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vulnerables y se les debe brindar protección y atención adecuada. Se presentan dos situaciones: el
comerciante habitual
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que llego a viejo pero que conoce su oficio y el que llego a la ancianidad y se inicia en un programa de
aprendizaje para ejercer el comercio como actividad productiva destinada a su sustento.
Se establece que si realiza actos que pueden poner en peligro sus bienes, el interesado podrá solicitar al juez
una persona de su confianza para que le preste apoyo, sería una especie de consejero. Entre estas medidas
de supervisión hay alternativas para facilitar a los ancianos a ganarse su propio sustento mediante el
ejercicio de la actividad comercial lícita. En estas condiciones y con ciertas salvedades el sistema tiene que
incluir al anciano/a como un comerciante y aun como empresario o cuasi-empresario.
El estado comerciante: Para lograr sus fines el Estado se vale de los órganos dependientes de la
administración pública, pero a veces adopta formas del derecho privado para poder lograr sus fines como es
el caso del transporte o de la producción de hidrocarburos (YPF) que responde a la finalidad de
autoabastecimiento y soberanía energética, ambos vinculados con las políticas de Estado.
El comerciante extranjero o bussinessman: un régimen más que liberal para el ejercicio de la actividad
mercantil por los extranjeros, el art 4 del CCyC se refiere al ámbito subjetivo de aplicación de sus normas y
establece: “las leyes son obligatorias para todos los que habitan el territorio de la República, sean
ciudadanos o extranjeros, residentes...”. En la constitución dice: “los extranjeros gozan en el territorio de la
Nación de todos los derechos civiles del ciudadano, pueden ejercer su industria, comercio, y profesión,
poseer bienes raíces, comprarlos enajenarlos, navegar ríos…”
El empresario: es aquel que tiene una actividad mercantil, industrial, agropecuaria o de servicios organizada,
y supone la conjunción de 3 elementos:
Un capital fundacional o capital de giro, propios
Personal dependiente, sean colaboradores especializados, o simple fuerza de trabajo subordinada
Dirección y organización, enderezada a la producción de bienes y servicios.
No tiene una caracterización específica en el CCyC, se alude a él en el art 320 cuando se refiere a la llevanza
obligatoria de libros y registraciones de sus operaciones. A pesar de la desaparición de la figura del
comerciante, surge una nueva categoría de “personas humanas” una general y otra especial. La categoría
especial está compuesta por dos clases de personas humanas: una es la que realiza una actividad económica
organizada, y la otra es la que son “empresarios”, en el sentido de ser titulares de una empresa o de un
establecimiento comercial, industrial o de servicios. Quienes no siendo empresarios realizan una actividad
económica organizada que no llega a configurar una empresa se los llama “cuasi-empresarios”, sería un
“comerciante” que no llega a ser “empresario”.
Auxiliares autónomos (corredor, martillero, transportista): Trabajan para un comerciante, pero de manera
independiente, sin tener ninguna relación de subordinación. Actúan como intermediarios de la actividad y lo
hacen en su propio beneficio.
El consignatario
Es el intermediario que recibe mercaderías de terceros, los consignantes, para ser vendidas, alquiladas o
eventualmente permutada. Este se vincula con los terceros (compradores) fijando el precio de las
mercaderías. El vínculo contractual es directo y actúa como vendedor, haciéndolo siempre a nombre propio.
Muchas veces la consignación va unida con el remate, estos intermediarios no son los propietarios de las
mercaderías, no compran ni venden para sí, sino que facilitan el negocio para otros (las partes, que son
comerciantes). La ley exige la llevanza contable, pago de impuestos, y registración de sus empleados.
El bróker energético
Existe un sistema de subastas de precio descendente para la compraventa de energía, tienen carácter
trimestral y participan productores de energía eléctrica; comercializadores; agentes externos; grandes
consumidores que actúan directamente en el mercado. Son asesores que, disponiendo de información global
diaria, aconsejan a sus clientes qué comprar, dónde comprar, en qué cantidades hacerlo, qué precios pagar,
qué transporte escoger, para tener una segura y barata provisión de energía, cobrando una comisión por su
trabajo. Esta actividad es también llamada gestión de suministro.
El bróker informático
Las plataformas web ofrecen servicios y conectan a los navegantes para diversas actividades. De manera que
hoy las plataformas son grandes protagonistas en la venta y suministro de servicios. Ellas cobran por sus
servicios (generalmente lo perciben del proveedor/vendedor), y más de una vez tienden a explícita o
implícitamente exonerarse de responsabilidad aduciendo que ellas solo son un medio tecnológico para
acercar la oferta y la demandan. Más de una vez han sido judicialmente condenadas en atención a que no
prestan sus servicios por pura filantropía, sino que lo hacen con ánimo de lucro. Hubo dos fallos importantes
del año 2015 de la Cámara Nacional Civil y Comercial Federal:
- Sala III. ‘Nike International LTD c/ Compañía de Medios Digitales CMD S.A. s/ Cese de Uso de Marcas’.
- Sala I. ‘Nike International LTD c/ DeRemate.com de Argentina S.A s/ Cese De Uso De Marcas y Daños y
Perjuicios’.
Se determinó que hubo infracción de marcas al permitir que los usuarios de sus plataformas electrónicas
vendieran productos NIKE falsificados. DeRemate fue condenado a pagar daños y perjuicios por $200.000,
mientras CMD a pagar $180.000, más interés en ambos casos.
Por lo general no pagan impuestos porque es muy difícil poder controlarlos y compelerlos a pagar. Las
plataformas deben ser tratadas como sujetos de las relaciones mercantiles, aunque no tengan presencia
física, comportando ello la responsabilidad por falsas afirmaciones o incumplimientos iguales a los que se
exige a cualquier intermediario.
Comisionista de transportes
Es quien se ocupa de recibir las cargas, que van desde simples encomiendas, muebles de una casa, vehículos,
motos, etc. Luego contrata el medio de transporte y los envía a destino. El comisionista mismo otorga la
carta de porte ya que es su misión emplear el medio de transporte más rápido y seguro, cobrando un precio
global al cargador y luego, se encargará que el destinatario o un agente suyo los recepcione en destino.
Sujetos intermediarios regulados en leyes comerciales complementarias del CCyC
Los intermediarios: se trata de los protagonistas de las relaciones mercantiles que no son comerciantes en el
sentido de que ejercen la actividad a nombre e interés propio, pueden eventualmente caracterizarse como
“empresarios” ya que disponen de un capital, cuentan con recursos humanos, y una organización para la
producción de bienes o servicios. Ellos son:
El corredor: hay contrato de corretaje cuando una persona se obliga ante otra a mediar en la negociación y
conclusión de uno o varios negocios, sin tener relación de dependencia o representación con ninguna de
las partes. Su actividad consiste en buscar un comprador para la operación de venta que se le encomendó.
El corredor pone en contacto a las partes compradora y vendedora que son las que celebran el negocio y
por ello percibe una comisión. El CCyC establece que esa actividad sea realizada por una persona física o
jurídica, que hace de esto su profesión habitual. Se trata de una obligación de resultado.
El martillero: interviene en subastas, las cuales son siempre públicas. Puede actuar realizando remates en
un ámbito privado, administrativo o judicial. Recibe propuestas y vende al mejor postor cuando baja el
martillo.
El agente marítimo: encomendado por el propietario o por el armador del buque, atiende todas las
necesidades de la embarcación cuando se halla en puerto. Generalmente no actúa con exclusividad, sino
que lo hace para varios comitentes. También se encarga de pagar los impuestos y los aranceles de aduana,
de recibir los reclamos cuando la carga llega en mal estado o con faltantes, de pagar los salarios de la
tripulación y la del capitán. En el código aduanero a este auxiliar se lo llama agente de transporte aduanero
y cumple las mismas funciones.
El despachante de aduana: es un intermediario reconocido en el código aduanero, es considerado un
representante del dueño de las mercaderías que se disponen a ingresar al país o a exportar, actuando por
cuenta y representación de sus mandantes ante la aduana, además es un auxiliar del servicio aduanero. Es
el que confecciona los despachos de aduana en nombre de sus mandantes, estos son declaraciones juradas
sobre el contenido de las mercaderías, calidad, cantidad, peso y valor. La ley exige conocimiento específico
sobre la nomenclatura de las mercaderías, su categoría, valuación, y arancelamiento. Deben llevar libro
especial rubricado por la aduana. Si se descubre una falsa declaración o una falta de coincidencia entre lo
declarado y lo efectivamente cargado, es sumariado y sancionado, pudiéndole costar la revocación de su
matrícula. A veces actúa en forma independiente y otras veces subordinado al mandante. El despachante
de aduana está habilitado para actuar en un solo puerto o territorio aduanero.
Agente de transporte aduanero: es la persona de existencia visible o ideal que interviene en la
representación de los transportistas en relación de la presentación del medio transportador y de sus cargas
ante el servicio aduanero. Puede ser de transporte marítimo, aéreo, y terrestre. El agente de transporte
aduanero se encarga de todo lo relativo al medio de transporte a su cargo: emisión de los conocimientos
de embarque, la mercadería transportada, el medio, el flete, el pago del flete.
El depositario barraquero y el warrantero:
- El barraquero es el dueño o administrador de un establecimiento encargado de recibir en depósito
mercaderías a granel (básicamente frutos del país), haciéndolo por un precio, por un plazo
determinado y en las condiciones estipuladas con el depositante. Como prueba del contrato emite
un recibo o certificado que es la constancia que le queda al depositante, el cual deberá pagar la
estadía al momento de retirar las mercaderías.
- El warrantero también recibe mercaderías y frutos del país (cereales, aceite, cueros, lanas, etc.),
pero está especialmente autorizado por el PEN para emitir un documento que se llama warrant y
otro gemelo que se llama certificado de depósito: ambos contienen la misma información (el
depósito efectuado, nombre y domicilio del depositante, mercadería, calidad, precio de aforo, peso,
precio del depósito y plazo), pero, el certificado de depósito acredita el contrato efectuado con la
información que surge del título firmado y certificado por el dueño de la warrantera, el otro sirve
para obtener crédito, ya sea ante una entidad financiera o a una tomador particular, el cual
anticipará el importe
aforado que indica el warrant, menos la tasa del interés por el tiempo que dure el préstamo. A su
vencimiento el depositante habrá de devolverle el dinero prestado por el importe indicado en el
instrumento. Si no lo hace, el tenedor del warrant está habilitado para pedir el dueño del
establecimiento warrantero la subasta de las mercaderías.
El agente de viajes: relacionado con la ley 18 829 de agencias de viajes y la legislación complementaria.
Agente de seguros: en el negocio de comercialización del seguro intervienen varias empresas, que si bien
tienen la misma esencia jurídica que es ser representantes comerciales del asegurador, hay diferencias. El
agente institorio queda al margen de la ley 22.400 y está ligado al asegurador por un contrato de agencia.
Es un genuino representante del asegurador, actúa con exclusividad y realiza actos jurídicos a su nombre,
pudiendo intervenir personalmente o contar con colaboradores. Ante él se reciben las denuncias de
siniestros. El agente no institorio: también se vincula con un contrato de agencia con el asegurador,
asignándole una zona determinada para que celebra contratos de seguros, aunque no tiene la
representación del asegurador.
Productor organizador y asesor de seguros:
- Asesor organizador: persona física que instruye, dirige y asesora a los productores asesores directos
que forman parte de la organización. Esta actividad requiere un contrato entre asegurador y
productor asesor organizador que determine las respectivas obligaciones, como exclusividad
absoluta o relativa, límite de producción, etc. Si tiene zona asignada, se incluye en la categoría de
agente no institorio y, si no la tiene, en la de productor asesor organizador.
