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F.

Miguel Martínez Martín


Emilia V. Enríquez Carrasco
Ángeles Estévez Rodríguez

LENGUA ESPAÑOLA
(Para Filología Inglesa)

UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA


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ÍNDICE

PRIMERA PARTE
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL
&-IGUEL-ARTÁNEZ-ARTÁN

Presentación ............................................................................................ 11
Tema 1. La Hispania prerromana y la romanización ..................... 13
Tema 2. El influjo lingüístico de los visigodos y de los árabes. Las
lenguas de los primeros reinos cristianos .......................... 31
Tema 3. La lengua hasta el siglo XIII. Nacimiento del castellano y
primera etapa normalizadora con Alfonso X el Sabio ...... 55
Tema 4. La lengua en los siglos XIV y XV. El español preclásico y el
Renacimiento ....................................................................... 75
Tema 5. La lengua española en los Siglos de Oro. La LUCHADENOR
MAS ....................................................................................... 93
Tema 6. El siglo XVIII y el nacimiento de la norma de la Real Aca-
demia Española. Política lingüística en el español ........... 113

SEGUNDA PARTE
FONOLOGÍA Y FONÉTICA
&-IGUEL-ARTÁNEZ-ARTÁN

Presentación ............................................................................................ 127


Tema 7. Enmarque general de la fonología y fonética del español 129
Tema 8. La fonética articulatoria ...................................................... 151
Tema 9. Las vocales y las secuencias vocálicas en español ............. 175
Tema 10. Los fonemas de las series oclusiva y nasal ........................... 201
Tema 11. Los fonemas de las series fricativa, africada y líquida ..... 225
8 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Tema 12. La sílaba y los prosodemas o suprasegmentos en español 255


Actividades para los temas 7-12 ............................................................ 279

TERCERA PARTE
GRAMÁTICA: NIVEL MORFOSINTÁCTICO
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Presentación ............................................................................................ 287


Tema 13. Unidades de la gramática. Clases de palabras y formación
de palabras ........................................................................... 289
Tema 14. El sintagma y la oración ..................................................... 293
Tema 15. Las funciones sintácticas I: Sujeto, complemento directo
y complemento indirecto. Oraciones subordinadas sus-
tantivas I .............................................................................. 297
Tema 16. Las funciones sintácticas II. Complemento de régimen
preposicional, complemento circunstancial, atributo y
complemento predicativo. Complementos de un núcleo
no verbal. Oraciones subordinadas sustantivas II ............ 301
Tema 17. Las oraciones subordinadas adjetivas. Consecutivas.
Comparativas ....................................................................... 305
Tema 18. Las oraciones subordinadas adverbiales propias e impro-
pias ....................................................................................... 309
Tema 19. La oración compuesta. Oraciones yuxtapuestas. Oracio-
nes coordinadas ................................................................... 313

CUARTA PARTE
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO
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Presentación ............................................................................................ 321


Tema 20. Nivel semántico I: Definición y delimitación de objetivos .. 323
Tema 21. Nivel semántico II: Relaciones entre significados ............. 351
Tema 22. Ampliaciones del significado lingüístico I ......................... 387
Tema 23. Ampliaciones del significado lingüístico II ......................... 437
Tema 24. El estudio del léxico I: La lexicología. El léxico español .. 479
Tema 25. El estudio del léxico II: La lexicología. Los diccionarios
del español ........................................................................... 543

Bibliografía general ................................................................................ 593


PRIMERA PARTE
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL
F. Miguel Martínez Martín
PRESENTACIÓN

Estos primeros seis temas le mostrarán una rápida visión de la historia de


la lengua española. Conocer un idioma implica conocer algo de su historia, y
más si nos queremos acercar a este conocimiento desde una perspectiva de
filólogos.
Tras su estudio comprenderá mejor que un idioma es un producto huma-
no en el que están implicados sus hablantes, los escritores, las tradiciones
culturales, los avatares sociales y políticos de ese grupo de hablantes.
La lengua, al igual que las creencias y que los principios de convivencia se
establece por consenso de los hablantes. La lengua es un hecho social, un
producto social y la historia de sus hablantes suele conformar la historia de
su código de comunicación oral y escrita.
Conocer una lengua implica conocer algunos pormenores de su evolución
histórica muy unida a la evolución de la cultura, del pensamiento y de su
manifestación artística. La historia del español es larga y compleja, pero sólo
nos detendremos en los aspectos más destacados de su evolución y en los
esfuerzos de sus hablantes por convertir a esta lengua en un buen instru-
mento de expresión de ideas y sentimientos para un importante número de
personas.
Para ello hemos tomado doctrina y ejemplos de las enseñanzas que el pro-
fesor Rafael Lapesa ha vertido en su libro (ISTORIADELA,ENGUA%SPAÅOLA, al
que hacemos referencia en la bibliografía.
Tema 1
LA HISPANIA PRERROMANA
Y LA ROMANIZACIÓN

Presentación
1. Los pueblos prerromanos
2. Restos ibéricos y su relación con el vascuence
3. Los sustratos
4. Rasgos lingüísticos del sustrato prerromano
4.1 Rasgos fonéticos
4.2 Rasos morfológicos
4.3 Rasgos léxicos
4.4 Palabras celtas
4.5 Palabras de origen vasco
5. La lengua del imperio romano
6. La romanización
7. La lengua latina
8. El latín vulgar de Hispania en relación con el latín vulgar del resto
de la Romania
9. Diferencias internas occidentales
10. Diferencias internas en la Península Ibérica
11. El término patrimonial, el semiculto y el culto
PRESENTACIÓN

En este tema, el alumno podrá reconocer la herencia que los antiguos


pobladores de la Península han dejado sobre el español y sopesar todo el
valor de su cultura. Se exponen ciertas características de la lengua latina, la
lengua madre de las llamadas lenguas románicas.
Exponemos muy brevemente las características de la implantación del
latín como lengua de cultura en la península Ibérica. Este proceso va a traer
diferencias en la configuración de los territorios y de las lenguas que se
hablan en ellos. Hablaremos de las fases y características de la romanización
en la península Ibérica, que fue la semilla del nacimiento, a partir del latín
vulgar de Hispania, de las diferentes lenguas románicas dentro de este terri-
torio: el español, el catalán, el gallego-portugués.

1. LOS PUEBLOS PRERROMANOS

Estrabón, geógrafo griego que vivió en tiempos del emperador romano


Augusto, da fe en sus escritos de que en la península Ibérica había muchas y
muy diversas lenguas. Esta afirmación ha sido comprobada en la actualidad
gracias a la labor de arqueólogos, etnólogos y lingüistas, quienes poco a poco
van desvelando los secretos de la historia de la humanidad.
Por Antonio Tovar (1959) tenemos noticias de que pueblos con idiomas
afines al vasco, de los cuales sólo ha permanecido el vasco, estaban asentados
a ambos lados de los Pirineos y que llegaban hasta casi la Galicia actual, con
asentamientos en toda la cornisa cantábrica.
En la costa de Levante, el actual valle del Ebro y zonas vecinas del inte-
rior hay pruebas de la existencia de los iberos, pueblo de origen norteafrica-
no, cuyo nombre usaron los escritores griegos para llamar así a la península
Ibérica.
16 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

123
1

123
2

1. Lenguas no indoeuropeas
2. Lenguas indoeuropeas

FIGURA 1. Las lenguas primitivas de la península Ibérica (según A. Tovar).


(Recogido de Quilis: 1979)

En el sur de la actual Portugal y en la baja Andalucía tuvo asiento la anti-


gua y famosa civilización de los tartesios. La riqueza de mineral de plata que
ostentaba su rey Argantonius fue proverbial entre viajeros de culturas orien-
tales de la época; no en vano la raíz de su nombre, ARG forma la palabra lati-
na plata o metal brillante (ARGENTUM).
Los fenicios se asentaron en las costas del sur de la Península y fundaron,
entre otros asentamientos, el de Cádiz (GADIR: «recinto amurallado»), Málaga
(MALAKA: «factoría»). De origen fenicio es el nombre España (HISPANIA: «tierra
de conejos» o «tierra escondida»). El pueblo fenicio fue el impulsor de la cul-
tura ibérica; y el hecho de que conservemos la Dama de Elche, perfecta sim-
biosis de la cultura ibérica y la oriental, es buena prueba de ese interés cultu-
ral de los fenicios por lo ibérico.
Los griegos se asentaron en colonias como Ampurias y Rosas, en la actual
provincia de Gerona (Costa Brava). En Alicante (,UCENTUM) tuvieron otro
importante emporio y siguieron colonizando hacia el sur.
Herodoto de Halicarnaso, en el año 445 a. de C., hace referencia en sus
escritos a unos pueblos de origen indoeuropeo a los que se les llamó «celtas».
Estos pueblos habitaron el centro y el oeste peninsular bajando por el oeste
hacia la antigua Tartesos y otras zonas del sur.
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 17

A los celtas se unieron pueblos indoeuropeizados como los ligures (en la


actual zona de Niza, Mónaco y alrededores), los ilirios (pueblo que habitaba
la zona oriental de la Serbia actual) e incluso algún pueblo germánico. Pocos
restos quedan de sus lenguas, pero lo poco que queda hace presumir la con-
vivencia de lenguas paraceltas distintas del arquetipo celta. Por ejemplo, el
sufijo -SCO abunda en topónimos norteños como "IESCAS "ENASQUE; en antro-
pónimos norteños como 6ELASCO(BELA «cuervo» + -SCO); en topónimos del cen-
tro como /RUSCO (Madrid) y del Oeste como ,EDUSCO (La Coruña). El nombre
VASCONES que significa «los montañeses», «los de las alturas» o « los altivos»,
en sentido figurado, contiene esa raíz paracelta SCO.
Dice Lapesa (1980: 28) que el contacto entre las distintas lenguas y gentes
debía de ser muy grande en toda la Península. Incluso en Galicia, tradicional
feudo celta, se advierte la presencia de pueblos de nombres bárbaros, no cel-
tas. En Lérida, uno de los caudillos ilergetes muertos en combate en el año
205 a. de C., Mandonio, es un derivado de la misma palabra ilirio-celta que
subsiste en el vasco MANDO: «mulo».

2. RESTOS IBÉRICOS Y SU RELACIÓN CON EL VASCUENCE


Aunque contamos con más de mil palabras registradas de la lengua ibéri-
ca, es muy poco lo que se sabe sobre esta lengua. Nada hay seguro sobre su
procedencia, aunque ciertos indicios la hacen suponer de origen camítico, es
decir norteafricano. Esta lengua convivió durante largo tiempo con el vas-
cuence o con lenguas o dialectos emparentados con la lengua vasca, pero
poco tenían en común. El conocimiento del vascuence no ha servido mucho
para interpretar las inscripciones ibéricas.
Hay un famoso vaso, encontrado en Liria, provincia de Valencia, que está
decorado con figuras de guerreros con lanzas y arcos y con la frase en una
lengua ibérica GU DU ADE IS TE A, que en el actual vascuence podría traducir-
se como «grito de guerra»o «llamada a la guerra» (vasco GUDU «guerra» o
GUDARIiguerrerow Pues bien, esas palabras no son palabras vascas patrimo-
niales, más bien parecen préstamos de alguna lengua germánica en el caso de
GUDUy del latín DICTUM en el caso de DEI «llamar» o DEITU «llamada». Recor-

FIGURA 2. Inscripción de Liria: gu-du-a de-i-s-te-a (según esquema de Tovar).


18 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

demos que no hay esfera de la vida en la cultura vasca, espiritual o material,


que no esté llena de latinismos adaptados a sus peculiares estructuras fono-
lógicas y morfológicas. Es decir, solo el conocimiento del vascuence no sirve
para interpretar y descifrar el significado de palabras ibéricas. Los parecidos
entre el vasco y el ibérico no deben ser interpretados como parentescos.
Los problemas lingüísticos se han estado mezclando desde la época del
romanticismo con problemas étnicos debido a un trasnochado nacionalismo
que está dando en estos momentos muchos quebraderos de cabeza. Con lo
que contamos es solamente con un mutuo influjo del vascuence y del ibérico.
No conviene mezclar cuestiones étnicas con cuestiones lingüísticas porque lo
más seguro es que nos confundamos. Todas las lenguas que perviven son
mezcla, mestizajes lingüísticos; no existe la lengua pura, que se mantenga en
sus orígenes tras largos años de convivencia con otras lenguas y sin el freno
de la escritura. No hay una raza pura ni hay una lengua pura, sino mestiza-
jes; de los mestizajes es de donde nace la riqueza cultural, da igual en qué
lugar o en qué tiempo.

3. LOS SUSTRATOS

La romanización de la Península fue lenta, pero muy intensa; tanto que,


si exceptuamos la zona vasca, las lenguas de los restantes territorios, lenguas
indoeuropeas (célticas) y no indoeuropeas (ibéricas), e incluso otras lenguas
emparentadas con el vascuence, desaparecieron, pero enriquecieron a su
sociedad dejando paso al latín como lengua de intercomunicación general.
Ahora bien, a pesar de la desaparición de esas lenguas, quedaron huellas
indelebles en decenas de palabras que son patrimoniales en el español, el
catalán, el gallego, muchas de las cuales se mantienen en el vascuence actual.
Además, estas lenguas nos legaron instrumentos de derivación y composi-
ción muy fructíferos. Así tenemos palabras de ese origen como CHAPARRO
(«encina o roble joven»; vasco TSAPAR); MATA («arbusto»; vasco MATA); MORRO
(«saliente que forman los labios abultados»); BARRANCO(«depresión producida
por las aguas de la lluvia»); SAPOvasco ZAPO); BARRO; VEGA («tierra baja bien
regada (TERRA IBAIKA; vasco IBAI); CHARRO («vasto, tosco»; vasco TSAR); CAMA
«lecho»; CENCERRO (esquila; vasco ZINZERRI); ARO «molde redondo»; CHAPARRÆN
«lluvia muy fuerte y de corta duración»; SOCARRAR («chamuscar, requemar»);
CIGARRA «insecto»; BRUJA; BECERRO «toro de menos de dos años», etc.
Quiere esto decir que durante los siglos de bilingüismo LATÁNDE(ISPANIA
LENGUAINDÁGENADE(ISPANIA tuvieron que quedar hábitos articulatorios, ras-
gos peculiares de entonación y ritmo de habla; tendencias sintácticas, morfo-
lógicas y léxicas. Y esto es lo que denominamos sustrato lingüístico. Dice
Lapesa (1980: 39) que «cuando un fenómeno propio de una región es muy
raro o desconocido en el resto de la Romania, si en el idioma prelatino corres-
pondiente existían tendencias parecidas, debe reconocerse la intervención
del factor indígena». Y esto sucede con unos cuantos rasgos lingüísticos que
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 19

conforman un peculiar modo de hablar latín por los indígenas hispanos,


según la lengua que tuvieran.
Cicerón mencionaba un HISPANOOREPINGUEQUIDAMATQUEPEREGRINUM, un
modo de hablar latín «a la española», por el que los hispanos se distinguían
de hablantes de otras zonas del imperio. Cuentan que el emperador Adriano
(76-138), cuando era funcionario en Roma, hablaba ante los senadores con
una pronunciación extraña a los oídos romanos; aún no se había librado del
acento de Itálica (en la Bética), que era de donde provenía su familia; poste-
riormente se dedicó a estudiar el latín hasta alcanzar el dominio de la lengua
y una gran capacidad oratoria y de belleza en su expresión (Oliver Asín,
1939: 23).

4. RASGOS LINGÜÍSTICOS DEL SUSTRATO PRERROMANO

Para explicar posibles tendencias lingüísticas cuyos orígenes parecen


estar en las lenguas prerromanas vamos a ver algunos fenómenos fonológi-
cos; pero hay otros muchos rasgos morfológicos y, por supuesto, un gran
número de términos léxicos que así lo atestiguan y de los que daremos algu-
nos ejemplos. Estos fenómenos los han estudiado lingüistas como Wartburg
en ,AFRAGMENTACIÆNLINGÍÁSTICADELA2OMANIA y Ramón Menéndez Pidal en
/RÁGENESDELESPAÅOL.

4.1. Rasgos fonéticos

a) Un sustrato de lengua cántabro similar al vasco es el origen de la ten-


dencia del futuro romance castellano a hacer desaparecer la /f/ inicial latina
previa aspiración. Este sonido labiodental sordo era de difícil pronunciación
para los norteños; sólo aprendieron a pronunciarla los de Galicia, Lusitania y
la Tarraconense.
Pues bien, esta tendencia apareció en el norte de Burgos, en la montaña
cántabra, en La Rioja: /filio / > /fio/ > /hío/ > /íxo/ «hijo». Parecido fenómeno
se da también en regiones romanizadas de la primitiva zona vasca francesa de
La Gascuña. Los vascos, más de dos mil años más tarde, siguen sin aceptarla
en sus préstamos: es curioso recordar, como lo hace Asín Palacios (1939: 25),
que la palabra «falange» la pronuncian [palánke] algunos caseros vascos.
b) La ausencia del fonema /v/ fricativo labiodental sonoro en el sistema
fonológico del español es otro de los rasgos de sustrato prerromano.Este
fonema, que tampoco existe en gascón, sí que existe en todos los demás idio-
mas románicos y existió en el castellano antiguo, aunque no en las regiones
castellanas más norteñas como en Cantabria y en Vasconia. Tampoco existió
en el vascuence y en el siglo XVI la pronunciación bilabial de /v/ y /b/ indistin-
tamente se atribuía a vizcaínos y gascones, sobre todo. Este mismo tipo de
pronunciación se extendía a finales de la Edad Media desde Galicia hasta
20 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

León, Castilla, Aragón, Cataluña y zonas del sur de Francia. Quiere esto decir
que nos encontramos con un sustrato prerromano más antiguo y extenso que
el representado por la pérdida o aspiración de la / f / inicial latina.
c) La existencia en el español actual de cinco vocales con sus cinco tim-
bres respectivos repartidos en tres grados de apertura (ALTA MEDIA BAJA) se
debe a sustratos prerromanos celtíberos que, a semejanza del vasco, poseían
esas cinco vocales y no los siete timbres vocálicos que tiene el latín de Hispa-
nia / i e a o u  ɔ / y que se han mantenido, por ejemplo, en el sistema fonoló-
gico catalán. Esta hipótesis merecerá completa aceptación cuando se com-
pruebe que las lenguas prerromanas no vascas del centro de la Península
tenían un vocalismo de sólo cinco fonemas.
d) En el sistema fonológico español contamos con dos fonemas vibrantes:
el simple /r/ y el múltiple / r / que se oponen en posición intervocálica: /káro/ y
/kár o/ ; /móro/ y /mór o/ ; / kóro/ y /kór o/. En posición inicial, el español sólo
conoce el vibrante múltiple. Esta curiosa distribución opositiva puede ser un
fenómeno de sustrato ibérico o celtibérico. El sistema fonológico vasco exige
la prótesis de una vocal en inicio de palabra para pronunciar /r / /ar ása/ /ar ósa/
(«raza, rosa»). Esta solución se extendió por el español preliterario creando
dobletes léxicos que han estado conviviendo con epéntesis y sin epéntesis:
RUGA REPENTIR RANCAR REBATARARRUGA ARREPENTIR ARRANCAR ARREBATAR
e) En los siglos IX al XI aparece muy arraigado en Galicia, Portugal, Astu-
rias, León y Castilla el fenómeno llamado «lenición céltica» o sea la sonori-
zación y posterior fricatización en muchos casos de los fonemas oclusivos
sordos intervocálicos; o lo que es lo mismo, la indiferenciación de los rasgos
SORDO SONORO en esa posición. Este rasgo se utiliza para distinguir a las len-
gua de la Romania occidental de las de la Romania oriental, según tengan o
no sustrato céltico. Hay inscripciones del latín vulgar de estas zonas en las
que se rastrean dobletes léxicos: PEREGRINUS y PERECRINUS, PERPEDUO y PERPE-
TUO, AUCUSTINUS y AUGUSTINUS, -BRICA y -BRIGA (sufijos, estos últimos que hacen
referencia a FORTALEZA).
f) Otro fenómeno de sustrato celta es la palatalización del grupo latino
/kt/ ya sea hacia una solución vocálica /it/ o consonántica /tʃ/: NOCTE
> /nótʃe/, /noite/; FACTUM > / féito/ > / étʃo/.

4.2. Rasgos morfológicos


En las lenguas celtíberas, los sustantivos con tema en {-o} tenían como
desinencia de nominativo plural {-os}. Tenemos inscripciones con ejemplos
como ARATICOS, LUTIACOS como núcleo de sintagma nominal sujeto. Este
hecho pudo haber sido el causante de que en Hispania desapareciera el nomi-
nativo plural del latín {-i} y quedase una forma única {-os} tanto para el nomi-
nativo como para el acusativo masculino plural.
Otro hábito heredado de lenguas peninsulares anteriores es la técnica de
formar palabras derivadas añadiendo, en algún lugar de la palabra primitiva,
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 21

un incremento vocálico átono, por ejemplo una vocal { a }. Así, de las palabras
primitivas LAMPO MEDA CIENO AGALLA CASCA tenemos derivadas como REL·MPa-
GO M½DaNO CI½NaGA AG·LLARA C·SCaRA. A veces sólo contamos con la forma deri-
vada, la primitiva se ha perdido, es el caso de P·RAMO L½GAMO R·FAGA B·LAGO .

4.3. Rasgos léxicos


La influencia del léxico prerromano en el vocabulario romance de la
Península es importante y son muchas las palabras patrimoniales españolas
de las que no se puede dar una etimología adecuada partiendo del latín o de
otras lenguas conocidas. Son términos de significado concreto, es decir, en
ellos no hay procesos de significación figurados, metafóricos y la mayoría
hacen referencia a la vida material rural y a la propia naturaleza: sustantivos
referidos al terreno, nombres de árboles o plantas, nombres de animales,
palabras relacionadas con quehaceres rústicos o prendas de vestir. No pervi-
ve ninguna palabra que se refiera a la espiritualidad o a la organización polí-
tica o social de los pueblos que hablaban estas lenguas.
Muchas de estas palabras son tan viejas y están tan arraigadas en la cul-
tura popular que debemos suponerlas pertenecientes a estas lenguas prerro-
manas: ABARCA ARTIGA AULAGA BARDA BARRACA BARRO CUETO CHARCO GAL·PAGO
MANTECA  PERRO REBECO SILO SIMA TOCA son palabras prerromanas, pero no
sabemos a qué lengua o tipo de lengua prerromana puedan pertenecer.
De otras palabras sí conocemos la lengua indoeuropea o no indoeuropea
de la que puedan provenir, por la existencia de características fonéticas pare-
cidas al vascuence, ibérico, celta o ligur y no explicables por fonética latina
ni por cultismos latinos posteriores. Lapesa (1980: 48 y sig.) nos da unas bre-
ves anotaciones sobre este asunto y señala el posible origen cartaginés de
TAMUJO (en portugués TAMUGE una planta que se da en una zona argelina
donde estuvo situada la antigua ciudad de 4AMUGADI. Parecen ibéricas o ligu-
res palabras como BARRANCO CARRASCA LAMA G·NDARA(«pedernal») NAVA.

4.4. Palabras celtas


Palabras de probable origen celta son los nombres de terreno: BERRUECO
P·RAMO  BALSA LOSAL½GAMO OLCA «terreno cercado inmediato a la casa y de
buena calidad agrícola» (recuérdese la actual LAS(UELGAS y el francés actual
OUCHE). Hay nombres de plantas como ABEDUL ALISO ·LAMO BELEÅO BERRO. Cel-
tas son los nombres de animales como PUERCO  TORO GARZA RODABALLO . Así,
señala Lapesa que en la inscripción celta de #ABE•ODAS&RAGUAS se encuentra
PORCOM y TAUROM , que se anticipan a los posteriores latinos TAURUS y
PORCUS.

Otras palabras celtas son COLMENA  GANCHO AMELGA BERRENDO CANTIGA


BARANDA TARUGO. Verbos como GORAR («incubar», huevo güero, huero), ESTAN
CAR TRANZAR VIRAR. #ALZÆN, BRAGA (BRACA) eran típicas prendas celtas.
22 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Escritores latinos afirman que LANCEA (LANZA) era una palabra hispana.
Otros escritores señalan como típicamente hispanas y no latinas palabras
como ARRUGIA (ARROYO), CUSCULIU (COSCOJO), GURDUS (GORDO  en el sentido de
«necio»). Es muy probable que el latín tomara como préstamo palabras indí-
genas de productos mineros, agrícolas, que se obtenían particularmente en la
Península: PLOMO  GALENA MINIO SOBRAL «monte de alcornoques», ESTEPA
«mata parecida a la jara» y otras más.
Hay palabras que creemos que son celtas originales de la Península y que
en realidad son palabras celtas que pasaron al latín y desde ahí se introduje-
ron en el léxico del latín vulgar de gran parte de las lenguas romances, entre
ellas el latín de Hispania. Es el caso de CAMISA CAMISIA, CABAÅA CAPANNA, CER
VEZA CEREVISIA, LEGUA LEUCA, SALMÆNSALMO, CARRO CARRUS, vasallo VASALLUS, BRÁO
(BRIGOS «fuerza»).

4.5. Palabras de origen vasco


No olvidemos que los vasquismos han ido entrando en nuestro léxico
desde tiempos remotos hasta siglos posteriores a la romanización; aunque el
proceso contrario, o sea la influencia léxica del español sobre el vasco haya
sido y siga siendo mucho mayor. Patronímicos como 'ARCÁA ¨ÅIGO *IMENO
eran nombres de origen vasco. Se formaban sobrenombres como -INAYA (mi
ANAIA «hermano») o -IECHA (mi AITA «padre»). Berceo utilizaba la palabra
vasca BILDUR «miedo», y ZATOO•ATICOvienen del vasco ZATI«pedazo»; EZKE
R es «izquierdo». Y tenemos otros préstamos que aluden a usos hogareños
como ASCUA SOCARRAR CHABOLA«jaula». Hay nombres de minerales, animales
y plantas como PIZARRA ZUMAYA CHAPARRO. "OINA CHISTERA ZAMARRAOCHAMA
RRAson prendas de vestir. De la agricultura son NARRIA LAYA«pala de labrar»
CENCERRO. 'ABARRA es un término de transporte por las rías. Términos vascos
son AQUELARRE y ÆRDAGO

5. LA LENGUA DEL IMPERIO ROMANO

Se dice que el español actual es el latín vulgar hablado en la Península y


evolucionado a causa de las vicisitudes históricas que se han producido en
más de dos mil años de uso de la lengua.
Como sucede con todas las lenguas de cultura que han creado descen-
dencia lingüística, el devenir histórico del latín va unido al devenir histórico
del poder político y de la civilización que sustenta la lengua. Este devenir his-
tórico suele corresponderse, a su vez, con dos tiempos históricos: el de la uni-
ficación y el de la disgregación. El de la unificación política del imperio que
se va construyendo mediante conquistas y la civilización de ese imperio, en
este caso, la romanización. El segundo tiempo hace referencia a la disgrega-
ción del imperio político que trae consigo la dislocación sociocultural y lin-
güística (Veiko Väänänen, 1967: 39 y sig.)
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 23

6. LA ROMANIZACIÓN

Por ROMANIZACIÆNse entiende la asimilación lingüística y cultural de los


diversos pueblos sometidos por Roma. Los soldados veteranos, los colonos y
los administradores que se aposentan en los nuevos territorios fueron impo-
niendo la civilización romana y con ella difundieron su lengua, el principal
instrumento de comunicación, ELLATÁN. Esta imposición no se produjo utili-
zando la violencia; para la adopción y difusión de la lengua latina bastó el
hecho de que el latín se utilizara en las escuelas, en el ejército, en la adminis-
tración, en los intercambios comerciales.
En la península Ibérica, en Hispania, la romanización duró más de qui-
nientos años. La romanización más temprana y más intensa comenzó en el
sur, en la Bética, ya que al ser una región con más contactos externos que el
resto de la Península, resultó más fácil para sus habitantes asimilar una cul-
tura prestigiosa y a todas luces superior a la suya. Los veteranos legionarios
se casan con hispanas y van fundando nuevas poblaciones desde los primeros
tiempos de la conquista. En el año 206 a. de C. se fundó Itálica, en el 169 a.
de C. se declaró a Córdoba colonia patricia, es decir, se la declaró ciudad
señorial. Estrabón cuenta que en la época de Augusto los habitantes de las
ciudades de la Bética habían adoptado las costumbres romanas y habían olvi-
dado su lengua nativa prerromana. Señala Estrabón que Julio César arenga-
ba en latín a los jóvenes soldados sevillanos y cordobeses; en las Galias, por el
contrario, tenía que hablar con intérpretes de la lengua prerromana corres-
pondiente (Oliver Asín, 1939: 20).
Muchos colonos acudieron y se instalaron en las costas levantinas y en el
valle del Ebro y en el interior vecino, pero allí la romanización de levantinos,
turdetanos y de celtíberos fue algo más lenta: a principios de nuestra era, su
romanización no estaba tan avanzada como la de la Bética. Mucho más retra-
sada estaba aún la romanización en la Lusitania. Los pueblos del Norte:
galaicos, astures, cántabros y vascones seguían viviendo con arreglo a sus pri-
mitivas costumbres.
Ahora bien, hay que pensar que la desaparición de las primitivas lenguas
peninsulares tuvo que estar precedida de un período de bilingüismo más o
menos largo, según lugares y estratificación sociocultural. Los hablantes de
esas lenguas prerromanas comenzarían a utilizar el latín sólo para entender-
se con los romanos; más tarde, el latín sería el instrumento de intercomuni-
cación de todos los hablantes de distintas lenguas, ya unificados política-
mente. Las lenguas indígenas se irían refugiando en la conversación familiar
y en pequeñas comunidades hasta su desaparición por latinización completa.
Es interesante recordar que el alfabeto ibérico seguía utilizándose en Levan-
te entrada nuestra era, lo que quiere decir que sobrevivían aún las lenguas
nativas en los siglos II y III.
Sólo se conservó una lengua indígena, el vascuence, y esto se debió a
que, por los motivos que fueren, los territorios de lengua y cultura vasca
24 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

quedaron muy apartados de las grandes vías de comunicación romanas.


No olvidaron su lengua, pero aprendieron a hablar latín y conservaron una
lengua con más del cincuenta por ciento de su léxico que señala un origen
latino y que demuestra la imposibilidad de sustraerse a la cultura que
aportó Roma.

7. LA LENGUA LATINA

La LENGUALATINA es una lengua indoeuropea que se distingue de entre las


demás lenguas indoeuropeas, a las que va desalojando, por la característica
lingüística de su CONCISIÆN, de su PRECISIÆN. Väänänen (1967) dice que carece
de la musicalidad y finura de matices lingüísticos que ha adquirido el griego
y que su flexión es comparativamente más pobre; pero simplifica y hace más
conciso todo el instrumental expresivo, lo que puede observarse, por ejemplo,
en los procedimientos de composición y de derivación, mucho más simples
que los griegos.
En sus orígenes, la lengua latina era, como dice Väänänem, una lengua de
campesinos en la que COLERE HABITAR era también CULTIVAR; CONSIDERAR se decía
PUTARE, cuyo significado propio era PODAR $ISTINGUIR se decía CERNERE, que
significaba CRIBAR. VERSUS «línea de escritura» significaba SURCO y un RIVAL era
el que compartía el agua de un RIVUS ARROYO, RÁO.
Se utilizaba mucho los circunloquios, en lugar de componer y derivar
palabras: CAESAR OCCISUS era ELASESINATODE#½SAR ; AB URBE CONDITA significa
DESDELAFUNDACIÆNDELACIUDAD; CICERONE CONSULE significa BAJOELCONSULADO
DE#ICERÆN; MUTATIS MUTANDIS es CAMBIANDOLOQUEHAYAQUECAMBIAR.

8. EL LATÍN VULGAR DE HISPANIA EN RELACIÓN


CON EL LATÍN VULGAR DEL RESTO DE LA ROMANIA

Las distintas culturas y pueblos que se romanizan van adquiriendo a la


vez la lengua latina, dando características especiales a ese hablar. Así, el latín
de Hispania se va haciendo diferente del latín de otros pueblos del imperio
romano.
La unidad fundamental del latín como lengua de intercomunicación no
implicaba la falta de diferencias regionales. Cuando se deshace el Imperio,
las provincias, convertidas en unidades políticas independientes y bárbaras,
quedaron aisladas y el latín vulgar, sin el equilibrio que le proporcionaba la
lengua clásica que se estudiaba en las escuelas, sin contención sociolingüísti-
ca de la variante prestigiosa, fue entrando en el camino del polimorfismo
generalizado en todos los niveles lingüísticos, camino que conducía, inevita-
blemente, hacia cambios fonéticos, léxicos, sintácticos, fraseológicos; hacia
el resquebrajamiento de la unidad lingüística: las diferencias lingüísticas
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 25

locales fueron convirtiéndose en dialectos y en idiomas diferentes con el paso


del tiempo. Suelen distinguirse dos grupos fundamentales de lenguas:
1) El grupo ORIENTAL formado por el rumano (la antigua Dacia) y los dia-
lectos de Dalmacia y los de la península Itálica.
2) El grupo OCCIDENTAL, constituido principalmente por los dialectos del
norte de Italia, por los de la Galia y por los de Hispania.
Cada uno de estos grupos lingüísticos muestra tendencias lingüísticas
distintas que van conformando cada lengua, asunto que se estudia en la
asignatura de Filología Románica. Así, en las variantes occidentales se
mantiene muy fuerte el influjo celta de la sonorización de las consonantes
oclusivas sordas intervocálicas y de la tendencia generalizada a la palatali-
zación de los grupos de consonantes CT, que antes vimos: de MUTARE se llega
a MUTAR(oriente) y a MUDAR MUER (occidente: español, francés); LACTUCA da
lECHUGA, LAITUE en occidente (español, francés) pero LAPTUCA en oriente (en
rumano).
Mientras que el italiano y el rumano prefieren el nominativo plural de los
nombres masculinos terminados en I(alti, lupi), el español, el retorromano,
el gallego-portugués, el catalán prefieren la solución celta de hacer OS el
nominativo y el acusativo plural, como vimos antes: ALTOS LOBOS.
El futuro románico en las lenguas de occidente y en las italianas se forma
con el auxiliar HABERE (TENERQUE): CANTARE HABEO: CANTAR½ CANTERÉ CHANTERAI);
en las lenguas orientales se tiende a construirlo mediante el auxiliar VELLE
(iQUERERw): VOIU CINTA «cantaré» en rumano. En el oriente de la Romania
abundan las soluciones acentuales esdrújulas (ritmo dactílico) frente a las
soluciones paroxítonas (llanas) de occidente: TABULA TABLA TAULA TABLE frente
a TAVOLA /távola/ en italiano.

9. DIFERENCIAS INTERNAS OCCIDENTALES


Dentro de la Romania occidental nos encontramos con diferencias impor-
tantes: unas lenguas, como el francés, son más innovadoras que otras; es
decir, han llevado hasta el final las tendencias generales. Por ejemplo, el fran-
cés generaliza el debilitamiento de la vocal postónica y crea un ritmo de
habla oxítono (agudo), frente al ritmo de habla paroxítono (llano) que se
generó para el español, gallego o catalán.
Tras la sonorización de la oclusiva sorda intervocálica, el francés genera-
liza la supresión de esa consonante en muchos más casos que lo hace el espa-
ñol: SPATHA ESPADA  ½P½E; JOCARE JUGAR  JOUEr. Podemos decir que los datos
escritos de los primeros textos franceses nos indican que ya estaban más ale-
jados del latín que lo está el español en la actualidad.
Es que los habitantes de Hispania hablaban latín de una forma más arcai-
zante que los de la Galia o que los de la misma Roma. Y esto no se debe a nin-
26 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

gún sustrato prerromano, sino a un doble hecho que comparten las zonas
periféricas del Imperio (Hispania, Dacia) frente a las centrales (Galia, Italia).
La romanización en Hispania fue muy antigua, por lo que se conservaron
palabras muy antiguas (igual que sucede hoy día entre el léxico hispanoame-
ricano y el peninsular), pero el hecho es que Hispania y Dacia estaban muy
alejadas de la metrópoli, de Roma, por lo que las tendencias innovadoras o no
llegaban o llegaban muy tarde. Así, GERMANUS > español HERMANO, portugués
IRMAÊ, catalán GERM·; frente a FRATER > francés FRÀRE, italiano FRATELLO). El latín
PASSER significaba GORRIÆN pero también adquirió el sentido amplio de «cual-
quier tipo de avecilla» español P·JARO, portugués P·SSARO, rumano PASARE
frente al resto de la Romania, que prefirió AVICELLU (avecilla), como el francés
OISEAU, italiano UCCELLO.
En español y en portugués, los demostrativos siguen distinguiendo ESTE
ESE y AQUEL en una gradación de distancia entre las tres personas gramatica-
les, igual que sucedía en el latín HIC - ISTE - ILLE. Pues bien, en casi todos los
demás idiomas románicos se ha mantenido, al final de la evolución, una solu-
ción de polarización entre dos personas, la próxima y la lejana: francés CELUI
CI, CELUI LA; italiano QUESTO, QUELLO; rumano ACEST ACEL
En el latín hispánico perduraban los rasgos de pronunciación y vocablos
procedentes de sus lenguas primitivas. RIVUS con su significado primitivo de
ARROYO pasó a significar RÁO «curso importante de agua» de forma que eliminó
a los más modernos FLUVIUS y FLUMEN. En fin, que estas y otras particularida-
des debían dar al latín de Hispania cierto deje especial de vetustez
compensado no obstante por la originalidad y abundancia de sus innova-
ciones.

10. DIFERENCIAS INTERNAS EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

Pero el latín de Hispania tampoco va a ser uniforme en toda la Penín-


sula. La división administrativa romana no se hizo de modo arbitrario,
sino que estaba establecida procurando respetar núcleos previos de pue-
blos indígenas. Este sustrato indígena disociativo fue utilizado posterior-
mente por la Iglesia cuando estableció sus sedes episcolales respetando
esas divisiones. Señala Lapesa que la región de Miranda do Douro (en
Portugal) perteneció desde siempre a la diócesis de Astorga, por eso sus
habitantes hablan el dialecto leonés, aunque pertenezcan políticamente a
Portugal desde hace varios siglos. Cantabria formaba parte de la Gallae-
cia, mientras que la meseta burgalesa perteneció a la Cartaginense; de ahí
que el castellano de la Montaña y de otras zonas norteñas fuera en un
principio distinto del castellano de la ciudad de Burgos, como veremos
más adelante.
La Bética, la actual Andalucía, más romanizada y culta, influyó con un
latín más purista y conservador sobre la zona dominada por la vía de la Plata
(Extremadura, occidente de Castilla-León). La Tarraconense era zona de
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 27

paso de legionarios, comerciantes y colonos, por lo que traería una población


flotante y de habla algo más descuidada y dada al neologismo descontrolado;
su influjo se centró más sobre el valle del Ebro y penetró por allí hacia la
meseta septentrional.
Todas estas particularidades político-administrativas dan fe de las dife-
rencias interregionales actuales. La parte oriental de la Península ha estable-
cido diferencias con la parte occidental; hay términos portugueses y castella-
nos que difieren de los aragoneses y catalanes debido a la especial relación de
la Tarraconense con la Galia e Italia, mucho más próximas al oriente que al
occidente de la Península: COMER MENJARHABLAR PARLARHALLAR TROBARQUERER
VOLERMESA TAULADAR DONARMATAR OCIURE.

11. EL TÉRMINO PATRIMONIAL, EL SEMICULTO


Y EL CULTO

La lengua latina ha vivido y se ha manifestado en nuestra cultura occi-


dental de dos formas distintas. La primera de ellas hace referencia al latín
como lengua madre de todos los idiomas románicos, siendo la base funda-
mental de su influencia el registro hablado.
El segundo modo de manifestarse el latín ha sido como instrumento uni-
versal y permanente de comunicación cultural y de transmisión escrita y oral
de la cultura. Al utilizar la Iglesia cristiana el latín como lengua universal de
su liturgia, se produjo un freno importante en la marcha evolutiva del latín
hacia su transformación en las distintas lenguas romances. Hasta hace poco
más de cien años, las tesis doctorales se podían presentar en latín y las litera-
turas de las lenguas romances siempre han tenido como modelo a poetas y
gramáticos latinos como Virgilio, Cicerón.
El vocabulario latino ha pasado a las lenguas romances siguiendo itine-
rarios distintos. Unas palabras han vivido siempre en registros hablados, sin
el recuerdo de su forma escrita, totalmente libres a la evolución que les impo-
nen las tendencias y reglas de cambio de la estructura del sistema fonológico:
son las palabras llamadas tradicionales, patrimoniales, populares y que cons-
tituyen el acervo representativo del léxico de cada lengua: FILIUS > HIJO MULIE-
RE > MUJER; FERRUM > HIERROy así cientos de esas palabras en las que se pro-
duce la diptongación de la Ĕ breve y tónica, en las que la F inicial desaparece
o en las que el grupo /l j/ acaba siendo el fonema velar sordo /x/.
Otras palabras, también antiguas y populares pertenecientes al registro
hablado, no han podido desvincularse completamente de trabas cultas en su
evolución. Así, si RINGERE > REÅIR al palatalizar el grupo /ng/, ANGELUS tendría
que haber evolucionado a *ANGLO o
AÅOy la ciudad de EMĔRITA (A u g u s t a)
debería haber dado, tras la diptongación de /Ĕ/ tónica, -IERDA pero se quedó
en -½RIDA Igual que ARCILLA dio > ARCILLA  VIRGINE tuvo que haber derivado a
*VERCENy no a VIRGEN.
28 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

La lista es larga: SIGLO REGLA APÆSTOL OBISPO MILAGRO PELIGRO REINO debe-
rían haber sido *SEJO 
REJA
ABOCHO 
BISBO 
MIRAJO 
PERIJO 
REÅO y así
muchas palabras más. La acción de la Iglesia, de la cultura, de los notarios no
fue suficientemente poderosa para mantener lo culto:
EPÁSCOPO 
REGNO

S½CULO 
PERÁCULO 
MIR·CULO etc., pero sí lo suficiente para frenar o desviar el
cambio que les esperaba según las leyes evolutivas. Este tipo de palabras se
denominan SEMICULTISMOS
Y por último tenemos LOSCULTISMOS que desde que los idiomas van alcan-
zando florecimiento literario van entrando a raudales. Los poetas del Mester
de Clerecía o los traductores de la Escuela de Traductores de Toledo hubieron
de introducir, desde el primer momento, estos cultismos para enriquecer el
idioma. Los latinismos y grecismos penetran durante el Renacimiento y
siguen entrando en el vocabulario hasta nuestros días. Son palabras que
mantienen la estructura formal gráfica con adaptaciones a la fonética o mor-
fología de la lengua romance. Estas palabras han sido tomadas, en su mayor
parte, del latín escrito clásico o medieval y revelan la importancia del espíri-
tu cultural latino y griego en la civilización europea al convertirlas en el indi-
cador de apetencias, inquietudes, orientaciones ideológicas y conquistas
científicas de los tiempos históricos en los que penetraron.
Puede darse el caso de que la palabra latina origine dos palabras roman-
ces, una culta o semiculta y otra popular. Estos dobletes pueden tener valores
semánticos distintos cual es el caso de LITIGAR y LIDIAr, o ser sinónimos: FOSA y
HUESAÁNTEGRO y ENTERO; pero lo más corriente es que cada una de las palabras
del doblete sean palabras independientes, sin más unión entre ellas que el
recuerdo de su etimología común: SECULAR SEGLARLAICO LEGOSIGNO SEÅAFINGIR
HEÅIRARTÁCULO ARTEJOCONCILIO CONCEJORADIO RAYOC·TEDRA CADERA.
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 29

PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN
1. ¿Cómo se llama el rastro o herencia que dejan las lenguas al desapare-
cer?

2. La palabra R·FAGA es una palabra derivada de otra palabra primitiva


prerromana que desconocemos. ¿Qué proceso morfológico se ha se-
guido para la derivación?

3. Señale la contestación falsa: Se debe a un sustrato lingüístico prerro-


mano el hecho de:

A) que en español haya cinco vocales


B) que en español se pronuncie /b/ igual que /v/
C) que en valenciano y catalán se diferencien /b/ y /v/

4. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: La mayor parte


de los términos vascos que han penetrado en español lo hicieron por-
que ya estaban en el latín vulgar de Hispania.

5. Escriba cuáles son los dos grupos lingüísticos románicos que nacen
tras la disgregación del Imperio romano.

6. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: el latín de Hispa-


nia era más arcaico que el latín de la Galia.
30 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN


1. Sustrato. El sustrato lingüístico prerromano es lo que estamos estu-
diando en este tema.

2. Se ha añadido una vocal /a/. Sucede lo mismo que de CIENO derivar CI½
NAGA. Es un procedimiento morfológico muy antiguo en español.

3. Es falsa la C. El hecho de diferenciar /b/ y /v/ en catalán sigue la tradi-


ción latina, no ibérica; no está comprobado.

4. La afirmación es verdadera. El vasco ha penetrado en el castellano


desde que el castellano era un dialecto del latín vulgar leonés que se
hablaba en esa zona.

5. La respuesta es: La Romania oriental y la Romania occidental.

6. Verdadero. Al ser Hispania una región romanizada tempranamente y


con grandes dificultades de acceso a los territorios interiores desde
Roma, las innovaciones llegaban más tarde que, por ejemplo, a la
Galia.
Tema 2
EL INFLUJO LINGÜÍSTICO
DE LOS VISIGODOS Y DE LOS ÁRABES.
LAS LENGUAS DE LOS PRIMEROS
REINOS CRISTIANOS

1. Los visigodos
1.1. El pueblo y su cultura
1.2. La herencia lingüística
2. Los árabes
2.1. El pueblo y su cultura
2.2. La herencia lingüística: los arabismos
3. Los mozárabes: lengua y cultura
4. Los primitivos reinos cristianos
4.1. El reino astur-leonés
4.2. Otros reinos
5. El primer documento escrito en romance: las Glosas Emilianenses y
las Glosas Silenses
5.1. Las Glosas
5.2. Imprecisiones en la lengua de las Glosas
6. El influjo provenzal
7. Avatares políticos de los reinos de la Península en el comienzo del
segundo milenio: siglo XI
PRESENTACIÓN
El pueblo visigodo, que conocía el latín, se asentó en Hispania tras la
caída de Roma. Es importante conocer cómo fue su asentamiento en la
Península y cómo se resolvió el problema social de la integración con la
población hispanorromana para llegar a crear el primer reino de Hispania.
Daremos algunos datos sobre el influjo de su latín vulgar sobre el latín de los
hispanorromanos, mucho más purista, que había producido escritores de la
talla de Séneca o de San Isidoro de Sevilla.
En el año 711, el pueblo árabe invadió el reino visigodo de Hispania. A
partir de entonces, la lengua árabe y las lenguas romances que van naciendo
conviven en una situación de bilingüismo que duró varios siglos y que dejó
un sustrato notable, herencia lingüística que se manifiesta sobre todo en el
léxico. No menos importante fue la herencia cultural que los mozárabes se
encargaron de sintetizar y transmitir posteriormente a los pobladores de los
distintos reinos cristianos del resto de la Península.
En cada uno de estos reinos del norte comienza a desarrollarse una len-
gua romance, es decir, una lengua evolucionada del común latín de Hispania:
leonés, catalán aragonés, navarro, riojano, castellano, gallego. Son lenguas
distintas que generan la imposibilidad de comunicación en una Hispania
acostumbrada a entenderse entre sus pobladores desde hacía muchos siglos
con una lengua común: el latín. Veremos cómo se van desarrollando estas pri-
meras lenguas (dialectos del latín de Hispania) y junto con ellas, los influjos
políticos de sus reyes.
Haremos referencia a los primeros textos conservados escritos en una
lengua romance: las Glosas Emilianenses y las Glosas Silenses, que se escri-
bieron en la zona riojana y castellana del reino de León. De fuera de la Penín-
sula nos viene el influjo provenzal y de la Francia carolingia, que se instala y
consolida en el Condado de Cataluña y que tras extenderse por toda la Penín-
sula demole la tradición de la liturgia visigoda y de su sistema de escritura,
prevaleciendo por la liturgia y escritura carolingia.
34 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Son años, estos del siglo XI, en los que los cambios políticos van poco a
poco dirigiéndose a unificar reinos e idiomas. Se crearán dos grandes espa-
cios políticos León y Aragón, occidente y oriente, con sus rasgos lingüísticos
peculiares, pero con un único afán compartido: unir de nuevo la antigua His-
pania visigoda en un espacio político común, con una lengua común de inter-
comunicación.

1. LOS VISIGODOS

1.1. El pueblo y su cultura


Los germanos, palabra origen del español HERMANO, suevos, vándalos, ala-
nos y visigodos fueron los cuatro grupos humanos que penetraron en Hispa-
nia. Los alanos y suevos fueron exterminados muy pronto y mantiene su
recuerdo algún topónimo como 0UERTODEL!LANO en Huesca, 0UERTO3UEVE en
Asturias (norte de Oviedo). Los vándalos pasaron a África desde JULIA TRA-
DUCTA (hoy Tarifa) a la que se llamó más tarde, P o r t u W a n d a l u s i u, ori-
gen del árabe a l - A n d a l u s, después !NDALUCÁA.
Los visigodos eran los más romanizados de entre los pueblos germanos
que penetraron en la Península. Las no más de doscientas mil personas que se
supone que poblaron Hispania se asentaron en la meseta castellana del Norte:
desde el norte de Palencia y Burgos hasta Soria, Madrid y Toledo, siendo la
actual provincia de Segovia la más intensamente colonizada por la gente visi-
goda. La constante insumisión de pueblos norteños como los cántabros a los
invasores foráneos fue proverbial y hasta mitad del siglo VII, el contacto cultu-
ral y lingüístico con el Norte no fue posible. Además, las leyes visigodas y el
arrianismo visigodo impedían los casamientos mixtos hispanorromanos-visi-
godos; unos y otros huyeron de la convivencia durante largo tiempo agrupán-
dose en poblaciones diferentes, como lo demuestran los topónimos: 'ODOS
2EVILLAGODOS  'UDILLOS 'ODONES frente a 2OMANOS  2OMANILLOS 2OMANCOS
2OMANONES.
A partir de Recaredo, la intolerancia y postura intransigente de dominio
sobre los hispanorromanos se perdió y se debilitó en los visigodos el senti-
miento racista de modo que (ISPANIA no se llamó 'OTIA (los godos), como
'ALIA se llamó &RANCIA (los francos). A raíz de este cambio social, se transfor-
maron las costumbres y el Derecho (Fuero Juzgo) y nació la inspiración épica
que dará lugar más adelante a nuestros cantares de gesta. Godo es desde
entonces sinónimo de noble, del que realiza grandes proezas.

1.2. La herencia lingüística


La herencia lingüística de los visigodos fue escasa y venía ya establecida a
través del latín vulgar. Cuando los godos abandonan su lengua germánica, la
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 35

lengua que hablaron era el latín vulgar de las zonas donde se aposentaron, por
esa razón existen rasgos léxicos visigodo-hispánicos que están en otros roman-
ces como el francés o el italiano: así se observa en palabras pertenecientes al
campo guerrero como GUERRA  ROBAR  GUARDAR  ESPUELA; al vestido  FALDAi plie-
guew COFIA; a la construcción, SALA«espacio abierto», LONJA; a la sociedad y el
derecho, BANDOiprescipción», BANDIDO HERALDO FEUDO «ganado que el señor
entregaba al vasallo», TREGUA «alianza», ORGULLO AFRENTA ESCARNECER RICO FRESCO
GUISAR «preparar», BURGOS «núcleo de población, aldea, fuerte» etc.

Por el contrario, hay palabras españolas de procedencia visigoda que no


tienen correspondencia con otras lenguas románicas; son algunas pertene-
cientes al campo del derecho: SAYÆN «ejecutor, ministro inferior de justicia»;
al de la guerra: ESPÁA; a la indumentaria: ROPA HATO ATAVIAR; a la agricultura:
BROTAR PARRA CASTA «grupo de animales», ESQUILA SERÆN RUECA HASPAi deva-
nadera», GANSO. Del germano GASALIA «compañero» viene AGASAJAR; de un posi-
ble germano *UFIO «abundancia» deriva UFANO; de *HRAPON «arrancar» deriva
RAPAR, de *TRHISKAN «pisotear, trillar» viene TRISCAR. 'RIMA «horror», LOZANO
«soberbio» son palabras visigodas e hispanas; lo mismo sucede con MANTO
HALCÆN COCHINILLA BAJEL, palabras del vulgo que se separan del latín románico.

Toponimia y antroponimia visigoda

Evidentemente, la onomástica y la toponimia visigoda en castellano son


bastante ricas: žLVARO («todo y prevenido»), !LFONSO («todo y lucha»), &ERNAN
DO («alianza y atrevida»), 2ODRIGO («fama y poderoso»), %LVIRA («alegre y
fiel» 'ONZALO (de GUND «combate» y SALVUS). La utilización del patronímico
prerromano EZ  IZ por parte de los germanos como genitivo gótico latiniza-
do fue decisiva para la consolidación de este sufijo que se observa en 2ODRÁ
GUEZ  -ARTÁNEZžLVAREZ (2ODERICI  3IGERICI 'UNTERICI ). Y muchos restos de la
onomástica visigoda se conservan fosilizados en nombres de lugares como
-OND·RIZ 'ONDÆMAR #ASTROGERIZ (CASTRUM SIGERICI).

El latín visigodo

Tras las invasiones germanas, hubo una grave depresión cultural; las
comunicaciones con el resto de la Romania se deshicieron y el latín vulgar de
la Península quedó abandonado a sus tendencias autóctonas: tendencias que
caracterizan tanto a la parte occidental (Galicia, Portugal) como a la parte
oriental (Cataluña, Valencia). Cada vez se hará más difícil la comprensión
entre un hispano-godo y, por ejemplo, un franco, pues cada territorio de la
Romania iba estabilizando sus propias pronunciaciones. San Isidoro dice en
el siglo VII que los italianos habían cambiado la D latina en Z, pronunciando
OZZIE en lugar de HODIE (SICUTSOLENTITALIDICEREOZZIEPROHODIE), recoge Oliver
Asín (1939:40).
36 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Si esta era la situación comunicativa hacia afuera, en el interior, barreras


políticas, como la constante insumisión de los habitantes norteños, ahonda-
ron las nacientes divergencias regionales del habla latinovulgar. Claro es que
en el ambiente culto de las ciudades y en el ambiente eclesiástico se escucha-
ría un latín vulgar que hombres cultos como San Isidoro de Sevilla pedirían
que se cuidase en su corrección hablada y escrita, ya que el latín era la única
lengua que se escribía en Hispania en estos tiempos.
Faltan documentos de esta época para poder establecer las características
lingüísticas de este latín evolucionado; el borrador del testamento del rey
Wamba, y algunas pizarras escritas en el latín visigodo encontradas en tierras
salmantinas, cacereñas o asturianas son las únicas fuentes que tenemos
sobre cómo sería el «latín hispánico» de la época visigoda. Es de suponer que
en las insumisas montañas de Cantabria se asomaran indicios de un dialecto
nuevo que, habida cuenta de la situación política, no debía rebasar los lími-
tes comarcales.

2. LOS ÁRABES
2.1. El pueblo y su cultura
En la misma época en la que San Isidoro redactaba sus obras en Sevilla,
Mahoma fundaba en La Meca, en el año 622, una nueva religión monoteísta
que recogía mucho de las normas de vida y de moral cristiana, de sus creen-
cias y de su liturgia. El Islam creó un imperio que desde el siglo VII hasta el
siglo XII dominó política y culturalmente el mundo conocido. Los musulma-
nes españoles fueron, a partir del año 711, quienes transmitieron al resto de
la Europa occidental los conocimientos de medicina, alquimia, música, filo-
sofía y toda la ciencia perdida tras las invasiones bárbaras. Palabras como
ALCOHOL ELIXIR ZENIT ·LGEBRA CIFRA ALGORITMO CEROreflejan la intrahistoria lin-
güística de la expansión científica.
La lengua preponderante de cultura hasta el siglo XIII fue el árabe, en
detrimento del latín. El árabe, que mantenía una unidad de lengua bastante
estable, era de obligado conocimiento por parte de quienes amaban la cien-
cia y la literatura, sobre todo la poesía, cuya técnica metafórica era muy esti-
mada. Se cuenta que la hegemonía del árabe sobre el latín hispánico era tan
fuerte que hasta un arzobispo de Sevilla dictaba las Sagradas Escrituras en
árabe, no en latín.
Córdoba, como capital del califato, llegó a ser el centro intelectual del
mundo científico, la ciudad desde la que se difundieron por toda Europa las
ideas que marcaron nuevos rumbos en las ciencias y en el arte. Córdoba era
la sede de las Matemáticas, la Teología, la Filosofía, la Música, la Poesía. La
España del Califato, como dice Oliver Asín, fue una España bilingüe en la que
muchos musulmanes y cristianos, mozárabes o no, hablaban el árabe y el
romance, siendo el árabe la lengua oficial y cultural de esos momentos en la
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 37

Península. La lengua de Hispania, el latín vulgar visigótico, no desapareció


gracias a la tolerancia de los árabes para con la lengua de los conquistados. Y
esa situación se mantuvo hasta el siglo XI, cuando los almohades, muy fun-
damentalistas, deshacen el Califato de Córdoba en reinos de Taifas y prohí-
ben el uso del romance en sus reinos.

El bilingüismo árabe-romance

El bilingüismo romance-árabe fue una determinante sociolingüística


durante toda la Edad Media, hasta que las sucesivas expulsiones y la desa-
parición de los moriscos dejaron la cultura árabe en el recuerdo. Tan fuerte
ha sido la influencia del árabe en la vida de las gentes de la Península que no
causan extrañeza las palabras que un morisco decía en la corte de Felipe II:
«¿Por qué queréis que dejemos la lengua árabe? ¿Por ventura es mala? Y si
es mala, ¿por qué la hablan los castellanos mezclada en su lengua?» (Citado
en Oliver Asín, 1939: 46) Estas palabras se dicen en una época en la que nue-
vas técnicas y modas hacen desaparecer los modos medievales y la cultura
musulmana ya nada podrá ofrecer que sea comparable a la cultura europea.
Y así, Villalobos en el 1515 censura a los toledanos porque emplean arabis-
mos que «ensucian y ofuscan la polideza y claridad de la lengua castellana»
El recuerdo del bilingüismo árabe-romance perdura en la vida cotidiana
hasta muy tarde, por eso Juan de Valdés dice en el año 1535 en su $I·LOGODE
LA,ENGUA
«... y avéis de saber que, aunque para muchas cosas de las que nombramos
con vocablos arávigos tenemos vocablos latinos, el uso nos ha hecho tener
por mejores los arávigos que los latinos, y de aquí pues que decimos antes
ALHOMBRA que tapete y tenemos por mejor vocablo AZEITE que olio...»

y sigue diciendo que los árabes introdujeron en la vida muchas cosas y con-
ceptos y con ellas el nombre.

2.2. La herencia lingüística: los arabismos

Tras la invasión de los árabes se desarrolló una nueva fisonomía lingüís-


tica en la Península. Hay que pensar que el tipo musulmán de vida nómada
era muy importante, por lo que la expansión por toda la Península fue rápi-
da. Los beréberes se asentaron en las sierras, los yemeníes, árabes y sirios lo
hicieron en las zonas fértiles de las vegas y convivieron con los hispanogodos
que ahí estaban aposentados. La vida urbana ganó en trascendencia cultural
con lo árabe compartiendo moros y cristianos muchas páginas de la vida dia-
ria: la del gañán y la del hortelano, la del menestral y la del pescador, la de la
esclava y la del ama de casa. Y estas vidas que pasaron como sombras deja-
ron en la lengua huellas más duraderas que las que deja la piedra o el bronce:
con las palabras encontramos la vida donde la vida estuvo, decía el filólogo
Manuel Alvar.
38 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

En el léxico

Se empleaban distintas tácticas militares dirigidas por los ALF½RECES que


montaban ALAJINETAen caballos de color ALAZ·N a los que espoleaban con ACI
CATES mientras que la impedimenta era llevada por AC½MILAS. Se empleaban
armas como el ALFANJE y las flechas se guardaban en la ALJABASe llamaba a
REBATOcon los TAMBORES
Eran otras las organizaciones administrativas con sus ALCALDESYALGUACI
LES que cobraban LAS ALCABALAS La vida comercial traía nuevas palabras y
cosas como los ALMACENES LASADUANAS LOSARANCELESYTARIFAS . En los merca-
dos, los ZOCOS, se vendía productos utilizando medidas como la ARROBA, el
QUINTAL, la FANEGA o el AZUMBRE y se pagaba con MARAVEDISES y DINEROS. Se juga-
ba a juegos de AZAR en los que los TAHËRES arriesgaban su dinero. Pero también
había juegos cultos como el AJEDREZ. Comían una mezcla de harina y miel lla-
mada ALCUZCUZ («cuscús»)  hacían ALBÆNDIGAS, guardaban el ACEITE en una
vasija llamada ALCUZA y machacaban las especias con el ALMIREZ.
La industria de los vestidos y tejidos traía la CHUPA ELALBORNOZ LAALMO
HADAy LAALFOMBRASe calzaban con BABUCHAS y se adornaban con ALHAJASy
ABALORIOS. La música nos ha dejado palabras como LAËD RABEL TAMBOR. Y hay
oficios como el de ALBAÅIL cuyos maestros se dedican a sus TAREASfabricando
ALCOBAS  ZAGUANES AZOTEAS  ponen TABIQUES  y los revisten con AZULEJOS Las
casas se agrupan en ARRABALES o se diseminan en pequeñas ALDEAS y tienen
saneamientos que vierten las aguas a las ALCANTARILLASLos curtidores hacen
BADANASYGUADAMECILESLos bordadores RECAMABANlos ALFAREROS fabricaban
TAZAS YJARRAS Los mineros extraen AZOGUE en !LMAD½N («la mina») Otros
hombres se ganan la vida siendo RABADANES  GAÅANES ZAGALES que trabajan
como pastores, mientras que los labradores producen ALFALFA ARROZ AZAFR·N
BERENJENAS  SANDÁAS ALUBIAS ACEITUNAS en sus regadíos Son palabras que a
base de ser repetidas por árabes, moros y cristianos van a adquirir forma cas-
tellana y pasarán al romance común para conformar más del ocho por cien-
to de todo el léxico del español.
Como decimos, todas estas palabras, tomadas al oído, fueron acomodán-
dose a las exigencias del sistema fonológico castellano y evolucionaron
siguiendo las tendencias del castellano. Los fonemas extraños fueron reem-
plazados por fonemas propios del romance, por ejemplo las aspiraciones se
reemplazaban con /f/, o con la aspirada /h/. El español no ha incorporado nin-
gún fonema árabe, aunque se vio favorecida la fortaleza de algunos fenóme-
nos en la palatalización de las geminadas /nn/ a //: AÅIL ALBAÅIL AÅAFIL de a n
- n í l ; a l- b a n n a; a n-n a f i r , y no su esperada simplificación en /n/ como
sucedió en gallego, que contó con menor influjo árabe.

Fonética y morfología

Es posible cierta influencia de la fonética árabe en la prosodia, en el ritmo


de habla, ya que el árabe pudo haber traído un desequilibrio en la proporción
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 39

de vocablos polisílabos agudos, llanos y esdrújulos: se observa que la propor-


ción de sustantivos polisílabos agudos de origen árabe es mayor que la pro-
porción de sustantivos polisílabos agudos de origen latino. Es muy abundan-
te el número de polisílabos graves de origen árabe acabados en {-ar}: ALF½IZAr,
ALMÁBAR AZËCARNENËFAR...; además hay gran número de sustantivos polisíla-
bos agudos acabados en vocal y en /q/ ALMIREZ ALFOZ RAHEZ, raros en el voca-
bulario español de origen latino (CARIZ NARIZ y ciertos adjetivos cultos latinos
como AUDAZ FELIZ VELOZ y algunos más). Son muchos más, y se encuentran
integrados en el sistema lingüístico español, los adjetivos y sustantivos de ori-
gen árabe terminados en vocal tónica seguidos o no de consonante: CELEMÁN
ALQUILER ALBAÅIL JABALÁ MARAVEDÁ, y las formaciones de gentilicios o similares
como ALFONSÁ, IRAQUÁ MARROQUÁ. Todo esto es posible que haya influido sobre
la estructura rítmica del español, como lo ha hecho claramente sobre la mor-
fología.
Otros arabismos importantes son el mantenimiento del artículo árabe en
su forma pura /al/, o con sus asimilaciones AZ  AN AR , pero sin valor de
artículo: ALACR·N ALEVOSO ALBOROTAR AZUMBRE AZOTE ARRABAL. Algunas palabras
de origen no árabe se han contagiado del artículo dando impresión equivo-
cada de arabismo cuando son palabras latinovulgares, como sucede con
ALMADREÅA (MATERINEA), ALMENDRA (AMIDDULA), ALMUERZO (ADMORDIU).
La lingüística comparada aventura hipótesis de posibles arabismos que
nacerían de las múltiples traducciones que se hicieron del árabe al castellano;
por ejemplo, el hecho de que estadísticamente el verbo preceda al sujeto en
muchas más ocasiones en español que lo que sucede en el italiano o en el
francés, menos expuestos al influjo árabe (Lapesa, 1980: 153 y sig.)

Toponimia árabe

La toponimia árabe es muy importante. Los topónimos árabes se distin-


guen perfectamente por los elementos que entran en la composición de las
palabras. Así, según Vertet, podemos distinguir los siguientes grupos:
1. Los términos que conservan el artículo árabe {al-} como !LBUFERA
!LC·NTARA
2. Los procedentes de la raíz WADI «río»: 'UADALQUIVIR«río grande», 'UA
DALMEDINA«río de la ciudad»; 'UADALAJARA «río de las piedras»; 'UADA
LIMAR «río blanco», raíces que aparecen más frecuentemente cuanto
más avanzamos hacia el sur; así, mientras en la vertiente cantábrica no
desemboca ningún río que tenga una raíz árabe, hay gran número de
nombres de ríos que sí cumplen esa condición en la vertiente sur de la
Península.
3. Los formados por palabras como ABEN BEN BENI ABU BO BE BINÁ for-
mas todas ellas que indican origen, parentesco: "ENICASIM "ENALM·
DENA "ENIDORMnombres que se extienden desde la costa de Tarrago-
na hasta Málaga
40 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

4. Hay topónimos que hacen referencia a núcleos de población como


-EDINA «ciudad» y -EDINACELI «la ciudad de Sálim»; otros recuerdan
particularidades del terreno como !LHAMBRA «la roja», !LBAIDA «la
blanca» !LCOR «el otero», !LGECIRASY!LCIRA«la isla», !LMODÆVAR «redon-
do». Los compuestos de YABAL «monte, giba» como 'IBRALTAR«monte de
Tarik» 'IBRALFAROimonte del farow4ARIFAsignifica «la punta, el extre-
mo». Hay topónimos que hacen referencia al agua o al riego como
!LFAGUARA (surtidor) !LHAMA(fuentes termales). Los hay que se refieren
a cultivos como la vid: !DALÁA, o al alcornoque: !LBUQUERQUE. Otros se
relacionan con oficios como !LBAICÁN «los alconeros» o con la adminis-
tración militar como !LCAL·  #ALATAYUD #ALATAÅAZOR  #ALATORAO #ALA
TRAVA («castillo» derivado del latín CASTRUM), o con la religiosa como
!LCAÅIZ «las Iglesias», 2·BIDA «convento-fortaleza».
Hay que resaltar que casi un noventa por ciento de las palabras de ori-
gen árabe son sustantivos, siendo muchos menos los adjetivos, poquísimos
los verbos y, si exceptuamos la preposición HASTA, no ha quedado ninguna
otra palabra función de origen árabe. Mantenemos algunas expresiones o
frases hechas como OJAL· $IOSLOQUIERA $IOSLEAMPAREy un buen montón
de refranes árabes traducidos directamente e incorporados a nuestro re-
franero.

3. LOS MOZÁRABES: LENGUA Y CULTURA


A excepción de pequeños focos de resistencia situados en las montañas
del Norte, toda la Península cayó bajo el influjo árabe. Los hispanogodos que
se resisten en esos focos se limitan al principio a asolar la cuenca del Duero
para así evitar que el árabe se instale en ella. En el año 950, el reino astur-leo-
nés consigue tener repoblada por hispanogodos toda la zona del Duero desde
Sepúlveda hasta Coimbra.
En el Nordeste la intervención de los francos crea la Marca Hispánica,
desde el Rosellón hasta Barcelona, y apoyan la subsistencia de pequeños
señoríos pirenaicos independientes, erigiéndose en reino uno de ellos, el de
Pamplona, a principios del siglo X, quien se anexionó inmediatamente el
territorio de la Rioja Alta.

La lengua romance en la España árabe

La población de España queda constituida por árabes, entre uno y dos


millones de personas, y por una cantidad mucho mayor de hispanogodos,
de la que desconocemos el número aproximado. Los hispanogodos se frac-
cionan entre quienes no se rindieron a los árabes y se refugiaron en las
montañas cantábricas y pirenaicas, muchos de ellos nobles; entre quienes
se integran en la nueva cultura, lengua y religión árabes: los renegados,
muladíes o elches y entre quienes mantienen su fidelidad cristiana y romá-
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 41

nica en ese medio hostil, los mozárabes. Los mozárabes son los hispanogo-
dos que acceden a la condición de árabes manteniendo un bilingüismo: el
árabe como lengua de intercomunicación y de cultura y el romance latino-
vulgar hispanogodo que se llamará también mozárabe, como su lengua
materna.
La situación social en la que vivían los mozárabes cristianos en territorio
árabe fue de opresión y postergación social. Sin embargo, se les permitía
regirse jurídicamente por el Fuero Juzgo y socialmente por las costumbres
hispanogodas heredadas. Además, los árabes fueron desde el principio tole-
rantes con la lengua de los mozárabes al considerarla heredera de la cultura
romana. Pero esta lengua romance no penetró lo suficiente en la cultura
escrita árabe y se quedó relegada al ámbito local y familiar sin generar sufi-
ciente cantidad de literatura como para que su evolución lingüística se reali-
zara con garantías de supervivencia; los mozárabes cultos seguían escribien-
do en latín.
El latín hispánico, la lengua de intercomunicación en la monarquía visi-
goda, pierde su unidad al disgregarse el reino visigodo de Hispania política y
culturalmente en los tres núcleos de resistencia del norte de la Península y en
la cultura mozárabe. La cultura mozárabe se esparció por todo el territorio
español de dominio cristiano, mantuvo un rescoldo de cultura romana que
siguió influyendo largos años y transmitió el saber y la industria del momen-
to a los estados cristianos del norte hasta bien entrado el siglo XI. El dialecto
mozárabe se mantendrá como eslabón de unión con los nacientes reinos del
Norte hasta que el árabe se extienda como lengua de intercomunicación y de
cultura entre el mundo árabe y el cristiano: hay muchos testimonios de que
los mozárabes eran intérpretes en las embajadas entre autoridades cristianas
y autoridades árabes. Se tiene noticia de que califas de la importancia histó-
rica de Abderramán III conocían el mozárabe.

Las jarchas

Los primeros textos conservados en que se emplea una lengua romance


española con propósito literario —los no literarios son las Glosas Silenses y
las Emilianenses, escritas en dialecto navarroaragonés y castellano— proce-
den de la zona árabe, donde la convivencia de hispanogodos, árabes, moros y
judíos creó un tipo de poesía llamada «moaxaja» en la que, con el texto prin-
cipal en árabe o en hebreo, se insertaba palabras y hasta versos enteros en
lengua romance (dialecto mozárabe) a los que llamaban «jarchas». Conser-
vamos una buena muestra de jarchas: la más antigua data del año 1042, aun-
que la mayoría son de fines del XI y del siglo XII.
Estas jarchas recogen cancioncillas hispanogodas muy antiguas, de dos a
cuatro versos, con las que las enamoradas cantan sus amores y sus pesares y
que preludian lo que serán después las canciones gallegoportuguesas, las CAN
TIGASgallego-portuguesas y los VILLANCICOS castellanos.
42 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Su encanto se realza con arcaísmos latinos como MIBI (mí ), YANA (JANUA
«puerta»); con arabismos como HABIBI «amigo, amante» junto con palabras
del dialecto mozárabe como YERMANELAS «hermanitas», CORACHÆN«corazón»,
UELYOS («ojos» del latín OCULOS), FILIOLU «hijuelo». Aquí tenemos algunos ejem-
plos:
Qué farayu o qué serád de mibi?
Habibi,
non te tolgas de mibi.
QU½VAASERDEMÁ AMORMÁO NOMEDEJES
Las características lingüísticas de aquel romance mozárabe son muy
parecidas a las de los dialectos romances de la zona oriental y occidental,
pues oriente y occidente se unían lingüísticamente a través de la España
musulmana donde el mozárabe se mantendrá en un estadio de conservadu-
rismo lingüístico análogo al que existía en los dos extremos peninsulares, el
oriental y el occidental.

Sin duda fue muy intensa la influencia árabe, pero no tan grande como
para anular el desarrollo del romance, tanto en el norte como en el sur de la
Península; de modo que investigadores como Neuvonen opinan que la uni-
formidad bastante grande de los arabismos en toda la Península no se debió
a una extensa influencia árabe, sino a la propia expansión castellana. La
mayor parte de los arabismos comienzan a documentarse en el siglo XIII,
cuando la reconquista ya ha llegado hasta Sevilla.

4. LOS PRIMITIVOS REINOS CRISTIANOS


Mientras los «burgueses» árabes de las ciudades florecientes vivían una
vida social y cultural apasionante, en la zona norte, los hispanogodos estaban
desorganizados conviviendo con cántabros, vascos y otros pueblos prerro-
manos. No se había consumado plenamente la fusión de gente visigoda con
la hispanorromana y la España posible de la monarquía visigoda quedó frus-
trada en ese principio del siglo VIII.

Esta España hispanogoda, escondida en las montañas, fraccionada y


carente de vías de comunicación estaba organizada en los siguientes grandes
núcleos:

1. El primero, el reino astur-leonés, se formó en Oviedo y se extendió


hacia Galicia, hacia León y hacia Castilla (C a s t e l l a ) LOSCASTILLOSEl
reino ASTUR LEON½Scarecía de unidad lingüística: a occidente encontra-
mos el gallego-portugués; en el centro, los bables asturianos y el leo-
nés, que es el romance de la corte, el romance culto. En oriente se
acusa cada vez más la influencia del Condado de Castilla, tierra de
repobladores foramontanos hispanogodos, cántabros y vascones que
pueblan los páramos burgaleses y llegan hasta los aledaños del Duero
allá por el siglo X.
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 43

2. En los Pirineos, la Navarra, bilingüe vasca-romance conquista la Rioja


y deja de expansionarse hacia el Sur tras la muerte de Sancho III el
Mayor, como luego veremos.

3. Aragón extiende sus dominios desde los valles del alto pirineo hacia el Sur.

4. En el extremo oriental, la Marca Hispánica acaba por independizarse


del poder de los francos (de Carlomagno) gracias al empuje de los Con-
des de Barcelona.

Estos reinos altomedievales, de cuyo comienzo estamos hablando, esta-


ban en este momento mucho más cohesionados socialmente de lo que lo
habían estado los habitantes de las provincias romanas, y formaban entida-
des humanas mejor definidas que la división administrativa en provincias
mantenida durante la monarquía visigoda. Por ello, los rasgos diferenciales
del lenguaje prevalecían sobre los uniformadores de modo que darán naci-
miento a dialectos distintos de igual modo que nacieron estructuras políticas
distintas: por un lado nacieron los dialectos occidentales: el astur-leonés y el
gallego-portugués y por otro los orientales navarro-aragonés y el catalán
(muy relacionado este último con el provenzal).

4.1. El reino astur-leonés

Los hispanogodos que se resisten en esos focos se limitan al principio


a asolar la cuenca del Duero, llevándose hacia el interior de las montañas a
los mozárabes que habitaban allí para despoblar el territorio, convertirlo en
frontera y evitar que el árabe se instalase en las proximidades de esa cuen-
ca. Más tarde, hacia el año 950, el reino astur-leonés consigue tener repo-
blada por hispanogodos toda la zona del Duero desde Sepúlveda hasta
Coimbra: a cada reconquista definitiva seguía la repoblación de tierras yer-
mas.

Este primitivo reino de Asturias, con capital en Oviedo, se fue expandien-


do y el rey Ordoño II, que reinó desde el 914 al 924, traslada la capital a León
para poder estar más cerca de la frontera y controlar mejor la repoblación de
las tierras yermas y de las tierras arrancadas a los árabes.

Almanzor, en el año 988, asoló la ciudad de León, y esta ciudad comenzó


a decaer en beneficio de la de Burgos, antigua fortaleza situada en una encru-
cijada de caminos entre la meseta y la llanura que Diego Porcelos había
reconstruido y repoblado en el año 884 por mandato del rey astur-leonés
Alfonso III. Burgos es una ciudad-fortaleza con sus habitantes situados en la
ladera del cerro llamado de San Miguel y defendidos por ese cerro y por el río
Arlanzón. El modo de vida de frontera, de extremadura, modo de vida arries-
gado pero con futuro, atrajo a la aventura a grupos de gentes de muy distinta
procedencia: cántabros foramontanos, astures, vascones, leoneses, navarros,
mozárabes, judíos.
44 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

El Condado de Castilla

Estos hombres vivieron el nacimiento de una nueva autonomía, el Con-


dado de Castilla (año de 950), del que la ciudad de Burgos era «la casa», como
se dice en el Cantar de Mio Çid. Una nueva autonomía política frente al reino
de León cuya justificación histórica se basa en que a partir de ese momento,
los poderes políticos fomentan una legislación conforme al derecho consue-
tudinario y no conforme al derecho visigótico-romano: el &UERO*UZGO, que
era el código de los tribunales de justicia que regía en todo el resto de Espa-
ña desde que lo recopiló el rey visigodo Recesvinto y que fue aprobado por el
Concilio de Toledo en el año 653.

En el año 950, el conde Fernán González consolidó el Condado de Castilla.


Sin el nacimiento independentista de Castilla, quizás no hubiera sido posible
la conformación jurídica de los fueros ni la democracia directa de los conce-
jos comuneros castellanos. Sólo cuando se ofrece a la Historia una novedosa
forma de actuación política y jurídica puede un pueblo reclamar moralmen-
te su derecho a la autodeterminación.

La situación sociolingüística en Burgos

La situación sociolingüística que se crea en esa abigarrada ciudad-for-


taleza que es Burgos obliga a unificar el distinto modo de hablar de cada
grupo humano y obliga, a su vez, a que se aceleren cambios lingüísticos, ya
en progreso, para mejor comunicarse entre cada uno de esos heterogéneos
grupos de hablantes. Nacerá un nuevo dialecto, el burgalés central, dialec-
to que formará parte del romance corriente, de la lengua de intercomuni-
cación para toda la Península. La capacidad que este dialecto mostró desde
un principio para uniformar las variantes lingüísticas de sus heterogéneos
habitantes y para innovar le hizo distinguirse enseguida del modo de
hablar de las gentes de occidente y de oriente: de leoneses, asturianos,
galaicos, navarros, aragoneses, catalano-provenzales. Estas gentes burga-
lesas practican los rasgos innovadores norteños y además dicen [ermáno]
y no [ermáno]; dicen [óo] «ojo» y no [uéʎo], [kastíʎo] y no [kastjéʎo]; no
dicen DOMINO sino [dwéo] DUEÅO ni DAMNO sino [dáo] DAÅO; además
dicen LLAMA [ʎáma] y NOCHE [nótʃe] y CONSEJO [konséo] y PALOMA y SENDERO;
y las palabras latinas con /u/ se comienzan a pronunciar con /b/ y no con la
labiodental /v/. Es decir, se adoptaron las innovaciones que venían de las
lenguas o dialectos vecinos, pero dándoles notas propias, como dice Lape-
sa (1980: 186).

Los otros reinos

En el nordeste de la Península, como dijimos antes, la intervención de


los francos crea la -ARCA(ISP·NICAque abarca desde el Rosellón hasta Bar-
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 45

celona, y apoyan la subsistencia de pequeños señoríos pirenaicos indepen-


dientes. Uno de ellos, el de Pamplona, se erigió en reino a principios del
siglo X, anexionándose inmediatamente el territorio de la Rioja Alta. Más
tarde, La Rioja Alta se irá aproximando a Castilla, mientras que la Rioja
baja conservará durante más tiempo caracteres lingüísticos navarroarago-
neses.

Gall-port. y catalán
Vasco
Castellano
Leonés y aragonés
Mozárabe

FIGURA 3. Dialectos romances y estado de los reinos cristianos a fines


del s. XI, según Baldinger.

Estos primeros estados «cristianos», a oriente y a occidente, sentían la


continuidad histórica con el reino visigodo, bajo el cual se había forjado la
unidad religiosa y el concepto de nacionalidad española. En la frontera de
estos reinos cristianos independientes había guerra y desolación constante;
vivían con una industria y un comercio de pura subsistencia y una vida coti-
diana en continua inseguridad y desasosiego. Esta situación era un buen
caldo de cultivo para que actuara el fermento germánico épico de los visigo-
dos y para que se mantuviera el espíritu hispanorromano de San Isidoro, así
puede verse en los códices miniados, en los cronicones del Beato de Liébana
y en los libros de las bibliotecas de los monasterios catalanes.
46 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

5. EL PRIMER DOCUMENTO ESCRITO EN ROMANCE:


LAS GLOSAS EMILIANENSES Y LAS GLOSAS SILENSES

5.1. Las Glosas


Lapesa (1980: 162) escribe que en medio de un ambiente de ignorancia, la
cultura hispanorromana sigue teniéndose como un bien preciado, siendo la
lengua su canal de transmisión. Esta lengua, vehículo de la cultura escrita,
era un latín popular arromanzado, pero culto; un SERMOVULGARIS escrito y pro-
bablemente hablado por gente con ansia de cultura; gente semidocta que
amoldaba las formas latinas a la fonética romance y que mezclaba formas
romances y formas latinas. En esta época, toda palabra latina era susceptible
de ser deformada y toda palabra vulgar podía ver detenido o desviado su pro-
ceso evolutivo por influjo del latín culto: es el comienzo de los semicultismos
a los que hemos hecho referencia en el primer tema.
Las grafías de la tradición latina estaban cada vez más lejos de la pro-
nunciación. En la sintaxis ya no se habla de corrección o de incorrección,
porque comienzan a aparecer estructuras sintácticas nuevas: la frase latina
u s q u e a d f i n e m se convierte en ATAQUEMUERAN, y esto prueba que está
naciendo una nueva lengua distinta del latín y que el bilingüismo latín-
romance es un hecho en ambientes cultos. Aunque no estaban bien delimi-
tados los linderos entre el latín popular y el romance, este aparece usado con
plena conciencia en algunos documentos notariales y en las llamadas Glosas
Emilianenses, compuestas en el monasterio riojano de San Millán de la
Cogolla, en La Rioja, y en las Glosas Silenses, así llamadas por haber per-
manecido el manuscrito en el monasterio de Silos, al sureste de Burgos.
Las Glosas son anotaciones en lengua romance a unas homilías y a un
penitencial latinos que los monjes (algunos trilingües de vasco, romance y
latín y acaso árabe) escribían en el margen del libro para que el que tuviera
duda sobre el sentido de algunas palabras pudiera interpretarlas bien. Ambas
Glosas datan de finales del siglo X o comienzos del XI y están redactadas en
dialecto navarro-aragonés con algunas palabras en vasco. Al lado de i n c o l-
o m e s escribe el monje SANOSETSALBOS; c o n c e s s i t = DONAVIT «donó, rega-
ló»; p e r t i n e t = CONVENITFERE («conviene hacer», «es pertinente»). Al lado
de «nos non caigamos», el glosador escribe en vasco la traducción GUEKKAJU
TU EZDUGU (GUEK «nosotros»; KAYUTU, verbo del participio latino «cayudo»
(CAÁDO); EZ negación, y DUGU, primera persona del plural).

5.2. Imprecisiones en la lengua de las Glosas


Estos textos son el primer intento de escritura en lengua romance vulgar,
una mezcolanza de navarro, aragonés, leonés y castellano; y se advierte ya
una cierta maestría en la transcripción ortográfica de los sonidos y una natu-
ral aspiración a escribir como se habla, aunque aún falta mucho para que se
estabilice la grafía. Lo mismo decían ALTAIRU o CARRARIA que AUTARIUOCARRAIRA
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 47

que AUTERIUOCARREIRAjunto con las modernas OTEROy CARRERAlas vocales áto-


nas fluctúan y lo mismo dicen SIÅOR que SEÅOR, lo mismo POPULATO que POPO
LATOo POBLADoVacilan en la realización de ciertos diptongos: UAMNE, UEMNE
«hombre»; no palatalizan en «ch» y dicen MUITO y fEITO en vez de MUCHO y
HECHO. A pesar de esta anarquía lingüística se van eliminando los arcaísmos y
asentando poco a poco nuevas normas y nuevos criterios.
En estas Glosas aparece al final un texto en romance, una plegaria, parte de
la cual tanscribimos aquí: «... &·CANOS (háganos) $EUS(Dios) OMNÁPOTES (omni-
potente) TAL(tal) SERBITIO (servicio) FERE (querer hacer) KE (que) DENANTE(delante)
ELA (la) SUA (su) FAZ(cara) GAUDIOSOS(gozosos) SEGAMUS (estemos). Amen».

6. EL INFLUJO PROVENZAL

Estamos, además, en una época en la que la influencia provenzal, que se


ha consolidado a través de la Marca Hispánica en Cataluña, se hace mani-
fiesta en los reinos hispanos. La antigua España visigoda va a salir de su ais-
lamiento, pero con perjuicio de sus tradiciones. El rito litúrgico visigodo-
mozárabe, con todo lo que supone de siglos de tradición hispánica escrita es
sustituido por el rito carolingio-romano; se ignorarán los textos con la escri-
tura antigua, en letra visigótica; se asume una nueva liturgia y junto a ésta
una nueva cultura monástica plasmada en la nueva escritura que se hace con
el tipo de letra llamada carolingia.
El fruto de la influencia provenzal y carolingia se refleja en el hecho de
que en el habla de la vida cortesana y monacal penetren muchos términos
provenzales y franceses. Los nobles adoptan palabras provenzales como
HOMENAJE MENSAJE DELEITE VERGEL . Los monasterios difunden palabras como
PITANZA FRAILE MONJEy los peregrinos a Santiago pagan con ARGENTlas VIANDAS
YMANJARES que les venden en los MESONESdel Camino de Santiago. A la aper-
tura de Castilla a la influencia francesa (mediados del s. XI) se debe la intro-
ducción de la grafía de origen franco CHpara los sonidos que corresponderían
al actual fonema africado, palatal, sordo /tʃ/.

7. AVATARES POLÍTICOS DE LOS REINOS


DE LA PENÍNSULA EN EL COMIENZO
DEL SEGUNDO MILENIO: SIGLO XI

Con el comienzo del siglo XI se abre un nuevo período de la Reconquista.


Tras la pesadilla de las razias y algarabías de Almanzor, nace un período de
renovación marcado por la hegemonía política castellana debido a avatares
hereditarios que explicamos a continuación.
Cuando muere asesinado el infante castellano García, heredero del Con-
dado, el rey navarro Sancho III el Mayor se anexiona el Condado de Castilla
48 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

y logra el vasallaje del rey de León. Sancho el Mayor será conocido con el
sobrenombre de «rex Ibericus». Al morir, entrega Navarra a su primogénito
Ramiro, porque así lo ordenan las leyes, quien con el nombre de Ramiro I se
convierte en rey de Navarra y de Aragón, estamos en el año de 1035. Cien
años más tarde se unirán al reino de Aragón los condados catalanes, formán-
dose así la Corona de Aragón con Ramón Berenguer IV allá por el año 1137.
El hijo segundo de Sancho el Mayor de Navarra, Fernando, hereda el
Condado de Castilla. Conquista el reino de León y proclama a Castilla como
reino siendo él, Fernando I, rey de Castilla y León: de ese modo quiere ser
reconocido como «imperator» por los poderes políticos del resto de Europa.
Cuando muere Fernando I, rey de Castilla y León (año de 1065), el dere-
cho navarro al que está sujeto le obliga a entregar Castilla (la herencia de su
padre Sancho el Mayor) a su hijo primogénito. De los demás territorios ane-
xionados (León y Galicia), el derecho navarro de la época indica que puede
repartirlos entre sus restantes hijos libremente, porque son los «acaptos» o
sea, territorios capturados, no territorios heredados. Al entregar el reino de
Castilla a su primogénito Sancho, el reino de León pierde su preponderancia
y a partir de ahora el reino patrimonial no será León sino Castilla. Así de sim-
ples son las razones históricas, pero siempre basadas en Derecho. Alfonso VI
vuelve a unir en él (año de 1072) los reinos que su padre Fernando repartió en
herencia y continúa la política de acercamiento cultural y político con el resto
de Europa.
Alfonso VI es el responsable de la supresión en la liturgia del rito visigóti-
co por el cluniacense o romano o carolingio. El hecho de sustituir la escritu-
ra visigótica por la carolina trajo como consecuencia, como ya decíamos arri-
ba, que los libros antiguos escritos con letra visigótica fuesen ilegibles y se
destruyese, sin duda, gran parte de la cultura tradicional española-visigótica
y con ella la literatura del pasado, como muchos de los cantares de gesta coe-
táneos al de «los siete Infantes de Lara»
El reinado de Alfonso VII (1126-1157) trajo como consecuencia la disgre-
gación política de la España «cristiana». Los reinos hispánicos constan en
estos momentos de los siguientes bloques políticos: Portugal, León-Galicia,
Castilla, Navarra y Aragón.
Castilla junto con León y Galicia se unirán de nuevo en el año 1230, en el
reinado del rey Alfonso III. El reino de Navarra y la Corona de Aragón se uni-
rán a Castilla por decisión del rey Fernando el Católico en el año 1515 y como
resultado de la voluntad expresada en el testamento de Isabel de Castilla,
muerta en el año 1504. Portugal queda separada prácticamente de España
como Estado.

