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APRENDIZAJE, COMUNICACIÓN Y SALUD MENTAL INFANTIL

Joan Maria Senent


Universitat de Valencia

1. Comunicación y procesos de aprendizaje del niño

Aunque los procesos de aprendizaje del niño se inician prácticamente desde el


nacimiento, en este texto vamos a referirnos a la sistematización de dichos
procesos a partir del momento en que el niño accede a alguna estructura
educativa sea en la etapa 0-3 años o ya en la escuela de educación infantil en el
período entre los 3-6 años.

Los procesos comunicativos que se dan en esta etapa con los niños, fuera del
ámbito familiar tienen la doble dirección de la comunicación entre iguales y la
comunicación con sus educadoras/es en las diversas estructuras de aprendizaje.
Respecto a la comunicación entre iguales parece evidente que los procesos de
integración grupal y los roles que asumen los niños en los grupos así como la
relación con sus educadores marcan el desarrollo de su propia autoestima, de
sus emociones y sin duda tienen una importancia fuerte sobre los procesos de
aprendizaje.

Al mismo tiempo, la relación entre los procesos de comunicación e integración


en el entorno escolar y la salud mental infantil es también bastante estrecha
pasando por el desarrollo de la propia autoestima, el desarrollo del proceso de
pertenencia a un grupo social y las compensaciones afectivas producidas por
unas interacciones positivas entre el niño y sus educadores.

Al mismo tiempo, si nos fijamos en los procesos que aparecen entre los tres-
cinco años, entramos en esa fase de transición que le hará pasar al niño de su
etapa egocéntrica, sin duda matizada por el número de hermanos que pueda
haber en la familia, a su etapa social, con la correspondiente integración en un
colectivo que ha desarrollado su propio campo social.

Tomando el concepto de campo social en la primigenia acepción de Lewin


(1965), como una totalidad dinámica, constituida por entidades sociales

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coexistentes, más no necesariamente integradas entre sí". Entendiendo por
"totalidad dinámica" todo conjunto de unidades interdependientes. Lo que ante
todo caracteriza un campo social son las posiciones relativas de sus miembros,
que se mueven según la estructura del grupo, su génesis y su dinámica.

Trasladándolo a un lenguaje más sencillo, las unidades interdependientes son los


miembros de cada grupo (totalidad dinámica) y el campo social podria explicarse
como un territorio psicológico formado por el conjunto de comunicaciones que se
producen entre los miembros de ese grupo. Suelo utilizar la metáfora de una red
que va tejiéndose con las cuerdas que representan a las comunicaciones
existentes en el grupo, cuerdas cuyo grosor será diferente en función de que esa
comunicación se produzca entre los “yo públicos”, “yo sociales” o “yo íntimos” de
esos miembros. . El grupo viviría sobre esa red, por lo que si tenía muchas cuerdas
y gruesas, tendría un soporte muy bueno sin peligro de rotura. Por el contrario, si
las cuerdas de la red son muy finas o muy escasas (es decir, hay pocas
interrelaciones y son superficiales), vivir encima de ella será peligroso y el grupo
podrá caerse pues la red se romperá con facilidad.

La creación de ese territorio psicológico que denominamos “campo social” es


básico para generar el proceso de constitución grupal y en consecuencia de todas
las relaciones que sus individuos desarrollan en su interior. Las comunicaciones
que surgen entre los miembros del grupo y que como antes indicaba tejen el
soporte de su campo social sobre el que se asienta el grupo vienen motivadas y
condicionadas por diversos factores, que analizaremos posteriormente, entre los
que podemos contar:

- La edad y madurez de los miembros de ese grupo y la estructura social


que generan.

- La tendencia espontánea de comunicación de los educadores que


intervienen sobre el grupo de forma continuada.

- el estilo de conducción grupal de esos mismos educadores.

- el momento de la vida de ese grupo, es decir la fase grupal por la que


pasa en un momento determinado.

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En el texto me propongo analizar los dos primeros factores, lo que
nos permitirá comprender mucho más fácilmente cómo se produce la
comunicación y que incidencia tiene esta en el aprendiza y la salud mental
de los niños.

2. La comunicación y el aprendizaje en función de la edad y madurez


de los miembros e un grupo.

