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po de la urgencia, el tiempo del saber Por Ricardo Nepomiachi a freudiana ifschitz ugar de los psicoférmacos en la urgencia inier Marca registrada para el sujeto man las urgencias ia en fa urgencia Diana Wolodarski = Diagnéstico diferenciat, Entrevistas pre Proyecto para un Centro Piloto de Atencién en Urgencias con tntemacién Breve 6 ares, al 93 99 101 105 109 ns Ricardo Vergara EDICIONES coat ree (Prélogo > ~ OREO Ubicarios la experie _descuidado por 35 psic “por ef avance de fap: clinics de la mirada y Etc hauseny quien portant: Imer icante y la posicion desde la cual ‘Tuptura ajuda de la cadena significance, Zonviene enfacarla. Segundo momento entonces, a partir del cual recel 5 Ie Sea Al atio siguiente, en julio, contamos con la presencia ule retama para nosoro an suyos sobre Ta Ung Gon Ta urgencia me cota .on el equipo en una doble persp savestigacion y en un espacio periédico donde surgidos en la clinica radecimi direccion del Hospital de Lands y a Ia jefatura de su Servicio de Staal Ree Rtas ifearaen ons exci dos se producen en esta serie de trabajos que publicamos, ir las dificultades y Sus teres ve ATENM 2G VRRENGAS Mabel Bialer - Anibal Dreyzin - Cecil Gabriel Lifschitz - Norma Manavel LA URGENCIA i x Sobre | ia (i!) - Tatlo poiin eres spe =o) s. Betina Blanco - Marta Ivanier - Mirta Kupermaa Soy Ce ia necesida Lichtensztain - Juana Lichtenszta eet Alicia Yacoi ‘Aetesidad, Esta excluye mp0 sea borrado, aguella de un retomo al “silencio de los érganos", VR EMELGER YN SuvETO 1 > Nouwode a) ( 5 Sem ENPAENTIRO A SS Br { ‘ NEvbosiS ae VAS AE enone oS ce * veo Sy PSivosis =e DBSenve wa miENts ak $2 SSGMBIUAESY / - vane ‘ Intentaremos mostrar en un caso el modo de abord: TS NS hay. un sujeto 6 ? 2 pabrdcentonces Ta posi & ", toma cual if ~£08a, io mezcla con alcohol, y como no saben que hacer con ella la trajo al aciOn o medicacién fuene, ya que fue lugares y nada ha resultado, no habla, permanece en una posicién caida iene alg6-que ver cor el asesinato de Kennedy; ssponsable de la guerra de las Malvinas; ‘4 una prima ce I e.eta montonera y esta de- s !a_cuarta hermana de una serie de siete. 10 puede prondstico”, se se_propone hacer una segunda en «L pO entre una y otra, aclarando que va a ido establecer complicidad con el i ue le pasa con esas caras, y el problema que le ogi; Jue sale Cortlendo cuando no aguanta-mis y gue torna f CORA CO tal que su malestar se le pase. los dias a tal fin, cor, hasta Ta fecha que ia cadena de trabajo. Son resistidas y discutidas'por e! hermano ya que ide con ésto; diciendo que no dard resultado, que sabe que no'va a preccupacin del hermano se le propone que si necesita una odré ser atendico en otro turno. se le responsabiliza de que _ffgctos de estas intervenciones fueran que ian, vino a todas las clas y cum ‘cacion. dicaciones se cumplan, Los sin la compatiia de su her. 1Gn_de"ng jonar_medi- la Tn 2pu se vuelva una demands, podran dev jar e| plano de su colocar su colchén en un lugar ms cémodo para el lo podemos tomar como el fin de lau 2 fue i cs vw become Eric Laurent con ¢ Gru ig: sobre las Urgencias En el mos de set Argentina en el marco que estuvo en esa ocasion a su care feunidn de trabajo con el Grupo de inv Urgencia, He aq En.el hospi Mantener ho: tucion. En po interior de fa ins EL. ae cn Vv curs we consiruit la cadena significante enlaqueha— | > /\ habéo una rupiura. fr la urgencia hay que caicular de conde viene.esta— ny Il La Urgencia Subjetiva xigencia que viene de no sabemos a crisis que estd atravesanco el suj Ta is acs caigo de lo que _que capturar de donde vi Ena psico “trayecova de estos eres un poco plane crucial es la del pasaje al acto. Se tata di joulad es Hosel sense opone a la diversion Q + vurgencia,_ y ee cae aaa. delat luna c + Flay ruptura de la homeostasis ) DQ acto es también ruptura pero _snalfico-en ta ugencia sera la ies ; ina o sea un momento aguco S17 Ge a la cadena significante, Mas alla scecisiones 4 es ' nt 5 e si es una respuesta de! yo. La prow mr i) ' Las decisiones pueden funcionar ° a ee ur f iu acién aunque el és, 0. me sity nr mos ck Ser que 58 presen-, 1 x “ responce: no, nunca, \ we hacer lo que hay au segiin nuestro savoir-faire-y de los limites de Ta respuesta que cada uno puede oar mere, \ Reflexiones sobre la urgencia* Francols Leguil 22 que ahora deb ; _cida.creado en Paris hace uri poco mas de vi Daumezon, quien era Blosa ubicada en e! {na buena relacion de ca jenos Aires para fue puesto por nosot ‘onsecuentemente hacer saber, que existe en Paris un lugar dondé se vela por ello. como su lentes y m2dicos psicoanal inos con todos aq Locé entonces en ese anticulo aparecido en on para poder comentatlo, Es, ya lo v que se hizo hemos hecho partiendo de Sin que 10 puedan me encuentran a menudo confrontados con la cl *eber" decirlo-que en ello se juc ‘del sujeto. La‘primera_ | “area es la de mostrar de ila comprom | Femgo. La urgencla no es un concepto tan antiguo, ET médico catcula su —! ‘en funcién de la gravedad de los trastornos: no lo hacemos. de 10 puesto que consideramos que no se cuenta que en la existen necesariamente dos personas. Un % lo" Constituye una urgencia la cual “depende” en cierto aspecto de lo que se. 3 ine para “ofrecer” a aquel con el cual uno tiene que hacer. El médico con. ‘be que [a urgencia propulsa hacia “cosas por hacer*; nosotros vemos en _campo nos cenfrenta no con “cosas por hacer con “69538 dor decir’ ‘sot intentamos introducir en lo que se precipi 