- Productor asesor directo: persona física que en forma personal procura la concertación de contratos
de seguros para un asegurador. No tiene zona asignada ni la facultad de realizar actos jurídicos en
nombre y representación del asegurador.
Bróker de reaseguros: tienen mayor trascendencia y actuación internacional, por lo que se encuentran
fuera del alcance de la ley 22.400. Existe un Registro especial donde se anotan por separado a las personas
físicas y a las jurídicas. Entre los requisitos para la inscripción se exige la contratación de una póliza de
seguros por un monto mínimo de usd $1M, para responder por errores u omisiones pueda ocasionar a
quienes contraten por su intermediario. Es una actividad muy competitiva y se requiere mucho más
profesionalismo en términos de personal y conocimiento, que los del seguro directo o tradicional.
Comprende varios aspectos, como: desarrollar una amplia red de contactos y asociaciones, basados en el
conocimiento y en la confianza que resultan muy apreciados por los clientes y el mercado; capacidad para
operar con rapidez y efectividad profesional: cobra y distribuye las primas; cobra y distribuye siniestros.
Representa tanto a los aseguradores (cedentes) como a los reaseguradores (cesionarios). Suele ser
remunerado mediante una comisión que se deduce de la prima pagada por el cedente. A pesar de no ser
parte del negocio, es habitual que se los mencione en los contratos como responsables del manejo de
todas las comunicaciones y pagos que circulen entre la cedente y los reaseguradores.
Unidad 3: Obligaciones comunes a los sujetos activos de las relaciones
comerciales
Generalidades
Contabilidad y estados contables
El código civil y comercial no regula el llevar los libros contables como una obligación sino como una carga,
su incumplimiento lleva consecuencias indirectas, nadie es sancionado por no llevar los libros contables,
pero si se tendrían consecuencias importantes cuando se está en un litigio judicial y no existen libros. Cada
anotación en el libro se llama asiento, deben tener un orden cronológico, no debe estar tachado, ni debe
haber hojas arrancadas. Si hay algún error en el libro se debe hacer un contra asiento. Para llevar los libros se
debe estar matriculado como comerciante, luego se hace una habilitación municipal y se habilitan los libros
en el Registro Público de Comercio. Luego se hace la foliación, el sello y se fija el destino del libro. El
inventario y el balance deben hacerlo un contador. Pueden llevarse los libros por un sistema contable en
software (formato digital) y no físicamente, pero el inventario y el balance deben estar físicamente sí o sí.
Sujetos obligados:
Personas jurídicas privadas: Las sociedades, asociaciones civiles, simples asociaciones, fundaciones,
entidades religiosas, mutuales, cooperativas, el consorcio de propiedad horizontal y toda otra
contemplada en el CCyC.
Personas humanas: Que realizan una actividad económica organizada o son titulares de una empresa o
establecimiento comercial, industrial, agropecuario o de servicios El CCyC admite dos categorías de
“personas humanas”, una general y otra especial, sujeta a obligaciones contables que, a su vez,
necesariamente, estarán sujetas también a practicar una inscripción de antecedentes (publicidad). Esta
categoría “especial” está compuesta por dos clases de personas humanas, las que realizan una actividad
económica organizada; y las que son “empresarios”, en el sentido de ser titulares de una empresa o de un
establecimiento comercial, industrial o de servicios. No solo los empresarios integran esta categoría
especial de personas humanas, sino también quienes no siéndolo, realizan una actividad económica
organizada que no llega a configurar una empresa, a los que denominaremos “cuasi empresarios”.
Principios contables:
Uniformidad: Deben mantenerse los mismos criterios para la preparación del balance y los resultados.
Claridad: Deben seguir los esquemas de los estados contables fijados por la ley y las normas profesionales.
Veracidad: Debe existir concordancia entre la exposición de los hechos económicos descriptos en los
estados contables y la existencia material de ellos.
Completividad y significatividad: Debe ser un cuadro completo de la actividad del sujeto, no una
parcialidad. Los montos pueden ser incluidos cuando tienen una significancia relativa.
Unidad: No se puede llevar simultáneamente varios registros o libros.
Partida doble: Genera un método de registración que simultáneamente contabiliza los recursos
disponibles en el activo y la financiación de los mismos. Las anotaciones referidas a los hechos
económicos o financieros son asientos contables, considerando débitos a todo aumento en la estructura
de inversión o toda disminución en la estructura de financiación. Por lo contrario, se considera crédito a
toda disminución de la estructura de inversión o todo aumento de la estructura de financiación.
Son registros indispensables:
Diario.
Inventario y balances.
Aquellos que corresponden a una adecuada integración de un sistema de contabilidad y que exige la
importancia y la naturaleza de las actividades a desarrollar.
Los que en forma especial imponen el CCyC u otras leyes.
La individualización se refiere a la nominación o denominación del libro; en cambio, la rubricación consiste
en la fijación de una nota que se adhiere a la primera página útil, en la que debe constar la fecha de su
expedición y firma, la indicación del destino del libro, el número de ejemplar, el nombre de su titular y el
número de folios que contiene.
Se prohíbe:
Alterar el orden en que los asientos deben ser hechos.
Dejar blancos que puedan utilizarse para intercalaciones o adiciones entre los asientos.
Interlinear, raspar, emendar o tachar.
Mutilar parte alguna del libro, arrancar hojas o alterar la encuadernación o foliatura.
Esta enumeración es meramente enunciativa y no taxativa, deben considerarse prohibidas todas las
operaciones que permitan adulterar el sistema contable.
Los libros y registros contables deben ser llevados en forma cronológica y actualizada, en idioma y moneda
nacional. Al cierre de cada ejercicio económico anual debe permitir analizar la situación patrimonial, su
evolución y sus resultados. Deben permanecer en el domicilio de su titular. Al cierre del ejercicio quien lleva
contabilidad debe confeccionar sus estados contables, que comprenden como mínimo un estado de
situación patrimonial y un estado de resultados que deben asentarse en el registro de inventarios y balances.
La conformación y diseño de estos informes pertenece a las reglas de la contabilidad que regula la forma de
su presentación. Estos informes son tenidos en cuenta también por el empresario o su organización para la
toma de decisiones acerca del curso a seguir y para el control de la gestión del negocio.
Excepto que leyes especiales establezcan plazos superiores, deben conservarse por diez años los libros, los
demás registros y los instrumentos respaldatorios. La conservación no solo implica la no destrucción de los
libros, sino mantenerlos y cuidarlos para que no sufran deterioro por el transcurso del tiempo u otro tipo de
inclemencia, para que puedan ser consultados o puestos a disposición en caso de ser requeridos.
El titular puede, previa autorización del Registro Público de su domicilio:
Sustituir uno o más libros, excepto el de Inventarios y Balances, por la utilización de ordenadores u otros
medios mecánicos, magnéticos o electrónicos que permitan la individualización de las operaciones y de
las correspondientes cuentas deudoras y acreedoras y su posterior verificación.
Conservar la documentación en microfilm, discos ópticos u otros medios aptos para ese fin. La petición
que se formule al Registro Público debe contener una adecuada descripción del sistema, con dictamen
técnico de Contador Público e indicación de los antecedentes de su utilización.
La contabilidad llevada en la forma y con los requisitos prescritos, debe ser admitida en juicio, como medio
de prueba. No se puede aceptar los asientos que le son favorables a uno y desechar los que le perjudican. El
juez tiene la facultad de apreciar esa prueba y de exigir otra supletoria. Cuando resulta prueba contradictoria
de los registros de las partes que litigan, y unos y otros se hallan con todas las formalidades necesarias y sin
vicio alguno, el juez debe prescindir de este medio de prueba y proceder por los méritos de las demás
probanzas que se presentan. Si se trata de litigio contra quien no está obligado a llevar contabilidad, ni la
lleva voluntariamente, ésta solo sirve como principio de prueba de acuerdo con las circunstancias del caso.
La exhibición general de registros o libros contables solo puede decretarse a instancia de parte en los juicios
de sucesión, todo tipo de comunión, contrato asociativo o sociedad, administración por cuenta ajena y en
caso de liquidación, concurso o quiebra. Fuera de estos casos únicamente puede requerirse la exhibición de
registros o libros en cuanto tenga relación con la cuestión controvertida.
La sustracción, pérdida o destrucción del libro de registro debe ser denunciada por el emisor dentro de las
veinticuatro horas de conocido el hecho. Debe efectuarse ante el juez del domicilio del emisor. Recibida la
denuncia, el juez ordena la publicación de edictos por cinco días y en un diario para citar a quienes
pretenden derechos sobre los títulos valores respectivos. Si el emisor tiene establecimientos en distintas
jurisdicciones judiciales, los edictos se deben publicar en cada una de ellas. El juez debe disponer la
confección de un nuevo libro de registro, en el que se asienten las inscripciones que se ordenen por
sentencia firme.
Responsabilidad Colectiva y anónima
Si de una parte de un edificio cae o es arrojada una cosa los dueños y ocupantes responden solidariamente
por el daño que cause. Sólo se libera quien demuestre que no participó en su producción. Si el daño proviene
de un miembro no identificado de un grupo determinado responden solidariamente todos sus integrantes,
excepto aquel que demuestre que no ha contribuido a su producción. Si un grupo realiza una actividad
peligrosa para terceros, todos sus integrantes responden solidariamente por el daño causado por uno o más
de sus miembros. Sólo se libera quien demuestra que no integraba el grupo.
Gestión de Negocios
Hay gestión de negocios cuando una persona asume oficiosamente la gestión de un negocio ajeno por un
motivo razonable, sin intención de hacer una liberalidad y sin estar autorizada ni obligada. El gestor está
obligado a:
Avisar sin demora al dueño del negocio que asumió la gestión.
Actuar conforme a la conveniencia y a la intención, real o presunta, del dueño del negocio.
Continuar la gestión hasta que el dueño del negocio tenga posibilidad de asumirla por sí mismo.
Proporcionar al dueño del negocio información adecuada respecto de la gestión.
Una vez concluida la gestión, rendir cuentas al dueño del negocio
La gestión concluye cuando el dueño le prohíbe al gestor continuar actuando o cuando el negocio concluye.
El gestor queda personalmente obligado frente a terceros hasta que el dueño del negocio ratifique su
gestión o asuma sus obligaciones. Si la gestión es conducida útilmente, el dueño del negocio está obligado
frente al gestor, aunque la ventaja que debía resultar no se haya producido, o haya cesado:
A reembolsarle el valor de los gastos necesarios y útiles con los intereses.
A liberarlo de las obligaciones personales que haya contraído a causa de la gestión.
A repararle los daños que por causas ajenas a su responsabilidad haya sufrido en el ejercicio de la gestión.
A remunerarlo.
El gestor es responsable ante el dueño del negocio por el daño que le haya causado por su culpa. También es
responsable por caso fortuito cuando:
Actúa contra su voluntad expresa.
Si emprende actividades arriesgadas, ajenas a las habituales del dueño del negocio.
Si pospone el interés del dueño del negocio frente al suyo.
Si no tiene las aptitudes necesarias o su intervención impide la de otra persona más idónea.
Responden solidariamente los gestores que asumen en conjunto el negocio ajeno y los dueños del negocio,
frente al gestor. El dueño del negocio queda obligado frente a los terceros por los actos cumplidos en su
nombre si ratifica la gestión. Las normas del mandato se aplican supletoriamente a la gestión de negocios.
No se van a registrar documentos en los que aparezca como titular del derecho una persona distinta de la
que figure en la inscripción precedente. Una vez inscripto o anotado un documento, no podrá registrarse
otro de igual o anterior fecha que se le oponga o sea incompatible. El Registro:
Devolverá los documentos que resulten rechazados.