La evolución psicológica de los componentes de un grupo, influye


lógicamente en la estructura social del mismo. De esta manera, observamos como
aparecen tres etapas bien definidas que corresponden a grandes líneas con la
infancia, la adolescencia y la juventud y madurez de sus miembros. Las
características de cada etapa son las siguientes:

a) Etapa del gran grupo o del círculo

Corresponde a los 4-10/11 años. El niño se encuentra en una situación de


descubrimiento. Busca conocer las personas y al mismo grupo en sí. Para él, lo
más importante es sentirse miembro de algo (club, organización, grupo, etc). El
educador se encuentra en el centro del círculo dirigiendo al grupo en el inicio del
proceso de auto-educación. Los equipos que se forman en el interior del gran
grupo son funcionales y cambian con frecuencia. La actividad del gran grupo está
encaminada a buscar la cohesión de sus miembros, conseguir que el niño se
sienta parte de algo. Se busca destacar el espíritu de unión y de solidaridad. En el
camino que lleva de la dependencia a la autonomía personal, éste es el primer
paso.

Figura 1: Estructura circular. Etapa infantil

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La comunicación en esta estructura esta focalizada por el educador/a que se
encuentra en su centro y recoge y distribuye comunicación y afectividad entre sus
Componentes, al tiempo que garantiza la dirección de la acción y la cohesión del
propio grupo, pues los subgrupos internos sueles ser ocasionales en función de
una actividad concreta. Al mismo tiempo ese educador/a potencia la comunicación
entre iguales generando espacio que la facilitan y la motivan

b) Etapa del pequeño grupo o de la herradura (12-17)


La adolescencia es la etapa de la intimidad, de la búsqueda en las profundidades
del propio yo. De ahí que la estructura social ya no pueda ser el círculo, el gran
grupo. Para el adolescente importa mucho más el pequeño grupo de aquellos que
son similares a él, aquellos que actúan de una forma parecida. El gran grupo de
la etapa anterior se rompió en diversos subgrupos que en este momento alcanzan
una vida intensa. Y hablamos de etapa de la "herradura" porque estos pequeños
subgrupos no deben estar cerrados en sí mismos, o al menos hay que intentar
que no lo estén.

E
Figura 2: Estructura de herradura. Etapa adolescencia

El pequeño grupo establece un contacto hacia el mundo exterior a través de


algunos de sus miembros. Aparecen los representantes. El educador debe estar
fuera de la herradura. No es un adolescente. Su tarea consistirá en orientar la

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acción y la reflexión de esos pequeños grupos, bien a través de sus
representantes, bien directamente pero respetando su libertad de actividad, su
dinámica interna.

La comunicación cambia fuertemente respecto a la etapa interior. Es el momento


de una intensa comunicación entre iguales, en el interior de la pandilla (la
herradura) que permite un fuerte cohesión del pequeño grupo y un intenso
sentimiento de pertenencia. Una de las tareas del educador es facilitar la
comunicación entre los grupos y a nivel de grupo grande, generando espacio que
la faciliten y potenciando la comunicación con los representantes en un intento de
aumentar la autonomía de las propias pandillas. Al mismo tiempo se encuentra
con individuos aislados o rechazados que quedan al margen de las herraduras
(pequeños grupos) constituidas. Buscar formas de integración o tender puentes
entre ellos será también una de sus tareas.

c) Etapa del grupo pluridimensional o del semicírculo (18 y más)


Aun cuando fuera de la salud mental infantil, esta tercera etapa es la etapa de la
juventud y la madurez. Una etapa que debe ser totalmente pluridimensional. Cada
miembro del semicírculo, como estructura simbólica que lo representa, se
proyecta dentro del mismo por una parte, pero también hacia fuera de él. Cada
uno aporta al grupo todas sus vivencias y relaciones.

