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1 UNIO-S ~

DIMENSION TEBRITORIAL DE LAS DISPARIDADES SOCIALES

El caso de Panamá

Arturo León ,^

ú/ El presente documento que se reproduce para uso exclusivo de los


participantes de cursos del Programa de Capacitación, .corresponde
a una investigación desarrollada en el contexto del Convenio de
Cooperación entre el Instituto de Estudios Sociales de La Haya=ISS
y el Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social,
ILPESo
Versión sujeta a modificaciones de forma y fondo.
82=2-263
4
DIMENSION TERRITORIAL DE LAS DISPARIDADES SOCIALES
El caso de Panamá

INDICE

Página

Presentación 1
I. INTRODUCCION 3
lo Opciones del análisis 5
2. Definiciones previas 5

lio MAGNITUD DE LAS DISPARIDADES REGIONALES 7


lo Las disparidades de ingreso y producto a nivel
agregado 7
2« Las disparidades de ingreso a nivel individual 10
3. Disparidades urbano-rurales 23
k. Determinantes de ingresos a nivel individuals
resultados del análisis de varianza 3^

III, HETEROGENEIDAD PRODUCTIVA Y DISPARIDADES INTERREGIONALES


DE INGRESO ^0
lo Introducción 40
2o Heterogeneidad productiva: una tipología de formas
de inserción de la fuerza de trabajo regional k2
3» Análisis de descomposición de los ingresos medios
regionales 55

IVo LAS DESIGUALDADES INTRAREGIONALES A NIVEL INDIVIDUAL


Y SUS EFECTOS SOBRE LA DESIGUALDAD TOTAL 62
lo Magnitud y factores asociados a las desigualdades
intraregionales 62

^yiu^uHo - BIBLIOTECA CEPAL


- 11 -

Página

2o Descomposición del índice de Theil 71


3. Distribución de la población de menores ingresos
en Panamá 73

V, EVOLUCION RECIENTE DE LAS DISPARIDADES REGIONALES


EN PANAMA 80
1. Evolución de las disparidades interprovinciales
de producto per cápita 80
2. Evolución de algunos indicadores de condiciones

de vida de la población 86

VI. CONCLUSIONES 89

NOTAS 93

ANEXOS 2

Cuadros y Gráficos

Cuadro 1; Disparidades de ingreso y producto en


Panamá, 1970 8
Cuadro 2; Ingresos medios anuales de la población
perceptora de ingresos primarios. Panamá
1970 11
Cuadro 3; Ingreso medio anual por regiones, según
nivel de instrucción, Panamá, 1970
Cuadro k: Ingreso medio anual por regiones, según
varias características de la población
perceptora de ingresos primarios, Panamá
1970 17
- Ill -

Página

Cuadro 5• Disparidades de ingreso: Educación versus


regiones 20
Cuadro 6: Ingresos medios anuales según área de resi-
dencia urbana y rural. Panamá, 1970
Cuadro 7? Distribución de la población urbana pro-
vincial, Panamá, 1970 27
Cuadro 8; Ingresos medios anuales según varias carac-
terísticas de la población perceptora de
ingresos primarioso Panamá, 1970 29
Cuadro S'. Ingreso medio y distribución de la fuerza
de trabajo según posición ocupacional,
educación y área urbano-rural 32
Gráfico liEfectos de Interacción 33
Cuadro 10;Análisis de varianza 37
Cuadro 11;Distribución sectorial de la fuerza de
trabajo, según regiones» Panamá, 1970 '+3
Cuadro_l¿:Disparidades de ingreso según formas de
inserción productiva de la fuerza de
trabajo. Panamá, 1970 ^7
Cuadro 13- Ingresos medios anuales en los sectores
agrícola y no agrícola, según regiones.
Panamá, 1970 51
Cuadro 1^;Importancia relativa de los efectos "estruc-
tura" e "ingreso" en las disparidades interre-
gionales. Panamá, 1970 58
Cuadro 15sDisparidades regionales de ingreso e indi-
cadores de desigualdad de la distribución
del ingreso. Panamá, 1970
Gráfico 2;Relación entre coeficientes de Gini e ingreso
medio regional 70
Cuadro 16; Ingresos medios y distribución según re-
giones y áreas del 20^ de la población
de menores ingresos, Panamá, 1970 77
- IV. , -

Página
Cuadro 17? Indice de .pobreza por regiones, Panamá, 1970. 78
Cuadro I 8 ; Indice de pobreza por grupos según formas
de inserción productiva. Panamá, 1970 79
Cuadro 19:Evolución de las disparidades interpro.vin-
ciales de producto por habitante., Panamá.,
1970-1978 , ,, ""^82
Gráfico 3; Evolución del Producto Interno Bruto per
•i
cápita provincial.., Panamá, 1 9 7 O - I 9 7 8 8^
Gráfico k: Características de las viviendas particu-
lares. Panamá, .I96O-I97O 87
DIMENSION TERRITORIAL DE LAS DISPARIDADES SOCIALES
EL CASO DE PANAMA

Presentación

El presente Informe reúne los resultados de un análisis de las dispa-


ridades regionales (DR) en Panamá y constituye uno de los tres casos
de estudio seleccionados en el Proyecto Dimensión Territorial de las
Disparidades Sociales. Este Proyecto tiene una duración de doce meses
y se desarrolla desde mediados de julio de I 9 8 I en el marco del Acuerdo
de Cooperación Interinstitucional entre el Instituto de Estudios
Sociales de La Haya y el Instituto Latinoamericano de Planificación
Económica y Social.
Este Informe es un primer draft para discusión interna tanto en
el ILPES como en el ISS y está sujeto, obviamente, a modificaciones de
forma y contenido.
El núcleo central del análisis y de los resultados que a conti-
nuación se reportain está basado en la información recolectada en la
Encuesta Especial sobre Ingresos a través de los Hogares (Panamá 1970),
encuesta qué forma parte del Banco de Datos elaborado en la División
de Estadística y Análisis Cuantitativo de la CEPAL. Complementa-
riamente se utilizó información de censos económicos, de cuentas nacio-
nales y otras estadísticas continuas.
La exposición se organizó en seis puntos. En el primero se expli-
citan las opciones adoptadas en relación con la medición de las dispa-
ridadcífj regionales, la definición de las regiones, además del marco
conceptual que guía la investigación. A continuación, se proporciona
evidencia sobre la magnitud de las DR en Panamá y los principales fac-
tores asociados a las mismas. En el tercer punto se analiza la hetero-
geneidad productiva de la economía y su expresión espacial, así como
su incidencia en las disparidades regionales de ingreso. La magnitud

/de las
- 2 --

de las desigualdades intra e interregionales se analiza en el cuarto


punto. En el quinto, se hace un breve análisis de la evolución re-
ciente de las DE tanto en términos del producto interno bruto regional
como de otros indicadores. Fináímenté,.se señalan las principales
conclusiones del análisis.

./I. INTRODUCCION
- 3 - -

lo INTRODUCCION

1a Opciones del análisis

Como ya se señaló en la Presentación, el presente análisis de las DE


en Panamá está basado principalmente en información a nivel individual
correspondiente a la población de 15 y más años de edad proveniente
de una encuesta de hogares de cobertura nacional llevada a cabo en
1970. Ello plantea dos problemas. El primero, dice relación con
el marco teórico-conceptual adoptado en la investigación. Si el
objetivo central de la investigación es aportar elementos de juicio
sobre la especificidad e importancia del problema de las disparidades
regionales y, a su vez, éstas son teóricamente concebidas como resul-
tantes de un proceso histórico de crecimiento desigual que al interior
del sistema nacional ha producido y consolidado estructuras heterogéneas
en lo económico, social y territorial, se plantea el problema de si
es posible y adecuado analizar a partir de información de nivel indi-
vidual esa heterogeneidad estructural. En relación con este aspecto,
en la investigación se supone que es posible captar lo esencial de
esa heterogeneidad productiva (y su expresión territorial) a partir
de las características que presenta la fuerza de trabajo a nivel indi-
vidual. Estas se expresan en formas diferenciadas de inserción de la
fuerza de trabajo en la producción y son captadas como diferencias de
ingreso primario obtenidas por los individuos en distintos sectores de
actividad y categorías de ocupación.
La información :J,isponibl3 en la encuesta no por.?,ite viaculcr
directanonte los nivales de ingreso de la fuerza de trabajo segiSn sec-
tores ctividad y cate-'orías dü ucupaclón con las carncteríptic^s de
las unidades productivas en ccidr. re&ión del D'.ín. fin de completar
eñt.. .ispecto dul cinálir;is rjv- utilizó información proveniente de censos
económicos desagregada a nivel regional.
La estrategia consistió en establecer una tipología de formas dife-
renciadas de inserción productiva de la fuerza de trabajo, tratando de

/construir grupos
- k '

construir grupos internamente homogéneos y, a la vez, heterogéneos entre


sí. En la tipología se hicieron intervenir dos variables: el sector o
rama de actividad y la categoría de oqupación o estatus ocupacional de
los integrantes de la fuerza de trabajo, ambas variables referidas a la
actividad: principal -declarada por, los individuos.. Con la distinción de
sectores, ;se intenta•captar las diferencias de .productividad entre acti-
vidades del .sector primario, sécundario y terciario. Medisinte la cate-
goría o estatus ocupacional,;se pretende captar.la heterogeneidad de ,
formas, de producción en cada sectpr, distinguiendo a los asalariados de
los trabajadores-por c.uenta propia. . Una vez ¡elaborada la ^tipología,, las
DR de- ingreso son analizadas utilizando como indicador el ingreso pri-,
raario promedio de cada.uno de los grupos construidos ; en cada una de las
nueve regiones distinguidas. . La hipótesis central que guía el estudio
es que las disparidadés interregionales de ingreso están básicamente
determinadas por las formas específicas de inserción de la fuerza.de.
trabajo en estratos cualitativamente.diferenciados del sistema produc-
tivo, estratos que a su vez se concentran en. áreas o regiones diferen-
ciadas del territorio, i ,
El segundo problema se refiere al.hecho que la información sólo
permite analizar, las: DR de ingreso en un momento del tiempo (alrededor
de 1970)1 siendo imposible inferir de ella los raecanismo,s que h ^ ope-
rado en el tiempo,, referentes a la dinámica de acumulación predominante
en Pansuná y. que llevaron a la cristalización de una estructura productiva
heterogénea y que: se expresa t ^ b i é n territorialmente. Sin. desconocer
el hecho que los mecanismos que históricamente han operado en la confor-
mación del sistema económico nacional panameño juegan un rol central
en la déterminación de las disparidades, regionales, ellos.no son abor-,
dados en la investigación. Esta limitación deriva, como.es obvio, de
las características de la información, disponible - encuesta de hogares -
la cual sólo permite realizar un análisis de tipo sección cruzada, toda
vez que no se dispuso de información adecuada para efectuar un análisis
dé corte temporal. = ,.

' ' /Un último


- 5 -

Un último aspecto relativo a las limitaciones que impone la


fuente de información utilizada se refiere a.la relevsincia actual de
las conclusiones derivadas del análisis. Aún cuando en la última
década las disparidades regionales de ingreso en Panamá han mostrado
algunas variaciones, tanto en su magnitud como en la posición relativa
de algunas regiones, no es menos cierto el hecho que las estructuras
productivas regionales no han mostrado cambios significativos. Como
se verá, la evolución de las disparidades de producto por habitante
a nivel provincial se han mantenido en lo fundamental, asi como la
distribución sectorial del producto bruto interno regional. Este
hecho permite afirmar que las conclusiones derivadas del análisis en
lo referente a los factores determinantes de las disparidades inter-
regionales no dejan de tener validez en la actualidad.

2. Definiciones previas

Obviamente el estudio de las disparidades regionales supone algunas


definiciones previas. Se parte del hecho que el objetivo del análisis
es dar cuenta de las "desiguales condiciones de vida que afectan a la
población localizada en distintas áreas de una misma entidad", tanto en
su magnitud, evolución en el tiempo y los factores determinantes de
las mismas. Para ello es necesario precisar y operacionalizar los
conceptos relativos a las condiciones de vida (diferenciales) de la
población y establecer una distinción adecuada de áreas o regiones
dentro del país.
En relación con el primer concepto, se ha optado por utilizar el
ingreso como la dimensión mensurable que mejor resume a nivel personal
las condiciones de vida de la población. A nivel individual el ingreso
monetario obtenido por la fuerza de trabajo en la actividad económica
permite establecer el nexo entre las características de los sectores
económicos en los que aquella participa y sus condiciones de vida, las
que están básicamente determinadas por la capacidad de expresar mone-
tariamente las demandas de bienes y servicios en el mercado y que
dependen del nivel de ingreso de la población.
/En el
- 6 - -

En el caso' de Páriaraa, los datos disponibles de la encuesta permi-


tieron trábájar con dos conceptos de ingreso: i) ingreso primario, que, .
es el ingresó obtenido por los perceptores activos (fuerza de trabajo). , •
en su actividad principal y que incluye sueldos y salarios en dinero y,
en especies'(remuneración de los asalariados) y aportes patronales al
segui-o social y los ingresos en dinero' y en especies obtenidos por los
empleadores y los trabajadorés por cuenta propia (ingreso de losempre-.
sarios). Ésté últialó incluye el'alquiler ..imputado dé las viviendas ocu-
padas por sus düéñosi ii) ingreso total^ que corresponde al.ingreso
primario más las tránsférehciás (¡jubilaciones,: becas .y premios) e . -
ingresos dé la propiedad» corrienteé úionetarias estas últimas recibidas -
principalmente por intégránteis de la pobláción no económicamente activa.
En el análisis de las DR' se utiliza básicamente, el . ingreso prir» . .
mario (promedio) de los perceptores de ingreso de 15 y más años en la
medida que este es el concepto de ingreso que -mejor refleja los niveles
medios de productividad (valor agregado por persona ocupada) de los dis-
tintos sectores de actividad. El concepto de ingreso total (promedio)
se "utiliza'para los efectos del,, análisis de .la .distribución del .ingreso
personal a .nivel regional. . . ^. .
En relación con el segundo concepto, ,se optó por una distinción
de regiones, que corresponde,básicamente a las unidades.territoriales
mayores:de la'división administrativa-,de Panamá y que son las provincias
de Bocas; del Toroi, Coclé, Colón, Chiriquí, .Darién, . Herr-eíra, Los Santos,
Panamá y. Veraguas... Además de esta distinción, los datos de la en-
cuesta permitieron diferenciar el área metropolitana del país^confor-
máda-ipor varios' distritos de las' provincias de Psinamá ysColón. Los
distritos que no forman .par,te del área metropolitana dentro de esas
provincias fueron;considerados como .una región distinta que se. denominó
Resto .provincias'Colón y P a n ^ á . , Como se ,verá más adelante, esta úl-
tima región se diferencia claramente,del área metropolitana tanto desde
el puntO' de vista de' su nivel medio de ingreso como de su perfil produc-
tivos ; ,, • . . • • • , r' .
/Conjuntamente
- 7 - -

Conjuntamente con las nueve regiones resultantes, se utilizó la


diferenciación entre áreas urbanas y rurales al interior de cada región,
salvo en el caso de la provincia de Darién y el área metropolitana, las
que de acuerdo a la información de la encuesta de hogares de 1970 eran,
respectivamente, totalmente rural y totalmente urbana.

II. MAGNITUD DE LAS DISPARIDADES REGIONALES

1. Las disparidades de ingreso y


producto a nivel agregado

Hacia 1970 las disparidades regionales ea Psinamá alcanzaban niveles


significativos. jSn términos de ingreso primario de la fuerza de
trabajo, estas disparidades medidas como cociente de ingresos medios
son de alrededor de cuatro a uno entre el área metropolitana y la
provincia de Veraguas y sólo algo menor (3i6 a l) cuando se considera
la provincia de Panamá. ^ Con excepción de las provincias de Bocas
del Toro, Colón y Panamá, el ingreso medio de las seis provincias
restantes era inferior al ingreso promedio nacional (Véase cuadro 1).
Magnitudes muy similares presentaban las disparidades de ingreso
total, de tal modo que las transferencias de ingreso al sector pasivo
y la consideración de los ingresos percibidos por la fuerza de trabajo
tanto en la actividad principal como en las secundarias no llegaban a
modificar las disparidades de ingreso primario.
Por otra parte, en el mismo Cuadro 1 se puede apreciar que en
1970 las disparidades de Producto Bruto Interno por habitante alcan-
zaban niveles incluso mayores. Así, por ejemplo, el producto por habi=
tanta de Panamá casi sextuplica el correspondiente a la provincia de
Darién. Además, las disparidades de producto por habitante presentan
el mismo patrón que las correspondientes a las de ingreso y sólo las
provincias de Bocas del Toro, Colón y Panamá, alcanzan un producto por
habitante superior al promedio nacional. Con algunos cambios que se
analizan má^ adelante, dichas disparidades de producto muestran un
/patrón similar
- 8 -
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- 9 -

patrón similar.hacia fines de la década pasada. Así, en 1978, la


provincia de Colón, que es ahora la que presenta el producto por
habitante másalto, supera a Darién en cerca de cinco veces.
De las cifras anotadas se desprende que:
a) Las DR de ingreso y producto en Panamá hacia 1970 alcanzaban ni-
veles significativos y en términos de producto por habitante tendieron
a mantenerse a lo largo del decenio.
b) El área metropolitana y las provincias de Panamá y Colón en con-
junto son las que presentan los niveles más altos de ingreso y de
producto y mantienen su primacía a lo largo de la década considerada,
si bien en términos de producto por habitante. Colón llega a ocupar
en 1978 la posición que correspondía a Panamá en 1970.
c) Las disparidades de producto por habitante en 1970 superan fuerte-
mente las disparidades de ingreso medio de la fuerza de trabajo y son
precisamente las provincias de Colón y Panamá las que en términos de
producto se distancian más claramente de las restantes. Este último
aspecto es de particular importancia en la medida que la diferencia
entre ambos agregados (producto generado e ingreso distribuido) corres-
ponde básicamente a aquella parte del producto bruto interno provincial
acumulado, descontadas las transferencias interprovinciales.. Esto indi-
caría que son precisamente las provincias de Panamá y Colón - y primor-
dialmente el área metropoliteina - los centros de acumulación de exce-
dente dentro de la economía panameña.
d) La fuerte gravitación del área metropolitana dentro del país -
la que en 1978 concentraba cerca de la mitad de la población total y
generaba más de dos tercios del producto nacional - indica que en el
análisis de las DR los contrastes significativos son aquellos que se
establecen entre el área metropolitana y las regiones restantes y no
con el promedio nacional. En otras palabras, la magnitud y evolución
de las DR dependen esencialmente de la dinámica de ese centro de acumu-
lación y sólo residualmente del comportsuniento de las regiones restantes.

/2, Las
- 10 - -

2. Las disparidades de ingreso a nivel individual

Se podría argumentar que las disparidades de ingreso entre las nueve


regiones distinguidas (relación de 4 a 1 entre el ingreso medio del
área metropolitana y la provincia de Veraguas si se consideran las
regiones extremas) se explican por la composición diferenciada de la
fuerza de trabajo según varias características de la misma dentro de
cada región. En la medida que características tales como sexo, edu-
cación, sector de actividad y categoría o estatus ocupacional deter-
minen fuertes diferenciales de ingreso en la fuerza de trabajo, podría
arguirse que la desigual distribución de la fuerza de trabajo de acuerdo
a esas mismas características dentro de las regiones es la que explica
las disparidades regionales a nivel agregado.
Así, en el cuadro 2, se puede observar que para cada una de las
variables mencionadas los ingresos medios presentan diferencias signi-
ficativas: una relación de 3 a 1 se^ún área (urbano - rural); de 1, k
a 1 según ¡sexo; de 7,4 a 1 según educación (instrucción superior - sin
instrucción); de 4 a 1 según posición ocupacional (trabajadores de la
Zona del Canal - trabajadores por cuenta propia); de 8 a 1 según sector
de actividad (Servicios prestados a la Zona del Canal - Servicio domés-
tico) ; de 3i5 a 1 según tramos de edad (35 a ^^ años - 15 a 19 años)
A fin de analizar el efecto dé esas características sobre las
disparidades regionales de ingreso se hicieron tabulaciones cruzadas
que permiten comparar los ingresos medios regionales dentro dé conjuntos
relativamente homogéneos de la fuerza de trabajo.
En atención a la importancia que se le ha asignado como factor
explicativo de los diferenciales de ingreso; 2/ se ha considerado en
primer lugar' la educación. Esta representa los niveles medios de
instrucción formal de la fuerza de trabajo y puede considerarse como
proxy de los niveles de calificación de la misma.
En el cuadro 3 se pueden apreciar los diferenciales de ingreso
promedio de la fuerza de trabajo según regiones en Panamá en cada uno
de los cuatro niveles de educación distinguidos. A nivel de cada
región se constata que el ingreso crece a medida que aumenta el
/nivel de
-11 -

Cuadro 2

INGfiESOS MEDIOS ANUALES (EN BALBOAS) DE LA POBLACION


PERCEPTORA DE INGRESOS PRIMARIOS, y
. PANAMA, 1970

Ingreso Medio Indice Número de personas


(total=l)
(1) (2) (3)

Regiones; a/

Area Metropolitana 2.375 1,57 (175.015)


Resto Colón y Panamá 983 0,65 59.396)
Bocas del Toro 1-532 1,01 7.306)
Coclé 669 32.603)
Chiriquí 1.162 0,77 61.282)
Darién 686 0,íf5 5.925)
Herrera 781 0,52 22.892)
Los Santos 9^3 0,62 2if.l80)
Veraguas 569 0,38 38.007)

Todas las regiones 1.511 1,00 (426.606)

Sexo:

Hombres 1.635 1,08 (306.227)


Mujeres 1.195 0,79 (120.379)

Total 1.511 1,00 (426.606)

Rural/Urbano;

Rural 680 0,if5 (266.812)


Urbano 2.009 1,33 (159.794)

Total 1.511 1,00 (426,606)

Educación; b/

Sin educación 716 0.1f7 ( 58.020)


Primaria 1.021 0,68 (238.066)
Secundaria 2.225 1,^7 (107.597)
Universitaria 5.268 3,^9 ( 22.923)

Total 1.511 1,00 (426.606)

/Posición
- 12 - -

(Cuadro 2, Continuación)

Ingreso Medio Indice Número de personas

Posición Ocupacional; £ /

Empleadores y.cuenta
propia 842 0,53 (127.889)
Empleados: 1.930 1,22 (273.104)
- Privados l.,529 0,97 (180.519)
- Gobierno 2.^55 1,55 ( 67.216)
- Zona, del Canal 3-392 2,14 ( 25.369)

Total 1.383 1,00 (400.993)

Rama de actividad: c/

Agricultura 683 0,43 (120.447)


Minería 1.201 0.76 ( 409)
Indust.Manufacturera 1.375 0.87 ( 39.748)
Elect,, Gas, Agua 2.28? 1,44 ( 5.706)
Construcción ,1.682 1,06 ( 27.687)
Comercio 2.002 1,26 ( 59.070)
Transportes, Alraac.,
Comunicaciones 1.902 1,20 ( 13.019)
Establee. Financieros 3*487 2,20 ( 8.317)
Servicios Sociales,
Pera, y Comunales 2.252 1,42 ( 77.722)
Zona del Canal 3.384 2,14 ( 23.781)
Servicio doméstico 391 0,25 ( 24.746)

Total 1.583 1,00 (400.652)

Edad:

15 - 19 563 0,37 ( 29.752)


20-24 1.133 0.75 ( 61.478)
25 - 29 1.535 1,02 ( 56.841)
3 0 - 3 4 1.592 1,05 ( 46.929)
35 - 44 1.952 1,29 ( 91.937)
45 - 54 1.768 1,17 ( 70.4I4)
55-64 1.698 1,12 ( 42.852)
65 y más 745 0,49 ( 26.403)

Total 1.511 1,00 (426.606)

/Fuente:
- 13 - -

Fuente:

Tabulaciones especiales obtenidas de los datos de la Encuesta


especial sobre ingresos a través de los hogares. Panamá, 1970»
(Datos muéstrales expandidos al total nacional). La encuesta
investigó a las personas de 15 y más años.

