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CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE

XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE


XII Seminario Internacional de Estudios del Caribe, 2015
Crisis, Diálogos y Desafíos en el Gran Caribe
Compiladores: Alfonso Múnera y Muriel Vanegas. Cartagena: Universidad de Cartagena-Instituto Internacional de Estudios
del Caribe-Grupo de Investigación Sociedad, Cultura y Política en el Caribe colombiano. 2017. 529 páginas

ISBN: 978-958-8736-98-3

I. Contexto Caribe; II. Historia del Caribe; III. Historia Regional; IV. Economía Caribeña; V. Culturas e Identidades Caribeñas.

II. Múnera-Cavadía, Alfonso; II. Vanegas-Berltrán, Muriel

Comité Científico Académico


ALFONSO MÚNERA CAVADÍA - Universidad de Cartagena – AEC
AMARANTO DANIELS PUELLO - Universidad de Cartagena, Colombia
MURIEL VANEGAS BELTRÁN - Universidad de Cartagena, Colombia
DIANA LAGO DE VERGARA - Universidad de Cartagena, Colombia 2
RAÚL ROMÁN ROMERO – Universidad Nacional de Colombia
ÁNGEL QUINTERO RIVERA – Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rio de Piedras
EMILIO PANTOJAS – Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rio de Piedras
SILVIO TORRES-SAILLANT – Universidad de Syracuse, EEUU
JUAN MARCHENA – Universidad Pablo de Olavide, España

El contenido de cada artículo, así como la adecuada escritura de los mismos es responsabilidad exclusiva de su autor. Se prohibe la
reproduccion total o parcial del contenido de esta publicación en medios impresos y digitales sin la autorización de la entidad editora.

UNIVERSIDAD DE CARTAGENA

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ALFONSO MÚNERA CAVADÍA

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Secretaria General
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Director IIECARIBE
ALFONSO MÚNERA CAVADÍA

Diseño de Afiches
RÓMULO BUSTOS AGUIRRE

Primera edición, marzo, 2017

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN
CARIBE

XII Seminario Internacional de Estudios del


Caribe
3

Alfonso Múnera
Muriel Vanegas
Compiladores

Universidad de Cartagena
Instituto Internacional de Estudios del Caribe
Grupo de Investigación:
Sociedad, Cultura y Política en el Caribe
colombiano

2017

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
CONTENIDO

PRESENTACIÓN………………………………………………………………………..………8

LITERATURA DEL CARIBE…………………………………………………………………..9

LA DIÁSPORA EN LA COMPLEJIDAD DEL PENSAMIENTO BORICUA A PARTIR DE


LOS CUENTOS DE EMILIO DÍAZ VALCÁRCEL. Hernando Motato……………………...10

ESCRIBIR EL CARIBE FUERA DE LOS LÍMITES DE MACONDO. Aleyda Gutiérrez 4


Mavesoy…………………………………………………………………………………………21

OSCAR WAO: EL ESPACIO DE UN NUEVO SUJETO DOMINICANO. Vialcary


Crisóstomo Tejada……………………………………………………………………………..33

EL LLAMADO DEL MUNTU. La diáspora poética de Changó, el gran putas. Darío Henao
Restrepo…………………………………………………………………………………………41

JORGE Y GABO: AMPLIANDO EL PANORAMA. Margarita Sorock……………………..74

HISTORIA DEL CARIBE………………………………………………………………………90

CONTINUIDADES Y CONTINUIDADES EN LA ACCIÓN DIPLOMÁTICA DE COLOMBIA


EN EL SIGLO XIX: DEL LIBERALISMO RADICAL A LA REGENERACIÓN. Raúl Román
Romero - María Camila Moncada- Juan David García…………………………………….90

GÉNERO, PRENSA Y CULTURA: LAS MUJERES EN LA HISTORIA DEL


CARIBE………………………………………………………………………………………..104

ESCRITURA EN CLAVE FEMENINA: EL CASO DE LUMBRE, Y MUJER REVISTAS DE


CULTURA FEMENINA Y DIVULGACIÓN DE LOS MANDATOS DEL "DEBER SER" DE
LAS MUJERES. Gloria Bonilla Vélez, Carlos Castrillón Castro………………………….105

¿QUÉ HACEN ELLAS AHÍ? MUJERES EN LA POLÍTICA CARTAGENERA. Lizett Paola


López Bajo…………………………………………………………………………………….119

“YO, CEFERINA BÁNQUEZ, MUJER NEGRA Y CANTADORA DE GUAMANGA,


BOLÍVAR”: MUJER AFRO (DESPLAZADA) Y CULTURA EN EL CARIBE COLOMBIANO.
Ligia S. Aldana………………………………………………………………………………..131

LOS PROCESOS DE PARTICIPACIÓN E INCIDENCIA DEL MOVIMIENTO DE


MUJERES DE LA REGIÓN CARIBE EN LAS DINÁMICAS DE PAZ. Audes Estella
Jiménez González……………………………………………………………………………140
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INTEGRACIÓN, TURISMO Y PUERTOS MARITIMOS EN EL GRAN CARIBE……..150

PERSPECTIVAS POLÍTICAS DE INTEGRACIÓN FRONTERIZA ENTRE COLOMBIA Y


SUS VECINOS DEL CARIBE. Silvia Mantilla, Cristian Chacón…………………………..151

LA CONSTRUCCIÓN DE LA CARTAGENA TURÍSTICA: DESARROLLO Y


PATRIMONIALIZACIÓN A MEDIADOS DEL SIGLO XX. Orlando Deavila Pertuz……160

EVALUACIÓN DE LA SOSTENIBILIDAD DEL TURISMO EN LA ISLA DE SAN ANDRÉS,


EN EL CARIBE COLOMBIANO. Johannie L. James Cruz……………………………….172
5
EL TRANSPORTE MARÍTIMO EN UN ESCENARIO DE POST GLOBALIZACIÓN
Francisco Piniella……………………………………………………………………………..186

NUEVOS RETOS DEL COMERCIO INTERNACIONAL Y SU INCIDENCIA EN EL


TRANSPORTE MARÍTIMO. CAMBIOS E IMPACTOS DE LA AMPLIACIÓN DEL CANAL
DE PANAMÁ. M. Mar Cerbán…………………………………………………………….….204

LOS FRUTOS DE NEOLIBERALISMO: EL GRAN CARIBE A LOS 15 AÑOS DEL SIGLO


VEINTIUNO. Emilio Pantojas García…………………………………………………….…218

CONFLICTOS, DIÁLOGOS Y AGENDAS POR LA PAZ……………………………..…231

LA NEGOCIACIÓN DE LA HABANA Y LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ EN EL CARIBE


COLOMBIANO. RETOS Y DESAFÍOS. Amaranto Daniels Puello……………………...232

PERSPECTIVAS DEL DESARROLLO RURAL COLOMBIANO EN EL CONTEXTO DE


LA NEGOCIACIÓN DEL CONFLICTO ARMADO. Carlos Salgado Araméndez……….249

DE LA NEGOCIACIÓN DEL CONFLICTO ARMADO A LA CONSTRUCCIÓN DE LA PAZ.


Leopoldo Múnera Ruíz……………………………………………………………………….269

DESARROLLO PRODUCTIVO DEL CARIBE COLOMBIANO……………..………….279

LA DISYUNTIVA ENTRE LOS BIOCOMBUSTIBLES Y LA SEGURIDAD ALIMENTARIA


EN EL CARIBE COLOMBIANO: EL CASO DE LA PALMA DE ACEITE EN MARÍA LA
BAJA. Francisco Javier Maza Ávila, Gustavo Adolfo Herrera Sebá…………………….280

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EDUCACIÓN, ¿PARA QUE EN LA ALDEA GLOBAL?..............................................300

EDUCACIÓN Y POLÍTICA EN EL CARIBE COLOMBIANO: VIGENCIA Y PRESENCIA


DE UNA HISTORIA DE CONFLICTOS. CASO DPTO DE BOLÍVAR, 1930-1945. Muriel
Vanegas Beltrán……………………………………..........................................................301

EL RETO DE LA EDUCACIÓN EN UN TERRITORIO INSULAR VULNERABLE: EL


CASO DE LA COMUNIDAD ESTUDIANTIL DE CAÑO DEL ORO. Tania Jiménez, Oriana
Bruno….………………………………………………………………………………………..309
6
LA NUEVA ENSEÑANZA DEL DERECHO. UNA MIRADA DESDE LA GLOBALIZACIÓN
COMO PROCESO INTEGRADOR. Andrés Alarcón Lora……………………………….311

IMPACTO DE LOS EGRESADOS DE LOS PROGRAMAS TÉCNICOS LABORALES DEL


SECTOR DE SISTEMAS Y TELECOMUNICACIONES DE LA CIUDAD DE MONTERIA
(1996 – 2010). Liliana Manning Bula………………………………………………………..338

UN ENFOQUE PEDAGÓGICO PARA LA PEDAGOGÍA INFANTIL. Marcela Margarita


Jiménez………………………………………………………………………………………..361

MUJER, GÉNERO Y EDUCACIÓN EN EL CARIBE COLOMBIANO: UN ANÁLISIS


CONTEXTUALIZADO DESDE LA SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN. María Teresa
Pupo Salazar…………………………………………………………..................................384

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR (VIF) CON ÉNFASIS LA PAREJA EN CARTAGENA Y


BARRANQUILLA, DOS CIUDADES DEL CARIBE COLOMBIANO: INCREMENTO,
VISIBILIZACIÓN Y DESAFÍOS. Marta Silva Pertuz……………………………………...399

NUEVAS FORMAS DE LEER Y ESCRIBIR DE LOS DOCENTES EN FORMACIÓN EN


UN PROGRAMA DE LICENCIATURA EN INGLES. Sonia Jerez………………………412

LA EDUCOMUNICACIÓN Y EL PROYECTO EDUCATIVO ETNOGRÁFICO EN


TERRITORIO AFRO – CARIBE. CASO DE ESTUDIO: SAN BASILIO DE PALENQUE.
Verónica Martínez Guzmán………………………………………………………………….422

TRANSFORMACIONES CURRICULARES DESDE LAS NUEVAS REALIDADES DEL


CONTEXTO GLOBAL. Maria Eugenia Navas Rios, Emperatriz Londoño Aldana…….427

IDENTIDADES EN EL CINE, LA MÚSICA Y EL ARTE CARIBE……………………….439

1955: LA HUELGA DE LOS CINES Y SU ESPACIO URBANO EN CARTAGENA DE


INDIAS. Ricardo Chica……………………………………………………………………….440

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LA MÚSICA POPULAR EN LA NARRATIVA CARIBEÑA CONTEMPORÁNEA COMO
SEÑA DE IDENTIDAD(ES). Rita De Maeseneer…………………………………………..455

DE CRISIS Y POÉTICAS EN EL CARIBE INSULAR. Yolanda Ricardo…………………470

DE LA CRISIS A LA ESTABILIDAD: EL CASO DE SAN ANDRÉS ISLAS,


COLOMBIA……………………………………………………………………………………490

DEL CONFLICTO A LA INTERCULTURALIDAD. Francisco Avella, Nathaly


Mahecha……………………………………………………………………………………….491 7

DE LA CRISIS A LA ESTABILIDAD: EL CASO DE SAN ANDRÉS, ISLAS, COLOMBIA.


EL ESPACIO INSULAR EN LA ISLA DE SAN ANDRES, COLOMBIA. (UNA
APROXIMACIÓN DESDE EL POBLAMIENTO). Loyda Fonseca Cuadrado……………508

GÉNERO Y POLÍTICAS CULTURALES EN LA COMUNIDAD RAIZAL DE SAN ANDRÉS


ISLAS. Laura García…………………………………………………………………………519

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PRESENTACIÓN

Del 27 al 31 de julio de 2015 se realizó en la ciudad de Cartagena la XII versión del


Seminario Internacional de Estudios del Caribe, evento académico que se ha celebrado
desde hace más de dos décadas de manera bianual, logrando consolidarse como uno de
los más importantes de los que se realizan en el país sobre temas del Caribe. Desde sus
inicios en el año de 1993, este Seminario busca responder a la necesidad que tiene la
nación de consolidar su pertenencia y sus relaciones históricas, sociales, políticas,
económicas y culturales con el mar Caribe. Uno de sus méritos y máximos logros ha sido
la creación de una comunidad académica en constante diálogo e interacción, que discute 8
y difunde los vínculos históricos y culturales de los pueblos del Caribe. Para nuestro
Seminario la Historia, la Literatura y la Cultura en general siguen siendo piezas claves
para nuestra comprensión del mundo caribeño. En esta versión, al igual que en el 2013,
se contó con la colaboración de la Asociación de Estados del Caribe para efecto de su
organización y difusión.

Consecuentes con el objetivo principal del Seminario, el de pensar el Caribe y mantener


el diálogo constante sobre los problemas que afronta, se consideró como tema central
“Crisis, diálogos y desafíos en el Gran Caribe”. En los últimos años la región, como centro
de gravitación de múltiples intereses, procesos y como consecuencia de la
reestructuración del capitalismo global y la emergencia del Pacífico como plataforma para
el desarrollo de una nueva fase de globalización de los mercados, enfrenta nuevos
desafíos que amenazan con poner en crisis su estabilidad económica y política, sus
estructuras sociales, así como la sostenibilidad ambiental y las expresiones culturales
que la caracterizan.

En este sentido, los estudios que se presentan a continuación recojen los objetivos del
XII Seminario Internacional de Estudios del Caribe:
- Analizar los desafíos y encrucijadas que experimenta el Gran Caribe como
consecuencia de las transformaciones y dinámicas del capitalismo mundial y la incidencia
de nuevos intereses en la zona.
- Profundizar en la comprensión de este espacio de gran diversidad y asimetría mediante
el estudio de sus expresiones culturales.

Lo anterior obliga a que la región asuma dichos retos partiendo de un conocimiento


profundo de sus logros y fracasos, por ello este Seminario invitó a los académicos
estudiosos del Gran Caribe para que participen de este espacio de diálogo y discusión
sobre los retos y encrucijadas que afronta esta geografía. Estamos convencidos que este
diálogo colectivo y multidisciplinar nos permitirá deliberar la mejor manera de enfrentar
los nuevos desafíos y las posible crisis a las que nos conduce estos acelerados cambios
en la región.
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LITERATURA DEL CARIBE

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LA DIÁSPORA EN LA COMPLEJIDAD DEL PENSAMIENTO BORICUA A PARTIR
DE LOS CUENTOS DE EMILIO DÍAZ VALCÁRCEL

HERNANDO MOTATO C1.


Universidad Industrial de Santander, Colombia

10
El punto central de este ensayo es el análisis de las expresiones históricas y sociales de
la diáspora en algunos cuentos del escritor boricua Emilio Díaz Valcárcel (Alto Trujillo,
1929). Esta diversidad se evidencia en la configuración de los personajes a través de la
estrecha asociación con los hechos históricos de la guerra de Corea y con las
manifestaciones de desarraigo, arraigo, nostalgia, asimilación de otras formas culturales
que se evidencia en el éxodo forzado a los Estados Unidos y con ello la complejidad en
el pensamiento e idiosincrasia dada en la expresión bicultural del boricua. Según el
DRAE, y en el enfoque de este trabajo, la diáspora es la dispersión de grupos humanos
que abandonan su lugar de origen. En este sentido, hay una referencia precisa en la
realidad histórica de Puerto Rico como es la guerra con Corea, en la cual los
puertorriqueños fueron llevados a combatir y de dicha experiencia se nutre vivencial y
literariamente Díaz Valcárcel en tanto que en 1949 fue reclutado por el Ejército de los
Estados Unidos y enviado al frente de combate. Por consiguiente, haré énfasis sobre el
peso opresivo de esta guerra en la conciencia de algunos personajes en los cuentos de
Díaz Valcárcel. Al respecto, José Luis González señala que: “Varios hechos históricos
nos impidieron una visión idéntica. Entre ellos, dos guerras internacionales en la que
nuestra generación participó de manera directa y obligada; un éxodo masivo de
puertorriqueños a los Estados Unidos, del que uno de nosotros, cuando menos, Pedro
Juan Soto, participó personalmente…” (1985, p.22).

Ejemplo de lo anterior está en los cuentos Napalm, El sapo en el espejo, Proceso en


diciembre, Los héroes, El regreso y El soldado Damián Sánchez, entre otros; en los
cuales se narran los sucesos que viven los soldados combatientes en la guerra y el
regreso traumático a su Isla debido a las mutilaciones y a las perturbaciones mentales,
productos de los combates y la crueldad que generan estos.

Por consiguiente, centro mi atención en “Proceso en diciembre”. En este, el soldado


Rodríguez se aferra al bigote como lo único que lo identifica con su tierra, como una

1 Profesor Licenciatura en Español y Literatura, Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga.

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imagen de la expresión de identidad del ser boricua. El cabo, el sargento y el coronel
obedientes a las órdenes del Ejército norteamericano piden obediencia, arrojo en la
guerra, sacrificios, mientras al soldado Rodríguez lo único que le interesa es el regreso a
Puerto Rico, pero mientras está en la guerra le importa solo la conservación de su bigote
y los encuentros con Katzuko, su amante coreana. De un modo humorístico, el narrador
de “Proceso en diciembre” cuestiona las jerarquías castrenses a partir de la ciega
obediencia que impone el orden militar así como también el sentido de pertenencia a una
tierra distante y ajena como es Estados Unidos para el soldado Rodríguez:

Añadió que debía sentirme orgulloso de que mi pequeñísimo y superpoblado 11


país, que era “parte integrante” del suyo, gozara de los beneficios y libertades
de un sistema democrático del, y por el pueblo, añadiendo que era esa una
lección aprendida del pueblo norteamericano al que yo pertenecía por razones
“harto conocidas”. Tuve deseos de terminar con aquello cuanto antes, explicar
una vez más que mi bigote nada tenía que ver con asuntos de tal magnitud,
pero decidí esperar (2002, p.121).

El discurso del coronel se pierde en el pensamiento del soldado pues para este las
palabras del superior no significan nada en cuanto sea parte integrante de un país que
no es Puerto Rico o la mentira sobre un sistema democrático harto conocido por el pueblo
boricua. Aún más, en esta dimensión del sentido histórico, la diáspora encierra otras
expresiones narrativas como es el regreso de los soldados de la guerra del Vietnam y
sus perturbaciones mentales tal como aparece en Sol de media noche (1999) novela de
Edgardo Rodríguez Juliá (Río Piedras, 1946) o el drama de los puertorriqueños en la
posguerra como es el cuento Mambrú se fue a la guerra, de José Luis González, (1926,
Santo Domingo- 1996, México).

Indudablemente la guerra fue un experiencia traumática y de ella se nutre el escritor


boricua y en este caso Díaz Valcárcel para la creación de las historias en donde el
ambiente de la guerra se vive desde los hogares de los soldados como es el caso de “El
hijo” en donde la madre siente la voz de su hijo y presiente su muerte. La madre solo
expresa: “Las cosas andan mal, Antero… Tú sabes lo que dice el radio” (2002, p.168).

Es el presentimiento de muerte que siente la madre, pues su hijo está en la guerra de


Corea y las noticias que llegan de allá son desalentadoras. Desde el punto de vista
temático, el escritor logra acercar la noción del miedo y del temor en unos personajes que
viven la guerra a partir de las noticias. El cuento estructura el ambiente de temor a partir
de la descripción estática del espacio circundante: “La mujer volvió a columbrar el perfil
nocturno de los árboles sobre la sequedad del pasto” Díaz V, 2002, p. 169), pues como
plantea Juan Carlos Rodríguez a propósito del trauma de la guerra en los boricuas dice
que “los puertorriqueños no resistieron la invasión de su territorio sino que colaboraron
con las fuerzas invasoras norteamericanas” (2009, p. 1156). Es la opresiva sensación
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de la madre desde lo más profundo de su condición de orfandad, por eso el cuento crea
una armonía entre la naturaleza y la noche con el pálpito de la mujer y los aullidos de los
perros. Es una relación que dinamiza ese orden cerrado del cuento, el cual deja la
sensación de que el hijo ha muerto en la guerra: “El perro lloraba angustiosamente. Las
cosas andan mal, Antero. ¡La mujer tenía cosas! Los perros también lloran” Díaz V, 2002,
170).

Dicho cuento guarda estrechamente semejanza con el cuento “Una caja de plomo que
no se podía abrir” del también escritor boricua José Luis González, en donde narra cómo
llegan los despojos mortales de un soldado y la madre no sabe que allí en esa caja está 12
su hijo.

Doña Milla volvió a mirar la caja cubierta con la bandera. Levantó una mano,
señaló, preguntó a su vez con la voz delgadita:
-¿Qué es eso?
El teniente repitió, con un dejo de impaciencia:
-Señora, ¿usted es…
-¿Qué es eso, ah?- volvió a preguntar doña Milla, en ese trémulo tono de voz con
que una mujer se anticipa siempre a la confirmación de una desgracia- Dígame
¿qué es eso? (1972, p.112).

El hombre boricua -desde la condición opresiva tanto del desarraigo como de la pobreza,
la injusticia y la inconformidad; como también la inclemencia de la guerra- siente, en la
más ancestral de su vida espiritual, esa manifestación de dolor y opresión a los
puertorriqueños pues su literatura sirve para dar cuenta de ese trauma de la guerra que
genera y resignifica la diáspora.

“Los héroes”, “El regreso” y “El sapo en el espejo” son los otros cuentos en el ambiente
de la guerra de Corea. Son cuentos que en el mecanismo narrativo describe el trauma
de esos personajes a su regreso al país. El encuentro con sus esposas, la novia y amigos
no les permite la alegría que se espera sino todo lo contrario: el desaliento, la amargura
y la sensación de invalidez, pues han regresado mutilados como son los personajes de
“El regreso” y “El sapo en el espejo”.

“El regreso”, en donde un joven enamorado debe abandonar el país y su novia para ir a
la guerra, pero antes de ir a Corea le pide a la novia que hagan el amor, pero ella se
niega y le promete que a su regreso ella se entregará a las peticiones amorosas. El
cuento se sostiene en la trama de la guerra, pero la intriga narrativa se acentúa cuando
a este joven le estalla una granada entre las piernas y pierde su virilidad. Trama e intrigan
convergen cuando este excombatiente regresa y la emasculación hiere profundamente
su espíritu de hombre. Este al igual que “La aparición”, “Napalm”, “Proceso en diciembre”

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y “los héroes” dan cuenta de la diáspora desde esa honda huella del trauma y con esta
los cambios sociales y políticos debido al abandono del campo y el impulso de “una nueva
emigración masiva de trabajadores puertorriqueños hacia la ciudad de Nueva York y a
otros lugares de los Estados Unidos” tal como lo señala Marisa Franco, en su ensayo “La
producción narrativa puertorriqueña”.

En “El regreso” muestra a ese personaje mutilado, ha perdido su virilidad en la guerra,


pero él revive la promesa de su novia: “Todavía no, le había dicho Catalina. Cuando
vuelva seré tuya” (Díaz V, 1983, p. 93). El aniquilamiento espiritual más que el sexual es
lo que oprime al excombatiente. Pero lo más incisivo y penetrante en la condición 13
sicológica del ex -soldado es no poder hacer el amor con Catalina; su hombría la dejó en
Corea y regresa solo con la ilusión y esto es lo que lo oprime, lo deshoja espiritualmente.

El cuento se mueve en dos niveles traumáticos. El primero corresponde a su regreso y


la ansiedad de ver a su amada. El segundo nivel comprende el ambiente que se recrea
en torno a la figura del soldado, su aparente hombría y el rumor que se teje en torno a la
boda “-Me invitas a la boda, panita” (1983, p. 94). Aquí se teje un tono humorístico desde
lo trágico, tal como lo señala Fernández: “El hecho de jugar y el hecho de poseer la
destreza de provocar un caos mental momentáneo en otro” (1988, p. 124) y hace que el
cuento teja una tensión narrativa entre la visita a la novia y el temor que esta lo vea. Así
la invitación a la boda es un juego de palabras para provocar ansiedad o angustia en el
personaje que sabe su emasculación lo sume en el caos mental de su impotencia y por
consiguiente el cuento teje las dos historias, tal como lo plantea Ricardo Piglia en su
“Tesis sobre el cuento” (1993): impotencia y deseo, fuerzas que se contraponen y
producen un efecto en la conciencia y en el espíritu del ex-soldado.

En este mismo horizonte narrativo se estructura el cuento “El sapo en el espejo”, pues en
este el esposo ha regresado mutilado, pero su esposa lo acepta sexualmente así:

Es lo único que puedes hacer –dijo de improviso, entre sus rodillas- ¿Cómo
acercarme a ti en la forma en que me necesitas?
-Me basta con que me quieras. Lo otro es un pecado.
-Yo no tengo la culpa de que existan las guerras (1983, p. pp. 27-28).

Es el trauma del macho, del hombre que peleó en la guerra y que ahora queda
subordinado a los designios y credos de su esposa, pues ella alivia sus apetencias
sexuales con las oraciones: “No reces. Deja ese rosario a un lado y deja que te quiera a
mi manera” (p. 28). El signo afectivo de la sumisión frente a la reacción del esposo, es
el trauma sicológico en el empotrado de lo cómico, de lo grotesco que podría pensarse
en la incomodidad del acto y las figuras de ansiedad, deseo versus la paciencia y el deber
de esposa.

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Ahora bien, otra dimensión de la diáspora en los cuentos de Díaz Valcárcel es el humor.
“Proceso en diciembre” consiste en el juicio que le siguen a un soldado puertorriqueño
porque se niega a rasurarse el bigote. El humor pone de manifiesto el orden jerárquico
inviolable y estático. Primero es el cabo del ejército, luego el sargento, esta negación o
acto de indisciplina llega al capitán y por último el teniente coronel es aquel que le hace
cumplir la orden de rasurarse el bigote a este humilde soldado boricua. El humor recae
cuando pone al descubierto la tensión bélica y la contrapone con la indisposición de cada
uno de estos personajes del servicio castrense por la desobediencia del soldado. El
humor, desde ese orden jerárquico, recae con más fuerza en el cabo, pues se siente que
14
ha perdido autoridad ante sus superiores, pues cuando se presenta ante el capitán
aparece un poco desgarbado y diezmado sicológicamente:

Miró al cabo y dijo con voz destemplada:


-Abotónese el bolsillo.
El cabo perdió el aplomo y empezó a pestañear. Entonces el capitán preguntó
dónde estaba la moral del regimiento, el esprit de corps, si sabíamos quiénes
eran los espartanos, Aníbal… ¿Napoleón? Habló apasionadamente de
batallas históricas, de la guerra del Peloponeso, mientras permanecía a
medias sobre el escritorio (Díaz Valcárcel, 1983,
p. 57).

Cabo y soldado frente a otro superior que aparenta la superioridad en el falso saber
histórico. Todo un estado de tensión para luego preguntarle al soldado el porqué de su
bigote, el cual responde sin alteración ni altanería que “…era un asunto personal, que
nunca me lo había afeitado, que en mi país se usa mucho y que no reconocía autoridad
mortal de alguno sobre mi persona” (1983, p. 58). Destaco la afirmación: “que en mi país
se usa mucho…” y con ello sienta y expresa el sentido de identidad del ser boricua, tal
como aparece la descripción del habitante de Puerto Rico en el famoso soneto “El Gíbaro
(1849) del poeta Manuel Alonso: “Color moreno, frente despejada/ mirar lánguido, altivo
y penetrante / la barba negra, pálido el semblante, “(En María Teresa Babín, 1973, p. 35).
De este cotejo con el capitán el proceso sigue su ascenso en el orden disciplinario y con
él la congoja y la impotencia física del cabo.

El cabo pateó una lata que estaba en medio del camino, avanzó dos trancos y
volvió a patearla con renovada furia, hasta que falló un golpe y la dejó atrás. De
un puntapié la lancé lejos de mí, hacia una de las nevadas parcelas. Él se volvió
y me clavó la vista en una forma que no pude descifrar (Díaz Valcárcel, 1983,
p. 70).

La prepotencia de la aparente superioridad del cabo se contrasta con la humildad del


soldado, la incapacidad y debilidad del cabo frente a la destreza y fortaleza del soldado,
es el juego de contraste en los cuales se acentúa el humor; del cual Macedonio
Fernández dice que el humor es una obra de inteligencia “que se proponga no un tópico

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o faz de la conciencia, sino la conmoción de la certeza del ser de la conciencia en un todo
y que para todo esto no se valga de raciocinios” (Fernández, 1988, p. 117). Es la puesta
en escena, de acuerdo con las citas anteriores, de la fuerza bruta al patear un envase es
expuesta al ridículo con el propósito de hacer valer su superioridad frente a la certeza del
ser de la conciencia: patear una lata o envase es un juego, tal como lo hace el soldado.
Al final del cuento, el soldado acepta afeitarse y medio de la guerra evoca su adorada
Puerto Rico.

En cuanto a lo social de la diáspora aparece el tema del desarraigo y la confrontación


cultural cuando se vive fuera de la Isla y los choques sociales y culturales que suscita el 15
regreso. Al respecto, Jorge Duany apela a los estudiosos de la diáspora y pone en la
escena del debate términos como bifocalidad, ambigüedad, transnacionalismo y con
estos conceptos toman fuerza el sentido del arraigo/desarraigo, reasentamiento/hibridez,
De lo anterior da cuenta la novela de Emilio Díaz Valcárcel: Mi mamá me ama (1981) en
donde se narra el regreso de Javier a la Isla. Él estudia en Estados Unidos y se propone
realizar una investigación sobre la vida en Puerto Rico. Su regreso implica que debe de
nuevo hablar en español y con este el despojo obligado del inglés en la comunicación
con los nativos, de igual modo esto exige el acercamiento a los pobres y con ellos conoce
cómo son las formas reales de vida en Puerto Rico: la pobreza, la discriminación social,
la vida alienante por las formas de vida en Estados Unidos y con ello la ilusión de salir de
la Isla para lograr una vida mejor en Estados Unidos. Javier, el personaje de esta novela,
es la representación de la diáspora desde el sentido de la confrontación entre esas dos
realidades. En este personaje aparece vivamente la preocupación por las fronteras
culturales y los límites que estas imponen a través de la lengua, pues la asimilación de
su lengua nativa como es el español lo obliga a pensar y actuar desde esta otra frontera.
Ello lo obliga a reconfigurar los contornos de la ideología, las costumbres, los vocablos,
la idiosincrasia y las formas de poder.

Para su universo narrativo Díaz Valcárcel se apropia de esta compleja realidad y


configura unos personajes ambivalentes a partir del desarraigo que implica la vida en el
exterior y la evocación de la tierra, la añoranza del pasado y las costumbres como una
forma de mantener su identidad boricua. Esto precisamente se puede relacionar en
cuentos como La muerte obligatoria, Siempre el sol, El sueño de Pedro Grovas, El sueño
de Raskolnikov y Después del invierno. En estos cuentos los personajes viven en Nueva
York, especialmente y desde esa ciudad tratan de conservar las voces de su Puerto Rico,
las comidas como el mofongo, arroz con gandules, arroz manposteao y el asopado de
pollo; y la navidad con sus fiestas como son los aguinaldos y los asaltos navideños o el
día de reyes y la música tradicional representada en la plena y la bomba

Otra expresión de la diáspora es la vida social en Puerto Rico, de la cual José Luis
González en su libro El país de los cuatro pisos (1989) hace una precisa descripción del
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poblamiento a la Isla y la manera como se han superpuesto niveles poblacionales y con
ellos la paulatina degradación del campesino, el jíbaro y hombre de la ciudad, todos en
el conjunto de una sola aspiración: el éxodo, pero el reverso de esa idea es el regreso a
su tierra, pues puede más la añoranza, la evocación y el arraigo que esas formas de vida
placenteras, despreocupadas y contemplativas de su tierra.

En la diáspora boricua hay clara expresión de la violencia a la cual el boricua ha sido


sometido y la creación de un contexto neocolonial. De acuerdo con lo anterior es
importante centrarse en los cuentos de Díaz Valcárcel y en ellos hacer un largo rodeo por
la historia de Puerto Rico y en ella la forma como La Corona Española ejerce la violencia 16
desde la llegada de Ponce de León en 1508, más precisamente el 12 de mayo a la Isla,
y desde ese año hasta 1898 cuando la escuadra naval gringa del almirante William
Sampson asalta la antigua ciudad de San Juan y se produce el bloqueo naval y el
bombardeo. Esto ocurre el 25 de julio del mismo año con los cuales se asegura el
desembarco de las tropas del imperio norteamericano en el puerto de Guánica y con este
la presencia opresiva de la cultura estadounidense en la conciencia, idiosincrasia y
modos de vida en Puerto Rico. En síntesis se puede decir que la isla de Puerto Rico ha
experimentado en sus nativos las más diversas formas de violencia, tal como es el
despojo de sus creencias religiosas, la imposición de una lengua y costumbres. De ello
Emilio Díaz Valcárcel configura unos personajes complejos en la cosmovisión ideológica,
profundamente desesperanzados, derrotados por la violencia económica o por el despojo
de sus ideas ancestrales. Entonces, la diáspora en estos cuentos aparece como una
expresión de la violencia. Sobre lo anterior, el crítico chileno Ariel Dorfman plantea que:

Lo esencial, entonces, no es comprobar el indiscutible peso de la temática de


la violencia en nuestra realidad factual y literaria, sino desentrañar las formas
específicas, múltiples, contradictorias, y profundamente humanas, que esta
temática presenta; mostrar cómo la violencia ha creado una cosmovisión que
no se encuentra en ningún otro lugar; cómo el hombre americano ha enfrentado
el problema de su muerte y su libertad, y cómo derrotado o vencedor, ha sabido
buscar en la violencia su ser más íntimo, su vínculo ambiguo o inmediato con
los demás (1970, p. 9).

Ahora bien, la diáspora en el ser puertorriqueño es algo más; es eso que Dorfman desde
la violencia nos dice que esa realidad factual en Puerto Rico es “profundamente humana”
y lo es desde la dimensión del éxodo y con él la pérdida de unos valores culturales y la
asunción de otros valores, impuestos por la otra frontera cultural. Edgar Samuel Morales
dice que: “La literatura puertorriqueña está profundamente marcada por temas que
derivan de la sujeción neocolonial” (2002, p.97) y el sometimiento significa la imposición
del inglés como lengua dominante y en este caso los gringos se valen de la televisión, de
la educación para hacer más efectivo el neocolonialismo; asimismo el reemplazo del
catolicismo por el protestantismo como también formas de vida típicas y ancestrales del
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boricua por formas de vida masivas como es la idea del supermercado, el remplazo de
comidas típicas por el enlatado, la añoranza de expresiones musicales como la música
jíbara por expresiones del rock son extrañas y superpuestas en este ambiente del Caribe.

Más aún, en los cuentos de Emilio Díaz Valcárcel se derivan antecedentes históricos muy
concretos: el dilema de su identidad, bien boricuas o norteamericanos, pues en 1917, el
gobierno gringo impuso la ciudadanía estadounidense a los puertorriqueños y esto
tradujo en el servicio militar obligatorio y con estas imposiciones los hombres de Puerto
Rico se vieron constreñidos a participar en una guerra completamente ajena y aportar
17
una pesada cuota de sangre, como fue la participación en la guerra de Corea; guerra en
donde Díaz Valcárcel participa como soldado y de la cual queda una honda huella
mnémica que ficcionaliza en sus cuentos.

Otro aspecto importante es la diáspora desde el humor trágico. En este sentido aparece
el cuento titulado Muerte obligatoria llama la atención por el sentido trágico del humor; el
cual consiste en que el personaje, tío Segundo, regresa a San Juan cuando recibe la
carta de una de sus hermanas en donde le comunican que la madre está muy delicada
de salud. Por consiguiente, tío Segundo hace el viaje, llega al barrio y encuentra que su
madre está pálida o un poco jincha, que en el vocabulario de la Isla significa que está
pálida. Tío Segundo llega al barrio y se enfurece porque la madre no está para morirse
y entonces toma las medidas y va a la carpintería para que su amigo le haga un ataúd.
Si bien es cierto que esto se asume desde la crueldad o como dicen las hermanas que
tío Segundo no ha cambiado nada, es importante resaltar los contrastes que el niño-
narrador, sobrino de tío Segundo, y con ellos configura dos planos narrativos en el cuento.
El primero concierne al tío Segundo y su vida en el país del norte y de ella hace
ostentación del dinero o de sus ínfulas de macho o aguajero, tal como se le dice a la
persona que presume, mientras el segundo plano presenta la vida en el barrio marginal,
en donde los curiosos forman una cofradía en la definición para asistir al velorio, aunque
aún no ha muerto la madre de Segundo y ya han aparecido en la casa para estar
pendientes de lo que ofrecerán en la noche del funeral.

Esta mañana recibimos a tío Segundo. Lo esperamos cuatro horas, en medio


de la gente que entraba y salía por montones, sentados en uno de los banquitos
del aeropuerto. La gente nos miraba y decía cosas y yo pensaba cómo sería
eso de montarse en un aeroplano y dejar atrás el barrio, los compañeros de
escuela, mamá lamentándose de los malos tiempos y de los cafetines que no
dejan dormir a nadie. Y después vivir hablando otras palabras, lejos del río
donde uno se baña todas las tarde (1983, p. 7).

Contrario a lo que tío Segundo presume el sobrino tiene otra apreciación pues para el
narrador queda muy en claro o muy bien definido que este personaje es característico de
la diáspora: tío Segundo, el tipo boricua desplazado a Estados Unidos en donde trabaja,
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tal vez marginalmente, lleva una vida difícil o desordenada y “que a lo mejor había
formado un lío allá en el Norte y lo habían arrestado, que no había pagado la tienda y
estaban en el corte” (1983, p. 7), son las conjeturas que el sobrino-narrador hace de su
tío. Asimismo, el sentido de la diáspora o el desplazamiento al país del Norte hace que
tío Segundo asuma un comportamiento deshumanizado, cruel y violento con sus
familiares, pues su regreso debe tener una justificación: muerte obligatoria de la madre
con la cual remedia los gastos del viaje.

Le dio una palmadita en la cara y después alegó que la vieja estaba bien y que
él había venido desde tan lejos y que había dejado su negocio solo y que era la 18
única, óiganlo bien, la única oportunidad ahora. Porque después de todo él vino
a un entierro, y no a otra cosa. Mi madre y mi tía abrieron la boca a gritar y
dijeron que era verdad que él no había cambiado nada. Pero mi tío decía que
la vieja estaba bien, que la miraran, y qué diría la gente si él no podía volver del
Norte la próxima vez para el entierro. Y lo dijo bien claro: tenía que suceder en
tres días que él iba a estar en el barrio o si no tendrían que devolverle el dinero
gastado en el pasaje (1983, pp. 9-10).

Aquí el sobrino-narrador pone en el trasfondo de lo trágico-humorístico la figura de la


madre: una anciana desvalida y enferma sometida a los desvaríos mezquinos de su hijo
por unos dólares que gastó en su viaje. La deshumanización es vista con caracteres de
lo grotesco y este se define en el comportamiento del tío Segundo: “él no había cambiado
nada” (p. 10). Esta apreciación engloba la condición marginal y configura las formas de
comportamiento de ese personaje que llega del exterior: la carencia de valores morales,
sociales y con esa actitud parece decir que allá en el Norte en vez del sol aparece un
dólar y que los sentimientos filiales no importan en el afán y el ajetreo de la urbe.
El segundo plano comprende la actitud del sobrino-narrador quien se compadece de su
tío porque “allá en el Norte le toca hablar en otras palabras” (p. 7). En primera instancia
pone de manifiesto el sentido de la palabra que define su identidad y arraigo con lo
telúrico, pues es la palabra que acerca el pensamiento al espacio definidor de identidad.
El comportamiento de los individuos, su ubicación espacial y con ella su clasificación en
el escalafón social es mediante el uso de la lengua y esto es una expresión de la diáspora
desde el ámbito de lo verbal pues la imposición de una nueva lengua significa el
desplazamiento de la lengua materna y la asunción de nuevas palabras y con ellas otras
formas de pensamiento o su espíritu caribeño. Su imago mundi tiene un principio y un
fin en la relación entre su territorio y las formas discursivas.

De acuerdo con lo anterior, el niño-narrador hace gala de las palabras del barrio o del ser
boricua. Gacho: referido a una persona o animal que tiene una o ambas orejas mutiladas.
“… que una vez le había rajado la espalda al que le gritó gacho…” (p. 8). Es la vida en
el barrio a partir del apodo y el rumor que difunde la voz del choteo o del mamagallismo.
De igual manera aparece la palabra vellón o moneda y con ella la precariedad de vida en

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el barrio. “Y después mi mamá me mandaba a buscar un vellón de cigarrillos” (p. 8). Lo
mismo ocurre con el término amotetado: referido a persona triste, afligida, pusilánime y
en el barrio no se puede ser gil o tonto porque la calle es para los vivos: “Y diciéndome
espabílate que de los amotetados no se ha escrito nada” (p. 9). El complemento de esta
palabra es la voz escupío: se refiere a una persona lenta. “y terminó diciéndome que yo
había salido a mi padre escupío y que no podría esperar gran cosa de mi
amontonamiento” (p. 12).

En este orden de ideas está guares que se define como cosas iguales o semejantes.
19
Referido a personas muy parecidas. Hermanos gemelos. “Llegaron Serafín y Evaristo,
los guares, y tiraron una vellón a cara y cruz a ver quién comenzaba a dirigir el rosario”
(p. 11). Es el Caribe y el sentido de amistad se expresa en la condolencia, en el
acompañamiento al amigo en esos momentos de dolor y sufrimiento. Los rezos son una
manifestación de este comportamiento y el ritual de las oraciones ayudan en el dolor por
la pérdida de un ser querido. Otras palabras en el contexto de la cultura popular son:
Jincha: referido a una persona hinchada y pálida. “Tío Segundo encontró a abuela un
poco jincha pero no tan mal como le habían dicho” (p. 9). Es una palabra que acentúa la
contradicción y con ella el sentido del humor trágico, tal como sucede con ñangotar.
Seguir a alguien incondicionalmente. “papá se ñangotó y le dijo a mamá que parecía
mentira, que a su hermano hay que complacerlo después de tantos años afuera” (p. 11).

En síntesis, la diáspora en los cuentos de Emilio Díaz Valcárcel configura las imágenes
de la guerra y la diáspora, a partir de unos personajes que recrean esa cotidiana vida
desde afuera de la Isla y las afujías de los recuerdos de una guerra que marcó el destino
trágico y violento de sus personajes, pero que Díaz Valcárcel logra matizar a partir de la
retórica del humor.

Bibliografía

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ESCRIBIR EL CARIBE FUERA DE LOS LÍMITES DE MACONDO

ALEYDA GUTIÉRREZ MAVESOY2


Universidad Central, Colombia

Pensar el Caribe implica ubicarse en una lógica distinta a la que supone el espejismo de
lo real maravilloso o del realismo mágico como principio de comprensión del ser en el
Caribe. Ambas corresponden a formas de configurar estéticamente una mirada del 21
mundo, no son el mundo. Justamente porque se confunde un principio estético con un
planteamiento ético es que la comprensión de lo real se torna imposición de una mirada
sobre las otras posibles y, de esta manera, una voluntad de saber se convierte en una
voluntad de poder: La identidad del Caribe está en el pensamiento mítico.

Por esta misma vía, la pluralidad de propuestas estéticas en el Caribe entra en el circuito
de la conexión con el realismo mágico y suelen ser puestas en correspondencia con el
seguimiento o no de esta forma. Lo cual establece modos de relación entre los autores y
sus obras con una lógica hegemónica: centro - periferia. Sin embargo se hace
precisamente desde el desconocimiento del estado del campo literario para el periodo de
producción de las obras. Y no se trata aquí de negar la importancia y el legado de Gabriel
García Márquez en la literatura del Caribe. Simplemente se busca comprender las obras
y el contacto entre ellas en correlación con el estado del campo para el momento en que
las obras y las relaciones se consolidan. En este caso, se busca que los senderos se
bifurquen de la manera como quizás se haya desplegado el jardín en la década del
sesenta.

Lázaro Valdelamar (2007) señala acertadamente cómo se ha ignorado sistemáticamente


esta cuestión en los estudios críticos colombianos, especialmente para el caso del Caribe
colombiano. Esta reducción ha llevado a caracterizar a la región del Caribe colombiano
en directa correspondencia con el campo y las pequeñas poblaciones como eje temático,
mientras que la región andina estaría relacionada con la mirada de la ciudad. Al hacer un
análisis del contexto, Valdelamar presenta cómo la crítica ha reducido las posibles
tradiciones literarias en el Caribe a la corriente mitológica en la que predomina la escritura
del “pensar mítico”, con su correspondiente transposición de la oralidad a la escritura. En
consecuencia, este autor estima que lamentablemente la crítica ha institucionalizado la
idea de que ésta es la tradición literaria del Caribe y por tanto:

2Doctora en Letras (Lengua Española y Literaturas Española e Hispano-Americana) de la Universidad de


Sao Paulo (2014), profesora de la Universidad Central. Líder del grupo de investigación Heterolalia.
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Este proceso de reducción opera sutilmente, al restringir el campo de las obras
canónicas del Caribe, a aquéllas cuyas posibilidades temáticas y formales
permiten reafirmar la idea de que cultural, social y artísticamente esta región
colombiana se halla a medio camino entre lo oral y lo escrito, en la transición
del campo a lo citadino, de ciudades y habitantes premodernos, a ciudades
modernizadas y sujetos cosmopolitas. Es así como se ha naturalizado, en su
recurrente mención, que las tres novelas que inician la modernidad narrativa en
el Caribe y en Colombia, son las tres que parten de y tematizan esas
transiciones: La hojarasca (1955), La casa grande (1962) y Respirando el
verano (1963). (Valdelamar, 2007, p. 13).
22
A principios de la década del sesenta se publican obras importantes: El coronel no tiene
quién le escriba (1962) de Gabriel García Márquez, La casa grande (1962) de Álvaro
Cepeda Samudio, Respirando el verano (1962) de Héctor Rojas Herazo, Dos o tres
inviernos (1963) de Álvaro Sierra Velázquez y El hostigante verano de los dioses (1963)
de Fanny Buitrago. En cada una de ellas hay una búsqueda por la superación de la
prerrogativa de la violencia bipartidista como tema de la novela y una opción por la
elaboración estética de la crisis que trajo consigo una modernización de las formas
sociales sin una modernidad del pensamiento y las prácticas sociales.

Valdelamar en su estudio sobre la novela Dos o tres inviernos de Alberto Sierra


Velásquez plantea que en el Caribe hay otras corrientes literarias que eluden la tradición
mítica, una de ellas es la de la exploración por el individuo en la urbe, fuera de la
dicotomía campo-ciudad propuesta por la crítica. Desde la perspectiva de Valdelamar,
paralelas a esas novelas que tematizan las transiciones de las sociedades provincianas
a sociedades urbanas surgieron obras en el Caribe que exploraban sobre lo que sucede
con los sujetos que ya están instalados en las urbes, prueba de ello sería para él Dos o
tres inviernos que por haber sido “escrita en la Cartagena de finales de la década del
cincuenta e inicios de la década del sesenta, con la capacidad de anticipación de las
crisis identitarias del sujeto urbano moderno, se hace impensable e incómoda para el
discurso de la crítica” (Valdelamar, 2007, p. 15) puesto que se sale del marco del canon
establecido para el momento: la tradición mítica o la narrativa de la violencia; lo que hay
en ella es una profunda exploración del sujeto moderno desde un intimismo que
trasciende el monólogo puesto que más que un diálogo consigo misma es un constante
interrogarse a sí misma:

Otras veces, cuando como ahora, permanezco con el rostro acumulado en los
vidrios de la ventana y miro la calle y las gentes es cuando más me doy cuenta
que estoy tan sola. Miro los rostros que transitan con un esplendor visible por
mi calle. De ellos emana un cúmulo de decisiones y un tremendo deseo de vivir.
Me entusiasman en tal forma que quisiera salir a estrechar a todos la mano.
Unirme como ellos, a ser una de ellos. La soledad se ha deslizado por mi rostro
desgarrando mis ambiciones. Me asusto de mí misma. Estoy asustada al
comenzar el invierno. (Sierra, 2007, p. 53).
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Una de las cuestiones más interesantes de la novela es la suspensión de la noción
temporal, en una habitación, entre sus muros y la ventana, discurren los pensamientos
de la mujer, sola ¿abandonada?, ¿dos o tres inviernos?, ¿por qué la imprecisión?,
¿cuánto tiempo cronológico pasa en la novela? Quizás la imprecisión tiene como función
la disolución misma del tiempo y su forma material es el juego formal con los saltos entre
el presente de la narración, la interpelación a un tú en el tiempo verbal del futuro y una
narración en el tiempo verbal del pretérito para un pasado reciente. El tiempo deja de
existir porque solo se asume en la medida en que la protagonista hace conciencia de él
y hace que el tiempo transcurra, o lo fija en horas, momentos o días; pues, es justamente
23
la subjetividad de la mujer la que hace que el tiempo se materialice, se intensifique o se
difumine en circunstancias que espacializan la emoción que la atraviesa mientras
contempla los lugares, las calles, las personas, a sí misma.

Otro aspecto que vale resaltar es la estructura de la novela en partes: la primera y la


segunda aparentan la forma del diario o de la crónica, con la temporalidad marcada por
la subjetividad de la protagonista, se va narrando una mirada de la ciudad y un estado
emocional en la ciudad. La tercera parte funde los planos, se revela que el personaje
femenino a quien interpela es al autor, luego se hace una especie de ejercicio de
metaficción en el que se reflexiona sobre la manera como fue escrita y el intento por
definirla fuera de los límites tradicionales de la novela, se adelanta una especie de
mecanismo de exhibición de la escritura. A este juego en espiral, Valdelamar lo considera
el modo como Sierra Velásquez se permite hace una reflexión sobre la novela ya que en
ella hay una:
Exposición de las costuras del texto que se remata con las notas
complementarias, donde se explicitan los códigos artísticos que lo estructuran.
Puesta en cuestión del estatus de realidad o de ficcionalidad que se les debe
conferir tanto al personaje como al autor y al texto físico que el lector tiene entre
las manos. (Valdelamar, 2007, P. 31).

Por esta vía de la correspondencia se hace material el diálogo entre personaje-autor a


través de unas cartas en las que una y otro se interpelan sin respuesta definitiva, como
reiniciando el diálogo que se cerró en el marco de la historia y se continúa en el plano de
la narración. Finalmente, esta última parte revela el andamiaje mismo de la novela, como
si al espejo de la ficción se le exhibiera su envés y el pacto narrativo se rompiera para
hacer consciente al lector que está ante un texto ficcional, “una invención” del autor
implícito, y al mismo tiempo, se hace una nueva “invención del autor” como personaje
que le habla a su personaje. Juego de máscaras que se revelan y al revelarse construyen
una nueva máscara ficcional.

Por su parte, El hostigante verano de los dioses puede ser considerada como un
palimpsesto de escrituras, ya que cuatro mujeres escriben la historia -Una forastera, Inari,
Isabel, Hade-, en sus textos se entrecruzan el género epistolar, el monólogo, el diálogo,
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la segunda persona y el relato tradicional. Múltiples voces que se construyen a la manera
de cajas chinas, y al mismo tiempo, como cuarto de espejos, una escritura contradice a
la otra, o la complementa, o la amplía, tanto en la forma como en la presentación de la
información. Cada escritura teje la trama, para que la otra la desteja, o cambie los hilos
narrativos hacia una nueva dirección y poco a poco el lector se ve obligado a armar el
entramado de la historia desde la conexión entre escrituras. Tal vez por ello, la propuesta
estética de la obra de Fanny Buitrago trabaja con el cruzamiento de múltiples escrituras
que se transforman en múltiples miradas a los dioses. Cada una de ellas completa el
cuarto de espejos en donde se ven los jóvenes, pero también en donde quedan presos
24
en una especie de sino trágico que su misma condición social les obliga a proyectar. La
decadencia del sistema patricio no se le atribuye a ninguna causa externa, sino a la
degradación del sistema. Aún más, el nihilismo de los jóvenes es producto mismo de la
corrupción del sistema, pero al mismo tiempo, es la garantía de su perpetuación.

El capítulo final consta de una sola línea, el paréntesis en el título “(La autora)”, lleva a
pensar que es una intromisión del mundo de la vida en el mundo de la ficción, se quiebra
el marco de composición con dos frases cortas: “Lo siento. Olvidé lo demás” (347) y el
nombre de la autora como firma: Fanny Buitrago, ¿cuál? La autora implícita se hace
personaje de lo narrado para ubicarse -nos- en el límite entre lo ficcional y lo real, Con
ello no solo exhibe la máscara de la ficción, sino que destruye el andamiaje de escrituras
de la novela, los palimpsestos se revelan como construcciones de la autora implícita
“Fanny Buitrago” que decide dejar de contar porque “olvidó lo demás”.

El juego entre la presencia-ausencia de la autora se configura en la novela como una


desestabilización del realismo tradicional que acepta como convención las aperturas y
cierres de la novela, así como el desarrollo de la historia desde un pacto narrativo en el
que se crea la ficción de un “relato real”, a través de una carta, un diario, una nota del
periódico. La apertura de la novela es una “Advertencia innecesaria” en la que se afirma
que todo es producto de la imaginación y se cierra esta suerte de epígrafe con un guiño
que parece negarlo todo “cualquier semejanza con la realidad es una coincidencia, o una
mala pasada de mis continuos insomnios” (8).

Mateo el Flautista de Alberto Duque López está montada sobre el homenaje a Rayuela
de Julio Cortázar. Sin embargo no se queda en la emulación de su obra, sino que
establece con ella un diálogo de palimpsesto que va desde la forma de la novela, a la
construcción de los personajes y la configuración de las voces. Podría pensarse que es
una especie de vaciamiento del contenido para retener la forma y hacer de ella su propia
forma de crear un mundo propio, en el caso de Mateo el Flautista, esperpéntico y
terriblemente violento. Este es quizás uno de los rasgos que se resaltan en la novela, en
la medida en que se rompe la noción de límite de lo verosímil en el plano mismo de lo
narrado: la reiteración de la muerte del padre, la violación de la abuela, los jóvenes que
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comen niños, el incendio del circo con los animales enjaulados, los ciegos encadenados
que con sus propias muelas les quitan las suyas a los cangrejos. Todo ello narrado sin
principio y sin final, sin causa aparente, solo los efectos de una violencia inusitada e
inexplicable. Sobre este tipo de novela, Luz Horne afirma: “En estas narrativas se
construye un realismo ostensivo, pero inverosímil; discontinuo pero indicial y
performativo; vuelto hacia los temas clásicos del realismo relacionados con lo bajo y la
escoria social, pero de un modo no pedagógico sino despiadado.” (Horne 32), en Mateo
el Flautista esa violencia es narrada con la misma neutralidad con la que se cuentan
hechos cotidianos:
25
Entonces se quedaban quietos mientras la maestra explicaba la clase y
guardaban precipitadamente el cuerpo descuartizado del niño bajo la mesa. La
maestra: la primera que supo de todo esto se asombró y chillo y cayó al suelo
y ellos esperaron las preguntas de los policías cuando la encontraron colgando
de una viga del hotel. El hotel: venden helados y dulces. Los acosaron a
preguntas mientras el hedor de los cuerpos destrozados se hace intolerable
ahora que estamos sacándonos los trocitos de carne de los dientes y escupimos
las astillas de los huesos para guardarlas en una caja de fósforos: (DUQUE,
1968, p. 22)

La novela está dividida en dos partes. En la primera, “Las memorias de Ana Magdalena”,
se reconstruye la infancia de Mateo (Antonio) a partir de fragmentos evocados de Ana
Magdalena. Los hechos que se narran sobre su comportamiento y los acontecimientos
parecen más el delirio de la mujer que una concatenación de los recuerdos. Así mismo
la narración oscila entre la neutralidad de la tercera persona del singular, hacia la tercera
del plural hasta llegar a la interpelación de la segunda persona del singular tal vez dirigida
a Mateo “y nadie te nombró más porque fue que la orden del padre impuso una nueva
costumbre” (Duque, 1968, p. 45). La segunda parte corresponde a la versión de Juan
Sebastián, pareciera una revisión de lo expuesto de manera deshilvanada por Ana
Magdalena. En esta nueva escritura hay una secuencialidad marcada por 41 apartados,
posibles contraposiciones a lo desarrollado en la primera parte. De nuevo la figura del
espejo y su envés. Voces que se dicen y se contradicen en la reconstrucción y
destrucción de la historia.

Una vez más la metaficción aparece al final del relato, pero dentro del relato mismo, juego
de disolución de lo verosímil ficcional por la inclusión de una nueva ficción que a su vez
es negada por otra ficción, al final el lector se ve instigado por múltiples versiones de la
posible vida de Mateo el Flautista y deberá ser quien lee quien elija entre la versión
caníbal de Ana Magdalena o la del guerrillero de Juan Sebastián, o también la que parece
más veraz históricamente, “hablándole a los animales mientras llegaban los camiones
llenos de cachacos y soldados” (Duque, 1968, p. 171). El juego de la duda se sostiene
hasta el final de la novela. En un párrafo extenso parece negarse la existencia de Mateo

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el Flautista, y se insinúa su creación como personaje de ficción, para luego la última frase
llevar todo de nuevo al comienzo:

Solo eres el pretexto para que una vieja loca que le lava la ropa a los payasos
y un marica que hace música, escriban sobre ti y sobre Puerto, hasta que las
palabras no sirvan más para nombrar las cosas y solo sean el hedor de las
tripas reventadas de un anciano que ahora está mirando el río y se toca la
cabeza.
Ahora recuerdo los niños devorándose un compañero de trompos. (DUQUE,
1968, pp. 171-172).
26
En estas tres novelas, El hostigante verano de los dioses, Dos o tres inviernos y Mateo
el flautista, la preocupación por los modos como el lenguaje cobra vida en la escritura,
lleva no solo a la indagación vanguardista con los denominados géneros tradicionales o
la ruptura con la linealidad del relato, también mueve al énfasis en el descubrimiento de
los juegos con el significante, los matices del lenguaje en su expresión oral -la sonoridad,
la morfología, la sintaxis y la misma semántica-, todo ello como re-creación y no solo
como reproducción en la escritura de lo real. Precisamente porque quizás lo real para
estos escritores va más allá de las cuestiones políticas y se dirige también a la condición
de ser jóvenes en un orden del mundo que está cambiando de manera rotunda. Por un
lado una experiencia que tiene mayor relación con la condición escindida del sujeto en
las urbes modernas; por el otro, en las pequeñas poblaciones y regiones del Caribe la
constatación de la caducidad de un orden patricio basado en la tenencia de la tierra no
es visto como orden mítico del mundo sino como nihilismo colectivo y como fuerza que
sostiene el viejo orden en el estaticismo, por ello parece significativo el hecho de que esta
inacción y la concentración en los espacios de quietud sean leit motiv en el nombre de
las novelas del periodo: La casa grande (1962), Respirando el verano (1963), El hostigante
verano de los dioses (1963), Dos o tres inviernos (1964).

Interesa aquí la década del sesenta porque es posible considerar que se puede superar
este reduccionismo al contemplar otras propuestas estéticas. Interesa también porque es
plausible suponer que este periodo corresponde a uno de esos momentos en que el
campo de la novela colombiana atraviesa un nudo gordiano (como lo fue el periodo
finisecular que da entrada el siglo XX, o el periodo de mediados de siglo XX): la
encrucijada que llevaba a que una preocupación ética -narrar la historia- se superpusiera
sobre las preocupaciones estéticas -contar historias-. Las diferentes tendencias estéticas,
desde el realismo social, las vanguardias, el realismo tradicional, estaban atravesadas
por la cuestión histórica de la violencia bipartidista que a lo largo de la década del
cincuenta había llevado a una guerra civil no declarada oficialmente, pero materializada
en los miles de muertos, los desplazamientos forzados y los disturbios civiles a lo largo y
ancho del país. Su influjo en la literatura del periodo está claramente establecido en lo
que se ha denominado como el género de “novela de la violencia”, indudablemente

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
porque en la literatura como campo artístico establece este diálogo de segundo grado
con el mundo, así lo aclara Raymond Williams citado por Altamirano:
Un conjunto de prácticas sociales son, por su carácter, ajenas al sistema
literario, pero lo rodean, lo limitan, incluso lo asedian, disputándole tal o cual
forma de discurso: un rasgo distintivo, y que permite comparar diferentes
órdenes sociales, es hasta dónde se abarca en el conjunto de las prácticas y
experiencias, hasta qué punto intenta incorporarlas. Pueden existir áreas de la
experiencia que sean ignoradas o que prescindan de ellas; que se las asigne a
la esfera privada o se las generalice como naturales. Por lo demás, cuando el
orden social cambia, en los términos de su propio desarrollo, estas relaciones
demuestran ser también variables” (Williams, 1977, 125). (Altamirano, 1993: 27
26).

El 24 de julio de 1956, Alberto Lleras Camargo (partido liberal) y Laureano Gómez (partido
conservador) firmaron el Pacto de Benidorm con el que se aprobó el régimen del Frente
Nacional: los partidos liberal y conservador se turnaron la presidencia entre 1958 y 1974.
Esta salida lejos de zanjar las diferencias, hizo aún más radical las disconformidades
sociales, económicas y políticas del país, de ahí que sea en la década del sesenta cuando
surgen tres de los grupos guerrilleros más importantes de Colombia, en 1964 nacieron
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el 7 de enero de 1965, el
Ejército de Liberación Nacional (ELN) y en julio de 1967, el Ejército Popular de Liberación
(EPL). Asimismo, después de 1959 a la convulsionada situación del país se unía el influjo
de la revolución cubana en toda América Latina como alternativa al viejo orden político
establecido por las oligarquías tradicionales. En esa enrarecida atmósfera socio-cultural,
la literatura también se allanó a la multiplicación de las visiones y propuestas, Jonathan
Tittler (1989) plantea que al menos tres perspectivas podrían encontrarse a finales de los
cincuenta y principios de los sesenta:
Los autores premiados (en el concurso de cuento de El Tiempo, 1959)
representaron tres de las corrientes más importantes de la literatura
colombiana: la tradicional antioqueña que buscaba en Mejía Vallejo nuevas
formas de expresión que superaban la herencia tradicional costumbrista de
Carrasquilla y Efe Gómez; la universal europea que introducía los aires de
renovación promovidas desde la capital por el grupo de santandereanos y
bogotanos que editaban la revista Mito; y, finalmente, la anticonformista del
movimiento nadaista representada por su fundador Gonzalo Arango. (TITTLER,
1989, p. 37).

Tres tendencias en las que Tittler no incluye al Caribe, quizás por desconocimiento,
quizás porque sistemáticamente se ha ignorado el campo de la literatura del Caribe antes
de Gabriel García Márquez y la posterior se ha hecho girar en torno a él3. No obstante

3 Solo para mencionar un olvido, en los estudios sobre novela urbana en Colombia poco o nada se
menciona sobre la novela Cosme (1927) de José Felix Fuenmayor, en la que se vislumbra una
concentración en el lenguaje, pero también un énfasis por lo que acontece en las ciudades que empiezan
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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este intento por establecer tendencias, señala bien la proliferación de miradas después
del denominado “periodo de la violencia”. Sin lugar a duda, buena parte de la literatura
en la década del cincuenta apuntó al tratamiento de los acontecimientos histórico-
políticos del país. Desde propuestas estéticas que pugnaban por fijar el presente
histórico, hacer testimonio, dejar registro, elaborar un juicio crítico, o sencillamente,
buscarle forma a lo que estaba sucediendo, a veces desplazando lo estético por lo ético,
a veces lo ético como trasfondo de lo estético, pero con la intención clara de hacer de la
violencia bipartidista el punto reiterativo de sus propuestas. Justamente por ello, se hizo
popular entre la crítica el término “Novela de la violencia” para reunir obras literarias que
28
tienen en común el tratamiento literario del enfrentamiento entre liberales y
conservadores a mediados del siglo XX.

Este tipo de novela podría ser caracterizada también por una concepción del papel de la
literatura en relación con el medio circundante. Tal vez por la cercanía con los
acontecimientos históricos, una primera tendencia la comprenden obras de corte realista
social que se enfocaba en el establecimiento de la verdad como “valor auténtico” de los
textos, bien fuese a través de la denuncia, el testimonio o la exposición casi al modo
naturalista de los hechos. Obras como El día del odio (1951) de José Osorio Lizarazo, El
Cristo de espaldas (1952) y Siervo sin tierra (1954) de Eduardo Caballero Calderón,
constituyen los ejemplos más emblemáticos de esta postura literaria.

Una segunda corriente hace primar la búsqueda estética sobre lo ético, sin dejar de lado
la preocupación por ese mismo objeto, puesto que se concentran en los efectos que los
acontecimientos históricos tienen sobre los individuos y no tanto en fijar dichos
acontecimientos como historia. En esta tendencia pueden inscribirse obras como El gran
Burundú-Burundá (1952) de Jorge Zalamea Borda, Marea de ratas (1960) de Arturo
Echeverry Mejía y La mala hora (1962) de Gabriel García Márquez. Roberto Burgos
Cantor en Memoria sin guardianes (2009), afirma que la violencia como eje temático “era
tan abundante y cercana para quienes queríamos escribir en los sesenta que aparecía
como una enorme mole que no dejaba ver más nada. Tal narrativa se denominó la
literatura de la violencia. En ella predomina más la conciencia moral que la calidad
literaria.” (Castillo, 2009, p. 97-98). Tal vez por todo ello, y manteniendo una idea de la
continuidad de la violencia en Colombia, Cristo Figueroa (2004, p. 108) hace una
distinción entre tres momentos de la relación novela-violencia: Narrativa en la Violencia,
Narrativa de la Violencia y narrativa de las Violencias múltiples. A esta forma de
exploración, Tittler (1989) la considera en los siguientes términos:
(Premio Esso 1961, Primer concurso Nacional de novela gana La mala hora) Si
el cuento de Gaitán Duran era psicológico y el de Mejía Vallejo poético, el de

a configurarse como urbes y ya no solo como provincias gracias a la transformación de las sociedades
agrícolas basadas en la tenencia de la tierra a sociedades burguesas centradas en el comercio.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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Gonzalo Arango se volvía sarcástico e irónico. (...) Estas tres actitudes, la
interiorización, la evocación poética y el humor y la ironía, serían la tabla de
salvación para una literatura que se estaba ahogando en sangre y debía
encontrar otra solución diferente a la de asustar con el número de muertos si
deseaba profundizar en el cáncer de una sociedad. (Tittler, 1989, p. 39)

De ahí que en la década de los sesenta, las obras que siguen interrogando el momento
histórico encuentren otra salida estética a través de una línea de experimentación formal,
de juego con las voces y la narración como se hace evidente en obras como La Casa
Grande (1962) de Álvaro Cepeda Samudio y El día señalado (1964) de Manuel Mejía
29
Vallejo; obras en las que el lenguaje parece ser el objeto de esas narrativas y el fragmento
la forma literaria para hacer de dicha experiencia histórica, elaboración estética. Sin
embargo, es importante reconocer que también a partir de la década del sesenta las
preocupaciones estéticas de los escritores van por caminos diferentes de la Novela de la
violencia, quizás unido al hecho de que los vientos de renovación y de ruptura que se
vivían en Europa y buena parte de América Latina llegaban también al país y planteaban
grandes cambios en el campo artístico colombiano.

Recuérdese que la literatura latinoamericana, con mayor reconocimiento en la narrativa,


había abierto camino a posibilidades de todo tipo en lo que se refiere a la relación
lenguaje-mundo-forma, con propuestas como la de Juan Carlos Onetti, Juan Rulfo, José
Lezama Lima, Alejo Carpentier, João Guimarães Rosa, Carlos Fuentes, Julio Cortázar o
el mismo Gabriel García Márquez. Esta multiplicación de las formas, de los usos y de los
lenguajes fue explorado en el campo colombiano desde distintos frentes: Gonzalo Arango
en Medellín hacía del nadaísmo más un gesto provocativo que una propuesta concreta
de renovación, sin embargo, sus actos de abierto desafío a la institucionalización de la
literatura sirvieron como “alarido” que produjo un remesón muy necesario en el campo
cultural; en Cali, Andrés Caicedo, Enrique Buenaventura, Carlos Mayolo y Luis Ospina
pondrían en diálogo permanente a la literatura, el cine y el teatro; Alberto Duque López,
Alberto Sierra Velásquez y Fanny Buitrago, entre otros, en el Caribe, propondrían juegos
resueltamente experimentales en la construcción de sus universos narrativos, bien
alejados de la configuración mítica del mundo, pero también harían una virada importante
a la cuestión de la violencia bipartidista hacia las preocupaciones que embarcaban las
nuevas subjetividades.

Interesa aquí estudiar particularmente este último movimiento dentro del campo de la
novela colombiana de la década del sesenta porque es posible considerar que la fuerte
experimentación y cuestionamiento de la novela como forma planteó a la escritura como
una manera de resistirse a la representación mimética del mundo. Por lo que podría
pensarse que esta perspectiva de exploración estaría relacionada con la intención de
alcanzar una forma de renovación frente a la reducción de la literatura a su función social
de denuncia. Isaías Peña Gutiérrez (2015) en un estudio suyo sobre El jardín de los
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Weismann de Jorge Eliecer Pardo pone en relieve el espíritu que acompañaba a los
jóvenes escritores de la época al afirmar que:

A la distancia, una de las razones por las cual esta novela sobresale entre las
de su época es haber encontrado un nuevo horizonte literario sin haber
abandonado el referente histórico-político que le pertenecía. Escrita cuando en
Colombia los jóvenes le apostaban a una ruptura frente a la novela de la tierra
de mediados del siglo XX, o a la literatura de Gabriel García Márquez, utilizando
un acercamiento a lo juvenil, musical o deportivo -con tanta validez como las
otras-, Pardo no claudicó frente a quienes vetaron la presencia de la sórdida
historia colombiana en la narrativa. (Peña, 2015, p. 151). 30
Efectivamente, en el caso del Caribe, las exploraciones estéticas de los escritores
jóvenes apuntaban lejos del dato histórico y más cerca de la búsqueda de un lenguaje
que tradujera la experiencia de lo real del sujeto como individuo y no solo como arquetipo
de la colectividad; de ahí que estas búsquedas estaban marcadas por la intención de
salirse de los límites de la novela de la violencia. El hostigante verano de los dioses (1963)
de Fanny Buitrago, Dos o tres inviernos (1964) de Alberto Sierra Velázquez y Mateo el
flautista (1968) de Alberto Duque López son obras iniciáticas importantes que marcan
este otro derrotero de la novela en el Caribe para la década del sesenta. Lo real histórico
no se nombra en estas obras, sin que ello signifique la construcción de un tiempo sin
tiempo del mito, es más bien un illo témpora que sin cronologías, ni fechas específicas,
construye la sensación del presente a través del juego de voces, o el presente de la
narración, o el monólogo que le habla a un tú inexistente.

En las apuestas de estos escritores se hace evidente que hay una búsqueda diferente a
la del realismo social y que beben de otras fuentes como la de la novela experimental, el
existencialismo francés, de la denominada novela postmoderna norteamericana y de la
misma narrativa latinoamericana del periodo. La indagación entonces apuntaba a las
exploraciones de la escritura fuera de la linealidad de la historia o la cronología de los
acontecimientos y se orientaba especialmente a la fragmentación como modo de capturar
la experiencia de lo real en su devenir. Es por ello que esta exploración partía de la
pretensión de alcanzar la palabra oral y fijarla en la escritura: capturar el ritmo, el tono y
la melodía del habla. Asimismo, estas novelas proponen un quiebre a esa mirada
totalizadora de la literatura del Caribe como fuertemente marcada por la línea tan
nombrada para el caso de García Márquez (Joyce, Woolf, Faulkner, Hemingway) y van
señalando nuevos rumbos de esa diversidad que ha signado a la literatura en
Latinoamérica, porque en el campo estético colombiano también se siguieron derroteros
diferentes a los anglosajones, como lo menciona el mismo Roberto Burgos Cantor en
Señas particulares:
Los escritores hicimos un esfuerzo leal por reunir elementos intelectuales de
interpretación del momento. La carga era enorme. Además de los clásicos del
marxismo, se leía una literatura que nos resultaba afín. Camus, Simone de
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Beauvoir, Sartre. Lo que producían en los países colonizados, en especial,
Fannon y Aimé Cesaire. Los trabajos de los intérpretes marxistas, con las
diferencias notables de los italianos y los franceses. Los ensayos de José
Carlos Mariátegui. Sartre parecía estar en todas partes. (Burgos Cantor, 2011,
p. 42).

Más allá de la tradición mítica, novelas como El Hostigante verano de los dioses (1963),
Dos o tres inviernos (1964) y Mateo el flautista (1968) continúan con la tradición trazada
por Cosme de José Félix Fuenmayor al proponer la exploración de las transformaciones
de las ciudades centrada en la preocupación por el individuo que se ve inmerso y al
31
mismo tiempo escindido en ellas. Fanny Buitrago, Alberto Sierra Velásquez y Alberto
Duque López se sostienen en esa línea de escritores que ven a la literatura como apuesta
por el lenguaje como fin en sí mismo. A través de sus obras es posible encontrar un envite
por ese tipo de literatura que considera a la novela como proceso y no como producto,
como una búsqueda que exhibe su propio procedimiento de construcción, que se
denuncia a sí misma como invención, es decir, como artificio. Por eso mismo puede
pensarse que estos narradores confrontaban la apuesta por la denuncia que había
impuesto el realismo de la violencia, pero también difieren de la tradición mítica asociada
con el Caribe. Centrados en la afirmación del hecho estético sin una función social
específica que lo determine parece que intentan resaltar la separación del arte de la
reproducción de la vida para hacer de esa diferencia una postura literaria y con ello abren
la posibilidad a considerar a la escritura del fragmento como otra de las vertientes de la
novela en el Caribe colombiano.

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
OSCAR WAO: EL ESPACIO DE UN NUEVO SUJETO DOMINICANO

VIALCARY CRISÓSTOMO TEJADA4


Universidad de Connecticut, Storrs (USA)

I have never lost hope of returning to my homeland someday.


However, I no longer remember where I came from5.
33

Introducción

En épocas reciente los discursos cultures y literarios han puesto gran énfasis en los
estudios diásporos y múltiples obras literarias toman como punto de partida para sus
tramas las diásporas latinoamericanas en los Estados Unidos. Entre estas obras quizás
la más conocida sea la novela del escritor dominicano Junot Díaz, The Brief Wondrous
Life of Oscar Wao, la cual expone, entre otros, el tema de la diáspora dominicana en
Estados Unidos. La obra de Díaz relata, a través del personaje de Oscar de León y de su
familia, la formación de la identidad colectiva del sujeto dominicano diaspórico a la vez
que cuestiona los ideales de autenticidad cultural. Oscar Wao es entendida por
numerosos académicos como, a lo que llamaría Elena Machado Sáez, “a foundational
fiction for the Dominican American diaspora.” Es a través de los discursos identitarios
presentes en esta obra que el sujeto dominico-americano es entendido y narrado como
un sujeto diásporo (523). El texto mismo se auto-presenta como una narrativa diaspórica
al decir que el personaje de la madre de Oscar, Beli, “catapulted her and hers into
Diaspora” (Díaz 115). Es decir, que tanto para el narrador como para los lectores la
identidad del sujeto narrado en la obra, el cual representa a la comunidad dominicana en
Estados Unidos, funciona bajo los parámetros identitarios vigentes en la República
Dominicana.

Oscar Wao nos presenta las dinámicas que se establecen entre la diáspora y la nación
para crear un discurso identitario que defina a este sujeto in-between6. Dicho discurso
como nos explica Machado Sáez, nos recuerda que “the diaspora is also conditioned by
the logic of the nation”, es decir, que la identidad diaspórica se construye bajo el marco
de la identidad nacional (525). Aunque esta obra, por un lado, nos representa, mediante

4 Graduate Student & Teaching Assistant Department of Literatures, Cultures and Languages University of
Connecticut vialcary.crisostomo@uconn.edu.
5 Caricatura que apareció en Le Monde citada en el artículo de William Safran.
6 En referencia a la teoría de Bhabha de in-between en su libre The Location of Cultures. Según el teórico

in-between hace referencia a un espacio en el cual nuevas identidades individuales o comunitarias se


forjan.
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el afán de Yunior por transformar a Oscar en “a ‘normal’ Dominican boy”, una identidad
diaspórica estrechamente vinculada con la identidad de la isla, por otro lado Díaz nos
narra, a través de la vida de Oscar, un nuevo tipo de identidad dominicana que se va
forjando en la diáspora (Díaz 11). En este ensayo arguyo que The Brief Wondrous Life of
Oscar Wao nos presenta ante un nuevo tipo de sujeto dominicano el cual ya no es un
sujeto diásporo sino más bien un individuo transnacional que se posiciona en un tercer-
espacio de identidad cultural y, por consiguiente, la identidad caribeña sobrepasa las
fronteras del Caribe y se inscribe en nuevos espacios geográficos. Según las teorías
clásicas de que define a un sujeto diaspórico la comunidad dominicana en Estados
34
Unidos, en especial las nuevas generaciones, no son una diáspora. Por el contrario, esta
comunidad cultural que se produce se logra en base a lo que Stuart Hall denomina como
un posicionamiento de representación que es siempre cambiante. La identidad del sujeto
dominicano que vive en la diáspora que Díaz nos narra existe más allá del sistema de
identidad y espacio geográfico de la República Dominica y se posiciona en un nuevo
discurso en el cual la identidad se sitúa en un tercer-espacio de hibridez cultural y
espacial.

1. La diáspora: Sujetos anclados en la patria de antaño

En el prólogo que da inicio a Oscar Wao el narrador nos introduce de inmediato la idea
de que esta obra narrar una historia de diáspora. El narrador nos dice, “my paternal
abuelo believes that diaspora was Trujillo’s payback to the pueblo that betrayed him.
Fukú” (Díaz 5). Es decir, que según como se nos presenta la maldición, o el fukú, que
acosa a estos personajes no es el trágico destino de tres generaciones sino más bien el
hado de vivir en una eterna diáspora. Mas a pesar de que la novela se establece desde
un principio como un texto diaspórico en bases a las teorías del profesor William Safran,
de cuáles son las características que definen a una diáspora, la comunidad dominicana
en Estados Unidos no puede ser considerada una diáspora. Safran explica que existen
seis factores que define a una comunidad como una diáspora y, por consiguiente, que
definen la identidad del sujeto diaspórico. Dichos factores son,

“1)they, or their ancestors, have been dispersed from a specific original “center”
to two or more “peripheral”, or foreign, regions; 2) they retain a collective
memory, vision, or myth about their original homeland-its physical location,
history, and achievements; 3)they believe that they are not-and perhaps cannot
be-fully accepted by their host society and therefore feel partly alienated and
insulated from it; 4)they regard their ancestral homeland as their true, ideal
home and as the place to which their descendants would (or should) eventually
return-when conditions are appropriate; 5) they believe that they should,
collectively, be committed to the maintenance or restoration of their original
homeland and to its safely and prosperity; and 6) they continue to relate,

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


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personally or vicariously, to that homeland in one way or another, and their
ethnocommunal consciousness and solidarity are importantly defined by the
existence of such a relationship” (2-3).

La comunidad dominicana presente en Oscar Wao carece de tres de estas características


diaspóricas; la segunda, la cuarta y la quinta.

Conforme a las teorías de Safran, el segundo factor para que un pueblo sea diásporo es
que dicha comunidad debe conservar una memoria colectiva la cual debe ser transmitida
de generación en generación. Según el filósofo y sociólogo francés Maurice Halbwachs,
35
memoria colectiva hace referencia al conjunto de recuerdos que un grupo conserva de
su historia. Halbwachs argumenta que, dicha memoria colectiva “provides the group a
self-portrait”, es decir, una auto-representación de lo que debería conformar la identidad
del grupo (82). En el caso de la familia De León Cabral, aunque si conservan una visión
de la patria, no existe una memoria colectiva de un pasado histórico personal o nacional.
Al relatarnos la historia familiar de los De León Cabral, Yunior ante todo nos dice, “when
the family talks about it at all-which is like never-”, lo cual significa que el pasado de la
familia permanece borrado de la memoria familiar, especialmente de las nuevas
generaciones quienes no lo vivieron (Díaz 211). El mismo Oscar una vez se encuentra
en la isla recalca que, “it really was astonishing how much he’d forgatten about DR” (Díaz
276). Para Halbwachs la memoria colectiva solo puedo permanecer a través de la
constante representación y narración del pasado y en el caso de la novela nos
encontramos ante un pasado que es silenciado. Más aun, la segunda característica de
Safran recalca que esta memoria colectiva esta estrechamente vinculada con un espacio
físico y como podemos ver en la obra de Díaz el traslado a un nuevo espacio geográfico
imposibilita que estos personajes se identifiquen con la memoria colectiva de la Republica
Dominicana y, por ende, como miembros de la sociedad que dicha memoria construye.
Esta falta u olvido de la memoria colectiva de la historia familiar y nacional, al igual que
nuevos lazos de conexión con otro espacio físico, impide que la comunidad narrada en
la obra sea considerada una diáspora, ya que no comparten la memoria colectiva y los
mitos fundacionales que define a la patria como una comunidad.

Por otra parte, la sociedad dominicana representada en Oscar Wao tampoco cuenta con
la cuarta característica que de acuerdo con Safran define una diáspora. Según Safran, la
cuarta característica de una comunidad diaspórica es el mito de retorno. Adrian Pantoja
explica en su ensayo “Transnational Ties and Immigrant Political Incorporation: The Case
of the Dominicans in Washington Heights, New York” que el mito de retorno hace
referencia al “believe among immigrants that they will return to the home country” pero la
realidad es que “most [immigrants] never return, or return temporarily” (124 y 125).
Conforme a esta característica una sociedad diaspórica se caracteriza por la creencia de
su población de que la nación ideal es la patria y de que algún día la diáspora y sus
descendientes regresaran a la nación de origen. En el caso de la comunidad narrada en
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la novela no existe el deseo de retorno a la isla, ni siquiera Beli y Yunior, quienes son los
que nacen en la República, añora regresar. Aun antes de abandonar la isla Beli repite en
varias ocasiones, “I never want to see it [the Dominican Republic] again” y acentúa que
al dejar la isla atrás “she would be a new person” (Díaz 163). Como es latente en las
palabras de Beli el mito del retorno no es algo que comparte esta comunidad dominicana.
Es precisamente por esta falta de anhelo de volver a la patria que la sociedad que se
narra en la obra de Díaz no puede considerarse una diáspora, sino más bien una
sociedad transnacional que comparte lazos identitarios con la isla pero que también tiene
rasgos de una identidad caribeña propia.
36
Por otro lado, la quinta característica de Safran arguye que una diáspora tiene como
objetivo la restauración de la patria, es decir, que una diáspora trabaja en conjunto para
recrear la sociedad natal que existía antes del evento que provoco el desplazamiento,
dicho no es el caso de la comunidad que nos narra Díaz. En Oscar Wao ninguno de los
personajes desea restablecer la sociedad dominicana que existía antes de la dictadura7,
mas al contrario los personajes desean borrar ese pasado histórico y continuar con las
nuevas vidas que se vieron forzados a construir tras el abandono de la patria. El narrador
nos explica que Beli, igual que muchos dominicanos,

“embraced the amnesia that was common throughout the Islands, five parts
denial, five parts negative hallucination. Embraced the power of the Untilles.
And from it forged herself anew” (Díaz 258-9).

Es decir, que esta comunidad que vemos representada no busca restaurar un pasado
histórico de la tierra natal sino más bien dejar atrás el pasado y reinventarse en un futuro.

En base a las teorías de Safran la comunidad dominicana que se narrar en Oscar Wao
no es una comunidad diaspórica. La ausencia de una memoria colectiva, del deseo de
retorno o de la lucha por restauran la patria impiden que este grupo sea considerado
como una diáspora. Como nos explica Machado Sáez,

“Oscar Wao is a transnational text that blurs the opposition between diaspora
and nation by making clear that for U.S-born Oscar to be a diasporic subject,
he must be domesticated according to the code of nationalist belonging, as
enforced by the Dominican Republic-born Yunior” (526).

Esta domesticación del sujeto por las normativas nacionales es lo que no se logra en la
obra y, por consiguiente, no se narra un sujeto diásporo. Aunque bien es cierto que Oscar
no muere virgen, y por lo tanto adquiere cierto grado de masculinidad dominicana, tan

7 La obra narra, en parte, la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en la República Dominica. La dictadura
de Trujillo dura 30 años, desde el 1930 hasta el 1961, y es caracterizada por el despotismo e innumerables
crímenes contra la humanidad que se cometen durante el trujillato. Un gran número de los inmigrantes
dominicanos en EE.UU migran durante la época del trujillato para escapar de persecuciones políticas.
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poco se convierte en el casanova dominicano que el código nacional exige para los de
su género. La imposibilidad de narrar a los personajes de la novela bajos los marcos
identitarios nacionales y el desapego que existe entre ellos y la patria me conllevan a
interpretar que Oscar Wao no narra una identidad diaspórica sino más bien una identidad
dominico-americana que tienes residuos de la isla pero la cual se construye bajo una
estructura identitaria distinta.

2. Una identidad cultural distinta


37
La pregunta que permanece latente es si la comunidad dominica en Estados Unidos no
es una diáspora ¿entonces qué es? ¿Qué identidad compartida une a esta comunidad?
Según nos explica Stuart Hall en su ensayo Cultural Identity and Diaspora,

“ Perhaps instead of thinking of identity as an already accomplished fact, which


the new cultural practices then represent, we should think, instead, of identity
as a `production´, which is never complete, always in process, and always
constituted within, not outside, representation” (222).

Es decir, que la identidad dominicana que existe entre los inmigrantes en Estados Unidos
es una identidad que se produjo en base a las experiencias compartidas tras la
emigración. La identidad cultural que se forma en esta comunidad se debe a que los
sujetos quienes la componen se posicionan a si mismos dentro de un marco identitario
que recuerda la cultura compartida a la vez que resalta las diferencias entre la cultura y
país natal y la nueva cultura que se forja en un nuevo espacio geográfico. Hall argumenta
que la identidad cultural se puede entender desde dos posiciones; primero, en base a “
[a] shared culture, a sort of collective ‘one true self’[….] which people with a shared history
and ancestry hold in common”, y segundo, que “

“as well as many points of similarity, there are also critical points of deed and
significant difference which constitute ‘what we really are’; or rather - since
history has intervened – ‘what we have become’” (223 y 225).

En el caso de la identidad cultural presente en Oscar Wao podemos apreciar una mezcla
de ambas posiciones. La comunidad dominicana que se describe en la obra se constituye
tanto en base a la nacionalidad y cultura compartida como en base a los eventos
históricos que cambiaron el rumbo de sus vidas y separaron sus destinos del de la patria.
Es decir, que la continuidad lineal del “one true self” del sujeto narrado se ve interrumpida
por la emigración transformándolo en “what [he] have become” (Hall 223 y 225).

Más aun, Hall arguye que estas identidades cultures que se forjan en pueblos diásporos
no se basan en una relación con “some sacred homeland to which they must at all costs
return”, sino más bien en base a la “heterogeneity and diversity” que define a la nueva
comunidad (235). En Oscar Wao, podemos apreciar una sociedad hibrida, en la cual la
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identidad de los personajes se compone de diversos y fragmentados trozos de dos
culturas. En el personaje de Oscar podemos ver esta hibridez cultural, en donde por un
lado le gusta bailar el perrito8 y por el otro tiene una obsesión por los comics de Marvel.
La sociedad dominicano-americana que Díaz nos presenta construye una identidad
cultural que está siempre “producing and reproducing themselves anew, through
transformation and difference”, y la cual se narra fuera de los marcos identitarios
nacionales para crear un discurso de identidad propio (Hall 235). Al tener una relación
distinta con el pasado histórico de la isla, que los que aun habitan en Quisqueya, y al
relacionarse con las identidades nacionales desde otra perspectiva los inmigrantes
38
dominicanos en Estados Unidos fraguan una identidad cultural nueva y distinta a la
identidad cultural de la República. Hall nos recuerda que la identidad cultural es un
producto que se crea a través de representaciones. Según el teórico, “that form of
representations which is able to constitute us as new kinds of subjects, and therefore
enable us to discover places from which to speak” (Hall 237). En la novela de Díaz, nos
encontramos ante una representación de cuál es la identidad dominico-americana y dicha
representación, a la vez, reproduce y crea esta identidad cultural dominico-americana.
Oscar Wao, define la identidad cultural del sujeto dominico-americano fuera de la
estructura de identidad nacional, y, por consiguiente, narra un sujeto que no funciona
dentro de la dicotomía de diáspora-nación. En otras palabras, un sujeto el cual se puede
inscribir dentro de una identidad propia y no bajo las sombras periféricas de una identidad
diaspórica.

3. Un tercer espacio identitario

Esta nueva identidad cultural que se forja en la comunidad dominico-americana es


posible gracias a la creación de un tercer espacio desde el cual se puede producir una
identidad hibridad. Según el teórico Homi Bhabha, existe un third-space, o tercer espacio,
en donde diversas culturas se encuentran. En este espacio alterno los discurso de centro-
periferia son cuestionados y culturas hibridas se forman. Bhabha explica que,

“The intervention of the Third Space of enunciation, which makes the structure
of meaning and reference an ambivalent process, destroys this mirror of
representation in which cultural knowledge is customarily revealed as an
integrated, open, expanding code. Such an intervention quite properly
challenges our sense of the historical identity of culture as a homogenizing,
unifying force, authenticated by the originary Past, kept alive in the national
tradition of the People. In other words, the disruptive temporality of enunciation

8Se basa en un merengue de una canción, que se titula El baile del perrito, de Wilfrido Vargas que se hizo
muy popular en la República Dominicana en los años noventa.
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displaces the narrative of the Western nation which Benedict Anderson so
perceptively describes as being written in homogeneous, serial time” (37).

Es otras palabras, que en este tercer espacio el sujeto puede cuestionar la autenticidad
cultural y crear un nuevo discurso desde el cual la identidad puede ser entendida fuera
de la estructura nacional. En Oscar Wao, nos encontramos ante un tercer espacio de la
identidad cultural dominico-americana. En la obra de Díaz podemos apreciar como la
narrativa no se construye bajo un discurso homogéneo, mas al contrario, nos
encontramos con una narrativa hibridad, en la cual el narrador nos muestras como ésta
micro-sociedad que se está narrado cuenta con un dominio de ambas culturas. El 39
constante code-switching del narrador y su amplio conocimiento de aspectos culturales
de la República Dominicana y de Estados Unidos muestran que la identidad cultural de
estos sujetos se construye en un tercer espacio fuera de los discursos de identidad
dominicanos y estadounidenses.

La identidad cultura presente en Oscar Wao existe dentro de un marco identitario hibrido,
desde el cual el sujeto narrado esta “living on the borderlines” del espacio nacional y del
espacio del país anfitrión (Bhabha 1). La novela de Díaz nos presenta ante la dinámica
de un nuevo sujeto en el proceso de formación, un sujeto dominico-americano que aun
carga consigo residuos de la nación de origen, entre ellos fragmentos del idioma y
múltiples prácticas culturales, pero el cual a la vez está forjando un nuevo espacio de
identidad en el cual habitan conjuntamente lo dominicano y lo estadounidense. En su
ensayo “The new world (b)order”, Guillermo Gómez-Peña nos explica que,

“This new society is characterized by mass migrations and bizarre interracial


relations. As a result new hybrid and transitional identities are emerging….Such
is the case of the crazy Chica-riricuas, who are the products of the Puertorican-
mullato and Chicano-mestizo parents….when a Chica-rricua marries a Hassidic
Jew their child is called Hassidic vato loco… “(74).

Dicho es el caso que se narra en Oscar Wao, la formación de una nueva sociedad en la
cual una nueva identidad hibrida y transnacional está naciendo. Díaz nos invita a entender
la identidad dominico-americana fuera del sistema binario de diáspora-nación, y crea en
su obra un espacio alterno en donde la identidad de estos sujetos va más allá de lo
meramente dominicano o americano. Como lo describiría Bhabha, este espacio que se
crea en Oscar Wao “move[s] beyond the binary dialectic of inside and outside”(222), y
más bien produce un espacio in-between en el cual la identidad cultural se posiciona
“between sign and signifier, neither one nor the other”, sino una mezcla de ambas (127).
Homi Bhabha inicia su libre The Locations of Cultures con una frase de Martin Heidegger,
quien dice, “A boundary is not that at which something stops but, as the Greeks
recognized, the boundary is that from which something begins its presencing”, es decir,
que las fronteras entre lo diaspórico y lo nacional es el espacio en donde empieza la

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
construcción de un nuevo sujeto (Bhabha 1). El sujeto dominicano-americano que es
representado en The Brief Wondrous Life of Osca Wao se un nuevo tipo de sujeto que se
inscribe dentro de un discurso de identidad cultural propio y autóctono, y el cual a la vez
trasciende los limites geográficos y extiende las fronteras del Caribe.

Conclusiones

The Brief Wondrous Life of Oscar Wao es un texto que sobrepasa las dicotomías
preexistentes de diáspora y nación, y extiende fronteras geográficas. Díaz logra en esta 40
obra instaurar un nuevo discurso de identidad cultural dominicana. Un discurso que se
caracteriza por la agencialidad que el sujeto dominicano diaspórico tiene de inscribirse
dentro de un marco identitario no-subalterno a la identidad nacional. El sujeto
dominicano-americano que se representa en Oscar Wao, es un sujeto que se auto-narra
como un individuo con una identidad cultural hibrida la cual no se ve restringida por las
normativas de la identidad nacional. El hecho de que el personaje de Oscar logre
finalmente deshacerse de su virginidad pero sin transformarse en el “Dominican cat” que
tanto Yunior como el modelo de masculinidad nacional de él exigen hace evidente que el
sujeto que se narra en la novela consigue definir su identidad fuera de los parámetros
establecidos por la patria, la República Dominicana (Díaz 11). Oscar, hasta el trágico
desenlace de su vida, continua siendo el mismo nerd, lector de comics, escritor de
fantasías e idealista que cree que “anything you can dream […] you can be”, y es
precisamente esta narrativa anti-bildungsroman9 que presenta Díaz lo que demuestra
que el sujeto dominico-americano goza de una identidad propia la cual no necesita ser
guiada por los discursos identitarios nacionales (322). Como nos explica Guillermo
Irizarry en su ensayo “Literatura de violencia para tiempos de paz: Nuestra Señora de la
Noche de Mayra Santos y The Brief Wondrous Life of Oscar Wao de Junot Díaz”, la obra
de Díaz “puntualiza espacios de resistencia donde se contravienen los diseños del poder”
(26).

En otras palabras, esta novela construye un nuevo espacio desde el cual las estructuras
de identidad dominicana establecidas pierden vigencia entre los sujetos dominico-
americanos. Oscar Wao nos narra la historia de la formación de nueva una identidad, de
una identidad dominico-americana que forja sus directrices de identidad en un espacio
aparte del sistema binario que crea el discurso de identidad nacional e identidad
diaspórica. Es decir, una nueva identidad que existe entre el guión de lo dominicano y lo
americano. Es entonces al formarse esta nueva identidad caribeña, fuera del espacio

9 Bildungsroman es un término alemán acuñado por Johann Carl Simon Morgestern que hace referencia a
género de literatura la cual narra historias sobre la transición de la niñez a la adultez. En el caso de Oscar
Wao, como sugiere Rita De Maeseneer en su ensayo, nos encontramos ante lo opuesto de una novela de
formación ya que el héroe de la misma nunca pasa por un proceso de aprendizaje.
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geográfico del Caribe, cuando podemos ver que el Caribe y sus identidades ya no están
limitadas por sus fronteras físicas. En este mundo global y como resultado de las
innumerables olas migratorias de sujetos caribeños a diversos confines del mundo el
Caribe ya no se define por un espacio geográfico limitado sino, más bien, por las múltiples
identidades caribeñas transnacionales que existen. Al narrarnos a la familia De León
Cabral como un ejemplo de nueva identidad caribeña fuera del espacio físico del Caribe,
Díaz nos muestra que las comunidades caribeñas migratorias dejaron de ser diásporas
para convertirse en sociedades con identidades propias que están extendiendo los limites
de las fronteras del Caribe y, por ende, redefiniendo el espacio geográfico que definimos
41
como tal.

Obras citadas

Bhabha, H. (1994).The Locations of Cultures. Nueva York: Routledge.


De Maeseneer, R. (2014). “Nobody’s Nation, The case of Junot Díaz”. Ciber Letras 32,
pp 1-19.
Díaz, J. (2007). The Brief Wondrous Life of Oscar Wao. Nueva York: Riverhead Books.
Halbwachs, M. (1992). On Collective Memory. Chicago: The University Press of Chicago.
Hall, S. (1989). “Cultural Indentity and Diaspora”. Framework 36, pp 222-237.
Irrizary, G. (2014). “Literatura de violencia para tiempos de paz: Nuestra Señora de la
Noche de Mayra Santos y The Brief Wondrous Life of Oscar Wao de Junot Díaz”.
Connecticiut: University of Connecticut,
Machado Sáez, E. (2001). “Dictating Desire, Dictating Diaspora: Junot Díaz’s The Brief
Wondrous Life of Oscar Wao as Foundational Romance”. Contemporary Literature 52, 3,
pp 522-555.
Pantoja, A. (2005). “Transnational Ties and Immigrant Political Incorporaton: The Case of
Dominican in Washington Heights, New York”. International Migration 43, 4. pp 123-146.
Safran, W. (1991). “Diaspora in Modern Societies: Myths of homeland and Return”. A
Journal of Transnational Studies 1, 1, pp 1-19.
Saldívar, R. (2011). “Historical Fantasy, Speculative Realism, and Postrace Aesthetics in
Contemporary American Fiction”. American Literary History 23, 3, pp 574-599.

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
EL LLAMADO DEL MUNTU
LA DIÁSPORA POÉTICA DE CHANGÓ, EL GRAN PUTAS

DARÍO HENAO RESTREPO10


Universidad del Valle, Colombia

42

El navío negrero de William Turner 1840

10 Profesor Titular Escuela de Literatura, Universidad del Valle.

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43

In memorian Manuel Zapata Olivella,maestro y amigo

Die die la njóóri éku


Pedacito a pedacito comemos la cabeza de la rata
Owe, proverbio Yoruba

La presencia africana no puede reducirse a un fenómeno marginal de nuestra historia. Su fecundidad


inunda todas las arterias y nervios del nuevo hombre americano
Manuel Zapata Olivella11

“—¡Las bodegas! ¡Aquí nació nuestra esperanza y aquí debemos iniciar nuestra rebelión!”
dice Ngafúa, hijo de Kissi-Kama, Babalao de Ifá, quien viaja en una de estas bodegas de
navio acompañando a Nagó en la saga de Changó, el gran putas del colombiano Manuel
Zapata Olivella, quien tenía plena consciência del papel central para la construcción del
mundo moderno en Occidente del infierno del navio negrero, el navio de la cargazón que
trajo la diáspora africana a América. Esta infâmia alimentó con el trabajo forzado de
millones de esclavos los albores del capitalismo, un sistema que naciera chorreando

11Manuel Zapata Olivella. La rebelión de los genes. Bogotá, Altamir ediciones, 1997, p.143.
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sangre por todos los poros, potente metáfora usada por Carlos Marx en El capital. Una
de las miles de historias de esta ignominia será narrada desde las entrañas de tan brutal
inhumanidad, al compás de la kora, espécie de laud africano, por Ngafúa, un viaje mítico
a través de los 500 años de esta historia humana que entrecruzó al África con el Nuevo
Mundo. Los navios negreros pusieron en relación miles de geografias del llamado mundo
Atlántico. Unidades culturales y políticas, como lo analisa Paul Gilroy, en las cuales se
forjó uno de los principales aportes de estos hijos del África al mundo moderno, a la
modernidad. Esos mundos consiguieron situarse más allá de las fronteras nacionales y
en ellas configurar redes de identidades e intereses al interior de esa diáspora que
44
Gilroy rotuló de Atlántico negro.12

Changó poetiza con una intensidad singular esta interpretación de la diáspora, como
parte de una contracultura transnacional compleja, amplia y bien sucedida del Atlántico
negro. “Avant la lettre” para su tiempo, Manuel recrea la complejidad de mundos y
visiones aportados por los africanos al universo que hegemonicamente pretendieron
erigir los impérios coloniales europeos. Pretensión, como demuestra el palestino Edward
Said, nunca lograda por desaparecer a ese “otro” al que explotó, evangelizó y
malinterpretó en nombre del progreso de las potencias europeas.13 Esa humanidad tan
brutalmente expoliada resistió y jamás consiguieron apagar su mundo subjetivo,
creencias y culturas. Realidad recreada por los novelistas de estos âmbitos – tanto en
África como en América – para desentrañar la condición humana de quienes llegaron a
diversas geografias en los navios de cargazón. Changó invoca la memoria y la
experiência histórica de la diáspora y apropia mitos, imágenes, símbolos y valores del
passado que instauran de una vez por todas una visión para las luchas por la auto-
expresión, auto-emancipación y autonomia de los movimentos culturales y políticos
negros.

Novelar la diáspora, reiventar infinidad de historias, crear mundos posibles mediante el


lenguaje literario, ha sido una labor en la cual los escritores han tenido que valerse de
sus propias experiências personales y las de sus comunidades y de todas las
investigaciones sobre un fenómeno tan diverso en sus múltiples historias y desde los más
distintos saberes, en particular la historia, la antropologia, la sociologia, el folclor y la
linguística. Es el caso de Zapata Olivella y su enorme producción investigativa, que como
veremos fue fundamental para su obra narrativa. Tanto a él como a muchos novelistas e

12Paul Gilroy, O Atlântico negro: Rio de Janeiro, Editora 34, 2012. Segundo Gilroy, o navio é o primeiro dos
cronotopos modernos pressupostos por minhas tentativas de repensar a modernidade por meio da história
do Atlântico negro e da diáspora africana no hemisfério ocidental. A partir desta tese, analisa a inter-relação
entre escravidão, tradição e modernidade a través de um estudo da tradição radical negra que inclui Martin
R Delaney, Frederick Douglass, W.E.B. Dubois, assim como Richard Wright, Edward Wilmot Blyden e Toni
Morrison.
13Edward Said. Culura e imperialismo. Barcelona: Editorial Anagrama, 1996.

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investigadores,

45

la comprensión de la esclavitud y todo lo derivado de ella los deparó con un mundo


humano complejo y estremecedor, un infierno como señala el historiador Marcus Rediker
en su dilacerante libro, El navio Negrero:

Uma viagem para este inferno singular começa com a paisagem marinha
humana, histórias de pessoas cujas vidas foram moldadas pelo tráfico de
escravos. Algumas prosperaram e se tornaram poderosas, outras pobres e
fracas. A maioria esmagadora sofreu terrores extremos, e muitas morreram em
circunstâncias horríveis. Pessoas de todos os tipos — homens, mulheres e
crianças, negros, brancos e de todos os matizes intermediários, da África, da
Europa e das Américas — foram tragadas pelo turbilhão em movimento,
surreal, do tráfico. Entre elas se encontravam, na base da pirâmide, um vasto
e humilde proletariado, centenas de milhares de marujos que, vestidos com
seus calções cobertos de piche, subiam e desciam apressadamente os
degraus das enxárcias do navio negreiro, e milhões de escravos que, em sua
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nudez, amontoavam-se no convés inferior. Elas incluíam, no topo da pirâmide,
uma pequena, altiva e poderosa classe atlântica dominante, composta por
comerciantes, fazendeiros e líderes políticos, que, cheios de babados e atavios,
tinham assento no Congresso Continental Americano e no Parlamento inglês.
O “grandioso drama” do comércio humano também tinha entre seus
personagens piratas e soldados, pequenos comerciantes e gente que fazia
greve de fome, assassinos e visionários. Muitas vezes eles se viam rodeados
por tubarões. 14

De esta historia humana hicieron parte “personas de todos los tipos” entre las cuales, en
la base de la pirâmide, “un vasto y humilde proletariado”, como denomina Rediker al
46
personal de servicio en los navios negreros, y los millones de esclavos que se
amontonaban en las bodegas, todos bajo las órdenes de capitanes y poderosos
comerciantes de la trata. Novelar estos universos, desde muchas perspectivas, trajo
consigo siempre una realidad brutal, insoslayable, surreal como la califica Rediker.
“Grandioso drama” del cual se pueden recabar infinitas historias y toda la intimidad de los
seres que vivieron ese viaje de horror y muerte. Cuando Rediker focaliza como sujetos a
quienes vivieron la travesía se acerca y brinda elementos a los novelistas para la
elaboración de sus personajes. Historia y drama íntimo se entrecruzan, de maneras
distintas aunque complementarias, en el oficio del historiador y el novelista. El libro de
Rediker comporta una extraordinária narrativa de vidas humanas tal como se pueden
rescabar de los archivos, cuadernos de bitácora, libros de asiento, periódicos y memorias
del comercio negrero. La otra forma sería la de novelar, como sucede en El negrero
(1933) del cubano Lino Novás Calvo, una reconstrucción de la trata a partir de la vida de
un comerciante de esclavos, Pedro Blanco y todas sus peripecias hasta convertirse en
un poderoso y desalmado tratante entre el África y el Caribe. Para lo cual el novelista
recurrió a muchas investigaciones históricas, relacionadas al final del relato “como obras
especialmente útiles para el estúdio de la trata y la esclavitud de los negros”. 15 Igual
empeño hacen novelistas más reciente a Novás Calvo: Alex Haley en Raíces (1976), Toni
Morrison en Beloved (1987), Maryse Condé en Yo Tituba (1986), Kangni Alem en
Escravos (2009), Roberto Burgos Cantor en La ceiba de la memoria (2007), Fé en disfraz
(2009) de Mayra Santos y Ana Maria Goncalvez en Un defeito de cor (2007). Pequeña
muestra de novelas que desde sus respectivos âmbitos, en su orden: Estados Unidos, el
Caribe, Togo, Puerto Rico, Colombia y Brasil, se adentran en el universo de los esclavos,
y como lo hiciera Zapata en Changó, le confieren centralidad a sus historias, tradiciones
y culturas a través de personajes que hablan por si mismos. La lista de novelas africanas,
afro-americanas y afro-latinoamericana que tratan acerca de la historia de los
esclavizados y su papel en los diferentes lugares a donde llegaron a contribuir en la
construcción de nuevas sociedades es realmente muy larga e incluye las obras de

14Markus Rediker. O navio negrero. Sao Paulo: Companhia das Letras, 1998, p.23.
15Lino Novás Calvo. El negrero. Barcelona: Tusquets editores, 1999, p. 291.
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muchos escritores más jóvenes y menos conocidos.16

Un proverbio yoruba proferido por el oricha Orunla a Ngafúa pone de presente la


centralidad del navio negrero en Changó,

Pero todos pudimos leer en sus ojos mudos lo que nos aconsejaba el visionario
Orunla.

«Buscadlo allí donde se originó el cauce».

Sin abrir sus labios, Ngafúa nos revela lo que nos quería decir el oricha con su 47
proverbio:

— ¡Las bodegas! ¡Aquí nació nuestra esperanza y aquí debemos iniciar nuestra
rebelión! 17

En efecto, esta rebelión cotidiana en las bodegas, que ya se venía gestando desde el
puerto de embarque - en la fortaleza Nembe -, será la marca de la llegada del primer hijo
del Muntu a las playas del Nuevo Mundo, en Cartagena de Indias, donde Nagó es recibido
por mujeres índias que lo esperaban para amamantarlo con su leche. La rebeldia y la
lucha por la libertad serán el distintivo de la diáspora africana, realidades que Manuel
explora y recrea en esa rica danza subjetiva de todos los protagonistas de Changó. Se
conjugan por encima de esta tragédia humana, toda la épica de las luchas de los negros
y todos los dramas vividos en el nuevo destino marcado por Changó. Interpretación que
le confiere un sentido histórico profundo al continente cuna de la humanidad y su aporte
al mundo antes, durante y después del período de la esclavitud. Aún en medio de las
cadenas y toda la brutalidad padecida, los africanos contribuyeron en todos los campos
de la vida material y espiritual en los diversos lugares a donde llegaron en el Nuevo
Mundo. Los ensayos de Manuel en El árbol brujo de la libertad interpretan y destacan ese
antes, durante y después de la esclavitud, una valoración amplia de África en la cual
dimensiona el aporte de ese continente a la humanidad y todo su legado, aún en los
tiempos del oprobioso comercio de seres humanos en los cuales destaca la resistência y
la lucha por la libertad.18

16En la línea de novelar la vida mujeres esclavizadas en el siglo XIX, merece destacarse la reciente novela
de la caleña Adelaida Fernández Ochoa, La hoguera lame mis pies con cariño de perro, ganadora del
premio de novela Casa de las Américas 2015, y cuyos originales tuve el privilegio de conocer durante todo
el proceso de escritura. El mundo de María de Jorge Isaacs es vuelto a contar por Nay, la nana negra de
la niña judía a la cual cristianizan y le ponen María por Esther. Ver la entrevista realizada a la autora, Un
canto al amor y a la libertad en: Periódico La Palabra: Año 24, #257, marzo de 2015,
http://lapalabra.univalle.edu.co
17Manuel Zapata Olivella. Changó, el gran putas. Bogotá: Ministerio de Cultura/Bibloteca Afrocolombiana,

2010, pag 137 .En adelante citaremos la novela de manera abreviada, Changó y el número de página.
18Para la comprensión de la visión de Manuel sobre África y la diáspora trasatlántica este libro ofrece un

amplio temario sobre el asunto desde los orígenes de ese continente, las grandes civilizaciones, sus
culturas y religiones hasta desembocar en la trata y todo lo que desencadenó en las Américas. Esta
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La trata esclava y su dilacerante significado humano, hoy mejor definida como diáspora,
ha sido objeto de investigación y fuente de creación desde los siglos XIX y XX. En las
últimas décadas ganó espacio para su debida interpretación, aún no culminada, y para el
reconocimiento de su papel en el proyecto de modernidad de Occidente, además de
todas las reivindicaciones y luchas contra el racismo y la discriminación. Las herramientas
de investigación se han afinado, varían en su inspiración teórica, en las metodologias y
en las estrategias narrativas, en campos como la historia social, política, cultural,
demográfica, económica, etno-historia, micro-historia, biografia, antropologia cultural,
sociologia, sicología, entre otras ciências humanas y sociales.19 Avances que han
48
contribuído para poner en primer plano el mundo subjetivo de esos millones de seres
esclavizados. Son múltiples los legados de esta horrible página de la historia de la
humanidad. El navio negrero es un navio fantasma que viaja en las márgenes de la
consciência moderna y todavía son muchos los interrogantes a la espera de
explicaciones.20 A donde quiera que llegaron los esclavos dejaron su impronta en los más
diversos aspectos de la vida de las sociedades donde labraron sus destinos. Como lo
destaca el historiador Joao José Reis para el caso del Brasil, algo muy similar en otros
âmbitos del continente:

Além de movimentarem engenhos, fazendas, minas, cidades, plantações,


fábricas, cozinhas e salões, os escravos da África e seus descendentes
imprimiram marcas próprias sobre vários outros aspectos da cultura material e
espiritual deste país, sua agricultura, culinária, religião, língua, música, artes,
arquitetura... a lista é longa e já estamos cansados de ouvi-la.21

Ese “cansados de ouvi-la” alude con razón a la necesidad de zambullirse a fondo en


todos estos universos y rescatar las voces de quienes los vivieron. Empeño en el cual
historiadores y novelistas se dan la mano para desentrañar la intimidad de estas vidas,
sus pequeñas y grandes luchas y el mundo espiritual que fueron configurando lejos del
África natal, una contribución clave para la comprensión del papel de la diáspora en sus
repectivas sociedades. Privilegiar la resistência de los esclavos desde que eran
embarcados y en los mismos puertos de embarque, sus fugas y la conformación de los
quilombos o palenques constituyó un gran cambio de paradigma interpretativo en los

colección fue publicada en vida del autor al cuidado del investigador William Mina Aragón en el 2002,
editada por la Univerdad del Pacífico de Buenaventura. Una segunda edición la hizo la Facultad de
Humanidades de la Universidad del Valle en Cali en el 2011.
19Vale destacar el banco de datos - www.slavevoyages.org/ - sobre los viajes de los navíos negreros

organizado por David Eltis y colaboradores, primordial para los trabajos sobre la esclavitud y una fuente
invaluable para las biografías de esclavos, la micro-historia, y por supuesto, para documentalistas,
cineastas y novelistas.
20En História geral da África, V: África do século XVI ao XVIII / editado por Bethwell Allan Ogot. – Brasília:

UNESCO, 2010, se sostiene como conclusión central sobre el papel de la trata: Até hoje, o papel desse
comércio no desenrolar da história mundial ainda não foi devidamente evidenciado, p. 1192.
21Liberdade por um fio: historia dos quilombos no Brasil/ organizacao Joao José Reis, Flávio dos Santos

Gómes. Sao Paulo: Companhia das Letras, 1996. p. 9.


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estudios acerca de la esclavitud en la historiografia de países como los Estados Unidos,
Cuba, Brasil y Colombia. Para Manuel, la lectura de muchos libros sobre la esclavitud en
éstos âmbitos fueron decisivos. Por ejemplo, el libro del etnohistoriador brasileño Clóvis
Moura, Rebelioes da Senzala (1959),22 en el cual adquieren centralidad las luchas de los
esclavos, su resistência y el cómo enfrentaron la brutalidad del sistema esclavista en su
país. Visión que contribuyó a combatir y desplazar la concepción sistematizada por
Gilberto Freyre, el autor de Casa grande e Senzala (1934), de la exitencia en el Brasil de
relaciones esclavistas en general armoniosas. Así se colocaba la resistência esclava en
un plano secundário y se acababa en la cosificación del esclavo. Como señala Joao José
49
Reis refiriéndose al aporte de Clóvis Moura y otros historiadores, José Alipio Goulart y
Décio Freitas, entre otros,

Os quilombos e revoltas passaram então a figurar como assuntos de destaque,


embora sobrecarregados
por uma tendência à discussão das táticas de guerrilha e da interação entre
os quilombos e outros
movimentos políticos. A inclinação predominante dessa historiografia era
definir a resistência negra
nos quilombos como a negação do regimem de cativeiro por meio da criação
de uma sociedade alternativa
livre. (J.J Reis, 1996, p. 13)

El aporte de la historiografia marxista como el de la obra Clóvis Moura fue decisivo


para la comprensión de Manuel acerca de la esclavitud, como lo fueron todas las
reivindaciones de los movimentos afro-americanos de su tiempo, y por supuesto, los
trabajos de muchos de sus compañeros de generación que serán tratados más
adelante.23 Por el momento, queremos destacar la búsqueda de Manuel en otros âmbitos
de sus pares afros y de ahí el contacto con las ideas de Franz Fanon, Malcon X, C.L.R.

22Clovis Moura. Rebelioes da senzala, Sao Paulo: Editora Zumbi, 1959.


23Por esa misma época se publican varios libros sobre la presencia y el papel de los negros en Colombia.
De Aquiles Escalante, El Palenque de San Basilio, Imprenta Departamental, Barranquilla, 1954, El negro
en Colombia, Bogotá: Universidad Nacional,1964. De Rogerio Velásquez, Memoria de odio (1953), relato
sobre el último negro fusilado en Colombia en 1907, el chocoano Manuel Saturio Valencia. Sobre estos
acontecimientos, en los años 70, Manuel Zapata escribirá la novela El fusilamiento del diablo, 10 años
antes de Changó, el gran putas, sin embargo, publicada posterior a ésta. El Chocó en la independencia de
Colombia (1965), Gentilicios africanos del occidente de Colombia (1962), trabajos recogidos en un volumen
de la Biblioteca de Literatura Afrocolombiana: Rogerio Velásquez, Ensayos escogidos, recopilación y
prólogo de Germán Patiño, Bogotá: Mincultura, 2010. Otros trabajos de este pionero de los estudios
afrocolombianos están recogidos en el libro, Fragmentos de historia, etnografía y narraciones del Pacífico
negro, Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), 2000. De Roberto Arrázola,
Palenque, primer pueblo libre de América, Cartagena: Ediciones Hernández, 1967. De Jorge Preciado, La
trata de negros por Cartagena de Indias, Tunja: Universidad Pedagógica y Teconológica de Colombia,
1973. El historiador cartagenero, Alfonso Múnera, en su libro Fronteras imaginadas. La construcción de las
razas y de la geografía en el siglo XIX colombiano, le dedica un ensayo al tema: Balance historiográfico de
la esclavitud en Colombia. 1900-1990. Bogotá: Editorial Planeta, 2005.
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James o Abdías do Nascimento, entre otros,24 sin duda, forjadoras de la cosmovisión que
años más tarde iría a plasmar en la creación de Changó, el gran putas. (1983). Este
corpus de ideas renovadoras y libertarias alimentan como novelista a Manuel en su
empeño por recrear la esclavitud desde adentro y darle voz a los esclavizados. Una
experiência compleja y diversa en todo el llamado mundo Atlántico.25

Contribuyen para entender la dimensión del emprendimiento de Zapata y toda una


pleyáde de intelectuales afro en el mundo, las recientes biografias de esclavos, O alufá
Rufino y O sacerdote Domingo Sodré de Joao José Reis, una excelente muestra de todo
50
lo que pueden decir estas subjetividades para una más densa comprensión de la
humanidad de los esclavizados. Subjetividades que tienen una tradición en las
aubiografías de esclavizados escritas a lo largo de siglo XIX como fruto del acceso a la
cultura letrada.26 Acceso que como explica Eduardo Assis Duarte,

Dessas falas, por vezes isoladas, à constituição de uma literatura, muitos


foram os caminhos e muitas as
pedras. Tal processo incluiu a paulatina aquisição do letramento, da escritura,
e da cidadania, com o fim
da escravização. (...) Do ímpeto autobiográfico à oratória, ao poema, ao
drama, à ficcao, o negro sempre
falou. E o fez majoritariamente nas línguas dos colonizadores, que aprendeu
e, até, rasurou, para emprestar
a elas entonações, ritmos, sentidos e, mesmo, vocábulos novos.27

Tal como advierte Assis Duarte y demuestra la excelente antologia preparada para el
caso de la literatura afro-brasilera, ya existen importantes tradiciones literárias en las
diversas geografias del Atlántico negro. Para la perspectiva que aquí interesa, mucho
rescata la subjetividad de estos seres invisibilizados una novela como Beloved de Toni
Morrison, inspirada en la historia de Margaret Garner, una madre esclavizada obligada a
cometer matricídio en 1896. Esta ficción le confiere centralidad a su drama, a las fuerzas

24Obras de estos autores aparecen citadas en muchos de sus ensayos: Los condenados de la tierra de
Franz Fanon (1961), La autobiografía de Malcolm X (1965), Los Jacobinos negros de James (1963), O
Quilombismo (1980)de Abdías, en el cual se recogen las conferencia pronunciadas en los Congresos de
Cultura Negra de las Américas de Cali (1978), Panamá (1981) y Sao Paulo (1983).
25Ver Hilary McD Beckles y Verene A. Shepherd (eds.) Las voces de los esclavizados, los sonidos de la

libertad. West Indies University. Sf.


26Existe una excelente recopilación, La voz de los esclavizados, Hilary MacDBekles y Verene A. Shepherd

(eds). Kingstong: West Indies University, 2010. Por ejemplo, testimonios escritos sobre la captura y la
travesía de Ayayi, el yoruba, Olaudah Equiano, el ibo, Ottabah Cugoano, el Fanti y el principe Zamba del
Congo. O los escritos contra la esclavitud y todas las luchas por la libertad. Otros textos consultados: los
escritos memoralialísticos de Olaudah Equiano (1879); la autobiografía de Frederick Douglas (1845); las
memorias de Mahommah Gardo Baquaqua y el livro de Solomon Nortthup, 12 años de esclavitud, llevado
al cine hace algunos años.
27Literatura e afrodescendência no Brasil: antología crítica/ Eduardo Assis Duarte, organizador. Belo

Horizonte: Editora UFMG, 2011, tomo 1, p. 15.


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que se debaten en su espíritu, al mismo tiempo que recrea el mundo de los esclavos bajo
el opresivo regimen racista en los Estados Unidos del siglo XIX. Como analisa Gilroy,

A história de Garner ilustra mais do que apenas o poder indómito dos escravos
de afirmar sua iniciativa
humana em circunstancias extremamente restritas. Na versão de Morrison,
ela sintetiza o confronto entre
dois sistemas culturais e ideológicos, opostos mais independentes, e sus
respectivas concepções de razão,
história, propriedade e parentesco. Um é um produto diluído da África, o outro,
uma expressão antinòmica 51
da modernidades occidental. (...) O desejo de regressar à escravidão e
explorá-la na literatura imaginativa
ofereceu a Morrison e a muitos outros escritores negros contemporâneos um
meio de reencenar confrontos
entre o pensamento racional, científico e ilumunista euro-americano e a
perspectiva supostamente
primitiva dos escravos africanos pré-históricos, incultos e bárbaros. (GILROY,
p. 409).

Estas confrontaciones señaladas por Gilroy están recreadas en la obra del novelista
nigeriano Chinua Achebe, Todo se desmorona, publicada en 1958. Fue "la primera
novela escrita en inglés que contó la intimidad de un personaje africano, más que
retratarle como un ser exótico, como nos veían los hombres blancos", recuerda su
compatriota, el Nobel Wole Soyinka sobre la aparición de la novela africana más leída de
todos los tiempos, y una referencia clave para los estudios poscoloniales. Como lo hará
mucho después Zapata, Achebe lleva a cabo un ejercicio de contraescritura al dialogar
con la escritura sobre África escrita por europeos. Así enfrentó la deshumanización de
África y de los africanos que ha fomentado y sigue fomentando la imaginación Occidental
a través de una neblina de distorsiones y mistificaciones baratas como lo afirma el
novelista nigeriano en su contundente análisis sobre El corazón de las tinieblas de Joseph
Conrad.28 Sin desconocer los méritos literarios de la novela en cuestión, demuestra el
talante racista de Conrad en la narración y su incapacidad para concederles humanidad
a los africanos en ese viaje al interior del Congo. Ante la sobrevaloración de la novela de
Conrad el interrogante de Achebe es muy profundo:

¿Nadie ha sido capaz de ver la perversa y ridícula arrogancia que permite


reducir África a un accesorio teatral donde poder situar el trastorno mental de
un minúsculo individuo europeo? […] El corazón de las tinieblas exhibe de la
manera más vulgar prejuicios e insultos que han hecho sufrir a una parte de la
humanidad agonías y atrocidades incontables en el pasado y continúan
haciéndolo en muchos lugares y de muchas formas hoy día […] una historia en
la que se pone en cuestión la humanidad misma de los negros. (…) En los

28ChinuaAchebe. Una imagen de África: racismo en El corazón de las tinieblas. Bogotá: revista Tabula
Rasa, No 20: 13-25, enero-junio 2014.
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últimos cuatro o cinco siglos de contacto europeo con África produjeron un
cuerpo de literatura que presenta África en una luz muy mala y los africanos en
términos muy escabrosos. La razón de esto tiene que ver con la necesidad de
justificar la trata de esclavos y la esclavitud

Reducción y prejuicios que se reproducen del continente africano a su diápora en el


mundo y pese a toda la invisibilización, exclusión y racismo, siempre ha existido la
resistencia y una capacidad infinita de adaptación y creatividad con una fuerza
imponente, con un lugar y trascendencia en todas las geografías del Atlántico negro. La
historia de África sigue enfrentando, pese al significativo terreno ganado, una fuerte carga 52
de violencia epistémica, herencia de la historiografía colonial. Las omisiones, los olvidos,
las ausencias, las fabricaciones y los estereotipos, que resultan de la distorsión y
negación de la historicidad de la humanidad africana, impiden un diálogo fructífero sobre
las representaciones del continente, una labor a la que le dedicaron muchos esfuerzos
intelectuales como Achebe, Senghor, Soyinka y Cheip Anta Diop, muchas veces en
diálogo con sus pares en América. Procesos que apenas comienzan a ser tenidos en
cuenta en la historia intelectual en el continente.29 Perspectiva fundamental para el
estudio y valoración del papel de la diáspora africana en las Américas, de la cual hizo
parte Zapata con aportes a esa gran corriente intelectual descolonizadora y reivindicativa
de la humanidad de un continente, sus culturas, sus civilizaciones. Changó se inscribe
en esa gran corriente en su propósito por deshacer el entuerto de la negación del otro,
por rescatar el mundo subjetivo de ese otro. Tanto en la tradición norteamericana, como
en la caribeña, la colombiana y la brasileña, se fue forjando una expresión de esa
humanidad africana llegada a las nuevas tierras. Chinua Achebe, ante el enorme reto por
rescatar esa humanidad desconocida, concebía la literatura como instrumento de
provocación: “Los contadores de historias son una amenaza. Intimidan a los campeones
de la autoridad y a los usurpadores de la libertad”. Una visión compartida por muchos
novelistas y poetas en ambos lados del Atlántico.30 Todos han ocupado creativamente
con sus obras el espacio vacío de la tradición literaria y de la distorsión en la visión
eurocéntrica. En cada tradición nacional sus obras responden a la omisión de las
experiencias de los afros en el imaginario literario y proponen una rectificación del papel
de un legado cultural destruido, a través de narrativas basadas en los códigos lingüísticos
y culturales que sobrevivieron en las experiencias reales e imaginarias de las

29Para la comprensión del pensamiento africano es muy esclarecedora la reconstrucción de las redes
intelectuales establecidas por el filósofo chileno Eduardo Devés Valdés en su libro El pensamiento africano
Sudsahariano. Desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad. Buenos Aires: Editorial Biblos, 2011.
También la colección de ensayos organizada por Emmanuel Chukwudi Eze, Pensamiento africano. Cultura
y sociedad. Barcelona: Edicions Bellaterra, 2005.
30Aquí vale destacar la obra de novelistas y poetas como Toni Morrison, Wole Soyinka, Aimé Cesaire,

Chinua Achebe, Maryse Condé, Roberto Burgos Cantor, Ana Maria Goncalvez , mundos y horizontes en
los cuales se enmarca la obra de Zapata . Lecturas realizadas en mi curso de literatura afroamericana en
la Universidad del Valle, que sin duda, conscientemente o no, animan la visión de análisis de este trabajo.
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comunidades tanto en el pasado como en el presente. Todas exhiben lo que Jerome
Branche denomina “una ética malunga de empatía y solidaridad trans-histórica”:

Inevitablemente el valor de tales narrativas reside en su poder de crear y


participar en estructuras de
memoria y alteridad en tensión crítica con las narrativas dominantes e
historias oficiales. Forman un
baluarte contra el olvido, y toman una posición fuerte contra injusticias
pasadas y presentes. Su objetivo
esencial, como en el caso de los antiguos cimarrones, reposa en la
adquisición de más libertad. 53
(JEROME BRANCHE p. 47)

Para el rescate de esa humanidad desconocida ha sido decisiva la Historia general de


África, publicada por la UNESCO, una obra monumental. Un proyecto colectivo en el
cual por primera vez se hace la historia del continente desde adentro, contribución
definitiva para la corriente descolonizadora y para el reconocimiento del enorme aporte a
la humanidad de los africanos. Un empeño en el cual confluyeron las diversas disciplinas
de las ciencias humanas y sociales y corrientes de pensamiento como los estudios post-
coloniales.31 Los capítulos dedicados a la diáspora y la trata en el volumen V sistematizan
muy bien el cambio de paradigma que hemos venido destacando, y sirven para la
comprensión de este fenómeno que,

do ponto de vista da história mundial, o comércio de exportação de escravos africanos,


especificamente no quadro do tráfico transatlântico, representa, sob vários aspectos,
um fenômeno único. (Historia General de Äfrica, Volumen V, p. 92

31Ver Homi K. Bhabha. El lugar de la cultura. 1ª edición. Buenos Aires: Manantial, 2002.
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54

Embarque de escravos a bordo de um navio negreiro europeu. © The Hulton-Deusch Collection, Londres

Volviendo a Changó, el lector es llamado para que sea compañero de viaje en esta
travesía de la diáspora, a compartir la intimidad de este gran drama humano,

Sube a bordo de esta novela como uno de los tantos millones de africanos prisioneros
en las naos negreras; y siéntete libre aunque te aten las cadenas.

¡Desnúdate!32

Este “sube a bordo” es la metáfora central de Changó, el mundo del navio impregna toda
la historia y varios siglos hasta nuestros días. El llamado a desnudarse implica para el
lector una actitud espiritual para adentrarse en el drama de toda la ignominia e
inhumanidad de la esclavitud, la resistencia y las luchas abolicionistas, y todas las luchas
por sus derechos y el reconocimiento de su papel en la construcción de las nuevas
naciones, por un lado, pero por otro, para conocer la heroica lucha por la libertad
desencadenada, lucha siempre acompañada por la metafísica africana como la fuerza
espiritual oculta que la sustentó y sigue alimentando las reivindicaciones de los afros.
Ambicioso logro poético de Manuel Zapata Olivella al escribir la gran obra de su vida. La
perspectiva mítica a través de la cual organiza la trama de la novela y toda la
interpretación de los hitos históricos protagonizados por los negros en América, su propia
reinvención de la diáspora africana – el trágico viaje del Muntu - la sugiere el propio
Manuel cuando cuenta en sus memorias:

32Manuel Zapata Olivella. Changó, el gran putas. Bogotá: Ministerio de Cultura/Bibloteca Afrocolombiana,
2010. En adelante citaremos la novela de manera abreviada, Changó y el número de página.
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El Muntu Americano pudo ser el nombre de la novela, pero Eleguá, visionario de
las tablas de Ifá, donde están inscritos los pasos y las obras de todos los mortales
me dictó otro nombre: Changó, el gran putas. (...) Sólo fui la aguja de los ancestros
para enhebrar la trama con las vidas y las muertes de cien millones o más
africanos, removidos de su tierra, cazados y unidos por cadenas, para ser
transplantados a América. (...) Medí mis fuerzas, mi pasado de andariego, mis
viajes por tan variadas culturas, mis sufrimientos por pertenecer a la llamada raza
indigna, y de golpe comprendí – fue el momento del imponderable hantu – que
todo ese peregrinaje, sufrimientos y asombros estaban escritos en las tablas de
Ifá desde millones de años antes de nacer para que yo sirviera de escriba a la
palabra analfabeta del pueblo negro33.
55
Que “todo ese peregrinaje, sufrimientos y asombros estaban escritos en las tablas de Ifá”
alude a ese Archivo fundacional al cual está vinculado el origen de Changó, el gran putas.
En esto se iguala como ficción de Archivo fundadora a Los passos perdidos (1953) de
Alejo Carpentier y a Cien años de soledad (1967) de Gabriel García Márquez, dos novelas
que marcan un viraje decisivo en la historia de la narrativa latino-americana, como lo
demuestra la brillante lectura del crítico cubano Roberto González Echeverria en su libro
Mito y Archivo.34 En Changó, siguiendo la perspectiva de análisis de González, el Archivo
como mito constituye constituye su núcleo: la mitologia y saberes contenidos en las
Tablas de Ifá, a las cuales estuvo vinculado Zapata como intelectual y escritor. Su voz y
su consciencia se instalan en las milenarias sabidurías del pueblo Yoruba, para, a través
de su alter ego Ngafúa, hilvanar una vasta saga bajo la protección de los orichas,
guardianes del destino humano, con la ayuda de todos los ancestros que los acompañan
y se confunden en el tiempo con los protagonistas históricos. Toda esta multiplicidad de
voces y actores,

narrarán un solo canto


 la historia de Nagó


el trágico viaje del Muntu


al continente exilio de Changó (Changó, 41)

Las tablas de Ifá guardan desde hace milenios las enseñanzas universales Yoruba,
teológicas y cosmológicas, de la génesis y de las experiencias míticas de los seres y de
los mundos sobrenaturales. Zapata con esta confesión quiso destacar, por un lado, la
dimensión metafísica, mítica de la novela, y por otro, las claves sobre las cuales organizó
la trama poética de un libro tan ambicioso y complejo, narrado desde la peculiaridad del

33Manuel Zapata Olivella. Levántate mulato. Bogotá: Rei Andes, 1990. Libro de memorias que le mereciera
el premio a los nuevos derechos humanos, otorgado por Francia. Aquí brinda claves fundamentales para
la interpretación de su obra, en particular de Changó, el gran putas.
34Roberto González Echeverría. Mito y Archivo. Una teoría de la narrativa latinoamericana. México D.F:

FCE, 2000.
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ser de origen africano, desde su propia perspectiva y con su propia voz. Ifá no es sólo
una religión, sino también un sistema literario y filosófico, contenido en los Odú que
enseñan por medio de parábolas.35 Esta sabiduría milenaria es el gran tesoro de la cultura
yoruba en cuyo interior se encuentra la comprensión que esta tradición ha logrado de sus
propias experiências históricas y de su entorno. Ifá es algo más importante que un rito de
adivinación, pues representa la cohesión político-social y epistemológica de una gran
parte de los pueblos del África occidental. Hablar desde ahí, como lo hace Zapata en su
novela, implicó contravenir los prejuicios contra las cosmovisiones africanas y el violento
colonialismo occidental desde el siglo XVI hasta el siglo XIX y parte del siglo XX, toda la
56
negación de las culturas africanas y los imaginarios de muchos occidentales y su
percepción de África como un lugar lleno de tribus, brujería e irracionalidad. 36 El oprobio
y el estigma marcaron la trayectoria de esas religiones y de sus pueblos, fueron blanco
de persecución social, religiosa, económica y policial durante siglos en todas las
Américas. Estas realidades las investigó y comprendió Zapata y su representación mitíco-
simbólica en Changó es apenas un necesario y justo ajuste de cuentas poético, una
reivindicación de la religiosidad africana traída por esos millones de seres humanos
desnudos, con la cual resistieron y lucharon por su libertad y se organizaron como grupos
sociales coherentes, señores de sus destinos y de su mundo. Esa metafísica, como
destaca el haitiano Guérin C.Montlius, conformó la continuidad de una comunidad en el
tiempo y en el espacio.37

Ngafúa asume su condición:

Llevamos con nosotros la palabra adivinadora del gran Ifá. A mi espalda, no puedo ver
sus labios, pero su voz me hincha con la claridad que le ha dado Orunla. Me hablaba en
yoruba para que pueda entender su cantorrelato:

— ¡Dijinga Dikatampe, creador de los soles, la tierra, la luna y las aguas, alimento de la
vida!

¡Dijinga Dikatampe, procreador del muntu!

¡Dijinga Dikatampe, creador de los animales, las plantas y las piedras que le sirven!

¡Dijinga Dikatampe, poseedor de la fuerza que ordena las jerarquías entre los árboles y

35Ver Fa lokun Fatumbi. Ìbà sé Órísá. Proverbios, Leyendas, Historia Sagrada y Oración Ifá. Caracas:
Colección de Estudios Leo Frobenius, 2005. En Internet se puede encontrar el corpus completo Tratado
Enciclopédico de Ifá, con los versos en yorùbá y traducido al inglés, portugués, francés y español. El auge
de las religiones afroamericanas ha hecho que se pueda conseguir gran cantidad de material en la red.
Esto posibilita para posteriores investigaciones el poder establecer la rica intertextualidad entre Changó y
las Tablas de Ifá.
36Ver el excelente ensayo de Antonio de Diego González. Construyendo “la verdad yorùbá”. Una lectura

afro-epistemológica del sistema de Ifá. Humania del Sur. Año 7, No 12. Enero-junio, 2012pp. 107-122.
37Guérin C. Montlius. “Vodun e transformacao social na experiencia diaspórica africana: O conceito de

pessoa na religiao vodun haitiana” en Vodou haitiano. Espirito, mito e realidade (org.) Patrick Bellegarde
Smith & Claudine Michael, Rio de Janeiro, Palhas, 2011.
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las aguas!

¡Dijinga Dikatampe, repartidor del poder de los vodúns, los ancestros y los mortales!

¡Dijinga Dikatampe, después de proclamar tu grandeza deja que mencione mi nombre!

Soy Ngafúa, hijo de Kissi-Kama, babalao de Ifá. Aunque nacido en Cabinga, los ngalas
son mis hermanos de sangre.

Habéis de saber ekobios cautivos que mi kulonda fue engendrado en el vientre de mi


madre por mi tatarabuelo ancestro para ser sacerdote de Ifá. (Changó, 109-110)
57
Que la novela sea contada por un sacerdote de Ifá define el carácter de la narración, su
poética, y por supuesto ofrece las claves para la lectura e interpretación de Changó.
Como lo planteaba Edward Said en su clásico texto, El mundo, el texto y el crítico, toda
obra sugiere su propio contexto y las coordenadas ético-filosóficas, visión de mundo,
desde las cuales ella misma se constituye.38 Mediante Ngafúa-narrador se incorporan
múltiples fuentes verbales, una comunión de experiências en las que se confunden la del
autor o la transmitida. Y la torna al mismo tiempo, en experiência de aquellos que la leen,
como indica la invitación inicial al lector con el imperativo desnúdate. Desde esta manera
se constituye el protocolo dramático de todas las historias narradas, históricas y míticas
entremezcladas, del vasto universo de Changó.

Ngafúa, babalaô-narrador, rescata prácticas discursivas anónimas a lo largo de vários


siglos y recupera códigos marginalizados de la experiência africana. Su voz se instala en
el Archivo de esta mitologia africana y las practicas religiosas que fueron conservadas
en dura resistência como el camdomblé en el Brasil, la santeria en Cuba y el vudú en
Haiti. Manifestaciones que hoy sabemos fueron vitales para la organización de las
rebeliones esclavas, al mismo tiempo que mantuvieron una relación de continuidad,
ruptura y renovación con sus matrices en África.39 Changó no sólo vincula la experiência
metafísica africana en su cosmovisión, sino que privilegia la resistência de los esclavos
y su lucha por la libertad desde el momento mismo en que eran cazados y embarcados
en las costas africanas. En esos infames puertos ya estaba incubada la rebeldia y la
fortaleza brindada por lo único que podían conservar en sus espíritus: la protección de
sus dioses y sus ancestros. Changó es una historia de la libertad protagonizada por los
esclavos y todos sus descendientes – desde Nagó hasta MalconX - entre los cuales
existe “comunión” pues existe una continuidad trascendental entre los vivos y los

38Edward Said. El mundo, el texto y el crítico, Barcelona: Randon House Mondadori: 2004.
39Para la comprensión de este aspecto han sido claves las investigaciones del grupo “Esclavitud e invención
de la libertad” de la Universidad Federal de Bahía liderado por el historiador Joao José Reis y cuyos libros
mucho me aportaron para la perspectiva de esta investigación, además de muchos libros que por su
indicación consulté de la sólida tradición de estudios afrobrasileros.
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muertos, entre este mundo y el mundo de Odumare, los orichas, y los otros ancestros.40
Cosmovisión apropriada e investigada por el autor, en un largo y paciente esfuerzo de
búsqueda por más de veinte años, los cuales le brindaron la sabiduria para conectar len
profunda relación de Malcon X y todos los antepassados y combatientes en las dura
travesía de los navios negreros. Todo ellos hacen parte del Muntu una concepción del
hombre cuyo plural es Bantú. En palabras del propio Zapata en el Cuaderno de Bitácora:

El concepto implícito es este palavra trasciende la connotación de hombre, ya que


incluye a los
58
Vivos y defuntos, así como a los animales, vegetales, minerales y cosas que le sirven.
Más que

Entes o personas, materiales o físicos, alude a la fuerza que une en un sólo nudo al
hombre con

su ascendencia y descendência inmersos en el universo presente, passado y futuro.


(Changó, 514)

La dimensión mítica del Muntu permite el eterno presente, ese presente intemporal en el
cual confluyen todos los tiempos. Allí están los compañeros de viaje de Nagó y los de
Malcon X, los de Nat Turner y Harriet Tubman, los de Marcus Garvey y Burghardt DuBois,
los de Benkos Biojó y Ganga Zumbi, los de Lasgtong Hughes y Paul Robeson, los de
Simón Bolívar y Alejandro Petion, los de Prudencio Padilla y José Maria Morelos, los de
Toussaint Loverture y Antonio Macedo, y toda la multitud que emerge de las aguas del
Muntu, de los socavones del subway, de las fábricas y slums. Todos comparten común
destino al final de la novela y se dan cita convocados por Changó, que a gritos los increpa
por la tardanza de su liberación en la Mansión de los muertos. Gran ritual de poderosa
fuerza dramática y simbólica, cual si fuese una ceremonia de candomblé, santeria o vudu,
alrededor del líder afroamericano asesinado, en el cual se concentra la clave de invención
sobre la cual está configurada la novela. Dioses, ancestros y personajes de diferentes
épocas y latitudes, todos parte del Muntu, se congregan para escuchar la voz iracunda
de Changó, dador del trágico destino, al mismo tiempo que protector de la lucha por la
libertad. Oigámos contar al propio Malcon X:

Desde lo alto, saltando entre las ramas, Legba se acerca hasta mi cadáver para
abrirme los ojos. Escuché su mirada clarividente.

—Habéis sido convocados por Changó.

Levanta el puño mostrándome la radiante Máscara-Cabeza-Toro. Changó movió

40Ver Janheinz Jahn. Muntu: las culturas de la negritud. Madrid: Ediciones Guadarrama, 1970; y John S.
Mbiti. African Religions and Philosophy. New York: Anchor-Doubleday, 1970. Estos libros fueron lecturas
fundamentales para el autor.
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su pie y las ramas estremecidas dejaron caer sobre mí la lluvia de sus fuegos.
Estalló su grito trueno encegueciéndonos:

— ¡Demoráis en alcanzar vuestra libertad!

Enmudecimos sin que nuestra memoria extendida pudiera abarcar la totalidad de


la sangre derramada por el muntu. (Changó, 644)

Esta lúcida interpretación mítica de la diáspora africana en las Américas y sus hondas
conexiones con la mitologia yoruba y todos las creencias y rituales religiosos traídos a
las nuevas latitudes, como se simboliza en el cierre de Changó, comporta todo un logro 59
poético cuyas claves están en toda la obra y demandan una labor hermenêutica que se
avenga con sus significaciones más profundas. El poderoso y misterioso secreto que
tanto seduce en Changó proviene de ese gran drama urdido en un presente intemporal
gobernado por los orichas y cuya comprensión la harán cada vez más seductora,
misteriosa y necesaria. Aún resta mucho, pues como gran obra siempre se reescribirá a
través de las sucesivas interpretaciones y siempre provocará fascinación en sus lectores.
Como ya se ha dicho, Changó es fruto del processo creativo de madurez de Zapata
Olivella, después de una larga trayectoria intelectual y narrativa, 41 hasta alcanzar un
código de representación - de lo que su maestro y amigo Rogelio Velázques denominó
como negredumbre42- asunto de fondo que le permitió integrar toda la metafísica, la
ontologia que atraviesa y ordena la cosmovisión de la novela. 43 Y así como en Os
Lusíadas de Camoes y La Divina Comedia de Dante, Changó cuenta la epopeya de los
negros esclavizados y despliega las profundidades estremecedoras de sus intimidades,
de toda esa subjetividad que tanto le aportó a la modernidad occidental. Como cuenta
Zapata en sus memorias, escribir Changó fue todo un viaje imaginario y un peregrinar
tras los pasos reales de la diáspora y un labor de escrutinio en toda clases de fuentes y
bibliotecas del mundo para realizar ese magna tarea de desocultamiento de la tragédia
del hombre negro en la máquina de tormento llamada esclavitud.

