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Tema 3 - Mercantil Ii
Tema 3 - Mercantil Ii
EL CONTRATO DE REASEGURO
En la relación a lo que nosotros estamos estudiando hasta ahora existe un beneficiario, un
tomador, un asegurado, una aseguradora.
Dentro de la actividad aseguradora, hay unos empresarios macro, que están más arriba o en
otra etapa de lo que nosotros conocemos la actividad aseguradora; estas empresas, o este
empresario, se denomina “empresario reasegurador”, y este empresario reasegurador (que está
como en otro ámbito, en otra esfera), y que prácticamente, va a estar dentro de muchas relaciones, y
que ustedes quizá ni se van a enterar, es quien se va a denominar como empresario reasegurador.
El empresario reasegurador tiene como fin simple y llanamente nos va a ayudar a continuar
con la actividad aseguradora, de que la actividad aseguradora pueda seguir funcionando con un
empresario más.
Lo que debemos empezar a entender entonces es el para qué sirve, o qué jugada tiene este
empresario: este empresario, será uno de los que nos van a ayudar (a los empresarios
aseguradores), a diluir parte de lo que nosotros conocemos como “el riesgo”. Este empresario va a
diluir o minimizar las probabilidades de la ocurrencia del siniestro, por haber un partícipe más dentro
de la jugada. El seguro se trata de probabilidades, son datos estadísticos, el seguro es dinero, el
seguro es inversión, el seguro es confianza. Lo anterior mencionado tenemos que “transpolarlo” a
este nuevo empresario, al que le estamos denominando “reasegurador”.
CONTRATO DE REASEGURO: es el contrato que se va a realizar entre una empresa
reaseguradora y un empresario asegurador (por la relación existente). Este contrato de
reaseguro tímidamente salía mencionado en su Código de Comercio, en el artículo 553,
el cual tenía establecido lo siguiente: el asegurador podía reasegurar las cosas que él
hubiere asegurado, y el asegurado puede asegurar el costo del seguro y el riesgo de
insolvencia del asegurador, pero no podían celebrar entre sí un contrato de reaseguro
porque, por compensación, quedaría éste desechado.
Casi todas las legislaciones al día de hoy permiten el reaseguro, en este caso. Pero nosotros,
particularmente, en la redacción del Código de Comercio del año 1919 que todavía está vigente pero
derogado en esta materia por la Ley del Contrato de Seguro, desde los artículos 548 al 611 (ambos
inclusive) tenía esta peculiaridad e incluía la figura del reaseguro. Después de eso, usted no iba a
ver la palabra “reasegurador” por allí, pero hay un vínculo jurídico que iba a existir entre el
asegurado y el reasegurador; y que se iba a establecer, obviamente, en virtud de esta nueva
modalidad de seguro, de la cual estamos haciendo mención.
Al salir de la esfera jurídica el Código de Comercio en la materia, viene la Ley del Contrato
de Seguros (también está derogada) comienza, en su parte in fine, es decir, en la parte final de la
Ley, con un Título V, el cual tenía establecido el régimen aplicable al reaseguro, pero de una manera
muy clara, con remisión expresa, creo yo, al Derecho común. Establecía la Ley derogada, en su
artículo 124, lo siguiente:
“Los contratos celebrados entre empresas de seguros y empresas de reaseguros se rigen
por el derecho común y no están sometidos a las disposiciones sobre el contrato de segur o.”
Dejaba la relación realmente libre, en lo que se refiere al contrato, nos establecía claramente
que, lo que estaba regulado por la Ley del Contrato de Seguro, a excepción de lo que estamos
comentando, era de estricto Derecho común; es decir: Código de Comercio, Código Civil y el
acuerdo de la voluntad de las partes.
“A menos que se prevea expresamente en el contrato de seguro, el contrato de reaseguro sólo crea
relaciones entre la empresa de seguros y la empresa de reaseguros, pero éste sigue la suerte del
primero en el riesgo que le hubiese sido cedido, de acuerdo con lo que a tal efecto prevea el
contrato de reaseguro.”
Entonces, quiere decir que hay un contrato que funge como primigenio, que es el contrato de
seguro; y un contrato que va a tener la misma suerte de él, pero va a ser un contrato accesorio a
éste, pero con, prácticamente, las mismas características que tuvo el primero cuando se realizó,
según lo establecido en el artículo 6° de la Ley del Contrato de Seguro para ese momento, y
derogada en la actualidad.
