Textos Prioritarios Clase. Senent

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Texto prioritario 1:

Caurin, C (2017): Inteligencia emocional. Una propuesta para fomentar la educación


emocional y la empatía en las aulas. en Ibarra, N – Jardón,P: Educación de Jóvenes y adultos.
Octaedro. Madrid. Pp 53-63

Texto prioritarios 2: CONCEPTO Y TIPOS DE GRUPO


Extraido de Senent, JM (2008): Intervención socioeducativa en grupo. Universitat de
València. Cap I

1. ¿QUE ES UN GRUPO?

A lo largo de la psicología social, encontramos múltiples definiciones de grupos. Ya


en los primeros libros de dinámica grupal, Filloux1 , "el grupo no es una suma de
miembros; es una estructura que emerge de la interacción de los individuos y que induce,
ella misma, cambios en los individuos". Dentro del uso común de la palabra "grupo", tal
concepto se usa para designar conjuntos muy dispares en sus características: desde los que
miran un escaparate hasta los que integran una familia. Aún en un campo estrictamente
psicológico, el grupo puede ser considerado como un conjunto de personas que requiere
pocos requisitos: "un grupo consiste en dos o más personas que comparten normas con
respecto a ciertas cosas y cuyos roles sociales están estrechamente entrecruzados".

Ahora bien, dentro del campo de la dinámica de grupos se utiliza un criterio mucho
más restringido que da por supuesto un número reducido de miembros (10-30) personas
que interaccionan "cara a cara" y forman lo que se llama un grupo primario, es decir, aquel
en el que todos sus miembros son conscientes de la existencia del grupo, de su pertenencia
a él, y de la presencia de otros miembros.

Con frecuencia distinguimos la noción de “grupo", de la de "agrupamiento". Un


conjunto de personas que están físicamente juntas no constituyen necesariamente un
grupo. Los espectadores de un campo de fútbol no son un grupo, como tampoco lo son
los que van en una manifestación. Solemos exigir tres condiciones para hablar de grupo:

1. Un conjunto de personas que físicamente (hoy deberíamos incluir también


virtualmente) están cercanas.
2. Que tienen una actividad común en función de un objetivo establecido previamente.
3. Que interaccionan entre ellas de manera que la actitud o la conducta de una repercute
sobre las demás y viceversa.
1Filloux, J (1962): Los pequeños grupos. Dept. de Pedagogía Universitaria. Ediciones UNL. Universidad Nacional del
Litoral. Santa Fe (Argentina), pag. 17.

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Cuando no se dan esas tres condiciones hablamos de "agrupamiento", para definir
la situación en la que se dan cualquiera de las dos primeras, pero no aparece la interacción
de las personas. En función de la noción de grupo, podemos establecer que los miembros
de cualquiera de ellos se plantean dos tipos de objetivos en todos los grupos, que dan
lugar a hablar siempre de dos dimensiones en cualquier tipo de grupo:

a) Un objetivo productivo u operativo: el grupo se crea para realizar alguna


actividad, es decir con alguna finalidad concreta que sus miembros intentan alcanzar con
mayor o menor grado de eficacia, que conformará la dimensión operativa o productiva.

b) Un objetivo relacional: los miembros de un grupo intentan estar a gusto en él,


sentirse bien, es decir establecer una relación con los otros miembros que les haga sentirse
integrados, conseguir un ajuste psicosocial positivo a través de la interacción y aceptación
de los demás miembros. Esto conformará la dimensión relacional.

Un animador grupal deberá preocuparse de mantener el equilibrio entre la


dimensión relacional y la productiva, pues cualquier grupo necesita trabajar ambas, si
bien no en la misma medida. El tipo de grupo y la fase de su vida por la que pase marcará
el mayor peso de una de las dos dimensiones, pero en cualquier caso las dos están
presentes y en deberemos examinar cómo utilizar técnicas de grupo que nos permitan
revisar y fomentar tanto las situaciones relacionales como las productivas.