La noción de negredumbre fue un aporte conceptual del antropólogo chocoano Rogerio


Velázques para los estudios de las culturas afropacíficas de Colombia, sus
complejidades y toda la ancestralidad africana conservada y modificada en esa “negritud

41El libro del investigador Antonio Tillis, Manuel Zapata Olivella e o “escurecimento” da literatura latino-
americana (Rio de Janeiro: Eduerj, 2012) ofrece un panorama muy completo de la evolución de la obra
desde Tierra Mojada (1942) hasta Changó, el gran putas (1983)
42Este concepto es muy próximo al de la negritud franco-antillana de Aimé Cesaire, Leopoldo Sédar

Senghor y León G. Dantas. Parte de la amplia producción investigativa de Rogerio Velázques está recogida
en dos libros: Ensayos escogidos de Rogerio Velázques. Bogotá: Ministerio de Cultura, 2010 y Fragmentos
de historia etnografía y narraciones del Pacífico colombiano. Bogotá: Instituto colombiano de antropología
e historia (ICANH), 2000.
43En esta perspectiva hace un buen aporte el estudioso de la obra de Zapata, William Mina en sus libros:

Manuel Zapata Olivella: pensador y humanista. Cali: Artes Gráficas del Valle, 2006 y Manuel Zapata
Olivella: humanista afrodiaspórico. Cali: Asociación Iberoamericana de filosofía, 2014.
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colectiva” expresada en sus músicas, tradición oral, formas organizativas, formas de
ocupar el territorio, formas de hablar el castellano, creencias y rituales religiosos.
Espectro simbólico e imaginario, que al igual que Rogerio Velásquez, Zapata hizo objeto
de sus investigaciones y cuya conceptualización fue enriqueciendo con la ayuda de
muchas disciplinas de las ciências sociales y humanas, sobretodo de la antropologia, la
etnografia y la sociologia. Categoria que, como lo destaca José Antonio Caicedo Ortiz,

No es un simple recurso linguístico o metafórico, sino produto de su


abstracción analítica mediante la cual definió los rasgos de las culturas negras
en sus vínculos comunitários, con sus adaptaciones, su reinvención y las 60
resistências reconstruídas de los orígenes africanos.44

Enfoque conceptual aprovechado por Zapata, quien lo redimensiona al colocarlo dentro


de una perspectiva afro-diaspórica, como visión propia del proceso de llegada de los
africanos esclavizados al nuevo continente. Sin duda su participación activa en los
movimentos pan-africanistas – con los cuales mantuvo contacto desde su primer viaje a
Harlem en 1946- fue vital para esta comprensión de la historia de los negros en América,
tanto para su labor investigativa como para la escritura de su obra creativa. En Harlem
tuvo acercamientoss vivenciales e intelectuales definitivos para toda su vida. De allá trajo
sus primeiros relatos, un libro de crónicas y una pieza teatral.45

Animado por todo lo aprendido en Centro América, México y los Estados Unidos, regresa
a peregrinar por Colombia como investigador de sus realidades sócio-históricas y sus
expresiones culturales. En estos recorridos fue poco a poco desentrañando el entramado
racial del país, sus tensiones y todas las exclusiones de las que fueran objetos las
poblaciones indígenas y negras por parte de las elites blancas. Este esfuerzo
investigativo lo llevó a plantear la conformación triétnica de Colombia, lo que para Manuel
implicaba el reconocimiento en pie de igualdad – en diálogo y tensión- de las vertientes
indígena y negra con la hispânica. Ideas muy próximas de las desarrolladas por su
contemporâneo y amigo, el martiniqués Édouard Glissant. Conceptualizaciones como la
poética de la relación, la poética de la diversidade y la criollización, surgidas de sus
reflexiones sobre el Caribe, al cual Glissant consideró siempre como un prefacio al
continente americano. Su luminoso ensayo, Crioulizacoes no Caribe e nas Américas
dialoga en profundidad con el pensamiento de Manuel sobre los mismos asuntos. Por
ejemplo, su tesis sobre las três Américas, entre las cuales no existen fronteras y sí
múltiples y complejas imbricaciones. Según Glissant,

44José Antonio Caicedo Ortiz. A mano alzada… Memoria escrita de la diáspora intelectual afrocolombiana.
Popayán: Sentirpensar Editores, 2013: pág 451.
45Me refiero a su primera novela, Tierra mojada, cuyos originales leyó en Nueva York el escritor peruano

Ciro Alegría; al libro de crónicas He visto la noche y a la pieza Hotel de Vagabundos que sucede en Nueva
York y en la cual se condensan las experiencias vividas en dicha ciudad.
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A primeira característica das Américas, ou seja, a divisão que podemos fazer das
Américas
- juntamente con Darcy Ribeiro no Brasil, e Emmanuel Bonfil no México, ou Ret
Nettleflord na Jamaica – em três espécies de Américas: a América dos povos
autóctones dos povos-testemunhas, ou seja que sempre lá estiveram e que
definimos como Meso-América; a América daqueles que chegaram
provenientes da Europa e que preservaram no novo continente seus usos e
costumes, bem como as tra- diçoes de seus países de origem, que poderíamos
chamar de Euro-América e que compreende evidentemente o Quebec, o Canadá,
os Estados Unidos e uma parte (cultural) do Chile e da Argentina;
a América que poderíamos chamar de Neo-América e que compreende a
América que poderíamos chamar de Neo-América e que corresponde a América 61
da crioulizaçao. Essa América compreende o Caribe, o nordeste do Brasil, as
Guianas y Curaçao, o sul dos Estados Unidos, a costa caribenha da Venezuela e
da Colômbia, e uma grande parte da América central e do México. 46

Esta perspectiva ya cuenta con una vasta tradición en las investigaciones e


interpretaciones de los processos de configuración de las identidades en las Américas y
el papel de las diferentes culturas. No es propósito aqui de ocuparnos del tema, sino
señalarlo como el universo dentro del cual se forjó la corriente intelectual de la cual hizo
parte Manuel. Como la del poeta Aimé Cesaire y su reivindicación de la negritud. El
concepto negritud es bien complejo puesto que comporta muchas cosas como lo definía
Zapata Olivella: Negritud en América tiene resonancia de cadena, bodegas, inquisición,
resguardos, plantaciones, látigo, esclavitud, linchamiento, palenque, libertad, vudú,
candomblé, rumba, tango, marinera, jazz, espiritual, blues, cimarrón, mandinga y diablo.47
Esa complejidad fue siempre un reto para los escritores que se ocuparon del tema en
América Latina, y en la actualidad está ligada a movimientos de reivindicación y
reparación social y política48. Tanto los ensayos como Discurso sobre el colonialismo, la
obra de teatro La tragedia del rey Cristophe y el clásico libro de poemas, Cuaderno de
un retorno a la tierra natal de Cesaire, fueron muy importantes para el trabajo del autor
de Changó.49 Para el caso colombiano, a ejemplo de sus colegas de Martinica y de
muchos intelectuales afros en sus respectivos países, Zapata emprendió un
replanteamiento de fondo para superar de una vez por todas las teorías hispanizantes de
cuño conservador que fueron hegemónicas en Colombia hasta las primeras décadas del

46Édouard Glissant. Introduçao a uma poética da diversidade. Juiz de Fora: EFJF, 2005, p. 16. Otras obras
consultadas: Poétique de la relation. (Poétique III). París: Gallimard, 1990; Introduction à une poétique du
divers. (1995) París: Gallimard, 1996; El discurso antillano (1981). Trad. de Aura Marina Boadas y Amelia
Hernández. Caracas: Monte Ávila, 2005.
47Manuel Zapata Olivella. Levántate mulato, Por mi raza hablará el espíritu. Bogotá, 1991.
48Ver el libro organizado por Claudia Mosquera Rosero-Labbé y Luiz Claudio Barcelos, Afro-reparaciones:

Memorias de la esclavitud y Justicia reparativa para negros, afrocolombianos y raizales, Bogotá,


Universidad Nacional de Colombia, 2007
49Aimé Cesaire. Cahier d'un retour au pays natal, Paris, 1939. Otras obras consultadas del autor: Discours

sur le colonialisme, Paris, 1955; Discours sur la négritude, 1950 y La Tragédie du roi Christophe, París,
1963. Existe traducción al español de estos textos en el volumen, Para leer a Aimé Césaire. Philippe Ollé-
Laprune (selección y presentación) México: FCE, 2008.
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siglo XX. Perspectiva de interpretación sócio-racial del país que cuenta con una amplia
trayectoria en sus ensayos y que apuntaló con sus pesquisas de campo sobre el folclor,
las tradiciones orales, la música y la religiosidad popular.50 Trabajos fundamentales para
su obra narrativa y para todo el proceso de búsqueda de más de 20 años culminada con
la escritura y publicación de Changó.

Changó es una de las novelas de la literatura afroamericana que con mayor hondura y
significación recrea el universo de los africanos traídos por la Trata esclavista a las
Américas, y la novela que elabora una poética de la diápora trasatlántica desde el
espacio y lugar del aporte de los afros en Colombia. Escrita desde el horizonte 62
colombiano – y acrecentada de la perspectiva americana de 500 años de esclavitud -, su
escritura y cosmovisión se fraguó en contravía de las ideas dominantes sobre la historia
de la Nación, processo facilitado por la apertura y renovación cultural que empezó a
gestarse en Colombia desde los años 40s y 50s del siglo XX - período formativo de
Manuel en Bogotá cuando inicia estudios de medicina en la Universidad Nacional –,
tiempos en los cuales compartió con la generación de Mito, también llamada del Medio
Siglo.51 La voz de Manuel fue conquistando espacios junto con la de otros intelectuales
negros llegados a la capital,52 con quienes emprendió la tarea de reivindicar el papel de
los sectores populares en la construcción de la Nación, en su mayoría negros, índios,
mulatos, zambos y mestizos. Esta reivindicación histórica, poética y artística, implicó la
revisión de los mitos fundacionales creados por las élites criollas que asumieron el poder
tras las guerras de independência del império español. Como destaca el historiador
Alfonso Múnera, esos mitos fundacionales fueron erigidos en la obra mayor de José
Manuel Restrepo, Historia de la revolución de la República de Colombia, publicada en
Paris en 1827. Algunos de estos mitos, quizás los más relevantes, siguen vigentes.53

Tres de esos mitos en especial me parece que han sido de una u otra forma
repetidos por generaciones de historiadores, a tal extremo que hoy son aceptados
como verdades indiscutibles y constitutivas de los orígenes de la nacionalidad. El
primero de ellos, punto de partida de la obra de Restrepo, predica que la Nueva
Granada era, al momento de la Independencia, una unidad política cuya autoridad
central gobernaba el virreinato desde Santa Fe. El segundo consiste en la idea de
que la élite criolla dirigente de la Nueva Granada se levantó el 20 de julio de 1810
en contra del gobierno de España impulsada por los ideales de crear una nación

50Ver Manuel Zapata Olivella. Africanidad, Indianidad, Multiculturalidad. Cali: Facultad de Humanidades,
2011.
51Esta es la generación de Gabriel García Márquez, Pedro Gómez Valderrama, Álvaro Mutis, Manuel Mejía

Vallejo, Jorge Gaitán Durán, entre los escritores, y de Fernando Botero, Enrqiue Grau, Ramirez Villamizar
y Alejandro Obregón entre los pintores. Con algunos tuvo una estrecha amistad, como es el caso de García
Márquez y Grau.
52Los intelectuales con los cuales coincidió Manuel en Bogotá: Rogerio Velásquez, Arnoldo Palacios, Carlos

Arturo Truque, Natanael Díaz, Aquiles Escalante, Diego Luis Córdoba, entre los más destacados.
53José Manuel Restrepo. Historia de la revolución de la República de Colombia. Bogotá: Talleres Gráficos,

3ª edición, 1942-1950.
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independiente. Desgraciadamente, el “gênio del mal” introdujo la división entre los
criollos federalistas y centralistas, lo cual llevó al fracasso de la primera
independência, y la fortaleza militar y puerto comercial de Cartagena fue la mayor
culpable de dicho fracaso al iniciar la división. El tercero sostiene que la indepencia
de la Nueva Granada fue obra exclusiva de los criollos. Los índios, los negros y
las “castas” se aliaron con el império o tuvieron un papel pasivo bajo el mando de
la élite dirigente (Cursivas nuestras). Es decir, participaron en los ejércitos y
murieron tan ignorantes como antes. Sólo por excepción se registra la actuación
destacada de un mulato o de un mestizo. 54

La obra de Zapata Olivella controvierte a fondo el tercer mito. Toda su obra le confiere
reconocimiento a las clases populares, y en especial a los indígenas y a los negros, en 63
la construcción de la nación colombiana. Tanto él como sus compañeros de generación
rompieron de una vez por todas con esa visión aristocrática de la nación y erigieron una
visión moderna, crítica y más humana de la sociedad colombiana. Las correrías por los
pueblos olvidados de Colombia para rescatar la música y el folclor, las creencias
religiosas, las tradiciones orales y el lenguaje de esas mayorías invisibilizadas se
constituyeron en savia vital de su obra narrativa y ensayística, y asunto de infinidad de
artículos, entrevistas y notas para prensa y programas de radio.55 La importante
presencia de los negros en su Caribe natal, y su propio orígen afro, explican el papel que
van adquiriendo en su mirada, siempre en la perspectiva de la configuración triétnica de
la nación colombiana, muy próxima de Glissant, una teorización fundamental en sus
indagaciones, en sus trabajos de investigación de campo, con los cuales su obra creativa
establece una compleja red de vasos comunicantes.

En Changó se conectan las luchas reivindicativas de la diáspora africana mundial con la


diáspora africana en Colombia. Certera y contundente forma de superar las ideas
dominantes que desde el siglo XIX hasta bien entrado el siglo XX habían invisibilizado el
papel de los descendientes de africanos y su aporte a la construcción de la Nación
colombiana. Los múltiples rostros regados por la diversa geografia de América por la
diáspora trasatlántica reclaman debida atención desde diversas ópticas, como lo advierte
José Antonio Caicedo,

Por ello, es posible ver los múltiples rostros de la presencia diaspórica, con sus
versiones esencialistas que reclaman la continuidade transcontinental con un
África reificada en las tierras del exilio, o con sus imágenes creolizadas que
refundan el origen colectivo a través de las metáforas de las nuevas formas de ser

54Alfonso Múnera. El fracaso de la nación, Bogotá: Editorial Planeta, 2008: p 34.


55Recientemente el profesor William Mina recopiló los ensayos de Manuel en tres volúmenes, publicados
por la Universidad del Valle: El Árbol Brujo de la libertad, Deslumbramientos, Africanidad, indianidad,
Multiculturalidad. En la Biblioteca Afrocolombiana (2010) hay una colección de ensayos de Manuel
preparado y prologado por Alfonso Múnera: Manuel Zapata Olivella, por los senderos de sus ancestros.
También se conservan digitalizados los 500 programas radiales realizados por Manuel, emitidos en la
Radiodifusora nacional, dedicados a la cultura colombiana y por los cuales recibió el premio nacional de
periodismo Simón Bolívar en 1989.
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por fuera del continente madre. Esencialismo de origen, hibridación de traslado,
retorno a la tierra originaria, construcción en la tierra re-originalizada, la historia
está ahí, presente en el recuerdo y el olvido.56

Asuntos que estuvieron presentes en muchos de los congresos pan-africanos en los


cuales participó activamente Manuel y que le sirvieron para establecer fructíferos diálogos
e intercâmbios con los más destacados intelectuales y escritores negros de las últimas
décadas del siglo XX.57 Estos escenarios le permitieron ampliar sus horizontes y elaborar
una mejor compresión de Colombia, un país cuya historia y geografia lo habían
predispuesto al aislamiento, a la ignorância y al recelo de unos contra otros, en especial
64
al desprecio de las elites por los sectores populares.

La exclusión, el desprecio y el racismo fueron herencias del colonialismo europeo y de


otros tiempos de la humanidad.58 Aspecto central en las reflexiones de Manuel, en su
trasegar por los movimentos pan-africanistas y en su condición de intelectual de la
diáspora africana. Esta visión cuenta con una larga tradición intelectual en los Estados
Unidos, el Caribe y América Latina, y por supuesto en África, durante todo el siglo XX con
raíces en los movimentos abolicionistas del siglo XIX. Historia fascinante en la cual
abrevó Manuel y de la cual se sentía parte en sus ideas y en sus creaciones. Por múltiples
artículos y ensayos se aprecia ese vínculo intelectual con un proceso transhistórico,
multicultural y más allá de las fronteras nacionales. En este sentido Manuel fue un
adelantado de los estudios culturales, de la perspectiva afro-diásporica y la comprensión
de los conceptos de nación, pueblo, raza y etnia que se configuraron en el circuito
transatlântico entre el Nuevo Mundo, Europa y África. Sin estas ideas no se explicaría
toda la cosmovisión y el complejo entramado histórico de Changó. Los años durante los
cuales realiza su investigación para la novela son los del ascenso de un poderoso
movimento de descolonización intelectual en ambos lados del Atlántico negro.
Movimiento en el cual la obra del senegalês Cheikh Anta Diop ejerce un papel
fundamental para las nuevas perspectivas epistemológicas. Sin duda este fue el científico
africano que más marcó el siglo XX. Físico, matemático, químico, egiptólogo,
antropólogo, sociólogo e historiador, desde los años 50 del siglo passado fue el gran
precursor de una visión descolonizada de África que culminó, con su participación, en la

56José Antonio Caicedo, 1990, p.34


57Los más destacados por él mismo: Diálogo de la Negritud y la América Latina, Dakar (1974), donde
conociera a importantes intelectuales afro-brasileros como Abdías do Nascimento, Clóvis Moura y Vivaldo
da Costa Lima; y los Congresos de la Cultura Negra de las Américas: el primero presidido por Manuel en
Cali (1978), el segundo por el poeta Gerardo Maloney en Panamá (1981) y el tercero por el dramaturgo
Abdías do Nascimento en Sao Paulo (1983).
58Ver Carlos Moore, Racismo&Sociedade. Belo Horizonte: Maza edicoes, 2007. Con este reconocido

intelectual de la diáspora africana y destacado líder del pan-africanismo, a quien entrevisté en Salvador en
junio de 2013, Manuel tuvo amistad y diálogo durante muchos encuentros en el Caribe y en Francia cuando
éste era alumno de Cheip Anta Diop.
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Historia general de África en 8 volúmenes.59 Zapata conoció a Cheikh en París y en
Dakar, encuentros que compartió con los brasileños Clóvis Moura, Abdías do
Nascimento, Mestre Didí y Vivaldo Costa Lima, el senegalês Sedar Senghor, el
martiniqués Aimé Cesaire y su compatriota Arnoldo Palacios. La lectura de varias de sus
obras de Cheikh fueron decisivas para su formación como intelectual de la diáspora
africana. 60 Además de la lectura de Marcus Garvey, Du Bois y Kwamé Nkrumah, Franz
Fanon, los precursores del pan-africanismo.

El encuentro entre África y América. Entre los siglos XVI y XIX, se forjó bajo las dinámicas
del naciente capitalismo y el sistema esclavista como herramienta de los impérios 65
europeos para la explotación de las riquezas en sus domínios coloniales. Proceso de
expansión mundial que tuvo como aliado el poder espiritual del Cristianismo, a nombre
del cual se justificaba la ignominia de la trata de esclavos, se los evangelizaba para mejor
servir a sus amos, al mismo tiempo que eran destruídas las culturas ameríndias. Esta
brutal colonización dejó un “continente vacío”, metáfora con la cual califica la destrucción
de las culturas amerindias el filósofo Eduardo Subirats.61 Por la vía de los pensadores
africanos y afroamericanos, Zapata también se ocupó del asunto, mostrando siempre la
dialéctica entre la opresión y la resistência, pues siempre tuvo la convicción de ser la
lucha por la libertad el principal aporte de los negros traídos como esclavos. El reciente
volúmen, Rutas de libertad. 500 años de travesía, se inspira y da continuidad a la tesis
de Zapata y sistematiza los más importantes momentos de la lucha y los aportes de los
negros a la construcción de la Nación colombiana.62 Como lo hiciera Zapata en sus
andanzas por toda la geografia colombiana, los propósitos de este volúmen se confunden
con los suyos, darle visibilidad y reconociento a esa vasta red de seres que enlazó ríos y
selvas, ciudades y bosques, mares, islas, campos de labranza, minas, fortificaciones y
arcabucos, rochelas y poblados, estancias y canales, y cuántos remos bogaron en
canoas y champanes y silbaron al viento en las goletas; y cuántas curaciones de
enfermedades mortales hicieron; y cuántas canciones enseñaron las alegrías escondidas
de la vida; y cuántos poemas mostraron la ambición humana. Todo esto atravesando
cinco siglos, los mismos que echando mano de la mitología yoruba y de su historia, serán
cantados en Changó, el gran putas, novela poemática como calificara Ian I. Smart

59Historia general de África (8 tomos). Sao Paulo: Editoras Cortez/Unesco Brasil, 2011. [Traducao MEC –
Centro de Estudos Afro-Brasileros da Universidade Federal de Sao Carlos.]
60Diop, C.A. African Origin of Civilization. Lawrence Hill and Co, Westport, 1979. Esta es la edición citada

varias veces por Manuel. Además de otros libros citados por él en su idioma original: Nation négres et
culture. Paris: Présence Africaine, 1954; L”Unité culturelle de l”Afrique noire. Paris: Présence Africaine,
1959.
61Eduardo Subirats. El continente vacío. Cali: Facultad de Humanidades, 2010.
62Rutas de libertad. 500 años de travesía. Bogotá: Mincultura, 2010. Este libro fue realizado por un equipo

multidisciplinario, que contó con la coordinación de tres académicos, Alfonso Múnera Cavadía, Rafael Díaz
Díaz y Darío Henao Restrepo, el poeta, Alfredo Vanín Romero y el novelista Roberto Burgos Cantor (editor
general), encargados de dirigir los trabajos de 30 investigadores.
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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
(Raymond L.Williams, 1985, p.156).

La persecución a las ideas y prácticas religiosas de los africanos fue brutal, siempre en
nombre de la civilización europea. En Changó, el papel de los evangelizadores de
esclavos en el siglo XVII – como los padres jesuítas Alonso de Sandoval y Pedro Claver
en Cartagena de Indias -, sirve de punto de partida para revisar la trata y mostrar la
inhumanidad de un sistema pretendidamente suavizado mediante la conversión a la fé
Cristiana. En tiempos de la Inquisición uno de los ayudantes del padre Claver en Changó,
Sacabuche, advierte a Nagó:
66
Sobrino – me dijo después de larga meditación – comienza para el Muntu peores
atafagos que los padecidos hasta ahora. Los africanos no tendremos más padres
espirituales que los blancos. Tratarán de matar nuestra mágara pintándonos el
alma con sus miedos, sus rencores y pecados. Y cuando nos veamos en un espejo
con la piel negra, no nos quedarán dudas de que somos los hijos de Satán, pues,
según predican, el Dios blanco hace a sus criaturas a su imagen y semejanza.
(Changó, 114)

Para Sandoval y Claver los etíopes, como denomiban genericamente a los africanos,
eran descendientes de Cam, hijo maldito de Noé, cuyo pecado originó el carácter
inferior inscrito en los cuerpos y las almas de los pueblos de piel negra. Como bien lo
analiza Catalina Ariza Montañez,

Su idea sobre la legitimidad de la esclavitud se fundó, entonces, en dos nociones


de la moral dual cristiana. La primera, en la consideración de la esclavitud como
una forma de sacrificio corporal que permitiría salvar el alma (dualidad alma-
cuerpo). La segunda, en la idea de que la sumisión de los esclavos era una
condición necesaria para mantener el orden social, puesto que estaba en
concordancia con la jerarquización natural de los individuos dentro de la Ecclesia,
consagrada por designio divino (dualidad comunidad-individuo)63

Changó reivindica la cosmovisión de los africanos en abierta confrontación con el


cristianismo. Su opción es por una metafísica completamente diferente a la de los
evangelizadores y las ideas del pecado y la culpa con la que pretendían salvar sus
almas y justificar la inhumanidad de la esclavitud. Además de la resistência, muchas
fueron la formas que adoptaron durante los siglos de esclavitud las relaciones entre el
cristianimos y las religiones de origen africano en la diáspora.64 Los llamados

63Catalina Ariza Montañez. Los objetos con alma: legitimidad de la esclavitud en el discurso de Aristóteles
y Alonso de Sandoval. Una aproximación desde la construcción del cuerpo, Bogotá: ICANH, Fronteras de
la Historia 10 (2005) Ver Alonso de Sandoval, De instauranda Aethiopum Salute, Madrid: Alianza editorial,
1987. Este tratado sobre la esclavitud en Cartagena de Indias fue publicado en Sevilla en 1627 y será un
libro al cual el autor de Changó revisa y controvierte a fondo en su visión de la esclavitud.
64Marta Luz Machado. (Editora y compiladora) La diáspora africana. Un legado de resistencia y

emancipación. Cali: Universidad del Valle&Ninsee&Fucla, 2012. En particular, para el tema religioso y
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sincretismos afrocatólicos fueron un espacio de negociación y conservación de sus
creencias para los esclavizados. No siempre posibles en todas partes, pues era
definitivo el peso demográfico de los esclavizados como fue el caso del Brasil y del
Caribe. No así el de Colombia, y por tanto fue más la asimilación al cristianimo que las
conservación de los rituales como los de la santería, el candomblé y el vudú. Zapata
comprendió muy bien todas estas particularidades e hizo una apuesta transnacional
para reivindicar la religiosidade africana, el panteón yoruba, y de esa manera darle
centralidade a una metafísica, a una ontologia, para elaborar su saga de la diáspora
africana a América. En su ponencia en el primer Coloquio de la Negritud y la América
67
Latina, celebrado en enero de 1974 y convocado por el presidente de la República de
Senegal, Leopold Sedar Senghor, cuando apenas estaba escribiendo Changó, era clara
la visión que lo animaba:

Los mecanismos de la alineación y desalienación del afro en el contexto cultural


de América y del mundo no han sido totalmente esclarecidos. Mientras hay una
aquiescência en admitir el influjo de Grecia en lar raíz de nuestra civilización; del
racionalismo francês en el pensamiento contemporâneo; de la filosofia alemana
en el domínio de la abstracción pura; de la práxis rusa en la revolución marxista
mundial, se soslaya el impacto emocional y religioso de África en la civilización
contemporânea. 65

En las últimas décadas del siglo XX, la recepción y valoración de la vasta obra de Manuel
fue ganando espacio en artículos de prensa y en revistas, y poco a poco en los estudios
universitarios. Los pioneros fueron los académicos afro-norteamericanos a quienes se
deben los primeros trabajos investigativos sobre su obra y en diálogo con el propio autor,
a quien invitaron muchas veces a dictar conferencias en las universidades de los Estados
Unidos. El camino abierto por los trabajos de los investigadores Marvin Lewis (La
trayectoria novelística de Manuel Zapata Olivella: de la opresión a la liberación), Ian I.
Smart (Changó, el gran putas, una nueva novela poemática), Yvonne Captain Hidalgo (El
espacio del tiempo en Changó, el gran putas), tuvieron un papel decisivo y ayudaron
mucho para los estudios en Colombia.66 La investigadora Captain-Hidalgo le dedicaría
su tesis de doctorado en la Universidad de Stanford: The realm and possible realities: a
comparative analysis of selected Works by Alejo Carpentier and Manuel Zapata Olivella,
un trabajo comparativo que contempla aspectos fundamentales en la narrativa de la
diáspora, la relevancia del papel de la religión en la liberación de los pueblos y la

cultural, son muy esclarecedores los trabajos de la segunda parte dedicados al Cimarronaje simbólico y el
de la tercera, África y su legado religioso en la diáspora.
65Manuel Zapata Olivella. Negritud, Indianidad y Mestizaje en Latinoamérica. En: Africanidad, Indianidad,

Multiculturalidad. Cali, Facultad de Humanidades, 2011, p. 43


66Estos trabajos fueron presentados en la reunión anual de la Asociación de Colombianistas

Norteamericanos en el Recinto de Quirama, Antioquia, evento que tuvo lugar del 13 al 15 de junio de 1984.
Fueron publicados por Raymond L. Williams, (Compliador). Ensayos de Literatura Colombiana. Bogotá:
Plaza & Janés, 1985.
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trascendencia política y social de la espiritualidad en las comunidades negras. En 1993,
con su libro The Culture of Fiction in the Works of Manuel Zapata Olivella67, Captain-
Hidalgo reafirma y amplía varios de sus postulados acerca de la obra. A partir de estos
trabajos pioneros, la crítica tanto en los Estados Unidos, como en Colombia, comenzó a
ocuparse de la obra de Manuel, proceso de reconocimiento que culminaría con la
traducción al francés con el título Changó, ce sacre dius por Dorita Piquero de Nouhaud68
y al inglés por el colombianista Jonathan Tittler con el título Changó, the Biggest Badass.69
En las últimas dos décadas ha venido creciendo el interés académico por esta obra y ya
se cuenta con un número importante de trabajos que empiezan a despejar caminos para
68
análisis e interpretaciones más densas en diversas universidades del mundo.

El horizonte intelectual de Zapata Olivella es vasto y revela un rico proceso de búsquedas,


de lecturas y relaciones con otros artistas y pensadores, materiales insustituibles para
leer una obra de las dimensiones Changó, el gran putas, para adentrarse con este acervo
en las claves y contextos que ella misma proporciona. Ahí está el código Changó, una
poética de la representación, una estrutura de sentimento que involucra una cosmovisión
y una estrategia de interpretación histórica, de organización de la trama, para escribir la
épica de 500 años de los negros en las Américas.70 Esta ambición pan-africanista se
corresponde con tiempos de posturas radicales que nutren todos los movimientos negros
en las Américas y los de liberación nacional en África y sus poderosas manifestaciones
en el campo social, político, cultural y artístico.

Changó cuenta con una recepción en la que aún falta mucho por analizar e interpretar
con lo que ella misma ofrece como poética y cosmovisión junto con los contextos
sugeridos de las realidades afroamericanas – un arco que va desde la travesía en los
navíos negreros hasta las luchas de Malcon X – y sobre los cuales Manuel investigó toda
su vida. Una revisión de la recepción crítica anima la propuesta de lectura con la cual
toca abordar su novela – con referencias a toda su obra y a las más significativas novelas
colombianas que dan cuenta de la presencia negra - desde ella misma, la poética que la

67Captain-Hidalgo Yvonne. The Culture of Fiction in the Works of Manuel Zapata Olivella. Columbia: U of
Missouri P, 1993.
68Manuel Zapata Olivella. Chango, ce sacre dius. Traduit par Dorita Piquero de Nouhaud. París: Editions

Miroirs, 1991.
69Manuel Zapata Olivella. Changó, the Biggest Badass. Translated from the Spanish by Jonnathan Tittler.

Texas: Texas Tech University Press, 2010. Este trabajo le tomó más de 10 años al profesor Tittler, lo que
le permitió una estrecha comunicación con el autor y la escritura de un excelente ensayo, Changó en
traducción: movimiento lateral y pensamiento lateral. En Lucía Ortiz (org.), Chambacú, la historia la escribes
tú. Madrid: Veuvert, pp. 183-197.
70El concepto de Estructura de sentimiento será usado aquí en la perspectiva de Raymond Willian y su

teorización en sus obras: Cultura y sociedad 1780-1950. De Coleridge a Orwell, Buenos Aires, Nueva
Visión, 2001, trad. Horacio Pons (Culture and society. Coleridge to Orwell, 1958); El campo y la ciudad,
Buenos Aires, Paidós, 2001, trad. Alcira Bixio (The Country and the City, 1973); La larga revolución, Buenos
Aires, Nueva Visión, 2003, trad. Horacio Pons (The Long Revolution, 1961).

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sustenta, para examinar con detalle su apuesta estética y los códigos de representación
que él mismo denominó de realismo mítico.

Ya hemos señalado el papel central de la dimensión religiosa, metafísica, ontológica en


Changó. Y lo es porque Zapata fue un iniciado en las prácticas de las religiones afro-
americanas como la santería cubana, el vodú haitiano y el candomblé brasilero. Tuvo
muchas experiências con estas ritualidades e diálogo con muchas madres y padres de
santo. Era hijo de Changó. De otra forma no se explicaria Changó. Como escritores a
los cuales conoció y admiró – destaco obras de Alejo Carpentier (El reino de este mundo)
69
y de Jorge Amado (La tienda de los milagros) – Zapata se interesó por conocer sobre las
ritualidades africanas en el continente y todas las filosofías de vida que trajeron los
africanos esclavizados. La erudicción sobre el panteón yoruba y sobre Changó era
assombrosa. Basta leer el Cuaderno de Bitácora - escrito para ayudar a los lectores en
la comprensión de Changó - para tener una idea del universo de las culturas africanas y
la historia de los pueblos africanos que vinieron a las Américas. Además de Colombia,
tres fueron los ámbitos con los cuales interactuó Manuel, definitivos para la creación de
la novela: los Estados Unidos (Harlem y los movimientos de los negros americanos), el
Caribe (Cuba, Haití, Martinica) y el Brasil (Bahía, Rio, Minas Gerais y Recife). A todos
estos lugares viajó y tuvo la oportunidad de establecer relaciones con artistas e
intelectuales, conocimientos y diálogos fundamentales para su obra. Los poetas Lagshton
Hugues, Nicolás Guillén, Aimé Cesaire, Leopold Sedar Senghor, Emilio Ballagas;
novelistas como Alejo Carpentier, Jorge Amado, Alex Haley, Chinua Achebe;
investigadores como Fernando Ortiz, Nicomedes Santacruz, Roger Bastide, Pierre
Verger, Gilberto Freyre, Edouard Glissant, Juana Elbein dos Santos, Mestre Didi, Vivaldo
Costa Lima, Lydia Cabrera, Clóvis Moura, Franz Fanon; lideres como el poeta y
dramaturgo Abdías do Nascimento. Junto a los cuales vale mencionar a toda la
generación de intelectuales y artistas colombianos de la llamada generación del medio
siglo, encabezada por García Márquez, de la cual hizo parte. Todo este universo de
relaciones pone de presente la universalidad de Manuel y el nivel de diálogo intelectual
que mantuvo con sus contemporáneos.

Las experiências vividas, las investigaciones de campo, el diálogo intelectual con sus
pares, la reflexión y la creación van de la mano en la vida de Zapata Olivella y conforman
una compleja unidad ineludible para entrar en su obra.

Sólo el profundo conocimiento de la cultura popular colombiana, de los pueblos y su


geografia vital, el adentramiento en las honduras del inconsciente colectivo, y su decidido
proyecto intelectual de beber en esas tradiciones, de valorarlas y disponerlas para todo
tipo de públicos, explican la monumentalidad de Changó y la apuesta a un código de
representación de los afros diferente al dominante en el país. El esfuerzo por abrevar en
lo invisibilizado de un pueblo y su búsqueda incansable en otras latitudes, en el ejemplo
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de otros intelectuales que luchaban por ideales semejantes, y con los cuales entabló
amistad y un diálogo fructifero para el proyecto de recuperación de la memoria de los
afros y la afirmación de sus derechos, asunto que estaba al orden del día en las Américas.
Por eso, siendo un joven de apenas 25 años, fue hasta Harlem en 1946 y allí conoció a
Langston Huhgues, el poeta afroamericano errante, de quien guardaría valiosas
enseñanzas y el amor por su entrañable poesía. Su poema “El negro habla de sus ríos”
lo apropió para su propio proyecto.

He conocido ríos:
70
He conocido ríos antigos como el mundo y más viejos que el

flujo de sangre humana en las humanas venas.

Mi alma se ha hecho profunda como los ríos.

Me bañé en el Eufrates al comienzo de los amaneceres.

Me construí una cabaña cerca del Congo que arrullaba mis sueños.

Miré hacia el Nilo y sobre él alcé las pirâmides.

Oí el canto del Mississippi cuando Abe Lincoln

bajó a Nueva Orleans, y vi su embarrado

pecho tornarse dorado al amanecer.

He conocido ríos:

Ríos antigos, oscuros.

Mi alma se ha hecho profunda como los ríos.71

Así como al poeta de la metrópolis negra, el joven colombiano sentía en esos tiempos la
misma exaltación que le producía estar rodeado de la gente de su raza, y seguramente
la misma repulsa a la actitud despectiva hacia las gentes de piel negra. De su viaje a
Harlem – iniciado por la frontera de México – quedaron las crónicas publicadas en el libro,
He visto la noche, significativo titulo para relatar esta experiência fundamental en la vida
del joven escritor colombiano.72 Esa estancia en Nueva York también va a inspirar su

71Jorge Luis Borges y Nicolás Guillén tradujeron al español en los años 30 algunos de los versos de Hughes.
Luego su obra se popularizó en el ámbito hispánico por su estadia en España como corresponsal durante
la Guerra Civil.
72Manuel Zapata Olivella. He visto la noche. Medellín: Editorial Bedout, 1974. El libro fue escrito en 1946

y publicado por primera vez en 1952 en Bogotá, Ediciones El Liberal. Ese viaje sería definitivo para sus
primeras obras: Tierra mojada (novela, 1947), Pasión vagabunda (relatos, 1949), Hotel de vagabundos
(teatro, 1955) y China, 6 a.m (relatos, 1955).
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obra teatral Hotel de vagabundos. Eran los tiempos de la lucha contra la discriminación
racial y por los derechos civiles, movimentos que pudo conocer desde adentro y sentir la
ebullición que se vivía en Harlem. Por algunas referencias en sus escritos de la época de
puede colegir pudo haber escuchado a líderes como Malcon X y Luther King. Vivir en
este emblemático barrio de la resistência negra afroamericana fue vital para toda su vida
como pensador y escritor e inspirador de la última parte de Changó: Los ancestros
combatientes. Ya el pasado de los grandes clubes del jazz era apenas una leyenda. Al
inquieto joven le resultaba muy chocante lo que él mismo llamó en una de sus crónicas,
el Harlem olvidado, cuya pobreza lo contagiaba de amargura,
71
Me dolían sus casas apilonadas donde se guardaban cientos de inquilinos, sucios
y cansados por el trabajo, sin alegría en sus horas de descanso. Algunas veces
pude sorprender sus vidas al calor de la intimidad y aquellos rostros negros, a
pesar de querer manifestar alegría al visitante, no lograban borrar las firmes
arrugas que el dolor les había tatuado en su miseria. (Zapata Olivella, 1974:
p.137).

Este enfásis en el dolor y la miséria, su sentimento de protesta, son inspirados por su


convicción marxista y sus preocupaciones sociales. En sus primeras obras – Tierra
mojada, Chambacú, corral de negros – la mirada de Manuel estuvo centrada en
desentrañar esos univeros de misería y desalojo, despreciados bajo toda clase de
prejuicios y estereótipos. En las décadas posteriores, con sus múltiples viajes dentro y
fuera de Colombia, y una vasta investigación de campo en la geografia nacional, irá
configurando una rica y compleja visión de la formación sócio-racial del país, en la cual
lo afro fue ganando énfasis hasta convertirse en el eje central de sus preocupaciones y
la fuente inspiradora para escribir Changó, el gran putas. Mucho fue el caminho recorrido
desde sus primeras novelas hasta cuando escribe El fusilamiento del diablo, momento
crucial para llegar a Changó. Fue durante la escritura de este libro cuando le surgió la
idea de Changó ligada a la de El putas de la tradición popular. 73Al punto que dejó a un
lado el original de la novela sobre Manuel Saturio Valencia – el último negro fusilado por
su rebeldia en el Chocó en 1907 – para dedicarse a escribir la novela que lo desvelaba y
en la cual llevaba más de 20 años recogiendo materiales y buscándole una forma y una
cosmovisión.

Forma y cosmovisión que tiene una genealogia en sus investigaciones, en sus lecturas y
preocupaciones intelectuales, en sus viajes y relaciones con otros intelectuales, en

73En una larga entrevista, El hombre que vió la noche, el autor cuenta como llegó al titulo de la novela: El
putas no es más que el hombre y lo que tenía que buscar era una gran epopeya donde el hombre muestre
lo que es capaz de hacer: la encontré en la tragedia de 500 millones de seres humanos que habían sido
arrancados de África, traídos a América y sometidos a la esclavitud. Esa epopeya es la más grande que
la humanidad haya hecho en cuanto a la fusión de pueblos a la ignominia que duró tres siglos y medio. El
personaje que pudo sobrevivir a todo fue el putas. Por eso decidí llamarla no solo Changó sino “Changó el
gran putas”. Adaptada por Ana Cristina Turriago para la revista Pijao #5, Ibagué, 1990.
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especial, con los intelectuales de la diáspora africana y todo ese gran movimento de
reivindicación en los Estados Unidos, Brasil, los países de África y el Caribe. No fue tarea
fácil en un país como Colombia, con una larga hegemonia hispano-católica y unas elites
que construyeron el Estado/ Nación sobre la exlusión y menosprecio de las mayorias del
país. Este cuadro fue cambiando con la modernización del país y la formación de nuevas
clases alrededor de los procesos de industrialización de ciudades como Bogotá, Medellin,
Cali, Barranquilla, Cartagena, entre las más destacadas urbes en ascenso a partir de los
años 20s y 30s del siglo XX. La llegada de Manuel a la capital, a mediados de los años
40, va a coincidir con todos estos cambios y los nuevos campos intelectuales que se
72
estaban configurando para entender y pensar a Colombia desde los paradigmas del
pensamiento moderno.74 La tesis planteada para el desarrollo de esta investigación, el
cómo el autor fue configurando un código de representación – denominado aquì código
Changó, como una manera de hacer justicia a una poética – no se puede explicar sino
se tiene en cuenta el contexto específico en el cual se forja la obra y todo el universo de
relaciones sociales, políticas y culturales de esos tiempos. Su generación, entre las
cuales figuran los más importantes intelectuales, artistas y escritores del país en las
segunda mitad del siglo XX, fue participe de esa “revolución invisible” 75que estremeció e
instaló de una vez por todas una visión moderna de Colombia. Por eso García Márquez,
al referirse a la principal revista de esos años, dijo categoricamente: Con Mito comenzó
todo.

La obra de Manuel Zapata Olivella, vista desde este amplio panorama, gana la dimensión
que la crítica colombiana no ha sabido desentrañar, y más, que no ha puesto en relación
con los logros de los escritores de su generación. Es el caso de su estrecha relación con
García Márquez en su período formativo y la red de vasos comunicantes entre sus obras,
incluso la colaboración reconocida por el propio Gabo en entrevistas y en sus memorias.
Esclarece mucho la comparación entre los códigos de representación de Cien años de
soledad y los códigos de Changó, el gran putas. El contraste enriquece la mirada y la
interpretación de estas novelas y su relación con el país como meditaciones simbólicas
que, en últimas, aportan a un horizonte de comprensión histórica y política desde los
códigos poéticos de representación que las sustentan. La compleja “estrutura de
sentimento” dentro de la cual se forjan la obra de Gabo y Manuel, nunca antes apreciada
por la crítica, permite compreender los amplios horizontes con los cuales ambos
escritores emprendieron la escritura de sus obras, como es natural, con las

74Este tópico cuenta con una vasta bibliografía, en la que vale destacar libros como Colombia país real,
país formal de Diego Montaña Cuéllar, La revolución invisible de Jorge Gaitán Durán, la revista Mito (1955-
1962). Desde diversas disciplinas – sociología, historia, antropología, economía, sicoanálisis, lietratura –
se comenzó a interpretar y a pensar a Colombia y a develar y desmontar los falsos mitos sobre sus
realidades y su historia.
75Con esta perspectiva, el poeta Jorge Gaitán Durán, fundador y principal animador de la revista Mito,

analizó los cambios hacia un país moderno que se estaban operando en los años 50s y 60s en Colombia,
a los cuales les dedicó un libro como ya hemos citado.
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características y enfasis propias de creadores tan destacados y singulares.

Fascinación y mistério se conjugan en este viaje al mundo en el que nos adentra Manuel
Zapata Olivella en Changó, ese gran Archivo fundacional de la historia de los africanos
en América. Subir a bordo es un ejercicio espiritual para compartir la intimidad de los hijos
de la diáspora transatlántica y todas sus experiencias, en sus misérias y grandezas, tan
próxima a todos los seres humanos. A su comprensión, en mucho, ayuda la obra de
Manuel y toda la inmensidad de universos a los cuales nos lleva de su mano sabia, con
la humildad y la paciência de los viejos babalaôs yorubas. “Paciencia es el remédio para
todo en la vida” fue el proverbio yoruba orientador en la vida de este hijo de Changó. 73

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JORGE Y GABO: AMPLIANDO EL PANORAMA

MARGARITA SOROCK76

Este trabajo enfoca una investigación literaria-periodística que Jorge García Usta (1960-
2005) comenzó en los años 1980 en Cartagena y continuó durante unos 25 años hasta
su temprana e inesperada muerte en 2005. Los que tuvimos el privilegio de conocer a
74
Jorge lo observábamos abriendo carpetas para archivar material tanto de Colombia como
de otras latitudes. El talento del escritor colombiano en general le interesaba. Conocía
bien las corrientes literarias del país, manifestadas en los suplementos literarios de los
principales periódicos y órganos especializados como los de Colcultura, el Banco de la
República y revistas regionales y universitarias.

Jorge, quien nació y fue criado en Ciénaga de Oro, Córdoba, fue traído a Cartagena en
1973 donde terminó bachillerato, empezó y dejó estudios de derecho en la Universidad
de Cartagena, y terminó estudios de filosofía y letras77. A través de sus múltiples intereses
se mantenía en contacto con investigadores, escritores y periodistas de la región y del
país.

Jorge fue uno de los primeros en identificar la originalidad manifestada en las corrientes
intelectuales de la región Caribe, y su valor e impacto en el panorama del pensamiento.
Esos intereses lo hicieron un temprano seguidor de Gabriel García Márquez. Jorge lo vio
como un genio que supo sintetizar su época con sus múltiples voces, antecedentes y
corrientes. No existía aislado de su medio, medio que Jorge se dio la tarea de conocer a
fondo78. Esa búsqueda lo llevó a los archivos del periódico cartagenero, El Universal,
fundado en marzo de 1948 por Domingo López Escauriaza, vocero de ideales liberales.
El Universal, que sobrevive en el mundo de hoy, comenzó con destacados periodistas de
antaño como Clemente Manuel Zabala, y nuevos talentos como Héctor Rojas Herazo,
Jorge Artel, Ramiro de la Espriella y Gabriel García Márquez79.

En 1995, la empresa editorial Lealón publicó el libro de Jorge titulado Cómo aprendió a
escribir García Márquez. Se basa en artículos publicados en la revista Historia y Cultura
de la Universidad de Cartagena de la cual Jorge fue editor. La “provocación” de la
publicación fueron los artículos del investigador literario francés, Jacques Gilard, quien
dio gran importancia a los trabajos y relaciones de Barranquilla, e ignoró por completo los

76 Investigadoa Independiente.
77 “Cronología, Jorge García Usta”.
78 García Usta, Jorge, Cómo aprendió a escribir García Márquez, p. 11.
79 García Usta, Jorge, “El periodo Cartagena de García Márquez”, p. 150.

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comienzos de Gabo-periodista en Cartagena80. Esto es el enfoque del trabajo presente
en que Jorge nos presenta un rico mundo intelectual ignorado por muchos por la falta de
divulgación—un mundo que ayudó a formar el más grande escritor colombiano de todos
los tiempos: Gabriel García Márquez. Jorge tenía material para ayudarnos a entender
cómo este genio aprendió a escribir, pero su masiva colección de documentos daba para
mucho más. Es la convicción de esta investigadora que si la muerte no hubiera silenciado
la pluma de Jorge en 2005, tendríamos otros estudios sobre García Márquez y su mundo:
caribeño, colombiano y, por supuesto, universal.

Jorge vivió apenas 45 años, pero los vivió intensamente, dejándonos un gran legado de 75
trabajos periodísticos y editoriales. Fue fundador y consejero de revistas, poeta y gestor
cultural. Aprovechó su corta vida para hacer un profundo impacto. Esta investigación se
centra en Jorge y Gabo, pero es de recordar que Jorge fue estudioso de Héctor Rojas
Herazo, Clemente Manuel Zabala, Antonio J. Olier y otros periodistas del Caribe
colombiano81.

Los temas del interés de Jorge no se limitaban al periodismo y la literatura. Coleccionaba


material sobre cantantes y músicos, siendo de su especial interés los decimeros del
Caribe. Por lo menos cuatro de sus artículos, publicados en medios nacionales y
regionales, ganaron nominaciones, menciones y premios por su profundidad y
excelencia. Así, el país conoció al decimero Cico Barón (El Tiempo, 1987), Clímaco
Sarmiento (El Correo de los Andes, 1988), Andrés Landero, el rey de la cumbia (El
Heraldo, 1989) y la cantante Lucy González (El Universal, 1990, ganador del Gran Premio
de Periodismo de Cartagena). En 1991, en compañía del periodista Alberto Salcedo
Ramos, publicó 10 juglares en su patio82.

Jorge, por el lado de su madre, Nevija Usta Sarrut, tenía herencia sirio-libanesa y la
comunidad árabe, su traslado al Nuevo Mundo, y su arraigo en los pueblos del Caribe
colombiano fueron temas de su creación e investigación. Jorge examina el tratamiento
literario de esa población en las obras de Álvaro Mutis, Héctor Rojas Herazo, Gabriel
García Márquez y David Sánchez Juliao. En 1984 El Universal publicó una serie de
crónicas escritas por Jorge que tratan el recibimiento y rechazo de los árabes, serie que
fue continuado en 1995-96 en el Suplemento Solar de El Periódico de Cartagena. Árabes
en Macondo, un libro que recopila las investigaciones y la poesía de Jorge está próximo
a publicarse.

Por aproximadamente 15 años Jorge trabajó como jefe de presa del Festival Internacional
de Cine de Cartagena. En 1995, cuando el Festival celebró sus 35 años de existencia,
Jorge editó y prologó el libro Víctor Nieto, hombre de cine, en homenaje al fundador del

80 Ibid., p. 154.
81 Cronología, Op. Cit.
82 Ibid.

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evento. Jorge estaba en contacto con las corrientes modernas de cine, reflejado en su
organización de conferencias y charlas con destacados críticos, realizadores y estudiosos
del séptimo arte en el marco del festival. Se mantenía en contacto con los cineclubes
nacionales y destacaba sus esfuerzos por promover un cine de alto nivel artístico y
cultural. Daba voz a nuevos creadores en el campo audiovisual y en la crítica.

Finalmente, en el año 2000, Jorge investigó el campo de la medicina en el Departamento


de Bolívar y publicó dos textos sobre el tema. El pensamiento médico y Retratos de
médicos destacan los trabajos de los eminentes científicos de esta importante rama
profesional en tiempos recientes y muestran sus impactos en el desarrollo de la profesión 76
en la región.

El Jorge-investigador representa sólo uno de los aspectos de la actividad intelectual de


este inquieto e incansable ser humano. Sus variados intereses lo tienen recopilando
información por unos 30 años, ya que siendo apenas adolescente participaba en la
fundación y edición de revistas culturales. Sus trabajos muestran una sólida
documentación, evidencia de la curiosidad intelectual que los motivaba. Sin duda, Jorge
ha aportado nuevos conocimientos en las áreas y temas de su interés. La literatura y
periodismo de García Márquez son temas de estudio todavía no agotados. Jorge ha
enfocado un aspecto—su aprendizaje—aportando nueva información y análisis que
amplían nuestra visión a la vez que cuestionan las conclusiones de otros. Sin más
preámbulos entonces, presentamos a Jorge, investigador de los comienzos de Gabriel
García Márquez como periodista y escritor.

1. Cierto desarrollo paralelo: Jorge García Usta y Gabriel García Márquez

Treinta y tres años separaban a Jorge García Usta y Gabriel García Márquez. Ambos son
del Caribe colombiano. Ambos son de apellido García. Ambos temían viajar en avión.
Ambos querían ser escritores y ambos lo lograron. Ambos empezaron a escribir cuando
jóvenes. Ambos comienzan y se retiran de estudios de derecho. Gabo comenzó en la
Universidad Nacional en Bogotá en 1947 y continuó en la Universidad de Cartagena en
1948-49 ya que la Nacional fue cerrada por los disturbios después del asesinato del
candidato presidencial, Jorge Eliécer Gaitán. Se trasladó a Barranquilla y luego a
Cartagena en mayo de 1948. Aun debiendo materias del primer año de derecho, logró
matricularse en la Universidad de Cartagena como estudiante de segundo año. En su
autobiografía, Vivir para contarla, Gabo recuerda: “…yo sabía que no iba a ser abogado
en ninguna parte. Sólo quería ganar un poco más de tiempo para distraer a mis padres,
y Cartagena podía ser una buena escala técnica para pensar”83. Gabo nunca se retiró
formalmente de la carrera, pero cuando su familia quiso que reiniciara sus estudios en

83 García Márquez, Gabriel. Vivir para contarla, p. 360.


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1950, su padre tropezó con la realidad de la inasistencia de su hijo a las clases cuando
trató de revivir su matrícula84.

Jorge se matriculó en la facultad de derecho de la Universidad de Cartagena en 1978 y


abandonó esos estudios después del primer año85. Siempre veía la necesidad de tener
vínculos con órganos de comunicación independientes que le permitiera libertad en la
expresión de sus puntos de vista. Si éstos no existían, Jorge no dudaba en fundarlos.
Había sido impulsor de la revista cultural cartagenero En Tono Menor en 1979, y siguió
como miembro activo hasta la publicación de su último número en 1982. En 1979
comienza estudios de filosofía y letras a distancia en la Universidad Santo Tomás que 77
abrió una sede en Cartagena. Esta vez acertó y obtuvo su grado en 198486.

Necesidad económica motivó a García Márquez a buscar trabajo en Cartagena. A pesar


de su repetido elogio del periodismo como “el mejor oficio del mundo”, en 1948, a la edad
de 21 años, Gabo recuerda: “Tenía muy claro que el periodismo no era mi oficio. Quería
ser un escritor distinto, pero trataba de serlo por imitación de otros autores que no tenían
nada que ver conmigo”87 En parte, García Márquez vivía y sufría la dicotomía que se
vivía entre el periodismo andino y el del Caribe colombiano. El periodismo que él había
conocido en Bogotá era serio, tratando temas de la política nacional e internacional. Sin
embargo, como muestra el periodista Alberto Salcedo Ramos, en su trabajo sobre el
periodismo del Caribe, había—tanto en Cartagena como en Barranquilla—una visión más
cosmopolita de la realidad identificable desde la década de los 194088. Jorge García nos
muestra el proceso de aprendizaje de García Márquez en El Universal que le permite
sacudirse del “manierismo piedracielista” del altiplano, aceptando la realidad como un
permanente desafío a la lógica89. Así es que en diferentes momentos de su vida de
periodista consagrado, Gabo destaca las similitudes entre el trabajo periodístico y
literario. En un reportaje publicado en El Tiempo en 1979, él dijo: “El periodismo me ha
ayudado a establecer un estrecho contacto con la vida y me ha enseñado a escribir. La
obra creativa, de fantasía, ha dado valor literario a mis trabajos como periodista”90. En
1991, en El Espectador, afirmó que “La crónica es la novela de la realidad”91 y sigue con
la misma idea en su propia autobiografía: “Novela y reportaje son hijos de una misma
madre”92.

84Ibid., pp. 468-69.


85 Cronología, Op. Cit.
86 Cronología, Op. Cit.
87 García Márquez, Vivir para contarla, p. 380.
88 Salcedo Ramos, Alberto, “Narrativa periodística del Caribe”, pp. 4-7.
89 García Usta, Cómo aprendió a escribir García Márquez, pp. 158-59.
90 Feliciano, Héctor, editor, Gabo periodista, p. 416.
91 Ibid., p. 417.
92 Ibid., p. 414.

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Como Gabo, Jorge García Usta comienza su carrera de periodista en El Universal, éso
en 1981, 33 años después de Gabo. Son otros tiempos y es otro periódico. Aunque
ambos tenían 21 años cuando comenzaron, Jorge tenía una idea clara de lo que era el
oficio. Él siempre buscaba medios apropiados para divulgar sus investigaciones y, por
un tiempo, El Universal fue un medio adecuado. En 1985 dejó de serlo y Jorge se retiró93.
Si El Universal le sirvió de escuela de periodismo, la segunda mitad de la década de los
1980 muestra la cosecha de los frutos del aprendizaje con premios, nominaciones y
menciones. En 1991 es nombrado asistente cultural y editor de la revista Historia y
Cultura de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de Cartagena94. Su
78
número inaugural contiene un artículo de 73 páginas, bien documentado, sobre el
aprendizaje de García Márquez en Cartagena. El segundo número del año 1994 enfoca
las enseñanzas que el veterano periodista, Clemente Manuel Zabala, impartió a Gabo
cuando éste comenzaba en el mejor oficio del mundo. Esos dos artículos forman la base
del libro titulado Cómo aprendió a escribir García Márquez publicado en 1995.

2. La provocación del Profesor Gilard

En una entrevista colectiva para la televisión inglesa a principios de los 1990, Gabriel
García Márquez dijo, en presencia de Alfonso Fuenmayor y Germán Vargas: “Sin
Barranquilla, no hubiera sido Premio Nobel”. Estas palabras están citadas en un artículo
titulado “El Nobel de Barranquilla” del periodista Heriberto Fiorillo, publicado en El Tiempo
y disponible en Internet. Fiorillo es una de las personas que se ha preocupado por
rescatar y divulgar la tradición intelectual de la Barranquilla de mediados del siglo XX,
centrándose en las tertulias informales que se llevaron a cabo en diferentes bares y
restaurantes de la ciudad: el Café Colombia, el Bar Japi, el Café Americano, el Café Roma
y el restaurante La Cueva95. La relación de García Márquez con Barranquilla es
importante. Abarca casi tres años: 1950, 1952 y 1953. En esa época Gabo escribía en
los periódicos El Heraldo y La Nación y en la revista Crónica.

Sin embargo, es el trabajo académico del profesor francés, Jacques Gilard, de la


Universidad de Toulouse, que sobrevalora el tiempo de García Márquez en Barranquilla
a la vez que ignora o minimiza el aprendizaje en Cartagena, que provoca la investigación
de Jorge García Usta. Para Gilard, Clemente Manuel Zabala, el editor de El Universal de
la época de Gabo, fue resumido en unas pocas palabras como “una personalidad
misteriosa”96. Rara vez las conclusiones de un académico—y menos un académico
extranjero—tengan tanto peso y tantas consecuencias en la opinión colombiana.
Precisamente por quién era Gilard, y el extraordinario trabajo de recopilación que hizo de

93 Cronología, Op. Cit.


94 Idem.
95 Fiorillo, Heriberto, “El Nobel de Barranquilla”.
96 García Usta, “El periodo Cartagena de García Márquez, p. 151.

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la obra periodística de Gabo, sus conclusiones fueron aceptadas como aportes al
conocimiento sobre García Márquez. Jorge demostró que Gilard tuvo una visión limitada.
Aunque él reconoce el invaluable trabajo que hizo Gilard en recopilar y editar la obra
periodística de García Márquez, está indignado por la manera en que Gilard ignora el
aprendizaje de Gabo en Cartagena. Ya hemos visto que en 1948, cuando ingresa como
aprendiz a El Universal, Gabo no aspiraba ser periodista. La lógica nos dice que si Gabo
hubiera tenido una primera experiencia negativa en el periodismo, de pronto habría
terminado su carrera de derecho. En realidad sucedió todo lo contrario, y García Márquez
frecuentemente reiteraba su amor por esta “mejor profesión del mundo”.
79
Jorge elogia esfuerzos como el del periodista Fiorillo, que rescatan tradiciones y, al
hacerlo, amplían nuestra visión de la realidad. Gilard, en cambio, no veía aprendizaje
significativo en el paso de Gabo por El Universal. Para él, ni Zabala, ni los demás
periodistas fijos y ocasionales, influían mayormente en la formación de Gabo. Es de
recordar que El Universal fue fundado por el hermano del poeta cartagenero, Luis Carlos
López, poeta innovador y solidario con la gente del pueblo. También contaba entre sus
colaboradores—fijos y ocasionales—a Héctor Rojas Herazo, Jorge Artel, Gustavo Ibarra
Merlano, Ramiro de la Espriella y Manuel Zapata Olivella—un brillante elenco en el
mundo de las letras colombianas.

Jacques Gilard comienza su seguimiento de García Márquez en los años 1970. Nacido
en Francia en 1943, temprano en la vida mostraba afinidad por los idiomas y dominó por
lo menos unos siete fuera de su nativo francés: inglés, castellano, alemán, italiano,
portugués, catalán, y valenciano97. Aunque sus estudios de maestría trataron a Lope de
Vega, dramaturgo español del Siglo de Oro, en 1970 viajó a Cuba y Puerto Rico y fue
conquistado por la literatura de esa región. Fue nombrado profesor de literatura
hispanoamericana en la Universidad de Toulouse.

Entre 1978 y 1992 Gilard viajó al Caribe colombiano en varias ocasiones. En Francia
estableció contacto con Eligio García Márquez, el hermano menor de Gabo, y se conectó
con Gabo directamente cuando éste vivía en Barcelona. Trabajó en el rescate y edición
de obras del escritor catalán Ramón Vinyés, y los barranquilleros, Álvaro Cepeda y Marvel
Moreo98.

Mientras que Gilard trabajaba incansablemente en la compilación de la obra periodística


de García Márquez, hacía estudios doctorales en la Universidad de la Sorbona en París.
Recibió su doctorado en 1984, con una investigación titulada “García Márquez et le

97 “Jacques Gilard”.
98 Idem.
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groupe de Barranquilla”. En la Universidad de Toulouse editaba la Revista Caravelle,
dedicada a temas literarios99.

Sin duda, el trabajo de recopilación y análisis que Gilard hizo de la obra de García
Márquez ha permitido el estudio de esa gran obra periodística. Jorge García Usta tiene
comentarios favorables sobre el esfuerzo de ese incansable americanista francés100. Lo
que Jorge critica son sus “entuertos, acomodos cronológicos, omisiones sustanciales y
hasta perplejidades personales”101. Ese desacierto de Gilard, que Jorge encuentra
imperdonable, es la insistencia en la influencia exclusiva de los amigos barranquilleros
que formaron a Gabo en el periodismo y la literatura. Es la gran provocación que motiva 80
a Jorge a investigar los años de aprendizaje de García Márquez, 1948-1953, cuando éste
vivía en Cartagena y Barranquilla y trabajaba en El Universal y El Heraldo.

3. Barranquilla y Cartagena: dos modernas perlas del Caribe colombiano

A pesar de las grandes diferencias entre las conclusiones de Jorge García Usta y Jacques
Gilard sobre los años de aprendizaje de Gabriel García Márquez, siempre hay
importantes concordancias. Ambos enfocan los trabajos periodísticos de Gabo en los
comienzos de su carrera—la etapa de su aprendizaje. En 1948, cuando comenzó en El
Universal, Gabo tenía 21 años cumplidos. A principios de 1954, cuando deja el Caribe
para trabajar en El Espectador en Bogotá, tenía 26. Los cuentos de Gabo publicados en
El Espectador en 1948, antes de su traslado al Caribe colombiano, fueron conocidos por
periodistas de El Universal y El Heraldo. Su reputación como un escritor prometedor le
había precedido.

Jorge García, mirando el periodismo de Cartagena, y Gilard, la de Barranquilla,


encuentran diferencias entre el periodismo del Caribe y el de la región andina, estudiadas
posteriormente por Alberto Salcedo Ramos. En el Caribe, el periodismo es pensado
como una rama de la literatura y los periodistas buscaban modernizar la lengua y los
estilos y enfocar el ser humano y su vida interior. En la región andina, el paisaje y el
entorno externo predominaban.

Los veteranos, orientadores de trabajos y tertulias de Barranquilla y Cartagena se


conocían y se admiraban ya que habían trabajado juntos en ocasiones anteriores102.
Ramón Vinyés, el sabio catalán, radicado en Barranquilla, y Clemente Manuel Zabala,
jefe de redacción de El Universal, tenían gustos afines por obras de escritores que
representaban nuevos estilos y nuevas maneras de abordar la condición humana.
Tenían palabras de elogio para las obras de León de Grieff, Eduardo Zalamea Borda,

99 Idem.
100 García Usta, Cómo aprendió a escribir García Márquez, p. 17.
101 García Usta, “El periodo Cartagena de García Márquez, p. 154.
102 García Usta, Cómo aprendió a escribir García Márquez, pp. 207-08.

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Hernando Tellez, Baldomero Sanín y Álvaro Mutis103. Los intelectuales de Barranquilla y
Cartagena conocían las obras de los escritores andinos sin que los andinos los
conocieran a ellos ya que los intelectuales del Caribe no publicaban en órganos de
Bogotá104. Gilard concluye que Barranquilla fue una ciudad moderna y comercial en
1950105. Revistas culturales y literarias como Sur de Buenos Aires, son conocidas en el
Caribe106 a través de las cuales conocen los cuentos de los argentinos Jorge Luis Borges,
Julio Cortázar y los del uruguayo, Felisberto Hernández. En El Universal de la época de
Gabo, se publicaba un poema diario con información biográfica sobre el poeta. Así, el
lector cartagenero pudo conocer la obra de maestros de la palabra castellana como el
81
peruano César Vallejo, el chileno y futuro Premio Nobel, Pablo Neruda, y los españoles
Miguel Hernández y Federico García Lorca107. La revista Crónica, publicada
semanalmente en Barranquilla durante un año (1951-52) con García Márquez como jefe
de redacción, siempre traía un cuento e información biográfica de un escritor
contemporáneo de otro país108.

Tanto Gilard como Jorge García sorprendían al resto de Colombia cuando presentaron a
Gabo como producto de tradiciones intelectuales locales y cosmopolitas ya que los
intelectuales de la región andina, con pocas excepciones, desconocían el clima
intelectual de la región caribeña. Es de enfatizar que había comunicación y conocimiento
entre los mundos intelectuales de Barranquilla y Cartagena en los 1940. En una columna
periodística a comienzos de la década, Ramón Vinyés escribió:

“Hago justicia a Cartagena si digo que sé, con seguridad de comprobación, que
fue siempre un hogar de letrados y un centro de intelectualidad…Mi elogio a la
juventud cartagenera y a la vanguardia de los jóvenes poetas cartageneros, se
basa en su eficacia: removieron, indagaron, cumplieron su misión de juventud”109.

Una nota publicada en El Universal el 30 de diciembre de 1948, atribuible a Zabala,


muestra una gran apreciación por la renovación intelectual que se vivía en ese momento
en la capital del Departamento del Atlántico:

“En Barranquilla, tradicionalmente considerada como una vasta y alegre colmena


bursátil, se reúnen hoy—en una conocido tertuliadero y bajo la tácita bonachona
tutela del maestro Ramón Vinyés—lo que nosotros, sin ningún aspaviento

103 Gilard, Jacques, “El grupo de Barranquilla”, p. 909.


104 Ibid., p, 912.
105 Ibid., p. 908.
106 Ibid, p, 928.
107 García Usta, Cómo aprendió a escribir García Márquez, p. 106.
108 Gilard, “El Grupo de Barranquilla”, pp. 925-26.
109 García Usta, “El periodo Cartagena de García Márquez”, p. 173.

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consideramos como el más interesante grupo de la nueva inteligencia
colombiana110.

Tanto el trabajo de Jorge García Usta como el de Jacques Gilard apuntaban a un cambio
en la mentalidad en Colombia—un cambio cuya existencia sorprendió a muchos literatos
en la región andina. Para algunos, fue tan sorprendente el Premio Nobel para García
Márquez en 1982, que insistían que se trataba del caso aislado de un genio. Jorge García
Usta concluye que Gabo fue especialmente atento a las corrientes intelectuales de su
medio, tanto en Cartagena como en Barranquilla, y así pudo sintetizar su época, teniendo
en cuenta una multiplicidad de voces y corrientes111. En eso Gilard está de acuerdo; el 82
mismo García Márquez también. En sus memorias, Gabo recuerda: “…después de mis
primeros tres cuentos publicados en Bogotá, y tan elogiados por Eduardo Zalamea y otros
críticos y amigos buenos y malos, me sentía en un callejón sin salida 112”. Sin embargo,
después de varios meses de trabajo en El Universal, con Clemente Manuel Zabala, el
mejor maestro de periodismo que podía imaginarse113 Gabo ya tenía un estilo nuevo y
propio que incorporaba lo aprendido de su jefe de redacción114. Gabo seguiría enviando
nuevos cuentos a El Espectador pero ya los cuentos muestran las lecciones asimiladas.
También escribiría su primera novela, La hojarasca, considerada un ejemplo de la
literatura renovada en Colombia.

4. Calidad versus cantidad

Cuando García Márquez ingresa a El Universal, el género predominante del periodismo


del Caribe colombiano fue la columna de opinión; luego aparecen la crónica y el
reportaje115. En El Universal su columna se llamaba “Punto y aparte”116. En El Heraldo
de Barranquilla se llamaba “La jirafa” y lo firmaba con el seudónimo de Septimus 117. En
el prólogo de Textos costeños, Gilard justifica la importancia del trabajo de Barranquilla
ya que sólo existen 38 columnas firmados por Gabo en El Universal comparado con los
más de 400 Jirafas de El Heraldo. La producción de Gabo en Barranquilla, según Gilard,
“ofrece infinitas motivos de análisis que los escasos textos de El Universal no
permiten”118. La mirada de Gilard es cuantitativa, y así justifica su decisión de ignorar
Cartagena. Sigue con el análisis cuantitativo al hablar del grupo de Barranquilla,
contando la mención de esos amigos en las novelas de Gabo. Los halla en Cien años

110 Idem.
111 Ibid., p. 11.
112
García Márquez, Vivir para contarla, p. 380.
113 Idem.
114 García Usta, Cómo aprendió a escribir García Márquez, p. 302.
115 Ibid., p. 109.
116 Ibid., p. 258.
117 García Márquez, Vivir para contarla, p. 433.
118 Gilard, Jacques, “Prólogo”, Textos costeños, p. 38.

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de soledad y El coronel no tiene quien le escriba. Hay una alusión a ellos en Los funerales
de la Mamá Grande y Álvaro Cepeda está en La cándida Eréndira y su abuela desalmada.

Jorge García Usta opta por un análisis cualitativo de los trabajos de Gabo que le permite
mostrar el cambio en su estilo a lo largo de su tiempo en El Universal. Gabo recuerda su
sorpresa—y su miedo—cuando El Universal anunció su vinculación al diario en una nota
que le “…comprometía como escritor antes de serlo y como periodista inminente a menos
de veinticuatro horas de haber visto por dentro un periódico por primera vez” 119. En su
primer acuerdo con El Universal, Gabo tenía la responsabilidad de escribir una columna
diaria pero él recuerda que durante casi dos años escribía hasta dos notas al día con 83
firma y sin firma120.

Jorge examina los cambios en la manera en que García Márquez se expresa por escrito
durante su tiempo en El Universal. El trabajo periodístico de Clemente Manuel Zabala se
caracterizaba por su rigor, pasión y humor121 en donde la columna de prensa fue “un
campo de batalla en las ideas y de experimentación en las formas”122. Zabala reconocía
el gran talento de Gabo pero sabía que le faltaba conocimiento y experiencia en el oficio.
Le puso a trabajar en la revisión y titulación de cables internacionales que llegaban al
periódico por medio de las agencias de noticias123. También leía y corregía sus notas y
columnas y, como amigo, sus cuentos y su primera novela. García Márquez le da crédito
a Zabala por encaminarlo en el oficio del periodismo: “Todavía me pregunto cómo habría
sido mi vida sin el lápiz del maestro Zabala y el torniquete de la censura cuya sola
existencia era un desafío creador”124.

Jorge García Usta identifica elementos estilísticos de García Márquez que vienen de su
trabajo con Zabala y su asimilación de la tradición oral costeña. El uso de ciertas palabras
y formas expresivas como “tremendo, espectáculo, noble, y desconcertante” empiezan a
aparecer en las notas de García Márquez junto con superlativos terminados en “ísimo”.
También se nota el uso de un adverbio terminado en “mente” al lado de un adjetivo
conceptual: tremendamente serio. El humor en muchas variantes—irónica, burlona,
festiva—se ve en los casos extraños e insólitos, siguiendo los ejemplos de las greguerías
y gollerías del escritor español Ramón Gómez de la Serna125. Finalmente, se nota la
arbitraria cuantificación de las manifestaciones de la realidad para darle verosimilitud a
un hecho ficticio126. Esta técnica se vuelve parte del estilo emblemático de García
Márquez en sus obras de ficción. Así es que en El amor en los tiempos del cólera,

119 García Márquez, Vivir para contarla, p. 383.


120 Ibid., p. 387.
121 García Usta, Cómo aprendió a escribir García Márquez, p. 20.
122 Ibid., p. 356.
123 Ibid., p. 71.
124 García Márquez, Vivir para contarla, pp. 888-89.
125 García Usta, “Zabala, maestro de García Márquez”, p. 144.
126 Ibid., p. 138.

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Florentino Ariza no tuvo la oportunidad de hablar a solas con Fermina Daza, la mujer que
tanto amaba, “hasta cincuenta y un años y nueve meses y cuatro días después” cuando
ella se quedó viuda127.

La producción periodística-literaria de Gabo en Cartagena fue considerable. Incluía su


trabajo como columnista, revisor y titulador de cables, notas variadas, cuentos publicados
en El Espectador y La hojarasca128. El estilo propio que tanto le preocupaba comienza a
verse, según Jorge, a partir de septiembre de 1948, solo cuatro meses después de sus
comienzos en el oficio129. Sin duda, el lugar tenía su influencia en el proceso. Gabo llega
a Cartagena después de años de vida en el interior del país donde los estilos literarios y 84
periodísticos fueron muy diferentes. Aunque logró cierto nivel de competencia literaria,
evidenciada en los primeros cuentos publicados en El Eséctador, se sentía perdido. Sus
aprendizajes le permitían reconectarse con sus propias experiencias como costeño y
caribeño. Tanto Cartagena como Barranquilla fueron pasos importantes en su desarrollo
y madurez130.

5. Las tertulias literarias

La palabra “grupo” tiene varias definiciones de las cuales dos son relevantes al estudio
de García Márquez. La primera, con una base temporal y espacial, hace referencia a un
conjunto de personas o cosas reunidas en un mismo lugar. La segunda enfoca la
actividad intelectual/cognitiva de sus miembros: un conjunto de personas que tienen
opiniones o intereses iguales131. De 21 a 26 años, Gabo tiene su residencia en Cartagena
por un poco más de dos años y medio: siete meses de 1948, y todo 1949 y 1951. Los
tres años restantes—1950, 1952 y 1953—residía en Barranquilla, ciudad que ya conocía
desde sus primeros años de bachillerato, antes de partir para el Liceo Nacional en
Zipaquirá. Llegó a Cartagena en mayo de 1948 sin haber conocido la ciudad.

El Universal fue un periódico nuevo en la Cartagena de 1948. Su jefe de redacción fue


Clemente Manuel Zabala (1889-1963), un periodista veterano de San Jacinto, Bolívar con
una larga trayectoria de experiencias variadas. La voz y la pluma de Zabala ayudaron a
definir El Universal como defensor del liberalismo132. Había acompañado a Jorge Eliécer
Gaitán en su investigación de la masacre de trabajadores en la zona bananera 133.
Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes en Bogotá y fue conocedor de temas de
arte134. Estudió derecho durante unos semestres en la Universidad del Rosario, pero se

127 García Márquez, El amor en los tiempos del cólera, p. 145.


128 García Usta, Cómo aprendió a escribir García Márquez, p. 71.
129 García Usta, “El periodo Cartagena de García Márquez”, p. 216.
130 Ibid., p. 176.
131 “Grupo”. Pequeño Larousse Ilustrado, Edición 1982, p. 519.
132 García Usta, Cómo aprendió a escribir García Márquez, p. 346.
133 Ibid., p. 32.
134 Ibid., p. 343.

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retiró. Tenía grandes conocimientos de literatura francesa, inglesa y rusa 135. Había
trabajado en Barranquilla en los años 1920 y fue cofundador de la revista Mundial y el
suplemento literario del diario La Nación136. Llegó a Cartagena en 1947 a solicitud del
gobernador de Bolívar para ocupar el cargo de subsecretario de educación 137.

Zabala tuvo un trabajo doblemente complicado como jefe de redacción de El Universal


ya que el gobierno nacional había puesto un censor para cada diario de Colombia desde
el 9 de abril. Gabo escribió una primera columna sobre el tema del toque de queda y la
reacción de Zabala fue inmediata: “No está mal, pero es imposible publicarlo” 138.
85
Después del cierre del periódico cada tarde, Zabala y Gabo frecuentaban La Cueva, un
restaurante popular en el mercado público. Muy a menudo compartían con los escritores
Héctor Rojas Herazo y Gustavo Ibarra Merlano139. Gabo también hizo amistad con los
hermanos Ramiro y Óscar de la Espriella quienes vivían en Turbaco 140. Gabo compartía
sus cuentos y su primera novela con sus amigos en Cartagena, asimilando las
sugerencias e incorporando los aprendizajes en diferentes versiones de sus obras.

Clemente Manuel Zabala, .Héctor Rojas Herazo, Gustavo Ibarra Merlano y otros nuevos
amigos de Gabo conocían y hablaban de los periodistas y escritores de Barranquilla de
El Heraldo y La Unión. Como ya se ha visto, ellos conocían los cuentos de Gabo y él, a
la vez, conocía lo que llegaba a sus manos desde Barranquilla. La fecha de conocerse
en persona no está clara pero fue en Barranquilla en algún momento durante el segundo
semestre de 1948 o los primeros meses de 1949141. Tal como los periodistas y escritores
en Cartagena se reunían alrededor del “maestro Zabala”—que así lo llamaban142--en
Barranquilla la persona que cohesionaba el “grupo” fue Ramón Vinyés, el sabio catalán,
mencionado en Cien años de soledad junto con Alfonso, Álvaro y Germán143.

Sin duda, Ramón Vinyés fue una persona importante en los círculos literarios e
intelectuales de Barranquilla. Nacido en Cataluña (España) en 1882, viajó a Colombia
por primera vez en 1911. Vinyés fue dramaturgo y cuentista, escribiendo en catalán, su
lengua nativa. En 1914, en conjunto con otro catalán radicado en Barranquilla, abrió una
librería que fue un sitio de encuentro para lectores y escritores de la ciudad. Vinyés estaba
asociado con la revista literaria Voces que había publicado la poesía de León de Greiff y
Luis Carlos López antes de su clausura en 1920.

135 Ibid., p. 344.


136 Ibid., pp. 347-48.
137 Ibid., p. 353.
138 García Márquez, Vivir para contarla, p. 387.
139 García Usta, Cómo aprendió a escribir García Márquez, p. 349.
140 Ibid., p. 34.
141 García Márquez, Vivir para contarla, pp. 412 y 420.
142 Ibid., p. 384.
143 García Márquez, Cien años de soledad, pp. 303 y 308.

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Barranquilla fue la segunda patria de Vinyés y nunca se desvinculó de la ciudad desde
que la conoció. Mantuvo negocios allí; se casó con una barranquillera; escribía una
columna en La Nación y luego en El Heraldo aun estando ausente de la ciudad. Fue
profesor y director del Museo del Colegio de Barranquilla. En 1945 ganó un premio en
Bogotá por su libro de cuentos titulado En la boca de las nubes.

La librería de Vinyés y el cercano Café Colombia fueron unos de sus sitios de encuentro.
Entre los más constantes visitantes figuran los que se convertirían en los grandes amigos
de Gabo—los periodistas y escritores Álvaro Cepeda (1926-72), Alfonso Fuenmayor
(1915-94), y Germán Vargas (1919-91). 86

En marzo de 1949 Gabo se encontraba en la casa paterna en Sucre, recuperándose de


una pulmonía que comenzó en Cartagena. Ya había conocido a los periodistas de
Barranquilla y les pidió libros para aprovechar su convalecencia. Germán Vargas,
Alfonso Fuenmayor y Ramón Vinyés le enviaron una caja con 23 libros. Aunque Vinyés
y Gabo se conocían por referencia, todavía no se conocían personalmente.

En 1950, cuando Gabo se radicó en Barranquilla, sólo coincidió con Vinyés durante
cuatro meses ya que el sabio catalán regresó a Cataluña en abril de 1950. Sigue en
contacto con los amigos de Barranquilla hasta su muerte en su tierra nativa en mayo de
1952. Poco antes escribió un cuento en castellano dedicado a Gabriel García
Márquez144.

Seguramente existieron “grupos” informales de literatos y periodistas tanto en Cartagena


como en Barranquilla. Las reuniones nocturnas entre periodistas fueron posibles ya que
ellos tenían permiso de estar en la calle a pesar del toque de queda 145. Esas reuniones
fueron informales y espontáneos y no respondían a una estructura explícita aunque había
veces cuando ciertos temas fueron acordados con anticipación. Como El Universal fue
un periódico nuevo en 1948, apenas empezaba a cohesionar a escritores y periodistas
de la vanguardia. Es cierto que la tertulia literaria tenía más tradición en la Barranquilla
de García Márquez que en la Cartagena de la misma época. Germán Vargas escribió
sobre la relación entre los miembros del grupo146.

El mismo García Márquez reconoce la compenetración inmediata que tuvo con Héctor
Rojas Herazo en El Universal y el impacto que éste tuvo en su estilo147. Estudiosos de
las obras de ambos, como el norteamericano Seymour Menton, han encontrado fuertes
influencias de Rojas en las novelas de Gabo. Menton estudiaba Respirando el verano
de Rojas Herazo en conjunto con Cien años de soledad de García Márquez. Ambas

144 Fiorillo, Heriberto, “Y en el principio fue don Ramón, el viejo que había leído todos los libros”.
145 García Márquez, Vivir para contarla, p. 420.
146 Fiorillo, Heriberto, “Y en el principio fue don Ramón, el viejo que había leído todos los libros”,
147 García Márquez, Vivir para contarla, p. 386.

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novelas tratan el tema del héroe de las guerras civiles y, sobre todo, la soledad del
héroe148. Jorge García Usta encuentra significantes similitudes estilísticos y temáticos
entre el periodismo de Rojas Herazo y García Márquez. Su enfoque del ser humano es
nuevo y fresco. En El Universal Gabo escribió sobre el acordeón y el espantapájaros;
Rojas Herazo sobre el yoyó, el circo y los fantasmas. Estos temas servían “…para una
reflexión sobre la condición humana o el mundo regional, un enfoque lúcido, inesperado
y universal y un lenguaje de alto nivel literario…149.

En diferentes momentos de su larga y prolífica carrera, García Márquez hablaba de los


escritores que más influyeron en su estilo. Faulkner, Hemingway y Virginia Woolf son los 87
más mencionados. Jacques Gilard encuentra que los intelectuales de Barranquilla en la
época de Gabo abrían la puerta a influencias foráneas y renovadoras, en especial el
cuento norteamericano de Hemingway y Faulkner150. Sin duda, esos grandes escritores
fueron leídos y estudiados por el grupo de Barranquilla, pero Jorge García Usta muestra
que García Márquez los conocía cuando todavía escribía en El Universal ya que los
mencionaba en su columna con fecha de 28 de julio 1949 151. Además, El Universal
publicaba notas, frecuentemente sin la firma del periodista, que hablaban de escritores
de otras latitudes. Fue una voz a favor del Premio Nobel para Faulkner. Sin duda Zabala,
Rojas e Ibarra habían leído a los escritores modernos del occidente. También leían a los
modernos de Colombia: Luis Carlos López, Jorge Artel y Manuel Zapata Olivella 152.

Otro punto de desacuerdo sobre el aprendizaje de García Márquez gira alrededor de su


primera novela, La hojarasca. ¿Fue escrita en Barranquilla o en Cartagena?
Seguramente diferentes versiones fueron leídas por diferentes personas en diferentes
momentos. Un aprendizaje profundo y duradero vino con la lectura y los comentarios de
Ibarra, que comentó el parecido de la trama con una obra de Sófocles, escritor de la
antigua Grecia. Faulkner también había basado una historia en el mismo tema. Gabo
había leído a Faulkner, mas no a Sófocles, e Ibarra, conocedor a fondo de los filósofos y
escritores griegos y latinos, dio la tarea a Gabo de leerlos153.

Aunque García Márquez sigue enviando cuentos a El Espectador y ésos siguen siendo
publicados, su primera novela no tuvo la misma suerte. El manuscrito fue llevado de
Barranquilla a Bogotá por Álvaro Mutis, quien lo presentó a la editora argentina Losada
en 1952. Fue rechazada en ese mismo año154. En todo caso, cuando Gabo recibió esa
noticia, él estaba listo para un cambio. Ya su periodo de aprendizaje había terminado.

148 García Usta, Cómo aprendió a escribir García Márquez, pp. 265 y 267.
149 Ibid., p. 263.
150 Gilard, “El grupo de Barranquilla,” p. 906.
151 García Usta, Cómo aprendió a escribir García Márquez, p. 263.
152 Ibid., p. 349.
153 Ibid., p. 34.
154 García Márquez, Vivir para contarla, p. 489.

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La investigación literaria, periodística e histórica que hace Jorge García Usta amplía el
panorama sobre las influencias que recibió García Márquez en su primera experiencia
laboral en el mejor oficio del mundo. Su estudio nos proporciona herramientas
cualitativas para analizar estilos literarios. Su documentación, oportuna y sólida, respalda
las conclusiones sobre la importancia del aprendizaje de García Márquez en Cartagena
y rescata el trabajo periodístico de Clemente Manuel Zabala. El Universal comenzó bien
en un medio y un momento difícil. Jorge lo describe como un moderno laboratorio
periodístico e intelectual, concepto bondadoso y favorable para un medio que no
demostró la misma generosidad con él en los años 1980.
88
En cuanto a la historia de corrientes intelectuales y literarios, tanto Gilard como Jorge—
cada uno defendiendo un ambiente urbano diferente—muestra una actividad intelectual
moderna y renovadora. Sin embargo, la exclusión que hace Gilard del periodo de
Cartagena en la formación de Gabriel García Márquez contribuye a la distorsión del
importante papel que jugó tanto en el desarrollo del país como en el conocimiento del
colombiano más importante del siglo XX. Barranquilla es la ciudad pujante. Cartagena
es estática. En las palabras de Jorge:

“Una de las derivaciones más preocupantes de la teoría de J. Gilard…es la de


contraponer la idea absoluta de una Barranquilla comercial, dinámica, abierta y
vanguardista, liderada por intelectuales renovadores y progresistas, a una
Cartagena feudalizante, aristocrática, encerrada y estática, dominada sin fisuras,
por intelectuales retrógrados y coloniales. El esquema subyacente es tentador:
revolución contra reacción155.

El trabajo de Jorge García Usta no nos permite esas conclusiones fáciles y erróneas.
Nos mostró el camino del rigor y la persistencia, cualidades emblemáticas de alguien que
amplió el conocimiento de su mundo y sobre su mundo, al quien no podemos sino
agradecer.

Bibliografía
“Cronología, Jorge García Usta” en el Magazín del Caribe, No. 7, Bogotá, Asociación de
Escritores del Caribe, Asecaribe, mayo de 2006, p. 4.

Feliciano, H. (ed). (2012). Gabo periodista. Bogotá: Fundación Gabriel García Márquez
para el Nuevo Periodismo Iberoamericano-fnpi.

Fiorillo, H. “El Nobel de Barranquilla”. www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-


1234186 Consulta: 16 feb. 2015.
155 García Usta, “El periodo Cartagena de García Márquez”, p. 216.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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Fiorillo, H. “Y en el principio fue don Ramón el viejo que había leído todos los libros”.
www.otraparte.org/actividades/literatura/la-cueva.htm Consulta: 1 mar. 2015.

García Márquez, G. (1985). El amor en los tiempos del cólera. Bogotá: Editorial Oveja
Negra.

García Márquez, G. (2002). Vivir para contarla. Bogotá: Editorial Norma S.A.

García Usta, J. (1955). Cómo aprendió a escribir García Márquez. Medellín: Editorial
Lealón.
89
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I, No. 1, Universidad de Cartagena, julio de 1993, pp.149-222.

García Usta, J. “Zabala, maestro de García Márquez”. En: Historia y Cultura, Año II, No.
2, Universidad de Cartagena, mayo de 1994, pp. 131-47.

Gilard, J. “El Grupo de Barranquilla”. www.revista-


iberoamericana,pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana pp. 905-35. Consulta: 20 febrero
2015.

Gilard, J. “Prólogo”. (1981). En: García Márquez, Gabriel, Textos costeños, primera
edición. Barcelona: Editorial Bruguera SA, pp. 10-51.

“Grupo”. Pequeño Larousse Ilustrado. (1982). París: Ediciones Larousse, p. 519.

Salcedo, A. “Narrativa periodística del Caribe”. El Universal, 12 mar. 2006, Dominical:


pp. 4-7.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
90

HISTORIA DEL CARIBE

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


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CONTINUIDADES Y CONTINUIDADES EN LA ACCIÓN DIPLOMÁTICA DE
COLOMBIA EN EL SIGLO XIX: DEL LIBERALISMO RADICAL A LA
REGENERACIÓN

RAÚL ROMÁN ROMERO


MARÍA CAMILA MONCADA
JUAN DAVID GARCÍA156
Universidad Nacional de Colombia
91

Introducción

Esta ponencia analiza las relaciones diplomáticas colombianas en la segunda mitad del
siglo XIX y cómo la llegada de los liberales al poder en 1863 supuso un cambio en las
relaciones diplomáticas de Colombia en el Caribe, que se instaura con la implementación
de la doctrina de “unidad moral hispanoamericana” que sirvió como orientación para
definir las prioridades de la política internacional de estos gobiernos liberales en el
Caribe, sin embargo con la llegada de los gobiernos de la regeneración se crearon
rupturas importantes que reorientaron la acción diplomática colombiana en esta zona y
las prioridades tuvieron modificaciones importantes como también las negociaciones con
los diferentes Estados.

No obstante la política internacional de los dos gobiernos tuvo como telón de fondo tres
situaciones que marcaron tanto las acciones de la diplomacia colombiana como los
resultados de la misma, la primera fue el interés de los imperios en el caribe suroccidental,
donde los Estados Unidos y Gran Bretaña se disputaban el control de la zona, dos la
definición de nuevos estados en el caribe sobre todo centroamericanos que tenían interés
en definir sus territorialidades y tres las constantes guerras y confrontaciones internas en
Colombia que exigieron la atención del gobierno en menos cabo de los asuntos
internacionales.

Estos factores hicieron que las relaciones diplomáticas colombianas carecieran de


efectividad y enfrentaran serías limitaciones para lograr objetivos concretos, con lo cual
se precipitaron fracasos destacables y perdidas territoriales invaluables que afectaron el
proceso de fortalecimiento estatal y construcción del Estado nación.

156Raúl Román Romero. Profesor Universidad Nacional de Colombia y Doctor en Historia de América
Latina; María Camila Moncada Guevara. Politóloga, Universidad Nacional de Colombia y Juan David
García Rueda, Politólogo, Universidad Nacional de Colombia.

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Las relaciones internacionales durante los gobiernos liberales

A lo largo del periodo liberal radical se realizó un esfuerzo para consolidar una doctrina
que dirigiera lo lineamientos de la política internacional colombiana, esta doctrina llevó la
denominación de “unidad Moral” y se propuso como un pensamiento aglutinador que
privilegió el Derecho Internacional y una aversión al uso de la fuerza para solucionar
problemas con los demás países. Esto explica el constante interés de los Estados Unidos
de Colombia para solucionar los conflictos mediante arbitramento y/o tratados, no
interferir en los asuntos internos de los demás Estados del continente, el rechazo total al
uso de la coacción armada en las relaciones exteriores y los intentos por solucionar las 92
cuestiones limítrofes de acuerdo a la norma del Utti poseidetis de 1810.

Varias líneas de acción se desprenden de este pensamiento de la diplomacia colombiana


en este periodo, puesto que en su conjunto conforman las orientaciones que definieron
la política exterior. La primera orientación fue el interés por definir los límites ocupó la
mayor parte de los esfuerzos del cuerpo consular, constituyendo la prioridad de la política
exterior de la época, por encima de la defensa de la integridad territorial. De hecho, en
muchos de los casos, se aceptó la perdida de territorios, si con ello se lograba la firma y
ratificación de tratados que estabilizaran los conflictos limítrofes, considerando que era
necesario realizar mutuas concesiones para lograr el éxito en las empresas diplomáticas.

La despreocupación por la posesión de ciertos territorios fronterizos, la mayoría de ellos


situados en la región Caribe, se explica por la concepción de la territorialidad y una
geografía racializada, visionada desde las altas esferas del gobierno, situadas en la
región andina, que concibieron el territorio de la nación como aquel que había sido objeto
de población “civilizada”, lograda únicamente a través de la colonización. 157 Lo anterior
se puede deducir de las siguientes declaraciones dadas el 1 de febrero de 1875 por el
Ministro de lo interior y lo exterior Jacobo Sánchez, a propósito de la conservación de las
islas de San Andrés y de Providencia:

La necesidad de mantener la integridad del área colombiana, a que tenemos


derecho por los títulos que constituyen el utti possidetis de 1810, exige la mayor
vigilancia sobre los sitios que marcan nuestras fronteras. A esos puntos deben
llevarse especialmente las empresas de colonización, siquiera sea para que la
posteridad no nos acuse de negligentes en la conservación de las comarcas
que tal vez llegaran a ser las más florecientes de la América Latina.158

Sin embargo, aunque la presencia estatal y la ocupación real y efectiva del territorio se
reconoció como un factor importante para la conservación territorial, esta fue negada en

157Múnera Alfonso (2005) Fronteras Imaginadas. La construcción de la geografía y las razas en Colombia,
Planeta.
158 Sánchez, Jacobo (1875). Memorias del Ministerio del interior y lo exterior al Congreso de la Republica.

Imprenta Nacional, Bogotá.


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territorios considerados despoblados, cuya importancia era la de servir de punto de
negociación para establecer tratados de límites y amistad. En el Caribe, los territorios de
Bahía Almirante y Chiriquí, ubicados en el Estado de Panamá recibieron este trato, y
fueron calificados como “terrenos completamente deshabitados que son una mala trocha,
apenas transitada de mes en mes, en el cual puede decirse que no están otras huellas
que las del indio primitivo y desnudo”159, y por lo tanto, susceptibles de ser entregados a
Costa Rica sin que esto significara una perdida estimable para Colombia160.

Por otra parte, algunas zonas como la Mosquitia, blanco de múltiples conflictos en
periodos precedentes y sucesivos, fueron completamente desatendidas y no recibieron 93
atención o trato alguno por parte de los actores de la política exterior colombiana durante
la época. Así queda demostrado que los territorios colombianos ubicados en el Caribe
fueron ampliamente desatendidos y subvalorados, lo cual da luces de la escasa
importancia que en general tenía la región Caribe para las elites colombianas.161

La segunda orientación fue la pretensión de Neutralidad que guío la política exterior


colombiana, entendida como la actitud de no injerencia en los asuntos internos de ningún
otro Estado y en los conflictos internacionales de los demás países. Esta pretensión,
además de ser coherente con el cumplimiento del derecho internacional, pone en
entredicho el supuesto de que Colombia, al menos durante el periodo liberal, tuviera la
intención de perfilarse con una política exterior activa en el subcontinente. Incluso, uno
de los actores más importantes en la diplomacia colombiana de la época, Manuel Murillo
Toro define a Colombia como “un pueblo que ni pretende ejercer influencia en los destinos
de los otros, ni solicita más que ser respetado en su autonomía y en la equidad de sus
transacciones mercantiles”162.

La tercera orientación fue la aversión a contraer alianzas de carácter bilateral o


multilateral con los países de centro y Suramérica. La explicación a este comportamiento
se encuentra en la doctrina compartida por la mayoría de los presidentes y ministros del
Olimpo Radical, según la cual se considera que “es una sabia política no contraer alianzas
que liguen nuestra acción a las vicisitudes de los otros y nos priven de la
independencia”163. Se reconoce pues, la preferencia por una política exterior mesurada,

159 Valenzuela, Teodoro (1865). Nota del ministro de lo interior y lo exterior en la sesión del senado del 20
de abril, p. 33.
160 Juan Carlos Arriaga Rodríguez explica que era legalmente acordar concesiones, enajenación o permuta

de fracciones del territorio ya que el dominio territorial era equivalente a la propiedad.


161 El único funcionario que prestó atención al asunto de la mosquitia fue Pedro Fernández de Madrid en

sus publicaciones sobre las “costas incultas “publicadas en la prensa en el Día de Bogotá en 1846 Ver
Román Romero.
162 Murillo, Manuel (1 de Febrero de 1866). Mensaje del presidente al Congreso de 1866. En: Anales

diplomáticos y consulares de Colombia, Biblioteca Virtual del Banco de la Republica de Colombia.


163Murillo, Manuel (1 de Febrero de 1865). Mensaje del presidente al Congreso de 1865. En: Anales

diplomáticos y consulares de Colombia, Biblioteca Virtual del Banco de la Republica de Colombia. p. 495.
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consistente en llegar a soluciones partiendo de los fundamentos en derecho. Indicó Felipe
Zapata ministro de relaciones exteriores y de lo interior: “los pueblos que, desconfiando
de su patriotismo, buscan la alianza de otros para defender sus intereses, rara vez ganan
en fuerza, pero siempre pierden en independencia y moralidad”164.

De esta manera, sin aislarse internacionalmente se limitaron las relaciones con los países
Americanos, exceptuando a Estados Unidos. De esta manera la doctrina de La Unidad
Moral y el culto al derecho como presupuesto fundamental del trato internacional, tuvieron
repercusiones importantes en las limitaciones del despliegue de la política exterior
colombiana en el Caribe, ello podría explicar entre otras cosas el alejamiento con 94
territorios caribeños insulares de habla no hispana y que se privilegiara el trato con los
países que se compartían fronteras.

Aunque se ha indicado en otros estudios las similitudes que durante los gobiernos de los
liberales radicales la política internacional orientada hacia el Caribe tuvo iniciativas
similares a la inaugurada por Simón Bolívar en los primeros 10 años de la república, los
argumentos esbozados sugieren que existe una tendencia diametralmente opuesta entre
estas dos visiones y acciones diplomáticas en la región.165 En otros términos, se defendió
una unión en derecho, diferenciándose considerablemente de la política exterior
emprendida por Bolívar años antes en el sentido en que rechazaban las posiciones
radicales de unificación continental como lo sostuvo Teodoro Valenzuela en 1865:

Para el gobierno ejecutivo la unión americana verdadera, posible y conveniente


no estriba en ligas y confederaciones nominales; consiste más bien en la
profesión de principios comunes, en la práctica del sistema republicano en su
genuina expresión, y en la adopción de puntos de partida idénticos en el
derecho público tanto interno como externo. Una alianza que careciera de
elementos morales semejantes, podría llegar a ser un embarazo a la libre
acción política de cada república, y podría traer conflictos y peligros suscitados
por la conducta de las otras166.

En la visión internacional se adoptó la posición de un Americanismo laxo que se reducía


primero, a las comisiones diplomáticas para fortalecer el derecho internacional público y
la expansión de las libertades liberales en el continente, y segundo, al rechazo de las
intervenciones extranjeras europeas en los países americanos, que en todo caso
tampoco fue un rechazo radical, pues se buscaba mantener la cordialidad con Europa y
Estados Unidos, es por ello que, en momentos de contiendas entre los países americanos
y europeos se adoptaba una posición prudente, como la que se puede dilucidar de las

164 Zapata, Felipe (1 de febrero de 1871). Memorias del Ministerio del interior y lo exterior al Congreso de
la Republica. Imprenta Nacional, Bogotá.
165 Bell op, cit.
166 Valenzuela, Teodoro (1 de febrero de 1865). Memorias del Ministerio del interior y lo exterior al Congreso

de la Republica. Imprenta Nacional, Bogotá.


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siguientes palabras de Valenzuela: “Colombia no está en obligación de participar de
todos los conflictos que por intereses o por otros motivos semejantes, sobrevengan entre
una nación de América y una de Europa”167. Esta posición se explica otras cosas, por los
beneficios comerciales, políticos y económicos que se atribuía a las buenas relaciones
con los países del continente europeo.

Durante los años comprendidos entre 1863 y 1885, se dio la intervención francesa en
México, iniciada en 1861, y la reticencia de España ante los levantamientos
revolucionarios en Cuba. Frente a estos, el accionar de Colombia se situó en el discurso
liberal, es decir, se defendió la libertad y autonomía de las naciones americanas y la 95
necesidad de tomar medidas contra los intereses expansionistas, sin embargo, fueron
planteamientos que no encontraron un correlato en acciones concretas y contundentes,
lo que se explica, en buena medida, por la casi inexistente relación entre Colombia y los
países en cuestión, el predominio doctrinal de la Unidad Moral y la debilidad estructural
de la fuerza del Estado.

El Caribe, como región, no fue reconocida por ninguno de los gobiernos liberales, pues
no hay una sola mención de esta en las memorias del ministerio de relaciones exteriores
y de lo interior, ni en los discursos presidenciales de la época, y solo hasta 1883 se
instauro un consulado general para Costa Rica y el resto de Centroamérica, y por tanto,
se puede decir que como región no constituyó una prioridad en el manejo diplomático y
consular colombiano, a diferencia, por ejemplo, del trato que recibían otras zonas, como
la región de la hoya amazónica que ocupaban un lugar un poco más privilegiado en la
agenda de la política exterior colombiana.

Una sensación de lejanía física y moral con respecto a la mayoría de los países del Caribe
fue lo que primó durante la época federalista en Colombia. Por un lado es cierto que
existía dificultad en las vías físicas de comunicación y que las capitales se encontraban
distanciadas las unas de las otras, sin embargo, también es necesario reconocer que
Colombia no tuvo pretensiones de establecer vínculos y relaciones sólidas con estos
países, cuestión que contrasta con el marcado interés por mantener en buenos términos
y fijar alianzas comerciales con los países europeos y con Estados Unidos de América.

Las elites colombianas reconocieron a Europa como la cuna de la civilización, y


mencionaba frecuentemente que de allá “…deben venir la inmigración, los conocimientos
y aun los capitales con los que han de fecundarse estas vastas regiones” 168. De esta
forma, se buscó siempre la cercanía con las potencias europeas, principalmente con
España, Gran Bretaña y Francia, aunque con estos países, por experiencias pasadas,
las relaciones se mantenía con mayor prudencia, cuidando de no dar lugar a la injerencia

167Ibíd.
168 Murillo, Manuel (1 de Febrero de 1865). Mensaje del presidente al Congreso de 1865. En: Anales
diplomáticos y consulares de Colombia, Biblioteca Virtual del Banco de la Republica de Colombia.
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en el territorio colombiano de ninguna de estas potencias. Distinta fue la relación de
Colombia con Estados Unidos, sin duda, más cercana y sin tantas reservas y permisiva
en Panamá:

Nuestras crecientes relaciones con la gran republica americana, los intereses que ese país
tiene fincados en el istmo y los que surjan con motivo del canal interoceánico, son puntos que
merecen especial consideración de parte de ambos gobiernos, y que han hecho nacer la
necesidad de un trato más frecuente con ellos169.

En este sentido, los gobiernos liberales encontraron mayor beneficio en sostener las
relaciones políticas, económicas y comerciales con las potencias que pudieran garantizar 96
el capital necesario lograr el progreso y la civilización y por su puesto la construcción del
Canal Interoceánico en territorio panameño, por ello se procuró en todo momento, y quizá
quiméricamente, la armonización de los intereses con ellas. Esta noción de armonización
de intereses fue aceptada en virtud de la doctrina económica liberal imperante, según la
cual es posible lograr la maximización de los beneficios para todos los sujetos mediante
una economía de mercado.

Precisamente, fue esta doctrina la que orientó, en buena medida, las acciones en política
exterior emprendidas para insertar al país en el sistema de producción capitalista, para
lo cual la construcción del Canal en Panamá era indispensable, como también la creación
puertos libres y exenciones comerciales y aduaneras en la mayoría de proyectos de
tratados o de entablar relaciones comerciales y económicas con Estados Unidos en el
que se otorgaron exenciones de impuestos considerables.

En todo caso, el liberalismo económico implicó mucho más para la política exterior
colombiana: los intereses establecidos por esta doctrina fueron la guía permanente para
el manejo que se suscitó sobre el istmo de Panamá y las obras para la construcción del
canal interoceánico que, pese a ser una prioridad para la política exterior, fue vista
simplemente como una empresa industrial necesaria para el establecimiento del flujo
comercial entre los océanos:

El Gobierno Colombiano, que pretende ante todo dar a la empresa del Canal
un carácter netamente industrial, y hacer de él un elemento destinado
exclusivamente al servicio de los intereses comerciales de todos los pueblos170.

La doctrina del libre cambio no simpatizó con los monopolios ni con el manejo de las
empresas comerciales y económicas bajo intereses políticos, razón por la cual la obra del
Canal fue delegada al sector privado, sin que el país recibiera con ello ningún beneficio.
Panamá, pese a su importancia geoestratégica, tampoco fue políticamente importante

169 Trujillo, Julián (1 de febrero de 1880). Mensaje del presidente al Congreso de 1880. En: Anales
diplomáticos y consulares de Colombia, Biblioteca Virtual del Banco de la Republica de Colombia.
170 Calderón, Clinaco (1882). Memorias del Ministerio de Relaciones exteriores. Imprenta Nacional, Bogotá.

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para Colombia quien no tenía manera, ni intensión política, de ejercer su soberanía en el
territorio y prueba de ello fue la extensión en el tiempo del Tratado Mallarino- Bidlack171
y la constante inestabilidad política. Esto parece indicar que durante estos años los
gobiernos federales alinearon sus intereses con los de la potencia norteamericana,
impidiendo el proceso de definición del interés nacional.

La regeneración y la política exterior en el Caribe

Finalizado el periodo liberal el proyecto de la regeneración siguió muy de cerca los


lineamientos de la política internacional colombiana y siguieron viendo el arbitraje como 97
el primer instrumento de la diplomacia colombiana para abordar los conflictos territoriales
como se manifestó en los compromisos limítrofes con Costa Rica y Venezuela 172. Pero
principalmente fue utilizado como una herramienta útil para conseguir la paz interior, con
este propósito la negociación amigable por arbitramento estuvo ligada con la prioridad de
preservar el orden interno aun cuando fuera necesario perder territorios, como se
entiende del discurso del vicepresidente Miguel Antonio Caro en 1896 sobre el arbitraje
de límites entre Colombia y Venezuela, que fue juzgado deplorable y se rechazó por el
congreso: “por un tratado público no podemos separarnos del principio del Uti possidetis
de 1810 sino renunciando a alguna porción territorial, aunque sea palmo o pulgada”173

Hacia 1888 tras la firma de un nuevo pacto firmado entre los representantes de los
gobiernos de Venezuela y Colombia, ambas naciones hacían evocación de los mutuos
derechos y obligaciones relativas a la neutralidad de las fronteras y las acciones
pertinentes para que tenga aplicabilidad. De la mano del arbitraje surgieron principios
jurídicos y reglas de procedimiento para conducir las negociaciones. Así emanaron los
principios orientadores en las relaciones diplomáticas de Colombia con los Estados
limítrofes de no intervención y de status quo.174

171 Tratado firmado por Colombia en 1846 entre Estados Unidos y Colombia, en el que el primero
garantizaba mantener la neutralidad y soberanía del istmo a cambio de la libertad de tránsito de
ciudadanos, mercancías y ejército estadounidense.
172 Con Costa Rica, el desacuerdo entre limites se encontró aún pendiente del fallo del gobierno de España,

no obstante con la muerte del rey Alfonso XII se ponía en duda la legitimidad y el alcance de la jurisdicción
conferida al árbitro por la convención firmada en san José en 1880. De esta manera se firma un nuevo
convenio en enero de 1888 por los plenipotenciarios de Colombia y Costa Rica en España y se conviene
que el gobierno de España seguía siendo competente para seguir conociendo del arbitraje y dictar con
carácter de irrevocable e inapelable el fallo definitivo. Al igual que con Costa Rica, se había pactado con
Venezuela un tratado destinado a resolver las diferencias limítrofes entre estas dos naciones. Un nuevo
pacto fue firmado entre las representaciones de los dos gobiernos para reconocer la legitimidad del
gobierno de España para dar fallo en el arbitramiento de límites. En 1891 el gobierno de España pronuncio
el laudo que término la diferencia sobre límites con Venezuela. La decisión aceptada y reconocido quedo
en espera de un tratado publico ratificado entre las partes
173 Mensaje del Vicepresidente, Poder ejecutivo, Diario Oficial, n. 10.224, 1 de Enero de 1897
174 Hacia 1903 el ministro Luis Carlos Rico criticaba severamente a Venezuela durante la última guerra civil

por “tomar una actitud contraria al principio de neutralidad internacional en forma más o menos
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En el caso con Costa Rica, para el bienio 1890-1891 las relaciones diplomáticas pasaban
por tensión y distanciamiento que en palabras del ministro Carlos Holguín “se han
limitado, fuera de los asuntos de cortesía internacional, -que han de- procurar puntual
observancia del status quo pactado entre las dos repúblicas.”175 Con el gobierno de San
José, se buscó que prevaleciera el principio de Status quo obligatorio para las dos partes,
el Ministerio de Relaciones Exteriores realizó notas de protesta y se propuso trazar una
línea provisoria aun cuando fuera necesario ceder en las pretensiones de Colombia sobre
sus derechos territoriales.

El caso con Nicaragua resulta ser muy particular, en virtud de la actitud del gobierno de 98
Managua de negar que existieran cuestiones pendientes con relación a la costa de
Mosquitos. En el informe del Ministro Marco Fidel Suarez al Congreso de la República de
1894, sobre las relaciones diplomáticas con Nicaragua se dice que tropiezan a causa de
actos sucedidos en la Costa de Mosquitos que afectaban los derechos de soberanía de
la república.

La acción del Ministro Marco Fidel Suarez se redujo a dirigir notas de protesta y tomar
acciones adicionales como que el perfecto de Providencia pasase a las islas mangles y
a la costa misma de Mosquitos. “con el objetivo de presentar a nombre de Colombia las
debidas protestas”. Pero por dictamen del gobernador del departamento Bolívar se
resolvió solo dirigir al gobierno de Nicaragua una nota de protesta que no fue
contestada176y daría lugar a nuevas reclamaciones. Durante 1896 las relaciones
diplomáticas con Nicaragua llegaron a un estado de distanciamiento tal que Jorge
Holguín Ministro de Relaciones Exteriores las describe de la siguiente forma: “la antigua
amista que ligó a Colombia con la república de Nicaragua no es hoy tan cordial y
afectuosa como en otro tiempo”177

La ocupación del gobierno de Managua sobre la costa de Mosquitos se extendía por poco
a un dominio total, con la presencia de funcionarios públicos y actos administrativos
jurisdiccionales. En los informes del ministerio se destaca como en San Luis de Mangle
se alzó una bandera nicaragüense por acto de un comisario de dicho país, quien
proclamó que aquella tierra era de Nicaragua.178 Pese a esta realidad el ministro Holguin

acentuada”Rico, Luis C (1903). Memorias del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. En: Anales
diplomáticos y consulares de Colombia, Biblioteca Virtual del Banco de la Republica de Colombia.
175 Holguín, Carlos (1890). Memorias del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. En: Anales

diplomáticos y consulares de Colombia, Biblioteca Virtual del Banco de la Republica de Colombia.


176 Suarez, Marco Fidel (1894). Memorias del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. En: Anales

diplomáticos y consulares de Colombia, Biblioteca Virtual del Banco de la Republica de Colombia.


177Holguín, Jorge (1896). Memorias del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. En: Anales

diplomáticos y consulares de Colombia, Biblioteca Virtual del Banco de la Republica de Colombia.


178 Ibíd.

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de manera ingenua insistía en que un arbitramento le daría la razón a Colombia sobre la
permanencia de este territorio.

“Colombia no abriga proyectos ambiciosos ni sueña con engrandecer


desmesuradamente su dominación territorial a costa de sus hermanos […]El
árbitro no podrá menos de tomar en cuenta la real orden de San Lorenzo y si
reconoce su valor jurídico, como seguramente lo hará, este reconocimiento
representa el triunfo moral de Colombia contra las rotundas afirmaciones de
Nicaragua”179

A la ocupación por parte del gobierno de Managua en territorio misquito e islas mangles, 99
la respuesta del gobierno Colombiano fue dirigir notas de protesta, amparadas por una
exposición amplia y juiciosa de los documentos que apoyaban la soberanía de Colombia
sobre estas Costas. Nicaragua hizo caso omiso de las reclamaciones de Colombia,
evadiendo responder las notas de protesta. Finalmente en 1898 se manifestó en una nota
enviada al gobierno colombiano negando rotundamente que existiera cuestión alguna
entre esa república y Colombia con relación a la costa de Mosquitos.180

Nicaragua hizo posesión y ocupación de un territorio desarticulado del gobierno


Colombiano y de su soberanía y de acuerdo con el Uti possidetis de facto “justificó
derechos a partir de la práctica de hechos consumados”. 181 No era de extrañar la
orientación del gobierno Nicaragüense, cuando la mayoría de las fronteras territoriales
en el Caribe habían de ser trazadas por los principios de ocupación efectiva y de los
hechos consumados que eran cobijados y tomados en cuenta en los fallos de
arbitramento.

Estas situaciones demarcaron las orientaciones de la política internacional en el Caribe


durante los gobiernos de la Regeneración, en especial los presididos por Rafael Núñez,
el apego al derecho internacional, la evocación del Uti possidetis de 1810, las notas de
protestas y la falta de estrategias de ocupación territorial fueron la característica principal
de estos gobiernos que desconocieron o no pudieron leer el comportamiento de la política
internacional, ni entendieron el significado del Caribe en la geoestratégica de los
principales imperios mundiales.

El Caribe en el siglo XIX, al igual que siglos anteriores se asemejaba a un teatro de


operaciones en el cual se desplegaban las agendas internacionales y objetivos del mundo
Occidental y en este sentido fue un espacio de disputa permanente por los principales

179 Holguín, Jorge (1898) Memorias del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. En: Anales
diplomáticos y consulares de Colombia, Biblioteca Virtual del Banco de la Republica de Colombia.
180 Ibíd.
181 Arriaga, Rodríguez, Juan Carlos (2013). El largo proceso de configuración y organización territorial en

América Latina y el Caribe: la creación de las fronteras históricas, 1810-1930. En: El largo proceso histórico
de participación territorial. Las fronteras en América Latina y el Caribe, siglo XVI al XXI. México. Bonilla
Artigas editores Universidad de Quintana Roo. Pp. 112.
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imperios del momento. La principal ambición de las potencias era controlar el comercio
Atlántico-Pacifico la construcción de un canal interoceánico permitía a las potencias
mundiales aumentar su área de influencia y de control comercial, además de abaratar los
costos de transporte de tropas, artillería y mercancías tomando ventaja sobre los demás
centros de poder mundial.

Para Colombia su capacidad de acción política y diplomática en el Caribe estuvo marcada


por la presión política y ocupación militar por parte de las potencias mundiales. En un
primer momento Gran Bretaña con influencia sobre el Caribe insular y Centro América,
llevó sus intereses hasta las costas de Mosquitos, desconocimiento de los derechos que 100
Colombia proclamó sobre estas tierras, coronando a Federico Carlos Guillermo como rey
de los indios Misquitos con propósito de ingresar en la zona de construcción del Canal
Interoceánico. En un segundo momento, los Estados Unidos que habían arrebatado la
mitad del territorio Mexicano, apoyado la toma de Nicaragua en 1854 y1864 y disputado
la guerra con España anexándose cuba y Puerto Rico, se proponía la construcción de un
canal interoceánico en terreno americano, con capital americano y con dirección
americana.

Hacia 1903, los propósitos de Colombia en la construcción del canal interoceánico y la


defensa de la soberanía se veían amenazados como no se había visto antes. El gobierno
colombiano encontraba imposible la construcción del canal interoceánico por Panamá182
y el por otro lado el gobierno de los Estados Unidos debatía en el congreso la
construcción del canal por la vía que ofrecía Nicaragua. Esta situación se resolvió como
en 1848 con la preparación de un tratado, este debía ilustrar y servir de guía en la
prosecución del asunto que se debatía por la ruta de Panamá, ante las ventajas que
ofrecía esta ruta ante la iniciativa en el congreso norteamericano de realizar la
construcción del canal por Nicaragua o Costa Rica, e incluso de la alternativa expuesta
de expropiar la zona del canal por Panamá invocando para ello utilidad pública
universal.183

182 La negociación de la construcción del canal de panamá, iniciada en la mitad del silgo XIX y finalmente
completada en 1882, disponía al constructor Ferdinand Lesseps como presidente de la compañía francesa
para la construcción del canal, pero prontamente circunstancias como el clima, las enfermedades y la mala
planeación condujeron a la quiebra de la compañía. Tras una campaña para refinanciar la compañía con
capital extranjero, los recursos conseguidos para continuar con la empresa son agotados prontamente
quedando nuevamente en quiebra; ante el fracaso por llamar nuevamente capital que financiara el proyecto
la construcción del canal se hacía imposible, durante los años 1890, 1893 y 1900 el gobierno colombiano
firmo con la Nueva compañía del Canal contratos de prórroga , al tiempo que los estados Unidos se
proponía la construcción del canal interoceánico. Holguín, Carlos (1890).Sección tercera Canal de panamá.
En: Anales diplomáticos y consulares de Colombia, Biblioteca Virtual del Banco de la Republica de
Colombia.
183 Rico, Luis C (1903). Memorias del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. En: Anales

diplomáticos y consulares de Colombia, Biblioteca Virtual del Banco de la Republica de Colombia.


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El resultado de las negociaciones entre los representantes del gobierno de Colombia y
de los Estados Unidos fue el tratado conocido como “Herrán-Hay” que ofrecía malas
condiciones y pocas ventajas, y su firma significaba un menoscabo a la soberanía
nacional; pero la terminación de su negociación -como sucedió- iba a conducir a un
menoscabo indefinido a la soberanía nacional como lo reconoció el presidente Marroquín
en su discurso al congreso de la república: “De mi dirá la historia que arruine el istmo y
todo Colombia, no permitiera que se abriera el Canal de Panamá, o que permití que se
hiciera, vulnerando escandalosamente los derechos de mi nación”184

Colombia con el propósito de salvaguardar la soberanía nacional buscó en la gestión de 101


sus agentes diplomáticos, la firma de tratados públicos y en los principios de la justicia la
protección del territorio. El arbitraje Internacional no era aplicable desde el punto de vista
del gobierno para los propósitos de afirmar los derechos territoriales de Colombia y su
soberanía frente a las presiones de las potencias extranjeras y el temor a un conflicto
internacional.

El Ministro de relaciones Exteriores Carlos Holguín en la presentación de los temas


expuestos durante la conferencia internacional celebrada en Washington en 1890
señalaba que entre las proposiciones que en concepto del gobierno hubiera sido
conveniente tratar estaba el proyecto relativo al arbitraje internacional, pieza estructural
en las orientaciones para la terminación de conflictos limítrofes pacíficamente. Frente a
este punto la posición del gobierno era:

“Adoptar el arbitraje como sistema universal para resolver los conflictos


internacionales y por difícil que sea. La experiencia demuestra que este buen
pacifico sistema se puede implantar para seguir las relaciones entre
determinados pueblos”185

Más adelante sobre el mismo asunto el ministro advertía que el arbitraje no podía
establecerse a priori como regla universal para resolver las dificultades motivadas por
ofensas al honor y soberanía de la nación, refiriéndose a los posibles actos de potencias
en contra de territorios colombianos inimpugnables.

Se puede afirmar que para el propósito de definición de límites la orientación fue evitar
siempre un conflicto internacional mediante la aplicación del arbitramento y principios de
procedimiento como el status quo y la Neutralidad. En el propósito de la construcción del
canal interoceánico por el istmo de Panamá la orientación fue la defensa de la soberanía

184 Marroquín, José Manuel (1903). Mensaje del Presidente al Congreso de la Republica. En: Anales
diplomáticos y consulares de Colombia, Biblioteca Virtual del Banco de la Republica de Colombia.
185 Holguín, Carlos (1890). Memorias del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. En: Anales

diplomáticos y consulares de Colombia, Biblioteca Virtual del Banco de la Republica de Colombia.


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nacional mediante la utilización del derecho internacional, la evocación a la justicia
internacional y la firma de tratados de amistad, navegación y comercio.

Otro asunto importante en concepto del gobierno Colombiano que no fue tratado en la
convención era relativo a la fijación e interpretación de la doctrina Monroe “Como fórmula
de equilibrio de los pueblos americanos entre sí y con las demás naciones”186

Aunque el punto relacionado a la doctrina Monroe no fue tratado en la conferencia el


gobierno consideraba que debía ser parte de la agenda. Desde Bogotá destacaban al
gobierno de Washington el cual había demostrado “sentimientos de las más perfecta 102
equidad en todo lo tocante a relaciones mutuas de los Estados Americanos, promoviendo
el arbitraje para la solución de conflictos y desaprobando la práctica de la conquista”187

Resulta paradójico que el Ministerio de relaciones exteriores pretendiera promover y fijar


la doctrina Monroe, al mismo tiempo que el auto-otorgado destino manifiesto de los
Estados Unidos mediante el cual legitimaba su intervención y ocupación militar en toda
la región del Caribe188 se extendía hasta Panamá inclusive hasta el Archipiélago de San
Andrés y Providencia.

Como se sostiene en las denuncias hechas al gobierno de los Estados Unidos por parte
del encargado de negocios en Washington en 1891. En los hechos denunciados se
señalaba que navegantes de nacionalidad americana habían abordado los cayos de
Roncador y Quitasueño ubicados en el Caribe Colombiano, en el archipiélago de San
Andrés y Providencia y habían extraído sin permiso del gobierno grandes cantidades de
guano amparados por el gobierno de los Estados Unidos quien había expedido una
licencia para explotar los islotes, aludiendo que estos eran res nullius por no tocar al
territorio de ninguna Nación.189

Se puede establecer que la estructura política y administrativa del Estado regenerador,


que se consagró con la Constitución de 1886 no dio una mayor importancia a los asuntos
internacionales, a pesar de la separación de la secretaria de asuntos interiores y
exteriores y la creación del Ministerio de Relaciones Exteriores. Esta cartera continúo sin

186 Ibíd.
187 Ibíd.
188 “En 1871 se abre el proceso de delimitación y demarcación de las fronteras territoriales en centro

América. En el reajuste de los límites territoriales, la injerencia de Estados Unido fue fundamental pues
participo como árbitro en todas las disputas de territorio. También intervino como mediador en la solución
de las diferentes guerras entre los países de la región, y apoyaba o bloqueaba –según sus intereses de
momento. Los proyecto de refundación de la unión centro americana” Arriaga, Rodríguez, Juan Carlos
(2013). El largo proceso de configuración y organización territorial en América Latina y el Caribe: la creación
de las fronteras históricas, 1810-1930. En: El largo proceso histórico de participación territorial. Las
fronteras en América Latina y el Caribe, siglo XVI al XXI. México. Bonilla Artigas editores Universidad de
Quintana Roo. Pp. 125.
189 Holguín, Carlos (1892) Memorias del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. En: Anales

diplomáticos y consulares de Colombia, Biblioteca Virtual del Banco de la Republica de Colombia.


CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
ejercerse de manera profesional determinada por intereses políticos y particulares;
guerras civiles e inestabilidad interna y crisis fiscales con recortes presupuestales.190 Esto
se vio reflejado en las pérdidas de territorios que los gobiernos colombianos habían
defendido como propios primero con Costa Rica, luego Con Nicaragua y finalmente con
la pérdida de Panamá.

Como conclusión importante podemos afirmar que la política internacional colombiana


afínales del siglo XIX, pese a que existieron dos modelos Estatales estuvo direccionada
por los mismos principios, generando continuidades y pocas rupturas en las acciones
diplomáticas en el Caribe. Sin embargo fue durante el periodo regenerador que los 103
esfuerzos diplomáticos fracasan y terroitorios que los gobiernos defendían como propios
se convierten en ajenos como en el caso de los territorios cedidos a Costa Rica, y los
tomados por Nicaragua y en repúblicas independientes como en el caso de Panamá.

190El informe de 1888, es relacionado a los eventos en los tres años anteriores ya que debido a la situación
de anormalidad del gobierno no se había logrado avanzar en el tema de las Relaciones Internacionales
como se menciona en el propio informe. Memorias del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.
En: Anales diplomáticos y consulares de Colombia, Biblioteca Virtual del Banco de la Republica de
Colombia.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
104

GÉNERO, PRENSA Y CULTURA: LAS


MUJERES EN LA HISTORIA DEL CARIBE

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
ESCRITURA EN CLAVE FEMENINA: EL CASO DE LUMBRE, Y MUJER REVISTAS
DE CULTURA FEMENINA Y DIVULGACIÓN DE LOS MANDATOS DEL "DEBER
SER" DE LAS MUJERES

GLORIA BONILLA VÉLEZ191


CARLOS CASTRILLÓN CASTRO192
Universidad de Cartagena
105
Resumen

Algunos estudios a nivel nacional se han encargado de rescatar periódicos y revistas


escritos por mujeres, es el caso de las ciudades como Bogotá, Medellín, Popayán y Cali.
Pero en el caso de Cartagena aun se desconoce la existencia de LUMBRE, revista de
cultura femenina y divulgación turística en Cartagena. Por ende el objetivo de esta
ponencia es dar visibilizarían al aporte que hacen las escritoras cartageneras y sus
colaboradoras indagando en que realidad sociopolítica la cual permite a las mujeres
producir la literatura femenina. Ellas se mostraron capaces de glorificar los grandes temas
del momento: la patria, la familia, el amor, la religión, a través de una variedad de
géneros que incluyen la novela, el cuento, el ensayo, el teatro y la poesía. Donde se
destaca la escritura de mujeres del Caribe que se ocupara de la comunicación a quienes
se puede señalar: Judith Porto, Meira del Mar, Josefina Tono de Covo, Emma Villa de
Escallon directora del Diario de la costa, entre otras. Finalmente lo que se trata de
rescatar es el fenómeno de la participación femenina en la literatura colombiana y del
Caribe el cual ha sido un tránsito para el aporte a la cultura, la literatura, la poesía y la
prensa.

Introducción

Después de la Independencia de la Nueva Granada de España la mayor parte de la


producción literaria fue escrita por los hombres que subieron al poder es decir la elite
criolla193.A partir de la mitad del siglo XIX irrumpen las mujeres con su producción

191 Ph.D Profesora Titular. Departamento de Historia. Facultad de Ciencias Humanas Universidad de
Cartagena.Miembro del grupo de investigación Estudios de Familias, Masculinidades y Feminidades de la
Facultad de Ciencias Sociales y Educación. gbonillav@unicartagena.edu.co.
192 Historiador Universidad de Cartagena. Candidato a Maestría en Estudios de la Cultura con mención

en Género y Cultura. Universidad Andina Simón Bolívar. Quito Ecuador.Miembro del grupo de investigación
Estudios de Familias, Masculinidades y Feminidades de la Facultad de Ciencias Sociales y Educación.
193 Como señala Flor Rodríguez "la escritura de ficción estuvo controlada por los hombres hasta la 1850

tanto en su producción como en su temática puesto que muchos de estos escritores eran, a la vez
eminentes políticos, líderes militares y literatos" ver: Flor Rodríguez Arenas. "Siglo XIX". En: María
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
literaria. La mayoría de ellas eran de familias de tradición literaria, de clase alta, con una
educación privilegiada. Ellas se mostraron capaces e interesadas en escribir de los
temas de la época como son; la patria, la familia, la religión, el amor, y el matrimonio,
través de una variedad de géneros que incluyen la novela, el cuento, la poesía, el ensayo,
el teatro194. Muchos de sus escritos aparecen en los periódicos de las capitales de las
provincias.

Las voces femeninas se han dejado escuchar bastante poco a lo largo de los siglos fuera
de los ámbitos más o menos domésticos en donde, más se les oye. No obstante, a lo
106
largo de este siglo la voz y la palabra escrita por mujeres han logrado irrumpir casi
violentamente en los espacios antes reservados a la opinión masculina195. Esta presencia
cultural femenina resulta particularmente importante en el campo de la literatura ya que
es aquí donde, de manera privilegiada se establece una suerte de dialogo interpersonal
e incluso internacional que, buscándolo o no, logra que se creen nuevos consensos en
torno a la condición de las mujeres y en torno a la condición humana en general.La prensa
local, regional y nacional será donde ellas van a divulgar sus escritos y expresar sus
pensamientos.

La revista femenina, Lumbre la cual servirá de base para estaponencia por ser la única
de la cual se tiene un ejemplar, conservado en la Biblioteca Nacional de Colombia. Su
publicación no tuvo mucha frecuencia y se desarrolló más profusamente sus
apreciaciones sobre lo femenino, cultural y turístico en Cartagena. Esta fue una
publicación anual que circuló en entre 1949-1954.

Figuras femeninas y/escritoras en Colombia: un acercamiento de la escritura en la


prensa

La publicación de periódicos dirigidos a la mujer en Colombia estuvo influenciada por la


costumbre europea de hacer hojas periódicas para las mujeres que se inició en Francia
y Gran Bretaña desde el siglo XVIII y se extendió por toda Europa durante el siglo XIX,
cuando el acto de leer se convirtió en un espacio de socialización que le permitió a las
mujeres acceder poco a poco a lecturas que sobrepasaron los confesionarios y las obras
pías196. De la misma manera, el acto de escribir también fue un espacio para muy pocas
mujeres en los siglos XIX y comienzos del XX en Colombia.

Mercedes Jaramillo, Ángela Robledo y Flor Rodríguez (eds) ¿Y Las mujeres? Ensayos sobre la literatura
colombiana. Universidad de Antioquia, Medellín, 1991, pág. 110.
194 Jana Marie Dejong, Op Cit, pág. 138.
195 Marina Fe Pastor. Otramente. Escritura y literatura feministas. México, Fondo de Cultura Económico,

1991. CharloteBroad. Genero y escritura femenina. México, UNAM, 2000.


196GuiobannaBuenahora Las publicaciones dirigidas al “bello sexo” y la educación femenina en Cartagena,

1871-1893. Tesis pregrado Lingüista y Literatura. Cartagena, Universidad de Cartagena. 2001, pág. 2.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Como platea Buenahora, la prensa permitió la difusión de la escritura femenina. Las
escritoras estuvieron ligadas directa o indirectamente a la expansión del periodismo. La
apropiación discursiva femenina se efectuó gracias a complejos factores económicos,
políticos y culturales que se conjugaron con el impulso de la educación y la expansión de
la prensa197. En los periódicos, las escritoras pudieron publicar sus creaciones literarias
y tener relación con un público amplio.

Para el siglo XIX son muy pocas las mujeres que se encuentran vinculadas a la escritura
y también son escasos los trabajos sobre escritoras mujeres. Isidoro Laverde en su
107
Bibliografía Femenina198 hace alusión a Josefa Gordon (se sabe muy poco), María
Martínez de Nisser, María Josefa Acevedo y Gómez, Eva CeferinaVerbel, Agripina
Samper de Ancizar, Bertilda Samper Acosta, Espinosa de Rendón, Waldina Dávila, María
Montes del Valle, todas ellas fueron colaboradoras de Periódicos como La Caridad, El
Iris, El Rocío, La Familia, El Vergel Colombiano, El Hogar, La Mujer, Biblioteca de
Señoritas, La Familia, La Guirnalda, La Luz, El Mensajero, El Deber, La Velada.

Entre las escritoras de la segunda mitad del siglo XIX vale destacar a Soledad Acosta
de Samper (1833-1913)199 fundadora y directora del periódico La Mujer en su interés
por resaltar la escritura femenina escribía:

"En primer lugar empezaremos por anunciar que no escribirían en ella sino
mujeres, y en lo posible se tratara de que sean solo colombianas y
sudamericanas. Hay en Inglaterra, Alemania y Francia y en Europa muchos
periódicos redactados publicados e impresos solo por mujeres, igual en
estados unidos de Norteamérica, pero no tenemos noticia de empresa igual en

197Ibíd. pag.1
198 Isidoro Laverde. Bibliografía Femenina. Revista Literaria No 3. Bogotá, 5 de marzo de 1893, págs. 642-
651.
199 Montserrat Ordoñez.Soledad Acosta de Samper Nueva Lectura. Bogotá, Fondo Cultural Cafetero, 1988.

Montserrat Ordoñez. "Cien años de escritura oculta: Soledad Acosta. Elisa Mujica y Marvel Moreno". En:
Luz Mary Giraldo (Ed) Fin de siglo: narrativa colombiana Lecturas y criticas. Cali, Universidad del Valle,
1995. Montserrat Ordoñez. "De andina a Soledad Acosta de Samper. Identidades de una escritora
colombiana en el siglo XIX. En: La situación autorial. Mujeres, sociedad y escritura en los textos
autobiográficos femeninos de América Latina. Edición Margara Russotto. Universidad Central de
Venezuela, Caracas. Montserrat Ordoñez. Género, escritura y siglo XIX: Releyendo a Soledad Acosta de
Samper. Universidad Javeriana, 2004. Carolina Álzate. "Soledad Acosta de Samper: de escrituras,
monstruos y arañas. Homenaje a Montserrat Ordoñez". En: Colombianistas, Bogotá, 2005. Carolina Álzate.
Soledad Acosta de Samper. Una historia entre buques y montañas, Bogotá Colciencias, 2003. Flor
Rodríguez Arenas. "Siglo XIX". En: Mercedes Jaramillo, Ángela Robledo y Flor Rodríguez. ¿Y las mujeres.
Ensayos sobre literatura colombiana. Universidad de Antioquia, Medellín, 1995. Cristina Valcke. Dolores.
Una metáfora de la escritura del siglo XIX.Poligramas. Universidad del Valle, Cali, 2004. Flor Rodríguez
Arenas. Bibliografía de literatura colombiana del siglo XIX.Stockcero, Buenos Aires, 2006. Ángela Nuñez.
Concepciones de lo femenino y masculino en Soledad Acosta de Samper. Tesis de Grado Universidad
Pedagógica Nacional, Bogotá, 2000.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Hispanoamérica. Tócanos a nosotras, pues, el haber iniciado en Bogotá esta
obra, el haber abierto este camino a nuestra literatura".200

Su argumento e insistencia para promover la escritura femenina derivaba de su


experiencia por Europa y Estados Unidos donde veía mujeres escritoras publicando en
los periódicos y activas en la vida literaria de sus países. Como dice Aguirre "la literatura
tenía la capacidad de operar sobre las condiciones materiales para hacer efectivo el
progreso social"201.

Ángel Rama lo resume: "La constitución de la literatura, como un discurso sobre la 108
formación, composición, y definición de nación habrá de permitir la incorporación de
múltiples materiales ajenos al circuito anterior de las bellas letras que emanaban de las
elites cultas"202. Como ya se ha dicho esta producción literaria femenina se ubica en
mujeres de clase alta, elite culta "y como objeto de representación, no constituyen un
material ajeno a esa literatura; es decir, las mujeres de su clase aparecen representadas
constantemente en la narrativa y la poesía"203.

Las mujeres, el periodismo y las letras en el siglo XX: Hablar, oír y escribir

El periodismo en Colombia fue un espacio que las mujeres ocuparon publicando sus
ensayos, poemas, novelas, y sus opiniones como intelectuales. Lo ejercieron como
ocupación y desde allí, lanzaron su diatriba contra la sociedad patriarcal que las
disminuía, no creía en ellas204. Cuando las intelectuales, escritoras reflexionaban sobre
la mujer, establecían una relación directa entre la precaria condición y la carencia de
educación, aumentada por las restricciones basadas en el género:

"Es lamentable el estado de ignorancia que reina en el bello sexo. Lejos estoy
de hacer inculpaciones a la mujer que en tamaña oscuridad se encuentra, más
sí a los que no han sabido dar impulso que pudieran ofrecer un brillante porvenir
a la patria, por sus buenas capacidades, desgraciadamente oscurecidas o
viciadas. La mujer no puede solo manejar la casa y atender los quehaceres
domésticos, papel ridículo, ellas deben educarse para jugar un papel
significativo en la sociedad moderna y responder los retos de hoy".205

200Soledad Acosta de Samper. La Mujer, Bogotá, Febrero 2 de 1878, pág. 1.


201Beatriz Aguirre. "Soledad Acosta de Samper y su perfomance narrativo de la nación". En Estudios de
Literatura Colombiana. No 6, Universidad de Antioquia, Medellín, 2000, págs. 18-28.
202 Ángel Rama. La ciudad Letrada. Montevideo, Ediciones Arca, 1998.
203 Beatriz Aguirre. Op cit, pág. 19.
204 Fanny Mery "Semimilo. Página Femenina". Correo Liberal, Medellín, 3 marzo de 1918, págs. 3.
205Fita Uribe. ¿La educación de la mujer necesaria? El Correo Liberal, Medellín, enero 7 1930, pág. 3.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Entender como ocurre el fenómeno de la invisibilidad femenina en la literatura colombiana
y señalar como se ha ido recorriendo un camino para su visibilidad es una tarea necesaria
y pertinente. "El silencio escritural femenino, interrumpido por las contadas excepciones
se ha roto con más frecuencia en el siglo XX, cuando la mujer tuvo acceso a la educación
superior, al trabajo asalariado, a los anticonceptivos, a la participación en la política y a
un tratamiento simétrico ante la justicia"206

Estos cambios en el panorama educativo, económico, social y cultural explican la


proliferación de autoras que se encuentran en todos los campos literarios; encontramos
novelistas, poetas, cuentistas, ensayistas, dramaturgas, criticas, periodistas. El oficio de 109
escribir tanto en el siglo XIX como en el siglo XX era "un oficio aislado y se contrastaba
con el de sus compatriotas, quienes formaban grupos poéticos reunidos por intereses
estéticos e ideológicos que se dieron a conocer a través de publicaciones donde
revelaban su cosmovisión, como por ejemplo: la generación del Centenario, los Panidas,
los Piedracielistas, los Cuadernicolas"207. En las primeras décadas del siglo XX algunas
mujeres ilustradas comenzaron a reflexionar sobre los diferentes papeles culturales
asignados a las mujeres y a los hombres y los conflictos que aparecían cuando se
incursionaba en el dominio del "otro". Entre los nombres a recordar tenemos a Clara Luna
columnista del periódico La Humanidad quien e la sección femenina creada en 1925
defendía los derechos de las mujeres, consideraba sus reivindicaciones como parte de
la revolución social. La mujer según ella es doblemente oprimida porque:

"Es considerada inferior sociológica y fisiológicamente por el hombre quien es


el que legisla a su favor. Por tanto la mujer tiene doble motivo de rebeldía en la
doble tiranía que sufre"208

"La mujer está llamada a grandes destinos de los que nos ha cabido en suerte.
La mujer en proporción a su talento y al mayor grado de cultivo de su
inteligencia, está en capacidad de desempeñar muchos puestos y de hacerlo
con gran competencia"209

Teresa Santamaría de González en su periódico Letras y Encajes fundado en Medellín


en 1925, opinaba en la misma línea de Clara Luna, y llama a las mujeres a educarse
como una única vía de su emancipación tanto fue su visibilidad en el periódico que los
hombres la calificaron como caprichos de bachilleras y ridiculeces modernistas y sus
escritos unos papeles que llamaban a las mujeres a tener una conducta fea y

206Mercedes Jaramillo y Betty Osorio. Escritoras del siglo XX. En Magdala Velásquez (Ed). Las mujeres
en la historia de Colombia, Norma Editores, Bogotá, 1995, págs. 158-211.
207Mercedes Jaramillo y Betty Osorio, Óp. Cit, pág. 167.
208Clara Luna. "La mujer oprimida". La Humanidad, Bogotá, Julio 5 de 1925.
209MaríaEatsman. Educar a la mujer. El Correo Liberal, Medellín, octubre 19 de 1924.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
caprichosa210.Otras mujeres destacadas fueron María Cano (1930), María
Eatsman,(1931), Fita Uribe Fabiola Aguirre de Jaramillo, Olga Salcedo de Medina(1926),
Blanca Isaza de Jaramillo, María Cárdenas Roa (1924), CleoniceNanetti(1923).211

En la poesía sobresalieron Laura Victoria (1933) su libro Llamas azules fue publicado
en Buenos Aires trata lo erótico sensual como otras poetas latinoamericanas de esta
época: DelmiraAgosttini, Alfonsina Storni y Juana de Ibarburou212. Anita Díaz (1935)
publica su primer libro Vuelo de mariposas213.

Otras mujeres que escribieron en los periódicos regionales fueron Luisa de Molinares, 110
Enriqueta de Uricoechea, Virginia de Castro, Mariela de Rosado, Ester y Luisa Muñoz,
Cristina Dela Rosa, Jenny de Castro, su tribuna fue el periódico el Diario del Comercio
de Barranquilla214. En Cartagena las mujeres escribieron en los periódicos que
aparecieron datan desde 1871; La Primavera, La Lira, La Floresta, Los Ecos del Mar, La
Tertulia, El Bolivarense, El Amigo de las Damas, El Álbum, entre otros. Algunos más
literarios y noticiosos, que políticos con la única semejanza de que eran exclusivos para
las mujeres215. La mayoría, eran dirigidos por hombres pero contaron con el apoyo
femenino, que con el trascurrir del tiempo y debido a las insistentes críticas por su falta
de interés en mostrar sus capacidades para la creación literaria, iniciaron su participación
formal como escritoras. A excepción del periódico El Domingo, pues estuvo a cargo de
Vicenta Fernández de Ramos, destacada institutora de la ciudad y escritora 216.

Es posible que la mujer de la élite vivencie espacios para sí misma, pues comienza a ser
reconocida su escritura. Tal es el caso de Concepción Jiménez de Araujo, más conocida
en la literatura regional como Mary Faith217, quien en su condición de esposa de Antonio
Araujo, dueño y director del periódico El Porvenir “se dedicaba a la poesía, el cuento, la
escultura, leía literatura romántica. Su nieto recordaba que leía a George Sand,
BarbaraKartland, Charles Dickens, dos de sus novelas las publicaron en España y
Argentina. Era una mujer especial, excepcional, en tiempos en que el común de las
mujeres no escribían y poco leían Ella había viajado por Europa y Estados Unidos” 218.

210 Teresa Santamaría de González Letras y Encajes. Medellín, Julio 2, 1925. y Pedro Pérez. Embelecos
de bachilleras. El Conservador, Medellín, agosto 3 de 1925
211Mercedes Jaramillo y Betty Osorio. Op Cit, pág., 3. Escritoras antioqueñas. El Espectador, Enero 2 1924,

pág. 4.
212 Teresa Rozo-Moorhouse. Las mujeres y la poesía. En: Magdala Velasquez. (Ed) Las mujeres en la

historia de Colombia. Editorial Norma, 1995, págs. 213-253.


213 Anita Díaz. Vuelo de mariposas. Bogotá, Minerva, 1935
214 El Diario Comercio, Barranquilla, 1918, 1922, 1925.
215Guiobana BuenahoraLas publicaciones dirigidas al “bello sexo” y la educación femenina en Cartagena,

1871-1893. Tesis pregrado Lingüista y Literatura. Cartagena, Universidad de Cartagena. 2001.


216Guiobana Buenahora,Op Cit, pág. 29.
217 Mary Faith: Ideas y sentimientos, Tipografía de Vapor de Araujo, Cartagena, l901.
218 Entrevista realizada al maestro Enrique Grau, nieto de doña Concepción Jiménez de Araujo (1852-

1929) Hija de una familia acomodada de la ciudad, sus hermanos y tíos estudiaron en estados Unidos y
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Otras mujeres que escribían para El Porvenir eran Rosa Amelia de Delgado y Violeta del
Valle, ambas esposas de personalidades reconocidas en la ciudad y vinculados a los
periódicos de la ciudad como Camilo Delgado y Jacobo del Valle219.

Voces Femeninas en Lumbre: revista de cultura femenina y divulgación turística en


Cartagena

En 1949, la ciudad de Cartagena de Indias presenta ante la sociedad el primer número


de Lumbre, una revista de culturafemenina y divulgación turística.Bajo la dirección de
María Guerrero Palacio (Directora del Instituto Politécnico Femenino), también se le 111
atribuye el triunfo a María de León de Luna Ospina (Directora de extensión cultural) y
Emma Villa de Escallón (Autora de la Columna diaria “Números” del periódico
cartagenero “Diario de la Costa”)220, este trio de cartageneras, en su pedestal de una
cultura intelectual femenina, buscaban halagar en un sentido poético la Patria
cartagenera, desde su memoria histórica caribeña, la vanidad y la participación junto con
las luchasfemenina.

Entre algunas de sus principales colaboradoras, se destacan a las siguientes ilustres


mujeres cartageneras que llevaron a cabo el proyecto de mantener la revista Lumbre:

Emma Villa de Escallón, Directora del “Diario de la Costa”;


Meira del Mar;
Victoria Fadul, tesorera de “La junta cívica femenina”;
Josefina Tono de Covo, Directora de “La junta cívica femenina”;
HenaRodríguez Parra, Escultora y dibujante;
Judiht Porto, Directora de “Sociedad de Amor a Cartagena”.