Figura 3: Estructura pluridimensional: juventud y vida adulta

Pues cada una vive al mismo tiempo en diferentes dimensiones (semicírculos:


amigos, familia, profesional, aficiones, etc. Porque cada uno de sus miembros
(estudiante, jefe de un campamento, profesor, deportista, casado o soltero,
perteneciente a un partido político o a un sindicato, creyente, ecologista, etc.,
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chaval o adulto, o justamente todo lo contrario), llevará todas esas dimensiones
de su vida al grupo en el que realiza una determinada actividad. Pero en esta
estructura, cuando una dimensión se rompa, las demás amortiguarán el daño,
actuarán como colchón y tendrá menos repercusión sobre la persona. Es
justamente lo contrario de lo que nos ocurría en la estructura de adolescentes,
donde el enfrentamiento con uno de sus miembros en el pequeño grupo por
cualquier aspecto de la relación, forzaba en muchos casos a abandonar
totalmente el grupo.

El educador es un miembro más del semicírculo que a través de diversos medios


(juegos, técnicas de grupo, reflexiones, escritos, etc.) hace pensar a los
componentes del grupo sobre su propio "yo", sus relaciones con los demás y su
proyección en la sociedad, a fin de que la persona tome sus propias opciones y
actúe coherentemente con ellas.

Los procesos de aprendizaje de estas tres etapas vienen marcados también por
las estructuras comunicativas. De esa forma, en la etapa circular, los procesos
siguen una línea imitativa siguiendo los planteamientos marcados por ese
educador/a que está en el centro del grupo, que lo conduce, - y con ello también
el proceso de aprendizaje-, al tiempo que facilita la relación entre sus miembros y
potencia las motivaciones hacia el aprendizaje (o lo contrario). Pensemos que se
trata de una etapa de descubrimiento donde el niño/a está continuamente
abriendo sus horizontes.

Por el contrario, en la etapa de la herradura el aprendizaje es utilizado en


ocasiones como arma de contestación que refuerza los procesos de identidad y
cohesión del grupo al tiempo que construye características utilizadas por el propio
grupo como señas de identidad. Procesos de aprendizaje y autonomía /cohesión
grupal van en muchas ocasiones en paralelo. Es relativamente fácil construir un
aprendizaje cooperativo en el interior de la pandilla, como es difícil evitar un
aprendizaje competitivo entre las diferentes herraduras.

La tercera etapa, pluridimensional, debería hacer posible una madurez de la


persona que le permitiera llevar simultáneamente procesos de aprendizaje
diferentes en entornos diferentes y con diferentes características. Como es bien
conocido en psicología, las características evolutivas de una edad y las conductas

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de los individuos no siempre siguen los mismo patrones, por lo que en esta etapa
tanto a nivel de grupos-clases como de individuos nos vamos a encontrar con una
casuística muy abultada.

3. Las influencias de las tendencias comunicativas espontáneas de los


educadores/as en los procesos de comunicación y aprendizajes.

Es frecuente que en la literatura educativa encontremos muchas referencias al


educador, maestro, profesor.., y su papel en los procesos de aprendizaje,
haciendo referencia a su capacidad para desarrollar determinadas metodologías
que favorecen o dificultan dichos procesos. Con frecuencia parece olvidarse que
cada una de esas personas tiene una forma de establecer la comunicación, que
viene determinada, por su carácter y personalidad, sus experiencias docentes y
su propia historia de vida. Evidentemente la tendencia comunicativa espontánea
que cada cual desarrolla no es ni mejor ni peor que la nuestro compañero o vecino,
pero puede ser más adecuada a una determina situación, por ejemplo a una
determinada situación de aprendizaje en un entorno formal o no formal.

Utilizando como punto de partida una adaptación libre del ejercicio que propone
Jiménez Pinzón (1979), adaptación a su vez de un cuestionario americano,
pretendemos por una parte facilitar la constatación de la o las tendencias
espontáneas de comunicación de cada cual y la repercusión que puede tener en
el proceso de aprendizaje.

Partimos de las seis tendencias comunicativas básicas que podrían definirse del
siguiente modo:

Tendencia investigadora

Habitualmente en tu comunicación, deseas obtener mayor información sobre lo


que te han dicho por lo que orientas la comunicación para que te permita
obtenerla. Necesitas aumentar el bagaje de datos para clarificar mejor la
comunicación y por tanto orientas a tu interlocutor para que proporcione esos
datos, bien mediante preguntas directas o indirectas

Tendencia interpretativa-explicativa

Esta tendencia de comunicación se caracteriza por intentar buscar alguna


explicación a lo que te ha dicho tu interlocutor. Para ello intentas interpretar o
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explicar lo que has escuchado, relacionándolo con la vida o características de esa
persona. Habitualmente tiende a mezclar cuestiones reales y otras supuestas,
para encontrar esas explicaciones, que en cualquier caso son las tuyas y no están
formuladas por tu interlocutor.