2. TIPOLOGIAS GRUPALES

Hay una variada gama de criterios para establecer los tipos de grupos. Expongo a
continuación las que más frecuentemente utilizamos desde la perspectiva de la animación
grupal en entornos educativos.

2.1 Los grupos según su tamaño

Una división muy utilizada en los ambientes educativos, es aquella que tiene en
cuenta el número de componentes de los diversos grupos. Así hablamos de gran grupo
cuando el número de sus miembros es superior a 25-30. Se trata de un grupo poco
operativo, fundamentalmente receptivo y recopilador de los subgrupos que existen en su
interior. Las relaciones entre sus miembros son muy diversas, debiendo hablar en realidad
de las relaciones entre los subgrupos que existen en su interior.

En el otro extremo está el pequeño grupo, 3-10 miembros. Como puede


comprenderse se tratará de un grupo funcional y muy operativo. Las relaciones entre sus
miembros son intensas, aunque si el número de componentes es pequeño, encontraremos
una tendencia a estratificar las relaciones que se van haciendo cada vez más fijas
produciendo la necesidad de establecer nuevos contactos extra-grupo.
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En el centro de ambos estaría el grupo medio. Careciendo de la operatividad del
grupo pequeño, muestra un abanico de relaciones mucho más amplio, por lo que la
integración social de sus componentes resulta habitualmente más fácil. Es evidente que
una clasificación de los grupos atendiendo solamente al número de sus miembros resulta
demasiado simple y poco funcional a efectos de las técnicas de grupo. Desde este punto de
vista podemos establecer una nueva clasificación que atienda a las relaciones que existen
entre los componentes de grupo.

2.2 Los grupos en función de su estructura social.

Esta clasificación, muy interesante para la dinámica de grupos, es aquella que


contempla la dinámica interna de los mismos y las estructuras sociales que las relaciones
interpersonales de sus miembros producen.. Según la misma podremos hablar de un
grupo autocrático, paternalista, permisivo o participativo. El cuadro siguiente resume las
características de los mismos, haciendo referencia tanto a sus relaciones internas, como al
tipo de líder o animador que se da en cada uno de ellos.

a) Grupo Autocrático

Es aquel grupo en el cual un líder, elegido por el grupo o designado para el grupo por
alguna autoridad exterior, actúa como jefe y toma las decisiones en nombre del grupo. El
grupo de estructura y ambiente autocrático siempre está dominado por un individuo o
por una "camarilla de poder", que toman las decisiones sin contar con los demás. El líder o
la "camarilla dirigente" determinan las actividades y las técnicas grupales, dividen las
tareas a realizar y nombran los grupos de trabajo sin dar opción a la participación de los
miembros del grupo.

Son ambientes donde todo se hace por "dedocracia". El líder y su camarilla se reservan el
derecho de alabanza y de crítica en exclusiva. En general, el grupo autocrático mantiene la
formalidad de las reglas de debate, de manera que los miembros inexpertos pueden ser
controlados por mecanismos "parlamentarios"

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En los grupos de este tipo hay grandes diferencias de "status" o posición entre los
integrantes. La comunicación suele realizarse en un solo sentido: de los conductores o
líderes a los miembros del grupo. Las ideas se aceptan más que por su valor intrínseco por
su origen. Cuando el líder, apoyado en su prestigio o en su poder, propone una moción se
acepta generalmente sin discusión. A los miembros del grupo que intentan invertir el
orden de la comunicación se les hace callar.

El grupo es sometido a un alto grado de control. Los miembros “ordinarios” no


suelen tener más que dos opciones: la sumisión o la rebelión frente a las decisiones de la
camarilla dirigente del mismo. Si se produce la rebelión, el grupo entra en una etapa de
crisis de la que saldrá una nueva estructura social o bien se verá reforzada la estructura
anterior. En bastantes ocasiones los grupos autocráticos surgen en contextos (laborales,
grandes asociaciones, etc) donde la “rebelión” es bastante difícil. Se produce entonces la
sumisión que suele generar un fuerte desinterés por las actividades y los objetivos
últimos del grupo.