Además de la participación de ilustres mujeres del Caribe, también encontramos


colaboraciones a nivel nacional y entre otras de mujeres provenientes de países
internacionales. No obstante, el principal destinatario de la revista Lumbreera el bello
sexo en general, era muy importante el contexto en donde se divulgo esta revista puesto
que sus componentes eran; políticos, morales y prácticos: “Dar debates políticos, dar
instrucción útil hacia la parte turística y cívica de Cartagena y dar buenos principios de
moralidad. Todo esto, sin descuidar un mínimo de su feminidad, según lo expresa la
revista, en un artículo de colaboración escrito desde la ciudad de Pasto por Josefina
Villota, en Mayo de 1949, cumplíacon las siguientes palabras:

Europa. Ella desde muy niña también viaja al exterior lo que le permite acercarse a un mundo que otras
mujeres de su condición y clase no tuvieron acceso.
219 Valiente, Francisco: Cartagena Ilustrada, Cartagena. Francisco Valiente e Hijos Editores. 1911, pág.

89.
220Biblioteca Nacional de Colombia. “LUMBRE”. En: Lumbre: revista de cultura femenina y divulgación

turística, Cartagena Mayo de 1949.


CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Mujer antes que todo y por encima de todo;
Mujer escribiendo, mujer actuando, mujer realizando una de aquellas grandes
transformaciones y que se dirían reservadas únicamente a la capacidad
varonil…221

Por ello en sus manos Lumbre nunca decrecerá en sus fulguros…


Por ello en sus manos Lumbre será siempre bandera de conquista…
Por ello en sus manos Lumbre ha llegado hasta estos rincones
colombianos…222
112
En la Revista Lumbre, hubo un reconocimiento de la educación y el trabajo femeninos,
en aquellas mujeres pertenecientes a la elite cartagenera, la cual tuvo la oportunidad de
sobre salir. La apertura, fundación de escuelas femeninas y la entrada y su derecho a la
educación superior permitió la visibilidad de estas mujeres dentro del campo escrito. Su
condición de clase, también les permite tener una conexión o redes entre otras mujeres
de su misma condición de otras ciudades e incluso países lo cual le atribute el
enriquecimiento a la revista. Sumando a todo esto el contexto político que se está
viviendo y por ello las publicaciones que se destacan dentro de los números.

En lo relacionado con el “deber ser” femenino, se trató de incorporar la idea que la mujer
debía ser útil y más independiente, todo esto es bajo el contexto de cambios que ellas
han tenido para el siglo XX.La estrategia adecuada para lograrlo era por medio de la
instrucción escritural en la revista y las actividades de difusión sobre el trabajo femenino,
el cual estaba permitido para ciertos espacios. En la revista Lumbre encontramos un
pequeño debate al respecto:

(…) a estas horas del sigloXX, después de las esplendidas conquistas realizadas
por la mujer, de su incorporación justa y eficiente a todas las actividades de la vida
ciudadana, hubiera gentes que tuvieran para juzgarla tan pacato criterio colonial.
(…) Las mujeres que trabajan en las oficinas son dignas como las que trabajan en
el recinto amable del hogar, y son merecedoras del respeto y del cariño de todas
las que se pasan las terceras partes de su vida en los salones de belleza, en las
casa de modas y en los costureros donde con lamentable frecuencia se pespuntan
por parejo telas y reputaciones; (…)223.

221Biblioteca Nacional de Colombia. “LUMBRE”. En: Lumbre: revista de cultura femenina y divulgación
turística, Cartagena Mayo de 1949.
222Biblioteca Nacional de Colombia. “LUMBRE”. En: Lumbre: revista de cultura femenina y divulgación

turística, Cartagena Mayo de 1949.


223Biblioteca Nacional de Colombia. “Las mujeres que trabajan”. En: Lumbre: revista de cultura femenina

y divulgación turística, Cartagena Mayo de 1949.


CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Y en medio de este señalamiento ellas continúan el debate afirmando:

las mujeres que trabajan se casan por amor; no se venden por trajes o por una
dorada ociosidad; el dinero que ganan es comodidad para sus padres, apoyo
para sus hermanos, educación para sus hijos, pan y drogas para muchos
necesitados; es alegría y holgura hogareña porque no se queda jamás en las
cantinas ni en los cafetines de los arrabales; ellas tienen más derecho a las
cosas de lujo porque las adquieren con su consagración y con el ejercicio de
su inteligencia y son más meritorias que aquellas que dejan224 .

113
No podía ser simplemente ornato de la sociedad, sino que debía estar preparada para
administrar los bienes de su familia o ganar su sustento en caso de quedar viuda o
desamparada, debería ocupare de los hijos, por eso las mujeres ilustradas que escriben
en las revistas femeninas van a insistir en el trabajo femenino y en una educación. Tal
como lo vemos en las anteriores referencias tomadas de Lumbre.

Otro factor muy destacado dentro de la escritura por mujeres se encuentra el caso de la
Universidad Femenina (Colegio Mayor de Bolívar), la mujer y sus derechos, la plenitud
de la ciudadanía, la condición femenina, en cuanto a sus derechos desde la segunda
mitad del siglo XIX en Colombia, las mujeres de la élite habían comenzado a mostrarse
inconformes debido a la precaria condición y la carencia de educación, que iba en
aumento por las restricciones basadas en el género. Ellas, señala Norma Villarreal, en
"especial las que habían alcanzado cierto nivel educativo, veían en <la educación una
frontera entre la subordinación y la liberación"225

Consideraciones finales

Las publicaciones femeninas en la prensa local y nacional buscaban servir de medio en


el proceso de instrucción de las mujeres del país, en las que hay una mayor producción
de escritos femeninos y se dan los inicios a la dirección de periódicos por parte de las
mujeres con la publicación dirigida por doña Soledad Acosta de Samper, La Mujer.
También vemos que cuando las mujeres empiezan a dirigir sus propios periódicos - 1910
hasta 1930 -, y pretenden dar un panorama de la situación femenina en el mundo y en el
país, cambios y avances, e informar sobre sus posibilidades reales en la educación
superior y el campo laboral.

224BibliotecaNacional de Colombia. “Las mujeres que trabajan”. En: Lumbre: revista de cultura femenina
y divulgación turística, Cartagena Mayo de 1949.
225 Norma Villarreal.Género y clase. Participación política de las mujeres colombiana. XI Jornadas de la

mujer latinoamericana, Bogotá, 1996.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Por su complejidad, valorar las concepciones que Soledad Acosta desarrolla en su revista
La Mujer sobre los géneros no es tarea fácil. Por un lado está el haber sacado la reflexión
femenina sobre su existencia y la de los hombres de los salones de costura y los diarios
íntimos, y haber defendido públicamente sus ideas en un medio donde los únicos que
habían opinado sobre el deber ser y la misión de cada uno de los géneros eran los
hombres. También constituyeron un avance sus posturas sobre la necesidad de una
mayor y mejor educación para las mujeres y el derecho femenino a ejercer una profesión;
así como el énfasis que puso en que los hombres también debían cultivar sus virtudes y
cumplir con sus deberes como padres y esposos; y el matrimonio como una opción
114
personal tanto para el hombre como para la mujer.

La importancia de estas mujeres que se debatieron entre el quehacer literario o artístico,


relegando en algunos casos su destino de casarse o simplemente negar su misión en la
tierra enviada por Dios, la cual era crear una familia y cuidar de su esposo e hijos, va mas
allá de su magnífica originalidad y genialidad. Más bien induce a conocer sobre su
transitar en un camino de rosas, pero también de espinas y que lograr trascender
aquellacondición no les fue fácil. Hacer visibles las mujeres en los periódicos y revistas
en una sociedad patriarcal significo aun a pesar de seguir los códigos y roles tradicionales
un avance en el pensamiento y en lo que puede significar la historia intelectual de las
mujeres en Colombia, rastrear su pensamiento en la prensa contribuye en ello.

En conclusión, brevemente hemos buscado acercarnos al encuentro que las mujeres en


Colombia, en especial las de la élite vinculadas a los periódicos y que dejaron escritos
para la posteridad no solo novelas, poesías, cuentos, obras de teatro y crónicas.. Al
mismo tiempo, reflexionar sobre sus creaciones, pues constituyeron ante todo, una vía
de visibilidad femenina en una sociedad que le negaba la participación en lo público.

La lectura de libros, periódicos, revistas, folletines que se incrementan durante los años
20s en Colombia y en Cartagena, le posibilitan a la mujer la experiencia que sólo puede
obtener a través de la lectura, pues su vida ante todo se desarrolla en el espacio
doméstico. Las lecturas recrean e incrementan las limitadas “imágenes femeninas” que
existían en su corta dimensión de vida “hogareña”.

Es posible que la mujer de la élite vivencie espacios para sí misma, pues comienza a ser
reconocida su escritura. Tal es el caso de Concepción Jiménez de Araujo, más conocida
en la literatura regional como Mary Faith226, quien en su condición de esposa de Antonio
Araujo, dueño y director del periódico El Porvenir “se dedicaba a la poesía, el cuento, la
escultura, leía literatura romántica. Su nieto recordaba que leía a George Sand, Barbara
Kartland, Charles Dickens, dos de sus novelas las publicaron en España y Argentina. Era

226 Mary Faith: Ideas y sentimientos, Tipografía de Vapor de Araujo, Cartagena, l901.
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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
una mujer especial, excepcional, en tiempos en que el común de las mujeres no escribían
y poco leían Ella había viajado por Europa y Estados Unidos”227. Otras mujeres que
escribían para El Porvenir eran Rosa Amelia de Delgado y Violeta del Valle, ambas
esposas de personalidades reconocidas en la ciudad y vinculados a los periódicos de la
ciudad como Camilo Delgado y Jacobo del Valle228.

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227 Entrevista realizada al maestro Enrique Grau, nieto de doña Concepción Jiménez de Araujo (1852-
1929) Hija de una familia acomodada de la ciudad, sus hermanos y tíos estudiaron en estados Unidos y
Europa. Ella desde muy niña también viaja al exterior lo que le permite acercarse a un mundo que otras
mujeres de su condición y clase no tuvieron acceso.
228 Valiente, Francisco: Cartagena Ilustrada, Cartagena. Francisco Valiente e Hijos Editores. 1911, pag 89.

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“¿QUÉ HACEN ELLAS AHÍ? MUJERES EN LA POLÍTICA CARTAGENERA

LIZETT PAOLA LÓPEZ BAJO229


Flacso Ecuador

En 1991 se suscribió una nueva carta política que trajo consigo cambios significativos –
al menos en el plano jurídico- en temas de equidad de género. Se suscribió la idea de
que el Estado debía promover las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y
119
adoptara medidas en favor de grupos discriminados o marginados. La educación es un
elemento clave en este proceso de transformación política y las mujeres se vieron
avocadas en las universidades colombianas que les brindó la posibilidad de ir ocupando
puestos importantes en la vida política del país. En Cartagena aunque el potencial
electoral femenino es mayor que el masculino la representación política y social en los
cargos de elección popular en las corporaciones públicas es poca. La participación
debería conllevar la incidencia política efectiva y el cambio gradual de las sociedades en
materia de inclusión de género; sin embargo, frente a los cambios legislativos en esta
materia la ciudad parece haberse estancado.

El objetivo de este trabajo es presentar un panorama de la participación de las mujeres


en la política de Cartagena como actores claves en los cargos de elección popular más
importantes de la ciudad –concejo distrital y alcaldía-. El análisis parte de una perspectiva
de género guiada por la siguiente pregunta: ¿son las mujeres agentes de cambio o
mantienen la idiosincrasia política de la ciudad? El marco teórico del cual partimos
sostiene que la noción de incidencia política y participación ciudadana es el de la
democracia genérica y la ciudadanía plena de las mujeres. En base a este
posicionamiento teórico analizaremos la participación política de la mujer en los últimos
15 años en la ciudad de Cartagena. El análisis contiene datos estadísticos tomados de la
Registraduría Nacional haciendo un balance sobre la participación femenina/masculina
de la ciudad en los procesos electorales. Los indicadores cuantitativos son un buen punto
de partida para analizar el acceso diferenciado de hombres y mujeres a las instancias de
poder (Yon Leau, 1996). Luego, abordaremos la incidencia política de la mujer desde el
trabajo que realizan estas ya elegidas y si se puede hablar de agentes de transformación
social en la cultura política y una representación femenina que se posiciona y se
consolida.

229Filósofa, Universidad de Cartagena. Candidata a Magister en Ciencias Políticas, becaria Flacso,


Ecuador.

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1. Repensar la democracia y la ciudadanía de las mujeres

Los principios liberales de libertad e igualdad han imperado en la teoría política por largo
tiempo en la tradición del pensamiento occidental. La democracia se concibe como
sistema representativo con derecho a votar y no con la idea de la actividad colectiva y
participativa de los ciudadanos en la esfera pública. La concepción del individuo como
portador de derechos, la democracia como sociedad capitalista de mercado y la política
como gobierno representativo hace que parezca estéril políticamente. No obstante, la
teoría liberal se ha mostrado eficaz en acabar con las restricciones de las mujeres como 120
individuos, pero se ha mostrado insuficiente para proveer conceptos que puedan ayudar
a entender los distintos tipos de interdependencia humana que hace parte de la vida de
las familias y los gobiernos o en articular una forma feminista de la “buena vida” (Dietz,
1991). La relación entre el feminismo y el liberalismo ha sido complicada justamente
porque los liberales dudaron en reconocer que su nueva concepción de la política tenía
implicaciones para las mujeres (Phillips, 2009).

Por distintas razones la crítica feminista hacia el modelo liberal ha estado orientada en
dejar al descubierto la realidad que se esconde detrás de la igualdad de oportunidades.
Este principio fundamental al liberalismo es insuficiente pues las mujeres quedan
atrapadas en una serie de conceptos liberales como: derechos, intereses, contratos,
individualismo, gobierno representativo, libertad negativa. La intención no es decir que el
acceso del cual parten este tipo de análisis no sea válido o relevante, lo que se afirma es
que se queda atrapado en las implicaciones de estos conceptos liberales. Por ejemplo,
si el criterio de ciudadanía es el disfrute de derechos o la búsqueda del libre mercado se
dejan de lado concepciones como la actividad cívica y el autogobierno participativo. La
idea de la igualdad es importante, pero en esta construcción de la igualdad se dejaron de
lado la heterogeneidad, la diversidad y la diferencia un nuevo énfasis hacia el que hay
que dirigirse (Barrett & Phillips, 2002).

La idea de una ciudadanía plena está ligada a la existencia de derechos y capacidades


para ejercerlos en los distintos ámbitos: social, económico y político. Por ello, se debe
pensar la ciudadanía y su producto colectivo, la democracia, en la que una gran parte de
la sociedad ejerza efectivamente su ciudadanía. Es necesario “enfatizar la importancia
de las capacidades simbólicas en el conjunto de las capacidades que conforman la
ciudadanía sustantiva (contenidos-prácticas) y no, confundir en las mujeres la ausencia
de capacidades con la dificultad del ejercicio práctico de las mismas” (ACSUR, 2007, pág.
15). Comprender la ciudadanía desde una perspectiva de género facilita la negociación
en la generación de procesos de cambio necesarios para mejorar la vida de hombres y
mujeres.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Como sostiene Marcela Lagarde (2005) “la democracia de género propone la
construcción de otro tipo de relaciones democráticas y otro modelo democrático que
incluya no solamente a las mujeres, sino que –más complejo aún– se modifique el
posicionamiento de los hombres y se establezcan relaciones democráticas entre los
géneros”. Esto es propicio para lo aquí planteado: una concepción de la ciudadanía debe
recurrir a las virtudes, relaciones y prácticas que son expresamente políticas y más
precisamente, participativas y democráticas. Se concibe la política como un espacio
colectivo y de participación ciudadana en la resolución de los conflictos de la comunidad.
Así, el espacio de la política es el barrio, la ciudad, la región o el Estado. Ampliar la noción
121
de política permite una mayor inclusión de los distintos sectores que componen la
comunidad política. La ciudadanía democrática consiste en “una práctica que no tiene
parangón; goza de un conjunto de relaciones, virtudes y principios propios. Su relación
es la de pares cívicos; la virtud que la orienta es el respeto mutuo; su principio primordial
es la “libertad positiva” de la democracia y el autogobierno y no simplemente la “libertad
negativa” de la no interferencia” (Dietz, 1991, págs. 119-120).

Para lograr este objetivo de transformación social se requiere superar el déficit


democrático del que se parte, el cual se entiende, como la participación desequilibrada
de hombres y mujeres en la participación política. Para superar esto es vital contar con
herramientas de incidencia política desde un enfoque de la transversalización del género
el cual no es más que el proceso de valoración de las implicaciones que tiene para
hombres y mujeres cualquier acción planeada, legislación políticas y programas, en
distintas áreas y niveles

Transversalizar, o incorporar una perspectiva de género, significa integrar el


enfoque de equidad de género de forma transversal en todas las políticas,
estrategias, programas, actividades administrativas y financieras e incluso en
la cultura institucional, para contribuir verdaderamente a un cambio en la
situación de desigualdad de género. Se trata de un proceso político y a la vez
técnico, que tiene como objetivo que todas las actividades contribuyan a cerrar
las brechas que persisten entre hombres y mujeres. (Valdés, 2007).

Desde esta perspectiva de la transversalización de género es posible dar cuenta de


aquellos factores que aún no permiten una inclusión total de la mujer que supere el campo
de lo formal y pase a ser efectivo en las prácticas cotidianas. En el contexto de América
Latina los avances en términos de ciudadanía femenina son el resultado de un contexto
oportuno: la redemocratización debido al proceso de reforma que dado su carácter
imparcial e incompleto le impuso límites. Es por esto que en los procesos de incidencia
política con respecto a las mujeres la participación real debe llevar a influir en la
implementación de las políticas y los programas públicos. Los siguientes elementos que
presentamos a continuación son esenciales en la conformación sobre las formas que

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
tienen para incidir las mujeres en la práctica de la política como campo de resistencias y
así generar una mayor integración:

1. Democracia interna (dentro de los partidos)


2. Recursos humanos y económicos
3. Conciencia
4. Disposición de lucha
5. Credibilidad
6. Poder de convocatoria
122
7. Capacidad de movilización
8. Buenos líderes y liderezas
9. Relaciones con actores(as) nacionales e internacionales
10. Alianzas

Dado que la incidencia política es un proceso acumulativo se requieren estrategias


variadas (WOLA, 2005). En relación con la perspectiva de género que aquí proponemos
en cuanto las mujeres participan y hacen política, deben disponer de una serie de
elementos que le permitan competir en igualdad de condiciones. La disposición de los
mismos recursos y de los mismos espacios de participación en la contienda política, como
lo son las campañas electorales. La incidencia política implica relación e interacción
permanente entre Estado y la sociedad civil que debe transformar las relaciones de poder
entre las instituciones del Estado y la ciudadanía hacia un modelo más democrático. Las
relaciones de poder también están expresadas en términos de género y por tanto, se
hace necesario la denuncia de los comportamientos sexistas que mantienen a las
mujeres en un segundo plano en la práctica política.

Lo que aquí se pone de relieve es la construcción de la relación entre el Estado y las


mujeres. El liberalismo ha admitido la intervención del Estado sobre las mujeres como
individuos abstractos con derechos abstractos sin tener en cuenta las limitaciones de
esas nociones en términos de género. Esto debe entenderse en la creación de leyes que
no responden a la realidad específica de las mujeres ni a sus preocupaciones “la ley
institucionaliza el poder de los hombres sobre las mujeres desde el momento en que
quienes detentan el poder, que no son las mujeres, diseñan las normas e instituciones
de la sociedad” (García, 2011, pág. 15). La distribución del status y del poder político en
función del género daña seriamente a la mujer. El Estado es entonces una herramienta
de dominio y opresión y la ley sirve de instrumento ideologizador de manera que –aunque
esta visión pueda resultar un poco pesimista- cada logro es un engaño y cada perdida se
hace irreversible. Tal es el ejemplo de la ley de cuotas.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
La ley de cuotas es una medida de reparación “destinada a tomar en cuenta el hecho de
que la igualdad de oportunidades no garantiza la igualdad de resultados si las condiciones
entre los competidores son desiguales” (Molyneux, 2008, pág. 26). En Colombia, la ley
de cuotas (ley 1475 de 2011) creó un gran malestar entre los partidos políticos. En los
territorios, municipios y consejos municipales las mujeres recibían agresiones por parte
de sus colegas políticos, incluso de su mismo partido para que dejaran la campaña
política (Ruiz Navarro, 2014). Aunque la ley señala que los partidos deben dar
acompañamiento a las mujeres, más exactamente acompañamiento y capacitación
política a los grupos minoritarios y mujeres, esto no se cumple.
123
Al interior de los partidos se maneja la creencia de que las mujeres no sabrían recaudar
dinero para las campañas y menos aún mantenerlo. Esto es más bien efecto de que las
mujeres son nuevas en la política y no tienen contactos con la vieja maquinaria de las
campañas electorales. Incluso esta ley tuvo muchas resistencias pues se veía como una
forma de favoritismo o desigualdad. El entonces senador German Vargas Lleras, pasó
un proyecto de ley para revocarla. Tampoco se puede calcular con exactitud la efectividad
de la ley. El incentivo del 5% para los partidos que más mujeres elijan o acciones
afirmativas para que las mujeres conformen los cuadros directivos y de financiamiento de
los partidos no han sido ejecutados por estos (Ruiz Navarro, 2014).

2. Cartagena y la política

El panorama nacional se replica en las ciudades con las particularidades y los contextos
propios de las ciudades. Un artículo del 10 de mayo de 2015 publicado en El Espectador
titulado: “El desempeño de Bogotá comparado”230 hacía un balance sobre la situación
fiscal de Bogotá en comparación con Barranquilla, Cartagena y Medellín durante los
últimos años. De Cartagena y Barranquilla la columna hace énfasis en los pobres
comportamientos fiscales y agrega:

En las ciudades de la costa existía una corrupción endémica, las empresas públicas que
habían sido canibalizadas por los políticos fueron rematadas en licitaciones poco
transparentes que las dejaron con servicios caros y de baja calidad; en algunas de ellas,
el recaudo fue entregado a concesionarios privados surgidos del crimen organizado. Era
inaudito que el monopolio de la fiscalidad, que es la marca del Estado moderno, estuviera
en manos privadas.

Para el 2014 el autor del artículo ve una realidad distinta para Medellín, Bogotá y
Barranquilla con respecto a su situación fiscal, no menciona a Cartagena. La evidente

230http://www.elespectador.com/opinion/el-desempeno-fiscal-de-bogota-comparado

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
crisis política de la ciudad tiene distintos matices y aristas: corrupción, criminalidad,
violencia, exclusión. Esta última se da en distintos niveles y escenarios y la exclusión de
género no sería la excepción. De los 15 alcaldes que ha tenido la ciudad, desde que estos
son elegidos por voto popular, dos han sido mujeres, una de las cuales ha sido designada
por el presidente mediante decreto y la una sola mujer en el cargo más importante elegida
por voto popular. Así mismo, en las últimas tres elecciones regulares231 cada elección de
alcalde de la ciudad esta ha contado con la participación de una mujer. Sólo en la
segunda, una mujer es elegida para el cargo con una votación significativa, en especial,
luego de la crisis política que se vivió en Cartagena desde el 2005 con la destitución del
124
alcalde. Para las elecciones de 2003 la única mujer candidata sólo consigue un 0.88%
de los votos posibles (figura 1). La única candidata femenina se ubica en el puesto
número 6 encima de otros competidores políticos; sin embargo, el número de votos
obtenidos y la brecha entre ella y el ganador de las elecciones dan cuenta de una
diferencia significativa tanto en lo que tiene que ver con el manejo de maquinaria política,
alianzas, poder de convocatoria y capacidad de movilización, elementos claves en la
incidencia política.

Ilustración 1Votación para alcaldía 2003

231 La ciudad ha tenido dos elecciones atípicas desde el 2000. La primera en el 2005 para completar el
periodo hasta 2007 y la segunda, en 2013 a causa de la muerte del alcalde.
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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Fuente: Registraduría Nacional

En las elecciones del 2007 puede considerarse como un hecho sin precedentes que una
mujer haya sido elegida por voto popular, hecho además simbólico puesto que la
votación le otorgó un 44. 23% del total de votos escrutados una relevancia significativa
con respecto a su contendor (hombre) más cercano (figura 2).

125

Ilustración 2 Elecciones alcaldía 2007

Fuente: Registraduría Nacional

Resulta significativo, puesto que la ciudad venía de un momento de crisis política que dio
origen a un movimiento de ciudadanos organizados en contra de la política tradicional, lo
que le daba un carácter novedoso a la campaña. Según el Plan de política pública en
materia de equidad de género 2008-2019 diseñado durante esta administración los
efectos más importantes tienen que ver con el cumplimiento de la ley de cuotas de
mujeres en cargos directivos de libre nombramiento en la ciudad—ley 581 del 2000—,
con el 42,6% de secretarias de despacho y el 50% de directoras en departamentos
administrativos.

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
126

Ilustración 3 Elecciones alcaldía 2011

Fuente: Registraduría Nacional

En las elecciones del 2011, la única candidata mujer obtuvo un 17. 96 % del total de los
votos, con un amplio margen de distancia entre la candidata y el alcalde elegido, pese a
ello, ocupó el segundo lugar de votación. Cabe resaltar un hecho importante dentro de la
campaña de este año, en primer lugar la única candidata a la alcaldía había sido
concejala del distrito desde finales de la década de los noventa, lo que la hacía tener una
amplia experticia en la política local, además, de una red política conformada por líderes
en las comunidades, trabajo de base que hizo cuando era concejala de la ciudad 232, así
como otros sectores. A pesar de ello, la alianza con el PIN (Partido Integración Nacional)
pudo influir en su no elección como alcaldesa, por otra parte, aunque como concejal del
distrito estuvo vinculada al partido Cambio Radical su candidatura la hizo con un
movimiento independiente, este cambio puede significar un retiro del aval del partido a la
candidatura.

En base a estos resultados podemos señalar algunos elementos importantes del proceso
electoral en la ciudad. El primero sería la polarización de los votos hacia un candidato y

232
http://www.elespectador.com/noticias/politica/nexos-politicos-y-financistas-de-campanas-el-debate-car-
articulo-299175
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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dos los bajos resultados obtenidos por las candidatas mujeres, al menos en dos de las
elecciones. Ahora bien, como señalamos anteriormente, los partidos políticos reciben
incentivos si inscriben más mujeres en las campañas políticas, sucede que a pesar de
ello, en las listas al concejo que tienen listas preferentes estas aparecen debajo de los
candidatos hombres. Así en las últimas tres elecciones sólo dos mujeres han obtenido
los votos suficientes para ganar una curul en el concejo distrital. De los diecinueve
concejales sólo hay dos mujeres lo que representa un 10% de la conformación del distrito.
Si se piensa detenidamente en una corporación donde podría haber mayor inclusión de
mujeres no la hay. Pese a los logros alcanzados la participación política de las mujeres
127
en los cargos públicos sigue siendo escasa la cifra de mujeres en el concejo de Cartagena
es inferior al promedio nacional de concejalas que asciende a 14,5%, el que a su vez está
por debajo del promedio mundial con 18,2%. Esto muestra el grado de desigualdad en
temas de género de la ciudad con respecto al país.

3. Percepciones

¿Son las mujeres agentes de cambio o por el contrario mantienes la idiosincrasia política
de la ciudad? Esta es la pregunta que ha guiado la presente investigación, en base a lo
expuesto trataremos de responder. Esta pregunta no tiene una única respuesta. El
acceso de las mujeres a la política de la ciudad ha sido un logro; sin embargo, como se
señalaba al principio el acceso no es suficiente pues se queda atrapada en el plano de lo
retórico ya que en la práctica las garantías no son suficientes para la real participación y
consolidación de una fuerza femenina. En la práctica política es común la desestimación
de las opiniones de las mujeres que va desde no preguntarle nada hasta el trato
displicente (Ruiz Navarro, 2014). Si bien no es políticamente correcto excluir a las
mujeres existen mecanismos sutiles para hacerlo como comentarios sobre las
desventajas de participar, en especial, si tiene familia.

En la política local si bien el hecho histórico que marcó que una mujer ganara la alcaldía
de la ciudad, las prácticas políticas de las mujeres han sido similares a los hombres.
Desde escándalos de corrupción y prácticas clientelares, la ciudad no podría hacer una
distinción entre formas sustanciales de hacer gobierno de hombres y mujeres. Los
informes sobre las elecciones en Cartagena, siempre han señalado los riesgos durante
las campañas, la alteración del orden público, la intervención de funcionarios del sector
público, la venta y compra de voto, entre otros. Las prácticas clientelares están tan
arraigadas en la forma de hacer política que parece una ley implícita que si un candidato
o candidata no hace uso de ellas es posible que no gane.

En el último informe de Cartagena como Vamos en materia de género las encuestas


mostraron que a pesar del ingreso de las mujeres en la política, la discriminación se

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mantiene, llama la atención que sea el ambiente político donde las cifras muestren un
aumento significativo de un 38% en el 2013 frente a un 20% con respecto al año anterior.
Habría que tratar de entender los factores que pudieron haber influido en este cambio, si
tenemos en cuenta que durante el 2011 era de un 34% pero luego baja a un 20% al año
siguiente para luego volver a subir. Comparando los porcentajes del sector trabajo,
política y domestico la percepción sobre discriminación sean los más altos. Esto nos
puede dar un índice de que sean estos justamente los espacios donde la violencia está
más recrudecida. La familia también puede ser un espacio donde se evidencian grandes
abusos.
128

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4. A manera de conclusión
Como agentes de cambios no sólo con respecto a las formas de hacer política sino
también en la visibilización de la figura femenina y su empoderamiento, las mujeres en la
política deberían ser protagonistas. Ni en las estadísticas ni en las prácticas cotidianas
encontramos que así sea. Establecer una conexión que permita establecer la relación
sobre como el sector del empleo, la política y lo domestico representan los espacios de
mayor discriminación hacia las mujeres, debe ser una tarea de académicas pero también
del trabajo en políticas públicas de la ciudad. Finalmente, la inclusión de la política de las
mujeres no sólo debe ser numérica sino también de incidencia política. Esto también 129
requiere de la construcción de un renovado proyecto político de ciudad que permita por
un lado, hacer una inclusión real de ciertos sectores sociales y por otro, cambiar las
formas tradiciones de hacer política.

Bibliografía

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130

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“YO, CEFERINA BÁNQUEZ, MUJER NEGRA Y CANTADORA DE GUAMANGA,
BOLÍVAR”:
MUJER AFRO (DESPLAZADA) Y CULTURA EN EL CARIBE COLOMBIANO233

LIGIA S. ALDANA234
State University of New York at New Paltz

131
A Ceferina Banquez, mujer afro y cantadora
de Guamanga, Bolívar, en solidaridad
y con inmensa admiración y respeto.
Que tu canto le traiga la paz a nuestro pueblo.
Que no olvidemos para no repetir el dolor.

Ceferina Banquez, la ya legendaria intérprete de bullerengue sentao de Guamanga, se


ha convertido en una de las cantadoras más importantes del Caribe colombiano,
uniéndose así a una tradición ancestral de cantadoras de la región. Parto del testimonio
de Ceferina sobre su triple desplazamiento y regreso a su tierra para agregar su voz al
coro de mujeres afro desplazadas y así tejer la jornada de ya miles de mujeres afro,
indígenas y campesinas en Colombia. Este trabajo es el inicio de una nueva línea de
análisis y estudio que comparto públicamente en este foro. Así que espero sus
comentarios para seguir redondeando este proyecto crítico en torno a la mujer afro,
cultura y resistencia.

Las voces de las mujeres colombianas en general afectadas por el conflicto armado se
han alzado y continúan alzándose para denunciar su lucha, su situación y exigir atención,
resolución y reparación por una experiencia de desarraigo y violencia que ha adquirido
proporciones insólitas. Dentro de esta multitud de voces, la voz de Ceferina se alza en
canto con el propósito de recordar para no olvidar, y así evitar repetir la violencia que
ella y su familia han sufrido, al igual que para denunciar su victimización, con un estridente
grito/canto rebelde, a veces codificado, siempre escueto, que renuncia a resignarse y a
ser silenciado. Arguyo que, a pesar de que Ceferina admite su previa condición de
desplazada, las experiencias que la marcaron durante ese periodo de su vida le
proporcionaron las herramientas para un proceso que Flor Edilma Osorio Pérez
denomina de re-estructuración (28), el cual utiliza la memoria para "sanar' la ruptura
simbólica, además del quebrantamiento "real," producidos por la violencia y el

233 El testimonio completo de Ceferina Banquez fue recogido por el profesor y comunicador de la
Universidad de Cartagena, David Lara.
234 Profesora en el Departamento de Lenguas State University of New York at New Paltz.

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desplazamiento forzado. Ceferina se embarca en este proceso de cura y re-
estructuración personal a través del canto, decidida no solo a sobrevivir, sino también a
no dejar morir una importante y significativa tradición oral de cantos ancestrales, el
bullerengue sentao, la chalupa, el fandango, de los que no solo ella es parte, sino también
muchas de sus tías y otros miembros de su familia. Por otro lado, el objetivo de Ceferina
es también mantener esa conexión Diaspórica que siente, que la define como mujer afro
en un espacio regional que hace de ella una mujer agricultora en una comunidad de
comida/de alimentos, de acuerdo al concepto de Carlo Petrini en Manifesto on the Future
of Food and Seed/Manifiesto sobre el futuro de los alimentos y las semillas 235 editado por
132
Vandana Shiva. Así, Ceferina actúa sobre su condición de marginada y desplazada,
consigue regresar a su tierra, sobrepasa el miedo y responde a la violencia con renovada
fuerza a través de un canto denunciatorio y alegre, poderoso e innovador, que inyecta la
producción cultural de la zona de los Montes de María de una expresión ancestral ahora
marcada por el desplazamiento, el terrorismo y el miedo.

Tres elementos particulares son evidentes en el texto de Ceferina vistos a través de su


experiencia de desplazamiento forzado después de los hechos y procesados por la
memoria: su relación con la tierra como fuente de sustento y como lugar de nacimiento,
su consciencia de pertenencia a su familia de sangre y a su colectividad, y su respuesta
al miedo, al conflicto armado y a la violencia que experimenta en carne propia y como
parte de una comunidad rural desprotegida. El hilo que enlaza estos tres aspectos del
testimonio de Ceferina es una consciencia de ser mujer afro definida por una historia
común, Diaspórica, que la conecta con una colectividad pan afro americana que nutre su
canto, su determinación a vivir de forma llena, feliz y productiva -en paz- un derecho de
todo ser humano.

A grandes rasgos, vale la pena mencionar algunos datos sobre el lugar de origen de
Ceferina. Ella es de Guamanga, Bolívar, un corregimiento de San Isidro, el cual está bajo
la jurisdicción de El Carmen de Bolívar, mi lugar de nacimiento. El mero hecho de ser
parte de los legendarios Montes de María una región de palenques, foco de resistencia y
tierra fértil, cimarrona, altamente codiciada por sus recursos naturales, hace de
Guamanga un locus de memoria afro que existía en aparente calma hasta la llegada de
los "armados." Los Montes de María son uno de los focos identificados como parte del
problemático Programa de Consolidación, centrado en la restitución de la tierra a sus
previos dueños afro, campesinos e indígenas también, no sin controversiales
características.

Vale la pena examinar un par de ideas importantes relacionadas a las teorías de la


violencia y los conflictos armados y sociales. El investigador africano Otunnu Ogenga en

235
Todas las traducciones del inglés al español son mías.
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su artículo "Conflict, Population Displacement, and Conflict Resolution/Conflicto,
desplazamiento de población y resolución de conflicto" en la revista Refuge/Refugio se
rehusa a aceptar la teoría de K. Lorenz, la cual establece que la violencia es parte central
de la naturaleza humana. Ogenga se adhiere a las propuestas avanzadas por varios
investigadores, quienes afirman que la imitación y el aprendizaje social son una
explicación alternativa de las causas de la violencia (2). A. Bandura dice que "mediante
la observación de los demás…uno forma las reglas de conducta, y en futuras ocasiones
esta información codificada sirve como una guía para la acción" (Citado en Ogenga 2).
Este concepto, aunque parece evidente a primera vista, ha requerido de estudios
133
detallados de los conflictos en África, en el Medio Oriente, etc. Además, dice Ogenga, los
factores y condiciones que hacen las sociedades propensas a la violencia incluyen tanto
regímenes ilegítimos y despóticos; elementos étnicos, raciales, religiosos, de género,
discriminación cultural y económica, y la carencia de recursos de todo tipo (2). La
inclinación de Ceferina a crear espacios de paz y de resistencia a través del canto nos
puede llevar a afirmar que los modelos que nutrieron y que nutren sus acciones provienen
de esa larga trayectoria artística, de su amor por la generosa tierra en la que creció y su
afán por vivir una vida digna. Dichos modelos se derivan de sus tías y familiares
cantadores y músicos, de la estrecha relación con la tierra y con su comunidad. Por tanto,
Ceferina sabe que la violencia no es el camino, y que su canto puede traerle atención al
dolor de su gente, de su comunidad y de su región.

De acuerdo a la profesora Flor Edilma Osorio Pérez, "las personas que han sufrido
desplazamiento forzado se han ido constituyendo en actores políticos que buscan
colectivamente afrontar las incertidumbres, la ausencia de respuestas institucionales y la
poca solidaridad de sus conciudadanos" (2). Ceferina, como cantadora tres veces
desplazada, pasa de ser artista para convertirse en una cultora política, a pesar de que
ella misma no lo reconoce. Se enfatiza entre las personas desplazadas, dice Osorio
Pérez, la construcción de "sentidos de pertenencia e identidad, no sólo a partir de la
experiencia de acción colectiva dirigida hacia terceros sino también en sus relaciones
vitales cotidianas y las experiencias de destierro compartidas…sus denominaciones
insisten en el desplazamiento, sus lugares de origen, sus raíces étnicas y en muchos
casos resaltan la condición de mujeres jefas de hogar de sus integrantes, como referentes
identitarios colectivos" (2). Todos estos elementos forman parte de la narrativa de las
canciones de Ceferina. Igualmente, dice Osorio Pérez, las personas, "quienes viven el
desplazamiento forzado van rehaciendo una noción de ciudadanía potencial, que implica
su condición de sujetos de derecho -así no los disfrute-, una percepción del Estado como
el adversario‟ al cual reclamarlos -así no lo pueda hacer- y una pertenencia a una
sociedad nacional mayor -así los rechace- (5), y añado, se acogen a prácticas culturales
que las empoderan, al reclamar tradiciones ancestrales, capacidades artísticas de
herencia familiar, y retomar su tierra para producir su subsistencia y reclamar su dignidad.

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El énfasis que Ceferina hace en su testimonio es sobre la fertilidad de la tierra y el valor
humano de su comunidad.

En cuanto al papel de Ceferina como mujer afro desplazada en la escena cultural de la


costa, y la contribución de su testimonio al proceso de construcción de un corpus de la
verdad en Colombia, es necesario subrayar cómo su testimonio apunta al costo humano
del desplazamiento forzado en el país. Osorio Pérez dice que el desplazamiento

"es una experiencia violenta que produce cambios radicales y abruptos en las
vidas individuales y colectivas. Se trata de una situación social contradictoria 134
en que las víctimas exigen la restitución social e institucional de sus derechos
al mismo tiempo que son estigmatizadas. La pérdida de sus hogares y los
referentes de identidad que la acompaña…es una poderosa experiencia
traumática de exclusión social (29)"

A pesar de que la memoria reorganiza los eventos en la psique de Cefo, como se le llama
cariñosamente, su testimonio está impregnado del trauma y el dolor de su
desplazamiento.

Dividido en tres secciones, de acuerdo a mi lectura, el testimonio de Ceferina Banquez


ilustra todos los elementos asociados con la experiencia del desplazamiento discutida
por los teóricos que mencioné anteriormente, marcado por una identidad afro individual,
colectiva y Diaspórica. La narrativa recorre momentos clave de la vida de Ceferina desde
su infancia en Guamanga, hasta sus desplazamientos y regreso. Ceferina hace un
esfuerzo por compartir las consecuencias del desplazamiento a un nivel muy personal,
al tiempo que legitima y da a conocer la historia de la colectividad a la que pertenece, a
través de una continua desestabilización de su yo narrativo, al referirse a sí misma como
"uno," y al incluir repetidos comentarios sobre las experiencias de otros
afrodescendientes, quienes compartieron sucesos que Cefo considera aún peor que los
suyos. Ceferina tiene claro que su sufrimiento es también el de las miles de mujeres que
continúan sufriendo los efectos del conflicto armado, ya que

"la violencia que se ejerce en el marco del conflicto armado interno colombiano
clara y deliberadamente afecta a las mujeres , tanto cualitativa como
cuantitativamente (Corte Constitucional, 2008: 22) ... el género de las mujeres
impone características y cargas extraordinarias en el contexto del conflicto
armado que lleva al desplazamiento, como víctimas de actos violentos. . . se
ven obligadas a asumir roles familiares, económicos y sociales que difieren de
sus usuales. . . [y esto] implica materiales y cargas psicológicas de naturaleza
extrema y repentina (16-17). Más de la mitad de la población desplazada está
compuesta por mujeres y niñas. El número de mujeres a cargo de los hogares
aumenta significativamente con el desplazamiento forzado: mientras que las
jefas de hogar representan el 28,1 por ciento de la población nacional, esta tasa

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alcanza el 46 por ciento entre los desplazados, la edad promedio nacional para
las viudas es de 50 años, en el caso de las mujeres desplazadas es 34 (32)"

Viuda a los veintitantos años, Ceferina ofrece una clara historia personal que detalla su
ardua tarea como cabeza de familia y madre de seis hijos. En nueve páginas, Cefo habla
de los sucesos que ocurren desde su nacimiento hasta el minuto en que vive. Es una
historia de trabajo en una tierra "buen[a] porque lo que usted siembre nace" (1), con "una
infancia de campo" (1) cerca de su madre en todo momento, recogiendo arroz en otras
fincas, sembrando en la tierra de su padre, cocinando, entrenándose para todas las
tareas del campo y del hogar. Pinta así Ceferina una situación familiar idílica, repleta de 135
labores arduas, pero dentro de una realidad coherente y de gran significado para ella,
digna. Una referencia somera de una sola línea, plasma una verdad que tal vez sopesa
de forma diferente en el momento de su acto de narrar, después de su desplazamiento:
"En aquella época a las niñas no las mandaban al colegio, porque a uno le enseñaban a
lavar, a cocinar, a preparar la tierra para sembrar maíz, a hacer bollos de maíz biche. Por
eso no fui al colegio" (1). Sus recuerdos de lo que ve en el contexto actual como una
carencia --la falta de educación formal-- están regidos por un sentido de responsabilidad
y una clara aceptación de una premisa dada --las niñas no recibían una educación formal
a razón de una necesidad familiar y social: su papel es el de trabajadora de campo para
aportar a la supervivencia de su familia, de su círculo social, y para prepararse para
producir su propio sustento y el de sus hijos.

La referencia a la falta de escuela es la única ocasión en la que Ceferina comparte un


sentimiento de algo parecido a un descontento por una circunstancia de su vida, antes
de verse ante la necesidad de abandonar su tierra. Aún el recuerdo de su temprana unión
matrimonial informal a los quince años, tan joven que el sacerdote del pueblo se negó a
casarla, parece centrarse más en la dote que Francisco, su compañero, recibió del padre
de Ceferina. Con la dote, dice Ceferina, "compré una novilla, con la que fui haciendo más
cría y negocios, hasta que completé nueve reses que nos daban para vivir sin problemas"
(1). Una y otra vez, Ceferina reitera la abundancia de alimentos --leche, yuca, arroz--
porque "Guamanga es una tierra buena" (1), de gran forma trayendo a colación la posible
razón de su usurpación por agentes armados: "[C]on la tierra que usted tenía, según iba
necesitando la naturaleza le daba" (2). Enfáticamente, Ceferina concluye en la sección
sobre su infancia: "Yo vivía una infancia feliz allí, con mis tías que eran cantadoras de
bullerengue…la vida era tranquila hasta que llegaron los hombres armados" (2). La
mención de la irrupción de estos agentes de violencia en el espacio de Ceferina crea una
ruptura en la narrativa que subraya el momento de su vida en que su realidad se fractura
por completo, y Guamanga pasa de ser un paraíso seguro a ser un espacio de muerte y
terror, lo que la obliga a abandonarlo con la ropa que tenía puesta y seis hijos. Es este
momento del texto y de la vida de Ceferina donde el miedo y la ansiedad inundan su

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existencia, pero estos sentimientos que podrían ser paralizantes, terminan por obligarla
a canalizar los mismos a través de la música.

Es obvio que Ceferina siente una gran ansiedad en el punto en que la violencia llega a
las puertas de su hogar, al admitir que "[ella] vivía muy nervios[a]" (2) al ver la llegada de
hombres armados a Guamanga. El sentimiento de miedo es descrito por Ceferina como
un proceso: "uno fue cogiendo miedo, porque [los hombres armados] ya andaban cerca
de las fincas, preguntándole a uno, y uno ni sabía cuál era cuál, porque todos usaban el
mismo uniforme" (2). Para Ceferina, y para los otros habitantes de Guamanga, la
136
violencia a la que se ven sometidos es igual, no importa la fuente ni la intensidad o calidad
de la misma. Lo clave para Ceferina y para su comunidad es la zozobra y el terror bajo
los que se ven obligados a vivir, con una clara cognición de su falta de poder frente a la
violencia: "póngase usted a pensar [dice Ceferina] cómo le dice uno no a esa gente
armada, ellos armados con rifles, y escopetas buenas, y toda clase de armas grandes, y
uno si acaso tenía un machete para cortar plátano. Eso así no podía funcionar. Uno vivía
nervioso" (2). Ese vivir "en medio de los conflictos, y las balas" (2) crea en Ceferina y en
su comunidad el sentimiento de premura, de urgencia que la empuja a desplazarse y a
encontrar eventualmente un vehículo de denuncia.

En las palabras mismas de Ceferina se puede percibir un aire de confusión y un deseo


de encontrarle una respuesta coherente y satisfactoria a la violencia que vive y a su
posterior desplazamiento. Su invitación al entrevistador/lector: "Póngase usted a pensar"
(2) indica lo que ella ve como una necesidad imperante de parte de todos en la sociedad
en general de encontrar la razón de ser del terror que llega a su espacio, los asesinatos
generalizados, la exhibición de la muerte. Efectivamente, a pesar de los constantes
bombardeos y la presencia de los uniformados, Ceferina sólo se desplaza al Magdalena
a trabajar en tierras ajenas, después de la muerte de Donisel, el cuñado de su hermano:
"Lo encontraron muerto en el arroyo de Guamanga, cerca de la finca que nosotros
teníamos. Le abrieron el estómago, le metieron unas piedras y lo cosieron con alambre
de púa. Tenía como 30 años. Era agricultor y sembraba. Decían que lo había matado la
guerrilla, o que eran los 'paracos,' pero de eso nunca se supo" (3). Su hermano Alejo
Banquez también decidió huir y no regresar más, al verse acosado por todos los bandos
de uniformados, ejército, guerrillas y 'paracos,' porque dice Ceferina "[e]ran dos bandos,
los 'paracos' y las guerrillas, y el ejército también, pero esos aparecieron después" (3).
Se reitera aquí la falta de importancia de la fuente de violencia, sus agentes. El foco es
la violencia misma y sus resultados: la muerte violenta, cruel, la deshumanización de los
seres queridos, el terror causado a toda la comunidad, no solo a Ceferina misma, la
incertidumbre del mañana, la imposibilidad de entender al menos la razones de las
pérdidas. La vida errante de Ceferina duraría 18 años. Durante casi dos décadas,

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Ceferina trabajó en tierra ajena en fincas y plantaciones de banano, perseguida por la
violencia, con sus hijos e hijas en diferentes lugares y relegada a laborar para otros.

El antropólogo Jaime Arocha, en su artículo "Desarraigo," habla de las circunstancias en


que se ven obligadas a sobrevivir las mujeres afro y sus familias, previamente
completamente independientes, en una vida pobre, pero digna. Su nueva realidad, dice
Arocha, es el resultado de "la invisibilidad de la que han sido objeto estos grupos por
cuenta del ‘andinocentrismo’, una forma de pensar muy arraigada en los colombianos…
el gobierno central no se ubica desde las lógicas y la cultura de los pueblos étnicos y eso
137
se traduce en megaproyectos de desarrollo infraestructural y económico...a ellos los
transforma, de campesinos autónomos, en unos trabajadores cuyas condiciones
socioeconómicas son parecidas a las que rodearon la vida de los esclavizados”
(Universia).

Pero Ceferina no se deja amedrentar. "Ahí en el Sena [dice] fue que yo me hice
cantadora…Cuando yo salí la primera vez desplazada, yo compuse mi primera canción
completa, que se llama "Echando sangre por la nariz" (Banquez 6). La primera versión
de la canción habla de su experiencia con un accidente en su infancia cuando se cayó y
se partió la nariz. "Y yo que cantaba/y yo que jugaba/ y echando sangre por la nariz" (6).
Por una parte, Ceferina ve la necesidad de mantener una tradición musical familiar
importante en su vida personal y en su comunidad. De hecho, en su testimonio, Ceferina
incluye un pasaje extenso en el cual menciona a todos los familiares conocidos por su
talento musical, y entrelaza la música con su infancia, la cual es parte del paisaje que
pinta de forma idílica al principio del texto: "Yo viví una infancia feliz allí [en Guamanga],
con mis tías también que eran cantadoras de bullerengue, porque yo vengo de una familia
de músicos, de cantadoras, y de sexteteros" (2), comentarios seguidos de una larga lista
de nombres de reconocidos cantautores de su región, con mención especial de su propios
hermanos acordeoneros y compositores. Esta sección del texto dedicada a la música y a
su posición en la escena musical de Guamanga, es el preámbulo a la sección de la
violencia, cuando la narrativa toma un giro diferente y siniestro. La música desaparece
del universo del texto hasta que el relato de Ceferina la trae de vuelta a la región, cerca
de Guamanga. O sea, la memoria de Ceferina reorganiza el orden de los hechos (infancia
idílica, viudez y desplazamiento) y privilegia la música al posicionar su carrera musical en
el texto antes de su desplazamiento, a pesar de que su incursión formal en el escenario
y la grabación de su primer CD Cantos ancestrales de Guamanga, ocurre después de su
huida.

La música combina los recuerdos de esa infancia feliz pre-violencia y desplazamiento, su


niñez y juventud, con la etapa del regreso "ahora ya vieja" (6). "Pegué los
recuerdos”…"Salí desplazada,/ salí de Guamanga,/ y echando sangre, por la nariz" (7).

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La sangre de un accidente de infancia se convierte en la sangre derramada por actos
violentos calculados, crueles, ejecutados con fines claros y razones políticas y
económicas. Hija de tierra de palenques, de Guamanga, Ceferina está al tanto de su
identidad afro, y aún más, habita su individualidad afro ya reconocida jurídicamente para
afirmar una libertad la cual, aunque frágil, le permite re-examinar un pasado esclavo
común y cómo éste encaja en una historia nacional que ignora su realidad local.
Y es en la coyuntura que ofrecen sus palabras al hacer referencia a los logros de los
afrodescendientes en Colombia en la que plenamente el texto nos comunica la
humanidad de Cefo, su determinación y decisión de "no dejarse"-de sobrevivir, de
138
sembrar la tierra para que siga, como su vida, dando la cosecha de música, familia,
alegría. Consciente también de los logros de sus hermanos afro más allá de los límites
de Colombia, Cefo cierra su testimonio refiriéndose al Presidente Barak Obama:

"Ahora hay negros preparados. Son médicos y profesionales, y hasta un


presidente, que es Obama. Yo lo menciono en una décima que compuse por todo
lo que viví y la situación del país que hemos vivido, dice: Como yo soy desplaza/
de los Montes de María/ hice esta composición/ porque mataron a mi sobrino/ el
año 93 mataron a Donisel,/ le mandaron un papel, era pa’ que lo supiera/ como
era mi sobrino/ tuve que coger camino, y me fui pa’ el Magdalena/ oh Colombia oh
Colombia/ la nación más complicada/ que la guerra no se acaba/ y nunca le ponen
fin/ yo tengo que hablar con Santos y con el presidente Obama, para que se acabe
la fama, que la perdición de Colombia, es el plomo y la marihuana" (8)

Para Ceferina la cosa está clara: la guerra no ha terminado, los afros siguen luchando y
su responsabilidad como cantadora es continuar alegrando a su pueblo al tiempo que
utiliza su canto para recordar para no olvidar y para que nosotros todos no olvidemos que
aún en los Montes de María la violencia no puede ser obliterada ni siquiera por el
bullerengue ni la chalupa.

Silva de Oliveira y Vieira discuten el valor de los artefactos culturales dentro del marco
del consumo y afirman que, tanto lo consumido como lo producido por la mujer negra
tiene valor simbólico y material. Para este estudio lo que se produce es lo importante. En
el caso de la música y la presencia de Ceferina, como en los casos de otras cantadoras
afro, estos dos "productos" están marcados por significados que subrayan una herencia
afro, tradiciones musicales y de vestido afro -para no utilizar solo el término folclor- que
se proyectan de forma independiente. Lo material estaría definido por el valor de estos
productos como artefactos de intercambio en el mercado cultural colombiano, en el
costeño, en el Diaspórico/caribeño y en el transnacional. Ceferina tiene conciencia del
efecto y de la necesidad de proyectarse y de articular los cantos y las composiciones de
una forma particular para el impacto y resultado requeridos: establecerse en el mercado,
y lo más importarse, mantenerse económicamente. Esta es la coyuntura clave: que mujer
negra y producción cultural es una relación simbiótica en la que se nutre la una de la otra

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y reconstruye lo que las políticas del terror han intentado destruir: la pertenencia a la
comunidad, a la tierra, la unión familiar, y la esperanza, entre muchas otras cosas.

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LOS PROCESOS DE PARTICIPACIÓN E INCIDENCIA DEL MOVIMIENTO DE
MUJERES DE LA REGIÓN CARIBE EN LAS DINÁMICAS DE PAZ

AUDES ESTELLA JIMÉNEZ GONZÁLEZ236

El texto que se presenta a continuación corresponde a una síntesis del tema de paz
trabajado por Audes Jiménez González, en la tesis de maestría de estudios del Caribe
titulada: “Los procesos de participación e incidencia del movimiento de mujeres de la 140
región Caribe en las dinámicas de paz y de regionalización (2001-2011)”.

La reflexiones teóricas que aparecen en este estudio, se desarrollaron a partir de una


serie de cuestionamientos frente al tema de la paz ¿de qué concepciones de paz se ha
ido alimentando el movimiento de mujeres de la Región Caribe? ¿Cuáles son los aportes
que el movimiento de mujeres de la Región Caribe ha hecho a los procesos de
construcción de paz?

La categoría “Paz” que trabaja este estudio, comparte el argumento de que este concepto
se ha ido construyendo a través de la historia.

A través de los tiempos las sociedades han ido construyendo una dimensión de la paz
asociada a la recuperación de la dignidad, a los cambios y a la transformación en el
ámbito personal, social y estructural, que están implícitos en el tránsito desde una cultura
de violencia hacia una cultura de paz (Fisas, 1998). De acuerdo a lo anterior, las
investigaciones que se hacen sobre la paz se refieren a ella como la conjunción de
Desarrollo, Derechos Humanos, Democracia, y Desarme, argumentando que la ausencia
de cualquiera de estas “D” abre paso a la construcción de un factor de violencia

El anterior enfoque supera la tendencia sostenida durante mucho tiempo acerca de que
la paz era la ausencia de guerra (Paz Negativa) y ha permitido la evolución hasta el
concepto actual del término (Paz Positiva). En este enfoque, la paz está no solo
relacionada con el cese del fuego, fin de las hostilidades bélicas, sino con otros
fenómenos estrechamente vinculados con la violencia: la pobreza, las carencias
democráticas, el desarrollo de las capacidades humanas, las desigualdades
estructurales, el deterioro del medio ambiente, las tensiones y los conflictos étnicos, el
respeto a los derechos humanos.

236
Docente, especialista en Género, Planificación y Desarrollo. Especialista en Gerencia social. Magister
en Estudios del Caribe.

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Johan Galtung, ha entregado importantes investigaciones sobre la paz que han ido
conformando un mínimo de rigurosidad conceptual sobre lo que se entiende por paz
relacionada con la violencia. Para este autor la paz se define en términos de ausencia de
violencia, la cual considera que está presente cuando las realizaciones efectivas,
somáticas y mentales de los seres humanos, están por debajo de sus realizaciones
potenciales. (Galtung, 1985). La violencia es la causa de la diferencia entre lo potencial
y lo efectivo; entre aquello que podrá haber sido y que no es .De acuerdo a esta definición
de violencia, las personas ven imposibilitada la realización del desarrollo de sus
diferentes dimensiones individuales por causas visibles (violencia directa) o menos visible
141
(violencia estructural y violencia cultural).

La violencia directa es aquella violencia física y/o verbal, visible en forma de conductas.
No hace referencia solo a actos de violencia entre dos personas, sino a diversos agentes
y destinatarios que pueden ser para ambos casos individuos, grupos o estado.

Por su parte la violencia estructural hace referencia a situaciones de explotación,


discriminación y marginación (Tortosa 1992:137). Para Johan Galtung “si la gente pasa
hambre cuando el hambre es objetivamente evitable, se comete violencia sin importar
que haya o no una relación clara sujeto-acción-objeto, como sucede en las relaciones
económicas mundiales tal como están organizadas” (1985:38). Este concepto, aplicado
en relación con la violencia de género, deja ver que la exclusión de las mujeres de su
participación real en los espacios donde se discuten las políticas económicas y las
políticas de paz es objetivamente evitable y requiere respuestas contundentes que
erradiquen este tipo de violencia estructural.

Con relación a la violencia cultural, esta puede entenderse desde dos puntos de vista.
Por un lado, hace referencia al ataque contra los rasgos culturales y la identidad colectiva
de una comunidad. Y por otro lado, se refiere a todas aquellas justificaciones que
permiten y fomentan las distintas formas de violencia directa y estructural. En conclusión,
de la violencia cultural forman parte los razonamientos, actitudes, ideas que promueven,
legitiman y justifican la violencia en sus formas directa o estructural (Tortosa 2002:19-
36.27). De tal manera que la cultura puede conducir a ver la explotación y/o la represión
como normales y naturales, o simplemente a no llegar a verlas como tales (Galtung 1990).

Aun cuando es notorio el avance en términos de la conceptualización sobre la paz, es


claro que estas posiciones mantienen la mirada androcéntrica, pues no presentan en sus
elementos de análisis la perspectiva de género como un fundamento necesario en la
construcción de procesos de paz positiva.

En las interpretaciones feministas del mundo, dos de los temas fundamentales han sido
la violencia y la paz. A partir de estos análisis se ha pretendido evidenciar el impacto que
ha tenido la violencia en la vida de las mujeres a lo largo de la historia. Ann Tickner resalta
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
que “la cuestión clave de la teoría feminista es explicar la subordinación de la mujer”
(2001:11) y es posible constatar el papel que la violencia ha jugado en esta subyugación.
Al respecto María de Jesús Izquierdo manifiesta que “el fundamento mismo del
patriarcado y el sexismo es la violencia, cuya expresión más visible son las mujeres
maltratadas” (1998:23).

Tanto las feministas académicas como las activistas han criticado los enfoques
tradicionales del tema del conflicto y la paz los cuales han ignorado la importancia que
reviste el género en dicho tema (Mendia 2009:21). Para Cockburn “el accidente
consistente en la ubicación académica de la guerra en el ámbito de las relaciones 142
internacionales, ha tenido un efecto negativo desde el punto de vista de las mujeres”
(2007:323). El eje fundamental en estas críticas ha sido el hecho de que los conflictos
armados tienen diferentes impactos en los hombres y en las mujeres, lo cual solo puede
explicarse cuando se hace un análisis desde la perspectiva de género.

El género explica las diferencias entre hombres y mujeres construidas social y


culturalmente, distinguiéndolas de las diferencias biológicas de los sexos. El género se
refiere a la construcción social de las diferencias sexuales y la división sexual del trabajo
y el poder (Yuval-Davis 1997:8). El género enmarca una categoría bidimensional de la
justicia que depende tanto de la estructura económica como de los valores culturales
institucionalizados (Fraser 2008).

El análisis de género no solamente permite identificar el tipo de las relaciones de poder


que se establecen desde lo privado hasta lo público entre hombres y mujeres sino que
además permite hacer intersecciones con otra serie de exclusiones como la etnia, la
clase, la opción sexual, que constituyen factores de subordinación y exclusión en
sistemas patriarcales, capitalistas y racializados.

Para Villellas, si en los análisis del conflicto armado no se tiene en cuenta la dimensión
de género, estos son parciales e incompletos ya que dejan causas y consecuencias a
uno de los lados y se toma la experiencia de una sola parte de la población -los hombres-
y se universaliza (2010).

La perspectiva de género que ha sido incluida en el análisis del conflicto armado de


manera sistemática, a partir de los años noventa, visibiliza esta parcialidad; pero también
hace evidente las discriminaciones que han sido clave en la conformación de la estructura
social y de poder en los diferentes países (Villellas, 2010).

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La incidencia del conflicto en la vida de las mujeres del Caribe colombiano

El conflicto armado en Colombia ha incrementado la violencia contra las mujeres y


aumentado el riesgo de vulnerabilidad de ellas. En el marco del conflicto armado se
profundizan y exacerban las condiciones de exclusión, discriminación y violencia de las
que históricamente han sido víctimas las mujeres. Los procesos de documentación
desarrollados en Colombia han demostrado que las mujeres están mayormente
expuestas a ser víctimas de abuso sexual, reclutamiento forzado, prostitución forzada y
embarazos tempranos. (AECID Colombia, 2008)
143
Igualmente se ha documentado que los diversos actores armados en sus zonas de
influencia aplican acciones contra las mujeres, relacionadas con normas de conducta y
control social, restricción de actividades de participación, imposición de lazos afectivos
con los combatientes, reclutamiento forzado, esclavitud sexual y doméstica, violación y
mutilación sexual y entre sus combatientes se han identificado prácticas de
anticoncepción y aborto forzado (AECID Colombia, 2008)

Los estudios realizados en la Región Caribe reafirman los análisis planteados a nivel
nacional. Sin embargo, las formas de violencias ejercidas contra las mujeres por parte de
los actores armados en el caso del departamento del Cesar (Arias, 2012), para citar solo
un ejemplo, corresponden a problemáticas más difíciles de abordar. Allí, entre muchas
problemáticas, se han identificado algunas tendencias de la violencia sistemática contra
las mujeres en algunas zonas del departamento, entre ellas el incremento de las redes
de prostitución en el corredor minero, bajo una modalidad conocida con la denominación
de las “tocallantas” (Bosconia, Copey, Codazzi, La Jagua de Ibirico y Aguachica).

La anterior situación se hizo visible en el 2009 cuando fue abordada en la asamblea


departamental en términos de una problemática genérica contra las adolescentes,
presuntamente sin ninguna conexidad con los grupos armados.

Además de las anteriores situaciones la presencia y dominio de los distintos grupos


armados dio inicio a una persecución selectiva de las más importantes lideresas quienes
en su mayoría fueron amenazadas, secuestradas y presionadas a abandonar sus
procesos. Esto dejó como resultado el exilio de algunas de ellas.

Todas esas mujeres son pioneras de un movimiento que fue cofundador de la Red de
Mujeres del Caribe para el año 1994. La mayor afectación por lo tanto ha sido la
desaparición de ese movimiento y el freno a las posibilidades de las mujeres en los
escenarios políticos y sociales en el Cesar. En este mismo período nos encontramos con
varias situaciones que afectan de manera particularmente impactante a las mujeres.
Entre estas se destaca la condición de quienes han sido víctimas una, dos y hasta tres
veces, lo que quiere decir que son re-victimizadas. Por otra parte, el 20 de enero del 2007

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fue incendiado por manos criminales el Centro Comunitario de la Ciudad de las Mujeres,
que había sido construido por la Liga de Mujeres Desplazadas, en Turbaco, Bolívar. El
31 de enero del mismo año fue asesinada Yolanda Izquierdo Berrio, mujer campesina de
Córdoba que lideraba la reclamación de títulos de tierras de 700 familias que fueron
despojadas por los paramilitares y quien era parte del grupo de víctimas que estuvo
presente en la audiencia del paramilitar Salvatore Mancuso. El 7 de febrero, fue
asesinada Carmen Cecilia Santana Romaña, en el municipio de Apartadó, Antioquia.
Carmen, de 28 años de edad dejó huérfanos a tres hijos menores, Camila, Andrés y
Sebastián dos de los cuales ya habían perdido a su padre Marco Tulio Hernández,
144
trabajador bananero quien fue asesinado en 1995 (IMP 2007).

Es importante señalar que, además de afectar a las mujeres, a sus vidas, a sus cuerpos,
a sus familias, el conflicto armado afecta a las culturas a las que ellas pertenecen
generando retrocesos en aspectos de la vida familiar y comunitaria, principalmente allí
donde las mujeres indígenas tienen algunos reconocimientos. Este caso se evidencia en
la masacre cometida por las Autodefensas Unidas de Colombia (en adelante AUC), en
la vereda El Pozo localizada a dos kilómetros del casco urbano del municipio de
Hatonuevo en el departamento de La Guajira en el 2001. En esta masacre fueron
asesinadas doce personas entre las que se encontraban mujeres, hombres y niños
Wayuu. Tres mujeres wayuu fueron asesinadas salvajemente.

Otra forma de violencia que también está afectando a las mujeres a partir del 2008 en las
grandes ciudades colombianas es la que se genera alrededor del narcotráfico en la forma
de narcomenudeo: “esta estrategia está siendo utilizada por los narcoparamilitares como
salida a lo costoso que resulta poner la mercancía en los mercados de los Estados
Unidos. Esta nueva modalidad está transformando la vida de los vecinos/as (sic) entre y
a nivel de los barrios, sobre todo los tradicionalmente marginados, pues estos pasaron a
hacer (sic) parte de los territorios en disputa: las actividades económicas que se
desarrollan en los barrios sobre todo de las principales ciudades de la Región Caribe
como es el caso de Cartagena, Barranquilla y Santa Marta, son susceptibles de extorsión
y las personas que viven en ellos, se convierten en objeto de control” (Corporación
Humanas, 2011:16-17).

El movimiento de mujeres de la región caribe y sus apuestas por la paz

Las condiciones socio-políticas y económicas de la región y del país y la incidencia del


conflicto armado sobre la vida de las mujeres que hemos analizado, constituyeron
factores determinantes para que las mujeres organizadas decidieran apostarle
firmemente a propuestas que contribuyeran a transformar esas duras y desfavorables
condiciones. Estas acciones tuvieron desde sus inicios como referentes los procesos de
mujeres por la paz a escala internacional y contaron con aliados/as de este mismo orden
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para la financiación económica y el apoyo técnico de las mismas, especialmente de
parte de agencias de cooperación internacional.

La crisis humanitaria en Colombia desplazo las demandas por los derechos civiles,
políticos, económicos, sociales y culturales –salud sexual y reproductiva como derecho-,
por demandas que promueven como eje fundamental el fin del conflicto armado; Verdad,
Justicia y Reparación desde diversos enfoques y posturas políticas que han visto la
necesidad de articularse- en algunos momentos por coyunturas políticas y en otros de
manera estratégica- para dar respuesta a una problemática de profundas afectaciones
sobre la vida humana en todas sus dimensiones. En la Región Caribe vamos a encontrar 145
varias expresiones organizativa de mujeres haciendo las respectivas contribuciones a
esta finalidad, entre las cuales se destacan La Red de Mujeres del Caribe (RMC), Ruta
Pacífica de Mujeres regional Bolívar, Liga de Mujeres Desplazadas de Bolívar, Mujeres
Fuerza Wayuu, Mujeres Tejiendo Paz y la Red de Organizaciones Sociales de Mujeres
Comunales y Comunitarias (ROSMUC).

Las redes y organizaciones de mujeres de la Región Caribe frente a la paz

A partir del reconocimiento del hecho de que siempre han existido otros grupos de
mujeres por fuera de la Red de Mujeres del Caribe (en adelante RMC) en la Región,
inicialmente nos centraremos en las acciones de esta por ser la expresión de una red que
actúa en todos los departamentos. Posteriormente nos detendremos a mostrar las
propuestas de otras redes y organizaciones que actúan en la Región.

La RMC, nace en 1994 en Santa Marta, por iniciativa de la Corporación de Mujeres


Orocomay, con la participación de organizaciones de los siete departamentos del Caribe
continental colombiano y con proyección hacia el Caribe insular colombiano y al Gran
Caribe. Según definición de sus propias integrantes “es un espacio de articulación donde
participan ocho sectores de grupos de mujeres (populares, campesinas,
afrodescendientes, indígenas, jóvenes, víctimas del conflicto armado, académicas y
empleadas públicas), que comparten sueños y un trabajo desde un enfoque territorial,
de derechos humanos, género, generacional y etnias, por la transformación de las
condiciones de desigualdad y pobreza en la que vive la gran mayoría de la población de
la Región Caribe y más específicamente las condiciones y posiciones de las mujeres”
(Red de Mujeres del Caribe, 2012).

Los procesos de la RMC se han caracterizado por las luchas que han librado las mujeres
de esta Región en los departamentos de Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, La Guajira,
Magdalena, San Andrés y Sucre. Esta red mereció el primer puesto en el concurso de la
coo¬peración española sobre “Buenas prácticas en igualdad de gé¬nero en Colombia
2011”. Desde 1994 el proceso ha logrado la articulación de cerca de cuatrocientas

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organizaciones vinculadas a la iniciativa en el norte del país, aunque alrededor de 144
son las que permanecen en un trabajo activo.

La participación de la RMC en relación con la lucha por la paz, se dio inicialmente a


través del desarrollo de proyectos y campañas por los derechos humanos de las mujeres,
en su condición de integrante de la Red Nacional de Mujeres, a la cual perteneció de
1994 al 2000 y posteriormente como integrante de IMP, a partir de 2001 cuando
contribuyó a su creación.

Demandas y acciones asumidas regionalmente por la Red de Mujeres del Caribe 146
a) El cumplimiento de las normas del Derecho Internacional Humanitario. b) La
participación política de las mujeres. c) La defensa de los derechos de las víctimas. (IMP,
Documento Público número 5:23). d) Establecer alianzas estratégicas entre diversos
actores sociales para la defensa de la soberanía económica y política de Colombia,
proceso que debe ir acompañado de acciones concertadas de movilización y
construcción de alternativas que vigilen y rechacen el impacto del neoliberalismo
antiglobalización. e) Expedición de la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial con
perspectiva de género, étnica, cultural, generacional, regional, urbana y rural con la
participación activa de las organizaciones de mujeres en su formulación, concertación,
ejecución y veeduría, que asegure: el desarrollo integral del país; el respeto de los
territorios ancestrales y las culturas que les son propias; autonomía y manejo de la
biodiversidad; el avance de normas democráticas ya logradas.

La Liga de Mujeres Desplazadas

“La Liga de Mujeres Desplazadas está conformada por mujeres cabezas de familias,
sobrevivientes de distintas masacres y otros crímenes de guerra. Esta organización nació
hace 10 años en uno de los barrios más pobres de la ciudad de Cartagena (Colombia);
este proceso organizativo comenzó con ocho mujeres., Con el tiempo ha ido abriendo
espacios y trabajando en otros barrios y municipios receptores en donde habitan mujeres
desplazadas; se ha convertido en una organización de más de 300 mujeres de
composición multiétnica, con sede de trabajo en distintos asentamientos de población
desplazadas de Cartagena y en los municipios de Turbaco y Carmen de Bolívar, zona de
los Montes de María” (Liga de mujeres desplazadas, sitio web).

Las demandas en la Liga de Mujeres Desplazadas: estas mujeres organizadas luchan


por la restitución de los derechos fundamentales y constitucionales que les han sido
violados. Han conseguido vivienda para 300 mujeres en Turbaco, Bolivar, desarrollan
proyectos productivos y han generado niveles de vida dignos para las mujeres (Ibíd.).

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Las acciones de la Liga de Mujeres Desplazadas están referidas a:

La formación de competencias ciudadanas que permitan un ejercicio permanente y


cotidiano de reflexión-acción alrededor de la exigibilidad de la restitución de sus derechos
y la importancia del cumplimiento consciente de sus deberes para con los grupos sociales
a los que pertenecen. La búsqueda del establecimiento y fortalecimiento de un ejercicio
permanente de diálogo intergeneracional que permita la incidencia en la construcción de
lo público desde la interlocución con el mundo adulto, y en especial con el aparato del
Estado. La generación de otros sentidos de vida, más allá del desarraigo y la
desesperanza, que permitan la construcción de proyectos vitales que trasciendan sus 147
condiciones de pobreza y desplazamiento para generar “otras formas de habitarse en el
mundo”. La búsqueda de formas de vinculación a circuitos productivos y económicos a
través de los aprendizajes logrados en cada una de las líneas de trabajo y alianzas
institucionales, que favorezcan posibilidades de desarrollo económico para las y los
jóvenes mediante el desarrollo de diferentes habilidades que permitan la incubación de
proyectos productivos sostenibles, que les garanticen ingresos adicionales para su
sostenibilidad y la de sus familias, la mayoría de las cuales se encuentran bajo la
responsabilidad de madres cabeza de familia.(Liga de Mujeres Desplazadas. Sitio Web)

Fuerza de Mujeres Wayúu

La Fuerza de Mujeres Wayúu es una organización que nació en el 2006 a raíz de todo
el conflicto que tiene La Guajira: “Defendemos nuestro territorio como tal, nuestro
territorio indígena, nuestras comunidades y resguardos indígenas de aquí de La Guajira
que sufrió por el paramilitarismo” (sitio web http://jieyuuwayuu.blogspot.com/).

Las demandas de Fuerza de Mujeres Wayúu incluyen en primer lugar el respeto por los
derechos colectivos de los pueblos indígenas pues se considera que solo cuando estos
derechos sean respetados, las mujeres indígenas podrán gozar de una vida libre de
violencias. (Corporación Humanas, 2011)

En cuanto a las acciones de Fuerza de Mujeres Wayúu, estas quedan expresadas en


una entrevista de una de sus dirigentes, que aparece en su blogspot:

“A lo largo de estos años hemos venido enmarcando una caravana que no ha acabado,
para nosotros esta expedición, que estamos terminando hoy por el rio Ranchería en la
defensa del mismo, hace parte de esa caravana por nuestra madre tierra en la defensa
del territorio. Hemos hecho varios recorridos, visitamos varios municipios que tienen
problemas de mega minería, como Puerto Brisas. También allí hay una comunidad
Wayúu desplazada por la violencia y por los paramilitares y ahora tiene el problema de
que se les sumó una industria que quiere pasar su línea férrea por donde están ellos.

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Luego fuimos a La Uribia y a otras poblaciones, como también a un Resguardo Indígena
vecino de acá, que también está afectado por la minería.

A raíz de eso hemos venido conmemorando año tras año el 25 de noviembre, el día de
no a todas las formas de violencia contra la mujer, puesto que tenemos que cambiar la
óptica de que solo somos mujeres nosotras las de carne y hueso. No, la primera mujer
que ha parido, la tierra, está sufriendo mucho con tanta violación a su cuerpo, se le están
estrellando sus órganos y también su sangre. Desde una mirada indígena vemos que
poco a poco se va debilitando más muestra madre tierra y lo vemos en los cambios tanto
de la fauna y la flora que tenemos en nuestro territorio”. (Fuerza de mujeres wayúu, sitio 148
web, Mayo, 2013)

Mujeres Tejiendo Paz (MUNSURAT)

Mujeres Tejiendo Paz es una organización que emergió en el 2004, encargada de


defender y promover los derechos colectivos de los pueblos indígenas, especialmente
del pueblo Wayúu. Realiza procesos de investigación sobre temas relacionados con las
diferentes áreas de trabajo de la organización, con énfasis en áreas de género y jóvenes
buscando dar solución a los problemas fundamentales que se presentan en las
comunidades indígenas. Dentro de sus demandas, MUNSURAT promueve los derechos
colectivos de los pueblos indígenas, especialmente los del pueblo Wayúu; exigen verdad
y justicia para las víctimas del conflicto armado
(http://organizacionwayuumunsurat.blogspot.com/).

Conclusiones

En relación con la participación, los procesos que las mujeres emprenden por la paz
evidencian la generación de formas alternativas de sensibilización ciudadana utilizando
la simbología como un instrumento pedagógico y transformando de manera creativa el
dolor, el miedo, las frustraciones en elementos de reflexión y acción como punto de
partida para la transformación de las víctimas en sujetas sociales y políticas.

En cuanto a incidencia, se han generado capacidades en la lideresas para la interlocución


con los gobiernos que representan lo público. Hoy poseen herramientas tanto técnicas
como conceptuales para incidir, aunque muy tímidamente, en los procesos de planeación
de la administración pública. También encontramos que los planes de desarrollo han
establecido algunas estrategias mínimas relacionadas con los temas de los derechos
humanos de género, de etnias, de jóvenes, más exactamente en las áreas de promoción.
Hasta ahora apenas constituyen una muestra de los cambios que poco a poco se han ido
desarrollando a nivel de la planeación pública producto del proceso de creación de una
conciencia colectiva en los espacios de coordinación de las diferentes expresiones de
movimientos de mujeres y del movimiento social en general en la Región Caribe.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
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http://www.observatori.org/documents/Mujeresypaz.pdf

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150

INTEGRACIÓN, TURISMO Y PUERTOS


MARITIMOS EN EL GRAN CARIBE

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PERSPECTIVAS DE INTEGRACIÓN FRONTERIZA ENTRE COLOMBIA Y SUS
VECINOS DEL CARIBE

SILVIA MANTILLA237
CHRISTIAN CHACÓN HERRERA238
Universidad Nacional de Colombia

151
Presentación

Colombia comparte fronteras marítimas con ocho países en la región del Gran Caribe. A
Panamá y Venezuela con quienes además comparte fronteras terrestres, se suman los
Estados de Costa Rica, Haití, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, e Inglaterra
(Islas Caimán). El archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina
geoestratégicamente ubicado en medio del mar caribe, ha dotado a Colombia de esta
particular condición fronteriza que le permite al país articularse de manera natural con el
espacio regional grancaribeño.

237 Silvia Mantilla es docente investigadora de la Universidad Nacional de Colombia Sede Caribe.
Politóloga internacionalista, Máster en Estudios Latinoamericanos y Phd en Migraciones y conflictos en la
sociedad global.
238 Christian Chacón Herrera es politólogo e investigador de la Universidad Nacional de Colombia.

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El reciente fallo de la Corte Internacional de Justicia frente a la demanda interpuesta por
Nicaragua, ha dejado al descubierto la conflictividad latente en la región, produciendo
tensiones importantes tanto a nivel binacional, como entre las poblaciones y actores
locales afectados por el fallo, una vez que a Nicaragua se le adjudicaron 75.000
kilómetros de mar Caribe y con ellos fuentes importantes de recursos pesqueros y
ambientales de gran diversidad.

Pese a la excepcional condición multifronteriza de Colombia en el Caribe, padecemos la


ausencia de una política de Estado coherente hacia el Gran Caribe que se refleja en la
152
imposibilidad para consolidar las distintas fases y niveles de integración en los escenarios
caribeños en los que Colombia aún participa. Estas iniciativas se han desarrollado desde
el gobierno central en Bogotá y en la región andina, desestimando el papel crucial que la
región Caribe colombiana –insular y continental- ha podido jugar en el desarrollo de las
estrategias de integración desde su nivel más básico, es decir desde la integración
fronteriza.

Actualmente no existen políticas públicas en las zonas de frontera de Colombia con sus
vecinos del Gran Caribe encaminadas a resolver los problemas que afectan directamente
a las poblaciones que se ubican a lado y lado de los límites marítimos. Se sabe que en
Colombia no se ha desarrollado con suficiente coherencia una política de fronteras
moderna y acorde con las condiciones económicas, sociales y culturales de las zonas
fronterizas, como tampoco se han aprovechado las disposiciones de la Ley Orgánica de
Ordenamiento Territorial, donde se abre la posibilidad de planificar la configuración
espacial fronteriza, la cooperación y la integración entre las entidades territoriales
nacionales y las de los vecinos.

Esta situación se complica aún más, cuando se trata de implementar políticas en un


contexto marítimo en donde la particularidad de los procesos y fenómenos
transfronterizos impiden un desarrollo efectivo de la integración.

Esta situación ha impulsado a la Universidad Nacional de Colombia - Sede Caribe


ubicada en el archipiélago de San Andrés, a proponer este panel que como ustedes
pueden observar tiene un carácter interdisciplinar y es resultado de una serie de
reflexiones, análisis e investigaciones que han surgido en el seno de la sede Caribe para
dar respuesta a esa grave crisis de fragmentación que ha venido enfrentando el
archipièlago tanto en su dimensión marítima como territorial y desde la cual consideramos
que sòlo a travès de una armonización de visiones e integración tanto en lo polìtico como
en lo ambiental con los territorios vecinos y fronterizos será posible ofrecer un bienestar
a las poblaciones que viven y dependen de su íntima relaciòn con el mar Caribe.

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Hacia un ejercicio comparado de la normatividad sobre fronteras en cuatro países
del Gran Caribe: ¿es posible la conformación de una Región de Integración
Transfronteriza desde lo local?

Partimos del supuesto de que existe toda una unidad socio cultural y ambiental
conformada por los territorios y áreas marítimas que circundan buena parte del Caribe
occidental entre países como Colombia, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.6 Dichos
territorios experimentaron dinámicas de poblamiento similares a partir de la colonización
inglesa del Caribe occidental239 que inició en el siglo XVI y que junto con la conformación
de las sociedades esclavistas e indígenas que tuvieron lugar en la zona, produjeron una 153
lengua “creole” común, formas de subsistencia, usos y costumbres gastronómicas y
culturales compartidas que perviven y numerosas comunidades y familias binacionales
que se fueron ubicando a lado y lado de las fronteras a partir de las dinámicas de
intercambio, diásporas y movilidad informal en la región.

Al iniciarse los procesos de consolidación de los estados centroamericanos en el siglo


XIX, estos territorios y sus culturas pasaron a formar parte de las dinámicas nacionales
de administración jurídico-territorial, por las cuales quedaron a su vez, fragmentadas y
dependientes de modelos de organización estatal disímiles, que en tiempos recientes,
suponen un desafío a las posibilidades reales que tienen las sociedades fronterizas de
armonizar proyectos de integración y cooperación que respondan a las lógicas de
intercambio propias de esta unidad geográfica y sociocultural.

239Sandner, Gerard. Centroamérica y el Caribe Occidental: Coyunturas, crisis y conflictos 1503-1984.


Bogotá, Unibiblos. 2003.

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
154

Mapa: Delimitación de la zona fronteriza a partir de las poblaciones colindantes entre


Colombia, Panamá, Costa Rica y Nicaragua en el Caribe. (Elaboración propia a partir de
los mapas de Google Earth)

Como podemos observar en el mapa, esta unidad está representada en la configuración


de sus territorios y poblaciones costeras: los municipios de Bluefields, Puerto Cabezas y
Corn Island en Nicaragua, Limón y Cahuita en Costa Rica, Bocas del Toro y Colón en
Panamá, y el Departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina
en Colombia. La escogencia de los 4 países seleccionados se realizó según los criterios
de proximidad geográfica, impacto de los conflictos fronterizos, fortaleza de las redes
sociales, económicas y familiares y de las relaciones interestatales.

Para comenzar el debate, es necesario precisar que aquí entendemos por “regiones
transfronterizas”, unidades territoriales compuestas de unidades subnacionales de dos
o más estados nación y que se edifican a partir de formas específicas de innovación del
espacio de forma física (infraestructura), o se construyen a partir de marcos
institucionales o de vínculos de las comunidades a ambos lados de la frontera; los
intereses comunes y las oportunidades atractivas, hacen que dichas comunidades
cooperen a pesar de sus posibles diferencias240.

240Para una teorización sobre regiones fronterizas ver: Söderbaum, Fredrik, Exploring the links between
Micro-Regionalism and Macro-Regionalism., en: Farell, Mary., Hette, Björn., Langerhove, Luk van. (ed)
Global politics of Regionalism. Theory and practice, Londres, Pluto Press, 2005 Pp. 87-103; Jessop, Bob,
“The political economy of scale and the construction of cross-border Micro-Regions”, en Söderbaum,
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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
La ponencia muestra entonces un balance comparativo de la normatividad sobre
aspectos fronterizos de cuatro países que comparten fronteras en el mar Caribe:
Colombia, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. A partir de un análisis de la
reglamentación (en lo relativo al desarrollo local y fronterizo, niveles de autonomía y de
descentralización) en los distintos niveles territoriales de cada uno de estos países, con
el ánimo de identificar las potencialidades que en cada caso, poseen los actores sociales
en los escenarios fronterizos colindantes del mar Caribe, para desarrollar estrategias de
integración y cooperación.

En esta ponencia nos proponemos demostrar que los territorios de frontera caribeños que 155
pertenecen a los cuatro países escogidos para el análisis comparativo (Colombia,
Nicaragua, Panamá y Costa Rica) presentan niveles disímiles de potencialidad para la
integración transfronteriza. Su capacidad jurídica y territorial para establecer políticas de
integración transfronterizas, dependen de un mayor o menor desarrollo de las normas y
ordenamientos jurídico-administrativos en los ámbitos nacional, local y fronterizo que
posibilitarían la movilización de recursos y su agenciamiento por parte de los actores
sociales y políticos interesados en el logro de la integración.

A continuación un recuento metodológico y un cuadro explicativo del análisis comparativo


que se realizó de la normatividad país por país y en cada ámbito de estudio:

Para el ámbito nacional se tuvieron en cuenta los siguientes elementos para medir la
potencialidad, donde una alta potencialidad incluye los tres elementos, una media
potencialidad contiene al menos dos elementos y una baja potencialidad contiene uno o
ningún elemento:

a) Menciones constitucionales de regímenes especiales de frontera.

b) Menciones de acompañamiento a otros niveles locales por parte del Ministerio de


Exteriores.

c) Ministerio de exteriores es partícipe de las políticas fronterizas.

Para el ámbito fronterizo se tuvieron en cuenta los siguientes elementos de acuerdo con
los mismos criterios de medición:

a) Tiene una ley de fronteras.

b) Establece una normatividad especial a los municipios fronterizos.

Fredrik. y Shaw, Timothy (eds), Theories of New Regionalism, A Palgrave Macmillan Reader, Basingstoke,
Palgrave, 2003, Pp. 179-196 y Buursink, Jan, “The Binational reality of border-crossing cities”, en:
Geojournal. Núm. 54, 2001, Pp. 7-19.

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
c) La concepción de frontera va más allá de una mirada de defensa-soberanista.

Para el ámbito o nivel local se tuvieron en cuenta los siguientes elementos de acuerdo
con los mismos criterios de medición:

a) Hay herramientas jurídicas que proyectan los municipios no fronterizos


internacionalmente.

b) Hay normativas que le entregan autonomía a los entes territoriales estudiados.


156
c) Tienen capacidad de formular proyectos de ley al parlamento nacional.

Del análisis se obtuvo la siguiente matriz comparativa:

Indicador/Variable Alta Potencialidad Media Baja Potencialidad


Potencialidad

Del ámbito nacional Colombia se sustenta en: Nicaragua: Panamá: Sustentado


Constitución: Artículos Sustentado en Ley en Ley 28 de 1999:
227, 289, 300 (numeral 2), 358 de 2000: Artículo 3, numeral 5.
302 y 337. Decreto 3355 artículo 4 en sus
de 2009: Artículo 3 en sus numerales 8, 10 y Costa Rica: No tiene
numerales 8, 9, 10 y 15. 11. Ley 358 de normatividad referida
Ley 191 de 1995: Artículo 2000: Artículo 4, a las variables.
7, parágrafo 3. Decreto numeral 10 y 11.
1030 de 2014: Artículo 2 y Ley 749 de 2010:
sus parágrafos 1 y 2. Artículo 29.
Decreto 6 de 2011:
Artículo 21.

Del ámbito Colombia: Sustentado en


fronterizo Ley 191 de 1995,
Constitución: Artículos
227, 289, 300 (numeral 2),
Panamá: Sustentado
302 y 337. Ley 1551 de
en Decreto Ley 8 de
2012: Artículo 193. Ley
2008. Mirada
1454 de 2001: Artículo 3,
Soberanista
numeral 4. Mirada
integracionista. Costa Rica: Mirada
soberanista

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Nicaragua: Sustentado en
Ley 749 de 2010: Artículos
6 (numeral 3), 29, 30.
Decreto 6 de 2011, artículo
21. Mirada Integracionista.

Del ámbito local Nicaragua: Sustentado en Costa Rica: Panamá: Sustentado 157
Ley 40 de 1988 (y Sustentado en Ley en Decreto Ley 8 de
modificaciones en Leyes 7794 de 1998: 1948.
261 de 1997 y 792 de Artículo 4, literal F.
2012): Artículo 28, numeral Artículo 13, literal J.
11. Artículo 24, numeral
27. Artículo 28, numeral 2. Colombia:
Sustentado en Ley
47 de 1993:
Artículo 4, literal G.
Artículo 4, literal J.
Artículo 10, literal
F. Artículo 13,
literal F. Ley 134 de
1994: Artículo 28.

Conclusiones

Como pudimos observar en el análisis comparativo de los cuatro países estudiados, se


puede concluir que entre más modernas y profundas han sido las dinámicas de reformas
constitucionales, descentralización y de desarrollo de las normativas fronterizas, mayores
son las posibilidades que tienen los actores locales de agenciar políticas de integración
transfronterizas. Colombia y Nicaragua mostraron ser aquellos países cuyos entes
territoriales y desarrollos normativos en sus distintos niveles de gobierno, cuentan con
mayores herramientas jurídicas y administrativas para el logro de una política de
integración transfronteriza hacia el Gran Caribe. Este hallazgo es de especial importancia
teniendo en cuenta que son los dos países cuya confrontación por conflictos limítrofes en
el área marítima del Caribe es especialmente crítica y requiere soluciones urgentes.

Panamá y Costa Rica por su parte, evidenciaron una precaria potencialidad en términos
normativos y de organización territorial que dificulta sus posibilidades de integración
transfronteriza. Pese a ello, la detección de herramientas jurídicas dentro de los
ordenamientos nacionales resulta un ejercicio vital para identificar potencialidades y
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necesidades de cara a la posible movilización de recursos por parte de los actores locales
en el logro de la integración.

Los elementos jurídicos podrían ser las herramientas que los actores podrían movilizar
para el logro de la integración transfronteriza. La existencia de iniciativas de Ley en los
cuatro países, por ejemplo, podrían impulsar leyes de frontera que vinculen a los entes
locales dentro del Gran Caribe, o que en países donde existen ya leyes de frontera, se
puedan dinamizar relaciones por fuera de los espacios nacionales. Además, se pueden
hacer uso de las autonomías especiales existentes (casos de Nicaragua y Colombia) para
158
iniciar procesos que rompan con el enclave nacional. Ello pone de relieve la necesidad
de reconocer la potestad de los municipios de pactar convenios sin necesidad de crear
personas jurídicas específicas, a través del reconocimiento de su accionar internacional,
que contribuya con el desarrollo de estrategias de integración “desde abajo”241.

Consideraciones finales

Es de considerar que los territorios de frontera de los países analizados, conforman un


corredor ampliamente marginalizado desde el punto de vista social y económico respecto
de las dinámicas centrales del desarrollo de los respectivos Estados nación, implicando
la necesidad apremiante de resolver problemas estructurales básicos, lo cual podría
constituirse en el principal desafío para el establecimiento de prácticas institucionales
efectivas y de largo plazo para el logro de la integración fronteriza.

Dos elementos quedan abiertos entonces para la discusión en el caso específico del
Caribe: en primer lugar, cabe reconocer aquí, que las posibilidades de articulación de la
región transfronteriza en el Caribe no dependen necesariamente de modelos normativos
o territoriales de integración regional, ni siquiera de instituciones de carácter supra o
transnacionales que regulen burocráticamente el proceso integrador; la integración
fronteriza puede responder a dinámicas autónomas de carácter societal que prescindan
de los aparatajes institucionales en los Estados y sus localidades y que incluso los
controviertan o desconozcan, como de hecho ya ha venido sucediendo recientemente en
procesos autónomos de relacionamiento y hermanamiento entre actores sociales
fronterizos en Colombia y Nicaragua.16 Consideramos no obstante, que la existencia de
herramientas jurídicas y de procesos autonómicos favorecidos por los Estados nación
dentro de sus respectivos marcos normativos y de organización territorial, constituyen un

241CESPI, Conceptualización de la cooperación fronteriza en el sistema de la integración centroamericana


ideas y prácticas para la construcción de las microrregiones de integración, 2011. Disponible en
<http://www.cespi.it/PDF/CONCEPTUALIZACI%C3%93N%20%20COOPERACI%C3%93N%20FRONTE
RIZA.pdf> consultado el 2 de febrero de 2015.

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entorno propicio para que las sociedades fronterizas a través de escenarios autónomos
y descentralizados, puedan tramitar sus demandas, empoderarse de sus recursos y
hacer valer sus derechos básicos a partir de sus vínculos culturales, económicos y
sociales.

Finalmente y muy importante, que la integración fronteriza en el Caribe implica


necesariamente una mirada complementaria hacia modelos normativos y de
administración de zonas marítimas por ser esencialmente el mar, el espacio en que se
desarrollan los intercambios económicos y societales. Ello no desecha la importancia de
159
revisar los ordenamientos territoriales y jurídicos que aquí hemos analizado, puesto que
sin los actores sociales y sus posibilidades de articulación hacia adentro y hacia afuera
de los espacios nacionales, el mar sería un espacio baldío que por sí solo no podría ser
objeto de políticas o acuerdos funcionales a la integración. Tendrán que revisarse
entonces, modelos novedosos y flexibles de administración conjunta del mar que
contribuyan con la formación de áreas costeras y marinas integradas.

Bibliografía

Buursink, J. (2001). “The Binational reality of border-crossing cities”, en: Geojournal.


Núm. 54, pp 7-19.
CESPI, Conceptualización de la cooperación fronteriza en el sistema de la integración
centroamericana ideas y prácticas para la construcción de las microrregiones de
integración, 2011. Disponible en
<http://www.cespi.it/PDF/CONCEPTUALIZACI%C3%93N%20%20COOPERACI%C3%9
3N%20FRONTERIZA.pdf> consultado el 2 de febrero de 2015.
Jessop, B. (2003). The political economy of scale and the construction of cross-border
Micro-Regions, en Söderbaum, Fredrik. y Shaw, Timothy (eds), Theories of New
Regionalism, A Palgrave Macmillan Reader, Basingstoke, Palgrave, pp 179-196
Sandner, G. (2003). Centroamérica y el Caribe Occidental: Coyunturas, crisis y conflictos
1503-1984. Bogotá: Unibiblos.
Söderbaum, F. (2005). Exploring the links between Micro-Regionalism and Macro-
Regionalism., en: Farell, Mary. Hette, Björn., Langerhove, Luk van. (ed) Global politics of
Regionalism. Theory and practice, Londres, Pluto Press, pp 87-103.

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LA CONSTRUCCIÓN DE LA CARTAGENA TURÍSTICA: DESARROLLO Y
PATRIMONIALIZACIÓN A MEDIADOS DEL SIGLO XX

ORLANDO DEAVILA PERTUZ242


University of Connecticut

El 1 de Diciembre del 2009, manifestantes y fuerza pública se enfrentaron en los 160


alrededores del centro histórico de Cartagena al término de una protesta en contra de la
supuesta entrega en concesión de las playas de la ciudad243. Tres meses atrás, un
editorial del periódico local más importante lamentaba la condición “caótica” del centro,
mientras sugería desalentar la visita diaria de los habitantes para así facilitar su
recuperación244. Ambas notas de prensa evidencian los conflictos actuales alrededor de
las políticas espaciales derivadas del desarrollo turístico. Lejos de ser un evento reciente,
este es en realidad el punto de llegada de un largo proceso que inició a mediados del
siglo pasado cuando Cartagena comenzó a trabajar en procura de convertirse en un
destino turístico internacional.

Siglos atrás, Cartagena había sido el puerto español más prominente sobre las costas de
Suramérica. Sin embargo, la ciudad pagó un alto precio como consecuencia de las
guerras por la independencia, y terminó sumida en una crisis de la cual solo se
recuperaría parcialmente desde finales del siglo XIX. Pero Cartagena jamás recuperó su
primacía portuaria. Para la década de los 40 del siguiente siglo figuraba entre las
ciudades menos prosperas del país245. Fue dentro de este contexto que el turismo pasó
a ser visto como un nuevo recurso para reposicionarla dentro de la economía nacional.
Ya en 1943, Cartagena había sido declarada como el primer centro turístico del país, lo
que garantizó el respaldo institucional y financiero para el desarrollo temprano del sector.

Esta ponencia pretende examinar las consecuencias de este proceso y su influencia


directa sobre la administración del espacio físico de la ciudad y sobre quienes lo
habitaban. Intentará demostrar que el desarrollo turístico en Cartagena desde los años

242 Estudiante Doctorado en Historia de la Universidad de Connecticut. Historiador de la Universidad de


Cartagena. Tesis meritoria (2008). Joven Investigador de Colciencias en dos oportunidades distintas.
Coautor de la compilación: Cartagena vista por los viajeros, siglos XVIII-XIX. Miembro del grupo de
investigación “Sociedad, cultura y política en el Caribe colombiano” del Instituto Internacional de Estudios
del Caribe. Correo electrónico: orlando.deavila@uconn.edu.
243 El Universal. 1 de Diciembre de 2009.
244 El Universal. 7 de Septiembre de 2009.
245 Meisel, Adolfo, “Cartagena: a remolque de la economía nacional", 1900-1950”, en Cuadernos de historia

económica y empresarial, N° 4, Cartagena: Banco de la República, 1999, p.p.1-64.

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50 trajo como resultado una reorganización del espacio urbano que se tradujo en el
desplazamiento de los sectores populares de las centralidades urbanas, y muy
especialmente de las áreas turísticas. El turismo redefinió los usos del espacio dentro de
los límites del centro histórico y en sus alrededores inmediatos, transformando así sus
funciones previas para residencia y comercio popular. Estos sectores socio-económicos
fueron progresivamente relocalizados en otras esquinas de la ciudad, descentralizando
el espacio urbano, disminuyendo el acceso de los residentes locales al centro histórico,
y subsecuentemente reforzando la segregación social y espacial. La literatura académica
ha estudiado los recientes efectos contradictorios del turismo en la ciudad, pero ha
161
desatendido sus raíces históricas246. Los orígenes de los procesos contemporáneos de
gentrificación y administración del espacio urbano acorde con las necesidades del
turismo que Cartagena ha experimentado con marcado acento desde los años 90 pueden
ser vistos como la consecuencia directa de este primer ciclo de desarrollo urbano y
turístico que tuvo lugar a mediados del XX.

Uno de los problemas en los estudios sobre el desarrollo turístico de Cartagena ha sido
la forma en como ha sido entendido el concepto de “desarrollo”, usualmente visto de una
forma a-temporal, sin explicar en qué momento y bajo qué circunstancias el termino se
convirtió en algo lo suficientemente importante como para justificar los cambios operados
tanto en la administración del espacio físico de la ciudad como en la política económica
de la nación. Esta ponencia, en menor medida, también busca deconstruir247 los
discursos alrededor del desarrollo para poner en evidencia cuando y como el turismo se

246 Avila, Freddy, “La representación de Cartagena de Indias en el discurso turístico", en Cuadernos de
Trabajo, No. 2, 2008, México: Proyecto Afrodesc, p.p. 1-121. Burgos, Santiago, “Geografías post-modernas
y el derecho a la ciudad. Una lectura al caso de Cartagena de Indias”, Conferencia presentada en la Cátedra
UNESCO de Comunicación. Encuentro Nacional de Investigación, Bogotá, Colombia, 2014. Caro, Isela,
“Cartagena: ciudad monumental para el turismo y discurso glorificador en la prensa local de mediados del
siglo XX”, en Visitas al Patio, No. 5, Cartagena: Universidad de Cartagena, 2012, p.p. 67-84. Carrillo,
Harold, Vargas, Adineth, Cabarcas, Georgina & Puello, Yusleiny, “El desarrollo de la actividad turística en
Cartagena de Indias: Implicaciones sociales y urbanas, 1943-1978”, Palobra, N° 13, Cartagena:
Universidad de Cartagena, 2013, p.p. 190-210. Cunin, Elisabeth & Rinaudo, Christian, “Las murallas de
Cartagena entre patrimonio, turismo y desarrollo urbano. El papel de la Sociedad de Mejoras Públicas”
Memorias, Vol. 2, N° 2, Barranquilla, Universidad del Norte, 2010, p.p. 1-22. Díaz Rosa & Paniagua, Raúl,
Getsemaní. Historia, patrimonio y bienestar social en Cartagena, Cartagena, Coreducar, 1993. Díaz Rosa
& Paniagua, Raúl, San Diego. Historia, patrimonio y gentrificación en Cartagena., Cartagena, Coreducar,
1994. Posso, Ladys, Getsemaní: Casa Tomada, Cartagena, Instituto de Cultura y Turismo de Bolívar, 2015.
Vidal, Claudia, Los inicios de la industria turística en Cartagena, 1900-1950. (Tesis de Pregrado)
Universidad de Cartagena, Cartagena, 1998.
247 Jan Neverdeen Pieterse entiende el desarrollo como una práctica discursiva que se construye a través

del tiempo y cuya constitución responde al choque de distintas nociones sobre cómo debe ser
implementada. No es por lo tanto una práctica homogénea y estandarizada, sino sujeta a las negociaciones
y conflictos que distintas subjetividades sostienen alrededor de lo qué se entiende por desarrollo en
contextos históricos determinados. Al abordarlo desde esta perspectiva crítica, restándole naturalidad e
inmanencia al concepto, es posible cuestionar su puesta en marcha, exponiendo como ella obedece a
intereses particulares. Pieterse, Jan Neverdeen, Development Theory. Deconstructions/Reconstructions,
London: Sage Publications, 2004.
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convirtió en un componente importante dentro las políticas nacionales para el desarrollo,
y como la reorganización del espacio comenzó a ser entendida como un paso ineludible
en la consecución del desarrollo local, regional y nacional.

Uno de los momentos fundamentales dentro de la reorganización espacial fue la


patrimonialización del centro histórico. Por patrimonialización entendemos el proceso a
través del cual se dota de contenido y valor histórico a una unidad arquitectónica o
espacio físico determinado248. Tal proceso supone el establecimiento de normas
dispuestas para conservarlo, restaurarlo o regular su uso. Para el caso de Cartagena, la
162
patrimonialización del centro de la ciudad vino de la mano de la industria turística. Aunque
se habían dado pasos previos durante la primera mitad del siglo XX, ellos estuvieron más
concentrados en aplicar restauraciones preventivas al cordón amurallado, las fortalezas
terrestres y marítimas, y a algunos edificios institucionales. El grueso del centro de la
ciudad quedó excluido, y notoriamente desatendido. Pero con la transformación de
Cartagena en un destino turístico de talla internacional, y en un polo de desarrollo de la
economía nacional, recuperar el distrito histórico en su conjunto se convirtió en una
necesidad de primer orden. Como este ensayo sugiere, el desarrollo turístico fue el
principal motor de la patrimonialización del centro de la ciudad, y en consecuencia, de los
cambios en el uso del suelo dentro de sus límites espaciales.

1. El turismo como un factor de desarrollo regional

Hasta los años 40, Cartagena todavía confiaba en recuperar su rol como el primer puerto
de la nación. Desde el siglo XIX había adelantado numerosos esfuerzos para tal fin
(industrialización, mejoras en el puerto, la introducción de servicios públicos y sanitarios,
la construcción del ferrocarril Cartagena-Calamar), pero ninguno de ellos prosperó hasta
el punto de reposicionar a la ciudad en la economía nacional. De aquí en adelante, el
turismo pasó a ser considerado como el vehículo más fiable para conseguirlo. El gobierno
nacional se mostró determinado a apoyar la causa, garantizado algunos fondos anuales
destinados al embellecimiento de la ciudad. Pero no fue hasta los años 50 cuando el
turismo se ganó un lugar de prominencia dentro de la economía nacional. Los gobiernos
de mediados de siglo (Mariano Ospina, Laureano Gómez, y Gustavo Rojas Pinilla)
estaban comprometidos con promover el progreso del país a través de la industrialización
y la expansión del sistema de seguridad social249. Las ganancias derivadas de la
exportación del café sirvieron para tal propósito. Sin embargo, desde 1956 los precios del
café se desplomaron, afectando la que fuera la principal fuente de capital destinado a la

248Scarpaci, Joseph, Plazas and Barrios. Heritage Tourism and Globalization in the Latin American Centro
Histórico, Tucson, University of Arizona Press. 2004.
249 Henderson, James, Modernization in Colombia. Laureano Gomez’s years. 1889-1965, Gainsville:

University of Florida, 2001.


CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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modernización del país. Es bajo esta coyuntura que el turismo se convierte en una
alternativa para superar el déficit, en una opción para acceder a las divisas necesarias
para balancear el erario público. En 1957, el gobierno nacional creó la Empresa
Colombiana de Turismo, una institución oficial pensada para organizar la política nacional
del sector. Sin embargo, tras sus primeros diez años de existencia, había hecho poco
para expandir el potencial del sector turístico. En consecuencia, en 1968 fue liquidada y
sustituida por la Corporación Nacional de Turismo, que aunque compartía en esencia el
mismo objeto de su predecesora, procuraba incorporar al turismo como parte integral de
los planes de desarrollo nacional. En ese sentido, la industria turística no fue entendida
163
solo como una fuente de divisas internacionales, sino como un instrumento para
promover el desarrollo regional y así expandir la prosperidad hasta las esquinas distantes
de la periferia nacional. Se esperaba que el turismo pudiera potenciar el consumo de
bienes y servicios, reducir el desempleo, e incorporar las poblaciones marginales como
parte de la fuerza laboral del sector250.

En la medida en que el “desarrollo” se convertía en un componente crítico de la


“gubermentalidad” colombiana, la política pública en cuanto fue más asertiva y
consistente. A finales de los años 60, varios estudios fueron adelantados para considerar
el potencial del turismo como parte de los planes nacional de desarrollo. Como resultado,
en 1970 se formuló la primera política nacional de turismo. Esta esperaba valerse del
turismo para promover el desarrollo del Caribe colombiano, siendo Cartagena el polo de
desarrollo más importante251. Una vez el plan fue hecho público, puso en evidencia sus
intenciones de re-organizar el espacio físico de la ciudad acorde con las necesidades del
turismo:

“… sobre la base del Programa de Equipamiento Turístico, los Consultores harán


la distribución y localización de la oferta entre las diferentes zonas y núcleos
urbanos a desarrollar en la subregión, incluyendo a Cartagena. Además,
presentarán una reglamentación de los usos de la tierra para complementar la
zonificación y señalarán los cambios de los usos que sean imprescindibles hacer
y propondrán los mecanismos para ejecutarlos.”252

Es de esta forma que la reorganización del espacio urbano de Cartagena se convirtió


finalmente en un paso ineludible de la política de desarrollo turístico y regional.

250 Departamento Nacional de Planeación, El sector turismo. Descripción, desarrollo y bases de políticas.
47:68, Junio 12, 1968.
251 Departamento Nacional de Planeación, El sector turismo. Descripción, desarrollo y bases de política.

Bogotá, Departamento Nacional de Planeación. 1970. Departamento Nacional de Planeación, Plan de


Desarrollo Turístico Regional de la Costa Atlántica. Anexo 2. Términos de Referencia. Estudios de la Sub-
región Occidental, Bogotá, Departamento Nacional de Planeación, 1970. Corporación Nacional de Turismo,
Plan de acción para el proyecto de desarrollo de la Costa Atlántica y San Andres. Vol. 1, Bogotá, FONADE
- Corporación Nacional de Turismo, 1972.
252 Departamento Nacional de Planeación, Plan de Desarrollo Turístico Regional de la Costa Atlántica.

Documento directos, 46:668, Julio 27,1970. 11-12.


CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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2. Patrimonialización y re-organización del espacio urbano

Aun antes del lanzamiento de la primera política nacional de turismo, los planes de
desarrollo local ya habían considerado modificar la organización del espacio urbano en
función de las necesidades del turismo, sobre todo en lo concerniente al centro histórico.
El Plan de Desarrollo Urbano de 1965 es un claro ejemplo de esto. Además de ser
pensado para orientar el desarrollo local en el curso de los próximos 15 años a su
creación, también procuraba convertir a Cartagena en un centro turístico de primer
orden253. El plan de 1965 dividió a la ciudad en 7 distintas áreas (áreas de erradicación
164
absoluta o parcial (tugurios), áreas de rehabilitación (que agrupaba a zonas en
decadencia material), áreas de concentración (zonas fundamentalmente sanas), áreas
de transformación (para las cuales se proponían cambios en el uso del suelo), áreas
históricas (que comprendía la ciudad amurallada, desde luego), áreas vacantes y áreas
en desarrollo) estableciendo para todas ellas proyecciones diferentes acorde con las
funciones que desempeñarían dentro del conjunto urbano. En el caso del centro, el plan
destacó su carácter histórico, siendo la primera iniciativa de planificación urbana en
proponer su recuperación y su puesta al servicio de la industria turística 254. De hecho,
propuso la creación de un área turística especial dentro del circuito amurallado con
hoteles, bares y restaurantes ubicados dentro de las edificaciones coloniales
restauradas255.

En la medida en que el plan de 1965 proponía expandir la infraestructura turística dentro


del centro histórico, sugería también disminuir la presencia del comercio popular a través
de la remoción del Mercado Público de Getsemaní. De esta forma, esperaba igualmente
reducir el tráfico vehicular y humano en sus alrededores. En su conjunto, el plan proponía
descentralizar la ciudad relocalizando el núcleo del comercio popular por fuera del centro
histórico. Ninguno de los planes urbanísticos anteriores -como el Pearson & Sons de
1914 o el Plan Regulador de 1948256- habían cuestionado el rol del centro como el núcleo
espacial de la ciudad. Ambos habían procurado restablecer la primacía comercial de
Cartagena, sin expresar mayores preocupaciones por preservar los remanentes de la
arquitectura colonial. Por el contrario, el Plan de 1948 había sugerido demoler porciones
específicas de las murallas para facilitar la conexión entre el centro y el resto de la ciudad,
mientras el Plan Pearson & Sons de 1914 había sugerido demolerlas en su conjunto.

253 Instituto Geográfico Agustín Codazzi, Plan Piloto de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Cartagena.
1965, p 9.
254 Bustamante, Germán, “Conservación de Cartagena y el impacto del turismo”, en Crespo Hernan & Silva

María. Seminario Taller: Rehabilitación Integral en áreas o sitios históricos latinoamericanos, Quito,
UNESCO – ORCALC, 1994, p.p. 177-182.
255 Instituto Geográfico Agustín Codazzi, Plan Piloto de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Cartagena, p

66.
256 Valdelamar, Fabricio, “Plano regulador de 1948: diversificación espacial y exclusión social en

Cartagena”, El Taller de la Historia, N° 3, Cartagena: Universidad de Cartagena, 2013, p.p. 279-317


CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
En vez de considerar a la arquitectura colonial como un obstáculo para el progreso, el
desarrollo turístico que vino tras los años 50 le vio como un componente clave para el
futuro de la ciudad como un destino turístico de talla internacional. Aunque algunas leyes
nacionales habían sido promulgadas para su preservación, no se habían adelantado
esfuerzos serios para su restauración física. En los 60 inició un lento pero consistente
proceso de restauración y conservación de la arquitectura colonial dentro del centro
histórico y sus alrededores. En 1967 el gobierno nacional contrató los servicios del
arquitecto español Juan Manuel Zapatero para adelantar los estudios necesarios para
poner en marcha la restauración del sistema de fortificaciones, y convertirlas en atractivos
165
turísticos. Para tal fin, Zapatero recomendó remover cualquier adición moderna a las
murallas, incluyendo algunas viviendas que habían sido construidas justo en frente de
ellas257.

Este proceso de patrimonialización causó un giro dramático en los usos del espacio
urbano dentro del centro histórico. De aquí en adelante, cualquier uso, actividad o
edificación dentro del área que no encajara con el perfil histórico y turístico del centro era
desalentada a través de estrictas regulaciones urbanísticas. La patrimonialización tenía
dos objetivos claves entre muchos otros: por un lado, darle legibilidad al conjunto
urbano258, reduciendo la heterogeneidad en el uso del espacio y reforzando la coherencia
en la estética arquitectónica, y por otro lado, crear una frontera entre las esferas del
trabajo y del ocio, una necesidad ineludible en la conformación de un área turística. La
ubicación del Mercado Público justo en el corazón del centro histórico complicaba estaba
agenda. De hecho, los planes de desarrollo turístico de los años 70 fueron explícitos en
su interés por crear una frontera física entre los turistas y los nativos. En 1972, la versión
final del Plan Regional de Desarrollo Turístico recomendó desalentar la presencia popular
en las playas del sector turístico de Bocagrande, recuperando las playas de Marbella, las
playas populares por excelencia, de modo tal que las primeras no perdieran su carácter
de exclusividad:

“El área de Marbella al norte de la ciudad amurallada, ha sido tradicionalmente


la playa popular de Cartagena, pero con la construcción de la avenida que une
al aeropuerto con Bocagrande, esta playa ha desaparecido, dejando a la clase
de bajo ingreso de Cartagena sin su área de recreación; esto la ha forzado a
recurrir a las playas de Bocagrande, que son las mejores de la ciudad para el
turismo. Si no se recuperan las playas populares, las áreas de turismo

257 Zapatero, Juan Manuel, Las Fortificaciones de Cartagena de Indias. Estudio Asesor para su
Restauración, Madrid, Banco Cafetero de Colombia, 1969.
258 Rama, Ángel, La Ciudad Letrada, Citado por: Overmyer-Velázguez, Mark, Visiones de la Ciudad

Esmeralda. Modernidad, Tradición y Formación de la Oaxaca Porfiriana, Oaxaca, Universidad Autónoma


“Benito Juárez” de Oaxaca, 2011.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
internacional pierden su carácter exclusivo, lo cual es importantísimo para esta
clase de turismo.”259

La apropiación del espacio urbano por parte del desarrollo turístico quiso llevarse más
allá de los límites del centro histórico. La recuperación de los cuerpos de agua, los caños
y lagunas en especial, fue también considerada un elemento fundamental para la
iniciativa. El alcalde de la ciudad en 1969, Alvaro De Zubiría, dijo al respecto: “La belleza
y función de los caños y ciénagas de Cartagena perdidas al turismo, así recuperadas
harán de Cartagena una de las ciudades de mayor atracción turística del continente.”260

Sin embargo, como el Plan de 1965 ya lo había reconocido, miles de habitantes populares 166
urbanos se habían asentado en las orillas de los cuerpos de agua en respuesta a la
carencia de programas de vivienda social. Los planes de desarrollo urbano y turístico
también esperaban remover estos asentamientos, y adecuar los espacios liberados a las
necesidades del turismo. Chambacú, ubicado justo en las inmediaciones del centro
histórico, era de todos el más antiguo y extenso.

3. Chambacú: un obstáculo para el desarrollo turístico

Aún antes de la formulación de los primeros planes de desarrollo turístico, Chambacú ya


era vista con incomodidad. El barrio había surgido en los años 30, cuando centenares de
residentes provenientes de otros barrios y pueblos cercanos rellenaron los terrenos
pantanosos ubicados justo al frente de la ciudad amurallada, y construyeron casas hecha
de madera, cartón, barro y otros materiales perecederos. La mayoría de sus habitantes
eran trabajadores informales, en su mayoría vendedores ambulantes, albañiles y
servidores domésticos. Como era de esperarse, los ingresos mensuales eran
considerablemente bajos y era en su mayoría invertidos en necesidades esenciales. Por
tal motivo, y a pesar de las mejoras materiales que el barrio había experimentado en el
curso de sus primeras décadas de existencia, la mayoría de las viviendas estaban muy
por debajo de los estándares mínimos de calidad.

En la medida en que la industria turística avanzaba en la ciudad, Chambacú pasó a ser


visto como uno de los principales obstáculos para su total consolidación. En 1960,
Eduardo Lemaitre, un prominente intelectual, periodista y político conservador, afirmó que
Chambacú afectaría el potencial turístico de Cartagena debido a que: “a nadie se le
ocurre que los norteamericanos se van a desplazar desde su patria hasta la nuestra por
el gusto de contemplar el espectáculo que ofrecen actualmente las calles de

259 Corporación Nacional de Turismo. Plan de acción para el proyecto de desarrollo de la Costa Atlántica y
San Andres. Vol. 1, p 10.
260 Archivo Histórico de Cartagena, Actas del Concejo de Cartagena. N° 10. 3 de Enero de 1969.

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Chambacú”261. En 1967, un urbanizador que estuvo a cargo de la construcción de la
Avenida Pedro de Heredia, la principal vía de la ciudad y cuyo último tramo fue trazado
sobre Chambacú, sugirió que se construyeran muros a lado y lado de la avenida de modo
tal que los visitantes no estuvieran expuestos a la deteriorada imagen del barrio, una
labor que él comparó con “barrer un salón de recibo y ocultar la basura bajo las
alfombras”262.

Después de numerosos intentos para erradicar el asentamiento, el gobierno nacional


finalmente la incluyó como parte de una iniciativa amplia de desarrollo turístico regional,
lo que aseguró los recursos para el proyecto. En agosto de 1971, la relocalización de sus 167
10.000 habitantes se puso en marcha. En el curso de los próximos dos años, fueron
reubicados en cinco diferentes puntos de la ciudad en barrios de vivienda pública
totalmente financiadas por el estado. Mientras tanto, el gobierno local proyectaba
construir en los terrenos de Chambacú el Centro Internacional de Turismo, un conjunto
de edificaciones que albergarían un teatro, varias facilidades para exposiciones culturales
e industriales, un edificio de oficinas, y desde luego, un hotel. Este sería el proyecto de
desarrollo turístico de mayor envergadura jamás construido en la ciudad263.

Aunque inicialmente la erradicación de Chambacú fue vista como un modelo de política


social, y como la mayor y más exitosa intervención del estado colombiano en materia de
vivienda social, tan solo años después la iniciativa comenzó a ser juzgada como un
fracaso irrepetible, ya fuera debido a los altos costos causados por la construcción de
cero de los nuevos barrios donde los chambaculeros fueron reubicados, o por la
traumática experiencia que esto trajo para los últimos.

Los cuestionables resultados de la remoción de Chambacú no detuvieron la marcha de


la reorganización del espacio urbano en virtud del desarrollo turístico. A finales de los
años 70, otro plan de desarrollo urbano fue lanzado, e insistía aún más el carácter
histórico del centro, y la necesidad de regular sus usos para bien del progreso del
turismo264. Al igual que el Plan de 1965, este también recomendaba remover el Mercado
Público de Getsemaní y sus actividades anexas. Fue aún más allá al proponer desalentar
el uso institucional del turismo. Este insistió en reubicar por fuera del centro, no solo el
Mercado, sino también las escuelas, hospitales, unidades de oficina, la universidad y la
prisión local. Igualmente recomendó prevenir la construcción de vivienda de bajo costo
dentro del centro, para prevenir así “el decaimiento físico y ambiental” del área 265.

261 Archivo Histórico de Cartagena, El Figaro. 14 de Enero de 1960.


262 Biblioteca Nacional de Colombia, Diario de la Costa. 1 de Julio de 1967.
263 Biblioteca Nacional de Colombia, Diario de la Costa, January 10, 1971.
264 Téllez, German, Cartagena. Zona Histórica, Bogotá, Corporación Nacional de Turismo – Universidad de

los Andes, 1979.


265 Ibid, p 33.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


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Atendiendo a esta provisión y a los primeros avances de la patrimonialización, el Mercado
fue finalmente removido en 1978.

Conclusión

La literatura sobre el desarrollo turístico en el Caribe ha demostrado que este sector


perpetuó muchos de los rasgos del sistema de plantación, además de implantar una
segregación al estilo Jim Crow, sobre todo en las facilidades turísticas de capital
estadounidense. Aunque el turismo no generó en Cartagena ninguno de estos dos
168
escenarios, ciertamente creó fronteras físicas y simbólicas para separar a turistas de
nativos. El proceso se hizo más notorio en la medida en que el que el espacio urbano
mismo fue convertido en parte de la oferta turística. Desde los años 50, el desarrollo
turístico había hecho del centro histórico, el que fuera una vez la locación física de la
mayor parte de las actividades cotidianas de los cartageneros, la columna vertebral del
paraíso. Los esfuerzos de planificación urbanística que vinieron años después dotaron
de marco legal al proceso, reforzando la patrimonialización del centro y regulando sus
usos. Ambas dinámicas han progresivamente desalentado el acceso y apropiación del
área por parte de los residentes locales. Para finales de los años 70, nuevas áreas
emergieron a lo largo de la ciudad donde los usos previos del centro en materia de
industria, comercio popular y vivienda fueron concentrados.

La erradicación de Chambacú representa otra dimensión crítica en la construcción del


paraíso turístico: la creación de una imagen que se corresponde con su estética. Como
Saida Palou argumenta, el turismo depende de la creación de una “ciudad fingida” donde
los visitantes puedan disfrutar de los beneficios del paraíso, sin lidiar con los efectos
colaterales de su creación266. Chambacú indudablemente desafiaba la estética del
paraíso. Un empobrecido tugurio de más de 10.000 habitantes complicaba la imagen de
prosperidad que la ciudad y los promotores turísticos querían proyectar. En la medida en
que el turismo fue considerado como un factor de desarrollo, la remoción de Chambacú
se convirtió en una prioridad nacional.

Este proceso no estuvo libre de resistencias sin embargo. Los habitantes de Chambacú
resistieron a lo largo de dos décadas los primeros planes de erradicación, y solo
aceptaron el traslado hasta haber negociado términos más favorables. La relocalización
del comercio popular tampoco fue definitiva. A pesar de la remoción del mercado, aún
cientos de vendedores ambulantes ocupan plazas y calles del centro histórico, a pesar
de los esfuerzos recientes por parte del gobierno local para desplazarlos. Las playas de
Bocagrande siguen siendo frecuentadas semana tras semana por habitantes nativos

266Palou, Saida, “La ciudad fingida. Representaciones y memoria turística de Barcelona”, Pasos, Vol. 4, N°
1, Santa Cruz de Tenerife, Universidad de la Laguna, 2006, p.p. 13-28.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


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provenientes de las barriadas populares. Como lo mencionamos al principio, los rumores
sobre la supuesta entrega en concesión de las playas de la ciudad derivaron en una
manifestación que terminó en un enfrentamiento entre los manifestantes y la fuerza
pública. Comunidades rurales que habitan las inmediaciones de la ciudad se han
organizado en torno a su identidad étnica para reclamar la titulación colectiva de sus
tierras, y de esta forma blindarla contra los intereses privados267.

A pesar de la resistencia civil en contra del proceso, difícilmente puede afirmarse que la
reorganización del espacio urbano en virtud del turismo ha cesado su marcha. La
gentrificación, en vez de la erradicación masiva de asentamientos populares, es la forma 169
actual del proceso. El capital privado adquiere propiedades al interior del centro histórico
para construir lujosas viviendas y hoteles, lo cual ha elevado los impuestos en el área
haciendo cada vez más difícil a los residentes tradicionales permanecer allí. Escuelas,
universidades e instituciones privadas han mudado sus instalaciones a lugares más
baratos, y vendiendo sus propiedades a promotores turísticos. El comercio local ha sido
reemplazado por negocios orientados hacia el sector turístico, cuyos precios están por
encima del alcance de los ciudadanos del común. Inclusive el acceso al espacio público
suele ser restringido cada vez que un evento de talla internacional tiene lugar en la
ciudad. Aunque menos agresivo, estas nuevas formas de regulación espacial son tan
solo el momento presente de un proceso que inició hace más de medio siglo.

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El Fígaro

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
EVALUACIÓN DE LA SOSTENIBILIDAD DEL TURISMO EN LA ISLA DE SAN
ANDRÉS, EN EL CARIBE COLOMBIANO

JOHANNIE L. JAMES CRUZ268


Profesora Universidad Nacional de Colombia

Resumen
172
El Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, ubicado en el Caribe
Colombiano, en la actualidad experimenta un periodo de gran auge turístico. Con los
niveles de ocupación hotelera más altos del país, se evidencia el gran dinamismo que
vive el turismo en las islas en los últimos años. Sin embargo, es preciso tener en
consideración que su condición de reserva mundial de la biosfera, sumado a la
vulnerabilidad propia de los territorios insulares, refuerzan la necesidad de estimular
procesos de desarrollo sostenible. La presente ponencia se propone evaluar la
sostenibilidad del turismo que se desarrolla actualmente en la isla de San Andrés, bajo
los criterios determinados por la OMT como determinantes el turismo sostenible.
Entendido este como aquel “que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales
y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de
los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”.

Palabras claves: Turismo sostenible; Turismo en San Andrés, efectos del turismo

Introducción

El Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, declarado reserva mundial


de la biosfera por la UNESCO en el año 2000, está ubicado en el mar Caribe a más de
700 km al noroeste de Colombia. Con una extensión terrestre de 52,5 km 2 y más de
300.000 km2 de mar territorial, es el departamento más dependiente del turismo en
Colombia. Está integrado por las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina; los
islotes Bolívar y Albuquerque, los cayos Cotton, Haynes, Johnny, Roncador, Serrana,
Serranilla, Quitasueño, Rocky y Cangrejo, y los bancos Alicia y Bajo Nuevo, entre otros.
Solo las tres primeras islas están permanente habitadas.

268
Doctora en Ciencias para el desarrollo sustentable.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Figura 1. Ubicación geográfica del Archipiélago de San Andrés, Providencia y
Santa Catalina

173

Fuente: Plan Maestro de Turismo para la Reserva de la Biosfera Archipiélago de San Andrés,
Providencia y Santa Catalina (2003).

En particular la isla de San Andrés, es el quinto destino predilecto de los extranjeros que
visitan Colombia. En 2014 recibió más de 730.000 turistas (ver figura 2) y presentó la más
alta ocupación hotelera del país con un promedio de 76%, superando incluso a destinos
tradicionales como Cartagena y Santa Marta. En lo corrido del año 2015 la ocupación
hotelera en San Andrés, supera el 80%, lo que augura un significativo incremento en los
indicadores turísticos.
Es necesario evaluar la sostenibilidad del turismo en un territorio que no solo debe asumir
el compromiso internacional de ser reserva mundial de biosfera, sino que además se
enfrenta a las vulnerabilidades propias de un territorio insular oceánico. Hecho que
refuerza la necesidad de consolidar procesos productivos ambientalmente sostenibles.
Por ser el destino más importante del departamento, esta ponencia se concentrará en el
caso de la isla de San Andrés.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Figura 2. Turistas llegados al Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa
Catalina 2000-2014
800.000
733.926

700.000

600.000
529.157
174
500.000

389.501
400.000 343.097
341.253

300.000

200.000

100.000

0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014

Fuente: Elaboración propia con base en datos suministrados por la secretaria de turismo del
departamento archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

La Organización Mundial del Turismo - OMT, define el turismo sostenible como “El
turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras,
económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los
visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”. Y plantea los
siguientes principios, necesarios para garantizar la sostenibilidad de esta actividad:

Primer principio: Asegurar unas actividades económicas viables a largo plazo, que
reporten a todos los agentes, unos beneficios socio-económicos bien distribuidos,
entre los que se cuenten oportunidades de empleo estable y de obtención de
ingresos y servicios sociales para las comunidades anfitrionas, y que contribuyan
a la reducción de la pobreza.

En los últimos años la isla de San Andrés ha experimentado sustanciales incrementos en


el número de turistas que la visitan anualmente (figura 2). Al punto que en tan solo nueve

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
años se ha incrementado en más del doble pasando de 343.000 turistas en 2005 a más
de 733.000 en 2014. Lo que podría suponer la generación de importantes recursos
económicos que aporten al bienestar de la población local.

Si bien las actividades asociadas al turismo (comercio, restaurantes y hoteles), vinculan


a cerca del 50% de la mano de obra ocupada del Archipiélago269, el empleo generado en
el archipiélago es bastante precario. Según el DANE el 68% de los trabajadores
vinculados formalmente reciben ingresos mensuales de menos de 1,5 salarios mínimos
(DANE, 2014)270. Ingresos bastante bajos si se tiene en cuenta que la canasta básica de
alimentos para una familia de cuatro integrantes en el departamento archipiélago se ha 175
estimado en 1,5 salarios mínimos mensuales vigentes (Jaramillo L.J. et.al.; 2009: pág.
48)271.

Figura 3. Distribución porcentual y variación de la población ocupada, según


posición ocupacional
Nov 13 - Abr 14, San Andrés

50 45,8
41,4
40
30
% 20
4,9 7,4 5,4
10 3,2 3,4
0
-10 -1,5
Trabajador por

Otro*
Obrero, empleado

Obrero, empleado
cuenta propia

del gobierno
particular

Participación 2014 Variación 2013 - 2014

Fuente: DANE

El 86% de la población ocupada está vinculada al mercado de trabajo como empleado


particular o trabajador por cuenta propia, indicador que puede evidenciar la inestabilidad
del empleo local. Este panorama se refuerza en el plan de desarrollo departamental 2012-
2015 el cual identifica que de 2.470 establecimientos de comercio y 23.000 ocupados en
las islas, tan solo 1.600 empresas con 12.172 trabajadores están afiliados a la caja de
compensación familiar. Por tanto, es posible decir que el 47% de los ocupados del

269 Según cifras del DANE en 2014 el comercio, restaurantes y hoteles vinculan al 45,6% de la población
ocupada.
270 Tan solo un 19,6% de la población ocupada gana más de dos salarios mínimos. Fuente: DANE
271 La canasta básica de alimentos se refiere al conjunto de alimentos que, al menos, debe satisfacer las

necesidades de calorías y proteínas como componentes básicos de la alimentación de un conglomerado


(Jaramillo L.J. et.al.; 2009: pág. 48). Este estimativo solo incluye gastos de alimentación y no incluye gastos
de recreación, ropa, arriendo y demás gastos que usualmente tienen las familias.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
archipiélago no gozan de todas las prestaciones sociales a que tienen derecho (PDDS&P:
pág. 212).

En conclusión se puede decir que en el departamento Archipiélago de San Andrés,


Providencia y Santa Catalina predomina la generación de empleo informal, con bajos
ingresos y sin las prestaciones de ley. Por otro lado, el porcentaje de población de San
Andrés que presenta Necesidades Básicas Insatisfechas, llega al 42,45 % en 2012, muy
por encima del nivel nacional (27,78 %). Estas cifras corroboran la preocupante situación
socioeconómica del departamento.
176
Esta situación de aparente prosperidad económica y preocupantes indicadores sociales,
podría ser explicada por la alta concentración del ingreso generado por el turismo. Según
datos suministrados por la secretaria departamental de turismo la isla cuenta con un total
de 56 hoteles, que ofrecen trabajo directo a más de 2.600 empleados y una oferta de más
de 3.500 habitaciones.

Según el estudio de perfiles ocupacionales en turismo (2014), entre las actividades


asociadas al sector, la modalidad de alojamiento es la actividad económica que más
empleo formal le aporta al territorio. Pues tan solo los hoteles concentran más del 70%
de la mano de obra empleada en el Sector (James,J. et. Al. 2014: pág. 31).

El 47% de las habitaciones disponibles y el 53% de la mano de obra vinculada al sector


hotelero está concentrada en las cadenas hoteleras: Decameron y On Vacation. Con 6 y
8 hoteles respectivamente estas empresas hoteleras dominan el sector y se especializan
en ofrecer paquetes todo incluido. Se estima el 77% de los turistas que visitan la isla de
San Andrés lo hacen a través de estos paquetes turísticos de “todo incluido” (Pomare,
2011).

Esta modalidad de turismo se caracteriza por concentrar el consumo del visitante y los
ingresos en el hotel. Es así como en San Andrés se reproduce el patrón turístico
predominante en el resto del Caribe insular, el predominio de cadenas hoteleras
especializadas en paquetes turísticos “todo incluido” que limitan y dificultad la
consolidación de proyectos productivos locales272.

272 Sin embargo, cabe mencionar el auge que ha tomado una modalidad de turismo que recientemente ha
ganado un espacio importante en la oferta turística y que brinda mayores posibilidades de obtener ingresos
del turismo a la población local, los alojamientos no convencionales. Estos ofrecen una alternativa
económica al turista que visita la isla de forma independiente a un plan todo incluido. El crecimiento de este
tipo de establecimientos es tal que la cámara de comercio de San Andrés reporta un total de 103 nuevos
registros de este tipo de establecimiento en tan solo dos años comprendidos entre 2012 y 2013 (16 nuevos
registros en 2012 y 97 en 2013).
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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En conclusión se puede decir que en términos económicos, el Archipiélago de San
Andrés, Providencia y Santa Catalina, reporta alentadoras cifras de ingreso de turistas al
territorio. Pero las condiciones sociales de la población, suponen que los ingresos del
turismo no se están distribuyendo equitativamente entre la población anfitriona. Esto
debido a la concentración de la actividad en cadenas hoteleras, favorecido por la
modalidad de turismo que se ofrece en el territorio.

Por lo que se puede determinar que en la isla de San Andrés no se cumple el primer
criterio para la definición de destinos socioeconómicamente sostenibles.
177
Segundo principio: Respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades
anfitrionas, conservar sus activos culturales y arquitectónicos y sus valores
tradicionales, y contribuir al entendimiento y la tolerancia intercultural.

Es poca la información disponible respecto a los efectos sociales del turismo, sin embargo
es preciso resaltar, como consecuencias importantes del desarrollo turistico el cambio de
las estructuras productivas del archipiélago luego de su incursión en la actividad turística
y la alta inmigración que no solo generó un grave problema de sobrepoblación en el
territorio insular, sino que además ha llevado a que la población nativa raizal sea
considerada hoy una minoría.

El departamento archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina


históricamente ha enfrentado altos niveles de poblamiento. Pero la construcción del
aeropuerto local y la declaratoria de las islas como puerto libre en 1953, no solo marcaron
su entrada al mercado mundial del turismo, sino que también estimularon a tal punto la
migración a las islas en busca de oportunidades económicas en el territorio, que en un
lapso de tan solo trece años, comprendidos entre 1951 y 1964, se triplicó la población,
pasando de 5.675 a 16.731 habitantes.

En 2005 esta cifra ya ascendía 59.573 habitantes y según las proyecciones del DANE a
2014, la población de archipiélago supera los 75.000 habitantes. Es así como
actualmente la población raizal del archipiélago, ancestralmente asentada en el territorio,
representa tan solo un 39,4% de los habitantes de las islas, lo que la constituye en una
minoría étnica en su territorio.

Este crecimiento poblacional sostenido y no planificado ha llevado a que el archipiélago


enfrente un serio problema de sobrepoblación, principalmente sentido en San Andrés.
Mientras que el promedio nacional registra una densidad poblacional que no supera las
40 personas por km2, el archipiélago supera los 1.600 hab/km2. Y en particular San
Andrés, con más de 60.000 habitantes, supera los 2600 habitantes por Km 2. Lo que la

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hace la isla oceánica más densamente poblada de Colombia y del Caribe en general
(Garzón-Ferreira y Díaz 2003).

Figura 4. Composición del empleo privado según actividad económica


Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina como porcentaje del
PIB
60,0
50,1
50,0 178

40,0 34,8 35,0


29,1 30,7
30,0
19,1
20,0 14,7

10,0 3,3 4,9 4,0 2,4 2,3


0,0
1951 1964 1973 1981 1992 1993
Agricultura, silvicultura y pesca
Comercio, restaurantes y hoteles

Fuente: DANE

Por otro lado, para 1951 el 50% del empleo privado se dedicaba a la agricultura,
silvicultura y pesca. Para el 2012 estas actividades tradicionales no aportan más allá del
1,5% a la generación de ingresos en el departamento, y se han limitado en su gran
mayoría al consumo familiar, mientras que cerca del 40% de los ingresos totales del
territorio están representados en actividades asociadas al Comercio, restaurantes y
hoteles. Lo que evidencia el drástico cambio en la vocación económica del departamento
insular.

Por tanto e indiscutiblemente el comercio y el turismo son ahora los dos sectores más
representativos de la economía insular. Al punto que en la actualidad existe tan poca
interacción entre el turismo y la agricultura que se importa cerca del 90% de los alimentos
que se consumen en la isla. Por tanto en términos culturales, el desarrollo del turismo ha
tenido importantes efectos tanto en la población nativa raizal como en el drástico cambio
en las actividades productivas tradicionales.

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Tercer Principio. Dar un uso óptimo a los recursos medioambientales, que son un
elemento fundamental del desarrollo turístico, manteniendo los procesos
ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la
diversidad biológica.

En San Andrés existen factores estructurales, que si bien no son atribuidos directamente
al turismo, se agravan con el incremento en la poblacion flotante y ambientalmente
generan una fuerte presion sobre los recursos naturales en la isla. La sobrepoblacion,
sumada a la concentracion de la poblacion residente y flotante en la parte norte de la isla
179
y la deficiente provision de servicios publicos, generan efectos que amenazan la
sostenibilidad ambiental del territorio a largo plazo.

En San Andrés se distinguen tres centros poblados, North End, La loma y San Luis
(PDGR; 2012:pág. 40). En North end, parte norte de la isla, no solo se localiza la mayor
parte de la poblacion, cerca del 74%, si no que además se concentra la mayor pate de la
infraestructura estatal, comercial y hotelera. Mientras que los centros poblados de San
Luis y La Loma, agrupan el restante 26% de la poblacion, que en su mayoría pertenecen
a la etnia raizal. Esto genera una seria presion sobre esta zona dado que se estima a a
la poblacion residente se le suman la mayoría de los mas de 2000 turistas que
diariamente llegan a la isla.

Por otro lado, la provisión de servicios públicos platea serios cuestionamientos para la
sostenibilidad ambiental de una reserva de biosfera. En San Andrés cerca del 100% de
las viviendas cuentan con el servicio de energía eléctrica, la cual es generada en una
central eléctrica con generadores diésel con 55 MW de capacidad. La demanda
energética de la isla supera los 158 GWh por año y requiere de aproximadamente 40
millones de litros de diésel al año. Satisfacer esta demanda requiere de la provisión de 2
millones de litros de combustible por año (Essman, H et. Al.; 2005). El diésel requerido
para la producción eléctrica en ambas islas es transportado por vía marítima. Lo cual es
además de ambientalmente inapropiado, potencialmente riesgoso si se tiene en cuenta
el peligro que implica el trasporte marítimo de combustible.

Aunque se ha incrementado sustancialmente la cobertura del servicio de alcantarillado


en el departamento, menos de la mitad de las viviendas en San Andrés cuentan con
servicio de acueducto y tan solo el 12,5% de ellas cuentan con servicio de alcantarillado.
Este servicio se concentra en North end, en donde se concentra la infraestructura
turística, con un cubrimiento de tan solo el 6% de la isla273.Un 11,9% de las viviendas de
San Andrés que no cuentan con el servicio de alcantarillado disponen sus aguas
residuales en tanques sépticos. Lo que implica que cerca del 80% de las viviendas de la

273 La zona rural de la isla no cuenta con el servicio de alcantarillado. Arboleda, L.E. (2010).
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isla no cuentan con un sistema de vertimiento de aguas residuales (CORALINA,
2011:pág. 7).

Pero el 20% de las familias Sanandresanas que cuentan con un sistema de disposición
de aguas residuales tampoco lo hacen de manera apropiada. Desde el año 2007 San
Andrés dispone de las aguas residuales, que se recolectan en el sistema de
alcantarillado, a través de un emisario submarino que lleva las aguas negras al mar a 400
metros de la costa. Tiene una capacidad de evacuar un caudal entre 300 y 380 litros por
segundo y se estima que funcione hasta el 2020274.
180
Pero este sistema de disposición final además de que no cumple con los parámetros de
profundidad y las condiciones de autolimpieza de la tubería establecidos en la norma 275,
vierte las aguas residuales al mar sin un tratamiento previo. Lo que genera graves daños
a los ecosistemas marinos y terrestres (Torres, Q. et.al. 2008: pág. 25). Por otro lado, la
descarga de aguas servidas se realiza a 50 mts de profundidad, distancia insuficiente
para garantizar que el efluente no emerja a la superficie, y se disperse a la costa. Lo que
afectaría no solo la imagen de la isla si no también pondría en riego a la población.

Por su parte, los desechos líquidos recolectados en pozos sépticos, históricamente han
sido vertidos al mar desde la costa, sin ningún tipo de tratamiento alguno. Este sistema
no solo causa daños ambientales al mar sino que además pone en riesgo de
contaminación por infiltración al acuífero que abastece de agua a más del 80% de la
población. Dado que en su gran mayoría los pozos sépticos son construidos con mínimos
requerimientos técnicos y reciben escaso mantenimiento. Por tanto, En San Andrés, el
principal cuerpo receptor de aguas residuales en la Isla, es el mar.

El servicio de recolección de basuras tiene una cobertura del 100% de la isla. Se estima
que en temporada baja de turistas se generan cerca de 80 toneladas de basura por día,
mientras que en temporada alta esta cifra asciende a 120 toneladas/día (UAECSP, 2010).
Lo que muestra la gran presión que ejerce el turismo sobre la generación de residuos
sólidos, los cuales son arrojados, sin ningún tratamiento previo, en un relleno sanitario a
cielo abierto.

274 El tiempo. “San Andrés soltará sus aguas negras a través de un tubo submarino”. 8 de agosto de 2007.
Eduardo Lunazzi.
275 De los 679 tramos del alcantarillado de San Andrés, 281 de éstos no cumplen no cumplen con la

velocidad mínima establecida por el RAS 200 y que equivale a 0,45 m/s lo que pone en riesgo de
sedimentación a la red. Por otro lado, la profundidad de enterramiento de la tubería, que la norme determina
de que debe ser mínimo de 1,2m, no es cumplida en 132 tramos de la tubería. (Torres, Q. et.al. 2008: pág.
26).
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Respecto al acueducto, en San Andrés este servicio se caracteriza por su baja cobertura
y la discontinuidad del servicio. Menos del 50% de las viviendas recibían este servicio en
2005, y en 2012 esta situación no se ha modificado (DANE, 2013). Este se abastece
principalmente del agua subterránea. Se estima que de esta fuente se deriva el 82% del
agua de abastecimiento de la isla de San Andrés (CORALINA, et.al.; 2000).

En la Isla hay dos acuíferos que proveen de agua a la población. Estos son: el acuífero
San Andrés, localizado en la parte central de la isla y el acuífero San Luis que se halla
alrededor del primero. El primero es la principal fuente de explotación de la isla, tiene una
181
longitud de 11km2 y provee de agua a la red de acueducto.

Sin embargo, algunos sectores de North end conectados al acueducto solo reciben agua
durante 10 horas al día e incluso no todos los días del año. En la zona rural (La Loma y
San Luis) el racionamiento de agua es hasta por períodos superiores a 10 días. A esto
se suma la baja calidad del agua debido al mal estado de la redes de distribución y a la
contaminación por la infiltración de aguas residuales276, lo que hace que esta agua no
sea apta para el consumo humano.

Según el plan de desarrollo del departamento 2012-2015, la cobertura actual del


acueducto es de 46% para la zona urbana y 9% para la zona rural. Para una cobertura
total del 55% de las viviendas. La población que no está conectada al servicio de
acueducto se aprovisiona de agua de lluvia que almacenan en cisternas, compran carro
tanques de agua o construyen pozos artesanales.

Si se tiene en consideración la alta dependencia del acuífero para la provisión de agua y


que se estima que el consumo per cápita de agua de la población flotante es cerca del
doble de la población residente (289 Lt/hab./dia de los turistas frente a 150 lt/hab./dia de
los residentes) (CORALINA, 2000)277. Con el incremento sostenido e incontrolado del
número de turistas que visitan la isla, se puede incrementar el riesgo de sobreexplotación
y salinización del mismo, poniendo en riesgo la supervivencia misma de la población
residente en la isla.

