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1.1.1.nuevos Retos para El Turismo
1.1.1.nuevos Retos para El Turismo
HOTEL
Nuevos retos
para el turismo para el turismo
en un mundo en crisis
Gonzalo Rodríguez Rodríguez
Fidel Martínez Roget
en un mundo en crisis
Coordinadores
Gonzalo Rodríguez Rodríguez
Fidel Martínez Roget
Lsiendo
a crisis económica mundial ha provocado que todas las previsiones
existentes hasta ahora sobre la evolución del turismo sean ya inservibles,
necesario tanto comprender adecuadamente el nuevo contexto, como,
en un mundo en crisis
sobre todo, identificar correctamente las corrientes de cambio. La historia
económica muestra que escenarios inciertos como el actual suelen dar lugar a
la transformación de las fuentes de ventaja competitiva, provocando que
algunos competidores entren en declive, mientras que otros emergen.
El estancamiento en la evolución de la demanda ha dejado a la vista, con
total crudeza, las debilidades de nuestro sector turístico, de modo que aque-
llos retos que antes aceptábamos como importantes ahora se han vuelto
urgentes e ineludibles. Este libro aborda desde una perspectiva práctica,
incluso orientada a la acción, los principales vectores de cambio que ha de
encarar la industria turística para ser capaz de mantener su contribución a la
economía del país y, más aún, para captar los nuevos segmentos de merca- HOTEL
do, aquellos que nos permitirán crecer en el largo plazo.
Superar exitosamente esta crisis va a requerir un abordaje quirúrgico, esto
es, preciso, completo e imaginativo. Aspectos como la gestión de la marca
territorial, la mejora de la calidad, el esfuerzo innovador, la mejora de la
información disponible y, por supuesto, la sostenibilidad, constituyen el
núcleo duro de los trabajos que han de desarrollar empresas e instituciones
para mantener un lugar de privilegio en el escenario del “nuevo turismo”.
ISBN: 978-84-9745-402-5
NUEVOS RETOS PARA EL TURISMO EN UN
MUNDO EN CRISIS.
Eran estos mismos factores los que justificaban las previsiones de la OMT, a comienzos de 2008,
de un crecimiento anual de la demanda mundial de un 4,1% hasta el 2020. Sin embargo, la crisis
económica mundial ha truncado abruptamente estas expectativas, introduciendo una mayor
incertidumbre y turbulencia en los mercados. Ante el profundo cambio en el escenario
económico mundial, las predicciones hechas hace muy poco tiempo, bajo un supuesto de
bonanza económica, carecen ahora de fiabilidad.
El último número del Barómetro de la OMT del Turismo Mundial, de enero de 2009 (UNWTO,
2009) muestra que la demanda mundial se redujo sensiblemente en la segunda mitad del año
2008, pasando de un crecimiento del 5% en las llegadas de turistas internacionales en la primera
mitad, a una reducción del 1% en la segunda. El resultado global fue un crecimiento del 2% en el
total del año. De acuerdo a los datos de Frontur, durante el año 2008 llegaron a España 57,4
millones de turistas, lo que significa un 2,6% menos que en el 2007 (Frontur, 2009).
A esta reducción contribuyeron la crisis financiera internacional, las dificultades para acceder al
crédito, a elevación de los precios de los combustibles y otras mercancías a mediados del año
2008, o las fluctuaciones en los tipos de cambio. Factores que sumados acabaron por minar la
confianza empresarial y la de los consumidores, y que acabaron trasladándose al sector turístico,
muy dependiente de los factores que afectan al contexto económico internacional.
As previsiones actuales de la OMT indican un crecimiento nulo, o incluso una caída de entre el 1
y el 2% en las llegadas de turistas internacionales para 2009. La desaceleración registrada en el
año 2008, junto con estas previsiones para 2009, ponen fin a cuatro años de fuerte crecimiento
del turismo mundial. Entre 2004 y 2007, el turismo internacional creció a unas tasas superiores al
7% anual, impulsado por el auge de la economía mundial y por la demanda retenida tras los retos
vividos de 2001 a 2003. No obstante, no podemos dejar de traer a colación, de acuerdo con
Torres (2001) que el turismo manifiesta una clara tendencia de fondo de desaceleración. Desde el
inicio del turismo de masas en los años cincuenta se viene produciendo una diminución de sus
tasas de crecimiento, hecho este comparable a lo que ocurre con cualquier "línea productiva" en
proceso de maduración, siendo sus causas muy similares. En datos de la O.M.T, la tasa de
crecimiento en la década de los cincuenta fue del 7,1%, la de los sesenta del 6,8%, mientras que
en la primera mitad de los noventa se situó en el 4,4 % y se preveía el 4,1% como media hasta el
2.020. Esto no quiere decir que estas tasas se registren en todas las zonas y países del mundo. La
crisis provoca una escalada cualitativa y relativamente abrupta en esta tendencia.
En términos globales otra de las tendencias de fondo era el carácter mayoritariamente interno,
pero cada vez más exterior del turismo. Según la O.M.T. o volumen de turismo interior es en la
actualidad unas diez veces superior al exterior y de 3 a 4 veces en términos monetarios, pero su
demanda es menos dinámica, presentando tasas de crecimiento inferiores a las del turismo
exterior, de modo que, aun existiendo una notoria diferencia, se van equiparando las cifras de
demanda de ambos tipos de turismo. Conviene hacer aquí un par de observaciones. Por un lado,
que la entidad del turismo interior cambia con el tamaño del país (en Estados Unidos habrá
lógicamente más turismo interior que en Suiza) y, por otro, que los fenómenos de integración
regional, particularmente la Unión Europea, favorecen un comportamiento del turista extranjero
más próximo al turista interior.
Esa pérdida de peso del turismo receptor sobre el conjunto de la economía española en los
últimos años responde a la tendencia hacia una mayor contención del gasto. En el año 2005, el
gasto medio por turista disminuyó el 1,2%, los turistas gastan más al día, pero acortan sus
vacaciones. En ese año, la estancia media se redujo en un 2,6%. Esta tendencia se mantuvo en
los anos 2006 y 2007 con reducciones respectivas del 2,4% y del 2,8%, aun que en el ano 2008
la estancia media se incrementó en un 3%, situándose en 9,5 días.
En cuanto a las familias españolas, estas están efectivamente más endeudadas. Según el Informe
Mensual de La Caixa de abril de 2008, la deuda de los hogares españoles ha crecido
significativamente en los últimos diez años, más que duplicándose en proporción a su renta
disponible. A pesar de esta evolución, la ratio entre deuda y renta en España, que alcanzó el
120% en 2007, estaba todavía por debajo de los niveles en otras economías avanzadas como
Canadá (127%), Estados Unidos (138%) o el Reino Unido (164%). Hasta ahora el crecimiento
de la deuda estaba asociado a un crecimiento casi paralelo de la riqueza, como consecuencia de
la apreciación de los activos inmobiliarios para cuya adquisición se habían endeudado las
familias (La Caixa, 2008). Sin embargo, la crisis inmobiliaria en la que está inmersa la economía
española provoca una reducción de los precios de los inmuebles que rompe el equilibrio entre
endeudamiento y riqueza. La incertidumbre generada en un contexto de alto endeudamiento lleva
a menores niveles de consumo. Concretamente, el consumo de las familias (que representa el
56% del conjunto del Producto Interior Bruto )se redujo en una tasa interanual algo superior al
1,5% en el cuarto trimestre de 2008, con lo que en el conjunto del ejercicio resultó ser el
componente de la demanda interna que más contribuyó a la desaceleración del PIB, por encima
de la inversión residencial (Banco de España, 2009).
En definitiva, el consumo español se ve seriamente dañado por la desconfianza generada por las
convulsiones financieras, la caída do empleo y el endurecimiento del crédito. Este deterioro de la
confianza de los consumidores y la consecuente reducción del gasto repercute negativamente en
el consumo de turismo
Un factor añadido que debemos tener en cuenta es el cambio paulatino en el tipo de bien
económico que es el turismo, cambio paralelo a su proceso de desarrollo, desde una actividad de
las elites a principios de siglo, a un producto de masas en la actualidad. Así, si inicialmente era
un bien típicamente de lujo, su evolución expresa una cierta componente de bien normal en los
países occidentales, de modo que existe una resistencia creciente a renunciar su consumo ante
restricciones de la renta, en palabras de De Rus y León (1997), a lo largo del tiempo, la demanda
turística ha presentado una menor dependencia de la renta.
En el sector turístico se han realizado múltiples estudios empíricos para evaluar la elasticidad-
renta de la demanda turística. Los resultados indican do tendencias; por un lado, se obtuvo una
demanda relativamente elástica cando la misma se evalúa a través del gasto y, por otra, una
elasticidad menor cando la demanda se mide mediante el número de pernoctaciones o el número
de turistas. La razón es sencilla: los consumidores cuyas rentas aumentan, normalmente
mantienen las mismas restricciones de tiempo (para realizar viajes), por lo que es probable que
substituyan sus viajes por otras de mayor precio, pero que no puedan dedicarles mayor cantidad
de tempo (Figuerola, 1990). Del mismo modo, aquellos hogares que por costumbre reservan una
parte de su tiempo para las vacaciones, al sufrir reducciones de su renta probablemente decidan
tomar unas vacaciones más baratas, pero trataran de no renunciar completamente a ellas.
A efectos prácticos, es previsible que se produzca efectivamente una reducción do consumo, que
será mayor en términos de gasto agregado, que en términos de número de pernoctaciones. Tal
caída afectará en mayor medida a las familias con rentas más bajas. No obstante, no se puede
descartar que la mudanza en el escenario económico provoque cambios en la forma de consumo,
que permitan reducir el gasto sin renunciar totalmente al ocio. En particular, viajando por
períodos más curtos (sobre todo en las vacaciones principales) y dirigiéndose a destinos más
próximos. En este sentido la importancia del turismo interior se reforzara en el contexto de crisis,
siempre y cando esta no afecte en mayor medida a España (debido a las características
particulares de su estructura económica) que a los países de nuestro entorno.
Por otra lado, non todos los productos turísticos se comportan de la misma manera ante una
variación de la renta. Algunos se comportan como bienes de lujo, de modo que ante una
reducción de la renta su demanda también se verá sensiblemente reducida. Otros tipos de
turismo, sin embargo, son menos sensibles las variaciones en la renta. En este sentido, un crucero
por el Caribe, respondería a la tipología de un servicio típicamente de lujo, mientras que los
viajes por motivo de negocios o de congresos se comportarían como un servicio de primera
necesidad, por lo que sufrirían una menor oscilación ante la coyuntura económica. Estas distintas
elasticidades quedan recogidas en la ilustración 1, en la que se observa como los cambios en la
renta provocarían variaciones acotadas en la demanda de turismo de negocios o congresos y, en
cambio, provocarían variaciones mucho mayores en la demanda de vacaciones convencionales.
Y1
Y0
Q0 Q1 Q2 Q3 Q5 Q6 Cantidade
demanda
de turismo
En este sentido, el sector turístico español no debería descuidarse puesto que aun que el país
ocupa el sexto lugar de acuerdo al índice de competitividad turística que elabora el Foro
Económico Mundial (World Economic Forum, 2009), cedió un puesto en el último ano, y parece
que, ante la competencia de otros destinos, como los del norte de África, España empieza a verse
como un país caro.
El país cuenta con importantes mimbres para mantenerse o incluso mejorar como un destino
competitivo a nivel mundial. Dentro de estos puntos fuertes se encuentra su patrimonio cultural.
España encabeza la lista de países con mayor riqueza cultural, expresada, por ejemplo, en
número de lugares declarados Patrimonio da Humanidad por la Unesco. Así mismo, las
infraestructuras turísticas de España están consideradas las mejores del mundo por su capacidad
hotelera, de alquiler de coches y de cajeros automáticos.
Sin embargo, para mejorar su competitividad y salir reforzado de esta situación de crisis
económica mundial a través de su sector turístico, según el informe señalado antes, debe mejorar
determinados aspectos, entre los que se encuentran el avance en las nuevas tecnologías de la
información y el acceso a internet, la concienciación ambiental, la seguridad en las carreteras, las
dificultades á hora de abrir un nuevo negocio o la propia consideración del turismo como una
prioridad para el país. En este último punto, los estudios e investigación sobre turismo que
contribuyan a mostrar su importancia dentro de la economía nacional, harán que el mismo sea
visto como una estrategia prioritaria para el desarrollo y el bienestar y que, por lo tanto, sea
priorizado.
En definitiva, tenemos que algunas de las principales amenazas que se cernían sobre el sector
turístico español se han acentuado de forma abrupta, de modo que los retos que antes eran
importantes ahora son además urgentes e ineludibles.
En su concepción, este libro está estructurado en dos grandes apartados temáticos: las políticas
turísticas y los retos para la industria de turismo y viajes. Debemos señalar, antes de nada, que no
hemos pretendido ser exhaustivos, entre otras cosas por razones de espacio, a la hora de
seleccionar los retos abordados en este trabajo. Hemos seleccionado aquellos que nos parecieron
más importantes y, sobre todo, hemos tratado de buscar un enfoque práctico, que permita a los
agentes turísticos disponer de referencias para la acción. Dicho de otro modo, si el “que” es una
cuestión fundamental en el planteamiento que hemos llevado a cabo, el “como” no lo es menos.
El bloque destinado al análisis de las políticas turísticas cuenta con tres capítulos que abordan los
niveles autonómico, central y europeo respectivamente. En el primero de ellos Xesús Pereira,
director-gerente de TURGALICIA y profesor del dpto. de Métodos cuantitativos para la
economía y la empresa de la Universidad de Santiago de Compostela, desgrana cual es el
contexto en el que se inserta el sector turístico gallego y como las políticas gallegas tratan de
responder a los condicionantes del entorno y alcanzar los objetivos que se plantean para esta
actividad, tanto en términos de resultado (caso del incremento del gasto medio por turista), como
en términos de operativos, caso del Xacobeo 2010. En su trabajo valoriza una posición de
observación privilegiada, la del responsable político cuyo ámbito de acción se sitúa directamente
en el terreno de juego.
A continuación María Velasco, profesora del Centro de Estudios Superiores Felipe II, analiza en
sendos capítulos las políticas del estado central en materia de turismo y las de la Unión Europea.
Ambos capítulos son de esencial importancia para la contextualización del turismo. El primero
de ellos, “La política turística del gobierno central” resulta imprescindible, por ser el nivel
estatal el de mayor impacto en las políticas turísticas en España, el nivel a partir del cual se
establecen la mayor parte de las acciones y programas, tanto en el ámbito interno, como hacia el
exterior.
El capítulo referido a las políticas europeas reviste un singular interés, no tanto por el volumen
de competencias asumidas por la UE, que son escasas, como por las reiteradas tentativas de las
de alcanzar mayores cotas de impacto. En este sentido, el artículo de María Velasco “Las
políticas turísticas de la Unión Europea” resulta esclarecedor y necesario, ya que contribuye a
clarificar la actuación de un agente clave, sobre el que los trabajos previos son escasos y que, sin
embargo, puede jugar un papel relevante en el futuro.
En el Capítulo 6, Francisco de Assis Costa, Marcelo Bentes Diniz, Alexandre Magno de Melo
Farias, José Nazareno Sousa e José de Alencar Costa, analizan también un atractivo caso de
turismo religioso, el Cirio de Nazaré de Belem. Sin embargo, si bien la originalidad del evento
que analizan justifica por sí sola su inclusión en esta publicación, resulta más atractiva aún el
modo en que analizan este fenómeno desde le punto de vista económico y el modo en el que
abordan el impacto de la innovación en su desarrollo, aún cuando, como es el caso, se trata de
innovaciones de baja intensidad y con una elevada dificultad para su medición. Aplican para ello
el concepto de sistemas y arranjos produtivos locais, que constituye una relevante aportación
para el debate sobre el análisis local de la innovación.
La innovación constituye, sin ningún género de dudas uno de los grandes retos que debe afrontar
el sector turístico, tanto en términos de análisis, como operativos. Hasta épocas recientes no solo
se creía que el conjunto de los servicios no eran innovadores, sino que, como consecuencia de
esta percepción, el análisis de la innovación en este ámbito era prácticamente inexistente. Con el
Capítulo 7 de este libro, “Innovación en el sector hotelero en Galicia”, Pablo Mariño Díaz
contribuye a llenar este hueco y, además, lo hace aportando información relevante sobre cómo
están innovando las empresas hoteleras gallegas, en que ámbitos y, más importante aún, que
limitantes están encontrando para profundizar en los procesos de innovación. Debemos señalar
que, en particular, en un contexto de crisis como el actual, la capacidad de innovación, es decir,
la capacidad de cambio, resulta un factor imprescindible para, primero, ser capaz de interpretar la
dirección del cambio y, segundo, ser capaz de adaptarse renovando y mejorando las capacidades
competitivas.
Otro de los grandes retos del turismo español es la mejora de la calidad. En el Capítulo 8, “La
calidad en el turismo: estrategias de diferenciación y marketing”, Blanca García Henche, aborda
de forma brillante, plástica y práctica, no solo la relevancia (ya ampliamente discutida) de este
reto, si no como la calidad puede ser un elemento de diferenciación y, consecuentemente, una
estrategia sólida para salir reforzados de la crisis. Además, ilustra su exposición con numerosos
ejemplos que, sin duda, constituyen un valioso recurso, para aquellos actores políticos o
empresariales cuyo objetivo sea imprimir un impulso renovado a una región destino, un destino o
un conjunto de establecimientos.
El Capítulo 9 nos confronta como una singular paradoja, el extraordinario impacto económico
que ha alcanzado el turismo (de modo particularmente acusado en el caso de España), frente a la
aún modesta cuantificación rigurosa de su aportación en términos de riqueza, empleo, capacidad
de arrastre, etc. La inexistencia de estudios de impacto económico del turismo completos,
extrapolables y fiables, hace que en muchos casos, el turismo no haya sido reconocido, valorado
y por ello, apoyado como debiera. La sociedad es desconocedora generalmente, de la
importancia real de una actividad clave y estratégica en muchas economías. Fidel Martinez
Roget, en su trabajo “La medición del impacto económico del turismo” nos acerca a un aspecto
complejo del turismo en el que existe una imperiosa necesidad de avance (sobre todo a nivel
subnacional) de modo que no solo la sociedad perciba claramente la relevancia económica del
turismo, sino también los actores políticos puedan formular políticas adecuadas a nivel nacional,
regional y local.
El Capítulo 10 está dedicado al actor central del sistema productivo turístico: las empresas. De
un modo especialmente acentuado, los retos del sector en su conjunto pasan por la capacidad de
las empresas de generar ventajas competitivas sostenibles, es decir, continuamente renovadas.
Las viejas políticas basadas en ventajas espurias (explotación de los recursos naturales y
humanos) son claramente incapaces de sostener el desarrollo del sector. Vicente Monfort Mir en
su trabajo “El valor de lo intangible en la actividad turística” nos muestra como tanto los
cambios en los consumidores, cada vez más sensibilizados ante cuestiones ambientales, como la
propia búsqueda de la excelencia empresarial, confluyen hacia una responsabilidad social
corporativa que asuma e interiorice valores de sostenibilidad. Así mismo, enfatiza (más si cabe)
el creciente protagonismo de los activos intangibles, que están llamados a ser los factores
explicativos de la superior competitividad y de la excelencia empresarial de los negocios que
apuesten por estos elementos de distinción competitiva.
Por último, el Capítulo 11, ahonda en el aspecto de la sostenibilidad desde una perspectiva
global. Sin duda este constituye uno de los grandes retos del sector, particularmente en el caso
español, donde el turismo ha mostrado una desmesurada propensión al crecimiento cuantitativo y
en el que el vector inmobiliario ha desplegado una actividad particularmente intensa. Ante este
contexto Gonzalo Rodríguez en su trabajo “Turismo, territorio y desarrollo sostenible. Hacia
una Agenda 21 del Turismo” repasa el estado de las políticas y los instrumentos para el
desarrollo sostenible en este sector, mostrando el carácter parcial e incompleto de los
planteamientos realizados hasta la actualidad. A la vez propone, como instrumento adecuado
para la resolución de las carencias existentes, la Agenda 21 del Turismo, no solo por su carácter
integral, orientación a la sostenibilidad y naturaleza participativa, sino también por su capacidad
para valorizar los resultados de las iniciativas llevadas a cabo, darles continuidad y ampliar su
impacto.
En definitiva, este libro aborda desde una perspectiva práctica, incluso orientada a la acción, los
principales retos que ha de abordar el turismo español para ser capaz de mantener su
contribución a la economía del país y, más aun, para mejorar su ventaja competitiva. En general,
la actuación de las empresas en las crisis suele ser procíclica, es decir, tienden a reducir la
inversión, incluso a refugiarse en sus cuarteles de invierno a la espera de que escampe el
temporal. El sector público tiende, por el contrario, ha intentar desarrollo una actividad marcada,
en general, por la urgencia, intentando corregir los efectos del ciclo en el corto plazo. Superar
exitosamente esta crisis va a requerir un abordaje quirúrgico, esto es, preciso y completo.
Aspectos como las gestión de la marca, la mejora de la calidad, el esfuerzo innovador, la mejora
de la información disponible y, por supuesto, la sostenibilidad, constituyen el núcleo duro de los
trabajos que se han de desarrollar empresas e instituciones para vencer los aspectos adversos de
la coyuntura económica e incluso salir reforzados de ella frente a destinos competidores.
BIBLIOGRAFÍA:
INTRODUCCIÓN
Los ingresos derivados del turismo consiguieron en los últimos años un importante porcentaje
del PIB territorial, de modo que puede afirmarse que el turismo es una pieza estratégica para la
economía gallega. Este se transformó en un sector impulsor a medio plazo de la economía, no
sólo por sus impactos socioeconómicos directos, sino también por los efectos multiplicadores
que las actividades provocan sobre otros sectores productivos. El turismo dejó de ser una
actividad accesoria y se convirtió en un factor de desarrollo económico que además favorece la
distribución de la riqueza.
Galicia, como destino turístico, destaca en aspectos que la definen como diferente y competitiva
con otros destinos del entorno. Galicia dispone de una amplia y variada oferta hostelera que se va
incrementando año tras año de una forma gradual. En la siguiente tabla se plasma la oferta de
establecimientos para el año 2007.
Fonte: Memoria de actividade de Turgalicia 2.007, elaborada a partir do REAT.
En base a estas encuestas también se conocen las principales razones por las que los visitantes
(turistas y excursionistas) acuden a Galicia, motivaciones que al final se traducen en los
verdaderos atributos que contribuyen a mantenernos en una buena posición competitiva. Véase el
siguiente cuadro.
1
En el último lustro la aportación del turismo al PIB superaba ligeramente el 11%, siendo en el año 2004 (Xacobeo)
la más significativa, en concreto del 11,6 %. Véase Impactur.
Fonte: Memoria de actividade de Turgalicia 2.007.
A continuación se señala la evolución del gasto medio por turista al largo de los últimos años.
Aparece desagregado el gasto, lo que nos de la una estimación de los sectores productivos
afectados directamente por el turismo. Las componentes de estos vectores de la demanda final
reflejan la influencia en varios sectores, por supuesto, que el número se ve incrementado al
considerar los efectos indirectos2.
Pero el turismo gallego, al igual que otras actividades económicas, también es susceptible de
verse afectado por la crisis que afecta a la economía mundial. Años atrás indicadores empleados
habitualmente en este terreno, tales como los flujos turísticos, el gasto medio por turista o el
nivel de ocupación hotelera presentaban una tendencia al alza pero ahora hay cambios de
comportamiento en los mismos.
2
Existen distintos estudios de investigación acerca de los sectores productivos que conforman el complejo turístico
gallego.
El crecimiento de la actividad turística corre peligro de ralentizarse por distintos motivos, entre
los que destacan una mayor debilidad del consumo turístico o la menor pujanza tanto de los
mercados estatales como extranjeros que ejercen y ejercieron de proveedores principales de
visitantes3. La contención de la demanda turística aflora, provocada entre otros factores, por la
contracción del gasto de los turistas, por el notable incremento de los tipos de interés, hasta hace
muy poco y por el fuerte aumento del precio de algunos de los principales suministros de
transporte y hostelería. Así, a modo de ejemplo, las empresas de transporte aéreo debido a la
presión en la estructura de costes repercuten parte del incremento del combustible en el precio
final de los billetes. Como es evidente, este hecho acompañado de una menor capacidad
adquisitiva, refuerza aún más el estancamiento de la demanda.
Un esfuerzo constante pasa por la comunicación de Galicia al público final, al sector y a los
intermediarios como destino de prestigio bajo su marca turística. Y para prestigiar la imagen de
marca turística de Galicia, se actuó sobre distintos factores ligados a la promoción y relacionados
con una comunicación centrada en el estilo de vida de los gallegos, una buena muestra en este
sentido fueron los spots publicitarios emitidos estos años. Entre los retos de la promoción
turística estuvo también muy presente el trabajo de mantener y mejorar la información turística.
El modelo turístico que se está instalando en Galicia se basa en la utilización racional de los
recursos frente a la explotación abusiva de estos. El modelo apuesta por un desarrollo turístico
3
Para el año 2007 los flujos de turistas procedentes del estado representan el 84% y em los últimos años se produjo
un incremento de turistas estranjeros. Los flujos del estranjero proceden basicamente de Portugal, Alemania, Reino
Unido, Francia e Italia.
original, con productos propios que aprovechen nuestras ventajas frente a otros destinos, con el
objetivo de conformar una oferta única, que nuestros clientes identifiquen como netamente
gallega. A lo largo de los últimos tres años, ya se tuvo la oportunidad de poner en práctica parte
de la nueva estrategia turística con actuaciones muy claras tanto en la ordenación como en la
promoción de nuestros valores relacionados con el turismo.
Está asumido que no se trata de aumentar la oferta desordenadamente, sino que hay que
optimizarla y reforzarla donde más se necesita. Por eso, se elaboró un buen número de textos
legislativos con el objetivo primordial de racionalizar la oferta. Es fundamental el control de la
expansión de la oferta, al igual que la apuesta por la calidad y el fomento de la oferta
complementaria. En ese sentido, las líneas de ayudas económicas a las empresas turísticas
favorecieron considerablemente el desarrollo de actividades complementarias.
La nueva Ley de Turismo de Galicia constituirá el marco general sobre el que descansará nuestra
estrategia turística en el futuro. También se trabajó en la redefinición de la imagen turística de
Galicia de cara a presentar un turismo con estilo propio, único y diferente del resto del Estado
español: un destino en el que la calidad de sus productos y su oferta le doten de carácter y
prestigio en el marco europeo.
Emergió una reorientación del turismo rural en Galicia, tratando siempre de que estuviera mejor
distribuido en el espacio y favoreciera el desarrollo del interior y con más posibilidades que
propiciaran un mayor beneficio de los ciudadanos del rural. Se apostó también por la promoción
y desarrollo de los cascos históricos de nuestras ciudades, como uno de los más seguros valores
turísticos. En contacto con distintos departamentos del gobierno y los ayuntamientos, así como
de los empresarios y otros agentes económicos, también se está trabajando en la dinamización de
los centros monumentales de las ciudades.
Enlazando con el anterior y a modo de resumen se puede decir que los objetivos básicos en el
campo de la promoción turística de Galicia son los siguientes: comunicar Galicia como destino
turístico, mantener y mejorar la información turística, reforzar la promoción y la consolidación
de los productos turísticos, mejorar la imagen de marca turística de Galicia, liderar la
identificación de Galicia con términos propios del destino, sensibilizar la población gallega en
materia de cultura turística, premiar la fidelidad de los turistas, mejorar la calidad de la oferta
turística, y ahondar en el conocimiento de la realidad turística gallega.
Uno de los ámbitos en los que se incidió de manera especial y al que más recursos económicos
se destinaron fue al de comunicar Galicia como destino turístico. Las acciones fueron destinadas
sobre todo al público final, dejando de forma gradual las inversiones encaminadas hacia los
intermediarios. Se dio un paso importante en la emisión de campañas de publicidad, que se
desarrollaron tanto en el ámbito gallego, como en el estatal e incluso internacional, aunque en el
último caso de una forma más testimonial. El núcleo central fueron las campañas en los medios
de comunicación estatales para comunicarles a nuestros potenciales clientes nuestro destino,
correspondiendo con las épocas de mayor demanda turística.
En general, y no sólo en este tipo de actuaciones, siempre se buscó la identificación del destino
con términos propios ya que esta forma de actuar en los mercados turísticos nos diferencia de
otros destinos y nos posiciona como exclusivos. Se comenzaron a emplear términos ligados al
destino Atlántico, que se identifican plenamente con Galicia y marcan la diferencia con el resto
del Estado en el ámbito internacional. En cuanto a la identificación turística de Galicia con
elementos propios del país, se consideró oportuno hacer un especial hincapié por apoyar
turísticamente la marca Xacobeo y todo aquello relacionado con el Camino de Santiago.
Además, también se relacionó nuestro destino con el descanso y la tranquilidad, hay que recordar
que son atributos muy bien valorados por nuestros clientes.
Las líneas de ayudas por parte de la administración siempre tuvieron en cuenta el respeto al
medio ambiente y otros aspectos como la accesibilidad, o el aprovechamiento inteligente de los
avances tecnológicos. Estas ayudas buscaron mejoras en determinados establecimientos
turísticos para incrementar su categoría, en otros casos favorecieron la modernización de las
instalaciones existentes, incidiendo especialmente en las condiciones de accesibilidad y
supresión de barreras. Y por supuesto, en todo momento se incidió en la implantación de
energías renovables y sistemas de calidad específicos.
Dado el carácter transversal del turismo y el objetivo de contribuir decisivamente la un mejor
desarrollo del rural, se le dio un trato especial al fomento del turismo en las áreas rurales. Así,
dentro de las subvenciones públicas, se procuró la creación y comercialización de paquetes
turísticos en medio rural y se favoreció el uso de las nuevas tecnologías en la promoción y
comercialización en este terreno. Otros objetivos a destacar pueden ser: el impulso de la
modernización de las infraestructuras y los servicios, así como la creación de establecimientos
turísticos que supongan la recuperación de edificaciones de los núcleos históricos en ciudades y
villas, de edificaciones de valor etnográfico y la creación de aldeas de turismo rural y de
establecimientos balnearios y de talasoterapia.
4
Según los datos disponibles en estudios realizados por Turgalicia, el 73,6 % de los turistas que nos visitaron en el
2007 ya lo hicieran en años anteriores. Esta cifra se mantiene a lo largo del tiempo.
APUESTAS HACIA EL FUTURO INMEDIATO.
Galicia debe enfrentarse a sus propios objetivos aprovechando sus potencialidades, pero para
diseñar nuevas políticas que satisfagan las necesidades del turismo también es necesario estudiar
a fondo la todos los aspectos de nuestra demanda turística. En un contexto tan competitivo en
este ámbito como el actual, y una vez que Galicia ha conseguido importantes cuotas de
desarrollo turístico como destino reconocido y solvente, tampoco debemos bajar el nivel de
exigencia en el que se refiere a la promoción.
El objetivo fundamental pasa por el incremento del gasto medio que realiza cada visitante y no
tanto por el incremento de flujos turísticos. Se sabe que las facilidades de las nuevas tecnologías
y la flexibilidad laboral permiten a los viajeros incrementar su número de viajes al largo del año.
É evidente que en el actual contexto el aprovechamiento al máximo de las centrales de reservas a
través de internet y las mejoras de conexiones aéreas son unas buenas bazas para conseguir el
objetivo mencionado.
El fenómeno Jacobeo es sin duda una oportunidad para poder salvar la crisis económica. La
cercanía de un Jacobeo 2010 debe ser explotada de una forma prioritaria, de ahí que medidas
dadas a conocer recién le darán un mayor empuje al mencionado fenómeno. El proceso de
delimitación oficial de los Caminos en Galicia servirá para garantizar su definitiva consolidación
como vías de cultura. Nos próximos años se va a continuar con la dotación de las diferentes rutas
jacobeas de albergues públicos completando así la red gallega de albergues. Otras medidas
respetables son los trabajos de mantenimiento y recuperación de los Caminos para que estén en
las mejores condiciones posibles para el tránsito de los peregrinos, el establecimiento de un
sistema que permita mantener los monumentos arquitectónicos del entorno del Camino abiertos a
los visitantes o las ayudas a la recuperación de arquitectura popular.
El turismo gallego destaca por su diversidad, por lo que las componentes diferenciales con
respeto de otros destinos -a modo ejemplo piénsese en la gastronomía o productos característicos
como el turismo termal- hay que darles un trato preferente. Pero probablemente los esfuerzos
más significativos tengan que ir encaminados hacia el posicionamiento de marca de destino y la
creación de producto turístico en sentido amplio.BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN.
El presente trabajo analiza la política turística del Gobierno Central5. Para ello, en primer lugar,
describiremos cómo se ha ido configurando el sistema de reparto competencial en nuestro país,
desde la aprobación de la Constitución en 1978 hasta hoy. En segundo lugar, reflexionaremos
sobre los principales objetivos de política turística. Y, por último, plantearemos el análisis de los
instrumentos de política turística del actual Gobierno, haciendo una especial referencia al Plan
2020 cuya vocación es convertirse en un referente para el sector.
En varios trabajos anteriores hemos abordado la cuestión de cómo definir la acción pública en
materia de turismo. Nuestro objetivo siempre ha sido superar aproximaciones demasiado
apegadas a perspectivas disciplinares concretas y encontrar claves que pudieran ser de utilidad
para observadores de distinta procedencia (Velasco González: 2004; Velasco González: 2005). A
esos trabajos nos remitimos para comprender los diversos argumentos que nos permiten entender
la política turística como el conjunto de acciones que impulsan actores públicos –en ocasiones
en colaboración con actores no públicos- con la intención de alcanzar objetivos diversos
relacionados con la variedad de fenómenos y relaciones que supone el proceso de atracción,
estancia o residencia ocasional de ciudadanos en un territorio determinado.
La definición propuesta incorpora los elementos que han de estar presentes para que un conjunto
de acciones públicas puedan ser calificadas como una “política turística”. Dichos elementos son:
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El presente trabajo se integra en el proyecto de investigación Dinámicas recientes y estrategias de intervención
en destinos patrimoniales. Ministerio de Educación y Ciencia. Plan Nacional de I+D+I (2004-2007). Referencia:
SEJ2006-10898/GEOG.
en un subsector concreto. Debe tener vocación de abordar la totalidad de relaciones y
actores que componen el turismo.
Hemos destacado, como un elemento necesario de la política turística, que ésta ha de ser
impulsada por un gobierno en el ámbito territorial de su competencia. La idea nos lleva
inmediatamente a la pregunta de quién es competente en nuestro país para diseñar e impulsar una
política turística.
La Constitución establece, el artículo 148.1.18, que son las Comunidades Autónomas las
competentes para “la planificación y ordenación del turismo” en su ámbito territorial. Por tanto,
es el nivel de gobierno autonómico quien ostenta la legitimidad constitucional directa para el
impulso de las políticas turísticas.