Si al solicitarse la inscripción o anotación existieren otras de carácter provisional, o certificaciones
vigentes, o esté corriendo respecto de éstas el plazo previsto, aquélla se practicará con advertencia de la
circunstancia que la condiciona.
Cuando la segunda inscripción o anotación obtenga prioridad respecto de la primera, el Registro
informará la variación producida.
El Registro es público para el que tenga interés legítimo en averiguar el estado jurídico de los bienes,
documentos, limitaciones o interdicciones inscriptas. La plenitud, limitación o restricción de los derechos
inscriptos y la libertad de disposición, sólo podrá acreditarse con relación a terceros por las certificaciones a
que se refieren los artículos siguientes. El plazo de validez de la certificación será de quince, veinticinco o
treinta días según se trate, respectivamente, de documentos autorizados por escribanos o funcionarios
públicos. Expedida una certificación, el Registro tomará nota en el folio correspondiente, y no dará otra
sobre el mismo inmueble dentro del plazo de su vigencia.
El Registro tendrá secciones donde se anotarán:
La declaración de la inhibición de las personas para disponer libremente de sus bienes.
Toda otra registración de carácter personal que dispongan las leyes nacionales o provinciales y que incida
sobre el estado o la disponibilidad jurídica de los inmuebles.
Se entenderá por inexactitud del Registro todo desacuerdo que exista entre lo registrado y la realidad
jurídica extra registral. Cuando la inexactitud a que se refiere el artículo precedente provenga de error u
omisión en el documento, se rectificará, siempre que a la solicitud respectiva se acompañe documento de la
misma naturaleza que el que la motivó o resolución judicial que contenga los elementos necesarios a tal
efecto. En caso de que se tratare de error u omisión material de la inscripción con relación al documento a
que accede, se procederá a su rectificación teniendo a la vista el instrumento que la originó.
Las inscripciones y anotaciones se cancelarán con la presentación de solicitud, acompañada del documento
en que conste la extinción del derecho registrado; o por la inscripción de la transferencia del dominio o
derecho real inscripto a favor de otra persona; o por confusión; o por sentencia judicial.
Unidad 5: Algunos contratos en particular
Suministro
Es el contrato por el cual el suministrante se obliga a entregar bienes, incluso servicios sin relación de
dependencia, en forma periódica o continua, y el suministrado a pagar un precio por cada entrega o grupo
de ellas. La periodicidad importa la reiteración de prestaciones en plazos generalmente regulares y
predeterminados, repetidos en el tiempo y con individualidad propia; la continuidad comporta la no
interrupción del suministro durante la vigencia del contrato. La diferencia entre el contrato de compraventa
con entrega periódica y el suministro es que en el primero la periodicidad es una modalidad de la ejecución,
en cambio en el segundo es un elemento estructural, siempre es un contrato de duración.
La característica fundamental es que no existe una única prestación, sino varias que se suceden en el tiempo,
en un plazo determinado o indeterminado contractualmente. Puede ser convenido por un plazo máximo de
veinte años si se trata de frutos o productos del suelo o del subsuelo y de diez años en los demás casos. El
plazo máximo se computa a partir de la primera entrega ordinaria.
Si no se conviene la cantidad de las prestaciones se entiende celebrado según las necesidades normales del
suministrado al tiempo de su celebración. Si sólo se convinieron cantidades máximas y mínimas, el
suministrado tiene el derecho de determinar la cantidad en cada oportunidad. Es igual cuando se estable
solo un mínimo, puede determinar entre ese mínimo y las necesidades normales al tiempo del contrato. El
suministrante también deberá garantizar la calidad y buen funcionamiento de los efectos suministrados,
debe garantía por evicción y es responsable por vicios redhibitorios. El suministrado tiene la obligación de
recibir las prestaciones comprometidas, si se suministraron conforme a lo pactado
Si las cantidades a entregar en cada período pueden variar, cada parte debe avisar a la otra de la
modificación en sus necesidades de recepción o posibilidades de entrega. No habiendo convención, debe
avisarse con una anticipación que permita a la otra parte prever las acciones necesarias para una eficiente
operación. Constituye un elemento esencial la conducta que observen los contratantes durante todo el iter
contractual.
A falta de convención el precio:
Se determina según el precio de prestaciones similares que el suministrante efectúe en el mismo tiempo
y lugar, en su defecto, se determina por el valor corriente de plaza en la fecha y lugar de cada entrega.
Debe ser pagado dentro de los primeros diez días del mes calendario siguiente al de la entrega.
Leasing
En el contrato de leasing el dador conviene transferir al tomador la tenencia de un bien cierto y determinado
para su uso y goce, contra el pago de un canon y le confiere una opción de compra por un precio, un alquiler
con opción a venta. Pueden ser de cosas muebles e inmuebles, marcas, patentes o modelos industriales y
software El monto y la periodicidad de cada canon se determina convencionalmente, al igual que el precio
de ejercicio de la opción de compra, que debe estar fijado en el contrato o ser determinable El bien objeto
del contrato puede:
Comprarse por el dador a persona indicada por el tomador.
Comprarse por el dador según especificaciones del tomador.
Comprarse por el dador, quien sustituye al tomador, al efecto, en un contrato de compraventa que éste
haya celebrado.
Ser de propiedad del dador con anterioridad a su vinculación contractual con el tomador.
Adquirirse por el dador al tomador por el mismo contrato o habérselo adquirido con anterioridad.
Estar a disposición jurídica del dador por título que le permita constituir leasing sobre él.
En los primeros tres casos el dador cumple el contrato adquiriendo los bienes indicados por el tomador. El
tomador puede reclamar del vendedor, sin necesidad de cesión, todos los derechos que emergen del
contrato de compraventa. El dador puede liberarse convencionalmente de las responsabilidades de entrega
y de la obligación de saneamiento. En el cuarto caso el dador no puede liberarse de la obligación de entrega
y de la obligación de saneamiento. En quinto caso el dador no responde por la obligación de entrega ni por
garantía de saneamiento, excepto pacto en contrario. Para el último caso se debe aplicar las reglas de los
casos anteriores según corresponda a la situación concreta.
Pueden incluirse en el contrato los servicios y accesorios necesarios para el diseño, la instalación, puesta en
marcha y puesta a disposición de los bienes dados. El leasing debe instrumentarse en escritura pública si
tiene como objetos inmuebles, buques o aeronaves. En los demás casos puede celebrarse por instrumento
público o privado. La inscripción en el registro puede hacerse a partir de la celebración del contrato
independiente de la fecha de entrega de la cosa. En el caso de inmuebles la inscripción se mantiene por
veinte años, en los demás bienes por diez. En ambos casos puede renovarse antes de su vencimiento, por
rogación del dador u
orden judicial. El registro debe expedir certificados e informes, el que indique que sobre determinados
bienes no aparece inscrito ningún contrato de leasing tiene veinticuatro horas de eficacia legal. El contrato
debidamente inscrito es oponible a los acreedores de las partes. Los acreedores del tomador pueden
subrogarse en los derechos de éste para ejercer la opción de compra.
El tomador puede usar y gozar del bien objeto del leasing conforme a su destino, pero no puede venderlo,
gravarlo ni disponer de él. Los gastos ordinarios y extraordinarios de conservación y uso y las sanciones
ocasionadas por su uso son a cargo del tomador. Puede arrendar el bien objeto del leasing, excepto pacto en
contrario. En ningún caso el locatario o arrendatario puede pretender derechos sobre el bien que impidan o
limiten en modo alguno los derechos del dador.
La venta o gravamen consentido por el tomador es inoponible al dador. Este tiene acción reivindicatoria
sobre la cosa mueble que se encuentre en poder de un tercero, sin perjuicio de la responsabilidad del
tomador.
La opción de compra puede ejercerse por el tomador una vez que haya pagado tres cuartas partes del canon
total estipulado, o antes si así lo convinieron las partes. El contrato puede prever su prórroga a opción del
tomador y las condiciones de su ejercicio. La inscripción del leasing sobre cosas muebles no registrables y
software se cancela por orden judicial o a petición del dador o su cesionario. El tomador puede solicitar la
cancelación de la inscripción del leasing sobre cosas muebles no registrables y software si acredita:
El cumplimiento de los recaudos previstos en el contrato inscrito para ejercer la opción de compra
El depósito del monto total de los cánones que restaban pagar y del precio de ejercicio de la opción.
La interpelación fehaciente al dador, por un plazo no inferior a quince días hábiles, ofreciéndole los pagos
y solicitándole la cancelación de la inscripción.
El cumplimiento de las demás obligaciones contractuales exigibles a su cargo.
Consignación
Para que se haya contrato de consignación es necesaria la existencia de un mandato, que una parte se
obligue a realizar uno o más actos jurídicos en interés de la otra y que ese mandato sea otorgado sin
representación. Que el consignante no haya otorgado poder para ser representado y que el consignatario
actúe en nombre propio, pero en interés del mandante. Y que el encargo del contrato sea una venta de
cosas muebles
La consignación es indivisible, esto significa que se la debe cumplir como un conjunto en sus detalles y
condiciones. Una vez aceptada se presume que ha sido por completo y deberá ejecutarse en forma íntegra.
El consignatario queda directamente obligado hacia las personas con quienes contrata, sin que éstas tengan
acción contra el consignante, ni éste contra aquéllas. Debe ajustarse a las instrucciones recibidas, y es
responsable del daño por los negocios en los que se haya apartado de esas instrucciones, debe ejecutarla
con el cuidado que pondría en los asuntos propios o el exigido por las reglas de su profesión. En caso que el
consignatario se aparte de las instrucciones recibidas afectará solamente a la relación entre aquel y el
consignante, el contrato con el tercero quedará intacto. El apartamiento de las instrucciones recibidas puede
ser subsanado con la ratificación por parte del consignante. El consignatario es responsable ante el
consignante por el crédito otorgado a terceros sin la diligencia exigida por las circunstancias, no puede
comprar ni vender para sí las cosas comprendidas en la consignación.
La consignación se presume onerosa. La comisión simple es a la que regularmente tiene derecho el
consignatario por la ejecución de la labor encomendada. Si no está establecido para fijar la comisión hay que
atenerse a los usos, prácticas o costumbres del lugar. La comisión extraordinaria o en garantía se debe solo si
se pacta expresamente. El consignatario asume los riesgos del negocio y queda obligado, frente al
consignante, a pagar el precio en los plazos convenidos con el tercero. El consignante no asume ningún
riesgo por la
solvencia del tercero contratante y el consignatario garantiza el resultado del negocio celebrado. Eso es lo que
justifica una comisión superior a la ordinaria.
Corretaje
Cuando una persona se obliga ante otra, a mediar en la negociación y conclusión de uno o varios negocios,
sin
tener relación de dependencia o representación con ninguna de las partes. Es el acuerdo entre el corredor y
el comitente por el cual el primero se obliga, mediante retribución a buscar a la persona o cosa necesaria
para llegar a la conclusión de un negocio proyectado por el comitente. Solo puede ser realizado por un
corredor, matriculado y con título universitario. No hay relación de dependencia, de colaboración ni de
representación.
El contrato se entiende concluido por la intervención del corredor en el negocio sin protesta expresa hecha
contemporáneamente con el comienzo de su actuación. Si el comitente es una persona de derecho público,
el contrato de corretaje debe ajustarse a las reglas de contratación pertinentes. Pueden actuar como
corredores personas humanas o jurídicas. El corredor debe:
Asegurarse de la identidad de las personas que intervienen en los negocios en que media y de su
capacidad legal para contratar.
Proponer los negocios con exactitud, precisión y claridad.
Comunicar a las partes todas las circunstancias que conozca y puedan influir en la conclusión del negocio.