Tendencia “Prestar apoyo”

Viendo la ansiedad contenida en la comunicación que recibes, tratas de quitarle


parte de esa carga, procurando que el interlocutor rebaje su preocupación por la
comunicación que te trasmite. Para ello, generalizas, quitas importancia al
mensaje, de manera que el comunicante se tranquilice y pueda afrontar la cuestión
sin tanta tensión y ansiedad.

Tendencia “Solución Inmediata”

Deseas aportar una solución de manera rápida a la situación que te describen, por
lo que señalas lo que tu interlocutor debería hacer al respecto. En ocasiones se
usa la forma indirecta de expresar lo que tú harías; en otras ocasiones, se indica
llanamente la conducta que el interlocutor debe adoptar para solucionar la
situación que ha planteado.

Tendencia “Empatía”

La respuesta empática es aquella en la que muestras claramente que has captado


los sentimiento de tu interlocutor, al tiempo que le devuelves la comunicación de
forma más ordenada para que pueda seguir el análisis de la situación que te
describe. Esta respuesta no es simplemente una devolución “en espejo” de la
comunicación recibida, lo que en ocasiones sería bastante cruel, sino que ha de
acompañarse de una manifestación clara de la comprensión de los sentimientos
de la otra persona, normalmente utilizando alguna forma de comunicación no
verbal.

Tendencia “Evaluadora”

La comunicación de esta tendencia, contiene siempre algún tipo de juicio de valor


respecto a la comunicación recibida, tanto en sentido positivo como negativo. Esta
evaluación puede formularse de manera muy directa (me parece bien o mal), pero
frecuentemente se plantea de forma sutil y debe ser entresacada de los
comentarios realizados a la comunicación recibida.
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Para reflexionar sobre la/las tendencias dominantes, se propone leer siete
situaciones de comunicación en las que una persona (podría ser un amigo/a) te
lanza una comunicación, frente a la cual se te ofrecen seis respuestas diferentes,
solicitando a cada persona que escoja dos de ellas, distinguiendo lo que
contestaría en primer o segundo lugar. Conviene explicar que se escoja la
respuesta correspondiente al mensaje que se enviaría aunque no se utilice el
mismo lenguaje.

Las situaciones de comunicación son las siguientes:

Caso 1: Varón, sobre 25 años.

Comunicación recibida: “Esta tarde hemos discutido en el grupo de amigos por


el viaje de las vacaciones de verano. Como siempre, Andrés quería imponer su
punto de vista y en general los demás se limitaban a aceptarlo. Sin embargo esta
vez no he querido tragar como siempre por todo lo que propone y he pedido que
nos diéramos un tiempo para pensarlo. Todos se han extrañado, pero estoy
seguro que en el fondo han agradecido mi intervención”

Respuestas posibles: (escoger dos, indicando la preferencia)

1. Parece que por una vez te has decidido a plantarle cara. Ya era hora, ¿no
crees?

2. Da la impresión de que hayas madurado un poco, pues posiblemente hace


unos meses lo hubieras aceptado sin plantearte ninguna otra cosa.

3. Veo que esta vez no has aceptado el punto de vista de Andrés y has dado una
ocasión para que el grupo piense la propuesta y tengáis oportunidad de discutirla
todos de manera más tranquila.

4. ¿Que crees que te ha sucedido en los últimos tiempos para que dieras ese
cambio? ¿Ha pasado algo especial dentro del grupo? ¿Han entrado personas
nuevas? ¿Quizás hay alguna que te interesa especialmente?

5. ¿Por qué te preocupas por eso? Según crecemos vanos cambiando un poco
de carácter y ya no reaccionamos igual. Tampoco tiene tanta importancia, así
que no pienses mucho más en ello.

