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Causas
El sangrado vaginal que se da entre ciclos menstruales puede tener su origen en diferentes
problemas y patologías, aunque lo más común es que se trate de afecciones menores y tratables.
Entre las causas de metrorragia se incluyen:
Hiperplasia endometrial
Se produce cuando el endometrio, que es la capa mucosa que recubre el útero, aumenta
excesivamente de tamaño, causando sangrado. La causa más común de la hiperplasia endometrial
es la existencia de altos niveles de estrógenos y disminución en los niveles de progesterona.
Cervicitis
La cervicitis es la inflamación o infección del cuello uterino.
Lesión en la abertura vaginal
Una lesión de este tipo puede ser producida por un traumatismo, una infección, relaciones
sexuales, úlceras, pólipos y verrugas genitales.
Aborto no provocado
Un aborto involuntario también causa sangrado vaginal, que suele venir acompañado de cólicos y
de material tisular presente en la sangre.
Embarazo ectópico
El embarazo ectópico se produce cuando el embrión se implanta fuera del útero, lo que causa
sangrado y tiene un riesgo mortal para la madre.
Efectos de la menopausia
Tras la menopausia, los niveles de estrógenos bajan drásticamente y se produce sequedad vaginal,
causas frecuentes de sangrado.
Aborto es la interrupción del embarazo que resulta en la expulsión de un feto inmaduro, no viable.
El límite de la viabilidad es un concepto dinámico, desplazándose a edades gestacionales cada vez
menores, producto de los avances en cuidados intensivos neonatales. Por convención se considera
aborto a un feto que pesa menos de 500 grs o de una edad gestacional menor a 22 semanas de
amenorrea.
El proceso reproductivo humano aparece a simple vista como altamente ineficiente. En parejas
sanas que buscan embarazarse, la tasa de concepción por ciclo es de 25% en los tres primeros
ciclos, disminuyendo significativamente en los ciclos siguientes. Luego de la concepción existen
pérdidas en el período pre-implantacional, post-implantacional (embarazo bioquímico), y en los
períodos embriogénico y fetal (aborto clínicamente reconocido), lo que en conjunto representa,
para algunos, una tasa de aborto de hasta un 48% (Figura 1). Dado que cerca del 70% de los
abortos espontáneos obedecen a aberraciones genéticas, se puede entender este delicado
proceso reproductivo como un mecanismo de selección natural. En la actualidad, no contamos, sin
embargo, con una metodología satisfactoria, ni con resultados concordantes al interior de una
misma metodología, que nos permitan tener una estimación cuantitativa confiable acerca de la
ocurrencia porcentual de abortos precoces o subclínicos, en una población representativa de la
mujer normal.
Desde 1990, la ley chilena no permite el aborto bajo ninguna circunstancia. Sin embargo, la
práctica del aborto criminal es una realidad en nuestro medio y sus consecuencias tienen
implicancias de salud pública. En 1994 fallecieron 24 mujeres por complicaciones del aborto (1/3
del total), ocupando la primera causa de muerte materna en Chile.
El manejo adecuado del aborto depende de una correcta clasificación clínica. De acuerdo a los
síntomas y signos presentes, el aborto se cataloga como: amenaza, inevitable, incompleto,
completo, retenido, séptico y recurrente.
2. Amenaza de aborto
A. Definición: Presencia de metrorragia de cuantía variable que puede estar o no acompañada de
dolor cólico hipogástrico en una gestación potencialmente viable.
C. Diagnóstico: Sangrado genital de cuantía variable, con o sin dolor cólico hipogástrico (semejante
a dolor de menstruación). No hay historia de eliminación de tejido ovular o fetal ni de pérdida de
líquido amniótico. Síntomas presuntivos de embarazo (gestosis) pueden o no estar presentes. Al
examen físico la paciente se encuentra en buenas condiciones generales, afebril, y con un examen
abdominal sin hallazgos significativos. En la especuloscopía se observa sangre que escurre a través
del cérvix uterino. Al examen pélvico bimanual se constata un cuello uterino con el os interno
cerrado y un útero globuloso, aumentado de tamaño consistente con la amenorrea, y sensibilidad
uterina escasa o ausente.
D. Diagnóstico diferencial:
1) Condiciones benignas o malignas del tracto genital inferior: Un examen físico acucioso (!no
obviar especuloscopía!) permite diagnosticar causas ginecológicas generales que se pueden
presentar en el curso de un embarazo. Se trata según la etiología encontrada.
