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En líneas generales, estos factores se pueden

resumir así:

Factores internos

En este caso se refieren a los intereses, las aptitudes y las actitudes, las
habilidades, las motivaciones, la personalidad que posee la persona.
• Las capacidades potenciales de una persona a la hora de realizar algunas
actividades que se adquieren con la práctica.
• Las preferencias a la hora de elegir la carrera profesional, una actividad, un
hobby, etc.
• Las capacidades en las que una persona mejor se desempeña sin tener en
cuenta de si se trata de una capacidad innata o adquirida.
• Cómo somos, qué nos define, en definitiva, la identidad de una persona.

Factores externos

Entre los factores externos destacan la familia, los medios de comunicación o el


entorno cultural, social y económico.
• Suele tener una mayor influencia en la toma de decisiones profesionales y
académicas, ya que en el seno familiar es donde se adquieren los primeros
valores y las personas perciben el entorno de una manera u otra teniendo
en cuenta este factor.
• Entorno cultural, social y económico. El entorno educativo, donde hayas
adquirido tu formación también será un factor determinante a la hora de
tomar decisiones, ya que el modelo de estudios por el que se opte puede
determinar la profesión o la carrera que se elija. Las relaciones que se
mantienen con amigos y conocidos también, en cierto modo, influyen en
esta toma de decisiones. El contexto económico también influirá en la toma
de decisiones porque puede determinar tu elección teniendo en cuenta el
poder adquisitivo de cada individuo.
• Medios de comunicación. A través de los medios se difunde información
que también puede influir en la toma de decisiones y determinar.

Factores en el mundo empresarial

Si nos adentramos en el mundo empresarial hay que tener en cuenta que estos
factores cambian. Pero también se dividen en externos e internos. En este sentido,
entre los factores externos destacan:
• El tiempo. En una empresa el tiempo del que se dispone para tomar una
decisión es limitado y suele ser crucial a la hora de resolver conflictos. Por
ello, es un factor que no se debe menospreciar y valorar a la hora de tomar
una decisión, ya que también nos ayudará a que ésta no se dilate.
• La existencia de presiones por parte de otras personas de la compañía es
inevitable y más cuando esta toma de decisiones implica cambios
importantes a nivel empresarial. Se deben tener en cuenta y valorarlas,
pero poniendo ciertos límites para que no lleven a tomar una mala decisión.
• La estabilidad del entorno. Trabajar en un entorno estable facilitará en el
proceso de toma de decisiones y limitará la incertidumbre de lo que pueda
ocurrir.
• El riesgo. Hay que tener en cuenta que toda decisión conlleva un riesgo
que puede dar lugar a alguna circunstancia dañina o no deseada. Lo mejor
es contar con una estrategia de gestión de riesgos en todas las
organizaciones.

Entre los factores internos, alguno de ellos ya mencionados como básicos, cabe
destacar:
• La actitud. Cómo el estado de ánimo se enfrenta a determinadas
circunstancias dentro de la empresa.
• La aptitud. Esas capacidades físicas, intelectuales o sociales de cada ser
humano.
• Crear situaciones que no se esperaban y tomar decisiones respecto a ello
también influirá en el proceso, ya que la persona analizará y creará
soluciones partiendo de esas situaciones.
• La experiencia tanto personal como profesional. Cuanto mayor es la
experiencia, menos probabilidades hay de cometer errores.
• La cultura de la persona que tomará la decisión. Sus valores, ideas,
sentimientos, la forma de vida, etc. también influirán en ese proceso de
toma de decisiones.

8 etapas del proceso de toma de decisiones de la


empresa

Identificar y analizar el problema


Encontrar el problema y reconocer que se debe tomar una decisión para llegar
a la solución de este. El problema puede ser actual, o potencial, porque se
estima que existirá en el futuro.
Identificar los criterios de decisión y ponderarlos
Aquellos aspectos que son relevantes al momento de tomar la decisión, es decir
aquellas pautas de las cuales depende la decisión que se tome.

Definir la prioridad para atender el problema


La definición de la prioridad se basa en el impacto y en la urgencia que se tiene
para atender y resolver el problema.