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6. Entonces, ya sabes, no aceptes más ninguna imposición de opiniones por su
parte sin que sean discutidas por todos.

Caso 2. Mujer sobre 25 años.

Comunicación recibida: “El trabajo está cada vez más duro y yo tengo claro que
he de destacar de alguna manera, pues no voy a conformarme con los empleos
basura que hasta ahora he tenido. Por eso estoy dispuesta a lo que haga falta,
incluso a pasar por encima de otros que se encuentren en mi camino. Al fin y al
cabo es lo que hace la mayoría de la gente, y esas son las armas para competir.
No puedes ir por ahí como si fueras una perdedora.

Respuestas posibles: (escoger dos, indicando la preferencia)

1. En resumen, te comportas como una ambiciosa porque necesitas


demostrarte a ti misma que eres más fuertes que los otros, aunque te auto-
justificas porque la mayoría de la gente así lo hace.
2. Tu crees que es preciso seguir adelante y estás dispuesta a utilizar cualquier
medio para conseguirlo y cambiar tu situación actual, porque entiendes que
todos actúan así.
3. ¿Y a qué se debe esa gran resolución de llegar a ser alguien? Pareces muy
presurosa por encontrar ese trabajo ideal. ¿ha ocurrido algo que te fuerce a
apresurar el logro de ese empleo?
4. ¿No te interesaría consultar algún profesional para que te indicase dónde
podrías triunfar mejor, aprovechando tus cualidades? Además eso te
ayudaría posiblemente a rebajar tu nivel de tensión y ver las cosas de otra
manera más relajada.
5. ¿Crees que serías capaz de pasar por encima de otras personas que
encontrarás en tu camino? A la larga eso podría ir en contra tuya, pues otros
podrían hacer lo mismo contigo.
6. Te noto demasiado nerviosa y nunca te había oído hablar de esa manera.
Seguramente algo te ha pasado en el trabajo que fuerza a expresarte así. Es
preciso que te calmes, reflexiones y verás como vuelves a encontrar tu
camino sin necesidad de pasar por encima de otros.

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Caso 3. Mujer sobre 22 años

Comunicación recibida: “Llevo tres años en este trabajo y cada vez estoy más
descontenta. Al principio me resigné porque me costó bastante encontrarlo y me
sacó de una muy mala situación económica, pero a pesar de los progresos en la
empresa, sigue sin gustarme y ahora creo que valdría más dejar esto e iniciar
otro camino aunque me toque empezar de nuevo”

Respuestas posibles: (escoger dos, indicando la preferencia)

1. Crees que serías más feliz si pudieras cambiar de trabajo e intentar algo
nuevo que te gustara más y donde posiblemente trabajar más feliz que ahora.
2. Cualquier cambio entraña siempre un cierto riesgo, pues no sabes cómo te
va a ir en ese nuevo trabajo, donde quizás encuentres otras dificultades
diferentes a las actuales. En cualquier caso, es interesante que tengas
bastante ánimo cómo para plantearte empezar algo nuevo, lanzarte un poco
a la aventura.
3. ¿No crees interesante combinar ambas cosas? ¿Quizás valga la pena no
dejar tu trabajo actual hasta no tener una cierta seguridad de que el nuevo
trabajo va a funcionar pasablemente. Te puedes encontrar con todos los
esfuerzos de estos años tirados por el suelo sin saber que va a ocurrir
después ¿No te parece demasiado arriesgado?
4. Da la impresión de que ya estás decidida a cambiar de trabajo. Eso indica
una fuerza de voluntad grande y una disposición a asumir riesgos, aunque
ignores cómo llegarán.
5. ¿Pero, ya sabes algo de ese nuevo trabajo? ¿La información que te han
pasado es fiable? ¿Quién te lo ha propuesto? ¿Te has informado a fondo
sobre las posibilidades de ese nuevo trabajo?
6. No le des más vueltas al tema. Dedícate a ese nuevo trabajo de manera que
en poco tiempo también puedas progresar en él. Cuanto antes empieces,
mucho mejor.

