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DECINEVARTESAUDIOVISUALES
Capítulo 2
Las fuentes
La lu z s o la r
vera a través de una niebla leve; la tensión dramática de una luz previa a
l£*onbr«s «HfS í*i*© n *.
e-t-í-'^' la tempestad, macilenta, baja, sin sombras; la luz asfixiante de un sol ce
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nital que hiere los ojos deslum brados del héroe de sombras duras...
Desde los inicios del cine, los operadores se han apropiado de la luz
del sol para traducir estéticam ente los deseos de los realizadores.
P rim e ro en blanco y n eg ro ... Trasponiendo los colores naturales a
una gama de grises, del blanco puro al negro profundo, la película
ui &¿¡f¿cpAca. d f pancrom ática blanco y negro de la época contribuyó a form ar nuestra
cfV‘5 & \ic.*?-ddy<? <*3ScÍ€-
percepción interpretada de la naturaleza. Un tema banal filmado en
a: ^ -" -IZ^u/a-H.
^ -Hí,rer.¿ip€¿ blanco y negro es ya más bello, desprende u n m atiz de m isterio, in
^ -' 7 0<^d-*^n
l ' c w W b o ^ t t o . f l .< w H S £ í » ^ * l o ^ u ^ n h . J t r
troduciendo una dim ensión artística. El blanco y negro invita a la in
lector«. O&.an e+F ¿ v^có» a "»■'«lí • terpretación y a la transposición. Grandes operadores han cultivado
’i\a Wíyi ( <X*n>£fí U í l ^ v . « i / l < r 0 p ^ '' t d o 0 * c ¿ 2 ' \^ rn W -? a ;> V-fJUi«.;
r-^ ~ este arte: véanse las imágenes del gran Gabriel Figueroa para Nazorín
O •= C o ti + u d e ^ “ tsi’o r d (&w.ro,^, (1958) o El ángel exterminador (19 6 2 ), de Luis Buñuel. Esos cielos negros
D e clinación del sol que m o d ifica la lo n g itu d de las so m b ra s e n tre el ve ra n o y con nubes blancas, obtenidos con un filtro rojo, dan una im presión
el in v ie rn o . de profundidad infinita y de gran pureza.
Las im ágenes de Serguei Urusevski en Soy Cuba (1 9 6 4 ), de Mihail Ka-
Además de todas esas condiciones generales, hay que tener en cuenta latozov, filmada en película infrarroja lirada en blanco y negro, o los
un factor preponderante, el entorno. Éste m odifica, en efecto, la refle bosques de palm eras lujuriosas que parecen «escharchados» bajo un
xión de la luz, y por lo tanto la calidad de las som bras y del contras sol de plom o entre
te, elem entos im portantes de la construcción plástica de una imagen. un cielo y u n m ar ca
Toda construcción lum inosa se concibe por tanto en referencia a la si negros. Esos árbo
luz solar. les blancos transfor
Es esta luz natural, com únm ente vivida e instintivamente registrada por man en paraíso una
la m em oria de todo ser hum ano, la que sirve com o base de reflexión a selva aplastada por
todas las interpretaciones lumínicas, sea en pintura, en fotografía o en ci un calor húm edo en
ne. La paleta expresiva de los efectos luminosos del ritm o solar perm ite la que a los compañeros
al cineasta comunicar, provocar emociones en el espectador. La luz pasa les resulta duro so
a ser un lenguaje a su disposición para expresar su visión del mundo. brevivir.
Los cineastas, com o los pintores, se han servido naturalm ente con talen Y luego las luces del ^ so m b ra s m arcadas en Nazarín (1958), de Luis
to de los efectos de la luz solar. La serenidad de un pálido sol de prim a color... Las de Néstor Buñuel. D ire ctor de fo to g ra fía : G abriel F igueroa.
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rectam ente en la fuente de luz, siendo ésta el sol directo o las nubes
que lo cubren y que actúan com o difusores. Son también las luces se
cundarias de la reverberación del sol o del entorno. Sí se puede, sin
embargo, elegir el m om ento, la estación, el lugar, el punto de vista, el
campo, el entorno. Se trata de hacerse con los medios de alcanzar unas
condiciones meteorológicas favorables, aunque a veces sea preciso so
meterse a la imprevisibilidad de la luz.