El concepto de ingreso utilizado es el de ingreso primario de


la fuerza de trabajo. Incluye remuneraciones de los asala-
riados (sueldos y salarios en dinero y en especies), Aporte
patronal al Seguro Social e ingreso de los empresarios y traba-
jadores independientes (en dinero y en especies), además del
alquiler imputado de las viviendas ocupadas.por sus dueños.

a/ Las regiones están constituidas por 7 de las 9 provincias del


país (Bocas del Toro a Veraguas) y las regiones conformadas
por el Area Metropolitana que comprende los distritos de
Panamá, Arraijan, La Chorrera,Capinar y parte de Chepo (Corre-
gimiento Cabecera y Santa Cruz de Chinina) dentro de la pro-
vincia de Panamá; y los distritos de Colón, Chagres, Portobelo
y Santa Isabel, dentro de la provincia de Colón. Esta área
tiene como centro de influencia las ciudades de Panamá y
Colón. El Resto del Area Metropolityia comprende los distritos
restantes de las provincias de Panama y Colón.

b/ Los niveles de educación primaria, secundaria y universitaria


incluye tanto a los que completaron el ciclo respectivo como
a aquellos que cursaron algún año del mismo ciclo.

c/ Excluye a un 6.5?^ del total de perceptores de ingreso primario


cuya posición ocupacional y/o rama de actividad se desconoce.

/Cuadro 3
- 14 - -

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- 15 -

nivel de instrucción, aunque esos diferenciales varían de acuerdo al


nivel de ingreso de la región, revelando la existencia de interacción
entre educación y regiones en la determinación del ingreso. Más ade-
lante se vuelve, sobre este aspecto. Por aliora interesa destacar que
las disparidades interregionales de ingreso en cada uno de los grupos
distinguidos persisten, aunque en forma menos pronunciada, salvo en el
grupo de más baja educación. En dicho grupo el ingreso medio de la
fuerza de trabajo sin instrucción correspondiente al área metropoli-
tana es superior al promedio de la región y sólo es superado por aquellos
que poseen instrucción universitaria. Este comportamiento del ingreso
en el área metropolitana es bastante atípico y difícilmente explicable.
Sin embargo, en un estudio similar llevado a cabo en Venezuela se
observó el mismo comportamiento en el caso de los trabajadores sin
instrucción pertenecientes al Distrito Federal de Caracas, ^
A fin de controlar el efecto de las variables sexo y educación
simultáneamente, en el cuadro k se presentan los diferenciales regio-
nales de ingreso según educación dentro de la fuerza de trabajo mascu-
lina y femenina. Nuevamente se observa el mismo patrón de comporta-
miento: tanto a nivel agregado como al interior de cada región el in-
greso es creciente con la educación. Sin embargo, la inclusión de la
variable sexo no modifica el cuadro anterior y - aunque en forma más
atenuada - se mantienen los diferenciales interregionales de ingreso.
Además, en el caso de las mujeres se observa también el hecho que en
el área metropolitana y en las provincias de Bocas del Toro y Herrera
el ingreso medio de la fuerza de trabajo sin instrucción supera el
ingreso medio regional.
De lo anterior se desprende que si bien la educación y el sexo
contribuyen a la determinación de los diferenciales de ingreso de la
fuerza de trabajo, una parte significativa de esos diferenciales debe
atribuirse a disparidades interregionales de tal modo que en la deter-
minación de los ingresos a nivel individual hay un efecto propio y
específico de las regiones. En otras palabras, las disparidades
regionales que existen a nivel agregado no se deben sólo .al hecho de

que al
- 16 -

que al interior de las regiones se den composiciones diferentes de la


fuerza de trabajo según educación y sexo.
Del mismo cuadro if se desprende, además, que las disparidades
interregionales decrecen a medida qué aumenta el nivel de educación.
Con excepción de las mujeres con educación universitaria, en ambos
sexos se observa que tanto el coeficiente de variación como la varianza
de los logaritmos de ingreso - ambas medidas de desigualdad relativa
independientes del ingreso medio - decrecen a medida que se pasa de los
que no tienen instrucción hasta aquellos con educación superior. Resul-
tados similares obtuvieron para Colombia Fields y Shultz. 9/ A partir
de ellos, dichos autores concluyen qué: "La variabilidad relativa de
los ingresos medios regionales es mayor entre los que tienen menor
educación, probablemente porque los mercados de trabajo más calificados
están más cerca del equilibrio debido a la mayor movilidad de los que
tienen educación más alta". Ahora bien, es posible que una parte de
este comportamiento de los ingresos se deba a factores que dicen
relación con la movilidad espacial de la fuerza de trabajo. Sin duda,
si existen mercados de trabajo segmentados y los ingresos' medios de los
que tienen mayor educación son ménores en las regiones más pobres, se
puede pensar que la mayor movilidad interregional de quienes poseen
mayor educación debería tender a reducir esas disparidades interregio-
nales, tendiendo a la igualácion de los ingresos 6, si se quiere,
haciendo tender al equilibrio el mercado de trabajo de los más califi-
cados.
Sin embargo, en el caso de Panamá cerca del 80% de la fuerza de
trabajo con educación superior se concentra en el área metropolitana,
de modo que el efecto equilibrante de las migraciones no puede jugar un
papel decisivo en la mayor igualdad de los ingresos en ese nivel de
educación. Por otra parte, aunque se reconozca el hecho que la movilidad
es menor a más bajos niveles de educación, no es menos cierto que la
educación (como indicador del grado de calificación de la fuerza de
trabajo) no es el único factor determinante délos ingresos a nivel

/Cuadro 5
- 17 - -

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- 19 -

individual. Entre los trabajadores por cuenta propia, por ejemplo, se


encuentra una alta proporción de la fuerza de trabajo con niveles bajos
de educación a pesar de que estos trabajadores exhiben fuertes dife-
rencias de ingreso. Estos diferenciales pueden por tanto atribuirse a
otros factores distintos de la educación tales como dotación de recursos
y productividad de los mismos: capital y tierra en el caso de los pe-
queños productores agrícolas, por ejemplo.
Lo anterior indicaría la necesidad de considerar otros factores
explicativos de las disparidades interregionales, distintos de aquellos
que tradicionalmente ha utilizado el enfoque de "capital-humano". Este
aspecto se desarrolla con mayor profundidad más adelante.
A fin de captar la especificidad del problema regional en lo que
se refiere a la educación como factor que incide en los diferenciales
de ingreso a nivel individual, se ha procedido a un análisis de las dis-
paridades intra e interregionales el que se resume en el Cuadro 5» Eii
dicho cuadro se han considerado las regiones con ingreso superior al
promedio nacional (área metropolitana y Bocas del Toro) y las restantes
cuyo ingreso es inferior al promedio nacional. Asimismo, se estableció
una dicotomía para el nivel de educación: fuerza de trabajo con educación
primaria completa o menos (con ingreso medio menor que el promedio
nacional) y fuerza de trabajo con educación secundaria y superior (con
ingreso medio mayor que el promedio nacional).
En dicho cuadro se aprecia que los diferenciales de ingreso agre-
gados entre regiones y niveles de educación no difieren sustsmcialmente:
2,62 en el primer caso y 2,8? en el segundo. Sin embargo, las dispari-
dades interregionales disminuyen fuertemente cuando crece la educación:
de 2,29 a 1,38. Es decir, el efecto de las regiones se especifica para
la fuerza de trabajo de menor educación de tal modo que existe una
fuerte interacción entre ambas variables. En otras palabras, el ingreso
medio de los que viven en las regiones "pobres" es mucho menor cuando
se trata de la población con menor educación, vale decir, cuando se trata
de la población más "pobre". De la misma manera las disparidades intra-
regionales de ingreso según nivel de educación difieren según regiones.

/Cuadro 5
- 20 - -

Cuadro 3 •

DISPARIDADES DE INGRESO: EDUCACION VERSUS REGIONES

Educación Educación
primaria secundaria T O T A L
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Ingreso Superior al
promedio
(Area Metropolitana 1.6lif 1.83 2.957 2.3^1
más Bocas del Toro) (83.692) (98.629) (182.321)

2.29 1.58 2.62

Ingreso Inferior
al promedio(Resto) 7OÍ+. 2.137 892
(212.39^)" (31.891)

Total 962 2,87 2.757 1.511


(2960O86) (130.520) . (if26.606)

+ 6.8% +95-7% .
(19.6%)

INGRESO
MEDIO

( 7.3%)

/Nuevamente las
- 21.-

Nuevaraente las disparidades son mayores en las regiones más "pobres"


{3,0k frente 1,83).
Así, la interacción entre regiones y educación determina que las
diferencias de Ingreso sean mucho más pronunciadas cuando se consideran
ambas en conjunto que cuando se las considera aisladamente. En el
mismo Cuadro 5 se puede apreciar la importancia del efecto regional en
el caso de la población con educación primaria o menos: mientras en
las regiones pobres su ingreso es menos de la mitad del promedio
(.70k Balboas en comparación con I.5II balboas), en la región metropo-
litana su ingreso medio (l.6l4 balboas) supera en casi 7% el promedio
nacional.
Pero aparte de este efecto de interacción que indica la existencia
de un efecto regional específico en la determinación del ingreso a nivel
individual, importa destacar la fuerte asociación que existe entre edu-
cación y regiones. Si la población con bajo y alto nivel de educación
se distribuyera en proporciones similares entre las regiones "pobres"
y "ricas" aquel efecto regional específico afectaría a una proporción
menor de la población de baja educación y que vive en las regiones
"pobres". O, viceversa, favorecería a una proporción menor de la
población con mayor educación en las regiones "ricas".
Pero el hecho es que la especificidad del problema regional se
expresa también en este caso en una desigual distribución regional de
la fuerza de trabajo según nivel de educación. Asi, mientras el 72.%
de la fuerza de trabajo de educación primaria o menos vive en las
regiones pobres, en las regiones "ricas" - básicamente en el área metro-
politana - habita el 76?é de la fuerza de trabajo con educación secun-
daria o superior. Más aún, en la provincia de menor ingreso medio.
Veraguas, se concentra el 26% de la población de 13 y más años de edad
sin instrucción, al tiempo que esa provincia sólo reunía al 9% de la
fuerza de trabajo del país. En el otro extremo, el área metropolitana
que reúne al kl% de la fuerza laboral de Panamá, concentraba hacia
1970 el de la fuerza de trabajo con educación universitaria.
Para sintetizar, entonces, se puede concluir que:
/a) A nivel
22 -

a) A nivel individual, la educación da cuenta que una parte impor-


tante de los diferenciales de ingreso, tanto a nivel agregado como
dentro de cada región.
b) Controlado el efecto de esta variable persisten importantes dispa-
ridades interregionales que no se explican solamente por la composición
de la fuerza de trabajo regional según niveles de calificación de la
misma. Es decir, las disparidades regionales de ingreso no desaparecen
al considerar grupos más homogéneos de fuerza de trabajo según educación,
aunque sí se atenúan.
c) En la determinación de los niveles medios de ingreso primario de
la fuerza de trabajo interactúan fuertemente educación y regiones. Esta
interacción determina que la fuerza de trabajo de menor calificación
obtenga en las regiones "pobres" ingresos muy inferiores que los que
obtiene aquella fuerza de trabajo con niveles de calificación similares
perteneciente á las regiones "ricas". Es decir, las disparidades inter-
regionales se ven acentuadas por la existencia de un efecto específico
atribuible a lás regiones y este efecto opera en forma más pronunciada
en el sentido de aumentar más esas disparidades cuando se trata de la
población de menores ingresos.
d) Existe una asociación muy estrecha entre las regiones y los niveles
de educación, concentrándose en las regiones "pobres" una proporción muy
alta de la fuerza de trabajo menos calificada, mientras en el área
metropolitana se concentra la más alta proporción de fuerza de trabajo
más calificada.
Estos resultados sugieren qué si se utiliza un approach en el que
la educación juega el rol central para explicar la formación de ingresos
a nivel individual, éste no podría dar cuenta-dé las diferencias inter-
regionales de ingreso observadas en Panamá puesto que, como se vió,
ellas no pueden atribuirse exclusivamente a los niveles de calificación
medios de la fuerza de trabajo al interior de cada regtón¿ Más aún, un
approach dé ese tipo dejaría de explicar un aspecto central de la
cuestión cuál es el de la concentración de la fuerza de trabajó menos
calificada en las regiones más pobres o relativamente más atrasadas
/del país.
, 23 _

del país. Así, por ejemplo, en un enfoque de tipo capital-humano las


migraciones interregionales deberían haber tendido a igualar los in-
gresos medios de la fuerza de trabajo con niveles similares de califi-
cación, llevando al equilibrio a los mercados de trabajo regionales.
En el caso de Panamá, sin embargo, la persistencia de disparidades
interregionales incluso dentro de la fuerza de trabajo más calificada
(cuyo grado de movilidad se supone mayor que el de la menos calificada)
obliga a buscar la especificidad del problema regional en un marco
conceptual diferente. Como se verá más adelsinte, en esta investigación
se adopta el esquema o marco teórico de la "heterogeneidad estructural"
que privilegia el análisis de las estructuras productivas diferenciadas
dentro de cada región. En este enfoque, la educación es vista menos a
nivel individual y como un stock acumulado (inversión en capital humano),
sino más bien a nivel agregado y como niveles medios de calificación de
la fuerza de trabajo requeridos en sectores y estratos productivos dife-
renciados. El estudio de las disparidades interregionales de ingreso
bajo este enfoque supone el análisis y caracterización de las estructuras
productivas a nivel de cada región.

3* Disparidades urbano-rurales

Hasta aquí, el análisis de las disparidades se ha hecho en términos


regionales (provincias y área metropolitana) sin considerar la distinción
entre áreas urbanas y rurales del país. Sin embargo, a pesar de que
hacia 1970 el área metropolitana de Panamá concentraba casi dos tercios
del total de la fuerza de trabajo urbana, la existencia de asentamientos
urbanos en las regiones restsintes permite analizar las disparidades de
ingreso entre áreas urbanas y rurales.
Como se puede apreciar en el Cuadro 6, tanto a nivel agregado como
de cada una de las regiones existen pronunciadas diferencias urbano-
rurales de ingreso. Para el total del país, el ingreso medio de la
fuerza de trabajo urbana - que representa el 62.5% del total - triplica
el correspondiente a la fuerza de trabajo rural.

/Cuadro 6
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En cada una de las regiones consideradas se dan también dispari-


dades significativas, a m q u e esas disparidades varían según el ingreso
medio de la región. En general, los contrastes tienden a ser mayores
en las regiones de menor ingreso y que concentran la mayor proporción
de población rural. Así, en Veraguas, por ejemplo, el ingreso urbano
casi quintuplica el ingreso rural (^,7 a l) al tiempo que en esta pro-
vincia - que es la de menor ingreso - cerca del de la fuerza de
trabajo es rural. En cambio, Chiriquí, cuyo ingreso medio duplica al
de Veraguas, presenta un diferencial urbano-rural muy inferior (de 1,7
a 1) y, a la vez, es la provincia con mayor porcentaje de fuerza de
trabajo urbana, excluidas las provincias de Colón y Panamá.
Por otra parte, si se considera solamente la población urbana, se
observa que no sólo se mantienen las disparidades interregionales de
ingreso, sino que además, esas disparidades tienden a reproducir el
mismo patrón observado para las regiones en su conjunto. Si nuevamente
se excluyen las provincias de Colón y Panamá, se verifica que la po-
blación urbana de menores ingresos corresponde a las provincias o
regiones más pobres, y viceversa, con excepción de la provincia de
Veraguas. Otro tanto ocurre con las disparidades interregionales corres-
pondientes a la población rural. En este caso, la población rural más
pobre tiende a concentrarse también en las regiones más pobres, con
excepción de los distritos no metropolitanos de las provincias de Colón
y Panamá en las que el porcentaje de fuerza de trabajo rural es inferior
a un 20% del total regional.
Sin embargo, las disparidades interregionales rurales son mayores
que las urbanas. Si se consideran las regiones extremas solamente, el
ingreso medio de la fuerza dé trabajo rural de Bocas del Toro casi cuadri-
plica el de Veraguas, en cambio, el ingreso medio del área metropolitana
sólo duplica el correspondiente a la fuerza de trabajo urbguaa no metro-
politana de las provincias de Colón y Panamá, que es la región que
presenta el menor ingreso urbano.

/Un segundo
- 26 -

Un segundo aspecto que importa destacar se refiere a la distri-


bución de la fuerza de trabajo entre áreas urbanas y rurales y deriva de
la extremadamente alta concentración territorial de la población en
Panamá. Ya se señaló que en 1970 el de la fuerza laboral del país
residía en el áréa metropolitana y ella representaba casi dos tercios
del total de fuerza de trabajo urbanai.' A su vez, en las provincias de
Colón y Panamá, residía sólo el 7% del total de la fuerza de trabajo
rural del país. Lo anterior implica que en el caso de Panamá, el
contraste entre el área metropolitana y las ocho regiones restsintes
distinguidas es en lo fundairaental una. contraposición entre lo urbano
y lo rural. Es obvio que si los trabajadores urbanos fuera del área
metropolitana representan sólo un quinto de la fuerza de trabajo del
país y, a su vez, el 93^ de los trabajadores rurales residen fuera ,de
Colón y Panamá^ el contraste entre área metropolitana y resto de las
regiones es básicamente un contraste entre el principal centrp urbano
y las áreas rurales del país.
No obstsuite ello, al interior de cada una de las provincias -
excluidas Colón y Panamá - existen también fuertes grados de concen-
tración de la población urbana. Así, como se aprecia en el siguiente
cuadro, en las siete provincias consideradas la población urbana
(siempre inferior a un tercio de la población provincial) residía en
porcentajes superiores al en el principal centro urbano y en cuatro
de esas siete provincias dicho porcentaje superaba el 73'^ de la
población urbauia. De este modo, dentro de las regiones que concentran
el grueso dé la población rural del país, se reproduce el patrón antes
anotado, verificándose también en ellas el contraste entre un centro
urbano principal y áreas rurales. Este aispecto es de particular impor-
tancia para la explicación de los altos grados dé concentración de la
distribución del ingreso al interior de las regiones, aspecto que es
abordado en el Ciiartb Capítulo del présente Informe.

/Cuadro 10
- 27 -

Cuadro 7
DISTRIBUCION DE LA POBLACION UBBANA PROVINCIAL
PANAMA, 1970 (Miles de habitantes)

Provincias Total Urbana Principal centro poblado Porcentajes


(1) (2) (3) (2)/(l) (3)/(2)

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Toro 15,0 1 2 , 6 (Changuinola) 34,5 84,0
Coclé 118,0 26,3 11,4 (Aguadulce) 22,3 43,4
Chiriquí 256,2 61,4 35,7 (David) 26,0 58,1
Darién 22,7 1,7 1,7 (Chepigana) 7,5 100,0
Herrera 72,5 23,1 19,0 (Chitré) 31,9 82,3
Los Santos 72,4 7,8 3,9 (Los Santos) 10,8 50,0

Veraguas 151,8 18,7 14,6 (Santiago) 12,3 78,1

Fuente: Ministerio de Planificación y Política Económica, Distribución


y Redistribución espacial de la población de Panamá, Documento
de trabajo, enero de 1981.

De cualquier manera, de lo anterior no se deduce que la regionali-


zación más adecuada - por lo menos a los efectos del análisis - sea
aquella que distingue solamente el área metropolitana (totalmente urbana)
del resto del país (predominante rural). Por el contrario, las fuertes
disparidades de ingreso interprovinciales, tanto urbanas como rurales,
así como las diferencias que presentan las disparidades urbano-rurales
intraprovinciales, indican la necesidad de mantener la regionalización
adoptada.
En cambio, lo que sí parece desprenderse con claridad de aquel
patrón concentrado de distribución de la fuerza de trabajo urbana en el
país, es el hecho que en la explicación de las disparidades regionales
los factores asociados a los diferenciales urbano-rurales deben desem-
peñar también un rol determinante en la explicación de las disparidades

/de ingreso
- 28

de ingreso interprovinciales. Esto, en definitiva, equivale a afirmar


que en medida importante dichas disparidades estarán determinadas por
las características que presenta la estructura de producción agrícola
en las siete provincias del país donde predomina la población rural.
Nuevamente a fin de analizar las disparidades de ingreso entre,
áreas urbanas y rurales se procedió a homogeneizar la fuerza de trabajo
en cada área de acuerdo a la educación, edad y estatus ocupacional de -
la misma. En el cuadro 8 se aprecia que al igual que en el caso de
las regiones, en cada uno de los grupos considerados persisten dispa-
ridades de ingreso significativas en favor de la fuerza de trabajo
urbana.
Así, en ambos grupos ocupacionales (asalariados y no asalariados)
y en todos los niveles educacionales y tramos de edad distinguidos, el
ingreso medio de la fuerza de trabajo urbana supera el correspondiente
a la fuerza de trabajo rural, con excepción de los trabajadores (asala-
riados y no asalariados) con educación secundaria en el tramo de 35 a
ífíf años de edad. En el caso de los no, asalariados esta excepción
podría deberse al hecho que esa categoría incluye tanto a trabajadores
por cuenta propia como a empleadores o patronos. Sin embargo, no es
posible verificar esta hipótesis pues la encuesta de ingresos de Panamá
no distinguió ambas categorías ocupacionales. De cualquier manera,
el hecho que a nivel nacional el ingreso medio de los asalariados más
que duplica el de los no asalariados indica que en este último grupo
los patronos están escasamente representados y/o que el ingreso decla-
rado por los mismos representa una proporción muy pequeña de los,
ingresos totales de dicho grupo. 11/
Con la excepción anotada, las disparidades urbano-rurales presentan
un patrón similar al correspondiente a las disparidades regionales.
Decrecen fuertemente a medida que aumenta la educación hasta el nivel
secundario para luego crecer en el nivel de instrucción superior. Hay
por tanto, un efecto de interacción entre la educación y el área de
residencia, al igual que en el casó de las regiones. De este modo los

/Cuadro 8
- 29 - -

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- 30 - -

diferenciales urbano-rurales de ingreso ponen en evidencia nuevamente


la existencia de un efecto específico del área de residencia de la
fuerza de trabajo que se expresa en la persistencia de diferenciales
de ingreso significativos una vez controlado el efecto de caracterís-
ticas determinantes del ingreso primario como la edad, la educación
y el estatus ocupacional de los individuos.
Por otra parte, estas disparidades urbano-rurales se dan conjun-
tamente con una desigual distribución de la fuerza de trabajo según
educación dentro de cada área: Mientras en las áreas urbanas del país
el k6% de los perceptores de ingreso primario tienen un nivel de édu-
cación superior a la primaria, en las áreas rurales, en cambio, ese
porcentaje sólo alcanza al 7% del total. Más aún, esta desigual distri-
bución de la fuerza de trabajo por niveles de calificación persiste
tanto dentro de los asalariados como de los no asalariados. En ambos
grupos ocupacionales los porcentajes de perceptores con instrucción
superior a la primaria en las áreas urbanas y rurales difieren fuerte-
mente. En el caso de los asalariados el porcentaje correspondiente a
las áreas urbanas (50,7^) cuadruplica el de las áreas rurales (12,6^),
en tanto que en el caso de los no asalariados (básicsunente trabaja-
dores por cuenta propia) dicho porcentaje es casi ocho veces superior:
23,versus 3,0^.
El siguiente cuadro resume la situación descrita hasta aquí. 12/

/La consideración
- 31 - -

La consideración simultánea del grado de calificación de la


fuerza de trabajo (medido a través de la educación), el área de resi-
dencia urbano-rural y el estatus ocupacional de la misma, pone en
evidencia que estas tres características consideradas tanto conjunta
como separadamente determinan disparidades de ingreso significativas.
De ellas, es la educación la que aparece como el determinante que
establece las distinciones más nítidas en términos de ingresos medios.
En la última columna del cuadro 9 se observa que en todos los casos
el contraste entre educación alta y baja separa en términos de pro-
medios a la población con ingreso superior al promedio nacional de
aquella con ingreso inferior a dicho promedio.
Sin embargo, como se aprecia en el mismo cuadro 9, los diferen-
ciales de ingreso urbano-rurales y según estatus ocupacional son
también significativos y discriminain siempre en favor de la población
urbana y de la fuerza de trabaja asalariada, con la excepción ya
anotada de los no asalariados con mayor calificación en que el ingreso
medio rural supera en al ingreso medio urbano correspondiente, Al
respecto, se indicó que probablemente ello se debe a que este grupo
está constituido principalmente por empleadores o patronos del sector
agrícola.
Pero la constatación anterior no explica la forma en que se
conjugan la inserción productiva, el área de residencia y el grado de
calificación de la fuerza de trabajo en la determinación de los niveles
de ingreso, ni tampoco da cuenta del orden causal subyacente entre esas
tres características consideradas. Como se aprecia en el siguiente
gráfico, el área de residencia urbano-rural y la forma de inserción
productiva (por ahora diferenciada en términos de asalariados y no
asalariados) no actúan de la misma manera a través de la educación en
la determinación del nivel de ingreso.