Rasgos lingüísticos de los reinos

Esta rápida descripción de los avatares políticos de los reinos hispánicos


indica la situación política y lingüística de la que somos herederos en la
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 49

actualidad. Y, como dice Lapesa (1980: 172) «No es que se correspondan esta-
dos y dialectos; pero la suerte de estos guarda innegable relación con la de
aquellos». Por eso pasaremos a situar algunas de las características lingüísti-
cas de cada uno de esos reinos, sus semejanzas y diferencias lingüísticas.
Estas semejanzas y diferencias lingüísticas entre los distintos reinos son las
que nos harán entender mejor la situación dialectal y sociolingüística del
actual Estado Español y de sus tres lenguas románicas.
Las palabras latinas que tenían una /Ŏ / o /Ĕ / breves pero acentuadas solían
tener, ya desde antiguo, tendencia a la diptongación, pero sin una solución pre-
ferida entre varias: lo mismo se decía AMARIELLO o AMARIALLO PIE•Aque PIA•A
HUERTOque HUARTO. Y esto sucedía tanto en el astur-leonés, y navarro- aragonés
como en el castellano. En la Lusitania no se diptongó y se dice AMARELO HORTA
PORTAEn catalán solo se conoció la diptongación en contacto silábico con /i/
semiconsonante [j] (lo que conocemos como YOD): se decía PORTA pero del latín
FŎLIA se tiene FUELLA o fULLA «hoja», PŎDIUM da PUEYOPUIGy LĔ CTUM se convierte
en LLIT[ʎít]. Las hablas de fuera del territorio castellano diptongaban las formas
verbales del verbo SER latino Ĕ S YES Ĕ ST YET; YA Ĕ RAM. Como sucede con los dia-
lectos del Este y con el catalán TIEGNA viene de TĔ NEAT; PŎDIUM da PUEYO como
ŎCULUM latino daba UELYOen mozárabe.

Los dialectos orientales mantienen los grupos latinos iniciales /pl-, kl-, fl-
/ PLANUM, CLAMARE, FLAMA dicen PLANO  PLA «llano»  CLAMAR «llamar», FLAMA
«llamaw, mientras que los dialectos occidentales, junto con el portugués y el
castellano de Castilla, presentan una palatalización sorda africada /tʃ/ o fri-
cativa /ʃ/, o tiende hacia /ʎ/ en el castellano: CHAO CHANO CHAMA(occidente ;
OLLANO LLAMAR LLAMAcastellano 
El dialecto astur-leonés, como el mozárabe, conservó sin monoptongar
los diptongos latinos cuyo origen estaba en palabras latinas que tenían esos
diptongos /ai/ /au/. En gallego-portugués se mantuvo el diptongo pero con las
formas /ei / y /ou/ y así se mantienen hasta la actualidad como un rasgo carac-
terístico de las soluciones que adoptaron los dialectos y lenguas más occi-
dentales: PANDEIRO  MOURO CANTOU CARREIRA OUTEIRO COUTO ... En cambio, en
los dialectos orientales, en Cataluña y en Aragón, se generalizan las solucio-
nes monoptongadas RECLOSA catalán  TERZERO CARNERO AMPAROT aragonés
que son las mismas soluciones que adoptó el castellano de Castilla: PANDERO
CARRERA ORO MORO COTO
Parecida distribución geográfica tienen las palabras que en latín poseían
el grupo /mb/: se mantenía este grupo en el mozárabe PALOMBINA el gallego-
portugués dice PALOMBA mientras que en Aragón y Cataluña el grupo /mb/ se
reduce a /m/ y dicen en catalán COLOMA LLOM y en aragonés y en castellano
PALOMA LOMO AMOSactual AMBOS CAMIARactual CAMBIAR 
Todos estos fenómenos fonéticos tienen la capacidad de representar plás-
ticamente zonas de habla parecida al poder ser dibujadas en un mapa en el
que se apreciarán así semejanzas y diferencias: es lo que llamamos «iso-
glosas».
50 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Vasco

Extensión originaria de la evolución F>h

1.ª etapa de expansión hacia 1300 en lucha de la f)

2.ª etapa de expansión extensión actual

Zonas en las que se ha conservado la f hasta hoy

FIGURA 4. Zonas que aceptan el influjo castellano de pérdida de /f-/ inicial latina,
según Menéndez Pidal.

Ch. DEL LATIN ct.

Extensión antigua
Extensión moderna

FIGURA 5. Zonas en las que KT latina evoluciona a ch /tʃ/: NOCTE > noche,
según Menéndez Pidal.
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 51

Muchos de estos rasgos, de estas isoglosas, sirven para diferenciar Orien-


te de Occidente. El castellano, el Centro, comparte algunos fenómenos bien
sea con los dialectos orientales o con los occidentales, pero se separa de
ambos tipos de dialectos (orientales y occidentales) por unos caracteres que
le son propios, como el cambio /f-/ > /h/ y otros que pasaremos a explicar en
el siguiente tema.
52 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN
1. La lengua de cultura en la Hispania árabe era

A) el latín vulgar
B) el latín clásico
C) el árabe

2. ¿Cuál es el origen de la palabra Andalucía?

3. Hay algunas palabras de origen visigodo que aparecen también en


otras lenguas románicas.

4. El influjo del árabe es el responsable de la existencia en español de sus-


tantivos y adjetivos con acento

A) llano
B) agudo
C) esdrújulo

5. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: Más del 80% de


los préstamos del árabe son verbos.

6. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: El mozárabe era


la lengua de la poesía lírica en todo el dominio árabe, de ahí la exis-
tencia de las jarchas.

7. El origen de los distintos dialectos del latín vulgar que originaron los
distintos dialectos romances de la Península se debe:

A) a los distintos grupos humanos prerromanos que habitaban


antes de la romanización
B) a la distinta velocidad de romanización de las regiones de la
Península
C) a la evolución natural del latín vulgar que dejó de escribirse tras
la invasión de los bárbaros

8. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: Una característi-


ca lingüística propia del antiguo dialecto castellano era avanzar un
grado más en los procesos evolutivos fonéticos.

9. La más importante repoblación de Castilla fue la de:

A) los vascos
B) los norteños, fueran vascos o no
C) la de los mozárabes
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 53

10. El dialecto castellano antiguo, por su situación geográfica, comparte


rasgos lingüísticos solamente con:

A) los dialectos de la zona oriental


B) los dialectos de la zona occidental
C) con dialectos orientales y occidentales

11. Diga a qué tipo de dialecto, si oriental u occidental al castellano, per-


tenecen estas tres palabras: chano, pueyo, carneiro.
54 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN


1. La respuesta es el árabe.

2. El origen es «(Portu) Wandalus» como se llamaba la zona del actual


peñón de Gibraltar.

3. Bandido, Burgos, Sala.

4. Agudo. Ejemplos como carmesí, bisturí, israelí, benjuí.

5. Es falso. La mayor parte de las palabras árabes son sustantivos.

6. Es falso. La lengua de cultura para la poesía era el árabe. El mozára-


be sólo aparecía como concesión al habla del pueblo cristiano (el
inculto mozárabe).

7. La respuesta verdadera es la A. Los grupos humanos prerromanos


estaban muy asentados en sus territorios y bastante bien separados
por los romanos. Es lógico que mantuvieran sus diferencias incluso
hablando el mismo idioma: el latín vulgar de Hispania. Lo mismo que
sucede ahora con el español de las distintas regiones y comunidades
de España.

8. Verdadero.

9. La respuesta es la B. Recuerden que los hispanogodos se refugian en


las montañas del norte donde conviven no solo con vascos, sino con
todos los otros pueblos prerromanos que allí arriba existían.

10. La respuesta es C. Comparte rasgos con todos los tipos de dialectos


porque a Castilla llegan gentes de todos los lugares de la Península,
tanto de oriente como de occidente.

11. #HANO y CARNEIRO pertenecen a dialectos occidentales mientras que


PUEYO y CARNERO son palabras de dialectos orientales.
Tema 3
LA LENGUA HASTA EL SIGLO XIII.
NACIMIENTO DEL CASTELLANO
Y PRIMERA ETAPA NORMALIZADORA
CON ALFONSO X EL SABIO

1. Nacimiento de Castilla y su población


2. Castilla, islote lingüístico
3. Rasgos lingüísticos del dialecto burgalés central: el castellano
3.1. El castellano se aparta de otras soluciones
3.2. El castellano supera grados de evolución

4. El romance castellano en las primeras manifestaciones en lengua


escrita
5. Expansión del romance castellano. Su carácter integrador
6. El pensamiento lingüístico de la época en el mester de juglaría y en
el mester de clerecía
7. El nacimiento de la prosa castellana
7.1. La %SCUELADE4RADUCTORES de Toledo
8.1. (El trabajo de normalización de la lengua por Alfonso X. El proceso de enmen-
damiento en las grafías. El enmendamiento en el léxico y la sintaxis)
PRESENTACIÓN
Explicamos el nacimiento del castellano como dialecto desgajado de la
lengua romance leonesa. Castilla, una zona de encrucijada de caminos entre
occidente y oriente, entre la meseta y la llanura, entre el Norte y el Sur, se con-
vierte en el cuartel general del avance de la reconquista desde el Norte hacia el
Sur a través de la Meseta. En Castilla, en Burgos, su capital, se fue forjando un
modo de convivencia que obligaba a árabes, cristianos y judíos a compartir un
sólo instrumento lingüístico para entenderse entre ellos: el castellano.
La elección del castellano como lengua general de intercomunicación,
como koiné, influyó para que se extendiera una creación literaria poética
tanto oral y popular: MESTERDEJUGLARÁA, como escrita y culta: MESTERDECLERE
CÁA, escrita en el dialecto castellano. El esfuerzo de los creadores y de los
hablantes por expandir esta literatura consigue que avance el conocimiento
del idioma común y la idea de la construcción de un espacio político común,
España. La literatura épica, muy querida por las gentes del antiguo reino visi-
godo, será la clave y abono de esta aspiración.
El rey Alfonso X el Sabio consigue fijar las grafías, la sintaxis y el léxico de
la nueva lengua; y los sabios de la Escuela de Traductores de Toledo van mode-
lando la prosa del castellano. Estos creadores trabajan para que el nuevo idio-
ma romance sea capaz de expresar las mismas altas ideas que los idiomas
nobles de la época: el latín, el griego y el hebreo. La sabia y sosegada intro-
ducción de cultismos y el férreo control de la sintaxis fue modelando más y
mejor el idioma. Esta gimnasia lingüística, labor ardua de muchos hombres
cultos, llevó al castellano a ser la lengua general y la lengua de cultura.

1. NACIMIENTO DE CASTILLA Y SU POBLACIÓN


La romanización del territorio que en el siglo X se convirtió con Fernán
González en el Condado de Castilla no tuvo el marchamo cultural y la expan-
58 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

sión que tuvo en otros territorios. Castilla estaba en el límite de tres provin-
cias romanas, era una área marginal y el vértice donde debían confluir diver-
sas tendencias del habla peninsular. La Montaña (la actual Cantabria) y los
valles del curso alto de los ríos Ebro y Pisuerga pertenecieron a la provincia
romana de la Galaecia. La comarca de la Bureva y la Álava hasta los montes
de Oca eran parte del territorio de la Tarraconense. El convento jurídico de
Clunia (la actual Coruña del Conde) con Burgos y Osma era el extremo norte
de la Cartaginense. No es de extrañar que el lenguaje adquiriera ese carácter
de sincretismo reconocido por todos los historiadores de la lengua española.
Lapesa dice que el castellano adoptó las principales innovaciones que irra-
diaban los centros culturales y las cortes de los reinos vecinos dándoles notas
propias.
Ya hemos visto arriba que el castellano se asemeja a los dialectos roman-
ces del este de la Península en la tendencia a monoptongar los diptongos /ai/
y /au/ en /e/ y en /o/ y a asimilar el grupo consonántico latino /mb/ en /m/, y
tenemos los ejemplos de CARRERA ORO PALOMA LOMOCon los dialectos roman-
ces del Noroeste palatalizó la /l/ de los grupos iniciales latinos PL-, CL, FL-
dando nuestra actual /ʎ/ de LLANO LLAVE o LLAMA, distinta de la /tʃ/ o /ʃ/ gallega,
o asturiana. Como el resto del centro peninsular (reinos leonés y navarro-ara-
gonés) diptongó las vocales tónicas breves latinas /Ĕ / y /Ŏ / en /ié/ y en /ué/,
pero según otras normas que las que regían en el leonés y en el aragonés.
Durante la Reconquista, el habla castellana estuvo menos sujeta a presio-
nes conservadoras que el habla de León, más condicionada esta por el fer-
mento culto de los monasterios en Sahagún de León y de Asturias. Hay, como
se sabe, muy pocos restos de monasterios mozárabes en la zona castellana. La
azarosa forma de vida castellana, de la que hablábamos arriba al referirnos a
la ciudad de Burgos, no ofrecía las condiciones óptimas para que proliferaran
poblaciones de pacíficos mozárabes con sus monasterios, a pesar de la tradi-
ción monacal visigótica con exponentes tan importantes como el de Santa
María de las Viñas situada en el alfoz de Lara, en las tierras de los Infantes de
Lara, casi a las puertas de Burgos; o la iglesia de San Juan de Baños en Valla-
dolid. A pesar de ello, hay pueblos burgaleses como Mahamud o Villalmanzo
que dan prueba de la colonización mozárabe de zonas de Castilla. El elemen-
to gallego, tan importante en la repoblación leonesa, desaparece casi por com-
pleto en la castellana, aunque dan fe de ella topónimos como «Gallegos».
Sí que fue importante la repoblación de los aledaños del Duero hecha por
vascos, por cántabros y por los descendientes de los hispanogodos que se
habían refugiado en las montañas cantábricas y pirenaicas y que añoraban la
España de sus antepasados cantada en romances como el del Rey Rodrigo
que perdió España. Topónimos como 6IZCAÁNOS "ASCONES "ASCONCILLOS docu-
mentan esta repoblación. Y es normal, los repobladores norteños vascos o no
siempre miraron más hacia los campos de Castilla que hacia los territorios
dominados por los francos. Estos repobladores habían aprendido que era
mejor salir de su pago, dejar la modesta hacienda familiar, que no daba para
todos, y hacer su vida en las llamadas VILLASNUEVAS a cuyo poblamiento ani-
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 59

maban los reyes con fueros generosos, lo que hoy denominaríamos las más
amplias concesiones autonómicas. Una vez asentados ahí, en esas villas,
había que entenderse con una población heterogénea. Como ya decíamos
antes: había de todo, desde moros que hablaban árabe y mozárabe y que se
quedaban en territorio cristiano porque querían, hasta francos, provenzales,
comerciantes judíos y gentes de las más distintas procedencias para quienes
el castellano era la koiné, el idioma de intercomunicación.

2. CASTILLA, ISLOTE LINGÜÍSTICO

Ahora bien, aunque muchos hablantes eran bilingües vasco-romance


otros, como los judíos, no estarían dispuestos a aprender un idioma tan difí-
cil como el vasco, también tenían que saber árabe, y decidieron aceptar el
castellano como su lengua de intercomunicación. Por esa razón los judíos
sefardíes la han mantenido aún en el exilio, porque consideraban que su
judeoespañol no era la lengua de sus enemigos sino su propia lengua acepta-
da libremente siglos atrás.
%NLALIBERTADNACIÆLALENGUA , era el lema de la celebración del milenario
de la lengua española, y es que el castellano era y es una koiné, una lengua de
todos y de nadie cuyo empleo no implicaba ni implica adscripción nacional
alguna ni antes ni ahora; ni en España ni más tarde en el continente ameri-
cano donde los hablantes son conscientes de su mestizaje y de que compar-
ten una lengua común, nunca impuesta por los colonizadores.
El nacimiento del castellano tuvo un carácter práctico: comerciar, ena-
morar y contar viejas y nuevas historias y consejas al amor de la lumbre tras
el duro trabajo en los campos castellanos. Era el castellano el medio de
comunicación que servía para todos, aunque hay pruebas de que en el siglo x,
y hasta muy avanzado el siglo XIII, el vascuence se seguía hablando en los
mercados de localidades cercanas a Burgos, como así sucedía en el pueblo de
!RLANZÆN.

3. RASGOS LINGÜÍSTICOS DEL DIALECTO BURGALÉS


CENTRAL: EL CASTELLANO

En su habla, estos hablantes bilingües vasco-romances, como lo hicieran


los cántabros, primer foco irradiador del dialecto castellano, se habrían acli-
matado a la fonética hispanogoda o latinovulgar. Pero la dificultad que tenían
y tienen para articular, por ejemplo, la f- inicial latina contribuyó, sin duda, a
que el castellano adoptara la solución aspirada /h/ para más adelante llegar a
su supresión del sistema fonológico al carecer de pares opositivos en el siste-
ma: no había diferencia significativa en decir /fiéro/ FIERRO, /hiéro/ o /iéro/:
todos eran alófonos y prevaleció, al final, la ausencia de fonema inicial con-
sonántico.
60 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Las circunstancias favorecieron la constitución en Castilla de un islote


lingüístico excepcional, de un dialecto original e independiente que desde
un principio aceptó como hecho de su sistema fonológico la tendencia,
entre otras, a no pronunciar, o a hacerlo relajadamente, las consonantes
finales de sílaba o de palabra que no fueran /n/, /l/, /s/, /r/, y así, las actuales
pronunciaciones vulgares de [dotór] por [dotór], [aféto] por [aféto] o
[inoráņte] por [inoráņte] son consecuencia de tendencias fonológicas an-
tiguas.
Los historiadores de la lengua distinguen cuatro rasgos típicos del caste-
llano:
1. Coincide y se separa de dialectos orientales y occidentales.
2. La complejidad dialectal interna (Montaña, Extremadura soriana,
Rioja, castellano central burgalés) que se observa en las primeras
manifestaciones escritas acaba por nivelarse en torno al habla de
Burgos.
3. El castellano es un dialecto romance innovador: utiliza antes que otros
la variante que más se aleja de la base latina y las vacilaciones las
resuelve rápidamente.
4. Tiene, como koiné que es, predisposición y permeabilidad para absorber
todas las influencias lingüísticas ya sean de su misma familia románica
como de aportaciones de lenguas distintas como el vascuence y el árabe.

3.1. El castellano se aparta de otras soluciones


El dialecto burgalés se apartaba de los demás romances hispánicos en el
tratamiento de la f- inicial latina aspirando y suprimiendo la aspiración (FOR-
NACEU HORNAZO, FORNELLU HORNILLO). Suprime la palatalización de G y J inicia-
les latinas ante E y ante I átonas: GERMANU HERMANO, JENUARIU ENERO, GINESTA
HINIESTA. Los diptongos /ué/ e /ié/ separaban al castellano del gallego-portu-
gués, del catalán y del mozárabe. Pero la /o/ de NOCHE POYO OJO HOJAy la /e/
de TENGO o de SEA lo distinguían del leonés, y del aragonés no diptongando
como ordenaba la ley fonética: NUECHE PUEYO UELYO FUEYA . La /ʎ/ de LLAMAR
LLOVER LLAMA, contrastaba tanto con los grupos intactos CLAMAR PLOURE FLAMA
del aragonés, catalán y mozárabe, como con los resultados palatalizados en
/tʃ/ o en /ʃ/ de los gallego-portugueses y leoneses: CHAMAR  CHOVER  CHAMA
XAMA [ʃáma], XANTAR[ʃaņtár].

3.2. El castellano supera grados de evolución


El castellano burgalés poseía un dinamismo especial que le hacía superar
los grados de evolución en los que otros dialectos se detenían por presiones
cultas. Así, mientras el leonés y el aragonés mantienen las formas CASTIELLO
SIELLA AVIESPA, el dialecto burgalés central reduce ese diptongo normativo a /i/
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 61

ante /ʎ/ y ante fonemas alveolares como /s/: CASTILLO SILLA AVISPALa pronun-
ciación cacuminal /it/, resultado de la palatalización de los grupos latinos /kt/
(n o c t e) o /ult/ (m u l t u m), avanzó hacia una solución palatal africada /tʃ/:
HECHO MUCHO frente a FEITO FET LEITE LLET MUITO de otros dialectos y lenguas de
la Península.

Otros grupos latinos que palatalizaron en /ʎ/, asimilándose a las solucio-


nes de /lj/ como en FOLIA, MULIER, MALEOLUM, son los ocasionados por la unión
de /k/, /t/, y /g/ con /l/ tras la pérdida de la vocal, como los casos de OC(U)LUM,
de AURIC(U)LA, de UNG(U)LA, de VET(U)LUM. Pues bien, en castellano la palatali-
zación no se quedó en la solución /ʎ/, como en los demás romances peninsu-
lares: OLLO ORELLA VIELLO, sino que avanzó hacia una solución palatal no lateral
// que más adelante, en el siglo XVI, se transformaría en el fonema velar sordo
/x/, solución típica castellana: /muxér/, /óxo/, /oréxa/, /biéxo/ o en la palatal
nasal // de UÅA. El castellano produce, pues, un sistema de consonantes
palatales distinto del sistema fonológico de los dialectos más cultos de la
época y adquiere así la fonología que le diferencia.

Además, el castellano burgalés era certero y decidido en la elección: no


admitía en su habla polimorfismos, como sucedía en los demás dialectos o en
el castellano montañés, sino que unificaba en una solución las distintas
variantes que pudieran crearse. Así, superó las vacilaciones leonesas y arago-
nesas en diptongos concurrentes: PUERTA PUARTA PUORTAfueron en castellano
solamente PUERTA y los de SIELLA o SIALLA no vacilaron y se unificaron en SILLASe
decía ENLACASA y no ENNACASA, como se atestigua en la Castilla norteña; se
decía M·SBLANCO, o M·SVERMEIO y no PLUSBLANCO o PLUSVERMEIO que se decía
en la zona este.

El castellano central, o dialecto burgalés, fue dando poco a poco norma


gráfica a sus soluciones fonéticas luchando contra la tendencia latinizante y
culta de los escribas quienes se revelaban contra la nueva pronunciación y la
estigmatizaban, la rechazaban. Preferían, en muchas ocasiones, mantener las
formas latinas y cultas en sus escritos a aceptar la pronunciación hablada, el
«escribir como se habla». Así, la /f/ inicial latina permaneció en los escritos
hasta bien entrado el siglo XIII a sabiendas de que su pronunciación se había
transformado en un alófono aspirado o había desaparecido. Esta tendencia
latinizante en las grafías hizo posible el mantenimiento de palabras utiliza-
das en contextos cultos como «infante» con su /f/, cuando en el siglo XI, en la
Rioja, se pronunciaba /ilháNte/, lo cual era criticado por las personas cultiva-
das de la época.

En este castellano hablaría el conde Sancho García, a principios del siglo


XI, a los «notables» de la ciudad mora de Tudela y estos notables personajes
observarían las diferencias entre el incipiente idioma castellano salido de su
reducto dialectal y la antigua lengua oficial leonesa. El prestigio político que
alcanza Castilla va dando prestigio a su idioma, el castellano, que irá avan-
zando hacia el sur de la península Ibérica aislando, cada vez más entre ellos,
a los viejos dialectos del latín, tanto orientales como occidentales.
62 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

4. EL ROMANCE CASTELLANO EN LAS PRIMERAS


MANIFESTACIONES EN LENGUA ESCRITA

Hasta mediados del siglo XII, el romance castellano recibía de los hom-
bres cultos de la época la denominación despectiva de «habla rústica» o de
«lengua vulgar». A partir del 1150 en la #HRONICA!DEFONSI)MPERATORIS se le
denomina «nostra lingua» y se le da el primer apelativo estético y musical
diciendo que: «ILLORUMLINGUARESONATQUASITYMPANOTUBAw. Cincuenta años
más tarde aparecerán las (OMILÁASDE/RGAÅ·, primer texto catalán al que
seguirá la obra de Raimundo Lulio (1233-1315) y de otra serie de historia-
dores catalanes y escritores de literatura didáctica. No olvidemos que en la
Edad Media peninsular las lenguas literarias por antonomasia eran el cata-
lán-provenzal, en el que se escribía poesía trovadoresca desde antes de
1140, y el gallego, en el que se escribía la poesía lírica, también desde muy
antiguo.

Castilla, que venía cantando desde el siglo X las hazañas de sus caudillos,
era la mantenedora del fermento cultural visigodo, e imponía el dialecto cas-
tellano como la lengua de la poesía épica. También lo usaban otras manifes-
taciones poéticas como lo prueba el fragmento teatral del !UTODELOS2EYES
-AGOSo la 2AZÆNFEITADEAMOR con los $ENUESTOSDELAGUAYELVINO o la $IS
PUTADELALMAYELCUERPO o la 6IDADE3ANTA-ARÁA%GIPCIACA  todas ellas de
fines del siglo XII, que se escribieron en castellano aunque con rasgos dialec-
tales leoneses o aragoneses. En castellano se escriben los romances de ciego
que van recitando por todos los pueblos esos hechos sobresalientes que se
producían en aquella sociedad; y en castellano se escriben y se recitan los
cuentos y las hazañas de los héroes y de los santos de toda España, o sea, la
literatura que más interesaba al pueblo.

El hecho de que autores y copistas no generalizasen en sus copias su


espontánea manera dialectal de hablar, sino que utilizasen el modelo caste-
llano, muestra cómo la recitación de poemas épicos por juglares había afir-
mado el predominio del dialecto castellano sobre otros dialectos y lenguas
vecinas en la manifestación literaria. En los demás dialectos y lenguas no se
escribe tanta «literatura» sino más bien textos de carácter didáctico, históri-
co, religioso, notarial o jurídico: véase, si no, el ,IBER2EGUM navarro, o los
pocos textos que conservamos en vascuence, o los !NALES 4OLEDANOS o el
manual aragonés para la confesión de los $IEZ-ANDAMIENTOS.

Claro que el arte poético por excelencia, la poesía lírica, floreció en las
cortes de Galicia y Portugal y con los trovadores provenzales y catalanes.
Alfonso X el Sabio utilizó el gallego-portugués como vehículo de expansión
lírica con sus #ANTIGASde alabanza a la Virgen. Trovadores posteriores de los
siglos XIII y XIV utilizaron el gallego en las llamadas CANCIONESDEAMIGO en las
que, como dice poéticamente Lapesa (1980: 198) «las ondas del mar de Vigo,
las fuentes o las brumosas arboledas del Noroeste escuchaban confidencias
de las doncellas enamoradas».
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 63

Los siglos XI al XIII son la época de la máxima inmigración ultrapirenaica


hacia España. Todas las capas de la sociedad, comenzando con los clérigos,
se vieron inmersas en esta influencia provenzal, gascona u occitana: además
de palabras como LIGERO RUISEÅOR PEAJE SALVAJE HOSTAL LINAJE o TACHA tenemos
el gentilicio ESPAÅOL. Este fue el nombre, (igual que BRETÆN BORGOÅÆN GASCÆN),
con el que los francos designaron a los hispanogodos que, tras la invasión
árabe del siglo VIII, no se sometieron y se refugiaron en el lado sur de las mon-
tañas pirenaicas. Más tarde, al igual que el nombre de ()30!.)! no sólo se apli-
có a Andalucía sino a todo el territorio peninsular, el gentilicio ESPAÅOL
se aplicó a todos los que vivían más abajo de los Pirineos, en el territorio que
conformaba el hábitat de los españoles, España.

5. EXPANSIÓN DEL ROMANCE CASTELLANO.


SU CARÁCTER INTEGRADOR
Si en sus primeros tiempos el castellano fue un dialecto radicalmente
innovador, en su expansión posterior actuó de forma más pausada y conser-
vadora integrando, no excluyendo, las distintas formas lingüísticas con las
que se iba poniendo en contacto.
La historia del castellano medieval, como la del español posterior, es una
constante serie de procesos de absorción y nivelación, de fusión de elementos
de origen diverso, hasta llegar a unir en el vasto complejo dialectal del espa-
ñol lo que en su origen fue, a su vez, un complejo de elementos dialectales
diversos. Es lo que ocurrió con las hablas mozárabes del valle del Duero, con
las formas leonesas de Zamora, Salamanca y del mismo León, con el mozá-
rabe toledano; y es lo que empezó a ocurrir, aun antes de la unificación polí-
tica, con los romances navarro y aragonés, que progresivamente se fueron
castellanizando, dadas las escasas diferencias mutuas y dado el superior
prestigio alcanzado por la lengua de Castilla. Lo mismo ocurrió con el habla
de los inmigrantes francos, que si durante algún tiempo transmitieron algu-
nos rasgos propios al castellano, por ejemplo la caída de /e/ final: NOCH PRIN
CEP  ADELANT, enseguida acabaron absorbidos por la lengua común. El vas-
cuence no era lengua literaria en la Península.

6. EL PENSAMIENTO LINGÜÍSTICO DE LA ÉPOCA


EN EL MESTER DE JUGLARÍA Y EN EL MESTER
DE CLERECÍA. PRIMACÍA DEL REGISTRO ORAL
Mester de juglaría

Las tendencias fonológicas y fonéticas espontáneas del habla se desarro-


llan sin la presión de una escritura generalizada ya que más del 95% de los
hablantes son analfabetos. El registro oral es el que más presiona sobre los
cambios en la lengua y así se comprueba en el lenguaje literario del mester de
64 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

juglaría y del mester de clerecía, y se manifiesta en que hay variedades dia-


lectales castellanas y vacilaciones e inseguridades dependiendo de las regio-
nes castellanas en las que nos encontremos.
Por ejemplo, en la parte implosiva de la sílaba, sobre todo en final de pala-
bra, se encuentran con bastante frecuencia consonantes cuyo sonido no es
usual en el habla en esta distribución. Esto se produjo con la tendencia del
sistema fonológico español a la pérdida de las vocales postónicas y también
con la pérdida de la -e final de palabra que introdujeron los francos con su
inmigración gascona y provenzal tanto en el habla como en la literatura tro-
vadoresca. El sistema fonológico castellano tiende a eliminar esas consonan-
tes, a no ser que sean las consonantes /d/, /l/, /n/, /r/, /s/, /d/, /m/, o a ensorde-
cerlas o a fricatizarlas o a variar su lugar de articulación, de modo que
SETMANA JUDGARCOMDERIEPTOCOBDO VERDAT VIT tienden a ser SEMANA JUGAR
CONDE RETO CODO VERDAD VERDATH VIDOVITH(Lapesa 1980: 210 y sig.).
El timbre de las vocales átonas que no desaparecen está sujeto a todas las
variaciones posibles entre e-i y o-u, fenómeno que es endémico de nuestro
sistema vocálico (sobre todo entre las vocales medias y altas): MENGUA MIN
GUAR MEJOR MIJOR 3EBASTI·N 3ABASTI·N SOLTURA SULTURA FOR•UDO FUR•UDO TRO
BADO TRUBADO COBDICIA CUBDICIA VOLUNTAD VELUNTAD DIZIR DEZIRy otros más.
El desarrollo de la evolución fonológica impedía la regulación del sistema
morfológico en el que se generaban polimorfismos y concurrencia de formas.
Como ejemplo de la variabilidad en la que se encontraba la flexión verbal
obsérvese las diferentes maneras que recoge Lapesa de cómo se podía escribir
la segunda persona del indefinido del verbo HACER, que hoy día se limita a HICIS
TEy al vulgar HICISTESFEZISTE FIZISTE FIZIESTE FEZIST FIZIST FIZIEST FEZIESTE FEZIEST
En el terreno de la sintaxis también se daban, a un tiempo, usos contra-
dictorios:
— Muchos verbos intransitivos se auxiliaban con el verbo SER, aunque ya
aparecían usos actuales con HABER: «UNSTRELAes NACIDA», «EXIDOSsomosw
iDENUESTROSCASAMIENTOSAGORAsomos VENGADOSw iASAZTEas BIENESCU
SADOw iARRIBADOan LASNAVESw.
— En los tiempos compuestos con AVER, el participio concuerda con el
complemento directo o permanece invariable como ahora: «ESTASAPRE•IA
DURAS MIO #IDPRES as LAS ha»: «•ERCADos NOS han», pero también se
escribe, como en la actualidad «ESTAALBERGADALOSDEMIO#IDLUEGOLA
an ROBAdo»
Se encomendaría a la entonación del hablante o del juglar la resolución
de interpretaciones distintas. El verso del Cantar de Mio Çid «ELQUEQUISIERE
COMER EQUINONCAVALGUE » podría interpretarse de estas dos maneras aten-
diendo a las pausas:
— El que quisiere comer (que coma) e qui non (que) cavalgue.
— El que quisiere, comer, e qui non (quisiere) cavalgue.
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 65

Un idioma, cuya utilización era más oral que escrita, no necesitaba preci-
sar por medio de conjunciones nuevas los distintos matices de la subordina-
ción cuando se deducía el sentido directamente de la situación o del contex-
to o mediante la entonación: «quE CLAMEMOS MERCED OÁDOSNONSEREMOS »
(«maguer», «aunque»). La labor de Alfonso X el Sabio consistirá en ir aumen-
tando el uso de nuevas conjunciones para que la frase adquiera esa lógica
aristotélica que la prosa exigiría.
En este castellano domina ya un orden de palabras distinto del latín; se
tiende a que el término regente preceda al régimen, o sea, el verbo va antes
del complemento directo, el nombre va antes de su adjetivo y así sucesiva-
mente. Por consiguiente, se van evitando frases como: PUES QUEAFAZERLO
AVEMOS («lo avemos a fazer»), EL AGUANOSHANVEDADA (nos han vedada el
agua»)
La resistencia a que el pronombre átono (casi siempre enclítico) o los ver-
bos AVER y SER aparecieran después de pausa o de las conjunciones E y MAS
durará mucho tiempo: «EMANDÆlo RECABDAR» «0ARTIÆs DELAPUERTA» «NACIDOes
$IOS» «DEXADOha HEREDADES» «ALTAes LAMONTAÅA».

Mester de clerecía

Con el mester de clerecía sigue habiendo un acercamiento al público, a la


mentalidad y costumbres de la época, pero con la utilización de un lenguaje
con más cultismos: DULCÁSSIMO CONVIVIO EXILIO ILLESO'ONZALODE"ERCEO es
uno de los escritores en castellano que más cultimos han introducido en la
lengua española. Otras obras como el ,IBRODE!POLONIO o el ,IBRODE!LEXAN
DRE no le van a la zaga: CONDICIÆN CONTURBADO LAPIDAR MALICIA OCASIÆN ÁDOLO
UN•IÆN PRÆLOGO SILOGISMO LICENCIA VERSIFICAR ELEMENTO FEMENINO Aparecen
muchos sinónimos y el vocabulario se amplía mucho por la variedad de
temas que se tratan.
En esta época de carácter eminentemente oral y espontáneo en la evolu-
ción de la lengua castellana, se observa que no va a dominar en la frase el
orden rectilíneo, sino que la frase se quebrará con repeticiones y cambios de
construcción, dando la impresión de hallarnos ante un conjunto expresivo
constituido por sintagmas móviles. Es decir, domina el orden regente-régi-
men en una frase que no da la impresión de una sucesión meditada de sin-
tagmas, sino de un conjunto de unidades móviles y entrecortadas. Hay una
SÆLIDACOHESIÆN morfosintáctica de los sintagmas, de los grupos entonativos o
sirremas, pero una GRANLIBERTAD en la construcción de la frase en la que apa-
recerán frecuentes pleonasmos. Esta idea la ejemplifica Lapesa con estos
ejemplos: «ALOSDEMIO#ID ya LES tuellen el agua» (orden quebrado). i4ODAS
ESSASTIERRAS, todas LAS preava» (pleonasmo); «por dar a Dios serviçio, por ESSO
lo fizieron»; «verán LASMORADAScómo se fazen».
Una frase como i$IOSLOQUIERAELOMANDE QUEDETODELMUNDOESSEÅOR
DAQUESTECASAMIENTO QUESGRADEEL#AMPEADORw se tendría que decir, siguien-
66 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

do el rigor lógico de la frase, así: i$IOS QUEDETODOELMUNDOESSEÅOR QUIERA


YMANDEQUEEL#AMPEADORw.
Bien es verdad que se tiende a un mayor equilibrio fraseológico y así se
demuestra en la forma de escribir de los autores del «mester de clerecía»,
como Berceo, autores, la mayor parte de ellos clérigos y hombres cultivados,
cuyo conocimiento del latín les obliga a utilizar el lenguaje con mayor preci-
sión y fijeza y con menos vivacidad espontánea y desordenada.
Todos los escritores y juglares estarán muy apegados a la oralidad, porque
son poetas que escriben para que sus obras sean recitadas o leídas en voz alta
para un público analfabeto en la mayoría de las ocasiones.
Sennores, si quisiéredes, mientras dura el día
destos tales miraclos aun más voz dizría
(Gonzalo de Berceo (1185-1264): -ILAGROSDE.UESTRA3EÅORA
La oralidad se caracteriza también por la utilización de arcaísmos
prestigiosos como señore, sone (son) y por la utilización frecuente de una
fraseología consagrada por los juglares y repetida como fórmula estereo-
tipada:
«assis parten unos de otros como la uña de la carne» (o sea, con dolor)
el Cid, «el que en buen hora nació», «la ardida lanza»
En resumen, se puede decir que la base de esta sólida cohesión interna
del sintagma del castellano está en que el castellano se ha convertido en la
koiné, en la lengua de intercambio, en la lengua general de la nación para
cada uno de los distintos habitantes de la península Ibérica cualquiera que
fuera su lengua materna o nacionalidad. Ya hicimos referencia arriba a que
lo mismo sucederá más adelante con el español en América: será la lengua
iGUALITARIA DELMESTIZAJE (Ángel González, 1995: 78 y sig.) entre todas las
etnias de lenguas y de culturas diferentes. A pesar del voseo, del seseo, de
los rehilamientos o de las distintas modalidades de uso del vocabulario
estamos, en estos momentos del siglo XII, ante una lengua con una gran
capacidad de unidad.
Hemos asistido a la constitución de una lengua, el castellano, cuyo uso
como lengua común se adelanta en muchas decenas de años a las lenguas
románicas más cercanas, el francés o el italiano. El francés, el idioma de
L’ Ille de France, se convertirá en el idioma de la Corte y de la Literatura a
finales de la Edad Media y será el idioma de la vida pública del país, o sea, un
ROM·NPALADINO, allá por el siglo XVIII. El italiano (el dialecto toscano o flo-
rentino), que tiene una envidiada expresión literaria desde el siglo XIV con
Dante, Petrarca y Boccacio, no llegará a ser el idioma común de la población
italiana hasta el «Resurgimento italiano» del siglo XVIII.
El castellano se convierte en el idioma general, pero no en el idioma ofi-
cial. La lengua castellana no fue impuesta jurídicamente, fue buscada y
deseada como medio de comunicación por las gentes de la época, quienes
estaban inmersas en un batiburrillo de nacionalidades, de grupos humanos
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 67

FIGURA 6. La expansión de Castilla y del castellano, según Lapesa (1980).

(gallego-portugueses, astur-leoneses, castellanos, aragoneses, navarros, vas-


cos, catalanes, mozárabes, francos, judíos, árabes) que necesitaban tener
una lengua de nadie y de todos, un idioma común en el plurilingüismo de la
época. El castellano fue aceptado por todos como LA LENGUADETODOSYDE
NADIE.

7. EL NACIMIENTO DE LA PROSA CASTELLANA


Aunque Gonzalo de Berceo había escrito «1UIEROFERUNAPROSAENROM·N
PALADINO1UALSUELEELPUEBLOFABLARASUVECINO », la redacción en prosa no
posee tanta oralidad como la que había en los versos de los cantares de gesta,
en los romances, en el mester de juglaría, en las cantigas de amor y de amigo
y de escarnio, en el mismo mester de clerecía. Las primeras manifestaciones
en prosa en lengua romance no son literatura sino más bien historia, fueros,
moralidades, didactismo, recopilación de conocimientos, documentos en los
que se mezclan el latín y el romance y que interesan por sus aspectos históri-
cos y dialectales.
68 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

8.1. La Escuela de Traductores de Toledo

En Toledo, desde la primera mitad del siglo XII existía una «Escuela de
Traductores» cuyos primeros datos de su existencia datan del tiempo del
obispo Raimundo, en la que se traducían obras árabes y hebreas al latín.
Estos equipos de traductores tenían el siguiente modo de actuar: en primer
lugar un judío hacía una versión oral romance de la frase árabe o hebrea
correspondiente, y un cristiano traducía esa versión romance al latín. Este
procedimiento se siguió en las traducciones al romance que comenzaron en
tiempos del rey Fernando III el Santo, muerto en el año de 1252, y que conti-
nuó y amplió Alfonso X el Sabio, nacido en Toledo en el 1221.
Eran traducciones con fuertes interferencias sintácticas árabes como los
paralelismos antitéticos y la sucesión de oraciones unidas por la conjunción
copulativa «et», que no han prosperado y que se pueden rastrear, por ejem-
plo, en la colección de cuentos medievales de el #ALILAE$IMNA, o en traduc-
ciones bíblicas o en obras didácticas donde aparecen frases como estas:
... et conviene vos que ondredes el que de ondrar es, et poner a cada uno en
el logar que merece, et que los fagades cosas por que vos amen, et que les
razonedes bien ante ellos et enpos ellos, et que les dedes que vistan...

Pero poco a poco la sintaxis se va flexibilizando y el vocabulario se va


enriqueciendo con la entrada de términos abstractos manifestados con cul-
tismos referidos, sobre todo, a cuestiones didácticas y científicas: ALEGORÁA
COMPARACIÆN ELEMENTO ESTUDIO PO½TICA MËSICA GEOMETRÁA etc.
Con Alfonso X, la «Escuela de Traductores de Toledo» se amplía mediante
la entrada de nuevo personal: hombres de ciencia, historiadores, jurisconsul-
tos y un grupo de gente que conoce y utiliza para vivir el romance, la lengua
castellana, como son los juglares y los trovadores. El procedimiento de la tra-
ducción varía en el siguiente sentido: van a ser más abundantes las obras tra-
ducidas al romance que las traducidas al latín; y cuando la obra queda en
romance, un copista cristiano pondrá en «castellano drecho», de norma bur-
galesa, la versión oral o escrita de su compañero de traducción, del judío o
ladino, que estará más dispuesto a que la obra quede en romance, su lengua
de comunicación que no en latín, la lengua litúrgica de los cristianos. (Gonza-
lo Menéndez Pidal: «Cómo trabajaban las escuelas alfonsíes» artículo que está
en la 2EVISTADE&ILOLOGÁA(ISP·NICA , tomo V, año de 1951.) El rey aprovecha
esta circunstancia y toma la decisión de extender la amplia cultura latina,
árabe y hebrea a todos los españoles en castellano. Así se comenzó a escribir
en prosa romance y se creó una extensísima producción de textos en castella-
no para los que la variedad de asuntos obligaba a ampliar el vocabulario.

Las grafías

Aunque al principio no se puede exigir uniformidad y hay variantes que


demuestran la propia evolución del aprendizaje de escribir en una prosa nor-
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 69

malizada, la grafía quedó sólidamente establecida. Para uniformar las


variantes lingüísticas de todo tipo (gráficas, léxicas, sintácticas), Alfonso X
tiene sus correctores del lenguaje (EMENDADORES). La base normativa de este
CASTELLANO DRECHO correspondía al modo de hablar de la gente de Burgos
corregido en lo que creían conveniente con concesiones al lenguaje leonés,
que aún mantiene cierto marchamo culto, y al habla toledana del momento,
porque es en Toledo donde están trabajando. Así, no se aceptaba al completo
el paso de /f-/ a /h- / o la reducción del sufijo IELLO a ILLO pasos dados ya en el
habla burgalesa donde no dicen ni escriben FIJO [fío] sino HIJO [ío] y no
dicen CASTIELLO sino CASTILLOO sea, «el habla toledana, castellanizada, pero sin
los exclusivismos de la de Burgos... sirvió de modelo en la nivelación lingüís-
tica del reino» dice Lapesa (1980: 241)
El propio rey llega a actuar como EMENDADOR en muchas de las traduccio-
nes, como se demuestra en la del ,IBRODELA/CHAVA%SPHERA en el que tomó
parte en una nueva redacción y así se hace constar: «... tolló las razones que
entendió eran sobejanas (superfluas) et dobladas et que non eran en castella-
no drecho, et puso las otras que entendió que complían; et cuanto en el len-
guaje, endreçolo él por sise».
Y esta labor enmendadora surtió efecto en todos los niveles del lenguaje.
Puede decirse que la transcripción gráfica de los sonidos españoles quedó
fijada con Alfonso X y se atiene, hasta el siglo XVI, a las normas fijadas por la
cancillería real y por los escritos que se produjeron en la Escuela de Traduc-
tores de Toledo.

La sintaxis

En relación a la sintaxis, responsable de la expresión argumental, la labor


alfonsí fue enorme. Se consiguió disponer de una frase que responde ya a la
lógica occidental aristotélica de sujeto-predicado con perfecta trabazón entre
los miembros de la oración, ampliando el número y diversidad de enlaces
oracionales con más y diversas conjunciones que ayudan a relacionar lógica-
mente las oraciones, según este esquema prefijado que se transmitió a los
prosistas posteriores:
1. Encabezamiento
2. Exposición de la idea general
3. Desarrollo de los aspectos parciales con argumentos lógicos que apo-
yan la afirmación inicial
La sintaxis gana en flexibilidad expresiva argumental y en riqueza de
matices lógicos con la aplicación de este esquema del estilo argumentativo
que todos conocemos hoy. Escoge Lapesa, para ejemplificar, este texto de la
segunda 0ARTIDA:
Cómo debe el rey amar, et honrar et guardar a su muger. Amar debe el
rey a la reina su muger por tres razones: la primera porque él et ella por
70 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

casamiento segund nuestra ley son como una cosa...; la segunda porque ella
solamente debe ser segunt derecho su compaña en los sabores et en los pla-
ceres, et otrosí ella ha de seer su aparcera en los pesares et en los cuidados;
la tercera porque el linage que de ella ha o espera haber, que finque en su
lugar después de su muerte.

El léxico

El otro nivel lingüístico, el del vocabulario, fue extremadamente cuidado.


El castellano debía ser capaz de expresar conceptos científicos reservados a
las lenguas más elaboradas, como el latín, el árabe o el griego. Alfonso X el
Sabio se vio obligado a introducir gran cantidad de cultismos, pero lo hizo
tratando de que sus lectores los comprendieran y siguiendo la estructura
interna del idioma sobre la composición y derivación; por eso han arraigado
casi todas sus innovaciones y se mantienen en la actualidad: LADEZA LONGUEZ
PALADINAR EÅADIMIENTOprovienen por derivación de lADO («ancho»), lUENGO
ASMANZA («opinión») EÅADER («añadir»), PALADINO («público», «palaciego»).
Los tecnicismos como SEPTENTRIÆN HORIZONTE HËMIDO DIVERSIFICAR DEIDADse
introducen directamente. Otras veces citan las palabras latinas o griegas y las
acompañan de una definición romance y las siguen utilizando ya como si fue-
ran castellanas de siempre. Escribe así en la 0ARTIDA número 7 de las 3IETE0AR
TIDAS: «3IGNIFICAMIENTO ETDECLARAMIENTODEPALABRATANTOQUIEREDECIRCOMO
DEMOSTRARYESPALADINAR («hacer público») CLARAMENTEELPROPIONOMBREDELA
COSASOBREQUEESLACONTIENDA OSITALNOMBRENOHOBIESE MOSTRARLAOAVERI
GUARLAPOROTRASSEÅALESCIERTASwY se lee en otros documentos: «dizen en latín
TRIBUS por LINAGEwitanto quiere decir DICTADOR como MANDADOR y DICTADURA
como MANDADOw«TIRANOtanto quiere dezir como SEÅORCRUEL, que es apode-
rado en algún regno o tierra por fuerça, o por engaño, o por traición».
En resumen, la gimnasia lingüística que supone la labor normalizadora
de los traductores convirtió al castellano en el vehículo esencial de cultura
para todo el reino, en la lengua pública, en el román paladino que influirá
para que los notarios aragoneses, navarros, leoneses, asturianos, gallegos
escriban los fueros y otros documentos legales cada vez con mayor número
de castellanismos como DERECHO FECHO MEIOR HIJO APAREJADO SEMEJAR TRASNO
CHAR  ABEJA y no DEREYTO  FEYTO MELLOR  FILLO APARELLADO SEMEYLLAR etc., como
puede verse en el &UERO'ENERALDE.AVARRAde 1300 o en el &UERODE!RAGÆN, o
en la traducción del &UERO*UZGO hecha sobre el 1241
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 71

PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN

1. La base lingüística del romance castellano es:

A) el habla de la ciudad de Burgos


B) el habla de la ciudad de León
C) el habla de los hispanogodos de la Montaña cántabra

2. ¿Cómo se diría en los dialectos peninsulares orientales el sintagma


«más blanca»?

3. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: El castellano


avanza hacia el sur de la Península aislando a los dialectos más cul-
tos que son el leonés y aragonés.

4. Diga cuál de estas cuatro palabras no es de origen provenzal: RUISE


ÅOR CHOZA ESPAÅOL HOSTAL

5. El hecho de que se escribieran en castellano palabras de distinta


forma como PUORTA PUARTA PUERTA es señal de que:

A) Se pronunciaban de distinta forma


B) Se mantenían las formas arcaicas, pero sólo en la escritura

6. El conocimiento que del latín tienen los escritores del mester de cle-
recía les impulsa a:

A) usar el lenguaje con más precisión en el sentido de las palabras


B) usar muy a menudo el hipérbaton
C) desordenar los constituyentes de los sintagmas

7. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: La redacción en


prosa trata de imitar la oralidad de los Cantares de Gesta y de los
romances tradicionales.

8. Se admite que el nacimiento de la prosa en castellano fue debido al


impulso de la labor traductora de la escuela de Traductores de Tole-
do con:

A) el obispo Raimundo
B) Fernando III el Santo
C) Alfonso X el Sabio
72 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

9. La no aceptación por parte de los escritores de esta época de la desa-


parición o de la aspiración de la /f-/ inicial latina en palabras como
FIERRO se debe a:

A) Influjo del vascuence


B) Influjo culto del leonés y del habla toledana
C) Influjo culto de la lírica provenzal

10. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: Trabajar imi-


tando el proceso expresivo del estilo poético de las Cantigas de Alfon-
so X el Sabio fue lo que ayudó a los traductores a flexibilizar la frase
y adaptarla a la lógica aristotélica y a la construcción ciceroniana.
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 73

RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN


1. La respuesta es la A. La ciudad de Burgos fue la población donde se
reunieron gentes de todo tipo y de distintos orígenes.

2. La contestación es «plus blanca», así se decía en antiguo aragonés


porque PLUS se utilizaba en la zona oriental más que MAGIS (M·S).

3. Es verdad esta afirmación. Se dice que el castellano ha ido avanzan-


do hacia el Sur como en una cuña invertida, como un abanico que se
abre y va orillando a los dialectos que se encuentran a oriente y occi-
dente, a derecha e izquierda.

4. #HOZA no es de origen provenzal, sino prerromano. Recuerde que la


palabra ESPAÅOL es provenzal y significa «los que viven al otro lado de
las montañas», en Hispania.

5. La respuesta es A. Se pronunciaban y escribían de distinta forma por-


que había en la época mucha inestabilidad en la pronunciación.

6. La respuesta es C. De este modo imitan el orden sintáctico latino.

7. Es falsa la afirmación, porque los Cantares de Gesta solían estar


escritos en verso. La redacción en prosa imita el modelo latino de los
escritores clásicos como Cicerón.

8. La respuesta es C. El que más trabajó de los tres en las traducciones


al castellano fue Alfonso X.

9. La respuesta es la B. La norma leonesa y la toledana tenían un gran


prestigio lingüístico. La influencia del castellano norteño no podía
contra ellas en algunos aspectos significativos de la pronunciación
del castellano.

10. Es falso. Ya hemos dicho que el verso no es el modelo que se sigue


para la prosa del castellano.
Tema 4
LA LENGUA EN LOS SIGLOS XIV Y XV.
EL ESPAÑOL PRECLÁSICO
Y EL RENACIMIENTO

1. La pronunciación del castellano antiguo


2. Las aportaciones de la lengua literaria a la gestación del romance
castellano
2.1. Don Juan Manuel
2.2. Juan Ruiz
3. Características generales del castellano. Eliminación de vacilaciones
4. Primera mitad del siglo XV. El retoricismo y el baño latinizante del
castellano
5. El castellano a finales del XV en el reinado de los Reyes Católicos
5.1. El criterio del «buen gusto» en el habla de la Corte de Isabel de
Castilla
5.2. El criterio del «buen gusto» en la lengua escrita
5.3. Diferencias regionales en el español de Castilla, Andalucía y
Toledo a finales del siglo XV
6. La 'RAM·TICADELA,ENGUA#ASTELLANAde Antonio de Nebrija
PRESENTACIÓN
En este cuarto tema, expondremos los hitos que se van sucediendo en el desa-
rrollo del castellano durante los siglos XIII y XIV hasta que en el siglo XV, con los
Reyes Católicos, se convierta en el español: el idioma común de todos los españo-
les. Expondremos, brevemente, cómo se pronunciaba ese español medieval.
Defendemos el hecho de que las fuerzas lingüísticas que intervienen en la
gestación de un idioma común son múltiples y variadas, y que todos los estra-
tos sociales de hablantes: la gente del pueblo, los gobernantes, los escritores
van afianzando el idioma con la utilización sabia de sus posibilidades lin-
güísticas y estéticas. Es el criterio del «buen gusto» en la utilización del idio-
ma, criterio que sobrepasa las diferencias regionales. En español se escribe la
mejor literatura del momento.
A finales del siglo XV el español es puesto «en arte», es decir, se construye
un artifico intelectual para el servicio del idioma: Antonio de Nebrija escribe
la primera Gramática de la lengua de España que es, a su vez, la primera Gra-
mática de una lengua romance. En esta «sciencia recte loquendi», que así se
definía la Gramática por los latinos, se adivina ya la necesidad imperiosa de
contar con una autoridad idiomática aceptada por todos, y se abrirá un largo
debate sobre quién detenta la autoridad en el uso del castellano o español. La
lucha de normas será el marco en el que se desarrollarán las ideas lingüísti-
cas en los Siglos de Oro.

1. LA PRONUNCIACIÓN DEL CASTELLANO ANTIGUO


Nota. No es necesario que se estudie ahora este apartado, pero sí que debe
leerlo; más tarde, cuando haya estudiado los temas de fonología y fonética lo
entenderá mejor.

Los cantantes de música antigua española han tenido siempre un cons-


ciente cuidado en pronunciar las palabras conforme se supone que se haría
78 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Cuadro de fonemas y sonidos consonánticos medievales, según E. Alarcos Llorach

Ápico Dorso Ápico Dorso


Labial Velar Aspirada
dental dental alveolar palatal
Oclusivos
sordos p t k
Oclusivos
sonoros b d g
Africados
sordos ts tʃ
Africados
sonoros dz d
Fricativos
sordos f s ʃ h
Fricativos
sonoros v z 
Nasales m n 
Líquidos r r l l

en la época. Piensan que la música y el texto estaban muy unidos y que, por
consiguiente, había que respetar la pronunciación en el canto. Es una apre-
ciación que hay que compartir, pero con la siguiente restricción: no conviene
caer en el purismo; es mejor centrarse en tendencias generales: asibilaciones,
palatalizaciones, fricatizaciones y ensordecimientos que en hechos pun-
tuales.
Las vocales del español medieval eran exactamente como las actuales con
el mismo modo y lugar de articulación: /i/, /e/, /a/, /o/, /u/ (ver Tema 9). Pero
no así las consonantes, que mostraban un sistema peculiar.
Tenemos un grupo de fonemas oclusivos sordos: /p/, / t/, / k / y sonoros /b/,
/d/, /g/ que responden a las grafías PTKBDG y que cuentan con realizaciones
fricativas y oclusivas.
El fonema /b/ oclusivo bilabial sonoro que se representaba con B CABE•A
LOBO se oponía, a su vez, al fonema fricativo labiodental sonoro /v/ que se escri-
bía con UCONSON·NTICA o con V CAUALLO CAVALLO AUER AVER. El primero /b/ ya
había igualado la distinción etimológica que aparece, por ejemplo, en pala-
bras como SABER (< /p/) y HABER (< /b/) que provienen de un latín vulgar SAPERE
y HABERE. La serie sonora /b/, /d/, /g/ puede pronunciarse como en la actuali-
dad: con variantes oclusivas o fricativas dependiendo de esta distribución
complementaria: FRICATIVOSIEST·ENTREVOCALES OCLUSIVOENLOSDEM·SCASOS
La articulación del fonema fricativo /v/ intervocálico tendía a hacerse
bilabial como la variante fricativa de /b/; y esto sucedió desde temprano en la
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 79

parte norte de la zona de habla castellana, confundiéndose ambos fonemas y


produciéndose la posterior desfonologización (siglo XVI) del fonema /v/. En la
parte sur de la Península se mantuvo la distinción entre /v/ y /b/ hasta el siglo
XVI. Se creaban así oposiciones como:

UEBOS /uébos/ < OPUS UEVOS (es obligado) frente a /uévos/ < OVOS (huevos)
CABO /kábo/ < CAPUT frente a CAVO /kávo/ < CAVO (de cavar)
Los fonemas nasales /m/, /n/ // tenían la misma pronunciación y distri-
bución que en la actualidad. Lo mismo sucede con los fonemas de la serie
líquida /l/, /ʎ/, /r/ /r /.
Tenemos los siguientes fonemas fricativos sordos /f/, /s/, /ʃ/ y los siguientes
fonemas sonoros /v/, /z/ y //. Los fonemas actuales /q/ y /x/ aún no existían.
Contamos con una nutrida y equilibrada serie de sonidos africados: sor-
dos dorsodental [ts] y dorsopalatal [tʃ] y los sonoros dorsodental [dz] y dor-
sopalatal [d].
El fonema /tʃ/, fonema africado palatal sordo se representa ortográfica-
mente con la grafía CH, como en la actualidad.
El fonema africado dorsodental o dentoalveolar sordo /ts/ se representa
con la grafía •seguida de cualquier vocal o con la grafía CE y CI: DE•IR CERCA
BRA•O /tséRka/, /brátso/, /detsíR/ y se opone al correspondiente sonoro /dz/
que se representa con la grafía z: FAZER  RAZIMO: / fadzéR/, /r adzímo/. En el
siglo XV estos fonemas comienzan a perder su momento oclusivo y se con-
vierten en fricativos. Se crean así los siguientes pares opositivos:
FA•ES /fátses/ < FASCES frente a FAZES /fádzes/ < FACIS (hacer)
FO•ES /fótses/ < FALCES frente a fOZES/fódzes/ < FAUCES
DE•IR /detsíR/< DISCERE frente a DEZIR /dedzíR/ < DICERE
FA•A /fátsa/ < FASCIA frente a fAZA /fádza/ < FACIE (apariencia)
El fonema fricativo palatal sordo /ʃ/ está representado por la grafía «X»:
EXIDO XIMIO AXUAR BAXO: /eʃído/, /ʃímio/, /aʃuáR/, /báʃo/. A últimos del siglo
XVI es seguro que se pronunciaban en la mayor parte de España con /x/

El fonema // fricativo palatal sonoro rehilado tenía dos probables pro-
nunciaciones: la africada [d] y la fricativa []; pero los fonólogos se inclinan
a pensar que este último // sería el fonema representante, siendo la solución
africada un mero alófono en distribución complementaria tras pausa, tras
nasal y lateral, como en la actualidad.
Las grafías que representan tanto la solución africada como la fricativa
eran la G E o la G I y la Jo I ante cualquier otra vocal: gENTIL MUgiER MUgER
jAM·S CONSEjO CONSEiOOREjA OREiAtendrían un pronunciación similar a la
del inglés actual GENTLE JUDGE en la variante africada, o la del francés JAMAIS
GENTILo del portugués JANELAo del catalán AJUDAR si la variante era la fricati-
80 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

va. Así, aparecerán los pares mínimos con el correlato fricativo sordo /s/
como:
PUXAR /puʃáR/ < PULSARE frente a PUJAR /puáR/ < PODIARE
COXO /kóʃo/ < COXU frente a COJO /kóo/ < COLLIGO («coger»)
FIXO /fíʃo/ < /FIXUM/ («fijo») frente a FIJO /fío/ < /FILIUM («hijo»)
El fonema fricativo sordo /s/ correspondía ortográficamente a Sen inicial
o final de sílaba y a las grafías -ss- intervocálicas; mientras que su correlato
sonoro /z/ aparecía sólo en posición intervocálica y se representaba con la
grafía S  intervocálica, creando las oposiciones siguientes, siguiendo los
ejemplos que aporta Quilis (1979):
OSSO /óso/ < URSU frente a OSO /ózo/ < AUSO (osar)
POSSO /póso/ < PULSUM frente a POSO /pózo/ < /PAUSO
COSSO /kóso/ < CURSO frente a COSO /kóso/ < CONSUO
ESPESSO /espéso/ < SPISSU frente a ESPESO /espézo/ < EXPENSUM (gastado)
Desde el siglo XVI comienza a perderse la distinción sorda-sonora.
Existía el sonido aspirado [ h ] que sería un alófono del fonema /f/ en algu-
nos contornos como FIJO HIJO ALFOZ ALHOZ FONTA HONTA FARDIDO HARDIDO. Aun-
que la norma literaria favorecía la presencia de la grafía F en la escritura, al
menos hasta el siglo XVI, la pronunciación aspirada se perdía en el habla
popular de Castilla la Vieja, lo que se manifestaba en la escritura, como se ve
en el caso de ONTA ARDIDO
El sistema fonológico del español antiguo se consolidó con la normaliza-
ción gráfica que estableció Alfonso X. Es un sistema fonológico desequilibra-
do en favor de los fonemas de la serie anterior. Este sistema se estabiliza
durante los siglos de Oro con los necesarios reajustes, algunos de los cuales
veremos en el tema 11. En el año 1611 un lingüista (Jiménez Patón) atestigua
la estabilidad actual del sistema fonológico del español que, normalizado por
la labor de la Academia Española, dura hasta nuestros días con los desequili-
brios que le convertirán en el sistema fonológico español de siglos venideros.
En resumen, el sistema vocálico medieval es como el actual. Por el con-
trario, el sistema consonántico medieval, llamado también alfonsí, tiene
varios desequilibrios que harán desaparecer por velarización /x/ o por centra-
lización no rehilada // los fonemas palatales fricativos y africados del siste-
ma medieval: palabras como LEXOS, •EJA /léʃos/, /tséa/ de orígenes tan distin-
tos como LAXUS y CILIA darán nuestro L½JOS /léxos/ y CEJA /qéxa/.
Los africados y fricativos anteriores /ts/, /dz/, /ʃ/, /s/ y /z/ producirán la
gran división actual del seseo o no distinción de los fonemas /s/ y /q/ y de la
distinción entre esos fonemas.
El sonido [h] sigue siendo un sonido en el que confluyen algunas realiza-
ciones actuales de /s/ implosiva.
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 81

Las vacilaciones en la pronunciación de las consonantes finales /t/, /d/ se


solucionan definitivamente a favor de /d/ con tendencia a realizaciones inter-
dentales [q] en Castilla. La inestabilidad en la realización de los grupos con-
sonánticos se va resolviendo con la desaparición de la consonante implosiva:
PERFETA DINO DOTOR... Más adelante (s. XVIII) la Real Academia Española resta-
blecerá en la escritura estos grupos consonánticos dando prioridad al criterio
etimológico.

2. LAS APORTACIONES DE LA LENGUA LITERARIA


A LA GESTACIÓN DEL ROMANCE CASTELLANO
La norma castellana propugnada, que no impuesta, por Alfonso X como
la norma de la lengua escrita triunfa y tras su muerte, todas las obras cultas
que se escriban con ánimo moralizante o pensando en la evasión se escribi-
rán en ese castellano normalizado.

2.1. Don Juan Manuel


Durante el siglo XIV, Don Juan Manuel (muerto en el 1348), en la prosa y
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (muerto en el 1351), en el verso se convierten
en hitos que señalan cómo el idioma va ganando en fijeza y en capacidad de
expresión estética.
Estamos en la primera mitad del siglo XIV; Petrarca y Bocaccio, en Italia,
ya están componiendo sus obras. Aunque el idioma aragonés continúa con
pujanza su desarrollo lingüístico durante el reinado de Alfonso V, el castella-
no es ya una lengua adulta y la posterior historia de Castilla en la Baja Edad
Media y de su idioma, LALENGUADELOSOTROSYLALENGUADETODOS, hará realidad
la adultez de España como Estado político y como núcleo cultural.
El infante Don Juan Manuel escribe en ese cASTELLANODRECHOobras como %L
#ONDE,UCANORO,IBRODE0ATRONIO(1335); corrige personalmente sus escritos
y cuida de que los copistas no estropeen la pureza de su expresión dejando
bien guardados los originales en monasterios sujetos a su obediencia. Tiene
experiencia de cómo funcionaban en la corte de su tío, el rey Alfonso X, los
talleres de copistas y de lo difícil que era mantener, sin enmendar, un texto en
manos de un copista. Declara su estética de expresión selecta y concisa, que
será la tendencia estilística de un buen escritor y una de las características del
buen decir castellano, con estas palabras:
Sabed que todas las razones son dichas por muy buenas palabras et por
los más fermosos latines que yo nunca oí decir en libro que fuese fecho en
romance; et poniendo declaradamente complida la razón que quiere decir,
pónelo en las menos palabras que pueden seer.

Con esta obra se inaugura la tendencia al conceptismo, que tendrá su


mayor expresión en el siglo XVII con Quevedo como su mejor representante.
82 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

2.2. Juan Ruiz

Otro gran estilista, pero de temperamento estético opuesto al de Don


Juan Manuel es Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita. Juan Ruiz es un escritor con
un lenguaje efusivo, verboso y dicharachero que trasluce un espíritu burlón y
lleno de vida y que seguirá estéticamente la tradición juglaresca, trovadores-
ca y goliardesca de la expresión oral romance. En su obra ,IBRO DE"UEN
!MOR, compuesto en la primera mitad del siglo XIV  puede observarse la
riqueza de vocabulario concreto y realista y su apego a un lenguaje popular
poco dado a los cultismos y muy lírico. En su libro proliferan CANTIGAS CAN
CIONESDESERRANAy Z½JELES los antepasados de los VILLANCICOS. Con Juan Ruiz,
el castellano invade y conquista el terreno de la poesía lírica vedado hasta
entonces al gallego y al provenzal. Véase si no esta descripción de un instan-
te de amor en una pareja de enamorados:
Los labrios de la boca tiémbranle un poquillo,
el color se le muda bermejo y amarillo,
el coraçón le salta así a menudillo,
apriétame mis dedos en sus manos quedillo

Ambos escritores plasmarán en sus escritos el saber popular que se encuen-


tra en los refranes y dichos, siguiendo la forma lingüística que los hablantes
utilizan para su expresión cotidiana. Inauguran ambos escritores una corrien-
te normativa que dará una autoridad indiscutible sobre el idioma a los hablan-
tes que se expresen con «particular juicio»: es el lenguaje popular, el habla de
los refranes, el habla de las gentes, libre de latinismos, que se expresan, como
dice Lapesa (1980:250) con un vocabulario «inagotable, concreto y realista».
Don Juan Manuel abusó en algunos momentos al mezclar ambas corrien-
tes reformando los refranes con la utilización de juegos de palabras, procedi-
miento que será muy utilizado en los cancioneros castellanos. Un ejemplo de
esta manera de actuar es el refrán «el rey rey reina, el rey no rey no reina sino
es reinado» que se lee en su libro. El Arcipreste de Hita, por el contrario,
mantiene en todos sus REFRANES  FABLILLASYPATRAÅAS la forma popular mez-
clando el dialecto leonés y el castellano: 1UIENENELARENALSIEMBRA NONTRILLA
PEGUJARES

Estado de los otros romances peninsulares

En el siglo XIV, el idioma aragonés presenta un considerable florecimien-


to, sobre todo en obras históricas y en traducciones. Juan Fernández de Here-
dia (muerto en 1396) es el principal escritor en el idioma aragonés, y entre
otras traducciones nos dejó la traducción de la obra de Plutarco 6IDASPARALE
LAS. Las auras del humanismo llegaban antes a la corona de Aragón que a la
de Castilla. Aragón se ha independizado de Castilla y se anexiona el condado
de Cataluña. El rey aragonés Pedro IV, duque de Atenas, mandaba a sus gue-
rreros a proteger la Acrópolis, símbolo del Humanismo.
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 83

El idioma leonés, pocos años atrás el idioma culto de España, queda


absorbido por el castellano. En obras tan importantes como %L 0OEMADE
!LFONSO/NCENO (escrito hacia 1360) o el ,IBRODELAMISERIADELOMNEabundan
leonesismos, pero dentro ya de una estructura idiomática claramente caste-
llana. El leonés pasa a ser ya un dialecto histórico.

3. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL CASTELLANO.


ELIMINACIÓN DE VACILACIONES

Durante este siglo, la lengua literaria elimina muchas de sus vacilaciones y


camina hacia su regularización, pero mantiene otras vacilaciones que no se
resolverán sino hasta siglos más tarde. Se admiten ya en la fonología del caste-
llano las consonantes finales /d/, /l/, /n/, /r/, /s/ y se elimina la vocal E que solía
ser el final de palabra. En algunos casos mantenían la inseguridad de la escri-
tura con To con D finales: VOLUNTAT EDAT, frente a VOLUNTAD EDAD (vacilaciones
que, en la actualidad, separan las hablas catalanas de las castellanas).
Las vocales átonas mantendrán durante estos dos siglos XIV y XV su alter-
nancia de timbre: SOFRIR SUFRIR VEVIR VIVIR ROBÁ RUBÁ fenómeno con el que aún
contamos en el habla vulgar actual.
Durante los siglos XIV y XV se mantienen como más cultas las formas leo-
nesas con F inicial latina frente a la aspiración o desaparición, aunque en
Castilla la Vieja estaba extendida la aspiración y omisión de la H . En la obra
del Arcipreste de Hita podemos leer HATO (ENARES
El sufijo diminutivo ILLOtípico de Castilla, pero rehusado hasta ahora por
la lengua literaria, acaba por generalizarse en todos los estilos durante el siglo
XIV, frente al antiguo leonés IELLOque era la forma considerada más culta.

A finales del siglo se confirma el uso generalizado de los imperfectos en


ÁA DEZÁA FAZÁA VEÁA y la casi completa desaparición de las formas en I½:
SABI½S  TENI½ ROBARIEDES  las usuales hasta entonces. Pero se seguirá mante-
niendo la alternancia de las dos formas de la segunda persona del plural: TENE
DES TEN½IS SODES SOIS VENIDES VENÁS incluso en el siglo XV
Junto a NOS y VOS comienzan a aparecer las formas NOSOTROS y VOSOTROS
que ponen de relieve el contraste con otra persona o señalan pluralidad: escri-
be Juan Ruiz i3IPESAAVOSOTROS BIENTANTOPESAAMÁw

4. PRIMERA MITAD DEL SIGLO XV. EL RETORICISMO


Y EL BAÑO LATINIZANTE DEL CASTELLANO
Por influjo DELRETORICISMO, corriente literaria que invade Europa en este
siglo, la entrada de latinismos en el léxico y en la sintaxis se acrecienta hasta
llegar a la exageración en el siglo XVI. Surge ahora la admiración por la anti-
güedad clásica y, desde mediados del siglo XV, en la corte de Juan II de Casti-
84 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

lla (1406 1454) y de Alfonso V de Aragón en Nápoles (1447), se crean escuelas


donde enseñan los mejores humanistas del momento. La sintaxis latinizante y
el vocabulario aristocrático de las obras de Dante, Petrarca y Bocaccio pasan
a ser los representantes del nuevo ambiente cultural y de creación de lengua-
je, tanto en prosa como en verso. Los escritores en castellano comienzan a
pensar que el idioma no puede enriquecerse con el lenguaje popular, conciso
y bello del refranero. Juan de Mena, el gran poeta humanista, afirma que en la
lengua humilde y baja del castellano corriente no encuentra las palabras que
necesita para expresarse. «Non fallaban equivalentes vocablos para exprimir
los angélicos concebimientos virgilianos», escribe Mena.

Los escritores más famosos de la primera mitad del siglo XV como Juan de
Mena, El Marqués de Santillana o Enrique de Villena someten al idioma, tanto
en prosa como en verso, a un intenso y exagerado baño latinizante que abar-
ca el vocabulario y la sintaxis. Siembran sus obras de cultismos, algunos de los
cuales han sobrevivido comoFLAGELO MARITAL SUBVERTIR INOPIA NÁTIDO DI·FANO
EXILIO. Otros se han quedado en la cuneta: TËRBIDO BELÁGERO SCIENTE SUPERNOEl
idioma, como pasa siempre, absorbió lo que pudo de esta corriente latinista;
el resto no penetró en su estructura y se quedó en el baúl de los recuerdos.

Por supuesto, no todos los neologismos que aparecen en esta época son
cultismos; el influjo de Italia y de Francia dejará en nuestro vocabulario pala-
bras que viven en la lengua con una gran frecuencia de uso. Este es el caso de
las francesas GAL·N PAJE o DAMA (que ocupó el lugar de DUEÅA del latín DOMINA).
Italia nos dejó palabras como BELLEZA NOVELAR EMBAJADA ATACAR PILOTO AVERÁA
CORSARIO BONANZA TRAMONTANA

La sintaxis estaba ya fijada en su cohesión lógica por Alfonso X y por los


escritores del XIV, tanto creadores como traductores. Esta nueva corriente
latinista sólo podía incidir en la eliminación de rasgos orientales como la pro-
liferación de las oraciones con forma copulativa: y... y... y... y.

Los autores de esta época imitaban el período ciceroniano u otro tipo de


artificios como la proliferación de términos equivalentes: «Como, pues, o por
cual manera, señor muy virtuoso, estas sciencias...». Pero tan superior era
para estos hombres del Renacimiento el ideal de la antigüedad latina y grie-
ga que no dudaron en trasplantar al romance usos sintácticos latinos sin
sopesar si encajaban o no en la estructura sintáctica del castellano. Hay
abundantes ejemplos de ruptura de la unión sintagmática del adjetivo y el
sustantivo «una vuestra recibí carta», «las potencias del ánima tres». Sí pros-
peró la anteposición del adjetivo al sustantivo creando con el tiempo el valor
de epíteto con significación distinta, como en los actuales sintagmas HOMBRE
POBREYPOBREHOMBRE Santillana escribe «Los fructíferos huertos abundan e
dan convinientes fructos» o «la eloquencia dulçe e fermosa fabla». Exagera-
ban al poner el verbo con frecuencia excesiva al final de la frase, tal y como
se hacía en latín, separándolo del sujeto, que es la construcción más natural
de nuestro idioma: «¿Pues qué le aprovechó al triste... si su amor cumpliere,
e aún el universo mundo por suyo ganare, que la su pobre de ánima por ello
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 85

después en la otra vida perdurable detrimento o tormento padezca?» se


puede leer en %L#ORBACHO (publicado en el 1438).
Y sin embargo, el autor de %L#ORBACHO, el Arcipreste de Talavera, se opo-
nía a la exageración latinizante de la época y defendía la vuelta al lenguaje
popular como modelo de bien hablar; postura lingüística que fue aceptada
por los más importantes escritores humanistas. El Marqués de Santillana, sin
ceder ante el latinismo, reclama no olvidar el lenguaje popular para dar cabi-
da al pueblo en la expresión de la cultura. Santillana pule y ennoblece las tra-
dicionales SERRANILLAS y reúne hacia 1447 la primera colección de refranes ,OS
REFRANESQUEDICENLASVIEJASTRASELFUEGO, siguiendo de este modo la tradición
lingüística española de respetar y aprovechar la vena del habla cotidiana que
se manifiesta también en los cantares y en los romances.

5. EL ESPAÑOL A FINALES DEL XV EN EL REINADO


DE LOS REYES CATÓLICOS

5.1. El criterio del «buen gusto» en el habla de la Corte


de Isabel de Castilla
En el último tercio del siglo XV y primer tercio del siglo XVI el territorio
peninsular se une políticamente con los Reyes Católicos, que reinaron desde
1469 hasta 1515. Desde el punto de vista cultural, la penetración de la cultu-
ra clásica se intensifica y se extiende hacia todos los ámbitos de la vida. Hay
un afán verdadero por el conocimiento del mundo grecolatino por parte de
los poderes sociopolíticos y de los intelectuales de la época.
La reina Isabel aprende latín y con ella sus hijos, por lo que se extiende a
todos los ámbitos culturales y sociales el conocimiento de la cultura latina y
griega: el humanismo. «Jugaba el rey, eran todos tahúres; estudia la Reina,
somos agora estudiantes» se decía en la época.
Para imitar a la reina, los nobles contratan a los mejores maestros italia-
nos como Lucio Marineo Sículo o Pedro Mártir de Anglería. O llaman a espa-
ñoles formados en el Colegio Español de Bolonia como Antonio de Nebrija.
Estos humanistas difundieron el saber y la cultura renacentistas por la corte
y sus aledaños.
En las universidades existe pasión por los maestros humanistas y por sus
saberes sobre la antigüedad clásica, madre de la civilización occidental, que
se pretende restaurar. Y se tiene veneración por el vehículo de expresión de
esta cultura: el latín.
En la organización política del Imperio romano, se ve un ejemplo para
organizar el imperio americano y europeo que se adivina cercano. Converti-
da España en una gran potencia política y económica por los Reyes Católicos,
se vislumbra la posibilidad de que España se convierta en la defensora euro-
pea de un ideal ecuménico, es decir, de una Europa unida en el cristianismo.
86 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Si el latín confirió unidad al Imperio romano, ahora se piensa que debe-


rá ser la lengua romance la que unifique la comunicación de todos en Espa-
ña. El dialecto leonés se mantiene como habla rústica. El rey Fernando de
Aragón deja de hablar en lengua aragonesa y el aragonés va desapareciendo
poco a poco del uso literario y notarial. La castellanización de la fonética ara-
gonesa fue muy rápida en las ciudades, algo más lenta en el campo, pero en
esta época el aragonés dejó de ser lengua para convertirse en dialecto históri-
co, como años antes había sucedido con el leonés.

5.2. El criterio del «buen gusto» en la lengua escrita


Conforme va avanzando el movimiento renacentista y el uso del latín,
los escritores se hacen más conscientes del valor del propio idioma roman-
ce y la afectación anterior se convierte en elegancia culta: una aleación de
lenguaje popular con el más alto y noble. La reina Isabel era muy aficiona-
da a la expresión «buen gusto» que se puede definir como «una no aprendi-
da aptitud para saber elegir las imágenes y los vocablos más adecuados,
agradables y hermosos» (Oliver Asín, 1937: 84). Esta caracterización, apli-
cada al lenguaje literario, es la fórmula que define y resume esta época y
que se expresa en la obra de Fernando de Rojas, ,A#ELESTINA (1499), en la
que confluyen las tendencias humanistas y las tendencias populares para
crear un lenguaje castellano rico y expresivo, natural y selecto, de frases
cortas hilvanando refranes y sin hipérbaton ni frases grandilocuentes. Así
habla la Celestina: «Aquel es rico que está bien con Dios... Mi amigo no será
simulado y el del rico sí; yo soy querida por mi persona, el rico por su
hacienda».
En cambio, cuando el autor pone en boca de Calixto un estilo elevado y
retórico para dar verosimilitud de teatro suena así: «... e fazer a mi inmérito
tanta merced que verte alcançasse, e en tan conveniente lugar que mi secreto
dolor manifestarte pudiesse». Sempronio, el criado, le dice a Calixto en una
ocasión a propósito de sus retóricos parlamentos: «Dexa, señor, esos rodeos,
que no es habla conveniente la que a todos no es común.»
Si esto pasa en la prosa de ,A#ELESTINA, Jorge Manrique se expresa con sin-
ceridad y llanamente en la poesía, en «Las Coplas por la muerte de su padre
Don Rodrigo» (escritas hacia 1476). E igualmente se expresan los autores de
los cancioneros y de teatro como Juan del Encina, quien asume y acoge la ins-
piración del habla popular en su Cancionero, editado en Salamanca en el
1496.
¡Qué es de tí, desconsolado.
Qué es de tí, Rey de Granada!
¿Qué es de tu tierra y tus moros;
dónde tienes tu morada?
Este modelo idiomático de Castilla la Vieja, castellano viejo, es el modelo
de prestigio para la literatura.
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 87

5.3. Diferencias regionales en el español de Castilla,


Andalucía y Toledo a finales del siglo xv
En el español se mantienen, sin duda, las diferencias regionales entre
Castilla la Vieja, Andalucía y Toledo. El habla de Burgos es considerada la
modélica y, con ella, el habla de Castilla la Vieja. Se consigue, a la vez, depo-
sitar en este modelo las líneas evolutivas de la lengua. Y así, fuera del habla
popular y de los cancioneros, ya no se dan casos de artículo con el posesivo
acentuado al estilo antiguo leonés y castellano viejo: LATËCASA LASMÁSPENAS
LAMÁGLORIAceden paso a sintagmas como TUSUAVEAMOR MIGLORIA MISPENAS
MICASA
En esta época de fines del XV y comienzos del XVI han desaparecido en
Castilla las formas con /d/ de la segunda persona del plural de los verbos; no
se dice DESEADES TENEDES ESPERADES GANAREDES sino GANAR½IS ESPER·IS TEN½IS
DESE·ISAún perduran arcaísmos alternando con la forma que será la que per-
dure en la actualidad: ELESPADA LAESPADASÆ VÆ ESTÆcon SOY VOY ESTOYFUE
SEÁDO  VEYENDO con FUI  SIDO VIENDO  etc. En la lengua literaria española es
general la presencia de H inicial latina, con realización aspirada o no. Aun-
que abundan las formas con F HAZAÅAS HOLGAR HERIR FERMOSURA FABLAR, sabe-
mos que en #ASTILLALA6IEJA no se pronuncia la aspiración en los comienzos
del siglo XVI. Siguen las vacilaciones de las vocales átonas: SOFRIR MOCHACHO
JOVENTUD y seguirán hasta finales del siglo XVI. No hay diferencias en la pro-
nunciación de V y de B y las consonantes sibilantes coinciden con las sordas
con las consiguientes confusiones de las grafías: la grafía Z se confunde con la
Clas grafías • y S se confunden con SS ; G Jy X se confunden entre ellas; y
con esta confusión de grafías se acentúa la confusión en su pronunciación.
Aunque el modelo literario sea el castellano no se sigue siempre en todas
las regiones. En !NDALUCÁA, como veremos en el tema 11 con más detenimien-
to, se mantenían las consonantes africadas sibilantes sordas diferenciadas de
las sonoras, pero fueron perdiendo tensión articulatoria y se confundieron
con las sibilantes fricativas. Desde Sevilla se propagó esta pronunciación a la
costa mediterránea, a Córdoba, a Almería y a Granada, cuyos moriscos, de
manos del arzobispo Fray Hernando de Talavera, se apresuraban a aprender
el español. La fuerte intervención de andaluces en la conquista y colonización
de Canarias y de América expandió a estas zonas los rasgos característicos de
la pronunciación sevillana.
El otro gran modelo regional es el TOLEDANO que queda al margen de las
innovaciones andaluzas y castellanas de los sonidos sibilantes. Mantiene la
antigua pureza del español y es considerado como el modelo de la buena dic-
ción, desplazando en algunos casos al habla, de Burgos. Sin embargo, al con-
servar un buen número de arabismos y mozarabismos en su habla, es criti-
cada su norma como modelo idiomático de prestigio. Así escribe Francisco
López de Villalobos, un médico zamorano, sobre el habla de Toledo, que reco-
ge Menéndez Pidal en la página 440 de la 18ª edición de su obra /RÁGENESDEL
%SPAÅOL: «En Castilla los curiales no dicen albaceha, ni almutacén, ni ataifo-
88 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

rico, ni otras muchas palabras moriscas con que los toledanos ensucian y
ofuscan la polideza y claridad de la lengua castellana». Con Garcilaso de la
Vega, volverá el modelo toledano a alcanzar un gran prestigio.
La creciente unificación lingüística que se produce en el dominio español
se verá favorecida por la difusión de la imprenta, auxiliar muy exigente de la
norma lingüística culta. Y así, la difusión del español como lengua literaria se
intensifica en las regiones catalanas, valencianas y en Portugal. Los escrito-
res de estas zonas de la Península comenzarán a crear poesía, prosa y teatro
en español por considerar que en esta lengua se pueden entender todos.
Conviene no olvidar que las dificultades con que se encontraban los tra-
ductores del latín al español hacía reflexionar a estos artesanos del idioma
sobre la lengua en la que se estaban expresando. Porque es evidente que para
que una lengua se expanda en su capacidad de expresión tiene que tener arte-
sanos (lingüistas) que se preocupen por ella y la conviertan en objeto de estu-
dio, cuidado y atención.

6. LA GRAMÁTICA DE LA LENGUA CASTELLANA


DE ANTONIO DE NEBRIJA
En estas circunstancias aparece y se extiende por toda España la 'RAM·
TICA DELA,ENGUA#ASTELLANA de Nebrija, salida de la imprenta en agosto de
1492. Salía a la luz con el doble interés de aplicar por primera vez a una len-
gua romance el concepto de regulación gramatical, de «arte», sólo aplicable,
hasta ahora, a las lenguas cultas: al latín y al griego. La aplicación de la REGU
LACIÆNGRAMATICAL a una lengua vulgar que se aprendía en la calle y en la fami-
lia y que bastaban la práctica y el buen sentido para hablarla debidamente
era una novedad en la época y la 'RAM·TICA de Nebrija tiene el honor de ser
la primera gramática de una lengua romance. Regulada de este modo la len-
gua española, se pensaba que perduraría para siempre uniforme, como el
latín o el griego.
Antonio de Nebrija es el primero que escribe una gramática de lengua
vulgar aplicando a la teoría gramatical el metalenguaje de palabras de la len-
gua que describe y no del latín: PASADO VENIDERO NOACABADO M·SQUEACABA
DO PARTEZILLA(«partícula»), MEZCLADO («epiceno») etc. Además, hace observar
los rasgos en los que la lengua romance difiere del latín y se interesa por el
estudio de la Retórica y de la Métrica, a las que considera el fundamento de
la creación literaria.
Con la gramática de Nebrija se logra otro fin muy importante para cual-
quier humanista, el de facilitar un buen aprendizaje del latín, cuya enseñan-
za en escuelas y universidades era tan calamitosa que los humanistas como
Nebrija se escandalizaban de la incompetencia de muchos maestros de latín.
A estos dos provechos, se añade otro más. La exaltación nacional que
sucede a la conquista de Granada le hizo escribir en su famoso Prólogo la
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 89

también famosa frase de que «siempre la lengua fue compañera del imperio».
Y añade más adelante la explicación:
Después que vuestra Alteça metiesse debaxo su iugo muchos pueblos
bárbaros e naciones de peregrinas lenguas, y con el vencimiento aquellos
ternían necessidad de reçebir las leyes quel vencedor pone al vencido, y con
ellas nuestra lengua, entonces, por esta mi Arte podrían venir en el conoci-
miento della, como agora nos otros deprendemos el arte de la gramática
latina para deprender el latín.» I cierto assí es que no sola mente los enemi-
gos de nuestra fe, que tienen ia necessidad de saber el lenguaje castellano,
mas los vizcainos, navarros, franceses, italianos, y todos los otros que tie-
nen algún trato y conversación en España y necessidad de nuestra lengua,
si no vienen desde niños a la deprender por uso, podrán la más aina saber
por esta mi obra. (Edición de A. Quilis 1980: 101-102.)
La exaltación nacionalista que acompañó a la creación de España como
primer Estado moderno y que imitaron más tarde Inglaterra y Francia, se
reflejó en el aprecio y cuidado aplicado a las lenguas nacionales. Para demos-
trar que esas lenguas eran un digno instrumento de comunicación, se debía
subrayar la semejanza entre el romance nacional y el latín o el griego. Cuan-
to más cerca se hallasen las respectivas lenguas a la lengua de Cicerón, más
ilustre sería el romance. Así pensaban los humanistas del Renacimiento.
90 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN
1. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: Don Juan Manuel
escribe sus obras en prosa y Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, las escri-
be en verso.

2. Diga cuál es la verdadera de estas tres afirmaciones:

A) Don Juan Manuel estimula en sus escritos un estilo expresivo y


verboso
B) Juan Ruiz estimula con sus escritos la utilización de cultismos
C) Ambos autores imitan el estilo de los refranes

3. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: El romance ara-


gonés se sigue usando literariamente aún en el siglo XIV.

4. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: El dialecto leo-


nés se sigue usando literariamente aún en el siglo XIV.

5. En la primera mitad del siglo XV el modelo literario que se imitaba en


España era:

A) el italiano de Petrarca o de Dante


B) el de la retórica ciceroniana
C) el establecido por escritores consagrados como don Juan Ma-
nuel o por Juan Ruiz

6. Durante la primera mitad del siglo XV los latinismos léxicos y sintác-


ticos invaden el castellano porque

A) los escritores imitan el latinismo italiano


B) los escritores no tienen léxico romance para expresar sus ideas
C) los escritores sucumben a la moda retoricista

7. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: La corriente lin-


güística del «buen gusto» proviene de la tradición latina ciceroniana.