Generar las alternativas de solución


Consiste en desarrollar distintas posibles soluciones al problema. Cuantas más
alternativas se tengan va ser mucho más probable encontrar una que resulte
satisfactoria. Técnicas tales como la lluvia de ideas, las relaciones forzadas, la
sintética, etc son necesarias en esta etapa en la cual es importante la creatividad.

Evaluar las alternativas


Se trata de un estudio detallado de cada una de las posibles soluciones que se
generaron para el problema, es decir mirar sus ventajas y desventajas, de
forma individual con respecto a los criterios de decisión, y una con respecto a
la otra, asignándoles un valor ponderado.

Elección de la mejor alternativa


En este paso se escoge la alternativa que según la evaluación va a obtener
mejores resultados para el problema. Existen técnicas (por ejemplo, análisis
jerárquico de la decisión) que nos ayudan a valorar múltiples criterios.
Aplicación de la decisión
Poner en marcha la decisión tomada para así poder evaluar si la decisión fue o
no acertada. La implementación probablemente derive en la toma de nuevas
decisiones, de menor importancia.

Evaluación de los resultados


Después de poner en marcha la decisión es necesario evaluar si se solucionó o
no el problema, es decir si la decisión está teniendo el resultado esperado o
no. Si el resultado no es el que se esperaba se debe mirar si es por que debe
darse un poco más de tiempo para obtener los resultados o si definitivamente la
decisión no fue la acertada, en este caso se debe iniciar el proceso de nuevo para
hallar una nueva decisión.

Las 7 etapas del proceso de toma de decisiones en

la empresa
El proceso de toma de decisiones en una empresa es una fase delicada ya que,
para tomarla, es necesario tener toda la información posible.
Cuando se presenta el momento de tomar una decisión se está frente diversas
alternativas con caminos y opciones distintas. ¿Cómo saber cuál es la mejor?
Los resultados de todas las acciones que tomamos responden a cuestiones que
se han tenido que adoptar. Son procedimientos que se han enfrentado a unas
etapas que ofrecen una solución. Conócelas y aprende a gestionar mejor los
recursos que afectan en el proceso de toma de decisiones.

Identificar el problema

En primer lugar, para gestionar como es debido el proceso de toma de decisiones,


lo más importante es detectar el problema. Conocer la problemática y las distintas
opciones para solucionarla será el punto de inflexión para analizar el motivo que
se nos presenta y conocer su naturaleza. Solo de este modo se sabrá si la
situación se puede considerar un problema y plantearte cómo resolverlo.

Identificación de los criterios para llevar a cabo el

proceso de toma de decisiones

Señala la pauta que te ayudará a resolver el problema. Siempre existen diversos


métodos que favorecen la toma de decisiones en una empresa, sólo hay que
identificarlos. Los responsables de tomar decisiones en una empresa saben que
tienen un amplio abanico de posibilidades para afrontar esa problemática. De
entre todas ellas, deben saber identificar cuáles serán las mejores y las que
aportarán un beneficio mayor para la compañía.

Ponderación de criterios

Los criterios seleccionados para gestionar el proceso de toma de decisiones


deben ser ponderados para conocer cuales son los más eficientes para la toma de
decisiones final. Sabrás cual es el mejor porque se postulará como el preferente.

Detección y análisis de alternativas

En algunos casos, en el proceso de toma de decisiones, se puede dar el caso de


que la ponderación de las opciones posibles no sean las más adecuadas. En este
caso, se puede abrir la veda a alternativas factibles que sean capaces de ofrecer
una solución. La persona responsable de adoptar la resolución debe estudiar las
posibles alternativas. Hay que estar en conocimiento de los puntos fuertes y los
débiles de cada una de ellas. Se deben analizar y comparar para poder esclarecer
si verdaderamente pueden ser una alternativa viable.
Selección de una alternativa

Una vez conocidas y evaluadas las alternativas, llega el momento de decidir cual
opción escoger. Se escogerá la mejor opción para el buen funcionamiento y el
rendimiento de la empresa.

Implantación de la decisión

El primer paso es comunicarla a las personas afectas y conseguir que la acepten.


Esto será más sencillo si las personas encargadas de llevarla a cabo o de acotarla
forman parte del proceso de toma de decisiones. Pero hay que recordar que la
decisión final también debe responder y respetar la planificación empresarial, la
organización y la dirección organizativa.

Evaluación de esta

Una vez seleccionada e implantada la solución, llega el momento de evaluarla.