En este sentido, el siguiente recuerdo del rodaje de Soigne ta droite
(1987), de Jean-Luc Godard, es revelador de lo que se pone en juego
con cada «gesto» cinematográfico. Rodábamos una escena en el com
partim ento de un tren rápido de día. Dos personajes (Jacques Villeret
y Rufus) estaban sentados frente a frente, junto a la ventana. La cáma
ra estaba colocada en una plataforma de espaldas a la puerta, los dos
personajes en plano m edio y, por la ventana, un paisaje inundado de
sol desfilaba alternándose con bosques sombríos. Estábamos en julio
Las palmeras «escarchadas» bajo un sol de plomo y un cielo negro, los cuer
pos de bronce pulido, en las imágenes casi surrealistas de Serguei Urusevski para Soy
Cuba (1964), de MihaTI Kalatozov.
y a las 9 de la m añana el sol ya estaba m uy alto. Nos desplazábamos niqué mis inquietudes diciéndole que dentro del túnel «m e había que
hacia el este, la cámara encuadraba en dirección sur. dado sin diafragma». Se tom ó su tiem po para responder, y luego me di
El director m e había pedido que empleara únicam ente luz natural, sin jo, tan tranquilo: «En el cinematógrafo, siempre hay un diafragma»...
ninguna luz de apoyo. Ésa había sido una de las prim eras preguntas que m e había planteado
En la im agen así constituida, tenía diferencias de 11 diafragmas entre al em pezar en este oficio, y ahora aparecía de nuevo. Efectivamente,
las grandes porciones de cielo azul y las partes más som brías en el in sie m p re hay un diafragma, basta con saber qué estam os film ando y
terior del com partim iento. La película de la época perm itía hasta 7 p o r qué. Es sencillo...
diafragmas de diferencia entre luz y som bra, pero 1 I... ¿Debía perm i En la escena, ese m om ento ensordecedor a oscuras hacía aún más in
tir yo que la sobreexposición invadiera la im agen para tratar de obte cóm odo, y hasta violento, el viaje de un refugiado político recondu-
ner detalle en los personajes de dentro, o bien exponer para el exte cido a la frontera de su país por un policía frío y sin sentim ientos.
rior y dejar a los personajes en silueta? Desde luego, eso era m ás interesante que m is problem as de subexpo-
Opté por la solución de unos personajes ligeram ente densos (oscu sición. (Felizmente, acerté el diafragm a.)
ros) sin dejar que las altas luces extendieran su velo lechoso a todo lo Es verdad que tam bién podem os elegir el tipo de película cinem a
que las rodeaba. Lo que más me preocupaba eran las grandes varia tográfica (blanco y negro o color, inversible o negativa) du ran te la
ciones en el nivel de luz, pero tam bién las variaciones crom áticas en film ación, intervenir en el revelado, elegir el positivo para el tiraje,
función de los colores del paisaje que el tren iba atravesando.Todo era m odificar el crom atism o y el contraste en el etalonaje, m o m e n to
sum am ente excitante, y el tren desfilaba, indiferente a m is penurias... crucial de la relación entre la superficie sensible (p elícu la /e m u l-
«¡Rodando!»... Mientras yo, con la m ano en el anillo del diafragma, tra O bsérvese,
taba subrepticiam ente de compensar las diferencias de luz, de golpe en CUC.<6'+<*+ en mi c ro q u is de
rodaje, que en los dos
tramos en u n túnel. Nos quedam os prácticamente a oscuras, salvo por extrem os de la curva,
la lámpara de seguridad que daba brillo a una barra crom ada que atra las luces no p ro d u c i
rán d e ta lle en lo s
vesaba la ventana, n e g ro s (s u b e x p o s i-
ció n ) ni en los b la n
hacia la mitad de la
cos ( s o b r e e x p o s i
imagen. Pasaron diez c ió n ), ya q u e caen
fuera de la la titu d de
segundos, el tren salió
e xp o sició n .
del túnel y los actores
siguieron actuando sin
inmutarse. Veinte se Soisae t<t d«oiT£
J,l_.&OÍU.Vd
gundos después, el di
COMlSAft BL.IV5
rka. »fciss -
rector dijo «¡Corten!».
De inmediato le com u
27
Luz a r t if i c ia l
lis el térm ino em pleado para designar toda luz producida con energía
eléctrica...
Es, en prim er lugar, la luz de todos los lugares habitualm ente ilum i
nados tanto de día com o de noche en nuestra vida cotidiana. Puede
estar producida por toda clase de fuentes de todos los colores.
Como con la luz solar, ciertas luces artificiales «designan» ciertos lu
gares. Todos reconocem os, en una película, la luz de una feria en el
prim er plano de un niño que m ira un carrusel girando en la noche,
el am biente de un pasillo en el m etro o de una reverberación de so
dio (anaranjada) en una zona portuaria, sin necesidad de ver el con Fritz Arno Wagner recurre a la dualidad luz sombra para crear tensión en el drama
de Fritz Lang M, e l v a m p iro de D ü s s e ld o rf (M, 1931).
junto del decorado.