8. Se puede llamar español al dialecto castellano a partir de:

A) La creación de España por los Reyes Católicos


B) La Constitución de 1976
C) La creación de España por los reyes visigodos
D) La expansión del español por Europa en el siglo XVI
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 91

9. El «buen gusto» en el hablar consiste en la mezcla de:

A) lengua popular y latín


B) lengua popular y lengua culta de los humanistas
C) lengua popular y lengua culta del refranero

10. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: El modelo de


habla toledano mantiene el prestigio gracias al poeta Garcilaso; pero
el hecho de que conserven frecuentes arabismos le hace perder pres-
tigio lingüístico, según algunos escritores.
92 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN


1. Verdadero.

2. La verdadera es la frase C. Los refranes han captado siempre el inte-


rés de los escritores por su concisión y sabiduría popular en el uso del
idioma.

3. Es verdadero. Durante el siglo XIV se hacen muchas traducciones al


aragonés y se mantiene como lengua culta.

4. La afirmación es falsa. Al leonés, antaño la lengua culta del reino de


León, ya no se traducen ni obras literarias ni religiosas, ni históricas
en este siglo.

5. La contestación es A. Italia era en aquella época el modelo literario


que debía ser imitado por un renacentista.

6. La contestación es la B. Los escritores en castellano necesitan de tér-


minos del latín, de la lengua madre, que todos conocen y hablan, para
poder expresar ideas en la nueva lengua romance, y trabajan para que
así sea.

7. Es falso. La corriente «buen gusto» está muy arraigada en la tradición


lingüística del castellano.

8. La contestación verdadera es la D. En Europa es donde comienzan a


llamar español al castellano, porque es la lengua más usada y más
cultivada de España. El español está en la cima del desarrollo litera-
rio, si lo comparamos con las otras lenguas europeas de la misma
época.

9. La respuesta correcta es la B.

10. Es una afirmación verdadera. No cabe duda que los arabismos eran
considerados en esa época términos demasiado vulgares y empobre-
cedores de la grandeza de las lenguas romances.
Tema 5
LA LENGUA ESPAÑOLA EN LOS SIGLOS
DE ORO. LA LUCHA DE NORMAS

1. Los principios lingüísticos de NATURALIDAD y SELECCIÆN


2. Primera mitad del siglo XVI. Comienzo de la LUCHADENORMAS Hitos
en el cuidado y desarrollo del castellano, según la norma castellana
toledana.
2.1. Escritores que siguen la norma castellana toledana
2.2. La expansión del español por Europa
3. Segunda mitad del siglo XVI y principios del XVII. La LUCHADENORMAS
3.1. Crítica del habla popular
3.2. Nace la NORMAEST½TICA la impuesta por los escritores: el mode-
lo español de Garcilaso y el modelo andaluz de Herrera
4. El español y el latín: lucha por el prestigio
5. Autoridades del idioma en el apogeo de los Siglos de Oro
5.1. Los principios lingüísticos defendidos por Miguel de Cervantes
5.2. El culteranismo y el conceptismo. La estética como norma:
Góngora, Quevedo y Gracián
PRESENTACIÓN
En este tema iremos destacando las distintas propuestas que los «poderes
lingüísticos» van haciendo sobre el uso del español. En esta época en la que
la lengua española y su cultura se extienden por todo el mundo, se va a dar
una lucha por decidir quién detenta la autoridad sobre el uso de la lengua.
Hay quien defiende que la autoridad es la norma castellana burgalesa; otros
señalan que hay que imitar el modo de hablar de las gentes de Toledo, por el
prestigio que le confirió Alfonso X; pero todos se inclinan ante los principios
de naturalidad y selección en el uso del idioma.
Todos menos unos cuantos escritores que defienden que la norma estética,
la norma de la creación literaria, la norma que imponen los creadores del idio-
ma deber ser la que se imponga, porque es la que más desarrolla el idioma.
Para nosotros, Miguel de Cervantes es un buen representante de la auto-
ridad idiomática, porque sabe sintetizar en su obra literaria los grandes
principios lingüísticos que se han ido desarrollando durante el siglo XVI y
comienzos del siglo XVII: selección, naturalidad, estética y creatividad. Pero
no hay que olvidar la gran tarea de engalanamiento del español que hicieron
las dos corrientes más polemizantes del siglo XVII: el culteranismo y el con-
ceptismo. Los escritores de estos dos movimientos dieron el último aldabo-
nazo en la puerta del Parnaso para llamar la atención sobre el problema de
la autoridad en el idioma. Sólo pudo resolverse con la creación de la Real
Academia Española.

1. LOS PRINCIPIOS LINGÜÍSTICOS DE NATURALIDAD


Y SELECCIÓN
El Renacimiento no se limita a defender el retorno hacia la antigüedad
clásica y su pensamiento; el Renacimiento exalta la Naturaleza en sus carac-
terísticas intrínsecas de espontaneidad y claridad: lo natural es claro y espon-
96 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

táneo. Por eso los humanistas defienden la utilización de las lenguas vulgares
para todo uso, incluso para las materias reservadas hasta la fecha al latín: la
Teología y la ciencia en general. Desde ahora se recomienda que la enseñan-
za en lengua romance preceda a la enseñanza del latín y a la enseñanza
en latín.
La NATURALIDADYLASELECCIÆN en el uso de la lengua son los criterios que
dominarán durante todo el siglo XVI para el tratamiento e ilustración de la
lengua castellana o española.
Se ha acabado el medievalismo: ya no se dirá HUESTESsino EJ½RCITO; CUITA
sino FATIGA; se dirá VEZ, no VEGADA, PLAZER, no SOLAZ; DEBAJO, y no SO; ABAJO, no
YUSOComienzan a llegar palabras nuevas de AméricaPATATA CACIQUE CANOA
CANÁBAL HAMACA MAÁZ TABACO TIBURÆN vienen del caribe mayaLos aztecas
nos dejan: AGUACATE CHOCOLATE CACAO HULE TOMATE TIZA Del quechua andino
provienen palabras como: ALPACA CÆNDOR LLAMA PAMPA PETATE
El criterio de selección exige escoger los vocablos propios de la lengua de
la aldea, que por fuerza ha de ser la más natural, si quien la habla tiene buen
juicio; así lo dice el refrán de la época: «debajo de capa vieja, muchas veces
habita la sapiencia», y los refranes son las expresiones vulgares que más carác-
ter darán al estilo español. En esos dichos agudos, concisos y sentenciosos se
descubre una sabiduría natural, un estilo propio español y una corrección tal
que muy bien pueden ser considerados autoridades de la lengua. Son como
perlas que la engalanan, porque la belleza natural que se observa en su forma
de expresión permiten fundamentar en ellos la estética de un nuevo estilo de
lengua a falta de escritores que pudieran ser considerados por todos como ver-
daderas autoridades del idioma y que más adelante irán apareciendo.
Este ESTILO ESPAÅOL fue imitado por la llamada LITERATURA ERASMISTA; una
literatura polémica y crítica que gustaba de la expresión llana, pero selecta y
cargada de intención satírica. Sus cultivadores deseaban cambiar la situación
social y religiosa de la época y el uso de las metáforas, uno de los procedi-
mientos más expresivos del lenguaje, les permitía evitar las posibles represa-
lias del poder político y religioso del momento; no hay que olvidar que en el
1478 se había creado la Nueva Inquisición en Castilla.
Garcilaso de la Vega usó muchas metáforas y poetas posteriores como
Herrera, San Juan de la Cruz o Góngora imitaron el procedimiento metafóri-
co para la creación de expresiones nuevas. Y así se ha seguido haciendo en
toda la historia de la lengua y de la cultura española.
Impera, además, el deseo de enriquecer e ilustrar la lengua romance
empleándola en asuntos dignos y altos y cuidando el estilo, por lo que habrá
que adquirir neologismos sobre todo del latín y el griego, las lenguas clási-
cas. Eso sí, nuestros humanistas opinan que los términos nuevos no podrían
adquirir carta de naturaleza en la lengua correspondiente mientras no los
admitiera el uso, árbitro, juez y norma de lenguaje. 5S·NDOLOS MUCHO
—dicen— POCOAPOCOSEABLANDAR·N. Y así sucedió con préstamos del grie-
go como PARADOJA  ORTOGRAFÁA  o IDIOTA. Lo mismo pasa con los latinismos
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 97

DÆCIL  OBJETO JUBILAR  OBSERVAR; o con los italianos ENTRETENER  COMODIDAD,


todos ellos son palabras corrientes del español actual.

2. PRIMERA MITAD DEL SIGLO XVI. COMIENZO


DE LA LUCHA DE NORMAS. HITOS EN EL CUIDADO
Y DESARROLLO DEL ESPAÑOL, SEGÚN LA NORMA
CASTELLANA TOLEDANA
2.1. Escritores que siguen la norma castellana toledana
A perfeccionar la lengua se dedicó Juan de Valdés, nacido en Cuenca y
autor del libro $I·LOGODELA,ENGUA escrito hacia 1536. En este libro defien-
de la claridad de las palabras y el orden en la exposición como dos bienes fun-
damentales de la lengua romance y del buen juicio en el uso del español.
Valdés, gran estudioso de la lengua y preocupado por su desarrollo, dice
que el estilo que tiene le es natural (él ha nacido en Cuenca), que escribe
como habla y que tiene sumo cuidado en que las palabras que usa signifiquen
lo que desea decir; o sea, defiende un estilo sin afectación que utilice las
menos palabras posibles: «A buen entendedor, breve hablador» o «A buen
entendedor pocas palabras bastan», son dos refranes que describen perfecta-
mente este principio en el uso del español.
En estos momentos se observa en España una lucha por detentar la auto-
ridad en materia de lengua, lucha que sólo la creación de la Real Academia
dos siglos más tarde vendrá a apaciguarla. Pero esta lucha trajo consigo el
nacimiento de un período fundamental para el desarrollo del español que se
conoce con el nombre de 3IGLOSDE/RO.
Valdés fundamenta su pedigrí lingüístico y su autoridad para opinar en
asuntos del español en el hecho de ser «hombre criado en el reino de Toledo
y en la corte de España». El problema con el que se encuentra la 'RAM·TICA
DELALENGUACASTELLANA de Antonio de Nebrija para su reconocimiento general
es que la norma de prestigio en estos momentos es la norma de Castilla la
Nueva, la norma toledana; y Nebrija, aunque humanista sabio y docto en
latín, era de Andalucía, «donde la lengua no está muy pura», escribe Juan de
Valdés en su libro. Por consiguiente, para Valdés y sus seguidores, Nebrija no
representa de la norma aceptada, no puede ser árbitro y autoridad reconoci-
da en asuntos de lengua española y por eso será duramente criticada la utili-
zación que hace de la lengua española cuando escribe.
Se le critica injustamente normalizar la lengua romance como si fuera
una lengua clásica aduciendo Valdés, equivocadamente, que las lenguas
romances no se pueden aprender con gramática, con reglas, como la latina o
la griega, sino sólo con el uso. Valdés critica a Nebrija su tendencia latinizan-
te porque dice que para Nebrija sólo existen como tales las palabras españo-
las que tienen correspondencia en latín, lo cual no es una crítica acertada
98 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

porque esas palabras siguen siendo plenamente españolas. La acusación de


andalucismo que hace Valdés a Nebrija es totalmente arbitraria, dice Guitar-
te (1974:283 ), pues cuando Valdés acusa a Nebrija de no saber hablar caste-
llano porque es andaluz, está yendo contra «su propia conciencia lingüística
de castellano nativo»; ya hemos dicho que el castellano-español nace como
una koiné; es un idioma de todos y de nadie
Siempre ha sido así y seguirá siendo así la lucha de normas lingüísticas:
el prestigio lingüístico es difícil de alcanzar, pero una vez que se alcanza
puede contra todos los argumentos, porque su aceptación es un acto conven-
cional y arbitrario, como lo es la unión del significante y del significado del
signo lingüístico.
Valdés aboga por la existencia de grandes escritores que unifiquen nor-
mas al igual que Petrarca (muerto en el 1374) y Boccaccio (muerto en el
1375) hicieron en Italia con el toscano, el futuro italiano. Escribe así Valdés
en el 1535:
La lengua castellana nunca ha tenido quien escriba en ella con tanto
cuidado y miramiento quanto sería menester para que hombre, queriendo
o dar cuenta de lo que escribe diferente de los otros o reformar los abusos
que hay hoy en ella, se pudiesse aprovechar de su autoridad.

Garcilaso y Boscán

El español, recién salido de su complicada evolución medieval, obligado


a condensar en el «estilo español» el espíritu de las lenguas romances de sus
alrededores, mozárabe, catalán, gallego, vasco, leonés, navarro y aragonés,
carecía de textos que colmasen los deseos de perfección formal de muchos de
los escritores del momento, embrujados por la perfección formal de la litera-
tura de Petrarca y de Boccaccio. Y se presionó para convertir en norma el
español de dos escritores, el poeta toledano Garcilaso de la Vega (1503-1536),
y el prosista catalán Juan de Boscán, muerto en el 1542.
El poeta toledano Garcilaso de la Vega, hijo del embajador de los Reyes
Católicos en Roma, es considerado el máximo representante del lenguaje
poético español de su tiempo, y su amigo, el catalán Juan de Boscán, es con-
siderado el prosista castellano más importante de su tiempo. Boscán tradujo
a una extraordinaria prosa española %L#ORTESANOIl Cortegiano libro de Bal-
tasar de Castiglione, que fue embajador del Vaticano en España, y que lo
publicó en Italia el 1528. Este fue uno de los libros que mejor ejemplo dieron
del nuevo gusto literario, que era «huir de la afectación sin dar consigo en
ninguna sequedad» se escribe en el prólogo de la traducción que hiciera Bos-
cán y que se publicó en el año 1539.
Escribir no es otra cosa que una forma de hablar, se opinaba en la época
y testificaba Castiglione. Boscán escribía el español con una extraordinaria
prosa, siguiendo la arquitectura ciceroniana de la frase, remansando el pen-
samiento y con la ayuda lógica del contrapeso de pensamientos. Lo contrario,
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 99

el lenguaje artificioso es afectación, «odiosa a todo el mundo» dirá Castiglio-


ne, «de la que hay que huir como de la pestilencia» escribe Boscán, «la que no
está bien en ninguna lengua» dirá Valdés. La afectación, escribía Castiglione
en %L#ORTESANO es como
ese deseo que tienen generalmente todas las mujeres de ser, o al menos de
parecer hermosas... por eso lo que naturalmente en esto no alcanzaron, con
artificio trabajan de alcanzallo. De ahí nace el afeitarse, el ponerse mil acei-
tes en el rostro, el enrubiarse los cabellos... (Libro I, capítulo VI) (citado en
Oliver Asín, 1939:91).

2.2. La expansión del español por Europa


En toda Europa se observa una profunda hispanización: el valor caballe-
resco, la sutileza de ingenio, la agilidad en el trato, la majestuosa gravedad de
los españoles encarnaban el arquetipo social del renacimiento, la PERFECTACOR
TESANÁA (según resume Lapesa, 1980: 292). España era Europa y Europa era
España.
Durante los Siglos de Oro fueron traducidos a varios idiomas europeos, EL
!MADÁS ,A#ELESTINA LA#·RCELDE!MOR EL,AZARILLO ,A$IANA EL1UIJOTE y las
obras de los más grandes como Fray Luis de Granada, Santa Teresa de Ávila,
San Juan de la Cruz, el teatro del siglo XVII. La novela picaresca, la obra de
pedagogos como Huarte de San Juan, de políticos como Saavedra Fajardo, de
moralistas como Gracián se conoció en toda Europa. El estilo de Fray Anto-
nio de Guevara influía en Inglaterra con la utilización de frases simétricas, de
frases contrapuestas, de paralelismos, de enumeraciones, corriente literaria
del «euphuisme» que triunfaba en la Inglaterra de finales del siglo XVI. Los
dramas y las comedias de Lope de Vega se representaban y se aplaudían en
todos los escenarios de Europa. En las imprentas más importantes de Vene-
cia, Milán, Amberes, Bruselas, París se publicaban en español obras de nues-
tros autores de los Siglos de Oro.
La ansiada perfección que los escritores preconizaban se iba consiguien-
do; el castellano abandona su lastre medieval y surge un español nuevo y flo-
reciente en la prosa y en el verso. El castellano o español es considerado, en
esta época, como el primer idioma moderno de entre todas las lenguas
modernas; al igual que España se había convertido en el primer Estado
moderno con la unión de los reinos de Aragón y de Castilla en la corona de los
Reyes Católicos en el 1469.
El español es, en España, la primera lengua de cultura aceptada por todos
y esto hace que los escritores, ya sean castellanos, andaluces, gallegos o por-
tugueses como Luis de Camoens, o catalano-aragoneses como Boscán, se
centren todos ellos en ampliar y mejorar su lengua castellana convirtiéndola
en ELESPAÅOL, en la lengua de intercomunicación de todas las gentes de Espa-
ña; en la lengua mundial del comercio, de la diplomacia y de la cultura. Tanto
es así que escribe Bartolomé Ximénez Patón a principios del siglo XVII:
100 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Que parece está la lengua en el estado colmo o cumbre de su perfec-


ción, como la latina en los tiempos de Cicerón.

Países Bajos

Arias Montano escribe que en Flandes y en los Países Bajos la lengua


española alcanzó una extraordinaria difusión por «la necesidad que tienen de
ella tanto para las cosas públicas como para la contratación». En esta zona de
Europa se editan muchas gramáticas en las que, además de enseñar el espa-
ñol, elogian la lengua, su origen y su desarrollo. Entre estas gramáticas se
encuentra la 'RAM·TICATRILINGÍECASTELLANO FRANC½SYLATÁN editada en Lovai-
na en 1555, la del licenciado Villalón de 1558, cuyo título lo explica todo: 'RA
M·TICACASTELLANA!RTEBREVEYCOMPENDIOSAPARASABERHABLARYESCRIBIRENLA
LENGUACASTELLANA, CONGRUAYDE•ENTEMENTE; o la anónima de 1559 'RAM·TICADE
LALENGUAVULGARDE%SPAÅA

Alemania

En Alemania y zonas de influencia, célebres maestros se entregaron a la


enseñanza del español y elogiaron el común origen godo del alemán y del
español: Cristian de Suecia exclamaba ante Carlos V «Sumus et nos de gente
gothorum». Fueron famosos Henrico Doergangk en la universidad de Colo-
nia con su libro )NSTITUTIONESINLINGUAMHISPANICAM (Colonia, 1614), y Juan
Ángelo Sumarán, enraizado por sus antepasados con la nobleza cántabra,
que enseñaba en Ingolstad allá por el 1626.

Francia

En París y en Lyon se editaban y leían con avidez las traducciones y los


originales DEL!MADÁSDE'AULA, o del 2ELOJDE0RÁNCIPES de A. de Guevara. Se
aprendía el español y se seguían las costumbres españolas. Ambrosio de Sala-
zar editó en Rouen, en 1614 su %SPEJO'ENERALDELA'RAM·TICA Se multipli-
caban las ediciones de gramáticas para aprender español, como la famosa
gramática de César Oudin, muy utilizada en Francia durante la primera
mitad del XVII. Para que sirviera de texto de aprendizaje a alumnos de espa-
ñol se publicó en París (1619) $I·LOGOSFAMILIARESPARALOSQUEQUIERENAPREN
DERLALENGUACASTELLANA

Inglaterra

En la Inglaterra de Isabel y de Jacobo I, la rivalidad política con España


servía de acicate para fomentar el interés hacia el idioma, el refranero y la
cultura de su temible enemigo español. Se leía a Guevara y se aprendía el
español. A fines del siglo XVI apareció en Londres la primera gramática y dic-
cionario español-inglés, insertados en la obra de Richard Percyvall "IBLIOTECA
(ISPANICA. W. Stepney publicó por la misma fecha su 4HE3PANISH3CHOOLE
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 101

MASTER y en 1599 John Minsheu, profesor de español en Londres, reimprimió


la obra de Percyvall, ampliándola con textos extraídos de otros libros que
divulgaban por Inglaterra la literatura y el refranero español. Otro profesor
de español, muy popular y querido en Londres fue el español Juan de Luna,
autor de la mejor #ONTINUACIÆNDEL,AZARILLODE4ORMES escrita para que sir-
viera de texto a sus alumnos de español. En el año 1623 se editó en Londres
su !RTEBREVEYCOMPENDIOSSAPARAAPRENDERALEER ESCREVIR PRONUNCIARYHABLAR
LALENGUAESPAÅOLA.

Italia

A la difusión del español en Italia contribuyeron las imprentas de Venecia


y de Roma donde se imprimieron infinitas ediciones de obras españolas,
siendo las más apreciadas las obras teatrales y los cancioneros. Existían en
Roma cátedras y estudios de lengua española con el mismo grado de impor-
tancia que los estudios de latín y de griego. Juan de Valdés enseñaba español
a sus amigos y reprodujo las conversaciones con ellos en su ya mencionado
$I·LOGODELA,ENGUA. Cristóbal de las Casas publicó su famoso $ICCIONARIODE
LALENGUATOSCANAYCASTELLANA.

África

La expulsión de los moriscos en el año 1609 y su llegada a Túnez y


Marruecos hizo que se conociese más aún en esas tierras el español. Era una
lengua hablada desde hacía tiempo (1492) por los sefardíes y por los cautivos
cristianos de las razias bereberes. Se sabe que refugiados moriscos conserva-
ron vivo durante bastante tiempo el gusto por las canciones populares de los
cancioneros, por la poesía de Garcilaso y por las comedias de Lope de Vega
que habían visto representar en las «Corralas» allá en España, a la que, como
los sefardíes, siempre consideraron su patria. Viajeros que recorrieron Túnez
y Marruecos durante el siglo XVIII dan testimonio de la utilización del español
en estas tierras.

Hispanismos en los idiomas europeos

En esos tiempos fueron muchos los hispanismos que penetraron en el ita-


liano: lINDO COMPLIMENTI CREANZA DISINVOLTURA SUSSIEGO GRANDIOSO FANFARO
NE  BUONGUSTO MULATTO MESTICCIO . Palabras relacionadas con la cocina, la
milicia y la marina MANTECA  RISO ZUCCHERO SALSAPARIGLIA RANCIO MAROMA
CABRESTANTECon el arte, el vestidoCIACCONA SARABANDA GORRA

En francés tenemos hispanismos relativos a la vida social comoD½SIN


VOLTEM GRANDIOSE BRAVURE FANFARRON HABLER  MATAMORE COMPLIMENTGRANDE
GRANDESSE SIESTEA la milicia: ADJUDAN EMBARGO FALOUQUEA actividades como
102 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

la música y otras: CHACONE SARABANDE GUITARRE PASSACAILLE BASQUINE HOMBRE


CAMARADE NÀGRE CR½OLE MULATRE M½TIS, C½DILLE(cedilla: ortografía).
Al inglés y al alemán pasan hispanismos de los mismos campos léxicos
arriba señalados: GRANDEZA GRANDEE DESPERADO SIESTA PICARO PICAROON ARMA
DA FLOTA EMBARGO SUPRACARGO GUITAR SOMBRERO ALCOVE NEGRO MESTIZO MULAT
TOY en alemán tenemos hispanismos como: 3IESTA 'ALAN +ARAVELLE 3CHA
LUPPE 3UPERKARGO 'ITARRE -ANTILLA !LKOVEN .EGER -ESTIZE -ULATTE
Tras la conquista de las Indias occidentales en tiempos de Felipe II, se
decía que el español era la lengua general y conocida en todo lo que alumbra
el sol con envidia de la griega y la latina, que no se extendieron tanto. Y a tra-
vés del español penetraron en las lenguas de Europa multitud de americanis-
mos como: PATATA (italiano) -PATATE (francés.) -POTATO (inglés.); HAMAC
AMACA HAMMOKTABACO TABAC TOBACCOMAIS MAÃS MAIZEPIROGA POROGUE
PIROGUE(para el italiano, el francés y el inglés respectivamente).

3. SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVI Y PRINCIPIOS


DEL XVII. LA LUCHA DE NORMAS

Durante la segunda mitad del siglo XVI se culmina la tendencia a eliminar


el amaneramiento latinizante; la expresión llana y sin afectación se convierte
en norma general del idioma, pero depurada según los gustos del habla cor-
tesana dondequiera que esté la Corte, ya sea en Castilla la Vieja (Burgos,
Valladolid) o en Castilla la Nueva (Toledo) o en Andalucía (Sevilla). Uno de
los libros que sirvió de guía al nuevo gusto literario fue la traducción del )L
#ORTEGIANO de Baltasar de Castiglione, en esa traducción (,OSQUATROLIBROSDEL
#ORTESANO), Boscán (1539), como ya dijimos, buscó términos cortesanos
admitidos por todos y no desusados de la gente en general.
Durante estos años y primeros del siglo XVII se producen frecuentes refle-
xiones sobre qué modelo lingüístico seguir, sobré qué región de España o qué
estrato social de sus habitantes podría encarnar la autoridad lingüística de la
norma española; y se siente la necesidad de modificar la política lingüística
que había regido a principios del siglo XVI.

3.1. Crítica del habla popular

En primer lugar, los escritores y cultivadores de la lengua piensan que es


exagerado otorgar la máxima autoridad como maestra y guía de la lengua
escrita y de la creación de lenguaje al habla popular o natural. Los escritores
y eruditos de la época defienden esta idea en sus escritos. Dice el andaluz
Ambrosio de Morales (1513-1591) que la naturaleza (el habla popular, el len-
guaje del pueblo) no es maestra de la perfección en el hablar bien, que es un
hablar diferente del habla del común de los españoles, porque —dice— para
ser poeta, hay que apoyarse en el artificio, en las normas que piden las leyes
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 103

de la profesión de poeta y escritor. Fray Luis de León repite esta misma idea
con estas palabras escritas en el 1585 «Piensan que hablar romance es hablar
como se habla en el vulgo, y no conocen que el bien hablar no es común, sino
negocio de particular juicio».
En segundo lugar, se cree que es excesivo otorgar al habla burgalesa o a la
toledana el título de «dechado del buen decir», cuando el castellano de Anda-
lucía, dicen algunos, es tan primoroso como lo pueda ser el de Burgos o el de
Toledo. Y así, el poeta sevillano Fernando de Herrera (1534-1597) o Juan
Martín Cordero escritor residente en Amberes por la misma época, opinan
que el castellano con norma andaluza es más fácil, más dulce y de mejor pro-
nunciación que el castellano de Castilla la Vieja o de Castilla la Nueva; de este
modo se defienden del ataque que Juan de Valdés hacía a Nebrija.
Pero el hecho es que la fonética de Burgos, de Castilla la Vieja, es la que
acabará imponiéndose sobre las demás como norma y la que acabará molde-
ando la fonética del español culto: Se va dejando de pronunciar la /Haspira-
da; triunfa el ensordecimiento de las consonantes sibilantes y aparecen el
sonido interdental sordo [q] y el sonido jota castellano [x] moderno.

3.2. Nace la norma estética, la impuesta por los escritores:


el modelo español de Garcilaso y el modelo andaluz
de Herrera

En tercer lugar, los escritores afirman que el modelo del bien hablar tiene
que ser el lenguaje artístico, o sea, el conseguido por los grandes poetas y esti-
listas. Ni el habla de Burgos o de Toledo, ni el habla del pueblo o del refrane-
ro, ni el habla de la Corte podían ser los modelos para ser imitados, sino el
lenguaje creado por los buenos escritores, por poetas como Garcilaso de la
Vega (1503-1536) a quien aclamaron con el título de «príncipe de los poetas
castellanos» y a quien esos escritores descubren y aceptan como autoridad
suprema de la lengua; autoridad que cincuenta años atrás Valdés y otros
echaban en falta cuando se comparaba el nacimiento del italiano con escri-
tores tan consagrados como Dante, Petrarca y Boccaccio con el nacimiento
del español, huérfano de autoridades literarias semejantes.
Sucede así porque, a la improvisación ingeniosa y conceptista de los Can-
cioneros, siguió, en la poesía de Garcilaso, un arte más reflexivo y selecto sin
perder la sencillez y la simplicidad del lenguaje popular: MANSORUIDO, SUSU
RRO DEABEJAS , ANIMOSO VIENTO, DESPRECIAR («mirar desde arriba»), ENAJENAR
(«apartar», del latín ALIENARE), AGUA CORRIENTEYCLARA ; LA ROBUSTAENCINA LA
COLORADAROSAson frases, sintagmas en los que a la sencillez del léxico utiliza-
do se une la belleza de la expresión. Un modelo literario que se copiará en
novelas pastoriles como en ,OS3IETE,IBROSDE$IANA de Montemayor (1559)
novelas que se leían profusamente en los círculos cultos de esos momentos
juntamente con los libros de caballería y que sin duda incidirían sobre el
habla de mucha gente.
104 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

&ERNANDO DE(ERRERA y sus seguidores refuerzan el lenguaje poético con


mayor libertad con que lo hiciera Garcilaso. Rechazan algunas de las pala-
bras populares aceptadas como poéticas por Garcilaso; «ESCURRIR es verbo
indigno de la hermosura de los cabellos de las Náyades» escribe Herrera en
sus !NOTACIONESALASOBRASDE'ARCILASODELA6 EGA (Sevilla, 1580). Herrera y
sus seguidores incorporan muchas voces griegas, latinas, italianas, o de otros
lugares porque quieren «vestir y aderezar su Patria (la lengua española) y
ampliarla con hermosura»
Con Herrera el neologismo es válido no sólo cuando se necesita para
expresar conceptos nuevos, sino también por razones de puro y simple ador-
no lingüístico. La poesía de Herrera y de los suyos, sonora pero demasiado
artificiosa, implica la ruptura del equilibrio clásico entre el fondo y la forma
en beneficio de la forma. Crean derivados como LANGUIDEZA ONDOSO; aparecen
cultismos como HÆRRIDO SUBLIMAR HERCËLEO PLUVIA IGNORACIÆN VENUESTIDAD
LUJURIANTE; se reproduce el hipérbaton latino como se observa en esta frase: DE
LAPRISIÆNHUIRNOPIENSOMÁA

4. EL ESPAÑOL Y EL LATÍN: LUCHA POR EL PRESTIGIO

El latín seguía siendo, a finales del siglo XVI, la lengua rival del español en
prestigio lingüístico. La lengua latina era la lengua universal de la ciencia
en general: nuestros teólogos, médicos, matemáticos seguían escribiendo en
latín, algo impensable y criticable si se deseaba que el español se extendiera
por el mundo haciendo del español una lengua universal y perfecta como lo
es el latín y el griego. Debido a estas razones comenzó un fuerte movimiento
en las universidades, sobre todo en la época de Felipe II, para conseguir que
el romance español fuera la única y general lengua de intercomunicación en
todos los registros y en todos los lugares del imperio español de esa época. La
universidad de Salamanca tomó el testigo y fue la pionera en esta rebelión
lingüística contra el latín como lengua instrumental en la Universidad y en la
Ciencia. En los años setenta de este siglo XVI, Francisco Sánchez de las Bro-
zas (el Brocense) fue el banderín al que se engancharon los profesores y estu-
diantes para luchar contra la tiranía del latín, ya que hablar ese mal latín que
se enseñaba tan deficientemente en las universidades iba en contra de la
misma lengua latina iCORROMPITIPSAMLATINITATEMw
A la defensa del romance como lengua de la universidad se apuntó Fray
Luis de León, quien escribía estas palabras en la introducción al capítulo ter-
cero de su obra ,OS.OMBRESDE#RISTO(publicado en el 1583):
Si porque a nuestra lengua la llamamos vulgar se imaginan que no
podemos escribir en ella sino vulgar y bajamente, es grandísimo error; que
Platón escribió no vulgarmente, ni cosas vulgares, en su lengua vulgar...
Nuestra lengua recibe bien todo lo que se le encomienda, y no es tan dura
ni pobre, como algunos dicen, sino de cera y abundante para los que la
saben tratar.
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 105

Fray Luis fue un artista exquisito y en sus escritos como ,APERFECTACASA


DAo en ,OSNOMBRESDE#RISTO, ambos publicados en el 1583, sometió al len-
guaje a una selección minuciosa buscando en cada frase y entre ellas una
relación numérica, es decir una armonía musical. Se le considera como el
supremo ejemplo de escritor en español que busca la perfección formal en
prosa y en verso, en esta época.
Otro escritor, Huarte de San Juan, escribe en su %XAMEN DE)NGENIOS
(1575):
... antes los griegos escribieron en griego, los romanos en latín, los hebreos
en hebreo y los moros en arábigo; y así hago yo en mi español, por saber
esta lengua mejor que ninguna otra.
Estas y otras autorizadas opiniones sobre la alcanzada capacidad del cas-
tellano, del romance español para expresar cualquier tipo de conceptos, por
muy elevados que éstos fueren, permitió que escritores místicos como Santa
Teresa de Ávila o San Juan de la Cruz pudieran expresar lo inexpresable de
sus inefables experiencias sobrenaturales mediante los instrumentos retóri-
cos y léxicos que les ofrecía la lengua del pueblo, el español. Son escritores
castellanos que se ven obligados a crear un lenguaje metaforizante y alegóri-
co de la relación del alma con Dios.
Teresa de Ávila emplea el habla hidalga de Castilla la Vieja del último
tercio del siglo XVI y el conceptismo de los cancioneros; el habla de la Corte
ya no es el modelo a seguir. Frases como las que siguen son ejemplo del uso
del español por esta escritora: «Recio martirio sabroso», «Vivo sin vivir en
mí», «Que muero porque no muero», «Oh, mi Dios y mi Criador! que llagáis
y no ponéis la medicina, herís y no se ve la llaga, matáis dejando con más
vida».
Juan de la Cruz en su obra de 1627, #·NTICOESPIRITUAL usa con notable
acierto lo culto no latinizante de las metaforizaciones a la manera de Garci-
laso y lo popular-tradicional de los villancicos y Cancioneros: ,A SOLEDAD
SONORA ,OSVALLESSOLITARIOS NEMOROSOS ,AMËSICACALLADA

5. AUTORIDADES DEL IDIOMA EN EL APOGEO


DE LOS SIGLOS DE ORO
En la prosa, tanto didáctica como creativa, se imita la lengua de %L,AZARI
LLODE4ORMES (Burgos 1554); pero también se siguen imitando la lengua de ,A
#ELESTINA (Burgos 1499) o la lengua de %L#ORBACHO (escrito sobre 1438) y la
prosa de los modelos ciceronianos, que dominaron el siglo XV, construyendo
períodos con frecuentes y largas enumeraciones o con parejas paralelas de
palabras que hacían referencia a conceptos contrapuestos o sinónimos. Ejem-
plos como «los secretos y causa de las cosas», «El dulce y amargo jarro» La-
zarillo  !LLÁLLOR½MITRABAJOSAVIDAPASSADAYMICERCANAMUERTEVENIDERA
(Lazarillo %NSUAUSENCIAESTAVANMUYBIENPROVEYDASLASCOSASDELAGUERRAY
106 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

ENSUPRESENCIANOSEPLATICABASINODECOSASDESCIENCIA(Guevara) dan fe de la
nueva tendencia ciceroniana en la prosa.

5.1. Los principios lingüísticos defendidos


por Miguel de Cervantes

Miguel de Cervantes (1547-1616) es uno de los escritores más interesados


por las cuestiones del lenguaje. Percibe y recrea con agudeza todos los regis-
tros lingüísticos de las distintas esferas sociales españolas de la época. Posee
un fino sentido sobre la palabra y una facilidad asombrosa para jugar con
ellas, tanto con su cuerpo fónico, con los sonidos, como con el significado,
con el concepto, siguiendo así la tradición cancioneril y refranera del idioma
español.
Como gran innovador que fue, Miguel de Cervantes no vivió al margen de
los problemas lingüísticos de su tiempo y su preocupación por el lenguaje la
expone en muchas de sus obras. En ,A'ALATEA (escrita en 1585) defiende el
enriquecimiento de la lengua mediante la creación de neologismos y se decla-
ra admirador de Herrera como defensor de la necesidad de crear nuevas pala-
bras (neologismos) que amplíen la expresividad del idioma español. Escribe
que no importa que no se entiendan, al principio, los nuevos vocablos de
estos creadores de palabras porque el uso los irá introduciendo y se entende-
rán después con facilidad. En %L 1UIJOTE (1605) encontramos pasajes que nos
ilustran este aspecto
Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos, ni de erutar delante
de nadie. - Eso de erutar no entiendo, dijo Sancho; y Don Quijote le dijo:
erutar, Sancho, quiere decir regoldar; y este es uno de los más torpes voca-
blos que tiene la lengua española, aunque muy significativo; y así la gente
curiosa se ha acogido al latín, y al regoldar dice erutar y a los regüeldos,
erutaciones (II-43).

Pero, a la vez, es conservador y defiende la naturalidad en el uso de la len-


gua. Esta idea que también defendió Valdés en su $I·LOGO DELA,ENGUA la
defiende ahora Cervantes vertiendo en %L1UIJOTEopiniones como que «toda
afectación es mala» o que «La discreción es la gramática del buen lenguaje»
(II 19). Cervantes defiende el lenguaje natural del Refranero que reproduce con
mucha habilidad. De los labios de Sancho brotan esos supremos valores del
lenguaje natural que son los refranes y una lengua vulgar y campesina que des-
borda expresividad. Dice Don Quijote «¿Dónde los hallas, ignorante, o cómo
los aplicas, mentecato, que para decir yo uno y aplicarle bien, sudo y trabajo
como si cavase?» (II, 43). En cambio, pone en boca de Don Quijote un lengua-
je más selecto y discretamente artificioso que unas veces se parece al habla de
Sancho, pero pulida por el buen juicio y por el estudio, y otras veces es ampu-
loso y afectado, como cuando imita el lenguaje de los libros de caballería.
Cervantes defiende el uso del romance frente al uso del latín o el griego:
Dice Don Quijote al Caballero del Verde Gabán: «Todos los poetas antiguos
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 107

escribieron en la lengua que mamaron en la leche y no fueron a buscar las


extranjeras para declarar la alteza de sus conceptos» (II-16).

Principios lingüísticos cervantinos

Cervantes recuerda a sus contemporáneos los principios fundamentales


sobre los que se asienta el español y que son herencia del humanismo rena-
centista y del movimiento cultural que se desarrolló en los Siglos de Oro para
la configuración definitiva de una lengua común para todo el Estado: el espa-
ñol. Estos principios los resume Oliver Asín (1939: 124) así:
1. La obligación de cultivar el español y no el latín.
2. Seleccionar palabras dentro del inmenso caudal de la lengua popular,
pero con justa medida.
3. Admitir la creación de neologismos.
4. La obligación de huir de la afectación.
5. La supeditación de todas las modalidades locales a una norma general
nacional como lengua de intercomunicación: la lengua española.
6. La defensa de un estilo de habla, estilo «discreto», regido por la idea
del «buen gusto» y propugnada por los hombres de letras isabelinos y
defendida más adelante por Valdés y por Fray Luis con la etiqueta
«buen juicio».
En resumen, estamos ante la fórmula clásica de ARMONÁA  EQUILIBRIOY
JUSTOMEDIO aplicada a la lengua de intercomunicación del primer y más anti-
guo estado moderno del mundo: España.

5.2. El culteranismo y el conceptismo. La estética


como norma: Góngora, Quevedo y Gracián

El ambiente social y cultural del siglo XVII favorece el juego del ingenio y
la novedad en el uso del lenguaje: era bien visto sorprender con agudezas y
equívocos de doble sentido; halagar el oído con expresiones nuevas y eruditas
se defendía como norma de bien hablar. Se rebaja un poco la serenidad y el
equilibrio clásicos encaminándose la moda hacia actitudes ornamentales
tanto en las artes plásticas como en el lenguaje literario: el Barroco. Esta es
la actitud de los escritores culteranos y de los conceptistas, variantes más teó-
ricas que reales de la fantasía, el malabarismo, la dislocación, la concentra-
ción de ideas y sonoridades: «¡Tantos desvelos por vos! Yo lo estoy de tal
manera...» (desvelado); «¿Vas Leonardo a casarte o por ventura lo estás?»
(casado) son frases en las que se observa la dislocación de los sintagmas con
deixis pronunciadas y son ejemplo de la concentración de conceptos en la
exposición de las ideas.
108 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

El movimiento culterano

La dirección aristocrática en el uso del lenguaje iniciada por el andaluz


Fernando de Herrera llegó a su cima con la poesía del cordobés Luis de Argo-
te y Góngora (1561-1629). Ahora primará la libertad absoluta para crear el
latinismo léxico y sintáctico. Góngora busca y acepta los cultismos por su
sonoridad, valor expresivo y halago a la inteligencia. Su fórmula ha produci-
do muchas palabras que han perdurado y se conservan consolidadas como
patrimonio del lenguaje y típico ejemplo de la sonoridad gongorina: ADOLES
CENTE INTONSO M½TRICO N·UTICO PROGENIE CÆNCAVO CANORO FRUSTRAR SUBLIME
PALESTRA FULGOR CANDORetc. son algunos ejemplos.
El gongorismo en el lenguaje triunfó y resultó grato al público y a la tra-
dición literaria durante todo el siglo XVII y principios del XVIII. Este estilo de
idioma capaz de creaciones como: «Pasos de un peregrino son errante / cuan-
tos me dictó versos dulce musa» que hicieron Góngora y el culteranismo fue
un revulsivo para la época y fue criticado duramente por casi todos los escri-
tores contemporáneos desde Cervantes y Lope de Vega hasta Quevedo, quie-
nes no aceptaban el abusivo uso que los culteranos hacían del hipérbaton y
del lenguaje figurado: «licoriza por átomos en tropa»: significaría «echa poco
y a menudo» o sea escancia el vino. Este juego lingüístico artificioso era imi-
tado por la sociedad, y gustaba a damas y caballeros de la época quienes te-
nían a gala hablar así, a lo gongorino. Quevedo propuso, como antídoto a los
culteranos, reeditar las obras de los más puros poetas castellanos para que
sirvieran como ejemplo y eso hizo con la obra de Fray Luis de León.

El movimiento conceptista

Si los culteranos utilizan el cultismo, el hipérbaton, las metáforas, la rup-


tura de la frase para crear este estilo barroco, no otra cosa hacen Francisco
de Quevedo (1580-1645) y Baltasar Gracián (1601-1667) para crear el estilo,
también barroco, de habla conceptista. Estos autores y sus seguidores opinan
que el lenguaje debe estar al servicio de la idea, del concepto, adaptando el
léxico y la sintaxis a la idea y al ejercicio intelectual que el concepto estimu-
la. Un narizotas es para Quevedo: 5NHOMBREAUNANARIZPEGADOutilizan los
mecanismos de composición y de derivación que les ofrece la estructura del
idioma ½RASEUNNARICÁSIMOINFINITOLas frases de su prosa no son largas, cice-
ronianas, sino cortas, en las que juegan con palabras e ideas al modo de los
cancioneros, de los libros de caballería e incluso de las paradojas místicas
teresianas como la de QUEMUEROPORQUENOMUERO . Este mismo lenguaje de
juegos de palabras e hipérboles estaba muy al uso por las damas y galanes de
las comedias de Lope. Imitan, sin duda, al latín, la lengua madre, en ese rasgo
de concisión y precisión del que hablábamos en el Tema 1 como caracteriza-
dor de la lengua latina.
Los conceptistas describen la receta de un médico como SINOESTACODE
ESCOPETA PÆLIZAESHOMICIDAQUEELBANCODELAOTRAVIDAALSETENOVISTAACETA
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 109

lo que significa que la receta del médico aunque no mate rápido como el taco
de la escopeta es como una letra de cambio del banco de la otra vida, a siete
días vista y aceptada por el paciente, que le obliga a entregar su propia vida a
cambio.
Para Quevedo y los suyos los mulatos eran HOMBRESCREPËSCULOSENTREANO
CHECEYNOANOCHECE; y para Gracián un desmayo es un ECLIPSEDELALMA PAR½N
TESISDESUVIDA. Así que no es de extrañar que el estilo culterano sea tan inin-
teligible, en ocasiones, como el de sus enemigos los conceptistas. Eran
sonadas las peleas lingüísticas entre unos y otros por la falta de una autori-
dad aceptada por todos y para siempre, como sucederá cuando se cree la Real
Academia Española años más tarde. Sin embargo, tanto el verso como la
prosa de estos escritores demuestra la calidad a la que había llegado el espa-
ñol, como puede verse en esta -·XIMAde Gracián escrita por el año 1647:
Saber estimar. Ninguno hay que no pueda ser maestro de otro en algo;
ni hay quien no exceda al que excede. Saber disfrutar a cada uno es útil
saber: el sabio estima a todos porque reconoce lo bueno en cada uno y sabe
lo que cuestan las cosas de hacerse bien. El necio desprecia a todos por
ignorancia de lo bueno y por elección de lo peor.
110 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN
1. Los humanistas defienden la utilización de las lenguas vulgares para
expresar:

A) pensamientos de la vida corriente


B) pensamientos teológicos
C) todo tipo de pensamientos

2. La literatura erasmista en España añade a la forma de hablar llamada


«estilo español»

A) la selección del vocabulario


B) cierta intención satírica
C) palabras de refranero

3. Los principios lingüísticos que se imponen en el siglo XVI son:

A) La naturalidad y la selección
B) La imitación a las lenguas clásicas: el latín y el griego
C) El habla de los cancioneros

4. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: Algunos escritores


de la época critican la Gramática de Nebrija porque Nebrija es andaluz
y los andaluces, según ellos, no hablaban correctamente el español.

5. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: Escritores tan


importantes como Valdés opinan que las lenguas romances sólo se
aprenden con el uso, no con la gramática como sucede con el latín y el
griego.

6. La lengua romance que más se enseña en Europa en el siglo XVI es:

A) el latín
B) el español
C) el francés
D) el italiano (toscano)

7. Subrayar los hispanismos ingleses: grandeza, desperado, camarada,


complimet, siesta, maroma, armada.

8. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: A finales del XVI


el habla burgalesa es la que se impone como una norma de prestigio en
detrimento de la toledana.
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 111

9. «El bien hablar no es común, sino negocio de particular juicio» es una


frase que dijo:

A) Juan de Valdés
B) Fernando de Herrera
C) Fray Luis de León

10. Cervantes opina que los neologismos deben ser aceptados siempre y
cuando

A) lo acepten los hablantes con el uso


B) lo acepten los escritores
C) lo acepten las autoridades universitarias.
112 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN


1. La respuesta es C.

2. La respuesta es B.

3. La respuesta es A.

4. Es una afirmacion verdadera. En la época en la que estamos, la pure-


za del idioma no la ostentaba andalucía, sino Castilla. Y esa sensación
se mantiene aún para algunas personas. En pleno siglo XX, un cam-
pesino andaluz contestaba a la pregunta de un encuestador sobre qué
lengua hablaba: castellano o español, con esta frase: iYOHABLOELESPA
ÅOLELCASTELLANONOLOS½HABLARBIENw

5. La afirmación es verdadera. Muchos pensaban que sólo el latín, o el


griego, o el hebreo eran lenguas que pudieran ser aprendidas con gra-
mática, porque eran lenguas cultas.

6. La contestación es: el español. Interesaba a la gente hablar español


por razones de todo tipo, desde políticas hasta culturales o económi-
cas. España era, en esa época la nación más poderosa del mundo de
cultura occidental.

7. Hispanismos en inglés son: desperado, siesta, armada.

8. La afirmación es verdadera. Vuelve a ser modelo idiomático la Casti-


lla del norte, la Castilla Vieja.

9. La frase la escribió Fray Luis de León, un escritor preocupado por la


belleza de la expresión lingüística en castellano.

10. La contestación es A. Así opinan otros muchos escritores, como Lope


de Vega, como Quevedo. Así opina y actúa en nuestros tiempos la
Real Academia Española.
Tema 6
EL SIGLO XVIII Y EL NACIMIENTO
DE LA NORMA DE LA REAL ACADEMIA
ESPAÑOLA. POLÍTICA LINGÜÍSTICA
EN EL ESPAÑOL

1. Una nueva autoridad para dilucidar sobre el idioma


2. La obra de la Real Academia Española
3. La regulación ortográfica de la Real Academia Española
4. Política lingüística en el español. El falso concepto de «oficialidad»
PRESENTACIÓN
Se imponía la necesidad de establecer entre todos una autoridad para las
cuestiones de la lengua. «Limpia, fija y da esplendor» es el lema que engala-
na el frontispicio de la cúpula de la sala de sesiones de la Real Academia
Española. Si ahora sus componentes defienden el nuevo lema de «Unifica,
limpia y fija» es porque son ya más de cuatrocientos millones los hablantes
del español.
La obra de la Real Academia Española, durante sus casi tres siglos de
existencia, ha sido extensa y fructífera en doctrina. Con la Real Academia
Española el español vuelve a ser también la primera lengua que cuenta con
una Gramática normativa y una Ortografía refrendadas por la autoridad de
una institución respetada y aceptada por todos los hablantes de esa lengua.
Acabamos esta visión histórica del nacimiento y origen del español
haciendo referencia al hecho cierto de que esta lengua no ha sido impuesta
legalmente como idioma oficial de España hasta la Constitución de 1931. Es
decir, la ley impone esta lengua como lengua oficial cuando ya está plena-
mente aceptada por todos. El realismo lingüístico de la necesidad de enten-
derse ha sido la única ley que ha imperado en la expansión del español.

1. UNA NUEVA AUTORIDAD PARA DILUCIDAR


SOBRE EL IDIOMA
El siglo XVIII marca el principio de la influencia extranjera sobre España.
En esta época España pierde el impulso creador que caracterizó a los pensa-
dores y escritores de los siglos pasados y se centra en procesos de reflexión
que promoverán el espíritu crítico y la labor de erudición. Este es el espíritu
que mueve a los hombres del siglo XVIII; y en este ambiente de reflexión sobre
la lengua y de preocupación por su fijeza nace la Real Academia Española. Ya
tenemos una lengua hecha; tenemos mucha literatura, mucha lengua escrita
116 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

y conviene pararse, aceptar como reguladora la idea de la corrección grama-


tical y estabilizar así el idioma. Se da por terminada la lucha de normas: ni el
habla popular, ni el habla de la Corte, ni el habla de los escritores, ni el habla
de Burgos o de Toledo o de Andalucía serán ya árbitros de la corrección.
Serán todas ellas juntas porque todas esas normas estarán representadas en
los académicos.
Los hablantes de los Siglos de Oro, en más del 90% analfabetos, y los
escritores de esos siglos no sentían demasiada preocupación por el rigor en la
corrección gramatical. Las incongruencias del habla pasaban a la lengua
escrita sin tanto anatema como el que en nuestra sociedad actual espera a
cualquiera que ose romper la norma. Pues bien, este siglo XVIII fue el que
enarboló la bandera de la lucha contra el mal gusto y así, el Padre Isla con su
obra &RAY'ERUNDIODE#AMPAZA (publicada en el 1757) asestó el golpe decisivo
al barroquismo exagerado culterano y conceptista de la gente eclesiástica,
que era la que podía ser educada en este aspecto al ser los clérigos unos de los
pocos que sabían leer y escribir.
Al igual que se hizo en tiempos de Alfonso X el Sabio, no se trata de cons-
treñir y detener los procesos evolutivos sino de controlarlos con sabias y fruc-
tíferas concesiones a unos hablantes que en el 90% eran analfabetos y que así
siguieron siéndolo hasta principios del XX en el que el analfabetismo descen-
dió a un 65% de la población española.
Criba, regulación y estímulo fue la base del lema de la Academia desde su
fundación como ente público en el año 1713: «Limpia, fija y da esplendor».
La Academia nació en un contexto de renovación intelectual española. Su
origen está en una tertulia que el Marqués de Villena creó en su casa; una ter-
tulia informal para hablar de la lengua o de otras materias que ofreciera la
conversación. Felipe V dictó el Decreto de creación de esta institución no sin
la desconfianza del Consejo de Castilla cuyos miembros llegaron a oponerse
a la decisión de Felipe V alegando que en esa Academia había gentes que no
eran castellanas puras sino gallegas, catalanas, vascuences, andaluzas y de
otras regiones (Lodares, 2000: 38). Pero eran tiempos en que esas críticas ya
no tenían oídos porque el idioma sobre el que trabaja la Academia es el ESPA
ÅOL, el idioma de todos; el CASTELLANO será ya considerado como la variante
más ortodoxa, la que mantiene las raíces, pero no dejaba por eso de señalar
el habla de una región, nada más.

2. LA OBRA DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

Desde los primeros años de su existencia como ente público, el trabajo de


sus miembros estuvo destinado a la redacción de un diccionario y de una
ortografía; más tarde llegaría la gramática. Desde el 1726 al 1739 se trabajó
en el diccionario y se publicó el $ICCIONARIODE!UTORIDADES, llamado así por-
que cada acepción va respaldada con citas de buenos escritores que así utili-
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 117

zan tal palabra. Este diccionario fue el origen del $ICCIONARIO común que
todos conocemos y usamos en su formato impreso o electrónico y que en el
1777 suplantó definitivamente al $ICCIONARIODE!UTORIDADES quedándose este
último como diccionario base sobre el que comenzar a redactar el aún no ter-
minado $ICCIONARIO(ISTÆRICO.
El $ICCIONARIODELA2EAL!CADEMIA es el diccionario por antonomasia y se
pone constantemente al día con las aportaciones de las Academias Americanas,
de modo que su caudal léxico aumenta con neologismos, con americanismos y
disminuye eliminando arcaísmos y localismo de poco uso. En la actualidad el
criterio estadístico de FRECUENCIADEUSO gana terreno sobre el criterio de autori-
dad pura; de este modo se garantiza que el léxico sea común a toda la comuni-
dad hispanohablante eliminándose así términos regionales o sectoriales, por
mucha autoridad que tenga el académico que los proponga. Aunque eso sí, el
$ICCIONARIODELA!CADEMIA mantendrá siempre los términos que ayuden a leer
la mayor parte de la más conocida literatura medieval o de los Siglos de Oro.
En el 1741 se publica la /RTOGRAFÁA y en el 1771 se edita la 'RAM·TICA. Años
más tarde, en el 1780 se imprime una edición insuperable de %L1UIJOTE (con-
siderada la máxima expresión del idioma español). En el 1807 editan ,AS0AR
TIDAS de Alfonso X el Sabio y en el 1815 el &UERO*UZGO consolidando y fijan-
do en español la base jurídica sobre la que se construyó el nuevo Estado.
Años más tarde se van publicando las ediciones del #ANTAR DE-IO—ID , las
obras de Berceo, %LLIBRODE"UEN!MOR y el ,IBRODE!LEXANDRE.

3. LA REGULACIÓN ORTOGRÁFICA DE LA REAL ACADEMIA


ESPAÑOLA

Casi cien años después de su creación, en el año 1815, la Real Academia


Española publica la octava edición de su /RTOGRAFÁAen la que fija definitiva-
mente las normas ortográficas, en esencia aún hoy vigentes. Siempre ha habi-
do posteriores reformas limitadas en la mayor parte de los casos a cuestiones
de acentuación y a casos particulares. Nunca llegaron a prevalecer las modi-
ficaciones que proponían gramáticos como Andrés Bello, ortólogos como
Araújo y escritores como Gallardo, Juan Ramón Jiménez y más recientemen-
te García Márquez o Agustín García Calvo. El mismo Andrés Bello escribe
admirado por la fuerza de la institución ante los hablantes, quienes admiten
sin discusión su autoridad.
La reciente edición de la /RTOGRAFÁAes heredera de esta octava edición de
1815 con contadas modificaciones, pero con mínimas novedades de doctrina.
Esto quiere decir que la autoridad en la lengua ya no son los escritores, como
sucedía en los Siglos de Oro, sino la misma institución académica.
En reacción a una autodenominada «Academia Literaria y Científica de
Profesores de Instrucción Primaria» que en el 1843 presionaba para suprimir,
sin más, las HACHES UVESYQUS se reeditó en 1844 un 0RONTUARIODE/RTOGRAFÁA
118 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

que oficializó la reina Isabel II para evitar enfrentamientos. No hubiera sido


necesario ningún Decreto para imponer la ortografía porque la Academia
tenía suficiente autoridad para hacer lo que estaba haciendo. El hecho de que
el poder civil representado por la reina Isabel II oficializara la /RTOGRAFÁA ha
traído como consecuencia que la Academia se vea impedida a continuar con
las innovaciones y reformas que su espíritu (ESCRIBOCOMOHABLO ANOSERQUE
LA COSTUMBRELOIMPIDA hubiera conseguido, siguiendo las directrices de
Andrés Bello. Es una prueba más de lo inútil que es legislar sobre las lenguas
(sea quien sea el que legisle, si no es la Academia), pues la pronunciación, la
etimología y el uso son los árbitros definitivos en cuestiones de lenguaje y
esos principios son los que inspiraron e inspiran la labor de la Academia.
En el capítulo ortográfico, la Academia ha trabajado siempre para conse-
guir la unidad idiomática por encima de los particularismos gráficos de los
hablantes. Ángel Rosenblat escribe sabiamente, que el triunfo de la ortogra-
fía académica es el triunfo del espíritu de unidad del idioma y de la cultura
hispanohablante.
Se ha ironizado sobre sus decisiones, sobre el lema, sobre la perennidad
de los académicos, pero ninguna institución lingüística europea ha alcanza-
do tanto acatamiento entre los ciudadanos como la Real Academia Española,
de modo que el hablante espera que la Academia le guíe normativamente y
resuelva sus dudas con la autoridad que ella tiene.
Su autoridad permitió resolver el problema de los grupos cultos que unos
pretendían que se pronunciasen respetando la etimología latina y otros res-
petando la tradición de «escribo como hablo». La Academia impuso las for-
mas latinas en palabras como CONCEPTO  EFECTO DIGNO SOLEMNE EXCELENTE y
otros más. Sin embargo, mantuvo LUTOy FRUTO a pesar de que se dice LUCTUOSO
y FRUCTÁFERO. En otros casos se simplifican como en AFICIÆN o se mantienen
dobles formas pero con distinto significado como en SIGNO SINO RESPETO RES
PECTO
El sistema gráfico, que desde Alfonso X mantenía grafías que no se
correspondían con la pronunciación real del español del siglo XVIII, fue cam-
biado por la Academia con pleno apoyo social. Esas variaciones se fueron
introduciendo en la ortografía ya desde la redacción del $ICCIONARIODE!UTO
RIDADES. Veamos algunos casos:
Se puso la grafía U para la vocal /u/ y las grafías V y B para el fonema labial
/b/, pero al no distinguirse los fonemas /v/ y /b/ la Academia optó por atener-
se a la etimología y mandó escribir B cuando la palabra original latina tenía
una grafía B o una P y escribir V cuando había una grafía V; en caso de duda
se optaba por B. De este modo ya no se escribirá CAVALLO BEVER BIVIR BOZ CON
TAVA desde el 1726.
En la edición de 1763 se suprime la distinción gráfica de la doble ese SS
y de la S simple intervocálicas generalizándose la simple; se escribirá FUESE
TUVIESE y no FUESSE TUVIESSe.
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 119

Los latinismos PH TH y CH se reprodujeron con la grafía F T C QU respec-


tivamente. Ya no se escribirá PHILOSOPHÁA sino que se dirá y escribirá FILOSOFÁA.
En esa misma edición de 1763 desaparece el uso de Qen palabras como
CUATRO CUANTO CUAL ELOCUENTE FRECUENTEetc. Se fija el uso de la vocal Iy de la
Ygriega en su función silábica de semivocal y se escribirá ya siempre AIRE
PEINE LEY REY. La grafía X se reserva para los cultismos con /ks/ o /gs/ EXAMEN
EXENCIÆN y desaparece en palabras cuyo sonido antiguo era /s/ en favor del
actual sonido de la jota /x/ que se escribirá según mande la etimología: con J
seguida de cualquier vocal o con G seguida de la vocal E o de la vocal I: GENTE
G½NERO TRAGEDIALa grafía Xcon sonido de jota [x] perdura sólo en palabras
como -½XICO /AXACAO8ALAPAque, por razones de lo que se llama el FETICHIS
MODELALETRA, siguen escribiéndose con EQUIS aunque el sonido es el del soni-
do /x/; pero son muy pocas estas palabras y no causan desajustes en el siste-
ma fonológico.
En estos momentos históricos el modelo cultural es Francia y ante el alud
de galicismos que penetran en el idioma se rebelan escritores como Forner y
otros quienes defienden que los únicos modelos deben estar en los escritores
clásicos, de modo que el purismo se convirtió en obsesión arcaizante para
muchos escritores. Pero ya la Real Academia Española tiene puesta su «auc-
toritas» en el manejo del idioma y poco a poco va dirigiendo la evolución y
aclimatándose a los nuevos tiempos despacio, pero segura.
Este es el largo camino del español, lengua que se ha ido imponiendo
como idioma de intercomunicación por la voluntad de sus hablantes y por su
capacidad de aglutinar elementos distintos y distintas hablas en una sola
koiné de más de 400 millones de hablantes. Muchos de ellos tienen su pecu-
liar forma de hablar, pero todos encarnan un mismo concepto de idioma en
relación con la fonología, la sintaxis, la semántica, el léxico: ELESPAÅOL idio-
ma que rige, de manera más o menos consciente, el pensamiento de todos los
grupos sociales de esta gran comunidad de habla.

4. POLÍTICA LINGÜÍSTICA EN EL ESPAÑOL.


EL FALSO CONCEPTO DE «OFICIALIDAD»

Al avance territorial de una lengua sigue o precede, según las ocasiones,


el avance en la aceptación vertical o social en otras regiones con diferentes
lenguas (González Ollé, 1995: 41). A veces este avance se interpreta como
imposición legal por parte del poder civil establecido.
Es tradición entre los filólogos aceptar que con Alfonso X el Sabio se
declaró oficial el castellano. Esta cita de Amado Alonso en su libro de 1938
editado en Buenos Aires #ASTELLANO ESPAÅOL IDIOMANACIONAL así lo explica:
Según tradición cuyo fondo histórico no está comprobado, aunque per-
sistentemente atestiguada siglos más tarde, Alfonso X ordenó que en los
120 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

usos jurídicos el sentido de las palabras ambiguas o regionales se determi-


nase de acuerdo con el lenguaje de Toledo.

No existe ningún documento en el que se lea una declaración explícita de


imposición del español como lengua oficial del reino. El que la cancillería de
Alfonso X y de los siguientes reyes de España escribiera en castellano muchos
documentos reales (otros se siguieron escribiendo en latín), no quiere decir que
se atuvieran a ley alguna dictada por el rey: el castellano es «koine», román
paladino, lengua pública, lengua de cultura, norma, pero no LENGUAOFICIAL.
Una lengua no debería ser nunca impuesta. Una lengua es un saber, no se
aprende por mandato sino por interés o necesidad. Por ello, una lengua debe
ser necesariamente adoptada por el hablante. El hablante que adopta una
lengua puede verse obligado por las circunstancias es decir, por razones prác-
ticas, a hacerlo así, porque la lengua está sujeta a los avatares de la sociedad
y a los intereses de la gente; pero el hablante nunca deberá pleitesía a ningu-
na lengua.
La declaración del español como lengua oficial de una comunidad políti-
ca denominada Reino de España ocurrirá cuando el español está natural-
mente difundido por todas las regiones de España. Este hecho sucede por pri-
mera vez en la #ONSTITUCIÆNDE y se hace con el fin de poder declarar
lenguas cooficiales a las lenguas autonómicas. Dice así la Constitución de
1931:
Art. 4: «El castellano es el idioma oficial de la República. Todo español
tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo, sin perjuicio de los dere-
chos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias o
regiones. Salvo lo que se disponga en leyes especiales, a nadie se le podrá
exigir el conocimiento ni el uso de ninguna lengua regional.»

Estas parecidas consideraciones son reafirmadas en la Constitución de


1978 en la que se establece este mandamiento lingüístico en su artículo ter-
cero. Se hace, sin embargo, con un avance muy grande en el tratamiento de
las otras lenguas de España con el ánimo, entre otros, de dotar a las llamadas
comunidades históricas de algún argumento con el que poder comenzar a
reivindicar un trato diferenciador, imposible de conseguir de otro modo. Dice
así la Constitución de 1978:
El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los espa-
ñoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. Las demás lenguas
españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autóno-
mas de acuerdo con sus Estatutos. La riqueza de las distintas modalidades
lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial
respeto y protección.

Durante todos estos siglos pasados y hasta principios del siglo XX ha habi-
do gran número de actuaciones reales sobre política lingüística en español,
pero no existe documento legal alguno en el que se declare taxativamente el
español como lengua oficial. Que se suponga esa oficialidad es otra cosa, es
decisión de los hablantes, del cuerpo social que acepta tácitamente al español
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 121

como koiné, como lengua de intercomunicación, como lengua pública por-


que así conviene a los hablantes y a los escritores; porque estimula y garanti-
za la convivencia y porque es un instrumento de comunicación hecho por
todos y para todos, durante muchos siglos. Nadie debe obligación a una len-
gua si no le interesa debérsela.
Las leyes lingüísticas sobre el uso del español, cuando han existido, han
sido casi siempre leyes comerciales, exceptuando el período de la dictadura
de mediados del siglo XX que demostró que las imposiciones arbitrarias y vio-
lentas no pueden contra la lengua, sea la que sea. La política lingüística efi-
caz y pacífica es un apéndice de la política económica, según dice Lodares,
2000: 164: «Las leyes dieciochescas donde se apela a la uniformidad lingüís-
tica son leyes de uniformidad comercial, jurídica y administrativa».
La necesidad de comunicación es la que hace ley y no al revés. La 'RA
M·TICA de la Real Academia Española de 1771 no se hizo para alfabetizar al
más del 90% de analfabetos que había en esos momentos del siglo XVIII en
España, sino más bien para que la élite social y económica pudiera aprender
latín con mayor facilidad. Quien sabía latín, que seguía siendo aún en el siglo
XIX la lengua de la Ciencia, podía ascender social y políticamente. El resto de
los españoles, hacendados o no, se conformaba con que ellos y sus hijos
pudieran hablar español, que es la lengua general de intercomunicación, por-
que sus lenguas regionales no les aportaban más que inmovilidad y tener que
continuar atados al terruño. Así se pensaba, en las esferas más avanzadas
socialmente, hasta bien avanzado el siglo XX.
Este realismo lingüístico fue la «ley» que imperó siempre en la expansión
del español desde su nacimiento. En estos momentos históricos el peso y la
importancia de una lengua no dependen tanto de su valor literario, o del
número de hablantes o de su antigüedad, como de la repercusión económica
que tenga esa lengua, la cual se mide por su presencia en la industria, en la
ciencia, en la economía. Las lenguas que no se industrialicen desaparecerán
como lenguas de intercomunicación.
Las afirmaciones que se han hecho y que se hacen sobre la temprana
imposición por ley de la oficialidad del castellano (más tarde español) frente
a las otras lenguas españolas están indocumentadas, son falsas si no mal
intencionadas políticamente con ánimo de crear aduanas lingüísticas, barre-
ras lingüísticas que rompan la convivencia multisecular de las gentes de los
pueblos de España. El español se ha mantenido y difundido, sobre todo, por
el impulso de sus hablantes y de sus escritores. Los responsables de que las
gentes de sus territorios y sus inmigrantes carezcan del suficiente conoci-
miento de esta lengua de intercomunicación interterritorial serán juzgados
por la Historia con poca benevolencia y agriamente criticados por las gene-
raciones futuras.
122 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN
1. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: Con la creación
de la Real Academia Española se da por terminada la lucha de normas
lingüísticas en español.

2. ¿Cuál es el lema de la Real Academia Española?

3. El Consejo de Castilla estuvo en descuerdo con la creación de la Real


Academia Española porque

A) algunos de los académicos no eran castellanos


B) no nació con el apoyo de la Universidad española
C) no debía haber sido creada en Madrid, sino en Burgos

4. La primera obra que publicó la Real Academia Española fue

A) la Ortografía
B) la Gramática
C) el Diccionario de Autoridades

5. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: Aunque haya


escritores que defiendan ciertos cambios ortográficos, es la Real Aca-
demia Española la que dicta las normas: de este modo se consigue la
unidad del idioma.

6. El español fue declarado lengua oficial de España

A) en la época de Alfonso X el Sabio


B) en la Constitución de 1931
C) por mandato de los Reyes Católicos
D) por mandato del rey Carlos III
VISIÓN HISTÓRICA DEL ESPAÑOL 123

RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN


1. Verdadero.

2. Limpia, fija y da esplendor.

3. La respuesta es la A. El castellano es ya español por naturaleza; ya no


hay que ser castellano de origen para hablarlo correctamente.

4. La respuesta es la C.

5. Es una afirmación verdadera. La RAE es la única autoridad recono-


cida por todos.

6. La respuesta es la B.
SEGUNDA PARTE
FONOLOGÍA Y FONÉTICA
F. Miguel Martínez Martín
PRESENTACIÓN

En esta segunda parte, que abarca desde el tema séptimo al duodécimo,


nos dedicaremos al estudio de la fonología y de la fonética sincrónica del
español. Planteamos el estudio con el propósito de que entiendan el funcio-
namiento del sistema fonológico del español y conozcan las realizaciones de
los fonemas españoles.
No olvidamos en nuestra descripción las realizaciones no normativas que
producen los hablantes del español a lo largo y ancho del mundo. Es necesa-
rio su conocimiento y valoración: algunas de estas realizaciones hay que evi-
tarlas; otras, como el seseo o el yeísmo, forman parte del sistema fonológico
y hay que contar con ellas y enseñarlo así.
Para exponer estos conocimientos, hemos seguido la doctrina de Emilio
Alarcos y la que A. Quilis ha ido desgranando a lo largo de sus clases, de
muchas conversaciones y, sobre todo, la expuesta en su libro de 1993 4RATADO
DEFONOLOGÁAYFON½TICAESPAÅOLAS al que hacemos referencia en la bibliografía.
Tema 7
ENMARQUE GENERAL DE LA FONOLOGÍA
Y FONÉTICA DEL ESPAÑOL

1. Fonología, Fonética, Ortografía


2. Fonema y sonido: rasgos distintivos y rasgos redundantes
3. La sílaba: consideraciones generales. La neutralización
4. Las relaciones entre las unidades: relaciones sintagmáticas y para-
digmáticas
5. Oposición y contraste
6. La distribución: concepto de alófono
7. El concepto de «variedades de español»
8. La transcripción de los sonidos. Los alfabetos fonéticos
PRESENTACIÓN
En este tema explicaremos algunos conceptos que le permitirán entrar en
el estudio de la fonética y de la fonología del español sin demasiadas dificul-
tades de comprensión.
La evolución natural de las lenguas trae como consecuencia que no exis-
ta una relación biunívoca entre la grafía y el sonido. Es importante distinguir
entre Fonología, Fonética y Ortografía; igual que lo es distinguir entre grafías
y sonidos, y entre fonemas y alófonos.
Los fonemas funcionan en una unidad superior a ellos llamada sílaba,
que acoge la primera división de los sonidos en vocales y consonantes, según
estos sonidos sean o no capaces de ser núcleo silábico. En la sílaba se produ-
cen fenómenos fonológicos importantes como es la neutralización o la apari-
ción de los suprasegmentos.
Las unidades lingüísticas funcionan estableciendo entre ellas una serie de
relaciones llamadas paradigmáticas y sintagmáticas mediante los mecanis-
mos respectivos de oposición y de contraste. Las técnicas de la conmutación
y de la sustitución nos ayudan en la tarea de extraer valor de las combinacio-
nes de las unidades.
Acabamos el tema con una reflexión sobre los conceptos de fonema y aló-
fono a la luz de la distribución complementaria de los fonemas en ciertos
contornos fonéticos.
La fonética del español es muy dinámica; contamos con variantes a la
norma establecida que tendremos siempre presentes en esta descripción.

1. FONOLOGÍA, FONÉTICA, ORTOGRAFÍA


Cuando hablamos emitimos una serie de sonidos de modo secuencial, es
decir, uno tras otro produciéndose así el acto de habla.
132 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Desde que el hablante de una lengua aprende a hablar esa lengua asocia
un significado a determinados segmentos sonoros. Se produce así un SIGNO
LINGÍÁSTICO, o sea, una unidad portadora de sentido. Estos signos que evocan
los sonidos que oímos o producimos están relacionados entre sí conforme a
unas reglas gramaticales diferentes para cada idioma y que conforman la
Gramática de esa lengua. Siempre se ha considerado que el estudio de los ele-
mentos lingüísticos manifestados como sonidos forma parte de la Gramática
de una lengua, aunque en algunos momentos de la historia de la Lingüística
se haya criticado que sea así.
Podemos considerar las combinaciones de los elementos que se manifies-
tan como sonidos y así hacer la ciencia de la &ONOLOGÁA; o podemos conside-
rar las características articulatorias, acústicas y perceptivas de los sonidos
que representan a esos elementos, lo que conocemos como &ON½TICA.

La relación grafía-sonido

Hemos logrado conservar las manifestaciones orales por medio de una


técnica gráfica llamada escritura. La escritura hace que se mentalice el con-
cepto PALABRAcomo lo que hay entre dos blancos, creándose instintivamente
esta unidad lingüística. Como estudiamos los sonidos en la palabra, estamos
dentro del objeto de estudio de la Gramática.
Se admite que el desarrollo alcanzado por la mano humana para hacer la
pinza con el dedo pulgar como base y poder fabricar instrumentos muy com-
plejos es tan importante como el desarrollo de los órganos articulatorios para
poder emitir sonidos articulados y que ambos procesos forman la base de la
evolución del ser humano; el hombre es un animal que habla, asegura el filó-
sofo Emilio Lledó (1998: 52). Pues bien, un logro que tampoco va a la zaga en
este proceso evolutivo es el de conseguir que el cerebro alcance un desarrollo
suficiente como para lograr la capacidad de abstracción necesaria para con-
vertir en signos gráficos los sonidos con los que se manifiesta el lenguaje y
dar nacimiento a la escritura ya sea conceptual, ya sea fonética. El español,
al igual que el inglés y que todas las lenguas occidentales de cultura, se mani-
fiesta gráficamente mediante una escritura alfabética: los sonidos del habla
se representan sucesivamente uno a uno con los símbolos gráficos llamados
GRAFÁAS o letras.
Se supone que a cada sonido le debería corresponder una letra de modo
biunívoco, es decir, cada letra representa un sonido y solo uno, construyendo
lo que llamamos una ESCRITURAFON½TICA. Este es el ideal que persiguen cuantos
se preocupan por la normalización de la escritura de una lengua y así lo
manifestaron Alfonso X y más tarde nuestros hombres del Renacimiento
cuando defendían el ideal de «escribo como hablo».
Pero el caso es que las lenguas son entidades dinámicas en constante cam-
bio; y esta continua evolución produce alteraciones en la biunivocidad grafía-
sonido de modo que una letra o grafía puede señalar más de un sonido, como
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 133

por ejemplo la grafía G de GALLO y de COLEGIO o la letra C de COME y de CIMA


Puede suceder también que un mismo sonido esté representado por diferentes
letras, como es el caso de cERA zAPATO gENTE TEjEN. Y puede suceder también
que sean varias letras seguidas las que señalen un solo sonido, como sucede en
guERRA chOllO, o que una sola grafía represente a dos sonidos, como es el caso
de la grafía X, que representa a la unión de los fonemas /g/ y /s/.
Pues bien, cuando se dan unas reglas fijas para que todos los hablantes de
una lengua representen del mismo modo los sonidos, se crea lo que llamamos
/RTOGRAFÁA: CIENCIAYARTEDEREPRESENTARGR·FICAMENTELOSSONIDOSDELASPALABRAS
DEUNALENGUA. La unidad sobre la que la Ortografía actúa es la palabra, que
es la unidad propia de la lengua escrita y la Ortografía es la responsable de
que se opere con la palabra y no con el signo como unidad básica del análisis
gramatical. La Real Academia Española llama palabra al «segmento o la
mínima secuencia de segmentos dotada de significado y susceptible de ser
aislada por pausas».
La &ONOLOGÁA también se aplica sobre la palabra, porque cada unidad
fonológica funciona en cada palabra aislada con su significación plena.
Hacemos fonología de la palabra; y solamente cuando estudiemos supraseg-
mentos como la entonación será la hora de mencionar unidades superiores
como el GRUPOFÆNICO o el GRUPOMELÆDICO, nuevos marcos de actuación de la
Fonología añadidos a la palabra.
Hasta aquí hemos enmarcado la Gramática y dentro de ella la Ortografía
y la Fonología y Fonética. Añadiremos que lo que vamos a estudiar ahora es
la descripción de los sonidos del español tal y como se producen en el habla
que el mundo hispánico considera culta y sin afectación; que es la norma en
la enseñanza oficial y en las prescripciones de las distintas Academias de la
Lengua Española. No obstante, haremos incursiones sobre otros modos de
pronunciación considerados regionales e incluso vulgares y que nos ayudan
a acotar mejor la posición de cada sonido en el sistema fonológico español.

2. FONEMA Y SONIDO: RASGOS DISTINTIVOS


Y RASGOS REDUNDANTES
El tracto vocal

La forma más sencilla de analizar los sonidos es considerarlos en su origen


articulatorio, en la transformación que sufre el aire que viene de los pulmones
y que recorre el espacio comprendido entre la laringe, los labios y las fosas
nasales: el llamado TRACTOVOCAL. Los movimientos y posiciones de los órganos
fisiológicos que están en el tracto vocal modifican las vibraciones de las par-
tículas de aire que se encuentran allí y producen sonidos diferenciados.
Las partes móviles más importantes del aparato fonador son las cuer-
das vocales, el velo del paladar, la lengua y los labios. Los movimientos que
producen estos órganos móviles, el grado de contacto o aproximación a los
134 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Consonante bilabial Vocal [ã] nasalizada Consonante velar nasal


[m] [ŋ]

FIGURA 7. Tractos de vocales y de consonantes: labial, nasal y velar.

órganos fijos, el paladar y los dientes, y la mayor o menor apertura de la


cavidad bucal que producen los maxilares inferior y superior dan lugar a
infinitas variedades de sonidos. Cada lengua ha seleccionado unos pocos
de estos sonidos que son suficientes para la comunicación entre sus
hablantes.

El sonido y el fonema

Así pues, lo que en el plano acústico se considera un sonido diferencia-


do capaz de generar significado (MeSA MiSA MuSA MaSA) está producido
por una articulación también diferenciada y fija que la realizan los órga-
nos articulatorios en el tracto vocal. Pero la habilidad que tiene el oído
humano para distinguir sonidos diferentes no depende sólo del grado real
de divergencia articulatoria y por ende acústica y FON½TICA que tengan los
sonidos, sino de la manera de excluirse unos a otros dentro del sistema
fonológico de cada lengua, o sea de la divergencia FONOLÆGICA. Estas posi-
ciones articulatorias fijas, que se relacionan con características acústicas
también fijas, forman las SERIES y ÆRDENES ARTICULATORIOS que, junto con
otros rasgos construyen el sistema articulatorio de las lenguas, cuyas uni-
dades son los FONEMAS
Aunque todos los árboles son árboles, podemos distinguirlos entre ellos
por el tamaño, color, aspecto y demás propiedades y discernir así entre
robles, pinos, palmeras o manzanos. También tenemos capacidad de distin-
guir entre sí a diferentes tipos de robles, pinos, palmeras o manzanos, aunque
mantengamos una visión ideal de cada uno de esos tipos de árboles. Pues
bien, hay sonidos que tienen distintas articulaciones, pero les consideramos
de un mismo tipo; no hacemos caso de sus diferencias y nos centramos más
en sus rasgos comunes igual que hacemos caso omiso de las diferencias entre
los distintos robles, pinos, palmeras o manzanos.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 135

Los hablantes tenemos memorizados unos modelos mentales de los soni-


dos de una lengua (el fonema), aunque el sonido concreto que percibimos
tenga un aspecto algo diferente. Así, cuando pronunciamos aisladamente las
palabras VIVO o BEBO los sonidos que corresponden a las dos primeras letras
son diferentes que los que corresponden a las «uve» o «be» que están entre
vocales: en el primer caso los labios se juntan uno con el otro y se separan de
repente (oclusión), mientras que en el segundo caso solo se aproximan ambos
labios. Se articulan de forma diferente pero ambos se corresponden con el
mismo modelo mental que tenemos de este sonido bilabial en español. Deci-
mos que estamos ante un mismo fonema, el fonema OCLUSIVOBILABIALSONORO /b/
que se pronuncia como FRICATIVO cuando está entre vocales. No parece que
tenga ningún valor significativo el que se pronuncien como oclusivos o como
fricativos. Cuando en una lengua dos sonidos no sirven para discriminar signi-
ficados, se debe a que no se corresponden con fonemas diferentes, sino que son
sonidos del mismo fonema, realizaciones del mismo fonema.
En cambio, si comparamos los sonidos iniciales de BEsO y PEsO o los soni-
dos consonánticos mediales de CObA y COpA nos damos cuenta de que el cam-
bio de /p/ por /b/, aunque /b/ se pronuncie oclusivo o fricativo, sí que produce
palabras de distinto significado: es un cambio funcional, es una conmuta-
ción. Por eso decimos que /p/ y /b/ son fonemas distintos, unidades distinti-
vas, o sea elementos que distinguen significados. Siguiendo a Quilis,
(1997: 10) definimos el FONEMA como LAUNIDADLINGÍÁSTICAM·SPEQUEÅA DES
PROVISTADESIGNIFICADO FORMADAPORUNHAZSIMULT·NEODERASGOSDISTINTIVOS

Fonología y fonética

En una palabra como BODEGONES podemos hacer una primera división en


unidades morfológicas: {bodeg-}: morfema lexical y {-on-}: morfema gramati-
cal afijo con el significado de «grande», y {-es}: morfema de plural y masculi-
no. La siguiente división es B O D E G O N E S: cada una de estas nueve unida-
des es indivisible en otras más pequeñas y además no tienen significado
alguno: son fonemas y pueden cambiarse, CONMUTARSE por otros fonemas
para formar palabras distintas como B O F E T O N E S
La ciencia que estudia los sonidos desde el punto de vista de su función
en el sistema de la comunicación lingüística se llama &ONOLOGÁA. En cambio la
&ON½TICA estudia los sonidos o elementos fónicos de una lengua desde el
punto de vista de su producción, de su constitución acústica y de su percep-
ción en la realidad del habla.

Los rasgos distintivos y los reduntantes

Para distinguir entre sí los fonemas, el español utiliza ciertos RASGOSDIS


TINTIVOSARTICULATORIOSYACËSTICOS , que se manifiestan en el tipo de articula-
ción que se produce. En el sistema fonológico español, los fonemas /p/, /t/, /k/
forman un conjunto que se caracteriza por poseer tres rasgos articulatorios
136 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

comunes: son CONSONANTES, son OCLUSIVAS y son SORDAS. Pero se diferencian


porque la primera consonante es BILABIAL, la segunda es DENTAL y la tercera es
VELAR. De este modo podemos crear palabras con significados distintos como
PALA /p/, TALATYCALAKo entre BALAB DALADy GALAGbasándonos en un
rasgo diferencial que permite distinguirlas: el rasgo de LUGARDEARTICULACIÆN
labial, dental o velar. Según intervengan los labios o la lengua, y según ésta se
aplique o aproxime al velo del paladar, a la parte media o delantera del pala-
dar o a la zona dentoalveolar tendremos consonantes velares como /k/ y /g/,
dentales como /t/ y /d/, labiales como /p/ y /b/. Cada tipo de articulación crea
resonadores distintos y, por consiguiente, se percibirán sonidos distintos que
en este caso son fonemas, porque crean palabras con significados distintos.
En el caso de que nos fijemos en la vibración o no vibración de las cuer-
das vocales, tendremos unos rasgos distintivos basados en la sonoridad; y los
sonidos tendrán capacidad distintiva, o sea, serán fonemas porque se dife-
rencian por el rasgo distintivo de sonoridad en consonantes SORDAS y conso-
nantes SONORAS. De modo que podremos construir palabras como GALA /g/ y
CALA /k/; TALA /t/ y DALA /d/; PALA /p/ y BALA /b/ cuya única diferencia acústica y
articulatoria es que presentan el rasgo distintivo SORDO o el rasgo distintivo
SONORO en los fonemas que las discriminan: K G  T D P B . Los demás
rasgos siguen estando ahí, son obligatorios, pertinentes, pero no están
actuando en ese momento por lo que, al no ser distintivos en ese instante, son
rasgos a los que damos el nombre de REDUNDANTES.
Como vemos, unos rasgos distintivos aparecen combinados con otros ras-
gos distintivos y entre todos y a la vez forman el fonema. Por eso decíamos
que el fonema EST·FORMADOPORUNHAZSIMULT·NEODERASGOSDISTINTIVOS. Unos
funcionan en ese momento y ahí son rasgos distintivos; otros tienen que estar
ahí, pero en esos momentos no ejercen ninguna función distinguidora de
palabras, son RASGOSREDUNDANTES. Estos rasgos redundantes no son inútiles,
todo lo contrario, ayudan a identificar y a aislar mejor un rasgo o una com-
binación de rasgos. Incluso cuando las condiciones de percepción no son
buenas, su presencia ayuda a la distinción de la palabra basándose en el con-
texto. Así, si estamos en una fiesta ruidosa y no percibimos bien el rasgo de
sonoridad, sabremos que está hablando de una GALA/g/ y no de una CALA /k/.

3. LA SÍLABA: CONSIDERACIONES GENERALES.


LA NEUTRALIZACIÓN

No obstante ser la palabra (en su consideración de sucesión de letras


entre dos blancos) la unidad en la que funciona el fonema en su capacidad de
creador de significado, no es aquí, en la palabra, donde se producen las com-
binaciones de los fonemas, sino en la SÁLABA. Las palabras son monosilábicas
o polisilábicas, y es en la sílaba donde se producen todas las combinaciones
posibles de fonemas; desde la presencia de un solo fonema (siempre vocálico)
como el caso de la palabra AHÁA Áen el que cada sílaba es un fonema único,
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 137

hasta una sílaba más complicada como la primera de TRANSPORTE: trans o de


SIEMPRE siem. Siguiendo a Alarcos Llorach (1994: 37), definimos la sílaba
como LACOMBINACIÆNMÁNIMAYAUTÆNOMADEFONEMAS
La sílaba tiene una naturaleza física de la que más adelante hablaremos
con detalle, pero lo que aquí nos importa es su naturaleza funcional; y es en
esa función que tiene de ser la unidad mínima donde se combinan los fone-
mas donde tiene cabida su caracterización. Ahora ya no interesa el significa-
do que puedan aportar los fonemas que la integran. Se sabe que una sucesión
de sílabas entre dos pausas puede provocar distintos sentidos: la secuencia
fónica / de-ló-ro / puede referirse al sintagma DELOROo al sintagma DELORO,
ambos con significados completamente diferentes. El estudio y caracteriza-
ción de la sílaba debe acometerse con independencia de los significados a los
que pueda corresponder.

Fases en la producción de la sílaba

Cuando emitimos sílabas de una en una, lo hacemos en tres fases para


cada sílaba:
1. La primera es la fase inicial y va desde una cierta cerrazón de los órga-
nos articulatorios hacia una mayor abertura. Por eso se le llama FASE
EXPLOSIVA.
2. La segunda es la FASECENTRALONUCLEAR. Es el eje de la sílaba y al fone-
ma que puede ocupar esa posición de NËCLEOSIL·BICO se le llama VOCAL
3. La tercera fase es la fase final o la fase de distensión, porque la articu-
lación tiende a ir desde la máxima abertura, la máxima sonoridad,
intensidad y perceptibilidad del núcleo hasta la cerrazón y progresiva
degradación de todas esas cualidades. Por eso se le llama distensión o
FASE IMPLOSIVA.
Se suele representar la sílaba y sus tres fases mediante el siguiente esque-
ma gráfico que se cumple tanto para cuando es un solo fonema el que cubre
el espacio silábico como para cuando son varios los fonemas que constituyen
tal sílaba.

1.ª fase 2.ª fase 3.ª fase

explosión núcleo implosión

Si É M SIEM-pre

TR A NS TRANS-por-te
Á HA (haber)

EXPLOSIÓN IMPLOSIÓN
138 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Sílabas abiertas y sílabas cerradas

La fase más importante es la FASECENTRAL. En esta fase sólo puede haber un


fonema y en español siempre será un fonema vocálico porque la vocal es, en
español, el único fonema que puede llevar físicamente la carga del acento. A
este fonema vocálico, lleve acento o no lo lleve, se le llama NËCLEO de la sílaba,
siendo el resto M·RGENES de la sílaba. Cuando el MARGEN precede al NËCLEO
decimos que ese o esos fonemas son M·RGENES SIL·BICOSPRENUCLEARES y que
están en posición silábica PRENUCLEAR OEXPLOSIVA  este es el caso de 42 de
42!.3 y de 3) de 3)%- de las palabras TRANSPORTE o SIEMPREEl fonema o fone-
mas que están detrás del núcleo se dice que se ubican en el margen POSTNU
CLEAR o que están en posición silábica IMPLOSIVA, cual es el caso de .3 en la
sílaba 42!.3 y de - en la sílaba 3)%-  siendo ! y % el núcleo silábico de
ambas sílabas.

NÚCLEO

MARGEN TR A NS MARGEN

PRENUCLEAR SI E M POSTNUCLEAR

NÚCLEO

Si la sílaba tiene un solo fonema, éste será una vocal y es obligatoriamen-


te el núcleo de la sílaba, dándose el valor de márgenes al comienzo y al final
del sonido de la propia vocal. Esta es la primera característica que nos per-
mitirá distinguir un sonido vocálico de otro consonántico: que el sonido
vocálico puede formar sílaba él solo.