Todos los Estatutos de Autonomía recogieron desde el primer momento esta posibilidad que,
durante los últimos treinta años, se ha ido consolidando. En ese tiempo se han afianzado varias
líneas de acción relacionadas con el turismo que responden a seis grandes objetivos de política
turística:
1. La planificación del turismo en sus distintos territorios. Los Gobiernos autónomos han
impulsado diferentes instrumentos con el fin de planificar en materia de turismo. Dentro
de este epígrafe hay que señalar específicamente el tema de la declaración de territorios
de preferente uso turístico, herramienta que podría haber sido de gran utilidad pero que
ha tenido un desarrollo irregular y poco decidido.
2. La ordenación de las actividades e industrias turísticas. Todas las Comunidades
Autónomas han desarrollado su competencia legislativa en esta materia, aprobando
normas que regulan tipologías, subsectores, sanciones, etc.
3. Actividades cuyo fin es el control de los subsectores como medida de garantía para los
consumidores. Las actividades más tradicionales son la concesión y revocación del título
de las agencias de viajes que desarrollen su actividad dentro de la Comunidad Autónoma
o la autorización de apertura de establecimientos turísticos.
4. La inspección de las empresas y actividades turísticas.
5. La regulación, coordinación y fomento de las profesiones turísticas, y
6. La promoción de sus territorios y destinos en diversos espacios.
También los entes locales tienen reconocida expresamente la competencia en materia de turismo,
pero su debilidad financiera estructural hace muy difícil para la mayoría de ellos el poder asumir
un papel activo en materia de política turística. A pesar de ello, los grandes municipios son
actores relevantes en esta materia.
Independientemente del nivel de Gobierno que consideremos, los objetivos relacionados con la
política turística han ido evolucionando de forma paralela a como lo ha hecho la propia actividad
turística.
En cada política turística que observemos, o en cada una de las fases de una misma política
turística, se impulsan acciones que persiguen objetivos diferentes y cuya específica combinación
acaba caracterizando a las diferentes políticas concretas (Velasco, 2004).
En segundo lugar, encontramos objetivos y acciones relacionados con la ordenación del sector.
Se trataría de dotar de un marco legal, administrativo y fiscal al sector aprobando normas y
limitaciones que se imponen coactivamente.
En tercer lugar, están los objetivos y acciones relacionados con la idea de fomento o estímulo.
Se persigue el crecimiento o mejora del sector mediante la aprobación de estímulos no coactivos,
básicamente instrumentos económicos u honoríficos.
Por último, se repiten un conjunto de acciones cuyo objetivo es el apoyo a mejor desarrollo de la
actividad. Las tradicionales son:
! Promoción
! Formación
! Investigación (estadística, investigaciones de mercado, I+D+i)
! Información a la sociedad sobre el sector
! Congresos Nacionales o reuniones de los actores del sector.
Como afirmamos al principio del capítulo, la política turística es el conjunto de acciones que
impulsan los actores públicos con la intención de alcanzar objetivos diversos relacionados con el
turismo. Este conjunto de acciones pude articularse a través de diversos instrumentos.
La idea de instrumentos de política turística también ha sido elaborada con anterioridad y a esos
trabajos nos remitimos (Velasco González: 2005; Velasco González: 2007). En el presente
trabajo queremos exponer cuáles son los instrumentos que, a fecha de hoy, constituyen los
apoyos para el impulso de la política turística del Gobierno Central.
Instrumentos organizativos
A. Administración tradicional.
El instrumento organizativo básico de la política turística del Gobierno Central siempre ha sido
una estructura orgánica que, dependiente de un departamento ministerial, tenía las competencias
en turismo.
En la actualidad existe una Secretaría de Estado de Turismo cuya función es llevar a cabo
cuantas acciones sean precisas para la definición, desarrollo, coordinación y ejecución de las
políticas turísticas del Estado (artículo 2 del RD 1182/2008, de 11 de julio). Pero de este órgano,
máximo responsable de la política turística del Gobierno Central, sólo depende un Gabinete. El
escueto organigrama publicado en la página Web de Ministerio refleja esta novedosa situación.
SECRETARÍA DE ESTADO
GABINETE TÉCNICO
(Fuente: http://www.mityc.es)
Por el contrario, han ido creciendo, en número e importancia de sus cometidos, las estructuras
ejecutivas dependientes de las anteriores (orgánica, funcional o financieramente) de las que
puede hacer uso el Gobierno para el cumplimiento de sus fines. Se trata de organismo autónomos
públicos, semipúblicos o privados, reconocidos por un gobierno como el órgano competente en
algún ámbito concreto del turismo, generalmente, en materia de promoción.
La estructura ejecutiva básica en política turística del Gobierno Central es Turespaña y ya hemos
dicho que su presidencia corresponde al Secretario de Estado de Turismo.
Subdirección General de
Promoción y Comercialización
Exterior Oficinas Españolas de
Turismo
Subdirección General de
Planificación y Coordinación de
las OET Palacio de Congresos
de Madrid
Subdirección General de
Gestión Económico
Administrativa e Inversiones
Subdirección General de
Planificación y Sostenibilidad
Turística
Subdirección General de
Cooperación y Competitividad
Turística
(Fuente: http://www.tourspain.es/es/TURESPANA/Organismo/Estructura/)
En el organigrama aparecen otros tres instrumentos organizativos que apoyan el diseño e
impulso de la política turística del Gobierno Central.
Y Paradores de Turismo de España S.A., que lleva a cabo la gestión y explotación de la red de
establecimientos e instalaciones turísticas del Estado, así como otras actividades relacionadas
con ello que le puedan ser encomendadas por el Instituto de Turismo de España.
C. Órganos de cooperación
Por último es necesario mencionar los tres órganos básicos de coordinación en materia de
política turística. Dado el carácter del sector y la realidad política (las competencias más
importantes en materia de turismo son de las Comunidades Autónomas) estas estructuras que
facilitan el trabajo conjunto se han convertido en un elemento crucial de la acción pública en
materia de turismo del Gobierno Central.
El Consejo Español de Turismo está formado por representantes del Ministerio competente, de
todas las Comunidades Autónomas y de varios actores que reflejan las diferentes sensibilidades
presentes en el turismo: representantes de la Administración local; representantes del sector
turístico empresarial; representantes de las Cámaras de Comercio, Industria y Navegación de
España; representantes de las dos organizaciones sindicales que tengan la condición de más
representativas en el nivel estatal y varios empresarios, técnicos y profesionales con especial
preparación técnica y reconocida experiencia y prestigio.
A. Emitir informe sobre los criterios básicos y líneas generales de los planes y programas
dirigidos a la mejora de los sectores, productos y destinos turísticos españoles.
B. Emitir informe preceptivo sobre los criterios básicos y líneas generales de los proyectos
de planes y programas de promoción y apoyo a la comercialización exterior del turismo
español y, en concreto, informar previamente los planes de objetivos de la promoción
exterior del turismo español.
C. Proponer iniciativas y acciones para la mejor promoción exterior del turismo español y
para la mayor eficiencia y optimización de la cooperación entre las Administraciones
públicas y el sector privado, con el objetivo de contribuir a la mejor comercialización de
los productos y destinos turísticos españoles.
D. Proponer prioridades de actuación a las Administraciones públicas con competencias en
materia turística y definir las líneas de investigación de interés para el sector turístico.
E. Elaborar informes sobre la situación general del sector y sobre la evolución de
necesidades y demandas.
F. Ser informado sobre todas aquellas actuaciones y programas que incidan en el sector
turístico.
G. Difundir los análisis y estudios que apruebe.
H. Informar sobre cualquier otro asunto a propuesta de sus miembros
Instrumentos programáticos
Un plan es el conjunto ordenado de acciones y programas que contiene el proyecto político que,
para un ámbito de acción política específico, tiene un gobierno determinado. El plan tiene por
objeto la totalidad del área de trabajo y conlleva la determinación de unos objetivos, la
identificación de unos instrumentos para alcanzarlos y la dotación de los medios necesarios para
su cumplimiento. Un programa se diferencia en que se centra en un aspecto o faceta determinada
del turismo, aunque la propia Administración utiliza ambos términos sin demasiado rigor
(Velasco, 2007).
La política turística del Gobierno Central ha estado jalonada por varios planes que contenían una
imagen concreta del turismo, unos objetivos de acción y actuaciones que se preveían implantar
en relación con el turismo. Podemos considerar ocho planes que han sido elaborados, aprobados
e implantados en España desde los comienzos de la actividad turística: el Plan Nacional de
Turismo de 1953; el capítulo dedicado al turismo del I Plan de Desarrollo Económico y Social;
el equivalente del II Plan de Desarrollo Económico y Social; y del III Plan de Desarrollo
Económico y Social; el Plan de Medidas Urgente de 1974; el primer Plan para la Competitividad
del Turismo Español (Futures I); el segundo Plan para la Competitividad del Turismo Español
(Futures II) y el Plan Integral para la Calidad del Turismo Español (PICTE) (Velasco González:
2008).
En la actualidad el documento clave al que hay que referirse es el Plan Turismo 2020. El Plan
se aprobó en Consejo de Ministros de 8 de noviembre de 2007, después de ser consensuado tanto
en el Consejo Español de Turismo, como en la Conferencia Sectorial del Turismo.
El Plan 202 es un documento complejo y ambicioso que se plantea un horizonte lejano en el que
se haya generado una nueva economía turística, se haya aumentado el valor para el cliente,
conseguido la sostenibilidad del modelo, generado un entorno más competitivo e implantado
una cultura de liderazgo compartido. Eso son los ejes que se plantean en el documento.
Los cuatro ejes -nueva economía turística, valor al cliente, sostenibilidad y entono competitivo-
se corresponden con cuatro ámbitos de trabajo. En relación con cada uno de ellos se desarrollan
programas concretos.
La complejidad de nuestras sociedades actuales hace que, en casi todos los ámbitos de trabajo
concreto, se demande de los gobiernos un papel activo en la acumulación de conocimiento y de
información y en la articulación de acciones de formación o distribución de aquel (Velasco,
2007).
Pero las acciones concretas que se prevén dentro del Plan 2020 relacionadas con la mejora del
conocimiento turístico no parecen iniciativas densas. No acaban de potenciarse la I+D+i en
materia de turismo, ni de generar sistemas de información de apoyo a la toma de decisiones.
Las acciones previstas son un poco superficiales: la creación de un portal, ayuda@tur, para la
consulta de las diferentes ayudas relacionadas con el turismo; la creación de una red de
inteligencia e innovación turística que no acaba de articularse o la iniciativas más interesante,
pero muy concreta de construir el Atlas del turismo español: “el Atlas representa gráficamente
sobre mapas temáticos e interactivos una extensa colección de indicadores turísticos
procedentes de diversas fuentes (Ministerios, Asociaciones, Federaciones, Institutos de
Información estadística, organismos de promoción, etc.…) que están clasificados por tipologías,
recogiendo, además de toda la información estadística referente a flujos turísticos disponible en
el IET, toda aquella que pueda tener una influencia en el sector (concentración de la oferta de
infraestructuras turísticas, clasificación de los productos turísticos y distribución de los mismos,
disponibilidad de transporte y tráfico, etc.…). Todos estos indicadores estarán
georreferenciados y agrupados de forma territorial lo que permitirá, principalmente, dar una
visión global del peso del conjunto del sector” (http://www.mityc.es/turismo/es-
ES/Economia/Conocimiento/atlasturismoespanol.aspx)
CONCLUSIONES
1. Es común a todos los países el problema de coordinar la acción del nivel competencial más
cercano al territorio en donde se desarrolla el turismo y la necesidad de establecer alguna política
turística común para el destino global. Según un estudio de la OMT, las líneas de trabajo de los
Gobiernos centrales son diversas y se debería reflexionar, entre otras cosas, sobre:
3. Desde el primer Plan de Competitividad del Turismo Español (Futures), el Gobierno Central
ha ido mejorando la coordinación en materia de política turística con las Comunidades
Autónomas. La Conferencia Sectorial se ha convertido en un órgano de consenso clave que ha
aprobado, de hecho, las principales iniciativas impulsadas desde el ministerio en los últimos
quince años.
4. No hay investigación suficiente que permita afirmar que la intervención del Gobierno
mediante el desarrollo de distintos instrumentos sea un factor clave. Pero dada la complejidad del
fenómeno resulta, cuando menos, un factor importante en el conjunto de circunstancias que
intervienen para que el desarrollo turístico en el país pueda calificarse de manera positiva.
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN.
La acción de la Unión Europea en materia de turismo ha sido analizada por varios autores desde
perspectivas complementarias (Calonje, 2000; Valdés, 2004, Lacasa, 2006). Todos coinciden en
señalar que los primeros documentos sobre turismo que se generan en el seno de la Unión
Europea durante los años ochenta y que señalan el comienzo de la actividad comunitaria en la
materia pueden relacionarse con dos hechos: la entrada de España y Grecia en la misma y la
intensificación de la crisis del sector industrial que supone, como efecto complementario, el
crecimiento del sector servicios.
Desde ese momento han sido varias las iniciativas de las instituciones comunitarias cuyo
objetivo era desarrollar una línea de acción propia para el turismo europeo. En este trabajo
haremos una breve referencia a cinco documentos que, en nuestra opinión, contienen las claves
para comprender la política turística europea.
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El presente trabajo se integra en el proyecto de investigación Dinámicas recientes y estrategias de intervención
en destinos patrimoniales. Ministerio de Educación y Ciencia. Plan Nacional de I+D+I (2004-2007). Referencia:
SEJ2006-10898/GEOG.
mejorar el contexto de trabajo de las profesiones turísticas; impulsar el desarrollo regional y
salvaguardar el patrimonio natural y cultural europeo. Estas reflexiones iniciales impulsan otros
documentos, como el aprobado en º983 por el Parlamento Europeo sobre "la política comunitaria
del turismo" en la que “reafirmaba el interés para la Comunidad de contar con una política
específica en materia de turismo” (Valdés, 2004:120) 7.
El segundo documento que consideramos clave es del año 1991. Se trata del "Plan de medidas
comunitarias a favor de turismo" propuesto por la Comisión y aprobado por el Consejo
(Comisión de las Comunidades Europeas: 1991). El objetivo central era mejorar globalmente la
calidad y la competitividad de la oferta turística comunitaria así como mejorar el conocimiento
de la demanda y la satisfacción de la misma (Valdés, 2004:121). En el Plan se contemplaban
diez acciones: mejorar el conocimiento del ámbito del turismo y consolidación de la coherencia
de la acciones; procurar el escalonamiento de las vacaciones; acciones trasnacionales; los turistas
como consumidores; turismo cultural; turismo y medio ambiente; turismo rural; turismo social;
turismo juvenil; formación y promoción en terceros países. Como puede observarse son líneas
que suman objetivos dispersos y poco vertebrados. Esta es una de las principales conclusiones
que se pueden extraer del documento que contiene las valoraciones de la evaluación del plan8.
La década acaba con la propuesta más ambiciosa de intervención en el ámbito turístico que se
elabora en el seno de la Unión Europea: la "Propuesta de Decisión del Consejo sobre un primer
programa plurianual en favor del turismo europeo PHILOXENIA (1997-2000)”(Comisión de
las Comunidades Europeas: 1996). El programa tenía cuatro objetivos específicos: mejorar el
conocimiento en el ámbito de turismo; mejorar el entorno legal y financiero de turismo;
aumentar la calidad del turismo europeo e incrementar el número de turistas procedentes de
terceros países. Era una propuesta ordenada, coherente y con un contenido más ajustado.
7
Se aprueban también: la Resolución del Consejo de 10 de abril de 1984 concerniente a una política comunitaria en
materia de turismo (84/C115/01); una Comunicación de la Comisión al Consejo de 31 de enero de 1986 sobre
“acción comunitaria en materia de truismo” (Boletín de las Comunidades Europeas. Suplemento 4/86).
8
Informe de evaluación de un plan de acciones comunitarias a favor del turismo 1993-1995, DOCE nº C 18, 5 de
enero de 1995.
Desde entonces distintas acciones intentan rescatar el papel de la Unión Europea en materia de
turismo mediante la estrategia de vincular la materia a otras competencias, como el empleo, para
desbloquear la situación9; pero tampoco se consiguen resultados destacables. Como queda
expresado con claridad en un dictamen del Comité Económico y Social del año 2000 (Valdés,
2004:124): la política europea de turismo estaba estancada y era necesario abordar acciones
claras y coherentes para su relanzamiento10.
En el año 2006, tras varios años de paralización, se aprueba una nueva Comunicación de la
Comisión: "Una nueva política turística de la Unión Europea: hacia una mayor colaboración
en el turismo europeo" (Comisión de las Comunidades Europeas: 2006). El principal objetivo de
esta nueva política será mejorar la competitividad de la industria turística europea y crear más y
mejores empleos mediante el crecimiento sostenible del turismo en Europa y en el mundo entero.
La prioridad que se realiza respecto de los asuntos a abordar es significativa: en primer lugar se
menciona la mejora de la competitividad, en segundo lugar, el crear más y mejores empleos, y en
tercer y último lugar trabajar por un crecimiento sostenible de turismo. Cuando los redactores
perfilan el párrafo más significativo del documento, que contiene los objetivos que liderarán la
acción de la Comisión en los años futuros, priorizan el aspecto empresarial, por encima del
aspecto laboral o medioambiental del fenómeno turístico. Veremos, en el epígrafe siguiente, qué
acciones se diseñan para conseguir tales objetivos.
Tras este rápido recorrido por los cinco documentos la valoración que podemos hacer sobre la
política turística de la Unión Europea no es muy positiva. Como consecuencia de que el turismo
fue expresamente apartado del listado de competencias directas de la Unión las dificultades para
sacar adelante propuestas concretas son importantes y la posibilidad de diseñar e implantar una
política turística es casi inexistente.
La Unión Europea es una institución de naturaleza difícil de definir. A pesar de los años que han
pasado, sigue siendo un debate actual si nos encontramos ante una organización
intergubernamental o si, por el contrario, estamos hablando de una organización supraestatal
capaz de sustituir a los Estados tradicionales en algunas de sus funciones. Aunque, de hecho,
parece que conviven ambas perspectivas.
En cualquier caso cuando la Unión actúa diseñando e implantando una política pública o un
conjunto de acciones que afectan a un sector están desplegando, de hecho, funciones del
gobierno.
9
En 1997 se crea el Grupo de Alto Nivel de Turismo y Empleo, que elabora un informe para que las acciones en
materia de turismo se vinculen a la materia de empleo. COM (99) 205 final. 28.14.1999.
10
En este sentido se elaboran diferentes reflexiones. En el año 2001 la Comisión realiza otros dos informes que
buscan desbloquear la situación Comisión de las Comunidades Europeas (2001). Un marco de cooperación para el
futuro del turismo europeo COM (2001) 665 final. 13.11.2001. Bruselas, Comisión de las Comunidades Europeas
(2001). Situación del sector turístico europeo. COM (2001) 668 final. 13.11.2001. Bruselas.
Nuestra hipótesis, que trataremos de demostrar con las siguientes reflexiones, es que aunque se
han desplegado algunas funciones de gobierno, no existe una política europea en materia de
turismo y las condiciones del propio desarrollo turístico hacen difícil que pueda construirse en el
corto plazo.
Para seguir la argumentación de este epígrafe es necesario hacer una referencia previa sobre
cuáles son las funciones de cualquier Gobierno en materia de política turística. El argumento,
que toma como punto de partida un artículo de OCDE (OCDE, 1987), ha sido elaborado y
defendido con anterioridad (Velasco, 2004 y 2005). Parte de una imagen ideal y no tiene
pretensión de describir la realidad sino de construir un relato que permita comprender como los
Estados, según se desarrolla el turismo en su ámbito territorial, impulsan distintas acciones que
pueden ponerse en relación con diferentes objetivos de política turística.
En los momentos iniciales del desarrollo turístico, cuando la actividad es inexistente o incipiente,
los Gobiernos actúan, básicamente, asumiendo una función de promoción. Promoción en un
sentido amplio, lo que incluye tres tipos de acciones: dar a conocer entre su propio empresariado
los beneficios que supone la nueva actividad; dar a conocer a la sociedad las ventajas del turismo
y, en el sentido más tradicional del término, promocionando el destino –inicialmente vinculado a
la imagen de un país- en el mercado turístico.
En una segunda etapa, los Gobiernos asumen la función de estímulo. Se pretende favorecer el
crecimiento de la actividad turística y, con este fin, se invierten recursos públicos en productos
turísticos concretos (caso de estaciones de esquí o turismo rural), se aprueban estímulos
económicos dirigidos al sector empresarial (como subvenciones o préstamos oficiales) o se
destinan presupuestos a mejorar la formación de los trabajadores que se incorporan a un sector
intensivo en empleo.
Veremos ahora, partiendo de cada una de las funciones descritas, cuál son las acciones que en el
mencionado documento de "Una nueva política turística de la Unión Europea” se señala como
constitutivas de esta política.
Encontramos dos iniciativas específicas de la Unión Europea que pueden relacionarse con los
objetivos que persigue un gobierno cuando pretende la promoción de la actividad turística su
territorio. Ambas resultan muy modestas, especialmente si las ponemos en conexión con el tipo
de asuntos que conlleva esta función.
Se trata en primer lugar del denominado “Portal de los Destinos Turísticos Europeos”. Es ésta
una iniciativa aprobada que no ha tenido un desarrollo claro, ni un impacto destacado.
En segundo lugar, la Unión Europea ha promovido la investigación del impacto del turismo en
las pequeñas y medianas empresas que desarrollan su actividad en destinos que organizan algún
evento significativo. La intención del estudio es demostrar a las Pymes el aprovechamiento que
pueden obtener de dichos esfuerzos, cuyo ejemplo más significativo es la organización del
evento anual "Ciudad Europa de la Cultura".
2.2. La Unión Europea como estímulo
Como ya hemos visto, los objetivos relacionados con la función de potenciar el crecimiento del
turismo en un territorio son básicamente la inversión de recursos públicos en productos
específicos, la aprobación diferentes instrumentos financieros dirigidos a fomentar la acción del
tejido empresarial o la mejora de la formación del personal que trabaja para las empresas
turísticas.
En este sentido encontramos diversas acciones relacionadas todas con los Fondos Estructurales.
En primer lugar, a través de los fondos FEDER, se fomenta la creación de productos turísticos
basados en elementos de patrimonio cultural y natural. También a través del FEDER se invierten
presupuestos europeos en seis líneas de acción: la mejora de la implantación de las nuevas
tecnologías de la comunicación en empresas turísticas; en distintas líneas de trabajo que
potencian las Pymes innovadoras; en el fortalecimiento y crecimiento de redes y grupos
empresariales europeos; en mejorar los servicios de gran valor añadido; en potenciar las
estrategias turísticas transfronterizas conjuntas y en los intercambios interregionales de
experiencias.
El nuevo Fondo Europeo de la Pesca introducirá, como tema prioritario, "el desarrollo sostenible
de las zonas pesqueras" que tendrá como una de las líneas prioritarias de acción el denominado
“turismo ecológico o del litoral”.
El Fondo Social Europeo, por su parte, facilita a las microempresas turísticas formación
específica combinada con pequeñas subvenciones que les apoyen en los momentos de puesta en
marcha de la actividad. Además, el Fondo Social Europeo cofinancia proyectos de programas
educativos y de formación para aumentar la productividad y mejorar la calidad del empleo de los
servicios en el sector turístico.
A pesar de ello a través de distintos instrumentos se canalizan las corrientes turísticas: se trata de
acciones que, a través de los Fondos de Cohesión, financian infraestructuras medioambientales y
de transporte, elementos básicos del desarrollo turístico.
En este caso nos interesa observar qué acciones se han desplegado con el objetivo de proteger a
los consumidores-turistas, de reglamentar los diferentes subsectores que participan en el turismo
o de ordenar el desarrollo de los destinos turísticos.
Aunque desde la Unión Europea se ha trabajado sobre los derechos de los consumidores, los
turistas no han sido objeto de una protección específica. Es cierto que, en los últimos años, un
grupo determinado de turistas, aquellos que sufren algún tipo de discapacidad, están siendo
objeto de atención por parte de la Comisión. El trabajo en este ámbito se acompaña, a través de
los Fondos Estructurales, con la construcción de infraestructuras que favorezcan la accesibilidad
y la movilidad. Aún es pronto para hacer una valoración clara sobre el impacto que las iniciativas
europeas están teniendo en la protección de este perfil de consumidores especialmente
desprotegidos.
Una de las acciones básicas relacionadas con el papel de coordinación que tiene un Gobierno en
materia de turismo es la de generar información y análisis que pueda ser útil para los agentes
privados en su toma de decisiones empresariales. La posición institucional de los actores
públicos les permite, y les obliga, a realizar investigaciones y análisis que para un empresario
sería costosas e inviables.
También, en este sentido, la Unión Europea pretende la mejora de las estadísticas "actualizando
la directiva 95/97/CE del Consejo sobre la recogida de información estadística en el ámbito del
turismo”; mejorar la armonización y aplicación de las Cuentas Satélites del Turismo en
colaboración con los Estados miembros, los institutos nacionales de estadística y otras partes
interesadas y continuar con las publicaciones de diferentes líneas de análisis sobre el turismo.
Salvo esta línea de acción, no es posible localizar acciones concretas que traten de poner en
común a los distintos subsectores que componen la actividad turística.
En este sentido encontramos algunas iniciativas que, inicialmente, podrían estar relacionadas con
la idea expuesta.
Además en el Documento Nueva política turística de la Unión Europea se ha hecho una petición
expresa para que se analicen las iniciativas del programa de trabajo de la Comisión que puedan
afectar al turismo, tratando de velar por que se tenga en cuenta, desde un principio, su impacto
en la competitividad del sector. Esta idea ya estaba en en el Informe de 2005 del Parlamento
Europeo sobre nuevas perspectivas y los nuevos retos para un turismo europeo sostenible.
Por último el Foro Anual del Turismo Europeo, organizado entre la Comisión, los Estados
miembros y la industria turística europea, podría ser una iniciativa en este sentido al convocar en
un mismo espacio a representantes públicos y privados, pero es una acción sin ningún impacto,
prácticamente desconocida por los decisores públicos y privados y, por lo tanto, casi inexistente.
En el epígrafe anterior hemos ido viendo qué acciones, impulsadas por la Unión Europea,
pueden ponerse en relación con algunas de las funciones que los Estados han desplegado y
despliegan en relación con el gobierno del turismo en sus territorios.
Nuestra hipótesis es que, a pesar de que a nivel europeo se han desplegado algunas funciones de
gobierno, no existe una política europea en materia de turismo. Y, también en este caso, antes
de avanzar en la argumentación, es necesaria una discusión previa.
Hemos objetado en otras ocasiones, y seguimos haciéndolo, la posibilidad de que exista una
distinción entre una política turística general y una política turística específica, ni siquiera sea en
términos teóricos. Esta es una idea presente en parte de los autores que trabajan sobre política
turística (Jeffries, 2001:104, entre otros).
La distinción propone que existe una política turística general que englobaría cualquier acción
que pudiera tener consecuencias significativas para el turismo, tanto positivas como negativas.
Y, junto a ésta, una política turística específica que sería el conjunto de acciones
específicamente diseñadas e implantadas para el desarrollo y regulación del ocio y la industria
turística.
En nuestra opinión, la distinción entre política turística general y específica es una distinción
errónea y que genera gran confusión.
Pero, al afirmar que el conjunto de estas acciones componen la política turística general, se
desdibujan por completo los contornos de política turística. Por el carácter trasversal del turismo
la denominada política turística general resulta, de hecho, equivalente al conjunto de la acción
pública, a casi la totalidad de políticas que impulsa un Estado.
En nuestra opinión sólo existe una política turística y es el conjunto de acciones que se diseñan e
implantan con el objetivo de intervenir en los procesos, de distinta naturaleza, que genera la
atracción distancia de ciudadanos ocasionales en el ámbito de competencia de un gobierno
concreto (Velasco, 2004). Es este un conjunto diferenciado, aprehensible y concreto de
acciones que tienen por objeto el turismo. Y existe, o no existe.
Por eso creemos que es un error defender que acciones diseñadas e implantadas desde áreas de
trabajo sectoriales diferentes al turismo puedan ser consideradas como parte de una política
turística difusa. En ese caso, simplemente, no existe política turística.
Estamos por el contrario de acuerdo, como no podría ser de otra manera, que aún en el caso de
que no exista una política turística específica, los Gobiernos pueden impulsar diferentes acciones
que tengan impacto en el turismo. Pero el matiz es importantísimo y la distinción es esencial,
tanto en términos teóricos, como prácticos.
La Unión Europea lidera acciones que tienen impacto en el desarrollo, positivo o negativo, del
turismo dentro del ámbito territorial de su competencia. Pero en la Unión Europea nunca se ha
consensuado una acción política conjunta en materia de turismo. Y ha habido intentos. Pero no
han salido adelante porque los países miembros no tienen la voluntad de impulsar en conjunto el
diseño e implantación de una política turística común. Lo que podría explicarse por la propia
estructura del mercado turístico europeo.
Europa engloba realidades turísticas muy diferentes. En Europa están algunos de los destinos
turísticos más consolidados e importantes en términos del número de llegadas de turistas y
visitantes. Y, por tanto, de oferta. Son países básicamente receptores, sus problemas están
relacionados con esta posición de países receptores y, por razones obvias, con el peso de su
actividad turística en el PIB. En consecuencia sus necesidades tienen que ver con la mejora de
los destinos y productos turísticos existentes; con el aumento de las campañas de promoción que
les permita mantener sus cuotas de mercado y con el apoyo a los subsectores protagonistas,
relacionados con el alojamiento y el receptivo.
Pero también en Europa encontramos varios de los países emisores más importantes del mundo.
Son países cuyos habitantes sustentan una parte nada despreciable de la demanda turística
mundial. Los problemas y necesidades de los países emisores son muy diferentes a los de los
receptores. Sus intereses se concentran en el apoyo a los sobsectores de la intermediación y el
transporte, la protección del consumidor turista y, en algún caso, tratan de hacerse un espacio
propio en el complicado mapa de destinos turísticos mundiales.
Es éste un dilema que no tiene una solución sencilla, sobre todo porque la Unión Europea no
tiene una legitimidad clara para diseñar e implantar acciones que rompan la lógica estatal en
materia de turismo. El turismo no se incorporó como materia de trabajo de la Unión como fruto
de una discusión meditada, no por olvido. Y, además, el principio de subsidiariedad impone una
lógica que no siempre favorece la idea de una acción común en política turística.
La cuestión es si los retos que debe enfrentar turismo a nivel europeo hoy serían mejor
resueltos desde una instancia europea que desde otros niveles competenciales. Pero esa es una
discusión para abordar en un trabajo posterior.
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
La preservación de los valores territoriales, el desarrollo turístico y los intereses de la población
local, son criterios en muchas ocasiones, incompatibles con obsoletos planteamientos de
crecimiento económico, urbanismo depredador y desarticulación territorial, que tan sólo buscan
la rentabilidad particular, en detrimento del bienestar común. La actividad turística, en algunos
segmentos de ofertas tradicionales fordistas, también presenta signos de desaceleración, ya que
la llegada de turistas se muestra fluctuante y los hábitos, en cuanto al componente del gasto y los
días de estancias, también están variando de forma notable. A ello se ha unido la crisis
económica, el nacimiento de un nuevo grupo de turistas (con mayor poder adquisitivo y más
exigentes a la hora de la demanda de servicios), la programación individualizada de viajes y la
flexibilidad a la hora de la elección de destinos a través de internet, el aumento de otros
segmentos de mercado como los singles y el turismo senior, que sin menoscabo de los
segmentos más tradicionales como el familiar, generan nuevas necesidades y exigen renovados
escenarios para el consumo de ocio y la práctica turística. En 2006, un informe del Ministerio de
Industria, Comercio y Turismo, sobre el comportamiento de la demanda turística en Europa para
el periodo 2006-2015, hablaba de nuevos consumos y renovados hábitos de los viajeros que van
ligados a la poca anticipación para reservar las vacaciones, la utilización de Internet, el
escalonamiento y fragmentación de las vacaciones en múltiples periodos breves a lo largo del
año, y en lugares distintos, y a la búsqueda del exotismo, diferenciación y autenticidad, pero sin
renunciar a las costumbres propias y al confort, obligando a reinventar la fórmula del turismo
tradicional y fordista de sol y playa, “el turista express” o el excursionista12. De ahí que muchos
territorios en un marco global, se vean en la necesidad de articular marcas propias en relación a
la singularización de sus valores territoriales. El paisaje, la cultura, la gastronomía e incluso el
cine forman los soportes promocionales que muchos territorios utilizan para posicionarse en un
mercado cada vez más globalizado y por ende, más estandarizado. Pero lo local, que no lo
localista, puede convertirse en una oportunidad, siempre y cuando sepamos articular eficaces
marcas-territorio, que singularicen el destino y que generen sinergias positivas, no sólo a nivel
económico, sino también social, ambiental, e incluso identitario.
San Martín (1997: 98), mantiene que el turismo participa de rasgos tangibles pero también
intangibles, porque cuando se adquieren algunos productos, no se conocen in situ, sino que
11
Departamento de Geografía Humana (Geobindel). Universidad de Alicante. Ap. de correo 99. 03080 Alicante,
Geobindel@ua.es,
12
“El turista que nos vendrá” en diario INFORMACIÓN, Alicante, 8 de enero de 2006.
normalmente, se compra atendiendo a las expectativas previas, que están basadas en parámetros
muy subjetivos. En este sentido el Plan del Turismo Español Horizonte 2020, ya habla de la
necesidad de comercializar los posibles productos a explotar, estableciendo las temporadas y los
perfiles de demanda. Indudablemente, lo que el turista tendrá que encontrarse es la explotación
de recursos diferenciados, atendiendo a valores como la identidad cultural, la calidad, el entorno
y el trato personalizado, sin olvidar los recursos turísticos propios de cada uno de los territorios;
es lo que desde la secretaría general de turismo se ha dado en llamar la “España Experiencial”
(EDITUR, 2008, 41)13.
La identidad turística está íntimamente relacionada con la identidad cultural, cada pueblo, grupo
o persona tiene su propia identidad fruto del contacto social que ha sufrido a lo largo de su vida y
de la imagen subjetiva que se forma en su mente. Conformamos este sentimiento de pertenencia
a un determinado grupo en función de lo que nos diferencia de los otros. A la hora de entender la
identidad de un destino, estimamos necesaria la contemplación de ciertos rasgos de nuestra
época. La base de nuestra identidad se encuentra en la cultura y la globalización, términos sin los
cuales no podemos entender, si la identidad es un conjunto de rasgos que nos hacen semejantes o
por el contrario y al mismo tiempo, una serie de características que nos diferencian de los demás
constituyéndonos como algo propio.
La identidad turística, como ya hemos comentado está íntimamente relacionada con la cultura y
con la postmodernidad. El turista como expresión prototípica de la negación de la modernidad se
ve influido por el proceso globalizador mundial, que a su vez es un factor primordial en la
“crisis” de identidades locales que sufrimos hoy en día. Y que favorece el despliegue de una
cultura homogeneizadora potenciada por una industria, empeñada en crear bienes susceptibles de
ser consumidos en cualquier lugar del planeta. La geografía, el clima, las técnicas industriales, la
historia, los monumentos y las fiestas populares y el folclore, entre otros, y uno por uno cada
valor antropológico, definen la cultura de un pueblo, que sirve como motivo diferenciador de los
otros pueblos. Estos rasgos configuran la identidad, que es descrita a partir de la existencia de
elementos que nacen de ellos; tales como territorio común, una lengua, un conjunto de
tradiciones o costumbres y sistema de valores y normas comunes al grupo étnico o cultural.
