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Sistema Bibliotecario de la Suprema Corte de Justicia de la Nación

Catalogación
PO
Manual para una impartición interseccional de justicia con perspectiva de
Q550.113
M368m género / Comité Interinstitucional de Igualdad de Género del Poder
Judicial de la Federación ; [obra a cargo del Comité Interinstitucional
de Igualdad de Género del Poder Judicial de la Federación y de la
Unidad General de Igualdad de Género de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación ; presentación Ministro Luis María Aguilar
Morales ; prólogo Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos]. -- Primera
edición. -- Ciudad de México, México : Suprema Corte de Justicia de
la Nación, 2018.
xviii, 364 páginas ; 22 cm.

1. Perspectiva de género – Impartición de justicia – Legislación


– Instrumentos internacionales 2. Protección de los Derechos Humanos
– Equidad de género 3. Juzgadores – Buenas prácticas judiciales 4. Derecho
de acceso a la justicia 5. Reparación del daño I. Aguilar Morales, Luis María,
1949- , escritor de prólogo II. Luna Ramos, Margarita Beatriz, 1956- ,
escritor de prólogo III. México. Poder Judicial de la Federación. Comité
Interinstitucional de Igualdad de Género IV. México. Suprema Corte de
Justicia de la Nación. Unidad General de Igualdad de Género
LC KGF3008.5

Primera edición: diciembre de 2018

D.R. © Suprema Corte de Justicia de la Nación


Avenida José María Pino Suárez núm. 2
Colonia Centro, Alcaldía Cuauhtémoc
C.P. 06060, Ciudad de México, México.

Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio sin autorización escrita de los titulares
de los derechos.

El contenido de esta obra es responsabilidad exclusiva de los autores y no representa en forma


alguna la opinión institucional de la Supema Corte de Justicia de la Nación.

Impreso en México
Printed in Mexico

Esta obra estuvo a cargo del Comité Interinstitucional de Igualdad de Género del Poder Judicial
de la Federación y de la Unidad General de Igualdad de Género de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación.

La edición y el diseño estuvieron al cuidado de la Coordinación de Compilación y Sistematización


de Tesis de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Manual para una Impartición Interseccional
de Justicia con Perspectiva de Género

Ministro Luis María Aguilar Morales


Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
y del Consejo de la Judicatura Federal


Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos
Presidenta del Comité Interinstitucional de Igualdad de Género


del Poder Judicial de la Federación

Suprema Corte de Justicia de la Nación


Unidad General de Igualdad de Género

Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación


Dirección General de Igualdad de Derechos y Paridad de Género

Consejo de la Judicatura Federal


Instituto de la Judicatura Federal
Instituto Federal de Defensoría Pública
Coordinación de Derechos Humanos,
Igualdad de Género y Asuntos Internacionales

Asociación Mexicana de Juezas y Magistradas, A.C.

Asociación Mexicana de Juzgadoras, A.C.


Contenido

Presentación...................................................................... XI
Ministro Luis María Aguilar Morales
Prólogo.............................................................................. XIII
Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos

Manual para una Impartición Interseccional de Justicia


con Perspectiva de Género

Introducción..................................................................... 1
Objetivos ........................................................................... 5
Objetivo General.......................................................... 5
Objetivos Específicos.................................................... 5

Capítulo I. Marco conceptual


A. Principio de igualdad y no discriminación............... 9
B. Categorías sospechosas............................................ 11

VII
C. Perspectiva de género.............................................. 12
D. Sexo y género.......................................................... 15
E. Roles de género....................................................... 16
F. Estereotipos............................................................. 17
G. Determinación de contexto...................................... 17
H. Enfoque diferencial................................................. 19
I. Interseccionalidad................................................... 20
J. Método de la desventaja.......................................... 22
K. Orientación y preferencia sexual.............................. 23
L. Grupos en situación de vulnerabilidad.................... 24
M. Pobreza................................................................... 29

Capítulo II. Género y derechos humanos


A. Diversas miradas al género...................................... 33
1. Género y derecho penal en el sistema inquisitivo. 33
2. Género y derecho penal en el
sistema penal acusatorio..................................... 57
3. Género y derecho civil........................................ 93
4. Género y derecho familiar.................................. 102
5. Género y derecho laboral.................................... 109
VIII
6. Género y derecho electoral................................. 134
7. Género y derecho administrativo ....................... 143
8. Género y derecho agrario.................................... 164

B. Circunstancias y contextos específicos..................... 178


1.
Niñas................................................................... 178
2. Mujeres adultas mayores.................................... 195
3. Mujeres con discapacidad................................... 201
4.
Mujeres indígenas............................................... 214
5. Diversas identidades sexo-genéricas .................. 224
6.
Mujeres migrantes.............................................. 234
7. Mujeres privadas de la libertad........................... 246

Capítulo III. Buenas prácticas para juzgar con


perspectiva de género: pasos a seguir en el juzgamiento
A. Primer paso: Determinación de los hechos
y del contexto.......................................................... 255
B. Segundo paso: Determinación del derecho
aplicable y su reinterpretación................................. 259
C. Tercer paso: Argumentación.................................... 261
D. Cuarto paso: Reparación.......................................... 263

Capítulo IV. Presupuestos que garantizan


el acceso a la justicia
A. Asistencia legal y defensa adecuada......................... 269
B. Intérprete-traductor con conocimientos jurídicos
especializados (lenguas indígenas)........................... 278
IX
C. Identificación de necesidades urgentes y aplicación
de medidas de protección........................................ 284
D. Uso de lenguaje incluyente y neutral....................... 290

Capítulo V. Estándar de reparación integral del daño


A. Aspectos a evaluar................................................... 297
B. Medidas de reparación............................................ 304
Capítulo VI. Marco jurídico
A. Marco jurídico internacional.................................... 333
B. Marco jurídico nacional........................................... 336
C. Jurisprudencia......................................................... 337

Bibliografía....................................................................... 355

X
Presentación

E l marco constitucional vigente en México es claro en cuanto al


papel cimero de los derechos humanos; concretamente desde 2011, se
colocó a la persona como eje rector del proceder de las autoridades,
en la inteligencia de que éstas, en el ámbito de su competencia, deben
“promover, respetar, proteger y garantizar” los derechos de mérito.
Más todavía, la normativa que los reconoce debe interpretarse no sólo
conforme a la Constitución Federal y a los tratados internacionales
aplicables, sino también con base en el principio pro persona.

Aceptado ampliamente que la protección señalada debe proceder sin


discriminación alguna, es evidente que los órganos jurisdiccionales,
en concreto, se sujetan a lineamientos tanto normativos como inter-
pretativos, lo que significa que sus juicios han de valerse de técnicas
como la ponderación para ser acordes con los principios constitucio­
nales y convencionales. En este sentido, la perspectiva de género ha
cobrado fuerza inusitada en el quehacer jurisdiccional, pues se trata
de una metodología analítica compleja que propende a considerar,

XI
casuísticamente, lo que se espera del papel asignado a mujeres y a
hombres en la sociedad, de modo que sea factible evitar escollos para
que un sector en desventaja, como lo sería el femenino por motivos
históricos y culturales, acceda a la justicia en condiciones iguales a
las de su contraparte masculina.

En tal sentido, el Comité Interinstitucional de Igualdad de Género


del Poder Judicial de la Federación elaboró este Manual para una
Impartición Interseccional de Justicia con Perspectiva de Género, que
Suprema Corte de Justicia de la Nación

pretende establecer una base metodológica para incluir dicha pers-


pectiva en la función jurisdiccional, a fin de que se generen las accio-
nes necesarias para garantizar un acceso igualitario a la impartición
de justicia. El texto aborda todo lo relacionado con el género en el
marco de la ciencia jurídica, y describe prácticas para juzgar con base
en aquél, mediante una serie de pasos que involucran hechos, dere-
chos, argumentación y reparación.

“Sin temor a equivocarme”, apunta la Señora Ministra Margarita Beatriz


Luna Ramos en el Prólogo, “este Manual resultará una herramienta
de gran utilidad para fortalecer el acceso a la justicia de las mujeres
erradicando la discriminación en su contra, promoviendo la igual-
XII dad de derechos”.

Ministro Luis María Aguilar Morales


Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
y del Consejo de la Judicatura Federal
Prólogo

A partir del reconocimiento de los derechos de la mujer a una


vida libre de violencia y discriminación y de acceso a la justicia en
condiciones de igualdad, es necesario que los órganos jurisdicciona-
les introduzcan la perspectiva de género en la impartición de justi-
cia, como un método para detectar y eliminar todas las barreras y
obstáculos que discriminan a las personas por condición de sexo
o género, es decir, juzgar considerando las situaciones de desventaja
que, por cuestiones de género, discriminan e impiden la igualdad.
En otras palabras, tener en cuenta los factores de desigualdad real de
quienes enfrentan un proceso judicial, adoptando medidas de compen­
sación que contribuyan a reducir o eliminar los obstáculos y las defi­
ciencias que impidan o reduzcan la defensa eficaz de sus intereses.

Es ésta, precisamente la razón de ser primordial del Comité Interins-


titucional de Igualdad de Género del Poder Judicial de la Federación.
Promover la igualdad en nuestro quehacer sustantivo, es decir, en la
labor jurisdiccional, tanto como en la política institucional.

XIII
Por ello, el 7 de abril de 2017, en sesión ordinaria, el Comité Inter­
institucional acordó la elaboración de este Manual para una Imparti-
ción Interseccional de Justicia con Perspectiva de Género, con el objetivo
de establecer una base metodológica de inclusión de la perspectiva de
género desde un enfoque de derechos humanos en la labor jurisdic-
cional, con el aporte fundamental de juzgadoras y juzgadores.

Como punto de partida para su elaboración, se decidió aprovechar


los análisis de sentencias que se han llevado a cabo en la reuniones
Suprema Corte de Justicia de la Nación

del Comité de Seguimiento y Evaluación del Pacto para Introducir la


Perspectiva de Género en los Órganos Impartidores de Justicia en
México, así como en los Encuentros Internacionales “Juzgando con
Perspectiva de Género” que se han celebrado, complementado con los
valiosos aportes de las y los integrantes del Comité Interinstitucional.

Dada su amplia capacidad y experiencia como juzgadora y su entu-


siasta disposición, por acuerdo unánime del Comité se aprobó que
la Magistrada Lilia Mónica López Benítez, Presidenta de la Asocia-
ción Mexicana de Juzgadoras, A.C., se encargara de la coordinación
de los trabajos respectivos.
XIV

El resultado no pudo ser mejor. Además de cumplir con el objetivo


de ser una guía práctica que auxilie a los y las impartidoras de justi-
cia para aplicar la perspectiva de género, es un documento que será
referente tanto en el aspecto sustantivo como en el adjetivo de la ma­
teria. Sin temor a equivocarme, este Manual resultará una herramien-
ta de gran utilidad para fortalecer el acceso a la justicia de las mujeres,
a fin de erradicar la discriminación en su contra y promover la igual-
dad de derechos.

El Manual comienza recordando los conceptos teóricos indispensa-


bles para aplicar este método de análisis como el principio de igual-
dad y no discriminación; los estereotipos; la definición y distinción
entre sexo y género; la interseccionalidad y los grupos en situación de
vulnerabilidad, entre otros. Todo ello, apoyado en fuentes teóricas,

Manual para una Impartición Interseccional


en tratados internacionales y en la jurisprudencia, en su caso.

de Justicia con Perspectiva de Género


El segundo capítulo, intitulado “Género y Derechos Humanos”, se di­
vide en dos partes. La primera, “Diversas miradas al género”, se sub­
divide a su vez en las distintas materias en que se desarrollan los
procesos en nuestro país.

Así, esta obra realiza un recorrido por las particularidades inherentes


al proceso penal, incluyendo el tradicional y el acusatorio en sus dis­
tintas etapas; el correspondiente al derecho civil con las debidas
distinciones entre el procedimiento netamente civil y los de natura-
leza mercantil; prosigue con derecho laboral, electoral, administrativo
y agrario.
XV

En cada una de las materias y a partir de la propia experiencia de los


autores y las autoras, se incluyen los posibles problemas en materia
de género a los que podrían enfrentarse las juzgadoras y los juzgado-
res y la manera de abordarlos, una vez más soportados con criterios
y tesis jurisprudenciales, destacando las buenas prácticas en materia
de perspectiva de género y derechos humanos de cada uno de ellos.
Se incluyen además casos prácticos para enfatizar la aplicación del
método de análisis.

En la segunda parte de este capítulo, titulada “Circunstancias y contex­


tos específicos”, se aborda el tema de la interseccionalidad, fundamental
al tratar con grupos en situación de vulnerabilidad. La intersecciona-
lidad es una herramienta de análisis y elaboración de políticas, que
aborda múltiples discriminaciones y nos ayuda a entender la manera
en que conjuntos diferentes de identidades influyen sobre el acceso
Suprema Corte de Justicia de la Nación

que se pueda tener a derechos y oportunidades.1

De esta manera, el Manual aborda los casos en que las mujeres, además
por su propia condición, se encuentran en otro supuesto de discri-
minación, al ser también niñas, adultas mayores, indígenas, migran-
tes, mujeres con discapacidad o privadas de su libertad. Es así como
se delimita el marco jurídico mediante los instrumentos internaciona­
les de protección para cada uno de ellos y posteriormente se aborda
la intersección con el género, lo cual las hace víctimas de conductas
discriminatorias específicas.

En el tercer capítulo llegamos al corazón del Manual, en donde se


XVI nos ilustra paso a paso en torno de las buenas prácticas para juzgar
con perspectiva de género a lo largo de un proceso. Desde la deter-
minación de los hechos y el contexto, la determinación del derecho
aplicable y su reinterpretación; la argumentación y, finalmente, la

1
“Interseccionalidad: una herramienta para la justicia de género y la justicia económica”,
en Derechos de las mujeres y cambio económico, Núm. 9, agosto de 2004, Asociación para
los Derechos de la Mujer y el Desarrollo.
reparación. Cada uno de ellos, orientado a la materialización y efec-
tiva realización de los derechos fundamentales.

En el capítulo cuarto, extendiendo el compromiso con una imparti-


ción de justicia que promueva la igualdad sustantiva no sólo en el
papel, se abordan los requisitos para garantizar el acceso a la justicia
de las mujeres. El acceso a la justicia es una preocupación generali-
zada en los más altos niveles que parte desde el Comité para la

Manual para una Impartición Interseccional


Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus

de Justicia con Perspectiva de Género


siglas en inglés). Éste derecho es un presupuesto indispensable si
queremos hablar de buenas prácticas en la impartición de justicia.

Entre estos temas se cuentan la asistencia legal y debida defensa; la


interpretación y defensa en lenguas indígenas; la identificación de
necesidades urgentes y medidas de protección, y el uso de lenguaje
incluyente y neutral.

La quinta parte aborda un tema fascinante en el que aún queda mucho


por estudiar: la reparación integral del daño. El Manual incluye un
marco general de la evolución de este concepto, así como los aspec-
tos por evaluar y las distintas medidas de reparación: restitución,
XVII
compensación económica, satisfacción y no repetición, todo ello de
acuerdo con la normatividad aplicable, con especial acento en la Ley
General de Víctimas.

Finalmente, se recopilan el marco jurídico nacional e internacional,


así como la jurisprudencia y tesis aisladas en que se sustenta para una
más fácil identificación por parte de los juzgadores y las juzgadoras.
Termino mi gestión al frente del Comité Interinstitucional satisfecha
de que el esfuerzo conjunto de juzgadoras y juzgadores se materialice
en la publicación de este Manual, que, estoy convencida, será una
herramienta imprescindible para alcanzar una impartición de justi-
cia más efectiva e igualitaria.

Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos


Suprema Corte de Justicia de la Nación

XVIII
Introducción

E l anhelo de justicia social que ha derivado de las sistemáticas


violaciones a derechos humanos cometidas en gran parte de los Esta­
dos de América Latina ha encontrado eco generalizado en los marcos
constitucionales y en instrumentos regionales de protección de
derechos fundamentales, tal es el ejemplo de las reformas de la Cons­
titución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de
Derechos Humanos de junio de 2011, de Justicia Penal en 2008 y
de la Ley de Amparo en 2013, que complementan las adhesiones
que el propio Estado Mexicano ha realizado a nivel regional, tanto a la
Convención Americana como en el reconocimiento de la competen­
cia de la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Estas modificaciones configuran la obligación de asegurar el cum­


plimiento de los derechos humanos reconocidos, no sólo en el ámbi-
to nacional sino en el convencional, estableciendo un parámetro de
control de regularidad constitucional para comprender la obligación

1
del Estado en su conjunto, y de proteger y garantizar en todo mo-
mento los derechos de las personas que habitan en su territorio.

Para el Poder Judicial esa obligación se ejerce a través de sus resolu-


ciones, donde impera la protección de los derechos fundamentales
con especial énfasis en aquellos actos de calificación de las conduc-
tas que transgredan el marco jurídico y la ejecución de la sanción que
recae sobre ellas, sin dejar de lado la obligación de impartir justicia
en todas las materias.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Al cumplir con lo anterior, no sólo se protegen los bienes jurídicos de


cada persona sujeta a su jurisdicción, sino que se ofrece seguridad y
certeza dentro del marco del Estado de Derecho. La dificultad de esa
atribución, propia del ejercicio coactivo del poder del Estado, reside
en la valoración de cada caso concreto, donde deben estimarse fac-
tores como la heterogeneidad de las conductas, la pluralidad de los
derechos que deben ponderarse, el contexto en el cual se desarrollan
las acciones y los diversos aspectos modificadores de análisis como la
pertinencia de las personas a grupos en situación de desventaja o
vulnerabilidad; condiciones que en su conjunto cumplen el principio
de tutela judicial efectiva convirtiendo a las personas operadoras de los
2
aparatos de justicia en un garante de los derechos fundamentales.

De esta manera, la tarea resulta fundamental y compleja, pues como


ya hemos afirmado, el camino se encuentra lleno de nuevos paradig-
mas, máxime si resulta novedoso el colocar a la persona humana
como centro de protección, sin jerarquías normativas ni estereotipos
legales, atendiendo como primer aspecto al principio de igualdad;
comprendiendo además, la naturaleza interseccional de la discrimi-
nación y la consecuente obligación de las instancias de justicia de
accionar en favor de aquellas personas que en lo particular resienten
una o varias condiciones de desventaja.

En ese sentido y reconociendo las diversas condiciones históricas de


desigualdad que se ciernen, cultural y estructuralmente sobre las mu­
jeres, las niñas y las adolescentes, es que se presenta este Manual, que

Manual para una Impartición Interseccional


busca establecer una base metodológica para la inclusión de la pers-
pectiva de género desde un enfoque de derechos humanos en la

de Justicia con Perspectiva de Género


labor jurisdiccional, permitiendo generar la normalización de accio-
nes necesarias para garantizar el acceso a la justicia.

3
Objetivos

Objetivo General

El presente proyecto busca establecer un proceso metodológico


formal para incorporar el análisis de la perspectiva de género con
un enfoque de derechos humanos en los procesos jurisdiccionales
donde alguna de las partes pueda ubicarse en un grupo o categoría
vulnerable.

Objetivos Específicos

 A través de una herramienta metodológica identificar las


necesidades de las personas sujetas a jurisdicción, a partir
de la presencia o existencia de una o varias categorías de
vulnerabilidad.

 Generar un proceso estandarizado para el análisis del con­


texto y la aplicación del marco normativo desde el enfo-
que de derechos humanos con perspectiva de género.

5
 Consolidar una ruta crítica para la aplicación de accio-
nes con enfoque diferencial.

 Presentar conceptos elementales para la aplicación de la


perspectiva de género, necesarios para el desarrollo argu-
mentativo de los casos donde se aplica esta metodología
para su solución.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

6
Capítulo I
Marco
conceptual
E n esta sección se aborda el conjunto de nociones que soportan
esta propuesta de acciones de enfoque diferencial en favor de per­
sonas en condiciones de vulnerabilidad, estableciendo las implica-
ciones conceptuales y legales a las que se hará referencia a lo largo
del documento.

A. Principio de igualdad y no discriminación

Este principio resulta uno de los ejes fundamentales del enfoque


moderno de los derechos humanos al establecer el entendimiento
que el Derecho Internacional guarda con las necesidades de las rela­
ciones existentes entre todas las personas, reconociendo las dife­
rencias y previniendo las acciones necesarias para alcanzar el ejercicio
de los derechos fundamentales.

En concreto, este principio, como lo señala el artículo 26 del Pacto


Internacional de Derechos Civiles y Políticos1 significa que todas las

1
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Artículo 26. Todas las personas son iguales
ante la ley y tienen derecho sin discriminación a igual protección de la ley.

9
personas, sin distinción, tienen el reconocimiento de sus derechos,
responsabilidades y oportunidades.2 Lo anterior se traduce en la obli­
gación gubernamental de garantizar la igualdad de trato ante la ley y
de la misma manera el ser protegido contra actos de discriminación
motivada por origen étnico, género, discapacidad, salud, edad o cual­
quier otra distinción ilegal que atente contra la dignidad.

Para el desarrollo del presente instrumento y a efecto de ser manejable


Suprema Corte de Justicia de la Nación

el uso de este principio, a continuación se definen los conceptos de


igualdad y discriminación.

Igualdad. Fundamento ético, político y jurídico de una sociedad de-


mocrática, que tiene dos dimensiones básicas. La primera, relativa a
que a cada miembro de la sociedad le debe ser asegurado, de modo
igualitario, un cierto catálogo de derechos básicos para desarrollar
su proyecto de vida. La segunda apunta al establecimiento de condi-
ciones que garanticen a cada persona el goce de un mínimo común
de beneficios sociales y económicos.3

10 Discriminación. Es toda distinción, exclusión o restricción que, basada


en el origen étnico o nacional, sexo, edad, discapacidad, condición
social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, reli-
gión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra,

2
Bayefsky, Anne F., “The Principle of Equality or Non-Discrimination in International Law”,
Human Rights Law Journal, Vol. 11, No. 1-2, Oslo, Norway, 1990, p. 2.
3
Glosario de Género, Instituto Nacional de las Mujeres, México, noviembre 2007, p. 78.
tenga por efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de
los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas.4

B. Categorías sospechosas

Conocidas también como rubros prohibidos de la discriminación.


Reconocen la existencia de ciertas características de grupos sociales
que han sido cultural e históricamente consideradas para estable-

Manual para una Impartición Interseccional


cer estereotipos de exclusión a las personas que se asocian con esos

de Justicia con Perspectiva de Género


atributos.

Las principales categorías sospechosas han sido el sexo, raza, color


de la piel, origen étnico o nacional, posición económica, opiniones
políticas, condición social. Sin embargo, atendiendo a otras formas de
discriminación detectadas existen otras categorías, como la preferen-
cia sexual, la edad, la discapacidad, el estado civil, el género, la reli-
gión, el estado físico o mental o cualquier otra que atente contra la
dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los dere-
chos y libertades de las personas.

El reconocimiento positivo de estas categorías en el artículo 1o. cons­ 11

titucional, último párrafo,5 implica, además de una evolución en la

4
Artículo 4 de la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación.
5
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Artículo 1.
[…]
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la
edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las
opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra
interpretación de la protección de los derechos humanos,6 la obliga-
ción de llevar a cabo un escrutinio estricto de las medidas aplicadas
a las personas que pertenecen a alguna de las categorías, pues par-
tiendo de que su sexo, raza, edad, discapacidad, entre otras, son
factores de riesgo, el Estado debe identificarles y atenderles priorita-
riamente para prevenir o en su caso reparar actos discriminatorios
que comprometan el ejercicio de sus derechos. Lo que resulta funda-
mental para aplicar acciones institucionales y jurisdiccionales que
Suprema Corte de Justicia de la Nación

entendiendo esta diferencia puedan atender las necesidades especí-


ficas de cada persona que pertenece a una categoría sospechosa.

C. Perspectiva de género

Es la categoría de análisis que aglutina la metodología y los mecanis-


mos destinados a la comprensión de la estructura cultural y las cons-
trucciones sociales que establecen roles de comportamiento esperado
para mujeres y hombres,7 identificando las “obligaciones sociales” con
lo masculino y lo femenino. En este sentido, se configura como una
12 estrategia que abona a mejorar el acceso a la justicia.

la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades
de las personas.
6
Tesis CCCXV/2015, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2010268, de rubro: CATEGORÍAS
SOSPECHOSAS. LA INCLUSIÓN DE NUEVAS FORMAS DE ÉSTAS EN LAS CONSTI-
TUCIONES Y EN LA JURISPRUDENCIA ATIENDE AL CARÁCTER EVOLUTIVO DE LA
INTERPRETACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS.
7
Chávez Carapia, Julia del Carmen, Perspectiva de Género, Ed. Plaza y Valdés, México,
2004, p. 13.
En estos términos, la obligación de las personas operadoras de los
aparatos de justicia de juzgar con perspectiva de género puede resu-
mirse en el deber de impartir justicia sobre la base del reconocimiento
de la particular situación de desventaja en la cual históricamente se han
encontrado las mujeres —que no necesariamente está presente en
cada caso—, como consecuencia de la construcción que sociocul­
turalmente se ha desarrollado en torno a la posición y al rol que
debieran asumir en razón de su sexo.

Manual para una Impartición Interseccional


de Justicia con Perspectiva de Género
La importancia de este reconocimiento estriba en que de él surgirá la
posibilidad de que, quienes tengan encomendada la función de im-
partir justicia, puedan identificar las discriminaciones que de derecho
o de hecho pueden sufrir hombres y mujeres, ya sea directa o indirec­
tamente, con motivo de la aplicación del marco normativo e institu-
cional mexicano.8

Cabe destacar que aun cuando las partes no lo soliciten, debe im­
plementarse un método en toda controversia jurisdiccional, a fin de
verificar si existe una situación de violencia o vulnerabilidad que,
por cuestiones de género, no favorezca la impartición de justicia
de manera completa e igualitaria, es decir, el analizar los casos bajo 13

este enfoque robustecería el principio de imparcialidad en la función


judicial. Para ello, los órganos de impartición de justicia deben tomar
en cuenta lo siguiente:

8
Tesis XXVII/2017, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2013866, de rubro: JUZGAR CON PERS-
PECTIVA DE GÉNERO. CONCEPTO, APLICABILIDAD Y METODOLOGÍA PARA CUM-
PLIR DICHA OBLIGACIÓN.
 Identificar si existen situaciones de poder que por cues-
tiones de género den cuenta de un desequilibrio entre las
partes de la controversia;

 Cuestionar los hechos y valorar las pruebas desechan-


do cualquier estereotipo o prejuicio de género, a fin de
visualizar las situaciones de desventaja provocadas por
condiciones de sexo o género;
Suprema Corte de Justicia de la Nación

 En caso de que el material probatorio no sea suficiente


para aclarar la situación de violencia, vulnerabilidad o dis­
criminación por razones de género, ordenar las pruebas
necesarias para visibilizar dichas situaciones;

 De detectarse la situación de desventaja por género, cues-


tionar la neutralidad del derecho aplicable, así como eva-
luar el impacto diferenciado de la solución propuesta
para buscar una resolución justa e igualitaria de acuerdo
al contexto de desigualdad por condiciones de género;

14
 Aplicar los estándares de derechos humanos de todas
las personas involucradas, especialmente de los niños y
niñas;

 Considerar que el método exige que, en todo momento,


se evite el uso del lenguaje basado en estereotipos o pre-
juicios, por lo que debe procurarse un lenguaje incluyente
y no sexista con el objeto de asegurar un acceso a la jus-
ticia sin discriminación por motivos de género.9

Como puede verse, la perspectiva de género más que una categoría


analítica es una herramienta valiosa para remediar los potenciales
efectos discriminatorios que el ordenamiento jurídico y las prácticas
institucionales pueden tener en detrimento de las personas.

Manual para una Impartición Interseccional


D. Sexo y género

de Justicia con Perspectiva de Género


Un par de conceptos básicos para entender la perspectiva de género es
tener presente la diferencia entre sexo y género. El sexo se compone
de todas las características anatómicas y biológicas diferenciales que
existen entre mujeres y hombres. Es un concepto del ámbito de la
biología que designa características del cuerpo humano.10

En cambio, el género es la construcción social y cultural impuesta a


cada sexo a través de roles, comportamientos, actividades y caracte-
rísticas afectivas e intelectuales que cada sociedad considera apropia­
das para las mujeres y los hombres.
15

9
Tesis J.22/2016, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2011430, de rubro: ACCESO A LA JUSTI-
CIA EN CONDICIONES DE IGUALDAD. ELEMENTOS PARA JUZGAR CON PERSPEC-
TIVA DE GÉNERO.
10
En este punto, Alda Facio destaca que lo que se entiende por sexo es también producto
de una construcción social, lo que ha conllevado a una subvaloración de todo lo femeni-
no, ya que los roles y características que se le atribuyen a cada sexo, basadas en diferencias
biológicas, no son una consecuencia ineludible de esas supuestas diferencias, por el con-
trario, pueden ser transformadas. Ver, Facio, Alda y Fries, Lorena, Género y derecho, LOM
Ediciones, Santiago de Chile, 1999, p. 40.
Al respecto la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en
Beijing (1995), adoptó el concepto de género declarando que “se
refiere a los papeles sociales construidos para la mujer y el hombre asen-
tados en base a su sexo y dependen de un particular contexto socioeconó-
mico, político y cultural, y están afectados por otros factores como son la
edad, la clase, la raza y la etnia”.

Estas construcciones psicosociales han partido de las diferencias


biológicas reales, y sobre ellas, la propia sociedad ha edificado atribu­
Suprema Corte de Justicia de la Nación

tos y roles que asume como propios y naturales para cada sexo. Ade-
más de ser dicotómicas, han sido el resultado de procesos mantenidos
y reforzados por la ideología patriarcal.11

Por tanto, esta categoría conceptual explica cómo la construcción


social de nuestra cultura ha transformado las diferencias entre los
sexos en desigualdades sociales, económicas y políticas.

E. Roles de género

Se refieren a los comportamientos que la sociedad espera que realicen


o desarrollen los hombres y las mujeres, en especial, cómo deben in­
16
teractuar y qué funciones o responsabilidades deben asumir en la
sociedad. Es decir, cómo deben actuar con otros integrantes del mis-
mo u otro sexo, en la familia, en el trabajo y en su entorno social.12

11
Facio, Alda y Fries, Lorena, Género y derecho, op. cit., p. 35.
12
Un ejemplo de ello lo pone de manifiesto la Corte IDH, en el caso Atala Riffo y Niñas vs.
Chile al señalar lo siguiente: “En consecuencia, la Corte considera que exigirle a la madre
que condicionara sus opciones de vida implica utilizar una concepción “tradicional” sobre
Estas funciones y tareas son asignadas por la sociedad en función del
sexo y acorde con las culturas y los momentos históricos.

F. Estereotipos

Ideas preconcebidas que determinan las conductas, comportamien-


tos y actitudes que deben tener las personas en función del grupo de
pertenencia. Como subcategoría tenemos a los estereotipos de género

Manual para una Impartición Interseccional


que se refieren a aquellas expectativas de comportamiento o prejui-
cios generados sobre cómo debe ser y cómo deben comportarse los

de Justicia con Perspectiva de Género


hombres y las mujeres.

Su origen se encuentra en las diferencias biológicas entre hombres y


mujeres que justifican tratos diferenciados que, al ser socialmente
creados, conllevan desventaja para las mujeres que tienen un rol de
género secundario. Por tanto, son una creación social que se va mol-
deando desde el núcleo familiar hasta aquellos ámbitos en que cada
persona se desarrolla y participa.

G. Determinación de contexto

En principio, el contexto debe ser entendido como el conjunto de 17


características y circunstancias que crean y determinan una realidad
fáctica y sustantiva respecto de una situación o persona.

el rol social de las mujeres como madres, según la cual se espera socialmente que las
mujeres lleven la responsabilidad principal en la crianza de sus hijos e hijas y que en pos
de esto hubiera debido privilegiar la crianza de los niños y niñas renunciando a un aspecto
esencial de su identidad. (…)”, en OEA, Cuadernillo de Jurisprudencia de la Corte Interameri­
cana de Derechos Humanos, “Género”, núm. 4, 2015, p. 10.
Así, el contexto debe ser observado por las instancias de justicia ante
un fenómeno jurídico, no como un acto individual, sino como el
resultado de un contexto social, político, económico, cultural e his-
tórico. Lo que implica que se debe identificar si las personas sujetas
a su atención se encuentran en alguna situación específica de vul­
nerabilidad atendiendo a las estructuras, procesos o valores de su
sociedad.

De esta manera, la acción de identificación de la persona y su deter-


Suprema Corte de Justicia de la Nación

minación de contexto suponen incorporar al razonamiento jurídico


el entendimiento de las condiciones de desigualdad tanto estructural
y asimétricas de poder que viven los grupos en situación de vulnera-
bilidad, generadas por la falta de reconocimiento social, situación
económica precaria y su escasa representación política.13

Esta condición de la estructura social genera la justificación razona-


ble del trato diferenciado otorgado por las instituciones obligadas a
garantizar la protección de los derechos fundamentales, basado en el
cumplimiento del principio de igualdad y no discriminación, fijan-
do condiciones de igualdad sustantiva que permitan hacer realidad

18
el acceso a la justicia para cada persona sometida a jurisdicción.

Una vez que se ha delimitado cómo se integra el contexto, urge vis-


lumbrar la conceptualización de su determinación (identificación de la
persona), la cual no es más que la acción que subyace a la resolución

13
Ferrajoli, Luigi, Derechos y Garantías. Ley del más débil, Ed. Trotta, Madrid, 4a. Edición,
2004, pp. 73-74.
de un conflicto de derecho, ya que implica el ejercicio metodológico
que la autoridad debe aplicar ante un fenómeno jurídico, teniendo a
esta acción no como un acto individual, sino como el resultado deri­
vado de un contexto social, político, económico, cultural e histórico,
que implica que quienes operan los aparatos de justicia identifiquen
si las personas sujetas a su atención se encuentran en alguna situa-
ción específica de vulnerabilidad a la luz de las estructuras, procesos
o valores de su sociedad.

Manual para una Impartición Interseccional


De esta manera, toca incorporar al razonamiento jurídico el recono-

de Justicia con Perspectiva de Género


cimiento de las condiciones de desigualdad estructural y las asime-
trías de poder que viven los grupos en situación de vulnerabilidad
generadas por la falta de reconocimiento social, situación económica
precaria y su escasa representación política.

Esta condición de la estructura social genera la justificación razona-


ble del trato diferenciado otorgado por las instituciones obligadas a
garantizar la protección de los derechos fundamentales, basado en el
cumplimiento del principio de igualdad y no discriminación, estable­
ciendo condiciones de igualdad sustantiva que permitan hacer realidad
el acceso a la justicia para cada persona sometida a jurisdicción.
19

H. Enfoque diferencial

Es el método de análisis, actuación y evaluación que se toma como


resultante del estudio de pertenencia de una persona a una o varias
categorías sospechosas (interseccionalidad) brindando atención
integral, protección y garantía de sus derechos, atendiendo así la
necesidad generada por su condición específica de desigualdad.14
Así, el enfoque diferencial no implica razonamientos o interpreta­
ciones abstractas, sino particularización e individualización de las
acciones por parte del órgano operador de justicia frente a la exigen-
cia de las personas titulares de los derechos, dando una respuesta
desde la necesidad de grupo socioeconómico, género o la identidad
cultural, sin dejar de lado las variables implícitas en el ciclo vital,
como la niñez, juventud, adultez y vejez.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Así, el enfoque diferencial es el instrumento jurídico idóneo para


revertir o evitar los procesos y actos que generan las condiciones
actuales o históricas de discriminación e impiden el goce efectivo de
derechos fundamentales.

I. Interseccionalidad

Instrumento de estudio que permite abordar las distintas realidades


de la desigualdad y discriminación. Consiste en analizar y entender
las maneras en que el género se cruza con otras identidades o facto-
res, por ejemplo, la raza, el color de piel, la etnicidad, el idioma, la
orientación sexual, la religión, la clase socioeconómica, la localiza-
20 ción geográfica, el estatus migratorio, entre otras.

El “Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes


violentas de mujeres por razones de género (femicidio/feminicidio)” de

14
Ministerio de Salud y Protección Social, República de Colombia, Glosario de Términos,
consultado el jueves, 18 de enero de 2018, en: https://www.minsalud.gov.co/Lists/Glosario/
DispForm.aspx?ID=21
ONU Mujeres refiere que, bajo un análisis interseccional, se pueden
considerar las diferentes formas en que las discriminaciones (racia-
les, de género, de sexualidad, de origen rural, etc.) interactúan con
otros múltiples y complejos factores de exclusión, sin subordinar o
matizar uno en favor del otro, sino tomándolos como herramien-
tas que permiten visibilizar los impactos diferenciados de las diversas
manifestaciones de violencia contra las mujeres. Esta intersecciona-

Manual para una Impartición Interseccional


lidad de factores en una misma mujer se debe comprender como

de Justicia con Perspectiva de Género


parte de una estructura global de dominación.15

De esta forma, la perspectiva interseccional amplía la mirada sobre la


producción de desigualdades en contextos específicos y permite un
análisis más consecuente con la realidad. Dicho análisis no debe
entenderse como una suma que incrementa la carga de desigualdad
respecto de un grupo o sector que se encuentra más victimizado o
privilegiado que otro, sino como una que produce experiencias sus-
tantivamente diferentes, cuyo objetivo es hacer visibles dichas dife-
rencias para superar las discriminaciones.16

21
15
Oficina Regional para América Central del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Derechos Humanos (OACNUDH); Oficina Regional para las Américas y el Caribe de la
Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las
Mujeres (ONU Mujeres), Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes
violentas de mujeres por razones de género (femicidio/feminicidio), 2014, p. 43, disponible en:
http://www.ohchr.org/Documents/Issues/Women/WRGS/ProtocoloLatinoamericanoDe
Investigacion.pdf
16
Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo (AWID), “Interseccionalidad:
una herramienta para la justicia de género y la justicia económica”, en Derechos de las
mujeres y cambio económico, núm. 9, agosto 2004, disponible en: http://www.inmujeres.
gub.uy/innovaportal/file/21639/1/2_awid_interseccionalidad.pdf
Por tanto, se puede decir que la perspectiva interseccional se centra
en contextos particulares, en experiencias específicas y en aquellos
aspectos cualitativos de la desigualdad que convergen en una con-
troversia judicial y que son necesarios de observar al juzgar a una
persona que se encuentra en un contexto o situación específica, más
aún si se trata de una mujer que ya se encuentra en una situación de
vulnerabilidad por el contexto del género en nuestra sociedad.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

J. Método de la desventaja

Método de análisis argumental que permite a las instancias de jus­


ticia efectuar la elección de acciones pertinentes para atender una
situación de discriminación en cualquiera de las tres dimensiones
(formal, material o estructural), resultando posible elegir el modo de
abordaje adecuado para atender el acto discriminatorio específico
que impide el ejercicio del derecho de la persona particular.

En ese sentido, no basta con analizar el acto discriminatorio desde el


22
punto de vista formal, sino que el órgano operador de justicia debe
sujetar el hecho a una triple comprobación: 1. Que la acción que resuel­
va la situación esté prevista en la ley (test de la diferencia de la conse-
cuencia jurídica), 2. Que haya motivos para pretender la igualdad, es
decir, comprobar que existe una necesidad material (test de la rele-
vancia) y 3. Que pueda justificarse razonablemente la aplicación de una
acción diferenciada en favor de la persona que presenta la necesidad
original (test de razonabilidad).17

Este método resulta esencial para garantizar la igualdad jurídica esta­


blecida en la constitución y al respecto la Suprema Corte de Justicia
de la Nación18 afirma que esta prerrogativa no sólo tiene una faceta
o dimensión formal o de derecho, sino también una de carácter sus-

Manual para una Impartición Interseccional


tantivo o de hecho, la cual tiene como objetivo remover y/o disminuir

de Justicia con Perspectiva de Género


los obstáculos sociales, políticos, culturales, económicos o de cualquier
otra índole que impiden a ciertas personas o grupos sociales gozar o
ejercer de manera real y efectiva sus derechos humanos en condicio-
nes de paridad con otro conjunto de personas o grupo social.

K. Orientación y preferencia sexual

El término orientación sexual expresa la preferencia sexual de una


persona. Se trata de la atracción sexual y emocional que no es determi­
nada por algún factor en específico. Ahora bien, el término preferencia
sexual se refiere a un ejercicio voluntario de elección, inclinando la 23

búsqueda de opción de relación emocional o sexual hacia las personas

17
Alonso García, Enrique, “El principio de igualdad del artículo 14 de la Constitución española”,
en Revista de Administración Pública, Madrid, CEPC, núm. 100-102, enero-diciembre
1983, p. 23.
18
Tesis J.125/2017, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2015679, de rubro: DERECHO HUMA-
NO A LA IGUALDAD JURÍDICA. RECONOCIMIENTO DE SU DIMENSIÓN SUSTAN-
TIVA O DE HECHO EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO MEXICANO.
del sexo opuesto (heterosexualidad), hacia las del mismo sexo (homo­
sexualidad) o hacia ambos sexos (bisexualidad).19

En la actualidad también se reconoce el término asexual para deter-


minar a una cuarta orientación o preferencia sexual, que implica que
una persona no siente o no presenta ninguna atracción ni inclina-
ción sexual hacia otra persona, sin importar el sexo que tenga.

L. Grupos en situación de vulnerabilidad


Suprema Corte de Justicia de la Nación

Estos sectores se definen como todas aquellas personas que tienen


disminuidas, por distintas razones, sus capacidades para hacer frente
a las eventuales lesiones de sus derechos fundamentales.20 Esa dis-
minución se encuentra directamente asociada con la pertenencia de
la persona a un determinado colectivo que, como regla general, se
encuentra en una condición asimétrica de poder frente a la generali-
dad de la sociedad.

En este sentido, a continuación se delimitan los colectivos o grupos


materia del presente diagnóstico, que además de configurar una base
24
intrínseca de motivos de discriminación, ameritan cruzarse para
con­fluir en casos específicos; es decir, es posible tener una mujer
indígena que además presenta una discapacidad, lo cual refleja la

19
INMUJERES, Glosario de Género, México, noviembre 2007, disponible en http://cedoc.
inmujeres.gob.mx/documentos_download/100904.pdf
20
Red de Derechos Humanos y Educación Superior, Derechos Humanos de los Grupos Vulne-
rables. Manual, Barcelona, Universitat Pompeu Fabra, 2014, pp. 13-14.
importancia de determinar satisfactoriamente la necesidades deriva-
das de cada condición.

Niñez

El artículo 5o. de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y


Adolescentes considera niñas y niños a aquellas personas menores
de doce años; en tanto que son adolescentes todas las personas entre
los doce y los dieciocho años. En todo caso les asiste, como primor-

Manual para una Impartición Interseccional


dial prerrogativa, el interés superior de la niñez, condición que obliga

de Justicia con Perspectiva de Género


a los órganos operadores de justicia a considerar en la toma de decisio­
nes el mayor beneficio que redunde en la salvaguarda de sus dere-
chos, procurando el desarrollo integral y sus garantías procesales.

Personas adultas mayores

En términos de lo establecido por la fracción I del artículo 3 de la


Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, se consideran
adultos mayores a las personas que cuenten con sesenta años o más
y que residan o transiten por el territorio nacional.

Personas con discapacidad 25

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad


en su numeral 1, párrafo segundo, prevé que son aquellas personas
que debido a una deficiencia o alteración en las funciones o es­
tructuras corporales, que pueden ser temporales o permanentes, ven
limitadas sus actividades y restringida su participación como conse-
cuencia de las condiciones de su entorno.
Personas indígenas

El artículo 2o. de la Constitución señala que son pueblos indígenas los


que descienden de las poblaciones que habitaban el territorio nacional
al iniciarse el proceso de colonización y que conservan sus propias
instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de
ellas.

Con base en lo anterior, la Suprema Corte de Justicia de la Nación21


Suprema Corte de Justicia de la Nación

destaca que basta con que una persona perteneciente a estas poblacio­
nes tenga “autoconciencia” o se “autoadscriba” como indígena en las pri­
meras etapas del proceso penal para que el órgano de impartición de
justicia resguarde todos los derechos que le corresponden por per­te­
necer a este sector poblacional.

Colectivo LGBTTTIQ

Este colectivo agrupa de forma general a las personas que tienen


preferencias sexuales y afirmación de género distinta a la práctica
heterosexual o al estereotipo de género, así sus integrantes guardan
26 preferencias y afirmaciones específicas. Entendemos por:

21
Tesis J 58/2013, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2005027, de rubro: PERSONA INDÍGENA.
PARA QUE SEA EFICAZ LA “AUTOADSCRIPCIÓN” DE UN SUJETO A UNA COMUNI-
DAD INDÍGENA, DEBE REALIZARSE DURANTE LA AVERIGUACIÓN PREVIA O LA
PREINSTRUCCIÓN DE LA CAUSA.
Tesis CCCLXVII/2015, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2010506, de rubro: PERSONAS IN-
DÍGENAS. LAS PRERROGATIVAS PREVISTAS EN EL ARTÍCULO 2o. CONSTITUCIO-
NAL TIENEN VIGENCIA DURANTE TODO EL PROCESO PENAL, SIN QUE OBSTE EL
MOMENTO EN EL QUE SE REALICE LA AUTOADSCRIPCIÓN.
 Lesbiana: Mujer que se siente atraída erótica y/o afectiva-
mente por mujeres.

 Gay: Hombre que se siente atraído erótica y/o afectiva-


mente por hombres.

 Bisexual: Persona que se siente atraída erótica y/o afecti-


vamente por hombres y mujeres.

Manual para una Impartición Interseccional


 Transexual: Persona cuya biología no corresponde con su

de Justicia con Perspectiva de Género


identidad de género y que puede realizar un cambio en ella
para adecuarla.

 Transgénero: Persona cuya biología no corresponde a su


identidad de género, pero no busca hacer modificaciones
para adecuarla.

 Travesti: Personas que utilizan un performance de género


considerado distinto al suyo, sin que implique una orien-
tación/preferencia homosexual.

 Intersexualidad: “Todas aquellas situaciones en las que el 27

cuerpo sexuado de un individuo varía respecto al standard


de corporalidad femenina o masculina culturalmente
vigente”.22

22
Cabral, Mauro, Benzur, Gabriel, “Cuando digo intersex: un diálogo introductorio a la in-
tersexualidad”, Cuadernos Pagu, núm. 24, junio 2005, p. 284, disponible en: http://www.
scielo.br/pdf/cpa/n24/n24a13.pdf
 Queer: Nomenclatura que hace referencia a aquellas mino­
rías que por su preferencia sexual o afirmación de género
no coinciden con las identidades ya definidas por los co-
lectivos LGBTTTI.23

En su sentido original, “queer” significa “raro” en inglés. Se usaba


como un insulto contra aquellos que estaban relegados a los márge-
nes de la sexualidad dominante (como “bollera” o “marica”), pero ha
sido reapropiado por quienes recibían ese insulto. De este modo, se
Suprema Corte de Justicia de la Nación

han convertido —por primera vez— en los productores del discurso


sobre sexualidad (las minorías sexuales siempre han sido el objeto
estudiado, el “otro”). Ahora son, como dice Beatriz Preciado, “el su-
jeto de la enunciación”.

Personas migrantes

Con fundamento en el artículo 3, fracción XVII de la Ley de Migración,


toda persona que sale, transita o llega al territorio de un Estado dis-
tinto al de su residencia es considerada migrante, sin distinción de la
motivación que lo haya impulsado.

28
Personas privadas de la libertad

Si bien el concepto puede ser claro, resulta relevante la pertenencia a


este grupo de las personas sometidas a cualquier forma de detención,

23
Mérida Jiménez, Rafael M., “Sexualidades Transgresoras. Una antología de estudios QUEER”,
ÍCARA, Barcelona, España, 2002, pp. 13-15.
encarcelamiento, institucionalización o custodia de una persona,
por razones de asistencia humanitaria, tratamiento, tutela, protec-
ción o por la comisión de delitos e infracciones a la ley, ordenada por
o bajo el control de facto de una autoridad judicial o administrativa,
en la cual no pueda disponer de su libertad ambulatoria.

En esta categoría se ubican las personas privadas de libertad, ya sean


procesadas o condenadas; también las que están bajo la custodia y

Manual para una Impartición Interseccional


responsabilidad de ciertas instituciones, como hospitales psiquiátri-

de Justicia con Perspectiva de Género


cos y otros establecimientos para personas con discapacidades físicas,
mentales o sensoriales; instituciones para niños, niñas y personas adul­
tas mayores; centros para migrantes, personas refugiadas, solicitantes
de asilo o refugio, apátridas e indocumentadas; y cualquier otra insti­
tución similar destinada a la privación de libertad de personas.24

M. Pobreza

Podemos definir a la pobreza como la condición económica y social


de un sector de la población que le impide el acceso a recursos para
satisfacer las necesidades biológicas y emocionales indispensables
29
para alcanzar un mínimo de calidad de vida, entre las cuales se en-
cuentran el alimento, vivienda, educación, esparcimiento, salud y
tecnologías de la información.25

24
CIDH, Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas Privadas de Liber­
tad en las Américas, Disposición general.
25
Agudo, Alejandra, “Menos pobres, pero más vulnerables” en El País, Madrid, 24/jul/2014
http://elpais.com/elpais/2014/07/24/planeta_futuro/1406220154_126096.html
Esta condición se encuentra intrínsecamente relacionada con la falta
de representatividad política y del acceso a la justicia, contextos de-
rivados de la consecuente marginación social que implica el no formar
parte del sistema productivo general. La pobreza tiene como raíz
condiciones económicas como el desempleo, la recesión económica
y la baja productividad, sin dejar de lado los fenómenos sociales
como la exclusión comunitaria, marginación y discriminación.

Las personas que viven en situación de pobreza generalmente enfren­


Suprema Corte de Justicia de la Nación

tan mayores obstáculos para acceder a la justicia, más aún si habla-


mos de medios que le permitan la gestión de defensa judicial; por
tanto, las acciones institucionales que apunten a garantizar servicios
jurídicos a personas carentes de recursos actúan como mecanis-
mos para compensar situaciones de desigualdad material26 y estruc-
tural que abonan a establecer una defensa eficaz con enfoque de
derechos humanos.

30

26
Comisión Interamericana de Derechos Humano, “Informe preliminar sobre pobreza, pobreza
extrema y derechos humanos en las Américas”, OEA, 2016, p. 95.
Capítulo II
Género
y derechos humanos
A. Diversas miradas al género

1. Género y derecho penal en el sistema inquisitivo

J uzgar con perspectiva de género en materia penal significa aplicar


un método para argumentar soluciones jurídicas en los casos en que
las personas involucradas pertenezcan, por su condición de género,
a una o varias de las categorías sospechosas previstas en el marco de
protección constitucional o convencional, teniendo especial aten-
ción en la calificación de conductas transgresoras, reconociendo el
contexto en el cual se suscitaron los hechos relevantes y determinan-
do la sanción que deberá recaer sobre la conducta, no sin antes cues-
tionar la norma jurídica a aplicar respecto de su neutralidad ante las
características que presentan quienes se sujetan a jurisdicción.

De tal suerte que en la materia penal se han presentado como temas


recurrentes, desde el método de perspectiva de género, los relativos

33
a violencia familiar, feminicidio27 y otros de similar naturaleza, en
concreto los casos en donde la mujer tiene el carácter de víctima del
delito; sin embargo, las posibilidades fácticas son infinitas y, además,
reveladoras de la cultura que impera en la sociedad, ya sea que
muestre un reconocimiento real a los derechos fundamentales o en
forma inversamente proporcional evidencie la práctica de múlti-
ples formas de discriminación.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

La actividad jurisdiccional, como estructura que conforma el estado de


derecho, tiene como fin perfeccionarse en un orden constitucional y
legal que sea justo, equitativo e igualitario; y por ello, a las personas
operadoras se les debe dotar de herramientas que estén insertas en
una adecuada metodología para resolver las controversias en forma
correcta y efectiva. De manera que con ese actuar se legitime ante la
sociedad y se genere una cultura de respeto y reconocimiento a dere­
chos fundamentales.

Por los rasgos característicos de la materia penal, se torna necesario

34
contar con una hoja de ruta que ayude a comprender cómo juzgar con
perspectiva de género en los casos en que las personas involucra-
das pertenezcan a las tantas veces citadas categorías sospechosas.

27
Tesis LIV/2016, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2011230, de rubro: FEMINICIDIO.
EL ARTÍCULO 153-A DEL CÓDIGO PENAL DEL ESTADO DE GUANAJUATO, QUE
TIPIFICA EL DELITO DE HOMICIDIO POR CUESTIONES DE GÉNERO, NO TRANS-
GREDE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
ENTRE EL VARÓN Y LA MUJER.
A fin de dar un orden al tema, se desarrollará la propuesta en el sis-
tema penal tradicional y luego, se realizarán los comentarios perti-
nentes para el sistema penal acusatorio y para el juicio de amparo
indirecto.

Sistema penal tradicional

Manual para una Impartición Interseccional


Conviene recordar las fases del procedimiento penal para fijar el

de Justicia con Perspectiva de Género


cami­no por el que habrá de transitar la metodología de juzgar con
perspectiva de género. Así, las fases del proceso en el modelo tradi-
cional son:

 Averiguación previa
 Preinstrucción
 Instrucción
 Primera instancia
 Segunda instancia
 Ejecución

35
La etapa de la averiguación previa se inicia con la noticia del delito y se
desarrolla fundamentalmente con la investigación que realiza el Minis­
terio Público, quien determina el ejercicio o no ejercicio de la acción
penal. Durante esta etapa es obligación de la representación social
encausar las investigaciones a partir de la perspectiva de género y pue­
de ser objeto de examen por los órganos de control constitucional.
La fase de preinstrucción abarca desde que el indiciado es puesto a
disposición de la autoridad judicial y hasta que se resuelve su situa-
ción jurídica con un auto de formal prisión, sujeción a proceso o liber­
tad por falta de elementos para procesar. (Artículo 19, CPEUM en su
texto anterior a la reforma de 18 de junio de 2008).

El auto de formal prisión o de sujeción a proceso son relevantes como


punto de partida para, en su oportunidad, al emitir una sentencia
definitiva, juzgar con perspectiva de género.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Veamos:

El Ministerio Público debe, como base del ejercicio de la acción penal,


justificar el cuerpo del delito y la probable responsabilidad de la per­
sona indiciada, sin necesidad de acreditar plenamente la forma de
realización de la conducta, los elementos subjetivos específicos cuan­
do la descripción típica lo requiera, así como las demás circunstancias
que la ley prevea. También, dicha autoridad debe rendir las pruebas de
la existencia del delito y la responsabilidad de la persona imputada.
(Artículo 168 del Código Federal de Procedimientos Penales).

36
Por su parte, la autoridad judicial debe examinar si ambos requisitos
están acreditados en autos, para dictar el auto de formal prisión o de
sujeción a proceso por el delito que realmente aparezca comprobado
y entonces dar lugar a la consecución del procedimiento penal.28

28
Tesis J.12/2002, 1a. Sala, (9a.), con registro: 187120, de rubro: RECLASIFICACIÓN DEL
DELITO. EL PÁRRAFO SEGUNDO DEL ARTÍCULO 385 DEL CÓDIGO FEDERAL DE
Es por ello que se torna relevante el auto de formal prisión29 o de su­
jeción a proceso, porque en esta resolución se fija la litis del proceso, ya
que se señala el marco normativo donde se encuentra la descripción
del tipo penal; se establecen los hechos relevantes; se describen y
valoran las pruebas con las que preliminarmente se acredita cada ele­
mento del cuerpo del delito, así como la probable responsabilidad.

Bajo esta línea de análisis se tienen dos aspectos importantes a con-

Manual para una Impartición Interseccional


siderar: El primero es que el dictado de un auto de formal prisión se

de Justicia con Perspectiva de Género


hará por el delito que realmente aparezca probado, lo que implica
que el órgano jurisdiccional emita una clasificación legal del ilícito
diferente a la propuesta del Ministerio Público en el ejercicio de su
acción penal. El segundo aspecto, es que el órgano operador de justi-
cia de la causa penal, de ninguna manera puede variar los hechos
materia de la consignación; si bien puede reclasificar la norma que
prevé el tipo penal, no opera respecto de los hechos, pues deben
quedar intocados y en la forma en que fueron propuestos por el ór-
gano técnico de investigación.30

PROCEDIMIENTOS PENALES, LA AUTORIZA EN EL RECURSO DE APELACIÓN IN- 37


TERPUESTO POR EL INCULPADO O SU DEFENSOR, EN CONTRA DEL AUTO DE
FORMAL PRISIÓN O EL DE SUJECIÓN A PROCESO.
29
Para los efectos del estudio, en cada ocasión que se haga referencia al auto de formal
prisión, también podrá considerarse referido al auto de sujeción a proceso.
30
Tesis J.66/2014, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2008074, de rubro: AUTO DE PLAZO
CONSTITUCIONAL. EL JUEZ DEBE LIMITARSE A RESOLVER LA SITUACIÓN JURÍ­
DICA DEL INCULPADO, DE ACUERDO AL CONTENIDO DE LA CONSIGNACIÓN, AL
CARECER DE FACULTADES PARA DETERMINAR POR SÍ MISMO LOS HECHOS Y
LA CONDUCTA ATRIBUIDA MEDIANTE LA REVISIÓN DE LA AVERIGUACIÓN PRE-
VIA, SI ESTAS CIRCUNSTANCIAS NO FUERON PRECISADAS POR EL MINISTERIO
PÚBLICO AL EJERCER LA ACCIÓN PENAL.
De esta manera, al establecer la litis del proceso penal se da inicio
a la etapa de instrucción, durante la cual las partes ofrecerán las prue-
bas que estimen necesarias para apoyar sus pretensiones y el órgano
jurisdiccional realizará su preparación y desahogo. Bajo la aclaración
de que durante esta fase, la parte acusadora tiene la carga de la prueba
para demostrar su acción (existencia de un delito y responsabilidad
penal plena de la persona acusada);31 mientras que la persona proce-
sada no tiene la carga probatoria de demostrar su inocencia, y en
todo caso, podrá ofrecer las pruebas que estime necesarias en aten-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

ción a su estrategia de defensa.32

Acotado lo anterior, la etapa de instrucción es propicia para generar


buenas prácticas para juzgar con perspectiva de género porque bajo
la identificación de la persona probable responsable se puede adver-
tir su pertenencia a una categoría sospechosa e incluso en caso de
que pertenezca a dos o más establecer la condición de vulnerabili-
dad interseccional, condición que debe someterse al escrutinio; y
bajo el conocimiento de los hechos materia de la litis, el o la juzga-
dora puede vislumbrar (sin prejuzgar) la posibilidad de actualizar
alguna excluyente del delito, agravante o atenuante, o incluso corro-
38 borar o desestimar la forma de autoría o participación en que el su-
jeto activo pudo haber intervenido en la comisión del delito, a esto le
llamaremos acción de enfoque diferencial, como adelante se explica.

31
Tesis J.26/2014, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2006091, de rubro: PRESUNCIÓN DE
INOCENCIA. COMO ESTÁNDAR DE PRUEBA.
32
Tesis XXXV/2002, Pleno, (9a.), con registro: 186185, de rubro: PRESUNCIÓN DE INO-
CENCIA. EL PRINCIPIO RELATIVO SE CONTIENE DE MANERA IMPLÍCITA EN LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL.
En ese tenor, durante la instrucción, el órgano de impartición de
justicia puede percatarse de aspectos que expliquen la conducta atri-
buida a la persona señalada como probable responsable; que den se­
ñales de que al cometer los hechos calificados preliminarmente como
delictivos, podría haber estado en una situación de vulnerabilidad
que impactara en su libre albedrío o bajo una o varias condiciones de
discriminación que hayan provocado un sistema de opresión con
base multidimensional, lo cual en su oportunidad justificará un trato

Manual para una Impartición Interseccional


diferenciado; o bien, se podrá advertir, preliminarmente, que el su-
jeto activo se encuentra en una relación asimétrica de poder con

de Justicia con Perspectiva de Género


otras personas consideradas activas (en su caso) o con otras personas
que tengan relevancia en la comisión del hecho delictivo.

Pruebas para mejor proveer

Con esta previsión, durante la instrucción, se puede ordenar el


desahogo de pruebas para mejor proveer, con apoyo en lo dispuesto
por el artículo 146 del Código Federal de Procedimientos Penales,
de las que pueden destacarse la práctica de exámenes periciales del
sujeto o sujetos activos que interesen, a fin de allegarse de elemen-
tos que permitan comprender su estado psicológico y de todos aque­ 39
llos aspectos que resulten relevantes para descartar o corroborar
cuestiones de discriminación o vulnerabilidad, y que sean útiles para
en su oportunidad (en el dictado de la sentencia), hacer patente la
necesidad de establecer la igualdad material en juicio.

Una vez sustanciada la instrucción se declarará cerrada, dando inicio


a la fase de primera instancia.
En esta etapa se pondrán los autos a la vista de las partes para que
formulen sus conclusiones; luego se celebrará la audiencia de vista y
se emitirá la sentencia definitiva.

Debe recordarse que juzgar con perspectiva de género es una meto-


dología de aplicación oficiosa, pues exige a quienes imparten justicia
que actúen remediando los potenciales efectos discriminatorios que
el ordenamiento jurídico y las prácticas institucionales pueden tener en
detrimento de las personas, sin que deba mediar petición de parte;33
Suprema Corte de Justicia de la Nación

por tanto, al emitir sentencia, el órgano de impartición de justicia


deberá tener en consideración la posibilidad incluso de cuestionar la
norma aplicable; bajo este lineamiento analizaremos la propuesta de
examen metodológico.

Análisis de hechos y pruebas

Para el estudio de la sentencia definitiva es menester tener presente el


principio de litis cerrada que impera en la materia penal, lo que pro­
voca que los hechos calificados como delictivos bajo ninguna circuns­
tancia puedan variarse; esto es, al quedar precisadas las circunstancias
40 de tiempo, modo y lugar en que la persona que encarna al sujeto
activo realizó determinada conducta, se constriñe el marco de hechos
objeto de análisis y se determinará si quedaron o no probados plena-
mente y si encuadran perfectamente en la descripción típica.