Cuando la sílaba termina con el núcleo silábico, como sucede en ambas


sílabas de QUIERO: /kié-ro/, decimos que la sílaba es ABIERTA y la vocal núcleo es
vocal LIBRE3i la sílaba termina en una o más consonantes, o en dos vocales
(siendo la primera núcleo), como es el caso de #)3 y de ,!) en LAICISMO
hablamos de sílabas CERRADAS y de vocal TRABADA. Recuentos hechos por varios
investigadores señalan que en español hay tendencia hacia las sílabas abier-
tas con un 70% aproximadamente de apariciones frente al 30%, más o
menos, de sílabas cerradas.
Gran cantidad de procesos fonológicos y fonéticos, como los distintos
tipos de asimilaciones o las diptongaciones, se producirán en el interior y en
los márgenes de las sílabas en español; de ahí la importancia que tiene esta
unidad de la secuencia fónica para determinar la caracterización y combina-
toria de los fonemas y de sus rasgos distintivos. Uno de estos procesos es el de
la neutralización.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 139

La neutralización

Hay oposiciones fonológicas que no funcionan siempre. La oposición


que se produce entre los fonemas /r/ y /r /, está basada en la diferenciación
por el rasgo VIBRANTE SIMPLE - VIBRANTE MËLTIPLE y así tenemos palabras
diferentes como CURA /kúra/ y CURRA / kúr a/, MORO /móro/ y MORRO, /mór o/.
Otras palabras como TOPA /tópa/ y TOBA /tóba/ MIMA /míma/ y MINA /mína/
son distintas porque el rasgo sonoridad y el rasgo labialidad son perti-
nentes en estos contornos intervocálicos. Pero si estos fonemas aparecen
en posición silábica implosiva, los rasgos antes mencionados no funcio-
nan, no producen diferencias léxicas: la oposición se neutraliza, los fone-
mas de esa oposición están neutralizados. Ni el rasgo vibrante simple o
múltiple que servía para oponer /r/ a /r /, ni el de LABIALIDADDENTALIDAD que
distingue a ambas nasales, ni el de OCLUSIÆN FRICACIÆN que distingue a
ambas bilabiales funciona en las posiciones implosivas. Da lo mismo pro-
nunciar [torθér ] que [tor θér] o que [tor θér ]; da igual pronunciar [obtár/
que [optár], [ápto] que [áβto]; y en la palabra DOCTOR no varía el significa-
do si pronunciamos [dogtór] o [doktór] o [doθtór] o [doγtór] ni [ámbos] o
[ánbos] en AMBOS.

/r/ y /r /; /k/ y /g/; /b/ y /p/; /m/ y /n/ se han neutralizado en posición silá-
bica implosiva y el resultado de la neutralización es lo que denominamos
un archifonema o sea UNCONJUNTODERASGOSDISTINTIVOSCOMUNESALOSDOS
FONEMAS QUESEHANNEUTRALIZADO lo común a ambos fonemas es el ser
vibrante, el ser nasal, el ser velar y el ser labial, y carece de valor opositivo
que las vibrantes se pronuncien de modo múltiple o de modo simple; que
las realizaciones nasales sean bilabiales o alveolares o que las oclusivas
bilabiales o velares se pronuncien de forma oclusiva, fricativa, sonora o
sorda.
El archifonema tiene una existencia únicamente fonológica. Fonética-
mente se realiza como indique la pérdida de los rasgos distintivos que carac-
terizan a los fonemas que se neutralizan. Al ser una unidad fonológica, se
transcribe siempre fonológicamente, o sea, entre barras / / y mediante un
símbolo en mayúsculas que trata de señalar el rasgo común que deseamos
representar: / R/ para las vibrantes, / N / para las nasales, / G / para las velares,
/ D / para las dentales, / B / para las labiales.

4. LAS RELACIONES ENTRE LAS UNIDADES: RELACIONES


SINTAGMÁTICAS Y PARADIGMÁTICAS
Una UNIDADLINGÍÁSTICA sea del nivel de análisis que sea: fonológico, léxi-
co, sintáctico o discursivo, como elemento discreto, es decir identificable y
contable que es, se delimita por las relaciones funcionales que cada elemen-
to establece con los demás miembros del mismo nivel de análisis: fonemas
con fonemas, palabras con palabras, oraciones con oraciones, etcétera. Pues
140 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

bien, hay dos características fundamentales que toda unidad lingüística debe
poseer, además de la de procurar poseer un significado, y es la de ser SEG
MENTABLE y la de ser INTERCAMBIABLE; de este modo, cada unidad podrá relacio-
narse con otras unidades de su nivel y así extraer su valor.
Cualquiera que sea la extensión de una secuencia fónica, el trabajo del
lingüista estriba en segmentarla sucesivamente hasta encontrar los ele-
mentos mínimos indivisibles: fonemas, morfemas, sintagmas, oraciones
etc., dependiendo del nivel de análisis lingüístico en el que se encuentre.
Cuando un elemento como S o 3!,no es ya susceptible de ser dividido en
elementos más pequeños decimos que estamos en presencia de una unidad
mínima llamada fonema en el caso de S /s/ o lexema en el caso de SAL {sal}.

Relaciones sintagmáticas y paradigmáticas

Entendemos por relación LAFUNCIÆNQUEEXISTEENTRELASUNIDADESLINGÍÁS


TICASQUEAPARECENENLACADENAHABLADALas relaciones entre las unidades lin-
güísticas y, en nuestro caso, entre los fonemas se determinan mediante estos
dos conceptos: ELSINTAGMA y ELPARADIGMA.
Entendemos por sintagma CUALQUIERCOMBINACIÆNDEELEMENTOSQUESE
D½ ENLASECUENCIAFÆNICAOCADENAHABLADA . Así, cuando varias unidades
aparecen sucesivamente en la secuencia fónica, se produce entre ellas una
relación sintagmática y esta relación se produce estando obligatoriamente
presentes esas unidades en la cadena hablada. Es una relación ENPRESEN
CIA  los elementos que constituyen una relación sintagmática son sucesi-
vos, nunca tienen la posibilidad de coexistir, de estar presentes a la vez en
un punto dado de la secuencia fónica, de la cadena hablada: una sílaba
tónica es tónica porque después o antes de ella hay una sílaba átona y se ve
el contraste entre ambas; una misma sílaba no puede aparecer como tóni-
ca y átona a la vez.
La noción de PARADIGMA está unida a la de CATEGORÁA. Por categoría enten-
demos UNNËMERODEELEMENTOSQUESEPUEDENRELACIONARENUNMISMOPARA
DIGMA YAPARECERENUNMISMOCONTORNO . Por paradigma entenderemos LA
RELACIÆN VIRTUALQUESEESTABLECEENTREVARIASUNIDADESQUEPERTENECENALA
MISMACATEGORÁAYQUEPUEDENSERINTERCAMBIADASENTRESÁENELMISMOSINTAG
MAEstas unidades no aparecen todas en la cadena hablada y todas a la vez,
por lo que las relaciones se establecen ENAUSENCIA. Veamos algunos ejemplos.
En las unidades siguientes:

A) AQUELLANIÅADELOSOJOSCLAROS

B) /á-mo/

observamos que entre AQUELLA y NIÅA, y entre LOSOJOS CLAROS hay una relación
que obliga a que exista una concordancia de género y de número. Estamos
ante una relación sintagmática que obliga, además, a evitar secuencias con
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 141

pausas como AQUELLANIÅADELOSOJOSCLAROS , no como AQUELLANIÅADELOS


OJOSCLAROS(// señala una pausa larga). Es decir, las relaciones que se estable-
cen entre las unidades dentro de la cadena hablada obligan a plegarse, en este
caso, a las exigencia de la rección de género y número y de la preposición DE.

Pero es que las categorías preposición, artículo, adjetivo, sustantivo a que


pertenecen las unidades del ejemplo permiten intercambiarse con unidades
de su mismo paradigma, ya sea mediante la conmutación o la sustitución. De
modo que puedo crear secuencias como

C) ESAMUCHACHACONLOSOJOSCLAROS

D) UNAPERSONATRASLOSCRISTALESVERDOSOS

Si nos centramos en la fonología, en el caso del ejemplo b, vemos que al


establecer una relación sintagmática de /á/ con /mo/ (sílaba acentuada + sí-
laba no acentuada), se produce un significado distinto de si variamos la rela-
ción y ponemos sílaba no acentuada + sílaba acentuada, creando la secuen-
cia /a/ - /mó/. Además, es posible la CONMUTACIÆN del fonema consonántico /m/
con otros fonemas consonánticos del paradigma de las consonantes españo-
las y al hacerse se producen sentidos completamente distintos: ATO HALO ASO
AÅO ARÆ ASÆ etc. Se han establecido relaciones paradigmáticas entre los fone-
mas consonánticos en el contexto fonológico /á-o/ y /a-ó/.

5. OPOSICIÓN Y CONTRASTE
Para el estudio de las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas, se cuen-
ta con dos técnicas DEDESCRIPCIÆN que son de gran importancia. Nos referi-
mos al CONTRASTE y a la OPOSICIÆNEs decir, para proceder a la identificación de
los fonemas de una lengua cambiamos cada uno de los fonemas de una pala-
bra por otros fonemas con el fin de comprobar si se produce un cambio de
significado.
Podemos decir que toda unidad lingüística se define por su OPOSICIÆN a
todos los demás elementos con los que se relaciona paradigmáticamente y
por sus PROPIEDADESCOMBINATORIAS. El CONTRASTE es el término que se utiliza
en una relación sintagmática para determinar estas propiedades combina-
torias, o lo que es lo mismo, el valor lingüístico de las unidades contiguas
que se ponen en relación. Así, podemos observar el contraste que el acento
produce al poner en relación las sílabas en las palabras: H·BITO  HABITO
HABITÆ; o en SECRETARIA SECRETARÁAOtro ejemplo en español aparecen grupos
consonánticos como /kt/ /pd/ /bd/, produciéndose así palabras como ACTO
APTO  ABDICAR pero no es posible encontrar secuencias con /kg/ o con /td/
que generen palabras en español, no es posible combinar de este modo
estas unidades.

La oposición ESUNARELACIÆNQUESEDAENTREDOSUNIDADESENELEJEPARA
DIGM·TICO ESTABLECIENDODIFERENCIASENTREUNIDADESDISTINTIVAs. Por ejemplo, la
142 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

diferencia de significado que existe entre BOTA y BODA se debe a la oposición


entre las unidades fonológicas /t/ y /d/, oposición basada en el rasgo de sono-
ridad, rasgo que permite crear más oposiciones como DOMA y COMA o como
SOTA y SODA.

La relación de OPOSICIÆN se desarrolla mediante la utilización de los pro-


cedimientos llamados CONMUTACIÆN y SUSTITUCIÆN y descritos por los estruc-
turalistas del siguiente modo: En un paradigma hay conmutación entre dos
términos fonológicos cuando al cambiar uno por otro cambian los significa-
dos: MESA tiene significado distinto de PESA porque /p/ y /m / se oponen por
ciertos rasgos distintivos como la nasalidad; están marcados o no marcados
con respecto a ese rasgo: /m/ está marcado positivamente, /p/ está marcado
negativamente.

La prueba de la CONMUTACIÆN se realiza en el paradigma y las unidades


cuyo cambio ha afectado al significado se llaman conmutables y a los ele-
mentos INVARIANTES. Cuando, al querer establecer una oposición, se ve que no
varía el significado, decimos que no hay conmutación sino SUSTITUCIÆN. El
cambio de un elemento fónico por otro que no conlleva ningún cambio en el
significado es una SUSTITUCIÆN y a los elementos en cuestión se les llama
VARIANTES. Suponiendo la presencia del yeísmo en el sistema fonológico del
español, el cambio de /ʎ/ por // es SUSTITUCIÆN, porque no se produce varia-
ción en el significado: escribir y pronunciar CUCHILLOes lo mismo, desde un
punto de vista fonológico, que escribir y pronunciar CUCHIYO. También hay
sustitución en la oposición ESTACHICAESMUY mona ESTAMUCHACHAESMUY
guapa Porque no hay cambio de significado en la oposición que se produce
entre ambos sinónimos.

En las relaciones sintagmáticas es donde las unidades se COMBINAN unas


con otras para formar unidades de nivel superior. Así, los fonemas /ʎ/, /í/, /o/
se combinan entre ellos para formar un morfema, una unidad de orden supe-
rior -ILLOque conocemos con el nombre de sufijo de diminutivo. Este sufijo se
combina con un lexema como MESApara formar el lexema MESILLAen un pro-
ceso que se denomina FUNCIÆNCOMBINATORIA.

6. LA DISTRIBUCIÓN: CONCEPTO DE ALÓFONO

El fonema es una unidad invariante que, en su realización en la cadena


hablada, presenta diversas manifestaciones o variantes. El análisis siste-
mático de la distribución de esas variantes es lo que trata de hacer la Fono-
logía mediante el estudio de los datos observados sobre la aparición de
cada unidad en determinadas posiciones en relación con otras unidades.
Entendemos por combinación, LASRESTRICCIONESDEAPARICIÆNENLACADENA
HABLADA QUEPUEDETENERLAREALIZACIÆNDEUNAUNIDADINVARIANTECOMOEL
FONEMA
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 143

La distribución complementaria

Cuando las realizaciones de un fonema no aparecen, normalmente, en el


mismo contexto decimos que estas realizaciones son VARIANTESCOMBINATORIAS
o contextuales de tal fonema y que están en DISTRIBUCIÆN COMPLEMENTARIA
Estas variantes combinatorias en distribución complementaria son las que
reciben propiamente el nombre de ALÆFONOS Por ejemplo, veremos que las
variantes del fonema /b/ son, por lo menos dos: la fricativa [β] y la oclusiva
[b], cada una con su distribución específica: la primera realización, una rea-
lización fricativa, se da cuando /b/ aparece entre vocales y la segunda, oclusi-
va, se da en todos los demás contornos: [bóβa], [ésto és úna βómba].
Para determinar si dos unidades se encuentran en distribución comple-
mentaria hay que extraer todo el elenco de contornos fonéticos en los que pue-
den aparecer y después encontrar qué rasgo distintivo es el que obliga a esa uni-
dad a aparecer o no en tal o cual contorno. En el caso mencionado arriba era el
rasgo fricativo/oclusivo. En otros casos será otro rasgo u otro grupo de rasgos.

Los alófonos

La distribución complementaria es la que nos va a dar las bases para la


descripción y clasificación fonética de los sonidos del español a los que se le
da el calificativo de ALÆFONOS. Los alófonos se formalizan escribiéndose su
símbolo entre corchetes [ ] mientras que las invariantes, los fonemas, se sim-
bolizan siempre entre barras / /
Ahora bien, hay otras variantes, otros alófonos, que tienen la posibilidad de
aparecer o no en el mismo contorno, son realizaciones LIBRES pueden aparecer
en el mismo contorno sin variar el sentido de la palabra ni la norma de utiliza-
ción. Estas variantes alofónicas reciben también el nombre de FACULTATIVAS ya
que resultan de la elección más o menos consciente del hablante; son un acto
de habla, no un acto de norma. Por ejemplo, la pronunciación interdental de
los grupos consonánticos /kt/ o de los finales de sílaba y de palabra dentales
6ALLADOLID, ACTO [áθto], [baʎaðolíθ] es una variante facultativa de los hablantes
de Castilla la Vieja que no está aceptada como norma en el sistema, aunque sea
tan legítima como la pronunciación fricativa de /g/ o /d/ que se da en otros
hablantes del español. En Madrid, /-s / implosiva en contacto con una explosión
silábica determinada por un sonido velar puede ser alveolar, aspirado o incluso
presentar una pronunciación velar fricativa sorda: [úna móhka] UNA MOSCA
[lah xámbas] LAS GAMBAS. La Dialectología es la parte de la Lingüística que
investiga estas variantes y les asigna un valor geográfico y sociolingüístico que
debe tenerse muy en cuenta a la hora de enseñar y describir el español.

7. EL CONCEPTO DE «VARIEDADES DEL ESPAÑOL»


Se dice que el español es la lengua más pobre en dialectos de todas las
lenguas románicas. Y esta afirmación se bautiza con un nombre más
144 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

moderno y se define al español, cuando se habla de él como segunda len-


gua, como una «lengua blanda». Esta designación significa que ningún
hablante de español llega a sentir un grado elevado de dificultad comuni-
cativa cuando se ve inmerso en hablas del español de América, o del espa-
ñol meridional de Andalucía o de Canarias; o de las hablas de Murcia, o de
Extremadura; ni hay mucha dificultad en entenderse con cualquier
hablante de zonas rurales de Salamanca, Ávila, Toledo, la Mancha, Aragón,
Castilla o el País Vasco: nos encontramos ante dialectos y variedades regio-
nales del español en los que las diferencias más importantes son casi
exclusivamente fonéticas y léxicas. Lo mismo sucede si comparamos el
español de España y el de Hispanoamérica. Esto se debe a que todas esas
variedades son continuidad del complejo dialectal del antiguo castellano
(hoy convertido en lengua española). Sin diferenciación morfosintáctica
—que es el alma auténtica de una lengua— no puede haber diferenciación
dialectal fuerte, y esta diferenciación no sucede en las hablas que conside-
ramos como variantes del español.

Sí que son dialectos los distintos bables de las Asturias, las hablas pasie-
gas de Cantabria, las hablas de Babia y Laciana, las del Bierzo y de Sanabria
en el dominio leonés; las hablas de los altos valles pirenaicos oscenses o de la
Ribagorza en el dominio aragonés; e incluso algunas hablas de la Cabrera y
pocas más. Son dialectos y por eso presentan la consiguiente dificultad de
intercomunicación con otros hablantes de español. Las demás variedades,
como hemos dicho, son MODALIDADESDELESPAÅOL, que se hablan en Hispanoa-
mérica y en las áreas castellanizadas de los antiguos dominios de los reinos
aragonés, navarro y leonés unidos libremente al reino de Castilla. Algunas de
ellas se denominan hablas híbridas, porque manifiestan caracteres arcaicos
dentro de una estructura lingüística moderna.

8. LA TRANSCRIPCIÓN DE LOS SONIDOS.


LOS ALFABETOS FONÉTICOS

Hemos mencionado en el tema 7 el hecho de que las grafías no represen-


tan de modo biunívoco los sonidos. El principio de «escribo como hablo» es
imposible de cumplir porque la presión de la letra, el «fetichismo de la letra»
obliga a mantener las grafías originales mientras evoluciona la pronuncia-
ción. Por eso se hizo necesario establecer un código gráfico común para la
expresión de los distintos sonidos en todas las lenguas. Los estudiosos de la
fonética lo exigían para así poder transcribir tanto los materiales orales como
los escritos.

Pues bien, un código común a todas las lenguas es el Alfabeto Fonético


Internacional (AFI). Mediante sus símbolos fonéticos es posible «leer» la pro-
nunciación de cualquier lengua y escribir cualquier sonido de cualquier len-
gua, proceso que se denomina «transcripción».
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 145

Se ha exigido siempre que los símbolos gráficos se empleen en el mismo


sentido en la transcripción; se pide que cada símbolo represente siempre el
mismo sonido; de este modo se podrán comparar unas lenguas con otras y se
podrá enseñar tanto la lengua materna como la lengua extrajera con idénti-
cos criterios. Esta exigencia obligó a usar un tipo de notación común alfabé-
tica, tomando como base del AFI el alfabeto latino al que se le han añadido
distintos signos diacríticos o diferenciadores.
Hay dos tipos de transcripción, la transcripción fonológica y la transcrip-
ción fonética. La transcripción fonológica representa gráficamente los fone-
mas de una lengua, haciendo abstracción de la diversidad de los sonidos con
los que cada fonema pueda realizarse. Esta transcripción se señala entre
barras oblicuas / /.
La transcripción fonética se señala entre corchetes [ ] y reproduce del
modo más fiel posible los sonidos con los que se realizan los fonemas.
El Alfabeto Fonético Internacional (AFI) es el modelo de símbolos fonéti-
cos que se utiliza prácticamente en todo el mundo; por esta razón será el que
nosotros utilizaremos en nuestro curso. El AFI fue creado por la Asociación
Fonética Internacional en agosto de 1888. y ha sido modificado en varias oca-
siones a lo largo del siglo XX. Como hemos dicho, su aceptación es práctica-
mente general y se utiliza en libros y diccionarios de todas las lenguas del
mundo.
En España tenemos un alfabeto fonético, fruto de la tradición dialectal
románica, que ha tenido una amplia implantación en la Lingüística española
desde el 1915, fecha en la que fue publicado por la 2EVISTADE&ILOLOGÁA%SPA
ÅOLA2&% . Desde entonces se impuso como norma general para las investi-
gaciones lingüísticas en el dominio del español durante casi todo el siglo XX.
Pensamos que se deben conocer las correspondencias entre uno y otro por si
llega el caso de tener que compararlos. Este es el criterio que se sigue en la
mayoría de los manuales al uso.
146 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Los símbolos de transcripción

FONEMAS ALÓFONOS
GRAFÍAS EJEMPLOS
AFI RFE AFI RFE
a /a/ /a/ [a] [ã] [a] [ã] ala, ancha
bv /b/ /b/ [b] [β] [b] [] beso, vaso
ch /tʃ/ /ĉ/ [tʃ] [^
c] hacha
d /d/ /d/ [d] [ð] [d] [] dar, todo
e /e/ /e/ [e] [ẽ] [e] [ẽ] era, ameno
f /f/ /f/ [f] [f] feliz
ga, go, gu
/g/ /g/ [g] [γ] [g] [g ] gato, guirnalda
gui, gue ¯
ge, gi, ja,
/x/ /x/ [x] [x] jamón, gente
je, ji, jo, ju
i /i/ /i/ [i] [˜] [j] [i] [i] [˜] [j] íntimo, quiero, aire
ca, que,
qui, co,
/k/ /k/ [k] [k] cosa
cu,
k+vocal
leo, alzar, Elche,
l /l/ /l/ [l] [l.] [l,] [l] [l] [l.] [l,] [l]
alto
ll /ʎ/ /l/ [ʎ] [] [ l ] [ŷ] castillo
˘
m /m/ /m/ [m] [m] mano
empeño, ínfimo,
[m] [] [n.] [m] [] [n.] [n] anciano, antes,
n /n/ /n/
[n] [n], [n],[ŋ] [n], [n],[ŋ] nena, hincha,
angustia
ñ // /n/ [] [n] niño
˘ ˘
o /o/ /o/ [o] [õ] [o] [õ] loco, hombro
p /p/ /p/ [p] [p] Pedro
-r- /r/ /r/ [r] [r] María
rojo, arruga,
r-, rr /r / /r / [r ] [ɹ] [r ] [ɹ]
dos rosas
s /s/ /s/ [s] [s] sota
t /t/ /t/ [t] [t] tipo
u /u/ /u/ ]
[u] [ũ] [w] [u ]
[u] [ũ] [w] [u numen, puedo
x /g/+ /s/ /g/+ /s [γs] [g s] taxi
¯
y playa, hierve,
// /ŷ/ [] [d] [] [ŷ] [˘
ẑ] [z̆]
hi+vocal la yerba
ce, ci, za, cecina, cigüeña,
/θ/ /θ/ [θ] [θ]
zo, zu azote, zapato
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 147

PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN
1. Forman parte integrante de la Gramática:

A) La Fonología y la Ortografía, pero no la Fonética


B) Sólo la Ortografía
C) Las tres disciplinas: Ortografía, Fonología y Fonética

2. Un hablante de lengua española puede emitir:

A) Los sonidos del abecedario


B) Los sonidos del abecedario y algunos más
C) Un número muy elevado de sonidos distintos, tanto vocálicos
como consonánticos

3. Conteste Verdadero o Falso a la siguiente afirmación: Los fonemas son


una especie de modelos mentales que tenemos de un grupo de sonidos.

4. Cuando en una lengua dos sonidos distintos no sirven para distinguir


significados se dice que:

A) Esos sonidos son un mismo fonema


B) Cada sonido es un fonema distinto
C) No son sonidos de esa lengua

5. Entendemos por función de un fonema en la lengua lo siguiente:

A) Que sea capaz de crear palabras distintas


B) Que sea capaz de ser articulado en el tracto vocal
C) Que tenga su origen en la lengua latina

6. El rasgo distintivo articulatorio es:

A) Un rasgo diferencial que permite distinguir dos fonemas entre sí


B) Un rasgo diferencial que permite distinguir dos palabras entre sí
C) Cualquier rasgo articulatorio producido por un hablante en una
lengua

7. Señalar cuál es la frase equivocada:

A) La frase es una combinación autónoma de fonemas


B) La sílaba es una combinación mínima y autónoma de fonemas
C) La palabra es una combinación mínima y autónoma de fonemas
148 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

8. La neutralización se produce:

A) Únicamente con los sonidos


B) Únicamente con los fonemas
C) Con fonemas y con sonidos

9. Se dice que la lengua española es una lengua blanda porque:

A) Un hablante de español se entiende sin grandes dificultades con


otro hablante de español de cualquier otra zona geográfica
B) Un hablante de español se entiende sin grandes dificultades con
otro hablante de español siempre que sea culto, aunque sea de
otra zona geográfica
C) Un hablante de español se entiende sin grandes dificultades con
un hablante de cualquier dialecto histórico o no histórico de la
Península
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 149

RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN


1. La respuesta es la C.

2. La respuesta es la C. Un hablante de español puede emitir innumera-


bles sonidos españoles, vocálicos o consonánticos. Pero sólo tenemos
un número fijo de fonemas y de alófonos sistemáticos o normativos.

3. La frase es verdadera.

4. La respuesta es la A. La C no es válida porque todo sonido lingüístico


pertenece a un fonema, de lo contraio no será un sonido español, no
pertenecerá a la lengua.

5. La respuesta es A.

6. La respuesta es A. Y está en consonancia con la contestación de la pre-


gunta número 5.

7. La frase falsa es la C, porque es la sílaba la combinación mínima.

8. La respuesta es B. Se neutralizan fonemas porque son estos los únicos


que tienen alguna función que neutralizar.

9. La respuesta es la A. Y esa característica es muy importante.


Tema 8
LA FONÉTICA ARTICULATORIA

Introducción
1. Las cuerdas vocales: sonidos sordos y sonoros. Sonorización y ensor-
decimiento
2. Los órganos de las cavidades supraglóticas y los modos y lugares de
articulación de los sonidos
3. El concepto de BASEDEARTICULACIÆN
4. Principios de clasificación en la Fonología del español
4.1. Clasificación de los sonidos por el modo de articulación
4.2. Clasificación de los sonidos por el lugar de articulación
5. Definición articulatoria de un sonido
PRESENTACIÓN
En este curso, nuestro interés se centrará en la descripción articulatoria
del español. En estos momentos nos interesa más la fonética articulatoria
que la fonética acústica; por eso iremos describiendo paso a paso la función
de cada órgano articulatorio y cuáles son las posibilidades que se nos ofrecen
para poder clasificar los sonidos del español.
Veremos la fisiología de las cuerdas vocales y señalaremos la primera divi-
sión de los sonidos en sonidos sordos y sonidos sonoros. Prestaremos especial
atención a los procesos fonológicos y fonéticos de la sonorización y el ensorde-
cimiento. Los órganos de las cavidades supraglóticas son los responsables de
que se construyan diferentes resonadores de forma y volumen diferentes en los
que el aire vibrará de modo distinto, dando lugar a procesos articulatorios que
conocemos con los nombres de modo de articulación y de lugar de articulación.
Esta rápida descripción de los órganos articulatorios y de sus funciones nos per-
mite esquematizar el sistema fonológico vocálico y consonántico del español.
La concepción dinámica del sistema fonológico, provocadora de tenden-
cias de cambio en el propio sistema, vertebra lo que denominamos base de
articulación. Esta realidad debe ser tenida en cuenta por todos los alumnos
que, tarde o temprano, se dediquen a enseñar español a extranjeros. Los ras-
gos contrastivos son una pieza importante de la maquinaria didáctica con la
que usted tendrá que trabajar en un futuro.
Tenemos aquí una visión general de la clasificación de los sonidos del
español, así como una técnica para denominar a cada fonema por sus rasgos
distintivos y a cada alófono por sus rasgos pertinentes y no pertinentes, según
sus propiedades articulatorias.

0. INTRODUCCIÓN
Distinguimos tres tipos de órganos que intervienen en la producción de
un sonido articulado:
154 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

1.° %L ÆRGANORESPIRATORIO , formado principalmente por los pulmones y


que se sitúa en la cavidad infraglótica. Este órgano es el encargado de
producir el aire que, al vibrar, creará la onda acústica que percibi-
mos.
2.° El ÆRGANOFONADOR que se sitúa en la laringe, o mejor dicho, en la lla-
mada cavidad glótica. Los órganos fonadores que aparecen ahí son
las llamadas CUERDASVOCALES, responsables ellas solas del rasgo distin-
tivo de la sonoridad. Las cuerdas vocales son también las que produ-
cen lo que conocemos en acústica con el nombre de ARMÆNICOFUNDA
MENTAL el hecho físico responsable de la producción del tono y, por
consiguiente, de la curva melódica o entonación.
3.° El tercer tipo de órganos articulatorios está situado en la CAVIDAD
SUPRAGLÆTICA y ahí es donde se van a producir los demás rasgos distin-
tivos articulatorios y acústicos.
A la descripción de los órganos que pertenecen a esta cavidad llamada
supraglótica, y a las cavidades o resonadores derivados de los movimientos
que realizan estos órganos, es a lo que nos vamos a dedicar con mayor inte-
rés en los apartados que siguen. Sin embargo, diremos antes algo sobre las
cuerdas vocales y el rasgo distintivo de sonoridad.

1. LAS CUERDAS VOCALES: SONIDOS SORDOS Y SONOROS.


SONORIZACIÓN Y ENSORDECIMIENTO
Los sonidos del lenguaje necesitan, como cualquier onda acústica, una
fuente de producción. Se suelen distinguir tres tipos de fuentes de produc-
ción. La primera es la que produce los sonidos sonoros y se origina por los
impulsos de la corriente de aire al pasar a través de la glotis o espacio que
existe entre las dos cuerdas vocales ENVIBRACIÆN. Otra fuente de sonido es la
que produce los estrechamientos y constricciones que oponen los órganos
articulatorios a la corriente de aire en las cavidades supraglóticas: es lo que
se llama el RUIDODEFRICACIÆNODEASPIRACIÆN. Por último, otra fuente es la que
produce un sonido de tipo glotal como es la barra de explosión que se oye al
pronunciar las oclusivas sordas españolas. Las oclusivas sordas inglesas pre-
sentan ruidos de aspiración pertenecientes a la segunda fuente arriba men-
cionada.
Las cuerdas vocales se encuentran en el interior de la laringe. Son dos
tendones situados horizontalmente en dirección anteroposterior: por su
parte anterior están unidas al cartílago tiroides, llamado vulgarmente nuez
de Adán, que está más separado en los hombres que en las mujeres. Por su
parte posterior las cuerdas vocales unen sus extremos separados a los cartí-
lagos aritenoides. El paso intermedio que queda entre ambos tendones se
denomina GLOTISTodo lo que está por encima de la glotis se denomina CAVI
DADSUPRAGLÆTICAy lo que está por debajo se denomina CAVIDADINFRAGLÆTICA. Lo
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 155

Cavidades supraglóticas

Cuerdas vocales

Cavidades infraglóticas

FIGURA 8. Las cuerdas vocales y las cavidades supraglóticas e infraglóticas.

que sucede en las cuerdas vocales es que la presión del aire que proviene de
los pulmones hace que se junten y se separen ambas cuerdas vocales, ambos
tendones o pliegues. El movimiento de interrupción del paso de la corriente
de aire se debe al cierre y apertura repetidos de la glotis y a la tensión que se
produce en las cuerdas; todo ello origina vibraciones de las partículas de aire
a la misma FRECUENCIA con la que se producen los cierres y aperturas de las
cuerdas vocales.
De igual modo que en un instrumento musical de viento, la vibración (cie-
rre y apertura cíclicas) de las cuerdas vocales, producida por la presión con
que los pulmones expulsan el aire, es la que produce las vibraciones del aire
generándose así el efecto físico de la onda fundamental o ARMÆNICOFUNDA
MENTAL, que es el responsable del tono que adquieren los sonidos sonoros y de
la entonación que se produce a lo largo de la emisión de la cadena hablada,
como ya dijimos arriba.
En resumidas cuentas, las cuerdas vocales se aproximan gracias a la acti-
vidad de los músculos laríngeos y su movimiento de vibración se origina y
mantiene por medio de una alternancia rápida de fuerzas en direcciones
opuestas. Las cuerdas vocales están separadas durante la respiración y man-
tenidas en esa posición de descanso por medio de los músculos laríngeos.
Para desplazar las cuerdas vocales de esa posición de descanso original hacia
la fonación actúan dos fuerzas, una es la fuerza aerodinámica que provoca
que se junten las cuerdas vocales y la otra la fuerza aerostática que tiende a
separarlas. Junto a ellas están las fuerzas debidas a la acción de los ligamen-
156 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

tos de las cuerdas vocales que tienden a mantenerlas en su posición fonatoria


neutra o de descanso.
Ya hemos dicho que se produce una división de los sonidos en sonidos
sordos y en sonidos sonoros, dependiendo de que no vibren o de que vibren
las cuerdas vocales. Los sonidos sordos, que no contienen vibraciones de las
cuerdas vocales, han utilizado toda la energía muscular para hacerse audi-
bles, como puede comprobarse en el habla cuchicheada, y la articulación de
cada sonido es muy tensa, FORTIS, como se decía en latín. Los sonidos sonoros
reparten la energía entre los músculos que hacen vibrar a las cuerdas vocales
y los que producen la articulación correspondiente. La audibilidad está ase-
gurada por su condición de sonoros y la articulación es más suave, una arti-
culación LENIS.
Esta diferencia de energía articulatoria, de esfuerzo muscular de los órga-
nos articulatorios para producir la articulación —más débil en las sonoras y
más fuerte en las sordas— se traduce en que las consonantes sordas son más
cerradas y más fuertes y persistentes que las sonoras. Esta es la base fisioló-
gica del proceso que llamábamos de LENICIÆN y que se produjo en los territo-
rios prerromanos de habla celta. Consiste en que se fricatizan las consonan-
tes sonoras intervocálicas hasta llegar a perderse y, como reacción, se
sonorizan las oclusivas sordas para ocupar el lugar de las sonoras. Es ésta,
también, la base fisiológica del ensordecimiento de los fonemas llamados
sibilantes, ensordecimiento que se produjo en el reajuste fonológico de los
Siglos de Oro y que dio lugar al nacimiento de los fonemas fricativos sordos
/x/, /θ/ y del seseo, una de las grandes diferencias normativas de la pronun-
ciación del español que estudiaremos en el tema 11.

A B C

A. Posición de reposo o de respiración. B. Emisión de una consonante sorda. C. Emisión de un sonido sonoro.

FIGURA 9. Las cuerdas vocales (según esquema de Delattre).


FONOLOGÍA Y FONÉTICA 157

Sonorización y ensordecimiento
Cualquier sonido sordo puede sonorizarse y cualquier sonido sonoro
puede ensordecerse. Tanto la sonorización como el ensordecimiento son un
tipo de ASIMILACIÆN entendiendo por asimilación ELPROCESOMEDIANTEELCUAL
LOSMOVIMIENTOSARTICULATORIOSDEUNSONIDOSEPROPAGANAOTROSONIDOVECINO
INVADI½NDOLODEUNMODOPARCIALOTOTAL
El ensordecimiento puede producirse por asimilación a un sonido inme-
diato sordo o por falta de sonido inmediato al encontrarse al final de sílaba
o de palabra y desear el hablante que se mantenga audible ese sonido que
está en posición implosiva, una posición silábica débil. Es el caso, por ejem-
plo, de la pronunciación del archifonema /D/ con [t] o con [θ], sobre todo en
final de palabra, por hablantes castellanos del área del catalán o por hablan-
tes del castellano norteño y central cuando han de pronunciar palabras
como ATMÆSFERA -ADRID VERDAD. La realización con el sonido dental SORDO [t]
es muy corriente en el área catalanohablante y la realización SORDA interden-
tal [θ] es usual en el habla corriente de hablantes burgaleses, palentinos,
vallisoletanos, vascos o madrileños: [aθmósfera], [madríθ], [verdát ],
[maðrít].
El ensordecimiento también se produce cuando hay un refuerzo articula-
torio, lo que sucede en el contorno de pausa inicial, es decir, en el momento
de comenzar a hablar después de una pausa más o menos larga. Por eso,
cuando hay yeísmo, puede producirse la aparición de un sonido africado
sordo como [tʃ] de MUCHACHO cuando se pronuncia la variante africada /d]
del fonema // al principio de comenzar a hablar, en frases como YOLODIGO; YA
NOTEQUIERO; LLAMAATUMADRE. Así podemos observarlo en algunas zonas del
sur de América y no es de extrañar que aparezca en algunas zonas del sur de
la Península [tʃá nó te kjéro], [tʃáma a tu máðre].
La sonorización nunca aparece como consecuencia de un refuerzo arti-
culatorio; es una asimilación de una articulación sorda a otra articulación
sonora que se encuentra en contacto inmediato. El fonema /s/ siempre es
sordo; el sistema fonológico español no exige contar con ningún alófono
sonoro, no existe ni /z/ ni [z] en distribución complementaria. Sin embargo,
se producen asimilaciones de sonidos contiguos sonoros y un hablante del
español puede pronunciar MISMO como [mízmo], RASGO como [r ázgo].
A. Quilis (1993:67), siguiendo al fonetista G. Straka, señala que toda sono-
rización se debe a un proceso de debilitamiento articulatorio que crea una
falta de sincronización entre el comienzo y el final de la vibración de las cuer-
das vocales al pronunciar sonidos sordos y sonoros. Por ejemplo, al pronun-
ciar en el habla corriente la palabra ACTITUD, se produce el hecho de que cuan-
do tienen que cesar de vibrar las cuerdas vocales, al final de la [a], para
pronunciar la velar sorda [k] no sucede ese cese con la sincronización exacta
y se mantienen vibrando las cuerdas más tiempo del necesario por lo que se
produce la sensación de haberse pronunciado un sonido sonoro velar [g],
aunque el sonido que se tiene que producir sea el sordo velar /k/.
158 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

En el caso de RASGO, las cuerdas vocales no dejan de vibrar inmediata-


mente después de [á] y comienzan a vibrar, también desincronizadamente,
antes de que acabe la articulación sorda de [s] y comience la sonora de [g]; se
produce una anticipación del comienzo de la vibración de las cuerdas vocales
con relación a los movimientos articulatorios que exige la pronunciación de
la consonante sonora siguiente /g/. Esta sonorización carece de valor fonoló-
gico, no acarrea diferencias de significado.

xxxxxxxxXXXXXXXXXXXXXXXXXxxxxxxxx
Cuerdas vocales no vibran Cuerdas vocales vibran Cuerdas vocales no vibran

(señalamos con xxxxxxx la zona donde se producen anticipaciones y pemanencias en la vibración)

Todos los casos de sonorización presentan una imprecisión en el funcio-


namiento de los órganos de la fonación y de la articulación, y una disminu-
ción de la fuerza articulatoria, un debilitamiento articulatorio llamado LENI
CIÆN. Por lo tanto, una consonante sorda (fortis) llega a ser sonora (lenis)
porque hay menor tensión muscular en la articulación. La energía articulato-
ria impide la sonorización, y la debilidad articulatoria origina la sonoriza-
ción.
En el español actual, las diferencias fonológicas producidas por el rasgo
sonoridad sólo aparecen en las series oclusivas cuando los fonemas están en
posición silábica explosiva: /p-/ /b-/ /t-/ /d-/ /k-/ /g-/. En todos los demás casos,
estar marcado o no marcado con la sonoridad es un rasgo redundante, sin
valor fonológico, aunque sí fonético.

2. LOS ÓRGANOS DE LAS CAVIDADES SUPRAGLÓTICAS


Y LOS MODOS Y LUGARES DE ARTICULACIÓN
DE LOS SONIDOS
Cuando la corriente de aire (en vibración o en flujo, si es que no han
vibrado las cuerdas vocales) llega a la faringe oral, todos los órganos articu-
latorios móviles producirán movimientos que generarán distintos volúmenes
en la cavidad bucal y, por consiguiente, distintos resonadores.

Sonidos nasales

La primera gran división que se produce es la de SONIDOSORALESYSONIDOS


NASALES. En español hay solamente tres fonemas nasales /m/ del orden labial,
/n/ del orden alveolar y // del orden palatal. La nasalidad en las vocales no
tiene valor fonológico, como sucede en francés, por lo que lo que tenemos son
alófonos vocálicos nasales que se producen por asimilación a una consonan-
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 159

te nasal precedente e inmediatamente siguiente. Sólo en ese contorno cabrá


hablar de nasalidad vocálica en español.
Si el velo del paladar desciende y en la cavidad bucal se produce un cie-
rre, se articulan los fonemas consonánticos nasales /m/ /n/ y // y sus alófonos
(tema 10). Si están abiertas a la vez la cavidad bucal y la nasal, se producen

los sonidos nasales u oronasales como la [ã] de MAM·la [e ] de NENE la [ı~´] de
~
´
NIÅOla [o] de HONGO.
Ahora bien, la posición más frecuente del velo del paladar en una perso-
na española adulta que habla es que esté adherido a la pared faríngea permi-
tiendo la salida del aire sólo por la boca: se producen así los sonidos orales;
los sonidos nasales permiten descansar de esa posición articulatoria del
habla normal, que si fuera constante cansaría, porque es una posición de
esfuerzo muscular.

Sonidos orales

Cuando el sonido es ORAL, la única cavidad existente es la cavidad bucal.


En ella se van a producir los fenómenos articulatorios más sorprendentes
porque, al poder cambiar sin dificultad tanto de forma como de volumen, se
producirán resonadores acústicos distintos. Gracias a la acción de los ór-
ganos articulatorios MÆVILES (lengua, labios y maxilar inferior) sobre los
órganos articulatorios fijos (paladar duro y blando, dientes y alvéolos), se
producirán los distintos SONIDOSARTICULADOSdivididos en SERIESYENÆRDENES
El PALADAR DURO comienza inmediatamente detrás de los alvéolos y los
sonidos palatales que se caracterizan aquí por la posición se dividirán en PRE

1. Faringe.
2. Laringe
3. Boca.
4. Fosas nasales.
5. Velo del paladar.
6. Lengua.

FIGURA 10. Los sonidos orales y los sonidos nasales.


160 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Incisivos superiores Paladar duro

Velo del paladar


Labios

Úvula

Incisivos Lengua
inferiores

alvéolos

FIGURA 11. Posiciones de los lugares de articulación.

PALATALES  MEDIOPALATALESYPOSTPALATALES  porque su lugar de articulación se


localiza en el PREpaladar MEDIOpaladar OPOSTpaladar
El PALADARBLANDOOVELODELPALADAR está dividido en dos zonas la zona PRE
VELAR y la POSTVELAR. La LENGUA, el órgano móvil por excelencia, queda dividida
en PREDORSO  DORSOYPOSTDORSO . Su punta o extremo anterior se denomina
·PICE y el extremo posterior se denomina RAÁZ.
Los INCISIVOS superiores e inferiores y ambos LABIOS cierran la cavidad
bucal por su parte anterior. En algunas lenguas, los labios tienen bastante
importancia en los procesos articulatorios, como sucede en francés. En espa-
ñol, la labialización no consigue la categoría de rasgo distintivo.
Entre los incisivos superiores y el comienzo del paladar duro, existe una
zona de transición, conocida como zona ALVEOLAR, que comparte cualidades
palatales y dentales y cuyos fonemas pueden decantarse por pertenecer al
lugar de articulación dental o al palatal, según el modelo fonológico que que-
ramos establecer. La trayectoria histórica del español parece que tiene prefe-
rencia por incluir los sonidos alveolares en el orden palatal, ya que así se pue-
den establecer mejor las distintas correlaciones. Así lo estima Emilio Alarcos
quien en su interpretación diacrónica del sistema fonológico español consi-
dera a los fonemas alveolares y palatales pertenecientes al mismo lugar de
articulación oponiéndolos a los anteriores (labiales y dentales) y a los poste-
riores (velares). Otros autores como A. Quilis prefieren atarse más a la foné-
tica y perpetuar las distinciones tradicionales de LABIALES DENTALES DENTOALVE
OLARES  ALVEOLARES PALATALESYVELARES como los lugares de articulación del
español. Ambas posturas son aceptables, aunque la visión de Alarcos tiene
mayor validez fonológica.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 161

3. EL CONCEPTO DE BASE DE ARTICULACIÓN

Quilis (1993: 76) define el concepto de base de articulación como «el con-
junto de hábitos articulatorios y de características acústicas que afectan a
todos los elementos del plano de la expresión de una lengua y le imprimen
carácter propio».
Estos hábitos articulatorios, continúa diciendo Quilis, no sólo se reflejan
en el habla diaria, sino que han estado influyendo durante toda la historia de
la lengua, obligando a tomar caminos específicos en el proceso evolutivo.
Son hábitos articulatorios cuyo origen se encuentra en la historia de los
hablantes que han ido influyendo en el idioma: ELSUSTRATO YADSTRATO expli-
can algunas de estas características articulatorias. Las lenguas no se distin-
guen entre sí sólo por la manera de pronunciar sino por su ritmo, por su
aspecto sonoro. Los órganos articulatorios son aproximadamente los mis-
mos en todos los hombres, pero cada grupo de hablantes los utiliza de una
determinada manera. Los hablantes de cada lengua, cuando es su lengua
materna, obedecen a ciertas tendencias heredadas o adquiridas que se mani-
fiestan en la fonética de su lengua o de su variedad lingüística, ha escrito el
fonetista B. Hála.

Diferentes bases de articulación: inglés-francés

El francés y el inglés son ejemplo de dos lenguas con bases de articulación


completamente opuestas:
1. El francés posee una base TENSA mientras que el inglés tiene una base
RELAJADA; por eso las vocales del francés tienen un timbre estable, carecen de
consonantes africadas, el tono se mantiene relativamente estable dentro de la
sílaba y su ritmo es oxítono, todo lo contrario del inglés.
2. En francés hay una tendencia a pronunciar los sonidos en la parte
anterior de la cavidad articulatoria (predominan los sonidos labiales, denta-
les, palatales), al contrario que el inglés que prefiere sonidos posteriores. Esto
significa que el francés tiene una base articulatoria ANTERIOR y el inglés una
base articulatoria POSTERIOR.
3. El francés tiene una base de articulación CRECIENTE frente a la DECRE
CIENTE del inglés. En francés, el esfuerzo articulatorio comienza de modo
suave (ATAQUEVOC·LICOSUAVE) y aumenta de manera progresiva; al contrario
del inglés (ATAQUE VOC·LICODURO ), por lo que el francés favorece las sílabas
abiertas mientras que en inglés hay más sílabas cerradas.

La importancia de conocer las bases de articulación de los idiomas

Pues bien, conocer la base de articulación de las lenguas es muy importan-


te y merece la pena el esfuerzo que se haga en este sentido por varios motivos:
162 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

1. El primero es el conocimiento por el conocimiento mismo, de modo


que podamos explicarnos y conocer las tendencias articulatorias de
cada lengua debidas a RAZONESINTERNAS al sistema o a RAZONESEXTERNAS,
históricas.
Algunas tendencias articulatorias se deben a la acción del poso del sus-
trato y del adstrato que dejan sobre ella las lenguas con las que ha es-
tado o está en contacto (ver tema 1). Cuando un pueblo adopta la
lengua de otro, la lengua materna perdida queda ahí debajo, y la base
motriz de esa lengua perdida influye irremediablemente sobre la len-
gua adquirida: es el SUSTRATO. Conocer la base articulatoria puede ir
resolviendo y explicando esas tendencias fonéticas debidas al influjo
de otras lenguas existentes con anterioridad o con las que ha convivido
y convive aún nuestra lengua. Todo esto lo veíamos, aunque siempre
con muchas dificultades por carecer de documentación probatoria, en
la primera parte de la signatura, en el tema 1. La lingüística de lenguas
en contacto tiene aquí un inagotable campo de estudio.
2. En segundo lugar, conocer la base de articulación de las lenguas es un
fuerte apoyo pedagógico en la enseñanza y aprendizaje de segundas
lenguas que, en su aspecto fonético, consiste en ir adquiriendo poco a
poco las costumbres articulatorias propias de la lengua que se aprende
sin que la influencia de la base motriz articulatoria de la lengua mater-
na entorpezca tal adquisición.
Un español, por ejemplo, tendrá dificultades en aprender a pronunciar las
vocales cerradas y nasales francesas como en UNE o UN YLE será muy dificul-
tosa la pronunciación de las vocales largas y cortas inglesas. Para un francés
y un inglés la pronunciación de palabras españolas como CAZA ROJO MANTÆN
tendrá ciertas dificultades. Todo esto lo estudia la lingüística contrastiva.

La base articulatoria del español

Para este apartado seguimos a A. Quilis (1993: 79 y 80). La lengua espa-


ñola general tiene una base de articulación con estas características: ANTERIOR
SONORA  DESLABIALIZADA TENSAYDEACCIÆNGLÆTICANORMAL . Iremos explicando
cada rasgo y utilizaremos los datos que aporta Quilis, matizándolos para
mejor intelección:
1. El español, como sucede con el francés, muestra un predominio de
articulaciones que se producen en la zona ANTERIOR de la cavidad bucal:
labiales 8%; dentales 11%; alveolares 26%, lo que suma un valor del
45%. Frente a ellas están las palatales con un 1, 5% y las velares con un
6%, lo que da un 7,5% frente al 45% de articulaciones anteriores. Pero
es que si sumamos las vocales anteriores /i/, /e/ con su 22% tenemos
que de todos los sonidos del español, el 65% son sonidos anteriores.
2. En español predomina la SONORIDAD ya que casi el 78% de los sonidos
son sonoros frente al resto que son sordos: las vocales constituyen el
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 163

48% de los sonidos españoles, las consonantes sonoras son el 30%; las
consonantes sordas son el 22%.
3. Hay un predominio de RESONADORBUCALSINLABIALIZACIÆN ya que la labia-
lización sólo se da en las vocales posteriores /o/, /u/ que suponen un
13% largo de las apariciones de todas las vocales.
4. El español tiene una base de articulación CRECIENTE: la energía articula-
toria va progresivamente en aumento desde el principio de la sílaba
hasta alcanzar su máximo en el núcleo de la sílaba; de ahí la tendencia
hacia la sílaba abierta, porque las consonantes que se encuentran en
posición silábica postnuclear tienden a debilitarse o a perderse; lo
mismo que veíamos que sucedía con el francés y otras lenguas romá-
nicas.
5. La base de articulación del español es TENSA, con mantenimiento de los
timbres vocálicos de su sistema en cualquier posición y situación acen-
tual. Las vocales del español no presentan tendencia a dividirse y dip-
tongar, sino que tienen un timbre muy estable durante toda su emisión
gracias a la tensión creciente con que el español articula las vocales.
Los ingleses que aprenden a hablar español tienen la tendencia a dip-
tongar las vocales /e/ y /o/ hacia el diptongo [ei] y [ou
]; la razón es que
el esfuerzo articulatorio recae sobre la parte inicial del momento arti-
culatorio, después relajan la tensión articulatoria y tienden a cerrar la
articulación al final de la emisión de la vocal rompiéndola en un dip-
tongo decreciente como [ei] y [ou ], con la parte final más cerrada que
su núcleo. Además hay que añadir que en español no existe una reso-
nancia nasal tan fuerte como la del francés, el portugués o el inglés
americano con su «nasal twang».
6. El español muestra una acción de las cuerdas vocales diferente a otras
lenguas. El ataque vocálico es SUAVE, con ausencia de golpe glotal [?]
(al contrario que sucede en las lenguas sajonas y germánicas); las con-
sonantes oclusivas sordas del español no son aspiradas, frente a lo que
sucede en inglés o alemán que sí que tienen consonantes oclusivas sor-
das aspiradas a principio de palabra.

4. PRINCIPIOS DE CLASIFICACIÓN EN LA FONOLOGÍA


DEL ESPAÑOL
La descripción de los órganos articulatorios que hemos hecho en las pági-
nas anteriores nos ha ido proporcionando un elenco de rasgos articulatorios
para poder definir un determinado sonido a través de índices articulato-
rios como el LUGARy el MODOde articulación, la ACCIÆNDEL VELOdel paladar y la
ACCIÆNDELASCUERDAS vocales en la producción de ese sonido.
Los adjetivos correspondientes a los sustantivos que designan las distin-
tas zonas de articulación o las diversas acciones son los siguientes: de dien-
164 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

tes viene DENTAL; de labios, LABIAL; de alvéolos, ALVEOLAR; de paladar duro, PA


LATAL (prepalatal, mediopalatal o postpalatal); de paladar blando o velo
del paladar proviene el adjetivo VELAR. Del ápice de la lengua viene APICAL; del
dorso, DORSAL y de la raíz, RADICAL. De úvula viene UVULAR; de laringe viene
LARÁNGEO o LARINGAL; de glotis viene GLÆTICO o GLOTAL y de faringe, FARÁNGEO o
FARINGAL.
El español utiliza una serie de rasgos fonológicos que pueden observarse
en la articulación de los sonidos y que se manifestarán en sus correlatos acús-
ticos, pero a estos correlatos acústicos no vamos a prestar la atención que se
merecen, en este curso.

4.1. Clasificación de los sonidos por el modo de articulación

En primer lugar, consideraremos la presencia o no de obstáculos en la


carrera que lleva a cabo el aire desde que sale de los pulmones hasta que llega
al final de los labios y sale al exterior. Si hay que salvar obstáculos que ponen
lengua y labios, se producen los sonidos consonánticos; si no hay que salvar
ningún obstáculo y el aire sale libre hacia el exterior se producen los sonidos
vocálicos. Tenemos aquí una primera gran división de los fonemas en VOCALES
y CONSONANTES Algunos fonemas mezclan ambos rasgos de libre salida del
aire y de salida con cierto obstáculo: son los que llamaremos fonemas LÁQUI
DOS. En la palabra TILA tenemos un primer sonido [t] que es una consonante
porque el aire, antes de salir, ha estado retenido por la lengua y los incisivos
superiores. Al pronunciar [i] el aire sale libremente, es una vocal. Al pronun-
ciar la [l] el aire está retenido entre la lengua y los alvéolos superiores, aun-
que vemos que sale libremente por un lado de la lengua antes de llegar al
exterior y que se articule la vocal [a]. El sonido [l] pertenece al grupo de fone-
mas consonánticos con el sobrenombre de LÁQUIDOSpor su MODODEARTICULA
CIÆN como veremos a continuación.

Definición de modo de articulación

Por modo de articulación se entiende LAPOSICIÆNDEMAYOROMENORABER


TURAQUEADOPTANLOSÆRGANOSARTICULATORIOSPARAMODIFICARLAESTRUCTURAFÁSICA
DELACORRIENTEDELAIREFONADOR Hemos dicho que si la salida es libre, se pro-
ducen los sonidos vocálicos que se clasifican en ALTOS: /i/ /u/, MEDIOS /e/ /o/ y en
el BAJO /a/. Toda vocal puede tener una realización cerrada o abierta.
La siguiente observación nos va a permitir poder clasificar los sonidos en
FRICATIVOSOCONTINUOSy en OCLUSIVOSOINTERRUPTOS. Cuando el obstáculo que
debe superar la corriente de aire antes de salir al exterior consiste en un
cierre completo de la boca producido por los labios, o por los dientes, alvéo-
los, paladar duro o blando en contacto con la lengua, decimos que se produ-
ce un sonido OCLUSIVO o INTERRUPTO: la salida del aire queda interrumpida
momentáneamente. En cambio, si lo que se produce es un estrechamiento
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 165

por el que el aire puede ir pasando continuamente produciendo un ruido de


fricación o fricción al atravesar el estrechamiento, en este caso se produce
un sonido FRICATIVO. Así que los fonemas consonánticos podrán ser oclusivos
o fricativos y, en consecuencia, pertenecer a la SERIEOCLUSIVA o a la SERIEFRI
CATIVADe modo que si pronunciamos despacio la palabra SOTA [sóta], obser-
vamos que para pronunciar el primer sonido hacemos que salga un poco de
aire por un estrechamiento que se produce entre el ápice de la lengua y los
alvéolos superiores, hasta que al pronunciar [o] el aire sale libremente. Des-
pués, el aire se topa con un obstáculo muy firme entre el ápice de la lengua
y los incisivos superiores de modo que, por más que queramos, el aire no sal-
drá hasta que estemos dispuestos para pronunciar la vocal [a]. El sonido [s]
es un sonido fricativo, mientras que [t] es un sonido oclusivo. Las vocales no
se pueden caracterizar por estos rasgos, porque en su articulación el aire
sale libremente.

Clasificación de los sonidos por el modo de articulación

Así pues, nos serviremos del MODO DEARTICULACIÆN para clasificar a las
consonantes en los siguientes grupos llamados SERIES:
1. #ONSONANTESOCLUSIVAS. Son las que se producen cuando hay un cierre
completo de los órganos articulatorios; por eso reciben también el
nombre de MOMENT·NEAS, de INTERRUPTASy de EXPLOSIVAS. Son /p/ /t/ /k/
sordas y /b/ /d/ /g/ sonoras.
En algunas lenguas, como el inglés, ocurre que la explosión, en el caso
de que no vibren las cuerdas vocales, se realiza con la glotis abierta, por lo
que se oye un ruido especial cuando sale el aire al exterior, esto es, cuando
ocurre la explosión e inmediatamente antes de que las cuerdas vocales
vibren con toda su plenitud para la articulación de la vocal correspondien-
te. Estas oclusivas sordas se denominan ASPIRADAS y su distribución es com-
plementaria: aparece la aspiración a principio de palabra como en COOL y
PIN pero no en SCHOOLni en SPIN. En español, la oclusión sorda se produce
siempre con la glotis cerrada de modo que, al finalizar la explosión, la vocal
comienza a vibrar con ataque vocálico suave y no hay ningún ruido de aspi-
ración intermedio, por consiguiente, /p/ /t/ /k/ del español no son fonemas
aspirados.
2. #ONSONANTES FRICATIVAS: Se producen, como hemos dicho, cuando el
sonido se forma ante el estrechamiento de los órganos articulatorios,
sin llegar nunca a juntarse completamente. Se denominan, también,
consonantes CONTINUAS o consonantes CONSTRICTIVASEn español tene-
mos los fonemas /θ/ /f/ /s/ /x/ // y las realizaciones intervocálicas de los
fonemas oclusivos sonoros [β], [ð], [γ]
3. ,AS CONSONANTESAFRICADAS Se producen cuando, al cierre u oclusión
completa de los órganos articulatorios, sucede una pequeña abertura
por donde escapa el aire, frenado en el primer momento de cierre,
166 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

oyéndose un claro ruido de fricción; por eso se les llama también


SEMIOCLUSIVASUna consonante africada consta de dos momentos arti-
culatorios: un primer momento oclusivo y un segundo momento frica-
tivo. Aunque con la peculiaridad de que ambos momentos deben darse
en el mismo lugar de articulación. En español tenemos sonidos conso-
nánticos africados como la [tʃ] de CHICA y la [d] de algunos yeístas en
contornos de principio de palabra.

4. #ONSONANTES LÁQUIDAS Ya hemos mencionado arriba su caracteriza-


ción. Forman un grupo especial que comprende las consonantes late-
rales y las vibrantes. Las consonantes LÁQUIDASLATERALES se caracterizan
porque en su emisión el aire sale por un lado o por ambos lados de la
cavidad bucal, pero no por el centro; es el caso de la /l/ y la /ʎ/. En el
caso de las vibrantes, se producen una o varias oclusiones brevísimas
entre el ápice de la lengua y los alvéolos, por eso el nombre de vibran-
tes; o sea, el aire sale libre como en una vocal en los momentos de aber-
tura y se mantiene frenado, contenido, en los momentos de oclusión:
es el caso de /r/ y /r /.

4.2. Clasificación de los sonidos por el lugar de articulación

Cuando pronunciamos un sonido en español, observamos que el obstácu-


lo que ha de superar la corriente de aire puede estar situado en distintas
zonas o lugares de la boca, de la CAVIDADBUCALEsto sucede porque los órga-
nos móviles como la lengua pueden aplicarse o aproximarse a los dientes y
alvéolos, o al paladar o al velo del paladar produciéndose así sonidos que per-
tenecen a fonemas del ORDEN DENTAL, ALVEOLAR, PALATAL, VELAR. Cuando son los
labios los que se mueven, se producen sonidos LABIALESque pertenecen a fone-
mas del ORDENLABIALPues bien, estamos ante lo que denominamos LUGARDE
ARTICULACIÆN

Definición de lugar de articulación

%Llugar de articulación ESDONDESEAPROXIMANOSEAPLICANUNOAOTRODOS


ÆRGANOSARTICULATORIOSPARAPRODUCIRASÁELCIERREOAPERTURADELCONDUCTOVOCAL
YLAMODIFICACIÆNDELAFORMAYDELVOLUMENDETALCONDUCTOVOCAL. Estos movi-
mientos producen turbulencias en el aire y se generan CAVIDADESDERESONAN
CIA distintas que producirán ondas acústicas diferentes y, por lo tanto, la per-
cepción de timbres y sonidos distintos.

Cuando pronunciamos sonidos velares o labiales, el obstáculo que se


opone a la libre circulación del aire fonador está situado en los extremos de
la cavidad bucal, como sucede al pronunciar los sonidos [p] de PATO, [b] de
BOTA [m] de MANO [k] de OCA [g ] de GATA o [x] de JAMÆN. Son sonidos conso-
nánticos GRAVESporque hay sólo una cavidad bucalEn cambio, en los soni-
dos dentales alveolares y palatales, la posición de la lengua provoca que se
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 167

divida el espacio de la CAVIDADBUCALen dos cavidades y por lo tanto en cavi-


dades más pequeñas que cuando la división es única, produciéndose sonidos
AGUDOS, como sucede en [s] y [] de SUEÅAo en [tʃ], [t] o [r] de CHUTAR. Por
otra parte, el obstáculo que se produce en las consonantes labiales y dentales
se sitúa en la parte delantera de la boca, mientras que en las consonantes
palatales y velares el obstáculo se forma en la parte posterior. A las conso-
nantes labiales y dentales, esto es, las que se pronuncian en lugares de arti-
culación anteriores las llamaremos DIFUSAS mientras que a las que se produ-
cen en lugares de articulación posteriores, como sucede con las palatales y
velares, las llamaremos DENSAS

labiales labiodentales dentales

A: Resonador anterior. B: Resonador posterior.

FIGURA 12 A. Resonadores en distintos sonidos.

Alveolares Palatales Velares

A: Resonador anterior. B: Resonador posterior.

FIGURA 12 B. Resonadores en distintos sonidos.


168 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Las vocales y su lugar de articulación

Cuando pronunciamos sonidos vocálicos, el aire sale libremente generán-


dose diferentes configuraciones en la forma de la cavidad bucal. La mayor o
menor separación de los maxilares, el grado de elevación de la lengua o de
abocinamiento de los labios producirá vocales BAJAS como /a/, MEDIAS como
/e/, /o/ y ALTAS como /i/, /u/. Si la lengua se va hacia adelante como en /i/, /e/
tenemos vocales ANTERIORES, PALATALES o AGUDAS; si se retrae hacia atrás como
en /o/, /u/ tenemos vocales POSTERIORES, VELARES o GRAVESy si se mantiene la len-
gua casi plana, como cuando respiramos normalmente nos encontramos con
la vocal /a/, una vocal neutra que no está marcada por ninguno de esos dos
rasgos de GRAVEOAGUDA

FIGURA 13. Las vocales y sus resonadores.

Las consonantes y su lugar de articulación

Cuando deseamos caracterizar las consonantes españolas por su lugar


de articulación se suelen establecer grupos dentro de los ÆRDENES LABIAL
DENTAL ALVEOLAR PALATALYVELARYa hemos visto que algunas propuestas fono-
lógicas como la de Alarcos (1994: 35) distingue sólo los órdenes: LABIAL
PALATAL YVELAR  lo cual está mucho más en consonancia con los procesos
evolutivos del español. Sin embargo, para nuestros propósitos descriptivos
fonéticos necesitaremos delimitar más estrictamente el lugar de articula-
ción de los sonidos, pero sin caer en el error de llamarlo PUNTODEARTICULA
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 169

CIÆN. El punto de articulación responde a una concepción muy antigua de


la Fonética, concepción que no se corresponde con la realidad. No hay un
PUNTO de articulación sino un LUGAR de articulación. Esta distinción es muy
importante.

Los lugares de articulación que distinguimos son:

 "ILABIAL: [p], [b], [m], [β], [φ].

 ,ABIODENTAL[f].

 ,INGUODENTALODENTAL[t], [d], [ņ], [ļ].

 ,INGUOINTERDENTALOINTERDENTAL[ð], [θ], [n.], [l.].

 ,INGUOALVEOLAROALVEOLAR[s] [n], [r], [r ], [l].

 ,INGUOPALATALOPALATAL[tʃ], [], [ʎ], [], [d], [ʃ], [], [l]

 ,INGUOVELAROVELAR[k], [g], [x], [ŋ].

Sonoridad o sordez

Otra observación que realizamos al pronunciar un sonido es que, cuando


el aire llega a las cuerdas vocales se producen dos situaciones. Puede ser que
el aire haga que vibren las cuerdas vocales y se produzca una especie de zum-
bido al que llamamos SONORIDAD o que no se produzca ningún zumbido. En
el primer caso el sonido es sonoro y en el segundo caso el sonido es sordo.
En TILA el sonido [t] es sordo, en cambio [l] es un sonido sonoro igual que [i],
[a]. Por eso podremos clasificar los fonemas y sonidos en SORDOS y SONOROS.
Todas las vocales son sonoras, pero las consonantes pueden ser sordas o
sonoras. Son consonantes sordas [p], [t], [k], [f], [θ], [s], [ʃ], [tʃ] [x]. Son con-
sonantes sonoras [b], [d], [g], [m], [n], [], [], [ʎ], [r], [r ], [l].

El velo del paladar

El cuarto rasgo nace del hecho de que el velo del paladar (en su parte
más cercana a la laringe) puede estar pegado a la laringe y hacer que el aire
salga al exterior por la boca, produciéndose así un sonido oral; o puede dejar
que pase un poco de aire por las fosas nasales produciéndose lo que llama-
mos un sonido nasal. Al pronunciar BOMBA [bómba], en la primera sílaba
BOM se obliga al aire a salir por las fosas nasales, mientras que en la segun-
da sílaba -BA el aire sale al exterior sólo por la boca. Por eso tendremos fone-
mas NASALES y fonemas ORALES. Los sonidos nasales en español son [m], [n],
[], [ŋ] y cualquier vocal en contacto anterior y posterior con consonantes
nasales.
170 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

5. DEFINICIÓN ARTICULATORIA DE UN SONIDO

La observación de estas simples propiedades articulatorias, que todo


hablante del español puede hacer prestando atención a sus movimientos arti-
culatorios, permite distinguir la serie de rasgos articulatorios que hemos ido
describiendo. De modo que para definir articulatoriamente un sonido usare-
mos los rasgos arriba descritos, siguiendo siempre un orden inamovible que
funcionaría como los nombres y los apellidos. De modo que un sonido vocá-
lico se define articulatoriamente por el MODO de articulación, por el LUGAR de
articulación, por la acción del VELOdel paladar y por la capacidad de llevar

acento o no; siguiendo este orden y no otro. Una vocal como [e ] se definirá
como VOCALMEDIA ANTERIOR NASAL TÆNICA.
Un sonido consonántico se define siguiendo este orden de caracteriza-
ción articulatoria: 1) el MODO de articulación; 2) el LUGAR de articulación; 3)
la acción de las CUERDASVOCALES y 4) la acción del VELOdel paladar. Así que el
sonido [p] de 0EPA será una consonante OCLUSIVA  BILABIAL SORDA ORAL . El
sonido [m] de MONA será una consonante BILABIAL SONORA NASAL. La conso-
nante [l] de LISAserá una CONSONANTELÁQUIDA DENTOALVEOLAR LATERAL SONORA
ORAL

Los sonidos españoles

BILABIALES LABIODENT INTERDENT DENTALES ALVEOLARES PALATALES VELARES


sor. son. sor. son. sor. son. sor. son. sor. son. sor. son. sor. son.
OCLUSIVOS p b t d k g
β f θ ð s  x γ
FRICATIVOS
ʃ 
AFRICADOS tʃ d
m  n. ņ n n ŋ
NASALES

LATERALES l. ļ l ll
r
VIBRANTES
r
ASPIRADOS h
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 171

Lugar de articulación de los sonidos españoles


y su relación con los rasgos denso y difuso

Lugar de articulación de los sonidos españoles


y su relación con los rasgos grave y agudo

FIGURA 14. Relación entre los rasgos articulatorios y los rasgos acústivos
en las consonantes.
172 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN
1. Conteste con verdadero o falso a la siguiente afirmación: el esfuerzo
articulatorio hace que los sonidos se ensordezcan, por eso los sonidos
sordos se llamaban en latín con el calificativo de fortis.

2. Indique las dos afirmaciones correctas:

A) El ensordecimiento puede ser debido a un tipo de asimilación


B) El ensordecimiento puede ser debido a un esfuerzo articulatorio
C) El ensordecimiento aparece porque no hay tensión muscular

3. Las cuerdas vocales son las responsables de la producción:

A) Del ruido llamado tono


B) Del ruido llamado fricación
C) Del ruido llamado explosión

4. Cuando se produce un sonido vocálico nasal es porque está abierta.

A) Sólo la cavidad nasal


B) Sólo la cavidad oral
C) Ambas cavidades

5. Subraye los rasgos que tiene la base de articulación del inglés:

tensa relajada
posterior anterior
creciente decreciente

6. Subraye los rasgos que tiene la base de articulación del español:

tensa relajada
posterior anterior
creciente decreciente

7. Ordene los cuatro principios clasificatorios en la fonología española


según su aplicación:

A) Lugar de articulación
B) Acción de las cuerdas vocales
C) Modo de articulación
D) Acción del velo del paladar
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 173

8. Señale las contestaciones verdaderas:


Los sonidos españoles se pueden clasificar por el modo de articulación
en sonidos:

A) Oclusivos
B) Vocálicos
C) Africados
D) Sonoros
E) Líquidos
F) Nasales

9. Señale las respuestas falsas a esta pregunta: Los sonidos españoles se


pueden clasificar por el lugar de articulación en sonidos.

A) Consonánticos
B) Dentales
C) Orales
D) Velares
E) Apicales
F) Fricativos

10. Diga si es verdadera o falsa esta afirmación: Los sonidos son agudos
porque el resonador anterior de la cavidad bucal es más pequeño que
el posterior.
174 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN


1. Verdadero.

2. A y B son afirmaciones correctas. C es falsa como puede verificarse


por la contestación a la pregunta primera.

3. La respuesta es A. Ni el ruido de fricación o de constricción, ni el


ruido de explosión lo producen las cuerdad vocales sino el aire en la
cavidad bucal.

4. La respuesta es la C. Por eso algunos autores denominan a estos soni-


dos oronasales.

5. El alumno debe subrayar: relajada, posterior y decreciente.

6. El alumno debe subrayar: tensa, anterior y creciente. Como se ve,


completamente diferente a la base articulatoria inglesa. Por eso es
tan importante conocer bien la fonología y fonética de ambas lenguas
cuando se pretende enseñarlas como segundas lenguas.

7. El orden es: C A B D.

8. Son verdaderas las soluciones: A B C E.

9. Son falsas las soluciones: A C F

10. La afirmación es verdadera.


Tema 9
LAS VOCALES Y LAS SECUENCIAS
VOCÁLICAS EN ESPAÑOL

1. Las vocales
2. Fisiología de la articulación vocálica
3. Clasificación de las vocales españolas
3.1. Clasificación por el modo de articulación
3.2. Clasificación por el lugar de articulación
3.3. Clasificación según la acción del velo del paladar
4. Definición fonológica y fonética de las vocales españolas
5. Diferencias y contrastes entre las vocales románicas y las sajonas y
germánicas
6. Las secuencias vocálicas: diptongos, triptongos e hiato
7. Clases de diptongos: crecientes y decrecientes
7.1. Los diptongos crecientes
7.2. Los diptongos decrecientes
7.3. El triptongo
8. Comentarios a las realizaciones de la conjunción Y
9. Fenómenos fonéticos dialectales en las vocales españolas
9.1. Los hiatos. Reglas para su establecimiento
9.2. Otras variaciones vocálicas
10. Fenómenos fonéticos no normativos en los diptongos
11. La tendencia antihiática
PRESENTACIÓN
Comenzamos ahora el estudio promenorizado de los fonemas vocálicos
del español. El alumno entenderá la razón fisiológica de que las vocales sean
más abiertas que las consonantes, y cómo esa misma fisiología es la respon-
sable de las variaciones que puedan aparecer en la pronunciación de cada
una de ellas.
Las vocales se clasifican por el modo de articulación, por el lugar de arti-
culación, por la acción del velo del paladar; pero sólo el modo y el lugar de
articulación son considerados rasgos distintivos pertinentes para la defini-
ción de un fonema vocálico español.
En este apartado señalamos algunas diferencias que se advierten entre las
vocales inglesas y las españolas; la primera y más importante es la forma de
comenzar la emisión de una vocal: el ataque vocálico.
Las vocales, combinadas de distintas maneras, forman secuencias que
denominamos diptongos, triptongos e hiatos. Presentaremos su clasificación.
Tras el estudio de las realizaciones de la conjunción Y en la cadena habla-
da, pasaremos al estudio detallado de las variantes fonéticas no normativas
de las vocales y de las secuencias vocálicas, variantes fonéticas que aparecen
en todo el ámbito de la lengua española.

1. LAS VOCALES
Lo primero que hemos de advertir es la uniformidad que existe en el
sistema vocálico del español. Salvo algunas particularidades regionales
que no inciden sobre la fonología vocálica, la extensa área geográfica que
abarca el español y su varios cientos de millones de hablantes cuenta con
un sistema vocálico muy simple de cinco fonemas que tienen equivalencia
distribucional tanto en posición átona como en posición tónica. La simpli-
178 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

cidad del sistema fonológico de las vocales españolas hace que el español
sea considerado como un idioma muy eufónico. Tenemos estos fonemas
vocálicos:
/i/ que se representa gráficamente con I. Se puede representar con Y grie-
ga siempre que y no esté en posición prenuclear: MiSA PiSO REy ReINA
/e/ que se representa gráficamente con una E: MeSA eLE
/a/ cuya representación gráfica es A: MaSA CESa
/o/ cuya representación gráfica es O: CoSA LoSA.
/u/ cuya representación gráfica es U: MuSA PuSO
El remplazo de uno de estos fonemas vocálicos por otro produce una
conmutación o lo que es lo mismo, produce alteración del significante y del
significado; por ello existen pares de palabras que se diferencian sólo por un
fonema: MISA/mísa/ MESA/mésa/ MASA/mása MOSA/mósa/ MUSA/músa/;
o PISO /píso/  PESO /péso/, PASO /páso/  POSO /póso/  PUSO /púso/; VISO /bíso/
BESO /béso/  BASO /báso/ o LIGAR /ligáR/  LEGAR /legáR/  LAGAR /lagáR/  LUGAR
/lugáR/ etc.
De los rasgos articulatorios que tienen las vocales, el español sólo conce-
de valor fonológico, PERTINENCIADISTINTIVA a dos de esos rasgos: el grado de
abertura de la cavidad bucal (MODODEARTICULACIÆN) y la configuración que los
labios y la lengua generan en la cavidad bucal, según se dispongan en ella
(LUGARDEARTICULACIÆN).
Estas características articulatorias se manifiestan en los rasgos acústicos
pertinentes que en el sistema vocálico español son, entre otros y simplifican-
do, los siguientes:

RASGOS /i/ /e/ /a/ /o/ /u/

Vocálico/no vocálico + + + + +
Consonántico/no consonántico - - - - -
Difuso/no difuso + - - - +
Grave/agudo - - - + +

Esta tabla se interpreta de la siguiente manera: la primera palabra de la


pareja de rasgos que se oponen es la que soporta la aparición de marcado (+)
o no marcado (-). Así, /i/ es vocálico porque tiene +; no es consonántico por-
que tiene -; es difuso porque tiene +; no es grave porque tiene -. Y es lo mismo
que decir que /i/ está marcado como vocálico, no está marcado como conso-
nántico, está marcado como difuso, y no está marcado como grave, por lo
que será agudo. En el caso de /u/ tendremos que es vocálico, no es consonán-
tico, es difuso y es grave. Y así sucesivamente.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 179

2. FISIOLOGÍA DE LA ARTICULACIÓN VOCÁLICA


Desde un punto de vista fisiológico, G. Straka ha demostrado que, cuan-
do pronunciamos una vocal, actúan los músculos depresores, músculos que
obligan a que el maxilar inferior descienda, por lo que se produce la aber-
tura de la cavidad bucal. Cuanta más cantidad de energía trasmitamos al
pronunciar una vocal, más se abrirá esa vocal; y por el contrario, si des-
ciende la energía articulatoria, la vocal se debilita y se cierra más. En esto
se diferencia la articulación de las vocales y de las consonantes, ya que
cuando pronunciamos una consonante actúan los músculos elevadores del
maxilar inferior provocando un movimiento de cierre de los órganos arti-
culatorios; todo lo contrario a lo que sucede en la emisión de una vocal. De
ahí que cuando una consonante se pronuncia con mucha energía, esa con-
sonante se cierre y sea más persistente y fuerte que si se hubiese pronun-
ciado con poca energía, en cuyo caso se debilita y se abre, como sucede
cuando se pierde la consonante /d/ intervocálica en casos como ESTOYCANSA
DO[estói kansáu
].
Numerosas investigaciones han demostrado que, en la emisión de una
vocal, hay un mayor esfuerzo laríngeo, pero un menor gasto de aire y un
menor esfuerzo articulatorio. Hay, también, una mayor abertura, un mayor
poder de transmisión del tono fundamental debido a la existencia de una
mayor gama de armónicos estables en su estructura acústica y debido a
una mayor audibilidad producida por el conjunto de cualidades acústicas
que poseen estos sonidos vocálicos (Quilis 1993: 144). Lo que diferencia,
sin duda, a una vocal de una consonante, en español, es que una vocal
puede ser NËCLEO SIL·BICO mientras que una consonante no puede ser
núcleo silábico.

Fluctuaciones en las características articulatorias de las vocales

Cada uno de estos fonemas vocálicos, modelos mentales a los que se ajus-
ta el hablante español, tiene variaciones en las realizaciones de habla; varia-
ciones que son individuales, geográficas, sociales; pero estas variaciones no
afectan, de momento, al sistema fonológico.

Los fonemas de abertura media /e/, /o/ pueden fluctuar en su abertura,


sobre todo en posición silábica átona y marginal, con /i/ y con /u/ respectiva-
mente. Además, la vocal /a/ puede palatalizarse o velarizarse y las vocales en
contacto con consonante nasales se nasalizan. Estas variantes no son perti-
nentes, su valor es sólo fonético y no fonológico; el sistema permite la coexis-
tencia de diversas normas regionales para la pronunciación de cada fonema
vocálico.

Diversos autores como T. Navarro Tomás, E. Alarcos, A. Quilis descri-


ben en sus trabajos realizaciones más o menos abiertas y cerradas de las
180 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

vocales españolas; pero nunca se han puesto de acuerdo en qué distribu-


ción tienen, porque estos cambios no son sistemáticos distribucionalmen-
te: a veces sucede, pero otras veces o con otros hablantes no sucede lo
mismo. Por ejemplo, el fonema /i/ se pronuncia más cerrado cuando apa-
rece en diptongos, como sucede en TIERRA AIRE LAICO SIERRA. Sin embargo es
más abierto en TINTA FIJO RISAque en LIBRO TIGRELos fonemas /e/ y /o/ pre-
sentan realizaciones abiertas en contacto con /r /: [pr o], [pɔr ón], cuando
preceden al sonido /x/: [xo], [txa], o cuando forman parte de un diptongo
decreciente como en [pine], [bɔ́ina]. El fonema /a/ parece que se velariza
cuando precede a las vocales /o/ /u/ o a las consonantes /l/ /x/: [káuto],
[axéno] y se palataliza en contacto con sonidos palatales: [báʎe] VALLE
MACHO [mátʃo] VAINA[báina].

3. CLASIFICACIÓN DE LAS VOCALES ESPAÑOLAS

3.1. Clasificación por el modo de articulación

Las vocales se clasifican por el MODO DEARTICULACIÆN en vocales ALTAS


MEDIASYBAJAS
Si la lengua, sin llegar nunca a obstaculizar el paso de la corriente de aire
fonador, se aproxima al paladar duro o al paladar blando, se origina el orden
conocido como vocales de PEQUEÅAABERTURA, vocales CERRADAS o vocales ALTAS,
que son los fonemas /i/ /u/.

(Los dibujos de las articulaciones que incluimos en este curso son esque-
mas de los dibujos de las articulaciones que utiliza A. Quilis (1993 y 1997) y
J. Laver (1994), que a su vez son esquemas de articulaciones reales).

FIGURA 15. Articulación de /i/. FIGURA 16. Articulación de /u/.

Si la lengua, desde la posición de la figura anterior desciende y se separa


más de la bóveda de la cavidad bucal, del paladar, se originan las vocales de
MEDIANAABERTURAo vocales MEDIAS que están representadas por los fonemas /e/
y /o/.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 181

FIGURA 17. Articulación de /e/. FIGURA 18. Articulación de /o/.

Si la lengua se separa aún más del paladar y ocupa el máximo de aleja-


miento de la bóveda de la cavidad bucal, se originan vocales de gran abertu-
ra o vocales bajas como es el caso de /a/.

Otros idiomas como el francés, el inglés, el catalán necesitan añadir más


divisiones entre vocales y tienen vocales MEDIOCERRADAS y MEDIOABIERTAS

FIGURA 19. Articulación de /a/.

3.2. Clasificación por el lugar de articulación


Por el lugar de articulación las vocales españolas se clasifican en vocales
ANTERIORES CENTRALESYPOSTERIORES. Cuando la lengua se sitúa en la región de la
cavidad bucal que cubre todo el paladar duro, se originan las vocales de la
serie anterior llamadas vocales ANTERIORESOPALATALES/i/, /e/. Si en vez de ser el
predorso de la lengua el que se aproxima al paladar duro, como sucede en las
figuras n.º 15 y 17, hacemos que sea el postdorso el que se aproxime al velo del
paladar, se originan las vocales de la serie posterior o vocales POSTERIORESOVELA
RES/o/, /u/ (ver figuras 16 y 18). Si el dorso de la lengua se encuentra debajo de
la zona mediopalatal, se originará el fonema CENTRAL/a/ (ver figura 19).
182 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

3.3. Clasificación según la acción del velo del paladar


Las vocales son ORALES si durante su emisión el velo del paladar se aplica a la
pared faríngea y la onda sale exclusivamente por la cavidad bucal. En las vocales
NASALES, el aire fonador sale no solo por la cavidad bucal sino también por la cavi-
dad nasal, ya que el velo del paladar no se adhiere a la pared faríngea. Así que,
cuando cualquier vocal se encuentra entre consonantes nasales: MiMO MaMA
MaÅaNA o en posición inicial absoluta, o sea, precedida de pausa y seguida de
consonante nasal, como en el caso de aMBOS aMANECER esa vocal se nasaliza sin
que el hablante se percate de ello. Por ello conocemos cinco alófonos vocálicos
nasales: [˜], [ẽ], [ã], [õ], [ũ], además de los cinco alófonos vocálicos orales: [i], [e],
[a], [o], [u] que se produce en distribución complementaria con los nasales, esto
es, en el contorno en el que aparecen unos no pueden aparecer los otros.
Las vocales que reciben el máximo de energía dentro de la palabra en la
que se hallan situadas reciben el nombre de vocales TÆNICAS. Las vocales que
no reciben ese máximo de energía articulatoria son las vocales ·TONAS, más
débiles y menos audibles que las tónicas, por lo que su timbre es menos esta-
ble y pueden llegar a confundirse unas con otras como ha ido pasando a lo
largo de la historia de la lengua española.

Sistema fonológico vocálico del español

Los cinco fonemas vocálicos se disponen en un sistema triangular que


tiene esta apariencia:

LUGAR DE ARTICULACIÓN
Anteriores Posteriores
MODO DE ARTICULACIÓN (agudas) (graves)
Abertura mínima:cerradas i u
Abertura media: medias e o
Abertura máxima: abierta a

FIGURA 20. Representación del llamado


triángulo vocálico del español.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 183

4. DEFINICIÓN FONOLÓGICA Y FONÉTICA


DE LAS VOCALES ESPAÑOLAS
Definición fonológica

Los rasgos articulatorios que caracterizan a un fonema vocálico son el


MODODEARTICULACIÆNYELLUGARDEARTICULACIÆN , ya que todos son sonoros y la
nasalidad es sólo una característica fonética distribucional, no un rasgo dis-
tintivo. De modo que tendremos las siguientes definiciones fonológicas:
/i/ fonema VOC·LICO ALTO ANTERIOR
/e/ fonema VOC·LICO MEDIO ANTERIOR
/a/ fonema VOC·LICO BAJO CENTRAL
/o/ fonema VOC·LICO MEDIO POSTERIOR
/u/ fonema VOC·LICO ALTO POSTERIOR

Definición fonética de una vocal

Ni la duración de una vocal, ni de una consonante, son pertinentes en


español. En idiomas como el latín, la cantidad sí que es pertinente y lo
mismo sucede en inglés o en alemán. Pero, aunque no sea pertinente fono-
lógicamente, el hecho es que existe fonéticamente hablando: hay vocales
LARGAS que se pronuncian con una duración mayor que otras llamadas voca-
les BREVES. Pero las vocales que se pronuncian breves en español no son tan
breves como las vocales átonas inglesas; ni las vocales que se pronuncian
largas en español son tan largas como las largas del inglés o del alemán. Por
eso señala Quilis (1993) que, para un no hablante de español, todas las
vocales españolas son breves, excepto en los casos de confluencia en la
cadena hablada de dos vocales iguales como sucede en [bámos a: βlár]
VAMOSAHABLAR, y otros casos de fonosintaxis a los que nos referiremos más
adelante.
Todas estas características fonéticas pueden definir a un sonido vocáli-
co en español, pero sólo la nasalidad y el carácter de átono o tónico deben
añadirse a los rasgos que ya conocemos; la duración no se tiene en cuenta
en esta definición porque no entra en el sistema distribucional. De ahí, que
una vocal española se defina fonéticamente usando los rasgos de: MODODE
ARTICULACIÆN  LUGARDEARTICULACIÆN ACCIÆNDELVELODELPALADAR y ACCIÆN DEL
ACENTO
Cuando escuchamos habla real, y no estamos transcribiendo desde la
escritura, se pueden incluir otros rasgos como LARGA BREVE ORAL ABIERTA CERRA
DA  SEMICERRADA etc., pero nos salimos de la distribución complementaria
(única variación que acepta el sistema fonológico) y entramos en el terreno
más explícito del habla individual o del habla de grupos geográficos o socia-
184 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

les a los que se presta más atención desde la $IALECTOLOGÁA. De modo que pode-
mos tener las siguientes definiciones fonéticas normativas:

Ejemplos

[ı~´] vocal alta, anterior, nasal, tónica, alófono de /i/


[ẽ] vocal media, anterior, nasal, átona, alófono de /e/
[ó] vocal, media, posterior, oral, tónica, alófono de /o/

5. DIFERENCIAS Y CONTRASTES ENTRE LAS VOCALES


ROMÁNICAS Y LAS SAJONAS Y GERMÁNICAS
El ataque vocálico

El ataque vocálico es un proceso fonológico cuyo origen está en la activi-


dad de las cuerdas vocales. Cuando un inglés comienza a articular una vocal
al principio de palabra, las cuerdas vocales pasan bruscamente desde la posi-
ción de reposo a la posición de vibración que exige la pronunciación de la
vocal, produciéndose un ruido llamado GOLPEDEGLOTISUOCLUSIÆNGLOTAL, que se
simboliza con [?]: es el ATAQUEVOC·LICODURO Así que podemos decir que el
ATAQUEVOC·LICO es la FORMAQUETIENENLASCUERDASVOCALESDECOMENZARAVIBRAR
CUANDOVANAPRONUNCIARUNAVOCALQUESESITËAENPOSICIÆNINICIALDEPALABRA.
El ataque vocálico es diferente según el origen de las distintas lenguas.
Igual que en inglés así sucede con las lenguas germánicas. Esta familia de
lenguas produce un ataque vocálico duro, porque antes de que las cuerdas
vocales comiencen a vibrar se cierran bruscamente. Estas mismas lenguas
producen lo que se llama ATAQUE VOC·LICOASPIRADO que aparece cuando las
cuerdas vocales adoptan una posición intermedia entre la posición de respi-
ración (descanso) y la de fonación. El aire sale al exterior originando un
ruido de fricación antes del comienzo de la sonoridad. Se simboliza con [h] y
sucede al pronunciar el inglés HAVE o el alemán HABEN.
Pues bien, en el español, en los demás idiomas románicos y en otras len-
guas como las lenguas eslavas este ataque vocálico es SUAVEODULCE; las cuer-
das vocales se aproximan lentamente desde la posición de reposo a la de
fonación, por lo que no se produce ningún ruido previo; el golpe de glotis [?]
está totalmente ausente del sistema vocálico español.
Observan otros fonetistas como Delattre que el final de una vocal inglesa
o alemana no es tan rápido como el de la románica, como el de la española.
En el caso del inglés, la glotis va dejando de vibrar paulatinamente, dando la
sensación de estar pronunciando una vocal demasiado larga para el oído
español. El final de la vocal española, por el contrario, es rápido, cortante
y seco.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 185

INGLÉS

ataque duro final largo

ESPAÑOL

ataque suave final seco

FIGURA 21. Esquema de los ataques vocálicos suaves y fuertes, según Delattre

6. LAS SECUENCIAS VOCÁLICAS: DIPTONGOS,


TRIPTONGOS E HIATOS
Cuando dos vocales aparecen en la cadena hablada, una al lado de otra,
puede suceder que estén ambas vocales en la misma sílaba o en sílaba distin-
ta, constituyendo un DIPTONGO, en el primer caso, y en el segundo caso un
HIATO.
Cuando se produce un diptongo, una de las dos vocales será el núcleo silá-
bico y la otra ocupará un margen silábico. El núcleo silábico lo ostentará,
necesariamente de entre esas dos vocales, la vocal que tenga un grado mayor
de ABERTURA, de TENSIÆNARTICULATORIA, de INTENSIDADACENTUAL y de PERCEPTIBILI
DAD. En cambio, en el caso del hiato, cada una de ellas será núcleo silábico de
su sílaba por lo que tendremos dos sílabas distintas.

