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  • Seguidillas Casavieja

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    Este poema de cinco estrofas describe el enredo de los ojos del hablante con los de su amada, como las zarzamoras en un vallado. El hablante nota que el mandil de su amada tiene veinticinco ramitos, y le pide llevarse una teja de su tejado para no irse desconsolado esa noche. Le advierte que si se lleva la teja, debe devolverla o su cama se mojará, y si su cama se moja, debe poner la teja en otro lado, pues ya no volverá a su

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    Este poema de cinco estrofas describe el enredo de los ojos del hablante con los de su amada, como las zarzamoras en un vallado. El hablante nota que el mandil de su amada tiene veinticinco ramitos, y le pide llevarse una teja de su tejado para no irse desconsolado esa noche. Le advierte que si se lleva la teja, debe devolverla o su cama se mojará, y si su cama se moja, debe poner la teja en otro lado, pues ya no volverá a su

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    Seguidillas Casavieja

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    Este poema de cinco estrofas describe el enredo de los ojos del hablante con los de su amada, como las zarzamoras en un vallado. El hablante nota que el mandil de su amada tiene veinticinco ramitos, y le pide llevarse una teja de su tejado para no irse desconsolado esa noche. Le advierte que si se lleva la teja, debe devolverla o su cama se mojará, y si su cama se moja, debe poner la teja en otro lado, pues ya no volverá a su

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    Seguidillas (Casavieja)

    Se han enredado
    tus ojitos con los míos
    se han enredado
    como las zarzamoras
    en el vallado.

    Tiene tu mandil
    veinticinco ramitos
    tiene tu mandil
    quien te los ha contado
    me lo ha dicho a mí.

    De tu tejado
    una tejita me llevo
    de tu tejado
    por no irme esta noche
    desconsolado.

    Vuélvela luego
    si te llevas la teja
    vuélvela luego
    que se moja la cama
    donde yo duermo.

    Pónla a otro lado


    si se te moja la cama
    ponla a otro lado
    que esta teja no vuelve
    ya a tu tejado.

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