33
Tesis XXXVII/2017, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2013866, de rubro: JUZGAR CON
PERSPECTIVA DE GÉNERO. CONCEPTO, APLICABILIDAD Y METODOLOGÍA PARA
CUMPLIR DICHA OBLIGACIÓN.
En cambio, tratándose de la calificación normativa, esto es, de las dis­
posiciones legales que contengan la descripción típica de los delitos,
existe la posibilidad de que el agente del Ministerio Público, al formu­
lar conclusiones, varíe dicha clasificación, siempre y cuando no incida
en los hechos; en tanto que el o la juzgadora podrá atender esta nueva
clasificación legal propuesta por el acusador, siempre que la persona
indiciada haya tenido oportunidad de defenderse y controvertirla.34

Manual para una Impartición Interseccional


El conocimiento de los hechos se

de Justicia con Perspectiva de Género


determina en función de las pruebas

A fin de juzgar con perspectiva de género, uno de los primeros pasos


que se sugieren es que la lectura de las pruebas se haga desprovista de
contaminación de prejuicios, de forma objetiva; es decir, que no se
valore el comportamiento de las personas involucradas en función
de un estereotipo, de un rol de género o de un prejuicio;35 asimismo,
que se ponga atención en las categorías sospechosas, esto es, deter-
minar si la persona involucrada se encuentra en una situación de
pobreza, marginación, vulnerabilidad o discriminación basada en el
sexo, género o preferencia u orientación sexual; además es impres-
cindible determinar el contexto36 de la persona sujeta de atención
41

34
Tesis XXXVI/2003, 1a. Sala, (9a.), con registro: 184032, de rubro: RECLASIFICACIÓN
DEL DELITO. CUANDO EL JUEZ DE LA CAUSA DICTA SENTENCIA POR UNO DI-
VERSO AL CONTENIDO EN EL AUTO DE FORMAL PRISIÓN, TENIENDO COMO
BASE LOS MISMOS HECHOS, NO VIOLA LAS GARANTÍAS DE LEGALIDAD Y SEGU-
RIDAD JURÍDICA (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 19 DE LA CONSTITUCIÓN
FEDERAL).
35
SCJN, Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género, p. 90.
36
En diversos casos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido como
metodología de análisis, la determinación del contexto de la persona, entre ellos, puede
citarse:
que en la materia penal resulta ser el sujeto activo que guarda iden-
tidad con la persona indiciada, procesada, acusada o sentenciable.

Lo anterior no implica que se soslaye la existencia de la víctima, sino


que para este punto de examen de la sentencia, la atención la ocupa
la persona acusada, en tanto que, para capítulos o determinaciones
posteriores, en concreto, después de establecida la existencia de un
delito, la responsabilidad penal y la individualización de la pena, se
Suprema Corte de Justicia de la Nación

procederá al estudio de la reparación del daño;37 apartado cuyo prota-

Cfr. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) vs. México. Sentencia de 16 de no-
viembre de 2009. párr. 134 “Por su parte, la Relatora sobre la Violencia contra la Mujer de la
ONU explica que la violencia contra la mujer en México sólo puede entenderse en el contexto de
“una desigualdad de género arraigada en la sociedad”. La Relatora se refirió a “fuerzas de cam-
bio que ponen en entredicho las bases mismas del machismo”, entre las que incluyó la incorpora-
ción de las mujeres a la fuerza de trabajo, lo cual proporciona independencia económica y ofrece
nuevas oportunidades de formarse. Estos factores, aunque a la larga permitan a las mujeres
superar la discriminación estructural, pueden exacerbar la violencia y el sufrimiento a corto
plazo. La incapacidad de los hombres para desempeñar su papel tradicionalmente machista de
proveedores de sustento conduce al abandono familiar, la inestabilidad en las relaciones o al
alcoholismo, lo que a su vez hace más probable que se recurra a la violencia. Incluso los casos de
violación y asesinato pueden interpretarse como intentos desesperados por aferrarse a normas
discriminatorias que se ven superadas por las cambiantes condiciones socioeconómicas y el avance
de los derechos humanos”.
37
Sobre el mismo punto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido que
la determinación del contexto se torna imprescindible para juzgar con perspectiva de
42 género, en tratándose de las víctimas, véase el siguiente caso: Cfr. Caso Rosendo Cantú y
otra vs México. Sentencia de 31 de agosto de 2010, párr. 211 “La Corte ha establecido en la
presente Sentencia, tomando en cuenta el reconocimiento parcial de responsabilidad del Estado,
que la investigación de la violación sexual de la señora Rosendo Cantú no ha sido conducida
hasta el presente con la debida diligencia ni en el fuero adecuado y que por ello México ha violado
los derechos a las garantías judiciales y a la protección judicial reconocidos en los artículos 8 y
25 de la Convención Americana (supra párr. 162). En consecuencia, como lo ha hecho en otras
oportunidades, el Tribunal dispone que el Estado debe conducir eficazmente la investigación
penal de los hechos del presente caso, para determinar las correspondientes responsabilidades pe-
nales y aplicar efectivamente las sanciones y consecuencias que la ley prevea. Esta obligación
debe ser cumplida en un plazo razonable, considerando los criterios señalados sobre investiga-
ciones en este tipo de casos”.
gonista será la víctima o pasivo y en donde nuevamente surgirá la
oportunidad de hacer el estudio del contexto, pero ahora en función
de la víctima del delito.

La identificación de la persona objeto de estudio no se constriñe sólo


a conocer su nombre y sus datos generales, sino todas aquellas carac­
terísticas que den información acerca de quién y cuál es su contexto;
lo anterior supone detectar y entender condiciones de desigualdad

Manual para una Impartición Interseccional


estructural y condiciones asimétricas de poder en la que se encuentre

de Justicia con Perspectiva de Género


inmersa en atención a su situación de vulnerabilidad generada por la
falta de reconocimiento social, situación económica precaria, escasa re­
presentación política entre otros aspectos generadores de desigualdad.

En palabras llanas, en la determinación del contexto se debe advertir


si el sujeto activo pertenece a una o más de las categorías sospecho-
sas de discriminación, ya sea partiendo esencialmente de su género,
incluido su origen étnico o nacional, su edad, si presenta alguna
discapacidad, conocer sus condiciones de salud, condición social,
religión, opiniones o preferencias sexuales, su estado civil o cual-
quier otra que atente contra su dignidad humana y que tenga por
objeto anular o menoscabar los derechos de las personas, siendo que
43
esta condición además le limite o impida el acceso a la justicia en
condiciones de igualdad sustantiva o bien, no le haya dejado más
opción a ejecutar la acción tildada de antijurídica.

Si después de realizar este examen se arriba a la conclusión que per-


tenece a una categoría sospechosa, y al hacer el estudio de su contex-
to se determina que se encuentra en una condición de desigualdad
estructural, entonces, el inicial examen cobrará importancia para efec­
tuar un enfoque diferencial en su juzgamiento, pues no sería lo mismo
juzgar a un sujeto activo de cuarenta años, heterosexual, casado,
mexicano, clase media, con estudios universitarios, que a la persona
que encarne al sujeto activo masculino de veinte años, homosexual,
soltero, perteneciente a una etnia, analfabeta y en extrema pobreza.
En ese sentido, la determinación del contexto del justiciable motivará
el tratamiento de un enfoque diferencial.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Ahora bien, para establecer la igualdad material son relevantes los


estudios en psicología, antropología, trabajo social, e incluso al demás
material probatorio que conste en el expediente, como testimo-
nios, documentales y todos aquellos elementos que permitan conocer
a fondo a la persona que se va a juzgar.

Resulta necesario acotar que la determinación de la igualdad mate-


rial se puede realizar entre las partes (cuando haya varias personas
activas, pasivas o solo una activa y pasiva) o bien, del sujeto activo
en relación con sus circunstancias o con su entorno social, cuando no
hay una víctima concreta o determinada. Este análisis permite dar
cuenta de la existencia de condiciones asimétricas de poder, que pueden
44 incidir en la conducta de la persona justiciable, pues aporta informa-
ción para advertir en qué plano se encuentra esta persona respecto
de los demás sujetos intervinientes en el hecho delictivo y en el pro-
ceso, tales como activos, pasivos, Ministerio Público.38

38
Tesis XXI.2o.P.A.1 CS, (10a.), con registro: 2014125, de rubro: JUZGAR CON PERSPEC-
TIVA DE GÉNERO. EL JUZGADOR DEBE IDENTIFICAR SI EL JUSTICIABLE SE EN-
CUENTRA EN UN ESTADO DE VULNERABILIDAD QUE HAYA GENERADO UNA
La información obtenida con el análisis del contexto (identificación
de la persona) es útil para realizar un enfoque diferencial. Bajo este
contexto se destacan las diferencias en las condiciones de igualdad
de los sujetos involucrados, es decir, en la identificación de la persona
se exige que se analice quién es ella, que se vean sus diferencias en
relación con los demás y que se determinen las categorías sospechosas
que intersectan en su persona y que confluyen cultural y socialmente
para crear un sistema de opresión con base multidimensional.

Manual para una Impartición Interseccional


de Justicia con Perspectiva de Género
Esta perspectiva interseccional amplía la mirada del o la juzgadora
sobre la producción de desigualdades en contextos específicos, la exis­
tencia de relaciones asimétricas de poder y su impacto en el justiciable.

Así, bajo esta mirada, se retoma el examen de los hechos fijados en


la litis y se procede a cuestionarlos y a valorar las pruebas de cargo
desechando cualquier estereotipo o prejuicio de género. Este análisis
puede dar lugar a dos hipótesis:

a) Que los hechos que se fijaron en la litis no se demuestren


en forma plena, lo que conduciría a la no demostración del
delito o responsabilidad penal, según el caso.
45

Lo anterior puede acontecer cuando las pruebas se analizan bajo un


escrutinio estricto desprovisto de prejuicios y estereotipos, que per-
mite advertir que su alcance demostrativo es limitado o inexistente

DESVENTAJA REAL O DESEQUILIBRIO PATENTE EN SU PERJUICIO FRENTE A


LAS DEMÁS PARTES EN CONFLICTO.
para acreditar los hechos materia de cargo; lo que a su vez ocasiona
que no se logre demostrar en forma plena la totalidad de los elemen-
tos del delito y/o que la persona justiciable cometió la conducta atri-
buida en forma típica, antijurídica y culpable.

Como ejemplo de lo anterior se tiene el caso en el que las pruebas


acreditan en forma directa la existencia de un secuestro (testimonios
de las víctimas directas e indirectas, de elementos aprehensores, entre
Suprema Corte de Justicia de la Nación

otros), pero la parte acusadora pretende que se acredite la responsa-


bilidad penal con prueba circunstancial integrada con indicios, cuyas
deducciones están basadas en estereotipos o prejuicios, pero al pres-
cindir de ellos dan cuenta que no acreditan lo que la parte acusadora
finalmente pretende. Esta cuestión se ejemplifica de la siguiente
manera:

Un hombre y una mujer (cónyuges) viajaban con sus dos menores


hijos a bordo de un vehículo que se estacionó afuera de un domicilio
donde estaba privada de la libertad una persona; aunque ninguno de
ellos ingresó a la casa de seguridad fueron detenidos al tiempo que
46 otros elementos aprehensores ingresaron a la casa y liberaron a la
víctima. Ésta reconoció al hombre como uno de sus captores, pero
no identificó a la mujer detenida; sin embargo, la fiscalía pretendió
establecer la responsabilidad penal de la mujer basada en el hecho
de ser la esposa de uno de los activos identificados y en las circuns-
tancias de la detención, con base en lo que le atribuyó ser partíci-
pe del delito.
Si se examina este caso con base en estereotipos de género (esposa) se
arribaría a la conclusión buscada por el Ministerio Público, consis­
tente en que dado el carácter de cónyuge de uno de los activos iden-
tificados, entonces, sabía lo que éste hacía, lo apoyaba y lo ayudaba
en las acciones delictivas que realizaba.

Sin embargo, al realizar un enfoque valorativo desprovisto de estereo­


tipos (esposa) o prejuicios (compartir las actividades de su cónyuge)

Manual para una Impartición Interseccional


se arriba a una conclusión distinta, no hay dato que demuestre en

de Justicia con Perspectiva de Género


forma plena que la mujer detenida conocía del delito y que volunta-
riamente auxilió, pues es claro que un cónyuge no necesariamente
debe conocer y comulgar con las acciones (buenas o malas) que rea­
lice su pareja. En la materia penal se juzga al sujeto en su individuali­
dad, en función de su libre albedrío, de su querer y hacer, prever y
omitir, en el plano ilícito. De manera que si estas condiciones no se
encuentran satisfechas y demostradas, no hay base para emitir una
sentencia condenatoria.

La siguiente hipótesis que puede acontecer al analizar los hechos


y las pruebas, desechando cualquier estereotipo o prejuicio de géne-
ro es la siguiente:
47

b) Bajo un examen preliminar (porque no es todavía defini-


tivo) las pruebas de cargo dan cuenta de la existencia del
delito y de la posible responsabilidad penal.

Si una vez que se han cuestionado las pruebas de cargo y las afirmacio­
nes que de las mismas ha propuesto el Ministerio Público, en forma
coherente con la litis fijada en el auto de formal prisión, y continúan
en los mismos términos, entonces resulta necesario cuestionar la neu­
tralidad del derecho aplicable39 y evaluar el impacto diferenciado de
la solución propuesta para buscar una resolución justa e igualitaria
de acuerdo al contexto de desigualdad por condiciones de género.

Determinación del derecho aplicable


Suprema Corte de Justicia de la Nación

En materia penal el derecho aplicable serán las normas jurídicas que


describan el tipo penal objeto de juzgamiento; en atención al tantas
veces mencionado principio de litis cerrada, se tiene que el derecho
aplicable queda establecido desde el auto de formal prisión.

Pero ¿cómo cuestionamos la


neutralidad del derecho aplicable?

En la materia penal se toma como base de examen la disposición que


describe el delito de que se trata, respecto de la que se cuestiona cuál
es la concepción de sujeto que subyace en esa norma.
48

39
Sobre este paso metodológico, la Corte Interamericana de Derechos Humanos se ha pro-
nunciado en el siguiente caso contencioso: Cfr. Caso Fernández Ortega y otros vs México.
Sentencia de 30 de agosto de 2010, párr. 120 “El Tribunal examinará si los hechos del
presente caso se subsumen en la figura de tortura, como lo afirmaron la Comisión Interameri­
cana y los representantes. A tal efecto, la Corte recuerda que en el caso Bueno Alves vs. Argentina,
siguiendo la definición establecida en la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar
la Tortura, entendió que se está frente a un acto de tortura cuando el maltrato cumple con los
siguientes requisitos: i) es intencional; ii) causa severos sufrimientos físicos o mentales, y iii) se
comete con determinado fin o propósito”.
En este sentido es relevante determinar quién es el sujeto activo de
la descripción típica, esto es, si es calificado, cuantificado o indeter-
minado; de ser esto último, habrá razones de peso para considerar
que el derecho aplicable es neutral.

Ahora bien, si el sujeto activo es calificado (que tiene cualidades espe­


cíficas para definirlo), será necesario analizar si dicha norma respon-

Manual para una Impartición Interseccional


de a una visión estereotípica o sexista del sujeto. Si es así, entonces
habrá motivos para considerar que la norma pudiera ser discrimina-

de Justicia con Perspectiva de Género


toria y por ende se tendrá que razonar si es correcta su aplicación
bajo un control difuso de constitucionalidad, en cuyo caso, dicho
examen llevaría a la no aplicación del tipo penal por inconstitucional
sin necesidad de examinar el contexto de la persona.

En cambio, en el supuesto de que el tipo penal sea neutral, y bajo el


examen preliminar las pruebas de cargo den cuenta de la existen-
cia del delito y de la posible responsabilidad penal; entonces, será
imprescindible el examen del contexto de la persona (previamente
determinado), el cual informará si se encuentra en una categoría sos­
pechosa, bajo condiciones de vulnerabilidad y discriminación que 49

ameriten un enfoque diferencial.

El enfoque diferencial no es abstracto sino particularizado al caso


concreto, pues el o la juzgadora debe establecer acciones que atiendan
a la necesidad generada por la condición específica de desigualdad
de la persona sujeta a estudio.
En materia penal, las acciones específicas para el enfoque diferencial
que el órgano operador de justicia debe implementar, tienen que
estar previstas legalmente para respetar el principio constitucional
de exacta aplicación de la ley.40

Por tanto, desde la teoría del delito existe la posibilidad de cuestio-


nar el derecho aplicable, pues el ilícito está integrado por elementos
positivos, cuya exclusión o ausencia impide su actualización y son
Suprema Corte de Justicia de la Nación

precisamente los que ofrecen a quien juzga la solución para buscar


una resolución justa e igualitaria de acuerdo al contexto de desigual-
dad por condiciones de género.

Veamos, la teoría del delito ha caracterizado los componentes del


ilícito y para su actualización, como se dijo, cada elemento positivo
tiene un aspecto negativo que impedirá su conformación.

De tal suerte que se deberá establecer una ruta bajo la cual el órgano
operador de justicia pueda transitar en la búsqueda de soluciones en

50
el derecho que permitan la aplicación de medidas diferenciadas
en favor de la persona que se encuentra en una situación de desven-
taja. Así, quien juzga debe considerar que los aspectos positivos y
negativos del delito son:

40
Artículo 14, párrafo tercero de la Constitución Federal. “En los juicios del orden criminal
queda prohibido imponer, por simple analogía, y aun por mayoría de razón, pena alguna que no
esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se trata”.
ASPECTOS POSITIVOS ASPECTOS NEGATIVOS
Conducta Ausencia de conducta
Tipicidad Ausencia de tipo
Antijuridicidad Causas de justificación
Imputabilidad Causas de inimputabilidad
Culpabilidad Causas de ininculpabilidad

Manual para una Impartición Interseccional


Examen de excluyentes

de Justicia con Perspectiva de Género


Respecto del primer elemento del delito, se valorarán las condicio-
nes y el contexto en que se encontraba la persona, bajo una sustitu-
ción ficticia de aquélla determinará si dichas condiciones y contexto
le hubieran permitido a cualquiera que estuviera en su situación
omitir la conducta reprochada o realizar la acción omitida. Si la res-
puesta es negativa, podría ser una de las soluciones para dar un trato
diferenciado desde el derecho, apoyándose en el artículo 15, frac-
ción I del Código Penal Federal.41

En torno al segundo componente del delito, al construir el argumento


resolutivo se podría realizar el examen de un error de tipo, si el aspec- 51
to cognitivo del dolo se conforma con el conocimiento de las cir-
cunstancias en las que el sujeto realiza su conducta-típica; entonces
la falsa percepción de alguna de las circunstancias esenciales de esa
realidad da lugar al error de tipo. La percepción errónea puede recaer

41
Castellanos, Fernando, Lineamientos Elementales de Derecho Penal, 34a. Ed, Editorial Porrúa,
México, 1994, p. 257.
sobre alguno de los elementos objetivos de la conducta-típica o sobre
alguno de los elementos normativos. Este examen nuevamente se
afrontará bajo el contexto del justiciable y en función de sus condicio­
nes se determinará si estaba en posibilidad de tener una percepción
adecuada de la realidad y querer la realización de esa conducta, en
cuyo caso negativo dará lugar a la aplicación de alguna de las causa-
les previstas en el artículo 15, fracción VIII del Código Penal Federal;
o bien, de una sanción atenuada (cuando el delito admita la comisión
culposa) en términos del artículo 60, párrafo segundo del mismo
Suprema Corte de Justicia de la Nación

ordenamiento.42

En cuanto al tercer aspecto, la teoría del delito señala que la antiju-


ricidad se establece si la conducta prohibida es contraria al orden
jurídico en general, y por ello al hecho típico y antijurídico se le
denomina “injusto”. Por el contrario, si el hecho típico está amparado
por alguna causa de justificación ya no hay delito.

En la categoría de la antijuricidad se examina si esa conducta prohi-


bida se justifica de cara a todo el orden jurídico por las circunstan-
cias materiales (identificación del contexto de la persona señalada
como sujeto activo) que concurrieron en el momento de su realización
52
o si, por el contrario, se constata el hecho como un injusto.

Este análisis ineludiblemente deberá atender al contexto del justicia-


ble, para determinar si en función de sus circunstancias personales
(su vulnerabilidad, su situación de discriminación, los estereotipos,

42
Amuchategui Requena, Griselda, Derecho Penal, 3a. Ed, Editorial Oxford, México, 2009, p. 61.
roles o género) se justifica la conducta prohibida de cara al orden
jurídico.

Las causas de justificación cumplen una función político criminal, pues


a través de ellas el legislador penal pretende solucionar aquellos su-
puestos en que las “circunstancias” obligan a justificar una conducta
prohibida que lesiona un bien jurídico.

Manual para una Impartición Interseccional


Esas circunstancias deberán ser obtenidas a través de la metodología

de Justicia con Perspectiva de Género


de juzgar con perspectiva de género, pues la determinación del con-
texto (identificación de la persona) es lo que informará si hay moti-
vos para comprobar que existe una necesidad material de darle un
trato diferenciado al sujeto activo y que el hecho típico esté amparado
bajo una causa de justificación. Como tales tenemos la legítima defen­
sa, el estado de necesidad justificante, el consentimiento del sujeto
pasivo, entre otros, los cuales se encuentran previstos en el artículo
15, fracciones III, IV, V y VI del Código Penal Federal.43

El componente de culpabilidad consiste en un juicio sobre el autor


mediante el cual se determina si se le puede reprochar el haberse
comportado contrariamente a lo establecido en el orden jurídico. 53
Existe culpabilidad si el sujeto es imputable, actuó conociendo la
antijuricidad de su actuar y le era exigible la conducta correcta; sin
embargo, la determinación del contexto de la persona señalada como
sujeto activo es la que permitirá bajo el enfoque metodológico que

43
Orellana Wiarco, Octavio A, Curso de Derecho Penal, 6a. Ed., Editorial Porrúa, México,
2011, p. 259.
se propone, concluir si la conducta reprochada, en atención a sus
específicas condiciones, le era exigible. Recuérdese que el derecho
penal no exige conductas heroicas, sino las comunes que cualquier
sujeto está en posibilidad de realizar desde su específica y particular
condición.

Otro de los elementos positivos del delito es la imputabilidad del


sujeto activo. Para que el juicio de reproche contra el autor pueda
Suprema Corte de Justicia de la Nación

realizarse, se necesita que exista capacidad psíquica para compren-


der el hecho y su trascendencia. En este apartado cobran relevancia
las pruebas para mejor proveer que haya ordenado el o la juzgadora
durante el procedimiento, pues permiten conocer el estado psicoló-
gico (cuestiones de violencia por género) de la persona sujeta de
reproche y la determinación de su contexto. Será imprescindible
descartar trastornos mentales permanentes o transitorios o afectacio-
nes psicológicas, para establecer que la capacidad del sujeto activo no
estaba disminuida o estuvo exceptuada y con ello excluir su inimpu-
tabilidad o sólo atenuarla.

54 Del mismo modo estos exámenes serán relevantes para constatar que
el sujeto activo tenía conocimiento del injusto y que tuvo voluntad
de cometerlo; y que bajo el contexto en el que se encontraba se le
podía exigir otra conducta conforme a derecho. Si la respuesta es
negativa a estos planteamientos, permitirá encausar la solución bajo
una excluyente de culpabilidad, como la inimputabilidad, inexigibi-
lidad de otra conducta, estado de necesidad disculpante, entre otras.
Aunque pudieran agregarse otros aspectos del delito desarrollados
ampliamente por la doctrina, se considera que se han abordado aque­
llos que por lo general comprenden el examen en toda sentencia; lo
que no impide al órgano operador de justicia considerar algunos
otros que amerite el caso en particular y que se encuentren previs-
tos en la ley.

La intención es destacar que la materia penal no está reñida con la

Manual para una Impartición Interseccional


metodología de juzgar con perspectiva de género; por el contrario,

de Justicia con Perspectiva de Género


la propia teoría del delito prevé soluciones bajo las cuales se puede
encausar el enfoque diferencial que revierta o evite los procesos y
actos que generan las condiciones actuales de discriminación e im-
piden el goce efectivo de derechos fundamentales.

Del mismo modo, es posible que el enfoque diferencial se argumente


a través de los datos de autoría y participación de condiciones ate-
nuantes o incluso agravantes de sanción y que corresponderá al o la
juzgadora presentar la solución argumentativa que permita juzgar
con perspectiva de género.

Lo anterior no lleva a afirmar que todos los casos en que estén in-
55
mersas cuestiones de género, estereotipos, roles y personas ubicadas
en categorías sospechosas implica el dictado de una sentencia absolu­
toria; considerarlo así sería una falacia; lo que se pretende es exponer
el examen metodológico o la serie de aspectos que deben analizarse
en la materia penal para juzgar con perspectiva de género y cuyo
tránsito legitimará la decisión del órgano operador de justicia, ya sea
que emita una decisión de condena o una de absolución.
Sistema acusatorio

Ahora bien, tomando en cuenta la existencia del sistema penal acu-


satorio y que para juzgar con perspectiva de género debe atenderse
a sus principios y etapas, es dable señalar las fases del procedimiento
penal acusatorio, en términos del artículo 211 del Código Nacional
de Procedimientos Penales:

I. Investigación inicial y complementaria


II. Etapa intermedia o de preparación a juicio
Suprema Corte de Justicia de la Nación

III. La de juicio

Debido a los principios que imperan en este procedimiento, se con-


sidera que no es posible decretar prueba para mejor proveer, so pena
de vulnerar el principio de contradicción. Sin embargo, los demás
lineamientos que se propusieron para resolver en sentencia bajo una
perspectiva de género son también aplicables a este sistema bajo la
acotación de que en este procedimiento la litis se fija en la etapa in-
termedia y por otra parte, la determinación del contexto (identifi­
cación de la persona) la podrá realizar el o la juzgadora sólo con las
pruebas que se desahoguen durante el juicio. Existe la posibilidad
de aplicar alguna excluyente del delito aun cuando no sea propuesta
56
por la defensa, si las pruebas desahogadas durante el juicio dan
cuenta de su existencia.

Juicio de amparo indirecto

En otro aspecto, juzgar con perspectiva de género en el juicio de am­


paro en materia penal puede realizarse bajo la metodología propuesta,
considerando que en el juicio de garantías el órgano de control cons-
titucional no puede sustituirse a la autoridad responsable, por lo que
desde la perspectiva del amparo, sólo se indicarán al órgano jurisdic-
cional del proceso los lineamientos a seguir para cumplir con esta
metodología.

Finalmente, juzgar con perspectiva de género es una herramienta me­


todológica que puede armonizarse con el interés superior del menor,

Manual para una Impartición Interseccional


principio pro-persona, control difuso de constitucionalidad, por citar
algunos, pues constituyen herramientas jurídicas para que el órgano

de Justicia con Perspectiva de Género


operador del derecho emita decisiones que además de ser legales
también sean justas, respetando así los derechos fundamentales.

2. Género y derecho penal


en el sistema penal acusatorio

Cuando hablamos de perspectiva de género en materia penal, no


debe concluirse que las mujeres involucradas en este tipo de procesos
son vulnerables o se encuentran en desventaja por el solo hecho de ser
mujeres; deben ponderarse las situaciones del caso concreto para sa-
ber si la persona requiere una protección especial, o si el hecho se
sanciona o se protege desde estereotipos, estigmas o roles de género. 57

En esta línea, las y los juzgadores se enfrentarán normalmente a dos


escenarios: la mujer involucrada es víctima o imputada. Se insiste, no
por ese solo hecho requieren especial protección, pero las personas
que aplican el derecho deben atender a diversas particularidades
para asegurarse que no se enfrentan con alguna situación que genera
desventaja y que haga necesario equilibrarla.
Tratándose de la víctima, existen diversas descripciones típicas que
protegen bienes jurídicos que históricamente (aunque no exclusiva-
mente) se han vulnerado contra las mujeres, como los delitos sexuales
y familiares. En estos casos es sencillo, la norma misma protege la
situación a la que se enfrentan las mujeres.

Pero en la comisión de los delitos pueden concurrir otras situaciones


de vulnerabilidad basadas en el género que no necesariamente pro-
teja expresamente la norma penal, pero que pongan en riesgo la inte­
Suprema Corte de Justicia de la Nación

gridad, intimidad, dignidad u otros derechos, por la mecánica de los


hechos y la relación entre los sujetos involucrados.

Tratándose de la imputada, a veces se actualizan situaciones de des-


ventaja u opresión que las orillan a actuar de forma antisocial, aspectos
que si bien, no siempre las eximen de responsabilidad penal, deben
ser valorados para el desarrollo del proceso y la toma de decisiones
como la imposición de alguna medida cautelar o de protección, la
vinculación a proceso o la sanción.

Con la implementación del nuevo sistema de justicia penal, las y los


58
juzgadores tienen otras herramientas para detectar y compensar
las desventajas que adviertan por motivos de género.

Durante el desarrollo de las audiencias, la persona que las preside


debe identificar a las partes y asegurarse que conoce sus derechos.
El o la operadora tendrá a la vista a los sujetos que intervienen y
observarán la forma en la que se conducen al interactuar, lo que le
permitirá detectar comportamientos auténticos, dinámica que en el sis­
tema tradicional era prácticamente impensable.

Se deberán analizar los hechos y el contexto personal y social, asegu-


rarse de la ausencia de estigmas y estereotipos por razones de géne-
ro, proteger la intimidad, integridad y dignidad de los involucrados,
cuestionar la neutralidad del derecho aplicable, identificar si existen
relaciones asimétricas de poder o situaciones de desventaja.

Manual para una Impartición Interseccional


El nuevo sistema de justicia penal cuenta con diversas etapas en las

de Justicia con Perspectiva de Género


que se toman decisiones que inciden en la víctima o la persona
impu­tada; en cada una se deben aplicar los lineamientos necesarios
para evaluar la idoneidad de juzgar con perspectiva de género.

En principio se tiene una investigación no judicializada, es decir, no


requiere la intervención de la Jueza o Juez de control, pero la fiscalía
no está eximida de respetar los derechos de la víctima o imputada.

Para actos más invasivos, se requiere siempre la autorización de la o


el Juez de control, como puede ser alguna técnica de investigación
o providencia precautoria de las enlistadas en los artículos 138 y 252
del CNPP, caso en el que el órgano jurisdiccional será quien se dé a 59
la tarea de verificar la ausencia de desventajas.

A. Imposición de medidas cautelares

En este aparatado abordaremos las medidas cautelares contenidas en


el artículo 155 del CNPP y su aplicación a las personas que han reali­
zado alguna conducta con apariencia delictiva.
Conceptos básicos

Las medidas cautelares son resoluciones que emite el órgano juris-


diccional y que se adoptan contra la persona imputada por la nece-
sidad de cautela y la apariencia del buen derecho. Su finalidad es
limitar provisionalmente la libertad, la libre disposición de sus bie-
nes o alguna otra clase de derecho como consecuencia de la posible
realización de un hecho con apariencia de delito, a fin de garantizar
la efectividad del proceso penal y prevenir eventuales conductas que
Suprema Corte de Justicia de la Nación

constituyen peligro de sustracción a la acción de la justicia, obstacu-


lización del desarrollo de la investigación y riesgo para la víctima,
ofendido, testigos o para la comunidad.

Estas medidas son mecanismos de coerción estatal que se aplican


durante el juicio y consisten en actos asegurativos de carácter instru-
mental que buscan proteger contingencias que se pueden presentar
mientras se resuelve en definitiva el hecho controvertido; es la ma-
nera más útil de conseguir la efectividad del proceso y la ejecución
de la sentencia que se dicte.

Se encuentran previstas en la CPEUM y en el CNPP y tienen como


60 propósito garantizar la comparecencia de las personas imputadas en
el juicio, el desarrollo de la investigación, la protección de la víctima,
de los testigos o de la comunidad.

Características

Las principales características: la legalidad, son jurisdiccionales, ex-


cepcionales, instrumentales, provisionales y proporcionales.
En su aplicación se deben tener en cuenta los criterios de mínima
intervención, según las circunstancias particulares de cada persona;
deben aplicarse teniendo en cuenta la necesidad, su idoneidad y pro­
porcionalidad y que sean las menos lesivas. Son accesorias al proce-
so porque están condicionadas a su vigencia.

Análisis de las medidas cautelares previstas en el artículo 155


del Código Nacional de Procedimientos Penales.

Manual para una Impartición Interseccional


de Justicia con Perspectiva de Género
Fracción I. “La presentación periódica ante el juez o ante autori­
dad distinta que aquél designe”.

Esta medida cautelar ha tenido aplicación constante en los diver-


sos procesos que se instruyen por delitos que no son merecedores de
prisión preventiva oficiosa o justificada. Para la aplicación e instru-
mentación de esta medida se cuenta con diversos mecanismos, como
las unidades de supervisión de medidas cautelares y de suspensión
condicional del proceso, ante quien se realizan las presentaciones
periódicas que el Juez de Control ordene.

61
Es funcional y práctica porque se advierte el objetivo concreto de que
la persona imputada esté atenta de su proceso; es una forma de saber
que no se ha sustraído de la acción de la justicia, pues en el momen-
to que incumpla con sus presentaciones, las unidades remiten la
información al Ministerio Público para que solicite al Juez de Control
la audiencia en la que se revise el incumplimiento de esa medida, de­
clare la sustracción de la acción de la justicia y ordene la aprehensión
para reconducir al proceso, donde se le podrán imponer medidas
cautelares más severas, incluso la prisión preventiva justificada.

Fracción II. “La presentación de una garantía económica”.

También ha sido muy cotidiana su aplicación en la mayoría de pro-


cesos por delitos que no ameritan prisión preventiva oficiosa ni jus-
tificada; sin embargo, se considera que esta medida cautelar tiene
riesgos muy graves en su aplicación, porque el artículo 172 del CNPP
Suprema Corte de Justicia de la Nación

señala que el Juez de control deberá considerar las características de


la persona imputada, su capacidad económica, la posibilidad de cum­
plimiento de las obligaciones a su cargo y deberá fijar un plazo razona­
ble para la exhibición de la garantía.

Lo cual demuestra que el Sistema Procesal Penal Acusatorio tiene


como base la confianza, porque surte efectos la puesta en libertad de
la persona imputada, quien tendrá el plazo que el Juez considere
razonable para exhibir esa garantía, lo que trae aparejada la oportu-
nidad de evadir la acción de la justicia o bien presentar esa garantía, y
en muchas ocasiones elige la primera opción porque no se han en-
62
tendido las bondades de este sistema y se carece del sentido de res-
ponsabilidad con la justicia.

La garantía económica no solo puede ser un depósito en efectivo, tam­


bién puede constituirse en una fianza, hipoteca, prenda, fideicomiso
o cualquier otra que a criterio del Juez de control cumpla suficiente-
mente con esa finalidad.
Esta medida cautelar tiene un sano objetivo, pero su funcionalidad es
menor debido a que la persona una vez que se ve libre, decide no pre­
sentar la garantía y sustraerse a la acción de la justicia y pocas veces
cumple con esta obligación.

Fracción III. “El embargo de bienes”.

Esta medida cautelar requiere de una investigación previa y completa

Manual para una Impartición Interseccional


en la carpeta de investigación por parte del fiscal dirigida a averiguar

de Justicia con Perspectiva de Género


si la persona imputada tiene bienes embargables; además tendrá que
acreditar las causas por las que se deben embargar. Máxime que esta
medida cautelar también se encuentra prevista en el numeral 138 del
CNPP como una providencia precautoria para la restitución de los
derechos de la víctima y garantizar la reparación del daño.

Fracción IV. “La inmovilización de cuentas y demás valores que


se encuentren dentro del sistema financiero”.

Para su aplicación requiere de la investigación previa del Ministerio


Público, además que la persona imputada tenga cuentas bancarias o
valores en el sistema financiero con recursos económicos, porque de
63
otra manera no sería razonable su inmovilización.

Esta medida cautelar también se encuentra prevista en el numeral


138 del CNPP como una providencia precautoria para la restitución de
derechos de la víctima y para garantizar la reparación del daño, te-
niendo una vigencia máxima de sesenta días naturales, prorrogables
hasta por treinta más.
Fracción V. “La prohibición de salir sin autorización del país, de
la localidad en la cual reside o del ámbito territorial que fije el
juez”.

Esta medida cautelar carece de operatividad y funcionalidad porque


no señala los objetivos claros ni concretos que persigue, ni cuál será
la forma de implementar esas prohibiciones o limitaciones al dere-
cho fundamental de libertad de tránsito consagrado en el artículo 11
de la CPEUM, pues para su cumplimiento no basta que se hagan
Suprema Corte de Justicia de la Nación

saber esas restricciones, sino que deberá establecerse un sistema de


vigilancia de su cumplimiento; es decir, que el legislador debió esta-
blecer las formas o medios de constatar que la persona imputada ha
dado cumplimiento con esas obligaciones.

Fracción VI. “El sometimiento al cuidado o vigilancia de una


persona o institución determinada o internamiento a institu­
ción determinada”.

Esta medida cautelar tiene objetivos concretos, aunque carece de


eficacia efectiva y funcional en su aplicación, pues no se señaló quie-
nes serían las personas e instituciones que podrían cuidar o vigilar a
64
la persona imputada, aunque entendemos que las instituciones que
deben realizar esa vigilancia serán las unidades de supervisión de
medidas cautelares y de la suspensión condicional del proceso; las
Secretarías de Seguridad Pública y las Procuradurías de Justicia; sin
embargo, es costoso que a cada persona imputada se le ponga vigi-
lancia de este tipo porque no alcanzarían los recursos humanos y
económicos de las instituciones para vigilar a tantas personas en
libertad, porque esta medida cautelar, al igual que la mayoría de las
medidas que se analizan, no se encuentran debidamente reguladas en
el código adjetivo, y para su aplicación e instrumentación, la autori-
dad judicial tendrá que inventar procedimientos no previstos en las
leyes, con el riesgo que implica de llegar a resultados adversos.

Fracción VII. “La prohibición de concurrir a determinadas reunio­


nes o acercarse a ciertos lugares”.

Manual para una Impartición Interseccional


de Justicia con Perspectiva de Género
Esta medida cautelar es efectiva porque tiene objetivos concretos
cuan­do se trata de medidas de protección de emergencia y preventi-
vas, previstas en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia; al establecer la prohibición de acercarse a los testigos, víc-
timas u ofendidos de delitos, también resulta efectiva la aplicación
de esta medida cautelar, puesto que son los mismos ofendidos o víc­
timas quienes informarán a la autoridad sobre su incumplimiento.

Fracción VIII. “La prohibición de convivir, acercarse o comuni­


carse con determinadas personas, con las víctimas u ofendidos
o testigos, siempre que no se afecte el derecho de defensa”.
65

Es constante la aplicación y efectividad de esta medida cautelar, pues la


fiscalía solicita su imposición para proteger a víctimas, ofendidos y
testigos, impidiendo de esta manera que la persona imputada pueda
comunicarse para amenazarlos o intimidarlos, para evitar su asisten-
cia a la audiencia de debate o bien para llegar a un posible arreglo
o solución alterna al proceso, por lo que su alcance, funcionalidad y
objetivo son muy amplios y entendemos que serían los ofendidos,
víctimas o testigos los que informen a la autoridad del incumplimiento.

Fracción IX. “La separación inmediata del domicilio”.

Se trata de una medida cautelar que tiende a proteger a las víctimas


cuando el agresor habita en el mismo domicilio.

Fracción X. “La suspensión temporal en el ejercicio del cargo


Suprema Corte de Justicia de la Nación

cuando se le atribuye un delito cometido por servidores públicos”.

Esta medida cautelar carece de funcionalidad, objetivos claros y con-


cretos. Lo anterior porque la suspensión para ejercer el cargo cuando
se trate de delitos cometidos por servidores públicos corresponde a
los órganos de control interno de las instituciones a donde pertene-
ce dicha persona, pero no es el Juez de control quien deberá ordenar
dicha suspensión, aunque si podrá hacerlo en la sentencia, ya que
se prevé como una pena pública que es impuesta por la autoridad
judicial.

Fracción XI. “La suspensión temporal en el ejercicio de una de­


66
terminada actividad profesional o laboral”.

Hasta ahora se desconoce cuál será el alcance, funcionalidad y obje-


tivo de esta medida cautelar, o en qué casos concretos debe aplicar-
se, pues este tipo de suspensiones no pueden ser medidas cautelares,
más bien son consecuencia de una resolución definitiva, pero no
provisional.
Fracción XII. “La colocación de localizadores electrónicos”.

Se considera una buena medida cautelar que tendría funcionalidad


y objetivos plausibles, pero en la realidad no se encuentra instru-
mentada por razones y motivos desconocidos; tal vez falta de presu-
puesto y de voluntad política, pero lo que hasta ahora sabemos es
que no se aplica; los localizadores electrónicos deben ser a costa de
la persona imputada porque es quien tiene la obligación de some­

Manual para una Impartición Interseccional


terse a un mecanismo de vigilancia electrónica, y si le causa daño el

de Justicia con Perspectiva de Género


costo será a su cargo.

Fracción XIII. “El resguardo en su propio domicilio con las moda­


lidades que el juez disponga”.

Esta medida cautelar no tiene fijado su alcance, carece de funciona-


lidad y objetivos claros y concretos, pues requiere desarrollo normati­
vo que establezca un mecanismo para su implementación. Se trata
más bien de un tipo de prisión preventiva domiciliaria.

El riesgo de aplicar medidas cautelares no reguladas

67
En la mayoría de las medidas cautelares, el o la juzgadora tiene que
realizar una interpretación personal para su aplicación, por falta de
una regulación clara que establezca sus objetivos, alcance y funcio-
nalidad; por ello es oportuno el comentario realizado por Juan
Antonio García Amado y Jordi Ferrer Beltrán, en la presentación del
libro Derecho Degenerado, cuando exponen el tema de la interpreta-
ción de la ley y señalan:
Se da a la ley una interpretación de realismo jurídico, porque el derecho
no es lo que dice el legislador, sino lo que dicen los jueces como intérpretes.
El derecho no se dice por la boca del legislador, sino por la comunidad
judicial del momento. El derecho no cambia, lo que cambia es la interpre-
tación que se hace del mismo, degenerando instituciones jurídicas para
servir a determinado régimen; somos capaces de ir definiendo las inter-
pretaciones a la luz de determinados objetivos. El derecho es el resultado
de los procesos interpretativos y no de la actividad legislativa. La inter-
pretación nos da para cualquier momento histórico, degenerando las mis-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

mas normas que antes se interpretaban de otra forma, forzando doctrinas


a la luz de un ideal político, porque existen mentes degeneradas e inter-
pretaciones degeneradas, y con ello se le puede dar al derecho un papel
distinto para el que no estaba diseñado por el legislador, pues las doctri-
nas sirven a un fin.44

Estas ideas permiten afirmar que al aplicar medidas cautelares ha-


ciendo una interpretación de la legislación, se corre el riesgo que no
sea adecuada porque el legislador no imaginó el resultado de la apli-
cación de la ley, después de la interpretación de cada Jueza o juz. Sin
embargo, las y los jueces deben asumir un papel importante como
garantes de los derechos fundamentales reconocidos en la Constitu-
68
ción como norma suprema y aplicar jurisprudencia de origen inter-
nacional a través del control de convencionalidad y constitucionalidad
que deben ser normas con carácter ius cogens (norma imperativa de
derecho internacional).

44
García Amado, Antonio y Ferrer Beltrán, Jordi, Derecho Degenerado, Editorial Marcial
Pons, https://www.youtube.com/watch?v=4iMjmYhQbnw&t=56s, 14 de febrero de 2017.
Como relata Ximena Medellín Urquiaga “…Las normas internaciona-
les de derechos humanos contenidas en los tratados internacionales tienen
jerarquía constitucional…”.45

Adicionalmente es oportuno señalar que “El bloque de constitucionali-


dad parte del supuesto según el cual las normas constitucionales no son
solo aquellas que aparecen en la carta, sino también aquellos principios y
valores que no figuran directamente en el texto constitucional, pero a los

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cuales la propia constitución remite, porque el derecho penal es una técni-
ca de definición, comprobación y represión de la desviación, y nuestro

de Justicia con Perspectiva de Género


sistema procesal penal presenta la inevitable imperfección y fiabilidad de
cualquier sistema nuevo”.

La prisión preventiva

Tratamiento especial merece la medida cautelar prevista en la frac-


ción XIV del numeral señalado que prevé: “La prisión preventiva”.
Esta medida cautelar se encuentra regulada en la CPEUM y en el CNPP
de la siguiente manera:

a) Requisitos de procedencia
69
Solo por delito que merezca pena privativa de libertad habrá lugar a
prisión preventiva. Únicamente el Ministerio Público se encuentra

45
Medellín Urquiaga, Ximena, Metodología para la enseñanza de la reforma constitucional
en materia de derechos humanos, Coedición de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos (OACNUDH), y Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF),
México, 2013, p. 7.
legitimado para solicitarla. No podrá combinarse con otras medidas
cautelares, salvo el embargo precautorio o la inmovilización de cuen­
tas y demás valores que se encuentren en el sistema financiero.

b) Duración

Su duración no podrá exceder del máximo de pena que fije la ley al


delito que motivare el proceso y en ningún caso podrá ser superior
a dos años, salvo que se deba al ejercicio del derecho de defensa de
Suprema Corte de Justicia de la Nación

la persona imputada. Si cumplido este término no se ha pronuncia-


do sentencia, la persona imputada será puesta en libertad de inme-
diato mientras se sigue el proceso, sin que obste para imponer otras
medidas cautelares.

Tipos de prisión preventiva

a) Prisión preventiva de oficio

El Juez de control ordenará la prisión preventiva oficiosamente en


los casos de delincuencia organizada, homicidio doloso, violación,
70
secuestro, trata de personas, delitos cometidos con medios violentos
como armas y explosivos, delitos graves que determine la ley, contra
la seguridad de la nación, el libre desarrollo de la personalidad y
de la salud.

Las leyes generales de salud establecerán los supuestos que ameriten


prisión preventiva oficiosa.
La ley en materia de delincuencia organizada define los supuestos
que ameriten esta clase de prisión.

b) Excepción a la prisión preventiva oficiosa

El Juez no impondrá la prisión preventiva oficiosa, la sustituirá por


otra medida cautelar, únicamente cuando lo solicite el Ministerio Pú­
blico por no resultar proporcional para garantizar:

Manual para una Impartición Interseccional


de Justicia con Perspectiva de Género
1) La comparecencia del o la imputada en el proceso;
2) El desarrollo de la investigación;
3) La protección de la víctima y de los testigos o de la
comunidad.

Dicha solicitud deberá contar con la autorización del titular de la


Procuraduría o el funcionario que en él delegue esa facultad.

c) Prisión preventiva por presunción

Cuando la o el imputado esté siendo procesado o haya sido senten-


ciado previamente por la comisión de un delito doloso.
71

Siempre y cuando la causa diversa no sea acumulable o conexa.

En el supuesto que esté siendo procesado por otro delito deberá ana­
lizarse si ambos procesos son susceptibles de acumulación, en cuyo
caso (si son acumulables) la existencia de proceso previo no dará
lugar por sí solo a la prisión preventiva.
d) Prisión preventiva justificada

El Ministerio Público podrá solicitar la prisión preventiva o el res-


guardo domiciliario, cuando otras medidas cautelares no sean sufi-
cientes para garantizar:

1) La comparecencia de la persona imputada en el juicio.


2) El desarrollo de la investigación.
3) La protección de la víctima, de los testigos o de la comu-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

nidad.

e) Modalidades de la prisión preventiva

Se podrá ejecutar en el domicilio o en un centro médico o geriátrico


bajo las medidas cautelares que procedan, si la persona imputada:

1) Es mayor de setenta años.


2) Está afectado por una enfermedad grave o terminal.
3) Se trate de embarazadas o durante la lactancia.

f) Excepciones a las modalidades


72

No gozarán de dicha prerrogativa quienes a criterio del Juez de con-


trol, puedan sustraerse de la acción de la justicia o manifiesten una
conducta que haga presumible su riesgo social.

La supervisión de la prisión preventiva está a cargo de la autoridad


penitenciaria en los términos de la ley de la materia.
Esta es la regulación normativa de la prisión preventiva en la Cons-
titución y en el Código Nacional, de su lectura pareciera que no
queda lugar a dudas en esa regulación; sin embargo, sobresale por su
contenido ambiguo y obscuro el contenido del párrafo segundo del
artículo 19 de la Constitución, en el que después de establecer un
listado de los delitos que ameritan la prisión preventiva oficiosa,
dispuso que se aplicará también a: “...delitos cometidos con medios vio-
lentos como armas y explosivos…”. Entendemos que el contenido de

Manual para una Impartición Interseccional


esa frase es un ejemplo de los delitos a los que también se debe apli-

de Justicia con Perspectiva de Género


car esa medida cautelar en forma oficiosa; no obstante, ese párrafo
otorga un amplio margen de discrecionalidad para que la autoridad
jurisdiccional aplique su arbitrio.

En otro orden, la solución no es ampliar el catálogo de los delitos


que son merecedores de prisión preventiva oficiosa, pues existen es­
tándares internacionales bien definidos para su uso, en los que se ha
establecido que la detención preventiva debe ser la excepción y no la
regla, porque ninguna persona debe ser castigada antes del juicio y
la libertad puede estar condicionada a garantías que aseguren su
comparecencia en el proceso; la prisión preventiva afecta en forma
73
grave e irreparable el estado de inocencia; la detención precautoria
de una persona sin condena que declare su culpabilidad constituye
una gravísima afectación al estado de inocencia y la libertad ambu-
latoria de las personas, por eso debe ser medida excepcional.

En las resoluciones que han emitido los tribunales internacionales y


organismos regionales y universales, se ha establecido que el objetivo
es reducir la aplicación de las penas de prisión, lo que se logrará a
través de buscar un equilibrio entre:

a) Los derechos de las personas imputadas.


b) Los derechos de las víctimas.
c) El interés de la sociedad.

Existen tratados internacionales sobre medidas sustitutivas del encar­


celamiento y estudios científicos que han demostrado que la prisión
Suprema Corte de Justicia de la Nación

preventiva debe ser una excepción a la regla general que es la libertad.


Es una garantía para las personas que se les respete el derecho a la
libertad, con la limitación de la prisión preventiva. Volver a la aplica­
ción excesiva de esa medida no solo es un retroceso, sino que demues­
tra el poco valor que se tiene a la libertad y a la dignidad humana.

Debe agregarse que el principio de presunción de inocencia exige que


la detención preventiva se aplique únicamente como medida extrema,
tal como lo determina el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y las Reglas Mínimas sobre las Medidas no Privativas de la
Libertad —conocidas también como Reglas de Tokio de 1986—.

74
Este principio exige que cualquier persona imputada por la realiza-
ción de una conducta tipificada como delito sea tratada como ino-
cente durante el trámite del procedimiento, incluso desde antes que
inicie y consiste en que la persona imputada no está obligada a
probar su inocencia cuando se le imputa la comisión de un delito
por no tener la carga de la prueba; se encuentra previsto en el artícu-
lo 20, apartado B, fracción I de la CPEUM que la carga de la prueba
corresponde al acusador y constituye un derecho que la Ley Suprema
reconoce y garantiza, cuyo alcance trasciende a la órbita del debido
proceso, pues en su aplicación se garantiza la protección de otros
derechos fundamentales como la dignidad humana, la libertad, la
honra y el buen nombre, los cuales podrían resultar vulnerados por
la aplicación desmedida de la prisión preventiva.

La medida cautelar de prisión preventiva en un Estado Social y

Manual para una Impartición Interseccional


Demo­crático de Derecho, no pude convertirse en un mecanismo de
privación de la libertad personal indiscriminado, general y automá-

de Justicia con Perspectiva de Género


tico, porque el propósito su aplicación es de carácter preventivo y no
sancionatorio; además se encuentra contrapuesto con el principio de
presunción de inocencia porque no es congruente considerar ino-
cente a una persona cuando se encuentra en prisión preventiva com-
purgando una pena anticipada que pudiera llegar a imponérsele en
la sentencia.

Como conclusión en necesario

Es necesario perfeccionar el catálogo de medidas cautelares previsto en


el artículo 155 analizado, para que realmente garantice la compare-
cencia de la persona imputada al juicio, la efectividad de la sanción, 75
reducir el riesgo de fuga, impedir la continuación de la actividad de­
lictual, conjurar el peligro para las personas y para que no se oculten
o destruyan los medios de prueba. Para estos fines se deben adoptar
las siguientes medidas cautelares:

a) Que garantice debidamente la reparación del daño por todo el


tiempo que dure el proceso.
b) Para el caso que se sustraiga a la acción de la justicia hacer efec-
tiva la garantía en favor de la víctima u ofendido.

c) La incautación de los documentos personales por todo el tiempo


que dure el proceso para impedir la evasión.

d) La obligación de someterse a un mecanismo de vigilancia elec-


trónica, cuyo costo económico sea a su cargo.

e) La obligación de someterse a la vigilancia de una institución.


Suprema Corte de Justicia de la Nación

f) La exhibición de una garantía económica suficiente para garan-


tizar la presentación al juicio cuantas veces sea necesario. Aper-
cibido que en caso de sustracción se harán efectivas en favor del
Estado.

Establecer con claridad los fines constitucionales para la aplicación


de la prisión preventiva, partiendo del principio de excepcionalidad
en la aplicación de esta medida cautelar y evitar su uso irracional y
desproporcionado.

Eliminar el excesivo margen de discrecionalidad en la aplicación de


76
la prisión preventiva como medida cautelar, eliminando de las leyes
enunciados con indeterminación semántica, como una forma de res-
ponder a las apremiantes y legítimas demandas de una sociedad
contemporánea en sus reclamos de justicia.

En casos que requieran emplear perspectiva de género, el análisis de


los criterios necesarios para la imposición de una medida cautelar,
como se resaltó al principio, debe abordarse desde dos aristas: las de
la víctima y las de la imputada.

En el caso de víctimas, el o la juzgadora deberá comprender los hechos


y el contexto en el que se dieron, verificar el grado de protección que
requiere, si su integridad, dignidad, intimidad o algún otro derecho
fundamental se encuentra en riesgo, verificar la ausencia de estereo-

Manual para una Impartición Interseccional


tipos, estigmas, roles de género o asimetrías de poder; así, podrá
imponer la medida cautelar más idónea para su protección.

de Justicia con Perspectiva de Género


En el caso de imputadas, además de lo anterior debe cuestionar la
neutralidad de la medida cautelar aplicable, para concluir en la menos
lesiva sin entorpecer el proceso.

Como se ve, cada medida cautelar tiene características particulares


que pueden ayudar como herramienta para equilibrar desventajas.
Pensemos en las de carácter económico cuando esté involucrado el
derecho a los alimentos o monetarios.

Verbigracia, las medidas cautelares previstas en las fracciones VII (La 77

prohibición de concurrir a determinadas reuniones o acercarse


a ciertos lugares) VIII (La prohibición de convivir, acercarse o co­
municarse con determinadas personas, con las víctimas u ofen­
didos o testigos, siempre que no se afecte el derecho de defensa) y
IX (La separación inmediata del domicilio) son útiles en contextos
donde se advierte violencia contra la mujer.
B. Vinculación a proceso y sentencia

Resaltemos la importancia en la graduación del peso de la prueba,


para saber con cuanta evidencia contamos cuando juzgamos y cuál
es el estándar probatorio suficiente para emitir diversas resoluciones.

Estándar de prueba es aquella herramienta legal que contiene los crite-


rios que indican cuando se ha conseguido la prueba de un hecho. Esto es
la cantidad de prueba, el tamaño de la prueba, la dosis de prueba o el peso
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de la prueba, suficientes para tener por cierta una hipótesis de un enun-


ciado fáctico.

Los estándares ponen límites al ejercicio de la discreción de quien


toma la decisión. Es una guía significativa para quienes evalúan el
resultado del proceso al dar respuesta a la pregunta: ¿La medida de
la prueba satisface el estándar fijado o aplicable al caso concreto?

Los estándares de prueba juegan un rol fundamental para elevar al


máximo la probabilidad de resolver con certeza. Esto implica decidir
qué grado de probabilidad o certeza se requiere para aceptar una
hipótesis que describe los hechos. Por lo que se debe formular obje-
78
tivamente el estándar de prueba; es decir, formular los criterios
objetivos que indican cuándo se alcanza el grado de probabilidad
o cer­teza exigido en el CNPP para emitir un auto de vinculación a
proceso o sentencia condenatoria.

Así estaremos en condiciones de afirmar si la probabilidad, credibi-


lidad o fiabilidad es alta, es cercana o es baja. Para lo que tenemos
que medir el tamaño del peso de la prueba y decir si existen fuentes
de duda o incertidumbre. También tenemos que hacernos la pre-
gunta: ¿la fuerza probatoria es débil o fuerte? ¿La prueba cumple con
los atributos de autenticidad, exactitud y fiabilidad?

Previamente tenemos que reconocer la imprecisión que prolifera en


las inferencias que utilizamos al decidir porque recurrimos a probabi­
lidades para indicar la fuerza de nuestras conclusiones. Partimos de

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un razonamiento aproximado, inexacto, impreciso.

de Justicia con Perspectiva de Género


En nuestro sistema procesal penal acusatorio abundan los calificati-
vos de probabilidad, por ejemplo: “más allá de toda duda razonable”,
“prueba plena, clara y contundente”, “convicción plena”, “la suposi-
ción” y “la íntima convicción”.

Todos estos son estándares de prueba a los que es necesario asignar-


les objetivos más precisos para mejorar las graduaciones difusas sobre
la fuerza de la prueba, y deje de ser un proceso arbitrario, irracional
o al azar.

Pero ¿cómo medimos el peso o fortaleza de la prueba?


79

Nuestras inferencias de hechos probados a hechos faltantes depen-


den de nuestras creencias en las reglas de valoración. La fórmula que
aplicamos está basada en las experiencias que hemos tenido al valorar
las pruebas. Por eso es necesario tratar con seriedad la base de nues-
tras estimaciones. Aun cuando el razonamiento inferencial es una
habilidad humana básica.
Es importante tener en cuenta que no existen verdades absolutas en
el proceso penal. La misma ciencia no las tiene, porque cambia y es
falible. Existen otras verdades. Razonamos con verdades relativas
dentro y fuera del proceso penal. Los juicios referidos a las pruebas son
expresados comúnmente bajo la forma de juicios de “probabilidad”.

El término “probabilidad” está asociado a un razonamiento matemá-


tico y de cálculo, por lo que el uso de números hace más fácil sumar
y restar para crear una apariencia de precisión, pero en la práctica se
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resuelve en forma binaria: culpabilidad o inocencia.

Para saber si un enunciado fáctico es cierto o no, empleamos las prue­


bas. Pero ¿qué significa verdad relativa? Cada sujeto, hecho y persona
tienen su verdad propia verdad individual.

Verdad relativa en el sentido objetivo ¿Verdad de qué? Sobre qué se


funda una conclusión.

Las pruebas son la fuente de información para llegar a una conclu-


sión científica sobre un hecho determinado. Hay que hacer referencia
80
a todas las pruebas, aunque a veces solo tenemos algunas y no todas
las que quisiéramos o las necesarias.

También es necesario tener en cuenta que los abogados no buscan la


verdad, buscan la victoria y ofrecen sus pruebas de acuerdo a sus
intereses y teorías del caso propias. La tarea del litigante no es comuni­
car la verdad al Juez; su prohibición es comunicar cosas falsas.
Los estándares de prueba son grados de aproximación, pero no hay
un cien por ciento de persuasión o convicción porque no hay verda-
des absolutas; los estándares son la determinación del nivel de prue-
ba que consideramos para decir que un hecho está suficientemente
probado.

Larry Laudan fue el primer autor anglosajón que habló de estándares


probatorios en su obra “Porqué un estándar de prueba subjetivo y

Manual para una Impartición Interseccional


ambiguo no es un estándar”; Jordi Nieva Fenol habla de “La duda

de Justicia con Perspectiva de Género


razonable”, Jordi Ferrer Beltrán, profesor de la Universidad de Giro-
na, estudia de la “Valoración Racional de la Prueba”; Michele Taruffo,
profesor de la Universidad de Pavia, Mirjan Damaska en su obra
“Certezas, dudas y propuestas en torno a un estándar de prueba
penal” y Terence Anderson en “Análisis de la prueba” también abor-
dan el tema.

¿Pero cómo puede medirse la razonabilidad de una duda? ¿En kilos,


metros, etcétera? Hablamos de una duda razonable, no numérica.

Un estándar de prueba puede llevar a falsas condenas y absoluciones;


si es exigente dará lugar a un porcentaje mayor de falsas absolucio-
81
nes, mientras que si es menos exigente, produciría un número mayor
de falsas condenas. Esto es, si se requiriera la convicción plena al cien
por ciento saldrían absueltos gran número de culpables.

Es suficiente el peso de una pluma para determinar la inclinación de


la balanza de la justicia. La pregunta sería ¿es justificable bajar están-
dares de prueba para la emisión de diversas resoluciones? Debemos
razonar por grados y niveles de prueba para entender los estándares.
El Juez, cada vez que una toma una decisión, tiene que justificarla
graduando la prueba.

El estándar de prueba busca condenar a quien es verdaderamente


culpable. Cuanto más exigente sea el estándar para tener por proba-
do un hecho, más racional será la decisión que lo declara probado.
Aunque cualquier controversia jurídica puede requerir decisiones de
al menos cinco sujetos decisores.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Un estándar probatorio muy exigente minimiza la posibilidad de error


y maximiza la de acierto. Los estándares de prueba autorizan la apli-
cación de una pena incluso con riesgo de errar en el proceso de re-
construcción de la realidad que supone el juicio, pues bastará que se
superen las exigencias previstas en el respectivo estándar de prueba.