Caso 4º Varón sobre 30 años

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Comunicación recibida: “La situación en la residencia empieza a preocuparme.
Discuto casi todos los días, bien con los chavales, bien con los otros educadores.
Esta misma mañana les he montado un “pollo” a Luisa y Marcos por no haber
recogido la sala al acabar su turno de noche. Si lo pienso no tiene tanta
importancia, pero últimamente no puedo tolerar que la gente sea irresponsable
y deje las cosas a medias”.

Respuestas posibles: (escoger dos, indicando la preferencia)

1. Independientemente de otras razones, no parece lo más adecuado


resolver estas cuestiones a gritos entre compañeros.
2. En ocasiones otras circunstancias de nuestra vida explican las actuales.
¿Te has preguntado qué puede haberte influido para que reacciones de
manera diferente a lo que te ocurría anteriormente?.
3. Da la impresión que empiezas a estar un poco “quemado” por este
trabajo. ¿Te has planteado alguna otra cosa?
4. Parece haber llegado el momento de que te tomes unas vacaciones y te
relajes unos días
5. Tampoco te lo tomes tan a pecho. Son cosas del trabajo que nos ocurren
todos los días. Animo que seguro que ya has pasado por esto otras veces.
6. Has llegado a un punto en el que no aceptas que la gente no acabe sus
tareas y les pase la “pelota” a los demás.

Caso 5º: Mujer, sobre 18 años.

Comunicación recibida: “Empiezo a estar cansada de que todos vengan a


contarme sus problemas y dificultades, sin pensar nunca que yo también tengo
problemas y a menudo no tengo con quien hablar pues al resto de mis amigos y
amigas ni se les pasa por la cabeza que Maite también puede tener problemas”

Respuestas posibles: (escoger dos, indicando la preferencia)

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1. En los últimos meses parece haber cambiado tu actitud en las
comunicaciones con el resto de la pandilla. Daría la impresión de que algo
te ha hecho cambiar.
2. Siempre has sido “la madre” de todos y todos tienen mucha confianza
contigo. No le des tanta importancia a un momento de agobio. Tienes ese
carácter, así que acéptalo y no te comas el coco.
3. ¿No te has preguntado que te ha hecho cambiar de actitud? ¿Has tenido
algún problema con alguien últimamente?
4. En ese caso no aguantes más a nadie que vaya a contarte historias y dile
que tu también tienes tus propios problemas.
5. Siempre has ayudado a los demás. ¿No te parece un poco egoísta dejar
de hacerlo ahora?
6. Sientes que también necesitas poder contar tus problemas a alguien.

Caso 6: Mujer sobre 25 años

Comunicación recibida: “No hay manera de que el grupo trabaje por si solo,
siempre me toca estar pinchándoles y recordando las cosas que hay que hacer, y
esto empieza realmente a cansarme, pues todos somos ya mayorcitos, y si las
cosas no interesan, es mejor que lo digan claramente.

Respuestas posibles: (escoger dos, indicando la preferencia)

1. ¿Esto ocurre desde hace tiempo?, ¿Has probado a ver lo que pasa si no
intervienes?.

2. Parece que el grupo se ha acostumbrado a dejarse llevar pues tiene la


seguridad de que tú vigilarás para que las cosas se hagan correctamente.

3. Tampoco será para tanto. El grupo se ha habituado a una manera de actuar y


está cómodo. No te lo tomes tan a pecho.

4. Pues ya sabes: la próxima vez no intervengas y deja que las cosas se pudran
o que el grupo reaccione.

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5. Veo que estás algo cansado de tener que estar motivando continuamente al
grupo y sospechas que realmente las actividades que hacéis y sus resultados no
interesan demasiado a los demás.

6. Al fin y al cabo el grupo responde a tu manera habitual de actuar. Tampoco


puedes pedir que de repente lo hagan de otra manera.

Caso 7: Varón sobre 28 años

Comunicación recibida: “No sé qué hacer respecto a irme o quedarme en casa


de mis padres. Ellos no me han dicho nada, pero yo siento que necesito más
independencia y no tener que estar siempre diciendo adónde voy o de donde
vengo. Por otra parte, me las voy a ver muy apurado a nivel económico pues no
hay manera de encontrar un trabajo serio que te asegure un poco de continuidad.

Respuestas posibles: (escoger dos, indicando la preferencia)

1. Tienes la sensación de que deberías vivir fuera de la casa de tus padres,


pero no estás seguro de poder hacer frente a los gastos que eso implica.

