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NoMiedo para desarrollar el talento

Partimos de una buena noticia: todos tenemos miedo. Todos. Solo


existen tres motivos para no sentir miedo a nada: Porque lo nombremos
de otro modo (estrés, ansiedad, incomodidad…), porque tengamos una
lesión en el cerebro o peor aún, porque no estemos vivos. Por ello, es
una buena noticia sentirlo.

Ahora bien, el objetivo no es vivir “sin miedo”, ya que es imposible, sino


nuestro objetivo es que esta emoción no nos paralice para alcanzar
nuestros sueños o desarrollar nuestro talento. En la medida en que la
conozcamos y entendamos cuáles son las claves para reducir su
impacto, seremos capaces de sentirnos mejor con nosotros mismos, ser
más felices y por qué no, mejorar nuestro desempeño y nuestra cuenta
de resultados. A continuación, vamos a ver algunas claves del NoMiedo
aplicadas a nuestra vida personal y las organizaciones, ¿Te apuntas?

“Como seres humanos, nuestra grandeza radica no tanto en


nuestra capacidad para rehacer el mundo sino en rehacernos a
nosotros mismos”
- MAHATMA GANDHI -

Tipos de miedo
Lo primero para neutralizar el impacto del miedo es conocerlo, darle
nombre y aprender a relativizarlo. El miedo es una emoción necesaria. Si
no la hubiéramos tenido, habríamos desaparecido como especie bajo
las patas de algún animal hace miles de años. Nos sirve, por tanto, para
protegernos de los peligros reales o posibles. En nuestra vida actual, lo
denominamos prudencia y es necesaria para equilibrar nuestros
impulsos, como decirle lo primero que se nos ocurre a nuestro jefe o
nuestro cliente, por ejemplo. Sin embargo, junto con la prudencia habita
otro miedo más incómodo, que es el tóxico, que nos paraliza. Por ello,
ante un miedo que tengamos lo primero que tenemos que hacer es una
sencilla distinción: ¿Es sano o tóxico?

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a) Miedo sano o equilibrante: Es el miedo positivo para nuestros
intereses. Tiene una base evolutiva, nos protege ante los
peligros y es puntual (no nos acompaña en la almohada).
b) Miedo tóxico: Nos hace daño, frena nuestro talento, nos vacía
de futuro y es prolongado en el tiempo como, por ejemplo, el
estrés incómodo que nos quita el sueño.

Además de esta sencilla clasificación, tenemos otra un poco más


compleja que depende de nuestra motivación. Es decir, dependiendo
de lo que a cada uno nos motive, así será nuestro miedo. Como en el
mundo laboral tenemos cinco grandes motivaciones, nos encontramos
con cinco grandes grupos de miedo. Ahora bien, estamos hablando de
una emoción muy “generosa”, por lo que cada uno de nosotros tiene
varios tipos en una mayor o menor medida, que van evolucionando con
el paso del tiempo.

Miedo principal Motivación asociada Algunos miedos derivados


No Necesidades  Miedo a perder el trabajo
supervivencia básicas  Miedo a no llegar a fin de mes...
Rechazo Afiliación  Miedo a ser distinto
 Miedo al éxito o a destacar
 Miedo a relacionarse con las
personas...
Fracaso Logro  Miedo al error
 Miedo a asumir riesgos
 Miedo a tomar decisiones
 Miedo a no ser reconocido por
el trabajo...
Pérdida de Poder - Influencia  Miedo a perder un puesto de
poder influencia
 Miedo a no ser reconocido

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socialmente...
Cambio Todas las anteriores Miedo a un cambio de función
 Miedo a un cambio de
localización...