Diptongos y triptongos

Los DIPTONGOS son secuencias sonoras formadas por dos fonemas, y los
triptongos son secuencias sonoras formadas por tres fonemas. Las vocales
que forman el diptongo son alófonos cuya distribución depende de la función
silábica que ejerzan: margen silábico o núcleo silábico. El proceso de forma-
ción de un diptongo es fonético, y por consiguiente, estamos ante un fenó-
meno fonético, no fonológico, aunque aparentemente pueda parecer lo con-
trario ya que podemos comparar algunos pares de palabras cuyo significado
es distinto con diptongo o sin diptongo: PaiSAJEPASAJE BaiLABALA PeiNAPENA
ReiNORENOauTOATO PauTAPATAauLAALA MauLAMALADeuDODEDO #euTAZETA;
CieLOCELO ODiaODA ARDuoARDO RuiDORUDO SueCASECA etc. A pesar de ello,
el diptongo no es un solo fonema, sino la unión de dos fonemas en la
misma sílaba de modo tal que uno de ellos es el núcleo de la sílaba y el otro
el margen.
186 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

7. CLASES DE DIPTONGOS: CRECIENTES Y DECRECIENTES


Hay dos tipos de diptongos, según se produzca la unión de la secuencia y
se generen los márgenes silábicos. Si se genera un margen silábico prenuclear,
tendremos un DIPTONGOCRECIENTE como en el caso de /i/ + /a/ y si lo que se gene-
ra es un margen silábico postnuclear tendremos un DIPTONGODECRECIENTE que
sería el caso de /a/ + /i/. El resultado ESSIEMPREUNAUNIDADFON½TICA, no fono-
lógica, porque su existencia depende de una distribución: la vocal margen
(semiconsonante o semivocal) se encuentra antes o después de la vocal
núcleo: /i/ + /a/ = [já] y /a/ + /i/= [ái]. Los fonemas vocálicos /i/ /u/, además de
los alófonos nasales [˜], [ũ] contienen los alófonos margen silábico prenucle-
ar [j] [w] llamados SEMICONSONANTES y los alófonos margen silábico postnu-
clear [i] [u
] llamados SEMIVOCALES.

Así que la distinción entre la semiconsonante y la semivocal es siempre


fonética, porque indica la posición prenuclear o postnuclear de la vocal que
constituye el margen silábico y por eso tenemos dos alófonos de /i/ y de /u/: el
alófono semiconsonante y el alófono semivocal.

7.1. Los diptongos crecientes


Son los más numerosos por la tendencia que existe en español a la sílaba
abierta. Los diptongos crecientes se forman cuando aparece la secuencia de
/i/ o de /u/ + otra vocal distinta de ellas. Como la vocal núcleo silábico está en
la segunda posición de la sílaba, los órganos articulatorios de emisión de las
vocales, la lengua y los músculos depresores, se mueven desde una posición
más cerrada hacia otra más abierta. La vocal más cerrada, la que ocupa el
margen silábico prenuclear, recibe el nombre de SEMICONSONANTEy su trans-
cripción fonética es [j] [w]

Como en español hay cinco vocales, las posibles combinaciones de estas


dos semiconsonantes con las demás vocales permiten un máximo de ocho
tipos de diptongos crecientes, tónicos o átonos, que son: [j] + [é á ó ú] o [w] +
[í é á ó] y por otro lado [j] + [e a o u ] o [w] + [e a o u].
Semiconsonante [j] más vocal:

1. [jé] o [je]: PieNSA  SieNTE ALGUieN  NADie. [pjénsa], [sjéņte]; [álγjen],


[náðje].
2. [já] o [ja]: odiar, cambiar; hacia, gracia. [oðjár], [kambjár]; [áθja],
[gráθja].
3. [jó] o [jo]: ANSioSO  MURió RADio  LABio. [ãnsjóso], [murjó]; [r áðjo],
[láβjo].
4. [jú] o [ju]: TRiuNFO  ViuDA CiuDAD  DiuR½TICO [trjúfo], [bjúða];
[θjuðáð], [djurétiko].
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 187

Semiconsonante [w] más vocal:


5. [wí] o [wi]: RuiDO ,uiS(uiDOBRO CuiDADO[r wíðo], [lwís]; [wiðóβro],
[kwiðáðo].
6. [wé] o [we]: HueVO RueDAHueVERAHueVÆN. [wéβo], [r wéða]; [weβéra],
[weβón].
7. [wá] o [wa]: GuaNTE  CuaTRO ENAGua  AGuaCERO. [gwáņte], [kwátro];
[ẽnáγwa], [aγwaθéro].
8. [wó] o [wo]: !QuóPOLIS 1uóMODOANTIGuo ARDuo. [akwópolis], [kwó
moðo]; [ãņtíγwo], [árðwo].

7.2. Los diptongos decrecientes


En este tipo de secuencias vocálicas, la vocal margen silábico está detrás
de la vocal núcleo átona o tónica; es decir, es margen silábico postnuclear;
está en posición silábica implosiva por lo que la lengua y los músculos depre-
sores irán desde una posición más abierta, que es la posición nuclear, hacia
una posición más cerrada y más débil, como es la posición silábica implosi-
va. La vocal más cerrada, la implosiva, recibe el nombre de SEMIVOCAL y se
transcribe con los símbolos fonéticos [i] y [u
].
En español conocemos seis tipos de diptongos decrecientes que son los
formados por las combinaciones de una vocal átona o tónica /e/, /a/, /o/ segui-
da de una semivocal alófono implosivo de los fonemas /i/ y /u/ [i], [u
].
6OCAL SEMIVOCAL [i ]
ˆ
1. [é] o [e] + [i]: EMPeiNE VeiNTEReiNADO SeiSDEDOS. [ẽmpéine], [béiņte];
[r eináðo], [seisðéðos].
2. [á] o [a] + [i]: aiRE DaiSahiJADO SaiNETE[áire], [dáis]; [aixáðo], [sainé te].
3. [ó] o [o] + [i]: boina, HoyKoiN½[bóina], [ói]; [koiné].
6OCAL SEMIVOCAL[u
]
4. [é] o [e] + [u]: DeuDA  FeuDO EuROPA  euFEMISMO. [déu
ða], [féu
ðo];
rópa], [eu
[eu femísmo].
]: CauSA  MauLA auTOMÆVIL  ahuMAR. [káu
5. [á] o [a] + [u sa], [máu
la];
tomóβil], [au
[au már].
]: lo usó, lo unió, [ lou
6. [o] + [u só], [lou
njó] (en sinalefa). La secuencia
[ó]+ [u] es característica del gallego, no del español, ya que desde muy
pronto esta secuencia [au ] monoptongó en [o]: AURUM > OURO ORO ;
TAURUM > TOUROTORO.)

Pronunciación inglesa de los diptongos españoles

La debilidad típica de las semivocales [i] y [u


] se ha traducido, en toda la
historia de la lengua, en la monoptongación de estos diptongos decrecientes:
188 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

LAICUM > LEIGOLEGO; CAUSA COUSACOSA. La monoptongación se da con


frecuencia en hablantes del inglés a la hora de pronunciar los diptongos decre-
cientes. Estos hablantes no suelen dar a las semivocales españolas el grado de
cerrazón que procede, por lo que, en ocasiones, se produce una monoptonga-
ción. Para evitarlo, conviene obligar a estos hablantes a que pronuncien los
diptongos decrecientes con mayor tensión articulatoria de modo que se dis-
tingan bien los pares de palabras como PAISAJEPASAJE BAILABALA PEINAPENA
REINORENOAUTOATO PAUTAPATAAULAALA MAULA MALADEUDODEDO #EUTAZETA
etcétera.

7.3. El triptongo

Una secuencia de tres vocales en la misma sílaba forma un triptongo.


Como sucede en el diptongo, la vocal más abierta de las tres que convergen
será el núcleo silábico y llevará siempre el acento fonético y el ortográfico,
cuando así sea exigido por las reglas generales de la acentuación. Las otras dos
vocales serán márgenes silábicos: la primera será margen silábico prenuclear
o sea, una SEMICONSONANTE, y la tercera vocal formará el margen silábico post-
nuclear, o sea una SEMIVOCAL: AVERIGuáiS SITiáiS DESPRECiéiS Buey, miau, 0ARA
Guay. [aβeriγwáis], [sitjáis], [despreθjéis], [bwéi], [mjáu
], [paraγwái].

8. COMENTARIOS A LAS REALIZACIONES


DE LA CONJUNCIÓN Y

La realización del fonema /i/ que corresponde a la conjunción Y varía


según el contorno fonético en el que se encuentre, de acuerdo con las siguien-
tes reglas de concatenación con el sonido con que acaba la palabra anterior o
con la vocal con la que comienza la palabra siguiente:
1. Cuando la conjunción Y [i] está entre dos consonantes, se realiza como
alófono ALTO ANTERIOR ·TONO[i]: jUEVESYVIERNES [xwéβesi βjérnes], con
tendencia a formar sílaba átona con la consonante precedente.
2. Cuando la conjunción está situada entre una consonante y una vocal
—en este orden— se agrupa silábicamente con la vocal siguiente y
forma un diptongo creciente realizándose como SEMICONSONANTE [j]:
BUSCANYESCOGEN[búskan jeskóxen].
3. Cuando la conjunción se encuentra situada entre una vocal y una con-
sonante —en este orden— se agrupa silábicamente con la vocal ante-
rior y forma un diptongo decreciente, por lo que se realizará como una
SEMIVOCAL: TOMAYDACA[tómai ðáka].
4. Cuando la conjunción se encuentra situada entre dos vocales, se reali-
za como una semiconsonante, es decir tiende a formar sílaba con la
vocal siguiente por la tendencia del español hacia la sílaba abierta: TIRA
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 189

YAFLOJA [tíra jaflóxa]. Si la vocal es [o] se cambia por el fonema /u/ y la rea-
lización será también semiconsonante: UNAUOTRA [úna wótra].
Muchas de estas realizaciones son procesos fonéticos de sinalefa que se
suelen producir en el habla continua cuando la vocal con la que termina la
palabra se junta con la vocal con la que comienza la siguiente. Es la sinalefa
un complejo fenómeno fonético del que carecemos de reglas sistemáticas: es
el ritmo del habla que impone el hablante el que produce o no la concatena-
ción y con ella la sinalefa. Cuando en la transcripción fonética deseemos
advertir de esas concatenaciones lo haremos señalando con un arco invertido
las vocales que se unen y seremos consecuentes cuando se formen diptongos
normativos. Por ejemplo, al transcribir fonéticamente la frase VENGOINVITADO,
puedo unir ambas palabras por lo que se creará un diptongo decreciente [oi]:
[béŋgoimbitáðo]; en el caso de BUSCAUNAROSA, el diptongo sería [au] con
ˆ
pérdida de acento de /úna/ porque /u/ ya no es núcleo silábico. Pero recuerde
que hemos dicho que son procesos exclusivamente fonéticos y que el alumno
puede optar por no señalarlos.

9. FENÓMENOS FONÉTICOS DIALECTALES


EN LAS VOCALES ESPAÑOLAS

Tanto en el español de España como en el de Hispanoamérica y depen-


diendo del nivel sociocultural de los hablantes, se producen varios fenóme-
nos fonéticos en la realización de las vocales.

9.1. Los hiatos. Reglas para su establecimiento

Cuando las vocales que aparecen en una secuencia no forman diptongo,


sino que cada una es núcleo de su propia sílaba, decimos que se ha produci-
do un HIATO Las combinaciones posibles son, como en los diptongos, las
habidas entre vocales altas, medias y bajas. Pero aquí, como hemos dicho,
cada sonido es núcleo de su sílaba. Se puede ejemplificar la diferencia entre
hiato y diptongo con estos pares de palabras: HACÁAHACIA REÁREYOÁHOY
AHÁHAYPIEPÁE (de piar)CONTINËOCONTINUO.

La sinéresis

Cuando en una secuencia concurren dos vocales medias como en el caso


de [eo] o de [oe] y una media y otra baja en cualquier orden [ ea, ae, oa, ao]
cada una de ellas constituyen un núcleo silábico diferente por lo que no son
diptongos, la silabicación es: A SE O C½ RE O TE A TRO GE R· NE O RE ALCO AR TA
DA. Pues bien, en el habla conversacional y dependiendo del origen del
hablante, estas vocales que normativamente forman hiato son pronunciadas
190 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

como diptongo produciéndose un fenómeno fonético llamado sinéresis: CE


REO TEA TRO REAL COAR TA DA, por lo que, con el tiempo se perpetúa la condición
de diptongo y la vocal más cerrada tiende a cerrarse más creándose vulgaris-
mos: CERIO  BIATO TIATRO RIAL CUARTADA . [θérjo], [bjáto], [tjá tro], [xeránjo]
[r jál], [kwartáða].

Cuando la secuencia vocálica está formada por la combinación de las


vocales altas /i/ /u/ en orden creciente o decreciente, formará núcleo silábi-
co la vocal que tenga mayor duración o mayor intensidad, ya que ambas son
cerradas. Cuál sea la vocal que tenga esa mayor duración o mayor intensi-
dad no es un fenómeno sistemático, depende del origen geográfico y social
del hablante y de la situación comunicativa. Puede haber pronunciaciones
distintas de las palabras VIUDA CUIDA HUÁDAODRUÁDAhay quien las pronun-
ciará como diptongos crecientes si interpreta que es la segunda vocal la que
recoge la energía del acento [bjú-ða] [kwí-ða] [wí-ða] [ drwíða]; o como hia-
tos o sílabas separadas cuando es la primera de las dos vocales la que mues-
tra en la pronunciación esa mayor intensidad o duración provocada por el
acento fonético que le imprime el hablante: [bí-u-ða], [ku-í-ða] [u-í-ða],
[dru-í-ða].
La Real Academia Española, en su /RTOGRAFÁA (1999: 45-46) señala que las
secuencias como SALÁAIS CAÁAIS son considerados hiatos en el sentido de que
la silabicación normativa es SA LÁ AIS DE CÁ AIS CA Á AIS etc.

Reglas para establecer la existencia de hiatos o diptongos

El autor que con más empeño ha tratado el difícil asunto de decidir cuán-
do se produce un hiato o un diptongo en español ha sido A. Quilis (1993: 184
y sig.), cuya doctrina resumimos a continuación.
Poder encontrar un camino de sistematización sobre este asunto es de
gran importancia cuando se pretende instruir en la pronunciación a personas
que están aprendiendo español como segunda lengua. Pero nos encontramos
con que el fenómeno mismo, su variabilidad y las tendencias antihiáticas
ancestrales del español dificultan establecer un sistema normativo; baste
recordar que, por ejemplo, antes se decía RU I DO RE I NA VE IN TE siguiendo su
origen latino. El fonema latino /g/, tras realizarse muy fricativo, muy abierto,
desapareció: RE-(G)I-NA, RU-(G)I-TUM. VI-(G)IN-TI. Pero hoy nadie pronuncia
estas palabras con hiato sino diptongadas en RUI DO REI NA VEIN TE.
No obstante las dificultades históricas, A. Quilis ha procurado establecer
un «sistema de norma» que, aunque cuenta con bastantes excepciones, puede
guiarnos en nuestro trabajo para ayudar a reconocer cuándo estamos ante un
diptongo y cuándo ante un hiato. Las dos primeras reglas son categóricas,
pero la tercera tiene muchas excepciones.
Regla 1ª: Estamos ante un DIPTONGO cuando la secuencia vocálica consis-
ta en la aparición de dos vocales formada por las combinaciones posibles
entre /e a o/ + /i u/ o /i u /+ /e a o/: ReiNA RuiDO LaiCO BoiCOTEO LeuCEMia, etc.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 191

Regla 2ª: Estamos ante un HIATO cuando la secuencia vocálica consista en


las combinaciones posibles entre /e a o/ + las tónicas /í ú/; o con las combina-
ciones /í ú / tónicas + las vocales /e a o/ VACÁO ACTËO REÁA COMÁA PËA etc.
Regla 3ª: Estamos ante un DIPTONGO cuando la secuencia vocálica esté for-
mada por las combinaciones posibles entre las tónicas /é á ó/ + /i u/ o /i u /+ /é
á ó/ tónicas. Pero con muchas excepciones que ahora comentaremos.

Excepciones a la tercera regla

A) Por la regla segunda, sabemos que en las secuencias tónicas [ía] [iá] o
[úa] [uá] de los verbos terminados en IAR [iár] y UAR [uár] se produci-
rá siempre un hiato. Conviene recordar que el futuro y el condicional
de estos verbos es diptongo porque se pronuncian ambas como voca-
les átonas [ia] [ua]. CON FI AR CON FI A BA CON FI E MOSPEROCON FIA RÁA
CON FIA R½. Responden a esta regla los verbos terminados:
en [-iár]: ALIAR  AMPLIAR  AVIAR  AGRIAR  ATAVIARARRIAR  AUTOVIAR  CONFIAR
CONTRARIAR  CRIAR  CONGLORIAR  DESAFIAR  DESCONFIAR  DESVARIAR  DESCARRIAR
DESAVIAR  DESVIAR  ESPIAR  EXPIAR  ENFRIAR  ESTRIAR  EXTRAVIAR  ENVIAR  FIAR
FERROVIAR GRAFIAR GLORIAR GUIAR HASTIAR ISTRIAR LIAR MALCRIAR PORFIAR PIAR
RECRIAR RESFRIAR REENVIAR TRIAR VARIAR VACIAR
en [uár]: ATENUAR  ACTUAR  ACENTUAR  CONCEPTUAR  CONTINUAR  CONTEXTUAR
DESGRADUAR  DESHABITUAR  DESCONTINUARDESVIRTUAR  ESTATUAR EXCEPTUAR
EVALUAR  EXTENUAR  FLUCTUAR, GRADUAR  HABITUAR  INDIVIDUAR  INSINUAR
MENSTRUAR  PERPETUAR  PUNTUAR  PRECEPTUAR  PUAR  TUMULTUAR  SITUAR
TATUAR USUFRUCTUAR VALUAR
De esta lista se exceptuarían los terminados en CUAR y en GUAR como
ADECUAR AVERIGUAR EVACUAR LICUAR OBLICUAR que forman diptongo.
B) Los tiempos de los verbos terminados en UIRcon /í/ tónica [uír] for-
man hiato, excepto en el futuro y en el condicional que forman dip-
tongo: IN FLU IR  IN FLU Á A pero IN flui R·S  IN flui RÁ A. Responden a
esta regla los siguiente verbos y compuestos: ATRIBUIR RETRIBUIR CONTRI
BUIR  DISTRIBUIR  IMBUIR  CIRCUIR  INMISCUIR  ARGÍIR  HUIR  REHUIR  RECLUIR
INCLUIR CONCLUIR OCLUIR EXCLUIR FLUIR AFLUIR REFLUIR INFLUIR DILUIR DISMI
NUIR DERRUIR OBSTRUIR DESTRUIR RECONSTRUIR CONSTRUIR ESTATUIR SUSTITUIR
DESTITUIR INSTITUIR RESTITUIR CONSTITUIR RECONSTITUIR PROSTITUIR SUSTITUIR
INTUIR y algunos otros de poca utilización
C) Los adjetivos acabados en UOSO UOSA y sus plurales como SUNTUOSO
VIRTUOSO  PRESUNTUOSO SINUOSO etc. suelen formar hiato: VIR TU O SO
PRE SUN TU O SO SI NU O SO.
D) Las siguientes palabras con su flexión y derivación correspondiente
deberían pronunciarse como hiato. En ocasiones las razones son eti-
mológicas o se deben a que son palabras compuestas en las que se
mantiene el sentimiento de la presencia de ambas formas: BIOMBO
MIASMA DESCONFIANZA ARRIERO FERROVIAL HIATO ANUAL ACUOSO SANTUA
192 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

RIO CRUEL TIARA MANIOBRA DI·LOGO BOQUIANCHO DIABLO TRI·NGULO CLIEN


TE TRIENIO GUIÆN DIECIOCHO 3IÆN VEINTIOCHO TRUH·N BIENIO PRIOR FIAN
ZA PIANO CRIANZA GORRIÆN
Claro que, como hemos dicho, los hablantes son dueños de escoger y pro-
nunciar todas estas palabras como diptongos, porque la tendencia hacia el
hiato no forma sistema y a veces es más fuerte la tendencia antihiática, que
es más sistemática.
4.ª Regla: Forman hiato las palabras en las que aparecen las secuencias /i/
o /u/ + /u/ o /i/, pero siempre que una de ambas sea tónica. Por ejemplo, JE SU
I TA HU I DA CIR CU I TO FOR TU I TO CA SU ÁS TI CA DI UR NO etc.
Hay bastantes excepciones; así, forman diptongo las siguientes palabras:
JUICIO CUIDAR FUISTE RUIDO RUIN ARRUINO SUIZO ,UIS TRIUNFO VIUDA SUICIDA
DIUR½TICOy otras muchas más.

9.2. Otras variaciones vocálicas


En el español de España y en el de América se producen, de modo más o
menos generalizado y en función del nivel social y cultural de los hablantes,
ciertas variaciones a la norma en la pronunciación de las vocales. Muchas de
estas alteraciones a la norma son procesos muy antiguos en la evolución
fonológica del español, de los que ya hemos hablado en capítulos anteriores
y que ahora recogemos sincrónicamente y de un modo más esquemático
siguiendo las noticias que nos da Quilis (1993: 170 y sig.).
A) Fenómenos consistentes en la inestabilidad del timbre de las
vocales. Hay muestras de esta inestabilidad plasmada en la lengua
escrita desde muy antiguo. Afecta tanto a las vocales tónicas como a
las átonas, aunque a éstas últimas en mayor medida. Es un fenómeno
fonético del habla vulgar tanto de España como de Hispanoamérica y
está estigmatizado negativamente, o sea, no lo admite la norma culta.
Ejemplos:
a) Inestabilidad en tónicas: SEMOS por SOMOS[sómos], T½MIDO por TÁMI
DO.
b) Inestabilidad en átonas: ReDÁCULO  ESCReBIR  CeVIL  PiDIR  DiCIR  DeCU
MENTO ReBUSTOeSPITAL eSCURO DiSCUIDO JaRSEI
B) Pérdida de vocalesEste fenómeno se produce en el habla coloquial
y rápida incluso de hablantes cultos a los que se oye decir NANOpor
ENANO FICIOpor OFICIO TAMOSLISTOSpor ESTAMOSLISTOS [ká pasáo] por
QU½ HAPASADO TRENTICINCO por TREINTAICINCO  ELTÁO5GENIO por EL TÁO
%UGENIO
El debilitamiento y pérdida de las vocales en Méjico y zonas de EE.UU.
colindantes como Nuevo Méjico es muy señalado y afecta a todas las
vocales ya sean átonas o tónicas. Se produce en todo tipo de hablantes,
sin diferencias socioculturales, y preferentemente en contacto con [s]
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 193

y [tʃ]]: CHACHO por MUCHACHo, NESÁTO por NECESITO [nesesíto]; CAFSITO por
CAFECITO [kafesíto], CASTITA por CASETITA, MANO por HERMANO En estas
realizaciones se pueden producir rupturas silábicas como[nón - s:ít -
prá - γwas ] NONECESITOPARAGUAS, [ps - tó - res] PASTORES [psí - na] PIS
CINA. Este fenómeno se da también en otras zonas de América como
Colombia, Perú, Argentina o Bolivia.
C) Desdoblamiento vocálico. Cuando una consonante implosiva (sobre
todo al final de palabra) no se pronuncia, la vocal núcleo silábico abre
su timbre. De este modo, las posibles ambigüedades que puedan pro-
ducirse en la pronunciación se eliminan. Si desaparecen /s/ o /r/, o /l/ o
/θ/ al final de palabra en 0ARÁS $IOS PERDIZ AMAS TUL TARDES
se mantienen las oposiciones significativas con las palabras PARÁ DIÆ
PERDÁ  AMA TË TARDE  porque las vocales finales de las primeras se
abren y esa abertura adquiere cierto valor fonológico al suplir a la con-
sonante que antes había; desaparecen así las consiguientes ambigüe-
dades: [parí̧], [djɔ́], [perðí̧], [˜ánmɑ], [t], [tárðε].
Este fenómeno adquiere mucha importancia cuando es /s/ final de pala-
bra la que se aspira y luego desaparece, porque /s/ es con mucha frecuencia
índice de plural en sustantivos y adjetivos vgr. -o/-os, -a/-as (NIÅONIÅOS),
(NIÅANIÅAS), e índice de segunda persona del singular -e/es (DICEDICES) en el
paradigma verbal. Hay que negar el valor fonológico a la vocal abierta que se
genere, porque lo único que hace el rasgo APERTURAVOC·LICAes recordar la pre-
sencia de un fonema /s/ que tras la aspiración en [h] ha desaparecido. Esta es
la opinión de Alarcos y es la más consistente con la tendencia a la claridad y
estabilidad del timbre vocálico del español. Estas realizaciones abiertas son
alófonos vocálicos cuya distribución es silábica (como sucede con la semivo-
cal y la semiconsonante) y geográfica, por lo que no cabe la posibilidad de
una explicación sustratística de posible influjo de antiguas lenguas indígenas,
como el tartesio (ver tema 1).
El fenómeno de DESDOBLAMIENTOVOC·LICO es una isoglosa que divide Anda-
lucía en dos zonas bien diferenciadas: Andalucía oriental [Córdoba, Jaén,
Granada y Almería (con algunas incursiones en zonas manchegas y murcia-
nas) que es donde se produce el desdoblamiento; y Andalucía occidental
(Huelva, Sevilla, Málaga y Cádiz] donde se produce la desaparición de /s/
pero sin desdoblamiento vocálico. El desdoblamiento vocálico aparece con
menor sistematicidad en hablantes del español de Canarias y del español de
Puerto Rico, Uruguay, Paraguay y Argentina.

10. FENÓMENOS FONÉTICOS NO NORMATIVOS


EN LOS DIPTONGOS
Al ser muy alta la estabilidad del timbre de las vocales, las variaciones que
se producen en las secuencias vocálicas suelen determinar un tipo de realiza-
ciones bastante alejadas de la norma y que pueden ser consideradas como
194 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

vulgarismos y dialectalismos del español de España y de América. Algunas de


estas variaciones pueden encontrarse en el habla descuidada de dicción rápi-
da y de estilo familiar, pero siempre con el carácter de estigmatizadas, de vul-
garismo. Se dan los siguientes fenómenos de carácter vulgar:
1. Procesos DE INVERSIÆN: NaiDE  RiuDOSO  ESTauTA [náiðe], [r juðóso],
ta].
[estáu
2. $ISIMILACIONES, proceso extendido tanto en el español de España como
en el español de América: CeNCIA PACeNCIA CONCeNCIA.
3. 0½RDIDA de uno de los elementos de la secuencia vocálica; fenómeno
frecuente que aparece sobre todo con los diptongos más inestables
como son los decrecientes. Veamos algunos casos:
A) [ei] > [e] o [i] en los numerales compuestos como VeNTIDÆS ViNTIDÆS
TRENTiCINCO TRiNTICINCO
B) [au] > [a], [o], [u]: [anke] por auNQUE, [prekaθjón] por PRECauCIÆN,

[uxéro], [buxéro] por agUJERO, [ume nto] por auMENTO, [otoriðáð]
por auTORIDAD. Es un fenómeno antiguo y dialectal; recuérdese la
evolución del latín CAUSA > COSAo AUGUSTO > AGOSTO.
C) [eu] > [u]; [ae] >e; [ao] > [o]; [ai] >[i]: UROPA  ULOGIO  UGENIO por
%UROPA %ULOGIO %UGENIO; MESTRO por MAESTRO, 2AFEL por 2AFAEL; oRA
por AHORA, oGARSE por AHOGARSE; iRADO por AIRADO, iSLADOpor AISLADO
D) En los diptongos crecientes se produce el cambio [je] >[i] con los
numerales DiCIS½IS DiCISIETE DiCIOCHO y DiCINUEVEFenómeno anti-
guo y ahora vulgar.
E) También observamos el cambio [we] > [e], y [we] > [o]: PoS por PUES,
HASTA LoGO por HASTA LUEGO, INDIVIDo por INDIVIDUO, VIRToSA por VIR
TUOSA. Esta labialización de /e/ es un fenómeno muy antiguo y muy
extendido tanto por España como por Hispanoamérica. Es muy
normal oír en Madrid labialización de [e] en palabras como LUEGO y
PUES[asta lóγo] [pos kláro ke sí].

11. LA TENDENCIA ANTIHIÁTICA


Hemos dicho antes que la tendencia antihiática es ancestral, como lo es
también la tendencia a la diptongación; pero la antihiática tiene, en la actua-
lidad, una presencia mucho mayor: en muchas más ocasiones un hiato tien-
de a diptongarse que un diptongo a convertirse en hiato. Hemos visto que
toda sílaba presenta un momento inicial de explosión, de cierre, seguido de
un momento de abertura y de máxima audibilidad y tensión para volver a dis-
tenderse en el tercer momento o momento implosivo. Los márgenes explosi-
vo e implosivo deben ser claros para marcar el límite silábico, por eso, la síla-
ba ideal en español es la sílaba compuesta de un momento explosivo llenado
por una articulación cerrada (consonante) que marca muy bien el límite silá-
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 195

bico con la sílaba anterior, y un núcleo fuerte y estable con la vocal corres-
pondiente. Que sea una vocal, fonema más abierto que la consonante, la que
deba cubrir los tres momentos puede traer inestabilidad en los límites y obli-
gar al sistema a evitar la ambigüedad reforzando el límite silábico. Son dos
los procedimientos que utiliza la lengua.

1 2EFORZARELLÁMITESIL·BICO con una consonante, como ha estado suce-


diendo a lo largo de la evolución del español: creyer PORCREER; creyen-
cia PORCREENCIA veya PORVEA leye por LEE creyo PORCREO trayo PORTRAI
GO cayo PORCAIGOeran términos escritos frecuentes en la literatura de
los siglos XV y XVI. El caso de TUYO y SUYOes la aceptación culta de un
proceso antihiático completado. En otros casos la epéntesis se hace
con un sonido velar como en [qanaγórja] ZANAgORIA por zANAHORIA o
[gwéβo] gÍEVOpor HUEVO

En ocasiones, la aparición de una epéntesis velar produce un cambio


en la estructura silábica de la palabra y así tenemos [birγwéla] VIRGÍE
LA por VI RUE LA, [θirγwéla] CIRGÍELA por CI RUE LAHay que señalar que
estos casos de refuerzo del límite silábico se producen incluso sobre
diptongos normativos. Por ejemplo, en el español de América se dan
casos de consonantización de [u] del diptongo cuando le sigue una
consonante [r] o [l] (Quilis 1993: 192) y así podemos encontrarnos con
AGRORApor AuRORA JABLApor JAuLA ABLASpor AuLAS

Cuando hablamos rápidamente, en el lenguaje conversacional, al


pronunciar el diptongo [wé] o [we] en palabras en las que sólo [w]
aparece como margen silábico: HUEVO  HUEVERA, LA HUERTA etc. se
refuerza el límite silábico con la epéntesis de un sonido velar que es
la variante oclusiva o fricativa del fonema /g/, por lo que se pronun-
cia [la γweβéra] [úŋ gwéβo] [la γwérta]. Si el margen silábico está
compartido con otra consonante, como en el caso de RUEDA, o de CUER
DA o de SUELO el fenómeno no puede darse porque el límite silábico
está ya muy claro. Este fenómeno fonético de velarización está gene-
ralizado para todos los hablantes del español, sea cual sea su origen
social o geográfico. Juan de Valdés (siglo XVI) empleaba H delante de
Upara evitar las pronunciaciones que le haría escribir GÍERO GÍERTA
La Real Academia Española no ha admitido esta escritura en su
reciente /RTOGRAFÁA  pero sí dice que se pueden escribir GͽRMECES
GÍINDRE GÍEÅA GÍELDO siguiendo el ejemplo de GÍISQUIque pronun-
ciaremos como [gwíski] [gwérmeθes], [gwíņdre], [gwéa], [gwélðo].
Quilis atestigua que en el español de Filipinas la palabra HUERTA es
«LAGÍERTAw con el artículo incluido en ella, como en el caso de nues-
tros arabismos.

2. 0½RDIDADELLÁMITESIL·BICO: La otra solución, que es la más común, es


suprimir el límite silábico con la pérdida de una sílaba: el hiato se
transforma en un diptongo. Este es un hecho general del español
cuya diferencia entre lo vulgar cuya norma no está en el hecho en sí,
196 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

sino en el grado de evolución hacia el cambio de timbre de la vocal


que queda átona en el diptongo, haya o no desplazamiento del acen-
to, como sucede a menudo en el español americano COMI·N HABI·N.
Ejemplos:
A) secuencias de vocales medias o de vocal media más baja y vicever-
sa: /e/ + /a/, /e/ + o/, /o/ + /a/ /o/ + /e/ etc. : [peljár] PE LEAR; [ljonárðo]
,EO NAR DO; [twáʎa] TOA LLA; [kwéte] CO HE TE. El hablante culto inten-
tará hacer diptongos no normativos pronunciando [pe-leár] [leo-
nárdo] [toá-ʎa], [koé-te].
B) Se puede perder el límite silábico en las secuencias /i/ o /u/ + voca-
les medias y bajas y viceversa. En estos casos puede producirse el
cambio de acento: [pe - rjó - do ] PE RÁ O DO; [páis] PA ÁS; [djúr - no]
DI ËR NO; [léi - do] LE Á DO, [e - góis - ta] E GO ÁS TA y otros más.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 197

PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN
1. Señale dónde están los errores en la transcripción:

[áθia], [aθía], /mjédo/, /mído/

2. Señale la frase falsa: el español basa su eufonía en que:

A) Su estructura vocálica es de cinco vocales


B) Su estructura vocálica es de tres grados de abertura
C) En la equivalencia distribucional de vocales átonas y tónicas

3. Señale cuáles son los rasgos distintivos articulatorios con los que se
define fonológicamente las vocales:

A) El modo de articulación
B) La acción de las cuerdas vocales
C) La acción del velo del paladar
D) La acción del acento
E) El lugar de articulación

4. Señale cuáles son los músculos que se ponen en movimiento para arti-
cular las vocales:

A) Los músculos elevadores


B) Los músculos depresores
C) Ambos tipos de músculos

5. Señale la frase verdadera: Cuando se emite una vocal sucede que:

A) Se gasta más aire, porque vibran las cuerdas vocales


B) Se hace más esfuerzo articulatorio para lograr que la vocal sea
audible
C) Se gasta menos aire que al pronunciar cualquier consonante

6. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: En español, las


vocales y las consonantes pueden ser núcleo silábico.

7. Subraye los rasgos mal aplicados en estas definiciones:

/i/ vocal media, posterior


/e/ vocal alta, central
/a/ vocal baja, anterior
/o/ vocal baja, posterior
/u/ vocal alta, posterior
198 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

8. Señale las afirmaciones que sean correctas:

A) El ataque vocálico en inglés se denomina ataque duro


B) El ataque vocálico en español se denomina ataque suave
C) El ataque vocálico español carece de golpe de glotis
D) El final de una vocal inglesa es más rápido que el final de una
vocal española

9. Señale las frases verdaderas:

A) $EUDA ENAGUAson diptongos crecientes


B) "EGONIA TRIUNFO son diptongos crecientes
C) !HUYENTAR REINA son diptongos decrecientes
D) 6ÁDEO RIADA son diptongos

10. Señale las afirmaciones falsas.

A) El diptongo indica la existencia de una sílaba y el hiato indica la


existencia de dos sílabas
B) El diptongo y el hiato señalan, a la vez, la existencia de dos sílabas
C) En el hiato hay vocal margen silábico y vocal núcleo silábico.
D) En el diptongo hay vocal margen silábico y vocal núcleo silábico

11. Una los fenómenos fonéticos con sus pronunciaciones:

Inestabilidad de timbre [amɔ́] AMOR


Desaparición de vocales [asta lóγo] HASTALUEGO
Desdoblamiento vocálico [kafsíto] CAFECITO
Labialización de [e] [dispwés] DESPU½S
Reforzamiento silábico [θanaγórja]
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 199

RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN


1. [áθia], [aθía], /mjédo/, /mído/ La primera [i] debe ser semiconsonante.
La tercera [j] debe ser [i] porque en fonología no hay seminoconso-
nantes.

2. La frase falsa es la C.

3. Se define con los rasgos A E y D. Los otros rasgos no son fonológica-


mente pertinentes.

4. La respuesta es B.

5. La respuesta es la C.

6. La afirmación es falsa. En español sólo las vocales pueden ser núcleo

7. Hay que subrayar

/i/ vocal media, posterior, porque es vocal alta, anterior

/e/ vocal alta, central. porque es vocal media, anterior

/a/ vocal baja, anterior, porque es central

/o/ vocal baja, posterior, porque es media

/u/ vocal alta, posterior. La definición es correcta

8. Las afirmaciones correctas son las tres primeras.

9. Las afirmaciones correctas son B y C, porque DEUDA es un diptongo


decreciente y VÁDEO y RIADA son hiatos.

10. Son falsas las afirmaciones B y la C.

11. Las respuestas son:

Inestabilidad de timbre [amó] AMOR


Desaparición de vocales [asta lóγo] HASTALUEGO
Desdoblamiento vocálico [kafsíto] CAFECITO
Labialización de [e] [dispwés] DESPU½S
Reforzamiento silábico [θanaγórja]
Tema 10
LOS FONEMAS DE LAS SERIES
OCLUSIVA Y NASAL

1. Los fonemas de la serie oclusiva


2. Descripción por el lugar de articulación: orden labial, dental y velar
2.1. Los fonemas bilabilaes
2.2. Fonemas linguodentales o dentales
2.3. Fonemas linguovelares o velares
3. Los fonemas de la serie nasal
4. Descripción por el lugar de articulación: orden labial, alveolar y palatal
4.1. El fonema bilabial /m/
4.2. El fonema linguovelar o alveolar /n/
4.3. El fonema linguopalatal o palatal //
5. Neutralización de los fonemas oclusivos
6. Neutralización de los fonemas nasales
7. Fenómenos fonéticos no normativos de los fonemas oclusivos
8. Fenómenos fonéticos no normativos de los fonemas nasales
PRESENTACIÓN
El alumno estudiará ahora los fonemas oclusivos y los fonemas nasales
del español. Ambas series se diferencian por la acción del velo del paladar y
por el carácter momentáneo, pero no interrupto de los fonemas de la serie
nasal.
Comenzaremos con la descripción de los fonemas oclusivos y la distribu-
ción de sus alófonos. Los mismo haremos con los fonemas de la serie nasal,
y acabaremos exponiendo la matriz de rasgos distintivos.
Es de gran importancia el tratamiento de estos fonemas en posición
implosiva, porque nos da paso a tratar el fenómeno de la neutralización.
Por último, nos centraremos en las variantes no normativas que produ-
cen los hablantes al realizar en el habla los fonemas oclusivos y nasales.

1. LOS FONEMAS DE LA SERIE OCLUSIVA


Es tradición considerar consonantes oclusivas o momentáneas a las que
son producidas con un cierre completo al paso del aire fonador en algún
lugar de la cavidad bucal. En este supuesto no es de extrañar que haya quien
considere que nuestras consonantes nasales son también oclusivas ya que,
aunque el aire salga por las fosas nasales no sale por la cavidad bucal, con lo
que la condición más importante está cumplida. Además, que el aire salga al
exterior por la cavidad nasal es importante pero no es indispensable para
considerar a una consonante como nasal. La resonancia nasal sigue produ-
ciéndose aunque esté taponado el canal rinofaríngeo, como sucede cuando
el hablante está muy acatarrado. Sin embargo, para entendernos, considera-
remos que el término nasal lleva en sí mismo el rasgo fonológico de momen-
táneo y trataremos a estas consonantes nasales como una serie diferente de
la serie oclusiva; de modo que no haremos diferencias fonológicas entre
oclusivas orales y oclusivas nasales, como tradicionalmente se ha venido
204 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

haciendo, sino que la diferencia se establecerá entre fonemas oclusivos y


fonemas nasales sin más.
Fonemas oclusivos son aquellos que presentan una interrupción en el
paso del aire provocada por el cierre completo que los dos órganos articula-
torios que se ponen en contacto ejercen sobre la cavidad bucal. Este cierre
puede ser producido por los labios cuando entran en contacto entre sí, o por
la lengua y cualquier otra parte de los órganos articulatorios fijos: dientes,
alvéolos, paladar y velo del paladar. En las consonantes oclusivas, el velo del
paladar está completamente adherido a la pared faríngea, por lo que el aire
fonador no puede penetrar en las fosas nasales y no se produce resonancia
nasal alguna en la cavidad rinofaríngea.

Una consideración fonológica

Ya hemos dicho que en español tenemos LASERIEOCLUSIVASORDA y la SERIE


OCLUSIVA SONORA, según vibren o no las cuerdas vocales. En la serie OCLUSIVA
SORDA los fonemas que la componen se oponen por su lugar de articulación
labial, dental y velar /pósa/ POSA, /tósa/ TOSA /kósa/ cOSA. Hay otra serie sonora
con los mismos lugares de articulación que los sordos: /b/ labial, /d/ dental, /g/
velar, pero los fonemas de esta serie presentan realizaciones FRICATIVASUOCLUSI
VAS debido a una distribución complementaria, de modo que el rasgo oclusivo
no es pertinente en esta serie sonora. Podemos oponer /p/ a /f/ por el rasgo de
oclusión; pero no podemos hacer lo mismo con el fonema /b/, porque el rasgo
con el que lo deberíamos oponer a /f/ es el rasgo de sonoridad, no el de oclu-
sión; la realización de /b/ en ciertos contornos es indiferente, para la fonología,
que sea oclusiva [b] o fricativa [β]. Lo mismo sucede con los fonemas /d/ y /g/:
en ciertos contornos que veremos, es indiferente que se pronuncien como oclu-
sivos [d], [g] o como fricativos [ð] [γ]. Compárese entre LAPORRA LABORRA LA
FORRA, donde /b/, al ir entre vocales, no se realiza generalmente como oclusivo,
sino como fricativo [β]: sólo la sonoridad lo opondrá a /p/ y a /f/. Por esta razón
Alarcos, en su concepción fonológica del sistema consonántico español que
explica en la página 31 de su 'RAM·TICADELALENGUAESPAÅOLA, considera que /b/
/d/ // y /g/ son la SERIESONORA y /p/, /t/, /tʃ/ y /k/ son la SERIEOCLUSIVA
Se construye así un sistema fonológico para estas consonantes más equi-
librado y acorde con la evolución de la lengua:

Labiales Dentales Palatales Velares


OCLUSIVOS (sordos) p t tʃ k
SONOROS b d  g

Sin embargo, como dijimos en el tema 8, nos parece más pedagógico para
los estudiantes de este curso el planteamiento del sistema fonológico que tra-
dicionalmente se viene haciendo y que expusimos en la página 163.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 205

FIGURA 22. Articulación de los fonemas /p/ y /b/.

2. DESCRIPCIÓN POR EL LUGAR DE ARTICULACIÓN:


ORDEN LABIAL, DENTAL Y VELAR

2.1. Los fonemas bilabiales

Para la pronunciación de estos fonemas, ambos labios se cierran momen-


táneamente y de este modo impiden la salida del aire fonador al exterior de
la cavidad bucal. En español conocemos dos fonemas: /p/ y /b/.
a) El fonema OCLUSIVOBILABIALSORDO, /p/: Este fonema tiene un solo alófo-
no [p] y aparece en posición silábica prenuclear. Más adelante veremos sus
realizaciones en posición silábica postnuclear.
El fonema /p/ es fonema porque, por ejemplo, se opone a
/b/ por el rasgo SORDOSONORO: pEZvEZ pATAbATA/péθ/, /béθ/; /páta/, /báta/.
/f/ por el rasgo OCLUSIVOFRICATIVO: pINOfINO  pRISAfRISA /píno/, /fíno/;
/prísa/, /frísa/
/t/ por el rasgo LABIALDENTAL MApA MA tA  GUApAGUAtA: /mápa/, /máta/;
/guápa/, /guáta/
/k/ por el rasgo LABIALVELAR ApOSTARAcOSTAR  pASAcASA: /apostáR/, /akos
táR/; /pása/, /kása/
/m/ por el rasgo ORALNASALCOpACOmA pALAmALA: /kópa/, /kóma/; /pála/,
/mála/
Y así podríamos ir buscando oposiciones con los demás fonemas del
español. Ortográficamente se representa siempre con la grafía P
206 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

b) El fonema BILABIALSONOROBtiene dos alófonos en distribución com-


plementaria, cuando se encuentra en posición silábica prenuclear. En la
norma del español general, el alófono oclusivo [b] se produce siempre que se
encuentre precedido de una pausa de habla o de un fonema nasal. En los
demás contornos se realiza con el alófono fricativo [β] o sea, ambos labios se
aproximan sin cerrarse por completo: ENBABIA - LABABAMás adelante vere-
mos sus realizaciones en posición silábica postnuclear.
El fonema /b/ es fonema porque, por ejemplo, se opone a
/f/ por el rasgo SONOROSORDObABORfAVOR/babóR/, /fabóR/
/d/ por el rasgo LABIALDENTALCALvOCALdO LObOLOdO: /kálbo/, /káldo/, /lóbo/,
/lódo/
/g/ por el rasgo LABIALVELARvOCESgOCES bULAgULA: /bóqes/, /góqes/; /búla/,
/gúla/
/m/ por el rasgo ORALNASALbULOmULO vUELAmUELA: /búlo/, /múlo/; /buéla/,
/muéla/
Ortográficamente se representa con la letra b o con la letra v. Según nos
dice la Real Academia Española, la ortografía española ha mantenido por
respeto al latín las letras B y V que en esa lengua poseían valor fonológico: por
eso se escribían con V o con Bsegún su origen: ABUNDANTIA, BIBERE, BONITATE
se escribían como ABUNDANCIA BEBER BONDAD pero VIVERE, VERITATEM o VEN-
TURAM se escribieron por tradición VIVIR VERDAD VENTURA. No obstante tene-
mos casos de incongruencia etimológica en el uso de ambas grafías debido a
que en el español medieval /b/ y /v/ eran fonemas. Así mantenemos con Bpala-
bras que en latín eran con V como ADVOCATUM ABOGADO, VERRERE BARRER, VER-
VACTUM BARBECHO, AVIOLUM ABUELO. Del mismo modo MIRABILIA se escribe
MARAVILLA. Por eso hacen falta notas orientadoras sobre el uso de ambas
letras. La RAE, en su /RTOGRAFÁA señala las siguientes reglas de uso de
B y de V:
1. Se escriben con B los verbos BEBER DEBER CABER HABER y SABERy los termi-
nados en BIR y en BUIR, excepto HERVIR SERVIRYVIVIR y sus compuestos.
2. Se escriben con B las terminaciones verbales de los imperfectos de la
primera conjugación y del verbo IR.
3. Se escriben con B las palabras que comienzan por BU BUR BUS o los
prefijos BIBLIO BI BIS BIZ y las palabras que tienen el elemento deri-
vativo BIO que significa «vida». También se escriben con B las acabadas
en BILIDAD  BUNDA  BUNDOexcepto CIVILIDAD MOVILIDAD.
4. Se escriben con B las palabras compuestas con BIENOBENE
5. En posición silábica implosiva nunca puede aparecer Vexcepto en la
palabra OVNI.
6. El grupo consonántico BSse simplifica en SSUSTANCIA OSCURO SUSTAN
TIVO SUSTITUTO SUSTRAER etc.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 207

La grafía v tiene estas consideraciones:


1. Se escriben con Vlas palabras que comiencen con VICE VIZ ADV SUBV
OBV EVA EVE EVI EVO excepto ½BANO EBONITA
2. Se escriben con V los adjetivos de construcción silábica llana termina-
dos en AVO  AVA  EVO  EVA  EVE  IVO  IVA
3. Se escriben con V las palabras llanas acabadas en VIRO  VIRA y las
esdrújulas acabadas en ÁVORO  ÁVORA.
4. Se escriben con V los verbos acabados en OLVER; los presentes de indi-
cativo, subjuntivo e imperativo del verbo IR y los pretéritos de los ver-
bos ESTAR ANDAR TENER y sus compuestos.

2.2. Fonemas linguodentales o dentales


Estos fonemas linguodentales o dentales sin más se realizan con la oclu-
sión que forma el ápice de la lengua contra los incisivos superiores. En espa-
ñol conocemos dos fonemas: /t/ y /d/.
a) El fonema OCLUSIVOLINGUODENTALSORDO /t/ se realiza en posición silábi-
ca prenuclear o explosiva con un solo alófono [t]. Más adelante veremos su
realización en posición silábica postnuclear. En la ortografía se representa
siempre con la grafía t.
El fonema /t/ es fonema porque, por ejemplo, se opone a:
/n/ por el rasgo ORALNASAL COtOCOnO  INVIERtOINVIERnO /kóto/, /kóno/;
/iNbiéRto/, /iNbiéRno/.
/d/ por el rasgo SORDOSONOROSALtARSALdAR SEtASEdA: /saltáR/, /saldáR/;
/séta/, /séda/.
/θ/ por el rasgo OCLUSIVOFRICATIVOMOtOMOzO tINTAcINTA: /móto/, /móθo/
/θíNta/, /tíNta/.
/tʃ/ por el rasgo DENTALPALATAL: tAPAchAPA  tOPOchOPO: /tápa/, /tʃápa/;
/tópo/, /tʃópo/.

FIGURA 23. Articulación de los fonemas dentales /t/ y /d/.


208 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Y así sucesivamente.
b) El FONEMA LINGUODENTALSONORO /d/ tiene dos alófonos en distribución
complementaria cuando se encuentra en posición silábica prenuclear: un alófo-
no es oclusivo [d] y otro es fricativo [ð]. En la norma del español general, el aló-
fono oclusivo [d] se produce siempre que /d/ se encuentre precedido de una
pausa de habla o de una consonante nasal o del fonema /l/. En los demás con-
tornos, se realiza con el alófono fricativo [ð]: el ápice de la lengua se aproxima
a los incisivos sin impedir la salida del aire (fig. 24): ELDEDOESEDEDO, [el déðo]
[ése ðéðo], pero podría realizarse también como oclusivo [d] porque no variará
el significado.
Más adelante veremos sus alófonos en posición silábica postnuclear.
Ortográficamente se representa con la letra d.
El fonema /d/ es fonema porque, por ejemplo, se opone a:
/g/ por el rasgo DENTALVELAR: dOCEgOCE  LAdOLAgO: /dóθe/, /góθe/; /ládo/,
/lágo/.
/θ/ por el rasgo SONOROSORDO: MOdAMOzA  dEJAcEJA: /móda/, /móθa/;
/déxa/, /θéxa/.
// por el rasgo DENTALPALATAL: BOdABOyA dAyA: /bóda/, /bóa/; /dá/, /á/.

FIGURA 24. Articulación fricativa de /d/.

2.3. Fonemas linguovelares o velares


Los fonemas linguovelares o velares se realizan con la oclusión que forma
el postdorso de la lengua contra el velo del paladar. En español conocemos
dos fonemas oclusivos velares: /k/ y /g/.
a) El fonema OCLUSIVOVELARSORDO /k/ se realiza en posición silábica pre-
nuclear o explosiva con un solo alófono [k]. Más adelante veremos su reali-
zación en posición silábica postnuclear. En la ortografía se representa con la
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 209

FIGURA 25. Articulación de los fonemas velares /k/ /g/.

letra K o las letras QU ante las vocales E, I (que, qui ); con la letra C ante las
vocales A, O, U o ante cualquier consonante (CA COCUCLA CRE ACT...)
El fonema /k/ es fonema porque, por ejemplo, se opone a:
/x/ por el rasgo OCLUSIVOFRICATIVO CARROJARRO SACOSAJO : /kár o/, /xár o/;
/sáko/, /sáxo/.
/g/ por el rasgo SORDOSONORO cORROgORRO cANAgANA/kór o/, /gór o/; /kána/,
/gána/.
/tʃ/ por el rasgo VELARPALATALcOTOchOTO TOcOTOchO: /kóto/, /tʃóto/; /tóko/,
/tótʃo/.
Y así sucesivamente.
b) El fonema VELARSONORO /g/ tiene dos alófonos en distribución comple-
mentaria cuando se encuentra en posición silábica prenuclear: un alófono es
oclusivo [g] y otro es fricativo [γ]. Más adelante veremos sus alófonos en posi-
ción silábica postnuclear.
En la norma del español general, el alófono oclusivo [g] se produce siem-
pre que se encuentre precedido de una pausa o de una consonante nasal. En
los demás contornos, se realiza con el alófono fricativo [γ] o sea, el postdor-
so de la lengua se aproxima al velo del paladar sin cerrar por completo el paso
al aire: UNGATOESEGATO [ũ´ŋ gáto], [ése γáto], pero algún hablante lo podría
realizar también como oclusivo, porque no variará el significado; sería sólo
una pronunciación no normativa.
Ortográficamente se representa con las letras GU ante las vocales E I (gue,
gui) y con la letra G antes las vocales A O U y ante una consonante (ga, go, gu,
gü, gr, gl, etc.).
210 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

FIGURA 26. Articulación fricativa del fonema /g/.

El fonema /g/ es fonema porque se opone a:


/x/ por el rasgo SONOROSORDO LIgALIjA  MAgOMAjO: /líga/, /líxa/; /mágo/,
/máxo/.
// por el rasgo VELARPALATAL gODOyODO  HAgOAyO: /gódo/, /ódo/; /ágo/,
/áo/.
/d/ por el rasgo VELARDENTAL gOMAdOMA  gATOdATO: /góma/, /dóma/;
/gáto/, /dáto/.
Y así sucesivamente podemos ir oponiéndolo a otros fonemas.

3. LOS FONEMAS DE LA SERIE NASAL

Los fonemas nasales son aquellos que presentan una interrupción en el


paso del aire provocada por el cierre completo que ejercen sobre la cavidad
bucal los dos órganos articulatorios que se ponen en contacto. Este cierre
puede ser producido por los labios entre sí o por la lengua y cualquiera otra
parte de los órganos articulatorios fijos: alvéolos, paladar y velo del pala-
dar.
Pero sucede que en los fonemas nasales, al contrario que en los orales, el
velo del paladar está separado de la pared faríngea, por lo que el aire fonador
puede salir a través de las fosas nasales. Los fonemas nasales son siempre
sonoros, y esa vibración de las cuerdas vocales se convierte en resonancias
nasales del aire fonador vibrante que se amplifican a lo largo del pasaje rino-
faríngeo que permanece libre y abierto.
En español tenemos tres fonemas nasales que se diferencian entre sí por
el lugar de articulación y se clasifican en tres órdenes: /m/ pertenece al orden
labial; /n/ al orden alveolar y // al orden palatal. Estos fonemas se oponen
sólo cuando se encuentran en posición silábica prenuclear.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 211

4. DESCRIPCIÓN POR EL LUGAR DE ARTICULACIÓN:


ORDEN LABIAL, ALVEOLAR Y PALATAL

4.1. El fonema bilabial /m/:

En la realización del fonema NASALBILABIALSONORO /m/, ambos labios se


cierran momentáneamente y de este modo se impide la salida del aire fona-
dor al exterior de la cavidad bucal. Pero al estar separado el velo del paladar
de la pared faríngea, hay una salida por la cavidad rinofaríngea, donde se
producirán las resonancias nasales típicas de estos fonemas. Ortográfica-
mente se representa con la letra M.
El fonema NASALBILABIAL/m/ tiene un solo alófono [m] en posición silábi-
ca prenuclear. Más adelante veremos sus alófonos en posición silábica post-
nuclear.
Este fonema /m/ es fonema porque, por ejemplo, se opone a:
/n/ por el rasgo LABIALALVEOLAR MAmARMAnAR  RAmARAnA: /mamáR/,
/manáR/; /r áma/, /r ána/.
/f/ por el rasgo de NASALORALRImARIfA mUERTEfUERTE: /r íma/, /r ífa/; /muéR
te/, /fuéRte/.
/b/ por el rasgo de NASALORAL bULO mULO  vUELAmUELA: /bulo/, /múlo/;
/buéla/, /muéla/.
// por el rasgo LABIALPALATALAmOAñO RImARIñA: /ámo/, /áo/; /r íma/, /r ía/.

FIGURA 27. Articulación del fonema /m/.


212 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

4.2. El fonema linguoalveolar o alveolar /n/


El fonema NASALALVEOLARSONORO/n/ se realiza en posición silábica prenu-
clear o explosiva con un solo alófono [n]. Más adelante veremos su realiza-
ción en posición silábica postnuclear. En la ortografía se representa siempre
con la grafía N

FIGURA 28. Articulación del fonema /n/.

Para su realización, los rebordes de la lengua se adhieren a los molares


superiores y el ápice de la lengua se aplica a los alvéolos y cierra completa-
mente la parte central y anterior de la cavidad bucal; el velo del paladar se
separa de la pared faríngea y el aire puede salir al exterior de las fosas nasales.
El fonema /n/ es fonema porque podemos oponerlo, entre otros, a los
fonemas:
/θ/ por el rasgo NASALORAL MOnOMOzO TInATIzA: /móno/, /móθo/; /tína/,
/tíθa/.
// por el rasgo ALVEOLARPALATALSAnASAñA UnAUñA: /sána/, /sáa/; /úna/,
/úa/.
/m/ por el rasgo ALVEOLARLABIALLAnALAmALInOLImO: /lána/, /lama/; /líno/,
/límo/.

4.3. El fonema linguopalatal o palatal //


El fonema NASALPALATAL SONORO // se realiza siempre en posición silábica
prenuclear o explosiva y tiene un solo alófono []. Para su realización, la
región predorsal de la lengua se adhiere a la zona prepalatal, cerrando la sali-
da del aire por la boca. El velo del paladar está separado de la pared faríngea
pudiendo así salir el aire fonador por las fosas nasales.
El fonema // es fonema porque se opone, por ejemplo a:
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 213

/tʃ/ por el rasgo NASALORAL MOñOMOchO  LEñOLEchO: /móo/, /mótʃo/;


/léo/, /létʃo/.
/n/ por el rasgo PALATALALVEOLAR: SEñA3EnA  PEñAPEnA: /séa/, /séna/;
/péa/, /péna/.
En la ortografía se representa con la grafía Å. Al tratarse de un fonema
que no existe en latín, las lenguas que lo han adoptado lo han hecho con dife-
rentes representaciones gráficas: así el francés e italiano lo representan con
GN, el catalán con NY y el portugués con NH. El español eligió como más fre-
cuente el dígrafo NN que se abrevió con una raya encima (tilde) quedando Å.
Esta letra ha sido adoptada por lenguas como el gallego, el vasco, el guaraní
en América o el tagalo en Filipinas.

FIGURA 29. Articulación del fonema //.

Matriz de rasgos distintivos

Desde un punto de vista acústico los fonemas oclusivos y nasales presen-


tan este esquema:

RASGOS p b t d k g m n 
vocálico/no vocálico – – – – – – – – –
consonántico/no consonántico + + + + + + + + +
Denso/difuso – – – – + + – – +
Grave/agudo + + – – + + + – –
oral/nasal + + + + + + – – –
Sonoro/sordo – + – + – + + + +
Interrupto/continuo + + + + + + +– +– +–
214 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Interpretaremos esta tabla siguiendo las mismas consideraciones que


hicimos con las vocales en la página 172. Tenemos que añadir que la presen-
cia de ambos símbolos + y - señala que tiene ambos rasgos: las nasales son
tanto interruptas (el aire no sale por la boca) como continuas (el aire sale por
las fosas nasales antes de salir por la boca para articular la vocal siguiente).

5. NEUTRALIZACIÓN DE LOS FONEMAS OCLUSIVOS


Hemos dicho que la distribución de los alófonos de los fonemas oclusivos
[p], [t], [k], [b], [β], [d], [ð], [g], [γ] se limita a la posición silábica explosiva y
en esa posición es donde se oponen y generan pares mínimos como:
PINOVINO DONDECONDECAVACADA CODOGODO etc.
Cuando estos fonemas oclusivos se encuentran en posición silábica post-
nuclear o implosiva, se crean muy pocas oposiciones: ACTOAPTO RECTAREPTA. No
hay muchos más pares mínimos nacidos de este tipo de oposiciones y como
estas palabras no suelen ser muy frecuentes en el habla, se dice que no existe
RENTABILIDADFONOLÆGICASucede, entonces, que estos fonemas se neutralizan en
esta posición implosiva porque, en primer lugar, la oposición basada en el
rasgo SONOROSORDO ya no funciona: es imposible encontrar pares mínimos
como REPTA/
REBTA o ACTO/
ABTO. Y da igual que se pronuncien como sordas o
como sonoras; la oposición se realiza más bien con el lugar de articulación.
La pérdida del papel informativo de los márgenes implosivos es la causa
de la fluctuación de todas la realizaciones implosivas y de su tendencia a
desaparecer. Algunos autores como Diego Catalán han vaticinado que es ine-
ludible una nueva fonética sin implosivas y que si esta fonética no prospera
hasta el final será por mandato normativo, porque la tendencia es a que pros-
pere. Y es un uso loable y defendible ese de escribir como se habla, como se
pronuncia, pero al no haber igualdad en la pronunciación de todos los
hablantes, habrá que remontarse al origen y significación de las palabras.

Razones históricas

La variación, nacida de la regla tradicional de ESCRIBOCOMOHABLO, impo-


ne la necesidad de remontarse al origen latino de las palabras con estructu-
ra silábica «peregrina y latinizante» —como diría Nebrija— y usar el criterio
del uso sólo en casos extremos de reduplicación de consonantes como ACOM
MODADO, o de grupos consonánticos como REDEMPTOr, que son extraños a la
blandura de estilo que caracteriza al español. La reposición de los grupos
cultos fue convertida por la Real Academia Española en modelo de prestigio:
las minorías cultas aceptaron el principio de corrección lingüística propug-
nado por la Academia; se adaptaron a la nueva pronunciación y el fetichis-
mo de la letra impuso su ley. Así se expresa la Real Academia Española en
una cita del $ISCURSO0ROEMIALDELA/RTHOGRAFÁA que reproducimos a conti-
nuación:
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 215

Aun entre los más preciados de verdaderos y legítimos Castellanos tam-


poco hai igualdad en el modo de pronunciar, porque lo que los unos profie-
ren con toda expresión diciendo Acepto, Lección, Lector; Doctrina, Satis-
facción, Doctor: otros pronuncian con blandura, y dicen Aceto, Leción,
Letor; Dotrina, Satisfación, Dotor: (...) de suerte que es innegable la varia-
ción y diversidad en la pronunciación.

Soluciones de la neutralización

El hecho es que las oposiciones /p/-/b/, /t/-/d/, y /k/-/g/ se neutralizan en


esta posición postnuclear y aparecen los archifonemas correspondientes: /B/
(archifonema labial) para /p/-/b/, /D/ (archifonema dental) para /t/-/d/ y /G/
(archifonema velar) para /k/-/g/. El grupo de rasgos por los que se pueden
oponer los archifonemas es el del LUGARDEARTICULACIÆN porque se ha perdido
el de sonoridad y sólo queda el lugar de articulación común a cada pareja.
La débil situación silábica en la que se encuentran estos archifonemas
hace que las realizaciones sean muy variadas:
A) $ESAPARICIÆNDELFONEMA: La tendencia a la sílaba abierta hace desapa-
recer a las consonantes implosivas: DOTOR INORANTE MANÁFICO, ASURDO
SETIEMBRE CONCETO ALETIATL½TIC 
Hoy en día esta opción se considera vulgar, aunque era la que defen-
dían nuestros escritores de los siglos XVI y XVII, porque era la pronun-
ciación más utilizada por los hablantes, como hemos señalado en el
tema 5. De hecho, es la opción más lógica, históricamente hablando,
si tenemos en cuenta la tendencia a la sílaba abierta, que se manifies-
ta como tendencia muy estable a lo largo de la historia de la lengua
española.
B) Pueden REALIZARSECONVOCALIZACIONES: DOuTOR PERFEiTO LEiCIÆN C·uSULA
AuSOLVER, pero se considera una solución muy vulgar. De hecho, las rea-
lizaciones de PADREy MADRE como PAIRE y MAIRE se achacan a una defec-
tuosa silabicación PAD RE, MAD REcon la posterior vocalización en [i]
del fonema implosivo.
C) Se pueden INTERCAMBIARLOSCORRELATOSSORDOSCONLOSSONOROS, porque lo
importante es mantener el lugar de articulación: APSURDO ABSURDO
ABTO APTO CONCEBTOCONCEPTO C·BSULAC·PSULA . La solución más
común es la sonorización.
D) Por lo general, SEBUSCANLASSOLUCIONESFRICATIVASFRENTEALASOCLUSIVAS:
Es muy normal oír [áβto], [kon.qéβto], [aβsolβér], [aβsúrdo]; [aðmós-
fera], [aðmirár], [doγtór], [iγnorár].
E) En raras ocasiones, y siempre cuando el hablante enfatiza, se pronun-
cian supeditándose al FETICHISMODELALETRA lo que solamente se da en
procesos de hipercultismo; es raro oír: [ákto], [aptitúd], [ignoráņte],
[atmósfera], [atléta].
216 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Solución castellana
F) Los hablantes pueden optar por debilitar el margen silábico hasta la
desaparición total de la consonante implosiva, como veíamos en el
apartado a) o por mantener la sensación de sílaba trabada mediante el
refuerzo de la articulación con las consonantes que históricamente, en
Castilla, han podido aparecer en final de sílaba o de palabra como son
[l], [m], [n], [r], [s], [q], [x]. Lo tradicional en estas zonas de dialecto
castellano, lo que perdura en el habla corriente de hablantes sin influ-
jos cultos es la eliminación, en los márgenes postnucleares, de la mayo-
ría de las consonantes oclusivas y la sustitución de estos fonemas por
los que se aceptan desde siempre al final de palabra o sílaba y que son
las únicas posibilidades funcionales.
Lo que resolvió la Real Academia Española de mantener las grafías P T K
B D G en final de sílaba o de palabra en aras de la etimología, ha chocado
siempre con el hablar español, con las tendencias evolutivas del idioma. De
ahí que en la mitad norte peninsular oigamos [aθmirár], [aθlético], [aθmitír],
~ ~´
[ixnoráņte], [ixnomınja], [aθtitúθ], [maðríθ], [baʎaðolíθ], [boņdáθ], [amistáθ],
[aθéθto] porque esa es la tendencia secular del idioma desde el latín vulgar:
mantener un orden muy anterior, [θ] o muy posterior como [x] para las reali-
zaciones silábicas postnucleares de los fonemas oclusivos, y reforzar así el
límite silábico de la consonante trabada.
Pero la selección y el esmero deben formar parte de la norma. Actualmen-
te esta selección y esmero se retrae frente a la fonología forzada de los cultis-
mos haciendo que entre las soluciones cultas y las tradicionales se planteen
soluciones contradictorias con la norma y con la evolución histórica. Poco
hemos avanzado desde 1743; sigue la irregularidad en la pronunciación fren-
te a la regularidad en la escritura, por lo que nos podríamos preguntar, como
se lo preguntó Lapesa, si no habría ganado la lengua acomodando a su propia
fonología todos estos cultismos, como hizo, por ejemplo, el italiano. El caso es
que tenemos actualmente una rica dinámica, con posibles valores sociolin-
güísticos, que se manifiesta en el uso de los cultismos y que incide sobre el
sistema produciendo un equilibrio inestable en el que se tiende a reforzar la
presencia de ciertos fonemas en el margen postnuclear /θ/ y /x/ como repre-
sentantes ancestrales y legítimos de la BLANDURADEESTILO que la Real Academia
Española atribuye a la pronunciación española de los cultismos.
La norma ortológica, y es a ella a la que nos debemos referir como la
decantadora de las tendencias más comunes del habla, aconseja una realiza-
ción fricativa sonora, manteniendo siempre el lugar de articulación: [áβto],
[aðmósfera], [áγto], ApTO AtMÆSFERA AcTO

6. NEUTRALIZACIÓN DE LOS FONEMAS NASALES


Hemos dicho que la distribución por igual de los alófonos de estos fone-
mas [m] [n] [] se limita a la posición silábica explosiva y en esa posición es
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 217

donde se oponen y donde se generan pares mínimos léxicos como: MAMA


MANA MAÅACAMACANACAÅA Estos fonemas no funcionan en posición
postnuclear, por lo que se producen asimilaciones al lugar de articulación de
la consonante siguiente, lo que genera una gama muy amplia de realizaciones
que van desde las realizaciones bilabiales hasta las velares. Además, se da el
fenómeno de que el fonema palatal // nunca aparece en esta posición im-
plosiva.
Lo que interesa en la articulación de las nasales en posición implosiva es
su RESONANCIA NASAL y el MODO DEARTICULACIÆNMOMENT·NEO (con oclusión
bucal) sin que importe su lugar de articulación, al contrario de lo que sucedía
con los fonemas oclusivos. Al resultado de la neutralización de /m/ y de /n/ lo
llamamos archifonema nasal y se representa por /N/, ya que el fonema nasal
alveolar es el que con mayor frecuencia aparece en esta posición; /m/ aparece
muy raras veces en posición implosiva y // nunca.
Las realizaciones de este archifonema dependen del sonido que vaya des-
pués, por lo que nos encontraremos con el siguiente grupo de realizaciones
alofónicas del archifonema /N/:
.ASALALVEOLAR[ n ], que se produce cuando a la consonante nasal sigue un
alófono alveolar o una pausa; la oclusión se produce con el ápice de la lengua
contra los alvéolos: [konséxo], [˜ún lóko] CONSEJO UNLOCO.
.ASALBILABIAL [m], que se produce cuando a la consonante nasal sigue un
alófono labial como [p], [b] o [m] produciéndose la oclusión con ambos
labios: [˜úm pér o], [ɑ̃mbíγwo], [˜úmmés] UNPERRO AMBIGUO UNMES
.ASALLABIODENTAL [] que se produce cuando a la nasal sigue [f]; se arti-
cula la oclusión con el labio inferior contra la parte cortante de los dientes:
[ẽfóke], [˜ú faról] ENFOQUE UNFAROL
.ASALDENTAL[ņ]que se produce cuando a la consonante nasal sigue un aló-
fono dental como [t] o [d], por lo que la oclusión se forma con el ápice de la
lengua contra la cara interna de los incisivos superiores: [˜úņ tímo], [dwéņde]
UNTIMO DUENDE.
.ASALINTERDENTAL [n.] que se produce cuando a la consonante nasal sigue el
alófono interdental [θ], por lo que la oclusión momentánea se produce con el
ápice de la lengua entre los incisivos: [˜n.θjénso], [˜ún.θénso] INCIENSO UNCENSO
.ASALPALATALIZADA [n] que se produce cuando a la consonante nasal sigue
un alófono palatal. La oclusión se produce al aplicar la parte anterior del
predorso de la lengua a la región postalveolar, por lo que tenemos un sonido
no plenamente palatal, sino palatalizado: [ᘠn tʃo], [˜ún doó] ANCHO  UN
YOYÆ
.ASALVELAR [ŋ] que se produce cuando a la consonante nasal sigue un aló-
fono velar como [k], [g] o [x]. La oclusión se forma con el postdorso de la len-
gua aplicado al velo del paladar: [e~ŋgántʃo], [˜úŋ gáto] ENGANCHO UNGATO
218 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

7. FENÓMENOS FONÉTICOS NO NORMATIVOS


DE LOS FONEMAS OCLUSIVOS

1. DINTERVOC·LICAENLATERMINACIÆN ADO: Su realización va desde la per-


manencia como fricativo, en mayor o menor grado de abertura, hasta la
plena vocalización y el cierre de /o/ hacia /u/ oyéndose, en ocasiones, el dip-
tongo [áu]: [estói kansáu] En el español familiar de España, en el habla
corriente, la desaparición está generalizada en todo el marco social de
hablantes. Esta reducción no está considerada como un dialectalismo estig-
matizado negativamente en relación con la norma, es decir, no está mal vista
por los hablantes cultos. En cambio, sí que lo está la pérdida de /d/ intervo-
cálica en terminaciones de otros participios como el caso de ADA IDA IDO y
sus plurales: CANSADACANS·PERDIDAPERDÁAPARTIDOPARTÁOson vulgarismos
Quilis (1993:220) señala que, en el español de Méjico, /d/ de la desinencia
ADO se conserva en el altiplano y desaparece en las zonas bajas. En el español
del Ecuador se conserva en la sierra y se pierde en la costa. En el español de
Estados Unidos tiende a conservarse. En Centro América se suele conservar,
siendo los hablantes cultos los que ofrecen mayor presión para que se conser-
ve. En Bolivia, Argentina, Uruguay, Chile, se conserva con cierta frecuencia.
2. ,ASONORIZACIÆNDELAOCLUSIVASORDAKENPOSICIÆNPRENUCLEAR se pro-
duce con cierta frecuencia en el habla de muchas regiones de España e His-
panoamérica: gOGOTE por COGOTEgUCHILLO por CUCHILLOgARRASPERApor CARRAS
PERA gARAMBOLA por CARAMBOLA BOTIgA por BOTICA TABAgO por TABACO. En
ocasiones aparecen dobletes léxicos que calan en el habla produciéndose el
fenómeno contrario: CARRASPERA y GARRASPERA, GAÅOTE y CAÅOTE, CANGRENA por
GANGRENA.
Aunque es un dialectalismo no culto, es un fenómeno recogido por los
historiadores de la lengua con datos que van desde el siglo XI: GASARESpor
CASARES GARRERAS por CARRERASLa palabra GATOproveniente del latín (< CAT-
TUS) es un ejemplo ya estabilizado y aceptado de un proceso de sonoriza-
ción que está en el idioma desde antiguo. Este proceso de lenición de /k/ en
esta posición explosiva se puede extender a /p/ y a /t/, aunque, como hemos
dicho, es el fonema /k/ el que más tiende hacia la sonorización y relajación:
BORCELANA por PORCELANA  DIERRA por TIERRA  CASBA por CASPA  ZABATERO por
ZAPATERO CUADRO por CUATRO TEDA por TETA. Quilis señala (1993: 223) la exis-
tencia de este fenómeno incluso en Madrid y atestigua su presencia en Cas-
tilla-La Mancha, Andalucía, Canarias y zonas de Hispanoamérica, sobre
todo en Cuba.
3. ,AEQUIVALENCIAACËSTICA, un fenómeno fonético corriente en el habla
vulgar, produce confusión entre las consonantes oclusivas y podemos oír
gOMITAR por VOMITAR gOFETÆN por BOFETÆN gÍENO por BUENO AbUJA por AGUJA
P·RPAgO por P·RPADO. Incluso las labiales se pueden confundir en el habla vul-
gar de cualquier zona de habla española con las labiales nasales: ALmÆNDIGA
por ALBÆNDIGA mOÅIGA por BOÅIGA mANANO por BANANO.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 219

8. FENÓMENOS FONÉTICOS NO NORMATIVOS


DE LOS FONEMAS NASALES
Todas las realizaciones fuera de la norma suelen darse cuando los fone-
mas nasales están en posición silábica implosiva. La debilidad de las nasales
en esta posición es clara, y es algo que está latente en la articulación de todo
fonema implosivo en español. Hay siempre un debilitamiento e imprecisión
en el lugar de articulación, manteniéndose solamente la resonancia nasal y
nasalizando, a veces, la vocal en contacto. Las realizaciones de las nasales
implosivas /m/ y /n/ que se salen de la norma se extienden al habla familiar de
todo tipo de hablantes del español. Veamos algunos casos.
1. Está bastante extendida por toda España y por América la realización
VELARIZADA de la nasal en posición final de palabra ante pausa. Cuando
se acaba de hablar, el velo del paladar baja para que se produzca la res-
piración y es más fácil mantener una pronunciación velar que no la
articulación anterior que pertenece a /m/ y /n/: [dáme páŋ], [pónlo en
el foγóŋ], [te káņto úna kan.qjóŋ].
2. Sucede que la secuencia [-ns] + consonante de CONSTIPARSE, o de INSTIN
TOo de INSTRUMENTOla podemos oír de las siguientes maneras:
A) Con todos sus fonemas: [˜nstíņto] [konstipárse] [˜nstrum˜éņto],
[konstár] que es la realización normativa, culta.
B) Con la desaparición de [n] y con nasalización o sin nasalización de
la vocal: [istínto], [kostipárse], [˜strum˜éņto] [ke kóste en áγta] QUE
CONSTEENACTA. Es una realización muy corriente en el habla fami-
liar de todo tipo de hablantes y que algunos escritores defienden
manteniéndola incluso en la escritura, como hace el catedrático
Agustín García Calvo en algunos de sus escritos.
C) En zonas de Hispanoamérica como Panamá, pero sobre todo en
Cuba (Quilis 1993: 244), se puede oír una realización de esta
secuencia en la que desaparece [s] y se mantiene sólo la nasal:
[˜ntruménto, tranparéņte].
3. En la realización familiar de las secuencias [mn] y [nm] como es el
caso de ALUMNA COLUMNA CONMIGO CON-ARÁA, la consonante en posi-
ción implosiva tiende a desaparecer alargando después la nasal
siguiente y nasalizando o no la vocal, por lo que las pronunciaciones
más corrientes que se oyen, incluso a personas cultas, son: [alún:a],
[kolún:a], [kom:íγo], [kommaría]. El mismo proceso es el que sucede
cuando pronunciamos la secuencia [mb] de AMBOS TAMBI½N CAMBIAR
donde la realización de [b] es de tan poca duración que oímos
[tamjẽ´n], [ã´ mos], [kamjár].
4. En algunos hablantes de Castilla-La Mancha y en hablantes no nativos
del español, se detectan pronunciaciones de [] en las que se aprecia
una pérdida de tensión en la palatalización, de modo que oímos
220 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

[nı̃´njo], [mɑ̃nj˜ána], [lénja], llegándose a oír en los casos más exagera-


dos una realización alveolar: MAnANA por MAÅANA, SEnOR por SEÅOR,
PEQUEnITO por pEQUEÅITO, BAnOpor BAÅO. Esto sucede porque, debido a
una pérdida de tensión articulatoria, se produce un contacto muy
tenue del dorso de la lengua contra el paladar duro haciendo que el
predorso de la lengua toque la zona alveolar en la que se halla la pro-
nunciación de /ni/ + vocal. Para evitarlo hay que poner en contacto
toda la zona dorsal de la lengua contra la región mediopalatal sin que
toque la región alvéolo-prepalatal. De este modo se distinguirá bien
-IÅO de MINIO HURAÅO de URANIO CAÅA de CANIA
Lo contrario, la palatalización de /n/ con la solución [] es un fenómeno
dialectal vulgar, aunque tiene su origen en el habla del antiguo reino de León.
Las pronunciaciones de ñUDO por NUDO  ñUBLO por NUBLO  ñEVE por NIEVE
MAñ·TICO por MANI·TICO  AñUDAR por ANUDAR  QUIñENTOS por QUINIENTOS son
realizaciones que hay que evitar porque no se ajustan a la norma del español.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 221

PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN

1. Conteste verdadero o falso a la siguiente afirmación: En español tene-


mos fonemas oclusivos nasales y fonemas oclusivos orales.

2. Señale en qué idiomas las realizaciones oclusivas de los fonemas deben


realizarse sin que se produzca ningún sonido antes de la explosión, sin
que salga nada de aire.

Español
Inglés
Francés
Alemán

3. Señale si es verdad o no que los rasgos articulatorios por los que se


oponen estos fonemas están puestos correctamente

/b/ - /k/ labial - velar


/p/ - /b/ sordo - sonoro
/t/ - /k/ labial - velar
/g/ - /p/ velar - sorda
/d/ - /g/ dental - velar

4. Subraye los errores de estas transcripciones

/petáca de bodéga kue toca/ [gáto y kapóta de tóγa] /kóto vetádo/

5. [d] aparece en la siguiente distribución:

A) Sólo tras pausa.


B) Tras pausa, tras nasal y tras lateral.
C) Tras pausa y tras nasal.

6. Señale si es verdad o no que los rasgos articulatorios por los que se


oponen estos fonemas están puestos correctamente.

/x/ - /g/ sordo - sonoro


/d/ - /t/ sonoro - sordo
/t/ - // alveolar -palatal
/k/ - /tʃ/ velar - palatal
222 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

7. Señale si es verdad o no que los rasgos articulatorios por los que se


oponen estos fonemas están puestos correctamente

/m/ - /n/ labial - dental


/n/ - // alveolar- palatal
/m/ - /f/ nasal- oral
// - /tʃ/ oclusivo - sordo

8. Subraye los errores de estas transcripciones

/ petáNka/, /cántaro/, [kinké] /kontádo/; [kandádo]

9. Subraye los errores de estas transcripciones

/enágua/ [enáγwa] [enγómaN]

10. Señale si son verdaderas o falsas estas afirmaciones. La razón de que


las consonantes implosivas fluctúen en su pronunciación se debe:

A) A que la posición silábica implosiva es articulatoriamente débil.


B) A que la posición silábica implosiva carece de valor informativo.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 223

RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN


1. La frase es falsa. En español sólo tenemos fonemas oclusivos orales.

2. La respuesta es: el español y el francés.

3. La respuesta es: Verdadero, Verdadero, Falso, Falso, Verdadero, por-


que /t/ y /k/ se oponen por dental/velar; y /g/ -/p/ por velar/labial o por
sonoro/sordo.

4. La solución correcta a la transcripción es:

/petáka de bodéga ke tóka/ [gáto i kapóta ðe tóγa] /kóto betádo/

5. La respuesta correcta es la B.

6. La respuesta es: Verdadero, Verdadero, Falso, Verdadero, porque /t/-


// se oponen por dental/palatal

7. La respuesta es: Falso, Verdadero, Verdadero, Falso, porque /m/-/n/ se


oponen por labial/alveolar y // y /tʃ/ se oponen por nasal/africado.

8. La transcripción correcta es:

/petáNka/, /káNtaro/, [kiŋké] /koNtádo/; [kaņdáðo].

9. La solución correcta es:

/enágua/ [ẽnáγwa] [ẽŋgómɑ̃n].

10. Ambas afirmaciones son Verdaderas.


Tema 11
LOS FONEMAS DE LAS SERIES
FRICATIVA, AFRICADA Y LÍQUIDA

1. Fonemas de la serie fricativa


2. Descripción por el lugar de articulación: orden dental, alveolar,
palatal, velar
2.1. Fonema /f/
2.2. El fonema /q/
2.3. El fonema /s/
2.4. El fonema //
2.5. El fonema /x/
3. Fonema y alófonos de la seria africada.
4. Fenómenos fonéticos no normativos de los fonemas fricativos
4.1. El fonema /f/: aspiración y desaparición
4.2. /s/ implosivo: aspiración y desaparición
4.3. El seseo
5. Los fonemas de la serie líquida
6. Descripción de los fonemas laterales /l/ y /ʎ/
6.1. El fonema /l/
6.2. El fonema / /
7. El yeísmo
8. Fonemas de la serie líquida vibrante: /r/ y /r /
8.1. El fonema /r/
8.2. Fonema /r /
9. Neutralización de los fonemas vibrantes en posición implosiva
10. Fenómenos fonéticos no normativos de los fonemas vibrantes
PRESENTACIÓN
En este tema estudiamos los fonemas de las series fricativa, africada y
líquida. En la presentación de los conocimientos que el alumno debe adqui-
rir, seguiremos siempre el mismo esquema: tras exponer lo que entendemos
por los conceptos de fricativo, africado y líquido pasaremos a clasificar los
fonemas según su lugar de articulación.
Al tratar de los fenómenos fonéticos no normativos de los fonemas de la
serie fricativa, estudiaremos el seseo; y cuando hablemos de los fonemas
líquidos laterales describiremos el fenómeno fonológico del yeísmo. Estos
dos procesos fonológicos son de gran importancia por la capacidad que tie-
nen para variar el sistema fonológico actual.
Terminaremos el tema con la descripción de los fonemas líquidos y las
variaciones no normativas de estos fonemas líquidos, como es la alternancia
de /r/ y /l/ en posición implosiva.

1. FONEMAS DE LA SERIE FRICATIVA


Para articular una consonante fricativa o constrictiva hay que aproximar
dos órganos articulatorios de modo que se produzca una constricción o frica-
ción del aire fonador. Al tener que pasar el aire fonador por ese estrechamien-
to, se modifica la corriente de aire produciéndose una turbulencia de bastan-
te intensidad que generará el característico ruido de fricción llamado
acústicamente FRICACIÆN. Las cuerdas vocales pueden vibrar o no vibrar por lo
que puede haber sonidos fricativos sordos y sonidos fricativos sonoros.
Durante la emisión de estas consonantes, el velo del paladar permanece adhe-
rido a la pared faríngea, el aire sale sólo por la boca, son todos ellos sonidos
orales.
En español hay cinco fonemas fricativos que son /f/ /θ/, /s/, //, /x/. Todos,
excepto // son sordos, pero algunos pueden sonorizarse en contacto con conso-
228 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

nantes sonoras como sucede a /θ/ o a /s/ en contacto con /l/: HAZLO ISLA que se pue-
den pronunciar como sonoras en ese contorno implosivo [ázlo], [áðlo], [ízla].
Puesto que la Real Academia Española acepta el SESEO como variante
culta, hemos de señalar que el fonema /θ/ se desfonologiza en el fonema fri-
cativo sordo /s/ con pronunciación mayoritariamente predorsal [s], en las
zonas de habla española donde se produce el SESEO. La ortografía mantendrá
el empleo de las grafías siguiendo la norma castellana, igual que ocurre con
el yeísmo que articula /ʎ/ como //, pero manteniendo el dígrafo LL en la escri-
tura.

2. DESCRIPCIÓN POR EL LUGAR DE ARTICULACIÓN:


ORDEN DENTAL, ALVEOLAR, PALATAL, VELAR
2.1. Fonema /f/
El fonema /f/ es un fonema FRICATIVOLABIODENTALSORDO. Tiene un solo aló-
fono normativo [f] y aparece en cualquier lugar de la cadena hablada. Para su
articulación, el labio inferior sube y se apoya en los incisivos superiores
dejando un pequeño canal por donde pasa el aire fonador. Las cuerdas voca-
les no vibran y el velo del paladar permanece pegado a la pared faríngea. En
la ortografía se representa siempre con la letra F

FIGURA 30. Articulación del fonema /f/.

Ya hemos dicho que el español medieval conocía un fonema correlato


sonoro /v/ (fonema FRICATIVO  LABIODENTAL SONORO ), pero se perdió definitiva-
mente a mediados del siglo XVI. Por ello, la pronunciación de la grafía V como
tal fonema /v/ no es correcta, aunque se realice así por hablantes de la zona
lingüística catalana. No se debe pronunciar [váka] VACA, sino [báka] porque
en español no existe el fonema /v/.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 229

El fonema /f/ es fonema porque, por ejemplo, se opone a:


/p/ por el rasgo OCLUSIVOFRICATIVO: pINOfINO  pRISAfRISA /píno/  /fíno/;
/prísa/, /frísa/.
/b/ por el rasgo SONOROSORDObABORfAVOR. : /babóR/, /fabór/.
/m/ por el rasgo de NASALORAL RImARIfA mUERTEfUERTE /r íma/, /r ífa/;
/muéRte/, /fuéRte/.
/θ/ por el rasgo DENTALLABIAL RIzO RIfO  zORRO fORRO  fIERRO/cIERRO: /r íθo/,
/r ífo/, /fiér o/ /θiér o/.
X por el rasgo VELARLABIALjARRAfARRAjUMAfUMA: /xár a/, /fár a/; /xúma/,
/fúma/.

2.2. El fonema /θ/


El fonema /θ/ se define como fonema FRICATIVO INTERDENTAL SORDO.
En la norma castellana, representante histórica de la norma española
general, este fonema tiene un solo alófono [θ], que aparece en cualquier lugar
de la cadena hablada. Para su articulación, el ápice de la lengua se sitúa entre
los incisivos superiores e inferiores, dejando un pequeño canal por donde
pasa el aire fonador. Las cuerdas vocales no vibran y el velo del paladar per-
manece pegado a la pared faríngea.

FIGURA 31. Articulación del fonema /θ/.