/Cuadro 9
- 32 - -

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- 33 -
GRAFICO 1 a/

EFECTOS DE INTERACCION

F,T. con FoT. Urbana F.T. Urbana


Educación con asalariada
Alta Educac.Alta con
INGRESO Educac.Alta
MEDIO

(2.799) (2.849) (2.892)

i i á i 6.13 DISPARIDADES

PROMEDIO
NACIONAL
F.T. con F.Tc Rural
Educación con Educ.Baja
baja

F.T. Rural
no asalariada
con Educ.Baja
(1.019)

(616)
(472)

_a/ Las cifras entre paréntesis son los ingresos medios de


los grupos considerados.

/Así, en
- -

Así, en el caso de la fuerza de trabajo con mayor calificación,


ni el hecho de residir en zonas urbanas ni el ser asalariada implica
aumentos significativos de ingreso medio. En el primer caso, el incre-
mento es de (de 2.799 a 2.8^9 Balboas) y en el segundo, de 1.5^
(de 2,8k9 a 2,892 Balboas). Distinto es lo que ocurre con la fuerza
de trabajo de menor calificación. En este caso el residir en áreas "
rurales y no pertenecer al regimen de trabajo asalariado produce dismi-
nuciones de ingreso medio muy fuertes. Estas alcanzan a 39»6fí en el
primer caso (de 1.019 a 6l6 Balboas) y a en el segundo (de 6l6
a k72 Balboas), respectivamente.
Lo anterior indica que buena parte del efecto de la educación
sobre los niveles de ingreso opera a través del contexto rural y para
la fuerza de trabajo no asalariada. En el Gráfico 1 se puede apreciar
el fuerte aumento de las disparidades de ingreso entre los.grupos
extremos considerados, aumento que es aún mayor cuando en el contraste
correspondiente se introduce el área de residencia urbano-rural. Asi,
cuando en el contraste.según educación se introduce el área dé resi-
dencia urbano-rural, el cociente de ingresos medios crece de 2,75 a
^,63, cociente que aumenta a 6.13 cuando a la anterior se agrega la
distinción entre fuerza de trabajo asalariada y no asalariada,
A fin de analizar los efectos de las variables consideradas a
nivel individual en la determinación del ingreso primario de la fuerza
de trabajo se utilizó el modelo de análisis de varianza, cuyos resul-
tados se presentan a continuación.

Determinantes del ingreso a nivel individual;


resultados del análisis de varianza. 13/

Como se sabe, el modelo lineal de análisis de varianza permite descom-


poner la variabilidad total de los ingresos observados a nivel indi-
vidual en dos partes principales: la variabilidad entre las categorías
y la variabilidad intra categorías de cada una de las variables o fac-
tores considerados en la descomposición. Además, permite someter a
prueba la significación estadística de cada uno de los efectos detectados.
/La descomposición
- 35 - -

La descomposición se hizo considerando como variable los loga-


ritmos del ingreso primario de la fuerza de trabajo sobre un total no
expandido de 6.722 observaciones muéstrales. El uso de la variable en
logaritmos se justifica por dos razones: en general, los logaritmos de
ingreso tienden a distribuirse en forma aproximadamente normal con lo
cual se satisface el supuesto de normalidad del término de error que
es uno de los supuestos básicos del modelo; en segundo lugar, la
varianza de los logaritmos de ingreso es una medida de desigualdad que
tiene la propiedad de atribuir un peso relativo mayor a los ingresos
más bajos dentro de la distribución, es decir, es más sensible que
otras medidas a la desigualdad en los tramos bajos de la distribución» Ik/
Entre los tres métodos de descomposición posibles de utilizar
(clásico, jerárquico y de regresión), se escogió el último de ellos por
ser el más estricto en el sentido que no presupone un orden causal
(jerárquico) entre las variables consideradas y permite cuanti-
ficar la contribucián marginal de cada variable a la explicación de la
varianza total, descontados los efectos de todas las restantes, así como
las interacciones que existen entre ellas. En este último sentido, el
método de descomposición empleado es equivalente al modelo de regresión
múltiple de tal modo que los resultados obtenidos constituyen estima-
ciones de los efectos específicos de cada uno de los factores incluidos
en el análisis.
Las variables consideradas en los tres sinálisis de varianza reali-
zados son: las regiones (con 9 categorías); la educación (con 4 cate-
gorías); el área de residencia urbano-rural y el estatus ocupacional
(con 5 categorías). Dentro del estatus ocupacional se distinguieron las
siguientes categorías: Trabajadores por cuenta propia (que incluye una
proporción presumiblemente pequeña de empleadores o patrones); Asalariados
privados; Asalariados del gobierno; Trabajadores de la Zona del Canal de
Panamá y Trabajadores en servicios domésticos. Los ingresos medios
anuales de cada una de las categorías de las variables mencionadas apa-
recen en el Cuadro 2.
/Los resultados
- 36 -

Los reéultados del análisis se sintetizan en el Cuadro 10. En la


primera columna del cuadro aparecen los valores del coeficiente eta que
mide la asociación simple entre los logaritmos de ingreso primario y
cada una de las variables consideradas. Este coeficiente equivale a la
correlación de orden cero en él caso de variables dicotómicas y su cuadrado
es igual al porcentaje explicado de la varianza total.de'los logaritmos
de ingreso cuando en la descomposición interviene una sola variable. De
acuerdo a este coeficiente, los factores se ordenan de la siguiente
manera. Educación (50.39^); Estatus ocupacional (l6.79á); Regiones (l6.59á)
y Area urbano-rural (12.3^). Las cifras entre paréntesis corresponden a
los cuadrados del coeficiente eta. Aisladamente, cada uno de los factores
explica una proporción significativa de la varianza de los logaritmos de
ingreso. La proporción cerca a un tercio explicada por la educación no
hace más que confirmar lo ya señalado en cuanto a que esta es la caracte-
rística que establece las distinciones más nítidas en términos de ingresos
primarios de la población perceptora en Panamá. En este sentido, la edu-
cación (en tanto indicador del nivel de calificación de la fuerza de
trabajo) es aisladamente el determinante más directo de los diferenciales
de ingreso a nivel individual. 13/
Por otra párte, si se comparan los resultados del análisis de
varianza 1 y 2 se observa que la inclusión de la educación más que duplica
el porcentaje de la varianza total explicado por las regiones. En el
primer caso, las regiones aisladeimente explican l6.5?á y en el segundo,
éstas conjuntamente con la educación explican un de la varianza de
los logaritmos de ingreso. Sin embargo, lo que importa destacar de los
resultados del análisis de varianza 2 es que aisladamente cada uno de
los factores explica una porción relativamente pequeña de la varianza
(2.7% y respectivamente) y es la covarianza la que da cuenta de la
mayor parte de ese explicado. El 26,5% explicado por la covarianza
(que representa algo más de las tres cuartas partes del porcentaje total
explicado) se debe a la estrecha asociación (positiva) que existe entre
las regiones y la educación, hecho que ya fue debidamente destacado
cuando se puso en evidencia la desigual distribución regional de la

/Cuadro 10
37 -

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- 38 - .

f u e r z a de t r a b a j o s e g ú n n i v e l e s de e d u c a c i ó n ® El resultado obtenido en
e l a n á l i s i s de v a r i a n z a c o n f i r m a , por tanto, l a a p r e c i a c i ó n hecha entonces
en r e l a c i ó n con l a i m p o r t a n c i a que t i e n e en e l c a s o pemameño l a especi-
f i c i d a d d e l problema r e g i o n a l . En t é r m i n o s sustantivoss e s t a se expresa
en u n a muy d e s i g u a l d i s t r i b u c i ó n de l a f u e r z a de t r a b a j o monos califi»»
cada e n t r e l a s r e g i o n e s d e l p a í s , concentrándose el g r u e s o de e l l a en las
r e g i o n e s o p r o v i n c i a s más p o b r e s , vale decir^ de menor i n g r e s o medio.
En t é r m i n o s e s t a d í s t i c o s , ciicha e s p e c i f i c i d a d queda r e f l e j a d a en los
r e s u l t a d o s d e l m o d e l o de d e s c o m p o s i c i S n de l a d e s i g u a l d a d t o t a l , el que
i n d i c a que s i b i e n u n p o r c e n t a j e pequeño (2»7/á) da l a desigualdad
total se e x p l i c a p o r l a s d e s i g u a l d a d e s interregionales.; una proporción-
bastante alta {260^%) es a t r i b u i b l e a la especificidad del problema
regional cuando e s t e se e x p r e s a a t r a v é s de l a e d u c a c i ó n que conside-
rada aisladamente es l a variable que i n c i d e más f u e r t e m e n t e en las
desigualdades interpersonaies de ingreso®

En e l a n á l i s i s de l a v a r i a n . z a 3? f i n a l m e n t e j se c o n s i d e r a r o n conjun-
tamente l a educaciónj e l á r e a de r e s i d e n c i a y e l e s t a t u s o c u p a c i o n a l de
l o s p e r c e p t o r e s de i n g r e s o ® En e s t e c a s o , c u a n d o se i n t r o d u c e el arca
de r e s i d e n c i a y e l estatus ocupacional, además de l a e d u c a c i ó n , el porcen-
taje de v a r i a n ^ i a e x p l i c a d o crece fuertemente y alcanza a l Resultado
bastante notable si se t i e n e e n c u e n t a que s o l o tres variables llegan a
dar c u e n t a c a s i de l a m i t a d d e l t o t a l de l a s d e s i g u a l d a d e s interperaonalss
de i n g r . = so en Panamá.

De e s a s t r e s v a r i a b l e s , es e l e s t a t u s o c u p a c i o n a l e l que e x p l i c a un
p o r c e n t a j e mayor de l a v a r i a n z a (ly.ljá), s e g u i d a p o r l a e d u c a c i ó n (.6,1%)
y e l á r e a de r e s i d e n c i a (^oO/á)« En c u a n t o a l a d i f e r e n c i a c i ó n urbano-
rural, cabe d e s t a c a r que s u i n c i d e n c i a en l a s d i s p a r i d a d e s interpsrso-
n a l e s de i n g r e s o e s m a y o r que l a de l a s r e g i o n e s , l a s que s i n considerar
e l estatus ocupacional explican e l de l a varianza t o t a l . Este resul-

tado parece c o n f i r m a r lo que se s e ñ a l ó en c u a n t o a que u n a p a r t e impor-


t a n t e de l a s d e s i g u a l d a d e s de i n g r e s o atribuibles a la distribución
.territorial de l a f u e r z a ds t r a b a j o son c a p t a d a s p o r el marcado'contraste
urbano-rural que e x i s t e en c a d a u n a de l a s r a g l a n e s y , sobre todo, entre
e l área metropolitana y e l r e s t o d e l p a í s que es p r e d o m i . n a n t e m e n t e rural.
/Recuérdese que
- 39 - -

R e c u é r d e s e que s a l v o l o s distritos no m e t r o p o l i t a n o s de l a s provincias


de C o l ó n y Parxamá, en t o d a s l a s p r o v i n c i a s r e s t a n t e s menos d e u n tercio
de l a f u e r z a de t r a b a j o es urbana.
Por o t r a parte, en e l análisis de v a r i a n z a 5 se r e p i t e lo que ya
se h a b í a c o n s t a t a d o en e l análisis de v a r i a n z a 2, Nuevamente se observa
que u n a p r o p o r c i ó n : muy a l t a de l a varianza total está explicada por la
asociación que e x i s t e entre los factores considerados en l a descompo-
sición. Así, mientras el porcentaje explicado por la suma de los
efectos aislados y específicos de l o s tres factores (educación, área
urbano-rural y estatus ocupacional) a l c a n z a a un 2 7 . 2 ^ , el porcentaje
explicado por el efecto conjunto de e l l o s a l c a n s i a a u n 21,8%. Es decir,
un de u n t o t a l de explicado se d e b e a l a forma (desigual) en
que se d i s t r i b u y e la educación y l a f o r m a de i n s e r c i ó n de l a fuerza de
trabajo (estatus ocupacional) entre l a s áreas urbanas y r u r a l e s del
país. Este r e s u l t a d o era p r e v i s i b l e a la luz de l o que s e s e ñ a l ó en el
punto a n t e r i o r en c u a n t o a qu© e s a s t r e s variables determinan diferen-
c i a l e s de i n g r e s o s p r o m e d i o muy p r o n u n c i a d o s , al t i e m p o que l a s asocia-
ciones (positivas) entre ellas s o n t a m b i é n muy e s t r e c h a s (Véanse nueva-
mente l o s cuadros 8 y 9 ) . 1?/
Lo a n t e r i o r indica l a n e c e s i d a d de a d o p t a r u n e n f o q u e de análisis
de l a s d i s p a r i d a d e s interregionales que i n t e g r e las formas diferenciales
de i n s e r c i ó n productiva y l o s n i v e l e s de c a l i f i c a c i ó n de l a fuerza de
trabajo, así como s u d i s t r i b u c i ó n territorial. Obviamente, el lugar
de c o n f l u e n c i a de e s t a s d i m e n s i o n e s se e n c u e n t r a en l a e s f e r a de la
producción. En e l próximo capitulo se a n a l i z a p o r tanto la heterogeneidad
productiva r e g i o n a l m e d i a n t e una t i p o l o g í a de f o r m a s de i n s e r c i ó n produc-
tiva de l a f u e r z a de trabajo.

/III. HETEROGENEIDi
- i^o -

II'I. HETEROGENEIDAD PRODUCTIVA Y DISPARIDADES


. - INTERREGIONALES DE INGRESO

^• Introducción

En el capítulo anterior sé analizaron las disparidades intra e interre-.


gionales de ingreso a nivel individual a la luz de varias características
de la fuerza de trabajo. Se'indic6 que si bien la educación y el estatus
ocupacional dan cuenta de una parte significativa de los diferenciales
interpersonales de ingreso, tanto las regiones como el área de residencia
urbano-rural ejercen también un efecto específico sobre aquellas. Dicho
efecto se expresa en' diferencias significativas de ingreso promedio que
persisten aún controlado el efecto de esas variables a nivel individual.
El análisis puso en evidencia, además, la existencia de fuertes interac-
ciones entre las regiones (y áreas) con los niveles de calificación y
formas de inserción productiva de la fuerza de trabajo, indicando con ello
que los niveles de ingreso primario de asalariados y trabajadores por
cuenta propia con iguales niveles de calificación varían según la región
y el área de residencia.
Asimismo, se constató que Una proporción importante de las dispari-
dades intérpersbnales de ingreso se explica - a nivel estadístico - por
las estrechas asociaciones de las regiones (y áreas) con la educación y
el estatus ocupacional, vale decir, por la desigual distribución espacial
de la fuerza de trabajo, concentrándose en las áreas rurales y en las
regiones más pobres la fuerza de trabajo no asalariada y de menor nivel
•de calificación.
En el presente capítulo se procede a analizar las disparidades inter
regionales mediante el enfoque de la heterogeneidad estructural, enfoque
que permite integrar a nivel de la estructura productiva los factores
asociados a las diferencias de ingreso de la fuerza de trabajo y que
dependen básicamente de los niveles medios de productividad y de las
formas de organización social del trabajo en los distintos sectores y
estratos de la producción. 18/
/La hipótesis
- kl -

La hipótesis central es que las disparidades interregionales de


ingreso constituyen una expresión de la heterogeneidad de la economía
como resultado de la existencia de muy pronunciadas diferencias de produc-
Ividad media (valor agregado o producto por persona ocupada) entre y
dentro de los distintos sectores o ramas de la producción. Sstos estratos
tecnológicos diferenciados se concentran especialmente también de modo tal
que en las regiones más pobres o atrasadas del país se encuentran propor-
ciones relativamente altas de fuerza de trabajo vinculada a las activi-
dades de más baja productividad, mientras en las regiones más avanzadas
y de mayor ingreso medio - el área metropolitana en el caso de Panamá -
una proporción mucho mayor de la fuerza de trabajo forma parte de los
estratos y sectores de más alta productividad.
En su estudio sobre disparidades regionales en Perú, E. Kritz
plantea esta hipótesis en los siguientes términos:

"Las grandes disparidades interregionales de remuneraciones que se


observan en casi todos los países, latinoamericanos son, en medida
muy apreciable, el resultado de las formas especificas de inserción
de la población activa en segmentos cualitativamente diferenciados
del sistema prodr.ctivo. Estos, en virtud de razones que hacen al
proceso de formación histórica de dichas sociedades, tienden a
concentrarse en áreas también diferenciadas del territorio. En
tales economías, el sistema productivo dista mucho de ser homogéneo
en el sentido de la vigencia de un único modo de producción y de
organización social del trabajo; por el contrario, lo que las
caracteriza es la coexistencia en el mismo espacio económico-nacional
- como en las distintas ramas que conforman aquel sistema - de modos
de producción y de organización social del trabajo que corresponden
a tiempos históricos diferentes. En las sociedades latinoamericanas
es común encontrar una variedad de formas de producción que van
desde los modelos tecnológicos y social-organizativos más primitivos
hasta los de la mayor modernidad en ambos aspectos. Con intensidad
variable, esta situación se verifica no sólo entre sectores, sino,
también, al interior de los mismos. Como expresión espacial de este
fenómeno de heterogeneidad, el proceso se plasma en el crecimiento
desigual de las regiones.
En estas circunstancias, no puede sorprender que la fracción de
la fuerza de trabajo que labora en los segmentos ó en las áreas
más atrasadas perciba ingresos que están varias decenas o aún centena
de veces por debajo de los que obtiene aquella otra que está arti-
culada en los estratos y en las regiones más avanzadas; es que, en
último análisis, las diferenciales de productividad media (subrayado
del autor) que se encuentran entre las diversas partes que conforman
t

/la estructura
- k2 -

la estructura heterogénea, constituyen una base material principal


para,.las disparidades en las remuneraciones del trabajo. En la
medida en que, como es usual, esa heterogeneidad se localiza espa-
cialmeintéj las brechas de ingreso entre los diferentes grupos
sociales y ocupacionales tienden a identificarse - y expresarse -
en las disparidades de ingresos entre regiones y áreas de
residencia", 19/
Ahora bien, los datos de la encuesta especial de ingresos de Panamá
(1970) permiten analizar los diferenciales interregionales de ingreso a
la luz de esta hipótesis general y evaluar al mismo tiempo, su capacidad
explicativa.

2. Heterogeneidad productiva; una tipología de


formas de inserción de la fuerza
de traba.jo rep:ional

A fin de captar la heterogeneidad productiva panameña entre y al interior


de los distintos sectores, se utilizaron las dos variables que en la
encuesta permitían diferenciar a la fuerza de crabajo, 20/ perceptora de
ingresos primarios según estratos de productividad: la rama de actividad
y el estatus o posición ocupacional.
En el cuadro 11 se pueden observar las diferencias de ingreso pro-
medio existentes de acuerdo a las dos clasificaciones adoptadas» En
cuanto a la distinción por ramas de actividad, se. adoptó básicamente la
diferenciación entre sectores priraario(agricultura y minería, que repre-
senta un porcentaje muy pequeño del total), secundario (industrial) y
terciario, donde se separó el comercio (al por mayor y menor) de los
seryicios. Estos últimos se diferenciaron de acuerdo a su caracter privadc
o público y entre los primeros se incluyó, además, la construcción y el
transporte, actividades que en términos de ingreso medio se asemejan a
aquella. Por último, se consideraron separadamente el servicio doméstico
y los servicios prestados en la Zona del Canal.
La magnitud de los diferenciales de ingreso primario de la fuerza
de trabajo según sectores van de 8,7 a 1 cuando se consideran las cate-
gorías extremas (trabajadores de la Zona del Canal y trabajadores domes
ticos), a relaciones de 2 a 1 entre la industria y la agricultura. La

/Cuadro 11
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La fuerza de trabajo ocupada en el comercio, por su parte, presenta in-
f^i-esos ¡n lios que triplican los obtenidos por aquella vinculada a la
agricultura, . •

Sin embargo, la diferenciación de sectores no permite captar comple-


tamente toda la gama de estratos productivos. En todos los sectores
existen pronunciadas diferencias de ingreso ligadas a las diferencias de
productividad existentes al interior de los mismos. Una via indirecta
de captar esas diferencias es a través de la posición ocupacional de la
fuerza de trabajo. Esta permite establecer la separación entre asala-
riados y trabajadores por cuenta propia, distinción que, como se sabe,
delimita dentro de cada sector estratos productivos muy disímiles desde
el, punto de vista tecnológicos, social-prganizativo y económico (produc-
tividad) 21/,;
Las diferencias de ingresos medios de la fuerza de trabajo según
posición ocupacional alcanzan valores similares a las correspondientes a
lás ramas de actividad; 2 a 1 entre asalariados privados y trabajadores
por cuenta propia; 3 a 1 cuando el inrgreso medio de estos últimos se
compara con el de los asalariados de gobierno (Véase el cuadro 11).
Nuevamente en la clasificacióa por categorías de ocupación se consi-
deraron separadamente los Trabajadores de la Zona del Canal y los Traba-
jadores domésticos. I-..;tos dos grupos, conjuntamente con los asalariados
del sector público, constituyen formas de inserción productiva diferentes
de las dos categorías principales mencionadas más arriba y representsm el
30^ de la fuerza laboral.
Confirmando lo avanzado en la hipótesis, las nueve regiones conside-
radas muestran estructuras de distribución de la fuerza de trabajo muy
diferenciadas, tanto en términos de sectores de actividad como por cate-
gorías de ocupación. En cuanto a los sectores, las diferencias más
marcadas se dan entre el área metropolitana y las provincias restantes,
diferencias que tienen que ver, en última instancia, con el predominio
de población urbana en la primera y rural en las restantes. En razón
de ello, la distribución sectorialde la fuerza laboral establece una

' /distinción muy


- 45 -

distinci6n muy nítida en la comparación regional entre actividades a-


grícolas por un lado, e industriales, de comercio y servicios, por otro.
Así, mientras en el área metropolitana casi la totalidad de la fuerza
de trabajo está ligada a actividades de los sectores secundario y ter-
ciario, en las regiones restantes el kO% o más deriva sus ingresos de
las actividades agrícolas.
Por otra parte, y excepción hecha del área metropolitana, los
trabajadores en servicios de gobierno y los trabajadores dnmésticos
representan una proporción similar dentro de los totales regionales.
Distinto es el caso de los trabajadores de la Zona del Canal de Panamá
que representan un 6,3% de la fuerza de trabajo del país "^se concentran,
obviainente, en las provincias de Colón y Panamá, residiendo casi el 90%
de ellos en la región metropolitana. Ona parte de las disparidades
entre dicha región y el resto del país se explica por el alto ingreso
medio de este grupo, el cual más que duplica el ingreso promedio
nacional.
Otro tanto ocurre con la distribución de la fuerza de trabajo
regional según categorías de ocupación. Se reproduce en este caso el
patrón anotado en relación con los sectores y está estrechamente ligado
con aquél. Si se establece la comparación entre los porcentajes de traba-
jadores por cuenta propia y asalariados, aparece nuevamente el contraste
muy marcado que existe entre el área metropolitana y las restantes
regiones. Mientras en aquella sólo el 12.% de la fuerza de trabajo
percibe ingresos por trabajo no asalariado, en éstas un tercio o más
de la fuerza de trabajo deriva sus ingresos de actividades por cuenta
propia. Más aún, dicho porcentaje supera el kO% en todas las regiones,
con excepción de Bocas del Toro y Chiriquí, precisamente las dos pro-
vincias de mayor ingreso promedio del país (fuera del área metropolitana)
las que constituye, por así decir, la excepción que confirma la regla.
Adelantándonos al argumento que se desarrolla más adelante, estas dos
provincias difieren de las restantes en su distribución interna de
fueras de trabajo en el sector agrícola y a diferencia de las otras
regiones, en ellas el porcentaje de asalariados agrícolas es mayor
/que el
46 -

que el porcentaje de cuenta propia en el mismo sector, superando amplia-


mente además el porcentaje promedio nacional. Bocas del Toro y Chiriquí
se desvían, por tanto, del patrón típico de distribución regional de
fuerza de trabajo.
Hasta aquí sé haii descrito en forma separada los perfiles produc-
tivos regionales, distinguiendo por un lado los sectores de actividad
y, por otro, las formas de inserción laboral: asalariados y no asala-
riados. La pregunta es, sin embargo, si la consideración simultánea
de ambas distinciones permite o no diferenciár más nítidamente las estruc-
turas productivas regionales en términos de distribución porcentual de
la fuerza de trabajo y en términos de ingresos medios. La respuesta es
afirmativa. Para no señalar más que ún ejemplo que justifica la elabo-
ración de la tipología de formas de inserción productiva que a conti-
nuación se presenta, considérense las disparidades de ingreso promedio
a n i v e l nacional entre la industria y la agricultura. Si el ingreso
medio de la agricultura se iguala a 100, entonces a n i v e l agregado y para
toda la fuerza de trabajo, el ingreso medio de la industria es igual
a 204. Sin embargo, la distinción entre asalariados y trabajadores por
cuenta propia en ambos sectores permite desentrañar disparidades mucho
mayores. A s í , si ahora el ingreso medio de los cuenta propia en la
agricultura se iguala a 100, el ingreso medio de los asalariados en la
industria alcanza a'355. En cambio, el ingreso medio de los cuenta propia
en la industria sólo alcanza á 116, indicando con ello que gran parte
de las disparidades totales entre los dos sectores tienen que ver cnn
las diferencias de ingresos medios entrs los asalariados de dichos sec-
tores. Lo anterior quiere decir que en el análisis de las estructuras
productivas regionales importa considerar t a n t o las ramaa de actividad
entre sí, como su distribución interna entre asalariados y no asalariados.
En el cüadro 12 se presentan en forma resumida y a nivel nacional,
los distintos grupos que constituyen la tipología de formas se inserción
productiva utilizados para hacer las comparaciones interregionales de
estructura productiva e ingresos'medios. Los once grupos permiten dis-
tinguir segmentos de fuerza de trabajo con:ingresos medios que difieren

