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Vol. 93 • N.

o 5 REVISTA MEXICANA DE OFTALMOLOGÍA Septiembre-Octubre 2019


Revista Mexicana
de

Vol. 93 • N.o 5 • Septiembre-Octubre 2019   www.rmo.com.mx  Indexada en Scopus

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PERMANYER MÉXICO
ISSN: 0187-4519

OFTALMOLOGÍA

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OFTALMOLOGÍA
LA EXPERIENCIA DEFINITIVA DE
CONTROL Y CLARIDAD

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§§ Las marcas registradas son propiedad de sus respectivos dueños.

© 2017 Novartis 7/17 GL-CAM-17-MK-0486 Registro Sanitario No. 1166C2018 SSA Aviso SSA No. 193300202C0601 MX/QX/1098328/290120 CLAR/19/001
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CONSEJO EDITORIAL / EDITORIAL BOARD

EDITOR / EDITOR IN CHIEF

Dr. Manuel Alejandro Garza León


(Universidad de Monterrey, Monterrey, México)

COEDITORES / ASSOCIATE EDITORS

Dr. José Gerardo García Aguirre Dr. en C. Roberto González Salinas Dra. Ximena Mira Lorenzo
(Hospital “Dr. Luis Sánchez Bulnes”, Asociación para Evitar la (Asociación para Evitar la Ceguera en México I.A.P., (Instituto Mexicano de Oftalmología,
Ceguera en México I.A.P., Ciudad de México, México; Escuela de Ciudad de México, México) Universidad Anáhuac de Querétaro,
Medicina del Tecnológico de Monterrey, Ciudad de México, México) Querétaro, Qro., México)

ASISTENTE EDITORIAL / EDITORIAL ASSISTANT EDITORES ANTERIORES / PREVIOUS EDITORS


Bárbara Márquez Cárdenas Dr. Everardo Hernández Quintela
(Biblioteca “Dr. Manuel Uribe y Troncoso”, Ciudad de México, México) (Hospital “Dr. Luis Sánchez Bulnes”, Asociación para Evitar la Ceguera en México I.A.P.,
Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, México)
Dr. Alejandro Navas Pérez
(Instituto de Oftalmología “Conde de Valenciana”, Universidad Nacional Autónoma de México,
Ciudad de México, México)

COMITÉ EDITORIAL / EDITORIAL COMMITTEE

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(Hospital “Dr. Luis Sánchez Bulnes”, Asociación para Evitar (Clínica David, Unidad Oftalmológica, Facultad de Medicina (Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias [INER],
la Ceguera en México I.A.P., Ciudad de México, México) “Dr. Ignacio Chavez”, Universidad Michoacana de San Nicolás Centro de Investigación en Enfermedades Infecciosas
Dr. Francisco Beltrán Díaz de la Vega de Hidalgo, Morelia, Mich., México) [CIENI], INCMNSZ-UNAM, Ciudad de México,
(Hospital “Dr. Luis Sánchez Bulnes”, Asociación para Evitar Dra. Silvia Moguel Ancheita México)
la Ceguera en México I.A.P., Ciudad de México, México) (Cirujano Oftalmólogo Estrabólogo, Máster en Neurociencias, Dr. Manuel Saenz de Viteri Siso
Dra. en C. Vanessa Bosch Canto Ciudad de México, México) (Universidad la Salle, Querétaro, Qro., México)
(Instituto Nacional de Pediatría, Universidad Nacional Autónoma Dr. Ángel Nava Castañeda Dr. en C. Arturo Santos García
de México, Ciudad de México, México) (Instituto de Oftalmología “Conde de Valenciana”, (Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud,
Dra. Paola de la Parra Colín Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México, Tecnológico de Monterrey, Monterrey, N.L.,
(Clínica de Córnea y Superficie Ocular, Instituto Nacional Ciudad de México, México) México)
de Rehabilitación Secretaría de Salud, Ciudad de México, Dr. José Antonio Paczka Zapata Dr. Luis Fernando Torres
México) (Instituto de Oftalmología y Ciencias Visuales, Centro Universitario (INOVA Visión, Instituto de Ojos y Visión de Aguascalientes,
Dr. Carlos Enrique de la Torre González de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara, Centro de Investigación Bases Moleculares de
(Universidad Nacional Autónoma de México, Hospital Juárez Guadalajara, Jal., México)
Enfermedades Oculares, Sistema Nacional de
de México Secretaría de Salud, Ciudad de México, México) Dr. Carlos Quezada Ruíz Investigadores, Universidad Autónoma de Aguascalientes,
Dra. Irene González Olhovich (Clínica de Ojos Garza Viejo, San Pedro Garza García, Aguascalientes, Ags., México)
(Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Monterrey, N.L., México)
Dr. Jorge Valdez García
Suarez”, Hospital CM ABC, Ciudad de México, México) Dra. Claudia Recillas Gispert (Instituto de Oftalmología y Ciencias Visuales, Hospital
Dr. Óscar Guerrero Berger (Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, Zambrano-Hellion, Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud
(Fundación Hospital de La Luz; Universidad Nacional Autónoma Ciudad de México, México) TecSalud del Tecnológico de Monterrey, Monterrey, N.L.,
de México, Ciudad de México, México) Dr. Enrique Robles Gil México)
Dr. Julio César Hernández Camarena (Asociación Médica Hospital ABC, Ciudad de México, México) Dr. Juan Carlos Zenteno Ruíz
(Instituto de Oftalmología y Ciencias Visuales, Hospital Dr. Patricio José Rodríguez Valdés (Instituto de Oftalmología “Conde de Valenciana”,
Zambrano-Hellion, Tecnológico de Monterrey, Monterrey, N.L., (Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma
México) Hospital Zambrano Hellion, Monterrey, N.L., México) de México, Ciudad de México, México)

COMITÉ EDITORIAL INTERNACIONAL / INTERNATIONAL EDITORIAL COMMITTEE

Iqbal Ike K. Ahmed, MD Ángela María Dolmetsh, MD Víctor L. Pérez, MD


(University of Toronto, Toronto, Ontario, Canadá) (Hospital Universitario del Valle, Cali, Colombia) (Duke Eye Center, Duke University School of Medicine,
Anthony J. Aldave, MD North Carolina, USA)
Joaquín Fernández Pérez, MD
(Jules Stein Eye Institute, Ronald Reagan UCLA Medical Center, (QVision, Hospitalario Torrecárdenas, Almería, España) Hugo Quiroz-Mercado, MD
Los Ángeles, California, USA) (Denver Health Medical Center, University of Colorado, Denver,
María Alejandra Henríquez, MD Colorado, USA)
Francisco Amparo, MD (Oftalmosalud, Instituto de Ojos, Lima, Perú)
(Massachusetts Eye and Ear Schepens Eye Research Institute, J. Bradley Randleman, MD
Harvard Medical School Boston, USA) Cristián Luco, MD (USC Roski Eye Institute, Keck School of Medicine of USC,
(Fundación Oftalmológica Los Andes, Santiago, Chile) Los Angeles, California, USA)
Mark S. Blumenkranz, MD
(Stanford University, School of Medicine, Palo Alto, Antonio Martínez, MD Mark I. Rosenblatt, MD PhD
California, USA) (Galician Institute of Ophthalmology, Santiago de Compostela, (Illinois Eye and Ear Infirmary, University of Illinois, Chicago,
La Coruña, España) Illinois, USA)
Acner Camino, PhD
(Center for ophthalmic optics and lasers, Cristina Muccioli, MD MBA María Felisa Shokida, MD
Oregon Health & Science University, USA) (Federal University of São Paulo, São Paulo, Brasil) (Hospital Italiano de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina)
Manuel Díaz-Llopis, MD PhD Claudio Orlich, MD Eduardo Viteri, MD
(Universidad de Valencia, Valencia, España) (Clínica 20/20, San José, Costa Rica) (Centro Oftalmológico Humana Visión, Guayaquil, Ecuador)
La REVISTA MEXICANA DE OFTALMOLOGÍA (ISSN 0187-4519) es producto de la fusión de las revistas «Anales de la Sociedad Mexicana
de Oftalmología», «Archivos de la Asociación Para Evitar la Ceguera en México» y «Boletín del Hospital Oftalmológico de Nuestra
Señora de la Luz». Se publica a partir de 1987, conservando la numeración más antigua de las revistas que le dieron origen. Su edición
y distribución están a cargo de la Sociedad Mexicana de Oftalmología, A.C. La revista está indexada en EXCERPTA, LILACS, PERIODICA,
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Dirección General de Derechos de Autor, SEP. Certificado de Licitud de Título y Certificado de Licitud de Contenido No. 17109 de la Comisión
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Impresa en México y distribuida en 2,500 ejemplares. La versión electrónica está disponible de libre acceso en español e inglés en
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REVISTA MEXICANA DE OFTALMOLOGÍA (ISSN 0187-4519) is the result of the merger «Anales de la Sociedad Mexicana de Oftalmología»,
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Is published since 1987, maintaining the oldest Volume number of the journals that gave it origin. Edition and publication are in charge
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Portada: Imagen proporcionada por Perla A. Kawakami-Camp. Imagen clínica del polo posterior del ojo derecho, visualización de calidad subóptima
por vitritis densa. Se aprecian múltiples hemorragias en mancha asociadas a retinitis extensa, envainamiento vascular, exudados duros subretinianos
coalescentes y palidez del nervio óptico.
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Vol. 93 • Núm. 5 • Septiembre-Octubre 2019    www.rmo.com.mx  Indexada en Scopus

Contenido
Artículos originales
Queratocono en edad pediátrica: características clínico-refractivas y evolución. Centro de Especialidades
Médicas Fundación Donum, Cuenca, Ecuador, 2015-2018 221
Eduardo Rojas-Álvarez

Distribución de la longitud axial y factores relacionados en una población adulta de la Ciudad de México 233
Mª Soledad Barlatey, Wilson Koga-Nakamura, M.ª Victoria Moreno-Londoño, Mariana Takane-Imay y M.ª Cristina González-González

Resultados del tratamiento a doce meses con ranibizumab para el edema macular diabético en la
práctica clínica de rutina en México 238
Luis P. Orozco-Gómez, Leonor Hernández-Salazar, Vanesa Flores-Peredo, Alma L. Ortega-Villalobos, Sergio Aranda-Serna,
Luis Gerardo-Ferreyra, Elisa Pérez-González, Julio Pérez-Monjaraz y Alejandra Sabina Ruiz-Franco

Prevalencia de miopía y factores de riesgo asociados en estudiantes de medicina en Monterrey 246


Christian G. Cavazos-Salias, Natalia Montemayor-Saldaña, Lucy Salum-Rodríguez, Juan E. Villarreal-Del Moral y Manuel Garza-Leon

Casos clínicos
Enfisema periorbitario secundario a procedimiento dental: reporte de un caso y revisión de la literatura 254
Mario Rodríguez-Calzadilla, Mercedes García-Vázquez, María Contreras-Espuny, Alejandro Soto-Guerrero, Alejo Honesto Rodríguez-Suárez,
Francisco Javier Benítez-del-Castillo-Sánchez y Manuel García-Íñiguez

Síndrome de Horner como motivo de consulta en paciente con tumor de mama. Reporte de caso 258
Verónica C. Martínez-Mayorquín, David Lozano-Elizondo, Rosa E. Moreno-Anda, Luis M. Pesci-Eguía,
Karina L. Miranda-Sánchez y Irene González-Olhovich

Imagen en oftalmología
Retinitis por citomegalovirus bilateral con reacción tipo Coats en paciente portador del VIH 262
P. Ayumi Kawakami-Campos
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Contents
Original articles
Keratoconus in pediatric age: clinical-refractive characteristics and evolution. Donum Foundation Medical
Specialties Center. Cuenca. Ecuador. 2015-2018 221
Eduardo Rojas-Álvarez

Distribution of axial length and related factors in an adult population of Mexico City 233
Mª Soledad Barlatey, Wilson Koga-Nakamura, M.ª Victoria Moreno-Londoño, Mariana Takane-Imay and M.ª Cristina González-González

Twelve-month outcomes of ranibizumab for diabetic macular edema in routine clinical practice in Mexico 238
Luis P. Orozco-Gómez, Leonor Hernández-Salazar, Vanesa Flores-Peredo, Alma L. Ortega-Villalobos, Sergio Aranda-Serna,
Luis Gerardo-Ferreyra, Elisa Pérez-González, Julio Pérez-Monjaraz and Alejandra Sabina Ruiz-Franco

Prevalence of myopia and associated risk factors in medical students in Monterrey 246
Christian G. Cavazos-Salias, Natalia Montemayor-Saldaña, Lucy Salum-Rodríguez, Juan E. Villarreal-Del Moral and Manuel Garza-Leon

Clinical cases
Periorbital emphysema following dental procedure: A case report and literature review 254
Mario Rodríguez-Calzadilla, Mercedes García-Vázquez, María Contreras-Espuny, Alejandro Soto-Guerrero, Alejo Honesto Rodríguez-Suárez,
Francisco Javier Benítez-del-Castillo-Sánchez and Manuel García-Íñiguez

Horner syndrome as a reason for consultation in a patient with breast tumor; case report 258
Verónica C. Martínez-Mayorquín, David Lozano-Elizondo, Rosa E. Moreno-Anda, Luis M. Pesci-Eguía,
Karina L. Miranda-Sánchez and Irene González-Olhovich

Image in ophtalmology
Bilateral cytomegalovirus retinitis with Coats-like presentation in an HIV patient 262
P. Ayumi Kawakami-Campos
 ARTÍCULO ORIGINAL

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Queratocono en edad pediátrica: características
clínico-refractivas y evolución. Centro de Especialidades
Médicas Fundación Donum, Cuenca, Ecuador, 2015-2018
Keratoconus in pediatric age: clinical-refractive characteristics
and evolution. Donum Foundation Medical Specialties Center.
Cuenca. Ecuador. 2015-2018
Eduardo Rojas-Álvarez*
Facultad de Ciencias Médicas, Universidad de Cuenca, Centro de Especialidades Médicas Fundación Donum, Cuenca, Ecuador

Resumen
Objetivo: Describir las características clínico-refractivas de pacientes con queratocono (KC) en edad pediátrica y su evo-
lución, en el Centro de Especialidades Médicas Fundación Donum, Cuenca, Ecuador. Método: Se realizó un estudio obser-
vacional, prospectivo y longitudinal en 94 pacientes en edad pediátrica (188 ojos) con diagnóstico de KC, diagnosticados
en 2015 y seguidos hasta 2018, en el Centro de Especialidades Médicas Fundación Donum, Cuenca, Ecuador. Se obtuvo la
media aritmética de la muestra de: queratometría media, paquimetría en el punto más delgado y cilindro refractivo, en dos
momentos. Se empleó el análisis de varianza (ANOVA) de medidas repetidas para un factor con ajuste del intervalo de
confianza por Bonferroni y valor p. Resultados: Se obtuvo un aumento estadísticamente significativo entre el valor promedio
de queratometría media de la muestra en el momento del diagnóstico (49.6 D) y el valor promedio de queratometría media
a los 3 años de seguimiento (52.4 D) (p = 0.02; α = 0.05); una disminución estadísticamente significativa entre la paquime-
tría promedio de la muestra en el momento del diagnóstico (482 µm) y la paquimetría promedio de la muestra a los 3 años
de seguimiento (459 µm) (p = 0.03; α = 0.05); y un incremento estadísticamente significativo entre el cilindro refractivo
promedio de la muestra en el momento del diagnóstico (4.6 D) y el cilindro refractivo promedio de la muestra a los 3 años
de seguimiento (5.1 D) (p = 0.01; α = 0.05). Conclusiones: Las modificaciones de queratometría, cilindro refractivo y pa-
quimetría sugieren progresión de la enfermedad en este grupo de edad, en un periodo de 3 años.

Palabras claves: Queratocono. Queratometría. Paquimetría. Cilindro refractivo. Agudeza visual.

Abstract
Objective: To describe the clinical-refractive characteristics of KC patients at pediatric age and their evolution, at the Donum
Foundation Medical Center, Cuenca, Ecuador. Method: An observational, prospective and longitudinal study was carried out
in 94 pediatric patients (188 eyes) diagnosed with KC, diagnosed in 2015 and followed up to 2018, in the Donum Foundation
Medical Center, Cuenca, Ecuador. The arithmetic mean of the sample was obtained: mean keratometry, pachymetry at the

Correspondencia:
*Eduardo Rojas-Álvarez
Tarqui 13-56 y Pío Bravo Fecha de recepción: 26-02-2019 Disponible en internet: 01-09-2019
Cuenca, Ecuador Fecha de aceptación: 10-05-2019 Rev Mex Oftalmol. 2019;93(5):221-232
E-mail: drerojasalvarez@gmail.com DOI: 10.24875/RMO.M19000082 www.rmo.com.mx
0187-4519/© 2019 Sociedad Mexicana de Oftalmología. Publicado por Permanyer México. Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND
(http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).

221
Rev Mex Oftalmol. 2019;93

thinnest point and refractive cylinder, at two moments. The analysis of variance (ANOVA) of repeated measures was used for
a factor with confidence interval adjustment by Bonferroni and p value. Results: A statistically significant increase was ob-
tained between the mean value of average keratometry of the sample (49.6 D), at the time of diagnosis, and the mean value

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of average keratometry at 3 years of follow-up (52.4 D). (p = 0.02; α = 0.05), a statistically significant decrease between the
average pachymetry of the sample, at the time of diagnosis (482 μm), and the average pachymetry of the sample, at 3 years
of follow-up (459 μm) (p = 0.03; α = 0.05) A statistically significant increase was obtained between the average refractive
cylinder of the sample, at the time of diagnosis (4.6 D), and the average refractive cylinder of the sample, at 3 years of fo-
llow-up (5.1 D) (p = 0.01; α = 0.05). Conclusions: The modifications of keratometry, refractive cylinder and pachymetry su-
ggest progression of the disease in this age group, in a period of 3 years.

Key words: Keratoconus. Keratometry. Pachymetry. Refractive cylinder. Visual acuity.

Introducción El momento del diagnóstico de la enfermedad


continúa siendo el eje angular de la predicción evolu-
En nuestra práctica diaria de la oftalmología nos
tiva. Pueden llegar casos en diferentes estadios, desde
encontramos casos de diversa índole que, en ocasio-
KC aún subclínicos, hasta leucomas corneales cicatri-
nes, se llevan toda nuestra atención por su relevancia
zales por episodios de hidrops agudos que pasaron
clínica e interesante evolución. Las ectasias, específi-
desapercibidos, incluso pueden concomitar estadios
camente el queratocono (KC), con presentación en
muy diferentes de la enfermedad en un mismo pacien-
edad pediátrica, constituyen un reto clínico-quirúrgico.
te, lo que resalta su carácter asimétrico.
Independientemente, de los adelantos tecnológicos
Existen diferentes estudios en el mundo y en Lati-
acontecidos en las últimas décadas, el manejo de un
noamérica, sobre las características clínicas y refracti-
paciente pediátrico con KC puede conducir a un camino
vas de esta enfermedad. Los estudios más actuales se
largo de seguimiento, no exento de dudas, contradic-
centran en la efectividad del cross linking como alter-
ciones, decisiones quirúrgicas a destiempo, entre otras
nativa de tratamiento en pacientes pediátricos con la
cuestiones, que meritan toda nuestra atención.
enfermedad6-8.
El KC pediátrico demuestra varios problemas de ma-
En Ecuador, Abril9, que realizó topografía corneal a
nejo distintivos en comparación con el KC adulto con
32 pacientes con esta enfermedad en Quito y Santo
respecto a la dificultad para el diagnóstico por topografía
Domingo, obtuvo valores paquimétricos y queratomé-
corneal (cooperación, accesibilidad) y las modificaciones
tricos. Mansfield10 obtiene un 0.75% de frecuencia de
en los esquemas de tratamiento. Las principales preo-
KC en un grupo de pacientes en la ciudad de Quito
cupaciones comprenden la progresión acelerada de la
que se les realizó topografía corneal. En Cuenca, Rey-
enfermedad en el grupo de edad pediátrica y el manejo
noso11 obtiene una frecuencia de la enfermedad del
de las comorbilidades como la queratoconjuntivitis
28.6% en pacientes que se les realizó topografía
vernal1.
corneal.
El KC es una enfermedad inflamatoria o cuasiinfla-
Sin embargo, los estudios no van dirigidos a grupos
matoria, en la cual la córnea adopta una forma cónica
de edades específicas en las que aparece la enferme-
debido al adelgazamiento y protrusión2. Se presenta
dad. Investigaciones del KC en edad pediátrica posibi-
en la pubertad y progresa hasta la tercera o cuarta
litarían su diagnóstico precoz, así como una mayor
décadas de la vida. La incidencia es de 1/2,000 casos
efectividad y optimización de los tratamientos efectua-
en la población1,3. Clínicamente esta ectasia conduce
dos, con el objetivo de mejorar, o al menos mantener,
a miopía y astigmatismo irregular1-4. La etiología aún
la agudeza visual de los pacientes y disminuir la posi-
no está bien esclarecida. Surge comúnmente de la
bilidad de un trasplante de córnea.
combinación de factores genéticos y ambientales2-4.
La resistencia biomecánica de la córnea depende de
los enlaces covalentes entre las moléculas de colágeno. Objetivos
En el KC, los queratocitos activados invaden la mem-
General
brana de Bowman previamente alterada, con apoptosis
posterior de estos, pérdida del estroma anterior, y se - Describir las características clínico-refractivas de
provoca un adelgazamiento progresivo corneal. En el pacientes con KC en edad pediátrica y su evolu-
KC la resistencia estromal disminuye en un 50%3-5. ción, en la Fundación Donum, Cuenca, Ecuador.
222
E. Rojas-Álvarez: Queratocono en edad pediátrica