2. En el fondo lo tuyo es un problema de comodidad, pues no quieres


arriesgarte al posible fracaso de no poder mantenerte viviendo de manera
autónoma.

3. Tampoco veo la necesidad de que te vayas a vivir solo si no tienes una


independencia económica. Sigue como estás que hasta ahora las cosas no
te han ido mal.

4. Eso que dices les pasa ahora a miles de tíos, así que tampoco te agobies.
Esto también es una consecuencia de la crisis, y parece que aún tenemos
para rato.

5. Veo que te estás planteando esta cuestión desde que empezaste a salir
con Laura. Las dos cosas deben estar relacionadas.

6. ¿Y has dado ya algunos pasos?, ¿has visto algún piso donde pudieras ir?
¿Te salen las cuentas? ¿Qué piensa Laura de esto? ¿Te irías a vivir con ella?

Para definir las tendencias espontáneas de cada persona, se les pide que
trasladen las respuestas de cada caso a la tabla de bajo indicándoles:

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Redondea en cada caso las respuestas elegidas en primera opción y
enmarca las escogidas en según lugar.

Tabla 1: análisis de respuestas

Tendencias de comportamiento Nº de la respuesta elegida

Caso Caso Caso Caso Caso Caso Caso


1 2 3 4 5 6
7

Investigador 4 3 5 2 3 1 6

Interpretativo-Explicativo 2 5 4 3 1 2 5

Ayuda-Apoyo 5 4 2 5 2 3 4

Solución Inmediata 6 6 6 4 4 4 3

Empatía 3 2 1 6 6 5 1

Evaluador 1 1 3 1 5 6 2

Tareas a realizar:

1. Redondea en cada caso la respuesta elegida en primer lugar y enmarca


la respuesta elegida en segundo lugar.
2. Al acabar la tarea anterior, observa las líneas: Si aparecen 4-5 respuestas
señaladas (con círculo o cuadro) en la misma línea apuntan una tendencia
de comportamiento en la comunicación interpersonal. Si las respuestas
marcadas son fundamentalmente círculos, la tendencia es más fuerte.
Puede ocurrir que no haya ninguna línea con 4 o 5 respuestas marcadas,
lo que apunta a una tendencia de comunicación poco definida, o por el
contrario a encontrar 4-5 marcas en dos líneas , lo que apunta a dos
tendencias comunicativas que en ocasiones aparecen en contextos
diversos (familia y trabajo, por ejemplo).

4. Algunas orientaciones respecto a la implicación de cada tendencia


comunicativa en los procesos de aprendizaje.

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La primera cuestión a señalar es que estamos hablando de tendencias
comunicativas, es decir de formas de comunicación que se repiten en el tiempo y
que surgen de manera espontánea.

Las personas con tendencia comunicativa investigadora, cuando intervienen en


un proceso de aprendizaje tienden a obtener mucha información de los alumnos,
lo que sin duda favorece su conocimiento y por tanto las mejores herramientas a
utilizar por parte de los educadores y suele ser interpretado en los grupos
circulares de la primera etapa como interés por parte del educador hacia el niño/a.
No obstante en el caso de los procesos de aprendizaje con adolescentes o
jóvenes, una prolongada tendencia investigadora suele provocar un alejamiento
del estudiante que puede sentir invadida su propia autonomía personal.

La tendencia interpretativa explicativa suele asegurar una adecuada información


sobre las razones del mensaje de nuestro interlocutor, loo que siempre facilita un
proceso de aprendizaje, aunque conlleva el riesgo de que en ocasiones las
explicaciones que “suponemos” no están basadas en datos reales y por ello no
siempre corresponden con la realidad.

La tendencia comunicativa de “ayuda-apoyo” es muy necesaria en ocasiones en


las que nuestro interlocutor se encuentra bloqueado o en situación de fuerte estrés
o angustia, pero mantenida de forma permanente genera dependencia pues las
personas se habitúan a que les resuelvan las situaciones. Esto es muy importante
en las primeras etapas del aprendizaje (educación infantil y primeros años de
primaria) donde el niño/a tiene que superar dificultades o retos para ir
construyendo su `propia autonomía.

