#Onemoretime

Guerrero Medina, Diego Armando

Este lunes 22 de febrero la agrupación francesa Daft Punk, integrada por Thomas
Bangalter y Guy-Manuel de Homen-Christo, ha publicado un video en su cuenta
oficial de youtube en el cual uno de los “androides” del grupo se autodestruye, horas
más tarde un publicista del grupo, ha declarado a los medios que se trata de una
despedida simbólica, pues el grupo pionero del French house se ha separado
oficialmente, luego de 27 años de historia y éxitos, una despedida que hará llorar a
más de uno y pedir #OneMoreTime. #SusElectrónicasMajestades

Un grupo redondo, tanto que no tuve que pensar en un título para la presente nota,
pues funciona a la vez como epitafio de esta historia, “Sólo un ratito más”, “una vez
más”, “otra rola y nos vamos”, “one more time”, esa plegaria que en los noventas
hizo a más de uno vibrar hasta el éxtasis en los antros y que todavía en los dosmiles
era un himno de juventud, aquella frase, que hoy tras veintisiete años de carrera
musical, repetimos casi como súplica las, los y les fans, de estos androides
showseros, que se llevan una parte de nosotros, ahora que han decidido marcharse.

Habrá crónicas sendas y mucho mejor escritas que esta párvula nota, pero hoy por
primera vez he llorado por la separación de un grupo, hace tiempo no los escuchaba
en mi playlist, pero aún así se siente como si un amigo se despidiera y como si otro
nos echará en cara la vida misma, aquel generoso y hostil cómplice llamado tiempo,
como si toda la dicha, todo el sudor adolescente, toda la tristeza, todas las noches,
los amores, ¡oh dios, los amores!, no sólo fueran pasado, sino como si también
hubiesen muerto en esa autodestrucción.

Por otra parte, ¡qué manera de decir adiós!, autoinvitados al club de los 27, con un
video simbólico, donde los haya, en plena pandemia, tras los rumores de su
participación en el Super Bowl, se despiden como reyes. ¿qué más puedo decir?, la
nostalgia se me agolpa en el pecho y necesito #onemoretime, sólo una vez más.
Daft Punk, siempre fue similar a un par de ángeles de la guarda, que estaban ahí
para consolarme en mis momentos más oscuros, pero también para reír conmigo,
con mis amigos, mis amantes, mis sueños, húmedos y de aventura, recorrí la ciudad
con ellos en mi corazón y en mis audífonos, memorice sus canciones, casi me tatuó
una de sus canciones, y ahora que lo pienso lo haré.