12.que sé debe tomar, Son dos puntos de vista que pare- de Ta urgencia y €5_su_ ia venga hi sin embargo Io espe: No hay ninguna razon par #2 pausado, que los 05 concierne. urgericia a.su solo aspecto técnico reanimaciOn para el estado de’ shock, los fecir lo que es la urgen- au , que serd abordado después que el tiemco jo, En Jo que concierne a la clinica del carngo 1S que Tacsa a menudo nombra P icamente el analista espera del analisante que hableé, y que No 1 | ow fe = 26 Bae Rea ee Sigg epee, isma dela. urgencia, tonces aquel del comienzo de la cons- ue el analista sea un hombre de expe- sti claro que la experiencia no es un factor que despreciemos; a es muy cémoda. Pero no es auf lo que importa. E! hombre expe- ‘aquel que se Tas ha vist6 de todos Tos colores, aque! que se ha cho para no encontrarse més con la sorpresa. fl psicoanalista no tiene urS0 que dicta su acciOn, pres €omo se combate un incendio con un : ‘Traducci6n tsabel de Miccelli Revisada por Ricardo Nacht, Ricardo Seldes y Anibal Dreyzin La urgencia y el discurso eee Ricardo. Seldes ras oe Cuando en 1987 comenzamos nvest misa. SOTO decir que desde el momento en que un ej viene en este campo, la dimensidn del su Una interrogacin que se in de ese campo: Ja Urgencia?, ‘con su la urgencia subjetiva se transformd fa. Esto es tan asi que si réndolas como urgencias psi Digamos entonces que concebir el psicoanalicis como clinica de fo real, implica que de ningiin modo el analista podré desentenderse de estos 29 No PNDA momentos de crisis en la vida de un sujeto, el que al no poder dar cuenta de rrago en el mayor Mmutismo, es impulsa- tnvia Urgencia algo oe nivel que presupondria un si 1yo efecto debe ser un sujeto, F algo OCure justamente en ese pais pérdida de goce que discurso del amo, ET anal 7 de una manera que coma tal n n nombre de! discur. el s de su efec- ican en la Subversion sa, 12 prohibicién de__ en.un deci sujeto_en.vez de five produzca una pérsida de goce, del goce iy medida, Sabemos que el plus de gozar, el 0. Exceso, que escapa al sentido que produce el decir a partir del significante encade- nado. tiente de opacidad, en su vertiente de satisaccién pulsion: dad. Aunque sélo lo sabremos a poster i €s que el sujeto lo consiente, bajo pueda ponérselo bajo forma de irabajo. Qué trabajo de la palabra, un trabajo que sea capaz dé lograr ef to, el meta Se puro i a nadie fs ese 5 fa vera de Ja significa, =>.S,, dando como re #a2001-Confundido con 4 Mo raceme ests en el cifrado, en esos fenémenos det tc pene Fensar que es en la Unencia momento en que el in 2 un taspaso de lo simidlica'a lo ers bal ae iF ~ 450 * 7 ———___ ss 4 tM ne ; Serra bm — esearncien cia donde resulta que existe”. cién en la cadena signi gl efecto de si cr Tazo por el cual el sujeto es un ¢ stro. ruMbO sario para que el discurso se constituya del pe El sintoma es la operacién donde se transfiere letray e5 una o ‘comienza a oper roduce la caida del discurso. ‘el hablar es la demanda y que siempre conace su lu De este modo el significante aslado, se eieces de sgnificacion, cvewién que va a ‘ién de lo imagi ements a que la puesta en. clo sino bajo las | , provaca una cesién de goce. Pero racer un Otro, “no nace mis que si ya estS en el sin borecha presente en el autismo de su goce’ ‘mos de antemano, no clasficamos, no pre amos, pero también.n aparecen como “desabonados del inccn: no es posible | no le es posible mas que el goce del significanie amo, el puto stoma Si en cambio con esta oferta de trabajo, se logra que pase su sintoms Papa ns @ ahora'implicard en su goce ai deseo del Otro, El an nces al iso del gralo del deseo, ido por los efectos terapetticos que siguen zonte desde el primer encu acto analitico incide primeramente en hacer el sintoma analiza alli, donde sea posible, en hacerlo como produccién de la oper. analitica. Y para ello es necesario que pierda goce. El acto entonces, hace de disparador de la palabra permitiendo en primer lugar una primera cesién ie goce por el hablar, y en segundo lugar, que ese hablar produzca el traba- sferen La virtyd Ge una toma de palabra, no es més que iento ala cita que si ocurre, pero donde no indase: estaba alli por instante en que ésta ipacion dudosa del ac adviene la palabra sino porque el acto ya esta no hubiese llegado la palabra, estaba legaba”. J. Lacan. (Resefia del Acto An. paradoja que se da en la Urgen cémo ubicamos a dimensidn de! la certeza propia del empuje pulsional. ‘minacion del sujeto, y por ello deciamos, ‘ocurrencia de un pasaje al acto. tuando el acto que tr2e al sujeto, cobse el val ido en los dos sentidos, en tanto fa tener en cuenta que el analista se pondra causa, se hard de objeto (a, y si el sintoma se hace legible es ra queda de su lado. La urgencia del goce* Ricerdena tpeemaeetese ace USA cael “Pareceria que una eleccidn no puede ser dialéctica, planteo la empobrece, es decir la falsea, es de ma en otra cosa, Enire el Yin y el Todo es escritura, es decir fSbula. ;Pero de @. verdad que tranquiliza al propietario honesto? dad posi ratura, pintura, escultura... todas las turas Julio Cortézar. Rayuela Ha sido escaso urgencia, como para nes de concluir. Lo que les quiero presentar es un simp as pre- de algunos atrevi en sus dos caras Como atre- y como un a hacia mi experiencia, Podria deci '* Trabajo presentado coma comunicacién inierna al equipo de im ligacién sobre ivertirme y que de esto resulté U cienas ideas que juzgo atrevidas, que se s eee eee modos algo quede para que promueva Se me dio un tema, “Deseo