Las personas con una tendencia comunicativa de solución inmediata, no deben


olvidar que en realidad la solución aportada se refiere a aquello que tu harías y
por lo tanto suele tratarse de “tu solución”, lo que en muchos casos generará
problemas posteriores porque la persona que recibió la “solución” podrá
manifestar su desacuerdo y en cualquier cosa, siempre aumenta la dependencia
de esa persona. No obstante hemos de ser conscientes de que en muchos
procesos de aprendizaje se requieren soluciones inmediatas para cortar
situaciones de bloqueos o conflictos. Es por tanto una cuestión a valorar pues en
ese camino de la dependencia hacia la autonomía que marca sin duda una de

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Nacimiento edad adulta

Dependencia

Autonomía

Figura 4: Dependencia versus Autonomía

las finalidades del proceso de aprendizaje, (en la figura 4 marcado con la flecha
roja), la “solución inmediata” actúa de freno de ese proceso, cuando es una
respuesta habitual.

La tendencia comunicativa empática ha gozado siempre de “buena fama” en la


literatura educativa, pero no hemos de olvidar que esta respuesta viene siempre
marcada por dos actuaciones que se deben dar conjuntamente: mostrar
claramente la comprensión de los sentimientos del interlocutor, habitualmente a
través del lenguaje no verbal, y devolver la comunicación mejor estructurada para
que la otra persona pueda proseguir la comunicación. Por tanto, tengamos en
cuenta que si en nuestra comunicación solamente aparece la segunda parte, no
estamos realmente frente a una respuesta de empatía, y que en algunos casos,
por la situación de bloqueo del interlocutor, no siempre es eficaz esta
comunicación, sino que en ocasiones requiere previamente una respuesta de
ayuda para permitir que el interlocutor pueda seguir con su reflexión a partir de
nuestra respuesta.

Finalmente, la respuesta comunicativa evaluadora suele estar bastante frecuente


en el rol de los docentes, pues los procesos de aprendizaje deben ser evaluados
tanto a nivel cuantitativo como cualitativos. Una valoración ayuda siempre en la
etapa circular, a que el niño se de cuenta de la situación de su trabajo, aunque
una permanente valoración negativa provocará desaliento y alejamiento del

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interlocutor, mientras que una permanente valoración positiva sin establecer
matices o situaciones de mejora, acaba siendo ineficaz, pues suele ser
interpretado por el interlocutor como un signo de desinterés

La salud mental infantil depende entre otros aspectos de ese equilibrio que los
procesos de aprendizaje, -que se inician con el nacimiento y quizás no acaban
nunca, pero en todo caso mucho más allá de la etapa infantil-juvenil -, tienen con
la situación de integración social, pertenencia a grupos y desarrollo de la
autonomía personal. Todo ello, como he expuesto en las páginas anteriores está
íntimamente relacionado con la comunicación del niño/a o adolescente con sus
educadores y con sus iguales. Favorecer al máximos esos procesos
comunicativos, implicará favorecer sin duda los propios procesos de aprendizaje.

5. Referencias documentales

Brunet, J y Negro, J. L.(1988): Tutoría con adolescentes. Ediciones San Pío


X. Madrid.
Forner, A. (1987): La comunicación no verbal. (Actitudes para la escuela).
Editorial GRAÓ. Barcelona.
Fritzen, S (1988): 70 Ejercicios prácticos de dinámica de grupos. Sal Terrae.
Santander
Jimenez- Hernández Pinzon (1979): La comunicación interpersonal. ICCE.
Madrid.
Lewin, K (1965): El niño y su ambiente. Paidós Buenos Aires.

Marín, M – Troyano, Y (2003): Trabajando con grupos. Pirámide-Anaya. Madrid


Melendo, M. (1987): Comunicación e integración personal. Editorial Sal
Terrae/Proyecto. Santander.
Senent, JM (1998): Animación y Pedagogía del Tiempo Libre. Edetania
Ediciones. Godella (Valencia)
Senent, JM (2008): Intervención socioeducativa en grupos. Universitat de
València

Zuccherini, R. (1992): Cómo educar la comunicación oral. CEAC. Barcelona

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