Específicos – Paquimetría (punto más delgado)


– Agudeza visual (sin corrección y con corrección)
- Caracterizar la muestra de estudio de acuerdo a

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sus características sociodemográficas.
- Distribuir la muestra de acuerdo a enfermedades Métodos de obtención de la información,
sistémicas asociadas, signos y síntomas. análisis estadístico y aspectos éticos
- Clasificar los pacientes según defecto refractivo,
La información fue obtenida a partir de las historias
patrón topográfico y tipo de KC.
clínicas de cada paciente (variables sociodemográficas,
- Determinar las posibles modificaciones de querato-
enfermedades asociadas, síntomas, signos y defecto re-
metría, paquimetría y cilindro refractivo entre el mo-
fractivo, cilindro refractivo y agudeza visual). Los datos
mento del diagnóstico y a los 3 años del mismo.
queratométricos, paquimétricos y topográficos se obtu-
vieron a partir de Pentacam. La información fue
Método procesada en el programa SPSS, versión 22, utilizando
métodos de estadística descriptiva e inferencial expresa-
Se realizó un estudio observacional, prospectivo y
dos en frecuencias absolutas y frecuencias relativas. Se
longitudinal en 94 pacientes en edad pediátrica (188
obtuvo la media aritmética de la muestra de: queratome-
ojos) con diagnóstico de KC, diagnosticados en 2015
tría media, paquimetría en el punto más delgado y cilin-
y seguidos hasta 2018, en el Centro de Especialidades
dro refractivo, en dos momentos: en el momento del
Médicas Fundación Donum, Cuenca, Ecuador.
diagnóstico y a los 3 años de seguimiento. Se empleó
el análisis de varianza (ANOVA) de medidas repetidas
Criterios de selección de los casos para un factor, con ajuste del intervalo de confianza por
Bonferroni, para establecer las diferencias entre los dos
Criterios de inclusión
momentos del estudio, y valor p. Los padres o tutores
– Edad menor a 18 años. otorgaron su consentimiento para la participación en el
– Diagnóstico de KC (se consideró para el diagnós- estudio y la investigación fue aprobada en el Comité de
tico la presencia de criterios topográficos/tomográ- Bioética de la institución. Se indicó tratamiento quirúrgico
ficos para la enfermedad por Pentacam y la pre- con crosslinking a los pacientes estudiados, resultados
sencia de alteraciones clínicas en la exploración: que forman parte de investigaciones futuras.
irregularidad en el reflejo corneal, signo de Munson
y de Rizzuti, presencia de anillo de Fleischer, es-
Resultados
trías de Vogt).
Como se puede observar en la tabla 1, en el estudio
predominaron los pacientes en el grupo de edad de 14
Criterios de exclusión
a 16 años (29.8%), seguido del grupo de 11 a 13 años
- Pacientes que no acudieron a las visitas durante (27.6%) y de 17 a 18 años (23.4%). Se obtuvo un pre-
los 3 años. dominio de pacientes del sexo masculino (60.6%), y la
– Tutores que no otorgaron el consentimiento infor- mayoría procedentes de la ciudad de Cuenca (48.9%),
mado para la participación en el estudio. seguido de Azogues (18.1%) y Cañar (9.6%).
Como se muestra en la tabla 2, predominaron pa-
cientes con presencia de queratoconjuntivitis alérgica
Variables del estudio
(45.1%), seguidos en orden de frecuencia por pacientes
– Sociodemográficas (edad, sexo, lugar de con alergia (23.2%), dermatitis atópica (11.0%) y otras
residencia). enfermedades como asma bronquial (7.3%), estrabis-
– Enfermedades asociadas. mo (4.9%), trauma corneal penetrante (2.4%), así como
– Síntomas. pacientes sin enfermedades (6.1%).
– Signos. Asimismo, como se muestra en la tabla 3 predomi-
– Defectos refractivos. naron pacientes cuyo síntoma motivo de consulta fue
– Cilindro refractivo. la disminución de la agudeza visual (68.1%), seguido
– Patrón topográfico. de pacientes con prurito (12.8%) y pacientes con cam-
– Tipo de KC. bio frecuente de corrección (10.6%) e intolerancia a los
– Queratometría media. lentes de contacto (8.5%).
223
Rev Mex Oftalmol. 2019;93

Tabla 1. Distribución de los pacientes de acuerdo a las Tabla 3. Distribución de los pacientes de acuerdo a los
variables sociodemográficas (edad, sexo, lugar de síntomas (motivo de consulta). Centro de Especialidades
residencia). Centro de Especialidades Médicas Médicas Fundación Donum, Cuenca, Ecuador (2015‑2018)

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
Fundación Donum, Cuenca, Ecuador (2015‑2018)
Síntomas Frecuencia Porcentaje
Edad (años) Frecuencia Porcentaje
Disminución lenta y 64 68.1
5‑7 6 6.4 progresiva de la visión

8‑10 12 12.8 Prurito 12 12.8

11‑13 26 27.6 Cambio frecuente de 10 10.6


corrección
14‑16 28 29.8
Intolerancia a lentes de 8 8.5
17‑18 22 23.4 contacto

Total 94 100 Total 94 100

Sexo Fuente: Historias clínicas.


Femenino 37 39.4
Masculino 57 60.6
Total 94 100

Lugar de residencia Tabla 4. Distribución de los pacientes de acuerdo a


Cuenca 46 48.9 signos. Centro de especialidades médicas Fundación
Azogues 17 18.1 Donum, Cuenca, Ecuador (2015‑2018)
Cañar 9 9.6
Guayaquil 7 7.4 Signos Frecuencia Porcentaje
Machala 5 5.3
Quito 3 3.2 Signo de tijera 46 48.9
Loja 3 3.2
Nervios corneales prominentes 28 29.8
Riobamba 3 3.2
Otras 1 1.1 Signo de Munson 28 24.5
Total 94 100
Anillo de Fleischer 6 6.4
Fuente: Historias clínicas.
Estrías de Vogt 6 6.4

Fuente: Historias clínicas.

Tabla 2. Distribución de los pacientes de acuerdo a las


enfermedades asociadas. Centro de Especialidades
Médicas Fundación Donum, Cuenca, Ecuador (2015‑2018)
La tabla 5 muestra que el defecto refractivo que pre-
Enfermedades asociadas Frecuencia Porcentaje dominó en el estudio es el astigmatismo miópico com-
Queratoconjuntivitis alérgica 37 45.1 puesto (64.4%), seguido del astigmatismo mixto
Alergia sistémica 19 232
(30.8%) y el astigmatismo miópico simple (4.8%). No
hubo pacientes con miopía pura o hipermetropía pura
Dermatitis atópica 9 11.0
en la muestra estudiada.
Asma 6 7.3 En la tabla 6 podemos ver que el 35.1% de los ojos
Sin enfermedades 5 6.1 estudiados presentó un patrón topográfico de botón de
camisa asimétrico con desviación de los ejes en J, se-
Estrabismo 4 4.9
guido de patrón de botón de camisa asimétrico con
Trauma corneal penetrante 2 2.4 encorvamiento inferior (25.5%) y patrón de astigmatismo
Fuente: Historias clínicas. irregular (22.3%). El 17.1% presentó patrón de botón de
camisa asimétrico con encorvamiento superior (17.1%).
La tabla 7 muestra un predominio del tipo 2 de KC
En la tabla 4 podemos observar que el 48.9% de los (25.5%), seguido del tipo 3 (23.4%) y del tipo 1 (19.2%).
casos presentó signo de tijera al examen, seguido en Con menor frecuencia se observaron los KC de tipo 5
orden de frecuencia por el 29.8% con nervios cornea- (17.0%) y tipo 4 (14.9%).
les prominentes y el 24.5% con presencia de signo de La tabla 8 muestra un predominio de casos con que-
Munson, otros signos, como el anillo de Fleischer y ratometrías medias entre 45 y 49.9 D en el momento del
estrías de Vogt, se obtuvieron con menor frecuencia. diagnóstico. El predominio de este grupo se mantuvo a
224
E. Rojas-Álvarez: Queratocono en edad pediátrica

Tabla 5. Distribución de los pacientes de acuerdo al


defecto refractivo. Centro de Especialidades Médicas 53

Fundación Donum, Cuenca, Ecuador (2015‑2018) 52

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
Defecto refractivo Frecuencia Porcentaje 51

Astigmatismo miópico compuesto 121 64.4 50

Astigmatismo mixto 58 30.8 49 Queratometría media


48
Astigmatismo miópico simple 9 4.8
Diagnóstico 1 año 2 años 3 años
Miopía 0 0
Figura 1. Queratometría media (promedio de la muestra).
Hipermetropía 0 0

Total (ojos) 188 100

Fuente: Historias clínicas.


490

480

Tabla 6. Distribución de los pacientes de acuerdo a 470


patrones topográficos. Centro de Especialidades
460
Médicas Fundación Donum, Cuenca, Ecuador (2015‑2018)
450 Paquimetría punto más delgado
Patrones topográficos Frecuencia Porcentaje
(promedio de la muestra)
440
Botón de camisa asimétrico 66 35.1
Diagnóstico 1 año 2 años 3 años
con desviación de ejes en J

Botón de camisa asimétrico 48 25.5 Figura 2. Paquimetría punto más delgado (promedio de
con encorvamiento inferior la muestra).
Irregular 42 22.3

Botón de camisa asimétrico 32 17.1


con encorvamiento superior Se obtuvo un aumento estadísticamente significativo
Total (ojos) 188 100 entre el valor promedio de queratometría media de la
Fuente: Historias clínicas.
muestra (49.6 D) en el momento del diagnóstico y el
valor promedio de queratometría media a los 3 años de
seguimiento (52.4 D). (p = 0.02; α = 0.05) (Fig. 1).
Como se ve en la tabla 9, en el momento del diagnós-
Tabla 7. Distribución de la muestra según clasificación
tico, hubo un predominio de casos con paquimetrías entre
de Fernández‑Vega Alfonso. Centro de especialidades
médicas Fundación Donum, Cuenca, Ecuador (2015‑2018) 480 y 499 µm; sin embargo, a los 3 años de seguimiento
se obtienen mayor cantidad de casos con paquimetrías
Tipo de queratocono Frecuencia Porcentaje
entre 450 y 479 µm. Se obtuvo una disminución estadís-
Fenotipo 2 48 25.5 ticamente significativa entre la paquimetría promedio de
Fenotipo 3 44 23.4 la muestra en el momento del diagnóstico (482 µm) y la
paquimetría promedio de la muestra a los 3 años de se-
Fenotipo 1 36 19.2
guimiento (459 µm) (p = 0.03; α = 0.05) (Fig. 2).
Fenotipo 5 32 17.0 La tabla 10 muestra un predominio de pacientes con
Fenotipo 4 28 14.9 cilindro refractivo entre 2 y 4.9 D (41.0%) en el momento
del diagnóstico. A los 3 años de seguimiento, este gru-
Total (ojos) 188 188
po se incrementa, así como los pacientes en los grupos
Fuente: Historias clínicas.
de 5 a 8 D y más de 8 D, a expensas de una disminu-
ción de los pacientes con menos de 2 D de cilindro
refractivo. Se obtuvo un incremento estadísticamente
los 3 años de seguimiento. Además se obtuvo una dis- significativo entre el cilindro refractivo promedio de la
minución de casos con queratometrías menores a 45 D muestra en el momento del diagnóstico (4.6 D) y el
a los 3 años del diagnóstico, con incremento de pacientes cilindro refractivo promedio de la muestra a los 3 años
en los restantes grupos: 50-54.9, 55-59.9, 60 D o más. de seguimiento (5.1 D) (p = 0.01; α = 0.05) (Fig. 3).
225
Rev Mex Oftalmol. 2019;93

Tabla 8. Distribución de los pacientes de acuerdo a la queratometría media. Centro de Especialidades Médicas
Fundación Donum, Cuenca, Ecuador (2015‑2018)
Queratometrías (dioptrías‑D) Diagnóstico 3 años

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Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje

Menor de 45 25 13.3 9 4.8

45‑49.9 113 60.1 114 60.6

50‑54.9 24 12.8 29 15.4

55‑59.9 19 10.1 24 12.8

60 o más 7 3.7 12 6.4

Total (ojos) 188 100 188 100

(p = 0.02; α = 0.05).
Al diagnóstico: Media 47.6; DE 0.67. A los 3 años: Media 48.1; DE: 0.32.
Fuente: Historias clínicas.

Tabla 9. Distribución de los pacientes de acuerdo a la paquimetría (punto más delgado). Centro de Especialidades
Médicas Fundación Donum, Cuenca, Ecuador (2015‑2018)
Paquimetría (µm) Diagnóstico 3 años

Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje

Mayor a 500 12 6.4 7 3.7

480‑499 73 38.8 57 30.4

450‑479 55 29.3 66 35.1

400‑449 39 20.7 45 23.9

Menor de 400 9 4.8 13 6.9

Total (ojos) 188 100 188 100

(p = 0.03; α = 0.05).
Al diagnóstico: Media 477.2; DE 0.27. A los 3 años: Media 468.1; DE 0.52.
Fuente: Historias clínicas.

Tabla 10. Distribución de los pacientes de acuerdo al En la tabla 11 vemos un aumento de casos con agu-
cilindro refractivo. Centro de Especialidades Médicas deza visual inferior a 20/400 a los 3 años de segui-
Fundación Donum, Cuenca, Ecuador (2015‑2018)
miento, con predominio en ambos momentos del estu-
Cilindro Diagnóstico 3 años dio de pacientes en el grupo con agudeza visual entre
refractivo
Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje 20/400 y 20/100, además, se observa disminución de
casos con agudeza visual sin corrección mayor a
Menor 2.0 29 15.4 13 6.9
20/100.
2‑4.9 77 41.0 84 44.7 La tabla 12 muestra que existe una disminución de
5‑8 56 29.8 62 33.0 casos con agudeza visual con corrección superior a
Más de 8 26 13.8 29 15.4
20/40 a los 3 años de seguimiento. Se observa, ade-
más, un aumento de casos con agudeza visual entre
Total (ojos) 188 100 188 100
20/100 y 20/400 y mayor frecuencia de casos con me-
(p = 0.01; α = 0.05). nos de 20/400, en comparación con el momento del
Al diagnóstico: Media 4.8; DE 0.07. A los 3 años: Media 5.1; DE: 0.12.
Fuente: Historias clínicas. diagnóstico.

226
E. Rojas-Álvarez: Queratocono en edad pediátrica

Tabla 11. Distribución de los pacientes de acuerdo a la agudeza visual sin corrección. Centro de Especialidades
Médicas Fundación Donum, Cuenca, Ecuador (2015‑2018)
Agudeza visual sin corrección Diagnóstico 3 años

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje

Menor a 20/400 23 12.2 29 15.4

Entre 20/400 y 20/100 117 62.3 128 68.1

Mayor a 20/100 y menor a 20/40 42 22.3 29 15.4

Entre 20/40 y 20/20 6 3.2 2 1.1

Total (ojos) 188 100 188 100

Fuente: Historias clínicas.

Tabla 12. Distribución de los pacientes de acuerdo a la agudeza visual con corrección. Centro de Especialidades
Médicas Fundación Donum, Cuenca, Ecuador (2015‑2018)
Agudeza visual con corrección Diagnóstico 3 años

Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje

Menor a 20/400 7 3.7 11 5.9

Entre 20/400 y 20/100 77 41.0 98 52.1

Mayor a 20/100 y menor a 20/40 68 36.2 57 30.3

Entre 20/40 y 20/20 36 19.1 22 11.7

Total (ojos) 188 100 188 100

Fuente: Historias clínicas.

con estudios realizados del tema que estudian casos


5.2
de KC con presentación en edad pediátrica19-23. En el
5.1
caso de nuestro estudio son pacientes que habitual-
5
mente llegaron a la consulta por diferentes motivos:
4.9 examen oftalmológico para entrada a instituciones
4.8 escolares, renovación de la corrección óptica, antece-
4.7 dentes familiares de la enfermedad e interés de los
Cilindro refractivo
4.6
(promedio de la muestra)
padres en un estudio topográfico corneal, entre otros.
4.5 En cuanto al sexo, no existe consenso en la literatura
Diagnóstico 1 año 2 años 3 años con respecto a si la enfermedad tiene mayor frecuencia
Figura 3. Cilindro refractivo (promedio de la muestra).
en uno u otro, diferentes series reportan la enfermedad
en ambos sexos, sin existencia de diferencias estadís-
ticamente significativas entre ellos12,19,20. La enferme-
dad tiene carácter hereditario y existen familias donde
Discusión tanto hijos varones como féminas heredan la
enfermedad22-24.
El KC es una enfermedad de pacientes jóvenes12-14. Pérez25 obtiene que el 59.7% de los pacientes co-
Suele aparecer en la segunda década de la vida, aun- rrespondió al sexo femenino; la edad media fue de 35
que se han reportado casos de menor edad15-18. Por años, y por grupo de edades, el intervalo de 30 a 39
ello, el interés del actual estudio en destacar la presen- años fue el más representado porcentualmente, con
cia de la enfermedad desde la infancia, coincidimos promedios de edades por sexo más o menos similares.
227
Rev Mex Oftalmol. 2019;93

Marrero12 obtiene que el grupo etario más afectado fue El actual estudio coindice con resultados internacio-
el de 30 a 39 años (52.9%), seguido en orden de fre- nales del tema, donde estos defectos refractivos son
cuencia por el de 20 a 29 (35.2%); mientras que, en los más frecuentes26-29. Pérez25 obtiene que el astig-

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
relación con el sexo, predominaron las féminas (58.8%). matismo miópico compuesto se presentó significativa-
Refik13 muestra una media de edad de 25 años sin mente (p = 0.000) en el 85.2% de los ojos, mientras
diferencias significativas en cuanto al sexo. que las restantes formas de astigmatismo fueron infre-
Respecto al lugar de procedencia de los pacientes cuentes, por debajo del 10%.
del estudio, por razones geográficas, la mayoría de los No obstante, se debe destacar la presencia en se-
pacientes son provenientes de Cuenca, lugar en que gundo lugar por orden de frecuencia de astigmatismos
se encuentra la institución donde se realizó la investi- mixtos, por lo que la esfera de la refracción es positiva.
gación, seguido por regiones cercanas a la ciudad en Son casos que no se han reportado en la literatura y
las que no hay centros con la tecnología necesaria fueron encontrados en el actual estudio. La diferencia
para el diagnóstico del KC por Pentacam. Estos pa- del componente esférico de la refracción depende de
cientes pertenecientes a otras regiones, incluso otras la ubicación del cono, existen KC de diferente ubica-
provincias del país, vienen referidos por médicos de ción corneal, y esto puede inducir variaciones en la
atención primaria o por oftalmólogos generales, con el esfera de la refracción.
objetivo de una valoración subespecializada y la per- Los patrones de topografía corneal obtenidos eviden-
sonalización del tratamiento. cian una correspondencia con los defectos refractivos
hallados. La presencia de patrones en botón de camisa
En cuanto a enfermedades asociadas, los resultados
asimétrico con desviación del eje en J de astigmatis-
obtenidos son similares a los estudios existentes de la
mos regulares asimétricos inferiores refleja que la ma-
enfermedad. Pérez25 reporta que el 26.4% presentaba
yoría de las ubicaciones del cono son inferiores; no
alguna enfermedad, en correspondencia mayormente
obstante, se obtuvieron casos con asimetrías superio-
con el asma bronquial y las alergias (13.9% y 12.5%,
res y patrones de ectasia corneal con presencia de
respectivamente). La queratoconjuntivitis alérgica
astigmatismos irregulares.
(21.9%) fue la afección oftalmológica más frecuente.
La topografía corneal continúa siendo un pilar funda-
Referente a los síntomas y signos encontrados, se
mental en el diagnóstico de la enfermedad, por la in-
coincide con otros estudios como Pérez25, que obtiene
tegralidad de elementos que aporta, incluidos paqui-
que la mitad de los enfermos refirieron disminución
metría, queratometría, mapas, índices de curvaturas
lenta y progresiva de la visión, el 34.7% cambiaron
corneales anterior y posterior, así como la posibilidad
frecuentemente de corrección óptica. Los síntomas de realizar un análisis integrado de coincidencia o
como prurito e intolerancia al lente de contacto fueron proximidad de sitios más curvos con zonas de mayor
descritos por el 18.1% de los pacientes. Pérez25 obtiene adelgazamiento. En el estudio de Pérez25, según el
como signos más frecuentes la córnea cónica (38.3%), patrón topográfico, el astigmatismo irregular fue signi-
signo de Munson (33.6%), nervios corneales prominen- ficativamente superior (p = 0.000), con frecuencia alre-
tes (25.8%) y el signo de tijera por esquiascopia dedor del 99.2%.
(65.6%). El advenimiento y desarrollo de los topógrafos cor-
Los defectos refractivos relacionados con la enfer- neales ha posibilitado el diagnóstico precoz de la en-
medad e incluidos en el cuadro clínico de la misma son fermedad, es por ello que en la muestra de estudio
la miopía y el astigmatismo, en su forma más frecuente obtenemos casos con KC en los primeros estadios,
se presentan como astigmatismos miópicos, en su ma- donde aún no se evidencian patrones topográficos de
yoría de tipo compuesto. La miopía se debe a una ectasia corneal evidentes; sin embargo, el análisis in-
mayor curvatura corneal, dada la forma cónica que tegral de la topografía más los signos y síntomas po-
adquiere la córnea, con curvaturas que superan las 43 sibilita el diagnóstico30-33.
D, lo que aumenta el índice de refracción ocular y el La existencia de varios topógrafos (Pentacam) en
punto focal se forma delante de la retina. La presencia nuestro medio ha posibilitado la accesibilidad a este
de astigmatismo se debe a una distorsión o alteración estudio, por lo que se examinan con mayor profundidad
de los meridianos corneales, en su curvatura anterior pacientes con defectos refractivos miópicos y astigmá-
y/o posterior corneal, lo cual induce presencia de abe- ticos, donde se puede sospechar la enfermedad en sus
rraciones ópticas, sobre todo en astigmatismos de tipo primeros estadios, o la presencia de KC frustres, con
irregular. la posibilidad de seguimiento del paciente a largo plazo
228
E. Rojas-Álvarez: Queratocono en edad pediátrica