Dentro de los grupos autocráticos se dan con frecuencia una excesiva irritabilidad,
hostilidad y agresividad dirigida hacia los compañeros o hacia el conductor autócrata. Con
frecuencia se hace imposible la convivencia, sobre todo en grupos pequeños. Los
componentes de un grupo autocrático son propensos a ser apáticos en su actitud general,
aun cuando secretamente estén disconformes. Los individuos son mucho más sumisos y
muestran un mínimo de facultades creadoras. Cuando el autócrata está ausente disminuye la
actividad del grupo y, a veces, desaparece del todo. La crítica de los compañeros o los
intentos de dominarlos son mucho más frecuentes en este ambiente que cuando prevalece la
democracia.

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De las dos dimensiones indicadas anteriormente (productiva y relacional), los grupos
autocráticos pueden mantener una buena “productividad” si el autócrata es una persona
eficaz. Por el contrario la dimensión relacional apenas se desarrollará, pues los miembros
mostrarán una comunicación escasa, lo estrictamente necesario por temor a que pueda ser
utilizada contra ellos mismos o simplemente, pueda ser fuertemente criticada.

Tres Tipos de Lider Autocrata

El autócrata estricto es una persona convencida de su autoridad y su razón. No


delega con casi nadie. Se comporta como un hombre totalmente desprovisto de
afectividad y generosidad: se muestra en toda circunstancia impersonal, realista y hasta
mezquino. Generalmente es conservador; se rodea de "viejos y fieles servidores", a los que
sabe otorgar extraños testimonios de satisfacción.

El autócrata benevolente se siente afligido por una conciencia no conformista. Se


siente responsable de sus colaboradores, actúa por su bien; al mismo tiempo espera de
ellos manifestaciones de reconocimiento. Quiere que lo estimen, sin dejar por eso de ser
tan centralizador y conservador como el autócrata estricto. Es paternalista.

El autócrata incompetente es esencialmente "infantil". No tiene aptitudes para


mandar ni el equilibrio afectivo necesario ni capacidad intelectual. Animado de una gran
voluntad de poder, a pesar de su falta de seguridad, es obsequioso con sus superiores,
humilla a sus colaboradores, a quienes envidia su talento, y los denigra sistemáticamente.
No tolera que le hagan sombra. Está pronto para toda negación, mentira o compromisos
útiles para conservar su poder. Es un débil que compensa su sentimiento de inferioridad
mediante comportamientos impulsivos, a menudo contradictorios.

El grupo autocrático es poco frecuente en los entornos socioeducativos. Cuando


surge, no suele tener larga duración, porque la mayoría de sus miembros “ordinarios”
optan por el abandono del grupo. En ocasiones aparece en las pandillas de adolescentes
que generan un código social muy estricto y una o dos personas como líderes carismáticos
de esa pandilla

b) Grupo Paternalista

La estructura paternalista de un grupo es más sutil que la estructura autocrática. En


este tipo de grupos el líder es amable y cordial ante las muchas necesidades de su
"rebaño". El líder paternalista siente que debe tomar las decisiones más importantes en
nombre del grupo y por el bien del grupo. Su actitud y su pensamiento son “de servicio”,
entiende que su nivel de eficacia es superior a los otros miembros del grupo y en
consecuencia tiende a ocuparse de la mayor parte de decisiones y actividades, pues está
convencido de que redundará en una mejora de la eficacia grupal.

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Este tipo de liderazgos suele ser efectivo: evita las discordias y provoca una
impresión de grupo feliz. Con frecuencia encontramos este tipo de líder en las
asociaciones de carácter socioeducativo, especialmente en las asociaciones de tiempo libre
juveniles. En este clima ambiental de grupo solo crecen y se desarrollan los líderes. Los
demás miembros del grupo se van estancando en niveles bajos de realización personal. En
efecto, se ven privados del crecimiento que produce el asumir responsabilidad y el tomar
decisiones.

