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Pobreza, Igualdad y circularidad

El país tiene grandes desafíos para avanzar hacia un desarrollo sustentable con una cultura de
circularidad. Esto implica reducción de la pobreza, en el contexto amplio de la palabra, que ha visto
afectada su disminución proyectando su aumento dada la crisis de la pandemia, poniendo en jaque
las medidas actuales y colocando desafíos importantes para atender esta problemática. Una
investigación publicada por el Instituto Mundial de Investigaciones de Economía del Desarrollo de
la Universidad de las Naciones Unidas advierte de que las consecuencias económicas de la pandemia
mundial podrían incrementar la pobreza en todo el mundo hasta llegar a afectar a 500 millones de
personas más, o lo que es lo mismo, a un 8 % más de la población total mundial. Esto significa, entre
otras cosas, dificultades para satisfacer las necesidades más básicas, como la salud, la educación y
el acceso a agua y saneamiento. En Chile no es distinta la situación e incluso se torna más grave y
alarmante al considerar la proyección entregada por la CEPAL donde la situación de pobreza, una
pobreza multidimensional, pasaría a dos cifras porcentuales desde 9,8% a 13, 7%.

La reducción de la desigualdad en Chile sigue siendo una tremenda necesidad para este avance en
el desarrollo sustentable. Esto se ve claramente reflejado por la participación de los ingresos
monetarios en los hogares chilenos, donde el primer decil de la población, solo tiene una
participación del 2% y el décimo decil su participación asciende a un 34,1%.

Reflexionando y tomado medidas integradoras y efectivas, colaborativas y empáticas a corto,


mediano y largo plazo solo en relación a la reducción de la pobreza y la reducción de la desigualdad,
como pilares esenciales para un desarrollo sustentable además de formar en las personas una
mentalidad de circularidad, es decir, mantener los recursos en uso el máximo tiempo posible,
extraer el máximo valor de ellos en su ciclo de vida, y luego recuperar y regenerar los materiales en
el fin de su vida útil, estaremos en un muy buen escenario para construir una mejor calidad de vida
que considere aspectos como salud, trabajo y seguridad social, vivienda, educación, redes y
cohesión social como vida digna aumentado la esperanza de vida de quienes operamos en la tierra.

Existe, igualmente, un mensaje subyacente que invita a alejarse de los sistemas lineales que en la
actualidad han llevado a un desequilibrio amplio de la vida en el planeta y destrucción del mismo,
como podemos evidenciar con la contaminación, comportamiento y actitudes de personas y
modelos económicos financieros que solo benefician a unos pocos. La idea es reducir la pobreza
multidimensionalmente, las desigualdades y los residuos mientras se optimiza el valor y la utilidad
con un foco circular y conectado, relevando la vida como eje del desarrollo.

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