Establecía el artículo 126 una clasificación que se nos asoma, en virtud de la redacción del
artículo 126 de la Ley derogada en comento del Contrato de Seguro. Este artículo 126 establecía lo
siguiente:
“El contrato automático de reaseguro relativo a una serie de cesiones de riesgos debe probarse por
escrito. Las cesiones al contrato automático y los reaseguros facultativos pueden probarse por
cualquier medio de prueba admitido por la ley. ”
Si estamos hablando de que los seguros son llamados “seguros mercantiles” porque es un
contrato mercantil, en lo que el Derecho mercantil no nos pueda suplir, vamos a tener el auxilio del
Derecho civil.
Nosotros, en Venezuela, manejamos un Código de Comercio que es una ley ordinaria
codificada que, a pesar de ser Derecho Privado, incluye normas de Derecho Público. Igualmente el
Derecho Civil, el cual está regulado en su mayor parte por el Código Civil, que es una ley ordinaria
codificada bastante extensa, también guarda normas de orden Público y, con el desarrollo, y
teniendo un Estado tan intervencionista, las leyes de carácter especial que se van introduciendo
dentro del orden público le han quitado siempre un poquito más a ese Derecho privado , lo han
afectado por vía de regulación; y esto implica que, cada vez, el terreno que pisamos, es un terreno
mixto, donde la figura del contrato de seguros estuvo, prácticamente, 14 años, regida por una Ley
contractual que te obligaba a ti, empresario, a hacerlo como lo establecía la Ley y, a menos que tú
mejorases esas condiciones establecidas en la Ley, tú podías utilizar la autonomía de la voluntad
como principio que iba a prevalecer, por cuanto al débil jurídico, si tú les mejorabas las condiciones
que le daba la ley, pues era un “plus” para mejorar las condiciones de estos asegurados, tomadores
o beneficiarios. Sin embargo, la realidad, era que las empresas aseguradoras, al respecto, hacían un
contrato de lo más cuadradito con la Ley, para no dar un centímetro más de lo que estaba
establecido allí.
Hay sus excepciones, como son los pagos (//// ininteligible 04:02), que son pagos que hace
la empresa aseguradora, aunque no estén dadas las condiciones que generaron el siniestro, para
que ese pago sea indemnizado, o esa indemnización tenga ha lugar. Sin embargo, este artículo que
yo les voy a leer, nos tiene establecido lo siguiente:
En la parte in fine del artículo menciona “reaseguros facultativos”, es decir, dentro del reaseguro,
hay una clasificación:
- Facultativos-facultativos.
- Facultativos-obligatorios.
- Obligatorios-facultativos.
- Reaseguros automáticos.
- Excedente de pérdidas.
- Excedente de límites.
NOTA: Es una rama muy extensa que, sin embargo, yo lo voy a tocar con ustedes al final, con
respecto a la clasificación, con la intención de que ustedes participen, como en una investigación
con respecto a la clasificación de estos contratos, para así nosotros poder hacer como una tarea de
casa.
La referencia del artículo 126 con respecto a que se pudieran utilizar los medios de prueba son
los artículos 124, 125, 126, 127 y 128 del Código de Comercio. En su defecto, a los que pudieren
favorecer, establecidos en el Código Civil, porque son los dos Códigos que pudiéramos utilizar. Hay
países que no tienen, como Venezuela, un Código de Comercio y un Código Civil. En Italia, por
ejemplo, fusionan las dos ramas, y ellos le ponen de nombre “Código Civil” … Codice Civile. Ese
Código Civil es el que ellos manejan, en donde tenemos las materias civiles y mercantiles.
Vamos a comentar los artículos 127 y 128 e, inclusive, la disposición derogatoria final de la parte
in fine de la Ley del Contrato de Seguro, que decretó el presidente Chávez, junto con el paquete de
leyes, en el año 2001, la cual tuvo un papel protagónico, dentro de lo que es el contrato de seguros
como tal, durante 14 años de vida legal, la cual, dejó, por supuesto, mucha jurisprudencia, donde la
Doctrina también tuvo que fajarse allí, y nos ha fortalecido la costumbre mercantil, y ha
evolucionado.