Según la Real Academia Española, en la ortografía puede ser representa-


do con Z ante A O U y en posición final de sílaba o de palabra. También se
representa con la letra C ante las vocales E I. Hay algunas excepciones como
zENIT Z½JEL ZINC.
230 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Se escriben con Z final las palabras cuyo plural termina en CES, por ejem-
plo LUZLUCES VEJEZVEJECES LOMBRIZLOMBRICES 
Se escriben con ZC la primera persona del singular del presente de indi-
cativo y todo el presente de subjuntivo de los verbos irregulares terminados
en ACER (menos HACER y sus derivados), ECER  OCER (menos COCER y derivados)
y UCIR: NAZCO ABASTEZCO RECONOZCO PRODUZCAMOS AMANEZCA. En zonas hispa-
nohablantes, la grafía Z representa también el sonido que corresponde a la
grafía S, produciéndose el SESEO fenómeno del que más adelante hablaremos
con detenimiento.
El fonema /θ/ es fonema porque se opone, por ejemplo, a:
/f/ por los rasgos de LABIALDENTAL: fORRO zORROfUMO zUMO: /fór o/, /θór o/;
/fúmo/, /θúmo/.
/t/ por el rasgo OCLUSIVOFRICATIVOMOtOMOzO tINTAcINTA: /móto/, /móθo/;
/tíNta/, /θíNta/.
/d/ por el rasgo SONOROSORDO: MOdAMOzA  dEJAcEJA: /móda/, /móθa/;
/déxa/, /θéxa/.
/n/ por el rasgo NASALORALMOnOMOzOTInATIzA: /móno/, /móθo/; tína, /tíθa/.
/x/ por el rasgo VELARDENTAL CAjÆNCAzÆN VALIjABALIzA: /kaxóN/, /kaθóN/;
/balíxa/, /balíθa/.

2.3. El fonema /s/

El fonema /s / se define como fonema FRICATIVO ALVEOLAR SORDO.


En la norma castellana, este fonema tiene un solo alófono [s], que apare-
ce en cualquier lugar de la cadena hablada. Para su articulación, el ápice de
la lengua y parte del predorso se aproxima al alvéolo superior dejando un
pequeño canal por donde pasa el aire. El dorso de la lengua adopta una posi-
ción CÆNCAVA. Las cuerdas vocales no vibran y el velo del paladar permanece
adherido a la pared faríngea.
Esta articulación apical es la articulación más oída por el norte peninsu-
lar y en algunas partes de América como zonas de México, Colombia, Perú,
Bolivia, Argentina. Pero en casi todo el territorio de habla española, incluida
Castilla, la articulación de /s/ está cambiando hacia una articulación menos
apical y más predorsal: predorsoalveolar, en la que una pérdida de tensión
articulatoria hace que baje un poco más el ápice de la lengua y sea el predor-
so de la lengua, en vez del ápice, el que se aproxime a los alvéolos para pro-
ducir la constricción o fricación. Esta postura articulatoria obliga a que la
lengua adopte una posición CONVEXA y no cóncava, como sucede en la articu-
lación apicoalveolar. En ambas pronunciaciones, los rebordes de la lengua
tocan el paladar por ambos lados.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 231

FIGURA 32. Articulación apical de /s/. FIGURA 33. Articulación predorsal de /s/.

Como todo fonema sordo, /s/ puede sonorizarse si está en contacto con
una consonante sonora, lo cual puede suceder al pronunciar DESDE [dézde],
MISMO [mízmo], MUSLO [múzlo], pero no hay valor fonológico en esta realiza-
ción sonora de /s/, no es alófono normativo, sino libre.
En la ortografía, la letra que representa este sonido es la grafía SAhora
bien, en posición inicial de palabra cualquier grafía X se pronuncia como [s]:
XILÆFONO XENOFOBIAPor eso se escriben con Xlas palabras que comienzan con
prefijos como XERO XENO XILO EXTRA EX o EX PR o PL (aunque con excepcio-
nes como ESPLIEGO ESPLENDOR y sus derivados), aunque oigamos [s].
El fonema /s/ es fonema porque se opone, por ejemplo a:
/l/ por el rasgo LÁQUIDONOLÁQUIDO PIlAPIsAVElABEsA: /píla/, /písa/; /béla/,
/bésa/.
/r/ por el rasgo LÁQUIDONOLÁQUIDOPErOPESOLIrALIsA: /péro/, /péso/; /líra/,
/lísa/.
/x/ por el rasgo VELARALVEOLARLIjALIsAPIjAPIsA: /líxa/, /lísa/; /píxa/, /písa/.
/n/ por el rasgo NASALORAL LOnALOsA MInAMIsA: /lóna/, /lósa/; /mína/,
/mísa/.
/tʃ/ por el rasgo AFRICADOFRICATIVO: MUchAMUsA  OchOOsO. /mútʃa/,
/músa/; /ótʃso/, /óso/.

2.4. El fonema //


El fonema // se define como fonema FRICATIVO PALATAL SONORO. Para articu-
larlo, el hablante aproxima el predorso de la lengua a la región prepalatal
dejando que el aire salga por el centro de la cavidad bucal. Las cuerdas voca-
les vibran y el velo del paladar permanece adherido a la pared faríngea. Este
fonema solamente puede aparecer en posición silábica prenuclear o explosiva.
Ortográficamente se representa con la grafía Y y con las grafías HI más E
O U. Cuando su grafía representativa Y está en cualquier otra posición, está
representando al fonema /i/.
232 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

FIGURA 34. Articulación del fonema //.

Las normas ortográficas exigen escribir con Y las palabras cuyo sonido
final es [i] precedido de otra vocal con la que forma diptongo, como LEY ESTOY
REY etc. También se escribe una Y cuando el sonido palatal que representa está
precedido por prefijos como AD DIS SUB . Se escribe Y en los sonidos pala-
tales de los verbos CAER CREER LEER POSEER PROVEER RAER ROER SOBRESEER y de los
verbos terminados en OÁR  UÁR. También se escriben con y las palabras que
contienen la sílaba YEC como INYECCIÆN.
El fonema // es fonema porque se opone, por ejemplo, a:
// por el rasgo NASALORALAñOAyO UñAHUyA: /ao/, /áo/; /úa /úa/.
/ʎ/ por el rasgo LATERALCENTRAL POllOPOyO  MEllAMEyA: /póʎo/, /póo/;
/méʎa/, /méa/.
/tʃ/ por el rasgo de AFRICADAFRICATIVAMAchAMAyA MEchAMEyA:/mátʃa/,
/máa/; /métʃa/, /méa/.
Este fonema // tiene dos alófonos normativos en distribución comple-
mentaria:
A) El alófono AFRICADOPALATALSONORO[d] que aparece después de pausa,
después del fonema nasal /n/ o después del fonema líquido /l/ a quienes
palataliza un poco, aunque sin llegar nunca a desfonologizarlos en //
o en /ʎ/: 9O[dó], UNYUPI [˜ún, dúpi], ELHIERRO [el dér o], SONYEMAS
[sóndémas].
El modo y el lugar de articulación de este sonido africado [d] es como
el de su correlato sordo /tʃ/ que estudiaremos más adelante. Para su
articulación, el predorso de la lengua sube y se aplica firmemente a la
zona prepalatal produciendo una oclusión. Inmediatamente después,
el maxilar desciende y se separa el predorso de la lengua dejando un
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 233

pequeño canal por donde pasa el aire fonador mientras va producien-


do una turbulencia típica de FRICACIÆN SONORA que llamamos REHILA
MIENTO. Las cuerdas vocales vibran y el velo del paladar permanece
pegado a la pared faríngea. Cuando esta articulación africada se debi-
lita, aparece el alófono fricativo palatal rehilado sonoro [] que pode-
mos oír en zonas de Argentina y del Paraguay, o en zonas del Ecuador,
como veremos en el apartado sobre el yeísmo.
B) El alófono FRICATIVOPALATAL CENTRAL SONORO[] que aparece en todos los
demás contornos excepto en los que pertenecen al alófono africado
[d]: ESEHIERRO [ése ér o], DIGOYO [díγo ó], LAYEMA [la éma]. La reali-
zación central de este alófono lo distingue del SONOROREHILADO[] que
se produce en contornos de // y yeísmo tras [s]: LASLLAMAS, ESAS YERBAS
[laz ámas] [ésaz érßas], con sonorización de /s/.

FIGURA 35. [], articulación fricativa de //. FIGURA 36. [d], articulación africada de //.

2.5. El fonema /x/


El fonema /x/ es un fonema FRICATIVO VELAR SORDO. Este fonema /x/ se arti-
cula aproximando el postdorso de la lengua a la región velar. Las cuerdas
vocales no vibran y el velo del paladar permanece adherido a la pared farín-
gea. Es un fonema que puede aparecer en cualquier posición de la cadena
hablada
El fonema /x/ es fonema porque se opone, por ejemplo, a:
/s/ por el rasgo VELARALVEOLARLIjALIsA PIjA/PIsA: /líxa/, /lísa/; /píxa/, /písa/.
/t/ y /θ/ por el rasgo VELARDENTAL: CAjÆN#AtÆN VALIjABALIzA: /kaxóN/,
/katóN/; /balíxa/, /balíθa/.
/k/ por el rasgo OCLUSIVOFRICATIVO cARROjARRO  SAcASAjA: /kár o/, /xár o/;
/sáka/, /sáxa/.
/g/ por el rasgo SONOROSORDO LIgALIjA  MAgOMAjO: /líga/, /líxa/; /mágo/,
/máxo/.
234 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

FIGURA 37. Articulación del fonema /x/.

En algunas zonas de España y de Hispanoamérica, este fonema se pro-


nuncia como aspirado sordo [h], generalmente articulado con el postdorso y
raíz de la lengua aplicados a la pared faríngea, aunque no faltan realizaciones
laríngeas, o sea, articulaciones que consisten en un estrechamiento produci-
do en las mismas cuerdas vocales [ ].
La confluencia de las grafías G, J para representar este sonido velar sordo
ante las vocales E  I origina frecuentes vacilaciones ortográficas, ya que ha
primado en su solución el criterio etimológico sobre el fonético, escribiendo
con Glas palabras que tenían G en su origen latino como GIGANTE GEMELO y con
J cuando no tenía G en su origen latino como MUJER o INGERIR cuyo origen es
MULIER y INSERIRE. Las normas ortográficas son las siguientes:

Debemos escribir Gcuando la palabra comienza por GEST o por GEO : geo-
metría, gestor.

Se escribe G cuando la palabra acaba en

A) G½LICO  GENARIO  G½NEO  GENIO  G½NICO  G½NITO  GESIMAL  G½SIMO  G½TI


CO.

B) GI½NICO  GINAL  GÁNEO  GINOSO (excepto AGUAJINOSO).

C) GIA (excepto si termina en PLEJIA como APOPLEJÁA...) GIÆN  GIONAL  GIO


NARIO  GIOSO  GÁRICO

D) GENTE  GENCIA  ÁGENO  ÁGERO.

Se escriben con Glos verbos terminados en IGERAR  GER  GIR excepto TEJERy
CRUJIR
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 235

Por el contrario, se escriben con J las palabras que acaban en JERÁA  AJE
EJE excepto AMBAGE EN·LAGE HIP·LAGE

Se escriben con J las palabras derivadas de otras que tienen J ante vocales
A Ocomo CERRAJERO (cerraja), COJEAR (o COJERA).

Se escriben con Jlas formas verbales y derivados con sonido [x] cuyo
infinitivo termina en JAR como EMPUJE(empujar) y en DUCIR como TRADUJE
(traducir). Además, los imperfectos de los verbos TRAER y DECIRDIJERA TRA
JISTEIS.

3. FONEMA Y ALÓFONOS DE LA SERIE AFRICADA

Esta serie tiene en español un solo fonema, el fonema /tʃ/. Para articular
una consonante AFRICADA también llamada SEMIOCLUSIVA, hay que aproximar
dos órganos articulatorios de modo que se produzcan dos movimientos
seguidos en el tiempo sin cambiar de órganos articulatorios y sin variar el
lugar de articulación. En el primer movimiento ambos órganos se tocan pro-
duciendo una oclusión que impide al aire fonador salir al exterior; inmedia-
tamente después ambos órganos se separan y permiten que salga el aire al
exterior y se produzca una constricción o fricación del aire.

Desde un punto de vista fonológico, el español actual conoce sólo el fone-


ma AFRICADO LINGUOPALATAL SORDO[tʃ]. Pero fonéticamente conocemos dos rea-
lizaciones africadas, la sorda [tʃ] que es el alófono de /tʃ/ y otra realización
sonora [d] que es alófono de //.
El hablante que posee una consonante africada en su lengua materna la
siente como una única consonante. Por consiguiente, no puede decirse que
estemos ante una consonante compuesta de dos fonemas: unidad bifonemá-
tica, como algunos lingüistas han defendido sin razón. Las consonantes afri-
cadas son, en español, fonemas y realizaciones monofonemáticos.
La definición del fonema /tʃ/ es: fonema aFRICADO PALATAL SORDO. Tiene un
solo alófono [tʃ] y aparece solamente en posición silábica prenuclear. Para su
articulación, el predorso de la lengua sube y se aplica firmemente a la zona
prepalatal produciendo una oclusión. Inmediatamente después, el maxilar
desciende, se separa un poco el predorso de la lengua y deja un pequeño
canal por donde pasa el aire produciendo la turbulencia típica de la fricación
sorda. Las cuerdas vocales no vibran y el velo del paladar permanece pegado
a la pared faríngea.
En la ortografía se representa siempre con el dígrafo CH
El fonema /tʃ/ es fonema porque se opone, por ejemplo, a:
/s/ por el rasgo AFRICADOFRICATIVO: MUchAMUsA OchOOsO: /mú tʃ a/, /músa/;
/ó tʃ o/, /óso/.
236 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

// por el rasgo de AFRICADAFRICATIVAMAchAMAyA MEchAMEyA: /má tʃ a/, /máa/;


/métʃa/, /méa/.
/k/ por el rasgo VELARPALATAL: cOTOchOTO TOcOTOchO: /kóto/, /tʃóto/; /tóko/,
/tótʃo/.
/t/ por el rasgo DENTALPALATAL: tAPAchAPA tOPOchOPO: /tápa/, / tʃápa/;
/tópo/, / tʃópo/.

FIGURA 38. Articulación africada de /tʃ/. FIGURA 39. Articulación fricativa de /tʃ/.

En el dominio del idioma español, tanto castellano como andaluz, cana-


rio o americano, existen variantes en la realización de esta consonante afri-
cada. Estas variantes van desde la realización normativa OCLUSIÆNM·SFRICA
CIÆN hasta la FRICACIÆN total [ʃ] que podemos oír en Andalucía o en, zonas de
Panamá o de Chile. El lugar de articulación puede ir desde la realización
mediopalatal o prepalatal hasta la realización postalveolar y siempre con
variaciones sonoras y sordas: /mu ʃá ʃo], [ʃakéta], [koʃíno].

Matriz de rasgos distintivos de los fonemas fricativos y africados

/f/ /θ/ /s/ // /x/ /tʃ/


vocálico/no vocálico – – – – – –
consonántico/no consonántico + + + + + +
denso/difuso – – – + + +
grave/agudo + – – – + –
sonoro/sordo – – – + – –
interrupto/continuo – – – – – +–
estridente/mate – – + – – +
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 237

4. FENÓMENOS FONÉTICOS NO NORMATIVOS


DE LOS FONEMAS FRICATIVOS

4.1. El fonema /f/: aspiración y desaparición


La consonante f- inicial latina se conserva en el gallego, en el catalán, en
el portugués y en el español de algunas zonas de los antiguos reinos leonés y
aragonés: occidente de Asturias, occidente de León, occidente de Zamora; y
en zonas del norte de Huesca.
La f- latina comenzó a aspirarse en el habla de Castilla desde el siglo IX,
según lo señalan documentos escritos de la época. Esta aspiración aún se
conserva en el habla dialectal de la Montaña santanderina, como lugar que
fue de origen del fenómeno, y aparece actualmente en zonas de León, de
Asturias, de Salamanca y de Andalucía. También se encuentra en América,
donde hay lugares en los que perdura la aspiración. Pero es un fenómeno que
se ha considerado siempre con un carácter de rasgo popular, un fenómeno
estigmatizado que lo evitan los hablantes cultos de estas zonas.
En el español actual y en cualquier posición, /f/ puede aspirarse en [h] o
velarizarse en [x], aunque siempre con la consideración de fenómeno popular
y vulgar: DIjUNTO PERjUMAR SONTUSPERjËMENESMUJER NOjUEMENTIRA jORASTE
RO jUSIL OjRENDA jLORES, con pronunciación velar [x] o aspirada [h]. Este fenó-
meno se extiende por toda América desde Nuevo México hasta la Patagonia.

4.2. /s/ implosivo: aspiración y desaparición


Por influjo de los hablantes andaluces y extremeños sobre el resto de
hablantes del español, la realización implosiva del fonema /s/ se aspira y
puede llegar a perderse, pudiendo coexistir ambas soluciones [s] y [h] en el
mismo hablante.
Esta variación se produce en toda la mitad sur de la Península y va
subiendo hacia el Norte por Castilla-La Mancha, Madrid, Ávila llegando en
estos momentos hasta la Rioja. Se da en toda Hispanoamérica, ya que la
mayor parte de los repobladores partieron desde Andalucía y Extremadura
hacia América cuando el fenómeno ya estaba en marcha.
La causa articulatoria de la presencia de este fenómeno está en la debili-
dad intrínseca de los fonemas del español en posición silábica implosiva de la
que tanto hemos hablado. Esta debilidad permite que el ápice de la lengua
descienda mucho y que la sensación de margen silábico se genere elevando el
dorso de la lengua para producir la aspiración. Al perderse el pequeño con-
tacto de los bordes de la lengua con el paladar sólo queda el soplo de aire que
producirá ese sonido aspirado [h] o [ ], sordo o sonoro; o si se quiere hacer
más tensa la articulación, un sonido velar [x]. Si el hablante no desea poner
de manifiesto la existencia del margen postnuclear, desaparece sin más la /s/
tras descender el ápice.
238 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

La pérdida o la aspiración de /s/ implosiva al final de palabra provoca en


algunas zonas un cambio de timbre en la vocal anterior empujándola hacia la
abertura: /e/ y /a/ se abren y se realizarán más posteriores y /o/ se abre: LASPER
SONAS [lɑ persónɑ]LOSAMIGOSDELOSANIMALES [lɔhamíγo ðe lɔhanĩ málε].
La aspiración está perdiendo su carácter vulgar; y personas cultas la acep-
tan como variante dialectal prestigiosa, por lo que se oye con mucha fre-
cuencia en el habla familiar; y los medios de comunicación la aceptan. Algu-
nos hablantes lo admiten como referencia o indicador sociolingüístico de
pertenencia a ciertas zonas geográficas al igual que sucede con el SESEO. No es
extraño oír, aunque sea exagerado, frases como: ESQUE LOSQUESOMOSDEESTAS
TIERRAS[éxke lox ke sómox ðe éhtax tjér ah].
La aspiración es mucho más frecuente cuando a /s/ implosivo le sigue
un sonido posterior [k], [g], como en [lah γámbas], [ehkrem˜én.tos],
[exkán.dalo]. La tendencia a la pérdida se une a la tendencia a la asimilación
al lugar de articulación posterior del margen prenuclear que le sigue y con
el que están en coarticulación: [la xaβarðínah] [la xámbah]: LASGABARDINAS
LASGAMBAS.
Aunque se pueda considerar como un dialectalismo generalizado, la Real
Academia Española no admite esta pronunciación.

4.3. El seseo
En amplias zonas de habla española se desconoce el fonema /θ/, al igual
que sucede con el fonema /ʎ/. Y del mismo modo que /ʎ/ es sustituido por //
generándose el fenómeno llamado YEÁSMO, el fonema /θ/ es sustituido por /s/ y
se genera el fenómeno conocido como SESEO. El alófono de /s/ que lo sustitu-
ye pierde el carácter apical y cóncavo para convertirse en un alófono plena-
mente dorsoalveolar y convexo [s], en el que el ápice de la lengua se apoya en
la parte interna de los incisivos inferiores, mientras que el dorso de la lengua
es el que se aproxima a los alvéolos y toca levemente los incisivos superiores.
El seseo está muy extendido y la Real Academia Española lo admite ya como
norma culta en la pronunciación, aunque no en la escritura.

Explicación histórica

La aparición del seseo se debe a un proceso histórico revolucionario y


complejo, al que ya hemos hecho referencia, y que resumimos aquí siguien-
do la explicación de Quilis (1993: 283-284).
En el sistema fonológico medieval castellano (ver tema 4) hay dos pare-
jas de fonemas sibilantes que se oponen entre ellos por el rasgo de sonoridad:
— Los fricativos apicoalveolares /s/ (sordo) y /z/ (sonoro): /ésa káza ermóza/.
— Los africados dentoalveolares /ts/ (sordo) y /dz / (sonoro): /mío tsíD /,
/modzuéla/.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 239

De modo que tenemos las oposiciones /ózo/ del verbo OSAR (atreverse) y
/óso/, OSO, el animal. A la vez tenemos palabras como /fádzes/ del verbo HACER
y /fátses/ HACESde trigo. En el Sur, en Andalucía, la pronunciación de /z/ y de
/s/ no es apicoalveolar sino dorsoalveolar
A principios del siglo XVI se generaliza un antiguo proceso de debilita-
miento de estas parejas de modo que ese debilitamiento incidirá para que los
sonidos africados pierdan su momento oclusivo y para que todos, africados y
fricativos, se ensordezcan: /ésa kása/, /mótsa tan fermósa/.
En los hablantes del sur de España se pierde el momento oclusivo y los
fonemas africados /ts/ y /dz/ se realizarán como los fricativos dorsales [s] y [θ]
coexistiendo con las realizaciones dorsales [s] y [θ] de los fonemas fricativos
castellanos /s/ y /z/. Tenemos ya la primera confusión que se da sobre todo en
Andalucía y que asciende rápidamente hacia ambas Castillas: se pronunciará
[háθes] y [óθo], [háses] y [óso] indistintamente.
En los hablantes del norte de Castilla, se va generalizando la pérdida de la
sonoridad de estos fonemas, fenómeno que se extiende hacia el Sur; de este
modo todos los fonemas sibilantes se realizarán como sordos, ya sean apico-
alveolares cóncavos [s] o dorsoalveolares [s] convexos: [áses] [óso], [háses] y
[óso]. Por consiguiente, quedan dos fonemas /s/ y /ş/ con una mínima distin-
ción entre apicalidad y predorsalidad, que generará muchas confusiones.
En la norma castellana, para evitar tales confusiones, las nuevas realiza-
ciones predorsoalveolares de los antiguos africados /ts / y /dz/, que son ya fri-
cativas, avanzan su lugar de articulación y se interdentalizan en [θ]: la distin-
ción está ya asegurada por los rasgos interdental/alveolar. Esto sucedió en
Castilla durante el siglo XVI; así nació en fonema español /θ/:/moθuéla/ /mío
θíD/.
En Andalucía se ha perdido la apicalidad y la convexidad en la realización
de /s/, de modo que tanto /z/ como /s/ se realizarán ya como dorsoalveolares
sordos, quedando sólo /s/ cuando se aplicó el ensordecimiento: el SESEO actual:
/moşuéla/ / síD/.

FIGURA 40. Articulación ápico-interdental de /θ/. FIGURA 41. Articulación predorsointerdental


(el ceceo actual andaluz).
240 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Algunos hablantes del litoral andaluz, desde Ayamonte hasta Almería y


los de algunas zonas del interior de Sevilla, Málaga y Granada en contacto
con el litoral, han producido el fenómeno vulgar del CECEO. Pero este ceceo es
distinto de la pronunciación [θ] de la norma castellana: el ápice entre los
incisivos. En ese CECEO, la articulación predorsointerdental [θ] se realiza con
una constricción entre el predorso de la lengua y la parte interior de los inci-
sivos, descansando el ápice de la lengua en la cara interna de los incisivos
inferiores.
Desde Andalucía, el fenómeno del SESEO con realización dorsoalveolar
convexa pasó a Canarias y a América. Y la realización de la desfonologización
de /s/ y de /θ/ en [s] es la realización de la mayor parte de los hablantes SESE
ANTES del español. Sólo en el dialecto castellano se mantiene el fonema /θ/ y la
Real Academia Española lo mantiene en la ortografía por las razones etimo-
lógicas e históricas arriba señaladas.

5. LOS FONEMAS DE LA SERIE LÍQUIDA


Desde el punto de vista articulatorio, los fonemas de la SERIE LÁQUIDA se
caracterizan por que la cavidad bucal presenta una abertura parecida a la de
las vocales, o sea, mayor que la del resto de las consonantes; mientras que, a
la vez, en algún lugar de la cavidad bucal, se sigue manteniendo un obstácu-
lo a la salida del aire, como sucede con todas las consonantes.
Los fonemas consonánticos líquidos conservan características que les
asemejan a las vocales por esa mayor apertura de la cavidad bucal. Esto es
debido a que los músculos elevadores no requieren energía para contraerse y
cerrar la cavidad bucal, por lo que esa energía se utilizará para hacer que las
cuerdas vocales vibren con más intensidad y se produzca, además de la sono-
ridad, otros resonadores vocálicos parecidos a los formantes de las vocales.
Los fonemas líquidos nunca son sordos. En algunas lenguas como el inglés,
estos fonemas pueden incluso ostentar el título de núcleo silábico: [pípl] PEO
PLE, privilegio que, en español, sólo lo pueden alcanzar las vocales.
En español tenemos dos grupos de FONEMASLÁQUIDOS:
1. Fonemas LÁQUIDOS LATERALES /l/ y /ʎ/, que son continuos.
2. Fonemas LÁQUIDOS VIBRANTES /r/ y /r /, que son interruptos.

6. DESCRIPCIÓN DE LOS FONEMAS LATERALES /l/ y /ʎ/


Para que se produzcan fonemas líquidos laterales es necesario que la len-
gua se aplique a algún lugar de la región central superior de la boca (una
región en la que estarán incluidos los alvéolos, los molares y el paladar) mien-
tras el aire sale por uno o por ambos laterales de ese contacto. Ambos fone-
mas son sonoros, porque vibran las cuerdas vocales durante su emisión.
Según el lugar de articulación, el español conoce dos fonemas laterales: el
ALVEOLAR /l/ y el PALATAL /ʎ/.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 241

6.1. El fonema /l/


Se define como fonema LÁQUIDO LATERAL ALVEOLAR y se articula de la siguien-
te manera: el ápice y los bordes de la lengua tocan los dientes, los alvéolos y
una pequeña zona de cualquiera de las regiones laterales de la boca, ya sea la
izquierda o la derecha, depende de cada hablante. El hecho es que el aire no
puede salir por la región central de la cavidad bucal, sino por uno de los
lados. Las cuerdas vocales vibran. En la ortografía, el fonema alveolar /l/ se
representa siempre con la grafía L
El fonema /l/ es fonema porque, por ejemplo, se opone a:

FIGURA 42. Articulación del fonema /l/.

/r/ por el rasgo CONTINUOINTERRUPTOTAlATArA AlMAArMA: /tála/, /tára/;


/álma/, /árma/.
/n/ por el rasgo ORALNASALSIlOSInO TIlATInA: /sílo/, /síno/; /tíla/, /tína/.
/ʎ/ por el rasgo PALATALALVEOLAR: VAllEVAlEllOROlORO: /báʎe/, /bále/; /ʎóro/, /lóro/.
Este fonema /l/ presenta las siguientes realizaciones en distribución com-
plementaria, realizaciones que se producen cuando /l/ se encuentra en posi-
ción silábica implosiva:
A) El alófono LÁQUIDO, LATERAL ALVEOLAR SONORO[l] se articula con el ápice de
la lengua contra los alvéolos. Su distribución se produce en posición
silábica prenuclear y siempre en contacto con alguna vocal ya sea esta
núcleo o margen: OLA  CLUECA. También aparece en posición silábica
postnuclear o seguido de pausa, de vocal o cualquier consonante
excepto /t/ /d/ /θ/ o /tʃ/: MAl, PUlPO BOlSILLO AlCALDE El ECO
B) Alófono LÁQUIDO  LATERAL INTERDENTAL SONORO [l.], que se articula con el
ápice de la lengua tocando los incisivos superiores y la parte inferior
del ápice entre los incisivos. Aparece en posición silábica implosiva, si
242 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

le sigue el fonema /θ/ pronunciado sin seseo: ALZAMIENTO ALZEIMER CAL


ZADO DULCE: [al.θamjén.to], [al.θéimer], [kal.θáðo], [dúl.θe].
C) Alófono LÁQUIDO LATERAL DENTAL SONORO[l]. Este alófono se articula con el
ápice de la lengua apoyado en los incisivos superiores. Se produce cuan-
do se encuentra en posición postnuclear en contacto con [t] o con [d]:
ALDEA !LTEA TOLDO SALTO SALDO: [aldéa], [altéa], [tóldo], [sálto], [sáldo].
D) Alófono LÁQUIDO  LATERAL PALATALIZADO SONORO [ll], que se produce en
posición silábica implosiva antes de una consonante palatal. Se arti-
cula colocando el ápice y la parte predorsal de la lengua sobre la zona
alveoloprepalatal: %LCHE ELHIELO ELLLAVERO ELÅOÅO: [élltʃe], [ell délo],
[el ʎaBéro], [el ˜óo].

6.2. El fonema /ʎ/


Se define como fonema líquido, lateral, palatal.
Este fonema se articula de la siguiente manera: el ápice de la lengua se
aplica contra los alvéolos y uno de los bordes de la lengua, el izquierdo o el
derecho (depende del hablante), se adhiere a las encías de los molares. A la
vez, un poco de la parte central de la lengua se aplica a la parte central del
paladar, de modo que el aire va desde la parte central hasta la parte lateral
escapando por el lado abierto y no por el centro, como sucede con la articu-
lación del fonema fricativo palatal central sonoro //.
El fonema /ʎ/ aparece en español sólo en posición explosiva, Así que tiene
una sola realización normativa, un solo alófono que es [ʎ]: alófono LÁQUIDO
LATERAL PALATAL SONORO. En catalán este fonema aparece también en posición
implosiva: TREBALL«trabajo», ULL «ojo», PELL «piel».
/ʎ/ es fonema porque se opone, además de a todos los fonemas no líquidos,
a /l/ por el rasgo PALATALALVEOLAR: VAllEVAlE  llOROlORO: [báʎe], [bále];
[ʎóro], [lóro].

FIGURA 43. Articulación tradicional (no yeísta) del fonema /ʎ/.


FONOLOGÍA Y FONÉTICA 243

a /n/ por el rasgo ORALNASALCAllOCAñO VIllA VIñA: [káʎo], [káo]; [bíʎa],


[bía].
a /r/ por el rasgo CONTINUOINTERRUPTOSIMPLERAllARArA PIllAPIrA:[r áʎa],
[r ára]; [píʎa], [píra].
a /r / por el rasgo CONTINUOINTERRUPTO MËLTIPLE llAMArAMA  CAllOCArrO:
[ʎáma], [r áma];[káʎo], [kar o].
Ortográficamente, este fonema /ʎ/ se representa con el dígrafo LL. Para evi-
tar confusiones, cuando el hablante es yeísta deberá considerar que se escri-
ben con LL las palabras terminadas en ILLA  ILLO como MESILLA  CASTILLO y la
mayor parte de los verbos termiandos en ILLAR  ULLAR  ULLIR como BULLIR APA
BULLAR ABARQUILLAR

7. EL YEÍSMO
Se dice del YEÁSMO que es un fenómeno latente en el sistema fonológico
del español desde hace siglos; un fenómeno antiguo que ha recibido un
impulso muy fuerte en las últimas décadas por su afirmación como fenóme-
no urbano con innegable carga sociolingüística centrada sobre todo en las
diferencias generacionales de los hablantes.

Explicación histórica

Los fonemas // y /ʎ/ tienen un gran parecido articulatorio, a pesar de que
su origen histórico es muy diferente.
El fonema /ʎ/ tiene su origen en la palatalización que sufren los grupos
consonánticos latinos PL-, CL- y FL- en inicial de palabra y LL geminada inter-
vocálica que desde muy pronto dieron el resultado palatal /ʎ/ en la mayor
parte de los dialectos peninsulares: PLANTA > LLANTA, CLAMARE > LLAMAR, FLAM-
MA> LLAMA CABALLU > CABALLO

Idéntica solución dieron, al principio del romance, los grupos latinos for-
mados por /l/+ /i/ consonántica FOLIA > FOLLA («hoja»), y los formados por la
desaparición de la vocal átona en las combinaciones de /k/ /g/, /t/ + (vocal
desaparecida) + /l/. Son los casos de OC(U)LU > OCLU > OLLO («ojo»), TEG(U)LA >
TEGLA > TELLA («teja»), VET(U)LU > VETLU > VIELLO («viejo»).

Pues bien, en el sistema fonológico del antiguo castellano de Burgos, la


solución /ʎ/ de los grupos iniciales /kl/, /pl/, /fl/ forzó a cambiar la articulación
de /lj/, /k’l/, /g’l/, /t’l/ hacia una articulación FRICATIVA REHILADA SONORA  []. Y
así, VIELLO se pronunció en el antiguo castellano [biéo], OLLO [óo], FOLLA
[hóa], TELLA [téa], MULLER(< MULIER) se pronunciaba [muér]. Es de suponer
que, en ocasiones, este sonido [] se pronunciara sin rehilamiento, perdiendo
tensión articulatoria y apareciendo el alófono central []; o que se pronuncia-
ra rehilado y con tensión articulatoria [d].
244 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Es decir, en el sistema fonológico medieval castellano existía un fonema


// con tres alófonos: el alófono africado [d] en posición tras pausa y tras
nasal, el [] REHILADO, o sea, labializado y el CENTRALNOREHILADO [] en las demás
posiciones. Desde mediados del siglo XVI apareció una fuerte tendencia a
velarizar el alófono REHILADO[] perdiendo sonoridad y labialización y convir-
tiéndose a últimos del XVI y principios del XVII en el actual fonema FRICATIVO
VELAR SORDO/x/ que encontramos en palabras como VIEJO MUJER OJO TEJA HOJA.
El sonido [] FRICATIVO PALATAL CENTRAL SONORO(no rehilado) sigue existien-
do como representante de la evolución de otros sonidos latinos como los de
RADIUM > RAYO PODIUM > POYO  MAIOR > MAYOR que no velarizaron en /x/ sino
que adquirieron como fonema la realización central no rehilada []. Este es el
origen de nuestro actual fonema //, fonema que se integra bien en el sistema
de las palatales con la presencia de los tres alófonos [] [] [d], como en los
antiguos tiempos, pero con otra estructura fonológica.

La situación actual

Ahora nos encontramos con que el fonema FRICATIVO PALATAL SONORO// y el


fonema LÁQUIDOLATERAL PALATAL /ʎ/ entran en el proceso de debilitamiento arti-
culatorio de las palatales que siempre ha caracterizado a nuestro sistema
fonológico y ambos confluyen en // con la desaparición como fonema (des-
fonologización) del fonema /ʎ/: a este fenómeno fonológico se le denomina
YEÁSMO. El fonema /ʎ/ desaparece del sistema fonológico español quedando
únicamente su recuerdo en la escritura: la grafía LL (doble l) se iguala en la
pronunciación a la grafía Y  con la dificultad ortográfica que acarrea a los
hablantes yeístas, que dentro de algunas décadas serán la gran mayoría de los
hablantes del español.
Este antiguo fenómeno se considera que tuvo el desarrollo más impor-
tante en los hablantes meridionales del español, en los andaluces. Desde ahí
ha ido subiendo por el oeste y por el este peninsular alcanzando toda el área
castellano-leonesa y castellano-aragonesa hasta abrirse paso por el Centro a
través de Toledo y Madrid. De este modo ha ido ascendiendo hacia la Castilla
Vieja y demás zonas norteñas, reducto tradicional de la pronunciación origi-
nal de /ʎ/ que aún aparece en innumerables palabras de uso muy corriente
como GALLO POLLO LLORAR, #ASTILLA CASTILLO CUCHILLO CEPILLO, y todas las palabras
con sufijo de valor diminutivo ILLO que se puedan construir.
El otro foco de expansión es su CAR·CTERURBANO. El yeísmo es un fenóme-
no de procedencia urbana cuyas características sociolingüísticas son las
siguientes: el yeísmo es un indicador sociolingüístico estratificado por la
edad de los hablantes (aparece con más frecuencia en los hablantes más jóve-
nes). Es un fenómeno indiferente al prestigio, o sea, es un dialectalismo gene-
ralizado en todos los niveles culturales y sociales y aparece en todos los regis-
tros del habla, ya sea en el registro más culto y formal, como en el habla
familiar o en el menos cuidado o vulgar.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 245

En el yeísmo fluye una tendencia creciente hacia el rehilamiento (sonori-


dad palatal más leve abocinamiento de los labios), ya sea en su variante fri-
cativa [] como en la africada [d] y tanto en España como en Hispanoamé-
rica. Es posible oír a hablantes del español de cualquier zona geográfica
pronunciaciones como [gaína] [gadína] [gaína] [póo] [pódo] [póo]
[r áa] [r áda], [r áa]. Cada pronunciación tiene una frecuencia de aparición
distinta según las zonas geográficas, pero todas están presentes en mayor o
menor grado en el habla urbana española, dándose el fenómeno lingüístico
denominado POLIMORFISMO.
El yeísmo se extiende a todos los rincones rurales por vía de los medios de
comunicación, por lo que podemos decir que la desfonologización, la pérdi-
da de valor fonológico de /ʎ/ es un hecho fonológico consumado, como lo es
el SESEO.

8. FONEMAS DE LA SERIE LÍQUIDA VIBRANTE: /r/ y /r /


Llamamos fonemas vibrantes al grupo de fonemas que se caracteriza
articulatoriamente por la presencia de una o de varias interrupciones bre-
ves a la salida del aire fonador. Tales interrupciones están originadas por el
cierre de la cavidad bucal, cierre que ocasiona el fuerte contacto del ápice
de la lengua contra los alvéolos. Ambos fonemas son sonoros porque las
cuerdas vocales vibran durante su emisión. En español conocemos dos
fonemas vibrantes: el fonema /r/ LÁQUIDO  VIBRANTESIMPLE , y el fonema /r /
LÁQUIDO VIBRANTEMËLTIPLE.

8.1. El fonema /r/

El fonema /r/ se define como LÁQUIDO, VIBRANTESIMPLE. Muestra una articu-


lación que se caracteriza por la presencia de una oclusión muy breve del
ápice de la lengua contra los alvéolos; y por que toda la lengua adquiere una

FIGURA 44. Articulación alveolar del fonema /r/.


246 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

posición CÆNCAVA. La distribución de este fonema se produce en posición pre-


nuclear o explosiva y su alófono es [r] alófono LÁQUIDO, ALVEOLAR, VIBRANTESIM
PLE SONORO. Más adelante analizaremos su distribución en posición implosi-
va. En la ortografía se representa con la grafía R

Nos encontramos ante un fonema porque, además de oponerse a todos


los demás fonemas consonánticos por el rasgo LÁQUIDO TOrOTOdO  Se opone
también a:

/l/ por el rasgo INTERRUPTOCONTINUOHOrAOlA VArABAlA: /óra/, /óla/; /bára/,


/bála/

/r / por el rasgo INTERRUPTO SIMPLEINTERRUPTOMËLTIPLEAHO rAAHOrrA


COrALCOrrAL: /aóra/, /aór a/;/korál/, /kor ál/.

/ʎ/ por el rasgo INTERRUPTO CONTINUOHO rAOllA  MOrAMOllA: /óra/, /óʎa/;


/móra/, /móʎa/.

8.2. Fonema /r /

Es un fonema que se define como fonema LÁQUIDO VIBRANTEMËLTIPLE /r /.


Tiene un solo alófono normativo, que es el alófono LÁQUIDO ALVEOLAR VIBRANTE
MËLTIPLE SONORO [r ]. Su articulación presenta dos o más oclusiones muy bre-
ves del ápice de la lengua contra los alvéolos, en la que toda la lengua adquie-
re una POSICIÆNCÆNCAVA.

La distribución de este fonema es prenuclear o explosiva (más adelante


analizaremos su distribución implosiva) y se produce en las siguientes posi-
ciones de la cadena hablada:

A) Al principio de palabra: rUEDA rOTO rEINA rOSA rUBIA/r ueda/, /r óto/,
/r éina/, /r ósa/.

B) En posición interior de palabra, entre vocales COrrO  CArrO  ArrOBA


ArrOJO /kór o/, /ar óba/.
C) En posición interior de palabra cuando va precedida de /n/ o de /l/;
mucho más frecuente con N que con L: SONrOJO, ENrEJAR ALrEDEDOR ALrO
TA HONrA %NrIQUE/eNr íke/, /alr ededoR/, /soNr óxo/.
En la ortografía se representa con el dígrafo RR dos erres seguidas.
El fonema /r / se opone a todas las demás consonantes por el rasgo LÁQUI
DONOLÁQUIDOFOrrOFOsO COrrOCOpO: /fór o/, /fóso/; /kór o/, /kópo/. Se opone a
las líquidas laterales por el rasgo INTERRUPTOCONTINUOCArrOCAlOCAllO: /kár o/,
/kálo/, /káʎo/ y a la otra consonante vibrante se opone por el rasgo
SIMPLEMËLTIPLEPErOPErrO CArrOCArO: /péro/, /pér o/, /kár o/, /káro/.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 247

FIGURA 45. Articulación vibrante múltiple de /r /.

Como podemos ver, estos fonemas tienen una distribución fija: /r/ y /r / se
oponen en interior de palabra, en posición silábica prenuclear e intervocálica:
PErO PErrOCArO CArrO COrO COrrO: /péro/, /pér o/; /káro/, /kár o/; /kóro/, /kór o/.
En posición prenuclear tras consonante sólo existe el fonema vibrante múlti-
ple, como sucede con ENREDO, ALREDEDOR: /eNr édo/, /alr ededóR/. Esta realización
se asibila [ɹ], o incluso puede desaparecer cuando va precedido de /s /: 2IOS
2OSAS [r ío ɹ ósas], LOSREYES[lo ɹ ées] LASRAMAS [la ɹ ámas] haciendo desapare-
cer a la [s]La asibilación es, en resumidas cuentas, una palatalización sonora
fricativa. La usan continuamente hablantes de muchos países de Hispanoamé-
rica, y de amplias zonas de la Rioja, de Aragón, y de la provincia de Burgos.

9. NEUTRALIZACIÓN DE LOS FONEMAS VIBRANTES


EN POSICIÓN IMPLOSIVA

En posición implosiva, ambas vibrantes /r/ y /r / se neutralizan. Estos dos


fonemas vibrantes no funcionan, no se oponen para poder crear diferencias
léxicas en esta posición, y se realizan como [r] o como [r ], según la tensión
articulatoria que les dé el hablante, es decir, mantienen sólo el carácter de
vibrante desapareciendo el rasgo distintivo SIMPLEMËLTIPLE, que ya no funcio-
na. El significado de la palabra no variará: puedo decir [kórto] o [ kór to],
[lár γ o] o [lár γ o], [ése mírlo] o [ése mír lo]. El archifonema es /R/.

El elemento esvarabático

Cuando aparece la combinación /f/ + /r/ o la de cualquier consonante


oclusiva más /r/, se desarrolla entre ambos fonemas un elemento vocálico de
muy corta duración, pero con un timbre vocálico claro, llamado ELEMENTO
ESVARAB·TICO. Este elemento esvarabático se transcribe con una traza vocálica
[ɘ] porque como tal se oye y se aprecia claramente en los análisis acústicos:
TEMPRANO TRABILLA CRÆNICA ALBRICIAS ODRE TIGRE AFRENTA se pueden oír como
248 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

TEM PA RA NO  TA RA BI LLA CO RÆ NI CA AL BI RI CIAS O DE RE TI GUE RE A
FE REN TA.
Cuando este elemento esvarabático se produce con una intensidad sufi-
ciente, algunos hablantes pueden considerarlo acústicamente como una
vocal con poder de generar un núcleo silábico nuevo de timbre igual al de la
vocal siguiente, por lo que las palabras anteriores se silabicarían aumentan-
do una sílaba átona más, eso sí muy corta, pero con suficiente entidad como
para que hablantes no cultos de todas las épocas del español la hayan perci-
bido como sílaba independiente y así la interpreten: TEM PA RA NO por TEM
PRANOTA RA BI LLA poRTRABILLACO RÆ NI CA poRCRÆNICAAL BI RI CIAS por ALBRI
CIASÆ DE REpor ODRETÁ GUE REpor TIGREA FE REN TApor AFRENTA

10. FENÓMENOS FONÉTICOS NO NORMATIVOS


DE LOS FONEMAS VIBRANTES

Los fonemas líquidos son mucho más estables y audibles en posición silá-
bica postnuclear que los oclusivos o los nasales. Sin embargo, sufren la pre-
sión de la debilidad articulatoria de esa posición silábica y se oyen, tanto en
el español americano como en el de España, realizaciones diversas que pre-
sentan frecuencias de aparición baja (no suben del 20% de todas las realiza-
ciones en registros de habla corriente) y no son normativas, por lo que se
deben tratar como dialectalismos estigmatizados. Veamos algunas de estas
variantes:
; R=IMPLOSIVO
En latín, /r/ tenía una realización vibrante simple en cualquier posición y
así se ha mantenido en el italiano: 2OMA se pronunciaba [róma], con vibran-
te simple. Cuando este fonema /r/ llega a Hispania, se integra con la vibrante
múltiple norteña y vasca /r / que aparecía en distribución exclusivamente
intervocálica, nunca en inicial de palabra. El romance castellano rompió ese
sustrato vasco y estableció la posibilidad de que la vibrante múltiple apare-
ciera también en posición inicial de palabra. En vasco no se dirá [r otaetʃe]
sino [er otaétʃe= a no ser que sea por influjo del español al que ha estado y
estará permanentemente unido
Los idiomas que tienen una base de articulación poco tensa se encuen-
tran con que esta articulación se debilita. En el caso de los fonemas vibran-
tes, el ápice de la lengua tiende a descender y se adelanta el lugar de articula-
ción desde los alvéolos hacia los incisivos superiores, de modo que se oirá
una consonante continua, no vibrante, en la que el predorso de la lengua se
aplica a los alvéolos formando una constricción predorsoalveolar [ɹ]. El aire
puede salir por ambos lados oyéndose un sonido fricativo [ɹ] sin vibración, o
un sonido fricativo asibilado; o puede salir por un lado oyéndose el alófono
alveolar [l] de /l/, ya que ha desaparecido el momento oclusivo o momentáneo
de la vibración. Son estas razones las que demuestran la existencia de un POLI
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 249

MORFISMO no normativo de ambos fonemas /R/ y /l/ en posición silábica


implosiva: uno y otro fonema pueden realizarse sin diferencias. Este poli-
morfismo /l/ - /R/ sucede en todo el dominio de habla hispánica; ambos fone-
mas están en una distribución equivalente, en variación libre: estas realiza-
ciones no pertenecen al sistema, no son normativas. En muchos lugares de
España y de Hispanoamérica se puede oír[tamból], [komél], [sóldo], [kálne]
por TAMBOR COMER SORDO CARNE.
Si además de descender el ápice, desciende toda la lengua manteniéndo-
se en una posición anterior, se obtiene una articulación muy parecida a la de
una vocal, que al estar en posición átona desaparecería, sobre todo si la len-
gua desciende y no se mantiene alta. Es esta una variante vulgar registrada en
zonas de América, de Canarias y de Andalucía (Quilis 1993: 357). Las solu-
ciones pasan por el alargamiento de la vocal anterior, núcleo silábico, o por la
geminación de la consonante posterior explosiva: [ká:ne] por CARNE, [má:ka]
por MARCA, [bá:ko] por BARCO, [nótte] por NORTE, [pélla] por PERLA [tádde] por
TARDE, [kánne] por CARNE.
La unión de infinitivo + pronombre átono DECIRLE  AMARLA CANTARLE
COMERLO  ESTUDIARLO MATARLA forma una combinación muy frecuente en la
lengua española. La solución más antigua, la leonesa, era la asimilación de
/r/ a /l/ con la creación de una geminación [ll] que, en muchos momentos se
traducía a la palatalización [ʎ] [matáʎa], [deθíʎe] [amáʎe]. En hablas más
vulgares leonesas, aragonesas y castellanas puede darse la desaparición de
/r/ o de /l/ por lo que podremos oír [kantála], [matálo], [amála], [deθíla],
[koméla].
; L=ENPOSICIÆNIMPLOSIVA
El fonema /-l/ en posición implosiva puede ser realizado como [r], como
[n] o puede desaparecer: [fárta] por FALTA, [múrta] por MULTA, [purséra] por
PULSERA, [bársamo] por B·LSAMO, [bórsa] por BOLSA, CANSONSÁYOSpor CALZONCI
LLOS, IENpor HIEL [klabé] por CLAVEL [tambó] por TAMBOR
En los grupos consonánticos formados por las combinaciones /fr/, /fl/, o
en las combinaciones de oclusiva más /l/ o de oclusiva más /r/ (GR GL BR BL KL

KR etc.) ya desde el principio del romance castellano se aprecia una distribu-
ción equivalente en variación libre de ambos fonemas /l/ y /r/, siendo más fre-
cuente la realización vibrante de la lateral [l] > [r] que a la inversa, [r] > [l].
Son realizaciones que podemos oír en la parte occidental de la Península, en
zonas de Andalucía, de Murcia y en zonas de Canarias, de Colombia o de
Cuba y de otros muchos lugares de habla española: [kráβo] por CLAVO, [frór]
por FLOR, [kraβél por CLAVEL, [iγrésja] por IGLESIA, [prán.ta] por PLANTA, [ombríγo]
por OMBLIGO y casos como [glúta] por GRUTA, [fláγwa] por FRAGUA, [plón.to] por
PRONTO, [θjélta] por CIERTA
En el polimorfismo [r] - [l] implosivos, las realizaciones pueden asibilar-
se y llegar a convertirse en [s], de modo que en el habla vulgar no resulta cho-
cante oír: [kásne] por CARNE, [míslo] por MIRLO, [pjésna] por pierna.
250 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

La inestabilidad de la posición implosiva puede producir una articulación


posterior o velar del archifonema /R/: la vibrante uvular [R] (portuguesa, o
francesa). Si el hablante quiere que se oiga el margen silábico, no le queda
más remedio que elevar el postdorso de la lengua, porque la parte anterior,
muy baja ahora, está dispuesta a articular una vocal. Por eso se eleva la parte
posterior y se produce un sonido uvular como la realización portuguesa o la
francesa que también aparece en lugares de Hispanoamérica como en
Colombia o en Venezuela.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 251

PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN

1. La realización [v] es, en español:

A) Una realización no normativa del fonema /v/


B) Una realización no normativa del fonema /b/
C) La realización sonora del fonema /f/

2. La realización [z] es, en español,

A) Una realización sonora del fonema /s/


B) La realización sonora del fonema /θ/
C) La realización normativa del fonema /θ/

3. La grafía X representa:

A) A dos fonemas: /g/ y /s/


B) Al fonema /x/
C) Al fonema /s/

4. La diferencia existente entre el alófono [] y el [] es que:

A) [] es alófono del fonema /d/


B) [] es un alófono central y [] es un alófono rehilado del fonema //
C) [] es un alófono rehilado y [] es un alófono central del fonema //

5. Conteste verdadero o falso. El español conoce dos fonemas africados,


el fonema /tʃ/ de «hacha» y el fonema /d/ de «yema».

6. Las realizaciones [tʃ] y [d] son:

A) Dos realizaciones distribucionales del fonema /tʃ/


B) Realizaciones de los fonemas /tʃ/ y /d/ respectivamente
C) Realizaciones de los fonemas /tʃ/ y // respectivamente

7. Si queremos oír a alguien decir [hjér o] deberíamos ir, sobre todo, a:

A) Alguna zona de Cantabria


B) Alguna zona de Castilla
C) Alguna zona de la montaña aragonesa
252 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

8. Señale las frases que son verdad:

Si queremos oír a alguien decir [dixúnto] deberíamos ir, sobre todo, a:

A) Alguna zona de Hispanoamérica


B) Alguna zona de Canarias
C) Alguna zona de León

9. Señale las afirmaciones que son verdad:

La pérdida o aspiración de /s/ implosivo final de palabra puede pro-


ducir en la cadena hablada que:

A) No se pronuncie la vocal núcleo silábico


B) Que se pronuncie la vocal, pero con cambio de timbre
C) Que se pronuncie la vocal, pero con el mismo timbre

10. La Real Academia Española admite como normativos en la pronun-


ciación, pero no en la escritura:

A) El seseo
B) El yeísmo
C) Ambos fenómenos

11. El sonido producido en el seseo es un sonido:

A) Predorsal convexo
B) Apical convexo
C) Interdental cóncavo

12. Las realizaciones [l], [l] [l.] son:

A) Alófonos complementarios del fonema /l/


B) Alófonos complementarios del archifonema /L/
C) Variantes libres del fonema /l/

13. Señalar las frases verdaderas:

A) El yeísmo es un fenómeno de carácter rural y vulgar


B) El yeísmo es un fenómeno de carácter urbano e indiferente al
prestigio social
C) El yeísmo comenzó a aparecer con ímpetu en las hablas meri-
dionales
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 253

14. Los fonemas /r/ y /r / se oponen cuando se encuentran:

A) En posición prenuclear entre vocales


B) En posición prenuclear tras consonante
C) En posición postnuclear

15. Señalar la afirmación verdadera:

A) En posición implosiva es más frecuente que /r/ se pronuncie como /l/


B) En posición implosiva es más frecuente que /l/ se pronuncie
como /r/.
254 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN


1. La respuesta es B.

2. La respuesta es A.

3. La respuesta es A.

4. La respuesta es C.

5. Falso.

6. La respuesta es C

7. La respuesta es A.

8. La respuesta es A y C.

9. Son verdaderas B y C.

10. La respuesta es A.

11. La respuesta es A.

12. La respuesta es A.

13. La B y la C son las respuestas verdaderas.

14. La respuesta es A.

15. La respuesta es B.
Tema 12
LA SÍLABA Y LOS PROSODEMAS
O SUPRASEGMENTOS EN ESPAÑOL

Segmentos y suprasegmentos
1. La sílaba en español
1.1. Sílabas tónicas y sílabas átonas
1.2. Tipos de sílabas
1.3. Reglas para segmentar sílabas o silabicar
1.4. Algunas estadísticas sobre las sílabas
1.5. Los sonidos homólogos y la cantidad
2. El rasgo prosódico acento
2.1. Los esquemas acentuales en español
2.2. Funciones del acento
2.3. Algunas estadísticas sobre la acentuación en español
2.4. Palabras tónicas o acentuadas y palabras átonas o no acentua-
das
2.5. Variaciones fonéticas del acento
3. La entonación
3.1. Importancia lingüística de la entonación
3.2. Entonemas y tonemas
3.3. Las unidades fonológicas de la entonación
3.4. Los modelos entonativos del español
PRESENTACIÓN
Este tema es el último de la serie dedicada a la fonética y fonología del
español. En él vamos a desarrollar algunos aspectos de los suprasegmentos:
el acento, la duración y el tono de modo que podamos conocer algo de su fun-
cionamiento.
Lo primero que veremos es que los suprasegmentos funcionan en la síla-
ba, por lo que nos detendremos un poco en esta unidad lingüística: describi-
remos su composición y sabrá así silabicar en español. Como la duración
carece de valor fonológico en español, prescindiremos de su estudio porme-
norizado y sólo comentaremos la solución de los sonidos homólogos en con-
tacto.
Sobre el suprasegmento acento hay que decir que su importancia es evi-
dente, porque el ritmo del habla depende en gran medida del juego acentual
de las palabras.
En cuanto al suprasegmento tono, máximo responsable de la entonación
del idioma, le avisamos que no pretendemos complicar demasiado la presen-
tación de conocimientos. Creemos fundamental que el alumno sea conscien-
te de la importancia de delimitar unidades entonativas que pueda aplicar en
la transcripción fonológica y fonética de cualquier texto en español, usando
la información que proporcionan los signos de puntuación y algunas carac-
terísticas sintácticas del texto que se desea transcribir.

SEGMENTOS Y SUPRASEGMENTOS
Los rasgos prosódicos INTENSIDAD DURACIÆNYTONOse superponen a los ras-
gos fónicos articulatorios de los segmentos, por eso llamamos SUPRASEGMEN
TOS al ACENTO y a la ENTONACIÆN. La DURACIÆN es un rasgo prosódico que carece
de valor fonológico y que acompaña a la INTENSIDAD y al TONO en la ACENTUA
CIÆN y en la ENTONACIÆN.
258 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

La aparición de un fonema en una palabra o grupo fónico no implica que


no pueda volver a aparecer en otra posición en la misma palabra o grupo
fónico. Esta es la diferencia entre fonemas y prosodemas o suprasegmentos:
/sekretária/ y /sekretário/ se oponen porque se generan palabras distintas al
cambiar un fonema del paradigma de las vocales /a/ por otro fonema de ese
mismo paradigma /o/ en la sílaba final.
Mientras los fonemas se oponen necesariamente en el mismo lugar de la
palabra, los prosodemas contrastan por su presencia o ausencia en la pala-
bra o en la cadena hablada: /sekretária/ no es lo mismo que /sekretaría/ por-
que el prosodema acento aparece en distintos lugares de la palabra y crea
distintos significados. La sílaba tónica establece un contraste respecto a las
sílabas contiguas que serán átonas; unos mismos índices articulatorios
(tono, duración, intensidad) aparecen como ingredientes en cantidades dife-
rentes, por lo que su valor no será absoluto sino relativo en la acentuación y
la entonación.
Ya hemos dicho anteriormente que la sílaba es donde se combinan los
fonemas; por eso Alarcos (1995:37) define la sílaba como LA COMBINACIÆN
MÁNIMAYAUTÆNOMADEFONEMAS.
Es en la sílaba, en esta unidad superior al fonema, donde funcionan los
rasgos prosódicos. Se interpreta que existe una sílaba cuando hay uno o
varios fonemas en cualquier combinación susceptible de poder asociarse
con un acento; por lo que en español siempre que haya una sílaba tendrá
que haber, al menos, una vocal, único fonema que en español puede llevar
acento.

1. LA SÍLABA EN ESPAÑOL

1.1. Sílabas tónicas y sílabas átonas

La sílaba cuyo núcleo contiene la mayor carga de tono, duración e inten-


sidad de la palabra o de un grupo fónico (secuencia hablada entre dos pausas
o tonemas) es considerada sílaba tónica y su vocal es una VOCALACENTUADAO
TÆNICA: or-de-na-DOR, el me-SÍ-as, ÁR-bo-les, con per-DÓN, cons-ti-tu-CIÓN.
Las restantes sílabas de la palabra o del grupo fónico son sílabas átonas o
no acentuadas y las vocales de sus núcleos silábicos se denominan, igual que
su sílaba, VOCALESNOACENTUADASO·TONAS: OR-DE NA- dór, EL ME-sí-AS, ár-BO-LES,
CON PER-dón, CONS-TI-TU-ción.

1.2. Tipos de sílabas

En español, según las consonantes y vocales que entren en combinación


tenemos cuatro tipos fundamentales de sílabas:
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 259

1. Las compuestas por una sola vocal: ! LA / LA () LA. La vocal es a la vez
núcleo y margen. Se formula así: 6
2. Las compuestas por una consonante o dos consonantes seguidas de
una vocal. Es decir, un núcleo precedido de un margen prenuclear. Se
suele formular así #6: PRI -! CLA 6/ 3/ PLO
Estos dos primeros tipos conforman el grupo de las llamadas SÁLABAS
ABIERTAS, mientras que los dos tipos siguientes son las SÁLABASCERRADASOSÁLA
BASTRABADAS.
3. El tercer tipo está constituido por un núcleo seguido de un margen
postnuclear o implosivo. Se formula como 6#: !, MA %3 TO )3 LE ÅO
4. Por último tenemos la formulación #6# que señala a la sílaba consti-
tuida por un núcleo vocálico precedido y seguido de sus respectivos
márgenes explosivo e implosivo: PRI -!2 CLA 6!2 CRO -/3.
A lo largo del estudio de los segmentos o fonemas, hemos ido viendo los
desequilibrios que provoca el margen silábico postnuclear o implosivo. Veía-
mos que sólo algunas consonantes pueden aparecer como márgenes implosi-
vos, las representadas con las grafías D L M N R S Z JEsta posición implo-
siva es débil fonéticamente y conlleva multitud de pérdidas de fonemas y de
asimilaciones a otros sonidos.

1.3. Reglas para segmentar sílabas o silabicar


En el tema 7 tenemos descritas algunas características de la sílaba en
español. Ahora ampliaremos los contenidos sobre la división silábica del
español y mostraremos las reglas para su correcta delimitación.
En posición inicial de palabra no hay muchos problemas para delimitar
la sílaba: el fonema o fonemas consonánticos que preceden a una vocal for-
man con ésta una sílaba y constituyen el margen silábico prenuclear o explo-
sivo. En la posición inicial de palabra pueden aparecer todos los fonemas del
sistema fonológico español, excepto /r/.
Tampoco es difícil delimitar el margen postnuclear cuando nos encontra-
mos al final de la palabra: el fonema o fonemas consonánticos finales de pala-
bra forman sílaba con la vocal anterior.
Pero cuando nos encontramos en posición interior de palabra son más
complejos los criterios para delimitar o segmentar sílabas. Es fácil silabicar
cuando entre las dos vocales sólo existe un fonema consonántico: la conso-
nante es siempre el margen prenuclear de la segunda vocal: CE PA MA LO LI
MA CA LO RÁ A CA RRI TO CA RI TA, etc. Pero cuando son más de uno los fonemas
que aparecen entre las vocales nos encontramos con algunas dudas para sila-
bicar. ¿Dónde poner el límite cuando nos encontramos con un conjunto como
este: VCCCV? Alarcos (1995: 40) resuelve la silabicación con estos criterios
que se aplican a la palabra RESPLANDOR: res-plan-dor.
260 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

1. Cuando las consonantes están entre vocales, forman margen prenu-


clear el fonema o fonemas susceptibles de aparecer a principio de pala-
bra.
2. El fonema o fonemas precedentes son el margen postnuclear de la otra
sílaba.
Quilis (1997: 1968) establece las siguientes reglas:
1. Cuando dos consonantes se encuentran entre dos vocales silabicare-
mos así:
A) Los grupos de consonantes compuestos por bilabiales o labiales o
velares más consonante líquida y los compuestos por consonante
dental más vibrante forman una unidad inseparable:
1) /pr/ /br/, /pl/, /bl/:/a-prís-ko/, /á-bro/, /a-e-ro-plá-no/, /a-bláN-do/.
2) /fr/, /fl/: /re-fré-no/, /a-fli-xí-do/.
3) /gr/, /gl/, /kr/, /kl/: /koN-grí-to/, /eN-glo-báR/, /ó-kre/, /re-klá-mo/.
4) /dr/, /tr/: /eN-drí-na/, /iNs-tru-méN-to/.
El caso de /tl/ es polimórfico: el español peninsular lo silabica
como /aD-lé-ti-co/, /áD-las/ y en Hispanoamérica y en Canarias
se silabica como /a-tlé-ta/, /á-tlas/.
B) Cualquier otro grupo de consonantes se comporta así: la primera
consonante cierra la sílaba inmediatamente anterior y la segunda
consonante será el margen prenuclear de la sílaba siguiente:
/aB-súR-do/, /aG-nós-ti-ko/, /kueN-tís-ta/.
2. Cuando son tres o más las consonantes que se encuentran entre las dos
vocales hay que tener presente lo siguiente:
A) Permanecerá inseparable el grupo de consonante más líquida que
aparezca al final de la posible sílaba: /iN-pró-pio/, /eN-plé-o/, /es-tre-
no/, /es-grí-ma/.
B) Permanecerá inseparable el grupo que sea /ns/, /ds/, /bs/: /koNs-tru-
íR/, /aDs-kri-bíR/, /oBs-tru-íR/.
3. El contacto entre dos vocales no altas origina dos sílabas distintas: /a-
e-ro-puéR-to/, /pe-le-á-mos/ /le-é-mos/.
4. Cuando hay contacto entre una vocal no cerrada /a/, /o/, /e/ con una
vocal cerrada /i/, /u/, o de una vocal cerrada /i/, /u/ con una no cerrada
/a/, /o/, /e/ se forma una misma sílaba, a no ser que, por excepción, lo
que se forme sea un hiato:/ai-re-ár/, /bué-no/, /eu-ló-xio/, /pa-riéN-te/.
5. Cuando se ponen en contacto una vocal no cerrada /a/, /o/, /e/ y otra
cerrada /í/, /ú/ tónicas se originan dos sílabas: /ba-í-a/, /o-í-do/, /sa-ú-ko/.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 261

1.4. Algunas estadísticas sobre las sílabas

Han sido varios los lingüistas que han hecho recuentos en la estructura
silábica del español. Guerra(1983:19) nos da los siguientes datos:
V: 10%
VC: 8%
CV: 56%
CVC 22%
CCV: 3%
El mínimo porcentaje que queda lo asumen los esquemas: VCC, CVCC,
CCVC, CCVCC.
Se observa que el 70% de los esquemas silábicos en español corresponde
a los de sílabas abiertas. El autor nos da a conocer que entre las 20 sílabas
más frecuentes de la lengua del siglo XX, las sílabas /a/ /de/ /ke/ aparecen cada
una entre el 3% y el 4% de todas las posibles ocurrencias. /la/, /el/, /i/ tienen
más del 2% de ocurrencias; /se/, /do/, /ta/, /eN/, /no/ aparecen entre el 1, 5% y
el 2%; menos del 1, 5% están /es/ /te/, /ka/, /ra/, /to/, /ko/, /na/, /ba/, /da/ (Gue-
rra, 1983:15).

1.5. Los sonidos homólogos y la cantidad

Hay un rasgo característico de las lenguas románicas que es la capacidad


que tienen de permitir, a sus hablantes, concatenar las palabras en la secuen-
cia hablada. Es una característica que confiere a su base de articulación el
adjetivo de fluida, a la vez que se genera un esquema rítmico que etiqueta a
estas lenguas como lenguas de RITMOSIL·BICO. Las lenguas sajonas y germáni-
cas tienen en su base articulatoria la tendencia contraria, o sea la tendencia a
establecer fronteras entre las palabras mediante golpes de glotis, aspiracio-
nes, junturas, ensordecimientos y otros rasgos fonéticos que las convierten
en lenguas DERITMOACENTUAL.
En el español se usa el rasgo fonético de duración o cantidad para la rea-
lización de sonidos homólogos en contacto: vocales o consonantes iguales
entre sí. No hay que confundir la ampliación en la duración de los sonidos
con la característica fonética de geminación, cual es el caso, por ejemplo, del
italiano «pelle». En español no existe la geminación; los sonidos son norma-
les o algo más largos, lo que se transcribe con dos puntos tras el símbolo
fonético correspondiente [:]. Usaremos este rasgo [:] solamente en la trans-
cripción fonética, nunca en la transcripción fonológica, porque la cantidad
no es fonológicamente pertinente en español. Hacer este tipo de transcrip-
ción no es obligatoria en lo que conocemos como transcripción fonética
ancha, que es la que usamos en este curso. Así que cuando se juntan en el
262 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

habla dos vocales iguales en frontera de palabras se suelen realizar con estas
soluciones:
1. Realización larga y tónica cuando:
A) Ambas vocales en contacto en la frontera de palabras son tónicas
como en MAM· HADICHO , COMIÆ OTRAFRUTA . [mɑ̃má:dítʃo],
[komió:tra frúta].
B) La primera es átona y la segunda es tónica, como en EXPLICAREMOS
SUUSO [esplikarémos sú:so].
2. En los demás casos no se señala el rasgo fonético de cantidad, sino que
se señala la unión con un arco que enlaza ambos sonidos --
Cuando son consonantes en contacto, solamente muestran tendencia a
realizarse largos los sonidos resultantes del contacto de dos [n] o de dos [l],
como en el caso de «acción natural legal» [aγθión:aturál:eγál].
Pero, repetimos que en este curso es potestativo señalar la duración en la
transcripción fonética, porque hacemos una transcripción fonética denomi-
nada transcripción fonética ancha y en este tipo de transcripción fonética no
es necesario resolver los problemas de la cantidad.

2. EL RASGO PROSÓDICO ACENTO


2.1. Los esquemas acentuales en español
El español no es una lengua de acento fijo como lo es el francés, lengua
que exige que el acento esté siempre en la última sílaba de las palabras. El
español posee un acento libre, lo que significa que el acento puede estar en
cualquier sílaba de la palabra; la posición está condicionada en la mayoría de
las ocasiones por el origen latino de ese término ya sea cultismo o no. En
español contamos con estos tres esquemas acentuales:
1. /XÁTONOS: ADIÆS  CARACOL -ADRID ; el acento se encuentra en la sílaba
final de la palabra a la que llamamos AGUDA.
2. 0AROXÁTONOS: HABITO  ALCALDE HERMANO C·RCEL ; el acento aparece en la
penúltima sílaba, siendo la palabra una palabra LLANA
3. 0ROPAROXÁTONOS: H·BITO  ·RBOLES ESPL½NDIDO , DÁGASELO  AGU·NTASELO;
ahora el acento se sitúa más allá de la penúltima sílaba (antepenúltima
o ante-antepenúltima) y la palabra se llama ESDRËJULAOSOBRESDRËJULA

2.2. Funciones del acento


La presencia del acento hace que contrasten palabras acentuadas e ina-
centuadas a lo largo de la cadena hablada, ayudando a producir un determi-
nado ritmo en el habla y coadyuvando a generar la línea melódica de la ento-
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 263

nación. A su vez, el prosodema acento es capaz de ejercer dos tipos de fun-


ciones lingüísticas:
1. La FUNCIÆN DISTINTIVA produce significados distintos y aparece por el
cambio de la posición del acento en la palabra. Podemos distinguir así
H·BITO, de HABITO y de HABITÆ; SECRETARIA de SECRETARÁA; ALEGRE de ALEGR½, etc.
2. La FUNCIÆNCULMINATIVA se produce al agrupar alrededor de una unidad
central otras unidades no acentuadas y por ello carentes de autonomía
generándose así un SIRREMA, o sea, una unidad sintáctica intermedia
entre la palabra y la frase que se caracteriza por que no puede haber
pausa entre las palabras que la componen. (Quilis, 1993: 468).
En el grupo fónico YPARAQUELOQUEEXPLICAMOSSEENTIENDA se agrupa en
torno a la sílaba /ká/ de EXPLICAMOS todo lo anterior, formando el SIRREMA: Y
PARAQUELOQUEEXPLICAMOS... Alrededor de la sílaba /tién/ se aglutina SEENTIEN
DA, generándose así este segundo sirrema.

Los sirremas

Los sirremas son característicos de las lenguas románicas porque éstas, a


diferencia de las sajonas o germánicas, muestran una gran capacidad de unión,
de enlace entre las palabras dentro de la cadena hablada. El ritmo de habla de
las lenguas románicas es más entrelazado, más fluido, menos cortante.
No debería existir pausa entre las siguientes partes de la oración porque
forman un sirrema:
1. El artículo y el sustantivo, porque el artículo es, a fin de cuentas, un
morfema que ayuda a distinguir el género y el número del sustantivo:
LANIÅA LASSÁNTESIS ELDOGMA
2. El adjetivo con su sustantivo; o el sustantivo con su adjetivo: LANIÅA
HERMOSALAMAGNÁFICASÁNTESISELDOGMACRISTIANO
3. El sustantivo y sus complementos determinativos: LANIÅADEMISOJOS
LASÁNTESISDELMITOELDOGMADELACRISTIANDAD
4. Los pronombres átonos y los elementos que los acompañan, antepues-
tos o postpuestos. En ocasiones, hasta la misma Ortografía lo exige:
DILEQUESECAMBIEDILEQUESELOCOMATODOSIENTONOPOD½RTELODECIR
5. Las preposiciones y las conjunciones con los términos que introducen:
ELGATOCONBOTASMEGUSTAQUEHABLESESPAÅOLUNPUENTESOBRELAMAR
BRAVÁAMEGUSTASCUANDOGRITASYCUANDONOCONTESTAS
6. Los tiempos compuestos de los verbos y los elementos de las perífrasis
verbales: .ODEBERÁADEHABERHABLADO.OTENÁASQUEHABERLODICHO
7. El adverbio con el verbo o adjetivo o adverbio que le acompañan: ,OS
M·SAUSTEROSJINETESCABALGABANVELOZMENTE
264 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

2.3. Algunas estadísticas sobre la acentuación en español


Quilis (1993: 401 y sig.) presenta los resultados de un estudio sobre la fre-
cuencia de los esquemas acentuales en español en una muestra de habla de
unas 20.000 palabras:
1. De estas 20.000 palabras el 28% son monosílabas, el 42% son bisílabas,
el 20% son trisílabas y el 7% son palabras de cuatro sílabas; el resto de
palabras con un máximo de 8 sílabas constituyen el 3%.
2. Son palabras tónicas el 63%, y son palabras átonas el 37%. De estas
palabras átonas el 90% son monosílabas y el resto bisílabas.
3. Los esquemas acentuales por orden descendente de frecuencia, sin
contar las palabras monosílabas, son:
1.º paroxítonos 79%
2.º oxítonos 18%
3.º proparoxítonos 3%
Como vemos, el ritmo de habla en español está dominado por palabras
llanas; es un ritmo paroxítono.

2.4. Palabras tónicas o acentuadas y palabras átonas


o no acentuadas
Cuando pronunciamos aisladamente una palabra cualquiera damos más
intensidad a una sílaba, es decir, todas las palabras llevan acento si se pro-
nuncian aisladamente y solamente un acento. Pero cuando la palabra no se
pronuncia aislada de las demás, sino que se integra en la cadena hablada
observamos variaciones acentuales a lo largo de las frases emitidas: unas
palabras llevan sílabas tónicas y otras no las llevan.
Siguiendo a Quilis (1997: 71 y sig.) establecemos esta regla general: llevan
acento las partes de la oración con carga significativa léxica: SUSTANTIVOS
ADJETIVOS VERBOS ADVERBIOS. También lo llevan muchos PRONOMBRES y algunas
CONJUNCIONES. Las demás palabras son átonas.

Palabras que llevan acento fónico

1. Los sustantivos, los adjetivos, los verbos, aunque sean auxiliares, y los
adverbios llevan siempre acento: /algúna kása/, /kualkiéR kása gráN
de/, / ésta kása gráNde aRdió i fué demolída/, / ésa kása gráNde aRdió
i será demolída maána/.
Como puede verse, también llevan acento los adjetivos llamados pre-
sentadores: indefinidos, numerales, posesivos y algunas formas de los
demostrativos.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 265

2. También llevan acento los pronombres.


A) Los personales excepto los átonos (LE LALOS  etc.): /tú dirás/, /éʎa i
bosótras diréis/.
B) Los pronombres posesivos: /ésta kása á sído mía/.
C) Los pronombre demostrativos:/ése nó sábe/.
D) Los pronombres indefinidos: /nádie lo tiéne/.
E) Los numerales ordinales y cardinales: /dós palábras/, /la priméra és
agúda /.
Ahora bien, en los compuestos numerales el primer elemento no
lleva acento /dos míl/, / treiNta i trés/ /bixesimokuáRto/.
F) Las formas interrogativas de los pronombres: /ké kuéNtas/, /beámos
kuáNto sábes/, / te diré kómo transkribíR/.
G) El pronombre relativo /kuál/, a no ser que tenga un valor modal,
como en la frase /le trató kual ladróN/.
3. Se acentúa el artículo indeterminado: /únas kásas/, /úN fonéma/. Se
acentúa SEGËN tanto cuando es preposición como cuando es adverbio:
/segúN él nó beNdrá/, /segúN me díθes nó beNdrá/.
4. Llevan acento las siguientes conjunciones:
A) De entre las disyuntivas llevan acento ORA  YA BIEN /á léa o estú
die/.
B) Lleva acento la concesiva ASÁlo aré así me ar uíne/.
C) Lleva acento la conjunción temporal APENAS: /apénas ábla/.
D) Llevan acento las conjunciones compuestas adversativas: /koN
tódo/, /fuéra de/, /nó oBstáNte/. Las compuestas consecutivas /así
ke/, /eN eféGto/, /poR koNsigiéNte/, /poR táNto/. Las compuestas
temporales: /aúN nó/, /después ke/, /eN táNto ke/, /luégo ke/, /nó
biéN/, /á ke/. Las compuestas condicionales: /a nó séR ke/, /koN tál
ke/, /dádo ke/. Las compuestas concesivas /a pesáR de ke/, /mál ke/,
/por más ke/, /á ke/.
5. Los adverbios acabados en -MENTEllevan dos acentos fonéticos /buéna-
méNte/, /apasionádaméNte/,

Palabras que no llevan acento fónico

1. El artículo determinado: /los líbros/


2. Las preposiciones (excepto SEGËN: /estúdio para sabéR/
3. Las conjunciones átonas son:
266 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

A) Las disyuntivas /o/, /u/.


B) La conjunción QUE en cualquier función que tenga.
C) Las adversativas /auNque/, /mas/, /pero/, /sino/
D) Las causales /komo/, /porke/, /pues/, /pues ke/, /puesto ke/, /supues
to ke/.
E) Las consecutivas /konke/, /luego/, /pues/.
F) La condicional /si/.
G) Las concesivas /auN/, /auNke/, /kuaNdo/.
4. Los pronombres personales llamados átonos y la forma SE, pronombre
o no: /se lo díxe/.
5. Los adjetivos posesivos apocopados o no: /su plúma/, /mi gáto/, /sus
líbros/ y los de varios poseedores: /nuestro/, /nuestros/, /buestra/, /bues
tras/. Su acentuación se considera un rasgo dialectal del habla castella-
no-leonesa: [ésta és mí kása], [irémos a nwéstra kása], [el mí maríðo].
6. Los pronombres relativos /ke/, /kieN/, /kuo/ con sus flexiones corres-
pondientes.
7. Las formas /donde/, /komo/, /kuaNdo/, /kuaNto/ no interrogativas ni
exclamativas.
8. No se acentúa el primer elemento de los sintagmas vocativos: /óla Ø|
bueN óNbreØ|/, / nó témas Ø| eRmosa míaØ| |/, /peRdóN Ø| kerido amí
goØ| |/, /béNga Ø| | seorita páki Ø| |/.
9. Los términos de tratamiento: /doN pédro/, /seora xuána/, /frai eskó
ba/, /saNto tomás/, /saN lúkas/.
10. El primer elemento de las palabras compuestas: /guaRdia θibíl/,
/bokamáNga/, /katʃipór a/ y de sintagmas compuestos: /xose maría/,
/ispanoamerikáno/, /luis eNr íke/. Pero estos sintagmas sí que se acen-
túan ortográficamente al ser palabras separadas: *OS½-ARÁA.
11. Algunas palabras son átonas o tónicas dependiendo de la función sin-
táctica que desempeñen. Veamos algunos ejemplos:
— /aun/ es átona en función preposicional: NO TENGONIAUNPARA
COMEREs tónica en su función adverbial; /aúN nó se kóme/.
— /luego/ es átono en función consecutiva /luego nó éNtres/ y tónico
en función temporal /luégo iré/.
— /mas/ es átono cuando es adversativo y tónico cuando es adverbio
de cantidad /más kósas/.
— /medio/ es átono en lexías compuestas /medio óNbre/ y tónico en
su función de adjetivo /média lúna/.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 267

— /menos/ es átono cuando es un nexo de relación /dós menos kuáR-


to/ y tónico cuando es adverbio de cantidad /kómo ménos ke tú/
— /mieNtras/ es átono en función de nexo de relación /mieNtras léa/,
y tónico en su función adverbial /miéNtras leeré/.

2.5. Variaciones fonéticas del acento

En los medios de comunicación y en boca de hablantes cultos con afecta-


ción, se están produciendo continuamente cambios acentuales que algunos
pueden confundir con el acento llamado enfático o de insistencia.
El acento ENF·TICO se manifiesta con un segundo acento en la palabra o
con un refuerzo en el acento normativo correspondiente: [sói r ésponsáβle]
cuando se quiere poner de relieve alguna parte de una frase o palabra. Pero
no es normativo hablar siempre enfatizando:[ se lo βójá deθír baxo mí r es-
pónsaβíliðáð ≠| porke dó soi r ésponsáβle ≠ ðé mis áktosØ| |].
Estas constantes rupturas acentuales ya no se deben al énfasis, sino a la
afectación en el hablar, al mal gusto. Estamos ante un desplazamiento no
normativo del acento, que incide sobre la palabra y sobre la curva melódica
de la frase distorsionando el ritmo de elocución normativo.

3. LA ENTONACIÓN

3.1. Importancia lingüística de la entonación

Cuando en la secuencia hablada no hay presencia del prosodema entona-


ción, o su utilización no está ajustada a la norma del idioma correspondien-
te, puede reducirse peligrosamente la cantidad de información que se pre-
tende transmitir en forma de signo lingüístico.
También el texto escrito exige la presencia de la entonación, siendo los
signos de puntuación los responsables de la representación de los rasgos
entonativos del habla.
Todos estamos convencidos de que la entonación, la melodía del habla
tiene un particular valor informativo: la entonación parece añadir al conteni-
do del mensaje algo que no está en la carga semántica del significado indivi-
dual de las palabras ni en las relaciones gramaticales que se establecen entre
dichas palabras.
Para un lingüista, la entonación es un signo lingüístico (tiene expresión y
contenido) que se superpone al enunciado y que puede y debe ser descrita en
términos de categorías funcionales. «El signo del enunciado es la asociación
de un contorno o curva melódica con un significado que llamamos modali-
dad» dice Alarcos (1994: 50).
268 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

3.2. Entonemas y tonemas

El hecho de que la entonación sea considerada difícil de describir se debe


a su carácter esencialmente hablado. Pero hay otra razón más profunda aún
y es que para describirla tenemos que integrarla en todos los niveles de la len-
gua: un enunciado con su estructura gramatical dada exige la presencia y el
análisis de unos esquemas determinados de entonación.
En resumen, cuando hablamos de entonación, hablamos de un conjunto
de funciones lingüísticas, sociolingüísticas y expresivas que se ejercen sobre
los enunciados orales o escritos mediante unidades fonológicas entonativas
(entonemas y tonemas) que se manifiestan mediante unos determinados
índices acústicos y articulatorios. Estos índices (el tono, la duración y la
intensidad) se combinan entre sí de modo tal que se producen unos interva-
los de tono y unos ritmos de habla conformados en modelos o patrones ento-
nativos o grupos de ENTONEMAS.
Los rasgos articulatorios y acústicos que se manifiestan en la entonación
son los mismos que los que se manifiestan en el acento, pero se combinan en
distinta proporción, siendo el más importante de ellos el tono: variación en el
tiempo de la vibración de las cuerdas vocales (tono fundamental). Lo que nos
hace percibir la sensación de melodía, de «música natural», es el cambio
constante de la frecuencia de vibración de las cuerdas vocales a lo largo del
tiempo de emisión del enunciado. En esa variación sólo interesa la relación
con los tonos sucesivos (más agudos o más graves que el anterior), o sea el
intervalo: 1 para la subida del tono en relación con el tono anterior y 0 para
la bajada del tono en relación con el tono anterior
Pero lo verdaderamente pertinente de la curva de entonación o entonema
es el tipo de intervalo ascendente o descendente que se produce al final del
grupo fónico. Esta inflexión ascendente o descendente se denomina TONEMA
ASCENDENTEy TONEMADESCENDENTE y se transcribe con una flecha hacia arriba o
hacia abajo, respectivamente: ≠ Ø. En la tradición fonética española al tonema
descendente se le llama CADENCIA y al ascendente se le llama ANTICADENCIA
Representar los fonemas y alófonos de nuestra lengua no tiene mucha
dificultad porque funcionamos con la memoria quinésica de su articulación.
En cambio, en la entonación no vale la memoria del movimiento de los órga-
nos articulatorios: la articulación de la entonación no interesa a los órganos
de las cavidades supraglóticas; sólo podemos conservar la memoria de la
melodía en sí misma y de los tonemas.
Señalan los psicólogos de la percepción que los hablantes adquieren gra-
dualmente una representación de la altura de los sonidos típicos de una len-
gua y hay una influencia común sobre la percepción de esos entonemas y
patrones melódicos. Estos modelos se van adquiriendo desde la niñez más
temprana mediante un continuo proceso de aprendizaje; se quedan en la
memoria y van siendo utilizados poco a poco para ajustar a ellos la entona-
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 269

ción de la propia expresión hablada y para interpretar y evaluar la entonación


del habla de los demás miembros de su comunidad lingüística.
El hablante va captando la entonación familiar, la regional, la de los
medios de comunicación o la de la gente con la que se relaciona; se va acos-
tumbrando a esos modelos y lo que en un principio pudiera resultar compli-
cado, al final el hablante lo memoriza y lo asume como propio, si hay volun-
tad de que así suceda.
Los entonemas del español, que presentaremos a lo largo de la explica-
ción, son entidades perceptuales esquematizadas en una serie de patrones de
entonación representados con líneas rectas. Estas líneas rectas se apoyan
sobre la materia física de la entonación: la sucesión de subidas y bajadas de
tonos, pero integrando sus valores más importantes y resaltando la parte
final, que es lo verdaderamente pertinente en la entonación. Pero antes expli-
caremos en su conjunto las unidades entonativas del español.

3.3. Las unidades fonológicas de la entonación


Podemos distinguir para el español las siguientes cuatro unidades fono-
lógicas de entonación: PAUSA TONEMA GRUPOFÆNICO ENTONEMA.
1. Entendemos por PAUSAla ausencia de emisión de voz mientras habla-
mos o el silencio que existe al principio de comenzar a hablar. Puede
ser larga y se señala con dos rayas verticales | | o corta y se señala con
una raya vertical |.
En un estudio llevado a cabo por el autor de este texto sobre 1.100 pausas
producidas en la lectura de un texto de cinco minutos de duración por diez
personas, se determina que una pausa larga suele durar de medio segundo en
adelante y está unida a los signos de puntuación llamados mayores: punto y
coma, punto, interrogación, admiración, puntos suspensivos. En estos casos
las razones lingüísticas de la duración de la pausa se doblegan a la necesidad
de respirar que el hablante tiene.
Las pausas cortas suelen ser por lo general inferiores a medio segundo.
Cuando esa pausa se señala en el texto escrito con una coma, en ese caso su
duración en el habla o en la lectura hablada suele estar entre medio segundo
y un cuarto de segundo.
Cuando la pausa no es necesario que vaya asociada a ningún signo de
puntuación que delimite el entonema, sino solamente a la presencia de un
tonema obligado por razones gramaticales: presencia de verbo, inversión de
subordinación... , su duración oscila entre 1 y 2 décimas de segundo. Estas
pausas cortas son a veces imperceptibles para el hablante, que sólo se da
cuenta de la existencia del tonema.
2. 'RUPOFÆNICO: Se entiende por grupo fónico LAPORCIÆNDEDISCURSOCOM
PRENDIDA ENTREDOSPAUSAS . Es una definición aceptada por todos los
lingüistas que se han dedicado al estudio de la entonación.
270 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

En la frase [1] ¿*URADECIRLAVERDAD TODALAVERDADYNADAM·SQUELAVER


DAD3Á LOJUROTenemos cuatro grupos fónicos:
1.º [2] ¿JURADECIRLAVERDAD
2.º [3] TODALAVERDADYNADAM·SQUELAVERDAD
3.º [4] 3Á
4.º [5] LOJURO
Pero también podríamos emitir esta frase sin pausas en la pregunta, con
lo que tendríamos un solo grupo fónico: [A] ¿*URADECIRLAVERDAD TODALAVER
DADYNADAM·SQUELAVERDAD
O podemos emitir la secuencia con pausas después de la coma y antes de
la conjunción y, por lo que contaríamos con cinco grupos fónicos:
1.º [6] ¿JURADECIRLAVERDAD
2.º [7] TODALAVERDAD
3.º [8] YNADAM·SQUELAVERDAD
4.º [9] 3Á
5.º [10] LOJURO
En la ruptura de la cadena hablada mediante pausas ha de tenerse muy
presente la existencia de sirremas y evitar romper el bloque sintagmático que
representan, como expusimos arriba.
Los datos que nos ofrece nuestro estudio sobre 1.100 grupos fónicos es el
siguiente. Es difícil encontrar grupos fónicos de más de 30 sílabas, ya que el
hablante necesita tomar respiración. El 40% de los grupos fónicos analizados
tienen entre 5 y 10 sílabas; el 35% son grupos fónicos de 3 a 4 sílabas y de 11
a 16 sílabas.
Si nos fijamos en las sílabas tónicas vemos que el 80% de los grupos fóni-
cos producidos tienen entre una y cuatro sílabas tónicas.

3. Entendemos por TONEMAELINTERVALODETONOASCENDENTEODESCENDENTE


QUESEPRODUCEALFINALDEUNENTONEMA.
Como ya hemos dicho arriba, si la inflexión del tono es ascendente se pro-
duce un TONEMAASCENDENTE llamado también ANTICADENCIA. Si la inflexión del
tono es descendente se produce un TONEMADESCENDENTE al que llamamos tam-
bién CADENCIA. Los tonemas se transcriben con una flecha hacia arriba cuan-
do es ascendente ≠ o hacia abajo cuando es descendente Ø.
Ejemplo: 6IENE z6IENE /biéneØ/ /biéne≠/
En casi todas las lenguas occidentales un tonema descendente se inter-
preta como existencia de sentido completo y un tonema ascendente se inter-
preta como falta de sentido completo en el enunciado, el oyente espera más
comunicación de su interlocutor.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 271

4. El ENTONEMA (que otros autores denominan GRUPO DEENTONACIÆN se


puede definir como LAPORCIÆNDEDISCURSOCONENTIDADSINT·CTICACOM
PRENDIDAENTREDOSPAUSAS OENTREDOSTONEMASOENTREPAUSAYTONEMA
OENTRETONEMAYPAUSA
En el ejemplo [A] tenemos con toda seguridad tres entonemas porque nos
encontramos obligatoriamente con tres tonemas, haya o no pausas intermedias.
En español el sintagma nominal sujeto o el sintagma nominal comple-
mento cuando está situado antes del verbo, suelen formar un entonema por-
que aparecerá necesariamente una inflexión y puede aparecer una pausa:
[11] AUNQUELAMONA≠ SEVISTADESEDAMONASEQUEDAØ|
[12] ELNIÅODELOSOJOSVERDES≠ SELLAMA,UISØ|.
[13] SINOLOVEO≠ NOLOCREOØ|
Hay autores que admiten la existencia de otra unidad más, que sería la
quinta, a la que denominan niveles tonales o REGISTROS. Aunque algunos de
esos autores llegan a distinguir hasta siete niveles tonales o registros, se suele
admitir sin discusión tres: un REGISTRONORMAL señalado con un , un REGISTRO
AGUDO señalado con un /3/ y un REGISTRO GRAVE que se suele marcar con un
/1/. La línea melódica y el ENTONEMA se moverían en torno a estos tres REGISTROS
/1/ /2/ /3/.
Lo que haremos en nuestras explicaciones será señalar que el tono ascien-
de o desciende en relación con el tono de la sílaba anterior y lo aplicaremos
sólo a la parte final de los entonemas, que son los TONEMAS. Si en algún
momento hacemos referencia a un registro lo determinaremos siempre en
relación con otro registro y será o más agudo o más grave que el nivel de refe-
rencia. Por ejemplo, es cierto que la línea melódica de la exclamación se desa-
rrolla en un registro más agudo que la línea de otras modalidades como la
duda, o la afirmación, aunque en realidad contengan los mismos tipos de
tonemas y entonemas:
Los enunciados [14]_.OPUEDESERÐ y [15] .OPUEDESERtienen ambos una
línea de entonación, un entonema similar, con la diferencia de que en [14] su
entonema se desarrolla en un registro superior, más agudo en altura tonal
que el registro en el que se desarrolla el enunciado afirmativo [15].
[14] /nó puéde séR Ø| |/ [15] /nó puéde séR Ø| |/.