Tipo Localización Relación entre ejes Ortogonalidad del Simetría del astigmatismo Aspecto topográfico
astigmatismo

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1 Paracentral o Refractivo, topográfico y Irregular Simétrico Croissant
pericentral coma coincidentes
( ≤ 30º)

2 Paracentral Refractivo más plano y Irregular Asimétrico Duck


coma no coincidentes 
( > 30 < 60)

3 Paracentral o Topográfico y coma Regular Asimétrico Snowman


pericentral perpendiculares

4 Central No determinante Irregular No determinante Nipple

5 Central Refractivo y topográfico Regular Simétrico Bowtie


coincidentes. Coma no
determinante

Figura 4. Clasificación Fernández-Vega A. del Queratocono.

y la comparación de la primera topografía con las si- con lóbulos asimétricos y angulados entre sí, con ima-
guientes, en vistas a corroborar la aparición de la en- gen en «pato» (duck). Además, se obtuvo predominio
fermedad o su evolución o no, aspecto que adquiere del fenotipo 3 también de ubicación parecentral con
mayor relevancia en pacientes en edad pediátrica, en aspecto topográfico de imagen en «muñeco de nieve»
que es necesario un diagnóstico precoz34. (snowman). En este fenotipo existe perpendicularidad
La clasificación de Fernández-Vega es un análisis entre los ejes y se definen dos subtipos. La posibilidad
desde la perspectiva morfológica del cono, dirigida fun- de que estos patrones morfológicos tengan variaciones
damentalmente al tratamiento con anillos intraestroma- en el futuro es muy probable, teniendo en cuenta la
les35,36. En este sentido, incluye aspectos como: locali- modificación de los ejes refractivo, topográfico y comá-
zación del cono, relación entre los 3 ejes diagnósticos tico, para ello se necesitan estudios a más largo plazo
principales (refractivo más plano, topográfico más plano que evalúen estas modificaciones (Fig. 4).
y coma), ortogonalidad, simetría y aspecto topográfico Los valores de queratometría obtenidos en el estudio
del mapa de curvatura. En edad pediátrica obtuvimos evidencian el aumento de la curvatura corneal en la
predominio de KC de fenotipo 2, que se caracteriza por enfermedad, resultados similares a los obtenidos ante-
su ubicación paracentral, con eje topográfico más pla- riormente por diferentes autores, donde todos coinci-
no, no coincidente con eje comático, con ectasia loca- den en el incremento de las queratometrías en el KC,
lizada a más de 0.6 mm del centro pupilar y aspecto que se explica por los aspectos fisiopatológicos del
topográfico en mapa tangencial de patrón en «pajarita» KC37-38. En cuanto al poder queratométrico de la
229
Rev Mex Oftalmol. 2019;93

córnea central, Pérez25 reporta que los tres grupos de la enfermedad. La forma de evaluar este aspecto
queratométricos siguen igual distribución. Refik13 obtie- incluye los valores de paquimetría, queratometría, ci-
ne una disminución de la queratometría media, cerca- lindro refractivo en la topografía corneal. En el actual

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na a los 6 meses de cross linking. El aumento signifi- estudio fueron reevaluadas las variables a los 3 años,
cativo de la queratometría media en el grupo de estudio con diferencias estadísticamente significativas en las
expone la evolución de la enfermedad en esta edad, modificaciones de dichas variables, lo cual reafirma el
en comparación con otros grupos de edades no concepto de la evolución de la ectasia desde edades
pediátricas. tempranas, aspecto que se evidencia aún más por las
En cuanto a los valores paquimétricos, en la enfer- diferencias de agudeza visual en el diagnóstico y a los
medad se produce un adelgazamiento de la córnea, 3 años de seguimiento.
por lo que la mayoría de los pacientes se encuentran Aunque el KC se diagnostica con mayor frecuencia
en rangos inferiores a las 500 µm. Los resultados ob- después de la adolescencia, el proceso de ectasia
tenidos coinciden con otras series de estudios, que corneal comienza a una edad mucho más temprana42.
reflejan pacientes entre las 400 y 500 µm. En el estudio El KC pediátrico (KC que se manifiesta en la infancia
de Pérez25, el espesor medio de la córnea central fue [menores de 18 años] o la adolescencia [entre los 10
de 493.2 µm, con valores que oscilaron entre 485.6 y y los 19 años]) presenta varias características únicas.
500.8 μm. Refik13 obtiene una disminución de la paqui- Los estudios han demostrado que el KC pediátrico
metría corneal central con respecto a niveles preope- muestra una tasa más alta (88% de los ojos querato-
ratorios a los 6 meses de cross linking. La existencia cónicos) y mayor velocidad de progresión del KC en
de un grupo de pacientes con paquimetrías cercanas comparación con el KC adulto20,39,43,44. Léoni-Mesplié
a las 500 µm refleja el diagnóstico en estadios iniciales obtuvo que el KC en los niños fue significativamente
de la enfermedad. La disminución significativa de la más grave en el momento del diagnóstico, con un
paquimetría en el punto más delgado, obtenida en la 27.8% en etapa 4 frente a un 7.8% en el caso de los
muestra, constituye un factor pronóstico importante, adultos, y el KC evolucionó más rápido en los niños en
analizada en conjunto con variables como la edad del comparación con el grupo de adultos20. Además, la
paciente, el cilindro refractivo y la queratometría en el rigidez biomecánica de la córnea está inversamente
punto más curvo. Además, tiene gran validez en el relacionada con la edad, y los niños con queratocon-
análisis la correspondencia entre el sitio de querato- juntivitis vernal coexistente son mucho más suscepti-
metría más curva y el punto corneal más delgado. bles. Por lo tanto, la progresión del KC en los niños es
El KC se caracteriza por la presencia de astigmatis- agresiva y puede que no se detenga por sí sola26,37,40.
mos irregulares, por lo que es de esperar en la muestra Esto puede llevar a un deterioro visual progresivo en
estudiada cilindros refractivos elevados, incluso hasta los pacientes pediátricos y afectar su desarrollo social
8 D, lo cual es un resultado similar al obtenido por otros y educativo y, por lo tanto, afectar negativamente a su
autores39-41. La evolución del cilindro refractivo, con calidad de vida45,46.
incremento durante los 3 años de estudio, es la expre- La presencia de astigmatismos por encima de 2
sión de las modificaciones en la curvatura corneal ya dioptrías en niños con o sin alergia ocular deben
descritas. constituir criterios de tamizaje directo por Pentacam,
Marrero12 obtiene primacía de la agudeza visual sin y según los resultados, debe hacerse seguimiento
corrección por debajo de 0.1 (47.0%), y en el 55.8% se cada 6 meses o anual con topografía. La presencia
alcanzó una agudeza visual entre 0.3 y la unidad de de patrones topográficos de astigmatismo regulares,
visión con corrección óptica, seguida en menor cuantía ortogonales, con ligeras asimetrías superiores o in-
por el 32.3% de los estudiados por debajo de 0.3 y 0.1. feriores deben hacer pensar en seguimiento del
Pérez25 obtiene que la media de la agudeza visual sin caso, más aún si ya se acompaña de valores sospe-
corrección fue de 0.1, en tanto en la agudeza visual chosos de algunos índices relacionados con la en-
con corrección fue de 0.6 ± 0.3 líneas, donde se ob- fermedad y paquimetrías cercanas a las 500 µm.
servó un aumento significativo de la agudeza visual No se debe esperar a la presencia de un
con corrección. Refik13 reporta una mejoría significativa diagnóstico con todos los índices topográficos y a
de la agudeza visual con corrección a los 6 meses de valores inferiores a 480 µm de paquimetría para ini-
cross linking. ciar el tratamiento.
El aspecto más significativo en el análisis y discusión Es deber del oftalmólogo explicar a padres y/o tuto-
de los resultados obtenidos, sin duda, es la evolución res la importancia del estudio de sus hijos desde
230
E. Rojas-Álvarez: Queratocono en edad pediátrica

edades tempranas, máxime si existe antecedente fa- Confidencialidad de los datos. Los autores decla-
miliar de KC. Son aspectos que resultan evidentes para ran que han seguido los protocolos de su centro de
la comunidad médica de la especialidad, sin embargo, trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
deben explicarse insistentemente. Derecho a la privacidad y consentimiento informa-
do. Los autores han obtenido el consentimiento informado
de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este
Conclusiones documento obra en poder del autor de correspondencia.
– El KC en edad pediátrica fue más frecuente en
pacientes adolescentes, con edades comprendi- Bibliografía
das entre los 14 y 18 años, del sexo masculino 1. Kankariya VP, Kymionis GD, Diakonis VF, Yoo SH. Management of
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232
 ARTÍCULO ORIGINAL

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
Distribución de la longitud axial y factores relacionados
en una población adulta de la Ciudad de México
Distribution of axial length and related factors in an adult
population of Mexico City
Mª Soledad Barlatey*, Wilson Koga-Nakamura, M.ª Victoria Moreno-Londoño, Mariana Takane-Imay y
M.ª Cristina González-González
Servicio de Ecografía Ocular, Instituto de Oftalmología Fundación Conde de Valenciana, Ciudad de México, México

Resumen
Objetivo: Analizar la longitud axial, profundidad de cámara anterior, grosor del cristalino y profundidad de cámara vítrea en
una población adulta de la ciudad de México y alrededores con diagnóstico de catarata. Métodos: Estudio retrospectivo y
descriptivo. Se revisaron los expedientes de un período de 6 meses (de 1 de junio de 2013 a 31 de diciembre de 2013) de
sujetos sometidos a un examen ecográfico como parte de su rutina prequirúrgica. Los parámetros biométricos estaban
disponibles para 865 ojos después de aplicar los criterios de exclusión. Todas las mediciones fueron realizadas utilizando
el biómetro ultrasónico Ocuscan RxP (Alcon Laboratories, Fort Worth, Texas, EE.UU). Resultados: El estudio incluyó 430 ojos.
La longitud axial media fue de 23.44 ± 1.71 mm (mediana: 23.15; rango: 20.48-35.05 mm; IC 95%: 23.27-23.60). La profun-
didad de cámara anterior media fue de 3.12 ± 0.46  mm (mediana: 3.13  mm; rango: 1.77-4.54  mm; IC 95%: 3.07-3.16). El
grosor cristaliniano medio fue de 4.47 ± 0.57mm (mediana: 4.50 mm; rango: 3.18-5.78; IC 95%: 4.41-4.52). La profundidad
de cámara vítrea media fue de 15.81 ± 1.63 mm (mediana: 15.58 mm; rango: 12.98-26.78; IC 95%: 15.66-15.97). La edad
media de los pacientes fue de 70.03 ± 10.50 años (mediana 70 años, rango 40-96 años). Conclusiones: En la población
adulta mexicana de la Ciudad de México, particularmente en las mujeres, se encontró una menor longitud axial y profundi-
dad de cámara anterior. Comparado con otros estudios, la longitud axial se encontró dentro de un rango promedio. La edad
y el sexo estuvieron significativamente asociados con los demás parámetros evaluados en este estudio.

Palabras clave: Longitud axial. Profundidad de cámara anterior. Grosor cristaliniano. Profundidad de cámara vítrea.

Abstract
Background: To analyze the axial length, anterior chamber depth, lens thickness and vitreous chamber depth in an adult po-
pulation from Mexico City and the surrounding area with a diagnosis of cataract. Methods: Retrospective and descriptive study.
We reviewed the medical files of subjects undergoing an ultrasound examination as part of the pre-surgical routine evaluation
during a period of 6 months (June 1, 2013-December 31, 2013). Biometric parameters were available for 865 eyes after applying
the exclusion criteria. All measurements were made using the Ocuscan® RxP ultrasonic biometer (Alcon Laboratories, Fort
Worth, Texas, USA). Results: The study included 430 eyes. Mean axial length was 23.44 ± 1.71 mm (median: 23.15, range:
20.48-35.05 mm, 23.27-23.60, 95% confidence interval [CI]). Mean anterior chamber depth was 3.12 ± 0.46 mm (median:

Correspondencia:
*M.a Soledad Barlatey
Chimalpopoca, 14
Col. Obrera, Del. Cuahutemoc Fecha de recepción: 29-01-2019 Disponible en internet: 01-09-2019
C.P. 06800, Ciudad de México, México Fecha de aceptación: 13-06-2019 Rev Mex Oftalmol. 2019;93(5):233-237
E-mail: sol_barlatey@hotmail.com DOI: 10.24875/RMO.M19000083 www.rmo.com.mx
0187-4519/© 2019 Sociedad Mexicana de Oftalmología. Publicado por Permanyer México. Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND
(http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).

233
Rev Mex Oftalmol. 2019;93

3.13 mm, range: 1.77-4.54 mm, 3.07-3.16, 95% CI). Mean lens thickness was 4.47 ± 0.57 mm (median: 4.50 mm, range: 3.18-5.78,
4.41-4.52, 95% CI). Mean vitreous chamber depth was 15.81 ± 1.63 mm (median: 15.58 mm, range: 12.98-26.78, 15.66-15.97,
95% CI). Mean age of the patients was 70.03 ± 10.50 years (median 70 years, range 40-96 years). Conclusions: In a Mexican

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
adult population from Mexico City, particularly in women, a lower axial length and anterior chamber depth was observed. Com-
pared to other studies, the axial length was found within an average range. Age and sex were significantly associated with the
other parameters evaluated in this study.

Key words: Axial length. Anterior chamber depth. Lens thickness. Vitreous chamber depth.

Introducción Objetivo
A finales del siglo XIX, el físico y matemático británico En nuestro estudio se muestra la distribución de la
William Thompson Kelvin (1824-1907) decía que «lo LA y sus componentes, incluyendo la PCA, el GC y la
que no se mide, no se puede mejorar». Tal es así que, profundidad de la cámara vítrea (PCV), en una pobla-
la medida de la longitud axial (LA) es un parámetro ción mexicana de 40 a 99 años con diagnóstico de
oftálmico importante y necesario para el cálculo de la catarata.
potencia del lente intraocular previo a la cirugía de
catarata y la cirugía refractiva1, y es útil en el diagnós-
Método
tico temprano de afecciones oculares como microftal-
mos y/o nanoftalmos, estafiloma2 y el riesgo de Todas las adquisiciones fueron realizadas con el bió-
desprendimiento de retina3. metro ultrasónico Ocuscan RxP (Alcon Laboratories,
Varios estudios han demostrado la correlación entre Fort Worth, Texas, EE.UU) durante el período de junio
la biometría ocular, especialmente la LA, con los erro- a diciembre de 2013. El biómetro ultrasónico mide cór-
res refractivos. Hosny, et al.4 encontraron que el diá- nea-MLI. Las mediciones fueron registradas en modo
metro corneal, el equivalente esférico de la refracción automático, con la técnica de inmersión, para evitar el
y la profundidad de la cámara anterior (PCA) afectaban aplanamiento corneal y obtener resultados compara-
los parámetros de la LA. En un estudio realizado en la bles a la biometría óptica.
Universidad de Shangai por Wang, et al.5, en el que se La LA es definida desde la cara anterior de la córnea
midió la LA de 255 ojos, se encontró una LA de hasta la MLI, la PCA es definida desde la cara anterior
23.63  mm (± 0.92) en individuos hipermétropes, de la córnea (epitelio corneal) hasta la cara anterior del
24.62 mm (± 0.38) en emétropes y 26.68 mm (± 0.75) cristalino, el GC definido por sus dos caras, biconvexo,
en miopes. Dado que estos parámetros pueden estar detrás del iris, y la PCV es definida desde la cara pos-
influenciados por la raza, etnia y genética, sus diferen- terior del cristalino hasta la MLI.
cias entre las distintas poblaciones probablemente Cada índice de biometría ocular se definió por su
puedan explicar las variaciones en los errores de media y un intervalo de confianza (IC) del 95% por
refracción. edad y género, y el rango normal calculado como la
Informes relacionados con la distribución de la bio- media de ± 2 desviaciones estándar. Los percentiles 5,
metría ocular en estudios poblacionales se han publi- 10, 25, 50, 75, 90, 95 fueron determinados para mostrar
cado desde algunos países asiáticos como Taiwán, la distribución de estas variables con más detalle.
Myanmar, Singapur y China6-9. Para evaluar las diferencias de distribución de lo
Una revisión de varios estudios usando diferentes normal, las distribuciones se trazaron en histogramas.
técnicas de medición muestra que la medición de la Los coeficientes de correlación de Pearson se deter-
LA del ojo normal adulto es de aproximadamente minaron al examinar la correlación entre ambos ojos
23.60 mm10,11, tomada esta desde el ápice corneal en términos de LA y sus componentes.
hasta la membrana limitante interna (MLI). Sin embar- En este reporte solo los ojos fáquicos fueron inclui-
go, la mayoría de los individuos se encuentran en un dos para el análisis y cualquiera que tuviera una his-
rango de 22.00 a 24.50 mm. toria de cirugía ocular fue excluido. La correlación entre
Hoffer demostró que la PCA promedio en ojos fáqui- los ojos derechos e izquierdos fue alta en el caso de
cos es de 3.24  mm (± 0,44  mm)11 y concluyó, en un los índices de LA (r = 0,997), PCA (r = 0,980), GC
estudio sobre 7,500 ojos, que el grosor de un cristalino (r = 1,015) y PCV (r = 0,989), por lo tanto, solo se pre-
(GC) cataratoso es de 4.63 mm10. sentan aquí los resultados de los ojos derechos.
234
M. Soledad Barlatey, et al.: Distribución de la longitud axial y factores relacionados

Tabla 1. Distribución de la longitud axial (LA), profundidad de cámara anterior (PCA), grosor del cristalino (GC) y
profundidad de cámara vítrea (PCV) con su media y 95% de intervalo de confianza de la media (IC) por edad y género
Edad (años) N LA (mm) Media (IC 95%) PCA (mm) Media (IC 95%) GC (mm) Media (IC 95%) PV (mm) Media (IC 95%)

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
Hombres
40‑49 5 23.03 (22.66‑23.41) 3.55 (3.02‑3.42) 4.11 (3.62‑4.60) 15.39 (15.15‑15.62)
50‑59 19 23.99 (23.66‑24.32) 3.47 (3.27‑3.66) 4.15 (3.93‑4.37) 16.36 (16.04‑16.68)
60‑69 34 23.55 (23.02‑24.08) 3.22 (3.02‑3.42) 4.49 (4.27‑4.71) 15.83 (15.33‑16.33)
70‑79 40 23.89 (23.48‑24.30) 3.25 (3.10‑3.40) 4.39 (4.20‑4.58) 16.23 (15.84‑16.62)
80+ 31 23.67 (23.39‑23.95) 3.17 (3.01‑3.33) 4.60 (4.40‑4.80) 15.89 (15.61‑16.17)

Mujeres
40‑49 9 24.36 (22.45‑26.28) 3.50 (3.04‑3.97) 4.02 (3.53‑4.51) 16.83 (15.02‑18.64)
50‑59 43 23.56 (22.81‑24.81) 3.16 (3.02‑3.31) 4.21 (4.04‑4.38) 16.16 (15.45‑16.86)
60‑69 85 23.41 (22.91‑23.90) 3.10 (3.01‑3.19) 4.47 (4.35‑4.59) 15.83 (15.36‑16.30)
70‑79 113 23.26 (22.96‑23.57) 3.02 (2.93‑3.10) 4.55 (4.55‑4.66) 15.59 (15.31‑15.88)
80+ 51 22.87 (22.71‑23.04) 2.90 (2.79‑3.00) 4.71 (4.56‑4.87) 15.25 (15.06‑15.45)
Total 430 23.44 (23.27‑23.60) 3.12 (3.07‑3.16) 4.47 (4.41‑4.52) 15.81 (15.66‑15.97)