En el presente, aunque se le dejó una misión de iniciativa a la Superintendencia de la Actividad
Aseguradora, (para el Superintendente en ese momento, pero a la Superintendencia como órgano),
ya que la Ley va a establecer diferencia a lo que en misión se refiere, como lo que es la
Superintendencia como órgano, y el factor humano, que es el Superintendente, en donde ambos, el
órgano y el que mueve el órgano, que es el Superintendente, tendrán atribuciones; y ustedes verán,
como las atribuciones del Órgano son unas muy puntuales que, son normas rectoras, y lo que va a
ejecutar como atribuciones el factor humano, que es el superintendente, son muchas más
abundantes. Estamos hablando como de 44 funciones o atribuciones que tiene el Superintendente,
contra 10 o 9 o escasas, que tiene el Órgano como tal.
Si el factor humano no está dentro de este territorio para ejercer el poder, administrar la justicia,
tener las leyes en disposición, en virtud de la Asamblea Nacional; ser susceptibles de ser contados,
con una parte establecida en un orden jurídico, y con unos fines en común, pues entonces no nos
vamos a llamar “Estado”; sino, nos llamaríamos, simplemente, o “Nación” o un grupo social
determinado.
El artículo 128 de la Ley del Contrato de Seguro es privilegio para los asegurados:
Una de las cosas que ustedes tienen que conocer, es qué son garantías, qué son privilegios,
etcétera. Esos privilegios, tienen un orden de prelación; entonces, investiguen qué es un privilegio,
cuál es el orden de prelación de esos privilegios, y en concordancia o concatenados con lo que
estableció el legislador.
Para finalizar este comentario, hay una disposición derogatoria que es apropiado que la
tengan.:
“Única. Se derogan los artículos comprendidos entre el artículo 548 y 611, ambos incluidos, del
Título XVIII Libro I del Código de Comercio vigente, a partir del 19 de diciembre de 1919… ” Ese fue
un año que fue 19 de diciembre de 1919. “ …Reformado parcialmente, por leyes del 30 de julio de
1938, 17 de agosto de 1942, 19 de septiembre de 1942 y 23 de julio de 1955, publicado en Gaceta
Oficial Extraordinaria N° 475.”
Para finalizar,
“Única. El presente Decreto Ley entrará en vigencia a partir de su publicación en la Gaceta Oficial de
la República Bolivariana de Venezuela.
Dado en Caracas, a los treinta días del mes de octubre de dos mil uno. Años 191° de la
Independencia y 142° de la Federación. ”
Prácticamente eso, da como nacimiento a lo que nosotros ahora vamos a trabajar como el
Contrato de Reaseguro, para nosotros poder establecer qué es realmente todo esto.
Existían ciertos riesgos, especialmente, los llamados “riesgos catastróficos”. Lo que sucedió
en el estado Vargas para el año 1999, con respecto a ese movimiento que se llamó “Terremoto
Hidráulico”, que se dio en la zona del litoral central, es decir, entre lo que nosotros conocemos como
el área de Caracas, y que ese Cerro Él Ávila, que es un inmenso pulmón vegetal y un parque
nacional, nos comunica directamente al subir parte de él, con una bajada, y nos lleva a lo que es
ahora el denominado “Estado Vargas” anteriormente, y ahora “Estado La Guaira”.
Los riesgos catastróficos tienen una peculiaridad: no son controlados ni por la voluntad ni por el
quehacer humano. Quizá, puede ser que esté socavando la cabecera de las quebradas del Cerro El
Ávila, pudo haber provocado 50 años después, porque socavó el paso original de esas quebradas y,
al cortarle el paso original a las quebradas y su caída natural, afectó el movimiento del agua y,
entonces, ese movimiento del agua, por ser afectado contranatura, fue causando mella en la
estructura o en el hábitat natural del Parque; y con las inundaciones, por las fuertes lluvias, fueron
debilitando y haciendo sedimento en la hiedra del cerro que tiene partes de una manera y partes de
otra, lo que ocurrió en diciembre de 1999 fue como una bajada de lodo; un terremoto hidráulico que
se formó, que bajó a lo que hoy se conoce como Estado La Guaira por toda la zona de Caraballeda
y la continuación de todo eso que ustedes conocieron.
EL PROFESOR SUGIERE: Ver cuáles fueron los daños que se ocasionó para ese entonces
a La Guaira (era departamento Vargas, después Estado Vargas, y ahora Estado La Guaira), y
cuántos muertos o desaparecidos se dice que hubo para la fecha. OJO.
Podemos decir que el reaseguro puede ser facultativo u obligatorio, según este sea
concretado caso por caso o resulte celebrado automáticamente, en virtud de un acuerdo que lo
preceda.