Estas luces existen y ya son referencias en nuestra m em oria visual. raderas y fue el arco eléctrico el prim ero en utilizarse para reempla
Existe un determ inado cine que capta con talento, tal y com o es, esa zar a la luz diurna. Rápidamente, la tecnología de las lámparas de va
luz artificial y utiliza su sentido. cío evolucionó y los cineastas em pezaron a recurrir a estos nuevos
La tecnología, sin embargo, ha puesto en manos de los creadores los instrum entos para inventar formas inéditas de iluminar.
medios para librarse de las restricciones de la luz cotidiana y éstos han Desde la aparición de estos medios, los operadores partieron de la os
aprovechado en gran m edida y con ingenio las fuentes de luz artifi curidad y se beneficiaron de esta libertad para crear luces, para inven
ciales desviadas de su uso y adaptadas, y han participado en la crea tar nuevas formas de crear la luz. Esta locución (faire la lumière) posee
ción de obras m em orables de la historia del cine. varios sentidos, pero el que se aplica a esta actividad concreta del cine
Desde el principio, el problem a de la luz no ha dejado de plantearse. pone de manifiesto su vertiente creativa y un tanto megalomaníaca: la
Los prim eros estudios estaban cubiertos por una cristalera sometida a de ser, de fórma total y absoluta, el artífice que hará venir la luz a un
las variaciones de la luz diurna. m undo que es el suyo...
Los fotógrafos ya habían empezado a utilizar el magnesio para ilum i Los más grandes directores de fotografía no han dejado de explorar
nar sus com posiciones fotográficas. Pero el cine necesitaba luces d u todas las com binaciones posibles para escapar a las referencias de la
realidad y crear sentido con la luz artificial. Muy probablem ente, ha piares en esta categoría. Citemos, entre muchos otros: Nonuk el esquimal, de
sido gracias a esas fuentes com o las más bellas im ágenes del cine han Robert Elaherty Earrebique (1946), de Georges Rouquier, Une histoire de vent
im presionado nuestras retinas... (1988), de Joris Ivens, o India (1 9 5 9 -1960), de Roberto Rossellini.
El cam po creativo abierto por la luz artificial es tan am plio que toda La luz natural inscribe el relato en los elem entos naturales. La im agen
vía no cesa de ser explorado y progresar incluso hoy día, cuando los capta la atmósfera elegida sin recrearla o modificarla, reintegra la na
rodajes en estudio son cada vez m ás raros y con ellos es cada vez m e rración a los elem entos de la realidad transm itiéndole su fuerza, su
nos frecuente la oportunidad de realizar luces librem ente interpreta verdad. Se da una resonancia entre el relato y el m undo. El sentim ien
das. Pero no por ello las im ágenes que surgen en estos casos son m e to que de ella se desprende hace que resurjan las em ociones co m ú n
nos admirables (véase la 2a parte). m ente ligadas a esa luz. El térm ino luz natural no sólo quiere decir
«ausencia de sentido añadido», sino que contiene en sí una suerte de
Luz n a t u r a l aproxim ación a la verdad del m undo tal y com o es.
Esta expresión designa el tipo de luz que se encuentra en todas partes, Por estas m ism as razones, el cine de ficción se aprovecha de las refe
en la naturaleza. Se trata en esencia de la luz producida por el sol, cap rencias de la luz. natural, ya sea utilizándola directam ente o im itándo
tada sin aportación visible de otras luces. la con ayuda de m edios artificiales o m ixtos (naturales y artificiales
El autor puede «elegir» esta luz y «utilizar» sus variaciones para ex com binados).
presar em ociones. Ya hem os visto las condiciones de variación de la Ya sea en docum ental o en ficción, a m enudo un cineasta elegirá, por
luz solar y su influencia en la fotom etría y en el sentido. razones de ética, rodar con luz natural, sin añadir ninguna otra luz,
El cine documental, por ejemplo, basa la significación de su imagen en la para no alterar exageradam ente el m edio en el cual se sum ergirá su
expresión natural de la luz, por razones prácticas y económicas, pero tam película. La intervención de proyectores y de m aterial para generar luz
bién por razones éticas y estéticas. Es el caso de num erosos filmes ejem- artificial, con frecuencia ruidosos, volum inosos y de engorroso m a
nejo, altera el entorno e hipoteca las opciones de captar esa «esponta
neidad» que, en ciertos casos, es la m ateria fundam ental del relato.
Aunque a veces la ausencia de luz adicional constituya una restricción
técnica, debe ser superada si lo esencial es captar la verdad de un lu
gar del m undo.
Si no querem os añadir luz natural para com pensar la ausencia o esca
sez de luz natural, habrá que resignarse a rodar con una película de
A ld o T onti, para India (1959), de C o m o d ir e c to r de fo to g ra fía , he índice elevado (500 a 800 ISO) y con diafragmas m uy abiertos, por
R o b e rto R o s s e llin i, a p la sta con una luz esp e ra d o el sol del a ta rd e ce r para ca p tar la lo tanto sin profundidad de campo. Además del m ayor riesgo de
ce n ita l el refrescante baño del elefante. luz a m a rilla y horizontal del ocaso de donde
iba a v e n ir el v ie n to en Une h isto ire de vent «puntos desenfocados», la falta de profundidad de cam po m odifica la
(1989), de J o ris Ivens. lectura de la imagen y, por tanto, su com prensión. El director deberá
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exterior (o viceversa). En tal caso, el decorado está som etido a las va
riaciones de la luz natural. Es el caso más rico y más com plejo pero el
más restrictivo. Será necesario adaptarse a las variaciones de la luz. na
tural y respetar su estilo.