/Cuadro 12
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significativamente y en forma más pronunciada que aquellos que aparecen


en el cuadro 11.
Por otra parte, los coeficientes de variación de los ingresos
medios presentan diferencias que indican que la homogeneidad, dentro
de cada grupo no es constante. Como promedio, los trabajadoi'es por
cuienta propia presentan una variabilidad del ingreso mayor que los asala-
riados. En el caso de la agricultura y los servicios, los coeficientes
de variabilidad superan incluso el coeficiente correspondiente al total
de perceptores. En el caso de los cuenta propia en la agricultura
ello en parte se explica por la presencia de empleadores agrícolas con
ingresos medios que superan varias veces los percibidos por los pequeños
productores agrícolas del sector. En el caso de los servicios, el alto
coeficiente de variabilidad se debe a la heterogeneidad propia de ese
sector, el que incluye desde profesionales que ejercen por cuenta propia
(abogados, médicos, etc.), hasta los trabajadores menos calificados que
prestan servicios personales (lustrabotas, jardineros, etc.). 22/
Sea como fuere, la tipología logra el propósito de separar dentro
de los sectores agrícola e industrial- que en conjunto representan un
de la fuerza de trabajo - él estrato de menor productividad media
e ingresos. Como se verá, en la medida que los ingresos fuera del área
metropolitana están estrechamente asociados a la participación relativa
del producto e ingreso agrícola, dentro de los totales regionales, la
importancia relativa de la pequeña producción agrícola (cuyos ingresos
medios difieren marcadamente de los correspondientes a los asalariados
del sector), constituye uno de los determinantes de las disparidades
interreginnales én Panamá.
Las estructuras productivas regionales y los ingresos medios
primarios obtenidos por la fuerza de trabajo de cada uno de los grupos
de; la tipología de formas de inserción productiva, se han incluido en
el Anexo I. En cuanto a las primeras, se pueden destacar los siguientes
rasgos principales: •
a) El neto predominio de las actividades agrícolas en todas las regiones
excluida obviamente el área metropolitana. En todas ellas un
/kO% o más
- í+9 -

o más de la fuerza de trabajo es agrícola y salvo la provincia de


Coclé, en todas las restantes más de un cuarto de los ingresos primarios
se genera en dicho sector;
b) En las provincias mencionadas, los trabajadores por cuenta propia
en la agricultura triplican en promedio a los asalariados del m i ^ o
sector, excepción hecha de las provincias de Bocas del Toro y Chiriquí
donde la proporción de asalariados supera a la proporción de cuenta
propia;
c) En todas las regiones - incluida el área metropolitana - la industri
tiene una escasa representación dentro del,total y salvo en el caso de
Coclé, la fuerza de trabajo industrial no supera el 12% del total. El
comercio, sin embargo, tiene una importancia mayor en el área metropoli-
tana en comparación con las regiones restantes y representa cerca de un
cuarto del total de ingresos primarios percibidos por la fuerza de
trabajo metropolitana;.
d) Del mismo modo, en las provincias de Colón y Panamá, y particular-
mente dentro de la región metropolitana, tanto los servicios privados
como del gobierno tienen una representación relativa mayor, especial-
mente la fuerza de trabajo asalariada en los servicios privados.
Esta gruesa caracterización permite contraponer - en términos- de
estructura productiva - el área metropolitana que absorbe a un de la
fuerza laboral del país y en la que predominan las actividades del sector
terciario, por un lado, con las regiones restantes en las cuales predo-
mina el sector agrícola y las actividades que se desarrollan en torno a
él, por otro. Es en este sentido que puede hablarse en el caso de
Panamá de una suerte de superposición entre las áreas (lo urbano versus
lo rural), las regiones (área metropolitana versus provincias) y activi-
dades (agricultura versus resto de las actividades productivas). Es
tal vez en la correspondencia entre estas tres distinciones y en las
marcadas diferencias que existen entre los dos "mundos" que ellas confi-
guran donde debe buscarse la especificidad del problema regional y parte
de la explicación de las marcadas disparidades interregionales en Panamá.
Por lo demás - aunque en forma indirecta - los resultados del análisis
/de varianza
- 50 -

de varianza presentados en el capítulo anterior tendieron a confirmar


a nivel estadístico esta afirmación. Como se recordará, los resultados
indicaron que una alta proporción de la variabilidad de los logaritmos
de ingreso primario de la fuerza de trabajo se explica por las fuertes
asociaciones' que existen eiitre la educación (indicativa dé los niveles
de calificación'de la fuerza la:boral y de su productividad), el área de
residencia (urbano-rural) y las distintas formas de inserción produc-
tiva de aquella.
Á la luz de lo ainterior cabe preguntarse, entonces,¿cómo juegan
en la determinación de las disparidades interregionales los contrastes
entre los ingresos en la agricultura y el resto de las actividades produc-
tivas en cada región o provincia y cómo varían los ingresos medios de la
fuerza de trabajo en dicha actividad en función de su composición interna,
es decir, en función de la importancia relativa de la agricultura de
subsistencia frente al estrato más moderno donde predomina el trabajo
asalariado.?
A nivel agregado, el ingreso por persona ocupada fuera de la agricul-'
tura casi triplica el ingreso medio de los ocupados en el sector: 2.89
a 1. Este contraste reproduce las disparidades que a nivel de cada
región se dan entre los ingresos medios urbanos y rurales. Para el total
del país la relación correspondiente es de 3 a !• (Véase el cuadro 8).
Sin embargo, a pesar de que fuera del área metropolitana no hay diferenciae
pronunciadas en cuanto a los porcentajes de fuerza de trabajo agrícola,
entre las regiones se dan diferencias muy marcadas de ingresos medios en
el agro. Estas van desde 1.686 Balboas en el caso de Bocas del Toro a " '
285 Balboas anuales en Veraguas. En el cuadro 15 se aprecia además que
lá variabilidad de los ingresos medios regionales en la agricultura es muy
superior a la que presentan los ingresos medios de la fuerza de trabajo
no vinculada a esa actividad. Así, el coeficiente de variabilidad no ponde
rado de los ingresos medios' de dicho sector ( 0 , 7 8 3 ) más que duplica el
correspondiente a las actividades restantes (0,56if),' La exclusión del
Area Metropolitana aumenta obviamente la diferencia entre las disparidades
interregiohales de los ingresos medios agrícolas ( 0 . 6 5 2 ) y no agrícolas
(0.216) (véase nuevamente el cuadro 13)» /Cuadro 13
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Una primera conclusión que se deriva del análisis precedente es


que las disparidades interregionales en Panamá están determinadas en
medida importante por las disparidades de ingresos por persona ocupada
en el sector agrícola y, como corolario, que las disparidades urbano-
rurales son un reflejo de aquellas y presentan, por tanto, un patrón
similar: las disparidades interregionales rurales son mayores que las
urbanas, al tiempo que la población rural más pobre se concentra también
en las regiones o provincias más pobres.
En segundo lugar, si se observa ahora en cada región la importancia
relativa de la fuerza de trabajo asalariada - cuyo ingreso en promedio
duplica el de los trabajadores por cuenta propia - queda en evidencia
que en las provincias de Bocas del Toro y Chiriquí se da una situación
radicalmente distinta que en las restantes. Por un lado, en ambas pro-
vincias los asalariados agrícolas superan en porcentaje a los trabajadores
por cuenta propia y por otro, el ingreso medio de esos asalariados
(1.927 y 1.39^ Balboas, respectivamente) es mayor que el ingreso medio de
los cuenta propia C+ó? y 758 Balboas anuales, respectivamente) 23/»
Estas diferencias son menores (e incluso de signo contrario: Dariln,
Herrera y Los Santos) en las otras provincias predominantemente agrícolas.
Más arriba se señaló que las dos provincias aludidas constituyen
una excepción que confirma la regla. Ahora el sentido de esta afirmación
es claro: en ellas no sólo el ingreso medio agrícola es mayor, sino,
además, son las dos provincias de mayor ingreso medio total, excluida el
área metropolitana. Como resultados de lo anterior, en ellas también
el contraste entre ingresos agrícolas y no agrícolas es menor y en el
caso de Bocas del Toro la relación de ingresos entre ambos sectores
incluso se invierte. (Véase última columna del Cuadro 13).
A fin de complementar el análisis y como evidencia adicional del
rol que juegan las diferencias provinciales de estructura de producción
agrícola, se elaboraron varios indicadores que reflejan la importancia
relativa del estrato más moderno y tecnificado de dicho sector dentro
de cada provincia, a partir de la información recolectada en el III
Censo Agropecuario de Panamá, correspondiente al año agrícola 1970-71.
/(Véase Anexo I)
- -

(Véase Anexo í). Los indicadores utilizados son los siguientes: Número
medio de ocupados por explotaci5n agrícola; porcentaje de personal ocu-
pado en explotaciones agrícolas con trabajo remunerado en dinero sobre
el total de personal ocupado en todas las explotaciones; valor medio de
las ventas anuales por explotación agrícola provincial; salario medio
por díá/hombre ocupado en las explotaciones agrícolas de la provincia.
En todos ios casos, estos indicadores muestrsin una correlación positiva
con el ingreso medio provincial y sus valores más altos corresponden
siempre a Bocas del Toro y Chiriqúí, confirmando que se trata de las
regiones agrícolas más dinámicas y modernizadas del país.
En el caso de Bocas del Toro, la presencia de una compañía privada
dedicada a la explotación del bsihano (con predominio de trabajo asala-
riado y actividades relativamente estables a lo largo del año), explica
en gran medida el alto ingreso medio agrícola provincial. A pesar de
la pequeña representación de la población de esta provincia dentro del
total del país, en ella ee generó el 27^5% del total de los salarios
agrícolas pagados en Panamá en 1970-71.
Chiriquí, en cambió, concentra una proporción mucho mayor de la
fuerza de trabajo agrícola del país según las cifras del Censo
Agropecuario) y generó en 1970 cerca de un tercio de los salarios totales
pagados en ese sector. La explotación de la caña de azúcar y el banano
constituyen las dos actividades en las que predomina el trabaja asala-
riado y el valor de las ventas totales a:nuales de la provincia alcan-
zaron en ese año a un 31*2% del total. 2k/
En síntesis, los indicadores analizados muestran que las dos pro-
vincias en cuestión sé apartan notablemente de lo que es el patrón tí-
pico predominante en la agricultura panameña. Como conjunto, el sector
se caracteriza por la presencia difundida del minifundio, donde ,el
personal ocupado no recibe pagos en dinero y en que la mayor parte de la
producción está destinada al autoconsumo. Así, en promedio, en el 86%
del total de las explotaciónes (donde laboraba el 63% de la fuerza de
trabajo agrícola), no existíá trabajo asalariado. Más aún, el J>k% áe
esas explotaciones tenían un tamaño inferior a dos hectáreas y el tamaño
medio del SQ% de las explotaciones más pequeñas era de tres hectáreas.
/Estas características
- 55 - -

Estas características configuran una situación de ".....atraso


técnico-organizativo (en el sector rural) y definen un modo de producción
cuyo resultado necesario es la pobreza, tanto en un sentido relativo
como absoluto. Los parámetros que lo fundamentan son, por una parte,
tecnologías primitivas en los procesos de- trabajo y, por la otra, formas
no capitalistas en la organización social de la producción. Además,
tanto uno como otro se verifican en el marco restrictivo de una relación
hombre/tierra sumamente desfavorable. La combinación de estos elementos
resulta en una producción de pequeña escala, que se orienta de prefe-
rencia' hacia el-auto.consumo o al intercambio limitado al interior del
sector o, en medida tal vez menor, con los otros sectores y regiones de
la economía " 25/
A modo de conclusión.se puede señalar que del análisis de las formas
de inserción de la fuerza de trabajo captadas mediante la tipología
arriba descrita se desprende que las disparidades interregionales en
Panamá dependen en gran medida de las desigualdades existentes al interior
del sector agrícola y que éstas, a su vez, contribuyen fuertemente a la
determinación de las desigualdades intraregionales.
En el siguiente acápite se presentan resumidamente los resultados de
un análisis de descomposición de los ingresos medios regionales en función
de la tipología de formas de inserción productiva.

3* Análisis de descomposición de los


ingresos medios regionales

Una forma de analizar la importancia relativa de las diferencias de


estructura productiva e ingresos medios sectoriales consiste en descom-
poner las disparidades interregionales de ingreso mediante un procedi-
miento que separe las diferencias de ingreso regionales debidas a la
distinta composición o distribución de la fuerza de trabajo regional,
por un lado, de aquellas que son atribuibles específicamente a las dife-
rencias de ingreso que a nivel de cada sector existen entre las regiones,
por otro.
/Mediante este
- 56 - -

Mediante este procedimiento de descomposición - comunmente denomi-


nado análisis diferencial-estructural - 26/ es posible cuantificar la
magnitud del efecto que ejercen sobre las disparidades interregionales
las diferencias entré los ingresos medios percibidos por la fuerza de
trabajo de un mismo sector pero que reside en regiones distintas del país.
El análisis se efectuó a partir de los once grupos distinguidos en
la tií>ología de formas de iniserción productiva y su distribución dentro
de cada una de las n\iéve regiones consideradas (Véase cuadro 1 del
Anexo l).

Los cálculos se hicieron a partir de la siguiente expresión:

A + B = C

donde j = 1,....,9 son las regiones e i=l,,....,ll son los grupos de la


tipología de formas de inserción productiva,
n^^ es la proporción de fuerza de trabajo en el sector o grupo i dentro
de la región j.
n^^ es la proporción de fuerza de trabajo en el sector o grupo i dentro
del país.
y^^ es el ingreso medio de la fuerza de trabajo en el sector o grupo i
dentro de la región j.
y^. es el ingreso medio de la fuerza de trabajo -en el sector o grupo i
dentro del país,
y es el ingreso medio de la fuerza de trabajo en el país.
En esta expresión, el término A mide aquella parte de la diferencia
entre el ingreso medio de la región j y el ingreso medio total del país
atribuible a la diferencia de estructura productiva entre esa región y
la estructura correspondiente al país. B mide, por tanto, aquella parte
atribuible solamente a los diferenciales interregionales de ingreso por
.sector o grupo.
Obviamente, para cada región, (A/C) y (B/C) miden la proporción del
diferencial total de ingreso explicado estadísticamente por cada uno de
los efectos o componentes mencionados.
/Este método
- 57 - -

Este método de descomposición tiene la propiedad de atribuir al


efecto de "estructura" (parte A de la expresión (1)), aquella parte de
£ debida a la inexistencia de fuerza de trabajo en un sector y región
dados. Se eligió este método a fin de no sobrestimar los diferenciales
de ingreso toda vez que los Trabajadores de la Zona del Canal de Panamá
se concentran sólo en las provincias de Colón y Panamá, 27/
Los resultados resumidos de la descomposición aparecen en el
Cuadro Ik, En el Anexo I se presentan los mismos resultados desagregados
1

por grupos y regiones.


Hay que destacar en primer lugar que debido a la importancia del
área metropolitana en términos de distribución regional de fuerza de
trabajo, los resultados de la descomposición están fuertemente influidos
por aquella, salvo en el sector agrícola. En segundo lugar, el efecto
"estructura" está también influido por la concentración de trabajadores
en la Zona del Canal de Panamá, grupo que tiene el mayor ingreso promedio
en el país.
Si se analiza el efecto "estructura" se concluye que éste es muy
fuerte y negativo en todas las provincias del país, variando entre - 2^3 y
- 567 Balboas anuales,indicando con ello las pronunciadas diferencias de
estructura productiva que existe entre las regiones y, sobre todo entre
éstas y el área metropolitana. Dicho efecto "estructura" supera siempre
el kO% del diferencial total de ingreso regional y sólo en el área metro-
politana muestra un valor positivo ( 8 3 6 ) ,
El efecto "ingreso", por otra parte, presenta un comportamiento dis-
tinto del anterior, pues fuera del área metropolitana hay dos provincias
que muestran una'situación atípica en comparación con las restantes.
Mientras en ellas el efecto "ingreso" es fuerte y negativo, variando de
- 154 o. - 428 Balboas anuales, en Bocas del Toro y Chiriquí - como cabía
esperar - ese efecto "ingreso" es positivo en la primera iZOk) y cercano
a cero en la segunda (-25). Ello se explica en arabos casos por el alto
ingreso medio de los trabajadores asalariados en la agricultura.
En la primera provincia mencionada el efecto "ingreso" prácticamente
compensa el efecto "estructura", haciendo casi nulo el diferencial total,
/Esto indica
- 58 -

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- 59 - -

Esto indica que no basta con señalar el caracter predominantemente


agrícola de una provincia o región para concluir que el nivel medio
de la misma será necesariamente bajo en comparación con el área metro-
politana. Hay que precisar de qué tipo de agricultura se trata y básicas
mente cuál es la importancia del sector "moderno", representado por la
existencia de régimen de trabajo asalariado dentro de ella.
En la provincia de Chiriquí, el diferencial total de ingreso es alto
335) y se explica en un por el efecto "estructura" proveniente
de la inexistencia de fuerza de trabajo en el grupo de perceptores de
la Zona del Canal. En ella, sin embargo, el, efecto "ingreso" positivo
atribuible a los asalariados en la agricultura compensa prácticamente el
efecto "ingreso" negativo proveniente de los grupos restantes, de tal
modo que s6lo un 7,5^ del diferencial total se explica^por este tipo de
efectos. Nuevamente queda en evidencia que el caracter particular de
la agricultura de esta provincia es el factor que explica su alto ingreso
medio en comparación con las restantes regiones agrícolas del país.
Finalmente, fuera de la agricultura, los diferenciales totales de
ingreso al interior de cada región se explican en.mayor medida por
aquella parte del diferencial atribuible a los asalariados y, en medida
mucho menor por el correspondiente a los trabajadores por cuenta propia
de cada sector. A su vez, dentro de los asalariados, una proporción aún
más alta se debe al efecto "estructura", lo que se explica por la concen-
tración de asalariados en el área metropolitana, en contraposición con
los cuenta propia los que se distribuyen más uniformemente entre las
regiones. De este modo, el peso relativo de dicha área y el predominio
de relaciones de producción de tipo capitalista en el principal centro
urbano determinan que una parte sustancial de las disparidades de ingresos
medios responda en definitiva a la muy desigual penetración de ese tipo
de régimen de producción en las distintas, regiones del país.
En síntesis, del auiálisis diferencial-estructural se desprende que
las disparidades de ingreso solamente, es decir, descontados los efectos
provenientes de las diferencias de estructura productiva, explican en
promedio un de los diferenciales interregionales.
/Parece necesaria,
- 60 - -

Parece necesaria, por último, una nota de precaución con respecto a


las conclusiones que pueden eventualmente derivarse del análisis prece-
dente. Del hecho de haber constatado que un mayor grado de penetración
del regimen de trabajo asalariado en algunas regiones agrícolas del país
va acompañado de mayores niveles de ingreso medio en la agricultura y de
disparidades intraregionales menores entre ese sector y el resto de las
actividades, - aumentando el ingreso medio regional y contribuyendo, por
tanto, a la disminución de las desigualdades interregionales no se
sigue necesariamente que la penetración de ese tipo de relaciones de
producción en el campo va siempre acompañada de-esos mismos efectos.
Desde luego, y aparte de las limitaciones que impone un análisis de
corte transversal del cual no pueden deducirse comportamientos o tendencias
en el tiempo, están los problemas de medición del ingreso agrícola y, en
general, de los niveles de bienestar que se supone asociados a aquél.
Por un lado, los ingresos monetarios de la fuerza de trabajo a nivel
individual pueden introducir distorsiones importantes, sobre todo cuando
se comparan los ingresos agrícolas con los no agrícolas. Ello, por
cuanto en el caso de los pequeños productores agrícolas, la unidad de
medición relevante es el grupo familiar, en torno al cual se organiza la
fuerza de trabajo y la producción minifundiaria, de tal modo que el
ingreso individual declarado por el pequeño propietario puede subestimar
el valor del producto generado por la unidad familiar. Estrechamente
ligado al anterior, están los problemas de valoración del autoconsumo
y la estimación del producto excedente. 28/ Además, los diferenciales de
ingresos monetarios agrícolas y no agrícolas pueden sobrestimar las
o

diferencias de poder adquisitivo en la medida que los precios (medios)


en las zonas urbanas sean mayores que en las zonas rurales del país,
habida cuenta de las distintas composiciones o estructuras de gasto
familiar promedio en uno y otro sector.
Todos estos factores influyen fuertemente en las comparaciones entre
ingresos urbanos y rurales y, particularmente, las de ingreso y niveles
de vida entre asalariados y pequeños productores agrícolas. Un resul-
tado obvio ea que las regiones donde predomina la pequeña producción
agrícola tenderán a exhibir niveles de ingreso muy bajos en comparación
/con aquellas
- 61 - -

con a q u e l l a s donde e x i s t e una p r o p o r c i ó n alta de a s a l a r i a d o s agrícolas.


En e s t a s ú l t i m a s , en c a m b i o , el i n g r e s o medio d e l sector en s u conjunto
presentará diferencias menores con e l i n g r e s o medio f u e r a de l a agricultura.
Por o t r o lado, están los factores relativos a las condiciones especí-
f i c a s bajo las cuales se d a n h i s t ó r i c a m e n t e , los p r o c e s o s de penetración
y a m p l i a c i ó n de l a s r e l a c i o n e s de p r o d u c c i ó n capitalistas en e l campo y
las formas c o n c r e t a s que a d o p t a l a m o d i f i c a c i ó n o desaparición de la
pequeña p r o d u c c i ó n agrícola y del campesinado. Esa p e n e t r a c i ó n no tiene
porque'adoptar un'mismo p a t r ó n en l a s d i s t i n t a s r e g i o n e s d e l mismo país
y sus consecuencias dependerán de v a r i o s factores. Entre ellos, del tipo
de p r o d u c c i ó n a g r í c o l a predominante en l a r e g i ó n : si e s t á o no orientada
a l mercado i n t e r n o o externo; si se t r a t a de p r o d u c t o s con c u l t i v o s inten-
sivos o extensivos; si el ciclo productivo g e n e r a o n o u n a demsuida de
f u e r z a de t r a b a j o estacional o permanente, etc. Todas e s t a s condiciones
i n c i d e n de d i s t i n t a f o r m a en l o s n i v e l e s m e d i o s de l o s salarios agrícolas,
en e l m a y o r o m e n o r i n c e n t i v o a la e m i g r a c i ó n de l a f u e r z a de trabajo
rural; en l a p o s i b i l i d a d de i n c o r p o r a r o no e l p r o d u c t o excedente del
pequeño p r o d u c t o r agrícola como i n s u m o de l a producción agrícola del
estrato " m o d e r n i z a d o " o como b i e n e s de consumo p a r a l a f u e r z a de trabajo
asalariado, etc.

Para o b t e n e r , por tanto, c o n c l u s i o n e s más d e f i n i t i v a s con r e s p e c t o a


los efectos que e s d a b l e esperar de l o s c a m b i o s en l a estructura produc-
tiva d e l agro sobre l a s d i s p a r i d a d e s intra e interregionales, es nece-
sario analizar la evolución que ha m o s t r a d o la agricultura en l a s dis-
tintas r e g i o n e s y su i m p a c t o en l o s n i v e l e s de i n g r e s o de l a población
activa dentro y f u e r a de e l l a . En t o d o c a s o , el análisis realizado
insinúa que l a absorción de f u e r z a d e t r a b a j o p o r p a r t e de e s t r a t o más
moderno y t e c n i f i c a d o del sector, se a s o c i a a a u m e n t o s d e l ingreso medio
y d i s m i n u c i ó í i de l a s d i s p a r i d a d e s intraregionales. Ambos e f e c t o s se
expresarían en d i s m i n u c i o n e s de l a s desigualdades de i n g r e s o entre las
regiones.