“Muy pocas veces no tenemos miedo, solo cuando sentimos


pánico”
- ESCUELA BUDISTA -

Algunas claves sobre nuestros tipos de miedo:


 Miedo a no llegar a fin de mes: Su impacto en nuestras vidas
dependerá de lo vulnerables que seamos a perder el trabajo, la
dificultad para encontrar otro, las necesidades económicas y el
tipo de educación.
 Miedo al rechazo: Nace de la necesidad de pertenecer a un
grupo. Es más acusado en las culturas latinas y los jóvenes. Se
busca la aprobación del resto y está mal visto destacar o ser
diferente.
 Miedo al fracaso: Nace de la orientación al logro. Es el miedo que
más se refuerza en las empresas y en las culturas calvinistas. Busca
la superación de uno mismo o de los objetivos impuestos.
 Miedo a la pérdida de poder: Nace de la necesidad de influir en
terceros. Posiblemente sea el más importante en las culturas
asiáticas y el mundo directivo, aunque abiertamente no se
reconozca.
 Miedo al cambio: Es la “madre” de todos los miedos. Surge de la
incertidumbre, de la pérdida de control y de la resistencia de
nuestros hábitos.

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Claves sobre cómo afrontar el miedo
 Objetivos: Superar el miedo no es enfrentarse a él, sino apoyarse
en la motivación y, en especial, en el objetivo que cada uno
escoge. Por ello, pregúntate ¿cuál es tu sueño? ¿qué quieres
conseguir?

 Qué no quieres perder: El miedo está asociado a la pérdida.


Aparece cuando no queremos perder algo que tenemos.
Nombrar la pérdida y buscar alternativas distintas nos ayudan a
encontrar nuevas opciones.

 Concreción, por favor: Los miedos ambiguos nos atemorizan. El


objetivo es hacerlos concretos, con reflexiones tipo: ¿Qué sería lo
peor que me podría pasar? Desde ese espacio, seremos capaces
de retirar la sábana al fantasma.

 Aprender de otros: Aprendemos observando. Si algo nos cuesta,

pongámonos cerca de alguien que ya lo ha logrado para


inspirarnos.

 Sentido del humor: Dejar de sentirnos tan importantes y reírnos de


nosotros mismos es algo que nos ayuda para superar nuestras
dificultades.

Bienvenido el miedo en la empresa, adiós al talento


Pasemos al mundo de la empresa. Nadie lo reconocerá abiertamente,
pero el miedo ha sido empleado como método de gestión en las
organizaciones durante siglos (y se continúa empleando). Pero existe
otra alternativa, NoMiedo, que apuesta por el talento, la innovación y el
cambio. Cuando se dirige por miedo, se obtienen resultados a corto
plazo, no podemos negarlo. Miedo = “Cortoplacismo” Podría ser una
forma de resumir el impacto. Un equipo con miedo es incapaz de ver
más allá de la amenaza. Y puede que una de las características más
relevantes de un emprendedor o innovador es que se fija más en lo que

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va a conseguir que en lo que pierde.

Pues bien, si queremos resultados a largo plazo, iniciativa, positivismo,


innovación o talento, tenemos que utilizar una opción diferente, la del
NoMiedo. Y no hablamos de teorías, sino de hechos contrastados.
Existen empresas y profesionales que lo han aplicado y con excelentes
resultados. No son sólo palabras bonitas, hablamos de números y de
felicidad. ¿No cree que vale la pena intentarlo?

 Raj Sisodia, Jag Sheth y David Wolfe realizaron un estudio sobre 60


organizaciones punteras estadounidenses y analizaron el estilo de
dirección y los resultados financieros. Aquellas empresas dirigidas
por “directores generales que inspiran respeto, lealtad e incluso
cariño, más que miedo”, según los autores, habían incrementado
sus resultados en los últimos diez años un 758 por ciento, frente al
128 por ciento que lo aumentaron las principales 500 empresas
estadounidenses

Algunas claves sobre el precio del miedo en la empresa


 Dos opciones: Dirigir a los profesionales en función del miedo o en
función de la ausencia de miedo. La primera permite, en algunos
casos, beneficios a corto plazo, pero difícilmente a medio y largo.
La segunda es más compleja, pero más rentable y necesaria en
mercados de alta competitividad.