El análisis estadístico se realizó utilizando un paque- Tabla 2. Rango (± 2 desviaciones estándar) de longitud
te de software estadístico disponible comercialmente axial (LA), profundidad de cámara anterior (PCA), grosor
SPSS (Statistical Package for the Social Sciences) ver- del cristalino (GC) y profundidad de cámara vítrea (PCV)
según sexo y edad
sión 19, Chicago, Illinois, EE.UU.
El estudio fue revisado y aprobado por el Comité de Edad  LA (mm) PCA (mm) GC (mm) PCV (mm)
(años)
Ética del Instituto de Oftalmología Conde de Valencia-
na de la ciudad de México. Varones
40‑49 22.73‑23.38 2.89‑3.88 3.66‑4.61 15.23‑15.67
50‑59 22.69‑25.23 2.85‑4.07 3.41‑4.97 15.49‑18.00
60‑69 21.17‑29.56 2.32‑4.54 3.46‑5.66 13.42‑21.19
Resultados 70‑79 22.31‑28.15 1.77‑4.11 3.23‑5.38 14.65‑20.72
80+ 21.38‑25.42 2.40‑3.97 3.40‑5.51 13.77‑17.53
De un total de 565 pacientes, las mediciones de LA y
parámetros asociados estaban disponibles para 865 ojos Mujeres
40‑49 21.04‑28.45 2.46‑4.34 3.20‑5.10 13.57‑20.51
(440 derechos, 405 izquierdos). De los 440 ojos derechos 50‑59 20.81‑33.52 2.12‑4.26 3.18‑5.43 13.51‑25.35
estudiados, 10 fueron excluidos por historia de cirugía 60‑69 20.48‑35.05 2.24‑4.12 3.28‑5.78 12.98‑26.78
70‑79 21.11‑31.51 2.04‑4.07 3.33‑5.74 13.22‑22‑29
ocular. Finalmente, un total de 430 ojos se incluyeron en 80+ 21.84‑24.75 2.40‑3.97 3.54‑5.73 13.57‑17.48
este estudio. La edad media de los pacientes fue de
70.03 ± 10.50 años (mediana 70 años, rango 40-96 años).
Los resultados en términos de media e IC 95% de la presentaron una menor LA, explicada principalmente
media de LA, PCA, GC y PCV estudiados por género por una menor PCA y una menor PCV. Sin embargo,
y edad, la media ± 2 DE de estas variables por edad mostraron un GC algo mayor.
y género, y los percentiles 5, 10, 25, 50, 75, 90 y 95 Las personas de 40 a 49 años de edad, comparadas
de estas variables se resumen en las tablas 1, 2 y 3, con personas mayores de 80 años, mostraron una mayor
respectivamente. La figura 1 muestra el histograma de LA (diferencia media, 0.72 mm), una mayor PCA (diferen-
la distribución de LA, PCA, GC y PCV. La tabla 3 re- cia media, 0.52 mm) y una mayor PCV (diferencia media,
sume la asimetría y curtosis de las variables. 0.82 mm). Sin embargo, personas mayores de 80 años
La LA media fue de 23.44 ± 1.71  mm (mediana: presentaron un mayor GC (diferencia media, 0.62 mm).
23.15; rango: 20.48-35.05  mm; IC 95%: 23.27-23.60). Entre las personas de 50 a 59 años, en promedio,
La PCA media fue de 3.12 ± 0.46  mm (mediana: se observó una menor LA (diferencia media, 0.20 mm)
3.13  mm; rango: 1.77-4.54  mm; IC 95%: 3.07-3.16). El comparada con personas una década más jóvenes.
GC medio fue de 4.47 ± 0.57 mm (mediana: 4.50 mm; Las personas mayores mostraron una PCA menor
rango: 3.18-5.78; IC 95%: 4.41-4.52). La PCV media fue (0.26  mm) y una PCV menor (0.09  mm), pero un GC
de 15.81 ± 1.63 mm (mediana: 15.58 mm; rango: 12.98- mayor (0.14 mm).
26.78; IC 95%: 15.66-15.97). Cuando se analizó por décadas, los parámetros de
Las variaciones por género estuvieron presentes en LA, PCA y PCV disminuyeron a expensas de un au-
todos los parámetros evaluados. Las mujeres mento del GC.
235
Rev Mex Oftalmol. 2019;93

Tabla 3. Percentiles, asimetría, curtosis y rango intercuartil de longitud axial, profundidad de cámara anterior, grosor
del cristalino grosor del cristalino
  Percentiles Índices normales de distribución

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5% 10% 25% 50% 75% 90% 95% Asimetría Curtosis Rango intercuartil

Longitud axial 21.68 21.99 22.59 23.15 23.85 24.63 26.53 2.99 12.81 1.26

Profundidad de 2.38 2.47 2.79 3.13 3.44 3.70 3.93 0.06 −0.40 0.65
cámara anterior

Grosor cristaliniano 3.49 3.64 4.08 4.50 4.89 5.23 5.44 −0.08 −0.58 0.80

Profundidad de 13.99 14.42 15.01 15.58 16.25 16.90 18.31 2.90 12.41 1.24
cámara vítrea

A B

C D

Figura 1. Distribución de longitud axial (A), profundidad de cámara anterior (B), grosor del cristalino (C), grosor del
cristalino (D).

Discusión La LA promedio en la población mexicana estudiada


(23.44 mm ± 1.71 mm) fue mayor a la reportada previa-
Nuestro estudio provee información sobre los com- mente en una población china adulta (The Tanjong
ponentes biométricos oculares en adultos mexicanos Pagar Survey: LA 23.23 ± 1.17 mm)8 y mayor a la encon-
mayores de 40 años que viven en la Ciudad de México trada población adulta india (The Central India Eye and
y alrededores. Medical Study: LA 22.6 ± 0.91 mm)12,13. En una población
236
M. Soledad Barlatey, et al.: Distribución de la longitud axial y factores relacionados

iraní, Hashemi, et al.14 reportaron una LA promedio de Conflicto de intereses


23.14  mm. Al analizar los demás factores también en-
Los autores declaran no tener ningún conflicto de
contramos valores promedio menores respecto de la

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intereses.
población estudiada. Sin embargo, todos estos estudios
fueron realizados en poblaciones asiáticas.
El estudio LALES (Los Angeles Latino Eye Study)15 Responsabilidades éticas
incluyó 5,588 latinos mayores de 40 años y el valor de
Protección de personas y animales. Los autores
la LA promedio fue de 23.38 ± 1.01 mm, un valor muy
declaran que para esta investigación no se han realiza-
similar al de nuestra población. Estos resultados ava-
do experimentos en seres humanos ni en animales.
lan la suposición sobre la importancia étnica en los
Confidencialidad de los datos. Los autores decla-
valores biométricos.
ran que han seguido los protocolos de su centro de
Villanueva-Pérez, et al. (2009)16, en un estudio compa-
trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
rativo en población mexicana sobre la PCA en 26 pa-
Derecho a la privacidad y consentimiento informa-
cientes, encontraron que la PCA promedio con biómetro
do. Los autores han obtenido el consentimiento informado
ultrasónico modo A por inmersión era de 3.29 ± 0.37 mm.
de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este
Encontramos que las personas mayores tienen una
documento obra en poder del autor de correspondencia.
menor LA, una PCA más estrecha, una PCV menor,
pero un mayor GC. Estos datos biométricos coinciden
con patrones de medidas observados en estudios pre- Bibliografía
cedentes en diferentes poblaciones7,9. Si bien un incre- 1. Verhulst E, Vrijghem JC. Accuracy of intraocular lens power calculations
mento en la LA es esperable desde la infancia hasta la using the Zeiss IOL master. A prospective study. Bull Soc Belge Ophtal-
mol. 2001;281:61-5.
adolescencia, es difícil de explicar el acortamiento del 2. Saka N, Ohno-Matsui K, Shimada N, Sueyoshi S, Nagaoka N, Hayashi W,
et al. Long-term changes in axial length in adult eyes with pathologic
ojo desde la mediana edad. Una de las desventajas de myopia. Am J Ophthalmol. 2010;150:562-8.
nuestro estudio ha sido no comparar estas variaciones 3. Ruiz-Moreno JM, Montero JA, de la Vega C, Alio JL, Zapater P. Retinal
detachment in myopic eyes after phakic intraocular lens implantation.
en el tamaño del globo ocular a través del tiempo. Sin J Refract Surg. 2006;22:247-52.
4. Hosny M, Alió JL, Claramonte P, Attia WH, Pérez-Santonja JJ. Relations-
embargo, Gudmundsdottir17 et al. demostraron, en un hip between anterior chamber depth, refractive state, corneal diameter
estudio de cohorte de 5 años, que esto podría deberse and axial length. J Refractive Surgery. 2000;16(3):336-40.
5. Wang F, Zhou XD, Zhou SZ. Study of the relation between ocular axial
a muchas causas desconocidas, entre ellas, la atrofia biometry and refraction. Zhonghua Yan Ke Za Zhi. 1994;30(1):39-40.
6. Shih YF, Chiang TH, Lin LL. Lens thickness changes among schoolchil-
ocular. dren in Taiwan. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2009;50:2637-44.
Una disminución de la PCA y un incremento del GC 7. Warrier S, Wu HM, Newland HS, Muecke J, Selva D, Aung T, et al.
Ocular biometry and determinants of refractive error in rural Myanmar:
con la edad es otro de los hallazgos en este y otros the Meiktila Eye Study. Br J Ophthalmol. 2008;92:1591-4.
8. Wong TY, Foster PJ, Ng TP, Tielsch JM, Johnson GJ, Seah SK. Varia-
estudios. El incremento en el GC con la edad se atri- tions in ocular biometry in an adult Chinese population in Singapore: the
buye a la aposición regular de fibras del cristalino du- Tanjong Pagar Survey. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2001;42:73-80.
9. He M, Huang W, Li Y, Zheng Y, Yin Q, Foster PJ. Refractive error and
rante toda la vida, lo que causa una disminución de la biometry in older Chinese adults: the Liwan eye study. Invest Ophthalmol
PCA18. Vis Sci. 2009;50:5130-6.
10. Hoffer KJ. Axial dimension of the human cataractous lens. Arch Ophthal-
Todos los datos biométricos analizados en este estu- moI. 1993;111:914.
11. Hoffer KJ. Biometry of 7500 cataractous eyes. Am J Ophthalmol. 1981;99:360.
dio han sido mayores en hombres. Todos los estudios 12. Jonas JB, Nangia V, Gupta R, Khare A, Sinha A, Agarwal S, et al. An-
mostraron valores de LA y PCA mayores en hombres, terior chamber depth and its associations with ocular and general para-
meters. The Central India Eye and Medical Study. Clin Experiment Oph-
pero los resultados entre GC y género han sido thalmol. 2012;40:550-6.
13. Jonas JB, Nangia V, Gupta R, Sinha A, Bhate K. Lens thickness and
contradictorios. associated factors. The Central India Eye and Medical Study. Clin Expe-
riment Ophthalmol. 2012;40:583-90.
14. Hashemi H, Khabazhoob M, Miraftab M, Emamian MH, Shariati M, Ab-
dolahinia T, et al. The distribution of axial length, anterior chamber
Conclusión depth, lens thickness, and vitreous chamber depth in an adult population
of Shahroud, Iran. BMC Ophthalmol. 2012;12:50.
La LA y sus factores asociados (PCA, GC y PCV), 15. Shufelt C, Fraser-Bell S, Ying-Lai M, Torres M, Varma R. Los Angeles
Latino Eye Study Group. Refractive error, ocular biometry, and lens
comparados con otros estudios realizados en poblacio- opalescence in an adult population: The Los Angeles Latino Eye Study.
nes asiáticas y americanas, mostraron valores medios. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2005;46:4450-60.
16. Villanueva G, Perdiz L. Profundidad de la cámara anterior mediante in-
Excepto el GC, que aumenta con la edad, el resto de mersión, Orbscanll, OCT Visante y UBM. Estudio comparativo. Rev Mex
Oftalmol. 2009;83(4):221-5.
los valores decrecen con la edad. Además, todos los 17. Gudmundsdottir E, Arnarsson A, Jonasson F. Five-year refractive changes
valores biométricos fueron más altos en hombres que in an adult population: Reykjavik Eye Study. Ophthalmology. 2005;112:672-7.
18. Bron AJ, Vrensen GFJM, Koretz JF, Maraini G, Harding JJ. The ageing
en mujeres. lens. Ophthalmologica. 2000;214:86-104.

237
ARTÍCULO ORIGINAL

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
Resultados del tratamiento a doce meses con ranibizumab
para el edema macular diabético en la práctica clínica
de rutina en México
Twelve-month outcomes of ranibizumab for diabetic macular
edema in routine clinical practice in Mexico
Luis P. Orozco-Gómez1, Leonor Hernández-Salazar1, Vanesa Flores-Peredo2, Alma L. Ortega-Villalobos3,
Sergio Aranda-Serna1, Luis Gerardo-Ferreyra1, Elisa Pérez-González1, Julio Pérez-Monjaraz1 y
Alejandra Sabina Ruiz-Franco4*
1
Centro Médico Nacional 20 de Noviembre; 2Hospital Lic. Adolfo López Mateos; 3Hospital 1º de Octubre; 4Hospital Regional Gral. Ignacio Zaragoza.
ISSSTE, Ciudad de México, México

Resumen
Objetivo: Evaluar los resultados de agudeza visual (AV) y grosor retiniano central (GRC) en pacientes con edema macular
diabético (EMD) tratados con ranibizumab en la práctica clínica de rutina en México. Métodos: Se realizó un estudio pros-
pectivo, abierto y de un solo grupo en 48 ojos de 34 pacientes con EMD con involucro central, en cuatro hospitales de alta
especialidad del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSTE). Los pacientes iniciaron
con una dosis de carga de 3 inyecciones de ranibizumab 0.5 mg, seguido de monitoreo mensual con base en la AV y el
GRC, para determinar la necesidad de retratamiento. La AV, el GRC, el puntaje en la Escala de severidad de la retinopatía
diabética (DRSS) del ETDRS y el número de inyecciones se registraron al inicio y de manera mensual hasta los 12 meses.
Resultados: La AV promedio, el GRC promedio y el puntaje promedio de la DRSS basales fueron 19 (±14) letras ETDRS,
362 (±98) µm y 50.59 (±7.9), respectivamente. El cambio promedio en AV a los 12 meses fue de +8.6 (±4.3) letras (p < 0.001)
respecto a la situación basal. El 39.58% de los ojos (n = 19) ganó ≥ 10 letras y el 37.50% (n = 18) ganó < 10 letras. El 4.16%
(n = 2) se mantuvo estable y el 18.75% (n = 9) perdió < 10 letras. A los 12 meses, el cambio promedio en el GRC fue de
−85.34 (±32.1) µm (p < 0.001). El puntaje promedio de la DRSS fue de 45.79 (±7.9) en el mes 12 (p < 0.001). Una media
de 6.7 (±2.2) inyecciones fue aplicada durante 12 meses. Conclusión: Los pacientes mostraron mejoría visual y anatómica
después de recibir ranibizumab en la práctica clínica en México.

Palabras clave: Edema macular diabético. Ranibizumab. Anti-VEGF. Retinopatía diabética. Inyección intravítrea. México.

Abstract
Purpose: To evaluate visual acuity (VA) and central retinal thickness (CRT) outcomes in patients treated with ranibizumab
for diabetic macular edema (DME) in a clinical setting in Mexico. Methods: A prospective, open-label, single arm study was
performed on 48 eyes of 34 patients with center-involving DME at four high-specialty ISSSTE hospitals in Mexico. Patients

Correspondencia:
*Alejandra Sabina Ruiz-Franco
Calz. Gral. Ignacio Zaragoza, 1711
Col. Ejército Constitucionalista Fecha de recepción: 04-05-2019 Disponible en internet: 01-09-2019
C.P. 09220, Iztapalapa, Ciudad de México, México Fecha de aceptación: 20-06-2019 Rev Mex Oftalmol. 2019;93(5):238-245
E-mail: asruiz222@gmail.com DOI: 10.24875/RMO.M19000085 www.rmo.com.mx
0187-4519/© 2019 Sociedad Mexicana de Oftalmología. Publicado por Permanyer México. Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND
(http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).

238
L.P. Orozco-Gómez, et al.: Resultados del ranibizumab en el edema macular diabético

initially received a loading dose of 3 injections of ranibizumab, followed by monthly monitoring based on VA and CRT to
determine retreatment need. VA, CRT, ETDRS diabetic retinopathy severity scale (DRSS) score, and number of injections were
recorded at baseline and monthly for 12 months. Results: The mean VA, mean CRT, mean DRSS score at baseline were 19

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(± 14) ETDRS letters, 362 (± 98) μm and 50.59 (± 7.9). The mean VA change at 12 months was +8.6 (± 4.3) letters (p < 0.001)
from baseline. The proportion of eyes that gained ≥ 10 letters was 38.58% (n = 19) and 37.50% (n = 18) gained < 10 letters;
4.16% (n = 2) had no change, and 18.75% (n = 9) lost < 10 letters. At month 12, mean CRT change was −85.34 (± 32.1) μm
(p < 0,001) and the DRSS score was 45.79 (± 7.9) (p < 0.001). Patients received a mean of 6.7 (± 2.2) injections over 12
months. Conclusion: Patients showed visual and anatomical improvement after receiving ranibizumab in a clinical setting in
Mexico.

Key words: Diabetic macular edema. Ranibizumab. Anti-vascular endothelial growth factor. Diabetic retinopathy. Intravitreal
injection. Mexico.

Introducción podrían limitar su capacidad para representar pobla-


ciones más amplias. Por lo tanto, los datos del mundo
La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) afecta a aproxima-
real son necesarios para evaluar la efectividad del
damente 415 millones de personas en el mundo1, con
tratamiento en el entorno clínico, así como para infor-
una prevalencia estimada del 9.2% en la población
mar del impacto económico tanto de las enfermedades
adulta mexicana2. La retinopatía diabética (RD) es una
como de las intervenciones en países e instituciones
complicación microvascular de esta enfermedad y está
sanitarias específicos9. En este sentido, varios estu-
presente en el 70% de los pacientes con DM2 en Mé-
dios han confirmado la efectividad del ranibizumab en
xico3. El edema macular diabético (EMD) ocurre en
la práctica clínica habitual10-12 y, hasta donde sabe-
cualquier etapa de la RD y su incidencia aumenta con
mos, no hay estudios que evalúen los resultados clí-
la duración de la DM24. Junto con la RD, el EMD cons-
nicos de ranibizumab en pacientes mexicanos con
tituye una de las principales causas de discapacidad
EMD.
visual y ceguera legal entre los adultos en edad pro-
ductiva4, lo que representa una carga para el sistema
de salud mexicano en la actualidad. Propósito
La fotocoagulación con láser era el tratamiento es-
El objetivo de este estudio fue informar de los resul-
tándar para el EMD antes de la aparición del tratamien-
tados visuales y anatómicos de ranibizumab en pacien-
to contra el factor de crecimiento endotelial vascular
tes con EMD en un entorno del mundo real en
(VEGF), que mejora significativamente los resultados
México.
funcionales y anatómicos en comparación con el trata-
miento con láser5. Varios estudios multicéntricos han
evaluado la eficacia y la seguridad del ranibizumab Métodos
intravítreo para el EMD. El estudio de fase II RESOLVE
Diseño del estudio
demostró la seguridad y la eficacia del ranibizumab
mensual en el EMD durante 12 meses, lo que dio como El presente estudio es un estudio multicéntrico inter-
resultado una ganancia de mejor agudeza visual corre- vencionista, prospectivo, de un solo grupo, abierto,
gida (MAVC) de +10.3 letras del ETDRS desde la si- realizado en cuatro hospitales de alta especialidad del
tuación basal6. El estudio de extensión de RESTORE Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Tra-
demostró que el tratamiento individualizado con ranibi- bajadores del Estado (ISSTE) en la Ciudad de México.
zumab mejora y mantiene de manera efectiva los re- Los pacientes recibieron inyecciones intravítreas de
sultados funcionales y anatómicos durante más de 36 ranibizumab en uno o ambos ojos entre enero de 2015
meses, con un número cada vez menor de inyecciones y diciembre de 2015. El estudio fue aprobado por el
por año7. Además, el estudio RETAIN mostró la no in- Comité de Investigación del Centro Médico Nacional
ferioridad del régimen «tratar y extender» con ranibizu- 20 de Noviembre del ISSSTE y se adhirió a los princi-
mab versus ranibizumab por razón necesaria (PRN) pios de la Declaración de Helsinki. Todos los partici-
durante 12 y 24 meses8. pantes proporcionaron un consentimiento informado
Sin embargo, los ensayos clínicos aleatorizados tie- por escrito para la participación en el estudio. El estu-
nen criterios de inclusión y exclusión restrictivos, que dio se registró con el número 507-2015.
239
Rev Mex Oftalmol. 2019;93

Participantes inyecciones intravítreas recibidas durante 12 meses y


los factores que afectan los resultados de MAVC y GRC.
Sujetos reclutados ≥ 18 años de edad, hombres y