Esta situación im pone el uso de luz adicional artificial, cuyo origen
n o deberá contradecir el efecto realista de la luz natural. Dicha luz adi
cional deberá perm anecer invisible al ojo del espectador. Será necesa
rio entonces arm onizar los contrastes (cantidad relativa de luz entre
Les baisers de secours (1989), de Philippe Garrel: la escenografía ha sido lar
gam ente preparada durante las localizaciones para adaptarse a la luz natural de los luces y som bras), la orientación (altura, dirección), la tem peratura de
decorados. color (T°), la naturaleza del haz (direccional com o el sol o difuso co
adaptar su concepción de la puesta en escena a las condiciones técni m o en días cubiertos).Tam bién podrán integrarse variaciones «acci
cas que su decisión im pone. dentales» del tipo «nubes que pasan», que son efectos observables en
la película de Philippe Garrel Les baisers de secours ( 1989) es un ejem plo la realidad.
de rodaje de «ficción» sin ninguna luz de apoyo.
Sucede a veces que nos vemos obligados a «forzar» la película en el
revelado para obtener todavía más sensibilidad (relativa). En tal caso,
tam bién será necesario tener en cuenta el antiestético increm ento del
«grano» que afecta a la nitidez de la imagen (favorecido por algunos
directores para «hacerla más real», pero esto son casos extrem os), y
sobre todo la aparición del «velo» en las bajas luces, que dificulta la
obtención de negros puros y, por tanto, de contraste y sensación de
profundidad. El realizador deberá tenerlo en cuenta para ahorrarse
una desilusión durante la proyección, la luz natural tam bién se pue
de realizar con ayuda de m edios artificiales, es decir, en decorado de
estudio o en decorado natural oscuro. Se trata entonces de un con-
cepto y un estilo. Volvere
1. Llamamos «decorado natural» a todo lugar real m os a ello.
(exterior, interior o mixto) elegido para hacer las
veces de decorado en el rodaje de una película. Este Queda el caso del decora
lugar puede utilizarse tal cual o bien ser acondicio d o natural1 que incluye
nado por un decorador con arreglo a las necesi La marquesa de O (La marquise d'O, 1976), de Éric Rohmer. La realidad de la
dades del guión. Es complejo, a m enudo constituí
aberturas que perm iten fil
luz natural creada por Néstor Alm endros pone al espectador en estado de indiscreción
do por interiores que dan a un exterior. m ar el interior con vistas al ante este abandono.
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D e l d ía a la n o c h e a m e r ic a n a ...
A - El raccord
Cierto núm ero de térm inos definen eso que llamamos «efectos de luz».
Estos efectos los decide el autor-director en el m om ento de pasar del
guión literario al guión técnico. Se eligen para servir la credibilidad
del relato o en función de la realidad de las situaciones. No son espe
cíficos de la luz natural, sino de todas las naturalezas de la luz.Tienen
reservada una casilla en la claqueta que durante el rodaje se usa para
identificar cada plano. Cierto núm ero de térm inos consagrados ofre
cen una indicación espacial y tem poral que determ ina el ambiente.
Cuando leen el guión técnico, todos los participantes del rodaje son
inform ados del efecto lum inoso del plano.
D istinguim os entre los efectos día, no ch e, a tard ecer (noche con luz
artificial), alba, crep ú scu lo y n o c h e am ericana. Asociadas a «Exte
rio r» o «Interior», encontram os en la claqueta las indicaciones:
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E xt/ N oche - Im /D ía - am plio y num erosos personajes a la hora ideal del efecto elegido. A
Ext/ Alba... Se trata de continuación se rodarán planos m ás cerrados orientándolos de un
m eras in d ic a cio n e s g e m odo favorable con respecto a la luz ideal. Por últim o se rodarán los
nerales destinadas al con planos m edios y los prim eros planos con luz artificial de apoyo, sobre
junto de los participan fondos m ejor orientados y creíbles.
tes y al laboratorio, en Puede em plearse una gradación de filtros que corrigen las variaciones
especial al etalonador, co de tem peratura de color, pero es preciso preverla desde que se rueda
laborador im portante del el prim ero de los planos de la escena.Tam bién pueden taparse las d i
o perador en su do m in io fíciles luces del sol en su cénit con grandes bastidores de tela blanca o
de la representación de negra, y entonces se reconstruye artificialm ente el efecto de dirección
C la q u e ta en A m a n e c e r (S u n ris e , 1925), de la luz y del que hablare de la luz solar directa en prim er térm ino para así poder controlarlo a
F. W. M u rn a u .
m os m ás adelante. lo largo de todo el rodaje de la escena.