Las mismas reglas probatorias son estándares que pretenden guiar al


Juez en el ejercicio de su decisión al reducir su amplitud de discreción.

En ese tenor necesitamos establecer un umbral a partir del cual acep­


82
taremos una hipótesis como probada; pero no tiene que ser el mismo
para todo tipo de resoluciones. El punto exacto donde debe poner-
se para saber si el hecho está probado es un estándar; lo anterior es
así porque tener por cierto un hecho implica un determinado están-
dar. Pero es necesario saber hasta dónde probamos, hasta qué nivel
llegamos, qué razones tenemos para preferir una hipótesis en lugar
de otra.
Órdenes de aprehensión y vinculación a proceso

Los estándares de prueba para emitir este tipo de resoluciones han


evolucionado; en 1993 (DOF. 3 de septiembre de 1993) se reforma-
ron los artículos 16 y 19 de la CPEUM, en el párrafo segundo del
artículo 16 Constitucional se estableció que para librar una orden de
aprehensión se requería acreditar los elementos del tipo penal y
la probable responsabilidad del inculpado, con lo que se incre-

Manual para una Impartición Interseccional


mentó notablemente el nivel probatorio requerido generando que

de Justicia con Perspectiva de Género


las averiguaciones tuvieran prolongados periodos de integración y
cuando eran consignadas, las órdenes de aprehensión solicitadas por
el Ministerio Público eran negadas.

En 1999 (DOF 8 de marzo de 1999) el constituyente permanente


reformó nuevamente el párrafo segundo del artículo 16 y 19 Cons-
titucionales; la exigencia probatoria para este tipo de resoluciones se
redujo a la acreditación del cuerpo del delito y la probable respon­
sabilidad del justiciable, imperando una gran disparidad de criterios,
lo que vino a coadyuvar en los actuales niveles de ineficacia, impu-
nidad y desconfianza social al no lograrse el objeto planteado por el
83
constituyente.

En 2008 se reformaron nuevamente, entre otros, los artículos 16 y


19 de la Constitución; se eliminó el auto de plazo constitucional y se
creó el auto de vinculación a proceso, se modificó el estándar probato­
rio requerido para la emisión de una orden de aprehensión, del auto de
vinculación a proceso y de la sentencia condenatoria. Se eliminó el
estándar de prueba que antes se requería en los autos de formal pri-
sión, que eran prácticamente una sentencia condenatoria.

Se estableció que no es adecuado adelantar el juicio en el plazo cons-


titucional.

Ahora, para la emisión del auto de vinculación a proceso, es suficien­


te que en la audiencia inicial el Ministerio Público exponga datos de
prueba que establezcan que se ha cometido un hecho que la ley se-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

ñala como delito y que exista la probabilidad de que el imputado lo


cometió o participó en su comisión.

Concretamente en el artículo 316 del CNPP, publicado en el DOF el


5 de marzo de 2014, se estableció que para dictar auto de vincula-
ción a proceso se deben colmar los siguientes requisitos:

I- Que se haya formulado la imputación;

II- Que se haya otorgado al imputado la oportunidad de declarar;

84 III.- De los antecedentes de la investigación expuestos por el Ministerio


Público, se desprendan datos de prueba que establezcan que se ha come-
tido un hecho que la ley señala como delito y que exista la probabilidad de
que el imputado lo cometió o participó en su comisión.

Se entenderá que obran datos que establecen que se ha cometido un hecho


que la Ley señala como delito cuando existan indicios razonables que así
permitan suponerlo, y
IV.- Que no se actualice una causa de extinción de la acción penal o exclu­
yente del delito.

De la transcripción anterior se advierte con claridad que para la emi-


sión del auto de vinculación a proceso se requieren cinco requisitos,
tres de forma y dos de fondo, los dos primeros y el último son de
forma, y los contenidos en la fracción III son de fondo.

Manual para una Impartición Interseccional


En lo que se refiere al estándar de prueba o cantidad de prueba reque­

de Justicia con Perspectiva de Género


rida para un auto de vinculación a proceso, advertimos con claridad
que es suficiente la suposición, algo que puede ser y puede no ser,
lo cual es entendible y correcto si tenemos en cuenta que solo es la
base del proceso penal y la continuación de la investigación com­
ple­mentaria.

Advertimos que antes de 1993 los hechos se presumían, después se


acreditaban, y ahora en la vinculación a proceso solo se suponen.

La probabilidad es un “concepto de grado” que permite identificar


probabilidades “bajas”, “medias” o “elevadas”.

85
Es necesario que los distintos operadores del SPPA tomen conciencia
de la exigencia de estándares probatorios diferentes para diversas
resoluciones, por la importancia de las decisiones judiciales que
emiten, porque sin tener en cuenta el estándar de prueba requerido
para esa resolución, existe riesgo de resoluciones arbitrarias, caren-
tes de uniformidad, basadas en la intuición y experiencias que en
nada benefician al sistema de justicia, porque obedecen a criterios y
creencias personales que abonan a la impunidad y la injusticia, al
aplicar un estándar de prueba equivocado que lleva condenas y ab-
soluciones erradas.

Los estándares objetivos no dependen de los caprichos del Juez; se


busca eliminar errores para elevar al máximo la probabilidad de con-
tar con un fallo verdadero y justo. Los estándares buscan aminorar la
probabilidad de un razonamiento erróneo en el auto de vinculación
a proceso, ese error puede significar no vincular proceso a quien sí
Suprema Corte de Justicia de la Nación

cometió el delito o vincular a quien no lo cometió; por ello es nece-


sario determinar la altura de un estándar de prueba objetivo para la
vinculación a proceso, que en nuestro concepto no es más allá del
25% de convicción.

Para la emisión del auto de vinculación a proceso es suficiente la ver­


balización por parte del Ministerio Público de los datos de prueba
—que no son pruebas— que recabó en la carpeta de investigación,
de los que se generen indicios razonables que permitan suponer que
se ha cometido un hecho que la Ley señala como delito, y que existe
la probabilidad que el imputado lo cometió o participó en él.

86
Lo anterior es así porque una vez concluida la investigación comple-
mentaria, el Ministerio Público podrá: a) solicitar el sobreseimiento
parcial o total; b) solicitar la suspensión del proceso, o c) formular la
acusación.

En este punto toma especial relevancia el principio de inmediación.


El Juez de control que resolverá la situación jurídica de la persona
imputada estará en presencia de las partes y no solo tendrá como
parámetro para la toma de su decisión los datos de prueba que le
mencione el Ministerio Público, también puede robustecer su deter-
minación con lo que aprecie con sus sentidos durante el desarrollo
de la audiencia.

La interacción del Juez de control con la víctima y la parte imputada


es crucial para aplicar la perspectiva de género, porque del contacto

Manual para una Impartición Interseccional


directo con las partes se detectan elementos paralingüísticos que pudie­

de Justicia con Perspectiva de Género


ran evidenciar desventaja o vulnerabilidad, como son el tono de la
voz, titubeos, pausas, disposición de cuerpo, muecas y sonrojo.

En esta etapa del proceso penal el estándar de prueba es reducido, las


condiciones de desventaja por género no tienen que acreditarse irrefu­
tablemente; bastará que existan condiciones que llamen la atención
de o la operadora para tomar una determinación proteccionista, que
podrá incidir en su resolución final.

En efecto, en esta etapa la Jueza de control tendrá elementos directos


para identificar si existen situaciones de poder que por cuestiones de
género impliquen desequilibrio entre las partes, podrá cuestionar los
87
hechos, la neutralidad del derecho aplicable, incluso identificar la
concurrencia de categorías sospechosas.

Supongamos por ejemplo, que una Jueza de control tiene ante sí un


asunto donde se formulan imputación a una mujer indígena por
un hecho que la ley señala como delito relacionado con la transporta­
ción de droga.
En este caso, la operadora jurídica deberá ser cuidadosa en observar
todas las condiciones que lo rodean, los datos de prueba que le pre-
senta la fiscalía, las condiciones de la detención y la interseccionali-
dad de la imputada, ¿advierte un contexto de marginación? ¿Que la
imputada desconocía el contenido del paquete que transportaba?
¿Advierte desventaja por su condición indígena?

Sentencia condenatoria
Suprema Corte de Justicia de la Nación

En la Reforma Constitucional en Materia de Justicia Penal y Seguri-


dad Pública de 18 de junio de 2008 se establecieron las bases para
un nuevo sistema de justicia procesal penal, y se señaló que el pro-
ceso será acusatorio y oral, teniendo como principios la publicidad,
contradicción, concentración, continuidad e inmediación.

El 5 de marzo de 2014 se publicó el CNPP en el DOF. Su objeto sería


establecer las normas a observarse en la investigación, el procesamien­
to y sanción de los delitos, para esclarecer los hechos, proteger al
inocente, procurar que el culpable no quede impune y que se repare
88 el daño causado por el delito.

En lo que se refiere al estándar de prueba para condenar al acusado, se


previó en el artículo 359 del CNPP (valoración de la prueba) “…Solo
se podrá condenar al acusado si se llega a la convicción de su culpabilidad
más allá de toda duda razonable. En caso de duda razonable, el Tribunal
de enjuiciamiento absolverá al imputado”.
El mismo estándar de prueba fue señalado en el artículo 402 tercer
párrafo del código adjetivo citado: “…Nadie podrá ser condenado, sino
cuando el Tribunal que los juzgue adquiera la convicción más allá de toda
duda razonable, de que el acusado es responsable de la comisión del hecho
por el que se siguió el juicio. La duda siempre favorece al acusado”.

Advertimos con claridad que el estándar de prueba para fundar una


sentencia de condena es más allá de toda duda razonable”, ¿qué

Manual para una Impartición Interseccional


significa esto? Trataremos en los siguientes renglones de buscar la

de Justicia con Perspectiva de Género


respuesta.

El Juez solo puede asumir una hipótesis sobre un hecho como “ver-
dadera” —por estar confirmada por las pruebas— cuando el grado
de confirmación positiva sea superior al grado de probabilidad de la
hipótesis negativa correlativa. Dar un hecho por probado implica un
estándar de prueba, es el grado de confirmación de la veracidad
de un enunciado; puede considerarse verdadero solo aquello que ha
sido probado.

Más allá de toda duda razonable es carecer de duda, es una creencia


firme de culpabilidad, es la convicción firme de la culpabilidad, es un
89
nivel objetivo de confianza.

Sin embargo el principio de presunción de inocencia requiere que se


fije el quantum de la prueba, porque es un derecho fundamental, pros­
cribe la condena en la DUDA; para condenar hace falta la certeza de
la culpabilidad obtenida en la valoración de las pruebas, es decir,
se requiere superar el estándar de prueba establecido en la Ley.
La presunción de inocencia elimina cualquier resquicio de arbitra-
riedad porque es un mandado de racionalidad y objetividad.

El grado de probabilidad para dar por comprobada la hipótesis se


debe determinar aplicando un estándar de prueba. Más allá de toda
duda razonable, debe establecerse el grado de convicción que se re-
quiere para condenar al acusado. La hipótesis no es absoluta, solo
aquella que excluya dudas importantes.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Es un estándar ambiguo, impreciso e inexacto, abierto a tantas inter-


pretaciones como jueces existan.

Funciones del estándar de prueba

a) Establece el quantum probatorio necesario para que el juz­


gador pueda declarar probada una hipótesis. Es un instru­
mento procesal orientado a la averiguación de la verdad.

b) Cuando es elevado, tiene una función de distribución del


error al permitir absoluciones falsas en pos de condenar a
90 verdaderos culpables. Un estándar alto aumenta la posi-
bilidad de falsos positivos.

c) Es una herramienta procesal que tiene una función justi-


ficadora de la decisión, al cumplirse los presupuestos del
estándar para sobrepasar el umbral de suficiencia necesa-
ria probatoria.
Actualmente en la CDMX nos enfrentamos a distintas formas de desa­
rrollar un mismo concepto, con ideas distintas sobre el nivel de prueba
para condenar a alguien porque no existe un concepto único de es-
tándar; únicamente existen diversas nociones que se definen en tér-
minos subjetivos.

La falta de criterio de razonabilidad de la duda se traduce en una


imprecisión del estándar, lo cual no permite establecer con claridad

Manual para una Impartición Interseccional


cuál es el grado de duda tolerable.

de Justicia con Perspectiva de Género


Cuando hablamos de convicción, nos referimos a un estado mental
del juzgador, pero un estándar que apela a las creencias del sujeto
que decide tiene un carácter subjetivo que hace incontrolable su
aplicación.

Nuestra máxima autoridad judicial del país ha establecido que el


estado de duda impone al juzgador la obligación de absolver al acu-
sado, y consiste en tener un 50% de pruebas para condenar y un
50% de pruebas para absolver; en consecuencia superar ese nivel,
esto es un 50% más uno, implica que estamos más allá de toda duda
91
razonable y que la balanza de la justicia, que establece el peso de las
pruebas, se ha inclinado por condenar al acusado.

Lo anterior queda demostrado, por los siguientes motivos y razones:

a) Se trata de un estándar subjetivo, flexible, impreciso y


ambiguo.
b) De exigirse mayor porcentaje de convicción o convicción
plena, muchos culpables saldrían inocentes en la sentencia.

c) La existencia de votos particulares se prevé para tribuna-


les de enjuiciamiento y de alzada, quiere decir que no es
necesario un 100% de convicción o convicción plena
para condenar, basta con superar el estándar señalado.

d) Solo en algunos países de Europa como Inglaterra se exige


Suprema Corte de Justicia de la Nación

la convicción plena para condenar, esto es que no existen


votos particulares, y si un Juez o Magistrado disiente de
los dos restantes se tiene que absolver.

El artículo 406 del CNPP establece que para dictar sentencia conde-
natoria se deberán acreditar los elementos de la clasificación jurí­
dica; es decir, los elementos del tipo penal, objetivos, subjetivos y
normativos correspondientes.

Para llevar estas exigencias al tema de la perspectiva de género, el


principio de inmediación juega un papel crucial en la etapa de enjui-
92
ciamiento, ya que es donde la prueba nace o se produce. Lo que
permite que la Jueza o Juez que dicte la sentencia advierta el medio
de convicción desde su fuente, sin intermediarios ni vicios.

Con la interacción del Juez o Jueza que dictará la sentencia se busca


reducir el error judicial, además se permite que advierta directamente
aquellas situaciones que impliquen asimetría de poder o condiciones
de vulnerabilidad, lo que permeará en el dictado de sentencias más
justas.

Para lograrlo es necesario que el o la operadora este familiarizada con


la perspectiva de género, con el fin de valorar adecuadamente el
contexto, los hechos y la neutralidad del derecho aplicable. De nada
servirá la interacción que garantiza el principio de inmediación si se
tiene con juzgadores que no estén sensibilizados con la problemática

Manual para una Impartición Interseccional


que se plantea.

de Justicia con Perspectiva de Género


Ahora, consideramos que las situaciones de desventaja no son obje-
to de prueba indubitable aun en el dictado de la sentencia, ya que
exigir que se acrediten plenamente podría implicar que las desigual-
dades nunca se subsanen. La sensibilidad de la persona juzgadora al
interactuar con las partes es vital en el dictado de la sentencia para
detectar las condiciones de desequilibrio por género que deban ser
superadas.

3. Género y derecho civil

El juzgar con perspectiva de género en materia civil puede dividirse 93


en los procedimientos de naturaleza netamente civil y los de carácter
mercantil, ya que los principios que rigen cada uno son distintos;
como el juicio de amparo tiene sus propias reglas para estudiar los plan­
teamientos jurídicos.

Así, se toma como punto de partida la idea de evolución del análisis


de los hechos con el derecho aplicable, desde un estudio en el cual
se determine si existe un desequilibrio respecto de alguna de las
partes, que se traduzca en una situación de desventaja que pudiera
llevar a resolver en un sentido distinto al que regularmente se lleva a
cabo la función jurisdiccional.

Lo anterior no implica que se pierda el principio de igualdad, por el


contrario, juzgar con perspectiva de género busca el equilibrio tanto
procesal como jurídico entre las personas, por lo que la actividad de
Suprema Corte de Justicia de la Nación

quien juzga no se limita a analizar los hechos y el derecho con sen-


sibilidad respecto de las condiciones de género, sociales, culturales
y económicas de las partes, sino que desde el inicio del proceso busca
el equilibro de defensa, pruebas, plazos, exigencias, obligaciones y de­
rechos conforme a los pasos establecidos en la jurisprudencia 22/2016
de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.46

Por lo que se debe analizar tanto el texto como el contexto de la nor­


ma para identificar estereotipos y manifestaciones en los actos jurí-
dicos que propicien desigualdad por condición de género, así como
aplicar los criterios jurisprudenciales internos y los establecidos por
94 los tratados internacionales, también el control convencional y el prin­
cipio pro persona, siempre que sea procedente; esto es, que exista tras
la aplicación del test de necesidad una justificación satisfactoria para el
caso en concreto. De ahí que iniciaremos con las etapas procesales
comunes para todas las materias.

46
Op. Cit. 7.
La etapa procesal que da inicio a todo procedimiento de naturaleza
civil es el emplazamiento, la cual ha reiterado la importancia de cum­
plir con el derecho fundamental protegido en el artículo 14 cons-
titucional.

Entonces, las diligencias que de oficio deben ser revisadas, previo a


declarar emplazada a la parte correspondiente, es si efectivamente se
reúnen las condiciones legales, como la certeza del domicilio del bus­

Manual para una Impartición Interseccional


cado, que lo habite, que pueda ser localizado y que le sea informada

de Justicia con Perspectiva de Género


la entrega del citatorio previo al emplazamiento.

Es decir, no limitarse a verificar únicamente el cumplimiento de los


requisitos legales, toda vez que pueden darse situaciones que no sean
advertidas en una primera revisión, vgr que la persona buscada tenga
su domicilio registrado en el inmueble señalado; sin embargo, se
tengan datos de que dicha persona hubiere abandonado el domicilio
por violencia o por ser obligada por su pareja, en tal caso estaríamos
frente a una situación de facto que genera una condición de desigual-
dad por asimetría de poder.

95
Lo mismo ocurre al promover, la parte interesada, un incidente de
nulidad de notificación, en que la incidentista aporte las pruebas con
que cuente sobre la ilegalidad del emplazamiento, pero no sean su-
ficientes en cuanto al alcance y valor probatorio previsto en la legis-
lación aplicable; y no obstante, aporten elementos suficientes para
desprender una situación de desventaja como tener una educación
o provenir de un ambiente social de escasez, que no le permita
comprender el alcance jurídico y los efectos de la diligencia que se
lleva a cabo.

De igual forma, como nota general debemos analizar el texto de la ley


aplicable en el procedimiento correspondiente y determinar si con-
tiene un trato diferenciado aparentemente neutral, pues de consi­
derar que se trata de una categoría sospechosa, se debe proceder a
aplicar el control de convencionalidad.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

En la práctica se han logrado eliminar conceptos legales discrimina-


torios o que atentan contra la igualdad de las personas, vgr el derecho
de guarda y custodia de los menores de edad o incapaces, el cual
puede ser ejercido actualmente por cualquiera de los progenitores,
sin diferencia de género.

En procedimientos civiles

En un procedimiento civil contencioso las partes se encuentran obliga­


das a probar sus afirmaciones y acreditar la acción, por lo que deben
ofrecer las pruebas que permitidas por la ley aporten datos para el
dictado de la sentencia.
96

Medios de convicción que deben ser ofrecidos en periodos probato-


rios iguales para las partes y conforme a las reglas legales; lo que
podría no tener complicación en cuanto a la intervención del juzga-
dor; sin embargo, desde esta etapa procesal se puede producir una
desigualdad o incluso discriminación respecto de alguna de las par-
tes que se traduzca en desventaja.
También analizar con sensibilidad el motivo por el cual se ejercita la
acción, vgr si la demandada incumplió con la obligación del acto
jurídico por cuestión de violencia física, psicológica, por su condi-
ción o género, o existieron motivos discriminatorios en su celebración
que generara desventaja.

Así, la o el Juez del proceso debe partir de la facultad que le otorgan


las legislaciones civiles para recabar pruebas para mejor proveer y en

Manual para una Impartición Interseccional


su caso, determinar si realmente alguna de las personas del proceso se

de Justicia con Perspectiva de Género


encuentra imposibilitada para exhibir pruebas y evitar que se apli-
quen de forma rigorista las restricciones probatorias, como lo sería
una mujer que pertenezca a un grupo indígena, de escasos recursos,
que desconozca los términos jurídicos-legales y que por ello se inad-
mitan pruebas, que se le imponga la obligación de exhibir documen-
tos que pudieran no estar a su alcance o que el juzgador debiendo
recabarlas de oficio no lo hiciera, justificación suficiente para la apli-
cación de acciones de enfoque diferencial, pues si bien la aplicación
de la norma pudiera parecer formalmente imparcial, vemos que la
condición de la justiciable no encuentra igualdad material, lo cual
redunda en la imposibilidad de acceder a la justicia y por tanto se
configura un acto del todo discriminatorio. 97

En procedimientos mercantiles

En los juicios mercantiles rigen los principios dispositivos y de es-


tricto derecho, por lo que la aplicación de la ley es la más rigorista
de todos los procedimientos de naturaleza civil; sin embargo, existen
etapas procesales o pruebas que deben analizarse con sensibilidad,
siempre que se advierta desequilibrio o desventaja respecto de la per­
sona que interviene en el proceso y que sus condiciones sean dife-
rentes por género o situación económica y social; sin denotar que
esta situación impacte de manera directa en la litis, siendo por tanto
relevante para decantar la solución del problema jurídico planteado.

Atender al origen de la obligación en caso de que se trate de la parte


Suprema Corte de Justicia de la Nación

demandada, así como a las excepciones o a la inversa, analizar la acción


con perspectiva de género desde la parte promovente —actora—,
cuando pudiera encontrarse en desventaja frente a la parte deman-
dada o exista desequilibrio. Sin perder de vista lo que busca probar
cada una de las partes y las afirmaciones o negaciones en cada caso
y eliminar esa brecha desde un enfoque diferencial que permita el
pleno acceso a la justicia.

Vgr la razón por la que surgió la obligación mercantil, si existió un


motivo que atendiera a la especial situación de una mujer, en caso de
ser la deudora o aval y hubiera existido violencia de género o por su
98 condición que surgiera de violencia hacia ella, entre otros.

Lo anterior, se insiste, sin dejar de observar los principios rectores


de los procedimientos mercantiles previstos en el Código de Comer-
cio; por lo que se debe analizar la demanda, cada etapa procesal y
resolver buscando que no existe desventaja procesal entre quien pudo
estar en desigualdad de condiciones.
En juicios orales mercantiles

En este procedimiento predominantemente oral prevalece el princi-


pio de igualdad, así como el de contradicción, por lo que las partes
tienen los mismos derechos procesales; así como una bilateralidad
en las actuaciones sobre las peticiones de cada uno, siendo obliga-
ción del órgano judicial dar vista a la parte contraria.

Manual para una Impartición Interseccional


de Justicia con Perspectiva de Género
Lo anterior resulta relevante en el tema de perspectiva de género, ya
que si bien esta figura no significa que en todos los casos deba resol-
verse en un sentido distinto al en que se venía haciendo regularmente, lo
cierto es que aun cuando la ley prevé principios que buscan conser-
var el equilibrio entre las partes, el juzgador debe advertir si existen
asimetrías respecto de alguna durante el proceso y al momento de
dictar sentencia.

Ese desequilibrio debe producir una desventaja al evidenciar un trato


diferenciado aparentemente neutro. Lo cual debe ser observado en
99
el momento de celebrar la audiencia preliminar en la que se llevan a
cabo seis etapas relevantes, así como la audiencia de juicio con mo-
tivo del desahogo de las pruebas admitidas en la previa.

En efecto, se debe aprovechar la inmediatez procesal en los juicios


orales, para llevar a cabo las audiencias con sensibilidad en búsqueda
del equilibrio procesal, como en la etapa de conciliación y mediación
prevista en el artículo 1390 Bis 32 del Código de Comercio.47

En dicha etapa es dable buscar la solución de la controversia a través


de la conciliación y si no se logra, llevar a cabo la mediación para que
lleguen a un acuerdo, haciendo del conocimiento las consecuencias
jurídicas en caso de que no lo hicieren las partes o los efectos lega-
les si llegan a conciliar o a un convenio.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

De igual forma, en la audiencia preliminar las partes fijan acuerdos


sobre hechos no controvertidos y acuerdos probatorios, diligencia
en la que el órgano operador de justicia puede dirigir evitando im-
poner cargas innecesarias. Lo cual, se cita como nota distintiva, no
sólo en todas las audiencias, sino sobre todo, para evitar la desigual-
dad procesal e incluso discriminación de aquella persona que se pu-
diera encontrar en desventaja por cuestión de género.

En el juicio de amparo civil

La Ley de Amparo prevé la protección de personas que pudieran con­


100
siderarse en desventaja, sin importar su calidad procesal ni que se

47
Artículo 1390 Bis 32.- La audiencia preliminar tiene por objeto:
I. La depuración del procedimiento;
II. La conciliación y/o mediación de las partes por conducto del juez;
III. La fijación de acuerdos sobre hechos no controvertidos;
IV. La fijación de acuerdos probatorios;
V. La calificación sobre la admisibilidad de las pruebas, y
VI. La citación para audiencia de juicio.
trate de quejoso o tercero interesado. Sin embargo, para resolver con
perspectiva de género, se deben analizar dos vertientes:

Desde los datos aportados en el procedimiento del que deriva el acto


reclamado, para desprender si la parte quejosa se encontraba en una
situación de desequilibrio respecto del texto de la ley, así como en
alguna etapa procesal; y que se produjo una desventaja por razón de
género entre las partes.

Manual para una Impartición Interseccional


de Justicia con Perspectiva de Género
Por tanto, analizar con perspectiva de género consiste en buscar si
existió un desequilibrio procesal o situación de desventaja respecto de
la parte quejosa que hubiere vulnerado sus derechos fundamentales,
esto es, al analizar el acto reclamado y sus antecedentes, y de presen-
tarse el caso, de ser permitido por las reglas procesales del juicio de
origen, buscar reparar esas violaciones a través de la sentencia conce­
soria en que se vincule a la autoridad responsable a cumplir con las
exigencias constitucionales, convencionales y legales. Es decir, elimi­
nar ese desequilibro que hubiere producido desventaja, ya sea durante
una etapa procesal o con motivo del texto legal discriminatorio.

Por otra parte, se debe respetar la igualdad de las partes y evitar ven-
101
tajas, vgr al momento de analizar si procede el sobreseimiento por
no pagar, la parte quejosa, los edictos para emplazar al tercero inte-
resado, o al resolver si procede cubrir el costo a través del Consejo
de la Judicatura Federal, pues es indispensable emitir una resolución
fundada y motivada sobre la capacidad económica de la obligada,
sus condiciones particulares, ya sean sociales, su entorno, el tipo
de procedimiento de origen y determinar si debe cubrirse el pago de
edictos. La resolución que se emite en estos casos no es la misma que
en los demás juicios de amparo, pues atiende a su vulnerabilidad.

De esta manera, al juzgar se debe partir del respeto a los principios que
rigen los procedimientos y no pensar que en todos los casos debe
juzgarse con perspectiva de género, sino analizar con sensibilidad si
en los procedimientos existe una situación de desventaja conforme a
lo narrado y de acuerdo a la situación de cada persona que intervie-
ne en los mismos.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

De ser aplicable debe hacerlo desde el inicio del procedimiento y


siempre que cada etapa del proceso lo permita, sin que afecte el equi­
librio procesal. Además es necesario atender a los criterios jurispru-
denciales que le permitan resolver con perspectiva de género e
identificar si el propio texto de la norma genera desigualdad.

4. Género y derecho familiar

Al estar en construcción esta nueva forma de juzgar, es importante


sentar algunas bases; es indispensable acudir a los criterios interpreta­
102
tivos que ha emitido la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que
se ha preocupado por incluir la normatividad interna y los instru-
mentos internacionales obligatorios para el Estado mexicano con lo
cual las herramientas para aplicar el método analítico de identifi­
cación y eliminación de desventajas y discriminación derivadas de
una condición de género se vuelve no sólo cotidiano, sino obligato-
rio en beneficio para las personas sometidas a jurisdicción.
Factores a tomar en consideración

En ese tenor, la Primera Sala del Alto Tribunal ha fijado los factores
que el juzgador debe tomar en cuenta para impartir justicia de mane-
ra completa e igualitaria, los cuales son: 1) Identificar primeramente si
existen situaciones de poder que por cuestiones de género den cuen-
ta de un desequilibrio entre las partes de la controversia; 2) cuestio-
nar los hechos y valorar las pruebas desechando cualquier estereotipo

Manual para una Impartición Interseccional


o prejuicio de género, a fin de visualizar las situaciones de desventa-

de Justicia con Perspectiva de Género


ja provocadas por condiciones de sexo o género; 3) en caso que el
material probatorio no sea suficiente para aclarar la situación de vio-
lencia, vulnerabilidad o discriminación por razones de género, orde-
nar las pruebas necesarias para visibilizar dichas situaciones; 4) de
detectarse la situación de desventaja por cuestiones de género, cues-
tionar la neutralidad del derecho aplicable, así como evaluar el
impacto diferenciado de la solución propuesta para buscar una reso-
lución justa e igualitaria de acuerdo al contexto de desigualdad por
condiciones de género; 5) aplicar los estándares de derechos huma-
nos de todas las personas involucradas, especialmente de los niños y
niñas; y, 6) considerar que el método exige que, en todo momento,
se evite el uso del lenguaje basado en estereotipos o prejuicios, por lo
103
que debe procurarse un lenguaje incluyente con el objeto de asegurar
el acceso a la justicia sin discriminación por motivos de género.48

Frente a la obligación de juzgar con perspectiva de género en materia


familiar y como una manera de legitimar ante la sociedad las decisiones

48
Op. cit. 39.
que se adoptan, es importante desmitificar la creencia popular de que
por el solo hecho de ser mujer se debe obtener una sentencia favo-
rable, e incluso, más allá de sus peticiones; a guisa de ejemplo, y
para ilustrar el alcance de esta afirmación, cabe decir que ni siquiera
en materia penal el dogma de ser mujer genera ni justifica favoritis-
mo injustificado.49

Es importante destacar lo anterior, porque una falsa apreciación de


lo que constituye la perspectiva de género en materia jurisdiccional,
Suprema Corte de Justicia de la Nación

origina una falta de confianza en las instituciones impartidoras de


justicia, sobre todo cuando la titular del órgano jurisdiccional es tam­
bién una mujer.50

Límites en la aplicación

También es importante acotar que no obstante la obligación irres-


tricta de respetar todos los principios de igualdad, de no discrimina-
ción, de imparcialidad, de legalidad, entre otros principios, existen
instituciones jurídicas que no se pueden soslayar, porque originaría
una vulneración de derechos a la contraparte de quien pretendería-
104 mos beneficiar so pretexto de juzgar a favor del género; así tenemos
por ejemplo, la cosa juzgada, la obligatoriedad de la jurisprudencia

49
Tesis XLV/2014, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2005534, de rubro: IGUALDAD JURÍDICA
SUSTANTIVA O DE HECHO. LA NEGATIVA DE APLICAR EN FORMA DIFERENCIADA
UNA SANCIÓN PENAL A UNA INCULPADA POR LA MERA CIRCUNSTANCIA DE SER
MUJER, NO IMPLICA UNA VIOLACIÓN A ESE PRINCIPIO CONSTITUCIONAL.
50
Tesis XXVIII/2017, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2013867, de rubro: JUZGAR CON
PERSPECTIVA DE GÉNERO. EL SEXO DE QUIENES INTEGRAN UN ÓRGANO JURIS-
DICCIONAL ES IRRELEVANTE PARA CUMPLIR CON AQUELLA OBLIGACIÓN.
que emite la Suprema Corte de Justicia de la Nación o bien la de los
tribunales colegiados que sean obligatorias para las autoridades que
marca la propia Ley de Amparo y por supuesto, la competencia del
juzgado para resolver el conflicto sometido a su jurisdicción.

Tampoco se debe soslayar que al aplicar la perspectiva de género, al


juzgador no le está permitido rebasar la litis planteada, ni siquiera en
aras de la obligación constitucional de promover, respetar, proteger

Manual para una Impartición Interseccional


y garantizar los derechos humanos, puesto que no se puede perder

de Justicia con Perspectiva de Género


de vista que la voluntad del juzgador no sustituye la de las partes en el
ejercicio de la acción, ni lo que de ella se pretende; hacerlo equival-
dría a asumir el papel de asesor del gobernado, perdiendo de vista
que si bien el Estado mexicano también tiene la obligación de otor-
gar defensa y asesoría a sus nacionales, es a través de instancias dis-
tintas a las jurisdiccionales que se encargan de decir el derecho, una
vez instado por las personas interesadas.

En ese tenor, encontramos la jurisprudencia emitida por el Pleno


de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, titulada: “DERECHOS
HUMANOS. LA OBLIGACIÓN DEL ÓRGANO DE AMPARO DE PRO-
MOVERLOS, RESPETARLOS, PROTEGERLOS Y GARANTIZARLOS,
105
PREVISTA EN EL ARTÍCULO 1o. DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, SÓLO SE ACTUALIZA EN
EL ÁMBITO DE SU COMPETENCIA, POR LO QUE CARECE DE ATRI­
BUCIONES PARA PRONUNCIARSE RESPECTO DE VIOLACIONES A
LOS QUE NO FORMEN PARTE DE LA LITIS CONSTITUCIONAL”.51

51
Tesis J.5/2016, Pleno, (10a.), con registro: 2012228.
Asimismo, es importante destacar que el control de constitucionali-
dad y convencionalidad ex officio, ni aun en tratándose de juzgar con
perspectiva de género, es irrestricto, y por ello, la Primera Sala del
más alto tribunal de la Nación, emitió la jurisprudencia 1a./J. 4/2016
(10a.), que sienta las bases para su ejercicio,52 debiendo justificar en
su caso, previo a la inaplicación de la norma sometida a ese tipo de
control (lo que aplica a la interpretación de normas nacionales o
internacionales)53 las razones por las cuales se destruyó su presun-
ción de constitucionalidad,54 regulando también los presupuestos
Suprema Corte de Justicia de la Nación

necesarios para su estudio a petición de parte.55

Suplir o no la queja deficiente

En materia de amparo, el punto toral constituye la distinción entre


la obligación de suplir la deficiencia de la queja, con la necesidad de
aplicar la perspectiva de género en la resolución de un asunto; así,
únicamente se puede suplir la deficiencia de la queja en las hipótesis
previstas en la Ley de Amparo y, en su caso, regulados por la juris-
prudencia; el género, en los casos no previstos, no constituye factor

52
Tesis LXVII/2014, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2005622, de rubro: CONTROL DE
106 CONSTITUCIONALIDAD Y CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO. CONDICIONES
GENERALES PARA SU EJERCICIO.
53
Tesis CCCXLIV/2015, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2010426, de rubro: PARÁMETRO DE
REGULARIDAD CONSTITUCIONAL. SE EXTIENDE A LA INTERPRETACIÓN DE LA
NORMA NACIONAL O INTERNACIONAL.
54
Tesis XXII/2016, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2010959, de rubro: CONTROL DE CON-
VENCIONALIDAD EX OFFICIO. LAS AUTORIDADES JUDICIALES, PREVIO A LA
INAPLICACIÓN DE LA NORMA EN ESTUDIO, DEBEN JUSTIFICAR RAZONADAMEN-
TE POR QUÉ SE DESTRUYÓ SU PRESUNCIÓN DE CONSTITUCIONALIDAD.
55
Tesis J.69/2014, 2a. Sala, (10a.), con registro: 2006808, de rubro: CONTROL DE CONS-
TITUCIONALIDAD Y CONVENCIONALIDAD. CONDICIONES PARA SU EJERCICIO
OFICIOSO POR LOS ÓRGANOS JURISDICCIONALES FEDERALES.
de inclusión en una figura no contemplada en la ley, pero no impide
que se efectúe un análisis de la litis en conflicto con un enfoque de gé­
nero, bajo los estándares genéricos que actualicen su necesidad; para
ello se debe identificar claramente la intervención de categorías sos-
pechosas para proceder a su análisis.56

Particularidades de la materia

Manual para una Impartición Interseccional


En la materia familiar se presenta una complicación adicional, ante

de Justicia con Perspectiva de Género


la posibilidad real de que contiendan en un mismo juicio personas
pertenecientes a categorías sospechosas, incluso en más de un tipo;
así se pueden enfrentar derechos de dos personas del mismo género,
vgr en una relación de matrimonio entre dos mujeres que pugnan
por la custodia de los hijos o por la división de los bienes comunes,
o por cualquier otro derecho que involucre a ambas; en este caso
tendremos que tratar el asunto con la suficiente sensibilidad para
detectar, bajo los parámetros del marco conceptual aplicable y el
escrutinio necesario, la necesidad de aplicar la perspectiva de género
en favor de una, de otra, de ambas o de ninguna, con la complejidad
adicional de atender también, en su caso, al interés superior del menor
o menores involucrados. 107

Para resolver debemos considerar la necesidad de realizar una ponde­


ración de los derechos en conflicto, analizando las características per­
sonales de cada una de las involucradas, para procurar que ninguna

56
Tesis J.10/2016, Pleno, (10a.), con registro: 2012589, de rubro: CATEGORÍA SOSPE-
CHOSA. SU ESCRUTINIO.
sea menoscabada en sus derechos ante la eventual obligación de
aplicar la perspectiva de género hacia ambas; en ese caso, debe iden-
tificarse la situación de la cónyuge que se encuentre en desventaja
frente a la otra, por sus características personales, como podría ser
su origen étnico, estatus social o educativo, la presencia de alguna
discapacidad, la desventaja económica de una frente a la otra, así
como las posibilidades de salir adelante por medios propios una
vez con­cluida la relación de pareja, etcétera. 
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Otro caso común es que se disputen en un mismo conflicto derechos


de menores y de personas adultas mayores; en este caso tendremos que
aplicar con prudencia el ejercicio de ponderación de derechos en
colisión para no dejar desprotegida a ninguna de las partes, pues
ambas podrían ser vulnerables; de tener el caso en amparo, no debemos
perder de vista que al menor se le debe suplir la deficiencia de la
queja, no así a las personas adultas mayores, lo que no impide que
se efectúe el ejercicio de ponderación o interpretación conforme
que resuelva el conflicto para el parámetro de igualdad constitucio-
nal perseguido.

108
Lo anterior sin perder de vista, que el solo hecho de pertenecer al
grupo en situación de vulnerabilidad, como una persona adulta mayor
y ser mujer, no convierte de manera automática a la parte del juicio
en beneficiaria de acciones de enfoque diferencial, pues puede darse el
caso que por su situación particular, como lo sería un alto grado de
escolaridad, buena solvencia económica o un nivel social que le per-
mita obtener asesoría jurídica especializada, una mujer adulta mayor,
con estas características, no puede ser considerada en situación de
vulnerabilidad en razón de su edad. 

No obstante, una vez identificada la presencia de una situación de


desventaja que sufra una mujer (asimetría de poder) precisamente
en razón de su situación particular, apoyada en los antecedentes
históricos de las condiciones de vulnerabilidad y menosprecio este-
reotípico que se sufre por ese solo hecho, procede que el órgano

Manual para una Impartición Interseccional


operador de justicia trate el asunto garantizando que se aplique el
principio pro persona a favor de la mujer, respetando por supuesto

de Justicia con Perspectiva de Género


los límites de su competencia y el ámbito jurídico dentro del cual se
puede hacer el ejercicio de ponderación, evitando caer en fanatismos
que terminen por trastocar derechos de terceros, pues no es la fina-
lidad de juzgar con perspectiva de género. 

5. Género y derecho laboral

En la República Mexicana, la Constitución Política de los Estados


Unidos Mexicanos, es el documento jurídico supremo en el orden
nacional que en el Título Primero, Capítulo Primero, relativo a los
Derechos Humanos y sus Garantías, específicamente en su artículo 109
1o., establece el reconocimiento por parte del Estado Mexicano de
los derechos humanos que se contengan tanto en la propia Consti-
tución, como en los tratados internacionales en los que México sea
parte.

Por su parte, en el Título Sexto se comprende el tema del trabajo y de


la previsión social, precisando los principios básicos en las relaciones
de subordinación, conforme lo dispone el artículo 123, apartados A y
B, que prevén los derechos mínimos de protección a las personas tra­
bajadoras. El apartado A contiene XXXI fracciones que rigen todas
las relaciones de trabajo y el apartado B regula las relaciones de tra-
bajo al servicio del Estado, de la fracción I a la XII y de las fracciones
XIII a XIV se establecen las excepciones a la regla de las relaciones al
servicio del Estado.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Leyes reglamentarias del


artículo 123 constitucional

Del apartado A, entre otras, son:

 La Ley Federal del Trabajo es la ley sustantiva y procedimen­


tal de la materia laboral entre trabajadores y patrones.

 La Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es la


sustantiva respecto a los derechos de seguridad social.

110  La Ley del Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda


de los Trabajadores (INFONAVIT), es la ley sustantiva res­
pecto a los derechos de vivienda digna de los trabajadores.

 La Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro regula el fun-


cionamiento de los sistemas de ahorro para el retiro y los
trabajadores.
 La Ley del Impuesto Sobre la Renta establece la renta gra-
vable para el pago de utilidades a los trabajadores.

Del apartado B, entre otras, son:

 La Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado.

 La Ley del Instituto de Seguridad Social de los Trabajado-

Manual para una Impartición Interseccional


res al Servicio del Estado (ISSSTE).

de Justicia con Perspectiva de Género


 La Ley del Fondo de la Vivienda para los Trabajadores al
Servicio del Estado (FOVISSSTE).

El procedimiento jurisdiccional de
aplicación de las normas laborales

Se reformó el apartado A del artículo 123 constitucional, extinguien-


do a las Juntas Federales y Locales, trasladando la jurisdicción de los
conflictos al Poder Judicial Federal, previa creación de la legislación
secundaria, publicada en el Diario Oficial de la Federación, el 24 de
111
febrero de 2017.

El juicio de amparo

El juicio de amparo directo procede contra el laudo o la resolución


que pone fin al juicio laboral, así como las violaciones procesales que
se susciten, al no existir recurso en el procedimiento laboral hasta
antes del laudo. La sentencia del Tribunal Colegiado puede recurrir-
se ante la Suprema Corte de Justicia en las condiciones que prevé la
Ley de Amparo y la jurisprudencia.

El juicio de amparo indirecto procede contra los actos antes de juicio


o después de concluido, o contra actos de aplicación o creación de
normas inconstitucionales o inconvencionales; por autoridades labo-
rales, con sus salvedades legales y jurisprudenciales. La sentencia
puede ser recurrida ante los Tribunales Colegiados en materia de
legalidad y ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación en materia
Suprema Corte de Justicia de la Nación

de constitucionalidad como lo precisa la Ley de Amparo y la juris-


prudencia respectiva.

Jurisprudencias y tesis de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación
con perspectiva de género y derechos
humanos en materia de trabajo

El primer criterio que se analiza es la jurisprudencia, con número de


registro: 2014508, con el rubro:

112 OFRECIMIENTO DE TRABAJO. AUN CUANDO SE CONSIDE­


RE DE BUENA FE, NO DEBE TOMARSE EN CUENTA PARA LA
DISTRIBUCIÓN DE LAS CARGAS PROBATORIAS CUANDO
EL DESPIDO SE DA DURANTE EL PERIODO DE EMBARA­
ZO DE LA TRABAJADORA, AL CONSTITUIR UN TEMA QUE
OBLIGA A JUZGAR CON PERSPECTIVA DE GÉNERO.57

57
Tesis J.66/2017, 2a. Sala, (10a.), con registro: 2014508.
Para mayor claridad, es preciso señalar que en los juicios laborales la
figura denominada “oferta de trabajo” implica que si una persona tra­
bajadora que se dice despedida injustificadamente demanda la reins­
talación a su trabajo y al dar contestación el demandado patrón le
ofrece el trabajo en los mismos o en mejores términos y condiciones
en que lo ha venido desempeñando, si se considera de buena fe la
oferta de trabajo, entonces se revierte la carga probatoria que por ley
le corresponde al patrón para acreditar la causa de terminación del

Manual para una Impartición Interseccional


trabajo y dada la buena fe de la oferta, corresponde a quien se duele

de Justicia con Perspectiva de Género


del despido el demostrar su aserto.

En la jurisprudencia de la Segunda Sala cuyo rubro se asentó, se es-


tudió con perspectiva de género y se aplicó una acción afirmativa a
sus propias jurisprudencias sobre el tema de la oferta de trabajo,
puesto que en este último criterio, determina que al tratarse la traba-
jadora de una mujer embarazada, aun cuando la oferta de trabajo
por parte del patrón se considere de buena fe, el efecto de revertir la
carga probatoria carece de operatividad, pues ante la desventaja de
la mujer trabajadora, el patrón pierde el beneficio procesal de rever-
tir a la trabajadora la carga probatoria de acreditar que fue despedida
injustificadamente, por estar embarazada o en periodo de licencia
113
postnatal y rige la regla general de que a la demandada corresponde
la carga de la prueba de acreditar la inexistencia del despido por ese
motivo discriminatorio.

Así, la prueba de que los motivos del despido no se encuentran rela-


cionados con el embarazo de la trabajadora corresponde al patrón y
lo coloca en la posición de acreditar el despido reclamado, es decir,
opera la regla general de que corresponde al patrón allegar todos los
medios de convicción necesarios al contar con mayores recursos para
demostrar la inexistencia del despido, en virtud de que el motivo ale­
gado por la trabajadora es un acto discriminatorio, como el consis-
tente en que el patrón terminó la relación de trabajo porque aquélla
se encontraba embarazada o en periodo de licencia postnatal, aun
cuando en el juicio laboral ofrezca el empleo. La Segunda Sala para
llegar a esa determinación estableció como buenas prácticas juris-
diccionales que:
Suprema Corte de Justicia de la Nación

1. “Si bien la mujer embarazada goza de ciertos derechos y


prerrogativas que le reconocen la Constitución y las leyes,
debido a su condición física y social en esta etapa de su
vida y con posterioridad al nacimiento de sus hijos, lo cier-
to es que en la realidad muchas mujeres enfrentan la falta
de estabilidad en el empleo, por la carga que supone para
algunas empresas el otorgar una licencia de maternidad,
que les obligan a suplir a la empleada embarazada con los
consiguientes costos, tanto como en la etapa posparto y
de lactancia, por las prerrogativas que la ley impone con-
ceder a las madres trabajadoras…”.
114

2. Ante esa situación de mayor vulnerabilidad, la Segunda


Sala determina que en esos casos amerita aplicar la herra-
mienta de perspectiva de género, que implica reconocer
la realidad socio-cultural en que se desenvuelve la mujer
y eliminar las barreras y obstáculos que la colocan en una
situación de desventaja, en un momento en que de manera
particular requiere gozar de la atención médica necesaria
del periodo pre y postnatal y de las demás prestaciones de
seguridad social que garanticen el bienestar de niñas, niños
y adolescentes, lo que exige una mayor y particular pro-
tección del Estado con el propósito de lograr una garantía
real y efectiva de sus derechos.

3. “En este sentido, el reconocimiento de los derechos de la

Manual para una Impartición Interseccional


mujer a una vida libre de violencia y discriminación, y de

de Justicia con Perspectiva de Género


acceso a la justicia en condiciones de igualdad, exige que
todos los órganos jurisdiccionales del país impartan justi­
cia con perspectiva de género, por lo que las mujeres traba­
jadoras deben ser protegidas de manera especial durante
los periodos de embarazo y licencia postnatal, pues por
ese solo hecho, sufren discriminación laboral, lo cual in-
cide en una violación sistemática a sus derechos huma-
nos, al limitar su ejercicio en los relativos al trabajo, a la
seguridad social, a la salud y a un proyecto de vida”.

4. “Por tanto, en cumplimiento al deber de juzgar con pers-


pectiva de género, cuando el motivo alegado por la traba- 115
jadora sea un acto discriminatorio, como el consistente
en que el patrón haya dado terminación a la relación de
trabajo, porque aquélla se encuentra embarazada o en
periodo de licencia postnatal y, posteriormente, en el jui-
cio laboral ofrezca el empleo, el efecto de revertir la carga
probatoria carece de operatividad, pues ante la desventa-
ja de la mujer trabajadora el patrón pierde este beneficio
procesal y rige la regla general de que a la demandada
corresponde la carga de la prueba de acreditar la inexis-
tencia del despido por ese motivo discriminatorio; esta
determinación coloca a las partes en la misma posición de
acreditar el despido reclamado, es decir, opera la regla
general de que corresponde al patrón allegar todos los
medios de convicción necesarios al contar con mayores
recursos para ello”.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

5. “Así, la prueba de que los motivos del despido no se en-


cuentran relacionados con el embarazo de la trabajadora
corresponde al patrón, e independientemente de que el
ofrecimiento de trabajo se considere de buena fe, éste
pierde el beneficio procesal de revertir la carga probato-
ria a la trabajadora embarazada o en periodo de licencia
postnatal”.

GUARDERÍAS DEL IMSS. AL PREVERSE REQUISI­


TOS DIFERENCIADOS A LA MUJER Y VARÓN ASE­
GURADOS PARA ACCEDER A ESTE SERVICIO, SE
116 TRANSGREDE EL DERECHO A LA IGUALDAD.58

La tesis que se analiza aborda el derecho a incorporar a los hijos o


hijas de los trabajadores a las guarderías del Instituto Mexicano del
Seguro Social, ya que ese derecho sólo se otorgaba a las mujeres

58
Tesis CXXXIII/2016, 2a. Sala, (10a.), con registro: 2013233.
trabajadoras, empero conforme a los artículos 201 y 205 de la Ley
del Seguro Social, 2o. y 3o. del Reglamento para la Prestación del
Servicio relativo, así como la Regla 8.1.3. de la Norma que Establece
las Disposiciones para la Operación del Servicio citado, emitida el
22 de octubre de 2012, el Instituto Mexicano del Seguro Social pres-
ta el servicio de guardería tanto a la mujer como al varón asegurados
cuyos derechos se encuentren vigentes en esa institución, pero al
hombre sólo se le otorgaba dicha prestación en determinados casos,

Manual para una Impartición Interseccional


ya que para obtenerla debía acreditar que es viudo, divorciado o que

de Justicia con Perspectiva de Género


por resolución judicial ejercía la custodia o la patria potestad de sus
menores hijos.

La Segunda Sala estableció que de una interpretación sistemática de


los artículos 4o. y 123, apartado A, fracción XXIX de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, se desprende que el dere-
cho de igualdad entre el varón y la mujer busca que ambos sean
tratados equitativamente frente a la ley, lo cual implica que los traba-
jadores asegurados (padre y madre) gocen de los mismos derechos
que les brinda la seguridad social, entre otros, el servicio de guarde-
ría. Como buenas prácticas jurisdiccionales estableció en la tesis lo
siguiente:
117

1. “De ahí que analizado el caso con perspectiva de género


se advierte que no existe justificación objetiva para un
trato diferenciado entre ambos sexos,…”.

2. Señala que si el varón laboralmente activo sólo obtiene


el servicio de una guardería para sus menores hijos en
casos excepcionales, “eso significa que la ley cuestionada
presupone que en el hogar del trabajador asegurado, exclu-
sivamente la madre de sus hijos tiene el deber de dedi­
carse de tiempo completo a su cuidado...”.

3. Y concluye la Segunda Sala, que la práctica de considerar


que las madres son las únicas que tienen el deber de dedi-
carse de tiempo completo al cuidado de sus hijos, no favo-
rece la corresponsabilidad de los padres y madres en la
Suprema Corte de Justicia de la Nación

atención a sus descendientes, ni fomenta la posibilidad


de que la mujer comparta su tiempo con otras actividades
productivas.

GUARDERÍAS DEL IMSS. AL PREVERSE REQUISI­


TOS DIFERENCIADOS A LA MUJER Y VARÓN ASE­
GURADOS PARA ACCEDER A ESTE SERVICIO, SE
TRANSGREDE EL DERECHO A LA SEGURIDAD
SOCIAL.59

118 La Segunda Sala en el mismo amparo en revisión 59/2016, sostuvo


otra tesis en la que considera que el trato diferenciado entre la mujer
y el hombre trabajador para incorporar a sus hijos a las guarderías,
también transgrede el derecho a la seguridad social. Para ello esta-
bleció como buenas prácticas que:

59
Tesis CXXXIV/2016, 2a. Sala, (10a.), con registro: 2013234.
1. La fracción XXIX del Apartado A del artículo 123 consti-
tucional establece que el servicio de guardería previsto en
la Ley del Seguro Social está encaminado a la protección
y bienestar de los trabajadores y sus familiares sin hacer
diferencia por razón de sexo;

2. Y que la Ley del Seguro Social presupone que en el hogar


del trabajador asegurado exclusivamente la madre de sus

Manual para una Impartición Interseccional


hijos tiene el deber de dedicarse de tiempo completo a su

de Justicia con Perspectiva de Género


cuidado.

3. Concluye que la práctica referida no favorece la corres-


ponsabilidad de los padres y madres en la atención a sus
descendientes, ni fomenta la posibilidad de que la mujer
comparta su tiempo con otras actividades productivas.

PENSIÓN POR VIUDEZ. EL ARTÍCULO 12, FRAC­


CIÓN II, INCISO C), DEL REGLAMENTO PARA EL
OTORGAMIENTO DE PENSIONES DE LOS TRABA­
JADORES SUJETOS AL RÉGIMEN DEL ARTÍCULO
DÉCIMO TRANSITORIO DEL DECRETO POR EL 119

QUE SE EXPIDE LA LEY DEL INSTITUTO DE SE­


GURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRA­
BAJADORES DEL ESTADO, VIOLA EL DERECHO A
LA SEGURIDAD SOCIAL.60

60
Tesis J.129/2016, 2a. Sala, (10a.), con registro: 2012981.
Nos encontramos frente a otro tema recurrente en materia laboral:
la seguridad social. En la jurisprudencia citada, la Segunda Sala ana-
liza la constitucionalidad del artículo 12, fracción II, inciso c) del
Reglamento para el otorgamiento de pensiones de las personas traba­
jadoras que están dentro del régimen del artículo décimo transitorio
del Decreto por el que se expidió la ley que reglamenta el apartado
B del artículo 123 constitucional,61 que niega el derecho de la es-
posa o concubina, esposo o concubinario, a recibir la pensión men-
cionada derivada de la muerte del trabajador o trabajadora en activo,
Suprema Corte de Justicia de la Nación

pensionado o pensionada, según sea el caso, durante el lapso que


desempeñe un trabajo remunerado que implique la incorporación al
régimen obligatorio aludido por considerarlo incompatible con dicha
pensión, ya que sólo puede coexistir con el desempeño de un trabajo
remunerado que no implique la incorporación al régimen obliga­
torio de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado.

La Segunda Sala determinó que este numeral viola el derecho a la se­


guridad social reconocido en el artículo 123, apartado B, fracción
XI, inciso a) de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexi-
120
canos, conforme al cual, los beneficiarios del trabajador(a) fallecido
tienen derecho a recibir diversas pensiones, entre ellas, la de viudez,
así como a seguir desempeñando al servicio del Estado un empleo
remunerado, aun cuando implique su inscripción al régimen indicado.

61
Denominada Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del
Estado
Las consideraciones de buenas prácticas en materia de seguridad
social respecto a derechos humanos son las siguientes:

1. Debe atenderse a la protección del derecho constitucional


de recibir un sistema de pensiones a favor de las personas
trabajadoras o sus beneficiarios en caso de fallecimiento,
sin considerar que la pensión de viudez tiene caracterís-
ticas diversas, toda vez que la pensión por viudez surge

Manual para una Impartición Interseccional


con la muerte del trabajador en favor de su beneficiario.

de Justicia con Perspectiva de Género


2. La persona beneficiaria de la pensión de viudez de un tra­
bajador al servicio del Estado, puede también encontrarse
desempeñando un cargo incorporado al régimen obligato­
rio, sin embargo, accede por cuenta propia a los derechos
que de éste deriven.

3. La pensión no es una concesión gratuita, ya que se genera


con las aportaciones de la persona trabajadora o pensio-
nada fallecida.

4. La percepción de un salario es una contraprestación que


recibe el trabajador por el trabajo que desempeña para el 121
Gobierno Federal, que conlleva la obligación de ser ins-
crito en el régimen de la ley invocada.

5. Se concluye que las prestaciones de viudez y de estar ins-


crito en el régimen de seguridad y servicios sociales del
Estado como persona trabajadora activa, no se oponen ni
excluyen entre sí, por lo que son compatibles.
ACOSO LABORAL (MOBBING). CARGA PROBATO­
RIA CUANDO SE DEMANDA LA INDEMNIZACIÓN
POR DAÑO MORAL EN LA VÍA CIVIL.62

Los argumentos de perspectiva de género y derechos humanos son los


siguientes:

1. Cuando la persona que ha sufrido el acoso laboral (mobbing)


opte por demandar el pago de una indemnización por daño
Suprema Corte de Justicia de la Nación

moral, está obligada a demostrar los elementos propios de


esa acción en la vía civil, con la carga de probar los siguien­
tes elementos:

 El objetivo de intimidar, opacar, aplanar, amedrentar o


consumir emocional o intelectualmente al demandan­
te, con miras a excluirlo de la organización o satisfacer
la necesidad, por parte del hostigador, de agredir, con­
trolar y destruir;

 La agresividad o el hostigamiento laboral debe ocurrir,


bien entre compañeros del ambiente del trabajo, o por
parte de sus superiores jerárquicos;
122

 Las conductas deben haberse presentado sistemática-


mente, es decir, a partir de una serie de actos o com-
portamientos hostiles, pues un acto aislado no puede
constituir acoso; y,

62
Tesis CCLI/2014, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2006868.
 La dinámica en la conducta hostil se desarrolle según
los hechos relevantes descritos en la demanda.

2. Al quedar demostrada la conducta de acoso laboral


(mobbing), existe la presunción ordinaria sobre la afecta-
ción del valor moral controvertido; sin que sobre este ele-
mento se requiera de mayor acreditación, pues no puede
dudarse de la perturbación que producen en el fuero in-

Manual para una Impartición Interseccional


terno de un individuo las conductas apuntadas, ya que el

de Justicia con Perspectiva de Género


reclamo de una reparación por esos actos da noticia de
que la víctima se sintió afectada en sus sentimientos.

3. Así, la conducta ilícita de la demandada es susceptible de


demostrarse, ya sea por alguna resolución judicial en la
que se haya declarado la ilicitud en su forma de proceder
mediante las pruebas necesarias que acrediten los hechos
relevantes de la demanda.

Jurisprudencias y tesis de
Tribunales Colegiados en la República
123
Mexicana, con perspectiva de género y
derechos humanos en materia de trabajo

Sentencias con perspectiva de género y derechos humanos son las


emitidas por el Poder Judicial de la Federación y la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en los juicios de amparo promovidos por las par­
tes de los juicios laborales, en contra de las resoluciones dictadas
por las autoridades tanto del apartado A como del apartado B del
artículo 123 constitucional, en las que consideran que se violan sus
derechos laborales, legales, constitucionales, jurisprudenciales y/o
en los tratados internacionales firmados por nuestro país.

A continuación se analizan diversas interpretaciones jurisdiccionales


efectuadas al respecto de la aplicación de la perspectiva de género
con enfoque de derechos humanos.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

OFRECIMIENTO DE TRABAJO PARA EMPLEADAS EMBARA­


ZADAS Y EN SITUACIÓN DE MATERNIDAD. SI EL DESPIDO
ES ATRIBUIDO EN LOS PERIODOS PROTEGIDOS CONSTI­
TUCIONAL E INTERNACIONALMENTE, SU CALIFICACIÓN
DEBE HACERSE BAJO UN ESCRUTINIO MÁS ESTRICTO.63

Las buenas prácticas en perspectiva de género y derechos humanos


en la tesis referida se establecen conforme lo siguiente:

1. Cuando la actora refiere en la demanda, ampliación o


acla­ración que estaba embarazada, sus periodos de inca-
pacidad por licencia de maternidad (pre y postnatal) y
ulterior reincorporación, con el planteamiento de un des-
124
pido ocurrido en dicha época; y en la contestación, la
demandada no debate ese contexto de maternidad, sino
que guarda silencio, entonces debe tenerse como cierto ese
aspecto, al ser aplicable la consecuencia jurídica contenida
en el artículo 878, fracción IV de la Ley Federal del Trabajo.

63
Tesis III.3o.T.24 L, (10a.), con registro: 2006366.
2. El tener por cierto el embarazo incide para efectos de la
calificación del ofrecimiento de trabajo.

3. El derecho humano a la seguridad social, a través de la


estabilidad laboral reforzada para conservar el empleo, así
como la protección de la maternidad y la salud, en pro de
la madre y el producto de la concepción, se encuentran
en los artículos 123, apartado A, fracciones V y XV de la

Manual para una Impartición Interseccional


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos;

de Justicia con Perspectiva de Género


10, numeral 2 del Pacto Internacional de Derechos Econó­
micos, Sociales y Culturales; 4, numeral 2 y 11, numeral
2, inciso a) de la Convención sobre la Eliminación de
todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; en
especial, y de forma orientadora, los artículos 8 y 9, nu-
meral 1 del Convenio 183 de la Organización Internacio-
nal del Trabajo sobre la protección de la maternidad.

4. El principio establecido en el Convenio 183 que estable-


ce: “La carga de la prueba de que los motivos del despido
no están relacionados con el embarazo o el nacimiento
del hijo y sus consecuencias o la lactancia incumbirá al
125
empleador”.

5. La calificación del ofrecimiento de trabajo en ese tipo de


casos no puede ser vista bajo un test ordinario, prescin-
diendo de dicho marco específico de tutela y medidas de
protección contra la discriminación por despido en tales
periodos.
6. Se debe desplegar un escrutinio más estricto (analizando
con mayor rigor el cumplimiento de los requisitos para
calificarlo), atendiendo, igualmente a los beneficios de
ese colectivo, a través de fórmulas reforzadas.