Frente a una identificación local surgen en contraposición los valores globales, que en numerosas
ocasiones pueden contribuir a la desterritorialización y a la deshistorialización de estos lugares
que en otras épocas establecían su sociedad entorno a esas costumbres y normas que constituían
su identidad. La globalización potencia la individualización a través de una comunicación global
que por virtual puede llegar a ser ficticia. Los sentimientos de pertenencia a un lugar y una
historia son vistos por la globalización como una carga más que como una riqueza, y huir de
ellos es una liberación. Llega el punto que renunciamos a elementos de nuestra cultura por su
simulación, eso sí, siempre y cuando sea presentada de manera atractiva.
El sol, el paisaje exótico, ambientes distintos, tienen un gran atractivo para los consumidores de
los países desarrollados, y el poder económico y político del algunos países en vías de desarrollo,
intenta atraerlos a toda costa. Sin lugar a dudas el turismo implica un sistema, donde las
13
Desarrollar la España Experiencial, quiere decir general productos turísticos de alto valor para el cliente, basados
en la identidad y la singularidad de los destinos. Esto no es posible sin una corriente de información en ambos
sentidos. Los nuevos procesos de comercialización están potenciando la relación con el cliente, pero no sólo para
familiarizarse con el producto, sino sobre todo para conocer sus gustos. Cada vez se hace más necesario mimar al
cliente y eso sólo se consigue con la cultura del detalle antes, durante y después del viaje.
interrelaciones y sinergias positivas, establecen la necesidad de generar equipamientos y
servicios complementarios, pero a la vez medidas que limiten los aspectos nocivos que la
práctica turística también conlleva (Imagen 1).
El turismo, desde hace muchas décadas, ha supuesto ingresos para los taxistas, los comercios,
los restaurantes, para los promotores de espectáculos, pero no en pocas ocasiones, ha
generado daños territoriales que repercuten igualmente en la población local. Y sobre todo si
hablamos no sólo de países en vías en desarrollo sino de países y lugares consolidados en la
actividad turística y que sufren segmentos de mercado que desvirtúan la quintaesencia del
viaje. En efecto, destinos culturales tan emblemáticos como Barcelona y Venecia14 sufren la
expulsión de su población local y la desaparición de servicios básicos porque se han
convertidos en espacios banalizados por unas prácticas turísticas que van desde el
14
“Los letreros en los balcones que dan a este recoleto espacio del centro histórico de Barcelona que contiene un
cementerio romano explican las causas del descontento de sus vecinos: No a la lloretziizació, Silence, please, Volem
dormir. Todavía no es Decencia, el paradigma de ciudad que ha expulsado a sus habitantes para hacer sitio a los
turistas, pero el centro de Barcelona galopa hacia un modelo parqeu de atracciones en el que se mezclan
indiscriminadamente las noches de juergas interminables Gaudí y las playas, mientras desertan ferreterías y
colmados ¿Corre Barcelona el riesgo de convertirse en una escenografía banal, estándar exclusiva para los
turistas?”. “Guirilandia Condal. El centro de Barcelona, ante el riesgo de devenir un parque temático para turistas”.
La VANGUARDIA, 22/05 de 2005. Por otra parte en una entrevista realizada al alcalde de Barcelona en la
Vanguardia, Jordi Hereu, afirmaba la necesidad de seguir potenciando el turismo, pero apostando por la calidad, y
mimando al residente por un notable enfado social. Ello es provocado por la saturación turística que crece
exponencialmente cada año en el Barri Gòtic (de donde la población local ha salido huyendo debido al ruido y la
ausencia de tiendas de primera necesidad), las Ramblas, (ocupadas por miles de turistas, trileros, ladrones,
prostitutas, mimos, músicos y vendedores ambulantes), el Paseo de Gracia (donde el café cuesta una media de 5€),
La Sagrada Familia (donde los venicos sufren cada día el ruido y los humos de cientos de autobuses repletos de
turistas) o el Park Güell (parque público de donde el ciudadano se ha visto expulsado por miradas de turistas,
vendedores ambulantes, músico y fotógrafos ). Sin mencionar cómo diaramente se sobrepasa la capacidad de carga
de varios iconos turísticos (especialmente aquellos de los que Gaudí es autor), poniendo en peligro su propia
integridad. LA VANGUARDIA, 31 de mayo de 2007.
excursionismo y el turismo express y de sobaquillo hasta el “turismo de borrachera”. Y ya no
digamos de los países en vías de desarrollo, donde desde décadas los turistas de los países
ricos no suelen acercarse con delicadeza y deseos de conocer nuevas culturas, ya que “los
turistas del norte van al sur con la idea de distraerse y satisfacer todos los deseos reprimidos el
resto del año” (CHAZA, 1994:151). En este último caso, además, lo más negativo es la
imposición de “la cultura del dinero” que trastoca por completo la moral. Jose Luis Sampedro
(2004; 57) nos recuerda en este sentido que cuando el dinero es erigido en dios supremo
inspirador de las conductas, entonces se nos revela ese reduccionismo economicista que lo
sacrifica todo a la rentabilidad y al beneficio, llevándonos a una situación de banal
mercantilismo que ha contaminado a la sociedad casi totalmente y que también afecta en el
hecho del consumo turístico.
La globalización homogeniza las necesidades de los pueblos porque producir bienes iguales
resulta más rentable. Para crear estas necesidades utiliza los medios de masas y el marketing,
las cuales serán satisfechas a través del consumo. La principal herramienta que une las dos
variables (medios y consumo) es la publicidad o la propaganda; porque, como postulan
muchos teóricos en la actualidad, no se sabe muy bien si se comunican los atributos de un
producto o lo que realmente se está haciendo es proponiendo un nuevo estilo de vida basado
en el consumo (GARCIA RODRÍGUEZ, 2005, 50). Manuel Vázquez Montalbán en el
prólogo de una guía de turismo afirmaba que «los movimientos migratorios turísticos se han
convertido en una industria floreciente y, hasta incluso, en la industria hegemónica de algunos
países ¿Se conocen mejor los pueblos gracias al turismo? No. Los viajeros masificados viajan
en compañía de prejuicios y tópicos de toda clase y son pocos aquellos que salen de los
circuitos turísticos prefigurados para entrar en contacto con los hombres, las mujeres, las
cosas, los saberes del país que visitan» (MARTINEZ PUCHE, 2008: 157).
Marc Augé (2004: 10), nos habla de los aeropuertos para ejemplificar un no lugar, por lo de
estandarizado y homogéneo, tienen estos espacios a lo largo del mundo. Símil que ya fue
utilizado en la película de Jacques Tati, Play Time (1967), donde el aeropuerto y la llegada de
turistas, es el comienzo de una sardónica crítica al hombre postmoderno ante una civilización
despersonalizada, denunciando los estereotipos, y revindicando el deseo de libertad frente a la
opresión de las convecciones del mundo desarrollado (CUELLAR, 1999; 173). El propio
Marc Augé (2004:83), afirma que “si un lugar puede definirse como lugar de identidad,
relacional e histórico, un espacio que no puede definirse ni como espacio de identidad ni
como relacional ni como histórico, definirá un no lugar”. La hipótesis aquí defendida es que la
sobremodernidad es productora de no lugares, es decir, de espacios que no son en sí lugares
antropológicos y que, contrariamente a la modernidad no integran a los “lugares antiguos”, en
definitiva a los verdaderos lugares que componen el pasado y el bagaje cultural y real de un
territorio. En relación a esto, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Histórico-
Artísticos (ICOMOS), en su primer seminario sobre Globalización, Ética e Identidad1,
celebrado en Burgos en 2001, establecía entre sus consideraciones generales que la defensa de
los valores culturales es un requisito de la pervivencia de la identidad, de los datos que reflejan la
evolución histórica de una sociedad, sus raíces, su personalidad y su valores éticos15.
15
Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Histórico-Artísticos (ICOMOS), dentro del primer seminario
sobre: Globalización, Ética e Identidad. (Celebrado en Burgos, los días 19, 20 y 21 de julio de 2001). Extraído de su
sitio web: http://www.esicomos.org/.
Los destinos turísticos deben mantener o crear esta identidad que les proporcionará un
distanciamiento de la competencia. Por esta razón, la defensa de los valores es primordial para
conseguir una identidad propia que no corra el riesgo de esfumarse como una moda pasajera.
Encontrar las tendencias o constantes comunicativas es importante para ayudarnos a tener una
visión panorámica de la situación comunicacional del turismo.
Suponemos que el turista busca la autenticidad en los lugares que visita, autenticidad
entendida como la vivencia que el visitante espera compartir con los habitantes, en los
espacios naturales, en contacto con la arquitectura, la artesanía, la cultural local y todo lo que
caracteriza el lugar que ha elegido para sus vacaciones. Pero ocurre que el contacto del turista,
por breve, es cultural y socialmente superficial. Esta brevedad implica la necesidad de
conseguir la mayor experiencia en el menor tiempo posible, y parece que la mejor manera de
hacerlo es acudir a la simulación creada para el cliente (Imagen 2). Esta simulación se crea
para hacer más accesible el contacto, pero esta relación se establece, no con el recurso
turístico, sino con su doble, con lo cual no se obtiene una satisfacción ficticia, tomada como
auténtica por el turista.
Cabe destacar la interpretación cinematográfica subjetiva que del “viajero” Don Quijote (1957-
1973) hizo Orson Welles en el contexto de la España del “turista”. Película inacabada de Welles
que Jesús Franco se encargó de “ensamblar” y sacar a la luz en 1992. Durante los 15 años de
rodaje intermitente se traza una interpretación cultural y humana de la España de los años
sesenta, con escenas sin demasiada conexión y donde se propone un juego curioso entre realidad
y ficción. Welles nos emplaza a un Quijote en el mundo moderno, y de hecho, algunos
encuentros serán con una chica en un scooter, una procesión de semana santa, una corrida de
toros, las fiestas de moros y cristianos, unos niños cantando flamenco, etc. Una de las
interesantes aportaciones es el juego cervantino que se establece entre los personajes, el Quijote
y Sancho, y personajes reales, Welles y su equipo, que se han desplazado a tierras españolas
para rodar las gestas de nuestro caballero dentro de un contexto de tradiciones, folclore y
paisajes culturales e identitarios.
Pero la banalización de los recursos naturales y culturales es una realidad patente vacía de
contenido. Como afirma Maccannell (2003, 65) “cada vez y con mayor frecuencia la
experiencia pura, que no deja rastro material, se está fabricando y vendiendo como un artículo
de consumo”. Desde hace varios años han saltado, con toda sus fuerzas, las alarmas. Las
autoridades que rigen la industria turística española han comprobado que el sistema sol y playa,
hace aguas desde el punto de vista de la productividad. Palma y Benidorm, empiezan a no
llenar; los alemanes y los ingleses no vienen en número como lo hacían, ya que el euro, la
recesión económica de sus economías domesticas y otros destinos más baratos nos hacen mella;
otros destinos del Mediterráneo Oriental y el Caribe resultan más atractivos a menor precio17.
Hasta China oferta playas en Hainan a los touroperadores para competir con Benidorm18. Ya no
es necesario el overbooking. Por el contrario el turismo tipo “edades del hombre”, “la luz de las
imágenes”, “las rutas del románico” o las estancias y alojamientos en lugares con encanto van
moviendo cifras humanas y económicas importantes. Son razones más que suficientes para
16
Revista Turismo Rural, nº 85, Madrid, edita América ibérica, , noviembre, 2004.
17
“Turismo busca fórmulas para evitar el desvío de visitantes a Turquía y Egipto. La Generalitat Valenciana y el
Patronato tratan de aumentar la presencia de la Costa Blanca en los canales de comercialización de los mayoristas”,
en Diario INFORMACION, 28 de febrero de 2006
18
“Los hoteles de la Costa Blanca deberán luchar desde este verano con la isla de Hainan, que se oferta al mismo
precio que la provincia”, en Diario INFORMACION, 26 de marzo de 2006.
plantearse la efectividad de lo banal y postizo, que actúa como mero soporte estético de
“chiringuitos” y “chanchullos” del Sol y Playa. Uno de los más claros ejemplos es el parque
temático Terra Mítica de Benidorm. Aquí, la argumentación utilizada desde los organismos
promotores, es acercar a los consumidores a una desvirtuada y banalizada cultura mediterránea.
Todo ello, mientras disfrutan de un entorno privilegiado que fue transformado por intereses
especulativos y que desde algunas temporadas atrás arrastra pérdidas millonarias19.
La mayoría de turistas y excursionistas se sienten satisfechos realizando una visita que les
permita aprehender la identidad local de la ciudad (CALLE VAQUERO, 2002). Los turistas no
suelen estar interesados en conocer la historia y la cultura local en profundidad. El consumo que
realizan los turistas de la identidad local conlleva, por lo tanto, un ejercicio de simplificación
muy potente, al que hay que añadir el que se da en el proceso de formación de la propia
identidad local. Ese proceso de simplificación, que en realidad son dos, el que da lugar a la
identidad local y el que determina la identidad turística, viene marcado por la selección de los
elementos que mejor representan la identidad, y normalmente son valorados sólo unos rasgos
concretos de los elementos en cuestión. Entre los elementos que mejor encarnan la identidad
local y turística sin duda se encuentran los bienes patrimoniales. Por ello, y en el marco del
axioma de Vázquez Montalbán, Marc Augé (1998:16) se pregunta “¿Qué podría depararnos hoy
el espectáculo esterotipado de un mundo globalizado y en gran parte miserable? (…) viajar si
que hay que viajar, pero sobre todo no hacer turismo (…) El mundo existe todavía en su
diversidad, pero esa diversidad poco tiene que ver con el calidoscopio ilusorio del turismo. Tal
vez una de nuestras tareas más urgentes sea volver a aprender a viajar, en todo caso, a las
regiones más cercanas a nosotros, a fin de aprender nuevamente a ver”.
Uno de los problemas a los que se enfrenta el turista es la compleja relación entre la imagen
construida de un destino (la que la publicidad extiende) y la real, es decir, entre las expectativas
generadas y las realidades encontradas. Un inconveniente muy difícil de controlar debido a que
la visión real no es otra cosa que la sensación que experimenta un sujeto, y por tanto subjetiva,
en función de su momento vital, donde son incontables los factores que influyen; desde las
motivaciones que le llevaron a realizar el viaje (no es lo mismo un viaje iniciático después de un
cambio dramático, que un viaje de “novios” tras una boda), pasando por la compañía, la edad,
hasta cualquier aspecto psicológico del turista en el momento de viajar.
Hablar de marca, y más para un territorio, es bastante complicado porque se trata de un trasvasar
conceptos y herramientas propios de la arquitectura de marca de productos, servicios y empresas
a los territorios y ciudades, e implica a un número de stakeholders mucho mayor: residentes,
políticos, empresarios, actividades tradicionales, valores culturales, patrimonio histórico y
ambiental, turistas, excursionistas, políticas locales y supralocales, inversiones público-privadas,
ciudadanía en general, etc. El territorio rodea nuestro hábitat con el paisaje, la historia, la
iconografía, los valores, las pasiones, las conexiones emocionales y el lenguaje que nos expresa
y que expresamos. En la actualidad, países, lugares y regiones trabajan para asociar una
identidad única y diferenciada a un territorio concreto, de eso se trata el place branding. A
menudo se confunde el concepto “branding” con campañas publicitarias focalizadas en logos y
eslóganes. Sin embargo, aunque el término “brand” hace mención a la marca de un producto, la
esencia del “branding” es concebir, diseñar, implementar, mimar, rentabilizar un concepto de
imagen y de producto que responda a los valores y a los deseos de un segmento de mercado
(MEMELSDORFF, 1998: 77). El “place branding” sería, por lo tanto, el proceso necesario para
“crear” una identidad de destino atractiva y sostenible en el tiempo, que logre establecer una
relación casi emocional entre éste y los visitantes potenciales. El desarrollo de esta técnica viene
dada por la necesidad cada vez mayor que tienen los destinos turísticos de diferenciarse de sus
competidores, en un momento de creciente homogeneización. En efecto, la búsqueda de una
identidad (turística) única es hoy más crítica que nunca (MORGAN y PRITCHARD, 2004: 60).
La marca es, en este proceso, un indicador de los valores de identidad del destino, y su objetivo
sería comunicar al turista un estándar de calidad y autenticidad deseado. En determinados
lugares, el proceso de “place branding” puede resultar muy sencillo, por ejemplo en destinos con
una identidad única, singular, atractiva para los turistas, y que además ha sabido proyectar una
imagen acorde a esa identidad. En otros, en cambio, puede convertirse en un proceso muy
complejo. El branding que se emplea en la gestión de marca de una compañía puede trasladarse a
la de una marca-territorio y/o marca-país, y viceversa. Estamos ante una tendencia al alza, pues
los atributos de un territorio proporcionan duraderas ventajas competitivas a las marcas
nacionales y sirven de faro para captar financiación exterior. Como veremos, es un mecanismo
de doble circulación del que se aprovechan tanto las marcas como las regiones y territorios. Por
ejemplo “Juan Valdés” nació en el año 1959 cuando la Federación de Productores de Café de
Colombia ideó un personaje ficticio para representar las numerosas marcas de café colombianas
y aumentar la competitividad en el mercado internacional de este producto. Hoy, reconocible por
su mula y por el paisaje montañoso, es una figura que perdura y se ha convertido en una marca
que ha dado prestigio no sólo al café producido en Colombia sino al conjunto del país. El
proceso emprendido por las autoridades colombianas resulta evidente ya que se utilizó el
marketing estratégico para promocionar una imagen de su país como zona geográfica
diferenciada (ALLBRAND12, 2007). En efecto, el lugar de origen juega un papel esencial en la
gestión de significados. La imagen positiva que logre emitir un país, región territorio o ciudad
contribuye en la buena percepción de las marcas de ese lugar, y al revés. El conjunto de
fortalezas y debilidades vinculadas con un territorio participan en un mecanismo conocido como
activo TERRITORIAL y que tiene que tener en cuenta el contexto del lugar. Estos atributos
añaden o reducen un valor suministrado por una marca: en el caso del binomio Fiat-Italia ambas
marcas comparten y se retroalimentan de significados con gran valor añadido. Los mecanismos
de marca-territorio se fundamentan en las percepciones compartidas sobre un origen geográfico
por parte de sus audiencias. Este tipo de mensaje es comprendido de forma muy sencilla y, por
ello, constituye una de las razones para explicar la competitividad como territorio y como
empresa. Desde una perspectiva estatal, varios estudios afirman que el Reino Unido es la marca-
país más reconocida en todo el mundo. No es un hecho casual, pues detectamos mecanismos
muy reveladores. El Reino Unido, el país de James Bond y del Manchester United, ha hecho una
oferta a Ford a través de un grupo de inversores para ‘recuperar’ la marca Aston Martin en una
operación que fuentes del sector cifran en más de 705 millones de euros. Pero este ‘fenómeno
agente 007’ tiene otras variantes: Reebok, aunque ahora en la órbita de Adidas, introdujo la
bandera británica en todos sus artículos; y una marca global como Rover se ha posicionado en el
mercado mundial como firma uninacional cuando asegura que sólo produce sus vehículos en
Gran Bretaña (ALLBRAND12: 2007). Conceptos como la denominación de origen (aplicados a
productos agroalimentarios de sabor exclusivo como el vino, el jamón o el aceite de oliva) o los
itinerarios culturales como el Camino de Santiago (autenticidad y experiencias de un itinerario
cultural europeo), establece con los territorios a los que se adscriben efectos y sinergias de todo
tipo. La marca se vincula al destino y se asocia ineludiblemente a los estereotipos de ese país,
región o territorio.
Hace varios años los productores de la región de Champagne se unieron para defenderse de
bebidas similares y lucharon para prohibir esa designación como genérico de los vinos
espumantes elaborados fuera de la región. Algo similar ocurrió con el turrón de Alicante. En esa
misma dirección y todo un ejemplo de marca-territorio, los habitantes del pueblo francés de
Vergéze (en la Provence y cerca de Nimes) se están enfrentando legalmente con Nestlé para
rebautizar la población de 3.500 habitantes, con el nombre del agua Perrier que se produce en
ese municipio y propiedad de la multinacional suiza. Las propiedades de las aguas del lugar,
cuyas burbujas son naturales debido al contenido de gas carbónico proveniente de una corriente
de origen volcánico, son conocidas desde la época del Imperio Romano, pero fue a principios del
siglo pasado cuando un médico local, Louis Perrier, comenzó a difundir sus atributos
terapéuticos y le cedió su apellido. Las razones son que los ciudadanos aseguran sentirse muy
vinculados con los valores de ese nombre. Pero sobre todo, el municipio aspira a desarrollar una
completa estrategia de place-branding, alrededor de Pierre, por los beneficios que sin duda les
puede reportar desde el punto de vista económico y de proyección de su imagen a nivel
internacional.
Pero el place branding no es sólo la promoción del territorio y su limitación a generar vídeos,
folletos y páginas webs, con un logotipo que no tiene nada más detrás que lo meramente aparente
y estético. La marca territorio tiene que entroncar con la cultura del lugar y con parámetros
identitarios reconocidos desde el exterior y reconocibles por el interior. Porque sino, podemos
caer en la banalización de la marca y llegar a que los territorios sólo tengan un colorido logo y un
bonito slogan. Para evitar este proceso hay que dotar de conexión la marca con las estrategias
integradas de desarrollo económico del territorio, región, comarca o ciudad. Además habría que
asegurar que la voluntad política fuera suficiente para garantizar en el tiempo las acciones del
branding. Habría que optimizar los recursos, económicos y comunicativos, para lograr una
notoriedad y diferenciación suficientes, en una sociedad sobresaturada de estímulos
comunicativos. Por tanto habría que concretar el público objetivo al que se dirigen los beneficios
de la marca, teniendo en cuenta, no sólo a los turistas y consumidores externos, sino también a
los residentes. De esta forma sensibilizaríamos a la ciudadanía sobre las ventajas de la marca, en
términos de identidad y revalorización de los recursos endógenos. Tener un conocimiento de la
percepción original de la imagen del territorio y del lugar de la que se parten en los diferentes
colectivos implicados es fundamental, teniendo en cuenta labores de coordinación entre las
diferentes stakeholders del territorio implicado.
Proyección Metabolización
Metabolización
Externa
La marca territorio es el puente entre el espacio real y objetivo y su percepción que muchas
veces tiene importantes diferencias que son claves para generar oportunidades en el mercado.
Así podríamos denominarlo lugar externo, aquel definido por uno o varios iconos o estereotipos
y que normalmente coinciden con la perspectiva del turista o del visitante ocasional para el que
el territorio no forma parte de su experiencia vivida y sentida. Por otra parte destacaríamos el
lugar interno, definido por vectores como la cohesión social, vertebración territorial, calidad de
vida, diversidad, tolerancia, interculturalidad, espacio vivido, que es una amalgama subjetiva del
conjunto de percepciones y experiencias de ese territorio, y que coincide más con la visión del
residente para el que este lugar forma parte de lo ordinario y cotidiano. Lo podríamos resumir en
el modelo de las cuatro “P” (Puntos de anclaje, Palanca principal, Perspectiva y Predominantes
atributos) (SEISDEDOS, 2006).
De los dos lugares, el interno y el externo, tenemos visiones contrapuestas, y de la misma forma
coexisten muchos elementos tangibles e intangibles. Otro elemento que los caracteriza es las
diferentes percepciones en cuanto a la prioridad que se otorga a los diferentes atributos de la
marca (Cuadro 1). Está claro que por parte de los responsables municipales se da una creciente
importancia a la creación de marcas poderosas para sus territorios y ciudades. Una labor que
requiere concurrencia es el mundo de la empresa, y los activos públicos y privados encontrados
en el territorio. El resultado de este diálogo y colaboración entre los diferentes stakeholders está
siendo una nueva gestión y proyección de los territorios. El interés de ciudades y lugares por
reinventar sus marcas es una de las manifestaciones del Place Branding. Este busca concienciar
de la necesidad de optimizar el conjunto de servicios que prestan los territorios y el principal
obstáculo para avanzar en este sentido es la débil percepción de la importancia de este reto para
los ciudadanos como para los responsables públicos. En este proceso la creación de marca debe
incorporar una nueva gestión del territorio integrada y multisectorial, con metodologías que
permitan cumplir el doble objetivo de articular identidades coherentes e integradoras y proyectar
imágenes atractivas que superen lo convencional y lo estereotipado.
Sin lugar a dudas, en la confección de la marca habría que hacer confluir los aspectos intangibles
(experiencias subjetivas) con los tangibles (lo ya existente y reconocible), así como los intereses
de los residentes y turistas (Cuadro 1). Es un proceso que debería tener una metodología de
participación pública, donde herramientas como la planificación estratégica, pudieran viabilizar
una marca consensuada e integrada a través de tres fases:
! La primera sería el análisis y síntesis de los elementos que conforman la identidad del
territorio, tanto la real como la percibida (historia, arquitectura y urbanismo, paisajes y
paisanajes, cultura, gastronomía, servicios, infraestructuras, público objetivo, etc.);
! La segunda fase sería la proyección de esa identidad en forma de imagen, que partiría de
la fase anterior y que se encargaría del empleo de técnicas de investigación de mercados
orientadas tanto hacia adentro (aceptación y generación de cohesión y participación
ciudadana) y hacia fuera (reconocimiento de los atractivos de cada uno de los vectores y
valores propuestos para los diferentes públicos objetivos: residentes ocasionales,
excursionistas, turistas, senior, familiar, etc.).Aquí habría que establecer dónde queremos
posicionar al territorio, y donde podemos hacerlo en función de lo que tenemos. Para ello,
y al igual que en la primera fase, habría que establecer un diálogo con los stakeholders
del territorio.
! La tercera fase sería el diseño del material de la marca, así como del plan de medios para
su proyección, dirigidos tanto a la ciudadanía como a los potenciales clientes y visitantes.
A continuación vamos a analizar cuatro casos de estudios que nos servirán para ilustrar que no
siempre este proceso de posicionamiento de marca es consensuado por los diferentes actores del
territorio, ni reconocido por los actores externos. En ocasiones la interacción entre lo global y lo
local, es unidireccional y sólo sirve para contemplar al territorio como un mero escenario donde
se asientan una serie de actividades y acciones, que no generan sinergias positivas y que en
muchas ocasiones pueden generan rechazo. Otra veces, la marca territorio, no llega a
consolidarse por la falta de implicación de la ciudadanía y el excesivo celo de los responsables
municipales. En este sentido analizaremos el caso de la sierra norte de Madrid y su proyecto la
“Sierra Media” en un intento de proyectar una imagen y favorecer la actividad turística, uniendo
cine y territorio, y que nada tiene que ver con otras campañas que han conseguido más sinergias
como la realizada por la Rioja, “La tierra con nombre de vino”. Y por último intentaremos
analizar el caso del corredor industrial del Vinalopó (Alicante), donde el ocio de proximidad y
sobre todo el turismo, es una actividad económica percibida como algo marginal. Ello sin tener
en cuanto la ciudad industrial de Elche, que con el reconocimiento UNESCO de dos patrimonios
de la Humanidad, quiere asentar una marca territorial apostando por su identidad cultural, y
teniendo como imagen de marca su histórico Palmeral.
TANGIBLES
Cultura, arte,
Prioridad Prioridad
patrimonio, vida
Lugar
Alta + nocturna, compras - Alta
Externo Lugar Interno
Hoteles, conectividad
TURISTA aérea y ferroviaria, RESIDENTE
Prioridad Prioridad
infraestructuras básicas
Alta Alta
Educación, sanidad,
Prioridad - calidad residencial, Prioridad
Alta empleo y negocios + Alta
INTANGIBLES
En la voluntad de unir turismo y vino, pero utilizando como pretexto el cine, La Fundación
Dinastía Vivanco ha editado un libro, el cine del vino, donde el autor Bernardo Sánchez Salas
(2007), realiza una magnifica investigación y justificación de la utilización del vino en la historia
del cine, ilustrado de una forma sobresaliente, donde no sólo el vino embotellado sino todas las
labores, escenarios, situaciones y figuras que se le asocian, toman el protagonismo que se
merece. Así, y tomando como referencia la cinematografía mundial (escenarios franceses,
italianos, españoles y californianos), el vino en su acepción prosaica y poética, pasa de la tierra a
la bodega y a la mesa, de la fiesta a la tragedia y de las estirpes familiares a la memoria.
Hoy por hoy varios países están desarrollando estrategias tanto para atraer las grandes
producciones a sus escenarios naturales o urbanos a través de las film commissions, como para
crear posteriormente rutas turísticas hacia estos sets en la geografía real, caminando hacia un
incipiente turismo cinematográfico. No obstante, hay importantes ejemplos del potencial de este
segmento surgido de la relación simbiótica de dos industrias: el cine y el turismo. Tom Wright,
presidente de VisitBritain, destaca que, sin duda, “una buena película puede ser un anuncio
gigante del encanto único de un destino, visto por millones de personas. VisitBritain
(www.visitbritain.com/es) es el brazo ejecutor de la British Tourist Authority, el ente encargado
de promocionar Gran Bretaña como destino turístico. Ya en 1996, tras el impacto producido por
películas como `Cuatro bodas y un funeral’, ‘Braveheart’, `Sense & Sensibility’, se dieron cuenta
de que los lugares donde habían sido rodadas se estaban convirtiendo en un factor clave, cada
vez más importante, en motivar visitantes al Reino Unido. Asimismo pudieron calcular que la
promoción gratuita (free advertising) que Inglaterra recibía a través de los reportajes e
informaciones recogidas por lo medios en torno a estas exitosas producciones era equivalente a
un valor de 1,6 millones de libras (2,35 M €) en cobertura, alcanzado en un período de cuatro
meses. En el año 2001, VisitBritain concibe entonces el primer “movie-map”, un mapa de Gran
Bretaña en el que se señalaban las localizaciones de diversas películas cuyas tramas se
desarrollaban en Inglaterra, Escocia y País de Gales. Éste ha constituido su sistema, muy exitoso
por cierto, con el cual muestran el camino. Lo demás lo hace la magia del cine, y la de las
personas detrás de los servicios turísticos de que se dispone en esos lugares, más el marketing de
las propias producciones, con souvenirs, afiches, CDs, y un largo etcétera. María Eugenia Brito,
una de las responsables de la Ofician de VisitBritain en Madrid, explica que a este tipo de
viajeros se les denomina ‘set-jetters’, “palabra que recuerda a la ‘jet-set’ a la vez que juega con
el significado de ‘set’ (escenario) y es considerado un nuevo tipo de turista que va viajando a los
sitios concretos porque aparecen en una película que le ha impresionado por algún motivo.
“Aunque el término es nuevo, en los años 50 se puede encontrar un antecedente claro: la película
Vacaciones en Roma provocó que toda una generación de norteamericanos visitara la capital
italiana. En el caso español, las películas Rob Roy y Braveheart propiciaron un interés renovado
en visitar Escocia”, apunta. En cuanto al perfil de estos “nuevos” turistas, suelen ser personas
con ingresos medios o altos y aficionadas a la literatura o al cine, con cierto nivel cultural. “De
todos modos, el fenómeno de los best-sellers y las compañías aéreas de bajo coste ha propiciado
que personas no habituadas anteriormente a la lectura o a viajar al extranjero accedan a estos
destinos turísticos, pudiendo señalar como ejemplo las diversas partes de la saga de Harry
Potter”. En 2001 fueron lanzados los movie-map de “Harry Potter y la piedra filosofal”, con la
ruta por la Catedral de Gloucester, Yorkshire, King’s Cross, el Castillo Annick y el Noreste de
Inglaterra, donde fue filmada la cinta, con resultados impresionantes. En los últimos diez años,
son innumerables las rutas desarrolladas (El Rey Arturo, Master and Commander, Wimbledon, El
Diario de Brigitte Jones, Notting Hill, Orgullo y Prejuicio). Adicionalmente, cada lugar y cada
film, ha desarrollado sus propias herramientas de promoción, como webs, souvenirs, DVD, etc.
Lo importante es que VisitBritain ha sabido aglutinar la información de todas estas iniciativas20.
Además, el ente turístico ha abierto en Los Ángeles una oficina con personal profesional
dedicada exclusivamente al turismo cinematográfico. Sin duda, constituye vía en dos sentidos,
ampliándole a su vez el camino a la British Film Comission en su función de seguir atrayendo al
suelo británico importantes producciones del cine mundial (HOSTELTUR, 2006)21.
Pero en ocasiones la suma de las variables cine, turismo y territorio, dan resultados, más que
discutibles a la hora de consolidar una marca-territorial, basada en la identidad y características
del lugar y las poblaciones en la que se pretenden asentar. En este sentido cabe hablar de la
Sierra Norte de Madrid, que la componen un conjunto de 42 municipios y 55 núcleos de
población declarados Comarca de Acción Especial por el Consejo de Ministros en 1982.
20
La Visit-Britain ha sido pionera en desarrollar el enorme potencial del turismo cinematográfico, trabajando con
los distribuidores de películas, los medios y los otros integrantes del sector turístico para aumentar las visitas a Gran
Bretaña y elevar el valor de esta “economía de visitantes” de 74.000 millones de libras (108.500 M €).
21
En el caso de España, destacan Barcelona Movie Walks, para el desarrollo de los movie map de películas que se
han rodado en la ciudad Condal (http://www.barcelonamovie.com/html/cast/index.html), destacando la última
película de Woody Allen, Vicky, Cristina Barcelona, que sirvió para la promoción de Barcelona y España el pasado
verano en Nueva York, aprovechando la marca-país de Turespaña, Smile your are in Spain. Otro caso a destacar es
Andalucía que ha institucionalizado el turismo cinematográfico, con excelentes resultados, a través de su Andalucía
Film Comission (http://www.andaluciafilm.com/)
Geográficamente la Sierra Norte de Madrid se localiza en el extremo septentrional de la
Comunidad de Madrid ocupando una superficie de 1.257 Km2, es decir prácticamente el 16% del
territorio madrileño. La Sierra Norte de Madrid se perfila como un espacio rural de montaña, un
territorio que tiende configurarse como una zona deprimida o área problema y cuya condición
dominante es contar con un nivel económico y de vida más bajo que el resto de la región
(Imagen 5). En este sentido las principales características de la comarca se concentra en:
! Emigración encabezada por los grupos de población más jóvenes, estos movimientos
territoriales se dirigen al entorno metropolitano o a las cabeceras de comarca donde se
incrementan las posibilidades de acceso al mercado de trabajo, produciéndose en
consecuencia un claro despoblamiento y envejecimiento de las localidades serranas.
! Paulatino abandono de las actividades tradicionales (agricultura y ganadería), alentado en
buena medida por la imposibilidad de que los grupos poblacionales más jóvenes tomen el
relevo en este sector de actividad. Curiosamente es el sector terciario el que sustenta el
peso del sistema productivo de estos municipios del medio rural madrileño. No obstante
nos encontramos ante una comarca de economía escasamente diversificada y
especializada en la producción de materias primas y en la prestación de servicios de ocio
y turismo.
! Reducido número de equipamientos y de servicios de proximidad (tales como comercios,
farmacias, sucursales bancarias, etc.) concentrándose en los municipios con mayor
volumen de población.
