quién te obligó?"

-"Rey más allá de la montaña,así se llama a sí mismo". Ella escupe de


nuevo. "Obligada. Como un perro. Como una esclava. Soy Obsidiana ¡No me
rompo! No por nadie. Pero este rey más allá de la montaña. Su magia." Ella
sacude la cabeza. "Me sacó de mi cueva, lo hizo. Me envióa este lugarhorrible.
Debo encontrar al rey del reino de invierno."

-"¿Por qué?"

Levanta las manos y alarga sus garras negras, con los bordes más
afilados que la navajamás fina. "Paramatarlo.Para llevarsu hermosacabeza al
rey más allá de la montaña.Puedo tener el resto. Puedo mantenertodas esas
otras partes, dejar que se pudranhasta que estén gloriosamenteasquerosas."
Ella golpea sus duros labios. "Él sabrá aún mejor entonces".

-"¿Puedo convencerte de que nos dejes ir?" Trato de no sollozar.

Ella gira bruscamentela cabeza como una lechuza. La cabeza de nadie


debería poder llegar tan lejos. "¿Qué me puedes dar?"

-"Yo... ¿Qué quieres?"

-"Hacer un trato en los reinos no es una buena idea, muchacha. Las


promesas aquí significan más, cuestan más, duranmás. Por siempre."Se vuelve
hacia su caldero.

Sus palabrashacen surgiralgo en mi memoria,algo que no puedo ver o


recordar.

-"Te pregunté qué quieres."

-"Obligada, muchacha." Ella tira de su pelo blanco. "Obligada. No hay


negociación. Nada puede deteneral rey más allá de la montaña. Mataré al rey del
reinode invierno.Y luego, muchacha, también pueda matarte. Fuiste profetizada,
pero no tengo uso para la profecía."Ella agita una mano negra. “No en mi cueva,
en la oscuridad, con todos mis huesos encantadores. El tuyo también se vería
encantador allí."

Un escalofrío estremece mi cuerpo mientraslucho por encontraralgo,


cualquier cosa con la que negociar. "¿Qué quieres decir con que fui
profetizada?"

-"No importa.Mataral rey,mataral rey”, dice ella en una canción. "Matar


a..." Su cabeza gira casi completamente mientras mira a algún lugar en el
bosque detrás de
Página 81 de 82

mí, y una sonrisa maliciosa se extiende por su rostro. "Y aquí está él en mi
puerta." Sus dientes filados
a chasquean.

-"¡Taylor!" Leander grita por mí, la preocupación vibra a través de las notas.

-“¡Leander, corre!
” Grito hasta que esa mano fría me golpea la boca una vez

más.

La bruja desaparece en una columna de color negro, y segundos


después escucho el grito agonizantede Leander.Se arrastrapor los lados de
mi alma, extrayendosangre de un lugardentrode mí que no sabía que existía.
Tengo que llegar a él, ayudarlo de alguna manera.

Pero estoy atrapada por la bruja,mi cuerpo no presta atención a mis


órdenes de moverse, de correr.

Otro rugido atraviesa los bosques silenciosos y sé, de alguna manera,


que está gravementeherido. Lágrimasruedanpor mis mejillas mientrastrato
de liberarme,pero todo lo que puedo sentirson las manos frías de la brujaque
me mantienen inmóvil mientras se ríe en la oscuridad.
Página 82 de 82

Sobre la autora

LilyArchercree en hadas, sirenas y feroces guerrerosfae. Armadacon


nada más que su imaginacióny una MacBook bien usada, intentamatar a las
bestias más oscuras de los mundos de fantasía y crear amor verdaderodonde
no parecía ser posible.

También podría gustarte