4) Mola hidatiforme: presentan metrorragia en la primera mitad del embarazo en más de un 95%
de los casos. Ocasionalmente la eliminación de tejido molar característico (vesículas) sugiere el
diagnóstico. Al examen pélvico puede detectarse un útero aumentado de tamaño, mayor al
esperado para esa edad gestacional (50% de los casos), y la presencia de quistes tecaluteínicos en
las regiones anexiales (30% de los casos). Hiperemesis, pre-eclampsia antes de las 20 semanas e
hipertiroidismo pueden estar presentes. El diagnóstico clínico presuntivo no es confirmado en más
de un 50% de las ocasiones. La ultrasonografía ante la sospecha clínica (y en toda paciente con
metrorragia de primera mitad) orienta fuertemente al diagnóstico. Del total de pacientes con mola
hidatiforme un 10 % de los diagnósticos se realiza exclusivamente por anatomía patológica (enviar
siempre todo tejido a estudio).
E. Exámenes de laboratorio:
1. Sub unidad Beta-HGC. Sólo en casos en que no exista documentación de embarazo o en caso de
sospecha de embarazo ectópico. Los niveles plasmáticos pueden permanecer detectables por
varias semanas en gestaciones no viables.
La confirmación de una gestación con embrión vivo establece un buen pronóstico. En pacientes
con metrorragia de primer trimestre y actividad cardíaca demostrada por ultrasonografia, la
posibilidad subsecuente de abortar es de un 5.4 a 13%.
F. Tratamiento:
1) Medidas generales: reposo en cama y abstinencia sexual están indicados hasta el cese del
sangrado (idealmente con viabilidad fetal documentada por ultrasonografía).
2) Medicamentos: El apoyo con progesterona está indicado sólo en casos de defecto de fase lútea
establecida, en pacientes con aborto recurrente de etiología no precisada y en pacientes que han
recibido inductores de ovulación. Utilizamos Progesterona 50 mg. im cada 48 hrs o caproato de 17
OH progesterona (Primolut depot ), 250 mg cada 7 días hasta las 12 semanas de gestación.
En pacientes Rh negativas no sensibilizadas, con amenaza de aborto, está indicada la profilaxis con
inmunoglobulina anti Rh (150 ug im. de las 7 a 12 semanas y 300 ug en gestaciones de más de 12
semanas).
G. Embarazo y dispositivo intra uterino (DIU): El DIU debe ser retirado apenas confirmado el
embarazo si las guías son visibles y si resulta fácil su extracción. De no ser visible se recomienda
realizar un examen ultrasonográfico y estimar la posibilidad de retirarlo bajo visión directa. Con
esta práctica se reducen significativamente los riesgos reproductivos asociados al embarazo con
DIU.
Las pacientes con metrorragia del primer trimestre presentan un riesgo dos veces mayor de tener
un recién nacido prematuro y 1.6 veces mayor de tener un recien nacido de bajo peso al nacer. La
incidencia de malformaciones congénitas no varía.
3 Aborto inevitable
A. Diagnóstico: se establece en pacientes con amenaza de aborto que presentan, al examen, un os
interno dilatado.
Tradicionalmente la detección de membranas rotas (RPM) antes de las 22 semanas con feto vivo
se rotulaba de aborto inevitable, procediéndose a la evacuación uterina. Sin embargo, no hay
evidencias de que la interrupción prematura de estos embarazos se traduzca en una disminución
de la morbi-mortalidad materna,y, por el contrario, existen reportes ocasionales de sobrevida
perinatal. En la actualidad estos casos son manejados de modo expectante, procediéndose al
vaciamiento uterino sólo frente a corioamnionitis clínica, metrorragia importante o detección de
un óbito fetal.
B. Diagnóstico diferencial
1. Incompetencia cervical: en esta condición existe una dilatación pasiva del cérvix (ausencia de
contracciones al menos en las fases iniciales). Se debe ser cauto y evitar una manipulación
excesiva del cuello ya que se trata de una entidad potencialmente tratable.
2. Expulsión de un gemelo: rara vez puede ocurrir que luego de la expulsión de un saco gestacional
o de un feto se detecte un útero de tamaño apropiado para la edad gestacional. Antes de
proceder al curetaje uterino debe descartarse la presencia de un gemelo sobreviviente, el que
puede en ocasiones alcanzar la viabilidad.
4. Aborto incompleto
A. Diagnóstico : presencia de metrorragia acompañada de dolor cólico hipogástrico seguido de
eliminación de tejido ovular o fetal. Al examen ginecológico se detecta un cuello dilatado (os
interno) y un útero algo aumentado de tamaño (menor al esperable para la edad gestacional),
aplanado en sentido anteroposterior. Puede encontrarse material ovular en canal o vagina. (Nota :
coágulos organizados pueden confundirse con tejido trofoblástico. Para diferenciar esta condición
es de utilidad suspender el material en suero fisiológico donde se aprecian proyecciones
digitiformes: restos ovulares - deben enviarse a biopsia).