! La situación de fragilidad se incrementa con la presencia de un medio natural de especial
interés y valor ambiental sobre el que recaen medidas dirigidas a su preservación, las
cuales derivan de la aplicación de las políticas ambientales, y que son tildadas como
excesivas por la población local.
Sin lugar a dudas la citada película, con más de 150 localizaciones de Nueva Zelanda, que se
convirtió a partir de 1999 en la Tierra Media y en escenario de “El Señor de los Anillos”, lo que
ha generado un incremento de turistas que pasó a ser de un 3% en 2003 y un 11’5% en 2004 con
2.347.672 turistas (HOSTELTUR, 2006). Los circuitos “El Señor de los Anillos” han proliferado
por todo el país ya que las localizaciones fueron muchas y diversas. Los clientes de Nueva
Zelanda Viajes, por ejemplo, piden específicamente estas rutas y muchos se inclinan por visitar
la isla del sur y especifican que quieren conocerla por la película. Han notado un incremento de
demanda a partir del estreno de la trilogía de Peter Jackson. El aumento de ingresos turísticos
originado por la película se estimó en un 7% para el año 2001 y los turoperadores más
significativos indicaron en enero de 2002, dos semanas después del estreno de la primera
entrega, que sus ventas se habían incrementado más de un 20% en estas dos semanas. A finales
de 2002 esta cifra se había doblado. El sector turístico estima que la trilogía incrementará la
afluencia de visitantes en un 30% de manera estable. Según una encuesta realizada por Thomson
Holidays, el 40% de los británicos votaron a Nueva Zelanda como su lugar preferido de
vacaciones tras ver “El Señor de los Anillos”.
Imagen 6. Publicidad sobre el proyecto turístico “Tierra Media” apoyado por la Comunidad de
Madrid.
En definitiva las líneas de negocio reflejadas en la memoria del proyecto presentada por el
Consorcio para el fomento turístico de la Sierra Norte (2006) serán:
! Recrear por grupos el viaje del libro, teniendo estancias de varios días y con grupos
separados por varios kilómetros, con ayuda de actores- coordinadores de equipo.
! Viajes concertados a las ciudades donde habitan las diversas razas (hobbits, elfos,
hombres…) y donde los artesanos de la zona con un horario hacen espadas, sacan miel,
venden leche o trenzan las cabelleras como los elfos, con comida típica del cuento, se
disfruta de las piraguas en los ríos recreando la película, siempre con el toque común del
Señor de los Anillos, en definitiva venden los productos artesanos con un marchamo
distinto que hace que todo lo que hagan se venda. Con ello se apoyará la artesanía, la
ganadería, la hostelería y la agricultura.
! Una oferta hotelera sin competencia dado que lo que se ofrece es la estancia en un cuento
por unos días y en distintos ambientes de dicho cuento. Es la industria hotelera la que
construirá las ciudades que en un 60% serían hoteles especiales y el resto sería sitio para
artesanos y lugares comunes.
! Una venta de productos al mundo entero con una etiqueta El Señor de los Anillos de la
Pequeña Tierra Media que con semejante denominación de origen está vendida.
! La creación de una moda exclusiva recreada en la obra literaria que se vendería en las
ciudades.
! Un museo, biblioteca donde descansen las obras de Tolkien para sus más eruditos
lectores donde se den conferencias y se reúnan periódicamente los fans del libro.
! Una universidad donde se enseñe el élfico (lengua que se habla en el libro) y otras
disciplinas que profundizan en su obra, el poder, en los valores (ahora en crisis) que se
representan.
! Campamentos de verano, otoño, primavera e invierno con actividades relacionadas con el
Señor de los Anillos, descenso por el río, paseos a caballo, etc.
! Bodas ambientadas en el libro, juegos de rol, outdoors para ejecutivos.
! Tours por la sierra por todas las ciudades de la ruta.
! Recreación de las batallas con espectadores y con personas que se integrarían en ellas.
! Cetrería que además sirve de centro de recuperación de pájaros
! Centro de ayuda, gestión y potenciación de los recursos de la Sierra Norte y de su
verdadera historia, aparte del Señor de los Anillos
! Merchandaising del Señor de los Anillos
! Utilización de las construcciones del Canal de Isabel II que ahora están infrautilizadas,
construidas en piedra, y que serían utilizables en esta “experiencia” como puestos de
vigilancia.
! Paseos a caballo, en dirigibles y atravesando en piragua los ríos de punta a punta de la
Pequeña Tierra Media.
El proyecto pretende aplicarse en estos territorios a finales del 2009, con una inversión
aproximada de 90 millones de euros, “siempre con el objetivo de conservar los espacios
naturales y con ello obtener beneficios, mejorar la sierra y la vida de sus habitantes”. La
polémica está servida, ya que si la repercusión mediática ha surtido efecto, y el fenómeno friqui
puede encontrar un nuevo lugar de esparcimiento, algunos colectivos locales, han puesto el grito
en el cielo, porque además de los efectos perniciosos que se podrían generar en cuanto a
identidad y conservación natural y cultural, las ferias medievales de algunas poblaciones, se han
convertido en ferias tematizadas vinculadas a personajes del Señor de los Anillos, como ha
ocurrido en los últimos años en Buitrago de Lozoya.
En los últimos años se aprecia un esfuerzo de algunas administraciones locales para potenciar la
actividad turística de sus municipios en el valle del Vinalopó, en el marco de una estrategia
general de diversificación económica, en la que el sector servicios (comercio y turismo
fundamentalmente) está llamado a jugar un papel fundamental. En este contexto, aparecen
algunos ejemplos como el aprovechamiento de la doble declaración de Patrimonio de la
Humanidad del municipio ilicitano, Palmeral y Misteri d’ Elx, el fracaso del consorcio Isla de
Interior, el Plan de Dinamización de producto turístico de Villena, o la ruta del vino de la
provincia de Alicante donde están Villena y Pinoso como las dos únicas ciudades asociadas a
ACEVIN. Todo ello sin olvidar algunos itinerarios de carácter cultural, como la ruta del Cid, y el
proyecto relacionado con los paisajes de guerra y que consistió en el inventario de lugares y
recursos de los municipios de la mancomunidad del Vinalopó vinculados a la guerra civil y a sus
posibilidades de utilización turística de los mismos22. Lo ideal, sería que todos estos recursos,
posibles productos culturales e itinerarios temáticos, fueran algo más que una simple oferta
complementaria del “sol y playa” alicantino. Entre los elementos que mejor encarnan la
identidad local y turística sin duda se encuentran los bienes patrimoniales, que pueden redundar
en una marca diferenciada, como ya lo han intentado los municipios de Sax, Villena, Biar,
Pinoso y en su día el desaparecido consorcio turístico de Isla de Interior (Imagen 7).
22
Proyecto realizado mediante contrato entre la Universidad de Alicante y la Mancomunidad Intermunicipal del Valle
del Vinalopó, por un equipo interdisciplinar de geógrafos e historiadores dirigido por José Ramón Valero Escandell,
entre mayo y noviembre de 2007.
Cuadro 2 Motivos por los que desapareció "Isla de Interior" (en tantos por ciento %). 2008
(1) Por el localismo de los municipios
%
(2) Porque el Tº es percibido como algo
25,00 marginal
21,88 (3) Por descompensación entre los
municipios
20,00 (4) Porque no hay técnicos suficientes
15,63
(5) Porque no se lo creían los políticos
15,00 14,06
12,50
(6) Porque no existían producto tcos.
calidad
10,00
7,81 7,81 (7) Porque faltan servicios y oferta
6,25 complementaria
4,69 4,69 4,69 (8) Porque se primaba la promoción al
5,00 producto
(9) Desconoce el motivo
0,00
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (10) Sin contestar
Llama poderosamente la atención este hecho, así como la particular querencia de estos
municipios en lo que se refiere a su patrimonio monumental local, a su propia historia, pero no se
puede dejar hacer notar que, dentro de la singularidad de cada municipio y sus recursos locales,
existen más cosas que los unen. También resulta sorprendente, si bien comprensible, que casi
todos los municipios quisieran potenciar su gastronomía y sus fiestas locales, difícilmente
exportables a otros lugares de España, y que quizá encontrarían su complementariedad unas con
otras y con la propia historia local de los municipios.
De esta manera, si bien asumimos que cada pueblo posee singularidades notables, capaces de
atraer a la demanda turística, comprendemos que sus características similares son las que pueden
ayudarles a ganar la batalla e incluirles en el mapa turístico como un todo común, que
contribuirán a que el turista desee conocer y permanecer más en la zona. En este contexto, las
comarcas del Vinalopó tienen la oportunidad de poner en valor sus recursos culturales, y
aprovecharse de su estratégica posición en una de las arterias de comunicación que vertebran el
interior meseteño con el litoral levantino. En efecto, la mayoría de turistas que visitan las
comarcas del Alto y Medio Vinalopó son españoles “y se encuentran de paso por la zona (...)
Además de las fortalezas, el patrimonio urbanístico y monumental de las localidades, también
capta la atención de buena parte de los visitantes, especialmente en Novelda y Villena”23. En este
caso, no hay que olvidar que el ocio de proximidad (excursiones de un día), se ha constituido en
una de las motivaciones más destacadas de los visitantes de estas comarcas, ya que un gran
porcentaje, son residentes de la Comunidad Valenciana. Pero ¿podemos hablar de destinos
turísticos vinculados a los valores culturales en las comarcas del Vinalopó? La respuesta tiene
que ir precedida de una reflexión, ya que en el contexto mercantilista y de ocio moderno, los
aspectos culturales de los territorios, se ponen al servicio de la actividad turística, pero ésta no
termina de cuajar en las poblaciones del Vinalopó. El profesor Jafari (2000;88) afirmaba que la
existencia de un destino turístico está condicionado a la presencia de tres aspectos: a) grandes
unidades geográficas agrupadas o áreas que disponen de atracciones y servicios; b) población
que durante la temporada turística aumenta extraordinariamente gracias a los transeúntes y
visitantes; c) economía dependiente, en un elevado porcentaje, de las transacciones que realizan
23
“La mayoría de turistas en el Vinalopó son nacionales y se encuentran de paso (...) El atractivo visual de los
castillos es uno de los grandes reclamos de la comarca, junto con los cascos urbanos de las distintas localidades”,
Diario INFORMACIÓN, Alicante, 27 de agosto de 2004.
los turistas”. Para superar las limitaciones que propone Jafari, a los territorios del Vinalopó, hay
que completar su aseveración con lo aportado por Josep-Francesc Valls (2004;110) que define
como destino turístico “de país, de región o estado, de ciudad o de lugar, un espacio geográfico
determinado, con rasgos propios de clima, raíces, infraestructuras y servicios, y con cierta
capacidad administrativa para desarrollar instrumentos comunes de planificación, que adquieren
centralidad atrayendo a turistas mediante productos perfectamente estructurados y adaptados a
las satisfacciones buscadas, gracias a la puesta en valor y ordenación de los atractivos
disponibles; dotado de una marca, y que se comercializa teniendo en cuenta su carácter integral”.
En el caso de la comunicación es evidente que los resultados mancomunados son mejores que las
iniciativas particulares. A pesar de que la responsabilidad de la promoción de un lugar, recae
sobre las autoridades regionales y nacionales, los municipios y demás poderes supralocales con
responsabilidad en materia turística, deben darse cuenta de que su imagen se refuerza sólo si está
presente ante el potencial turista. No es posible que en la comercialización, siga primando el
localismo, donde cada pueblo venda su castillo, su iglesia, su museo, etc. A pesar de ello
tenemos ejemplos interesantes de comercialización y puesta en valor de entidades como la
Asociación para el Desarrollo del Alto Vinalopó PRODER I y II, que desde 1996 ha llevado a
cabo acciones de cara a la promoción y sensibilización de los recursos culturales del territorio,
destacando los libros y DVDs de las arquitecturas del agua, la ruta de los castillos y el de
arqueología industrial de las comarcas del Vinalopó. Hay que destacar el intento de la malograda
marca “Isla de Interior” presidida en los últimos años por el ayuntamiento de Petrer, y que
terminó disolviéndose el 1 de enero de 2006, por el marcado localismo de sus nueve
municipios24. Los pueblos del Vinalopó, se han caracterizado por ser industriales y también por
disponer de una agricultura y un comercio, que a través de la trajinería, sentó las bases de
estructuras protoindustriales en la segunda mitad del siglo XIX. El ferrocarril, unido al eje
carretero que unía el puerto de Alicante con el interior meseteño, también contribuyó a un
devenir próspero que activó los intercambios comerciales y la producción agroindustrial,
forjando un carácter empresarial y emprendedor. La huella de la historia también se ha hecho
notar en los paisajes y en las tradiciones, teniendo estos pueblos mucho de frontera, económica,
lingüística, defensiva y cultural. Atiende a este carácter fronterizo, las fiestas de moros y
cristianos, pero sobre la representación del tratat D’Almizra, que desde 1976 se representa año
tras año en año, por parte de la población local, en uno de los pueblos más pequeños del
Vinalopó (Camp de Mirra con 300 habitantes), que hacen grande el recuerdo y la
conmemoración histórica, participando en 2008 del VIII Centenari del naixement del Rei Jaume
I. Precisamente este año ha habido polémica, porque otra conmemoración se ha celebrado por
parte de las instituciones valencianas, el 800 aniversario de Cantar del Mío Cid. La diputación de
Alicante ha sido una de las instituciones que se han puesto al frente de la reivindicación de la
figura de Rodrigo Ruiz de Vivar, olvidándose de la importancia que tuvo el rey Conquistador en
estas tierras25. De hecho esta polémica, unida al hecho identitario, se ha hecho sentir en la
señalética de algunas poblaciones del Vinalopó (Imagen 8).
24
En el punto 7 “se acordó, con la abstención de los nueve concejales del PP y el voto favorable de los concejales
de EU-ENTESA y PSOE, y por tanto por mayoría, disolver el consorcio ISLA DE INTERIOR a partir de enero de
2006, con el fin de beneficiar las políticas municipales que pudieran ponerse en marcha en materia de turismo”.
Extracto de los acuerdos adoptados en el pleno ordinario celebrado el 27 de octubre de 2005 por el ayuntamiento de
Petrer.
25
“Esta conmemoración empezó a celebrarse presupuestariamente en la Diputación de Alicante en 2005, cuando ya
se aprobó una partida de 24.000 euros para la constitución del consorcio, en 2006 fueron 36.000 euros y en 2007
otros 30.000. Este año, según datos oficiales facilitados por el PSPV, 1.800 euros fueron para la promoción del
Camino del Cid, otros 1.000 euros en obras de señalización y otros 34.042 para el consorcio. En suma, casi 123.000
euros para promocionar un supuesto camino que el Cid no llegó a recorrer” en EL PAIS, domingo 8 de junio de
2008.
Imagen 8. Cartel de la Ruta del Cid en la Población de Biar donde se han tachado algunos
términos para especifar “son valencians”, asignando a esta ruta connotaciones
reivindicativas de marcado carácter identitario y político, que no turísticos.
Comercializar los conjuntos monumentales y las atalayas de la ruta del Vinalopó, bajo la
“fantasma ruta del Cid”, de la que tenemos constancia por los folletos, carteles y paneles que
jalonan los municipios que la integran, pero no sabemos ni las acciones ni las estrategias
mancomunadas que la diputación provincial de Alicante está llevando a cabo para dotar de
contenido este interesante proyecto.
En este carácter fronterizo, no hay que olvidar que los territorios del Vinalopó fueron testigos de
los últimos albores del gobierno legítimo de la II República. La Universidad de Alicante, en
cooperación con la Mancomunidad Intermunicipal del Valle del Vinalopó, realizó estos pasados
meses un exhaustivo inventario y localización de más de 80 enclaves emblemáticos de la Guerra
Civil en Elda, Petrer, Sax y Monóvar. La Mancomunidad pretende rehabilitar muchos de esos
lugares, así como pedir su protección y la declaración de los mismos como espacios de interés
cultural. La intención es realizar rutas turísticas para vender la comarca al exterior y potenciar
los cuatro municipios, además de recuperar el patrimonio cultural e histórico de las ciudades. La
Mancomunidad pretende rehabilitar estos espacios, muchos de ellos de propiedad privada, y en
algunos casos hacerlos visitables, como es el caso de los cuatro pasadizos subterráneos que hay
en Elda y que fueron utilizados durante la Guerra Civil.
Uno de los proyectos consistiría en establecer una ruta en autobús que pasaría por las cuatro
poblaciones para que los interesados pudieran ver los lugares que forman parte de las rutas y que
antiguamente eran colonias infantiles, hospitales de sangre o industrias de material bélico26.
26
“Entre otros, el director del proyecto el profesor del departamento de Geografía Humana, Valero Escandell, citó
que El Poblet, era "la joya de la Corona", según sus palabras; El Fondó, en Monóvar; el colegio Padre Manjón, en
Elda, "que estuvo preparado para albergar la subsecretaría del Ejército de Tierra de la República"; la Posición Dakar,
un conjunto de chalés entre Elda y Petrer donde estuvo el Buró del Partido Comunista de España y donde Negrín
mantuvo su última reunión; o los hospitales de sangre ubicados en el colegio Cervantes de Monóvar, el Casino
Eldense, el colegio Cervantes de Sax, uno de los chalets de Porta, en Elda, el chalet donde está actualmente la Junta
Central de Fallas de Elda e incluso la también eldense Casa de Rosas”. Diario INFORMACIÓN, Alicante, 28 de
marzo de 2008 y diario LA VERDAD, Alicante, 29 de marzo de 2008.
Sin lugar a dudas son muchos los valores, singulares y patrimoniales, que identifican a los
territorios del Vinalopó, tanto tangibles como intangibles. Las potencialidades turísticas son
muchas, pero quizás la voluntad política y las inversiones parciales, no sean suficientes para
revalorizar la cultura de lo local, que no localistas, frente al contexto global estandarizado que
tan sólo está usando a nuestro territorio como un mero soporte físico para asentar actividades
vinculadas a la mera rentabilidad económica y política. Quizás haga falta mayor grado de
concienciación y sensibilización para ver en lo cultural, una marca territorial diferenciada e
identitaria, donde los aspectos poliédricos que convergen en el espacio, nos ayuden a
comprender y a interpretar nuestro pasado y presente, para saber afrontar nuestro futuro.
El objetivo es (o debería ser) convertir los huertos de palmeras en el pilar principal sobre el que
configurar un producto turístico urbano-cultural de calidad, ya que este recurso se aleja mucho
de la imagen de “jardín exótico” que durante un siglo se ha proyectado como imagen turística,
porque el interés y valor reside en su cualidad de huerto de palmeras de origen musulmán
(oasis)28. Para lograrlo, creemos absolutamente necesario “rescatar” la identidad agrícola del
palmeral. Por varios motivos: por la propia distinción de Patrimonio de la Humanidad, que
representa un marchamo de autenticidad de los bienes declarados, por la existencia de un
segmento de la demanda turística (cada vez mayor) ávido de paisajes culturales singulares, por
las posibilidades de explotación turística que ofrece el patrimonio material (infraestructuras de
riego, viviendas tradicionales, cultivos asociados, etc.) e inmaterial (técnicas y labores agrícolas
singulares, una artesanía única como la palma blanca, unas formas de vida exclusivas, etc.) de
los huertos de palmeras, incluso por la enorme belleza de los huertos en cultivo, cuya imagen
apenas ha sido aprovechada en la difusión del municipio.
27
Desde finales de la década de 1990 el Ayuntamiento de Elche ha ido adquiriendo los huertos de palmeras de la
ciudad que no fueron urbanizados durante las décadas anteriores. La mayoría de estos huertos no eran cultivados
desde hacía muchos años, con lo que su aspecto era de verdadero abandono. Por el momento, la gestión municipal se
ha dirigido a la limpieza de los huertos, la recuperación del sistema de riego y el mantenimiento básico de las
palmeras (plantación, poda, tratamientos, etc.). Algunos huertos fueron transformados en espacios ajardinados de
uso público pero la gran mayoría han permanecido vacíos, sin contenido aunque con cierta impronta agrícola, de
forma que el paisaje dista mucho del que se podía observar cuando estos huertos estaban en plena producción. No
obstante, conviene resaltar la labor municipal de “recuperación” de muchos huertos de la ciudad que de no haber
sido por la intervención del Ayuntamiento quizás hubieran desaparecido.
28
Este palmeral histórico fue designado Patrimonio de la Humanidad en el año 2000 (no el palmeral del campo) y
es el espacio donde tradicionalmente se han desarrollado la mayor parte de iniciativas turísticas.
Antes de la declaración de los dos patrimonios de la Humanidad, el ayuntamiento junto con las
asociaciones de calzado, utilizaron al Palmeral como imagen de marca, para proyectar al calzado
ilicitano a nivel internacional. De hecho se hicieron folletos en inglés, francés y alemán, que se
introducían en las cajas de zapatos que tenían como destino la exportación (Imagen 9). De hecho
el Palmeral y el Misteri, es utilizado por algunas empresas del Parque Industrial de Elche, como
reclamo para autobuses de turistas, que llegan a la ciudad, y que luego quieren souvenizar lo
visitado, conociendo una fábrica de zapatos (turismo industrial). En este sentido la marca
Pikolinos realizó en su fábrica un pequeño museo e itinerario guiado, con una proyección en tres
dimensiones sobre el proceso de fabricación del calzado y las excelencias turísticas de Elche,
entre las que no faltan su Palmeral y Misteri. Los turistas ven el museo y luego terminan el
recorrido en la tienda de la misma fábrica (Imágenes 10 y 11).
La aplicación del “place branding” al palmeral de Elche puede ayudar a crear una nueva
identidad turística, que desde nuestro punto de vista pasa por la recuperación de la autenticidad
agrícola del palmeral, no solo como base de la identidad turística de Elche, sino también como
imagen de marca singular de la ciudad y como garantía de conservación de este espacio30. El
proceso de “branding” debe estructurarse en cuatro áreas coordinadas (MEMELSDORFF, 1998).
Concepto de producto, segmentación del mercado, interacción entre los “vendedores” del destino
(la población) y los turistas, y comunicación e imagen (Cuadro 3).
Cuadro 3. Aplicación de las áreas del “branding” al palmeral de Elche. Puntos fuertes y
débiles
Puntos Fuertes Puntos Débiles
Concepto de ! Paisaje de enorme singularidad. El ! Pérdida de la identidad e imagen del
producto palmeral más grande de Europa palmeral agrícola
! Gran riqueza patrimonial, material e ! Falta de contenido (de cultivo) en los
inmaterial huertos de palmeras con impronta
! La palmera, en sí mismo constituye un agrícola
“árbol” de fuerte vocación turística ! Falta de unidad paisajística
! Accesibilidad: posibilidades de uso ! Dificultad para tener una visión de
público en los huertos de palmeras de conjunto del palmeral
propiedad municipal ! Fragmentación del palmeral y como
consecuencia dificultad para trazar rutas
turísticas
Segmentación ! Existencia de una demanda potencial en ! Entorno con predominio de una
progresivo aumento que busca paisajes demanda masiva de “sol y playa”
culturales como el palmeral
! La demanda turística de este espacio
tiene unos mayores índices de gasto y
un nivel cultural superior a la demanda
de “sol y playa”
! Fuerte atracción del palmeral entre los
turistas del centro y norte de Europa
Interacción ! Creciente concienciación ciudadana ! Fuerte desconocimiento por parte de la
población respecto a la importancia de la actividad población de la historia y la cultura del
turista turística en la ciudad y del papel que palmeral
puede jugar en la misma el palmeral ! La visión turística del palmeral como
! Aumento en la ciudad de los servicios al parque-jardín ha incidido en la
turista (hoteles, restaurantes, comercios, percepción de la población local
etc.) ! Participación pasiva de los turistas en
las visitas al palmeral
Comunicación ! El palmeral, en todas sus ! Promoción de los valores agrícolas del
29
De hecho ante la pregunta, ¿usted conoce que es la UNESCO y para que sirve?, algunos ciudadanos contestaron
que era una calle y que servía para dar entrada al centro de la ciudad.
30
Aunque el Ayuntamiento intenta conservar el palmeral de forma adecuada, es difícil conseguir un mantenimiento
idóneo de los huertos de palmeras al margen de las prácticas (y las pautas) agrícolas tradicionales. Las dificultades
para cumplir con el calendario de actuaciones en los huertos de palmeras (podas anuales, abonado, riego, etc.),
debido a los costes excesivos que estas generan y las escasas ayudas recibidas por los gobiernos regional y estatal,
han provocado un empeoramiento del estado de conservación de los huertos de palmeras y, por consiguiente, de su
imagen.
e imagen “manifestaciones” tiene una imagen palmeral en un momento en el que no
atractiva existen huertos de palmeras en la ciudad
! La imagen del palmeral representa de funcionando como verdaderos
forma positiva a la ciudad agrosistemas
! El alto valor como marca de “Elche. ! La imagen turística tradicional del
Dos Patrimonios de la Humanidad” palmeral se centra en los parques y
! La creciente popularidad de este espacio jardines (está alejada del palmeral-
en el mercado nacional agrosistema)
! La cultura del “oasis”, a la que ! Excesivo peso de la comunicación y la
pertenece el palmeral de Elche, tiene promoción del palmeral y la ciudad en
fuertes connotaciones turísticas la gestión turística municipal
Fuente: Larrosa Rocamora et alii (2008)
De este breve análisis de los puntos fuertes y débiles del palmeral en las cuatro áreas del
“branding” se deduce cierta complejidad, derivada sobre todo de la coexistencia de dos
“palmerales”, con características, imagen de paisaje y posibilidades de explotación turística muy
diferentes. No obstante, en palabras de Morgan y Pritchard, «nunca el dicho “acentúa lo positivo
y minimiza lo negativo”, fue tan cierto como en el place branding (MORGAN, N. y
PRITCHARD, A., 2004). Así pues, conviene corregir en la medida de lo posible, los puntos
débiles detectados, sobre todo en lo que se refiere a la necesaria puesta en valor del palmeral-
agrosistema, y conservar y reforzar los puntos más fuertes. Por otra parte, resulta difícil aislar
cada una de las áreas señaladas, con lo que parece lógico pensar que la corrección de los puntos
débiles en cada una de esas parcelas exige cierta transversalidad y bastante coordinación. ¿Cómo
se va a apostar por un concepto de producto (de palmeral) determinado sin que la población
conozca los valores del mismo? Y si no conoce esos valores, ¿qué tipo de imagen y
comunicación se va a proyectar? En última instancia, el proceso de place branding trataría de
proyectar una imagen del palmeral acorde a la identidad turística por la que se ha apostado.
CONCLUSION
El cotejo de lo «local» y lo «global», sirve por un lado para destacar el valor de lo que es
específico del territorio: conocimientos especializados, cultura, arte, gastronomía, paisaje y todo
lo que constituye el «genio local»; y por otro lado, la falta de adaptación del territorio con
respecto a la evolución del contexto exterior. Esto se puede referir a campos tan diversos como
los mercados, los marcos legislativos, las tecnologías, la participación ciudadana, los recursos
humanos, las innovaciones de mercados, procesos y productos e incluso las marcas diferenciadas
de marcado carácter identitario. Este cotejo pone de relieve los nuevos riesgos o las nuevas
oportunidades del desarrollo, también turístico, y del proceso de aprendizaje de los agentes de un
territorio (stakeholders), que pueden facilitar una valorización de la especificidad de lo «local» y
su diferenciación con lo global y más estandarizado. En el contexto actual del mercado turístico,
las identidades y las autenticidades tienen su público. Es aquí donde algunos territorios, en
función del capital y de la optimización de sus recursos turísticos, aunque también humanos y
financieros, pueden encontrar su nicho de mercado. Hay que trabajar una marca territorial, para
ayudar al posicionamiento integral de todos los valores del territorio, pero no sólo pensando en
intereses meramente crematísticos, sino también en beneficios sociales y sostenibles. La
actividad turística, gestionada adecuadamente y bajo el modelo postfordista y flexible, puede
ayudar a la cualificación y formación de los recursos humanos, a la sensibilización e implicación
de la población local, a la mejora del compromiso político y coordinación técnica de proyectos,
al aumento de la calidad y mejora en los servicios públicos e infraestructuras y a la captación de
fondos públicos y privados para el apoyo e impulso de iniciativas turísticas locales y
mancomunadas. También, si se trata de proyectos vinculados a la cultura e identidad. En este
caso, hay que aplicar técnicas adecuadas que configuren un destino turístico atractivo, pero
integrado en función de las características propias del lugar. En ocasiones, la existencia de
recursos, no garantiza el éxito de productos, porque no se cuenta con una participación pública
adecuada ni con el suficiente compromiso político y empresarial, para con el lugar. De ahí, la
necesidad de trabajar un proyecto, teniendo en cuenta las premisas y el saber hacer de los
territorios. Además, la utilización de nuevas herramientas y técnicas de comunicación, como el
cine, ayudan a la consolidación de destinos turísticos como ya hemos justificado. Los segmentos
de mercado se diversifican y los hábitos en el consumo turístico se personalizan y flexibilizan
debido, entre otros, a la utilización de Internet y la existencia de los low cost. Cada vez, es más
importante cubrir las expectativas del visitante, y que la actividad turística sea una verdadera
experiencia que combine valores tangibles e intangibles. Sobre todo si se trata de productos
turísticos vinculados a la cultura y a la identidad, los proyectos deberían contar con las siete E;
educar, experimentar y emocionar, pero teniendo en cuenta el equilibrio entre economía,
ecología y etnografía, participando todo ello de una estrategia territorial consensuada e
integrada.
Sin lugar a dudas, y para finalizar con una conclusión sintetizada, un territorio turístico que se
precie, vinculado a la identidad cultural local dentro de un contexto globalizado, nunca debería
de olvidar las siguientes seis premisas: sostenibilidad en el entorno, competitividad en el
mercado, innovación en el sector, implicación técnico-política, integración en el lugar y
singularización en el destino.
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TURISMO CULTURAL E RELIGIOSO EN BRAGA E
SANTIAGO DE COMPOSTELA.
INTRODUÇÃO.
Este trabalho, resultado de uma investigação mais abragente31, baseia-se numa dualidade
constante, mas convergente, que reforça a unificação dos recursos culturais. O território é
composto por dois países (Portugal e Espanha), duas regiões (Norte de Portugal e Galiza), e duas
cidades (Braga e Santiago de Compostela). Os fenómenos turísticos e patrimoniais foram
factores preponderantes para o desenvolvimento desta investigação, que em termos conceptuais
se situa na confluência do turismo cultural com o turismo religioso. Esta perspectiva, permite-
nos encontrar a convergência dos territórios, dos fenómenos e das terminologias, foi
precisamente essa tarefa que me propus executar, demonstrando que a dualidade é condição
necessária para a concepção de um produto baseado numa cultura comum.
Contudo, o património religioso abrange outras realidades que não a religiosa, podendo também
ser utilizado para outros fins, neste caso vamos fazer uma ligação muito persistente ao turismo
cultural. A relação entre o turismo religioso e o turismo cultural parece não oferecer dúvidas. Em
31
PEREIRA, Varico da Costa (2006), “Turismo Cultural e Religioso em Braga e Santiago de Compostela: Proposta
de criação de um produto conjunto, Santiago de Compostela”, Universidade de Santiago de Compostela, Santiago de
Compostela (Trabalho de Investigação Tutelado).
Portugal os bens culturais de carácter religioso constituem o sector mais extenso do universo
patrimonial português, admite-se que esse conjunto venha a corresponder a cerca de 75% de todo
o património conhecido. Embora não disponha de dados oficiais, sabemos que a situação na
Galiza não será muito diferente.
Mesmo quando estamos perante motivações de cariz religioso a viagem e a estadia das pessoas
que se deslocam a um determinado santuário ou outro local de culto implicam sempre consumo
de bens e serviços que são fornecidos por empresas e outras instituições ligadas ao turismo.
Neste sentido, a visão “romântica” do peregrino desinteressado e, sobretudo, imune à oferta
mercantil da economia do turismo é fortemente interrogada pelo terreno concreto em que a sua
experiência se realiza.
Neste caso, se pensarmos que Santiago de Compostela recebe cerca de 5 milhões de visitantes
por ano, os Santuários de Nossa Senhora do Sameiro, Bom Jesus e a Sé Catedral em Braga, cerca
de um milhão, podemos considerar esta afluência de turistas justificação suficiente para a
realização deste estudo.
As potencialidades patrimoniais das duas cidades, já seriam justificação suficiente, mas a esta
realidade podemos adicionar as ligações institucionais de índole histórico-cultural,
nomeadamente nos aspectos religiosos relacionados com a luta pelo poder no Noroeste
Peninsular.
As dinâmicas comerciais para o turismo cultural e religioso serão analisadas na perspectiva dos
operadores turísticos locais.
Embora o turismo não seja reconhecido como uma ciência, mas sim como uma área de estudo e
intervenção transdisciplinar, com uma forte ligação às ciências sociais e empresariais, no Brasil
os investigadores que se dedicam a pesquisar sobre temáticas turísticas são denominados de
“Turismólogos”. Em países como Portugal e Espanha a aceitação do turismo como ciência ainda
está longe de ser encarada como uma possibilidade, mas tem-se notado um aumento do número
de investigadores na área do turismo, o que tem vindo, de alguma forma, a alterar essa visão.
Este trabalho dará particular ênfase a um sector específico ligado à oferta turística – o turismo
cultural e religioso. No entanto, as suas recomendações e implicações inserem-se em ambientes
mais amplos do turismo considerando, por exemplo, o seu contexto cultural, social e político
(Kasper 1989; Leiper 1979).
Tratam-se de inquéritos que foram aplicados de forma indirecta, uma vez que me desloquei
pessoalmente aos locais e preenchi os questionários à medida que os questionados me davam as
respostas.
Seguidamente apresento os quadros com os dados técnicos, mais relevantes da investigação, para
as duas cidades.
Em relação ao cálculo da amostra, como não temos dados do número exacto de turistas que
visitam as cidades de Braga e Santiago de Compostela durante o ano 2006, foi estabelecida a
hipótese de partida de estimar o número como tecnicamente infinitivo, de acordo com a teoria ou
lei dos grandes números, que diz que a partir de um determinado número de elementos da
população, uma variação da mesma não provoca variações na amostra. Utilizando as tabelas para
estatística de Arkin e Colton (1963), e com a hipótese de uma amostra aleatória, extrai-se que
para um universo tecnicamente infinito, o volume mínimo de inquéritos a realizar é de 385 por
trimestre (para um nível de confiança de 95,5% e um erro não superior a 5%) o que permite obter
uma representatividade suficiente.
As entrevistas não-estruturadas foram aplicadas aos operadores turísticos e agentes de viagens.
Tentamos, neste trabalho, uma combinação metodológica, cruzando métodos distintos, de acordo
com a necessidade e as diversas fases do estudo.
Como referem P. Henry e S. Moscovici in Bardin (1994) “Tudo o que é dito ou escrito é
susceptível de ser submetido a uma análise de conteúdo”. Assim, todos os dados obtidos, através
dos métodos de recolha, foram alvo de uma análise adequada ao tema tratado.
Salvaguarda-se, desde já, que as conclusões colhidas nos questionários resultam das respostas
dos inquiridos, por isso, dependem da fiabilidade dos mesmos. Na medida do possível tentou-se
combinar os resultados do inquérito por questionário, com as observações de campo e as
referências bibliográficas e documentais consultadas.
