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Guillermo II de Alemania, pidió a su primo, el zar Nicolás II de Rusia, que detuviera la

movilización general de su país, a lo que este se negó y a lo que Alemania respondió con un
ultimátum donde exigía la desmovilización rusa y el compromiso de no apoyar a Serbia.
Otro fue enviado a Francia, donde se pedía que no apoyase a Rusia si esta salía en defensa
de Serbia. El 1 de agosto, tras la respuesta negativa de Rusia, Alemania se movilizó y declaró
la guerra a Rusia, y por su parte Austría-Hungría ordenaría la movilización general el 4 de
agosto.

El gobierno alemán debía decidir qué plan de despliegue militar ponía en práctica mientras
trataba de mantener a Francia neutral. Alemania planeaba poner en marcha una versión
modificada del Plan Schlieffen, el Aufmarsch II West, que al contrario que el original (que
contemplaba desplegar el 80 % del ejército en el frente occidental) desplegaría un 60 % de
las tropas en el oeste y el 40 % restante en el frente oriental, ya que era lo máximo que el
sistema ferroviario prusiano podía soportar. Los franceses no respondieron, pero su
decisión de retirar a sus soldados a diez kilómetros de sus fronteras para evitar incidentes
confundió a los alemanes. Sin embargo, los franceses decretaron la movilización de sus
reservistas, a lo que Alemania respondió movilizando a los suyos y poniendo en marcha su
plan. Alemania invadió Luxemburgo el 2 de agosto y el día 3 declaró la guerra a Francia.59
El 4 de agosto, ante la negativa de Bélgica de permitir el paso de las tropas alemanas en su
camino a Francia, Alemania también declaró la guerra a Bélgica,60 61 62 lo que provocó que
Reino Unido declarase (el mismo día 4 a las 19:00 UTC) la guerra a Alemania, tras el
ultimátum británico para mantener la neutralidad de Bélgica.63

La guerra

1914

Los países beligerantes creyeron que se trataría de una


guerra corta, y ambos bandos esperaban conseguir una
victoria fácil y demoledora. La monarquía
austrohúngara, con la pretensión de «engullir a Serbia»
tras el asesinato del archiduque, hablaba de la guerra
como de una «misión histórica».64 El romanticismo de
tintes nacionalistas con que se trató el inicio del
conflicto se había dejado intuir en algunas afirmaciones
previas a la guerra: el general alemán Helmuth von Soldados alemanes el 1 de agosto
Moltke escribió que «la guerra es uno de los medios de de 1914 en un vagón de
que se vale Dios para el progreso» y otro general mercancías. Las inscripciones en el
alemán, von Bernhardi, habló de la guerra como si de vagón («de viaje a París») dejan
una «necesidad biológica» se tratara. 65 Así pues, claro las expectativas de los
cuando estalló el conflicto las ansias belicistas de los beligerantes de una rápida victoria.
gobernantes y el entusiasmo popular parecían de tal
magnitud, que la unidad de cada nación contra sus
enemigos no se puso en duda y atrás quedaron los miedos de la clase dirigente sobre
posibles tentativas revolucionarias.66 La situación antes de la apertura del frente de
combate se podía resumir en que «los franceses pensaban llegar a Berlín y los alemanes a
París casi en los mismos trenes en que se había efectuado la movilización».65

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