Mantener confidencialidad de todo lo que concierne a negociaciones en las que interviene.
Asistir en las operaciones hechas con su intervención.
Guardar muestras de los productos que se negocien con su intervención, mientras subsista la posibilidad
de controversia sobre la calidad de lo entregado.
El corredor tiene prohibido:
Adquirir por sí o por interpósita persona efectos cuya negociación le ha sido encargada.
Tener cualquier clase de participación o interés en la negociación o en los bienes comprendidos en ella.
Practicar descuentos, bonificaciones o reducción de comisiones arancelarias.
Tener participación en el precio que se obtenga en el corretaje a su cargo, no pudiendo celebrar
convenios por diferencias a su favor o de terceras personas.
Delegar su actuación como corredor ni permitir que bajo su nombre se efectúen corretajes por personas
no matriculadas.
Comprar por cuenta de terceros directa o indirectamente los bienes involucrados en el corretaje.
No puede retener el precio recibido en lo que exceda del monto de los gastos convenidos y de la
comisión que le corresponda.
El corredor puede:
Otorgar garantía por obligaciones de una o ambas partes de la negociación, el corredor se convierte en
garante del cumplimiento de las prestaciones derivadas del perfeccionamiento del contrato.
Recibir de una parte el encargo de representarla en la ejecución del negocio.
Factoraje o Factoring
Las partes en este contrato son el factoreado, es quien efectúa una cesión global de créditos al factor.
El factor es quien se obliga a adquirir esa masa de créditos cedidos por un precio en dinero convenido entre
las partes. Se trata de un contrato en el que ambas partes suelen ser empresarios. El contrato puede
comprender la totalidad de los créditos generados por el factoreado o un conjunto de ellos. Si se limitara a
un único crédito no se trataría de un factoraje, sino de una cesión de derechos. La cesión puede referirse a
créditos ya determinados, devengados, exigibles o pendientes de vencimiento, presentes o futuros,
determinables. Puede ser complementada con servicios de administración y gestión de cobranza, asistencia
técnica, comercial o administrativa respecto de los créditos cedidos.
El contrato debe incluir la relación de los derechos de crédito que se transmiten, la identificación del factor y
factoreado y los datos necesarios para identificar los documentos representativos de los derechos de
crédito, sus importes y sus fechas de emisión y vencimiento o los elementos que permitan su identificación
cuando el factoraje es determinable. Si el factor acepta la solicitud del cliente, este le entrega las facturas
pertinentes y les comunica a los deudores que los pagos sucesivos deberán efectuarse ante él. El factor se
encarga del cobro de las facturas, de los reclamos y acciones judiciales ante el incumplimiento del deudor
cedido. La transmisión de los derechos del crédito cedido debe ser notificada al deudor cedido por cualquier
medio que evidencie razonablemente la recepción por parte de éste.
El documento contractual es título suficiente de transmisión de los derechos cedidos, los efectos operan
desde la celebración del contrato. Las garantías reales y personales y la retención anticipada de un
porcentaje del crédito cedido para garantizar su incobrabilidad o aforo son válidos y subsisten hasta la
extinción de las obligaciones del factoreado. Cuando el cobro del derecho cedido no sea posible por una
razón que tenga su causa en el acto jurídico que le dio origen, el factoreado responde por la pérdida de valor
de los derechos del crédito cedido, aun cuando el factoraje se haya celebrado sin garantía o recurso.
Cuenta Corriente
Es el contrato por el cual dos partes se comprometen a inscribir en una cuenta las remesas recíprocas que se
efectúen y se obligan a no exigir ni disponer de los créditos resultantes de ellas hasta el final de un período, a
cuyo vencimiento se compensan, haciéndose exigible y disponible el saldo que resulte.
Las partes convienen que los créditos y deudas que arrojen las operaciones que efectúen en determinado
lapso pierdan su individualidad y se fundan en dos masas contrapuestas para liquidarse en la fecha
convenida, compensándose hasta la concurrencia de la menor, a fin de obtener, si resultan desiguales, un
saldo, deudor para una y acreedor para la otra. Importa, pues, una concesión recíproca de crédito. Las partes
intervinientes en la cuenta corriente se llaman corresponsales, correntistas o cuentacorrentistas. Cada parte
no asume desde el principio y en forma invariable el carácter de deudor o de acreedor, el cual puede
corresponderle a una u otra, las operaciones se liquidan al final del período y debe existir reciprocidad. Las
cuentas simples son entre empresarios y sus clientes —generalmente, proveedores o mayoristas—, que
tienen por función otorgar cierto crédito a estos últimos o conceder cierta espera en el pago de las
operaciones celebradas. Suponen fluidez o habitualidad en el trato empresarial de ambas partes,
presuponiendo también una dosis de confianza que debe necesariamente existir. No pueden incorporarse a
una cuenta corriente los créditos no compensables ni los ilíquidos o litigiosos, ni las partidas destinadas a un
fin determinado. En la cuenta corriente no se asientan operaciones, sino simplemente créditos y deudas.
La compensación constituye una de las características esenciales de la cuenta corriente, que se traduce en la
inexigibilidad de los valores remitidos por los cuentacorrentistas hasta el final del período respectivo. Con
ella se evitan las transferencias de dinero en los dos sentidos y se hace un solo pago: el pago del saldo.
Excepto convención o uso en contrario, se entiende que:
Los períodos son trimestrales.
El contrato no tiene plazo determinado, cualquiera de las partes puede rescindirlo otorgando un preaviso
no menor a diez días a la otra por medio fehaciente.
Si el contrato tiene plazo determinado, se renueva por tácita reconducción.
Si el contrato continúa o se renueva después de un cierre, el saldo es considerado la primera remesa del
nuevo período, excepto que lo contrario resulte de una expresa manifestación de la parte.
Excepto pacto en contrario, se entiende que:
Las remesas dan intereses a la tasa pactada, en su defecto a la tasa de uso y a falta de ésta a la tasa legal.
El saldo se considera capital productivo de intereses, aplicándose intereses.
Las partes pueden convenir la capitalización de intereses en plazos inferiores al de un período.
Se incluyen en la cuenta, como remesas, las comisiones y gastos vinculados a las operaciones inscriptas.
La generación de intereses es una de las características de este contrato, no se admite que los capitales
queden improductivos. Según el tipo de acuerdo puede darse una triple producción de intereses: la primera,
a partir del asiento de la remesa; la segunda, con cada balance parcial; y la tercera, a partir de la
determinación del saldo definitivo. Las garantías reales o personales de cada crédito incorporado se
trasladan al saldo de cuenta, en tanto el garante haya prestado su previa aceptación. Antes del cierre solo
hay elementos de un crédito eventual (el saldo), que será el resultante de la compensación de créditos y
deudas al final del período.
No se produce novación sino compensación de las remesas, ante la falta de conformidad del garante,
persisten las garantías personales y reales de los créditos anotados. Así también, cuando el crédito
garantizado pasa a la cuenta corriente con reserva expresa de la garantía por parte del acreedor, si al
clausurarse definitivamente la cuenta esta arroja un saldo igual o mayor que aquel, el acreedor impago
puede hacerlo efectivo en la garantía, hasta el importe de ella.
La cláusula “salvo encaje” es una cláusula imperativa cuando las remesas consisten en valores o papeles de
comercio, que opera siempre salvo convención en contrario. Resultan incluidos no solo los papeles de
crédito, sino también mercaderías u otros negocios. Si el crédito no puede ser cobrado a su vencimiento,
quien lo
recibió podrá asentar el contra-asiento correspondiente, restando de la cuenta el valor que no ha ingresado
con los gastos de protesto y demás erogaciones que debió realizar en cumplimiento del encargo
encomendado. Además, debe restituir el título al remitente. Constituye una excepción al principio de la
irrevocabilidad de los asientos en cuenta corriente.
El embargo del saldo eventual de la cuenta por un acreedor de uno de los cuentacorrentistas, impide al otro
aplicar nuevas remesas que perjudiquen el derecho del embargante, desde que ha sido notificado de la
medida. No se consideran nuevas remesas las que resulten de derechos ya existentes al momento del
embargo, aun cuando no se hayan anotado efectivamente en las cuentas de las partes. El cuentacorrentista
notificado debe hacer saber al otro el embargo por medio fehaciente y queda facultado para rescindir el
contrato. Una vez trabado el embargo sobre el crédito que uno de los cuentacorrentistas pueda tener a su
favor en la cuenta, ese crédito no puede ser disminuido ni afectado por las operaciones que las partes
efectúen con posterioridad a la anotación de la medida cautelar.
La inclusión de un crédito en una cuenta corriente no impide el ejercicio de las acciones o de las excepciones
que tiendan a la ineficacia del acto del que deriva. Declarada la ineficacia, el crédito debe eliminarse de la
cuenta. Los resúmenes de cuenta que una parte reciba de la otra se presumen aceptados si no los observa
dentro del plazo de diez días de la recepción o del que resulte de la convención o de los usos. El saldo de la
cuenta corriente puede ser garantizado con hipoteca, prenda, fianza o cualquier otra garantía. El cobro del
saldo de la cuenta corriente puede demandarse por vía ejecutiva
Son medios especiales de extinción del contrato de cuenta corriente:
La quiebra, la muerte o la incapacidad de cualquiera de las partes.
El vencimiento del plazo o la rescisión.
De pleno derecho, pasados dos períodos completos o el lapso de un año, el que fuere menor, sin que las
partes hubieren efectuado ninguna remesa con aplicación al contrato, excepto pacto en contrario.
Por las demás causales previstas en el contrato o en leyes particulares.
Agencia
Hay contrato de agencia cuando una parte, denominada agente, se obliga a promover negocios por cuenta
de otra denominada preponente o empresario, de manera estable, continuada e independiente, sin que
medie relación laboral alguna, mediante una retribución. El agente es un intermediario independiente, no
asume el riesgo de las operaciones ni representa al preponente. El productor en masa por lo general no
tiene interés en ocupar su tiempo y sus recursos en la distribución directa, por lo que le resulta más
conveniente recurrir a terceros que las realicen adecuadamente. El objeto está en las obligaciones que las
partes estipulan recíprocamente, para el preponente la obligación es de dar, y para el agente es de hacer, y
ambos deben ejecutarlas en tiempo y del modo que fueron sus intenciones, con lealtad, diligencia y buena
fe. Elementos esenciales y tipificantes:
La calidad de “promotor de negocios” que caracteriza al agente comercial, que cumple una función de
intermediación entre el principal y los interesados en finiquitar un contrato.
La independencia y autonomía con las que el agente desarrolla su actividad, entendida como ausencia de
subordinación o de dependencia toda vez que el contrato no se inserta dentro del marco laboral
La unificación de la gestión del agente, en el sentido de que su acción promotora de negocios se realiza
en favor de una sola de las partes intervinientes en la operación y no en la de ambas.
La estabilidad.
La asignación geográfica.
La exclusividad es una modalidad del contrato de agencia, es susceptible de ser modificada por las partes.
Supone una limitación a la concurrencia y requiere un ámbito espacial y temporal, porque su vigencia se
extiende al plazo de duración convenido. El agente puede contratar sus servicios con varios empresarios,
pero no puede aceptar operaciones del mismo ramo de negocios o en competencia con las de uno de sus
preponente, sin que éste lo autorice expresamente. La violación de esto lo haría responsable por los daños y
perjuicios.
El agente es un intermediario independiente y no asume ninguna responsabilidad patrimonial por el
resultado de los negocias que con su intervención se pueden gestar. No puede constituirse en garante del
pago del comprador presentado al empresario, sino hasta el importe de la comisión que se le puede haber
adelantado o cobrado, en virtud de la operación concluida por el principal. Son obligaciones del agente:
Velar por los intereses del empresario y actuar de buena fe en el ejercicio de sus actividades.