El líder paternalista teme a menudo entregar su cargo a otras personas porque


nunca esta seguro de que otro líder pueda conducir su grupo con tanta dedicación,
eficacia o protección como él. Este líder mantiene su influencia por su aire personal y
competencia; cuenta con el respeto del grupo y con su confianza. Se resiente con las
críticas del grupo, y toda tentativa de éste por asumir la responsabilidad de tomar
decisiones o de introducir cambios fundamentales en las normas determinadas por su
espíritu paternal es una afrenta para él.

El grupo paternalista suele ser


un grupo eficaz con una buena
productividad y las relaciones
entre sus miembros suelen ser
buenas, pues los que no dirigen
el grupo están en una postura
cómoda, ya que los líderes
tienden a acumular la mayoría
del trabajo a realizar. El
problema de estos grupos son
las situaciones de “orfandad”.
Cuando los líderes dejan el
grupo, sus miembros no están
preparados para dirigirlo y el
grupo suele entrar en una fuerte
crisis. Muchos grupos de tiempo
libre, comisiones de falla, etc
son ejemplos de esto.
c) Grupo Permisivo

El grupo permisivo se caracteriza porque los intereses individuales de sus miembros


pasan siempre antes que los intereses del grupo. Sus miembros se encuentran cómodos en
el grupo siempre que haya una coincidencia de intereses, pero no estarían dispuestos a
sacrificar sus objetivos a los grupales. En esta perspectiva los grupos permisivos tienen
poca duración, suelen iniciar muchos proyectos para no acabar casi ninguno.

El líder de este grupo es un conductor pasivo; le siguen porque posee ciertos talentos,
habilidades o cualidades muy apreciadas, pero no hace ningún esfuerzo por conducir al
grupo hacia los objetivos propuestos: influye porque influye, especialmente si coincide
con las intenciones de los demás.
Este tipo de grupos
10 permisivos y de
líderes pasivos son
el producto normal
Se considera a la organización y a la disciplina organizativa como un contravalor, incluso
aunque hayan sido decididas entre todos. Cualquier norma se considera vejatoria y
opresora de los individuos, ello hace que en este tipo de grupos se inicien muchos
proyectos y no suela acabarse casi ninguno.

La productividad de los grupos permisivos es bastante baja y su duración corta. La


relación es bastante superficial, aunque como la consigna es “nadie se mete con nadie”, las
relaciones suelen ser positivas.

d) Grupo Participativo

El grupo de estructura participativa está formado por un grupo de personas que trabajan
juntas para resolver los problemas comunes. En él, trabajan en equipo todos los miembros
para lograr una elevada cohesión del grupo. Todos participan: se da la máxima
importancia al crecimiento y desarrollo de los miembros del grupo. Ninguno es el líder: el
liderazgo está repartido.

El grupo trabaja según el principio de consenso y trata de obtener un elevado grado de


relaciones interpersonales agradables, como una sólida base para la resolución de sus
problemas. Dentro del área en la que el grupo puede actuar, por participación todos los
miembros demuestran un alto grado de identificación con los objetivos del grupo.

En estos grupos la participación verbal de sus componentes es bastante semejante. Se


reduce al mínimo la intimidación de los individuos mediante la reducción e incluso
eliminación de las formas coactivas, gracias al conocimiento de los antecedentes, intereses
y habilidades de los demás miembros del grupo.

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La idea básica que preside los grupos participativos o democráticos es está: los miembros
del grupo, mediante el desarrollo de sus cualidades, deben asumir todas las funciones que
realizan los líderes, y prescindir de individuos designados como tales.

Tres presupuestos son fundamentales para la creación de un grupo participativo:

1.- Sus miembros están convencidos de que pueden resolver sus problemas
comunes, trabajando conjuntamente.