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
mujeres, con alteración visual debida a EMD. Los pacien-
tes tenían una MAVC basal entre 20/40 y 20/800 (equiva- Análisis estadístico
lente Snellen), un grosor retiniano central (GRC) basal
Realizamos cálculos de tamaño de muestra para
≥ 250 μm medido con Cirrus HD - tomografía de coheren-
obtener el tamaño de muestra deseado para el estudio.
cia óptica (OCT), estudios fluorangiográficos retinianos y
Se realizó un cálculo del tamaño de la muestra para
hemoglobina glucosilada (HbA1c) ≤ 14% (130 mmol/mol).
obtener un contraste de hipótesis de la diferencia de
Los pacientes con presencia o sospecha de infección
medias para los grupos dependientes, una diferencia
intraocular fueron excluidos del estudio, así como aque-
de medias de 6.2 letras y una desviación estándar de
llos con isquemia miocárdica o eventos cerebrovascula-
6.1, según los resultados del estudio RETAIN en su
res 6 meses antes de ingresar en el estudio. Los pacientes
grupo de tratamiento PRN, con una media basal de
con tracción vitreomacular, isquemia macular, cirugía
63.4 letras ± 11.15, utilizando un valor alfa de 0.05 y un
ocular dentro de los 3 meses previos al inicio del estudio,
poder de 0.8, lo que resultó en 41 ojos.
hemorragia vítrea y pacientes que requieren tratamiento
Se realizaron pruebas t de Student para comparar
concomitante con esteroides, también fueron excluidos.
las medias de las variables continuas y cuantitativas y
Los pacientes se retiraron del estudio si requerían
la prueba de McNemar X2 para el análisis de las va-
cirugía intraocular, se negaban a seguir participando o
riables dicotómicas. Se usó una curva de superviven-
se perdieron durante el seguimiento.
cia de Kaplan-Meier para medir la fracción de sujetos
que mostraban un GRC < 250 μm durante 12 meses.
Intervención Se realizaron análisis de regresión logística binaria
para determinar la relación entre las variables indepen-
Los pacientes fueron tratados de acuerdo con las
dientes y los resultados categorizados para MAVC y
directrices institucionales del ISSSTE para el diagnós-
GRC, es decir, ganancia de MAVC > 10 y < 10 letras,
tico y tratamiento del EMD13. Se administró una dosis
pérdida o no pérdida de letras y GRC > 250 o < 250
de carga de 3 inyecciones mensuales de ranibizumab
μm en el mes 12. Se consideró un valor de p = 0.005
0.5 mg (Lucentis®, Novartis) a todos los pacientes, se-
como estadísticamente significativo para todos los aná-
guida de un monitoreo mensual que incluyó MAVC y
lisis. Se utilizó el software SPSS versión 21 (IBM ®).
OCT. El tratamiento se suspendía en caso de lograr
una visión estable durante al menos 2 meses conse-
cutivos y la resolución del edema. Los criterios de Resultados
retratamiento incluyeron pérdida de ≥ 5 letras del ET-
Características basales
DRS, aumento del GRC ≥ 10% con respecto a la visita
anterior y/o edema persistente en las imágenes de Se incluyeron un total de 48 ojos de 34 pacientes.
OCT, con inyecciones subsiguientes hasta que se lo- Diecinueve eran hombres (56%), la edad media de to-
grara una MAVC de 20/20 y/o se mantuviera estable dos los pacientes fue de 61.6 años, con una duración
durante 2 meses y/o el GRC fuera de < 250 μm. media de la DM2 de 16.8 años (rango 1-33) y un valor
medio de HbA1c de 7.9% (rango 5.5-13.1%)
(63 mmol/mol, 37-120). La media basal de MAVC fue
Mediciones de resultados
de 19 letras (rango 5-47) y la media basal de GRC fue
El criterio de valoración clínico primario fue el cambio de 362 μm (rango 215-839). El retiro del consentimiento
medio de la MAVC (número de letras obtenidas en la fue la razón más común para el retiro del seguimiento;
cartilla de agudeza visual del ETDRS) desde la situación ocho pacientes fueron eliminados.
basal hasta los 12 meses. Los criterios de valoración En la tabla 1 se resumen las características clínicas
secundarios incluyeron el cambio medio del GRC obte- basales.
nido mediante Cirrus HD-OCT (Carl Zeiss Meditec) des-
de la situación basal hasta los 12 meses, el tiempo
Mejor agudeza visual corregida
medio para lograr un GRC < 250 μm, el cambio en la
puntuación media de la Escala de severidad de la reti- La media de MAVC después de 12 meses fue de
nopatía diabética (DRSS) del ETDRS, el número de 27.62 letras del ETDRS (rango 3-55). El cambio medio
240
L.P. Orozco-Gómez, et al.: Resultados del ranibizumab en el edema macular diabético

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
Figura 1. Cambio medio de agudeza visual desde la basal al mes 12.
MAVC: mejor agudeza visual corregida.

desde la situación basal hasta el mes 12 fue de +8.62 Tabla 1. Características basales
(± 4.3) letras (Fig. 1), lo que muestra una diferencia es- Característica Valor Rango
tadísticamente significativa desde la situación basal
Edad, años ± DE 61.65 ± 7.9 35‑75
(p < 0.001). El valor medio máximo de MAVC (28 letras)
se observó después de la tercera inyección de ranibizu- Género, número  

mab, y se mantuvo hasta el mes 12. Los ojos se clasi- Hombres (%)  19 (56%)
ficaron en tres grupos según los resultados de MAVC Mujeres (%) 15 (44%)  
en el mes 12 (Tabla 2). El 77.08% de los ojos experi-
Duración de la DM2, años 16.8 ± 5.4 1-33
mentó mejoría visual (n = 37); el 39.58% del total (n = 19)
ganó ≥ 10 letras, mientras que 4.16% (n = 2) no tuvo MAVC, letras ETDRS 19 ± 14 5-47

cambios y el 18.75% (n = 9) perdió entre 1 y 3 letras. GRC, µm 362 ± 98 215‑839

HbA1c, % (mmol/mol) 7.9 ± 2.2 (63) 5.5‑13.1 (37‑120)


Grosor retiniano central Ojos tratados  
Ojo izquierdo (%) 27 (56.2%)
En el mes 12, la media del GRC fue de 273.32 µm, lo Ojo derecho (%) 21 (43.8%)
que representa una reducción media significativa de Total de ojos 48

85.34 (± 32.1) µm (23.79%) desde la situación basal DE: desviación estándar; GRC: grosor retiniano central; MAVC: mejor agudeza
visual corregida.
(p < 0.001). La figura 2 muestra la media del GRC obte-
nida cada mes desde la situación basal hasta el mes 12.
La curva de supervivencia de Kaplan Meier (Fig. 3) Tabla 2. Clasificación de la mejor agudeza visual
demostró que el 41.3% de los ojos logró un GRC < 250 corregida (MAVC) final
µm después de la primera inyección intravítrea, el 62.5%, Resultados de Número de ojos Total de
MAVC (rango de cambio de MAVC) ojos (%)
después de la segunda dosis, y el 67%, al tercer mes,
con una mediana de 3.37 meses (IC 95%: 2.42-4.38). Mejoría visual 37 (+4 a +40) 77.08
≥ 10 letras ETDRS 19 39.58
≤ 10 letras ETDRS 18 37.5
Severidad de la retinopatía diabética MAVC estable 2 (0) 4.16

La tabla 3 muestra la distribución de pacientes según Pérdida visual 9 (‑1 a ‑3) 18.75
la DRSS del ETDRS en la situación basal, a los 6 y 12 +: ganancia de letras.
-: pérdida de letras.
meses. En el mes 12 se observó una reducción numérica
del porcentaje de pacientes con RD severa no prolifera-
tiva en comparación con la situación basal (de 20.83% La puntuación media de la DRSS del ETDRS mostró
a 10.41%). De manera similar, el porcentaje de casos de un cambio significativo de 50.59 (±7.9) a 45.79 (± 7.9)
RD proliferativa disminuyó de 18.74% a 8.33%. en el mes 12 (p < 0.001).
241
Rev Mex Oftalmol. 2019;93

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Figura 2. Cambio medio del grosor retiniano central desde el basal al mes 12.

Además, el análisis de regresión logística binaria no


encontró una asociación significativa entre ninguna va-
riable y la mejoría visual de > 10 letras o < 10 letras al
final del estudio (Tabla 5).
Finalmente, el análisis de regresión logística binaria
para el GRC final encontró que el GRC basal fue el
único factor asociado significativamente con el grosor
macular persistente en el mes 12 (p = 0.032, 95% CI)
(Tabla 6).

Discusión
La alta prevalencia de DM2 es un problema de salud
pública en México. El EMD es una de las principales
Figura 3. Curva de supervivencia de Kaplan Meier para causas de pérdida visual en pacientes que viven con
la fracción de ojos con grosor retiniano central (GRC) DM24. El ISSSTE es una de las instituciones de salud
< 250 µm. El 67% de los pacientes mostraron un GRC más grandes de México, y brinda tratamiento con ra-
< 250 μm en el mes 3, lo que destaca la importancia de nibizumab a pacientes con EMD clínicamente
administrar una dosis de carga para garantizar
resultados positivos del tratamiento. ­significativo. Este estudio es el primero en describir los
resultados a los 12 meses de la terapia anti-VEGF en
48 ojos de 34 pacientes con EMD en México.
Número de inyecciones Las características basales en el presente estudio,
Los pacientes recibieron una media de 6.7 inyeccio- incluida la duración de la DM2 y los niveles de HbA1c,
nes de ranibizumab por ojo tratado durante 12 meses. fueron similares a las informadas en otros estudios
Este número incluye las 3 inyecciones mensuales de clínicos. Nuestros resultados mostraron una ganancia
la fase de carga y las dosis posteriores de retratamien- media de 8.62 letras de MAVC desde la situación basal
to PRN. El número total de inyecciones recibidas du- hasta el mes 12, que es similar a la informada en el
rante el estudio fue de 323. estudio RETAIN (+7.4 letras del ETDRS en el mes 12
con ranibizumab y 0.5 mg PRN)8. La mejoría visual
máxima se observó después de la tercera inyección y
Factores que afectan los resultados se mantuvo en el mes 12. De manera similar, un estu-
visuales y anatómicos dio observacional que evaluó el uso de ranibizumab en
El análisis de regresión logística binaria mostró que la atención clínica de rutina en Suecia informó de ga-
ninguna de las variables predictoras tuvo un impacto nancias visuales significativas en el 50% de los pacien-
estadísticamente significativo en el resultado de MAVC tes con EMD después de 4 meses de tratamiento, que
a los 12 meses (Tabla 4). se mantuvieron durante 12 meses12.
242
L.P. Orozco-Gómez, et al.: Resultados del ranibizumab en el edema macular diabético

Tabla 3. Escala de severidad de retinopatía diabética del ETDRS en la situación basal, a los 6 y 12 meses
Severidad de la retinopatía diabética Número de pacientes (%)

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Nivel numérico del ETDRS Basal 6 meses 12 meses

Leve no proliferativa (35) 0 0 5 (10.41%)

Moderada no proliferativa (47) 24 (50.00%) 29 (60.41%) 33 (68.75%)

Severa no proliferativa (53) 10 (20.83%) 12 (25.00%) 5 (10.41%)

Muy severa no proliferativa (57) 5 (10.41%) 3 (6.25%) 1 (2.08%)

Proliferativa, sin alto riesgo (61) 7 (14.58%) 3 (6.25%) 3 (6.25%)

Proliferativa de alto riesgo (71) 2 (4.16%) 1 (2.08%) 1 (2.08%)

Tabla 4. Análisis de regresión logística binaria del resultado de MAVC a los 12 meses
Variable Pérdida de letras del ETDRS Sin pérdida de letras del ETDRS p (IC 95%)

Género femenino, n (%) 6 (31.6%) 13 (68.4%) 0.29 (1.3-2.34)

Edad media, años ± 56.4 ± 10 62.5 ± 6.7 0.074 (0.72-1.0)

Duración media de DM2, años ± 18.0 ± 7.29 16.5 ± 4.95 0.915 (0.82-1.2)

Media de estadio basal de la RD, escala ETDRS ± 50.1 50.7 0.91 (0.82-1.23)

Media de creatinina, mg/dl ± 1.62 ± 0.78 1.25 ± 0.61 0.087 (0.73-9.7)

Media basal deMAVC, letras del ETDRS ± 21 ± 15.6 18 ± 13.7 0.536 (0.91-1.1)

Media basal de HbA1c, % ± (mmol/mol) 8.1 ± 2.1 (65) 8.5 ± 1.49 (70) 0.058 (0.16-0.9)

Media basal de GRC, µm ± 335 ± 98 364± 99 0.844 (0.10-1.6)

Número medio de nyecciones 10 6 0.562 (0.23-4.5)

± Desviación estándar.
DM2: diabetes mellitus tipo 2; GRC: grosor retiniano central; MAVC: mejor agudeza visual corregida; RD: retinopatía diabética.

Tabla 5. Análisis de regresión logística binaria de la mejoría de MAVC a los 12 mese


Media de MACV Media de MACV
Variable
Cambio > 10 letras Cambio < 10 letras p (IC 95%)

Edad media, años ± 62.41 ± 7.0 62.7 ± 7.0 0.626 (0.92-1.1)

Género masculino, n 6 13 0.581 (0.79-4.1)

Duración media de la DM2, años ± 16.52 ± 5.0 16.55 ± 5.0 0.187 (0.74-1.0)

Media del estadio basal de la RD, escala ETDRS ± 50.91 ± 6.6 50.51 ± 9.24 0.980 (0.90-1.1)

Media basal de MAVC, letras del ETDRS ± 18.2 ± 13.16 19.75 ± 14.54 0.75 (0.87-1.1)

Media basal de HbA1c, % ± (mmol/mol) 8.2 ± 1.56 (66) 8.7 ± 1.42 (72) 0.476 (0.49-1.3)

Media de creatinina, mg/dl ± 1.0 ± 0.48 1.42 ± 0.67 0.057 (0.42-0.98)

Media basal de GRC, μm ± 340.52 ± 61.81 388.25 ± 121.59 0.102 (0.97-1.39)

Número medio de inyecciones 10.47 6.0 0.102 (0.97-1.39)

Total de ojos 19 18

± Desviación estándar.
DM2: diabetes mellitus tipo 2; GRC: grosor retiniano central; MAVC: mejor agudeza visual corregida; RD: retinopatía diabética.

243
Rev Mex Oftalmol. 2019;93

Tabla 6. Análisis de regresión logística binaria del resultado de GRC a los 12 meses
Variable GRC < 250 µm GRC > 250 µm p (IC 95%)

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
Edad media, años ± 60.37 ± 8.07 64.30 ± 7.00 0.691 (0.88-32.4)

Duración media de la DM2, años ± 17.5 ± 5.1 14.9 ± 5.8 0.115 (0.96-1.34)

Media de estadio basal de la RD, escala ETDRS ± 51.70 ± 7.8 47.61 ± 7.8 0.295 (0.88-1.05)

Media de creatinina, mg/dl ± 1.38 ± 0.10 1.14 ± 0.18 0.848 (0.86-1.18)

Media basal de MAVC, letras del ETDRS ± 18.97 ± 14.39 19.07 ± 13.26 0.315 (0.96-1.17)

 
Media de HbA1c, % ± (mmol/mol) 8.5 ± 1.7 (69) 8.3 ± 1.1 (67) 0.182 (0.06-1.67)

Media basal de GRC, μm ± 336.88 ± 66.46 420.38 ±136.4 0.032 (1.00-1.03)

Total de ojos 35 13

± Desviación estándar.
DM2: diabetes mellitus tipo 2; GRC: grosor retiniano central; MAVC: mejor agudeza visual corregida.

En cuanto a los resultados anatómicos, observamos en el grupo placebo, lo que sugirió que en los ojos
una reducción media de 23.79% del GRC desde la tratados con ranibizumab, una mejoría mayor de la
situación basal hasta el mes 12 en el presente estudio. DRSS se relaciona con mejores resultados clínicos15.
Esto es similar a la reducción del 27.09% que se mues- En nuestro estudio, el tratamiento consistió en tres
tra en el grupo de régimen PRN con ranibizumab del inyecciones mensuales seguidas de un régimen PRN
estudio RETAIN a pesar de que el GRC basal no es según lo recomendado por las guías clínicas para el
numéricamente similar en ambos estudios (362 μm manejo del EMD en el ISSSTE13. El número medio de
frente a 432 μm, respectivamente)8. La curva de su- inyecciones por ojo tratado fue de 6.7 en 12 meses.
pervivencia de Kaplan-Meier encontró que después de Esto es consistente con el número de inyecciones
recibir tres inyecciones mensuales, el 67% de los ojos informadas por el estudio RETAIN, en el que los pa-
tenía un GRC < 250 μm. Esto confirma la importancia cientes del grupo PRN de ranibizumab recibieron una
de la dosis de carga para lograr el objetivo del trata- media de 7 inyecciones en 12 meses8. En el estudio
miento. Con un 41.3% de los pacientes que muestran de extensión RESTORE, los pacientes recibieron un
una reducción favorable del GRC en el primer mes, número decreciente de inyecciones por año, es decir,
podría ser razonable realizar una evaluación preliminar 7.9 el primer año; 3.9 el segundo, y 2.9 el tercero7. Por
de la respuesta al tratamiento después de recibir la lo tanto, este régimen de tratamiento tiene el potencial
primera inyección de ranibizumab. de reducir la carga del tratamiento en las instituciones
Se ha encontrado que los agentes anti-VEGF son de salud.
beneficiosos en la RD proliferativa14. Además de la me- Un gran estudio epidemiológico realizado en el Ser-
jora visual y los resultados anatómicos en el EMD, en vicio de Oftalmología del Hospital General de México
el presente estudio hubo numéricamente menos pa- (n = 13,670) encontró que el 71% de los pacientes
cientes que presentaban RD severa no proliferativa y diabéticos tenía algún tipo de RD, de los cuales
proliferativa a los 12 meses en comparación con la si- el 63% tenía la variante no proliferativa y el 37% RD
tuación basal. La puntuación de la DRSS disminuyó proliferativa, con 16% de pacientes que presentan EMD
significativamente, de 50.59 a 45.79 (p < 0.001). De en cualquier etapa de la RD3. En contraste, la preva-
manera similar, un análisis post-hoc de los estudios lencia de RD en una gran cohorte de pacientes diabé-
RISE y RIDE encontró que el 56.8% de los pacientes ticos (n = 369,047) en el Reino Unido fue del 43%, de
tratados con ranibizumab experimentaron una mejoría los cuales, el 11% tenía RD proliferativa16. Esto sugiere
de 1 paso o más de la DRSS desde la situación basal que la prevalencia de RD y RD proliferativa es mayor
hasta el mes 24; el 40% no tuvo cambios y el 3.2% en la población mexicana, posiblemente debido a fac-
experimentó un empeoramiento de la DRSS15. Además, tores genéticos y de estilo de vida, así como a diferen-
el 17.1% de los pacientes en el grupo de 0.5 mg de cias sustanciales en la detección y el manejo de la DM2
ranibizumab desarrollaron RD proliferativa durante 36 y la RD entre ambos países. La mayoría de los estudios
meses en comparación con el 39.1% de los pacientes clínicos aleatorizados en EMD se realizaron en países

244
L.P. Orozco-Gómez, et al.: Resultados del ranibizumab en el edema macular diabético

desarrollados; por lo tanto, es importante considerar si Responsabilidades éticas


la variabilidad de la población ejerce un efecto sobre
Protección de personas y animales. Los autores
los resultados clínicos en el EMD. Aunque esta pregun-