7. Verificar las condiciones de trabajo que no deben alterarse,


el respeto a las prerrogativas básicas y fundamentales, el
análisis de conductas antagónicas, contradictorias o des-
leales y demás aspectos indicados en la jurisprudencia
Suprema Corte de Justicia de la Nación

para calificarlo, en aras de que no se utilice con el exclusivo


fin de revertir la carga de la prueba a la madre trabajadora.

8. Si el patrón intenta dicha reversión, en esa medida debe


someterse a un estudio más riguroso, pues la justicia la-
boral debe otorgar tratos procesales acordes al despido
aludido en periodos de mayor tutela, donde es fundamen­
tal el empleo, adoptando medidas procesales afines.

9. De lo contrario perderían sentido el marco de protección


nacional e internacional, así como las medidas de protec-
126 ción especiales de ese grupo en desventaja, para lograr
igualdad sustantiva o de hecho, en contextos como el tra-
bajo y juicios laborales, cuando está a debate su derecho
a conservar el empleo en épocas de tutela reforzada.

OFRECIMIENTO DE TRABAJO. AUN CUANDO SE


CONSIDERE DE BUENA FE, NO DEBE TOMARSE EN
CUENTA PARA LA DISTRIBUCIÓN DE LAS CARGAS
PROBATORIAS, CUANDO LA CAUSA DEL DESPI­
DO ES EL EMBARAZO DE LA TRABAJADORA, QUE
OBLIGA A JUZGAR CON PERSPECTIVA DE GÉNERO
Y TOMAR MEDIDAS DE PROTECCIÓN PARA PER­
SONAS EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD.64

Las buenas prácticas sobre perspectiva de género son las siguientes:

Manual para una Impartición Interseccional


de Justicia con Perspectiva de Género
1. Fundamento: Los artículos 123, apartado A, fracción V
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexica-
nos, y 11, numeral 2, inciso a) de la Convención sobre la
Eliminación de todas las formas de Discriminación contra
la Mujer (CEDAW), ratificada por el Estado mexicano.

2. Las mujeres trabajadoras deben ser protegidas de manera


especial durante el embarazo, pues por ese solo hecho
sufren discriminación laboral, ubicándose en una catego-
ría sospechosa, lo cual incide en una violación sistemática
en sus derechos humanos, al limitar su ejercicio en el dere­
cho al trabajo, seguridad social, salud y proyecto de vida. 127

3. Cuando la trabajadora aduce como causa del despido su


estado de gravidez y el patrón ofrece el trabajo, cuyo efecto
procesal en caso de ser calificado de buena fe es revertir

64
Tesis (X Región) 3o.1 L (10a.), con registro: 2012897.
la carga probatoria a aquélla, juzgando con perspectiva de
género, se concluye que el beneficio procesal de mérito
(reversión de la carga de la prueba a favor del patrón)
pierde operatividad.

4. La razón de la pérdida de operatividad de la reversión de la


carga de la prueba es porque el despido tiene su causa en
una discriminación por razón de género (embarazo), en la
que se transgrede el derecho humano a la igualdad.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

5. Se ahonda la desventaja de la actora, pues se trata de una


separación del trabajo que no ocurrió en cualquier tiem-
po, sino en uno de especial tutela constitucional e inter-
nacional, lo cual no hace factible operar con neutralidad
formal el ofrecimiento de trabajo, pues no se salvaguar-
dan las medidas de protección de la trabajadora, ni se
garantiza una resolución que proteja la igualdad sustanti-
va de la accionante.

6. Es deber jurisdiccional examinar la distribución de las


128
cargas probatorias sobre el hecho del despido, con pers-
pectiva de género y medidas de protección para personas
en situación de vulnerabilidad, así como para prevenir y
sancionar las conductas de discriminación en el ámbito
laboral, y aplicar los estándares de protección de los de-
rechos de las personas, en cumplimiento al artículo 1o.
constitucional y a los tratados internacionales en la mate-
ria suscritos por el Estado mexicano.
7. Debe operar la regla general de que es a la demandada a
quien le corresponde la carga de la prueba para acreditar
la inexistencia del despido, dado que se aduce un motivo
discriminatorio que lo generó.

8. Aceptar lo contrario, permitiría la posibilidad de que al


patrón le baste ofrecer el trabajo para liberarse de la carga
probatoria que por ley le corresponde, ya que podría des-

Manual para una Impartición Interseccional


pedir a la empleada porque le genera una inconveniencia

de Justicia con Perspectiva de Género


al momento del embarazo y, posteriormente, ofrecerle el
empleo, cuando debido a las cargas de trabajo de las Jun-
tas de Conciliación, en ocasiones tardan en resolver un
asunto, lo que generaría que concluyera el embarazo.

9. Al ofrecer el trabajo y reincorporar a la trabajadora al em-


pleo sin preocuparse por permisos para citas médicas por
revisiones del embarazo, así como las prestaciones eco-
nómicas del pre y post parto, es decir, que transcurra el
periodo de mayor protección constitucional e internacio-
nal, como lo es el periodo de gravidez, independiente-
mente de que el ofrecimiento de trabajo sea considerado 129

de buena fe, el patrón pierde el beneficio procesal de re-


vertir la carga probatoria a la trabajadora embarazada.

RENUNCIA. SI PARA DETERMINAR SOBRE SU VE­


ROSIMILITUD LA JUNTA NO TOMÓ EN CUENTA
EL ESTADO DE EMBARAZO DE LA TRABAJADORA,
INFRINGE LOS PRINCIPIOS PREVISTOS EN EL NU­
MERAL 841 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO,
LA GARANTÍA DE NO DISCRIMINACIÓN CONTE­
NIDA EN EL ARTÍCULO 1o. DE LA CONSTITUCIÓN
FEDERAL Y LA CONVENCIÓN SOBRE LA ELIMINA­
CIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE DISCRIMI­
NACIÓN CONTRA LA MUJER.65
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Las buenas prácticas establecidas en esta tesis son las siguientes:

1. El artículo 133 de la Constitución Política de los Estados


Unidos Mexicanos establece, en lo conducente, que ésta,
las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y
todos los tratados que estén de acuerdo con la misma,
celebrados y que se celebren por el presidente de la Repú­
blica con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema
de toda la Unión.

2. El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación in­


130 terpretó dicho precepto en la tesis IX/2007, (9a.), con
registro: 172650, de rubro: TRATADOS INTERNACIO-
NALES. SON PARTE INTEGRANTE DE LA LEY SUPRE-
MA DE LA UNIÓN Y SE UBICAN JERÁRQUICAMENTE
POR ENCIMA DE LAS LEYES GENERALES, FEDERALES

65
Tesis IV.3o.T.272 L. (9a.), con registro: 167850.
Y LOCALES. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 133
CONSTITUCIONAL.

3. En dicha tesis se determinó que los tratados internaciona­


les se ubican por debajo de la Carta Magna y por encima
de las leyes generales, federales y locales.

4. El artículo 11, punto 2, inciso a) de la Convención sobre

Manual para una Impartición Interseccional


la Eliminación de todas las formas de Discriminación

de Justicia con Perspectiva de Género


contra la Mujer (CEDAW), adoptada por la Asamblea Ge-
neral de la Organización de las Naciones Unidas el 18 de
diciembre de 1979, ratificada por México el 23 de marzo
de 1981, cuyo decreto fue publicado en el Diario Oficial de
la Federación el 12 de mayo de esa anualidad.

5. Dicho artículo prohíbe el despido de una mujer por mo-


tivo de embarazo, por considerarse una forma de discri-
minación en su contra.

6. Los artículos 841 y 842 de la Ley Federal del Trabajo


131
obligan a las Juntas a que, al dictar sus laudos, resuelvan
en conciencia, a verdad sabida y buena fe guardada, y en
congruencia con lo alegado por las partes.

7. La Junta para resolver sobre la verosimilitud de la renun-


cia formulada por la trabajadora debe tomar en cuenta
que se encontraba embarazada.
8. Lo anterior con la finalidad de no infringir los principios
previstos en el citado numeral 841 de la Ley Federal del
Trabajo.

9. Así como la garantía de no discriminación prevista en el


artículo 1o. de la Constitución Federal.

10. Y la Convención sobre la Eliminación de todas las formas


Suprema Corte de Justicia de la Nación

de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), adoptada


por la Asamblea General de la Organización de las Nacio-
nes Unidas, al no considerar el estado de embarazo y la
posible violación a dicha convención y las leyes naciona-
les respectivas.

DESPIDO INJUSTIFICADO POR MOTIVO DE EM­


BARAZO. SI EL PATRÓN SE EXCEPCIONA Y PRE­
SENTA LA RENUNCIA DE LA TRABAJADORA, A ÉL
CORRESPONDE DEMOSTRAR TAL EXTREMO Y
A LA JUNTA RESOLVER DESDE UNA PERSPECTIVA
132 DE GÉNERO, Y NO SÓLO CONSIDERAR LO QUE A
ELLA LE PERJUDICA.66

Las buenas prácticas sobre perspectiva de género establecidas en esa


tesis son los siguientes:

66
Tesis XXI.2o.C.T.1 L (10a.), con registro: 2002752.
1. Los artículos 1 y 11, numeral 2, inciso a) de la Conven-
ción sobre la Eliminación de todas las formas de Discri-
minación contra la Mujer (CEDAW) prohíben el despido
de una mujer por motivo de embarazo.

2. La convención considera una forma de discriminación en


contra de la mujer trabajadora si la despiden por motivo

Manual para una Impartición Interseccional


de su trabajo, entendida como la distinción, exclusión o
restricción basada en el sexo, que tenga por objeto o por re­

de Justicia con Perspectiva de Género


sultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o
ejercicio de los derechos humanos y las libertades funda-
mentales en las esferas política, económica, social, cultu-
ral, civil y en cualquiera otra.

3. La obligación de ponderar cuestiones, como la no discri-


minación, específicamente de las mujeres, se refleja en el
deber de las Juntas de resolver a verdad sabida, buena fe
guardada y con apreciación de los hechos en conciencia.

4. Cuando una trabajadora reclama un despido injustificado 133

por razón de su embarazo y el patrón se excepciona argu-


mentando que aquélla renunció a su empleo para dedi-
carse al cuidado del hijo.

5. Al patrón corresponde demostrar que no despidió a la tra­


bajadora de forma injustificada, por razón de su embarazo.
6. Aun si el patrón ofrece la renuncia de la trabajadora y la
misma tuviera valor probatorio, la Junta debe ponderar,
desde una perspectiva de igualdad (no discriminación) si
es creíble que una trabajadora embarazada renuncie a su
empleo.

7. Así como los tribunales de amparo están obligados a re-


solver desde una perspectiva de género, considerando las
necesidades de una mujer trabajadora embarazada, con-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

forme a su derecho a la salud, seguridad social y estabili-


dad laboral.

6. Género y derecho electoral

El derecho electoral se encarga de regular las elecciones de las perso-


nas a cargos de representación popular, el ejercicio de los derechos
políticos, los tipos de sufragio, los partidos políticos, los sistemas
electorales, la organización y administración de los comicios, la
competencia y las reglas para la impartición de justicia en casos
134 de controversia.67

En este sentido, protege los derechos político-electorales de la ciuda-


danía, los cuales de conformidad con el artículo 35 de la Constitu-
ción Política de los Estados Unidos Mexicanos, 23 de la Convención

67
Serrano, Fernando, Derecho electoral, Porrúa, Derecho, UNAM, México, 2006, p. 2.
Americana sobre Derechos Humanos y 25 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, se pueden resumir en tres:

1. Votar y ser votado;


2. Asociación; y
3. Ejercicio de los cargos públicos.

Así, el género y el derecho electoral convergen en la protección de

Manual para una Impartición Interseccional


los derechos político-electorales de, entre otros, las mujeres, como

de Justicia con Perspectiva de Género


resultado de un largo proceso histórico que inició con la conquista
del derecho al sufragio femenino en 1953, se fortaleció con la imple-
mentación de las cuotas de género desde 1996, y se consolidó con la
reforma constitucional en materia político-electoral en 2014, la cual
elevó a rango constitucional el principio de paridad entre mujeres y
hombres para las candidaturas al Congreso de la Unión y los Con-
gresos Estatales.68

Para garantizar estos derechos, los tribunales deben juzgar con pers-
pectiva de género, lo cual implica, en primer término, identificar a
las personas sujetas a protección y los diversos motivos de discrimi-
135
nación por los cuales pueden ser víctimas. En el caso, las personas
sujetas a protección son las mujeres, las cuales, al ejercer sus dere-
chos político-electorales pueden hacerlo en su carácter de ciudada-
nas, candidatas, dirigentes, militantes o titulares de algún cargo

68
ONU Mujeres, La Democracia Paritaria: Un acelerador de la igualdad sustantiva y del
desarrollo sostenible en México, ONU Mujeres, México, 2016, p. 7.
público, ya sea de elección popular o de designación, como lo pue-
den ser las magistraturas o las consejerías electorales.

Además, es importante recordar que México es un país pluricultural,69


en el cual se reconoce la legitimidad de las elecciones por sistemas
normativos internos que llevan a cabo las comunidades indígenas.
En consecuencia, cuando se revisa la validez de estas elecciones y las
designaciones que son producto de las mismas, resulta relevante
tener en cuenta las desventajas o asimetrías de poder que pueden
Suprema Corte de Justicia de la Nación

enfrentar las mujeres indígenas y que pueden actualizar tratos


discriminatorios.

En segundo lugar, los tribunales deben identificar cuáles son los de-
rechos en conflicto, porque a partir de los mismos es que se establecen
los diferentes escrutinios con los cuales se verifican si los tratos dife-
renciados están justificados.

La aplicación de la perspectiva de género en el ámbito electoral, im-


plica identificar si el acceso o ejercicio de los derechos político-elec-
torales de las personas sujetas a protección, se ve afectado por un
136 trato desigual en razón de su sexo, género o preferencia sexual. Así,
los tribunales deberán evaluar si el trato desigual se justifica o resulta
discriminatorio, y si además se reúnen en dichas personas otras
categorías o características que agraven el trato discriminatorio70 del

69
Artículo 2o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
70
Condiciones de interseccionalidad que aunado al género puedan significar un trato desigual,
vgr género y pobreza.
que, en su caso, sean objeto. Lo anterior, siguiendo los pasos que a
continuación se enlistan:

 Identificar si existen situaciones de poder que por cues-


tiones de género den cuenta de un desequilibro entre las
partes de la controversia;

Manual para una Impartición Interseccional


 Cuestionar los hechos y valorar las pruebas desechan-

de Justicia con Perspectiva de Género


do cualquier estereotipo o prejuicio de género, a fin de
visualizar las situaciones de desventaja provocadas por
condiciones de sexo o género;

 En caso de que el material probatorio no sea suficiente


para aclarar la situación de violencia, vulnerabilidad o
discriminación por razones de género, ordenar las prue-
bas necesarias para visibilizar dichas situaciones;

 De detectarse la situación de desventaja por género, cues-


tionar la neutralidad del derecho aplicable, así como eva- 137
luar el impacto diferenciado de la solución propuesta
para buscar una resolución justa e igualitaria de acuerdo
al contexto de desigualdad por condiciones de género;

 Aplicar los estándares de derechos humanos de todas las


personas involucradas; y
 Considerar que el método exige que, en todo momento, se
evite el uso del lenguaje basado en estereotipos o prejui-
cios, por lo que debe procurarse un lenguaje incluyente
con el objeto de asegurar un acceso a la justicia sin discri-
minación por motivos de género71.

Ahora bien, estudiar los asuntos electorales desde una perspectiva


de género, implica reconocer que las personas no experimentan la
discriminación en un vacío, sino dentro de un contexto social, eco-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

nómico y cultural determinado, en donde se construyen y reprodu-


cen los privilegios y las desventajas. Así, las personas, en general,
son discriminadas en virtud de la asignación de estereotipos sociales
o culturales negativos.

En estos casos, al ser la discriminación una restricción al derecho de


igualdad, el cual forma parte del jus cogens,72 se debe aplicar el test
estricto de proporcionalidad para determinar si un trato diferencia-
do es objetivo y razonable y si existe proporcionalidad entre el trato
diferenciado y el fin que persigue, es decir, si el mismo está basado
en derechos humanos y es libre de estereotipos. Esto significa:
138

 Analizar el contexto en que ocurre la discriminación y la


manera en que la persona es ubicada socialmente dentro
de este determinado contexto;

71
Op. Cit. 7.
72
Corte IDH. “Condición jurídica y derechos de los migrantes indocumentados”. Opinión
consultiva OC-18/03 de 17 de septiembre de 2003.
 Entender la complejidad de la experiencia de la discrimi-
nación, tal y como es experimentada por la víctima;

 Apreciar elementos de prueba de la discriminación tanto


de naturaleza objetiva, como subjetiva, y

 Reconocer el hecho de que la discriminación tiende a to-

Manual para una Impartición Interseccional


mar formas más sutiles, sistemáticas e institucionalizadas.73

de Justicia con Perspectiva de Género


Este enfoque es particularmente importante para el caso de la mate-
ria electoral, ya que en México existe una desigualdad estructural
entre hombres y mujeres, la cual se refleja en el ejercicio de los dere-
chos político-electorales, y particularmente en el acceso a los cargos
públicos. Por ello, para aquellos casos en los cuales se denuncia al-
guna situación de desigualdad, ya sea para el acceso a candidaturas,
designaciones de cargos, bajo el sistema de partidos políticos o de
sistemas normativos internos, repartición de tiempos en radio y tele­
visión, propaganda o acciones u omisiones que generen estereotipos
139
que constituyan violencia política en razón de género, es necesario
hacer una revisión del contexto social, político, económico y cultu-
ral que enmarca el caso en estudio.74

73
Suprema Corte de Justicia de la Nación, Protocolo para juzgar con perspectiva de género.
Haciendo realidad el derecho a la igualdad, México, 2015, p. 41.
74
Tesis XLVIII/2016 T.E. PJF, de rubro: JUZGAR CON PERSPECTIVA INTERCULTURAL.
ELEMENTOS PARA SU APLICACIÓN EN MATERIA ELECTORAL.
Para los casos que se susciten en contextos de sistemas normativos
internos, revisar el contexto del conflicto implica analizar las carac-
terísticas de la comunidad, la conflictividad en el municipio y los
antecedentes electorales. Asimismo, los tribunales deberán anali-
zar la secuela procesal, la cual está integrada por el acto reclamado
de origen, la instancia local, la instancia federal y los agravios
expresados.75

La finalidad estriba en que los tribunales reconozcan y protejan los


Suprema Corte de Justicia de la Nación

valores y prácticas sociales, culturales, religiosas y espirituales propias


de dichos pueblos y tomen debidamente en consideración la índole de
los problemas que se les plantean tanto colectiva como individual-
mente. Además, deben respetar la integridad de los valores, prácticas
e instituciones de esas comunidades, y adoptar, con la participación y
cooperación de los pueblos, medidas encaminadas a allanar las difi-
cultades que experimenten al afrontar nuevas condiciones de vida.76
Adicionalmente, deben considerar sus costumbres y derecho consue­
tudinario, siempre que no sea incompatible con los derechos fun­
damentales definidos por el sistema jurídico nacional ni con los
derechos humanos internacionalmente reconocidos.77
140
De tal suerte que los tribunales deberán diferenciar el tipo de con-
flicto suscitado en la comunidad, porque de eso depende el estándar

75
Sentencia recaída al recurso de reconsideración SUP-REC-39/2017 dictada el 28 de junio
de 2017.
76
Artículo 5 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos
Indígenas y Tribales en Países Independientes.
77
Op. Cit. 68, Artículo 8.
de protección que deberá aplicarse. Así, cuando nos encontramos
ante un caso en el que la autonomía de las comunidades se opone
contra sus propios integrantes, nos encontramos frente a un conflicto
intracomunitario. El segundo tipo se suscita cuando los derechos de
las comunidades se oponen al resto de la sociedad o al Estado, y se
denominan extracomunitarios. El tercero aparece cuando entran en
conflicto derechos de dos comunidades igualmente independientes
y autónomas, y se denominan intercomunitarios.78

Manual para una Impartición Interseccional


Los conflictos en los cuales colisionan los derechos político-electora-

de Justicia con Perspectiva de Género


les de mujeres indígenas con los usos y costumbres de la comunidad
pertenecen al primer tipo, por lo que, en estos casos, los tribunales
deberán evaluar con un escrutinio estricto la restricción que impon-
gan, procurando respetar su cosmovisión e involucrándolos de tal
modo que la modificación no genere mayores conflictos.

Ahora bien, para atender casos de violencia política en razón de gé-


nero, los tribunales deben considerar que el derecho involucrado es
el de igualdad, el cual, se reitera, es una norma de jus cogens, por lo
que las acciones u omisiones que constituyen violencia política
de género no se justifican.
141
Por esta razón, cuando se está frente a un caso en el cual se denuncia
violencia política en razón de género, los tribunales, una vez identi-
ficada a la persona sujeta a protección, las diversas categorías de
discriminación en las que pueden incurrir, y el contexto en el que se

78
Sentencia recaída al recurso de reconsideración SUP-REC-39/2017 dictada el 28 de junio
de 2017.
encuentran, deberán analizar la conducta, pues de determinar que
sí se trata de actos u omisiones que la configuran, en automático
se estará frente a una violación del derecho a la igualdad. Es necesa-
rio verificar si se cumplen con los siguientes elementos:

 Se dé en el marco del ejercicio de derechos político-elec-


torales o bien en el ejercicio de un cargo público;

 Sea perpetrado por el Estado o sus agentes, por superiores


Suprema Corte de Justicia de la Nación

jerárquicos, colegas de trabajo, partidos políticos o repre-


sentantes de los mismos; medios de comunicación y sus
integrantes, un particular y/o un grupo de personas;

 Sea simbólico, verbal, patrimonial, económico, físico, sexual


y/o psicológico;

 Tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reco­


nocimiento, goce y/o ejercicio de los derechos político-
electorales de las mujeres, y

142  Se base en elementos de género, es decir: i) se dirija a una


mujer por ser mujer, ii) tenga un impacto diferenciado en
las mujeres, o iii) afecte desproporcionadamente a las
mujeres.79

79
Jurisprudencia 48/2016, T.E. PJF, de rubro: VIOLENCIA POLÍTICA POR RAZONES DE
GÉNERO. LAS AUTORIDADES ELECTORALES ESTÁN OBLIGADAS A EVITAR LA
AFECTACIÓN DE DERECHOS POLÍTICO ELECTORALES.
En conclusión, para que los tribunales resuelvan conflictos electora-
les que requieran aplicar perspectiva de género desde un enfoque
interseccional, deben, en términos generales: 1. Identificar a las per-
sonas sujetas a protección; 2. Verificar en cuáles categorías de discri-
minación pueden ser catalogadas; 3. Determinar cuáles son los
derechos en conflicto; 4. Analizar el contexto en el que se generan; y
5. Resolver de manera progresista conforme al marco jurídico inter-
nacional que tutela los derechos humanos de las personas, particu-

Manual para una Impartición Interseccional


larmente de quienes por sus condiciones se encuentren en situación
de vulnerabilidad.

de Justicia con Perspectiva de Género


7. Género y derecho administrativo

A partir de la proclamación del Día Internacional de la Mujer por la


asamblea general de la Organización de las Naciones Unidas se crea-
ron diferentes oportunidades para analizar y reflexionar permanen-
temente sobre los retos que enfrenta nuestra sociedad, así como el
registro de los avances para salvaguardar el derecho de las mujeres y
las niñas a una vida plena de realizaciones en lo humano y en lo
social, así como en el respeto cabal y oportuno de sus derechos
humanos. 143

Una de esas oportunidades es la que se concreta en este análisis con


el nombre “Función Jurisdiccional y Perspectiva de Género en Materia
Administrativa”, en la que se analizan las propuestas, las acciones y
los avances que se han llevado a cabo en los diferentes programas
y planes de desarrollo de las instituciones jurisdiccionales en mate-
ria administrativa.
Al respecto existen dos importantes reformas constitucionales: la
primera surge en 2011, en el artículo 1o., en cuanto a que todas las
autoridades del Estado mexicano tienen la obligación de promover,
garantizar y proteger los derechos humanos. La segunda es de 2014,
artículo 41, base primera, segundo párrafo, donde se vincula a los
partidos políticos a garantizar el 50% de la postulación a cargos de
elección popular para mujeres y hombres. También se destaca lo
sustentado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación respecto a
que la paridad de género constituye un fin no sólo constitucionalmen­
Suprema Corte de Justicia de la Nación

te válido, sino exigido para el debido cumplimiento de dicho manda­


to, por lo que es acertado el establecimiento de acciones afirmativas
que implican un tratamiento preferente a un sector que tradicional-
mente se encuentra en desventaja o ha sido discriminado. Con lo
anterior se orienta y se dirige el actuar de las y los intérpretes de la
norma para juzgar con perspectiva de género, pero sobre todo para
hacer efectiva la protección de estos derechos de igualdad formal; es
decir, considerar que los derechos de las mujeres formalmente reco-
nocidos deben dotarse de contenidos materiales para lograr una de-
mocracia substancial, por ello en las decisiones jurisdiccionales
se debe atener al principio de progresividad, sin olvidar que los de-
rechos de las mujeres están en constante evolución, como resultados
144
de movimientos sociales, políticos y culturales, actuando siempre
con estricto respeto a los principios constitucionales.

Cualquier caso individual o de un grupo en situación de vulnerabi-


lidad merece atención y respeto, pero cuando se trata de las mujeres,
no es un grupo aislado, sino más de la mitad de la población gene-
ral, situación que innegablemente resulta complejo y cuya atención
debería ser prioridad en todos los ámbitos jurisdiccionales, para lo
cual se debe tomar en cuenta e incluso compensar la situación des-
favorable en que este sector se encuentra, lo que se traduce en juzgar
con perspectiva de género.

Para el cumplimiento de esa acción existen diversas herramientas,


vgr a nivel constitucional federal existe el principio pro persona, la
preponderancia de los derechos humanos, el control de convencio-

Manual para una Impartición Interseccional


nalidad, los tratados internacionales, protocolos, acciones afirmativas

de Justicia con Perspectiva de Género


y reformas para que en violencia de género no exista perdón, conci-
liación o prescripción.

Ya en materia, el derecho administrativo mexicano ha sufrido cam-


bios relevantes de carácter estructural, el dinamismo de nuestro or-
denamiento constitucional ha sido permanente y ha impactado
profundamente en los sectores del sistema jurídico nacional con
apertura al orden internacional, fundamentalmente el control de
convencionalidad, entendiéndolo como la herramienta que permite
a los impartidores de justicia contrastar las normas generales inter-
nas frente a los tratados internacionales.

145
Con base en lo anterior, desarrollaremos algunos apuntes que resul-
tan indispensables para vislumbrar las reflexiones mínimas que el
órgano operador de justicia deberá advertir en materia administrati-
va al aplicar la metodología de la perspectiva de género.

Así, tenemos que el derecho administrativo es la rama jurídica que re­


gula la actividad del Estado frente al cumplimiento de sus obligaciones
en favor de los gobernados, el cual se divide en dos aspectos funda-
mentales, la regulación de las funciones del Estado (organización,
atribuciones y obligaciones) y la justiciación de los derechos de los
gobernados frente al ejercicio de esas funciones.

Por ello, la posibilidad de alguna irregularidad en la actuación del


Estado al emitir los actos administrativos que puedan afectar dere-
chos de particulares, no únicamente puede ser analizada desde una
vertiente de legalidad al no observar las disposiciones legales que
Suprema Corte de Justicia de la Nación

regulan esa actuación, sino también a través de la perspectiva de


género ante la posible existencia de categorías sospechosas o una
relación asimétrica, desigual y/o discriminatoria de las personas en
situación de vulnerabilidad.

A través del desarrollo de los capítulos que anteceden, podemos re-


tomar como una definición de género el conjunto de características
culturales específicas que identifican el comportamiento social de
mujeres y hombres y las relaciones entre ellos; es decir, es una cons-
trucción cultural aprendida a partir de la socialización por la que se
adjudican determinadas funciones o papeles a mujeres y a hombres
146
de manera diferenciada.

Es importante que las personas que juzgan realicen el análisis de la


visión de género en su quehacer jurisdiccional porque sólo así se
aprenderá a pensar y vivir en esa perspectiva, aunque no en todos
los casos sea necesaria la aplicación de esa herramienta metodológi-
ca o analítica de la perspectiva de género.
El investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Uni-
versidad Nacional Autónoma de México, Pedro Salazar Ugarte,80
menciona que el género es una construcción social y se refiere a las
identidades, las funciones y los atributos construidos socialmente de
la mujer y el hombre y al significado social y cultural que se atribuye
a esas diferencias biológicas.

Para identificar lo que significa “juzgar con perspectiva de género”,

Manual para una Impartición Interseccional


el investigador menciona que es conveniente recuperar la distinción

de Justicia con Perspectiva de Género


de las categorías de “sexo” y “género”, para advertir que la idea de
juzgar con perspectiva de género no significa “juzgar cuestiones rela­
cionadas con las mujeres” o “juzgar con perspectiva feminista” o
“juzgar contra los hombres” o “juzgar por igual a los hombres y a las
mujeres”, dice, no es nada de eso, así lo refiere en su conferencia
dada en el 2o. Congreso Nacional “Juzgar con perspectiva de género.
Memorias”.81

El juzgar con perspectiva de género, refiere Pedro Salazar Ugarte82


desde una perspectiva amplia, es simple y llanamente tener en cuen-
ta —como un factor relevante durante la labor jurisdiccional— que
los hechos y el derecho están insertos en un contexto social y cultu- 147
ral que impone roles, funciones y atributos a las personas a partir de
sus diferencias biológicas.

80
Memorias del 2o. Congreso Nacional Juzgar con perspectiva de género. Conferencia “Los
retos de juzgar con perspectiva de género”, Doctor Pedro Salazar Ugarte, México, Poder
Judicial de la Federación, pp. 157-158.
81
Idem.
82
Idem
En el 3er. Congreso Nacional “Juzgar con perspectiva de género.
Memorias”, el doctor Salazar Ugarte hizo unas precisiones concep-
tuales al juzgar con perspectiva de género: reitera la concepción am-
plia antes referida y da una segunda, desde la dimensión práctica,83
que significa tomar en cuenta el peso de la construcción social del
género cuando se estudia un expediente y tener conciencia de sus
efectos potencialmente discriminatorios. Todo ello antes de emitir
una sentencia.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

El investigador en cita, agrega una tercer categoría, desde una pers-


pectiva funcional, supone incidir —trabajo jurisdiccional— en la
transformación de las estructuras (sociales, culturales, instituciona-
les) discriminatorias, con la finalidad de procurar una igualdad de
derechos efectiva, real y material.84

De ahí que es importante que, en los casos que se someten a la po-


testad de quienes juzgan se revise el contexto de la construcción
social de género que se manifiesta en el conflicto jurisdiccional o
judicial, para no dejar de leer el lenguaje antropológico-sociológico
que reportan los hechos y las pruebas que delatan o visibilizan situa-
148
ciones de desigualdad, asimetría y/o discriminación, y atender las
manifestaciones que realizan las personas en el juicio para expresar
que se encuentran en una situación de vulnerabilidad.

83
Memorias 3er. Congreso Nacional Juzgar con perspectiva de género. Conferencia “Siete
Casos y algunas lecciones para juzgar con perspectiva de género”, Doctor Pedro Salazar
Ugarte, México, Poder Judicial de la Federación, pp. 223-224.
84
Idem.
Los y las juzgadoras, en el estudio de los casos que se presentan,
deben identificar la persona sujeta a protección y analizar si dentro del
desarrollo del proceso o procedimiento, con las pruebas o del conte-
nido de éstas y de los hechos, existe ese peso de la construcción social
del género, para revisar los efectos que tuvo en la culminación del
acto impugnado o reclamado.

Es relevante mencionar que a partir de 2013, aparecen publicadas

Manual para una Impartición Interseccional


diversas tesis en el sistema de consulta del Semanario Judicial de la

de Justicia con Perspectiva de Género


Federación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que hacen
referencia a la perspectiva de género, donde podemos advertir los
lineamientos de aplicación, así como el significado, alcance, obliga-
toriedad, oficiosidad, concepto, aplicabilidad y metodología de dicha
figura jurídica.

El significado y alcance de la perspectiva de género en la impartición


de justicia obliga a leer e interpretar una norma tomando en cuenta
los principios ideológicos que la sustentan, así como la forma en que
afectan, de manera diferenciada, a quienes acuden a demandar jus-
ticia, pues sólo así se puede aspirar a aplicar correctamente los prin-
cipios de igualdad y equidad, ya que a partir de la explicación de las
149
diferencias específicas entre hombres y mujeres, se reconoce la for-
ma en que unos y otras se enfrentan a una problemática concreta, y
los efectos diferenciados que producen las disposiciones legales y las
prácticas institucionales.

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación pone


especial énfasis en la necesidad de que los y las Juezas realicen su
tarea jurisdiccional con perspectiva de género,85 cuando se resuelve
un caso concreto valorando el fenómeno objetivo de la desigual-
dad entre hombres y mujeres, tomando en consideración la diver­
sidad de los modos en que se presentan las relaciones de género en
la sociedad.

Se considera que la perspectiva de género se configura como un


método de análisis jurídico que permite al juzgador o juzgadora
identificar y resolver con miras a corregir la discriminación que ge-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

neran las prácticas institucionales o las normas sobre las mujeres,


para salvaguardar el debido proceso y el principio de igualdad
sustantiva.

Se reitera en varias tesis,86 que la perspectiva de género es un método


que pretende detectar y eliminar todas las barreras y obstáculos que
discriminan a las personas por condición de sexo o género, es decir,
implica juzgar considerando las situaciones de desventaja que, por
cuestiones de género, discriminan e impiden la igualdad.

Un caso práctico, en una demanda de amparo indirecto promovida


150 por un padre y su hija adolescente (estudiante de secundaria), se

85
Tesis XLV/2014, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2005534, de rubro: IGUALDAD JURÍDICA
SUSTANTIVA O DE HECHO. LA NEGATIVA DE APLICAR EN FORMA DIFERENCIADA
UNA SANCIÓN PENAL A UNA INCULPADA POR LA MERA CIRCUNSTANCIA DE SER
MUJER, NO IMPLICA UNA VIOLACIÓN A ESE PRINCIPIO CONSTITUCIONAL.
86
Tesis XCIX/2014, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2005794, de rubro: ACCESO A LA JUS-
TICIA EN CONDICIONES DE IGUALDAD. TODOS LOS ÓRGANOS JURISDICCIONA-
LES DEL PAÍS DEBEN IMPARTIR JUSTICIA CON PERSPECTIVA DE GÉNERO.
reclaman diversos actos cometidos por las autoridades educativas de
la escuela secundaria oficial (Director y Subdirector) a la que asistía,
con motivo del corte de cabello de la adolescente quejosa.

Las autoridades educativas señalaron que el corte de cabello de la


quejosa: “no es apropiado para la imagen de la escuela, pues no esta­
mos en “X” lugar, eres una persona sin educación que no merece estar

Manual para una Impartición Interseccional


en esta escuela, te voy a hacer un citatorio para hablar con tu papá y
no quiero verte en la escuela hasta entonces…”, “Le voy a regresar el

de Justicia con Perspectiva de Género


dinero de la cooperación para que te inscriba en otra escuela, no
puedes estar aquí con ese corte…”, entre otras expresiones.

En respuesta a tales amenazas, la adolescente quejosa contestó: “En


el Reglamento de la escuela no dice nada del largo del cabello de las
niñas, por lo que no estoy incurriendo en ninguna falta”. Ante la
presencia del padre, las autoridades educativas agregaron: “el corte
de cabello no es el apropiado para la imagen de la escuela, no esta-
mos en “T” y no somos nacos para cortarse el pelo así…”. Además, le
indicaron: “Llévatela a que le crezca el cabello y cuando le haya creci-
do el cabello la traes otra vez”. 151

Se concedió el amparo y protección de la justicia federal por estimar


que los actos reclamados resultaban contrarios a los derechos de
igualdad y no discriminación, integridad personal, educación y dig-
nidad humana, previstos en los artículos 1o., 3o. y 4o. constitucio-
nales y 2 de la Convención de los Derechos del Niño, entre otros.
Las autoridades educativas interpusieron recurso de revisión, cuyos
agravios fueron calificados de infundados y en consecuencia, se con-
firmó la sentencia recurrida. Se sostuvo que las expresiones utiliza-
das por las autoridades escolares en contra de la menor resultaban
discriminatorias porque se basaban en su apariencia física, específi-
camente en su corte de cabello, que a juicio de dichas autoridades
no era el apropiado para el centro escolar, sin justificar en forma
objetiva y racional, cuál es el corte de cabello apropiado al que alu-
dían, además, en cuál normatividad se encontraba establecida la
Suprema Corte de Justicia de la Nación

forma en que los alumnos deben cortarse o aliñarse el cabello, cuándo


y cómo se le notificó a la quejosa o a los padres de tal circunstancia u
obligación escolar.

Adicionalmente, puede advertirse que las autoridades responsables


partieron de un estereotipo de género al apoyar la premisa de que las
mujeres no deben usar el cabello corto, sino largo, lo que implica
una imagen preconcebida y aceptada por la mayoría de los integran-
tes de la sociedad, como representativa de un determinado género.
Así, en el caso particular, constituyó un juicio de valor negativo sobre
la adolescente quejosa, para descalificar y, en última instancia, para
justificar acciones y sucesos en su contra (maltrato escolar).
152

De ahí que el juzgador o juzgadora debe cuestionar los estereotipos


preconcebidos respecto de las funciones de uno u otro género, así
como actuar con neutralidad en la aplicación de la norma jurídica en
cada situación, toda vez que el Estado tiene el deber de velar porque
en toda controversia jurisdiccional donde se advierta una situación
de violencia, discriminación o vulnerabilidad por razones de género,
sea tomada en cuenta a fin de visualizar claramente la problemática
y garantizar el acceso a la justicia de forma efectiva e igualitaria.

Es necesario considerar que pueden existir normas administrativas


con un contenido de desigualdad, asimetría y/o discriminación, y no
tratarse de algún grupo en situación de vulnerabilidad, lo cual tam-
bién genera un trato que no debe permitirse porque se vulneran

Manual para una Impartición Interseccional


igualmente derechos fundamentales y debe analizarse a través de
una herramienta analítica o perspectiva de género, como sucedió

de Justicia con Perspectiva de Género


con la impugnación de un artículo del código administrativo de una
Entidad Federativa en razón de que un policía de tránsito de un Ayun­
tamiento demandó la nulidad de un oficio emitido por el Director
General de Seguridad Ciudadana, Tránsito y Protección Civil del
Ayuntamiento, a través del cual ordenó su cambio de asignación
dentro de esa institución, lo anterior de conformidad con un artícu-
lo del código en cita, que establecía: “Las autoridades de tránsito
contarán con agentes de tránsito que serán mujeres y serán las facul-
tadas para imponer las sanciones a que se refiere la ley y las disposi-
ciones reglamentarias respectivas”.
153

El Tribunal de lo Contencioso Administrativo de la Entidad resolvió


que el cambio de asignación no generaba una afectación o perjuicio en
la esfera jurídica del actor en el juicio contencioso administrativo,
además, que tenía su origen en una disposición de observancia gene­
ral y tampoco existía trato discriminatorio, sino exacta observancia y
cumplimiento de la ley.
En la demanda de amparo directo se alegó, entre otras cosas, la in-
constitucionalidad del artículo por considerar que era contrario a los
derechos humanos reconocidos en los numerales 1o. y 4o. de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 24 de la Con­
vención Americana sobre Derechos Humanos.

En la instancia de amparo directo se declaró fundado el concepto de


violación, ya que después de analizar los motivos que llevaron al
Suprema Corte de Justicia de la Nación

legislador a emitir esa norma, concluyó que la exclusión de los hom-


bres para tener el rango de agentes de tránsito, carecía de una jus­
tificación objetivamente razonable, pues pretendía encontrar su
justificación en aspectos de combate a la corrupción mediante la
identificación plena de los servidores públicos (mujeres) a quienes
se encomendó la aplicación de las disposiciones en materia de trán-
sito, lo cual no guardaba relación con la finalidad pretendida, puesto
que el género de las personas no podía ser considerado como un
factor determinante o absoluto para que la sociedad pudiera identi-
ficar a los elementos encargados de la aplicación de las disposiciones
en materia de tránsito, a fin de evitar actos de corrupción por parte
154 de quienes se desempeñan como agentes de tránsito.

Como se advierte en el asunto, se detectó un estereotipo preconce-


bido respecto de las funciones de uno u otro género en la legislación
analizada al vincular la corrupción con el sexo de las personas, por
lo que se consideró inconstitucional al ser contraria a los derechos
humanos de igualdad y no discriminación.
La Primera Sala de nuestro Máximo Tribunal reitera que la perspec-
tiva de género es una obligación de toda persona impartidora de
justicia,87 ya que es una herramienta de análisis que ayuda a verificar
si existe alguna situación de vulnerabilidad o prejuicio basada en el
género, no siendo exclusiva para aquellos casos en que las mujeres
alegan una vulneración al derecho a la igualdad, sino también a los
hombres, como se analizó en el caso anterior.

Manual para una Impartición Interseccional


De ahí que la perspectiva de género como método analítico deba

de Justicia con Perspectiva de Género


aplicarse en todos los casos que involucren relaciones asimétricas,
prejuicios y patrones estereotípicos, independientemente del género
de las personas que participan en los casos a resolver, con la fina­
lidad de detectar y eliminar las barreras y los obstáculos que discri­
minan a las personas por su pertenencia al grupo de “mujeres” u
“hombres”.

Se hace énfasis en la obligación de los juzgadores y las juzgadoras de


impartir justicia con perspectiva de género, aun cuando las partes no
lo soliciten;88 dada la importancia y trascendencia en la solución del
caso, de tal manera que los y las juzgadoras deben verificar si existe 155

87
Tesis LXXIX/2015, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2008545, de rubro: IMPARTICIÓN DE
JUSTICIA CON PERSPECTIVA DE GÉNERO. DEBE APLICARSE ESTE MÉTODO ANA-
LÍTICO EN TODOS LOS CASOS QUE INVOLUCREN RELACIONES ASIMÉTRICAS,
PREJUICIOS Y PATRONES ESTEREOTÍPICOS, INDEPENDIENTEMENTE DEL GÉNERO
DE LAS PERSONAS INVOLUCRADAS.
88
Tesis XCI/2015, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2008544, de rubro: ALIMENTOS.
SU OTORGAMIENTO DEBE DE REALIZARSE CON BASE EN UNA PERSPECTIVA DE
GÉNERO.
una situación de violencia o vulnerabilidad que, por cuestiones de
género impida impartir justicia de manera completa e igualitaria.

En las relaciones administrativas que existen entre los trabajadores al


servicio del Estado y su patrón, se pueden presentar matices de dis-
criminación en contra de las personas en situación de vulnerabili-
dad: mujeres trabajadoras, mujeres que tienen derecho a una pensión
o jubilación, o a solicitar algún permiso o licencia para estudiar, si-
tuaciones que deben analizarse sobre el conocimiento del juzgador
Suprema Corte de Justicia de la Nación

o juzgadora con visión de género desde el pleno reconocimiento de


los derechos humanos a la igualdad y a la no discriminación.

Una persona que argumenta dentro de su demanda de amparo que


fue despedida injustificadamente, entre otras circunstancias, por ser
mujer, por pedir permisos para estudiar, por embarazarse, entre
otros motivos, y que, por tanto se violaron en su perjuicio diferentes
preceptos de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida
Libre de Violencia, esas manifestaciones, por sí mismas, no conllevan
a declarar que se ejerció en su contra violencia de género y discrimi-
nación, sino el juzgador o juzgadora debe revisar el contexto integral
156
de los hechos y las pruebas que se encuentran en el expediente;
como se ha venido desarrollando a través de los diversos apartados
de este Manual; y en razón de la naturaleza de las manifestaciones que
formula la actora o quejosa, según sea el caso, verificar si de ellas se
advierte alguna conducta o circunstancia de peso de género o discri-
minación, solo por ser mujer y que haya derivado en el acto impug-
nado o reclamado.
Para tal fin, el juzgador o juzgadora en los casos donde se involucren
relaciones asimétricas, prejuicios o patrones estereotípicos, para
detectar y eliminar las barreras y obstáculos que discriminan a las
personas por su pertenencia al grupo de mujeres u hombres,89 o
para verificar si existe una situación de violencia o vulnerabilidad
que por cuestiones de género impiden impartir justicia de manera
completa e igualitaria, debe aplicar los pasos a seguir como meto­
dología o tamiz de la perspectiva de género para no condicionar el

Manual para una Impartición Interseccional


acceso a la justicia e invisibilizar la situación de vulnerabilidad de

de Justicia con Perspectiva de Género


una persona.90

Son reiterados los criterios jurisprudenciales, que consideran obliga-


toria la aplicación de la perspectiva de género en la impartición de
justicia, incluso hasta en recabar las pruebas para evidenciar casos
de violencia.

Hay situaciones de desigualdad y discriminación que pueden pre-


sentarse cuando se impugna la negativa al otorgamiento a una pensión
por viudez solicitada por el concubinario de una mujer que en vida
fue derechohabiente. La norma que era el fundamento de la pensión
157
por viudez establecía que se debía de acreditar la dependencia eco-
nómica respecto de ellas.

89
Op. Cit. 85.
90
Tesis CLX/2015, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2009084, del rubro: DERECHO DE LA
MUJER A UNA VIDA LIBRE DE DISCRIMINACIÓN Y VIOLENCIA. LAS AUTORIDA-
DES SE ENCUENTRAN OBLIGADAS A ADOPTAR MEDIDAS INTEGRALES CON PERS-
PECTIVA DE GÉNERO PARA CUMPLIR CON LA DEBIDA DILIGENCIA EN SU
ACTUACIÓN.
Si atendemos a los lineamientos para juzgar con perspectiva de gé-
nero, el caso debe ser analizado bajo esa metodología para proteger
los derechos fundamentales de igualdad y no discriminación, en razón
de que la negativa al acceso a la pensión por viudez que se imponía
al concubinario supérstite, se funda únicamente en su género; mien-
tras que, al mismo tiempo se desconocía el derecho de quien en vida
fue derechohabiente para dejar un beneficio de seguridad social que
podría ser vigente al acaecer su muerte.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Así, la obligación de impartir justicia con perspectiva de género debe


operar y enfatizarse en aquellos casos donde se esté ante grupos de
especial vulnerabilidad o categorías sospechosas, donde el juzgador
debe determinar la operabilidad del derecho conforme a los precep-
tos fundamentales consagrados tanto en la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, como en los tratados internacionales
de los que el Estado Mexicano sea parte, procurando en todo mo-
mento que los paradigmas imperantes de discriminación por razón de
género no tengan una injerencia negativa en la impartición de justicia.

Se deben identificar los prejuicios o estereotipos, que ponen en si-


tuación de desventaja, desigualdad y discriminación a personas que
158 se encuentran en vulnerabilidad o que pueda ser sujeta de tratos
desiguales o discriminatorios, sobre todo cuando es factible que
existan factores que potencialicen esas situaciones, como lo pueden
ser las condiciones de pobreza y barreras culturales y lingüísticas.91

91
Tesis XX/2015, Pleno, (10a.), con registro: 2009998, de rubro: IMPARTICIÓN DE JUS­
TICIA CON PERSPECTIVA DE GÉNERO. OBLIGACIONES QUE DEBE CUMPLIR EL
ESTADO MEXICANO EN LA MATERIA.
Debemos tomar en consideración, que pueden existir motivos de
discriminación en materia de seguridad social, tanto en trabajadores
que tienen una relación laboral, como ya se analizó en otro apartado,
como en una relación administrativa o al servicio del estado, para lo
cual es de apoyo el caso de la guardería del seguro social cuando
el papá trabajador pidió ese servicio y se le negó por no acreditar
que fuera viudo, divorciado o que por resolución judicial ejercía la
custodia o la patria potestad de sus menores hijos.

Manual para una Impartición Interseccional


En ese asunto, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la

de Justicia con Perspectiva de Género


Nación resolvió que el derecho de igualdad entre el varón y la mujer
busca que ambos sean tratados equitativamente frente a la ley, lo
cual implica que los trabajadores asegurados (padre y madre) gocen
de los mismos derechos que les brinda la seguridad social, entre
otros, el servicio de guardería.

El caso mencionado se analizó con la aplicación de la perspectiva de


género, y determinó que no existe justificación objetiva para un trato
diferenciado entre ambos sexos, pues si el varón laboralmente activo
sólo obtiene el servicio de una guardería para sus menores hijos en
casos excepcionales, significa que la ley cuestionada presupone que
en el hogar del trabajador asegurado exclusivamente la madre de sus 159
hijos tiene el deber de dedicarse de tiempo completo a su cuidado,
práctica que no favorece la corresponsabilidad del padre y la madre
en la atención a sus descendientes, ni fomenta la posibilidad de que
la mujer comparta su tiempo con otras actividades productivas.92

92
Tesis CXXXIII/2016, 2a. Sala (10a.), con registro: 2013233, de rubro: GUARDERÍAS
DEL IMSS. AL PREVERSE REQUISITOS DIFERENCIADOS A LA MUJER Y VARÓN
La obligación de las y los operadores de justicia de juzgar con pers-
pectiva de género puede resumirse en su deber de impartir justicia
sobre la base del reconocimiento de la particular situación de des-
ventaja en la cual históricamente se han encontrado las mujeres
(pero que no necesariamente está presente en todos los casos), como
consecuencia de la construcción que socioculturalmente se ha desa-
rrollado en torno a la posición y al rol que debieran asumir, como un
corolario inevitable de su sexo.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

La importancia de ese reconocimiento estriba en que de él surgirá la


posibilidad de que quienes tengan encomendada la función de im-
partir justicia, puedan identificar las discriminaciones o violencias
que de derecho o de hecho se dan contra las personas, ya sea directa
o indirectamente, con motivo de la aplicación del marco normativo e
institucional mexicano.

Los criterios jurisprudenciales que se han mencionado a lo largo del


Manual, así como el citado al pie93 dan el concepto de la perspectiva
de género, la cual constituye una categoría analítica que acoge las
160 metodologías y mecanismos destinados al estudio de las construc-
ciones culturales y sociales entendidas como propias para “hombres”
y “mujeres”, lo cual ayuda al juzgador o juzgadora con conocimiento

ASEGURADOS PARA ACCEDER A ESTE SERVICIO, SE TRANSGREDE EL DERECHO A


LA IGUALDAD.
93
Tesis XXVII/2017, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2013866, de rubro: JUZGAR CON PERS-
PECTIVA DE GÉNERO. CONCEPTO, APLICABILIDAD Y METODOLOGÍA PARA
CUMPLIR DICHA OBLIGACIÓN.
de género a resolver el caso bajo una visión de igualdad, para elimi-
nar la discriminación, desigualdad, violencia o asimetría.

Dicho de otra manera, la obligación de juzgar con perspectiva de


género exige a quienes imparten justicia que actúen remediando los
potenciales efectos discriminatorios que el ordenamiento jurídico
y las prácticas institucionales pueden tener en detrimento de las

Manual para una Impartición Interseccional


personas, principalmente de las que se encuentran en situación de

de Justicia con Perspectiva de Género


vulnerabilidad.

En resumen, es necesario que quienes juzgan detecten las posibles


situaciones de desequilibrio de poder entre las partes como conse-
cuencia de su género, seguida de un deber de cuestionar la neutrali-
dad de las pruebas y el marco normativo aplicable, así como de
recopilar las pruebas necesarias para visualizar el contexto de violen-
cia o discriminación; y finalmente, resolver los casos prescindiendo
de cualesquier carga estereotipada que resulte en detrimento de mu-
jeres u hombres.
161
A través de los referidos criterios podemos advertir la construcción
conceptual, la aplicabilidad y metodología de la perspectiva de género.
Podemos decir que la perspectiva de género, como una herramienta
analítica aplicada en forma oficiosa por los y las juzgadoras, ayuda
a visibilizar esas situaciones asimétricas o de desventaja, violencia o
discriminación, que de otra manera no pudieran advertirse.
Conclusión

En la materia administrativa, como en otras materias, las personas


que juzgan deben tener un papel garantista para cumplir con una
tutela efectiva en la protección de los derechos humanos de las per-
sonas, en específico, quienes se encuentran en situación de vulnera-
bilidad. Cuando se advierta la asimetría, desigualdad, discriminación
o violencia debe aplicarse en forma oficiosa la perspectiva de género
para dar una justicia completa e igualitaria.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Al resolver los asuntos donde se cuestiona la vulneración de los de-


rechos fundamentales a la igualdad y la no discriminación, es indis-
pensable analizar si están justificadas de manera objetiva y razonable,
a través de la aplicación de herramientas metodológicas, como las
que se han desarrollado en este Manual.

La aplicación de la perspectiva de género (y la suplencia de la queja),


como herramienta metodológica permiten a quienes juzgan en los
casos de las personas que se encuentran en situación de vulnerabili-
dad, violencia, desigualdad y/o discriminación, o de categorías sos-
162
pechosas, analizar y resolver con un contexto amplio socio-cultural
y jurídico la problemática planteada porque la sola aplicación de la
norma no resuelve el problema.

La buena práctica de la aplicación de la perspectiva de género y de la


suplencia de la queja, ayudan a visibilizar las situaciones de desigual­
dad, violencia, discriminación, que pueden ser eliminadas por el
juzgador o juzgadora, resolviendo con los principios de igualdad y
equidad.

Con motivo de la reforma constitucional de derechos humanos y de


amparo es indispensable que se aplique la perspectiva de género,
como una herramienta que permite actuar en forma oficiosa en los
asuntos de violencia, discriminación o desigualdad, para poder pro-

Manual para una Impartición Interseccional


teger y garantizar en forma amplia los derechos fundamentales de las

de Justicia con Perspectiva de Género


personas, y más allá de estas obligaciones propias de la función
jurisdiccional, en el punto de intersección con el género, debe impo-
nerse como aspecto de reflexión para el o la juzgadora que la
metodología de perspectiva de género debe verificar el acto adminis-
trativo y los elementos que lo integran, en particular el fin, la causa
y el motivo, sin pasar por alto la identificación de la persona gober-
nada que resiente el acto administrativo la cual, de pertenecer a una
categoría sospechosa, generaría la condición que permite cuestionar,
tanto el acto específico de aplicación de la ley como la neutralidad
de la propia normativa.
163
Lo anterior resulta válido si consideramos que la materia administra-
tiva tiene una particularidad, el doble papel que el Estado tiene frente
a la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres; por un
lado, el deber de la autoridad administrativa de efectuar medidas de
consecución para generar condiciones de igualdad sustantiva entre
las personas gobernadas y, por otro, es sujeto de control, pues su
actividad se encuentra constreñida a la obligación de no generar
condiciones de discriminación por razones de género.94

Estas condiciones le permiten al órgano operador de justicia verifi-


car que la función administrativa del Estado revista en todo momen-
to una condición no sólo de legalidad, sino de equidad frente al
ejercicio de la atribución que trastoca la esfera de la persona y que es
sometida a su jurisdicción.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

8. Género y derecho agrario

La relación de las mujeres con el entorno rural se puede abordar desde


tres vertientes: en primer término el derecho a la tierra, en segundo
a participar en los órganos de decisión y seguimiento del sistema de
propiedad agraria (derecho a participar en los comisariados ejidales
y consejos de vigilancia) y finalmente la sucesión de la propiedad
(derecho a la herencia). De tal suerte que la problemática que afron-
tan las mujeres rurales se abordará conforme a esos aspectos.

El derecho a la tierra de las mujeres rurales


164

Desde la Ley Agraria de 1915, la Constitución Política de los Estados


Unidos Mexicanos de 1917, la Ley de Ejidos de 1920, la Ley de Do-
tación y Restitución de Tierras y Aguas de 1927, posteriormente con

94
Menéndez Sebastián, Eva M., “El papel de la Administración y el derecho administrativo en
materia de igualdad de género”, en La administración promotora de la igualdad de género,
Valencia, Tirant lo Blanch, 2012, pp. 23-61.
los Códigos Agrarios de 1934, 1940 y 1942, la transformación de la
Ley Federal de la Reforma Agraria de 1971 hasta llegar a la Ley Agra-
ria de 1992, encontramos una evolución de los derechos de propie-
dad ejidal y comunal, primero con el reparto de tierras, posteriormente
con el ordenamiento rural. La evolución histórica de la mujer para
acceder al derecho a la tierra es la siguiente:

LEGISLACIÓN DERECHO A POSEER

Manual para una Impartición Interseccional


Se contempló a las mujeres como
sujeto con capacidad individual

de Justicia con Perspectiva de Género


CIRCULAR 48 (1/ para obtener tierras, solo si cum-
SEPTIEMBRE/1921) plían el requisito de ser solteras o
viudas que tuvieran a su cargo fami-
lias que atender.
LEY REGLAMENTARIA
SOBRE REPARTICIÓN DE
Contempló el derecho de las muje-
TIERRAS EJIDALES Y SU
res solteras o viudas que tuvieran a
CONSTITUCIÓN DEL
su cargo la subsistencia de otras per-
PATRIMONIO PARCELARIO
sonas, aunque no fueran parientes
EJIDAL;
reconocidos civilmente, a ser adju-
dicatarias de parcela ejidal.
REGLAMENTO DE 1925
Y 1926 165
ARTÍCULO 44.- Tienen derecho a
recibir parcela individual en un eji-
do, por la vía de dotación, y en tal
CÓDIGO AGRARIO DE 1934 virtud a ser incluidos en el censo
agrario a que se refiere el artículo
63, quienes reúnan los siguientes
requisitos: a).- Ser mexicano, varón,
mayor de dieciséis años si es soltero
o de cualquiera edad siendo casado; o
mujer soltera o viuda, si tiene familia
a su cargo; …”
“ARTÍCULO 90.- Las casas y anexos
del solar ocupadas por los campesi-
nos beneficiados en la restitución,
dotación y ampliación, quedarán a
favor de los mismos.”
Suprema Corte de Justicia de la Nación

“ARTÍCULO 163.- Para tener capa-


cidad como miembros de un núcleo
de población para los efectos de una
dotación, ampliación, creación de
nuevo centro de población y acomo-
do en tierras ejidales excedentes, se
requiere:
CÓDIGO AGRARIO DE 1940

I. Ser mexicano de nacimiento,


va­rón, mayor de dieciséis años
si es soltero y de cualquier edad si
es casado, o mujer soltera o
166 viuda, si tiene familia a su car­
go; …”

“ARTÍCULO 139.- Los ejidatarios


perderán los derechos que tienen
como miembros de un núcleo de
población ejidal, a excepción de los
adquiridos sobre los solares que
les hayan sido adjudicados en la
zona urbanizada, por cualquiera de
los casos siguientes:…

III. Las mujeres con parcela, al


cambiar de estado, si en su nueva
situación la familia disfruta de
parcela; …”

Manual para una Impartición Interseccional


LEGISLACIÓN DERECHO A POSEER

de Justicia con Perspectiva de Género


“Artículo 54. Tendrán capacidad para
obtener unidad de dotación o parce-
la por medio de dotación, amplia-
ción, creación de nuevo centro de
población o acomodo en tierras ejida­
les excedentes, los campesinos que
reúnan los siguientes requisitos:

I. Ser mexicano por nacimiento,


varón mayor de dieciséis años, si
CÓDIGO AGRARIO DE 1942
es soltero, o de cualquier edad
si es casado, o mujer soltera o
viuda, si tiene familia a su 167
cargo;…”

“Artículo 78 Queda prohibido el


acaparamiento de unidades de dota-
ción por una sola persona. Sin em-
bargo, cuando un ejidatario con­
traiga matrimonio o haya vida
marital con una mujer que disfru­
te de unidad de dotación, se res­
petará la que corresponda a cada
uno. Para los efectos de derechos
agrarios, el matrimonio se entenderá
celebrado bajo régimen de separa-
ción de bienes.”

“Artículo 200 Tendrá capacidad


para obtener unidad de dotación por
Suprema Corte de Justicia de la Nación

los diversos medios que esta ley es-


tablece, el campesino que reúna los
siguientes requisitos:

I Ser mexicano por nacimiento,


LEY FEDERAL DE REFORMA
hombre o mujer, mayor de die-
AGRARIA 1971
ciséis años, o de cualquier edad
si tiene familia a su cargo; ”

“Artículo 103 En cada ejido que se


constituya deberá reservarse una
superficie igual a la unidad de dota-
ción, localiza da e las mejores tierras
168 colindantes con la zona de urbani­
zación, que será destinada al esta­
blecimiento de una granja agro­
pecuaria y de industrias rurales
explotadas colectivamente por
las mujeres del núcleo agrario,
mayores de dieciséis años, que no
sean ejidatarios.”
“Artículo 104 En los ejidos ya
constituidos, la unidad agropecua­
ria y de industrias rurales de las
mujeres se establecerá en alguna
de las parcelas vacantes o en terre­
nos de la ampliación, si la hubiere,
una vez que se hayan satisfecho las
necesidades de las escuelas del

Manual para una Impartición Interseccional


poblado.”

de Justicia con Perspectiva de Género


“Artículo 12.- Son ejidatarios los
hombres y las mujeres titulares de
derechos ejidales.”

“Artículo 15.- Para poder adquirir


LEY AGRARIA 1992 la calidad de ejidatario se requiere:

I. Ser mexicano mayor de edad o


de cualquier edad si tiene familia
a su cargo o se trate de heredero
de ejidatario; y…”

169
En México, durante el período de 1911 a 1992, se entregaron a los
campesinos más de 100 millones de hectáreas de tierra, equivalentes
a la mitad del territorio del país; actualmente se cuenta con 196.4
millones de hectáreas de superficie nacional; existen 32,082 núcleos
agrarios conformados por 29,690 ejidos y 2,392 comunidades. Son
5.1 millones de hectáreas entre personas ejidatarias y comuneras
que integran una superficie de 99.8 millones de hectáreas ejidales y
comunales, equivalentes al 50.8% del territorio nacional.95

El marco jurídico de la reforma agraria consideraba a la propiedad


ejidal y comunal, al establecer que las dotaciones de tierras para
comunidades agrarias y ejidos eran propiedad de pueblos, ranche-
rías, comunidades, congregaciones y demás núcleos de población;
actualmente los núcleos agrarios gozan de personalidad jurídica y
Suprema Corte de Justicia de la Nación

patrimonio propio de conformidad con el artículo 27, fracción VII,


en relación con el artículo 9 de la Ley Agraria.