2.- La acción del grupo está basada en el consenso general del grupo, logrando
mediante la participación de todos sus integrantes de acuerdo con sus actitudes
diferenciales para contribuir.

3.- La productividad del grupo puede incrementarse mediante esfuerzos tanto del
total de sus miembros como de cada uno de sus integrantes, para mejorar sus capacidades
en las relaciones humanas, para fomentar una mejor interacción del grupo y también
mediante la valoración continua del progreso hacia los objetivos planteados.

En el grupo participativo todos los integrantes


del grupo se sienten responsables del éxito de
las tareas emprendidas. En este tipo de grupos
se prepara a los miembros para que acepten la
responsabilidad de alentar al grupo, plantear
problemas, mantener motivaciones y criticar
las actividades del grupo en un constante
esfuerzo por mejorar los objetivos y las
actividades del mismo. Cada miembro se siente
responsable de los otros miembros del grupo.
El éxito será el éxito de todos, pero también el
fracaso será compartido, a diferencia de lo
que suele ocurrir en el resto de los grupos.

2.3 Los grupos en función de las etapas de su vida

A lo largo de su existencia todo grupo pasa por diferentes etapas que marcan su
actividad, establecen un sistema de relaciones interpersonales diferenciado, tienen una
muy diferente tasa de productividad grupal y en consecuencia requieren un sistema
diferente de intervención educativa por parte de los educadores/animadores de los
mismos.

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En los diferentes manuales de dinámica de grupos se pueden encontrar clasificaciones
diversas de estas etapas que analizadas a fondo son bastante semejantes. Posiblemente, los
matices se establecen en función de la propia experiencia del autor de la clasificación. En
ese sentido os propongo una distribución de las etapas grupales basada especialmente en
el tipo de intervención educativa que requerirá esa etapa por parte de los animadores de
los grupos:

a) Etapa inicial:

El comienzo de un grupo puede estar marcado por diversos aspectos en función del tipo
de grupo del que hablemos. En un grupo escolar, las expectativas respecto a la clase, al
curso o a los profesores pueden ser mucho más fuertes que el interés por el propio grupo
que pasa a un segundo lugar. Lo mismo ocurriría en un grupo laboral que inicia una
actividad. En cambio, en los grupos informales (pandillas, grupos de tiempo libre, etc) el
interés por los miembros del grupo suele ser mayor que la propia actividad.

Desde el prisma del educador/a social que constituye nuestro punto de mira, podemos
definir esta etapa como aquella en la que se producen los primeros contactos entre los
miembros de un grupo. Suelen ser contactos breves en los que las diferentes personas se
van tanteando (¿cómo es ésta?, ¿aquel aguantará una broma? ¿Qué genio tiene?,...). Es en
consecuencia una etapa breve, al menos así debiera serlo, y nada productiva como grupo,
aunque totalmente necesaria para asegurar su desarrollo posterior.

Existen grupos en los que esta etapa se alarga mucho por estar en un ambiente muy rígido
o formal que impide el conocimiento entre las personas, o en otras ocasiones, por ser un
grupo excesivamente amplio sin casi contacto personal. En mi trabajo como profesor
universitario me encuentro en ocasiones grupos que después de un año de facultad no
han pasado como grupo de esta etapa..

Orientaciones para la intervención del educador en esta etapa: Esta es una etapa
importante para el grupo no por lo que en ella ocurrirá sino porque empieza a marcar una
forma de establecer las relaciones entre sus miembros. Buscamos que el grupo pase
pronto a la siguiente etapa por lo que aceleraremos el proceso si creamos situaciones que
permitan la presentación de los miembros del grupo desde diferente perspectiva. Nos
equivocamos si pensamos que la presentación es decir un día cómo se llama cada cual.
Eso se olvida enseguida y debemos repetir las situaciones de diferente manera para que
todos los miembros del grupo sean capaces en poco tiempo de llamar a cada cual por su
nombre. Esto es importante pues es la manera de empezar a crear una estructura de
integración y de motivar al grupo a que prosiga su evolución en la siguiente etapa.