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
declaran que los procedimientos seguidos se confor-
ta permanece fuera del alcance de este estudio, explo-
maron a las normas éticas del comité de experimenta-
ramos si las características basales de nuestra muestra
ción humana responsable y de acuerdo con la Asocia-
de pacientes afectaron los resultados del tratamiento
ción Médica Mundial y la Declaración de Helsinki.
en el mes 12.
Confidencialidad de los datos. Los autores decla-
El análisis de regresión logística encontró una aso-
ran que han seguido los protocolos de su centro de
ciación significativa entre el GRC basal y el grosor
trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
macular persistente en el mes 12. Por lo tanto, podría
Derecho a la privacidad y consentimiento informa-
ser razonable considerar el GRC basal para determinar
do. Los autores han obtenido el consentimiento informado
la frecuencia óptima de seguimiento y retratamiento en
de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este
cada paciente. Por otro lado, se ha encontrado que la
documento obra en poder del autor de correspondencia.
MAVC basal es un factor predictivo para el resultado
final de la MAVC17. En el presente estudio, sin embar-
go, no encontramos una asociación entre la agudeza Bibliografía
visual inicial y final. 1. International Diabetes Federation. IDF Diabetes Atlas. 7th ed. Brussels,
Belgium: IDF Executive Office; 2015. Disponible en: http://www.diabete-
Las limitaciones del estudio incluyen el tamaño de la satlas.org. Accessed March 20, 2017.
muestra. Se necesitan estudios adicionales con mues- 2. Hernandez-Avila M, Gutierrez JP. Diabetes mellitus: la urgencia de re-
forzar la respuesta en políticas públicas para su prevención y control.
tras más grandes para determinar los factores de pre- Mexico: Instituto Nacional de Salud Pública; 2012.
dicción de los resultados de MAVC y GRC. 3. Prado-Serrano A, Guido-Jimenez MA, Camas-Benitez JT. Prevalencia
de retinopatía diabética en población mexicana. Rev Mex Oftalmol. 2009;
83(5):261-266.
4. Klein R, Klein BE, Moss SE, Davis MD, DeMets DL. The Wisconsin
Conclusión epidemiologic study of diabetic retinopathy. IV. Diabetic macular edema.
Ophthalmology. 1984;91(12):1464-74.
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En este estudio, los pacientes experimentaron una growth factor therapy for diabetic macular edema. Ther Adv Endocrinol
Metab. 2013;4(6):151-69.
mejoría visual y anatómica después de recibir inyec- 6. Massin P, Bandello F, Garweg JG, Hansen LL, Harding SP, Larsen M,
ciones de ranibizumab en un entorno real. Observamos et al. Safety and efficacy of ranibizumab in diabetic macular edema
(RESOLVE Study): a 12-month, randomized, controlled, double-masked,
que el seguimiento mensual y el retratamiento indivi- multicenter phase II study. Diabetes Care. 2010;33(11):2399-405.
7. Mitchell P, Massin P, Bressler S, Coon CD, Petrillo J, Ferreira A, et al.
dualizado, basados en criterios visuales y anatómicos, Three-year patient-reported visual function outcomes in diabetic macular
dan como resultado desenlaces clínicos potencialmen- edema managed with ranibizumab: the RESTORE extension study. Curr
Med Res Opin. 2015;31(11):1967-75.
te similares a los informados en los grandes estudios 8. Prünte C, Fajnkuchen F, Mahmood S, Ricci F, Hatz K, Studnička J, et al.
Ranibizumab 0.5 mg treat-and-extend regimen for diabetic macular oe-
multicéntricos. La adherencia al régimen de PRN tam- dema: the RETAIN study. Br J Ophthalmol. 2016;100(6):787-95.
bién podría ser útil para reducir la carga del tratamiento 9. Sherman RE, Anderson SA, Dal Pan GJ, Gray GW, Gerry W, Thomas
Gross, et al. Real-world evidence - what is it and what can it tell us? N
dentro de las instituciones de salud pública en México. Engl J Med. 2016;375:2293-7.
Se necesitan más estudios para determinar la efectivi- 10. Bertelmann T, Feltgen N, Scheffler M, Hufenbach U, Wiedon A, Wilhelm H,
et al. Vision-related quality of life in patients receiving intravitreal ranibi-
dad en una población más amplia, la mejoría de la zumab injections in routine clinical practice: baseline data from the Ger-
man OCEAN study. Health Qual Life Outcomes. 2016;14(1):132.
calidad de vida relacionada con la visión y la rentabi- 11. Ghanchi F, Hazel CA. South Asian diabetic macular oedema treated with
lidad de ranibizumab en las instituciones de salud ranibizumab (ADMOR)-real-life experience. Eye Lond Engl. 2016;30(1):133-8.
12. Granström T, Forsman H, Lindholm Olinder A, Gkretsis D, Eriksson JW,
mexicanas. Granstam E, et al. Patient-reported outcomes and visual acuity after 12
months of anti-VEGF-treatment for sight-threatening diabetic macular
edema in a real world setting. Diabetes Res Clin Pract. 2016;121:157-65.
13. Hernández-Salazar L, Aranda-Serna S, Orozco-Gómez LP, Azua-
Conflicto de intereses ra-Azuara C, Bracamontes-Barragán J, Collado-Solórzano A, et al. Guía
para el diagnóstico y el tratamiento del edema macular diabético en
derechohabientes del ISSSTE. Rev Esp Med Quir. 2015;20:321-7.
Los autores declaran que no existe conflicto de inte- 14. Osaadon P, Fagan XJ, Lifshitz T, Levy J. A review of anti-VEGF agents
reses en la realización y publicación de este estudio. for proliferative diabetic retinopathy. Eye (Lond). 2014;28(5):510-20.
15. Ip MS, Zhang J, Ehrlich JS. The clinical importance of changes in diabe-
tic retinopathy severity score. Ophthalmology. 2017;124(5):596-603.
16. Mathur R, Bhaskaran K, Edwards E, Lee H, Chaturvedi N, Smeeth L, et al.
Financiamiento population trends in the Population trends in the 10-year incidence and
prevalence of diabetic retinopathy in the UK: a cohort study in the Clinical
Practice Research Datalink 2004–2014. BMJ Open. 2017;7(2):e014444.
Esta investigación no recibió ninguna subvención es- 17. Dugel PU, Hillenkamp J, Sivaprasad S, Vögeler J, Mousseau M-C, Wenzel A,
pecífica de agencias de financiamiento de los sectores et al. Baseline visual acuity strongly predicts visual acuity gain in patients
with diabetic macular edema following anti-vascular endothelial growth fac-
público, comercial o sin fines de lucro. tor treatment across trials. Clin Ophthalmol Auckl NZ. 2016;10:1103-10.

245
ARTÍCULO ORIGINAL

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
Prevalencia de miopía y factores de riesgo asociados
en estudiantes de medicina en Monterrey
Prevalence of myopia and associated risk factors in medical
students in Monterrey
Christian G. Cavazos-Salias1#, Natalia Montemayor-Saldaña1#, Lucy Salum-Rodríguez1,
Juan E. Villarreal-Del Moral1 y Manuel Garza-Leon1,2*
1Departamento de Ciencias Clínicas, División de Ciencias de la Salud, Universidad de Monterrey, San Pedro Garza García, Nuevo León; 2Hospital

Dr. Luís Sánchez Bulnes, Asociación para Evitar la Ceguera en México, Ciudad de México. México
#Ambos autores contribuyeron de forma similar, por lo que tienen el mismo reconocimiento.

Resumen
Antecedentes y objetivo: La miopía se ha convertido en un problema de salud pública, por lo que es importante conocer
su prevalencia en diferentes grupos poblacionales, los estudiantes de medicina son considerados un grupo de riesgo.
Nuestro objetivo fue conocer la prevalencia de miopía en los estudiantes de medicina de la Universidad de Monterrey, así
como estudiar los factores de riesgo asociados. Métodos: Estudio prospectivo, transversal y observacional, realizado entre
octubre y diciembre de 2016. Se evaluaron 300 estudiantes de medicina. La presencia de error refractivo se evaluó median-
te un autoquerato refractómetro, y la presencia de factores de riesgo conocidos de miopía se analizó mediante un cuestio-
nario. Resultados: 189 alumnos (68.7%) tuvieron miopía en algún ojo y 149 (54.2%), en ambos ojos. De los factores
estudiados, solo en dos hubo una diferencia estadísticamente significativa: los pacientes con miopía tuvieron mayor edad
que los que no la presentaron (21.60 ± 2.27 vs. 20.77 ± 2.61, respectivamente), con una p = 0.01, además del antecedente
de todos los hermanos usuarios de lentes (29.1 vs. 17.4%, respectivamente), con una p = 0.04. Las horas de lectura, el uso
de computadora, el tiempo de ejercicio, el sobrepeso/obesidad, el tener padres o algún hermano que utilizan lentes fueron
similares en ambos grupos. Conclusiones: En este grupo de alumnos de medicina, la prevalencia de miopía basada en
una refracción sin ciploplegia es más alta que en otros grupos étnicos del continente americano, y los únicos factores de
riesgo asociados fueron la edad y el que todos los hermanos utilicen lentes.

Palabras clave: Miopía. Prevalencia. Factores de riesgo. Estudiantes de medicina.

Abstract
Background and Objective: Myopia has become a public health problem, so it is important to know the prevalence of
myopia in different populations, like in medical students who are considered a risk group. Our objective was to know the
prevalence of myopia in medical students of the University of Monterrey, as well as to study the associated risk factors.

Correspondencia:
*Manuel Garza-Leon
Centro Médico Hidalgo, Cons. 706
Hidalgo, 2425, Poniente
Col. Obispado Fecha de recepción: 08-01-2019 Disponible en internet: 01-09-2019
C.P. 64060, Monterrey N.L, México Fecha de aceptación: 20-06-2019 Rev Mex Oftalmol. 2019;93(5):246-253
E-mail: manuel.garza@udem.edu DOI: 10.24875/RMO.M19000084 www.rmo.com.mx
0187-4519/© 2019 Sociedad Mexicana de Oftalmología. Publicado por Permanyer México. Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND
(http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).

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C.G. Cavazos-Salias, et al.: Miopía en estudiantes de medicina

Methods: A prospective, cross-sectional and observational study was conducted between October and December 2016.
Three hundred medical students were evaluated regarding the presence of refractive errors through auto-kerato/refractome-
ter measurement and a questionnaire to analyze the presence of known risk factors for myopia. Results: One hundred ei-

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ghty-nine students (68.7%) had myopia in one eye, and 149 (54.2%) in both. From the factors evaluated, only two were
statistically significant. One was that patients with myopia were older than those without it (21.60 ± 2.27 vs. 20.77 ± 2.61,
respectively; p = 0.01), and the second one was history of need of visual correction in all siblings (29.1 vs. 17.4% respectively;
p = 0.04). Reading time, computer use, exercise time, overweight/obesity, having parents or one sibling who needs visual
correction were similar between groups. Conclusions: In this group of medical students, the prevalence of myopia based
on a refraction without cycloplegia is higher compared to other demographic groups of the Americas, and the only associa-
ted risk factors were age and need of visual correction in all siblings.

Key words: Myopia. Prevalence. Risk factors. Medical students.

Introducción lectura17. Entre los grupos con mayor prevalencia se


encuentran los estudiantes de medicina4,18,20-26. Esto
La miopía es uno de los trastornos oftalmológicos puede ser consecuencia de que pasan una gran can-
más frecuentes y se define como un error refractivo tidad de horas leyendo, realizando trabajos de visión
esférico causado por una potencia de refracción exce- cercana y usando aparatos electrónicos17. Debido a
siva en relación con la curvatura corneal y el grosor ello, los estudiantes de medicina se consideran una
del cristalino y/o aumento del diámetro anteroposterior población con alta predisposición a la miopía21.
del globo ocular, los cuales producen una refracción Hasta nuestro conocimiento, no existe información en
de la luz a un punto focal por delante de la retina. México sobre la prevalencia de errores refractivos en
Estudios en diferentes partes del mundo1-3 han de- una población estudiantil, además, no se ha confirmado
mostrado en las últimas décadas un gran incremento que los factores de riesgo descritos en otras poblacio-
en la prevalencia de miopía, especialmente en los paí- nes son similares a los de nuestra población, por lo que
ses asiáticos2,4, razón por la cual se han realizado el objetivo de nuestro trabajo fue conocer la prevalencia
múltiples estudios tratando de encontrar los factores de miopía en estudiantes de medicina de la Universidad
que producen estos cambios2,5-7. de Monterrey, así como estudiar los factores de riesgo
La etiología de la miopía es multifactorial, diversos para el desarrollo de la enfermedad.
estudios han evaluado múltiples factores asociados al
desarrollo o progresión de miopía en diferentes pobla-
ciones. Una revisión realizada por Foster, et al., en el Material y métodos
20148 concluyó que la miopía es el resultado de una Se realizó un estudio prospectivo, transversal y ob-
compleja interacción entre la predisposición genéti- servacional entre octubre y diciembre de 2016, en el
ca9,10 y otros factores ambientales, como la actividad que se evaluó el error refractivo, así como los factores
física11, las actividades al aire libre12,13, las horas de de riesgo asociados mediante un cuestionario, que
sueño14, el peso y la altura15, entre otros. Mirshahi, incluía familiares con ametropías (se definió como el
et al.16 observaron que personas con grado universita- uso de lentes para visión lejana y/o antecedente de
rio presentaban una mayor prevalencia de miopía en cirugía refractiva), lugar que ocupa en su familia, en-
comparación con personas con niveles de formación fermedades oculares, horas de actividad física, horas
más bajos, mientras que Fernández-Montero, et al.17, de lectura a la semana y horas de uso de la computa-
al llevar a cabo un estudio en una cohorte de selección dora a la semana, con un total de 24 preguntas; ade-
abierta, llegó a la conclusión que la exposición y uso más, se midió la altura y el peso (Báscula Beurer
de la computadora se asocia con el desarrollo y la BG-17), y se calculó el índice de masa corporal (IMC).
progresión de la miopía. Estos factores se han confir- La medición del error refractivo se realizó de forma
mado en otros estudios epidemiológicos8,18. automatizada con el uso de un autoquerato refractó-
Estudios en estudiantes de diversas áreas han de- metro (Topcon RM-A7000, Topcon Co., Tokio, Japón)
mostrado una alta prevalencia de miopía4,19,20, posible- sin el uso de gotas ciclopléjicas. Se tomó como el error
mente relacionada con que pasan una buena parte del refractivo al promedio de las 3 tomas del equipo.
día en actividades de visión cercana19,20, así como el Se definió miopía como el equivalente esférico de
frecuente uso de la computadora y las horas de −0.50 dioptrías(D). La miopía alta se definió como un
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error de refracción igual o mayor a −6.0 D. Se definió así como su IC 95%. La distribución normal de pará-
sobrepeso/obesidad como un IMC mayor a 24.9 kg/m2. metros fue probado por la prueba de Kolmogorov-Smir-
Previo al inicio del estudio, se obtuvo la aprobación nov. En el caso de parámetros no distribuidos normal-

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de las autoridades y el Comité de Ética de la Univer- mente, se utilizó la prueba de Mann-Whitney para
sidad de Monterrey, y el estudio se adhirió a los examinar la significancia estadística de la diferencia
principios de la Declaración de Helsinki. Se obtuvo el entre los grupos. La prueba χ2 se usó para comparar
consentimiento informado de todos los participantes proporciones. El análisis de regresión lineal se aplicó
después de explicarles el estudio. para examinar asociaciones entre error de refracción y
los factores de riesgo estudiados. Se utilizó la regre-
sión logística para comparar la prevalencia de la mio-
Tamaño de la muestra
pía y todos los factores estudiados juntos. Se calculó
La población objetivo fueron los estudiantes de me- el riesgo relativo y su IC 95%. Se consideraron esta-
dicina de la Universidad de Monterrey. Se calculó el dísticamente significativos los resultados cuando el va-
tamaño de la muestra mediante una fórmula de com- lor de p fue menor de 0.05.
paración de proporciones independientes, de acuerdo
a la proporción promedio (57%) descrita en tres estu-
Resultados
dios en diferentes países27-31, con una tasa de error del
5% y un intervalo de confianza del 95% (IC 95%), lo Se evaluaron 275 estudiantes con una edad prome-
que dio un total de 274 personas. dio de 21.34 ± 2.41 (rango 18 a 37 años). El 56.4% de
los alumnos (155) fueron del sexo masculino. La tabla 1
muestra los datos demográficos y de factores de riesgo
Muestreo
de la población estudiada. Los alumnos con miopía
Se realizó un muestreo estratificado de acuerdo al fueron de mayor edad que los alumnos que no la pre-
semestre que cursan los estudiantes, con una selec- sentaron, de una forma estadísticamente significativa
ción aleatoria y proporcional dividida por la proporción (p = 0.01).
esperada. Del total de la muestra, el equivalente esférico (EE)
del ojo derecho fue −0.96 ± 1.27 D (rango −6.00 a
+2.00) y del ojo izquierdo, −0.94 ± 1.35 D (rango −6.00
Criterios de inclusión y exclusión
a +2.50). Tuvieron miopía (EE ≤ −0.50 D) en alguno de
Se incluyeron a todos los alumnos matriculados en los ojos 189 alumnos (68.7%; IC 95%: 63.2-74.2%), y
el semestre de otoño de 2016 en la Universidad de 149 (54.2%) tuvieron miopía en ambos ojos. El 61.5%
Monterrey que aceptaran participar en el estudio y fir- tuvo miopía en el ojo derecho (EE ≤ −0.50 D) y el
maran un consentimiento informado. Se excluyeron a 58.9%, en el ojo izquierdo. La miopía alta (EE ≤ −6.00
todos los alumnos que tuvieran antecedente de cual- D) se encontró en seis alumnos (2.18%), uno de forma
quier procedimiento quirúrgico que pudiera modificar bilateral y cinco solo en el ojo izquierdo (0.4% de los
el estado refractivo del ojo (cirugía refractiva, cirugía ojos derechos y 2.2% de los ojos izquierdos). Los tipos
de catarata, cirugía de retina), que padecieran una in- de graduación encontrados se observan en la figura 1.
fección ocular activa o que no cooperaran para el De los factores de riesgo estudiados (la prevalencia
estudio. de miopía por género, ser primogénito, tener alguno de
los padres o al menos un hermano que utilizaran len-
tes, padecer enfermedades oculares o presentar obe-
Análisis estadístico
sidad), ninguno tuvo una diferencia estadísticamente
Los datos se analizaron utilizando un programa es- significativa, como se demuestra en la tabla 1. Sin
tadístico (SPSS v21.0; IBM, Chicago, Illinois, EE. UU.). embargo, los alumnos en los que todos sus hermanos
El equivalente esférico del error de refracción se cal- utilizaban lentes tuvieron una mayor prevalencia de
culó como la suma del defecto esférico más la suma miopía (p = 0.04), no así cuando se exploró si ambos
de la mitad del error de refracción cilíndrico calculado padres usaban lentes (Tabla 1).
en negativo. La prevalencia fue calculada como el nú- El peso promedio de los participantes fue de 71.82 ±
mero de participantes con el tipo particular de error de 18.01 kg (rango 42 a 138 kg); la altura promedio, de
refracción en relación con el número total de examina- 169.49 ± 9.13 cm (rango 149 a 195 cm), y el IMC prome-
dos, y se reportó su media ± su desviación estándar, dio, de 24.77 mg/kg2 ± 4.69 (rango 16.24 a 46.65 mg/kg2).
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Tabla 1. Datos demográficos y factores de riesgo de la población estudiada


Variable Total (n = 275) Alumnos con miopía (n = 189) Alumnos sin miopía (n = 86) Valor p

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Edad años 21.34 ± 2.41 21.60 ± 2.27 20.77 ± 2.61 0.01

Sexo m/f, n (%) 155/120(56.4/43.6) 106/83 (56.1/43.9) 49/37 (57/43) 0.89

Primogénito, n (%) 136 (49.5) 94 (49.7) 42 (48.8) 0.89

Algún hermano con 148 (53.8) 106 (56.1) 42 (48.8) 0.26


lentes, n (%)

Todos los hermanos con 70 (25.5) 55 (29.1) 15 (17.4) 0.04


lentes, n (%)

Alguno de los padres 204 (74.2) 140 (74.1) 64 (74.4) 0.95


con lentes, n (%)

Ambos padres con 137 (49.8) 95 (50.3) 42 (48.8) 0.82


lentes, n (%)

Enfermedades oculares, 11 (4) 7 (3.7) 4 (4.7) 0.71


n (%)

Horas de lectura* 18.22 ± 15.95 18.63 ± 16.90 17.34 ± 13.71 0.53

Horas de uso de 36.29 ± 26.83 37.14 ± 28.821 34.42 ± 23.59 0.43


computadora*

Obesidad, % 40.4 42.9 34.9 0.21

Horas de ejercicio* 3.77 ± 3.62 3.64 ± 3.41 4.05 ± 4.06 0.28

*A la semana
f: femenino; m: masculino.

Figura 1. Distribución de errores refractivos en alumnos de medicina.


AHC: astigmatismo hipermetrópico compuesto; AHS: astigmatismo hipermetrópico simple; AM: astigmatismo mixto;
AMC: astigmatismo miópico compuesto; AMS: astigmatismo miópico simple.