Obrar con la diligencia de un buen hombre de negocios la promoción y conclusión de los actos delegados.
Cumplir con las instrucciones recibidas y transmitir toda la información relativa a su gestión.
Recibir en nombre del empresario los reclamos de terceros sobre defectos o vicios de calidad o cantidad
de los bienes vendidos o de los servicios prestados y transmitírselas de inmediato.
Asentar en su contabilidad los actos u operaciones relativos a cada empresario por cuya cuenta actúe.
Se prohíbe al agente desistir de la cobranza de un crédito del empresario en forma total o parcial, se
establece como premisa que el agente no representa al empresario. Para que el agente pueda realizar la
cobranza del preponente debe tener poder especial, y aún con este no puede conceder quitas ni consentir
acuerdos o desistimientos sin facultades expresas, de carácter especial.
Si no hay un pacto expreso, la remuneración del agente es una comisión variable según el volumen o el valor
de los actos o contratos promovidos y concluidos por el agente. Cualquiera sea la forma de la retribución
pactada, el agente tiene derecho a percibirla:
Por las operaciones concluidas con su intervención, durante la vigencia del contrato de agencia y siempre
que el precio sea cobrado por el empresario.
Si existen operaciones concluidas con posterioridad a la finalización del contrato de agencia.
Si el contrato se concluye con un cliente que el agente presentara anteriormente para un negocio
análogo, siempre que no haya otro agente con derecho a remuneración.
Si el agente tiene exclusividad para una zona geográfica o un grupo determinado de personas, y el
contrato se concluye con una persona perteneciente a dicha zona o grupo, aunque el agente no lo
promueva.
La cláusula que subordina la percepción de la remuneración, en todo o en parte, a la ejecución del contrato,
es válida si ha sido expresamente pactada. Excepto pacto en contrario, el agente no tiene derecho al
reembolso de gastos que le origine el ejercicio de su actividad. Se entiende que el contrato de agencia se
celebra por tiempo indeterminado, la continuación de la relación con posterioridad al vencimiento de un
contrato de agencia con plazo determinado, lo transforma en contrato por tiempo indeterminado.
En los contratos por tiempo indeterminado cualquiera de las partes puede ponerle fin con un preaviso, que
debe ser de un mes por cada año de vigencia del contrato. Esto se aplica a los contratos de duración limitada
transformados en contratos de duración ilimitada.
La omisión del preaviso otorga a la otra parte derecha a la indemnización por las ganancias dejadas de
percibir en el período. Esta expresión refiere a ingresos netos, no brutos, por lo que corresponderá a esos
efectos ver la ganancia y deducir los gastos e impuestos, entre otros.
El contrato de agencia se resuelve por:
Muerte o incapacidad del agente.
Disolución de la persona jurídica que celebra el contrato.
Quiebra firme de cualquiera de las partes.
Vencimiento del plazo.
Incumplimiento grave o reiterado de las obligaciones de una de las partes.
Disminución significativa del volumen de negocios del agente.
El contrato se resuelve si la persona jurídica que celebro el contrato se fusiona o se escinde y cualquiera de
estas dos circunstancias causa un detrimento sustancial en la posición del agente. Extinguido el contrato el
agente que mediante su labor ha incrementado significativamente el giro de las operaciones del empresario,
tiene derecho a una compensación si su actividad anterior puede continuar produciendo ventajas
sustanciales a éste. En caso de muerte ese derecho corresponde a sus herederos, a falta de acuerdo, la
compensación debe ser fijada judicialmente. Esta compensación no impide al agente, en su caso, reclamar
por los daños derivados de la ruptura por culpa del empresario.
No hay derecho a compensación si:
El empresario pone fin al contrato por incumplimiento del agente.
El agente pone fin al contrato (excepto por incumplimiento del empresario) o por la edad, invalidez o
enfermedad del agente, que no permiten exigir razonablemente la continuidad de sus actividades.
Las partes pueden pactar cláusulas de no competencia del agente para después de la finalización del
contrato, si éste prevé la exclusividad del agente en los negocios del empresario. No pueden exceder de un
año y se aplica a un territorio o grupo de personas que resulten razonables segun las circunstancias.
El agente no puede, excepto consentimiento expreso del empresario, instituir subagentes. El agente
responde solidariamente por la actuación del subagente. Es una forma de evitar que se pretenda diluir la
responsabilidad del agente por las obligaciones que le son propias.
Estas normas no se aplican a los agentes de bolsa, a los productores, agentes financieros o cambiarios, a los
agentes marítimos o aeronáuticos y a los demás grupos regidos por leyes especiales.
Concesión
Hay contrato de concesión cuando el concesionario, que actúa en nombre y por cuenta propia frente a
terceros, se obliga mediante una retribución a disponer de su organización empresarial para comercializar
mercaderías provistas por el concedente, prestar los servicios y proveer los repuestos y accesorios según
haya sido convenido. Exclusividad de mercaderías:
La concesión es exclusiva para ambas partes en el territorio o zona de influencia determinados.
La concesión comprende todas las mercaderías fabricadas o provistas por el concedente, incluso los
nuevos modelos.
No solo el concesionario está alcanzado por esa limitación, también el concedente deberá abstenerse de
acordar con otros concesionarios la venta o distribución de sus productos o servicios en la zona de influencia
determinada. La voluntad de las partes puede establecer la no exclusividad o someterla a una modalidad
determinada.
Son obligaciones del concedente:
Proveer al concesionario de una cantidad mínima de mercaderías que le permita atender adecuadamente
las expectativas de venta en su territorio o zona.
Respetar el territorio o zona de influencia asignado en exclusividad al concesionario.
Proveer al concesionario la información técnica y la capacitación de personal necesarios para la
explotación de la concesión.
Proveer durante un período razonable repuestos para los productos comercializados.
Permitir el uso de marcas y demás elementos distintivos en la medida necesaria para la explotación de la
concesión
Son obligaciones del concesionario:
Comprar exclusivamente al concedente las mercaderías y los repuestos objeto de la concesión.
Respetar los límites geográficos de actuación y abstenerse de comercializar mercaderías fuera de ellos.
Disponer de los locales y demás instalaciones y equipos que resulten necesarios para el adecuado
cumplimiento de su actividad.
Prestar los servicios de pre entrega y mantenimiento de las mercaderías si fue convenido.
Adoptar el sistema de ventas, de publicidad y de contabilidad que fije el concedente.
Capacitar a su personal de conformidad con las normas del concedente.
El plazo no puede ser inferior a cuatro años, si el tiempo es indeterminado se entiende convenido por cuatro
años. Excepcionalmente, si el concedente provee al concesionario el uso de las instalaciones principales
suficientes para su desempeño puede preverse un plazo menor, no inferior a dos años. La continuación de la
relación después de vencido el plazo determinad, sin especificarse antes el nuevo plazo, lo transforma en
contrato por tiempo indeterminado.
El concesionario tiene derecho a una retribución, que puede consistir en una comisión o un margen sobre el
precio de las unidades vendidas por él o también en cantidades fijas u otras formas convenidas. Los gastos
de explotación están a cargo del concesionario, excepto los necesarios para atender los servicios de pre
entrega o de garantía gratuita. Estos contratos les dan a las partes la posibilidad de ponerle fin
unilateralmente. Solo deberán preavisar de acuerdo con las normas de remisión o en su defecto indemnizar
por las ganancias dejadas de percibir.
Resolución del contrato de concesión:
Muerte o incapacidad del agente.
Disolución de la persona jurídica que celebra el contrato, que no deriva de fusión o escisión.
Quiebra firme de cualquiera de las partes.
Vencimiento del plazo.
Incumplimiento grave o reiterado de las obligaciones de una de las partes.
Distribución
La distribución comercial no fue nominada ni tipificada, puede ser concebida como el conjunto de
actividades que permite al productor llegar al consumidor. El tráfico en masa de insumos y productos y la
intensa competencia que se da para su colocación en los mercados llevo a los empresarios a perfeccionar los
sistemas de distribución con el menor costo posible y la mejor utilidad posible. Influye para esto factores
geográficos y climáticos que benefician o dificultan la venta de las mercaderías. La ciencia y la tecnología han
condicionado fuertemente las relaciones jurídicas, generando una persistente dificultad a la hora de
metabolizar sus innovaciones cuando inciden sobre el modo de comercialización de los productos derivados
de esos avances.
Es por ello por lo que, a la hora de evaluar un negocio jurídico concreto, reducido intelectualmente para un
adquirente a “oferta y aceptación”, deba analizarse un orden múltiple de relaciones contractuales y
conexas que para el observador jurídico no pueden pasar inadvertidas como pautas de interpretación.
Franquicia
Hay franquicia comercial cuando una parte, denominada franquiciante, otorga a otra, llamada franquiciado,
el derecho a utilizar un sistema destinado a comercializar determinados bienes o servicios bajo el nombre
comercial, emblema o la marca del franquiciante, quien provee un conjunto de conocimientos técnicos y la
prestación continua de asistencia técnica o comercial, contra una prestación del franquiciado. El
franquiciante
debe ser titular exclusivo del conjunto de los derechos intelectuales, marcas, patentes, nombres
comerciales, derechos de autor y demás comprendidos en el sistema bajo franquicia. No puede tener
participación accionaria de control directo o indirecto en el negocio del franquiciado. El franquiciante tiene
el derecho de controlar en forma permanente al franquiciado.
En este contrato no opera ni la comisión ni el margen de reventa. La remuneración en la franquicia es
siempre del franquiciado al franquiciante y pueden puntualizarse dos formas posibles, que en general
aparecen juntas. Una son las regalías, que se pagan como contraprestación por el uso de las marcas,
patentes, y sistemas, que son un sistema de ingresos permanentes y periódicos. La segunda es el pago de un
derecho de ingreso, que se da solo en algunas franquicias, no en todas y que consiste en que el franquiciado
paga al franquiciante por el solo hecho de que le permita ingresar a la red.
A los fines de la interpretación del contrato se entiende que:
Franquicia mayorista: el franquiciante otorga a persona física o jurídica un territorio en el cual tiene
derecho de nombrar subfranquiciados.
Franquicia de desarrollo: el franquiciante otorga a un franquiciado el derecho a abrir múltiples negocios
franquiciados bajo el sistema, método y marca durante un periodo no menor a cinco años.
Sistema de negocios: conjunto de conocimientos prácticos y experiencia acumulada por el franquiciante,
que ha sido debidamente probado, secreto, sustancial y transmisible. Es secreto cuando no es
generalmente conocida o de fácil acceso. Es sustancial cuando la información es relevante para la venta o
prestación de servicios. Es transmisible cuando con descripción alcanza para permitir al franquiciado
desarrollar su negocio de conformidad a las pautas desarrolladas por el franquiciante.
Son obligaciones del franquiciante:
Proporcionar antes de la firma del contrato información económica y financiera sobre la evolución de dos
años de unidades similares a la ofrecida en franquicia.
Comunicar al franquiciado el conjunto de conocimientos técnicos derivados de la experiencia del
franquiciante y comprobados por éste como aptos para producir los efectos del sistema franquiciado.
Entregar al franquiciado un manual de operaciones con las especificaciones útiles para desarrollar la
actividad prevista en el contrato.
Proveer asistencia técnica para la mejor operatividad de la franquicia durante la vigencia del contrato.
Si la franquicia comprende la provisión de bienes o servicios a cargo del franquiciante o de terceros
designados por él, asegurar esa provisión en cantidades adecuadas y a precios razonables.
Defender y proteger el uso por el franquiciado en las condiciones del contrato, sin perjuicio de que:
- En las franquicias internacionales esa defensa está contractualmente a cargo del franquiciado.