y Goce en la urgencia”, ren “La urgencia del goce", de lo,que espero a ya algo que no se mueve, no andar Io equiparamos al dol aque €5 10 que Un nombre, dic ‘inde aquello que no cambia en Ta exoeriencia..Estamos ahora entre ia y lo.que no cambia, entre lo constante'y lo.que es variable, ‘omg constant y el sujeto ($) como fo variable; y la pre os ineviable, pon atmos ene! fantasia. \cion y caida en t suporien movimiento, suponen al sig- ificante es: urgencia. Estamos ahora en la urgencia. Preci nificante y agut el si “Trataré de sos captura al sujet in es cau, Igo no anda lo que ahora potas ‘entonces capturado por un Briss eae «1, a lo que se podria agregar gue solo se sufre de lo imaginario o de lo reai, en lo simbélico todo va bien, todo anda. 36 {Cudndo dejan tas cosas de an ivaci6n de la cadena s ‘experiencia del fantasma devi fanias Sostengamonos a ni relacién por donde el deviene un modo de de goce, cuestion ‘como lugar del deseo; e! deseo como dei smpa, a la que llamdbamos también escritura, al sujeto, suponia un goce, en tanto satisfaccion de una pi por la que retorna la en tanto una perturbacién del cuerpo. sturbadas tanto la frm ya 0 es causa, en 0 algo a al jut ubicAbar ‘pregunta jcomo se produce una urgencia? Deciamos mas en es cierto que ala urgencia la es - 7 tuvo necesariamente que haber inmobilidad. Ubicamos aqul un cambio y tuna pregunta. {Como se produce un cambio'de una ra a otra’; pre- sgunta que creo equivalente aa anterior, scémo se produce una urgencia? Cabrian aqui como ejemplos una enorme cantidad de fenémenos subje- en el diario hace fas: “De repente me encontré dindole punaladas, no supe 105 por conveniencia de uso imome \go deviere urgencia subjetiva es" de René Thom, formulada en su énesis (1972). Una catéstrofe es toda e cuando un sistema puede tener mis it mas de una tr de cambio. La stado 0 trayecto mas mis simples en las que se producen est que para las matematicas no son infinitas las posibilidades de cambio. Cabe aclarar que para Thom las catéstrofes se plantean alrededor de lo que llama cambio discontinuo, a diferencia de lo continuo que queda del lado de lo cuantificable. Lo discontinuo hace serie con lo ivo y el instrumento que Thom propone para resolver este problema es !a topologta di de cambios, Esto sefiala les en siete disposiciones topologicas dis- intos que representan estados estables. Este es un modelo que me parecfa que se podia poner a trabajar en la pregunta jcémo se produce tuna urgencia subjetiva? Volviendo. Vuelvo a mi atrevimiento, a algo absolutamente proviso- ‘que pensar las diferentes operatorias que por un resto al (a) y por otro dan una posicién al sujeto, Si es el tratamiento dado a ta causa lo que hace sfntoma, éste, el sintoma, aparece como manifestacién de la causa, no es el efecto. El efecto es el deseo. El gace entonces no esté a nivel del efecto, sino de la causa. Son las variantes de ia de demanda, * Punto en el que podriamas hablar de montaje perverso del fantasma. No hace falta ser pervera para realizar ext manise, 10 no et xa aeso Ta esperanza pervera del neuréticot i ms fr 38 ningin es capaz de dar cue irenda a los dioses obscuros d 1pocos sujetos pueden no suc a que, en el mnio de la presencia del deseo a le bi y ver las maneras en qu ‘on fantasmatica 0 a nivel de la identificacion respuesias provisorias, y una goce?. Cuando no hay otro, cuando el Gel goce, cae, de ser medida, se el suje- ‘cosas de io que en si hace que deja de haber enese punto, to del fa Qué hacer con fa urgencia d gc? Evora el oce "hacerlo pasar por_uno, ocupando el Tugar de Tams ese vector que va de'Ta pulstOn af fan yer que podria garantizar un goce 123 perversa do! neur del Oro, se est lugar de un sab 5, 21 gooe di como enigmética y ési0 da por resultado lo que llamsbamos mor fantasma. é = Para ser més precisos deberfamos decir atravezamiento salvaje det fantasma. Jes peneris a aque! usd perventdo de la demancia, nos tlevaba a mi ugencia como a 0 $. Lacan en el Seminario XI), ha- de la perversién ly aqui resuena el pervertc do por et costa- bie que en este des que Feud pone do de las neurosis, no deja de resonar este 10s de 10 y negativo en ie la neurosis y la perversion. La fantasia perversa del neurdtico jatravieza el fantasma invir- Sigue Lacan: “El sujeto se sitda 6! mismo como determinado por el oducirse la posibili- dolor padecido asma, Freud pregunta jen qué momento vemos dad del dotor en la pulsién sado-masoquista? Posi por lo que en ese momento se ha convertidc en momento, dice Freud, en que el lazo se ha ce se ei sul qué pasa con la pulsin bras entre Io simbo! deja de andar en el 5 lo que también es 0S es lo que llamabamos una escritura en tensidn, Deciamos mas arriba ocupar el lugar de la tensién, ahora de la vaci- ién, atraer ei goce, evocar el goce, es quizés por aqui por donde pueda ccobrar sentido que la escritura de la vacilacion fantasmdtica sea también la parte superior del discurso del analista*. LA URGENCIA, EL ACTO Y EL TIEMPO. Algo también podriamos decir como: La urgencid, el tiempo del acto. Cu la urgencia de la urgen- evocar el goce,ataero, eniro de un sujelo desaparecido. Que haya analista, all donde su discurso se presenta como siendo aquel del “Dios Obscura”. 