No que toca ao tratamento dos dados (obtidos nas respostas fechadas), foi utilizado o Statistical
Package for Social Sciences (SPSS) versão 14.0, um software de uso corrente nesta área de
análise estatística.
A análise das entrevistas foi feita através da audição do áudio gravado, cruzando-o com os
apontamentos do caderno de campo, retirando-se desta forma a informação mais importante para
esta investigação.
A religião e a cultura estiveram desde sempre ligadas. Numa alusão a essa relação Durkheim
(1989) vê na religião e nos valores em geral, a base dos factos sociais e os fundamentos da
estrutura social. Os limites entre o sagrado e o profano, embora possam ser definidos, estão
muito próximos. Como argumenta Durkheim (1989: 456): “talvez não haja júbilo onde não
exista algum eco da vida séria. No fundo, a diferença está mais na proporção desigual em que
esses dois elementos se combinam”.
Perante o exposto temos de assumir, também, a relação entre o turismo cultural e o turismo
religioso, e é nessa perspectiva que vamos desenvolver este estudo no sentido de unir dois
conceitos num único produto.
Alguns autores como Rinschede (1992), entendem que o turismo religioso, embora classificado
em separado, faz parte do grupo cultural, posição que é partilhada por outros autores. Orry
(1993), diz que o turismo cultural está ligado a algo que sempre tem existido, à curiosidade, é
dizer, o encontro a um sujeito interessado pela “formação”, pela estética, pelo património
cultural e a criação cultural. Para ele há três etapas: (i) a antiguidade, caracterizada pelas suas
peregrinações a santuários famosos, ex. Epheus, Santiago de Compostela; (ii) as grande viagens
dos séculos XVIII e XIX, quando intelectuais e artistas do Norte da Europa se transladavam para
o sul da Europa; e (iii) a actualidade, quando o turismo cultural se converte num segmento do
turismo de massas, sobretudo pelas pessoas de maior nível cultural. A ligação que Orry
estabelece entre a religião e o turismo cultural é defendida também por Wolfe (1988) que
encontrou paralelismos entre as catedrais medievais e os modernos centros de turismo cultural
(museus, centros de arte, etc.). Os dois elementos representam um desafio para os arquitectos,
mas também uma “peregrination”, e neste sentido o turismo cultural é entendido como um rito
que celebra a cultura como um substituto moderno da religião.
A relação entre o turismo religioso e o cultural é indiscutível. O património cultural, que muitas
vezes também é religioso, torna estes segmentos do turismo muito próximos e dependentes um
do outro. Para termos consciência de quão importante é o património religioso32, Falcão
(2002:67) refere que “os bens culturais de carácter religioso constituem o sector mais extenso do
universo patrimonial português. Segundo um relatório apresentado há poucos anos pelo
Ministério da Cultura, admite-se que esse conjunto venha a corresponder a cerca de 75% de todo
o património conhecido”.
Com base no exposto construímos um esquema do produto turismo cultural e religioso, tendo em
conta a diversidade complexa que o envolve, bem como, as suas ligações fundamentais.
Património
Cultural
Cultura Religião
A “Cultura” tem como motivações principais a valorização cultural, a fruição dos atractivos do
destino; a realização de circuitos temáticos e multi-temáticos, as visitas a espaços musealizados e
a monumentos, a fruição parcial de eventos culturais ou de festividades tradicionais, são algumas
das actividades em destaque.
32
Entendo como património religioso, todos os bens materiais ou manifestações, de carácter religioso.
O domínio “Religião” orienta-se por motivações devocionais, de vivência do culto, de renovação
espiritual e pela relação com o sagrado (promessas), as peregrinações, a participação em eventos
de culto, a inclusão em reuniões e retiros espirituais, estão relacionadas com as práticas
religiosas.
O “Património Cultural” é o ponto central do produto, pois é à volta dele, que todos os outros
factores se desenvolvem, seja ele, material ou imaterial, de origem religiosa ou civil, é o
elemento principal para a estruturação de qualquer produto de turismo cultural e religioso.
Braga sempre foi considerada uma cidade importante do ponto de vista do sagrado. Devido à sua
importância como centro religioso de uma vasta área, edificaram-se na cidade de Braga
numerosas igrejas34. Muitas são as expressões utilizadas para nos referirmos a Braga, desde
“Roma portuguesa”, “Cidade dos Arcebispos”, “Cidade das Igrejas”, ou este ditado popular “em
Braga reza-se, no Porto trabalha-se, em Coimbra estuda-se e em Lisboa gasta-se”, enfim, uma
série de expressões que simbolizam a existência, em Braga, de um valioso património religioso
que transmitem à cidade esta característica única.
33
O facto de ser a sede de uma Arquidiocese com séculos de história, levou a que os Arcebispos que por aqui
passaram, tivessem deixado um legado imporante e continuem a ter papel fundamental no desenvolvimento
económico, cultural social e religioso da cidade.
34
Actualmente entre igrejas e capelas existem 49 na cidade de Braga
incluídos em roteiros internacionais. Sendo Braga um ponto de passagem entre Santiago e
Fátima é fundamental passar pela cidade e conhecer todo o seu património. Por outro lado,
também se vendem programas de turismo cultural e religioso que incluem a região do Minho,
com especial ênfase para a cidade arsenalista.
O mais célebre da cidade é o chamado “triângulo turístico de Braga”, que inclui a estância
turística do Bom Jesus do Monte, o santuário do Sameiro e a Sé Catedral de Braga. Os dois
santuários foram construídos nas imediações do perímetro urbano de Braga, nas elevações
localizadas a Este da cidade. A Sé situa-se no centro urbano da cidade.
No que diz respeito aos monumentos religiosos, o centro histórico com as suas igrejas, capelas e
museus aparece como importante produto de turismo cultural e religioso. Destacam-se uma série
de monumentos de origem religiosa, como as igrejas, mas também a arquitectura civil, como a
casa dos crivos, construção que deveria ter surgido durante a Contra-Reforma, numa altura em
que a mulher não podia partilhar de um contacto tão próximo da sociedade como hoje (Oliveira
1999:165).
A Semana Santa, com as manifestações religiosas, é hoje, o principal produto de turismo cultural
e religioso em Braga. As tradições que remontam aos primórdios enchem as ruas da cidade
durante a época de Páscoa, a Semana Santa é o expoente máximo das solenidades pascais do país
e provavelmente do Noroeste da Península Ibérica. Durante uma semana, a cidade acolhe
milhares de peregrinos e turistas, oriundos de todo o país e do estrangeiro, em especial, da
vizinha Galiza, para participar numa das manifestações que constitui um dos mais notáveis
cartazes do turismo religioso.
Em suma, apesar da concorrência com outros destinos turísticos, a cidade de Braga e a região do
Minho têm um potencial de desenvolvimento expressivo, assente num conjunto de
potencialidades que coincidem com as tendências do sector a curto prazo.
O primeiro passo, para a criação da Turel, foi o Projecto “Turismo Religioso – Promoção e
Dinamização do Turismo Religioso, como Motor de Desenvolvimento Regional” promovido,
por solicitação do Cabido Metropolitano e Primacial de Braga, pela Associação Comercial de
Braga, em pareceria com algumas dioceses da Região Norte, a ADETURN – Turismo Norte de
Portugal e a Arquidiocese de Santiago de Compostela.
Das actividades do projecto acima referido, importa salientar as principais: Assinatura da Magna
Carta para o Turismo Religioso; realização do estudo “Turismo Religioso como Motor de
Desenvolvimento Regional – O Potencial do Turismo Religioso na Região Norte” e realização
do estudo “Turismo Religioso – Estudo de Mercado e Comunicação”.
Assim, criou-se uma equipe especializada capaz de dar resposta, não só às solicitações do
mercado turístico, mas também induzindo nos consumidores a necessidade de visitarem o
património (edificado e não edificado) no sentido de se enriquecerem cultural e espiritualmente e
assim absorverem aquilo que é o peso da nossa história e costumes.
Actualmente Santiago é uma cidade marcada pelo seu património cultural inconfundível, ligado
às peregrinações e ao Apóstolo Santiago.
A cidade conta ainda com uma importante programação cultural permanente durante todo o ano
no Auditório da Galiza, na Universidade de Santiago ou nos teatros Principal e Santiago. É
igualmente sede da Orquestra Filarmónica da Galiza e acolhe um grande número de concertos
musicais de diferentes estilos programados periodicamente. Possui uma importante rede de
museus, entre os quais se destacam o Museu do Pobo Galego, Museu de Arte Contemporânea e o
Museu das Peregrinações. Destaque também para o Palácio de Congressos e Exposições da
Galiza que acolhe grandes eventos e para um novo recurso que estará disponível nos próximos
anos, a Cidade da Cultura da Galiza. Será mais um elemento estruturante na oferta turística e
cultural da cidade, uma obra arrojada, construída a pensar no aumento da oferta cultural para os
locais e forasteiros que visitam a cidade durante todo o ano.
Santiago de Compostela recebe todos dias milhares de visitantes quer sejam os peregrinos que
realizam o Caminho de Santiago, ou pessoas que visitam Compostela por motivos de lazer ou
trabalho.
Para dar resposta a estas necessidades e à promoção da cidade, especialmente no sector turístico,
a Vereação de Turismo de Santiago geriu um Plano de Excelência Turística e em 1999 o
concelho criou uma empresa municipal, a Incolsa.
Para definir a imagem da cidade perante os locais e os visitantes a Incolsa tenta manter um
diálogo constante com os representantes do sector turístico na cidade e com outras instituições de
promoção turística da Espanha, como o Grupo de Cidades Património da Humanidade, o grupo
Espanha Verde, Turgalicia e Turespaña.
A Incolsa dispõe de uma oficina de informação turística aberta todo o ano na Praza da Galicia, e
outras três abertas na época alta, na estação de autocarros de Xoán XXIII, e no aeroporto de
Lavacolla.
A informação completa-se com publicações próprias, entre quais se destacam, um folheto geral
sobre a cidade e outros específicos sobre arquitectura, parques e jardins e turismo linguístico e
religioso.
A Incolsa dispõe de outras actividades para a criação de novos produtos e serviços turísticos,
muitos deles enquadrados no Plano de Excelência Turística, que foi gerido durante três anos
(2001-2004) pelo Turismo de Santiago.
Neste plano surgiram novos elementos: (i) o Santiago de Compostela Convention Bureau, que
funciona como elemento integrante da oferta pública e privada da cidade, para viagens e reuniões
de negócios, trabalhando na promoção de Santiago como destino turístico de congressos; (ii) e a
Santiago de Compostela Film Commission, o gabinete de apoio á produção cinematográfica em
Santiago, criada no plano de trabalho da rede de Cidades de Cinema. Encarregando-se da
acessória e apoio a largas-metragens, documentários, séries e programas de televisão ou
anúncios, encarando-os como um meio de promoção da cidade.
As fichas de inquérito aplicadas aos turistas foram realizadas ao longo do segundo trimestre de
2006, em locais específicos, de interesse turístico cultural e religioso, das cidades de Braga e
Santiago de Compostela. Em Braga realizam-se em três locais diferentes: (i) Sé de Braga e sua
envolvente; (ii) Santuário do Bom Jesus e (iii) Santuário de Nossa Senhora do Sameiro.
Em termos de espaço temporal, foram aplicados 20% dos questionários, durante o mês Abril,
sendo que as celebrações da Semana Santa decorreram de 12 a 15 do mesmo mês. Os restantes
80% foram realizados até ao final do mês de Junho. Esta decisão justifica-se pelo facto destes
serem os períodos de maior afluência de turistas à cidade de Braga onde, como se sabe, a
Semana Santa é um dos principais cartazes turísticos e os meses de Primavera e inicio de Verão
são, provavelmente, aqueles em que a afluência de excursionismo é mais elevada. Possibilitando,
desta forma, verificar se existem algumas diferenças entre as respostas obtidas nos diferentes
espaços temporais.
Seguidamente apresentamos, uma breve comparação dos dados, para analisar as principais
diferenças e/ou semelhanças que possam ajudar a compreender melhor o perfil dos turistas que
visitam estas duas cidades do Noroeste Peninsular.
Os aspectos mais atractivos ou merecedores de uma visita nas cidades são assinalados de uma
forma unânime, realçamos os monumentos em geral e religiosos, com a maior preferência. A
principal diferença reside na Semana Santa, uma vez que apresenta valores mais elevados em
Braga que em Santiago, algo que se compreende, pela importância que as celebrações têm na
cidade portuguesa e pelo facto de 20% dos inquéritos terem sido aplicados durante a Semana
Santa. A gastronomia continua a ser um aspecto realçado como muito importante nas duas
cidades, com uma ligeira vantagem para Braga.
Passear pelo centro histórico é actividade mais assinalada nas duas cidades, seguida pela visita a
monumentos. Os inquiridos são pessoas diferentes, mas os hábitos são idênticos, pois a grande
maioria assinala as mesmas actividades, ou seja, basicamente dão um passeio pelo centro
histórico, visitam um monumento, comem um prato típico e compram uma recordação.
Analisando a satisfação da visita, no que toca aos respectivos aspectos, podemos concluir que os
monumentos e os serviços, associados à actividade turística (principalmente a restauração e o
alojamento), são os aspectos mais valorizados. No caso de Braga o transporte, a sinalização e a
informação turística são o “elo mais fraco”.
Quanto ao número de turistas que pernoita, este é mais elevado na cidade galega, 68%. Enquanto
que em Braga apenas 36% vão pernoitar na cidade, cerca de metade do valor apresentado em
Santiago. A duração dessa estadia, também é mais elevada em Santiago, com uma média de 2,4
noites, enquanto em Braga apenas 1,1 noite. Concluindo, não só o número de turistas é superior,
bem como o número médio de noites é superior em Santiago.
O hotel é a tipologia de alojamento preferida dos turistas, nas duas cidades. Destacamos, ainda,
uma singularidade, da cidade de Santiago, o facto de se registar alojamento em albergue
(10,1%), situação que em Braga não ocorre.
No que respeita à reserva de alojamento, 46,7% dos turistas que visitam Santiago fazem-no
directamente, tal como em Braga (42,8%). Estes valores vão se reflectir nas formas de
organização da viagem, sendo que na cidade portuguesa se nota uma maior interferência de
terceiros, enquanto que em Santiago essa organização é realizada autonomamente, na maioria
dos casos.
O veículo próprio é o meio de transporte mais utilizado nas deslocações às duas cidades, com
vantagem para Braga, segue-se o autocarro de turismo que é mais usado em Braga com 32% e
somente 8,2% em Santiago. O avião é um pouco mais utilizado pelos turistas de Santiago, o que
se justifica pela existência do aeroporto de Lavacolla. A cidade de Santiago é inevitavelmente a
única que recebe turistas vindos a pé.
A procedência dos turistas, também não apresenta grandes diferenças, entre as duas cidades. O
mercado interno é o que detém mais importância, com os principais centros urbanos, de cada
país, a representarem a maior fatia. No que diz respeito à distribuição por países estrangeiros
mantêm-se como principais mercados emissores aqueles com maior peso no turismo dos dois
países, sendo que Portugal representa o principal mercado de estrangeiros em Santiago, e os
espanhóis desempenha o mesmo papel em Braga
A imagem que os turistas têm das duas cidades é muito semelhante, salvaguardando as
especificidades de cada local. A associação das cidades à religião é constante se, por um lado,
temos Braga ligada à sua história eclesiástica (“Cidade dos Arcebispos”), por outro, temos
Santiago aliada ao Santo Apóstolo. Esta análise só vem reforçar a relação entre as duas cidades,
nomeadamente, a ligação com a Igreja, como anteriormente, já, referimos.
O nível de praticantes, dentro dos diversos grupos é quase similar, os católicos estão menos
envolvidos nas práticas religiosas, que os das outras religiões, seguidos pelos protestantes.
1,0%
Nenhum(a) 11,5%
4,6%
Igreja livre/ Evangélica 1,0%
1,5%
Hindu (Hinduísmo) 1,8%
0,5%
Muçulmano (Islamismo) 0,3%
3,1%
Ortodoxo (Igreja Ortodoxa) 2,8%
57,4%
Católico romano(Catolicismo) 60,8%
Talvez a principal conclusão, que possamos retirar desta análise, seja o facto das duas cidades
terem uma imagem muito semelhante (colocando Santiago num nível superior), aos olhos dos
turistas, valorizando a riqueza patrimonial (o granito “a pedra feita arte”) relacionada com a
importância da Igreja, reflectida na cultura, na arquitectura, no ambiente, na gastronomia, nas
tradições e nas pessoas.
Realizou-se uma abordagem inicial aos agentes locais de promoção turística a Incolsa em
Santiago e a Turel em Braga36, no sentido de nos poderem ajudar a orientar o nosso trabalho de
campo, ou seja, definir o tipo de produto comercializado pelas agências de viagens/OT.
Os objectivos que guiaram a realização destas reuniões (entrevistas não estruturadas) podem ser
agrupados nos seguintes níveis:
! Potencial de desenvolvimento do turismo cultural e religioso na oferta turística da
região;
! Estratégias de mercado;
! Principais mercados de “incoming” do turismo cultural e religioso
! Tipo de programação de turismo cultural e religioso para o Noroeste Peninsular;
35
O facto de me apresentar nas minhas funções de técnico de turismo da Turel, poderá, eventualmente, ter causado
uma questão metodológica interessante, mas para ter acesso mais rápido, conhecer e compreender as dinâmicas de
mercado era necessário estar dentro delas e apresentar-me como tal.
36
No caso de Braga não encontramos nenhum OT nem agência de viagens especializados em turismo cultural e
religioso, pelo que optamos por abordar aquelas que tinham algum mercado de “incoming” e um OT da cidade de
Guimarães, especialista em “incoming”, para o Noroeste Peninsular.
oferta turística na Euro-região, justificando com o facto de nela se situar o principal símbolo
ibérico deste produto, Santiago de Compostela.
No que respeita à estratégia de mercado, a prioridade vai para os públicos com um nível cultural
médio alto – direccionado para um turismo cultural –, e para os que estão mais próximos da
Igreja, nomeadamente as comunidades paroquianas que apresentam já uma mobilidade
significativa, – direccionados para um turismo religioso, com alguma componente cultural –.
Reconhecendo que este ultimo é um mercado atraente, mas difícil de trabalhar, pois a maioria
das viagens ainda são organização no seio das paróquias, de forma informal.
A conjugação dos dados ora mencionados permite observar algumas tendências sobre a
programação dos operadores turísticos, em relação aos produtos de turismo cultural e religioso:
! As visitas a locais de culto de grande monumentalidade (Catedrais), e os
monumentos civis são os produtos mais promovidos. O que nos indica que a
maioria promove produtos de turismo cultural e religioso, dentro das cidades;
! A maioria dos programas não abrange Braga, incluindo a visita a outros locais de
Portugal, dos quais se destacam: Porto, Fátima e Lisboa;
! A utilização de avião e autocarro, ou só autocarro, para fazer a deslocação entre o
país de residência e a Galiza e Portugal são as opções mais referidas;
! Tendência para a selecção do Porto e Santiago como locais de pernoita;
! Reduzida notoriedade do turismo no espaço rural enquanto oferta integrada em
programas;
37
A este respeito convém referir que o único produto disponível de “fly and drive” foi o apresentado pelo OT
“Noroeste Peninsular” com sede em Guimarães. Constituiu um produto com base nos sítios Património Mundial da
euro-região (Porto, Guimarães, Santiago de Compostela, Lugo, As Medulas e Alto Douro Vinhanteiro. Um bom
exemplo do tipo de produtos que se podem conceber para este território.
! Oferta reduzida de programas de “short-breaks” ou “city-breaks”, restringindo-se
a cidades como o Porto;
! No respeitante a eventos religiosos, o Xacobeu e a Semana Santa de Braga
merecem especial destaque.
CONSIDERAÇÕES FINAIS
As duas cidades têm potencialidades turísticas para se afirmar como um destino turístico de
excelência no sector cultural e religioso. Torna-se, assim, fundamental dar visibilidade aos
renovados centros urbanos, aos acontecimentos económicos, culturais e recreativos, como as
festividades, focos de atracção e afluência de milhares de visitantes. Possuindo o Norte de
Portugal e a Galiza, um rico e vasto património cultural, arquitectónico e religioso, a
dinamização deste tipo de turismo, mediante uma adequada estruturação e promoção da oferta,
poderá desempenhar um papel fulcral no desenvolvimento regional. A invenção de tradições, no
sentido que lhe é dado por Hobsbawn (1995), associada a festas, feiras e romarias, poderá
igualmente desempenhar um papel essencial no desenvolvimento deste tipo de turismo.
Uma das principais conclusões, que retiramos, é que estamos perante duas realidades
discrepantes em termos de dimensão turística. Santiago é um dos principais destinos
internacionais de turismo cultural e religioso, as suas potencialidades turísticas são uma das
principais bases de sustentação e desenvolvimento da cidade. Em Braga, essas potencialidades,
de certo modo, ainda estão sub-exploradas e constituem uma oportunidade de desenvolvimento
sustentado.
Torna-se necessário descobrir recursos e apostar em novos produtos que despertem aos turistas
de Braga motivações suficientes para a visita e estadia no local. Foi na unificação destas duas
cidades que vimos uma oportunidade para a “Cidade dos Arcebispos”.
As instituições ligadas ao turismo, em conjunto com os agentes privados devem juntar sinergias
e reunir as condições financeiras para que a promoção da euro-região e das duas cidades, não se
limite a pequenos eventos, alargando o seu âmbito.
As políticas locais neste sector turístico têm de ser elucidadas, eficazes e executáveis, pois, são
os próprios gestores a evidenciar a potencialidade deste produto nas cidades em análise.
Os dados deste estudo revelam, também, uma atitude progressista nas dinâmicas comerciais
locais, por parte dos actores da oferta do sistema turístico, principalmente os operadores
turísticos de Santiago. É importante delimitar orientações para o desenvolvimento do produto
“Turismo Cultural e Religioso”, qualificando a oferta cultural dos centros urbanos e de circuitos.
Com base nestes pressupostos, recomendamos a criação do produto conjunto de turismo cultural
e religioso, entre Braga e Santiago de Compostela (V. Pereira 2006), estimulando a cooperação
transfronteiriça e reforçando as relações entre as duas cidades. Ficou comprovado, que apesar
das diferenças em termos de projecção internacional existem várias relações entre as duas
cidades. A imagem associada à Igreja, ao património religioso, e à cultura, fazem reavivar as
lembranças de outros tempos, em que estas duas “polis”, assumiam papéis de destaque, ainda
que vivessem de costas voltadas, lutando pelo poder na antiga Galécia.
O património cultural de origem religiosa configura-se como o grande produto turístico das duas
cidades. Os bens materiais e as manifestações culturais de cariz religioso e etnográfico deverão
ser inventariados com a brevidade possível, pois são a base de partida para uma projecção
internacional de Braga, transformando-a num grande centro europeu de turismo cultural e
religioso, à semelhança do que acontece com Santiago.
Em termos de limitações, como é normal nos inquéritos por questionário, o facto de só se incluir
os que aceitaram responder pode criar problemas de representação na amostra. É difícil assegurar
e medir, porque não se dispõe de registos da população alvo total. Como sabemos, a fiabilidade
dos resultados não depende, exclusivamente, da dimensão das amostras, embora seja um factor a
levar em consideração, sobretudo quando não existem estudos anteriores com esta dimensão,
sobre este tema, junto do universo inquirido.
O estudo também seria mais exaustivo se as observações dos hábitos e comportamento dos
turistas fossem realizadas de uma forma mais exaustiva, acompanhando grupos de turistas com
motivações mais amplas, bem como, peregrinos durante o “Caminho”, ao longo de um período
temporal mais extenso.
Identificadas que estão as limitações, ficam algumas sugestões para estudos futuros. Seria
interessante a realização de inquéritos mais alargados junto da oferta turística, as unidades de
alojamento e de restauração, as empresas de animação turística, as entidades promotoras deste
sector do turismo, incluindo as entidades eclesiásticas e civis que regulam o património religioso
e não religioso existente nesta região. Era importante, também, aprofundar a perspectiva
histórica sobre a relação entre Braga e Santiago de Compostela, ao nível religioso e civil.
Por estas razões chegamos à conclusão que os destinos turísticos não podem actuar de costas
voltadas, sobretudo em territórios próximos física e culturalmente, isto aliado ao facto de se
tratar de regiões periféricas, no contexto europeu, faz com que as cooperações sejam ainda mais
importantes. Se estas existem em outros sectores da economia também se pode associar o
turismo, criando sinergias que permitam beneficiar ambos os territórios, nomeadamente as
cidades de Braga e Santiago de Compostela.
BIBLIOGRAFIA.
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BARDIN, Laurence (1994): Análise de conteúdo. Lisboa, Edições 70.
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WOLFE, T. (1988). “L’arte come nueva religione”, in II giornale dell’arte, Torino.
Outros Documentos
− Centro de Estudos Turísticos de Santiago de Compostela (2005): Enquisa Demanda
Turística de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela.
INTRODUÇÃO
O Círio41 de Nazaré, como evento religioso, é o centro de um acontecimento mais amplo, que
chamaremos aqui de Círio de Nazaré de Belém: um evento total (Mauss, 2003; Alves, 1980) que
combina um conjunto ou seqüência de rituais que se realizam em diversas instâncias e esferas da
vida da Cidade de Belém.
Nessa confluência, o lugar que cria e recria a cada ano a grande celebração, o povoamento de
Santa Maria de Belém do Grão-Pará, portal da Amazônia, ponto de partida de sua colonização
européia, centro estratégico do comércio que a conecta com o mundo, torna-se denso de
significados para cada um dos que o conformam em funções centrais ou periféricas, próximas ou
remotas, em posições imediatas ou mediatas. Com isso, revela-se atrativo simbólico para o outro,
para o estranho que busca aqui, de algum modo, o paraíso (Perdido? Prometido? Perdido na
promessa?) da fé, da alegria e da beleza. Isso implica em diversas viagens: a viagem interior que
motiva a generosidade e a prodigalidade; a viagem em torno de si (as procissões, o “arrastão”, o
38
Trabalho resultante de pesquisa realizada no contexto da RedeSist/IE-UFRJ, com a apoio do SEBRAE Nacional.
Os autores agradecem enfaticamente a ambas instituições.
39
Mestrando do Curso de Mestrado em Planejamento do Desenvolvimento do PDTU/NAEA/UFPA.
40
Graduando do Curso de Informática da Universidade da Amazônia/UNAMA.
41
Etimologicamente, a expressão “círio”, do latim “cereus” significa uma grande vela de cera. Em suas origens
portuguesas, os círios representavam um ajuntamento de pessoas que se organizavam para, em romaria, ir ao
santuário de Nossa Senhora de Nazaré, em Portugal.
“auto”, as “paradas” – conf. Costa, et alii: 2006) onde se expõem os símbolos tangíveis da fé e da
arte, onde se grita a diferença, onde se pavoneia o poder; a viagem desde o interior que aproxima
o rural do urbano articulados pela cultura que tem nesses símbolos seus elementos de identidade;
a viagem desde o exterior que traz ao lugar os curiosos e os carentes dos seus atributos: de fé, de
alegria e de beleza.
Nessas viagens se assenta a economia do Círio de Nazaré de Belém: a prodigalidade altera o ato
de consumir, posto que influi na disposição e na forma do consumo; a exposição requer a
produção, em sentido palpável, material e tangível, dos símbolos, da representação, da
performance; a aproximação do centro com o interior implica em custos, i.e. gastos efetivos de
energia e matéria para romper a inércia do afastamento, do mesmo modo que o deslocamento
para a visitação do estranho. Em meio a tudo, o poder, econômico ou político, paga para se
naturalizar ou para se divinizar nos símbolos - paga, naturalmente, com o que arrecada pela
condição de poder.
É nessa perspectiva que o Círio de Nazaré de Belém constitui objeto deste capítulo: enquanto
economia, isto é, como momento especial da reprodução social em lugar preciso, fundado na
integração de processos produtivos de sistemas particulares, dentre os quais se destaca o próprio
Círio de Nazaré, o evento religioso.
O Círio de Nazaré, a procissão matriz e suas derivações, é o evento central e fundador do Círio
de Nazaré de Belém, o grande momento vivenciado anualmente pela cidade de Belém e suas
adjacências. Cada celebração do Círio de Nazaré é um momento, o último da série que constitui
o processo histórico da construção social de um lugar santificado: aquele por onde perambula o
ente que santifica e para onde perambularão os carentes dessa santificação. O Círio de Nazaré é,
pois, por um lado, um lapso de tempo definido e finito, momento presente, oportunidade da
realização e exposição de prodígios mediante os critérios da confissão religiosa católica; por
outro, um lapso de tempo indefinido e infinito, que configura o passado, o lugar psico-social
onde residem os prodígios realizados, e o futuro, o lugar psico-social onde se realizarão sonhos,
partes desses prodígios.
Assim percebido, o Círio de Nazaré é, em si, um sistema constituído de uma esfera de produção,
da qual resulta um produto ajustado a necessidades de pessoas concretas, e uma outra de
reprodução, de que faz parte a) uma orientação finalística para a realização de objetivos
sistêmicos, materializáveis em capital simbólico, acumulável, como todas as formas de capital, e
b) mecanismos de feed back orientados por aferição do alcance dessas finalidades em um trajeto
evolutivo. Um a um, os elementos constitutivos do sistema Círio de Nazaré são os seguintes:
A produção do Círio. É o processo objetivo que articula meios tangíveis e intangíveis para
estabelecer, a cada ano, oportunidades privilegiadas de vivências que estimulem a fé e a
esperança em Deus e na divindade católica justificada pela história do Círio.
O produto do Círio. A experiência do Círio, o ato de vivenciá-lo perpetrado por cada crente seria
o ato de consumo do produto derivado do processo produtivo do Círio; cada vivência subjetiva,
individual, seria uma unidade absorvida (de consumo).
Os demandantes do Círio. Os que vivenciam o Círio são seus demandantes. Tal audiência se
divide entre os que demandam o Círio para pedir, os que demandam o Círio para agradecer, os
que demandam o Círio para pedir e agradecer, os que demandam o Círio para ver os que pedem e
os que agradecem – conferir o evento, indagar sobre razões, se extasiar sobre formas, sentir o
espetáculo. Os que pedem o fazem em silêncio. Os que agradecem alardeiam com os recursos
performáticos das diversas formas de pagamento de promessas, a saber: a) a exposição do objeto
da graça, demonstração para o mundo do poder (de intermediação?) da Santa – recurso
recorrente em outras oportunidades religiosas; b) a demonstração pública da Fé na Santa, pelo
auto-imputação de sacrifício e c) pela prestação imediata de um serviço à Santa, em retribuição à
graça alcançada. As duas primeiras formas são recorrentes em manifestações católicas de
características semelhantes; a última, entretanto, é típica do Círio de Nazaré – é um seu
distintivo.
A finalidade do Círio. O sistema se orienta, no seu processo reprodutivo, pelo número dessas
vivências, sua finalidade sendo a de permitir o maior número possível delas.
A concorrência. O Círio de Nazaré é um mecanismo operado pela fé católica num tempo e num
espaço precisos. O tempo do Círio é concomitante com o tempo de outras manifestações
realizadas em espaços distintos. Para os que fazem a “viagem do exterior”, o Círio é alternativa a
outras oportunidades de exercício de fé e de esperança sob a égide da fé católica em outros
lugares. Por outra parte, a fé católica (e sua institucionalidade) não detém o monopólio das
oportunidades de exercício da fé e da esperança cristãs como ingredientes da vida social – como
um dos seus mecanismos de coesão e estabilidade. Para os que realizam “a viagem do interior”
para exercitar “a viagem interior”, a oportunidade do Círio realiza-se como alternativa num
campo em que outras confissões atuam oferecendo signos equivalentes.
A construção do Círio, como processo histórico, está marcada por dois tipos de eventos: os que
construíram os símbolos em torno dos quais se estruturam os movimentos objetivos que fazem
os percursos de cada ano e os que criam e recriam tais percursos. Em ambos os casos há eventos
fundamentais, que criam elementos de grande significado, e mudanças que complementam ou
dão seqüência às inovações fundamentais.
Destacam-se duas grandes ondas de criação: a primeira seqüência produz os principais símbolos
do Círio e se estende por um século e meio; a segunda, amplia o espaço-tempo de influência
desses símbolos: um processo iniciado há três décadas e em notável andamento.
A produção dos símbolos. A descoberta/revelação da (imagem da) Santa em 170042; o modo
apoteótico de demonstração de milagres na criação/adoção dos carros em 180543; a exposição da
veneração por parte do poder político por carros apoteóticos em 182644; a santificação oficial do
evento em 184545; a condução da Santa por carro puxado por número indeterminado de pessoas,
pela invenção articulada da Berlinda e da Corda, ambos em 185546. Estes eventos fundam os
elementos que estruturam atualmente a procissão do Círio de Nazaré (para detalhes ver Costa et
alii, 2006).
42
A imagem original da Santa é substituída, desde final dos anos sessenta do século passado, por uma outra imagem
designada Imagem Peregrina. Desde então, a imagem original não sai da Basílica. Criou-se, todavia, uma cerimônia
em que ela desce do altar principal, o altar Glória, para ficar por toda a quinzena de celebrações do Círio, no
Presbitério da Basílica, mais perto do povo (conf. Amaral, 2003).
43
Atualmente a procissão conta com 12 carros: Carro do Caboclo Plácido, Barca dos Escoteiros; Barca Nova; Carro
do Anjo Custódia, Barca com Vela, Carro do Anjo Protetor da Cidade, Barca Portuguesa, Carro dos Anjos I, Barca
com Remos, Carro dos Anjos II, Carro dos Milagres Dom Ruas Roupinho/Brigue São João Batista e Carro da
Santíssima Trindade.
44
Atualmente a procissão conta com 12 carros: Carro do Caboclo Plácido, Barca dos Escoteiros; Barca Nova; Carro
do Anjo Custódia, Barca com Vela, Carro do Anjo Protetor da Cidade, Barca Portuguesa, Carro dos Anjos I, Barca
com Remos, Carro dos Anjos II, Carro dos Milagres Dom Ruas Roupinho/Brigue São João Batista e Carro da
Santíssima Trindade.
45
O reconhecimento do caráter purificador da festa pela alta cúpula da Igreja Católica é mais que um reforço: é
consagração dos símbolos e seus poderes.
46
Segundo Vanda Pantoja (2005), para leigos e sacerdotes envolvidos com a organização do Círio a Corda é um dos
mais representativos símbolos da devoção. A Corda é entendida, ademais, como o elemento através do qual o povo
se manifesta de fato na celebração, o instrumento pelo qual o povo controla e se apropria da procissão (Pantoja,
2005:70).
A produção do espaço-tempo do Círio. Em 1700, a própria Santa estabelece seu lugar, o ponto
para onde, se removida, sempre retornará; um pouco menos de um século depois, em 1793, fará
sua primeira viagem, sagrará seu primeiro roteiro – o caminho entre sua morada e as moradas do
poder político (1793) e eclesiástico (1882) do Grão Pará – vizinhos na centro da povoação de
Santa Maria de Belém. Este foi o espaço do Círio por quase dois séculos, quando então, em
1972, se criaram as peregrinações e, em 1986, se iniciaram, com a Romaria Fluvial, as romarias
especiais.