3.4. Los modelos entonativos del español


Quilis (1997: 76 y sig.) hace una útil descripción de la entonación en espa-
ñol que seguiremos en aras de la claridad.
Según este autor, podemos definir la entonación como «la función lin-
güísticamente significativa, socialmente representativa e individualmente ex-
presiva de la frecuencia del fundamental (o tono) en el nivel de la oración».
272 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

La mejor manera de estudiar los modelos entonativos es seguir las fun-


ciones lingüísticas de la entonación señalada por los entonemas alrededor de
las funciones lingüísticas que desarrolla la entonación.

3.4.1. Función distintiva de la entonación

Esta función aparece cuando al conmutar un tonema ascendente con otro


descendente el discurso, el enunciado cambia de sentido. Se crean dos ento-
nemas distintos.
La primera distinción aparece entre un enunciado afirmativo (tonema
descendente) y otro interrogativo (tonema ascendente). O sea, en las frases
enunciativas el tono desciende desde el último acento del grupo fónico hasta
el final de la frase; mientras que en las frases interrogativas el tono asciende
desde el último acento hasta el final del grupo fónico.

[16] .OPUEDESER [17] z.OPUEDESER: [16] [17]


Cuando el enunciado es INTERROGATIVO ABSOLUTO [17], se supone que el
hablante espera una respuesta; esto se interpreta como que el enunciado está
inconcluso y exige un tonema ascendente.
Ahora bien, si el peso significativo del enunciado interrogativo se
reparte entre el tonema y una unidad gramatical como son los pronombres
interrogativos nos encontramos con el ENUNCIADOINTERROGATIVOPRONOMINAL.
En este caso, la existencia de la unidad léxica hace que el tonema no fun-
cione, que sea indiferente la entonación ascendente o descendente del
entonema:
[18] zCÆMOTELLAMAS? /kómo te ʎámas Ø| |/
[19] zCU·NDOVIENE /kuáNdo biéne ≠| |/
[20=zDEQU½TEQUEJAS /de ké te kéxas Ø| |/
[21] zQUI½NTEHAHERIDO /kiéN te á erído Ø| |/

3.4.2. Función delimitadora de la entonación

Esta función es muy rentable y su propósito es el siguiente: permite seg-


mentar el discurso en distintos grupos fónicos y entonativos dependiendo de
su estructura sintáctica. Cuando hablamos no solemos hablar por palabras
aisladas sino por sintagmas; el enunciado tiene una doble estructura, la gra-
matical y la entonativa.
1. La función delimitadora puede generar diferencias de significado en la
frase, en cuyo caso nos hallamos ante la función DELIMITADORADISTINTI
VA. Y se da en enunciados en los que el contraste entre los diversos
entonemas es significativo, como sucede en los siguientes casos:
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 273

A) Distingue oraciones de relativo explicativas [22] de las especificati-


vas [23] y adjetivaciones explicativas [24] y especificativas [25]:
[22] LOSALUMNOS QUESABENESPAÅOL APROVECHANLACLASEDEINGL½S
/los alúNnos Ø| ke sábeN español ≠| aprobétʃaN la kláse de iNglés Ø| |/
[23] LOSALUMNOSQUESABENESPAÅOLAPROVECHANLACLASEDEINGL½S
/los alúNnos ke sábeN español ≠| aprobétʃaN la kláse de iNglés Ø| |/
Se distinguen ambos enunciados por la presencia obligatoria de
tonema seguido o no de pausa en la frase explicativa [22] tras ALUM
NOS frente a la no presencia de tonema en la especificativa [23] tras
ALUMNOSEn el caso de las adjetivaciones sucede lo mismo:
[24] LOSALUMNOS RESPONSABLES DECIDIERONESTUDIAR
/los alúNnos Ø| r espoNsábles ≠| deqidiéroN estudiáR Ø| |/
[25]LOSALUMNOSRESPONSABLESDECIDIERONESTUDIAR
/los alúNnos r espoNsábles ≠ deqidiéroN estudiáR Ø| |/
B) Distingue enunciados de estilo directo [26] de enunciados de estilo
indirecto [27] cuando no varía el modo del verbo de la oración
subordinada:
[26] !RMANDOPREGUNTAzDÆNDEEST·,A#IBELES
/aRmáNdo pregúNtaØ| | dóNde está la θibéles ≠| |/
[27] !RMANDOPREGUNTADÆNDEEST·,A#IBELES
/aRmáNdo pregúNta ≠dóNde está la θibéles Ø| |/
C) Distingue la presencia de vocativo [28] de donde no lo hay [27],
[26]:
[28] !RMANDO PREGUNTADÆNDEEST·,A#IBELES
/aRmáNdo Ø| pregúNta ≠dóNde está la qibéles Ø| |/
Esta es una función muy rentable y aparece en innumerables oca-
siones. Quilis (1993: 437) nos ofrece más ejemplos de enunciados que
presentan distinto sentido dependiendo de la estructura entonativa:
.OQUIEROCOMER.O QUIEROCOMER
%NCONTR½LACASAQUEMADAENCONTR½LACASA QUEMADA
%STAESMISOBRINA,UCÁA%STAESMISOBRINA ,UCÁA
9ONOQUIEROMORIRJOVENYONOQUIEROMORIR JOVEN
En todos estos ejemplos se observa que la presencia de un tonema
ascendente o descendente asociado a una pausa que señalamos gráfica-
mente con una coma, distingue los enunciados puestos en segunda posi-
ción de los primeros, que se emiten sin hacer pausa y con presencia exclu-
siva de tonemas ascendentes.
274 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

2. La FUNCIÆNDELIMITADORANOSIGNIFICATIVA aparece en innumerables oca-


siones y resulta imprescindible para la correcta interpretación de cual-
quier mensaje. El contraste entre los entonemas no es distintivo, pero
si no seguimos las normas entonativas al emitir los mensajes, sucede
que introducimos tanto ruido en ese mensaje que obligamos al inter-
locutor a hacer un esfuerzo adicional para entendernos.
La función delimitadora no distintiva se da, por ejemplo, en las enu-
meraciones, en los enunciados parentéticos, en las coordinaciones, en
las subordinaciones.
A) En las enumeraciones distinguimos las enumeraciones incomple-
tas [29] de las completas [30]. Donde observamos que la frase [29]
presenta todos los tonemas descendentes y la [30] presenta un
patrón entonativo diferente para cada una de ellas:
[29] 0LATEROESPEQUEÅO PELUDO SUAVE
/platéro és pekéo Ø| pelúdo Ø| suábe Ø| |/
[30] ESEBURROESPEQUEÅO PELUDOYSUAVE
/ése búro és pekéo Ø| pelúdo ≠ i suábe Ø| |/
[31] ,AREFORMAUNIVERSITARIA YCOMOESTALADELAENSEÅANZAENGENE
RAL EST·ENLASUNIVERSIDADES NOENEL0ARLAMENTO(Ganivet)
B) El enunciado parentético |Ø .. YCOMOESTALADELAENSEÅANZAENGENE
RAL ≠| se tiene que distinguir del resto del enunciado por la presen-
cia, al principio del enunciado, de una pausa con tonema descen-
dente seguida de otra pausa con tonema ascendente al final del
enunciado.
C) La coordinación por yuxtaposición de... EST· ENLASUNIVERSIDADES
/NOENEL0ARLAMENTO/ exige con mayor frecuencia la presencia de un
tonema descendente con su pausa opcional que delimite ambos
miembros yuxtapuestos.
D) [32] !LLEERLAPALABRAPLAN HAYYAQUIENSEFIGURAQUEVOYADESENVAI
NARUNPROYECTODELEY...
Esta frase presenta una subordinación temporal con inversión del
orden normal de la frase que se admite que es el de sujeto- verbo-
complemento:[33] AL LEERLAPALABRAPLAN HAYYAQUIENSEFIGURA
Aparece a su vez una subordinación de complemento directo [34]
HAYYAQUIENSEFIGURAQUEVOYADESENVAINARUNPROYECTODELEYque sí
que está en el orden correcto, o sea, después de la oración principal.
Pues bien, la función delimitadora de la entonación exige la pre-
sencia de un tonema ascendente, generalmente con pausa, delante
del verbo principal HAY para delimitar la oración subordinada tem-
poral invertida [34]
ALLEERLAPALABRAPLAN HAYYAQUIENSEFIGURA
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 275

/al leéR la palábra pláN ≠| | ái á kieN se figúra ≠| |/


En cambio es optativa la presencia de tonema o de pausa para deli-
mitar ambos sintagmas oracionales en la segunda frase [35]
HAYYAQUIENSEFIGURAQUEVOYADESENVAINARUNPROYECTODELEY
/ái á kieN se figúra ≠| ke bói a deseNbaináR úN proéGto de léi ≠|

3.4.3. La función expresiva y la función sociolingüística


de la entonación

La función expresiva es una de las más representativas, porque la ento-


nación es el vehículo más importante para ejercer esta función. La pregunta
de cortesía, la exclamación, la duda, el deseo, el mandato imperativo, el man-
dato de cortesía, el desprecio  y muchas otras modalidades oracionales es
necesario expresarlas usando el léxico y la entonación. El hablante nativo ha
aprendido desde pequeño a expresar estos matices utilizando patrones ento-
nativos específicos.
Faltan muchos estudios para poder establecer categorías fonológicas que
nos permitan entender el proceso de la función expresiva de la entonación.
Desde el punto de vista sociolingüístico, la entonación funciona de tal
modo que aporta información relacionada con las características sociales del
hablante: sexo, edad, carácter, registro de habla (formal, familiar, vulgar),
grado de cultura. Y también nos proporciona mucha información sobre el
origen geográfico del hablante: andaluces, aragoneses, argentinos, canarios,
castellanos, catalanes, gallegos, mexicanos, navarros, norteamericanos, vene-
zolanos, vascos, alemanes o franceses.
Los entonemas y los patrones entonativos que hemos presentado en este
tema se basan en la entonación más general de la Península, pero hay
muchas normas entonativas a lo largo y ancho del extenso dominio del espa-
ñol. Aunque eso sí, en todas esas normas se mantienen los mismos rasgos dis-
tintivos en los entonemas, que oponen un enunciado afirmativo a otro inte-
rrogativo, una oración explicativa a otra especificativa, un vocativo a su
ausencia.
276 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN
1. Silabique las siguientes palabras e indique con una C las sílabas cerra-
das y con una A las abiertas. 0LACENTERO RENCOR RENACUAJO SANTIGͽIS
Ejemplo: pron - to = C- A

2. Subraye las consonantes cuya utilización como finales de palabra o


de sílaba no sean tradicionales en la historia fonética del español: p d
l t ch r j m c s
3. ¿Todos los fonemas del español pueden aparecer a principio de palabra?

4. ¿En Hispanoamérica, se suele silabicar la palabra ATLETA así: a-tle-ta?


5. Señale las sílabas que están mal silabicadas en las siguientes palabras:

san-ti-gü-é-is, an-sel-mo, tráns-i-to, gran-a-de-ro, ru-in-dad, hui-a


6. Señale las sílabas que están mal silabicadas en las siguientes palabras

in-qui-e-to, hi-er-ba, abs-o-lu-to, abs- tra-cción

7. En los suprasegmentos, los índices articulatorios como el tono, y la


intensidad:

A) Aparecen en distinto grado de importancia


B) Aparecen o no aparecen, sin consideraciones de grado

8. El hecho de que el español sea un idioma de acento libre se debe:

A) Al origen latino de las palabras de nuestra lengua


B) Al uso que hacen los hablantes, sin considerar la etimología
C) A la normativa de la Real Academia Española

9. Señale la frase verdadera y la frase falsa.

Oxítono equivale a agudo


Proparoxítono equivale a llano
Paroxítono equivale a esdrújulo

10. En español hay más palabras tónicas que átonas.

11. El ritmo en español es un ritmo paroxítono.

12. La palabra SEGËN sea preposición o sea adverbio se acentúa siempre


fonéticamente.

13. La entonación es un signo lingüístico.


FONOLOGÍA Y FONÉTICA 277

RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN


1. La silabicación de estas palabras es

pla-cen-te-ro A-C-A-A
ren-cor C-C
re-na-cua-jo A-A-A-A
san-ti-guéis C-A-C

2. Las consonantes que hay que subrayar son: p, d, t, ch, m, c

3. La frase es falsa porque /r/ no puede aparecer en ese contorno de prin-


cipio de palabra.

4. Es verdad.

5. La silabicación acertada es: san-ti-güéis, an-sel-mo, trán-si-to, gra-na-


de-ro, ruin-dad, hu-í-a.

6. La silabicación acertada es: in-quie-to, hier-ba, ab-so-lu-to, abs-trac-


ción.

7. La respuesta correcta es la A. Por eso es tan complejo el estableci-


miento y descripción de los patrones entonativos y sus correlatos
acústicos correspondientes.

8. La respuesta correcta es la A. El origen latino de la mayor parte de las


palabras españolas y la evolución desde un acento latino con base en
la duración y en la intensidad hacia un acento romance basado en el
tono y la intensidad son razones que explican el acento libre del espa-
ñol.

9. La contestación es: Verdadero, Falso, Falso.

10. La afirmación es verdadera

11. La afirmación es verdadera

12. La palabra «según» ya sea adverbio o ya sea preposición, siempre


lleva acento fonético.

13. La afirmación es verdadera. La entonación tiene las características


del signo lingüístico: una expresión basada en los tres parámetros de
tono, intensidad y duración y un contenido lingüístico que va desde la
afirmación a la duda o desde marcar el final del sintagma sujeto hasta
señalar una inversión de sintagma.
ACTIVIDADES PARA LOS TEMAS 7 AL 12

1. TRANSCRIPCIÓN

La transcripción es una actividad que todo alumno deberá dominar.


La transcripción puede ser fonológica y fonética y aunque la transcrip-
ción se hace de lengua hablada, las características especiales del curso obli-
gan a utilizar la lengua escrita.
La transcripción fonológica consiste en señalar los fonemas que corres-
pondan a las grafías con las que está representada la cadena hablada, o a la
misma cadena hablada. En español no hay dificultades para transcribir fono-
lógicamente los textos orales o escritos; como sabemos, contamos con un
idioma de escritura muy fonológica debido a la tradición de «escribir como
se habla» que ha estado presente a lo largo de la historia de nuestra lengua.
El alumno, a la hora de hacer la transcripción fonológica, deberá prestar
atención a los siguientes aspectos:
1. Se hace transcripción aislada, palabra por palabra, respetando los
espacios gráficos.
2. Debe tener en cuenta los contornos silábicos que provocan las neutra-
lizaciones, tanto en nasales como en vibrantes, como en oclusivas.
3. Deberá poner el acento prosódico a la palabra que le corresponda nor-
mativamente.
4. Deberá tener presentes los entonemas y las pausas que exijan los sig-
nos de puntuación y la función demarcativa de la entonación.
En la transcripción fonética debemos observar los contornos fonéticos
que se producen en la sílaba, en la palabra y en el contacto de la sílaba final
de palabra con la sílaba principio de la siguiente palabra; de este modo
podremos asignar el alófono que exige la distribución complementaria.
En este curso daremos más importancia a las variantes o alófonos que
nacen de una distribución complementaria que a los que son variaciones geo-
280 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

gráficas o socioculturales, porque exigimos que el alumno conozca bien la


fonética normativa del español.
Por supuesto que el alumno deberá conocer algunas de las variantes
sociales o geográficas más importantes, como son el yeísmo o el seseo, o cier-
tas realizaciones de las consonantes en posición implosiva, pero esto sólo
cuando así se pida que se transcriba o se describa. Por lo general, la tans-
cripción fonética es la normativa y el alumno deberá considerar lo expuesto
arriba para la transcripción fonológica y añadir los siguientes aspectos:
1. La resolución de los archifonemas y de la posición implosiva de /l/
2. La solución del margen silábico de las vocales en secuencia.
3. El contorno fonético de las oclusivas sonoras, de // y de /r / tanto den-
tro de la palabra como entre palabras
4. Los contornos nasales de las vocales
5. La solución de vocales iguales en contacto y de la conjunción Y. No se
preocupe en demasía por los procesos de sinalefa, porque ya hemos
dicho que las reglas no son sistemáticas. No obstante, si señala la
unión de las palabras, deberá ser consecuente con la producción de
diptongos.
A continuación comentaremos algunos ejemplos de transcripción fonoló-
gica y fonética. Recuerde que debe utilizar los símbolos fonológicos y fonéti-
cos del Alfabeto fonético Internacional (AFI, en ingés IPA: International Pho-
netic Alphabet).
.OOSSANTIGͽIS GRITABAELALCALDEDESPU½SDEVERMOVERSEELCAMPANARIO .
/nó os saNtiguéis Ø| gritába el alkálde ≠| después de béR mobéRse el kaN-
panárioØ||/
Aprecie el archifonema nasal en SANTIGͽIS y en CAMPANARIO y cómo la dié-
resis está señalada con el fonema /u/. La coma se señala con la pausa simple
y se genera un entonema descendente. Se ha optado por generar una pausa
simple antes de DESPU½S. La grafía V corresponde al fonema /b/.
[nó os saņtiγwéis Ø| gritáβael alkálde ≠| despwés ðe βér moβérseel
kampanárjo Ø||]
Hay que observar:
— las soluciones dental y bilabial del archifonema /N/
— /g/ en SANTIGͽIS es fricativa, pero /g/ de GRITABA no porque va detrás de
pausa.
— Por las mismas razones /d/ es oclusiva excepto tras DESPU½S, que es fri-
cativa.
— Las realizaciones de /b/ son fricativas, porque así lo exige el contorno.
Y lo mismo sucede con las realizaciones de /l/, que son alveolares.
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 281

— el triptongo de la secuencia /uéi/ tiene su solución apropiada. Lo


mismo sucede con el diptongo de la secuencia /io/ y de la secuencia /ué/
%STOY LEYENDODOSEXCELENTESNOVELASUNADEELLASESi%SPLENDORENLA
HIERBAw
/estói leéNdo ≠| dós eGsθeléNtes nobélas Ø| / úna de éʎas és espleNdóR
eN la éRbaØ||/
Dense cuenta de los siguientes aspectos:
— la solución entonativa de los dos puntos y de las comillas.
— el fonema // de hiE
— la solución normativa de la grafía X
— los archifonemas nasales y vibrantes.
[estói leéņdo ðós eγsθeléņtes noβélas Ø| ũ´ na de éʎas és espleņdór en la
érβaØ||]
Resaltamos:
— las soluciones cultas de los archifonemas nasales, velares y vibrantes.
/Gs/ podríamos haberlo resuelto fonéticamente con sólo [s]: [esθeléņ-
tes]
— la nasalización de /ú/ por exigirlo el contorno fonético
— la solución normativa de LL sin yeísmo. Pero podría haber sido resuel-
ta con yeísmo // ya que el proceso fonológico está generalizado.

2. DEFINICIÓN DE FONEMAS Y ALÓFONOS


Otra actividad que deberá realizar es la de definir los fonemas y los alófo-
nos.
Consiste esta actividad en «llamar por su nombre y apellidos articulato-
rios» a los distintos fonemas y alófonos del español.
Definir fonemas y alófonos por sus características articulatorias ha de
hacerse siguiendo un orden establecido, como hemos explicado en el tema 8.
El orden en el que deben ir los rasgos articulatorios es:
1. Modo de articulación
2. Lugar de articulación
3. Acción de las cuerdas vocales
4. Acción del velo del paladar
Cuando se define un fonema han de utilizarse sólo los rasgos distintivos
pertinentes, como así lo hemos señalado en el tema 8. Al describir cada fone-
282 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

ma, lo que hemos hecho es definirlo, y así puede verse a lo largo de los temas
9, 10 y 11: el «nombre y apellidos» están señalados en letra cursiva.

Por ejemplo /l/ es un fonema LÁQUIDO  LATERAL ALVEOLAR ; no es necesario


añadir el rasgo sonoro porque todos los fonemas líquidos son sonoros y no
pueden oponerse por ese rasgo. En cambio, el alófono [l] será un sonido
LÁQUIDO LATERAL ALVEOLAR SONORO alófono de /l/; y el sonido [l] será un sonido
LÁQUIDO  LATERAL LINGUODENTAL SONORO , alófono de /l/. No podemos hablar de
sonido consonántico o de fonema consonántico, porque los líquidos tienen
la característica acústica de tener, a la vez, rasgos vocálicos y rasgos conso-
nánticos.

Otro ejemplo: /b/ es un fonema CONSON·NTICO  OCLUSIVO BILABIALSONORO .


Debemos señalar la sonoridad como rasgo distintivo pertinente porque de
este modo podemos oponerlo a /p/, que es un fonema CONSON·NTICO OCLUSIVO
BILABIAL SORDO. Pero no es necesario para la fonología el rasgo oral o nasal
(acción del velo del paladar) porque entre ellos no se oponen por ese rasgo al
haber decidido no considerar oclusivos a los fonemas nasales. Así que /m/
será definido como fonema consonántico, nasal, bilabial y no haremos refe-
rencia alguna a la oclusión porque es, a la vez, momentáneo e interrupto, ni
a la sonoridad porque todos los fonemas nasales son sonoros.

Por su parte [β] es un sonido CONSON·NTICO FRICATIVO BILABIAL SONORO ORAL


ALÆFONO de /b/; y definiremos a [m] como sonido CONSON·NTICO CONTINUO IN
TERRUPTO BILABIAL SONORO NASAL ALÆFONOde /m/.

Los sonidos y fonemas vocálicos siguen el mismo sistema, pero debere-


mos añadir en su caracterización el rasgo suprasegmental del acento y defi-
nirlos como ·TONOS o como TÆNICOS.

/o/ será un fonema VOC·LICO MEDIO POSTERIOR ·TONO; mientras que /ó/ será
un fonema VOC·LICO MEDIO POSTERIOR TÆNICO. Fíjese en que no hemos señala-
do la sonoridad, porque no es necesario fonológicamente señalar este rasgo
ya que todas las vocales son sonoras, es un rasgo redundante. Tampoco intro-
duciremos en la definición fonológica el rasgo oral o nasal porque es un rasgo
fonético, no es fonológico, no genera distintos significados.

Desde la fonética [o] es un sonido VOC·LICO MEDIO POSTERIOR SONORO ORAL


·TONO ALÆFONOde /o/ y [ũ] es un sonido VOC·LICO ALTO POSTERIOR SONORO NASAL
·TONO ALÆFONOde /u/.

También deberemos tener en consideración el influjo de la distribución


en la sílaba de las secuencias vocálicas, por lo que [w] será un sonido SEMI
CONSON·NTICO ALTO POSTERIOR SONORO ORAL ·TONO ALÆFONOde /u/ y [u
] se defini-
rá como un sonido SEMIVOC·LICO ALTO POSTERIOR SONORO ORAL ·TONO ALÆFONOde
/u/.

Como en este curso no hemos utilizado los rasgos acústicos en la des-


cripción, tampoco los utilizaremos para su definición. Ahora bien, esto no
FONOLOGÍA Y FONÉTICA 283

implica que no seamos capaces de aplicar la matriz de rasgos que hay en cada
tema. Y, dado que el lugar de articulación está íntimamente ligado a los ras-
gos acústicos de GRAVEAGUDO y de DENSODIFUSO, el alumno podrá entender sin
dificultades si se escribe que /o/ es grave, que [i] es agudo y difuso; que /m/ y
/k/ son graves o que [n] es agudo y difuso, como lo es también [ð]. Pero estos
rasgos no deberán introducirlos, por el momento, en la definición.
TERCERA PARTE
GRAMÁTICA: NIVEL MORFOSINTÁCTICO
Ángeles Estévez Rodríguez
PRESENTACIÓN

Una vez que ya conoce la historia de nuestra lengua y el nivel fónico, en


este apartado, dedicado al nivel morfosintáctico (temas 13 al 19) pretende-
mos que usted complete su formación gramatical y haga un uso correcto de
la lengua española. Dichos temas contienen una serie de cuestiones funda-
mentales que deben estudiarse con detenimiento, pues le serán muy útiles
en su carrera de filología y también en la vida cotidiana. Para ello, le servi-
rá de ayuda el manual %JERCICIOSDEGRAM·TICAYDEEXPRESIÆN (Con nociones
teóricas). Conviene que repase la ortografía: reglas de acentuación, con las
últimas reformas de la Real Academia de la Lengua, puntuación, impropie-
dades léxicas, etc. Estas cuestiones las encontrará en dicho libro en las
páginas 561 a 753.
Todos los temas se completan con un gran número de ejercicios específi-
cos con sus soluciones.
Creemos que le resultará fácil el aprendizaje de esta materia con el estu-
dio de estas explicaciones y el libro %JERCICIOS DE arriba citado. Además,
cuenta también con los profesores de su Centro asociado y, por supuesto, con
nosotros, el equipo de esta asignatura, para ayudarle.
Sus conocimientos los puede seguir ampliando con la bibliografía reco-
mendada.
Tema 13
UNIDADES DE LA GRAMÁTICA. CLASES
DE PALABRAS Y FORMACIÓN DE PALABRAS
(Gómez Manzano, P. et alii, capítulo I, págs. 5-11 y 30-31
y capítulo III, págs. 505-559)

1. Unidades de la gramática: palabra (morfema); sintagma y oración.


El análisis morfológico, sintagmático y sintáctico
2. Clases de palabras: sustantivo, adjetivo, artículo, pronombre, verbo,
adverbio, preposición y conjunción
3. Estructura de la palabra: el lexema, los morfemas, el tema
4. La formación de palabras en español: derivación y composición
5. Segmentación de la palabra
El objetivo de este tema es introducir al alumno en el reconocimiento de
las categorías gramaticales, para que en los temas siguientes sepa asignarles
las funciones adecuadas dentro del análisis sintagmático y sintáctico. Es
importante que sepa reconocer la estructura de la palabra y su segmentación;
asimismo, debe saber distinguir entre una palabra simple, derivada y com-
puesta. Por ejemplo, ROJOS, ROJIZOS y ROJIBLANCO son palabras simples, derivada
y compuesta, respectivamente.
Tema 14
EL SINTAGMA Y LA ORACIÓN
(Gómez Manzano, P. et alii, capítulo I, págs. 11-42
y capítulo II, págs. 43-47 y 185-195)

1. El sintagma. Sintagma nominal, sintagma adjetival, sintagma adverbial


y sintagma verbal
2. La oración. Oración simple, oración compleja y oración compuesta.
Oraciones pasivas
1. EL SINTAGMA. SINTAGMA NOMINAL,
SINTAGMA ADJETIVAL, SINTAGMA ADVERBIAL
Y SINTAGMA VERBAL
En la primera parte de este tema, Vd. debe clasificar los distintos tipos de
sintagmas y analizar su estructura y función. Este estudio servirá para ir des-
pejando el camino hacia la función de los sintagmas dentro de la oración.
Proponemos un modelo con el ejemplo siguiente:
%LPISOESTABAPOCOCUIDADOYBASTANTELEJOSDELAPLAYA
SN SV

núcleo SAdj SAdv

det.núcleo modif. núcleo modif. núcleo ady. (SP)

transp. SN

det. núcleo

art. sust. verbo adv. adj. adv. adv. prep.art. sust.

La función de estos sintagmas en la oración es el análisis sintáctico:


%LPISOESTABAPOCOCUIDADOYBASTANTELEJOSDELAPLAYA
SN-suj. SAdj-atributo SAdv-CC de lugar

Es importante que se fije en los adyacentes del núcleo, especialmente en


aquellos que tienen estructura de oración; es decir, de oración subordinada
adjetiva o sustantiva, pues, aunque se verán más adelante, este es el momen-
to de estudiar detenidamente las distintas realizaciones que puede tener un
adyacente del SN. Ejemplificamos:
%Lpájaro QUECANTABA
ady. (or. sub. adjetiva)

%Ldeseo DEQUEESTUDI½IS
ady. (or. sub. sustantiva)

En los ejercicios del Manual encontrará un gran apoyo; págs. 32-42.


296 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

2. LA ORACIÓN. ORACIÓN SIMPLE, ORACIÓN COMPLEJA


Y ORACIÓN COMPUESTA. ORACIONES PASIVAS
Una oración es simple cuando en su estructura aparece un solo verbo:
!NTONIOESCRIBEPOESÁA
or. simple

En otros libros, las oraciones complejas y compuestas se denominan


COMPUESTAS, pues se basan en que tanto en las oraciones complejas como en
las compuestas hay más de un verbo.
Oración compleja es la que contiene en su interior otra oración con una
relación de dependencia, de subordinante-subordinado. La subordinada
puede depender de un verbo principal, de una oración principal o, en función
de adyacente, del núcleo de un SN, de un SAdj o de un SAdv, como se verá
más adelante:
-ANUELSUGIRIÆQUESIEMPREHUBIERATRESPROFESORESENELAULADEEXAMEN
or. compleja

La oración compuesta está formada por dos o más oraciones que no guar-
dan entre sí relación de dependencia sintáctica aunque, en conjunto, sí tienen
un sentido unitario. En la oración compuesta no hay transpositores. Como
oraciones compuestas se clasifican las oraciones coordinadas y las yuxta-
puestas, que se estudiarán más adelante:
-Š ,UISAFIRMALOSCERTIFICADOSY-IGUELRECOGELOSEX·MENES
or. compuesta (2 oraciones coordinadas)

-Š ,UISAFIRMALOSCERTIFICADOS -IGUELRECOGELOSEX·MENES


or. compuesta (2 oraciones yuxtapuestas)

Las oraciones de contenido pasivo se caracterizan porque su sujeto es


paciente, recibe la acción de un verbo transitivo en forma pasiva:
%LBARCOFUEDESTRUIDOPORELTEMPORAL
sujeto paciente

El SN ELTEMPORAL, precedido de la preposición POR (SP), se llama comple-


mento agente; que, en la oración de contenido activo, es el sujeto agente:
%LTEMPORALDESTRUYÆELBARCO
sujeto CD

En las páginas 185-195 del Manual, encontrará otras estructuras pasivas.


Tema 15
LAS FUNCIONES SINTÁCTICAS I:
SUJETO, COMPLEMENTO DIRECTO
Y COMPLEMENTO INDIRECTO.
ORACIONES SUBORDINADAS SUSTANTIVAS I
(Gómez Manzano, P. et alii, capítulo II, págs. 47-64,
65-85, 87-103, 233-261, 263-289 y 291-301,
respectivamente)

1. La función sujeto. Oraciones impersonales. Formas de realización


2. Oraciones subordinadas sustantivas en función de sujeto
3. La función CD. Oraciones reflexivas y recíprocas. Formas de realización
4. Oraciones subordinadas sustantivas en función de CD
5. La función CI. Formas de realización
6. Oraciones subordinadas sustantivas en función de CI
Bajo este epígrafe se incluyen varios temas del Manual. La función sujeto
y la función de dos complementos argumentales del verbo: CD y CI. Es
importante que estudie con profundidad el análisis sintáctico de la oración
simple, porque de este modo no le será dificultoso reconocer que una función
oracional la puede realizar un sintagma o una oración. Después, una vez que
ha reconocido esa función oracional, la oración subordinada, su estructura,
se analiza como si fuera una oración simple.
Le recomendamos que haga los ejercicios de todos los temas.
Tema 16
LAS FUNCIONES SINTÁCTICAS II
COMPLEMENTO DE RÉGIMEN PREPOSICIONAL,
COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL,
ATRIBUTO Y COMPLEMENTO PREDICATIVO.
COMPLEMENTOS DE UN NÚCLEO NO VERBAL.
ORACIONES SUBORDINADAS SUSTANTIVAS II
(Gómez Manzano, P. et alii, capítulo II, págs. 105-122,
123-139, 141-166, 167-184, 353-386, 303-316,
317-331, 333-342, 343-352, respectivamente)

1. La función complemento de régimen preposicional (suplemento).


Formas de realización
2. Oraciones subordinadas sustantivas en función de complemento de
régimen preposicional
3. La función complemento circunstancial. Formas de realización
4. Oraciones subordinadas sustantivas en función de complemento
circunstancial
5. La función atributo. Formas de realización
6. Oraciones subordinadas sustantivas en función de atributo
7. La función complemento predicativo. Formas de realización
8. Oraciones subordinadas sustantivas en función de complemento pre-
dicativo
302 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

9. Complementos de un núcleo no verbal. Formas de realización


10. Oraciones subordinadas sustantivas en función de adyacente de
un núcleo nominal en un sintagma nominal
11. Oraciones subordinadas sustantivas en función de adyacente de un
núcleo adjetival en un sintagma adjetival
12. Oraciones subordinadas sustantivas en función de adyacente de
un núcleo adverbial en un sintagma adverbial
Del 9 al 12 hemos incluido unas oraciones que se caracterizan porque no
están subordinadas directamente a un núcleo verbal, sino a un núcleo nomi-
nal (SN), adjetival (SAdj), o adverbial (SAdv); funcionan como adyacente o
complemento del nombre, del adjetivo o del adverbio, respectivamente. Ade-
más, van introducidas por una preposición (la más utilizada es de) y por la
conjunción que. Si el verbo va en infinitivo, la conjunción desaparece. En las
páginas 353 a 386 del Manual, encontrará una explicación detallada de la
estructura y funcionamiento de estas oraciones y ejemplos con distintas pre-
posiciones y transpositores; así como la posibilidad de distintos análisis en
las subordinadas adyacentes de un núcleo adverbial, según se consideren
adverbios o «locuciones conjuntivas». Ahora, adelantamos algunos ejemplos:
%LLOSTENÁANLAseguridad DEQUESUSAMIGOSLESAYUDARÁAN
or. sub. sust. en función de adyacente
(compl. del nombre)

CD (SN)

%LLOSESTABANseguros DEQUESUSAMIGOSLESAYUDARÁAN
or. sub. sust. en función de adyacente
(compl. del adjetivo)

atributo (SAdj)

%LLOSSEFUERONseguros DEQUESUSAMIGOSLESAYUDARÁAN
or. sub. sust. en función de adyacente
(compl. del adjetivo)

compl. predicativo (SAdj)

%LLOSSEIR·Ndespués DEQUESUSAMIGOSLESAYUDEN
or. sub. sust. en función de adyacente
(compl. del adverbio)

CC (SAdv)
304 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Si consideramos DESPU½SDEQUE como una «locución conjuntiva», el aná-


lisis es así:
%LLOSSEIR·Ndespués de que SUSAMIGOSLESAYUDEN
CC (or. sub. adv. de tiempo)
Tema 17
LAS ORACIONES SUBORDINADAS ADJETIVAS.
CONSECUTIVAS. COMPARATIVAS
(Gómez Manzano, P. et alii, capítulo II, págs. 387-405
y 453-467, respectivamente)

1. Oraciones subordinadas adjetivas. El antecedente


2. Clases de oraciones subordinadas adjetivas: especificativas y expli-
cativas
3. Formas y usos de los pronombres, adjetivos y adverbios relativos
4. Oraciones subordinadas adjetivas con el verbo en infinitivo
5. Oraciones subordinadas consecutivas
6. Los intensificadores
7. Las oraciones subordinadas comparativas
8. Tipos de oraciones subordinadas comparativas
Solo consideramos oraciones subordinadas consecutivas a las intensivas.
Las no intensivas las agrupamos en las oraciones coordinadas, en la oración
compuesta (tema 19).
Ejemplificamos el esbozo del tema 17 para que Vd. amplíe por el Manual.
#OMPR½LANOVELAQUEMERECOMENDASTE
antecedente

CD (SN)

det. núcleo adyacente (or. sub. adjetiva)

Tenía tanto trabajo que se agotó en tres días


CD (SN)

intensif. núcleo adyacente (or. sub. consecutiva)

Era tan trabajador que nunca protestaba


atributo (SAdj)

intensif. núcleo adyacente (or. sub. consecutiva)

%LTAXISTALLEGÆTANR·PIDOQUENOESTABAPREPARADA
CC de modo (SAdv)

intensif. núcleo adyacente (or. sub. consecutiva)

!CUDIERONTANTOSQUENOHABÁASITIOPARATODOS
sujeto (SN)

núcleo adyacente (or. sub. consecutiva)


intensif.
,LOVIÆTANTOQUESUSPENDIERONELCONCIERTO
CC de cantidad (SAdv)
núcleo adyacente (or. sub. consecutiva)
intensif.
308 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

#ANTATANBIEN QUEMEENAMORA
CC de modo (SAdv)

adyacente (or. sub. consecutiva)

Observe cómo las oraciones subordinadas comparativas suelen tener el


verbo elidido cuando este es el mismo que el de la oración principal; así como
los demás elementos aparecidos en la primera oración:
4IENEM·SAMIGOSQUETIENES TËAMIGOS
CD (SN)

cuantif. núcleo adyacente (or. sub. comparativa)

%LLAESTANSIMP·TICACOMOSUPADRE
atributo (SAdj)

cuantif. núcleo adyacente (or. sub. comparativa)

4ËCOMESM·SDESPACIOQUEYO
CC de modo (SAdv)

cuantif. núcleo adyacente (or. sub. comparativa)

¤LESCRIBEM·SQUENOSOTROS
CC de cantidad (SAdv)

núcleo adyacente (or. sub. comparativa)


cuantif.

%LLAESTUDIATANTOCOMOSUHERMANO
CC de cantidad (SAdv)

núcleo adyacente (or. sub. comparativa)


cuantif.
Tema 18
LAS ORACIONES SUBORDINADAS
ADVERBIALES PROPIAS E IMPROPIAS
(Gómez Manzano, P. et alii, capítulo II, págs. 407-452)

1. Oraciones subordinadas adverbiales temporales


2. Oraciones subordinadas adverbiales de lugar
3. Oraciones subordinadas adverbiales de modo
4. Oraciones subordinadas causales
5. Oraciones subordinadas finales
6. Oraciones subordinadas concesivas
7. Oraciones subordinadas condicionales
Agrupamos en este tema las oraciones subordinadas que funcionan como
complemento circunstancial del verbo principal o como modificador o adya-
cente oracional. Algunas admiten la sustitución por un adverbio; son las llama-
das ADVERBIALES PROPIAS, que son de tiempo, lugar y modo. En cambio, otras no
admiten dicha sustitución; se denominan ADVERBIALESIMPROPIAS, que, en fun-
ción de su contenido semántico, serán causales, finales, concesivas y condicio-
nales. Respecto a las subordinadas concesivas y condicionales, consideramos
que funcionan en la oración compleja como adyacente oracional, es decir,
modifican a toda la oración —a la que llamamos ORACIÆNPRINCIPAL— y no solo
al verbo principal de la oración compleja. Las oraciones subordinadas adver-
biales propias e impropias están detalladamente explicadas en el Manual.
#UANDOENTREGUESUEXAMEN MUESTRESUCARN½Æ -UESTRESUCARN½ENTONCES
CC (or. sub. adv. de tiempo)

%LLIBROEST·DONDETËLODEJASTE Æ %LLIBRO eST·ALLÁ.


CC (or. sub. adv. de lugar)

2EDACTARONLOSCERTIFICADOSCOMO½LINDICÆÆ 2EDACTARONLOSCERTIFICADOSASÁ.
CC (or. sub. adv. de modo)

"EBIÆAGUAPORQUETENÁASED
CC (or. sub. causal)

,LAMAALHOTELPARAQUEHAGANLARESERVA
CC (or. sub. final)

!UNQUETIENECOCHE VIAJAENAUTOBËS
Ady. o modif. oracional
(or. sub. concesiva)

3IVIENE-ARTA SALËDALA
Ady. o modif. oracional
(or. sub. condicional)
Tema 19
LA ORACIÓN COMPUESTA.
ORACIONES YUXTAPUESTAS. ORACIONES COORDINADAS
(Gómez Manzano, P. et alii, capítulo II, págs. 469-503)

1. Oraciones yuxtapuestas. Caracterización


2. Yuxtaposición y coordinación: paralelismos
3. El signo «dos puntos» como marca de yuxtaposición
4. Otras estructuras yuxtapuestas
5. Oraciones coordinadas. Caracterización
6. Clases de oraciones coordinadas: copulativas, disyuntivas, adversativas
y consecutivas
En el tema 14, hemos definido lo que entendemos por oración compues-
ta frente a oración compleja. En la oración compuesta hemos incluido las
oraciones coordinadas y, dentro de estas, como un subgrupo, las oraciones
yuxtapuestas.
Las oraciones yuxtapuestas se caracterizan porque se relacionan asindé-
ticamente, sin ningún tipo de nexo. Generalmente, van separadas por coma o
punto y coma o punto:
"LANCAHACELOSEJERCICIOS ,AURAPINTAUN·RBOL
or. compuesta (2 oraciones yuxtapuestas)

%LAÅOPASADOFUERONA0ARÁSESTEVERANOIR·NA,ONDRES
or. compuesta (2 oraciones yuxtapuestas)

A veces, debajo de la estructura asindética subyace una relación coordi-


nada o subordinada, según sea el nexo que sustituya a la pausa (coma, punto
y coma, etc.). Por ejemplo:
1) 3ABEESPAÅOL TIENECARN½DECONDUCIR.
3ABEESPAÅOLYTIENECARN½DECONDUCIR.
2) !YERNOREGASTEISLASPLANTAS%ST·NSECAS.
!YERNOREGASTEISLASPLANTAS PUESPORQUEEST·NSECAS.
Así, en 1) hay coordinación copulativa y en 2), subordinación causal.
En el Manual, págs. 474-476, encontrará otros signos y estructuras como
marcas de yuxtaposición.
La oración compuesta coordinada es aquella que está formada por dos o
más oraciones contiguas que desempeñan la misma función y tienen el
mismo nivel jerárquico; también, deben darse ciertas condiciones de homo-
geneidad semántica, porque si no es así se generaría una construcción ina-
ceptable ya que una oración coordinada no es simplemente unir oraciones
316 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

simples, independientes. De este modo, la siguiente oración, aunque grama-


ticalmente es correcta, es inaceptable:
*%LCONDUCTORFRENÆBRUSCAMENTEYMIHIJAVIVEENUNAPLAZA.
Formalmente, los nexos, los coordinadores (y, o, pero, conque, luego, etc.)
nos servirán para el reconocimiento del tipo de coordinada. La única función
que tienen estos es la de servir de nexo entre los miembros coordinados.
De acuerdo con el sentido que exprese y el tipo de nexo, se distinguen cua-
tro clases de oraciones coordinadas: copulativas, disyuntivas, adversativas y
consecutivas.
Las oraciones coordinadas copulativas expresan, en general, adición o
asociación compatible, como hemos visto anteriormente. Los nexos o coor-
dinadores son y (o e), ni:
4ËORDENASLAHABITACIÆNYYOPREPAROELDESAYUNO
or. coordinada 1 coord. or. coordinada 2

suj. predicado (SV) suj. predicado (SV)

núcleo CD (SN) núcleo CD (SN)

det. núcleo det. núcleo

3UNUEVOTRABAJOCONTIENECANCIONESNUEVASEINCLUYETEMASANTERIORES
or. coordinada 1 coord. or. coordinada 2

El coordinador ni aparece en oraciones negativas:


%LLANIVIVENIDEJAVIVIR
or. coordinada 1 coord. or. coordinada 2

.OLOMIRÆNILOSALUDÆ
or. coordinada 1 coord. or. coordinada 2

Las oraciones coordinadas disyuntivas expresan alternancia, que puede


ser excluyente o no excluyente. El nexo o coordinador más general es o (o u):
z'UISASOFRIEGASLOSPLATOS
%LLOSLODIJERONOLOINSINUARON
%STAMAÅANA ARREGLASELJARDÁNUORDENASTUHABITACIÆN
Las oraciones coordinadas adversativas son las que expresan oposición,
contrariedad. Los nexos o coordinadores más comunes son pero y mas (de
poco uso) para señalar oposición parcial (restrictiva) y sino (que) para indi-
car oposición total (excluyente). Estas oraciones presentan pausa antes del
coordinador, que en la escritura se refleja en la coma:
3OLICITÆLAPLAZA PERONOFUEADMITIDO
%STUDIÆ MASNOTUVOSUERTE
GRAMÁTICA: NIVEL MORFOSINTÁCTICO 317

El coordinador sino que exige que la oración coordinada precedente sea


negativa:
3UIDEANOFUEMALA SINOQUENOSUPOEXPLICARLA.
A veces, aunque (transpositor de valor concesivo) puede ser variante de
pero si admite su sustitución:
¤LTIENEMIEDO AUNQUEPEROLOOCULTA
No sería posible esta sustitución si aunque estuviera situado al principio
y el verbo fuera en subjuntivo:
!UNQUE
PEROLOOCULTE ½LTIENEMIEDO.
Las oraciones coordinadas consecutivas van unidas por coordinadores
que sirven para unificar los significados de las dos oraciones. Los coordina-
dores son: conque, luego, así (es) que, etc. :
(ASPEDIDOUNPOSTRE CONQUECÆMETELO
9AESTAMOSTODOS LUEGODILANOTICIA
%ST·SCONVOCADA ASÁQUEACUDE
En el Manual puede estudiar la coordinación de sintagmas, pues aquí, en
estos breves comentarios, nos hemos ceñido a la coordinación de oraciones.
También verá otros valores de los coordinadores y otras estructuras.
CUARTA PARTE
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO
Emilia V. Enríquez Carrasco
PRESENTACIÓN

Nos centraremos ahora en el estudio del nivel semántico del español. Es


decir, el nivel que se ocupa del estudio científico DELSIGNIFICADO. Sin embargo,
al enfrentarnos a la descripción del nivel semántico de una lengua, no lo
haremos, como se verá, desde la misma perspectiva que lo hemos hecho en
los demás niveles de análisis lingüístico: el fónico, el morfológico o el sintác-
tico. Y la diferencia es clave y radica en el propio desarrollo de los estudios
lingüísticos: mientras que en los demás niveles de análisis las unidades en las
que basamos el estudio están claras y bien determinadas por la tradición gra-
matical1, no es ese el caso en el nivel del significado, donde todavía no se ha
desarrollado un descripción global de una lengua dada. De ahí que no poda-
mos describir las clases o categorías semánticas del español (ni de ninguna
lengua) del mismo modo que describimos las clases o categorías fónicas,
morfológicas o sintácticas. Es, pues, sin duda, el nivel de descripción más
abstracto y en el que deberemos considerar, para su mejor comprensión,
algunas de las propuestas que han marcado los estudios sobre el significado
y sin cuyo conocimiento sería difícil entender las cuestiones que se van a
plantear en las próximas lecciones2. Remitimos, pues, a los conceptos estu-
diados en los temas 4, 5 y 6 de la asignatura ,INGÍÁSTICA'ENERAL

CONSIDERACIONES GENERALES
En la presentación ya exponemos que este nivel es especialmente teórico.
Es precisamente al comenzar los estudios universitarios cuando el alumno
debe empezar a ser consciente de que muchos de los aspectos teóricos que a
menudo se les han presentado en los libros de texto no son más que la selec-
ción o la síntesis de otros muchos que constituyen el cuerpo teórico de las

1
Por más que sigan planteándose importantes cuestiones teóricas sobre la relevancia o no de
determinadas categorías gramaticales, rasgos fonológicos, jerarquías de elementos, etc.
2
Intentaremos, sin embargo, evitar discusiones teóricas, sobre las que el alumno irá profun-
dizando a lo largo de sus estudios y que se plantearán con más detalle en la asignatura de ,IN
GÍÁSTICAGENERAL.
322 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

disciplinas. Nosotros hemos querido mostrar aquí que todo enfoque parte de
propuestas personales y de posteriores elaboraciones y que el desarrollo cien-
tífico, ni es anónimo, ni es aislado, de ahí que no hayamos obviado citas,
notas a pie de página y el nombre de los autores que, a nuestro juicio, son
más representativos o merecen cierta atención. No pretendemos que el alum-
no se remita, por el momento, a las obras originales, sino que tenga constan-
cia de ellas y que empiecen a formar parte de su formación universitaria. El
que se recurra o no a los textos originales será una opción individual.

ESTRUCTURACIÓN DE LOS TEMAS


En estos últimos años el gran desarrollo de las gramáticas formales y la
presión por crear generadores y analizadores automáticos de las lenguas
naturales han puesto de relieve muchos aspectos lingüísticos que todavía
quedaban por definir y estructurar si se pretendía una descripción exhausti-
va y exacta de las lenguas naturales. Muchos de esos aspectos estaban rela-
cionados, precisamente, con el aspecto significativo: con el significado. De
ahí que, en las últimas décadas del siglo XX se hayan desarrollado multitud de
estudios sobre cómo encarar, fijar y formalizar la descripción de los signifi-
cados lingüísticos.
En los temas propuestos iremos avanzando progresivamente en los
aspectos más relevantes del significado, desde una perspectiva estrictamente
lingüística y desde lo más concreto: el signo lingüístico, a lo más abstracto: el
enunciado y el proceso comunicativo. Presentaremos, en los dos primeros
temas, el significado desde la concepción del estructuralismo lingüístico
como elemento abstracto constitutivo del sistema de la lengua. En los temas
22 y 23 planteamos nuevas perspectivas del análisis de los significados, con-
siderando ya su descripción y su problemática en contextos más amplios: las
oraciones y en los enunciados completos. Finalmente, los temas 24 y 25 se
dedican al estudio de los aspectos básicos de la lexicología y la lexicografía,
donde todos los conocimientos adquiridos en el análisis de los significados a
lo largo de los temas anteriores ven su aplicación más directa en una de las
labores más populares de la lingüística: la confección de diccionarios.
Tema 20
NIVEL SEMÁNTICO I.
DEFINICIÓN Y DELIMITACIÓN DE OBJETIVOS

1. Los niveles de análisis lingüístico y la semántica


2. La semántica: definición y delimitación de objetivos
3. Cosa, palabra y significado
3.1. Significado y concepto
4. Las unidades mínimas de significado
5. Relaciones entre significados
5.1. Relaciones de inclusión:
A) La hiponimia
B) La meronimia
5.2. Relaciones de Exclusión:
A) La antonimia
B) Otras relaciones de exclusión
1. Las relaciones direccionales, ortogonales y antipodales
2. Las relaciones de incompatibilidad
3. Las relaciones de inversión
PRESENTACIÓN
En este capítulo incorporamos una visión teórica inicial que enmarca el
concepto SIGNIFICADO dentro de la teoría lingüística. Se define como elemento
constitutivo del signo lingüístico y se estudian las relaciones que se estable-
cen entre los signos lingüísticos, considerando únicamente el plano teórico
del significado.

1. LOS NIVELES DE ANÁLISIS LINGÜÍSTICO


Y LA SEMÁNTICA
A estas alturas sabemos ya cómo se van conformando los diferentes
niveles lingüísticos. También sabemos que estos niveles están íntimamente
relacionados con las unidades mínimas que actúan en cada uno de ellos y
con las relaciones específicas que se establecen entre esas unidades. Es evi-
dente que el estructurar en niveles una realidad tan compleja como la alu-
dida bajo el término lengua no es más que un planteamiento metodológico,
y que a menudo es difícil deslindar un nivel de otro. Sin embargo, la com-
plejidad de cada nivel, en sí mismo, es tal, que ha dado lugar a muy diver-
sas ramas de la lingüística. Recapitulemos sobre los niveles que hemos
visto hasta ahora:
— NIVEL FÓNICO: Globalmente, es el nivel que centra su estudio en las
mínimas unidades que conforman los sistemas de comunicación arti-
culados humanos: los sonidos. Dentro de este nivel de análisis hemos
deslindado bien otros dos niveles de análisis:
– El nivel fonológico: Estudiado por la ciencia lingüística llamada
Fonología. Su unidad es el fonema. Su objetivo es el estudio de los
elementos mínimos abstractos que conforman un sistema lingüísti-
co en el plano de la expresión. Son elementos con significante pero
sin significado, aunque son capaces de diferenciar significados.
326 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

– El nivel fonético. Es el nivel estudiado por la Fonética. Su unidad


es el sonido. Su objetivo es el de estudiar los fonemas en su uso real,
es decir, en el acto del habla. Los estudia, pues, desde su aspecto físi-
co y fisiológico, en todas sus variantes, sean significativas o no (es
decir, impliquen cambio de significado o no).

— NIVEL MORFOLÓGICO: Lo estudia la Morfología. Su unidad es el mone-


ma, el cual se subdivide, a su vez, en lexemas y morfemas. Su objeti-
vo es el estudio de los elementos que conforman la palabra y de los
valores que aportan a ella, así como los procedimientos de formación
de palabras y recategorización que permite el sistema.

— NIVEL SINTÁCTICO: Es el analizado en la Sintaxis. Sus unidades son el


sintagma y la oración. Su objetivo es el estudio de las palabras en
relación a las demás, de cómo se organizan para construir unidades de
significado superior.

Como hemos visto en las lecciones anteriores, en estos niveles hemos


estudiado el signo lingüístico independientemente de su «significado», aun-
que a menudo nos hayamos tenido que referir a él. Ahora, sin embargo,
vamos a centrarnos sólo en el «significado lingüístico». Pero es evidente que
el fenómeno del significado no es exclusivo de un único nivel. Sabemos, sólo
por el hecho de ser hablantes de una lengua natural, que las palabras poseen
un significado «prototípico», pero también que ese significado está siempre
íntimamente ligado a un contexto (sea lingüístico o extralingüístico) e inclu-
so a una intención comunicativa. Así, para entender el complejo fenómeno
del «significado» no sólo hay que considerar su comportamiento como ele-
mento aislado, sino también en función de los entornos sintácticos y contex-
tuales, por lo que en el estudio del significado se han especializado otras tres
ramas de la lingüística: la semántica, la lexicología y, más recientemente, la
pragmática.

— EL NIVEL SEMÁNTICO: Lo estudia la disciplina lingüística llamada


Semántica. El objetivo de esta ciencia es el de estudiar el significado
de LOSSIGNOSLINGÍÁSTICOS; ver cómo se estructuran los significados en
el sistema. La unidad propuesta es el sema.

— EL NIVEL PRAGMÁTICO: Recientemente definido como tal en los estu-


dios lingüísticos, lo estudia una nueva rama, la pragmática. Analiza
enunciados completos y su objetivo es establecer los mecanismos
lingüísticos que reflejan en el enunciado la intención del hablante al
emitir un determinado enunciado; las implicaciones que se asumen
entre hablante y oyente, el conocimiento del mundo que comparten o
que creen compartir; las presuposiciones que el hablante hace respec-
to al oyente y al propio discurso, etc. Está, pues, íntimamente ligado
con el «significado último» del enunciado lingüístico en el proceso
comunicativo.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 327

— EL NIVEL LÉXICO: Se ocupan de este nivel la lexicología y la lexi-


cografía. Su unidad es la palabra. Básicamente, el objetivo de la
lexicología es el estudio de las palabras de una lengua, su léxico o
vocabulario, su organización interna (familias léxicas), social (jer-
gas, vocabularios específicos, etc.) o histórica (léxico actual frente
a formas olvidadas, léxico de autores, de diferentes épocas, etc.) y,
sobre todo, la descripción de sus significados. La lexicografía,
incorpora los conocimientos adquiridos en la lexicología centrán-
dose en una aplicación muy concreta: la confección de dicciona-
rios.
Dada su relación con los fenómenos del significado, el nivel léxico se ha
considerado siempre estrechamente ligado al nivel semántico. Pero, como se
verá, no es exactamente así, puesto que, por una parte, el nivel semántico
rebasa al léxico y, por su parte, en el nivel léxico se consideran también fenó-
menos no relacionados con el significado.

2. LA SEMÁNTICA: DEFINICIÓN Y DELIMITACIÓN


DE OBJETIVOS
El término semántica fue acuñado por el lingüista francés Michel Bréal
quien, en su obra %SSAI DES½MANTIQUE 3CIENCEDESSIGNIFICATIONS (París,
Hachette, 1897), lo propone como denominación de «la ciencia del significa-
do»1 y con este sentido se generaliza desde los comienzos del siglo XX. Glo-
balmente, pues, se define la semántica como «la ciencia que estudia el signi-
ficado»2 o «el estudio del significado en el lenguaje»3. Pero en estas
definiciones tan amplias nos encontramos, de nuevo, con una realidad com-
pleja donde se incluye todo estudio que tenga como objetivo el análisis de lo
que habitualmente se consideran «significados», sea de carácter lingüístico o
no. Así, bajo este mismo término encontramos descripciones y teorías del sig-
nificado realizadas por otras disciplinas (fundamentalmente, la filosofía, la
lógica, y la psicología) y, desde luego, con otros objetivos muy alejados de los
estrictamente lingüísticos. Es pues básico deslindar, también en este nivel,
los objetivos específicos de los estudios lingüísticos de aquellos derivados de
intereses propios de otras ramas del saber, por más que unos hayan contri-
buido a los otros. De ahí que en muchos manuales se aluda a la rama que nos
ocupa como semántica lingüística, para diferenciarla de la semántica filo-
sófica, lógica o psicológica.
Sin embargo, tal y como expone Leech (1981: 27), incluso en el ámbito
de lo lingüístico esta definición podría abarcar «todo lo que se comunica
por medio del lenguaje», y nos puede llevar a intentar «la descripción de

1
Tomándolo del griego «Semantik tcnh», (a su vez, de «shmanw» ‘denotar’).
2
Lyons, 1977: 3.
3
Crystal, 1987: 100.
328 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

todo lo que pueda competer al conocimiento o al intelecto humanos» y, con


ello, a un cierto desaliento a la hora de encarar su estudio4. De ahí la nece-
sidad de delimitar los TIPOSDESIGNIFICADO y el ·MBITODEESTUDIO en el que se
debe desarrollar el análisis de cada uno, incluso dentro de la semántica lin-
güística.

Al hablar de los niveles de análisis lingüístico, ya se dijo que la semánti-


ca era la disciplina que se ocupa del estudio del significado de los signos
lingüísticos. Con esta definición estamos asumiendo, con Saussure y toda la
escuela estructural, que LALENGUAESUNSISTEMADESIGNOS cuyo fin es la comu-
nicación de mensajes. Asumimos también la caracterización saussureana de
SIGNO como unidad mínima compuesta por dos planos inseparables: signifi-
cado y significante5. Así pues, estamos reconociendo que en las unidades
mínimas constitutivas del sistema lingüístico existe un significado. Aunque
sabemos que el fenómeno general de la significación no es lineal o único, por
el momento centraremos básicamente nuestra atención en la función del sig-
nificado en el signo, como unidad mínima, dentro del marco abstracto que
denominamos LENGUA.

3. COSA, PALABRA Y SIGNIFICADO

Al definir el signo lingüístico veíamos que se consideraba SIGNO «todo


aquello que representa a algo»6. Pero para comprender qué se entiende por
«representar a algo» hay que partir de las relaciones que se establecen entre
LA COSAREPRESENTADA y EL SIGNOQUELAREPRESENTA . Esto se ha explicado habi-
tualmente a partir del llamado «triángulo básico de la significación»7 en el
que, en el vértice superior, aparece situado el significado (también REFERENCIA,
PENSAMIENTO o CONCEPTO ; en el vértice inferior derecho el referente (según los
autores, también REALIDAD o COSA) y, por último, en el vértice inferior izquier-
do el significante (también: SÁMBOLO, NOMBRE o PALABRA) con el que esa cosa se
representa.

4
Con recelos como, por ejemplo, los expresados por Bloomfield (1933: 85 y 163).
5
Remitimos a los conceptos teóricos estudiados en la asignatura ,INGÍÁSTICA'ENERAL.
6
En general, la teoría de la comunicación establece tres tipos fundamentales de signos:
los ÁNDICES o INDICIOS (hechos reales que «indican» o «anuncian» otro hecho que naturalmen-
te está relacionado con éste: el humo del fuego; la lluvia de humedad, etc.); los ICONOS (repre-
sentaciones [no hechos] directas que poseen una semejanza intencionada con la realidad
representada: en las señales de circulación, las curvas se representan por líneas curvas; los
retratos); y los SÁMBOLOS (representaciones que no poseen ninguna relación natural ni inten-
cionada con la realidad representada). Recordemos que los signos lingüísticos son los sím-
bolos por excelencia.
7
Propuesto inicialmente por Ogden y Richards (1936) en su obra %LSIGNIFICADODELSIG
NIFICADO  ha sido revisado y matizado por muy diversos autores [véase, por ejemplo, Bal-
dinger (1970: 19-31), Heger (1974: 1-7) y, para un buen resumen de su evolución, Otaola
(1998: 150 y ss.)]. Sin embargo, para nuestros objetivos actuales nos basta una simplifica-
ción del mismo.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 329

Significado
(Pensamiento, Concepto, Referencia,...)

Signo

Significante Referente
(Palabra, Nombre,...) (Realidad, Cosa,...)

Para introducirnos en el fenómeno del significado lingüístico, lo más


importante, por el momento, es destacar que la relación que se establece
entre las palabras y las cosas no es directa: el significante o palabra «sim-
boliza»8 un «pensamiento» o «concepto» que se relaciona, a su vez, con la
realidad extralingüística. En este triángulo, las relaciones que se establecen
entre el significado y la cosa o ELREFERENTE las estudia, tradicionalmente, la
SEM·NTICAFILOSÆFICA, y no nos ocuparemos aquí de ello. En nuestro caso, esta-
mos asumiendo el estudio de la lengua como un estudio sistemático de UNI
DADESLINGÍÁSTICAS, que hemos llamado signos lingüísticos, las cuales se com-
binan entre sí para formar otras unidades de niveles superiores9. Desde esta
perspectiva, estrictamente lingüística, centraremos nuestro estudio en las
relaciones que se establecen en el lado izquierdo del triángulo, es decir, entre
significado y significante.

3.1. Significado y concepto

En el triángulo básico de la significación hemos visto que «concepto» y


«significado» se consideran una misma cosa, pero para entender mejor el
contenido TEÆRICO del término significado, aislándolo de otros usos habitua-
les del mismo término y, a su vez, de lo que comúnmente consideramos «con-
cepto», debemos incorporar una nueva visión, propuesta inicialmente por
Klaus Heger (1974). Para este autor, en teoría semántica es fundamental dife-
renciar entre el significado y el «concepto». Las causas son las siguientes: en
las lenguas es habitual que exista un significante referido a muchos signifi-
cados (BANCO, por ejemplo), lo que no implica que se genere ambigüedad en
las relaciones que se establecen entre ese concepto y la realidad a la que se
refiere. En definitiva, habría que plantear una relación entre los elementos,
no triangular, sino trapezoidal, como la siguiente:

8
Entendiendo por SIMBOLIZAR, «convertirse en el símbolo de algo», tal y como se expresó más
arriba.
9
Si asumimos que el significado de cada nivel no depende del de sus partes, habrá que asu-
mir también que los signos se combinan para formar otros signos diferentes que funcionan en
niveles superiores.
330 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

significado concepto

significante referente
(sustancia fónica) cosa

Donde se distingue la realidad (REFERENTE o COSA) como infinitamente


variable y sin límites precisos, y el concepto como una abstracción esque-
mática de la realidad, obtenida a partir de la experiencia social e individual
de los hablantes.
Pero incluso dentro de esta ABSTRACCIÆNESQUEM·TICA los límites son impre-
cisos. Veamos un ejemplo tomado de Kurt Baldinger (1977: 50-51). En una
representación abstracta esquemática de «casa», como:

Es evidente que cabrían infinitas representaciones. Pero, además,


¿dónde podemos establecer los límites, por ejemplo, entre «casa» y «caba-
ña», o entre «mansión» y «palacio»? Es evidente que los límites no los deter-
mina ni la realidad ni el concepto, sino LA LENGUA. En palabras de Coseriu
(1966: 39):
El lenguaje no es COMPROBACIÆN [de la realidad] sino IMPOSICIÆN de lími-
tes dentro de lo experimentado.

Así pues, el concepto es también independiente de su representación lin-


güística y, por tanto, debe quedar excluido de la semántica lingüística. Como
hemos apuntado más arriba, las relaciones que se establecen entre el concep-
to y la cosa son preocupación de la semántica filosófica, y suelen expresarse
en términos de la verdad o falsedad de los enunciados.
El significado, sin embargo, es ya específico de cada lengua. Cada lengua
«organiza» los conceptos según su peculiar concepción del mundo. Se dice
que en el lenguaje de los gauchos argentinos se han recogido hasta doscien-
tas expresiones para expresar la diversidad de pelajes de los caballos, y que
los esquimales distinguen hasta once términos para la nieve, en función de su
aspecto o peligrosidad. Georges Mounin muestra con un bello ejemplo que
reproducimos aquí esta especial configuración del mundo que reflejan los
significados de cada lengua:
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 331

Supongamos —dice Mounin— en el universo un astro, una luna (inmó-


vil, para simplificar la comparación), contemplada por los habitantes de
cuatro planetas diferentes, uno azul, en el nadir de esta luna; otro rojo, en
su cénit; el tercero amarillo, a su oeste; el cuarto blanco, a su este.

rojo

anaranjado rosa
A' A''

amarillo B' B'' blanco

verde
azul claro

Cuando los habitantes de estos cuatro mundos hablan de esta luna, no


hablan exactamente del mismo astro, al que ellos mismos iluminan por la
reflexión de su propia luz. Los habitantes de la estrella A describen la semies-
fera A’+A’’ (el cuarto de esfera A’ es anaranjado; el cuarto de la esfera A’’, rosa).
Los de la estrella B describen la semiesfera B’+B’’ (B’ es verde, B’’ azul claro).
Los de la estrella C, describen la semiesfera A’+B’ (A’ es anaranjado, B’ verde).
Los de la estrella D, la semiesfera A’’+B’’ (A’’ rosa, B’’ azul claro).
Ninguna de estas semiesferas coincide totalmente con ninguna otra
(los habitantes de las estrellas A y C no conocen en común más que el cuar-
to de esfera A’, etc.
Supongamos que estos habitantes no tuviesen ninguna noción de astro-
nomía (como tampoco los del planeta Tierra la tienen, en general, de lin-
güística), y reunámoslos: no saben que no hablan de la misma luna. (Mou-
nin, 1963: 69-70)
Para Mounin este ejemplo refleja bien la situación que muestran las dife-
rentes lenguas con relación al mundo de la experiencia humana:
hablan del mismo objeto, pero nunca desde el mismo punto de vista; es el
mismo mundo lo que nombran y, sin embargo, nunca es exactamente la
misma experiencia de este mundo lo que expresan.
La labor de la semántica lingüística es, pues, la de establecer qué parte de
esa concepción abstracta del mundo tiene reflejo en cada lengua y cómo
estructura cada lengua sus significados.
En estos capítulos veremos:
A) Qué tipo de unidades mínimas de significado podemos aislar,
B) qué relaciones de significado se establecen entre tales unidades míni-
mas, y, globalmente, considerando los dos planos del signo lingüísti-
332 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

co (significante y significado), las relaciones que se establecen entre


ellos, y
C) qué aspectos del significado se generan en el eje sintagmático, es decir,
al combinarse unos signos lingüísticos con otros, y en el pragmático,
según la intención comunicativa del propio discurso.

4. LAS UNIDADES MÍNIMAS DE SIGNIFICADO


Consideremos, pues, en primer lugar, el estudio del significado de los sig-
nos lingüísticos. Asumiremos, en principio, que al igual que en los demás
niveles de análisis, en el nivel semántico existe un conjunto de unidades míni-
mas, que denominaremos semas10.
Por ejemplo, el concepto ‘banco’ se organiza en español mediante un con-
junto de semas, entre los que podemos destacar:

S1: - 'para sentarse'


S2: - 'elevado sobre el suelo'
S3: - 'con patas'
S4: - 'para más de una persona'
S5: - 'con respaldo'
S6: - 'de material duro'
S7: - 'de difícil transporte'

Y a este conjunto de semas que conforman un SIGNIFICADO determinado lo


denominaremos semema.
Por su parte, un SEMEMA tendrá una «palabra» asociada. Esa «palabra»
estará compuesta por una concatenación de fonemas convencionalmente
asociada a él (/b+á+n+k+o/ = BANCO): A esa concatenación convencionalmen-
te aceptada la consideraremos el SIGNIFICANTE o la FORMADEPALABRA. Diremos,
pues, que si a este semema le dotamos de una FORMADEPALABRA característi-
ca del español, mediante un conjunto de fonemas organizados de manera
adecuada (convencionalmente, en español, no *bnaco, ni *abcno, por ejem-
plo, sino banco), obtenemos su FORMAL½XICA UNIDADL½XICA lexema (o mone-
ma). Así pues, al igual que no se pueda mantener que el FONEMA sea un signo,
por no estar dotado de significado, tampoco podamos afirmar que el seme-
ma sea un signo, dado que, en este caso, carece de significante.

10
No existe unanimidad entre los autores, y podemos encontrar otras muchas denomina-
ciones para referirnos a estas unidades: SEMIEMA, RASGOSDISTINTIVOS, FIGURASDECONTENIDO, RAS
GOSPERTINENTESDELSIGNIFICADO , etc. Sin embargo, la denominación sema, propuesta por Ber-
nard Pottier, parece haberse generalizado en la lingüística española, y por eso la mantenemos
aquí.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 333

En resumen, al contenido significativo de cada signo lo denominamos


semema. Ese conjunto de rasgos significativos mínimos (los sememas) se
une a una forma de palabra (significante) determinada para constituir un
signo (lexema o monema) con una representación fónica o imagen acústica
concreta (fonemas):

semema
SIGNIFICADO CONCEPTO
signo

SIGNIFICANTE REFERENTE
fonemas
En definitiva, pues, el estudio básico del significado de los signos lingüísticos
será, el estudio de los semas que componen un semema (véase tema 21, § 3).
Resulta, sin embargo, evidente, ya a primera vista, que el fenómeno del
significado, que en pura teoría lingüística es perfectamente comprensible,
presenta problemas de aplicabilidad casi inabordables, dado que podrían
definirse tantos semas como signos. Está claro, pues, que los análisis semán-
ticos no pueden plantearse desde una perspectiva global o general, tal y
como se ha visto en otros niveles, por lo que su estudio se ha encarado a par-
tir de grupos de elementos relacionados. Como hablantes de una lengua,
sabemos que su léxico está organizado en función de grupos de palabras que
se relacionan de un modo u otro: hay formas que se relacionan por poseer un
gran número de semas idénticos y otros diferenciales, hay grupos que se
distinguen por ser claramente opuestos, etc. A esta característica del léxico
solemos referirnos como «el carácter estructurado del léxico». Y en función
del tipo de relación que estemos estudiando, organizaremos o «estructurare-
mos» el léxico de un modo u otro11. Pasaremos, ahora, a establecer el tipo de
relaciones básicas que se establecen entre los significados, dado que son fun-
damentales para entender cómo se estructuran los significados y, en conse-
cuencia, el léxico de una lengua.

5. RELACIONES ENTRE SIGNIFICADOS


Cuando hablamos de relación entre significados, estamos planteando
una relación paradigmática en un solo plano: el plano del significado. En
general, son relaciones existentes en todas las lenguas del mundo, y permi-
ten una primera aproximación a la estructura de los significados. Se basan,

11
Es evidente, y así lo han destacado muchos autores, que, frente a los demás niveles lin-
güísticos, el análisis del significado implica un alto grado de subjetividad en la selección de
semas. [v. más adelante, tema 21]
334 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

fundamentalmente, en un juego de relaciones de inclusión (o compatibili-


dad) y exclusión (o incompatibilidad) de unos significados respecto de
otros. Dentro de los primeros, destacaremos la hiponimia y la meronimia, y
dentro de los segundos, la antonimia y los diversos tipos de relaciones
direccionales.

5.1. Relaciones de inclusión


a) La hiponimia

El significado de una unidad léxica (es decir, todos sus semas) puede que-
dar incluido en el de otra: GLADIOLO queda incluido en el de FLOR; o, a la inversa,
el significado de una forma léxica puede incluir el de otra: MAMÁFERO incluye
a VACA12. En el primer caso (un significado queda incluido en otro) hablare-
mos de una relación de hiponimia. Diremos que GLADIOLO es hipónimo de
FLOR. En el segundo caso hablaremos de hiperonimia y diremos que MAMÁFE
RO es un hiperónimo para VACA.
Se establece, así, una relación jerárquica en la que el hiperónimo domina
a sus hipónimos. Ampliemos uno de nuestros ejemplos:

flor

gladiolo rosa lirio... clavel

Ya está claro que las formas GLADIOLO, ROSA, LIRIO, CLAVEL son hipónimas de
FLOR, o, lo que es lo mismo, presentan una relación de hiponimia respecto
de FLOR. Por su parte, de FLOR diremos que es el hiperónimo de todas ellas, o que
está en relación de hiperonimia. Pero además, a la relación que se estable-
ce entre todos los hipónimos se la denomina relación de cohiponimia, y se
dice de ellos que son cohipónimos.
Por otra parte, puesto que, como ya hemos dicho, las relaciones de
inclusión se organizan en estructuras jerárquicas, un elemento puede ser
hiperónimo de otros y, a su vez, hipónimo de otro que le incluye. Así, FLOR
será, a su vez, hipónimo de PLANTA como RUMIANTE será hiperónimo de VACA,
pero hipónimo de MAMÁFERO, si consideramos, por ejemplo, la siguiente
estructuración:

12
Adviértase que en la notación de lógica de clases se utiliza el símbolo «Ã» para indicar la
relación «queda incluido en» (GLADIOLO Ã FLOR), y «…» para indicar «incluye a» (MAMÁFERO …
VACA . Es forma frecuente para establecer las relaciones de inclusión entre significados. Un
resumen interesante de la lógica de clases aplicada a la semántica puede verse en Lyons (1977:
49 y ss.).
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 335

mamífero

rumiante roedor

vaca jirafa ciervo camello conejo rata ardilla liebre

A este tipo de clasificaciones jerárquicas ramificantes se le denomina


también taxonomía13 (del griego «taxis»: ‘orden’, y «nomos»: ‘ley’) y su estruc-
tura es semejante a la que se sigue en las clasificaciones de las ciencias natu-
rales14: las ESPECIES, se agrupan en G½NEROS, éstos en FAMILIAS, las familias en
ÆRDENES, éstos en CLASES, y, por último, las clases en DIVISIONES. Las divisiones
son, pues, los hipónimos de toda la taxonomía.
Lyons (1977: 275) considera que este tipo de relaciones son básicas a la
hora de adquirir gran parte del conocimiento sobre el significado de las pala-
bras cuando aprendemos nuestra lengua materna. Y, puntualiza:
Podemos saber, por ejemplo, que ‘avellano’ es un hipónomo de ‘árbol’ o
que ‘tordo’ es un hipónimo de ‘pájaro’ sin saber decir, en cambio, en qué se
distinguen los avellanos de los demás árboles o los tordos del resto de los
pájaros.

b) La meronimia
Una relación de inclusión de significados diferente de la hiponimia es la
denominada meronimia, que designa no a individuos o entidades indepen-
dientes que conforman los miembros de un conjunto (como en la hiponimia),
sino a las partes que conforman un todo15.
Si en la hiponimia la relación que se establece permite afirmar que !ESUNA
CLASE ;OTIPO=DE" («el gladiolo es una clase de flor»; «la vaca es un tipo de
mamífero»), en la meronimia el elemento significado es UNAPARTEDEUNTODO .
Evidentemente, el ejemplo prototípico es el del CUERPOHUMANO, donde CABEZA,
TRONCO y EXTREMIDADES son merónimos, y entre ellos comparten UNARELACIÆNDE
comeronimia (son comerónimos entre sí). En ningún caso podríamos afir-
mar que «la cabeza ESUNTIPO de cuerpo humano» o que «este cuerpo es una
oreja» (mientras que sí podemos afirmar que «el crisantemo es un tipo de flor»

13
V., por ejemplo, Cruse (1986: 136 y ss.) o Moreno Cabrera (1994: 277 y ss.).
14
En botánica, esta estructura jerárquica artificial de ordenamiento fue ya establecida por
Linneo, en 1753, y, como vemos, sigue vigente en la actualidad.
15
V. Cruse (1986: 168 y ss.), Lyons, 294 y ss. ; Moreno Cabrera, 278 y ss.
336 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

o «esta flor es un crisantemo»), y sí que «la cabeza FORMA PARTEDEL cuerpo


humano». Igualmente, FALDA, CHALECO, AMERICANA y PANTALÆN son hipónimos de
«prenda de vestir» (y de todos ellos podemos afirmar que son «una clase de
prenda de vestir»), pero difícilmente podríamos explicar MANGA, SOLAPA, BOLSI
LLO, o SISA sin referirlos a un todo, por ejemplo, ‘camisa’, o ‘americana’ (y tam-
poco podríamos afirmar que «la solapa es una camisa» sino que «forma parte
de» esa prenda). Al término de rango superior, que incluye a todos los comeró-
nimos se le suele denominar holónimo: en nuestros ejemplos, «cuerpo huma-
no» o «prenda de vestir» serían los HOLÆNIMOS de los comerónimos CABEZA, TRON
CO y EXTREMIDADESy de MANGA SOLAPA BOLSILLOYSISA respectivamente
Tal y como Lyons pone de manifiesto (1977: 296 y ss.), hay muchos signi-
ficados lingüísticos, en especial los referidos a nombres abstractos o de mate-
ria, que pueden utilizarse tanto como hipónimos como merónimos:
la honradez es definible como un tipo de virtud o como parte de la virtud
pero, como también pone de manifiesto ese mismo autor, en las lenguas hay
muchos lexemas cuyos significados no pueden explicarse si no es a partir de
alguna relación parte-todo:
es imposible, en principio, exponer el significado de «segundo», «minuto»,
y «hora» sin especificar las relaciones parte-todo que hay dentro del con-
junto.
En definitiva, es clave para distinguir entre ambos conceptos (hiponimia-
meronimia) la distinta relación de inclusión que se establece entre las partes.
Diremos que:
— Hay RELACIÆNDEhiponimia cuando puede afirmarse que: A ESUNACLASE
OUNTIPODEB y
— hay RELACIÆN DE meronimia, cuando no puede afirmarse lo anterior
sino que: A FORMAPARTEDEB

4.5.2. Relaciones de exclusión


a) La antonimia

Comúnmente, la relación de exclusión de significados se conoce como


antonimia: el significado de una unidad excluye a otro. Así, estamos habi-
tuados a establecer dobletes entre formas con significados contrarios,
como: FRÁO CALIENTE AMIGO ENEMIGO VIVO MUERTO MADRE HIJO ETCy conside-
rarlos antónimos, y así, además, se registran en muchos diccionarios. Ya
en 1931, el importante semantista alemán Jost Trier hizo notar que toda
palabra pronunciada evoca, de un modo u otro, a su opuesta, tanto en la
mente del hablante como en la del oyente16. Y esta TENDENCIAALAPOLARIDAD,

16
V. Lyons, 1977: 253.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 337

que en principio trasciende a la pura teoría lingüística17, es fundamental


para entender el fenómeno de la antonimia y por qué está presente en todos
los manuales como una de las relaciones básicas que se establecen entre los
significados.
Pero, a poco que analicemos los ejemplos que acaban de mencionarse,
podemos observar que la relación de «exclusión» que se establece entre estos
pares de palabras no es idéntica: entre FRÁO CALIENTE  o entre CLARO OSCURO,
encontramos una relación de exclusión gradual; sin embargo, entre AMIGO
ENEMIGO, VIVO MUERTO la relación es complementaria o privativa, dado que la
presencia de un rasgo obliga a la ausencia de otro. Finalmente, entre MADRE
HIJO, como entre SUEGRA NUERA podemos hablar de inversión recíproca: una
persona puede ser SUEGRA y NUERA a la vez, pero se da la situación que si !ES
SUEGRADE", entonces ", a su vez, ES NUERA de A.
En definitiva, dentro del concepto general de antonimia se incorporan
relaciones entre significados de diversa índole, por lo que es necesario esta-
blecer ciertas precisiones. Por el momento, consideraremos la distinción pro-
puesta por Lyons (1977: 253 y ss.), quien distingue entre:
1) Opuestos graduables: se caracterizan por expresar grados diferentes
de una misma cualidad, y la comparación se establece entre los dos polos
considerados extremos. Así: ‘frío’ - ‘caliente’, ‘alto’ - ‘bajo’, ‘grande’ - ‘pequeño’,
‘claro’ - ‘oscuro’, ‘blanco’ - ‘negro’, etc. Para su definición deben cumplirse las
siguientes condiciones:
1) Que la afirmación de uno IMPLIQUE la negación del otro, y
2) Que la negación de uno NOIMPLIQUE la afirmación del otro18.
Así, en la relación ‘caliente’ - ‘frío’ se cumplen ambas condiciones, dado
que, efectivamente: %ST·CALIENTE implica .OEST·FRIO, pero .OEST·CALIENTE no
implica necesariamente %ST· FRÁO. Lo mismo ocurre con nuestros restantes
ejemplos:
Es alto … No es bajo pero No es alto |
… Es bajo
Es grande … No es pequeño pero No es grade |
… Es pequeño
Es claro … No es oscuro pero No es claro |
… Es oscuro, etc.

Se consideran significados contrarios, y para Lyons ésta es la relación de


antonimia canónica.
2) Opuestos no graduables: se caracterizan por no permitir gradacio-
nes. Los ejemplos prototípicos son ‘macho’ - ‘hembra’, o ‘casado’ - ‘soltero’,
‘vivo’ - ‘muerto’, ‘herbívoro’ - ‘carnívoro’, ‘presente’ - ‘ausente’, donde no

17
Aunque es básica en la actividad cognitiva humana y un importante aspecto del compor-
tamiento lingüístico.
18
En terminología lógica: La afirmación de A implica la negación de B [A… ~B], pero la nega-
ción de A no implica la afirmación de B [~A …B]
| (Lyons, 1971: 478).
338 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

cabe ‘ser un poco casado’, ‘ser algo herbívoro’ o ‘estar un poco muerto’. Se
consideran significados complementarios (o contradictorios), o en rela-
ción de complementaridad (frente a los contrarios, de los opuestos gra-
duables).
2) Debe cumplirse que:
1. La negación de A implique la afirmaciónde B, y
2. La negación de B implique la afirmación de A.
Así, .OESMACHO, implica %SHEMBRA; e igualmente, .OESHEMBRA implica
%SMACHO. Del mismo modo: .OESCARNÁVORO implica %SHERBÁVORO, y .OES
HERBÁVORO implica %SCARNÁVORO, etc. Pero debe tenerse en cuenta, como el pro-
pio Lyons hace notar (1971: 475), que:
Existen, sin embargo, muchos casos en que la clasificación dicotómica
deja de ser satisfactoria tanto biológica como comportamentalmente, y
entonces [refiriéndose al ejemplo MACHO-HEMBRA] los términos HERMAFRODI
TA u HOMOSEXUAL son útiles para expresar estas ««anormalidades». Muchos
de los términos complementarios del vocabulario cotidiano de las lenguas
parecen estar igualmente sometidos al armazón de prejuicios, creencias y
convenciones pertinentes.
En los ejemplos anteriores se reflejan, realmente, significados polares,
dejando aparte estructuraciones intermedias como VIUDO/DIVORCIADO, u OMNÁ
VORO, que incorporan rasgos de ambos significados.
La lógica clásica establece dos tipos de opuestos básicos:
— Los contradictorios: donde se cumple que:
— – Si A es verdadero, entonces B es falso, y
— – si A es falso, entonces B es verdadero, y
— Los contrarios: donde se cumple que:
— – Si a A es verdadero, B es falso, pero
— – si A es falso, B también PUEDESER falso.
Adviértase que la distinción entre RELACIONES GRADUABLES y NO GRADUABLES
que hace Lyons parte también de esta distinción, de ahí que las relaciones
graduables se consideren también relaciones contrarias, y las no graduables,
relaciones contradictorias.
Es importante destacar, finalmente, que, en teoría, debe definirse el antó-
nimo como LA NEGACIÆNDELSIGNIFICADOCONSIDERADOCOMOiPOSITIVOw . Por
tanto, también teóricamente, siendo una relación de exclusión que se esta-
blece entre significados, para cada significado existe siempre un antónimo,
que permite la negación de dicho significado. Otra cosa es que dicha nega-
ción tenga en la lengua un signo específico que la designe. De no existir tal
signo, la antonimia se expresará mediante procedimientos no léxicos sino
gramaticales, en general, en español, prefijos derivativos que indican, preci-
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 339

samente, la negación de ese significado19, o, simplemente, mediante el adver-


bio negativo NO. En este caso se consideran antónimos gramaticales. En sen-
tido estricto, pues, el antónimo de SALTAR es NOSALTAR, de CASARSE es NOCASARSE,
de HABLAR es NOHABLAR y de MORIR: NOMORIR, independientemente de que en la
lengua haya signos, como CALLAR o VIVIR que incorporen ese significado negati-
vo. En español se expresan, fundamentalmente, mediante los prefijos deriva-
tivos A-, ANTI-, DES-, DIS-, I- e IN-:

TÁPICO  ‘no típico’ = ATÁPICO

OXIDANTE  ‘no oxidante’ = ANTIOXIDANTE

CONFIAR  ‘no confiar’ = DESCONFIAR

CONTINUO  ‘no continuo’ = DISCONTINUO

GUSTAR  ‘no gustar’ = DISGUSTAR

LEGÁTIMO  ‘no legítimo’ = ILEGÁTIMO

ADECUADO  ‘no adecuado’ = INADECUADO,

CÆMODO  ‘no cómodo’ = INCÆMODO, etc., etc.
El ejemplo más emblemático de la expresión de la relación de antonimia
cuando la lengua no presenta ningún signo antonímico sería el ejemplo sha-
kespeariano: SERONOSER20, donde se encierra toda la problemática hasta aquí
expuesta.
Hay que advertir, por último, que los antónimos deben ser, además, cohi-
pónimos. Tienen que COINCIDIRENUN·READEINFLUENCIADELSIGNIFICADO, deben
tener una BASECOMËN lo que excluye que se establezcan relaciones antoní-
micas entre, por ejemplo, ‘pavo’ - ‘cesto’, o ‘vaca’ - ‘flor’.

b) Otras relaciones de exclusión21

El mismo autor expresa, además, otras relaciones secundarias relaciona-


das con la ANTONIMIA que ayudan a entender la estructuración de los signifi-
cados. Son: las relaciones DIRECCIONALES (y, dentro de éstas, las ORTOGONALES y
las ANTIPODALES) y las de INCOMPATIBILIDAD22.

19
Véase, Salvador Gutiérres Ordóñez (1989: 131 y ss.) y Lyons (1977: 258).
20
Gutiérrez Ordóñez (1989: 131).
21
Moreno Cabrera, (1994: 280) y Cruse, (1986: 190), consideran las relaciones seriales como
relaciones de implicación. Nosotros las consideramos como relaciones de EXCLUSIÆN, dado que la
presencia de un elemento implica pero excluye a los restantes.
22
Lyons (1977: 263-277). Hay que destacar que aunque aquí hablamos sólo de RELACIONES,
Lyons establece una clara distinción entre oposiciones (aquellas relaciones que se establecen
entre dos términos —es decir, dicotómicas—) y contrastes (las que se establecen entre más de dos
términos). Sin embargo, como en la lingüística estructural europea el concepto de OPOSICIÆN
frente a CONTRASTE está claramente ligado a las relaciones que se establecen entre los elementos a
nivel paradigmático y sintagmático, respectivamente, y puesto que aquí no pretendemos pro-
fundizar en estos conceptos, hemos preferido evitar dichas denominaciones.
340 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

b1) Las relaciones direccionales

Se establecen cuando se estructuran significados relativos a movimientos


en una o dos direcciones opuestas, respecto a un lugar dado (,). Son casos
como: ‘arriba’ / ‘abajo’, ‘llegar’ / ‘partir’ o ‘ir’ / ‘venir’. Sin embargo, entre estos
pares existen también ciertas diferencias: mientras que ‘llegar’ / ‘partir’ o ‘ir’ /
‘venir’ establecen un MOVIMIENTOHACIA o DESDE el lugar que denominamos ‘L’, en
‘arriba’ / ‘abajo’, ‘derecha’ / ‘izquierda’ o ‘delante’ / ‘detrás’ el movimiento se esta-
blece APARTIRDE, . Veamos el primer caso: para Lyons estas relaciones deben
plantearse dentro de un marco general que analice la LOCALIZACIÆN (L) como un
cierto ESTADO y el MOVIMIENTO como un TIPODECAMBIODEESTADO. Concebido así:
— El movimiento desde un lugar L da lugar a ESTARENno-L, mientras que
— El movimiento hacia un lugar L da lugar a ESTARENL,
Lyons considera direccionalidad positiva el significado de iESTARENL»,
y direccionalidad negativa el de ESTARENno-L, por lo que, para este autor, se
da también UNARELACIÆNANTONÁMICA.
Este tipo de relaciones pueden derivarse de ‘estar’ a ‘poseer’, y así también
pueden explicarse como opuestos direccionales los pares: ‘tomar’ / ‘dejar’,
‘recordar’ / ‘olvidar’, ‘comprar’/‘vender’, etc.
En el segundo caso, en el que el movimiento se genera APARTIRDE,, no sólo
hay DIRECCIONALIDAD, sino también polaridad (como en los demás antónimos)
respecto de ,. Para este autor ese LOCUS L queda determinado por el espacio
perceptual egocétrico del ser humano: lo que es visible se considera el POLO
POSITIVO de la dicotomía (‘arriba’ o ‘delante’) y lo que no es visible (‘abajo’ o
‘detrás’) ocupa el POLONEGATIVO. La direccionalidad ‘derecha’ / ‘izquierda’ la jus-
tifica, con la misma concepción antropomórfica del proceso, por «la predomi-
nancia del dextrismo en toda población humana» (/PCIT, p. 625).

b2) Las relaciones ortogonales y antipodales

Son subtipos de las relaciones direccionales. Mediante estas relaciones


explica Lyons las relaciones de exclusión que se establecen entre algunos sig-
nificados relativos a la localización u orientación. Así, entre la estructuración
direccional ‘norte’ - ‘sur’ - ‘este’ - ‘oeste’ cualquier hablante admitirá que el
inverso de ‘norte’ es ‘sur’ e, igualmente, que el opuesto de ‘este’ es ‘oeste’. Esto
se explica debido a que tales significados se estructuran geométricamente en
un espacio cuadrangular, relacionándose entre sí de dos formas diferentes:
— ORTOGONALMENTE, es decir, perpendicularmente23, y
— ANTIPODALMENTE, es decir, diametralmente.

