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Filosofía Medieval
El problema de los universales se retoma en los siglos XIII y XIV, bajo el impulso
de Sto. Tomás de Aquino y Guillermo de Occam, quienes tendrán un serio debate para la
solución de este problema.
Santo Tomás de Aquino (1224 – 1272)
Tomas de Aquino nació en el castillo de Rocca Secca del reino de Nápoles
en 1224; recibió su primera educación en la abadía de Montecassino de los
monjes Benedictinos, posteriormente realizó estudios en la Universidad de
Nápoles. En contra de la voluntad familiar ingresó a la Orden de los Padres
Dominicos; durante 1248 a 1252 fue discípulo de Alberto Magno en
Colonia, en donde se le puso el apodo de “el Buey Mudo”. En 1252 inicia
su carrera académica como profesor adjunto en la Universidad de París, en
donde impartió cátedra desde 1256 a 1259; luego recibió el título de :”Magister in
Theología”. Fue convocado a varios Concilios eclesiásticos, y su obra escrita es imponente
compuesta por la “Summa Theologica:, “Summa Contra Gentiles”, “De ente et essentia”,
Tratados: “de Veritate”, “De Potentia”, “De Regimene principiorum”, “De malo”, “De
unitate intellectus”, etc.
Santo Tomás murió a los 53 años, cuando iba de camino al Concilio de Lyon; su
pensamiento aristotélico cambió el rumbo teológico marcado por las ideas platónicas-
agustinianas; concilió las críticas de Avicena y Aberroes; y logró la mayor sistematización
conocida en el campo de la escolástica; antes de morir reconoció por una visión mística que
todo lo que había escrito era “paja” y lo mando quemar, fue llamado al interior de la iglesia
el “Doctor Angélico”.
La obra tomista se enmarca en el debate duélico del Alto Medioevo de razón y fe,
el cual se presenta de modo epistémico. La fe y la razón eran consideradas como formas de
conocimiento, en la fe se nos revelan enunciados de verdades divinas, en la razón se nos
revela una verdad objetiva. Para Tomás la fe y la razón no tienen que entrar en conflicto,
más bien tienen sus campos definidos, no hay dicotomías o dualismos. Tomás aclara el
deslinde de ambos y su compatibilidad.
De este modo, “la fe busca comprenderse” o bien “la razón va en busca de la fe, y la
fe en busca de la razón” (Fides quaerens intellectum, intellectum quaerens fidei); así, el
conocimiento tiene su base en la razón y en la experiencia, el conocimiento intelectual está
fundamentado en lo sensible; con esta afirmación Tomás excluye toda teoría de abstracción
y de iluminación, distinguiendo entre sensación y concepto. La sensaciones son
representaciones de lo singular y los conceptos representan esencias universales. Para
responder como se pasa de lo singular a lo universal, Tomás echa mano de la abstracción
por medio de operaciones mentales que son dos: abstractiva, que consiste en separar los
conceptos o formas de lo sensible, y cognocitiva, que consiste en captar y conocer la forma
separada. En el tema de los Universales Tomás adopta una forma moderada, ni
nominalismo puro, ni realismo puro, sino que sostiene que lo universal no es más real que
los individuos, ni tampoco reduce a simples nombres, se trata más bien de un concepto
objetivo, es decir, que da cuenta de la realidad y que abarca un número determinado de
individuos u objetos por cualidad y por extensión (animal-racional).
Sobre el tema de la existencia de Dios Tomás parte que tiene que ser demostrada;
así propone las cinco vías de la existencia de Dios:
1) El Movimiento; un ser no tiene en sí el movimiento, y es movido por otro, que a
su vez es movido por un antecesor, pero no podemos seguir así de forma indefinida e
infinita, luego, tiene que haber un motor inmóvil que mueva y no sea movido por otro, esta
causa incausada o motor inmóvil es Dios.