276Las fugas son tantas que el índice de agua no contabilizada para San Andrés es del 78%. Documento
CONPES 3778 (2013). Concepto favorable a la nación para contratar un empréstito externo con la banca
multilateral hasta por 70 millones de USD o su equivalente en otras monedas, destinado a financiar la
segunda etapa del plan de apoyo al desarrollo sostenible del departamento archipiélago de San Andrés,
Providencia y Santa catalina.
277 Recientes estudios evidencian la necesidad de destinar la provisión de agua del acuífero,

exclusivamente a la población residente y restringir al sector hotelero la provisión de agua a través de la


desalinización. CORALINA, Universidad Nacional de Colombia, Conservación Internacional y el Banco
Mundial (2010).
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Con el incremento en las visitas anuales de turistas, con frecuencia colapsa el
alcantarillado y los sitios turísticos más importantes se ven abarrotados durante la
temporada de mayor afluencia turística.
Imagen 1. Titulares de prensa denunciando los problemas ambientales de San
Andrés en los principales periódicos locales

182

Fuente: www.elisleño.com

Sin embargo y pese a las alarmantes condiciones ambientales del territorio, se sigue
estimulando la llegada de turistas a las islas. Y la gestión pública en torno al turismo hace
especial énfasis en el incremento en el número de visitantes anuales.

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Imagen 2. Titulares de prensa anunciado el creciente incremento en el número de
turistas en su visita a San Andrés en los principales periódicos locales

183

Fuente: www.elisleño.com y www.sanandres.gov.co

Esto puede ser explicado por el hecho de que lo ingresos públicos generados por el
turismo dependen en gran medida de este indicador. El cobro de la tarjeta de turismo
supera los 15.000 millones de pesos anuales y además de ser uno de los pocos ingresos
propios generados por el departamento, es una de las fuentes de ingreso mas
importantes para el erario público.

La entrada al parque regional Johnny Cay supera los 1.000 millones de pesos anuales,
que son destinados al sostenimiento de esta área protegida. Ambos tributos dependen
del número de turistas que ingresan al departamento, lo que ha hecho que se caiga en el
error de estimular la llegada de turistas sin considerar las implicaciones ambientales de
esta decisión.

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Conclusiones y recomendaciones

En esta ponencia se ha evidenciado que el turismo, como actualmente se está


desarrollando en la isla de San Andrés, no es sostenible a largo plazo. Por tanto es
preciso tomar medidas urgentes para determinar la capacidad de carga del destino en
términos de aprovechamiento sostenible de recursos biológicos y ambientales de tal
forma que no se ponga en riesgo la supervivencia de la población local.

Actualmente los ingreso que pueden estarse generando por el turismo no se retribuyen
184
debidamente en una mejor calidad de vida para la población de la isla. Y la situación en
términos ambientales es muy preocupante. Mas aún cuando se considera que durante el
primer semestre de 2015 se registran mas de 426 mil turistas, un 25% mas de losque se
reportó para elmismo periodo en 2014. A esto se suma que se anuncian incrementos en
las frecuencias diarias de vuelo en todas las principales aeroineas del país. Lo que
evidencia no solo el potencial turistico del territorio si no también que muy seguramente
se superan los 750.000 turistas al finalizar el año.

El receptor principal de aguas residuales en la isla es el mar, paradójicamente el principal


atractivo turístico. El incremento sustancial en los residuos sólidos y la creciente demanda
de agua del acuífero por parte del mayor número de turistas que visitan las islas, pone el
riesgo la disponibilidad de este recurso para la población local.

La condición de la isla de San Andrés, de ser reserva mundial de la biosfera, la


comprometen con el desarrollo sostenible de su territorio, por tanto es necesario adoptar
medidas que permitan hacer del turismo que se ofrece, una actividad que se enmarque
en la categoría de turismo sostenible.

Bibliografia

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2520San%2520Andres%2520-
%2520Primera%2520Parte%2520Traduccion%2520EEDAS.pdf&ei=4HjOU4qgHKjNsQ
T-
iYDIAw&usg=AFQjCNHO0DX6KEA8JVcqMslil8eawMMwJA&bvm=bv.71198958,d.b2U
el 22/07/2014. 185

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EL TRANSPORTE MARÍTIMO EN UN ESCENARIO DE POST-GLOBALIZACIÓN

FRANCISCO PINIELLA278
Universidad de Cádiz, España.

Introducción

Detrás de la globalización, algunos ven, la cara más cruenta del sistema económico 186
actual: la Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario Internacional o el
todopoderoso Banco Mundial. En cualquiera de estas tres instituciones existe un
denominador común: el comercio mundial. Y este comercio es fundamentalmente un
comercio que requiere de un elemento crítico: el buque, y no sólo eso, necesita de un
entorno apropiado con unas infraestructuras que faciliten el trasvase de mercancías: el
puerto. El Transporte Marítimo es, por tanto, uno de los pioneros de la Globalización, es
con mucho uno de los sectores donde antes se ha notado el proceso de liberalización y
de desregulación del mercado, especialmente en lo relativo a contratación de
tripulaciones. Para ser exactos, ya no podemos hablar, de un proceso de globalización
de las estructuras del transporte marítimo, una vez que en el momento actual aparece ya
como algo consolidado (Alderton & Winchester, 2002a; Egyan, 1988, 1990; Kovats, 2006;
Metaxas, 1981; Silos et al, 2012); quizás lo correcto sea dar por hecho que nos
encontramos en otro estadio más avanzado, y que muchos autores han definido como
Post-Globalización (Nayak, 2013; O’Connor, 2009; Masih, 2002).

La foto fija de la flota mundial presenta, en principio, un panorama nada halagüeño: en


definitiva "barcos viejos", con una media que no abandona los veinte años desde su
construcción y bajo un sistema establecido de banderas de conveniencia que constituyen
el lugar reservado para el abrigo de los buques sub-estándar. Mientras la flota mundial
crece, la flota abanderada en EE.UU. o los países de la Unión asisten a un goteo continuo
que reduce su flota año por año, como podremos comprobar cuantitativamente en esta
ponencia. ¿Es esto realmente así o es la imagen que se transmite a la sociedad por parte
de los medios, especialmente en las grandes tragedias de accidentes o en la repercusión
de las llamadas “mareas negras” que tiñen nuestras costas? El propósito de esta
ponencia es determinar las claves de esta Post-Globalización y observar más
minuciosamente la flota desde un punto de vista de comportamiento en materia de

278Director Grupo de Investigación "Política Marítima" [TEP-194]. Coordinador del Grado en Náutica y
Transporte Marítimo [EIMANAR]. Profesor Titular Departamento de Ciencias y Técnicas de la Navegación.
Universidad de Cádiz.

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seguridad. Queremos analizar, con una visión panorámica y con un análisis estadístico
pormenorizado, el comportamiento y la evolución producida en las últimas décadas con
la privatización o externalización de los servicios de control que hasta ahora realizaban
las Administraciones Marítimas y que ahora son encomendadas a Organizaciones
reconocidas (RO), tal como así las define la propia Organización Marítima Internacional
(IMO). Para esta presentación nos valdremos de estudios previamente publicados y en
los datos estadísticos, algunos propios y otros de la UNCTAD, IMO, Paris MoU, y otras
instituciones internacionales que iremos referenciando.

1. Elementos claves en la globalización del transporte marítimo 187

La Globalización también ha tenido su cara positiva en estos últimos años: el incremento


exponencial de los intercambios de bienes y servicios entre países debido, entre otras
razones, a la apertura de los mercados internacionales ha creado una gran red de
relaciones mundiales en la que se intercambian no sólo bienes y servicios, sino que
también se traslada la tecnología, el capital o los recursos humanos. (Cerban & Piniella,
2011)

Los elementos clave de este proceso han sido varios, pero quizás un invento tan sencillo
como la caja, el contenedor (originalmente de veinte pies – TEU279) ha sido clave en la
homogeneización de las mercancías, de los buques y del tratamiento en los puertos. En
unas decenas de años los buques contenedores han ido dejando atrás poco a poco la
carga general, por la mejora de la productividad en los procesos de carga y descarga
cuando estos se asocian a la uniformidad de la unidad estandarizada del TEU y a un
modelo de transporte intermodal.

La economía de escala y nuevas tecnologías en la construcción naval han ido haciendo


buques más y más grandes (400 metros de Eslora)280 hasta superar el tamaño incluso
de la ampliación del Canal de Panamá, que ya se ha quedado pequeño, sin aún
inaugurarse, para los buques de esta nueva generación. Solo algunos puertos tienen
estos calados y las exigencias sociales sobre las consecuencias medioambientales del
dragado, empiezan a amenazar la competitividad de puertos como el de Hamburgo. La
Globalización ha producido un efecto de concentración de las empresas navieras de
capital multinacional en no más de cinco grandes navieras que controlan la mayoría del
comercio del transporte marítimo, con operaciones de fusiones y alianzas, sospechosas
de la libre competencia. A ello hay que añadir el traslado del eje dominante Atlántico hacia
el Asia-Pacífico: China, solo, ha duplicado su flota en los últimos diez años y su red
portuaria corona con creces un ranking reservado hasta hace poco a puertos europeos y

279
TEU: Twenty Equivalent Unit
La serie más conocida fue la Triple-E: “Maersk Mc-Kinney Møller”, “Maersk Majestic”, “Marie Maersk”,
280

“Madison Maersk”, “Magleby Maersk” y “Mary Maersk”.


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norteamericanos. El transporte marítimo sintetiza precisamente la evolución de las
economías: un cambio de escenario en los protagonistas del desarrollo regional lleva
consigo un cambio de las estructuras y de las rutas de la navegación marítima. La
multinacionalidad del negocio marítimo es también otra muestra evidente de esta
Globalización, que ha roto con un sector como el naviero dominado por determinados
países e incluso por determinadas familias. Hoy es difícil incluso saber de quién es un
buque, como ocurrió con el desgraciado accidente del “Prestige”.

Las líneas de los súper-contenedores siguen un patrón “Round the World” que luego se
distribuye a través de los llamado “feeders” en pequeños puertos. A ello hay que añadir 188
la cada vez más seria propuesta del llamado paso del Noreste del Ártico o ruta marítima
del Norte: un recorte estimado en un 30% del tiempo de la navegación entre China y
Europa (estrecho de Bering y costa norte rusa).

2. El nuevo rol de los estados en el transporte marítimo

Son muchos los accidentes marítimos que han conmocionado a la opinión pública sobre
los efectos de la contaminación de los buques sobre el medio marino. Por ello esta neo-
globalización tendrá quizás que analizar los errores cometidos y regular aquellos
aspectos que requieren de un control, el control de su seguridad. No cabe duda que este
fenómeno es paralelo al desarrollo y consolidación de los Registros Abiertos, también
llamados Pabellones de Conveniencia (FoC). Este hecho ha planteado por parte de los
Estados ribereños, rectores del puerto, un aseguramiento de la calidad de estos controles
e inspecciones en estas organizaciones, lo que definitivamente ha cristalizado en el futuro
Código de Organizaciones Reconocidas.

Históricamente los Estados han atribuido la nacionalidad a los buques, el abanderamiento


de un buque era un acto de refrendo de la autoridad de ese país, e indicaba que ese
buque estaba bajo la jurisdicción de las leyes de ese Estado. Los países de tradición
marítima cuidaban de la reputación de su flota, pero fundamentalmente tras la Segunda
Guerra Mundial se desarrolló el fenómeno conocido de forma peyorativa Pabellones de
Conveniencia, en el que se ponía en evidencia lo que una sentencia del Tribunal
Internacional de Justicia (1955) denominó el “genuine link”, según el cual un país no
puede extender su protección a cualquiera de sus nacionales sin ningún tipo de limitación,
sino que además de la nacionalidad debe existir entre el Estado y su nacional una
conexión genuina que quedará establecida en la propio Convención de Alta Mar de 1958
(Bergantino & Marlow 1998; Alderton & Winchester 2002a; Li & Wonham 1999).

Han pasado los años y la batalla por frenar este proceso de huida de las banderas
(flagging out) parece perdida si consultamos las cifras que cada año se publican sobre la
flota mundial. A ello hay que añadir que las medidas internacionales no facilitaron la
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resolución de esta confusión con relación a ese término, tanto en la redacción del Art.
91.1 de la Convención de Naciones Unidas sobre Derecho del Mar (UNCLOS-1982),
como en la fracasada Convención, también de Naciones Unidas sobre las Condiciones
de Registro (UNCCROS-1986), que sigue estancada en la lista de convenios
internacionales por ratificar con solo veinticuatro adhesiones (Li & Zheng, 2008).
Tampoco se puede decir que haya sido muy convincente la campaña de la Federación
Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) en frenar la proliferación de estas
banderas. Los datos confirman cómo el crecimiento de los registros abiertos sobre los
tradicionales es imparable y está consolidado (Figura 1): los buques abanderados en
189
Panamá suponen un 21,4% de toda la flota mundial, pero con Liberia esta cifra alcanzaría
un acumulado del 33,8%, y si sumamos los cinco primeros registros (Hong-Kong, Islas
Marshall y Singapur) el porcentaje escala hasta el 54,7%, detectándose un proceso de
concentración en los últimos años.

Figura 1
Porcentaje (%) de la Flota Mundial dividida entre países de la Unión Europea
y de los 10 primeros registros abiertos en Tonelaje Peso Muerto (DWT)

55
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
1980

1982

1984

1986

1988

1990

1992

1994

1996

1998

2000

2002

2004

2006

2008

2010

2012

Fuente: Elaboración propia a partir de UNCTAD-Stat

En las Figuras 2 y 3 se ve la evolución histórica del proceso de abanderamiento y el


incremento que se produce en el registro de buques bajo una bandera extranjera que en
2011 alcanzó la cota del 71,5%. Estamos además ante un sector fuertemente
centralizado en un número limitado de países: según datos de la misma fuente (UNCTAD
2011), cuatro países (Grecia, Japón, Alemania y China) monopolizan la propiedad de la
mitad de los buques, tal como hemos dicho anteriormente que ocurre en los registros.

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Figura 2
Evolución del Registro Panameño desde 1924 to 2012
10
8
6
4
2
0
1924

1931

1936

1941

1946

1951

1956

1961

1966

1971

1976

1981

1986

1991

1996

2001

2006

2011
190

Fuente: Elaboración propia a partir de UNCTAD-Stat y LR

Figura 3
Tonelaje (‘000 DWT) de barcos registrados con Registros abiertos (escala izquierda) y
Total de la flota abanderada en países extranjeros (GSFFF%) (escala derecha)

350 100
90
300
80
250 70
200 60
50
150 40
100 30
20
50
10
0 0
1997

1999

2001

2003

2005

2007

2009

2011

GSFFF DWT Panama DWT Liberia DWT Marshall

DWT HongKong DWT Singapore DWT Malta DWT Bahamas

Barcos de más de 1.000 GRT


Fuente: Elaboración propia a partir de UNCTAD-Stat y LR

3. Evolución de los instrumentos de control

IMO desde su creación ha encaminado sus esfuerzos a través de dos líneas de actuación
diferentes: por un lado la elaboración de Convenios Internacionales de obligado
cumplimiento por los Estados de abanderamiento, y por otro la implantación real y
efectiva de dichos Convenios por los estados que los ratifican. Analizando por separado
estas dos líneas de actuación, llegamos a la conclusión de que en materia de elaboración
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de Convenios Internacionales los esfuerzos de la IMO han dado sus frutos, pero no ocurre
lo mismo con la labor de implantación en los Estados de abanderamiento. De este
planteamiento surge el llamado Control del Estado Rector de Puerto (Port State Control),
básicamente un modelo de inspección para buques extranjeros en puertos nacionales,
con el propósito de verificar que las condiciones del buque, su equipo, y su tripulación
cumplan con los requisitos exigidos en los Convenios Internacionales.

En algunos casos esta disfunción se debe a la falta de voluntad política por parte de los
Estados de Abanderamiento, mientras que en otros se trata de problemas derivados de
la falta de recursos humanos y materiales que impiden a estos Estados el control los 191
buques que enarbolan sus pabellones y no frecuentan sus puertos. En una breve síntesis
del problema podemos decir que estamos hablando de un Mundo en el que las dos caras
de la moneda son el Estado de

La primera experiencia de cooperación regional en este aspecto fue el Memorandum


(MoU) de París,281 al que le han seguido, promovidos por IMO en los últimos años, ocho
acuerdos más:
• Acuerdo de Viña del Mar (1992), entre las Administraciones marítimas de
estados ribereños de América del Sur;
• Memorándum de Tokio (1993), entre las Administraciones de estados
ribereños de la región asiática del Pacífico;
• Memorándum del Caribe (1996);
• Memorándum del Mediterráneo (1997);
• Memorándum del Océano Índico (1998);
• Memorándum de la región de África Occidental y Central (1999);
• Memorándum de la región del Mar Negro (2000);
• Memorándum del Golfo Pérsico (2004).

4. El rol (privado) de las organizaciones reconocidas

Parece lógico pensar que la mayor parte de estos registros no pueden por sí mismo llevar
a cabo el control público de sus flotas. Pensemos físicamente en islas como Bahamas,

281 El MoU de Paris se basa en la experiencia previa del llamado Memorandum de la Haya, firmado en el
año 1978 por grupo de ocho países europeos con el fin de alcanzar un acuerdo para unificar criterios para
la inspección de las condiciones de trabajo a bordo de los buques, según las disposiciones del Convenio
147 de la Organización Internacional del Trabajo. Sin embargo, apenas entrado en vigor el mencionado
acuerdo, se produjo el embarrancamiento del buque petrolero Amoco Cádiz en el Canal de la Mancha. Este
incidente y sus desastrosas consecuencias provocaron que dichos países replanteasen su política
preventiva. Debido a ello el acuerdo originario se remodeló de forma que abarcase otras materias
contenidas en otros Convenios Internacionales relacionados con la seguridad marítima y la protección del
medio marino. De esta forma nació en enero de 1982 el primer acuerdo internacional sobre unificación de
criterios para el control de los buques extranjeros por los Estados Rectores de Puerto, firmado en principio
en París por catorce países, denominado Memorándum de París (Memorandum Of Understanding).
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Bermuda o las minúsculas Antigua and Barbuda o San Vicente y Granadinas que
registran a miles de barcos con su bandera: prácticamente tendrían que poner a toda su
población a inspeccionar buques.

Podríamos comenzar con sentar cuáles fueron las bases legales para que los Estados
de abanderamiento pudieran autorizar la delegación de competencia en estas
organizaciones, que ya se encontraba redactada en los principales convenios
internacionales, concretamente en el UNCLOS (Art.94 y 217), así como en la mayor parte
de los convenios más técnicos de la Organización Marítima Internacional (Regla I/6
SOLAS, Regla I/4 y II/10 MARPOL, Art.13 LL o Art.6 ARQUEO), donde se establecía la 192
delegación para inspeccionar, certificar y determinar el arqueo de los buques. Pero es en
el año 1993 cuando la XVIII Asamblea de IMO sienta las bases, en su Resolución 739,
de unas primeras Directrices relativas a la autorización de las Organizaciones que actúen
en nombre de la Administración, al objeto de elaborar procedimientos uniformes y un
mecanismo para la delegación de autoridad a las organizaciones reconocidas; unas
normas mínimas que ya estaban siendo recomendadas tanto desde el (62º) Comité de
Seguridad Marítima como desde el (34º) Comité de Protección del Medio Marino.

Básicamente estas primeras Directrices controlan unos mínimos de eficiencia y de


recursos, establecen un documento en el que se plasme el acuerdo con la Administración
correspondiente, y un sistema de auditoría independiente para evaluar el cumplimiento
de esta delegación. Este acuerdo debe establecer minuciosamente el nivel de la
delegación de las funciones, la base jurídica de las funciones objeto de autorización y el
sistema de notificación a la Administración. En definitiva se venía a poner unos mínimos
que dejaran fuera a aquellas organizaciones, algunas consultoras, de dudoso rigor
técnico y de escaso personal cualificado. Todo ello a partir de una necesaria publicación
de reglas, un sistema de control de calidad homologable a la serie ISO 9000, un régimen
de formación y perfeccionamiento para el personal profesional y de principios de
conducta, el llamado Código de Ética. En la siguiente Asamblea, en 1995, IMO amplía
estas Directrices a unas especificaciones relativas a las funciones delegadas (Res.
A.789-19) con un principio claro de regular las esferas de interés en cuatro módulos:
gestión, evaluación técnica, reconocimientos y competencia y formación. Se pone un
énfasis especial en determinar los apartados básicos del control de estructura del caso,
sistema de máquinas, compartimentado y estabilidad, líneas de carga, arqueo, protección
estructural contra incendios, equipo de seguridad y prevención de la contaminación,
equipo radioelectrónico y criterios sobre transportes de productos químicos o gases
licuados a granel. También se especifica con más detalle las competencias y la titulación
mínima de los inspectores de la ROs que llevarán a cabo las inspecciones.

A nivel de la Unión Europea ya en el año 1994 el Consejo estableció la Directiva 94/57/CE


de 22 de noviembre de 1994, sobre reglas y estándares comunes para las organizaciones
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de inspección y peritaje de buques y para las actividades correspondientes de las
administraciones marítimas, dentro del marco de su política común de Seguridad
Marítima, admitiendo en el propio preámbulo de la Directiva que "Considerando que, a
escala mundial, gran parte de las sociedades de clasificación no garantizan ni el
adecuado cumplimiento de la normativa ni una adecuada fiabilidad cuando actúan en
nombre de las administraciones nacionales, dado que no poseen estructuras ni
experiencia adecuada que les permitan desempeñar sus deberes de forma altamente
profesional". Para ello marcaban unos criterios de acuerdo a una información que debían
suministrar las organizaciones a los Estados y estos a la Comisión Europea. De esta
193
forma se eliminaban del mercado a pequeñas Sociedades o Consultoras que no tuvieran
al menos mil buques clasificados y con poca capacidad técnica tanto en el ámbito de
actualización de reglas como en la plantilla, además del Código ético y las normas de
calidad que emanaban de las resoluciones de IMO. Posteriormente en 2001 se modificó
la anterior Directiva con la 2001/105/CE, aumentando, sobre todo, los requisitos de las
ROs para restringir aún más el marco existente al estándar de IACS. Y más
recientemente en 2009 con la Directiva 2009/15/CE y el Reglamento (CE) n.º 391/2009
se han producido cambios más severos en la regulación de las organizaciones de
inspección mediante la creación de un organismo de certificación dotado de
independencia y la reforma del sistema de sanciones que haga el control más
responsable, con la necesaria incorporación a los respectivos derechos internos de los
diferentes Estados europeos en 2010 y 2011. En este sentido se ha avanzado en el
reconocimiento mutuo de los certificados entre ROs, cuando se hayan expedido sobre la
base de normas técnicas equivalentes.

El rol de las Sociedades de Clasificación en el proceso generalizado de desregulación y


globalización lleva consigo una responsabilidad, si cabe, mayor. Desde los accidentes
ocurridos tanto con buques graneleros (con la inclusión del nuevo Capítulo XII del
Convenio SOLAS) como los graves desastres ecológicos ocasionados por Erika o
Prestige, la industria marítima ha tenido que reaccionar para establecer unas normas
constructivas basadas en objetivos (IMO Goal Based Standards): reglas comunes cuya
finalidad es introducir un sistema en virtud del cual las normas sean un baremo que
permita evaluar la seguridad durante las fases de proyecto y construcción del buque, así
como durante su explotación. IMO, como representante público, establece los objetivos
de lo que se pretende conseguir, dejando a las Sociedades de Clasificación y astilleros
la libertad de decidir sobre cómo emplear mejor sus habilidades y competencias
profesionales para cumplir con las requeridas normas y estándares (Silos et al, 2013;
Vaughan, 2006).

Especialmente hay que reconocer la labor de la Asociación Internacional de Sociedades


de Clasificación (IACS) y su avance en estos años en relación con aspectos técnicos,
constructivos y de seguridad marítima de los diferentes tipos de buques que clasifican.
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Una labor que no es de ningún modo estática sino que avanza continuamente con los
resultados de las múltiples investigaciones y estudios que realiza. Quizás la parte más
positiva de esta realidad del transporte marítimo globalizado haya sido la colaboración
entre IMO y las ROs más importantes: las regulaciones de las sociedades de clasificación
adquieren un mayor valor dado que su desarrollo implica una mayor exigencia respecto
a la normativa internacional, pues de otro modo no tendría sentido desarrollar unos
estándares y requisitos propios ya cubiertos por instrumentos jurídicos internacionales.
La colaboración entre los organismos privados y los organismos internacionales supone
un primer paso de gran valor para la incorporación de los estándares privados en la
194
normativa internacional, dada la influencia de los mencionados organismos privados
aportando su experiencia y conocimiento técnico de los diferentes sectores marítimos, en
este punto resulta especialmente ilustrativo el ejemplo de la CAS (Condition Assessment
Scheme).

5. Análisis de la flota

La flota mundial, superados los mil quinientos millones de tonelaje (DWT), no solo no ha
frenado el proceso de registro en pabellones extranjeros, sino que se ha consolidado,
aumentado y centralizado. En 35 pabellones prácticamente se reduce la Flota (a un
94,5%). El problema, por tanto, se reduce a dos aspectos básicos: uno, el
comportamiento de la bandera; y dos, el nivel con que el Estado de abanderamiento cede
su papel de control a las ROs. La medida del comportamiento del estado de
abanderamiento es un elemento difícil de abordar,282 siendo acometido como tal por
primera vez a partir de la implantación por parte del Memorandum de París de una
primera estratificación en listas negra, gris y blanca, que posteriormente fue matizando
en perfiles de riesgo e introduciendo estas mismas estratificaciones selectivas para las
ROs. El procedimiento se extendió fundamentalmente al Port State Control de otros

282 Desde un punto de vista de una aproximación cuantitativa a la selección de registro, ya Alderton &
Winchester (2002a y 2002b) establecieron el índice FLASCI (Flag State Conformance Index);
posteriormente otros autores chinos trabajaron en ámbitos regionales, como Haralambides & Yang que
identificaron las preferencias de los armadores chinos en base a un modelo CFEM (Comprehensive Fuzzy
Evaluation Model) o Chung & Wang (2005) que hizo su cálculo para compañías de graneleros. Kandakoglu
et al (2009) avanzaron en un análisis multi-metodológico SWOT. Más recientemente Perepelkin et al (2010)
propusieron un nuevo marco, igualmente teórico, pero con una mejora considerable del sistema. Estos
autores pusieron en evidencia que el sistema de valoración del MoU de Paris tenía fundamentalmente tres
lagunas: ser un sistema para banderas o ROs con un número elevado de inspecciones, que dejan fuera
del sistema a todos aquellos barcos no inspeccionados (47%) y el basarse solo en las detenciones y no en
las deficiencias. Para ello establecieron el concepto Calidad de Bandera (Q) en base a otras
consideraciones, no solo las detenciones sino también las deficiencias y accidentes ocurridos. Estas
mismas apreciaciones fueron ya puestas en evidencia por los estudios de los econometristas Cariou
(2007...) y Knapp (2007...).
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acuerdos regionales como el de Tokio, además de al control establecido por el
Guardacostas en Estados Unidos (USCG).

En un estudio nuestro previo (Piniella et al, XXXX) a esta ponencia analizamos


estadísticamente estos comportamientos, en principio de forma descriptiva y luego a
partir de gráficas de dispersión. Partimos de un indicador promedio de performance
sumatorio de los 18 indicadores283 de la tabla anual establecida por la Cámara
Internacional de Navegación (ICS) en asociación con la Federación Internacional (ISF):
su "Shipping Industry Flag State Performance Table". Para la medición del nivel con que
el Estado de abanderamiento cede su papel de control a las ROs hemos utilizado la base 195
de datos "Global Integrated Shipping Information System" (GISIS) de IMO, así como los
datos proporcionados por las Sociedades de Clasificación más importantes y por la base
de datos de la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) la llamada THETIS (The
Hybrid European Targeting and Inspection System).284

De todas estas aproximaciones, no queda claro lo siguiente: la flota mundial está


concentrada en un número limitado de banderas por lo que su análisis debe centrarse en
el comportamiento de un número limitado de registros. Para eso hemos hecho una
estratificación progresiva en tres niveles: (A) toda la flota, (B) la flota cuyas banderas
registran al menos 1 millón de GT, y (C) las cinco banderas más importantes. Y lo hemos
aplicado para los dos valores fundamentalmente analizados en este estudio: por una
parte el índice calculado a partir de los valores de ICS-ISF, considerando el
comportamiento de los buques (PSC) y el papel del Estado de abanderamiento en el
cumplimiento de los estándares normativos internacionales (Convenios IMO); y en
segundo lugar la mayor o menor cesión de la emisión de certificados estatutarios hacia
las Organizaciones Reconocidas. Esto queda plasmado en la Figura 4, donde como
puede verse, a medida que vamos cerrando el filtro se produce una concentración a
valores más óptimos en cuanto a performance y más altos en cuanto a mayor cesión a
las ROs. Es decir que los registros abiertos mayoritarios, los cinco primeros, lejos de esa
"demonización" y de la crítica a su comportamiento, se comportan mejor que la media de
las banderas de la flota mundial. Si este análisis se lleva a los dos grandes registros,
Panamá y Liberia, puede comprobarse que están incluidos en la lista blanca de los MoU
de París y Tokyo y han ratificado todos los Convenios importantes de IMO. Por último
habría que ver si esta situación tan favorable en los términos de los resultados obtenidos

283 Los indicadores comprenden la pertenencia a listas blancas o la no pertenencia a listas negras de PSC
(MoU Paris y Tokio, y la lista del USCG), la ratificación de los Convenios IMO e ILO más importantes, la
aplicación de la resolución A.739 sobre ROs y diferentes aspectos del cumplimiento de obligaciones con
IMO (STCW lista blanca, reportes de ILO y el cumplimiento de las recomendaciones de IMO).
284 Para ello se elaboró un índice en base a la cesión de estos Estados de sus certificados estatutarios y

documentos autorizados a las ROs en base a los datos recopilados anteriormente, de forma que cada
bandera tendría un índice de 0 a 1, representando 1 el porcentaje más elevado de cesión, mientras que 0
el de un país que no autoriza la emisión de estos certificados a ROs.
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se corresponde con los datos objetivos de los accidentes marítimos, para ello
comparamos en la Figura 5, a lo largo de los últimos quince años, el proceso de
abanderamiento en registros abiertos (Global share of foreign-flagged fleet) con los datos
de Unión Internacional de Seguros Marinos (IUMI) sobre pérdidas totales de buques y
con los de la Federación de Armadores de buques de buques tanque (ITOPF) sobre
vertidos medios y superiores a 700 Toneladas. La discusión, en este último análisis, no
tiene controversia: el comportamiento general de la flota ha ido a mejor en ambos
aspectos.

196

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Figura 4

Box-Plot del índice ICS-ISF Flag State Performance index


Arriba: en relación al tamaño de la flota en tonelaje (miles of GT)
Abajo: en relación a su delegación en ROs de certificados estatutarios

A B C

197

(A) Todas las banderas (B) Banderas de más de de 1 millon GT(C) 5 principales banderas: Panama,
Liberia, Marshall Islands, Hong-Kong and Singapore
Fuente: Elaboración propia

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Figura 5
Perdidas Totales de buques y número de vertidos (oil spill – OS) versus índice GSFFF-%

30
160

25 140

120
20
100
15 80 198
60
10
40
5
20

0 0
1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012
GSFFF 2MediumOS 3LargeOS 1Losses

Fuente: Elaboración propia

Conclusión

El Transporte Marítimo es un sector globalizado que puede servir como ejemplo del
proceso histórico del declive de lo público sobre lo privado. En su estudio podemos
observar un decreciente papel de los Estados, que quedan como meros controladores o
reguladores de los estándares de seguridad. Los registros abiertos son ya, hoy día, los
habituales, con la única excepción de los tráficos "cautivos”. Ello favorece la existencia
de pequeños países, donde el régimen tributario es especialmente favorable a
ciudadanos y empresas no residentes, que se domicilian a efectos legales en el mismo
con una reducción muy significativa en el pago de los principales impuestos. En los datos
aportados anteriormente y en el análisis y discusión al respecto, parece evidente que
estamos ante un escenario de concentración del número de registros importantes, en el
que aquellos que no se han adaptado a los estándares establecidos internacionalmente
por IMO no son competitivos, por lo que ello puede representar en cuanto a los riesgos
económicos de detención por el Estado rector del Puerto en base a los mecanismos
puestos en práctica en casi todo el Mundo, principalmente a través de los MoU de Paris,
Tokio y EE.UU. y a la valoración cada vez más importante del concepto de
responsabilidad social de las empresas marítimas. Las Sociedades de Clasificación han
jugado un papel decisivo en este proceso, siendo las más interesadas en vigilar que su
control es el adecuado y que su nombre no aparezca en los rankings de detención de
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buques deficientes. Los Estados y Administraciones tendrán exclusivamente la misión
pública de "controlar al controlador" privado y vigilar el cumplimiento de la misión
encomendada a esas Organizaciones Reconocidas.

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Database: http://docs.imo.org

IMO. (2012b). Development of a Code for Recognized Organizations. FSI 20/13.


IMODOCS Database: http://docs.imo.org

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
IMO. (2012c). Flag State Implementation: Port State control and recognized
organizations. MSC 91/10. IMODOCS Database: http://docs.imo.org

IMO. (2013). Harmonization of Port State Control activities. FSI 21/6. IMODOCS
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THETIS European Maritime Safety Agency Database:


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UNCTAD United Nations Conference on Trade and Development (2013) Review of 203
Maritime Transport 2012. United Nations Pub.
http://unctad.org/en/PublicationsLibrary/rmt2012_en.pdf

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
NUEVOS RETOS DEL COMERCIO INTERNACIONAL Y SU INCIDENCIA EN EL
TRANSPORTE MARÍTIMO. CAMBIOS E IMPACTOS DE LA AMPLIACIÓN DEL
CANAL DE PANAMÁ285

M. MAR CERBÁN286
Universidad de Cádiz. España

204
1. Introducción

En la actualidad el comercio mundial está determinado por el creciente papel que


desempeñan las economías emergentes y por los avances tecnológicos relacionados con
las telecomunicaciones y el transporte. Las transacciones comerciales entre los países
del norte y los del sur se han ido equilibrando en las últimas décadas y la participación
de los países en desarrollo en el comercio mundial es cada vez mayor. Las innovaciones
tecnológicas aplicadas a los modos de transporte y a las comunicaciones han permitido
el movimiento de grandes volúmenes de mercancías a un coste cada vez menor y con
una fiabilidad cada vez mayor.

El transporte intercontinental de mercancías se puede realizar por vía marítima y aérea,


aunque el marítimo es el que se suele utilizar para grandes volúmenes de mercancías
debido a que su coste es menor, mientras que el aéreo sólo se suele usar para
mercancías de alto valor y de reducido tamaño. Con respecto al transporte de mercancías
intracontinentales, los modos de transporte utilizados para grandes volúmenes son,
además del marítimo, el viario, el ferroviario y las vías navegables. Teniendo en cuenta
ambas casos y dado que más del 80% del comercio mundial es transportado por vía
marítima, es de relevancia el estudio de las grandes rutas comerciales. El objetivo de
esta ponencia es destacar algunos de los principales retos con los que se enfrenta el
transporte marítimo en los últimos tiempos, unos tienen que ver con la demanda del
transporte marítimo, otros con la oferta y otros con la industria en su conjunto. Los retos
a destacar son: el crecimiento del comercio de bienes intermedios debido a la
globalización, el cambio en la geografía del comercio, la modificación de los tráficos y el
cambio en las rutas del transporte marítimo. Cada uno de estos retos serán analizados
en los apartados que se exponen a continuación.

285 Esta conferencia es una transcripción de un artículo de Cerbán, M. y Piniella, F. publicado en 2014 en
la Revista de Información Estadística y Cartografía de Andalucía Nº4 (2014). Internacionalización de la
Economía Andaluza.
286 Docente investigadora del Departamento de Economía General, Escuela Politécnica Superior, Campus

Bahía de Algeciras. Universidad de Cádiz.


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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
2. Crecimiento del comercio de bienes intermedios debido a la globalización

El proceso de globalización es determinante en el comercio mundial. El incremento


exponencial de los intercambios de bienes y servicios entre países debido, entre otras
razones, a la apertura de los mercados internacionales crea una gran red de relaciones
mundiales en la que se intercambian no sólo bienes y servicios, sino que también se
traslada la tecnología, el capital o los recursos humanos. Tradicionalmente el capital de
los países desarrollados se ha dirigido hacia los países emergentes y en vías de
desarrollo con el objetivo de realizar en ellos procesos productivos que aumentasen las
205
rentabilidades de los primeros (Hoffmann y Rubiato, 2012). Pero la recesión actual ha
modificado este escenario y las corrientes de capital han cambiado en algunos casos el
sentido. Países como China son los que en la actualidad invierten, por ejemplo, en
América Latina y se están convirtiendo en acreedores de los países desarrollados. En
definitiva, se ha producido un cambio en la geografía de comercio (Lagoudis y Neel-De,
2013).

El volumen de las exportaciones mundiales de mercancías aumentó un 5% en el año


2011, al igual que las importaciones, mientras que el PIB creció un 2,5%.

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Figura 1

Valoración porcentual anual (%) de los Volúmenes de Mercancías


y producto interior bruto 2005-2011

20

15
206

10

-5

-10

-15

Mercancías PIB

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de OMC, 2012

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El análisis de los datos estadísticos (Figura 1) pone de manifiesto los efectos de la crisis
en la economía mundial durante los años 2008 y 2009 principalmente. Las cifras de las
exportaciones se han reflejado en unidades físicas y no en valor para evitar el efecto que
los cambios en los precios o las fluctuaciones de los tipos de cambio puedan tener en la
variación interanual. Si se analiza el periodo 2005-2011, se pone de relieve que el
comercio de mercancías ha crecido por encima de la producción de bienes y servicios.
Esta evolución no es característica de este periodo, en los últimos 40 años el PIB se ha
triplicado mientras que las exportaciones se han multiplicado por 6 (Rodriguez, 2013). La
producción y el consumo de bienes tienden a realizarse cada vez en mayor medida en
207
zonas más especializadas y dependientes entre sí. El aumento de la liberalización
mundial de los intercambios y las innovaciones tecnológicas aplicadas al transporte
permiten enlazar estas zonas de forma eficiente, generando economías de escala y con
unos costes unitarios cada vez menores, lo que a su vez contribuye a seguir aumentando
la actividad comercial. Otro factor que ha contribuido al incremento del comercio mundial
de mercancías ha sido el crecimiento del intercambio de productos intermedios, que se
ha multiplicado por 6 en los últimos 15 años. Según la UNCTAD (2011), el comercio de
productos intermedios ha pasado de aproximadamente 1 billón de dólares en 1993 a 6
billones en 2008. Este crecimiento se debe principalmente al funcionamiento de los
procesos de producción siguiendo criterios de just in time y, asociado a estos, el auge de
la importancia de las cadenas logísticas. En las últimas décadas, el proceso de
producción industrial se ha externalizando y parte de él se desarrolla en fábricas
localizadas en países distintos, tanto propiedad de la misma empresa como de otras
distintas.

3. Cambio en la geografía del comercio

Desde el punto de vista geográfico, la deslocalización, es decir, el traslado de los


procesos productivos desde los países desarrollados a otros con costes menores, se ha
producido a lo largo de la historia. Los países desarrollados han movido su capital para
realizar el proceso productivo en países menos desarrollados o emergentes, en muchas
casos colonias, en los que la mano de obra tenía un coste menor o el marco legal era
menos restrictivo. Estos países han sido tradicionalmente proveedores de materias
primas, minerales y productos agrícolas, de forma que exportaban productos de bajo
valor añadido. Por otra parte, los países desarrollados utilizaban estas materias primas
en los procesos de producción de maquinarias o bienes finales y que, en muchos casos,
importaban a los países en desarrollo.

Hasta hace cuarenta años los países menos desarrollados poseían superávit en el
comercio marítimo en términos de tonelaje, aunque no en términos de valor. Según la

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UNCTAD (2011), en 1970 los países en desarrollo exportaban un 63% del total mundial
de mercancías por vía marítima por vía marítima, mientras que sólo importaban un 18%,
medidos en términos de tonelaje (Figura 2). En cambio, la mayoría de estos países
poseían un déficit de la balanza comercial debido al reducido valor monetario de sus
importaciones. En las últimas décadas ha cambiado la situación y los países en desarrollo
exportan bienes finales e importan materias primas, debido tanto al comercio
internacional como al crecimiento económico de esos países, de forma que su
participación en el comercio mundial de mercancías es mucho más equilibrada. En el año
2011 la participación de los países en desarrollo en el comercio mundial ha sido del 60%
208
de las exportaciones y del 57% de las importaciones. Los países asiáticos son el ejemplo
más claro de este proceso, que se ha visto acentuado con la apertura de China a los
mercados internacionales.

Figura 2
Participación porcentual (%) de los países desarrollados en el comercio mundial por
tonelaje mundial de carga y descarga.

100

90

80

70

60

50 CARGA
DESCARGA
40

30

20

10

0
1970 1980 1990 2000 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011

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Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de UNCTAD, 2013

Si se analiza el comercio interregional e intrarregional de mercancías (Figura 3), los


movimientos intrarregionales superan a los que se producen fuera de la misma región
tanto en Europa, como en Asia y América del Norte. Europa es la que tiene los niveles
más altos de comercio intrarregional en 2011 con un 71%, seguida por Asia y Europa con
un 53 y un 48% respectivamente (OMC,2012). Con respecto a las corrientes
interregionales, Asia es la que realiza un mayor volumen de exportaciones de mercancías
y sus principales receptores son Europa y América del Norte, mientras que la corriente
inversa es bastante más reducida. Las relaciones comerciales entre Europa y América 209
del Norte son más equilibradas aunque la corriente procedente de América del Norte es
mayor. Las exportaciones procedentes de América del Norte y Europa representan el
50% del total.

En América del Sur y Central el comercio intrarregional es el principal destino de sus


mercancías, un 27% del total, mientras que Asia, América del Norte y Europa son sus
principales receptores de mercancías interregionales.

Con respecto a África, la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y Oriente Medio,


sus comportamientos son diferentes a las regiones anteriores debido a que su comercio
interregional de mercancías es superior al interior. El principal destino de África y CEI es
Europa, mientras que el de Oriente Medio es Asia.

A partir del análisis la Figura 3, se pone de relieve que el mayor volumen de mercancías
se intercambian en las rutas comerciales que van de este a oeste o también denominadas
equatorial round the world (Assaf,2008). También destaca que el volumen de las
mercancías es mayor en el sentido desde Asía hacia América y Europa que a la inversa.
Este hecho se debe, como ya se ha comentado con anterioridad, a que los grandes
centros de producción están situados en la actualidad en el continente asiático y son los
principales exportadores mundiales de mercancías.

Si se analiza el comercio de mercancías por países, Estados Unidos es el primer país del
mundo en 2011 con unas exportaciones e importaciones de 1.480 y 2.266 miles de
millones de dólares respectivamente, lo que supone un déficit comercial de 785.000
millones de dólares y un 5,2% del PIB. China y Alemania siguen a Estados Unidos, con
unos superávit comerciales de 155.000 y 218.000 millones de dólares, el 2,1 y el 6,1%
de su PIB respectivamente. Japón ocupa la cuarta posición con un déficit comercial de
32.000 millones de dólares.

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Figura 3

Exportaciones regionales e inter-regionales en miles de millones de $EEUU

210

ORIGEN DE LA MERCANCÍA
AMÉRICA-

AMÉRICA-

CENTRAL

ORIENTE
EUROPA

ÁFRICA
NORTE

MEDIO
LLEGADA
SUR Y

ASIA
CEI

AMÉRICA-NORTE 1103 140 480 34 906 107 102


AMÉRICA-SUR Y
201 200 119 11 189 10 19
CENTRAL
EUROPA 382 138 4667 409 922 158 205
CEI 15 8 234 154 110 6 2
ASIA 476 169 639 117 2926 660 146
ORIENTE MEDIO 63 18 194 24 242 110 21
ÁFRICA 37 21 199 12 152 38 77

En el mapa de arriba se ha señalado la influencia de estos flujos, descartando aquellos


de menos de 100.000 millones anuales

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de OMC, 2012

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4. Modificación de los tráficos

Las mercancías que se intercambian a nivel mundial han ido cambiando su tipología a lo
largo de las últimas décadas. Si bien las materias primas eran la principal mercancía
intercambiada tradicionalmente, la globalización de la economía, la deslocalización de
los procesos productivos y las innovaciones tecnológicas aplicadas al transporte, entre
otras razones, han permitido una drástica reducción de los costes y un aumento de la
fiabilidad del transporte de las mercancías. Todo ello ha provocado un cambio en la
composición del comercio de mercancías y, en las últimas décadas, las más
211
intercambiadas en términos de valor son los productos manufacturados, que representa
en torno al 65% de las exportaciones mundiales, y que son transportadas
mayoritariamente en contenedores. Los combustibles y los productos de la industrias
extractiva son el segundo grupo si se mide en términos de valor, un 22,5% del total, pero
pasan a ser las primeras mercancías exportadas si se analizan en términos de peso
(OMC, 2012).

Para observar el reparto espacial de los flujos de mercancías se han dividido en tres
grupos (productos manufacturados, productos agrícolas y combustibles y productos de
la industria extractiva) expresadas por el lado de las exportaciones, siguiendo las
clasificaciones de las estadísticas de la OMC. Las exportaciones de mercancías que
registraron un mayor aumento de su valor en 2011 fueron las de combustible con un 37%,
seguidas por las materias primas agrícolas y las menas y minerales, con un 26 y un 25%
respectivamente. La principal causa de estos incrementos fue el aumento del precio de
los productos básicos en 2011.

El comercio de mercancías creció en 2011 un 5% mientras que el de productos


manufacturados lo hizo en un 6,5%. Este tipo de productos se fabrica principalmente en
los países desarrollados y en los emergentes. Las partidas más importantes de este
grupo son los productos químicos, el equipo para oficina y telecomunicaciones y los
productos de la industria del automóvil. Europa es la región que más exporta productos
manufacturados en términos de valor, representa el 75,3% de sus exportaciones totales,
y creció un 15% respecto al año anterior. La Unión Europea es el primer exportador
mundial de productos de la industria del automóvil y representa el 51% del total. Asia es
la segunda región más importante en la exportación de productos manufacturados,
seguida de América del Norte, con un 77,4% y un 65,75% del total de sus mercancías
respectivamente.

Los combustibles y otros productos de la minería dependen principalmente de la


localización y explotación de las reservas mundiales. Sus exportaciones mundiales sólo
aumentaron un 1,5% respecto al periodo anterior debido al importante incremento de su

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precio (OMC, 2012). Esta situación tuvo como consecuencia que los combustibles fueron
las mercancías que registraron un mayor aumento del valor de sus exportaciones,
concretamente 37%. Las regiones con mayor crecimiento fueron Oriente Medio y la CEI,
con un incremento del 46% y del 37% en términos de valor. Les sigue Asia, cuyas
exportaciones aumentaron un 30% de su valor, y África, que creció sólo un 15% debido
principalmente a la crisis Libia de 2011.

Por último, las exportaciones mundiales de productos agrícolas aumentaron un 4% y un


21% en términos de volumen y de valor respectivamente. El incremento medido en
212
términos de valor fue mayor debido al fuerte incremento de los productos alimenticios y
de las materias primas agrícolas en 2011. Los principales países exportadores son la UE-
27, Estados Unidos y Brasil. El mayor incremento se produjo en India, donde el valor de
sus exportaciones creció un 49% con respecto al periodo anterior.

5. Cambio en las rutas del transporte marítimo

Al ser el transporte marítimo el principal modo para intercambiar grandes volúmenes de


mercancías a nivel interregional, las rutas que se van a analizar son las marítimas que
conectan Asia, Europa y América. En estas rutas se han impulsado principalmente las
mercancías manufacturadas, de forma que el volumen de sus exportaciones se ha
multiplicado aproximadamente por 10 mientras que el de la materias primas ni se ha
triplicado (OMC, 2012).

Los productos manufacturados son transportados mayoritariamente en contenedores,


que fueron inventados en 1956 por Malcolm McLean, y se han convertido en la actualidad
en la unidad intermodal de referencia. Los productos manufacturados son catalogados
por las estadísticas de las principales organizaciones oficiales nacionales e
internacionales, como la UNCTAD o Puertos del Estado, dentro del capítulo mercancía
general, que a su vez puede estar o no contenerizada. El índice de contenerización de la
mercancía general (porcentaje de mercancía general que se transporta en contenedor)
es superior al 70% en la actualidad en los puertos españoles, según Puertos del Estado
(2013). La principal ventaja que aporta el contendor a la cadena de transporte es la de
homogeneizar el formato con que se presenta la carga, lo que permite mejorar la
productividad del proceso de carga y descarga en el conjunto de la cadena (Acosta et al,
2012). Según der Vielfalt (2012), la estandarización de la carga con la introducción del
contenedor ha sido una innovación clave para la globalización del transporte marítimo.

En la actualidad, el tráfico marítimo de contenedores se ha implantado en todo el mundo


y, según la UNCTAD (2012), en 2011 se transportaron por vía marítima 1.385 millones

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de toneladas, unos 151 millones de TEUs (Twenty Equivalent Unit) y un crecimiento del
7,1% respecto al año anterior.

El transporte marítimo interregional de mercancías se vertebra en torno al eje este-oeste


o equatorial round the world, como se comento en el epígrafe anterior. Europa y América
se vinculan a través del corredor transatlántico, América y Asia mediante el corredor
transpacífico y, para finalizar, Asia y Europa se unen por la ruta que discurre entre el
océano Índico y el mar Mediterráneo (Rodríguez, 2013). Estos tres corredores marítimos
de encuentran con tres puntos en los que se producen cuellos de botella que limitan el
213
tráfico fluido de los buques y de la mercancía que transportan:

1. El Canal de Panamá. Es el punto más restrictivo en la actualidad y permite, a


través de tres juegos de esclusas, el paso entre los océanos Atlántico y Pacífico a
través del Istmo de Panamá en su punto más estrecho. Su longitud entre ambos
océanos es de 80 km aproximadamente. Por él sólo pueden transitar buques con
un calado máximo de 12 m. y una manga de 32 m., lo que se traduce en buques
portacontenedores de una capacidad máxima de 4.500 TEUs aproximadamente
(los conocidos como buques panamax por su capacidad para pasar por el Canal).
Según Ungo y Sabonge (2012), el sector del contenedor es el principal medido en
términos de ingresos de los que transitan por el Canal (52% de los peajes totales
en 2010). El tráfico de buques portacontanedores que transitan por esta vía ha
estado en continuo crecimiento desde 1997 hasta 2007, pero los efectos que la
gran recesión mundial tuvo sobre Estados Unidos fue la causa principal de la
interrupción de esta senda de crecimiento (Autoridad del Canal de Panamá, 2012).
Las rutas marítimas alternativas al Canal para conectar Asia, países ribereños del
Mediterráneo y la coste este de Estados Unidos (el destino de casi el 60% de los
contenedores que cruzan esta vía) serían a través del Cabo de Buena Esperanza
(Sudáfrica) y el Cabo de Hornos (Chile), con una distancia considerablemente
superior. Un factor clave de la competitividad del Canal de Panamá es su
capacidad para reducir tiempo y distancia de navegación, pero la limitación de su
capacidad y los costes asociados al tránsito hacen que no siempre sea la
alternativa más rentable. Ungo y Sabonge (2012) afirman que la elección de la ruta
a través del Canal depende principalmente del nivel de la actividad económica y
de los precios del combustible, cuanto mayor sea la actividad económica y los
precios del combustible más competitiva será la ruta a través del Canal debido
principalmente a la distancia ahorrada.

En la actualidad se está llevando la ampliación del Canal con el objetivo de


aumentar su calado y su manga a 15 m. y 49 m. respectivamente, lo que permitirá
el tránsito de buques portacontenedores de hasta 12.500 TEUs. Su inauguración

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


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está prevista para el año 2015 y su efecto sobre el transporte marítimo mundial no
está claro. Los efectos dependerán principalmente del comportamiento de la
industria marítima cuando se inicie su funcionamiento (Ashar, 2010)

2. El Canal de Suez. Se encuentra en territorio egipcio y es una vía artificial de


navegación que une el mar Mediterráneo con el mar Rojo y no necesita cámaras
o esclusas. Su longitud es de 163 km, su anchura oscila entre 80 y 135 m., su
calado entre 14,4 y 16,4 m. y pueden pasar buques con una altura máxima de 68
m. por encima del agua. Todas estas limitaciones restringen el tamaño de los
214
buques que pueden transitar por él, aunque en menor medida que los que transitan
por el Canal de Panamá. La ruta alternativa es circunnavegar África hasta el Cabo
de Buena Esperanza. Los principales inconvenientes son que la distancia a
recorrer en mayor y la existencia de episodios de piratería a lo largo de la travesía
(Kiourktsoglou y Coutroubis, 2013)..

3. El Estrecho de Malaca. Es un estrecho localizado en el sudeste asiático entre la


península de Malasia y la isla de Sumatra, es un paso obligado para el tráfico
marítimo que vincula los océanos Pacífico e Índico. Su longitud es de 800 km, su
anchura es de 2,8 km. en su parte más estrecha y su calado es de 25 m.
aproximadamente. En la actualidad no presenta ninguna limitación para los
buques que navegan, pero en un futuro y con la tendencia mundial hacia al
incremento de tamaño o gigantismo de los buques, el calado podría llegar a ser
un problema.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Figura 4
Ruta Round the World con las alternativas geográficas

215

En el mapa de arriba se ha trazado en azul el eje round the World con las alternativas
siguientes:
- En rojo la posible vía ártica con el paso por el Estrecho de Bering.
- En gris alternativas inter-regionales con el Cabo de Hornos y el Cabo de Buena
Esperanza.
Fuente: Elaboración propia

En los últimos años se está perfilando una ruta alternativa adicional entre Asia y Europa
como consecuencia del cambio climático. La ruta sería por el noreste del Ártico a través
del Estrecho de Bering y acorta en torno a un 30% la duración del viaje entre China y
Europa, aunque se cree que hasta que sea una alternativa al Canal de Suez pasarán
muchos años (El País, 2013). La utilización de esta vía dependerá de las fechas del
deshielo de cada año y habrá periodos en invierno en las que será intransitable aunque
se usaran rompehielos.

6. Conclusiones

La Globalización como fenómeno fundamental en los cambios establecidos en las últimas


décadas del siglo XX, se consolida en la nueva centuria con dos elementos claves: el
comercio y el transporte mundial. El transporte marítimo sintetiza precisamente la
evolución de las economías: un cambio de escenario en los protagonistas del desarrollo
regional lleva consigo un cambio de las estructuras y de las rutas de la navegación
marítima. El liderazgo del transporte marítimo ha consolidado una principal ruta
intercontinental alrededor del Mundo, que puede verse alterada en las próximas décadas
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
fundamentalmente por dos motivos: las nuevas derrotas oceánicas entre naciones
emergentes y la aparición de rutas alternativas más cortas debido al desarrollo de la
navegación entre hielos, aún con fuertes reticencias tanto tecnológicas y meteorológicas
como medioambientales.

Los efectos de la crisis económica, principalmente durante los años 2008 y 2009, si bien
ha afectado al transporte marítimo, ha llevado consigo un desplazamiento temporal de
estas perturbaciones económicas, que se pone de relieve con un crecimiento del
comercio por encima del de la producción de bienes y servicios. Por otra parte el
216
crecimiento del intercambio de productos intermedios se presenta como otra clave del
mantenimiento de las ratios de crecimiento del transporte marítimo, asociado todo ello a
los procesos de deslocalización internacional. En definitiva, el reparto espacial del
comercio determina variaciones en las rutas, así como el cambio de tipología de esas
mercancías a lo largo de las últimas décadas.

Por último, podemos concluir que todos estos fenómenos de consolidación del comercio
internacional por vía marítima llevan asociados una estandarización y unas economías
de escala que se particularizan en un tipo de buque, el buque porta-contenedor, gracias
a la mejora de la productividad en los procesos de carga y descarga. A ello hay que añadir
el aumento de eslora que lleva a buques cada vez con más capacidad pero con unas
necesidades mayores de calado a la que se deben ajustar los puertos que quieren seguir
siendo competitivos en los pasos estratégicos de las rutas comerciales; igual ocurre con
aquellos pasos angostos que deben modificar sus estructuras para hacerlas más
competitivas, como sucede con los procesos de modificación del Canal de Panamá o del
Canal de Suez.

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CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
LOS FRUTOS DE NEOLIBERALISMO:
EL GRAN CARIBE A LOS 15 AÑOS DEL SIGLO VEINTIUNO

EMILIO PANTOJAS GARCÍA287


Universidad de Puerto Rico

La convocatoria para este décimo segundo Seminario internacional de estudios del 218
Caribe, convocada bajo el tema “Crisis y desafíos en el Gran Caribe”, dice:

“En los últimos años la región como centro de gravitación de múltiples intereses,
procesos y como consecuencia de la reestructuración del capitalismo global y
la emergencia del pacifico como plataforma para el desarrollo de una nueva
fase de globalización de los mercados enfrenta nuevos desafíos que amenazan
con poner en crisis la estabilidad económica y política de la región, sus
estructuras sociales, así como la sostenibilidad ambiental y las expresiones
culturales que la caracterizan.”

Mirando en retrospectiva encontré que en mi primera participación en este seminario


internacional, en su tercera sesión de 1999, expresaba una preocupación prospectiva
muy parecida concluyendo que:

“[L]os cambios político-económicos en la economía mundial del siglo veintiuno


empujan hacia una nueva reestructuración. El Caribe está siendo llevado hacia
la postindustrialización periférica. El mundo corporativo mira la región como un
centro de entretenimiento internacional donde el turismo y los festivales
internacionales se desarrollan junto a los juegos de azar, las apuestas y el
tráfico ilícito de drogas. El lavado de dinero coexiste con las altas finanzas. El
liderazgo político de la región, a través de sus organismos regionales (AEC,
CARIFORUM, CARICOM) trata de articular una posición coordinada que
promueva un desarrollo sensible a las necesidades de sus habitantes. No
obstante, su poder de negociación es limitado y la unidad es frágil.
Es necesario, por tanto, desarrollar una visión alterna sobre el potencial del
proceso de reestructuración económica. Una visión que responda a la realidad
de las economías pequeñas de un archipiélago y no a la de las grandes
economías continentales, ni a la de las mega empresas transnacionales, ni a
la de organizaciones internacionales que ven la economía a partir de las
necesidades financieras de los "donantes" de ayuda, que son las economías
avanzadas.”288

287
Investigador docente del Centro de Investigaciones Sociales y profesor de sociología de la Universidad
de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.
288Liberalización Comercial y postindustrialización periférica: El Caribe en el nuevo orden global,

Cuadernos Americanos, 86 (marzo-abril, 2001): 257-258. Reimpreso en Gerardo González Núñez y Emilio
Pantojas García (editores). El Caribe en la era de la globalización. Publicaciones Puertorriqueñas y Centro
de Investigaciones Sociales, UPR. San Juan, Puerto Rico, 2002.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Me pregunto, entonces, qué ha pasado en estos primeros 15 años del siglo XXI que la
preocupación expresada en 1999 sobre los desafíos que enfrentamos persiste. Esta
ponencia representa una primera aproximación para entender los impactos y resultados,
frutos, de la reestructuración de la economía global bajo los principios del neoliberalismo.
Se trata de un bosquejo tentativo, no de un análisis concluyente. Elaboramos pistas y
parámetros para entender el neoliberalismo y sus “frutos”, no presentamos conclusiones
basadas en evidencia irrefutable.

El nuevo orden mundial: Neoliberalismo y globalización 219

La crisis del orden mundial de la posguerra, desatada por el embargo petrolero de la


OPEP y la subida sin precedentes de los precios del petróleo en 1973, desató también
una crisis del pensamiento económico. La recesión mundial y la crisis financiera de los
países en desarrollo, tuvo como respuesta la creación de la escuela de pensamiento que
se llamó inicialmente la Escuela de Chicago y eventualmente el neoliberalismo
económico.

El concepto neoliberalismo se había utilizado en los años treinta como un intento de


encontrar un camino medio entre la visión de laissez-faire del liberalismo clásico y la
planificación económica. Se dice que en sus orígenes el neoliberalismo proponía una
“economía social de mercado”.

Pero en su segunda edición en los ochenta, el neoliberalismo económico sirvió de marco


conceptual a la reestructuración del orden económico mundial, centrado en el
fundamentalismo de mercado y la primacía del capital sobre el Estado. Esto a expensas
de la visión keynesiana del Estado como actor económico y ente regulador importante de
las economías nacional e internacional.

Los gobiernos conservadores de Estados Unidos y el Reino Unido, presididos por Ronald
Reagan y Margaret Thatcher, pusieron en marcha medidas y legislación que servirían de
marco estructural para una nueva economía centrada en el mercado y en la empresa
privada. A nivel de economías nacionales se desmanteló el Estado benefactor
keynesiano y a nivel internacional se promovió la liberalización comercial y la creación de
un nuevo orden económico iniciado con la ronda de Uruguay del GATT en 1986.

El paradigma popularizado bajo el nombre de neoliberalismo parte de dos premisas


centrales de la economía ortodoxa: (1) la economía mundial es una sola, y (2) el libre
comercio internacional es beneficioso para todas las economías del mundo en el largo
plazo. El concepto globalización se anclada en el “modelo neo-ricardiano” sobre ventajas
comparativas y la tesis de Paul Samuelson sobre la eventual convergencia del precio de
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
los factores de producción de las economías nacionales mediante el libre comercio
internacional.289 Dicho de otro modo, el libre comercio internacional llevará a la
“equiparación” de las economías de todos los países del mundo.

En ese contexto hablar de globalización económica es describir y explicar el proceso


apertura político-económica de los Estados nacionales para facilitar la movilidad
internacional de dos de los cuatro factores de producción, capital y tecnología, y viabilizar
la transnacionalización de los procesos de producción, inversión, financiamiento y
comercio de bienes y servicios. El factor trabajo se excluye o incluye selectivamente
220
mediante reglas y leyes sobre inmigración, mientras que el factor tierra no es móvil por
definición.

Para el Gran Caribe, el siglo veinte concluyó con la propuesta neoliberal para la creación
de un área de libre comercio de las Américas (ALCA), como culminación de un proceso
de reestructuración económica mundial, que se consolida en 1995 con la creación de la
Organización Mundial del Comercio (OMC). La misión de la OMC, en sus propias
palabras, es: “la apertura del comercio en beneficio de todos.”
(https://www.wto.org/spanish/thewto_s/whatis_s/wto_dg_stat_s.htm) La implantación de
esta misión ha estado envuelta en conflictos importantes y sus “frutos” han sido, en el
mejor de los casos contradictorios.

La respuesta al ALCA desde el Caribe provino de Venezuela y Cuba: el ALBA, la Alianza


Bolivariana para Nuestra América, anunciada en diciembre de 2004 a raíz de la visita de
Hugo Chávez a Fidel Castro en la Habana. Lo que se originó como una respuesta
eminentemente ideológica al ALCA, fue seguido de una propuesta concreta en la alianza
conocida como Petrocaribe en 2005 y culminó con la creación con un Tratado Comercial
de los Pueblos, llamado ALBA-TCP. La premisa que subyace la propuesta del ALBA es
que, si bien la economía mundial es una sola, el comercio mundial se rige por la tendencia
al intercambio desigual y, por tanto, no es beneficioso para todos los países envueltos
sino que conlleva el empobrecimiento de algunos y el enriquecimiento de otros. De ahí la
brecha que nunca se ha cerrado entre “países pobres” y “países ricos”.

Aunque la propuesta para un ALCA se descarriló en la Cumbre de las Américas de Mar


del Plata en 2005, la propuesta neoliberal norteamericana procedió bajo nuevas formas.
Luego del fracaso de Mar del Plata, Estados Unidos ha firmado acuerdos de libre

289El modelo de ventajas comparativas de la economía neoclásica es una versión del modelo ricardiano
modificada por el modelo Hecksher-Ohlin, que incluye como factor de ventajas comparativas las dotes
naturales (natural endowments) de los factores de producción de los países envueltos en el comercio
internacional. Sobre esta base, Paul Samuelson, adelantará la noción de la equiparación eventual del
precio de los factores de producción (factor price equalization). Esto es la convergencia de la productividad
de los factores de producción y, en consecuencia, de las “economías nacionales.”
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
comercio con Centroamérica y República Dominicana (2005); Perú (2007); Colombia
(2011) y Panamá (2011). Habiendo firmado un tratado con Chile en 2004 y con México y
Canadá en 1994, el proyecto neoliberal del hemisferio liderado por Estados Unidos ha
establecido un área de libre comercio en todos los estados del Pacífico Americano con la
excepción de Ecuador.

El Caribe, por su parte, ha gravitado hacia el ALBA, apalancado por Petrocaribe. A parte
de Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, 6 países de CARICOM son
miembros los países de esta alianza: Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, San
221
Cristóbal Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Surinam. En total, 10 de
los 12 miembros del ALBA-TCP son países del Gran Caribe y Petrocaribe agrupa otros
seis: Las Bahamas, Belice, Guyana, Jamaica, Guatemala y El Salvador.

En tanto que el Caribe se ha integrado de manera “marginal” al nuevo orden global


neoliberal como centro de servicios de entretenimiento y financieros, la encrucijada
regional no se ha resuelto. Mientras el resto de la América Latina se reparte entre
MERCOSUR y UNASUR, los TLCs con Estados Unidos y la Alianza del Pacífico, el
Caribe continúa buscando una inserción regional orgánica.

Esta ponencia examina el impacto sobre el gran Caribe de la reestructuración económica


neoliberal, que llamamos globalización, sus encrucijadas y alternativas potenciales.

Frutos del neoliberalismo

El neoliberalismo ha producido o agudizado cuatro procesos del capitalismo


reconfigurando así estructuras y mecanismos de explotación y apropiación del excedente
social: (1) la globalización, (2) desigualdad entre países y en la estructura social de los
países, (3) desplazamiento y expulsión de poblaciones trabajadoras hechas redundantes
por el proceso de automatización y (4) reproducción de asimetrías entre países
generando espacios que he llamado de postindustrialización periférica.

Globalización

Como señalé en la introducción, en términos económicos, globalización se entiende como


el proceso de apertura político-económica de de los estados nacionales para facilitar la
movilidad internacional de dos de los cuatro factores de producción, capital y tecnología,
y viabilizar la transnacionalización de los procesos de producción, inversión,
financiamiento y comercio de bienes y servicios. El factor trabajo se excluye o incluye
selectivamente mediante reglas y leyes sobre inmigración, mientras que el factor tierra
no es móvil por definición.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
El resultado principal de esta apertura sin precedentes de las economías y mercados
nacionales ha sido la transnacionalización de las cadenas de valor. Esto es, la
transnacionalización del espacio de producción, mercadeo y financiación de bienes y
servicios y su incorporación a cadenas de valor dominadas por empresas y
conglomerados transnacionales. Las empresas transnacionales del siglo veintiuno no son
necesaria ni principalmente empresas productivas sino redes empresariales ó redes
empresariales, productivas, comerciales y financieras. (e.g., Integración de la Cerveza
Águila a Saab-Miller, creación del grupo Santo Domingo.)

222
Esta transnacionalización de los espacios económicos nacionales, o mercados
domésticos, ha resultado en la segmentación de la economía y el espacio nacional entre
doméstico y transnacionalizado. Los eslabonamientos económicos de las empresas,
industrias y sectores económicos se vinculan en el espacio transnacional, como se ilustra
en el diagrama 1.290

Diagrama 1
Cadenas de Valor Global / Economía Nacional

Espacio económico transnacional


precios y salarios internacionales

Circuito financiero (finanzas públicas, banca internacional) Ganancias


Capital
Dividendos
transnacional
Intereses

Inversión directa
fusiones y adquisiciones

Espacio económico Empresas domésticas Maquilas, bancos,


convergente transnacionalizadas aerolíneas, hoteles

Espacio económico
nacional / doméstico Pymes, proveedores de servicios
precios y salarios locales Alimentos, transportes, seguridad

Aunque no se crea una economía nacional dual, ciertamente se crean segmentos o


espacios económicos transnacionalizados y domésticos con niveles de productividad, de

290Cf. Emilio Pantojas García. El Caribe en la Era de la Globalización: Cadenas de Valor y la Nueva
Relación Centro – Periferia. Revista de Economía del Caribe (Universidad del Norte, Barranquilla). 13,
(enero – junio): 119-153. http://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/economia/issue/view/362

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
ingresos y de vida desiguales. Esa segmentación del espacio económico nacional explica
la coexistencia de sectores afluentes, cuyo estilo de vida se asemeja al de países
avanzados, y sectores marginales cuyo estilo de vida a penas alcanza la sobrevivencia
con un ingreso promedio dos dólares diarios o menos.

La liberalización comercial en la que se ancla la globalización abre el espacio económico


pero reproduce y agudiza las asimetrías (desigualdades) entre países y clases y sectores
sociales, marginalizando grandes espacios geográficos y socioeconómico.
223
Desigualdad
El neoliberalismo no creó la desigualdad entre las naciones. La conceptualización de la
economía mundial como dividida entre naciones ricas y naciones pobres es un producto
del capitalismo y el imperialismo modernos. El neoliberalismo, no obstante, ha
incrementado la brecha entre países pobres y países ricos.

En el discurso oficial de las instituciones económicas internacionales como el Banco


Mundial y la OMC se pretende hacer creer que la brecha entre países pobres y países
ricos eventualmente se reducirá. Así en la tabla a continuación se presentan los países
divididos en cuatro perfiles: (1) ingresos altos, (2) ingresos medios altos, (3) ingresos
medios bajos, (4) ingresos bajos. Nótese que la mayoría de los países se agrupan como
de ingresos altos, setenta, seguido por 54 países de ingresos medios altos, 56 países de
ingresos medios bajos y 35 países de ingresos bajos.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Tabla 1
Perfiles de Países del Banco Mundial por Categoría de Ingresos

224

Fuente: Conference Board of Canada, World Income Inequality.


http://www.conferenceboard.ca/hcp/hot-topics/worldinequality.aspx (25 de junio de 2015)

Si se convierte esta tabla en una gráfica, se presentaría como una pirámide invertida
donde los países de ingresos altos son el doble de los países pobres, 70 vs. 35 (gráfica
1). En total habría 124 países de ingresos altos y medios altos versus 91 de ingresos
medios bajos y bajos.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


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Gráfica 1
Países por ingreso: Banco Mundial

Ingresos
70
Altos
$12,276+

Ingresos Medios 54
Altos $3,976-$12,275
56 225
Ingresos Medios Bajos
$1,006 - $3,975

35
Ingresos Bajos: $1,006 y
menos

Si usando los propios datos del Banco Mundial construimos una escala alterna a y
cambiamos los valores para reflejar rangos de ingreso distintos obtenemos una
distribución tipo pirámide normal en la cual los países de ingresos altos son la minoría
(31). Los países de ingresos medios altos son más que los de “ingresos medios” (38
versus 46), y los de ingresos bajos serían la mayoría (77) (gráfica 2).

Como vemos, los mismos datos pueden agruparse de formas distintas, de acuerdo a
definiciones que son, siempre, arbitrarias, aunque justificadas sobre lógicas teórico-
metodológicas que deben especificarse.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


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Gráfica 2
Países por ingreso: clasificación alterna

13 UE, EU, Canadá, Japón,


Ingresos Altos Singapur (4), 8 Paraísos
$38,000 31 fiscales, 3 MO, Otros 3
Ingresos Medios Altos 14 UE, 10 AL, 3 MO, 2
$37,999-$10,000 38
Asia, 2 Africa, 7 Otros
226
15 AL, 10 Asia,
Ingresos Medios
8 Eur, 8 Africa,
$9,999-$3,800 46 3 MO, 2 Otros

Ingresos
39 Africa, 18
Bajos 77 Asia, 8 AL, 4
$3,800
Eur, 2 MO, 6
Otros

Fuente: World Bank, GNI per capita, Atlas Method.


http://data.worldbank.org/indicator/NY.GNP.PCAP.CD

Otra característica del neoliberalismo es la profundización de la desigualdad económica.


De acuerdo con la ONG global Oxfam, el uno por ciento de la población del mundo
controla el 46 por ciento de la riqueza. El Caribe se ha caracterizado históricamente como
una zona de gran desigualdad. Si miramos el índice o coeficiente de Gini, la medida
estándar para desigualdad en la distribución de ingresos, notamos en el Gran Caribe que
este fluctúa entre un punto bajo de 40,5 para Nicaragua en 2010 y puntos altos de 53,5
para Colombia, 53,1 para Puerto Rico y 51.9 para Panamá en 2012. Costa Rica, que se
piensa un país igualitario, registra 48,6 y República Dominicana 45,7, ambos en 2012.
Los países asiáticos con los que tiende a compararse el Gran Caribe fluctúan entre 30,2
para Corea del Sur, 34,2 Taiwán, 46,3 Singapur, y 53,7 Hong Kong. Los países
avanzados fluctúan a niveles entre 30 y 40. Estados Unidos tiene el índice más alto, 41,1;
Reino Unido, 38,0; España 35,8; Grecia 34,7 y Alemania 30,6. Los países nórdicos tienen
índices muy bajos, Islandia, 26.3; Noruega, 26,8, Dinamarca 26,9 y Finlandia 27,8.291

291
Fuente, World Bank, GINI index. http://data.worldbank.org/indicator/SI.POV.GINI (25 de junio de
2015).
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Desplazamiento y expulsión

Saskia Sassen en su libro más reciente, Expulsiones: Brutalidad y complejidad en la


economía global, argumenta que uno de los resultados de la expansión del capitalismo
global ha sido el encogimiento de las economías y la expulsión de “elementos marginales”
a la economía capitalista.292 Estos “elementos marginales” pueden ser individuos,
empresas o incluso regiones del mundo. Se trata de un sistema que concentra la riqueza
y los recursos a escala global de manera depredadora, expulsando (marginalizando)
grandes segmentos poblacionales y espacios socioeconómico.
227
En el Caribe una de las expresiones más patentes de este fenómeno de expulsión es la
emigración masiva de poblaciones marginales y de las clases medias a ciudades de las
metrópolis o “el norte global”, como le llaman algunos. En el caso del Caribe, la
emigración es principalmente a Estados Unidos, España, Inglaterra, Francia y Holanda,
facilitada por el vínculo colonial, presente o pasado.

En 2013, por ejemplo, había en Estados Unidos 3,95 millones de inmigrantes caribeños,
provenientes principalmente de Cuba, República Dominicana y Jamaica. Asimismo,
había 3,16 millones de inmigrantes de Centroamérica, principalmente de El Salvador,
Guatemala y Honduras. Cuba, con una población de 11,27 millones, contaba con 1,14
millones de inmigrantes, 10,1% de su población. República Dominicana con 10,4 millones
de habitantes, contaba con 1 millón de inmigrantes, 9.6% de su población. Jamaica, con
2,72 millones de habitantes, contaba con 0,71 millones de inmigrantes, 26,1% de su
población.293 El Salvador con 6,34 millones de habitantes, contaba con 1,25 millones de
inmigrantes, 19,7% de su población. Guatemala con una población de 15,5 millones,
contaba con 0,9 millones de inmigrantes, 5,8% de su población. Honduras, con una
población de 8,1 millones de habitantes, contaba con 0,53 millones de inmigrantes, 6.5%
de su población.

No se trata ya de emigraciones temporeras con la expectativa del retorno. Se trata de


expulsiones poblacionales, en una estructura global que ha creado una circulación de
mano de obra excedente, a la vez que una intención de familias de “exportar” algunos de

292 Saskia Sassen, Expulsions: Brutality and Complexity in the Global Economy. Cambridge, Mass. y
Londres, The Belknap Press of Harvard University Press, 2014.
293 Calculado de: Steven A. Camarota and Karen Zeigler, U.S. Immigrant Population Record 41.3 Million

in 2013 Asian, Caribbean, and Middle Eastern immigrant populations grew most since 2010, Center for
Immigration Studies. September 2014. http://cis.org/sites/cis.org/files/camarota-record-immigrant-pop.pdf
(25 de junio de 2015). Datos de población para 2013 de World Bank Data, localizados con google (25 de
junio de 2015). https://www.google.com.pr/?gws_rd=ssl#q=Population+Cuba;
https://www.google.com.pr/?gws_rd=ssl#q=population+guatemala.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
sus miembros con el objetivo de suplementar el ingreso familiar mediante el envío de
remesas en monedas “duras” (dólares, euros).
Postindustrialización periférica

Como anticipamos en nuestra primera participación en 1999, el Gran Caribe ha seguido


la ruta de la postindustrialización periférica. La región se ha convertido en un gran centro
de entretenimiento y de actividades financieras lícitas e ilícitas que he discutido en varias
presentaciones en este seminario y que fueron publicadas en la revista Investigaciones
Turísticas en 2012.294
228
Más allá de las transformaciones aparentes de nuestros países ante “la mirada turística”,
la postindustrilización periférica ha creado economías dependientes de ingresos turísticos
y remesas. Si se escudriña la tabla 2, se observa que, con algunas excepciones, las
economías del Caribe insular dependen de ingresos turísticos que proveen más del 10
por ciento del PIB, alcanzando en algunos casos hasta 27.6 por ciento.

En Centro América, la tendencia es a una alta dependencia en las remesas, siendo


Guatemala, Honduras y El Salvador los países más dependientes y los que mayor
número de emigrantes envían a Estados Unidos, como vimos. Jamaica muestra una alta
dependencia de ambas, remesas ingresos del turismo con 14,6% y 14% del PIB
respectivamente.

A modo de conclusión

El proceso de globalización ha transformado el Caribe de economías de plantación y


plataformas de exportación para maquiladoras a economías de servicio. 295 El Caribe, una
vez fulcro de la expansión internacional de capitalismo, es hoy parte de una periferia
productiva marginada (expulsada diría Sassen) de las cadenas de valor global.

Pero, más importante, el Caribe es hoy parte de las cadenas de valor de mafias globales
que producen y trafican en la región, drogas, armas y gente. Eso, por supuesto es materia
para otra investigación. Pero es elemento central de cualquier discusión de política
pública doméstica o internacional y es elemento definitorio de las encrucijadas en las que
se encuentra la región.

En suma, los frutos del neoliberalismo han sido:

294 Emilio Pantojas García. Turismo y Desarrollo Económico en el Caribe: El auge de las “Industrias del
Pecado”. Investigaciones Turísticas. (Universidad de Alicante) 4, (julio-diciembre): 49-76.
http://www.investigacionesturisticas.es/iuit/article/view/63
295 Pantojas García, Ibid.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


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1. La inserción en la economía global que ha marginado economías de la región de
las cadenas de valor global y fragmentado las economías domésticas/
2. La agudización de la desigualdad social.
3. La expulsión permanente de grandes sectores de la población, desplazada y, a
veces, deliberadamente “exportada” por sus familias a las metrópolis para
suplementar el ingreso mediante remesas.
4. La postindustrialización periférica, que no es otra cosa que la transformación de la
región de traspatio productivo en traspatio de entretenimiento.

229
Alguien me preguntó por qué llamaba frutos lo que son resultados o productos de
procesos de reestructuración socioeconómica. Uso la palabra fruto como metáfora pues
lo que se presenta en el discurso de la globalización como positivo, ha resultado para la
mayoría de nuestras poblaciones venenoso. Como la belladona, o la zábila, tienen
capacidades curativas, también tienen capacidades venenosas. Los frutos del
neoliberalismo son para unos venenosos, para otros, una minoría, salutíferos.

En la política económica, doméstica o internacional, no hay buenas ni malas políticas,


sino perdedores y ganadores.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


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Tabla 2
Remesas en Ingresos de Turismo % de PIB
Remesas Ingresos Turismo
2000 2005 2010 2012 2000 2005 2010 2112
Antigua and Barbuda 2.6% 1.8% 1.8% 1.8% 37.1% 31.0% 26.2% 27.6%
Barbados 3.7% 2.4% 1.8% N/A 23.5% 23.3% 24.2% 0.0%
Dominica 4.9% 5.9% 4.6% 4.5% 14.3% 15.4% 19.3% 21.4%
República Dominicana 7.7% 8.0% 7.3% 7.1% 11.9% 10.4% 7.9% 7.8%
Grenada 8.9% 3.9% 3.7% 3.7% 17.9% 10.2% 14.5% 13.8%
Guyana 3.8% 24.4% 16.3% 16.5% 11.2% 4.2% 3.5% 2.2%
Haiti 15.8% 23.7% 22.3% 20.4% 3.5% 2.0% 2.6% 230
2.2%
Jamaica 9.9% 15.9% 15.3% 14.6% 17.5% 16.1% 15.8% 14.0%
St. Kitts and Nevis 6.5% 5.6% 6.8% 7.0% 13.8% 22.3% 13.0% 12.8%
St. Lucia 3.4% 2.9% 2.3% 2.3% 36.0% 39.4% 24.8% 25.7%
St. Vincent and the Grenadines 5.7% 4.1% 4.3% 4.5% 20.7% 18.9% 12.6% 13.4%
Suriname 0.14% 0.22% 0.10% 0.2% 4.7% 5.4% 1.6% 1.6%
Trinidad y Tobago 0.5% 0.6% 0.4% 0.5% 4.5% 3.7% 3.0% 2.8%
CARIBE 6.9% 7.9% 7.4% 7.1% 12.6% 10.6% 8.5% 7.1%

Belice 3.2% 4.0% 5.6% 4.8% 13.3% 19.2% 18.9% 19.0%


Costa Rica 0.9% 2.1% 1.5% 1.2% 9.3% 9.1% 6.0% 5.6%
Guatemala 3.1% 11.3% 10.2% 10.0% 2.6% 2.9% 3.3% 2.8%
Honduras 6.8% 18.7% 16.5% 15.7% 3.7% 4.8% 4.0% 3.6%
Nicaragua 6.3% 9.7% 9.2% 9.5% 2.5% 3.3% 3.5% 4.0%
Panama 0.1% 0.8% 1.4% 1.1% 5.4% 7.2% 8.9% 10.0%
El Salvador 13.4% 17.7% 16.2% 16.4% 3.3% 4.9% 3.0% 3.8%
AMERICA CENTRAL 4.6% 9.4% 7.9% 7.4% 4.9% 5.6% 5.2% 5.3%

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
231

CONFLICTOS, DIÁLOGOS Y AGENDAS


POR LA PAZ

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
LA NEGOCIACIÓN DE LA HABANA Y LA CONSTRUCIÓN DE PAZ EN EL CARIBE
COLOMBIANO. RETOS Y DESAFÍOS

AMARANTO DANIELS PUELLO296


Universidad de Cartagena, Colombia

En primer lugar quiero agradecer a los organizadores del XII Seminario Internacional de
Estudios del caribe, la oportunidad para presentar algunas reflexiones sobre la 232
negociación de la Habana y la construcción de paz en el Caribe colombiano,
específicamente en las subregiones de los Montes de María, la Sierra Nevada de Santa
Marta y el Sur de Córdoba; en donde la violencia asociada al conflicto armado convirtió
el territorio en un teatro de operaciones de los actores armados, durante las últimas tres
décadas. Como interrogantes a desarrollar se destacan entre otros:

 ¿Es posible la construcción de paz en el caribe a partir de la puesta en marcha de los


acuerdos de la agenda de La Habana que suscriban el gobierno nacional y las Farc?

 ¿Este acuerdo le da respuesta a los factores estructurales que originan el reciente ciclo
de violencia? Cuáles son los retos y desafíos en materia de políticas públicas para
llevar a cabo esa agenda?

1. Antecedentes

La aparición de la violencia asociada al conflicto armado en el territorio caribeño se


manifiesta desde los años 80 del siglo pasado, mostrando una persistencia en el tiempo,
así como diversos cambios en su evolución, a pesar de las acciones del Estado para su
erradicación. En nuestra visión, las raíces del conflicto armado son de carácter múltiple,
superando el enfoque tradicional de las causas objetivas de la violencia 297, o desde la
perspectiva de las oportunidades de apropiación de rentas o recursos, ante la ausencia

296Director Instituto Internacional de Estudios del Caribe. Doctorando en Ciencias de la Educación


RudeColombia, Magíster en Estudios político económicos – Universidad del Norte, Economista,
Universidad de Cartagena.
297
En este enfoque se considera que la persistencia de limitantes como la pobreza, la falta de oportunidades
y la ausencia de mecanismos de participación ciudadana son el germen de la misma. Al respecto, véase
los estudios de Fals Borda, Guzmán y Umaña (1962); Sánchez y Peñaranda (1986); Jaramillo (1987) y
Camacho (2007), entre otros.
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de un Estado soberano y fuerte298. Por el contrario, es posible explicar su génesis desde
el ordenamiento social construido en donde coinciden factores como:

 La reducida capacidad de resolución de los conflictos por parte de las instituciones y


del Estado, ejemplo de ello el frágil acceso a la justicia; la protección de los derechos
de propiedad en el caso de la tierra, la precariedad funcional del sistema electoral y
del régimen político para mediar en las diferencias entre los grupos de la sociedad.

 La carencia de provisión de oportunidades, alta pobreza, la debilidad de la soberanía


233
del Estado y el monopolio de la fuerza en el territorio, e igualmente prevenir y evitar
los comportamientos agresivos o depredatorios en la sociedad299.

Desde los referentes reseñados es evidente que en el contexto territorial factores


comunes: como el acceso a la tierra, la apropiación de rentas o recursos y el ejercicio
político-electoral, se constituyen en ejes transversales que promueven la violencia
asociada al conflicto armado desde las particularidades territoriales. Es así como en los
Montes de María, en palabras de Orlando Fals Borda300 desde principios de siglo, se
crean organizaciones que reivindican el derecho a la tierra en San Onofre, Coloso y
Ovejas, las cuales configuran las llamadas “Ligas campesinas” quienes se formalizan
entre los años 1930-1940, apoyadas por la Confederación de Trabajadores de Colombia
–CTC-. Posteriormente, esos sindicatos se convierten en la base de la Asociación
Nacional de Usuarios Campesinos –ANUC-, en los años 60 y 70 del siglo XX.

Una proceso similar se presenta en el Departamento de Córdoba, específicamente en el


Alto Sinú y San Jorge, a partir de la ampliación de la frontera agrícola y la apropiación de
tierras, los cuales alimentaron la violencia política desde los años cuarenta y cincuenta
del siglo pasado entre campesinos, colonos y terratenientes (Observatorio Derechos
Humanos y DIH. 2009). Posteriormente esa dinámica articula procesos asociados al
nacimiento y expansión de las guerrillas, así como las luchas del movimiento campesino
en la década de los setenta y ochenta, para finalmente ser un determinante esencial del
proyecto paramilitar en los últimos veinte años.

En igual sentido, la captura de rentas y apropiación de recursos por parte de los actores
armados es una estrategia clave para la acción bélica y posicionamiento territorial como
acontece en la Sierra Nevada de Santa Marta. Luego entonces, su ubicación geográfica

298
Este enfoque es ampliamente analizado en los estudios de Gaitán (1995); Sarmiento (1999); Rubio
(2000), Sánchez, Solimano y Formisano (2005), Collier, (1999), Becker (1983) y el Banco Mundial, entre
otros.
299 Véase los trabajos de Esteban y Ray (1999), Restrepo (2004); Acemoglu, Johnson y Robinson (2002)

y Duque y Sánchez (2007), entre otros.


300 Retorno a la Tierra. Historia Doble de la Costa. 4. Orlando Fals Borda. El Ancora Editores. 2002.

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facilita actividades como el tráfico de estupefacientes, el contrabando de gasolina y la
salida al mar caribe para la provisión de armas de los distintos grupos armados ilegales.
Una situación análoga se genera desde la zona del Nudo de Paramillo en Córdoba hasta
los Montes de María en Sucre y Bolívar bajo el propósito antes señalado.

Cierra este apartado el sistema político-electoral impulsado por el ordenamiento social,


el cual promueve una participación política donde la subordinación y la autonomía del
individuo (ciudadano), en lo económico (modelo de la gran hacienda), lo político
(prevalencia de un status quo) se expresa a través del gamonalismo rural (poder de los
234
hacendados sobre las decisiones de los trabajadores y campesinado), derivando en una
mercantilización para el ejercicio de los derechos económicos, sociales, políticos y
culturales. He aquí la construcción de una larga tradición de clientelismo electoral como
mecanismo de mediación entre el Estado y los ciudadanos para su relacionamiento.

2. Posicionamiento de las guerrillas y el paramilitarismo

Con base en la reflexión anterior, sumada a la estrategia de expansión de las FARC


aprobada en su VII Conferencia en 1982 (E. Pizarro 2004: 95-97) y el ELN, y la carencia
de una política de seguridad ciudadana y orden público se allana la captura del territorio
caribeño por la subversión como se describen a continuación:

 En los Montes de María se crean los Frentes 37 y 35 en los Depto de Bolívar y Sucre
respectivamente, quienes copan el territorio entre 1985 y 1997 en su proyecto de
convertirse en un ejército revolucionario con capacidad operacional en el territorio
nacional. Igual acontece con el ELN a partir de la creación, en 1984, del Frente José
Solano Sepúlveda en el Sur de Bolívar y su ramificación hacia los Montes de María
(Pizarro, 2004: 103).

 De acuerdo con el Informe Defensoría del Pueblo 2008, en la Sierra Nevada de Santa
Marta, desde 1987 las FARC establecen núcleos importantes en diferentes zonas, lo
cual viabiliza la creación del Frente 19, con influencia en la vertiente de los ríos
Córdoba y Ariguaní en el Magdalena; el frente 59 con proyección en La Guajira y
Magdalena, y el 41 con acciones en el departamento del Cesar. De igual manera, el
ELN crea los frentes 6 de Diciembre, Francisco Javier Castaño y Domingo Barrios, con
alta influencia en sectores populares de la población civil, conformando una fuerza
influyente en el área militar y política en el territorio de los Deptos del Cesar, Magdalena
y Guajira. En Córdoba- Alto Sinú y San Jorge-, para el año 1967 apareció el Ejército
Popular de Liberación –EPL-, para inicios de los años 80 las Farc crea el Frente 18, el
cual se desdobla del Frente 5 que hacia presencia en el Urabá Antioqueño y, casi

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simultáneamente, el Ejército de Liberación Nacional (Observatorio Derechos
Humanos. 2009).

 El Paramilitarismo irrumpe en el territorio a finales de la década de los años 80, en su


conformación responde a las llamadas “coaliciones de sectores sociales en donde
coinciden los ganaderos y el narcotráfico“301, como respuesta a la presencia y acciones
de la guerrilla en la región, apoyados por miembros de la fuerza pública suscitando
una alianza contra el creciente poder de la guerrilla.

235
 La aparición de estos grupos armados muestra concurrencia en sus estrategias y
acciones. Por ejemplo, en la Sierra Nevada de Santa Marta desde mediados de los
años 80’s, en la zona “el Mamey” (Depto del Magdalena), se organizan las primeras
bandas paramilitares (Informe Defensoría del Pueblo 2012). Posteriormente, al
consolidarse las Autodefensas Unidas de Colombia AUC bajo el mando de Carlos
Castaño, éstas se expanden hacia esta parte del caribe Colombiano, originando el
Bloque Norte, el Frente Resistencia Tayrona y el Frente Contrainsurgencia Wayuu. En
la subregión Montemariana, en el marco de una estructura confederada, se funda el
Bloque Héroes Montes de María, con una división en tres frentes: a) Frente Canal del
Dique, b) Frente Golfo de Morrosquillo y c) Frente Sabanas de Sucre y Córdoba.

 Para el caso de Córdoba, en la misma década la ubicación estratégica del territorio


facilitó el surgimiento del paramilitarismo basado en que las guerrillas del EPL/FARC
extorsionaban y secuestraban a ganaderos, comerciantes y empresarios, lo cual les
permite liderar la lucha anti subversiva logrando apoyo y legitimidad en un contexto en
donde la presencia del Estado era muy limitada. Luego de desmovilizarse en los años
1992-1993, las autodefensas en Córdoba se rearman y desde los años 90’s se
consolidan como el núcleo principal de las Autodefensas Unidas de Colombia –AUC-
proyectándose al resto del territorio nacional, en reacción a la expansión de las
guerrillas, del narcotráfico y la falta de presencia del Estado para ejercer control
territorial entre otros aspectos.

Ahora bien luego del surgimiento de los frentes guerrilleros y de las Autodefensas, cabe
preguntarse qué condiciones favorecen su posicionamiento en la vida cotidiana de las
comunidades. En ese sentido es válido traer a colación argumentos como los siguientes:

En primer lugar, desde el año 1982 se lleva a cabo en el país el proceso de


descentralización política, fiscal y administrativa, el cual entrega a los entes territoriales
el manejo de cuantiosos recursos financieros, la prestación de servicios básicos sociales

301
Paramilitares y Autodefensas: 1982-2002. Mauricio Romero.2002 IEPRI-Planeta.
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y la elección popular de gobernantes. Esa profunda reforma institucional coincide en el
tiempo con la estrategia de expansión de los actores armados, la cual tiene como objetivo
clave el fortalecimiento de las fuentes de financiamiento de estas agrupaciones, de allí la
puesta en práctica del llamado “Clientelismo Armado”. En palabras de Fabio Sánchez y
Mario Chacón302:

El clientelismo armado- el uso de la violencia como medio para garantizar la apropiación


privada de los recursos del Estado-, por parte de las FARC, ELN y AUCC, logran capturar
rentas como las transferencias territoriales, fijar pautas para la distribución del gasto
236
público, aún lo hacen y de las inversiones municipales. De acuerdo con estimaciones
econométricas desde 1985 se logra evidenciar esa correspondencia con el escalamiento
del conflicto armado. Es decir se “traslada el conflicto a una disputa de los grupos
armados por el poder local”.

En segundo lugar el giro del conflicto armado hacia el “Control Territorial”, como lo precisa
Daniel Pecaut, el cual se entiende que el objetivo de uno u otro actor armado apunta a
mantener, por la fuerza y/o con medios indirectos, un dominio sobre una zona sin que
esto implique la formulación de normas reconocidas y menos aún, la adhesión de
sectores importantes de la población”. En ese sentido, la conformación geográfica de
los Montes de María, de la Sierra Nevada de Santa Marta y el Sur de Córdoba facilitan a
los grupos armados reseñados la posesión o control de los corredores estratégicos para
sus acciones, a más de utilizar el territorio como Zonas de Refugio para sus operaciones
militares.

Finalmente la ausencia de una política de seguridad para el control del orden público y
seguridad ciudadana, sin lugar a dudas favorece las acciones y presencia de los actores
armados en la región caribe. Como resultado de la confrontación entre los diferentes
grupos armados ilegales y la fuerza pública, entre los años 1990 y 2002 se generan
nuevas dinámicas de poder en la región, así como la vulneración de los derechos
humanos y el derecho internacional humanitario, cuyas consecuencias se abrevian a
continuación:

 De acuerdo con datos del Observatorio de Derechos Humanos (2010), en los Montes
de María ocurren un total de 2.207 homicidios, es decir, un promedio de 169 homicidios
por año. Se destacan los municipios de El Carmen de Bolívar (546), San Onofre (263),
Ovejas (253), Tolúviejo (197), San Juan Nepomuceno (185), San Jacinto (164) y
Colosó (126) como los de mayor número de muertes durante el periodo. Igualmente,

302
Conflicto, Estado y Descentralización: Del progreso Social a la disputa armada por el control local 1974-
2002. CEDE-Uniandes en: Nuestra Guerra Sin Nombre. Transformaciones del Conflicto en Colombia.
Universidad Nacional-IEPRI. 2006.
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en el área de la Sierra Nevada de Santa Marta, entre 1990-2000 suceden un total de
6.758 homicidios concentrados en Santa Marta (2490), Ciénaga (1761), Valledupar
(1636) y Fundación (391) entre otros.

 La realización de 285 masacres, como estrategia de terror cuyas víctimas son en


esencia miembros de la población civil. De ese total se realizaron 57 en los Montes de
María; 31 en Sur de Córdoba y 107 en la Sierra Nevada de Santa Marta.

 El desplazamiento forzado se afianza como estrategia de guerra y control territorial, lo


237
cual se expresa en que las tres subregiones se ubican entre las 10 primeras en
volumen de población expulsada de acuerdo con los registros del Sipod –Acción
Social. Por ejemplo en la Zona de Alto Sinú y san Jorge, entre los años 1997 y el 2002,
son expulsadas 54.427 personas en eventos masivos, los cuales representan el 80%
de la población expulsada a nivel departamental ( V. Negrete 2002).

El paramilitarismo desde el año 2000 gracias a su estrategia bélica de tierra arrasada,


(masacres, desplazamiento forzado y acceso al poder político territorial) comienza a
inclinar a su favor la balanza de la guerra en el caribe colombiano, desalojando a los
frentes de las guerrillas y logrando cortar la comunicación con las estructuras armadas
del interior del país.

3. Las políticas de seguridad, orden público y programas sociales para disminuir


el conflicto y construir la paz

A partir del año 2002 el gobierno nacional da un vuelco sustancial en materia de


seguridad y orden público, al diseñar y poner en práctica la política de “Seguridad
Democrática”, como estrategia fundamental del Estado para enfrentar a los actores
armados que le disputan la soberanía en el territorio nacional. Dentro de los lineamientos
de esta política se destacan, entre otros:

 En una primera fase el componente militar enfatiza la profesionalización de las fuerzas


armadas, el incremento permanente del pie de fuerza, la creación de la Fuerza de
Despliegue Rápido, las Brigadas Móviles, los Batallones de Alta Montaña, el
fortalecimiento de la aviación militar y de la inteligencia, siendo el objetivo primordial el
de lograr la recuperación del territorio y una presencia permanente de la fuerza pública.

 En materia de financiamiento se utilizan los recursos del Plan Colombia financiado por
el gobierno norteamericano, los llamados Bonos de Paz, el denominado Impuesto al
Patrimonio, los cuales son aportados por los grandes contribuyentes (empresarios), a
través de las normas tributarias (1998 y 2002) y el decreto ley 111 de 2006.
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 La segunda fase del componente militar asume el control del territorio y la
sostenibilidad de la seguridad, mediante la Política de Consolidación del Territorio 303-
en la cual se incorporan las tres subregiones del Caribe colombiano-, así como la
creación de los Comandos Conjuntos, integrados por las distintas fuerzas militares.

 Paralelo con lo reseñado, se despliegan diversos programas orientados para disminuir


el conflicto armado, la atención a las víctimas del mismo y la construcción de paz. De
allí la realización de los programas de Desarrollo y Paz -Montes de María, Sierra
Nevada de Santa Marta, Cesar y Córdoba-, la ejecución del Tercer laboratorio de Paz
238
y los procesos de Consolidación territorial. Estos programas han sido cofinanciadas
por la cooperación internacional, específicamente recursos de la Unión Europea, de la
Agencia de los Estados Unidos -USAID-, el PNUD y otras organizaciones
internacionales.

 Complementa lo anterior la puesta en marcha del proceso de Justicia y Paz (ley 975
de 2005), el cual facilita la desmovilización de los bloques paramilitares participantes
en el conflicto armado, e intenta avanzar hacia el conocimiento de la verdad, la
reparación de las víctimas y la aplicación de normas de justicia transicional como
pasos para una reconciliación entre los colombianos. Asimismo, los esfuerzos en
materia de reintegración de los desmovilizados de los distintos grupos armados
ilegales a la normalidad con miras a posibilitar la convivencia en las regiones.

Una revisión sobre los resultados alcanzados por estos programas y acciones muestran
entre otros avances:

 La desmovilización, durante los años 2005-2006, de los bloques y estructuras


armadas del paramilitarismo con presencia en las subregiones del Caribe
colombiano, los cuales suman 5.694 miembros de los Bloques Sinú-San Jorge
(925); Héroes de Tolova ( 464), Resistencia Tayrona (1.166), Héroes Montes de
María ( 594 ) y Norte (2.545), (Informe Alto Comisionado para la Paz 2007).

 La recuperación de la soberanía territorial mediante el desmantelamiento de las


estructuras armadas de las guerrillas (Frente 37-35 en Montes de María); el
debilitamiento y repliegue de los Frentes 18 -34 ( Córdoba), hacia la parte
montañosa del Nudo de Paramillo y las serranías de Abibe y San Jerónimo. Una

303
Documento CONPES 3460. Política de consolidación de la seguridad democrática. Fortalecimiento de
las capacidades del sector defensa y seguridad. Ministerio de Defensa -DAS-DNP. Versión aprobada.
Bogotá febrero 26 de 2007. Directiva Presidencial No.1, 20 de marzo de 2009. Presidente de la República
fijó las directrices generales para llevar a cabo el Plan Nacional de Consolidación –PNC.

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situación similar acontece con los Frentes de las Farc y el ELN localizados sobre
la Sierra Nevada de Santa Marta. En resumen estas acciones se constatan en una
mejoría sostenida de los indicadores de seguridad ciudadana, como la reducción
sustancial de los homicidios304 (en promedio más de un 60% en Montes de María
y la Sierra Nevada); del volumen del desplazamiento forzado, (en un 70%) e
igualmente de los secuestros en comparación a las décadas precedentes.

No obstante la presencia de las Bandas Criminales Emergentes Bacrim, específicamente


los denominados Urabeños, los Paisas y los Rastrojos (estos son absorbidos
239
posteriormente por los primeros) en los 17 municipios del territorio (FIP 2012, Policía
Nacional 2014); refleja el incumplimiento del objetivo de Consolidar el control territorial y
el restablecimiento de la autoridad, la seguridad y romper los eslabones del narcotráfico
en el territorio.

 A manera de contraste, en conjunto las tres subregiones no logran avanzar hacia


la materialización del Estado Social de Derecho, en donde las políticas públicas
desplegadas tampoco viabilizan una transición progresiva en lo fiscal, financiero e
institucional para alcanzar ese propósito. Por el contrario, están inmersas en un
proceso de desarrollo soportado en una creciente concentración de la propiedad
rural (los índices de Gini superan el promedio nacional 0,71), la consolidación de
proyectos agroindustriales de gran extensión (palma de aceite, cacao y
maderables) afianzados en subsidios y medidas compensatorias. En últimas surge
la explotación minera (petróleo, gas, calizas, gravas y carbón), constituyéndose en
una amenaza para la preservación del medio ambiente y la sostenibilidad del
territorio. Cierra este círculo vicioso, la persistente precariedad institucional y de
gobierno por parte de los entes territoriales con responsabilidad en la gestión del
desarrollo y la provisión de bienes públicos a las comunidades agudizando la
pobreza y la desigualdad.

Resumiendo el escenario descrito se asimila a un territorio sumido en una trampa de


desarrollo-pobreza y conflicto305, como resultante de la compleja relación entre conflicto

304
Es muy paradójico que en el departamento de Córdoba las tasas de homicidio hayan subido
significativamente después de la desmovilización de las autodefensas, entre 2006 y 2008, mientras que en
el conjunto nacional marcaron una tendencia descendente.
305
De acuerdo con un trabajo reciente de Paul Collier y Hoefler (2004), el cual es retomado por H Galindo,
J Restrepo y F Sánchez (2009), se plantea la existencia de una trampa de Desarrollo-Pobreza y Conflicto.
La trampa desarrollo-pobreza-conflicto tiene como características esenciales un bajo ingreso de las
personas, bajo crecimiento, dependencia de los recursos naturales y pobreza creciente. Para Collier y
Hoefler (2004), los países con esas condiciones son propensos a caer en una trampa de desarrollo-
pobreza- conflicto. En opinión de H Galindo, J Restrepo y F Sánchez (2009), estas características no
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armado interno y desarrollo en la perspectiva de que el conflicto y la violencia asociada
al mismo, obstaculizan el desarrollo económico y las fallas en los procesos de desarrollo
incrementan notablemente las probabilidades de los conflictos internos.

4. La dinámica político-electoral en ese periodo muestra la alianza entre los distintos


partidos políticos, el narcotráfico y el paramilitarismo en el territorio, como una estrategia
de guerra que facilita acceder a las administraciones territoriales y el congreso de la
república. Se estima que 35 dirigentes políticos (congresistas, gobernantes, concejales y
diputados) han sido judicializados por parte de las autoridades reflejando así la
240
interacción entre la violencia, el poder político local/regional y su articulación con el
Estado-nación es una práctica arraigada hace rato en el ejercicio político.

5. Una lección aprendida hacia adelante es la desarticulación operativa y descoordinación


por parte de las instituciones responsable de las políticas públicas para la construcción
de paz y disminución de la violencia asociada al conflicto armado. Es innegable que el
modelo de gestión descentralizada pero controlada desde el nivel central en su
orientación, favorece el paralelismo institucional, la duplicidad de funciones y recursos,
limitando los resultados previstos en el contexto territorial.

Finalmente el Caribe durante este periodo ha consolidado un desarrollo territorial,


económico y social heterogéneo, con fuertes desequilibrios internos y una fragmentación
social que no alcanzan a explicar la totalidad de la región que se pretende construir. Lo
anterior explica la coexistencia de una zona costera conformada por los principales
puertos y centros urbanos (Barranquilla, Cartagena y Santa Marta), cuyo crecimiento
económico y desarrollo social muestra progresos sostenidos. A su alrededor una zona
interior ubicada sobre las sabanas y el valle de los principales ríos, localizándose
ciudades como: Valledupar, Sincelejo, Montería y Riohacha, con actividades económicas
e carácter extractivo (megaproyectos mineros como el carbón y el níquel), al lado de
procesos agroindustriales como la palma de aceite, y una estructura social con severas
desigualdades. Cierra esta parte las subregiones reseñadas situadas en torno de las
zonas costeras e interior, y actualmente intentan reconstruir sus procesos económicos,
políticos, ambientales y sociales luego del ciclo de violencia padecido.

En síntesis estamos ante un territorio fragmentado, muy lejos de los propósitos


de alcanzar un desarrollo económico, sostenible y equitativo, e evidenciando los
precarios resultados de las políticas públicas de desarrollo regional y de los múltiples
esfuerzos fallidos en los últimos 92 años, por parte de la dirigencia política y

aplican para el caso colombiano en general, pero es posible que aplique en regiones muy particulares como
las reseñadas.

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empresarial de la costa Caribe; desde la creación de la Liga Costeña, pasando por el
SIPUR, la constitución de los Consejos Regionales de Planificación Económica y Social
CORPES, la ley de ordenamiento territorial LOT, para materializar la integración y
autonomía regional.

El contexto reseñado refleja como el Estado a nivel nacional y territorial no han logrado
afianzar la convivencia, la seguridad, la soberanía y el bienestar sobre el territorio, los
cuales continúan siendo tareas pendientes, en esta coyuntura de las negociaciones de
La Habana entre el gobierno nacional y las Farc, con miras a terminar el conflicto armado
en el país. En este apartado estudiamos si los acuerdos que se suscriban entre las partes, 241
facilitan una respuesta a los factores estructurales que desencadenan la violencia en el
Caribe Colombiano, para ello se analiza entre otros aspectos.

4. La negociacion de La Habana. Retos y desafios

Desde noviembre 19 de 2012 comienzan en La Habana las negociaciones para la


terminación del conflicto armado entre las partes- previamente se había definido una
agenda, el reglamento, los países garantes y acompañantes-, teniendo como temas para
la discusión los siguientes :

1. Política de desarrollo agrario integral


2. Participación política y garantías para la oposición.
3. El fin del conflicto.
4. Solución a las drogas ilícitas.
5. Atención a las víctimas.

Al examinar la agenda es innegable que los temas escogidos son las variables claves de
un conflicto tan prolongado y degradado como el nuestro, el cual en las últimas décadas
utiliza el territorio como epicentro de la presencia de los actores armados, y en su
dinámica concentra en unas regiones la reproducción de la violencia asociada al conflicto.
En ese sentido los puntos de la agenda presentan manifestaciones o expresiones
distintas en su temporalidad y territorialidad; por ejemplo el problema del narcotráfico es
muy diferente en la Sierra Nevada (área productora y transformación) que en los Montes
de María (área de salida, consumo y microtráfico), similar situación acontece en lo
relacionado con tierras y desarrollo rural. Luego entonces, una vez más las dinámicas
territoriales del conflicto brillan por su ausencia en el acuerdo general que pretende dar
por finalizado la violencia y el conflicto. He aquí una limitante que complejiza la puesta en
marcha de los posibles acuerdos de la negociación en el futuro inmediato.

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Una mirada retrospectiva sobre los avances de las negociaciones luego de 30 meses de
iniciadas, así como un creciente clima de polarización en la sociedad sobre su viabilidad
nos revela entre otros:

a) El logro de tres preacuerdos entre las partes en los temas relacionados con el
desarrollo rural, la participación política y las drogas ilícitas, con la existencia de 29
salvedades al respecto. Igualmente la creación de una Comisión de la Verdad, un plan
de desminado conjunto y la posibilidad de un cese bilateral y definitivo de las hostilidades.

242
b) Actualmente se negocian temas cruciales como la atención a las víctimas y el fin del
conflicto, cuya definición rebasa el ámbito nacional e incorpora la presencia de actores
como la Corte Penal Internacional, alrededor de la disyuntiva entre el cumplimiento de
los estándares de justicia transicional y la finalización de un conflicto que ha durado más
de 50 años.

Con el propósito de dar a conocer el desarrollo de los diálogos la Oficina del Alto
Comisionado ha recorrido el país, en especial las regiones con mayor nivel de violencia
y presencia de los actores del conflicto armado. Adicionalmente se reconoce como el Alto
Comisionado para la paz- Sergio Jaramillo- viene direccionando la estrategia que la paz
se construye desde las regiones, en lo que han denominado la “Paz territorial”,
considerándola una apuesta esencial hacia el postconflicto, lo cual puede asumirse como
una respuesta a la carencia de una visión regional o territorial en la negociación.

El Comisionado y su equipo consideran que la “Paz territorial” es la novedad de este


proceso, concibiéndola desde garantizar los derechos constitucionales en el país, para lo
cual se requieren instituciones sólidas. En su argumentación, la Paz Territorial significa
poner en práctica particularmente en los territorios donde la violencia asociada al conflicto
armado está presente en las últimas décadas, el acuerdo que se suscriba en La Habana.
Agregando que el concepto de “Paz territorial” (que no se ha elaborado), es una
construcción que hay que hacer, que significa movilizar a la población en los territorios
afectados por la violencia alrededor del tema de la paz. Complementariamente la puesta
en marcha de procesos de planeación participativa, de abajo hacia arriba, es decir que
entre las autoridades locales y las comunidades, identifiquen la problemática territorial
para de manera concertada se formulen planes para transformar estas regiones,
haciendo valer los derechos de la gente.

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Es indudable que los fundamentos sobre Paz Territorial son muy incipientes y en la
práctica varios de ellos hace rato están en el ordenamiento constitucional, vigente 306, los
cuales después de muchos años de estar vigentes en la realidad no han surtido cambios
sustanciales para beneficio de la ciudadanía y la sociedad en general. Ante el panorama
descrito es de particular interés establecer si en las subregiones del Caribe - cuyo
territorio posee una riqueza y complejidad, desde su diversidad étnica (la presencia de
afros, indígenas, campesinos y colonos), ambiental, económica, social y cultural- es
posible la construcción de esa paz territorial, a partir de la puesta en marcha del acuerdo
que se firme, a la vez que se da respuesta a los factores estructurales que originan el
243
conflicto armado en el territorio.

Un punto de partida es que a pesar de las políticas, programas y acciones del Estado en
los últimos veinte años para erradicar el conflicto armado, la violencia y aclimatar la paz
en el territorio caribeño, aún persisten tanto los grupos armados ilegales como los
factores estructurales determinantes en esa problemática. La propuesta de Paz Territorial
que intenta construir el Alto Comisionado en su formulación esboza fundamentos que
posibilitan evitar la recurrencia de la violencia bajo el supuesto de que el postconflicto ya
se inició, y generar las bases hacia el futuro que dan respuesta a los factores
estructurales del conflicto como el fortalecimiento de las instituciones (A Rettberg 2003);
pero en la práctica no se definen acciones estratégicas territoriales.

Desde nuestra perspectiva creemos que la construcción de paz en el Caribe Colombiano,


implica retos y desafíos como el de entender la naturaleza y el contexto en que surge el
conflicto, su continuidad y las transformaciones entre otros aspectos. De allí la necesidad
de reflexionar sobre las peculiaridades del ordenamiento social existente, es decir cuál
es la sociedad que tenemos? En ese sentido, la región tiene como rasgos esenciales en
su orden social el arraigo de elementos tradicionales como: El talante señorial o
aristocrático de una sociedad terrateniente; la fragilidad del Estado de Derecho, una
incipiente ciudadanía activa e instituciones políticas precarias. Complementa lo anterior
la ausencia de reglas de juego como medios de regulación e interacción al interior de su
entramado social, y una presencia diferenciada del Estado, en cuanto al funcionamiento
de las instituciones locales e igualmente como se articulan en lo político, lo económico y
lo cultural con el conjunto de la nación (González, Bolívar y Vásquez. 2003).

En otras palabras el territorio está inmerso en un proceso de modernización muy


particular y complejo a la vez, cuyas características son muy particulares, el cual se ha
efectuado en sus propios términos, generándose una reconstrucción de los modelos

306
Por ejemplo, la responsabilidad de los entes territoriales en la adopción de sus planes de desarrollo
territorial -Ley 152/94 y 388/97-, e igualmente la participación de las comunidades en la formulación y
aprobación de los mismos
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institucionales, políticos e ideológicos, de la mano de varios grupos y movimientos
sociales para reapropiarse de ese orden social y redefinir su curso en el contexto, ante la
fragilidad de las instituciones del estado-nación en su constitución y legitimidad. Es decir
la debilidad del Estado explica la permanencia de una ambivalencia (Z. Baumant,
2005:12), en donde coexisten tanto la violencia como intentos de orden y/o convivencia
durante su reconstrucción o redefinición, asociado a que las decisiones colectivas
muestran contradicciones entre el orden que se diseña para su funcionamiento y el
comportamiento de los grupos sociales, creando una mayor incertidumbre, rupturas y
desorden a su interior.
244
Luego de sopesar como interactuar en ese orden social complejo es necesario avanzar
hacia la construcción de la convivencia, entendida como vivir con otro(s) o junto a otro(s),
más no simplemente al lado del otro( A. Gómez Müller 2008) . Parafraseando a Gómez
Müller, en nuestro país a lo largo de la historia, se ha incorporado la convivencia
ciudadana en términos de libertad, igualdad y fraternidad, o sea desde su fundamento
ideológico republicano se hace un reconocimiento del otro, pero en la realidad estos
principios no se cumplen ante la inoperancia de las instituciones y las actitudes políticas
excluyentes.

En ese sentido es ineludible avanzar hacia una convivencia territorial la cual surge desde
personas capaces de compartir un espacio común, de relaciones, manteniendo su propia
identidad cultural y política como tal, y que a la vez ese grupo de personas compartan un
conjunto de normas, reglas, valores morales, creencias, que conforman su cultura,
teniendo como principios rectores el respeto a la diferencia, la libertad, la justicia, la
igualdad y la cooperación entre otros. (J. García 2007).

Un segundo punto indispensable es avanzar hacia la reconciliación luego del ciclo


reciente de violencia asociada al conflicto, para ello es necesario superar el déficit de un
mínimo de verdad desde la visión de las víctimas, en el sentido de conocer o saber todo
lo que sucedió antes que interpretar o juzgar lo sucedido (A. Gómez Muller, 2008). Lo
anterior implica una Comisión de la Verdad Territorial de carácter pluralista en su
conformación, que permita darle respuesta a inquietudes como a) Establecer el rol de
los denominados no combatientes, de los financiadores y soportes financieros de los
actores armados ilegales, b) Identificar los lugares de las víctimas y desaparecidos, c) El
rol del Estado en cuanto a la omisión u acciones que en su momento favorecieron las
actividades que afectarán la seguridad y los derechos humanos en el territorio.

Seguidamente la reconciliación es posible resumirla en términos de ser un proceso con


sus propios ritmos, acorde al contexto, de carácter estructural -implica cambios en las
instituciones, la cultura-, que pretenda restaurar y sanar heridas y que en últimas pretenda
arraigar procesos democráticos en situaciones de postconflicto. Complementa esta fase

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
la generación de capacidades para resolver los conflictos en el territorio lo cual requiere
entre otros aspectos:

a) Fortalecer la capacidad (a partir del poder– hacer) en donde los actores sociales del
territorio construyan y desarrollen procesos de diálogo, cooperación y mediación desde
una visión política de carácter colectivo que permita establecer una ruta de acciones que
haga viable resolver las diferencias y las disputas de una manera incluyente. Este punto
es definitivo ante las manifestaciones ya de posibles conflictos en el uso de los recursos
naturales como el agua, y las tensiones sobre los efectos de la explotación minera en las
245
subregiones reseñadas.

b) Establecer unas redes de apoyo en esa perspectiva de resolución incluyente de los


conflictos apoyado en la generación de confianza y de evitar la polarización con miras a
un trabajo conjunto y articulado. En el territorio, la participación en escenarios como las
mesas de trabajo de campesinos, afros, jóvenes entre otros ha permitido ir edificando
unas bases para generar capacidades en el manejo de los conflictos, y la experiencia del
palabrero wayuu.

En tercer lugar la participación política-electoral debe ir más allá del concepto de


participación, el cual es reduccionista frente a las reformas esenciales como las que
implican los desarrollos de la agenda de La Habana. Es imperativo acometer políticas y
programas que posibiliten la construcción de una cultura política territorial -lo cual implica
cambios estructurales en el sistema educativo-, así como la adopción de normas en lo
atinente a las dinámicas de la participación política y la democracia local.

Para esa intencionalidad, el punto de partida es la escuela, concebida como el centro


generador de conocimientos para la comunidad en general, soportado en un modelo
pedagógico territorial en donde la estructura curricular es fruto de una elaboración
colectiva, adaptable al contexto y en donde el contenido privilegie la diversidad política-
ideológica, el manejo de los conflictos y la convivencia desde la argumentación dialógica
y razonable.

En cuarto lugar, es definitivo abrir el debate sobre la institucionalidad307 que requiere la


puesta en marcha de los acuerdos de La Habana a nivel territorial, ya que es indiscutible

307 Es menester revisar profundamente la pertinencia de entidades como el INCODER, las secretarías de
agricultura y las corporaciones de desarrollo regional tanto en su naturaleza, jurisdicción y su capacidad
técnica-operativa, la cual debe ir más allá de los límites municipales y/o departamentales, soportado en las
vocaciones y usos productivos del territorio, para efectos de implementar los acuerdos de La Habana. A
ello se agrega la persistente precariedad institucional, la informalidad y la corrupción político-administrativa
en la gestión de las gobernaciones de Bolívar y Sucre.

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que los esfuerzos acometidos por el Estado en la descentralización política-
administrativa, no han logrado aún el reto de transformar la cultura y prácticas
organizacionales de la estructura pública en el territorio . En la realidad es un modelo de
gestión descentralizada, pero controlada desde el nivel central en su orientación -
definición del gasto público y las prioridades del mismo- en donde los actores
responsables (Alcaldes – Gobernadores) es posible asimilarlos a unos agentes regidores
(Jolly, 2007) en el gobierno del territorio, con el agravante de la persistencia del
clientelismo y la corrupción político-administrativa como ejes de la gestión pública
territorial.
246
En ese sentido los cambios en el modelo descentralizador en la perspectiva de
implementar los acuerdos de La Habana, justifican ajustes en procesos como: la
funcionalidad de espacios de coordinación y correspondencia entre la oferta nacional
(recursos humanos, técnicos institucionales) frente a las demandas territoriales
(provisión), con miras a lograr un equilibrio que haga viable el desarrollo de los acuerdos
y el afianzamiento del gobierno territorial. De otra parte garantizar la capacidad para
lograr mantener el control y la autoridad gubernamental en el territorio, como respuesta
a esa tradición de Estado endémico, en donde aún existe una lucha por el control
territorial (presencia de bandas criminales emergentes), aun cuando en menor proporción
a la de hace dos décadas.

Para ello se plantea la creación de un Consejo Territorial para la Convivencia y la Paz,


cuya funciones claves serian entre otras: a) Ser el ente responsable, coordinador, y
supervisor de la puesta en marcha de los acuerdos suscritos con las Farc y demás
organizaciones subversivas, b) En su conformación estaría integrado por representantes
del gobierno nacional, los entes territoriales, las organizaciones sociales y el
empresariado presente en la subregión, c) Asumir el direccionamiento estratégico para
la formulación, ejecución y seguimiento a los recursos de los distintos planes/proyectos,
en materia de desarrollo, rural, participación política, reintegración y drogas ilícitas,
durante los próximos diez años o la temporalidad definida para el desarrollo de acuerdos
suscritos en La Habana.

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
PERSPECTIVAS DEL DESARROLLO RURAL COLOMBIANO EN EL CONTEXTO DE
LA NEGOCIACIÓN DEL CONFLICTO ARMADO.

CARLOS SALGADO ARAMÉNDEZ


Proyecto Planeta Paz

Introducción
249
Colombia enfrenta un problema realmente complejo frente al desarrollo rural pues debe
tomar decisiones entre un grupo muy diverso de enfoques que no siempre son
compatibles. Vale citar tres casos a explorar. Primero, en el campo del desarrollo rural se
identifican por lo menos 13 enfoques que además deben leerse en el contexto de políticas
transversales o de orden macro que se sobreponen a lo rural, como por ejemplo las
políticas sobre minería, hidrocarburos e infraestructura. Segundo, los puentes a crear
entre la formulación del actual Plan Nacional de Desarrollo y los avances en el Acuerdo
de La Habana. Tercero, las tensiones entre los enfoques de la política gubernamental y
las aspiraciones de las iniciativas privadas versus las formulaciones de las
organizaciones sociales populares, en las cuales se dirimen los desarrollos en
infraestructura, agroindustria y minería frente a los usos territoriales propuestos por el
campesinado, indígenas y afros. Si se acepta que una parte importante de la paz de
Colombia pasa por lo rural y en específico por lo territorial, las tensiones derivadas de la
puesta en práctica de múltiples enfoques abren un debate que la academia y la sociedad
colombiana deben asumir.

Este documento trabaja entonces 6 apartes para intentar relacionar los elementos
complejos del desarrollo rural. En un primer punto, se presentan algunas referencias de
contexto para dar paso a una mirada sobre algunos impactos derivados de las políticas
públicas sobre los territorios y formas de tenencia y distribución de la tierra. El tercer y
cuarto puntos tratan de las implicaciones estimadas para el sector rural de la negociación
del conflicto armado y sus desafíos. El sexto punto se pregunta si hay vida más allá del
modelo agenciado por el gobierno y el Acuerdo de La Habana.

La principal conclusión a que se llega apunta a que dadas las complejidades derivadas
de los múltiples conflictos, de la dejadez con que el Estado trata los territorios y sus
poblaciones, del nuevo enfoque sobre lo rural y la exacerbación de los agentes del capital
por explotar todos los territorios y todos los recursos, será tarea de los movimientos
sociales y políticos, con apoyo de la academia, generar las propuestas sistémicas que
promuevan los cambios sustanciales en el mundo rural, para lograr una paz incluyente y
con justicia social.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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I. Referencias de contexto

Las propuestas e ideas sobre la Reforma Rural Integral -como se dice en La Habana- y
de pagar la deuda social con el campo –como suele decir el Presidente de la República-
son sugestivas y complejas, puesto que su construcción se juega en un escenario con
múltiples perspectivas sobre lo rural y plagado de conflictos de todo orden. Para tomar
un solo ejemplo como referencia, en un trabajo hecho por Planeta Paz con
organizaciones populares en torno a sus percepciones sobre los conflictos –entendidos
éstos como aquella situación en la cual uno o más actores subordinan bajo sus intereses
250
y con mecanismos de coerción las relaciones sociales y de poder- se sistematizaron
1.082 conflictos del siguiente orden para el período 2010-2013 y sobre 19 departamentos
del país308:

 Por tierra: 127


 Ordenamiento Territorial: 16
 Ambientales: 62
 Culturales: 6
 Por insatisfacción de mínimos vitales: 7
 Jurisdicciones étnicas: 4
 Conflicto armado: 364
 Narcotráfico: 160
 Minería: 104
 Hidrocarburos: 21
 Infraestructura: 160
 Desplazamiento: 38
 Violencia comercio sexual: 10
 Conflictos fronterizos: 3

Esta referencia indica que si bien los conflictos tienen su especificidad, no se presentan
aislados o por fuera de contextos y territorios en los cuales hay cruces entre actores
sociales, Estado, guerrillas, paramilitares, fuerza pública, empresarios, narcotraficantes,
etcétera, que intervienen para alinderar a las poblaciones y recursos según sus intereses.

Este ejemplo permite las siguientes dos apreciaciones:


 Los conflictos adquieren sentido a partir de las apreciaciones humanas sobre la
forma como son tensionadas sus relaciones sociales cotidianas, que involucran
todo su entorno.

308
Observatorio Nacional de Paz, Actores y dinámicas de la conflictividad territorial. Percepciones populares
en cuatro regiones de Colombia, Planeta Paz, ATE, Corambiente y La Gotera, Bogotá, 2012.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
 Desde el punto de vista de las organizaciones sociales populares, cada uno de
estos conflictos es uno más de los que influye en la reconfiguración territorial
actual, y forma parte de macro sistemas regionales complejos.

Lo preocupante de estas apreciaciones es que ante esta emergencia de múltiples


conflictos, el Estado colombiano –responsable de la extensión de derechos a las
poblaciones y territorios- tiene, como mínimo, un triple problema:

 Está en dificultades para definir una política de manejo integral del territorio, pues
251
deberá contar con fortalezas muy grandes derivadas de coaliciones sólidas para
lograr políticas democráticas de organización de los territorios.
 Tendrá que superar grandes retos –en términos de decisión política y organización
institucional- para revertir la disputa permanente de los territorios por parte de
actores legales e ilegales.
 Si no supera estos dos problemas, tenderá a profundizar las fallas de
reconocimiento de las comunidades y sus organizaciones, caso en el cual
permitirá que se les dispute el control de los recursos que les son propios,
profundizando fallas de redistribución de activos, lo que quiere decir no extenderá
ni la democracia económica ni la justicia309.

Desde mi punto de vista y en el contexto actual, el Gobierno Nacional, que tiene en sus
manos el manejo de la política de paz y la definición del grueso de la política pública,
tiende a hacer más severos estos problemas del Estado por la forma como estructura su
actual plan de desarrollo310, que dice tener como pilares la paz, la equidad y la educación,
bajo los siguientes cuatro enfoques básicos: “(i) el enfoque de derechos, entendido como
la garantía del goce efectivo de los derechos de los ciudadanos en ejercicio pleno de su
ciudadanía; (ii) el enfoque territorial que implica la atención diferenciada de los territorios
con el fin de cerrar las brechas existentes entre los ámbitos urbano y rural, especialmente
en aquellos que se han visto más afectados por los efectos del conflicto armado interno
y que tienen un mayor rezago en su desarrollo; (iii) el enfoque participativo, entendido
como la profundización de la democracia y la participación de todos los ciudadanos en
las decisiones que les incumbe; y (iv) la reconstrucción de la confianza entre los
ciudadanos y entre la ciudadanía y el Estado como base para la reconciliación” [DNP
2015: 21]311.

309 Se entienden las fallas de reconocimiento y las fallas de redistribución en el sentido dado por Nancy
Fraser en Iustitia Interrupta. Reflexiones críticas de la posición postsocialista, Siglo del Hombre Editores y
Universidad de Los Andes, Bogotá, 1997.
310 Ver DNP, Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018. Todos por un nuevo país. Paz, equidad y

educación. Versión preliminar para discusión del Consejo Nacional de Planeación, Bogotá, 2015.
311 Para cumplir con estos enfoques, el PND propone avanzar en el cumplimiento de los siguientes tres

objetivos:
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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El PND define cinco estrategias transversales para el logro de sus objetivos [Ibid, 7]:
Infraestructura y competitividad estratégicas, Movilidad social, Transformación del campo
y crecimiento verde, Consolidación del Estado Social de Derecho y Buen gobierno.

Estas estrategias están inmersas en dos enfoques: la orientación hacia resultados y la


orientación territorial [Ibid, 9]. Siguiendo estas estrategias y enfoques, el PND especifica
los siguientes ejes articuladores regionales, explicados en uno de sus capítulos:

 Caribe: Próspero y sin pobreza extrema.


252
 Pacífico: Equidad, integración y aprovechamiento sostenible de mercados.
 Centro-Oriente: Conectividad para la integración.
 Centro-Sur: Desarrollo del campo y conservación ambiental.
 Llanos: Medio ambiente, agroindustria y desarrollo humano.
 Eje Cafetero: Talento humano innovador en territorios incluyentes.

Cada región podrá interpretar si se siente recogida en estos ejes, pero son pertinentes
los siguientes comentarios. Primero, estas son las únicas definiciones regionales que
tiene el PND. Segundo, el PND no desarrolla un concepto ni de territorio ni de
territorialidad, siendo el primero una unidad importante para uno de sus dos enfoques.
En cuanto al concepto de territorialidad es difícil que lo plasme dado el déficit de
reconocimiento actores en el plan. Tercero, aunque se enuncia que el territorio es uno de
los enfoques de la paz, el PND privilegia unas definiciones regionales amarradas a unos
ejes articuladores ya estructurados, que deja muchas preguntas sobre las posibilidades
que tendrán las decisiones de la población en cuanto a sus apuestas territoriales.

Bueno, ¿dónde aparece una política de transformación de los conflictos que relacioné
con las estrategias y ejes del PND? Sólo por infraestructura son 160 conflictos, por
minería 104 y por ordenamiento territorial 16. El PND parece entones destinado a
profundizar los problemas del gobierno y del Estado para lograr una Colombia en paz,
equitativa y educada.

Para entrar en materia de este ensayo, cuando se trata de discutir sobre la cuestión
territorial colombiana en términos de su configuración, así como de la situación de los

 Fortalecer las condiciones para un proceso de construcción de paz y garantizar su sostenibilidad


para permitir al país y a sus ciudadanos alcanzar su pleno potencial como nación.
 Integrar el territorio y sus comunidades, para contribuir al cierre de brechas poblacionales y
sociales, potenciando la conectividad para la inclusión productiva y el acceso a bienes públicos,
servicios sociales e información.
 Reducir las desigualdades sociales y territoriales entre los ámbitos urbano y rural, mediante el
desarrollo integral del campo como garantía para la igualdad de oportunidades.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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pueblos que lo habitan, es útil tener presentes algunos criterios de partida como los
siguientes:

1. El Estado colombiano nunca ha tenido una política de manejo integral del territorio
nacional, entendida esta política como la extensión de derechos a todos los pobladores
en todos los territorios. Esta carencia en la política ha fragmentado los territorios entre
aquellos propios de los indígenas y afros, los destinados a la explotación agropecuaria,
minera y de recursos físicos naturales, los pocos destinados mediante reformas
marginales al campesinado y la frontera siempre abierta para ser disputada por actores
253
legales e ilegales, y alianzas entre ellos.

2. Muchos de los conflictos más complejos tienen vida en el mundo rural, y están
relacionados con el viejo modelo agrarista que se fundamentó en la organización de islas
productivas para la agricultura capitalista312, la dispersión de las sociedades campesinas
y la presión de los terratenientes que les seguían para comprarles sus tierras o
despojarles y constituir sus latifundios. El territorio rural –su frontera- siempre ha estado
abierto y en disputa, razón por la cual el mundo rural ha sido siempre en un escenario de
múltiples y severos conflictos por el control de los recursos, de la tierra, de los territorios
y de la población. Las políticas públicas puestas en este contexto han sido capturadas
por los actores de los conflictos –legales e ilegales-, cuando no ha sido que la política
misma ha catalizado y generado nuevos conflictos313.

3. El tipo de acción política desarrollada por el Estado con respecto al campesinado


consistió hasta finales del siglo pasado, en un juego de integración parcial de un sector
de esta población –reparto marginal de tierra, programas dirigidos para vinculación a
algunas estrategias productivas, investigación tecnológica sobre sistemas productivos-,
y de desvalorización relativa de un porcentaje cada vez mayor del campesinado –no
reconocimiento de su papel en el desarrollo y no asignación de activos y derechos-. Esta
acción política arroja como resultado desarrollos desiguales en cuanto a poblamiento y
estabilidad de la población, control y despojo de recursos, desplazamientos informales y

312 La idea de islas productivas y sus características fue desarrollada por Álvaro Balcázar en Cambio técnico
en la agricultura, publicado en Absalón Machado (compilador), "Problemas agrarios colombianos", CEGA,
Siglo XXI, Bogotá, 1986.
313 El desarrollo de las islas productivas -protegidas con mecanismos económicos, políticos y militares-

como opción preferencial de la política económica para el sector agropecuario ha tenido también como
características el dejar espacios vacíos que han servido para la expansión sin control de la frontera
agropecuaria, la consolidación de actores legales e ilegales que imponen sus normas sobre los territorios
y la población, y la constitución de corredores por los cuales circulan aún todos los actores del conflicto.
Estas características son una muestra fehaciente del escaso interés del Estado colombiano por diseñar
una política sobre el manejo del territorio nacional y de la actitud de las élites rurales conformes con las
rentas y subsidios ganados en sus islas. Esta es también una de las razones que permite entender por qué
el agro colombiano no se puede explicar sin el conflicto –los conflictos- y por qué este tipo de política de
crecimiento ha catalizado el conflicto –los conflictos-.
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forzados de población, escaso reconocimiento de la diversidad cultural y de ciudadanías
amplias, vulneración sistemática de los derechos de las mujeres rurales, mínimas
orientaciones sobre el futuro de la juventud rural, y una tragedia humanitaria de inmensas
proporciones.

4. Hoy día, la teoría, el enfoque y la práctica política hegemónica en lo gubernamental


sobre lo rural han cambiado. El viejo modelo agrarista ha dado paso a un nuevo modelo
rural que pretende resolver la fragmentación territorial explotando todos los territorios y
todos los recursos bajo la égida de un único actor, el empresariado. Este enfoque y su
254
práctica atizan la conflictividad social al desconocer la multiplicidad de pueblos y actores
presentes en el mundo rural, que ven amenazada su estabilidad en los territorios314.

5. Las dinámicas rurales siempre se han desarrollado con respecto a relaciones y


mercados urbanos. Sin embargo, es tradicional que los derechos conquistados en las
zonas urbanas en muy pocos casos se transmiten a lo rural, de donde se derivan
inequidades que van desde no reconocer la diversidad cultural rural y querer imponer un
único patrón de vida –el urbano-, hasta el sesgo en la asignación de los presupuestos
que no consideran el aporte rural a la producción y el empleo agregados. Con los cambios
en los patrones de desarrollo, en particular rurales, las relaciones rurales-urbanas
adquieren nuevas dimensiones aún por analizar.

6. Es necesario dejar en claro que en los modelos de profundización de las lógicas


hegemónicas del capitalismo el territorio es también una nueva unidad de análisis que
confronta las lógicas populares alternativas. El territorio –los territorios- es el nuevo lugar
de las disputas y de las reconfiguración de las luchas económicas, políticas y sociales,
que obliga al movimiento social a ser más afirmativo en sus apreciaciones y a dotar de
nuevos sentidos y contenidos las categorías que fundamentan los debates en torno a la
manera como se generan hoy en día la desigualdad, la injusticia, la inequidad y los
desbalances ambientales, y la paz315.

7. Solo en algunos períodos se han tomado en consideración aspectos ambientales para


pensar la política para la cuestión rural, de tal manera que la transformación de los

314 Ver Carlos Salgado, Procesos de desvalorización del campesinado y antidemocracia en el campo
colombiano, en Jaime Forero (editor), El campesinado colombiano. Entre el protagonismo económico y el
desconocimiento de la sociedad, Colección Foro un campo para el campo, Facultad de Estudios
Ambientales y Rurales, Universidad Javeriana, Bogotá, abril de 2010.
315 Por ejemplo, el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 tiene como meta pasar de 0 territorios con

capacidad de paz a 16 en 2018, de cero a 12 planes estratégicos territoriales, de 0 a 4 iniciativas


ciudadanas de desarrollo y 0 a 210 veredas con condiciones para la integración comunitaria. Ante estas
metas solo hay dos apreciaciones: una, es una meta muy restringida para un PND o, dos, se desconoce
profundamente la vida social de este país, fruto del no reconocimiento del tejido social existente. En
contrate, estima pasar de 76 mil cupos carcelarios en 2013 a 126 mil en 2018.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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recursos disponibles en los territorios no obedece a previsiones sobre su estado pasado,
actual y futuro para tomar decisiones sobre cómo, dónde y quién interviene dichos
recursos. La intervención de todos los actores –bajo dinámicas políticas y culturales
diferenciadas- ha conducido a diversos grados de transformación de los sistemas
naturales estimada en un promedio de 40.1%, siendo que en algunos casos alcanza el
98.5%, como en los bosques basales secos y subhúmedos, y en las cuencas de los ríos
interandinos316. Algunos elementos de excepción solo se encuentran en la política de
parques nacionales.

255
8. Bajo este nuevo modelo de desarrollo rural, el accionar de los actores poderosos,
avalado en muchos de sus comportamientos por el Estado, es un gran riesgo para las
poblaciones que demandan estabilidad en los territorios, restitución de sus tierras y el
retorno a sus comunidades.

9. Los conflictos urbanos, mineros, sobre acuíferos y el mar suelen ser dejados por fuera
de las dinámicas asociadas al conflicto armado, pero ha de tenerse en cuenta que la
fluidez de las relaciones rural-urbanas y marino-terrestres están íntimamente asociadas
a la manera como se configuran los conflictos y los controles territoriales.

Cuando se habla entonces hoy día de cuál desarrollo rural surgen tres preguntas: ¿se
pretende reproducir el esquema de islas productivas bajo un nuevo tipo de grupos
gestores que controlan territorios, se suponen más eficientes y con mayor nivel de
integración a dinámicas del mercado, en particular, internacional?, ¿se busca pensar solo
la integración de prácticas productivas y extractivas a una dinámica de transformación de
los territorios y regiones?, ¿se trata de pensar y diseñar una política de transformación
rural que relacione la dotación de recursos y su manejo con la creación de condiciones
de vida para la sociedad, en particular, para las sociedades rurales?

Si se asumen como positivas las dos primeras preguntas, la respuesta inmediata es la


de expresar una perspectiva arbitraria del desarrollo rural pues se estarían reproduciendo
las viejas prácticas, bajo nuevos parámetros, que catalizan los conflictos y empoderan a
unos pocos actores. Sin embargo, hay que empezar por reconocer la necesidad de
resolver la predominancia del actual esquema de operación de las actividades agrícolas,
pecuarias y mineras rurales que se extiende como manchas sobre el territorio nacional.

Si se asume una respuesta positiva a la tercera pregunta, se debe pensar en una


transformación rural que no solo considere las dinámicas de la reorganización presente
y futura de lo actualmente existente sino también la ocupación y uso de nuevos espacios

316Ver Márquez, Germán, Mapas de un fracaso. Naturaleza y conflicto en Colombia, Ideas 5, Instituto de
Estudios Ambientales, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2004.
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y recursos, el bienestar de las poblaciones rurales y la transformación positiva de los
conflictos. Quiere esto decir que aquello que podemos llamar desarrollo rural es el
resultado de pensar y diseñar cuál es la base recursos sobre la cual se puede actuar con
criterios sustentables, qué, cómo y quién (es) usa los territorios y los recursos acorde con
un modelo que tienda a transformar las formas y prácticas de la política que han dado
lugar a la situación actual tanto en lo económico y político, como en las formas de
ocupación del espacio, el uso de los recursos y los ejercicios de coerción sobre la
población.

256
II. Algunos impactos derivados de las políticas sobre los territorios y formas
de tenencia y distribución de la tierra

El Estado colombiano ha tenido al menos 9 tipos de políticas para el manejo de la tierra


y los territorios –que no viene al caso discutir acá317-, pero algunos de sus impactos son:
1. La modificación abrupta del entendimiento tradicional de lo que es el territorio.

317 Un síntesis de estas políticas, es la siguiente:


1. Entrega a particulares de porciones del territorio a través de concesiones, práctica que fue común
en los siglos XVIII, XIX y XX para pagos de servicios al Estado, política que tuvo implicaciones
hasta mediados del siglo XX en términos de conflictos por la tierra.
2. Promoción de la conquista del territorio tras el premio de la explotación de los recursos naturales,
en particular mineros (desde el siglo XVI), que vuelve a ser hoy día la forma como se realizan las
concesiones y subastas de territorios.
3. Fomento de la colonización dirigida, con escasa claridad o planeación del futuro a construir en los
territorios, pero bajo la perspectiva de transformarlos intensamente para adecuar los sistemas
productivos (desde comienzos del siglo pasado).
4. Libertad para la colonización espontánea como forma de ampliar la frontera agropecuaria, con muy
escasos mecanismos de control estatal sobre el tipo de relaciones que se construyen en los nuevos
territorios abiertos (desde inicios del siglo pasado).
5. Reconocimientos parciales de derechos de propiedad a través de reformas agrarias marginales,
centradas en tierras baldías o de propiedad de Estado, sin modificar la estructura de propiedad de
la tierra (desde los años treinta del siglo pasado). Sobre esta base se han definido las escasas
zonas de reserva campesina.
6. Reconocimientos parciales de ecosistemas estratégicos, como parques naturales, páramos,
bosques; parciales porque no siempre se ha controlado el acceso y transformación de dichos
ecosistemas, hasta el punto que hoy hemos transformado en promedio el 40% del territorio.
7. Promoción del mercado abierto de tierras como política para reorganizar su uso (años noventa del
siglo pasado).
8. Definición de los resguardos indígenas (Ley 89 de 1889) y territorios afros (Ley 70 de 1993), que
hoy son presionados por el nuevo modelo rural y la reprimarización de la economía.
9. Asunción del nuevo modelo rural en un contexto de múltiples conflictos, que cataliza la expropiación
de la tierra por medio de diversos mecanismos como el desplazamiento forzado, las compras
fraudulentas de baldíos, la venta bajo presión o un mercado abierto que opera sobre la indefinición
de los títulos. Por supuesto, algo de compras legales. Este mercado de tierras y territorios está a
disposición de inversionistas nacionales y extranjeros bajo la promesa de rentas de distinto orden:
especulativas, productivas, sobre el suelo y el subsuelo. Para estos mercados, las territorialidades
étnicas y zonas campesinas constituyen una limitación a la expansión de sus negocios.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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 Los pueblos campesinos, indígenas y afros son puestos frente a megaproyectos
propios de conglomerados empresariales, cuando su manejo cultural de la tierra y
el territorio ha sido otro. Ahora confrontan el desarrollismo basado en la
competitividad y la conectividad con el buen vivir como proyecto cultural popular.
 En estos tiempos los pueblos rurales y organizaciones urbanas avanzan, en
distintas escalas y apreciaciones, en el diseño de planes estratégicos para el
manejo de sus territorios, como una forma de responder a la fragmentación creada
por el Estado. Pero estos planes están amenazados por los cambios tan drásticos
en los territorios, por la coerción sobre sus liderazgos y por la lentitud del Estado
257
para responder a sus demandas.

2. El mundo rural es violentado por la política gubernamental minero-energética, que


promueve la expansión de esta actividad, busca sumar a las actuales 8 millones de
hectáreas en explotación 22 millones de hectáreas que están solicitadas, especialmente
sobre los Andes colombianos. Si se concretan estas solicitudes, el país se verá abocado
a conflictos de grandes dimensiones por la amenaza a la estabilidad de los pueblos
rurales, y significará una reconfiguración territorial de grandes proporciones318. En PND
sigue dando una prelación mayor a la estrategia minera sobre la rural.

3. La ley de ordenamiento territorial no configura una política de organización del territorio,


vista en el contexto de los múltiples conflictos que lo aquejan, pues es un marco general
que los deja al libre hacer de los actores bajo mecanismos como las alianzas público
privadas sin adoptar mecanismos que den cumplimiento a las propuestas sociales319.

4. Esta forma de manejar la tierra y los territorios obliga a todos los actores a fortalecer
sus acciones en la medida en que no se consolida una política que desactive los conflictos
diferentes al armado, reduzca las acciones de coerción sobre la población y le reconozca
los derechos que les son propios.