- En cualquier caso, el franquiciado está facultado para intervenir como interesado coadyuvante, en
defensa de tales derechos, en las instancias administrativas o judiciales correspondientes.
Son obligaciones mínimas del franquiciado:
Desarrollar efectivamente la actividad comprendida en la franquicia, cumplir las especificaciones del
manual de operaciones y las que el franquiciante le comunique.
Proporcionar las informaciones que razonablemente requiera el franquiciante para el conocimiento del
desarrollo de la actividad y facilitar las inspecciones.
Abstenerse de actos que puedan poner en riesgo la identificación o el prestigio del sistema de franquicia
que integra y cooperar a su protección.
Mantener la confidencialidad de la información reservada que integra el conjunto de conocimientos
técnicos transmitidos. Esta obligación subsiste después de la expiración del contrato.
Cumplir con las contraprestaciones comprometidas.
Como regla general plazo mínimo de duración de cuatro años, sin embargo, las partes pueden pactar un plazo
según situaciones especiales. Al vencimiento del plazo, el contrato se entiende prorrogado tácitamente por
plazos sucesivos de un año, excepto expresa denuncia de una de las partes antes de cada vencimiento con
treinta días de antelación. A la segunda renovación, se transforma en contrato por tiempo indeterminado.
Las franquicias son exclusivas para ambas partes, no se puede autorizar otra unidad de franquicia en el mismo
territorio, excepto con el consentimiento del franquiciado. Excepto pacto en contrario:
El franquiciado no puede ceder su posición contractual ni los derechos que emergen del contrato
mientras está vigente. No es así para las franquicias mayoristas cuyo objetivo primordial es crear
subfranquicias.
El franquiciante no puede comercializar directamente con los terceros, mercaderías o servicios
comprendidos en la franquicia dentro del territorio o zona de influencia del franquiciado.
El derecho a la clientela corresponde al franquiciante. El franquiciado no puede mudar la ubicación de sus
locales de atención o fabricación.
No son válidas las cláusulas que prohíban al franquiciado:
Cuestionar justificadamente los derechos del franquiciante respecto de las marcas, patentes, nombres
comerciales o conocimientos técnicos comprendidos en el sistema objeto de franquicia.
Adquirir mercaderías comprendidas en la franquicia de otros franquiciados dentro del país, siempre que
éstos respondan a las calidades y características contractuales.
Reunirse o establecer vínculos no económicos con otros franquiciados, siempre que no sea una conducta
desleal con el principio de buena fe.
Las partes del contrato son independientes, y no existe relación laboral entre ellas. En consecuencia:
El franquiciante no responde por las obligaciones del franquiciado.
Los dependientes del franquiciado no tienen relación jurídica laboral con el franquiciante.
El franquiciante no responde ante el franquiciado por la rentabilidad del sistema otorgado en franquicia.
El franquiciante responde por los defectos de diseño del sistema, que causan daños probados al
franquiciado, no ocasionados por la negligencia grave o el dolo del franquiciado. La obligación del
franquiciante al poner en manos del franquiciado la posibilidad de distribuir un producto o servicio en una
forma más evolucionada, la de que él mismo fabrique o produzca los productos que luego venderá a los
consumidores, derivando así la responsabilidad del primero en caso de que esa transferencia al franquiciado
sea de forma defectuosa.
La extinción del contrato de franquicia se rige por las siguientes reglas:
El contrato se extingue por la muerte o incapacidad de cualquiera de las partes.
El contrato no puede ser extinguido sin justa causa dentro del plazo de su vigencia original.
Los contratos con un plazo menor de tres años justificado por razones especiales quedan extinguidos de
pleno derecho al vencimiento del plazo.
Cualquiera sea el plazo de vigencia del contrato, la parte que desea concluirlo a la expiración del plazo
original o de cualquiera de sus prórrogas, debe preavisar a la otra con una anticipación no menor de un
mes por cada año de duración, hasta un máximo de seis meses.
El contrato de franquicia, por sí mismo, no debe ser considerado un pacto que limite, restrinja o distorsione
la competencia.
Fideicomiso
Hay contrato de fideicomiso cuando una parte, llamada fiduciante, transmite o se compromete a transmitir
la propiedad de bienes a otra persona denominada fiduciario, quien se obliga a ejercerla en beneficio de otra
llamada beneficiario, que se designa en el contrato, y a transmitirla al cumplimiento de un plazo o condición
al fideicomisario. El contrato debe contener:
La individualización de los bienes objeto del contrato.
La determinación del modo en que otros bienes pueden ser incorporados al fideicomiso.
El plazo o condición a que se sujeta la propiedad fiduciaria.
La identificación del beneficiario o la manera de determinarlo.
El destino de los bienes del fideicomiso o la manera de determinarlo a la finalización del contrato.
Los derechos y obligaciones del fiduciario y el modo de sustituirlo.
El fideicomiso no puede durar más de treinta años, excepto que el beneficiario sea incapaz o con capacidad
restringida que puede durar hasta el cese de la incapacidad o de la restricción a su capacidad, o su muerte.
Debe inscribirse en el Registro Público y puede celebrarse por instrumento público o privado, excepto
cuando sean bienes cuya transmisión debe ser celebrada por instrumento público, si esta formalidad no se
cumple el contrato vale como promesa de otorgarlo. Pueden ser objeto del fideicomiso todos los bienes que
se encuentran en el comercio salvo las herencias futuras. El beneficiario puede ser persona humana o
jurídica, pudiendo existir o no al tiempo del otorgamiento del contrato. Pueden ser beneficiarios el
fiduciante, el fiduciario o el fideicomisario. Pueden designarse varios beneficiarios quienes se benefician por
igual. Si ningún beneficiario acepta, todos renuncian o no llegan a existir, el beneficiario es el fideicomisario.
Si también la renuncia o no acepta el beneficiario debe ser el fiduciante.
El fideicomisario es la persona a quien se transmite la propiedad al concluir el fideicomiso. Puede ser el
fiduciante, el beneficiario, o una persona distinta de ellos. No puede ser fideicomisario el fiduciario. Si ningún
fideicomisario acepta, todos renuncian o no llegan a existir, el fideicomisario es el fiduciante.
El fiduciario puede ser cualquier persona humana o jurídica. Sólo pueden ofrecerse al público para actuar
como fiduciarios las entidades financieras autorizadas a funcionar como tales. Puede ser beneficiario
evitando cualquier conflicto de intereses y obrar privilegiando los de los restantes sujetos intervinientes en
el contrato. Debe cumplir las obligaciones impuestas por la ley y obre con la prudencia y diligencia del buen
hombre de negocios. Si se designa más de un fiduciario para que actúen simultáneamente, forma conjunta o
no, su responsabilidad es solidaria por el cumplimiento de las obligaciones resultantes del fideicomiso.
La rendición de cuentas puede ser solicitada por el beneficiario, el fiduciante o el fideicomisario, deben ser
rendidas con una periodicidad no mayor a un año. El contrato no puede dispensar al fiduciario de la
obligación de rendir cuentas, ni de la culpa o dolo en que puedan incurrir él o sus dependientes, ni de la
prohibición de adquirir para sí los bienes fideicomitidos
El fiduciario tiene derecho al reembolso de los gastos y a una retribución, si esta no se fija en el contrato lo
debe hacer el juez teniendo en cuenta la importancia de los deberes a cumplir, la eficacia de la gestión
cumplida y las demás circunstancias en que actúa el fiduciario. El fiduciario cesa por:
Remoción judicial por incumplimiento de sus obligaciones o por estar imposibilitado material o
jurídicamente para el desempeño de su función.
Incapacidad, inhabilitación y capacidad restringida judicialmente declaradas o muerte o disolución.
Quiebra o liquidación.
Renuncia, tiene efecto después de la transferencia del patrimonio del fideicomiso al fiduciario sustituto.
Para reemplazar al fiduciario el sustituto debe estar indicado en el contrato o como designarlo. Solo en caso
de muerte los interesados pueden prescindir de la intervención judicial, en los restantes casos cualquier
interesado puede solicitar al juez la comprobación de la causal y la indicación del sustituto o el
procedimiento para su designación por el procedimiento más breve previsto por la ley procesal local.
Si el fideicomiso se constituye con fines de garantía, el fiduciario puede aplicar las sumas de dinero que
ingresen al patrimonio, incluso por cobro judicial o extrajudicial de los créditos o derechos fideicomitidos, al
pago de los créditos garantizados. Respecto de otros bienes, para ser aplicados a la garantía el fiduciario
puede disponer de ellos según lo dispuesto en el contrato y, en defecto de convención, en forma privada o
judicial, asegurando un mecanismo que procure obtener el mayor valor posible de los bienes.
Para recibir las prestaciones del fideicomiso, el beneficiario y el fideicomisario deben aceptar su posición.
Esto se presume cuando intervienen en el contrato de fideicomiso o cuando realizan actos que
inequívocamente la suponen. Si no el fiduciario puede requerirla mediante acto auténtico fijando a tal fin un
plazo prudencial. No producida la aceptación, debe solicitar al juez que la requiera fijando a tal fin el modo
de notificación al
interesado que resulte más adecuado. El beneficiario y el fideicomisario pueden reclamar por el debido
cumplimiento del contrato y la revocación de los actos realizados por el fiduciario en fraude de sus intereses.
Sobre los bienes fideicomitidos se constituye una propiedad fiduciaria. Esto tiene efectos frente a terceros
desde el momento en que se cumplen los requisitos exigidos. Si se trata de bienes registrables, los registros
correspondientes deben tomar razón de la calidad fiduciaria de la propiedad a nombre del fiduciario.
Excepto estipulación en contrario el fiduciario adquiere la propiedad fiduciaria de los frutos y productos de
los bienes fideicomitidos y de los bienes que adquiera con esos frutos y productos.
Los bienes fideicomitidos constituyen un patrimonio separado del patrimonio del fiduciario, del fiduciante,
del beneficiario y del fideicomisario. El fiduciario tiene la obligación de contratar un seguro contra la
responsabilidad civil que cubra los daños causados por las cosas objeto del fideicomiso.
Los bienes fideicomitidos quedan exentos de la acción singular o colectiva de los acreedores del fiduciario.
Tampoco pueden agredir los bienes fideicomitidos los acreedores del fiduciante, quedando a salvo las
acciones por fraude y de ineficacia concursal. Los acreedores del beneficiario y del fideicomisario pueden
subrogarse en los derechos de su deudor.
Los bienes del fiduciario no responden por las obligaciones contraídas en la ejecución del fideicomiso, estas
son sólo satisfechas con los bienes fideicomitidos. Tampoco responden por esas obligaciones el fiduciante, el
beneficiario ni el fideicomisario, excepto compromiso expreso de éstos. La insuficiencia de los bienes
fideicomitidos no da lugar a la declaración de su quiebra. En ese caso y ante la falta de otros recursos
provistos por el fiduciante o el beneficiario procede su liquidación.
El fiduciario puede disponer o gravar los bienes fideicomitidos cuando lo requieran los fines del fideicomiso,
sin ser necesario consentimiento del fiduciante, beneficiario o fideicomisario. El contrato puede limitar estas
facultades hasta prohibirlas. Estas limitaciones no son oponibles a terceros interesados de buena fe, sin
perjuicio de los derechos respecto del fiduciario. Si se nombran varios fiduciarios, se configura un
condominio, los actos de disposición deben ser otorgados por todos conjuntamente, excepto pacto en
contrario.
El fiduciario puede ejercer todas las acciones posibles para la defensa de los bienes fideicomitidos, contra
terceros, el fiduciante, el beneficiario o el fideicomisario. El juez puede autorizar al fiduciante, beneficiario o
fideicomisario, a ejercer acciones en sustitución del fiduciario si este no lo hace injustificadamente.