“Pleno” es la parte de los riesgos que, según el tratado, el asegurador guardará para sí;
mientras que “retención” es la parte de los riesgos que quedará finalmente a cargo del asegurador.
Son contratos de seguro basados en que hay una relación primigenia, que es la que
establece el asegurado aquél que, mediante su interés asegurable, le tocó la puerta a la
aseguradora; que esta aseguradora tomó ese riesgo y que, en virtud de tener, o para diluir los
riesgos en comento, o las altas siniestralidades, decidió hacer una nueva forma de reaseguro; tal
vez, para asegurarse, cede parte de los riesgos de su pleno para así tener una menor
responsabilidad, y aminorar la posibilidad de que esos riesgos afecten su patrimonio; y dirá o
pensará que, mediante una comisión, tendrá papel dentro del ramo asegurador, y que hay un
empresario por allá atrás, que se llama “reasegurador”, que va a cubrir los riesgo que, a su vez, él
aseguró y los reaseguró con él, para minimizar los riesgos derivados de la ocurrencia de un
siniestro. Esa es la idea del contrato de reaseguro.
- Reaseguros de sumas.
- Reaseguros de daños.
A los reaseguros de sumas, pertenecen los llamados “tratados de participación de cuota parte”;
en estos tratados, el asegurador conviene en ceder al reasegurador un tanto por ciento de las primas
recibidas; y el reasegurador, se compromete a contribuir a los siniestros en el mismo porcentaje. Si
este tanto por ciento es el 50, el tratado se llama “de participación pura”… en él… Asegurador; y el
reasegurador tienen partes iguales de cada uno de los riesgos; es decir, tienen una prima
compartida en partes iguales, y siniestros en proporciones iguales. En los contratos de reaseguro de
participación o cuota parte la relación fracción-prima y fracción-siniestro es siempre igual; es decir,
Fifty-Fifty.
Entonces, para finalizar este comentario sobre reaseguros, y decirles que ustedes deberán
profundizar el conocimiento de toda esta clase que yo les estoy vaciando en el día de hoy, para
poder tener mayor profundidad en el caso de una investigación; y por supuesto, cuando yo vaya a
exigirles un rendimiento de su conocimiento.
Hay unas reglas básicas la Ley suministró, a los fines del reaseguro; y estableció lo
siguiente: el reaseguro solo crea relaciones entre la empresa de seguros y la empresa de
reaseguros. Esto, lo que nos quiere decir, es que el asegurado no tiene acciones contra el
reasegurador para reclamarle responsabilidad. Pero yo si les aseguro algo: hay una excepción que
estaba establecida en la Ley, y que decía que, a menos que en el contrato se mencionara, pues esto
que yo les acabo de decir es totalmente válido; no tiene acciones contra el reasegurador, ni para
reclamarle por vía de acción oblicua, ni el reasegurador podría dirigirse en contra del asegurado para
exigirle el cumplimiento de acción alguna.
“El contrato de seguro, podrá prever que el contrato de reaseguro genere obligaciones distintas a las
del asegurador y del reasegurador.”
Hay que tener en cuenta dos reglas: la primera, la favorable a los reaseguradores; y la
segunda, a la masa de tomadores, asegurados, beneficiarios y “ aseguradores” (? 13:32). En una, la
empresa de reaseguros pagará las cantidades de dinero que adeude al reasegurado, hechas las
compensaciones entre indemnizaciones, primas, comisiones y cualquier otro crédito del respectivo
contrato de aseguro; y en el otro caso, la masa de los tomadores, aseguradores y beneficiarios,
tendría el privilegio, pues, sobre los créditos de la empresa de seguros contra los reaseguradores; y
recuérdense, que esos privilegios fueron los contratos de reaseguro y la referencia en comento y
parte in fine de mi comentario, era que lo iban a hacer en virtud de la Ley derogada para ese
momento, cuando fue el comentario, y tomando en cuenta los privilegios establecidos en su Código
Civil, a los que les gusta la materia de Contratos, Garantías, etcétera.
Ya sabemos que hay una empresa reaseguradora que, en vez de estar debajo de la relación
jurídica, yo diría que está en un plano final de la relación jurídica; que esta empresa reaseguradora.
Para finalizar, recordemos entonces, que es una institución jurídica mediante la cual solo va
a existir en el área reaseguradora, y solo se puede establecer mediante un contrato de reaseguros.