La terminación del conflicto armado será muy importante, pero queda la pregunta sobre
los escenarios que se derivan de la confrontación con el Estado por los conflictos mineros,

318 Según el INDH 2001, “Entre el año 2000 y noviembre de 2010 el Ministerio de Minas otorgó 7.264 títulos
mineros y tramitó 17.479 solicitudes … mientras la superficie que se contrató rebasó las 5.8 millones de
hectáreas, área superior a las extensiones dedicadas a la actividad agrícola” [INDH 211, 97]. Incluso estimó
que a junio de 2011 los títulos otorgados ascendieron a 9.000 y las solicitudes de titulación a 20.000.
Discriminados por años, en el 2000 tantos los títulos vigentes como las solicitudes no eran mayores a 600
y ya en el 2009 los títulos vigentes eran 1.582 y las solicitudes mayores a 4.700 [Ibid].
Ver PNUD, Colombia rural: razones para la esperanza, Informe Nacional de Desarrollo Humano 2011,
Bogotá, 2012.
319 Por ejemplo, el actual PND en el capítulo denominado “Seguridad y justicia para la construcción de la

paz” sustituye a los actores por mecanismos como los contratos plan, las alianzas público privadas y los
contratos interadministrativos, pues dice que es a través de ellos como se organiza el territorio.
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ambientales, culturales, de jurisdicciones étnicas, etc. El PND está hecho en clave de
competitividad, conectividad y productividad pero no es evidente que ellas sean las claves
para la definición de políticas territoriales que contribuyan a la construcción de la paz.

III. Dos enfoques para el desarrollo rural

Los estudios publicados por varios analistas en los últimos años muestran que en el
mundo rural colombiano se consolidan las siguientes tendencias:
258
 La mayor cobertura en área de los cultivos predominantemente campesinos sobre
los predominantemente capitalistas. De hecho, el área de los primeros pasó de
2.913.135 hectáreas en 2007 a 3.163.280 en 2012 en tanto la de los segundos
pasó de 1.317.024 a 1.637.635 hectáreas en los mismos años320.
 La predominancia de los cultivos permanentes sobre los transitorios, tendencia
lenta que se avizora desde los años cincuenta del siglo pasado321.
 La continuidad del uso ineficiente de la tierra, con la extensión del área en pastos
y la inflexibilidad del área agrícola322.
 Aumento de la concentración de la propiedad de la tierra [Ibid].
 El cambio en la perspectiva sobre el uso de los recursos presentes en los territorios
rurales y una intensificación del deterioro de los ecosistemas originales 323 .
 Apertura de la Orinoquia como frente productivo agroindustrial del país, con la
perspectiva de cubrir un área mayor a la que ha estado en uso tradicionalmente 324.
 Nuevas tendencias sobre la alimentación y la agroindustria, que tienden a
privilegiar una única forma tecnológica –la biotecnología- para el desarrollo
rural325.
 Como resultado, nuevas modalidades en el uso del suelo y los recursos, nuevos
roles de los actores, y nuevos conflictos por su apropiación.

320 Ver Carlos Salgado, Colombia: estado actual del debate sobre desarrollo rural, Planeta Paz, Desde
Abajo, Bogotá, 2015. Cálculos con base en Agronet-EVA 2007-2012, Ministerio de Agricultura y Desarrollo
Rural.
321 Ver Kalmanovitz, Salomón y López, Enrique, La agricultura colombiana en el siglo XX, Fondo de Cultura

Económica, Banco de la República, Bogotá, 2006.


322 Ver PNUD [2012].
323 Frente a las tres últimas tendencias, Márquez [2004] opina que no entiende cómo es que ha permitido

una expansión tan grande de la frontera con intervenciones tan fuertes sobre los recursos, si de ello no se
derivan ni usos productivos eficientes ni bienestar de la población rural.
324 El estudio que da origen al enfoque para esta región es Icesi, Misión Paz, Desarrollo agropecuario y

rural: la estrategia, Universidad Icesi, Cali, 2001. Una crítica a este enfoque en cuanto al tipo de actor que
privilegia se encuentra en Jaime Forero et al, La viabilidad de la agricultura familiar en la Altillanura
colombiana. Análisis de su eficiencia económica – productiva y su dinámica ecosistémica en comunidades
de Puerto López, Universidad Javeriana, Unillanos, Crece-Oxfam. Bogotá, 2015.
325 Ver Carlos Gustavo Cano, Después del TLC ¿qué?, Intermedio, CCI y Portafolio, Bogotá, 2006.

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 Una masa crítica de población rural desplazada y despojada326, frente a la
situación paradójica de reducción de la pobreza rural.
 Disputa de todos los territorios y todos los recursos, con una fuerte tendencia al
incremento de los usos mineros327.
 Estas tendencias son concordantes la argumentación desarrollada por el Centro
de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Universidad Nacional que trata
de la reprimarización de la economía colombiana, es decir, la alta dependencia de
la economía nacional de los recursos mineros, petroleros, agua y bosques para
aumentar la producción, las divisas y su inserción en la economía mundial328.
259
 Cambios abruptos en la estructura de la producción, el área, las ganancias y el
empleo como resultado de la aplicación del tratado de libre comercio con los
Estados Unidos329.

Frente a estas tendencias, Salgado [2014] argumenta que ellas han funcionalizado el
conflicto para consolidar intereses gremiales y particulares, lo que quiere decir que a la
luz de la disputa armada por el control de los territorios y de la población se han amparado
los agentes que imponen nuevas formas de usos del suelo, de los recursos y definen
quiénes ejercen el dominio sobre lo rural.

El gobierno colombiano ha propuesto enfrentar la situación rural a partir de dos


estrategias. La primera, la negociación del conflicto armado con las FARC y la eventual
negociación con el ELN y el EPL, siendo que en el proceso en marcha su agenda
comprende como punto número uno un acuerdo parcial denominado reforma rural
integral, como política para el desarrollo agrario integral; sin embargo, según el marco del
Acuerdo –que dice que nada está acordado hasta que todo esté acordado-, la puesta en
práctica de esta propuesta deberá esperar hasta la firma final. La segunda, la política
explícita en el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018.

Lo acordado hasta el momento en La Habana en el primer punto de la Agenda, según


dicen los documentos oficiales, “sienta las bases para la transformación estructural del
campo, crea las condiciones de bienestar y buen vivir (sic) para la población rural y
contribuye a la construcción de una paz estable y duradera. Busca la erradicación de la
pobreza rural extrema y la disminución en un 50% de la pobreza en un plazo de 10 años,
la promoción de la igualdad, el cierre de la brecha entre el campo y la ciudad, la protección

326 Ver CODHES, serie El Reto, www.codhes.org


327 Ver de Luis Jorge Garay los 4 volúmenes sobre minería producidos para la Contraloría General de la
República.
328 Ver CID, Bien-estar y macroeconomía 2006. Crecimiento insuficiente, inequitativo e insostenible,

Universidad Nacional de Colombia y Contraloría General de la República, Bogotá, 2006.


329 Ver Fernando Barberi y Aurelio Suárez, Efectos del TLC Colombia – EE.UU sobre el agro. Las cifras y

los relatos, Planeta Paz y Oxfam, Bogotá, 2015.


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y disfrute de los derechos de la ciudadanía y la reactivación del campo, especialmente
de la economía familiar”330.

Los ejes de este propósito, son:

 Acceso y uso de la tierra: fondo de tierras de distribución gratuita, garantizar el


acceso integral a la tierra, plan masivo de formalización de la pequeña y mediana
propiedad, jurisdicción agraria para asegurar derechos de propiedad, programas
de reconversión y de actualización catastral, delimitación de la frontera agrícola y
260
protección de las áreas de especial interés ambiental.
 Establecimiento de programas especiales de desarrollo con enfoque territorial: a
construir de manera participativa para el logro de la transformación regional.
 Planes nacionales sectoriales: provisión de servicios públicos en infraestructura,
desarrollo social, estímulo a la productividad y formalización laboral.
 Sistema de seguridad alimentaria y nutricional: fortalecimiento de mercados
locales y regionales, campañas para el manejo adecuado de alimentos y
programas especiales contra el hambre.

La segunda estrategia gubernamental para lo rural, corresponde a lo propuesto en el


PND como la tercera estrategia transversal, denominada transformación del campo, que
busca superar las siguientes limitantes estructurales que no han permitido que el
dinamismo de la economía se transmita a los pobladores rurales en especial en las
actividades agropecuarias: “1) la persistencia de un territorio con grandes vacíos en
términos de formalización y regularización de los derechos de propiedad y conflicto
(económico, social y ecológico) en el uso del suelo; 2) el bajo desarrollo humano de los
pobladores rurales y la falta de movilidad social que incrementan las brechas urbano -
rurales; 3) la imposibilidad de generar ingresos de manera sostenible y de acceder a
activos productivos; 4) la deficiencia en la provisión de bienes y servicios públicos
sectoriales para la competitividad agropecuaria; y, 5) la limitada institucionalidad nacional
y regional para la gestión del desarrollo rural y agropecuario. Adicionalmente, tales
limitantes se presentan en un contexto nacional de grandes desequilibrios regionales y
brechas entre zonas rurales” [DNP 2015: 323].

El Informe de Conciliación del PND331 sintetiza en sus artículos 100 a 107 las respuestas
a estas limitantes y en el Artículo 100 define que el campo se va a transformar mediante
cinco Mecanismos de intervención integral en los territorios rurales que el gobierno

330 Oficina del Alto Comisionado para la Paz, Entérese del proceso de paz, Tercera edición, Bogotá (sin
fecha). El documento manifiesta basarse en el reporte dado a conocer en La Habana, Cuba, el 26 de mayo
de 2013. Página 5. Ver www.avanceacuerdos.gov.co y www.altocomisionadoparalapaz.gov.co
331 Gaceta del Congreso, Año XXIV # 266, Bogotá, martes 5 de mayo de 2015.

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aplicará en las zonas rurales de intervenciones integrales. Vale aclarar que dichas zonas
no están definidas, pero los mecanismos a aplicar son los siguientes: ordenamiento social
y productivo de las tierras rurales; adecuación de infraestructura de riego; habitabilidad
rural; infraestructura productiva y de comercialización; proyectos productivos, planes de
negocio y asistencia técnica integral.

Lo novedoso de estas definiciones está en las zonas de intervención integral a las que
en principio se les aplicará el paquete de mecanismos señalados y que no presentan
nada nuevo en cuanto a lo ya ensayado en otros planes y políticas. Surge entonces la
261
pregunta de qué tan transformadora será esta estrategia, en particular, si se tienen en
cuenta los siguientes cuatro comentarios.

Primero, que la estrategia transversal de transformación del campo es poco relevante


para el Plan mismo por cuanto su financiamiento es muy precario pues solo cuenta con
el 7% del presupuesto, en tanto que aquella relacionada con el desarrollo minero –
energético para la equidad regional copa el 11.15% (esta última forma parte de la
estrategia transversal de competitividad e infraestructura que abarca el 26.8% del
presupuesto del Plan). La conclusión elemental indica que el eje del uso de la tierra está
más en la minería que en las actividades agropecuarias332.

Segundo, en realidad la opción del gobierno está en el uso a dar a las tierras que resten
de la minería para actividades agropecuarias, razón por la cual recurre a modificaciones
de la ley 160 de 1994 para aumentar el subsidio integral de reforma agraria hasta un
100% aplicable en las zonas de intervención integral cuya número y cobertura son un
misterio; dejar abierta la definición de una marco especial sobre la administración de
tierras de la nación tendiente a “constituir reservas sobre zonas baldías para un régimen
especial de aprovechamiento y adjudicación”, que es la manera como se pretende

332 El documento del PND define los siguientes objetivo para el campo:
“Objetivo 1. Ordenar el territorio rural buscando un mayor acceso a la tierra por parte de los productores
agropecuarios sin tierras o con tierra insuficiente, el uso eficiente del suelo y la seguridad jurídica sobre los
derechos de propiedad bajo un enfoque de crecimiento verde” (Página 327).
“Objetivo 2. Cerrar las brechas urbano-rurales y sentar las bases para la movilidad social mediante la
dotación de bienes públicos y servicios que apoyen el desarrollo humano de los pobladores rurales” (Ibid,
331).
“Objetivo 3. Acelerar la salida de la pobreza y la ampliación de la clase media rural mediante una apuesta
de inclusión productiva de los pobladores rurales (Ibid, 333).
“Objetivo 4. Impulsar la competitividad rural a través de la provisión de bienes y servicios sectoriales que
permitan hacer de las actividades agropecuarias una fuente de riqueza para los productores del campo
(Ibid, 335).
“Objetivo 5. Contar con un arreglo institucional integral y multisectorial que tenga presencia territorial de
acuerdo con las necesidades de los pobladores rurales y los atributos del territorio, que permita corregir las
brechas de bienestar y de oportunidades de desarrollo entre regiones rurales” (Ibid). Ver DNP, 2015.
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legalizar y promover el uso de los baldíos para grandes proyectos agroindustriales333;
realizar un catastro multipropósito, y generar la rectificación administrativa de áreas y
linderos, tal cual lo especifican los artículos 101 a 105 del Informe de Conciliación.

Tercero, la esencia de la política está en las facultades extraordinarias que se conceden


al Presidente durante seis meses para que defina un paquete de ocho líneas que le
permitirán crear una entidad responsable de la administración de tierras; otra entidad
responsable de gestionar, promover y financiar el desarrollo rural; reasignar funciones y
competencias entre entidades del sector; crear entidades que cumplan con los objetivos
262
de las que se supriman, entre ellas las que competen al crédito agropecuario; ampliar
fuentes de financiamiento; realizar modificaciones presupuestales, y crear una dirección
de mujer rural.

Cuarto, la reafirmación del uso principal pensado para la tierra se denota en el capítulo
VI del PND referido al crecimiento verde, que gira entre una perspectiva ambiental ligada
a las compensaciones por el daño derivadas de las prácticas agroindustriales y la
legalización de los títulos mineros en zonas de páramos previos al 9 de febrero de 2010
y de hidrocarburos anteriores al 16 de junio de 2011.

El PND ha recibido múltiples críticas, pues son varios los estudios que muestran sus
falencias. El análisis realizado por los profesores de la Facultad de Ciencias Económicas
de la Universidad Nacional de Colombia insiste en los problemas estructurales que ni se
abordan ni se resuelvan, los déficits tan profundos en cuanto a fortalecer la economía
real, los problemas con la recentralización de las decisiones y el financiamiento del Plan,
entre otros334. El informe preparado por Oxfam – Crece ilustra los problemas relacionados
con el diagnóstico sobre lo rural, la insuficiencia en las definiciones institucionales, la
ausencia de un enfoque sobre el territorio –los territorios-, los sesgos en el enfoque sobre
la adecuación de tierras y las economías campesinas, la ausencia de actores concretos
y de análisis sobre la multiplicidad de conflictos que configuran los territorios y la sociedad
colombiana, como si el conflicto armado fuese el único sobre el cual se debe actuar335.

333 Se corresponde con el frustrado intento de reforma de la Ley 160 y que se materializa recientemente
con la presentación del proyecto de las Zonas de Interés de Desarrollo Rural Económico y Social –ZIDRES-
, que surtió su aprobación en la Cámara de Representantes al terminar la primera legislatura del 2015 como
proyecto de ley 223 y va con prioridad para Senado en la nueva legislatura.
334 Ver Facultad de Ciencias Económicas y CID, Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018: siempre el mismo

país, Colección Controversias sobre Desarrollo, Universidad Nacional, sede Bogotá.


335 Ver Oxfam – Crece, El campo en el Plan Nacional de Desarrollo / 2014-2018, Bogotá, marzo 2015.

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IV. Implicaciones para el sector rural de la negociación del conflicto armado

La firma del Acuerdo de terminación del conflicto amado entre el Gobierno y las FARC –
y mucho más si se involucra al ELN- generaría, en el corto/mediano plazo, implicaciones
importantes para la vida social y política de los territorios rurales, en los siguientes
aspectos:

 Ayudará a recomponer la situación crítica de las regiones y territorios, marcada en


particular por la funcionalización del conflicto armado que hacen grupos de poder.
263
 Permitirá que las organizaciones sociales populares tengan mayor autonomía para
el ejercicio de sus proyectos y planes de vida.
 Abrirá canales para recomponer los poderes que atenazan la política local,
territorial y nacional, si es que éstos están atados a prácticas antiestatales.
 Pondrá valores éticos a la democracia: descompone el narcotráfico, recompone el
sentido de lo público, apoya el reconocimiento de actores, avala procesos de
redistribución de activos a favor de actores estigmatizados.
 Puede inclinar la balanza hacia una mayor integración del campesinado en las
políticas públicas estatales –por ejemplo ejercicio efectivo de las zonas de reserva
campesina y zonas de reserva alimentaria-.
 La derecha ya no contará con el conflicto armado para funcionalizarlo, es decir,
volverlo un discurso ideológico que justifique sus posiciones políticas, reprimir la
lucha social y justificar la imposición de sus intereses.
 Todos los actores políticos tendrán que entrar en nuevas formas de competencia
por el poder y el electorado local, bajo prácticas y criterios legales.
 Se requerirán nuevas formas de control institucional. Por ejemplo, las alianzas
público - privadas como forma privilegiada de la ejecución de los recursos públicos
resulta insuficiente para apoyar los proyectos de paz y podrán promoverse
alianzas públicos – populares que deriven en el apoyo directo del Estado al
proyectos de las organizaciones sociales como criterio para reorganizar los
territorios y estabilizar a las poblaciones que los habitan.

V. Los desafíos

Sin embargo, si la negociación de La Habana es exitosa, en términos de lograr el fin del


conflicto armado, algunos de los desafíos para emprender una etapa entre la negociación
política del conflicto armado y fortalecer las prácticas de construcción de la paz, en
especial territorial rural, son de este tipo:

 ¿Cómo van a enfrentar el Estado y la sociedad colombiana la tensión entre


desarrollo, negociación y construcción de paz, en una época en la cual las bases
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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del crecimiento económico vuelven sobre la explotación de los recursos primarios,
disponibles, en particular, en territorios rurales?
 ¿Cuál la estrategia para modificar el cuerpo legislativo existente, expresado, por
ejemplo, en la Ley de Ordenamiento Territorial –LOOT- y Ley de Regalías, que
de lugar a una reorganización de los territorios que permita mayor equidad,
redistribución de los recursos y participación política, en particular, de los actores
que han sido más vulnerados?
 ¿Cuál va a ser el modelo institucional que permita desmontar los poderes locales
que controlan la tierra, los territorios y los recursos públicos, responsables de
264
múltiples conflictos, y que de sostenibilidad a una nueva política para la paz
territorial?
 ¿Cómo enfrentar las disputas territoriales con las nuevas coaliciones que se
generan en los campos económicos y políticos?
 Si los territorios están en disputa y transformación, ¿cómo lograr que la sociedad
colombiana reconozca la importancia de debatir estos procesos y valore el papel
de los sujetos y actores vulnerados?
 ¿Qué hacer con la autonomía relativa que se gana en lo local con el fin de este
tipo de conflicto armado?

VI. ¿Hay vida más allá del gobierno y del acuerdo de La Habana?

Se han propuesto varias premisas para la discusión: el mundo rural colombiano está
plagado de conflictos, muchos de los cuales son más severos que el conflicto armado
mismo, en términos de la estabilidad de la población; el Estado colombiano no ha tenido
una política de manejo integral del territorio, razón por la cual enfrenta problemas para
tomar decisiones que le permitan hacer más democráticas las relaciones sociales rurales,
entre otras, superar la generación de nuevos conflictos a partir de sus políticas para lo
rural y para el desarrollo; dentro de las tendencias que se dan en el mundo rural
colombiano, los cultivos predominantemente campesinos mantienen un mayor control del
área que los predominantemente capitalistas; el concepto de lo rural ha cambiado y ya
no se corresponde con el viejo modelo agrarista sino que hoy día se entiende como la
explotación de todos los territorios y todos los recursos presentes en ellos, entendimiento
que pone en otro lugar las relaciones rural – urbanas; hay un marco de oportunidades,
no exento de riesgos, que se abre con la negociación del conflicto armado.

En este contexto y ante los desafíos a afrontar, cabe la pregunta sí el desarrollo rural
presente y futuro debe restringirse a unas muy pocas vías para una transformación
democrática, incluyente y con justicia. Hay una respuesta negativa a esta pregunta, a
juzgar por los debates recientes, pues se encuentran al menos 13 enfoques y propuestas

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
que se pueden clasificar según sus fundamentos y origen, y al menos 6 políticas
generales que impactan el mundo rural, a saber336:

A. Propuestas en el campo convencional, es decir, aquellas que se guían por la


dinámica de los mercados y los arreglos institucionales, usualmente propios de los
campos oficial gubernamental y gremial:

1. Segunda generación de economistas del desarrollo (Banco Mundial)337.


2. Enfoque territorial del desarrollo rural (IICA - Rimisp)338.
265
3. Desarrollo agrícola a partir de las demandas mundiales y la corrección de las
imperfecciones de los mercados de tierras (Fedesarrollo)339.
4. Política para la transformación rural –Misión Rural- (Gobierno colombiano).

B. Enfoques alternativos, en el sentido que consideran a los actores rurales y a la


comunidad, la disposición de recursos, el papel del Estado, los conflictos que
constituyen el mundo rural, y se proponen una otra forma de desarrollo, entre otros.

5. Enfoques sobre agroecología340.


6. Agenda de la Cumbre Agraria, Étnica, Campesina y Popular341.
7. Buen Vivir342.
8. Proyectos de los pueblos étnicos.
9. Proyectos con enfoque de género.
10. INDH 2011343.
11. Proyecto de las FARC344.

336 Se encuentra un resumen de la mayoría de estas propuestas en Salgado [2014].


337 Meier, Gerald y Stiglitz, Joseph. Fronteras de la economía del desarrollo. El fututo en perspectiva. Banco
Mundial, Alfaomega, México, 2002.
338 Schejtman, Alexander y Berdegué, Julio. Desarrollo territorial rural. Rimisp, Santiago de Chile, 2003,

borrador.
339 Perfetti, Juan José et al. Políticas para el desarrollo de la agricultura en Colombia. SAC, Fedesarrollo,

Bogotá, 2013.
340 Altieri, Miguel. El agroecosistema: determinantes, recursos, procesos y sustentabilidad. En CLADES,

“Bases históricas y teóricas de la agroecología y el desarrollo rural”, Módulo I, V Edición, Lima, 1999.
341 Ver Salgado [2014].
342 Acosta, Alberto. Buen vivir. Sumak Kawsay. Una oportunidad para imaginar otros mundos. Ediciones

Abya-Yala, Quito, 2012.


Aguirre Ledezma, Noel. Bolivia: Vivir Bien. Una alternativa ante la crisis civilizatoria. En Alfonso Ibáñez y
Noel Aguirre, Buen Vivir, Vivir Bien, una utopía en proceso de construcción, Colección primeros pasos,
Ediciones Desde Abajo, Bogotá, 2013.
343 PNUD [2011].
344 Ver resumen en Salgado [2014].

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12. Propuesta de la Comisión de Seguimiento a la Política Pública sobre
Desplazamiento Forzado345.
13. Propuesta Planeta Paz para Transformar el mundo rural346.

C. Políticas transversales: políticas generales de orden macro, que impactan lo rural,


incluso, sin tomarlo en consideración.

1. Infraestructura y competitividad estratégica.


2. Desarrollo minero y energético.
266
3. Política contra las drogas y el narcotráfico.
4. Tratados de libre comercio.
5. Ley de ordenamiento territorial y de situado fiscal.
6. Política para el cambio climático.

Esta multiplicidad de enfoques y propuestas surgen en el último tiempo ante 4 tensiones


que deben ser abordadas para el ejercicio de transformar el mundo rural y construir la
paz347:

 La vieja aspiración popular de resolver el conflicto armado por la vía negociada se


hace en un contexto cambiante y acelerado relacionado con un momento
específico del capitalismo, que se caracteriza –para un país como Colombia- por
la ampliación a grandes escalas del extractivismo y la explotación de los recursos
naturales. ¿Podrán los movimientos sociales colombianos responder a esta
tensión?
 La nueva visión de lo rural que se fundamenta en reordenar todos los territorios y
explotar todos los recursos para incrementar las rentas del capital versus las
prácticas de resistencia social y de autonomía de las comunidades, y otros
modelos de organización territorial que se desprenden de enfoques ambientales y
comunales.
 La demanda de otros regímenes políticos para los territorios, que confronta la
expresión de la ley de ordenamiento territorial con las propuestas populares
colectivas.
 ¿Cómo resolver estas tensiones sin desvalorizar la negociación de La Habana en
un contexto en el cual el gobierno manifiesta no tener la intensión de cambiar el
modelo de desarrollo?

345 Garay, Luis Jorge et al. Reflexiones sobre la ruralidad y el territorio en Colombia. Problemas y retos
actuales. Comisión de Seguimiento a la Política Pública sobre Desplazamiento Forzado, Oxfam – Crece,
Universidad Javeriana, Reino de los Países Bajos, GIZ, Bogotá, 2013.
346 Ver file:///C:/Users/Carlos/Downloads/CarlosSalgado-Propuesta-Rural-Final%20(2).pdf
347 Ver Observatorio Nacional de Paz, Agenda Común paz la Paz, ejercicio de devolución del año 1 de

trabajo, Planeta Paz, Oxfam, Bogotá, 2015. Borrador


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Conclusiones

Efectivamente, la negociación del conflicto armado se hace en un momento crítico dada


la andanada del capitalismo en busca de viejos y nuevos recursos, y mayores rentas.
Esta forma tan intensa de extraer y producir bienes a grandes escalas sin generar
encadenamientos económicos sostenibles en los territorios y para las comunidades ha
sido caracterizada bien como acumulación por desposesión348 o como nueva colonialidad
interna, y la manera como transforma aceleradamente los ecosistemas como colonialidad
de la naturaleza349.
267
Caben entonces dos preguntas: ¿desde el punto de vista de las viejas aspiraciones de
los rebeldes de generar con sus luchas cambios estructurales en nuestra sociedad, no
es éste el mejor momento para las guerrillas por la tenacidad con la que el capitalismo
busca cubrir todos los ámbitos de la vida social, política y cultural? Si esto es así, ¿la
tarea de los cambios estructurales le queda a los movimientos sociales y políticos con un
fuerte apoyo y compromiso de la academia?

Ante este contexto, las respuestas de hoy día no pueden basarse en generalidades.
Cómo encontrar otras formas de reorganizar los territorios que se compagine con criterios
de equidad y justicia exige que los cambios sistémicos surjan de la organización social,
para lo cual es necesario sistematizar y producir nuevo conocimiento, en particular,
alternativo.

Quiero cerrar este documento señalando los lineamientos de lo que se ha denominado


Plan de desarrollo alternativo para los Montes de María, que busca dar una respuesta
local a la terrible tragedia vivida por este territorio en el desarrollo de los conflictos que
abaten a este país y que allí significaron el desplazamiento forzado del 48% de su
población, la presión de todos los actores de los conflictos, la amenaza sobre autoridades
y líderes sociales, la ejecución de masacres despiadadas, la implantación de programas
públicos de control social, el despojo masivo de tierras, el cambio abrupto de la estructura
productiva y del rol de los actores, la modificación del paisaje, entre otras 350. Los
lineamientos definidos son:

348 Ver de David Harvey, Espacios del capital: hacia una geografía crítica, Akal, Madrid, 2007 y La condición
de la posmodernidad, Segunda Edición, Amorrortu Editores, Buenos Aires, 2008.
349 Ver Rosembert Ariza, Territorios en disputa: tierra, discurso y construcción social del espacio, Nota del

editor invitado, Revista Colombiana de Sociología Vol. 37 No 2, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá,
2014. http://www.revistas.unal.edu.co/index.php/recs/article/view/51695/51536
350 Ver Amaranto Daniells y Alfonso Múnera (editores y compiladores), Los Montes de María: región

conflicto armado y desarrollo productivo, Observatorio de Cultura Política, Paz, Convivencia y Desarrollo
de los Montes de María, Universidad de Cartagena, Cartagena, 2011.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
1. Tejido social territorial: capacidades locales para transformar los conflictos
territoriales y generar convivencia.
2. Sistemas productivos.
3. Análisis e incidencia de las políticas públicas: institucionalidad para el desarrollo
rural y para la participación política.
4. Salud mental.
5. Gestión del conocimiento.
6. Justicia: seguridad, derechos humanos y alianzas público-populares.
7. Comunicación.
268
8. Juventud.
9. Reconocimientos de la diversidad cultural.
10. Cambio climático.

Esta propuesta resulta de un trabajo conjunto entre organizaciones sociales populares


de población desplazada, campesinas, mujeres, indígenas y afros, junto a organizaciones
de apoyo como la Corporación Desarrollo Solidario, la Fundación Montemariana, el
Observatorio de Cultura Política, Paz, Convivencia y Desarrollo de los Montes de María
de la Universidad de Cartagena y Planeta Paz. Esta propuesta busca producir
conocimiento propio y nuevo, salir de la generalidad y poner en debate otro punto de vista
sobre la manera como se debe abordar el desarrollo en este territorio. Estos lineamientos
contrastan con la estrategia regional de un Caribe próspero y sin pobreza extrema
definida por el PND, no porque no se deba combatir la pobreza y buscar una idea
específica de prosperidad, sino por las diferencias conceptuales, los amarres a los
actores y el reconocimiento de la especificidad del territorio. Quizá este tipo de enfoques
y de alianzas ayuden a transformar en mundo rural y contribuir a la paz.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
DE LA NEGOCIACIÓN DEL CONFLICTO ARMADO A LA CONSTRUCCIÓN DE LA
PAZ

LEOPOLDO MÚNERA RUIZ351


Universidad Nacional de Colombia

La negociación del conflicto armado en Colombia sigue enmarcada dentro de una


polarización dicotómica en lo relacionado con la violencia y la paz. En la opinión pública
269
y en el mundo de las organizaciones sociales y populares, dos orientaciones
contrapuestas, derivadas de concepciones antagónicas sobre ambos temas, constituyen
el fundamento ideológico para la oposición a los Diálogos de La Habana, y a los acuerdos
que el Gobierno y las FARC pacten en ellos.

De un lado, desde una posición política minimalista, los partidarios de la rendición


incondicional de las guerrillas, que solo puede ser el producto de una victoria militar de
las Fuerzas Armadas, la cual no se ha logrado a pesar de la profundización de los
combates durante los dos mandatos del gobierno de la Seguridad Democrática, adoptan
y defienden lo que Bobbio (1979: 160-166) denomina una definición negativa de la paz,
entendida esta como ausencia de la guerra.

De acuerdo con tal perspectiva, la guerra sería el término fuerte o positivo de referencia
y podría ser caracterizada, en concordancia con las tesis del filósofo italiano, como un
conflicto de intereses entre grupos políticos respectivamente independientes, o
considerados como tales, cuya resolución se le atribuye a la violencia organizada. No
importa si en medio de las dinámicas bélicas, la existencia misma de un conflicto armado
es desconocida sistemáticamente, para legitimar la propia posición, como ha sucedido
con los dirigentes del uribismo en el caso colombiano (Gaviria Vélez: 2005).

De otro lado, desde una posición política maximalista, los promotores de una paz positiva
o revolucionaria que permita la realización de algunos de los principales objetivos de las
insurgencias armadas mediante la negociación política, la entienden como si fuese la
superación del triangulo de las violencias de Galtung (2004).Este lo conforman la
violencia directa, caracterizada por la imposición física o psicológica de una decisión o
comportamiento por parte un actor visible; la cultural que implica los mecanismos de
legitimación de las otras violencias, y la estructural, conformada por la pobreza o privación
de las necesidades materiales básicas, la represión o privación de los derechos civiles y
políticos, y la alienación o privación de las necesidades de autorrealización personal,
social y con la naturaleza (Galtung, 1981: 96-99). Por ejemplo, a partir de los años

351 Profesor Universidad Nacional de Colombia.


CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
ochenta del siglo pasado, un sector mayoritario del ELN, con matices y variaciones, ha
sostenido esta concepción (Medina, 2014: 82-83).

Estos dos enfoques sobre la paz y la violencia se han descalificado mutuamente desde
que fueron caracterizados. A modo de ilustración, Bobbio (1979: 170) afirmaba que los
defensores de la definición positiva consideraban la paz como el “problema de los
problemas”, cuya solución “podía liberar para siempre, definitivamente, a la humanidad
del miedo, la esclavitud, la opresión y volverla a partir de ese momento más feliz” ;
mientras Galtung replicaba que la definición negativa era un concepto “elitista, referente
solo a las condiciones adversas que afectan a las elites”, pues “estas no suelen sufrir de 270
la pobreza, la represión y la alienación en la misma medida que las masas (mientras la
guerra es una condición más compartida)” (Galtung, 1981: 99).

Sin embargo, a pesar de la contraposición teórica, la mayor parte de los procesos de paz
entre los gobiernos y las insurgencias armadas de izquierda que se han desarrollado en
los últimos treinta años, como los analizados por Vincençs Fisas (2010) en la Escuela de
Cultura de Paz de Barcelona, parten de una relativización pragmática de estas dos
perspectivas. Así sucede también actualmente en Colombia, pues la posición del equipo
negociador gubernamental, con su renuencia a discutir el modelo de desarrollo, salvo en
algunos puntos relativos al mundo rural, es de un minimalismo político revisado, y la de
las FARC, con su intento de transformar en algunos puntos la estructura del sistema
político y de poder y de las regiones bajo su influencia, es de un maximalismo muy
morigerado. Incluso el análisis sobre la violencia o la guerra en Colombia, en su sentido
más amplio, contenido en el informe de la Comisión del Conflicto y sus Víctimas (2015),
es tributario de dicha polarización dicotómica.

La definición negativa de la paz normalmente ha ido acompañada en Colombia de una


explicación de los motivos subjetivos de la violencia directa o cultural, y de su contexto352,
como causa principal del conflicto armado, y de una subvaloración de la violencia
estructural. Las causas subjetivas, se originarían en la creencia en los beneficios
individuales y colectivos derivados de la utilización de la violencia con el propósito de
alcanzar fines políticos o personales, fundamentada en la racionalidad instrumental de
los actores políticos (cálculo de medios y fines y de costo y beneficio) o en prejuicios

352En el informe de la Comisión del Conflicto y sus Víctimas, Eduardo Pizarro, por ejemplo, trata el contexto
de los actores y de sus decisiones subjetivas como factores y condiciones que han facilitado o contribuido
a la persistencia del conflicto: el narcotráfico, el secuestro y la extorsión, la precariedad institucional, la
provisión privada de la seguridad, la relación entre las armas y las urnas, el sistema político clientelista-
localista, la inequidad, los derechos de propiedad y la cuestión agraria, o el círculo vicioso de la violencia
(Comisión del Conflicto y sus Víctimas, 2015: “Una lectura múltiple y pluralista de la historia”).
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
ideológicos inherentes a concepciones revolucionarias maximalistas o a doctrinas como
la de la seguridad nacional o el antiterrorismo353.

Podrían ser clasificadas en dos tipos: instrumentales e ideológicas. Las instrumentales


residirían en la utilización sistemática de la violencia con fines individuales por parte de
actores armados que han olvidado sus proyectos políticos, como sería el caso de los
miembros de la guerrilla, o de actores institucionales o parainstitucionales que no
respetan o no tienen los referentes éticos y legales a los cuales deberían ajustar sus
prácticas, como sería el caso de los paramilitares y los miembros de las fuerzas armadas
que actúan por fuera de la ley. Las ideológicas implicarían la justificación metadiscursiva 271
del conflicto armado y la utilización sistemática de la violencia, independientemente de
las secuelas que impliquen, en función de la transformación radical de la sociedad o de
la conservación del orden existente

En tales términos, la construcción de la paz debe pasar fundamentalmente por la


transformación de los contextos de las acciones políticas armadas para que los sujetos
sociales renuncien a la utilización sistemática de la violencia directa. Por tal razón se
privilegia la denominada “reinserción” en la vida civil, la apertura de canales
preferenciales de participación política, los cambios en la llamada cultura de la violencia
o las reformas focalizadas en los territorios donde los actores armados han tenido
influencia; aunque la retórica de la negociación parezca comprender a la sociedad en su
conjunto.

Por el contrario, la definición positiva de la paz ha ido acompañada en el país de una


explicación objetivista de la violencia estructural como causa principal del conflicto
armado354.Las causas objetivas han sido clasificadas en cuatro tipos: socioeconómicas,
políticas, institucionales y culturales. No obstante, también se ha resaltado que la guerra
interna es el efecto de estas causas consideradas en su conjunto y no de forma separada.

353. El análisis de las causas de la violencia fue realizado en un texto anterior con más o menos los mismos
términos (Múnera, 2014: 35 y ss.). González, Bolívar y Vásquez (2003: 25-40) y Valencia Agudelo y Cuartas
Celis (2009) sistematizan las explicaciones causales sobre la violencia en Colombia.
354. En el informe de la Comisión del Conflicto y sus Víctimas, Víctor Manuel Moncayo, por ejemplo, afirma:

“… la tesis que en la parte final de esta relatoría estimamos como mayúscula, conforme a la cual el orden
capitalista en sus fases de transición, instauración, consolidación y desarrollo genera necesariamente
conflictividad que, en el caso colombiano, históricamente ha significado expresiones de insurgencia o
subversión que ha transitado por las vías de la normalidad institucional, o han asumido modalidades que
han supuesto el ejercicio de la violencia, por oposición a la violencia que se afirma como legitima
monopolizada por el Estado del mismo orden (…) Este orden no es el resultado de decisiones subjetivas
ni del consenso, ni sólo una construcción institucional, sino un producto histórico que ha echado raíces en
Colombia, como en los distintos espacios y colectivos del planeta, en momentos temporales distintos, con
características relativamente comunes pero con importantes y significativas especificidades.” (Comisión del
Conflicto y sus Víctimas, 2015: “Hacia la verdad del conflicto: insurgencia guerrillera y orden social
vigente”).
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Las causas socioeconómicas harían relación a la evidente desigualdad social que existe
en Colombia y se manifestarían en la pobreza, la inequidad en la distribución de los
ingresos, la ausencia histórica de una reforma agraria o de una reforma rural, la
precarización e informalización del empleo o la debilidad de la seguridad social. Las
causas políticas se configurarían alrededor de la forma como se caracteriza la
democracia en Colombia, antes y después de la Constitución de 1991 (formal, limitada,
restringida, simbólica…), y del sistema oligárquico de poder que sigue existiendo a nivel
regional y nacional.

Las causas institucionales radicarían en la ambigüedad de la institucionalidad existente 272


en el país, la cual ha permitido la coexistencia de principios políticos, sociales y
económicos contradictorios y excluyentes, por ejemplo, los del Estado Social de Derecho
y los de las políticas públicas neoliberales, de tal manera que los segundos se legitiman
en función de los primeros, al tiempo que en la práctica los anulan. Las causas culturales
harían relación a una brumosa e indefinida “cultura de la violencia”, en virtud de la cual la
sociedad colombiana se habría resistido históricamente a aceptar el monopolio del uso
de la violencia por parte del Estado y, por consiguiente, habría dado lugar a la emergencia
de ejércitos guerrilleros, grupos paramilitares y bandas armadas vinculadas a la
delincuencia organizada y el narcotráfico.

Por consiguiente, vista desde esta óptica, la negociación del conflicto armado y la
construcción de la paz deben pasar por un conjunto de reformas que modifiquen
estructuralmente el sistema político, las formas de acumulación, las relaciones de
producción, el acceso a los medios de comunicación y el diseño institucional del país.

Las diferencias evidentes entre la posición del gobierno de Juan Manuel Santos, que se
basa en una definición negativa de la paz, aunque sea revisada, y un causalismo
subjetivo de la violencia directa y cultural, y la de las FARC, que parte de una definición
positiva y un causalismo objetivo de la violencia estructural muy morigerado, han
convertido la terminación del conflicto armado entre ambos actores políticos en el
principal campo de intersección entre ambas partes y en el eje de la negociación,
alrededor del cual se deben resolver los restantes, en medio de las tensiones que
producen las dos concepciones contrapuestas. Así la retórica del proceso conduzca a
hablar de cambios sociales profundos que no están siendo discutidos. La política de
desarrollo agrario integral, la ampliación de la participación política, la solución al
problema de las drogas ilícitas e incluso la garantía de los derechos de las víctimas hacen
parte de una serie de reformas inciertas y parciales que anuncian la naturaleza del
conflicto por la construcción de la paz en el postacuerdo. No ha sucedió lo mismo en otros
procesos de negociación como el de Irlanda o el de Sudáfrica donde las reformas al
sistema político o los derechos de las víctimas fueron el núcleo de los procesos de paz.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
La degradación del conflicto armado, en la que han jugado un papel fundamental el tráfico
de drogas y el paramilitarismo, y la forma como su desarrollo fue transformando la vida
social, política y económica del país, llevó a que las partes valoraran la ausencia de la
guerra como el paso fundamental hacia la paz. La utilización sistemática de la violencia
dentro de los conflictos sociales colombianos fue erosionando cualquier horizonte de
transformación social de la guerrilla, al tiempo que para un sector de los grupos
gobernantes la guerra se ha convertido en un enorme costo político y económico,
después de haber facilitado nuevos procesos de acumulación de capital, ligados al
extractivismo y a la reprimarización de la producción económica, y el control de diversos
273
territorios y regiones. La posibilidad de la implantación de un régimen autoritario y de una
excepcionalidad permanente que mediante la prolongación de la guerra redujera aún más
las instituciones y los espacios democráticos en Colombia o centralizara la construcción
de la hegemonía política en un líder carismático permitió que se creara un consenso
mayoritario, pero frágil, alrededor de la terminación de la guerra interna.

No obstante, creó también una brecha de incertidumbre entre la negociación del conflicto
y la construcción de la paz, más allá de la polarización dicotómica. Una definición positiva
y configuracional de esta última que la entiende como un factor estructurante de las
relaciones sociales (Guzmán Campos, Fals Borda y Umaña Luna, 2005: 437 Múnera,
2014) y no simplemente como un efecto o una desviación política implica desmontar los
órdenes de la violencia y transformar simultáneamente la relación entre la fuerza y el
consenso, dentro de la hegemonía política, de tal forma que este prevalezca sobre
aquella y la determine

Si tomamos como referencia la caracterización colectiva realizada por el proyecto


Planeta Paz, en el que confluyen organizaciones populares de diversas regiones de
Colombia, la construcción de la paz debería ser entendida “como un estado donde los
conflictos se resuelven sin recurrir al uso sistemático de la violencia por diversos actores
sociales y políticos y donde la reducción de la incertidumbre producida por la inseguridad
social (falta de salud, educación, vivienda, trabajo…) y política (peligros permanentes
para la vida y la integridad personal ocasionados por otros miembros de la misma
asociación política) se asume como un objetivo común de la sociedad, desde diferentes
concepciones políticas.” (Salgado, 2015)355. Por ende, implicaría erradicar de la vida
social colombiana el estado de guerra en el que vive la mayor parte de sus habitantes,
debido a la incertidumbre permanente frente a la obtención de los medios necesarios
para garantizar la vida biológica y una vida digna que les permita acceder a las
posibilidades de autorrealización que ofrece el mundo contemporáneo (Planeta Paz,

355.
Las reflexiones que siguen a continuación hacen parte de un trabajo colectivo en el proyecto Planeta
Paz, en el cual participo como asesor académico.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
2009)356. No solo hace relación a la finalización del conflicto entre los actores armados,
sino que debe cumplir los siguientes requisitos básicos:
 Garantizar institucional y socialmente que los conflictos sociales puedan
resolverse o cualificarse mediante mecanismos políticos democráticos, que
guiados por la materialización de los medios indispensables para ofrecer
una vida digna permitan la participación directa y decisoria de los más
afectados. Específicamente de las organizaciones y los movimientos
populares.
 Impedir la militarización, legal o ilegal, de la vida social colombiana y la 274
imposición de una lógica bélica de socialización, en virtud de la cual los
antagonistas políticos son convertidos en enemigos que pueden ser
tratados por debajo de los límites que separan lo humano de lo inhumano.
Superar la reducción de la política y lo político a la guerra.
 Detener los mecanismos sociales, políticos y económicos que convierten
los conflictos sociales en conflictos bélicos, tratándolos como
disfuncionalidades o desviaciones que deben ser combatidas y reprimidas
para salvaguardar el orden social, y no como señales claras del deficiente
funcionamiento institucional y sistémico de la sociedad colombiana. Permitir
el desarrollo pacífico de los conflictos en Colombia.

Este tipo de construcción de la paz implica gradualidad y transición (Observatorio


Nacional de Paz, 2013: 115), entendidas como las acciones prácticas y de sentido que
deben caracterizar las políticas públicas para reconocer e incorporar las propuestas de
las regiones y las agendas de los movimientos sociales. Los contenidos y las formas de
la política gubernamental han llevado a una fragmentación de lo público y lo común –lo
que es de todas y de todos- en manos de múltiples actores que no siempre buscan el
ejercicio de los derechos o la superación de las desigualdades, sino que privilegian sus
intereses particulares. La reconstrucción de lo público y lo común se vuelve entonces
sustancial para la paz, el ejercicio de los derechos y la existencia de un Estado que se
haga responsable frente a la sociedad.

Para construir la paz es necesario configurar un escenario que permita que la colectividad
social colombiana, sus individuos y comunidades, manifieste sus proyectos de sociedad,
sus apuestas y horizontes políticos, los cuales pueden entrar en disputa con el orden
social hegemónico de las clases y grupos dominantes. Tal escenario debe generar las

356En lo relacionado con los textos elaborados por el proyecto Planeta Paz se suprimen las comillas, pues
los argumentos planteados son el producto de la redacción colectiva del equipo del proyecto. Lo mismo
sucede con las publicaciones del Observatorio Nacional de Paz, que, con mi coordinación, contó con la
participación y cooperación del Centro de Investigaciones para el Desarrollo Humano y Social “La Gotera”,
la Corporación Buen Ambiente CORAMBIENTE y la Asociación Tierra de Esperanza.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
condiciones para que el Estado reconozca la diversidad de sujetos sociales y políticos
que constituyen la sociedad colombiana y, al mismo tiempo, posibilite negociaciones
pacíficas con el movimiento popular colombiano. Para tal efecto, se necesitan unos
puentes que permitan dar el paso desde un acuerdo entre partes combatientes hasta
unas relaciones políticas y de poder donde prevalezca la formación de consensos sobre
la utilización de la fuerza.

Los puentes para la paz son las dimensiones de la acción pública que permiten conectar
la negociación del conflicto armado y la construcción de la paz. En consecuencia, no
pueden ser el resultado exclusivo del diálogo entre el Estado y las guerrillas, pues 275
implican la articulación y la participación de la sociedad en su conjunto. Los puentes
también hacen posible recuperar una conflictividad social que no esté mediada por la
guerra, para hacerla visisble desde los movimientos y la protesta popular, de tal manera
que trascienda efectivamente el conflicto armado.

En este orden de ideas, los puentes deben edificarse alrededor de tres dimensiones: 1.
La ético-político; 2. La político-social; y 3. La político-militar:

El Puente Ético-Político: Se refiere a las responsabilidades de los actores directamente


implicados en el conflicto armado, en diálogo con el conjunto de la sociedad colombiana,
para establecer los límites de lo humano, más allá de los cuáles resultan inaceptables los
proyectos políticos, sin importar la justicia de los fines que se persigan, pues entran en
un terreno de rechazo social que va desde las sanciones simbólicas hasta las penales.

El debate técnico sobre la justicia transicional ha ido opacando los contenidos sobre la
misma relativos a estrecha relación entre verdad, memoria, justicia, reparación y derecho
a la no repetición. La preponderancia que algunos grupos y organizaciones políticas y
sociales le dan al punitivismo penal frente a los delitos cometidos por la guerrilla o lo
militares tiende a ocultar las responsabilidades de diversos actores políticos, económicos
y sociales en el desarrollo y la degradación dela guerra. También a legitimar el apoyo
tácito o explicito a acciones que pasaron el límite de lo humano y que son tipificadas
como genocidios, masacres o delitos de guerra y de lesa humanidad. Mientras en la
sociedad colombiana no se llegue a un consenso ético mayoritario sobre los límites que
en cualquier circunstancia tiene de la utilización de la violencia y sobre el rechazo político
e institucional de las acciones que los trasgreden, la lógica bélica seguirá imponiéndose
sobre la política impulsada por viejos y nuevos actores, como los grupos paramilitares,
las llamadas bandas criminales o los traficantes de droga que incursionan directamente
o mediante testaferros en los procesos electorales.

El Puente Político-Social: Los derechos fundamentales consagrados en la Constitución


Política deben ser garantizados efectivamente como metaderechos (derecho a que
existan políticas y acciones que materialicen los derechos), los cuales deben tener una
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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temporalidad determinada y una gradualidad para hacerlos socialmente efectivos y evitar
que se conviertan en el contenido de una carta inocua de intenciones, y para permitir que
se debatan públicamente las propuestas tendientes a superar las causas de las
desigualdades sociales básicas que caracterizan a la sociedad colombiana..

Uno de los reclamos permanentes de los movimientos sociales y populares frente al


actual proceso de paz entre el Gobierno y las FARC es la distancia existente entre los
acuerdos que se anuncian públicamente y la aprobación o implementación de políticas
públicas que tienen como fundamento las lógicas bélicas y la estigmatización de la
protesta social en función de ellas. La existencia de una carta política que en términos 276
declarativos es rica en derechos de todas las generaciones al lado de propuestas de
desarrollo que los niegan sistemáticamente clausuran la posibilidad de ir estructurando
una sociedad más igualitaria, aumentan la frustración social e inclinan la conflictividad
hacia la contraposición entre los amigos y los enemigos públicos. En esta misma
dirección, mientras el conflicto armado ha tenido una concreción regional y territorial
diferenciada, la negociación parece encerrada en un plano homogéneo nacional,
totalmente ajeno a la heterogeneidad de la sociedad colombiana y de las reivindicaciones
sociales.

El puente Político-Militar: El ejercicio de la política y lo político debe estar regido por


reglas claras acordes con la normatividad jurídica y con las finalidades del tipo de Estado
adoptado por los colombianos y las colombianas en la Constitución Nacional. Por
consiguiente, deben ser erradicadas de la vida institucional y política colombiana las
normas, fines y prácticas que permiten el imperio de la excepcionalidad, tales como
fueros especiales para quienes violan los derechos humanos, mecanismos que legitiman
la formación de grupos armados al amparo o al margen de la ley, funciones policivas para
las fuerzas militares, normalización del derecho penal del enemigo, estatutos que
suspenden los derechos fundamentales o facultades especiales ilimitadas que posibilitan
el tránsito de las dictaduras comisariales a las soberanas.

Una reforma a fondo de las fuerzas armadas y de los mecanismos para garantizar la
convivencia social es indispensable en Colombia, pues han sido estructuradas para librar
una guerra interna en ámbitos tan diferentes como el militar, el ideológico o el cultural,
contra actores considerados como enemigos armados o desarmados. Ante el desafío del
narcotráfico y ante las dificultades nacionales e internacionales para legalizar consumo y
el comercio de las drogas prohibidas, la policía también debe empezar un proceso de
desmilitarización para evitar una transmutación definitiva de las lógicas bélicas del campo
político al social, como ya está sucediendo en muchas ciudades colombianas. Asimismo,
las relaciones estrechas entre los grupos paramilitares, bajo la denominación que se le
quiera asignar, y los actores políticos y económicos, tiene que convertir el desmonte del
paramilitarismo en una prioridad del Estado y la sociedad colombianas. Las acciones

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
bélicas de la guerrilla deben ser reorientadas hacia prácticas de solidaridad que
imposibiliten un incremento de los grupos delincuenciales al margen de la ley.

La complejidad que acompaña a cada uno de los puentes descritos expresa el carácter
estructurante que ha tenido la violencia en la constitución de la Nación colombiana. En
efecto, los órdenes de la violencia orientados de manera privilegiada por los actores
armados en confrontación: fuerzas militares del Estado, insurgencias, paramilitares,
narcotraficantes, entre otros, han tenido un carácter determinante en la configuración del
sistema de relaciones sociales y de poder y del régimen político nacional. Los puentes se
constituyen entonces en esos escenarios de posibilidad para que desde la multiplicidad 277
de los actores sociales y políticos que componen la sociedad colombiana se sienten las
bases de nuevas formas de organización social, en las cuales sean erradicados los
mecanismos violentos destinados a controlar, dominar, subordinar a cualquier actor o
grupo social.

Textos de referencia

Bobbio, N. (1979). Il problema della guerra e le vie della pace. Bologna: Il Mulino.

Colombia. De la nación fragmentada a la construcción del Estado. Bogotá: CINEP.

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armado en Colombia. Consultado en:
https://www.mesadeconversaciones.com.co/sites/default/files/Informe%20Comisi_n%20
Hist_rica%20del%20Conflicto%20y%20sus%20V_ctimas.%20La%20Habana,%20Febre
ro%20de%202015.pdf, el 2 de mayo de 2015.
Fisas, V. (2010). Quaderns de construcció de pau Nª 14. Procesos de paz comparados,
Barcelona: ACCD.
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Gónzález, Fernán E.; Bolívar, I. y Vásquez, T. (2003). Violencia política. En: Gaviria
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Guzmán Campos, G., Fals Borda, O. y Umaña Luna, E. (2005). La Violencia en Colombia.
Bogotá: Taurus.
Medina, C. (2014). ELN, Ejército de Liberación Nacional. Cincuenta años de lucha
armada. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.
Múnera Ruiz, L. (2014). “Reflexión teórica sobre la violencia (A partir de la experiencia
colombiana)”, en: Múnera Ruiz, Leopoldo y de Nanteuil, Matthieu (Eds), La vulnerabilidad
del Mundo. Democracias y violencia en la globalización, Bogotá: Universidad Nacional de
Colombia y Université catholique de Louvain, pp. 31-47.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Observatorio Nacional de Paz. (2013). Puentes para la paz. Lecturas, transiciones y
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en Colombia, 1990-2008: una revisión de la literatura”. En: Perfil de Coyuntura Económica
No. 14, diciembre 2009, Medellín, Universidad de Antioquia, pp. 113-134.

278

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
279

DESARROLLO PRODUCTIVO DEL


CARIBE COLOMBIANO

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
LA DISYUNTIVA ENTRE LOS BIOCOMBUSTIBLES Y LA SEGURIDAD
ALIMENTARIA EN EL CARIBE COLOMBIANO: EL CASO DE LA PALMA DE
ACEITE EN MARÍA LA BAJA

FRANCISCO JAVIER MAZA ÁVILA357


GUSTAVO ADOLFO HERRERA SEBA358
Universidad de Cartagena

Las preocupaciones sobre los efectos que los cultivos energéticos pueden conllevar en 280
materia de seguridad alimentaria aumentan, a medida que los países adoptan políticas
de incentivos para la producción de biocombustibles de primera generación sin una
gestión sostenible. Como bien menciona Boddiger (2007), una creciente demanda de
biocombustibles podría ayudar a los productores a incrementar sus ingresos netos; sin
embargo, esto también generaría un efecto contrario en ellos mismos, ya que la
posibilidad del aumento en los precios de los cultivos agrícolas es real, debido a una
contracción de la oferta de bienes alimentarios –ante la disminución de hectáreas
sembradas de dichos cultivos-, lo que ampliaría las dificultades de los productores y de
la población rural, en general, entendiendo que éstos gastan sus ingresos familiares
principalmente en alimentos.

A partir de lo anterior, en esta ponencia se abordará como caso de estudio la participación


del cultivo de palma de aceite en la estructura productiva agrícola y la seguridad
alimentaria del Municipio de María la Baja, departamento de Bolívar (Colombia) - uno de
los municipios con mayor representatividad en la producción agrícola de la región Caribe
y, en especial, de la palma de aceite-, determinado a partir del análisis de las
evaluaciones agropecuarias departamentales del periodo 2001-2012. También se
analizará la situación actual de Seguridad Alimentaria y Nutricional -SAN- del
departamento de Bolívar y el municipio de María La Baja, a partir del mapeo y análisis de
la vulnerabilidad de la seguridad alimentaria desarrollado por el Departamento De
Prosperidad Social -DPS- y el Programa Mundial de Alimentos –WFP por sus siglas en
inglés-. Por último, se contrastará los resultados de los análisis anteriores con la

357 Doctor (c) en Ciencias Sociales y Jurídicas y Magíster en Economía y Desarrollo Territorial de la
Universidad de Cádiz, España. Especialista en Gestión Gerencial y Administrador Industrial de la
Universidad de Cartagena, Colombia. Docente de Tiempo Completo de la Universidad de Cartagena,
adscrito a la Facultad de Ciencias Económicas. Director del grupo de investigación en Estudios para el
Desarrollo Regional –GIDER-. E-mail: fmazaa@unicartagena.edu.co. (Autor para el envío de
correspondencia).
358 Magíster en Desarrollo y Ambiente de la Universidad Tecnológica de Bolívar, Colombia. Administrador

Industrial de la Universidad de Cartagena, Colombia. Integrante del grupo de investigación en Estudios


para el Desarrollo Regional –GIDER-. E-mail: gherreraseba@gmail.com.
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apreciación que sobre la situación de seguridad alimentaria tienen los productores de
palma y otros actores del municipio.

Palabras clave: Biocombustibles, Seguridad alimentaria, Vulnerabilidad, Palma de


aceite.

1. Introducción

La palma de aceite –también llamada palma africana- es un cultivo de tardío rendimiento


281
utilizado como materia prima para diversos productos de la industria alimenticia y
cosmética. Se cultiva principalmente en países tropicales y tiene como principales
productores en el mundo a Indonesia y Malasia, constituyendo una industria relevante en
su estructura económica. Colombia, por su parte, se consolida como el cuarto mayor
productor de palma de aceite en el mundo. La palma de Aceite, al igual que otros cultivos
como la soya, la caña de azúcar, el maíz, entre otros, son utilizados también para la
producción de biocombustibles, por ello también se les conoce como cultivos energéticos.
Los biocombustibles derivados de estos cultivos agrícolas son denominados de primera
generación, ya que su principal “input” de producción es la tierra y, por tanto, poseen
dinámicas productivas diferentes a los combustibles de fuentes fósiles (Doruk Özdemir,
Härdtlein & Eltrop, 2009).

El incremento en la demanda de biocombustibles ha conllevado a la incorporación de


nuevas extensiones de tierras para su producción, tendencia presentada en diferentes
regiones y países. Lo anterior ha sido un fenómeno de gran relevancia en el panorama
político y ambiental en el mundo, debido a los impactos reales y potenciales derivados
de la producción de biocombustibles a partir de cultivos agrícolas como la Palma de
aceite. Rathman, et al (2010) considera que el incremento de las tasas de producción de
cultivos energéticos representa un cambio en el uso de suelo que afecta la producción
de alimentos y, en consecuencia, genera un debate profundo sobre la necesidad de
proveer de comida a la humanidad versus los beneficios por rendimientos económicos
que los agricultores reciben al incorporar sus tierras a la producción de agro combustibles.

Para el caso de Colombia, la competencia del uso del suelo para cultivos energéticos es
una realidad, debido al incremento de la producción de palma de aceite en diferentes
regiones el país y al rol protagónico que se le ha adjudicado como medio para superar la
pobreza rural. Según el Conpes 3477 de 2007 (DNP, 2007), el cultivo de palma de aceite
ha sido el que mayor crecimiento en hectáreas ha registrado en los últimos años en
Colombia, y es uno de los productos que mayor apoyo recibe por parte del gobierno
nacional. Las hectáreas sembradas del cultivo de palma de aceite han crecido un 221%
entre 1990 y 2010, pasando de 125.000 a 404.103 hectáreas durante el periodo

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(Fedepalma, 2011). Para el año 2010, el gobierno nacional, a través de dicho Conpes,
fijó la meta de incrementar el área sembrada de palma en el país a mínimo 422.000
hectáreas (WWF, 2009). No obstante, las cifras de Fedepalma para el año 2011 ya se
registraban 427.367 hectáreas sembradas en todo el territorio nacional, sobrepasando
rápidamente la meta planteada.

Concretamente, la producción de palma de aceite en Colombia se encuentra concentrada


en cuatro zonas (Oriental, Norte, Central y Sur-occidental), desatancándose por su
producción los municipios del Meta, Santander, Cesar, Magdalena, Casanare y Bolívar,
282
entre otros. Se registran para el año 2014, según datos de Fedepalma, un total de sesenta
y tres (63) plantas de beneficio (extractoras) activas, en las cuales se procesa y se extrae
el aceite de palma y otros productos derivados. Adicionalmente, se registran para ese
mismo año cuatro (4) plantas en desarrollo, ubicadas en los departamentos del Casanare
y Norte de Santander. Sólo en el periodo 2013, se registraron siembras de palma por
29.737 hectáreas correspondiente a procesos de nuevas siembras y renovaciones.
Dentro del periodo se destaca el registro de siembra del año 2009, con 39.544 hectáreas,
mayoritariamente nuevas plantaciones.

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Figura 1. Evolución histórica de las siembras con palma de Aceite en Colombia.
2003-2013

283

Fuente: Fuente: elaboración propia, con base en Fedepalma.

Para el 2013 –último año con información disponible sobre producción agrícola para el
país- 20 de los 32 departamentos de Colombia cultivaban palma de aceite, con destino
mayoritario a la producción de aceite para biocombustibles. Se puede observar que Meta
y Santander son los departamentos con la mayor cantidad de hectáreas cosechadas de
palma (35,7% y 13,7%, respectivamente). Los departamentos de la región Caribe
aportan, en conjunto, el 29,2% del total de áreas cosechadas y el 31,5% de las toneladas
producidas. De manera desagregada, se observa un crecimiento significativo de los
municipios que registran cultivos de palma de aceite en el periodo 2001-2013. Para el
primer periodo de la serie, se registraban apenas 66 municipios productores, mientras
que, para el año 2013, se registraron ya 106 municipios con cultivos de palma de aceite,
significando un crecimiento del 60,6%.

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Tabla 1. El cultivo de palma de aceite en Colombia por áreas cosechadas,
producción y rendimiento. Año 2013
Área Cos. Rendimiento
Departamento Producción (Ton.) % part. Area Cos.
(Hs) (ton/Hs)
Antioquia 961 3.234 3,4 0,3%
Atlántico 220 660 3,0 0,1%
Bolívar 26.774 90.688 3,4 7,0%
Caquetá 360 1.008 2,8 0,1%
Cauca 624 2.134 3,4 0,2%
Cesar 44.922 155.449 3,5 11,8%
Córdoba 310 984 3,2 0,1%
Cundinamarca 3.626 11.277 3,1 1,0%
Chocó 336 655 2,0 0,1%
La Guajira 1.019 3.388 3,3 0,3%
Magdalena 37.835 130.315 3,4 9,9% 284
Meta 135.857 411.074 3,0 35,7%
Nariño 9.702 19.405 2,0 2,5%
Norte de Santander 19.667 58.226 3,0 5,2%
Santander 52.114 159.753 3,1 13,7%
Sucre 107 366 3,4 0,0%
Tolima 1 0 0,0 0,0%
Arauca 1 0 0,0 0,0%
Casanare 45.640 158.787 3,5 12,0%
Vichada 1.000 3.066 3,1 0,3%
Total 381.076 1.210.468 3,2 100%
Fuente: elaboración propia, con base en Evaluaciones Agropecuarias - Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural

2. La palma de aceite en la estructura productiva agrícola de Maria La Baja

El municipio de María la Baja tiene una extensión territorial de 517 Km 2 y se encuentra


ubicado en la parte norte del departamento de Bolívar, en la Zona de Desarrollo
Económico y Social -Zodes- Montes de María359. Limita con los municipios de San Juan
de Nepomuceno y Mahates al Este, con el municipio de San Onofre -departamento de
Sucre- al Oeste, al Norte con el municipio de Arjona y con los municipios de El Carmen
de Bolívar y San Jacinto por el Sur. Tradicionalmente, el municipio se ha destacado por
su vocación agrícola, las capacidades agrológicas de su suelo y su riqueza hídrica, lo que
ha llevado a ser reconocido como una de las zonas con mayor potencial agrícola del
Caribe colombiano360. De hecho, son las dinámicas de producción agrícola las que
constituyen la principal base económica de sus habitantes. Según los datos del Sistema
de Información Territorial de los Montes de María- SITTMA- para el año 2011, la actividad
agrícola concentró, aproximadamente, el 48% de las personas ocupadas en el territorio
de María La baja,

Los primeros referentes de producción de palma de aceite en María la Baja se remontan


a finales de los años noventa, luego de la crisis en la producción de arroz de riego, uno
de los productos de mayor relevancia en este municipio, conllevando al abandono o

359 En el año 2001, la Asamblea del departamento de Bolívar organizó el territorio departamental en seis
(6) Zonas de Desarrollo Económico y Social o ZODES, siendo estas Dique, Montes de María, Mojana,
Depresión Momposina, Loba y Magdalena Medio.
360 Es común referenciar a Marialabaja y el resto de municipios de la Zodes Montes de María como las

Despensas agrícolas del departamento de Bolívar y de la región Caribe.


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subutilización de las tierras destinadas a este cultivo y, por consiguiente, al deterioro de
su sistema de riego. A partir de este evento se estableció una alianza productiva 361 que
buscaba recuperar la dinámica agroindustrial en la zona y reactivar la infraestructura
productiva disponible. Es así como se establece mediante un modelo asociativo el cultivo
de palma de aceite, integrando a actores institucionales, empresariales y agricultores,
apalancados por la presencia y experiencia de la promotora Hacienda las Flórez -
empresa del grupo Oleoflores362-, la cual aportó las herramientas necesarias para
implementar y fortalecer el cultivo en el municipio, fundamentado en transferencia
tecnológica y de conocimientos, creación de viveros y asistencia técnica a los
285
productores. La alianza productiva estuvo cimentada, desde el inicio, en la creación de la
Asociación de Palmicultores del Distrito de Riego de María La Baja -ASOPALMA- como
organismo integrador y gestor de este modelo productivo (Aguilera, 2002; Aguilera,
2014). A su vez, la presencia de la planta extractora de aceite de palma, la cual se
encuentra en funcionamiento desde el año 2006, y administrada por Hacienda las Flores
S.A, garantiza la compra efectiva del fruto de palma producido y absorbe la producción
de la zona.

En la actualidad, la palma de aceite es el cultivo con mayor representatividad en la


estructura productiva agrícola del municipio, pues concentra el 51,13% del área total
sembrada y el 24,74% de la producción agrícola para en el año 2013, equivalente a
11.015 hectáreas363. A su vez, este monocultivo representa el 92,6% del total de
hectáreas concernientes a los cultivos de tipo permanente (Ver Tabla 2). Hoy día es
comúnmente referenciado a lo largo y ancho del municipio la influencia que ha tenido
este cultivo en los cambios sustanciales al paisaje productivo de este territorio.

361 Una alianza productiva consiste en “una serie de relaciones y arreglos formales entre productores
agropecuarios, comercializadores y agroindustriales, organizaciones de apoyo cuyo propósito es expandir
empresarialmente las áreas de cultivos de rendimiento tardío y actualizar en materia tecnológica las
unidades productivas de los pequeños productores asociados” (Indepaz, 2013, p, 16)
362 El grupo Oleoflores integra un conjunto de empresas organizadas alrededor de la producción y

transformación de la palma de aceite mediante procesos industriales, con presencia en gran parte de las
zonas productivas de palma registrada en Colombia, mediante plantaciones y plantas de transformación.
363 Si bien este dato corresponde a las cifras oficiales publicadas por la Secretaria de Agricultura y

Desarrollo Rural de Bolívar, a través de las evaluaciones agropecuarias, se estima por información no
oficial que las hectáreas sembradas de Palma de aceite en María La Baja son mayores a las publicadas
en dichas evaluaciones. De hecho, en noticia publicada por el periódico el Universal (Cartagena), se afirma
que el área sembrada de Palma de aceite en este municipio ascienden a más de 22.000 hectáreas para
2013, ostensiblemente mayor a los datos publicados en las evaluaciones agropecuarias para ese año
(Figueroa, 2014).
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Tabla 2. Estructura productiva agrícola del municipio de María La Baja. 2013
Rendimiento % Part. % Part.
% Part.
Área Área s Área Área
Producció Producció
Cultivo Tipo Sembrad Cosechad Sembrad Cosechad
n (Ton) n Total
a (Has) a (Has) (Ton/Has) a Total a Total
Agrícola
Agrícola Agrícola
Palma de Permanent
11.015 5.508 18.837 3,4 51,13% 35,14% 24,74%
Aceite e
Maíz
Transitorio 5.200 5.200 20.800 4,0 24,14% 33,17% 27,32%
Tecnificado
Arroz riego Transitorio 3.300 3.300 22.800 6,9 15,32% 21,05% 29,95%
Permanent
Plátano 790 590 6.490 11,0 3,67% 3,76% 8,52%
e
Maíz
Transitorio 500 500 750 1,5 2,32% 3,19% 0,99%
Tradicional
Frijol Transitorio 236 236 354 1,5 1,10% 1,51% 0,46% 286
Ñame Anual 150 120 2.400 20,0 0,70% 0,77% 3,15%
Yuca Anual 130 50 700 14,0 0,60% 0,32% 0,92%
Permanent
Guayaba 100 100 2.500 25,0 0,46% 0,64% 3,28%
e
Ají Dulce Transitorio 60 40 480 12,0 0,28% 0,26% 0,63%
Permanent
Cacao 60 30 21 0,7 0,28% 0,19% 0,03%
e
Tabaco Rubio Anual 2 2 4 2,0 0,01% 0,01% 0,01%
Total 21.543 15.676 76.136 - 100% 100% 100%
Fuente: Elaboración propia a partir de evaluaciones agropecuarias. 2013

Desde el 2001, el crecimiento del cultivo de palma de aceite ha sido vertiginoso, en


detrimento de otros cultivos tradicionales. Entre el 2001 y 2005, las hectáreas sembradas
de palma crecieron en un 496,5%, a una tasa de crecimiento promedio anual del 66,3%,
mientras que el resto de los principales cultivos registraron decrecimientos promedio del
39,2%, a excepción del arroz de riego que creció un 67, 9% entre esos años. Entre los
años 2005 y 2013, la palma creció en menor proporción que el periodo 2001-2005,
aumentando sus hectáreas sembradas en 224% durante este intervalo, creciendo a una
tasa promedio anual de 16,5%. Si bien disminuye la velocidad de crecimiento después
del 2005, de igual manera registra un crecimiento mayor que el consolidado nacional para
dicho periodo, el cual fue calculado en 76,6%, con una tasa de crecimiento promedio
anual del 7,7%. Cabe resaltar que a mitad de la década anterior entró en vigencia de la
ley 939 de 2004364 -modificatoria de la Ley 818 de 2003- que brinda beneficios de
exención de la renta para los ingresos derivados del aprovechamiento de cultivos de
tardío rendimiento por 10 años siguientes a partir del inicio de la producción. Si bien estos
beneficios tributarios incluyen los cultivos de cacao, cítricos, frutales y palma de aceite,
este último cultivo presenta la mayor dinámica productiva en el territorio de María La baja,
por encima inclusive del cacao, que también hace presencia dentro de la estructura
productiva del municipio dentro del periodo de análisis (ver Figura 2).

364 Reglamentada por los decretos 3492 de 2007, 2629 de 2007; 1970 de 2005.
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Figura 2. Comportamiento hectáreas sembrada de principales cultivos agrícolas
de María La Baja. 2001-2013

287

Fuente: Elaboración propia a partir de evaluaciones agropecuarias. 2001-2013

Los resultados de la encuesta aplicada a productores de palma de aceite de María La


Baja arrojaron que el 86,8% de ellos son nativos del municipio y el 13,2% son de otros
municipios cercanos o de la Región Caribe Colombiana. El 94,3% de estos palmicultores
poseen unidades productivas propias, mientras que el 5,7% restante arriendan las tierras
donde registran la producción. Cabe resaltar que el 63,2% de éstos registran entre 7 y 15
años de producción continua de palma de aceite. Si esto se traduce en términos
promedios, se estima que el tiempo promedio que cada productor lleva produciendo
palma de aceite es de 9 años aproximadamente. El negocio de la palma está
fundamentado en la participación de minifundios y pequeñas parcelas productivas que,
mediante un modelo asociativo, establecen en sus unidades el cultivo y de esta manera
se aumenta la capacidad global de producción. En María La baja, el 35,1% de los predios
que corresponden a unidades productivas de palma de aceite tienen una extensión
menor a 5 hectáreas -minifundio- y el 53,6% poseen predios entre 6 y 20 hectáreas de
extensión -pequeño-. Las unidades de mediano y gran tamaño concentran el 5,3% y el
7% del total de predios productores, respectivamente.

De acuerdo al uso del suelo de las unidades productivas antes de iniciar la producción
de palma de aceite, se puede observar que el 59,7% de estos predios se dedicaban a la
producción de cultivos agrícolas -diferentes a palma-, mientras que el 38,7% eran
empleadas para actividades de ganadería. Apenas un 1,6% de los propietarios
manifestaron un uso relacionado a la producción/conservación de bosques y rastrojos. El
44% de las hectáreas establecidas el año anterior al inicio del cultivo de palma
correspondían al cultivo de arroz, mientras que el 21% estaban asociadas a la producción
de maíz, 15,2% al cultivo de yuca, a la vez que el plátano y ñame concentraron el 9,6%
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y 4,6% de las hectáreas registradas, respectivamente. En una menor proporción se
contabilizaron hectáreas de frutales -mango, guayaba, sapote, papaya, entre otros-, frijol,
sorgo, ají, ajonjolí, tabaco y aguacate, las cuales participan de manera conjunta con el
5,7% de la distribución

3. Impacto de la palma en la estructura productiva de María La Baja

Para efectos de cuantificar el impacto de la palma de aceite en la estructura agrícola


municipal, se procedió a formular el indicador denominado Tasa de Sustitución de
288
Cultivos Agrícolas por Palma de Aceite –TSCP- la cual permite estimar el número de
hectáreas de cultivos agrícolas que se han sustituido para darle paso a la producción
palmera durante cada año y de manera acumulada para el periodo de análisis. En ese
sentido, se estimó en primera medida el crecimiento bruto en hectáreas de palma de
aceite periodo a periodo, entendiéndose éste como la diferencia entre la producción
registrada en cada corte de producción, con referencia al año inmediatamente anterior
(Ver Tabla 3).

Tabla 3. Calculo crecimiento bruto palma de aceite. 2001-2013


Periodo 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Total
Hectáreas
570 1.567 2.275 3.008 3.400 3.400 3.900 3.900 4.300 5.300 8.000 8.310 11.015
registradas
por año
Crecimiento
bruto por 570 997 708 733 392 0 500 0 400 1.000 2.700 310 2.705
periodo
Fuente: Elaboración propia a partir de evaluaciones agropecuarias. 2001-2013

Asimismo, se tuvo en cuenta la proporción de unidades productivas que hoy cultivan


palma de aceite y que anteriormente destinaban su suelo para la producción de cultivos
agrícolas -59,7% -. En consecuencia, se tomó como referencia la composición detallada
de cultivos agrícolas que fueron sustituidos por palma de aceite y se calculó su peso
relativo o promedio ponderado dentro de la proporción mencionada. De este modo, al
multiplicar el peso relativo de cada cultivo agrícola por el crecimiento bruto de palma de
aceite por periodo, se estima el total de hectáreas sustituidas –sustitución bruta total-
para cada uno de éstos durante cada año y acumulado dentro del periodo de análisis (ver
Tabla 4).

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Tabla 4. Total Hectáreas Sustituidas de cultivos agrícolas por palma de aceite y toneladas Marginales de producción que dejaron de
cosecharse durante el periodo de análisis
Toneladas Marginales
Rendimiento
de producción que

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013
promedio en
Total dejaron de cosecharse
Ma La Baja
durante el periodo de
(2001-2013)
análisis
Distribución de
cultivos
tradicionales
289
Cultivo registrados el año Crecimiento bruto palma de aceite
antes de iniciar la
producción de
Palma
59,70% 570 997 708 733 392 0 500 0 400 1.000 2.700 310 2705 11.015
Arroz 26,27% 149,7 261,9 186 192,6 102,8 131,3 - 105,1 262,7 709,2 81,4 710,6 2.893 6,3 18.228
-
Maíz 12,54% 71,5 125,1 88,8 92 49,1 62,7 - 50,2 125,4 338,7 38,9 339,2 1.382 3,6 4.974
-
Yuca 9,06% 51,6 90,3 64,1 66,5 35,5 45,3 - 36,2 90,6 244,6 28,1 245,1 998 11,3 11.276
-
Plátano 5,73% 32,7 57,1 40,6 42 22,4 28,7 - 22,9 57,3 154,8 17,8 155,0 631 9,9 6.250
-
Ñame 2,72% 15,5 27,1 19,3 20 10,7 13,6 - 10,9 27,2 73,5 8,4 73,6 300 13,8 4.137
-
Frutales 1,87% 10,7 18,7 13,3 13,7 7,3 9,4 - 7,5 18,7 50,5 5,8 50,6 206 8,9 1.835
-
Frijol 0,50% 2,9 5 3,6 3,7 2 2,5 - 2 5 13,5 1,6 13,5 55 1,5 83
-
Sorgo 0,35% 2 3,5 2,5 2,5 1,4 1,7 - 1,4 3,5 9,4 1,1 9,5 38 1,9 73
-
Ají 0,27% 1,5 2,7 1,9 2 1,1 1,4 - 1,1 2,7 7,3 0,8 7,3 30 4,4 131
-
Ajonjolí 0,19% 1,1 1,9 1,4 1,4 0,8 1 - 0,8 1,9 5,2 0,6 5,1 21 0,8 17
-
Tabaco 0,15% 0,9 1,5 1,1 1,1 0,6 0,8 - 0,6 1,5 4,2 0,5 4,1 17 1,6 27
-
Aguacate 0,04% 0,2 0,4 0,3 0,3 0,2 0,2 - 0,2 0,4 1 0,1 1,1 4 10,1 44
-
Sustitución Bruta Total 340,3 595,2 422,9 437,8 233,9 0,0 298,6 0,0 238,9 596,9 1611,9 185,1 1614,6 6576,1 - 47.075
Fuente: Elaboración propia a partir de evaluaciones agropecuarias y encuesta a palmicultores

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Según este cálculo, se estima que se han sustituido aproximadamente 6.576 hectáreas
de cultivos agrícolas que fueron posteriormente destinadas a la producción de palma de
aceite. De los productos que se sustituyeron se incluyen varios que componen la dieta
básica alimentaria de la región, como es el caso del arroz, maíz, yuca, plátano y ñame.
Para el caso del Arroz, se estima una sustitución de aproximadamente 2.893 hectáreas
durante el periodo de análisis. Para el maíz se calcula una pérdida de 1.382 hectáreas,
seguido por la yuca con 998 hectáreas, el plátano con 631 hectáreas y el ñame con 300
hectáreas sustituidas en el periodo 2001-2013. Para el agregado de frutales se estima
una sustitución total de 206 hectáreas, entre los que comprenden cultivos de mango,
guayaba, sapote, papaya, entre otros. De igual manera, se registran hectáreas de Sorgo, 290
Tabaco, Ají, Frijol, Ajonjolí y Aguacate para los cuales se estimó también la magnitud de
la sustitución por el cultivo de palma de aceite (ver Tabla 4).

En términos relativos, se calcula que la tasa de sustitución de cultivos agrícolas por parte
del cultivo de palma de aceite –TSCP- es de 0,59 hectáreas de cultivos agrícolas por
cada hectárea sembrada de palma durante el periodo de estudio. Estas hectáreas de
cultivos agrícolas potencialmente sustituidas se pueden traducir en un volumen de
productos primarios, principalmente alimentos, que han dejado de ofertarse en el
mercado local o regional. Se calcula que, para el periodo 2001-2013, los diferentes
cultivos agrícolas que han dejado de producirse a partir de su sustitución por el cultivo de
palma significaron más de 47 mil toneladas no cosechadas por año, principalmente de
alimentos básicos365. Se estima que este volumen de alimentos representa en promedio
un 61,8% de la producción oficial registrada por estos cultivos alimentarios durante cada
periodo.

Estos resultados se acentúan al identificar una baja tasa de mezcla de cultivos


alimentarios con la Palma de aceite. De hecho, los cultivos extensivos o cultivos a largo
plazo dedicados a la producción de biocombustibles no acostumbran a mezclarse con
otros cultivos. Los resultados del ejercicio arrojan sólo una pequeña proporción de
unidades productivas que si tienen establecidos cultivos agrícolas, ya sea en extensiones
comunes con la palma o bien dividieron la parcela productiva en diferentes zonas
conservando algunos de los cultivos tradicionales que acostumbran a producir.

365
Cabe destacar que sólo 21 hectáreas de cultivos sustituidos no correspondían a productos alimenticios,
como es el caso del tabaco.
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4. Vulnerabilidad alimentaria y nutricional versus palma de aceite

El Departamento De Prosperidad Social -DPS- y el Programa Mundial de Alimentos –


WFP por sus siglas en inglés-, desarrollaron para el año 2014 un mapeo y Análisis de la
Vulnerabilidad a la Inseguridad Alimentaria y Nutricional –VAM366 ara todos los municipios
de los departamentos que componen la Región Caribe Colombiana. Esta metodología se
basa en dos elementos de análisis: Riesgo y capacidad de respuesta. Este último, a su
vez, se divide en tres subcomponentes que son la disponibilidad, acceso y uso de los
alimentos.
291
Conceptualmente, la Vulnerabilidad a la Inseguridad Alimentaria y Nutricional está
determinada por el nivel de exposición a riesgos, menos la capacidad de respuesta que
puede tener una población específica para enfrentarlos -también denominado seguridad
alimentaria estructural- la cual está basada en factores de disponibilidad, acceso y uso
de los alimentos367.

El estudio determinó que, de los 45 municipios del departamento de Bolívar, el 73,3%


poseen niveles muy altos o altos de vulnerabilidad a la seguridad alimentaria y nutricional.
Esta vulnerabilidad está fuertemente asociada a los altos niveles de exposiciones al
riesgo, debido a la incidencia en estos territorios de factores bioclimáticos –sequias e
inviernos- y aspectos sociales como el nivel de ingreso, pobreza e inequidad. Según este
nivel de exposición, se estimó que el 33,3% de los municipios de Bolívar poseen niveles
superiores –alto y muy alto- de riesgo para la seguridad alimentaria y nutricional.

Al analizar la distribución de municipios dentro de cada Zona de Desarrollo Económica Y


Social- Zodes, se observa que la subregión de la Mojana es la que registra la mayor
proporción de municipios en muy alto nivel de vulnerabilidad, seguido por Depresión
Momposina, Loba y Montes de María. Esta última zona llama la atención por ser la única
dentro de la estructura sociopolítica del departamento que posee todos sus municipios
en condiciones superiores de Vulnerabilidad a la Seguridad Alimentaria (Ver Figura 3).

366 Según el departamento para la prosperidad social, esta metodología, utilizada por las Naciones
Unidades a través de su programa mundial de alimentos -PMA- “permite clasificar la vulnerabilidad a la
inseguridad alimentaria de una población y/o territorio, e identificar quiénes son los vulnerables, cuántos
son y dónde se localizan. Así mismo, esta herramienta permite realizar un monitoreo y seguimiento a la
situación alimentaria y nutricional, identificar tendencias y perspectivas en un determinado territorio -
municipio, departamento, región o país-.” (DPS, 2014, p. 9)
367 Para mayor referencia de los aspectos metodológicos del modelo consultar: DPS. (2014). mapeo y

análisis de la Vulnerabilidad a la Inseguridad Alimentaria y Nutricional –VAM-. Convenio 035 - 2013 DPS-
PMA. Colombia. Recuperado de http://www.vamcolombia.com.co/acerca-de-vam
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Figura 3. Distribución de los municipios según VAM por Zona de Desarrollo Económico y
Social-Zodes en Bolívar

292

Fuente: Elaboración propia a partir de avaluaciones agropecuarias 2012 y DPS (2012)

El municipio de María La Baja, en particular, es uno de los territorios con peor desempeño
a nivel departamental a partir de su vulnerabilidad y nivel de riesgo alimentario, siendo
uno de los tres territorios de la Zodes Montes de María bajo esta categorización. La Tabla
5 muestra los resultados cualitativos de Vulnerabilidad a la Inseguridad Alimentaria,
riesgo y capacidad de respuesta para cada municipio Montemariano.

Tabla 5. Niveles de Vulnerabilidad, Riesgo y Capacidad de Respuesta por Municipio de la


Zodes Montes de María
Vulnerabilidad a Capacidad de Respuesta
Nivel
Municipio la Inseguridad Riesgo
VAM General Disponibilidad Acceso Uso
Alimentaria
El Guamo 4 Alta Alto Baja Media Baja Media
Muy
San Jacinto 4 Alta Alto Baja Media Media
Baja
San Juan
4 Alta Alto Media Media Media Baja
Nepomuceno

Zambrano 4 Alta Muy Alto Media Media Media Alta


Muy
Córdoba 5 Muy Alta Muy Alto Baja Baja Baja
Baja
El Carmen de
5 Muy Alta Muy Alto Baja Baja Baja Baja
Bolívar
Muy
María la Baja 5 Muy Alta Alto Baja Media Baja
Baja
Fuente: Elaboración propia a partir de DPS (2012)

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Del mismo modo, El Departamento de Prosperidad Social realizó determinó la canasta
usual de alimentos para la región de los Montes de María, Sierra Nevada de Santa Marta
y la Serranía del Perijá. En esta se observan 16 alimentos que constituyen la dieta básica
promedio para la región, principalmente con un alto índice energético. Uno de los
alimentos que mayor peso relativo tiene en la canasta usual -si se tiene en cuenta los
costos de compra- es el arroz. Igualmente, otros de los alimentos que hacen parte de la
canasta usual de la región son la yuca y el plátano verde. A partir de la canasta usual, se
recomendaron una serie de alimentos que deben ser consumidos por semana, de
acuerdo con las cantidades de calorías y proteínas necesarias para alcanzar los umbrales
mínimos nutricionales. Entre los alimentos que en mayor cantidad –en gramos- se 293
exhortan a consumir por hogar en la región, con el fin de conseguir niveles óptimos de
seguridad alimentaria y nutricional de sus pobladores, se destacan la leche -7.500
grs/sem-, el arroz -2.644 grs/sem-, el plátano -2.500 grs/sem-, la yuca -2.000 grs/sem- ,
el ñame -2.000 grs/sem-.

Cabe resaltar que gran parte de los productos alimenticios que componen esta canasta
recomendada debido a su aporte energético y nutricional, son aquellos que fueron
identificados como los productos alimentarios de cultivos que fueron sustituidos en mayor
medida por la dinámica productiva de la palma de aceite. Esta situación deriva en un
riesgo significativo para la seguridad alimentaria de la región y específicamente para el
municipio de María La Baja. El arroz, que ocupa el segundo lugar de importancia en la
canasta recomendada de la región según la cantidad aconsejada para su consumo,
ocupa a su vez el primer lugar de los cultivos que fueron sustituidos para establecer la
producción de palma de aceite. Del mismo modo, el plátano, el maíz –en forma de harina,
el ñame y la yuca, tienen un peso significativo en las cantidades nutricionales
recomendadas para consumo, e igualmente fueron determinados como alimentos
sustituidos de manera significativa por la palma de aceite en María La baja (Ver Tabla 6).

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Tabla 6. Comparativo principales alimentos de la canasta recomendada Montes de María
vs principales cultivos sustituidos por la Palma de Aceite en María La Baja

Principales Alimentos Canasta Recomendada Región Montes Principales cultivos sustituidos por la Palma de Aceite Ma
de María La Baja

% de sustitución
Alimento Gramos por semana por hogar Cultivo
ponderada

Leche 7500 Arroz 26.27%

Arroz 2644 Maíz 12.54%

Plátano 2500 Yuca 9.06% 294


Harina de Maíz 2000 Plátano 5.73%

Ñame 2000 Ñame 2.72%

Papa 2000 Frutales 1.87%

Yuca 2000 Frijol 0.50%

Pollo 1458 Sorgo 0.35%

Panela 1000 Ají 0.27%

Fríjol 1000 Ajonjolí 0.19%

Pan 1000 Tabaco 0.15%

Suero costeño 1000 Aguacate 0.04%

Fuente: Elaboración propia a partir de DPS (2012) y cálculos del autor

5. Percepción de la seguridad alimentaria en María La Baja

La percepción de la seguridad alimentaria permite indagar sobre el nivel de conocimiento


y sensibilización sobre los riesgos alimentarios que puede poseer una población
especifica en un determinado territorio. Para estos efectos, se tomó en cuenta la
percepción de los palmicultores del municipio y de otros actores como los vendedores de
alimentos básicos del mercado municipal, en referencia a los efectos que podría causar
la palma de aceite en la oferta de alimentos del municipio. Es curioso observar un bajo
nivel de reconocimiento de los riesgos de producir palma de aceite para la seguridad
alimentaria del municipio de María La Baja. De hecho, el 75,9% de los productores de
palma afirman que no existe actualmente ninguna afectación en la disponibilidad de
alimentos a causa de la producción de este monocultivo en el municipio. Aquellos que
perciben un impacto negativo del cultivo consideran que es evidente la disminución de
los alimentos, derivando en un aumento de los precios de los mismos. Asocian la
dinámica productiva de este cultivo energético con la poca disponibilidad de tierras

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disponibles para la siembra de cultivos básicos, y en una menor proporción, consideran
que las enfermedades que aquejan a la palma de aceite, como es el caso de la Pudrición
de Cogollo –PC-, ha afectado la producción de otros cultivos y limitando sus cosechas
(Ver Figura 4).

Figura 4. Razones de la afectación de la Palma de aceite a la disponibilidad de alimentos


del municipio

295

Fuente: Elaboración propia a partir de encuesta a palmicultores

Sin embargo, la proporción de palmicultores que consideran una potencial afectación a


futuro es mucho mayor. El 51,9% manifiesta que a mediano plazo no habrá disponibilidad
de alimentos en el municipio, llevando a la escasez y un consecuente aumento de
precios, afectando dos dimensiones básicas de la seguridad alimentaria, como lo es la
disponibilidad y acceso de alimentos (Ver Figura 5).

Figura 5. Perspectiva de la situación alimentaria por parte de los palmicultores del


municipio de María La Baja

Fuente: Elaboración propia a partir de encuesta a palmicultores

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El aumento de los precios de los productos agrícolas es un indicador clave que permite
inferir los efectos derivados por una contracción de la oferta de bienes alimentarios que,
para el caso de María La Baja, está fuertemente asociado a la dinámica del cultivo de
palma. Este efecto en el aumento de precios es percibido por los vendedores de
productos agrícolas presente en el mercado municipal y otros que venden sus productos
de manera ambulante368 en María La Baja, los cuales asocian directamente las causas
de esta inflación con este monocultivo. “Un plátano vale hoy 1000, 1500 y 2000 y antes
se conseguía barato. Hoy es tan caro como en Cartagena” (Vendedor municipal 1,
comunicación personal, 22 de Abril de 2013).
296
Estos cambios son más evidentes por lo declarado por otro de los vendedores, donde se
aprecia un efecto inflacionario entre 200 y 300 puntos porcentuales, manifestando que
“el plátano se vende –a día de hoy- la mano a 1500 o 2000 y antes se conseguía en 500
pesos […] ahora traemos comida de Cartagena para acá. Cuando antes la mandábamos
para Cartagena” (Vendedor municipal 2, comunicación personal, 22 de Abril de 2013).

En relación al efecto del cultivo de palma en la estructura productiva agrícola, se observan


algunas señales que lo asocian a la sustitución de los cultivos básicos alimentarios
identificados en el capítulo anterior, como es el caso de la yuca, el plátano y el frijol:

“Hay menos [alimentos] por la palma, ya que muchos han dejado la agricultura
y han dejado de sembrar plátano, yuca, ñame por sembrar la palma […] La
yuca y el plátano viene poquita, el tomate y la cebolla viene de la ciudad. Lo que
ha disminuido es porque muchas tierras que cultivaban, hoy han sembrado
palma” (Vendedor municipal 3, comunicación personal, 22 de Abril de 2013).

“Puede ser ya que las tierras las están ocupando con un cultivo que
prácticamente no es para alimentos sino para otras cosas, como el corozo
(Palma) […] El frijol ya no se ve como antes, como le digo la Palma ha utilizado
las tierras y los cultivos han disminuido, la yuca ha disminuido bastante”
(Vendedor municipal 6, comunicación personal, 22 de Abril de 2013).

“Yo digo que debe ser por el corozo – de palma- ya que han usado la tierra para
el cultivo del corozo y los finqueros que sembraban yuca o plátano lo han
tumbado para sembrar corozo (Vendedor municipal 10, comunicación personal,
22 de Abril de 2013)”

368Por petición propia de los vendedores, se omite el nombre de cada declaración capturada en las
entrevistas.
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Las perspectivas a futuro por parte de este grupo de vendedores redundan por las
percepciones negativas a partir de la incidencia que ha tenido el monocultivo de palma
de aceite en el territorio. Algunos actores manifiestan que a futuro se prevé escenarios
negativos marcados por condiciones de inseguridad alimentaria y hambre en el territorio:
“Yo creo que lo que va a pasar es hambre, si se agota todo vamos a pasar es hambre
[…] Nos iremos a comer los unos a los otros, nos moriremos de hambre” (Vendedor
municipal 12, comunicación personal, 22 de Abril de 2013)”.

6. Conclusiones
297
María La Baja ha sido reconocida tradicionalmente como la despensa agrícola de la
región caribe. no obstante, este municipio ha experimentado cambios profundos en su
estructura productiva agrícola, asociada al crecimiento progresivo del cultivo de palma de
aceite, el cual ha impactado enormemente en aquellos productos básicos alimentarios
comúnmente establecidos en el territorio, tal como quedó evidenciado a partir del cálculo
de la tasa de sustitución de cultivos agrícolas por palma de aceite –tscp-.

el análisis de la vulnerabilidad de la seguridad alimentaria, por su parte, permite afirmar


que los municipios que componen el departamento de bolívar son, en su mayoría,
territorios con niveles significativos de vulnerabilidad en esta materia. los riesgos
determinantes de esta vulnerabilidad son principalmente asociados a factores
bioclimáticos como las sequias e inviernos fuertes, como también a limitaciones
derivadas por el bajo nivel de ingresos y la incidencia de la pobreza en estas poblaciones.
entre las diferentes zonas de desarrollo económico y social de bolívar, es la zodes montes
de maría la que peor situación de seguridad alimentaria posee desde el punto de vista de
su vulnerabilidad. de hecho, es la única zodes en la que todos sus municipios son
vulnerables en niveles superiores. el municipio de maría la baja es uno de los tres
municipios dentro de esta zodes que tiene una calificación de vulnerabilidad y de riesgo
alto.

Por su parte, al analizar la canasta usual y recomendada de alimentos básicos para la


región de los montes de maría –construida conjuntamente con sierra nevada de santa
marta y la serranía del perijá -, se observan una serie de alimentos que deben ser
consumidos por semana debido a sus características nutricionales, entre los cuales se
destacan la leche, yuca, arroz, plátano y ñame. paradójicamente, son estos alimentos los
que han sido sustituidos en mayor medida por la dinámica productiva de la palma de
aceite en maría la baja, por lo que se infiere que este cultivo puede incidir fuertemente en
las escalas de valoración de la seguridad alimentaria a día de hoy, y posiblemente con
mayor intensidad e incidencia a futuro.
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en general, los productores de palma no son conscientes de los efectos generados por
este cultivo en los riesgos de seguridad alimentaria a día de hoy. sin embargo, una gran
parte de estos consideran que la situación alimentaria va a experimentar tendencias
preocupantes a futuro en el territorio. dicha percepción es compartida por los vendedores
de productos agrícolas del municipio, asociando estos escenarios con la incidencia de la
palma de aceite en los cambios de la estructura productiva y alimentaria del municipio.

7. Referencias bibliográficas
298
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299

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
300

EDUCACIÓN, ¿PARA QUE EN LA ALDEA


GLOBAL?

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
EDUCACIÓN Y POLÍTICA EN EL CARIBE COLOMBIANO: VIGENCIA Y PRESENCIA
DE UNA HISTORIA DE CONFLICTOS. CASO DEPARTAMENTO DE BOLÍVAR, 1930-
1945.

MURIEL VANEGAS BELTRÁN369


Universidad de Cartagena

Esta ponencia es parte de reflexiones más amplias en el marco de mi tesis doctoral, a


su vez profundización de una línea de investigación que me he trazado desde mis
301
estudios de pregarado y maestría, en la que me interesa analizar las causas, expresiones
e incidencias de los conflictos políticos, enfrentamientos partidistas y disputas electorales
en el aparato educativo de Bolívar entre 1930 y 1945. Para ello se considera y relaciona
la formulación y resultados de las políticas educativas aplicadas en el departamento, en
el contexto de lo que se propugnaba desde el gobierno central. Nos interesa mostrar en
qué medida fenómenos derivados de una sociedad altamente jerarquizada, de pugnas
históricas con la Iglesia, de clientelismos y de facciones al interior del Liberalismo, entran
a obstaculizar la implementación de una gran reforma educativa que buscaba impulsar la
modernización del país (lenguaje de la ápoca) y eliminar el atraso económico y social de
sus regiones.

Los intentos por democratizar la educacion

En 1934, en su discurso de posesión, el presidente que representaba al partido liberal,


Alfonso López Pumarejo, afirmaba: “Nuestras universidades son escuelas académicas
desconectadas de los problemas de los colombianos, situación que nos obliga,
desgraciadamente, a buscar en profesionales extranjeros lo que los maestros y científicos
nacionales no pueden ofrecer para el progreso material y científico de la nación”. En la
radiografía que presentaba sobre el estado del sistema educativo, López también se
pronunció sobre el desconocimiento del país por parte de sus dirigentes y la escasa
preparación de los ciudadanos comunes. Con la intención de corregir esta situación, se
aumentó el gasto en educación, y para implementar esta disposición, la Ley 12 de 1934
ordenó destinar a los gastos educativos el 10% del presupuesto nacional. (como
muestran los estudios de Jaime Jaramillo y Aline Helg). Aunque los recursos para el
sector aumentaron de manera significativa, al cotejar los informes de ministros con los
informes departamentales o de gobernadores, esta disposición no se cumplió cabalmente
en las regiones y departamentos del país. Adicionalmente, la reforma educativa
formulada entre 1931-1932, recomendada por la misión pedagógica alemana,

369
Historiadora, Candidata a Dra en Ciencias de la Educación. Docente de la Universidad de Cartagena, investigadora
del Instituto Internacional de Estudios del Caribe.
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consistente en la división de las escuela en primarias y normales, colegios secundarios y
escuelas de formación profesional, poco o casi nada se aplicó.

Las restricciones presupuestales limitaron su implementación en las provincias


abandonadas del Estado, salvo en el caso de Bogotá. En este contexto nacional, la corta
vida de la Comisión de Cultura Aldeana y Rural que se ocupaba de la integración
campesina desde 1930, en casi nada llegó a los departamentos del Caribe colombiano,
pese a las investigaciones socioeconómicas sobre las regiones de Colombia, efectuadas
cuando Darío Echandía estuvo al frente del Ministerio de Educación (Helg, 1984: 153).
302
Desde la Ley 56 de 1927 se había dispuesto la reestructuración del ministerio, la cual
empezó con el cambio de denominación, pasando de ser Ministerio de Instrucción y Salud
Pública al Ministerio de Educación Nacional (MEN). Su reorganización implicó que se
dividiera en un departamento técnico y otro administrativo, al tiempo que de él salía las
secciones de lazaretos, leproserías y beneficencia pública. De esta manera, se
diseccionaban el ámbito educativo y el ámbito de la salud.

Por su parte, pese a que la reforma constitucional de 1936, que tendría como uno de sus
principales propósitos la modificación de las relaciones entre la Iglesia y el Estado,
garantizando la libertad de enseñanza y la gratuidad de la instrucción pública, la
participación de mujer siguió siendo excepcional, y la libertad de cultos y de conciencia
no desterró a la Iglesia de su injerencia en la sociedad y la educación. En este campo los
enfrentamientos y tensiones fueron constantes, prácticamente permanentes.

Sin embargo, aún dadas las propuestas y promesas de ampliar la cobertura educativa en
toda la geografía colombiana, la reforma se quedó corta en la declaración de la educación
primaria gratuita y obligatoria. La retórica “socializante” de la educación, de su
modernización e integración nacional poco se tradujo en avances sustanciales. Las
escuelas siguieron divididas en urbanas y rurales y las escuelas complementarias se
vieron representadas en un reducido porcentaje. Aunque contamos con pocos rastros en
las estadísticas educativas nacionales y departamentales entre 1934 y 1938, los análisis
de los datos reportados en informes del Ministerio de Educación Nacional, en el
Departamento de Educación Pública y en los Gastos Departamentales para la Educación,
arrojan un cambio en la concepción del Estado, un sistema educativo más centralizado,
pero de lentas ejecuciones en los departamentos de la costa norte de Colombia.

A nivel de la enseñanza técnica, con el propósito de fomentar y optimizar el sector


productivo del país, los intelectuales de la educación expusieron, aún desde comienzos
del siglo XX, la importancia de impartir la enseñanza técnica, principalmente entre las
clases populares. Estas propuestas se materializaron en escuelas nocturnas, de artes y

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oficios, comercial, agrícola e industriales; es decir, a través de escuelas
complementarias, que incluso, ofrecían títulos de bachiller. Las élites obtuvieron esta tipo
de enseñanza en la educación superior.

No obstante lo anterior, un análisis cuantitativo de la cobertura de dicha educación


complementaria, no arroja importantes resultados toda vez que fueron más las
limitaciones afrontadas (por ejemplo, a nivel de infraestructura básica) que los impactos
sociales arrojados en términos de capacitación de mano de obra. Tales impactos
realmente se generalizan después de 1950.
303
A principios del siglo XX, la educación secundaria y superior, era uno de los sectores más
descuidados por parte del Estado y sólo era atendida por órdenes religiosas, de modo
que el MEN entra a supervisar la planeación y ejercicio de la educación en este nivel. En
este escenario, la Iglesia apeló a distintas alternativas para mantener su influjo en la
educación. Una de ellas, fue la fundación, en 1938, de la Confederación de Colegios
Católicos CONACED con miras a la educación de la juventud, pero no los jóvenes del
pueblo, sino los jóvenes de élite.

Empezando los años 30, la educación femenina se caracterizaba por llegar hasta el nivel
del bachillerato y por acentuar los oficios y cualidades inherentes a su condición de mujer.
Avanzada esta década se decreta el acceso de las mujeres a la universidad lo cual
diversificó su perfil, aunque el énfasis inicial fue en el ámbito de comercial y del
secretariado y de la pedagogía y del magisterio. Se destaca en esta coyuntura la creación
de Escuelas Normales y de los Colegios Mayores. Pese a estas iniciativas, la condición
de igualdad entre hombres y mujeres tendría que esperar varias décadas para empezar
a consolidarse.

Entre 1930 y 1945, unos 26 ministros se sucedieron sin permanecer más de 6 meses al
frente de su gestión. “Nacionalismo, igualdad, alfabetización, intervención del Estado,
anunciaban un nuevo período en la educación colombina” (Helg, 1984: 144), pero en el
panorama regional y departamental, la inclusión de la educación en los programas
políticos distaba mucho de llevarse a las prácticas, lo cual se agravaba con los conflictos
partidistas que imperaban en las zonas de provincias, tal como se verá seguidamente:

Las facciones del Liberalismo y politizacion de masas

El Caribe colombiano y en particular, la población bolivarense que integraba el partido


liberal nunca conformó una agrupación de intereses y aspiraciones comunes. Hacia 1938
Alfonso Romero Aguirre afirmaba “...los liberales de Bolívar siempre han estado
divididos...” (Romero, 1938: 69). La existencia, en el seno del partido, de muy variados
índices de opinión ha sido una constante a lo largo de la misma historia de esta
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colectividad (Carrizosa de López, 1985). Pero los años que van de 1930 a 1945 asisten
al máximo apogeo y a la consolidación de facciones, precisamente porque para dicha
época se inaugura un nuevo lenguaje político para las masas y sectores populares,
dados los cambios institucionales de la Revolución en Marcha, que intentaban encausar
a Colombia por una senda “progresista”.

Entre los aspectos que se constituyen en causas o motivos del faccionalismo liberal
sobresalen: las rivalidades entre políticos locales, conflictos de intereses, las tendencias
derechistas e izquierdistas frente a las candidaturas presidenciales, el apoyo a los
proyectos lopistas o su desaprobación, lo que dio lugar al lopismo y antilopismo; que en 304
conjunto estuvieron encaminadas a la conquista y conservación de un protagonismo
político en torno al ejercicio del poder (Vanegas, 2012: 352).

Las diferencias políticas en Bolívar se agruparon bajo cinco facciones o corrientes:

Bossismo: Liderada por Simón Bossa y continuada por su hijo Simón Bossa Navarro.
Blanquismo: Liderada por Antonio Regino Blanco.
Gomezfernandismo: Liderada por Miguel Gómez Fernández.
Varguismo: Liderada por Francisco de P. Vargas.
Romerismo: Liderada por Alfonso Romero Aguirre.

Los bossistas fueron una facción muy fuerte que se opusieron al gomezfernandismo;
Simón Bossa fue un general de la Guerra de los Mil Días y por eso fue considerado un
veterano experto que contó con numerosos seguidores.

Los blanquistas, a su vez, fueron los opositores del bossismo. El gomezfernandismo


contó con su líder como miembro del Directorio Departamental de Bolívar, al igual que
Francisco de P. Vargas (jefe del izquierdismo).

Alfonso Romero Aguirre también agrupó un gran número de liberales a su alrededor,


aunque él constantemente afirmaba lo contrario con irónica modestia: “...cuando llegué
a la Asamblea de Bolívar habían escaseado las corrientes...no tuve [oportunidad] de
matricularme en ninguno de los grupos liberales...” (Romero, 1938: 72). Ciertamente no
se vinculó a ninguna corriente, él lideró su propia facción, que se convirtió en una fuerte
opositora del bossismo y del lopismo.

Un ejemplo que ilustra esta forma de proceder del romerismo, fue la entrevista concedida
a Leopoldo Angulo de la Guardia, donde Romero expresa públicamente que el gabinete
del presidente López está nombrando sus familiares y amigos en el parlamento. Este tipo
de querellas despertaban la preocupación de la población:

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La animosidad de los grupos liberales bolivarenses tiene su mayor
expresión entre los bossistas, blanquistas y romeristas; especialmente
en Cartagena ha adquirido ella proporciones considerables, al extremo
de temerse que en cualquier instante se pase de una lucha verbal a una
de consecuencias más temibles370.

Conflictos políticos, enfrentamientos partidistas y disputas electorales

La desorganización, los odios heredados, la fragmentación de los poderes y la


conformación de facciones que fragmentaban y enfrentaban la colectividad, eran asuntos 305
que despertaban gran preocupación entre los jefes y seguidores del liberalismo. Las
reflexiones sobre la unidad del partido eran, pues, el factor común de comunicados de
prensa y correspondencias entre políticos. Campañas electorales, alocuciones
públicas, reuniones privadas, periódicos, programas radiales, etc., se convertían en
portadores de mensajes que invitaban a abandonar discordias y a sintetizar diferencias.
Este tipo de comunicados, que oscilaban entre reflexiones y discursos, inundaban el
ambiente de Bolívar tratando de reflejar las esperanzas cifradas en la cohesión política y
social, lo cual era imperativo pues el momento político por el cual atravesaba el
liberalismo era el de mayor apoyo popular, pero también el de la radicalización de las
fuerzas opositoras.

En el panorama de los comportamientos electorales y relaciones de clientelismo, el


Bolívar de los años treinta y cuarenta del siglo XX contaba con una sociedad sumamente
politizada, donde los medios de representación política se asociaban estrechamente a
los procesos eleccionarios y a la organización de poderes que de ellos se derivaba. Los
enfrentamientos y conflictos entre las facciones del liberalismo en el departamento
tuvieron elocuentes expresiones en los debates electorales, que además
presentaron particularidades significativas durante las elecciones presidenciales. Las
jornadas electorales contaron, además, con otro elemento que las caracterizó: la
violencia como reflejo y expresión de conflictos sociopolíticos.

Las intenciones de convertir la jornada electoral en un ambiente de tensiones y


preocupaciones colectivas por potenciales actos violentos, se orientaban a amedrentar a
los adversarios y a sus adeptos para que obtuvieran la menor votación posible (Posada
Carbó, 1996).

A partir de estas circunstancias, las autoridades se veían abocadas a idear e implantar


una serie de medidas preventivas y correctivas para neutralizar los eventuales
comportamientos ilícitos o que las pugnas trascendieran de la controversia discursiva y

370
Archivo Histórico de Cartagena. Diario de la Costa. 1944. P 5.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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se presentaran conatos de violencia (hechos de sangre) que arrojaran pérdidas humanas
y económicas:

DECRETO N° 17

El Alcalde del Distrito, en uso de sus facultades, decreta:

Art. 1° A fin de que los ciudadanos del Distrito cuenten con la mayor suma de
garantías mientras vayan a ejercer el derecho constitucional del sufragio en las
elecciones para Presidente de la República el próximo 9 de febrero, la Alcaldía
dicta las siguientes disposiciones: 306
• Solamente podrán permanecer en la entrada del recinto de los jurados,
previamente identificados, los individuos comisionados por los comités políticos
para supervigilar las votaciones. La policía hará retirar o inmediatamente o
conducirá a un cuartel a todo individuo en esas condiciones que tratare de
ejercer coacción sobre los sufragantes, o que provocare discusiones o
escándalos que entorpezcan la libre votación.

• Desde el viernes 7 desde las 6 p.m. hasta el martes 11 a la misma hora


queda terminantemente prohibido el expendio de bebidas embriagantes en
todo el territorio del Distrito. Quedan igualmente prohibidas dentro del mismo
término los bailes y espectáculos públicos y las manifestaciones políticas.

• Toda infracción sobre los puntos anteriores será rigurosamente


castigadas con multas desde $20 hasta 50 convertibles en arresto.
Comuníquese y cúmplase: Secretario General Rafael Calvo.

Igualmente, la violencia se convierte en un aspecto determinante para la conformación


de clientelas, pues el clientelismo empieza a formarse en las coyunturas electorales, ya
que cualquier medio para cautivar electorado fue válido (Junco, 1992). Es por ello que
los debates con tonos moralistas y denunciantes que circulaban, pretendían erradicar
esta práctica. Las denuncias se orientaban a someter al escarnio público a los infractores,
con el objeto de retornar la ética política. Los días de elecciones generaban expectativas,
preocupaciones y ansiedades colectivas que se mantenían hasta el conteo de votos y
publicación de resultados. Los escrutinios se convertían en el marco en el cual las
sospechas de fraude se sumaban a anticipadas posturas triunfalistas o al pesimismo de
una posible derrota, engendrándose así agitaciones sociales y políticas que no solamente
enardecían los ánimos, sino que además ocasionaban una evidente fragilidad del orden
público y la consecuente tendencia a confrontaciones violentas. Esta atmósfera de
excitación pública generalizada durante los días de campañas, se constituía en un
termómetro colectivo para determinar el grado de politización de la sociedad (Posada,
1996:7).
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
La consecución de fines políticos sustentados en un fuerte aparato burocrático, se
convirtió, entonces, en un medio y en un fin característico de la cultura política liberal
departamental y local. Asociado a ello, el fraude electoral y su relación con los conflictos
sociopolíticos, también fueron elementos determinantes de las formas de operatividad de
las facciones del liberalismo. En todo el Departamento de Bolívar, las denuncias de fraude
se convirtieron en el arma política de los partidos enfrentados:

Noticias llegadas al Directorio Departamental indican que en el municipio de


Corozal el liberalismo está preparando un monstruoso fraude, valiéndose para
ello de una mañosa distribución de las mesas de votación en las veredas 307
alejadas para malograr así los intereses conservadores371.

De esta manera se hace una burla pública debido a que en días pasados los elementos
dirigentes de ambos partidos habían firmado un acuerdo para de común consenso cuidar
la cultura de la lucha electoral y la pureza del sufragio.

Notas de prensa, editoriales, propagandas por radio y pasquines, se convirtieron en


vehículos transmisores de llamados a la cordura, a la conciencia política y a la votación
en masa. En ellos se insistía en la necesidad de rechazar el fraude y en la importancia
del derecho a elegir libremente, desprovistos de cualquier tipo de presión o manipulación,
valorando la oportunidad de escoger a los candidatos idóneos para direccionar los
asuntos políticos de la ciudad. De otra parte, varias fueron las formas de asociación y
representatividad reglamentadas por el liberalismo, a través de las cuales sus miembros
entablaban relaciones públicas. Entre estas, la Convención Liberal definía los estatutos
de partido, elige el director o máximo jefe de la colectividad y el candidato presidencial
que represente el partido en la aspiración al ejecutivo central. Así mismo, le competía
supervisar las elecciones en los circuitos electorales existentes en el departamento
(Chinú, Mompox, Montería, Corozal, etc.) y a sus miembros les correspondía escrutar los
votos.

Reflexiones finales

Los principios liberales que propugnaron por la modernización y formación de una


sociedad encaminada hacia el progreso, cuenta con una historia plagada de divisiones
y conflictos. Para Alfonso López Pumarejo, la controversia y la agitación de las ideas
representaba el ejercicio de un magisterio, idea que en la práctica se tradujo en un
gobierno de educación pública (Tirado, 1981: 3). Pese al consenso existente en la
historiografía nacional respecto a la significación del proyecto lopista para Colombia
(Tirado, 1989: 306), aún se requieren trabajos que se ocupen de manera sistemática

371
Biblioteca Nacional de Colombia, Diario El Fígaro, 1937. P 4.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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sobre el impacto en las regiones de su programa de gobierno “progresista” y
“modernizador”. Fenómenos derivados de una sociedad altamente jerarquizada, de
pugnas políticas, de clientelismos y de facciones al interior del Liberalismo, entran a
obstaculizar la implementación de una gran Reforma Educativa que buscaba impulsar la
modernización del país y eliminar el atraso económico y social de sus regiones.

Asociado a ello, aún debe esclarecerse el debate sobre la insuficiente capacidad política
y económica del Estado a la hora de llevar a la región Caribe y a sus departamentos las
iniciativas de progreso e integración nacional desde la educación.
308
Finalmente y en contraposición a la tendencia historiográfica que ha magnificado ciertas
figuras de Liberalismo, se demostrará que aunque la Reforma Educativa de la Revolución
en Marcha se propuso popularizar y democratizar la educación, ésta se planteó de una
manera muy generalizante que no asumió las realidades y particularidades regionales.
La decantación de todo se refleja en abismales desigualdades sociales y en la fragilidad
y fragmentación de nuestros sistemas educativos, lo que sigue demandando nuevos
desafíos en relación a la equidad, acceso, cobertura y calidad de la educación.

Así las cosas, el balance es más desalentador que positivo, pues los conflictos regionales
y las pugnas partidistas concentraron la atención de los legisladores, desviándose los
planes y los recursos inicialmente destinados a dinamizar el sistema y sector educativos.
La educación fue tema de debates y promesas, objeto de discursos progresistas y
reformas, pero queda la duda de hasta qué punto estuvo realmente en la mira de los
funcionarios públicos, más ocupados resolviendo conflictos partidistas y cuotas políticas
que atendiendo la educación de quienes los habían elegido.

Bibliografía

A) FUENTES PRIMARIAS IMPRESAS:

ARCHIVO HISTORICO DE CARTAGENA:


Diario LA PATRIA 1930-1935
Diario EL FIGARO 1939-1945
DIARIO DE LA COSTA 1930-1932 1944-1946
BIBLIOTECA LUIS ANGEL ARANGO, BOGOTA:
GACETA DEPARTAMENTAL DE BOLIVAR, 1930-1945
DIARIO DE LA COSTA 1939 – 1943
BIBLIOTECA NACIONAL DE COLOMBIA, BOGOTA:
Diario EL CAMPANERO LIBERAL 1934
Diario EL FIGARO 1937
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BOGOTA:
Fondo PRESIDENTES, Sección REPUBLICA. DISCURSOS Y

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CORRESPONDENCIAS. 1930-1945.

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--------------- “La historia como parte de la educación social y cultural”. En: Revista
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Colombia, 1979-1980.

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EL RETO DE LA EDUCACIÓN EN UN TERRITORIO INSULAR VULNERABLE: EL
CASO DE LA COMUNIDAD ESTUDIANTIL DE CAÑO DEL ORO.

TANIA JIMÉNEZ C372


ORIANA BRUNO373
Universidad Tecnológica de Bolívar

311
Resumen

El trabajo presenta los resultados preliminares de una investigación interdisciplinar que


brinda herramientas válidas para intervenir en comunidades vulnerables. Después de una
aproximación teórica alrededor del concepto de insularidad y de desarrollo humano y
sostenible, se presenta el caso objeto del estudio: la comunidad académica del Colegio
San Jose de Caño del Oro, corregimiento del distrito turístico y cultural de Cartagena de
Indias, localizado sobre el costado suroriental de la isla de Tierra Bomba
(aproximadamente a 20 minutos desde Cartagena por medio de transporte marítimo); un
territorio que posee valiosos activos naturales, culturales y sociales, pero al mismo
tiempo, graves necesidades básicas por satisfacer.

Utilizando una metodología cualitativa (observación, entrevistas, talleres) se analizan los


elementos que la comunidad identifica como vulnerabilidades y oportunidades. Tomando
en cuenta algunas de la fragilidades percibidas entre la más urgentes para solucionar
(falta de agua potable, inadecuada gestión de las basuras, ineficiencia del servicio de
electricidad, difícil movilidad, obtención y duración del gas; falta de tierras que sean
cultivables; falta de una cobertura del patio del colegio) se priorizan unas alternativas que
permitan mejorar las condiciones para desarrollar las actividades de la institución
educativa (el diseño e implementación de sistemas integrados para el tratamiento de
residuos y aguas; el aprovechamiento energético de la energía solar y de la biomasa; la
instalación del techo en el patio de la escuela). Finalmente, para mejorar las condiciones

372
Docente – Investigadora del Instituto de Estudios para el Desarrollo – iDe, de la Facultad de Economía
y Negocios de la Universidad Tecnológica de Bolívar. Máster en Desarrollo Económico y Políticas Públicas
(Universidad Autónoma de Madrid). Maestría en Acción Política y Participación Ciudadana en el Estado de
Derecho (Universidad Rey Juan Carlos de Madrid). Ph.D (c) en Economía (Universidad Autónoma de
Madrid). tania.jimenezc@gmail.com
373
Docente – Investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Tecnológica
de Bolívar. Ph.D en Sociología Urbana y Rural – Universidad Milano Bicocca (Italia); Directora del grupo
de Estudios Sociales y Humanísticos (GESH). oriana.bruno@gmail.com

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de vida de los habitantes se recomienda valorar los elementos que la comunidad
educativa define como oportunidades: el diseño de una ruta de turismo etnográfico, el
fortalecimiento de una propuesta de etno – educación, entre otras iniciativas que hay que
articular con los conceptos de neo - ruralidad, desarrollo humano sostenible, protección
del medio ambiente e identidad cultural.

Palabras clave: Caño del Oro, desarrollo rural sostenible; Etno- educación; insularidad;
identidad cultural; energías alternativas.

Introducción 312

El presente trabajo presenta un ejercicio de investigación donde se demuestra que el uso


de conceptos y métodos provenientes de diversas áreas del conocimiento (Ciencias
Sociales, Economía, Ingeniera) representa una posibilidad importante para intervenir en
comunidades vulnerables. Después de una breve aproximación teórica alrededor del
concepto de insularidad (como variante de ruralidad) y de desarrollo sostenible, se
presenta el caso objeto del estudio: la comunidad académica del Colegio San Jose del
corregimiento de Caño del Oro. Utilizando una metodología cualitativa (observación,
entrevistas, talleres) se analizan los elementos que la comunidad identifica como
vulnerabilidades y oportunidades. Tomando en cuenta algunas de la fragilidades
percibidas entre la más urgentes para solucionar - la falta de agua potable, la inadecuada
gestión de las basuras; la ineficiencia del servicio de electricidad; la difícil movilidad,
obtención y duración del gas; la falta de tierras que sean cultivables; la falta de una
cobertura del patio del colegio - se priorizan unas alternativas de mejora: el diseño e
implementación de sistemas integrados para el tratamiento de residuos y aguas; el
aprovechamiento energético de la energía solar y de la biomasa; la instalación del techo
en el patio de la escuela.

Finalmente, para mejorar las condiciones de vida de los habitantes se recomienda valorar
los elementos que la comunidad define como oportunidades: el diseño de una ruta de
turismo etnográfico, el fortalecimiento de una propuesta de etno – educación, entre otras
iniciativas que hay que articular con los conceptos de neo - ruralidad, desarrollo humano
sostenible y protección del medio ambiente.

1. Aproximaciones teóricas

Insularidad
La comunidad insular - objeto de nuestro estudio – presenta un alto grado de complejidad
que necesita un enfoque inclusivo que utilice la categoría en clave dúctil y problemática.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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La idea de insularidad históricamente se asoció a la idea de precariedad mientras en los
últimos años se empezó a considerar la condición insular en una perspectiva más
compleja que incluye un análisis de vulnerabilidades y oportunidades (Montani, 2000). La
insularidad se vuelve así una realidad ambivalente donde coexisten aspectos negativos
y positivos, áreas de precariedad y fuerzas de renovación remplazando el clásico análisis
de los costos con un “balance de insularidad” (Picornell Bauzá & Seguí Pons, 1989), que
integra aspectos de otra naturaleza: geográficos, sociales, políticos y culturales.

Para trabajar en esta dirección se hace necesario el estudio de las representaciones


colectivas y de los imaginarios sociales que cada grupo social construye, dado un 313
contexto determinado, puesto que no solo es imprescindible el libre ejercicio de
capacidades individuales (Nussbaum, 2001) - entendidas como una unidad identitaria -
sino más bien de capacidades de un individuo como parte de un colectivo. Lo que se va
definiendo con esto es la identidad cultural: el conjunto de rasgos propios diferencia una
colectividad respecto a otra (Cuche, 1996); un proceso de reconstrucción permanente,
de configuración dinámica en el que la presencia de las historias particulares y de las
voces de sujetos diversos revela lo colectivo. Los imaginarios se visibilizan a través de
discursos y objetos, a través de prácticas y acciones sobre la realidad.

Las comunidades insulares, entonces, tienen que ser considerada en función de


peculiaridades locales; con la dimensión física, ambiental y económica hay que analizar
la valencia histórica, simbólica, cultural, identitaria y su relación con los flujos económicos,
informativos, culturales que atraviesan la isla y sus fronteras.

Superando entonces la práctica de asociar la insularidad al aislamiento y al retraso en el


desarrollo (Mallart, 1997), nos acercamos al enfoque que interpreta las islas como
territorios propulsores de energías humanas (Montani, 2000). La distancia desde el
continente y desde lo que geográficamente representa la centralidad, no solamente es
fuente de marginación y subdesarrollo económico, sino puede representar oportunidad y
momento para profundizar su propia originalidad que se expresa en proceso de
conservación y promoción de cultura, en nuevas modalidades productivas e hipótesis de
desarrollo.

El desarrollo humano sostenible y la institucionalidad

El desarrollo como concepto, ha dejado de ser un factor cuantitativo que indica el nivel
de crecimiento de la producción interna de un país para convertirse en una teoría
compleja que busca definir de forma integral el bienestar. Después de muchas
adjetivaciones y derivaciones, el desarrollo dejó de ser un instrumento de medición, un
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dato operativo, para convertirse en una responsabilidad multidimensional del ser humano.
Aspectos como las crisis financieras y económicas sucesivas, las catástrofes naturales,
los conflictos sociales, el calentamiento global, se han constituido con el tiempo en la
base sobre la cual se ha repensado la definición de desarrollo, entendiendo finalmente
que el ser humano es sujeto y objeto del mismo (Comisión Económica para América
Latina y el Caribe - CEPAL /GTZ /OLADE, 2003).

El nivel de desarrollo humano se encuentra estrechamente relacionado con el ejercicio


libre de la condición de ciudadanía que poseemos los habitantes de un estado. El
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD en su Informe de 1992, 314
define el desarrollo humano como “el proceso de ampliar la gama de opciones de las
personas, brindándoles mayores oportunidades de educación, atención médica, ingreso
y empleo; abarcando el espectro total de opciones humanas desde un entorno físico en
buenas condiciones hasta libertades económicas y políticas” (Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo - PNUD, 1992, pág. 18). En esta definición de desarrollo
humano, se encuentra el conjunto de dimensiones relevantes (política, social, económica
y ambiental) para que el desarrollo pueda ser considerado como sostenible: “la libertad
política, el bienestar económico, la equidad social y un medio ambiente sano, además de
una cierta conservación de los recursos naturales” (Organización Latinoamericana de
Energía / Comisión Económica para América Latina y el Caribe / Sociedad Alemana de
Cooperación Técnica, 1997) .

Bajo este marco, el desarrollo económico y social sostenible de un territorio


(corregimiento, municipio, departamento, país) está estrechamente vinculado con la
protección y el uso racional de los recursos naturales, en particular, la diversidad
biológica, los suelos, las aguas y los bosques. En la medida en que la ciencia y la
tecnología se encuentren diseñadas en función de ese desarrollo, podrá observarse una
marcada y necesaria convergencia de objetivos económicos, sociales y ambientales
(Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD, 2003) que constituirán la
base para la estructuración y gestión de políticas públicas en materia de desarrollo rural.

Análisis de contexto
Contexto histórico, económico y social

Se presenta una breve análisis del contexto histórico, económico y social de Caño del
Oro a partir de dos estudios - uno conducido por la Fundación Mamonal y Puerto Bahía
(FUNDACIÓN MAMONAL, 2009) y el otro por investigadores de la Universidad
Tecnológica de Bolívar y de la Universidad de Cartagena (Rodríguez Gómez, Acosta

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Mesa, & Arrieta Florez, 2013) - que nos permite una mejor comprensión del caso objeto
de nuestro estudio.

Caño del Oro - junto a Bocachica, Punta Arena y Tierrabomba- es un corregimiento del
distrito turístico y cultural de Cartagena de Indias, localizado sobre el costado suroriental
de la isla de Tierra Bomba, aproximadamente a 1.2 kilómetros de la ciudad, a 20 minutos
por medio de transporte marítimo. Se encuentra formado por 414 viviendas en una
superficie de aproximadamente 7 hectáreas. Según datos del Dane (2012) la comunidad
de Caño del Oro - conformada por 1708 individuos, 52% mujeres y 48% hombres – tiene
mayoría afrodescendiente (98,7). Es una población cuya edad media es relativamente 315
joven (el 40,5% tiene entre 5 y 24 años) y ese dato se refleja en el número de estudiantes
del Colegio del corregimiento que brinda su servicio a 510 alumnos (aproximadamente el
25% de la población total). En relación a la población juvenil hay que señalar que el
embarazo adolecente de niñas entre 15 y 19 años representa el 44,4% del total de los
casos y el 19,4% de los hogares tienen como cabeza la madre (Rodríguez Gómez, Acosta
Mesa, & Arrieta Florez, 2013).

Históricamente los pobladores de Caño del Oro se han dedicado a actividades


relacionadas con la pesca, pilotaje de lanchas comerciales y recreativas; según los
resultados del diagnóstico participativo conducido en el 2011 (Rodríguez Gómez, Acosta
Mesa, & Arrieta Florez, 2013) la agricultura y la pesca representan el 44% de la fuerza
laboral local, siendo las principales actividades productivas, seguidas por el comercio, la
construcción y el transporte (que respectivamente representan el 21,4%, el 14.5% y el
6,8%).

Es de suma importancia destacar que la comunidad de Caño del Oro carece de servicios
básicos, lo que incrementa los riesgos para el bienestar de la población derivados de la
ausencia de saneamiento y consumo de agua no potable. Ante la ausencia de estos
servicios, encontramos que los habitantes han desarrollado medidas adaptativas para
mitigar los impactos que ocasionan la falta de los mismos. En este sentido, el 70,1% de
las viviendas cuentan con pozo séptico y el 96,3% de los hogares obtienen su agua de la
compra de tanques que vienen desde Cartagena en embarcaciones. A las anteriores
situaciones se suman las inadecuadas condiciones de las viviendas y la utilización de
mecanismos no seguros para la cocción de los alimentos (carbón, leña, pipetas de gas),
lo que acentúa los riesgos ya presentados. En consecuencia a estas situaciones
incrementa la prevalencia de morbilidad por enfermedades de origen hídrico, entre otros
tipos de infecciones que afectan el desarrollo físico e intelectual de los niños, lo que
determinara su desempeño escolar. El puesto de salud solo atiende casos menores.
(Rodríguez Gómez, Acosta Mesa, & Arrieta Florez, 2013).
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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Para enfatizar el rol tan importante que adquiere la labor de la Institución Educativa San
José hay que anotar que la tasa estimada de analfabetismo absoluto es del 5,9% y del
funcional es del 7,7. Finalmente, en el ámbito organizativo, dada la poca presencia de
funcionarios públicos en Caño del Oro, la comunidad se ha visto en la necesidad de
agruparse en diferentes organizaciones comunitarias, con el propósito de mejorar las
condiciones del corregimiento.

El Consejo Comunitario de la comunidad negra de Caño del Oro

El Consejo Comunitario de la comunidad negra de Caño del Oro, fue creado en diciembre 316
del año 2009; a través de los Consejos Comunitarios de las Comunidades Negras se
podrán adelantar acciones, programas y proyectos que posibiliten el mejoramiento de la
calidad de vida y satisfacción de necesidades básicas e intereses colectivos de estas
comunidades, conforme se encuentra establecido en la Resolución 2356 del 3 de abril de
2014. Los miembros del Consejo Comunitario de la comunidad negra de Caño del Oro
fueron elegidos por la Asamblea General del corregimiento el 3 de abril de 2014 y la
vigencia será hasta el 31 de diciembre del 2016, pudiendo ser elegida por una sola vez,
de forma consecutiva, según el artículo 8 del decreto 1745 de 1995. La junta directiva del
Consejo Comunitario está conformada por 8 miembros, así; Presidente, Vicepresidente,
Tesorera, Fiscal, Secretaria y 3 Vocales.

Estudio de caso.
Descripción de la Institución Educativa San Jose de Caño del Oro

1.1.1 Comunidad Académica

La Institución Educativa que lleva el nombre de San José de Caño del Oro, no es de
creación reciente. Se encuentra situada en la zona litoral del corregimiento rural de Caño
del Oro isla de Tierrabomba. Es una institución de carácter académico, de calendario A
con tres jornadas: mañana, tarde y noche. Cuenta con los niveles de preescolar, primaria,
bachillerato hasta la media técnica, esta última fue ofrecida por un Convenio entre
Ecopetrol y la Universidad Tecnológico Comfenalco. En esta formación se ofertan los
cursos de Operación de Servicios Turísticos y Operación de Procesos Logísticos
Integrales que se imparten en la jornada de la tarde. Actualmente cuenta con 510
alumnos matriculados y 25 profesores de los cuales 20 son provisionales y pocos tienen
especialización.

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1.1.2 Instalaciones

La Institución Educativa cuenta con 13 salones; si bien es cierto que se han realizado
avances en la adecuación de los mismos y el gobierno nacional ha entregado equipos de
cómputo, la escuela padece diversos problemas que afectan directamente la calidad de
vida de los estudiantes y el entorno de aprendizaje. En las aulas de los docentes, en la
oficina de la secretaría y en el despacho de la Rectoría se pueden encontrar aires
acondicionados en buen estado y en los salones donde se imparten los cursos de media
técnica. El resto de las aulas cuentan con un abanico en regular/ mal estado y en otros
no. En el Cuadro 1 se describen las instalaciones con mayor detalle. 317
Cuadro 1
Descripción de las instalaciones eléctricas de la Institución Educativa de San José de
Caño del Oro

Descripción Focos Abanicos Toma Aires Características


Corrientes
Secretaría 2 - 2 1
Rectoría 2 - 2 1
Sala de 2 - 2 1
profesores
Aulas de 4 2 2 -
clase
Biblioteca 4 - 4 2
Cuarto de Cuenta con una
aguas hidrobomba de ¼
HP
Laboratorio 4 2 4 -
Baños 4 - - -

Fuente: Elaboración propia con datos recogidos en el territorio, a través de entrevistas y visita de
campo, por los estudiantes del curso de Comunidad Local y Desarrollo Sostenible y del semillero
de investigación en economía energética y desarrollo humano sostenible.

La Escuela cuenta con dos edificaciones, además de la infraestructura donde funcionan


las jornadas de clase (Ver Cuadro 2), también tiene un comedor estudiantil (Ver Cuadro
3), ubicado al lado. En este comedor se ofrece desayuno y almuerzo para 420 niños
diariamente. Los alimentos son provistos a través del Ministerio de Educación, quien
sufraga los gastos de transporte y traslado desde la parte continental de Cartagena de
Indias, hacia el corregimiento de Caño del Oro.

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Cuadro 2
Plano de la Institución Educativa San José de Caño del Oro

318

Fuente: Elaborado por Christian Bedoya, estudiante del curso Comunidad Local y Desarrollo
Sostenible en la Universidad Tecnológica de Bolívar.

Cuadro 3
Plano del comedor estudiantil de la Institución Educativa San José de Caño del Oro

Fuente: Elaborado por Christian Bedoya, estudiante del curso Comunidad Local y Desarrollo
Sostenible en la Universidad Tecnológica de Bolívar

Metodología

Se empleó una metodología participativa utilizando las técnicas de la investigación


cualitativa, tales como, observación participante, entrevistas en profundidad y grupos

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focales. En detalle se desarrollaron durante 4 semanas las siguientes acciones y
actividades:
Cuadro 4
Actividades realizadas aplicando la metodología participativa
Actividad Participantes Características
Grupos focal 50 estudiantes Los estudiantes pertenecían a los
cursos de noveno, décimo y undécimo
grado.
Grupo focal 13 docentes Los profesores de la jornada de la
mañana
Grupo focal 6 madres Fueron madres de estudiantes de los 319
cursos de noveno, décimo y undécimo
grado
Grupo focal Consejo Se llevó a cabo en la Casa de la Cultura
Comunitario del corregimiento y participaron ocho
miembros del Consejo.
Entrevista Rectora y Se realizó en la oficina de docentes del
Coordinador de colegio, durante dos días.
Docentes
Entrevista Personas que Se realizaron entrevistas a tres
manipulan los mujeres encargadas de la cocción de
alimentos alimentos a los niños de la escuela, que
en total son 420 niños.
Observación Conversaciones Durante dos meses, estudiantes del
participante con estudiantes, semillero de investigación de la
manipuladoras de Universidad Tecnológica;
los alimentos del investigadoras de la Universidad
comedor Tecnológica y un estudiante de la
estudiantil, maestría en Desarrollo y Ambiente,
habitantes del recorrieron el territorio y conversaron
corregimiento y con los habitantes y estudiantes del
recorrido por la corregimiento.
comunidad
Fuente: Elaboración propia, con información obtenida por las autoras y estudiantes de la
Universidad Tecnológica de Bolívar

Resultados

1.1.3 Vulnerabilidades y oportunidades de la comunidad estudiantil de Caño del


Oro

A continuación se describen las vulnerabilidades y oportunidades que presenta la escuela


de Caño del Oro. En el análisis realizado se pueden encontrar similitudes entre, las
limitaciones, amenazas y debilidades que perciben los estudiantes, profesores y madres
de familia con respecto a la escuela y las que perciben para el corregimiento.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
1.1.3.1 Listado de Vulnerabilidades ambientales y sociales.

La comunidad académica de Caño del Oro estableció una lista de las vulnerabilidades
ambientales y sociales que, luego, fueron organizadas según la importancia que le
concedieron a cada una estudiantes, profesores, rectora y consejo comunitario. A
continuación se describen con detalle las seis primeras, y las siguientes se pueden
observar en el Cuadro No.5.

a. La falta de agua potable.


320
En el corregimiento de Caño del Oro no hay acueducto. Según lo expresado por uno de
los docentes, el agua para el consumo es traída desde la ciudad de Cartagena y
almacenada en un tanque para ser vendida a $400 la pimpina. Además la comunidad no
cuenta con servicio de alcantarillado, por lo cual y debido además a la falta de cultura
ciudadana, hay un mal manejo de las aguas servidas. En Caño del Oro el 82% de las
viviendas utilizan como medio de manejo de excretas un sanitario conectado a un pozo
séptico. Debido a esta situación, los estudiantes no tienen disponibilidad de agua en los
baños para lavarse las manos y cuando quieren hacerlo deben comprar bolsas de agua
a los vendedores que llegan a la escuela en la hora del recreo. Como bien lo
manifestaban algunos estudiantes en el grupo focal, ellos pueden adquirir bolsitas de
agua por valor de 100 a 200 pesos dentro de la institución, pero esta agua no es 100%
potable. Esto también ocasiona que los baños no se encuentren limpios, sino que la
suciedad de la mañana pueda acumularse hasta la hora del mediodía o de la tarde,
según los turnos de las señoras que realizan la limpieza. Un estudiante de décimo grado
contaba que “las necesidades fisiológicas que realizan los estudiantes a diario se
acumulan hasta tal punto que haya suficiente para bajarlo todo y así poder ahorrar agua”.
El agua que se le provee a la institución se encuentra en una alberca ubicada cerca de
la entrada del colegio y de allí las empleadas que se encargan de la limpieza del lugar,
sacan la cantidad necesaria para mantener el ambiente lo más limpio posible. La Armada
Nacional contribuye llenando la alberca, y una vez se ha agotado, entonces se utiliza el
agua del mar para bajar los baños. En general las personas que residen en esta isla
gastan entre 600 y 700 pesos en unos pequeños tanques de agua, los cuales tienen una
duración promedio de 2 horas. El acumulamiento de orines y deposiciones puede
generar infecciones en los estudiantes.

b. La inadecuada gestión de las basuras en la institución y el comedor


estudiantil.

Todas las basuras que se generan dentro de la institución se acumulan por varios días
en los tanques encargados de este almacenaje, hasta que llega un personal autorizado
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por parte de la empresa de aseo que tiene el contrato, que recoge los residuos y los
traslada en lanchas hacia la parte continental de Cartagena. Esta situación es en todo el
territorio, y con respecto a la escuela – a pesar del esfuerzo para tener los tanques
distribuidos por tipo de residuos - una vez que llega el servicio de aseo, todo se vuelve a
mezclar. Además, dependiendo de la clase de basura producida en algunos días, se
generan malos olores que pueden causar incomodidad y malestar en los estudiantes en
las horas de sus descansos.

c. La ineficiencia del servicio de electricidad en Caño del Oro.


321
Otro de los grandes problemas que se vive en la isla es la falta de un servicio adecuado
en cuanto a la disponibilidad de energía eléctrica. La rectora del colegio ha manifestado
que “este servicio es inestable en el lugar y los estudiantes se quejan porque
reiteradamente se va el fluido eléctrico en la escuela y los principales afectados son ellos,
los cuales tiene como único soporte para esas interminables tardes de calor y
sofocamiento, mantener abierta la puerta del salón, o recurrir a comprar agua, con los
gastos adicionales que esto genera”.
La escuela cuenta con unos computadores que no pueden utilizarse cuando falla el
servicio.

d. La difícil movilidad, obtención y duración del gas.

El gas es otro de los grandes problemas del corregimiento y de la escuela. Las


manipuladoras de alimentos del comedor estudiantil afirman que estos cilindros de gas
pueden durar aproximadamente dos meses y se hace muy difícil su movilidad.

e. La falta de tierras que sean cultivables.

Las tierras de Caño del Oro no se caracterizan por ser cultivables. Existen zonas donde
se producen frutos y hortalizas. Es una isla reconocida por su pesca y no tanto por sus
riquezas en cuanto a una alta variedad de productos agrícolas. La rectora y los
estudiantes manifestaron la necesidad de contar con una huerta escolar como un
proyecto de aula para contribuir a la mejora del medio ambiente.

f. La falta de una cobertura del patio del colegio.

Los estudiantes están expuestos constantemente a los fuertes rayos emitidos por el sol,
debido a que realizan la educación física y los eventos en el patio, el cual no está
cubierto. Esto les produce quemaduras en la piel y graves problemas de salud, siendo
un factor que influye directamente en los resultados académicos de los estudiantes, ya
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que ellos se quejan del “imponente calor que se vive cuando salen a realizar ejercicios y
cuando juegan en el descanso”. En las horas de descansos se puede observar como los
estudiantes se concentran en unos pocos lugares de la institución tratando de encontrar
esos pequeños espacios de sombra bajo de árboles.

Cuadro 5
Otras vulnerabilidades comunes descritas por la comunidad académica y los
habitantes del corregimiento

Descripción Comunidad académica; madres de estudiantes; consejo 322


comunitario
Infraestructura - Cancha de futbol
- Ludoteca para primera infancia.
- Sala múltiple para eventos y actos del colegio.
- Transporte acuático más seguro y a un menor precio.
- Vías y transporte con los cuales los estudiantes que habitan
en zonas más alejadas puedan llegar de forma más rápida a
la institución.

Recursos humanos - Entrenador equipo de futbol.


- Psicólogos y trabajadoras sociales.
- Jornada de orientación vocacional con psicólogo(a) para
padres y niños.
Educación - Cursos de formación en media técnica, adecuados a los
intereses de los estudiantes, a su vocación.
- Capacitación docente para mejorar habilidades de
lectoescritura.
- Educación en valores.
Social - Percepción de abandono por parte del Gobierno hacia la
comunidad
- Dependencia de Cartagena para comprar vestimenta,
alimentos, servicios alterno, entre otros
- Falta de médicos y ambulancias para emergencias.

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- Conformismo por parte de la mayoría de la población.
Sobrevive un modelo de familia donde el hombre trabaja y la
mujer queda en casa.
- Alto consumo de alcohol, asociado a las fiestas con pick-up
que degeneran en violencia y la fuerte contaminación
auditiva que se vive, debido a ello.
- Alto porcentaje de embarazo adolescente
- Miedo al cambio que trae para el estudiante que termina su 323
bachillerato, su traslado hacia Cartagena para estudiar en la
universidad.
- El traslado de la base militar porque se interpreta como
limitaciones de movilidad al interior de la isla y una amenaza
para las jóvenes del corregimiento, por el probable aumento
de relaciones emocionales entre soldados foráneos y
mujeres de la isla.
Fuente: Elaboración propia con información recogida por las investigadoras y estudiantes
del semillero de investigación en economía energética y desarrollo humano sostenible.

1.1.4 Listado de Oportunidades y Potencialidades

La comunidad académica de Caño del Oro estableció los aspectos que considera
valiosos de su cultura, su ambiente, y puso especial énfasis en la importancia que tienen
las ayudas que reciben de los entes públicos; las empresas privadas, e instituciones sin
ánimo de lucro, como universidades y fundaciones. A continuación en el cuadro No.6 se
puede observar el listado de activos que estudiantes, profesores, personal del comedor
estudiantil y miembros del consejo comunitario, consideran que posee la escuela y el
territorio.

Cuadro 6
Oportunidades y potencialidades de la comunidad académica de Caño del Oro
Descripción Comunidad académica; madres de estudiantes; consejo
comunitario
Cultura - Identidad: Los estudiantes se definen como: alegres,
atravesados, peleoneros, payasos, que nos gusta la recocha, el
pico y las fiestas. Las mujeres oreñas expresaron ser bacanas,
guapas.

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- Lugares: Los restos del hospital de leprosos; el pozo de agua
gorda (no tratada); la iglesia; las minas donde, se supone,
extraían oro y carbón.
- La danza folclórica y fiestas patronales del mes de marzo.
- La playita: El único rincón del corregimiento que tiene acceso al
mar, recibe este nombre y una de las actividades consiste en
lanzarse al agua para recoger las monedas arrojadas por
extranjeros a su paso, desde las lanchas de turismo. 324
Infraestructura La escuela cuenta con una infraestructura reciente, fue inaugurada hace
5 años, pues antes funcionaba en otro sitio. Las paredes, las columnas,
las puertas y los salones se encuentran en buen estado. No tanto así,
los baños y laboratorios pues la falta de agua y el robo de utensilios de
laboratorio, han contribuido a su deterioro.
Medio A pesar de los problemas de gestión de basuras, los estudiantes,
ambiente profesores y miembros del consejo llegan a la conclusión que al no haber
transporte terrestre masivo, el corregimiento mantiene un ambiente
sano.
Educación En el grupo focal, varias madres comentaron: Los niños estudian con
muchas ganas, hay buenos profesores, ellos ponen su empeño para que
los estudiantes salgan adelante.
Ayudas y Algunos participantes resaltaban la provisión que recibían de diversas
transferencias instituciones. Los estudiantes comentaron que el gobierno, daba
recibidas subsidios a los estudiantes que cubría transporte, alimento, etc.
Social Según lo expresado por todos los participantes, en el corregimiento
prevalece la convivencia pacífica (hay un solo dato de asesinato en los
últimos cinco años) y sienten seguridad para caminar por el territorio en
la noche. Los profesores definen el ambiente de la escuela bajo el marco
de una comunidad pacifica, amable, solidaria y colaborativa.
Fuente: Elaboración propia con información recogida por las autoras y estudiantes del semillero
de investigación en economía energética y desarrollo sostenible.