Como se observa, la mujer rural ha tenido que sortear diferentes retos


para acceder a la propiedad ejidal o comunal, lo que cobra relevancia
en virtud que la tenencia de la tierra implica un conjunto de dere-
chos que posee una persona o una organización, al poder usarla,
gozarla y disfrutarla, obteniendo el rendimiento más adecuado y
ejercer su derecho frente a los no titulares. Las mujeres han tenido
que luchar para alcanzar esos derechos, además su papel ha sido
170 tradicionalmente limitado en el proceso de toma de decisiones a nivel
hogar, comunidad y país; sus necesidades, intereses y restricciones
no suelen reflejarse, las causas de la exclusión están estrechamente
ligadas con su papel reproductivo y la carga de trabajo del hogar.

95
Actualización del Registro Agrario Nacional de veintiuno de agosto de dos mil
diecisiete.
El derecho de las mujeres a participar
en los órganos de representación y vigilancia

El derecho de las mujeres a ser electas como integrantes de los órganos


de representación y vigilancia en las asambleas ejidales y comunales,
ha cobrado relevancia a partir de las modificaciones a las legislacio-
nes agrarias, la aplicación de programas de titulación de tierras y la
transferencia de derechos por medio del mercado de compraventa y

Manual para una Impartición Interseccional


arrendamiento de tierras; esto es, se ha incrementado su participa-
ción al ser incorporadas en la toma de decisiones de sus núcleos

de Justicia con Perspectiva de Género


agrarios y no sólo como antes se le veía en sus actividades cotidianas
preparando alimentos, recogiendo materiales para combustible y aca­
rreando agua para el hogar, además de otras faenas como el cuidado
de los hijos y familia ampliada.

Por lo tanto la evolución histórica del derecho de las mujeres a ser


parte de los Comisariados y Consejo de Vigilancia de sus núcleos ha
sido la siguiente:

Derecho de las Mujeres ejidatarias


Legislación a ser parte de los Comisariados
Ejidales y Consejo de Vigilancia 171

Ley de Ejidos, 1920 No lo preveía


Código Agrario, 1934 No lo preveía
Artículo 13.- Las mujeres con recono-
cimiento de derechos agrarios podrán ser
Código Agrario, 1940
electas para los cargos del Comisariado
Ejidal y del Consejo de Vigilancia.
Las Mujeres que disfruten de derechos
Código Agrario, 1942 ejidales tendrán voz y voto en las
Asambleas Generales y serán elegibles.
Ley Federal de Refor­ Cuentan con derechos para votar y ser
ma Agraria, 1971 votadas.
Cuentan con derechos para votar y ser
Ley Agraria, 1992
votadas.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

El marco jurídico actual conlleva a participar en el órgano máximo


de representación, el Comisariado Ejidal o de Bienes Comunales y el
Consejo de Vigilancia; de conformidad con lo dispuesto en la frac-
ción III, del artículo 23 de la Ley Agraria, corresponde a la Asam-
blea, como órgano supremo del núcleo agrario, realizar la elección o
remoción de los integrantes de dichos órganos de conformidad con
los artículos 24, 37 y 39, párrafo segundo del mismo ordenamiento
legal.

Los procedimientos para convocar a las asambleas se llevarán a cabo


de acuerdo con las condiciones que se presenten en cada uno de los
núcleos agrarios y su Reglamento Interno. Para poder participar
172 como integrante de los núcleos agrarios es necesario contar con la
calidad de:

Ejidataria: Son ejidatarios los hombres y las mujeres titulares de dere-


chos ejidales. La titularidad de la propiedad es reconocida mediante
documentos como los certificados parcelarios. Tienen derecho a las tierras
de uso común, y a la dotación de solares. (Artículo 12 de la Ley
Agraria).
Posesionaria: Surgen a partir de 1992, son reconocidas como propieta-
rias por las autoridades agrarias con la posesión del certificado de titula-
ción de las tierras parceladas; sin embargo, no tienen derecho a las tierras
de uso común, ni a la dotación de solares. (Artículo 23, fracción VIII).

Avecindada: Son mujeres que viven en las áreas urbanas de los ejidos,
poseen un derecho de propiedad sobre el solar, pero no tienen derechos
sobre las tierras parceladas y de uso común. (Artículo 13 de la Ley
Agraria).

Manual para una Impartición Interseccional


de Justicia con Perspectiva de Género
Asimismo, para que las mujeres sean integrantes de un comisariado
o del consejo de vigilancia, es necesario que reúnan ciertos requisi-
tos establecidos en el artículo 38 de la Ley Agraria que señala:

… ser ejidatario del núcleo de población de que se trate, haber trabajado


en el ejido durante los últimos seis meses, estar en pleno goce de sus dere-
chos y no haber sido sentenciado por delito intencional que amerite pena
privativa de libertad. Asimismo, deberá trabajar en el ejido mientras
dure su encargo.

Actualmente, se cuenta con la participación de más mujeres que


ocupan cargos en los órganos de representación como presidentas,
173
secretarias, tesoreras y suplentes; son electas por una asamblea con-
formada por todos los integrantes del ejido o comunidad; duran en
sus puestos tres años y no pueden ser reelectas durante un lapso
igual al que estuvieron en funciones.

El papel de la mujer en el campo cobra cada vez más relevancia en el


liderazgo y toma de decisiones al interior de los ejidos y comunidades;
así, tenemos que la participación en los comisariados y consejos de
vigilancia ejidales es de 10,18796 mujeres; en cuanto a las comunida-
des, se cuenta con una participación actual de 614 mujeres en los
órganos de representación de bienes comunales.

Entre ejidos y comunidades se cuenta con 14,881 núcleos agrarios


en los cuales participan 77,209 hombres y 10,801 mujeres en los
órganos de representación; lo que nos lleva a reflexionar sobre la
importancia de que las mujeres conozcan sus derechos para que
Suprema Corte de Justicia de la Nación

puedan abrirse espacios para la toma de decisiones en sus núcleos


agrarios, y de reconocer su capacidad y honradez en la administra-
ción de los recursos comunes del ejido o comunidad.

Entre las obligaciones de las presidentas, secretarias, tesoreras y sus


suplentes en los órganos de representación se encuentra representar
al núcleo agrario, vigilar que se respeten los derechos de los campe-
sinos, encargarse de los actos de administración y ejecutar los acuer-
dos que se tomen al interior del ejido comunidad; su remoción se
lleva a cabo de conformidad con el artículo 40 de la Ley Agraria.
174

El derecho a la herencia

En México, con los cambios realizados en 1992, la propiedad social


sufrió una transformación importante, para dar paso a un proceso de

96
Ibidem.
privatización e individualización de la propiedad que culminó con el
reparto agrario, establecido en la nueva Ley Agraria.

La reforma agraria mexicana ha tenido, desde sus orígenes, un sesgo


de idiosincrasia donde sólo los hombres eran sujetos de dotación
agraria, y sólo sus viudas podían ser titulares de tierras. Pese a esta
restricción jurídica, las mujeres constituían, por herencia y por otros
mecanismos, casi la quinta parte del total de los ejidatarios titulares

Manual para una Impartición Interseccional


en la década de 1990.

de Justicia con Perspectiva de Género


La reforma de 1992 no estableció distinción de género en materia de
propiedad agraria. El creciente proceso de feminización de la agri-
cultura, incrementó la proporción de mujeres dotadas de derechos
agrarios, en la medida en que las leyes ya no impedían o penalizaban
dicho proceso, comenzando quizá una etapa en que la mujer predo-
mina en la propiedad y en la explotación de los minifundios, y en
que la obtención de un complemento a los ingresos familiares cons-
tituirá, en el siglo XXI, un nuevo pegujal.97 Por lo que con la Ley
Agraria la mujer rural puede adquirir derechos agrarios a través de
dos tipos de sucesión, testamentaria e intestamentaria.

175
El artículo 17 de la Ley Agraria98 tiene por objeto proteger al ejidata-
rio  en sus  derechos  agrarios; establece, sin mayores formalismos,

97
Diccionario de la RAE en su edición Tricentenario. PEGUJAL. Adquirido con el peculio.
1. Pequeña porción de siembra o de ganado. 2. Pequeña porción de terreno que el dueño de
una finca agrícola cede al guarda o al encargado para que la cultive por su cuenta como
parte de su remuneración anual.
98
Tesis 676, 2a. Sala, (9a.), con registro: 1007596, de rubro: SUCESIÓN DE DERECHOS
AGRARIOS. LA ÚLTIMA VOLUNTAD DEL EJIDATARIO FORMULADA EN TESTAMENTO
que tiene derecho de designar a quién o quiénes deban sucederle en
el goce de sus derechos sobre la parcela ejidal mediante un trámite
ágil, práctico y sencillo, con la simple formulación de una lista de su-
cesión que debe depositar en el Registro Agrario Nacional o formali-
zada ante fedatario público, pero nada impide que también exprese
su  última voluntad, a través de  testamento  en los términos de las
leyes civiles, modificando o revocando aquella lista, pues si la misma
Ley Agraria le concede derecho de revocar o modificar una lista ante­
rior con las mismas formalidades con que se hubiera realizado, con
Suprema Corte de Justicia de la Nación

mayor razón podrá hacerlo en un testamento notarial.

El derecho sustantivo de heredar o suceder al titular de derechos


agrarios que establecía el artículo 82 de la anterior Ley Federal de
Reforma Agraria, subsiste sin cambio en la nueva Ley Agraria en su
numeral 18; solamente ocurrió una transformación en cuanto al
procedimiento para determinar lo correspondiente a la adjudicación
de los derechos ejidales cuando no exista designación de sucesores.
El citado artículo 82 de la anterior legislación disponía que cuando
resultaban dos o más personas con derecho a heredar, la asamblea de
ejidatarios tenía la facultad de opinar quién de entre los herederos
176
debería ser el sucesor, quedando a cargo de la Comisión Agraria
Mixta la resolución definitiva.

Mientras que en el artículo 18 de la nueva Ley Agraria, para el mismo


supuesto, se establece un procedimiento diferente para dar solución

NOTARIAL ES SUSCEPTIBLE DE REVOCAR O MODIFICAR LA LISTA DE SUCESIÓN


INSCRITA EN EL REGISTRO AGRARIO NACIONAL HECHA CON ANTERIORIDAD.
al conflicto, determinándose que en principio las personas herederas
gozarán de tres meses a partir de la muerte del o la ejidataria titular
para decidir quién conservará los derechos ejidales, y en defecto de
lo anterior, el Tribunal Agrario proveerá la venta de los derechos en
subasta pública, debiendo repartir el producto por partes iguales.
Es así que, conforme a la anterior ley, correspondía a la Comisión
Agraria Mixta tal decisión, y actualmente, de acuerdo con la nueva
Ley Agraria, se da la oportunidad en principio a las y los interesados

Manual para una Impartición Interseccional


de llegar a una decisión conciliatoria, y en caso contrario, el Tribunal

de Justicia con Perspectiva de Género


Agrario deberá actuar conforme lo indicado.99

Desde la perspectiva de género, el acceso femenino a la tierra ha


dejado de considerarse únicamente como un requisito para elevar la
productividad de las mujeres y hoy es tratado como un derecho eco-
nómico indispensable para lograr mayor autonomía y posiciones
más simétricas entre géneros.

Bajo ese tenor, la problemática que afrontan las mujeres rurales, como
ya se dijo, se aborda en tres vertientes. Por una lado, el hecho del
reconocimiento de sus derechos agrarios; por otro, la participación
177
dentro de los núcleos agrarios como integrantes de su comunidad, y
finalmente que entre las formas para obtener la titularidad de los
derechos agrarios está la sucesión.

99
Tesis 735, TCC, (9a.), con registro: 912300, de rubro: DERECHOS AGRARIOS, SUCE-
SIÓN NO REGISTRADA. ADJUDICACIÓN DE LOS, CUANDO EXISTEN DOS O MÁS
HEREDEROS (DIFERENCIAS CONFORME A LA LEY FEDERAL DE REFORMA AGRA-
RIA DEROGADA Y LA NUEVA LEGISLACIÓN DE LA MATERIA).
De tal suerte que para avanzar con efectividad en el logro de los ob-
jetivos específicos en la perspectiva de igualdad de género y coadyu-
var a disminuir las brechas que separan a hombres y mujeres que
habitan en los núcleos agrarios, es necesario difundir los derechos
de las mujeres.

Atender este problema estructural requiere de la puesta en marcha


de medidas y mecanismos concretos que aseguren la participación
equilibrada de mujeres y hombres en los espacios públicos de adop-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

ción de decisiones, acorde con lo señalado desde la teoría de géne-


ro, respecto al acceso a la justicia, no será tal mientras se impida el
reconocimiento de los derechos civiles y políticos de las mujeres,
por ello la importancia de la justicia itinerante, pues implica que el
programa tenga numerosas diligencias para que llegue a los lugares
más apartados fortaleciendo la difusión de derechos y el recono­
cimiento de las mujeres.

B. Circunstancias y contextos específicos

178 1. Niñas (Derechos de la infancia y la adolescencia)

El origen y contenido de la
Convención sobre los Derechos del Niño

La Convención sobre los Derechos del Niño fue adoptada, abierta a la


firma y ratificación por la Asamblea General de las Naciones Unidas
en su resolución 44/25, de 20 de noviembre de 1989 y entró en
vigor el 2 de septiembre de 1990.100

En el preámbulo de la Convención se establece que los Estados Parte


consideraron la necesidad de proporcionar a la niñez una protección
especial, la cual había sido ya enunciada tanto en la Declaración de
Ginebra de 1924 sobre los Derechos del Niño, como en la Declara-
ción de los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea General el

Manual para una Impartición Interseccional


20 de noviembre de 1959.

de Justicia con Perspectiva de Género


Dicha protección especial también había sido reconocida en la De-
claración Universal de Derechos Humanos, en el Pacto Internacio-
nal de Derechos Civiles y Políticos (artículos 23 y 24) y en el Pacto
Inter­nacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ar­
tículo 10).

De igual manera, en la Declaración de los Derechos del Niño, en las


Reglas mínimas de las Naciones Unidas para la administración de
la justicia de menores (Reglas de Beijing) y en la Declaración sobre la
protección de la mujer y el niño en estados de emergencia o de con-
flicto armado, quedó reconocida la necesidad de protección legal y 179

cuidados especiales de la niñez, con particular referencia a la adop-


ción y la colocación en hogares de guarda en los planos nacional e
internacional.

100
México la ratificó el 21 de septiembre de 1990, entró en vigor en nuestro país el 21 de
octubre siguiente y se publicó el 25 de enero de 1991 en el Diario Oficial de la
Federación.
En ese sentido, la Convención constituye el primer tratado internacio­
nal de derechos humanos especializado en la infancia y que establece
la obligatoriedad de los derechos de la niñez.

La Convención se compone de tres partes; la primera que abarca las


obligaciones de los Estados, la segunda contempla la creación del
Comité de los Derechos del Niño y norma sus funciones, la terce-
ra contiene disposiciones transitorias relativas a la firma y adhesión
del tratado.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Obligaciones de los Estados

La Convención entiende que el término niñez se refiere a todo ser


humano que tenga una edad inferior a dieciocho años, a menos que
haya alcanzado antes la mayoría de edad, por disposición de la ley;
personas a las que se deben aplicar los derechos de la Convención
sin distinción, debiendo ser protegidos por el Estado contra toda
forma de discriminación (artículos 1 y 2).

La infancia se concibe como un espacio separado de la edad adulta.


180
Reconoce que lo apropiado para las personas adultas puede no serlo
para la infancia, exhorta a los gobiernos a que proporcionen asisten-
cia material y apoyo a las familias, evitando la separación de la per-
sonas menores de edad y sus familias; destaca que los niños y las
niñas son titulares de sus propios derechos y no receptores pasivos,
por tanto protagonistas con la facultad para participar en su propio
desarrollo.
Al respecto, la Organización Mundial de la Salud sostiene que exis-
ten la primera y la segunda infancias.

La primera infancia la define como el lapso comprendido desde el


desarrollo prenatal hasta los ocho años de edad. Asegura que se trata de
una etapa crucial de crecimiento y desarrollo, porque las experien-
cias de la primera infancia pueden influir en todo el ciclo de vida de

Manual para una Impartición Interseccional


una persona, y porque es una importante ventana de oportunidad

de Justicia con Perspectiva de Género


para preparar las bases para el aprendizaje y la participación perma-
nentes, previniendo posibles retrasos del desarrollo y discapacidades.
La segunda infancia la conceptualiza como el período que abarca
desde los nueve y hasta los diecisiete años.101

En torno a esta primera parte de la Convención, las obligaciones de


los Estados Parte más relevantes son:

 Cerciorarse que las instituciones, servicios y establecimien­


tos encargados del cuidado o la protección de la niñez
cumplan las normas establecidas. 181

 Implementar todas las medidas necesarias para dar efec-


tividad a los derechos reconocidos en la Convención.

101
El desarrollo del niño en la primera infancia y la discapacidad: Un documento de debate.
Organización Mundial de la Salud. UNICEF http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/
78590/1/9789243504063_spa.pdf. Consultado el 31 de julio de 2017.
 Respetar las responsabilidades, los derechos y los deberes
de los padres y madres, en su caso, de los integrantes de
la familia ampliada o de la comunidad.

 Reconocer que niñas y niños tiene el derecho intrínseco


a la vida y a garantizar su supervivencia y desarrollo, con
la protección y garantías que implica, por lo cual resulta
responsabilidad del Estado velar por el establecimiento
Suprema Corte de Justicia de la Nación

de las condiciones necesarias para que concreten el libre


y pleno desarrollo de su personalidad en todas las condi-
ciones donde se encuentren.

Comité de los Derechos del Niño

El Comité de los Derechos del Niño es el órgano integrado por per-


sonas expertas independientes que supervisan la aplicación de la
Convención por sus Estados Parte.

182 Los Estados Parte deben presentar al Comité informes periódicos


sobre la manera en que se ejercen los derechos previstos en la Con-
vención, que tras su examen, se expresan observaciones y recomen-
daciones.

Finalmente, los protocolos que desarrollan o complementan la Con-


vención son los siguientes:
 Protocolo facultativo de la Convención sobre los Dere-
chos del Niño relativo a la venta de niños, la prostitución
infantil y la utilización de niños en la pornografía. Reso-
lución A/RES/54/263, del 25 de mayo de 2000, que entró
en vigor el 18 de enero de 2002; y,

 Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos


del Niño relativo a la participación de niños en los conflic­

Manual para una Impartición Interseccional


tos armados. Resolución A/RES/54/263 del 25 de mayo

de Justicia con Perspectiva de Género


de 2000, que entró en vigor el 12 de febrero de 2002.

Disposiciones transitorias

La Convención queda abierta a la firma de los Estados, está sujeta a


ratificación y a la adhesión, la cual entrará en vigor al trigésimo día,
a partir de la fecha en que se hubiera depositado el vigésimo instru-
mento de ratificación o de adhesión, por lo que los Estados pueden
formular reservas o manifestar que no aceptan la competencia del
Comité y pueden proponer enmiendas.

183
Criterios internacionales
en torno a la realidad mexicana

El Estado mexicano ha presentado dos informes: el primero, en enero


de 1994 y el segundo en 1999. Al respecto, el Comité de los Dere-
chos del Niño de la ONU elaboró dos recomendaciones, las cuales se
centran en algunos aspectos básicos: las condiciones de pobreza,
explotación y riesgo en que viven millones de niñas y niños en México,
además de desigualdades de género y origen étnico, pues niñas, niños
y adolescentes padecen severas condiciones para su supervivencia y
desarrollo; la necesidad de modificar las leyes para que se adecuen a
los principios y ordenamientos establecidos dentro de la Conven-
ción (a finales de 1999 ocurrió la reforma y adición al artículo 4o.
constitucional para incluir la noción de los derechos de la infancia;
posteriormente, en abril de 2000, se aprobó la Ley para la Protección
de los Derechos de Niñas y Niños); la necesidad de establecer siste-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

mas de seguimiento y vigilancia sobre los derechos de la infancia con


capacidad financiera, de independencia y mandato; y la participa-
ción civil y de la infancia en el diseño, aplicación y evaluación de las
políticas.

Las disposiciones legales y


los criterios jurisprudenciales nacionales

El artículo 4o. de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos prevé que el Estado velará y cumplirá con el principio del
interés superior de la niñez, garantizando de manera plena sus dere-
chos en todas sus decisiones y actuaciones. Este principio deberá
184
guiar el diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas
públicas dirigidas a la niñez.

Además, reconoce que los niños y las niñas tienen derecho a la satis-
facción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano
esparcimiento para su desarrollo integral. A la par señala que ascen-
dientes, personas tutoras y titulares de custodia tienen la obligación
de preservar y exigir el cumplimiento de estos derechos y principios,
por lo que el Estado otorgará facilidades a los particulares para que
coadyuven al cumplimiento de los derechos de la niñez.

A su vez, la Ley para la Protección de los Derechos de las Niñas,


Niños y Adolescentes tiene por objeto garantizar la tutela, aplicación
y el respeto del principio de interés superior de la niñez, de los de-
rechos fundamentales y garantías reconocidos en la Constitución

Manual para una Impartición Interseccional


Federal.

de Justicia con Perspectiva de Género


Asimismo, subraya que el ejercicio de los derechos de las personas
adultas no podrán, en ningún momento, bajo ninguna circunstan-
cia, condicionar el ejercicio de los derechos de niñas, niños y adoles-
centes, ante la prevalencia del principio de referencia.

Por su parte, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha pondera-


do esencialmente acerca del contenido de la Convención sobre los
Derechos del Niño lo siguiente:

 La Convención protege la vida antes y después del na-


cimiento.102
185

 La salud psicológica de niñas, niños y adolescentes es un


derecho; la admisión y desahogo de las pruebas testimonial

102
Tesis J.14/2002, Pleno, (9a.), con registro: 187817, de rubro: DERECHO A LA VIDA DEL
PRODUCTO DE LA CONCEPCIÓN. SU PROTECCIÓN DERIVA DE LA CONSTI­
TUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, DE LOS TRATADOS
INTERNACIONALES Y DE LAS LEYES FEDERALES Y LOCALES.
y psicológica a su cargo sobre los hechos materia del di-
vorcio necesario de sus padres y madres puede causar
daños a su salud psicológica y por tratarse de actos de
imposible reparación procede el juicio de amparo
indirecto.103

 La niñez tiene derecho a conocer su identidad, y la im-


portancia de ese derecho fundamental no sólo radica en
la posibilidad de que conozcan su origen biológico (as-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

cendencia), sino en que de ese conocimiento deriva el


derecho de la persona menor, constitucionalmente estable­
cido, de que sus ascendientes satisfagan sus necesidades
de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento
para su desarrollo integral.104

 En nuestro país se ha obligado a adoptar las medidas nece­


sarias para proteger el interés superior de la niñez, en

103
Tesis J.182/2005, 1a. Sala, (9a.), con registro: 176168, de rubro: PRUEBA TESTIMONIAL
A CARGO DE LOS MENORES HIJOS EN EL JUICIO DE DIVORCIO NECESARIO DE
186 SUS PADRES. SU ADMISIÓN Y DESAHOGO CONSTITUYE UN ACTO DE IMPOSIBLE
REPARACIÓN Y, POR TANTO, EN SU CONTRA PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO
INDIRECTO y tesis J.20/2011, 1a. Sala, con registro: 162017, de rubro: PRUEBA PSICO-
LÓGICA A CARGO DE LOS MENORES. SU ADMISIÓN Y DESAHOGO CONSTITUYEN
UN ACTO DE IMPOSIBLE REPARACIÓN Y, POR TANTO, EN SU CONTRA PROCEDE
EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO.
104
Tesis J.101/2006, 1a. Sala, (9a.), con registro: 172993, de rubro: JUICIOS DE PATERNI-
DAD. EN LOS CASOS EN QUE A PESAR DE LA IMPOSICIÓN DE MEDIDAS DE APRE-
MIO LOS PRESUNTOS ASCENDIENTES SE NIEGAN A PRACTICARSE LA PRUEBA
PERICIAL EN MATERIA DE GENÉTICA (ADN), OPERA LA PRESUNCIÓN DE LA
FILIACIÓN CONTROVERTIDA (LEGISLACIONES DE NUEVO LEÓN Y DEL ESTADO
DE MÉXICO).
especial por lo que se refiere a la obligación de los padres
y madres de proporcionar, dentro de sus posibilidades y
medios económicos, las condiciones de vida que sean ne-
cesarias para su desarrollo.105

 El sistema de justicia juvenil es aplicable a quienes tengan


entre 12 años cumplidos y menos de 18 años de edad, en

Manual para una Impartición Interseccional


lo relativo a la comisión de conductas delictuosas.106

de Justicia con Perspectiva de Género


 La Convención establece el compromiso del Estado mexi-
cano de procurar mecanismos y reglas para que niñas,
niños y adolescentes no sean sometidos a un proceso
judicial (fase jurisdiccional), sino que los casos puedan
ser atendidos por las autoridades de procuración, es de-
cir, que el asunto pueda concluirse durante dicha fase sin
agotar necesariamente la fase judicial.107

105
Tesis J.14/2007, 1a. Sala, (9a.), con registro: 172720, de rubro: PATRIA POTESTAD. EL CUM­
PLIMIENTO PARCIAL O INSUFICIENTE DE LA OBLIGACIÓN ALIMENTARIA SIN
CAUSA JUSTIFICADA POR MÁS DE NOVENTA DÍAS GENERA SU PÉRDIDA (INTER- 187
PRETACIÓN DEL ARTÍCULO 444, FRACCIÓN IV, DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DIS-
TRITO FEDERAL, VIGENTE A PARTIR DEL 10 DE JUNIO DE 2004).
106
Tesis J.68/2008, Pleno, (9a.), con registro: 168767, de rubro: SISTEMA INTEGRAL
DE JUSTICIA PARA ADOLESCENTES. SUS NOTAS ESENCIALES Y MARCO
NORMATIVO.
107
Tesis J.70/2008, Pleno, (9a.), con registro: 168774, de rubro: SISTEMA INTEGRAL
DE JUSTICIA PARA ADOLESCENTES. DEBE BUSCARSE EL ESTABLECIMIENTO DE
MECANISMOS Y REGLAS PARA QUE, SIEMPRE QUE RESULTE APROPIADO Y
DESEABLE, LOS MENORES NO SEAN SOMETIDOS A UN PROCESO JUDICIAL,
SINO QUE LOS CASOS PUEDAN SER ATENDIDOS POR LAS AUTORIDADES DE
PROCURACIÓN.
 La Convención sobre los Derechos del Niño establece
que quien juzgue a la persona menor infractora debe ser
una autoridad judicial independiente e imparcial.108

 Tratándose de penas privativas de la libertad, cuando la


persona menor sentenciada cumpla la mayoría de edad
mientras compurga la pena, procede reubicarlo de mane-
ra que se asegure su separación de las demás personas
Suprema Corte de Justicia de la Nación

internas. Así, con independencia del lugar en que se


cum­plimente la medida de internamiento, esto es, que
permanezca en el centro de internamiento para menores
o sea trasladado a un lugar de reclusión para las personas
adultas, debe permanecer separado del resto de los inter-
nos, pues durante la etapa de aplicación y ejecución de
las medidas de tratamiento impuestas, las autoridades
deben velar porque las garantías que componen el siste-
ma integral de justicia no pierdan vigencia.

 Además, acorde con la Convención sobre los Derechos del


188 Niño, toda persona menor privada de libertad debe estar
separado de las personas adultas, a menos que se con­­
si­dere contrario a su interés superior, teniendo dere-
cho a mantener contacto con su familia por medio de

108
Tesis J.71/2008, Pleno, (9a.), con registro: 168769, de rubro: SISTEMA INTEGRAL DE
JUSTICIA PARA ADOLESCENTES. LOS TRIBUNALES ESPECIALIZADOS RELATIVOS
DEBEN PERTENECER AL PODER JUDICIAL DEL ESTADO MEXICANO.
co­
rrespondencia y de visitas, salvo en circunstancias
excepcionales.109

 Una de las vertientes del principio de mínima interven-


ción en la justicia para adolescentes, se desprende de la
Convención, de acuerdo con la cual debe buscarse resol-
ver el menor número de conflictos a nivel judicial, lo que

Manual para una Impartición Interseccional


se relaciona con la necesidad de disminuir la interven-

de Justicia con Perspectiva de Género


ción judicial en los casos en que el delito se deba a que la
persona menor es vulnerada en sus derechos económi-
cos, sociales y culturales, en virtud que resultaría inade-
cuado que el juzgador impusiera una sanción gravosa, si
la persona menor no puede hacer nada contra sus cir-
cunstancias cotidianas.110

 Los tribunales, en todas las medidas que tomen relacio-


nadas con las personas menores, deben atender primor-
dialmente al interés superior de la niñez.111
189

109
Tesis J.74/2008, Pleno, (9a.), con registro: 168416, de rubro: SISTEMA INTEGRAL DE
JUSTICIA PARA ADOLESCENTES. SI DURANTE LA FASE DE EJECUCIÓN DE LA ME-
DIDA DE INTERNAMIENTO, EL SENTENCIADO ALCANZA LA MAYORÍA DE EDAD,
DEBERÁ CUMPLIMENTARLA SEPARADO DEL RESTO DE LOS INTERNOS.
110
Tesis J.79/2008, Pleno, (9a.), con registro: 168779, de rubro: SISTEMA INTEGRAL DE
JUSTICIA PARA ADOLESCENTES. ALCANCE DEL PRINCIPIO DE MÍNIMA INTER-
VENCIÓN, CONFORME AL ARTÍCULO 18 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.
111
Tesis J.25/2012, 1a. Sala, (10a.), con registro: 159897, de rubro: INTERÉS SUPERIOR
DEL MENOR. SU CONCEPTO.
 Tratándose de los procedimientos que directa o indirecta-
mente trascienden a la persona menor y a fin de velar por
su interés superior, el Juez está facultado para recabar y
desahogar de oficio las pruebas necesarias para preservar
dicho interés, practicando las diligencias que considere
oportunas y conducentes para el conocimiento de la ver-
dad respecto de los derechos controvertidos.112

Estigma y discriminación
Suprema Corte de Justicia de la Nación

De las personas que integran grupos en situación vulnerable, las


niñas, niños y adolescentes son los más estigmatizados y excluidos,
a causa de la ignorancia sobre los derechos que les asisten y las acti-
tudes negativas adoptadas frente a la misma, lo que puede dar como
resultado su marginación dentro de la familia, la escuela y la
comunidad.

Algunas de las personas integrantes de este grupo pueden ser más


vulnerables a la discriminación y a la exclusión social que otras, de-
bido a múltiples desventajas relacionadas con la edad, el sexo, el
190 género, la condición social, la ubicación geográfica (vivir en zonas
rurales y de población dispersa), la pertenencia a un grupo etnolin-
güístico minoritario, el vivir en zonas de conflicto o de desastres
naturales.

112
Tesis J.30/2013, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2003069, de rubro: INTERÉS SUPERIOR
DEL MENOR. PARA PRESERVARLO, EL JUZGADOR ESTÁ FACULTADO PARA RECA-
BAR Y DESAHOGAR DE OFICIO LAS PRUEBAS QUE CONSIDERE NECESARIAS.
Las niñas y adolescentes corren mayor riesgo de ser discriminadas,
al igual que las provenientes de hogares más pobres y las pertene-
cientes a grupos étnicos minoritarios debido a los roles tradicionales
de vida asumidos por sus padres, madres y la propia comunidad; así
como a la carencia de recursos económicos, por virtud de lo cual
sólo a las niñas y a las mujeres se les asigna el cuidado de las perso-
nas de cualquier edad que integran el núcleo familiar, sin posibili-
dad de recibir o continuar con su educación ni de desempeñar un

Manual para una Impartición Interseccional


trabajo remunerado fuera del hogar, vedándoles toda posibilidad de
desarrollo personal integral.

de Justicia con Perspectiva de Género


Juzgar frente a asuntos que involucran
derechos de las niñas y adolescentes

Los contextos específicos de vida de las niñas y adolescentes deben


tomarse en consideración al emitir las resoluciones, evitando anali-
zar el asunto a partir de cualquier estereotipo cultural o social.

Estereotipos que se construyen tanto por las circunstancias externas,


a saber: la pobreza, la falta de oportunidades de estudio, el lugar de
residencia (zona urbana o rural), el estigma y la discriminación o el 191
acceso limitado a programas y servicios; como por las circunstancias
internas, personales y del núcleo familiar, vgr la violencia, el abuso,
el abandono o el rol que desempeñan en la familia.

Este último aspecto merece atención especial, puesto que culturalmen­


te a las niñas, adolescentes y mujeres se les asigna el rol de cuidadoras
de sus hermanos, hermanas y familiares con y sin discapacidad, así
como de encargadas de las labores domésticas, por lo que abando-
nan sus estudios para asumir esas responsabilidades que en princi-
pio no les corresponden, lo que les impide acceder con plena libertad
a las oportunidades de desarrollo personal, en consecuencia, se colo­
can en evidente desventaja.

Esa situación genera discriminación y reduce sus posibilidades de


crecimiento, lo que implica un estado de vulnerabilidad que debe
ser advertido por el órgano operador de justicia en su decisión judi-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

cial, tomando las medidas necesarias para proteger y garantizar su


derecho a vivir una vida plena, libre de violencia y discriminación,
eliminando todo tipo de factores que impidan la efectividad de esa
prerrogativa.

Una resolución judicial a favor de los derechos de las niñas, adoles-


centes y mujeres, máxime si concurre en ellas la discapacidad o cua-
lesquier otra condición interseccional, debe propiciar la construcción
de un proyecto de vida lo más favorable para sus circunstancias par-
ticulares, detectando y eliminando toda clase de abusos que atenten
contra su dignidad (maltratos, abandono o explotación).
192

Por esas razones, resulta importante que el o la juzgadora identifique


las dificultades concretas que enfrentan las niñas y adolescentes so-
metidas a su jurisdicción, especialmente en cuanto al acceso a la
alimentación, la educación, salud, esparcimiento y al disfrute de ser-
vicios básicos, a fin de que tome las medidas apropiadas e inclusivas
que les permitan disfrutar de una infancia feliz y de una vida adulta
alejada de la discriminación y violencia, en condiciones de libertad
y dignidad, tanto en el ámbito público como en el privado.

Lo anterior sin dejar de tomar en cuenta el alcance de su facultad,


determinado por la materia y litis; esto es, que además de advertir la
condición que genera discriminación, la pertinencia de la niña o
adolescente justiciable a un estado de vulnerabilidad, resulta necesa-
rio que dichas situaciones sean relevantes en el problema jurídico

Manual para una Impartición Interseccional


sometido a resolución, la que debe ser integral y armonizar los dere-

de Justicia con Perspectiva de Género


chos no sólo de la niña o adolescente en situación de vulnerabilidad,
sino de las demás personas que integran su grupo familiar, pues así
podrá lograrse la igualdad de género.

En la materia penal, la práctica judicial cotidiana presenta casos en


que se deben ponderar los contextos específicos de los imputados
y de las imputadas, ya que de no hacerlo, los derechos de las niñas,
niños y adolescentes se verían afectados de manera directa e
indirecta.

Esta situación se presenta principalmente en la audiencia inicial al


193
momento de imponer medidas cautelares al imputado o imputada,
toda vez que la decisión del o la Jueza implica un análisis de sus
circunstancias particulares, tales como si la imputada se encuentra
en estado de gravidez o en período de lactancia, o bien si padece
alguna enfermedad terminal o tiene más de setenta años de edad, a
fin de prescindir de la prisión preventiva e imponerle diversa medi-
da cautelar como resguardo domiciliario o alguna otra en libertad.
Esa determinación coloca a la imputada embarazada, vgr en posibi-
lidad de acudir a sus citas de revisión médica prenatal, al hospital
cuando deba dar a luz, a la asistencia especializada que debe recibir
en la etapa de puerperio y a la atención pediátrica de su hija o hijo
durante el período neonatal, y en el caso de la imputada en lactancia,
le permite alimentar a su infante en mejores condiciones de higiene
y de comodidad en su hogar, así como asistir a las consultas pediá-
tricas respectivas, lo que implica la salvaguarda efectiva de tales de-
rechos fundamentales de la imputada y de su descendiente por parte
Suprema Corte de Justicia de la Nación

del órgano jurisdiccional.

De igual manera, al resolver sobre la imposición de medidas caute-


lares, el o la juzgadora debe considerar si la imputada o imputado es
madre o padre de familia, si tiene hijas o hijos menores de edad, si
tiene bajo su cuidado personas con discapacidad o en estado de vul-
nerabilidad, con la finalidad de que las medidas que imponga sean
justas y eviten en lo posible una afectación indirecta y grave a los
derechos humanos de dichas personas, adoptando para tal efecto
y dentro de su ámbito de competencia, las determinaciones que
estime convenientes para asegurar que no queden en situación de
desamparo o de riesgo para su vida y salud.
194

En conclusión, en cualquier área del derecho, el o la juzgadora debe


analizar el contexto personal, familiar, social y económico de la per-
sona justiciable y de su familia, en especial cuando se encuentre
integrada por niñas, niños y adolescentes, a fin de detectar las situa-
ciones de desventaja que, por cuestiones de género, discriminan e
impiden la igualdad, así como adoptar las medidas adecuadas que
reduzcan o eliminen los obstáculos para que dichas personas acce-
dan a la justicia y se les garanticen condiciones óptimas para el dis-
frute de su derecho a una vida plena y feliz.

2. Mujeres adultas mayores

Entendiendo que el envejecimiento resulta una condición propia de


todas las personas y por tanto no es generador de tratamiento discri-

Manual para una Impartición Interseccional


minatorio en sí, tampoco puede dejar de establecerse que una per-

de Justicia con Perspectiva de Género


sona adulta mayor se encuentra en una condición sensible que
puede generar la limitante en el ejercicio de sus derechos.

Desde el ámbito socio demográfico, la vejez humana se entiende


en términos biológicos de edad, según la Asamblea Mundial sobre
el Envejecimiento se considera a una persona como adulta mayor al
alcanzar 60 años de vida,113 lo cual como ya se afirmó no necesaria-
mente debe considerarse como factor vulnerable, pero como hemos
visto a lo largo de este manual, al correlacionarse con otros facto-
res resulta posible que se generen condiciones específicas de
vulnerabilidad.
195

La conceptualización de la vejez no sólo implica una condición bio-


lógica, sino un componente eminentemente social, pues la partici-
pación de una persona en una sociedad también se ve limitada por

113
Calvario M., Leticia, Análisis de la situación de las mujeres adultas mayores en México, así
como las políticas públicas federales orientadas a su atención, CEAMEG, Cámara de
Diputados, LXI Legislatura, México, 2011, p. 4.
una condición relacionada con la edad; según el Consejo Nacional
para Prevenir la Discriminación, una aproximación real a la vejez
nos indica que acontece de modo diferencial para cada individuo114
y depende de características biológicas, psicológicas y del medio social
en el cual vive la persona.

De tal suerte que el envejecimiento, visto como proceso psicosocial,


supone un análisis desde el entendimiento de las personas de distin-
tas generaciones, la posición social que ocupan en un determinado
Suprema Corte de Justicia de la Nación

sector, las necesidades específicas en materia de salud, prestaciones


sociales y atención, la dignidad, situación que sin duda dificulta la
labor para el órgano operador de justicia si además se deben incluir
el factor de género o cualesquier otra condición interseccional; es
decir, si una persona reclama la atención a necesidades derivadas de
su edad se deben considerar los factores de vulnerabilidad que se in­
sertan por su condición de género, más aún cuando hablamos de
mujeres adultas mayores donde confluyen diversos factores que
pueden generar condiciones de desigualdad que impiden o limitan
el ejercicio de sus derechos.

Al respecto, R. Posner afirma que “combinar el género y la edad tiene


196 un efecto multiplicador que puede contribuir a la comprensión de las vidas de
las mujeres. Implica reconocer que el envejecimiento femenino es diferente
al masculino y que, con frecuencia, conlleva un doble riesgo para las mu-
jeres, derivado de su género y de su edad”.115

114
Idem.
115
Equipo Nieve, Compiladores, Envejecimiento, género y políticas públicas. Coloquio Regio-
nal de Expertos, Ed. Lucida Ediciones, Uruguay, 2010, p. 15.
El presente apartado tiene como objeto construir un breve análisis
sobre la situación de las mujeres adultas mayores en particular, por
lo cual obviaremos el desarrollo exhaustivo de situaciones de vulne-
rabilidad por condición de género que se tocan en otras secciones
del presente manual; no obstante es dable afirmar que el factor de
envejecimiento de una persona puede incrementar una condición
de vulnerabilidad que justifica la implementación de acciones dife-
renciales por parte de los órganos de impartición de justicia para

Manual para una Impartición Interseccional


garantizar el acceso a la justicia en condiciones de igualdad y no

de Justicia con Perspectiva de Género


discriminación.

Población adulta mayor

Conforme a las cifras del Censo de Población y Vivienda 2010, se


identifica que de los 10 millones 55 mil 379 personas adultas ma­
yores, 5 millones 375 mil 841 son mujeres. Es decir, 46.58% de
las personas adultas mayores son hombres y 53.42% son mujeres
(CONAPRED, INAPAM 2011:24).116 En adición, las estadísticas dis-
ponibles muestran que en nuestro país las mujeres tienen una espe-
ranza de vida más larga que los varones; por tanto, es posible afirmar
197
que las mujeres enfrentan condiciones de dificultad asociadas con la
edad más que los hombres.

De acuerdo con datos derivados del Censo Nacional de Población


(INEGI-2010), existe una población de más de un millón y medio

116
Op. Cit. 1, p. 8.
de mujeres adultas mayores que no saben leer y escribir, lo cual se
abona a condiciones de salud en donde el mismo instrumento afir-
ma que solo un 60% de la población tiene acceso a servicios de salud
y similar porcentaje se encuentran económicamente activas.

Respecto de esta última condición, es relevante destacar que la con-


figuración del mercado laboral reproduce y legitima el mantenimien­
to de los papeles tradicionalmente asignados con base en el género,
lo que obstaculiza a las mujeres el acceso a la seguridad social vía el
Suprema Corte de Justicia de la Nación

empleo. Ello se traduce en un mayor número de mujeres desprote-


gidas y dependientes de la asistencia social y del apoyo familiar en la
vejez.

Aunado a lo anterior es relevante que el o la juzgadora en el momen-


to de efectuar la identificación de la persona adulta mayor y la inter-
seccionalidad por condición de género, no deje inadvertido que una
mujer adulta mayor puede sufrir aún más las condiciones de discri-
minación que ya de por sí sufre una mujer joven, pues la etnia, clase
social o discapacidad se pueden ver incrementadas por la construc-
ción social intergeneracional. Lo anterior significa que una persona
198
que construyó su identidad con base en paradigmas patriarcales clási­
cos como puede ser una generación más longeva, difícilmente podrá
solicitar al operador de justicia con la misma certeza que lo haría una
persona que, aun inserta en una situación de violencia, pueda afir-
marse como acreedora de derechos, vgr una mujer adulta mayor in-
dígena y pobre no podrá argumentar el despojo de su propiedad
por parte de un varón, toda vez que su desarrollo generacional le
ha instruido a otorgar mejor derecho a un hombre por esa sola
condición.

Marco jurídico de protección

Para el órgano de impartición de justicia resulta esencial el soporte


normativo que le permita, una vez identificada la necesidad de una
persona adulta mayor, poder determinar acciones en su beneficio,

Manual para una Impartición Interseccional


por tanto citaremos diversos cuerpos normativos al respecto de los

de Justicia con Perspectiva de Género


derechos de este sector y las obligaciones del Estado.

 La Convención sobre la Eliminación de todas las Formas


de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), en su ar­
tículo 11 obliga a los Estados parte a garantizar a las mu-
jeres el derecho a la seguridad social, incluidos los casos
de jubilación y vejez.

 El Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre


Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales “Protocolo de San Salvador”, en su
199
artículo 17 que establece la obligación de los Estados a
adoptar las medidas necesarias para ofrecer una protec-
ción especial a los derechos de las personas adultas
mayores.

 El artículo 1o. constitucional, en su último párrafo prohíbe


la discriminación por condición de género y edad.
 La Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores,
en general en su conjunto y en particular en su artículo 1,
mandata garantizar el ejercicio de sus derechos.

 El numeral 3o. de la Ley del Instituto Nacional de las


Mujeres determina que las mujeres son sujetas de dere-
chos sin importar su edad.

Como acotación, resulta relevante denotar la existencia de la Con-


Suprema Corte de Justicia de la Nación

vención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Huma-


nos de las Personas Mayores, instrumento que tiene como objeto
“promover, proteger y asegurar el reconocimiento y el pleno goce y ejer­
cicio, en condiciones de igualdad, de todos los derechos humanos y liber-
tades fundamentales de la persona mayor”,117 con la salvedad que
resulta un contenido orientador para el órgano de impartición de
justicia, toda vez que no se encuentra firmado ni ratificado por el
Estado mexicano.

Al respecto del ejercicio de los derechos de las personas adultas ma-


yores, la tesis VII.4o.P.T. J/4, TCC, (10a), con registro: 2007244, de
rubro: ADULTOS MAYORES. CONSIDERACIONES ESPECIALES
200
QUE, CONFORME AL MARCO JURÍDICO NACIONAL E INTER-
NACIONAL, DEBEN RECIBIR DE LAS AUTORIDADES QUE
PROCURAN Y ADMINISTRAN JUSTICIA CUANDO EN LOS PRO-
CESOS PENALES FIGURAN COMO AGRAVIADOS U OFENDIDOS,
INCULPADOS O SENTENCIADOS, es clara en torno a el deber de

117
Artículo 2.
la autoridad jurisdiccional de establecer la identificación de la con-
dición de edad como un factor para justificar la acción diferencial en
favor de un justiciable, más aún si a ello se abona la condición de
género como un factor de discriminación por asimetría de poder.

Conclusión

Resulta fundamental que el o la juzgadora observen las dificultades

Manual para una Impartición Interseccional


existentes en general para la justiciación de los derechos de las per-

de Justicia con Perspectiva de Género


sonas adultas mayores, que van desde las dificultades materiales (vgr
acceso físico a inmuebles) hasta las sociales (vgr abandono de las
personas mayores y la necesidad de cuidado) y en particular las barre-
ras que impiden el acceso a la justicia de las mujeres adultas mayores
que, como ya se afirmó, al establecerse el componente de edad a
diversos factores interseccionales pueden poner en peligro la aplica-
ción de los principios de igualdad y no discriminación en el momento
de ejercitar la función de juzgamiento, situación que al ser vislum-
brada con perspectiva de género resultaría una condición suficiente
de justificación de acciones de enfoque diferencial en favor de la
justiciable.
201

3. Mujeres con discapacidad

La Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad,


en su artículo 1, párrafo 1 establece que: “las personas con discapacidad
incluyen aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o
sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, pueden
impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de
condiciones que las demás”.

Esta definición permite identificar claramente que la discapacidad es


un fenómeno complejo que no sólo atañe a la condición física de una
persona, sino también a la forma en que interactúa con su entorno,
de forma tal, que la discapacidad siempre está relacionada con diver-
sas estructuras, tanto materiales como humanas.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Por tal razón, la discapacidad se manifiesta a través de relaciones per­


sonales, o dicho de otra forma, se trata de un espacio social que siendo
común a muchas personas, no es generalizable, ni universal, por
cuanto define las experiencias vitales de un grupo de personas, sean
pacientes, profesionales de la medicina, familiares, instituciones,
entre otras.118

Desde un enfoque interseccional con perspectiva de género, es impe­


rativo abordar la complejidad que representa el hecho de ser mujer
y tener discapacidad; y reconocer que en ese campo relacional se
puede presentar la dificultad que implica para una mujer ser la res-
ponsable del cuidado de una persona con discapacidad, por razón
202 de parentesco o de dependencia económica o afectiva.

Respecto al primer planteamiento, es claro que la discapacidad es


un fenómeno reconocido como problemático en sí mismo, con inde-
pendencia del género; sin embargo, su abordaje se ha realizado desde

118
Cfr. Torres Dávila, María, Género y discapacidad: más allá del sentido de la maternidad
diferente, Flacso Ecuador, Quito, 2004, p. 30.
un modelo con pretensión de neutralidad, y no ha distinguido, por
lo menos en nuestro país, los retos que implican, junto con la disca-
pacidad, el hecho de ser también mujer.

En torno a la segunda vertiente planteada, se trata de una problemá-


tica poco abordada, ya que las estrategias jurídicas y de políticas
públicas se han concentrado, por razones prioritarias, a la atención
directa de las personas con discapacidad, pero sin visibilizar las ne-

Manual para una Impartición Interseccional


cesidades de la red de apoyo que necesariamente está o debería estar
acompañando a este grupo en situación de vulnerabilidad, que en la

de Justicia con Perspectiva de Género


mayoría de los casos recae en las mujeres de la familia (madres,
abuelas, hermanas, hijas, nueras, etcétera) a quienes por razón de
género se les ha atribuido ese rol de cuidadoras o directas responsa-
bles de la atención de una persona con discapacidad.

Uno de los más grandes desafíos que existe para la función jurisdic-
cional con aplicación del enfoque interseccional de la discapacidad
y la perspectiva de género, es establecer herramientas concretas para
eliminar las estructuras de desigualdad en todos los ámbitos de la
vida social en que se desarrolla la persona con discapacidad y aque-
llas mujeres que asumen el rol de cuidadoras, tomando en cuenta la
203
diversidad tanto de la manifestación de lo femenino, como las múl-
tiples posibilidades de expresión de la discapacidad.

¿Qué es la discapacidad?

La palabra discapacidad es el término elegido por la Asamblea Gene-


ral de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el Primer
Tratado Internacional de los Derechos de las Personas con Discapa-
cidad, aprobado en 2006, a fin de hacer a un lado otros conceptos
estigmatizadores, que se utilizaban cotidianamente para referirse a
las personas en esa condición. A su vez, la Organización Mundial
de la Salud sugiere que el término a adoptar sea “Persona con Disca-
pacidad”, ya que al utilizar el término persona se devuelve la digni-
dad y se reconoce la existencia de esa situación de hecho; también es
válido hablar de Diversidad Funcional.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

La discapacidad puede ser de diversos tipos, atendiendo a la diversi-


dad funcional de que se trate, y una persona puede presentar no sólo
una, sino varios tipos a la vez, caso en el cual se hablará de discapa-
cidad múltiple. Por tanto, cuando uno se refiera a una persona con
discapacidad puede hacerlo de la siguiente forma:

 Persona con discapacidad física o motriz


 Persona con discapacidad mental
 Persona con discapacidad intelectual
 Persona con discapacidad auditiva, etc.

Se sustituyen así los términos minusválido y persona con minusvalía,


204
que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió abandonar
en 2001, por su connotación peyorativa.119

En México aún tenemos que avanzar en la difusión de una cultura


de respeto hacia la discapacidad, empezando precisamente con la

119
http://lenguajeadministrativo.com/2012/12/04/persona-con-discapacidad-no-minusvalido/
forma en que denominamos a las personas, pues por citar un ejem-
plo, en España el uso de persona con discapacidad es obligado en los
textos normativos desde el 1 de enero de 2007 (Disposición adi­
cional octava. Terminología. Ley 39/2006, de 14 de diciembre. Una
herramienta práctica de gran importancia es el Protocolo de Actua-
ción para quienes imparten Justicia en casos que involucren Dere-
chos de Personas con Discapacidad que presentó la Suprema Corte
de Justicia de la Nación.

Manual para una Impartición Interseccional


Documento que explica cómo a lo largo de la historia han surgido

de Justicia con Perspectiva de Género


diversas explicaciones en torno a la discapacidad, cómo la sociedad
y el Derecho han respondido a las mismas, desde los modelos de
prescindencia, pasando por el médico-rehabilitador, hasta llegar al
modelo de derechos humanos, que tomando como punto de partida
el modelo social reconoce a las personas con discapacidad como titu­
lares de derechos y, “por ello, se promueve que las personas con
discapacidad efectivamente los ejerzan en igualdad de condiciones
que el resto de la población y sin discriminación, reiterando su digni­
dad, así como el respeto por la diferencia que implica la discapacidad,
lo cual conlleva la ausencia de conductas orientadas a la reproduc-
ción de estereotipos, a la exclusión y desventaja social de las personas
con discapacidad”.120 205

Ahora bien, no obstante que las personas con discapacidad en­


cuentran numerosos obstáculos en la sociedad y, como se dijo, con

120
Cfr. Suprema Corte de Justicia de la Nación, Protocolo de Actuación para quienes impar-
ten justicia en casos que involucren Derechos de Personas con Discapacidad, México,
Segunda Edición, 2014, pp. 16 a 19.
frecuencia son objeto de estigma y discriminación, la experiencia
demuestra que cuando están habilitadas para participar y liderar el
proceso de desarrollo, toda la comunidad se beneficia, ya que su par­
ticipación crea oportunidades para todos, con o sin discapacidad.121

Esto reafirma la idea de que todas las personas con discapacidad


deben tener una efectiva participación en la vida social. Lo cual es
consustancial al ejercicio de los derechos de los que son titulares.122
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Sin embargo, para que ocurra, hay que reconocer que quienes viven
con algún tipo de diversidad funcional requieren de un trato dife-
renciado, a fin de eliminar las barreras estructurales, culturales, ma-
teriales y sociales.

Al respecto, existen diversos instrumentos jurídicos que establecen


las normas mínimas de derechos, destacando la Convención para los
Derechos de las Personas con Discapacidad y su Protocolo Facultati-
vo o bien la Convención Interamericana para la Eliminación de todas
las formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad;
así como la Observación General número 5 (personas con discapaci-
206 dad) del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de
la Organización de las Naciones Unidas; Observación General No. 9

121
Mensaje del Secretario General en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad
el 3 de diciembre de 2011, visible en: http://www.un.org/spanish/disabilities/default.
asp?id=1587
122
García, Alonso JV, Perspectivas emergentes en materia de discapacidad. La vida indepen-
diente. El movimiento de vida independiente en De Lorenzo, R. y Pérez Bueno (Directo-
res), Tratado sobre Discapacidad, ed. Aranzadi, España, 2007, p. 17.
(2006) del Comité de los Derechos del Niño, Los derechos de los
niños con discapacidad, CRC/C/GC/9, 27 de febrero de 2007.123

Así tenemos que la aplicación de estos instrumentos resulta más


común de lo que pudiese pensarse, ya que la discapacidad no es un
problema de pocos, puesto que a pesar de ser un campo poco visi-
ble, no obedece a la existencia de un grupo compacto de personas en

Manual para una Impartición Interseccional


esa condición, sino a la presencia de obstáculos estructurales que

de Justicia con Perspectiva de Género


impiden llevar una vida activa a las personas con discapacidad en
igualdad con el resto de la población.124

Según el informe mundial sobre la discapacidad de 2011, elabora-


do por la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial, se
esti­ma que alrededor del 15% de la población mundial vive con
discapa­cidad (según las estimaciones de la población mundial en
2010). Las cifras van creciendo debido al envejecimiento de la po-
blación y al incremento global de los problemas crónicos de salud
como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y los trastor-
207
nos mentales.

123
En el Sistema Interamericano en 1999 se adoptó la Convención Interamericana para la
Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad
(CIADDIS). En el sistema Universal el 3 de mayo de 2008 entró en vigor la Convención
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD).
124
Obstáculos estructurales como la falta de rampas, acceso a edificios, salas de cine, sanita-
rios, estacionamientos, centros recreativos, playas y otros más; así como, falta de recursos
para sillas de rueda, perros de asistencia, etcétera.
Juzgar con perspectiva de género

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad


fue aprobada el 13 de diciembre de 2006 y entró en vigor el 3 de
mayo de 2008; posteriormente en 2009 fue creado el Comité de los
Derechos de las Personas con Discapacidad para supervisar la apli-
cación de la Convención. Todo esto significa que tuvo que pasar
mucho tiempo para que las personas con discapacidad fueran reco-
nocidas a nivel internacional como titulares de derechos. Hasta hoy
Suprema Corte de Justicia de la Nación

se han emitido cuatro observaciones generales, entre ellas, la núme-


ro 3 (2016) dedicada al artículo 6 de la Convención, relativa a los
derechos de mujeres y niñas con discapacidad.

Por todo lo antes precisado, la interseccionalidad, como herramienta


analítica, permite a las mujeres con discapacidad evidenciar ejes de
discriminación que hasta hace poco habían sido invisibilizados por
la corriente hegemónica, tanto en el ámbito de la academia como en
el del activismo feminista y en el de la propia discapacidad.125

Ahora bien, como se ha visto, la relación directa entre discapacidad y


208 género, muestra que las mujeres en condición de discapacidad sufren
una doble marginación o exclusión, en este caso concreto, se mani-
fiesta otra vertiente de relación indirecta entre género y familia o
cuidadoras de las personas con discapacidad.

125
Cfr. Caballero, Isabel (Coord.), “Interseccionalidad”, en La Transversalidad de Género en
las Políticas Públicas de Discapacidad-Manual, Volumen II, Ediciones Cinca, Madrid,
2013, p. 20.
En efecto, hay que reconocer que, tradicionalmente, la identidad de
las mujeres se ha construido fuertemente en torno a la maternidad,
asignando roles, funciones y conductas maternas como condición
esencial. Las cualidades típicamente maternales como la abnegación, el
sacrificio, la entrega, la paciencia son funcionales a la discapacidad
de un hijo o de una hija, o al cuidado de los padres y madres o her-
manos cuando estos presentan algún tipo de discapacidad.

Manual para una Impartición Interseccional


de Justicia con Perspectiva de Género
Si en el caso de las niñas, niños o personas adultas mayores que no
presentan discapacidad, la demanda de atención y cuidados es cons-
tante y alta para una mujer; ésta se multiplica proporcionalmente al
grado de dependencia de la discapacidad del infante o persona a cuidar,
pues no sólo requiere cuidados, sino paciencia, constancia, proximi-
dad, asistencia, acompañamiento a terapias, etcétera.

Los condicionamientos culturales que definen estereotipos, hacen que


en la mayoría de los casos (pues hay que reconocer que no siempre es
así, desde luego), sea la mujer quien se ocupe del cuidado y atención
del niño o niña o persona con discapacidad. 209

Las madres o cuidadoras de personas con discapacidad en muchos


casos asumen trabajos en el mercado laboral, el trabajo familiar do-
méstico, el trabajo comunitario y además el trabajo por la rehabilita-
ción e integración del hijo/a con discapacidad. Todo esto redunda en
la intensificación de su trabajo total en detrimento de su tiempo de
descanso, lo que genera tensiones, conflictos y muchas veces niveles
exclusión social.126

Así pues, es necesario reconocer la interseccionalidad de la discapa-


cidad y el género no sólo desde la relación directa entre estos últimos
conceptos, sino también en la vertiente de las mujeres cuidadoras de
personas con discapacidad, pues como se ha señalado, el reto al que
se enfrentan ante la discapacidad de sus dependientes, genera distin-
tos grados de vulneración de acuerdo a otros elementos como el
Suprema Corte de Justicia de la Nación

grado de instrucción, estatus económico, posición social, edad, ori-


gen étnico, entre otros.

Buenas prácticas

Es indispensable para lograr el empoderamiento de las mujeres con


discapacidad que, en primer término, se les permita participar activa­
mente en los procesos judiciales, lo cual no sólo implica la accesibi-
lidad material a los inmuebles, sino que sean directamente ellas
quienes expresen sus necesidades, inquietudes y requerimientos, a
fin de que la toma de la decisión judicial comprenda a la persona
210 con su complejidad en toda su dimensión.

Cuando por su condición, la mujer con discapacidad esté imposibi-


litada para acudir directamente al órgano jurisdiccional de que se
trate, en aras de garantizar el derecho a la accesibilidad, se deberá

126
Op. Cit. 95, p. 35.
ordenar el traslado del personal judicial para el desahogo de las dili-
gencias en el lugar en que se encuentre. Análogamente, si una mujer
es cuidadora de una persona con discapacidad y por esa circunstan-
cia no está en posibilidad de comparecer al tribunal, por igualdad de
razón deberá ordenar el traslado del personal judicial al lugar en que
se encuentre.

Resulta también una obligación, el identificar a la par de la condi-

Manual para una Impartición Interseccional


ción de mujer con discapacidad, otros elementos que potencialmen-

de Justicia con Perspectiva de Género


te puedan generar discriminación, como la edad, la raza, el origen
étnico, la instrucción escolar, etcétera; para resolver el caso, toman-
do en cuenta todos y cada uno de dichos factores, no como una su-
matoria de elementos, sino reconociendo a la persona con toda
su complejidad.

Las mujeres con discapacidad deben considerarse en todo momento


autosuficientes para decidir la conducción de su propia vida; permi-
tírseles tomar elecciones que le serían propias a cualquier persona
que no presenta discapacidad, como puede ser, dónde y con quién
vivir, qué estudiar o dónde trabajar, etcétera; por ello, el juzgador
deberá siempre escuchar directamente su opinión.
211

De la misma forma que cualquier otro grupo en situación de vulne-


rabilidad, las mujeres con discapacidad requieren ser informadas de
sus derechos y situación jurídica en que se encuentren, por lo que,
en todo momento, la autoridad debe utilizar un lenguaje sencillo y
claro para transmitirles el mensaje, y en casos que así lo ameriten,
acudir al uso de medios de comunicación alternativos para que se
garantice por completo ese derecho y en caso de no advertir que se
haya verificado esta condición, el órgano operador de justicia debe
accionar en la esfera de sus facultades para que este derecho se ejerza.

