La seguridad de la información no solo depende de la tecnología
El COVID-19 significó un reto en materia de inversión en equipos de cómputo y tecnologías para proteger los activos de información y mantener las operaciones de muchas empresas, especialmente medianas y pequeñas. De acuerdo a una encuesta, se preguntaba si México era un país preparado para afrontar los riesgos del presente y del futuro, pues 22% de las empresas encuestadas no tenía pensado implementar tecnologías emergentes en su gestión de riesgos. Actualmente, el nuevo modelo de trabajo remoto ha sido un gran desafío para las compañías, y ha incrementado significativamente los riesgos, entre ellos la vulnerabilidad de ser víctimas de ataques y fraudes cibernéticos. Sin embargo, no es suficiente contar con las herramientas tecnológicas sino se capacita al talento para responder al nuevo entorno.