Una de las principales dificultades es la de m antener la coherencia de Pero tam bién es posible q ue se desee una evolución de la luz en el
efectos y la credibilidad de la luz de la im agen a lo largo del rodaje, transcurso de la secuencia. Esto no facilita el control de la situación,
principalm ente cuando se rueda en exteriores o en decorados natura p or lo que será preferible rodar en el o rd en de los planos. Se hará evo
les interiores abiertos. lucionar la luz de plano a plano para pasar, por ejem plo, del sol al n u
Una película se rueda a lo largo de u n perío d o de entre 6 a 14 sem a blado claro, luego al nublado som brío y luego a la lluvia.
nas para contar una historia de un p ro m ed io de I 20 m inutos. Una es U n adm irable efecto de d o m in io de la p ro g re sió n lu m ín ic a puede
cena de 5 m in u to s pu ed e estar fragm entada en 15 planos y requerir observarse en el Cyrano de Bercjerac (1 9 9 0 ), de Jean-Paul R appeneau,
3 o 4 días de rodaje en decorados naturales. La luz deberá ser cohe ilum inada p o r Pierre L hom m e (véanse las págs. 70 y 7 1). En la es
rente durante toda la escena, los 15 planos deberán tener raccord cena de la m u e rte de C yrano, vem os u na caída progresiva del día
(véase «El etalonador», pág. 89). Pero, durante 3 o 4 días, de la m a para acabar casi de n o ch e, en una sutil gradación, casi im p e rc e p ti
ñana a la noche, la luz natural que intervenga variará y por lo tanto ble de p lan o a plano, q u e acom paña la agonía de C yrano hasta su
deberá ser com pensada, com o m ín im o m ediante filtros, reflectores y, m uerte.
probablem ente, m ediante luces de apoyo adaptadas. Por num erosas Señalemos de paso que, adem ás de d om inar la técnica, se necesita un
razones, los planos que constituyen la escena a m enudo no se ruedan carácter decidido y fuerte para ser capaz de im poner en el rodaje las
en el orden cronológico, lo cual com plica aún más el d o m in io de la restricciones im puestas p o r los m edios, por fuerza pesados, que se
continuidad lum ínica. precisan para lograr este d o m in io de la luz. Ya que antes ninguna otra
Si se ha elegido un efecto, hay que m antenerlo durante toda la esce persona, salvo el director de fotografía, puede afirm ar la necesidad de
na. Los m edios para lograrlo son diversos. Por ejem plo, en exteriores, tales restricciones. El director de fotografía necesita contar con la co n
se rodará el o los grandes planos abiertos que integran un decorado fianza y el respeto de los « m o n stru o s» del plato...
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elevado e ilum inando a los actores desde atrás, recorta a los persona
jes sobre unos fondos oscuros. Quedará por dosificar (con sutileza)
una difusa luz frontal para obtener un efecto que continúa siendo
m uy cinem atográfico... Una dificultad la plantean los suelos, que re
flejan los contraluces y traicionan un tanto la intención.
La segunda solución es la luz artificial, justificada en las ciudades por
la ilum inación pública en exteriores, o de fuentes eventualm ente visi
bles en la im agen o justificadas en un decorado interior.
La tercera es la noche deliberadam ente interpretada, teatralizada para
determ inado estilo de película, únicam ente preocupada por dar con
una estética favorable a la narración.
Demasiada luz en un efecto noche o claro de luna m odifica la form a
de interpretar de los actores, que tendrán tendencia a actuar com o en
pleno día. Existe una dualidad entre la búsqueda de im agen, e inclu
so de profundidad de cam po, y la credibilidad de la interpretación de
los actores en una supuesta oscuridad (es el problem a de la «noche
am ericana», evocado más adelante). Es preferible, por lo tanto, em
plear poca luz y elegir una película m uy sensible, no sólo por razones
prácticas sino tam bién de sentido, sobre todo si se trata de una pelí
cula realista. Hoy existen unos globos de tela blanca inflados con h e
lio, más ligeros que el aire y que pueden llevar en su centro tubos de
cuarzo o tubos H. M. I. de hasta 6 kW de potencia. Situados lo bas
tante arriba — son ascensionales hasta el lím ite del peso del cable de
alim entación arrastrado, esto es, entre 20 y 25 m — producen un
«efecto luna» m uy creí
A rrib a . En la calle re co n stru id a en e stu d io p o r
ble en una gran super
A le xa n d re T ra u n e r en la obra m aestra de M arcel Carné
ficie, partiendo de un Q u a i des b ru m e s (1938), E ugen S c h ü ffta n u tiliz a un
potente contraluz para hacer b rilla r el p a vim e n to m ojado
solo p u nto de luz y con
y d ra m a tiza r la m u e rte del p ro ta g o n is ta (Jean G abin).
un ángulo que genere A b a jo . Id é ntica d ra m a tiz a c ió n para El te rc e r h o m b re
(The th ird m an, 1950), de Carol Reed. B rillantes líneas de
la im presión buscada.
fu g a y so m b ra q u e se escapa. La luz de R obert Krasker
Para acabar, tenem os la a lim e n ta el suspense.