2)La Causalidad: en el mundo no existe algo que sea causa de sí mismo, todo es
causado por otro, porque si no sería causa y efecto de sí mismo y esto es imposible. En este
sentido siempre antecede una causa, y no podemos buscar causas de manera indefinida e
infinita. Luego, tiene que haber una primera causa, incausada, y ésta es Dios.
3)La Contingencia: En el mundo sensible existen cosas que se engendran y se
corrompen; y es imposible que los seres hayan existido siempre, luego tienen una
contingencia con un ser anterior, y esto no puede determinarse de manera indefinida e
infinita, por tanto tiene que existir un ser necesario en sí mismo y no contingente y este es
Dios.
4) Los Grados de Perfección: En el mundo de seres existen hay grados de
perfección, unos seres superiores, otros menos y otros inferiores; luego tiene que existir un
ser perfecto, causa de todos los seres menos perfectos, y este ser perfecto es Dios.
5) El Orden del Universo: Hay seres que carecen de conciencia y que actúan según
una finalidad, esta finalidad tiene que surgir de un ordenador superior, dotado de conciencia
e inteligencia, luego, Dios es causa de las finalidades y del orden.
Otro tema importante en Tomás de Aquino es el Alma; el alma para Tomás es
inmortal y está unida al cuerpo, es principio de individualización; esta alma está compuesta
de entendimiento y voluntad; con el entendimiento se conoce lo verdadero de las cosas, con
la voluntad se desea el bien; pero el bien descansa en la voluntad y se encuentra unido al
hábito que es un elemento dinámico del alma, el cual nos conduce a obrar conforme a la ley
moral; cuando nos acercamos a hábitos de bien somos virtuosos, cuando de ellos nos
alejamos somos viciosos.
La persona virtuoso por hábito realiza acciones que tienden a lo bueno en tanto que
la ley moral; y la ley moral, es norma que orienta las acciones de las y los seres humanos en
virtud de su racionalidad, así la ley moral es ley racional.
Juan Duns Escoto, fue un escocés que ingresó a la orden franciscana, realizó
comentarios a los libros de Aristóteles; de su obras más importantes se conocen
“Collationes parisienses y Collationes oxonienses”; su filosofía se centra en la reflexión y
delimitación de lo que es competencia de la razón.
Para Escoto, la razón tiene por objeto las realidades individuales, mientras que la fe
se ocupa de las cosas de Dios; pero a Dios no se le puede conocer por vía racional; Dios no
es razón, ni inteligencia, Dios es voluntad, Dios no es causa, porque de serlo estaría ligado
al efecto y eso es imposible; así Escoto arremete contra las pruebas tomistas. La razón
nada tienen que ver con lo divino; la única relación entre Dios y la persona es la voluntad
divina.
Guillermo de Occam, planteará este divorcio de modo más radical, separando
antagónicamente razón y fe; para Occam, ni el alma ni Dios pueden demostrarse; por tanto
no son objetos de la inteligencia; la razón tienen por objeto la realidad sensible; Occam
negará la validez de conceptos que no tengan como base de sustentación la experiencia a
esto se le llamó la “navaja de Occam”.
Los principios de Occam se basan en la observación y experimentación, entrando ya
en la puerta histórica de lo científico; así la realidad objetiva es captada por la inteligencia
de modo directo e inmediato (intuitivo); la visión de los Universales en Occam; parte de la
reflexión mental a partir de las intuiciones sensibles; en este sentido lo Universal es un
símbolo que expresa un conjunto de objetos o individuos particulares con características
semejantes, Occam divide el conocimiento en intuitivo y abstractivo; el intuitivo es
inmediato, el abstractivo tiene como precedente el intuitivo; abstrae y separa las cualidades
esenciales de las accidentales en los objetos o individuos; después de este proceso se
obtiene lo universal. Lo Universal sería un resultado del proceso de conocimiento a modo
de símbolos que expresan lo que esencialmente es el objeto; así todo universal que no tenga
base en la experiencia es un absurdo. Con esta postura la metafísica medieval sufre su
primer debilitamiento, que se tomará acérrimo en la próxima etapa modernista.