Por otra parte, respecto a las mujeres cuidadoras de personas con


discapacidad, existen sentencias de la Corte Interamericana de Dere-
chos Humanos que pueden ser útiles para responder a la compleji-
dad de los casos en que se vean involucradas.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Vgr la Corte ha resuelto en dos sentencias paradigmáticas, la impor-


tancia de reconocer a los familiares de las víctimas de violaciones de
derechos humanos como víctimas, como en el caso Vargas Areco vs.
Paraguay.127

Este pronunciamiento da pauta a los juzgadores en aquellos casos en


los que por cualquier tipo de negligencia resulte afectada una perso-
na al grado de quedar con alguna discapacidad, para considerar en la
definición de la reparación del daño, no sólo a la persona con disca-
pacidad, sino también a los familiares, pues estos pueden ser afectados,
según lo señaló la Corte, en los siguientes aspectos:

212
 Integridad psíquica y moral
 Sufrimiento en general
 Incertidumbre e inseguridad por la vulneración a su nú-
cleo familiar

127
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Vargas Areco vs. Paraguay, Sentencia de fondo,
Reparaciones y Costas de 25 de noviembre de 2006, párrafo 335.
 Afectación según la situación de cada familia
 Modificación de roles
 Falta de recursos económicos
 Falta de atención médica y psicológica
 Desgaste emocional por desarrollo de los procesos judiciales.

En esta sentencia también se aborda el tema del denominado proyec­

Manual para una Impartición Interseccional


to de vida, el cual se expresa en las expectativas de desarrollo personal,

de Justicia con Perspectiva de Género


profesional y familiar en condiciones normales. La Corte Interameri-
cana determinó que el daño al proyecto de vida implica la pérdida o
el grave menoscabo de oportunidades de desarrollo personal, en forma
irreparable o muy difícilmente reparable. Deriva de las limitaciones
sufridas por una persona para relacionarse y gozar de su entorno
personal, familiar o social, por lesiones graves de tipo físico, mental,
psicológico o emocional. Su reparación debe ser más que una simple
indemnización monetaria.

213
Así pues, habrá que considerar en cada caso concreto si la afectación al
proyecto de vida afectó únicamente a la persona con discapacidad o
si por los “cuidados especiales” que dependiendo del grado de depen­
dencia que desarrolle, el proyecto de vida de otros integrantes de la
familia podría haberse afectado también, especialmente el de alguna
mujer.
Otro caso paradigmático sobre el tema que puede servir de referen-
cia es el Furlan y Familiares vs Argentina,128 en el que la misma Corte
Interamericana reconoce la afectación trascendental con motivo del
accidente que ocasionó la discapacidad de Sebastián Furlan, y por
ende, condenó al Estado de Argentina.

Así pues, la discapacidad no es un fenómeno aislado, sino que tras-


ciende al entorno de la familia. En la gran mayoría de casos, por los
estereotipos de género, la mujer asume el rol de cuidadora, pero
Suprema Corte de Justicia de la Nación

como en el caso de Sebastián Furlan, existen otros en los que los


roles cambian por las necesidades de dependencia de la persona con
discapacidad y el o la juzgadora debe estar atento y consciente de la
afectación al proyecto de vida no únicamente de la persona con dis-
capacidad, sino también de los cuidadores, para con justicia e igual-
dad resolver sobre temas esenciales que en la materia civil se pueden
presentar, como la reparación del daño o la fijación de alimentos.

4. Mujeres indígenas

Teniendo las mujeres indígenas la doble condición de sujetos con


214 derecho de libre determinación, que demandan el respeto del estado
a sus culturas, instituciones y formas de vida, y además sujetos en
situación de pobreza, el juzgador deberá llevar a cabo acciones afir-
mativas para el pleno ejercicio de sus derechos.

128
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Furlan y Familiares vs Argentina, Sentencia
de Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas de 31 de agosto de 2012,
Párrafo 274.
En aquellos expedientes donde sea parte una mujer indígena, se res-
petará el principio de interculturalidad, aplicando paralelamente el
principio pro personae.

A partir del conocimiento de que alguna de las partes involucradas


en el juicio es mujer indígena, el juzgador deberá ponderar si se
deben considerar elementos de la cultura a la que pertenece, a fin de
adecuar la resolución al caso concreto.

Manual para una Impartición Interseccional


de Justicia con Perspectiva de Género
Al respecto, la fracción VIII del artículo 2 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, dispone que las personas indíge-
nas tienen en todo tiempo el derecho a ser asistidos por intérpretes
y defensores que tengan conocimiento de su lengua y cultura. Dere-
cho que no es exclusivo de la materia penal, sino que entendiendo
las diferencias culturales entre visión indígena y la occidental se colige
necesario que en cualquier proceso en que sea parte una persona
indígena se ejercite esta prerrogativa.

Dictamen antropológico. El juzgador o la juzgadora deberán conside­


rar en los juicios que resuelvan el dictamen antropológico que corres­
215
ponda a la persona indígena, lo anterior para hacerse de elementos
holísticos respecto a la interpretación que la persona indígena some-
tida a jurisdicción tiene de la materia de la litis, lo cual permitirá,
fuera de estereotipos, tomar una decisión desde la neutralidad.

Derecho a la auto identificación o autodeterminación. Siendo el de-


recho y responsabilidad de los pueblos y personas indígenas definir
su pertenencia a estas colectividades y no una prerrogativa de esta-
do, el juzgador o la juzgadora considerarán lo siguiente:

 En todo juicio se respetará la autoadscripción que una


mujer o grupo de mujeres indígenas manifieste respecto del
pueblo indígena al que pertenezca o se respetará la deter-
minación a través de la cual una o varias mujeres indíge-
nas se auto-identifiquen.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

 En relación con la auto-adscripción, basta el dicho de la


mujer indígena para que se acredite este hecho.

Derecho a aplicar sistemas normativos propios. Las autoridades in-


dígenas pueden resolver todo tipo de asuntos internos. Ante contro-
versias por la aplicación del derecho indígena, no corresponde a la
autoridad jurisdiccional ordinaria (local o federal) juzgar de nuevo o
desconocer la capacidad de juzgar de la autoridad indígena salvo las
limitaciones que la Constitución establece; por tanto, las perso-
nas indígenas tienen derecho a la invocación de su sistema normati-
vo, de conformidad con el artículo 2o. constitucional, en relación
216
con el convenio 169 de la OIT, siendo obligatoria la aplicación, reco­
nocimiento y validación de dicho sistema normativo.

Así, de acuerdo con la Suprema Corte de Justicia de la Nación los


órganos jurisdiccionales se encuentran obligados a “indagar cuáles son
las costumbres y especificidades de la comunidad a que se vincula que
han podido influir en el desarrollo de los hechos enjuiciados…”.
Derecho a la libre determinación. Los pueblos indígenas pueden deci­
dir libremente su condición política y disponer libremente su desa-
rrollo económico, social y cultural.

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación destaca


que este derecho no puede poner en riesgo la unidad nacional, pero
sí implica “la posibilidad de elegir libremente su situación dentro del
estado mexicano que no induce a la disolución sino al reconocimiento

Manual para una Impartición Interseccional


del derecho fundamental de los pueblos que lo componen para determinar
su suerte”.

de Justicia con Perspectiva de Género


Derecho al autogobierno o derecho a elegir a sus autoridades. El con­
venio 169 de la OIT reconoce este derecho al interior de los Estados
y establece que su naturaleza y alcance se hará de manera flexible y
tomando en cuenta las condiciones del país.

En los juicios donde alguna o algunas mujeres indígenas sean parte,


se reconocerán y respetarán las formas propias de elección de sus auto­
ridades o representantes, garantizando la participación de las muje-
res en condiciones de equidad frente a los varones.

El artículo 2o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexi­ 217


canos, en su fracción II, prevé que “los pueblos indígenas son autónomos
para elegir de acuerdo a sus normas, procedimientos y prácticas tradicio-
nales a las autoridades o representantes para el ejercicio de sus formas
propias de gobierno”.

Derecho a acceder plenamente a la jurisdicción del Estado. Se reco-


nocerá la personalidad jurídica, individual o colectiva de las mujeres
indígenas que inicien acciones jurídicas en los juzgados o tribuna-
les donde demanden. Se debe garantizar que las mujeres indígenas
puedan comprender y hacerse comprender en los procedimientos le­
gales iniciados, facilitándoles intérpretes u otros medios eficaces
para tal fin.

Es fundamental la aplicación de la jurisprudencia comparada para


que su criterio abarque todos los componentes estructurales de cada
derecho reconocido y amplíe a las mujeres indígenas mexicanas su
Suprema Corte de Justicia de la Nación

esfera de ejercicio en la misma proporción en que ya se ejerce en


otros países con condiciones semejantes; no obstante que dicha ju-
risprudencia no sea vinculante.

Además debe admitirse la jurisdicción indígena en la resolución de


los conflictos internos de mujeres indígenas (siempre y cuando se
ape­guen a los derechos humanos); por lo tanto, deberán aceptar en
consecuencia los actos jurídicos realizados de conformidad con sus
sistemas normativos.

Al respecto el Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado


218 de Oaxaca ha desarrollado diversas recomendaciones para el tra­
tamiento de casos donde se involucren personas indígenas, siendo
destacable:

1. Las Autoridades Judiciales promoverán la realización de diligencia


‘in situ’, en aquellos lugares donde existan territorios indígenas.

[…]
3. Los y las jueces, así como los y las funcionarios (as) judiciales
darán prioridad de trato a las personas indígenas que se apersonen
a los despachos judiciales.

[…]

5. Los y las juezas, así como las autoridades judiciales, que requie-
ran documentos de otras entidades en ese tipo de asuntos; estable-
cerán los canales de comunicación y coordinación necesarios para

Manual para una Impartición Interseccional


hacerlos llegar al caso concreto a la brevedad posible; y comuni­

de Justicia con Perspectiva de Género


carán a la Comisión de Acceso a la Justicia los obstáculos que se les
presenten para el cumplimiento efectivo de las recomendaciones.

[…]

8. Colocar distintivos en los expedientes en el caso de que una de las


partes sea una persona indígena.129

El artículo 17 en armonía con el 1o. y el 4o. de la Constitución Fede­


ral, constriñen a los órganos de impartición de justicia a juzgar con
perspectiva de género, esto es, exige que todos los órganos jurisdic-
cionales del país impartan justicia mediante la aplicación de esta
219
metodología, mediante la cual es posible detectar y eliminar todas
los obstáculos que discriminan a las personas por condición de sexo

129
Acuerdo General 31/2013 del Pleno del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del
Estado de Oaxaca, por el cual se adopta el Protocolo de actuación para quienes imparten
justicia en casos que involucren derechos de personas, comunidades y pueblos indígenas.
Periódico Oficial del Estado Libre y Soberano de Oaxaca, Tomo XCV, núm. 33, 17 de
Agosto de 2013.
o género, lo cual implica juzgar considerando las situaciones de
desventaja que, por cuestiones de género, discriminan e impiden la
igualdad.

Así, la obligación de impartir justicia con perspectiva de género debe


operar como regla general y no como condición excepcional, debien­
do enfatizarse aquellos casos donde existan condiciones de inter­
seccionalidad, como mujeres y niñas indígenas, por lo que se debe
determinar la operabilidad del derecho conforme a los preceptos
Suprema Corte de Justicia de la Nación

fundamentales consagrados en el marco de regularidad constitucio-


nal de derecho en conflicto procurando que los paradigmas imperan­
tes de discriminación por razón de género no tengan una injerencia
negativa en la impartición de justicia, así lo enfatizó el Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis de rubro: IMPAR-
TICIÓN DE JUSTICIA CON PERSPECTIVA DE GÉNERO. OBLIGA-
CIONES QUE DEBE CUMPLIR EL ESTADO MEXICANO EN LA
MATERIA.130

En ese contexto, a fin de que se logre la igualdad sustantiva preten-


dida, se debe analizar el caso concreto, para garantizar este derecho
fundamental de las mujeres indígenas y conducir procesos sensibles
220
a tales particularidades en los que, desde luego, se consideren sus cos­
tumbres y especificidades culturales, así como que en todo tiempo
sean asistidos por intérpretes que tengan conocimiento de su lengua
y cultura, pues de ello dependerá en gran medida el éxito tanto de
una buena asesoría o defensa como un verdadero juzgamiento en

130
Tesis XX/2015, Pleno, (10a.), con registro: 2009998.
igualdad de condiciones que garantice la real y efectiva tutela juris-
diccional que mandatan los artículos 8, numeral 1 y 25 de la Conven­
ción Americana sobre Derechos Humanos.

Esto, así se explica, en la tesis emitida por el Pleno de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación de rubro: ACCESO A LA TUTELA
JURISDICCIONAL EFECTIVA. FORMA DE GARANTIZAR EL DE-
RECHO HUMANO RELATIVO TRATÁNDOSE DE PERSONAS

Manual para una Impartición Interseccional


INDÍGENAS.131

de Justicia con Perspectiva de Género


Derecho a la tierra, al territorio y a sus recursos naturales. El órgano
de impartición de justicia debe considerar que el territorio es clave
para la reproducción material, espiritual, social y cultural de un
pueblo indígena. Al respecto, el Convenio 169 de la OIT, establece
en su artículo 13, que el gobierno respetará la importancia que para
la cultura y los valores espirituales de estos pueblos reviste su rela-
ción con la tierra o territorios que ocupan.

Dicho convenio hace referencia también, a la obligación de los Es-


tados de reconocer los derechos de propiedad y posesión sobre las
tierras que tradicionalmente ocupan, debiendo salvaguardar el
221
derecho de aquellas que han tenido acceso para sus actividades
tradicionales.

De tal suerte que la garantía de este derecho se integra con dos com-
ponentes: primero, la defensa de su integridad hacia el exterior,

131
Tesis XVII/2015, Pleno, (10a.), con registro: 2009995.
despojos, apropiaciones irregulares, desplazamientos forzados o
aprovechamientos sin consentimiento. Y, segundo, hacia el interior, el
derecho de la colectividad de definir el uso y aprovechamiento indi-
vidual o colectivo y las modalidades internas de apropiación, trasla-
do, uso y aprovechamiento de las tierras y sus recursos, así como los
usos simbólicos y espirituales.

Por otra parte, el mismo instrumento mandata que deben respetarse


las modalidades de transmisión de derechos sobre la tierra indígena,
Suprema Corte de Justicia de la Nación

en consecuencia “Aun cuando la ley nacional establezca que los derechos


sobre recursos del subsuelo forman parte del patrimonio nacional, el
Estado tiene la obligación de “consultar con los pueblos indígenas y triba-
les que pudieran ser afectados antes de autorizar actividades de explora-
ción y explotación de los recursos del subsuelo ubicados en territorios
indígenas”.

Derecho a la consulta y al consentimiento libre, previo e informado.


La consulta debe hacerse directamente a las afectadas o sus represen-
tantes legítimos, de buena fe y a través de medios idóneos como
estudios imparciales y profesionales de impacto social, cultural y
222
ambiental. Pero no solo eso es suficiente, ya que se deberá corrobo-
rar fehacientemente que en todo acto administrativo o legislativo
que afecte a personas indígenas se haya garantizado el derecho a la
participación, la consulta y el consentimiento libre.

Cuando un caso se judicialice por no haber respetado el derecho a la


previa consulta, el juzgador o juzgadora deberá ponderar:
1.- Que existen derechos derivados de la tenencia y usos indígenas
de la tierra, el territorio y los recursos naturales;

2.- Que existe la obligación del Estado de consultar (en su idioma)


a estos pueblos en relación con las actividades que les afecten y las
responsabilidades conexas de las empresas, incluyendo entre otros
temas: estudios de impacto, distribución de beneficios y medidas de
mitigación;

Manual para una Impartición Interseccional


3.- Que el Estado debe proveer de toda la información necesaria e

de Justicia con Perspectiva de Género


imparcial para que los indígenas puedan tomar su posición;

4.- Que existe la obligación de buscar el consentimiento dado libre-


mente y con pleno conocimiento de causa;

5.- Que es un derecho de las poblaciones indígenas a ser consulta-


das a través de las instituciones representativas que existan o desig-
nen para el caso;

6.- Que el Estado debe realizar la consulta de buena fe y dialogar


con las autoridades delegadas expresamente por los pueblos;
223
7.- Que debe concertarse con los pueblos indígenas el procedimien-
to de la consulta previa.

En consecuencia deberá aplicarse la Jurisprudencia de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación (México) tesis aislada, Segunda Sala
cuyo rubro dice: “COMUNIDADES INDÍGENAS. LA OMISIÓN
DE CREAR EL CONSEJO CONSULTIVO REGIONAL […], viola los
principios de Legalidad y los de Participación y Consulta recono­
cidos en favor de aquéllas.132

5. Diversas identidades sexo-genéricas

Primera problemática:
A quiénes debemos considerar mujeres

Es necesario tomar en consideración una amplia gama en este senti-


Suprema Corte de Justicia de la Nación

do; es decir, no solamente advertir la existencia de personas que por


sus características físicas de nacimiento son consideradas mujeres,
sino visibilizar las situaciones de personas por identidad de género.

¿Quiénes son personas por identidad de género?

Los Principios de Yogyakarta133 que se ocupan de una amplia gama de


normas de derechos humanos y de su aplicación a las cuestiones
relativas a la orientación sexual y a la identidad de género, estable-
cen en su preámbulo que:

224 …la identidad de género se refiere a la vivencia interna e individual


del género tal como cada persona la siente profundamente, la cual po-
dría corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento,

132
Protocolo de Actuación para quienes impartan justicia en casos que involucren Derechos
de Personas, Comunidades y Pueblos Indígenas.
133
Sobre la Aplicación de la Legislación Internacional vinculante de Derechos Humanos en
relación con la Orientación Sexual y la Identidad de Género, firmados en noviembre de
2006 por 29 especialistas de 25 países.
incluyendo la vivencia personal del cuerpo (que podría involucrar la mo-
dificación de la apariencia o la función corporal a través de medios médi-
cos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que la misma sea libremente
escogida) y otras expresiones de género, incluyendo la vestimenta, el modo
de hablar y los modales.

Estos principios internacionales son referentes y marco orientador


para la interpretación de las normas internacionales en derechos hu-

Manual para una Impartición Interseccional


manos que sí nos resultan vinculantes, de acuerdo con el bloque
de constitucionalidad contemplado en el artículo 1o. de la indicada

de Justicia con Perspectiva de Género


Carta Magna.

Tanto la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, como


la Ley sobre la Celebración de Tratados establecen disposiciones
aplicables cuando los Estados asumen obligaciones internacionales
vía tratados u otros instrumentos internacionales; en ese tenor, el
artículo 26 de la indicada Convención impone cumplir de buena fe
los tratados, mientras que el numeral 27 establece la imposibilidad de
invocar el derecho interno como justificación ante el incumplimien-
to de las disposiciones del tratado.

225
Los artículos 1o. y 2o. de la Convención Americana de Derechos
Humanos y el 2o. del Pacto Internacional de Derechos Económi-
cos, Sociales y Culturales establecen que los Estados parte se com-
prometen a respetar y a garantizar a todos los individuos que se
encuentren en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción, los de-
rechos ahí reconocidos, así como a garantizar su libre y pleno ejerci-
cio, sin distinción.
Los principios 1o., 2o. y 3o. de Yogyakarta prevén el derecho al disfru­
te universal de los derechos humanos, así como el derecho a la igualdad
y no discriminación, y el derecho al reconocimiento de la personali-
dad jurídica, respectivamente, dentro de los cuales se ubica como
derecho matriz, el derecho a la dignidad.

Derechos previstos en el numeral 1o. de la Constitución Política de


los Estados Unidos Mexicanos, así como en el artículo 11o. de la Con­
vención Americana de Derechos Humanos: “Toda persona tiene de-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

recho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad”,


que resultan de observancia obligatoria para el Estado mexicano.

Entendida la dignidad humana como el respeto a la condición de la


persona y la vigencia de su integridad física y espiritual, así como
la satisfacción de sus necesidades básicas que le aseguren la posibi-
lidad de su existencia, no como mero acto de sobrevivencia, sino
con dignidad, honra y libre desenvolvimiento de su personalidad
sexo/genérica.

¿Qué espectro de personas pueden


226
ser consideradas por identidad de género?

Ignorar la existencia de ciertas minorías lleva a premisas equivoca-


das. Los términos transexual y transgénero se abordan poco; es por eso
que caemos en errores como pensarlos homosexuales o travestis.

Los seres humanos percibimos interna e individualmente nuestra


identidad de género, la cual puede o no corresponder con condición
fisiológica y en consecuencia, cualesquier acto que limite o menos-
cabe la esfera jurídica de las personas por esta percepción, constituye
discriminación que está prohibida por la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.

De acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos,134 no


podrá considerarse nunca una condición patológica ni trastorno de
salud la circunstancia de ser transexual y/o transgénero (Principio

Manual para una Impartición Interseccional


18 de los Principios de Yogyakarta).

de Justicia con Perspectiva de Género


Entonces, al momento de resolver un asunto, es necesario que el o la
jugadora incluya en ese género no solamente a mujeres consideradas
como tal por nacimiento (biológicamente), sino también a mujeres por
identidad de género (transexuales y/o transgénero), de acuerdo con el
bloque de constitucionalidad que nos rige, y en respeto de los dere-
chos humanos de libertad de autodeterminación sexo/genérica, dig-
nidad y personalidad jurídica.

Segunda problemática:
La identidad de género ¿Es reconocida
por el Estado mexicano y por las autoridades
gubernamentales en todos sus ámbitos? 227

La Ciudad de México dio un paso a favor de los derechos de las


personas transgénero y transexuales cuando entraron en vigor

134
Comisión Nacional de Derechos Humanos, Los Derechos Humanos de los Transgéneros,
transexuales y travestis, Primera Edición, Noviembre de 2016, impreso en la Ciudad de
México, pp. 3 a 5.
modificaciones al Código Civil de esa ciudad, en las que se reconoce
la identidad de género y se contempla un trámite administrativo para
declarar legamente esa condición.

El 10 de octubre de 2008 se reformó el artículo 135 bis del Código


Civil para el Distrito Federal (ahora Ciudad de México) que prevé:
“Pueden pedir el levantamiento de una nueva acta de nacimiento por rea­
signación de concordancia sexo/genérica”.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

En tanto que el 08 de julio de 2014 se realizó una nueva reforma a esa


codificación, consistente en que el procedimiento de reconocimien-
to de identidad de género, que anteriormente se debía llevar a cabo
mediante una jurisdicción voluntaria ante un Juez familiar, ahora se
resuelve mediante un trámite administrativo ante el propio Registro
Civil, debido al reconocimiento que el gobierno de la Ciudad de México
hizo sobre el contenido de tratados internacionales de derechos hu-
manos que resguardan la integridad y dignidad del ser humano, con
lo cual se asegura que los documentos de identidad emitidos por el
Estado reflejen la autodeterminación de las personas.

228
Antes de dichas reformas era necesario demostrar con pruebas que
se tenía determinada identidad sexo/genérica, debiéndose probar la
autodeterminación, no obstante que constituye un derecho humano,
entendida como dignidad, trato de igualdad y libertad de decisión
sobre la vida personal y familiar, contempladas en los artículos 1o. y
4o. constitucionales, numeral 2o. de la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, precepto 2o. del Pacto Internacional de los
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, artículo 26 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Es decir, se requería de una demanda civil en la que debía acreditarse


incluso una reasignación quirúrgica de sexo, lo cual implicaba que
sólo un porcentaje mínimo podía acceder a dicho reconocimiento
y una carga excesiva para la persona justiciable que llegaba a ser
denigrante.

Manual para una Impartición Interseccional


de Justicia con Perspectiva de Género
Ahora, para realizar el reconocimiento de identidad de género (úni-
camente en la Ciudad de México y Nayarit) solo se necesita ser
mexicano/a, mayor de edad, obtener una cita en el Registro Civil,
llevar una acta de nacimiento primigenia reciente, una identificación
oficial y un comprobante de domicilio de la ciudad donde se realiza
el trámite.

El pleno del Congreso de Nayarit aprobó la modificación del Código


Civil y el Código de Procedimientos Civiles del Estado, con lo que
las personas transgénero podrán solicitar el cambio de su nombre y
género en su acta de nacimiento.

229
Visto lo anterior, en el resto de país tal reconocimiento, así como los
derechos a la igualdad, personalidad jurídica y autodeterminación de
las personas en esta condición se ven legalmente limitados.

No obstante, como juzgadores/as nos corresponde reconocerles iden­


tidad sexo/genérica a las personas con el simple hecho de autodetermi­
narse, aun cuando no cuenten con el reconocimiento del Estado.
En este sentido, debemos considerar el criterio de la Primera Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis aislada de rubro:
PERSONAS INDÍGENAS. ÁMBITO SUBJETIVO DE APLICACIÓN
DEL ARTÍCULO 2o. DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. AUTOADSCRIPCIÓN,135 en la
que estableció que aquella persona que se autoadscriba y autoreco-
nozca como indígena, que asuma como propios los rasgos sociales y
las pautas culturales que caracterizan a los integrantes de los pueblos
indígenas, debe reconocérsele como tal y realizarse con una actitud
Suprema Corte de Justicia de la Nación

orientada a favorecer la eficacia de los derechos de las personas, sobre


todo en casos penales y en aquellos que prima facie parecen involu-
crar a grupos estructuralmente desaventajados.

Mismo criterio debemos aplicar para personas que se auto determi-


nan o autoreconocen como mujer aun teniendo características físicas
y/o biológicas de hombre, o como hombre cuando tenga caracterís-
ticas físicas y/o biológicas de mujer, ya sea que se asuman como
transgénero o como transexuales, pues al igual que el grupo de per-
sonas indígenas —socialmente desventajado—, el grupo minoritario
de personas “trans” también se encuentra en desventaja social, jurí-
230 dica y cultural, por lo que es menester reconocerles esa autodeter­
minación para efectos del proceso en que se ven inmersos, con una
actitud orientada a favorecer la eficacia de los derechos humanos de
estas personas, que prima facie pertenecen a grupos en situación
de vulnerabilidad.

135
Tesis CCXII/2009, 1a. Sala, (9a.), con registro: 165718.
Esta circunstancia se plasma en el principio Tercero de los Principios
de Yogyakarta, en cuanto dispone que: “Todo ser humano tiene dere-
cho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica. Las
personas en toda su diversidad de orientaciones sexuales o identidades de
género disfrutarán de capacidad jurídica en todos los aspectos de la vida.
La orientación sexual o identidad de género que cada persona defina para
sí, es esencial para su personalidad y constituye uno de los aspectos fun-
damentales de su autodeterminación, su dignidad y su libertad…”.

Manual para una Impartición Interseccional


De tal manera que, si una persona con características físicas de

de Justicia con Perspectiva de Género


hombre se autodetermina por identidad sexo/genérico como mujer,
—ya sea que se conciba como transgénero o como transexual— en cual­
quier proceso, debemos reconocerle esa identidad jurídica, aun cuando
no le hubiera sido reconocida formalmente por el Estado, pues de no
hacerlo se provocaría una transgresión a sus derechos de libertad de
conciencia, libertad de autodeterminación (autoreconocimiento
sexo/genérico), igualdad, trato digno y personalidad jurídica.

Actuación del o la juzgadora respecto a mujeres


(por identidad de género —transexuales y/o
transgénero—) en reclusión por medida 231
cautelar y por sentencia condenatoria

 Antes de su ingreso o en el momento de producirse, el o


la juzgadora deberá precisar que, debe permitirse a las
mujeres con niñas o niños a cargo, adoptar disposiciones
respecto de ellas o ellos, debiendo prevenir incluso la posi­
bilidad de suspender la reclusión por un período razonable,
en función del interés superior de la niñez como lo dispo-
ne el principio 6o. de la Declaración de los Derechos del
Niño.136

 Cuando el o la juzgadora deba ordenar la reclusión para las


mujeres por identidad de género (transexuales y/o trans-
género) será en establecimientos distintos a los de los
hombres; como lo establece la Regla número 11, aparta-
do a), de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para
Suprema Corte de Justicia de la Nación

el Tratamiento de los Reclusos (Reglas de Mandela).

 En este punto debe tomarse en consideración lo dispues-


to en el principio 9.c de los principios de Yogyakarta, en
cuanto dispone que se debe garantizar que todas las mu-
jeres privadas de su libertad participen en las decisiones
relativas al lugar de detención apropiado de acuerdo a su
orientación sexual e identidad de género. Esto tomando
en consideración que ante la falta de reconocimiento ju-
rídico/estatal de la identidad de género, no se permite a
232 las personas transgénero ni transexuales estar en reclu-
sión preventiva ni de condena en cárceles para mujeres,
no obstante que ellas mismas se autodeterminan como

136
Principio 6. El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, necesita
amor y comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la respon-
sabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y
material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de
su madre.
mujeres, lo que redunda en más violaciones de derechos
humanos y físicas en cárceles para varones.

 Cuando sea posible y apropiado se preferirá imponer sen­


tencias no privativas de la libertad a las embarazadas y a
las mujeres que tengan niñas o niños a cargo, y se conside­
rará imponer sentencias privativas de la libertad si el delito

Manual para una Impartición Interseccional


es grave o violento o si la mujer presenta un peligro perma­

de Justicia con Perspectiva de Género


nente, pero teniendo presente el interés superior del niño
o niña, y al mismo tiempo deben adoptarse disposiciones
apropiadas para su cuidado (Regla 64 de las Reglas de
Bangkok).

 Tratándose de personas trans (transexuales y/o transgéne-


ro) el o la juzgadora debe ordenar que, de estar en reclu-
sión, reciban atención médica apropiada a sus necesidades,
reconociendo cualquier necesidad particular con base en
su orientación sexual o identidad de género, incluso en lo
que respecta a su salud reproductiva y a terapia hormonal 233
o de otro tipo, como también a tratamiento para reasigna-
ción de género si ellas así lo desean (Principio 9o., inciso
b, de los Principios de Yogyakarta). Sin que pueda consi-
derarse como un tratamiento estético sino de salud, relacio­
nado con la personalidad jurídica que se autoreconoció la
reclusa.
6. Mujeres migrantes

El presente apartado busca destacar algunas circunstancias y contex-


tos específicos que contribuyen a la vulnerabilidad de un gran nú-
mero de mujeres migrantes, a fin de establecer que la migración
afecta de manera diferenciada a mujeres y hombres, de ahí la impor-
tancia de incorporar la perspectiva de género en interseccionalidad,
como herramienta esencial para el análisis de la situación de las
migrantes cuando se encuentran sometidas a jurisdicción.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

México es un país de tránsito, origen, destino y retorno de migran-


tes. En las últimas tres décadas, la migración en la frontera sur del
país se ha incrementado, con una notoria presencia de mujeres, niñas,
niños y adolescentes, principalmente, provenientes de países centro-
americanos.137 Aun cuando varía por tipo de flujo migratorio, se trata
principalmente de mujeres jóvenes, en edad productiva y con nive-
les altos de analfabetismo o pocos años de escolaridad acumulada.

Por otra parte, la herramienta de interseccionalidad permite detectar


la interacción de dos o más identidades de grupos históricamente
discriminados, en este caso, las mujeres y los migrantes. De acuerdo
234
con Lucía Melgar,138 este concepto “permite ver el cruce de experien-
cias estigmatizantes y entender que, lo mismo que con las violencias,

137
Consultadoen:http://www.unwomen.org/es/digital-library/publications/2015/01/las-trabajadoras-
migrantes-centroamericanas-en-chiapas
138
Discriminación sobre discriminación: una mirada desde la perspectiva de género, Suprema Corte
de Justicia de la Nación, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación e Instituto
Electoral del Distrito Federal, Colección Equidad de género y democracia, núm. 5, México,
2011, p. 18.
es preciso reconocer y referirse a discriminaciones que se entrecru-
zan, se dinamizan y son, por tanto, más difíciles de enfrentar”.

Relación entre género y migración

ONU Mujeres139 ha destacado que la migración se halla estrechamen­


te vinculada con el género, en tanto que impacta de manera diferen-
ciada a hombres y mujeres, así como a grupos durante su proceso de

Manual para una Impartición Interseccional


desplazamiento. No obstante, en los estudios relativos al fenómeno

de Justicia con Perspectiva de Género


migratorio, no suele estar presente el enfoque de género, ni las par-
ticularidades de las mujeres en los procesos migratorios, más aún si este
fenómeno puede reforzar estereotipos de género que limitan la autono­
mía de las mujeres, su falta de poder en la toma de decisiones con lo
cual se establecen condiciones idóneas para vulnerar sus derechos.

Además, es importante tener presente que la migración es un fenó-


meno intrínsecamente mundial, que requiere cooperación entre los
Estados a nivel multilateral, bilateral y regional.

Factores que influyen en 235


la migración de las mujeres

Es de trascendental importancia examinar las migraciones dentro


del campo de los derechos humanos. Comprender las trayectorias

139
Derechos humanos de las trabajadoras migrantes, Serie Transformar nuestro mundo,
México, 2015, p. 2.
migratorias como un derecho fundamental es necesario, a fin de ga-
rantizar no únicamente el bienestar de quienes migran, sino también
el desarrollo humano de los países de origen, tránsito y destino. Así,
una sociedad que concibe a la migración como un problema en sí
mismo y que adopta políticas restrictivas sobre ella, no sólo discrimi­
na a la población migrante, sino que se convierte en una sociedad
que también obstaculiza su propio desarrollo.

En su 42o. período de sesiones, realizado en 2008, el Comité para


Suprema Corte de Justicia de la Nación

la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, con base en el


artículo 21 de la Convención sobre la Eliminación de todas las for-
mas de Discriminación contra la Mujer, emitió la recomendación ge­
neral 26, en donde expuso algunas consideraciones al respecto de la
migración que se sintetizan a continuación:

 El fenómeno migratorio implica factores tan diversos como


la globalización, el deseo de buscar nuevas oportunida-
des, la pobreza, el desequilibrio de ciertas prácticas cul-
turales y la violencia por motivo de género en los países
de origen, los desastres naturales o las guerras y los con-
flictos armados internos, intervienen en la migración de
236
la mujer.

 Motiva la migración femenina la división del trabajo basa-


da en el género, en los sectores estructurado y no estruc-
turado de la industria y los servicios en los países de des-
tino, así como una cultura del esparcimiento centrada en
los hombres, que genera una demanda de mujeres como
proveedoras de esparcimiento. Y como parte de esa tenden­
cia, se ha observado un aumento significativo del número
de mujeres que migran solas como trabajadoras asalaria-
das y que terminan como víctimas de trata de personas.

La migración de las mujeres desde la


perspectiva de la desigualdad entre los géneros

Manual para una Impartición Interseccional


En el país de origen, antes de partir. Antes de abandonar su país de

de Justicia con Perspectiva de Género


origen, las mujeres migrantes enfrentan múltiples dificultades rela-
cionadas con violaciones al ejercicio pleno de sus derechos humanos,
tales como la prohibición total o la restricción del derecho a emigrar
en razón del sexo o en combinación con cualesquier otro factor in-
terseccional como la edad, el estado civil, el embarazo o la materni-
dad, así como restricciones o requisitos específicos en materia de
empleo, que obligan a las mujeres a recabar la autorización por es-
crito de familiares varones, para obtener un pasaporte que les permi-
ta viajar o emigrar.

En ciertos casos, los agentes de contratación recluyen a las mujeres


para darles formación, como parte de los preparativos para su parti- 237
da, de tal forma que las mujeres pueden verse sometidas a abusos
financieros, físicos, sexuales o psicológicos.

Las mujeres pueden sufrir también las consecuencias de su acceso


restringido a la educación, capacitación, información completa y fiable
sobre migración, lo que igualmente puede aumentar su vulnerabili-
dad frente a los empleadores.
En el aspecto financiero, por lo general, las mujeres tienen menos
recursos que los hombres, de ahí que enfrenten mayores dificulta-
des económicas, por lo cual caen en situaciones de dependencia más
graves, al tener que recurrir a préstamos de familiares, amigos o
prestamistas con intereses usurarios.

En el país de origen, al regresar. Las mujeres migrantes pueden ser


víc­timas de discriminación sexual o por motivo de género, incluido
el sometimiento a pruebas obligatorias del VIH/SIDA, a “rehabilitación”
Suprema Corte de Justicia de la Nación

moral, en el caso de las migrantes jóvenes y a un aumento despro-


porcionado, en comparación con los hombres, del costo personal y
social al que hacen frente, dada la ausencia de servicios adecuados,
donde se tengan en cuenta las cuestiones de género.

En el país de tránsito. Las mujeres pueden enfrentar muchas dificul-


tades, en relación con sus derechos humanos durante el tránsito por
otros países. Si viajan acompañadas por un agente o escolta, pueden
verse abandonadas en caso de que el agente se encuentre con algún
problema, durante el tránsito o su llegada al país de destino. Son tam­
bién vulnerables al abuso sexual y físico, a manos de agentes y escol-
238
tas durante su paso por los países de tránsito.

En el país de destino. Al llegar a su destino, las mujeres migrantes


pueden ser víctimas de múltiples formas de discriminación, de hecho
y de derecho. En algunos países los gobiernos imponen a veces res-
tricciones o prohibiciones del empleo de mujeres en determinados
sectores.
Es importante resaltar que las migrantes enfrentan peligros a los que
no están expuestos los hombres, debido a entornos en los que, al no
tomar en cuenta las particularidades de género, se impide la movili-
dad de las mujeres, y se limita su acceso a la información pertinente
sobre sus derechos y facultades. El desequilibrio en razón de género
que permea ciertas ideas sobre lo que es o no es un trabajo apropia-
do para la mujer, se traduce en un mercado laboral donde las opor-

Manual para una Impartición Interseccional


tunidades de empleo se limitan al desempeño de las funciones que
le han sido asignadas, como el cuidado del hogar, el servicio domés-

de Justicia con Perspectiva de Género


tico o el sector no estructurado.

Igualmente, a menudo padecen formas interrelacionadas de discri-


minación, no sólo sexual o por motivo de género, sino también cau-
sadas por la xenofobia y el racismo. Debido a la discriminación por
motivos de sexo o género, las trabajadoras migratorias pueden per-
cibir remuneraciones inferiores a las de los hombres, no cobrar su
sueldo, sufrir demoras en los pagos hasta el momento de su partida
o ver transferidos sus ingresos a cuentas a las que no tienen acceso.

A diferencia de las trabajadoras locales no migrantes, quienes tienen 239

la posibilidad, por limitada que sea, de abandonar una situación la-


boral opresiva y obtener un nuevo empleo, las mujeres migrantes,
en algunos países pueden adquirir la categoría de indocumentadas
apenas dejen su empleo. Además, si quedan desempleadas, es posible
que no cuenten con el apoyo de sus familiares, como sí ocurre con
las trabajadoras no migrantes.
Con frecuencia, las migrantes son víctimas de desigualdades que po-
nen en peligro su salud porque carecen de acceso a este servicio,
incluido el de salud reproductiva o no están amparadas por seguros
médicos o planes nacionales de salud, ni tienen cómo pagar sus ele-
vados costos.

Dado que las mujeres presentan necesidades de salud diferentes a las


de los hombres, este aspecto exige atención especial. La falta de regu­
laciones para garantizar su seguridad, tanto en sus puestos de trabajo
Suprema Corte de Justicia de la Nación

como durante el trayecto entre estos y sus lugares de alojamiento


puede ser causa de numerosas dificultades.

En los casos en que se les proporciona alojamiento, especialmente


en ocupaciones que emplean sobre todo mujeres, como las fábricas,
explotaciones agrícolas y el servicio doméstico, las condiciones de
vida pueden ser inaceptables y caracterizarse por el hacinamiento, la
falta de agua corriente, servicios sanitarios adecuados, privacidad e
higiene.

La discriminación también puede ser particularmente aguda en rela-


ción con el embarazo, pues pueden ser obligadas a someterse a prue-
240
bas que si son positivas provocan que sean deportadas. No tienen
acceso a servicios seguros de salud reproductiva e interrupción del
embarazo, cuando corre peligro la salud de la madre, incluso después
de una agresión sexual.

Tampoco tienen derecho a licencias de maternidad ni a beneficios razo­


nables relacionados con ella ni pueden obtener atención obstétrica a
precios asequibles, lo que genera riesgos graves para su salud y para
el producto. Igualmente pueden ser despedidas de sus trabajos si
quedan embarazadas y perder en algunos casos su estatus migratorio
o ser deportadas.

Asimismo, pueden ser sometidas a condiciones particularmente


desfa­vorables en relación con su permanencia en el país de destino.
No pueden, en algunos casos, beneficiarse de los planes de reunifi-

Manual para una Impartición Interseccional


cación familiar, que no siempre se hacen extensivos a las empleadas

de Justicia con Perspectiva de Género


en sectores donde predominan las mujeres, como el servicio domés-
tico o los sectores del ocio y el esparcimiento.

El permiso de residencia en el país de destino puede tener restricciones


severas, especialmente para las trabajadoras migratorias del servicio
doméstico cuando sus contratos a plazo fijo vencen o son rescindidos
a capricho del empleador.

Las trabajadoras migrantes son más vulnerables al abuso sexual, acoso


sexual y violencia física, particularmente en los sectores donde pre-
dominan las mujeres. Las empleadas domésticas son especialmente
241
vulnerables a los maltratos físicos y sexuales, la privación de alimen-
tos y del sueño, así como la crueldad de sus empleadores.

El acoso sexual a las mujeres migrantes empleadas en otros entornos


laborales, como la agricultura y el sector industrial es un problema
de alcance mundial. Las mujeres que migran como esposas de traba-
jadores migratorios o junto con sus familiares, corren además el riesgo
de ser víctimas de la violencia a manos de sus propios maridos o
familiares cuando vienen de sociedades donde se considera impor-
tante la sumisión de la mujer.

En otro aspecto, el acceso de las mujeres migrantes a la justicia


puede ser limitado. En algunos países se restringe el recurso de las
trabajadoras migratorias a la justicia, para reclamar contra normas
laborales discriminatorias, violencia sexual o por motivos de géne-
ro. No siempre reúnen los requisitos para beneficiarse de servicios
Suprema Corte de Justicia de la Nación

gubernamentales gratuitos de asistencia jurídica; se suman muchas


veces otros obstáculos, como la falta de atención y la hostilidad de
algunos funcionarios y, en ocasiones, la complicidad con el autor
del delito.

Además de los obstáculos señalados, hay algunos otros que pueden


impedirles el acceso a recursos jurídicos, tal es el caso de la falta de
dominio del idioma, documentación, establecimiento de domicilio
cierto, falta de redes de apoyo, el acoso sistemático de las autorida-
des de migración a efecto de detener el tránsito por la errónea cons-
trucción conceptual de la migración como un acto antijurídico
242
equiparado a un hecho delictivo, por lo cual son vulnerables a vio-
lencia de todo tipo incluidos los abusos sexuales, para luego ser
deportadas.140

140
Para mejor reflexión de este fenómeno consultar la campaña “Mujeres Migrantes con
Derechos”, realizada por la Articulación Feminista Marcosur y Oxfam, disponible en
http://www.mujeresenred.net/spip.php?article1196
http://www.mujeresdelsur-afm.cotidianomujer.org.uy/mujeres-migrantes-animaciones
La feminización de las migraciones:
una aproximación a la interseccionalidad como
herramienta para la justicia con perspectiva de género

Históricamente las mujeres han protagonizado procesos migratorios,


en ocasiones en forma autónoma o independiente, en otras junto a
sus parejas y/o familiares, y también en forma posterior a la migra-
ción de sus parejas por motivos de reagrupación familiar.

Manual para una Impartición Interseccional


de Justicia con Perspectiva de Género
Sin embargo, en años recientes se ha reconocido una tendencia hacia
la feminización de la migración internacional, visualización que alu-
de a cambios de aspecto cuantitativo y cualitativo. Por un lado, a la
creciente participación y aceleración de las mujeres en los procesos
migratorios internacionales, quienes actualmente constituyen la mi-
tad de la población migrante en el mundo. Y por otro lado, debido a
que cada vez hay más mujeres que migran de forma autónoma, como
pioneras del movimiento y en calidad de proveedoras principales
para sus familias transnacionales.141

La feminización de las migraciones ha sido caracterizada como parte


de un proceso de cambio a nivel global, que ha afectado las condi-
243
ciones de vida de grandes sectores de la población en países en de-
sarrollo.142 También se le ha vinculado a las repercusiones de cambios

141
Evaluación con enfoque de igualdad de género y derechos humanos: manual para gesto-
ras y gestores, Oficina de Evaluación de ONU MUJERES, 2012, pp. 3-4.
142
Las mujeres migrantes y la violencia de género. Aportes para la reflexión y la intervención.
Fondo de la OIM para el desarrollo. Organización Internacional para las Migraciones
(OIM)/Ministerio de Desarrollo Social del gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, 2014, pp. 76-87.
estructurales, tanto en las sociedades expulsoras como en las recep-
toras del proceso migratorio,143 entre los que se destaca el lugar de la
demanda de fuerza de trabajo flexible y de bajo costo, en especial en
sectores vinculados a los servicios y los cuidados típicamente absor-
bidos por mujeres.

Así, una vez esbozadas las circunstancias de vulnerabilidad en que


se encuentran las mujeres migrantes, surge la necesidad de examinar
las herramientas que pueden utilizarse con la finalidad de impartir
Suprema Corte de Justicia de la Nación

justicia.

La Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo, en un


estudio sobre el tema,144 define la interseccionalidad como una herra­
mienta analítica para estudiar, entender y responder a las maneras
en que el género se cruza con otras identidades y cómo estos cruces
contribuyen a experiencias únicas de opresión y privilegio.

El objetivo del análisis interseccional es revelar las variadas identida-


des, exponer los diferentes tipos de discriminación y desventaja que
se dan como consecuencia de la combinación de identidades. Toma
244
en consideración los contextos históricos, sociales y políticos y tam-
bién reconoce experiencias individuales únicas que resultan de la
conjunción de diferentes tipos de identidad.

143
Estudio-diagnóstico para la promoción de los derechos humanos de la población migrante
desde una perspectiva de género. Organización Internacional para las Migraciones, 2014.
144
Interseccionalidad: una herramienta para la justicia de género y la justicia económica en Dere-
chos de las mujeres y cambio económico, núm. 9, agosto 2004, AWID, pp. 1-3.
Vgr, la experiencia de una mujer indígena en la ciudad de Oaxaca, es
cualitativamente distinta a la de una mujer blanca o mestiza en esa
misma ciudad. De manera similar son únicas y distintas las expe-
riencias que implican cualquier otra condición interseccional como
la de ser anciana, discapacitada, lesbiana, pobre, del Hemisferio Norte
y/u otra serie de identidades.

El análisis interseccional plantea que no debemos entender la com-

Manual para una Impartición Interseccional


binación de identidades como una suma que incrementa la propia

de Justicia con Perspectiva de Género


carga, sino como una que produce experiencias sustantivamente dife-
rentes. En otras palabras, el objetivo no es mostrar cómo un grupo
está más victimizado o privilegiado que otro, sino descubrir diferen-
cias y similitudes significativas para poder superar las discriminacio-
nes estableciendo condiciones necesarias para el acceso y ejercicio
de sus derechos humanos.

De tal suerte que esta herramienta visualiza la convergencia de dis-


tintos tipos de discriminación, estableciendo el impacto de la con-
vergencia de situaciones que limitan o constriñen las oportunidades
y acceso a derechos, y el ver cómo la acción del estado y la legisla-
ción inciden sobre una persona en lo particular.
245

En el caso de las mujeres migrantes que se dediquen, por ejemplo, al


servicio doméstico en el país de destino, su situación de vulnerabilidad
propicia agresión o abuso sexual por parte de sus empleadores, que
deriva de la intersección de varias de sus identidades (mujer, mi-
grante, pobre), reforzada y perpetuada por la intersección de deter-
minadas políticas, leyes y programas (políticas de empleo, leyes de
ciudadanía, refugios para mujeres abusadas). Ya que estas políticas
no responden a las identidades específicas de las empleadas domés-
ticas migrantes, se impide que las mujeres disfruten del derecho a
vivir libres de violencia.

Al impartir justicia desde la óptica de la interseccionalidad, quien


juzga se centra en contextos particulares, en experiencias específicas
y en los aspectos cualitativos de temas como la igualdad, la discrimi-
nación y la justicia. Al igual que los derechos humanos no existen
Suprema Corte de Justicia de la Nación

sin los derechos de las mujeres, tampoco existen sin los derechos de
los pueblos indígenas, sin los de las personas con discapacidad, sin los
derechos de las personas del colectivo LGBTTTI o de las personas
afrodescendientes.

La interseccionalidad igualmente nos permite construir planteamien­


tos a favor de una igualdad sustantiva a partir de historias de muje-
res o de estudios de casos de colectividades (mujeres que hablan o
escriben desde la experiencia de sus identidades específicas y la inter­
sección de las mismas), mediante la aplicación de sus lineamientos
teóricos y de sus amplios principios.
246

7. Mujeres privadas de la libertad

La privación de la libertad significa una de las condiciones de vulne-


rabilidad más evidentes dentro del sistema judicial, se deriva de la
propia naturaleza de la medida, ya sea preventiva o definitiva que
impacta sobre la capacidad de ejercicio de los derechos de la persona
sometida a prisión, al tener presente que el ejercicio de los derechos
humanos resulta interdependiente, así que aunque formalmente sólo
se limitan el derecho de tránsito y/o los derechos políticos, en reali-
dad la totalidad de su esfera jurídica se ve limitada cuando se en-
cuentra en reclusión.

Dentro de este universo complejo encontramos a las mujeres priva-


das de la libertad, sector donde convergen al menos dos condiciones

Manual para una Impartición Interseccional


que generan un estado de vulneración por asimetría frente a la apli-

de Justicia con Perspectiva de Género


cación de la ley, sin pretender acotar sólo la materia penal a esta
afirmación, pues la complejidad de la condición puede limitar e im-
pactar el ejercicio de sus derechos en ámbitos como el familiar, civil
o electoral, por citar algunos ejemplos.

Así tenemos que las mujeres privadas de la libertad constituyen uno de


los grupos sociales más marginados, enfrentando desde el señalamien­
to de imputación hasta el cumplimiento de sentencia a un estigma,
tanto social como legal respecto de su responsabilidad, pues tanto
en la aplicación de la ley como en el contenido propio de la legisla-
ción no se prevén mecanismos específicos que atiendan las moti­
247
vaciones, condiciones sociales o emocionales que le llevan a entrar
en conflicto con la ley penal.

Estas dificultades no sólo devienen del procedimiento jurisdiccional,


sino que se abonan a las condiciones reglamentarias, de arquitectura,
de personal, de tratamiento e incluso de programas de readapta-
ción social que se encuentran diseñados para la atención a varones
y no atienden en específicos las necesidades especializadas de las
mujeres.145

A lo anterior se abonan problemáticas tales como el hacinamiento y


los problemas derivados como una alimentación insuficiente, servicios
sanitarios deplorables y la baja o nula atención a la salud especiali-
zada para las mujeres, realidades que lamentablemente son propias
de los sistemas carcelarios de toda América Latina.146 Si a ello engro-
samos que en nuestro país aún coexiste un sistema penal que utiliza
Suprema Corte de Justicia de la Nación

de forma excesiva la prisión preventiva, que ha demostrado que es


capaz de retener durante meses e incluso años a justiciables antes de
determinar su plena culpabilidad, lo que constituye justificación basta
y suficiente para que el órgano operador de justicia analice la facti-
bilidad de efectuar acciones de enfoque diferencial.

Género y criminalidad

Otra condición que resulta particularmente relevante para que el o la


juzgadora tenga en consideración al decidir sobre el juicio de repro-
248 che relativo a la conducta antijurídica de una mujer, es el fenómeno
del género asociado a la criminalidad, ya que esta visión particular
ha sido poco estudiada por la política criminal, pues si bien existe un

145
Hernández, Nuria, “Mujeres Privadas de su Libertad y análisis de los derechos de las
mujeres privadas de su libertad en CERESOS del país”. CEAMEG, Cámara de Diputados
LXI Legislatura, México, 2010, p. 7.
146
Compilación, “Violencia contra las mujeres privadas en América Latina”. Comisión de
Derechos Humanos del Distrito Federal, México, 2003, p. 57.
vasto análisis “sobre el hombre en conflicto con la ley penal, no existe una
tarea analítica para explicar la criminalidad femenina”.147

La afirmación anterior entraña una ceguera de género, el enfoque


genérico tiende a minimizar la importancia de las mujeres como
autoras de delitos o su estereotipación de las circunstancias que al
ámbito de los ilícitos en razón de género (como víctimas),148 norma-
lizando con esta afirmación el comportamiento femenino ante la ley

Manual para una Impartición Interseccional


penal, siendo por tanto un comportamiento anormal cuando existe

de Justicia con Perspectiva de Género


una acusación que asigna responsabilidad a una mujer por delitos no
tradicionalmente relacionados con su comportamiento social, lo cual
conlleva a la generación de un prejuicio de parte del órgano de impar­
tición de justicia en tanto a la aplicación de la ley y por ende a la im­
posición de sanciones más severas que las que le corresponderían en
un análisis genérico de la conducta frente a la legislación punitiva.

Con respecto a esa afirmación será fundamental que el o la juzgado-


ra se plantee el análisis del fenómeno delictivo en su conjunto, pues
actualmente el fenómeno delictivo femenino se ha alejado de aquella
concepción típica del infanticidio o el aborto y se ha centrado más en
el tráfico y venta de estupefacientes, situación que bajo el análisis de la
249
perspectiva de género bien puede explicarse, toda vez que este tipo
de actividades les permite cumplir con el papel asignado cultural-
mente, es decir, seguir desempeñándose como madres, esposas o

147
Noel Rodríguez, María, “Mujeres madres en prisión en América Central”, Editorial Uni-
versidad Estatal a Distancia, San José, Costa Rica, 2005, p. 22.
148
Mettifogo, Decio, “Relación madre-hijo: situación de las mujeres encarceladas”, Revista de
Estudios Criminológicos y Penitenciarios, núm. 2, Santiago de Chile, Mayo, 2001, p. 75.
amas de casa e incluso es motivado por esta relación emocional que
se ejecutan estos actos antijurídicos; vgr a petición de un familiar
(usualmente un varón, he aquí la condición que subsume a las mu-
jeres ante una relación asimétrica de poder) que se cometen lo deli-
tos relacionados con la posesión y traslado de drogas.

En esa tesitura, Marcela Lagarde149 sostiene que muchas mujeres pri-


vadas de la libertad por delitos contra la salud se ligaron a las drogas
por ser esposas o compañeras de traficantes. Su relación conyugal,
Suprema Corte de Justicia de la Nación

filial o materna con los hombres está en la base de la transgresión.


Así, desde este punto de vista existen dos tipos de mujeres ligadas a
las drogas: las que cometen delitos junto a los hombres, siendo dete­
nidas y apresadas con ellos y, por otro lado, las conminadas al delito
por el hombre privado de la libertad, en especial por aquellos que
trafican en el mismo centro de reclusión.

Otro aspecto que resulta especialmente destacable y que por tanto


merece ser advertido por el o la juzgadora en el momento de aplicar
la perspectiva de género y resolver la situación de una mujer privada
de la libertad, es que derivado de la construcción cultural y educati-

250
va es la estrecha relación que generalmente guarda una mujer con su
entorno familiar; por ende, su ingreso a una situación de privación
de libertad suele generar angustia por la responsabilidad que le es
imputada sobre la atención de sus descendientes y el cuidado del
hogar, componente que vuelve aún más opresivo el confinamiento,

149
Lagarde, Marcela, Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas
y locas, UNAM, México, 1993, p. 654.
incrementando la condición de vulnerabilidad que genera un dese­
quilibrio sistémico frente a los hombres en privación de libertad, más
aún si como afirma Marcela Lagarde, que el desarraigo y la separación
del mundo para las mujeres es mucho mayor, ya que la mayoría son
abandonadas en la cárcel por sus parientes.

Las madres encarceladas en general sienten que son “malas madres” ya


que creen haber abandonado a sus hijos, sintiendo que su ausencia dañará

Manual para una Impartición Interseccional


en forma irreversible su desarrollo.

de Justicia con Perspectiva de Género


El castigo a la madre es siempre el castigo a los hijos porque la relación
madre e hijo es social y culturalmente un binomio. Si el hijo permanece
con la madre en la cárcel, se encuentra preso como ella, y si no, vive la
pérdida de la madre en la vida diaria.150

Finalmente, previa a la aplicación de la perspectiva de género en la


decisión del o la operadora de justicia, resulta necesario tomar en
cuenta que cuando se está frente a una mujer privada de la libertad
es de considerarse que la reclusión para esta población significa gené­
ricamente un espacio discriminador y opresivo, en donde particular-
mente son las mujeres las receptoras de condiciones de desigualdad
251
tanto en el trato que reciben como en el acceso a la justicia, impactan­
do no sólo sobre ellas, sino también sobre su familia, pues se generan
consecuencias de marginación social y abandono filial.

150
Idem, p. 676.
Capítulo III
Buenas prácticas
para juzgar con perspectiva
de género: pasos a seguir
en el juzgamiento
A. Primer paso:
Determinación de los hechos y del contexto

A raíz de la reforma constitucional en derechos humanos de


junio de 2011, la cual impone obligaciones determinantes para la
interpretación y aplicación de los derechos humanos, de conformidad
con la Constitución y los tratados internacionales, con preeminencia
de la interpretación más favorable a la persona, se hace necesaria la
evaluación y análisis que el juez realice de los hechos en una contro-
versia que se plantea.

Dicho análisis, el cual tradicionalmente era considerado bajo el es-


quema de aplicación de las reglas jurídicas a un caso en concreto, en
donde la actualización de la norma jurídica daba lugar al estudio que
realizaba el Juez para determinar si la conducta encuadraba en algún
comportamiento social que irrumpiera a una disposición normativa
y determinar así la sanción correspondiente.

255
Sobre la estructura del análisis del caso, apoyada en el conocimiento
de ciertos hechos jurídicos, la decisión que se emitía descansaba en
una técnica de subsunción, la cual parte de un silogismo categórico
que ajusta la realidad social a la hipótesis de conducta recogida en
una norma jurídica y por tanto identifica una sanción.

Sin embargo, bajo la presencia de prácticas que disminuyen la posibi­


lidad de acceso a la justicia y las múltiples formas de discriminación
Suprema Corte de Justicia de la Nación

que obstaculizan los derechos y libertades de las personas que con-


forman los denominados grupos en situación de vulnerabilidad, se
hace patente la necesidad por parte de los impartidores de justicia de
que con base en cierto conocimiento del contexto, las propuestas
de explicación planteadas a través de una resolución judicial, conside­
ren el grado de desventaja y desigualdad en que se encuentran las
partes en el proceso.

Por ello, es indispensable que la interpretación que se realice con


motivo de la decisión del caso sea conforme a la Constitución y a los
256
tratados internacionales buscando dilucidar las razones por las que
se da el comportamiento social, las cuales, en muchos casos están
determinadas por el contexto social y cultural, o bien porque el com­
portamiento que se espera de las personas involucradas o víctimas
en el asunto obedece a estereotipos o roles sociales asignados históri­
ca y culturalmente.
Tal como se ha señalado en la doctrina y en diversos instrumentos
sobre juzgar con perspectiva de género151 se debe otorgar especial
importancia al análisis de los hechos que han originado la controver-
sia, dicho estudio se realizará en un contexto neutro por parte del
órgano de impartición de justicia, identificando si existen situacio-
nes asimétricas de poder entre las partes o bien características de
desigualdad estructural152 que promuevan una desventaja relevan-
te de las personas involucradas en el conflicto, o bien conduzcan a

Manual para una Impartición Interseccional


la vulneración de sus derechos.

de Justicia con Perspectiva de Género


De un modo muy general, el contexto puede ser definido como el
conjunto de factores que determinan el comportamiento de una per-
sona, los cuales deben ser considerados para la determinación de la
resolución. En dicho contexto se involucran, además, las deficien-
cias provocadas por el trato diferenciado que generan las normas
jurídicas al no considerar los diversos elementos integrantes de la
cuestión.

A este respecto, es conveniente considerar que derivado de la referida


obligación constitucional, el intérprete (órgano jurisdiccional) debe-
rá identificar, conocer y analizar las condiciones de las partes en el 257

151
Por ejemplo, Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género. Haciendo realidad el dere­
cho a la igualdad, publicado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Cuaderno de
Buenas Prácticas para Juzgar con Perspectiva de Género, publicado por el CIDE-Consejo
de la Judicatura Federal.
152
Plantea que existen factores que, sin posibilidad de opción y sin que medie decisión autó­
noma, colocan a las personas dentro de grupos históricamente marginados y sometidos.
Véase, Protocolo para Juzgar con perspectiva de género, Suprema Corte de Justicia de la
Nación, México, 2013, p. 34.
proceso, incorporando todos los hechos relevantes de que dispone,
organizarlos, sistematizarlos y sugerir una explicación coherente en
el marco de los derechos humanos, optando por un resultado pro-
gresivo que reconozca la existencia de desigualdades formales y ma-
teriales susceptibles de resolverse mediante el proceso judicial.

Es necesario entonces, considerar si en el relato de los hechos las


personas involucradas en la controversia aluden a estereotipos, pre-
juicios o ideas que discriminan a alguna de las partes por encontrar-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

se en el supuesto de alguna categoría sospechosa,153 e inclusive que


motiven una resolución diferente porque alguna de ellas se involucre
en una situación de pobreza, marginación o discriminación basada en
el sexo, género o preferencia u orientación sexual.