Conocer cómo ha sido adoptada y, lo más importante, si ha corregido el problema.
Por último, es conveniente realizar une estudio que analice y documente cómo se
ha procedido a la toma de esta decisión. Para determinar una correcta evaluación,
se pueden seguir estos pasos.

o Objetivos resueltos. El proceso de toma de decisiones se habrá


terminado satisfactoriamente si este cumple con las expectativas
esperadas. También es importante saber si las partes implicadas
han aceptado positivamente el reto.
o Analítica e informe de seguimiento. Es conveniente realizar un
informa final donde se determinen los factores que han intervenido
en el proceso de toma de decisiones y como han influido.
o Otros apuntes. Añade a tus estadísticas empresariales los
métodos utilizados, así como introducir los datos recopilados y
estudiados para futuros procedimientos. Resulta muy útil tener
catalogado cualquier paso para el futuro.
En caso de que la problemática aún persista, se deberá optar por recurrir a otra
solución.
Conocer las etapas del proceso de toma de decisiones en la empresa es propio de

un directivo y de las personas que gestionan una compañía. Aprende cómo

gestionar una organización y cómo hacer frente a estas situaciones en

nuestro máster certificado MBA.


Estilos de la toma de decisiones
Se revelan cuatro estilos de toma de decisiones: directivo, analítico, conceptual y
conductual .Veamos más detenidamente cada estilo.
Estilo directivo:
Toleran poco la ambigüedad y su forma de pensar es racional. Son eficientes y lógicos.
Los tipos directivos toman decisiones rápidas y se centra en el corto plazo. Su eficiencia y
prontitud al tomar decisiones hacen que cumplan esta función con mínima información y
que evalúen pocas alternativas.

Estilo analítico:
Toleran la ambigüedad mucho más que los tipos directivos. Quieren más información
antes de tomar una decisión y consideran más alternativas que en el estilo directivo. Los
de estilo analítico se caracterizan por su capacidad para adaptarse o enfrentar situaciones
únicas.

Estilo conceptual:
Se enfocan en el largo plazo y son muy buenos para encontrar soluciones creativas a los
problemas.

Estilo conductual:
Se interesan en los logros de los otros y aceptan sus sugerencias. Convocan a juntas
para comunicarse, aunque tratan de evitar los conflictos. La aceptación de los demás es
importante para los de este estilo de toma de decisiones.

Aunque estos estilos de toma de decisión son distintos. Casi todos los gerentes tienen
características de más de un estilo.

Algunos gerentes mostraran casi exclusivamente su estilo dominante, pero otros son más
flexibles y cambian de estilo dependiendo de la situación.
Algunos empleados se toman su tiempo, ponderan cuidadosamente las alternativas y
calculan cuales son las más arriesgadas (estilo analítico), en tanto que otros empleados
se preocupan por escuchar las sugerencias de los demás antes de tomar una decisión
(estilo conductual).

7 estilos para la toma de decisiones


1. Razonamiento colectivo: De forma natural, ellos reúnen un conjunto de
opiniones antes de tomar cualquier decisión. El consenso de grupo y la aceptación
por parte de todos los implicados guía cada paso hacia adelante.

2. Basados en información: Formulan decisiones con base en datos concretos,


especialmente, números. Se toman su tiempo para investigar, organizar y
considerar antes de continuar.

3. Impulsivos: Estas personas basan sus decisiones en sentimientos para tomar


decisiones rápidas. No les importa correr riesgos y avanzan por la vida con
confianza.

4. Sistemáticos: Sólo avanzan después de considerar metódicamente los pros y


los contras de cualquier decisión. Lo que han investigado les da confianza y un
camino pre-planeado para el futuro.

5. Espirituales: Toman decisiones permaneciendo cerca de Dios y escuchando


con atención para descubrir una clara voz de dirección. La oración, la soledad y el
retiro son sus principales métodos para la toma de decisiones.

6. Historia de vida: Toman decisiones basados en la historia que contarán


después. Ellos quieren ir a lugares nuevos, intentar cosas imposibles, y contarle al
mundo.

7. Pasivos indecisos: Ellos están felices de seguir adelante con casi cualquier
decisión, siempre y cuando no tengan que decidir. Evitan los conflictos y deciden
siguiendo a otros.

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