/IVo LAS
- 62 - -

IV. LAS DESIGUALDADES INTRAREGIONALES A NIVEL


INDIVIDUAL Y SUS EFECTOS SOBRE LA
DESIGUALDAD TOTAL

En el presente capítulo se aborda el problema de la magnitud, de las


desigualdades interpersonales de ingreso al interior de las regiones
del pais. Tres son los aspectos que interesa analizar. El primero se
refiere a los grados de concentración de la distribución del ingreso
personal en cada región y los factores vinculados a las diferencias de
magnitud de esos grados de concentración. El segundo aspecto dice
relación con la magnitud de la desigualdad en la distribución del
ingreso a nivel del país y trata de responder a la interrogante de cuál
es la contribución de las desigualdades interregionales al total de
las desigualdades interpersonales en Panamá. El último aspecto consi-
derado es el relativo a la distribución sectorial y regional de la
población más pobre del país. Mediante un índice de pobreza que permite
identificar a la población de menores ingresos se cuantifica la contri-
bución de los distintos sectores y regiones a la pobreza total.

1• Magnitud y factores asociados a las


desigua:ldades intraregionales

Nos preguntamos en primer lugar si el grado de desigualdad de la distri-


bución del ingreso personal difiere o no entre las regiones distinguidas.
En un análisis de disparidades interregionales la respuesta a esta pre-
gunta podría aparecer como una cuestión de importancia menor ya que a
nivel regional las disparidades dependen de la magnitud de los ingresos
medios de la fuerza de trabajo que reside en cada región. Sin embargo,
a nivel individual este es un aspecto crucial. Si por ejemplo, la de-
sigualdad es mayor en las regiones más pobres que en las más ricas,
entonces las diferencias de ingreso entre la población que se sitúa en
los extremos de las distribuciones de una y otra región son mayores
aún que las que se observarísin en una situación inversa o en el caso
que los niveles de desigualdad intraregionales fuesen similares.
/Es obvio
Es obvio que si la disparidad de ingreso entre dos regiones
(Y^/ es igual a un valor k y si las estructuras distributivas del
ingreso (por deciles, por ejemplo) en las dos regiones son idénticas,
entonces la disparidad de ingresos medios entre dos subgrupos equiva-
lentes cualesquiera (los deciles inferiores de las dos regiones, por
ejemplo) es también igual a k.
A fin de comparar las estructuras distributivas del ingreso per-
sonal entre las regiones, se construyeron los perfiles distributivos
por grupos decílieos, considerando esta vez, además de los ingresos
primarios de la fuerza de trabajo, los ingresos de la propiedad y las
transferencias monetarias a la población inactiva. 29/ (Véanse los
cuadros 1 y 2 del Anexo II),
Varias características de las distribuciones de ingreso personal
de cada región se resumen en el Cuadro 15, Todos los coeficientes
calculados (Gini, Theil y coeficiente de variabilidad) indican que los
niveles de desigualdad interpersonal difieren fuertemente entre las
regiones. El coeficiente de Gini - que es más sensible que los otros
dos a la desigualdad en los grupos de ingresos medios y bajos de la
distribución, 30/ varía entre 0.46 en Bocas del Toro y 0.60 en Veraguas,
mientras en el total del país alcanza a 0.56. Diferencias igualmente
pronunciadas resultan de la comparación de los ingresos medios de los
deciles extremos de la distribución dentro de cada región. Mientras en
el Area Metropolitana el ingreso medio del 10^ más rico supera en 5^
veces el correspondiente al 10^ más pobre, en Veraguas - la provincia
de menor ingreso medio - dicha relación es de 1^0 a 1.
Si se considera, por otra parte, el ingreso medio de todos los
perceptores del país (1.565 Balboas anuales) como línea demarcatoria,
el porcentaje de perceptores con ingresos inferiores a esa cantidad
supera en todas las regiones el del total, mientras en el Area
Metropolitana alcanza sólo a un ^7%, porcentajes que reflejan el distan-
ciamiento de esta región del resto y el peso de dicha área dentro del
país. Conclusión similar se obtiene de la comparación de los ingresos
medianos regionales.

/Cuadro 15
- 64 -

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- 65 - -

Más aún, los pobres de las distintas regiones no son igualmente


pobres medidos por la escala del ingreso. Así, el ingreso medio del
20% más pobre del Area Metropolitana es casi siete veces superior al
ingreso medio del mismo grupo de Coclé y casi duplica el del Z0% más
pobre de perceptores de Bocas del Toro.
Vistas estas diferencias cabe preguntarse cuáles son los factores
asociados a los niveles de desigualdad del ingreso personal dentro de
las regiones y si existe o no alguna regularidad en el comportamiento
de los índices de concentración de cada provincia y sus características.
Una respuesta afirmativa a esta interrogante, aún en un análisis de
sección cruzada, permitiría - con todas las precauciones del caso -
avanzar hipótesis y conclusiones sobre los efectos que los niveles de
desarrollo relativo de las regiones tienen sobre la desigualdad inter-
personal y su incidencia sobre el nivel de desigualdad total.
Consideramos, en primer lugar, la relación entre nivel de ingreso
y grado de desigualdad. Ambos aparecen estrechamente ligados si se uti-
liza el coeficiente de Gini como medida de concentración de la distri-
bución del ingreso intraregional. (Véase Gráfico 2). Excluida el Area
Metropolitana, las dos provincias con mayor ingreso medio (Bocas del
Toro y Chiriquí) presentan el menor coeficiente, en tanto, en el otro
extremo, Veraguas presenta la distribución más concentrada y el menor
ingreso medio provincial» En las cinco regiones restantes no hay una
ordenación de rangos perfecta, pero tiende igualmente a darse la relación
inversa entre el ingreso y grado de concentración.
Por otra parte, mientras no hay una relación entre el porcentaje
de población rural y la desigualdad, sí tiende a reproducirse el patrón
de relación señalado cuando se consideran las disparidades urbano-ru-
rales. Esto insinúa que las diferencias interpersonales se deben no
tanto a la mayor presencia de fuerza de trabajo en el sector rural
(básicamente agrícola) sino al tipo de actividad agrícola que predomina
en cada provincia, (Véase nuevamente el cuadro 15). Las desigualdades
medidas por el coeficiente de Gini son otra vez menores en Bocas del Toro
y Chiriquí y mayor en Veraguas, provincias que se mueven justamente
entre los extremos de menor y mayor disparidad urbano-rural.
/Los ajustes
- 66 - -

Los a j u s t e s raínimo-cuadráticos entre l o ec o e f i c i e n t e s de G i n i y


el ingreso medio r e g i o n a l muestran que l a r e l a c i ó n lineal entre ambas
variables es estadísticamente significativa, 31/

(1) Con Área Matrouolitana


Gini= 0,S97 - ( 0 . 6 ) (10) ~ Ingreso medio r e g i o n a l ; r = 0.4l8
— ' n =9
error estándar: (0.0000?)

(2) Sin Area Metropolitana;


if 2
Gini = 0.658 - (1.24) (10) - Ingreso medio r e g i o n a l ; r = 0.595
error estándar: (0.00004) n =8

Cuando s e e x c l u y e e l Area M e t r o p o l i t a n a , e l parámetro de r e g r e s i ó n


resulta significativo a l y e l ingreso medio r e g i o n a l logra dar cuenta
d e u n 60% d e l a v a r i a b i l i d a d de l a medida de d e s i g u a l d a d de G i n i . En
el Gráfico 2 se muestra l a relación lineal inversa entré las dos variables
consideradas en e l modelo. Más a d e l a n t e se e x p l i c a l a exclusión del Area
Metropolitana en e l segundo ajuste.

Con t o d o , esta relación a nivel estadístico no permite explicar l a


vinculación entre desigualdad y nivel de i n g r e s o o desarrollo regional
si aquel se considera indicador sintético de é s t e . Anivel teórico, fue
S. Kuznets 32/ quien primero sistematizó l a evidencia e m p í r i c a y propuiso
al respecto u n marco interpretativo que p e r m i t e vincular e l nivel y l a
distribución del ingreso con l a d i s t r i b u c i ó n sectorial de l a fuerza de
trabajo. Su e n f o q u e - de c a r á c t e r dinámico y pertinente para los procesos
de d e s a r r o l l o de largo plazo en l o s países - pone énfasis en l a t r a n s f e -
rencia de población desde e l sector agrícola a los otros sectores de a c t i -
vidad y considera esa transferencia como e l p r i n c i p a l cambio estructural
que acompaña e l p r o c e s o de d e s a r r o l l o . En l a s e t a p a s iniciales de ese
proceso dicho movimiento implica una r e d u c c i ó n del porcentaje de fuerza
de t r a b a j o en l a a g r i c u l t u r a , aunque n o n e c e s a r i a m e n t e un decrecimiento
absoluto de l a misma. Según K u z n e t s , e n e t a p a s más a v a n z a d a s d e l proceso,
se v e r i f i c a r í a incluso un decrecimiento absoluto de l a población agrícola

/en l a
- 67 -

en l a m e d i d a que e l crecimiento natural de e s a p o b l a c i ó n n o compensaría


la e m i g r a c i ó n desde esas a c t i v i d a d e s . La h i p ó t e s i s e s que e n l a medida
que e s a s t r a n s f e r e n c i a s de p o b l a c i ó n i m p l i c a n n o s ó l o u n c a m b i o en el
sector de a c t i v i d a d sino t a m b i é n en e l lugar de r e s i d e n c i a - desde el
campo a l a ciudad y a l a metrópoli - aquel proceso g e n e r a c a m b i o s en la
distribución del ingreso. Estos c a m b i o s se e x p l i c a r í a n por e l hecho que
el i n g r e s o m e d i o y m o d a l en l a agricultura se e n c u e n t r a n en g e n e r a l muy
p o r d e b a j o de l o s correspondientes a las actividades no a g r í c o l a s , de
modo t a l que d e p e n d i e n d o de l a proporción de f u e r z a de t r a b a j o y las
f u n c i o n e s de p r o d u c c i ó n , en u n o y o t r o sector, la migración desde la
agricultura hacia los s e c t o r e s de m a y o r ingreso (y producto por ocupado)
afectarían la varianza de l o s i n g r e s o s de l a distribución total. £1
efecto sobre el nivel de c o n c e n t r a c i ó n dependería, entonces, de l a s condi-
ciones i n i c i a l e s , y básicamente de l a disparidad de i n g r e s o entre los
s e c t o r e s a g r í c o l a y no a g r í c o l a y de l a distribución sectorial de fuerza
de t r a b a j o entre ellos, 33/ La r e l a c i ó n entre desigualdad y desarrollo
tendría a lo largo d e l tiempo un comportamiento que e m p í r i c a m e n t e se h a
descrito como e l de "ü" invertida, indicando q u e en s u s p r i m e r a s etapas
el crecimiento iría a c o m p a ñ a d o de u n a u m e n t o de l a d e s i g u a l d a d la que
d e s p u é s de a l c a n z a r un máximo t e n d e r í a a reducirse. 3^/

Como es obvio, la hipótesis de Kuznets alude a una relación diná-


mica entre ingreso per capita (como proxy de nivel de desarrollo) y
desigualdad observada entre países (en el tiempo) y como resultado de
un proceso de crecimiento. A pesar de ello, esta hipótesis aporta ele-
mentos para la comprensión de esa relación entre l a s regiones al interior
de un país. 33/ La idea no es por cierto replicar aquí el esquema
conceptual de Kuznets a un n i v e l de análisis distinto - el regional -
sino simplemento recoger de él un elemento que en el caso de Panamá, al
menos, parece desempeñar un rol importante en la interpretación de la
estrecha relación que hay entre los niveles de desigualdad intraregional
y el ingreso medio de las regiones o provincias. Ese elemento es el
referente a las distintas estructuras productivas que presentan las
regiones, particularmente al interior del sector agrícola, aunque no
exclusivamente dentro de él, /Recuérdese que
- 68 - -

R e c u é r d e s e , que n o . o b s t a n t e que f u e r a d e l á r e a m e t r o p o l i t a n a la
actividad predominante es l a a g r i c u l t u r a - con v a r i a c i o n e s provinciales
en c u a n t o a l g r a d o de p e n e t r a c i ó n d e l r e g i m e n de t r a b a j o asalariado -
hay también, grados v a r i a b l e s de d i f e r e n c i a c i ó n productiva y presencia
de a c t i v i d a d e s del sector secundario y t e r c i a r i o en p o r c e n t a j e s que
fluctúan entre alrededor de 30% y 70% de l a f u e r z a de t r a b a j o regional.
En e s a s a c t i v i d a d e s las disparidades de i n g r e s o entre el estrato asala-
riado y no a s a l a r i a d o son s i g n i f i c a t i v a s también y l o s ingresos primarios
g e n e r a d o s en e s t e ú l t i m o estrato s o n en t o d a s l a s r e g i o n e s inferiores a
los ingresos primarios generados f u e r a de é l . En e l capítulo anterior
se m o s t r ó , además, que l o s r e s u l t a d o s del análisis diferencial-estruc-
tural indican que n o menos d e l de l a s disparidades interregionales
pueden, a t r i b u i r s e al llamado efecto " e s t r u c t u r a " y que e l afecto "ingreso"
dentro del diferencial total e s en g e n e r a l m e n o r en e l c a s o de l a fuerzaí:;
de t r a b a j o perteneciente al estrato asalariado dentro de c a d a s e c t o r de
actividad, .

A la luz de e s t a e v i d e n c i a , asumimos e n t o n c e s que l o s ingresos


medios r e g i o n a l e s - que d i f i e r e n fuertemente entre si - están estrecha-
mente v i n c u l a d o s a la importancia relativa que d e n t r o de c a d a región
tiene el estrato productivo "tradicional" (por oposición al "moderni-
zado") y 'que de. a c u e r d o a las posibilidades de m e d i c i ó n d e l mismo, consi-
deramos r e p r e s e n t a d o por el porcentaje de t r a b a j a d o r e s por cuenta propia
en c a d a s e c t o r . 3 6 / fin ú l t i m a instancia, la hipótesis e s que l o s grados
de d e s i g u a l d a d interpersonal a nivel de l a s regiones r asociados como
se v i o á l o s . i n g r e s o s m e d i o s de l a s m i s m a s - reflejan básicamente las
disparidades de i n g r e s o y p r o d u c t i v i d a d m e d i a e n t r e esos segmentos dife-
renciados de l a producción en c a d a s e c t o r . En c o n c o r d a n c i a con e s t a .
hipótesis, cabría esperar una r e l a c i ó n inversa y significativa entre
esos p o r c e n t a j e s de no a s a l a r i a d o s (CP) y l o s i n g r e s o s m e d i o s en cada
región.

Los r e s u l t a d o s del ajuste' mínimo-cuadrático entre esas variables


arrojó el siguiente resultado:

/(1) Ingreso
- 69 -

2
(1) Ingreso medio r e g i o n a l = 1 . 6 7 7 i 3 - 1 6 , 7 8 P o r c e n t a . j e de CP; r = 0 , 6 5 6
error estándar: (lif,022l n =8

En e l G r á f i c o 2 se puede a p r e c i a r e l comportamiento sistemático


entre los coeficientes de d e s i g u a l d a d de G i n i , los ingresos medios
r e g i o n a l e s y l o s p o r c e n t a j e s de f u e r z a de t r a b a j o en l o s estratos pro-
d u c t i v o s no a s a l a r i a d o s de l o s diferentes s e c t o r e s de actividad.
La e x c l u s i ó n d e l A r e a M e t r o p o l i t a n a de l a s r e l a c i o n e s lineales
e s t i m a d a s r e s p o n d e a l h e c h o de que en e s t a r e g i 6 n e l p r e d o m i n i o del
r é g i m e n de t r a b a j o asalariado o b l i g a a buscar en e s t e c a s o l o s factores
d e t e r m i n a n t e s de l a d e s i g u a l d a d d i s t r i b u t i v a no s ó l o o b á s i c a m e n t e en
l a s d i s p a r i d a d e s de i n g r e s o entre estratos, sino t a m b i é n en l a s carac-
t e r í s t i c a s y f o r m a s de f u n c i o n a m i e n t o de l a economía c a p i t a l i s t a que
p r e d o m i n a en l a s a c t i v i d a d e s no a g r í c o l a s de e s a r e g i ó n . En l a s pro-
vincias restantes, sin embargo, la relación entre i n g r e s o medio regional
y p o r c e n t a j e de t r a b a j a d o r e s p o r c u e n t a p r o p i a e s a l t a m e n t e significa-
tiva e indica que d o s t e r c i o s de l a v a r i a b i l i d a d del ingreso interre-
g i o n a l se e x p l i c a p o r l a importancia r e l a t i v a del estrato productivo no
"modernizado".
En s í n t e s i s , el análisis precedente revela que l a d e s i g u a l d a d en
la distribución del ingreso a n i v e l p e r s o n a l en Panamá d e p e n d e e l alto
grado d e l ingreso r e g i o n a l y que e s t e , a su v e z , se a s o c i a a l tamaño
r e l a t i v o de l o que se d e n o m i n ó s e c t o r "tradicional".
Es p r e c i s o aclarar que d i c h a s r e l a c i o n e s t i e n e n más que n a d a un
caracter heurístico y de e l l a s n o es l í c i t o extrapolar - y menos lineal-
raente - tendencias que p r e t e n d a n d e s c r i b i r un c o m p o r t a m i e n t o en el
t i e m p o de l a d e s i g u a l d a d a m e d i d a que c r e c e e l i n g r e s o r e g i o n a l . Y
e l l o no s ó l o porque l a evidencia aportada r e f l e j a esas r e l a c i o n e s en
un momento d e l t i e m p o a t r a v é s de u n a n á l i s i s de s e c c i ó n cruzada, sino
además, p o r q u e l a transferencia de f u e r z a de t r a b a j o h a c i a e l régimen
de t r a b a j o a s a l a r i a d o genera e f e c t o s d i f e r e n c i a d o s sobre e l n i v e l y la
distribución del ingreso que d e p e n d e n de l a forma y d e l s e c t o r donde
penetran l a s relaciones capitalistas de producción.

/Gráfico 2
Gráfico 2
RELACION ENTRE COEFICIENTES DE 'GINI'

E INGRESO MEDIO REGIONAL

.(,0

• sr

• so (S)

¿IS

6a o I ooo i í-wo ) Soo XXoo lisZ&RESO


M eoic»
Recrío e^ at

AM = Area Metropolitana D Darién


R = Resto provincias Colón y Panamá H Herrera
BT = Bocas del Toro LS = Los Santos
C = Coclé V Veraguas
CH Chiriquí T Total país

Entre paréntesis se indica el porcentaje de fuerza de trabajo en el


sector "tradicional"o
- 71 -

De cualquier juanera, es posible conjeturar que en la medida que


los crecimientos del ingreso regional vayan acompañados de una dismi-
nución de la fuerza de trabajo ocupada en los esteratos de menor produc-
tividad media de los distintos sectores, pero especialmente en la agri-
cultura, las disparidades intraregionales entre agricultura y resto dismi-
nuirán y esas reducciones serán mayores mientras mayor sea la importancia
del producto e ingreso agrícolas dentro de la región. Estos cambios
tenderían a ir acompañados de disminuciones en la desigualdad interper-
sonal y, obviamente, de reducciones en las disparidades urbano-rurales.
Analizados los niveles de desigualdad personal dentro de las
regiones, cabe preguntarse ahora cuál es el efecto de las diferencias o
disparidades entre las regiones sobre la desigualdad total en Panamá.

2. Descomposición del Indice de Theil

En esta sección se presentan los resultados de una descomposición de la


desigualdad total observada en Panamá hacia 1970 mediante el uso del
coeficiente de concentración de Theil.57/ El método permite cuantificar
qué parte de la desigualdad total de la distribución del ingreso se
explica estadísticamente por la desigualdad entre los ingresos medios
regionales - por efecto de las disparidades interregionales - y qué
parte se explica por las desigualdades interpersonales de ingreso al
interior de las regiones.
El método de descomposición se basa en la siguiente identidad:

Z i ( - v ' ^ i ' " ^ ^ ^ ^ Hy^ H ^--i/^^J

¿ ( y,./yj/(x./x
•i- ^ J-) J
S K
Desigualdad total Desigualdad entre Desigualdad ir
intra
regiones regiones

/En la
- 72 -

En la expresión (1), y^^^ es el porcentaje del ingreso del grupo i,

y es el porcentaje del ingreso corréspon-


o .
diente a la región g, x^ y x^ son los
porcentajes correspondientes a la población
en el, grupo i y en la región g, respecti-
vamente.
Los ¿álculos se' hiciejpon a partir de las distribuciones de ingreso
personal total por deciles. 38/ (Véase cuadro 1 del Anexo II).
Los resultados de la descomposición se resumen en él siguiente
cuadro:

Descomposición de la desigualdad
mediante el coeficiente de Theil

Componentes Coeficientes Porcentajes

Desigualdad total 0,557 100,0


Desigualdad entré regiones 0,125
Desigualdad intra regiones 0,432 77,6

La descomposición indica que cerca de un cuarto de la desigualdad


total de ingresos en Panamá medida en la distribución por deciles de
perceptores se explica por las desigualdades de ingresos medios regio-
nales. Aunque este resultado no es éstrictaimente comparable con la
descomposición de la varianza de los logaritmos de ingresos primarios
presentada en.el Capítulo II, tiende a confirmar que cuando se aisla
el efecto de las disparidades interregionales, éstas dan cuenta de una
proporción significativa de las desigualdades interpersonales, propor-
ción que varía entre un sexto y alrededor de un cuarto de la variabi-
lidad total de los ingresos, dependiendo del método de descomposición
utilizado.

Distribución
- 73 -

3. Distribución de la población de
menores ingresos en Panamá

Con el propósito de analizar la distribución de la población de menores


ingresos en Panamá, se aisló el primer quintil de la escala distributiva.
En este 20% más pobre las diferencias urbano-rurales de ingreso tanto
dentro como entre las regiones, no son significativas y oscilan todas
alrededor del promedio de 125 Balboas. 39/ (Ver cuadro l6).
Sin embargo, como cabía esperar, en el área rural se concentra la
mayor parte de la población de más bajos ingresos la que reúne dos
tercios del total de perceptores pobres de Panamá, Más aún, sólo dos
provincias - Coclé y Veraguas - concentran el 53^ los pobres rurales.
Por otra parte, las provincias de Colón y Panamá, es decir, el área
metropolitana y sus distritos circundantes, concentran casi el 80% de
los pobres urbanos.
Existe evidencia adicional respecto a la concentración de la pobreza
en las áreas rurales del país. En un trabajo llevado a cabo en 1975 por
Ligia Herrera, kO/ se clasificaron los 6í distritos de la República de
acuerdo a cinco niveles de desarrollo relativo sobre la base de un ín-
dice sumatorio construido con indicadores, (Véanse cuadros II-3 y
11-^ del Anexo). Distribuidos los distritos según niveles de desarrollo
en las categorías del índice (Alto; Medio Alto; Medio; Bajo y Muy Bajo),
se calculó el porcentaje de la población provincial residente en los 66
distritos así clasificados. Los porcentajes de población total que vive
en distritos de nivel de desarrollo Bajo y Muy Bajo quedaron ordenados
de la siguiente manera: Panamá (8?ó), Colón (29%), Chiriquí (379é), Bocas
del Toro Los Santos (53^), Herrera (56^), Coclé (73^), Veraguas
Í7S%) y Darién (lOO^á). Aparte de que esta ordenación guarda perfecta
correlación con los niveles de ingreso medio de las provincias, kí/
la distribución de los distritos de mayor desarrollo relativo dentro de
ellas indicó que los mayores centros urbanos pertenecen precisamente a
dichos distritos. En otras palabras, los niveles de pobreza quedaron
ordenados de acuerdo al desarrollo relativo de las provincias y dentro
de las provincias, la población más pobre apareció concentrada en las
áreas (distritos) rurales»
/A fin
- -

A fin de c u a n t i f i c a r la contribución de l a s regiones y de los


grupos a la pobreza total se u t i l i z ó el siguiente índice de p o b r e z a : k2/

(1) P = F (x^) (x* -.u*)/u . .