40 presa en el pai de la escena y €0. Se le mus ‘en el momento en e tun lugar completam para el pb! tomar un matiz fantastico por va acercindose la m el suspenso”, Pongémosle un r ten? 8 Poco de suspenso a la cuestion, al menos la urgencia lo Convengamos que en la u rgencia puede tratarse de Suspenso. Digamos que en ambas escenas se encuentra el (dispuesios el analista hace semblant (a) como plus de goce no significa es ozan- "ndida en ambas escenas, segin como se ubiquu, el lugar de (a) 0 det Super-yo en tanto nombre del gece, irada siemy de la muene. Esta es “ES el acto que por su status de acto, es un dese n0;n in del goce. Asf pues, mas que una construc. glen gue ape, qu 3s, 9 una prohibicién que se intervencién.del analista debe implicar el rechazo ue ¢ pone ease OLS 2 'az0:que Opone a ese ue ya estd demasiado ahi. No ceder ante su deseo es 10 ser Clevo ger Sebel aco diemes que pasa por saber 0 ete cupar este lugar de semblante, fone reloj en la escena del ‘suspenso, después al analista todo se le Y para terminar una cita de “Encore” = < fantasma, mantiene al goce que hace ia’, El deseo causado e implicado que no haya a buena dis- Bibliografta ler JA. Insignia. Seminario inédito. Xl: *Los cuatros conceptos fundamentales del psi El magnifico nifo del psicoanilisis. Ed. Cedisa. 11. Lacan J, Seminario 20. *Ain*. Ed. Paid6s. jinario 11. "Los cuatro conceplos fundamentales del psicoandlisis”. EI sujeto en la urgencia Liliana Michanie Nuestro obj 10 de Investigacion es aportar nuevos conceptos en en el contexto hosialari,enmarcéndola ieee pensar el sujeto en la urgencia y por ctfo lado el lugar del analista, que recibe, a ese paciente, paciente de su dolor, paciente o pasivo ante el goce del tado que responde a.un_ ‘onsiderando. ante de_nuestro, pensamiento los fun guiendo a Freud y a Lacan—. Definimos sujeto aquél que estd inme tama del ‘que habla y por eso sujeto del lengua- jeto, aquél que llega aun en el més puro estado de is. Podemos pensarlo desde dos puntos de vista: del paciente que es taido. 2) del paciente que concurre solo, Pero en ambos casos 2igo ha sucedido en su interior, “algo ha salido de su cauce natural y se le ha hecho presente en “un otro lugar”. Algo que ser revelado al modo de una fotograffa, esté ahf expuesto a la ia del paciente. resulta intolerable y con lleva el desborde de su 43 ser. Pudiendo decir de este sujeto: “Un sujeto sufriente”, Freud nos hablara de tres efectos en el sujeto humano que'son de! ‘orden de la necesidad demanda y deseo. Partiendo de la necesidad, nombre que le da Freud en el Proyecto @ un primer momento —mitico— en el sujeto humano, que s— za por sen fir "algo", que le es extraio, como proveniendo de un ot que | jolor, que Io sobrepasa en su propia in hasta ese mo donde este indefenso ser human este un momento de human. A éste, su primer grito, pueden acuda en su demanda 0 que un puro'y si to mejor que al Sed, su hambre y deso- imos alguien, un otro pero un “otro primordial” que se le asignard madre, es entonces la madre para este sujeto humano un ‘Otro con mayiscula, que llamaremos: “primordial” Ese Otro con maydscula, e: id. Obteniendo ast gica ya que en este acto tar 5 necesidad imos como uA momento “mitico” ya que es este el Unico momento en que ésta se expresa, ya que los posteriores flantos son demanda no sdlo de alimento sino que serd interpretado como demanda de amor. inimos la demanda como demanda de amor diferenciéndose de la para necesidad —teniendo en cuenta que necesidad para Lacan es in Necesidad, demani s y modos de sat responce a ico. La demanda pose’ enel orden simbdlico. La demanda transforma a la necesidad, la opaca. £1 deseo sera el efecto de esta dependencia engendrada por la demanda, es decir el efecto del sig- nificante sobre la necesidad. produce una pérdida de la necesidad, el desea resultado de una operacién de sustrac idad, queda et de acto senual”. ‘demanda hay un clivaje. Como dice Lacan en “La subversién del sujeto": “El deseo se esboza en el margen donde la demanda se desgarra d : La demand? introduce otra dimension, donde 1o que importa no es 10 ‘que se da, sino quién lo da. En el horizonte de toda demanda esté el amor, lo que se da no es otra cosa que una falta. 44 decir se prod del discurso, posi: ‘Momentos en que po habla, pero que se trata de un sujeto,-bajo las di eto, alienacién y el, acion, ndo movimiento de. separ algo se pierde. Es di uerpo-goce, lo que se pierde es el obje! ido por el objeto (a), dande, luego. la formula del fantasma. $ 0 a. Fantasma que vel i lo real En fa urgencia algo de sujeto para otro significante, a modo de ser redundante, es en este espacio donde encontramos a's, en la urgencia eentonces no es Iicito perisar que el Otro representado por él §,, rio dio sentido al 5,- Pensamos que este es el momento enrque, en formula def fantasma ($ 0 donde vemos que la funcién del “Losange” se ha ay nariamente al Sujeto, a merced del cbjeto (a), sufriendo éste mee oe 2 on a uy ne un saber, que ofrece su Vanalista Ge la urgenciae Pi r i 16 ceo tals dea Uist la Fara poe Ue En la urgencia, la escansioén ee ia nies ipsetac, en la.cadena- | cu ta que el pac frente a si lido | Se ae ere capes VETOES Es cree | “podido instalar una demanda el st Juanita LiCHtENS ZO} “siendo también varios los casos que de este momento particular: “Su urgencia’. = | Comenzaremos a interrogarnos jqué es? po en la (que se nos presenta a nosotros anal dos dife- ‘acerca de! tiempo y otra c6mo opera el analista en la urgencia. e al tiempo que iempo, en la urgencia y en Psicoandlisis es plantea el modelo médico. El planteo médico ests ‘su mirada esta puesta en el conjunto de signos y sin- -a, 0 que puede decir en el mejor de los casos. #0 el dolor en si mismo es otro indice para el la respuesta de esto seri una medicacion y