La tasa de sobrepeso/obesidad en los alumnos fue del Se estudiaron el sexo, ser primogénito, el uso de len-
40.4% (111 alumnos), de los cuales, 81 (73%) presenta- tes por parte de alguno de los hermanos, todos los her-
ban miopía. De los alumnos sin obesidad, el 65.9% (108 manos, alguno de los padres o ambos padres, enferme-
alumnos) presentaban miopía (p = 0.212). dades oculares, horas de lectura, uso de computadora,
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obesidad y horas de ejercicio como posibles factores de Tabla 2. Factores de riesgo asociados a la presencia de
riesgo en un modelo de regresión logística multivariada miopía a través de una regresión logística multivariada
ajustada a la edad (Tabla 2). Variable Riesgo IC del 95% valor p

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relativo

Género 1.03 0.62‑1.73 0.89


Discusión
Primogénito 1.05 0.60‑1.81 0.85
En este estudio encontramos que la prevalencia de
miopía en estudiantes de medicina en Monterrey fue Algún hermano con 1.04 0.55‑1.97 0.88
lentes
del 68.7% (IC 95%: 63.2-74.2%). Este resultado es ma-
yor al reportado en estudios realizados en países eu- Todos los hermanos 1.91 0.89‑4.08 0.09
con lentes
ropeos, como el de Midelfart, et al.23, quienes en 1989
encontraron una prevalencia del 50.3% en 133 estu- Alguno de los padres 0.85 0.41‑1.78 0.67
con lentes
diantes de medicina en Noruega, resultado similar en
alumnos en Dinamarca de 1996 a 1998, quienes repor- Ambos padres con 1.17 0.62‑2.22 0.62
lentes
taron un 50%. Un estudio en estudiantes de medicina
en Turquía entre 2003 y 2004 encontró una prevalencia Enfermedades oculares 1.01 0.60‑1.70 0.95
aún menor (32.9%)18. Estudios en otras regiones del Horas de lectura* 1.02 0.56‑1.77 0.99
mundo han reportado prevalencias generalmente ma-
Horas de uso de 1.09 0.62‑1.92 0.73
yores, sobre todo en el continente asiático, donde la computadora*
prevalencia reportada varía entre el 35.86% en la India
Obesidad 1.38 0.80‑2.36 0.24
en el año 201427, el 53.7% en Arabia Saudita28, el
57.6% en Paquistán7, el 84.1% en China entre los años Horas de ejercicio* 1.49 0.87‑2.54 0.13
2007 y 201220,29, y la mayor prevalencia en Singapur *Alumnos con más horas de la media.
en el año 2000, con el 89.8% (IC 95%: 85,94%) y en
Taiwán, con el 95.8% entre 1987 y 19994. Hasta el
momento, la información en el continente americano y
el Caribe es muy escasa, en Dominica, un estudio de sugerido también un efecto medioambiental, ya que la
Halari, et al, encontró una prevalencia del 31.9% en mayor prevalencia se observa en mujeres blancas y
116 alumnos de medicina30, y en Ecuador, del 26.67% del continente del este asiático a partir de los 9 años
en 180 alumnos en el año 201331. Sin embargo, la me- de edad36. Esta diferencia ha tenido resultados contra-
todología, las tasas de no participación, las técnicas dictorios en alumnos de medicina, ya que algunos es-
de refracción difieren, lo que limita para hacer tudios, sobre todo de países asiáticos, reportan tasas
comparaciones. diferentes7,20,27,29,30, mientras que otros, al igual que el
La edad de los alumnos con miopía fue mayor de nuestro (69.2% en mujeres vs. 68.4% en hombres), no
forma estadísticamente significativa que la de los alum- encuentran diferencias importantes18,22,23. Una de las
nos sin miopía (−0.83 años; IC95%: −0.22 a −1.44). posibles razones de esto es que en nuestro estudio la
Esto concuerda con otros estudios que han demostra- prevalencia de miopía alta fue muy baja, ya que solo
do que, a mayor edad, mayor prevalencia de miopía el 2.18% de los alumnos la presentaron, y es en este
debido tanto a que la miopía se desarrolla de forma grupo de pacientes donde la prevalencia es mucho
tardía, así como a la progresión de la misma7,23,32, lo mayor en mujeres que en hombres35.
cual se ha descrito en especial en estudiantes de me- El orden de nacimiento ha sido reportado en algunos
dicina, como lo reportó Midelfart, et al. en un grupo de estudios como un factor de riesgo para desarrollar
alumnos de medicina en Noruega, donde el 43.3% de miopía5,37-39, sin embargo, la asociación reportada es
los alumnos iniciaron el uso de lentes correctivos a los baja (OR <1.3)5, muy similar a la de nuestro estudio
19 años o más y, generalmente, no desarrollan miopía (1.33; IC 95%: 0.80-2.23), aunque en nuestro estudio
alta, lo cual concuerda con nuestros alumnos23. esta diferencia no fue estadísticamente significativa.
El efecto de las hormonas sexuales en el desarrollo Esto podría deberse a lo reportado por Guggenheim,
y prevalencia de la miopía ha sido ampliamente estu- et al., quienes analizaron datos de cuatro estudios epi-
diado33,34. Estudios epidemiológicos han corroborado demiológicos diferentes y encontraron que solo estu-
la mayor prevalencia de miopía en mujeres, sobre todo dios con más de 4,000 participantes proveen un poder
de miopía alta35, mientras que otros estudios han estadístico adecuado para apoyar esta asociación5,
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número mucho mayor al de nuestro estudio, además En nuestro estudio se encontró que el uso de la
Morgan, et al. sugieren que esta asociación podría computadora por encima de la media (36.29 ± 26.82 h
deberse a un factor de confusión por el grado de edu- a la semana) no tuvo una relación directa con la pre-

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cación40, ya que algunos estudios reportan una mayor sencia de miopía. Esto contrasta con el estudio de
educación en los hijos primogénitos que en sus her- cohorte realizado por Fernández-Montero, et al. en
manos6, factor que obviamente no está presente en 201517, en donde se evaluaron 17,217 estudiantes uni-
nuestro estudio, ya que todos los sujetos evaluados versitarios de España, con un uso medio de la compu-
son estudiantes de universidad. tadora de 14.3 h/semana, y encontraron una relación
La influencia de la genética en el desarrollo de la entre la exposición a la computadora y el desarrollo y/o
miopía ha sido ampliamente estudiada8-10,18,41-44. Se progresión de la miopía. Esto a pesar de que en nues-
han estudiado las mutaciones de los genes LRPAP1, tro estudio los estudiantes pasaron una mayor cantidad
CTSH, LEPREL143,44, ZNF644, SLC39A5, y SCO2 en de horas utilizando la computadora que en el estudio
China44 y su relación con la miopía alta. En nuestro mencionado, sin embargo, el tamaño de la muestra es
estudio, la influencia genética medida a través de la muy superior al nuestro.
prevalencia de padres y hermanos con miopía no de- Algunos reportes en la literatura han documentado
mostró una relación estadísticamente significativa. En la relación entre el grado de escolaridad y las activida-
el caso de los padres, se compara con un estudio rea- des de visión cercana, principalmente la lectura, por lo
lizado en China en estudiantes universitarios y sus que hay múltiple evidencia que respalda al grado de
padres, que arroja un resultado estadísticamente sig- escolaridad3,16, nivel socioeconómico alto48 y mayor
nificativo cuando los padres presentan miopía45, sin cantidad de actividades de visión cercana49 como fac-
embargo, en el caso de nuestro estudio, no presentan tores de riesgo para la miopía, no obstante, los meca-
la misma relación. Aunque este mismo estudio no des- nismos exactos sobre el cómo se favorece el desarrollo
carta la influencia de factores ambientales que podrían de esta enfermedad permanecen controversiales. En
influir en el desarrollo de la enfermedad. un estudio realizado en población australiana infantil,
En nuestro estudio encontramos que la prevalencia Ip, et al. encontraron que el mayor tiempo de lectura
de miopía era mayor cuando todos los hermanos usa- realizada a corta distancia (< 30 cm) se asoció con
ban lentes, este resultado es similar al encontrado por mayor prevalencia de miopía, incluso después de ajus-
Czepita, et al., realizado en Polonia42, quienes estudia- tarse por edad, sexo, etnia y escolaridad (p = 0.02 y p
ron 5,533 estudiantes con material y métodos muy = 0.0003, respectivamente)50. En cuanto a las horas de
similares a los de nuestro estudio, y obtuvieron resul- lectura, en nuestros participantes, el 33.1% (91) se en-
tados estadísticamente significativos para la relación contraban por encima de la media, que fue de 18.22 ±
entre la frecuencia de miopía en los estudiantes y el 15.95 h a la semana, y de forma similar, un 38.9% (107)
hecho de que sus padres o hermanos padezcan la pasaban más de 40 h frente a un aparato electrónico,
enfermedad (p < 0.001). considerando la lectura también de esta forma.
Se ha estudiado en diversos países la relación que Se ha estudiado si las características antropométri-
existe entre el ejercicio y el desarrollo de miopía, con cas (peso, talla e IMC) favorecen el desarrollo de la
resultados contradictorios11,12,46,47. En Australia46 un es- miopía15,51-53,. En nuestro estudio no hubo una relación
tudio a un grupo de estudiantes universitarios de entre entre estas y la presencia de miopía, dato similar a lo
18 y 25 años no encontró una correlación importante reportado por otros autores51,52. Uno de de los estudios
entre el ejercicio y la cantidad del mismo con la pre- con un mayor tamaño de la muestra, realizado por
sencia y gravedad de la miopía. Fueron los mismos Rosner, et al.51 en más de 100,000 hombres entre 17
resultados obtenidos en el caso de nuestro estudio, sin y 19 años, encontró que la miopía no se asociaba con
embargo, la muestra del estudio australiano era peque- la talla alta ni mayor peso, dado que las personas con
ña (27 sujetos), y esto es un factor que puede alterar miopía alta tenían un IMC menor comparadas con los
los resultados. Por otra parte, un estudio longitudinal que sufrían de miopía moderada o no la presentaban.
de cohorte de 2 años de duración que evaluó la acti- Igualmente. Saw SM, et al.52 estudiaron la asociación
vidad física como factor protector en el desarrollo de entre las medidas antropométricas de niños en China
la enfermedad en Dinamarca11, con enfoque en estu- y los parámetros oculares y su refracción, y encontra-
diantes de medicina, concluyó que existe esta relación ron que los niños con mayor IMC tendían más a la
como factor protector. Otros estudios47 han tenido re- refracción hipermetrópica. En nuestro estudio no hubo
sultados similares al nuestro. una relación entre sobrepeso/obesidad y miopía.
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Rev Mex Oftalmol. 2019;93

Nuestro estudio tiene algunas limitaciones, la más a las normas éticas del comité de experimentación hu-
importante es la medición del defecto refractivo por mana responsable y de acuerdo con la Asociación Mé-
autorrefractometría sin usar gotas ciclopléjicas, sin em- dica Mundial y la Declaración de Helsinki.

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bargo, esta es una práctica usual en estudios poblacio- Confidencialidad de los datos. Los autores decla-
nales en adultos35, y existe controversia sobre el efecto ran que han seguido los protocolos de su centro de
de la acomodación en la medición no ciclopléjica de la trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
refracción en adultos, ya que algunos estudios reportan Derecho a la privacidad y consentimiento infor-
que aun en adultos existe un error en la medición de la mado. Los autores han obtenido el consentimiento
graduación54-56, generalmente es menor a 0.50 D56; informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el
mientras otros estudios, como el de Sanfilippo, et al.57, artículo. Este documento obra en poder del autor de
sugieren que en adultos de 20 años o más no es ne- correspondencia.
cesario realizarla, y nuestro mayor grupo de alumnos
se encuentra en ese rango de edad. Por otra parte, para
Bibliografía
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253
CASO CLÍNICO

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
Enfisema periorbitario secundario a procedimiento
dental: reporte de un caso y revisión de la literatura
Periorbital emphysema following dental procedure:
A case report and literature review
Mario Rodríguez-Calzadilla1*, Mercedes García-Vázquez2, María Contreras-Espuny1, Alejandro Soto-Guerrero1,
Alejo Honesto Rodríguez-Suárez1, Francisco Javier Benítez-del-Castillo-Sánchez1 y Manuel García-Íñiguez1
1Servicio de Oftalmología, Hospital de Jerez, Jerez de la Frontera, Cádiz; 2Servicio de Oftalmología, Hospital Virgen del Rocío, Sevilla. España

Resumen
Caso clínico: Mujer de 57 años acude a urgencias remitida por su odontóloga por haber presentado súbitamente un cua-
dro de tumefacción periorbitaria izquierda durante el transcurso de una endodoncia. Al examinar a la paciente apreciamos
a dicho nivel una tumefacción a modo de rodete sobreelevado, sin inflamación asociada, blanda, tersa y crepitante a la
palpación. El resto de la exploración es rigurosamente normal. No se realizaron pruebas de imagen. Discusión: El enfisema
subcutáneo ha sido descrito como una complicación infrecuente en la práctica odontológica habitual. La forma de afectación
periorbitaria es excepcional y no suele revestir gravedad. En este trabajo aprovechamos la descripción de un nuevo caso
para revisar la literatura al respecto, repasando la fisiopatología del proceso y los cambios que intuimos en su epidemiolo-
gía. Además, se establecen recomendaciones para su manejo.

Palabras clave: Enfisema subcutáneo. Enfisema periorbitario. Enfisema orbitario. Endodoncia. Complicación endodoncia.
Complicación odontología.

Abstract
Clinical Case: The case concerns a 57-year-old woman who came to the Ophthalmology Emergency Service referred by her
dentist after presenting a left periorbital swelling during a root canal treatment. A complete examination only revealed a soft,
smooth periorbital tumefaction, crackling on palpation, with no associated inflammation. No radiological exams were perfor-
med. Discussion: Subcutaneous emphysema has been described as a rare complication in the usual dental practice. Pe-
riorbital involvement is exceptional and usually has a good prognosis. In this paper we describe a new case, reviewing the
literature on the subject, analyzing the pathophysiology of the process and the changes in its epidemiology. Furthermore,
recommendations for their management are established.

Key words: Subcutaneous emphysema. Periorbital emphysema. Orbital emphysema. Endodontics. Endodontics complication.
Dentistry complication.

Correspondencia:
*Mario Rodríguez-Calzadilla Fecha de recepción: 06-12-2016 Disponible en internet: 24-06-2017
E-mail: mario.rodriguez.calzadilla.sspa@ Fecha de aceptación: 22-05-2017 Rev Mex Oftalmol. 2019;93(5):254-257
juntadeandalucia.es DOI: 10.1016/j.mexoft.2017.05.006 www.rmo.com.mx
0187-4519/© 2017 Sociedad Mexicana de Oftalmología. Publicado por Permanyer México SA de CV. Este es un artículo Open Access bajo la licencia
CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).

254
M. Rodríguez-Calzadilla, et al.: Enfisema periorbitario secundario a procedimiento dental

Introducción
El enfisema subcutáneo consiste en la aparición de

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una cavidad rellena de aire u otro gas bajo piel o mu-
cosa tras la infiltración del mismo en los tejidos a través
de una vía patológica. Dicha irrupción gaseosa puede
verse inducida naturalmente mediante un traumatismo,
tos o maniobra de Valsalva, así como contar con un
origen iatrogénico: principalmente durante diversos
procedimientos en cabeza y cuello o técnicas anesté-
sicas1. El enfisema subcutáneo ha sido descrito como
una complicación infrecuente de los procedimientos Figura 1. Aspecto al diagnóstico.
dentales llevados a cabo en la práctica clínica diaria.
En concreto, la forma de presentación periorbitaria de
dicho enfisema ha sido definida como un hallazgo ex-
cepcional2. De entre las referencias publicadas hasta
la fecha tan solo existen 13 casos descritos de afecta-
ción periorbitaria, siendo el nuestro el 14.o de la biblio-
grafía al respecto.

Caso clínico
Una mujer previamente sana de 57 años de edad
acude a nuestra consulta de urgencias de oftalmología, Figura 2. Enfisema resuelto.
remitida por su odontóloga, al haber presentado súbi-
tamente un cuadro de tumefacción periorbitaria izquier-
da durante el transcurso de una endodoncia. Aporta
un informe en el que reza que la complicación surgió microorganismos desde la cavidad oral por el flujo de
mientras se empleaba aire a presión utilizando una aire. Añadimos un antiinflamatorio no esteroideo (ibu-
jeringa triple sobre la pieza dental número 27 de la profeno  600  mg/8  h) en pauta corta para contrarrestar
paciente (2.o molar superior izquierdo). La odontóloga las molestias locales. Tras varias horas el enfisema
aplicó entonces una obturación provisional y aconsejó comienza a autolimitarse, reabsorbiéndose completa-
consultar con el oftalmólogo de guardia del hospital mente pasados 7 días (Fig. 2).
más cercano.
En la exploración a visu se aprecia a nivel periorbitario Discusión
izquierdo una tumefacción a modo de rodete sobreele-
vado, sin inflamación asociada (fig.  1). A  la palpación, El enfisema subcutáneo secundario a procedimientos
de acuerdo al signo clásico, la masa es blanda, tersa y dentales tiene como mecanismo desencadenante un
crepita, por lo que se confirma el diagnóstico de enfise- aumento de la presión intraoral. Fue descrito a princi-
ma subcutáneo. No existe proptosis, dolor, alteración de pios del siglo xx por Turnbull y desde entonces y du-
la motilidad ocular, déficit visual, diplopía ni ningún otro rante décadas los casos reportados han resultado
dato sugestivo de compromiso orbitario, por lo que se anecdóticos ya que se asociaban exclusivamente con
desestima la necesidad de una prueba de imagen. La acciones del paciente que pudieran elevar la presión
agudeza visual es de 1 en ambos ojos, la presión in- en la cavidad oral1,2. Con la introducción en los últimos
traocular de 16/17  mmHg y tanto la biomicroscopia tiempos en la práctica odontológica diaria de dispositi-
como el fondo de ojo se muestran rigurosamente nor- vos que emplean aire a presión era de esperar que la
males. Dada la ausencia de datos de complicación nos incidencia del enfisema subcutáneo aumentase, dado
limitamos a prescribir antibioterapia oral contra la flora que son capaces de producir de forma artificial y autó-
bucofaríngea (amoxicilina-clavulánico 875/125  mg/8  h): noma aumentos considerables de presión a nivel intrao-
esto valdrá de profilaxis frente a posibles infecciones ral independientes de la actitud del paciente. Pese a
orbitarias secundarias a la vehiculización de dichos que efectivamente se ha experimentado un incremento
255
Rev Mex Oftalmol. 2019;93

en la incidencia de este tipo de enfisema, este ha revestirán habitualmente menor gravedad que aque-
­permanecido siendo una complicación rara dada su llos debidos a técnicas realizadas sobre piezas in-
baja frecuencia relativa, constituyendo más específica- feriores, cuyas vías de propagación pueden compro-

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
mente el enfisema periorbitario una forma de presenta- meter regiones de riesgo vital.
ción anecdótica2.
En 2013 Mishra et al. informaron de un nuevo caso
aprovechando además para revisar retrospectivamente
Conclusiones
la bibliografía. Desde el primer artículo que ellos en- Dado el excelente pronóstico y la tendencia natural
cuentran referido a enfisema periorbitario secundario a a la autorresolución del enfisema periorbitario, las me-
procedimiento dental (Shoveton, 1957), apenas hallan didas terapéuticas comentadas se demuestran más
otras 5 publicaciones más al respecto, siendo la suya que suficientes para su manejo en ausencia de datos
la 6.a2,3. de complicación. De acuerdo a nuestro protocolo in-
En 2016 nuestro equipo, aprovechando el reporte de terno no es necesaria la realización de pruebas de
caso que motiva este trabajo, ha vuelto a revisar la li- ­imagen en ausencia de otra clínica. La tomografía
teratura descubriendo un aumento significativo de la computarizada ha sido practicada de rutina por algu-
incidencia de esta entidad. En apenas 3 años han nos autores; nosotros estimamos que ante un cuadro
surgido varias referencias que suman junto a las ante- paucisintomático como el que presentamos y mientras
riores un total de 13, constituyendo nuestra publicación no existan signos de alarma, las pruebas de imagen
el caso número 14 de los existentes hasta la fecha4-9.
podrían no ser necesarias para el manejo de esta
El enfisema subcutáneo periorbitario parece estar
patología10.
estableciéndose por tanto como una complicación
Esta recomendación adquiere especial relevancia en
emergente en la práctica odontológica moderna4–9.
el contexto epidemiológico actual, dado el creciente
Pese a ello su frecuencia relativa es mínima y, dada la
aumento de la incidencia de esta entidad que se ha
benignidad del cuadro, su impacto clínico resulta prác-
experimentado en los últimos años4–9. Reservar las
ticamente nulo.
pruebas de imagen para casos seleccionados que
En este tipo de enfisema subcutáneo secundario
cuenten con clínica sugestiva de complicación nos
el aire suele tener como vía de entrada patológica
hará evitar irradiaciones innecesarias y optimizar los
la abertura que ha causado el procedimiento dental
recursos. Cabe suponer además que en los próximos
sobre la dentina. Desde ese punto irrumpe en la
pulpa situada en los canales de la raíz y la atraviesa tiempos seremos testigos de un aumento todavía ma-
hasta dar con los procesos alveolares del maxilar yor de la incidencia de esta dolencia, paralelo al ­avance
(piezas superiores) o de la mandíbula (piezas infe- tecnológico en los equipos: estos irán adquiriendo pro-
riores), en los cuales abre una falsa vía hacia su gresivamente más potencia y con ello mayor capacidad
fortuito destino. Este camino arbitrario sigue sin em- de inducir enfisema. Por su parte el cuerpo humano
bargo ciertas reglas anatómicas básicas, como por –la otra pieza de este ajedrez de presiones– seguirá
ejemplo que las piezas superiores dirigen el aire siendo el mismo, al menos por ahora… y esto hará que
hacia espacios faciales, orbitarios, pterigomaxilares se mantenga vulnerable a esas «balas perdidas» de
y a veces cervicales, mientras que las inferiores lo aire.
conducen hacia espacios retrofaríngeo, mediastíni-
co, pericárdico y torácico2. Del mismo modo y como Financiamiento
es lógico, el aire suele encaminarse hacia espacios
homolaterales a la pieza tratada. Las piezas más No existe fuente de financiación alguna.
frecuentemente implicadas, por su tamaño y anato-
mía, son el primer, segundo y tercer molar10. Un
Conflicto de intereses
claro ejemplo de estas reglas de distribución anató-
mica es nuestra paciente, quien sufrió un enfisema Los autores niegan cualquier conflicto de intereses.
orbitario izquierdo mientras se le realizaba una en-
dodoncia sobre la pulpa de su pieza dental número
Responsabilidades éticas
27 (2.o molar superior izquierdo). Es lógico deducir,
además, que los enfisemas subcutáneos derivados Protección de personas y animales. Los autores
de procedimientos sobre piezas dentales superiores declaran que para esta investigación no se han
256
M. Rodríguez-Calzadilla, et al.: Enfisema periorbitario secundario a procedimiento dental

realizado experimentos en seres humanos ni en 2. Mishra L, Patnaik S, Patro S, et al. Iatrogenic subcutaneous emphysema
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Confidencialidad de los datos. Los autores decla-

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Brt Dental J. 1957;102:25.
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257
CASO CLÍNICO

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Síndrome de Horner como motivo de consulta en paciente
con tumor de mama. Reporte de caso
Horner syndrome as a reason for consultation in a patient
with breast tumor; case report
Verónica C. Martínez-Mayorquín1*, David Lozano-Elizondo2, Rosa E. Moreno-Anda3, Luis M. Pesci-Eguía2,
Karina L. Miranda-Sánchez1 y Irene González-Olhovich2
1Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez; 2Servicio de Neuroftalmología, Instituto Nacional de Neurología y

Neurocirugía Manuel Velasco Suárez; 3Segmento Anterior, Instituto Nacional de Rehabilitación Dr. Guillermo Ibarra. Ciudad de México, México

Resumen
El síndrome de Horner consiste en una lesión de la vía pupilar simpática. Descrito con la triada: ptosis, miosis y anhidrosis.
Reconocer los signos de este síndrome, sus niveles de lesión y las causas es de suma importancia. Caso: Paciente mujer
de 38 años de edad, acude por ptosis del párpado superior del ojo derecho de 2 meses de evolución, hace 4 años ganglio
axilar, hace 6 meses aparición de tos; pérdida de peso: 6 kg en 3 meses. Exploración: ptosis leve, anisocoria mayor en la
oscuridad, miosis derecha. Se realiza exploración: tumoración en la mama derecha de 6 cm, adherida a planos profundos.
Se envía al centro de cancerología. Este caso toma importancia, ya que actualmente existe una amplia difusión de progra-
mas de prevención, sin embargo, aún hay personas que siguen escondiendo sus padecimientos, no debemos olvidar que
el globo ocular es punto clave para detectar enfermedades sistémicas.