Fideicomiso financiero es el contrato de fideicomiso sujeto a las reglas precedentes, en el cual el fiduciario es
una entidad financiera o una sociedad especialmente autorizada por el organismo de contralor de los
mercados de valores para actuar como fiduciario financiero, y beneficiarios son los titulares de los títulos
valores garantizados con los bienes transmitidos. Estos títulos valores referidos pueden ofrecerse al público
en los términos de la normativa sobre oferta pública de títulos valores. Además de las exigencias generales
debe contener los términos y condiciones de emisión de los títulos valores, las reglas para la adopción de
decisiones por parte de los beneficiarios que incluyan las previsiones para el caso de insuficiencia o
insolvencia del patrimonio fideicomitido, y la iidentificación particular del fideicomiso financiero.
Los certificados de participación son emitidos por el fiduciario y los títulos representativos de deuda
garantizados por los bienes fideicomitidos pueden ser emitidos por el fiduciario o por terceros. Deben ser
emitidos sobre la base de un prospecto en el que consten las condiciones de la emisión, las enunciaciones
necesarias para identificar el fideicomiso al que pertenecen, y la descripción de los derechos que confieren.
Pueden emitirse certificados globales de los certificados de participación y de los títulos de deuda, para su
inscripción en regímenes de depósito colectivo. A tal fin se consideran definitivos, negociables y divisibles.
Los títulos representativos de deuda dan a sus titulares el derecho a reclamar por vía ejecutiva.
Asambleas de tenedores de títulos representativos de deuda o certificados de participación, en los
fideicomisos financieros con oferta pública las decisiones colectivas de los beneficiarios del fideicomiso
financiero se deben adoptar por asamblea, a la que se aplican las reglas de convocatoria, quórum,
funcionamiento y mayorías de las sociedades anónimas. El cómputo del quórum y las mayorías se debe
hacer
sobre el valor nominal conjunto de los títulos valores en circulación. Ninguna decisión es válida sin el voto
favorable de tres cuartas partes de los títulos representativos de deuda emitidos y en circulación.
El fideicomiso se extingue por:
El cumplimiento del plazo, el cumplimiento de la condición o el vencimiento del plazo máximo legal.
La revocación del fiduciante, si se ha reservado expresamente esa facultad, no tiene efecto retroactivo.
Cualquier otra causal prevista en el contrato.
Producida la extinción del fideicomiso, el fiduciario está obligado a entregar los bienes al fideicomisario o a
sus sucesores, a otorgar los instrumentos y a contribuir a las inscripciones registrales que correspondan.
Toda transmisión por venta o cualquier otro título oneroso o gratuito de un establecimiento comercial o
industrial, sea venta directa y privada o en remate público, sólo podrá efectuarse válidamente con relación a
terceros, previo anuncio durante cinco días en el Boletín Oficial y en uno o más diarios del lugar. El
enajenante debe entregar una nota firmada enunciando los créditos adeudados. El documento de
transmisión sólo podrá firmarse después de transcurridos diez días desde la última publicación, y hasta ese
momento los acreedores afectados por la transferencia podrán notificar su oposición al comprador en el
domicilio denunciado en la publicación. Este derecho podrá ser ejercitado tanto por los acreedores
reconocidos en la nota como por los omitidos en ella que acrediten los documentos necesarios. Transcurrido
el plazo sin mediar oposición podrá otorgarse válidamente el documento de venta, que deberá inscribirse en
el Registro Público de Comercio. De
hacerse la transferencia del fondo de comercio, el adquirente no pasa a ser titular de los créditos y deudas,
salvo que exista un pacto expreso acordado por las partes y no haya oposición de los acreedores.
Las omisiones o transgresiones a lo establecido en la ley, harán responsables solidariamente al comprador,
vendedor, martillero o escribano que las hubieran cometido, por el importe de los créditos que resulten
impagos, como consecuencia de aquéllas y hasta el monto del precio de lo vendido.
Puede realizarse en forma directa o indirecta. La primera se da cuando comprador y vendedor realizan la
transferencia por un acuerdo celebrado entre ellos. La forma indirecta es en la cual debe intervenir
necesariamente un martillero público u otro tercero involucrado. La transferencia puede efectivizarse
mediante dos sistemas, transferencia privada o transferencia por remate.
La falta de inscripción en el Registro hace inoponible el acto frente a terceros que contraten de buena fe con
el vendedor. Para cumplir la ley y que la enajenación sea válida debe haber sido publicitada mediante
edictos durante 5 días antes de la transferencia y esperar otros 10 días para recibir "reclamos". Si los
acreedores no se presentan, no pierden el derecho a cobro, sino el privilegio de cobrar.
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Unidad 6: Entidades financieras y los contratos bancarios en el nuevo CCyC
El BCRA
El Banco Central de la República Argentina es una entidad autárquica del Estado nacional regida por las
disposiciones de su Carta Orgánica. El Estado nacional garantiza las obligaciones asumidas por el banco.
Tiene por finalidad promover la estabilidad monetaria, la estabilidad financiera, el empleo y el desarrollo
económico con equidad social. Son funciones y facultades del banco:
Regular el funcionamiento del sistema financiero y aplicar la Ley de Entidades Financieras.
Regular la cantidad de dinero y las tasas de interés y regular y orientar el crédito.
Actuar como agente financiero del Estado nacional y depositario.
Concentrar y administrar sus reservas de oro, divisas y otros activos externos.
Contribuir al buen funcionamiento del mercado de capitales.
Ejecutar la política cambiaria de acuerdo con la legislación.
Estará gobernado por un directorio compuesto por un presidente, un vicepresidente y ocho directores,
designados por el Poder Ejecutivo Nacional con acuerdo del Senado de la Nación y durarán seis (6) años.
Podrán ser removidos de sus cargos, por el Poder Ejecutivo nacional. Funciones del presidente:
Ejerce la administración del banco.
Actúa en representación del directorio y convoca y preside sus reuniones.
Ejerce la representación legal del banco en sus relaciones con terceros.
Dirige la actuación de la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias.
Deberá presentar un informe anual al Congreso de la Nación.
Opera en los mercados monetario y cambiario.
Corresponde al directorio:
Intervenir en las decisiones que afecten al mercado monetario y cambiario.
Prescribir requisitos de encaje.
Fijar las tasas de interés y demás condiciones generales de las operaciones crediticias del banco.
Establecer relaciones técnicas de liquidez y solvencia para las entidades financieras.
Establecer el régimen informativo y contable para las entidades sujetas a la supervisión del banco.
Determinar las sumas que corresponde destinar a capital y reservas.
Revocar la autorización para operar de las entidades financieras y cambiarias.
Establecer las denominaciones y características de los billetes y monedas.
Autorizar la apertura de nuevas entidades financieras o cambiarias.
Determinar el nivel de reservas de oro, divisas y otros activos externos necesarios para la ejecución de la
política cambiaria, tomando en consideración la evolución de las cuentas externas.
Regular las condiciones del crédito en términos de riesgo, plazos, tasas de interés, comisiones y cargos y
orientar su destino por medio de exigencias de reservas o encajes diferenciales.
Establecer políticas diferenciadas para las pequeñas y medianas empresas y a las economías regionales.
El Banco está facultado para realizar las siguientes operaciones:
Emitir billetes y monedas.
Otorgar redescuentos a las entidades financieras por razones de iliquidez transitoria, la entidad financiera
asistida permanecerá obligada respecto del pago de los deudores de la cartera redescontada.
Otorgar adelantos en cuentas a las entidades financieras por iliquidez transitoria, con caución de títulos
públicos u otros valores, o con garantía o afectación especial o general sobre activos determinados
Las derivadas de convenios internacionales en materia de pagos, y la toma de préstamos de organismos
multilaterales u oficiales extranjeros.
Ceder, transferir o vender los créditos que hubiera adquirido de las entidades financieras afectadas por
problemas de liquidez.
El Banco Central de la República Argentina podrá:
Comprar y vender títulos públicos, divisas y otros activos financieros con fines de regulación monetaria,
cambiaria, financiera y crediticia.
Ceder o transferir a terceros los activos que haya adquirido en propiedad por los redescuentos que
hubiera otorgado a las entidades.
Comprar y vender oro y divisas.
Recibir oro y otros activos financieros en custodia.
Recibir depósitos en moneda nacional o extranjera.
Emitir títulos o bonos, así como certificados de participación en los valores que posea.
Queda prohibido al banco:
Conceder préstamos al gobierno nacional, a los bancos, provincias y municipalidades.
Garantizar o endosar letras y otras obligaciones del gobierno nacional, de las provincias, municipalidades
y otras instituciones públicas.
Conceder préstamos a personas físicas o jurídicas no autorizadas para operar como entidades financieras.
Efectuar redescuentos, adelantos u otras operaciones de crédito, excepto en los casos previstos.
Comprar y vender inmuebles.
Comprar acciones, salvo las emitidas por organismos financieros internacionales.
Participar directa o indirectamente en cualquier empresa comercial, agrícola, industrial o de otra clase.
Colocar sus disponibilidades en moneda nacional o extranjera en instrumentos que no gocen
sustancialmente de inmediata liquidez.
Otorgar garantías especiales que directa o indirectamente, implícita o explícitamente, cubran
obligaciones de las entidades financieras, incluso las originadas en la captación de depósitos.
El banco se encargará de realizar las remesas y transacciones bancarias del gobierno nacional, tanto en el
interior del país como en el extranjero, recibirá en depósito los fondos del gobierno nacional y efectuará
pagos por cuenta de los mismos. No pagará interés alguno sobre las cantidades depositadas en la cuenta del
gobierno nacional. El banco podrá disponer el traspaso de los depósitos del gobierno nacional y los de
entidades autárquicas a las entidades financieras.
En su carácter de agente financiero del Estado nacional, el banco podrá reemplazar por valores escriturales,
los títulos cuya emisión le fuera encomendada, expidiendo certificados globales. Podrá colocar los valores en
venta directa en el mercado o mediante consorcios financieros. Podrá promover y fiscalizar el
funcionamiento de éstos. No podrá tomar suscripciones por cuenta propia.
El Banco puede exigir que las entidades financieras mantengan disponibles determinadas proporciones de
los diferentes depósitos y otros pasivos, expresados en moneda nacional o extranjera. Es el encargado
exclusivo de la emisión de billetes y monedas de la y ningún otro órgano del gobierno nacional, provincial ni
municipal podrán emitir billetes ni monedas.
El Banco Central de la República Argentina tendrá a su cargo la aplicación de la ley, con todas las facultades
que ella y su Carta Orgánica le acuerdan. Dictará las normas reglamentarias que fueren menester para su
cumplimiento. Así mismo, la intervención de cualquier otra autoridad queda limitada a los aspectos que no
tengan relación con las disposiciones de la presente ley.
Las entidades comprendidas no podrán iniciar sus actividades, fusionarse o transmitir sus fondos sin previa
autorización del BCRA. Al considerarse la autorización para funcionar se evaluará la conveniencia de la
iniciativa, las características del proyecto, las condiciones generales y particulares del mercado y los
antecedentes y responsabilidad de los solicitantes y su experiencia en la actividad financiera. N o podrán
desempeñarse como promotores, fundadores, directores, administradores, miembros de los consejos de
vigilancia, síndicos, liquidadores o gerentes de las entidades comprendidas en esta ley:
Con respecto a las cajas de crédito cooperativas decimos que deberán ajustarse a los siguientes requisitos:
Las operaciones activas se realizarán preferentemente con asociados que se encuentren radicados o
realicen su actividad económica en la zona de actuación en la que se le autorice a operar. El Banco
Central de la República Argentina delimitará el alcance de dicha zona de actuación atendiendo a la
viabilidad de cada proyecto.
