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La segunda parte del libro nos entrega la prevención, es importante recalcar que
el recorrido de la formación de la identidad homosexual está influenciada por distintos
factores de riesgo, los cuales de forma aislada no poseen mayor problema, sin
embargo, si se produce una coalición entre ellos, puede favorecer a un crecimiento con
carencias afectivas, sociales, físicas las cuales pueden llevar a una pérdida de
identidad masculina. Por lo tanto, prevenir es la clave para trabajar en aquellas
carencias, es así entonces, que en el libro se exponen las etapas de la consolidación
de la identidad homosexual, estas son: vacío de género (18 meses a 4 años), baja
autoestima de género (5 a 8 años), atracción de género (9 a 12 años), erotización de
atracción de género (13 a 15 años), refuerzo homosexual (15 a 17 años) y finalmente
identidad homosexual (17 en adelante), conociendo las etapas, se podrá trabajar en
estos factores de riesgo a tiempo, y así encaminar hacia el correcto diseño de Dios.
Además para prevenir es necesario tener claro los principios bíblicos, que dice Dios en
su palabra en relación al hombre y la mujer, el tener una familia bajo los principios
entregados por Dios será una buena semilla para las generaciones futuras. Con esto se
recalca en este apartado que prevenir será esencial.
Por último, el libro presenta la intervención enfocada al área práctica, donde a
través de distintos recursos se puede ayudar a la persona a romper todas esas
barreras que le han impedido crecer en una sana identidad. Se expone las cinco etapas
de proceso de restauración y sanidad de aquellas personas que desean salir de esta
lucha las cuales son: ruptura e identificación (terapia conductual), arraigo y afirmación
(terapia cognitiva), Sanidad de las heridas homoemocionales (terapia reparativa),
sanidad de las heridas heteroemocionales, y finalmente consolidación y refuerzo
(identidad de género afirmada). El libro señala ir trabajando en estas etapas, realizar
esto no es una sanidad de un día a otro, este trabajo lleva tiempo, entrega y
dedicación, dados en un contexto de confianza y comprensión, donde la persona pueda
abrir su corazón, ser sanado y libre de lo que no le ha dejado desenvolverse, incluso le
ha robado su felicidad.
En los apartados finales nos entrega una serie de recursos que nos ayudarán a
poder colocarlos en práctica para la obtención de información que nos dará un
panorama de aquellos factores que han influido en su formación, por tanto, a través de
esto, la persona deberá ir cumpliendo estas “tareas” que le ayudarán a poder vaciar
todo lo que ha deformado su identidad, aquí el terapeuta cumple una función de
motivar, acogiéndolo y guiándole para alcanzar su construcción de identidad masculina.