a veces acom- ta Con palabras alentadoras: “Ya se repondra”, “tenga fuerza de no se diferencia en nada de esto, ya que est for cir en un tono de riesgo de parte sn meno que se le presenta y fecO- ,, queda encerrada en un diagndstico \ fe “medicar”. {Qué le sucede? se iden- {que es lo mismo queda fascinado, espejado en la problematica 3 Paidos. Ato 1972/73. ) desu paciente. Asticulo: “E! acto fallido por excelencia es e! | Es, a partir del psicoandlisis, que la oreja va a cumplir un rot especial- | mente'imporante que serd en su funcién de ‘escucha. Aqui la propuesta es ic Laurent con el equipo de Urgencias del Hospi ia Francois Leguil con el equipo de Urgencias del “le ya que se ofrece una escucha a alguien, “a alguien que hable de su rdecer”. La atencién del an: © no decir y de aniular las pa- n tant sujeto que se ird deve- veces urgido a hacer un pido para un pasaje al acto. A un tiempo “dominado” por lo real el analista -ece a cambio un tiempo en donde lo real quede enmarcado. Carmen, de 37 afos, fue derivada de clinica médica por intensos s de fan acompanados de opresién y dolor en el alban a sentirse ahogada. Este relato lo acompanaba con el resto de la mano cerrandose sobre su Bara Hacia una aio que deambulaba por lo se tomograffas, elecrroencefalogramas, punsi : “451 sOlo hablando se puede curar, ‘su padre —"hombre muy severo”— con el cual tenia una mala celaci6n mentos antes de morir, la toma del cuello tratando de ahorcarla dicién- dole que la querfa matar. Al relatar esto Carmen repite el gesto con el que ‘aba su sensacién de ahogo. El analista le propone que vuelva para que pueda ‘De este modo el saber no cae del ino del lado det tindose si tendrd esto algo que ver con su ;nto. Aqui se da por finalizada la entrevista. entrevista siguiente Carmen comenta que sus dolores de cabeza jinuido y que est yma la atencion, Es citada a una proxima entrevista a la cual no acude. Podemos plantearnos aquf que algo desapare- Ci6, el dolor, este dolor que imposibilitaba la circulacion del significante, ‘cae y aparece una pregunta. Carmen no sostiene esta pregunta por lo cual ‘no continga las entrevistas. Podriamos puntuar aqui de la urgencia, cde haberse sostenido la pregunta, esta urgencia se hubiese transformado en ‘una demanda de andi Volvamos al comienzo, momento puntual de la urgencia. 2A quién in habla | sujeto, cuando habla? Lacan en 4 : *4Quién habla? cuando se trata del suj Jes esta respuesta no pod: le él, si no sabe lo que dic, squiera que habla, como la experiencia del anli- sis entera nos lo ensefia”. No se trata de una respuesta fécil, ya que es en estos primeros encuer- {tos en que el tiempo, no es el tiempo cronoldgico sino el tiempo del sujeto. Ya que mas allé de su relato sufriente comienzan a expresarse por su boca sianiicantes que presentiiquen a sujet del inconsciene, untuando la Ig demanda, posi citando a Lacan: “Que’se diga queda o que se escucha’. a sobre su deseo, ie lo que se dice-en lo 49 Acting-Out Indicador de urgencias Néstor Rosenberg csazcscian sis tatiane OK SO _escenas prod (via de lo tmaginario ste serd el punto marcado por el efecto de sorpresa del Acting. sostener que el (2) no esté cafdo, pero también por el (d) efecto de urgencia ‘como aparicién para un sujeto de Ia falla de un en la que Su co: rrelacién como verdad de la cual ser curado se pone en causa, en la medida fen que se acentde el aspecto de causa m La tristeza, en este orden, serd relativa al acuerdo del significante y el soce, acuerdo 0 resonancia del que precisamente se trata en esta ética del bien-decit y que con: imposible del saber, siendo en este punto donde soca_a lo lacaniana, reativa al saber, consiste en dar su lugar al goce eA de! saber. También ei entusiasmo, es una alegria, la que acompana a la idea a" en tanto que causa,.causa del deseo, pero no del deseo de saber, sino saber. * ‘que-pensar. En ambos casos es el no saber el que a ia ambas posi- ing-out es una mostracién, provocacion, una intimacién a la cin de aquel que ocupa el lugar del supuesto al saber. En los tes ejemplos que ocupan un espacio en va- os seminarios y escritos de Lacan —Dora sosteniendo su relacién con el joven homosexual en sus provocadores pasegs con su dama fre den decir por qué, algui que no ha comprendido nada, o que hha comprendida demasiado, si se trata del ani Su ubieacién en la columna del sintom interseccién de la columna del impedimento sirve para destacar que la trampa narcisista en la que es capt lo remite en forma inmed lucha amuene con el sem dose ese desorden del mo ica en el emoi 1d—, capturado en jeal del yo). Al agregar ia ,enfrentado a.ese objeto “2°. que encarna la jurbacion, podemos encontrar las coordenadas en las que se produce el ac- ting-out Sie tadeatocietee ail que todo acting-out, i 1oda urgencia no es un acting-out; iersecciones posibles de Jas coordenadas ad —entiéndase Inhil “Angustia y mas aun Acting. Impotencia, Embaraz gio que concedemos justa- » impedido de ‘actuada, es una escena producida por el inconsciente. Respuesta dirigida al otro que no esté, 0 al analista que no estd mas en se dice algo a_ osicin de analisa el sujeto no estd designado y muestra algo, ce ib "1, no sabe de dénde ni qué. , bala! juega_a se abaridona la escena de 5eC confrontacién con lo real es este choa rechazo. E1 acting. fecto del encuentro con el (a), efecto de angustia 1922. del otro lado del lenguaje, impone la motricidad. * -Nemos también ahi en el acting-out una respuesta a un pasaje al elante del (a) 0 un preludio a éste— que serd una ident condensaciones y los desplazamient de la de lo simboil 6h constituyen la escena del suero, ni oma, presente, en lo real, sustrayéndose ro de quien se la reposici6n en servicio de lo imaginai La riqueza del acting-out podrd ahora estimarse por su efecto de sorpre- al enigma, 0 a la enunciaci6n sostenida de una palabra, el (a) en la verbalizacién secundaria no esta caido, que inaugurard el reto del {a urgencia como la aparicién para un efecto de lo real, la medida en que la misma ‘en que el andlisis apunta a elaborar el nuevo saber ia del saber, es decir, que responde al efecto de ver- dad que surge de esta faa del saber. 