Debido al alto número de estudiantes (510 estudiantes) en relación a la población total


(1900 aproximadamente), la educación es una base fundamental en la formación de
oportunidades y en la definición de escenarios futuros para los jóvenes de la comunidad
que suman el 25% de la población. De esa forma la educación y todas las inversiones en
infraestructuras y en capacitaciones para el colegio representan mejores oportunidades
de desarrollo a los miembros de la comunidad. Entre los aspectos para resaltar, se
encuentran las respuestas de los estudiantes a la pregunta: “¿Qué quieres ser cuando
grande?” Los más jóvenes (estudiantes de noveno grado) desean estudiar carreras
profesionales (ingeniería, psicología, veterinaria, entre otras) y las niñas ya no quieren
embarazarse y depender del esposo, sino que desean continuar sus estudios. Esto

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representaría un cambio de tendencia significativo en una comunidad donde la mayoría
de los hombres se desempeñan como pilotos de lanchas y las mujeres se dedican a
labores del hogar. Los estudiantes expresaron su descontento respecto a la labor de sus
padres; un estudiante de décimo grado afirma que ellos “no quieren ser piloto de lancha
porque uno pasa humillaciones y trabajo”. Un estudiante de noveno enfatiza la
importancia de la educación que trasmitieron los padres: “Nos han enseñado que siempre
tenemos que lograr más que nuestros padres para que ellos puedan sentirse orgullosos
y debemos tener más aspiraciones”.

1.1.5 Alternativas de mejora 325

Como quedó establecido en los resultados del estudio realizado, la comunidad estudiantil
de Caño del Oro posee escasas posibilidades para hacer una disposición adecuada de
sus residuos y aguas residuales, así como para abastecerse de manera autónoma y
permanente de energía y agua potable. Es por esto que se hace indispensable promover
tecnologías apropiadas para la valorización de residuos que permitan además generar
energías renovables no convencionales a fin de mejorar la calidad de vida de la población,
fomentando la autonomía y minimizando la dependencia económica y de recursos de
estas comunidades, por ser vulnerables. Los estudiantes de la escuela San José reciben
enseñanza básica y media técnica; en total son 510 niños en jornadas diurna y vespertina.
De manera permanente están también 13 personas adicionales, por jornada, incluyendo
profesoras, directoras y personal de apoyo administrativo y operativo.

La escuela cuenta con diversos problemas que afectan directamente la calidad de vida
de los estudiantes y el entorno de aprendizaje. Entre estos se encuentran: la escasez y
elevado costo de agua potable que hace inviable que los niños puedan asear sus manos
o usar los sanitarios; irregular abastecimiento eléctrico; falta de disposición adecuada de
residuos sólidos y aguas servidas; dependencia de tierra firme para abastecimiento de
alimentos; costo del combustible que se utiliza para cocinar; falta de áreas verdes para
esparcimiento de los niños que allí estudian. Se requiere entonces de una solución
integral para mejorar las instalaciones de la escuela de manera que se brinde un entorno
adecuado al aprendizaje, se mejore el entorno ambiental del recinto a la vez que se
brindan posibilidades reales para el ahorro en la operación.

Teniendo como base el estudio previo que la Universidad Tecnológica realizó con los
habitantes de Caño del Oro (Rodríguez Gómez, Acosta Mesa, & Arrieta Florez, 2013), y
el presente estudio llevado a cabo por las autoras, en la comunidad académica del
corregimiento, el cual se espera pueda ser replicado posteriormente en otras

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comunidades con similares condiciones de vida; se obtuvieron los conocimientos
necesarios para plantear alternativas de mejora, que se resumen así:

- Diseño e implementación de sistemas integrados para el tratamiento de residuos y


aguas.
- Aprovechamiento energético de la energía solar y de la biomasa, acordes a la
problemática que se integrarán además al currículo de la escuela como herramienta
de aprendizaje para sus estudiantes.
- Instalación del techo en el patio de la escuela.
- 326
Con la colaboración del docente experto, Ing. Jose Luis Villa, de la Universidad
Tecnológica y de la investigadora experta, Ing. Claudia Pabón, de la Universidad Adolfo
Ibañez de Chile, se realizaron los estudios necesarios para la viabilidad de estas
propuestas y con base en ello, se solicitaron recursos participando en la convocatoria
abierta realizada por la Embajada de Alemania en Colombia, cuyo objeto es financiar
micro-proyectos en comunidades vulnerables. En el marco del proyecto, se describieron
los detalles de los procesos y finalmente se propuso:

- Construcción de un sistema de tratamiento de aguas negras y residuos sólidos que


consta de una cámara receptora, un biodigestor, una cámara sedimentadora, un
tanque anaerobio tipo bafle y un gasómetro.
- Dotación del comedor de la escuela con dos estufas de dos puestos a biogás y cinco
lámparas a biogás.
- Dotación de la escuela de dos tanques para almacenamiento de aguas lluvia a ser
utilizada en descarga de inodoros.
- Huerta comestible y zona verde fertilizada con el efluente del sistema anaerobio.
- Construcción del techo en el patio de la institución educativa.
- Instalación de un sistema fotovoltáico para la escuela San José de caño del oro.

2. Recomendaciones

Además de las soluciones propuestas para la comunidad académica de la escuela San


José de Caño del Oro, existen otras alternativas que podrían mejorar sustancialmente las
condiciones de vida de los habitantes, incrementando sus ingresos. Una de esas es el
establecimiento de una ruta turística en Caño del Oro, teniendo como base, el concepto
de turismo etnográfico.

El turismo etnográfico en el corregimiento, permitiría conectar culturas diferentes, la del


visitante y la comunidad anfitriona. La población oreña está profundamente vinculada a
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las tradiciones, costumbres y cultura, y dado que en su mayoría son afrocolombianos, es
la oportunidad que tiene el turista de manera directa, de vincularse al grupo étnico
residente en la localidad que le recibe, a través de experiencias vividas y compartidas
con los pobladores, beneficiándose de nuevos aprendizajes y sensibilizándose frente a
las particularidades del otro. El territorio natural ofrece un paisaje compuesto por
palmeras, barcas, y el mar en el horizonte. Asimismo, posee un rincón privilegiado para
bañarse, que es la playita, lo que permite disfrutar del entorno.

El patrimonio tangible creado por los antepasados y conservado hasta el presente a


través de las generaciones como son, los espacios religiosos, las casas y muebles, la 327
arquitectura y colores de las casas, contribuirían también a impulsar este tipo de turismo;
en ese sentido, el corregimiento cuenta con el hospital de los leprosos; el antiguo horno;
las ruinas del hospital que data de la época de la colonia, y en la actualidad, la casa
cultura y hasta el comedor comunitario. En cuanto al patrimonio inmaterial, que se
relaciona directamente con formas y costumbres de vida, uso y trabajo; así como normas
de convivencia social y valores, incluyendo prácticas al vestir y al alimentarse; las
tradiciones y expresiones orales, las prácticas religiosas, las fiestas, música y danzas;
podría aprovecharse para potencializar sus capacidades y promocionar sus tradiciones.

Finalmente se aconseja necesario articular una política de desarrollo rural que vaya
acorde con las particularidades de cada población y se realicen controles a los procesos
de mejoras; para el caso de la comunidad académica de la Institución Educativa San
José, el control estaría enfocado a la dotación de bienes, capacitación de personal
académico, incentivar la participación de los estudiantes en eventos académicos,
culturales y lúdicos, para incrementar la calidad del aprendizaje. Se propone que se
privilegie el concepto de etno-educación en el estudio de primaria y bachillerato teniendo
como base la identidad del que a si mismo se reconoce como afrocolombiano.

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
LA NUEVA ENSEÑANZA DEL DERECHO
UNA MIRADA DESDE LA GLOBALIZACIÓN COMO PROCESO INTEGRADOR

ANDRÉS ALARCÓN LORA374


Universidad De Cartagena, Colombia

Resumen

En esta propuesta, presentamos al lector los retos y los cambios en la enseñanza del 329
Derecho, nuestra muestra tomara como foco de cambio aquellos dados por la
globalización. En el texto presentamos la enseñanza del Derecho desde diferentes
literatos que nos muestran desde su perspectiva el futuro de las facultades de Derecho,
la investigación en Derecho y sus egresados. Esperamos dejar en claro en nuestras
conclusiones los cambios que se han realizado a raíz de la globalización en las facultades
de Derecho, incluyendo la nuestra, la facultad de Derecho y Ciencias políticas de la
Universidad de Cartagena.

Con esta ponencia esperamos mostrar la inclusión de los programas de pregrado de


derecho dentro de los procesos de globalización, por ello la proponemos para que sea
parte de la mesa de trabajo de Educación, ¿para que en la aldea global?

Palabras claves: Enseñanza del Derecho, globalización, futuro, docencia, educación

Introducción

Según el Diccionario de la Real Academia Española, la globalización es: Tendencia de


los mercados y de las empresas a extenderse, alcanzando una dimensión mundial que
sobrepasa las fronteras nacionales (REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, 2006).

Por ello, como bien se muestra en su significado, la globalización es la tendencia de los


mercados y las empresas, en este sentido agregándole un sentido mas especifico,
empresas y mercados que presten servicios educativos va a sobrepasar las fronteras,

374
Doctorando en Ciencias de la Educación - RUDE Colombia (VI Cohorte). Magister en Derecho por la
Universidad del Norte y Especialista en Derecho Comercial de la Universidad Externado de Colombia,
abogado y docente investigador de la Universidad de Cartagena. Jefe del Departamento de Investigaciones
Científicas de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Cartagena. Email:
analarcon28@gmail.com
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teniendo en cuenta sus servicios, no solo sobrepasara los mercados, sino también en
cuanto a los conocimientos.

Hoy por la globalización hablamos de una lengua universal, esta lengua ha de ser
certificada para los hoy master o doctorados en Derecho, pero como es de esperarse, en
unos cuantos años, los egresados de los programas de Derecho y todas las carreras de
pregrado, han de manejarlo con gran facilidad.

Entonces la globalización habla de una expansión, si todos los países crecen, y todas las
propuestas políticas y económicas se entrelazan, ¿Hacia dónde va la enseñanza del 330
Derecho? ¿Qué debemos enseñar a los nuevos abogados, la normatividad interna, la
normatividad internacional, o las dos? ¿Un abogado egresado con conocimientos
globalizados? Ó impulsar a los estudiantes a que adquieran esos conocimientos por fuera
de un código o una ley.

La nueva enseñanza del Derecho está mutando, y ella ha de seguir cambiando con los
años, todos los egresados en Derecho, cada día por no seguir construyendo su educación
son menos abogados, los abogados de muchos años no tienen las habilidades de las
nuevas generaciones, entonces ¿Qué pasara?

La globalización en la enseñanza del Derecho nos toca a todos, desde la docencia, desde
el cuerpo estudiantil, asi como cada una de los nuevos temas a enseñar.

1. La enseñanza del derecho en el tiempo y en el mundo

Desarrollando cada idea, para la producción de este texto se realizaron varias lecturas,
que muestran los avances en la enseñanza del derecho y que nos dan unas primeras
conclusiones de nuestra propuesta en cuanto a la globalización y el derecho.

En este sentido encontramos el análisis realizado por (Gonzalez Rus, 2003), titulado
“Reflexiones sobre el futuro de la enseñanza del derecho y sobre la enseñanza del
derecho en el futuro”, el objetivo de este autor fue reflexionar sobre el devenir de la
enseñanza del derecho y la manera como se llevara a cabo esta enseñanza en un futuro,
este autor considera que el futuro de la enseñanza del derecho pasa por la transición del
"modelo de enseñanza" al "modelo del aprendizaje".

La práctica docente actual se traduce en un sistema basado en la enseñanza teórica,


apoyado en la lección magistral como contenido básico, en el que el profesor cumple el
papel central, de impulsor y soporte de la enseñanza. La docencia se desarrolla conforme
a los contenidos del programa, “filtrado” generalmente a través de apuntes y en el que el
alumno tiene un papel pasivo, de receptor de conocimientos, cuya principal preocupación

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
es superar los exámenes, que constituyen en último término el eje central a través del
cual se construye el modelo educativo. (Gonzalez Rus, 2003).

Frente a ello, el autor propone el modelo del aprendizaje del derecho, cuyo propósito es
ejercitar al estudiante en el conjunto de técnicas, de métodos y de procedimientos que le
permitan conocer el Derecho por sí mismo, identificar y resolver por sí mismo los
problemas que plantea su interpretación y aplicación y formular por sí mismo las
soluciones que pueden solventarlos, de forma que sea su propia iniciativa, su propia
experiencia, su propio esfuerzo formativo, lo que sustituya a lo que en el modelo de
enseñanza recibe pasivamente. 331

En lo que se refiere a la enseñanza (aprendizaje) del derecho en el futuro, el autor


considera dos aspectos como los más necesarios a corto plazo: la incorporación
progresiva de las nuevas tecnologías a la gestión y organización de la docencia y al
propio desarrollo de las actividades docentes, y la diversificación estratégica de las
actividades docentes por las Facultades de Derecho.

El autor concluye que el futuro de la enseñanza del Derecho pasa por reconsiderar de
los contenidos materiales de las actividades docentes y la forma de desarrollarlas, en el
marco de una estrategia educativa orientada al aprendizaje del Derecho. Ello debería
constituirse, en la prioridad de las Facultades de Derecho para los próximos años, sin
tocar el tema de los contenidos la enseñanza del derecho dependerá de todos los
involucrados

Así mismo, encontramos la reflexión realizada Andres Tagliavia (2004) en España. Dicha
reflexión se titula “Reflexiones acerca de la enseñanza del derecho en España”. Este
autor afirma que en España, la enseñanza jurídica tradicional se ha asentado en lo que
denominamos clase magistral cuyo vértice consiste en proporcionar a los alumnos
información sobre cada una de las disciplinas que componen la Licenciatura en Derecho,
titulación que fundamentalmente se estructuraba con arreglo a una normativa que tuvo
su origen en el año 1953 y que tuvo reformas poco significativas en años posteriores
como

El escrito de Oliver Wendell (2014) que lleva como título Notas sobre la historia de la
enseñanza del derecho en estados unidos, tiene como objetivo realizar una síntesis de
la historia de la enseñanza del derecho en Estados Unidos.

Sobre la enseñanza del derecho en Estados Unidos, la autora advierte que esta no
comenzó de forma institucionalizada a través de las universidades: hasta finales del siglo
XVIII no tiene presencia en estas instituciones. Las facultades (colleges) de derecho, y el
derecho mismo como disciplina académica, no se establecieron formalmente hasta
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principios del siglo XIX. Antes de esta época, la mayoría de los abogados no tenían
ningún tipo de instrucción universitaria (solo una educación secundaria), y varios estados
ni siquiera requerían un aprendizaje formal como condición para ejercer la profesión, a
ella se accedía a través del aprendizaje bajo la tutela de los grandes jueces, letrados, y
asesores jurídicos.

Afirma la autora que los profesores de derecho han avanzado en sus posiciones iniciales
con respecto al estudio y la investigación del derecho, y el lugar que éste ocupa dentro
de las demás disciplinas. En la actualidad, existen ambiciosos proyectos de investigación
jurídica abiertos a otros ámbitos como la ética, la economía, las ciencias políticas, la 332
historia o la justicia social, lo que ha supuesto un replanteamiento de la jurisprudencia
americana en áreas fértiles para la investigación y el desarrollo del derecho. En cierta
medida, el estudio del derecho ha vuelto a sus nobles metas originales.

La autora concluye que el propósito principal de la enseñanza del derecho en Estados


Unidos es el de capacitar al estudiante para ejercer su profesión. La moraleja que nos
muestra su historia es que a pesar de todos los cambios por los cuales ha pasado, y
continua pasando, todas sus luchas por su supervivencia, por sus métodos de
aprendizaje, por sus procedimientos de admisión, y sus condiciones de entrada, el
objetivo de lograr una institución capaz de educar para la profesión en un nivel tal que
sus participantes sean ejemplo para el resto de la sociedad nunca ha perdido vigor.

Willliam Leguizamon Acosta (2005) en el libro “Enseñanza del derecho y formación de


abogados en la Nueva Granada: 1774 – 1842”, afirma que los programas curriculares
para la enseñanza del Derecho y la formación de abogados en América Latina, se
formalizaron a partir de premisas, que hasta el momento actual han sido poco analizadas,
y a pesar de ello convertidas en dogmas fundamentales. ¿No es factible pensar, que la
falta de un análisis histórico y serio en esta materia, ha llevado a desarrollar un
ordenamiento jurídico y un sistema inadecuado, incoherente y alejado de la propia
realidad nacional?, atendiendo a esto, este autor realiza una reflexión sobre la historia
del Derecho en América, y particularmente en Colombia, concibiendo esta reflexión como
una necesidad imperiosa, trabajo que debe ser emprendido desde todas las perspectivas
y enfoques posibles, comenzando por el análisis de los programas de estudio seguidos
en todos los tiempos, en especial los llevados a cabo durante la Colonia y los primeros
de la República, ya que en este momento se encuentra la base del sistema jurídico actual.

La educación superior durante la Colonia, estaba reservada a las familias de origen


español. “Para los limpios de sangre”, y esta condición sólo le permitía el acceso a la elite
privilegiada que contara con suficientes recursos económicos. Se prohibió el estudio del
Derecho a las mujeres, a los ciegos, sordos, pródigos o enjuiciados por adulterio, también
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a los condenados o juzgados por traición, por homicidio u otro delito de igual gravedad,
así como a los lidiadores de bestias bravas por un precio.

El autor concluye que la enseñanza del Derecho durante el siglo XIX se caracteriza por
la injerencia de la Iglesia Católica, la influencia de los grupos hegemónicos en el poder,
el capricho de los caudillos militares y por las condiciones de inestabilidad conceptual,
sin ninguna autonomía académica. La exclusión fue la constante todo el tiempo, en
consecuencia nos encontramos con programas de Derecho vinculados en torno al poder
político y a un sistema normativo poco interesado en la búsqueda de la justicia, ajustado
en leyes siempre dispuestas a favor del régimen hegemónico imperante. Razón que 333
conduce a la elite neogranadina y colombiana a los estudios superiores de Derecho, que
continúa convertida en una especie de credencial, dispuesta a favor de los grupos de
poder y de la política.

En el año 2011, Monica Fortich presenta en su artículo de investigación titulado los libros
y la formación de los abogados neogranadinos una breve reflexión sobre el proceso de
formación de los juristas en el Nuevo Reino de Granada, para aproximarse a los libros
que fueron parte esencial de dicho proceso. La mirada arranca desde el contexto
universitario en España, en aspectos como la oratoria forense, los estudios del latín, los
colegios y algunas prácticas profesionales de los juristas, que luego se trasladaron al
nuevo mundo, en donde tienen su propia lógica y problemas.

La investigación que se desarrolló, abordó nominalmente el siglo XVIII aunque en la


práctica se hizo uso de información de todo el periodo colonial hispánico neogranadino.

El marco histórico de 1739 a 1777 corresponde a dos eventos cronológicos que, nuestro
modo, focalizan los movimientos ilustrados en el siglo XVIII. Por un lado, la organización
de la estructura virreinal segunda (elección del virreinato de la Nueva Granada) y por otro,
la creación de un espacio físico para la difusión del saber: la Real Biblioteca de Santafé,
desde donde apoyar el regalismo y hacer circular los saberes esenciales, para sostener
el orden de las ciudades letradas.

Las conclusiones de la investigadora conducen a expresar un número de textos


considerados básicos en el proceso de formación de los juristas, menor al número de
textos que circulaban en todo el periodo colonial y eran tenidos como piezas esenciales
del derecho canónico y civil. En los planes de estudio que se seguían, las
recomendaciones de textos básicos no pasaban de ser unas decenas de obras
distribuidas entre las dos jurisdicciones. Es más frecuente encontrar en los inventarios,
las obras del derecho canónico, que las del civil.

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Los abogados en la colonia neogranadina tenían una formación deficiente apoyada en
una gran dispersión de textos, en especial, de la llamada jurisprudencia práctica. Los
criterios de selección de tratadistas, en su mayoría comentadores de los cuerpos y
compilaciones como el Corpus Juris Civilis, dependían de la liberalidad de los
catedráticos o lectores. El control de las bibliografías de algunos planes de estudios,
seguía en teoría los lineamientos de Salamanca o Alcalá, aunque en la práctica la única
y más fuerte referencia fuesen lo mamotretos.

En el trabajo investigativo titulado “HACIA UNA NUEVA EXPERIENCIA DEL DERECHO:


El debate en torno a la enseñanza práctica del derecho en la Universidad de Buenos 334
Aires a comienzos del siglo XX”. (Polotto, 2006), se aborda el examen de la discusión
académica mantenida en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad
de Buenos Aires en torno a la enseñanza práctica del derecho, asunto que lejos de
reducirse a un problema meramente pedagógico, se erigió como una propuesta destinada
a quebrar la visión jurídica decimonónica comprimida en los estrechos límites de los
códigos.

La autora en este trabajo investigativo afirma que la formación del abogado resultó para
muchos insuficiente, no sólo desde el punto de vista científico, sino también en lo que
hacía al adiestramiento del mismo para la resolución de las distintas vicisitudes que se
originaban en la vida forense. El contacto del estudiante de derecho con el “caso
concreto” generó un nutrido debate en los comienzos del siglo XX, que no solamente
afectó la forma en que se enseñaba el derecho sino la concepción que del mismo se
tenía.

De la misma manera el trabajo reflexivo realizado en el año 2007 por el investigador


Mauricio Rodriguez (2007) titulado “La enseñanza del derecho en los países de derecho
escrito” presenta algunas consideraciones en torno a los sistemas jurídicos de Derecho
escrito, y los comparamos con los sistemas de Derecho consuetudinario. A pesar de las
diferencias aparentes, la esencia y los problemas parecieran ser los mismos.

Seguidamente el investigador plantea la diferencia entre la enseñanza tradicional y lo que


modernamente se llama enseñanza crítica. Por último, se pregunta qué están haciendo
y hacia dónde parecieran ir en materia educativa, el autor advierte que acercarse al
problema de la enseñanza del Derecho implica, en primer lugar, delimitar qué
entendemos por enseñanza y qué entendemos por Derecho.

En cuanto a la enseñanza, podemos afirmar que conlleva la idea de transmisión de


conocimiento. Enseñamos en la medida en que hay transmisión de conocimiento de una
persona a otra (otorgándole a la palabra conocimiento su más amplia acepción). En

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cuanto al término Derecho, el asunto es más complicado pues el mismo tiene múltiples
significados, pero, a nuestros fines, lo veremos simplemente como sinónimo de
ordenamiento jurídico. De esta manera, la enseñanza del Derecho implica la transmisión
de una persona a otra persona de un conocimiento especializado de nuestro
ordenamiento jurídico (así como de su estructura, características, fundamentos, etc.), que
es requerido y deseable para desenvolver determinadas actividades especializadas.

Así mismo considera que los estudios jurídicos están haciendo crisis puesto que la
estructura tradicional ya no cumple su objetivo. Hasta hace poco tiempo era suficiente
con enseñar las materias básicas de nuestro secular sistema curricular y que todavía 335
seguimos enseñando como si los tiempos no hubieran cambiado para lograr un egresado
medianamente calificado: Introducción al Derecho, Derecho Civil, Derecho Penal,
Derecho Procesal, Metodología de la Investigación, Derecho Constitucional, Derecho
Administrativo, etc. Con el enorme avance científico y tecnológico de los últimos tiempos,
así como por otras causas, la producción legislativa se ha multiplicado rápida y
vertiginosamente al punto de que hoy la Universidad no está en capacidad de enseñar el
conocimiento jurídico cómo lo hacía tradicionalmente.

2. Efectos de la globalizacion en la enseñanza

Entre los efectos de la llegada de la globalización, además de los cambios naturales que
se dieron en la enseñanza del derecho, vemos que es necesario entre otras cosas:

1. Uso de las tics


2. Impacto de las redes sociales en espacios académicos
3. Actividades especificas para adquirir ciertos conocimientos
4. Nuevas tecnologías
5. Congresos, seminarios y coloquios virtuales
6. Respuestas inmediatas via web
7. Marcos jurídicos y normatividades en la web
8. Noticias mundiales
9. Secretos extraídos de las pagina web (Wikiliks)
10. Insultos mediáticos
11. Bloqueos internauticos
12. Limitaciones espaciales más allá de la limitación locomotora.
13. Uso de idiomas – palabras transgeneristas con raíces anglo o nativas
14. Uso de las artes como formas de ver el mundo
15. Tratados y convenios internacionales como normas internas

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Conclusiones

La enseñanza del derecho depende de todos, los cambios y los ajustes en las aulas de
clases pueden que no sean suficientes.

Los puntos que resaltaba anteriormente, trasgreden o han modificado nuestra forma de
ver el mundo y la enseñanza, el impacto a nuestros estudiantes puede ser mayor al
imaginado, podemos ser mejores docentes con cambios tan pequeños traídos por la
globalización.
336
Lo estudiado nos da solo elementos sustanciales para demostrar que seguiremos
cambiando, nuestras normas, si bien solo se aplican en nuestro espacio o son traídas por
el bloque de constitucionalidad, no son los únicos elementos a estudiar por nuestros
alumnos en derecho.

Los abogados del mañana serán súper dotados con máquinas más inteligentes y con
cambios sustanciales en su forma de vida, pero si en ellos mantenemos la esencia del
Derecho, nunca se perderá de vista, los antiguos elementos en la enseñanza, o el pasado
que ayudo a construir su futuro.

Los abogados del mañana, dependen de los maestros y de lo que les enseñamos hoy.

Referencias

Acosta, W. L. (2005). Enseñanza del Derecho y formacion de Abogados en nueva


Granada 1774 - 1842. Bogota: Editorial Universitaria Uned.
Alvarez, G. (2011). Importancia de la metodologia de la investigacion juridica en la
formacion de los estudiantes de derecho. Chile.
DERCO. (2013). La investigacion formativa para el estudiante de derecho: proyectos de
aula como estrategia.

Fortich, M. (2011). Los libros y la formacion de los abogados neogranadinos.


Gonzalez Rus, J. J. (2003). Reflexiones sobre el futro de la enseñanza del derecho y
sobre la enseñanza del derecho en el futuro. Bogotá: Universidad Nueva Granada.
Polotto, R. (2006). HAcia una nueva experiencia del Derecho: El debate en torno a la
enseñanza práctica del derecho en la Universidad de Buenos Aires a comienzos del siglo
XX. Buenos Aires .
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Real Academia Española. (2006). DRAE.
Rodriguez, M. (2007). La enseñanza del Derecho en los paises de derecho escrito.
Tagliavia, A. (2004). Reflexiones acerca de la enseñanza del Derecho en España. Revista
de estudios juridicos, economicos y sociales.
Wendell, O. (1 de junio de 2014). Academia. edu. Obtenido de
http://www.academia.edu/308304/Notas_Sobre_La_Historia_De_La_Ense%C3%B1anz
a_Del_Derecho_En_Estados_Unidos

337

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IMPACTO DE LOS EGRESADOS DE LOS PROGRAMAS TÉCNICOS LABORALES
DEL SECTOR DE SISTEMAS Y TELECOMUNICACIONES DE LA CIUDAD DE
MONTERÍA (1996 – 2010)

LILIANA MANNING BULA375


Instituto Tecnológico San Agustin, Colombia

Objetivos de la ponencia
338
 Conocer los avances del proyecto de investigación Impacto de los egresados de
los programas técnicos laborales del sector Sistemas y Telecomunicaciones de la
ciudad de Montería.
 Mostrar la trayectoria de la investigación Impacto de los egresados de los
programas técnicos laborales del sector Sistemas y Telecomunicaciones de la
ciudad de Montería.
 Mostrar los resultados que se esperan del proyecto de investigación.

Resumen

Esta ponencia, muestra los avances y parte del análisis del Estado del Arte de la
investigación titulada “Impacto de los Egresados de los Programas Técnicos laborales
del sector de Sistemas y Telecomunicaciones de la ciudad de Montería (1996-2010)”, de
tal manera que, mediante la metodología del análisis documental, se plantea un estudio
de investigación en Latinoamérica con proyección internacional, orientada a la
comprensión del impacto de la Formación Técnica Laboral en un sector productivo de
una región del caribe Colombiano; así la disertación esté focalizada en la exposición de
la revisión del concepto de Educación Técnica Laboral, los egresados y sus alcances
educacionales y laborales; sector empresarial y del desarrollo social; para lo que hoy, se
denominada en Colombia, Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano.

Palabras clave: impacto, Formación Técnica Laboral, egresados, educación.

375Magister en Educación, Doctoranda en Ciencias de la Educación Tercer año. Rectora Instituto


Tecnològico San Agustin Correo electronico: lilianamanning@gmail.com

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Abstract

This paper shows the progress and state of the art analysis of research entitled "Impact
of labor Grad Programs Technical Systems and Telecommunications city Monteria (1996-
2010) sector," so that by documentary analysis methodology research study in Latin
America poses with international projection, aimed at understanding the impact of job
technical training in a productive sector of the Colombian Caribbean region and this
dissertation focused on the exposure of the review the concept of working technical
education graduates and their educational and employment outcomes, business and
social development in Colombia today called work education and human development. 339

Keywords: impact, occupational and technical training, graduates, education.

Introducción

La idea de investigar sobre el impacto de los egresados de los programas técnicos


laborales del sector sistemas y telecomunicaciones, nace de la necesidad de conocer la
repercusión que tiene este tipo de formación en la vida social de dichos egresados,
quienes hacen parte de la formación titulada Educación para el Trabajo y el Desarrollo
Humano en Colombia (Educación Técnica Laboral). Este tipo de formación, presenta
problemas de calidad, asociados a factores como recursos, falta de evaluación,
seguimiento, pertinencia, entre otros; lo que ha llevado a considerarla como de poca
calidad y prestigio, teniendo en cuenta que, muchos colombianos, toman este tipo de
formación, por la imposibilidad de acceso a la Educación Superior, lo que pone en relieve,
un tema de exclusión educativa para la población del país que finaliza formación básica
y media.

Sin embargo, Colombia es el reflejo de lo que se presenta en otros países del continente
latinoamericano, ya que, el origen de la problemática se ha gestado en otros sectores, y
desde las dinámicas económicas internacionales.

La formación técnica laboral en el sector de sistemas y telecomunicaciones, en cualquier


esfera del mundo, se convierte en elemento esencial de análisis. En el caso Colombiano,
parte desde la perspectiva, que el sector sistemas y telecomunicaciones es el cuarto
fragmento de la economía del país. El uso de los sistemas y las tecnologías, repercute
en todos los demás sectores, y, geográficamente, un técnico laboral en esta área, puede
tener oportunidades en distintas regiones del país. La cuestión entonces, tiene que ver
con la capacidad de estos egresados para su desempeño en el campo laboral y los
aportes que le ha brindado esta formación para su vida en general.

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Por todo lo anterior, considero, que determinar el impacto que producen los egresados
de los programas de formación de técnicos laborales en el área de sistemas y
telecomunicaciones de la ciudad de Montería, resulta de vital importancia para los
sectores productivos y para los encargados de planificar e impartir estos cursos de
formación; ya que la evaluación del impacto, como tal, es la clave para la toma de
decisiones.

Así pues, esta ponencia se orienta basándose en lo anteriormente mencionado, la cual


estará compuesta por tres capítulos, que comprenden: la conceptualización, un análisis
documental de estudios de investigación en el panorama europeo, en el latinoamericano 340
y colombiano; y las reflexiones finales, focalizados en la formación técnica laboral y sus
egresados.

1. Conceptualizacion

1.1. Impacto

Cuando hablo de la palabra impacto en esta investigación, me refiero en concreto, a tratar


de determinar lo que han alcanzado los técnicos laborales del área de sistemas y
telecomunicaciones de las Instituciones Técnicas Laborales de la ciudad de Montería,
entre los años 1996 – 2010. Si analizamos el significado de este término, desde el
diccionario de la Real Academia Española, proviene de la voz “impactu” del latín tardío y
significa, en su tercera acepción, “impresión o efecto muy intensos dejados en alguien o
en algo por cualquier acción o suceso”.

Según Wade (1998), la medida del impacto de la formación, habitualmente, se realiza


con base en tres criterios: el primero de ellos, la satisfacción; en segundo lugar, a partir
de la utilización de la formación que hace el usuario; y en tercer lugar, a partir de la
repercusión económica de la formación (normalmente esta repercusión se realiza a
través de un análisis coste-beneficio)”

1.2. Técnicos Laborales

Los técnicos laborales, son personas con la capacidad de aplicar los conocimientos
teóricos en la práctica, para hacer más eficientes en los procesos de la producción. Su
formación es integral y responde a programas académicos con especificidades y
complejidades distintas. Por consiguiente, el oficio de su profesión, trasciende la
realización mecánica de un oficio o la realidad, en el manejo de una tecnología o técnica.

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Estos técnicos, en Colombia, son los egresados de la Educación para el trabajo y el
desarrollo humano, anteriormente llamada educación no formal.

El Ministerio de Educación Nacional (2007), la define así:

La Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano, hace parte del servicio público
educativo y responde a los fines de la educación consagrados en el artículo 5° de la
Ley 115 de 1994. Se ofrece con el objeto de complementar, actualizar, suplir
conocimientos y formar, en aspectos académicos o laborales y conduce a la
obtención de certificados de aptitud ocupacional. Comprende la formación 341
permanente, personal, social y cultural, que se fundamenta en una concepción
integral de la persona.

2. Estado del arte

Para efectos de esta investigación, se llevará a cabo, una revisión de literatura existente
sobre investigaciones realizadas a nivel europeo, latinoamericano y nacional, en relación
con la evaluación del impacto de los programas técnicos laborales; para establecer las
tendencias investigativas y transformaciones generadas a partir de los resultados
obtenidos en dichas investigaciones, que se han venido presentando en este tipo de
educación; y así, contar con bases sólidas que fundamenten y guíen el desarrollo del
presente proyecto de investigación.

La teoría que nos sirve para enmarcar el estudio, se centra en el producto educativo.
Según De la Orden (1985, 1990), el producto educativo (en el caso que nos ocupa,
producto de la formación), se clasifica en dos grandes apartados, que a su vez se van
desgranando en diferentes aspectos que lo configuran. La primera subdivisión, en
producto inmediato y producto mediato, se realiza con base en el carácter individual o
social del mismo. El producto inmediato es exclusivamente individual y hace referencia a
aspectos tanto cognitivos como no-cognitivos. Dentro de los cognitivos se señalan: los
resultados o productos referidos a conocimientos, destrezas y técnicas de trabajo
individual o de equipo. En los no-cognitivos se incluyen: las actitudes, valores, intereses,
motivación y la cooperación.

Por otro lado, los productos mediatos, pueden ser individuales y sociales. Desde el punto
de vista individual, encontramos aspectos relacionados con la personalidad, como son:
el desarrollo intelectual, el autoconcepto, el liderazgo, el estilo cognitivo, la creatividad y
la orientación valorativa. Desde un punto de vista social, los productos que encontramos
se relacionan con: el nivel general de información, la movilidad social, la mejora de la

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economía (capital humano), la reproducción ideológica, la igualdad de oportunidades, así
como la calidad de vida y la satisfacción individual con la sociedad.

2.1 Panorama Europeo

Revisando la documentación existente, que da cuenta del estado del arte de la


investigación, se encuentra la tesis doctoral realizada por Carmen Ruiz Bueno,
perteneciente a la Universidad Autónoma de Barcelona, en el año 2001, titulada “la
evaluación de programas de formación de formadores en el contexto de la
formación en y para la empresa”. Dicha investigación, tuvo como objetivo, valorar la 342
pertinencia del diseño y la puesta en práctica de programas de formación de formadores
en el contexto de la formación ocupacional, para la posterior contrastación crítica, entre
la planificación realizada y su desarrollo práctico. Igualmente, se analizaron los
resultados del programa, para determinar su valía en términos de eficacia, eficiencia,
efectividad y comprensión.

Las bases teóricas que fundamentaron esta investigación, estuvieron centradas en la


conceptualización de formación ocupacional inicial y continuada. En la actualidad, no
cabe duda acerca de la necesidad de estar en una continua formación; es un elemento
importante en una sociedad que se encuentra en constante cambio. Esta idea de
formación a lo largo de la vida, es asumida en todos los ámbitos educativos y, más
concretamente, en la formación en y para la empresa.

Zabala (2000), sostiene que, la importancia de la formación, se deriva en su vinculación


al crecimiento y mejora de las personas. Mejora que ha de ser entendida en un sentido
global de formación a lo largo de la vida desde la perspectiva de ir mejorando como
persona. Es decir, que no se puede pensar que una persona formada para desarrollar
un trabajo, a lo largo de su vida personal y profesional no necesite mejorar, aumentar o
adquirir nuevas competencias profesionales, culturales, sociales y personales porque así
lo está demandando el entorno laboral.

Así mismo, se establecieron los modelos de formación de formadores, como conceptos


teóricos fundamentales en el desarrollo de dicha investigación. Por un lado, se definió el
modelo enciclopédico, el cual considera que la competencia docente se consigue en la
medida que el profesor tenga un dominio de los saberes de las disciplinas que debe
transmitir, aunque el dominio del contenido disciplinar sea solo un sumatorio de saberes;
además, solo existe la preocupación del conocimiento del contenido, pero no de cómo se
debe enseñar. En este caso, según Pérez (1994), la formación didáctica pasa a un
segundo plano, y solo se reduce a adquirir la capacidad de explicar de manera secuencial

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y con claridad los contenidos, así como la evaluación y adquisición de estos por parte de
los estudiantes.

Por otro lado, se estableció el modelo comprensivo, el cual entiende, que el profesional
de la formación es un intelectual que pone en contacto a los estudiantes con los
aprendizajes científicos y culturales. Este modelo, no solo define la competencia por el
dominio que se tiene de los saberes de las distintas disciplinas, como en el modelo
anterior; sino, también, por el conocimiento de los procedimientos metodológicos para su
producción. En este enfoque, cobra especial interés la investigación sobre las disciplinas
y su comprensión. (Shulman, 1989). 343

Metodológicamente, la articulación de este trabajo quedó conformada, en su primera


parte, por el marco teórico y conceptual de referencia, que se justifica por el propio
planteamiento del problema y los objetivos de la investigación; una segunda parte,
conformada por el marco aplicado y justificación del diseño; y una tercera parte, en la
cual se presentaron los resultados, donde se establecieron las conclusiones más
relevantes y significativas del estudio, mediante la contratación de los resultados
obtenidos en el trabajo de campo y las reflexiones teórico-conceptuales, realizadas en el
marco teórico; y el estudio de distintas propuestas de mejora en el tema que los ocupó.

La formación de formadores y los programas de formación

Los resultados de esta investigación, evidenciaron, que según los implicados en el


estudio, y comparando la presencia en los programas actuales y su necesidad para la
formación, es clara la existencia de diferencias significativas en lo que se refiere a los
contenidos de detección de necesidades y priorización de las mismas; y sobre el sistema
de evaluación, su diseño en cuanto a instrumentos, agentes, modelo, y otros. En este
caso, la diferencia es mayor en cuanto a las necesidades de reforzar aún más o de incluir
más contenidos en los programas de formación, referidos a las necesidades y su
detección y al sistema de evaluación.

En lo que se refiere a los otros contenidos del diseño, la valoración de la necesidad es


superior con respecto a la presencia de contenidos, aunque la diferencia es muy
pequeña. En definitiva, hay que insistir en la necesidad, según los implicados en el
estudio, de dominar, un tanto más, los contenidos relacionados con el diseño de
formación.

De igual forma, la valoración de los contenidos, referidos a las bases psicopedagógicas,


mostraron la poca diferencia que existe entre la presencia que tienen en los programas
analizados y la necesidad de considerarlos; aunque la valoración de la necesidad, en
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todos los casos, es superior a la presencia. Se destacó, por otro lado, que los modelos
de enseñanza, la toma de decisiones y las técnicas de motivación, son contenidos
valorados como de indispensable consideración en los programas de formación de
formadores.

El investigador concluye, que, los responsables de la formación de formadores no


deberían olvidar que para mejorar dicha formación han de asegurar que los programas
sean de calidad y que permitan la adquisición de competencias. Además, considerar, no
solo qué resultados se obtienen, sino, cómo ha funcionado en la práctica el diseño
planteado, ya que este análisis es la base para valorar la pertinencia y adecuación de los 344
programas, para la posterior toma de decisiones con relación a la certificación de la
formación.

Siguiendo las líneas de este recorrido documental, se encuentra la tesis doctoral titulada
“De la educación para el trabajo a la formación para el empleo en el tercer sector”,
realizada en la Universidad Complutense de Madrid, en el año 2003, por el investigador
Miguel Barrigüete Garrido. Esta investigación se basa en una revisión bibliográfica de
varios temas que inciden en la problemática de la educación para el trabajo, que al
abordarlos y profundizar en ellos, se ratifica la importancia del tema objeto de
investigación de la presente tesis doctoral. El investigador, partió de la idea de que los
diversos e importantes cambios producidos por la última revolución científica y
tecnológica, han provocado un nuevo orden en la sociedad mundial actual. Este nuevo
orden, ha conducido a una nueva era, la Era de la Globalización, que se caracteriza,
entre otras cosas, por el aumento de las desigualdades en todo el mundo, por la
uniformidad de la cultura y el pensamiento, y por la aparición de diferentes crisis; entre
ellas, se destacan, las del empleo y otra de carácter más general: la crisis humana.

En lo que respecta a los fundamentos teóricos y diseño metodológico que orientaron esta
investigación, el autor estableció seis capítulos, cada uno de ellos fundamentado
teóricamente en autores y teorías particulares. El primer capítulo, consiste en un análisis
sobre la situación actual del mundo, apoyado en textos de análisis socio-políticos, de
conocidos autores españoles y extranjeros de actualidad como: Gómez Serrano, del que
se extrajo una visión del mundo moderno, apoyada en numerosos datos recogidos por
distintos organismos internacionales. Con Wallerstein (2000), Dezalay y Garth (2000),
Bourdieu y Polanyi (1998), realizó un recorrido a través de la historia mundial más
cercana a la evolución económico-política, hasta llegar al momento actual.

En el segundo capítulo, se enfatiza la idea del sufrimiento de una crisis humana tal
como lo plantean Hobsbawm, Horkheimer y Adorno (1995), quienes consideran que el
ser humano ha sido reducido a “hombre económico”. Por otro lado, se ha comprobado
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con Gorz, Arendt, Marcuse, Thompson y Habermas (1982) cómo el trabajo es una
categoría histórica. Por último, este capítulo recogió un amplio estudio crítico sobre la
relación entre empleo y educación, para el que se tomó como referencia a Martín Carnoy
(1997).

En el tercer capítulo, se aborda la crisis del Estado de Bienestar y, la aparición y


conceptualización del Tercer Sector; para lo cual consultaron los trabajos de Salinas y
Alguacil (1996), que hacen un recorrido desde la aparición del Estado de Bienestar
(Welfare State) hasta las distintas interpretaciones de su crisis que, por otra parte,
sintetizan Alonso y Jerez, (1997), los cuales, además, introducen la interpretación de la 345
propuesta neoliberal. Con apoyo de Fuentes, Azúa y Madrid (1996), se adentra en
las “nuevas” concepciones que han transformado el Estado en un mini Estado
mercantilizado.

El capítulo cuarto de esta tesis, se abordó la actividad económica del Tercer Sector, así
como sus posibilidades de empleo y las demandas de formación que se hacen desde el
mismo. Por ello, para definir este tipo de actividad que se conoce, de una parte, como
economía social y, de la otra, como economía solidaria, se comenzó en sus orígenes con
la ayuda de Motchane y Monzón (1989).

En el capítulo quinto, se profundizó en los temas educativos y formativos, partiendo de


los retos que se le plantean a la educación para este milenio, con el apoyo de autores
como De Petrella (2000). Posteriormente, analizó, con la ayuda, fundamentalmente de
Freire (1990) y de Lerena (1986), dos de los posibles modelos para abordar los retos
mencionados. Utilizó también un cuadro de Sánchez Delgado (2000) que sintetiza las
características de dichos modelos.

El último capítulo, es el que propiamente da nombre a esta tesis, porque en él se abordó


la propuesta de pasar de la Educación para el Trabajo a la Formación para el empleo.
Para argumentar lo que se entiende por “Educación para el Trabajo”, consultó de nuevo
a Lerena, Freire y Zabalza, (1986), pero también, a Fernández, Enguita y Ramonet
(1998). La introducción a lo que fue la propuesta de “Formación para el empleo en el
Tercer Sector”, se realizó con la reflexión de Pérez (2000) sobre las consecuencias
psicosociales que el desempleo puede producir.

El autor de esta tesis, concluye que, una de las funciones más importantes que desarrolla
la escuela, es la de educar a los jóvenes para incorporarlos al mundo del trabajo. La
formación que oferta el sistema educativo, socializa para la disciplina y la obediencia de
acuerdo con la división del trabajo y, aunque esta, ciertamente no es su única y exclusiva
función, adquiere particular relevancia en lo que respecta a las dimensiones que debe
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incluir una concepción de la formación que, como en nuestro caso, prioriza su validez
como elemento de acceso al empleo.

Por otro lado, cada vez más los media se encuentran entrelazados unos con otros,
funcionan en bucles de forma que se repiten y se imitan entre ellos. De esta manera,
gracias al mimetismo vacío, logran desvirtuar y vaciar de contenido, términos como el de
solidaridad y altruismo. Los media, entonces, los convierten en consignas y “slogans”, en
propaganda. Por estas dos razones, fundamentalmente, el Estado y muchas entidades
del Tercer Sector, pueden estar beneficiándose de ese doble modelaje que ha
conformado a muchas personas, en el sentido de estarse preparadas para trabajar y 346
además hacerlo de forma altruista. No obstante, por este mismo hecho, muchos trabajos
dejan de ser empleos y muchas personas resultan perjudicadas porque el mercado
laboral se reduce, añadiendo una dificultad más al momento de conseguir empleo. En
consecuencia, este fenómeno ayuda a que estas personas continúen o se incorporen al
desempleo, y a algunas otras, a permanecer o recaer en el ámbito de la marginación y la
exclusión.

Desde esta perspectiva, se puede afirmar que, debe superarse la educación para el
trabajo y, partiendo de la voluntad y verdadera intencionalidad de crear empleo, para que
los excluidos y marginados (que en definitiva son la razón de la existencia de este tipo de
organizaciones) puedan salir de su situación, promover e impulsar la formación para el
empleo.

Por último, de lo concerniente al panorama europeo, se analizó la tesis doctoral realizada


por Inmaculada Chiva Sanchis, en el año 2003, en la Universidad de Valencia, la cual
lleva por título “Evaluación de Programas de Formación Ocupacional en colectivos con
riesgo de exclusión social (Estudio de Validación de los Instrumentos del Modelo EFO)”
la cual tuvo como objetivo principal, validar los instrumentos del Modelo EFO para la
evaluación de programas de formación ocupacional dirigidos a colectivos con riesgo de
exclusión social (mujeres, jóvenes y parados de larga duración mayores de cuarenta
años).

Para validar el Modelo de Evaluación, la investigadora se centró en el cúmulo de


evidencias acerca de la adecuación del funcionamiento del mismo, ya que, un modelo no
se valida de forma total y exhaustiva para todos los usos posibles; sino que, se valida
específicamente para los usos previstos y, en todo caso, en las circunstancias de
funcionamiento de los programas para los que ha sido desarrollado.

La investigación se basó en una evaluación real, realizada en un contexto natural, lo que


supone una de las mayores riquezas de la investigación evaluativa. Así, muchos de los
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factores de invalidez o de control de las interpretaciones que pueden controlarse en la
investigación educativa, en este contexto, deben de ser atendidos como indicios o
evidencias, si es caso, más débiles, pero extraídos de la situación real.

Teóricamente, la investigación se fundamentó en autores como Cabrera (2000), quien


afirma que: “la evaluación es un fenómeno inherente a las prácticas intencionales y
sistemáticas”. Lo cual significa que, si se pretende llegar a algún lugar, es lógico
cuestionarse si se va por buen camino, y en qué medida se logra llegar a ese destino. De
este modo, la persona o grupo, recoge información sobre objetos, acontecimientos,
situaciones, y las contrasta con algún referente o modelo más explícito a fin de emitir un 347
juicio de valor.

Así mismo, la autora tuvo en cuenta los planteamientos conceptuales de Tejada (1992),
quien advierte la importancia dada a la evaluación en la formación, y concretando en la
Formación Ocupacional, la cual, ha llevado a identificar una gran cantidad de enfoques y
propuestas, que en buena medida, no difieren de los que se podrían encontrar en la
evaluación de otro tipo de programas educativos.

En este mismo orden de ideas, la investigadora realizó una revisión de los modelos,
enfoques o planes de evaluación que se han o pueden establecer en el caso de la
Formación Ocupacional, basado en trabajos anteriores llevados a cabo por el grupo de
investigación Jornet, Suárez, González, y Pérez (1996); Pérez (1998); González (1997);
Jornet (2000); Perales (2000).

La investigación analizada, se estructuró con base en unos principios de funcionamiento


que guían todos los análisis realizados: se centró en una aproximación a la
complementariedad metodológica (cuantitativa/cualitativa) y dando importancia a los
resultados descriptivos como base de reflexión posterior acerca del funcionamiento del
Modelo. Además, siguió en todo momento, el planteamiento teórico sobre Metodología
de Investigación Evaluativa en la Tesis Doctoral de Pérez Carbonell (1998), en donde se
decide no duplicar información y partir directamente de los hallazgos en su investigación.

Por otro lado, las mujeres del programa Inserción al Trabajo, empiezan a participar en las
acciones formativas con más edad que los hombres, aunque, hay menor número de ellas
en edades superiores a 46 años, por lo tanto, poseen mayor nivel de estudios que los
hombres, pues, en efecto, hay mayor porcentaje de ellas en estudios medios y
universitarios. Estas, tienen más tiempo buscando empleo que los hombres y hay menor
número de ellas que reciben una prestación por desempleo. Finalmente, las mujeres
tienen menos experiencia laboral relacionada con el curso que están realizando.
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La dimensión mejor valorada, en todos los colectivos y programas analizados, es siempre
el Profesorado, seguida de la Dimensión Metodología Docente. Por tanto, el estilo
docente se revela como el punto fuerte de la calidad de la Formación Profesional
Ocupacional.

Por el contrario, la Dimensión Infraestructura es la peor valorada, en el caso de las


mujeres tanto del Programa Inserción al Trabajo, como del Programa específico y
Expectativas, en el caso del grupo de hombres del Programa Inserción al Trabajo. Se
observa, además, que la dimensión peor valorada es Empleo en todos los grupos,
seguida a continuación de la Dimensión Infraestructura en los grupos del Programa. 348

Por su parte, las dimensiones Organización y Empleo son las que aportan mayor
capacidad de explicación respecto de la valoración global del cuestionario, explicando
más del 20% de la varianza de cada una de ellas. En todos los casos, es la Dimensión
Empleo la de mayor contribución (tanto el estudio descriptivo como el análisis de grupos
extremos mostraban la importancia de esta dimensión), a excepción del Programa
específico Jóvenes, dónde la Dimensión Organización es la que mayor aporte tiene.

2.2 Panorama Latinoamericano

En Latinoamérica, la preocupación por establecer el impacto causado por los programas


técnicos laborales, se evidencia en los diversos estudios que se han realizado dirigidos
hacia tal fin. Entre estos, el informe final presentado por la UNESCO en el año 2007,
titulado Educación Técnica y Formación Profesional en América latina y el Caribe, en el
cual, el autor Carlos Velazco Barraza (2007), realiza un análisis de la situación por la que
atraviesa la educación técnica laboral en Latinoamérica y el Caribe, aclarando los
desafíos que hay que atender con respecto a esta educación.

El informe, en su primera parte, se centra en la contextualización de este tipo de


educación en el territorio analizado. Aquí se aclara que, este territorio ha experimentado
en la última década, un interesante debate sobre el rol que le corresponde desempeñar
en el mundo contemporáneo que está pasando, pese a algunas predicciones, una etapa
de apertura caracterizada por un renovado énfasis en la integración social, la valoración
del conocimiento, la lucha contra la pobreza, el respeto por el medio ambiente y, en
general, por nuevas perspectivas conducentes al logro de una sociedad más justa, todo
esto en relación a la educación técnica laboral. En América Latina y el Caribe, este
fenómeno ha generado un grado importante en torno a los problemas que afectan su
desarrollo y, por ende, se ha expresado la necesidad de su adopción por los sistemas
educativos.
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La segunda parte, centra su atención en los desafíos que se deben atender a raíz de la
preocupación por este tipo de educación, los cuales son:

 Inserción de la educación técnica y la formación profesional en el marco de la


educación permanente,
 Integración de esfuerzos entre las agencias participantes,
 Dirimir entre descentralización o centralización de la gestión,
 Financiar adecuadamente los programas,
 Instituir una provechosa relación escuela-empresa,
 Mejorar la calificación del personal docente, 349
 Favorecer la inserción de las minorías, y
 Satisfacer la necesidad de una oportuna disponibilidad de información.

En lo correspondiente a las bases teóricas, el autor se fundamentó en autores como


Fretwell (2004), quien considera que, la educación técnica y la formación profesional, no
puede estar solamente orientadas hacia un empleo inmediato y a corto plazo, sino que,
proporcionen a los jóvenes una plataforma hacia el aprendizaje permanente, incluidos el
empleo y/o el ingreso en la enseñanza y formación post-secundaria.

De igual forma tomó los aportes de Tokman (1998); Macedo y Katzkowicz (2002), quienes
afirman que Latinoamérica es el mejor escenario donde se aprecia la necesidad de una
amplia reforma de la escuela media, para hacerla más inclusiva, solidaria, equitativa, e
integradora de saberes relevantes, para que proporcione una real igualdad de
oportunidades.

Las conclusiones presentadas en este informe, revelan que, una de las mayores
tensiones que se advierte, radica en la falta de sincronización entre los esfuerzos de los
sistemas educacionales y las necesidades del mundo laboral, toda vez que el primero no
ha asumido plenamente el rol que debe ejercer como proveedor de la fuerza de trabajo
calificada, requerida por el sector productivo de bienes y servicios.

La superación de las inequidades sociales en el sector educativo, aún dista mucho para
considerarla satisfactoria. En la actualidad, ser joven, étnicamente minoritario y residir en
el medio rural o en la marginalidad urbana, constituye un estigma que priva de
posibilidades de acceso a una vida digna.

El progresivo distanciamiento, entre la oferta de servicios educativos y la satisfacción con


esta del conglomerado social; este ha tomado conciencia de la importancia de una
educación pertinente y de calidad para el logro de mejores condiciones de vida.
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Las debilidades operacionales de estas modalidades formativas, se aprecian, asociadas
a una crónica insuficiencia de recursos para atenderlas. Corresponde ubicar las causales
en torno a la discrepancia entre discurso y acción, así como a un pertinaz enfoque
centrado en lo inmediato, junto a la incomprensible desaprensión por una visión de futuro
que exige políticas y estrategias consecuentes.

Siguiendo con la revisión documental, el análisis elaborado por Gallart, Miranda,


Oyarzún, Peirano y Sevilla (2003) y publicado por el Instituto Internacional de Planeación
de la Educación, titulado Tendencias de la Educación Técnica en América Latina.
Estudios de caso en Argentina y Chile, se convierte en referente fundamental para la 350
presente investigación, en la medida que dicho análisis centra su atención en presentar
una síntesis comparativa de los estudios sobre las reformas de la educación técnica en
Argentina y Chile.
Para tal fin, los autores estructuraron el informe en cuatro capítulos. En el primero, Gallart
describe y analiza la educación técnica en Argentina a lo largo de su historia, los procesos
y alcances de la última reforma y los desafíos para este tipo de educación en el comienzo
del nuevo siglo.

En el segundo capítulo, Miranda, uno de los responsables de la coordinación de la


reforma de la educación técnica en Chile, presenta los propósitos y las estrategias del
proceso, y analiza los primeros resultados disponibles acerca de los logros, dificultades
y alcances de la reforma.

En el tercer capítulo, Peirano y Sevilla, analizan el impacto de la educación media técnico


profesional en Chile, en relación con el mejoramiento de las oportunidades de los jóvenes,
vinculando las características socioeconómicas de los alumnos con: el rendimiento
escolar y los resultados en las evaluaciones de calidad; la continuidad de estudios
superiores, y las posibilidades de empleo de los egresados.

Finalmente, el documento integrador de Gallart, compara los procesos de reforma de la


educación técnica en ambos países; centrándose en sus objetivos, los puntos de partida,
los factores que influyeron en el proceso, las soluciones encontradas a la tradicional
tensión entre los fines vocacionales y propedéuticos de la educación media, los aspectos
organizacionales y curriculares, y el tiempo de duración de los mismos. Además, analiza
y compara la situación presente y sus perspectivas futuras.

En cuanto a referentes teóricos, el informe se fundamentó en Krause (1910), quien


advierte que el origen de la educación técnica en la Argentina es muy reciente: dentro del
modelo de país que se estableció a fines del siglo XIX en los momentos de mayor
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prosperidad, la educación pública tuvo un rol clave y dentro de ella se previó el lugar de
la educación tecnológica secundaria. La primera escuela técnica argentina, fue fundada
en 1898; era claramente una escuela secundaria con un doble objetivo: desviar la
matrícula de los egresados de la primaria –que se concentraba en las modalidades
orientadas a la universidad– hacia profesiones útiles, y proveer técnicos a la naciente
industria manufacturera. Se preveía así, ofrecer la opción de una carrera corta para
estudiantes de “escasos medios”.

Asimismo, tuvieron en cuenta la consideración de Butelmann y Romanguera, (1993),


respecto a la alta tasa de alumnos matriculados en educación técnica en Chile. En este 351
hecho, pudo haber influido una serie de factores asociados a ciertas expectativas de los
sectores populares como pueden ser: la factibilidad de obtener una calificación en un
contexto que hacía inalcanzable la universidad, los buenos resultados observados en
términos de inserción laboral y, también, por la existencia de evidencias que indicaban
que la probabilidad de finalizar los estudios medios era significativamente más alta entre
los estudiantes de escuelas técnicas.

Finalmente, se hicieron varias conclusiones: la educación técnica tiene, en ambos países,


una importante participación en la oferta de educación secundaria. Sin embargo, la
población atendida y el perfil del egresado es diferente para cada país: en el caso
argentino, se encuentra orientada a formar técnicos y no operarios de oficios, y ha sido
tradicionalmente elegida por alumnos de familias de clase media y de las capas
superiores de una clase obrera ascendente. En el caso chileno, se dirige más bien hacia
ocupaciones calificadas industriales y comerciales, siendo la modalidad con mayor
proporción de población proveniente de sectores desfavorecidos.

En cuanto al proceso de reforma, ambos países han compartido los objetivos de


mejoramiento de la equidad social y de la competitividad económica, modernización de
la enseñanza, reducción de las especialidades, énfasis en el desarrollo de competencias
básicas y postergación de la especialización a los últimos años de la formación. No
obstante, Chile ha mantenido una división entre la educación científico-humanista
(EMTP) y la técnico-profesional (EMCH) mientras que Argentina ha establecido el
polimodal (similar a los tres últimos años de la educación secundaria en la estructura
previa).

El nivel polimodal, se encuentra organizado en 5 modalidades: ciencias naturales;


economía y gestión de las organizaciones; humanidades y ciencias sociales; producción
de bienes y servicios; y comunicación, artes y diseño. Las escuelas pueden ofrecer el
polimodal por la mañana y la educación técnico profesional por la tarde (trayectoria
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profesional). También, en los dos países se han implementado procesos de
descentralización de la educación. En Chile, a través del reconocimiento de una
responsabilidad mayor a la institución escolar y a los padres en un “mercado de la
educación”; y en Argentina, a través de la transferencia de la gestión y la financiación del
Ministerio de Educación a las Provincias.

Ambas reformas han atendido la tensión entre los fines vocacionales y propedéuticos de
la educación técnica. En Argentina, al menos en los documentos de la reforma, se
establece que, todas las modalidades del polimodal estarían dirigidas a la continuación
de estudios universitarios y, además, articuladas con trayectos para la inserción laboral. 352
En cambio, la reforma chilena mantiene la educación media claramente diferenciada en
dos ramas: una encaminada al mundo del trabajo (EMTP) y otra preparatoria para
estudios universitarios (EMCH), aunque ambos son propedéuticos.

Las formas de financiamiento y de descentralización también varían. En Argentina, el


financiamiento es estatal para la escuela pública gratuita, mientras la escuela privada es
sostenida por financiación de los particulares o es, en parte, subvencionada por el Estado,
principalmente en los casos en que atiende a poblaciones de sectores desfavorecidos.
En Chile, la subvención incluye escuelas públicas y privadas y consiste en un monto por
alumno que es 22% superior en la EMT.

Con respecto a la situación actual de las reformas, se observa que Chile se encuentra
adelantado en la instalación del nuevo currículum modular, pero que el mismo ha tenido
durante la implementación modificaciones con respecto a los objetivos originales. Se
destaca la implementación del sistema dual, las escuelas de administración delegada,
las redes sectoriales de educación técnica para el intercambio entre las empresas y las
instituciones escolares, y el programa “Chile Califica” dependiente de los Ministerios de
Trabajo, Educación y Economía.

La reforma del nivel medio en Argentina, ha sido desigual entre las regiones, ya que se
trata de un país federal donde son las provincias las que tienen a su cargo los servicios
educativos. Se señala que –en líneas generales– la situación actual se acerca más a la
antigua escuela técnica que al modelo propuesto inicialmente por la reforma. En muchos
casos, aunque con diversos matices, las provincias han decidido proveer una
combinación de la modalidad “producción de bienes y servicios” del polimodal y, en
contraturno, un trayecto técnico profesional.

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2.3 Panorama Colombiano

A nivel nacional los estudios realizados con el fin de establecer el impacto de la educación
técnica, giran en torno al Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), como institución
principal en lo que se refiere a educación técnica en Colombia. Entre los estudios
realizados, encontramos el que llevó a cabo Sarmiento y González, en el año 2007,
titulado Evaluación del impacto del SENA en el capital social, cuyo objetivo fue realizar
una evaluación de los efectos que tiene la formación profesional, y algunos programas
específicos, en el fortalecimiento del capital social. Este análisis, es importante porque el
SENA es un punto de referencia obligado en los estudios y misiones sobre el mercado 353
laboral, la pobreza y la seguridad social en este país.

Metodológicamente, el estudio, en la primera parte de la investigación, hizo un recuento


de los avances teóricos. Posteriormente comparó los egresados del SENA con las
personas que no han pasado por la institución. Los ejercicios empíricos se realizaron a
partir de una encuesta general, la de calidad de vida, y de una encuesta específica,
diseñada exclusivamente para este estudio.

Teóricamente, el estudio estuvo basado en varios autores que aportan sus concepciones,
para poder tener claro lo que se conoce como las distintas formas del capital. Entre estos
autores están: Vargas (2001), que muestra como en economía, el capital social ha tenido
diversos significados: “el capital agregado de todas las formas de capital de un sistema
económico, el capital destinado a la prestación de servicios sociales, el capital acumulado
por medio de la inversión pública y el valor de las relaciones sociales”. Esto nos muestra,
cómo el capital social puede leerse desde ángulos muy distintos. Al respecto, Bourdieu
(1986) define el capital social como:

…el agregado de los recursos actuales o potenciales, que están vinculados a la posesión
de una red durable de relaciones, más o menos institucionalizadas, de aceptación mutua
y reconocimiento... o en otras palabras, la pertenencia a un grupo que le proporciona a
sus miembros el respaldo de su capital colectivo.

Coleman (1990), propone una definición más funcional del capital social. Es “el valor de
aquellos aspectos de la estructura social que pueden ser utilizados por los agentes para
conseguir sus propios intereses”. El capital social se inscribe en la estructura social y,
además, es funcional a los intereses del individuo.

El capital social no es una entidad aislada, sino una variedad de entidades que tienen
dos características comunes. Primero, todas tienen que ver con algunos aspectos de la
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estructura social y, segundo, facilitan ciertas acciones de los individuos inscritos en
dichas estructuras. (Coleman, 1990).

En cuanto al capital humano, la forma de relacionar el capital y el trabajo, cambia de


manera sustantiva en los años sesenta. Los estudios seminales de Schultz (1959),
Becker (1962, 1964), Blaug (1965, 1966), Mincer (1974), muestran los problemas
inherentes a la definición del capital humano. La teoría del capital humano, asociada al
nombre de estos autores, indaga por los determinantes del ingreso (experiencia,
educación, salud, talento, etc.). La persona llega a la empresa con un “capital” de capital
humano, que se refleja en el salario. Se trata de precisar los factores que determinan el 354
ingreso del trabajador.

El capital humano es menos tangible que el capital físico. La educación y los niveles de
calificación son aproximaciones muy imperfectas. Se busca que la brecha educativa se
refleje en los diferenciales de ingreso y de productividad. Usualmente los análisis se
realizan mediante modelos lineales, en los que el rendimiento económico guarda una
relación directa con el monto en dinero o el tiempo invertido (Field, 2003). Para Becker
(1964), el mejoramiento del capital humano, repercute en la renta monetaria y síquica. La
variable dependiente no es solamente el ingreso monetario, sino que también incluye la
renta síquica.

Los autores concluyen que, las acciones del SENA, inciden en el capital social. Dada su
amplia cobertura, los resultados de la institución pueden ser captados a través de
encuestas generales, como la de calidad de vida. Desde el punto de vista individual, los
egresados de esta institución tienen un mejor capital social que los egresados de otras
instituciones, y ello les permite permanecer menos tiempo en el desempleo, tener un
ingreso mayor, y una probabilidad más alta de estar ocupados.

El impacto generado por esta institución de educación técnica es menos claro cuando
está mediado por organizaciones, como las empresas y las cooperativas. El efecto que
produce el SENA parece perderse en las interacciones multicausales, que determinan el
ciclo de vida de las empresas. Las fluctuaciones del mundo de los negocios, dependen
de variables estructurales que no pueden ser modificadas por dicha institución. Aunque
no haya diferencia estadísticamente significativa entre las empresas apoyadas por el
SENA y las otras, la incidencia de esta, se nota en la mejor gestión, y en el estímulo de
actividades que favorecen el capital social. En líneas generales, la institución sigue
teniendo una incidencia positiva en el desarrollo del capital social en Colombia, por tanto,
las políticas públicas deben contribuir al fortalecimiento de la misma.

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Otro estudio realizado para establecer el impacto que genera el SENA en la sociedad
colombiana, es el realizado por Steiner, para FEDESARROLLO, en el año 2010, titulado
“Evaluación de impacto del programa Jóvenes Rurales Emprendedores del Servicio
Nacional de Aprendizaje – SENA”. Este proyecto tuvo como objetivo, el diseño de una
metodología de evaluación de impacto para cuatro de sus principales programas:
Formación de Técnicos y Tecnólogos (FT&T); Formación Especializada del Recurso
Humano Vinculado a las Empresas (FE); Innovación y Desarrollo Tecnológico con el
Medio Externo a la Entidad (IDT) y Jóvenes Rurales Emprendedores (JRE).

El documento se divide en siete capítulos, incluyendo esta introducción. El segundo, 355


expone algunos antecedentes sobre las evaluaciones de impacto que se han llevado a
cabo en el país acerca de la formación y otros servicios que imparte el Servicio Nacional
De Aprendizaje. Así mismo, presenta las principales características del programa y
su importancia en la oferta de servicios de la entidad. El tercero, resume las principales
metodologías de evaluación de impacto: su razón de ser, la importancia de construir
buenos contra factuales y las técnicas econométricas más usadas y robustas, que varían
entre la metodología de Propensity Score Matching, diferencias en diferencias, y
diferencias en diferencias condicional.

El cuarto capítulo, se encarga de presentar las diferentes etapas del proceso de


evaluación. Para eso se presenta el marco analítico sobre el cual concibió la propuesta;
se describe el proceso seguido para el diseño y recolección de las encuestas de línea de
base y seguimiento; se muestran las principales estadísticas descriptivas, tanto para el
grupo de control y el de tratamiento, como en la línea de base y su seguimiento. Después,
se presentan los principales resultados de la evaluación de impacto cuantitativa en
variables de impacto, que se agrupan en aquellas relacionadas con el mercado laboral,
en la capacidad de emprendimiento y en la de gestión y asociatividad.

Por su parte, el capítulo quinto, da las principales conclusiones y algunas


recomendaciones de política, y de la agenda de trabajo necesaria para consolidar este
importante esfuerzo, y ruta, para hacer del SENA, una entidad cada vez mejor en la
provisión de la formación y en la construcción de una mayor empleabilidad y capacidad
de emprendimiento de la fuerza laboral beneficiaria de sus servicios. Las dos últimas
secciones contienen la bibliografía y los anexos.

El análisis, permitió concluir la percepción de los egresados acerca de la formación,


cumplimiento de expectativas y valoración de los cursos recibidos por parte de los
beneficiarios. Un porcentaje por encima del 77% manifestó estar de acuerdo o muy de
acuerdo si lo aprendido en el curso había servido para aumentar los ingresos. Por otro
lado, un 62%, respondió que lo aprendido en el curso, ha servido para mejorar las
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condiciones laborales. Esto revela que, el programa se percibe en los egresados como
exitoso, al mejorar sus condiciones de empleabilidad. De otro lado, cerca del 74%,
manifiesta que el curso sí terminó en un proyecto productivo, lo cual representa un
porcentaje alto de éxito.

En cuanto al nivel de satisfacción, cerca del 88% de las personas respondió


afirmativamente a la pregunta de si el curso cumplió con sus expectativas, un porcentaje
significativo. Aproximadamente el 93% de estos lo calificó como excelente o bueno y solo
un 1% como malo. Este resultado indica un muy buen desempeño de los instructores y
del contenido del curso. 356

Participar de cursos del programa de JRE (Jóvenes Rurales Emprendedores) tiene


efectos positivos en el ingreso laboral por hora de las personas. En particular, el efecto
es cercano a los cinco mil pesos, valor muy diciente, si se tienen en cuenta que el ingreso
inicial de los tratados era de $ 8179. Pero uno de los más importantes efectos
encontrados, es sobre el nivel de empleabilidad de los egresados, pues el haberse
graduado del programa JRE aumenta la probabilidad de conseguir empleo entre un 13 y
14%, comparado con el grupo de control. De tal manera que, uno de los resultados
esperados, que es aumentar las oportunidades de encontrar empleo, se logra con la
intervención. Adicionalmente, el programa de JRE tiene repercusiones importantes en la
percepción del empleo de las personas, en particular, aumenta entre 5,7 y 5,9 puntos el
índice de percepción del interés sobre el empleo de los tratados (beneficiarios). Se
encontró que estos, una vez reciben la formación, contratan en promedio más personas
que los controles, para actividades relacionadas con la creación de un negocio.

El programa JRE ha tenido impactos positivos en áreas importantes relacionadas con las
condiciones laborales de sus beneficiarios, que se destaca, por el hecho de que va
dirigido a personas de zonas rurales y de origen en los segmentos más vulnerables de la
población. No obstante, al igual que en el programa de FT&T, se recomienda
complementar y contrastar los resultados de este estudio, con un análisis costo-
beneficio, que incorpore los costos directos e indirectos del programa.

3 Reflexiones finales

Luego de la revisión de las investigaciones, en diferentes contextos se puede destacar


en cada uno de ellos, lo siguiente:

En primer lugar, a nivel europeo, los estudios en evaluación de impacto de la educación


técnica laboral, son recurrentes y ofrecen aportes importantes en esta línea de
investigación. Asimismo, existe una tendencia a estudios de naturaleza cuantitativa, en
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cuyo análisis deja aspectos importantes que pueden generar miradas innovadoras en el
campo.

En segundo lugar, a nivel latinoamericano, la preocupación por evaluar el impacto de los


egresados de la formación técnica laboral, ha surgido generalmente de organizaciones
gubernamentales, lo que da cuenta de una preocupación oficial por la importancia que
representa esta modalidad educativa en el desarrollo de los estados latinoamericanos.
En consecuencia, estos estudios han estado ligados a fenómenos de desarrollo, llegando
a constituir un modelo evaluable que permita la consolidación de un sistema de esta
modalidad. 357

De igual manera, en este mismo contexto latinoamericano, en los resultados de las


investigaciones, se evidencia la falta de sincronización entre los esfuerzos de los
sistemas educacionales y las necesidades del mundo laboral, toda vez que el primero no
ha asumido plenamente el rol que debe ejercer como proveedor de la fuerza de trabajo
calificada, requerida por el sector productivo de bienes y servicios. Da cuenta de esta
discordancia, la generalizada insatisfacción entre la oferta de servicios educativos y del
conglomerado social; este ha tomado conciencia de la importancia de una educación
pertinente y de calidad para el logro de mejores condiciones de vida. No obstante,
también se pueden señalar debilidades operacionales de estas modalidades formativas,
asociadas, a una crónica insuficiencia de recursos para atenderlas. Aunque en casos
como Argentina y Chile la educación Técnica tiene una importante participación en la
oferta de educación secundaria.

En el caso colombiano, los estudios realizados para determinar el impacto de la


educación técnica, tienen como referencia de ese modelo, al Servicio Nacional de
Aprendizaje (SENA), como Institución principal en cuanto a educación técnica se refiere.
Las acciones del SENA inciden en el capital social. Dada su amplia cobertura, los
resultados de la institución pueden ser captados a través de encuestas generales, como
la de calidad de vida.

Finalmente, en Colombia, la investigación en este campo es muy limitada; sin embargo,


las pocas que se pueden encontrar, están enmarcadas en estudios de Satisfacción del
cliente o de evaluación de resultados propiamente dicha (adquisición de conocimientos,
competencias o destrezas). En ambos casos, la evaluación da respuesta a cuestiones
que se derivan de los resultados o productos inmediatos de la formación (Wade, 1998).

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CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
UN ENFOQUE PEDAGÓGICO PARA LA PEDAGOGIA INFANTIL

MARCELA MARGARITA JIMÉNEZ376


Universidad Militar, Colombia

Resumen

La práctica pedagógica en los diferentes niveles de la formación inicial, debe 361


dimensionarse como un espacio donde se construyan aprendizajes con base en las
problemáticas o ambientes donde esté ubicado el estudiante quien está enfrentado a
retos y desafíos que le permitan evidenciar desde una visión inter y transdiciplinar la
competencia profesional en la solución de los problemas en un campo de acción que le
es propicio.

Es así que los principios y propósitos que orientan su formación en pedagogía infantil,
deben estar centrados en una sólida formación pedagógica y axiológica, capaz de llevar
a la práctica los procedimientos y estrategias que le den la posibilidad de interactuar,
solucionar problemas, plantear desde su realidad política, económica, social y cultural
hacia otros contextos, resignificando, recontextualizando, reconceptualizando y
transformando con alto nivel ético y conocimiento científico.

Palabras clave: Pedagogía. Enfoque. Educación Inicial. Educabilidad. Enseñabilidad.


Evaluación.

Introducción

La Educación Superior en Colombia tiene la misión de poner a la disposición de los


estudiantes una selección del capital intelectual, emocional y teórico con el que cuenta la
sociedad. En este sentido se plantea la necesidad de que las propuestas de formación
de formadores integren los saberes académicos que han de ser construidos, aprendidos
y compartidos a partir del acumulado académico – cultural con pertinencia social y
pertinencia académica, siendo el producto del análisis investigativo de los docentes a su
propia práctica.

376
Doctoranda Ciencias de la Educación. Docente Universidad Militar, Investigadora Asesora y Consultora
académica AMCM Group y el Fondo Nacional de Ahorros. majimatt@gmail.com

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Es así que se privilegia un esquema de aprendizaje autónomo propuesto en un modelo
constructivo, en el marco de la integración curricular e investigativa.

Dentro de este esquema autónomo, se debe tener en cuenta la contextualización que


responde a las necesidades básicas del contexto cultural y social tal como lo requieren
los cambios en la socialización. Es así como se seleccionan aquellos tópicos generadores
que representen mayor proyección social en el contexto educativo, a partir de los
intereses personales de quienes aprendan, logrando satisfacer la necesidad de formación
integral.
362
Igualmente es necesario seleccionar conocimientos que puedan ser aplicados con
propiedad en la comprensión y solución de gran número de problemas, disciplinar e
interdisciplinariamente, presentando la posibilidad de servir como marco conceptual para
estudiar e investigar la realidad del hecho educativo.

Los conocimientos darán al estudiante la posibilidad de contar con un campo sobre el


qué pensar y actuar, aumentando gradualmente éstas capacidades mediadas y
dinamizadas por la práctica educativa y la investigación.

En Colombia la formación de los maestros y maestras para la Primera Infancia ha


presenciado diferentes cambios, que parten desde la concepción de la formación
Tecnológica, con una duración de entre 2 y 3 años, hasta llegar a la profesionalización
en el nivel de Licenciatura cuya duración es de 4 años. Y se inicio a partir de la
expedición de la Resolución 5772 de 1995 que permitió que las instituciones
tecnológicas que ofrecían programas de tecnología en educación antes de 1994 podían
acceder a programas de licenciatura con la aprobación del ICFES.

“Tanto la Ley 30 de 1992 como la Ley 115 de 1994 asumieron en forma directa el
sentimiento nacional de garantizar la formación de los profesionales de la educación
dentro de características de alta calidad. En el Decreto 272 de 1998 se estableció, dentro
del marco de desarrollo de la calidad para los programas de formación de maestros en
las instituciones de educación superior, la acreditación previa en la cual el Estado
caracterizó la formación profesional desde los núcleos del saber pedagógico y optó por
la pedagogía como disciplina fundante”377

Significó también una modificación al proceso de formación de maestros y maestras,


incrementando a 5 años la duración de los programas y dándole exclusividad a la
Universidades para ofrecer este tipo de educación. Posteriormente este Decreto fue
derogado por el Decreto 2566 de 2003, mediante el cual se reglamentó la acreditación

377
Documento Autoevaluación- Facultad de Educación, Universidad de Antioquia.
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para todos los programas de Educación Superior y se abrieron más posibilidades para
la formación técnica.

Según Graciela Fandiño los programas de Formación de maestros y maestras en


Educación para la Primera Infancia en Colombia comparten los lineamientos de la
normativa al respecto. Se evidencia el cambio de la concepción tecnológica a la
profesional en función de una práctica reflexiva originadora de un maestro y una maestra
con un perfil práctico, reflexivo e investigador producto de la investigación –acción, la
Educación Popular, el Constructivismo, la Psicología y la Pedagogía. También se
asocian “los procesos de construcción de lengua escrita, el conocimiento matemático y 363
el niño como científico”378 . Cabe señalar que la autora elabora una clasificación de los
principales rasgos comunes de los programas de Educación para la Primera Infancia en
términos de Fundamentación Teórica e Histórica de la Pedagogía y del Desarrollo del
Niño, Formación Investigativa e innovadora, Trabajo con la Familia y la Comunidad,
Formación en Disciplinas, Permanente Cualificación del Maestro, Formación Práctica,
Demandas Sociales y Rango de Edad.

Con el propósito de poder garantizar y darle la continuidad del proceso de reforma de los
programas de educación establecidos en el derogado decreto, el Ministerio de Educación
Nacional expide la Resolución 1036 de 2004, la cual confirma y direcciona los núcleos
del saber pedagógico, como génesis de la formación pedagógica, para buscar asegurar
un marco de identidad de los educadores a partir de su formación y de equidad en las
ofertas.

Desde lo anterior y la experiencia construida en varios años de trabajos en Programas


de formación de formadores para la primera infancia, esta ponencia desarrolla una
orientación particular de una propuesta de formación, que busca responder a las
exigencias del nivel, en la búsqueda permanente de poder extraer los mejores
resultados, en este periodo tan significativo, dado que consolida las bases para el
andamiaje de la formación del ser.

378FANDIÑO Cubillo, Graciela. . “Formación de Maestros y Maestras para la Educación Infantil entre
Currículo y Práctica”. Ver: Formación de Docentes y Educadores en Educación Infantil. Una apuesta clave
por el desarrollo integral de la primera infancia en Cooperación con la OEI, IDIE y el Gobierno de la
Comunidad Autónoma de Aragón. 2008.
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Desarrollo

1- Antecedentes de la formacion profesional de formadores

Son múltiples y variadas las diferencias que se pueden encontrar entre regiones y países
acerca de programas de formación de maestros para el o los niveles correspondientes a
la primera infancia, diferencias relacionadas con la forma como cada país entiende la
organización y concepción de la atención infantil y la educación. Los antecedentes que a
continuación se presentan se desarrollan desde las categorías de: modalidades
formativas y la obligatoriedad del nivel en el sistema educativo de los países. 364

Modalidades Formativas: A nivel mundial existe una gama de modalidades auxiliares,


técnicos, normalistas y licenciados las cuales se diferencian básicamente en los tiempos
de formación y las competencias que privilegian; por otra parte la denominación de estos
programas es igualmente variante profesor pre-primario en el Ecuador, Educador de
párvulos en Argentina, Licenciado en educación preescolar o parvularia en Colombia y
Chile, Licenciado en pedagogía infantil en Colombia, maestro especialista en educación
infantil en España, Educador de la infancia en Portugal.

Obligatoriedad del nivel en el sistema educativo de los países: En este aspecto las
diferencias surgen de las características culturales y políticas de cada país, mientras que
para algunos no es obligatoria (Cuba, Uruguay y Alemania) para otros como Colombia y
Japón es un nivel esencial para el desarrollo de la sociedad, a pesar de ello en todos es
considerado uno de los niveles de la educación formal, igualmente coinciden en el rango
de edad que se atiende en este nivel y en el interés por el desarrollo integral del niño.

Contenidos Curriculares: La formación del maestro para el nivel preescolar tanto en


Europa como en América Latina evidencia algunas tendencias comunes en la
estructuración de los contenidos curriculares desde los cuales se forman centrándose en
la lúdica, el juego y la psicología infantil, las distancias se plantean en América Latina por
su interés en formar sobre teorías curriculares y en Europa por su interés en el
conocimiento y atención del niño. Con relación a las asignaturas más frecuentes en los
planes de estudio de las propuestas en América Latina tenemos la didáctica en Perú,
Venezuela, México y Panamá; investigación en Perú, Venezuela, México y Chile; los
modelos pedagógicos en Venezuela y México; lengua materna en Venezuela y Chile y
las artes en Venezuela y Panamá, a pesar de lo anterior las diferencias entre los planes
de estudio no son muy significativas.

Al realizar el análisis de las distintas propuestas de formación de los maestros para el


nivel pre-escolar en Colombia se encuentran tendencias muy marcadas con relación a
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contenidos curriculares, concepción del papel del maestro, concepción sobre el niño.

Contenidos Curriculares: Con relación a la organización curricular se observa una


tendencia a construir propuestas integradas por temáticas, ejes o núcleos. En este
aspecto se incluye igualmente lo referente a la importancia que en la formación del
maestro tiene el desarrollo de la práctica pedagógica que coinciden en tener carácter
investigativo como asunto propio de la práctica del maestro, las diferencias radican
básicamente en la intensidad y periodicidad de las mismas.

Concepción del Papel del Maestro: Se perciben dos tendencias, una relacionada con el 365
maestro como sujeto educativo y otra que concibe al maestro como pedagogo; la primera
se interesa por su desarrollo como ser humano y sujeto cultural, sus procesos de
comunicación y su identidad profesional; la segunda por su parte centra su interés en
formar un maestro con amplios y fundamentados conocimientos de cultura, educación,
pedagogía, gestión de la educación por un lado y por otro un conocimiento profundo y
contextualizado de la infancia.

Concepción sobre el Niño: Todos los programas coinciden en mirar al niño como un ser
integral multidimensional, lo cual se refleja en la tendencia a denominar los conjuntos de
contenidos del plan de estudios de acuerdo con las dimensiones de desarrollo del niño y
apertura de espacios que favorezcan experiencias de análisis del contexto político,
económico y social que originan la problemática de la infancia en el país y la región, así
mismo experiencias relacionadas propiamente con el trabajo de atención a la infancia en
relación a acciones puntuales que favorezcan el desarrollo de sus múltiples dimensiones.

Finalmente es bueno añadir que Colombia se encuentra entre los pocos países que
Evelan celosamente desde un marco legal específico, la formación del maestro para los
diferentes niveles del sistema educativo con lo cual se pretende lograr la consolidación
del proyecto de nación que se plantea en la Constitución Nacional de 1991 y que se
decanta en la Ley General de Educación para orientar la formación del proyecto de
hombre que requiere el país que deseamos tener.

2- Características particulares para un programa de Licenciatura en Pedagogia


Infantil

Se inscribe basado en tres tendencias del ejercicio profesional; Pedagógica –


Epistemológica y Didáctica; Humanística y Ética; Social – Científico y Tecnológico.

La tendencia “Pedagógica - Epistemológica – Didáctica” la fundamenta en una


educación para la vida permitiendo a todos sin excepción que puedan hacer fructíferos
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sus talentos y sus capacidades de creación y adaptación crítica a las situaciones que
plantea nuestra época.

En el marco de un Programa de Pedagogía Infantil, la pedagogía adquiere una gran


trascendencia por ser esta la disciplina fundante de la profesión educativa; pensar en la
identidad y excelencia académica del profesional de la educación es ubicarlo en la
pedagogía entendida ella como la disciplina que define su naturaleza y lo ubica en el
objeto y razón de ser de su responsabilidad social.

La pedagogía garantiza que la sociedad pueda contar con la capacidad del profesional 366
de la educación para: Producir conocimiento e innovaciones en el campo educativo y
didáctico; permite que los estudiantes se apropien de los más altos valores humanos y
de los mejores saberes disponibles; crea condiciones agradables en las instituciones
educativas y hacer que la acción formadora ocurra en un ambiente democrático de
autoestima y solidaridad, (para que las mejores experiencias y conocimientos
pedagógicos construidos sean sistematizados, acumulados, reproducidos, lo cual
significa formar tradición pedagógica).

Entendiendo la profesión del maestro como un fin determinado: contribuir en la formación


de los niños que harán posible la existencia de la sociedad, esto lo puede cumplir porque
su profesionalidad está fundamentada en la autoridad que le da el poseer el “saber
educar” basándose en conceptos como los de educabilidad y enseñabilidad necesarios
en una era de diversidad industrial y de ampliación de las democracias como la que nos
corresponde vivir, donde la pedagogía y el pedagogo tienen la posibilidad de convertir las
ciencias en potencial y en contenido de formación para los niños, jóvenes y adultos cuya
educabilidad está condicionada por factores socioculturales diversos y por fines de la
educación históricamente determinados.

Desde un programa de Pedagogía Infantil se es consciente que para que los pueblos y
naciones surjan, deben estar cada día intelectualizándose y creando profesionales
altamente capacitados que puedan competir con éxito en el mundo globalizado y así
elevar el nivel de vida de su población. Para ello se requiere que los conocimientos sean
impartidos por educadores capaces de preparar personas con habilidades básicas para
la abstracción, el pensamiento sistemático, comprensión crítica, sentido común y la
resolución de problemas, en capacidades que incluyen la colaboración, la confianza, la
perseverancia y el trabajo en equipo, para satisfacer las necesidades de los individuos y
de la sociedad. Y que estos educadores se puedan desempeñar en primera instancia,
prestando un servicio dentro del sistema educativo y que desde la pedagogía como saber
fundante dinamicen un saber complejo.

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Que a partir de su saber pedagógico, epistemológico, didáctico, abran espacios para la
construcción colectiva de saberes respetando las posturas del otro en actitud dialogal y
flexible.

3- Fundamentacion teórica y metodológica del programa

Dentro de la propuesta pedagógica, se sitúa al maestro en un lenguaje específico


caracterizado por la articulación pedagogía – investigación – formación. Desde allí se
configura su relación con la enseñabilidad y con la ciencia, en el contexto de la sociedad
y la experimentación; para generar saber pedagógico e innovaciones y posibilitar el 367
desarrollo de la didáctica, con la finalidad de apropiación de la teoría para mejorar la
práctica pedagógica.

Para trabajar ese ambiente educativo con los profesores y los estudiantes, se recomienda
el seminario permanente, concebido como un espacio dedicado a la reflexión, y al estudio
de textos, concernientes al crecimiento profesional, para el fomento y apoyo a
experiencias investigativas, a soluciones de problemas de aula, donde cada docente,
desde su saber disciplinar y a manera personal y profesional, aporta sus conocimientos
para configurar el espacio de la integración del conocimiento y responder a los retos de
formación y mejoramiento académico deseables para beneficiar a la comunidad
educativa.

3.1. Propuesta pedagógica

Tratar de enmarcar teóricamente una propuesta en una perspectiva contemporánea, al


amparo de los supuestos epistemológicos actuales no puede dejar de lado los referentes
históricos que desde la mayéutica socrática buscaban las respuestas a los interrogantes
que la vida cotidiana formulaba a los sujetos quienes como constructores participaban
activamente a partir del diálogo, la comunicación y la convivencia maestro - alumno.

En esa construcción del saber pedagógico hay que considerar el aporte de Comenio y
Pestalozzi quienes con sus conceptos sobre la enseñanza, señalaron las primeras luces
hacia el paidocentrismo que Rousseau planteara como punto de partida hacia los
enfoques modernos de la enseñanza y del aprendizaje. La educación dice Rousseau,
siguiendo a Sócrates consiste en el desarrollo de los órganos y facultades internas
congénitos en el hombre. Educar es descubrir dichas potencialidades y desarrollarlas.
Lo importante es lograr en el alumno el deseo de aprender; no se trata de enseñarle una
ciencia, sino de estimularle a una que se aficione a ellas proporcionándole los métodos
para que la aprenda cuando se desarrolle su interés, que sepa algo porque lo haya
comprendido, no porque se lo habéis dicho, que invente la ciencia y no que la aprenda.

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Los planteamientos de Sócrates y Rousseau, hoy día mejorados con los planteamientos
ambientalistas, permiten reconocer la importancia del sujeto en el aprendizaje pero lo
condicionan a las variables culturales y contextuales ya que como se expresa Bruner,
más fuerte que la genética es la cultura de los individuos al momento de aprender. Sin
embargo, el aporte de estos grandes hombres se convierte en un legado de gran valía
para los procesos que se viven hoy en el aula, ligando la pedagogía a la vida, al medio
social y al entorno tal como lo pensaba Celestin Freinet, quien con esto abre un nuevo
espacio al pensar de la Educación que aun hoy prevalece.

368
3.1.1 Educabilidad Dimensión Humana:

En esta reflexión, esta propuesta pedagógica no puede dejar de lado la influencia


Herbatiana, en el sentido de que las metas de formación que se proponen lograr en los
futuros docentes, están centradas en la educabilidad, objeto principal de la educación.
Pero no en una educabilidad basada en la instrucción como lo propone Herbart, sino en
una educabilidad que, partiendo de lo pedagógico se constituya en un complemento
humanístico, ético y social. Así, la formación contribuye al desarrollo de competencias
para la búsqueda del conocimiento, al manejo de la creatividad, a la formación
pedagógica y a la capacidad para resolver problemas y contribuir al desarrollo
sociocultural y económico de su entorno. En el siglo XIX Johann Friedrich Herbart trabaja
el concepto de educabilidad desde el punto de vista teórico – científico. La pedagogía
contemporánea sin olvidar la fundamentación Herbatiana retoma el concepto como la
tendencia activa a aprender los saberes y valores necesarios para la formación individual
desde perspectiva social de desarrollo humano.

Es así que la meta de formación, parte de la concepción Herbatiana siguiente: “El


concepto fundamental de la pedagogía es la Educabilidad del individuo que se educa 379”,
el cual se asume en la propuesta en sus diversas dimensiones y manifestaciones, según
el proceso de desarrollo personal y cultural y sus posibilidades de formación y de
aprendizajes.

El propósito fundamental de toda educación es preparar para el mundo de la vida y para


el desarrollo del conocimiento, de la belleza y el saber.

El acto educativo no es una mera transmisión de saberes, sino un proceso mediante el


cual el propio sujeto crea y recrea los sentidos del conocimiento. Educabilidad es
entonces la posibilidad que tiene el acto educativo de ofrecer a los sujetos las
herramientas para pertenecer al mundo plural y multidiverso, a partir de sus

379 SAAVEDRA, R. Manuel. Diccionario de pedagogía 1998.


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potencialidades éticas tal como lo plantea Habermas: El proyecto ético, o la moralidad,
se construye gracias a un proceso comunicativo libre de dominación, en donde se
reconozca al otro como interlocutor válido, partiendo de la base de que la vida se
construye colectivamente.

El reconocimiento de la actitud dialógica se torna indispensable para construir un mundo


verdaderamente humano. La actividad se torna en condición indispensable para
construir la identidad como sujetos pensantes y perfilarse como profesional idóneo que
se muevan en la ínter subjetividad de lo cotidiano.
369
Reconocer al otro implica entrar en relación dialógica comunicativa maestro – alumno,
maestro – maestro, alumno – alumno, para construir socialmente proyectos éticos en el
colectivo social.

Se debe entonces asistir y acompañar a los estudiantes en sus aprendizajes


permanentes, moviéndose en una cultura en donde como seres humanos y educadores
no sean como “Cañas agitadas por el viento”380 sino personas con estructura sólida tanto
en sus saberes como en sus metodologías, valores y actitudes ante el mundo y ante la
vida, que se vivencia en su quehacer profesional.

El currículo expresa componentes que facilitan la adquisición de andamiajes para


“Educarse” inmersos en todas las disciplinas que en últimas tienen como principio educar
en la integridad, entendiéndose por educar el aportar las herramientas a quienes
adquieran la necesidad y el compromiso de educarse, a partir de un proceso de
concertación y negociación permanente, en donde la pedagogía como saber fundante lo
posibilite.

El concepto de educabilidad se mueve desde el contexto de los alumnos teniendo en


cuenta sus características cognitivas, y sus escalas valorativas frente a las del entorno
social y las variables contextuales que presenta la cultura, que en ocasiones son
resistentes al cambio. Por ello, es necesario desde el aula, propiciar las rupturas
epistemológicas para la construcción de valores éticos, morales y sociales en
contraposición a los modelos contextuales.

En este sentido, el clima del aula y el clima institucional se tornan como ambientes que
faciliten a los profesionales potenciales, la construcción de sus proyectos éticos
individuales partiendo de la armonía, el respeto, la responsabilidad, el diálogo, el trabajo,

380 Flórez Rafael – Hacia una Pedagogía del Convencimiento. Editorial McGraw Hill. Bogotá D.C.
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la autoestima y la superación personal como valores de convivencia social que sirven de
marco de identidad del sujeto que se quiere lograr.

Centrándonos en las relaciones de saberes podemos pensar en el papel de éstos en los


procesos democráticos del aula, basados en el respeto, la justicia, el pluralismo, la
tolerancia y la capacidad de decidir; produciéndose un intercambio y socialización del
conocimiento, lo cual le facilita al sujeto el desarrollo de sus competencias.

La Educación Superior, y más aún la dedicada a la formación de educadores, debe


entonces dinamizar este saber a partir de la organización de su actividad con sentido de 370
lo pedagógico, propia de la reflexión pedagógica de quienes en la Institución manejan las
prácticas: Los maestros. Reflexión que se nutre en la relación diaria maestro – alumno,
maestro – maestro, con los logros, las dificultades, los conflictos, las experiencias de aula,
es decir con la investigación del sentido de todo lo que se hace en el aula, de las
características de los alumnos, de los saberes que se ofrecen y su historia, reflexionando
todo este quehacer a la luz de los grandes maestros de la pedagogía de todos los tiempos
(Decroly, Comenio, Herbart, Pestalozzi, Kant, Dewey, Piaget, Claparede) epistemólogos
y pedagogos actuales que en una u otra forma iluminan una pedagogía de saberes
centrada en el alumno, partiendo de su interior, atendiendo a sus potencialidades y
desarrollo mental recalcando la necesidad de no apartar la reflexión de cualquier
conocimiento científico.

Toda práctica escolar de aula o proyectos se debe pensar a partir de esa reflexión
pedagógica, una práctica teorizada y pensada, que tome cada tópico y cada proyecto
como una vía para llevar al alumno a interrogar, a adquirir herramientas de pensamientos
y habilidades para el manejo de situaciones nuevas, y debe así mismo abrir posibilidades
al discenso, a lo diverso, a la incertidumbre, mostrar diferentes posturas y formas de
manejar situaciones lejos de los modelos estáticos inamovible, y rutinizantes de algunos
sistemas educativos actuales.

Las relaciones flexibles maestro – alumno, desde la dialógica del saber se dinamizan
mediante la confrontación y al mismo tiempo la armonización de los saberes que se
explicitan en el aula, del saber disciplinar, del saber cotidiano de los alumnos y del saber
pedagógico del maestro. Una verdadera investigación formativa de aula, deberá manejar
el conflicto que pueda generar el poner estos saberes en contacto, a través de los juegos
del lenguaje en el quehacer educativo diario.

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3.1.2 Enseñabilidad Dimensión Histórica:

La enseñabilidad en el enfoque pedagógico se plantea a partir del contexto general del


saber, teniendo en cuenta los sujetos que aprenden el ¿por qué?, ¿cómo?, ¿con qué? y
a partir de qué se le va a enseñar, teniendo en cuenta los constructos personales que le
anteceden a la experiencia del saber en el aula de clase.

Afirman Gallego y Pérez que “los saberes son estructuras conceptuales metodológicas,
estéticas, actitudinales y axiológicas y por lo tanto son decodificables, interpretables,
discutibles y a su vez responden a posiciones epistemológicas identificables, ingenuas o 371
elaboradas rigurosamente”381 por lo que, dicen los mismos autores, “la enseñabilidad de
cada saber depende de los compromisos epistemológicos de los docentes con estos, lo
cual les permite hacer una lectura con sello personal”382.

Es así como se plantean para el diseño curricular diferentes saberes que se reconstruyen
a partir de su origen y desarrollo histórico, empleando en su enseñanza metodologías
(planteadas por los diferentes autores en sus producciones escritas) que permitan el
debate y la aproximación crítica a los mismos, siendo posible las nuevas construcciones
por parte tanto de docentes como de los alumnos.

En este contexto se mira la práctica pedagógica de la enseñanza de cada saber cómo


una oportunidad de adquisición de conocimientos enriquecedores que mejoran la
enseñabilidad de los mismos, logrando los puntos de encuentro entre los mismos en el
marco del saber interdisciplinar.

El planteamiento de las disciplinas se enmarca en las nuevas concepciones


epistemológicas en donde se rompen los esquemas empiro – positivistas dando espacio
a la falsación, a la emergencia de nuevos cambios paradigmáticos que compiten con los
ya existentes en donde ya no es válida una sola postura sino que es permitido el discurso,
la confrontación y la relación con otras perspectivas como poder que gesta nuevos
saberes. Esto plantea, desde el aula, nuevas formas de hacer y de pensar que privilegian
el desarrollo de los procesos cognitivos ante la mera transmisión de contenidos sin
reflexión.

El nuevo concepto de enseñabilidad así pensado, permite mirar cada saber desde su
entorno de formación y evolución, revalidando así el papel que las sociedades han tenido

381 Gallego, Badillo Rómulo. Perez, Miranda Román. Aprendibilidad, Enseñabilidady Educabilidad en las
Ciencias Experimentales. 1994.
382 Ibid.

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en la formación de cada conocimiento, recalcando la validez académica de su
construcción social.

La enseñabilidad de cada disciplina, se proyecta como afirma Flórez, en los principios


siguientes:

“Enfoque Pedagógico: Metas de formación y de aprendizaje contenidos prioritarios,


según el desarrollo y potencialidades de los alumnos.

Secuencia de Contenidos: Técnicas y métodos de enseñanza. El enfoque parte de la


reflexión a partir de posturas epistemológica del maestro. 372

El segundo principio parte del conocimiento de los niveles concretos de los alumnos,
necesidades, intereses, motivaciones, expectativas sobre la materia a enseñar, ideas y
experiencias previas, lo cual le permiten diseñar la enseñanza específica para esos
alumnos.

Este conocimiento previo permitirá construir los andamios necesarios para aprender la
disciplina, y elaborar su diseño didáctico. Bajo estos principios se construye el contexto
de la enseñabilidad en el proceso curricular de la Licenciatura en Pedagogía Infantil”383.

4- Principios y propósitos que orientan la formación

Los principios y propósitos que orientan la formación para un estudiante en pedagogía


infantil, están centrados en una sólida formación pedagógica y axiológica, capaz de llevar
a la práctica los procedimientos y estrategias que le den la posibilidad de interactuar,
solucionar problemas, plantear desde su realidad política, económica, social y cultural
hacia otros contextos, resignificando, recontextualizando, reconceptualizando y
transformando con alto nivel ético y conocimiento científico.

Por consiguiente, la formación del docente como profesional de la pedagogía infantil


estará orientada a:

 Generar un conocimiento pertinente de manera que reconozca los problemas de su


entorno, de su región, de su nación y del mundo para plantear y solucionar problemas
desde la ciencia, la técnica y la tecnología, abriendo espacios para la investigación en
y fuera del aula.

383 FLÓREZ, Ochoa Rafael. Enseñabilidad y Pedagogía.


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 Propiciar el conocimiento ético, para lo cual debe trabajar la humanidad; guiando la
vida de su aprendiente hacia el respeto por las diferencias ideológicas, políticas y la
diversidad cultural, dentro de un ambiente de solidaridad, cooperación y comprensión
del género humano.

 Propiciar el gusto por el rigor, el esfuerzo, la disciplina y el respeto por el saber y la


pedagogía como ciencia fundante del profesional en educación infantil.

 Posibilitar el desarrollo de habilidades cognitivas, metacognitivas y comunicativas en


373
el docente profesional en educación infantil para que oriente con propiedad la
formación de su aprendiente, de tal manera que este pueda interactuar en su medio
social.

 Favorecer la apropiación y utilización de estrategias pedagógicas –didácticas para


orientar el aprendizaje del niño, de tal manera que a partir de su dominio puedan
proponer innovaciones pedagógicas.

 Creativo, gestor de proyectos institucionales en beneficio del niño, la familia y la


comunidad que favorezcan el desarrollo, la creatividad, la inteligencia del niño para la
proyección y transformación del entorno.

4.1. Competencias del Licenciado en Pedagogía Infantil

Se debe sustentar el perfil formativo, desde el desarrollo de competencias enmarcadas


en la propuesta de la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI de la
UNESCO (Delors, 1996), según la cual la educación a lo largo de la vida se basa en
cuatro pilares: aprender a conocer (competencias cognitivas), Aprender a hacer
(Competencias profesionales), aprender a ser y a vivir juntos (competencias
socioafectivas). Entendido el proceso formativo de manera integral, el programa concibe
estas competencias interrelacionadas en torno a la construcción de proyectos de vida,
desde la concepción del ser humano como un todo.

4.1.1. Competencias cognitivas (el saber):

 Capacidad de establecer una comunicación con los saberes, orientada a la


comprensión compartida de los mismos, para lograr la apropiación de conocimientos
disciplinares como un trabajo de construcción colectiva.

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 Aptitud para desarrollar un pensamiento científico, analítico y crítico que le permita
conocer los hechos y fenómenos en toda su complejidad y enfrentar los problemas
desde sus múltiples dimensiones.

 Habilidades de observación, análisis, comprensión, interpretación, reflexión y crítica,


proposición, deducción, selección, clasificación, abstracción, toma de decisiones y la
síntesis que permitan desarrollar procesos investigativos sobre la realidad social y los
eventos prácticos de su quehacer educativo, con fundamentación teórica y
metodológica.
374

 Aptitudes metacognitivas para reflexionar sobre su propio aprendizaje, para aprender


a aprender y para formarse en la autonomía, en la medida en que se produzcan
cambios en la realidad y que las exigencias científicas y tecnológicas demanden una
actualización permanente.

4.1.2. Competencias profesionales (hacer):

Conocimientos, aptitudes y habilidades para aplicar de manera significativa las teorías,


enfoques, estrategias, métodos y medios de la pedagogía, como ciencia fundante del
maestro, en la orientación de la acción educativa y de los procesos de enseñanza –
aprendizaje, para garantizar la educación infantil con calidad.

Capacidad para diseñar, ejecutar y evaluar currículos, planes y programas en el área de


la educación infantil, contextualizados, es decir, adaptados a las condiciones y
necesidades del entorno y de los usuarios, fundamentados en procesos investigativos.

Aptitudes y habilidades para manejar estrategias organizativas y de gestión, que


posibiliten la planeación ejecución y evaluación de proyectos educativos institucionales y
que permitan la consecución de recursos y la concertación de alianzas estratégicas para
el desarrollo de los mismos.

Habilidades y destrezas para organizar el trabajo con los niños en sus diferentes etapas,
teniendo en cuenta las secuencias y ritmos de aprendizaje y necesidades individuales,
con base en un proceso de práctica reflexiva del quehacer docente.

4.1.3. Competencias socio-afectivas (ser y convivir):

 Actitud y comportamiento basado en la plena conciencia de los valores éticos, morales


y estéticos que le conduzcan a asumir responsabilidad y compromiso consigo mismo,

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con los educandos y con la comunidad general en pro del desarrollo humano y social
sostenible.

 Aptitudes y actitudes comunitarias de dialogo, participación y apertura, que posibiliten


el trabajo en equipo, la interacción social y la apertura de la diferencia, para lograr una
educación flexible, democrática y participativa.

 Capacidad para asumir posiciones reflexivas, comprensivas, interpretativas y críticas,


sobre las problemáticas sociales y comunitarias que le permitan generar espacios de
375
convivencia sana y pacífica para transformar la realidad de su campo de acción.

 Capacidad y poder de convocatoria, liderazgo, toma de decisiones y trabajo en


equipo, mediante relaciones interpersonales adecuadas, manejo racional del tiempo
y de los recursos.

4.2. Contextos de Aprendizajes

En el marco de la flexibilidad académica se entiende por aula todos los espacios en


donde se posibilitan los aprendizajes compartidos y autónomos.

Desde la complejidad del aula tradicional comprendida como un sistema polisémico en


donde una trama de significados da vida y permite la construcción de sentidos, asumimos
los espacios presénciales como eventos que favorecen el debate, a interlocución, la
negociación que permite la construcción de saberes autónomos con pertenencia social.

En este sentido se proponen: Seminarios Investigativos, conversatorios, seminarios


talleres, sustentaciones, exposiciones teórico – prácticas – dinámicas de grupo –
conferencias – mesas de trabajo o prácticas pedagógicas – vídeos y cine foro.

El evento presencial se nutre con los aportes construidos autónomamente del trabajo
independiente, siendo la investigación la estrategia cognitiva propuesta como
metodología que facilita el estudio de los problemas propuestos de los diferentes
contextos de la formación.

En este espacio presencial se ofrece las dinámicas para el estudio independiente con el
fin de mejorar el proceso lector, la argumentación, la construcción de textos, el análisis y
la síntesis. De igual forma el uso de los medios electrónicos y el manejo adecuado de la
información lo cual facilita el aprender autónomamente.

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Aquí se plantean estrategias como proyectos investigativos desde los contenidos,
proyectos interdisciplinarios, propuestas de intervención en el aula, seminarios
investigativos, guías de observación, reflexión, análisis, relatorías, diario de campo
investigativo, trabajos por problemas de las disciplinas o de carácter interdisciplinario,
visitas y estudio a la comunidad, búsqueda de información, intercambios con pares
interinstitucionales y entrevistas.

La construcción del saber pedagógico en forma autónoma demanda un encuentro


permanente con las teorías, entrar en dialogo con estas y confrontarlas con los eventos
prácticos permite redimensionar el saber y construir el propio saber pedagógico, 376
construyendo bases pedagógicas de calidad. Para esto se proponen también: fichas de
aprendizaje, construcción de textos, escritos, ensayos, artículos, análisis de textos,
lecturas previas, multimedia, hipertextos, consultas bibliográficas, correo electrónico,
Internet.

La organización de los procesos pedagógicos contempla la utilización de diversos


espacios que desde lo global y lo planetario permiten aprender autónomamente pero es
preciso privilegiar algunos que por su inmediatez resultan como los más utilizados: El
aula tradicional, los centros de prácticas, la comunidad circundante, la escuela, medios
informativos, las bibliotecas, hemerotecas, ludotecas, espacios ecológicos, parques
infantiles, la cuidad, el campo, los medios impresos, la televisión, la radio, el vídeo, el
cine, las redes basadas en Internet, los congresos, conversatorios, talleres, ferias
educativas, tutorías, coloquios, redes investigativas entre otros.

Las anteriores estrategias se pueden clasificar así:

1. Cognitivas:

Búsqueda de la información: Investigación, proyecto de aula, utilización de la


biblioteca, vídeo foros, disco foro, Internet.

Asimilación: Reseñas, ensayos, mapas conceptuales, mentecatos, portafolios,


método IPLER

2. Estrategias inventivas y creativas: Desarrollo de habilidades de pensamiento


superior; Confrontación de saberes.

3. Estrategias Sociales: Trabajo cooperativo; Trabajo en pequeños grupos; Trabajo en


grandes pequeños; Participación en: Conferencias, charlas, talleres, congreso.

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4. Estrategias Lúdicas: Juegos; Teatro; Música; Modelado; Dramatizaciones; Títeres;
Recreación y Deporte.

Es de notar que las anteriores estrategias privilegian el trabajo independiente del


estudiante, por tanto tienen una gran incidencia en el desarrollo de una cultura de la
flexibilidad. El acompañamiento directo del docente se constituye en un momento para la
orientación, mientras que el volumen de trabajo independiente del alumno es superior,
permitiendo así el desarrollo de la responsabilidad y de la autonomía en el aprendizaje,
con claras repercusiones en el logro de un aprendizaje significativo.
377
De manera general, el trabajo independiente tiene una importancia fundamental para el
logro de los propósitos, ya que se pretende formar un docente investigador, capaz de leer
su contexto, de cuestionarse sobre las realidades, de buscar soluciones a los problemas
que le plantea su entorno. De manera más específica, el tiempo que el estudiante trabaja
de forma independiente, facilita los procesos de aprendizaje autónomo, lo cual implica
desarrollo de competencias cognitivas y metacognitivas, de liderazgo, de toma de
decisiones, entre otras.

4.3. Evaluación Proceso de Aprender: Evaluación Proceso Permanente de aprender


que recrea los sentidos en el aula.

En el Enfoque Pedagógico se plantea el proceso de evaluación como una herramienta


para cualificar los procesos educativos en torno a la calidad de los mismos, esto posibilita
entender el aula como un espacio de interacción, observación, análisis de intercambio
simbólico, reflexión y construcción colectiva de significados, en donde maestro y alumno
tienen responsabilidades con los saberes y con las prácticas que en íntima relación
representan un compromiso con la formación tanto del sujeto que se educa como del
maestro que asiste el proceso.

La información que arroja el acto evaluativo es una posibilidad que tiene el docente para
tomar decisiones, para reflexionar su práctica, para reorientar las interacciones del acto
educativo.

La evaluación como proceso requiere de la flexibilidad, y del carácter holístico y


participativo, en donde el sujeto que aprende penetra y construye permanentemente
acciones evaluadoras a partir de la reflexión de lo que se hace, piensan y siente dentro
de marcos conceptuales de referencia.

Se entiende la evaluación como actividad inmersa en el contexto social que responde a


las necesidades e investiga sobre las mismas, de igual manera, tiene como principio un

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análisis serio de la calidad de la enseñanza que el mismo docente ofrece. “Para evaluar
hay que comprender; el docente deberá ser un crítico no un simple calificador”384.

La evaluación debe desarrollar competencias generales antes que específicas, leales


como: La Polivalencia que va a dotar a la persona de las capacidades para moverse en
diferentes procesos y con capacidad de cumplir diferentes actividades; de igual modo
debe desarrollar el manejo mental de los procesos, posibilitado por el pensamiento
conceptual con raciocinio abstracto que va a sentar la base para gestar la competencia
del seguir aprendiendo.
378
Esta forma de evaluar nos permite desarrollar la capacidad de asimilar y manejar varias
áreas cognitivas (Policognición), apropiarse de las formas de abordar los procesos del
conocimiento (Aprender a aprender), así como la capacidad de diferencia y crítica.

Se identifica con la postura de diferentes pensadores frente a la evaluación por


competencias, concibiéndola como un proceso de reflexión valorativa permanente, como
un saber hacer ser, aprender y convivir dentro de un contexto; como una actuación
idónea que emerge en una tarea concreta, en un contexto con sentido.

4.3.1. Características de la evaluación: El proceso evaluativo que se propone ha de


ser:

 Continuo: Porque se realiza de manera permanente, con base en un seguimiento que


permita aprender el progreso y las dificultades que puedan presentarse en el proceso
de formación del estudiante para el alcance de los logros esperados.

 Integral: Porque tiene en cuenta todos los aspectos o dimensiones del desarrollo del
estudiante y los núcleos de formación definido para el programa.

 Flexible: Ya que tiene en cuenta los ritmos de desarrollo del estudiante en sus
diferentes aspectos, por lo tanto, debe considerar la historia del estudiante, sus
intereses, sus capacidades, sus limitaciones, en general su situación concreta.

 Interpretativa: Porque busca comprender el significado de los procesos y resultados


de la formación del estudiante.

384
Stenhouse, Lawrence. Investigación y Desarrollo Del Currículum 1984.
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4.3.2. Estrategias de evaluación: El enfoque de las actividades de aprendizaje está
articulado con el enfoque de las actividades de evaluación desde su inicio, con el
acompañamiento del docente, como agente mediador y orientador de ese proceso, por
tal motivo se utilizan las siguientes estrategias:

 Considerar el error como fuente del saber, que eventualmente se conoce como
experiencia y un paso hacia el mejoramiento como fuente del saber (El valor
constructivo del error en el proceso de aprendizaje).

 Estimular el diálogo permanente al interior del programa o proyecto, y manejar 379


adecuadamente la pregunta como generadora del desequilibrio conceptual.

 Valorar la teoría espontánea que las personas aportan en el proceso de construcción


del conocimiento.

 Organizar los contenidos alrededor de problemas significativos y tópicos generadores.

 Utilizar los mapas conceptuales como alternativa para organizar y preservar los
conocimientos recién adquiridos.

Estas estrategias le permiten al estudiante la posibilidad de observar su crecimiento


personal, dentro de la dinámica de superación constante (Autorregulador de su
propio conocimiento) donde construya conocimiento, supere sus dificultades, tome
conciencia de sus logros y limitaciones.

Según los actores involucrados en la evaluación, es importante distinguir tres (3)


categorías:

 La Autoevaluación

 La Coevaluación

 La Heteroevaluación

Autoevaluación: En el marco del aprendizaje autónomo la evaluación se torna como un


proceso autorregulador, cada sujeto evalúa sus propias acciones, valorando su
desempeño, reflexionando sobre su quehacer, revisando su cotidianidad con el discurso
empleado y la práctica ejecutada con actitud y disposición para aceptar los cambios
paradigmáticos, asumiendo una actitud crítica frente a sus avances y limitaciones en su
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crecimiento personal. Esta estrategia se aplica en la evaluación del programa y en la
evaluación de los procesos pedagógicos. Para dinamizar esta estrategia, es importante
tener en cuenta que el alumno es un agente protagonista de este proceso, donde actuará
como autorregulador de su propio conocimiento, responsable de la autocorrección de sus
propios trabajos y talleres asumiendo una actitud crítica frente a procesos, aumentando
el grado de complejidad y los niveles de exigencia de acuerdo a su propio ritmo de
aprendizaje, reconociendo sus debilidades y aceptando sus fortalezas, aciertos y
desaciertos, superando el valor de la subjetividad, característica propia del ser humano.

Coevaluación: Complementa la anterior, confrontando la autoevaluación con la 380


evaluación del otro, donde a través del diálogo se descubran las responsabilidades que
cada uno asumió en el proceso de aprender y de enseñar a aprender. Aquí juega un
papel importante, el análisis realizado por los docentes con relación a la reflexión
realizada por los estudiantes sobre su mirada, recorrido que permitirá tanto a estudiantes
como a maestros, crecer personal y profesionalmente, aprendiendo del error y utilizando
como experiencia hacia el mejoramiento, como fuente del saber, dándole un valor
constructivo en el proceso de enseñanza – aprendizaje.

Esta dinámica propicia un clima de mutua confianza y empatía donde prevalece el valor
del respeto y la responsabilidad dejando de lado la susceptibilidad porque lo significativo
estará en la búsqueda del mejoramiento y superación constante.

Heteroevaluación: Con esta estrategia se busca evaluar un sujeto desde el desempeño


de otro sujeto, de manera unilateral. Es complementaria de las dos anteriores, no debe
considerarse como la única forma de evaluar.

Estos tres procesos se plantean desde el trabajo de aula, escuela, trabajo independiente
y en los espacios de los momentos integradores.

¿Territorio de problemas?

¿Cuáles serían los límites y las posibilidades para desarrollar desde el saber y la práctica
pedagógica de los licenciados en pedagogía infantil una formación y un ejercicio
profesional situado en el contexto sociocultural?

¿Qué ambientes educativos, relaciones y estrategias pedagógicas se deben privilegiar


para hacer de la escuela un proyecto de formación desde su identidad sociocultural?

¿Cómo las estrategias de intervención pedagógica abren espacios de confrontación de


saberes transformando las prácticas pedagógicas y didácticas del docente de tal forma
que el niño aprende significativamente?
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Es así como unos interrogantes promueven unas investigaciones que abordan
situaciones educativas del contexto escolar y social del niño y la formación del educador
infantil, asumiendo cada docente su responsabilidad con la formación de educadores que
reconocen su papel y compromiso con una sociedad en transformación

Es necesario tener en cuenta que para lograr un desarrollo armónico e integral del niño,
el proceso educativo debe darse dentro de un ambiente que se propone sea de
socialización, recreación y pedagogía.

El niño es un ser social por excelencia, parte integral de un grupo donde se inicia como 381
miembro de una familia que luego amplía el horizonte al llegar a la escuela. En la familia
es donde se fraguan actitudes hacia el aprendizaje que durarán toda la vida, y que son
condiciones para la creatividad, o por el contrario pueden constituirse en obstáculos para
el acceso al saber, dependiendo del ambiente que el maestro en su calidad de orientador,
guía y acompañante del proceso de formación, ponga a disposición del niño.

La escuela ofrece al niño nuevas fuentes de inquietudes y emociones al implicarse en la


vida social y al compartir con sus compañeros; la comunidad brinda la oportunidad de
enriquecer su propia individualidad para poder contribuir al enriquecimiento del grupo.

Las investigaciones en torno a las relaciones Niño, Familia y Sociedad desde la identidad
cultural, recrean y dan sentido a las prácticas docentes, fortalecen al estudiante y lo
preparan para generar estrategias pedagógicas y didácticas que permitan un desarrollo
integral del niño. Las estrategias propias en la escuela deben estar fundamentadas en
el análisis de las problemáticas familiares cotidianas, en las evidencias de procesos, de
aprendizaje del niño en el marco de las teorías pedagógicas y didácticas.

Conclusiones

1- La opción pedagógica de la propuesta para la licenciatura en Pedagogía Infantil


se fundamenta en las diferentes vertientes filosóficas, pedagógicas y genéticas
antes citadas pero esencialmente se orienta en la teoría de la socialización
partiendo de que el sujeto que construye, interactúa con personas en su entorno,
profundizando en la reciprocidad de sus acciones.

2- La mente humana es una actividad dinámica, portadora y generadora de saberes,


métodos, motivaciones, emociones, intereses que es necesario tener en cuenta si
se pretenden lograr aprendizajes significativos.

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3- Aprender significativamente es establecer relaciones entre lo que se sabe y lo que
se va a conocer, construyendo nuevos o más amplios significados.

4- La propuesta pedagógica que se plantea, orienta una postura epistemológica e


histórica que crea la posibilidad de articular varias disciplinas, en la construcción
y validación de saberes que permita una formación de educadores, donde se
supere la yuxtaposición, el aislamiento, generando un tratamiento de temas y
problemas educativos, de acuerdo con la naturaleza de las mismas, siendo la
pedagogía el eje de convocatoria que integra en torno de sí los saberes.
382
5- El trabajar una propuesta de formación, donde se privilegien diferentes
expresiones, permite concebirla no solamente como enfoque curricular sino
también como enfoque investigativo. Lo importante es comprender que para lograr
esta formación, se debe abarcar no sólo el conocimiento sino también su génesis,
su funcionalidad y las condiciones, referencias y forma de realización de ésta y de
las demás formas del saber a él ligadas, dentro de unas condiciones sociales e
históricas determinadas. Esto permite valorar los saberes desde varias
perspectivas.

Referencias bibliograficas

“Constitución Política de Colombia 1991”.

Decreto 272 de 1998 “Por el cual se establecen los requisitos de creación y


funcionamiento de los programas académicos de pregrado y postgrado en Educación
ofrecidos por las universidades y por las instituciones universitarias, se establece la
nomenclatura de los títulos y se dictan otras disposiciones”.

Decreto 2566 de 2003 “Por el cual se establecen las condiciones mínimas de calidad y
demás requisitos para el ofrecimiento y desarrollo de programas académicos de
educación superior y se dictan otras disposiciones”.

Documento Autoevaluación- Facultad de Educación, Universidad de Antioquia.

Fandiño Cubillo, G. “Formación de Maestros y Maestras para la Educación Infantil entre


Currículo y Práctica”. Ver: Formación de Docentes y Educadores en Educación Infantil.
Una apuesta clave por el desarrollo integral de la primera infancia en Cooperación con
la OEI, IDIE y el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Aragón.

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Ferrero, J. “Teoría de la educación”. Editorial/Distribuidor: Universidad de Deusto. 2
ediciones.

Flórez, R. “Hacia una Pedagogía del Convencimiento”. Editorial McGraw Hill. Bogotá
D.C.

Gallego, B.R., Pérez, R. y Torres de Gallego L. N. (1977). "El concepto de aprendizaje


total. Una aproximación teórica". Estudios en pedagogía y didáctica. Vol. 2, No. 1.

----------------- (1999). "El problema del cambio en las Concepciones Epistemológicas,


Pedagógicas y Didácticas". Bogotá, Universidad Pedagógica Nacional. 383

--------------- (1994). “Aprendibilidad Enseñabilidad y Educabilidad en las Ciencias


Experimentales”.

Ley 30 de 1992 “Por la cual se organiza el servicio público de la Educación Superior”.

Ley 115 de 1994 “Por la cual se expide la Ley General de Educación”.

Resolución 1036 de 2004 “Por la cual se definen las características específicas de calidad
para los programas de pregrado y especialización en Educación.”

Stenhouse, L. (1984). “Investigación y Desarrollo Del Currículum”.

Vargas, G. (2006). Filosofía Pedagogía y Tecnología. Universidad Pedagógica Nacional.


3 Edición.

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MUJER, GÉNERO Y EDUCACIÓN EN EL CARIBE COLOMBIANO: UN ANÁLISIS
CONTEXTUALIZADO DESDE LA SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN

MARÍA TERESA PUPO SALAZAR385


Universidad de Córdoba, Colombia

Resumen
384
Esta ponencia en su denominación: “Mujer, género y educación en el caribe colombiano:
un análisis contextualizado desde la sociología de la educación”, por su contenido está
inscrita en la mesa de trabajo: Educación – mujer caribe. Presenta un recorrido histórico
de la educación de la mujer a nivel mundial, nacional, que sin duda está incluido el Caribe
colombiano en sus luchas por la vindicación de sus derechos, la ciudadanía de las
mujeres, papel de la educación en su momento histórico y presenta también,
acontecimientos trascendentales de la historia como la declaración francesa de los
derechos de la mujer y la ciudadanía. Desde la categoría de género se analizan las
desigualdades, la lucha de las mujeres colombianas por posicionar la educación
femenina en las agendas y políticas, sociales y/o públicas, articulación del sistema
educativo del trabajo de mujer y género en lo curricular, análisis de las teorías feministas
y cómo la educación se constituye en una de las reivindicaciones más relevantes del
feminismo. Plantea aspectos muy importantes que fundamentan el trabajo de mujer y
género desde el currículo de la sociología de la educación y desde la nueva sociología
de la educación. Hace un recorrido de organismos locales como el Observatorio de
igualdad de género de América Latina y el Caribe, planteando que “la autonomía de las
mujeres está bajo la lupa”. Analiza las desigualdades existentes de género, un análisis
de la educación básica de América Latina y el Caribe planteado por la UNESCO.

Palabras clave: mujer, género, educación, currículo, sociología y nueva sociología de la


educación, caribe colombiano.

385Magíster Desarrollo Educativo y Social, CINDE- Universidad Pedagógica Nacional, Doctoranda en


Ciencias de la Educación Cade- Cartagena. Docente titular de la Universidad de Córdoba, inscrita al
Departamento de Ciencias Sociales.

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Introducción

El campo de los estudios de género y educación en Colombia es muy reciente. Sin


embargo, las luchas de los movimientos de mujeres por su ingreso a la educación,
recorrieron buena parte del siglo XX. Los estudios pioneros en mujer y educación
comenzaron en Medellín y Bogotá en la década de los 70. La inclusión de la categoría de
género en las políticas educativas solo comenzó con el plan decenal de educación (1996-
2004)386. La educación se constituyó en una de las reivindicaciones más relevantes de
los feminismos y ha sido una importante conquista de las luchas de las mujeres. A pesar
que en la actualidad de la mayoría de los países occidentales, las mujeres han ingresado 385
a todos los niveles de educación, incluida la universidad, en la segunda década del siglo
XXI, a ellas y a los hombres se les continúa educando, dentro de parámetros patriarcales,
que otorgan una mayor jerarquía a lo masculino, lo que se expresa a través de las
relaciones de género.

1. La educación: un desafío para las mujeres

En la mayoría de las sociedades occidentales, en las cuales se intentaba justificar la


exclusión de las mujeres de los escenarios públicos, históricamente se asumió una
educación diferenciada para hombres y mujeres. Además de otras batallas previas, en la
región de América Latina y el Caribe, también se exigió una educación igualitaria para las
mujeres en Colombia “[…] el proceso más decidido de incorporación de la mujer a la
educación formal, se dio a partir de las primeras décadas del siglo XX como en buena
parte de los países de América latina, con un crecimiento sostenido que se amplía a partir
de la década del 70”387 las demandas condujeron a cambios favorables para las mujeres
en esta materia.

Ana María Fernández destaca “tres importantes ejes de visibilidad que permitieron pensar
a las mujeres como nuevos sujetos sociales”, a mediados del siglo XX, en distintos países
de occidente, los cuales se presentan en tres dimensiones así: la cotidiana referida al
conjunto de la mujeres que establecieron prácticas transformadoras en su vida cotidiana,
con una mayor participación en el trabajo fuera de casa, el ingreso a niveles de educación
más altos y en el espacio privado, refutando la división sexual del trabajo, así como
replanteando las relaciones conyugales; la política, concerniente a la práctica de los

386 Domínguez, B. Elvira (2004): “Equidad de género y diversidad en la educación colombiana”. Universidad
Tecnológica de Pereira. Revista electrónica de educación y psicología (REDES). N. 2: Magister en Estudios
de Género: Área Mujer y Desarrollo.
387Martha Cecilia Herrera (2005): “La educación de la mujer en Colombia: ¿un asunto de inclusión

ciudadana? Apuntes históricos sobre género y cultura política”. En Mujer, nación, identidad y ciudadanía:
siglos XIX y XX, ed. Ana María Noguera Díaz Granados (Bogotá: Ministerio de Cultura, Museo Nacional de
Colombia, IX Cátedra Anual de Historia Ernesto Restrepo Tirado), 137.
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movimientos feministas, reivindicando de diversas formas los derechos de las mujeres y
la académica, refutando el punto de vista androcéntrico en las ramas del conocimiento y
proponiendo incorporar el análisis de género. El Observatorio de Igualdad de Género de
América Latina y el Caribe (OIG, 2012), plantea la autonomía de las mujeres bajo la lupa
para evaluar el progreso, los obstáculos y las resistencia respecto a la igualdad de género
en la región. Se parte de la convicción de que el desarrollo está directamente relacionado
con el avance de las mujeres en la vida pública y privada, y que sin la igualdad real, la
democracia y el desarrollo regional, mantendrán rasgos deficitarios con consecuencias
negativas para el logro de los objetivos propuestos y aprobados en el documento “el
futuro que queremos” de las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo 386
Sostenible (RÍO, p20).388

2. Aspectos históricos

Rafaela Vos Obeso389, plantea en su artículo: “El compromiso histórico de la educación


con las mujeres”. Escribir sobre la historia de la educación de las mujeres implica, no solo
hilvanar los hilos conductores que permitieron la reconstrucción de los acontecimientos
que marcaron sus hechos, sino también conocer las gestoras, las luchas y en el papel
que en estas jugaron mujeres como: Sor Juana Inés de la Cruz, Juliana Morell quién
recibió su doctorado de filosofía en ceremonia especial en el palacio principal de Aviñón,
y quien a los 17 años hablaba 14 idiomas, y defendía disputas académicas en público
como sucedió en una audiencia con la reina de Francia.

Como respuesta, la autoridad católica ante la influencia tridentina sobre las mujeres
españolas, decretó la clausura, es decir, dio la orden de enclaustrar todas las
congregaciones femeninas:

“A pesar de los mandatos de las autoridades eclesiásticas muchas monjas


beatas defendieron con éxito su autonomía, dentro del mundo intelectual y
emocional de la fe y de la práctica religiosa. Además no solo consiguieron
muchas veces mantener un cierto margen de autodeterminación, también
defendieron hábilmente ejercer habilidades públicas dentro de este campo”.390

388Informe Anual 2012, del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe. Los bonos
en la mira, aporte y carga para las mujeres. Publicaciones de las Naciones Unidas.
389Socióloga, Magister en Historia, Magister en Ciencias Políticas. Profesora Emérita de la Universidad del

Atlántico, fundadora del Centro del Centro de Documentación de la mujer Meira Delmar en la Misma
Institución. Candidata al premio Nobel de Paz 2005. Autora entre otros escritos del libro Mujer, Cultura y
Sociedad en Barranquilla. Actualmente es Vicerrectora de Investigaciones Extensión y Proyección Social
de la Universidad del Atlántico.
390Vos. O. Rafaela (2005): “El compromiso histórico de la educación con las mujeres”.

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Aun así, los conventos dentro de este contexto, jugaron un papel importante en el
crecimiento de mujeres inconformes con el estilo de vida de la época y aunque la
inquisición quemaba a las mujeres denominadas “brujas”, otras tantas huyeron del
esquema terrorífico que la orden impuso, reclutándose en los conventos donde vivieron
de las fuentes del conocimiento, aferradas a las bibliotecas de los monasterios. Más
adelante, en otra época y en otros tiempos, como en el siglo XVIII apareció el texto “La
vindicación de los derechos de la mujer” escrito con Mary Wollstonecraft (1792), a quien
se le atribuye el objetivo de “feminista”; este documento propuso el reconocimiento de la
ciudadanía de las mujeres, y la premura de construir una civilización basada en la
necesidad de: “cambiar las estructuras sociales para el bien de todos”. 387

La importancia de su obra radicó en que describió la situación de la mujer inglesa a finales


del siglo XVIII: “sobre todo lo que se refiere a la educación que las preparaba para una
vida de sumisión, las enseñaba a mentir y a disimular bajo una hipócrita apariencia de
virtud y de castidad y las encerraba en estúpidas frívolas ocupaciones domesticas (…)”.
391

El pensamiento de esta visionaria confrontó en su momento, las posiciones políticas que


excluían a la mujer como ciudadanas denunciando la diferencia que existía en la
educación de niños y niñas apoyada en la diferencia de sexo. En prospectiva, podemos
señalar que su obra constituye una crítica a la ética universalista y androcéntrica, ya que
considera la educación como una opción viable para justificar y promocionar la autonomía
de las mujeres, lo cual Wollstonecraft logra mediante una formación que fomente en las
mujeres el desarrollo de sus capacidades racionales; es decir, una educación para la
libertad. La revolución francesa de 1789 registra para este caso un hecho importante en
materia de derecho cuando la asamblea aprobó los derechos del hombre y del ciudadano,
se evidenció que la otra parte de la humanidad estaba excluida de estos derechos. Ese
hecho histórico, llevo a Olimpe de Gauges a redactar “La declaración francesa de los
derechos de la mujer y la ciudadanía”, acto que también la condujo a la guillotina por
orden de Robespierre, quien expresó que: “la autora había olvidado las virtudes de su
sexo para mezclarse en los asuntos de la república”.

Siguiendo con la historia tenemos que, Juan Jacques Rousseau (padre de la Pedagogía
Moderna y uno de los autores más importante del siglo XVIII), quien tuvo una influencia
decisiva sobre las propuestas pedagógicas por más de un siglo, plasmó en sus escritos
su concepción sobre las formas diferenciales en que se debían educar niños y niñas. Al
respecto escribió:

391Ibid. Pp. 8
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“Mientras que para Emilio el proceso educativo se basa en el respecto a su
personalidad y en la experiencia, que debía proporcionarle los conocimientos
adecuados para convertirse en un sujeto con criterios propios, libre y autónomo,
la educación de Sofía, debería ir encadenada a hacer de ella un sujeto
dependiente y débil, porque el destino de la mujer es servir al hombre, y por lo
tanto, una educación semejante a la Emilio la perjudicaría para el resto de su
vida”.392

Las reflexiones de este pedagogo, marcaron las concepciones de una época


direccionando la educación de los niños y las jóvenes hacia rezos y labores domésticas,
388
y con el fortalecimiento de algunas asignaturas en las instituciones educativas que les
pudiesen cualificar sus funciones “naturales” de madre y esposa, puesto que acceder a
estudios medios o superiores, les estaba vetados, ya que se deformaría “la esencia
femenina”. Solamente, niñas y muchachos pertenecientes a la clase alta podían recibir
algunas enseñanzas de música, dibujo y otras materias, con el fin de permitirles intervenir
en las conversaciones, pero en ningún caso para que pudieran realizar un uso creativo
más allá de los ámbitos privados.

En la Colombia del siglo XIX, los días de las mujeres transcurrían sin grandes emociones,
la influencia del pensamiento del insigne pedagogo insidió en la mentalidad de una época
que era renuente en abandonar los imaginarios de las mujeres como seres imperfectos.
Hubo que pasar cerca de un siglo para que su condición pudiese transformarse; cabe
señalar el impulso a la educación de las mujeres por parte del general Francisco de Paula
Santander, como parte del proyecto de la Gran Colombia, que aunque fue muy importante
hay que señalar: “la educación femenina, carente de un programa adecuado e influida
por la idea de que las mujeres no necesitaban los mismos conocimientos que los varones,
siempre fue a la zaga. De esta manera, una de las primeras leyes de la república, en
materia educativa fue la de obligar a los conventos de religiosas a establecer escuelas
para niñas. Para este periodo, el aporte más grande en materia educativa lo realizaron
las hermanas de la presentación, de origen francés, quienes abrieron colegios a 33
poblaciones colombianas en el periodo de 1873 a 1900.

A pesar del escándalo social que generaron las posiciones del liberalismo durante los
gobiernos de Enrique Olaya Herrera, Alfonso López Pumarejo, y el proyecto político
Gaitanista, con relación a las mujeres colombianas; lo anterior no impidió que egresaran
las primeras mujeres de Cartagena, Antioquia y la Nacional. El ingreso de las

392Rousseau, J. (1981). El Emilio o de la educación. Biblioteca EDAF 33. Madrid. Ediciones y distribuciones,
S.A. Jorge Juan. p. 10.Centra su preocupación en la educación del individuo. Afirma que todo: “está bien
en el niño al salir de las manos del autor de la naturaleza y que todo degenera en las manos del hombre”.

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colombianas a las universidades, a los estudios secundarios se propició con la expedición
de los decretos 1874 de 1932 y 277 de 1933, ingreso que se hizo en igualdad de
condiciones con los varones para que pudieran cursar estudios superiores. El voto
femenino se aprobó para 1954, pero este ejercicio de ciudadanía lo realizaron las
colombianas en 1957 ejerciendo el voto con “la aprobación y acompañamiento a las urnas
de sus maridos”.

A pesar de todo esto, el ingreso de las mujeres a la universidad ha sido lento, traumático
y elitista. Para 1965 existían grandes diferencias en la educación profesional masculina
y femenina, cuando egresaron 2.784 hombres y 915 mujeres. Sin embargo, la 389
constitución de 1991 abrió perspectivas diferentes en la afirmación de valores
democráticos, motivando la incorporación de los derechos humanos que han coadyuvado
a la transformación de paradigmas sociales que parecían eternos e inamovibles.

Con todo lo anterior y teniendo en cuenta los movimientos sociales por la defensa de los
derechos de la mujer, tememos, que existen nuevos retos para la sociedad del futuro,
puesto que la educación no solo es importante porque puede mejorar eventualmente los
ingresos de un país y de las personas, también porque amplía el espacio de decisiones
personales, por lo que es importante reconocer que no todas las personas educadas
están vinculadas al mercado laboral, su formación sí contribuye a mejorar la calidad de
vida de la sociedad, puesto que las mujeres están mejor formadas para cuidar a sus hijos,
hijas, controlar su opción reproductora, y decidir en relación con sus derechos y deberes.
En el presente, las diferencias educativas señaladas en 1965 forman parte del pasado y
de la historia: la cobertura bruta de la población femenina que era inferior en 1985 a la
masculina, se igualó en 1993 y se superó a partir de 1997. La cobertura neta de la
educación superior en el caso de las mujeres, aumentó del 2% al 16% y en el caso de
los hombres, del 6% al 14%. Desde 1993, la cobertura de población femenina comenzó
a ser mayor que la masculina, la autora señala que en los últimos años la deserción
femenina viene siendo mayor por la crisis económica (Informe sobre Desarrollo Humano
de las Naciones Unidas).

A pesar de la sensible diferencia entre la escolaridad femenina y masculina, hoy nos


enfrentamos a otros componentes de la discriminación relacionados con las posibilidades
que tienen mujeres y hombres para sus realizaciones personales. A pesar de los avances
y luchas, persiste la desigualdad, viéndose reflejada en la insuficiente valoración de su
trabajo y en ausencia del reconocimiento de su contribución a la sociedad, y es asunto
de análisis el aumento del índice de la violencia contra la mujer, que en ciudades como
Barranquilla y Cartagena ha alcanzado un gran incremento. Hay desigualdad en la
remuneración por su vinculación al mercado laboral; en los últimos diez años se ha visto
un incremento “por lo general lento en la presencia de las mujeres en diferentes campos
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de las ciencias, más no en cargos de decisión ni de poder, sin ir más lejos en el campo
de la docencia y de los cargos académicos directivos, estos siguen estando fuertemente
dominados por el sexo masculino”.

Todo lo anterior, permite plantear o reflexionar sobre las causas de tan marcada
tendencia, pues de hecho sabemos que no solo las posibles soluciones estarían en las
transformaciones del sistema educativo, en el currículo oculto y el explícito, en donde
permanecen las exclusiones de género, o en el incremento de fondos para la
investigación; también hay que mirar la gran responsabilidad que recae en las mujeres
en materia de lo domestico, ya en siglo XXI se han saldado algunas cuentas históricas 390
que tenía la humanidad con las mujeres y aparecen nuevos interrogantes en el mundo
globalizado y pensando en nuevas destrezas y en el sistema educativo que se plantee
como objetivo educar para la modernidad, debe asumir el desafío con funciones
“instrumentales con compromisos éticos y políticos”. Es entonces pensar que tenemos la
necesidad de que exista una educación inclusiva, para una sociedad que no excluya; el
respeto por los derechos humanos, esto significaría crecer en el respeto mutuo, en la
equidad, la dignidad, la solidaridad y la justicia, la democracia; todos estos valores
abnegados para las mujeres, pero necesitamos un sistema educativo para la modernidad
y de hecho, sabemos que se están abriendo espacios en lo político, en lo académico y
social; en fin, es un compromiso histórico que tiene el sistema educativo colombiano con
todas las mujeres.

Rafaela Vos Obeso, como compiladora de la investigación; “Estudios de género:


Nuestros pasos por el Caribe colombiano”, y más concretamente en su prólogo resalta
que en ese contexto del caribe colombiano en donde nacimos, crecimos y soñamos es la
tierra de metáforas y leyendas mágicas, y de acontecimientos de inagotables historias,
de tradiciones orales y musicales que alimentan la creatividad de pueblos modestos que
han vivido, algunos, la decadencia de tiempos mejores.

En esta porción de tierra bella, alegre, llena de festivales y carnavales de vaivenes


políticos, de lucha por tener una mejor economía y calidad de vida y de unas enormes
tensiones sociales, se requiere que todos los sectores, pero especialmente desde la
academia ayudar en la deconstrucción de elementos discursivos y de miradas científicas
desde las Ciencias Sociales y Ciencias de la Educación (Sociología de la Educación y
Nueva Sociología de la Educación); donde se debe interpretar y explicar al ser, se ha
hecho tradicionalmente desde definiciones y diseños que los configuran como entes
abstractos y neutrales de su condición de ser hombre o mujer.

Esta mirada, desde la historia permite adoptar, en un dialogo interdisciplinario, los aportes
de la sociología norteamericana e inglesa rescatando del olvido a mujeres pioneras, en
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la construcción de la “Teoría sociológica feminista”, quienes por su activismo político por
los derechos a la igualdad entre hombres y mujeres fueron olvidadas por la sociología
tradicional. Al igual que Durkheim (1858-1917); Webber (1864-1920) y George Simmel
(1958-1918); contribuían a la creación de una sociología europea en concordancia un
grupo de mujeres conectadas por los mismos intereses y reconocidas como reformadoras
sociales, ayudaron a desarrollar pioneras teorías sociológicas. Ante el desconocimiento
de la obra y el aporte de grandes obras de mujeres a la sociología Ritzer George comenta
“con el tiempo, las obras de estas autoras fueron empujadas hacia la periferia de la
profesión, situados en apéndices, descontadas y excluidas del registro público de la
sociología, por hombres que estaban organizando la sociología como una base de poder 391
profesional”393.

Las preocupaciones feministas se filtraron en la sociología solo en los márgenes de la


obras de teóricos de varones marginados o teóricas mujeres cada vez más marginadas,
los hombres que adquirieron importancia central en la profesión desde Spencer hasta
Webber y Durkheim dieron una respuesta básicamente conservadora a los argumentos
feministas que les llegaban, convirtiendo las funciones relativas al género en un tema
intrascendente al que respondían de modo más convencional que crítico, en los que
identificaban y promocionaban públicamente como sociología. Respondían de este
modo, a pesar de que las mujeres estaban escribiendo un cuerpo relevante de teoría
sociológica. Más adelante, y desde la perspectiva etnometodológica liderada por el
sociólogo Harold Garfinkel a mediados de los años cincuenta, se contribuye también a
enriquecer el análisis de la categoría cuyas reflexiones, no obstante, que se manifestaron
en los años mencionados solo se hicieron públicos en 1967. En el caribe colombiano,
tenemos representantes que desde la sociología han aportado al tema de mujer y género
como Virginia Gutiérrez de Pineda como antropóloga y María Cristina Salazar (1931-
2006) quien junto con Orlando Fals Borda y Camilo Torres, fundaron la Facultad de
Sociología de la Universidad Nacional y de la carrera de trabajo social en la Universidad
Javeriana, pionera de reflexiones en género, así como estudios en educación.