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luz producida por lám paras que llevan los actores (si el escenario lo más oscuro con ayuda de un
sugiere).Tam bién, quizá, los haces de los faros de un autom óvil en el filtro polarizador. Para ciertas
cam po de la cámara. O, incluso, la luz de un lugar visto con anterio películas, tam bién se puede
ridad en la historia y que justificará una luz «fuera de cam po»...T o crear una difusión ligera en los
das las justificaciones están en función de referencias realistas y creí brillos de la im agen con ayuda
bles en el guión. Si se trata de una película fantástica o de un filme de de tramas negras o difusores
terror, la paleta de elecciones será mayor, al ser la luz m enos realista y negros en cámara. Se reco
no estar necesariam ente justificada. m ienda equilibrar discreta
En la búsqueda de justificaciones para la luz, hem os visto que los am m ente los rostros en los planos
bientes cotidianos son identificables y designan lugares precisos p o r cercanos, m ediante una luz d i
que han dejado huella en nuestra m em oria. En este territorio tam bién fusa.
existen, sobre todo para la noche, referencias culturales ya im puestas Atención a los reflectores b ri
por el cine, sobre todo para el blanco y negro: un interior de habita llantes, m uy potentes y m uy
ción de hotel, en la ciudad, de noche, una am enaza que llega, la luz económ icos, pero que traicio
de la habitación que se apaga. Sólo perm anece el parpadeo de un neón nan el efecto y son un suplicio
en la calle, que ilum ina con interm itencia el decorado y a la actriz para los ojos de los actores.
presa del pánico... Este efecto dram ático form a parte de nuestra cultu Hay dos clases de noche am e
ra visual y el cine es el que lo ha im puesto en nuestra m em oria. ricana: la que se rueda a pleno
El riesgo, al reproducir estos efectos, es caer en la «cita». Aunque ¿por sol y la que se rueda en días
qué no? cubiertos.
En tiem po soleado es posible
C - La noche americana obtener un efecto de claro de
La noche am ericana es, com o la noche real ilum inada por el cine, una luna. La luz direccional del sol
representación transpuesta de la noche. hará las veces de luna (su órbi-
, . \ c ' H o riz o n te s de g ra n d e z a (The Big
Es un efecto de noche rodado de día (d a y fornight). Esta técnica p erm i ta aparente es a m ism a). . era C o u n try 1 9 5 8 ), de w iiiia m W yier. Una noche
te filmar grandes espacios, im posibles de ilum inar por la noche a cau preferible orientarse a contra- a m ericana ju stifica d a ...
solución del «día tapado» perm ite el rodaje de una larga secuencia in
cluso durante varios días, si se elige bien la estación. Es la segunda un personaje que se desplaza en la oscuridad con una vela o un q u in
ventaja. A cam bio, perderem os algo de contraste, tendrem os m enos qué en la m an o ).
la im presión de claro de luna. La lejanía será más difusa a causa de la Al estar la fuente presente «en im agen», la luz que aporta poseerá una
brum a. Estaremos más dentro de la «convención». dirección específica difícil de reproducir o de reforzar. El caso de la
En los dos casos subsiste el problem a de la interpretación de los ac vela en la m ano (que en el pasado inspiró a De LaTour...), sobre todo
tores. si el personaje se desplaza, es de los más apasionantes de resolver y las
soluciones varían en función de cada caso.
Las luces especiales de la noche A m enudo, la fuente (una vela) no es lo bastante intensa para ser na
En cine es frecuente incorporar fuentes de luz a la imagen. A veces es turalm ente filmable sin un apoyo de luz para dar un resultado satis
tas fuentes son móviles, com o las lámparas de petróleo, las velas, las factorio. Nos vemos entonces obligados a añadir una o varias fuentes
antorchas encendidas, los fuegos de leña e incluso los incendios. Estas artificiales cuya calidad (tem peratura de color y naturaleza del haz) se
fuentes tienen la particularidad de producir una luz fluctuante, en adapte al tema.
m ovim iento, cuyo efecto vacilante es característico. Algunas de esas Reforzar esta clase de luz im plica respetar cierto n ú m ero de p rin
fuentes, además, pueden ser «portadas» por los actores (por ejemplo, cipios. Una vela, por ejem plo, sostenida en la m ano por un p e rso
46 47
Capítulo 4
Crear la luz
P a la b ra s p a ra ilu m in a r
Fn igualdad de condiciones con los diálogos, los decorados, el ves
tuario, el sonido, la música, la planificación, el m ontaje, el encuadre,
el sonido... la luz es un m edio de expresión a disposición del director
para que éste exprese una idea con el cinematógrafo.
Usar de un m odo particular
la luz en un plano o una se
cuencia para inspirar un
sentim iento es hacer que la
,X , ,%y
Iv ' ü£ü
luz participe del relato.