Com isso se abrem caminhos para as romarias especiais, iniciadas com a Romaria Fluvial, em
1986, orientadas a públicos particulares e cumprindo roteiros próprios, tendencialmente de
abrangência crescente. Hoje são sete essas procissões (ver Quadro 1). Ademais, a Imagem
Peregrina empreende longos trajetos para o exterior e aprofunda viagens interiores. No primeiro
esforço, capitais e grandes cidades do País são visitadas nos anos de 1991, 1992 e 1993, como
parte das comemorações dos 200 anos do Círio de Nazaré; no segundo, a peregrinação se
aprofunda no espaço privado, alcançando, desde 2003, instituições e empresas. Em 2006, 36
dessas organizações serão visitadas pela Santa (conf. Tabela 3).
Associada aos novos roteiros e espaços, interiores ou exteriores, ocorre a reformulação do tempo
do Círio de Nazaré - extensiva e intensivamente. Há uma elevação da extensão do tempo do
Círio na medida em que se expandiu da quinzena original para um calendário que, no que se
refere aos eventos em espaço público, se estende, neste ano de 2006, por exemplo, de 25 de
agosto a 23 de outubro; no que se refere ao roteiro privado das peregrinações, vai do dia 12 de
agosto até 4 de novembro. Ao lado disso, há uma intensificação, um adensamento do tempo
quando se operam múltiplos eventos num mesmo espaço de tempo. No dia 7 de outubro, por
exemplo, ocorrem 5 romarias e em vários momentos se tem peregrinações concomitantes entre si
e com outros eventos.
Figura 1 – Representação esquemática da produção da audiência total do Círio de Nazaré pela sua
configuração espaço-tempo
T em po d o
C írio
F im da s p e rig rin a çõ e s
At + f
(t + f) CírioCde írioNazaré
d e N az aré
(D im en=s ão R elig io s a) =
A ud iê n c ia d o C ír io =
A t + 15 Audiência para o poder e
R e c írio (t+ 1 5 ) SA t+ SA e
para a palavra de Cristo,
através da Virgem de
At Nazaré
2 º. D o m in g o d e o u t. (t)
=
ΣAt + ΣAe
ω
At − 6
A p re s e ntaç ã o d o
m a n to (t - 6 )
In íc io d a s pe rigrin aç õ e s At − i
(t -i)
Ae + 40 k m Ae + 64 k m A e + 10 m i m a Ae+ω
B e lém -
C e n tro d e C e n tro d e A n a n in d eu a - Ic o a ra c i-C e n tro d e
A n a n ind eu a A lc a nc e d as E s p aç o d o
B e lém : B e lém : Ic o a rac i B elém
(e + 4 0 K m p or P e rig rin a çõ e s
E s fe ra E s fe ra
te rra )
(e + 6 4 K m (e + 1 0 m ilh a s po r C írio
P riva d a p ú b lic a p o r te rra ) água) (e + w )
(e -a ) (e )
Fonte: Elaboração dos autores.
A demonstração das condições mediante as quais evoluiu a Audiência Total do Círio de Nazaré
(ATCN), sua finalidade, é fundamental para a compreensão do seu desenvolvimento. No Gráfico
1 estão as compilações históricas e estatísticas em relação a audiência e sua composição
(Procissão do Círio e Outras Procissões). Além dos números estimados para as audiências do
Círio ao longo dos últimos 150 anos anotamos, também, as taxas geométricas médias de
incremento anual para os períodos para os quais se dispôs de informações.
47
Há uma diferença importante entre eventos como o Círio, que resulta da sagração do lugar por um tempo
determinado (a criação e recriação de um espaço-tempo), e lugares permanentemente sagrados, como Fátima, em
Portugal, ou Juazeiro do Norte e Aparecida do Norte, no Brasil. Fora da “quadra nazarena” se perde a áurea sagrada
do espaço, em Belém do Círio. Em Aparecida da padroeira do Brasil, por seu turno, os espaços são sagrados,
independentes da temporalidade: o porto, o Santuário Maior, o Santuário Menor e outras atrações não precisam de
tempos sagrados para receber os visitantes. Assim como não tem tempo o poder dos lugares onde o Padre Cícero
Romão Batista fez seus milagres. Nesses casos, o espaço possui independente do tempo, a capacidade de ligar os
fiéis às divindades.
48
Nessas condições, a fórmula da soma dos termos da PA é n.i=n.(a1+an)/2, para i sendo a média do crescimento
anual do período conhecida, n o número de anos, a1 o primeiro termo e an o último termo. Assim, a1 = na - 2i. E a
razão r = ( an - a1)/n.
caracterizado pela consolidação dos símbolos já estruturados, como mencionado, em meados do
século anterior. No período, vários eventos reforçaram esses símbolos: em 1901 foi concedida
indulgência plenária para quem participasse piamente em qualquer dia do novenário do Círio; em
1909 foi criado o Hino Oficial do Círio “Vós Sois o Lírio Mimoso”, até hoje muitíssimo
apreciado; de 1909 a 1914 foi construída a Basílica de Nazaré, a qual recebeu de Roma o título
de Basílica em 1926. Ademais, foi neste último período, mais precisamente em 1910, que se
criou a Diretoria da Festa, uma inovação organizacional de grande significado, como veremos
depois.
1.2. Em contraste com essa vivacidade, os períodos que seguem se caracterizam por baixa
atividade de reforço ou criação simbólica, ou de inovação no processo de produção e gestão do
Círio de Nazaré.
1.3. Em consonância com isso, cai o ritmo de expansão ao longo dos anos quarenta,
decrescendo a taxa a ATCN de ano para ano até o ponto em que, em meados dos anos cinqüenta,
inicia uma fase de declínio que tem seu ponto mais baixo em fins dos anos sessenta.
2. Um segundo período (1970 a 1990/93) inicia nos primeiros anos da década de setenta e tende
à estagnação no início da década de noventa.
2.1. No início dos anos setenta recuperam-se as taxas de crescimento e até os primeiros anos
da década de oitenta verifica-se uma expansão acelerada, caindo a partir daí até atingir níveis
próximos de zero no início dos anos noventa. A retomada do crescimento nesse período parece
claramente associada à grande inovação das peregrinações da Santa, em 1972 – o que permitiu
uma primeira reconfiguração espaço-tempo do Círio (ver Gráfico 3). Parece, também, atrelada a
uma importante inovação organizacional, a criação da Guarda da Santa, em 1974. Deve-se
considerar, ainda, a criação de novo hino (1975), o reforço simbólico representado pela benção
do Papa à Santa (1980) e pela criação de novos carros e barcas (1980 e 1982).
2.2. A partir de 1983, ao par com uma baixa atividade de reforço e criação, se verifica queda
continuada da taxa de incremento, a qual apresenta valores negativos nos primeiros anos da
década de noventa, chegando ao ponto mais baixo em 1993.
3. A terceira fase (1990/93 até o presente momento) inicia com recuperação das taxas de
crescimento na primeira metade dos anos noventa (ver Gráfico 6). O novo momento parece
marcado por um aprofundamento das estratégias iniciadas no período anterior, com ênfase nas
peregrinações e, na esteira dos primeiros experimentos (a Romaria Fluvial, em 1986, e a
Romaria Rodoviária, 1990), nas romarias especiais. Digno de nota é, também, a mudança
organizacional representada pela criação, em 2001, de um novo Regimento que reformula
profundamente a gestão do Círio. A isso nos reportaremos no próximo segmento.
Gráfico 1 – Evolução da Audiência Total do Círio, 1793 a 2005
4.000.000
1999 a 2005
1992 a 1999 Proc. do Círio:
3.500.000 Proc. do Círio: 4,9% a.a.
1982 a 1992 1,0% a.a. Outras procissões:
Proc. do Círio: Outras procissões: 19,7% a.a.
5,8% a.a. 6,5% a.a.
3.000.000 Total:
2.500.000
1975
2.000.000 a
1937 1982
a 10,4%
196 a.a.
1.500.000 6
2,4
%
1.000.000
190 192 196
2 8 6 a
a a 197
500.000
192 193 5
8 7 0%
a.a
0
93
02
27
28
37
66
75
76
79
80
82
90
91
92
93
94
95
96
97
98
99
00
01
02
03
04
05
17
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
20
20
20
20
20
Círio de Nazaré Outras Procissões Audiência Total
500.000 10%
450.000
8%
400.000
Audiência Total do Círio de Nazaré
350.000 6%
0 -4%
1902
1904
1906
1908
1910
1912
1914
1916
1918
1920
1922
1924
1926
1928
1930
1932
1934
1936
1938
1940
1942
1944
1946
1948
1950
1952
1954
1956
1958
1960
1962
1964
1966
1968
ATCN TxIncremento
Fonte: Gráfico 1. Cálculos ano a ano pelo modelo apresentado na Nota 13 e contexto.
Gráfico 3 – Evolução da Audiência Total do Círio de Nazaré – 1970 a 1994
2.000.000 20%
1985
1.800.000 Iniciam as
transmissões de TV
1.400.000
600.000
1975
400.000 0%
Criado novo Hino
200.000
0 -5%
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
ATCN TxIncremento
Fonte: Gráfico 1. Cálculos ano a ano pelo modelo apresentado na Nota 13 e contexto.
Gráfico 4 – Evolução da Audiência Total do Círio de Nazaré – 1995 a 2005
4.000.000 14%
3.500.000 12%
Audiência Total do Círio de Nazaré
3.000.000 10%
2.000.000 6%
1.500.000 4%
1.000.000 2%
500.000 0%
0 -2%
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
ATCN TxIncremento
Fonte: Gráfico 1. Cálculos ano a ano pelo modelo apresentado na Nota 13 e contexto.
A PRODUÇÃO E A REPRODUÇÃO DO CÍRIO
No entanto, no final dos anos sessenta se expôs uma lacuna na formatação da DF: a
ausência de um mecanismo de coordenação na realização da Romaria. A Diretoria da
Festa, eficiente no planejamento e na preparação, não dispunha de um braço executivo
na realização da Romaria - a grande capacidade de planejamento e produção do Círio
até o início de sua realização, não tinha correspondência com a sua execução
propriamente dita. Enquanto a pressão derivada da relação entre as dimensões da
audiência e o espaço objetivo de realização do cortejo não ameaçou o seu núcleo - o
Carro da Santa e seu cortejo imediato - tal lacuna não se fez notar. Todavia, na medida
em que, como resultado de um longo período de expansão, a multidão tendeu a se tornar
incontrolável no que se refere à sua relação com os símbolos do Círio, em particular
com a Corda, a necessidade de correção se fez premente49. É assim que em 1974
49
Com grande sensibilidade Pantoja detecta o problema: “... praticamente todo planejamento levado a
cabo pela DF durante o ano todo se desfaz por ocasião das procissões. A regra desse cenário quase
efetivou-se uma segunda grande inovação organizacional do Círio - a criação da Guarda
da Santa, “... responsável por colocar em prática o que fora planejado pelos diretores [da
DF]” (Pantoja, 2005: 69). Após essa inovação, o sistema parece ter readquirido
capacidade de expansão, potenciada pela notável ampliação do tamanho da corda: de 50
metros, em 1983, a corda passa a 400 metros e 1990. Correlata a isso se verifica uma
inflexão positiva nas taxas de crescimento da audiência (conf. Gráfico 3).
Tal evolução, contudo, volta a ser contestada já na primeira metade dos anos noventa.
Após o considerável crescimento dos quinze anos anteriores, a audiência da grande
procissão estagna por praticamente toda a década de noventa. Ao par do fenômeno,
encontramos um período em que se manifesta de modo particularmente tenso a relação
entre o valor simbólico da Corda e seu significado objetivo na operação do Círio.
Aqui convém uma digressão. Como já esclarecido, a Corda adquiriu um valor simbólico
extraordinário na estrutura do Círio enquanto um componente que permite uma relação
física entre o crente e a divindade. De um lado, isso enseja uma especificidade no Círio
de Nazaré, que o diferencia e engrandece simbolicamente comparativamente a outras
manifestações semelhantes; de outro, cria uma correlação objetiva e direta entre
Audiência Total do Círio e os que demandam a proximidade física com a Santa – os que
participam dessa audiência na condição de “Promesseiros da Corda”. Há uma corda,
objeto físico, que é a mediação dessa proximidade simbólica. Na medida em que cresce
a demanda por essa proximidade (porque a audiência cresceu conduzida em parte pela
expectativa de poder praticar tal possibilidade), se a corda não cresce no mesmo passo,
crescerá uma tensão, correspondente à diferença dos ritmos. Tal tensão se expressa ou
como demanda insatisfeita por não se ter acesso à corda ou como desordem e
perturbação – a eliminação de um pressuposto, de um ingrediente de construção do
Círio - ou, ainda, como desagrado por um sacrifício para além do prejulgado. Crescer o
tamanho físico da corda constitui forma de reduzir essa tensão.
sempre é o improviso, sendo o principal personagem, o leigo comum, mais precisamente o promesseiro
da corda.” (Pantoja, 2005:68).
sessenta e início da década seguinte. A criação da Guarda da Santa, em meados dos
anos setenta, constitui o estabelecimento de uma regulação e disciplinamento do acesso
por métodos de contenção: mediante uma oferta fixa, a inovação se faz no sentido de
conter, pela força ou pelo controle, institucionalmente, portanto, a demanda. Isso reduz
a insegurança, fazendo retornar o crescimento da audiência e uma correlata pressão de
demanda sobre a corda. Ao longo dos anos oitenta se procurou responder a isso pela
expansão da dimensão física desse ícone. O que arrefeceu a tensão sobre a corda
elevando, contudo, o grau de descontrole sobre o tempo de duração do Círio. Com isso
se estabeleceu um novo item de “custo” para a audiência total, pela vivência do Círio.
Tal “custo” se fez crescente com o tamanho da corda e conteve a expansão da audiência,
levando à estagnação que observa claramente nos anos noventa.
Com efeito, ao longo dos anos noventa, duas trajetórias estavam postas numa bifurcação
evolutiva provocada pelos mecanismos de regulação criados em torno da Corda. De
uma parte, se propõe eliminar a Corda da estrutura simbólica do Círio, ou porque se
alega ser ela objeto não sagrado, ou porque se atribui à sua existência uma insegurança
que compromete o conjunto do evento50. De outra parte, se fazem experimentos para a
manutenção da Corda, de modo a lhes dar maior dirigibilidade e andamento: se fazem
experimentos na estrutura e comando da “cabeça da corda”, nos diversos formatos que
ela pode assumir – de circular a linear – e nas formas de composição com a Berlinda –
tempos e momentos diversos de atrelamento e desatrelamento.
50
Vanja Pantoja registra essa controvérsia qualificando-a de “ambiguidade do símbolo”, pois far-se-ia-a
entre seu caráter popular e as prescrições doutrinárias de uma igreja romana e de elite (PANTOJA,
2006:100). Não discutimos essa possibilidade. Apenas indicamos o sentido disso na reprodução do
sistema estudado.
51
O que, também, se faz em meio a uma controvérsia de grande significado, agora entre o que se avalia
deste símbolo desde uma perspectiva exógena e o seu sentido para os que produzem o Círio. Segundo
Antonio Miguel Kater Filho, vice-presidente do Instituto Brasileiro de Marketing Católico, a imagem do
Círio deve ser melhor “lapidada”, pois “uma festa com um bando de fanáticos segurando uma corda” não
é bem vista no cenário nacional e internacional, fato que, segundo ele, estaria dificultando a
nacionalização do evento e o rompimento com seus limites regionais (PANTOJA, 2006: 100).
anos noventa, o sistema volta a crescer a taxas expressivas – e, assim, permanece até o
presente momento.
Em 2001, foi criado um novo regimento que aperfeiçoa a organização, lhes dando,
sobretudo, maior flexibilidade operacional. Tal como a encontramos, a DF compõe-se
de um Conselho Consultivo e de uma Diretoria Colegiada.
52
De acordo com o Art. 7º, o Conselho Consultivo terá os seguintes membros: Arcebispo Metropolitano
de Belém; Provincial da Congregação Barnabita; Pároco da Paróquia de N. S. de Nazaré; Diretor-
Presidente da Diretoria Colegiada; Diretor-Coordenador da Diretoria Colegiada do mandato em curso;
Diretor-Coordenador da Diretoria Colegiada do mandato anterior; Diretor-Secretário da Diretoria
Colegiada do mandato atual.
principais produtos são as oportunidades de reflexão, o livro das peregrinações onde estão
contidas os métodos e conteúdos de evangelização e os roteiros (agenda) da peregrinação da
Santa. Com essa última atribuição, a Diretoria tem papel decisivo na produção do espaço-
tempo, como se discutiu acima, permitindo o Sistema penetrar um espaço interior e privado
da vida social.
Uma inovação do novo estatuto é que cada diretoria, além do Diretor Responsável,
poderá ter um número variável de diretores, dependendo das necessidades que se lhes
apresentem. Igualmente, se poderão constituir comissões especiais para cobrir
necessidades singulares na operação das diretorias ou das comissões arrecadadoras.
Todos os diretores são voluntários53; todos têm nível superior e vivência profissional
avançada nas suas áreas de atuação na produção do Círio. No conjunto dos que fazem
da DF, a proporção dos que possuem formação superior completa e incompleta é de
36% e ensino médio completo e incompleto é de 65%. Trata-se de uma densidade
elevada de formação (capital humano) em um grupo de trabalho na Região
Metropolitana de Belém, considerando que na população em geral, no Censo de 2000, a
presença de formação universitária é de 3,4% (um décimo da percentagem verificada na
DF) e do segundo grau completo é 17,3% (próximo de ¼ da DF).
53
“O exercício de qualquer função da Diretoria será encarado essencialmente como um serviço cristão, a
ser desempenhado com humildade, dedicação e espírito de doação voluntária, isento de qualquer
privilégio mundano”. Diretoria da Festividade de Nossa Senhora de Nazaré, Regimento Interno: Cap. I,
Art. 1º. P.3.
comunicação (0,58), seguido pelo público (0,55) e fornecedores de insumos (0,42). Os
institutos culturais comparecem secundariamente (índice de 0,26) e as universidades
marginalmente nesse papel (0,13).
Total
2001
2002
2003
2004
2005
2006
1 - Presidência, Secretaria e Patrimônio 0 5
• Flexibilização do Regimento para 0 1 1
• Projeto "Marca do Círio" e "Patrocinador oficial 0 1 1
• Informatização do expediente e contabilidade da 0 1 1
• Implantação da Homepage 0 1 1
• Implantação do Plano de Trabalho Anual 0 1 1
2 – Diretoria de Decoração 0 4
• Iluminação da Fachada da Basílica com corda 1 1
• Estrutura permanente de iluminação da Basílica 0 1 1
• Estruturas permanentes do arcos 1 1 2
4- Diretoria de Sonorização 0 3
• Estações retransmissoras e 220 caixas de som 1 1 1 3
5 – Evangelização 0 5
• Festival da Canção Mariana 1 1
• Peregrinações por instituições 0 1 1
• Concurso de Redação 1 1
• Projeto CD do Círio 0 1 1
• Evangelização Digital 0 1 1
6 – Procissões 0 11
• Introdução da Corda Linear 0 1 1
• Carro da Santíssima Trindade 0 1 1
• Mudança no atrelamento da Corda 0 1 1
• Utilização de megafones 0 1 1
• Traslado 1 1
• Procissão da Juventude 1 1
• Cicloromaria 0 1 1
• Revestimento de cizal nas estações 0 1 1 2
• Sistema de microfones sem fio na Berlinda 0 1 1
• Pelotão de pessoas com necessidades especiais 0 1 1
7 – Diretoria do Arraial 0 5
• Implantação da Feira do Círio 1 1 2
• Brinquedos novos 0 1 1
• Arraial do Círio 1 1 1 3
9 – Eventos 0 7
• Refrigeração da Basílica 0 1 1
• Mudança nos bancos da Basílica 0 1 1
• Projeto "Círio Musical" 0 1 1 1 3
• Feijoada do Papai 0 1 1
• Mamãe vai dançar 0 1 1
10 – Marketing 0 2
• Projeto "Foto Oficial da Imagem" 0 1 1
• Exposição Itinerante dos cartazes do Círio 0 1 1
Total de Inovações 7 4 0 10 8 6 7 42
Fonte: Pesquisa de campo.
O custo real total do Círio de Nazaré (retirada a inflação) apresenta tendência de queda entre
2000 e 2005, saindo de algo em torno de R$ 1,2 milhões para próximo de R$ 1,0 milhão.
Todavia, são distintas as evoluções observadas para as Diretorias e grandes itens de custo.
Quatro itens de Custo crescem mais rápido que a média e, por isso, elevam sua importância
como item de custo. A Guarda da Santa (era 2%, passou a 4%), a Diretoria de Evangelização
(de 21 para 29%), a Presidência e seu secretariado e setores de apoio, e a Barraca da Santa. A
diretoria de Marketing mantém sua participação (em torno de 3%) e os demais reduzem a
participação. As variações dos dois primeiros itens demonstram duas tendências já antes
discutidas: o esforço crescente para controlar o andamento do Círio – como forma de não
elevar seu custo (na forma de tempo de duração para além do tolerável) para a audiência e o
esforço de fazer crescer essa audiência pela ampliação das peregrinações.
Dado que a Audiência Total do Círio tem crescido e seu custo total diminuído, o Custo
por Unidade de Audiência do Círio reduziu fortemente. Conforme se demonstra no
Gráfico 9, sai de um valor em torno de R$ 0,50 para algo próximo da metade disso entre
2000 e 2005.
Gráfico 9 – Evolução da Audiência Total, do Custo Total e do Custo por Unidade de
Audiência do Círio de Nazaré (R$ constantes de 2005, corrigidos pelo IGP/FGV).
4.000.000 0,7
3.500.000 0,6
R$ e Unidade de participantes
500.000 0,1
0 0
2000 2001 2002 2003 2004 2005
Ano
A este conjunto de bens culturais mais ou menos invariantes a cada Círio, se somam
programas especiais nos aparatos culturais da cidade, como o Teatro da Paz, a Estação
Gasômetro, a Capela do Pólo Joalheiro entre outros, eventos que ocorrem em paralelo
com a realização do Círio de Nazaré para aproveitar a efervescência cultural e o fluxo
de turistas na cidade. Esses eventos gozam, por assim dizer, das externalidades
econômicas que o Círio proporciona. Tradicionalmente, aqui aparecem o concurso
“Arte Pará”, o “Festival Internacional de Dança da Amazônia” e, mais recentemente, o
“ExpoPará”, além de outros empreendimentos artísticos de dança, de música e de
teatro.
Os resultados (primeira linha da Tabela 4) são consistentes, uma vez que compatíveis
com a variação sazonal absoluta do mês de outubro da arrecadação real de ICMS do
Governo do Estado em relação a média no ano de 2005, explicando 65% da arrecadação
extraordinária (acima da média anual) do mês de outubro. Os demais 35% da variação
positiva da renda de Belém no mês de outubro resultam, por sua vez, de variações nos
gastos dos belenenses resultantes do espírito nazareno: o efeito “Natal do Paraenses” na
propensão a consumir dos habitantes de Belém, que o período produz (segunda linha da
Tabela 4).
De modo que, os efeitos diretos e indiretos dos gastos dos visitantes, mais os efeitos
diretos e indiretos do Natal dos Paraenses, somam tudo o que o “Ciclo do Círio”
representa para a economia de Belém e, por via de conseqüência, do Pará.
CONSIDERAÇÕES FINAIS
A fase mais recente inicia com uma crise de crescimento de audiência nos anos noventa
e um período subseqüente particularmente ativo em inovações. Baseada em estratégia
que combina extensão do tempo e do espaço do Círio, com a intensidade do uso do
tempo e do espaço estabelecido – i.e. ao mesmo tempo que amplia o número de viagens
(procissões, peregrinações, romarias, etc.) que santificam novos espaços, públicos (os
confins de Ananindeua, as águas do Guajará, etc.) ou privados (novenários, visitas a
casas, visitas a empresas, etc.), busca aumentar o número de presenças nessas viagens, a
começar pela recuperação da audiência da procissão matriz, o Círio de Nazaré (pelas
inovações para a gestão do tempo e do andamento, o que reduz o custo de produção
difuso, arcado pelo público), seguindo pelos novos atrativos em cânticos e falas.
Trata-se de uma grande economia, para a qual não há políticas públicas deliberadas –
apenas a cooperação dos governos, mediante pedido, por meio de donativos
orçamentários e disponibilização de agentes, cujo valor parece não ultrapassar 1/10 da
arrecadação fiscal proporcionada pelo evento. Por outro lado, também não há, por parte
dos agentes privados ligados ao turismo e outros arranjos afins, uma mobilização
coordenada e objetivada ao evento.
REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
INTRODUCCIÓN
En la economía actual destaca cada vez más como factor de competitividad empresarial
la capacidad de innovar, es decir, el potencial para adoptar y utilizar nuevas
herramientas tecnológicas o no tecnológicas en el proceso productivo y de gestión.
INNOVACIÓN DE ORGANIZACIÓN
INNOVACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN
Hay que destacar que son muy escasos, sin embargo, los trabajos que analizan la
actividad innovadora en el sector turístico en general y en el sector hotelero en
particular. La razón de esta escasez de trabajos se debe a la idea generalizada (que ha
existido hasta fechas recientes), de que el sector servicios (sector al que pertenece el
sector turístico) desarrollaba poca actividad innovadora y que tan sólo se dedicaba a la
adaptación y aplicación de las innovaciones originadas en el sector industrial. No
obstante, cada vez son más las evidencias empíricas de que el sector servicios juega un
papel fundamental en la generación de innovaciones aunque hay que señalar que estas
innovaciones en el sector servicios no deben ser las mismas que las utilizadas hasta
ahora en el sector industrial. En las empresas de servicios, las innovaciones se refieren a
nuevos servicios, a nuevas formas de producirlos o proveerlos, así como a cambios
significativos en los ya existentes y en la forma de distribuirlos. Autores como Hipp,
Coombs y Miles,(2000); consideran que hay más evidencia de que el sector servicios
juega un papel importante en el uso y generación de innovaciones, aunque si reconocen
que la actividad innovadora de este sector tiene características especificas. Por el
contrario existen autores que consideran que las innovaciones en el sector servicios son
provocadas en gran medida por las innovaciones del sector manufacturero pero con sus
propias peculiaridades.
METODOLOGIA
El ámbito objeto de recogida de información esta constituido por tolos los hoteles de
tres, cuatro y cinco estrellas de la Comunidad Gallega (área de estudio). Se han
desestimado estudiar los establecimientos hoteleros de menor categoría por su escaso
nivel de innovación.
La recogida de datos se ha realizado en el último semestre del 2007 y el primer trimestre
del 2008, concentrándose la mayor parte de la toma de datos en el primer período de
referencia dado que alguno de los hoteles seleccionados (principalmente los situados en
la costa) permanecen cerrados durante la temporada baja.
Las entrevistas realizadas en cada uno de los hoteles se hicieron con la ayuda de un
guión estructurado del siguiente modo:
Los hoteles entrevistados están distribuidos de una forma desigual por todo el territorio
de la Comunidad Gallega. La decisión de que la muestra tuviese un reparto heterogéneo
por toda la comunidad, es debido a la propia estructura de la oferta hotelera en Galicia.
Dicha oferta se concentra en dos áreas determinadas:
En lo que respecta a la demanda turística gallega hay que destacar que esta se
caracteriza por su concentración, en tres niveles distintos; concentración en origen ya
que la mayor parte de los viajeros que llegan a Galicia son españoles (aproximadamente
un 90% ), siendo Portugal el principal país de origen de los visitantes extranjeros que
llegan a esta Comunidad; concentración en destino, las provincia de A Coruña y
Pontevedra copan el 80% de los viajeros que se alojan en los hoteles en Galicia y por
último una concentración temporal, la demanda turística en Galicia está concentrada
temporalmente en los meses que se corresponden con la estación de verano, sobre todo
en los meses de Julio y Agosto.
Esta elevada concentración provoca que la tendencia en el crecimiento de la demanda
turística no sea continua y sirva de freno a la cultura inversora e innovadora de los
empresarios hoteleros gallegos. Aunque hay que señalar que es un demanda en
expansión y que ha evolucionado en los últimos años.
Pernoctaciones (miles)
9000
8000
7000
6000
5000
4000
3000
2000
1000
0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
RESULTADOS
Si analizamos el grado de innovación de las distintas áreas, objeto del estudio, podemos
destacar que en el caso de la hotelería gallega las mayores innovaciones se producían en
la renovación de equipos informáticos y hardware, con un 71% de establecimientos
hoteleros que realizan dicha innovación. En segundo lugar se sitúan las relaciones con
clientes y reservas utilizando Internet, con un 56% de los hoteles entrevistados;
probablemente la innovación en esta área es más producto de una estrategia y
posicionamiento comercial del establecimiento hotelero, que un incremento real de la
contratación por esta vía, ya que ésta no ha crecido en la misma proporción.
A continuación y con un grado de innovación similar se encuentran tres de las áreas con
gran actividad operativa sin contacto con el cliente como son: el equipamiento en
cocinas, equipamiento en restauración y equipamiento en habitaciones, con un 51% de
los hoteles. En el caso de las dos primeras áreas (cocina y restauración) puede ser
debido a la existencia de proveedores que ofertan continuamente productos nuevos y
mejorados que aumentan la eficiencia productiva y de gestión, objetivos determinantes
en la consecución de la rentabilidad en el negocio hotelero. En el caso de las
instalaciones de las habitaciones merece la pena destacar la importancia que el cliente
otorga al estado de estos activos cuando realiza la consumición del servicio.
Tenemos que recordar que la mejora de la calidad es un valor clave para la consecución
de una competitividad sostenible en un mercado con alta competencia tanto nacional
como internacional, donde las estrategias de liderazgo en coste están presentando
muestras claras de agotamiento.
Innovación
Estructura organizativa.
Limpieza, lavandería y mantenimiento.
Instalaciones en Habitaciones, Cocina y Comedores.
Relaciones con los clientes
Equipos informáticos y hardware
Medio Ambiente
Calidad certificada
Los responsables de los hoteles participantes en este estudio han puesto de manifiesto
una serie de obstáculos para la introducción de mejoras en sus empresas, destacando los
siguientes aspectos; a nivel financiero y burocrático, los responsables de los hoteles
señalan que no disponen de recursos propios para invertir en procesos de innovación
que en la mayoría de las ocasiones no se tiene garantía de éxito o rentabilidad asegurada
y en lo que respecta a los programas de ayudas públicas hay que señalar la dificultad de
la obtención de este tipo de ayudas debido a la peculiar visión de las innovaciones que
se realizan en los hoteles que en muchos casos son propias (ya que se exige la presencia
física del cliente y por tanto se requiere una capacidad de producción descentralizada, y
porque no se dispone de un producto tangible al que se le pueda poner marca) y no
tecnológicas; poniendo de manifiesto una vez más la inconsistencia del modelo lineal de
innovación y la amplitud e importancia de las actividades de innovación que no dan
respuesta a un concepto estricto de I+D.
Dificultades u Obstáculos
100%
80%
60%
40%
20%
0%
Alto Coste de Falta de Falta de Insuficiente
Desarrollo Financiación Personal Apoyo
Cualificado Institucional
Otro hecho a tener en cuenta como obstáculo para la innovación es la falta de un capital
humano cualificado. Los conocimientos, las capacidades, las actitudes y los
comportamientos del personal, son fundamentales en la calidad del servicio, pudiendo
ser incluso más importante que el propio concepto del servicio ofrecido al cliente.
Además la mayoría de los establecimientos hoteleros en Galicia tienen estructuras
organizativas muy tradicionales, donde el personal es veterano y muestran una
resistencia al cambio.
Por último los empresarios propietarios de los establecimientos hoteleros son reacios a
cambios que si bien el cliente los percibe como una posible mejora del servicio, no lo
aprecia o no lo valora lo suficiente, por lo que la innovación a introducir no tendría el
éxito esperado.
CONCLUSIONES.
Las empresas hoteleras gallegas deben pensar tanto en sus necesidades tecnológicas
como no tecnológicas, de forma que la inversión que éstas realicen no sea en
detrimento de la propia consecución de la calidad del servicio prestado, ya que ésta es la
que le asegura la competitividad a largo plazo.
Las innovaciones que más se han difundido dentro del sector, son todas aquellas
relacionadas con la informática (software y hardware) y con Internet, siendo mucho más
lentas las relacionadas con la propia estructura productiva, como el yield management o
sistemas en los puntos de venta, etc., Aunque no es notorio, si se percibe avances en el
desarrollo de una cultura innovadora en las empresas hoteleras ya que la innovación va
tomando protagonismo en la estrategias del negocio, y en los hoteles que pertenecen a
una cadena se está implantando sistemas para fomentar la creatividad y la participación
de los empleados
Por todo ello sería importante que las Administraciones apostaran por una política
activa con el fin de favorecer la calidad y sostenibilidad de la oferta turística y apoyar
aquellas estrategias de innovación y competitividad empresarial que se puedan
desarrollar en el Sector.
BIBLIOGRAFIA
La calidad en el turismo rural está siendo uno de los aspectos más discutidos en el
sector. Mesas redondas, jornadas, ponencias y especialistas tratan el tema
continuamente en busca de la escurridiza clave para definir que es calidad en un
alojamiento o empresa de turismo rural.
En cuanto a la extensión del sistema hay que indicar que hay implicadas catorce
Comunidades Autónomas con participación institucional y 16 con participación
empresarial. Actualmente hay registradas más de 3500 casas rurales de las cuales están
integradas en asociaciones participantes en el sistema más de 2800, alcanzando, por
tanto, a un 80% de los establecimientos registrados oficialmente (figura 3). Por otra
parte, tanto a nivel estatal como a nivel de Comunidad Autónoma, se han realizado 15
presentaciones del sistema y han asistido a las mismas 900 personas entre empresarios
gerentes de asociaciones (http://www.icte.es/marca/marca.htm)
Como se ha visto, el alojamiento es uno de los servicios turísticos más importantes que
se deben ofrecer a los turistas. Los propietarios de los alojamientos turísticos, deben
estar capacitados para ofrecer servicios amparados bajo la etiqueta de calidad que los
consumidores esperan recibir.
El turismo rural es una forma de marketing directo. En este tipo de turismo la atención
es personalizada y normalmente los turistas desean ir a lugares donde no haya turistas.
Según Ruraltur, las características más importantes de la calidad en turismo rural están
orientadas a atributos de la prestación del servicio y de la actitud de los propietarios
(véase tabla1) y son esos componentes los que dan calidad a un negocio de turismo
rural.
Existen varios ejemplos de destinos que han apostado por la calidad de sus
alojamientos. El Principado de Asturias posee tres marcas de Calidad que son las
Casonas Asturianas, la marca Aldeas. Asturias calidad rural y la marca Mesas de
Asturias. Excelencia Gastronómica (figuras 4 y 5); Cantabria, por su parte, posee la
marca Club de Calidad, Cantabria Gran Reserva (figura 6); Castilla y León ofrece un
tipo de alojamiento que se gestiona como marca de calidad que se denomina Posadas
Reales de Castilla y León (figura 7) y Andalucía, por medio de la Red Andaluza de
Alojamientos Rurales (RAAR), ha establecido unas normas de equipamiento y calidad
que asignan una, dos o tres aceitunas a los alojamientos rurales (figura 8).