5 sta verdad que se hace sintoma, que como efecto puede leerse en los cuatro discursos y que como operacién va a definir la ia del No soy, que deja como resto formal. Esta causa material como siendo la forma de incidencia del signifi- ante, definido en ella como actuando en primer lugar separado de su sig. Ivemos a encontrar aqui to del n-con el otro significant ma lo que deberd rest sujeto de la comprensior dad, donde vers abrirse recubrird con la super pene como mante ‘Si el paso vacilante de la neurosis es la ausencia de saber, debemos reconocer la eficiencia del sujeto en ese gnomon que erige designndole a punto de verdad. ia 1no es nada mas que ese punto de carencia que indica en el ‘as podrian de ser suscitados en esa carenci en la urgencia deberd entrar al rodeo para fo" mas bravo,"aquél que slo puede ser sometido por los ‘pases” que con la capa carmin de lo Simbélico repondré en setvicio a !o Imaginario. La angustia y la urgencia Alicia Yacoi = “Un neur6tico que’se conironta al deseo del urgencia®, esto nos decia Francois Leguil en rus 1988. aie : Consideramos ertonces la urgencia, tal cual nos la planteamos como urgencia subjetiva, como un momento privilegi t enseftanzas de Lacan’sob Perea on cea La esa es la julio de 0! e80 lo ag} encuentro cto (EO $8 revelaen sy mayor y.emerge-d& su-dime fiebemos busca dena gozar. Momento de anu- fe una | deseo y la ley que parecen oponerse en lacién de antitesis, no sommas-que-una-sota battera, ta misma que ye el acceso ala Cosa”, ice, la una estructura, que est #encia_de lo simbélico en su caracter de ‘Marca ,fasgo_unariss significance en lo realyque en tanto-alstado y alno dad, falla en su funcion de deseo-ley ro si la angustia tiene un origen, hacer cadena con otros se demuestra apto para encuadrar el objeto, que es fo que la angustia revel En el Seminario de la angus de Magrito y el ntasma como re- ya que dird que en el fantasma el ‘Nos parece Igunas puntuaciones con respecto. al Hombre de los lobos: en ese mismo seminario la temporalidad, el marco de ntes que 1 intasma, pues creemos que en muchos de los pa se nos presentan en'Ta urgencia se puede aislar este instante, estas velacion para la cual no hay palabras, luego de la cual el pacteri 6 viene én urgericia aaté la inmiriencia del acting-out o el riesgo dei pasaje al aco, Lacan remarca esta apa sbita: el poralidad que no es ni imaginaria ni simb del aprescoups—— ‘Sabemos que con respecto al S, desarticulado, que no hace cadena Lacan taba el wauma siguiendo a Freud en Mis alld del principio del acer pincFs traumstico entonces, pues en tanto aisado, ese S, esta siempre tei- do de una dimensién superyoica, de goce. Freud mismo en su ariculo ® le da a la’angustia este lugar de me- diaci6n entre el goce y el de ne la funcién de sostener de pronto”, “de repente’, tem- ica temporalidad que noes la, el re cuadro en el marco de la ventana. Pensamos que solo desde una posici6n y un deseo que son los del ana- desde Una posicidn que no soslaye fa tas en la urgenci -ccidn planteamos ur ot | Otro? Retomando entonces, la cita es siempre f hay encuentro, hay trauma. precipitacion deb sintoma, amor de transferencia, constitucién del Sujeto. supuesto al saber. Oro garante de la verdad. Inocencia del analizante e imponura del analista, pues sabemos que por angustiante del analista, el ani que no hay saber lo: $A) ‘A nuestro parecer, esto es fo que fundamenta la presencia de un analista en la urgencia. : 3. Mis all del principio del placer. 44, Mafana el Peicoanilisis, ed. Manan ; 5. Michel Silvestre “Al encuentro de loreal” en Mafana el Psicoanslisis. Al tiempo de la urgencia, el tiempo del! saber Ricardo Nepomiachi La practica a ética en una inst Lo que esté en juego es la dimension del ser que se propone reconocer y abordar. TTema de “actualidad” ya que se ve confroy Se trata, segiin Jean Pierre Changeu muy preciso y limitado en el tiempo y el es estudian de una manera tan objetiva como sea posi ata, por ejemplo, de nombre neuroah, de un sujeto cuyas propiedades se desempenadas la actividad ment como modelo segun el cual cconexiones, producen significacién”. &l discurso analitico se sostiene de la nacién de sujeto en un campo de lenguaje. No se trata del “hombre neuronal” sino del “ser hablante”. Al individvo suftiente que viene a pedir ayuda espontineamente 0 conducido por otros squé respuesta ofrecerle sino la de que “tome la palabra”?; poner en palabras el sufrimiento, sin poder preveer una derivaci6n. mas elaborada. S Reuronas, sus 59 _yado en el f jpéutica” ya que no hay terapia que no se haga -a no puede reducirse a un saber hacer con ta de una técnica. JA. ecordé la Coandlsis, entonces degradado en técnica, dimensién ética reduce la accién analitica a una terapéutica; el medios y sus fuera del cual “tod Se trata de oponer ta terapéutica se aicanza un saber posible sobre en el