b) Desarrollo del Conocimiento interpersonal

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Una vez terminada la etapa inicial podríamos suponer que los miembros del grupo se
conocen ya y están en disposición de entrar en una fase de productividad grupal. Sin
embargo, el conocimiento existente entre ellos suele abarcar los aspectos superficiales, o
los contornos del "yo público" si usamos la terminología de Lewin. La etapa inicial es
seguida de otra relativamente larga en la que los miembros del grupo empiezan a
expandir su yo social, es decir el territorio común de ideas, sentimientos y vivencias
compartidas por todos ellos.

Esta etapa profundiza pues el conocimiento interpersonal, es decir continua trabajando


más los aspectos relacionales que los productivos y se acelera en la medida que las
personas del grupo tengan ocasión de compartir esas ideas o sentimientos. Es pues una
etapa en la que si no se presentan esas ocasiones, - lo que ocurre muy frecuentemente en
grupos organizados, una asociación, una clase, etc -, el animador/a deberá crear esas
ocasiones que darán una mayor cohesión al grupo en cuanto reforzarán el sentimiento de
inclusión y el de sentirse válidos, de los diferentes miembros del grupo.

Es interesante que esas situaciones no se creen solamente a través de la expresión verbal,


pues a menudo las personas tienen dificultades para superar los bloqueos de
comunicación. Por ello, suele ser interesante en muchas ocasiones desarrollar ejercicios a
través de la expresión plástica, musical, icónica o corporal, cuyo total sentido puede
verbalizarse posteriormente.

c) Delimitación de la forma de actuar del grupo.

Esta etapa suele ser coetánea con la anterior, aun cuando tiene una duración mucho más
larga en la vida de los grupos. Entendemos por estilo, las expectativas respecto a la forma
de actuar los miembros del grupo, su estilo de trabajo y de relación intragrupal. Del
mismo modo que distinguimos a las personas, cuando conocemos a varios grupos, somos
capaces de establecer una especie de imagen distintiva de cada uno de ellos. Esto de debe
a que cada grupo ha ido definiendo poco a poco su forma de ser, que solemos denominar
su estilo. Esa forma de ser se va desarrollando en los diferentes aspectos que implica la
vida grupal siendo los más evidentes los siguientes:

1.- Responsabilidad grupal: Cada miembro es responsable de su propia


contribución al grupo y de que éste sea potenciador para todos y cada uno de sus
miembros. Esto facilita que el liderazgo se distribuya entre los miembros del grupo a
medida que sus propias responsabilidades. El grupo trabaja entonces sin depender del
animador.

2.- Cooperación: Lo que conlleva que cada miembro del grupo ejercite su
creatividad y no discrimine a los demás miembros del grupo, al tiempo que aprende a
aceptar los diferentes ritmos de trabajo, la necesidad de una distribución de funciones
para mejorar el resultado y las diferentes opiniones ante un asunto.

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3.- Responder a los demás como grupo: A medida que cada uno se siente
responsable del grupo y en el grupo, se desarrolla en él la capacidad de diálogo, y un
grupo que practica la escucha activa progresa en su proceso de desarrollo ya que
responde a las necesidades de cada uno. En ese sentido, el grupo evoluciona en la
dirección de pasar de dar respuestas personales procedentes de los diferentes miembros, a
dar una respuesta en la que el grupo está de acuerdo.

4.- Toma de decisiones mediante acuerdo: Partiendo de la base que todos tenemos
algo positivo en aquello que formulamos, podemos aceptar las opiniones de los otros
como algo digno de atención y decidir teniéndose en cuenta estas opiniones. Conseguir el
acuerdo o consenso implica aprender a ceder y a argumentar, así como a desarrollar
estrategias para ver la mejor opción en cada momento de la vida del grupo.