En e s t e í n d i c e , F (x ) es l a p r o p o r c i ó n de p o b l a c i ó n pobre; x es
el ingreso de l a l í n e a de p o b r e z a ; u ^ es e l i n g r e s o m e d i o de l o s pobres,
A
es d e c i r , de t o d o s - l o s perceptores con i n g r e s o s inferiores a x y u es
el i n g r e s o m e d i o de l a población.
Se p u e d e d e m o s t r a r que P m i d e l a proporción del ingreso total que
habría que t r a n s f e r i r a la población p o b r e de modo que t o d o s ellos
A
a l c a n c e n un i n g r e s o igual al de l a línea de p o b r e z a , x .
El índice P tiene la propiedad de d e s c o m p o s i c i ó n , la que puede
expresarse como:

(2) P = w. P. , d o n d e w. = u.f./u . y P. = F. ( x ^ ) l x ^ - uf)/u


X X X X . X X . X ' X X X

En l a expresión (2), u"^ es e l i n g r e s o m e d i o de l a población del grupo


i; f. es l a proporción de l a p o b l a c i ó n d e l grupo i dentro de l a población
total y u^ es e l i n g r e s o m e d i o de l a población pobre d e l grupo i.
A partir de (2) se puede escribir:

O) P = i Z i ^i ~i (" "x ^ ' ^" ^" - "±


).
u

Si f^ = n^/n y F^.(x ) = n^^ / n ^ , entonces (j) queda expresado


como:

(if) P = já ( X* - u^ )/u = ^ H. B. . En e s t a última


i n ^ ^ 1 X.

expresión, H^ es l a proporción de p o b r e s en e l grupo i y B^ e s l a brecha


a g r e g a d a de p o b r e z a d e l grupo i como p r o p o r c i ó n del ingreso total de
la población. Obviamente H. B ./P mide l a contribución de ,un grupo
.J O
cualquiera 3 a la pobreza t o t a l P.
/El procedimiento
- 75 -

El procedimiento descrito se a p l i c ó a l a s nueve regiones y a los


once g r u p o s d i s t i n g u i d o s de a c u e r d o a la inserción productiva» Para ello
se c o n s i d e r ó como l í n e a de p o b r e z a (x ) un v a l o r arbitrario que se fijó
en 2 5 0 B a l b o a s anuales de 1970» valor que c o r r e s p o n d e al: ingreso que
define el 20% de l a población más p o b r e en l a distribución de ingresos
del total del país. 43/ Los cuadros 17 y I 8 resumen los resultados de
la descomposición del índice P por regiones y grupos, respectivamente=
En p r i m e r lugar, hay que d e s t a c a r e l hecho que s i se a c e p t a como
criterio de p o b r e z a a nivel individual y de p e r c e p t o r e s activos y pasivos,
el ingreso que s e p a r a al 20% más p o b r e de l a población, entonces el
índice agregado de p o b r e z a alcanza a sólo l o l o que indica que una
transferencia de m e n o s d e l 2% d e l ingreso total distribuido bastaría
para elevar el ingreso de ese s e c t o r de l a población hasta el nivel de
250 B a l b o a s anuales de 1970o En s e g u n d o lugar, el índice P varía fuerte-
mente entre las regiones® Los n i v e l e s más b a j o s de p o b r e z a corresponden
al Area M e t r o p o l i t a n a , Bocas d e l Toro y C h i r i q u í , mientras en e l otro
extremo se s i t ú a n las provincias de C o c l é , Darién y Veraguas. Sin
embargo, las contribuciones por regiones a la pobreza total (última co-
lumna d e l cuadro 17) muestran un rango de v a r i a c i ó n menor pues dichos
porcentajes dependen d e l tamaño r e l a t i v o de c a d a r e g i ó n . El Area metro-
politana aporta cerca d e u n 13% a p e s a r que r e p r e s e n t a u n k2% de la
población perceptora dentro del país. Coclé, Darién y Veraguas en
cambio, representan 17% del total y aportan un a la pobreza agregada.

Por otra parte, tanto los índices de p o b r e z a como las contribuciones


porcentuales por grupos según f o r m a s de i n s e r c i ó n productiva corroboran
las conclusiones obtenidas en l o s puntos 1 y 2 del presente capítulo.
En l a penúltima columna d e l cuadro I8 se puede apreciar que l a extensión
y severidad de l a pobreza son mayores en e l caso de l o s trabajadores por
cuenta p r o p i a , grupo al que se a g r e g a el de l o s trabajadores en servicios
domésticos. Estos últimos aportan un s e x t o de l a pobreza a nivel agre-
gado. El caso extremo lo constituye el grupo de l o s trabajadores por
cuenta propia en l a agricultura; este sector que r e p r e s e n t a un quinto
de l a fuerza de t r a b a j o en Panamá c o n t r i b u y e c o n kl% a la pobreza y -

/hacia I97O
- 76 -

h a c i a 1^70 - c e r c a de d o s t e r c i o s de e s o á , t r a í f e A d o r e s percibían in- '


gresos inferiores al de l a linea de pobrezS»
No debe s o r p r e n d e r entonces que l a s disparidades regionales en
Panamá p u e d a n e n b u e n a m e d i d a s i n t e t i z a r s e ^ oposiciones: Area
metropolitana - resto de l a República; pobla^g^n ^bana - población
rural; a c t i v i d a d e s no a g r í c o l a s - actividades .trabajo asala-
riado - t r a b a j o no a s a l a r i a d o . El segundo t é r m i n o de t o d a s e s t a s opo-
siciones confluye en l a pequeña p r o d u c c i ó n campesina, sector que por
sus b a j o s n i v e l e s de i n g r e s o y p e o r e s condiciones de v i d a es e l que
más c o n t r i b u y e al distanciamiento social y a las pronunciadas dispa-
ridades urbano-rurales e interregionales en Panamá»

/Cuadro l6
DO O cO N >
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fM — n — ^

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- 80 -

V. EVOLUCION RECIENTE DE LAS DISPARIDADES


REGIONALES EN PANAMA

En e l p r e s e n t e C a p í t u l o nos l i m i t a m o s a proveer algunos antecedentes


parciales sobre l a evolución reciente de l a s disparidades interregio-
nales en Panamá. El análisis se r e f i e r e al período 1970-1978 y está
b a s a d o en e l comportamiento exhibido en e l p e r í o d o por el Producto
Interno Bruto p r o v i n c i a l por h a b i t a n t e , a p r e c i o s de m e r c a d o . ¿V^
A fin de c o m p l e m e n t a r las conclusiones que se d e r i v a n de l a evolución
de d i c h o indicador, se p r o v e e alguna evidencia a d i c i o n a l sobre e l compor-
t a m i e n t o de v a r i o s indicadores referentes a las características de las
viviendas en c a d a u n a de l a s p r o v i n c i a s de l a R e p ú b l i c a en e l periodo
intercensal 1960-1970, única información disponible relativa a la evo-
lución de l a s c o n d i c i o n e s m e d i a s d e v i d a de l a población.¿4.3/

1, Evolución de l a s d i s p a r i d a d e s interprovinciales
de P r o d u c t o pér cápita

De a c u e r d o a l a s cifras disponibles, el Producto Interno Bruto (PIB)


de Panamá, creció entre 1970 y 1978 a u n a t a s a a c u m u l a t i v a promedio
a n u a l de 3 , 8 % . En e l p e r í o d o considerado, sin embargo, se distinguen
claramente dos s u b p e r í o d o s . Uno de f u e r t e e x p a n s i ó n d e l P I B y que llega
h a s t a 1 9 7 ^ en e l que l a t a s a de c r e c i m i e n t o p r o m e d i o a l c a n z a a un
6.0^ y otro, de c r e c i m i e n t o mucho más m o d e r a d o que v a d e s d e e s e año
h a s t a 1 9 7 8 y en e l cual la t a s a de c r e c i m i e n t o alcanza s ó l o a un 1,6%
anual. En e s t e segundo p e r í o d o la economía t i e n d e a estancarse después
de h a b e r m o s t r a d o i n c l u s o u n a c a í d a d e l PIB por habitante entre 197^
y 1976, año a p a r t i r del cual ese i n d i c a d o r no m u e s t r a variaciones.
(Véase Cuadro 1 d e l Anexo III).
En ambos p e r í o d o s l a t a s a de c r e c i m i e n t o de l a p o b l a c i ó n total
de Panamá se m a n t i e n e alrededor del yA de t a l modo que e l PIB por habi-
tante c r e c e muy l e n t a m e n t e a u n a t a s a de 0 , 7 ^ . Como c o n s e c u e n c i a de
lo anterior, en e l p r i m e r período distinguido el producto per cápita

/se expande
- S i -

se e x p a n d e a u n a t a s a p r o m e d i o de 2 . 8 % , m i e n t r a s en e l s e g u n d o decrece
a una t a s a a c u m u l a t i v a p r o m e d i o de - l.k% anual.
Esta cuadro p r e s e n t a , sin embargoiraportantes variaciones entre .
l a s nueve p r o v i n c i a s del país. En t é r m i n o s de P I B p o r h a b i t a n t e para
el período en su c o n j u n t o , cuatro provincias (Bocas d e l Toro, Coclé,
Ghiriquí y Panamá) c r e c e n a r i t m o s inferiores que e l p r o m e d i o nacional
y salvo Ghiriquí, las t r e s r e s t a n t e s muestran decrecimientos del PIB
por h a b i t a n t e en e l p e r í o d o considerado. Las o t r a s p r o v i n c i a s muestran
un m a r c a d o d i n a m i s m o , particularmente entre 1970 y 1 9 7 ^ . Así, el creci-
m i e n t o de V e r a g u a s p a s a de k . 1 % p r o m e d i o en ese c u a t r i e n i o a 0,2% en
el siguiente. La t a s a de c r e c i m i e n t o de C o l ó n , por o t r a p a r t e , pasa
de 3»3% a 0 , 7 % e n t r e l o s dos períodos.
Ante v a r i a c i o n e s tan pronunciadas en l o s r i t m o s de crecimiento
d e l producto per cápita, cabe p r e g u n t a r s e si e s t o s cambios han signi-
ficado o n o en e s e p e r í o d o m o d i f i c a c i o n e s importantes en l a s dispari-
dades i n t e r r e g i o n a l e s y c u á l ha s i d o e l s e n t i d o de e s a s modificaciones.
En l a m a y o r í a de l o s a n á l i s i s esta interrogante lleva implícita la
s u p o s i c i ó n de que l a d i s m i n u c i ó n de l a s d i s p a r i d a d e s de p r o d u c t o (indi-
c a d o r que e s e l que n o r m a l m e n t e se e n c u e n t r a d i s p o n i b l e ) reflejan dismi-
nuciones equivalentes en l a s d i s p a r i d a d e s interregionales de niveles
m e d i o s de i n g r e s o y c o n d i c i o n e s de v i d a de l a p o b l a c i ó n . k6/
Por o t r a p a r t e , en d i c h o s e s t u d i o s ha e s t a d o s i e m p r e p r e s e n t e la
preocupación por r e l a c i o n a r la evolución del producto con e l nivel
de l a s d i s p a r i d a d e s , preocupación que en d e f i n i t i v a remite a un pro-
b l e m a de f o n d o c u á l es e l de l o s efectos que t i e n e el crecimiento eco-
nómico sobre l a s d e s i g u a l d a d e s interregionales. ¡¿7/
Con e l p r o p ó s i t o de a n a l i z a r la t e n d e n c i a que m o s t r a r o n l a s dis-
paridades i n t e r r e g i o n a l e s a lo l a r g o de l a d e c a d a p a s a d a y s u relación
con l a evolución d e l PIB por h a b i t a n t e , se c a l c u l a r o n t r e s medidas que
m u e s t r a n en f o r m a r e s u m i d a l a m a g n i t u d de l a s d i s p a r i d a d e s de producto
por h a b i t a n t e en c a d a uno de l o s a ñ o s c o n s i d e r a d o s : dos medidas de
dispersión r e l a t i v a d e l PIB per cápita provincial (V^^^ y V^^) y u n a
m e d i d a de d i s p e r s i ó n absoluta (D). T a n t o V^^ como D e s t á n ponderadas
por l a d i s t r i b u c i ó n de l a población total por p r o v i n c i a s (Véase cuadro 1 9 )

/Cuadro 19
- 82 -

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- 83 -

Aunque l a t e n d e n c i a n o es u n i f o r m e , en e l p e r í o d o h a y u n a dismi-
n u c i ó n de l a s disparidades interprovinciales de p r o d u c t o por habitante.
Los t r e s indicadores utilizados m u e s t r a n un c o m p o r t a m i e n t o similar. En
el período inicial de r á p i d a expansión de l a e c o n o m í a y que l l e g a a un
máximo en 1 9 7 3 i se i n s i n ú a u n a u m e n t o de l a s disparidades si se consi-
d e r a 1 9 7 0 como b a s e de c o m p a r a c i ó n . En e l p e r í o d o siguiente, y clara-
mente a p a r t i r de 197'^• h a y u n a d i s n i n u c i ó n de l a s disparidades para
alcanzar en 1 9 7 8 un n i v e l bastante inferior al del inicio de l a década.
Hay p o r t a n t o un p a t r ó n de c o í T í p o r t a m i e n t o de l a s disparidades interpro-
vinciales en f u n c i ó n de l a evolución del PIB per capita nacional: los
a u m e n t o s de é s t e v a n a c o m p a ñ a d o s de a u m e n t o s de a q u e l l o s y viceversa.
Ambas t e n d e n c i a s se v e r i f i c a n cualquiera s e a l a m e d i d a r e s u m e n de las
disparidades que se u t i l i c e , aunque en e l período de d e c r e c i m i e n t o del
producto por habitante (a p a r t i r de 1 9 7 ^ ) los dos i n d i c a d o r e s que toman
en c o n s i d e r a c i ó n la población provincial (Vw y D) m u e s t r a n disminuciones
más p r o n u n c i a d a s que Vuw, indicando con e l l o que u n a p a r t e importante
de e s a s d i s m i n u c i o n e s se d e b e n a l comportamiento del PIB per capita de
la provincia de Panamá l a cual c o n c e n t r a más d e l hO% de l a población
d e l p a í s y c e r c a d e l S0% d e l p r o d u c t o interno nacional.
Como se p u e d e a p r e c i a r en e l Gráfico 3, a partir de 1 9 7 3 i el PIB
por h a b i t a n t e de Panamá cae f u e r t e m e n t e , incidiendo en l a evolución
que a p a r t i r de e s e a ñ o t i e n e el PIB per cápita nacional, mientras las
provincias restantes (excluida Colón) m u e s t r a n una e v o l u c i ó n semejante,
incluso en e l período anterior de más r á p i d a e x p a n s i ó n de l a economía.^/
De e s t a s tendencias parece deducirse que l a evolución de l a s dispari-
d a d e s en Panamá e s t á estrechamente asociada al comportamiento d e l centro
d i n á m i c o de l a economía, el área m e t r o p o l i t a n a , mientras el resto de
las provincias del país en c o n j u n t o a p o r t a n una p a r t e significativamente
menor a l a s v a r i a c i o n e s o b s e r v a d a s de e s a s d i s p a r i d a d e s interprovinciales.
Resulta revelador, por lo demás, e l h e c h o que l a pérdida de impor-
tancia relativa de l a provincia de Panamá a p a r t i r de 1 9 7 3 v a y a acompa-
ñ a d a de u n a u m e n t o c o r r e l a t i v o de l a de C o l ó n , de modo que a l o largo
de t o d o el período considerado (1970-1978) ambas p r o v i n c i a s dan cuenta
de c e r c a d e l ^0% de l a s diferencias absolutas de P I B p e r cápita. (Véase
columnas A y B d e l cuadro). /Una conclusión
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- 85 -

Una c o n c l u s i o n similar se o b t i e n e d e l c o m p o r t a m i e n t o exhibido por


las provincias en e l p e r í o d o 1970-78, en t é r m i n o s de s u c o n t r i b u c i ó n al
aumento o d i s m i n u c i ó n de l a s d i s p a r i d a d e s . Por un l a d o , tanto Colón,
como C o c l é y C h i r i q u i contribuyen a l aumento de l a s d i s p a r i d a d e s . En
el caso de C o l ó n , porque su c r e c i m i e n t o es s u p e r i o r a l promedio nacional
y su p r o d u c t o p e r capita supera e l d e l p a í s . En l a s o t r a s dos provincias,
el crecimiento en e l p e r í o d o es i n f e r i o r a l promedio n a c i o n a l , al tiempo
que su p r o d u c t o p o r h a b i t a n t e es t a m b i é n i n f e r i o r a ese p r o m e d i o . Las
seis provincias restantes contribuyen a l a d i s m i n u c i ó n de l a s dispari-
dades: Bocas d e l T o r o y Panamá p o r q u e c r e c e n a u n r i t m o muy inferior
a l promedio, partiendo de un n i v e l muy a l t o de p r o d u c t o en comparación
con e l d e l t o t a l del país, mientras Darién, Herrera, Los Santos y
V e r a g u a s p a r t e n de un n i v e l de p r o d u c t o muy b a j o y c r e c e n en e l período
a u n a t a s a muy s u p e r i o r a l a d e l producto per cápita nacional.

De a l l í que l a disminución de l a s disparidades interprovinciales


en Panamá en l a d é c a d a p a s a d a r e p r e s e n t a n el resultado de d o s tendencias
contrapuestas: el mejoramiento de l a p o s i c i ó n de l a s p r o v i n c i a s más
desfavorecidas del país (aquellas que a l i n i c i o de l a década presentaban
e l p r o d u c t o p o r h a b i t a n t e más b a j o ) y ejerciendo u n p e s o m a y o r en el
resultado, l a p é r d i d a de d i n a m i s m o de l a p r o v i n c i a d e Panamá, l a que
d u r a n t e ese p e r í o d o y s o b r e t o d o a p a r t i r de m e d i a d o s d e l s e t e n t a , cede
su p o s i c i ó n a la provincia de C o l ó n , lo que e x p l i c a que e l á r e a metropo-
l i t a n a haya mantenido s u p r i m a c í a como p r i n c i p a l c e n t r o de crecimiento
y a c u m u l a c i ó n de l a República.
En s í n t e s i s , e l menor n i v e l de l a s d i s p a r i d a d e s hacia fines del
p e r i o d o se a s o c i a a l a d i s m i n u c i ó n d e l r i t m o de c r e c i m i e n t o d e l PIB per
cápita a partir de 1 9 7 ^ y» en t o d o c a s o , e s a menor d i s p e r s i ó n interpro-
v i n c i a l d e l p r o d u c t o no a l t e r ó mayormente n i l a p o s i c i ó n r e l a t i v a de las
provincias ni l a brecha e x i s t e n t e entre C o l ó n y Panamá y e l r e s t o d e l país.
A p e s a r d e l c a m b i o de p o s i c i ó n r e l a t i v a entre esas dos p r o v i n c i a s , ambas
memtienen su p r i m a c í a en t é r m i n o s de p r o d u c t o p o r habitante.

/2. Evolución
86 -

2, Evolución de a l g u n o s indicadores de condiciones


de v i d a de l a población

En e l periodo intercensal I96O-I97O, todos los indicadores sobre condi-


ciones de v i d a de l a población referentes a las características de las
viviendas mostraron mejoramientos sustanciales. De l o s cinco indica-
dores considerados, d o s de e l l o s - el porcentaje de v i v i e n d a s con agua
potable y el porcentaje de v i v i e n d a s con sistemas de e l i m i n a c i ó n de
excretas - reflejan que en e s e p e r í o d o no sólo mejoraron las condiciones
de v i d a de l a población de l a s distintas provincias del país, sino que,
además, esos m e j o r a m i e n t o s fueron e n g e n e r a l más p r o n u n c i a d o s en las
provincias más p o b r e s , dando lugar a una d i s m i n u c i ó n de l a s disparidades
en l a s condiciones m e d i a s de v i d a entre las provincias del país. (Véase
Gráfico 3).
Fuera de l a s provincias de Colón y Darién que se a p a r t a n de la
tendencia anotada, en t o d a s las restantes se o b s e r v a que a p e s a r del
crecimiento de l a población (cercano al y/o p r o m e d i o anual) hay un fuerte
crecimiento en l a dotación de l o s servicios básicos. Particularmente
notable es e l m e j o r a m i e n t o relativo en l a provisión de v i v i e n d a s con
servicio sanitario en l a s provincias no constitutivas del área metropo-
litana, indicador que, como s e s a b e , guarda una e s t r e c h a relación con
la disminución de l a tasa de m o r b i l i d a d y mortalidad infantil e indi-
rectamente con el nivel de d e s a r r o l l o y bienestar de l a población.
En e l m i s m o G r á f i c o se puede a p r e c i a r que l o s coeficientes de
variabilidad no ponderados de l o s porcentajes de v i v i e n d a s cubiertas
por los distintos servicios (agua p o t a b l e , servicio sanitario, piso no
de t i e r r a , alumbrado eléctrico y disponibilidad de r a d i o s ) , disminuyen
fuertemente en l a década considerada, al mismo t i e m p o que t o d o s los
porcentajes de c o b e r t u r a aumentaron significativamente.

Las e x c e p c i o n e s de D a r i é n y C o l ó n no parecen reflejar deficiencias


de i n f o r m a c i ó n y se e x p l i c a n tal vez por la dinámica poblacional que
caracteriza a ambas p r o v i n c i a s . Mientras en l a primera, la población
ha c r e c i d o a u n a t a s a muy b a j a y se h a l o c a l i z a d o dispersamente en el
territorio, en l a segunda ha habido un c r e c i m i e n t o acelerado

/especialmente en
.8
a

v3

i:oi-«/BíJ Oh
- 88 -

( e s p e c i a l m e n t e .en e l d i s t r i t o de Colón) que d i f i c u l t ó l a p r o v i s i ó n de


esos s e r v i c i o s , sobre todo l o s de agua p o t a b l e y s e r v i c i o s sanitarios
debido a l rápido crecimiento de l a p o b l a c i ó n urbana en ese d i s t r i t o d e l
área metropolitana.

Con t o d o , l a evolución de los indicadores nodeja lugar a dudas que


en e s e p e r í o d o y muy p r o b a b l e m e n t e durante l a década pasada l a s dispari-
dades i n t e r p r o v i n c i a l e s de condiciones medias de v i d a de l a p o b l a c i ó n se
han e s t a d o r e d u c i e n d o en e l c o n t e x t o de u n proceso de mejoramiento
general de esas c o n d i c i o n e s , acortando l a brecha entre e l área metropo-
litana y l a so t r a s regiones del país. Además, l a evidencia aportada
en e l p u n t o anterior sugiere que d i c h a r e d u c c i ó n de l a s desigualdades
interregionales de c o n d i c i o n e s de v i d a se han v e r i f i c a d o a un ritmo
mayor que l a d i s m i n u c i ó n de l a sd i s p a r i d a d e s i n t e r p r o v i n c i a l e s de
producto e ingreso por habitante. Por cierto, esto no s i g n i f i c a necesa-
riamente que l o s beneficiarios - dentro de cada r e g i ó n - hayan sido
precisamente l o ssectores más d e s f a v o r e c i d o s . Dadas l a s d i f i c u l t a d e s
que n o r m a l m e n t e presenta e l mejoramiento de l a sc o n d i c i o n e s de v i d a de
la población que v i v e más d i s p e r s a y e n l a s z o n a s más a p a r t a d a s del país,
es p r o b a b l e que e n e l p e r í o d o I96O-7O ese m e j o r a m i e n t o haya beneficiado
más a l a p o b l a c i ó n residente en l o sc e n t r o s urbanos.

/ V I . CONCLUSIONES
- 89 -

VI= CONCLUSIONES

¿Cuál es l a m a g n i t u d de l a s disparidades regionales en Panamá?