Deberán distribuir sus retornos en proporción a los servicios utilizados y/o al capital aportado.
Podrán solicitar la apertura de hasta 5 sucursales dentro de su zona de actuación. Sin perjuicio de ello, la
reglamentación que dicte el BCRA podrá contemplar la instalación de otras.
Para la captación de fondos no será aplicable el límite de la zona de actuación en la que se encuentren
autorizadas a operar.
Las denominaciones que se utilizan en esta ley, sólo podrán ser empleadas por las entidades autorizadas. Así
mismo, no podrán utilizarse denominaciones similares, derivadas o que ofrezcan dudas acerca de su
naturaleza o individualidad. Queda prohibida toda publicidad o acción tendiente a captar recursos del
público por parte de personas o entidades no autorizadas. Toda transgresión faculta al BCRA a disponer su
cese inmediato y definitivo, aplicar las sanciones previstas en el artículo en la ley.
Los bancos comerciales podrán realizar todas las operaciones activas, pasivas y de servicios que no les sean
prohibidas por la presente Ley o por las normas que con sentido objetivo dicte el BCRA.
Los bancos de inversión podrán:
Recibir depósitos a la vista, en caja de ahorros y a plazo, los que no tendrán límite alguno.
Debitar letras de cambio giradas contra los depósitos a la vista por parte de sus titulares.
Otorgar avales, fianzas y otras garantías.
Efectuar inversiones de carácter transitorio en colocaciones fácilmente liquidables.
Cumplir mandatos y comisiones conexos con sus operaciones.
Las entidades comprendidas en la ley podrán acordar préstamos y comprar y descontar documentos a otras
entidades, siempre que estas operaciones encuadren dentro de las que están autorizadas a efectuar por sí
mismas.
Las entidades comprendidas en esta ley no podrán:
Explotar por cuenta propia empresas comerciales, industriales, agropecuarias, o de otra clase, salvo con
expresa autorización del Banco Central, quien la deberá otorgar con carácter general y estableciendo en
la misma límites y condiciones que garanticen la no afectación de la solvencia y patrimonio de la entidad.
Constituir gravámenes sobre sus bienes sin previa autorización del BCRA.
Aceptar en garantía sus propias acciones.
Operar con sus directores y administradores y con empresas o personas vinculadas con ellos, en
condiciones más favorables que las acordadas de ordinario a su clientela.
Emitir giros o efectuar transferencias de plaza a plaza, con excepción de los bancos comerciales.
Las entidades comprendidas en esta Ley se ajustarán a las normas que se dicten en especial sobre:
Límites a la expansión del crédito tanto en forma global como para los distintos tipos de préstamos y de
otras operaciones de inversión.
Otorgamiento de fianzas, avales, aceptaciones y cualquier tipo de garantía.
Plazos, tasas de interés, comisiones y cargos de cualquier naturaleza.
Inmovilización de activos.
Relaciones técnicas a mantener entre los recursos propios y las distintas clases de activos, los depósitos y
todo tipo de obligaciones e intermediaciones directas o indirectas; de las diversas partidas de activos y
pasivos.
La entidad que no cumpla con las disposiciones de este título o con las respectivas normas dictadas por el
BCRA, deberá dar las explicaciones pertinentes, dentro de los plazos que éste establezca. La entidad deberá
presentar un plan de regularización y saneamiento, en los plazos y condiciones que establezca el BCRA y que
en ningún caso podrá exceder de los treinta días, cuando:
Se encontrara afectada su solvencia o liquidez, a juicio del BCRA.
Se registraran deficiencias de efectivo mínimo durante los períodos que el BCRA establezca.
Registrara reiterados incumplimientos a los distintos límites o relaciones técnicas establecidas.
No mantuviere la responsabilidad patrimonial mínima exigida para su clase, ubicación o características
determinadas.
El BCRA podrá, sin perjuicio de ello designar veedores con facultad de veto cuyas resoluciones serán
recurribles, en única instancia, ante el presidente del BCRA. Asimismo, podrá exigir la constitución de
garantías y limitar o prohibir la distribución o remesas de utilidades.
La falta de presentación, el rechazo o el incumplimiento de los planes de regularización y saneamiento
facultará al BCRA para resolver, habiendo sido oída o emplazada la entidad y sin más trámite, la revocación
de la autorización para funcionar como entidad financiera, sin perjuicio de aplicar las sanciones previstas en
la presente.
El BCRA, a fin de facilitar el cumplimiento de los planes de regularización y saneamiento o fusiones y/o
absorciones, podrá: admitir con carácter temporario excepciones a los límites y relaciones técnicas
pertinentes; eximir o diferir el pago de los cargos y/o multas previstos en la presente ley. Esto, sin perjuicio
de otras medidas.
La contabilidad de las entidades y la confección y presentación de sus balances, cuentas de ganancias y
pérdidas, demás documentación referida a su estado económico financiero e informaciones que solicite el
Banco Central de la República Argentina, se ajustarán a las normas que el mismo dicte al respecto.
Dentro de los noventa días de la fecha de cierre del ejercicio, las entidades deberán publicar, con no menos
de quince días de anticipación a la realización de la asamblea convocada a los efectos de su consideración, el
balance general y su cuenta de resultados con certificación fundada de un profesional inscripto en la
matrícula de contador público.
Las entidades comprendidas en esta ley no podrán revelar las operaciones pasivas que realicen, excepto:
Los informes que requieran los jueces en causas judiciales, con los recaudos establecidos por la ley.
Los informes que requiera el BCRA en ejercicio de sus funciones.
Los informes que requieran los organismos recaudadores de impuestos nacionales, provinciales o
municipales sobre la base de las siguientes condiciones:
oDebe referirse a un responsable determinado.
oDebe encontrarse en curso una verificación impositiva con respecto a ese responsable.
oDebe haber sido requerido formal y previamente.
Los informes que requieran las propias entidades para casos especiales, con autorización del BCRA.
Las informaciones que el Banco Central de la República Argentina reciba o recoja en ejercicio de sus
funciones, vinculadas a operaciones pasivas, tendrán carácter estrictamente confidencial.
Quedarán sujetas a sanción por el BCRA las infracciones a la presente ley, sus normas reglamentarias y
resoluciones que dicte el BCRA en ejercicio de sus facultades.
Las sanciones serán aplicadas por el presidente del BCRA, o la autoridad competente, a las personas o
entidades o ambas a la vez, que sean responsables de las infracciones enunciadas precedentemente, previo
sumario que se instruirá con audiencia de los imputados, con sujeción a las normas de procedimiento que
establezca la indicada institución y podrá consistir, en forma aislada o acumulativa, en:
Llamado de atención.
Apercibimiento.
Multas.
Inhabilitación temporaria o permanente para el uso de la cuenta corriente bancaria.
Inhabilitación temporaria o permanente para desempeñarse como promotores, fundadores, directores,
administradores, miembros de los consejos de vigilancia, síndicos, liquidadores, gerentes, auditores,
socios o accionistas de las entidades comprendidas en la presente ley.
Revocación de la autorización para funcionar.
Las sanciones establecidas en el punto 1) y 2) del artículo anterior, sólo serán recurribles por revocatoria
ante el presidente del Banco Central de la República Argentina.
Aquellas sanciones a las que se refieren los incisos 3), 4), 5) y 6) del artículo anterior, serán apelables, al solo
efecto devolutivo por ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal de
la Capital Federal.
En el caso del inciso 6, hasta tanto se resuelva el recurso, dicha Cámara dispondrá la intervención judicial de
la entidad sustituyendo a los representantes legales en sus derechos y facultades.
Los recursos deberán interponerse y fundarse ante el Banco Central de la República Argentina dentro de los
15 días hábiles a contar desde la fecha de notificación de la resolución. Si el recurso fuera de apelación, las
actuaciones deberán elevarse a la Cámara dentro de los 15 días hábiles siguientes.
Cualquiera sea la causa de la disolución de una entidad comprendida en la presente ley, las autoridades
legales o estatutarias deberán comunicarlo al BCRA, en un plazo no mayor a los 2 días hábiles de tomado
conocimiento de la misma. El BCRA podrá resolver la revocación de la autorización para funcionar de las
entidades financieras:
Por pedido de las autoridades legales o estatutarias de la entidad.
En los casos de disolución previstos en el Código de Comercio o en las leyes que rijan su existencia como
persona jurídica.
Por afectación de la solvencia y/o liquidez de la entidad que, a juicio del Banco Central de la República
Argentina, no pudiera resolverse por medio de un plan de regularización y saneamiento.
En los demás casos previstos en la presente ley.
Contratos bancarios
Las disposiciones relativas a los contratos bancarios se aplican a los celebrados con las entidades que
comprende la ley sobre entidades financieras y con las personas que el Banco Central disponga que dicha
normativa les es aplicable. Los bancos deben informar en sus anuncios, en forma clara, la tasa de interés,
gastos, comisiones y demás condiciones económicas de las operaciones y servicios ofrecidos.
Los contratos deben instrumentarse por escrito y el cliente tiene derecho a que se le entregue un ejemplar.
El contrato debe especificar la tasa de interés y cualquier precio, gasto, comisión y otras condiciones
económicas a cargo del cliente. El banco debe comunicar al menos una vez al año el desenvolvimiento de las
operaciones correspondientes a contratos de plazo indeterminado o de plazo mayor a un año. El cliente
tiene derecho, en cualquier momento, a rescindir un contrato por tiempo indeterminado sin penalidad ni
gastos, excepto los devengados antes del ejercicio de este derecho.
El contrato debe ser redactado por escrito en instrumentos que permitan al consumidor obtener una copia,
conservar la información que le sea entregada por el banco, acceder a la información por un período de
tiempo adecuado a la naturaleza del contrato y reproducir la información archivada. Antes de vincular
contractualmente al consumidor, el banco debe proveer información suficiente para que el cliente pueda
confrontar las distintas ofertas de crédito existentes en el sistema.
Ninguna suma puede ser exigida al consumidor si no se encuentra expresamente prevista en el contrato ni
pueden cargarse comisiones o costos por servicios no prestados efectivamente. Son nulos los contratos de
crédito que no contienen información relativa al tipo y partes del contrato, el importe total del
financiamiento, el costo financiero total y las condiciones de desembolso y reembolso.
Apertura de crédito
En la apertura de crédito el banco se obliga a mantener a disposición de otra persona un crédito de dinero,
dentro del límite acordado y por un tiempo fijo o indeterminado; si no se expresa la duración de la
disponibilidad, se considera de plazo indeterminado.
La utilización del crédito hasta el límite acordado extingue la obligación del banco, excepto que se pacte que
los reembolsos efectuados por el acreditado sean disponibles durante la vigencia del contrato o hasta el
preaviso de vencimiento. La disponibilidad no puede ser invocada por terceros, no es embargable, ni puede
ser utilizada para compensar cualquier otra obligación del acreditado.
Custodia de títulos
El banco que asume a cambio de una remuneración la custodia de títulos en administración debe proceder a
su guarda, gestionar el cobro de los intereses o los dividendos y los reembolsos del capital por cuenta del
depositante. La omisión de instrucciones del depositante no libera al banco del ejercicio de los derechos
emergentes de los títulos.
En el depósito de títulos valores es válida la autorización otorgada al banco para disponer de ellos,
obligándose a entregar otros del mismo género, calidad y cantidad, cuando se hubiese convenido en forma
expresa y las características de los títulos lo permita. Si la restitución resulta de cumplimiento imposible, el
banco debe cancelar la obligación con el pago de una suma de dinero equivalente al valor de los títulos al
momento en que debe hacerse la devolución.