sintoma. La perspectiva que inaugura el descu que hay algo que se de un eq ra de un de aislamiento en Pulsién de Muerte 70 NO Pi I fondo de desec irtupcién de esia verdad la qu 1no puede esperar. Si no es el deseo de educar ni el de dominar el que sostiene la accién, imponejun saber desprenderse.del apresuramiento en desprenderse del furor curandis, *no ceder en cuanto a su deseo” cia del ideal,no responder por ninguna demanda del Otro. que hay ue hacer segd . Laurent) §Sostener el ‘Urge con su empuje (Drangen) y ‘como impo: Pero es necesario def tiene como fin refrenar un goce” y la accién analitica debe especificar sus medios y un dispositvo. La terapéutica pone al sujeto en la posibilidad de soportar lo real, apo- recurso al fantasma es la terapia espontanea del ;conoce la castracién, se trata de introducir el tiempo del saber; que el sujeto en una verdadera rectificacién aborde su pregunta y se consagre fen una elaboracién de saber. Forma de hacer aparecer la dimension subje- tiva de aquello que se le presenta como ajeno, subjetivacién del to como tiempo necesario en el que preguntar es suponer un se impone reconocer, mds alld del enunciado que produce, su propia enur- 60 cubre lo real racion humana smo de la demanda, I ya que en la demanda hay un intercamt jué esperar de la puesta en palabras del ante con el que instaurar una nueva ue se trate de su restablecimiento homeostatico, a se le sustituye el tiempo del sal ino sé lo que digo, pero en lo que ' II! Psicoandlisis y hal Psiquiatria Ue bet | 63 ’Psicoanalistas en las urgencias "Esa causa material es propiamente la forma de incidencia del significante”, Jacques Lacan 1 - EN EL DEBATE DE LAS LUCES eas vamos a traer al escrito algunos elementos de | mos. E as que se desarroll6 en el Hospi de Agudos de Lands por parte de un equipo de psicoanalistas solo fue posi ble porque Lacan generé una practica desrtualizada, porque desde los afios desplego una critica fundamen ponia la I.P.A. (Asociacion enseé que no hay quien no sea efecto del lengu: ‘Pero ademds, en la urgencia? de renuncia mental donde se confunde suspension con ‘con acto? ;Dénde el efecto degradado de la historia ica) psicodinamica llev6.a que pocos sepan para qué 65 de los standards de aque lo enseno Foucault en relaci¢n a la f, en su gestaci6n, “d lacion, y en todo su largo, su lectura que allf se prosigue un solo debate, siempre ef y el cual, por més que parezca ya fechado, se reconoce por ser el UIATRIA, PSICOANALISIS, LOGIA MOLECUL | aprendizaje puede ser interpretado integramente en t6r- ‘modificaciones sindpticas, voy mas alla del marco de los d i de_una catedra en el Colegio de Francia, I que se puede acceder en ese pais. Su propuesta es monisa: seg HI - “ALGUNAS CAMAS DEL HOSPITAL” AS DEL HOSPITAL” lacion entre el paciente y @e una demanda de sai Roce” (idem, p. 94). El poce. Io #0 que fund6 Descanes como jO de desbroce y de deseubri y Continia haciéndose™ dice Paul el final de la clinica”, entrevista | Foucault en El nacimiemo de la aha alld na ingenua mirada un trabajo de recor ce Paadigma y de consitucion de cago: La cinea gg nace en Leyden en 165 0 $83 porun recone concepiual— 0” U” ‘BeoRe espacial dal ete 0 en 1658 y recorre toda Europa pase La perspectiva freudiana iGavel anlifechitee SSCS Na ty Pensar la relacién entre el psicoar psiqui pectiva freudiana implica ubicar su obra en el marco de la psiq época. 1ay [a psiquiatra. 2) Sus consi |. 3) Qué perspectivas veta al trabaj Tal como lo destaca Paul Bercherie, la psiquia ‘nos de neurosis y psicosis de planos concepivales ica sino un concepto logico y nosoldgico que se define a pari de la falta de base orginica ii6n 0 proceso Jinfeccioso. La psicosis como concepto lad jica es puramente freudiana. A é! se debe la dis- ia de la época pero es importante recordar que su derrotero profesional no pasa por la psiquiatrla; va de la fisiologia a 69 logia y a panir de iaciOn a la no responden a su: porvenir del campo de la investigaci6n neurolégica y su posicién respecto de la medicina da a la Investigacion freudiana un sesgo particular aque desembocard en una posicién epistemoégica diferente ala psiau mos como lo dice Freud ya en 1888 en su Estudio comy las pardlisis motrices orgdnicas e histéricas. “Considerada p del brazo consiste en que la concepcidn del brazo queda Ja de entrar en asociacion con las demds ideas que cénstituyen el yo, del cual ido forma una parte importante. La lesién seria pues la aboliciGn de la accesibilidad asociativa de la conc brazo. El brazo se comporta coma si no existiese para el juego de las aso ciaciones", Freud plantea la distincién neurosis-psicosis introducir el mecanismo de la verwerfung: ‘mucho més enérgica a) sco, y Se conduce como En’el momento que es fa a un trozo de realidad y'al desigarse de ella 0 parcialmente de que pertenecen a dos yaen esa etapa si del cuerpo se trata, es de un Fante y como tal perdido para la bi Pasemos a considerar ahora las relerencias en los textos de Freud al tema del psicoandlisis y medicina e intentaremos luego extraer algunas con- clusiones. En las Conferencias de Introducci6n al Psicoai Freud hace referen- cia 2 las dificultades que opone la formacién de! médico a la comprensin del psicoandlisis y dice: “En la ensefanza médica se han acostumbrado us- bién en la psiquiatria la presentacion del en 1ud de observaciones que d ; del mismo texto: “una psiquiatria verdaderamente cies de poseer un profundo conocimiento de los Cientes que se desarrollan en nuestro psiquismo" rmismos psiquiatras Gudan de si sus exposiciones meramente descriptivas merecen el nombre de Ciencia", importancia del psicoandlisis para la formacion del médico diciendo que Corientacién unilateral de la formacién médica entorpece la accién terapés 70 2; el enfermo puede mostra ero”. preparacién p: incorporar los c escuelas de medi ico de a neurosis puede 1a comprensiGn de en el porvenir una psi ud y su vocacion nos dea di wero médico...” 