5.- Enfrentarse con los propios problemas: El grupo tiene que ayudar a madurar al
individuo si quiere ser potenciador de cada uno de sus miembros. Uno de los indicadores
que lo demuestran es que tanto el sujeto como el grupo no tienen miedo de enfrentarse a
los problemas sino que los afrontan, analizan e intentan darles una respuesta.

6.- Establecer un determinado nivel y forma de comunicación: Cada grupo crea


poco a poco su forma de comunicación, - superficial, profunda, seria, jovial-, etc. Esto
viene determinado por las relaciones que existen entre sus miembros y sus características
personales, así como en ocasiones por el ambiente exterior o la propia historia del grupo.

En esta etapa, el rol del animador grupal es muy importante, pues a menudo
detecta los hábitos y actitudes que se dan en el grupo, incluso antes de que sus miembros
sean conscientes de ellas. En ese momento su acción, bien directa, bien a través de la
simulación, puede conseguir que los miembros de un grupo modifiquen su conducta, una
vez son conscientes de los efectos que esta produce.

d) Aparición de los conflictos

No se trata propiamente de una etapa por la que pasen todos los grupos
necesariamente y con posterioridad a la etapa anterior, pero es cierto que todos los grupos
tienen en algún momento un conflicto bien general, bien entre alguno de sus miembros.

Cuando el grupo llega a un nivel de comunicación más abierto e intenso, es fácil


que aumenten los problemas o conflictos interpersonales. Aquí el animador debe estar
preparado para facilitar en todo momento la comunicación, teniendo en cuenta a todos y
cada uno. Uno de los aspectos a trabajar más por los animadores es la clarificación de los
conflictos, pues en muchos de los grupos se tiende a esconder los mismos, presentando
siempre la cara afable del grupo. No obstante, la tensión existente, de la que sus miembros
son conscientes, impide no solo las buenas relaciones entre sus miembros, sino que
mengua mucho su efectividad.

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El grupo demuestra su madurez cuando es capaz de sacar los conflictos y
abordarlos a través del diálogo entre sus miembros, de manera que sean capaces de volver
a establecer una relación positiva entre ellos. En los conflictos las dimensiones productivas
y relacionales de los grupos se mezclan a menudo y esto dificulta en gran manera su
solución. Una de las tareas del animador grupal es deslindar los diversos elementos del
conflicto y animar a sus miembros a abordarlo mediante el diálogo.

e) Eficacia o productividad grupal.

Un grupo cuyos miembros ya se conocen, han definido su forma de actuar, y


superado sus conflictos, entra en una etapa de efectividad productiva. El grupo se
encuentra al máximo rendimiento y sus miembros son conscientes de la las posibilidades
que como colectivo están desarrollando.

Aparece en este momento un sentimiento de identidad grupal. El grupo desarrolla


su creatividad y siente un alto grado de satisfacción. El grado de cohesión aumenta.
Aparece el peligro de "encantarse".

En este momento el animador sigue teniendo el rol de proporcionar instrumentos


que faciliten esa eficacia grupal. Debe tenerse en cuenta que aunque veamos aquí las
sucesivas etapas grupales en un orden lineal, esto no sucede siempre en los grupos de esta
manera. Un grupo puede pasar rápidamente del conocimiento interpersonal a la eficacia,
puede plantearse posteriormente un conflicto que lo devuelva a la etapa de redefinir su
forma de ser como grupo para poder solucionar ese conflicto. Por eso la eficiencia no es la
última etapa de los grupos, sino aquella en la que el grupo se manifiesta con toda su
productividad y un bien nivel relacional entre sus miembros.

f) Etapa final

Todo grupo termina su vida en algún momento. En ocasiones, cuando esto llega , sus
miembros se aferran al grupo pues sienten su importancia y perciben las dificultades que
su ausencia les creará. Por ello, es conveniente que el animador haga consciente a los
demás de que los grupos tienen una vida limitada y facilite la evaluación de la tarea
realizada y de las relaciones entre sus miembros.