Los hoteles reunidos bajo la marca Casonas Asturianas forman parte del primer club de
calidad hotelera existente en España.
Casas de Aldea y apartamentos rurales para los que el Principado de Asturias ha creado una
marca de calidad que destaca a un grupo de establecimientos de alojamiento rural cuyo
excelente equipamiento y servicio hace que el visitante se sienta como en su casa, se relaje
disfrutando del mundo rural y de sus múltiples atractivos.
La gastronomía en Asturias es uno de los pilares básicos de la oferta turística y debe ser
difundida de manera especial. Para llevar a cabo esta labor, el Principado, puso en marcha una
marca de calidad dirigida a establecimientos de restauración. "Mesas de Asturias" - Excelencia
Gastronómica - quiere promocionar a todos aquellos establecimientos asturianos que con su
esfuerzo y trabajo se distingan, ofreciendo una gastronomía excelente, elaborada de muy
diversas formas, cocina de autor, cocina tradicional, etc..y que puede ser degustada en unos
establecimientos cálidos y acogedores.
El Club de Calidad Cantabria Gran Reserva significa un paso más hacia la diferenciación.
Un medio natural privilegiado, unas instalaciones de última generación y un servicio excelente
son las bases sobre las que descansa esta iniciativa, que comenzó en el año 2000, para adaptarse
con éxito a las demandas de los clientes. El Club de Calidad de Cantabria Gran Reserva es la
respuesta de un grupo de empresarios dirigido desde el Gobierno de la Comunidad Autónoma, a
través de instituciones turísticas, a los retos que plantean las nuevas formas de tiempo libre.
Los establecimientos son seleccionadas a partir del análisis y control exhaustivo de sus:
A) Equipamientos B)Instalaciones y C) Servicios.
- CASONAS; Llevan varios siglos a sus espaldas y hoy ofrecen pasado y futuro en perfecta
armonía: la solided y la belleza con las últimas comodidades, No sólo no han perdido su
viejo esplendor sino que conservan todo su CARÁCTER.
- POSADAS: mantienen el más profundo espíritu montañés entre sus paredes. Convertidas
hoy en alojamientos singulares, viven inmersas en el excepcional entorno natural que las
rodea y les imprime todo su SABOR.
- HOTELES. Rurales. Son distintos, pequeños, diseñados para un nuevo estilo de hostelería.
Personalidad, elegancia y el mejor y más completo de los servicios. No han ahorrado ni un
detalle para ofrecerse con todo su CONFORT.
Fuente: www.calidadcantabria.com
Fuente: www.turismocastillayleon.com
La RAAR ha elegido la fruta más emblemática de Andalucía -la aceituna- como símbolo
para representar a las tres categorías de calidad de sus viviendas. Este sistema de clasificación es
interno de la organización, los distintivos de dos y tres aceitunas se conceden una vez que el
alojamiento haya pasado una inspección detallada. Los criterios que se tienen en cuenta, son el
resultado de una recopilación de las
normas existentes en otras regiones y países, y así son comparables con cualquier otra oferta en
Europa. Los tres niveles significan como sigue:
Una Aceituna: Cumple la normativa autonómica de Andalucía sobre Turismo Rural (Decreto
20/2002), verificado en visita verificada por técnicos de la RAAR.
Dos Aceitunas Buen nivel de equipamiento y confort, con mayores comodidades y decoración
cuidada por encima de los mínimos legales. Ideal para estancias cortas confortables o para
vacaciones. Corresponde a los niveles de referencia del Reino Unido (dos brillantes / llaves),
Francia (dos espigas), Austria (dos flores) e Irlanda.
Tres Aceitunas Muy buen nivel de equipamiento y confort, dispone además de instalaciones y
ofertas propias de ocio. En el caso de oferta por habitaciones, todas con baño privado. Se exige
especial coherencia de equipamiento y cuidado de la arquitectura tradicional. Ideal para
vacaciones con todo confort. Corresponde al nivel “superior” de la normativa andaluza, y a las
normas de referencia de Reino Unido (tres brillantes / llaves), Francia (tres espigas), Austria
(tres flores), y Alemania (tres estrellas DeHoGa y DLG-Gütesiegel).
Garantías de la RAAR:
• Sólo se aceptan alojamientos legalizados según normativa autonómica
• Información contrastada y confirmada por los propietarios con Declaración Responsable
• Auditoria de Calidad aprobada (solo alojamientos con Aceitunas)
• Condiciones Generales de Reserva de obligatorio cumplimiento
www.raar.es
Otro caso de marcas de calidad son las marcas de garantía de calidad. Estas marcas dan
fiabilidad a los consumidores, bien porque sean marcas de asociaciones de turismo
oficiales (Gites de France:www.gitesdefrance.com) o porque dichas marcas hacen una
selección de alojamientos por standares de calidad similares, lo que facilita la compra
del producto y la fiabilidad de alojamientos independientes. Algunos ejemplos de están
marcas de garantía serian los que vienen recogidos la tabla 2..
Además de los servicios de hostelería los destinos han de diferenciarse por la calidad de
sus recursos, bien sean culturales, gastronómicos, naturales, etc. Para conseguir dicha
diferenciación se trabaja con las marcas de garantía de calidad para destinos como
Ciudades Patrimonio de la Humanidad, Reservas de la Biosfera, Fiestas de interés
cultural, Banderas Azules para las playas, o los casos franceses de Villes Fleuries y Les
Plus Beaux Villages de France (véase figura 9).
A pesar de todo lo analizado con anterioridad sobre las marcas de calidad o de garantía
de calidad, la consecución de los distintivos de calidad no garantiza el éxito del destino
turístico. Dicho distintivo ha de ir unido a un plan de promoción, siendo el distintivo
parte de la imagen de marca del destino. Se han de utilizar los logotipos en los
diferentes soportes promocionales (catálogos, folletos, señalización de la zona turística,
anuncios…) además de en la campaña publicitaria y en acciones promocionales como
audiovisuales, viajes de familiarización, presentaciones a agentes de viajes o medios de
comunicación, etc.
La Association Les Plus Beaux Villages de France (literalmente, Asociación Los pueblos más bellos de
Francia) es una asociación francesa creada en 1982, con el objetivo de promover el atractivo turístico de
los pequeños municipios rurales franceses, basándose en su patrimonio artístico e histórico.
• Tener una dimensión rural, sin poder superar los 2.000 habitantes.
• Tener, al menos, dos lugares («sites») o monumentos protegidos (clasificados o
inscritos).
• Petición de adhesión a la asociación aprobada por el «conseil municipal».
También se valora la existencia de una política de conservación del paisaje que debe concretarse en los
planes urbanísticos, fijando los usos del suelo y los terrenos y limitando las construcciones e impidiendo
aquellas instalaciones que afecten a la estética global del pueblo. Esta política puede oponerse en la
práctica a algunas opciones de desarrollo económico, pero garantiza a los pueblos clasificados una
frecuencia turística más continua e importante.
Un ejemplo sería el pequeño pueblo de Lagrasse, que usa en la promoción en Internet el logotipo de
pertenencia a la marca Beaux Villages de France.
www.ciudadespatrimonio.org
Dentro de ese plan de Promoción se creó el Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España. El
Grupo se creó con la finalidad de actuar de manera conjunta en la defensa del patrimonio histórico y
cultural de estas ciudades y en el mantenimiento y potenciación de determinadas formas de vida que
estos núcleos históricos necesitan, realizando proyectos y propuestas comunes, estableciendo políticas de
intercambios de experiencias y afrontando problemáticas comunes.
Todo ello manteniendo la personalidad de cada una de estas ciudades y reconociendo que la riqueza de
un conjunto histórico estriba en su individualidad.
A través de las actuaciones desarrolladas en el marco de la Asociación se ha creado una imagen que se
relaciona con calidad y belleza, una imagen que se potencia de manera especial en el ámbito
turístico. Por ejemplo se ha dado a conocer en el Sudeste Asiático a través de las jornadas de
comercialización internacional organizadas por Turespaña (véase página web www.spain.info)
El Grupo, que aúna a 13 ciudades españolas proclamadas por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad,
mantiene un convenio con Turespaña para su promoción conjunta en el exterior. Ambos trabajaron para
expandir su imagen entre los países que conforman el Sudeste Asiático y posicionarse como uno de los
principales destinos turísticos.
Durante la primera parte del recorrido, el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España
estuvo representado en la Feria ITCMA, en Bangkok (Tailandia). En la feria ITCMA, así como en
Brisbane y Sidney (Australia), Kuala Lumpur (Malasia) y Singapur, las 13 Ciudades Patrimonio de la
Humanidad de España mostraron su atractivo ante agencias de viajes, touroperadores y medios de
comunicación. En este sentido, el Grupo y Turespaña se encontraron con revistas de renombre como
Travel + Leisure South East Asia o Australian Gourmet Traveller, que presentaban ediciones especiales
dedicadas a España.
Durante la visita a Australia, además, los chefs españoles Frank Camorra y Javier Codina dieron muestra
de la exquisita cocina española ante los agentes turísticos de Brisbane y Sidney, mientras que un grupo
de baile español amenizó las jornadas.
La inmensa población que compone el Sudeste Asiático se caracteriza por el gusto por conocer otros
países, y el aumento de su interés por España se debe, principalmente, a tres motivos: la herencia
islámica, la gastronomía y el deporte.
España es el único país europeo que cuenta con un legado histórico-artístico derivado de los 7 siglos de
presencia musulmana, lo que otorga una ventaja competitiva, por ejemplo, en Malasia. El Grupo
Ciudades Patrimonio de la Humanidad en España cuenta, de hecho, con la ruta Red de Juderías, que une
Ávila, Segovia, Toledo, Cáceres y Córdoba. El total de turistas malayos que visitan España creció un
3,42 por ciento anual (IATA: datos de 2006-2007).
El número de habitantes en Indonesia que viajaron a España creció un 15,84 por ciento en el mismo
periodo, gracias también a la proliferación de grupos con un solo motivo de turismo: la herencia
islámica. Los residentes en Singapur aumentaron sus visitas a España un 34,9 por ciento entre 2006 y
2007, motivados en su mayoría por la oferta gastronómica y enológica. El perfil de la gastronomía
española ha aumentado notablemente en este país durante los últimos años.
La imagen de España en Tailandia se ha visto favorecida, sin embargo, por los éxitos de nuestros
deportistas a nivel internacional como en fútbol, tenis, Fórmula-1 o golf. El número de tailandeses que
visitaron España en 2007 fue un 11,60 por ciento mayor que en el año anterior.
CONCLUSIÓN
Las cuatro partes han de ser congruentes entre si, el diseño del producto no puede
hacerse sin haber pensado el precio al que se podrá vender, el canal de distribución por
el que se proyecta hacerlo y la forma por la que se dará a conocer en el mercado
(publicidad, promoción, relaciones públicas, etc.).
BIBLIOGRAFÍA
www.calidadcantabria.com
www.casonasasturianas.com
www.designhotels.com
www.epoquehotels.com
www.euroguites.com
www.gites-de-france.com
www.heritagehotels.com
www.icte.es
www.infoasturias.com
www.les-plus-beaux-villages-de-france.org
www.raar.es
www.relaischateaux.com
www.relaisdusilence.com
www.ruraltur.com
www.rusticae.es
www.spain.info
www.turismocastillayleon.com
www.urruka.com
www.villles-et-villages-fleuries.com
LA MEDICIÓN DEL IMPACTO ECONÓMICO DEL
TURISMO
INTRODUCCIÓN
Esta evolución ha provocado que las empresas y los organismos públicos estén cada vez
más interesados en conocer la importancia económica del turismo, ya sea a nivel
nacional, regional o local. La razón es que los decisores públicos ven en el turismo una
alternativa sólida para el desarrollo de una determinada área o región. Es frecuente
escuchar que el turismo genera empleos en un área o que determinado acontecimiento
especial o evento generó un determinado volumen de ingresos.
Los instrumentos para estimar el impacto económico del turismo, sobre todo a nivel
regional y local, son sin embargo, insuficientes y no permiten evaluar con precisión la
importancia que esta actividad puede llegar a tener en niveles subnacionales. El gasto
realizado por los turistas impacta directamente a un conjunto muy amplio de sectores y
presenta además efectos de arrastre sobre una multitud de ramas de actividad. El
turismo es una actividad muy amplia, deficil de definir y precisar, que se relaciona con
otras muchas actividades, lo que dificulta enormemente su cuantificación. Por lo que
conocer cuál es en realidad el impacto económico del turismo es una tarea muy difícil,
por no decir imposible, sobre todo a nivel local.
Precisamente con el análisis del impacto económico del turismo se proporcionan las
estimaciones tangibles de estas interdependencias económicas y un mayor conocimiento
del papel y la importancia del turismo en la economía de una región. La sociedad debe
conocer la importancia relativa del turismo en la actividad económica. Conocer los
impactos económicos del turismo es una tarea imprescindible en la planificación de una
región y en las propuestas para su desarrollo económico. Pero es además algo necesario
para el control de la comercialización y la toma de decisiones de dirección por parte de
las empresas.
A nivel local, la medición del impacto económico del turismo es un elemento de ayuda
indispensable para las empresas, los gobiernos, los sindicatos, los trabajadores y la
sociedad en general, permitiendo la adopción de decisiones relacionadas con el
desarrollo económico que sean eficaces, efectivas y sostenibles. Sin embargo y
relacionado con las dificultades que conlleva su cuantificación, el impacto económico
del turismo es algo practicamente desconocido en estos niveles subnacionales.
Para estimar los impactos económicos del turismo se utilizan una gran variedad de
métodos que van desde los límites de la conjetura pura a complejos modelos
matemáticos. Los estudios varían extensivamente en la calidad y la exactitud, así como
en qué aspectos del turismo son incluidos. Esta última cuestión condiciona fuertemente
la dimensión del impacto turístico. En este sentido, y con el objetivo de clarificar un
poco el estado de la cuestión en lo tocante a la medición de la importancia económica
del turismo, en los siguientes apartados se definirá el impacto turístico y se enumerarán
los diferentes tipos de impacto y se precisará el concepto de impacto económico del
turismo. Se expondrán las principales metodologías existentes para la medición del
impacto económico del turismo, señalando los inconvenientes existentes para su
utilización en niveles subnacionales. Por último, se propondrán algunas alternativas
para la cuantificación económica del turismo, cuando la información disponible no
posibilite la utilización de las metodologías más elaboradas y sofisticadas.
El turismo era hasta no hace mucho una actividad restringida a un grupo reducido y
selecto de personas que disponían tanto del tiempo como de los recursos económicos
necesarios para viajar. Sin embargo, la mayor disponibilidad de tiempo libre, la
reducción de la jornada laboral, la ampliación y universalización de las vacaciones,
ingresos económicos más elevados por parte de muchas más personas e incluso el
cambio de hábitos se han unido para cambiar esta situación y permitir que en la
actualidad el turismo sea un fenómeno de masas disfrutado por muchas personas.
El turismo, tanto por el montante de ingresos que genera como por el volumen de
personas que mueve (que hacen del mismo uno de los artículos de comercio exterior
más importantes), tiene una gran significación económica y social. En muchos países es
la industria de exportación más importante y podría ser un agente poderoso tanto en lo
que respeta al desarrollo económico como al social, estimulando el empleo y la
inversión, modificando el uso de la tierra y la propia estructura económica de esos
países o de las regiones que lo integran.
Los impactos derivados del turismo serán agrupados para su estudio en cuatro grupos o
categorías especiales: impactos económicos, sociales, en el empleo y en el
medioambiente.
! Impactos Económicos: incluyen tanto los beneficios como los costes derivados
del turismo, distinguiendo además entre impactos directos, indirectos e
inducidos.
! Impactos en el Empleo: este tipo de impactos son los que normalmente
despiertan un mayor interés por las implicaciones económicas y sociales que
conllevan, es por eso por lo que aunque podrían haber sido tratados como parte
integrante del análisis de impacto económico se les suele conceder un trato
diferenciado y son estudiados individualmente dentro del marco del mercado de
trabajo.
! Impactos sociales: hacen referencia a los cambios en la calidad de vida de los
residentes de destinos turísticos y a como estos impactos pueden afectar al
desarrollo de las regiones. Para un mejor detalle de los mismos se pueden dividir
en impactos socioculturales y socioeconómicos.
! Impactos medioambientales: dentro de los mismos se incluyen las
repercusiones derivadas de la interrelación del turista con el medio ambiente
haciendo especial hincapié en la capacidad de carga física de una región y
entendida ésta, tal y como la definieron Mathieson y Wall y posteriormente
aceptada por otros organismos e instituciones, como “el máximo número de
personas que pueden utilizar un emplazamiento sin provocar una alteración
irreversible en el entorno natural y sin un declive inaceptable en la calidad de la
experiencia de los visitantes” (Mathieson & Wall, 1982).
Centrándonos en el impacto económico del turismo decir que el estudio de este tipo de
impacto, sirve para cuantificar la importancia relativa del turismo dentro del conjunto de
la economía nacional, regional o local, mediante la estimación de sus beneficios netos y
mostrando al mismo tiempo, como los costes y beneficios derivados del mismo están
distribuidos geográficamente y cómo afectan a los residentes de la zona receptora de los
turistas, así como a los de otras áreas adyacentes mediante los efectos arrastre que el
turismo genera.
El estudio de este tipo de impacto puede ayudar a aquellas personas que se dedican a la
promoción de actividades turísticas a evaluar los esfuerzos de marketing necesarios para
conseguir un determinado objetivo económico, así como los efectos del desarrollo de
servicios adicionales sobre la demanda, permitiendo el desarrollo de un marketing
efectivo y eficiente y la toma de decisiones que optimicen unos recursos dados.
Una vez vistos los beneficios económicos del turismo y sus implicaciones en el
desarrollo económico puede resultar más fácil hacer cooperar a empresas, gobierno,
trabajadores y residentes, junto con otro tipo de instituciones y organizaciones para
maximizar el beneficio mutuo.
Los gobiernos y entes públicos dispondrán de la información necesaria para desarrollar
leyes y políticas que promocionen una determinada zona o región y podrán contribuir de
este modo al impulso de la economía y la salud social y cultural de sus ciudadanos.
Con el concepto de impacto económico del turismo, generalmente se hace referencia a
las contribuciones o costes que una actividad turística tiene sobre el bienestar
económico de los residentes de una zona geográfica, normalmente en términos
monetarios.
Estos efectos pueden ser medidos tanto desde el punto de vista de las familias a través
de ratios como el empleo y los salarios, como desde el punto de vista de las empresas y
los organismos públicos que operan en dicha zona.
Muchos de los estudios sobre el impacto económico del turismo se limitan a estimar los
gastos de los turistas en una determinada zona, a menudo a través de la realización de
encuestas directas a los viajeros, sin intentar medir los efectos que aquellos generan en
el empleo de la zona, la renta y otras variables económicas.
Se debería señalar antes de introducir cualquier tipo de clasificación, como hacen
algunos autores (Wall, G., 1997), que los impactos del turismo están necesariamente
relacionados con la tipología de turismo desarrollada en una zona determinada, con las
características económicas, culturales y sociales de dicha zona y con la naturaleza de la
relación que se establece entre el turista y el residente.
Las investigaciones de los ciclos turísticos sugieren que los impactos en una zona de
destino probablemente cambiarán con el tiempo del mismo modo que cambian las
características de los turistas, de la zona receptora y el tipo de relación turista- residente.
Sería necesario, pues, para que la calidad del estudio de impacto del turismo fuese
mayor y pudiese ser más útil a los políticos y planificadores del turismo que éste
incluyese una tipología de los distintos tipos de turistas existentes, una clasificación de
las zonas de destino, un examen de la naturaleza de las relaciones o interacciones entre
residentes y visitantes.
Los impactos económicos generados por el turismo se pueden agrupar en las siguientes
categorías:
1. Impactos directos o primarios: son aquellos que ocurren como consecuencia
directa de la actividad turística. Se pueden dividir a su vez en:
a. beneficios directos: son los ingresos derivados del gasto realizado por los
turistas.
b. costes directos: son los gastos en reposición de bienes y servicios
consumidos por los turistas, así como en la reparación de los daños
ambientales.
2. Impactos indirectos o secundarios: son los impactos incluidos en la cadena que
se origina como consecuencia de la demanda de bienes y servicios (incluyendo
inversiones en bienes de equipo e infraestructuras) que los empresarios del
sector hacen a otros empresarios del mismo o de otros sectores y estos, a su vez,
a los que les ofrecen sus propios productos, para satisfacer una demanda
turística inicial.
3. Impactos inducidos: son los impactos medidos como incremento en el gasto de
consumo doméstico derivado de unos mayores ingresos que a su vez, provienen
de unos mayores salarios y de unos mayores niveles de empleo, generados por
los gastos turísticos en una zona.
En primer lugar se debe decir que los impactos económicos del turismo generalmente se
estiman a partir de distintas variantes de la siguiente sencilla fórmula:
Impacto económico=
Número de visitantes x Gasto medio por visitante x Multiplicador
Lo que ocurre es que en la mayoría de las ocasiones, y sobre todo a medida que
descendemos del nivel nacional al regional y al local, la disponibilidad de información
para obtener cada uno de los multiplicandos es insuficiente. A niveles subnacionales, no
sólo se ve dificultada la labor de obtener el valor del multiplicador sino que incluso en
ocasiones las estimaciones de los visitantes son poco consistentes.
Aquí estuvimos hablando de visitantes, pero antes de hacer una exposición de las
principales metodologías existentes para la medición del impacto económico del
turismo, se debe, en primer lugar, definir la variable objeto de análisis. La definición de
las Naciones Unidas, reproducida en la Cuenta Satélite del Turismo: Referencias
Metodológicas (CSTRM) (Naciones Unidas, 2000), supone que el turismo abarca
“aquellas actividades que realizan las personas mediante sus viajes y estancias en
lugares distintos a los de su entorno habitual, por un periodo de tiempo consecutivo
inferior a un año, con fines de ocio, por negocio o por otros motivos”. Por tanto, son tres
los elementos que caracterizan a los visitantes y al turismo: el desplazamiento fuera del
entorno habitual, la duración del desplazamiento y los motivos. Para un análisis más
detallado de lo que engloban estos elementos pueden verse las notas metodológicas de
la Cuenta Satélite del Turismo en España elaboradas por el INE (INE, 2004).
Como puede verse, además se generan unos conceptos agregados de los anteriores:
! Turismo nacional, que englobaría cualquier actividad turística de los
residentes, tanto si se realiza en el territorio económico como fuera de éste;
! Turismo interior, que englobaría cualquier actividad turística realizada en el
territorio, con independencia de que esté vinculada a los residentes o a los
no residentes.
Los gastos generados por estos visitantes en un destino inician una compleja cadena de
hechos económicos que a menudo se conocen como impacto económico del turismo,
que incluye los beneficios o consecuencias positivas así coma las negativas o costes que
tiene la presencia de esos turistas en la zona o región dada. El turismo como fenómeno
de masas dificulta, y en muchas ocasiones imposibilita, una medida estricta de las
magnitudes que lo componen, lo que produce la aparición de aproximaciones
metodológicas destinadas a la medición de este concepto mediante distintos modelos.
Durante varios años diversos países y regiones han estimado el impacto económico de
las actividades turísticas siguiendo distintos sistemas de medición que empleaban
diferentes definiciones y metodologías. En la mayor parte de los casos, la diversidad de
aproximaciones ha impedido la realización de comparaciones rigurosas entre todas
ellas, lo que ha dificultado la extracción de conclusiones sobre el impacto económico de
las actividades turísticas y su relación con el resto de la economía. De ahí la equívoca y
difusa percepción que en general tiene la opinión pública sobre los notables efectos
directos e inducidos que provoca el turismo, y por tanto el bajo reconocimiento y
prioridades políticas de las que en términos prácticos se ha favorecido este sector, muy
asimétricas en relación con su notable aportación a la economía.
En este contexto, durante la última década se han dado pasos significativos por parte de
diversas instituciones públicas internacionales (OCDE, Eurostat y la Organización
Mundial del Turismo, OMT) y empresariales (World Travel & Tourism Council,
WTTC) de cara a consensuar una estructura conceptual y un sistema metodológico que
permita delimitar y medir de forma comparada el impacto económico de la actividad
turística en un territorio determinado. Como resultado de todos esos trabajos previos, en
el mes de marzo del año 2000 la Comisión de Estadísticas de Naciones Unidas
finalmente aprobó el documento “Tourism Satellite Account: Recommended
Methodological Framework” (Cuenta Satélite del Turismo: Referencias Metodológicas,
CSTRM), que ha servido desde entonces como marco general para el desarrollo de esos
instrumentos de medición, que han venido en denominarse como Cuentas Satélite del
Turismo y que se han realizado en diversos lugares del mundo, facilitando un enorme
avance en términos de comparabilidad y homogeneidad de las mismas.
Por tanto, de una manera más específica, los objetivos que se persiguen con la
elaboración de una CST, se deducen de lo anteriormente expuesto y, de una manera
resumida pueden concretarse en los siguientes:
! Proporcionar una medición completa de la relevancia económica del turismo,
a través de indicadores macroeconómicos como la aportación del turismo al
PIB, la producción o la demanda.
! Proporcionar información que resalte el papel del turismo como generador
de puestos de trabajo.
! Ofrecer datos de la relevancia del turismo en el equilibrio de la Balanza de
Pagos.
! Caracterizar las estructuras de producción y/o costes de las industrias
turísticas.
! Reflejar la magnitud de las inversiones en capital productivo ligadas a la
actividad turística.
! Obtener estimaciones regionales, dada la importancia de la actividad turística
para determinadas regiones (comunidades autónomas).
Las repercusiones económicas del turismo están ligadadas a las actividades de gasto que
implican los desplazamientos fuera del entorno habitual, en este sentido puede decirse
que el turismo es un fenómeno de demanda. Se entiende la demanda turismo tal y como
señala la definición de la CSTRM como: “el gasto realizado por, o en nombre de, el
visitante, antes, durante o después del viaje, estando el gasto relacionado con el viaje y
desarrollándose el viaje fuera del entorno habitual”.
Hay sin embargo un matiz de diferencia: en tanto que los flujos de visitantes o turistas
se clasifican en el cuadro 1 cruzando residencia y destino del viaje para el consumo
turístico, hay que combinar en este caso, la residencia con el lugar donde se realiza el
gasto. De este modo se pueden distinguir:
! Consumo turístico interno. Gastos realizados por los visitantes residentes
bien como resultado de sus viajes dentro del territorio de residencia, bien
ligados al turismo emisor que son cubiertas por unidades productoras de la
propia economía de referencia. Incluyen tanto los gastos realizados por los
hogares a título particular, como los realizados por motivos profesionales y
asumidos por las empresas.
! Consumo turístico receptor: Consumo efectuado por los visitantes no
residentes como resultado de sus viajes a, y dentro de, la economía de
referencia y proporcionado por residentes.
! Consumo turístico emisor: El efectuado por los residentes fuera del territorio
económico de referencia y facilitado por no residentes. No se incluyen
aquellos bienes y servicios adquiridos dentro del país de referencia para, o
después de, el viaje, ya que esta actividad de consumo se incluye dentro del
concepto de consumo turístico interno.
Aunque el componente más importante para evaluar el impacto económico del turismo
es el consumo turístico anteriormente analizado, dentro de la demanda turística se
recogen más conceptos entre los que se incluirían el Gasto en consumo colectivo con
finalidad turística o la Formación bruta de capital fijo vinculada al turismo. Estos dos
componentes presentan algunos problemas de medición e incluso de concepto por lo
que no se han incluido en las recomendaciones básicas CSTRM. Sin embargo algunos
países sí los incluyen en sus estimaciones de la CST.
La otra parte fundamental de la CST es la oferta turística. La oferta viene caracterizada
por lo que se denominan los Productos característicos del turismo. Aunque el visitante
puede realizar gastos en cualquier categoría de productos, para facilitar las
comparaciones internacionales y también para poder construir el sistema contable, las
metodologías de turismo proponen resaltar aquellas categorías de productos que suelen
ser más importantes en los desplazamientos de los individuos.
Para confeccionar la lista de estos productos más asociados al turismo, se realiza una
clasificación de productos específicos o directamente vinculados al fenómeno que se
esté analizando en la Cuenta Satélite y productos no específicos. A su vez, se distinguen
dos tipos de productos específicos:
! Los productos característicos son aquellos que, en la mayoría de los países
dejarían de existir (o su consumo se vería sensiblemente disminuido) en
ausencia de turismo.
! Los productos conexos son los consumidos por los visitantes en cantidades
que resultan importantes (para el visitante y/ o para el proveedor) aunque no
figuran en la lista de productos característicos del turismo.
Sobre la base de estos criterios, las organizaciones internacionales han definido unas
listas de productos vinculados al turismo. En principio, se persigue que de cara a una
homogeneidad de las CST de los diferentes países haya al menos unos mínimos
comunes, que, obviamente, estarían centrados en lo que se ha denominado productos
característicos. Concretamente se ha recogido la lista de productos característicos según
la CSTRM que se engloban en las 7 categorías siguientes.
1- Servicios de alojamiento
1.1 Hoteles y otros servicios de alojamiento
1.2 Servicios de segundas viviendas por cuenta propia o de forma
gratuita
2- Servicios de provisión de alimentación y bebida
3- Servicios de transporte de pasajeros
3.1 Servicios de transporte interurbano por ferrocarril
3.2 Servicios de transporte por carretera
3.3 Servicios de transporte marítimo
3.4 Servicios de transporte aéreo
3.5 Servicios anexos al transporte de pasajeros
3.6 Alquiler de bienes de equipo para el transporte de pasajeros
3.7 Servicios de mantenimiento y reparación de bienes de equipo para el
transporte de pasajeros
4- Servicios de las agencias de viajes, operadores turísticos y guías turísticos
4.1 Servicios de agencias de viajes
4.2 Servicios de operadores turísticos
4.3 Servicios de información turística y de guías turísticos
5- Servicios culturales
5.1 Desarrollo artístico
5.2 Museos y otros servicios culturales
6- Servicios recreativos y otros servicios de entretenimiento
6.1 Deportes y servicios deportivos recreativos
6.2 Otros servicios para la diversión y el recreo
7- Servicios turísticos diversos
7.1 Servicios financieros y de seguros
7.2 Otros servicios de alquiler de bienes
7.3 Otros servicios turísticos
Sin embargo, es un tema todavía abierto a discusión y que esta siendo objeto de debate
en el marco de las revisiones de las clasificaciones internacionales.
Este conjunto de actividades delimita la CST desde una perspectiva de oferta o, dicho
de otra forma, define la industria turística.
El cálculo del impacto económico del turismo a través de las Tablas Input-Output (TIO)
supone la modelización explícita de las relaciones intersectoriales que tienen lugar
dentro del sistema económico, obteniendo resultados desagregados sectorialmente para
los efectos directos, indirectos e inducidos del consumo turístico. Las Tablas Input-
Output permiten, partiendo del consumo turístico global, obtener una idea de los efectos
directos e indirectos que deben atribuirse a la economía turística. Siguiendo a Fletcher
(1989), algunas de las ventajas del modelo Input-Output serían:
! Permite observar el conjunto de relaciones intersectoriales que se producen
dentro de la economía.
! Permite estudiar el impacto del gasto turístico en los tres niveles en los que
se produce (efectos directos, indirectos e inducidos).
! Por último puede interpretarse como un enfoque neutral, en la medida en que
los juicios de valor acerca del funcionamiento de la economía son escasos y,
además se hacen explícitos.
Para el cálculo del impacto económico del turismo a partir de las TIO se divide el
análisis en 2 fases:
Es posible que la propia elaboración de las tablas arroje algún resultado sorprendente.
No debería extrañar que el comercio no apareciese en dichas actividades puesto que en
dicha tabla sólo se contabilizaran las reparaciones, que representan magnitudes
despreciables en el gasto turístico.
Para ello se seleccionan en primer lugar los ramos de referencia, cogiendo aquellos que
acumulen la mayor parte del gasto turístico. El análisis del complejo se realiza a partir
de rutas de producción que podemos observar estudiando los encadenamientos hacia
atrás recogidos en la matriz de coeficientes técnicos. Se toman para ello aquellos
coeficientes técnicos significativos (limitando el grado de conectividad admitido entre
ramos). Obtendríamos así una nueva matriz de coeficientes técnicos pero que recogería
solamente las relaciones sectoriales entre los ramos turísticos y sus abastecedores.
Esta metodología incorpora una aproximación a una idea relevante del análisis input-
output: la capacidad de arrastre derivada de la actividad turística. La propia
construcción de las tablas permite incluso hacer un análisis sobre el papel de las
importaciones como fugas del modelo.
Una de las mayores limitaciones de este modelo es que las TIO están referidas a un
momento concreto del tiempo y no se elaboran con una periodicidad reducida debido al
alto coste de su elaboración. Sin embargo dado el carácter estructural de las relaciones
intersectoriales que se ponen de manifiesto en una TIO se puede pensar que los rasgos
fundamentales que se identifican son válidos para un período amplio de tiempo. Esto
implica que las conclusiones que se hagan con este modelo deberán ser aceptadas con
algún matiz.
C. Multiplicadores turísticos.
El multiplicador turístico puede definirse como “el número por el que debe
multiplicarse el gasto turístico inicial para obtener el efecto acumulativo total
(producto, ingresos, empleo) para un lugar y un período específico”.
Relacionan una inyección exógena de gasto turístico con los efectos totales sobre
distintos agregados macroeconómicos, fundamentándose teóricamente en el modelo de
la demanda agregada con economía abierta desarrollado por Keynes. La estimación de
este tipo de modelos para el sector turístico en zonas concretas (regionales o locales) dio
lugar a los denominados modelos ad-hoc, siendo los más representativos los diseñados
por Archer e Owen (1971) e Milne (1987).
Estos últimos son los modelos más desarrollados.Toman como punto de partida la tabla
Input-Output para construir un modelo ampliado, la matriz de contabilidad social, que
supera algunas de las limitaciones del modelo Input-Output al endogeneizar el
comportamiento de los hogares, empresas y del sector público, y permitir la flexibilidad
de los precios. Ejemplos de estos modelos serían los desarrollados por Adams e
Parmenter (1995) para o caso de Australia, Zhou et al. (1997) para Hawai, West (1993)
para Queensland (Australia), Wagner (1997) para la región brasileña de Guaraqueçaba,
así como los trabajos realizados para el caso de España de Blake (2000) y Uriel e
Monfort (2001).
Estos cálculos nos permitirían obtener una estimación del impacto directo del turismo a
nivel local. Las dificultades en cualquier caso derivan de la necesidad de realizar un
cuestionario y por lo tanto de la colaboración de los empresarios del sector y de los
propios turistas.
BIBLIOGRAFÍA
Agencias viaje
5,2%
Restauración
Restauración
46,7%
73,3%
Con todo, debe advertirse que la producción cierto es que recae del lado de los negocios
más grandes (véase Cuadro 1). Y que la productividad está por debajo de la media del
sector servicios, con la excepción de las grandes empresas de transporte de viajeros
(véase Figura 2).