Hacia 1970, las disparidades de i n g r e s o s primarios por ocupado, de
ingresos totales dentro de l a p o b l a c i ó n m a y o r de 15 a ñ o s y de producto
interno bruto per capita eran todas significativas» Estas disparidades
en t é r m i n o s de i n g r e s o alcanzaban relaciones de 4 a 1 e n t r e el área metro-
politana y la provincia de V e r a g u a s y r e l a c i o n e s de c e r c a de 6 a 1 c u a n d o
se c o m p a r a n en t é r m i n o s de p r o d u c t o por h a b i t a n t e las provincias de
Panamá y Darién.
¿Cómo se e x p r e s a n territorial y sectorialmente esas disparidades?
Desde e l p u n t o de v i s t a territorial, esas d i s p a r i d a d e s pueden resu-
mirse en c o n t r a s t e s muy p r o n u n c i a d o s entre el Area m e t r o p o l i t a n a y el
resto de l a República y básicamente, en d i f e r e n c i a s de i n g r e s o s m e d i o s de
la fuerza de t r a b a j o u r b a n a y r u r a l del país. Desde e l p u n t o de vista
sectorial, ellas reflejan las diferencias de p r o d u c t i v i d a d e ingresos
entre las actividades agrícolas y no a g r í c o l a s , sobre todo en aquellas
provincias en l a s que p r e d o m i n a l a p e q u e ñ a p r o d u c c i ó n agropecuaria»
¿Cuáles son l o s principales factores asociados a l a s disparidades inter-
regionales de ingreso?
El análisis p u s o en e v i d e n c i a que l o s diferenciales de i n g r e s o s entre
las regiones se e x p l i c a n básicamente por la existencia en c a d a u n o de
los sectores productivos de e s t r a t o s muy d i f e r e n c i a d o s desde e l punto
de v i s t a de s u p r o d u c t i v i d a d m e d i a y de s u s f o r m a s de organización
técnico-social. En l a m e d i d a que en t o d o s l o s sectores de l a producción
- y principalmente en l a agricultura - la f u e r z a de t r a b a j o vinculada
a c a d a u n o de e s o s e s t r a t o s percibe ingresos que se d i f e r e n c i a n en m a g n i -
tudes s i m i l a r e s a sus d i f e r e n c i a s de p r o d u c t i v i d a d media, las dispari-
dades r e f l e j a n en ú l t i m a instancia el desigual g r a d o de p e n e t r a c i ó n de
las f o r m a s de p r o d u c c i ó n en l a s que p r e d o m i n a e l r é g i m e n de t r a b a j o asala-
riado en l a s r e g i o n e s o El análisis de d e s c o m p o s i c i ó n de l o s ingresos
medios r e g i o n a l e s mostró que n o menos d e l 609á de l o s diferenciales
totales se e x p l i c a por les diferencias de e s t r u c t u r a productiva entre
las regiones. /¿Cuáles son
- 90 -

¿Cuáles son los determinantes principales de las desigualdades interper-


sonales de ingreso dentro de la fuerza de trabajo?
A nivel personal, la educación, el área de residencia urbano-rural y
las distintas formas de inserción productiva (asalariados y trabaja-
dores por cuenta propia) son los factores más estrechamente vinculados
a las diferencias de ingreso. En conjunto estos factores explican casi
la mitad de la variabilidad de los logaritmos de ingreso primario. Sin
embargo, considerados aisladamente cada uno de ellos da cuenta de una
parte relativamente pequeña de la desigualdad» Concluimos, entonces, que
el efecto conjunto de esos factores traduce la especificidad del problema
regional en Panamá, pues son las estrechas asociaciones entre ellos y su
interacción los que determinan los contrastes más pronunciados de ingreso.
Se destacó, además, que aún cuando la educación es aisladamente un factor
importante en la determinación del ingreso primario, ella no puede desvin^-
cularse de los factores restantes. En este sentido, un enfoque ce tipo
capital-humano no puede dar cuenta de la especificidad del problema
regional expresado en la muy desigual distribución de la fuerza de tra-
bajo según niveles de calificación por regiones.
¿Cuáles son los factores determinantes de las desigualdades intraregio-
nales?
El análisis de los perfiles distributivos al interior de las regiones
mostró que los grados de concentración del ingreso difieren fuertemente
entre las distintas regiones .del país y que esos niveles de concen-
tración se relacionan inversamente con los niveles de ingreso regional
y directamente con la magnitud relativa de fuerza de trabajo vinculada
al estrato de la pequeña producción agropeasria. Se destacó, además, que
a nivel provincial, Bocas del Toro y Chiriquí constituyen excepciones a
una regla que asocia las disparidades interrogionales al predominio de
actividades agrícolas. De allí que el problema regional en Panamá no
pueda caracterizarse como una simple oposición entre lo urbano y lo
rural o entre el predominio de la actividad agrícola y las restantes
actividades productivas, ios ingresos medios" y la desigualdad al interior
de esas dos provincias - en las cuales la actividad agrícola es también
predominante - se apartan del patrón observado en las otras regiones del

/país debido
- 91 -

del país debido a la p r e s e n c i a de u n a a g r i c u l t u r a en l a que e l régimen


de t r a b a j o asalariado tiene una i m p o r t a n c i a relativa mayor.
¿Cuál es l a importancia de l a s disparidades regionales en l a determinación
de l a s desigualdades totales e n Panamá?
Los a n á l i s i s de d e s c o m p o s i c i ó n efectuados (análisis de v a r i a n z a de
los logaritmos de i n g r e s o primario y del índice de c o n c e n t r a c i ó n de Theil
para l o s ingresos totales) indican que c u a n d o se a i s l a el efecto de las
disparidades interregionales, é s t a s d a n c u e n t a de' u n a p r o p o r c i ó n signi-
ficativa de l a desigualdad total, proporción que v a r í a entre un s e x t o y un
cuarto de l a variabilidad total de l o s ingresos, dependiendo del método
de d e s c o m p o s i c i ó n utilizado. En l a s desigualdades sociales, lo regional
desempeña un r o l importante»
¿Cuál es l a contribución de l a s áreas, regiones y sectores a la pobreza
en Panamá?
El análisis de d e s c o m p o s i c i ó n de u n í n d i c e de p o b r e z a r e f e r i d o a la
población con i n g r e s o s inferiores a 250 B a l b o a s a n u a l e s de 1 9 7 0 , indicó
que d o s t e r c i o s de l a p o b r e z a e n Panamá se c o n c e n t r a en l a s áreas rurales.
En t é r m i n o s de r e g i o n e s , el Area m e t r o p o l i t a n a a p o r t a un al total,
a p e s a r de que en e s a r e g i ó n h a b i t a más d e l kO% de l a población del país.
En c a m b i o , Coclé, D a r i é n y V e r a g u a s a p o r t a n u n 38% a l a p o b r e z a agregada,
provincias que en c o n j u n t o r e ú n e n menos de un q u i n t o de l a población
total.
Por o t r a parte, desde e l p u n t o de v i s t a de l a inserción productiva
de l a f u e r z a de t r a b a j o , e l m é t o d o de d e s c o m p o s i c i ó n m o s t r ó que l a po-
blación de m e n o r e s i n g r e s o s se c o n c e n t r a en e l g r u p o de l o s trabajadores
por cuenta propia en l a a g r i c u l t u r a , los que c o n t r i b u y e n c o n kl% al
total, mientras c e r c a de d o s t e r c i o s de l o s i n t e g r a n t e s de d i c h o grupo
percibía ingresos inferiores al de l a l í n e a de pobreza,
¿Cuál ha s i d o la evolución reciente de l a s disparidades regionales en
Panamá?
En e l período 1970-1978, las disparidades de p r o d u c t o por habitante
tendieron a reducirse sin que en ese p e r í o d o se a l t e r a r a la primacía del
área m e t r o p o l i t a n a dentro de l a República, aunque s i hubo una inversión
en l a posición relativa de C o l ó n y Panamá en l a escala del producto per
/cápita. Dentro
- 92 -

cápita. Dentro de e s t e período, s i n embargo, la e v o l u c i ó n de l a s dispa-


ridades parece a s o c i a r s e más e s t r e c h a m e n t e a la expansión o contracción
del centro metropolitano que a l a d i s m i n u c i ó n de l a s d i s t a n c i a s entre
é s t e y l a s p r o v i n c i a s más rezagadas.
La e v i d e n c i a d i s p o n i b l e sobre la evolución de o t r o s indicadores más
directos de l a s condiciones de v i d a de l a p o b l a c i ó n , indica que h a habido
un m e j o r a m i e n t o rápido de e s a s c o n d i c i o n e s en l a s r e g i o n e s más p o b r e s del
país, con e x c e p c i ó n , tal vez, de l a provincia de D a r i é n . Esto estaría
mostrando que s i bien es p r o b a b l e que n o se h a y a n m o d i f i c a d o los determi-
nantes primarios de l a distribución del producto y del ingreso, la acción
planificada en m a t e r i a regional - especialmente a partir de l o s inicios
de l a década pasada - habría permitido reducir las desigualdades interre-
gionales de n i v e l e s de v i d a e n Panamá.

/NOTAS
- 93 -

NOTAS

1/ Una descripción detallada de las características de esta encuesta


se encuentra en Encuesta especial de ingresos a través délos
hogares. Panamá. 1970% Manual para Usuarios, CEPAL, División
de Estadística y Análisis Cuantitativo, octubre, I9SI. Para el
procesamiento de la encuesta se utilizó el programa SPSS dispo-
nible en el computador de la Universidad de Chile.

^ Véase, K r i t z , E r n e s t o H , , Las d i s p a r i d a d e s r e g i o n a l e s de i n g r e s o
como e x p r e s i ó n de l a h e t e r o g e n e i d a d d e l a e c o n o m í a ; e l c a s o de
P e r u , en D i s t r i b u c i ó n d e l i n g r e s o en A m e r i c a L a t i n a , C o m p i l a c i ó n
de O s c a r Muñoz G . , CLACSO, CIEPLAN, E l C i d E d i t o r , B u e n o s A i r a s ,
Argentina, 1979.

S i s o l a m e n t e se t r a t a r a de c u a n t i f i c a r l a s d i f e r e n c i a s i n t e r r e -
g i o n a l e s de c o n d i c i o n e s de v i d a de l a p o b l a c i ó n , se p o d r í a u t i -
l i z a r alg-ún í n d i c e que r e f l e j a r a r e s u m i d a m e n t e d i c h a s c o n d i c i o n e s .
En e l c a s o de Panamá se i n t e n t ó u t i l i z c ^ r e l í n d i c e de c a l i d a d
f í s i c a de l a v i d a ( P Q L I ) a p a r t i r de i n d i c a d o r e s de e s p e r a n z a de
vida, mortalidad i n f a n t i l y alfabetismo. S i n e m b a r g o , n o se
c o n t ó con l a i n f o r m a c i ó n n e c e s a r i a d e s a g r e g a d a a n i v e l p r o v i n c i a l .

La d i f e r e n c i a c i ó n r e g i o n a l e m p l e a d a ( p r o v i n c i a s más a r e a m e t r o p o -
l i t a n a y r e s t o d e l a s p r o v i n c i a s de C o l ó n y Panamá) se j u s t i f i c a
t a n t o porque e l l a s c o n s t i t u y e n espacios t e r r i t o r i a l e s d i f e r e n c i a d o s
d e s d e e l p u n t o d e v i s t a de s u s c a r a c t e r í s t i c a s p r o d u c t i v a s , como
p o r e l h e c h o que s o n u n n ú m e r o a d e c u a d o de u n i d a d e s p a r a e l a n á -
lisis. Se c o n s i d e r ó que u n n ú m e r o m e n o r de r e g i o n e s ( p o r e j e m p l o ,
las macroregiones Metropolitana, O r i e n t a l y Central-Occidental) o
un número mayor ( p o r e j e m p l o , d i s t r i t o s ) no e r a n o p c i o n e s adecuadas
para e l a n á l i s i s e s t a d í s t i c o » Además, l a d i f e r e n c i a c i ó n r e g i o n a l
a d o p t a d a - s a l v o l a d i s t i n c i ó n h e c h a e n l a s p r o v i n c i a s de C o l ó n y
Panamá - c o i n c i d e c o n l a s u n i d a d e s a d m i n i s t r a t i v a s p r o v i n c i a l e s d e l
p a í s , q u e e s l a u n i d a d t e r r i t o r i a l a n i v e l de l a c u a l e s t á d e s a g r e -
g a d a l a i n f o r m a c i ó n e s t a d í s t i c a que se p u b l i c a e n Panamá.

E l á r e a m e t r o p o l i t a n a e s t á f o r m a d a p o r l o s d i s t r i t o s de Panamá,
A r r a i j á n , L a C h o r r e r a , C a p i r a y p a r t e de Chepo ( c o r r e g i m i e n t o s
C a b e c e r a y S a n t a C r u z d e C h i n i n a ) , d e n t r o de l a p r o v i n c i a d e
Panamá y l o s d i s t r i t o s de C o l ó n , C h a g r e s , P o r t o b e l o y S a n t a I s a b e l ,
d e n t r o de l a p r o v i n c i a d e C o l ó n . E s t a á r e a t i e n e como c e n t r o d e
i n f l u e n c i a l a s c i u d a d e s de Panamá y C o l ó n , L a r e g i ó n R e s t o de
C o l ó n y Panamá c o m p r e n d e l o s d i s t r i t o s r e s t a n t e s de ambas p r o v i n c i a s .

/ y
- -

^ L a m a g n i t u d de e s t a s d i s p a r i d a d e s de i n g r e s o e s s i m i l a r a l a e n c o n -
t r a d a en u n a i n v e s t i g a c i ó n l l e v a d a a c a b o en C o l o m b i a , Calculados
l o s i n g r e s o s m e d i o s d e l a p o b l a c i ó n a c t i v a de l o s 2 3 d e p a r t a m e n t o s
d e C o l o m b i a en 1 9 7 3 , se e n c o n t r ó u n a r e l a c i ó n de h a 1 e n t r e e l
i n g r e s o m e d i o d e B o g o t á y e l D e p a r t a m e n t o de C h o c ó . Véase, F i e l d s ,
G . S . y S c h u l t z , T . P . , R e g i o n a l I n e q u a l i t y and o t h e r S o u r c e s o f
I n c o m e V a r i a t i o n i n C o l o m b i a , en E c o n o m i c D e v e l o p m e n t a n d C u l t u r a l
Change, V o l . 2 8 , núm. 3 , a b r i l 1 9 8 0 ,

2/ En l o s e n f o q u e s d e l t i p o c a p i t a l - h u m a n o , l a v a r i a b l e e d u c a c i ó n -
c o n s i d e r a d a como u n s t o c k d e l que d i s p o n e n l o s i n d i v i d u o s - j u e g a
e l r o l e x p l i c a t i v o c e n t r a l en l a d e t e r m i n a c i ó n de l o s i n g r e s o s .
A s í , F i e l d s y S c h u l t z en s u e s t u d i o p a r a C o l o m b i a a n a l i z á n b á s i -
c a m e n t e e l e f e c t o de l a e d u c a c i ó n en l a d e t e r m i n a c i ó n d e l a s d i s p a -
r i d a d e s de i n g r e s o i n t e r d e p a r t a m e n t a l e s . Véase F i e l d s y S c h u l t z ,
op. c i t .

8/ Véase F i e l d s y S c h u l t z , op. cit., p,

9/ Es i n t e r e s a n t e d e s t a c a r l a n o t a b l e s i m i l i t u d e n t r e l o s r e s u l t a d o s
d e l a n á l i s i s d e Panamá y l o s o b t e n i d o s p o r F i e l d s y S c h u l t z p a r a
Colombia, En ambos c a s o s l a s d i s p a r i d a d e s i n t e r r e g i o n a l e s p r e -
s e n t a n m a g n i t u d e s s i m i l a r e s , i n c l u s o cuando se c o n t r o l a e l e f e c t o
de e d u c a c i ó n , e d a d y s e x o de l a f u e r z a de t r a b a j o ,

10/ Cfr, Fieldá y Shultz, op. cit,, p.

11/ En e l c u a d r o 8 s e p u e d e a p r e c i a r q u e a d i f e r e n c i a de l o s o t r o s n i -
v e l e s de e d u c a c i ó n , en e l c a s o de l o s p e r c e p t o r e s c o n e d u c a c i ó n
u n i v e r s i t a r i a l o s i n g r e s o s m e d i o s de l o s n o a s a l a r i a d o s s o n m a y o r e s
que l o s d e l o s ' a s a l a r i a d o s . E s t o i n d i c a r l a q u e muy p r o b a b l e m e n t e
e l p e q u e ñ o p o r c e n t a j e d e e m p l e a d o r e s d e t e c t a d o s en l a e n c u e s t a s e
c o n c e n t r a en d i c h o n i v e l e d u c a c i o n a l ,

12/ R e c u é r d e s e que l a d i s t i n c i ó n e n t r e q u i e n e s p o s e e n i n s t r u c c i ó n p r i -
m a r i a c o m p l e t a y más y q u i e n e s n o . a l c a n z a r o n e s e n i v e l de i n s -
t r u c c i ó n e s t a b l e c e , en e l c a s o de. Panamá, u n a c l a r a s e p a r a c i ó n
e n t r e p e r c e p t o r e s con i n g r e s o s s u p e r i o r e s e i n f e r i o r e s a l promedio
nacional, respectivamente,

13/ L i m i t a c i n n e s d e r i v a d a s de c o s t o s y c a p a c i d a d de memoria d e l compu-


t a d o r u t i l i z a d o i m p i d i e r o n r e a l i z a r a n á l i s i s de v a r i a n z a con un
mayor número de v a r i a b l e s y con l a m u e s t r a e x p a n d i d a a l t o t a l n a -
cional. Es p r o b a b l e q u e l o s r e s u l t a d o s c o n l a m u e s t r a e x p a n d i d a
d i f i e í a n de l o s o b t e n i d o s , de t a l modo que l a s c i f r a s que a p a r e c e n
en e l c u a d r o 1 0 d e b e n c o n s i d e r a r s e como p r o v i s i o n a l e s . En l a v e r s i ó n
d e f i n i t i v a d e l I n f o r m e se t r a t a r á de i n c o r p o r a r l o s r e s u l t a d o s de
a n á l i s i s c o n l a m u e s t r a e x p a n d i d a y en d i s e ñ o s que p e r m i t a n c u a n t i -
f i c a r l o s e f e c t o s e s p e c í f i c o s d e o t r a s v a r i a b l e s que p o r a h o r a n o
han s i d o i n c o r p o r a d a s ,
/lit/
- 95 -

ly véase, por ejemplo, Gary S. Fields, Decomposing LDC Inequality,


Center Discussion Paper N2 263, Economic Growth Center, Yale
University, julio, 1977.

13/ Estos resultados son, por lo demás, muy similares a los obtenidos
en varios otros estudios en los cuales se ha hecho intervenir la
educaci6n como uno de los determinantes del ingreso. Una recopi-
lación de estos resultados se encuentra en: Gary S. Fields,
Education and Income Distribution in Developing Countries, World
Bank Staff Working Paper, NQ if02, julio I98O, parte V,

16/ En su trabajo sobre Colombia, Fields y Schultz llegan a explicar


un ^6,7% de la varianza de los logaritmos de ingreso en una
muestra nacional de asalariados de sexo masculino. En el análisis
de varianza hacen intervenir la edad, la educación, el área
urbauo-rural y los 23 departamentos del país. Véase Fields y
Schultz, op. cit», página ^57,

17/ Una forma sucinta de expresar estas fuertes asociaciones entre


las tres variables consideradas y en términos dicotómicos es me-
diante las siguientes medidas de probabilidad:

P(Asal/Urbano) = 8l% ; P (No Asal/Rural) = 63%

P(Educ.alta/Urbano) = k3% ; P(Educ.baja/Rural) = 9k%

P(Educ.alta/Asal) = k2% ; P(Educ.baja/No Asal) = 91^

Donde, por ejemplo, P(Asal/Urbano) = 8l% indica, que en el caso de


Panamá, la probabilidad de ser asalariado si se reside en zonas
urbanas es 8l?á, etc. Los cálculos están basados en las cifras
del Cuadro 9- Educación baja se refiere a instrucción primaria
completa o menos. Asalariados se refiere a empleados en él sector
privado, público, trabajadores de la Zona del Canal y empleados
domésticos.

18/ Un análisis del contenido e implicaciones del concepto de hetero-


geneidad estructural se encuentra en: Aníbal Pinto, Concentración
del progreso técnico y de sus frutos en el desarrollo latino-
americano, en El Trimestre Económico Nñ 125, enero-marzo I965 y
en Aníbal Pinto, Naturaleza e implicaciones de la heterogendidad
estructural de America Latina, en El Trimestre Económico NQ 1^5,
México, Fondo d& Cultura Económica. Para una aplicación del
enfoque de la hslerogeneidad estructural al análisis de desigual-
dades 5.nterrfigi.'?ijnles, véase, Armando Di Filippo, La pqbreza estruc»
turaj. en el desarrollo de Aiiorica Latina, Naciones Unidas, Docu-
ment ¿ " " e T c E R ^ T p R O Y T ^ T ^ ^ ^ de Chile, Agosto de 1979.

/12/
- 96 -

19/ Véase E , K r i t z , o p . c i t . , p á g i n a s P o r f a l t a de i n f o r -
m a c i ó n , K r i t z s e l i m i t a en s u t r a b a j ó ai c o n s t a t a r l a e x i s t e n c i a
de d i s p a r i d a d e s i n t e r r e g i o n a l e s de i n g r e s o f a m i l i a r en P e r ú b a j o
d i s t i n t a s f o r m a s de r e g i o n a l i z a c i ó n . P o r e s t a r a z 6 n n o ha s i d o
p o s i b l e e s t a b l é c e r comparaciones entre l o s r e s u l t a d o s obtenidos
e n ambas i n v e s t i g a c i o n e s .

20/ E l t é r m i n o f u e r z a de t r a b a j o u t i l i z a d o a l o l a r g o d e l p r e s e n t e
I n f o r m e n o t i e n e o t r a c o n n o t a c i ó n que e l de p o b l a c i ó n e.cónómii-
caraente a c t i v a y no hace r e f e r e n c i a , p o r t a n t o , a l s i g n i f i c a d o
más p r e c i s o que se o t o r g a a l c o n c e p t o d e n t r o d e l a c o r r i e n t e
teórica marxista. Además, cuando se hace r e f e r e n c i a a l a p o -
b l a c i ó n e c o n ó m i c a m e n t e a c t i v a se e n t i e n d e que e l l a i n c l u y e a l o s
desocupados.

21/ Como se s a b e , n i l o s c e n s o s de p o b l a c i ó n n i l a g r a n m a y o r í a de l a s
encuestas recolectan información r e f e r e n t e a l a s c a r a c t e r í s t i c a s
de l o s e s t a b l e c i m i e n t o s en l o s q u e l a b o r a l a f u e r z a de t r a b a j o
censada o e n t r e v i s t a d a . E s t a l i m i t a c i ó n de l a i n f o r m a c i ó n i m p i d e
e s t a b l e c e r un nexo d i r e c t o e n t r e l o s i n g r e s o s devengados p o r l a
f u e r z a l a b o r a l e n l o s d i s t i n t o s s e c t o r e s de l a p r o d u c c i ó n y e l
t a m a ñ o , t i p o y p r o d u c t i v i d a d m e d i a de l o s e s t a b l e c i m i e n t o s o
e m p r e s a s a l o s que se e n c u e n t r a v i n c u l a d o . P o r e s t a r a z ó n , se
u t i l i z a l a d i s t i n c i ó n entre asalariados y trabajadores por cuenta
p r o p i a como s u s t i t u t o de a q u e l l a i n f o r m a c i ó n , d i s t i n c i ó n que
p e r m i t e a l menos s e p a r a r d e n t r o de c a d a s e c t o r p r o d u c t o r de
b i e n e s y s e r v i c i o s a q u e l e s t r a t o de más b a j a p r o d u c t i v i d a d m e d i a .
Como se s a b e , a n i v e l de l o s e s t a b l e c i m i e n t o s o e m p r e s a s , h a y u n a
e s t r e c h a c o r r e l a c i ó n e n t r e p r o d u c t i v i d a d por persona ocupada y
t o t a l , d e ocupados. De a l l í que l o s c o n t r a s t e s de i n g r e s o s m e d i o s
p r i m a r i o s e n t r e a s a l a r i a d o ^ y c u e n t a p r o p i a d e n t r o de u n mismo
s e c t o r r e f l e j e n e n b u e n a m e d i d a l a s d i f e r e n c i a s de p r o d u c t i v i d a d
e x i s t e n t e s e n t r e e l e s t r a t o de más b a j a p r o d u c t i v i d a d y e l r e s t o
donde p r e d o m i n a e l t r a b a j o a s a l a r i a d o . Si bien este ú l t i m o e s t r a t o
p u e d e en p r i n c i p i o c o n s i d e r a r s e más h e t e r o g é n e o que e l a n t e r i o r
d e b i d o a l a p r e s e n c i a de e m p r e s a s de l o s más d i v e r s o s t a m a ñ o s ( a l
menos en t é r m i n o s d e l n ú m e r o de! a s a l a r i a d o s que c o n t r a t a n ) , n o e s
menos c i e r t o que e s a h e t e r o g e n e i d a d se v e e n p a r t e c o m p e n s a d a p o r
e l h e c h o que e l s a l a r i o m e d i o t i e n d e a c r e c e r más l e n t a m e n t e . q u e
l a p r o d u c t i v i d a d m e d i a á m e d i d a que c r e c e e l n ú m e r o de o c u p a d o s
en l a s e m p r e s a s . Véase, por e j e m p l o . Naciones U n i d a s , La d i s t r i -
b u c i ó n d e l i n g r e s ó en A m é r i c a L j a t i n a , E / C N . 1 2 / 8 6 3 , s e p t i e m b r e
1970, Cap. I I I .