Es el momento de los balances enfocados como reconocimiento del autoaprendizaje para


futuras experiencias sociales y de la capacidad de auto-corrección de los individuos que
formaban el grupo.

2.4 Los grupos en función de la madurez y relación establecida entre sus miembros

La evolución psicológica de los componentes de un grupo, influye lógicamente en la


estructura social del mismo. De esta manera, observamos como aparecen tres etapas bien
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definidas que corresponden a grandes líneas con la infancia, la adolescencia y la juventud y
madurez de sus miembros. Las características de cada etapa son las siguientes:

a) Etapa del gran grupo o del círculo

Corresponde a los 6-11/12 años. El niño se encuentra en una situación de descubrimiento.


Busca conocer las personas y al mismo grupo en sí. Para él, lo más importante es sentirse
miembro de algo (club, organización, grupo, etc). El educador se encuentra en el centro del
círculo dirigiendo al grupo en el inicio del proceso de auto-educación. Los equipos que se
forman en el interior del gran grupo son funcionales y cambian con frecuencia. La actividad
del gran grupo está encaminada a buscar la cohesión de sus miembros, conseguir que el
niño se sienta parte de algo. Se busca destacar el espíritu de unión y de solidaridad. En el
camino que lleva de la dependencia a la autonomía personal, éste es el primer paso.

EDUCADOR

b) Etapa del pequeño grupo o de la herradura (12/13-16/17)

La adolescencia es la etapa de la intimidad, de la búsqueda en las profundidades del propio


yo. De ahí que la estructura social ya no pueda ser el círculo, el gran grupo. Para el
adolescente importa mucho más el pequeño grupo de aquellos que son similares a él,
aquellos que actúan de una forma parecida. El gran grupo de la etapa anterior se rompió en
diversos subgrupos que en este momento alcanzan una vida intensa. Y hablamos de etapa
de la "herradura" porque estos pequeños subgrupos no deben estar cerrados en sí mismos, o
al menos hay que intentar que no lo estén.

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EDUCADOR

El pequeño grupo establece un contacto hacia el mundo exterior a través de algunos de sus
miembros. Aparecen los representantes. El educador debe estar fuera de la herradura. El no
es un adolescente. Su tarea consistirá en orientar la acción y la reflexión de esos pequeños
grupos, bien a través de sus representantes, bien directamente pero respetando su libertad
de actividad, su dinámica interna.

Es la etapa de la aventura, del esfuerzo físico. El adolescente cargado de vitalidad necesita


realizar una intensa actividad.

c) Etapa del grupo pluridimensional o del semicírculo (17 y más)

Es la etapa de la juventud y la madurez. Una etapa que debe ser totalmente


pluridimensional. Cada miembro del semicírculo se proyecta dentro del mismo por una
parte, pero también hacia fuera de él. Cada uno aporta al grupo todas sus vivencias y
relaciones.

Educador

Porque cada uno de sus miembros (estudiante, jefe de un campamento, profesor, deportista,
casado o soltero, perteneciente a un partido político o a un sindicato, creyente, ecologista,
etc., chaval o adulto, o justamente todo lo contrario), llevará todas esas dimensiones de su
vida al grupo en el que realiza una determinada actividad. Pero en esta estructura, cuando
una dimensión se rompa, las demás amortiguarán el daño, actuarán como colchón y tendrá

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menos repercusión sobre la persona. Es justamente lo contrario de lo que nos ocurría en la
estructura de adolescentes, donde el enfrentamiento con uno de sus miembros por un
aspecto de la relación, forzaba en muchos casos a abandonar totalmente el grupo.

El educador es un miembro más del semicírculo que a través de diversos medios (juegos,
técnicas de grupo, reflexiones, escritos, etc.) hace pensar a los componentes del grupo sobre
su propio "yo", sus relaciones con los demás y su proyección en la sociedad, a fin de que la
persona tome sus propias opciones y actúe coherentemente con ellas.

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