B. Manejo: hospitalización, vía venosa permeable, solicitar hematocrito, grupo y Rh, y pruebas
cruzadas (si el sangrado es importante o hay compromiso hemodinámico). Estabilización
hemodinámica. Se procede a curetaje inmediato si el sangrado es profuso. Si no hay compromiso
hemodinámico y el sangrado es escaso el curetage se realiza con ayunas cumplida (mínimo 6 hrs).
Enviar todo el material extraido a estudio anatomopatológico. En caso de pacientes Rh negativas o
presencia de DIU véase Aborto Inevitable (sección II. C. ). Al momento del alta se debe consignar la
edad gestacional (por amenorrea y según biometría), el tipo de aborto (huevo
anembrionado/muerte fetal precoz) y posible etiología. Citar a control en 10 a 15 días para
verificar anatomía patológica y evaluar necesidad de realizar estudio etiológico y consejo
reproductivo a la pareja.
5. Aborto retenido
A. Diagnóstico: clásicamente se define como la retención de los productos de la concepción por un
plazo superior a 8 semanas. Sin embargo, con el uso rutinario de ultrasonografía de primer
trimestre, la mayoría de los casos en la actualidad constituyen hallazgo ultrasonográfico. El
diagnóstico se sospecha ante la regresión de signos y síntomas de embarazo (silencio hormonal),
la falta de progresión de la altura uterina, y desaparición de latidos cardiofetales. La
ultrasonografía confirma el diagnóstico.
6. Aborto séptico
El aborto séptico y sus complicaciones son causa de significativa morbilidad y constituye la primera
causa de muerte materna en Chile. La mayoría de los casos son secundarios a aborto provocado
realizado en forma clandestina. Otras formas menos comunes de presentación son: RPM de larga
data sin manejo médico adecuado, y embarazo con DIU in situ.
En el examen físico, dependiendo del momento de la evolución y de la gravedad del cuadro, puede
detectarse flujo vaginal de mal olor, dolor pelviano y abdominal con o sin irritación peritoneal,
movilización dolorosa del cérvix, sensibilidad uterina y anexial. Ictericia, hiperestesia cutánea y
mialgias orientan a infección por C. perfringens. Trauma de cérvix o fondo de saco orienta a
maniobras abortivas.
B. Manejo clínico: la evaluación de estas pacientes debe ser rápida, pero minuciosa y dinámica,
con el objeto de una correcta valoración de la condición de la paciente y de su evolución en el
tiempo. De acuerdo a su gravedad se dividen en bajo y alto riesgo.
1 Pacientes de bajo riesgo: fiebre menor a 39 C, tamaño uterino inferior a 12 semanas, infección
localizada al útero y sin mayor compromiso del estado general. Solicitar hematocrito y recuento de
blancos. Régimen líquido inicialmente, luego liviano. Iniciar tratamiento antibiótico con Penicilina
G Sódica 4.000.000 iv cada 6 hrs + Quemicetina 1 gr iv cada 8 hrs. Se efectúa legrado uterino luego
de 12-24 hrs afebril o 48-72 hrs de tratamiento si hay persistencia del cuadro febril. Cambiar a
esquema de antibióticoterapia oral (ampicilina/cloramfenicol) 24-48 hrs post-legrado, hasta
completar un total de 7 días de tratamiento. En pacientes alérgicas a penicilina: ciprofloxacino 500
mg c/ 12 hrs. por 7 días.
2 Pacientes de alto riesgo: se considera de alto riesgo a enfermas con fiebre mayor a 39 C,
antecedentes de maniobras abortivas, infección que se extiende más allá del útero, tamaño
uterino superior a 12 semanas, infección por C. perfringens, descarga purulenta por orificio
cervical externo, signos de shock (hipotensión, oliguria, disociación pulso/temperatura).
1. Medidas de sostén: vigilancia estricta de signos vitales (control horario en hoja de shock,
monitorizar diuresis: sonda Foley). Corregir trastornos hemodinámicos (mantener diuresis sobre
30 ml/hr), balance hidroelectrolítico, anemia (mantener hematocrito sobre 30%), función renal,
función respiratoria y apoyo nutricional.
2. Tratamiento antibiótico: vía parenteral, en altas dosis y de amplio espectro: Penicilina G sódica
4.000.000 iv c/6 hrs + Quemicetina 1 gr ev c/8 hrs + Gentamicina 3 mg/kg/dosis iv c/8 hr, durante
7 a 10 días. En pacientes alérgicas a la penicilina: Clindamicina 600 mg iv c/ 8 hr + Gentamicina 3
mg/kg/ dosis iv c/8 hr.