0 orden de cosas Freud a la descri puntos de su obra cc ese campo pe remos el pl ‘andes masas, estructura y compo: : ntos mas importantes y eficaces cont ‘oandlisis propiamente dicho riguroso y tomados del psici gens bre de toda ten- CONCLUSIONES: El interés de este breve re quello que lo motiva, Por algunos textos freu | necesario replanteo del reservado tr si bien algunas con RO dejan de consi Pertinencia de nuestro trabajo en la urge lusiones son de alcance tuna guia y una afirma- encia. Pasemos a consi- la formacion médica pon j acion del eran ee pone el acento en el fenémeno (ver, obser is debe atender a las estructuras, que n ‘en analistas Freud apunta sin embargo en la direccién de desplazar to puesto en el cuerpo anat6mico, que como tal esté perd 10 que habla. Asi Lacan es sen la psi- va de la medicina a su a, ya que da cuenta qu igacién en un sentido 5) Para finalizar, el en intensién y no s6lo en ext 72 Acerca del lugar de los psicofarmacos en la urgencia Marta Ivanier tratamientos de choque, téc icos (hidroterpia, climatoterapia, etc.) los Gltimos 50 aftos, que apunta a corregi supresidn de los sintomas, respondiend ‘el psicoandlisis el sujeto s6lo se representa dividido por los signifi cantes, como dice Lacan: un sujeto es lo que representa un significante para tro significante. Esto es lo que privilegiamos con la escucha analitica yes lo que dé a los psicoférmacos un lugar distinto en la direccién de la cura. 2B Apuntaremos enronces..a escuchar el aspecto simbdlico d iy. deslizamiento de la aniculacion 2,-este ren del sentido dado por el a mas a icoférmacos apuntara a la reduccion del.goce y a e 2 u condicidn de sujto, al permitile nuevamente_) si6n por la palabra. inguimos tres niveles de su accién, los que se Bernsen con los imaginario. mos cuando hablamos de la Raccion ‘es Taco, esta depende de las propiedades farmacol6gicas de las sus- que acivar sobre'el cuerpo orgs luencia sobre ehgoce del cut que se refiere Lacan en “Psicc posicion del médico para que van desde los tranquilizantes hasta oa alucindgenos y a los que “mas 0 menos adecuadamente tdxicos*. fica’, entendemos todos los efectos protucidos, de un férmaco. a. intervenci6n pi ;oduciendo una suspersién en el considea que eso puece ayudar a despertar al s indicando la medicaci6n apropiada paral ‘Con respecto a quien prescribe fa medicacion, on la persona del psicoanalista. Si bien no a partir del trabajo previo con ei psic iervenciones adecuadas, Esto nos dice de la importancia fundamer ue tiene |a comunicacion centre el psiccanalista ye! medicante para que la medicacion pueda ocupar su iugar ea la direccién de fa cura to donde el medic: instrument puede ¥ 2. Enciclopedia de Psiquiatra. G. Bleichmar, 8. Usandivaras. 3. Intervenciones y textos, Psicoan: Clorpramazina Marca Registrada para el Sujeto (Mitta Ana Kuper an eee nneenemennnnrnntms d 1Qut psicofarmaco se le ‘ando la angus a pena pert ve Ee elo resut a que hace el psiquiatra o el psicoanalista acerca de los siri- nie es la misma? ySe trata de categorias diferentes, son ico: acallando 2! In, mejorando la ales le implica al paciemte tener conest x Estos son algunos interrogantes con los que nos encontramos al avordar fa clinica de ta u El barramiento de la Clorpromazina es una Ii toma de posicién. Sin idad, es en Deniker la utilizan en e! campo psiquidtrico, inaugurando we responce @ una 52 que jpone al médico un saber que lo ‘cual interviene. Convocado a ocupar este ide la urgencia, desde nuestra propuesia, efectia una man- “puesta de lugar a una pregunta. Recordamos a Lacan cuan- es decir hasta que dé que se pregunta pues en una nosologia per tundstico que surge en la evaluacién del caso por ca nica de la escucha, guiard la estrategia donde ser imprescin célculo en las intervenciones a efectu se debe El estudio exhaustive de un érgano, aparat <- puede ser motivo de una prescripcién 0, por el cont motive el comienzo de entrevistas pré 7 7zado de un cclega médico puede imaginarizar ico modo de presentacién a menos que nosotros 'o por donde ese Sujeto pueda hablar. detenet o promover una accion, una in para introducir una ybre el accionar que ot poral y que el Sujeto oueda deci sobre Su propio cuerpo. - dios de laboratorio clinico o radioldgico, proponen al le paricipacion pasiva conde es oto, quien buceando ‘ene informacion y sace conclusiones. Nuestra proouesta ens es un trabajo ac La cura de suefo tan insistentemente solicitada y que, en algunas oca- siones, nos es propuesta coro medida terapéutica, no se corresponde con "Adin cuando en ocasiones-se-medica aun paciente es desperta uno de los éxito terapéutico”, no es el final del trab: El medicamento acta sobre un cuerpo que esté perdido para la biologia segén el concepto que Freud nos ensefara acerca de la marca que le imprime el instinto de muerte. La necesidad como tal, esta perdida y lo 7A 505 a utilizar y, el asi llamado que aparece en ese lugar es el llamado! ws ‘€q_la irrupci6n del goce ésto no oct ias de despersonalizacién o en Ia ini posicién de

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