 Gracias, competencia…: La presión competitiva ha dado mayor


importancia a los intangibles y al talento de los profesionales. Son
éstos quienes permiten seducir a los clientes y diferenciar la
compañía de la competencia.

 …pero: La presión competitiva es también la que genera miedos


más sutiles, debido a los despidos, la incertidumbre y la presión del
tiempo en las agendas.

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 Víctimas de la gestión basada en el miedo. La utilización del
miedo en las empresas dispara contra:
 El talento de los profesionales: Anula la motivación y la
capacidad de reflexión de la persona.
 El cambio y la visión a largo plazo: Reina el “cortoplacismo”, se
es incapaz de ver más allá de la amenaza.
 La innovación y la creatividad: Paraliza la sinapsis neuronal que
nos hace ser más creativos.
 La calidad de vida y la felicidad: Posponemos nuestra felicidad
para disfrutarla en el futuro y nos impide que emprendamos
nuevos proyectos, que a la larga, son los que nos dan
satisfacción.

“Donde hay una empresa de éxito, alguien tomó alguna vez una
decisión valiente”
- PETER DRUCKER -

Técnicas NoMiedo en las organizaciones


Aunque el miedo ha sido la técnica de gestión habitual en las empresas,
veamos qué podemos hacer para neutralizar su impacto y mejorar la
cuenta de resultados:
 Proyecto de empresa equilibrado: El objetivo es crear valor de
forma equilibrada a los cinco participantes de la empresa
(accionistas, directivos, profesionales, clientes y sociedad). Es
decir, si una empresa solo pone foco en uno de esos cinco, estará
produciendo un contexto donde habitará el miedo.
 Poder participativo: Necesitamos el poder jerárquico, pero la
clave está en si éste es participativo y si se orienta hacia los
intereses de la empresa y no solo de quienes lo ostentan (en
entornos donde lo importante es defender la silla del jefe, es un
caldo de cultivo excelente para el miedo).

NoMiedo para desarrollar el talento


 Líderes NoMiedo: El reto de los líderes es marcar dirección y dejar
hacer y, para reducir su nivel de control, han de enfrentarse a sus
propios temores.
 Sistemas de dirección NoMiedo: Promocionar en base al talento y
los resultados, fomentar la innovación, reconocer a los mejores y
que contribuyen al equipo… son algunos de los sistemas que
ayudan.
 Comunicación, comunicación: El reto de la empresa está en
comunicar, aprovechando la tecnología, y en amortiguar la
incertidumbre exterior.

Dos tipos de líderes, uno en torno al talento y otro al miedo


Y si tuviéramos que empezar por alguna clave para superar el miedo en
una empresa, lo haríamos con los líderes. ¿Nos enamoramos de alguien
que nos da miedo? Difícilmente. El viento se está llevando los viejos
modelos y ahora se buscan líderes que liberen la energía de sus
colaboradores, que les den libertad, no que los encorseten con
limitaciones y rancios procedimientos.

Líder referente Gestor en base al miedo


Se trabaja con el jefe en la Se trabaja para el jefe en la
compañía compañía
Busca compromiso Busca lealtades / sumisión
“Aquí se te paga por pensar y por “Aquí no se te paga por pensar”
tomar decisiones”
Entiende que sus colaboradores Entiende que sus colaboradores
son un activo de la empresa son un activo personal
Deja hacer Controla
Persona en sí misma Persona como recurso
Percibe el entorno como Percibe el entorno como amenaza
oportunidad

NoMiedo para desarrollar el talento


Genera grandes dosis de confianza Genera dosis de inseguridad e
y autoconocimiento incertidumbre
Obtiene lo mejor de la persona Bloquea el potencial de la persona
Comunica rumbo y destino Es opaco
Coherencia y consistencia Falta de coherencia y consistencia
Las medallas son del equipo. Es Se apunta las medallas. Los errores
responsable último de los errores son del equipo

Conclusiones
El miedo es común a todos los mamíferos, incluyendo al ser humano.
Todos tenemos miedo, pero seremos más felices y más eficaces en
nuestro trabajo si aprendemos a neutralizar su impacto, a través de la
filosofía NoMiedo.