En este mismo orden de la sociología, en su afán de contribuir al cambio, la obra de Fals


Borda: “Retorno a la Tierra, historia doble de la costa, Tomo IV”, es un diálogo entre
sociología e historia, en donde el concepto de machismo como componente cultural, se
hace presente en la investigación; y así tenemos otras sociólogas que han contribuido
con sus investigaciones al trabajo Mujer Género y Educación como: Magdalena León,
quien ha posicionado la sociología en espacios Nacionales e Internacionales, Bonilla Elsy
con investigaciones de género y educación, Cecilia Correa de Molina, que como

393“Teoría Sociológica Moderna”. p. 16


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socióloga ha hecho un aporte en la investigación educativa en el Currículo
Transdisciplinar y Práctica Pedagógica Compleja.

Celina de Jesús Trimiño Velásquez (2014)394, en su artículo “Género y educación:


aproximaciones al contexto de América latina y el Caribe” plantea el género en la
educación, considera que es fundamental que la educación superior incorpore las
temáticas de géneros. En este nivel, a la universidad como lugar de reflexión crítica y
creadora de ideas, productora de conocimientos también le corresponde asumir esta
tarea. Esto supone realizar cambios estructurales, toda vez que:
392
“[…] el paradigma feminista critica no solo la ausencia de las mujeres en la
ciencia, sino también los resultados de una producción de conocimientos que
prescinde de ella y que además está sesgado por análisis androcéntricos, tanto
en la manera de recolectar los datos y la metodología, los análisis de los
resultados como en la teoría que produce, indica Raquel Irene Drovetta con lo
cual esta autora está de acuerdo”395.

El movimiento social de mujeres y el movimiento feminista que tienen lugar desde los
inicios de 1970 se constituyen en los antecedentes inmediatos de la formación de los
estudios sobre las mujeres, de género o en menor medida, feminista en las instituciones
universitarias, lo cual empieza a materializarse a partir de 1975 “[…] como resultado de
los debates y conclusiones de la primera conferencia internacional de la mujer realizada
en México”.

Lo anterior se expresa en el encuentro de universidades de Latinoamérica y del Caribe


colombiano denominado “género y epistemología: mujeres y disciplinas”, en el cual se
hizo un análisis y balance que permiten observar un panorama general de la región en
esta materia, el Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer (PIEM), del colegio
de México desde 1983 ha sido pionero. Irene Meller anota que en la Universidad de
Buenos Aires (Argentina), “se comenzaron a dar cursos de postgrados en el ‘85 y en ’87
empezó la carrera interdisciplinaria de estudios de la mujer”, por su parte Mónica
Tarducci, recuerda que la primera maestría en los estudios de género de América Latina
se ofreció en la Universidad del Rosario (Argentina) en 1993. Para 1993 el Consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) convocó a una reunión

394Doctora en Derechos Fundamentales de la Universidad Carlos III de Madrid; Magíster en Análisis de


Problemas Políticos, Económicos e Internacionales Contemporáneos de la Universidad Externado de
Colombia; economista de la Universidad de la Amistad de los Pueblos, Patricio Lumumba; profesora de la
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Directora del Grupo Feminismos, Géneros y
Derechos Humanos-GIEPEG UPTC, en alianza con el Grupo Historia y Prospectiva de la Universidad
Latinoamericana-HISULA – UPTC.
395Citado por: Celina de Jesús Trimiño Velásquez (2014) en “Género y educación: aproximaciones al

contexto de América latina y el Caribe”.


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Latinoamericana, lo que también contribuyó a reunir investigadoras interesadas en
impulsar estas temáticas para concretar otras iniciativas, tendientes a posicionar otros
estudios de género en la región.

Ángela María Estrada establece que las primeras referencias sobre estudios de género
en Colombia se encuentran desde 1977, pero el mayor volumen fue a partir de 1994.
Como pioneras en 1994 “con el programa Estudios de Género, Mujer y Desarrollo”, en la
Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia y en 1996, con
el inicio de la maestría en estudios de género en la Universidad nacional de Colombia.
Actualmente cuentan con la escuela de estudios de género y el fondo de educación, mujer 393
y género “Ofelia Uribe de Acosta”. Además abrieron el camino a otros programas
similares en el país, tenemos que en 2013 el doctorado en humanidades, de la Facultad
de Humanidades en la Universidad del Valle en Colombia, realizó la convocatoria en la
línea de estudios de género, visibilizando y fortaleciendo la investigación de estos temas
a nivel doctoral.

El Proyecto Académico Educativo (PAE) de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de


Colombia, en 1996 señala la conveniencia de introducir el género como uno de los
géneros en el Proyecto Institucional Aniversario (PIU) en esta universidad, el Grupo en
Feminismos, Géneros y Derechos Humanos – GIEPEG – es uno de los pioneros de la
UPTC sobre estas temáticas, contribuyendo así a abrir espacios a través de líneas de
investigación, proyectos de extensión y cursos tanto en pregrados como en postgrados.
Es importante reconocer la progresiva importancia de estos temas con la trayectoria del
GIEPEG en alianza y con el apoyo del grupo HISULA de la UPTC, ha conducido a
fortalecer la línea Universidad y Género, dentro de la línea de investigación, universidad
y formación de educadores a proponer lo concerniente a la Educación en Géneros y
Derechos Humanos, en el doctorado de Ciencias de la Educación UPTC-RUDE
COLOMBIA.396 Actualmente la Universidad del Atlántico cuenta con la maestría en:
Mujer, Género y Cultura, de la Facultad de ciencias sociales.

3. Educación y perspectivas de género(s)

Este enfoque se constituye en uno de los elementos cardinales para el proceso de


formación de ciudadanas y ciudadanos. La perspectiva de género permite tener una
visión crítica de las determinaciones sociales del roll impuesto y modificarlo junto con las
instituciones que lo propician, de manera que se ajuste más a los intereses femeninos,

396Trimiño. V. Celina de Jesús (2014): en “Género y educación: aproximaciones con el contexto de América
Latina y el Caribe”.
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sin que eso signifique aplicar principios universales o tener una mirada ahistórica sobre
la naturaleza femenina, como dice Marcela Hierro. Todo lo anterior exige el compromiso
del profesorado, desde la interdisciplinariedad, lo que implica proseguir la discusión
alrededor de las epistemologías, construyendo colectivamente otra construcción del
mundo. Esto puede orientar la elaboración de proyectos fortalecidos por distintos puntos
de vista, con el fin de articular la academia con el de las realidades. Se considera
importante trabajar propuestas educativas tendentes a la construcción de sociedades que
aprendan a respetar a las mujeres y se les reconozca como iguales en todos los espacios
de la sociedad. La universidad ha degenerado un pensamiento de género dirigido en
primer lugar, a erradicar toda discriminación existente respecto de la mujer y con esto, se 394
daría un gran paso en este proceso, ya que la educación continua siendo transcendental
en los procesos de liberación de las mujeres.

El Observatorio del Caribe colombiano y el PNUD y su documento “El Caribe colombiano


frente a los Objetivos Desarrollo del Milenio “[ODM], plantean su tercer objetivo, promover
la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer tienen como meta universal:
eliminar las desigualdades en educación primaria y secundaria entre los géneros,
preferiblemente para el año 2005 y en todos los niveles antes de finalizar el año 2015,
tiene como meta para Colombia entre otras: implementar y mantener en la operación una
estrategia intersectorial de vigilancia en salud pública de la violencia intrafamiliar,
específicamente de la violencia de pareja contra la mujer, situando a Barranquilla en sus
prioridades y otras capitales de departamento para 2015. Incrementar por encima del
30% la participación de la mujer en los niveles decisorios de las diferentes ramas y
órganos del poder público.

Plantea el documento que los indicadores de equidad de género muestran un balance


agridulce para la región caribe. Por un lado, en la mayoría de los departamentos de la
región, se presentan grandes desigualdades de género en cuanto a desarrollo humano
básico, al tener un Índice de Desarrollo de Género (IDG), superior al Índice de Desarrollo
Humano (IDH). Otro aspecto negativo, es la poca participación de la mujer en los cargos
de elección popular. San Andrés Islas es el único departamento de la región que se
destaca por tener una buena participación de la mujer en cargos de la elección popular.
La única alcaldía de este departamento (Providencia) la ocupa una mujer, y el 28% de
los concejales son mujeres, contrario a los departamentos de Magdalena y Cesar donde
las mujeres tienen una menor participación en la elección de participación popular.

En educación, las mujeres presentan mejores indicadores que los hombres, según la
información obtenida en el CENSO de 2005, mientras las mujeres entre 15 y 24 años en
promedio, registran 9.1 años de escolaridad y una tasa de analfabetismo de 5%; los
hombres registran 8.3 años de educación y una tasa de analfabetismo de 3%. El
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documento de la UNESCO “Igualdad de Género en la Educación Básica de América
Latina y el Caribe” (estado del arte), plantea que la incorporación de todas las niñas y
mujeres en la educación sigue siendo una tarea inconclusa, y por consiguiente, la primera
prioridad (SUBIRATS 1998: 18-19). En este marco, algunos países han realizado
campañas de motivación para el ingreso de las niñas, el mejoramiento de la
infraestructura que ha sido una estrategia generalizada de la reforma, ligada a la equidad
antes que al género, ha contribuido a mejorar el acceso de las niñas. Una evaluación
acerca de cómo se incorpora la perspectiva de género de la educación básica y media
concluye para un país de América latina (Colombia), que los textos siguen trasmitiendo
estereotipos sexistas y empleando un lenguaje masculino, aún más cuando se reseñan 395
datos de las mujeres, estos ingresan a modo de anécdotas y ocurrencias. Los textos no
se modifican según el género del autor/a confirmando que es vital la percepción de una
perspectiva de género, tanto de los profesores como de las profesoras (Reveco y Rodas
1997). El trabajo con las familias y la definición de normas protectoras del derecho de la
educación, de las adolescentes embarazadas son temas abordados por varios países.
Sin embargo, en la práctica, las niñas embarazadas siguen siendo rechazadas por la
escuela. De acuerdo con algunos educadores, la descentralización curricular es una
forma de inclusión y de atención a la diversidad.

4. Experiencias en la docencia del trabajo mujer y género

-
“Mujer y Género en el desarrollo rural”, en Revista Temas Agrarios Vol. 5 N° 10.
Concepto y perspectiva de género y su dimensión en el desarrollo, reseña los
estudios hechos en Colombia y en el departamento de Córdoba, especialmente
en la facultad de Ciencias Agrícolas, sobre el papel de la mujer en diversos ámbitos
de la vida rural (productividad académica).397

-
Investigación desarrollada por Salcedo & Pupo (2014), en la vereda los Copeles
en el municipio de Ciénaga de Oro (Córdoba), en convenio con la Corporación
PBA (Programa de Biotecnología Agroforestales) y la misión Holandesa, donde
concretamente se pudo implementar un proyecto con grupos de adultos, jóvenes,
niños y niñas, misión holandesa y la Universidad de Córdoba, para denotar el
compromiso de la población en el desarrollo rural y el concepto de género en este
desarrollo.398

397Pupo.S. María, T. (2000): “Mujer y Género en el desarrollo rural”, en Revista Temas Agrarios Vol. 5 N°
10; Montería, Universidad de Córdoba (Colombia) Editorial Gráficas, pp. 117. ISBN 0122-7610.
398Pupo Salazar María Teresa (2011): “Reflexiones sobre: Sociología de la educación rural e investigación

en educación”. Socióloga. Magister en Desarrollo Educativo y Social. Docente investigadora de la facultad


de Educación y Ciencias Humanas de la Universidad de Córdoba.
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-
Proyecto Manejo integrado del cultivo de la maracuyá-MIC- con participación de la
I.E. San Isidro departamento de Córdoba, es cultivado por pequeños productores
y manejado por unidades familiares, que emplean la producción para
complementar el sustento diario, ya que su principal actividad es la de jornaleros
en las haciendas ganaderas de la región. Trabajo con mujeres rurales, líderes y
lideresas proyecto desarrollado en la Facultad de Ciencias Agrícolas de la
Universidad de Córdoba, actuando como coinvestigadora en el aspecto
sociológico en lo concerniente al trabajo con la comunidad y la categoría de mujer
rural y género en la producción.399
396
- Aspectos culturales que inciden en el tratamiento de la niña en el departamento
de Córdoba: Representaciones y aportes de organismos en la defensa de sus
derechos. Ensayo que analiza la concepción que sobre la crianza se tiene en el
departamento de Córdoba, sus representaciones sociales, alrededor del
tratamiento y violación de la niña, como parte consustancial de proyecto
investigación, adscrito en la línea. Crianza, familia y desarrollo, y
Representaciones sociales y patrones de crianza como factores incidentes en la
niña violada en el departamento de Córdoba. Socializado en CINDE- Manizales.

- Evaluación del subprograma “Mejoramiento de Hogar” en el programa integración


de servicios con participación de la comunidad I.P.C en la ciudad de
Montería400.Tesis de Maestría. CINDE- Universidad Pedagógica Nacional.
- Investigación formativa: trabajos de aula: Mujer, Género y Cultura, con los alumnos
de la Licenciatura en Lengua Castellana (X Semestre) de la Facultad de Educación
y Ciencias Humanas de la Universidad de Córdoba año 2007.

Conclusiones

En la presente ponencia puedo concluir: pese al trabajo y a los logros alcanzados, existe
la necesidad, de reconsiderar el tema mujer y género en el currículo de programas en las
facultades de educación, como los de sociología de la educación y en los proyectos de
extensión para trabajar aspectos relacionados con la sociología de la mujer y del género,
como compromiso de la academia. Toda la investigación sobre mujer y género es
completamente valiosa; sin embargo no hay articulación con la academia, las
instituciones y organizaciones que trabajan con la temática: “Mujer y Género”. Pues de

399Ibid.,
pp. 244.
400Trabajo elaborado como Tesis para obtener título: Maestría en Desarrollo Educativo y Social. CINDE-
Universidad Pedagógica Nacional (1992). Medellín (Colombia).
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hecho, en los planes presidenciales no siempre es articulada, tenemos así ejemplos
como: el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002), la inclusión de la equidad y género
en la educación, se realizó a partir de algunos acuerdos locales e intersectoriales; sin
embargo, en el primer periodo de Álvaro Uribe Vélez, no se vio la visibilización al tema
de la equidad de género, del programa “la revolución educativa” del Ministerio de
Educación Nacional. En cuanto a la historia de la mujer, se desconocen aspectos
importantes como los planteados aquí: luchas, discriminaciones, asesinatos, violencia de
mujer y género cada vez con un índice más fuerte en el caribe colombiano y no se ve
reflejado el trabajo de la academia para minimizar los datos que reflejan las estadísticas.
Si bien es cierto que en el país contamos con algunos trabajos, y grandes investigaciones 397
en el trabajo de mujer y género, se debe pensar en el trabajo por la convivencia, el
contexto escolar, lo que se vive en la escuela, cómo se mira la escuela desde adentro y
desde afuera, para poder hacer efectivas las funciones de la escuela en la sociedad de
hoy.

Las Ciencias Sociales y las Ciencias de la Educación deben ser protagonistas en el


trabajo de hacer efectivo los derechos de las niñas, de la mujer y del género como tal.
Desde la sociología de la educación y la Nueva sociología de la educación, se debe
trabajar para visibilizar de mejor forma los significantes del trabajo con las niñas, la mujer
y el género (propuestas de etnoeducación, educación especial con perspectiva de
género, en función de la construcción de ciudadanías incluyentes y otras). Pensar en
programas que fomenten y articulen los trabajos de investigación en género y educación
con participación activa de docentes y agentes educativos. Esto ayudaría sin duda, a
hacer una revisión exhaustiva de los currículos de las facultades de educación y ciencias
humanas, programas de ciencias sociales y de sociología. El tímido trabajo de las
instituciones educativas hace pensar que existe un desconocimiento ante el incremento
de la violencia contra la mujer., no obstante, de existir fechas especiales para tal efecto
(8 de marzo día internacional de la mujer y 25 de noviembre día de la NO violencia contra
la mujer). Esto deja notar, la desarticulación del currículo con la realidad actual que se
muestra cada día en la situación actual de la mujer colombiana y específicamente en el
caribe colombiano.

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VIOLENCIA INTRAFAMILIAR (VIF) CON ÉNFASIS LA PAREJA EN CARTAGENA Y
BARRANQUILLA, DOS CIUDADES DEL CARIBE COLOMBIANO: INCREMENTO,
VISIBILIZACIÓN Y DESAFÍOS

MARTA SILVA PERTUZ401


Universidad Simón Bolívar

Presentación 399
Realizando un breve recorrido histórico sobre la violencia entre los seres humanos, esta
ha sido objeto de estudios e investigaciones desde o en el contexto del pensamiento
social y político, en el continuum de la historia de la humanidad. Las culturas y las
diversas sociedades han creado discursos relativos a la violencia, las narrativas orales,
los pictogramas, los textos religiosos, suelen contener referencias, explicaciones o
justificaciones de la violencia tanto a nivel individual como colectiva.

Los filósofos antiguos asumían / explicaban la violencia como una forma de


mantenimiento del orden social y político, pero al mismo tiempo les inquietaba y
proponían acerca de la necesidad e importancia de regularla y normarla. En la edad
media la violencia se convirtió en un ordenador social en la medida en que la
confrontación religiosa y la necesidad de protección organizaron todo el tejido social
alrededor de agrupaciones feudales y pequeños ejércitos, la guerra fue revestida con el
papel de regularizador simbólico de la sociedad. Durante el renacimiento se asumió la
violencia como una condición consustancial a los seres humanos y se promovió en su
carácter funcional. Durante la ilustración, los pensadores generaron nuevas categorías
de análisis y se asume el pensar en la institucionalización y monopolización de la
violencia por parte de un actor social designado colectivamente: el Estado.

En el siglo XX, en las sociedades de la postguerra surgen interrogantes por la


complejidad y la capacidad de daño de la violencia en diversos ámbitos y niveles, así
como su posible evitabilidad. Con el ingreso de las mujeres al mercado laboral y más
adelante con su acceso a la educación, sus voces empiezan a hacerse sentir y comienzan

401
Doctora en Ciencias de la Educación (Universidad de Cartagena-RUDECOLOMBIA), Magister en
Desarrollo Familiar (Universidad del Norte-Barranquilla), Orientadora Familiar (Convenio: Universidad de
Navarra, España-Universidad de La Sabana, Colombia), Terapeuta Familiar Sistémica ( Convenio:
Asociación Sistémica de Buenos Aires –ASIBA-, Terapias Sistémicas –TESIS- Instituto Familiar Sistémico
–IFASI-, ambos en Bs As, Argentina, ICBF Bolívar y Universidad de Cartagena) Profesora Titular (Escalafón
Docente Universitario Estatal, Universidad de Cartagena, 1995), Psicóloga (Universidad Metropolitana de
Barranquilla).

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a nombrar algunas experiencias sobre episodios de violencia/s que se dan en la vida
familiar, laboral y social. El pensamiento social comienza a interrogarse por este
fenómeno y se generan los primeros abordajes desde las Ciencias de la Salud y desde
el Derecho, en particular desde la victimología y las ciencias del comportamiento. En los
últimos decenios del siglo veinte e inicios del veintiuno, surgen múltiples de teorías para
explicar la violencia, la mayoría de los análisis estaban centrados en la comprensión de
la violencia doméstica y buscaban una explicación para el comportamiento agresivo
contra o al interior de las familias. Las perspectivas y alternativas de explicación fueron
múltiples y variaron desde explicaciones biologicistas hasta explicaciones
socioantropológicas, desde análisis individuales hasta análisis más colectivistas y desde 400
perspectivas comportamentales hasta abordajes más sistémicos.

1. Aproximación a la problemática

La violencia contra las mujeres –en y fuera de la pareja- no es propia de las sociedades
ancestrales, a través de los esfuerzos de los movimientos de mujeres en todo el mundo
se ha logrado denunciar la existencia de esta problemática prácticamente en todas las
sociedades contemporáneas, no obstante que sus manifestaciones, características y
abordajes difieran entre una cultura y otra. Entre las violencias más visibles se encuentran
la psicológica, la física, la sexual y la verbal.

Entre los escenarios más comunes de victimización se encuentran los de las parejas, la
familia, la comunidad cercana, la escuela, el trabajo y el espacio público. De acuerdo con
el estudio multicéntrico elaborado por la Organización Mundial de la Salud: “El porcentaje
de mujeres que habían tenido pareja alguna vez y que habían sufrido violencia física o sexual, o
ambas, por parte de su pareja a lo largo de su vida oscilaba entre el 15% y el 71%, aunque en la
mayoría de los entornos se registraron índices comprendidos entre el 24% y el 53%. Las mujeres
japonesas eran las que habían experimentado menos violencia física o sexual, o ambas, infringida
por su pareja, mientras que el mayor número de experiencias violentas se registraba en entornos
provinciales (fundamentalmente de población rural) en Bangladesh, Etiopía, Perú y la República
Unida de Tanzania. Sin embargo, incluso en Japón, cerca del 15% de las mujeres que habían
tenido pareja alguna vez declaró haber sido objeto de violencia física o sexual, o ambas, en algún
momento de su vida. En el último año los porcentajes de mujeres que habían sido víctimas de
violencia a manos de su pareja oscilaban entre un 4% en Japón, en Serbia y Montenegro y un
54% en Etiopía”402

402
OMS -Organización Mundial de la Salud- (2010), Estudio multipaís sobre la salud y la violencia
doméstica contra las mujeres. Resumen del informe. Versión en
Español.Página23.En:http://www.who.int/gender/violence/who_multicountry_study/
summary_report/summaryreportSpanishlow.pdf
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2. La violencia intrafamiliar en Colombia

El estudio “Líneas de base de tolerancia social e institucional a la Violencia Basada en


Género en Colombia” contribuye a develar los factores históricos y culturales que
favorecen y justifican esta problemática y centra en hábitos, actitudes, percepciones y
prácticas individuales, sociales e institucionales en la materia, su objeto de investigación,
hasta dejar al descubierto que la desigualdad en las relaciones de poder entre hombres
y mujeres y la consideración de estas últimas como inferiores, es la fuente primaria de la
violencia contra las mujeres al interior y fuera de las relaciones de pareja
401
En el anterior estudio, referenciado y consultado, la línea de base sobre tolerancia social
e institucional a la Violencia Basada en el Género, fue producto de la aplicación de 3.419
encuestas a hogares en las ciudades de Bogotá, Medellín, Cartagena, Barranquilla,
Villavicencio, Florencia, Pasto, Tumaco, Buenaventura y Popayán, que responden a los
lineamientos del Modelo Ecológico Feminista Integrado, adoptado como marco
conceptual para la formulación de los instrumentos y para el análisis de la información.
En dicho estudio se explica el uso de los métodos cualitativos y cuantitativos
considerados para aplicar los instrumentos de investigación y levantar la información.
Específicamente se organizaron 24 mini grupos focales con jóvenes de ambos sexos y
mujeres víctimas o no de episodios de violencia familiar-con énfasis en la infligida a
mujeres en el contexto de las relaciones de pareja-, para lo cual se aplicó el método
cuantitativo de la encuesta a hogares. Así mismo el documento aborda los hallazgos fruto
de la aplicación de 1.080 encuestas a las instituciones con competencias en la atención
a víctimas de circuitos de violencia familiar, con énfasis en la diádica marital, en las
ciudades de Bogotá, Medellín, Cartagena, Barranquilla, Villavicencio, Florencia, Pasto,
Tumaco, Buenaventura y Popayán, y responden a los lineamientos del Modelo Ecológico
Feminista Integrado, adoptado como marco conceptual tanto para la formulación de los
instrumentos como para el análisis de la información. En éste también se hace un
resumen de los conceptos claves que propone el Modelo Ecológico Feminista Integrado,
así como de la definición de tolerancia social a la violencia basada en el género y, una
breve reseña de los elementos constitutivos del modelo de la Ruta Crítica, propuesto por
la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la cual da cuenta de la secuencia de
decisiones tomadas y acciones ejecutadas por las mujeres afectadas por las violencias
de género y las respuestas encontradas en su búsqueda de soluciones. Igualmente se
explica el uso de los métodos cualitativos y cuantitativos para la formulación de los
instrumentos de investigación y el levantamiento de la información. Se revelan los
hallazgos hechos a partir de la aplicación de los métodos cualitativos y cuantitativos. La

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interpretación de los datos responde a las categorías de análisis de los modelos
Ecológico Feminista Integrado y Ruta Crítica, razón por la cual los resultados dan cuenta
de los ámbitos (macrosistema, exosistema, microsistema e historias individuales) así
como de los dispositivos y mecanismos que producen y reproducen la tolerancia
institucional a la violencia familiar(especialmente la que afecta a las mujeres –y en últimos
registros a la que afecta al género masculino, ya que los hombres, aun en menor
frecuencia / porcentajes, vienen denunciándola).
El estudio mencionado en líneas anteriores, demostró que el lugar más común de
victimización es la familia y que los principales agresores son familiares y conocidos. 402
Colombia no es la excepción, las Encuestas Nacionales de Demografía y Salud, los datos
del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses y la información que
suministra el Ministerio de la Protección Social, evidencian cómo las mujeres están
expuestas, en las relaciones de pareja a los circuitos de violencia, principalmente de
tipo psicológico, sexual, verbal y la más evidente, de carácter físico.

La ampliación de la base de conocimientos sobre la violencia familiar (y de género, en


este trabajo, contra las mujeres) que representa, es una estrategia útil para generar
opinión pública y movilización social en torno a la problemática, incrementar el
compromiso del Estado colombiano y fundamentar procesos de formulación de políticas,
planes y proyectos orientados a la erradicación de este flagelo que solo en Colombia
cobró la vida de 1.523 mujeres en el 2009 - más de cuatro mujeres cada día -por hacer
referencia solo al feminicidio, la más grave de todas las formas de las violencias
señaladas, que afecta a las mujeres en el país y en todo el mundo. Las relaciones de
violencia en la pareja, se deben mirar en el contexto y la perspectiva de las interacciones
entre géneros (el discurso ha hecho visible y preferente, al abordar el tema de “género”
el énfasis en el femenino): “Por violencia contra la mujer se entiende cualquier acción u omisión,
que le cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económico o patrimonial por
su condición de mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria
de la libertad, bien sea que se presente en el ámbito público o en el privado. Para efectos de la
presente ley, y de conformidad con lo estipulado en los Planes de Acción de las Conferencias de
Viena, Cairo y Beijing, por violencia económica, se entiende cualquier acción u omisión orientada
al abuso económico, el control abusivo de las finanzas, recompensas o castigos monetarios a las
mujeres por razón de su condición social, económica o política. Esta forma de violencia puede
consolidarse en las relaciones de pareja, familiares, en las laborales o en las económicas”403

403República de Colombia, Congreso de Colombia, Ley 1257 “por la cual se dictan normas de
sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y discriminación contra las mujeres se
reforman los Códigos Penales, de Procedimiento Penal , la Ley 294 de 1996 y se dictan otras
disposiciones”. Página 1.

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En Colombia, en el año 2008 se emitió la Ley 1257 “por la cual se dictan normas de
sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y discriminación contra las
mujeres”, un logro valioso en la lucha contra el fenómeno dela VIF (y de las mujeres y
hombres, en las relaciones de pareja) en la medida en que en el país, por primera vez,
un instrumento legislativo reconoció expresamente los derechos de las mujeres como
derechos humanos, amplió los tipos de violencia sancionados, comprometió a los
diversos actores sociales en la prevención y generó nuevas medidas de atención a las
víctimas (especialmente de las mujeres, por ser muy alto y visible el número de afectadas
o muertas por tal razón).
403
Este cambio normativo de reciente aparición en el país, marca una nueva pauta en la
ruta por la visibilización y el cambio cultural frente a esta forma de violencia altamente
prevalente en el territorio colombiano, que se ha intentado denunciar desde las últimas
décadas del siglo veinte y en lo que va transcurrido del presente, y que lentamente ha
comenzado a ser escuchada y abordada por las instituciones del Estado y en menor
medida por la sociedad en general.

En relación con la Violencia Intrafamiliar – VIF, Medicina Legal reporta cerca de 85 mil
casos anuales entre 2007 y 2013, para estos años, las víctimas corresponden a mujeres
entre el 77% y el 79% de los casos, lo que evidencia una concentración de la violencia
contra las mujeres en el contexto familiar independiente de la edad y de la relación con
el jefe de hogar. La violencia más frecuente al interior de la familia es la violencia de
pareja, corresponde a cerca del 65% de las situaciones de violencia intrafamiliar y en
estos casos las mujeres son víctimas en el 90% de los episodios. Así mismo, las mujeres
son mayoritariamente víctimas cuando la violencia se ejerce contra menores de edad.404
De acuerdo con Medicinal Legal, se anota en el mismo informe citado, que entre 2007 y
2013 se realizaron en promedio 21 mil valoraciones médico - legales por presunto delito
sexual. Las mujeres son las mayores víctimas de este tipo de violencia, de acuerdo con
los datos reportados, con el 84% de los casos cada año.

El análisis desarrollado por el Grupo de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de


Salud y Protección Social – MSPS (Colombia), a partir de los eventos notificados en este
sistema de información, el SIVIGILA (Sistema de Vigilancia en Salud Pública) identificó
para el año 2013 un total de 43.093 casos de violencia contra la mujer, violencia
intrafamiliar o violencia sexual, es preciso aclarar que para ese año no se reportó en el
informe final los datos de Bogotá y Cundinamarca, que para el año 2012 fueron el 54,31%
del total reportado para el país. En promedio para el 2013 se encontró que el 80% de

404TERCER INFORME DE SEGUIMIENTO CONPES SOCIAL 161 (2014) “Equidad de Género para las
Mujeres” Eje 6: Plan Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencias, Colombia.
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estas violencias se presentó en mujeres y el 20% en hombres, con una razón de 4
mujeres por cada hombre. Teniendo en cuenta las características de las violencias, del
total de casos reportados en el país, el 51,5% (22.228) equivale a violencia física, el
24,2% (10.470) a violencia sexual, el 13,6% (5.898) a negligencia y abandono y el 10,3%
(4.463) a violencia psicológica. El 48% de todos los eventos reportados se presentaron
en menores de 19 años de edad; de otro lado, la violencia física, sexual y psicológica
afecta de manera desproporcionada a niñas y mujeres quienes representan entre el
82,6% y el 89,3% de estos tipos de violencia. En privación y negligencia existen las
menores brechas de afectación para niñas y mujeres, sin embargo continúan siendo las
más afectadas, siendo víctimas en un 52,7% de los eventos. 404

En cuanto a la relación de la víctima con los agresores se evidenció (en este informe
citado y el más reciente a la fecha405) que en un 93% existe una relación de parentesco
o familiar, solo en el 7% de los casos no hay ninguna relación con el victimario y la
agresión se dio en el ámbito de lo público, en espacios como la escuela y el trabajo. Por
tipo de violencia, los hombres representan el 78,8% de los agresores de las violencias
registradas, especialmente en violencias como física (18.649 casos), violencia sexual
(10.125 casos) y violencia psicológica (3.618 casos). Las mujeres fueron agresoras en
un 21,2%, en violencias como: física (3.576 casos) y privación y negligencia (4.324
casos), estas violencias se registran especialmente en niños, niñas y adolescentes en el
marco de la violencia intrafamiliar. En relación con las violencias fatales, si bien las
mujeres no aportan el mayor número de víctimas, un número importante de los homicidios
en mujeres son cometidos por su pareja o expareja, evidenciando una alta frecuencia de
situaciones de violencia, inequidad y falta de autonomía que limitan el derecho a la vida
de las mujeres. De otro lado, de acuerdo con los reportes de Medicina Legal y SIVIGILA,
las mujeres y niñas son las mayores víctimas de violencia, en especial de la violencia de
pareja, sexual y física. Estas violencias ocurren con mayor frecuencia en el contexto
familiar que debería actuar como un entorno protector dando muestras de la necesidad
de una transformación social profunda que deslegitime y erradique la violencia contra las
mujeres.

Las cifras hablan por sí solas, y marcan una tendencia, para aproximarse al fenómeno
de la VIF (con énfasis en la de pareja, como lo ratifican las estadísticas, tendencias y el
conocimiento/observación en la vida cotidiana). En este sentido resulta pertinente aportar
el cuadro posterior - inferior406:

405 Idem a la cita tres.


406 INFORME AL CONGRESO, 2013- 2014 Seguimiento a la implementación de la Ley 1257 de
2008, en cumplimiento del artículo 35 de la ley 1257 de 2008, Colombia.
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405

3. La VIF en el Caribe Colombiano: los casos de Cartagena y Barranquilla

El departamento de Bolívar es el más extenso de los ocho que integran la Costa Caribe
Colombiana; con un área de 25.975 km2 ocupa el 20% del territorio continental de esta
región y el 2,3% del territorio nacional. Limita por el norte con el mar Caribe y con el
Atlántico; por el sur con Antioquia; por el occidente con Sucre, Córdoba y Antioquia; y por
el oriente con Santander, Cesar y Magdalena. Bolívar cuenta en el mar Caribe con
territorio insular conformado por las islas de Tierrabomba, Barú, Islas del Rosario, Isla
Fuerte e Islas de San Bernardo. Su capital, es la ciudad de Cartagena (patrimonio
turístico, histórico y cultural de la humanidad, Unesco 1984).

Ubicándose en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), en el Objetivo 3 (Promover


la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer), su Meta Universal 4 (Eliminar
las desigualdades entre géneros en la enseñanza primaria y secundaria, preferiblemente
en 2005, y en todos los niveles de la enseñanza antes de finales de 2015), y en la Meta
2 de éste para Colombia (Implementar y mantener operando una estrategia intersectorial
de vigilancia en salud pública de la violencia intrafamiliar, específicamente de la violencia
de pareja contra mujer, en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga en 2008

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y en las demás capitales de departamentos en 2015 (Bolívar, cuya capital es Cartagena,
entre estas)407.

406

En cuanto al otro ámbito caribeño de referencia de la problemática en estudio, el


departamento del Atlántico y para efectos de contextualización geográfica, se acotan sus
límites generales. El departamento de Atlántico tiene una extensión de 3.386 Kms.², limita
por el norte y noreste con el mar Caribe, en una extensión aproximada de 90 Km; desde
el rompeolas occidental en Bocas de Ceniza, hasta las salinas de Galerazamba. Al este
limita con el río Magdalena, en una longitud de 105 Km, contados desde su
desembocadura en Bocas de Ceniza hasta el desprendimiento del Canal del Dique en
Calamar; al sur, suroeste y oeste, con el departamento de Bolívar desde Calamar hasta
las Salinas de Galerazamba. Por su ubicación geográfica, el departamento forma parte
del último trayecto del río Magdalena por su margen izquierda, comprendido en el área
deltaica del mismo, desde la separación del Canal del Dique al sur, hasta su
desembocadura en el mar Caribe. Barranquilla su capital: es el núcleo de la conurbación
cuenta con 1´193.667 habitantes, está localizada en el vértice nororiental del
departamento del Atlántico, sobre la orilla occidental del río Magdalena, a 7,5 km de su
desembocadura en el mar Caribe. Políticamente, Barranquilla limita al oriente con el
departamento del Magdalena (de por medio el río Magdalena), al norte con el municipio
de Puerto Colombia y con el Mar Caribe (predios de la Ciénaga de Mallorquín, tajamar

407 Bolívar y Cartagena (2012), Estado de avance de los Objetivos de Desarrollo del Milenio –ODM-
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD
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occidental y Puerto Colombia y con el Mar Caribe (predios de la ciénaga de Mallorquín,
tajamar occidental al occidente con los municipios de Puerto Colombia, Galapa y Tubará)
y al sur con el municipio de Soledad. La extensión total de la ciudad es de 154 kilómetros
cuadrados408.
En el informe de avance del PNUD, sobre los ODM (Objetivo 3, Meta Universal 4, Meta
para Colombia 2), en Barranquilla, las cifras sobre VIF, se muestran en el gráfico inferior,
recuperado409

407

En estadísticas referenciadas en el Informe de Avance del PNUD Barranquilla los datos,


que aluden al departo del Atlántico, complementan el panorama de Barranquilla,
recuperados e insertos, posteriormente, en donde se desglosan otros aspectos, sobre y
asociados con la VIF y su presencia en las relaciones diádicas (marido y mujer, esposo
y esposa), en el trienio 2008 a 2010, tales como el número y porcentaje de mujeres
violentadas, así como la proporción de mujeres valoradas por violencia de la pareja, así
como el porcentaje de mujeres que han sufrido algún tipo de violencia por su compañero
o esposo.

408 http://www.barranquilla.gov.co/conoce_barranquilla.php?lnk=77. Instituto Colombiano de


Medicina Legal y Ciencias Forenses (ICMLCF). Recuperado el 28 de Junio de 2015.
409 http://www.pnud.org.co/2012/odm2012/odm_barranquilla.pdf. ICMLCF. Recuperado el 28 de
junio de 2015
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Lo anterior permite matizar el panorama de la VIF de manera más integrada ciudad capital
y departamento, reportados en dicho informe de Naciones Unidas, como los números 18
y 19410

Tabla 18: Número de casos de violencia intrafamiliar en mujeres en el departamento del


Atlántico

408

Tabla N° 19: Porcentaje de mujeres que han sufrido algún tipo de violencia y su
clasificación en el departamento del Atlántico

4. Prospectiva y desafíos con relación a la VIF

Desde mediados de 2011 se viene desarrollando la investigación “Estudio de los factores


que subyacen a la Violencia Intrafamiliar (conyugal / pareja) en las ciudades de Cartagena
y Barranquilla en el Caribe Colombiano. Diseño de un programa de posgrado para la formación
interdisciplinaria en el abordaje de las familias” (Silva, 2011), tesis doctoral en el Doctorado
en Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada (España), resultados que se
aspira y espera poder socializar antes de finalizar el mes de Febrero del 2016. Esta, entre
otras investigaciones en similar sentido -siguen siendo pocas, en/sobre/para nuestro
contexto regional caribeño continental e insular colombiano-, ofrecen un panorama de
referentes y realidades concretos-as, sobre los cuales conocer y comprender con mayor

410 http://www.pnud.org.co/2012/odm2012/odm_barranquilla.pdf . ICMLCF. Recuperado el 28 de


Junio de 2015.
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amplitud y profundidad, la problemática de la VIF, ampliando a otros departamentos
continentales e insulares en esta región del norte de Colombia, estas investigaciones,
con miras a proponer alternativas de atención preventiva y terapéutica, desde la visión-
acción denominada P & P (Promoción de la Salud Familiar y Prevención de la Violencia
Intrafamiliar).

Es necesario asumir que la violencia intrafamiliar no es una situación aislada que se


presenta en el ámbito privado, sino que es consecuencia de las formas de relacionarnos
en lo social y cotidiano, que en múltiples contextos y niveles se ha vuelto habitual y
“socialmente y culturalmente aceptado”. Particularmente la violencia contra las mujeres 409
(y los-as niños-as) surge como resultado de un modo histórico de relacionamiento /
formas de interactividad, en el cual las víctimas no han sido tratadas como sujetos de
derechos.

La violencia intrafamiliar y en esta la que afecta a las parejas dentro del sistema familiar,
como problemática social, son del dominio de lo público, requiriendo del compromiso
responsable y activo del Estado, quien además de sancionar y contener, debe
comprometerse con el desarrollo de políticas educativas y de promoción de los derechos
(y deberes) que incluyan a todos los ámbitos / sistemas sociales. Una perspectiva de
género, la promoción del buen trato, la mirada crítica-activa de y sobre los procesos de
violencia en diversos órdenes y niveles naturalizados en la historia, así como la gestión
y actitud transformadora de / para nuevos modos de vinculación en lo social y en lo
relacional, son fundamentales para un tratamiento integral de esta problemática.

Acorde con lo anterior, la Fiscalía General de la Nación, ha generado los denominados


Centros de Atención a la Violencia Intrafamiliar -CAVIF-, en donde se destaca la labor
que se adelanta en la labor de atención, recepción y orientación de personas y parejas
que consultan o son remitidas, para recibir asesoría y canalización interinstitucional, que
permita minimizar las estadísticas de la VIF. Este modelo está en funcionamiento en
varias seccionales de la entidad que busca mayor cobertura nacional (en donde la autora
del presente texto, viene desarrollando el trabajo de campo investigativo, señalado en
líneas anteriores y referenciado en la bibliografía). Hasta donde se viene apreciando, se
consolidan diversas estrategias a través de convenios interinstitucionales para la
prestación de un servicio especializado, con entidades como las Comisarías de Familia,
el ICBF, y la Defensoría, que le permitan a la Fiscalía General de la Nación, continuar
con la labor judicial en forma oportuna y eficaz en esta clase de delitos. Asimismo, se
fortalece la actividad de prevención, mediante la participación activa de la Fiscalía en
diferentes espacios interinstitucionales, como los comités interinstitucionales e
interdisciplinarios de prevención y atención a las víctimas de violencia intrafamiliar y
sexual, las campañas de promoción y prevención de toda forma de violencia, convocadas
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por las diferentes entidades, la realización de la semana del buen trato (con el objetivo
que este se aprenda y sea un hábito interactivo para dar y cultivar permanentemente),
con actividades específicas en el CAVIF, la capacitación en jornadas dirigidas a la
comunidad, particularmente en establecimientos educativos, redes de salud e IPS, con
conferencias y talleres de sensibilización.

Conclusión

La violencia intrafamiliar, y , particularmente la que afecta a las relaciones diádico- 410


maritales o de pareja, en sus múltiples formas, constituye una violación de los derechos
humanos, lo cual se viene visibilizando gracias a las voces de miles de mujeres que
hicieron públicos, actos que permanecían silenciados por los muros de la vida privada o
por el temor a la retaliación y a la falta del apoyo financiero (que dan los agresores), las
cuales vienen desafiando marcos normativos anacrónicos, así como la indiferencia e
insolidaridad social y cultural ante las víctimas y victimarios de los circuitos violentadores
al interior de la familia.

Resulta conveniente y un factor protector de salud familiar, además, la intervención del


Estado para promover (a través de profesionales, instituciones, entidades
gubernamentales y no gubernamentales) promover y lograr un cambio más estructural:
aquellos mecanismos sociales de naturalización de las múltiples violencias que resultan
profundamente discriminadores del rol de las mujeres, niñas, adolescentes y adultas,
trabajarlos y gestionar para minimizarlos o evitarlos, ya que no son factores protectores
y tienden a reforzar la subordinación de las mujeres, puesto que apelan a usos y
costumbres que legitiman la discriminación y realimenta posturas y visiones sobre la
“inferioridad de las mujeres”, un catalizador de la VIF.

Bibliografía
Fuentes primarias

OMS -Organización Mundial de la Salud- (2010), Estudio multipaís sobre la salud y la


violencia doméstica contra las mujeres. Resumen del informe. Versión en
Español.Página23.En:http://www.who.int/gender/violence/who_multicountry_study/
summary_report/summaryreportSpanishlow.pdf
República de Colombia, Congreso de Colombia, Ley 1257 “por la cual se dictan normas
de sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y discriminación contra

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las mujeres se reforman los Códigos Penales, de Procedimiento Penal , la Ley 294 de
1996 y se dictan otras disposiciones”. Página 1.

Tercer Informe de Seguimiento Conpes Social 161 (2014) “Equidad de Género para las
Mujeres” Eje 6: Plan Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencias,
Colombia.

Informe al Congreso. 2013- 2014: Seguimiento a la implementación de la Ley 1257 de


2008, en cumplimiento del artículo 35 de la ley 1257 de 2008, Colombia.

Bolívar y Cartagena. (2012), Estado de avance de los Objetivos de Desarrollo del Milenio 411
–ODM-Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD

http://www.barranquilla.gov.co/conoce_barranquilla.php?lnk=77. Instituto Colombiano


de Medicina Legal y Ciencias Forenses (ICMLCF). Estado de avance de los Objetivos
de desarrollo del Milenio –ODM-. Recuperado el 28 de Junio de 2015.

Fuentes secundarias

Silva, M. (2011). Tesis doctoral (en desarrollo) “Estudio de los factores que subyacen a
la Violencia Intrafamiliar (conyugal / pareja) en las ciudades de Cartagena
y Barranquilla en el Caribe Colombiano. Diseño de un programa de posgrado para la
formación interdisciplinaria en el abordaje de las familias”. Facultad de Educación,
Universidad de Granada, España.

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NUEVAS FORMAS DE LEER Y ESCRIBIR DE LOS DOCENTES EN FORMACIÓN EN
UN PROGRAMA DE LICENCIATURA EN INGLES

SONIA JEREZ411
Universidad de Córdoba

Resumen 412

Las nuevas tecnologías de la información y comunicación han cambiado, de manera


irrevocable, la naturaleza y el uso de las prácticas letradas. Kress (2003) sugiere que
existen dos factores particulares que han impactado en su naturaleza; en primer lugar
la nueva era de los medios han cambiado del dominio tradicional de la escritura hasta el
actual dominio de la imagen y por otra parte, el paso del dominio del libro al dominio de
la pantalla. Estos factores juntos han promovido “una revolución en los usos y efectos de
las practicas letradas y en los medios asociados para representar y comunicar en todos
los niveles y en todos los ámbitos”. (p. 1). Asimismo, desde la década pasada varios
investigadores (Lankshear y Knobel, 2003; Kress, 2003) han estado llamando la
atención sobre el punto de que esta revolución digital ha sucedido y no le hemos
prestado atención. Con esta preocupación en mente y como docente formadora en un
Programa de Licenciatura en inglés en una universidad pública de la Costa Caribe
Colombiana, inicié una investigación con el objetivo de identificar las prácticas letradas
vernáculas de los candidatos a docentes e indagar que tan evidentes se hacen estas en
el aula de inglés. Este estudio sigue un diseño de investigación de corte cualitativo con
tres estudios y presenta resultados iniciales. Los datos fueron recolectados a través de
entrevistas, observaciones, diarios y otros documentos como planes de clase y el
currículo del área. Los hallazgos informan sobre la variedad de prácticas letradas que
los participantes mantienen dentro y fuera del aula de clase. Estas fueron clasificadas
en usos y dominios siguiendo a Ivanic et al. (2009). Los resultados también sugieren la
necesidad de considerar las prácticas vernáculas como una contribución a las prácticas
letradas dominantes de la escuela.

Palabras claves: nuevas tecnologías de la comunicación, literacidad, prácticas letradas,


docentes en formación, docente asesor.

411 Estudiante Doctorado en Ciencias de la Educación RudeColombia - Universidad de Cartagena.


CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Planteamiento del problema

La lectura y la escritura en la vida diaria involucran diferentes prácticas letradas que sirven
para diferentes propósitos. Mientras que muchas de estas actividades (hacer un depósito
en el banco, llenar un contrato) son realizadas en respuesta a demandas externas, mucho
de lo que leemos y escribimos y cómo lo hacemos no es impuesto externamente, por
ejemplo leer un blog, una wiki, páginas web, e-mails, leer libros, chatear se hacen de
forma voluntaria. En el caso de los candidatos a docentes uno podría esperar que debido
a que pertenecen a una nueva generación sus prácticas en el aula también están acordes
con lo que ellos hacen por fuera de ella. Sin embargo muchas veces aun siendo ellos 413
lectores y escritores prolíficos de las nuevas formas de leer y escribir en el aula se
continúa fomentando prácticas letradas con un enfoque básico.(Nunes & Bryant, 2006).
En el caso de los candidatos a docentes estos pueden estar perpetuando el uso de
literacidades dominantes en el currículo con énfasis en el texto impreso e ignorando las
literacidades vernáculas que usan diferentes tecnologías que pueden ser integradas en
el salón de clase para mejorar la efectividad de la instrucción.

Justificación

En el contexto Colombiano existen políticas de bilingüismo desde el año 2006 y un


documento de estándares básicos de competencia en lengua extranjera: Ingles,
(Ministerio de Educación Nacional, 2006), el cual los docentes del área deben seguir
para organizar la enseñanza del idioma y alcanzar los niveles de competencia deseados
en el idioma. Según las estadísticas presentadas presentado por Sanchez Jaba (2012) y
por el mismo MEN, los niveles de competencia en el idioma no han mejorado a través
de los años como se esperaba (Programa Nacional de Ingles: English Very Well (2015-
2025). En este sentido muchas veces se confía solamente en las estrategias,
metodologías y los recursos que se puedan aportar para la enseñanza del idioma y se
olvida el papel fundamental que juega el docente en el proceso de enseñanza. Sin restar
importancia a todos los proyectos y estrategias del Ministerio de Educación, este estudio
intenta señalar a los autores de las políticas de bilingüismo, a las Facultades de
Educación y a las escuelas que también es necesario explorar qué hacen los candidatos
a docentes y sus asesores durante la práctica pedagógica profesional frente a la lectura
y escritura en segunda lengua, ya que estudiar que se hace con las practicas letradas de
igual manera aportan al desarrollo de la competencia comunicativa en el idioma desde
este contexto.

Este estudio puede también develar la necesidad que tanto los Programas de formación
de educadores en lenguas y los autores de las políticas de bilingüismo asuman una
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perspectiva de la lectura como práctica social situada, para que los candidatos a docentes
puedan mostrar a los jóvenes en las escuelas cuál es el significado de los textos de la
cultura de la cual aprenden el idioma. Como lo aseguran Barton, Hamilton, & Ivanic (2000)
la literacidad es situada y localizada en tiempos particulares, y discursos. Las
percepciones de lo que cuenta como literacidad pueden influir la pedagogía y el currículo
en los cuales se involucren los estudiantes. Estas percepciones pueden crear una ruptura
con lo que los estudiantes traen al aula de clase.

El siglo XXI demanda que las personas letradas posean una amplia gama de habilidades
y competencias así como también empleen múltiples literacidades en los contextos de la 414
escuela, el trabajo y la comunidad. (National Governors Association Center for Best
Practices & Council of Chief State School Officers, 2010). Desde esta realidad se hace
necesario explorar cómo los candidatos a docentes abordan la literacidad en este idioma
especialmente en un contexto donde la lengua no es hablada comúnmente por la gente
en la comunidad (Punthumasen, 2007; Akbari & Allvar, 2010; Din, Khan, & Mahmood,
2010) . Moje et al (2004) han argumentado que existe poca investigación sobre como el
conocimiento de la familia y de los estudiantes, o la competencia y conocimiento que los
jóvenes adquieren a través de sus experiencias de vida informan la enseñanza de la
literacidad en las escuelas de secundaria. De la Piedra (2010) sugiere que se conoce
poco sobre como los estudiantes usan la literacidad a través de los contextos (hogar,
escuela, amigos) para darle significado a sus vidas y su relación con la comunidad
escolar.

Un argumento principal de este estudio es que los jóvenes docentes tienen acceso a
múltiples literacidades que les permiten tener una mirada del mundo diferente a
estudiantes de 5 o 10 años atrás inclusive, pero que pueden no estar conscientes de este
cambio. Es por eso que resulta interesante ver de qué manera estos pueden dar paso a
la literacidad vernácula en sus clases o si ésta es desplazada por la literacidad dominante.
En consonancia con Ivanic y al (2009) puede suceder que muchas veces se crea que
los jóvenes tienen bajos niveles de literacidad, sin embargo no suceda así en casa, con
amigos, en la comunidad, en el trabajo y estas prácticas letradas en estos dominios
pueden contribuir al aprendizaje. Por otra parte, si bien muchos jóvenes tienen acceso a
nuevas formas de leer y escribir y que estas son tecnológicamente hablando ricas y
extensas, también pueden coexistir en el aula muchos jóvenes que carezcan de estas.
Por lo cual el espacio de la Práctica Pedagógica se convierte en el momento en el cual
los candidatos a docentes y asesores comparten prácticas personales de literacidad, al
igual que estos con sus estudiantes en las escuelas. Finalmente, el enfocarnos en los
candidatos a docentes es de gran importancia si deseamos romper los paradigmas que
existen sobre literacidad y es precisamente en ellos donde “las oportunidades del futuro
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se encuentran y ahí es donde el potencial de cambio se debe ver”. (Larson and Marsh,
2005, p. 153).

Fundamentación teórica

Literacidad o prácticas letradas

Antes de los años 70, ni para los países desarrollados ni los subdesarrollados, la
literacidad era indentificada como un ideal educativo. Dentro de los contextos formales
de educación, la lectura y escritura eran identificadas como herramientas esenciales para 415
aprender y como un medio para acceder y comunicar significados a través de textos
impresos. En cualquier caso agregan Lankshear & Knobel (2006), en lo que tiene que ver
con currículo y pedagogía dentro de la educación formal, de lo que se hablaba,
investigaba y debatía no era literacidad sino leer y en menos importancia escribir.

Por otra parte, a lo largo de las dos últimas décadas del siglo XX, los estudios sobre
lectura y escritura (literacy en inglés, literacidad en español) crecieron a pasos
agigantados, perfilando un salto de perspectiva desde una teoría cognitiva a un eje
sociocultural que Gee (1996, p. 39) denominó ‘el giro social’. La mirada sociocultural ha
quebrado la concepción de la literacidad limitada a ser una habilidad esencial del
individuo, —universal, estática, descontextualizada, transferible y constante— basada en
el procedimiento psicológico de codificación-descodificación lingüística, para pasar a
concebirla como un fenómeno social —inmediato, dinámico, multifacético, situado
histórica y socialmente— y una actividad profundamente ideológica ( Gee 1996; Barton
& Hamilton 1998). Años más tarde Zavala, Niño Murcia y Ames (2004, p.10) propusieron
el término como traducción de “literacy” porque “constituye una tecnología que está
siempre inmersa en procesos sociales y discursivas y que representa las prácticas de lo
letrado no solo en programas escolares sino en cualquier contexto sociocultural”. Desde
esta nueva perspectiva, se sugiere que el concepto abarca todos los conocimientos y
actitudes necesarios para el uso eficaz en una comunidad de los géneros escritos. En
concreto, abarca el manejo del código y de los géneros escritos, el conocimiento de la
función del discurso y de los roles que asumen el lector y el autor, los valores sociales
asociados con las prácticas discursivas correspondientes, las formas de pensamiento
que se han desarrollado con ellas, etc. Cassany (2006). Ese concepto permite tener una
manera más global de entender la lectura y da cuenta de que leemos y escribimos e
interactuamos con diferentes artefactos letrados (Barton y Tusting, 2005) tales como
mensajes de texto, consultamos enciclopedias, facebook, chateamos o hacemos tareas
en el libro de texto del colegio, tenemos vallas, posters, móviles, enciclopedias, etc.

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Desde una visión de literacidad como una ‘práctica social, desarrollada en congruencia con
las propuestas de los Nuevos Estudios de la Literacidad (e.g. Pahl y Rowsell, 2005;
Barton,2007), se puede decir que existen múltiples formas de lectura y escritura en las
que los adolescentes pueden ser competentes y con las que se pueden identificar. Sin
embargo el sistema educativo sólo promueve, recluta y valora algunas de estas formas
de literacidad en sus prácticas cotidianas en el aula y sus procedimientos de evaluación.
Por ello, (Gregory y Williams, 2000) se plantean que la relación entre literacidad y éxito
escolar es más específica y debe entenderse como una relación positiva entre algunas
formas de literacidad (pero no otras) y éxito escolar. Concretamente, para los autores
que trabajan dentro del marco de los Nuevos Estudios de la Literacidad, el éxito académico 416
implica el despliegue exitoso de “literacidades académicas” (Lea y Street, 2006) o
adquirir una ‘alfabetización escolarizada’ (Cook-Gumperz, 1988; Gee, 2004): para tener
éxito los alumnos deben estar familiarizados (y han de identificarse) con las convenciones
genéricas, supuestos epistemológicos y condiciones institucionales que se despliegan en
los textos escolares. Consecuentemente, desde estos marcos explicativos, no todas las
formas de lectura y escritura en las que pueden estar implicados los alumnos promueven
el éxito académico e incluso algunas de ellas pueden ser antagónicas con la cultura
escolar (Heath, 1983). En verdad todas las formas de lectura y escritura en las que se
involucran los jóvenes pueden o no ser acogidas en el aula. Este es un argumento
generalmente debatido entre los docentes. Se cuestiona por lo tanto que si lo que hacen
los jóvenes al leer y escribir a través de las nuevas tecnologías aporta a su literacidad,
ya que por lo general estas prácticas son vistas como un desperdicio de tiempo por los
adultos.

Prácticas letradas o de literacidad

Barton y Hamilton ( 2000, p.7 ) han definido las practicas de literacidad como “ las formas
culturales de utilizar la literacidad a las que la gente recurre en su vida . En otras
palabras es lo que la gente hace con la literacidad diariamente, lo que la gente hace con
la lengua escrita para desarrollar actividades en una comunidad. Ejemplos de practicas
letradas son cuando enviamos un mensaje de texto, consultamos en enciclopedias y
diccionarios, chatiamos con amigos a traves de Facebook, tomamos notas en una
conferencia o clase en la escuela, leemos y hacemos nuestras tareas en un libro.
(Cassany, 2010, p. 4).

Practicas letradas vernáculas y dominantes

Los nuevos estudios de literacidad han hecho una distinción entre las diferentes formas
que las prácticas letradas toman de acuerdo al “contexto y las relaciones de poder social
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involucradas en el uso de diferentes textos”. (Aliagas, 2006, p. 5). Estas dos tipologías
son literacidad vernácula y dominante. Cassany (2010) se refiere a estas como practicas
informales de leer y escribir, privadas y espontaneas que las personas hacen por sí
mismos”. Ejemplos de estas son los diarios personales, los blogs, y los chats entre otros.
Adicionalmente, Aliagas, (2006) sugiere que estas prácticas son “usualmente privadas y
escritas en lengua no estándar, informalmente aprendidas, flexibles, cambiantes y no
impuestas por ninguna comunidad discursiva” (p. 5).

De otra parte las prácticas letradas dominantes o practicas letradas académicas son de
acuerdo a Cassany (2010) “aquellas reguladas por las instituciones, impuestas, 417
formalmente aprendidas y socialmente legitimadas” (pp. 10-11). Las notas, el análisis de
textos, ensayos, las consultas, son ejemplos. Estas literacidades dominantes son
institucionalizadas mientras que las literacidades vernáculas son auto reguladas
(Hamilton, 2000). Las prácticas letradas dominantes toman lugar en instituciones
formales mientras las vernáculas usualmente tienen lugar en casa o en otros dominios
de la vida diferente a la escuela u otro contexto formal

Objetivos

Éste estudio tiene como objetivo identificar las prácticas letradas vernáculas de los
candidatos a docentes en un programa de licenciatura en Ingles e indagar de qué manera
estas son incluidas en sus clases de inglés durante su práctica pedagógica profesional.

Metodologia

Este estudio fue realizado inicialmente en un Programa de Licenciatura en Ingles de una


Universidad pública del Caribe Colombiano con tres estudios de caso. Los participantes
fueron tres candidatos a docentes quienes al momento del estudio realizaban su práctica
docente profesional obligatoria en instituciones educativas públicas de secundaria, dos
de ellas adscritas al programa nacional de bilingüismo del Ministerio de Educación
Nacional. Para registrar las prácticas letradas de los participantes se siguió la
metodología del estudio: Literacies for Learning in Further Education (Ivanic, y al., 2009).
Así los datos fueron codificados usando los dominios y los usos de la vida diaria sugeridos
por este estudio. De igual manera se incluyó el uso de otros instrumentos como la
entrevista, la observación y transcripción de clases y diarios del investigador para
explorar de qué manera los candidatos a docentes realizaba conexiones entre sus
prácticas vernáculas y su práctica pedagógica para apoyar las prácticas letradas de sus
estudiantes en la segunda lengua.

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Resultados

Los resultados de este estudio sugieren que los participantes poseen una amplia gama
de literacidades vernáculas en su vida diaria tanto en diferentes dominios como usos en
español como en inglés. Sin embargo estas difícilmente entran el espacio de la escuela
y en muchas ocasiones son invisibles en sus aulas de clase. Por el contrario se registró
una preferencia por un enfoque de literacidad básica (Nunes & Bryant, 2006) y por existir
una dicotomía entre las literacidades veranculas y dominantes. De acuerdo a Heath
(2005) esta dicotomía es falsa, ya que es institucionalmente derivada. Aunque los datos
sugieren que los participantes usan diferentes formas y medios para comunicarse con 418
amigos, mantienen chats, buscan en la web y se mantienen actualizados con las noticias
de la farándula, leen sitios web, leen periódicos y libros por placer, por ejemplo ninguna
evidencia sugirió la conexión de estas con las practicas letradas que se desarrollan en el
aula de clase de dos de los participantes. Lo anterior puede ser coherente con lo expuesto
por Bernstein (1996) quien estudió las literacidades dentro y fuera de la escuela y
encontró que las segundas son jerarquizadas mientras que las segundas son
segmentadas. Es decir las primeras son controladas mientras las segundas son
espontaneas y no controladas por la escuela.

Solamente uno de los participantes integro algunas prácticas letradas más sociales y
situadas. Lo anterior puedo haber sucedido debido al acompañamiento de docente
asesor quien resulta ser un factor importante en este proceso, siendo lo anterior
coherente con lo propuesto por The New London Group (1996) quien argumenta que las
escuelas deberían dar espacio a las literacidades no académicas que los jóvenes saben
usar.

Conclusiones

Las prácticas letradas vernáculas de los participantes son realizadas en diferentes


formatos, medios y lenguajes. Son ricas, extensas y permiten ver que estas les facilitan
estar en constante comunicación con amigos, familiares e inclusive con sus docentes.
Estas prácticas no entran el espacio de la escuela de una manera amplia quizás por no
considerárseles como conocimiento valido ni siquiera por los mismos docentes asesores
quienes no las sugieren a los candidatos a docentes o presentan los recursos cuando
estos inician el proceso de la práctica docente profesional. Se puede concluir que la
escuela se preocupa de cumplir con un contenido presente en un texto más que el
expresado en el mismo currículo del área, por lo que pensar en estas prácticas vernáculas
parece una pérdida de tiempo.

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LA EDUCOMUNICACIÓN Y EL PROYECTO EDUCATIVO ETNOGRÁFICO EN
TERRITORIO AFRO – CARIBE. CASO DE ESTUDIO: SAN BASILIO DE PALENQUE

VERÓNICA MARTÍNEZ GUZMÁN412


Universidad Jorge Tadeo Lozano Seccional Caribe

Justificación
422
El estudio a realizar pretende mostrar la educación como elemento de construcción de
nación cívica y elemento de desarrollo en torno a la conciencia de lo propio, el
autoreconocimiento, el uso en contexto global y local del conocimiento partiendo de los
conceptos de ciudadanía multicultural y poblaciones originarias propendiendo por un
desarrollo sustentable.

Así las cosas la importancia de este estudio radica en:

• La exploración de la educación bilingüe intercultural como eje del proceso de


reconocimiento etnográfico ligado a productos educomunicativos.
• El estudio de la Educomunicación como estrategia pedagógica para el aprendizaje
social significativo dentro de una propuesta étnica educativa.
• Aportes al discurso sobre identidad, desarrollo participativo y comunicación para el
cambio social.
• La oportunidad de repensar estrategias de abordaje del proyecto educativo etnográfico
en espacios de educación no formal.

Antecedentes:

Etnoeducación
• Constitución 1991
• Decreto 1114 de 1978
• Declaratoria de Palenque como Bien de Interés Cultural Nacional el 2 de noviembre
de 2004

412
Docente Universidad Jorge Tadeo Lozano Seccional Caribe / Doctoranda en Ciencias de la Educación
RUDECOLOMBIA –Universidad de Cartagena. Magister en Comunicación Universidad del
Norte. Comunicadora Social Universidad Tecnológica de Bolívar.

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• Resolución 1472 del Ministerio de Cultura
• Declaración del Espacio Cultural de San Basilio de Palenque como Obra Maestra del
Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco el 25 de noviembre de 2005.
• Ley General de Cultura (397 DE 1997) Mod. Por la Ley 1185e 2008
• Plan Decenal de Cultura de 2001 – 2010 del Ministerio de Cultura
• Ley de comunidades negras (Ley 70 de 1993).
• A nivel internacional se pueden mencionar el Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) ratificado por Colombia a través de la Ley 22 de 1991 y la
Decisión Andina 391 de 1996.
423
Comunicación como campo del saber
• Tendencias Históricas de Formación Profesional.
• Comunicación para el Desarrollo.
• Comunicación para el Cambio Social.
• Desarrollo de una línea de comunicación educativa.

De contexto
• Ciudadanía multicultural
• Poblaciones originarias
• Desarrollo participativo sustentable
• Cambio social
• Educación bilingüe intercultural.

Planteamiento del problema

¿Cómo la Educomunicación se convierte en línea orientadora del proyecto educativo


etnográfico en territorio afro-caribe?

Objetivos

Objetivo General: Reflexionar – con mirada epistemológica- sobre la convergencia


comunicación, educación y pedagogía, con respecto al proceso de socialización del
proyecto etnoeducativo en San Basilio de Palenque.

Objetivos Específicos: Construir una ruta teórica que aporte elementos epistemológicos
al estudio de la comunicación como línea orientadora del proceso etnoeducativo en San
Basilio de Palenque; examinar el componente educomunicativo contenido en el proyecto
educativo etnográfico de San Basilio de Palenque y; definir el proceso etnoeducativo
como un proceso de comunicación vinculado al desarrollo de tecnologías educativas.
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Impacto esperado

Social: reflexionar sobre la incidencia de la comunicación en las diversas racionalidades


locales, múltiples sensibilidades y formas de vivir, escenarios de conflicto y cambiantes.

Institucional: promover un espacio académico de discusión sobre el aporte que la


comunicación educativa como línea de investigación hace a la etnoeducación

Académico: identificar elementos determinantes en la construcción de un currículo


intercultural que permita la visibilización de la etnoeducación como proyecto de la política 424
pública en educación

Usuarios: Científicos de la comunicación, instituciones universitarias, docentes e


investigadores en el campo de las ciencias sociales.

Instituciones educativas en general, autoridades -en los contextos local, regional,


nacional e internacional- estudiantes, científicos, docentes e investigadores de otros
campos del saber

Resultados: Diseñar una estrategia etnoeducativa que permita establecer un dialogo


entre la teoría y la práctica del campo comunicativo en educación étnica.

Abrir un espacio de discusión académica local que permita generar debate y nuevo
conocimiento sobre la relación comunicación educativa y Etnoeducación.

Marco teórico: los temas que se articulan en este apartado de la investigación son: la
comunicación como campo de estudio y sus rutas epistemológicas; la educación desde
la comunicación: los aportes discursivos de Barbero y otros autores, Palenque de San
Basilio: el proceso de etnoeducación y caracterización del territorio y; la comunicación
educativa y la web 2.0.

Metodología: Esta investigación es de tipo mixto con diseño explicativo y sigue la línea
de pensamiento de comunicación para el cambio social.

Las técnicas de recolección de datos seleccionadas son: (grupos focales, observación


directa, análisis del discurso y/o textual y la encuesta).

La investigación tendrá 5 momentos claves: revisión de literatura, identificación de


participantes reales y potenciales, diseño metodológico (formulación del problema,
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objetivos, métodos, procedimientos), recolección de datos, resultados y análisis de la
información y elaboración de conclusiones y recomendaciones.

Categorías de análisis: Comunicación y Cambio Social (Relación Escuela - Comunidad


- Sistema Educativo y Sistema Productivo), Currículo Étnico (Praxis educativa – Plan de
Vida y Proyecto Etnográfico Comunitario), Comunicación Educativa (Elementos de
socialización de los saberes y experiencias de comunitarias de generación en generación
y/o Saberes ancestrales y tecnologías tradicionales) y NTICs en la escuela
etnoeducativa.
425
Estrategia de comunicación: participación en convocatorias de investigación,
encuentros, foros u otros eventos académicos de tipo local, regional, nacional y/o
internacional y elaboración de informe final de investigación – página web - artículos
científicos y publicación (libro).

Hallazgos iniciales

Los ejes de los estudios de la Etnoeducación en Colombia son: Efectos en la vida de los
grupos étnicos, identificación de parámetros nacionales de etnoeducación y políticas.

Los fundamentos generales del proceso etnoeducativo en San Basilio de Palenque son
de tres tipos:

 Pedagogico: la diversidad cultural se convierte en un saber que debe ser


socializado e integrado como eje transversal en las propuestas curriculares de los
estamentos educativos)

 Antropologico: el proceso etnoeducativo se encuentra centrado en el ámbito


identidad étnica-cultural

 Comunitario: existe la necesidad de socialización del legado cultural como grupo


étnico, así las cosas la propuesta curricular debe analizarse desde 4 ámbitos:
Identidad étnica cultural, identidad interétnica, interculturalidad y saber disciplinar
(historia, cultura y sociedad, territorio y medio ambiente, pensamiento matemático
y comunicación).

Los fundamentos específicos del proceso etnoeducativo en San Basilio de Palenque son:
Territorialidad, cosmovisión, diversidad, usos y costumbres, y pedagogía de grupo.

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Los principios que rigen el proceso Etnoeducativo son: integralidad (diversidad lingüística
– identidad); autonomía (participación comunitaria – sustentabilidad y viabilidad
económica); progresividad (interculturalidad – flexibilidad, cohesión y control social).

El Espacio Cultural de San Basilio de Palenque está compuesto por: recursos biológicos
y sistema de supervivencia, derechos individuales y colectivos, conocimientos
ancestrales y tecnologías tradicionales, diversidad cultural y valores.

Las principales generalidades que tiene la escuela étnica son: 426

- Los modelos etnoeducativos pueden ser escolarizados y no escolarizados.

- Los modelos etnoeducativos se articulan al Proyecto Etnoeducativo y Plan de Vida


Comunitario.

- Las dificultades a las que se enfrenta el proceso etnoeducativo son: percepción


comunitaria y sistema de evaluación, estudiantes que no pertenecen al grupo étnico,
padres y maestros que no tienen competencias comunicativas en ri palenque, contextos
reducidos de uso de la lengua palenquera, inexistencia de material didáctico en ri
palenque que oriente el quehacer pedagógico del docente en la institución.

- Las principales metodologías de abordajes que se han empleados en los estudios


recientes del proceso etnoeducativo son IAP O IP, y la memoria colectiva.

Los contenidos curriculares del área de Comunicación se encuentran focalizados en el


estudio y uso de las formas de comunicación y elementos de socialización de los saberes
y experiencias comunitarias de generación en generación.

Los principios de la Comunicación para el Cambio Social inciden en el proceso


etnoeducativo son: realidad, colectividad, participación y transformación.

Las escuelas del municipio, departamento o región donde se implementa en la actualidad


el modelo etnoeducativo de San Basilio de Palenque son: Institución Técnica
Agropecuaria Benkos Biojo en San Basilio de Palenque, Escuela Paulino Salgado
“Batata” Barrio Nueva Colombia, Barranquilla” y Escuela San Luis Gonzaga en el Barrio
Nariño en Cartagena.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
TRANSFORMACIONES CURRICULARES DESDE LAS NUEVAS REALIDADES DEL
CONTEXTO GLOBAL

MARIA EUGENIA NAVAS RIOS413


EMPERATRIZ LONDOÑO ALDANA414
Universidad de Cartagena

El surgimiento del Campo del currículo se da a finales del Siglo XX bajo un enfoque 427
técnico y/o de control, y como fecha aproximada se reconoce finales del siglo XX años
1920 a 1950 de la mano de la necesaria transformación educativa estadounidense para
formar el nuevo hombre que requería la naciente y desarrollista sociedad industrial, Al
respecto Arancibia (2001), lo expresa diciendo “ al hilo del progreso económico y de la
transferencia de modelos de modelos de gestión industrial al campo educativo se
desarrolló una concepción instrumentalista del currículo y del cambio educativo”.
Aristizábal (2008), se refiere a este enfoque como utilitarista desarrollado desde una
perspectiva pragmática que buscaba que la educación fuera pensada para la eficiencia y
se debería reflexionar en torno a la relación educación – empleo.

En total coherencia con las afirmaciones anteriores, se encuentra la de Rodríguez (2004)


quien se refiere a la organización escolar en este enfoque haciendo un símil al compararla
con un panal de abejas: “un panal de abejas donde cada docente trabaja en su celdilla,
aislado del resto de docentes, comunicándose con ellos a través del director” y con ello
quiere dar por sentado como el taylorismo y los avances empresariales modernos
permearon el campo de la pedagogía y de la enseñanza.

A cerca del fundamento de este enfoque técnico, que parcela en las asignaturas el
conocimiento y que concibe la realidad educativa como natural y externa a los sujetos,
donde todo puede ser planificado, expresado en objetivos operacionalizados en
conductas deseadas y observables, donde se manipula el entorno para lograr la conducta
deseada (Salas 2003), autores como Arancibia (2001), Rodríguez (2004), Aristizabal
(2008) y Díaz Barriga (2009), coinciden en fundamentarlo en el paradigma positivista,
donde todas las ciencias buscaban la explicación de los fenómenos a través del método
científico; además, reconocen la influencia especifica de disciplinas como la Psicología

413 Coordinadora de línea Tendencias Curriculares en Educación, Doctorado en Ciencias de la Educación,


Universidad de Cartagena.Doctora en Ciencias de la Educación, RudeColombia, CADE Cauca.
Administradora de Empresas. mnavasr@unicartagena.edu.co.
414 Doctora en Ciencias de la Dirección de la Universidad de Alcalá, España. Administradora de Empresas.

Universidad de Cartagena, elondonoa@unicartagena.edu.co.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
conductual, sociología funcionalista, la teoría del capital humano, la pedagogía
pragmática, y la influencia del diseño de instruccional que deja el papel del docente como
mero administrador del currículo.

En cuanto al segundo enfoque denominado por procesos y/o Hermenéutico, práctico


entre otros, se puede considerar como una forma intermedia o una posición flexible entre
el enfoque técnico y el crítico. Lo anterior teniendo en cuenta como el enfoque práctico
se origina en oposición al enfoque técnico y aboga por un currículo practico (Shwab),
reconceptualista, interpretativo (Shuber), interpretativo simbólico (Román Diez)
fundamentado en una racionalidad practica donde el elemento clave es la comprensión; 428
se promueve el desarrollo de procesos de deliberación y argumentación acompañados
del aprendizaje y desarrollo de valores, capacidades, habilidades y destrezas. Todo lo
anterior lleva a un cambio en el rol de la docencia, se espera del docente una actuación
reflexiva y mediadora (Feuerstein, 1983), que elabore y diseñe su propia práctica
(Elliot,1990); habilidoso, original e investigador y transformador de su propia práctica
(Stenhouse, 1984); el aprendizaje requiere de la participación activa de los educandos
desde una construcción progresiva de significados, que les faciliten su aplicación en las
diferentes situaciones que se les presenta en la vida diaria.´

El enfoque práctico, por procesos se fundamenta en la perspectiva constructivista donde


las personas construyen mucho de lo que aprenden, y lo hacen en relación o interacción
con su entorno; en la teoría socio constructivista que reconoce además de la importancia
de la interacción entre personas y el contexto de los mismos, la construcción colectiva
del aprendizaje y por último, en la teoría sociocultural, aprender de otros y con otros. Una
de las tendencias más representativas de la teoría sociocultural es el paradigma de la
cognición situada, que parte de la premisa de que el conocimiento es situado, es decir se
considera como parte y producto de la actividad, el contexto y la cultura en que se
desarrolla y se utiliza. (Navas y otros 2013).

Este enfoque como se afirmó anteriormente sirvió de intermediación para el tercer


enfoque, denominado el enfoque crítico, ya que las anteriores perspectivas teóricas
fundamentaban el enfoque práctico, lo acercaban al enfoque crítico del currículo, así lo
expresa Rodríguez (2004) quien considera que se han recuperado y repotenciado las
pedagogías de Dewey, Freinet, Cousinet, Vygotsky y se está en el reencuentro con la
pedagogía popular de Paulo Freire, la pedagogía de la esperanza, donde el poder lo tiene
la palabra, el dialogo y la comunicación y se valora la cooperación, colocando el énfasis
en el proceso enseñanza aprendizaje en los significados y en los procesos.

Arancibia (2001), se dirige a este enfoque como una propuesta cuyo objetivo principal es
la emancipación de los agentes educativos y de los sistemas de formación; en cuanto al
objetivo, Carr y Kemmis (1988,173) son más directos aun, afirman que éste consiste en,
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
“Emancipar a las personas de la dominación del pensamiento positivista mediante sus
propios entendimientos”; y en términos generales, bajo este enfoque crítico, se considera
la educación como una actividad critica que tiene en cuenta y analiza las realidades y las
transforma, a nivel micro, el aula, a nivel meso, la institución y, a nivel Macro, la sociedad;
por ello es una actividad moral y política (Apple, 1986); en cuanto a las decisiones que
se deben tomar frente al currículo se consideran de índole política, como expresiones de
las fuerzas vivas que conducen la sociedad desde diversos intereses con poder e
influencia, que en últimas, se conjugan para organizar y dirigir la educación. (Rodríguez
de Mayo 2003)
429
El enfoque critico además de tener como fundamento las teorías socioconstructivista, la
teoría sociocultural, la teoría comunicacional de Habermas y la escuela critica alemana
de Frankfurt (Giroux, 1992), se fundamenta además en diversas corrientes pedagógicas
que destacan la necesidad de la cooperación y la comunicación en la enseñanza y el
valor pedagógico de la organización comunitaria de la escuela, como son: La Escuela
Nueva , la Pedagogía Socialista , la Pedagogía Institucional , la Pedagogía Dialógica de
Paulo Freire y la Pedagogía Crítica, donde la labor docente cambia radicalmente
y amerita revisión y reflexión autocrítica constante, como lo ha expresado Paulo Freire
(1999, 94): “Al fin y al cabo, el espacio pedagógico es un texto para ser constantemente
‘leído’, interpretado, ‘escrito’ y ‘reescrito’”.

La perspectiva crítica intenta resolver la oposición teoría-práctica a través del espacio de


la praxis, entendida ésta como una disposición moral a obrar correcta y justificadamente,
, dirigida por un interés emancipador que en virtud de la autorreflexión modifica, la base
de conocimiento que la informa, y somete a revisión permanente la acción, los
conocimientos, la liberación de la irracionalidad en el discurso, las injusticias en las
interrelaciones humanas y de toda forma coercitiva de poder. (UPEL 2011). Señala Freire
(1974: 31) que el acto de conocer supone un movimiento dialéctico que va de la acción a
la reflexión y de la reflexión sobre la acción a una nueva acción.
Continuando con el desarrollo de las teorías curriculares, hoy en día se está aproximando
al planteamiento del enfoque curricular complejo desde la racionalidad de la complejidad
, la cual se caracteriza por ser abierta, ser fruto del debate argumentado, en ella se
reconoce el lado del defecto, del amor y del arrepentimiento, es crítica y autocrítica y
además, reconoce sus insuficiencias; por lo cual se está frente a un currículo que tenga
en cuenta la complejidad que llevan consigo el educar y los procesos educativos; un
currículo que debe propiciar la formación humana de los individuos como “humanos que
debemos reconocernos en nuestra humanidad común y al mismo tiempo, reconocer la
diversidad cultural inherente a todo cuanto es humano” (Morin 2001, 49); donde más
importante que los contenidos son los valores que les permiten el desempeño de una
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
manera ética y responsable; además el currículo debe trascender lo disciplinar como lo
afirma Vasco (1993) desde el desarrollo de trabajos inter y transdisciplinarios e
interinstitucionales.

En cuanto al conocimiento bajo este enfoque, en palabras de Morin, (1983, 12), “El
conocimiento supone una relación entre apertura y de clausura entre el conocedor y el
conocido”. Adicional a lo anterior, debemos entender que el conocimiento no solo tiene
que ver con la objetividad sino con el encuentro de subjetividades, de intereses, de
perspectivas, de visiones y cosmovisiones culturales que se entretejen con las
características biológicas propias de los seres humanos. 430

En relación al aprendizaje, fruto de esta nueva realidad, así como las estrategias
pertinente para ello, requieren de las personas un pensamiento complejo donde se
reintegra el observador en su observación, ya que este tipo de pensamiento permite que
se afronte lo entramado ( el juego infinito de interacciones), la unión de los fenómenos
entre sí, la incertidumbre y la contradicción. En palabras de Max Neef “Sólo puedo
comprender aquello de lo que me hago parte: cuando el sujeto que busca se integra y se
funde con el objeto buscado.” (Max-Neef, 2004, 10), es decir, el pensamiento complejo
conlleva el saber para comprender. Por su parte,. Gonzales (2009), considera el
aprendizaje, desde este enfoque complejo, como un proceso permanente donde el
estudiante aprende, pero también desaprende y reaprende de tal manera que el objeto
aprendido tiene varias aristas y varias formas de ser pensado, reflexionado, apropiado
en esencia compleja.

El pensamiento complejo realiza la rearticulación de los conocimientos mediante la


aplicación de sus criterios o principios generativos y estratégicos de su método. Estos
son: principio sistémico u organizacional, principio hologramático, principio de
retroactividad, principio de recursividad, principio de autonomía/dependencia, principio
dialógico y principio de reintroducción del cognoscente en todo conocimiento. Todos
estos principios en conjunto en el proceso de enseñanza aprendizaje, dan paso a la
metacomplejidad. Así, el espacio intersubjetivo se origina en la incertidumbre y la
sensibilidad cognitiva, donde aprendemos, desaprendemos y reaprendemos en cualquier
tiempo y espacio.

A la institución le corresponde pensar la acción formativa en términos de los sujetos, esto


es, de cada subjetividad y de cada intersubjetivación, porque de lo contrario se corre el
riesgo de que las formulaciones institucionales terminen por ser buenos propósitos que
los sujetos nunca apropian ni vivencian.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
El docente, por su parte, en su quehacer diario, debe reflexionar desde diferentes niveles,
diferentes tiempos y variadas dimensiones. Debe aprender a contextualizar y/o globalizar
el conocimiento y cultivar la cultura humanizada.

Esta nueva concepción de currículo debe estar fundamentada en la flexibilidad como


circularización y embuclamiento del conocimiento la interdisciplinariedad y la
transdisciplinariedad como elementos del mismo

Desde la aproximación a lo que han sido el desarrollo de los diferentes enfoques


curriculares a la fecha, que han obedecido a cambios en los diferentes contextos que 431
conllevan un tipo de sociedad específica y que requiere de un tipo de hombre que debe
ser formado desde las instituciones educativas, se hace evidente y necesarias,
transformaciones en las instituciones educativas, en los roles de cada uno de los
estamentos que conforman la comunidad académica, en los procesos de enseñanza
aprendizaje y las formas de evaluar.

Parafraseando a Didriksson (2004),quien habla de la necesidad de una innovación critica


como un nuevo paradigma que ha de crear y construir una visión del mundo que forme
individuos y agrupamientos sociales como actores fundamentales de la sociedad en que
viven, dándole un lugar central a la cultura dentro de un proyecto educativo que asuma
de manera equilibrada la preocupación tanto de lo que le es propio o cercano como de lo
que le es ajeno, salvaguardando las libertades y la autonomía de los mismos (Narváez,
2005), y favorezcan una verdadera articulación entre las ciencias y las humanidades.

Por ello, y partiendo de la premisa que el conocimiento se encuentra en permanente


evolución; como lo señala Heagreaves: “vivimos en un tiempo en que se necesita de
nuevo una gran visión; un tiempo en que nuestra prosperidad y seguridad dependen de
nuestra capacidad para desarrollar estudiantes que puedan comprender y sean capaces
de implicarse en los espectaculares cambios sociales que provoca la sociedad del
conocimiento actual, junto con sus consecuencias humanas” (Heagreaves, 2003, p. 225),
la formación universitaria tendrá que ampliar y flexibilizar sus opciones, articulando y
desarrollando ejes transversales con los siguientes planos: la comprensión de los
lenguajes de disciplinas diversas, el uso crítico de la tecnología, el dominio de lenguajes
simbólicos, el desarrollo de la sensibilidad hacia las humanidades y las artes, la
multiculturalidad y el cultivo del cuerpo por la vía del deporte. Por ende, implica favorecer
el razonamiento científico y tecnológico, el sentido ético, la responsabilidad personal y el
compromiso social.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Se entienden los ejes transversales como puentes entre lo científico y la realidad social,
o en otras palabras, entre el saber científico técnico y el saber ético, lo cual es requerido
para una verdadera formación integral de las personas, lo anterior lo resume Didriksson
(2004) cuando expresa la transversalidad como el espíritu, el clima y el dinamismo
humanizador que ha de caracterizar la acción educativa.

Para Yus (1998), en total coherencia con todo lo anterior, los temas transversales son las
posibilidades de crear una nueva escuela, centrado en la educación para la vida, rescatar
el valor de la educación para la escuela, de los valores humanistas, permitiendo de esta
manera el desarrollo de individuos autónomos, críticos y responsables de sus actos. A 432
partir de la integración de los temas transversales en el currículo, este gana mayor
flexibilidad, apertura y contextualización, ya que los problemas pueden ser priorizados y
contextualizados de acuerdo a las realidades locales y regionales, y otros temas también
pueden ser incluidos (Brasil, 2000).

Otro aspecto que debe ser tenido en cuenta y reestructurarlo, esta relacionado con la
transformación y diseño de ambientes de aprendizaje y el desarrollo de nuevos
escenarios de aprendizaje. Sánchez (2005), se refiere a ellos afirmando que estos, han
promovido la búsqueda de estrategias que permitan enfrentar la incertidumbre que los
caracteriza. Una de las estrategias que en la última década más se ha recurrido, es a la
comunicación directa y estrecha entre el sector externo, público y privado, para la
formación profesional universitaria, lo cual ha permitido desarrollar una serie de
actividades, entre las cuales, las pasantías se destacan como actividades sistemáticas,
pertinentes y de mayor duración, que posibilita a los estudiantes, los espacios laborales
reales, donde puede contrastar la teoría y la práctica, lo académico y lo laboral y de esta
manera se asegura la pertinencia de las competencias desarrolladas o a desarrollar para
la empleabilidad.

Los entornos óptimos de aprendizaje deben ser enfocados holísticamente, incluyendo


tanto el ambiente físico como el entorno social, organizacional, pedagógico y emocional,
deban centrar su preocupación en lograr que los jóvenes y niños procesen, discriminen
y utilicen dicha información en contextos diversos en su complejidad y holísticamente
(Araya 1997). Además, deben garantizar espacios de acción-reflexión-acción, garantizar
que en ellos, los estudiantes se motiven a expresar sus sentimientos y preocupaciones
con libertad en un ambiente de afecto y de intercambio entre los involucrados en el
proceso, ya que, el aprendizaje humano no puede ser concebido sólo como una mera
dinámica evolutiva universal e invariante, sino que debe ser aprehendido, holísticamente,
en una interacción entre adquisición de conocimiento, desarrollo de pensamiento y
compromiso socioafectivo cultural
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Hoy en día se cuenta con las tecnologías de información y comunicación que permiten la
innovación en los entornos y espacios de aprendizaje ya que brindan inmensas
posibilidades para, integrar distintas formas de expresión y comunicación, a través de la
conjunción de la palabra escrita y hablada con sonidos e imágenes (Narvaez, 2005); que
permiten la interactividad y se ponen al servicio para modificar tanto las prácticas de
enseñanza, como las prácticas de aprendizaje y las de evaluación de los aprendizajes.
Al respecto se cita a Geimer y Soetard, (1997:53):

“La intromisión de las nuevas herramientas interactivas modifican las prácticas


sólo si éstas se ponen al servicio de una pedagogía diferenciada perfectamente 433
conocida y dominada, porque la aproximación multisensorial (multimedia o
multimodal), propia de los soportes multimedia, y la organización del espacio
son una oportunidad para lograr esta diferenciación”.

La utilización de las actuales tecnologías de información y comunicación en la educación,


implica entre otros, las modificaciones de las practicas, el uso de aprendizajes periféricos,
la aproximación de lo que sucede en diferentes escenarios mundiales, la
descentralización del plan de estudios, la capacitación de los docentes y estudiantes, la
conformación de comunidades de aprendizaje, de comunidades de culturas amplias y la
conformación de redes intra e inter institucionales (Gómez, 2013). Sobre los diferentes y
variados usos que se le pueden dar a las herramienta tecnológicas son ilimitados y estan
en coherencia con la creatividad de la persona que las va a utilizar, al respecto, Dede
(2000), Coll, Mauri y Onrubia (2005), y Jonassen (1998) sostienen que las características
y propiedades de las herramientas tecnológicas condicionan, pero no determinan, sus
usos pedagógicos

De otra parte, Los docentes adquieren una gran responsabilidad y un papel primordial
como mediadores y facilitadores de los procesos de aprendizajes que se deben dar en
los estudiantes motivados para aprender y por ello deben, crear entornos enriquecidos
que comprometan las siguientes capacidades de aprendizaje que tienen todos los
estudiantes: para crear un estado de alerta relajado; Reduzca la amenaza y mejore la
autoeficacia; Comprometa la interacción social; Comprometa la búsqueda innata de
significado, comprometa las conexiones emocionales, comprometa la habilidad para
percibir tanto las partes como el todo y, comprometa tanto el procesamiento consciente
como el inconsciente (Salas, 2003).

Para ello se espera del docente una preparación científica sólida, habilidades
relacionales, espíritu de equipo, la toma de decisiones, etc. Ya no es sólo el teórico, sino
también la práctica y la práctica, en un proceso continuo de desarrollo a lo largo de su
carrera (Day, 2001). Debe promover el trabajo colaborativo en equipo para construir el
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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conocimiento, el trabajo transdisciplinario de contenidos que permitan fomentar en los
alumnos y alumnas el pensamiento complejo y su incorporación a la virtualización de una
realidad metadimensional. Debe transformar las prácticas escolares a las prácticas
escolares multidisciplinarios y multi e interdisciplinarios e integradas en la vida cotidiana,
para conocer y aplicar estrategias y métodos activos de enseñanza-aprendizaje para
pensar, aprender, cuidar y valorar y evaluar y autoevaluarse de forma sistemática y
formativa.

Dilthey (1942, 12), definía la responsabilidad del docente a finales del Siglo XX, afirmando
“la profesión del educador exige dos cosas: primero preparación pedagógica de toda la 434
persona, después conocimiento científico de la materia que quiere enseñar el futuro
educador”. Esta responsabilidad en los inicios del Siglo XXI se mantiene, con ciertas
variaciones como lo es el poder estar asistido, cuando las circunstancias lo requieran,
por tutores y/o facilitadores, que coadyuvan a la dirección del proceso de aprendizaje
bajo la dirección del profesor. Así mismo se resalta la importancia y responsabilidad del
docente en la formación ética de los estudiantes; Gonçalves, (2005); Finkler, (2009),
coinciden, en otras palabras, en señalar que la tarea del docente consiste en contribuir
de manera positiva e intencionada en el desarrollo ético de los estudiantes

Warnock (2003) y Hargreaves (2003) coinciden en el cambio del papel del docente que
deja de ser un dogmático para ser un docente que dialoga y desde allí promueve un
aprendizaje significativo profundo, desarrolla la inteligencia colectiva y la capacidad para
aceptar, promover y asumir el cambio y el riesgo; por todo lo anterior se alude a los
cambios que deben estar inmersos en la formación docente que implican al mismo
tiempo, cambios en los procesos institucionales, procesos de aprendizaje entre pares y
procesos de aprendizaje individual (Marcelo, 1995).

Al cambiar el rol, las responsabilidades y prácticas de los docentes, inevitablemente se


cambia también el rol, las responsabilidades y prácticas de los estudiantes. Al ser los
docentes facilitadores, mediadores, los estudiantes adquieren el papel protagónico de su
propio aprendizaje, deben ser capaces de organizar, tomar posesión de criterios de valor,
saber aplicar la información que obtienen, seleccionándola dentro de sus parámetros
axiológicos y de ahí tomar la decisión (Poole 1999: 271-294);por su parte Arancibia (2001)
complementa diciendo que deben preparase para un aprendizaje durante toda su vida,
adaptarse a las nuevas situaciones y propender hacia acciones de auto-eco-
organización, que les va a permitir desenvolverse en esta sociedad.

Otra característica propia de los estudiantes en esta sociedad es la adquirir un alto grado
de solidaridad y compañerismo, que permita que el recurso escaso o limitado sea
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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
compartido en el grupo “Todos para uno y uno para todos” deberían ser los principios del
trabajo colaborativo con el microcomputador: compartiendo dudas y descubrimientos
(Crook 1998). Esta característica de solidaridad y compañerismo debe estar acompañada
de una formación ética y humanística, guiada por un pensamiento crítico y asumiendo las
consecuencias de sus actos frente a sí mismo como a los demás (Finkler 2009).

Los métodos, procedimientos, medios de enseñanza y formas de organización deberán


propiciar y fomentar la autonomía del estudiante y el carácter activo, consciente y creativo
del mismo, mediante la solución de problemas; promoviendo el hallazgo de varias
alternativas de solución para cada uno (Tadao, 2011); simulaciones, salidas de campo, 435
juegos, metáforas y otras actividades similares que tienen como objetivo simular los
desafíos y experiencias del mundo real (Salas, 2003). Según De Sousa y otros (2012), lo
común de esta metodologías, métodos que contribuyen a la formación del hombre como
ser histórico inscrito en la acción-reflexión-acción es que se basan en la triada Problema
- Explicación – Solución

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438

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
439

IDENTIDADES EN EL CINE, LA MÚSICA


Y EL ARTE CARIBE

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
1955: LA HUELGA DE LOS CINES Y SU ESPACIO URBANO EN CARTAGENA DE
INDIAS

RICARDO CHICA GELIS415


Universidad de Cartagena

440

Teatro Miramar, Barrio Pié de La Popa. Fototeca Histórica de Cartagena. Anónimo,


años cincuenta.

Introducción

Esta ponencia hace parte de un trabajo más amplio titulado “Cine, cultura popular y
educación en Cartagena 1936 – 1957” cuyo propósito general consistió en analizar el
proceso de apropiación social de la modernidad cultural de los sectores populares de
Cartagena, a través del consumo del cine mexicano en su época de oro. Lo anterior
supuso tener en cuenta el melodrama del cine mexicano como la forma en que las gentes
accedieron a la modernidad vista como una sensibilidad que se manifestó en la moda,
el gusto, las preferencias, los usos y los estilos de vida. De manera que un tópico
relevante del mencionado proceso de apropiación, se da en la relación que tiene el
espacio urbano del cine con las prácticas y dinámicas de recepción de las películas en

415Doctor en Ciencias de la Educación. Docente Asociado de la Universidad de Cartagena.


rchicag@unicartagena.edu.co

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el ámbito barrial de Cartagena. En la mencionada relación se destacan dos aspectos
como son: la periodización del espacio urbano del cine en Cartagena y el caso de la
huelga de teatros de 1955.

En el primer aspecto se destacan cambios tecnológicos y urbanos que van condicionando


la recepción de cine en los distintos sectores sociales de la ciudad. El segundo aspecto
constituye un caso que puso en evidencia la importancia del cine mexicano en tanto
apaciguador de las inconformidades de las gentes frente a la situación de extrema
pobreza que se vivía en los barrios de una ciudad de geografía racializada.
441
La historia social de los medios sirvió como enfoque metodológico para tratar fuentes que
se hallaron en la Cineteca Nacional de México; en el Acervo del Colegio de México; en el
Archivo Histórico de Cartagena; en el periódico El Universal; en la Biblioteca Bartolomé
Calvo del Banco de la República en Cartagena; en la Fototeca Histórica de Cartagena,
entre otros. Se consultaron archivos de prensa, institucionales, fotográficos, familiares y
particulares; se consultaron películas y documentales; se realizaron entrevistas a
expertos y a informantes clave.

Con miras a analizar las prácticas y dinámicas de recepción del cine en los sectores
populares de Cartagena entre 1936 y 1957, se tiene en cuenta el concepto espacio
urbano del cine (2003). Dicho concepto es referencia importante en el estudio de la
historiadora mexicana Evelia Reyes Díaz. Reyes señala el cambio de sentido de la
palabra cine, en la medida en que la ciudad de Aguascalientes iba expandiendo su casco
urbano (2006). Así, para principios del siglo XX, la palabra cine se refería casi
exclusivamente a la película que se elabora y se proyecta en una pantalla, pero, en el
devenir urbano, esta palabra comenzó a referirse también:

“al espacio físico que ahora conocemos como sala cinematográfica, puesto que
esta también proporciona una serie de imágenes que remiten al tema (…) Este
referente espacial llega a ser un elemento importante en la sociedad y ciudad
misma, sin ellos, no se concebía una posibilidad de diversión, pues eran el
centro de convivencia más importante. (…) El lugar tanto físico como simbólico
que ocuparon las salas de cine en las ciudades remite a lo que se ha
denominado como ‘espacio urbano del cine’” (2006; 52, 53).

El espacio urbano del cine en 1903 es el tema principal que aborda la revista Anales del
cine en México 1895 – 1911 (2003) y, en general, se enfoca a establecer los cambios
urbanos que vivió la ciudad de México durante el Porfiriato, según los preceptos franceses
y ante la avidez de parecer cosmopolitas. Los autores de la revista, describen las grandes
transformaciones en el paisaje urbano a partir de las ideas positivistas de orden y

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progreso, donde, el higienismo, la industrialización y el cine, entre otras manifestaciones,
marcaban las nuevas pautas de lo público y lo privado, en una capital que se convertía
de manera apresurada en una ciudad moderna:

“nuevos trazos viales y modernas colonias; el alumbrado público, el servicio de


tranvías y sistemas de alcantarillado, drenaje y desagüe (…) La energía
eléctrica determinó diferencias sustantivas en la faena cotidiana; la moral de la
época, y la vida familiar y social, se modificaron de manera profunda. La tertulia,
los paseos y la novedad de asistir a espectáculos como el cine, el teatro o al
circo empiezan a popularizarse; la vida pública se amplía, en tanto que la vida
privada establece nuevos límites en un esfuerzo, quizá desesperado, por 442
preservar el anonimato” (Leal; Flórez; Barraza, 2003).

Dicho lo anterior, resulta clave entender el cine como lugar y como espacio, es decir,
como significante y como significado. Así tenemos que el historiador Michael De Certeau,
en su libro La Invención de lo Cotidiano (1999) establece la diferencia entre lugar y
espacio en virtud del uso y la disposición, o no, de un territorio propio y de poder:

“El lugar es visto como un espacio geométrico siempre conectado al control y


al poder (…) que indica que dos cosas no pueden estar en un mismo sitio. Allí
rige la ley de lo propio y los individuos se vinculan mediante relaciones de
coexistencia. El espacio, en cambio, es producido por las operaciones que lo
orientan, circunstancian, temporalizan y lo hacen funcionar a partir de
vinculaciones contractuales o conflictivas: es el lugar usado, practicado. Así
entendido, el espacio es al lugar lo que el habla es a la lengua” (Zubieta, 2000;
87).

Lo anterior nos facilita ver al cine en tanto su uso en Cartagena, donde la clase social es
clave, pues, como nos lo enseña Jesús Martín Barbero: “los hábitos de clase atraviesan
los usos” (1987; 240). Hábitos y condiciones materiales de las distintas clases sociales
en Cartagena podían evidenciarse en las características significantes, en los lugares del
cine a que asistían. Era clara, pues, la diferencia material entre los cómodos y limpios
cines de la clase social media y alta de Cartagena y las bancas de parque que se
disponían en los cines barriales de los sectores populares; en ese sentido, también hay
que señalar la diferencia en la calidad de proyección de las cintas en la pantalla, pues,
en los cines barriales de manera recurrente proyectaban cintas muy deterioradas y con
más de cinco años de antigüedad. Otra dimensión de lo concreto del espacio urbano del
cine, se refiere al conjunto de teatros disponibles, que pueden verse como coordenadas
vivas de la ciudad, pues, funcionaban como nomenclatura orientadora en los entramados
y recovecos que aparecían durante el crecimiento urbano desbordado y desordenado:
cada barrio tenía su cine, lo que propició una red de puntos de referencia para andar por

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la ciudad y usarla, según cada sala, sus nombres y su ubicación geográfica. (Ver tabla
anexa).

Por su parte el cine mexicano en su época de oro se expandió por toda América Latina y
el Caribe. Se trata de un periodo en que los historiadores coinciden en establecerlo entre
1936 y 1957. Allá en el rancho grande (1936) de Fernando de Fuentes se constituye en
el primer éxito internacional de aquella cinematografía, lanzando el género de comedia
ranchera como la propuesta fílmica que conectó con la sed de cine de las masas
analfabetas del continente. Para la época, por ejemplo, el analfabetismo en Cartagena
superaba el cincuenta por ciento en una población que osciló entre 81 mil habitantes en 443
1938 a 130 mil en 1951. Entre las grandes temáticas fílmicas del país azteca que se
popularizaron, tenemos: el cine de rumberas, la comedia urbana, el melodrama urbano,
la añoranza porfiriana, el cine de piedad religiosa, entre otras. Hacia 1957 muere en un
accidente de aviación el ídolo de las masas Pedro Infante. Se considera este hecho como
el declive el cine mexicano en su época de oro. Una decadencia que coincide con su baja
en el número de películas producidas por año, frente a la maquinaria de Hollywood; el
aumento de la población alfabetizada; y la llegada y la progresiva masificación de la
televisión (García Riera, 1991; Monsiváis y Bonfil, 1994). Este tipo de cine tuvo gran
incidencia en la reconfiguración de la cultura popular en Cartagena (Chica, Acuña; 2011).
En general, se trató de la aparición de una nueva sensibilidad colectiva basada en ver
cine y que supuso una experiencia de apropiación social de ciertas manifestaciones
culturales de la modernidad, donde el espacio urbano del cine, resulta clave para su
comprensión.

1. Periodización del espacio urbano del cine

Víctor Nieto Núñez fundador del Festival Internacional de Cine de Cartagena en 1960, da
cuenta de ciertas características físicas de los cines en una propuesta de tres períodos,
mientras la mancha urbana de Cartagena se iba expandiendo. El primer período se ubica
durante la exhibición del cine silente, el cual, dejó de ser itinerante en 1916 de la mano
de Belisario Díaz quien establece el primer salón de cine en el edificio Mogollón en la
calle del Coliseo. “El público se sentaba en bancas, pero era permitido llevar a cada cual
su silla, taburete o mecedora para proporcionarse su propia comodidad” (1995; 47). Para
la misma época el mismo Belisario inaugura el Teatro Variedades, en Getsemaní, e
introdujo dos categorías de público: luneta a veinticinco centavos y galería a diez
centavos; para aquella época, el empresario había construido también el Teatro Rialto el
cual resultó de gran preferencia popular. En este momento, no había salas de cines fuera
del cordón amurallado de Cartagena.

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Una segunda época viene marcada por la aparición del cine sonoro en los años treinta,
pero, el evento más significativo para el paisaje y la dinámica urbana de la ciudad es
cuando, en 1941, el Teatro Variedades se convierte en Teatro Cartagena y se ofrece
como un escenario para la clase social alta, pues, contaba con la novedad del aire
acondicionado y modernos aparatos de proyección y de sonido. De ahí en adelante se
comenzaron a construir cines hacia la periferia de la ciudad, según la iniciativa
empresarial de ciertos inversionistas y circuitos cinematográficos; hacia febrero 1943 se
inaugura el Teatro Colonial, en su momento el más importante, ya que estaba ubicado
en zona de confluencia de barrios como Lo Amador, El Toril, La Quinta y La Esperanza,
de ahí, que la prensa lo mencionara como el segundo más destacable de la ciudad (El 444
Diario de la Costa, 18 de feb. 1943, pág. 4). Así, en 1955 los empresarios a cargo de la
exhibición en Cartagena, eran: Circuito VELDA, Circuito América, Circuito ABC, Cine
Colombia, Cine Manga y Teatro Colón, juntos formaban un conglomerado de 29 cines,
según lo que se ha podido establecer por archivo de prensa (El Universal, 7 de
septiembre de 1955, pág. 8).

La tercera época de los cines o teatros en Cartagena se caracteriza por la proliferación


de los cines con aire acondicionado, después de los años sesenta. Llama la atención que
es el aspecto climático de las salas de cine lo que destaca Nieto para establecer su
periodización, lo que resulta importante frente al espacio urbano del cine en Cartagena,
pues, los cines con aire acondicionado solo estaban en el centro de la ciudad que, para
entonces, era el único lugar que congregaba las actividades más importantes en materia
política, económica, social y cultural. Los cines de la periferia, o de extramuros, para usar
un término de la época, nunca contaron con aire acondicionado y siempre estuvieron a
merced de las imprevisiones del clima. Había, entonces, una marca climática en la
geografía urbana de las salas de cine, respecto a las que tenían aire acondicionado y las
que no. Por su parte, en 1978 el mismo Víctor Nieto interrogaba en la prensa:

“¿Por qué Cartagena se ha vuelto la mejor plaza cinematográfica de Colombia?


Y la verdad es que aquí nos hemos preocupado por educar al público, por
enseñarle a ver cine, porque sepa quién es quién en el mundo del celuloide.
Los cines clubes primero y el Festival de Cine después, tiene buena parte en
esta obra y así es reconocido. Hay que asistir a una función a cualquiera de los
Festivales de Cine para apreciar el silencio, el interés, la devoción con que el
público ‘mira’ una película. Estos festivales se han ensayado en otras ciudades,
y han fracasado en todos precisamente por ello” (Diario de la Costa, Sept. 21,
1978).

La anterior consideración de Nieto Núñez nos da la oportunidad de señalar que las


películas del Festival de forma muy esporádica se programaron en los cines populares
de la ciudad, al menos en sus inicios, es decir, desde 1960. Siempre se exhibieron en los
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cines que contaban con aire acondicionado como el Teatro Cartagena, el Teatro
Calamarí, el Teatro Bucanero, eventualmente, en el Teatro Colón, en el Teatro La Matuna
y, a principios de los años ochenta, trasladó sus principales actividades al Centro de
Convenciones.
Además, hay que anotar el contraste que hay entre la visión que Nieto tiene sobre el
público de cine y la función de control social de la Junta de Espectáculos respecto la
vigilancia del orden y el comportamiento público en los cines. Por supuesto, Nieto se
refiere al uso social del Festival de Cine, el cual, es muy distinto al uso social de los cines
de barrio en el marco de su vida cotidiana. No obstante, hay que destacar en las
apreciaciones de Nieto el poder educativo del cine, en tanto arte y cultura, en un contexto 445
de modernización y en el marco de la institucionalidad del Festival, el cual, fue creado
principalmente con propósitos de promoción turística: “Yo pensaba que Cartagena, algún
día, podría ser un centro turístico igual que esos balnearios. Existía otro en Viña del Mar,
en Chile, y por esto se me ocurrió que podríamos hacer un festival de cine en esta ciudad”
(1995; 16). En efecto, el poder educativo del cine, desde la perspectiva cultural, generó
un proceso donde la gente de los sectores populares aprendió los diversos estilos de
vida, en especial, a la luz de los contenidos del cine mexicano, lo que entraba en franca
contradicción con la visión que la élite tenía de la modernidad urbana que creían, se debía
alcanzar.

2. El caso de la huelga de teatros de 1955

Durante el segundo período de los cines en Cartagena, mencionado por Nieto, tenemos
que estos se constituyeron, en la práctica, en centros culturales donde la proyección de
una película, constituía la actividad central, pues, el espacio urbano del cine supuso un
lugar no solo físico sino simbólico donde acaecía una suerte de proceso de apropiación
y sensibilidad colectiva respecto a las marcas de la modernidad cultural, en el marco de
la vida barrial. Se trataba de un proceso de autocomprensión colectiva que se regodeaba
con las ofertas identitarias de los melodramas del cine hablado en castellano (Thompson,
1997; Monsivais, 1994; Martín – Barbero, 1987). Para la historiadora mexicana Evelia
Reyes el concepto de sala cinematográfica “remite a un espacio físico muy específico: es
un lugar diseñado para la exhibición de películas, cuya estructura física exterior y sobre
todo interior está diseñado para ese objetivo, aunque ocasionalmente pueda ser ocupado
como sede de algún otro evento que en nada tenga que ver con la exhibición
cinematográfica” (2006; 216). En efecto, desde sus inicios, los cines en Cartagena fueron
espacios privilegiados para presentar todo tipo de espectáculos populares como peleas
de boxeo, sesiones de lucha libre, concursos de todo tipo para la radio, presentación de
artistas en gira nacional o internacional, bailes de picó y en ocasiones se presentaron
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shows de streep tease, así como también, jornadas de nutrición infantil y prevención de
enfermedades en esa población.

En ese sentido, un episodio revelador de pistas sobre los significados del espacio urbano
del cine tiene que ver con el paro y cierre de todos los teatros que se presentó en la
ciudad en septiembre de 1955. El día primero de ese mes apareció una pequeña nota de
prensa en El Universal en la página primera que anunciaba el aumento de la boleta de
los cines en toda la ciudad en cinco centavos, con el propósito de financiar la carroza de
la reina popular de ese año, pagar el viaje a Miami como premio principal y otros
menesteres de la celebración que acaecería en el mes de noviembre. Los empresarios 446
de la exhibición fílmica solicitaron al Capitán Hernando Cervantes Zamora, alcalde militar
de la ciudad, un par de citas que al parecer no fueron debidamente atendidas.

Lo anterior provocó el cierre de todos los cines el día siete del mismo mes, pues, los
empresarios no aceptaban el sobrecosto, no obstante, que se trataba de un impuesto
provisional y que sólo iría hasta fines del mes de octubre. Poco después se supo que el
recaudo del impuesto se prolongaría para financiar los VII Juegos Nacionales de 1958.
Los quejosos alegaron que pagaban muchos impuestos y no soportaban uno más; los
impuestos vigentes eran los siguientes: Un centavo de cada boleta para la SAYCO
(Sociedad de Autores y Compositores Colombianos); impuesto de defensa nacional;
impuesto sobre carteles, estampillas, vidrios de propaganda y otros; e, impuesto para
ciegos, que era de veinte pesos mensuales por cada teatro; después se sabría que la
nueva alza decretada por la alcaldía era ilegal. El paro de cines se declaró indefinido. La
prensa siguió con atención el desarrollo de los acontecimientos y la puja entre
empresarios y alcalde. La ausencia de proyección de películas afectó las dinámicas
sociales y el sentido del espacio urbano del cine en toda la ciudad.

Ese mismo día siete, el editorial de El Universal señalaba tres aspectos que son
relevantes al espacio urbano del cine. En primera instancia, se señala la angustiosa
situación económica generalizada en relación con la única diversión accesible a los
“sectores trabajadores y la población pobre que es la que llena los cines de los barrios”,
dando al cine importancia cultural según su “expansión sencilla y económica”. En
segunda instancia, el editorialista critica la diferencia en recaudos entre juegos y casino,
el cual, para el primer semestre del año era de trece mil pesos, mientras que para el cine,
era de cuarenta y ocho mil pesos. La crítica se hizo con miras a exigir mayor gravamen
a las actividades del juego, los cuales, eran relacionados con vicios y malas costumbres.
En tercera instancia está la importancia que el editorial le dio al significado de la noche
en relación con la oferta cultural y el ocio, pues, las actividades alrededor del cine

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constituían, prácticamente, la única posibilidad de vida nocturna de la ciudad, accesible
y para todo tipo de público. (El Universal, 7 de septiembre de 1955 pág. 4).

El primer aspecto tiene que ver con una característica importante de la geografía humana
de la ciudad, pues, con la huelga se vieron principalmente afectados los barrios y sus
habitantes; de otra parte, en asuntos administrativos del gobierno, había una manifiesta
inequidad en materia de impuestos y, por último, la noche como un elemento del espacio
urbano del cine y las prácticas culturales que allí acontecían, en especial, las que tienen
que ver con los procesos de acceso y apropiación del aspecto sensible de la modernidad
cultural a través del melodrama. Una consecuencia inmediata de la determinación de los 447
empresarios locales, fue la solicitud de la devolución de todas las películas que estaban
siendo exhibidas en la ciudad, por parte de las distribuidoras fílmicas capitalinas (El
Universal 8 de septiembre de 1955, pág. 8); de manera que el paro amenazaba con
prolongarse, la incertidumbre en la ciudad era mayúscula. Los empresarios decidieron
demandar ante el Contencioso Administrativo los decretos correspondientes. Pero es
quizás en la editorial del día ocho de septiembre donde se encuentran más elementos
que evidencian la alteración de las rutinas propias del espacio urbano del cine, en una
ciudad de condiciones materiales muy precarias, donde los teatros se constituían en alivio
colectivo a la postración cotidiana de ribetes pavorosos:

“Al tomar esta determinación, queda la ciudad de Cartagena, de por sí no muy


alegre peor que si estuviéramos padeciendo una grave calamidad pública. A
las tristezas que puedan originarse por la carestía de las subsistencias, por la
suciedad inevitable en que se encuentra la urbe histórica, a causa de que
todavía no tenemos un buen sistema –ni si quiera uno pésimo- de desagüe
sanitario; a todo ello, decimos, viene ahora a sumarse esta situación en que se
coloca a los habitantes de no poder disfrutar –seamos o no cineastas- de uno
de los esparcimientos más sanos y menos comprometedores para la salud y
para el presupuesto familiar (…) Esta ciudad de Cartagena, tan señorial y
monumental, evocadora de glorias pretéritas, carece de vida nocturna, a pesar
de su posición geográfica de puerto marítimo” (El Universal, 8 de sept. 1955,
pág. 4)

Lo primero que hay que destacar es que el público de cine se relacionaba con su espacio
urbano por la ausencia de alcantarillado en la ciudad, lo que suponía enfrentar y sortear
diariamente una realidad ambiental y social de pobreza y pobreza extrema y sus
consecuencias en la salud de la población; quizás sea, esta problemática, peor que la del
analfabetismo y el bajo nivel educativo que padecía en aquel entonces buena parte de la
sociedad. De manera, que la rutinas de consumo de cine y su espacio urbano, devino en
la vida social de Cartagena como una clave de lectura de películas mexicanas sobre
relatos que contaban episodios de micro – resistencia; una clave de lectura que vinculaba

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el mundo fílmico del melodrama con los avatares y rigores inclementes del mundo real
del público cartagenero.

Sin la posibilidad de ver cine, las gentes, perdían la oportunidad de aliviar su propio dolor
viendo el dolor ajeno presentado en las películas mexicanas. La clave de lectura se
cifraba en el melodrama, el cual, “fue la escuela de las resignaciones que propuso la
fatalidad como única explicación del mundo. Y supo el público del hechizo embriagador
de la tragedia ajena, del goce de la apropiación vicaria y tarareó y aprendió a silbar
Amorcito Corazón, como exorcismo supremo a tanta desventura” (Monsiváis, 1994; 26).
El cine mexicano en su época de oro posibilitaba comprender las formas de ser pobre y 448
en donde los procedimientos de negociación y de apropiación social partieron de relatos
que contaban y mostraban la ética de la tenacidad, las tácticas de la astucia, la fe
inquebrantable, la abnegación y el sacrificio, la ley de compensación de la vida y todo el
universo del saber popular que puede resumirse en la leyenda que reza en la defensa
del camión que maneja Pepe El Toro: “Se sufre pero se aprende” en la película Nosotros
los pobres (1948).

Lo anterior sin desconocer el poder hegemónico de los medios y su capacidad de moldear


la conciencia de las masas, de hecho en uno de sus apartes el editorial referido señala:
“A mayores dificultades domésticas, es la norma, debe haber un número proporcional de
medios que distraigan de las preocupaciones” (El Universal 8 de septiembre 1955, pág.
4). De una manera, más que implícita, el editorialista reconoce el cine como aparato
ideológico del Estado y del sistema socioeconómico imperante “Sobre todo cuando en
las imágenes cinematográficas se muestra la redención y felicidad del pobre y la
amargura de los ricos que tienen que cargar con su vida llena de placeres pero vacía y
sin sentido” (Vidal, 2010; 35). El cine y su espacio urbano en Cartagena era un eje vital
que hacía soportable la realidad social más horrorosa, pues, “el melodrama es escuela
de resignación y catecismo de la armonía social” (Bonfil; Monsiváis, 1994; 29).

Mientras los empresarios de teatros se reunían con el alcalde de Cartagena, un modesto


teatro de la población vecina de Turbaco ofrecía películas en la prensa cartagenera con
los títulos Tarzán en la selva secreta y la cinta mexicana Pobre huerfanita (1955); estos
empresarios de pueblo, conocían muy bien la sed de melodrama de las masas, aunque
desde Cartagena sólo podían asistir aquellos que disponían de recursos económicos y
que no pertenecían propiamente a los sectores populares, lo que marca la relevancia del
cine en la vida de cualquier persona, sin importar su condición social o material (El
Universal, 17 de septiembre 1955, pág. 4). Después de diecisiete días los cines
reanudaron las actividades en Cartagena el 24 de septiembre y el primer tramo de

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alcantarillado aparecería apenas hasta el año de 1960 y sólo en el casco del centro
histórico de la ciudad.

Conclusiones

Una forma de comprender la apropiación social de la modernidad cultural en los sectores


populares, puede darse en el análisis del consumo del cine, en este caso, el mexicano
en su época de oro entre 1936 y 1958. En código de melodrama las películas mexicanas
fueron consumidas por el público barrial de Cartagena, lo que favoreció su acceso al
aspecto sensible y emocional de la modernidad en tanto experiencia cultural. De ahí, que 449
un concepto como el de espacio urbano del cine sea útil en la pretensión de reflexionar
el devenir de los cambios urbanos en tanto formaciones sociales y culturales que acaecen
en una ciudad. En ese sentido, se ofrecen las siguientes conclusiones, a la luz de los
aspectos analizados como son: la periodización del espacio urbano del cine en Cartagena
y el caso de la huelga de teatros de 1955.

En el primer aspecto se destacan cambios tecnológicos y urbanos que condicionaron la


recepción de cine en los distintos sectores sociales de la ciudad. De los tres períodos
referidos, se analizó el segundo, el cual, coincide con la mencionada época de oro del
cine mexicano. En dicho período el espacio urbano del cine en Cartagena se distinguió
por la expansión de cines hacia los barrios extramuros de Cartagena. Lo anterior generó
una diferencia social muy marcada en las condiciones de recepción de películas. En
primera instancia los cines de mejor condición social ofrecían títulos de películas
pertenecientes a cinematografías europeas, argentina y de Hollywood y, en menor
medida, las películas mexicanas. Los cines barriales presentaban casi siempre películas
habladas en castellano, en especial las mexicanas, toda vez que su público en su mayoría
era analfabeto. Otra diferencia importante lo constituyen las condiciones de las salas de
cine. Mientras las primeras contaban con silletería apropiada, proyección de calidad
técnica y algunas con aire acondicionado, los cines barriales eran sin techo, con bancas
de madera y con proyección de calidad deficiente.

De otra parte, son relevantes las prácticas de recepción del cine según las distintas clases
sociales, las cuales, se pueden vislumbrar a través del espacio urbano del cine en
Cartagena. Dichas prácticas se pueden categorizar en la gastronomía, la moda, los usos
amorosos, la piedad popular, el estilo de vida, las prácticas musicales y festivas y la
agenda noticiosa. En general, la diferencia de prácticas de recepción llevadas a cabo
entre los cines considerados de clase alta, media y baja se caracterizaron por el
seguimiento y apropiación de patrones, modelos y estereotipos ofrecidos por las películas
exhibidas. Así, por ejemplo, las prácticas de recepción en los cines de clase alta y media
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eran muy similares toda vez que se exponían a los contenidos del cine europeo,
norteamericano y argentino. En contraste, en los cines de clase baja, se seguían los
referentes culturales ofrecidos por el cine mexicano y argentino en menor medida.
El segundo aspecto, visto según el caso de la huelga de cines en 1955 puso en evidencia
las condiciones de extrema precariedad en que vivían los sectores populares de
Cartagena y puso de manifiesto la importancia del cine, en especial el mexicano, en tanto
apaciguador de las inconformidades de las gentes según lo manifestado por la prensa
local.

En general el espacio urbano del cine es un término clave al momento de ubicar y 450
comprender el lugar simbólico que ocuparon distintos los sectores sociales y sus
condiciones concretas de vida, a través de la experiencia cultural de ir a ver cine
mexicano en su época de oro, en los barrios extramuros de Cartagena.

Bibliografía

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Tesis consultadas
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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Reyes, E. (2006). Ciudad, lugares, gente, cine: La apropiación del espectáculo
cinematográfico en la ciudad de Aguas Calientes 1897 – 1933. Maestría en Historia.
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México (1895 – 1940). México DF: Editorial Porrúa.

Zubieta, A. (2003). Cultura de masas y cultura popular (compilación) Buenos Aires:


Editorial Paidós,

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
ANEXO

Clase social, Prácticas y Uso del Cine en Cartagena 1936 – 1957


Clase Social Alta
Gastronómicas: Se disponía de confiterías o fuentes de soda, no había vendedores
ambulantes dentro del teatro o eran casuales. Se ofrecían pasabocas de origen industrial,
platillos ligeros y refrescos.
Moda: Había un interés por mostrarse y ser visto en los momentos previos a la proyección de
la película. La moda se ajustaba, lo más cercano posible a los cánones de la belleza del cine
europeo, argentino o norteamericano.
Usos Amorosos: A fines de los años treinta, durante los años cuarenta y parte de los cincuenta
se considera al cine un lugar favorecedor del pecado y, por tanto, hay cierto recato en el
comportamiento de las jóvenes. No pasa lo mismo con los jóvenes que siempre estuvieron al 452
acecho amoroso, de ahí, la compañía de las consortes. No obstante, el espacio del cine propició
besos furtivos, amasijos y agarradas de mano.
Piedad Popular: Estas se manifestaban durante la presentación de películas sobre historia
sagrada en Semana Santa; esta rutina anual consistía en repetir la vista de las mismas cintas.
Estilo de Vida: Quizás la práctica de distinción más importante, tiene que ver con la aparición
de los cine clubes; los cuales, aglutinaron el gusto de la clase social alta y media de la ciudad,
alrededor del estilo de vida, el cual, estaba muy alejado de lo mexicano y muy cerca de lo
europeo y lo norteamericano y por tanto de lo letrado, en virtud de la competencia lectora de
subtítulos.
Musicales y festivas: Las prácticas más comunes tienen que ver con el Festival de Música
Clásica de ProArte Musical, que se llevaban a cabo en el Teatro Cartagena; otras están
relacionadas con obras de teatro y presentación de orquestas, también, consideradas cultas.
Quizás, el evento simbólico más importante es el evento de coronación del Reinado Nacional
de Belleza, también realizado en el Teatro Cartagena.
Agenda noticiosa: Los acontecimientos que registra la prensa tienen que ver con las prácticas
musicales y festivas arriba mencionadas; pero, también, se presentan regaños sociales al
público, en especial, a los jóvenes sobre todo a fines de los años cincuenta cuando aparece el
cocacolismo, un estilo de vida relacionado con el rock and roll.
Sala de cine Barrio Aforo
1.Cartagena Centro – Getsemaní 1421
2. Heredia Centro 763
3. Claver/Colón Centro- Getsemaní 628
4. Miramar Pie de La Popa 600

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Clase Social Media
Gastronómicas: A excepción, quizás, del Circo Teatro, la oferta gastronómica era igual a la de
la clase alta. El Circo Teatro era un recinto cinematográfico ubicado en el barrio San Diego, al
pie de la muralla; una frontera con la periferia, lo que permitía flujo de público de sectores como
Chambacú, Torices, Canapote, etc. En los demás cines se disponía de confiterías y no había
vendedores ambulantes dentro del teatro.
Moda: Al igual que la clase alta, había un interés por mostrarse y ser visto en los momentos
previos a la proyección de la película. La moda se ajustaba, lo más cercano posible a los
cánones de la belleza del cine europeo, argentino o norteamericano;
Usos Amorosos: Similar a la clase alta, en el sentido, de que se procuraba guardar las
apariencias y no demostrar afectos amorosos en público, solo aprovechando la oscuridad de la
sala.
Piedad Popular: En general se comparte con la clase alta y baja. Estas se manifestaban 453
durante la presentación de películas sobre historia sagrada en Semana Santa; esta rutina anual
consistía en repetir la vista de las mismas cintas.
Estilo de Vida: Estas prácticas se compartieron mucho con la clase alta, en especial, lo que
tiene que ver con los cine clubes; los cuales, aglutinaron el gusto de ambas clases, alrededor
del estilo de vida, el cual, estaba muy alejado de lo mexicano y muy cerca de lo europeo y lo
norteamericano y por tanto de lo letrado.
Musicales y festivas: Estas prácticas se comparten con mucha frecuencia con la clase alta, en
lo que tiene que ver con el Festival de Música Clásica de ProArte Musical, que se llevaban a
cabo en el Teatro Cartagena; otras están relacionadas con obras de teatro y presentación de
orquestas, también, consideradas cultas. Quizás, el evento simbólico más importante es el
evento de coronación del Reinado Nacional de Belleza, también realizado en el Teatro
Cartagena.
Agenda noticiosa: Similar a las prácticas de la clase alta. Los acontecimientos que registra la
prensa tienen que ver con las prácticas musicales y festivas arriba mencionadas; pero, también,
se presentan regaños sociales al público, en especial, a los jóvenes sobre todo a fines de los
años cincuenta cuando aparece el cocacolismo, un estilo de vida relacionado con el rock and
roll.

Sala de cine Barrio Aforo


5. Manga Manga 520
6. Cabrero Cabrero ¿250?
7. Circo Teatro San Diego 2516
8. Coliseo Centro 900
9. Naval ARC Bolívar ¿600?
10. Lux Centro ND
Clase social baja
Gastronómicas: Se disponía de confiterías o fuentes de soda al interior de los cines; sin
embargo, la oferta gastronómica tradicional era amplia y circulaba antes, durante y después de
la proyección de las películas. Predominaron las viandas propias de las mesas de fritos o
fritangas.
Moda: Las gentes se vestían para ir al cine, lo que constituía parte del ritual de la recepción de
películas, pues, la sala y sus alrededores era asumida como espacio de encuentro barrial; no
obstante, este interés no era tan generalizado, es decir, buena parte del público era
desprevenido frente a su presentación personal: había gente que se quitaba la camisa, otros
acudían con sus atuendos propios del oficio callejero y también se escenificaban los atuendos
de la pobrería. No obstante, en ocasiones festivas como bailes y celebraciones al interior de los
cines, el atuendo cambiaba según lo ameritara el caso; al igual, que cuando se asistía a
presentaciones de artistas internacionales.
Usos Amorosos: En general, estas prácticas se comparten con las clases altas y bajas, pues,
se trataba de la moralidad de la época. Estas prácticas se caracterizaban por tratar de guardar
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las apariencias, de tal manera que, una situación amorosa e íntima, no se hiciera pública; de
ahí la importancia del acompañamiento de las consortes lo que de alguna forma validaba
socialmente el enamoramiento.
Piedad Popular: Se comparten con las clases altas y medias. Estas se manifestaban durante
la presentación de películas sobre historia sagrada en Semana Santa; esta rutina anual
consistía en repetir la vista de las mismas cintas.
Estilo de Vida: El cine mexicano y sus formas tienen importancia medular en la reconfiguración
de la cultura popular cartagenera, sus gustos y sus preferencias. Los close ups de las actrices
y divas mexicanas, así como de sus galanes, fueron expresión que sedujo a las masas en
código de melodrama e inspiró a las gentes en cuanto estilos respecto a: maquillaje, vestuario,
peinados, poses, formas de hablar, de bailar, de caminar y maneras de participar en el relato
urbano que constituyó la vida cotidiana de Cartagena.
Musicales y festivas: Las prácticas más comunes tienen que ver con reinados populares, 454
fiestas con picós, presentaciones de shows artísticos musicales con artistas mexicanos,
nacionales y locales; también, encontramos eventos patrocinados y emitidos por las emisoras
radiales
Agenda noticiosa: Los acontecimientos que registra la prensa tienen que ver con las prácticas
musicales y festivas arriba mencionadas. Un tema frecuente en la prensa son sus denuncias
frente a los abusos de los empresarios del cine, pues, se proyectaban películas muy viejas y en
mal estado. Hay que destacar que esta clase social es la más regañada por la prensa y los
columnistas de opinión. Se regaña para despreciar las características formales del estilo de vida
y para señalar los desmanes y desórdenes que se presentaban ocasionalmente en los cines.
Sala de cine Barrio Aforo
11. América Bosque 451
12. Miriam Bosque 2090
13. Laurina Lo Amador 615
14. Padilla Getsemaní 2600
15. Colonial La Quinta 3470
16. Variedades Torices 2681
17. Caribe Torices 1567
18. Diamante Torices – Canapote ¿400?
19. Granada Camino del Medio 472
20. Rialto Getsemaní 2500
21. Dorado Torices 1183
22. España España ND
23. Don Blas Blas de Lezo ND
24. Caña Brava Caimán ND
25. Capítol María Auxiliadora 940
26. San Roque Getsemaní ND
27. San Jorge La Esperanza ND
28. Cristina Bruselas ND
29. Atenas Daniel Lemaitre ND
Cuadro No. 1
Fuentes: Archivos de prensa de El Universal, El Mercurio, El Fígaro; Anales del Concejo; entrevistas a
informantes clave.

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
LA MÚSICA POPULAR EN LA NARRATIVA CARIBEÑA CONTEMPORÁNEA COMO
SEÑA DE IDENTIDAD(ES)

RITA DE MAESENEER416
Universidad de Amberes, Bélgica

Desde Bélgica empecé a acercarme a la literatura caribeña estudiando a Alejo


Carpentier. El escritor cubano constituyó mi llave de acceso al Nuevo Mundo, el puente 455
por excelencia entre los mundos europeos y los ámbitos caribeños. Muy rápidamente me
di cuenta de que era indispensable tener en cuenta la dimensión oral y musical del área
que era el objeto de mis estudios: “Todo suena en las Antillas, todo es sonido” escribió
Carpentier en “La cultura de los pueblos que habitan en las tierras del mar Caribe” (1981:
180). Luego, mis lecturas de pensadores como Antonio Benítez Rojo solo confirmaron la
importancia de la oralidad y de la música en las Antillas. En La isla que se repite los (poli-
)ritmos “de cierta manera” desempeñan un papel central en la elaboración de las ideas
del pensador cubano. Y cuando me topé con libros como La importancia de llamarse
Daniel Santos de Luis Rafael Sánchez, era obvio que las resonancias de la música
“mulata” (en la terminología de Quintero Rivera) eran mucho más que un lindo toquecito
de color local. Para acercarme a este tipo de textos no pude sino informarme sobre
géneros de la música popular como el bolero, el son, la salsa, la guaracha y sobre sus
cantantes/íconos.

Se suele admitir que la cultura musical es mucho más viva en el área caribeña. Luis
Rafael Sánchez escribió en La importancia de llamarse Daniel Santos: “De la América
órfica, el Caribe es, sin dudas, la nación capital” (2000: 106). Por tanto, no sorprende que
sea más frecuente encontrar referencias musicales “vistosas” en obras escritas por
escritores originarios de esta área. Con el carácter “vistoso” me refiero a la presencia
explícita de letras de canciones y/o íconos en el texto, incluso a veces ya desde el título.
Soy consciente de que existen formas más sutiles de diálogo con la música a nivel textual,
formal y/o estructural, pero en este análisis he optado por partir de una base claramente
visible y explícita que no excluye por supuesto relaciones de otra índole. Aunque no
dispongo de datos cuantitativos, el corpus de novelas que integran de manera “vistosa”
la música popular a partir de los setenta proviene con gran frecuencia del área caribeña.
Por ejemplo, en el libro sobre la novela bolero de Vicente Francisco Torres, llama la

416
Universidad de Amberes, Bélgica

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
atención que la mayoría de las obras comentadas pertenecen a esta parte del mundo
latinoamericano (y en menor medida a México, el país de origen de Torres). Muchas
veces la presencia de la música popular se relaciona con cuestiones identitarias. Es
sabido que la obsesión con la identidad ha sido una preocupación central en esta área (y
en América Latina en su totalidad). Los títulos de bastantes estudios ya contienen la
misma palabra, por ejemplo, el libro de Perivolaris, Puerto Rican Cultural Identity and the
Work of Luis Rafael Sánchez, uno de los autores clave para el tema.

Por eso, mi propósito consiste en discutir hasta qué punto las remisiones musicales
explícitas en la narrativa caribeña de finales del siglo XX y del nuevo milenio se siguen 456
usando como recurso para definir identidad(es). Arguyo que el uso de la música popular
como manifestación de identidad(es) se va complicando cada vez más en la literatura
caribeña y que va menguando su presencia vistosa, es decir, las textualizaciones
explícitas de géneros, íconos y letras de música popular. Avanzo la siguiente hipótesis
de trabajo: mientras que en algunas novelas fundacionales de antes de los ochenta que
hicieron irrumpir la música popular en la literatura y en algunas novelas publicadas
alrededor del nuevo milenio todavía se pueden proponer lecturas relacionadas con la
música como seña de identidad(es), a medida que progresamos en el siglo XXI resulta
cada vez más difícil encontrar este tipo de asociaciones explícitas. De modo más concreto
y simplificando la complejidad del tema, propongo comentar tres fases en el proceso: el
momento fundacional (antes de los ochenta), el período alrededor del nuevo milenio que
considero como un punto de inflexión, y el período actual (2005-2015). Para las dos
primeras fases me detendré cada vez en tres ejemplos representativos, mientras que
para la última fase de relativa ausencia de este tipo de narrativa, formularé algunas
explicaciones y reflexiones. Por razones de espacio, me he limitado a ejemplos de las
tres islas de habla hispana del Caribe417. Insisto en que se trata de una hipótesis aún
sujeta a cambios y matices que una investigación más detallada en el futuro tendría que
afinar. Antes de abordar estas tres etapas, comentaré brevemente los dos conceptos
clave relacionados con mi hipótesis: la música popular y la(s) identidad(es).

Lo popular es un término resbaladizo hasta paradójico, ya que puede ser incluyente o


excluyente. Puede referirse al pueblo (“das Volk”) que conforma la nación, pero también
puede atañer a la plebe, los marginados y excluidos. Por eso Chris Rojek empieza su
introducción a los cuatro volúmenes sobre Popular Music de la siguiente manera:

“Popular music refers to the music produced by and for the people. It is a derivation
from the Latin word popularis, meaning belonging to the people. (…), the term

417Podríaextender el análisis a la cuenca caribeña, por ejemplo, para Colombia desde ¡Que viva la música!
(1977) de Caicedo.
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‘popular’ carries two paradoxical yet deeply entwined quantitative and qualitative
meanings. The quantitative, descriptive meaning is simply the traditions and practices
carried on by the people. The qualitative, evaluative meaning is the categorization of
popular practice as ‘low’ and ‘base’”. (2012: xix)

Consciente de esta ambigüedad, defino la música popular como una música masiva,
mediatizada y moderna (López Cano). Se suele distinguir de la música folklórica o
tradicional, aunque las fronteras son cada vez más borrosas, y se opone a la música
clásica o culta. Es precisamente esta dicotomía entre lo culto y lo popular la que fue
puesta en tela de juicio por el postmodernismo que marcó la literatura latinoamericana a
457
partir de los setenta/ochenta. En su afán de deshacerse de los Grandes Relatos
totalizadores propugnados por los autores del boom, los escritores del postboom
latinoamericano empezaron a integrar de manera muy consciente expresiones artísticas
poco cotizadas por la Gran Cultura, con C mayúscula. En este marco no sorprende que
hacia los setenta la música popular se hiciera muy presente en bastantes novelas como
una de los muchas vías por las que fue cuestionada la gran división, “the Great Divide”
(Huyssen), entre la cultura alta y baja, por llamarla de alguna manera.

En cuanto a la identidad, es uno de los conceptos más trillados y más discutidos en los
estudios culturales, postcoloniales y postmodernos sobre América Latina. En El
diccionario de estudios culturales latinoamericanos de Szurmuk y McKee Irwin se
empieza diciendo que “la identidad incluye asociaciones, por una parte, con los rasgos
que caracterizan a los miembros de una colectividad frente a los otros que no pertenecen
a la misma, y, por otra, a la conciencia que un individuo tiene de ser él mismo y, entonces,
distinto de los demás” (2009: 140). Esta observación viene a coincidir con lo que propone
Simon Frith sobre la música popular: “Music seems to be a key to identity because it
offers, so intensely, a sense of both self and others, of the subjective in the collective”
(1996: 110). Por lo tanto, la música popular puede desempeñar un papel central respecto
a la identidad en su vertiente individual y colectiva. Como es sabido, se puede articular
alrededor de varias nociones. La interpretación más tradicional y homogeneizadora,
fomentada por las narrativas hegemónicas, relaciona la identidad con la nación.
Determinados géneros de música popular -resultado de un complejo proceso de
apropiación, interacción y trasmutación de lo español-europeo, lo africano, lo indígena,
entre otras influencias-, paradójicamente se convirtieron en seña de identidad nacional
en determinados momentos. Así el merengue fue erigido en música nacional por Trujillo
en la República Dominicana (Austerlitz). En los noventa la salsa hubiera tenido que
representar a Puerto Rico mediante el eslogan, “Puerto Rico es salsa”. Curiosamente la
frase fue pronunciada en la Exposición de Sevilla de 1992 por el gobernador Rafael
Hernández Colón que no era capaz de tararear ni una canción de salsa (Otero Garabís).
Aunque el régimen de Castro más bien promovió a los cantautores de la nueva trova
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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como paladines de la Revolución (Moore), también sacó provecho de la percepción
generalizada de Cuba como país de música popular por excelencia. Así, el son o la rumba
después de la Revolución dejaron de ser música de un solo sector para constituir una
expresión generalizada de lo cubano. Y con la ayuda de Ry Cooder, el fenómeno Buena
Vista Social Club hizo que la música pre-revolucionaria de los años veinte/treinta fuese
recuperada en los noventa como postiza seña de identidad cubana para los extranjeros,
ávidos de exotismos.

A pesar del gran protagonismo de discursos identitarios que se afincan en la nacionalidad,


se pueden distinguir asimismo identidades basadas en la etnicidad, el género, la 458
sexualidad, la raza, las (sub)culturas. Huelga decir que siempre son constructos
esencialistas que tienen en cuenta algunos factores de las comunidades y/o de los
individuos. A partir del ensayo fundacional de Stuart Hall titulado “Cultural Identity and
Diaspora” es harto sabido que la identidad es un intento de fijar lo que no se puede fijar
por ser un proceso de transformación constante. Además la tensión entre el nivel
individual y colectivo de la identidad problematiza asimismo el concepto. Appiah advierte:

“The contemporary use of “identity” to refer to such features of people as their race,
ethnicity, nationality, gender, religion, or sexuality first achieved prominence in the
social psychology of the 1950s (….). This use of the term reflects the conviction that
each person’s identity –in the older sense of who he or she truly is- is deeply influenced
by such social features. And it is a fact of contemporary life that this conviction is
increasingly prevalent. In political and moral thinking nowadays it has become
commonplace to suppose that a person’s projects can be expected to be shaped by
such features of his or her identity and that this is, if not morally required, then at least
morally permissible.” (2005: 65)

Con todo, los dos niveles se influyen mutuamente y no siempre son fáciles de distinguir.
Sentadas estas bases, empiezo refiriéndome a lo que se considera como las obras
emblemáticas para cada una de las tres islas de habla hispana. Se trata más
precisamente de Tres tristes tigres de Cabrera Infante (1967) 418 y en particular de los
fragmentos publicados otra vez treinta años después bajo el título de Ella cantaba
boleros. Para la República Dominicana considero Sólo cenizas hallarás (bolero) (1980)
de Pedro Vergés como obra fundacional (Valerio Holguín 1996). La guaracha del Macho
Camacho (1976) de Luis Rafael Sánchez provocó un terremoto en Puerto Rico (Aparicio
1993). Todas estas novelas fueron publicadas antes de 1980 y otorgaron un papel
protagónico y expreso a la música popular. Lejos de agotar todas las posibilidades

418Sarduy podría ser otro hito importante con su novela De donde son los cantantes (1967).
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interpretativas del intertexto musical en estas tres obras, quisiera apuntar unas pocas
observaciones en relación con su pertinencia para la construcción de la(s) identidad(es).

La novela cubana sumamente precursora Tres tristes tigres de Cabrera Infante presenta
una reflexión sobre varias identidades. En Novelas bolero. Ficciones musicalizadas
posnacionales, Mercado Rodríguez discute a las dos cantantes que aparecen en la
novela. Enfoca en la linda cantante mulata Gloria Pérez, alias Cuba Venegas, “la mulata
alta, de pelo bueno, india “ (Cabrera Infante 1967: 91) que se identifica con el tema de la
canción feeling “Añorado encuentro”. Su nombre remite a un ideal de la isla como país
mestizo (mulato), ya exaltado desde la novela fundacional Cecilia Valdés, para fomentar 459
la idea de una comunidad imaginada. Cuba Venegas se opone a la gorda fea, La Estrella,
cuya voz al cantar el bolero “Noche de ronda” es netamente superior. De esta manera lo
visual encarnado en la guapa Cuba Venegas contrasta con lo auditivo, simbolizado por
La Estrella. Es uno de los binomios que permea toda la novela (Ludmer). Además, se
enfatiza que La Estrella es “negra, negra, negra” (Cabrera Infante 1967: 65), de modo
que se formula una reflexión sobre la identidad racial en toda su ambivalencia. Concluye
Mercado Rodríguez: “El talento musical se ve disminuido en los personajes en la medida
en que se apartan de lo negro. Esta gradación puede ser una respuesta al estereotipo
que identifica lo cubano con lo mulato o una recaída en el estereotipo del negro como
emocional o menos racional” (2012: 88). Aparte de las dimensiones nacional y racial, se
advierte un cuestionamiento de la identidad sexual, ya que la Estrella, -al igual que su
base referencial, la cantante de boleros Fredesvinda García Valdés/La Freddy (1935-
1961),- exhibe rasgos masculinos y femeninos: lleva un vestido, pero calza zapatos de
muchacho. Además, “la situación del oyente pasivo que se deja penetrar por la voz coloca
a La Estrella en una posición masculina y feminiza al oyente” (Mercado Rodríguez 2012:
62).

Sólo cenizas hallarás (bolero) (1980) del dominicano Pedro Vergés podría considerarse
como el primer hito en la manifestación de la cultura popular dentro del contexto
dominicano, aunque soy consciente de que esta novela publicada y premiada en España
fue considerada como una excepción en el panorama de la literatura quisqueyana 419. En
esta obra ubicada en el período caótico que siguió al asesinato de Trujillo (1961-1963),
ya desde el título, un verso del bolero “Cenizas”, se resalta el papel central de este género
nacido en Cuba que cobraría rápidamente dimensiones pan-latinas. Al no otorgar un lugar

419Habría que tener en cuenta también a Enrique del Risco Bermúdez (1936-1972), también un autor
totalmente particular en el panorama dominicano que ha sido reivindicado por varios escritores dominicanos
contemporáneas. Antes de su muerte en 1972, estaba trabajando en un libro con referencias al bolero y el
tango, titulado El cumpleaños de Porfirio Chávez, “el eslabón perdido de la literatura dominicana” en las
palabras de Miguel Mena en su introducción a la publicación póstuma del libro (work in progress) en 1999.
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protagónico al merengue, Vergés se distancia de la recuperación nacional de este género
elevado a muestra de dominicanidad por Trujillo. En la novela, el bolero parece remitir
sobre todo a las connotaciones consabidas: funciona de analgésico y de medio de
seducción para consolidar las relaciones patriarcales entre hombres y mujeres. Así el
bolero “Vereda tropical” ayuda al cubano Carmelo a seducir (y desvirgar) a la dominicana
Yolanda en Nueva York, de manera que las identidades genéricas quedan consolidadas.
Vergés va explorando asimismo el potencial de la música popular como discurso
alternativo. Es un ritual del caos en la terminología de Monsiváis, es decir, sirve como
punto de anclaje en el desorden. A este respecto, no extraña que la criada Lucila se sepa
mucho mejor la letra de boleros que la del himno nacional: los boleros y la música popular 460
constituyen un himno nacional sustitutivo y ofrecen una estructura de cohesión alternativa
a la idea de nación. Lucila se identifica con las letras de bolero que le permiten decirse
como subalterna, aunque se trata de un código de expresión miles de veces repetido.
También sus amigas recurren a la música popular para criticar sus deseos de trepadora
o “comparoncita”, cantándole el bolero “Bájate de esa nube” (De Maeseneer 2012). El
bolero glosa la mudez de la voz de la criada (aunque también ayuda a expresarse a
miembros de otras clases): “[it] serve[s] as a code, or as a language, for those who lack
one” (Aparicio 1994: 680). La novela provoca por tanto una reflexión y un cuestionamiento
de identidades que atañen a la nación, el gender y la clase subalterna.