_____________________
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La luz no escapa a esta regla, la libertad n o es ausencia de lim itacio El trabajo de la luz con los actores es m uy productivo. Ofrecerle a un
nes, es la elección de los m edios para resolverlas. Felizmente, con la actor una luz en la que se sienta bien, que le inspire confianza, o pro
luz las restricciones n o faltan, sean artísticas, técnicas o económ icas, ponerle por el contrario un obstáculo m ediante la luz, una resistencia
el único inconveniente es tener que elegir... que él pueda utilizar en su actuación, es una actividad m uy benefi
Cada película es un laboratorio de investigación, un prototipo, una ciosa para una película y que u n o descubre a base de experiencia. Si
pieza única. Esta noción es válida para todos aquellos que intervienen le m ostram os a un actor el efecto producido por una luz particular, él
en el proceso creativo y éstos son num erosos en ese m om ento «com o ella encontrarán la m ejor m anera de sacar partido de esa luz, del
partido» que es el rodaje de una película. En el caso del director de fo m ism o m odo que al m irar a un actor que ensaya en el espacio del de
tografía, es preciso encontrar la buena luz para cada plano sin perder corado nosotros encontram os ideas para retocar y afinar la luz.
de vista el anterior y el siguiente, el todo en la coherencia del con Escuchar las indicaciones de los directores a los actores constituye una
junto. Tras definir el estilo general, habrá que adaptarlo a las situacio provechosa fuente de elem entos creativos para la luz. En especial, en
nes de cada escena, teniendo en cuenta la interpretación de los acto el m om ento en que se dispone por prim era vez una escena, sea pla
res, apoyar esa interpretación o matizarla, no hacer pleonasm os nificada o en plano secuencia, este diálogo d irecto r/acto r es una
subrayando con excesiva insistencia una actitud, una expresión. fuente de gran utilidad para construir la luz. Estas indicaciones p er
m iten estar m ás en sintonía o en oposición con la «interpretación» y
hacer visible su sentido de un m odo más sutil.
La luz puede influir en el punto de vista del espectador.
Por ejem plo, en A nuestros uniores, de Maurice Pialat, la escena del h o
yuelo que reúne a Sandrine Bonnaire y a M aurice Pialat, que inter
preta a su padre. Al principio de la escena, el encuadre en plano m e
dio se centra en el padre que trabaja cosiendo pieles de zorro para
hacer un abrigo. Sólo está encendida la luz de trabajo de encim a de la
mesa. Al fondo, el resto de la habitación está en sombras. Se enciende
entonces la luz de la entrada, llega Sandrine Bonnaire para decirle
buenas noches a su padre. La chica vuelve del cine y se ha retrasado
un poco. Sigue una discusión p ad re/hija que trata de la relación con
los chicos. La casa está en silencio, la luz concentra la atención en los
actores, la oscuridad de los fondos refuerza esa intim idad propia de
las «confesiones». Realm ente uno tiene la im presión de que es de m a
drugada. Esta escena no habría tenido el m ism o sentido en una habi
S andrine Bonnaire atenta a las in d icaciones so b re luz que le da Jacques Loise-
leux d u ra n te el rodaje de A n u e stro s a m o re s (À nos a m o u rs, 1983), de M aurice Pialat. tación totalm ente ilum inada. Aquí el espectador está sum ergido en la
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>E cine y ARTES AUDIOVISUALES
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En prim er lugar está el tipo de película negativa elegida, la calidad luz se funde con los dem ás m edios de expresión y se convierte en es
del objetivo en la cámara, eventualm ente el o los Piltros situados ante critura de la em oción. C ontribuye a «contar», superando así su esta
el objetivo, el diafragm a escogido y aplicado, la calidad del revela tuto de sim ple técnica.
do del negativo, el tipo de luz aplicada por el etalonador para el tira M uchos de los com ponentes de la luz se convierten en otra cosa en la
je del positivo (que puede hacer variar considerablem ente la natura película proyectada. El juego consiste, sobre todo, en utilizar, en be
leza del resultado), el tipo de película positiva y su revelado (poco neficio del sentido, estas propiedades.
variable) y, por últim o, la calidad de la proyección (proyector, óptica, U no de los principales parám etros es el contraste de una película. La
lám para, pantalla). distribución de los negros, de los grises y de los blancos depende de
Todos estos parám etros son variables pero controlables. Esto significa él. La curva de contraste de una película depende de su constitución y
que crear la luz de un plano es, en gran m edida, integrar todos estos pa del tipo de revelado. Es una «respuesta» a la luz que ilum ina el tem a
rám etros para obtener lo que deseamos en la pantalla. Será preciso, por y cuyo contraste tam bién puede m odularse en gran m edida. Es posi
tanto, interpretar con conocim iento de causa lo que vemos en el set. ble crear una luz m uy suave o muy dura (contrastada). Según la pelí
Lo im portante es el resultado sobre la pantalla (de cine o de televi cula utilizada, el aspecto de la im agen será m uy distinto.