22/ S i n d u d a , u n a m a y o r d i f e r e n c i a c i ó n e n t r e r a m a s o s e c t o r e s de a c t i -
v i d a d ( p o r e j e m p l o , s e p a r a c i ó n d e l c o m e r c i o a l p o r mayor y a l p o r
m e n o r o l á d i s t i n c i ó n de s u b s e c t o r e s d e n t r o d e l a i n d u s t r i a m a n u -
f a c t u r e r a ) y l a i n c l u s i ó n de l a e d u c a c i ó n , p e r m i t i r í a n c o n s t r u i r
u n a t i p o l o g í a c o n g r u p o s mucho más h o m o g é n e o s i n t e r n a m e n t e . Ello,
s i n e m b a r g o , c o m p l i c a r í a e l a n á l i s i s t i p o l ó g i c o h a c i e n d o p e r d e r de
v i s t a l a s d i s t i n c i o n e s p r i n c i p a l e s que i n t e r e s a r e s a l t a r ,
/2y
- 97 -

22/ L a s d i f i c u l t a d e s que n o r m a l m e n t e e x i s t e n p a r a l a v a l o r i z a c i ó n de
l o s i n g r e s o s en e s p e c i e y e l a u t o c o n s u m o de l o s p e q u e ñ o s p r o d u c -
t o r e s a g r í c o l a s , p o d r í a i n f l u i r en e l s e n t i d o de s o b r e s t i m a r l a s
d i s p a r i d a d e s de i n g r e s o e n t r e l a a g r i c u l t u r a y l a s r e s t a n t e s a c t i -
v i d a d e s en l a s p r o v i n c i a s c o n m a y o r p r o p o r c i ó n de t r a b a j a d o r e s en
l a a g r i c u l t u r a d e s u b s i s t e n c i a y d o n d e l a m a y o r p a r t e de l a p r o -
d u c c i ó n va a l autoconsumo. En l a e n c u e s t a e s p e c i a l de i n g r e s o s
de Panamá ( 1 9 7 0 ) , s e t r a t ó de m i n i m i z a r e s t o s p r o b l e m a s de m e d i c i ó n
d e l i n g r e s o a g r í c o l a m e d i a n t e una e n c u e s t a e s p e c i a l p a r a ese
sector. P o r o t r a p a r t e , h a y e v i d e n c i a q u e l a p r o p o r c i ó n de l o s
i n g r e s o s en e s p e c i e d e n t r o d e l t o t a l de i n g r e s o s a g r í c o l a s p o r
p r o v i n c i a n o p r e s e n t a d i f e r e n c i a muy m a r c a d a s , de t a l modo q u e s i
e x i s t e s u b e s t i m a c i ó n de e s o s i n g r e s o s e l l a a f e c t a r í a en f o r m a
s i m i l a r a l o s i n g r e s o s t o t a l e s de c a d a r e g i ó n , i n f l u y e n d o s ó l o
m i n i m á m e n t e en l a m a g n i t u d de l a s d i s p a r i d a d e s i n t e r r e g i o n a l e s .
E l p o r c e n t a j e m e n c i o n a d o v a r í a e n t r e u n hO% p a r a C h i r i q u í , h a s t a
un en V e r a g u a s , Los p o r c e n t a j e s se c a l c u l a r o n p a r a e l t o t a l
de p e r c e p t o r e s de i n g r e s o p o r c u e n t a p r o p i a en l a a g r i c u l t u r a .

2k/ S i u n a p a r t e i m p o r t a n t e de l a s d i s p a r i d a d e s i n t e r r e g i o n a l e s se
r e l a c i o n a c o n l a s c a r a c t e r í s t i c a s que a d o p t a e l s e c t o r a g r í c o l a
a n i v e l p r o v i n c i a l , r e s u l t a o b v i a l a n e c e s i d a d de p r o f u n d i z a r en
l a d e s c r i p c i ó n y a n á l i s i s de ese s e c t o r . En e l p r e s e n t e I n f o r m e
s ó l o se h a c o n s i d e r a d o u n a s p e c t o d e l a c u e s t i ó n , c u a l e s l a
i m p o r t a n c i a r e l a t i v a d e l s e c t o r más m o d e r n o y t e c n i f i c a d o d e n t r o
de l a s a c t i v i d a d e s a g r í c o l a s de c a d a p r o v i n c i a . Para un a n á l i s i s
de c o r t e t e m p o r a l de l a s d i s p a r i d a d e s d e i n g r e s o en Panamá r e s u l t a
i n d i s p e n s a b l e i n c o r p o r a r o t r a s v a r i a b l e s y d i m e n s i o n e s de l a e s t r u c -
t u r a y f u n c i o n a m i e n t o d e l a a g r i c u l t u r a y l a s r e l a c i o n e s de e s t e
s e c t o r c o n l o s o t r o s s e c t o r e s de l a p r o d u c c i ó n .

25/ Fiase E. K r i t z , op. cit., p. 382.

26/ N o r m a l m e n t e l o s a n á l i s i s de d e s c o m p o s i c i ó n b a s a d o s e n e s t e m é t o d o
u t i l i z a n e l producto i n t e r n o per c á p i t a o e l producto por persona
ocupada desagregados s e c t o r i a l y r e g i o n a l m e n t e . En n u e s t r o c a s o ,
e l u s o d e l i n g r e s o m e d i o p r i m a r i o de l a f u e r z a de t r a b a j o p r e s e n t a
l a v e n t a j a de r e f l e j a r más d i r e c t a m e n t e l o s n i v e l e s de p r o d u c t i -
v i d a d media de la fuerza de trabajo y los niveles de bienestar de
l a población ya que, a d i f e r e n c i a d e l producto i n t e r n o r e g i o n a l ,
e l i n g r e s o d i s t r i b u i d o puede c o n s i d e r a r s e generado y a p r o p i a d o
p o r l o s r e s i d e n t e s de c a d a u n a d e l a s r e g i o n e s . P a r a una d i s -
c u s i ó n de l o s p r o b l e m a s que p r e s e n t a e l p r o d u c t o i n t e r n o como i n d i -
c a d o r de d i s p a r i d a d e s i n t e r r e g i o n a l e s , v é a s e J . Redwood I I I ,
E v o l u c a o r e c e n t e d a s d i s p a r i d a d e s de r e n d a n o B r a s i l , en P e s q u i s a
e P l a n e j a m e n t o E c o n o m i c o , v o l . 7 , d i c i e m b r e 1 9 7 7 i NQ 3 .

/íl/
- 98 -

27/ La .expresi6n (l) se puede escribir de la siguiente manera::

y^ - í .«ió/id > ^ . v ^ i .

Es claro entonces que si n^^ es igual a .0 ;pará cualquier í,3,

el valor de y^ - Y será igual a: ^ ^ n^ y^ que mide la parte


del diferencial total atribuible a la estructura productiva
regional.

28/ Para un análisis de los problemas de medición del producto gene-


rado en la agricultura de minifundio, véase: A. Schejtman, Economía
campesina; lógica interna, articulación y persistencia. Eevista
de la CEPAL, NQ 11, agosto de 1980. "

29/ Por ésta razón, el número de perceptores considerado en ladistri-


bución total alcanza a k6k rail personas, cifra que supera en 8,8^
el total de perceptores de ingresos primarios (426,6 mil) y en
16^ al total de la fuerza de trabajo perceptora de ingresos pri-
marios identificada según sector y estatus ocupacional ikOO mil).

30/ Para un análisis comparativo de las propiedades de los distintos


coeficientes de desigualdad, véase: Y. Koudor, Value Judgements
Implied by the Use of Various Measures of Income Inequality,
Review of Income and Wealth, 1975»
2
51/ El ajuste no lineal del tipo G = a + bY + c5 indicó que el pará-
metro c no era estadísticamente distinto de cero.

52/ Víase, S. Kuznets, Quantitative Aspects of the Economic Growth


of Nations, en Economic Development and Cultural Change, NQ 11,
enero 1965»

55/ Se puede demostrar algebraicamente que en el caso . simplificado en


que los ingresos agrícolas son iguales.entre sí, constantes en el
tiempo e inferiores a los no agrícolas (también iguales entre si
y constantes en el tiempo), la transferencia de población activa
desde el sector agrícola al no agrícola hace aumentar el coefi-
, ciente de Giñi en la distribución total hasta un cierto punto en
que la mayor transferencia de población lleva a una disminución
del coeficiente de desigualdad. La rapidez con que se pasa de
la etapa de concentración a la de desconcentración depende de la
disparidad de ingreso entre los dos sectores. Para un diferencial
de 2 a l , la transición de una etapa a otra se da con una proporción
de alrededor de 60% de población ocupada en la agricultura. Con
un diferencial de 5 a 1, se da con un porcentaje de alrededor de
659á. A medida que el diferencial se aproxima a cero la inversión
del signo de la concentración se da cada vez más cerca del punto
en que la proporción de fuerza de trabajo en la agricultura es
/igual a
- 99 -

i g u a l a 50%. E s t o s r e s u l t a d o s p r e s u m i b l e m e n t e se m a n t i e n e n s i
en l u g a r de c o n s i d e r a r a t o d o s l o s i n g r e s o s i g u a l e s a l i n t e r i o r
de l o s d o s s e c t o r e s , se s u p o n e que se d i s t r i b u y e n en f o r m a s i m i l a r
p e r o en t o r n o a m e d i a s d i s t i n t a s . D e l mismo m o d o , l o s r e s u l t a d o s
n o v a r í a n s i se s u p o n e que e l i n g r e s o p e r c á p i t a en l o s d o s s e c -
t o r e s c r e c e a l a misma t a s a .
V é a s e A . B e r r y y M. U r r u t i a , I n c o m e D i s t r i b u t i o n i n C o l o m b i a , Y a l e
U n i v e r s i t y P r e s s , 1 9 7 6 , n o t a 2 5 , p p s . 18 y 1 9 .

3^/ E l i n t e n t o más r e c i e n t e de c o r r o b o r a c i ó n d e e s t a h i p ó t e s i s c o n
d a t o s p a r a 3 0 p a í s e s y a l r e d e d o r de 1 9 7 0 , se e n c u e n t r a e n :
Nanak C . K a k w a n i , I n c o m e I n e q u a l i t y a n d P o v e r t y ; M e t h o d s o f
E s t i m a t i o n a n d P o l i c y A p p l i c a t i o n s , W o r l d Bank R e s e a r c h P u b l i c a t i o n ,
Oxford U n i v e r s i t y Press, 1980.

35/ No e s c a s u a l i d a d e l h e c h o que J . G . W i l l i a m s o n se h a y a b a s a d o en
u n a h i p ó t e s i s s e m e j a n t e a l a de K u z n e t s c u a n d o v i n c u l a e l n i v e l
de i n g r e s o (como p r o x y d e n i v e l de d e s a r r o l l o de u n p a í s ) y l a s
desigualdades i n t e r r e g i o n a l e s . Véase: J . G . V / i l l i a m s o n , Desigualdad
r e g i o n a l y e l p r o c e s o d e d e s a r r o l l o n a c i o n a l : D e s c r i p c i ó n de l o s
m o d e l o s . D o c u m e n t o I L P E S , CPRD-C/A-9. D e l mismo m o d o , en s u e s -
t u d i o s o b r e d i s t r i b u c i ó n d e l i n g r e s o en C o l o m b i a , B e r r y y ü r r u t i a
u t i l i z a n l a misma h i p ó t e s i s p a r a v i n c u l a r d e s i g u a l d a d y c r e c i m i e n t o .

36/ En l a d e f i n i c i ó n d e l s e c t o r " t r a d i c i o n a l " n o se i n c l u y e r o n a l o s


trabajadores por cuenta p r o p i a d e l comercio. E l l o r e s p o n d e no a l
h e c h o que e n e l c o m e r c i o n o e x i s t a t a m b i é n u n e s t r a t o n o a s a l a -
r i a d o que p o r s u s n i v e l e s de p r o d u c t i v i d a d y f o r m a s de o r g a n i z a c i ó n
t é c n i c o - s o c i a l n o s e d i s t i n g a d e l e s t r a t o que o p e r a b a j o l a s c o n d i -
ciones d e l régimen c a p i t a l i s t a . La d e c i s i ó n a d o p t a d a r e s p o n d e
s i m p l e m e n t a a l h e c h o de q u e l a i n f o r m a c i ó n d i s p o n i b l e e n l a e n -
c u e s t a no p e r m i t e d i f e r e n c i a r c l a r a m e n t e a esos e s t r a t o s mediante
l a d i s t i n c i ó n entre asalariados y trabajadores por cuenta p r o p i a ,
p u e s l a p r e s e n c i a d e u n p o r c e n t a j e i m p o r t a n t e de e m p l e a d o r e s en
e l ú l t i m o g r u p o i n t r o d u c e d i s t o r s i o n e s en l o s i n g r e s o s m e d i o s de
uno y o t r o e s t r a t o d e n t r o d e l s e c t o r .

37/ Una d e s c r i p c i ó n d e l m é t o d o de d e s c o m p o s i c i ó n se e n c u e n t r a e n : H .
T h e i l , S t a t i s t i c a l D e c o m p o s i t i o n A n a l y s i s , E l s i v i e r , Amsterdam,
1972.

38/ E l u s o de d i s t r i b u c i o n e s p o r d e c i l e s de p e r c e p t o r e s a s e g u r a que
l o s v a l o r e s d e l c o e f i c i e n t e n o se v e a n a f e c t a d o s p o r d i f e r e n c i a s
en e l n ú m e r o de c l a s e s d e i n g r e s o ( d i e z en c a d a c a s o ) n i p o r e l
n ú m e r o d e p e r c e p t o r e s en c a d a u n a de e l l a s .

/39/
- 100 -

39/ N ó t e s e que e s t e r e s u l t a d o no es c o n t r a d i c t o r i o c o n e l h e c h o - y a
. c o n s t a t a d o - d e que e l i n g r e s o m e d i o d e l 20% más p o b r e en l a s
r e g i o n e s - m á s r i c a s Cáre'a m e t r o p o l i t a n a , p o r e j e m p l o ) e s j i u y s u -
p e r i o r a l i n g r e s o m e d i o d e l 20% más p o b r e en l a s r e g i o n e s p o b r e s
(Veraguas, por e j e m p l o ) . L a s c o m p a r a c i o n e s • d e l c u a d r o l 6 se r e -
f i e r e n a l o s p e r c e p t o r e s con i n g r e s o s i n f e r i o r e s a 250 B a l b o a s ,
q u e e s e l i n g r e s o q u e d e f i n e e l 20% i n f e r i o r en l a d i s t r i b u c i ó n
de i n g r e s o s c o r r e s p o n d i e n t e a l t o t a l d e l p a í s .

kO/ V é a s e , L i g i a H e r r e r a , L o s n i v e l e s de d e s a r r o l l o relativo de l o s
d i s t r i t o s de l a R e p ú b l i c a de P a n a m á , N U / M I S / 3 ' t , julio-de 1973»

kl/ En é l c u a d r o I I - 3 d e l A n e x o se' p u e d e o b s e r v a r que l a c o r r e l a c i ó n


p r o d u c t o - m o m e n t o e n t r e c a d a u n o d e l o s i n d i c a d o r e s d e l í n d i c e de
d e s a r r o l l o r e l a t i v o y e l i n g r e s o m e d i o r e g i o n a l , ( s a l v o en e l c a s o
d e l a t a s a de m o r t a l i d a d i n f a n t i l y d e l i n d i c a d o r de d o t a c i ó n de
c a m i n o s p a v i m e n t a d o s e n l a p r o v i n c i a ) , es s i e m p r e s i g n i f i c a t i v a y
alta. E s t o p o n e en e v i d e n c i a que e l i n g r e s o m e d i o r e g i o n a l es u n a
muy b u e n a m e d i d a r e s u m e n de l o s n i v e l e s m e d i o s d e d e s a r r o l l o y
bienestar. En o t r a s p a l a b r a s , l a s d i s p a r i d a d e s i n t e r r e g i o n a l e s
de i n g r e s o m e d i o de l a f u e r z a de t r a b a j o s o n s i n d u d a , t a m b i é n ,
d i s p a r i d a d e s d e g r a d o s de d e s a r r o l l o y dé n i v e l e s dé b i e n e s t a r d e
l a p o b l a c i ó n r e g i o n a l en s u c o n j u n t o . La b a j a c o r r e l a c i ó n e n t r e
m o r t a l i d a d i n f a n t i l e ingr.eso medio p r o v i n c i a l no r e f l e j a n o t r a
c o s a que e l m a y o r feubregistro t a n t o de n a c i m i é n t ó s como d e m u e r t e s
de m e n o r e s de u n a ñ o en l a s p r o v i n c i a s d e m e n o r d e s a r r o l l o r e l a t i v o .

L a s p r o p i e d a d e s d e l í n d i c e " ? y l a d e m o s t r a c i ó n d e l t e o r e m a dé
d e s c o m p o s i c i ó n a p a r e c e n en N a n a k , C . K a k w a n i , o p . c i t . . C a p . 15
pp. 327-350. ^

lj¿/ En s e n t i d o e s t r i c t o , l a d e s c o m p o s i c i ó n u t i l i z a d a en e l p r e s e n t e
t r a b a j o n o c o r r e s p o n d e a' u n a d e s c o m p o s i c i ó n ' d e l a p o b r e z a y a que
e l v a l o r dé x = 2 5 0 B a l b o a s e s u n a l í n e a que d e f i n e a l a p o b l a c i ó n
de b a j o s i n g r e s o s y no a l a p o b l a c i ó n en s i t u a c i ó n d e p o b r e z a .
L a m e d i c i ó n de e s t a ú l t i m a s u p o n e l a c o m p a r a c i ó n ( a n i v e l d e h o -
g a r e s ) d e l o s i n g r e s o s f a m i l i a r e s y e l c o s t o de a d q u i s i c i ó n de
u n a c a n a s t a d e consumo m í n i m a m e n t e a c e p t a b l e , e n t é r m i n o s , p o r
e j e m p l o , de s u v a l o r n u t r i c i o n a l . ' Este es e l p r o c e d i m i e n t o u t i -
l i z a d o p o r l a CEPAL en s u s e s t u d i o s de p o b r e z a . Por e s t e m o t i v o ,
l o s r e s u l t a d o s de n u e s t r a m e d i c i ó n no son c o m p a r a b l e s con a q u e l l o s .
E l e s t u d i o d e l a CEPAL f i j ó l a l í n e a de p o b r e z a p a r a Panamá ( 1 9 7 0 )
en u n v a l o r i g u a l a 2 0 6 B a l b o a s a n u a l e s p a r a e l t o t a l d e l p a í s .
V é a s e , O , A l t i m i r , L a d i m e n s i ó n de l a p o b r e z a en A m é r i c a L a t i n a ,
N a c i o n e s U n i d a s , E / C E P A L / L . I 8 0 , S a n t i a g o , s e p t i e m b r e de 1 9 7 8 .

/iíV
- 101 -

hk/ La i n f o r m a c i ó n s o b r e P r o d u c t o I n t e r n o B r u t o r e g i o n a l i z a d o p a r a e l
p e r í o d o 1 9 7 0 - 1 9 7 8 se o b t u v o de u n t r a b a j o r e a l i z a d o p o r l a D i r e c c i ó n
de P l a n i f i c a c i ó n y C o o r d i n a c i ó n R e g i o n a l d e l M i n i s t e r i o de P l a n i -
f i c a c i ó n y P o l í t i c a E c o n ó m i c a de l a R e p ú b l i c a de Panamá. Las
c i f r a s fueron publicadas en: Metodología para l a estimación d e l
Producto I n t e r n o B r u t o , por P r o v i n c i a , Enero I98O. Estas c i f r a s
de P r o d u c t o , e x p r e s a d a s a p r e c i o s de m e r c a d o y en B a l b o a s c o n s -
t a n t e s de i 9 6 0 , u t i l i z a n como m a r c o de r e f e r e n c i a b á s i c o l a s
c i f r a s de C o n t a b i l i d a d d e l I n g r e s o y P r o d u c t o a n i v e l n a c i o n a l y
m u e s t r a n a l g u n a s d i f e r e n c i a s i m p o r t a n t e s c o n l o s d a t o s de p r o d u c t o
i n t e r n o p r o v i n c i a l p u b l i c a d o s en e l d o c u m e n t o D i s t r i b u c i ó n r e g i o n a l
d e l P r o d u c t o I n t e r n o B r u t o s e c t o r i a l en l o s p a í s e s de A m e r i c a
L a t i n a , N a c i o n e s U n i d a s , E / C E P A L / G . 1 1 1 5 , e n e r o de I 9 8 I 0

43/ En f e c h a p r ó x i m a se e s p e r a c o n t a r c o n l a s t a b u l a c i o n e s p r e l i m i n a r e s
d e l ú l t i m o c e n s o de p o b l a c i ó n y v i v i e n d a de Panamá d e I 9 8 O , Ello
p e r m i t i r á e v e n t u a l m e n t e a n a l i z a r e l c o m p o r t a m i e n t o de a l g u n o s i n d i -
c a d o r e s d e c o n d i c i o n e s de v i d a de l a p o b l a c i ó n en l a d é c a d a 1 9 7 0 -
1980,

46/ P a r a u n a d i s c u s i ó n s o b r e l a s d i f e r e n c i a s e n t r e d i s p a r i d a d e s de p r o -
d u c t o y de n i v e l e s de b i e n e s t a r , v é a s e : M i c h a e l L i p t o n , Why P o o r
P e o p l e S t a y P o o r , A S t u d y on U r b a n B i a s i n W o r l d D e v e l o p m e n t ,
Temple S m i t h , L o n d o n , 1 9 7 7 , P a r t I I I , Cap.

47/ Véase a l r e s p e c t o , A . G . G i l b e r t y D . E . Goodman, D e s i g u a l d a d e s regio-


n a l e s de i n g r e s o s y d e s a r r o l l o e c o n ó m i c o ; un e n f o q u e c r i t i c o .
R e v i s t a L a t i n o a m e r i c a n a de E s t u d i o s R e g i o n a l e s , EURE, V o l . V ,
NQ 1 3 , j u n i o de 1 9 7 6 .

48/ E l P r o d u c t o I n t e r n o B r u t o p e r c á p i t a de l a p r o v i n c i a de B o c a s d e l
T o r o m u e s t r a u n a t e n d e n c i a a t í p i c a en e l p e r í o d o s i se l a c o m p a r a
con e l r e s t o d e l p a í s . Es p r o b a b l e que en e s t e c a s o (más q u e en
o t r a s p r o v i n c i a s ) haya p r o b l e m a s con l a e s t i m a c i ó n d e l P r o d u c t o
del sector agrícola. Un i n d i c i o de e l l o e s l a f u e r t e d i s c r e p a n c i a
en l a r e p r e s e n t a c i ó n de e s t a p r o v i n c i a en e l P r o d u c t o t o t a l en
l a s d o s f u e n t e s c i t a d a s en l a n o t a 4 4 .
- 102 -

ANEXOS

Cuadro 1 - 1 I n g r e s o s m e d i o s de l a f u e r z a de t r a b a j o según
f o r m a s de i n s e r c i ó n productiva y.regiones.
Panamá, 1970.

Cuadro I - 2 Explotaciones agropecuarias: personal ocupado,


valor de l a s v e n t a s y , s a l a r i o s p a g a d o s , ..según ,
provincia. Panamá, 1970.

Cuadro 1 ^ 5 Resultados del .análisis diferencial - estructural.

Cuadro I I - 1 Distribuciones de i n g r e s o p e r s o n a l t o t a l por


deciles, según r e g i o n e s . Panamá, 1970.

Cuadro I I - 2 Distribuciones de i n g r e s o p e r s o n a l t o t a l por


t r a m o s de i n g r e s o , según r e g i o n e s . Panamá,.1970.

Cuadro II - 3 Varios indicadores de d e s a r r o l l o , según provincias.


Panamá, 1970.

Cuadro II Distribución de l a p o b l a c i ó n p r o v i n c i a l , según


niveles de d e s a r r o l l o relativo de l o s distritos.
Panamá, 1970.

Gráficos C u r v a s de L o r e n z y m e d i d a s de d e s i g u a l d a d de las
distribuciones de i n g r e s o p e r s o n a l t o t a l por deciles,
según r e g i o n e s . Panamá, 1970.

/Cuadro III-l

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