En la literatura boricua el parteaguas lo constituyó La guaracha del Macho Camacho


(1976) de Luis Rafael Sánchez420. Al erigir en leitmotiv una guaracha (otro género de
origen cubano), Sánchez ataca la ciudad letrada y la construcción identitaria
puertorriqueña que fue forjada alrededor de la idea de la gran familia hispánica, patriarcal
y blanca desde Insularismo (1934) de Pedreira. Gelpí lo formula de la siguiente manera:

“(…) se enfrentan dos triángulos familiares: el texto se aparta notablemente de la


metáfora paternalista y conciliadora de la gran familia puertorriqueña. (…) se produce
una escisión entre el triángulo familiar que representa y ejerce el poder –Vicente,
Graciela, Benny- y el grupo familiar figurado de Doña Chon, La Madre, el Nene. Dos
nexos enlazan a los dos grupos familiares: La Madre es la prostituta con la que lleva
relaciones Vicente y Benny arrolla a El Nene en el cierre del texto.” (2005: 63).

De manera más específica se enfatizan las connotaciones identitarias sexuales, de clase


y raza de la música popular en el personaje subalterno de La Madre, también llamada la
China Hereje, cuyo ídolo es Iris Chacón, conocida con apodos como La Bomba Latina y
La Vedette de América. La letra de la guaracha inventada “La vida es una cosa
fenomenal/Lo mismo pal de adelante que pal de atrás” es contradicha por la existencia

420Sudeuda con Cabrera Infante es patente desde el inicio de la obra cuando remeda el ¡Showtime!
Señoras y señores, de la página inicial de Tres Tristes Tigres. Véase Lorraine Ben-Ur.
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de estratificaciones sociales y raciales muy claras. Pero al igual que en Sólo cenizas
hallarás (bolero), la canción popular vehicula igualmente un discurso identitario
alternativo. Según demuestra Tineo, la guaracha “vindica la facultad concitante de
identificaciones colectivas”, “la canción desata el movimiento y atraviesa fronteras
haciendo ostensible su poder convocante” (2010: 124; 125).

A sabiendas de que se pueden matizar y complementar muchas observaciones, en los


ejemplos comentados los géneros musicales no sirven en primer lugar propósitos
identitarios nacionales tradicionales, muchas veces los cuestionan, presentando
discursos de cohesión alternativos desde abajo. A la vez, están al servicio de otras 461
facetas de expresión identitaria: la racial, la sexual, la social.

Estas obras fundadoras inspiraron en mayor o menor medida a bastantes escritores


caribeños que aprovecharon el potencial de los intertextos musicales. Específicamente
las escritoras caribeñas feministas como la puertorriqueña Ana Lydia Vega en el cuento
“Cuatro selecciones por una peseta” (1981) (De Maeseneer 2006) o la cubana Zoé Valdés
en Te di la vida entera (1996) (De Maeseneer 2002), dialogaron con las estructuras
patriarcales características de muchos géneros de la música popular. Como no tengo el
espacio suficiente para hacer un recorrido más matizado, me voy a detener en una novela
de cada isla publicada alrededor del 2000 que considero como un período de inflexión.
He optado por seleccionar tres novelas escritas por mujeres: Cien botellas en una pared
(2002) de la cubana Ena Lucía Portela, La estrategia de Chochueca (2000/2003) de la
dominicana Rita Indiana Hernández y Sirena Selena vestida de pena (2000) de la
puertorriqueña Mayra Santos-Febres.

Ena Lucía Portela suele ser considerada una escritora superculta, pero se nutre también
del acervo popular. En su novela más asequible, Cien botellas en una pared (2002)
centrada en la relación problemática entre Zeta y su esposo violento Moisés y en la
amistad de Zeta con la escritora lesbiana Linda Roth, Portela integra letras de boleros y
de timba, la salsa cubana de los años noventa, entre otros géneros. A primera vista, son
los marginados, los subalternos como los borrachos de la esquina, los que más se
expresan mediante préstamos de la música popular. No obstante, algunos géneros
populares se han convertido en el bien común de todas las clases sociales. Así Linda, la
escritora culta recluida en su penthouse, recurre a un famosísimo cha cha cha, “Rico
vacilón” (Portela 2010: 117). En la edición comentada a cargo de López Iraida se
encuentran muchas notas a pie de página frecuentemente glosadas por la misma autora.
Se destaca en estas notas “al segundo grado” por parte de Portela un énfasis en la
cubanidad de los intérpretes y de los géneros musicales. Por ejemplo, sobre el bolero “En
las tinieblas” del compositor mexicano Alfredo Gil, quien integró el trío Los Panchos,
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Portela agrega: “(Este bolerón alcanzó una enorme popularidad, allá por los años 50, en
las voces de los intérpretes cubanos José Tejedor y Luis Oviedo, uno de los mejores dúos
en la historia de nuestra música popular. ELP) (Portela 2010: 34, n. 48). Esto podría dar
lugar a una propuesta de identidad nacional a partir de la música popular, pero como
suele ocurrir en Portela, es subvertida e ironizada. La escritora usa las remisiones
musicales cubanas en función de la desestabilización de categorías sexuales fijas, muy
alejadas de conceptos nacionales basados en las aspiraciones de hombres (o machos)
nuevos. Efectivamente, lleva a cabo un queering de los ritmos populares, por ejemplo, en
la fiesta de cumpleaños de la lesbiana La Gofia cuando incorpora la letra de varias
canciones de Adalberto y su son, un grupo afín a los conjuntos de timba de los noventa. 462
Se burla del usual contexto heteronormativo del son “A bailar el toca toca… yo te toco/tú
me tocas” (Portela 2010: 140), al ubicarlo en este ambiente homosexual. Portela llega a
cuestionar cualquier marca de identidad, que sea de tipo nacional, de gender o de clase
social (De Maeseneer 2014).

La dominicana Rita Indiana Hernández sigue en La estrategia de Chochueca a un grupo


de jóvenes marginales que deambulan por la ciudad. En su novela corta confiere un papel
significativo a la subcultura musical de esta tribu de jóvenes (en el sentido de Maffesoli).
No constituyen un grupo muy identificable, ya que se mezclan razas, nacionalidades,
identidades sexuales. La narradora Silvia es una blanca que tildan de gringa, aunque es
dominicana. Luego están Lorena, la amiga rica, Amanda, la escandinava, el negro Salim,
Tony T., que intenta refugiarse en el ciberespacio, el homosexual Franco de origen
japonés, el evangélico Bernardo. En La estrategia de Chochueca un punto de cohesión
relativa lo constituyen determinados íconos musicales que provienen sobre todo del
mundo del punk/grunge norteamericano. Así Silvia y la escandinava Amanda traban
amistad hablando del grupo Meat Puppets y de Kurt Cobain, el líder mítico del grupo
Nirvana. En sus fiestas escuchan “Drugs” y “Memories can’t wait” de Talking Heads cuya
letras se citan. Más que los géneros caribeños les une la música del rock alternativo. Por
eso, en el bar Century donde se reúnen los jóvenes se libra una lucha entre la salsa y su
“ruido de la porra” (Hernández 2003: 18). Es un “síntoma del proceso globalizante en el
entramado cultural dominicano”. Rita Indiana Hernández propone “nuevas maneras de
aproximarse a la construcción de la identidad nacional y cultural dominicana” (Maillo Pozo
2012: 232).

La puertorriqueña Mayra Santos-Febres recurre al potencial desestabilizador del bolero


en cuanto a género, clase y etnia en su novela aclamada Sirena Selena vestida de pena
(2000), centrada en Sirena Selena, el mulato travesti, cantante de boleros. Al ubicar la
trama en gran parte en la República Dominicana se aleja física y geográficamente de la
brega con la “identitis” puertorriqueña. No obstante, prosigue de manera solapada el
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diálogo con las ideas sobre la gran familia puertorriqueña subvirtiendo sus mismas bases
hispánicas, blancas y patriarcales. Al enfocar a un muchacho mulato travesti
desconstruye la imagen de la juventud ideal en la que el país tendría que depositar su
esperanza según los preceptos de Pedreira (a su vez fiel seguidor de las ideas de Rodó
en Ariel) (De Maeseneer 2004). Ataca la estructura patriarcal evocando a familias truncas
donde los padres brillan por su ausencia. Desmitifica los deslindes claros entre sexo y
género, hasta a nivel lingüístico, ya que se aplican adjetivos tanto en femenino como en
masculino a Sirena. Al igual que el son de Adalberto en Portela, el bolero se presta a un
queering, porque su estructura dialógica donde el yo y el tú pueden variar, permite jugar
con cierta indecisión genérica (Zavala). Como en el caso de Lucila de Vergés, el bolero 463
permite dar voz a los sin voz. Así Sirena hace suyas las frases del bolero “Piensa en mí”
para expresarse ante el magnate dominicano Hugo Graubel a quien seduce. Encima,
Sirena Selena usa los boleros como arma desde su subalternidad: embauca con su voz
a todos, la usa como arma.

Vemos que en estas obras escritas en el umbral del nuevo milenio, las tres escritoras
explotan el potencial de resistencia de la música popular de manera radical: la mera
presencia del género ya no sorprende, sino que se exacerba su uso cuestionando de
modo contundente identidades sexuales, raciales, sociales y atacando la identidad
nacional de distintas formas.

Si echamos un vistazo a lo más reciente (2005-2015), por lo que he podido averiguar,


más bien se está agotando la veta de novelas que “suenan de manera vistosa”, al menos
por lo que se refiere a la narrativa. Ya no encontramos con tanta frecuencia títulos de
canciones o diálogos continuos con la música popular, aunque reitero que esto no quiere
decir que no persista la musicalidad caribeña de manera distinta. Quisiera señalar tres
reflexiones en relación con esta relativa ausencia de este tipo de textos. Postulo que
puede influir el que en las últimas décadas no solo se problematizan y se complican las
nociones de identidad y de género en la música popular, sino que la literatura caribeña
va por otros rumbos en un contexto globalizado.

En primer lugar, desde que Butler insistió en el carácter performativo de la identidad en


los noventa, se va acentuando cada vez más la “autonegociación de varias influencias
para crear una representación en particular” (Smurzuk y McKee Irwin 2009: 144), y se le
quita cualquier esencialismo a la identidad. La performatividad es lo esencial y es desde
ahí desde donde se construye una identidad que se podría tildar de “líquida” en el sentido
de Bauman y por tanto cada vez más difícil de circunscribir. Además, en el siglo XXI la
globalización incide cada vez más. Observan Corona y Madrid en Postnational Musical
Identities: “culture and the people who produce it, consume it, and identify with it
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continuously move through the borders of the nation-State via a wide range of
technologies,[grouping] together in a variety of 'imagined communities'" (2008: 3). Siguen
existiendo identificaciones, pero son más circunstanciales e inestables. Por eso, en
“Music and Youth Culture in Latin America. Identity Construction Processes from New
York to Buenos Aires”, Pablo Vila parte en su estudio de los “mechanisms through which
eminent forms of identity -like nation, región, class, ethnicity, and gender (and all their
articulations)- are achieved, negotiated, and provisionally and locally enacted by its
performers and followers” (2014: 2; mi énfasis). Hay que tener en cuenta asimismo que
la identidad se elabora en negociación con el mercado globalizado que incursiona en el
imaginario sonoro. 464

En segundo lugar, se complica asimismo la noción de género dentro de la música popular.


La música del siglo XXI se convierte cada vez más en una sucesión de estéticas
musicales fugaces, por lo que resulta cada vez más difícil hablar ya de grandes
formaciones estético-culturales. Podemos afirmar que la música creada en la actualidad
no posee “una conciencia estética unitaria, sino una multiplicidad (de estilos, mensajes,
etc.) de conciencias estéticas fragmentadas” (Hormigos Ruiz 2004 : 264). Los sampleos
y las mezclas hacen que ya no se puedan distinguir muy bien los ritmos. Basta con pensar
en la cumbia colombiana que presenta variantes en Argentina (la cumbia villera), en Perú
(la cumbia de los pueblos jóvenes) y en México (la cumbia reproducida por los disc-
jockey, los llamados sonideros) (Fernández L’Hoeste y Vila). Del mismo modo, es claro
que se canibalizan el merengue, la cumbia, la bachata, entre otros ritmos, en la galaxia
musical construida por Rita Indiana Hernández (quien se desenvuelve como cantante y
escritora).

En tercer lugar, después de haber explorado y explotado sus posibilidades subversivas,


el recurso explícito a la música popular fue perdiendo su poder de resistencia y fue
recuperado e incorporado en la literatura como un sustrato más. Es paralelo a lo que
suele pasar con la música popular. Muchas veces surge como una contracultura y al inicio
es considerada transgresora para después ser apropiada e incorporada al mainstream
en gran parte a causa de la comercialización. Algunas novelas participaron incluso de la
configuración de una imagen menos rebelde de cierta música popular caribeña. Su
integración en cierta literatura de la diáspora se ha convertido a veces en un truco de fácil
éxito entre el público extranjero, ya que propicia el imaginario exótico del Caribe mediante
la incorporación de esta música “tropical”. Se ha fomentado una imagen más

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mercadeable para fuera, lo cual corre pareja con la mercantilización de la música popular
cubano-caribeña, debida al fenómeno Buena Vista Social Club421.

Por eso, muchos narradores de las generaciones más jóvenes se distanciaron


tajantemente de la oralidad y de la música caribeña. La reacción más fuerte se produjo
en Puerto Rico, donde la impronta de la generación del setenta y en particular de Luis
Rafael Sánchez fue aplastante. Gran parte de los escritores boricuas quisieron
deshacerse de la imagen del Caribe como canción festiva. En un artículo sobre la actual
narrativa puertorriqueña, Duchesne-Winter comenta entre otras tendencias, la literatura
fantástica, por ejemplo en el caso de Pedro Cabiya. Gelpí (2014), de su lado, subraya la 465
vertiente meta- y autoficcional, por ejemplo, en la obra de Font Acevedo. Estas tendencias
se observan en la narrativa latinoamericana en su totalidad: ha presentado un giro hacia
lo subjetivo por un lado (individualidad en lugar de identidad) y hacia lo no
representacional por otro lado. También en la literatura cubana, autores como Antonio
José Ponte o Ronaldo Menéndez no acuden de manera invasora a la música popular, si
bien no excluyen otros ámbitos del archivo de la cultura popular, tal vez menos caribeño,
como es el caso de lo policíaco en Menéndez. En la República Dominicana, escritores
como Rey Andújar indagan en los vericuetos del alma atormentada. No quiere decir que
la música popular esté completamente ausente en las creaciones recientes. Pienso, por
ejemplo, en el rap, esta forma de “poesía plebeya” (Bernabé), tal vez más apto para
marcar ritmos de Spoken Poetry que narrativa. Y ¿qué decir del reggaetón, omnipresente
como sonido de la ciudad en Guaya Guaya (2012) de Rafael Acevedo, una variación en
ritmo de reggaetón sobre la obra sancheziana (Pagán Vélez)? También queda por
estudiar más detenidamente el sentido de la lucha sonora entre el reggaetón y la música
clásica y otros géneros en el cuento “Ventanas” de Aurora Arias en Emoticons. Va más
allá de la consabida dicotomía popular-culto, ya que se borran las limitaciones
simbolizadas por las ventanas abiertas que hacen que se comparta la música (Valerio
Holguín 2012). De todas formas, está claro que no se ha dicho la última palabra sobre la
relación entre música popular, narrativa caribeña e identidad(es).

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421Parece que se va a dar por concluido el fenómeno, ya que en Bélgica, se organizó un concierto el 21
de junio de 2015 en la sala Ancienne Belgique (Bruselas), llamado “Adiós Tour” o “El último adiós” de
algunos miembros de Buena Vista Social Club.
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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
DE CRISIS Y POÉTICAS EN EL CARIBE INSULAR

YOLANDA RICARDO GARCELL422


Universidad de la Habana, Cuba

Introducción
La ponencia establece nexos entre hegemonismo neocolonialista, perversiones del
470
mercado y crisis económicas -causas primarias de contextos agresivos para la existencia
de la población caribeña- y determinadas expresiones literarias, de poéticas, que en su
diversidad desbordan lo particularmente artístico y devienen testimonios y acicates para
producir cambios esenciales en nuestra región, todavía marcada por el proceso
inconcluso de la descolonización423 por la balcanización impuesta desde poderes
hegemónicos, por la jerarquías del color424 -cuya impronta excluyente, cuando no
esclavizante, aún pervive a pesar de las batallas de algunos gobiernos contra la
desigualdad-, por el proceso deshumanizante de “la plantación al resort” 425, y por la
expansión de los controles monopólicos. Se destacan aportes acumulados durante
décadas, básicamente del pasado siglo, de las poéticas de escritores caribeños con el
objetivo de contribuir a visibilizarlos desde nuevas perspectivas en la pluralidad de
enfoques actuales y tributar al fortalecimiento de la sensibilidad hacia los problemas del
Caribe insular, escalón ineludible de posibles soluciones hacia una llamada zona de paz
con mayor calidad de vida para sus pueblos y esperanzas de un futuro mejor. Asimismo,
en la búsqueda del equilibrio de la objetividad, de la simbiosis de verdades conducentes
al alcance de la más valida, en este texto se pretende dar respuesta a la tendencia
pendular estigmatizadora, mistificadora, que la tradición ha mantenido en la crítica sobre
la vida y obra de la escritora puertorriqueña Julia de Burgos. En el año 2014, centenario
de su natalicio, se produjeron desentrañamientos a escala caribeña, y en particular en su
Isla, de la verdadera Julia en lo humano, lo social y lo estético. Esta ponencia es tributo
también como especie de nuevo colofón a su año jubilar.

422 Profesora Titular de la Facultad de Artes y Letras y de Maestría de la Facultad de Comunicación de la


Universidad de La Habana.
423Argumentado por especialistas de la región, entre ellos Irene León y Graciela Chailloux.
424Ver de Aníbal Quijano: “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina”, en Edgardo Lander

(compilador). La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas.


La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 2005, pp. 216-271.
425Ver de Emilio Pantoja: “De la plantación al resort: El Caribe en la era de la globalización”. En El Caribe

en el siglo XXI. Coyunturas, perspectivas y desafíos. La Habana, Editorial Ciencias Sociales, 2011, pp.
176-194.
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
Crisis e imperialismo han coexistido desde el surgimiento del sistema imperial. Hoy día
se articulan, además, con la globalización. El politólogo argentino Atilio Borón se refiere
a la globalización no como fin del imperialismo, sino como un salto cualitativo en el cual
las clases dominantes a escala global integran una especie de “burguesía imperial” con
los poderes y mecanismos de “una oligarquía financiera, petrolera e industrial” 426 que
desborda fronteras. De todas formas, con aciertos o no en las previsiones teóricas del
futuro de este engendro del capitalismo salvaje de hoy, de su reducto de globalización
neoliberal, aun cuando se habla de su declinación y ocaso, no puede negarse que cada
día son noticias por los diferentes medios de comunicación masiva las crisis que los
flanquean. Piénsese entonces en los ajustes estructurales que restringen drásticamente 471
los gastos sociales de las instituciones públicas, el aumento de las masas de migrantes
forzosos y de marginados -ya sea en las periferias de las grandes urbes o de los
explotados con nuevas formas de esclavitud rural o maquilizada-, la bochornosa industria
del tráfico humano y de la comercialización de la sexualidad, la violencia creciente en
todas las esferas de la vida hasta llegar al homicidio-feminicidio como práctica usual, y al
permanente ecocidio provocado por los contaminadores globales, desencadenante de un
agresivo cambio climático que para el Caribe significa permanente amenaza con
desastres naturales devastadores y daños significativos o pérdida de la biodiversidad,
además de la posible desaparición geofísica de algunos de los pequeños estados
insulares, sin que falten agudizaciones de la pobreza y previsibles afectaciones severas
a la producción de alimentos y de disponibilidad de agua potable.

Hablar de crisis en estos tiempos es abocarse a la existencia de una notable variedad


conceptual de larga data. Parece haber consenso en cuanto a que se trata de un
fenómeno múltiple427- suma de crisis, distintas versiones de crisis- pero, en definitiva,
crisis estructural, la más reciente, que tuvo su punto de despegue en el 2007, se agudizó
en el 2008 con el colapso financiero y la quiebra de grandes empresas, y no cesa a pesar
de aparentes recuperaciones parciales. Se trata, sin lugar a dudas, de una conmoción en
todos los órdenes de la vida que no toca a todos por igual por la simple y a la vez
complicada razón de la diferencia de posesión y distribución de bienes e ingresos y de
calidades de vida, y por supuesto de poderes. Esto exige preguntar a cuál crisis nos
referiremos: crisis para quién. Yendo a los extremos socioeconómicos, la polarización
más evidente indica que esta conceptualización ha estado siempre colocada entre los
detentadores de las grandes fortunas, que hoy se lamentan de los millones que pierden

426Atilio
Borón, América Latina en la geopolítica imperial. La Habana, Editorial Ciencias Sociales, 2014, pp.
6 y 13.
427Ver de Atilio Boron opus cit. y “Desafíos organizativos”, de João Pedro Stedile. Agencia Latinoamericana

de Informacion, http://alainet.org/active/79455,15 dic 2014. Consulta: 17 de diciembre, 2014.

CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE


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o dejan de ganar, y los seculares desfavorecidos y excluidos, los pobres cada vez más
pobres que nunca han dejado de estar en crisis. Y si son mujeres, más. Y si además son
mujeres no blancas, mucho más. Se pierde la cuenta de las crisis que, en medio de
chaturas y violencia, han azotado a las mujeres.

Desde la óptica de estas premisas, este texto aborda la presencia de algunos de estos
problemas en los imaginarios de las poéticas en el Caribe insular (Cuba, Puerto Rico,
República Dominicana, Haití, Trinidad y Tobago, Jamaica, Martinica, Aruba…), con
marcada particularidad en el caso de la producción escritural de la escritora
puertorriqueña Julia de Burgos, seleccionada como figura axial por sus valores artísticos 472
y humanos y por la diversidad temática irradiada hacia situaciones de conflictividad
identificables en nuestra región y en el mundo. Poetas del Caribe insular que integran un
notable registro de su tiempo y de la historia acumulada. En sus plumas, además de
calidades estéticas incuestionables, aparece el testimonio explícito o latente hasta
nuestros días de quinientos años de crisis para los despojados y los oprimidos, los
excluidos, los marginados, los explotados.

1.-Poéticas y memorias de crisis en el Caribe.

Según la socióloga trinitaria Rhoda Reddock, históricamente hablando, el Caribe ha sido


descrito como la más globalizada de todas las regiones, a partir de una notable incidencia
de potencias externas desde el siglo XVI, generadoras de un movimiento a gran escala
de personas y bienes, sometidos a los negativos efectos de una brutal competencia
capitalista, determinada por el comercio transnacional y las leyes del mercado. No es
difícil comprobar que estos mecanismos han impuesto diferentes tipos de crisis
causantes de lo que bien se ha caracterizado como “patologías de la miseria”428, desafíos
de todos los gobiernos en Latinoamérica y el Caribe.

Por su parte, con la legitimidad y el vigor de su arte, muchos de los poetas de nuestra
región han entroncado sus imaginarios con las crisis de su tiempo. Los climas de violencia
social y política o de sojuzgamiento inspiraron versos de condena a la esclavitud en sus
diversas formas, de temática patriótica liberadora, o de rechazo a las discriminaciones
etnorraciales, de género y de clase. Momentos de particular interés encarnaron los
poetas que protagonizaron el tránsito de la llamada poesía negra o negrista a la
considerada poesía social, con un clímax particular en las décadas de los años veinte y
treinta del siglo pasado, para sobrepasar tiempos y espacios en las décadas siguientes

Rafael Correa. “La erradicación de la pobreza es un imperativo moral para nuestra región y para el
428

planeta entero”, en su intervención en la III Cumbre de la Comunidad de Estados de América Latina y el


Caribe, CELAC, Costa Rica, 29 de enero de 2015, en Granma, La Habana, 30 de enero 2015, Año 51, No.
25, p. 2.
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en poéticas de plena rebeldía, incluyentes de las obras cuestionadoras de la
subordinación patriarcal de la mujer y las de renovación de la paisajística con nuevas
connotaciones del tratamiento de la naturaleza.

Hilos conductores temáticos, tomados solo en algunos de su hitos, harán mucho más
viable la ilustración de poéticas enlazadas con los contextos vivenciales de los creadores.
En el Caribe hispanoblante la contradicción política de colonialistas y sojuzgados en los
escenarios decimonónicos permite hablar de una crisis existencial de primera magnitud
expresada en la rebelión espiritual y escritural. La poesía cubana ofrece elocuentes
muestras en los llamados a la libertad de tintes románticos de José María Heredia con 473
“El himno del desterrado” y “Oda al Niágara”, con el intenso poema denunciante
“Banquete de tiranos”, de José Martí, y los trascendentes versos de “Mi bandera”, de
Bonifacio Byrne, quien testimonia con honda frustración la presencia ondeante de la
bandera norteamericana en el puerto de La Habana, en 1899, tras treinta años de
sangrienta guerra de liberación. En República Dominicana hablan por la libertad de la
nación los versos de José Núñez de Cáceres en 1820 con “A Los vencedores de Palo
Hincado” y los de Manuel Rodríguez Objío con “Los héroes de febrero”. En el siglo XX,
el tema de la independencia nacional cultivado anteriormente en Puerto Rico, reaparece
ante la imposición de la neocolonia y la creciente penetración estadounidense, latencia
de notable intensidad temática sobre todo en los años treinta. Un poema representativo
es “Andando de noche sola”, de José Antonio Corretjer, cuyos versos aluden
directamente a la patria “cautiva”, sentir patriótico que se torna aglutinador de todas las
fuerzas históricas y presentes en la construcción de la nación en sus versos de “Oubao-
Moin”. En Haití, Luc Grimard le canta en tono épico a la primera bandera nacional dentro
de un contexto de efervescencia patriótica en su poema “La leyenda de la primera
bandera”. Para las Antillas anglófonas este tipo de discurso desborda las primeras
décadas, puesto que sus procesos de independencia son posteriores. Un poema de
mucha fuerza en esta dirección es “Negro alzado”, del panameño-jamaiquino George
Campbell, desde el nacionalismo cultural dimanado del renacimiento de los años
cuarenta y cincuenta con la voz del despertar “del ignominioso sueño de la
dominación”429.

Si bien la temática de la presencia africana en la configuración poblacional caribeña


muestra una visión hedonista con la imagen de la mestiza que “goza y mata”, concebida
por el dominicano Francisco Muñoz del Monte en el poema “Mulata” (1845), parece haber

429Las citas de versos se referirán a las antologías y poemarios consignados en la bibliografía (Antologia.
Antologie, de Nicole Cage-Florentiny, Anthologie de la littérature haïtienne. Un siѐcle de poésie 1901-2001,
Anthologie de la poésie haïtienne contemporaine (1945-1999), Dos siglos de literatura dominicana, Obra
poética completa, de Julia de Burgos, Parajes de una época, de Nancy Morejón, Poetas del Caribe
anglófono y The Oxford Book of Caribbean Verse).
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tenido un punto de arranque contestatario frente al poder esclavista con “El negro alzado”,
de 1835, del cubano José Jacinto Milanés; sensibilidad que de algún modo continúa con
“Negro y blanco”, de 1876, de Diego Vicente Tejera; y se encrespa con el poema “XXX”,
de 1891, de los Versos sencillos, de José Martí. La esclavización de los seres humados
arrancados a sus familias en costas de Africa por el comercio triangular que, rezumando
dolor e ignominia, enriqueció a traficantes de Nantes y Liverpool, a iberoamericanos,
lusitanos, nórdicos y otros más, es tema reiterado en la literatura cubana en el siglo XIX
y en las primeras décadas del siguiente. Cabe mencionar, aunque fuera de la poética
versal que centra este texto, la narrativa antiesclavista, los testimonios de rancheadores
de cimarrones y el teatro bufo parodiante de grupos siempre subalternos. En Puerto Rico 474
se aguza esta visión en el pensamiento crítico de las crónicas de Eugenio María de
Hostos. Primero, en su condena a la discriminación y esclavización de trabajadores de
América y de China en Perú y de africanos en Brasil. Luego, su referencia a Sarah
Baartman430, la sudafricana denominada “Venus de Hotentote”, manipulada de modo
sensacionalista por circos y museos en Europa, a causa de las notorias dimensiones de
su vulva, senos y caderas. Será Nelson Mandela, representando el sentir de su pueblo,
quien recupere sus escarnecidos fragmentos, con más de un siglo por medio.

En la centuria pasada, varios poetas caribeños escriben sobre la situación de pobreza de


las capas más humildes de la población o recrean el pasado de la trata y la esclavitud, lo
que se acentúa en las décadas que siguen de modo inmediato a los embates más crudos
del crack de 1929 -crisis económica de gran escala que, como de costumbre, arrastró
consigo pobreza por doquier, desalojo, desamparo para las grandes mayorías, violencia
y tiranías. Múltiples ópticas atestiguan en los textos literarios antillanos la conmoción de
conciencias ante situación de tal magnitud. En Cuba, varios poetas centran sus motivos
poéticos en sectores humildes y se produce un claro tránsito de la poesía folclorista y
epidérmica inspirada en las raíces africanas de la población cubana, para adentrarse en
versos de verticales posicionamientos, cuestionadores de la injusticia social recrudecida
por la crisis económica. Es como decir sintéticamente que se va más allá de la mirada
desde los bordes de cromatismo y movimiento en bailes populares como la rumba, ejes
de poemas ilustrativos de Emilio Ballagas, Ramón Guirao y José Zacarías Tallet, para
crear poesía inspirada en temas de obreros y campesinos y asistir al surgimiento de la
poética integradora del ser nacional en la lírica de Nicolás Guillén, autor del tan
significativo poema “Balada de los dos abuelos”, alegoría versal de los dos grandes
troncos demográficos de Cuba: Africa y España. En la obra guilleneana, el Caribe
desnudo en sus contradicciones y manipulaciones capitalistas es protagónico en West
Indies, Ltd. (1934), en tanto que Cantos para soldados y sones para turistas (1937) es

430Eugenio María de Hostos. “Meditando”, en Obras completas (Edición Crítica), San Juan, Editorial
Universidad de Puerto Rico, 1992, Vol. I, Tomo II, pp. 274-278.
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vía de apóstrofes concientizadores. Creaciones todas contextualizadas por crisis y
tiranías. Más tarde, en 1939, el gran poeta martiniqueño Aimé Césaire escribe su clásico
Cuaderno de retorno al país natal revalorizando con fuerza expresiva a los suyos,
hermanados no solo por el color de la piel, sino mucho más por la legitimación de su ser.

En Puerto Rico emerge por esos mismos años un movimiento poético que recoge la
asunción de los problemas del país, incluida la connotación de patria, a la vez que las
posiciones independentistas de algunos de los creadores los conduce a la prisión o al
exilio. Han pasado a la historia literaria de ese país varias piezas como: Agüebaina
(1932), Amor de Puerto Rico (1937) y Poema de la Revolución de Lares (1944), de Juan 475
Antonio Corretjer; Donde caen las claridades (1934) y Yumbra, (1943), de Samuel Lugo;
Poemas de mi tierra (1936), de Francisco Manrique Cabrera; Cardo labriego y otros
poemas (1937); Canto a Puerto Rico (1952) y Luz de héroes (1954), de Francisco Matos
Paoli.431 En República Dominicana, el trujillato conmocionador de todas las esferas
sociales y de crisis generalizada, motivó poemas de tanto realce ideotemático como “Hay
un país en el mundo”, de Pedro Mir y “Proletario”, de Rubén Suro, quien al estetizar la
lucha de clases con símbolos alusivos a Marx y a Lenin arriesgó su propia vida. La
explotación a los trabajadores cañeros alcanza el tono de un lamento con ira contenida,
ante el dolor de un obrero anciano por la pérdida de una mano en un molino de azúcar,
en el poema “Peón”, del barbadense Edward K. Brathwaite. El poeta haitiano René
Depestre da un matiz especial al tema sociopolítico en “Balada de una lamparita”: no
sucumbe ante la realidad insular impuesta por el “hermano terrible” del “Occidente
cristiano”. Por el contrario, a través de “una lamparita haitiana” permea de fe al sujeto
lírico: “Para ser siempre un hombre/ parado hasta los confines de los cielos”, que hace
su signo de la cruz “en nombre de la insurgencia/ la ternura/ y la justicia/”. Una gran
cantata a la libertad y a sus héroes es su poemario Un arcoíris para el Occidente cristiano,
al que pertenece el poema comentado. El también poeta haitiano Léon Laleau, en su
poema “Traición” aborda el colonialismo cultural ejercido desde la lengua francesa, al
diseñar un sujeto lírico de origen senegalés traicionado por un contexto de dominio
europeo.

La producción versal le permite a las escritoras del Caribe contar con una notable
variedad temática y de recursos imaginales y expresivos, tangentes con crisis no solo
económicas sino también de un prisma mayor tanto en lo político como en lo social e
individual. En su versos coexisten y se desarrollan paulatinamente configuraciones de las
más diversas crisis sociales, económicas y políticas de lo individual cotidiano –sea de la

431VerAna Baeza Carvallo en No ser más la bella muerta. Erotismo, sujeto y poesía en Delmira Agustini,
Teresa Wilms Montt y Clara Lair, Santiago de Chile, Editorial USACH, Universidad de Santiago de Chile,
2012, p. 260.
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esclavitud como régimen socioeconómico, sea de la derivada de la domesticidad o de la
hegemonía patriarcal ejercida sobre el cuerpo femenino y las marginaciones de los
espacios públicos- hasta la integración a los anhelos colectivos de largo alcance. La
cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda, identificada bajo el sobrenombre de La
Peregrina, en los entornos culturales del siglo XIX, se duele del abandono de su tierra en
el poema ”Al partir”. En el tema de la ausencia de libertad por razones de colonialismos,
ha pasado a ser emblemático del enlace histórico y fraternal de Cuba y Puerto Rico la
pieza “A Cuba”, de Lola Rodríguez de Tió, unidas ambas Antillas en una imagen
compuesta por las dos alas de un mismo pájaro. En República Dominicana ocupa lugar
significativo la poética patriótica y civilista de Salomé Ureña, en el último tercio del siglo 476
XIX. En cuerda similar, más tarde, en el alba del nuevo siglo, escribirá la cubana Dulce
María Borrero, en tiempos en que las dislocaciones provocadas por injerencismos
foráneos y pugnas politiqueras reclamaban posturas de arraigo nacionalista y de tonos
patrióticos.

La proyección identitaria atravesó la obra de las puertorriqueñas Clara Lair y Julia de


Burgos. Ahora bien, si en Burgos esto se da tanto en el paisajismo insular, básicamente
fluvial o marítimo, como en las reiteradas alusiones a su pueblo en dimensiones
patrióticas o de justicia social, en Lair el tema de la identidad nacional se refracta de modo
polivalente, lo que evidencian sus versos de Un amor en Nueva York. Para la crítica
chilena Ana Baeza, los nocturnos de Nueva York “problematizan el conflicto que para el
Caribe hispánico significa la relación con Estados Unidos (modernidad, utilitarismo
mercantil, carencia de espíritu, lenguaje del poder y no del amor).”432 . Se trasluce
también en Lair cierta tangencia con un fenómeno abordado en los últimos tiempos por
el pensador puertorriqueño Emilio Pantoja: la mercantilización de la sexualidad asociada
a la industria del turismo en el Caribe. Baeza advierte en los poemas referidos de Clara
Lair la encarnación de un banquero como ilustración de la colonización capitalista, cuya
discursividad estereotipa los escenarios tropicales desde la potencialidad del placer.
Entretanto, en tierras dominicanas la lucha contra la tiranía trujillista alcanza connotación
de identidad. Así se aprecia en el poema “Grito”, de Carmen Natalia con cercanías a la
obra de Pedro Mir en el tratamiento de este tema. En la voz de la escritora haitiana Marie-
Thérѐse Colimon-Hall los elementos identitarios recorren bajo un encantamiento muy
especial los valores de su pueblo y de su tierra, en su poema “Mi país”. Desde Jamaica
se alza una voz de resonancia nacional: la de Louise Bennet, con orgullo por su tierra, su
historia cimarrona y su gente.

432Ana Baeza, opus cit., p.264.


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2.-¿Poesía concomitante con la llamada racialidad o expresión de crisis de
conciencia con la denominada poesía negra?

El tema de la llamada racialidad y la tan controvertida negritud sigue teniendo su espacio


en el pensamiento crítico. Se sabe que varios autores de los dos siglos inmediatamente
anteriores al nuestro han impugnado el concepto de raza. En este campo han devenido
clásicos: José Martí, Antenor Firmin, Fernando Ortiz, Jean Price Mars, Aimé Césaire,
Franz Fanon, René Depestre. En este mismo sentido, la genética actual ha descalificado
esta construcción social a partir del entramado de genes que atraviesa los grupos
humanos en el orbe -lo que es de suponer se hace bien complicado en el Caribe con el 477
crisol poblacional que lo caracteriza. Por tanto, es un reto para la ciencia el resignificar y
renombrar lo que han venido asumiendo sesgadamente las denominaciones racializadas.
Y todavía más en esta región en donde confluyen una impresionante multiplicidad
etnocultural y complejos fenómenos de transculturación y heterogeneidad.

La historia demuestra que en el Caribe la racialización de las relaciones sociales parece


haber tenido un clímax a partir del siglo XIX en el vórtice de la anteriormente impuesta
globalización atlántica433. El tomar esta racialización en su sentido histórico y su
tangencia en la contemporaneidad, le permitió al sociólogo peruano Aníbal Quijano
construir una fundamentación crítica de la heredada articulación social a partir de la
estratificación del color, engendro hegemónico etnocéntrico que ocupa lugar central en
sus reflexiones sobre la colonialidad del poder, de un patrón de poder de varios siglos
de dominación en nuestro Continente, en nuestra región. Resonancias de estos niveles
de conflictividad en su expresión social también han tenido su peculiar refracción literaria
en diversas modalidades genéricas. Derivación sustantiva de este tejido de ideas tan
controversial que llega hasta hoy, es la denominada poesía negra o negrista, de la cual
ya señalamos algunos antecedentes en el Caribe hispanohablante desde el siglo XIX.
Sin embargo, la poesía propiamente dicha de esta temática y proyección de la historia
literaria caribeña tiene presencia notable en los años veinte y treinta del siglo XX. Son
paradigmáticas las obras Pueblo negro (1926) y Tuntún de pasa y grifería (1937) del
puertorriqueño Luis Palés Matos; “Elegía a María Belén Chacón” (1930), del cubano
Emilio Ballagas; algunos poemas del también cubano Nicolás Guillén de sus primeros
poemarios (Motivos de son, 1930, y Sóngoro Cosongo, 1931), y los libros Pilón (1932) y
Doce poemas negros (1935) del dominicano Manuel del Cabral. Más tarde, con la óptica
de reclamo humano e histórico, en Jamaica Edward Baugh le dedica su poema “A veces
en medio del relato” a “los africanos ahogados en la trata”; y el Premio Nobel santaluceño,

433Ver opus cit. de Rhoda Reddock.


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Derek Walcott se pregunta en su pieza “Un grito lejano desde Africa” cómo vivir si le
vuelve la espalda al continente africano.

Este cultivo temático que centra su atención en los ancestros africanos entra de lleno
también, con marcada sensibilidad, en las escritoras del Caribe. Cuba cuenta desde el
propio advenimiento de los años novecentistas con la obra versal de Mercedes
Matamoros, quien incursiona en este tema con su pieza “La muerte del esclavo”.
Posteriormente, la sólida creación poética de Nancy Morejón, entrega su poema “Mujer
negra”, en cuyos versos la mujer africana, atravesada por la nostalgia de su costa y de
su lengua, enfrenta travesía atlántica, venta, castigos y violencia sexual hasta alcanzar 478
su libertad sustantiva con el cambio revolucionario que bajó “de la Sierra”. Nydia Ecury,
la poeta arubense de larga residencia en Curazao, en su poema “La visita” acude a un
ritual que trae a su presente la presencia del espíritu de su bisabuela Francisca. Eleva el
tono de los versos con el cromatismo de las flores escarlatas y la sangre, término este
colocado entre signos de admiración, exigiendo una hermandad que comenzó en lo
profundo de un barco negrero. Vera Bell, escritora jamaicana, coincide con otra escritora
de renombre de su propio país, Una Marson, en la preferencia por temas sociales y
políticos, con aguzado interés por el colonialismo y sus practicas esclavizantes, lo que
ilustra con peculiar vigor su poema “Antepasado en la tarima de la subasta”, testimonio
de la venta de esclavos desde la mirada avergonzada de una esclava -¿imagen de la
propia poeta en la voz del sujeto lírico?, me pregunto. De todos modos, encuentra una
respuesta en la historia que se nutrió del sudor negro para construir un nuevo país.
Aportes combativos en la vida y en el arte encarna Una Marson con su defensa de los
pueblos africanos. En concentrada brevedad encerró la gran verdad degradante y
criminal del régimen esclavista, la crisis del ser que lo sustentó, en el poema “La
cortesía”. A él pertenecen los versos: “ Nos dicen/Que tenemos la piel negra/Pero el
corazón blanco.// Les decimos/Que tienen la piel blanca/Pero el corazón negro.//

Con su pieza “Ay ay ay de la grifa negra” Julia de Burgos ha sido valorada en la


historiografía literaria caribeña de los años treinta dentro de este tipo de poesía. En estos
versos particulariza el tratamiento para acercarlo a ella misma, mujer mulata. De verso
a verso se la siente ufana desde su condición de “grifa y pura negra;/ grifería en mi pelo,
cafrería en mis labios;/ y mi chata nariz mozambiqueña”. Y enseguida la descripción se
ennoblece y dignifica al punto de presentar a esa mujer en el plano de haber sido
estetizada en el lenguaje de la plástica. Brinda la “vibración” de haber sido esculpida, de
haber trascendido piel y sujeto para ser obra de arte en sí misma. Avanzando en el texto,
desde la primera persona el lamento trae al presente la relación amo-blanco y esclavo-
negro: el abuelo; el amo-blanco y la esclava-negra. El cierre es un llamado convocante a

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la integración racial con la raza “trigueña”, en la “fraternidad de América”. Es su peculiar
manera de dar respuesta a señales muy sensibles de una sociedad en crisis.

Un poema que trasciende este tema etnorracial es “Jamaica Oman”, de Louise Bennett.
Transita desde la evocación de la cimarrona Nanny, pura bandera popular de rebeldía,
hacia la reafirmación de la autenticidad e independencia de la mujer, reafirmación
genérica que contiene en sí misma un sentido ontológico de libertad, que distinguió los
célebres poemas julianos “A Julia de Burgos” y “Yo misma fui mi ruta” e identificará otros
poemas significativos en esta línea como “Una mujer está sola”, de la dominicana Aída
Cartagena Portalatín, varios poemas de la también dominicana Sherezada Vicioso, sobre 479
todo sus versos de “Un extraño ulular traía el viento”, así como los poemas “Lavando
platos con un cangrejo en el fregadero”, de la poeta trinitaria-tobaguense Jennifer Rahim,
y “Mujer yo soy” de la martiniqueña Nicole Cage-Florentini.

3.-La liberación a través del cuerpo de la mujer. Poesía y sexualidad

Un espacio reclamante de liberación en medio de las crisis que ha vivido secularmente


la población femenina ha sido y es la sexualidad y, particularmente, el cuerpo femenino
y su manejo del deseo. De aquí que en la poesía erótica esto deviniera primeros planos,
como suerte de subversión a patrones socioculturales prohibitivos. Si bien a este tipo de
poesía se le ha situado su despegue entre las grandes liricas sureñas rioplatenses,
faltaría añadir en este registro diacrónico a la chilena Teresa Wilms Montt, a las
puertorriqueñas, comenzando por Clara Lair y Julia de Burgos, y también a la cubana
Mercedes Matamoros, catalogada por el poeta y ensayista cubano José Lezama Lima,
de precursora en esta corriente del mundo escriturario de la mujer latinoamericana 434.
Todas ellas, más otro número importante en la primera mitad del siglo pasado, tocadas
en sus vidas y subjetividades por el movimiento feminista que crecía en organicidad y
empuje por todo el Continente y que se internacionalizaba con redes y congresos.

En términos de precedencia, la crítica le da primacía a Delmira Agustini como iniciadora


de un movimiento de poesía erótica en 1907 con el poemario El libro blanco y el clímax
alcanzado con Los cálices vacíos en 1913. Sin embargo, confirmando el criterio apuntado
de Lezama Lima, estimo que, antes que la irrupción meridional, en Cuba Mercedes
Matamoros cultivó poesía erótica desafiante en 1902, con los sonetos de El último amor
de Safo y, sobre todo, con su poema “La bestia” y sus versos sobre el “loco Placer”,
graficado este con mayúsculas. Toca subrayar entonces que en los albores del siglo XX
se entroniza también en el Caribe la poesía erótica en el campo escritural de la mujer con

434José Lezama Lima. Antología de la poesía cubana: siglo XIX. La Habana, Consejo Nacional de Cultura,
1965, tomo 3. (1965), t 3, p. 530.
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sus tematizaciones vedadas, ante el inevitable estupor de lectores y el escándalo de
conservaduristas. Octavio Paz sintetiza esta asunción, aludida por Ana Baeza Carvallo,
aduciendo que “La relación entre erotismo y poesía es tal, que puede decirse sin
afectación que el primero es una poética corporal y la segunda una erótica verbal”435, en
tanto que Ivette López Jiménez caracteriza este cultivo poético como un proceso “que se
irá definiendo en la progresiva afirmación del cuerpo como pertenencia propia, en un
desbocamiento de la carne marcado por la violencia verbal y el culto a lo corpóreo”.436

En todo el siglo XX no dejó de cultivarse la poesía del eros, de fuerza notable en la


primera mitad de la centuria. La crisis cotidiana trasvasa lo permisible en las relaciones 480
de la sexualidad y varias poetas asumen posturas de entrega amorosa o de liberación
absoluta, inclusive desbordando la primera fase, temporalmente demarcada. Caribeñas
emblemáticas en este sentido son Serafina Núñez y Carilda Oliver Labra en Cuba;
Jacqueline Beaugé-Rosier y Michѐle Voltaire Marcelin, en Haití; Clara Lair, Julia de
Burgos y Angela María Dávila, en Puerto Rico, entre varias. Oliver Labra ha sido
identificada en esta línea a través del tiempo con su tan conocido poemario “Al sur de mi
garganta” (1949), en el que describe de modo desenfadado su desorden erótico frente a
su amor. De Clara Lair comentamos ya su incursión en esta línea. Con relación a Julia
de Burgos, la sensualidad de algunos de sus primeros poemas, sensualidad erotizada en
el que dedica al Río Grande de Loíza, encarnado como “río hombre” al que se entrega
la hablante lírica, ha conducido a la crítica a insertarla en esta corriente poética. En mi
opinión, considero que lo erótico-amatorio es una hebra más de las múltiples que
configuran un registro mayor, en el que predomina la intensidad de la emoción, de la
cuerda más íntima. Así, creo advertir que en la mayor parte de sus versos, más que el
eros instintivo y pasional, predomina el éxtasis de la amanecida, exquisitamente lírica,
que sublima el amor.

Todas estas poetas refractan crisis de diversos modos desde la ruptura con ataduras
tradicionales. También el anatema a la mercantilización del sexo deja su impronta. Un
poema ilustrativo es “Mujer yo soy, ¿pero qué mujer?”, de Cage-Florentini, personificando
la prostitución en cuerpo de mujer ofrecido “a los cuatro vientos” en una existencia “de la
vida alegre vacía de alegría”. Nada extraño en buena parte del Caribe insular
contemporáneo.

435Citado
por Ana Baeza Carvallo en opus cit., p. 9.
436Ivette
López Jiménez. Julia de Burgos: la canción y el silencio San Juan, Fundación Puertorriqueña de
las Humanidades, 2002, p. 28.

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4.-Crisis y poética en Julia de Burgos

En el humilde Barrio Santa Cruz, de Carolina, en el norte cañero de Puerto Rico, el 17 de


febrero de 1914, nace Julia Constanza Burgos García como parte de una familia
numerosa, razón que acentuaba la precariedad de todos. Desde esta, su infancia, se
encontró envuelta con los efectos de la crisis económica y sociopolítica que imponía el
nuevo estatus de neocolonia determinado por las grandes potencias que se repartieron
parte del mundo en los acuerdos de París, tras el final de la guerra hispano-cubano-
norteamericana. Ya para entonces los grandes sectores poblacionales puertorriqueños
habían comenzado a recibir el peso de los capitales que se pusieron en juego ante la 481
nueva situación política.

En su condición de hija mayor, ayudaba a su madre en los trabajos domésticos, carga


que implicaba también el lavado de la ropa en el río cercano, locaciones que despertarán
su fértil imaginación en vínculo íntimo con el agua, signo de toda su vida. Habiendo
perdido el asidero en estos entornos rurales, la familia tiene que emigrar a la capital y
luchar allí por la supervivencia. Mulata y jíbara, pobre entre los pobres, que vio morir a la
mayor parte de sus hermanos, una vez establecido el grupo familiar en un barrio marginal
de Río Piedras en 1928, recibe una beca que le permite obtener, en sus diecinueve años,
el certificado de Maestra Normalista (1933): el respaldo a su docencia en la zona rural
de Comercio y Naranjito. Al año siguiente colaboraba en el programa radial La escuela
del aire.

Cuando entra en la década de sus veinte años, se debate Julia entre una situación
económica sensiblemente vulnerable y el deseo de escribir. Sus tempranos comienzos
literarios -ubicados hasta hoy en los inicios de los años treinta- la llevarán a involucrarse
con las urgencias políticas y socioculturales de sus circunstancias, en tanto sortea
medianamente sus limitaciones de recursos y la discriminación social y racial. Irá
creciendo humana y literariamente una joven intelectual abanderada de la justicia social
y de las rebeldías de su pueblo, que funde en sus versos y posiciones frente a la vida
los temas de carácter proletario y patriótico, los que condenan tiranías y expoliaciones y,
por supuesto, los de proyección revolucionaria al lado de los oprimidos. En 1936, desde
la rama femenina del Partido Nacionalista Puertorriqueño, respalda la lucha por la
soberanía de Puerto Rico. Así lo testimonia su discurso “La mujer ante el dolor de la
patria”, pronunciado en la Primera Asamblea General del Frente Unido de Mujeres Pro
Convención Constituyente. De este Frente será su Secretaria. Esta militancia nacionalista
profundizándose hacia el independentismo puede explicar el desempleo a que fue
sometida. Mientras tanto, se mantienen las estrecheces materiales que la conducirán a
que más de una vez toque de puerta en puerta vendiendo los ejemplares de su primer

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poemario para ayudar al sostén de la familia y a la atención médica de la madre enferma
de cáncer.

Me pregunto: ¿Cuántas mujeres son victimizadas cada día en la región no solo a través
de la violencia cotidiana, sino también con la negación al derecho del sostén para ella y
su familia? ¿Cuántas de las cabezas de familia, que son numéricamente alarmantes en
el Caribe insular tienen garantizado ese sostén? Julia lo vivió en carne propia. Su
epistolario es un lamento desafiante de cómo no podía enviar dinero a sus hermanas
para sobrevivir y todo lo que hizo para intentar pagar la atención de su madre herida de
muerte. Su padre se perdió en el tejido aberrante de una sociedad sin futuro para las 482
mayorías. Ella misma fue asfixiada por los mecanismos contra las mujeres pobres latinas
y mestizas en el Norte. Sin empleo, sin salida para sus únicos bienes, sus libros, su
palabra fue perdiéndose en las redes de un capitalismo despiadado que solo pudo evadir
cuando fue rescatada, póstumamente, por su patria caribeña.

Quiso ser escritora, parte de la llamada ciudad letrada. Lo logró, pero en terreno inseguro,
siempre movedizo. No sobra reiterar que transita hacia su radicalización política en los
años treinta inmersa en los pálpitos por el acontecer social y político de su país, escenario
de crisis en su diversa expresión. Es el tiempo de sus primeros poemarios y también de
piezas en las que impugna la injusticia social y los desmanes de la política. En esta
última dirección temática son ilustrativos poemas como: “Desde el puente Martín Peña”,
con referentes a contextos obreros; “Romance de La Perla”, carga denunciadora de la
pobreza existente en la periferia marginal de San Juan; “Ay ay ay de la grifa negra”,
enmarcado en la resistencia contra la esclavitud y los prejuicios raciales y clasistas; “Río
Grande de Loíza”, en el que enaltece el paisaje natal y se duele de su pueblo “esclavo”;
“Ochenta mil”, con el tema de la lucha antifascista del pueblo español, tema reiterado en
“España… no caerás”, de 1936 ; “Es nuestra hora” y “Como puños cerrados”, de 1939,
llamados a la lucha proletaria y de respaldo a huelgas obreras en Puerto Rico; “Romance
de Guayama”, también con el tema huelguístico, pero en el sector de los obreros cañeros,
así como la recreación poética de arengas a los campesinos para impulsarlos a enfrentar
su situación social. De poema a poema va coronando su verbo nacionalista, por
momentos con declarado independentismo. Poemas militantes son también: “Gloria a ti”
(octubre, 1934)437, “Hora santa” (febrero, 1936), “Despierta. A la mujer puertorriqueña en

437Ver de José Ramón Olmo Olmo, “Julia en el frente: su presencia física y literaria en la guerra de la
década de los años treinta”, en Actas del Congreso Internacional Julia de Burgos del Ateneo
Puertorriqueño, San Juan, 1992, pp.325-337. En este texto el autor afirma que “Gloria a ti”, fechado el 16
de abril de 1934, fue el primer poema publicado por Julia (Alma Latina, No. 51, sept-octubre de 1934). Lo
escribió para honrar la memoria de Manuel Rafael Suárez Díaz, joven caído en una manifestación
nacionalista. Sensibilizada por la pérdida de otros jóvenes de la misma ideología en pro de la libertad
puertorriqueña, dedica versos a Hiram Rosado y Elías Beauchamp (“Hora santa”), publicados el 26 de
febrero de 1936.
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esta hora de trascendencia” (marzo, 1936), “A plena desnudez” (marzo, 1936),
“Responso a ocho partidas” (1936), “Domingo de Ramos” (1937), “23 de septiembre”, “De
Betances a Albizu”, “Canto a Aguadilla”, “Oración”, inspirado en Albizu Campos, y “¡Viva
la República! ¡Abajo los asesinos!”. Hurga en cada mirada distintos sectores sociales y
hechos políticos para expresar desde el lenguaje artístico su airada condena a las
distintas vías de la opresión y de la injusticia social.

1938 constituye un año definitorio en la trayectoria literaria de Julia de Burgos. Entra


orgánicamente al mundo letrado capitalino de su país con un poemario abierto a un
amplio espectro temático, expresivo y estilístico. Se trata de Poema en veinte surcos, 483
evocador de raíces nerudianas. Desde iconoclasias y rebeldías, reclamando el derecho
a la autenticidad como ser humano y como creadora, casi a las puertas de la culminación
de los años treinta, el libro se abre con la pieza “A Julia de Burgos”, especie de pórtico a
“Yo misma fui mi ruta”. En el primer poema las formulaciones poéticas con voz de
aspiración popular (ella misma se llama “flor del pueblo”) abren el camino a su feminismo
y a su antirracismo, a su rechazo a la domesticidad y los prejuicios, a su batallar
expresivo contra lo injusto. Las imágenes retadoramente pareadas enfrentan a la
verdadera Julia con la noJulia, autocarnavalizada, frívola y falsa, a la vez que contrastan
ropaje y esencia, “muñeca de mentira social” y “viril destello de la verdad”, “cortesanas
hipocresías” y corazón, “la grave señora señorona” y “la vida, la fuerza, la mujer”, la que
tiene amo y la que no es de nadie, la que se riza y pinta el pelo y la que el viento se lo
riza y lo pinta el sol, la dama casera y la Rocinante, la flor de la aristocracia y la flor de
pueblo, la egoísta y la que todo se lo juega por ser ella misma. Para finalizar con un
manifiesto de arte y vida, antorcha en mano, para quemar injusticias.

El cierre del libro con “Yo misma fui mi ruta” es como una vuelta al primer poema, un
retorno a todo el universo natural, a todos los seres humanos y a todos los tiempos. Se
afirma, bien definida, la “liberación íntima” en su “rumbo en el presente”, toda ella “hecha
de presentes”. Es tan amplia la proyección de este poema que la ruta identificada llega a
ser una suerte de programa estético y vital, pues el sujeto lírico, casi ontológicamente,
cuestiona los códigos de la dependencia, impugna el establishment que la constriñe
como ser humano, como mujer y escritora, a la vez que despliega lanzas contra las
formas opresivas victimizantes de los desfavorecidos de la vida y de su propia nación. En
esta línea temática de las reafirmaciones personales y de la identidad individual y
colectiva que combate la discriminación racial se inscribe la pieza “Ay ay ay de la grifa
negra”, ya comentada. Ni siquiera en su tan conocido poema “Río Grande de Loíza”, en
el que se desborda la poética del agua y pareciera propender al paisajismo, falta su
compromiso vital.

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En “Amaneceres”, el octavo poema del libro Poema en veinte surcos, el espíritu rebelde
sostenido se funde con el amanecer del mundo en “la hora presente”, “la hora robusta”,
“la hora universal”, la de “un millón de himnos proletarios”, de rebeldías, para destruir el
orden burgués. Es la luz del alba la que ilumina su ser en alma y pensamiento. El matiz
político apuntado en estos amaneceres esperanzadores, clamando justicia, es contexto
caracterizado por la crudeza en el poema “Desde el puente Martín Peña”, lograda
sustantivamente en su imagen de “tierra rota” y de extrema pobreza. Y todavía más en
un escenario de niñez hambreada, de “enflaquecidas criaturas/ que no supieron morirse/
al tropezar con su cuna”. Son hijos de obreros desempleados o explotados como también
lo son los obreros cañeros y campesinos. A todos los conmina para arrasar esta “moral 484
tan injusta”, sustento de su mundo en crisis.

Llamo la atención sobre el hecho de que la autora coloca el dolor que politiza en una
locación urbana de casas apiñadas en un barrio arrabalizado. En cualquier caso, la
situación de pauperización asumida más que fijar la objetividad del hecho con la distancia
presupuesta por el sujeto lírico que observa “desde” el puente, de lo que se trata es de
trasponer los límites de la mera reproducción lírica o elegíaca para lanzar el llamado a
la sublevación, al pórtico de la revolución en manos de obreros y campesinos. Es muy
probable que, como señala la crítica438 se haya inspirado en la ola de huelgas obreras de
trabajadores cañeros, tabaqueros, fruteros, portuarios, mineros, del transporte y de la
aguja y manifestaciones de protesta de estudiantes universitarios: movimientos sociales
enmarcados entre 1933 y 1934. La poeta confirmará esta línea temática en su posterior
producción. Un ejemplo cercano a los poemas contextualizados de 1938 es su pieza
“Romance de La Perla”, de 1939, también situada en un barrio marginal capitalino: La
Perla. Es allí en donde imperan el hambre y el frío, en donde hay “dolor de siglos” y donde
también ella reclama alzarse desde el dolor “en bríos”.

“Ochenta mil”, la pieza XIX, se inscribe en la línea política de la solidaridad internacional


con el pueblo español, víctima de la agresión fascista interna y del bloque germano-
italiano en la llamada Guerra Civil Española. Versos octosílabos giran en torno a la muerte
terrible de ochenta mil seres humanos en el campo de batalla, ochenta mil “sueños
caídos”, “ochenta mil rotas almas”, en la tragedia de España y de su pueblo. Lágrimas,
agua de río con olor a sangre de un millón de puñaladas, el mentís de los gobiernos, los
odios de banderas se condensan en “ochenta mil intereses” que “a la vida le disparan/
con ochenta mil fusiles,/ ochenta mil negras balas,/ ochenta mil egoísmos/ que ochenta

438
En Taller de Formación Política, ¡Huelga en la caña! 1933-34, Río Piedras, Huracán, 1982, p. 12, citado
por Ivette López Jiménez, opus cit., pp. 85 y 86.

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mil vidas matan/”. No repara en politizar al máximo el poema y señala a dos de los
mayores responsables de tanto dolor: Hitler y Mussolini. Concluye sus versos con el
llamado a la lucha.

Durante un bienio, del verano de 1940 al verano de 1942, vivió en Cuba, en donde
escribió la obra que más la identifica: El mar y tú, el mar Caribe crecido en imaginarios
infinitos. Con muy pocos recursos se mantuvo en tierras cubanas. Y todo el tiempo
vinculada con la intelectualidad más avanzada de pensamiento y acción. Anduvo siempre
con la casa a cuestas hasta que fue a parar como emigrada a Estados Unidos en donde
no tendría salida, ni como intelectual ni como ser humano. Las secuelas de las crisis que 485
nunca la abandonaron fueron determinantes en tierras del Norte, al punto de ser objeto
de manipulaciones médicas hormonales, cuando todavía no se sabía los verdaderos
efectos secundarios de este tipo de tratamiento. ¿Es eso o no una expresión de la crisis
de la región que ve fluir a su población hacia ilusorios caminos del Primer mundo para
sucumbir en él? Hasta sus últimos días escribió versos, versos en desesperación, pero
sin bajar la voluntad de vivir. El 5 de julio de 1953 murió pobre, enferma y sola, tras haber
sido recogida en la más absoluta anonimia en una calle de Nueva York. Pero legó una
poética sabiamente estructuradaen lo imaginal y en el lenguaje figurativo: arte y entrega,
arte y compromiso con su tiempo, y sobre todo con el devenir de su pueblo encarnado
en la visión final del Río Grande de Loíza como “el más grande de todos nuestros llantos
isleños”.

Conclusiones

En un mundo de crisis atravesado por los poderes corporativos del capital financiero y
especulativo, en que el 70% de la población mundial posee solo 2,9% de la riqueza,
desde el Caribe cuestionamos y luchamos. Nadie ignora que el Caribe ya vivía su historia
no escrita antes de la llegada del conquistador y que por siglos se ha resistido a las
cadenas colonialistas y a su instrumento más cruel: la esclavitud. De aquí que la
presencia de los diversos pueblos transculturados en notable heterogeneidad hayan
tenido un peso tan importante en la formación y desarrollo de nuestra región,
consustanciada a la búsqueda permanente de su identidad. Como nadie tampoco ignora
que las oleadas de inmigrantes euroasiáticos y el sello impuesto por los colonos
procedentes de metrópolis y periferias determinaron hitos hasta hoy en que tiene lugar
un movimiento a la inversa: los constantes flujos migratorios hacia el llamado primer
Mundo, que de un modo u otro incorporan nuevos rasgos a nuestras sociedades. Sin
lugar a dudas, un amplio campo poblacional gravado por una crisis múltiple (económica,
energética, alimentaria, medioambiental, climática), cuyas resonancias de niveles macros
azotan al mundo y gravitan sobre nuestra región con notable diversidad. Ya
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puntualizamos en la introducción algunos elementos insoslayables. Haciendo la
necesaria salvedad de los esfuerzos sociopolíticos y socioculturales que realizan los
procesos populares liderados por fuerzas de izquierda en la batalla contra la pobreza y
las desigualdades, no es posible obviar en este texto las derivaciones de las crisis que
provocan dislocaciones económicas y conflictos desestabilizadores promovidos
básicamente por el poder transnacional e imperial. Estos niveles de conflictividad son
retos en el ejercicio escritural en muchos de los creadores caribeños. Porque también
desde las poéticas se puede contribuir al cambio social.

No habría que confirmar que las poéticas del Caribe han constituido y constituyen un pilar 486
de la memoria histórica activa en temas de enfrentamiento a la injusticia social de todo
tipo, a las tiranías y neocolonialismos políticos y culturales. Y, al mismo tiempo, arma
convocante contra las no resueltas vías de imposiciones patriarcales con sus más sutiles
o abiertas formas de violencia, contra nuevas formas de colonialismo político y cultural y,
por ende, contra las variantes abiertas o enmascaradas de la llamada colonialidad del
poder. En suma: todo un conjunto de acciones y obras de los creadores de la región
enrumbado hacia el fortalecimiento de la toma de conciencia para hacer del arte de la
palabra una vía de crecimiento espiritual, aliada de la supervivencia y el mejoramiento
humano. Asimismo, desde su combatividad escritural, voz descolonizada, Julia de Burgos
sigue emblematizando estas posiciones con una poética vital polivalente y de primera
magnitud en su relieve estético de firmeza-levedad, rompiendo lanzas por la plena
liberación de la mujer y de los pueblos, enaltecedora de valores históricos y culturales,
en los que ocupa lugar axial el entorno geofísico caribeño en un imaginario recreado por
motivos poéticos marinos, con tal fusión lírica que en sus cantares se confunde y no
puede deslindar en su júbilo si es el mar que la mira, o es su alma flotando en el mar, o
su amor trepado en el viento... Línea de continuidad puede hallarse en otras tantas
escritoras de la región que integran en sí mismas, como lo hará Cage-Florentini (“Yo, el
mundo”), el dolor de todas las mujeres del orbe inmersas en conflictos bélicos o políticos
o hambreadas y violentadas, o ante la naturaleza “lacerada”. Sin embargo, por fortuna,
el arte es iluminador y puede sobrepasar el dolor o crecer con él. No por casualidad Julia
permite que el amor se adueñe de ella y Cage-Florentini acude a todas las músicas del
mundo y del Caribe.

Para lograr un nuevo orden mundial, una nueva humanidad, reclamada por nuestros
próceres y por nuestros escritores de avanzada, hay que luchar por la conjugación
integral del bienestar económico y social y los derechos humanos en solidaridad con el
resto del mundo. Hacer realidad la voluntad integracionista que recorre el enclave
caribeño, para convertir nuestra región en un escenario de paz en el que gobiernen los
seres humanos y no los capitales, al decir de Rafael Correa y se recupere la dignidad

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humana, a través de “la aplicación de políticas públicas en beneficio de las grandes
mayorías”439. Me vienen a la mente las reiteradas veces en que Julia de Burgos clamó
por un mundo mejor, mientras el sujeto lírico de Cage-Florentini (“Mujer yo soy, ¿pero
qué mujer?”) espera con impaciencia que los “tambores toquen el llamado del cumbite
general / del cumbite integral del cumbite mundial” .

Añadamos nuestro reclamo: que el Caribe, por donde comenzó la gesta emancipadora
con la Revolución Haitiana, se erija en espacio de resignificación de otredades, de
valladar a las crisis enajenantes. Y se convierta en símbolo de paz, vida, avance integral,
solidaridad, respeto a las diferencias. Múltiples poéticas auguran esa senda de 487
concientización valórica conducente a proyectos de cambio social. Las de más atrás en
el tiempo encendieron las primeras luces. Julia de Burgos con su tea vigorosa y su
enorme talento entre ellas. Hoy no se apaga la llama.

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
490

DE LA CRISIS A LA ESTABILIDAD: EL
CASO DE SAN ANDRÉS, ISLAS,
COLOMBIA

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
DEL CONFLICTO A LA INTERCULTURALIDAD

FRANCISCO AVELLA440
NATHALY MAHECHA441
Universidad Nacional de Colombia

Introducción 491

El caso que nos ocupa hoy no es simplemente un ejemplo de los tantos que se pueden
mostrar en este país de lo que en la práctica ha sido el difícil paso del multiculturalismo,
a la interculturalidad, interculturalidad definida como: “…la búsqueda del entendimiento
para forjar proyectos comunes desde posiciones diversas en lo político, religioso, étnico,
de género y preferencia sexual, deportivo, etc.”.

Bueno, el caso del Archipiélago de San Andrés Islas, es precisamente uno de esos en
donde no ha sido nada fácil llevar la teoría a la práctica, especialmente en el campo
político, más que en el étnico y en esta exposición esperamos explicarles por qué.

Pero además traemos el tema a este Congreso de Estudios del Caribe, no solo como un
“estudio de caso” sino como el caso más importante. Se trata, nada menos, que del caso
a partir del cual el profesor Peter Wilson indujo o mejor estructuró la idea, muy propia de
los isleños del “crab antics”. En esta idea sencilla los valores de la sociedad está basados
en el principio de que “cangrejo que intente ponerse por encima de los demás, es
cangrejo que bajamos al fondo del barril”. Sobra decir que este cangrejo, que es
comestible, es el animal en el que los isleños se representan como iguales. Por lo tanto
estamos hablando de una sociedad extremo igualitaria, por los años en que la estudió
Wilson, hacia mediados del siglo XX.

Pero lo que nos importa, por ahora dejar claro, es que el estudio de caso tiene una gran
importancia metodológica pues para nosotros es esta la teoría que nos guía, (“uno no
puede ver sino lo que la teoría le permite ver”), que Wilson ya había intuido en una época
en la que ni siquiera el concepto se usaba. Al contrario en su época los estudios de caso
eran vistos solo como algo individual e incomparable. Más aún los estudios etnográficos
buscaban las diferencias culturales fundamentalmente, y poco veían los elementos
comunes. Lo importante era descubrir su tribu como caso único, la antropología cultural

440 Exprofesor Asociado, Universidad Nacional de Colombia, Sede Caribe


441 Geógrafa, Universidad Nacional de Colombia.
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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
aún no podía unificar criterios en el sentido de “generalizar” como cualquier ciencia, y aún
hoy en pleno paradigma posmodernista el debate continúa.

Sin embargo Wilson, ya sentaba las bases para unir culturas que tenían los mínimos
elementos “comunes” en un conjunto de sistemas de valores regulados por el conflicto
entre reputación y respetabilidad. Conjunto que, en el sentido de Wilson, unificaba los
sistemas de valores sociales caribeños, a partir del igualitarismo, (lo que los isleños
llaman el “crab antics”), que es lo que finalmente les da sentido, más aún en el caso del
Archipiélago como “caso especial” en donde Wilson estructuró su teoría a partir del
trabajo de campo en la isla de Old Providence. 492

Una vez aclarados estos aspectos, más de método que de presentación de los resultados
de las investigaciones, la exposición tratará de responder cuatro preguntas:

1. Cómo se han conformado las islas desde el punto de vista geohistórico?


2. Cómo pasaron de una cultura unificada bilingüe (inglés para el culto y creole para
el habla cotidiana) a una condición multilingüe (más el español como lengua
dominant)e y una condición multicultural (como lo trato de analizar yo ahora),
3. Cómo hacer para que la interculturalidad pueda unir por encima de los disensos
culturales, políticos y religiosos como lo muestran varios autores?
4. Cómo evitar la guerra ajena que finalmente nos están imponiendo el narcotráfico
y las bacrim?

Este último aspecto ha alterado profundamente la convivencia y sumido la sociedad en


un conflicto que nada tiene que ver con lo étnico sino con lo político, como forma de
dominación alternativa.

Para concluir en que tal vez lo que se requiere de urgencia es un proyecto de sociedad
intercultural, que pueda unir los grupos sociales por encima de los disensos que los
dividen, que puede ser la idea de la Reserva Mundial de la Biósfera después de 14 años
de existencia.

La condición cultural de las islas

Las islas como su historia lo muestra fueron en su comienzo un lugar de acogida de varias
diásporas, especialmente de las de esclavizados de Jamaica. Por eso España le temía
más a este tipo de relación que a cualquier otro peligro, hasta el punto en que aceptaron
hacia 1790 la propuesta de O’Neill de jurar obediencia al rey de España, con la condición
de no comerciar con Jamaica. En ese entonces las islas eran regentadas desde la
Capitanía General de Guatemala y su principal relación era con Omoha. Pero ante la
escaza navegación hacia este puerto, O’Neill hábilmente logra que en 1802 las islas
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vuelvan a depender de Cartagena. Ese cambio que fue avalado por las cortes en Madrid,
es lo que hace que hoy el Archipiélago sea colombiano, aunque, como lo reclama
Nicaragua no se hizo mediante una cédula real, sino que fue una decisión de las Cortes
en Madrid, claro refrendada por el rey.

El grito de independencia debió pasar desapercibido pues no hay referencias especiales.


Solo la ocupación de Providencia por parte del corsario Louis Aury, que la toma como
base de las operaciones de su flota corsaria bajo la bandera de las Provincias Unidas de
Buenos Aires y Chile la navegación, que el corsario francés ofreció a Bolívar para ampliar
su gloria arrebatando a los españoles los puertos del Caribe pues España aún ocupaba 493
gran parte de la cuenca. Sin embargo Bolívar rechazó la oferta por venir de un “corsario
de la libertad” como se hacía llamar Aury, que venía de pelear con los norteamericanos
la isla de Amelie en Carolina del Sur y veía como los Estados Unidos iban ampliando su
frontera marítima. La flota se estacionó en Providencia y luego participó en la batalla de
Maracaibo en Julio de 1823. Por esa misma época los isleños adhieren a la Gran
Colombia, mediante no pocas de otro de los Luises (Louis Peru de Lacroix), que gestionó
esta unión aparentemente con la aprobación del pueblo isleño. Así empieza al relación
de las islas con el estado colombiano. Pero mientras tanto en esos cortos 30 años de
repoblamiento, las islas forjaron una sociedad como la de las demás islas del Gran
Caribe: una clase de plantadores esclavistas , que para fines del siglo XVIII solo lograban
sobrevivir, no tenían grandes extensiones de tierra, disponían de solo unos 100 esclavos
para una población de más de 1000 personas (en el caso de San Andrés que pasó a ser
la isla más importante del archipiélago por ser más extensa, aunque difícil de defender.

Sin embargo así se formó esta primera matriz que en mi opinión no era étnica, era gente
como la de todo el Caribe, con la diferencia de que la libertad fue dada tempranamente
hacia 1830 (por lo menos antes que en Colombia en 1852) a buena parte de los
esclavizados por razones religiosas por parte de Philip Beackman Livingstone. Sin
embargo este paso crucial no es el que marca la identidad. Una cosa es lo que cuenta la
historia y otra cosa son los cuentos que se tejen a través de esa historia. El caso de la
identidad de los Providencianos no puede ser más claro.

Por el contrario este cuento o mito es lo que Wilson llama la etnohistoria, que daría una
identidad étnica a este pueblo igual a los demás pueblos del Caribe creole anglófonos
del Caribe Suroccidental.

Para mí ha sido muy difícil definir mediante conceptos occidentalizados si estos pueblos
negros creole anglófonos que viven y crecen especialmente en Centroamérica desde
Colón y Bocas del Toro en Panamá, pasando por Puerto Limón en Costa Rica, Bluefields,
Dangriga, Old Red River, en Nicaragua y Omoha, Puerto Barrios en Honduras hasta
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Belice son grupos étnicos (salvo los Garífuna de Belice, Guatemala y Honduras, en donde
su ascendencia es completamente clara), o son un pueblo dividido entre la maraña de
territorios mal delimitados por las nacientes repúblicas, en los que la Nueva Granada
tenía apropiada en el papel la costa de la Mosquitia, que perdió cuando fue invadida en
1892 por la revolución triunfante en Nicaragua. Hasta este momento las islas dependían
más del comercio con los Estados Unidos que hasta finales del siglo XX se hizo con el
coco como carga de compensación para las goletas que venían de estados Unidos y de
Jamaica a contrabandear los productos modernos, armas, vestidos zapatos, sombreros
pianos, etc. y se devolvían cargados de copra. Se decía que en ese tiempo mandaba
más en la isla un capitán de barco con su tripulación bien armada que los dos guardias 494
de rentas que no recibían los salarios a tiempo. Por lo tanto el gobierno prácticamente no
existía como elemento unificador. Los únicos fundamentos identitarios eran entonces la
religión bautista o adventista y la lengua. La cultura política no tenía nada que ver con
Colombia, era la cultura típica del sur de Estados Unidos: pagamos impuestos si los
invierten aquí. Pero como Cartagena vivía de esas rentas de las islas, para pagar su
nómina, no quedaba un centavo para invertir. lo que quedaban eran numerosos pleitos
que el profesor Román actual directos de la Sede Caribe en San Andrés, ha estudiado
con la profesora Johannnie James, ex directora de la misma.

Hasta ese momento los isleños especialmente los de San Andrés, vivieron una bonanza,
que se acabó a comienzos de siglo XX, que fue cuando empezaron a volver su mirada
hacia Colombia. Pero que encontraron? Impuestos cada vez más altos y poca atención
a la dirección de las islas que se debatían entre las peleas de los notables liberales y
conservadores en el resto del país, pero sin la violencia que ha caracterizado a la
Colombia continental desde las más de 22 guerras intestinas del siglo XIX hasta la guerra
permanente a partir de 1948.

Por lo que podemos definir este pueblo sin territorio en búsqueda de conformarse como
una nación, pero no en el sentido de independiente como lo señalan los acuciosos críticos
de la raizalidad, sino como corresponde a su cultura política norteamericana, algo así
como un estado de la Unión, pero con su autonomía para decidir su propio destino,
digamos como Puerto Rico Algo así como la pléyade de naciones que surgieron en la
segunda mitad del siglo XX de la descomposición del Imperio Inglés en el Caribe
(Jamaica, Trinidad Tobago, Grenadinas, Barbados, Santa Lucía, etc.).

Esta identidad política ya venía siendo adquirida desde 1912, cuando deja la intendencia
de ser manejada desde Cartagena y pasa a la autoridad de Bogotá, se mantuvo hasta
que surgen los problemas identitarios con el Puerto Libre que se inicia en 1953 y se
termina en 1991. Pero el principal elemento de esta cultura política, como dijimos muy
parecida a la del sur de los Estados Unidos, pero muy poca estudiada pues toda la
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atención se ha focalizado en la cultura como el elemento distintivo de una “etnia” que no
existe, sino de un pueblo sin control territorial, como la que tienen los indígenas
actualmente con los resguardos, se basaba en la lectura los periódicos que llegaban a
las islas, precisamente del Sur. Pero no se conformó a partir de la lucha por la libertad de
los negros, contra la segregación racial imperante en los Estados que habían perdido la
guerra, pero habían ganado la paz imponiendo una segregación que no está escrita en
ninguna parte de la Constitución. Por eso para los isleños el principal elemento que unía
a la sociedad no era la búsqueda de la libertad, como lo plantean actualmente los
sectores raizales más radicales. El principal elemento, el que le daba cohesión a esa
sociedad era el de la igualdad. Como lo señala Sidney Mintz en el prólogo a la edición 495
del Craba Antics” de 1973: “Lo que el profesor Wilson sugiere en la conclusión de su libro
es que la liberación también es en últimas en parte un interés espiritual. No es la
reputación (como respuesta a la respetabilidad) la que representa esta liberación, pero el
valor de la igualdad que representa constituiría una libertad de espíritu igual a la libertad
política, en el concepto del profesor Wilson” (Wilson, 2004:.21). Era este valor al cual se
le daba tanta importancia como a la libertad política, la base de la cultura política del
pueblo isleño de Providencia y que Wilson encontró como elemento común en todo el
Caribe El “crab antics”, el conflicto que ya hemos señalado, era el que realmente unía
la sociedad en valores y propósitos comunes. Conflicto entre reputación y respetabilidad
que buscaba el equilibrio de la sociedad en la igualdad, no en la igualdad económica, ni
en la social, sino en la igualdad de representarse todos como los mismos (“we’re one”).
Ese es para mí el principio identitario y el pegante que une ese pueblo. Por eso me parece
tan desatinado ver a los isleños como un grupo étnico, como si se pudiera ver a los
“paisas” como otro grupo étnico con costumbres, valores, usos etc. y como sujetos de
discriminación positiva por sus valores propios y colectivos. Sin embargo creo en el
relativismo y ese relativismo es el que permite que la discriminación positiva se haga a
los pueblos esclavizados e invisibilizados en las leyes que nunca los reconocieron.

Pero lo que quiero hacer resaltar es que hasta esta gente son un pueblo, pero sin el claro
sentido de soberanía, pues no la necesitaban ya que se desplazaban sin necesidad de
pasaportes ni de aduanas por todo el Caribe, pues su oficio principal era el contrabando.
Un poco como sucede actualmente pero hoy en mayor escala, claro que aún más
fructífero pues se trata del narcotráfico, del oro, las piedras preciosas, las personas, etc.
Este concepto de pueblo sin necesidad de soberanía sobre el territorio (al contrario de la
visión decimonónica del “pueblo soberano en las urnas porque podía elegir
democráticamente a sus representantes), no era necesaria, en esa época, es decir hasta
el final de la primera mitad del siglo XX pues el mar siempre ha sido un espacio libre. Ha
sido el mar de los contrabandistas, piratas, aventureros y buscadores de tesoros, desde
los tiempos de Morgan y no parece haber cambiado mucho.
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Sin embargo otro es el análisis que hay que hacer de este territorio insular olvidado del
gobierno (como fue olvidada la Mosquitia en donde nunca hubo presencia del estado
colombiano, solo reclamaciones de papel), cuando aparece la pertenencia a una nación,
esas sí soberanas que buscan el control territorial y obligan a la lealtad con el país que
se supone debe proteger y garantizar su educación, la salud, el trabajo, en breve la
prosperidad. Lo que queremos dejar en claro es que se trataba de una sola cultura
basada en el principio político del “crab antics” en donde la igualdad era la regla como
única forma de resolver el conflicto entre reputación y respetabilidad, lo que constituía la
base de la paz social y el principio que regía su cultura política: el “crab antics”.
496
Pero las cosas cambiaron cuando empieza el “puerto libre”, justo en los primeros años
de la segunda mitad de siglo XX.

De la imposición de la cultura…

Al principio se mantuvieron y no cambiaron tanto durante la gran euforia del puerto libre
en el que de una u otra manera las islas “sanadreisaron “ el país. En todo pueblo hasta
en el más alejado existía en Colombia (y aún existen) “sanandresitos”. La fuerza del
contrabando se impuso sobre el país provocando una de las mayores hemorragias de
divisas, pues el Banco de la República les vendía a los comerciantes de San Andrés una
décima parte de los dólares (eran unos 200 en el mejor de los momentos, pero
controlados por solo 3 o 4 grandes casas comerciales), pero traían más de 9 veces el
valor en mercancía, claro subfacturando sus propias las compras en el exterior (hoy se
hace lo mismo, pero al contrario sobrefacturando las compras en el exterior para lavar el
dinero de la droga vendiendo a precios normales las mercancías importadas a altos
precios). En los comienzos del” puerto libre” del mismo modo se subfacturaba las
mercancías que luego entraban a Colombia, pues estaba prohibido importarlas
libremente como ahora. Así se formaron las grandes fortunas que nunca quedaron en las
islas y que por el contrario emigraron cuando se acabó el “puerto libre” en 199. En ese
año,, con la apertura decretada en el gobierno Gaviría y ejecutada por el ministro de
Hacienda Rudolf Hommes, muere el puerto libre y las ventajas comparativas de serlo,
desaparecieron siempre. Las islas quedaron sumidas en la crisis económica más severa
conocida en todo el país y el narcotráfico prácticamente se apoderó de los bienes más
preciados de las islas: los grandes hoteles, las tierras más fértiles, los negocios más
rentables se podía comprar baratos, y los compraron, hasta hoy día en que la mayor parte
de estos bienes están aún bajo la administración directa del Instituto Nacional de
Estupefacientes y no han revertido a la sociedad isleña.

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Que pasó en este período del puerto libre? Es poco lo que se sabe pues todos los
archivos de la memoria fiscal fuero debidamente olvidados. Algunos se empastaron y se
organizaron y luego por falta de espacio fueron quemados, seguramente para no dejar
huellas que permitieran contar otra historia diferente a la del gran progreso de San Andrés
durante el “puerto libre”. Sin embargo la cultura política propia del pueblo isleño continuo
haciendo funcionar la sociedad a partir del extremo igualitarismo (el “crab antics”, cuando
empieza a surgir idea tardía de multiculturalidad a partir de la Constitución de 1991, que
se convierte en una nación multiétnica y multicultural como reza el Art. 7 de nuestra
Constitución.
497
Fue un gran cambio, claro está, pues si se acuerdan los que sobrevivimos a la
Constitución de 1886, las cosas eran totalmente distintas. Colombia era “una sola patria,
una sola lengua y un solo Dios”, como rezaba la inscripción a la entrada del aula máxima
de la Academia Colombiana de la Lengua, hasta solo unos pocos años (no sé si ya lo
cambiaron). En qué momento se pasó de la obsesión unitaria que por unir al país nos
llevó a tantas guerras, al reconocimiento de lo múltiple como factor de cohesión, que ni
siquiera nos ha permitido salir de la guerra actual?

Pero esto de la multiculturalidad era por supuesto el esquema en boga pues los países
socialdemócratas estaban aceptando ampliamente los derechos de segunda generación
(los humanos). En ese momento en prácticamente todo el mundo, se reconocía las
deudas históricas con los pueblos y las gentes que habían sufrido todo tipo de
discriminaciones.

La academia rápidamente aceptó el multiculturalismo como fundamento por el cual lucha.


Se obtuvo un relativo éxito con algunos grupos indígenas (los guajiros por ejemplo), pero
muy poco por parte de los afrocolombianos (del Caribe, especialmente, que salvo el caso
de la Boquilla apenas son los primeros en reconocérsele un territorio étnico, que no es ni
el 5% del que ellos habían documentado, y hoy son grandes condominios en donde vive
la gente más rica de Cartagena). En el caso de San Andrés, ni siquiera se han abierto las
mesas de trabajo para discutir la propuesta de Estatuto Raizal que se ha diferido por más
de 23 años, cuando se ordenó expresamente en uno de sus artículos transitorios.

Pero es la academia la que ha aceptado el reto de caracterizar este país multicultural a


partir de los derechos que le otorgaban las leyes de indígenas (Ley 140 que ratifica el
tratado 186 de la OIT y de Ley 70 para los afrocolombianos, especialmente pues con los
Rom no se ha avanzado nada. Sin embargo luego de un período muy interesante en el
que el compromiso de las universidades brillaba especialmente, hoy se ha opacado
mucho. Esto mismo sucedió con los estudios sobre la identidad cultural, que como una
visión más étnica que política en el caso de San Andrés, se iniciaron con la Maestría de
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Estudios del Caribe desde el año 2000. Pero se iniciaron sin darse cuenta cabal las
investigadoras, (pues en este caso todas han sido mujeres), que era un problema más
de cultura política de un grupo social creole angloparlante cuya diáspora ocupaba
prácticamente todo el Caribe suroccidental, que puramente étnico. Por eso los raizales
veían que este esfuerzo por encontrar identidades divergentes en cada proceso de
etnización de estas gentes (los” fifty-fifties”, los “half and half”, los mestizos, los
inmigrantes, etc.), ponía en peligro su lazo de unión el de la extrema igualdad, para
instaurar una nueva cultura basada en el poder de los respetables. Veían que los
invasores al fin iban a ganar la partida, pero no los invasores “pañas” especialmente los
que provenían de la Costa Caribe que son la mayoría, y que se regían por el mismo “crab 498
antics” sin saberlo, sino porque su división en intereses étnicos ponía en peligro el
elemento fundamental de cohesión social: la igualdad. Y sin quererlo estos estudios
empezaron a abrir la brecha étnica por la cual se colaron los respetables que hoy dominan
el panorama de las islas, precisamente por la fuerza, como lo veremos más adelante.

Pero como siempre la literatura se adelanta a la ciencia social, Fanny Buitrago una
acuciosa escritora barranquillera, lo había escrito “Los pañamanes” desde 1973, una de
las novelas más interesante sobre todo el Gran Caribe, como la comentó Antonio Benítez
Rojo en el libro “La isla que se repite”. En ella se analiza el conflicto latente entre pañas
que buscan apropiarse de las tierras de los isleños, pero que por la fuerza de las cosas
hoy mal llamado “estado de cosas inconstitucional”, termina apropiándose,
disfrazadamente, hasta de la cultura por medio de la política hasta llegar a ser el centro
del poder. Así, en la novela roto el esquema de la igualdad extrema en la sociedad,
podían disponer de una sociedad fraccionada en clases, grupos de status, bandas de
lavaperros y de sicarios como sucede hoy en la realidad. Es decir, descubrieron, todo
ello según la autora, que podían ser iguales en la calle, pero desiguales en las elecciones,
en donde ellos serían elegidos sin importar el tipo de voto que comprar, para usar el poder
como un garrote siempre a su favor.

Sin embargo este descubrimiento literario, que hoy se vive cotidianamente, no ha sido
captado por la investigación académica, que insiste en el multiculturalismo como si fuera
un objeto de estudio, que se pudiera ver desde afuera. No se ha entendido que estos
aspectos solo se pueden ver desde dentro como sujeto que estudia la sociedad en la
que vive y con la cual convive. Al contrario se han creado y argumentado conceptos
nuevos basadas en los procesos de mestizaje entre pañas y raizales que buscan crear
una categoría intermedia que con buenas intenciones esperan que sean los sujetos
interculturales. Con tan mala fortuna que estas propuestas han sido rechazadas por los
raizales que se atrincheran sobre las tradiciones (más que sobre las raíces) que no son
tan estables como ya lo notaba Wilson, pero que indican claramente que la sociedad

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cambió y que se acerca peligrosamente al fin de la igualdad como factor de cohesión
social.

Así mismo la cultura política que ha debido ser uno de los sujetos de estudio
fundamentales (como lo analizó Fanny Buitrago, pero como figura literaria), se ha
modificado por la búsqueda de identidades nuevas (García Taylor, Sally Ann, 2010) en
la que mezclan proyectos diferenciados para cada una de las múltiples culturas: raizales,
pañas,fifty-fifties, turcos y/o isleños (Torres, Silvia. 2010). En este análisis desde los
aspectos identitarios que separan más que unen, se pierde la perspectiva de una cultura
política basada en la igualdad extrema, especialmente entre las dos culturas que han 499
hecho de este conflicto entre reputación y respetabilidad (el “crab antics”) el factor de
cohesión de la sociedad, que son portadoras, en grados diverso de este elemento
unitario. Así, sin quererlo, la academia ha terminado dando un peso enorme a la
diferencia en la que cada grupo en búsqueda de identidad más bien se separa para
tomar bando, que unirse para participar en un proyecto común. Prueba de ello es un
legendario artículo de Abrahams, titulado “A quien mato primero” aludiendo a que ella es
hija de padre paña y de madre isleña y no sabe por dónde empezar este proceso de
implosión social a falta de identidades que unan por encima de las diferencias y no que
dividan la sociedad por lo debajo de sus intereses.

Por supuesto que este proceso se venía acentuando desde antes. Especialmente en el
momento en que la inmigración fue percibida como una invasión y el pueblo raizal quedó
como una minoría en su propia tierra, pues muchos emograron por falta de empleo en
plena crisis de 1991. Pero a su vez elevó el espíritu identitario que los nativos isleños,
que no eran hijos de la inmigración, percibieron como la oportunidad de imponer el
igualitarismo de sus propios grupo social definiéndose como “raizales” tardíamente. Por
eso grupos de jóvenes universitarios que habían sufrido de cierta manera la segregación
social en las ciudades de Colombia y especialmente de Estados Unidos en donde habían
hecho sus estudios organizaron el movimiento Sons of the Soil (SOS) . Este movimiento
tampoco era homogéneo y se formó a partir de numerosas organizaciones que no vieron
otra alternativa sino organizar un movimiento político, pero que terminó siendo étnico
pues así quedaron los raizales inscritos con derechos de discriminación positiva en la
propia Constitución de 1991

Y este movimiento fue precisamente el detonador que juntó a los raizales, pero que dividió
completamente la isla entre raizales y “pañas” empezando a formar los problemas
identitarios en los que surge el conflicto latente que hemos señalado en la lectura que se
les hizo llegar. Sin embargo González (2004), estudió en una tesis titulada “Los nuevos
pañamanes”, cómo la nueva generación de hijos de la inmigración empezaba a adoptar
otros patrones de convivialidad como las uniones con raizales, el aprendizaje de la lengua
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por parte de los hijos, la conversión a las religiones de la isla y otras características
culturales no menos importantes como estudiar en colegios regidos por raizales. Tal vez
por eso jamás se llegó al conflicto abierto. Por el contrario el movimiento raizal adquirió
un claro tinte político, que en vez de descalificarlo ante la sociedad isleña, como lo hacían
los diferentes gobiernos que los tildaban de como secesionistas e independentistas, de
querer anexarse a a Nicaragua, etc., lo legitimó hasta el punto en que ha sido uno de los
movimientos sociales más activos e innovadores de los últimos años en el país.

Pero algo pasó en el proceso que alteró completamente la base de la sociedad, es decir
el igualitarismo, y acabó con el movimiento raizal al menos en su manifestación de 500
movimiento político que busca la autonomía ordenada en la Constitución de 1991 para el
pueblo raizal, como cualquier otro pueblo indígena con derecho a la discriminación
positiva.

… A la cultura de la imposición

De la imposición del multiculturalismo vía inmigración sobre una pequeña isla de solo 27
kms2, ya ampliamente superpoblada (más de 2000 habitantes por km2) se pasó a la
imposición del sicariato como forma de impedir que el movimiento raizal “vendiera la
patria a Nicaragua” como rezaba una amenaza contra el grupo Amén formado por los
pastores y sacerdotes más prestantes de la isla de san Andrés, especialmente. Lo que
sucedió fue el triunfo de los grupos sicariales que con el pretexto de disputas territoriales
para favorecer las rutas del narcotráfico, anularon el movimiento raizal y todo otro
movimiento mediante amenazas abiertas y veladas entre delincuentes, que rápidamente
se extendieron a extorsiones a comerciantes y a intentos de asesinato, ante la mirada
psiva de la policía y de las fuerzas militares en el territorio mejor vigilado de Colombia, co
más de 600 unidades de la policía y 500 de las fuerzas militares para una isla tan pequeña
como San Andrés, mientras las “fuerzas del orden” actuaban pidiendo a la población
delatar a los delincuentes cuando todo el mundo sabía en las islas quienes eran, por la
forma como se lucraban442. Sin embargo este conflicto abierto tuvo dos matices nuevos.
El primero fue la derrota de los narcotraficantes oriundos de las islas que habían
manejado los negocios del contrabando desde el siglo pasado443sin necesidad de
muertes, y será difícil imputárselas aunque la gran mayoría están en la cárcel pues
trabajaban con “crews” propios es decir tripulaciones con en donde el sentido de la

442 Existe un informe desde el año 2002 en el que la DEA denunciaba a más de 300 personas implicadas
en el narcotráfico con nombres y dirección. Este proceso solo vino a ser activado hasta el año 2011.
443 Ver el libro “Meridiano de la langosta” de Jimmy Gordon (2010), que describe ampliamente el tráfico de

langosta y de armas desde los años de la revolución en Nicaragua.


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amistad prevalecía sobre el del parentesco444, lo que impedía la violencia extrema. El
segundo, fue la imposición de los grupos sicariales en todas las actividades de la isla,
utilizando nativos con el pretexto de eliminar los competidores. Esto grupos, sobra decirlo,
han terminado amenazando abiertamente en mensajes por celular a los miembros de los
movimientos raizales y sus simpatizantes.

Sin embargo lo que sucedió fue algo completamente distinto. En el transcurso de los
últimos 5 años, desde el 2009 ocurrió lo más inesperado: el traslado de la guerra en el
continente a las islas, en lo que no vamos a insistir pues Uds. tiene los detalles en el texto
que les hice llegar para leer antes de esta exposición445. Así la convivencia entre los tres 501
grupos culturales (más que grupos étnicos) aunque se había establecido en un ambiente
de conflicto latente nunca degeneró en “guerra étnica” entre “raizales” y “pañas (algo así
como lo que pasó en la isla de Timor entre cristianizados y musulmanizados). Pero al
contrario, lo que se impuso en las islas fue un régimen del terror como el que es corriente
en las zonas controladas por ex paramilitares en prácticamente todo el país.
Precisamente en el Archipiélago, la única región que se preciaba de no haber tenido el
conflicto interno patriótico, por el cual aún se matan los compatriotas en la Colombia
continental.

Quien pierde en este conflicto abierto es precisamente el movimiento raizal y quien se


favorece es desde todo punto de vista la delegación del control policial en bandas
sicariales que continúan con los negocios, pero a su vez amedrantan la acción política
de los raizales y de todos aquellos que tengan ideas autonomistas, evidentemente.

El Proyecto Intercultural

Mientras tanto, especialmente desde la academia se ha buscado implementar un


proyecto intercultural en el que sea posible “la búsqueda del entendimiento para forjar
proyectos comunes”. La tesis doctoral de Inge Valencia (2012) dirigida por Anne Marie
Losonczy, abre perspectivas desde los elementos comunes a cada cultura. Lo mismo se
espera de las tesis doctorales de García, González, García Taylor y Torres que trabajan
en esta misma dirección.

Pero si bien los proyectos culturales de cada grupo étnico han logrado encontrar puntos
comunes, al menos en las tesis académicas, en la realidad se está muy lejos de encontrar

444Ver Cap. 7 “El sentimiento y la estructura: la amistad” en Wilson, (2002:175-216).


445Avella, F. (2002). Conflictualidad latente y convivencia abierta. En: C.L. Diaz, C. Mosquera, F. Fajardo
“La Universidad piensa la paz: obstáculos y posibilidades”. Bogotá: UNIBIBLOS, Universidad Nacional de
Colombia, p. 77-94.

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un proyecto intercultural que una estas identidades dispersas en un esfuerzo común. Y
aunque parezca absurdo, el proyecto existe, pero no en forma explícita. Existe como un
modelo ambiental en el que está involucrada la cultura, la economía y especialmente la
sociedad. Este proyecto que puede unir los diferentes grupos sociales es el de la Reserva
de la Biósfera Seaflower de la Unesco que tiene por objeto buscar el desarrollo
sostenibles de las islas a partir del manejo sustentable de los recursos y la capacidad
técnica de producir salvaguardando los recursos para las generaciones futuras. Y aunque
puede sonar muy ecológico, en el fondo es un proyecto de sociedad que busca manejar
los escasos recursos en la perspectiva de una nueva sociedad basada en el conocimiento
tradicional de los pueblos (como por ejemplo en la cultura de la recolección del agua 502
lluvia, o en la nueva investigación para el aprovechamiento del agua de mar profundo, en
la cual se puede generar agua para el consumo humano y agrícola y al mismo tiempo
electricidad barata que reemplace el alto consumo de combustibles fósiles de la isla. Con
el agua de este método también se podrían hacer plantaciones por la tecnología de la
nebuponía en la cual se pueden cultivar prácticamente todos los productos que hoy son
importados a altos costos, pues las islas no tiene carga de compensación, es decir nada
que exportar, y los fletes son demasiado altos. Así, el ecoturismo a partir de los recurso
propios de los sectores raizales que habitan la parte de la isla que aún tiene espacio
disponible para construir alojamiento en posadas nativos, es una alternativa que ayudaría
a fortalecer la ciudad raizal, construida en madera y materiales livianos, en contraposición
a la ciudad continental que se ha construido en materiales duros en el norte de la isla. De
esta manera se podría reorganizar la ciudad en dos áreas en las que las culturas en vez
de aislarse tendrán que interactuar apoyándose mutuamente. Un sector ofreciendo
servicios turísticos de mar y playa especializados y otro ofreciendo alojamiento
ecoturístico y cultural a quienes quieran conocer y compartir la cultura raizal.

Sin embargo hace falta un elemento político que tendría que contrarrestar la actual
imposición de del orden sicarial vigente. Este elemento es el que señalamos en la
iniciación de esta conferencia y es el mantenimiento de la figura simbólica de la igualdad
es decir del “crab antics” como forma de resolver el conflicto entre reputación y
respetabilidad. Es obvio que la imposición del orden sicarial se ha hecho porque algunos
sectores del gobierno han abierto los espacios para eliminar el movimiento raizal y
cualquier otro tipo de movimiento que demande mayor autonomía. Pero esta tendencia
perversa puede (y debe) ser contrarrestada aún con la ausencia del estado que pareciera
ver más con satisfacción, que con dolor el deterior del #orden público”. Este principio
igualitari debe ser protegido como símbolo de las culturas” paña” (es decir de los
residentes que han vivido y sus hijos han nacido en las islas) y raizal. De hecho buena
parte de las uniones entre grupos son interétnicas (cerca de una tercera parte del total
de uniones) y buena parte de los miembros de los grupos se identifican con la necesidad
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de preservar la convivencia abierta, pues nunca cedieron a quienes propiciaban el
conflicto étnico.

Cómo mantener esta figura simbólica que ha preservado la paz social en buena parte de
las islas del Gran Caribe que ante la arremetida del narcotráfico (como en el caso de
Jamaica), en donde han tenido que apelar a los valores igualitarios para evitar el
enfrentamiento, especialmente entre pandillas sostenidas por los dueños de los
diferentes tráficos? Los ejemplos de Centroamérica como en Honduras y Salvador. Pero
el ejemplo existe en la realidad, aunque en otro contexto, con el manejo cultural de la
Reserva de la Biósfera que en sus comienzos el ayuntamiento de Arrecife rechazó en la 503
isla de Lanzarote y que hoy es uno de los modelos mundiales del manejo sostenido y de
unidad entre los “españoles del continente” y los emigrados que han vuelto a las islas
Canarias.

Y hay más ejemplo se conflictos que han sido resueltos a partir de un proyecto que una
los esfuerzos de las comunidades, que por brevedad no los comentamos. Pero lo que no
hay actualmente en el caso de San Andrés es un proyecto de sociedad que haga de la
Reserva de la Biósfera Seaflower el eje a partir del cual se puedan unir grupos sociales
que comparten el principio de la igualdad, para superar la imposición del orden sicarial
vigente. Cómo lograrlo es el trabajo de numerosas investigaciones que la Sede caribe de
la Universidad Nacional ha desarrollado en las islas. Pero desafortunadamente cuando
la Sede estaba siendo dirigida por una profesora raizal que buscaba mediante el diálogo
abierto y sincero unificar estos elementos divergentes, fue cambiada sin razón aparente
alguna. En este sentido, mientras los profesores que vivimos en las islas y la miramos
desde dentro como sujetos participantes de esta sociedad que nos hizo tan felices y tan
capaces de espantar el espectro de la guerra étnica, e hicimos numerosas
investigaciones y presentamos numerosos proyectos, no nos sentimos apoyados por las
directivas actuales de la Universidad en este caso tan importante en la vida nacional.
Nuestra universidad debe hacer un esfuerzo mayor por tener un gran Instituto del Mar
que trabaje los problemas oceánicos y la posibilidad de obtener recursos. No se puede
dedicar solamente a conseguir proyectos de regalías para superar sus déficits
económicos.

Pero debe ser la Universidad como un conjunto y no 8 profesores aislados los que
apoyen este proyecto de sociedad sostenible como lo expresa la idea de las Reservas
de la Biósfera. Solo así, pienso que hacemos algo útil en este concierto desafinado de
entidades que buscando ayudar, por el contrario, entorpecen la búsqueda del equilibrio
igualitario que curiosamente muy pocos ven como la salida del túnel frente a la
problemática de todo tipo, social, económica ambiental, de orden público que vive la isla
actualmente.
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Porque esa falta de visión? Pienso que porque la guerra los está enloqueciendo. No son
capaces de mirar con los ojos del corazón la lección que el Archipiélago le ha dado a
Colombia de mantener la paz en un país en guerra. No han valorado el hecho de que
pueblos negros amantes de la paz no se hayan involucrado en una guerra fratricida,
precisamente porque su igualitarismo los hace rechazar todas las imposiciones, vengan
de donde vengan. Y pienso que por eso las islas han sido duramente castigadas: casi 60
asesinatos en 3 años (algunos afirman que son 79 y más de 20 desaparecidos) para una
población de 80.000 habitantes, 60.000 de los cuales viviendo en un área de solo 18
hectáreas, con más de 600 policías y 500 infantes de marina, cuidándolos. Pienso que
son castigados actualmente, porque no se han doblegado ante los tiranos disfrazados de 504
autócratas. Como doblegaron un pueblo representado por Gaitán…

Conclusiones

Yo estoy convencido que el archipiélago está habitado por un pueblo original que quiere
construir una nación: tener algo que los una por encima de lo que los divide. Ser como
un estado de los Estados Unidos pues su cultura política tiene como referente los estados
del sur. Por eso buscan los derechos diferenciales para lograr por lo menos la autonomía
eliminando el conflicto a partir del igualitarismo como campo político común en las
sociedades caribeñas, conformando así un proyecto de sociedad que se puede integrar
en el proyecto de la Reserva de la Biósfera Seaflower, a través de la defensa del medio
ambiente y de la posibilidad de un desarrollo sostenible en el que cada cultura aporta
desde su proyecto endógeno para convivir “en unas islas de pocas posibilidades, pero
con todos los encantos”, como las definió poéticamente Randel Watson.

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
EL ESPACIO INSULAR EN LA ISLA DE SAN ANDRES, COLOMBIA
UNA APROXIMACIÓN DESDE EL POBLAMIENTO

LOYDA FONSECA CUADRADO446


Universidad de Caldas, Colombia

Introducción
508

El Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, está situado entre los
12°.10’ Norte y los 16°.10’ 10’’ Norte, y tenía como límite Oeste el meridiano 82°. Dista
unos 717 Km. de Cartagena (su punto más cercano de Colombia), 273 de Colón en
Panamá ,176 de Bluefields en Nicaragua y 241 de Puerto Limón en Costa Rica. Por su
lejanía de Suramérica y su cercanía de Centroamérica es una posición estratégica que
le daba derechos a Colombia sobre una Zona Económica Exclusiva (ZEE) de 349.800
Km2, un 63% de los 550.000 Km2 perteneciente a Colombia en el Caribe, equivalente al
10% del área total del Mar Caribe. Sin embargo después del fallo de la Corte Internacional
de Justicia de La Haya, el archipiélago perdió unos 72.000 km2, lo que vaa obligar a
Colombia a definir nuevos límites, que a su vez son motivo de otra demanda por parte de
Nicaragua, como todos saben.

Pero este amplio espacio marítimo (aún con el recorte), solo tiene un área terrestre de
apenas 52.5 Km2 que corresponden a las zonas insulares emergidas, de las islas de San
Andrés (27 Km2), Providencia y Santa Catalina (19 Km2) y un grupo de islas menores,
atolones y bancos coralinos de apenas 6.5 Km 2. Pero a pesar de lo amplio, sus aguas
son muy poco productivas. Es una especie de desierto en términos ecológicos pues no
hay aportes importantes que garanticen una pesca pelágica como la del Océano Pacífico
en las costas colombianas. Sin embargo la mayor importancia de este recurso está dada
por los arrecifes de barrera que están entre los más extensos del hemisferio occidental y
es uno de los más grandes y productivos del Caribe y de Colombia (Díaz et. al., 1996).
Desde el punto de vista político administrativo, San Andrés es la capital del Departamento
Archipiélago, conformado por tres islas principales San Andrés, Providencia y Santa
Catalina:

446 Profesora Universidad de Caldas. loyda.fonseca@ucaldas.edu.co

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
509

Imagen 1. Localización San Andrés Isla (Caribe insular colombiano)

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La condición de insularidad

Es un punto clave pues, en este caso específico y para los propósitos de organizar el
espacio urbano, siempre se ha ignorado sistemáticamente el hecho de que San Andrés
sea una isla, a pesar de los numerosos estudios que se han realizado. Quizás porque es
demasiado obvio, pues no hay nada más aislado que una isla. Esta condición de isla solo
se tiene en cuenta como referente geográfico y no para otorgarle un tratamiento especial,
sino que a la hora de “planificar”, se le considera igual a cualquier otro espacio terrestre,
lejos del continente. Así la mayoría de los textos analizados no tienen en cuenta que las
510
islas, especialmente las pequeñas islas oceánicas, son muy frágiles a las presiones
externas, porque al disponer de poca superficie y de poca población nativa, las
transformaciones inducidas desde el exterior se propagan más rápido y abarcan más
espacio (Bonniol, 1997). No consideran tampoco que las sociedades insulares sean más
fáciles de cambiar y que los cambios puedan adquirir dimensiones catastróficas, pues
rompen fácilmente los patrones culturales propios, al adoptar nuevos valores del
continente. Estos nuevos valores entran en contradicción con los propios valores de los
isleños, dificultando la supervivencia de las poblaciones nativas. Y como se ha
constatado en otras islas, estos cambios son más fuertes por la inestabilidad de los
procesos de inmigración inducidos desde el continente, por lo cual las poblaciones
originales en muchos casos son obligadas a salir de su propia tierra por el exceso de
población y la dificultad de encontrar empleo, como está sucediendo actualmente en la
isla de San Andrés, Caribe colombiano. Así sucedió también con las grandes islas del
Caribe, en donde hay tal vez, más jamaiquinos en Inglaterra. Estados Unidos y Europa,
que en la misma Jamaica

El estudio de las islas

Es una especialidad geográfica desde los tiempos del descubrimiento de América y los
comienzos de la colonización del mundo en el siglo XV. Pero se vuelven lugares
importantes, especialmente las pequeñas islas, a partir de la literatura, después del éxito
del “Robinson Crusoe” de Defoe (1719), de la “Isla Misteriosa” de Jules Verne (1874), y
“La isla del Tesoro” de Stevenson (1892).

En el caso de Colombia el estudio de Parsons (1985) sobre el Archipiélago de San Andrés


y Providencia abrió el camino a las investigaciones sobre el tema. Se propusieron además
algunos temas de geografía (Moreno, 2001; Avella, 2001), con el fin de entender desde
el punto de vista de la teoría de las islas la condición insular del archipiélago de San
Andrés Isla. Sin embargo, aunque desde esos años se han escrito muchos informes

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técnicos y científicos sobre las islas, poco es lo que se ha avanzado en su análisis. La
mayoría de los trabajos desarrollados, no solo los de carácter académico e investigativo,
sino especialmente los de consultoría, poco consideran el carácter insular en sus análisis.
(2)

La organización del espacio insular

La organización del espacio permite entender cómo se establecen las relaciones entre
sus distintos componentes (físicos, económicos y sociales), para conformar un sistema
específico. Es por lo tanto la organización una forma de “orden”, más bien abstracto que 511
práctico. Su objeto es representar la manera como se articulan estos elementos en un
todo coherente, o sistema espacial, que cambia con el tiempo. En cada período por lo
tanto hay una o variadas forma o modelos específicos de organización que cambian a
través de su historia. La permanencia o el cambio de esta integración se expresa por su
funcionalidad, o sea por la capacidad de aportar soluciones a las necesidades de la
sociedad que construye estas formas de organización, los transforma y adapta a las
características del territorio, buscando que los proyectos sociales, políticos y económicos
sean más exitosas y la sociedad más próspera.

Aunque en teoría la organización del espacio contribuye a solucionar problemas


concretos, en la práctica no es lo mismo estudiar tantas “especies de espacios”. En una
etapa inicial la Geografía se desarrolló como “una ciencia de los espacios” con una
pretensión universalista de describirlos todos a partir de sus variadas formas y sus
contenidos. Ahora como señala Regnauld (1999), “Lo que es fundamental no es la
existencia de un espacio preexistente, sino la selección del Geógrafo del espacio a
estudiar, por ejemplo la población. Es después solamente que el Geógrafo se construye
su concepto de espacio. Por lo tanto la geografía antes que la ciencia de los espacios,
puesto que el espacio no es su objeto (sería más bien su objetivo), es una ciencia que a
partir de objetos seleccionados, construye sus conceptos de espacio”.

Así el estudio de la organización de un espacio continental, litoral, insular o marítimo,


parte por lo tanto, de su elaboración y reelaboración conceptual diferente para cada uno
de ellos. Aunque las ciencias sociales han elaborado métodos adecuados a sus objetivos
específicos, la Geografía analiza en cada espacio a estudiar, sus condiciones, sus
características que los diferencian. Por eso cada espacio está organizado de forma
diferente y sometida a determinaciones y condicionamientos físicos que el hombre tiene
que considerar para no deteriorar el ambiente en que vive y de los recursos de los cuales
vive. Por supuesto a condicionamientos económicos, sociales y políticos derivados de su
posición geopolítica, de su cercanía, de su aislamiento a los centros productivos y
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
especialmente de los centros de decisión. Por lo tanto el concepto de organización del
espacio se expresa en formas construidas socialmente, a partir de conceptos, mientras
que el de territorio se concreta en decisiones políticas, en donde una autoridad
administrativa tiene soberanía y la aplica.

El poblamiento actual

Co las anteriores premisas teóricas es posible estudiar en la práctica la condición insular


y las características que se adecúan a esa condición. De acuerdo a los diferentes
estudios analizados el asentamiento actual se caracteriza por una profunda 512
transformación espacial en los usos del suelo urbano que coincide con los reclamos de
la etnia raizal sobre el territorio reivindicando de cierta manera la herencia colonial
inglesa.

El tipo de poblamiento de San Andrés fue lineal hasta 1944, tomando como fuente las
primeras fotografías aéreas de la isla que se conservan en el Instituto Geográfico Agustín
Codazzi – IGAC – y que fueron suministradas por la Armada Estadounidense. En estas
fotos se puede apreciar que las casas se construían a la orilla de los caminos y a corta
distancia unas de otras. A comienzos del siglo XIX eran simplemente las mismas fincas
que se iban ordenando sobre un camino principal. Con la liberación temprana de los
esclavos desde 1832 hasta mediados del mismo siglo que se liberan en todo el territorio
nacional, el aumento de la población y el auge del cultivo del coco, las casas se siguieron
construyendo sobre los caminos, pero las fincas, por el proceso de repartición de las
tierras quedaron más alejadas del lugar de residencia y allí solo se construían unas
pequeñas cabañas provisionales para vigilar los cultivos. Pero como en casi todas las
islas del Caribe, las viviendas principales se construían en grandes patios, en donde las
casas guardaban contacto visual una con otra, y eran construidas y ocupadas por
personas del mismo núcleo familiar. A comienzos del siglo XX se había conformado un
pequeño poblado (San Luis), desde donde se exportaba el coco y en donde estaban
situados los principales almacenes que vendían los productos importados. Se podría
decir que este fue el primer asomo den úcleo o centro comercial de la ciudad insular.

A partir de 1970, el proceso de crecimiento del North End adquiere la forma de “mancha
de aceite”, en el eje ubicado entre el aeropuerto y el nuevo Puerto Departamental, ya está
conformada la red vial primaria a partir de los rellenos del área central (Black Dog y Rock
Hole), de la Bahía de San Andrés y del área del nuevo muelle Departamental hechos con
las arenas del dragado del canal de acceso al puerto, que actualmente tiene unos 7
metros de profundidad en promedio. Es a partir de esta red vial terminada hacia 1975 que
se empieza a apreciar el crecimiento de la ciudad en forma de mancha, o sea cuando las
casas comienzan a estar pegadas unas a otras, especialmente en lo que hoy es el sector
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comercial de la ciudad, desapareciendo el poblamiento en casas aisladas con amplias
patios características del poblamiento insular, del cual queda hasta hoy día el testimonio
en las casas del patrimonio levantado por la profesora Clara Sánchez (2004;
2009).Además, en los barrios de inmigrantes se empiezan a formar una serie de
construcciones precarias (barrios subnormales), a partir de patios que eran arrendados
(“rent yard” o“jaibas”) a los recién llegados con la condición de construir solo en
materiales que no fueran duraderos (madera, bidones, tejas de zinc, etc.). Sobra decir
que a excepción del alumbrado público, a veces tomado en forma clandestina y precaria,
no existía ningún otro servicio.
513

1944 1963 1975 2002

Figura 1. Evolución histórica del poblamiento en San Andrés. Fuente: Arq. Luis Parra.
Análisis Histórico, Base Cartográfica CORALINA (Elaboró: Arq. A Ayala De la Hoz,
Universidad Nacional - Oficina de Planeación Departamental, POT, 2004)

La progresión de la mancha, localizada exclusivamente en la parte norte de la isla,


continúa actualmente. Pero los otros centros poblados (San Luis y La Loma), siguieron
creciendo linealmente pero con una tendencia a la concentración como se puede ver en
la figura correspondiente al año 1975. Esta concentración ha tenido dos formas, la de
“patio isleño tradicional” y la de malla en forma de “espina de pescado”. En la primera, en
toda el área de una antigua finca pequeña se empiezan a construir viviendas, hasta
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ocupar prácticamente todo el espacio sin trazado de calles, solo caminos peatonales en
donde a veces no cabe ni siquiera una motocicleta. En la segunda forma, a partir de vías
precarias sin afirmar y con algún trazado preliminar, se establecen viviendas conectadas
por una sola ruta de acceso a la calle principal. En el resto de la isla el crecimiento sigue
siendo lineal, aunque ya se comienzan a observar pequeñas áreas que conforman un
“parche”, pero que todavía no constituyen una “mancha”, salvo en barrios muy precisos.
Pero en ningún caso existe urbanización, es decir vías definidas y trazadas con servicios
y proyectos concretos para construir.

La ciudad futura 514

Se puede afirmar que el modelo del Puerto Libre construyó la ciudad actual, densa y
adecuada a las actividades turísticas y comerciales, pero difícilmente a la condición
insular. Sin embargo la ciudad tradicional lineal ha persistido en el tiempo a pesar de
haber logrado instalar en sus espacios algunos de los desarrollos hoteleros más grandes,
hasta volverse el refugio de la población nativa, pero sin que esta división haya logrado
segmentar el territorio. Es por ello que no se puede hablar de un “territorio” raizal, ni de
un territorio “paña” (7) definidos como guetos, en los que las dos poblaciones se enfrenten
(Avella, 2002:77-94). Por el contrario si bien en la ciudad densa la población nativa es
poco numerosa, en la ciudad lineal es la mayoría a pesar de ser minoría en su propia isla.
Y los enfrentamientos por este conflicto latente no han tenido mayores repercusiones
hasta los años de 2009, en que parecen darse enfrentamientos entre bandas criminales
emergentes, claramente definidos por el control territorial de las islas como un nuevo
modelo llamado de “plataforma del narcotráfico”. Sin embargo modelos como el del
puerto libre, continúan vigentes y además se propone para la ciudad futura como el de la
explotación petrolera, en la cual las islas serían una especie plataforma de servicios “off
shore”. En este nuevo modelo, se concedieron 2 bloques de los14 ofertados para realizar
exploración (8) en amplias áreas de la Reserva de la Biósfera “Seaflowers”, que
aparentemente fue descartado por el propio Presidente de la República, pero que en su
ejecución planteaba dos formas opuestas. La primera la de la Agencia Nacional de
Hidrocarburos (ANH), que buscaba obtener la mayor cantidad de petróleo para cumplir
la meta del millón de barriles diarios. Y la segunda es la del profesor Vargas, del
Departamento de Geociencias de la Universidad Nacional de Colombia que plantea que
se hagan los estudios exploratorios, para “proponer ante organismos internacionales
multilaterales como la ONU la no explotación de petróleo a cambio de recibir al menos la
mitad de su valor económico explotable”. Las dos opciones realizarían la exploración,
pero la de la ANH sería para adelantar la explotación, con el compromiso de preservar
los recursos ambientales, la biodiversidad y seguramente la sostenibilidad energética de
la isla, que fue avalada por amplios sectores políticos departamentales y nacionales. En

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cambio la propuesta por el profesor Vargas buscaría hacer lo mismo que las comunidades
Waorani hicieron en el Amazonas ecuatoriano en un territorio rico en biodiversidad en
donde los recursos potenciales de900 millones de barriles, se invertirían en cuidar el
ambiente de la zona, para que no sea explotada.

Aunque la idea parece ser utópica, sería una de las formas de asegurar recursos para
“…cuidar y estudiar la región” (Vargas, 2011).Pero independientemente de los modelos
pasados que continúan configurando la organización espacial actual y los modelos
futuros que pueden cambiar la organización espacial en el largo plazo, el futuro de la
ciudad no se puede concebir fuera del dilema, ciudad lineal o ciudad nucleada. Hasta 515
ahora como se ha demostrado, la ciudad lineal, tradicional, Caribe, ha resultado más
funcional como sistema espacial más adecuado a la condición insular, como se plantea
en los estudios del Plan de Ordenamiento Territorial (versión no aprobada), aunque no
se diga explícitamente en ninguna parte. Pero ¿por qué es más funcional si hay menos
servicios “a lo continental”? Porque hay menos pobreza, menos hacinamiento, hasta
menos delincuencia (lo que no parece cierto para los últimos años debido a la sicarización
de las islas), y consecuentemente, mejor calidad de vida. Sin embargo aunque los datos
muestran esta realidad, las explicaciones no son tan obvias y es posible que el empleo,
la educación, la cultura misma (religiosidad, espíritu comunitario incidan), pero no se
dispone de estudios al respecto. En este sentido la mayoría de las tesis de la Maestría
de Medio Ambiente y Desarrollo, y de Estudios del Caribe de la Universidad Nacional de
Colombia realizadas en la isla, están orientadas a describir estos fenómenos, pero no a
explicarlos, por lo cual hace falta orientar los trabajos futuros de los estudiantes en el
sentido de explicar por qué funciona mejor la ciudad lineal que la ciudad nucleada. Pero
tampoco es la forma (lineal o nucleada) lo que pueda explicar. Estas son solo formas,
cuyo contenido es el que hay analizar a través de la pregunta ¿cuál es la forma más
funcional de poblamiento en las condiciones insulares?

Conclusiones

En términos generales los sistemas insulares, se analizan a partir de las características


generales de las islas y de sus interacciones exterior-interior, que parecen funcionar de
manera paradójica: para el que llega a la isla el sistema le parece abierto desde su mirada
de continental, pero desde la mirada del isleño es un sistema cerrado sobre sí mismo. Un
ejemplo podría explicar mejor esta visión cruzada. Randel Watson, definía San Andrés
como “…un pequeño pueblo sin mayores posibilidades, pero con todos los encantos”
(2003:11). Esta frase cruza la interioridad del nativo que define su propia isla, como de
“…todos los encantos”, con la clara advertencia al exterior de que no tiene “mayores
posibilidades” (¿pequeña?, ¿sobrepoblada?, ¿sobreexplotada?). Hasta se podría pensar
que es una clara advertencia para propios y extraños sobre priorizar los “encantos”
CRISIS, DIÁLOGOS Y DESAFÍOS EN EL GRAN CARIBE
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(¿preservación de valores?, ¿paisaje?, ¿cultura?, ¿recursos marinos?), sobre su
explotación a ultranza (de recursos como el petróleo, el turismo, la pesca, la tierra, el
“boom” de la construcción inmobiliaria, las elevadas plusvalías por la renta del suelo,
etc.). Por eso, en este ejemplo, las islas pequeñas, más que territorios a explotar, a llenar
de infraestructuras para satisfacer una oferta económica, parecen ser ecosistemas a
preservar ya que sus atractivos no son los mismos que cualquiera puede encontrar en el
continente, sino verdaderas cajas de sorpresa, destinadas a asombrar y a seducir al que
llega.

Pero ¿cuál de estas ciudades es la que atrae al turismo? Sin lugar a dudas la de los 516
“encantos”, la de la playa y el sol. Pero para el que vive cotidianamente en la isla, ¿cuál
es la más funcional, la que satisface mejor sus necesidades y aspiraciones? ¿Cuál de
estas ciudades existentes dentro de la ciudad insular es más adecuada a las condiciones
insulares? ¿Cuál permite resolver mejor los problemas de los servicios públicos
domiciliarios, si estos fueran el mejor indicador de funcionalidad de la organización del
espacio insular? Y aunque la respuesta parezca evidente de acuerdo a lo expuesto
anteriormente, las soluciones, tanto para la una como para la otra, no son ni fáciles de
implementar, ni baratas.

Cualquier ordenamiento futuro y cualquier planificación física, no puede dejar de


responder estas preguntas para que se pueda garantizar una sostenibilidad a largo plazo
de la conservación de los recursos, mediante un manejo adecuado.

Notas

(1) “Las poblaciones de las islas son las más interesantes a estudiar, porque ellas son de
una asombrosa diversidad… Si el mundo insular no presenta ninguna homogeneidad,
esto se debe ante todo a la gran diversidad del medio físico, a su extrema dispersión, sus
diferentes tamaños, su clima y sus recursos” (Bonniol, 1997).

(2) Prueba de ello es que se aprobó una concesión para exploración petrolera
independientemente de que el Archipiélago sea parte de la Reserva de la Biósfera “Sea
Flower” de UNESCO. Posteriormente, ante la posición de la sociedad civil se ha detenido
dicha exploración, aunque no se sabe si el contrato se ha revocado o negociado su
suspensión.

(3) Como lo que se buscaba, especialmente los ingleses, holandeses y franceses era
explotarlas, con mano de obra esclavizada sin hacerlas parte de los territorios coloniales
y mucho menos de su proyecto civilizador, las islas pequeñas con agua, buenas tierras,
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que se pudieran fortificar y alejadas del continente para que los esclavos no se pudieran
escapar, resultaban ideales. Por eso fue la isla de Providencia, la que se pobló
inicialmente pues tenía variados recursos (madera, agua, agricultura comercial, puertos
abrigados, facilidades de defensa, etc.), abandonando a San Andrés, sin puerto natural,
sin agua y difícil de defender, prácticamente vacía durante más de dos siglos.

(4) Este debate es actual, puesto que es con ese argumento que Nicaragua respondió
los reclamos de soberanía colombiana de la Mosquitia y que hasta la sesión de dicho
territorio a Nicaragua hecha con el tratado Esguerra-Bárcenas, se creyó terminado, pero
que se prolonga actualmente con la demanda de Nicaragua sobre la soberanía 517
colombiana del Archipiélago de San Andrés ante la Corte internacional de la Haya en el
2002. Y aún no termina, puesto que la Corte reconoce la soberanía de Colombia, pero
ordena trazar límites marinos, o sea redefinir los límites, lo que se esperaba que el tratado
de 1928 hubiera hecho.

(5) El cáncer de la isla es, como puede suponerse, el grupo de extranjeros pervertidos
que, con aquellos de los naturales que han logrado corromper, se hallan unidos a algunos
ricachos, tan malos como ellos, a los cuales apoyan para formar círculo reducido de
torcidas intenciones, que secundan el mal proceder de ciertos capitanes americanos
deseosos de anexar la isla a su país… (Vergara y Velasco, 1888:27)

(6) INCOMEX, Instituto colombiano de Comercio Exterior.

(7) “Paña” o “spaneard” se refiere al continental, a la “gente de afuera” que no habla


creole. “SpanishMan”

(8) <razonpublica.com/index.pha?view=art..>, Consultado, 24 de Abril de 2011 20:01

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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
GÉNERO Y POLÍTICAS CULTURALES EN LA COMUNIDAD RAIZAL DE SAN
ANDRÉS ISLAS

LAURA GARCÍA447
Universidade Federal Do Rio Grande Do Sul (Porto Alegre-Brasil).

Resumen
La presente investigación se enfoca en comprender las actuales demandas político- 519
culturales de la comunidad raizal de Colombia frente a un Estado reconocido como
pluriétnico y multicultural, y el rol que la mujer representa en dicho proceso. Aun cuando
la comunidad raizal, originaria de las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina,
hacen parte de la diáspora africana en América, sin embargo su construcción de identidad
ha sido atravesada por factores sociales, culturales e históricos distintos de los demás
afrodescendientes de Colombia. De aquí la necesidad de conocer que piensan las
mujeres de su propia identidad como parte de una sociedad a la que no solo se le ha
negado sus derechos como afrodescendientes, sino especialmente sus derechos como
mujeres.

Palabras claves
Política cultural, género, interculturalidad, comunidad raizal.

Introducción
La emergencia de discursos sobre la reivindicación de grupos históricamente
subalternizados, ha generado la elaboración de mecanismos legales para su
reconocimiento y participación en escenarios políticos, económicos, sociales y culturales.
Estos mecanismos se visibilizan en el desarrollo de políticas públicas de reconocimiento
y reivindicación de los derechos étnico-raciales y culturales de poblaciones originarias,
comunidades indígenas y afrodescendientes en las Américas. Pero estos derechos no
deben confundir se como iniciativas o voluntad de los Estado-nación, sino por el contrario
deben comprenderse como resultado de la organización y movilización de los grupos
socio-culturales, proponiendo, debatiendo y negociando con el Estado la implantación de
estas políticas en distintos países, teniendo como efecto la definición hacia la última

447Licenciada en Educación Básica con Énfasis en Ciencias Sociales – Universidad Distrital Francisco José
de Caldas (Bogotá-Colombia). Magister en Estudios de la Cultura Mención Políticas Culturales–
Universidad Andina Simón Bolívar (Quito-Ecuador). Estudiante Programa de Pós-Graduação em
Antropologia Social– Universidade Federal do Rio Grande do Sul (Porto Alegre-Brasil). Correo electrónico:
lauragarciacorredor@gmail.com
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XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS DEL CARIBE
década del siglo XX de los Estados como multiculturales al reconocer e incorporar la
diversidad étnica y cultural.

Sin embargo la diversidad de pueblos y la realidad social, cultural e histórica que permea
los territorios de las comunidades, evidencia la inconsistencia entre las leyes proyectadas
y las garantías que el Estado debe otorgar en el marco del reconocimiento de dichas
comunidades. El siguiente trabajo visibiliza como desde Colombia una de estas
inconsistencias se ve reflejada en el caso de la comunidad islenã-raizal quienes
actualmente han manifestado la necesidad de un reconocimiento legítimo por parte del
Estado colombiano y la capacidad de autonomía y autodeterminación como pueblo 448, 520
puesto que en las últimas décadas han sido afectadas visiblemente en su estructura
social debido a disputas políticas y económicas, en las cuales el Estado no ha brindado
ningunas de las garantías jurídicas para la participación de la comunidad.
Problematizando el carácter real frente al reconocimiento de la diversidad étnica y
cultural, y las leyes promulgadas en el marco de la constitución de 1991.

Contexto: comunidad raizal y política cultural

La comunidad Isleña-raizal del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina


ubicada en el caribe sur-occidental, se configura como el universo de investigación del
presente escrito. Esta comunidad tiene sus orígenes históricos desde la época de la
colonización, descendientes de africanos esclavizados, españoles e ingleses,
convergieron en el territorio que hoy se reconoce como el archipiélago de San Andrés,
Providencia y Santa Catalina. La construcción de esta identidad se ha forjado a partir de
elementos propios como el idioma creole, la religión bautista y valores sociales que
permiten reconocerse e identificarse como raizales.449

El territorio isleño-raizal se ha conformado tras diversos momentos, ocupaciones,


colonizaciones, abandonos y conflictos450. Luego de ser conferido el archipiélago como
parte del territorio colombiano y con el fin de evitar su separación, hacia 1886 se
promueve una política integracionista en el marco de lo que se denominó la
colombianización con el objetivo de expandir en el territorio isleño el idioma español y el

448 Originario de las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, el pueblo raizal hace parte de la
diáspora africana en América, sin embargo su construcción de identidad ha sido atravesada por trayectorias
culturales e históricas distintas de los demás afrodescendientes de Colombia.
449 Valencia Pena Inge Helena (2008) "Identidades del Caribe insular colombiano: otra mirada del caso

isleño-raizal". En: Colombia, ed: Universidad Icesi p.51.


450 Avella Francisco. Avella Francisco (2014) De la multiculturalidad a la interculturalidad: el caso del

archipiélago de san andrés islas, reserva mundial de la biósfera “seaflower” (Colombia, caribe
suroccidental) Texto Inédito.
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catolicismo. Posteriormente hacia 1953 se generó una política de puerto libre dando
apertura económica hacia el turismo, y a la migración de continentales y de extranjeros a
la isla. Lo que desencadeno en transformaciones sociales y culturales con gran impacto
en la comunidad, como debilitación del creol como idioma isleño-raizal, aumento de
violencia derivada de modelos de organización de traficantes, y despojo de tierras por
parte de los nuevos colonos.

Por tanto la sociedad raizal se ha transformado de una sociedad en términos del


antropólogo Peter Wilson de “reputables” considerada como extremo igualitaria la cual
daba más valor a la libertad de conciencia; a una sociedad de “respetables” en donde la 521
autoridad militar y de traficantes han transformado el tejido socio-cultural de la
comunidad.451

En este contexto, se han generado protestas desde organizaciones del movimiento raizal,
manifestando la necesidad de su reconocimiento étnico por parte del Estado colombiano,
así como demandas sobre autonomía y autodeterminación como pueblo. Sin embargo
para el presente escrito surgen cuestionamiento como: Cuál es el papel que la mujer
desempeña en este proceso?, Qué demandas como mujer, madre, académica, activista,
la mujer raizal realiza?, Cómo se han abordado las políticas culturales en la comunidad
de San Andrés, Providencia y Santa Catalina? y Por qué después de 20 años de
proclamada la ley sobre reconocimiento a la diversidad étnica y cultural aún no han
podido ser satisfechas las demandas políticas y culturales por parte de la comunidad en
general, y de las mujeres en particular

Antropólogos(as) como Inge Valencia, manifiestan que la identidad raizal se ha


construido desde motivaciones y estrategias políticas configuradas a partir de las
diferencias y los conflictos creados por el reconocimiento por parte del Estado en la
constitución de 1991, los raizales se han reconocido en su diferencia, Francisco Avella
plantea la existencia de una cultura política propia configurada desde las estrategias de
los movimientos y grupos junto con mecanismos jurídicos para demandar soluciones a
las problemáticas sociales que afectan la vida de la comunidad.

Una de las posibles hipótesis por las cuales no se ha dado cumplimiento a la Ley es que
más allá del discurso multiculturalista negociado por ambas partes, existe una estructura
de poder colonial/racial que desde el proceso de la colombianización hasta la actualidad
permanece vigente, con mecanismos de empobrecimiento, formación de periferias,

451
Reflexiones del profesor Francisco Avella, exprofesor Asociado, Universidad Nacional de Colombia,
Sede Caribe.
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transformación de los valores sociales y control violento (narcotráfico, bandas criminales,
fuerza pública), acentuado en los últimos años tomando como modelo el conflicto interno
del continente y aplicándolo hasta en los más mínimos detalles a las islas, en donde
nunca hubo guerrillas, ni paramilitares.

Construyendo referentes teóricos

Como fundamento para el desarrollo de la hipótesis y para comprender el estado actual


de la problemática planteada se realizará un estado del arte sobre los principales trabajos 522
realizados con relación a los temas sobre género, política cultural y comunidad raizal Esta
información se analizará a partir de una serie de conceptos teóricos tanto desde el ámbito
de las políticas públicas como desde la teoría antropológica, entre los que se encuentran
cultura, política del reconocimiento y multiculturalismo como fundamentos de una tesis
doctoral.

Se parte en primer lugar de la conceptualización de la noción de cultura desde escenarios


interdisciplinares como los estudios culturales, con el objetivo de debatir la noción
tradicional elaborada desde el pensamiento moderno occidental que la aparta de la
dimensión del poder. Por tanto comprender la cultura como un dispositivo que promueve
la dominación o la resistencia, y comprender otras formas de concebir la cultura, como
por ejemplo la planteada por los pueblos del caribe se convierte en uno de los principales
objetivos teóricos del presente estudio.

Tradicionalmente a los pueblos del caribe y otras comunidades definidas como minorías
étnicas y culturales, han sido concebidas antropológica, filosófica y jurídicamente, como
grupos a los que se les debe llevar cultura, conocimiento, progreso y políticas capaces
de transformarlos en ciudadanos de la nación. Invalidando y ocultando sus propia forma
de pensar, producción de conocimiento, políticas de vida y organización social. Por lo
tanto no se logra comprender ni mucho menos explicar la cultura, la política y la sociedad
de estos pueblos. Este factor influye en la toma de las decisiones jurídicas por parte de
los Estado-nación centralizados como el caso de Colombia, negando sistemáticamente
las deudas históricas y los derechos adquiridos por parte de las comunidades.

En este contexto reivindicar esta manera de “pensarse” desde una especie de


“contracultura” promueve la resistencia y evita la dominación, como lo ha planteado Peter
Wilson cuando analiza la relación entre “reputabilidad” (como registro de la igualdad y la
libertad de conciencia), y “respetabilidad” (como registro de la diferencia y la libertad
política, que nunca ha favorecido a los afrodescendientes de los pueblos esclavizados).
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Por lo tanto la política no se puede conceptualizar desde el canon occidental para ser
aplicado al Caribe. Gupta desde la diferencia452, al contario, permite el abordaje desde
temas como la diferencia cultural, la memoria histórica, y la organización social, para
evitar precisamente generar una homogeneidad entre la población y transformar o
eliminar las diferencias dentro de lo que se llamaría la “nación”. Por pretender imponer
esta homogeneización es que los estados modernos se ven profundamente cuestionados
por la emergencia de los grupos excluidos étnica y racialmente, así como por las nuevas
dinámicas de movilización de las personas en donde la migración, la inmigración y las
fronteras cuestionan esta estructura constantemente, pues: 523

[…] al poner siempre en primer plano la distribución espacial de las relaciones


jerárquicas de poder, podemos entender de mejor manera los procesos por los que
un espacio adquiere una identidad distintiva como lugar. Teniendo en cuenta que las
nociones de localidad o comunidad se refieren ambas a un espacio físicamente
demarcado y a grupos de interacción, podemos ver que la identidad de un lugar
emerge a través de la intersección de su participación específica en un sistema de
espacios jerárquicamente organizados con su construcción cultural como una
comunidad o localidad. (Gupta, 200:35)

Desde esta perspectiva la política de la alteridad no es reductible a la política de la


representación, esta última está cargada por relaciones de poder. El objetivo de las
políticas (ya sean de migración, de la diferencia o de la alteridad) es declinar sobre el
orden original de las mismas. En este contexto de políticas de la representación y la
alteridad surge el nuevo multiculturalismo, y la interculturalidad que pueden ser leídas
desde dos posicionamientos, el primero que busca celebrar la diferencia y el segundo,
como una propuesta critica que visibilice las relaciones asimétricas y complejiza la
identidad en el actual escenario global.

Así, como guía teórica aplicable al caso del archipiélago es que puede entenderse la
temática de la diferencia y “la política del reconocimiento” propuesto por el filósofo
canadiense Charles Taylor, hace referencia principalmente a su relación con la identidad
de los pueblos étnicos, que no se puede diluir en la identidad nacional de quienes se
encuentran en los centros de poder en la capital, pues conciben a la isla como un espacio
colonial, buscando evitar su autonomía y acentuar su dependencia del centro “nacional”.

452Gupta, Akhil & Ferguson, James. “Mais além da ‘cultura’: espaço, identidade e política da diferença”
[1992]. In: Arantes. A. A. (org.). Espaço da Diferença. Campinas: Ed. da Unicamp, 2000, pp. 30-49.
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Como dicen los escritores nacionalistas (los “oficiosos” y buena parte de los “oficiales”),
Colombia no aguantaría otra separación como la de Panamá, para justificar que no se le
otorgue en la práctica la mínima autonomía como pueblo étnico, que la Constitución le
ha garantizado en el papel al pueblo raizal. Pero si tiene que aguantar impasiblemente el
pueblo raizal que se pierda su mar territorial en la disputa limítrofe con Nicaragua ante la
incapacidad de haber asumido su defensa como pueblo étnico y como Reserva Mundial
de la Biósfera.

Por ello es que el desarrollo del concepto moderno de identidad es pertinente en el caso
del archipiélago, pues ha hecho surgir por un lado la política de la diferencia y por otro la 524
política de la dignidad, contrapuestas en el momento en que política de la dignidad como
base para la igualdad, suprime la diferencia, lo que llevara a debates principalmente en
Latinoamérica sobre la interculturalidad y el multiculturalismo liberal. Pero además es que
en la problemática del Archipiélago es necesario entender las diferencias conceptuales
entre la interculturalidad y el multiculturalismo, pues hay que entender la interculturalidad
como relacionalidad entre culturas, centrada en la cuestión étnica y en la forma de
integrar a los diferentes pueblos y culturas que habitan el territorio del Estado-nación a la
cultura nacional.453

Desde la perspectiva de género y mujeres, es fundamental las voces de las mujeres


raizales, sus perspectivas, posicionamientos y estrategias en el campo de la política y la
cultura. En este sentido, la relación teórica se establece desde el reconocimiento de las
realidades de las mujeres latinoamericanas y el caribe. Es decir que en países donde las
mujeres históricamente han sido subordinadas las dinámicas patriarcales permanecen,
pero también se activan otras reivindicaciones relacionadas con la héteronormatividad;
formas de discriminación a partir de la idea de raza y factores de desigualdad
relacionados con la clase social, por lo que resulta necesario retomar otras perspectivas
de género y mujer, que se forjan desde los grupos de mujeres pertenecientes a sectores
sociales y culturales diferentes a la mujeres feministas académicas anglosajonas.

Finalmente se propone como enfoque de trabajo la propuesta decolonial con el objetivo


de analizar desde una mirada crítica los procesos históricos, las configuraciones
jerárquicas y étnico-raciales en distintos lugares de América Latina, lugar que comparte

453 Como señala Adolfo Albán “pensar hoy en día lo cultural solamente desde lo étnico y creer que lo étnico
es representativo de la interculturalidad es quedarse en marcos estrechos de análisis […] la
interculturalidad tendrá que enfrentar las diversas formas de relacionamiento, con sus propias tensiones y
conflictividad”. Véase educación en interculturalidad en sociedades complejas. Tensiones y alternativas.
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un pasado común, la colonialidad454. Estas estructuras insertadas en la sociedad desde
la colonia, sobreviven de manera muy sutil con nuevas formas de racialización y de
exclusión social, que son especialmente visibles en el Caso del Archipiélago. Sin
embargo, esta propuesta no se queda únicamente en el análisis de estos problemas,
puesto que también pretende visibilizar la reivindicación de los grupos subalternizados,
especialmente el de las mujeres raizales y afrocolombianas de las islas, desde su
autoreconocimiento y su posicionamiento epistémico, político y cultural.

Pero no solo de teoría vive la investigación


525
En el cómo, es decir el marco metodológico, se propone implementar métodos como el
de la etnografía polifónica del profesor y antropólogo Patricio Guerrero, que permite
realizar un ejercicio donde se puedan escuchar las múltiples voces de las comunidades,
organizaciones y movimientos, como la del propio investigador frente a la realidad de las
políticas públicas. Esta propuesta etnográfica parte de tres categorías de análisis: la
espacialidad, la temporalidad y el sentido, que permiten una lectura holística y sistemática
de las diversidades socioculturales, evidentes en el caso de la literatura académica sobre
el Archipiélago, pero ocultas en la práctica en una especie de conflictualidad en un ámbito
tan reducido de 27 kms2 y en una isla superpoblada en donde deben convivir tres
culturas: la raizal, la continental y la oriental (de origen libanés especialmente).

Esta propuesta metodológica etnográfica-colaborativa, va más allá de generar un simple


contacto entre investigadora e informante o una jerarquía entre el investigador y las-los
investigados, por el contrario permite un acompañamiento a las organizaciones y
comunidades negras. Contrapone las concepciones positivistas de objetividad, no busca
dividir grupos sociales en muestras rechazando el fraccionamiento entre el investigador
y la comunidad, por ello posibilita construir lasos comunes entre los partícipes de la
investigación, en donde los datos son construidos colectivamente, proporcionados,
sistematizados y analizados tanto por la comunidad como por el investigador.

Por ello, para la elaboración del trabajo se propone como técnicas para la recolección de
información entrevistas a profundidad con las y los líderes de organizaciones raizales;
entrevistas con representantes del Estado que estén al frente del desarrollo de políticas
públicas para comunidades negras tanto en la actualidad como en el proceso de
construcción en los años de 1990. A demás se desarrollaran grupos focales y revisión de

454La colonialidad no debe entenderse como el colonialismo; este hace referencia más a una situación en
el cual existe un sistema de dominación (económico-político) basado en colonias y metrópoli. la colonialidad
señala la existencia de un sistema estructural que permanece y la existencia de un patrón de poder el cual
emerge como resultado del colonialismo moderno.
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leyes y documentos enfocados en las políticas públicas para las comunidades negras de
Colombia.

Se utilizaran las categorías conceptuales propuestas como referentes para la


sistematización y análisis de resultados de cada una de las herramientas metodológicas
para realizar en la investigación. Uno de los principales retos a nivel metodológico es que
la investigación sea productiva tanto para las comunidades negras como para el re-
pensamiento de las políticas que se han venido utilizando, por lo tanto uno de los puntos
centrales a nivel metodológico es la devolución de los resultados, a través de encuentros,
documentos, artículos y participación en escenarios fructíferos para la temática y las 526
comunidades negras.

La propuesta metodológica de esta investigación a su vez propone participar de forma


activa con los proyectos realizados con, desde y para la comunidad, buscar otras vías
para el diálogo o un diálogo en igualdad de condiciones, con las personas interesadas,
desde lugares y tiempos propios de la comunidades y para el fortalecimiento político,
epistémico y cultural de las organizaciones y la comunidad.

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