sión) al térm ino de la cadena. Incluso después de cuarenta años de O tro parám etro que influye en la reproducción fotográfica es la d en
oficio, el pequeño instante de trac antes de la proyección de los ru.shes sidad. La densidad está en función de la cantidad de luz que ilum ina
jarnás nos abandona. Ya que, por más que dispongam os de células fo el tema y la cantidad de luz que el diafragma dejará penetrar para que
toeléctricas, spotmeters, m edidores de brillo, luxóm etros, term ocolorí- im presione la película (en función de la sensibilidad).1 El resultado
m etros, frecuencím etros, tablas, curvas, cartas de gris y de color y ha producirá una im agen más o m enos densa, es decir, más o m enos cla
gam os tests... la im agen continúa siendo latente. No podem os verla de ra u oscura. Señalemos que la cantidad de luz que determ ina cierto
inm ediato. U no tiene que confiar en sus conocim ientos y enviar la diafragm a influirá en la profundidad de campo. Este elem ento, m uy
película «a ciegas» al laboratorio. En esta alquim ia entre la técnica y im portante en cinc, tam bién implica la luz y el sentido.
las sensaciones, a través de todas estas etapas tan frágiles, ¿qué vamos Q uedan la dirección de la luz y la calidad del haz (puntual, difuso, di-
a ver? ¿Se sentirá satisfecho el director? reccional, polarizado...), que no se ven m odificados por estas diferen
Y sin em bargo, no cam biaríam os por nada del m undo ese m om ento, tes etapas.
esa subida de adrenalina em inentem ente creativa. Rodar una película, La construcción de la luz para una película puede depender, com o
exponer película, es exponerse u n o m ism o, es, tam bién, tener la co n vemos, de num erosos factores. Entre otros, que ilum inar una película
fianza del director, de los actores, de los dem ás colaboradores. Este rodada en planos secuen- i
| 1. La variante tiempo usada en fotografía es fija en
riesgo genera creación, está íntim am ente ligado al proceso artístico. CÍa y Otra planificada en cine en razón de la cadencia invariable de 24 imá-
Nos m antiene despiertos, perm anentem ente concentrados en nues planos fijos n o plantean genes/segundo (1 /4 8 ) en la mayoría de casos. La
temperatura de color también es un parám etro va
tros conocim ientos y nuestras em ociones. Con todos los sentidos des las m ism as dificultades. No riable (véase más adelante).
piertos. La proyección es el p u n to de convergencia de las miradas. La perm itirán crear la m ism a 2. Un plano secuencia puede abarcar toda la dura-
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tilo de la película. La elección del estilo de luz para una película debe
hacerse teniendo en cuenta el estilo de planificación adoptado por el
realizador (plano fijo no quiere decir plano sin m ovim ientos, sino
plano sin cam bios de eje a lo largo de su duración, en travellinq lateral
por ejem plo).
El control de la continuidad estética de la luz tam bién depende de la
puesta en escena. La planificación tiene, por tanto, una im portancia
extrema en las decisiones relativas a la luz de una escena.
1. Sólo el p rim e r té rm in o está 2. El fo co se e xtiende hasta el fo n do ,
La planificación se materializa en form a de un docum ento que indica
enfocado.
De la in flu e n cia de la p ro fu n d id a d de ca m p o en el se n tid o del plano. el m odo en que una escena, unidad de lugar o de acción, va a filmar
se. Esta escena o secuencia puede rodarse en un solo plano (plano se
luz y el resultado podrá diferir m ucho en cada caso. Resulta m ucho cuencia) con m ovim ientos, pero sin cortes. O tam bién puede des-
más cóm odo dom inar perfectam ente los valores en un plano fijo in
cluso si los actores se desplazan en el interior de ese plano. Si el plano
secuencia incluye m ovim ientos de cámara (grúa, travelling con cambios
de eje...) o im portantes m ovim ientos de actores alrededor de la cá
mara que requieran panorám icas, las repercusiones sobre la luz serán
considerables.
Es m uy diíícil, y a veces hasta imposible, m antener ciertos efectos a
causa de los cam bios de eje a lo largo de un plano en movimiento. El
ángulo de ataque de la luz sobre los personajes es favorable bajo un án
gulo preferencial, sobre todo si se trata de una luz. muy m odelada,
procedente de una dirección m uy marcada. Si la cámara se desplaza es
preciso adaptar la luz, lo que sólo puede hacerse con grandes dificul
tades en el transcurso del
tió n de una escena. Los diferentes elementos del I plano. Nos veremos obli-
plano secuencia no estarán separados por un corte gados entonces a consentir
sino que quedan unidos en continuo mediante pa
norámicas, traveüings, movimientos que modifican el una luz m ás envolvente,
punto de vista sin interrupción de la cámara. Un mcilOS d i rcccioilcll ITICHOS
plano fijo puede tener la misma duración pero, El á n g e l e x te rm in a d o s de Luis Buñuel. Valores re la tiv o s de los encuadres:
como su nombre indica, la cámara permanecerá m odelada por tanto y qui- 1. Plano general. 2. Plano m edio. 3. Plano am ericano. 4. Plano c o rto . 5. P rim er
fija (o casi). zá contradictoria con el es plano. 6. P rim e rísim o p rim e r plano.
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