En una clasificación más profunda, hemos dividido los miedos en cinco


tipos. Cada uno de ellos tiene su propia raíz... y su propia forma de
afrontarlo:

1. Por un lado está ese miedo que catalogamos como el miedo a la


no supervivencia. Es el que nos hace sentir una preocupación
constante por la posibilidad de perder el trabajo, de no llegar a fin
de mes, de no poder pagar la hipoteca. Está directamente
relacionado con nuestras necesidades básicas, y es uno de los
más difíciles de gestionar. Aun así, para poder avanzar, no
podemos anclarnos a este miedo las 24 horas del día. Dejarlo de
lado lo más posible es básico para poder superarlo.

2. El miedo al rechazo es el segundo miedo más común en las


culturas latinas. Muchas veces aparece cuando tenemos
problemas para socializarnos con los demás, por timidez, o porque

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nos da pavor destacar y estar en el escaparate. En este caso
tratamos de adaptarnos a la mayoría, a ser planos, a no
destacar... y esto se convierte en un error, ya que lo que nos hace
diferentes, nos hace únicos y es ese valor diferencial en el que nos
tenemos que apoyar para poder crecer. Recuerda, no somos
diferentes, somos únicos.

3. El fracaso está también muy presente en nuestra vida. Está


relacionado con el temor a tomar decisiones, a no ser
reconocidos, a fallar... Cuanto más aferrados a este miedo
estemos, produciremos el efecto contrario. Si tenemos mucho
miedo a hacer algo mal, tendremos muchas más posibilidades
de, efectivamente, equivocarnos. Hemos de asimilar que si
cometemos errores, sencillamente es humano. Hemos de
intentarlo y aprender del resultado.

4. Cuando conseguimos tener algo de poder (que puede ser como


presidente de la comunidad de vecinos o del club de fútbol de
los niños) es cuando aparece el miedo a su pérdida: Miedo a
perder un puesto de influencia, un estatus relevante, a no ser
reconocidos...

Hemos de pensar que aquellos que menos se aferran al poder son


los que menos tienen que perder. No sobrevalores el estatus
porque lo que realmente importa en la vida no se encuentra ahí,
está en otros lugares que nos conectan más con nuestra esencia
como personas.

5. Miedo al cambio. Es el miedo que engloba todos los anteriores.


Nunca es fácil comenzar una nueva etapa, pero a veces este
miedo solo se supera dando un paso al frente y un giro al volante
de nuestro destino. Dar el paso nos hace más fuertes.

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En el plano personal, algo que ayuda es relativizar nuestro miedo. Asumir
que todos lo tenemos, pero no alimentarlo. Cuanto más lo hagamos,
más daño nos producirá. Para ello es necesario reconocerlo y
apoyarnos en lo que nos genera ilusión (nuestros sueños u objetivos),
aprender de los que lo han superado, aterrizarlo a través de la
búsqueda de alternativas y, por supuesto, desarrollar el sentido del
humor como un buen antídoto para alejarnos de él.

Si somos capaces de gestionar positivamente los miedos en el plano


personal, también sabremos hacerlo en nuestro trabajo y en nuestro
liderazgo. Todos tenemos un espacio en donde ejercer el liderazgo, ya
sea en la familia, en la educación de los hijos, en el trabajo… Y por eso
es básico saber actuar con determinación frente al miedo personal y de
los que nos rodean solo produce beneficios. Únicamente las
organizaciones que priorizan los ambientes retadores pero sin amenazas
innecesarias consiguen avanzar de modo sostenible. Para ello, es
necesario crear sistemas equilibrados, reconocer el talento y la
aportación de valor, comunicar y por supuesto, trabajar en modelos de
NoMiedo en el liderazgo. Porque no olvidemos algo: Las organizaciones
las mueven las personas y la confianza, la innovación y la pasión no se
entienden bien con el miedo.

“El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino aquel que


conquista ese miedo”
- NELSON MANDELA -

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