Palabras clave: Síndrome de Horner. Miosis. Ptosis. Mama.

Abstract
Horner’s syndrome consists of an injury to the sympathetic pupillary pathway. Described with the triad: ptosis, miosis and
anhidrosis. Recognizing the signs of this syndrome, their levels of injury and causes are of paramount importance to the
clinician. Case: A  38-year-old female patient presented with ptosis of the upper eyelid, right eye, 2  months of evolution,
growth of axillary ganglion 4  years ago, also cough of 6  month duration; 6 kg weight loss in 3  months. Exploration: mild
ptosis, greater anisocoria in the dark, right miosis. Sistemic exploration: right breast tumor of 6cm, adhered to deep planes.
The patient was referred to an oncological center. This case is important because there is a wide spread of prevention pro-
grams, however, there are still people who continue to hide their diseases, we must not forget that the eyeball is a key point
to detect systemic diseases.

Key words: Horner Syndrome. Miosis. Ptosis. Breast.

Correspondencia:
*Verónica Cristina Martínez-Mayorquín
Juan Manuel, 1500
Col. Ladrón de Guevara Fecha de recepción: 12-06-2017 Disponible en internet: 27-07-2018
C.P. 44600, Guadalajara, Jal., México Fecha de aceptación: 22-11-2017 Rev Mex Oftalmol. 2019;93(5):258-261
E-mail: draveronicacristina@gmail.com DOI: 10.24875/RMO.M18000026 www.rmo.com.mx
0187-4519/© 2017 Sociedad Mexicana de Oftalmología. Publicado por Permanyer México. Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND
(http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).

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V.C. Martínez-Mayorquín, et al.: Síndrome de Horner

Introducción productiva y crecimiento de ganglios cervicales (6


aproximadamente, pétreos, no móviles e irregulares);
El síndrome de Horner fue descrito por primera vez
pérdida de peso: 6 kg en 3 meses.

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en 1869 por el oftalmólogo suizo Johann Friedrich Hor-
ner. De forma clásica está conformado por una lesión
simpática y con la triada de: ptosis, miosis y anhidrosis, Hallazgos
dependiendo del nivel donde se encuentre la lesión. Ptosis leve en el ojo derecho (2 mm comparado con
No siempre la triada se cumple, podemos encontrar el contralateral), anisocoria mayor en condiciones de
hasta un 10% de los pacientes sin ptosis. Las causas poca iluminación con miosis derecha, apertura del pár-
son múltiples, como disección carotidea, tumoraciones pado del ojo derecho de 9 mm, distancia margen reflejo
que comprometen el ápice pulmonar y lesiones hipo- 1 (DRM 1) de 2 mm; DMR 2 de 7 mm. Apertura palpe-
talámicas, entre otras. Es importante mencionar que bral del ojo izquierdo de 12 mm, DMR 1 de 4 mm, DMR
puede ser una manifestación o signo de enfermedad 2 de 8 mm (Fig. 1). Diámetro pupilar derecho de 3 mm,
metastásica. Reconocer los signos de este síndrome, diámetro pupilar izquierdo de 5  mm, con respuesta a
sus niveles de lesión y sus implicaciones es de suma la luz normal bilateral, reflejo consensual presente
importancia para el clínico. (Fig. 2). Se le solicita a la paciente descubrir su torso,
Existen pruebas farmacológicas destinadas a su y se encuentra tumoración en la mama derecha que
reconocimiento, cuyos objetivos son: reconocer que altera su estructura y por lo que pierde completamente
existe anisocoria (la cual es significativa clínicamente su anatomía, además se palpa dicha tumoración adhe-
de 1 mm o más de diferencia), identificar si se trata de rida a planos profundos y no se delimita su extensión,
un problema autonómico o intrínseco pupilar y localizar la piel se aprecia con características de naranja (Fig. 3).
una lesión a nivel posganglionar. Sin embargo, existen Se solicita tomografía axial computarizada de tórax
signos muy sugestivos y localizadores que nos permiten contrastada y se envía al centro de cancerología para
realizar el diagnóstico. Además, es importante interro- un manejo adecuado. Sin embargo, la paciente no
gar por aquellos síntomas acompañantes para lograr acude a dicho centro y no vuelve a revisión.
localizar el nivel de la lesión.
Los síntomas pupilares suelen ser sutiles, ya que
anatómicamente la pupila en su control nervioso (sim- Discusión
pático y parasimpático) tiene una proporción de fibras En el síndrome de Horner, los signos clínicos pueden
parasimpáticas y simpáticas 30:1. Por lo que la aniso- ser sutiles y no es común que los pacientes presenten
coria no es muy evidente en condiciones de luz normal. la tríada clásica. Si asociamos los signos y síntomas
Podemos encontrar frecuentemente síndrome de Hor- clínicos, pueden ayudar a localizar la lesión y dirigir el
ner asociado a parálisis del VI par craneal ipsilateral abordaje diagnóstico. En cuanto a las pruebas farma-
«aislado». Es indispensable explorar a los pacientes cológicas, sin restar importancia a su utilidad, en nues-
detenidamente y con diferentes condiciones de luz, tro medio son de uso limitado, ya que en ocasiones no
para poder clasificar los hallazgos que encontremos y se encuentran al alcance y se han encontrado falsos
realizar un diagnóstico topográfico más certero. positivos y negativos1.
Si bien es cierto que las pruebas medicamentosas,
como la cocaína, la hidroxianfetamina y la apraclonidi-
Presentación de caso
na, nos apoyan importantemente en el diagnóstico, el
Mujer de 38 años de edad, enviada al Servicio de nivel de la lesión puede ser determinado por los signos
Neuroftalmología del Instituto Nacional de Neurología clínicos clásicos y los datos acompañantes. Es impor-
y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez por presentar tante recordar que en esta patología el reflejo pupilar
ptosis del párpado superior del ojo derecho de 2 meses fotomotor se encuentra sin alteraciones1,2. No existen
de evolución. pruebas farmacológicas infalibles para determinar el
nivel de la lesión.
Se han reportado casos con otras etiologías, como
Principio y evolución del padecimiento
nódulos tiroideos, que en ocasiones remiten después
actual
del tratamiento quirúrgico de la enfermedad de base2.
Refiere hace 4 años ganglio axilar que fue aumen- En relación con el caso clínico que se presenta, se han
tando de tamaño, y hace 6 meses aparición de tos no publicado reportes de metástasis de cáncer de mama
259
Rev Mex Oftalmol. 2019;93

combinación del síndrome de Horner, dolor de cabeza


o de cuello y signos de isquemia retiniana o
cerebral4.

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Otras causas de lesión de la vía pupilar simpática me-
nos frecuentes son enfermedades inflamatorias del sis-
tema nervioso central, como neuromielitis óptica o enfer-
Figura 1. Exploración en condiciones de luz con apertura
de párpado. Ojo derecho: 9 mm, distancia margen reflejo medad de Devic. Se reporta el caso de una mujer de 58
1 (DMR 1): 2 mm. DMR 2: 7 mm. Ojo izquierdo años que presentó síndrome de Horner con hemianes-
apertura: 12 mm. DMR 1: 4 mm. DMR 2: 8 mm. Anisocoria. tesia contralateral, confirmado con 0.5% de apraclonidi-
na y títulos positivos anticuerpos antiacuaporina 45.
El síndrome de Horner puede clasificarse en tres
grupos según la localización de la lesión. Central, el
cual puede ocurrir en lesiones de hipotálamo, tallo ce-
rebral y la médula espinal que afectan a la vía simpá-
tica. Las entidades más frecuentemente vistas son sín-
drome de Wallenberg y siringomielia, entre otras. Los
hallazgos neurológicos concomitantes podrían sugerir
este tipo de lesiones. El tipo preganglionar puede ser
Figura 2. Anisocoria mayor en la oscuridad. Diámetro resultado de las lesiones radiculares en la médula
pupilar derecho: 3 mm. Diámetro pupilar izquierdo: 5 mm. espinal, plexo braquial, trauma, lesiones del ápice pul-
Respuesta a la luz normal. monar o tumores mediastínicos. La lesión posganglio-
nar está relacionada con enfermedades de la arteria
carótida interna, base del cráneo, enfermedades del
seno cavernoso, fisura orbitaria superior y enfermeda-
des del ápice orbitario, entre otras. El enoftalmos es
aparente por causa de la ptosis inversa, ya que existe
pérdida de tono simpático del análogo del músculo de
Müller inferior, o músculo tarsal inferior6.
En el caso de lesión de neurona de tercer orden, las
fibras simpáticas responsables de la función sudomo-
tora de la porción inferior del rostro se separan de la
vía oculosimpática antes del ganglio cervical superior,
por lo tanto, la anhidrosis, raramente se observará en
esta distribución en lesiones posganglionares, por lo
que se debe explorar la sudoración en el tercio superior
de la cara7. Podemos buscar de forma sencilla este
dato, aplicando talco al paciente en el rostro y pidién-
dole que realice actividad física para observar si algún
Figura 3. Tumoración de mama derecha. lado de la cara no presenta sudoración, o de forma más
conocida utilizando yodo.
La cocaína es un simpaticomimético que bloquea la
recaptación de norepinefrina. Mientras que las pupilas
que se presentan como síndrome de Horner3. A  dife- normales se dilatan, en una lesión del simpático no se
rencia de nuestro caso, la paciente no contaba con dilatan, ya que la vía de las tres neuronas ha sido inte-
diagnóstico de malignidad previamente. rrumpida. La apraclonidina (agonista alfa-2-adrenérgico)
Entre otras causas de síndrome de Horner encontra- tópica también es una opción en pruebas medicamen-
mos la disección de la arteria carótida interna, como tosas. Se ha demostrado que este fármaco revierte la
resultado de un accidente y/o trauma en pacientes anisocoria al dilatar la pupila patológica y no alterar la
menores de 45 años de edad, causante también del pupila normal. La hidroxianfetamina tópica al 1% tam-
10 a 20% de los casos de accidente cerebrovascular bién se puede utilizar para confirmar lesión de la tercera
isquémico. El diagnóstico debe sospecharse con la neurona o posganglionar. La hidroxianfetamina estimula
260
V.C. Martínez-Mayorquín, et al.: Síndrome de Horner

la liberación de norepinefrina en botón presináptico. En paciente con todo un sistema que funciona en conjunto
las lesiones de la primera o segunda neurona el botón y que muchas patologías pueden tener su primera ma-
presináptico está intacto, por lo que la pupila se dilata, nifestación en el sistema visual.

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
en las. lesiones de la tercera neurona no8-10. Es nuestra obligación realizar una exploración com-
Las pupilas deben ser valoradas minuciosamente pleta y una adecuada historia clínica para llegar a la
siempre en diferentes condiciones de luz y con luz etiología. Saber y conocer la función, sensibilidad y
adecuada, buscando si existe anisocoria o alteración especificidad de las pruebas farmacológicas para la
en los reflejos pupilares. Si detectamos respuestas detección de síndrome de Horner es indispensable,
anormales, valorar si es unilateral o bilateral y si está pero no supera el aporte de la semiología bien llevada
acompañada de otros síntomas e interrogar adecuada- a cabo.
mente el paciente. Si seguimos estos pasos, es menos
probable que dejemos pasar signos importantes para
un diagnóstico crucial.
Responsabilidades éticas
Protección de personas y animales. Los autores
declaran que para esta investigación no se han realiza-
Conclusión
do experimentos en seres humanos ni en animales.
En el presente artículo se revisaron las característi- Confidencialidad de los datos. Los autores decla-
cas generales y las diferentes causas del síndrome de ran que han seguido los protocolos de su centro de
Horner. En el caso de nuestra paciente, es importante trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
notar que el motivo de consulta fue «ptosis leve», sin Derecho a la privacidad y consentimiento infor-
mención alguna de una malignidad u otra patología de mado. Los autores han obtenido el consentimiento
base. El interrogatorio por aparatos y sistemas fue di- informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el
fícil, ya que la paciente tenía una conducta retraída y artículo. Este documento obra en poder del autor de
negaba otros síntomas y signos. Sin embargo, al seguir correspondencia.
la cadena ganglionar involucrada, se detectó afectación
de los ganglios axilares. Como los ganglios axilares en
una mujer joven son sugestivos de una malignidad de
Bibliografía
1. Davagnanam I, Fraser CL, Miszkiel K, Daniel CS, Plant GT. Adult Hor-
origen mamario, se realizó una exploración de tórax y ner’s syndrome: a combined clinical, pharmacological, and imaging algo-
se encontró una lesión altamente sugestiva de cáncer rithm. Eye. 2013;27:291-8.
2. Coskun M, Aydogan A, Gokce C, Ilhan O, Ozkan OV, Gokce H, Oksuz H.
de mama. Irreversible Horner’s syndrome diagnosed by aproclonidine test due to
Este caso toma relevancia, ya que actualmente se benign thyroid nodule. Pak J Med Sci. 2013;29(1):224-6.
3. Zhou D, Ibrahim M, Malach D, Tomsak RL. Unusual Cause of Horner
piensa que en nuestra sociedad hay información vasta Syndrome Years After In Situ Ductal Carcinoma. Neuroophthalmology.
2016; 40(3):130-2.
y programas de prevención suficientes, sin embargo, 4. Alonso Formento JE, Fernández Reyes JL, Envid Lázaro BM, Fernández
hoy en día existen personas que siguen escondiendo Letamendi T, Yeste Martín R, Jódar Morente FJ. Horner's Syndrome 17
due to a Spontaneous Internal Carotid Artery Dissection after Deep Sea
sus padecimientos hasta que llegan a estadios avan- Scuba Diving. Case Rep Neurol Med.2016;2016:5162869.
zados, enfermedad metastásica o muerte. Es por ello 5. Lovera L, Jay WM, Biller J. Horner Syndrome in a Case of Neuromyelitis
Optica. Neuroophthalmology. 2014;38(2):78-81.
que al encontrar un hallazgo debemos de indagar, in- 6. Jacob S, Patil SI. Heralding Extramedullary Blast Crisis: Horner’s Syn-
drome with Brachial Plexopathy in a Patient with Chronic Myelogenous
vestigar, observar y realizar una historia clínica Leukemia. Case Reports in Medicine. 2016;2016:3015947.
exhaustiva. 7. Nasser BA, Mesned A, Moazamy YE, Kabbani MS. Horner’s syndrome
after paediatric cardiac surgery: case report and review of the literatura.
A pesar de explicarle a la paciente la urgencia de Cardiology Young. 2015;25:569-72.
8. Mohyudin MN, Arshad FA, Anand N. Horner’s síndrome as a presenting
acudir al centro oncológico, solicitarle estudios de ga- sign of metastatic testicular malignancy. JRSM Short Rep. 2011;2:23.
binete y darle una nueva cita a control en nuestro ser- 9. Manasa Sriraam L, Sundaram R, Ramalingam R, Ramalingam KK. Mi-
nor’s Test: Objective Demonstration of Horner’s Syndrome. Indian J
vicio, la paciente no volvió y perdió su seguimiento. Otolaryngol Head Neck Surg. 2015;67(2):190-2.
Desde el punto de vista neuroftalmológico no debe- 10. Rodríguez-Sánchez E, Vadillo JM, Herrera-Calo P, Marenco de la Fuen-
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mos olvidar que tras cada globo ocular existe un de 3 casos. Rev Colomb Anestesiol. 2016;44(2):170-3.

261
IMAGEN EN OFTALMOLOGÍA

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
Retinitis por citomegalovirus bilateral con reacción tipo Coats
en paciente portador del VIH
Bilateral cytomegalovirus retinitis with Coats-like presentation
in an HIV patient
P. Ayumi Kawakami-Campos*
Secretaria de Salud, Ciudad de México, México

Figura 1. Imagen clínica del polo posterior del ojo Figura 2. Imagen clínica del polo posterior del ojo
derecho, visualización de calidad subóptima por vitritis izquierdo, visualización de calidad subóptima por vitritis
densa. Se aprecian múltiples hemorragias en mancha densa. Observamos zonas de retinitis por
asociadas a retinitis extensa, envainamiento vascular, citomegalovirus con hemorragias en mancha y flama
exudados duros subretinianos coalescentes y palidez asociadas, envainamiento vascular generalizado, palidez
del nervio óptico. del nervio óptico y regiones de atrofia retiniana
secundaria con fibrosis secundaria en la porción
superior de la fotografía.

Se trata de un paciente masculino de 43 años, valo-


rado en la Clínica Especializada Condesa Iztapalapa agudeza visual bilateral de 4 meses de evolución. Al
por pérdida de 10  kg de peso no intencionada en 3 momento del diagnóstico presenta conteo de linfocitos
meses. Presenta cuadros múltiples de gastroenteritis T CD4 de 19 cels/mm3 con 3% y carga viral para VIH
con evolución tórpida a pesar del tratamiento y mala de 1,469,855 copias/mililitro.

Correspondencia:
*Perla A. Kawakami-Campos
Combate de Celaya, s/n
Col. Vicente Guerrero, Del. Iztapalapa Fecha de recepción: 29-07-2018 Disponible en internet: 03-07-2019
C.P. 09730, Ciudad de México, México Fecha de aceptación: 25-09-2018 Rev Mex Oftalmol. 2019;93(5):262-263
Email: ayumika@gmail.com DOI: 10.24875/RMO.M19000075 www.rmo.com.mx
0187-4519/© 2018 Sociedad Mexicana de Oftalmología. Publicado por Permanyer México. Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND
(http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).

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P.A. Kawakami-Campos: Retinitis por citomegalovirus bilateral

Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación.   © Permanyer 2019
Figura 3. Fotografías clínicas del polo posterior de ambos ojos y la región peripapilar derecha, control fotográfico al
mes de tratamiento. La resolución de la reacción exudativa evidencia atrofia retiniana extensa con visualización del
epitelio pigmentario de retina, hialinización vascular residual, atrofia óptica y fibrosis subretiniana en parches.

Acude a revisión oftalmológica en la que se encuentra evidenciable de una infección sistémica viral con el
agudeza visual en no percepción de luz en ambos ojos, potencial de poner en riesgo la vida del paciente.
segmento anterior conservado, defecto pupilar aferente Un mes después persiste el defecto pupilar aferente y
bilateral, vitritis importante, retinitis por citomegalovirus la agudeza visual en no percepción de luz en ambos ojos.
extensa, que abarca de la zona 1 a la 3 en todos los La retinitis por citomegalovirus se encuentra en vía de
cuadrantes, asociada a exudados subretinianos irides- remisión, con reabsorción parcial de los exudados duros
centes en patrón coatiforme, palidez del nervio óptico, subretinianos, atrofia óptica y retiniana extensa con vi-
hialinización vascular extensa, envainamiento sobre sualización del epitelio pigmentario de retina (Fig. 3).
emergencia vascular en ambos ojos (Figs. 1 y 2). Esta El paciente deja de acudir a los servicios de salud
presentación con exudación subretiniana extensa se del Distrito Federal a las pocas semanas de la última
considera atípica respecto a los tres patrones descritos revisión oftalmológica.
en esta patología: granular, llamarada y rama congelada.
Debido a la naturaleza del servicio y el equipo disponi-
Responsabilidades éticas
ble, no fue posible realizar estudios fluorangiográficos o
de tomografía de coherencia óptica a este paciente. Protección de personas y animales. Los autores
Se inicia tratamiento con valganciclovir 900 mg cada declaran que para esta investigación no se han realiza-
12 h vía oral y 5 días después se le asignan antirretro- do experimentos en seres humanos ni en animales.
virales: emtricitabina 200 mg/efavirenz 600 mg/tenofo- Confidencialidad de los datos. Los autores decla-
vir disoproxilo 300 mg cada 24 h. El inicio escalonado ran que han seguido los protocolos de su centro de
del tratamiento tiene como objetivo disminuir el riesgo trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
de síndrome inflamatorio por reconstitución inmune. Derecho a la privacidad y consentimiento informa-
A pesar de encontrarse en no percepción de luz, el do. Los autores han obtenido el consentimiento informado
tratamiento para retinitis por citomegalovirus se consi- de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este
dera justificado, ya que es la manifestación documento obra en poder del autor de correspondencia.
263

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