Así en la etapa del enjuiciamiento, una resolución apegada a las


obligaciones derivadas del mandato constitucional dispuesto en el
artículo 1o. de la Constitución considera siempre las situaciones
particulares y relevantes de las personas involucradas en el proceso,
elementos como la situación social que influyen en las partes para
determinado comportamiento.
258
Taruffo señala que el hecho principal integra el conjunto de circuns-
tancias que forman la premisa fáctica de la norma aplicable y son el

153
Las categorías sospechosas se refieren a género, preferencias u orientaciones sexuales,
edad, discapacidad, antecedentes de discapacidad, consecuencia de discapacidad anterior
o percepción de una discapacidad presente o pasada, la condición social, las condiciones
de salud, religión, opiniones, estado civil, raza, color, idioma, linaje u origen étnico o
nacional, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
presupuesto necesario para que se produzcan los efectos jurídicos pre­
vistos en aquélla.154

El hecho jurídico recibe una calificación jurídica y se confronta con la


norma, dentro del mismo se identifican diversos segmentos indivi-
dualizables, es decir precisados para cada hecho en concreto y perso-
na con su situación particular y su correspondiente desigualdad, ya
sea material o formal, que a través de la actividad judicial incorpore

Manual para una Impartición Interseccional


un método razonable y objetivo que valore las pruebas y los hechos

de Justicia con Perspectiva de Género


conforme a la perspectiva de género, garantizando a las víctimas el
acceso a la justicia.

El comportamiento esperado de la víctima derivado de una concep-


ción estereotipada por los roles y comportamientos que la sociedad
asigna a las personas resulta entonces indispensable como análisis
de contexto.

B. Segundo paso: Determinación del


derecho aplicable y su reinterpretación

259
La interpretación como actividad intelectual, en sentido amplio obli-
ga a la comprensión del significado de todas las cosas u objetos; en
un sentido restringido, la interpretación significa la comprensión de
expresiones lingüísticas, y en sentido estricto es necesaria cuando las

154
Véase, Andrés Ibañez, Perfecto y Alexy, Robert, Jueces y Ponderación Argumentativa, Colec-
ción Estado de Derecho y Función Judicial, UNAM, México, 2016, p. 24.
expresiones lingüísticas permiten varios significados y no hay certeza
sobre el significado correcto.155

En el tema de la protección a los derechos fundamentales de las per-


sonas, el papel de quien juzga tiene especial importancia, ya que al
aplicar la norma jurídica al caso en concreto, se involucra no sólo un
análisis de constitucionalidad, sino también de los hechos evaluados
a la luz de tales disposiciones, revelando las asimetrías de poder que
generen una desventaja que vulnere derechos y libertades funda-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

mentales.

Conviene destacar que con el reconocimiento constitucional de los


tratados internacionales inmersos en el denominado “parámetro de
regularidad constitucional”, se permite que el órgano de impartición
de justicia revise diversas disposiciones tanto internas como interna-
cionales aplicables al caso en concreto, promoviendo el sentido más
amplio y que más favorezca a la persona, bajo la obligación consti-
tucional de incorporar los principios de universalidad, interdepen-
dencia y progresividad de los derechos humanos.

260 Las autoridades judiciales deben aplicar el parámetro de regularidad


de constitucionalidad que incluye los estándares internacionales
sobre derechos humanos, así como su interpretación realizados por
los órganos calificados, ya sea tribunales constitucionales y órganos

155
Díaz Revorio, Francisco Javier, Interpretación de la Constitución e Interpretación Constitucio-
nal de la Ley por la Justicia Constitucional, Biblioteca Porrúa de Derecho Procesal Constitu-
cional, núm. 31, Porrúa, México, 2009, p. 34.
internacionales según corresponda, de conformidad con las respec-
tivas regulaciones procesales.

El o la Jueza en la revisión de las normas relevantes aplicables debe


tomar en cuenta siempre la interpretación que más favorezca utili-
zando el principio pro persona como regla hermenéutica de interpre-
tación e incluso como parámetro de solución de antinomias.

Manual para una Impartición Interseccional


Conforme al artículo 1o. de la norma fundamental, la actuación del

de Justicia con Perspectiva de Género


o la Jueza en la tutela de los derechos humanos, deberá realizarse
siempre en el ámbito de sus competencias permitiendo un control
sobre la conformidad de los actos de las autoridades e igualmente de
las normas generales.

C. Tercer paso: Argumentación

Atienza señala que la argumentación jurídica es un ingrediente im-


portante en la experiencia jurídica, prácticamente en todas sus face-
tas, tanto si se considera la aplicación como la interpretación o la
producción del derecho.156
261
Así, la argumentación jurídica tiene como propósito principal deter-
minar la validez de las normas jurídicas y su aplicación al caso en
concreto, en el mismo se involucran ejercicios de ponderación y
proporcionalidad que permitan identificar la existencia de principios

156
Atienza, Manuel y Ferrajoli, Luigi, Jurisdicción y Argumentación en el Estado Constitucional
de Derecho, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2017, p. 1.
que colisionan, normalmente aquellos que sustentan a los derechos
humanos, entre los que se involucran el concepto de igualdad entre
hombres y mujeres.

El test de ponderación de los derechos es una forma recurrente de


resolver los conflictos entre los principios constitucionales, a partir
de la delimitación clara de los derechos y principios en colisión,
como podría ser el caso en donde se involucra un análisis de los
derechos humanos que planteen el derecho a la igualdad y el acceso
Suprema Corte de Justicia de la Nación

a la justicia. En el caso de la ponderación, señala Alexy que es un


modo de argumentar o fundamentar decisiones en derecho, caracte-
rizada por seguir un esquema que se estructura en tres fases:

 Primera fase. Investigar o identificar los principios en con­


flicto, determinando el área de superposición de los dere-
chos o bienes constitucionales en conflicto y el espacio
que queda al ejercicio de cada uno de ellos;

 Segunda fase. Atribuir un peso específico a los derechos


o bienes constitucionales conforme a la situación del caso
262
en concreto.

 Tercera fase. Decidir el ámbito y las condiciones de la


prevalencia relativa de uno sobre otro.157

157
Alexy, Robert. Teoría de los Derechos Fundamentales, Centro de Estudios Constitucionales,
Madrid, 2003, pp. 88-89.
Convendría señalar que en el análisis de la perspectiva de género no
sólo es necesaria en casos que involucran mujeres, sino que resulta
importante que se lleve a cabo siempre que el o la juzgadora identi-
fique algún trato desigual provocado por la propia norma jurídica o
bien situaciones asimétricas de poder motivadas por una condición
de desigualdad social y cultural que obligue a un análisis sustantivo
para resolver el trato diferenciado entre las personas que vulnera los
derechos y libertades y que impiden la igualdad de oportunidades

Manual para una Impartición Interseccional


en un contexto de derechos fundamentales.

de Justicia con Perspectiva de Género


En consecuencia, la pertinencia de aplicar la perspectiva de género a
casos que involucren derechos humanos amplía la dimensión que
propone la perspectiva de género y contrarresta a través de una reso-
lución judicial garantista, la existencia de prácticas y nomas discri-
minatorias.

En la argumentación es conveniente analizar si es posible plantear


en la resolución final criterios objetivos y razonables que eviten que
la decisión sea arbitraria.

D. Cuarto paso: Reparación 263

Compatible con la reforma en materia de derechos humanos, existe


una obligación que dispone que “todas las autoridades, en el ámbito
de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger
y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En con-
secuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar
las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la
ley”.158

La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha identificado que el


derecho a una reparación integral o justa indemnización es un dere-
cho sustantivo cuya extensión debe tutelarse en favor de los gober-
nados y no debe restringirse en forma innecesaria.

Por su parte y atendiendo a los criterios que ha emitido la Corte In-


Suprema Corte de Justicia de la Nación

teramericana de Derechos Humanos, el derecho a la reparación inte-


gral permite, en la medida de lo posible, anular todas las consecuencias
del acto ilícito y restablecer la situación que debió haber existido con
toda probabilidad, si el acto no se hubiera cometido, y de no ser po­
sible, es procedente el pago de una indemnización justa como medi-
da resarcitoria por los daños ocasionados, lo cual de ninguna manera
debe implicar generar una ganancia a la víctima, sino otorgarle un
resarcimiento adecuado.159

De conformidad con dicho criterio, las medidas de reparación a la


víctima deben contribuir de manera real y material, es decir de mane­
264
ra efectiva a la eliminación de todos los esquemas de discriminación
y marginación, a la desigualdad que motivó la controversia como posi­
bilidad fáctica dada por el derecho.

158
Párrafo tercero del artículo 1o. constitucional.
159
Tesis J.31/2017, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2001626, de rubro: DERECHO FUNDA-
MENTAL A UNA REPARACIÓN INTEGRAL O JUSTA INDEMNIZACIÓN. CONCEPTO
Y ALCANCE.
El protocolo de actuación para la aplicación de la perspectiva de gé­
nero, sugiere en estos casos, que el o la juzgadora se pregunte: a) ¿El daño
causado genera un impacto diferenciado a partir del sexo, género,
preferencia u orientación sexual de la persona involucrada? b) ¿Qué
tipo de medidas de reparación pueden hacerse cargo de este impacto
diferenciado? c) Si fueron detectadas relaciones asimétricas de poder
y condiciones de desigualdad estructural ¿Cuáles son las medidas que
la sentencia puede adoptar para revertir dichas asimetrías y desigual-

Manual para una Impartición Interseccional


dades? d) ¿La medida de reparación se basa en una concepción este-

de Justicia con Perspectiva de Género


reotipada o sexista de la persona en cuestión? e) ¿Existió un daño
colectivo? ¿Es posible repararlo?, entre otras.160 Por su parte la Con-
vención Americana sobre Derechos Humanos, dispone en su artícu-
lo 63.1:

Cuando decida que hubo violación de un derecho o libertad protegidos en


esta Convención, la Corte dispondrá que se garantice al lesionado en el
goce de su derecho o libertad conculcados. Dispondrá asimismo, si ello
fuera procedente, que se reparen las consecuencias de la medida o situa-
ción que ha configurado la vulneración de esos derechos y el pago de una
justa indemnización a la parte lesionada.
265

Este apartado constituye un elemento primordial para la materializa-


ción y efectiva realización de los derechos fundamentales, tendente
al restablecimiento de una situación anterior y en su caso compen-
sación por los daños que fueron causados a la víctima.

160
Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género, op. cit., pp. 131-132.
Así también, contribuye a la evaluación y erradicación de prácticas
discriminatorias y permite el o la juzgadora el otorgamiento de
medi­das tales que satisfagan los presupuestos del artículo 1o. de la
Constitución como mandato interpretativo y de garantía de los dere-
chos humanos, en lo concerniente: a) La investigación de los hechos
b) La restitución de derechos, bienes y libertades c) La rehabilitación
física, psicológica y social d) La satisfacción mediante actos en be­
neficios de la víctima e) Las garantías de no repetición de las viola-
ciones y f) La indemnización compensatoria por daño material e
Suprema Corte de Justicia de la Nación

inmaterial.

266
Capítulo IV
Presupuestos
que garantizan el
acceso a la justicia
A. Asistencia legal y defensa adecuada

E stas figuras se correlacionan al principio de igualdad ante la ley


que tiene toda persona y que implica que cuando carezca de recur-
sos económicos necesarios para el proceso cuente con asesoría o
defensa legal sin costo por parte del Estado para acceder a una justi-
cia real y efectiva.

El derecho de defensa para acceder a la justicia está contemplado en la


Declaración Universal de los Derechos Humanos, en los artículos 3
y 11 que establecen la igualdad de protección ante la ley y, en con­
secuencia, el derecho de toda persona acusada de delito de contar
con un juicio público que asegure las garantías necesarias para su
defensa.

En 2008 se llevó a cabo una significativa reforma del sistema de jus-


ticia penal en México, la cual implicó grandes beneficios en diversos

269
ordenamientos de nuestro sistema jurídico, así como un cambio
cualitativo y cuantitativo en la estructura de procuración e imparti-
ción de justicia.

Con el nuevo sistema de justicia oral adversarial se da un crecimiento


en el desarrollo de acceso a la justicia con lo cual el aseguramiento de
una defensa eficaz resulta esencial dentro del marco mínimo de obli-
gaciones del Estado para con las personas sometidas a jurisdicción.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Al respecto el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados


Unidos Mexicanos prevé:

Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia


para reclamar su derecho.

Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales


que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen
las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e
imparcial.

[…]
270
Las leyes federales y locales establecerán los medios necesarios para que
se garantice la independencia de los tribunales y la plena ejecución de sus
resoluciones.

La doctrina considera que el párrafo segundo, en vinculación con los


párrafos primero y tercero de este artículo, prevé justamente la ga-
rantía de acceso a la jurisdicción del Estado, el cual se encuentra
obligado, por tanto, a establecer los tribunales respectivos y a procu-
rar los medios necesarios para su buen funcionamiento, en los tér-
minos que señala la propia Constitución.

Desde el punto de vista jurídico, la norma citada plantea, al menos,


importantes cuestiones en el ámbito del derecho constitucional, del
derecho procesal y del derecho administrativo. Del derecho constitucio-

Manual para una Impartición Interseccional


nal, en la medida en que le corresponde clarificar el alcance del acceso
a la justicia como garantía individual, las correlativas obligaciones

de Justicia con Perspectiva de Género


del Estado en términos del establecimiento y funcionamiento de los
tribunales, así como de los requisitos que deben cumplir las resolu-
ciones judiciales para considerar satisfecho el interés ciudadano.
Al derecho procesal le corresponde definir una gran variedad de
cuestiones operativas relacionadas con el proceso jurisdiccional,
desde las reglas de composición y competencia de los órganos judi-
ciales, pasando por el procedimiento en sentido estricto, hasta lo
relacionado con el ejercicio de las personas profesionales en derecho
(deberes procesales). Al derecho administrativo le toca también in-
tervenir en la organización y funcionamiento del servicio público.
271

Por su parte el acceso a la justicia y la asistencia legal se entiende como


un deber del Estado frente al gobernado, pues significa un medio que
garantiza la posibilidad de hacer valer sus derechos frente a las insti­
tuciones judiciales, de manera que se logre una considerable eficacia
tomando en cuenta enfoques sociológicos, de género, politológicos,
económicos y administrativos.
Correlativamente, el derecho de acceso a la justicia a través de la asis­
tencia legal gratuita tiene una connotación dirigida al cumplimiento
de la ley a través de las instituciones del Estado mediante una fun-
ción eficiente apegada al marco jurídico que guarda intrínsecamente
la protección de toda persona, independientemente de su condición
económica, social, política, de género o de cualquier índole, de acu-
dir a las autoridades competentes para obtener la protección de sus
derechos abriendo camino para reclamar por su cumplimiento y ga-
rantizar la igualdad y la no discriminación.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

De tal suerte que la asistencia legal o asesoría jurídica gratuita, se


refiere al servicio prestado por el Estado al ciudadano a través de sus
instituciones, con el objetivo de satisfacer el derecho a la tutela judi-
cial efectiva y a un proceso con el respecto al principio de igualdad.

En este contexto, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de


la Nación ha sustentado en la jurisprudencia de rubro: “ACCESO
A LA JUSTICIA EN CONDICIONES DE IGUALDAD. ELEMENTOS
PARA JUZGAR CON PERSPECTIVA DE GÉNERO”,161 así como en la
tesis intitulada: “ACCESO A LA JUSTICIA EN CONDICIONES DE
272 IGUALDAD. TODOS LOS ÓRGANOS JURISDICCIONALES DEL
PAÍS DEBEN IMPARTIR JUSTICIA CON PERSPECTIVA DE GÉ­
NERO”,162 la obligación de todo titular de órgano jurisdiccional de
impartir justicia con base en una perspectiva de género, garantizando

161
Tesis J.22/2016, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2011430.
162
Tesis XCIX/2014, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2005794.
además la tutela judicial efectiva mediante la garantía entre otras
prerrogativas, de la asesoría jurídica y defensa adecuada.

Análisis estratégico del acceso a la justicia

Sobre la premisa de que la ciudadanía pueda defender efectivamente


sus derechos, bajo auspicio del Estado, con soluciones que se dicten
tanto en lo individual como en lo colectivo, fortaleciendo la transpa-

Manual para una Impartición Interseccional


rencia en el funcionamiento de justicia y un proceso de humani­

de Justicia con Perspectiva de Género


zación que contemplen recursos destinados a mejorar la asistencia
legal gratuita, la asistencia legal a las víctimas, la defensa pública, los
métodos alternativos de resolución de conflictos y la simplificación
de los procedimientos.

En síntesis, el concepto de acceso a la justicia para lograr la asisten-


cia legal gratuita y efectiva abarca dos niveles: el derecho de todas las
personas a acceder a la justicia en igualdad de condiciones, y el derecho
de acceder a la justicia para quienes carecen de recursos.

En la primera categoría, las barreras que impiden el acceso igualita-


rio a la justicia son de diversa índole: desde la ley vigente y las es- 273
tructuras institucionales, hasta las actitudes del o la juzgadora, de
ahí que el acceso a la justicia o asistencia legal deba venir asociado
con un sistema de justicia funcional y eficiente. Por tanto se requiere
de lo siguiente:

 Existencia y disponibilidad de un sistema de administra-


ción de justicia,
 Conjunto de mecanismos idóneos para el ejercicio de la
función jurisdiccional del Estado,

 Declarar el derecho controvertido o restablecer el violado,


interpretándolo y aplicándolo imparcialmente en los casos
concretos, lo cual comprende a su vez,

 Conjunto de órganos judiciales independientes especializa­


dos en ese ejercicio,
Suprema Corte de Justicia de la Nación

 Trato igualitario para todas las personas sin discriminación.

Es decir, el derecho a ser asistido legalmente incorpora el acceso a la


justicia y requiere de un sistema de justicia independiente, con tri-
bunales que ejerzan la jurisdicción de manera universal y que sea
congruente con el derecho a la no discriminación. El principio de
igualdad debe entenderse como fórmula rectora para la interpretación
de las normas, que implica no solamente la no discriminación por
motivos de sexo, color, nacionalidad, origen, antecedentes o condi-
ción social, sino también el derecho a la justicia gratuita, rápida, sin
formalidades ni burocratización y en el propio idioma o lengua
274
indígena.

Defensa adecuada

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su ar-


tículo 20, apartado B), fracción VIII, dispone el derecho a una defensa
adecuada. En tanto el Código Nacional de Procedimientos Penales
prevé en su artículo 17, el derecho a una defensa y asesoría jurídica
adecuada e inmediata. En un sistema acusatorio, cuya característica fun­
damental radica en la división de poderes durante el proceso, que
implica la delimitación estricta de los diferentes roles, esto es, “la fun­
ción de acusar, defender y juzgar” y en donde es imprescindible el fiel
cumplimiento de una defensa adecuada, es imprescindible que se cuen-
te con una protección activa y plena como lo exige nuestra legisla-
ción nacional e internacional.

Manual para una Impartición Interseccional


El derecho de defensa constitucional se expresa a través de la facul-

de Justicia con Perspectiva de Género


tad de intervenir en el proceso, que detenta cualquier persona,
desde el primer momento en que toma conocimiento de que ha sido
señalada como presunta responsable de un delito y hasta su conclu-
sión. Toda persona tiene derecho a ser informada del motivo de su
detención, y en forma inmediata y complementaria debe recibir ase-
soramiento jurídico sobre su situación en tiempo oportuno.

La Convención Americana sobre Derechos Humanos en su artículo


8 inciso 2, hace referencia a las garantías judiciales, entre las que men­
ciona en el apartado d) la del inculpado a ser asistido por la defensa
de su elección, mientras que en el apartado e) contempla el caso de
aquel que no designara profesional por imposibilidad económica o 275
simple decisión, teniendo en ese caso el derecho irrenunciable a ser
asistido por un defensor proporcionado por el Estado. El Pacto Inter­
nacional de Derechos Civiles y Políticos se refiere en términos simi-
lares en su artículo 14, inciso 3, apartados b) y d).

Queda claro en estos tratados internacionales que la persona impu-


tada, en la condición que le asiste de ser sujeto de derecho, no sólo
se le debe garantizar la posibilidad de realizar su defensa material
que es la que ejerce personalmente, sino que debe contar con una
defensa técnica brindada por un abogado de su elección o provista
por el Estado, que le permita efectivizarla, ante la complejidad que
representa el procedimiento penal.

La defensa designada por el Estado deberá estar permanentemente


informada de la situación en la que se encuentra su defendido y en
consecuencia puede actuar prontamente de acuerdo a las circuns-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

tancias del caso y realizar las diligencias necesarias. La defensa garan­


tizará con su actuación el respeto de los derechos y garantías, el trato
digno para toda persona privada de su libertad y bajo la responsabi-
lidad del Estado, máxime cuando todavía conserva la presunción de
inocencia. Es a través de una defensa adecuada que se logra garanti-
zar éste y otros derechos.

Es de destacar por otra parte, que el éxito de una defensa adecuada


en muchos casos se corresponde con la premura con que se realiza
la comunicación privada entre ésta y su defendido. Así el profesional
enterado por el propio imputado del hecho y de las circunstancias
que lo rodearon, puede trazar su estrategia defensiva y en conse-
276 cuencia obtener los datos y medios de prueba necesarios para su
actuación.

Debemos tomar en cuenta que la Convención Americana sobre De-


rechos Humanos en su artículo 8o., inciso 2o., apartado c), prevé que
a la persona inculpada deberá concedérsele el tiempo y los medios
adecuados para la preparación de su defensa. Indudablemente se
refiere al tiempo procesal que demanda afrontar un adecuado des-
cargo frente a una imputación penal, debido a que implica efectuar
una investigación, recolección de pruebas y su clasificación, de forma
tal que permitan fundar la posición defensiva.

Para considerar una defensa como eficaz, no alcanza con la simple


realización de un descargo, sino que debe importar una antítesis de
la tesis acusatoria que ofrezca fundamentos adecuados, principal-
mente aquellos que surjan de una investigación o de informes peri-

Manual para una Impartición Interseccional


ciales propios, que permitan realizar un análisis de los hechos

de Justicia con Perspectiva de Género


apegado al derecho aplicable, y que en consecuencia conduzca a una
resolución favorable para la persona defendida.

Para que una defensa sea sólida debe contar con peritos de parte que
otorguen basamento científico o técnico, pero no debe darse por
satisfecha con los informes favorables logrados, sino que debe pre-
pararse para obtener el mejor provecho en las audiencias de juicio.

También debe contar con personal de apoyo (oficiales administrativos


abogados) que sin la obligación de asistir a las audiencias puedan
brindar al defensor sus conocimientos profesionales, para que cuente
con elementos que le permitan desacreditar los medios probatorios
277
de la fiscalía.

Al respecto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha fijado el cri­


terio consistente en que para hacer efectivo el derecho a una adecuada
defensa, las personas que estén sujetas a un procedimiento penal deben
ser asistidas por una o un abogado, ya sea de oficio o particular, desde
el momento que sean presentadas ante el Ministerio Público y durante
el desarrollo de todo el juicio que comprende, incluso, el recurso de
segunda instancia y la etapa de ejecución de sentencia.

No obstante, la Corte aclaró que si bien debe ampararse a una per-


sona cuando le haya sido transgredido su derecho de defensa ade-
cuada, no se debe traducir en la libertad inmediata de la persona
inculpada, ni la reposición del procedimiento, sino simplemente, en
la anulación de todas aquellas diligencias en las que no haya sido
asesorada por la defensa.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Finalmente, la idea madre de lo aquí expuesto se encuentra en las


palabras del Dr. Raúl Zaffaroni, en la revista Latinoamericana de Po-
lítica Criminal: “Sólo puede considerarse satisfecha la exigencia de una
defensa real, cuando los que no tienen acceso a la defensa privada, gozan de
una Defensa Pública de igual calidad”.163

B. Intérprete-traductor con conocimientos


jurídicos especializados (lenguas indígenas)

Contexto lingüístico en México

278 De acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015, que elaboró el Institu-


to Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), un 6.5% de la pobla-
ción en México habla alguna lengua indígena.164

163
Zaffaroni, E. R., Las ideas básicas en la relación Defensa Pública-Estado de Derecho en Pena y
Estado, Revista Latinoamericana de Política Criminal, Defensa Pública, año 5, núm. 5,
Instituto Talcahuano, Argentina, 2002, p. 18.
164
Principales resultados de la Encuesta Intercensal 2015 de los Estados Unidos Mexicanos.
INEGI, México, 2016, p. 57.
Esto es alrededor de 7.5 millones de personas, población que resulta
incluso mayor a la de países enteros como Bulgaria (7.1 millones),
Serbia (7.1), Paraguay (6.8), Dinamarca (5.6) o Noruega (5.2), sólo
por nombrar algunos.

Asimismo, de conformidad con la información de la Comisión Nacio­


nal para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) y del Instituto
Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), en nuestro país encontra-

Manual para una Impartición Interseccional


mos 11 diferentes familias lingüísticas, de las cuales se desprenden

de Justicia con Perspectiva de Género


68 agrupaciones y 364 variantes.

Del total de lenguas indígenas que conviven en nuestro país junto


con el español, las lenguas más habladas son el Náhuatl (23.4%),
Maya (11.6%), Tzeltal (7.5%), Mixteco (7.0%), Tzotzil (6.6%), Za­
po­teco (6.5%), Otomí (4.2%), Totonaco (3.6%), Chol (3.4%), Maza-
teco (3.2%), Huasteco (2.4%) y Mazahua (2.0%).165

Asimismo, de acuerdo al Centro de Estudios Sociales y de Opinión


Pública de la Cámara de Diputados y del propio INEGI, hay entidades
que concentran un alto porcentaje de hablantes de lengua indígena:
Oaxaca (32.2%), Yucatán (28.9%), Chiapas (27.9%), Quintana Roo 279
(16.6%) y Guerrero (15.3%); en contraste, hay otras entidades que
tienen porcentajes mínimos de población hablante de lenguas indíge­
nas como Aguascalientes (0.3%), Zacatecas (0.3%), Coahuila (0.2%)
y Guanajuato (0.2%).166

165
Idem.
166
Op. Cit. 136, p. 72.
No obstante, estas cifras y porcentajes, la Encuesta Intercensal 2015
del INEGI señala que entre la población mexicana se detecta un ma-
yor sentimiento de pertenencia étnica, independientemente de hablar
o no lengua indígena. En consecuencia, hay alrededor de 25.7 millo-
nes de personas que se auto reconocen como indígenas, cifra que
representa el 21.5% de la población mexicana.167

En ese sentido y como complemento a la estadística anterior, es dable


enfatizar que en México existen 11 familias lingüísticas, 68 lenguas
Suprema Corte de Justicia de la Nación

indígenas por nombre y 364 variantes, muchas de éstas aunque se


llaman igual no permiten la inter-comprensión entre quienes las
hablan. Por ese motivo y en lo que atañe al tema de personas indíge-
nas, el artículo 2o. constitucional prevé la necesidad de que el órga-
no ministerial y principalmente el órgano jurisdiccional cuente con
la figura del intérprete y traductor. Sobre este particular, en materia
federal el avance ha sido lento, pero a la fecha, el Instituto Federal de
Defensoría Pública cuenta con personas defensoras y oficiales admi-
nistrativos que permiten que la asistencia jurídica se lleve a cabo en
las 33 lenguas indígenas o variantes más importantes.

280 Marco jurídico nacional e internacional

Nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en


su artículo 2o., apartado “A”, fracción VIII, refiere que, para acce-
der plenamente a la jurisdicción del Estado, en todos los juicios y

167
Op. Cit. 136, p. 57.
procedimientos en que los indígenas sean parte, individual o colecti­
vamente, se deberán tomar en cuenta sus costumbres y especificidades
culturales respetando los preceptos de esta Constitución. Asimismo,
refiere que ellos tienen en todo tiempo el derecho a ser asistidos por
intérpretes y defensores que tengan conocimiento de su lengua y
cultura.

Por otra parte, el Convenio 169 de la Organización Internacional del

Manual para una Impartición Interseccional


Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes

de Justicia con Perspectiva de Género


indica, en su artículo 12, que los pueblos interesados deberán tener
protección contra la violación de sus derechos, y poder iniciar pro-
cedimientos legales, sea personalmente o bien por conducto de sus
organismos representativos, para asegurar el respeto efectivo de tales
derechos.

En este mismo tenor, la Convención Americana sobre los Derechos


Humanos, en su artículo 8o. señala, entre otras cuestiones, que todo
inculpado tiene derecho de ser asistido gratuitamente por el traduc-
tor o intérprete, si no comprende o no habla el idioma del juzgado o
tribunal.
281

Asimismo, la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos


Indígenas menciona que las lenguas indígenas proceden de los pue-
blos existentes en el territorio nacional antes del establecimiento del
Estado mexicano, además de aquellas provenientes de otros pueblos
indoamericanos, igualmente preexistentes que se han arraigado en el
territorio nacional con posterioridad y que se reconocen por poseer
un conjunto ordenado y sistemático de formas orales funcionales y
simbólicas de comunicación.

Igualmente, que las lenguas indígenas serán válidas, al igual que el


es­pañol, para cualquier asunto o trámite de carácter público, así
como para acceder plenamente a la gestión, servicios e información
pública.

Bajo este supuesto, es derecho de todo mexicano comunicarse en la


Suprema Corte de Justicia de la Nación

lengua de la que sea hablante, sin restricciones en el ámbito público


o privado, en forma oral o escrita, en todas sus actividades sociales,
económicas, políticas, culturales, religiosas y cualesquiera otras.

El Estado debe garantizar el derecho de los pueblos y comunidades


indígenas, el acceso a la jurisdicción en la lengua indígena nacional
de que sean hablantes. En esa tesitura resulta necesario que en todos
los juicios y procedimientos en que sean parte, individual o colecti-
vamente, se deberán tomar en cuenta las costumbres y especificida-
des culturales respetando los preceptos de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos.

282
Para lo anterior, corresponde al Estado en sus distintos órdenes de
gobierno la creación de instituciones y la realización de actividades
en sus respectivos ámbitos de competencia, para lograr los objeti-
vos generales de la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pue-
blos Indígenas, en particular apoyar la formación y acreditación
profesional de intérpretes y traductores en lenguas indígenas nacio-
nales y español.
En apoyo, a partir de un estatuto publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 13 de marzo de 2003, se crea el Instituto Nacional de
Lenguas Indígenas, como organismo descentralizado de la Adminis-
tración Pública Federal, de servicio público y social, con personalidad
jurídica y patrimonio propio, sectorizado en la Secretaría de Educa-
ción Pública.

Como parte de sus funciones, establece la normatividad y formula pro­

Manual para una Impartición Interseccional


gramas para certificar y acreditar a técnicos, intérpretes, traductores
y profesionales bilingües. Impulsar la formación de especialistas

de Justicia con Perspectiva de Género


en la materia, que sean conocedores de la cultura de que se trate,
vinculando sus actividades y programas de licenciatura y postgrado,
así como diplomados y cursos de especialización, actualización y
capacitación.

Sobre los órganos de


justicia internacionales y nacionales

La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha reiterado en di-


versos casos que, para garantizar el acceso a la justicia de los inte-
grantes de pueblos y comunidades indígenas, es indispensable que 283
los Estados otorguen una protección efectiva que tome en cuenta sus
particularidades, sus características económicas y sociales, así como
su situación de especial vulnerabilidad, su derecho consuetudina-
rio, sus valores, sus usos y costumbres.

En igual sentido, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha recono­


cido jurisprudencialmente que el derecho de las personas indígenas
a acceder plenamente a la jurisdicción del Estado, consiste en que en
todo tipo de juicio o procedimiento en el que sean parte, individual
o colectivamente, sin importar la materia ni el momento procesal,
deberán tomarse en cuenta sus costumbres y especificidades cultu-
rales, así como ser asistidos en todo tiempo por intérpretes y defen-
sores que tengan conocimiento de su lengua y cultura.

Esto último constituye un mecanismo óptimo para una defensa ade-


cuada en favor de este grupo históricamente vulnerable, con la fina-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

lidad de reducir la distancia cultural que de hecho opera entre una


persona indígena y las reglas de un sistema judicial inspirado en có­
digos que no comparten determinadas minorías culturales; que en el
artículo segundo constitucional se estableció un ámbito de protec-
ción especial que, sin tratarse de una cuestión de fuero personal,
garantiza que los pueblos y comunidades indígenas puedan contar
con la protección necesaria y los medios relativos de acceso pleno a
sus derechos.

C. Identificación de necesidades urgentes


y aplicación de medidas de protección
284

En la lógica de cualquier proceso judicial, es necesario mantener la


materia del litigio, hasta en tanto se resuelva en definitiva. Por tal mo­
tivo, de forma ordinaria se prevén mecanismos que procuran la sus-
pensión de los efectos del acto reclamado o la salvaguarda de los
bienes y derechos en conflicto. Corresponde a la autoridad que diri-
ge el proceso decretar las medidas conducentes a tal fin.
Cuando el juicio está referido a derechos humanos, o bien, cuando
durante su sustanciación pudiese verse afectado algún derecho fun-
damental, es imperioso que el órgano jurisdiccional acoja todas las
medidas para garantizar su protección. De forma ordinaria, tales me-
didas se adoptan al inicio del procedimiento. En este esquema general
se inserta la perspectiva de género.

En dicho sentido, cualquier autoridad que tenga a su cargo la prose-

Manual para una Impartición Interseccional


cución de un procedimiento jurisdiccional, debe realizar un análisis

de Justicia con Perspectiva de Género


específico —de oficio— a fin de verificar si existen necesidades urgen­
tes que ameriten la adopción de medidas de protección de quienes
intervienen en el proceso, basadas en la circunstancia de género.

La piedra angular de dicho sistema de protección está en el artículo


1o. de la Constitución General de la República, en cuyo segundo pá­
rrafo se establece que, en los Estados Unidos Mexicanos, todas las
personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esa Cons­
titución y en los tratados internacionales de los que el Estado mexi-
cano sea parte, así como de las garantías para su protección.

En el marco de este deber de protección, y en concordancia con la


285
perspectiva de género en la impartición de justicia, es que tan pronto
como se tenga noticia de un nuevo asunto, el o la juzgadora a cargo
del expediente, debe verificar si, por condición de género, alguna de
las partes requiere medidas especiales de protección.

Es necesario señalar que la Convención Interamericana para Preve-


nir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer —Belém Do
Pará— obliga a los Estados parte a adoptar, por todos los medios
apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancio-
nar y erradicar dicha violencia.

Para tal fin está previsto que se deben establecer procedimientos


legales justos y eficaces para la mujer que haya sido sometida a violen­
cia. Dichos procedimientos deben incluir, entre otras, la posibilidad
de que se adopten medidas de protección. Así se dispone en el artícu­
lo 7, inciso f).
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Al respecto, cabe resaltar que en la sentencia de “Campo Algodone-


ro”, la Corte Interamericana de Derechos Humanos señaló que en
los casos de violencia contra las mujeres existe una obligación refor-
zada del Estado, en cuanto al deber de debida diligencia para preve-
nir, investigar y sancionar la violencia contra las mujeres y por tanto,
en combinación con lo previsto en la Ley General de Acceso de las
Mujeres a una Vida Libre de Violencia contempla, en su artículo 27,
que se deben dictar órdenes de protección, entendidas como aquellos
actos de urgente aplicación en función del interés superior de la víc­
tima y su necesidad específica.

286
Entre las medidas de protección contempladas expresamente en dicha
ley se encuentran, entre otras, la desocupación del agresor del domi-
cilio de la víctima; la prohibición de acercarse al domicilio de aquélla
o de los sitios en los que se encuentre; el reingreso de la víctima a su
domicilio; la prohibición de que se realicen actos de intimidación
o molestia a la víctima o a los integrantes de su familia; la retención y
guarda de armas de fuego o punzocortantes propiedad del agresor;
el inventario de bienes de su propiedad; acompañamiento policiaco
para el posicionamiento de pertenencias; y la entrega de objetos de
uso personal.

Para el dictado de órdenes emergentes y preventivas debe tomarse en


consideración el riesgo o peligro existente; la seguridad de la víctima
y los elementos con que se cuente al momento de dictarse la deter-
minación correspondiente. En otras palabras, dicha providencia debe

Manual para una Impartición Interseccional


ajustarse a los parámetros de idoneidad, necesidad y proporcionalidad.

de Justicia con Perspectiva de Género


Según el artículo 33 de la propia ley, las autoridades jurisdiccionales
pueden dictar medidas similares a las órdenes de protección. Por
tanto, los impartidores de justicia están compelidos a verificar la situa-
ción particular de las partes en el proceso, con perspectiva de géne-
ro, a fin de determinar si existe la necesidad de dictar medidas de
protección.

Otro aspecto a resaltar es aquel previsto en el artículo 40 de la mis-


ma legislación, pues cuando la víctima se encuentra amenazada en
su integridad personal o en su vida o existan razones fundadas para
pensar que estos derechos están en riesgo, en razón del delito o de la
287
violación de derechos humanos, se deben adoptar inmediatamente
medidas para evitar que sufra lesión o daño.

En razón de lo anterior, a efecto de servir como parámetro, se esta-


blecen las siguientes reglas y principios para el dictado de medidas
de protección, en el marco de una impartición de justicia con pers-
pectiva de género:
 A partir de que tenga conocimiento de cualquier asunto,
la autoridad a cargo del expediente debe verificar si, por la
circunstancia de género, alguna de las partes implicadas
en el procedimiento requiere que se adopten medidas de
protección en su beneficio o en el de sus familiares, ya sea
por amenaza, riesgo o peligro inminente.

 Dicho estudio debe realizarse de oficio, pues la propia


situación de la persona que amerita la protección, puede
Suprema Corte de Justicia de la Nación

constituir un obstáculo para que se conozca sobre dicha


posibilidad o esté en aptitud de solicitar el dictado de
tales medidas.

 La resolución mediante la cual se adopten las medidas de


protección debe emitirse con la debida oportunidad y di-
ligencia, a fin de garantizar la salvaguarda de los derechos
de la persona.

 Las medidas de protección deben resultar idóneas para la


salvaguarda de la persona y sus bienes o los de las perso-
288
nas que de ella dependan, sin atención a consideraciones
formales que pudieran restarles eficacia. Pueden consistir,
entre otras, en las siguientes: desocupación de inmuebles
del sujeto generador del riesgo; la prohibición al mismo, de
acercarse a la persona protegida; el reingreso de la perso-
na protegida a su domicilio, una vez garantizada su segu-
ridad; la prohibición de que se realicen contra ella actos
de intimidación o molestia; la retención y guarda de ar-
mas de fuego o punzocortantes propiedad del posible agre­
sor; el inventario de bienes propiedad de la víctima; el
acompañamiento policiaco para el posicionamiento de per­
tenencias; así como la entrega de objetos de uso personal.

 Las medidas deben adoptarse en su justa idoneidad, ne-

Manual para una Impartición Interseccional


cesidad y proporción, de tal manera que permitan la pro-
tección de la persona interesada, considerando el riesgo o

de Justicia con Perspectiva de Género


peligro existente, la seguridad de la víctima y las circuns-
tancias del caso.

 Asimismo deberán ajustarse, cuando se requiera, para


que conserven su eficacia.

 La autoridad a cargo del proceso está obligada a requerir


el apoyo de cualquier otra cuya actuación resulte indis-
pensable para proteger a la persona.

 Asimismo, deberá utilizar todos los medios a su alcance 289

para compeler, con la debida diligencia, al cumplimiento


de las órdenes de protección decretadas.

 En los casos que así lo requieran, las medidas de protec-


ción deben dictarse con carácter confidencial, a fin de evi­
tar perjuicios a la víctima en su intimidad o vida privada.
 En ningún caso, el dictado de las medidas de protección
atentará contra la dignidad de la persona protegida, ni
implicará una re-victimización.

 Cuando las circunstancias lo permitan, la autoridad res-


ponsable obtendrá la opinión de la víctima, previo a dictar
las medidas de protección.

 En todos los casos, la persona beneficiaria de las medidas


Suprema Corte de Justicia de la Nación

de protección tiene derecho a ser informada del avance de


las actuaciones tomadas al respecto.

D. Uso de lenguaje incluyente y neutral

Los lenguajes se definen como sistemas de comunicación que se com­


ponen de códigos, símbolos y signos, los cuales cobran significado
en el contexto de las comunidades que los utilizan. A través de la
palabra verbal o escrita, las sociedades transmiten ideas, sentimien-
tos, modos de pensar, esquemas de percepción y valoración perpe-
tuando sus usos y costumbres y consolidando las relaciones entre
290
legua, pensamiento y cultura.168

El lenguaje sexista discrimina a las mujeres y a los grupos que no cum­


plen con los atributos asignados al hombre como representación de

168
Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, 10 recomendaciones para el uso no
sexista del lenguaje, Col. “Textos del Caracol 1, 2009, p. 9.
la humanidad, tales como: grupos étnicos, personas con preferen-
cias sexuales distintas a la heterosexual, personas con VIH, personas
adultas mayores, personas migrantes, grupos religiosos y personas con
discapacidad.

El lenguaje es producto de una construcción social, por ello puede


ser modificado para adecuarlo a una realidad acorde al avance y
progreso de los derechos cuyo eje central es la persona humana y su

Manual para una Impartición Interseccional


dignidad.169

de Justicia con Perspectiva de Género


El uso de un lenguaje sexista a través de la palabra verbal o escrita, es
contrario al principio de igualdad entre mujeres y hombres consa-
grado en el artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y en distintos instrumentos internacionales cele-
brados por el Estado Mexicano. En este sentido, el principio de
igualdad se configura como un valor superior del sistema jurídico
nacional, que impone a la persona operadora jurídica efectuar un
ejercicio de análisis con perspectiva de género dentro de su ámbito
de competencia, sobre posibles desequilibrios que puedan presen-
tarse a través de formas indirectas o veladas de discriminación, a fin
de detectar y contrarrestar los tratamientos desproporcionados de
291
poder y los esquemas de disparidad que se han perpetuado por la
práctica consuetudinaria en la utilización del lenguaje.170

169
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Artículo1. Todos los seres humanos nacen
libres e iguales en dignidad y derechos dotados como están de razón y conciencia, deben compor-
tarse fraternalmente los unos con los otros.
170
Tesis XLI/2014.- SISTEMAS NORMATIVOS INDÍGENAS. EN LAS CONVOCATORIAS A
LAS ELECCIONES SE DEBE UTILIZAR LENGUAJE INCLUYENTE PARA PROPICIAR LA
PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES”. - Gaceta de Jurisprudencia y Tesis en materia
La perspectiva de género dota de instrumentos para considerar seria-
mente las transformaciones sociales que permiten promover la igualdad
sustantiva entre todas las personas habitantes del Estado Mexicano a
través de la utilización de un lenguaje incluyente y neutral en el dic-
tado de sentencias.171

En el derecho, el uso de la palabra y su significado es fundamental.


Las sentencias como el principal medio de comunicación entre quien
Suprema Corte de Justicia de la Nación

juzga y quien ha sido parte de una controversia o víctima de una


violación a sus derechos humanos, son una manifestación del poder
transformador de la palabra.172

La redacción de sentencias con un lenguaje que aliente la igualdad


de género, encuentra consonancia con la obligación constitucional y
convencional de garantizar de forma efectiva los derechos de las per-
sonas o grupos que no cumplen con los atributos asignados al hom-
bre como representación de la humanidad.

electoral, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Año 7, núm. 15, 2014,
292 p. 96; Tesis XXVII/2016.- AUTORIDADES ELECTORALES. LA PROPAGANDA INSTI-
TUCIONAL DIRIGIDA A PROMOVER LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LA CIUDA-
DANÍA DEBE EMPLEAR LENGUAJE INCLUYENTE EN ARAS DE GARANTIZAR EL
PRINCIPIO DE IGUALDAD. - Gaceta de Jurisprudencia y Tesis en materia electoral, Tri-
bunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Año 9, núm. 18, 2016, pp. 58, 59 y
60; Tesis XXXI/2016. - LENGUAJE INCLUYENTE. COMO ELEMENTO CONSUSTAN-
CIAL DE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LA PROPAGANDA ELECTORAL. - Gaceta
de Jurisprudencia y Tesis en materia electoral, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación, Año 9, núm. 18, 2016, pp. 95 y 96.
171
Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Artículo 5.
172
Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género. Haciendo realidad el derecho a la igual-
dad, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, segunda edición, 2015, p. 129.
Palabras como personas, ciudadanía, humanidad, población, son sus­
tantivos colectivos que pueden ser utilizados de manera frecuente en
el dictado de resoluciones. Además de lo anterior, nombrar correcta-
mente en el dictado de resoluciones a los grupos de población con-
forme a los instrumentos internacionales de derechos humanos, por
mencionar algunos: personas con discapacidad, personas afrodes-
cendientes, personas indígenas, personas adultas mayores, personas
con VIH, personas de la diversidad sexual, personas trabajadoras del

Manual para una Impartición Interseccional


hogar, etcétera, permite el uso de un lenguaje incluyente y neutral.

de Justicia con Perspectiva de Género


La persona operadora jurídica en el dictado de sus resoluciones debe
privilegiar el uso de un lenguaje incluyente utilizando preferible-
mente vocabulario neutro; hacer evidente el femenino y masculino
en aquellos casos en que sea necesario; evitar generalizaciones del
masculino para situaciones y actividades donde aparecen mujeres y
hombres; escribir en femenino ocupaciones, profesiones y cargos
ocupados por mujeres; usar pronombres relativos quien y quienes,
pronombres indefinidos alguien, cualquiera y nadie, evitar el uso de
estereotipos cuando se hace referencia a roles y tareas.173 Vgr:

 Hacer evidente el femenino y masculino en aquellos casos 293

que sea necesario. La candidata y el candidato en su cam-


paña a la gubernatura del Estado de México manifestaron
su preocupación por la situación de violencia que viven
las mujeres.

173
Op. Cit. 145, pp. 13-40.
 Sustantivos colectivos no sexuados. La ciudadanía acudió
a las urnas durante la jornada electoral para elegir…

 Escribir en femenino ocupaciones, profesiones y cargos


ocupadas por mujeres: Abogada, Magistrada Presidenta,
Jueza, Doctora, Arquitecta, Profesora, Directora, Actriz,
Pintora.

 Uso de pronombres relativos: Quien expresó conocer los


Suprema Corte de Justicia de la Nación

hechos, materia de la investigación…; quienes aprueben


el examen de conocimientos pasarán a la siguiente fase
del proceso de selección.

 Evitar el uso de estereotipos cuando se hace referencia a


roles y tareas: padres y madres deben cuidar a sus hijas
e hijos.

En el dictado de resoluciones es posible utilizar el gerundio para


evitar el uso de expresiones que se identifican por lo general con los
hombres174 aun y cuando esas palabras no correspondan a la litera-
294 lidad de lo que se está escribiendo. El uso de un lenguaje incluyente
y neutral contribuye a garantizar el acceso a la justicia acorde con el
principio de igualdad y no discriminación lo cual redunda en un
ejercicio incluyente de la labor jurisdiccional.

174
Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. Manual para el uso no sexista del
lenguaje. Lo que bien se dice… bien se entiende, 2013, p. 49.
Capítulo V
Estándar
de reparación integral
del daño
A. Aspectos a evaluar

P or violación a los derechos humanos, se entiende todo acto u omi-


sión que afecte los derechos humanos reconocidos en la Constitu-
ción o en los Tratados Internacionales, ejecutada por un agente del
Estado.

También se considera violación de derechos humanos cuando la


acción u omisión referida “sea realizada por un particular instigado o
autorizado, explícita o implícitamente por un servidor público, o cuando
actúe con aquiescencia o colaboración de un servidor público”.175

Se tiene en cuenta lo que Sergio García Ramírez sostiene sobre la


obligación jurídica de reparar todo daño ocasionado:

175
Artículo 6, fracción XIX de la Ley General de Víctimas.

297
La conducta ilícita genera una lesión jurídica —además de lesiones de
otro orden— que es preciso reparar con justicia, oportunidad y suficien-
cia. Esta es la “prueba de fuego” para un sistema tutelar de bienes. Donde
hay violación sin sanción o daño sin reparación, el Derecho entra en cri-
sis, no sólo como instrumento para resolver cierto litigio, sino como méto-
do para resolverlos todos, es decir, para asegurar la paz con justicia.176

Ahora bien, el derecho a la reparación tiene una doble dimensión,


una sustantiva que consiste en la reparación del daño sufrido a través
de la restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y ga-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

rantías de no repetición; y otra de carácter procesal como medio que


posibilita la reparación. Esta última forma parte de la obligación gene­
ral de proporcionar recursos internos efectivos.177

Las obligaciones que comprenden la reparación integral de la vulne-


ración de derechos humanos están contenidas, entre otros instru-
mentos internacionales, en la Declaración Universal de Derechos
Humanos (art. 8), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polí-
ticos (art. 2), la Convención Internacional sobre la Eliminación de
Todas las Formas de Discriminación Racial (art. 6), la Convención
contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o De-
298 gradantes (art. 14), la Convención sobre los Derechos del Niño (art.
39), la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la

176
García Ramírez, Sergio, “Las reparaciones en el Sistema Interamericano de Protección de los
Derechos Humanos” en Memoria del seminario El Sistema Interamericano de Protección de
los Derechos Humanos en el umbral del siglo XXI, Corte Interamericana de Derechos
Humanos, San José, Costa Rica, 2001, p. 129.
177
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos,
(2008), “Instrumentos del Estado de derecho para sociedades que han salido de un con-
flicto programas de reparaciones”, (HR/PUB/08/1), p. 6.
Tortura (art. 9), Convención Internacional para la Protección de todas
las Personas contra las Desapariciones Forzadas (art. 24).

Teniendo en cuenta definiciones aportadas en los fallos de la CIDH,


la Segunda Sala de la SCJN en la sentencia que pronunció en el am-
paro en revisión 943/2016, delimitó que la reparación integral del
daño que se causa con motivo de las violaciones a los derechos hu-
manos es un principio altamente reconocido tanto a nivel interno,

Manual para una Impartición Interseccional


como a nivel internacional. Es un imperativo fundado en el Derecho

de Justicia con Perspectiva de Género


Internacional Público que implica que toda violación de una obliga-
ción que haya producido un daño comporta un deber de repararlo
adecuada e integralmente —restitutio in integrum—.

Añadió que el concepto de reparación integral implica “el restable­


cimiento de la situación anterior y la eliminación de los efectos que la
violación produjo, así como una indemnización como compensación por
los daños causados”. Que en algunos casos, las reparaciones deben
tener una vocación transformadora de las situaciones estructurales
o sistémicas que vulneran los derechos, de tal forma que se logre un
efecto correctivo.

299
Sin embargo, en lo que concierne específicamente al juicio de ampa-
ro, a partir de la interpretación de las normas que delimitan su objeto
y la precisión de los efectos cuando se concede la protección consti-
tucional, la propia Primera Sala del Alto Tribunal estima que no es
jurídicamente viable que las sentencias de amparo comprendan efec­
tos que incorporen la amplia gama de reparaciones que la doctri-
na interamericana sobre la reparación integral a las vulneraciones a
derechos humanos fue construyendo a lo largo de los años, y que
algunas de las reparaciones están comprendidas en la Ley de Ampa-
ro con un enfoque propio.

Más bien, la Primera Sala de la SCJN, en precedentes que no han


integrado jurisprudencia, se pronunció en el sentido de establecer:

 Que las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos


Humanos se circunscriben a declarar graves violaciones a
Suprema Corte de Justicia de la Nación

derechos humanos y la responsabilidad en que en dado


caso incurrió el Estado parte; en tanto que los juicios de
amparo tienen por objeto analizar las violaciones a dere-
chos humanos atribuidas a determinadas autoridades
específicas.

 Que el juicio de amparo otorga amplias facultades a los


órganos de control constitucional para dictar las me­
didas necesarias para lograr la restitución del derecho,
partiendo de las particularidades propias de cada acto
reclamado.
300

Aspectos relevantes de la doctrina interamericana


sobre reparaciones a violaciones a derechos humanos

La doctrina sobre reparaciones de la CIDH tiene sustento en el ar­


tículo 63.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
que dispone:
1. Cuando decida que hubo violación de un derecho o libertad protegidos
en esta Convención, la Corte dispondrá que se garantice al lesionado en
el goce de su derecho o libertad conculcados. Dispondrá, asimismo, si ello
fuera procedente, que se reparen las consecuencias de la medida o situa-
ción que ha configurado la vulneración de esos derechos y el pago de una
justa indemnización a la parte lesionada.

En ese sentido, la CIDH determinó que al constatar una violación

Manual para una Impartición Interseccional


a un derecho humano atribuible a un Estado firmante de la Conven-
ción Americana sobre Derechos Humanos, debe decretarse siempre

de Justicia con Perspectiva de Género


que sea posible la restitución del derecho, la cual consiste en lograr que
la persona vuelva a disfrutar del derecho vulnerado por el acto esta-
tal; y, cuando fuera imposible la restitución debía compensarse eco-
nómicamente a las víctimas de las violaciones a derechos humanos
con una justa indemnización.

Con independencia de la clasificación que la propia CIDH ha hecho,


se han identificado tres tipos de medidas reparadoras utilizadas en la
jurisprudencia interamericana, sin que se hayan empleado de mane-
ra necesariamente excluyente o subsidiaria:

301
 La restitución del derecho violado (restitutio in integrum);

 La compensación económica por los daños materiales e


inmateriales causados; y

 Otras medidas de reparación no pecuniarias, que algunos


autores identifican más ampliamente como “medidas de
reconstrucción”, y dentro de las cuales se integran las me-
didas de satisfacción y las garantías de no repetición.

En las sentencias que dictó en los amparos en revisión 706/2015 y


568/2016, la Primera Sala de la SCJN delimitó:

1.- La particularidad de la responsabilidad de los Estados que se


analiza en las sentencias de la CIDH, estriba precisamente en que el
incumplimiento que se les atribuye tiene que ver con violaciones a
Suprema Corte de Justicia de la Nación

los derechos humanos reconocidos en el citado tratado internacio-


nal, entonces la CIDH realiza juicios de atribución de responsabili-
dad que presuponen los elementos clásicos de cualquier ejercicio de
este tipo:

 La realización de una acción u omisión que cumpla con algún


un factor de atribución, como el dolo o la culpa;

 La actualización de un daño; y,

 La existencia de una relación causal entre el daño expe­rimentado


por la víctima y la acción u omisión del agente dañador.
302

2.- La reparación de violaciones a derechos humanos que se realiza


en el derecho internacional (interamericano) cumple funciones si-
milares a las que realizan en el ámbito interno de los Estados los
procesos en los que se determina la responsabilidad civil o la res-
ponsabilidad patrimonial del Estado por violaciones a derechos hu-
manos (constitutional torts), con independencia de los procedimientos
sancionadores que suelen llevarse de manera autónoma; las sentencias
del tribunal internacional utilizan explícita o implícitamente el es-
quema conceptual de los juicios de atribución de responsabilidad.

3.- La CIDH determina en sus sentencias la responsabilidad del Es-


tado en su conjunto, lo que implica:

 No se centra en la actuación de una autoridad en específico,

Manual para una Impartición Interseccional


sino en la de todas las autoridades implicadas en los hechos del

de Justicia con Perspectiva de Género


caso, lo que facilita analizar vulneraciones de derechos huma-
nos que surgen de fenómenos complejos;

 No se ha dado el caso de deslindar claramente el ámbito de res­


ponsabilidad de cada una de las autoridades involucradas en
función de las competencias de éstas;

 Los pronunciamientos de la CIDH no hacen hincapié en distri-


bución de poderes o facultades, ni en la diferenciación de órde-
nes de gobierno.

303
4.- Las medidas de reparación no pecuniaria (satisfacción y no repe-
tición) que ha desarrollado la CIDH, son medidas excepcionales que
pretenden responder en su gran mayoría a graves y sistemáticas vio-
laciones de derechos humanos que han tenido lugar en los países
de la región. A ese tipo de situaciones ha querido responder con el de­
sarrollo de su doctrina sobre la “reparación integral” a las violacio-
nes de derechos humanos.
B. Medidas de reparación

El Tribunal Pleno de la SCJN conserva el criterio relativo a que las


víctimas de violaciones a los derechos humanos o sus familiares
“tienen derecho a la reparación adecuada del daño sufrido, la cual debe
concretarse a través de medidas individuales tendientes a restituir, indem-
nizar y rehabilitar a la víctima, así como de medidas de satisfacción de
alcance general y garantías de no repetición”, mediante los proce­
dimientos previstos legalmente para esos efectos, que surge tanto del
Suprema Corte de Justicia de la Nación

régimen previsto constitucionalmente, como de los instrumentos


internacionales ratificados por el Estado Mexicano y de los criterios
de organismos internacionales.178

Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha esta­


blecido que las reparaciones deben tener un nexo causal con:

 Los hechos del caso,


 Las violaciones declaradas,
 Los daños acreditados,
 Las medidas solicitadas para reparar los daños respectivos.

304
En el apartado correspondiente ha de procederse a analizar las pre-
tensiones (medidas de reparación solicitadas) presentadas por cada
una de las partes del juicio de que se trate, a la luz de:

178
Tesis LXVII/2010, Pleno, (9a.), con registro: 163164, de rubro: DERECHOS HUMANOS.
SU VIOLACIÓN GENERA UN DEBER DE REPARACIÓN ADECUADA EN FAVOR DE
LA VÍCTIMA O DE SUS FAMILIARES, A CARGO DE LOS PODERES PÚBLICOS
COMPETENTES.
 Las normas aplicables al caso;

 Los criterios fijados en la jurisprudencia de observancia


obligatoria de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
Plenos de Circuito y Tribunales Colegiados de Circuito,
de observancia obligatoria en términos de las reglas esta-
blecidas en el artículo 217 de la Ley de Amparo; y,

Manual para una Impartición Interseccional


 Los criterios que la Corte Interamericana de Derechos Hu­

de Justicia con Perspectiva de Género


manos ha fijado en la parte considerativa de sus sentencias
y que resultan de observancia obligatoria, sea porque:

A). Se trata de resoluciones dictadas en procedimientos en


los que el Estado Mexicano fue parte, y que por tanto
corresponde acatar por tratarse del cumplimiento de
una sentencia, con fundamento en el artículo 26 de la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Trata-
dos, que establece el principio de pacta sunt servanda,
y que prescribe que “todo tratado en vigor obliga a las
partes y debe ser cumplido por ellas de buena fe” y, en el
caso del Sistema Interamericano de Protección de De-
rechos Humanos, el artículo 68.1 de la Convención 305

Americana sobre Derechos Humanos dispone que los


Estados parte “se comprometen a cumplir la decisión de la
Corte (Interamericana) en todo caso en que sean partes”.179

179
Tesis LXV/2011, Pleno, (10a.), con registro: 160482, de rubro: SENTENCIAS EMITIDAS
POR LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. SON VINCULANTES
EN SUS TÉRMINOS CUANDO EL ESTADO MEXICANO FUE PARTE EN EL LITIGIO y
B). Porque se trate de consideraciones establecidas en sen­
tencias dictadas contra Estados diversos del mexicano,
pero que en la apreciación de algunos autores de doc-
trina y un número importante de juzgadores de órganos
jurisdiccionales internacionales y nacionales, resultan
de observancia obligatoria, de conformidad con los de­
beres internacionales adquiridos soberanamente por
el Estado mexicano.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Sin embargo, habrá que ponderar que para el Pleno de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, los criterios que ha emitido la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en resoluciones relativas a
juicios en los que el Estado mexicano no fue parte, resultan orienta-
doras siempre que sean más favorables a la persona, de conformidad
con el artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.180

Reparaciones previstas por la Ley de Amparo

Sobre el particular, en las ejecutorias de referencias se desarrollaron


306
conceptos tendentes a evaluar qué medidas de reparación comprende

Tesis III/2013, Pleno, (10a.), con registro: 2003156, de rubro: SENTENCIAS EMITIDAS
POR LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS EN ASUNTOS DON-
DE EL ESTADO MEXICANO FUE PARTE. PARA QUE SUS CRITERIOS TENGAN CA-
RÁCTER VINCULANTE NO REQUIEREN SER REITERADOS.
180
Tesis LXVI/2011, Pleno, (9a.), con registro: 160584, de rubro: CRITERIOS EMI-
TIDOS POR LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS CUANDO EL
ESTADO MEXICANO NO FUE PARTE. SON ORIENTADORES PARA LOS JUECES
MEXICANOS SIEMPRE QUE SEAN MÁS FAVORABLES A LA PERSONA EN TÉRMINOS
DEL ARTÍCULO 1o. DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.
la legislación que rige al juicio de amparo y cuáles no, así como
aquellas no reguladas, que no se estiman compatibles con el juicio
constitucional.

La restitución del derecho vulnerado

En las ejecutorias a que se ha hecho referencia de la Primera Sala de


la SCJN, se precisó que la restitución del derecho es la medida que

Manual para una Impartición Interseccional


tradicionalmente se ha asociado a los efectos reparadores de la sen-

de Justicia con Perspectiva de Género


tencia de amparo, y que la vigente Ley de Amparo conserva a la
restitución como la medida principal para reparar las violaciones a
derechos fundamentales en el marco del juicio de amparo.

Desde la quinta época, la SCJN ha sostenido que la sentencia que


conceda el amparo tiene efectos restitutorios, lo que implica la exis-
tencia de dos efectos:

 Nulificar el acto reclamado y sus consecuencias jurídicas.

 Volver las cosas al estado que tenían antes de la violación


de derechos.
307

La Ley de Amparo establece expresamente que la vulneración a un


derecho fundamental se repara con la restitución. En este sentido, el
artículo 77 ordena que cuando “el acto reclamado sea de carácter posi­
tivo se restituirá al quejoso en el pleno goce del derecho violado, resta­
bleciendo las cosas al estado que guardaban antes de la violación”;
mientras que en los casos en los que “el acto reclamado sea de carácter
negativo o implique una omisión”, la restitución consistirá en “obli-
gar a la autoridad responsable a respetar el derecho de que se trate y
a cumplir lo que el mismo exija”.

Entonces, la restitución depende de la naturaleza del acto reclama-


do. Por tanto el o la Jueza de amparo podrá establecer en la sentencia
protectora “las medidas que las autoridades o particulares deban
adoptar para asegurar su estricto cumplimiento y la restitución del
quejoso en el goce del derecho”; lo que guarda relación con el conte­
Suprema Corte de Justicia de la Nación

nido del numeral 74, fracción V, que establece que la sentencia de


am­paro debe contener “los efectos o medidas en que se traduce la
concesión del amparo”, y que se asocia con la norma contenida en
el precepto 77, el cual precisa que la finalidad de esas medidas es
lograr la restitución del quejoso en el goce del derecho violado.