La vinculación de los trabajadores con las empresas ofrece una idea de la posibilidad de
introducir nuevos aspectos de gestión vinculados con la nueva cultura empresarial,
donde la formación y la experiencia del personal se consolidan como inductores de
intangibles muy valorados. La apuesta por el capital humano constituye un distintivo de
las empresas más prósperas, cuya fe en sus posibilidades descansa en la competencia de
sus recursos humanos. Las empresas que no son capaces de crear plantillas estables y
formadas, se ven obligadas a responder a los vaivenes del mercado, unas veces con
intuición y otras con los escasos medios que les restan, lo que lleva aparejado aciertos y
también fracasos. Toda empresa que no sabe leer lo que depende su competitividad y
posterior rentabilidad de la disposición de sus trabajadores a sentirse parte de la
organización, desconoce el vínculo que se establece entre éxito empresarial y recursos
humanos identificados con la cultura organizacional del negocio. Esta es la esencia de la
intangibilidad que arraiga en la gestión competitiva de los recursos humanos de toda
organización empresarial, pues son los trabajadores los que transmiten la parte del
producto turístico que ensambla cada negocio, y en gran parte el resultado y la
satisfacción de los turistas depende del compromiso asumido por esos empleados a la
hora de encadenar su participación en la estructura productiva. Si la empresa ha sabido
interpretar la singularidad que le proporcionan sus recursos humanos, muy por encima
de la tecnología y de cualquier otro tangible susceptible de ser copiado y emulado por
competidores, habrá encontrado el camino de su idiosincrasia competitiva e iniciará de
ese modo su andadura particular por la senda de la incorporación de activos intangibles
a su gestión y a su diferenciación, que es el principio de la excelencia gestora de toda
empresa de éxito.
25.000
20.000 16.630,0
15.000
10.000
5.000
0
Hoteles Restauración Agencias viaje Transporte Total Servicios
viajeros
Con esa perspectiva, una elevada tasa de asalariados contrasta con una menor
estabilidad del empleo en los sectores turísticos, donde la estacionalidad de la demanda
induce al recurso de contrataciones temporales en los momentos de mayor auge de
clientes. Los negocios de alojamiento y restauración constituyen un ejemplo de este
proceder de los gestores (véase Figura 3).
En otro orden de cosas y desde una vertiente interna a las organizaciones, las estrategias
asociadas a innovaciones tecnológicas perfilan un escenario de gran valor para la
diferenciación de los negocios turísticos, y en este ámbito la incidencia de los
intangibles debe contemplarse con especial atención. El gasto global asociado a las
actividades de innovación tecnológica efectuado por las empresas turísticas ascendió en
2002 a cerca de 30 millones de euros, lo que representó el 1,3% de su cifra de negocios
(INE, 200454). Estos valores apuntan la baja intensidad relativa de la innovación
asociada a recursos tecnológicos en las tareas desarrolladas en establecimientos de
alojamiento turístico, así como en los de restauración, pudiendo ser mucho más
significativas las innovaciones de carácter no tecnológico, léase cambios de estrategia
corporativa, introducción de técnicas de gestión avanzada, cambios en la estructura
organizativa, cambios en los conceptos o estrategias de marketing o incluso cambios
estratégicos o de diseño55.
54
La información sobre innovación tecnológica en las empresas turísticas corresponde a una explotación
específica solicitada al Instituto Nacional Estadística puntualmente en 2004, en el marco de un proyecto
de Investigación elaborado por el autor para Funcas bajo el título Factores de competitividad empresarial
del turismo: Una apuesta por los intangibles (Monfort, 2004a), pues la operación estadística elaborada
por el INE con el título de Encuesta de Innovación tecnológica en las empresas ofrece resultados
conjuntos para el sector de Comercio y Hostelería, lo que distorsiona el análisis referido al sector turismo.
Por lo tanto los datos aquí expuestos corresponden, exclusivamente, a la rama de actividad 55 de la
CNAE-93, que integra las empresas dedicadas a la hostelería donde se incluyen las empresas de
alojamiento y las de restauración.
55
En la Encuesta sobre Innovación Tecnológica en las Empresas para 2002 desapareció una pregunta que
sí figuraba en años precedentes y que se refería a Empresas con innovaciones no tecnológicas. A modo de
ejemplo, y para dar muestra de la importancia de las innovaciones no tecnológicas, basta apuntar que en
el período 1998-2000 el porcentaje de empresas del sector “comercio y hostelería” que confirman realizar
El mecanismo elegido mayoritariamente para contemplar la innovación tecnológica es
la compra de tecnología (véase Figura 4), bien sea incorporada en maquinaria y equipo
relacionada con productos y procesos tecnológicamente nuevos o mejorados incluido el
software integrado en bienes de equipo, o desincorporada mediante adquisición de
conocimientos externos o tecnología inmaterial. Le siguen a continuación los gastos en
actividades innovadoras ligadas al diseño u otros preparativos para la producción y
distribución, junto con los gastos asociados a la introducción de innovaciones en el
mercado o comercialización56. Las actividades de I+D internas son simbólicas, empero
esta proporción se cuadruplica en el caso de las empresas de más de 250 empleados. De
otra parte, los gastos destinados a I+D contratada a otros agentes de fuera de la empresa,
o I+D externa, son escasos en términos globales y únicamente cabe mencionarlos en el
caso de las empresas que cuentan con menos de 50 trabajadores. Por último, la
formación tampoco juega un papel significativo, a pesar del alto valor estratégico que
concluyentemente encarna este activo.
Compra
conocimientos Compra
externos maquinaria y
14,2% equipos
68,6%
Los resultados obtenidos revelan una floja voluntad empresarial de apuesta por los
intangibles tecnológicos, bien que la opción más recurrente es la compra de recursos
tangibles (maquinaria y equipo) seguido de la compra de conocimientos externos,
factores ambos fácilmente adquiribles para todas las empresas del sector, lo que anula
su valor estratégico y de intangibilidad en el que sustentar la competitividad distintiva
de los negocios. El resto de potenciales intangibles (formación, diseño, I+D,
comercialización, etc.), siempre y cuando sean gestionados con la visión de tales,
reciben una menor atención y en consecuencia se les dedica una cifra insuficiente de
innovaciones no tecnológicas asciende al 45,15% del total (Encuesta sobre Innovación Tecnológica en
las Empresas 2000).
56
Los gastos destinados a la comercialización de productos nuevos o mejorados considera los costes
derivados de su lanzamiento, donde se computan los estudios previos de mercado, comercializaciones
experimentales, adaptación del producto a los diferentes mercados y la publicidad. Se excluyen los gastos
referidos a la puesta en marcha de redes de distribución con vistas a comercializar nuevos productos
(INE, 2004).
recursos económicos, lo que dificulta su consolidación como generadores de ventajas
competitivas sostenibles. Si bien, debe hacerse la salvedad de que en el caso de las
empresas de mayor tamaño y de gestión directiva más profesional se elevan las partidas
dedicadas a estos factores, con lo cual se corrobora que existe una correlación positiva
entre tamaño empresarial e iniciativas emprendedoras que se encuentran más al alcance
de esos emporios por razones de su mayor capitalización y mejor sintonía con las
tendencias competitivas que se extraen de una dirección profesional y familiarizada con
las tendencias de la Dirección Estratégica actual. Por lo que hace referencia a la
orientación de la innovación, casi la mitad de las empresas de hostelería la concretan en
tecnologías que permiten las innovaciones de sus procesos y un tercio de ellas se dirigen
a tecnologías de producto. En cualquier caso estas alternativas estratégicas suponen ya
de por sí un primer paso en la búsqueda de la excelencia empresarial por parte de un
todavía reducido número del conjunto de negocios que dan cuerpo al sector turístico
español, pero que proyectan la vanguardia de una relativa apuesta por los intangibles, en
diferente grado de desarrollo, en el contexto turístico nacional.
57
El INE elabora desde 2001 la “Encuesta sobre el uso de TIC y comercio electrónico en las empresas”.
El nivel de desagregación sectorial de los resultados de la referida estadística sólo permite conocer los
datos referidos al alojamiento turístico, concretamente hoteles y campings, que se corresponden con los
grupos 55.1 y 55.2 de la CNAE-93. El resto de actividades turísticas aparecen integradas en otros sectores
y no pueden obtenerse resultados significativos de manera independiente.
Sin duda cabe destacar el crecimiento exponencial que se viene constatando en el uso de
internet por parte de las empresas turísticas, pues constituye el medio empleado para
ejecutar labores de publicidad y de comercialización de sus productos y servicios, para
realizar búsquedas de información, para obtener servicios bancarios o financieros e
incluso para interactuar con las administraciones públicas. De igual modo se constata la
generalización del correo electrónico como medio de comunicación y la difusión de
información a través de páginas web, así como para la comercialización on line de sus
productos y servicios (véase Figura 5). Internet constituye una fórmula de aproximación
a los clientes de bajo coste y se convierte en un escaparate global y sin fronteras en el
que las empresas exponen sus productos. Como elementos de intangibilidad las
herramientas de comercialización vía internet facilitan mantener el pulso con los
competidores, dar una imagen de modernidad del negocio, expandir el mercado, ofrecer
servicios personalizados y demostrar la agilidad y calidad de los servicios prestados.
20
10
0
Hoteles Campings Apartamentos Alojamiento rural
Fuente: INE (2008b,c,d,e) y elaboración propia.
Es ante esa disyuntiva donde emergen los valores éticos que distinguen a unas empresas
de otras, si bien el turismo ha adolecido de una falta de orientación en cuanto a la forma
de entender el respeto medioambiental y de integrar la sostenibilidad en toda su
dimensión como un factor que suma y no restringe las posibilidades del territorio. Ahí
toma carta de naturaleza la redacción en el año 1999, por parte de la OMT, del Código
Ético Mundial para el Turismo58 (CEMT). En ese código se articulan los principios
esenciales que deben regir las intervenciones en torno a la adecuación y puesta en valor
de los argumentos turísticos que singularizan a cada espacio.
Sin embargo, gran parte de la ética que destila el CEMT, requiere del compromiso de
los negocios intervinientes en el turismo, cuyos valores éticos deben interpretar lo
transmitido por la OMT en su código y a partir de esa premisa se abren las puertas a un
estado supremo y condicionante de la competitividad empresarial en la actualidad: la
Responsabilidad Social Empresarial59.
Una prueba irrefutable del valor que va adquiriendo la RSE en la sociedad lo constituye
el estudio realizado en el año 2004 por el Mori Research International Center for CSR
Europe, donde se acreditaba ya que un 70% de los consumidores europeos reconocían
que la consideración de la RSE por parte de las empresas constituía un criterio de
selección relevante en el momento de comprar un producto o servicio. E incluso se
estimaba que un 44% de dichos clientes estaría dispuesto a pagar más por productos o
servicios que se hubiesen fabricado conforme a los requerimientos sociales y
medioambientales.
Por consiguiente, se puede reconocer que todo lo que rodea la vertiente más intangible
de la gestión empresarial ha ido adquiriendo entidad propia, hasta el extremo de que las
empresas turísticas se muestran receptivas a informar y a gestionar lo intangible de sus
respectivas organizaciones, habiendo adquirido categoría individual la RSE como
símbolo de compromiso y especificidad talentosa de la gestión empresarial aplicada. En
tal sentido se puede señalar que empresas como Sol Meliá Hoteles, NH Hoteles o la Red
Nacional de Paradores de Turismo elaboran memorias anuales de RSE, destacando en
ellas su dedicación a la formación de empleados, la atención y defensa del medio
ambiente, los proyectos de eficiencia ecológica, la protección del patrimonio cultural,
etc.
El tamaño medio tan reducido del que adolece el sector turístico español en general,
tanto en el subsector hotelero, como en los de restauración, agencias de viaje y una
inmensa mayoría de los servicios complementarios que se suministran en cualquier
destino turístico, entraña una complejidad añadida cuando se pretenden promover
estrategias procedentes de la aplicación competitiva de los intangibles cultivados en el
seno de cada empresa. Piénsese que el tamaño constituye un factor restrictivo para la
incorporación y aceptación de lo intangible, por la imposibilidad de prestar la atención
60
Un repaso sobre los intangibles, y especialmente aplicado al sector turístico, se puede consultar en
Villafañe (coor.) et al. (2006), Ferri et al. (2005: 171-308) y en Monfort (2004a, 2004b, 2006 y 2008).
que precisan estos factores, por parte de pequeños negocios a los que la vorágine del día
a día absorbe toda su capacidad y disponibilidad.
Además, existe un tumor maligno en el seno del sector turístico que estos últimos años
ha potenciado su destructiva existencia, denominado: promoción inmobiliaria
desordenada en zonas turísticas61. El resultado de esta célula cancerosa se ha traducido
en un aumento desmesurado de la oferta de alojamiento en apartamentos o segundas
residencias, “tanto monta monta tanto”, cuyos efectos son la interferencia provocada por
plazas a priori turísticas, que no respetan la disciplina que rige en el turismo y al mismo
tiempo provocan una competencia desleal sobre las empresas profesionales que
desarrollan su labor dentro del sector, al que someten a una tensión intolerable que va en
detrimento de la calidad del producto que finalmente se presta a los turistas.
61
De acuerdo con los datos derivados del Censo de Población y Vivienda de 2001 y la Encuesta de
Alojamiento Turístico, estadísticas ambas elaboradas por el INE, las plazas turísticas en España se elevan
a 2,7 millones, mientras que las estimadas en viviendas secundarias ascienden a 12,5 millones (López et
al., 2003). Si el recuento se realiza por comunidades autónomas, los registros muestran que el peso de la
segunda residencia llega a un 91,3% en la Comunidad Valenciana; a un 74,7% en Cataluña; a un 83,7%
en Andalucía; a un 46,7% en Canarias; a un 39,9% en Baleares y a un 91,5% en Murcia. Cifras
reveladoras por sí mismas de la invasión de la segunda residencia en los principales destinos turísticos
españoles.
investigación, más allá del simple cómputo en cuanto a la disponibilidad de intangibles
en los que hacer descansar su mayor competitividad comparada, se analizó la aplicación
a la gestión de cada negocio de esos intangibles en los que descansa una gestión
empresarial competitiva.
Resumidamente, cabe subrayar que una buena parte de los directivos turísticos
españoles, demostraron una enorme atención por la imagen de calidad del servicio que
pueden proyectar sus respectivas empresas, a lo que se une su convicción por apostar
decididamente por la reputación. Este último factor de intangibilidad si se sabe integrar
en el identificativo de una empresa adquiere un gran valor, y la organización se
convierte así en una pieza de gran atractivo para el mercado y para todos sus agentes,
siendo objeto de seguimiento por parte de los competidores. Pero además, la reputación
de una empresa se interrelaciona con la RSE y, de esa relación, surge un compromiso
con la hoy ya irrenunciable sostenibilidad, pues la reputación que adquiere un negocio
turístico es, en gran medida, el fruto de saber integrar lo sostenible con la
responsabilidad social. De ahí que la gestión del conocimiento aplicado por una
organización cualquiera o la asimilación e incorporación de conceptos de gestión varios,
abocan en un mismo fin último, que es conseguir identificar empresas representativas de
la excelencia empresarial, que aflora hoy de forma unánime, cuando se sabe conjugar lo
sostenible con lo socialmente responsable. Se canaliza así un marketing empresarial de
éxito, que se traduce en superiores resultados económicos para las empresas ungidas por
ese óleo de la intangibilidad.
A MODO DE EPÍLOGO
De esa concepción nace la ética que distingue a unas empresas de otras y hunde sus
raíces la creciente RSE que va extendiéndose en el contexto económico. Además, la
interpretación de los indicadores que sustentan una actividad empresarial socialmente
responsable, integran un amplio abanico de factores que cada vez más se leen como
elementos de competitividad diferenciada para los negocios más ágiles en su
interiorización competitiva. Frente a esa postura no se oculta que perduran empresas
que consideran la RSE como una limitación de la capacidad de competir, por la
necesidad de satisfacer extremos que representan un coste añadido empresarial para
compañías asociadas al turismo más involucionista. Felizmente se va advirtiendo cada
día más como el nuevo modelo de gestión empresarial pretende ser socialmente
responsable, sin renunciar a ser rentable, excelente y reputado ante terceros. Sin
silenciar con ello, el daño infligido por la intervención irrespetuosa de un sector
inmobiliario, cuya participación en el sector turístico ha sido oportunista y coyuntural, y
ajena por completo a la profesionalidad y vocación de continuidad que por contra
caracteriza a una inmensa mayoría de las empresas turísticas arraigadas en el sector.
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN.
Hasta hace no demasiado tiempo el turismo era considerado una actividad económica
sin impactos apreciables en el medio ambiente. En realidad, el conjunto de los servicios
lo era, amparados bajo el paraguas conceptual de “industria sin humos”. Hoy en día
sabemos que no es así y son múltiples las evidencias de los impactos que genera. Esta
actividad que a principios de siglo era minoritaria y elitista en 2004 provocó, según la
OMT la llegada de 763,9 millones de turistas internacionales, a los que habría que
sumar todos aquellos turistas nacionales. Tal demanda de transporte, junto con las
actividades realizadas en distinto, nos permite ya presumir la existencia de impactos
ambientales. Trabajos pioneros sobre la huella ecológica del turismo como los de
Murray (2000) para el caso de las Islas Baleares, Cole (1999) para el caso de Manali en
la región del Himalaya o Gössling et al. (2002) para el caso de las islas Seychelles
ilustran y cuantifican las dimensiones del problema.
En los últimos años, como veremos a continuación, se han multiplicado las iniciativas
que de uno u otro modo procuran el aumento de la sostenibilidad en la actividad
turística, sin embargo también es cierto que aún no existen avances significativos en
esta materia (Pérez, 2004) y que la incorporación de criterios de sostenibilidad ha sido
lenta y parcial (Yunis, 2003, p. 19).
En el caso de España, de acuerdo con Pulido (2004, p. 7), si bien existen ejemplos que
evidencian un nuevo planteamiento en la planificación y gestión de la actividad turística
en algunos territorios, aún hoy se mantiene un modelo insostenible, caracterizado por la
ausencia de planificación, con una obsesión casi enfermiza por un continuado
crecimiento de la oferta y de la demanda, un fuerte componente inmobiliario (segundas
residencias), basado en el aprovechamiento irracional de ventajas comparativas estáticas
(recursos naturales, clima, riqueza cultural), una marcada estacionalidad, la ausencia de
coordinación ínter administrativa y en las políticas sectoriales y serios problemas de
saturación, ruidos y contaminación.
Resulta por tanto justificado la exploración de nuevos instrumentos que permitan la
implementación de criterios de sostenibilidad en el ámbito del turismo y que den
continuidad y potencien las herramientas existentes en la actualidad. Sería el caso de la
Agenda 21 del Turismo, cuya validez para cumplir estos objetivos justificamos a lo
largo de este documento. Para llegar a este punto, a lo largo de este trabajo abordamos
en primer lugar los principales antecedentes en la construcción de las políticas actuales
de sostenibilidad. A continuación se analizan las políticas que contribuyen al desarrollo
sostenible en el ámbito del turismo en España, valorando los distintos instrumentos
implementados al efecto de detectar las carencias existentes. En el tercer apartado se
describe someramente las características, contendidos y proceso de elaboración de una
Agenda 21 Local (A21L). En el cuarto apartado se relata el concepto, principios y
requerimientos propios del turismo sostenible. Por último, se esboza el contenido
específico de una Agenda 21 del Turismo y se analiza su capacidad de dar respuesta a
las carencias detectadas en las políticas existentes, así como a las demandes de
sostenibilidad tanto de residentes, como de visitantes.
En esa época, faltaba todavía mucho tiempo para que el concepto de desarrollo
sostenible fuera acuñado. De hecho fue necesario el paso de más de un siglo hasta que
en 1987 la Comisión Brundtland lo definió como “el desarrollo que satisface las
necesidades del presente sin hacer peligrar la capacidad de las generaciones futuras de
satisfacer sus propias necesidades”.
62
“El Congreso, que reconoce el profundo impacto de la actividad humana en las interralaciones de todas
las componentes del medio ambiente, particularmente las profundas influencias del crecimiento
poblacional, la alta densidad de urbanización, la expansión industrial, la explotación de recursos, y
nuevos avances tecnológicos en expansión, y que además reconoce la importancia crítica de restaurar e
mantener la calidad del medio para el bienestar general y el desarrollo del hombre, declara que el
Gobierno Federal, en cooperación con los gobiernos estatales y locales, y otras organizaciones interesadas
públicas y privadas, establece como su política emplear todos los medios y medidas posibles, incluida
asistencia financiera y técnica, de modo calculado, para acelerar y promover el bienestar general, para
crear y mantener condiciones bajo las que hombre y naturaleza puedan coexistir en armonía, y satisfacer
las necesidades de todo tipo, en especial sociales y económicas de las generaciones de americanos
presentes e futuras.”
- La recomendación sobre la creación de instituciones ambientales y financiación
de los programas de actuación ambiental: creación del Programa de las Naciones
Unidas sobre el Medio Ambiente (PNUMA).
En ese caldo de cultivo, las primeras iniciativas no tardan en llegar al ámbito específico
del turismo. Así en 1978 la Organización Mundial del Turismo (OMT) estableció un
comité ambiental, cuya primera reunión tuvo lugar en Madrid en 1981. En el
participaban tanto representantes del ámbito ambiental, como del turístico, a fin de
consensuar las líneas de trabajo necesarias para la consecución de un turismo respetuoso
con el medio ambiente. Fue el inicio de una serie de encuentros que, actualmente, la
OMT sigue realizando.
Aunque los resultados prácticos de la Cumbre la Tierra han sido cuestionados (CITA),
sin duda ha sido el catalizador de una serie de iniciativas a nivel mundial, tanto en el
ámbito del turismo, como en otros ámbitos, particularmente a partir de mediados de los
noventa. Así, por ejemplo, una consecuencia directa de la reunión de Río fue la firma en
mayo de 1994 de la “Carta de las Ciudades Europeas hacia la Sostenibilidad“ (Carta de
Aalborg). Un texto de gran relevancia que pretende trasladar y concretar en el espacio
europeo la propuesta recogida en el programa 21, lanzando la agenda 21 local. A partir
de este punto las agendas 21 locales se han multiplicado a lo largo de toda Europa.
En esta fase de asunción creciente de compromisos, sobre todo por parte de las
administraciones y agentes institucionales, el número de iniciativas e instituciones
activas en este campo ha empezado a crecer de modo que realizar un seguimiento
exhaustivo requeriría un amplio trabajo que excede las posibilidades de este artículo. No
obstante es preciso destacar alguna propuesta más, si quiera brevemente.
Haciendo balance de los logros alcanzados, la OMT (2002) reconocía, por una parte, la
creciente sensibilización del sector público y la existencia de importantes recursos
tecnológicos aplicables a la corrección de los impactos del turismo, pero también, el
insuficiente calado que en términos prácticos mostraba el propósito de sostenibilidad en
las políticas turísticas nacionales.
De entre las instituciones que se han sumado a este conjunto de iniciativas, resulta de
particular interés, dado su potencial de liderazgo para el conjunto de la Europa
comunitaria, la desarrollada por la Comisión de Empresa e Industria de la Unión
Europea, quien en los últimos años ha ido adoptado un compromiso creciente con la
promoción del desarrollo sostenible en la industria turística, proponiendo como
instrumento específico para este objetivo la implantación de una agenda 21 del turismo.
Sin embargo la iniciativa específica a favor de una A21 del turismo, no surge hasta
noviembre de 2001, cuando se publica el documento “Trabajando junto por el futuro del
Turismo Europeo”, en el que se proponía la adopción de 10 acciones en el marco de una
estrategia turística europea. Entre estas medidas estaba “la promoción del desarrollo
sostenible de las actividades turísticas en Europa definiendo e implementado una
agenda 21” (Comisión de las Comunidades Europeas, 2001, p. 16). Se pone así en
marcha el proceso para el diseño y promoción de este instrumento en el marco de los
países comunitarios.
El trayecto hasta llegar al diseño de los elementos centrales de una Agenda 21 del
turismo se inicia como resultado del Proceso de Turismo y Empleo celebrado en el año
2000. A resultas de este evento, de la Comunicación (2001) 665 “Trabajando juntos por
el futuro del turismo europeo” y de la Comunicación (2003) 716 final “Orientaciones
básicas para la sostenibilidad del turismo europeo”, la Comisión creó a finales de 2004
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Para un mayor detalle de las propuestas ver CCE (1992).
el Grupo de Sostenibilidad en Turismo. El grupo, formado, por expertos tanto de
distintos organismos internacionales y administraciones públicas, como de empresas,
inició su andadura en 2005 con el objetivo de un marco para la acción que estableciera
las acciones y responsabilidades para los distintos tipos de actores implicados en el
turismo: administraciones, industria y consumidores.
Debemos recordar en este punto que la Comisión Europea a penas tiene atribuidas
competencias específicas en el ámbito del turismo y, sobre todo, no existe amparo para
el establecimiento de una política comunitaria del turismo. Tanto la definición de las
políticas turísticas, como la aplicación de las recomendaciones de la Dirección General
de Empresa (en la que se integra la Unidad de Turismo) son competencia de los estados
miembros. En este contexto, las medidas propuestas por la UE responden a dos
tipologías (Ayuso, 2003, p. 57):
El modelo turístico español se caracteriza, aún hoy en día, por estar basado en la
captación de grandes volúmenes de turistas, concentrados en épocas del año muy
concretas y cuya competitividad ha descasado en buena medida en la estrategias basadas
en el encubrimiento de costes medioambientales y sociales (Pulido Fernández, 2004, pp.
100-101). Es decir, el proceso expansivo del turismo español se ha venido apoyando en
ventajas competitivas espurias, como es la externalización de costes ambientales y
sociales, de un modo, por lo tanto, desequilibrado. La perdurabilidad de este modelo en
la actualidad evidencia el escaso calado que han tenido las iniciativas políticas a favor
del desarrollo sostenible.
Esta situación no puede ser desligada de la corta trayectoria que las políticas de
desarrollo sostenible en el ámbito del turismo han tenido en nuestro país, ya que apenas
existe ninguna iniciativa reseñable en esta materia antes de la década de los noventa.
Por el contrario, las políticas primaron, ante todo, la expansión de la oferta. El
crecimiento experimentado y su corolario, el deterioro ecológico de algunos espacios
debido a la presión turística ejercida (Rivas et al. 2007, p. 123) provocó un cierto
replanteamiento de este enfoque, si bien esta nueva formulación estaba ligada en mayor
medida a la incorporación del concepto de calidad total que a la focalización específica
de los problemas de sostenibilidad.
Este proyecto, junto con el Plan de Turismo Sostenible, crean los mimbres
fundamentales que integran aún hoy la política medioambiental de la Secretaría General
de Turismo del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (Cuadro 1). Como
podemos observar, salvo pequeñas incorporaciones, como es el caso de la medida
destinada a fomentar la eficiencia energética en empresas turísticas, o la inclusión de
cierta exigencia medioambiental en los planes de destino, las grandes líneas son las
mismas.
El Sistema de Gestión Ambiental para Hoteles, al igual que en el caso anterior se apoya
en el EMAS. Se trata de un instrumento voluntario que asume la preocupación por el
medioambiente entre las prioridades de la empresa. Si entre sus aspectos positivos
tenemos que señalar la extensión de prácticas sostenibles entre un tipo de actor clave y
su orientación a la sostenibilidad, en el debe hemos de señalar, como le es propio, su
alcance limitado en términos territoriales y sociales.
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http://www.sgt.tourspain.es/paginas/Medioambiente/Web/turismo_sostenible.htm
que no tiene carácter empresarial como otros subsectores (hoteles, restaurantes,
agencias, etc.). Por lo general, los objetivos del sistema SCTE se centran en la mejora
de la calidad de la visita turística, sin entrar en otros aspectos de gestión de los espacios
relacionados con la conservación. En esencia, la “Q” en espacios naturales protegidos es
una certificación que acredita que el espacio tiene unas instalaciones y servicios de
atención al público de calidad y compatibles con los objetivos de conservación.
Todos los anteriores forman parte de las medidas ambientales de la Secretaría General
de Turismo, no obstante, debemos señalar, que en los grandes instrumentos estratégicos
de la política turística en España son los planes de destino. En ellos si se ha incorporado
una cierta exigencia de sostenibilidad. Así en la web de la Subdirección de Calidad e
Innovación turística se señala que:
Por otro lado, en la misma página se concretan de modo más específico los objetivos del
PICTE (2000-2006), al afirmase que:
centra sus esfuerzos en el objetivo de desarrollar una oferta turística de calidad, que a
su vez sirva como referente para evitar la estacionalización y lograr la diversificación
de la oferta turística.
Tales objetivos, si bien se incluyen entre aquellos que, como veremos más adelante, son
propios de una agenda 21 del turismo, constituyen solo una parte de ellos.
Consecuentemente puede afirmarse que desde su misma concepción, si bien los planes
de destino pueden contribuir a la incorporación de criterios de sostenibilidad en la
actividad turística, el alcance de sus objetivos es insuficiente en este ámbito. Por otro
lado, si bien, los objetivos operativos de los planes de detallan con profusión, más allá
de los enunciados introductorios, no existen referencias o indicaciones sobre cómo debe
ser operativizada la aspiración de sostenibilidad o sobre cuál debería ser la exigencia
aceptable. Es decir, existe una política enunciativa, pera escasamente operativizada más
allá del voluntarismo de determinados territorios. En este sentido, consideramos que el
PICTE es aún deudor de los modelos anteriores.
Superado el PICTE y situados en el ámbito de aplicación del Plan del Turismo Español
Horizonte 2020, se ha avanzado, si bien de modo modesto, hacia la operativización de
criterios de sostenibilidad en los planes. Así se establecen 9 criterios de evaluación y
selección de planes (con diferente ponderación según se trate de planes para zonas o
comarcas o destinos internacionales):
El planteamiento, por tanto, si por un lado es más concreto que en programas anteriores,
sigue siendo genérico y poco ambicioso en sus objetivos medioambientles y de
sostenibilidad. En cualquier caso, no debemos olvidar que estos planes no tienen por
objetivo principal alcanzar mayores niveles de sostenibilidad, sino desarrollar el sector
del turismo, pudiendo apoyarse para ello en la mejora de aspectos ambientales.
Debemos señalar, por último, que en ninguno de los instrumentos considerados existen
mecanismos específicos de participación, aunque en algunos puedan existir
eventualmente mecanismos de consulta, caso de los planes de destino o del municipio
turístico sostenible. En contraste, el Programa 21 (origen de la A21l que veremos en el
apartado siguiente) en su capítulo 28.3 señala que “Cada autoridad local debería iniciar
un diálogo con sus ciudadanos, organizaciones locales y empresas privadas y aprobar un
Programa 21 local. Mediante la celebración de consultas y la promoción de un
consenso, las autoridades locales recibirían aportes de la ciudadanía y las
organizaciones cívicas, empresariales e industriales locales y obtendrían la información
necesaria para formular las mejores estrategias. El proceso de consultas aumentaría la
conciencia de los hogares respecto de las cuestiones relativas al Desarrollo Sostenible”.
Es decir, se asume que le participación es un instrumento de corresponsabilidad y
mejora a través del que modificar conductas insostenibles. Sin embargo, solo en uno de
los instrumentos aplicados se ha implementado esta posibilidad, cercenado así la
potencialidad para conseguir mayores avances. Es preciso, por tanto, la implementación
de políticas que conviertan a ciudadanos y turistas en actores del cambio.
LA AGENDA 21 LOCAL.
La Carta de Aalborg sugiere una serie de líneas maestras sobre las que vehiculizar la
elaboración de los planes de acción locales hacia la sostenibilidad:
Plan de seguimiento
Plan de Comunicación
Auditoría Ambiental
Fuente: elaboración propia.
TURISMO SOSTENIBLE.
Janssen et al. (1995) (cit. por Ivars, 2001) consideran desarrollo turístico sostenible
como un mecanismo de respuesta inteligente, considerándolo como aquel cuya
orientación evoluciona de manera que la presión sobre el medio natural permanece por
debajo del umbral de capacidad de carga tanto para la generación presente como para la
futura.
Por otro lado, como sostiene Ullastres (1998) el turismo debería reunir las siguientes
características:
Varias de estas características están ausentes en los distintos instrumentos que integran
la política turística española. En particular cabe citar tres de ellas: el carácter integrado,
abierto y participativo. Sin embargo, todas estas características resultan propias de una
agenda 21 y, en particular, de una agenda 21 del turismo, cuyos rasgos y características
principales se esbozan a continuación. Cabe destacar a este respecto que la A21 del
Turismo se presenta como una herramienta susceptible de integrar los instrumentos
existentes, ampliar su alcance y subsanar las carencias detectadas. En definitiva,
constituiría la evolución lógica de las medidas ya puestas en práctica.
El proceso de implementación de una A21 del turismo se desarrolla de igual modo que
una A21L, siendo, igulamente, la participación ciudadana un elemento indispensable.
Sin embargo, sus contenidos habrán de ser más específicos. A este respecto, el modelo
de A21 para la industria turística propuesta por la OMT, el Consejo Mundial de Viajes y
Turismo (WTTC) y Consejo de la Tierra, se indicaban una serie de ámbitos de
actuación prioritarios, que pueden tomarse como ejes esenciales de una agenda de este
tipo, no excluyendo la posibilidad de que, en el proceso de adecuación a la realidad y
necesidades locales, se introduzcan a mayores otros ámbitos de actuación. En concreto
la A21 para la industria turística hacía referencia a los siguientes puntos:
Frente a otros instrumentos de actuación, la A21 del Turismo ofrece, cuando menos las
siguientes ventajas.
a. Un enfoque global y sistémico.
b. Facilita la coordinación entre diversos tipos de partícipes.
c. Incluye procesos de participación ciudadana.
d. Se trata de un instrumento enfocado específicamente a la mejora de la
sostenibilidad.
Por último, la experiencia en el desarrollo de agendas 21 sugiere tres factores claves que
deben tenerse en cuenta de cara a alcanzar los resultados esperados y que pueden
resumirse en: participación, perseverancia y pragmatismo.
Finalmente, si es cierto que exige constancia y visión de largo plazo, también es cierto
que ha de conciliarse con un cierto carácter posibilista que permita la implementación
de medidas en el corto plazo. La consecución de unos pocos primeros pasos es un
requisito fundamental para una larga marcha.
CONCLUSIONES.
Así pues resulta perentorio aplicar renovados esfuerzos, junto con el diseño y la puesta
en práctica de nuevos instrumentos que vengan a suplir las deficiencias de los actuales
en materia de sostenibilidad y a ampliar el alcance de sus resultados e impacto. Por otro
lado, existen dos factores de demanda de mayores cotas de sostenibilidad que no pueden
ser olvidados. En primer lugar, existe una demanda social, toda vez que se ha
constatado que allí donde la industria turística es más madura, la preocupación de la
sociedad por los impactos ambientales generados tiende a ser mayor. En segundo, existe
un segmento de demanda que prima y valora tanto la calidad del entorno como,
específicamente, la puesta en práctica de políticas de sostenibilidad. Consecuentemente,
aquellos destinos que no sean capaces de implementar instrumentos que aborden esta
cuestión, habrán de enfrentar tanto la presión creciente de la sociedad local, como su
inadecuación a los cambios en la demanda. El desarrollo sostenible de la actividad
turística es, por tanto, uno de los retos que, indefectiblemente, ha de abordar este sector.
BIBLIOGRAFÍA.