Para los juicios de amparo contra leyes en los que se declare la incons­
titucionalidad de la o las normas reclamadas o del sistema de normas
reclamado, los efectos serán la inaplicación únicamente respecto de
la parte quejosa, al igual que la protección se extenderá a todas aque-
llas normas y actos cuya validez dependa de la propia norma invali-
dada, y se deja al o la juzgadora de amparo en libertad de decidir qué
308 medidas adicionales a la inaplicación deberán adoptarse para resta-
blecer el pleno goce del derecho violado.

La compensación económica

Para la Primera Sala del Alto Tribunal del país, la compensación eco-
nómica no tiene cabida en los efectos de una sentencia de amparo,
partiendo de considerarla una medida de reparación que sirve para
indemnizar el daño causado en los casos en los que la violación de
un derecho fundamental no ha podido ser reparada a través de la
restitución del derecho o cuando ha resultado insuficiente.

De ahí que se ponderó que establecer la compensación económica


implica fijar los presupuestos de los juicios de atribución de respon-
sabilidad:

Manual para una Impartición Interseccional


de Justicia con Perspectiva de Género
 La realización de una acción u omisión que cumpla con
algún factor de atribución (subjetivo u objetivo);

 La actualización de un daño; y,

 La existencia de una relación causal entre el daño experi-


mentado por la víctima y la acción u omisión del agente
dañador.

Presupuestos cuyo análisis no es propio de un juicio de amparo, que


se caracteriza por ser un proceso constitucional de carácter sumario
309
que tiene como finalidad exclusiva la restitución de las cosas al esta-
do que guardaban, donde no se prejuzga sobre la responsabilidad
(civil, penal o administrativa) de la autoridad por la realización del
acto reclamado.

Entonces, a partir de las consideraciones vertidas por la Primera Sala


de la SCJN, en las sentencias de amparo no es jurídicamente factible
decretar compensaciones económicas como medidas de repara-
ción de violaciones a derechos humanos.

No obstante, en el cumplimiento de las sentencias protectoras, el


diseño constitucional del juicio de amparo permite que en el marco
del incidente de cumplimiento sustituto se dicten medidas de com-
pensación económica, en el entendido de que sólo procederán de
manera subsidiaria, toda vez que el pago de la indemnización se en­
cuentra condicionado a que se actualice la “imposibilidad” de resti-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

tuir el goce del derecho violado.

Se trata de un procedimiento previsto en la Ley de Amparo a través


del cual de manera extraordinaria se pueden establecer indemniza-
ciones económicas en los casos excepcionales en los que sea impo­
sible restituir el derecho violado.

Medidas de reparación
no pecuniarias en el juicio de amparo

310 La Primera Sala de la SCJN considera que ese tipo de medidas de


reparación no pueden ser dictadas en el juicio de amparo, no sólo
por las diferencias ya señaladas entre el tipo de violaciones que se ana­
lizan en sede internacional e interna, sino también porque no existe
fundamento legal en la Ley de Amparo para decretar medidas de
reparación no pecuniarias similares a las que se encuentran en la doc­
trina interamericana.
Las “medidas” que pueden dictar los órganos de control constitucio-
nal, de conformidad con el artículo 77 de la vigente de Ley de Am-
paro, sólo pueden tener como finalidad la restitución del derecho
violado.

Medidas de satisfacción

Como marco referencial habrá que precisar que la Asamblea General

Manual para una Impartición Interseccional


de la ONU, en la resolución denominada “Principios y directrices

de Justicia con Perspectiva de Género


básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones de las normas
internacionales de derechos humanos y del derecho internacional
humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones” establece
como obligación de los Estados el respetar y aplicar el marco jurídico
internacional de protección de los derechos humanos y el derecho
humanitario a través de la armonización de dichos principios en la
legislación interna, en particular velando porque ese marco interno
fije las medidas que eviten violaciones a esos derechos, se generen
declaraciones oficiales de responsabilidad en el caso de la existencia de
violaciones y sanciones judiciales a los responsables, entre otras.

La Primera Sala de la SCJN considera que las sentencias que decla- 311
ran la existencia de una violación a derechos humanos operan como
una declaratoria oficial que contribuye a restaurar la dignidad de las
personas, y por tanto constituyen en sí mismas en una medida de
satisfacción; que por las medidas de restitución contenidas en ellas,
las sentencias de amparo tienen un valor fundamental como parte del
proceso reparador de las consecuencias de un hecho victimizante, a tal
punto que en la gran mayoría de los casos las medidas restitutorias,
junto con la declaratoria en cuestión, son suficientes para reparar
integralmente las violaciones a derechos humanos.

A lo que se suma que, en casos en que la violación a derechos huma-


nos pueda ser constitutiva de algún delito, los y las juzgadoras de
amparo están en obligación de dar vista a las autoridades competentes
para que se investiguen los hechos y se sancione a los responsables,
lo que también debe verse como una medida de satisfacción.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Un aspecto importante a destacar, consiste en que la Primera Sala de


la SCJN determinó que, cuando se acuda al incidente de cumplimien­
to sustituto y se opte por realizar un “convenio sancionado ante el propio
órgano jurisdiccional”, las partes pueden pactar reparaciones que no
sean compensaciones económicas, como medidas de satisfacción y
los órganos de control constitucional pueden autorizarlas, siempre
y cuando las autoridades responsables se obliguen de acuerdo con el
marco jurídico que establezca sus atribuciones y las citadas medidas
de satisfacción no contravengan principios de orden público.

Garantías de no repetición

312
Si bien la Primera Sala de la SCJN aclaró que la Ley de Amparo no
autoriza a establecer medidas de no repetición similares a las que ha
dictado la Corte Interamericana como medidas de reparación, tam-
bién determinó que si la finalidad de estas medidas es que una vez
que se ha declarado la violación la persona afectada no vuelva sufrir
la misma vulneración a sus derechos humanos y que personas en
situaciones semejantes tampoco sean afectadas por actos de autoridad
similares, es evidente que la Ley de Amparo prevé una serie de insti-
tuciones que, de hecho, deben ser reinterpretadas como garantías de
no repetición.

Reparación en la Ley General de Víctimas

En este apartado del estudio se parte de las consideraciones expues-


tas por la Segunda Sala de la SCJN en la ejecutoria que pronunció en

Manual para una Impartición Interseccional


el amparo en revisión 943/2016.

de Justicia con Perspectiva de Género


Respecto al derecho de las víctimas de obtener una reparación inte-
gral por las violaciones a derechos humanos que se hayan cometido
en su contra, el Estado mexicano promulgó la Ley General de Vícti-
mas, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 9 de enero de
2013, en cuyo artículo 2 se estableció que tiene por objeto el “reco-
nocer y garantizar los derechos de las víctimas del delito y de violaciones
a derechos humanos, en especial el derecho a la asistencia, protección,
atención, verdad, justicia, reparación integral, debida diligencia y todos
los demás derechos consagrados en ella en la Constitución, en los Trata-
dos Internacionales de derechos humanos de los que el Estado Mexicano
es parte y demás instrumentos de derechos humanos”.
313
Destaca el artículo 1o. de la citada ley, pues para implementar cada
una de las medidas en favor de la víctima, debe tenerse en cuenta:

 La gravedad y magnitud del hecho victimizante cometido


o la gravedad y magnitud de la violación de sus derechos; y,

 Las circunstancias y características del hecho victimizante.


Una descripción trascendente para el tema de la reparación integral,
es la que puntualiza qué ha de entenderse por Daño para efectos de
la Ley General de Víctimas, a saber:

Daño: Muerte o lesiones corporales, daños o perjuicios morales y mate-


riales, salvo a los bienes de propiedad de la persona responsable de los
daños; pérdidas de ingresos directamente derivadas de un interés econó-
mico; pérdidas de ingresos directamente derivadas del uso del medio am-
biente incurridas como resultado de un deterioro significativo del medio
Suprema Corte de Justicia de la Nación

ambiente, teniendo en cuenta los ahorros y los costos; costo de las medidas
de restablecimiento, limitado al costo de las medidas efectivamente adop-
tadas o que vayan a adoptarse; y costo de las medidas preventivas, inclui-
das cualesquiera pérdidas o daños causados por esas medidas, en la
medida en que los daños deriven o resulte;…

Por víctima, en un concepto general, se entiende “toda persona que


haya sufrido daños, individual o colectivamente, incluidas lesiones físicas
o mentales, sufrimiento emocional, pérdidas económicas o menoscabo sus-
tancial de sus derechos fundamentales como consecuencia de actos u omi-
siones que constituyan una violación de la Convención”.

314
Una persona será considerada víctima con independencia de que el
autor de la violación haya sido identificado, aprehendido, juzgado o
condenado y de la relación de familia o de otra índole que exista entre
el autor y la víctima.181

181
ONU. Comité contra la Tortura. Observación general No. 3 (2012) “Aplicación del ar­
tículo 14 por los Estados partes”, 13 de diciembre de 2012, Párrafo 3.
El catálogo de derechos de las víctimas se comprendió en el artículo
7 de la Ley General de Víctimas, con la precisión de que los enlistados
son algunos de los derechos, puesto que especifica que se destacan
de manera enunciativa, mas no limitativa, aunado a que la última
fracción de dicho precepto permite la inclusión de cualquier otro
derecho previsto en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, los tratados internacionales, y cualquier otra disposición
en la materia o legislación especial.

Manual para una Impartición Interseccional


de Justicia con Perspectiva de Género
El ingreso al Registro Nacional de Víctimas —federal y los registros
de las entidades federativas—, se hará por denuncia, queja o noticia de
hechos que podrá realizar la propia víctima, la autoridad, “el orga-
nismo público de protección de derechos humanos” o un tercero
que tenga conocimiento sobre los hechos.182

El artículo 5 de la Ley General de Víctimas consagra el principio de


“complementariedad”, que manda que los mecanismos, medidas y
procedimientos contemplados en el referido ordenamiento legal, en
especial los relacionados con la de asistencia, ayuda, protección,
atención y reparación integral a las víctimas, “deberán realizarse de
manera armónica, eficaz y eficiente entendiéndose siempre como comple- 315

mentarias y no excluyentes”.

El reconocimiento de la calidad de víctima tiene como efecto, entre


otros, el acceso a los derechos, garantías, acciones, mecanismos y

182
Artículo 106 de la Ley General de Víctimas.
procedimientos, en los términos de la Ley General de Víctimas y las dis-
posiciones reglamentarias”.

La persona a favor de quien se reconozca la calidad de víctima “podrá


acceder a los recursos del Fondo y a la reparación integral”,183 de confor-
midad con lo previsto en la citada Ley y en su Reglamento.

El Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral, tiene por obje-


to “brindar los recursos necesarios para la ayuda, asistencia y reparación
Suprema Corte de Justicia de la Nación

integral de las víctimas del delito y las víctimas de violaciones a los dere-
chos humanos”.184 Siendo relevante precisar que en el artículo 132 se
establece que la constitución de dicho Fondo “será con independencia
de la existencia de otros ya establecidos para la atención a víctimas”.
En ese sentido, “la aplicación de recursos establecidos en otros mecanis-
mos a favor de la víctima y los de esta Ley [General de Víctimas] se hará
de manera complementaria, a fin de evitar su duplicidad”.

Ahora, las solicitudes para acceder a los recursos del fondo en mate-
ria de reparación serán procedentes siempre que la víctima:

316
 Cuente con sentencia ejecutoria en la que se indique que
sufrió el daño por dichos ilícitos, así como el monto a
pagar y/o otras formas de reparación;
 No haya alcanzado el pago total de los daños que se le
causaron;

183
Artículo 111 de la Ley General de Víctimas.
184
Artículo 130 de la Ley General de Víctimas.
 No haya recibido la reparación integral del daño por cual­
quier otra vía, lo que podrá acreditarse con el oficio del
Juez de la causa penal o con otro medio fehaciente, y
 Presente solicitud de asistencia, ayuda o reparación inte-
gral, siempre y cuando dicha solicitud sea avalada por la
Comisión Ejecutiva.185

Las solicitudes que se presenten para acceder al Fondo se atenderán

Manual para una Impartición Interseccional


considerando:

de Justicia con Perspectiva de Género


 La condición socioeconómica de la víctima;
 La repercusión del daño en la vida familiar;
 La imposibilidad de trabajar como consecuencia del daño;
 El número y la edad de los dependientes económicos, y
 Los recursos disponibles en el Fondo.186

Se tendrán en cuenta para la asignación de los recursos del Fondo,


además de los anteriores elementos:

 La necesidad de la víctima;
317
 La gravedad del daño sufrido por la víctima;
 La vulnerabilidad de la víctima, en proporción al tipo de
daño sufrido;
 El perfil psicológico de la víctima;

185
Artículo 149 de la Ley General de Víctimas.
186
Artículo 150 de la Ley General de Víctimas.
 La posibilidad de que la víctima pueda acceder a medidas
de atención, asistencia y protección en asociaciones civi-
les o privadas; y,
 Los demás que señalen los lineamientos que al efecto emi­
ta la Comisión Ejecutiva.187

La Comisión Ejecutiva se encuentra obligada “a cubrir con cargo al


Fondo, la compensación a las víctimas de violaciones a los derechos hu-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

manos cometidas por parte de autoridades federales”, cuando la persona


se encuentre inscrita en el Registro Nacional de Víctimas y haya presen­
tado su solicitud por escrito libre, y:

 Cuente con una resolución emitida por un órgano juris-


diccional nacional, internacional, un organismo nacional
o internacional de protección de los derechos humanos; y

 Declare bajo protesta de decir verdad que no ha recibido


pago o indemnización alguna por concepto de la reparación

318 del daño. En caso de que a la víctima “se le haya cubierto


parte de la reparación integral a través de otros mecanismos,
el Fondo entregará, de manera complementaria, el monto no
cubierto por el mecanismo respectivo”.188

187
Artículo 76 del Reglamento de la Ley General de Víctimas.
188
Artículo 81 del Reglamento de la Ley General de Víctimas y 40 de los Lineamientos para
el Funcionamiento del Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral.
Cuando el Estado no pudiese hacer efectiva total o parcialmente
la orden de compensación establecida por mandato judicial o por
acuer­do de la Comisión Ejecutiva, “deberá justificar la razón y tomar
las medidas suficientes para cobrar su valor, o gestionar lo pertinente a fin
de lograr que se concrete la reparación integral de la víctima”.189

En el evento de que la determinación y cuantificación del apoyo y


reparación no haya sido dada por autoridad judicial u organismo na­

Manual para una Impartición Interseccional


cional o internacional de protección de los derechos humanos “ésta

de Justicia con Perspectiva de Género


deberá ser realizada por la Comisión Ejecutiva”.190

Medidas de compensación previstas por la


Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo
y la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado

En materia de las medidas de reparación, consistentes en compensa-


ciones económicas, tanto la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos como la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Ad-
ministrativo han establecido procedimientos para ejercer el derecho
a reclamar la reparación de daños y perjuicios causados por actos del
Estado. 319

En relación con lo anterior es importante señalar que en la sentencia


que resolvió el juicio de amparo directo 7/2014, la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, señaló que la acción de pago

189
Artículo 151 de la Ley General de Víctimas.
190
Artículo 152 de la Ley General de Víctimas.
de daños y perjuicios requiere de la demostración de su existencia,
para lo cual es necesario exponer la causa de pedir en los hechos de
la demanda y cumplir la carga de demostrarlos para alcanzar la con-
dena al pago de tal prestación.

Por tanto, en la jurisprudencia mexicana se ha mantenido el criterio


de que debe acreditarse la existencia de los daños y perjuicios alega-
dos para lograr la condena. La Primera Sala del Máximo Tribunal del
Suprema Corte de Justicia de la Nación

país especificó que hay casos en que la demostración de los daños


y perjuicios se logra con la prueba del incumplimiento del cual
derivan.

Estos es, cuando la obligación incumplida consiste en el pago de


dinero, caso en el cual, tales daños y perjuicios se traducen en el pago
de un interés, derivado de la falta de entrega del numerario. Por lo
cual, basta señalar el hecho de tal incumplimiento en la entrega del
dinero y acreditarlo para que necesariamente se tenga por probado,
también, el daño o perjuicio que ocasiona no tener a disposición ese
bien fungible, que se resarce con el pago del interés al tipo legal.
320

Otro ejemplo de esta situación, se explicó, tiene lugar cuando los daños
y perjuicios se hacen consistir en la privación del derecho de uso de
un bien mueble o inmueble durante cierto tiempo, pues al demos-
trarse el incumplimiento en plazo de entrega del bien, al mismo
tiempo se acredita el menoscabo patrimonial que representa verse
privado del derecho de uso de un bien, que amerita ser resarcido.
En cambio, hay otros casos en que los daños y perjuicios no aparecen
claramente derivados de la obligación incumplida, sino que resulta
necesario que el afectado exponga en qué consistieron, para estar en
condiciones de demostrar su existencia.

De lo dicho puede establecerse que en materia de la prueba de los


hechos constitutivos de los daños y perjuicios expuestos como causa
petendi de la indemnización demandada, deben acreditarse necesaria

Manual para una Impartición Interseccional


e invariablemente, en todos los casos, durante la etapa correspon-

de Justicia con Perspectiva de Género


diente del procedimiento de instrucción que precede a la sentencia
definitiva, y no en otro procedimiento, como pudiera ser la ejecu-
ción de sentencia o vía de apremio; de modo que, si no se satisface
ese onus probandi el Juez debe absolver de la pretensión, y solo en el
supuesto de que se pruebe la existencia de los daños y perjuicios,
debe acogerse lo pedido.191

Así dentro del campo de medidas de reparación consistentes en com­


pensaciones económicas, existen dos vías idóneas para reclamarlas
en juicios administrativos, excluyentes entre sí:

321
 La acción de pago de daños y perjuicios por la actuación
irregular de Estado, en términos de los supuestos com-
prendidos en la Ley Federal de Responsabilidad Patrimo-
nial del Estado, y

191
Tesis LXIV/2017, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2014645, de rubro: DAÑOS Y PERJUI-
CIOS. FORMA DE ACREDITARLOS.
 Como prestación accesoria, como consecuencia de la nu-
lidad que llegue a decretarse de actos que se impugnen
en el juicio contencioso administrativo, y en función de
las hipótesis expresas previstas por el artículo 6 de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo:
por falta grave al dictar las resoluciones impugnadas y
que la demandada no se allane al contestar la demanda.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Pago de daños y perjuicios por


la actuación irregular de Estado

El fundamento constitucional de la pretensión enunciada, actual-


mente se ubica en el artículo 109 último párrafo de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, mismo que fue reformado
mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el
27 de mayo de 2015 (antes de dicha reforma se encontraba contem-
plada en el artículo 113 segundo párrafo de la Carta Magna).

También, es importante dejar establecido que de conformidad con el


322
artículo DÉCIMO PRIMERO192 transitorio del mencionado decre-
to de reforma, se precisó que la ley reglamentaria del segundo párra-
fo del artículo 113 de la Constitución Política de los Estados Unidos

192
Décimo Primero. La ley reglamentaria del segundo párrafo del artículo 113 constitucio-
nal, reformado por virtud del presente decreto, se entenderá referida al último párrafo del
artículo 109 constitucional atendiendo a lo establecido en el Quinto Transitorio del pre-
sente decreto.
Mexicanos se entenderá referida al último párrafo del artículo 109
de la Carta Magna.193

Así, el que artículo 109, último párrafo, de la Constitución Política


de los Estados Unidos Mexicanos, señala lo siguiente:

Artículo 109.- (…) La responsabilidad del Estado por los daños que, con
motivo de su actividad administrativa irregular, cause en los bienes o de-

Manual para una Impartición Interseccional


rechos de los particulares, será objetiva y directa. Los particulares tendrán

de Justicia con Perspectiva de Género


derecho a una indemnización conforme a las bases, límites y procedimien­
tos que establezcan las leyes.

Con base en ello la sentencia que resolvió el amparo directo en revi-


sión 2278/2014, que dictó el 27 de agosto de 2014 la Segunda Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, interpretó la norma
comprendida en el artículo 113, segundo párrafo, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos (actualmente contemplada
en el diverso numeral 109, último párrafo, de la Carta Magna), al
señalar que dicho precepto constitucional prevé la responsabilidad
patrimonial del Estado y el correlativo derecho de los particulares de
323
recibir una indemnización conforme a las bases, límites y procedimien­
tos que establezcan las leyes; asimismo, dispone que la responsabili-
dad patrimonial del Estado tiene las características de ser:

193
Quinto. Las adiciones, reformas y derogaciones que por virtud del presente decreto se
hacen a los artículos 79, 108, 109, 113, 114, 116, fracción V y 122, BASE QUINTA, en-
trarán en vigor en la misma fecha en que lo hagan las leyes a que se refiere el Transitorio
Segundo del presente decreto.
 Directa;
 Objetiva; y,
 Surge con motivo de su “actividad administrativa irregular”.

Responsabilidad directa significa que cuando en el ejercicio de sus


funciones el Estado genere daños a los particulares en sus bienes o
derechos, éstos podrán demandarla directamente, sin tener que de-
mostrar la ilicitud o el dolo del servidor que causó el daño reclama-
do, sino únicamente la irregularidad de su actuación, y sin tener que
Suprema Corte de Justicia de la Nación

demandar previamente a dicho servidor.

Responsabilidad objetiva es aquella en la que el particular no tiene el


deber de soportar los daños patrimoniales causados por una activi-
dad irregular del Estado.

Definiciones las anteriores que se extraen de la jurisprudencia de


rubro: RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO OBJETI-
VA Y DIRECTA. SU SIGNIFICADO EN TÉRMINOS DEL SEGUNDO
PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 113 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.194
324

Es decir, para determinar la responsabilidad patrimonial del Estado,


resulta un requisito indispensable que en el procedimiento se prue-
be el vínculo jurídico entre las actividades administrativas que se
reputan como irregulares y la lesividad causada al particular.

194
Tesis J.42/2008, Pleno, (9a.), con registro: 169424.
En la reforma publicada el 12 de junio de 2009, el legislador dispuso
que toda reclamación debe ser presentada ante el propio ente estatal
a quien se le reclama la responsabilidad patrimonial —vía adminis-
trativa—195 y, en caso de resultar desfavorable la resolución respecti-
va, puede ser recurrida mediante el recurso de revisión en la vía
administrativa, o bien, directamente ante el Tribunal Federal de Jus-
ticia Fiscal y Administrativa —vía jurisdiccional—.196

Manual para una Impartición Interseccional


En la vía administrativa subsisten las reglas procedimentales conte-

de Justicia con Perspectiva de Género


nidas en los citados preceptos 3, 4, 20 a 22 —dado que no fueron
objeto de reforma—, así como los elementos mínimos que debe
con­tener la resolución que se emita en el procedimiento de reclama-
ción, previstos por el artículo 23197 del mismo ordenamiento legal.

En tanto que, por lo que hace al juicio contencioso administrativo,


el procedimiento se rige conforme a la Ley Federal de Procedimiento

195
Artículo 18.- La parte interesada deberá presentar su reclamación ante la dependencia o
entidad presuntamente responsable u organismo constitucional autónomo, conforme a lo
establecido en la Ley Federal de Procedimiento Administrativo.
196
Artículo 24.- Las resoluciones de la autoridad administrativa que nieguen la indemni­ 325
zación, o que, por su monto, no satisfagan al interesado podrán impugnarse mediante
recurso de revisión en vía administrativa o bien, directamente por vía jurisdiccional ante el
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.
197
Artículo 23.- Las resoluciones que dicte el ente público federal con motivo de las reclama-
ciones que prevé la presente Ley, deberán contener como elementos mínimos los siguien-
tes: El relativo a la existencia de la relación de causalidad entre la actividad administrativa
y la lesión producida y la valoración del daño o perjuicio causado, así como el monto en
dinero o en especie de la indemnización, explicitando los criterios utilizados para su cuan­
tificación. Igualmente en los casos de concurrencia previstos en el Capítulo IV de esta Ley,
en dicha resolución se deberán razonar los criterios de imputación y la graduación corres-
pondiente para su aplicación a cada caso en particular.
Contencioso Administrativo,198 y por ende, en dicha vía jurisdiccional
lo que se impugna es la legalidad de la resolución recaída a la solici-
tud de reclamación de responsabilidad patrimonial del Estado, en
aras de verificar si está cumplimenta o no con la totalidad de los re-
quisitos que le impone la normativa aplicable. Es decir, funge como
una verdadera instancia de revisión de la resolución administrativa.

En el entendido de que dada la especial naturaleza de este tipo de


Suprema Corte de Justicia de la Nación

procedimientos, la sentencia que al efecto emita el órgano jurisdic-


cional no sólo se limita a la declaración de la legalidad o ilegalidad de
la resolución administrativa, sino también podrá reconocer un dere-
cho subjetivo del actor, a saber, la indemnización por la lesión injus-
tificada que sufrió en su persona o en sus bienes por la actuación
administrativa irregular del Estado, cuando los datos, pruebas y ac-
tuaciones provenientes de sede administrativa se lo permitan.

De lo hasta aquí expuesto, se colige que en aras de hacer efectivo el


ejercicio del derecho a la indemnización por la actividad administra-

326
tiva irregular del Estado, el legislador estableció un procedimiento
específico, sentando los lineamientos y bases adjetivas que deben
respetarse en aras de establecer si ha lugar al pago de daños y perjui-
cios al particular, precisamente, por esa actividad lesiva.

198
“Artículo 19.- El procedimiento de responsabilidad patrimonial deberá ajustarse, además
de lo dispuesto por esta Ley, a lo dispuesto por la Ley Federal de Procedimiento Conten-
cioso Administrativo, en la vía jurisdiccional”.
Indemnización por daños y perjuicios prevista
en el artículo 6 de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo

En la sentencia que resolvió el amparo en revisión 2278/2014, la


Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación precisó
que, por lo que hace al juicio de nulidad, el legislador estableció
en el artículo 6 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso

Manual para una Impartición Interseccional


Administrativo, un procedimiento especial indemnizatorio para los

de Justicia con Perspectiva de Género


particulares.

Del dispositivo legal en cita se desprende que en el juicio contencio-


so administrativo habrá lugar al pago de una indemnización al par-
ticular cuando la autoridad demandada cometa falta grave al emitir
la resolución cuya nulidad se reclama y no se allane al momento de
contestar la demanda, en el entendido que la propia ley precisa que
habrá falta grave cuando el acto administrativo:

 Se anule por ausencia de fundamentación o de motiva-


ción, en cuanto al fondo o a la competencia;
327

 ii) Sea contrario a una jurisprudencia de la Suprema Cor-


te de Justicia de la Nación en materia de legalidad; y,

 iii) Se anule con motivo de que los hechos que la motiva-


ron no se realizaron, fueron distintos o se apreciaron en
forma equivocada, o bien si se dictó en contravención de
las disposiciones aplicadas o dejó de aplicar las debidas,
en cuanto al fondo del asunto.

Distinción entre la pretensión de pago de daños y perjuicios


con motivo de la actividad irregular del estado con base en
la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado y la
diversa de pago de daños y perjuicios por falta grave cometida
por la autoridad demandada con base en la Ley Federal de
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Procedimiento Contencioso Administrativo

En la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado se es-


tablece lo siguiente:

Un procedimiento que inicia con una reclamación ante la dependen-


cia o entidad presuntamente responsable u organismo constitucional
autónomo, conforme a lo establecido en la Ley Federal de Procedimien­
to Administrativo, mismo que concluye con una resolución.

De conformidad con el artículo 24 de la Ley Federal de Responsabili­


328 dad Patrimonial del Estado, la resolución que pronuncie la dependen­
cia o entidad presuntamente responsable u organismo constitucional
autónomo en atención a la reclamación, se puede impugnar ya sea
por medio de recurso de revisión en vía administrativa o bien a través
del juicio contencioso administrativo. La nota distintiva de esa
clase de procedimiento administrativo es la carga para el reclamante
de acreditar:
 La existencia de daños o perjuicios, o ambos; y,

 Que tales daños o perjuicios hayan sido ocasionados por


la actividad irregular del Estado.

Por su parte, la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Adminis-


trativo dispone que, si un determinado acto administrativo es im-
pugnado ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, podrá

Manual para una Impartición Interseccional


solicitarse (en la misma demanda) el pago de la indemnización por

de Justicia con Perspectiva de Género


daños y perjuicios cuando se cometa falta grave y éste deberá pro-
moverse en el mismo juicio a través del incidente respectivo; en el
entendido de que en la mencionada incidencia el particular tendrá
la obligación de justificar que esa falta grave fue cometida por la
autoridad demandada al dictar la resolución impugnada ocasionán-
dole daños y perjuicios.

Lo anterior se corrobora con las consideraciones de la sentencia que


resolvió al amparo directo en revisión 2278/2014, en la que la Segun­
da Sala se la Suprema Corte de Justicia de la Nación precisó que
dentro del propio juicio de nulidad se prevé un procedimiento espe-
329
cial que puede dar lugar a indemnizar a las personas gobernadas que
se vieron afectados cuando la autoridad demandada haya incurrido
en “falta grave” —y no por la “actividad administrativa irregular”
como se prevé en el diverso procedimiento de responsabilidad patrimo­
nial del Estado—, estableciéndose de manera taxativa los supuestos
que dan lugar, precisamente, al pago de daños y perjuicios, reiterán-
dose que dichos supuestos son:
 Que el acto administrativo se anule por ausencia de fun-
damentación o de motivación, en cuanto al fondo o a la
competencia;

 Que el acto administrativo sea contrario a una jurispru-


dencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en
materia de legalidad; y,

 Que el acto administrativo se anule con motivo de que los


Suprema Corte de Justicia de la Nación

hechos que la motivaron no se realizaron, fueron distin-


tos o se apreciaron en forma equivocada, o bien si se dictó
en contravención de las disposiciones aplicadas o dejó de
aplicar las debidas, en cuanto al fondo del asunto.

Bajo esa perspectiva, si el particular pretende obtener una indemni-


zación dentro del comúnmente conocido como juicio de nulidad,
derivado del daño causado por el acto administrativo emitido por la
autoridad demandada, es requisito indispensable que se actualice
alguno de los supuestos de “falta grave” aludidos, en el entendido
que, de no acontecer ello, las Salas del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa no podrán otorgar el derecho a una indem-
330 nización con base en la diversa figura de la “actividad administrativa
irregular” a que hace alusión el segundo párrafo del artículo 113
constitucional (actualmente 109, último párrafo), pues como se ha
razonado, este último derecho al pago de daños y perjuicios se en-
cuentra sujeto, ineludiblemente, a las bases y lineamientos que el
legislador ordinario estableció en la Ley Federal de Responsabilidad
Patrimonial del Estado.
Capítulo VI
Marco
jurídico
A. Marco jurídico internacional

 Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de


San José), Adoptada por la Asamblea General, OEA, 22/
nov/1969.

 Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles,


Inhumanos o Degradantes. Adoptada por la Asamblea Gene-
ral, ONU, 10/dic/1984.

 Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erra-


dicar la Violencia contra la Mujer. Adoptada por la Asamblea
General, OEA, 1994.

 Convención Interamericana para prevenir y sancionar la tor-


tura, Adoptada por la Asamblea General, OEA, 1985.

333
 Convención Internacional para la protección de todas las per-
sonas contra las desapariciones forzadas. Adoptada por Comi-
té contra la Desaparición Forzada, ONU, 30/mar/2012.

 Convención sobre la Eliminación de todas las formas de discri­


minación contra la mujer. Adoptada por la Asamblea General,
ONU, 18/dic/1979.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

 Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las


formas de discriminación racial. Adoptada por la Asamblea
General, ONU, 21/dic/1965.

 Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos


Humanos de las Personas Mayores. Adoptada por la Asam­blea
General, OEA, 2015.

 Convención sobre los Derechos del Niño. Adoptada por la


Asamblea General, ONU, 20/nov/1989.
334
 Convenio (OIT No. 183) sobre Protección de la Maternidad.
San Salvador, El Salvador, 15/jun/2000.

 Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapa-


cidad y su Protocolo Facultativo. Adoptada por la Asamblea
General, ONU, 13/dic/2006.
 Convenio (OIT No. 169) sobre Pueblos Indígenas y Tribales
en Países Independientes. Ginebra, Suiza, 27/jun/1989.

 Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño, 1924.

 Declaración de los Derechos del Niño. Adoptada por la Asam-


blea General, ONU, 20/nov/1959.

Manual para una Impartición Interseccional


 Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los

de Justicia con Perspectiva de Género


Pueblos Indígenas. Adoptada por la Asamblea General, ONU,
13/sep/2007.

 Declaración sobre la protección de la mujer y el niño en estados


de emergencia o de conflicto armado. Adoptada por la Asam-
blea General, ONU, 14/dic/1974.

 Declaración Universal de los Derechos Humanos, Adoptada


por la Asamblea General, ONU, 10/dic/1948.

 Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing, adoptada en


335
la 4a. Conferencia Mundial sobre la Mujer, Beijing 15/sep/1995.

 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Adoptado


por la Asamblea General, ONU, 16/dic/1966.

 Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Cultu-


rales. Adoptado por la Asamblea General, ONU, 16/dic/1966.
 Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Dere-
chos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales (Protocolo de San Salvador). Adoptada por la
Asamblea General, OEA, 17/nov/1988.

 Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de


los reclusos. Adoptadas por el Primer Congreso de las Nacio-
nes Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del De-
lincuente, Ginebra, 1955.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

 Reglas de las Naciones Unidas para el tratamiento de las reclu-


sas y medidas no privativas de la libertad para las mujeres
delincuentes (Reglas de Bangkok). Adoptado por la Asamblea
General, ONU, 16/mar/2011.

 Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la administración


de la justicia de menores. Adoptado por la Asamblea General,
ONU, 29/nov/1985.

B. Marco jurídico nacional


336

 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.


 Código Federal de Procedimientos Penales.
 Código Nacional de Procedimientos Penales.
 Ley de Amparo.
 Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores.
 Ley de Migración.
 Ley Federal de Defensoría Pública
 Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación.
 Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia.
 Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
 Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres.
 Ley General para la Inclusión de Personas con Discapacidad.
 Ley General de Víctimas

Manual para una Impartición Interseccional


 Ley Nacional de Ejecución Penal.

de Justicia con Perspectiva de Género


C. Jurisprudencia

Jurisprudencia del Pleno de la SCJN

Novena Época

 Tesis J.14/2002, Pleno, (9a.), con registro: 187817, de rubro:


DERECHO A LA VIDA DEL PRODUCTO DE LA CONCEP-
CIÓN. SU PROTECCIÓN DERIVA DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, DE
LOS TRATADOS INTERNACIONALES Y DE LAS LEYES FE- 337
DERALES Y LOCALES.

 Tesis J.42/2008, Pleno, (9a.), con registro: 169424, de rubro:


RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO OBJETIVA
Y DIRECTA. SU SIGNIFICADO EN TÉRMINOS DEL SEGUN­
DO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 113 DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.
 Tesis J.68/2008, Pleno, (9a.), con registro: 168767, de rubro:
SISTEMA INTEGRAL DE JUSTICIA PARA ADOLESCENTES.
SUS NOTAS ESENCIALES Y MARCO NORMATIVO.

 Tesis J.70/2008, Pleno, (9a.), con registro: 168774, de rubro:


SISTEMA INTEGRAL DE JUSTICIA PARA ADOLESCENTES.
DEBE BUSCARSE EL ESTABLECIMIENTO DE MECANISMOS
Y REGLAS PARA QUE, SIEMPRE QUE RESULTE APROPIA-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

DO Y DESEABLE, LOS MENORES NO SEAN SOMETIDOS A


UN PROCESO JUDICIAL, SINO QUE LOS CASOS PUEDAN
SER ATENDIDOS POR LAS AUTORIDADES DE PROCU­
RACIÓN.

 Tesis J.71/2008, Pleno, (9a.), con registro: 168769, de rubro:


SISTEMA INTEGRAL DE JUSTICIA PARA ADOLESCEN-
TES. LOS TRIBUNALES ESPECIALIZADOS RELATIVOS
DEBEN PER­TENECER AL PODER JUDICIAL DEL ESTADO
MEXICANO.
338
 Tesis J.74/2008, Pleno, (9a.), con registro: 168416, de rubro:
SISTEMA INTEGRAL DE JUSTICIA PARA ADOLESCEN-
TES. SI DURANTE LA FASE DE EJECUCIÓN DE LA MEDIDA
DE INTERNAMIENTO, EL SENTENCIADO ALCANZA LA
MAYORÍA DE EDAD, DEBERÁ CUMPLIMENTARLA SEPA-
RADO DEL RESTO DE LOS INTERNOS.
 Tesis J.79/2008, Pleno, (9a.), con registro: 168779, de rubro:
SISTEMA INTEGRAL DE JUSTICIA PARA ADOLESCENTES.
ALCANCE DEL PRINCIPIO DE MÍNIMA INTERVENCIÓN,
CONFORME AL ARTÍCULO 18 DE LA CONSTITUCIÓN
PO­LÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.

Décima Época

Manual para una Impartición Interseccional


 Tesis J.5/2016, Pleno, (10a), con registro: 2012228, de rubro:

de Justicia con Perspectiva de Género


DERECHOS HUMANOS. LA OBLIGACIÓN DEL ÓRGANO DE
AMPARO DE PROMOVERLOS, RESPETARLOS, PROTEGER­
LOS Y GARANTIZARLOS, PREVISTA EN EL ARTÍCULO 1o.
DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS, SÓLO SE ACTUALIZA EN EL ÁMBI-
TO DE SU COMPETENCIA, POR LO QUE CARECE DE
ATRIBUCIONES PARA PRONUNCIARSE RESPECTO DE VIO­
LACIONES A LOS QUE NO FORMEN PARTE DE LA LITIS
CONSTITUCIONAL.

Tesis aisladas del Pleno de la SCJN


339

Novena Época

 Tesis XXXV/2002, Pleno, (9a.), con registro: 186185, de rubro:


PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. EL PRINCIPIO RELATIVO
SE CONTIENE DE MANERA IMPLÍCITA EN LA CONSTITU­
CIÓN FEDERAL.
 Tesis IX/2007, Pleno, (9a.), con registro: 172650, de rubro: TRA­
TADOS INTERNACIONALES. SON PARTE INTEGRANTE
DE LA LEY SUPREMA DE LA UNIÓN Y SE UBICAN JERÁR-
QUICAMENTE POR ENCIMA DE LAS LEYES GENERALES,
FEDERALES Y LOCALES. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCU-
LO 133 CONSTITUCIONAL.

 Tesis LXVII/2010, Pleno, (9a.), con registro: 163164, de rubro:


Suprema Corte de Justicia de la Nación

DERECHOS HUMANOS. SU VIOLACIÓN GENERA UN DE-


BER DE REPARACIÓN ADECUADA EN FAVOR DE LA VÍC-
TIMA O DE SUS FAMILIARES, A CARGO DE LOS PODERES
PÚBLICOS COMPETENTES.

 Tesis LXVI/2011, Pleno, (9a.), con registro: 160584, de rubro:


CRITERIOS EMITIDOS POR LA CORTE INTERAMERI­
CANA DE DERECHOS HUMANOS CUANDO EL ESTADO
MEXICANO NO FUE PARTE. SON ORIENTADORES PARA
LOS JUECES MEXICANOS SIEMPRE QUE SEAN MÁS FA-
VORABLES A LA PERSONA EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO
340 1o. DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.

Décima Época

 Tesis LXV/2011, Pleno, (10a), con registro: 160482, de rubro:


SENTENCIAS EMITIDAS POR LA CORTE INTERAMERICA-
NA DE DERECHOS HUMANOS. SON VINCULANTES EN
SUS TÉRMINOS CUANDO EL ESTADO MEXICANO FUE
PARTE EN EL LITIGIO.

 Tesis III/2013, Pleno, (10a), con registro: 2003156, de rubro:


SENTENCIAS EMITIDAS POR LA CORTE INTERAMERICA-
NA DE DERECHOS HUMANOS EN ASUNTOS DONDE EL
ESTADO MEXICANO FUE PARTE. PARA QUE SUS CRITE-
RIOS TENGAN CARÁCTER VINCULANTE NO REQUIE-

Manual para una Impartición Interseccional


REN SER REITERADOS.

de Justicia con Perspectiva de Género


 Tesis XVII/2015, Pleno, (10a), con registro: 2009995, de
rubro: ACCESO A LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTI-
VA. FORMA DE GARANTIZAR EL DERECHO HUMANO
RELATIVO TRATÁNDOSE DE PERSONAS INDÍGENAS.

 Tesis XX/2015, Pleno, (10a), con registro: 2009998, de rubro:


IMPARTICIÓN DE JUSTICIA CON PERSPECTIVA DE GÉ-
NERO. OBLIGACIONES QUE DEBE CUMPLIR EL ESTADO
MEXICANO EN LA MATERIA.

341
Jurisprudencia de las Salas de la SCJN

Novena Época

 Tesis J.12/2002, 1a. Sala, (9a.), con registro: 187120, de rubro:


RECLASIFICACIÓN DEL DELITO. EL PÁRRAFO SEGUNDO
DEL ARTÍCULO 385 DEL CÓDIGO FEDERAL DE PROCE-
DIMIENTOS PENALES, LA AUTORIZA EN EL RECUR-
SO DE APELACIÓN INTERPUESTO POR EL INCULPADO
O SU DEFENSOR, EN CONTRA DEL AUTO DE FORMAL
PRISIÓN O EL DE SUJECIÓN A PROCESO.

 Tesis J.182/2005, 1a. Sala, (9a.), con registro: 176168, de rubro:


PRUEBA TESTIMONIAL A CARGO DE LOS MENORES
HIJOS EN EL JUICIO DE DIVORCIO NECESARIO DE SUS
PADRES. SU ADMISIÓN Y DESAHOGO CONSTITUYE UN
Suprema Corte de Justicia de la Nación

ACTO DE IMPOSIBLE REPARACIÓN Y, POR TANTO, EN SU


CONTRA PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO.

 Tesis J.101/2006, 1a. Sala, (9a.), con registro: 172993, de rubro:


JUICIOS DE PATERNIDAD. EN LOS CASOS EN QUE A PE-
SAR DE LA IMPOSICIÓN DE MEDIDAS DE APREMIO LOS
PRESUNTOS ASCENDIENTES SE NIEGAN A PRACTICAR-
SE LA PRUEBA PERICIAL EN MATERIA DE GENÉTICA
(ADN), OPERA LA PRESUNCIÓN DE LA FILIACIÓN CON-
TROVERTIDA (LEGISLACIONES DE NUEVO LEÓN Y DEL
ESTADO DE MÉXICO).

342
 Tesis J.14/2007, 1a. Sala, (9a.), con registro: 172720, de rubro:
PATRIA POTESTAD. EL CUMPLIMIENTO PARCIAL O INSU­
FICIENTE DE LA OBLIGACIÓN ALIMENTARIA SIN CAUSA
JUSTIFICADA POR MÁS DE NOVENTA DÍAS GENERA SU
PÉRDIDA (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 444, FRAC-
CIÓN IV, DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDE-
RAL, VIGENTE A PARTIR DEL 10 DE JUNIO DE 2004).
 Tesis J.20/2011, 1a. Sala, (9a.), con registro: 162017, de rubro:
PRUEBA PSICOLÓGICA A CARGO DE LOS MENORES. SU
ADMISIÓN Y DESAHOGO CONSTITUYEN UN ACTO DE
IMPOSIBLE REPARACIÓN Y, POR TANTO, EN SU CONTRA
PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO.

Décima Época

Manual para una Impartición Interseccional


 Tesis J.25/2012, 1a. Sala, (10a), con registro: 159897, de rubro:

de Justicia con Perspectiva de Género


INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR. SU CONCEPTO.

 Tesis J.30/2013, 1a. Sala, (10a), con registro: 2003069, de


rubro: INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR. PARA PRESER-
VARLO, EL JUZGADOR ESTÁ FACULTADO PARA RECABAR
Y DESAHOGAR DE OFICIO LAS PRUEBAS QUE CONSIDE-
RE NECESARIAS.

 Tesis J.58/2013, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2005027, de


rubro: PERSONA INDÍGENA. PARA QUE SEA EFICAZ LA
“AUTOADSCRIPCIÓN” DE UN SUJETO A UNA COMUNI-
343
DAD INDÍGENA, DEBE REALIZARSE DURANTE LA AVE­
RIGUACIÓN PREVIA O LA PREINSTRUCCIÓN DE LA
CAUSA.

 Tesis J.26/2014, 1a. Sala, (10a), con registro: 2006091, de


rubro: PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. COMO ESTÁNDAR
DE PRUEBA.
 Tesis J.66/2014, 1a. Sala, (10a), con registro: 2008074, de
rubro: AUTO DE PLAZO CONSTITUCIONAL. EL JUEZ
DEBE LIMITARSE A RESOLVER LA SITUACIÓN JURÍDI-
CA DEL INCULPADO, DE ACUERDO AL CONTENIDO DE
LA CONSIGNACIÓN, AL CARECER DE FACULTADES PARA
DETERMINAR POR SÍ MISMO LOS HECHOS Y LA CON-
DUCTA ATRIBUIDA MEDIANTE LA REVISIÓN DE LA AVE-
RIGUACIÓN PREVIA, SI ESTAS CIRCUNSTANCIAS NO
FUERON PRECISADAS POR EL MINISTERIO PÚBLICO AL
Suprema Corte de Justicia de la Nación

EJERCER LA ACCIÓN PENAL.

 Tesis J.69/2014, 2a. Sala, (10a.), con registro: 2006808, de


rubro: CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD Y CON-
VENCIONALIDAD. CONDICIONES PARA SU EJERCICIO
OFICIOSO POR LOS ÓRGANOS JURISDICCIONALES
FEDERALES.

 Tesis J.10/2016, Pleno, (10a.), con registro: 2012589, de rubro:


CATEGORÍA SOSPECHOSA. SU ESCRUTINIO.

344
 Tesis J.22/2016, 1a. Sala, (10a), con registro: 2011430, de rubro:
ACCESO A LA JUSTICIA EN CONDICIONES DE IGUAL-
DAD. ELEMENTOS PARA JUZGAR CON PERSPECTIVA DE
GÉNERO.

 Tesis J.129/2016, 2a. Sala, (10a.), con registro: 2012981, de


rubro: PENSIÓN POR VIUDEZ. EL ARTÍCULO 12, FRACCIÓN
II, INCISO C), DEL REGLAMENTO PARA EL OTORGAMIEN­
TO DE PENSIONES DE LOS TRABAJADORES SUJETOS AL
RÉGIMEN DEL ARTÍCULO DÉCIMO TRANSITORIO DEL
DECRETO POR EL QUE SE EXPIDE LA LEY DEL INSTITU-
TO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRA-
BAJADORES DEL ESTADO, VIOLA EL DERECHO A LA SE-
GURIDAD SOCIAL.

Manual para una Impartición Interseccional


 Tesis J.31/2017, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2001626, de

de Justicia con Perspectiva de Género


rubro: DERECHO FUNDAMENTAL A UNA REPARACIÓN
INTEGRAL O JUSTA INDEMNIZACIÓN. CONCEPTO Y
ALCANCE.

 Tesis J.66/2017, 2a. Sala, (10a.), con registro: 2014508, de


rubro: OFRECIMIENTO DE TRABAJO. AUN CUANDO SE
CONSIDERE DE BUENA FE, NO DEBE TOMARSE EN
CUENTA PARA LA DISTRIBUCIÓN DE LAS CARGAS PRO-
BATORIAS CUANDO EL DESPIDO SE DA DURANTE
EL PERIODO DE EMBARAZO DE LA TRABAJADORA, AL
CONSTITUIR UN TEMA QUE OBLIGA A JUZGAR CON 345

PERSPECTIVA DE GÉNERO.

 Tesis J.125/2017, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2015679, de


rubro: DERECHO HUMANO A LA IGUALDAD JURÍDICA.
RECONOCIMIENTO DE SU DIMENSIÓN SUSTANTIVA O
DE HECHO EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO MEXICANO.
Tesis aisladas de Salas de la SCJN

Novena Época

 Tesis XXXVI/2003, 1a. Sala, (9a.), con registro: 184032, de


rubro: RECLASIFICACIÓN DEL DELITO. CUANDO EL JUEZ
DE LA CAUSA DICTA SENTENCIA POR UNO DIVERSO AL
CONTENIDO EN EL AUTO DE FORMAL PRISIÓN, TE-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

NIENDO COMO BASE LOS MISMOS HECHOS, NO VIOLA


LAS GARANTÍAS DE LEGALIDAD Y SEGURIDAD JURÍDICA
(INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 19 DE LA CONSTITU-
CIÓN FEDERAL).

 Tesis CCXII/2009, 1a. Sala, (9a.), con registro: 165718, de


rubro: PERSONAS INDÍGENAS. ÁMBITO SUBJETIVO DE APLI­
CACIÓN DEL ARTÍCULO 2o. DE LA CONSTITUCIÓN PO-
LÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. AUTO-
ADSCRIPCIÓN.
346
 Tesis 676, 2a. Sala, (9a.), con registro: 1007596, de rubro:
SUCESIÓN DE DERECHOS AGRARIOS. LA ÚLTIMA VO-
LUNTAD DEL EJIDATARIO FORMULADA EN TESTAMEN-
TO NOTARIAL ES SUSCEPTIBLE DE REVOCAR O MODIFI-
CAR LA LISTA DE SUCESIÓN INSCRITA EN EL REGISTRO
AGRARIO NACIONAL HECHA CON ANTERIORIDAD.
Décima Época

 Tesis XLV/2014, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2005534, de


rubro: IGUALDAD JURÍDICA SUSTANTIVA O DE HECHO.
LA NEGATIVA DE APLICAR EN FORMA DIFERENCIADA
UNA SANCIÓN PENAL A UNA INCULPADA POR LA MERA
CIRCUNSTANCIA DE SER MUJER, NO IMPLICA UNA VIO-
LACIÓN A ESE PRINCIPIO CONSTITUCIONAL.

Manual para una Impartición Interseccional


de Justicia con Perspectiva de Género
 Tesis LXVII/2014, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2005622, de
rubro: CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD Y CON-
VENCIONALIDAD EX OFFICIO. CONDICIONES GENERA-
LES PARA SU EJERCICIO.

 Tesis XCIX/2014, 1a. Sala, (10a), con registro: 2005794, de


rubro: ACCESO A LA JUSTICIA EN CONDICIONES DE
IGUALDAD. TODOS LOS ÓRGANOS JURISDICCIONALES
DEL PAÍS DEBEN IMPARTIR JUSTICIA CON PERSPECTI-
VA DE GÉNERO.

347
 Tesis CCLI/2014, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2006868, de
rubro: ACOSO LABORAL (MOBBING). CARGA PROBATO-
RIA CUANDO SE DEMANDA LA INDEMNIZACIÓN POR
DAÑO MORAL EN LA VÍA CIVIL.

 Tesis LXXIX/2015, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2008545, de


rubro: IMPARTICIÓN DE JUSTICIA CON PERSPECTIVA DE
GÉNERO. DEBE APLICARSE ESTE MÉTODO ANALÍTICO
EN TODOS LOS CASOS QUE INVOLUCREN RELACIONES
ASIMÉTRICAS, PREJUICIOS Y PATRONES ESTEREOTÍPICOS,
INDEPENDIENTEMENTE DEL GÉNERO DE LAS PERSO-
NAS INVOLUCRADAS.

 Tesis XCI/2015, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2008544, de


rubro: ALIMENTOS.SU OTORGAMIENTO DEBE DE REALI-
ZARSE CON BASE EN UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

 Tesis CLX/2015, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2009084, del


rubro: DERECHO DE LA MUJER A UNA VIDA LIBRE DE DIS­
CRIMINACIÓN Y VIOLENCIA. LAS AUTORIDADES SE
ENCUENTRAN OBLIGADAS A ADOPTAR MEDIDAS INTE-
GRALES CON PERSPECTIVA DE GÉNERO PARA CUMPLIR
CON LA DEBIDA DILIGENCIA EN SU ACTUACIÓN.

 Tesis CCXV/2015, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2010268, de


rubro: CATEGORÍAS SOSPECHOSAS. LA INCLUSIÓN DE
NUEVAS FORMAS DE ÉSTAS EN LAS CONSTITUCIONES Y
EN LA JURISPRUDENCIA ATIENDE AL CARÁCTER EVO-
348
LUTIVO DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS DERECHOS
HUMANOS.

 Tesis CCCXLIV/2015, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2010426,


de rubro: PARÁMETRO DE REGULARIDAD CONSTITUCIO-
NAL. SE EXTIENDE A LA INTERPRETACIÓN DE LA NOR-
MA NACIONAL O INTERNACIONAL.
 Tesis CCCLXVII/2015, 1a. Sala, (10a), con registro: 2010506,
de rubro: PERSONAS INDÍGENAS. LAS PRERROGATIVAS
PREVISTAS EN EL ARTÍCULO 2o. CONSTITUCIONAL TIE-
NEN VIGENCIA DURANTE TODO EL PROCESO PENAL,
SIN QUE OBSTE EL MOMENTO EN EL QUE SE REALICE
LA AUTOADSCRIPCIÓN.

 Tesis XXII/2016, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2010959, de

Manual para una Impartición Interseccional


rubro: CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO.

de Justicia con Perspectiva de Género


LAS AUTORIDADES JUDICIALES, PREVIO A LA INAPLICA-
CIÓN DE LA NORMA EN ESTUDIO, DEBEN JUSTIFICAR
RAZONADAMENTE POR QUÉ SE DESTRUYÓ SU PRESUN-
CIÓN DE CONSTITUCIONALIDAD.

 Tesis LIV/2016, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2011230, de


rubro: FEMINICIDIO. EL ARTÍCULO 153-A DEL CÓDIGO
PENAL DEL ESTADO DE GUANAJUATO, QUE TIPIFICA EL
DELITO DE HOMICIDIO POR CUESTIONES DE GÉNERO,
NO TRANSGREDE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE
IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN ENTRE EL VARÓN Y
349
LA MUJER.

 Tesis CXXXIII/2016, 2a. Sala, (10a.), con registro: 2013233, de


rubro: GUARDERÍAS DEL IMSS. AL PREVERSE REQUISITOS
DIFERENCIADOS A LA MUJER Y VARÓN ASEGURADOS
PARA ACCEDER A ESTE SERVICIO, SE TRANSGREDE EL
DERECHO A LA IGUALDAD.
 Tesis CXXXIV/2016, 2a. Sala, (10a.), con registro: 2013234,
de rubro: GUARDERÍAS DEL IMSS. AL PREVERSE REQUISI-
TOS DIFERENCIADOS A LA MUJER Y VARÓN ASEGURA-
DOS PARA ACCEDER A ESTE SERVICIO, SE TRANSGREDE
EL DERECHO A LA SEGURIDAD SOCIAL.

 Tesis XXVII/2017, 1a. Sala, (10a), con registro: 2013866, de


rubro: JUZGAR CON PERSPECTIVA DE GÉNERO. CONCEP­
TO, APLICABILIDAD Y METODOLOGÍA PARA CUMPLIR
Suprema Corte de Justicia de la Nación

DICHA OBLIGACIÓN.

 Tesis XXVIII/2017, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2013867, de


rubro: JUZGAR CON PERSPECTIVA DE GÉNERO. EL SEXO
DE QUIENES INTEGRAN UN ÓRGANO JURISDICCIONAL
ES IRRELEVANTE PARA CUMPLIR CON AQUELLA OBLI-
GACIÓN.

 Tesis LXIV/2017, 1a. Sala, (10a.), con registro: 2014645, de


rubro: DAÑOS Y PERJUICIOS. FORMA DE ACREDITARLOS.

Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación


350

Quinta Época

 Tesis XLI/2014, T.E. PJF, SISTEMAS NORMATIVOS INDÍGE-


NAS. EN LAS CONVOCATORIAS A LAS ELECCIONES SE
DEBE UTILIZAR LENGUAJE INCLUYENTE PARA PROPI-
CIAR LA PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES.
 Tesis XXVII/2016, T.E. PJF, AUTORIDADES ELECTORALES.
LA PROPAGANDA INSTITUCIONAL DIRIGIDA A PROMO-
VER LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LA CIUDADANÍA
DEBE EMPLEAR LENGUAJE INCLUYENTE EN ARAS DE
GARANTIZAR EL PRINCIPIO DE IGUALDAD.

 Tesis XXXI/2016, T.E. PJF, LENGUAJE INCLUYENTE. COMO


ELEMENTO CONSUSTANCIAL DE LA PERSPECTIVA DE

Manual para una Impartición Interseccional


GÉNERO EN LA PROPAGANDA ELECTORAL.

de Justicia con Perspectiva de Género


 Tesis XLVIII/2016, T.E. PJF, de rubro: JUZGAR CON PERS-
PECTIVA INTERCULTURAL. ELEMENTOS PARA SU APLI-
CACIÓN EN MATERIA ELECTORAL.

 Jurisprudencia 48/2016, T.E. PJF, de rubro: VIOLENCIA PO-


LÍTICA POR RAZONES DE GÉNERO. LAS AUTORIDADES
ELECTORALES ESTÁN OBLIGADAS A EVITAR LA AFECTA-
CIÓN DE DERECHOS POLÍTICO ELECTORALES.

Tribunales Colegiados de Circuito


351

Novena Época

 Tesis IV.3o.T.272 L. (9a.), con registro: 167850, de rubro: RE-


NUNCIA. SI PARA DETERMINAR SOBRE SU VEROSIMILITUD
LA JUNTA NO TOMÓ EN CUENTA EL ESTADO DE EMBA-
RAZO DE LA TRABAJADORA, INFRINGE LOS PRINCIPIOS
PREVISTOS EN EL NUMERAL 841 DE LA LEY FEDERAL
DEL TRABAJO, LA GARANTÍA DE NO DISCRIMINACIÓN
CON­TENIDA EN EL ARTÍCULO 1o. DE LA CONSTI­
TUCIÓN FEDERAL Y LA CONVENCIÓN SOBRE LA ELIMI-
NACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE DISCRIMINACIÓN
CONTRA LA MUJER.

 Tesis 735, TCC, (9a.), con registro: 912300, de rubro: DERE-


CHOS AGRARIOS, SUCESIÓN NO REGISTRADA. ADJUDI-
Suprema Corte de Justicia de la Nación

CACIÓN DE LOS, CUANDO EXISTEN DOS O MÁS HERE-


DEROS (DIFERENCIAS CONFORME A LA LEY FEDERAL DE
REFORMA AGRARIA DEROGADA Y LA NUEVA LEGISLA-
CIÓN DE LA MATERIA).

Décima Época

 Tesis XXI.2o.C.T.1 L (10a.), con registro: 2002752, de rubro:


DESPIDO INJUSTIFICADO POR MOTIVO DE EMBARAZO.
SI EL PATRÓN SE EXCEPCIONA Y PRESENTA LA RENUNCIA
DE LA TRABAJADORA, A ÉL CORRESPONDE DEMOSTRAR
TAL EXTREMO Y A LA JUNTA RESOLVER DESDE UNA
352
PERSPECTIVA DE GÉNERO, Y NO SÓLO CONSIDERAR LO
QUE A ELLA LE PERJUDICA.

 Tesis III.3o.T.24 L, (10a.), con registro: 2006366, de rubro:


OFRECIMIENTO DE TRABAJO PARA EMPLEADAS EMBA-
RAZADAS Y EN SITUACIÓN DE MATERNIDAD. SI EL
DESPIDO ES ATRIBUIDO EN LOS PERIODOS PROTEGI-
DOS CONSTITUCIONAL E INTERNACIONALMENTE, SU
CALIFICACIÓN DEBE HACERSE BAJO UN ESCRUTINIO
MÁS ESTRICTO.

 Tesis VII.4o.P.T. J/4, TCC, (10a), con registro: 2007244, de


rubro: ADULTOS MAYORES. CONSIDERACIONES ESPECIA­
LES QUE, CONFORME AL MARCO JURÍDICO NACIONAL
E INTERNACIONAL, DEBEN RECIBIR DE LAS AUTORIDA-

Manual para una Impartición Interseccional


DES QUE PROCURAN Y ADMINISTRAN JUSTICIA CUANDO

de Justicia con Perspectiva de Género


EN LOS PROCESOS PENALES FIGURAN COMO AGRAVIA-
DOS U OFENDIDOS, INCULPADOS O SENTENCIAD.

 Tesis (X Región) 3o.1 L (10a.), con registro: 2012897, de rubro:


OFRECIMIENTO DE TRABAJO. AUN CUANDO SE CONSI-
DERE DE BUENA FE, NO DEBE TOMARSE EN CUENTA
PARA LA DISTRIBUCIÓN DE LAS CARGAS PROBATORIAS,
CUANDO LA CAUSA DEL DESPIDO ES EL EMBARAZO DE
LA TRABAJADORA, QUE OBLIGA A JUZGAR CON PERSPEC­
TIVA DE GÉNERO Y TOMAR MEDIDAS DE PROTECCIÓN
PARA PERSONAS EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD.

353
 Tesis XXI.2o..P.A.1 CS, (10a.), con registro: 2014125, de rubro:
JUZGAR CON PERSPECTIVA DE GÉNERO. EL JUZGADOR
DEBE IDENTIFICAR SI EL JUSTICIABLE SE ENCUENTRA
EN UN ESTADO DE VULNERABILIDAD QUE HAYA GENE-
RADO UNA DESVENTAJA REAL O DESEQUILIBRIO PATEN-
TE EN SU PERJUICIO FRENTE A LAS DEMÁS PARTES EN
CONFLICTO.
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Segunda Edición, 2015.
Esta obra se terminó de imprimir y encuadernar en
diciembre de 2018 en los talleres de XXXX, S.A.
de C.V., calle Unión (Bodega) núm. 25, Colo-nia
Tlatilco, Alcaldía Azcapotzalco, C.P. 02860, Ciu-
dad de México, México. Se utilizaron tipos Berkeley
de 9, 11 y 12 puntos. La edición consta de 1,000
ejemplares impresos en papel Bond de 75 gramos.

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