23
Recordemos que ORTOGONAL y PERPENDICULAR, en geometría, se definen como «lo que está en
ángulo recto».
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 341

En una estructuración así concebida, ‘norte’ se relaciona ortogonal


(o perpendicularmente) con ‘este’ y ‘oeste’, mientras que su relación con ‘sur’
es antipodal. Y, al contrario, la relación de ‘este’ u ‘oeste’ con ‘norte’ y ‘sur’ es
ortogonal, mientras que mantienen entre sí una relación antipodal. Para
Lyons esta distinción es básica porque es la que explica la relación antoními-
ca entre ‘norte’ - ‘sur’ y ‘este’ - ‘oeste’, pero no, por ejemplo, entre ‘norte’ - ‘este’
y ‘sur’ - ‘oeste’: siempre que se establece un tipo de relación semejante a ésta,
LA OPOSICIÆN antipodal ES LADOMINANTE , y es la que establece la oposición
entre contrarios, como inversos, y, por tanto, la que justifica este tipo de anto-
nimias.
Estas relaciones DIAMETRALES o ANTIPODALES son también las que pueden
explicar, en un espacio tridimensional, el que se produzcan las relaciones
antonímicas espaciales: ‘encima’-‘debajo’, ‘delante’-‘detrás’ o ‘izquierda’-‘dere-
cha’, frente a todas las demás posibles (‘encima’-‘delante’, ‘detrás’-‘izquierda’,
etc.), que serían de carácter ortogonal24.

encima

detrás

izquierda L derecha

delante

debajo

24
Para una estructuración similar de algunas relaciones de parentesco, véase Lyons (1977),
páginas 270 y ss.
342 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

b3) Las relaciones de incompatibilidad

La relación de incompatibilidad de significados se produce cuando los


significados se organizan en series o conjuntos de varios miembros. Son
casos como los referidos a la escala cromática {@ROJO ANARANJADO AMARILLO
VERDE AZUL AÅIL VIOLETA }, a series graduales (como {@FRÁO FRESCO TIBIO TEM
PLADO  CALIENTE}, {‘GRANDE  MEDIANO PEQUEÅO ’}), escalas (como {@MILÁMETRO
CENTÁMETRO  METRO DEC·METRO HECTÆMETRO KILÆMETRO } o ciclos (como por
ejemplo, {‘LUNES MARTES DOMINGO’}). En estos casos se cumple que la selec-
ción de uno de estos elementos excluye a cada uno de los otros posibles,
@LUNES se opone a @NO LUNES, @VERANO excluye a todo lo @NO VERANO y @TIBIO a
lo @NO TIBIO. Se establece, entonces, una relación de incompatibilidad entre
los significados que afecta globalmente a todos los restantes miembros de
ese conjunto, no importa cuántos sean. Se diferencia, pues, de la antonimia
gradual en que aquélla era dicotómica y se establecía entre los extremos de
la serie, mientras que la incompatibilidad se establece entre uno de los
miembros frente a todos los demás. Por otra parte, al producirse en conjun-
tos seriados o cíclicos, permite la localización de sus miembros en un LOCUS
preciso del conjunto.
Como ya se ha apuntado, entre las relaciones de incompatibilidad, Lyons
distingue las series de los ciclos.
— Las series se constituyen en conjuntos organizados, con dos miem-
bros extremos donde cada significado queda ordenado entre los dos conti-
guos. Así, ‘VERDE, en la escala cromática se sitúa entre ‘AMARILLO y ‘AZUL, y ‘HEC
TÆMETRO entre ‘DEC·METRO y ‘KILÆMETRO. Dentro de éstas todavía puede hacerse
una segunda subdivisión entre escalas y rangos:
— Las escalas son graduables y corresponden a estructuraciones de sig-
nificados más abiertas. En éstas situaríamos los ejemplos relativos a
series como {@CALIENTE- ‘FRÁO} o {@ROJO- ‘VIOLETA}. Por ser abiertas, siem-
pre son susceptibles de ser ampliadas por motivos estilísticos o expre-
sivos, e incluso la polaridad ampliada. Así, {@FRÁO /... / ‘CALIENTE} tam-
bién puede concebirse como: {@G½LIDO @HELADO- ‘frío’ - ‘FRESCO @TIBIO
- ‘DELTIEMPO @TEMPLADO - ‘caliente’ - ‘ABRASADOR}, e incluso establecer
escalas intermedias que se expresarían mediante procedimientos gra-
maticales: MUY FRÁO, CASI FRÁO, EXCESIVAMENTE TEMPLADO, DEMASIADO
CALIENTE, etc.25
Igualmente, en la serie habitual de la valoración, frente a la estructura-
ción ‘neutra’ {@BUENO @REGULAR @MALO }, pueden establecerse escalas,
como: {@ÆPTIMO @BUENO @NOTORIO @SUFICIENTE @REGULAR @DEFICIENTE
@MALO @P½SIMO}.

25
Recuérdese que estamos hablando de significados, tengan o no un correlato léxico, es
decir, un signo lingüístico específico para ese significado.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 343

Desde luego, en la estructuración del color, sabemos que la gama es infi-


nita. Podemos añadir los opuestos {@BLANCO @NEGRO}26, u otros tonos inter-
medios {... ‘OCRE @MARRÆN @SOMBRA @GRIS,... } etc.
En resumen, en las escalas podrían distinguirse las estructuraciones
«neutras», más intuitivamente determinadas, en donde se establecen con-
vencionalmente unos polos prototípicos que sirven de base, como se ha
visto, para las oposiciones antonímicas, y otras estructuraciones más
abiertas, que, sin embargo, no afectan a la polaridad prototípica común-
mente asumida en la escala neutra.
— En los rangos, por su parte, la ordenación suele ser más precisa y
estricta. Se corresponden más con series de carácter técnico que con
usos lingüísticos espontáneos. Lo cierto es que, tal y como los define
Lyons: «los significados quedan dispuestos en un conjunto seriada-
mente ordenado en términos incompatibles y no graduables, con lo
que sus respectivos significados estarán determinados por su posición
en el rango» ()BÁD p. 272).
Precisamente, por su origen técnico, son de carácter cerrado, lo que no
quiere decir que no sean ampliables. Sin embargo, cada nuevo elemento
que se incorpore lo hará en su posición en el rango, y sólo en ésa.
Por ejemplo, en la serie de calificaciones escolares (adaptando un ejemplo
ya propuesto por Trier), el rango actualmente vigente será: {‘matrícula’ -
‘sobresaliente’ - ‘notable’ - ‘aprobado’ - ‘suspenso’}, donde no cabe la gra-
dación: ‘muy aprobado’ o ‘excesivamente notable’.
En las escalas militares: {SOLDADO CABO SARGENTO BRIGADA ALF½REZ
TENIENTE CAPIT·N COMANDANTE CORONEL GENERAL}, donde podemos incor-
porar un nuevo elemento, por ejemplo, iSUBTENIENTEw, que inmediata-
mente situaremos entre BRIGADA y ALF½REZ sin ninguna otra localización
posible.
Dentro de los lenguajes técnicos encontramos multitud de ejemplos: en
longitud {MILÁMETRO CENTÁMETRO METRO DEC·METRO HECTÆMETRO KILÆ
METRO}27, en superficie {METRO CUADRADO ·REA DEC·REA HECT·REA }; en
capacidad [MILILITRO CENTILITRO DECILITRO LITRO DECALITRO HECTOLITRO
KILOLITRO}; y, según esta definición, un rango por excelencia es el sistema
de los numerales:
[UNO  DOSDIEZCIENMILMILLÆNBILLÆN }, el cual, como Lyons
apunta, tiene «la interesante propiedad de poseer su propia subgramáti-

26
Que sabemos, desde una perspectiva puramente técnica, que no se consideran colores pro-
piamente dichos. Volveremos sobre este punto porque es una muestra de cómo el uso lingüísti-
co «normal» no tiene por qué adaptarse (y, de hecho, no suele hacerlo) a las clasificaciones de
carácter más técnico.
27
Ampliable, en sus dos extremos a AMSTRONG (‘diezmilésima de micra’), MICRA (‘milésima de
milimetro’) o AÅOLUZ (aprox. ‘nueve billones y medio de kilómetros’).
344 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

ca con arreglo a la cual puede construirse un conjunto infinito de expre-


siones léxicamente complejas». (p. 272).
— Los conjuntos cíclicos o ciclos, por su parte, son subseries que orga-
nizan sus significados en unidades o períodos de tiempo, como los días de la
semana, los meses del año o las estaciones. Como los anteriores, su ordena-
ción es también sucesiva, pero se diferencian en que no presentan extremos,
sino que se estructuran de manera circular. El hecho de que, en general, se
enumeren en un determinado orden (y, por tanto, se generen términos
supuestamente extremos), no quiere decir que sus significados lo sean:

Por otra parte, hay que tener presente que la organización en un número
determinado de términos (cuatro para las estaciones y los puntos cardinales,
doce para los meses del año, etc.) tampoco están determinados por una rela-
ción directa con la naturaleza, sino, en todo caso, con UNADETERMINADACON
CEPCIÆNDELMUNDO, y desde luego, con una estructuración lingüística de los
significados, que no siempre ha sido así. A modo de ejemplo veamos las refe-
rencias a las estaciones del año28: en latín VER significaba tanto ‘primavera’
como ‘verano’ (AESTAS, para ‘verano’, se formó más tarde) y de ahí, en el siglo
IV se forman PRIMUMVEr y PRIMAVER para referirse a ‘la primera parte de la
época que abarca primavera y verano’, de donde procede el español PRIMAVE
RA (mientras que el rumano VARA mantiene su significación inicial latina de
‘verano’). Pero, además, en español, se distinguió hasta el Siglo de Oro VERA
NO para designar sólo ‘el fin de la primavera y el principio del verano’, que-
dando ESTÁOpara designar al resto de la estación cálida. Podemos, entonces
entender por qué Cervantes, en el comienzo del capítulo 53 de la segunda
parte del 1UIJOTE distingue esas cinco estaciones. Magnífico ejemplo para
describir también las relaciones cíclicas a las que nos referimos aquí, frente a
las polares (‘vida’-‘muerte’) vistas más arriba:
Pensar que en esta vida las cosas della han de durar siempre en un
estado, es pensar en lo escusado; antes parece que ella anda ante todo en

28
Tomamos los ejemplos de K. Baldinger (1970: 52) y G. Salvador (1984: 63).
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 345

redondo, digo a la redonda: la primavera sigue29 al verano, el verano al


estío, el estío al otoño y el otoño al invierno, y el invierno a la primavera, y
así torna a andarse el tiempo con esta rueda continua; sola la vida humana
corre a su fin ligera más que el tiempo, sin esperar renovarse si no es en la
otra, que no tiene términos que la limiten.

b4) Las relaciones de inversión

Mencionemos, por último, lo que Lyons denomina RELACIONESDEINVERSIÆN,


que se establecen entre pares de significados donde cada uno a la vez excluye
y presupone al otro. Ejemplos claros son las relaciones de parentesco: ‘mari-
do’ - ‘esposa’, ‘padre’ - ‘hijo’, ‘suegra’ - ‘nuera’.
Son relaciones recíprocas, dado que se implican y excluyen mutuamente:
— A implica B, y B implica A,
— no-A implica no-B y no-B implica no-A.
Se localizan en zonas de significado muy centradas en funciones y relacio-
nes sociales: ‘médico’ ´ ‘paciente’, ‘comprador’ ´ ‘vendedor’, ‘señor’ ´ ‘vasallo’,
‘rey’ ´ ‘súbdito’, etc.

29
En su edición, Martín de Riquer propone para el término SEGUIR el sentido de ‘perseguir’, ‘ir
en seguimiento de’, sin descartar un doble sentido, invirtiendo el orden para resaltar más lo
ridículo [Y así lo interpreta Diego Clemencín en sus importantes anotaciones a la obra (1823-34)].
346 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

EJERCICIOS
[En general se pretende, con los ejercicios, que se preste atención a algu-
nos (por fuerza, no a todos) de los aspectos más relevantes. Pero también se
pretende que el alumno redacte, al menos mínimamente, algunas de las res-
puestas. En la formación universitaria consideramos tan importante el
aprender los contenidos como el saber expresarlos adecuadamente, por ello
es conveniente que el alumno se ejercite en redactar las contestaciones. Igual-
mente, si no se estuviera seguro de alguno de los significados de las formas
que se utilizan a lo largo de las exposiciones, debería consultarlas en los dic-
cionarios recomendados.]

1. Según el triángulo básico de la significación, ¿qué relación existe entre la


palabra y la cosa? ¿Por qué?

2. ¿Por qué plantea Heger la necesidad de una representación trapezoidal,


frente a la triangular propuesta inicialmente por Ogden y Richards?

3. ¿Deben los conceptos formar parte de la descripción de una lengua? ¿Por


qué?

4. Consideremos la siguiente definición:

«Obra de albañilería vertical, que cierra o limita un espacio.»


A) Determine los semas que podrían conformar el significado de esta
definición
B) ¿Cuál sería el semema?
C) ¿Qué significante podría tener asignado este significado?

5. ¿Puede considerarse el SEMEMA un signo lingüístico? Razone la respuesta.

6. ¿ Qué relación entre significados existe entre:

A) (ORCHATA y BEBIDA
B) -INA y L·PIZ
C) (ORCHATA y SANGRÁA
D) #OCHE y MOTOCICLETA
E) #ULATA y PISTOLA
F) #AMIÆN y VEHÁCULO
G) $INTEL y JAMBA
Señale los holónimos y los hipernómimos, si los hubiera.

7. ¿Qué regla se establece para distinguir entre las relaciones de hiponimia


y meronimia? Aporte dos ejemplos de cada caso.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 347

8. Si el predicado %ST·CONTENTOimplica .OEST·TRISTE, ¿.OEST·TRISTE implica


%ST·CONTENTO? ¿Qué tipo de relación de significados se establece? ¿Por qué?

9. ¿Cómo explica Lyons el hecho de que se establezcan más frecuentemen-


te los pares: ARRIBA ABAJO, DELANTE DETR·S, etc. y no ARRIBA DELANTE, ABAJO
DETR·S, etc.?

10. Supongamos la siguiente estructuración de significados para ondas de


radio:
{ONDALARGA - ONDAMEDIA - ONDACORTA - VHF - UHF - MICROONDAS}
A) ¿Qué tipo de estructuración de significados representan?
B) Si añadimos a éstas otras ondas electromagnéticas, que incorporan a
las anteriores la secuencia:
{... LUZ INFRARROJA - LUZ VISIBLE - LUZ ULTRAVIOLETA - RAYOS EQUIS - RAYOS
GAMMA}
¿Qué estamos alterando en la secuencia?
348 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

RESPUESTAS

1. La relación que se propone es INDIRECTA, porque la palabra o significante se


utiliza como símbolo de un pensamiento o concepto, el cual es, en teoría,
el que está directamente relacionado con la cosa (realidad, o referente).

2. Heger RECONOCE LANECESIDADDEDISTINGUIRENTRE significado Y concepto,


aspectos que en el triángulo de Ogden y Richards se presentan como una
misma cosa. Heger, sin embargo, hace notar que, si bien LARELACIÆNENTRE
SIGNIFICANTEYSIGNIFICADOPUEDESERAMBIGUA(banco - «entidad financiera»
o «asiento»), LA RELACIÆNENTRECONCEPTOYREFERENTENOLOES , dado que el
hablante siempre tendrá en su mente la abstracción esquemática del
referente o cosa al que pretende referirse.

3. .O, porque los conceptos son abstractos y de límites imprecisos, mien-


tras que los significados son los que los limitan en cada lengua en fun-
ción de su especial visión del mundo.

4. Los semas podrían ser: S1= ‘obra’, S2= ‘de albañilería’, S3= ‘vertical’, S4:
‘para cerrar un espacio’. El semema sería el conjunto de los cuatros
semas. El significante asociado a estos semas podría ser PARED, o cual-
quier otra forma relacionada. Podría también ser MURO o TABIQUE, pero en
MURO cabría quizá un nuevo sema (‘grueso’) y en tabique ‘interior’, etc.

5. .O, porque sólo se refiere a uno de los planos del signo lingüístico, el del
significado. Teóricamente, para que un elemento pueda considerarse
signo lingüístico debe estar formado por un significante y un significado,
que constituyen sus dos planos inseparables.

6. (ORCHATA (a) y CAMIÆN (f) son hipónimos, respectivamente, de BEBIDA y


VEHÁCULO, los cuales, consecuentemente, son sus hiperónimos. Por su
parte, tanto MINA (b) como CULATA (e) son merónimos de L·PIZ y PISTOLA,
que serían sus respectivos holónimos. Por último, HORCHATA y SANGRÁA(c)
y COCHEy MOTOCICLETA(d) son cohipónimos, y sus hipernóminos comu-
nes respectivos serían ‘bebida’ y ‘vehículo’, mientras que DINTEL y JAMBA
(g) serían comerónimos, y su holónimo podría ser ‘puerta’ o ‘hueco para
alojar puertas o ventanas’.

7. Se dice que hay relación de hiponimia cuando puede afirmarse que A es


una clase o un tipo de B, y que hay relación de meronimia cuando no
puede afirmarse lo anterior, sino que A forma parte de B.

8. No. Se establece una relación de opuestos graduables, donde se cumple,


como en el ejemplo propuesto, que si la afirmación de uno (A) implica la
negación del otro (B), la negación del otro (B) no tiene por qué implicar
la afirmación del uno (A).
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 349

9. Por ser relaciones ANTIPODALES o DIAMETRALES, un subtipo de las direcciona-


les, las cuales, por ser las inversas respecto del ,OCUS del hablante, son las
dominantes y claramente opuestas, respecto de las ortogonales o perpen-
diculares, con menor efecto opositivo.

10. Estamos, dentro de las relaciones de incompatibilidad, ante una SERIE, y


dentro de éstas, el ejemplo se correspondería a un RANGO (cerrado pero
susceptible de ser ampliado). Lo prueba el hecho de que tampoco cabrí-
an escalas valorativas intermedias como «muy onda media» o «algo onda
larga». Con B) estaríamos ampliando su polaridad, pero siempre estará
determinado el lugar que ocupe cada elemento.
Tema 21
NIVEL SEMÁNTICO II.
RELACIONES ENTRE SIGNIFICADOS

1. Relaciones entre significante y significado: sinonimia, polisemia y


homonimia
1.1. La sinonimia
1.2. La polisemia y la homonimia
2. Relaciones entre signos: metáfora, metonimia, paronimia
2.1. La metáfora
2.2. La metonimia
2.3. La paronimia
3. El estudio del significado y los campos semánticos o familias léxicas
3.1. El estudio de los campos semánticos: El análisis componencial
3.2. Problemas derivados del análisis componencial
PRESENTACIÓN
En este tema continuamos el estudio de los aspectos del significado como
uno de los planos componentes del signo lingüístico, iniciado en el tema
anterior. Se estudian, en primer lugar, los fenómenos significativos que se
producen a partir de las relaciones de ambos planos: el significante y el sig-
nificado, para pasar después a estudiar los fenómenos significativos que se
producen al interferirse dos o más signos. Los apartados tercero y cuarto
ofrecen las propuestas teóricas más destacadas para el estudio del significa-
do, desde el propio sistema, como elemento constitutivo del signo, sin aden-
trarnos todavía en los aspectos contextuales, que nos ocuparán en los temas
siguientes. Se incluyen, al final del tema, diez tablas que ilustran con ejem-
plos algunas de las cuestiones planteadas, y que el alumno podrá utilizar para
ejemplificaciones y prácticas.

1. RELACIONES ENTRE SIGNIFICANTE Y SIGNIFICADO:


SINONIMIA, POLISEMIA Y HOMONIMIA
En los apartados anteriores hemos visto el tipo de relaciones que unos
elementos podían entablar con otros sólo en el plano del significado. Existen,
también a nivel paradigmático, otro tipo de importantes relaciones significa-
tivas que ya no se producen únicamente en el plano del significado, sino entre
los dos planos del signo lingüístico: el significante y el significado. Tradicio-
nalmente, se denominan relaciones de sinonimia, polisemia y homonimia.

1.1. La sinonimia
Se define como sinonimia la relación lingüística que se establece cuando
para un mismo significado (semema) existen varios significantes. Si recor-
damos los clásicos esquemas de signo lingüístico propuestos por Saussure:
354 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

concepto significado

imagen = árbol
= significante
acústica

El esquema de la sinonimia sería:

significado

significante 1 significante 2 significante n

Sería el caso de MARRÆN - PARDO, referidos a ‘color’, ABSOLUTO - TOTAL- COM


PLETO, referido a ‘cuantificación = inclusión de todos los miembros de un con-
junto’, MORIR - FALLECER, etc.
En la definición de este tipo de relaciones se mantiene, sin embargo, una
cierta polémica, dado que algunos autores se plantean si existe o no una
absoluta identidad de SEMAS entre las formas que consideramos «idénticas».
No nos detendremos en ella1, pero sí cabe hacer algunas precisiones. En pri-
mer lugar, hay que destacar que debe diferenciarse entre lo que se suele deno-
minar sinonimia absoluta (aquella en la que dos significantes corresponden
realmente a un único significado, sin que ningún rasgo componencial - o
SEMA - aporte diferencia alguna (ORDENADOR - COMPUTADOR MAGNETÆFONO MAG
NETOFÆN) y sinonimia parcial o relativa, donde palabras que, a primera vista,
presentan contenidos idénticos y que son coincidentes en algunos usos, sin
embargo, o bien presentan situaciones en las que sólo se utilizaría una y no
otra, o bien presentan diferencias de carácter estilístico o regional (v. tema
22, §1: 4IPOSDESIGNIFICADO).
Pensemos en un caso como: FLACO - DELGADO - FINO podríamos considerar-
las sinónimas en: %SUNCHICODECARAflaca, %SUNCHICODECARAdelgada, o «%S
UNCHICODECARAfina», pero no lo serían en: «Es un hilo muy *FLACO», «Le hizo
un *FINO favor» o «Tiene un oído muy *DELGADO»2. Igualmente, respecto a
series como MORIR FALLECER PALMAR, también podríamos determinar que son
sinónimos, sin embargo, no le diríamos a un amigo-EACABODEENTERARDE
QUETUPADRE ha palmado. Es evidente que existe una diferencia de registro

1
Un ameno resumen del problema lo encontramos en el artículo de Gregorio Salvador
(1984): «Sí hay sinónimos», del que tomamos en consideración algunas propuestas.
2
Convencionalmente, el asterisco (*) se utiliza, en teoría lingüística, para señalar aquellos
casos que se consideran agramaticales o inaceptables, y así se utilizan aquí.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 355

social, donde el rasgo (+/- respeto) estaría diferenciando los usos y, además,
los significados.
Sin duda, es difícil encontrar sinónimos absolutos si se consideran, en su
definición, aspectos no estrictamente lingüísticos. Fue también Michel Bréal,
quien en 1987 planteó esta cuestión, proponiendo que, si bien en una etapa
inicial podía haber formas coincidentes, la tendencia de la lengua es, o bien a
desechar una de ellas, o bien a que se especialicen en distintos significados
que ya no son intercambiables, y postula así su LEYDELADISTRIBUCIÆNOREPAR
TICIÆNDESIGNIFICADOS3.
Como resumen de las posibles variantes que afectan a los pretendidos
sinónimos, se suele citar la clasificación propuesta por W. E. Collinson en
19394:
1) Un término es más general que otro:
REFUSE ‘rehusar’ - REJECT ‘rechazar’; en español, PELO CABELLO
2) Un término es más extremo que otro:
REPUDIATE ‘repudiar’ - REFUSE; en español, HORRENDO HORRIBLE
3) Un término es más emotivo que otro:
REJECT - DECLINE ‘declinar’; en español, CARIÅO AFECTO
4) Un término implica valoración moral y otro no:
THRIFTY ‘frugal’ - ECONOMICAL ‘económico’; en español, CICATERO AHO
RRATIVO
5) Un término es más profesional que otro:
DECEASE ‘fallecimiento’ - DEATH ‘muerte’; en español, AMIGDALITIS
ANGINAS
6) Un término es más literario que otro:
PASSING ‘partida, tránsito’ - DEATH; en español, ESTÁO VERANO
7) Un término es más coloquial que otro:
TURNDOWN ‘desechar, dar de lado’ - REFUSE; en español, BARRIGA VIENTRE
8) Un término es más local o dialectal que otro:
FLESHER ‘tablajero’ - BUTCHER ‘carnicero’; en español, ZAFA PALANGANA.
9) Un término es de habla infantil:
DADDY ‘papá’ - FATHER ‘padre’; en español, PIPÁ ORINA.

3
En esta misma línea, Arséne Darmesteter (1887), niega la sinonimia rotundamente, y expli-
ca las formas coincidentes en una lengua por su distinta distribución geográfica.
4
Véase Ullmann (1962: 161) y Salvador (1984: 60). Para evitar mayores confusiones, utiliza-
mos los ejemplos incluidos por estos autores para el inglés (manteniendo la traducción propues-
ta en la edición española) y los propuestos por G. Salvador para el español.
356 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Pero en esta enumeración, que en principio nos sirve de ejemplo para


reflejar la problemática acumulada en la definición y clasificación de sinóni-
mos, Collinson mezcla criterios muy diferentes. Como muy bien hizo notar
Gregorio Salvador (1984), los cuatro primeros casos nunca podrían conside-
rarse casos de sinonimia, ya que se corresponden a distintas rELACIONESENTRE
SIGNIFICADOS:
— El primero responde a una relación de HIPERONIMIA - HIPONIMIA: uno es
más extenso y otro más intenso: no hay sinonimia entre hiperónimos
e hipónimos, por más que puedan ser intercambiables en determina-
dos contextos.
— Los casos segundo y tercero presentan OPOSICIONES GRADUALES, que,
como se ha visto, también establecen relaciones específicas entre sig-
nificados, y, por tanto, tampoco pueden considerarse sinónimos.
— En el cuarto caso se establece una oposición mediante el rasgo «apro-
bación» / «censura», presente en numerosos campos semánticos como
diferenciador de significados, por lo que tampoco pueden considerar-
se sinónimos.
Frente a éstos, los cinco casos restantes, sí deberían considerarse sinóni-
mos, si nos atenemos a la perspectiva del sistema de la lengua, que ahora nos
ocupa, es decir, de que UNSEMEMASEASOCIEADOSOM·SSIGNIFICADOSDIFEREN
TES. Lo que ocurre es que son VARIANTESDEUNAMISMALENGUA . Los distintos
registros o estilos de lengua pertenecen a la norma, pero «no afectan a la len-
gua como sistema»5. Para Gregorio Salvador —y esto es lo importante— SE
EST·CONFUNDIENDOLALENGUACONELHABLAYELSIGNIFICADOCONELSENTIDO
Efectivamente, se admite que en una misma LENGUA conviven diversas NOR
MAS que dan lugar a cuatro tipos de variedades que coexisten simultáneamente:
— Las variedades diatópicas, es decir, las que se localizan en diferentes
ámbitos geográficos y que habitualmente se denominan DIALECTOS.
— Las variedades diastráticas, que conviven, dentro de una misma
comunidad lingüística, en diferentes estratos o ámbitos sociales. Se
conocen como JERGAS o SOCIOLECTOS, donde se incluyen también los usos
profesionales.
— Las variedades diafásicas, utilizadas por un mismo hablante en diferen-
tes situaciones sociales. Se alude a ellas como REGISTROS. Incluyen varian-
tes como la COLOQUIAL frente a la CULTA, la FAMILIAR frente a la FORMAL, etc.
— Las variedades individuales, que caracterizan a cada hablante. Se
denominan IDIOLECTOS.
Pues bien, está claro que el quinto ejemplo responde a variedades DIASTR·
TICAS, el octavo a DIATÆPICAS y los restantes a diferentes variedades DIAF·SICAS

5
Debe recordarse el concepto de norma, estudiado en el tema 5 de ,INGÍÁSTICA'ENERAL.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 357

Aunque para Coseriu6, por ejemplo, este tipo de variedades responden a


lenguas diferentes y caracterizan sistemas lingüísticos enteros, lo cierto es
que estas variedades CONVIVENSIMULT·NEAMENTEENLACOMPETENCIALINGÍÁSTICA
DELOSHABLANTES y resultaría imposible aislar y establecer los límites de esos
supuestos «distintos sistemas coexistentes». Al contrario, como puntualiza
Gregorio Salvador, hay que admitir que cuando el hablante incorpora a su
saber lingüístico términos de distintas normas de lengua, pasan a ser SINÆNI
MOS: es decir «significantes que corresponden en todos los casos al mismo
significado lingüístico [...] sin que en sus sememas pueda advertirse ni el más
mínimo rasgo diferenciador» (Salvador, 1984: 61-62).
Así pues, desde la perspectiva del sistema, debería admitirse la existencia
de sinónimos, sin plantearse las causas que explican tal incorporación, las
cuales, como se ha visto, son muy variadas y de carácter no estrictamente lin-
güístico7. Por tanto, podemos establecer sinónimos en donde la especializa-
ción diatópica, diastrática, o diafásica resulta más evidente o sinónimos
donde tales relaciones o se ignoran, o se han perdido, o han sido inexistentes,
pero SIEMPREQUEUNËNICOSIGNIFICADOLINGÍÁSTICOSECORRESPONDACONM·SDE
UNSIGNIFICANTE.
Así, podemos hablar de sinonimias entre: ALCAYATA - ESCARPIA, ZAFA - PALAN
GANA, ACEITUNA - OLIVA, ADEREZAR - ALIÅAR, RAPOSA ZORRO, URRACA PEGA, CUCARA
CHA BRATA8, aunque sepamos que el origen de los diferentes significantes sea
de carácter dialectal; entre OFTALMÆLOGO OCULISTA, ODONTÆLOGO DENTISTA, AMIG
DALITIS ANGINAS , aunque unos procedan de usos más técnicos que otros; o
entre ALQUILAR ARRENDAR, INHIESTA RETAMA, ESPLIEGO ALHUCEMA LAVANDA, COM
PUTADOR ORDENADOR, sin atender a su procedencia de diversas lenguas. Sabe-
mos que hay sinónimos reflejo de cambios lingüísticos pasados (ANEXO
ANEJO , que muestran registros diferentes (EMBRIAGUEZ EBRIEDAD BORRACHERA
COLOCÆN, FALLECER MORIR PALMAR ; ESPOSA MUJER PARIENTA POLICÁA PASMA ,
DINERO PARN½ PASTA, etc. todos ellos, entre el eje: culto, estándar o vulgar); o
que incorporan neologismos más o menos sujetos a modas comunicativas
(DOPAR - DROGAR). O, sin establecer mayores diferencias, que podemos hablar
de identidad de significados en: ABONO FERTILIZANTE AVARICIOSO AVARO AVIÆN
AEROPLANO AERONAVE CONCEJAL EDIL CONTESTAR RESPONDER DIABLO DEMONIO
DISOLVER DILUIR DESLEÁR HONDO PROFUNDO ISLEÅO INSULAR L·UDANO OPIO  o
RECHAZAR REHUSAR etc.
Serán, sin duda, variantes claves cuando analicemos los sentidos, el uso
lingüístico, y se ocupará de ellos la lexicografía, la dialectología o la sociolin-
güística, pero debemos mantener bien diferenciados ambos niveles: el de la
lengua y el del habla, y eso es lo que hemos pretendido destacar aquí, porque,

6
Coseriu (1966).
7
A menudo las localizaciones que hoy se consideran dialectales se deben a causas históricas,
como el mayor uso de arabismos en zonas de influencia árabe, o son términos que en su día tam-
bién procedían de neologismos y barbarismos, o tecnicismos incorporados al acervo patrimonial
con el paso del tiempo.
8
En algunas zonas, BARATA.
358 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

de lo contrario, por no admitir la sinonimia absoluta, se podría caer en proli-


jas diferenciaciones de significado, excesivamente teóricas, que en nada se
ajusten ni a la realidad lingüística observada, ni, por tanto, al sistema lin-
güístico que subyace a ellas9.

1.2. La polisemia y la homonimia


Ambos términos reflejan un mismo fenómeno lingüísticoun mismo sig-
nificante se asocia a varios significados. Es, en definitiva, una relación
inversa a la anterior:

significado 1 significado 2 significado n

significante

La distinción entre polisemia y homonimia es a veces compleja y se des-


prende de un profundo conocimiento de los procesos históricos de nuestro
léxico. Se consideran polisémicas (‘de varios significados’) aquellas formas
que, proviniendo de un mismo origen, han desarrollado gran variedad de sig-
nificados (PLUMA ‘de ave’, pero, derivado históricamente de ésta, también ‘de
escribir’). Al contrario, se consideran homónimas (‘de identidad de nombre’)
aquellas formas que, proviniendo de orígenes muy distintos, han terminado
por poseer una misma forma léxica, al haber coincidido en su evolución. Los
casos más sencillos son, por ejemplo, formas como RÁO (forma del verbo REÁR -
‘curso de agua’) o VINO (‘bebida alcohólica’ - forma del verbo VENIR), etc.
En los diccionarios, las formas polisémicas suelen aparecer en una
misma entrada, como diversas «acepciones» de una misma forma. Al con-
trario, las formas homónimas aparecen en entradas diferentes, señalando
así su distinto origen (v. tema 25). Sin embargo, aunque el problema de la
diferenciación de unas y otras es una tarea importante para los lexicógra-
fos, no debe aquí preocuparnos, dado que ambos procesos se reflejan en el
sistema lingüístico de un mismo modo: UNMISMOSIGNIFICANTESEASOCIAA
VARIOSSIGNIFICADOS y sólo son diferenciables por su contexto o procedencia.
De ahí que, aunque aquí hagamos algunas precisiones por separado, pue-
dan ambos englobarse en un fenómeno común: la homonimia y así lo con-
sideran muchos autores.

9
Aunque, sin duda, también es evidente que los hablantes, en el uso diario de la lengua, uti-
lizamos formas de modo indistinto y, bien por desconocimiento, bien por no ser relevantes en los
contextos situacionales en los que nos movemos, bien por evitar reiteraciones, solemos utilizar
muchas formas como sinónimas absolutas cuando no lo son.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 359

Algunas precisiones sobre la polisemia

Los procesos polisémicos suelen basarse en la extensión o traslación de


los significados de una forma a otra, por lo que la metáfora y la metonimia,
que veremos en el apartado siguiente, son una clara fuente de polisemias y,
por tanto, de la evolución de los significados.
En general, una forma incorpora un nuevo significado:
— Por semejanza de un objeto con otro más familiar (SIERRA ‘herramien-
ta con dientes agudos y triscados’ y ‘cordillera’, donde es evidente la
coincidencia en sus perfiles ‘agudos y triscados’; FALDA ‘prenda que cae
de la cintura para abajo’, ‘parte de una res que cuelga de las agujas’,
‘parte baja de los montes o sierras’, en los que se mantiene el concep-
to ‘que cae suelto’ y el sentido original ‘con pliegues’; o AGUJA que, entre
sus innumerables usos mantiene los semas ‘barra o varilla pequeña y
afilada’ y que se aplica tanto a herramientas de todo tipo, como, por
identidad en su forma, a un tipo de pez ‘de cuerpo largo y alargado’ o
a una ‘especie de planta de fruto largo y delgado’), o
— por especialización de un objeto en una determinada función, y evolu-
ción posterior: sería el caso de PLUMA‘de ave’, que, inicialmente se utili-
za como instrumento de escritura (‘pluma de ave que, cortada conve-
nientemente en la extremidad del cañón, servía para escribir’) y,
posteriormente, pasa a designar a instrumentos que cumplen esa
misma función pero que ya nada tienen que ver con la pluma inicial; o
el caso de HUMOR, que inicialmente relacionado con la terminología
médica (‘cualquiera de los líquidos del cuerpo animal’), y con un largo
proceso en donde se relacionaban las enfermedades a ‘buenos o malos
humores’, se especializa claramente en la designación de ‘estados afec-
tivos’.
— Al tener procedencia común, las formas polisémicas suelen presentar
siempre categorías gramaticales iguales o compatibles a las de la
forma original, y suelen darse, como en VECINO, traslaciones de adjeti-
vo a sustantivo.

Precisiones sobre la homonimia

Los homónimos, por su parte, también son muy abundantes en las len-
guas. Lo más frecuente es que pertenezcan a distintas categorías gramati-
cales (ARO: [verbo/nombre] forma del verbo ARAR y ‘pieza circular’; DIVISA
[verbo/nombre]: ‘ve’/‘moneda extranjera’, COBRE [verbo/nombre]: forma del
verbo COBRAR / ‘metal’, HAYA [verbo/nombre]: forma del verbo HABER / ‘árbol’,
TALAR [verbo/adjetivo] ‘cortar’ / ‘tipo de vestidura’]; TANTO [pronombre/adver-
bio/nombre] cuantificador / ‘unidad de cuenta en muchos juegos’, y muchos
otros, como CABE, CRUJÁA, PALMAR, CALZADA, CAQUI, JUNCO, MATA, MUDO, PECA, etc.,
pero pueden pertenecer a la misma categoría gramatical (BANDA [nombre]:
360 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

‘cinta’ / ‘grupo de personas’, CHICHA [nombre]: ‘carne’ / ‘bebida de maíz fer-


mentado’; BALSA [nombre]: ‘hueco de terreno relleno de agua’ / ‘conjunto de
maderos unidos para navegar’, ATESTAR [verbo]: ‘testificar’ / ‘dar con la cabeza’
/ ‘rellenar / atracar’, y otros tantos como BREAR, BRISA CARDENAL, FRESA, etc.) e
incluso pueden pertenecer al mismo paradigma morfológico. En este últi-
mo caso tenemos los llamados homónimos paradigmáticos, muy presentes
en el sistema verbal español, por ejemplo, entre las personas primera y terce-
ra de muchos tiempos verbales COMA  TENGA SEA PERDÁA CANSABA SONABA
COMPRENDERÁA SOÅARÁA etc.), o, en algunos verbos, entre la primera persona
plural del presente y perfecto de indicativo (‘ahora’ / ‘ayer’ CANTAMOS DORMI
MOS ESCUCHAMOS LLAMAMOS OÁMOS TRABAJAMOS SALIMOS SENTIMOS, etc.).
Debe quedar claro que los homónimos son siempre homófonos, es decir,
coincidentes en sus significantes, por lo que su transcripción fonológica es
idéntica. Sin embargo, pueden ser coincidentes en su ortografía, es decir,
homógrafos (como todos los casos vistos arriba), o pueden no serlo (como
BACA VACA, GRABADO GRAVADO, SABIA SAVIA, etc.)Estos últimos, los homófo-
nos no homógrafos son la causa de multitud de errores en los registros escri-
tos, bien entendido que nos estamos refiriendo a representaciones lingüísti-
cas muy diferentes:
— desde el plano de la lengua todos ellos son homónimos, sean homó-
grafos o no;
— desde el punto de vista del registro escrito, de la norma ortográfica
(«el buen uso») del español, su uso inadecuado demuestra una inco-
rrección y son fuente principal de lo que en las escuelas se persigue
como «faltas de ortografía», sin que ello afecte para nada al sistema
lingüístico.

Los homófonos no homógrafos serían los casos en los que se centraría


toda reforma ortográfica del español que pretendiera acercar el registro
escrito al sistema lingüístico real. El que el problema de los homónimos no
homógrafos es muchas veces creado artificialmente por puros esfuerzos nor-
mativos por mantener diferencias históricas ya desaparecidas o nunca exis-
tentes, lo demuestra el hecho de que, a menudo, en las propias obras lexico-
gráficas, se admiten ambas grafías, como en BARGUEÅO VARGUEÅO, BARRAQUERA
VARRAQUERA, CEBICHE CEVICHE, SERBIO SERVIO, H½GIRA H½JIRA GIGA JIGA ALACE
NA ALHACENA, ARMONÁA HARMONÁA ARRAPO HARRAPO , BARAHËNDA BARAËNDA
IVERNAR HIBERNAR OLÆGRAFO HOLÆGRAFO , etc. Entendido esto, y puesto que es
importante el uso adecuado de ambos registros, no viene mal recordar algu-
nos de los homónimos no homógrafos presentes en nuestros diccionarios.
Remitimos, para ello al anexo de este capítulo, donde incorporamos una lista
de los homófonos más comunes del español10.

10
Pueden encontrarse más ejemplos en E. Enríquez: «El problema de las ambigüedades fóni-
cas y su tratamiento automático», en el "OLETÁNDELA2EAL!CADEMIA%SPAÅOLA , tomo LXXI, cua-
derno CCLII, 1991, 157-183, y de aquí también tomamos los ejemplos seleccionados.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 361

A todos los casos reflejados en la tabla habría que añadir, los homónimos
que se generan en las zonas en las que existe la indistinción entre /θ/ y /s/,
donde coinciden fónicamente formas como CASACAZA, POSOPOZO, REBOSAR/
REBOZAR etc. o en las zonas que no diferencian entre /ʎ/ y //: CALLADO - CAYADO,
POLLO POYO, OLLA HOYA, o en las realizaciones [s] de la grafía X [ks]: CONTESTO -
CONTEXTO [kontésto], ESTIRPE - EXTIRPE [estírpe], etc.

Como se ve, pues, las relaciones homonímicas son abundantes y explican


muchas formas de las que se consideran «incorrectas» en el uso escrito del
español. Desde el punto de vista del sistema lingüístico, sin embargo, no
hacen sino confirmar que al igual que pueden establecerse relaciones de
identidad de significados con distintos significantes (sinonimia), también es
habitual el caso contrario: que existan idénticos significantes referidos a
varios significados (homonimia).

2. RELACIONES ENTRE SIGNOS: METÁFORA,


METONIMIA, PARONIMIA

Si en las relaciones anteriores veíamos como, o bien un significado se


asociaba a varios significantes (sinonimia) o, al contrario, que varios signifi-
cados se asociaban a un significante, ahora vamos a plantear el tipo de aso-
ciaciones que se establecen cuando se producen cruces entre los significantes
o los significados de dos o más signos. Son, pues, relaciones paradigmáticas
que se establecen entre los signos (compuestos de significante y significa-
do), de ahí que, si hasta el momento evitábamos hablar de relaciones entre
palabras o formas léxicas, ahora sí podamos hacerlo.

Como hemos visto, son importantes porque son la clave de la polisemia y,


por ello, son relaciones básicas en la formación de nuevos signos, en la evolu-
ción del léxico y, desde luego, en la expresión poética y en la creación de nue-
vos procedimientos expresivos. Básicamente son tres: la metáfora, la meto-
nimia y la paronimia. Y aunque más adelante los consideraremos desde
aspectos contextuales, ahora vamos a analizarnos sólo desde la perspectiva
más teórica, del propio sistema lingüístico, que ahora estamos planteando.

2.1. La metáfora

En la metáfora un signo adquiere un nuevo significado, ajeno a su signi-


ficado original, tomando de otro signo los semas que se desean destacar o
evocar. Se basa, pues, en una comparación, habitualmente tácita, entre dos
signos, generándose un nuevo signo que incorpora el significante de uno de
ellos y los rasgos que se desean evocar de ambos. Son, sin duda, un tipo de
asociaciones fuertemente subjetivas, y de ahí su poder expresivo; sin embar-
go, muchas llegan a generalizarse y aceptarse como convenciones sociales
que determinan el valor del signo. En los diccionarios se registran como
362 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

acepciones ENSENTIDOFIGURADO y, como veremos, se basan en aspectos conno-


tativos que se han lexicalizado. Nos referimos a formas como FUEGO con el sig-
nificado de ‘pasión’, ALHAJA para ‘persona valiosa’, ·NGEL para ‘persona amable
y buena’, LUCEROS para ‘ojos brillantes’, OC½ANO como ‘superficie amplia’, POZO
para ‘sentimiento profundo’, CABEZA para ‘persona de mayor importancia en
un grupo’, etc.
El procedimiento de traslación es el siguiente. Tenemos dos signos bien
diferenciados, con sus respectivos sememas. Consideremos, por ejemplo,
LEÆN - HOMBRE: conocemos los sememas de ambos, y subjetivamente seleccio-
namos de cada signo unos determinados semas (aquéllos que se consideran
significativos para el efecto evocador deseado), descartando los demás. Se
genera así un nuevo signo, donde el significante, en nuestro ejemplo león,
pierde algunos de los rasgos que le serían característicos (‘mamífero’ o ‘feli-
no’) y adquiere otros que le son totalmente ajenos (‘humano’), obteniéndose
un nuevo signo en el que el significante león quedaría definido como ‘huma-
no’, ‘macho’, ‘fiero’, ‘fuerte’, ‘dominante’11.

s1: 'mamífero' s1: 'mamífero'


s 2: 'felino' s 2: 'humano'
s 3: 'macho' s 3: 'macho'
... ...
s n : 'fiero' s n : 'adulto'
sn': 'fuerte' s n': ...
s n'': 'dominante' s n'': ...
... ...
león hombre

s 1: 'humano'
s 2: 'fiero'
s 3: 'fuerte'
s 4: 'dominante'

león

11
No consideramos el rasgo ‘mamífero’, porque no creemos que sea relevante para el efecto
metafórico deseado, como tampoco lo es en ZORRO o BALLENAreferidos, respectivamente, a ‘perso-
na astuta’ y ‘de gran volumen’.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 363

Es un proceso, evidentemente, complejo, porque selecciona el significan-


te de lo evocado e incorpora semas convencionalmente ajenos a ese signo. Y
todavía más complejo (como veremos al hablar de las implicaturas conversa-
cionales —tema 23—) desde la perspectiva del oyente, porque le exige una
interpretación que, frecuentemente, no es obvia. Pero ello no cambia el pro-
ceso asociativo que se realiza y que aquí hemos planteado.
Aunque estas asociaciones representan unos de los rasgos de mayor liber-
tad en el uso lingüístico, lo cierto es que muchas son convencionales para
cualquier hablante nativo. En Cuenca y Hilferty (1999: 100) encontramos un
breve resumen de los convencionalismos cognoscitivos básicos que parecen
regir las traslaciones metafóricas más comunes:
1. Morir es partir: Por lo que la idea de la muerte evocará fundamental-
mente traslaciones con el campo ‘partir’: PARTIR  SALIR  DEJARNOS IRSE
ABANDONARNOS, etc.
2. Las tareas difíciles son cargas: PESOS LOSAS, MUERTOS CRUCES,...
3. Las personas son animales: Ya hemos mencionado LEÆN, ZORRO y BALLE
NA, pero podrían destacarse muchas más: ·GUILA ARDILLA, ASNO BURRO,
CABRA, CABRITO, GALLO, GALLITO, GALLINA, LAGARTIJA, LECHUZA, LOBO, OSO RATÆN,
TORO, ZORRO, etc.
4. La vida es un viaje12: VA SEPARA SEESTANCA FLUYE etc.
5. Las teorías son edificios: SECONSTRUYEN SEFUNDAMENTAN, SEBASAN SE
AMPLÁAN SEDESTRUYEN, etc
6. El tiempo es un objeto de valor: ORO PRECIOSO DINERO…
7. Las ideas son alimentos: se MASCULLAN, SETRAGAN, SEDIGIEREN
8. El amor es una guerra: SECONQUISTA SEPELEA SEGANA SEPIERDE...
A las que, sin duda, podríamos añadir algunas, como las traslaciones
antropomórficas a referentes inanimados: BRAZO (‘de mar’), BOCA (‘de metro’),
CUELLO (‘de botella’), PULMÆN o ARTERIA (‘de la ciudad’), MANO (‘del mortero’), etc.
Pero podrían buscarse muchas otras que no se limitan a lo animado: la edad
conlleva GOTERAS, las redacciones PAJA, se ENDULZA o se AMARGA uno la vida y se
FORJA a un rebelde.
En resumen, pues, es un importante recurso expresivo, sumamente vivo
no sólo en la expresión literaria sino también en el uso cotidiano, basado,
como hemos visto, en la traslación de rasgos y cuya base parece estar plena-
mente integrada en nuestro conocimiento lingüístico.

12
En la tradición española, está muy presente el concepto de ‘RÁO, que puede enmarcarse, sin
duda, en el de @VIAJE.
364 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

2.2. La metonimia

La metonimia supone también una asociación entre signos. La diferencia


respecto de la metáfora es que aquí las relaciones no son tan subjetivas, sino
que sus significados están, de alguna manera, lógicamente emparentados,
por cercanía o contigüidad. Con todo, esas asociaciones de CERCANÁA o CONTI
GÍIDAD son muy variadas. Suele asociarse:

— La causa con el efecto: - sol  LUZ: LECEGABAEL sol - ‘la LUZ que des-

prende el sol; frío  HIPOTERMIA: MURIÆDEfrío - ‘de la HIPOTERMIA que

produce la exposición continuada a bajas temperaturas’; trabajo 
DINERO: VIVEDESUtrabajo - @del dinero que gana con su trabajo’; juego

 DESPILFARRO EL juego ARRUINÆ SUVIDA  ‘el DESPILFARRO a causa del
juego’ etc.
— El efecto con la causa: canas   VEJEZ: RESPETARLAScanas - ‘respetar la
VEJEZborrachera 
 EXCESOLEMATARONSUSborracheras ‘sus EXCESOS
en la bebida’ 
— El autor con su obra: LEERACervantes, por ‘leer obras de Cervantes’;
TENERUNPicasso por ‘tener un cuadro de Picasso’, VESTIRUNArmani
por ‘vestir un modelo diseñado por Armani’
— El instrumento con su usuario: ES ELMEJOR paleta DE LACUADRILLA -
‘albañil’, ESUNAPLUMAMUYINCISIVA - ‘escritor’,
— El símbolo con su referente: LAUREL por ‘gloria’, - BANDERA por ‘estado’;
PALOMA por ‘paz’; PËRPURA por ‘dignidad’, CORDERO por ‘mansedum-
bre’,...
— El lugar con el producto que en él producen: Son muy frecuentes
en productos alimenticios y en diferentes tipos de manufacturas:
«beberse un M·LAGA o un JEREZ» por ‘vino de esa región española’;
«tener un ASTRAC·N» por ‘abrigo de lana de esa región rusa’; «comer un
CABRALES» por ‘queso producido en ese pueblo asturiano’; «pasear en
BERLINA» por ‘coche cerrado originario de Berlín’, «recubrir con CHAN
TILLÁ» por ‘crema de pastelería originaria de esa ciudad francesa’.
Corresponden a este mismo tipo de metonimias, BRABANTE, BRAMANTE,
BUJÁA CACHEMIRA CORDOB·N CRETONA DAMASCO ADAMASCADO FUST·N
GUADAMECÁ  HOLANDA IRLANDA LANDÆ JERSEY  MUSELINA MAHONESA OTO
M·N etc.
— El continente con el contenido: BEBERSESEISbotellas por ‘el conteni-
do de seis botellas’; LAplatea ATRONABA por ‘los espectadores de la pla-
tea’;
— El objeto físico con su valoración moral: «perder el SESO» por ‘juicio’;
«no tener ENTRAÅAS» por ‘piedad’; «dejarse llevar por el CORAZÆN» por
‘sentimientos’; «tener CABEZA» por ‘cordura’.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 365

— El nombre de la persona con la característica o cualidad arquetípi-


ca que lo destaca: «ser un QUIJOTE», «un DONJUAN», «hacer el FITIPALDI».
Este tipo de metonimias se corresponden con las llamadas antono-
masias. También respecto a nombres no personales que han adquiri-
do valores arquetípicos, como ROCINANTE @rocín matalón’, o TIZONA
‘espada’.
Como se ve, son asociaciones muy diversas y sumamente vivas en la
lengua. El uso periodístico y el mundo actual nos han acostumbrado a un
frecuentísimo uso de nuevas asociaciones13, como la marca comercial
registrada con el producto. La sociedad de consumo ha generado tam-
bién sus metonimias: KLEENEX, por ‘pañuelo de celulosa’, ASPIRINA por ‘ácido
acetil salicílico’, TIRITAS por ‘esparadrapo con gasa y apósito’, ADIDAS por
‘zapatillas deportivas’, NESCAF½ por ‘café soluble’. También el lugar físico
con la institución situada en ese lugar: «Bruselas APROBÆLAPROPUESTAw
por ‘el gobierno comunitario’; la institución por las personas responsa-
bles: «ELsenado RECHAZÆLALEY» por ‘los miembros del senado’; el controla-
dor por los subordinados: «Bush ataca Irán» por ‘los soldados america-
nos’; el lugar por el acontecimiento: «Allí se armó Troya» por ‘una guerra
desoladora’, etc.
Dentro de la metonimia se incluye la sinécdoque, que se define tradicio-
nalmente como LASRELACIONESQUESEESTABLECENENTRE el todo Ysus partes. La
destacamos aparte porque es, en definitiva, en el plano de la asociación de
signos, lo que la MERONIMIA era en la asociación de significados: un signo,
cuyo significado está en relación de meronimia con otro, puede adquirir el
valor de su HOLÆNIMO(la parte por el todo Así, el significante CABEZA pasa a
designar a todo el individuo en «cien cabezas de ganado», o BRAZO a ‘persona’,
en «es su brazo derecho». O, a la inversa, el HOLÆNIMO pasa a designar al MERÆ
NIMO (el todo por la parte) en «habló con la familia por teléfono» por ‘habló
con uno (o varios) de los miembros componentes de la familia’. También se
ha considerado sinécdoque la relación entre hiperónimos e hipónimos, como
ANIMAL por ‘burro’ (o cualquier otra especie), PAN por ‘alimentos’ («buscarse
el pan»), etc.

2.3. La paronimia
Finalmente, frente a las relaciones anteriores donde lo que se destacaba
era la asociación de significados, la paronimia se basa, fundamentalmente,
en la asociación de significantes y se establece una curiosa relación causa-
da por LASEMEJANZADELOSSIGNIFICANTES entre los signos implicados en donde
se entrecruzan los significados, por más que éstos sean muy diferentes entre
sí. Se genera, entonces, un nuevo signo que incorpora el significante de un
signo y el significado del otro.

13
V. Cuenca y Hilferty (1999: 112).
366 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

'realizado dos 'realizado una vez


veces al año' cada dos años'

bianual bienal

'realizado dos
'realizado una vez veces al año'
cada dos años'

bianual bienal

Son relaciones de posibilidades muy variadas y frecuentes entre signos


comoABSCESO ACCESO ACTITUD APTITUD ADAPTAR ADOPTAR ASENTAR ASENTIR
BIANUAL BIENAL BULERO FULERO CANALÆN CANELÆN COMPETER COMPETIR DES
BASTAR DEVASTAR DÁPTICO DÁSTICO ESPECIAS ESPECIES FLAQUEAR FLANQUEAR FRAN
QUEAR  FLETAR FLOTAR  FICCIÆN FRICCIÆN GAVIOTA GAVOTA JAQUE JEQUE LACRE
LACRA LENGUA LUENGA PERJUICIO PREJUICIO14.
Como en el caso de los homónimos no homógrafos, este tipo de relacio-
nes DALUGARAimpropiedades léxicas, pero ahora trascienden lo meramente
ortográfico y pasan al uso lingüístico. Demuestran, en general, un descono-
cimiento del sistema. Sin embargo, cuando se contextualizan, son también
base de multitud de juegos y usos humorísticos («tiene una lengua muy luen-
ga» ‘muy larga’, «no vive, bebe»), constituyendo la base de la figura llamada
paronomasia.
En casos en los que se desconoce el signo, el hablante, por analogía15,
tiende a utilizar un significante que le resulte fónicamente semejante a lo que
en algún momento ha oído y pretende reproducir. En este caso el significan-
te propuesto puede ser inexistente en la lengua, pero creado por semejanza
fónica con otros términos que le son más comunes: *CLAVELÁN, por CLAVECÁN,
*DESTORNILLARSE por DESTERNILLARSE, *ERUPTAR por ERUCTAR, o pueden, simplemen-
te, intentar emular la imagen acústica escuchada: *RUMA por REËMA, *INDE
CIÆN por INYECCIÆN, *CEVIL por CIVIL, *COMISERIA por COMISARIA, *AMOTO por
MOTO, e incluso, pueden intentar utilizar, para formas consideradas de regis-
tro más culto, significantes con estructuras consideradas más propias de ese
registro, en lo que se denominan ultracorrecciones: *INFLACCIÆN por INFLACIÆN,
*EXPL½NDIDO ([ekspléndido]) por ESPL½NDIDO, *EXTRUCTURA ([ekstruktúra]) por
ESTRUCTURA, *BACALADO por BACALAO, etc., donde, evidentemente, los grupos con-

14
Para más ejemplos, ver Gómez Manzano ETAL: %JERCICIOSDEGRAM·TICAYDEEXPRESIÆN, capí-
tulo VII.
15
Término técnico para ‘semejanza’. V. tema 24, § 2.1.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 367

sonánticos [-kθ-] (grafía -CC-), [-ks- / -gs-] (grafía -X- ), o la terminación de par-
ticipio ADO, se consideran los registros cultos. En algunos casos, como ALBÆN
DIGA - ALMÆNDIGA, BREVA - BEVRA, PEPLA PLEPA, GUEDEJA - VEDEJA, llegan a acep-
tarse ambas variantes.
Dentro de este mismo fenómeno de la paronimia, pueden encuadrarse
los llamados «FALSOSAMIGOS» o cognados16, que se producen, en el aprendi-
zaje de segundas lenguas, cuando, por semejanza de los significantes de las
dos lenguas, se suponen en la segunda lengua los mismos significados que
posee en la lengua materna el signo afín. Estos cruces de significantes, tam-
bién sumamente habituales, son, de nuevo, índice de un deficiente conoci-
miento del sistema lingüístico ajeno, y centro de atención al estudiar segun-
das lenguas. Centrándonos en el inglés y el español, en el anexo a este tema
incorporamos una lista de algunos de los más frecuentes, que nos servirán
de guía.

3. EL ESTUDIO DEL SIGNIFICADO Y LOS CAMPOS


SEMÁNTICOS O FAMILIAS LÉXICAS
Ya sabemos lo que son y cómo se relacionan los significados, cabe pre-
guntarse ahora ¿cómo pueden estudiarse desde la perspectiva del propio sis-
tema, ajenos a sus usos contextuales? ¿cómo los ha estudiado la lingüística?
A eso dedicaremos este nuevo apartado.
Hemos visto que los signos de una lengua tienen carácter estructurado y
que se pueden agrupar en conjuntos de unidades con unas determinadas
relaciones de significado. Sabemos, además, que en cualquier lengua existen
conjuntos de palabras de significados relacionados, en las que un elemento
adquiere su valor en función de los otros elementos existentes en dicha len-
gua y que el significado de una forma léxica (SEMEMA) puede descomponerse
en una serie de rasgos significativos que determinan sus valores. Estamos,
pues, en condiciones de entender y estudiar el concepto de campo semánti-
co. Se denomina campo semántico al conjunto de formas léxicas de una len-
gua que se reparten, entre sí, un contenido significativo determinado. Todas
las formas que componen un campo semántico están en relación paradig-
mática, y se definen por rasgos significativos mínimos (SEMAS), entre los cua-
les, algunos les serán comunes y otros específicos. Desarrollemos algo más
estos conceptos, que servirán de gran ayuda para seguir entendiendo el fenó-
meno del significado lingüístico y posibilitarán su análisis y la comparación
de distintas lenguas.
El concepto de campo semántico fue propuesto por Jost Trier y sustituye
el viejo criterio de que las lenguas organizan su léxico como un simple reper-

16
Recuérdese que COGNADO es, según el diccionario de la Real Academia ($2!%), «semejan-
te, parecido», de COGNACIÆN: «parentesco de consanguinidad por la línea femenina».
368 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

torio de palabras, «un saco de palabras»17, por la noción de L½XICO COMO


ESTRUCTURA. En palabras de George Mounin (1963: 92)
El campo semántico [—según Trier—] es el conjunto de palabras, no
emparentadas etimológicamente en su mayoría (ni tampoco unidas entre
sí por asociaciones psicológicas, individuales, arbitrarias, contingentes),
que, colocadas una al lado de otra como las piedras irregulares de un
mosaico, recubren exactamente todo un terreno bien delimitado de signi-
ficaciones, constituido, ora tradicionalmente, ora científicamente, por la
experiencia humana. Así, puede hablarse de campo semántico constituido
por las palabras que designan el entendimiento, el ganado, los cereales, o
las viviendas.

La organización del léxico en campos semánticos no es, evidentemente,


obvia18. Existen campos más sencillos de determinar (aunque nunca sea
fácil), como los del parentesco, color, vivienda, etc., pero existen otros
muchos de más difícil determinación, en especial, cuanto más abstractos
pasan a ser los términos. Con todo, como hemos visto, la hipótesis básica de
la que se parte es de que TODOSIGNIFICADOESESTRUCTURABLE.
En cuanto a cómo se estructura todo ese «terreno bien delimitado de sig-
nificaciones» al que aludía Mounin, que equivale a lo que hemos denomina-
do también «superficie conceptual», tampoco es evidente. Si bien es cierto
que la superficie conceptual, el concepto, es universal, el MODODEESTRUCTU
RARLO ya hemos visto que no sólo varía de una lengua a otra, sino histórica-
mente, culturalmente, y, dentro de la propia experiencia individual de los
hablantes, va cambiando también a medida que va incorporando nuevos
conocimientos a su experiencia. Siguiendo un ejemplo tomado de Mounin
(1963: 93): un niño pequeño llamará en sus primeros años CASA a todo lo rela-
cionado con la noción de vivienda, pero con el aprendizaje irá sucesivamen-
te haciendo diferenciaciones conceptuales y léxicas sucesivas, y llegará a dis-
tinguir: VILLA, CABAÅA, INMUEBLE, RASCACIELOS, BARRACA, CHOZA, CASUCHA, CHAMIZO,
COVACHA, ALQUERÁA o CORTIJO, QUINTA, MASÁA, CASTILLO, CASASOLARIEGA, RESIDENCIA, e
incluso BUNGALOW, IGLOO, WIGWAM, GURBI, etc. Así pues, continúa Mounin, «la
introducción de cada uno de estos términos añade una malla a la red lingüís-
tica que recubre siempre aproximadamente la misma superficie conceptual».
Una de las tareas que se propuso la semántica estructural fue la de establecer
estas relaciones.

17
Mounin, 1963: 91.
18
Aunque históricamente ha sido el término CAMPOSEM·NTICOel que estableció la estruc-
turación lingüística de los significados, se ha generalizado el concepto de campo léxico (a
veces, también campo léxico-semántico), por considerar que este tipo de estructuras se cen-
tran sólo en los aspectos de significados referidos al signo (o lexema), mientras que los pro-
blemas de significado (semánticos) implican a más niveles lingüísticos y pueden establecerse
otros campos significativos que no afecten únicamente a las formas léxicas. Por el momento,
sin embargo, puesto que hasta ahora hemos centrado nuestra atención sólo en los aspectos
relativos al plano del significado del signo lingüístico, está claro que nos referimos a los signos,
y como tales, a unidades léxicas. Así pues, mantendremos la identidad entre campos semánti-
cos y campos léxicos.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 369

3.1. El estudio de los campos semánticos:


El análisis componencial

Se denomina análisis componencial a los estudios semánticos que pre-


tenden dar cuenta del significado de los signos descomponiéndolo en sus
ELEMENTOS DISTINTIVOSESENCIALES 19 (rasgos mínimos, o SEMAS) teniendo en
cuenta que, como en el caso de la fonología o de la morfología, sean, efec-
tivamente, los rasgos mínimos y significativos o distintivos para el análi-
sis de ese campo. En otras palabras, no todo rasgo aislable debe ser signi-
ficativo: por ejemplo, el rasgo ‘de madera’ no tiene por qué ser un rasgo
semántico significativo (SEMA) a la hora de describir el campo semántico
‘asientos’, si, realmente, no existe ningún significado que así lo exija. Al
contrario, con que exista un solo término que sí lo exija, será un rasgo que
deberá incorporarse a la definición general de semas20. Los semas, pues,
se consideran rasgos binarios (+/-); una vez determinados los rasgos (o
SEMAS) significativos en cada campo semántico, la definición de una forma
léxica se hará en función de la presencia (+) o ausencia (-) de cada uno de
los semas aislados.
El ejemplo clásico de todos los manuales y del que parte la concepción
general de análisis componencial es el propuesto por Bernard Pottier, en
196321, estudiando el objeto mental ‘silla’. El proceso de estructuración de ta-
les análisis es el siguiente:
A) Delimitación del objeto mental: En nuestra experiencia del mundo
sabemos que no hay dos sillas idénticas. ¿Cómo puede, entonces, iden-
tificarse una silla concreta con el objeto mental ‘silla’? En principio, se
hará por la experiencia: si colocamos a mil personas ante mil sillas se
puede obtener el término SILLA un millón de veces, y «en lingüística esta
coincidencia de subjetividad es lo que se llama OBJETIVIDAD»22:

a) «Si ante una serie de objetos (x1, x2... xn), la respuesta es regularmente
/x/, se dirá que /x/ es la unidad léxica (o lexía) que designa estos objetos».

B) Obtenida la unidad léxica (significante), hay que determinar el seme-


ma, es decir, el conjunto de rasgos definitorios significativos que se
asocian a dicho significante. Para ello, de modo semejante a como lo
haría un biólogo para una especie natural, habrá que describir cada
una de las sillas del modo más completo, estableciendo la lista de las
características encontradas. En el ejemplo propuesto, encontraremos,
por ejemplo:

19
Leech (1981: 128).
20
Estas operaciones implican, pues, una tarea semejante a la operación matemática de
extracción del mínimo común múltiplo (comunes y no comunes, afectados de menor exponente).
21
En 2ECHERCHESSURLANALYSES½MANTIQUEENLINGUISTIQUEETENTRADUCTIONM½CANIQUE . Publi-
cations Linguistiques de la Faculté des Lettres es Sciencies Humaines de l’Université de Nancy.
22
Seguimos a Baldinger (1970: 80 y ss.).
370 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

q1 = con respaldo q4 = de madera q7 = roja


q2 = de terciopelo q5 = para sentarse etc.
q3 = sobre pie q6 = para una persona

A continuación se realiza una comparación entre los rasgos aislados indi-


vidualmente y cada uno de los elementos concretos analizados, estableciendo
si en cada objeto se presenta o no cada uno de los rasgos aislados (conven-
cionalmente, mediante los símbolos «+», si posee el rasgo, o «-», si no lo
posee). Se obtiene entonces una caracterización como la siguiente, donde se
observa que algunos rasgos son constantes y otros variables:

«silla 1» «silla 2» «silla 3» ... ... ... «silla n» S


(sumatorio)
q1 = con respaldo + + + (+) + +
q2 = de terciopelo + – – (+/–) + +/–
q3 = sobre pie + + + (+) + +
q4 = de madera – + – (+/–) – +/–
q5 = para sentarse + + + (+) + +
q6= para una persona + + + (+) + +
q7 = roja + – – (+/–) – +/–

En la columna S (sigma) obtenemos, por una parte, todas las caracte-


rísticas presentes en cada uno de los miembros estudiados, y, por otra,
todas las características comunes (+) a todos los elementos estudiados: q1
+ q3 + q5 + q6.

A esos rasgos característicos COMUNES a todos los objetos estudiados los


consideraremos los RASGOSDISTINTIVOS del objeto mental ‘silla’, sus semas (s).
En el ejemplo propuesto por Pottier:

s1 = con respaldo
s2 = sobre soporte
s3 = para una persona

s4 = para sentarse
y la suma de todos ellos constituyen el semema (S) que lo define. Su forma
léxica o significante relacionado es, en español, SILLA/síʎa/). Se fija así el con-
cepto de semema (S), como el conjunto de semas (s) que caracterizan el sig-
nificado léxico de una determinada forma léxica.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 371

Pero, además, al conjunto de SEMAS comunes a varios SEMEMAS de un


mismo campo significativo se le denomina archisemema. Ampliando nues-
tro ejemplo, y continuando con el propuesto por Pottier:

s1 s2 s3 s4 s5 s6
con sobre pie para una para con brazos de material S
respaldo persona sentarse rígido
silla + + + + – + S1
butaca + + + + + + S2
taburete – + + + – + S3
canapé + + – + + + S4
«pouf»23 – + + + – – S5

De los sememas estudiados, todos comparten los rasgos s2 y s4: ‘artefac-


to para sentarse + sobre algún tipo de soporte’. Al conjunto de esos SEMAS
compartidos es a los que hemos denominado archisemema, que también
compartirían las formas BANCO, SILLÆN, DIV·N, BANQUETA, etc. no incorporadas
en este ejemplo. Así, dentro del campo de ‘silla’ estamos también dentro del
de ‘asiento’, sin que se pueda estar, a la vez, dentro del campo de ‘silla’ y fuera
del de ‘asiento’. Siguiendo la representación de Pottier:

archisemema ‘asiento’

semema ‘silla’

Por último, los ARCHISEMEMAS pueden tener o no una forma léxica asigna-
da en una lengua concreta. En español existe una unidad léxica cuyo semema
es s2+s4, que es ASIENTO. También siguiendo a Pottier, denominaremos archi-
lexema a la forma léxica que realiza, en una lengua dada, ese archisemema;
en nuestro ejemplo sería ASIENTO.

asiento

silla

23
En el ejemplo francés: CHAISE, FAUTEUIL, TABOURET, CANAP½, POUF. En las traducciones al espa-
ñol, suelen ofrecerse, como términos españoles para POUF, POSÆN o POSADERO (en el $ICCIONARIODE
LA2EAL!CADEMIA: «Cilindro hecho de espadaña o de soga de esparto que se usa como asiento»).
Mantenemos el calco «pouf» (o «puf», por ser el término más común en la actualidad.
372 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

3.2. Problemas derivados del análisis componencial


El estudio de los campos semánticos ha sido pieza clave en los estudios de
semántica léxica, ha permitido establecer lo que se ha denominado familias
léxicas y, fundamentalmente, ha facilitado entender cómo se estructura el
significado en las lenguas y su comparación entre unas lenguas y otras. Pero,
aunque en teoría, ésta es una propuesta de estudio del significado sumamen-
te atrayente, los problemas de aplicabilidad no son pequeños. Ya hemos visto
que un mismo elemento podía formar parte de distintos campos semánticos,
dependiendo del concepto con el que se relacionara en cada caso (recorde-
mos, por ejemplo, el caso de banco, como ‘asiento’ o como ‘entidad financie-
ra’) y que todo un campo puede estar en relación de hiponimia respecto de
otro (‘parentesco’ dentro de ‘relaciones entre humanos’, donde también
cabría ‘entidades sociales’ que, a su vez incluiría el de ‘entidades financieras’,
etc.), por lo que la labor de establecer los campos semánticos en los que se
estructura el significado lingüístico no es obvia y entraña una gran compleji-
dad, por más que haya abierto una importante puerta al conocimiento del
significado y a la comparación de las estructuras significativas entre las dife-
rentes lenguas.
Al establecer las diferencias entre significado y sentido veremos (tema 22,
§ 2) la importancia de poder estudiar cada signo DENTRODELSISTEMACONCEPTUAL
EN ELQUEESCONSIDERADO . Veremos que el signo AGUDO puede incorporarse
tanto al sistema de ‘afilado’ como al de ‘intensidad’, al igual que CASA podía
incorporarse dentro de ‘vivienda’ o de ‘edificación’. Esto demuestra algo en lo
que venimos insistiendo: que el modo de estructurar el significado no está
nunca exento de subjetividad. A continuación dedicaremos cierta atención al
autoanálisis que el profesor Trujillo hace, después de los años, respecto de su
estudio sobre el campo semántico de la valoración intelectual en español24,
porque consideramos que resume perfectamente los problemas derivados de
esta propuesta metodológica:
La cuestión de la unidad conceptual es siempre discutible: así, por
ejemplo, yo he llamado ‘valoración intelectual’ a la base conceptual utiliza-
da para reunir en un conjunto una serie de adjetivos, fijando de esa mane-
ra los límites de un supuesto «sistema léxico» que no tenía otro fin que el de
la delimitación de un campo de análisis: lo importante no era realmente el
‘sistema’, siempre discutible como tal, sino la determinación de un criterio
de selección, que, a modo de red, me proporcionase un conjunto léxico
‘abarcable’ en un análisis semántico.25
y precisa:
Bajo el rótulo ‘intelectual’ se pueden clasificar objetos lingüísticos tan
diferentes como INTELIGENTE, LISTO, AGUDO, INGENIOSO, SABIO, PRUDENTE, etc,.

24
Ramón Trujillo: %L CAMPOSEM·NTICODELAVALORACIÆNINTELECTUALENESPAÅOL . La Laguna.
Universidad de La Laguna, 1970.
25
Trujillo (1988: 93)
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 373

suponiendo que se corresponden con divisiones practicadas en un mismo


«continuum» sustancial. Pero ¿es ‘intelectual’ una base semántica común a
todos esos signos o sólo a algunas de las experiencias a que se aplican?
¿Pertenecen a la misma naturaleza de lo real cosas tan distintas como
comprender una demostración matemática o entender un cuadro de Veláz-
quez; [...] o el hecho de expresarse con agudeza, tan propio de la gente
poco inteligente, pero hábil en el manejo de argucias y trampas del listo?
¿Existe de verdad un «continuum» o lo establecemos simplemente de
acuerdo con ciertas afinidades que descubrimos en nuestra experiencia del
mundo?»
Más adelante concluye:
Ni INTELIGENTE, LISTO o INGENIOSO, por un lado, ni ASIENTO, SILLA o SILLÆN, por
otro, representan «estructuras» lingüísticas, sino tipos de organización de
la experiencia por medio de la lengua, que es muy distinto. No es la len-
gua la que organiza estos «continuos», sino los usuarios de la lengua: esta-
blecida una zona de interés o campo conceptual, los hablantes atribuyen
contenido idiomático a los distintos componentes de esa organización, por
medio de la lengua. ,ISTO está tan cerca de INTELIGENTE como de PILLO; y ASIEN
TO, tan cerca de SILLA como de PIEDRA: reunirlos o separarlos no es cosa que
tenga que ver con la lengua, sino con sus usuarios. La lengua es, en todos
los casos, el mecanismo que permite expresar la organización de nuestras
experiencias.26
Según esto, plantea una doble posibilidad de análisis de los verbos espa-
ñoles referidos al concepto ‘percibir por la vista’27: VER, MIRAR, DIVISAR, AVISTAR,
VISLUMBRAR, PRESENCIAR, DISTINGUIR, ATISBAR, OTEAR, CONTEMPLAR, OBSERVAR y REPA
RAR. Para su análisis propone una serie de rasgos distintivos (SEMAS), que el
mismo autor reconoce no ser sino simplificaciones de las definiciones pro-
puestas por el $ICCIONARIODELA2EAL!CADEMIA%SPAÅOLA$2!% 28:
S1: ‘percibir por la vista’.
S2: ‘fijando la atención en un punto o en una dirección’.
S3: ‘de lejos’.
S4: ‘de pronto’.
S5: ‘confusamente’.
S6: ‘un acontecimiento’ (no un objeto estático).
S7: ‘diferenciando de otras cosas o de lo confuso’.
S8: ‘recatadamente’.
S9: ‘desde una posición elevada o ventajosa’.

26
)BÁD., 95-96.
27
/PCIT, páginas 107 y ss.
28
Las siglas $2!% para el $ICCIONARIO de la Real Academia Española son de uso generaliza-
do en los estudios lingüísticos españoles y el alumno debe familiarizarse con ellas, dada su fre-
cuencia de uso y su aceptación general.
374 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

S10: ‘detenidamente’.
S11: ‘analizando los detalles’.
S12: ‘advirtiendo la presencia del objeto’.
Teniendo en cuenta el campo conceptual y los semas propuestos, realiza
el siguiente análisis:

S1 S2 S3 S4 S5 S6 S7 S8 S9 S10 S11 S12


ver +
mirar + +
divisar + +
avistar + +
vislumbrar + +
presenciar + +
distinguir + +
atisbar + + +
otear + + +
contemplar + + +
observar + + +
reparar + + +

Sin embargo, si el elemento que hemos determinado como «clasificador»


lo variamos incorporando el criterio ‘orientación del punto de vista’, obten-
dremos una nueva estructuración de los campos, con dos clasificaciones dife-
rentes:
1) ‘percibir con la vista’:

S1 S2 S3 S4 S5 S6 S7
ver +
divisar + +
avistar + +
vislumbrar + +
presenciar + +
distinguir + +
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 375

2) ‘orientación del punto de vista’

S1 S2 S4 S8 S9 S10 S11 S12


mirar +
atisbar + +
otear + +
contemplar + + +
observar + +
reparar + + (*) +

Sin profundizar más en el análisis propuesto por Trujillo29, queda claro


que si bien, como ya se ha apuntado, el análisis componencial es importante
metodológicamente, y quizá algo que intuitivamente hacemos a la hora de
interpretar los contenidos lingüísticos y, desde luego, al intentar volcarlos en
otra lengua, el lingüista debe ser consciente que siempre supone una inter-
pretación subjetiva de la sustancia semántica.
Finalicemos este apartado con unas palabras de Gregorio Salvador, que
pueden servirnos para situar lo dicho hasta aquí en su contexto preciso:
La filosofía se ha ocupado de las sustancias y la lógica en todo momen-
to ha intentado establecer un lenguaje estrictamente ajustado a la realidad
para apresar esas sustancias. Pero es sabido que la lengua es otra cosa.
Semas, sememas y archisememas responden a una perspectiva lingüística y
la ordenación de la realidad en esa perspectiva es distinta, no ya en cada
lengua, sino también en cada habla, en cada individuo hablante. Y a los lin-
güistas —nunca está de más recordarlo— sólo debe interesarnos la verdad
lingüística, no la verdad lógica.30

29
Cuya lectura recomendamos al alumno interesado, dado que aporta importantes matices
al análisis de estos y otros verbos.
30
Gregorio Salvador (1965: 16).
376 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

ANEXO
TABLA 1. Principales homónimos, no homógrafos, del español

Representación fónica Representaciones ortográficas


/b/ b v
/baθílo/ bacilo (m.) vacilo (v. vacilar)
/báka(s)/ baca (f.) vaca (f.)
/balído(s)/ balido (m.) valido (adj./v. valer)
/balón(-es)/ balón (m.) valón (m.)
/bário(s)/ bario (m.) vario (adj. m.)
/bása(-s)/ basa (f./v. basar) vasa (f.)
/basár/ basar (tr.) vasar (m.)
/básta(s)/ basta (f./v. bastar) vasta (adj. f./v. vastar)
/báte(s)/ bate (m./v. batir) vate (m.)
/báa(s)/ baya (f.) vaya (v. ir/f./part.)
/béʎo(s)/ bello (adj.) vello (m.)
/biénes/ bienes (m. pl.) vienes (v. venir)
/bobína(s) bobina (f.) bovina (adj. f.)
/bokál(-es)/ bocal (adj./m.) vocal (adj./f.)
/bóta(s)/ bota (f./adj. f.) vota (v. votar)
/botár/ botar (tr.) votar (tr./intr.)
/grába(s)/ graba (v. grabar) grava (f./v. gravar)
/grabádo(s)/ grabado (m./pp. grabar) gravado (pp. gravar)
/kábe(s)/ cabe (m./prep. ant./v. caber) cave (v. cavar)
/kábo(s)/ cabo(s) (m.) cavo (m./v. cavar)
/r ebelár(se)/ rebelarse (v. pr.) revelar(se) (tr.)
/r ibéra(s)/ ribera (f.) rivera (f.)
/sábia(-s)/ sabia (adj. f.) savia (f.)
/túbo(s)/ tubo (m.) tuvo (v. tener)
*/úbe/ hube (v. haber) uve (f.)
*/érba(s)/ hierba, yerba (f.) hierva (v. hervir)

(Continúa)
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 377

(Continuación)
/x/ g j
/inxerír/ ingerir injerir
/xéta(s)/ geta (adj.) jeta (f.)
/xíra(s)/ gira (f./v. girar) jira (f.)
– – h
/abría(s)/... abría (v. abrir) habría (v. haber)
/árte(s)/ arte (f.) harte (v. hartar)
/ás/ as (m.) has (v. haber)
/ásta/ asta (f.) hasta (prep.)
/áo, -a(s)/ ayo, aya hayo, haya(s) (v. haber/f.)
/étʃo/... echo (v. echar) hecho (v. hacer)
/enébro/ enebro (m.) enhebro (v. enhebrar)
/étiko, -a(s)/ ético (adj.) hético (adj.)
/íθe, -o/ ice, izo (v. izar) hice, hizo (v. hacer)
/ínka(s)/ inca (n./adj.) hinca (v. hincar)
/oxeár/ ojear (tr.) hojear (tr.)
/s/ s x
/esklúsa/ esclusa (f.) exclusa (pp. f. excluir)
/eskória/ escoria (f.) excoria (v. excoriar)
/eskúlpe(-s), (-n)/ ... esculpe (v. esculpir) exculpe (v. exculpar)
/espiár/ espiar (tr./intr.) expiar (tr.)
/estírpe(s)/ estirpe (f.) extirpe (v. extirpar)
// hi- y
/ér o(s)/ hierro (m.) yerro (m./v. errar)
378 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

TABLA 2. Principales cognados entre español e inglés31

Término español Término inglés Forma adecuada


abnegación: ‘dedicación
abnegation: ‘negativa, renuncia’ dedication
desinteresada’
actual: ‘presente,
actual: ‘real, verdadero’ present
del momento’
adepto: ‘partidario’ adept: ‘experto, hábil’ follower
avisar: ‘advertir’ advise: ‘aconsejar’ warn
apuntar: ‘anotar’ appoint: ‘designar, fijar una cita’ note down, score
barraca: ‘vivienda rústica,
barrack: ‘cuartel, barracón’ hut, stall
caseta’
carpeta: ‘cubierta para
carpet: ‘alfombra’ folder
papeles’
castigar: ‘penalizar’ castigate: ‘corregir, censurar’ punish
constipado: ‘resfriado’ constipated: ‘estreñido’ cold
contestar: ‘responder’ contest: ‘impugnar, rebatir’ answer, reply
copa: ‘vaso con pie’ cup: ‘taza’ glass
cope: ‘arreglárselas,
copar: ‘cubrir, acaparar’ cover
salir adelante’
divertir: ‘entretener’ divert: ‘desviar, apartar’ amuse
egregio: ‘insigne, ilustre’ egregious: ‘atroz, malvado’ eminent
elaboración: ‘manufactura’ elaboration: ‘explicación’ manufacture
embarazada: ‘preñada’ embarrassed: ‘desconcertada’ pregnant
engrosar: ‘aumentar,
engross: ‘absorber, enfrascarse’ increase, enlarge
dar espesor’
espada: ‘arma blanca’ spade: ‘pala’ sword
éxito: ‘resultado feliz’ exit: ‘salida’ success
fábrica: ‘instalación
fabric: ‘tela, tejido’ factory
industrial’
fila: ‘serie en línea’ file: ‘fichero, lima’ row
genial: ‘sobresaliente,
genial: ‘cordial, amable’ brilliant
magnífico’

(Continúa)

31
Proponemos, a modo de ejemplo, sólo uno de los posibles términos que podrían ser equi-
valentes al significado español.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 379

(Continuación)

Término español Término inglés Forma adecuada


gotera: ‘filtración de agua
gutter: ‘cuneta, canalón’ leak
por el techo’
idioma: ‘lengua’ idiom: ‘modismo, locución’ language
librería: ‘tienda de libros’ library: ‘biblioteca’ bookshop
ignore: ‘no hacer caso, to be ignorant
ignorar: ‘desconocer’
pasar por alto’
importar: ‘afectar’ import: ‘traer del extranjero’ to matter
insano: ‘perjudicial’ insane: ‘demente, loco’ unhealthful
largo: ‘que tiene más
large: ‘amplio, copioso’ long
o menos longitud’
pariente: ‘allegado, familiar’ parent: ‘padre o/y madre’ relative
recipiente: ‘utensilio recipient: ‘destinatario,
container
para guardar algo’ beneficiario’
recollect: ‘recordar,
recolectar: ‘recoger, juntar’ gather, collect
acordarse de’
resorte: ‘muelle’ resort: ‘lugar de recreo’ spring
resumir: ‘condensar,
resume: ‘continuar, reanudar’ summarize
sintetizar’
ropa: ‘conjunto de prendas
rope: ‘cuerda’ clothes
de vestir’
simpatía: ‘jovialidad,
sympathy: ‘compasión, lástima’ charm
alegría’
suburbio: ‘arrabal, periferia’ suburb: ‘barrio residencial’ slums
timbre: ‘campana/sello’ timber: ‘madera’ bell/stamp
traducir: ‘convertir
traduce: ‘calumniar, difamar’ translate
a otra lengua’
vaso: ‘recipiente para
vase: ‘jarrón, florero’ glass
beber’
380 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

EJERCICIOS
[En muchos de estos ejercicios el alumno deberá utilizar un Diccionario del
español. Nosotros hemos utilizado, para las respuestas propuestas, el $ICCIONA
RIODELA2EAL!CADEMIA%SPAÅOLA ($2!%), por ser el representante más directo
de la norma española. Puede utilizar cualquier otro, pero es aconsejable el uso
de obras lexicográficas de garantía, entre las que podemos recomendar las
siguientes: Julio Casares: $ICCIONARIO IDEOLÆGICODELALENGUAESPAÅOLA ; María
Moliner: %L$ICCIONARIODEUSODELESPAÅOL ; Manuel Seco, ETAL: $ICCIONARIODEL
ESPAÅOLACTUAL, 6OX$ICCIONARIOGENERALILUSTRADODELALENGUAESPAÅOLA.

— En las preguntas teóricas o de carácter abierto, no ofreceremos respuestas


cerradas, sino las indicaciones generales sobre los contenidos que debe-
rían tratarse en la respuesta.]

1. ¿Qué son las variantes diatópicas, diastráticas y diafásicas? ¿Según el pro-


fesor Gregorio Salvador, deben considerarse estas variantes en la definición
de la sinonimia, desde la perspectiva del sistema lingüístico?

2. i) Determine el significado de las siguientes formas. ii) Explique si el dic-


cionario establece o no diferencias entre ellas y diga si, según la teoría pro-
puesta, podrían o no considerarse sinónimas. iii) Si descubre alguna otra
relación entre significados o signos lingüísticos de los estudiados hasta
aquí, coméntelos.

A) - ZAFA PALANGANA JOFAINA


B) - HALAR JALAR
C) - ALQUILAR ARRENDAR
D) - F·RFARA J·RJARA
E) - ABABOL AMAPOLA
F) - F·RMACO MEDICAMENTO
G) - CERILLA FÆSFORO MIXTO
H) - JARRETE MORCILLO

3. Diga el significado de los siguientes pares; explique qué tipo de asociacio-


nes se establecen entre ellos. Considerando la etimología que propone el
Diccionario, diga si las grafías heredadas son coincidentes o no con el ori-
gen propuesto.

A) ACERBO - ACERVO
B) ADICIÆN - ADICCIÆN
C) ESCUADRA - EXCUADRA
D) BARRAQUERA VARRAQUERA
E) GRAVAR GRABAR
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 381

4. Según el diccionario de la RAE, cómo se consideran las siguientes formas,


polisémicas u homonímicas? ¿por qué? En las formas polisémicas indi-
que, a su juicio, cuáles pueden haber sido las motivaciones de las exten-
siones de su significado.

A) Fárfara
B) Embalar
C) Junco
D) Férula
E) Plétora
F) Juicio
G) Zoco

5. Desde el punto de vista de un sistema lingüístico, ¿en qué se asemejan y en


qué se distinguen la metáfora y la metonimia?

6. ¿Qué relaciones entre signos se basan en el uso del holónimo por su meró-
nimo o, a la inversa, del merónimo por el holónimo? Busque algún ejemplo.

7. En los siguientes contextos se juega contextualmente con signos que pre-


sentan diferentes asociaciones. Indique, a su juicio, cuáles son:

A) ¡Yo como como como!


B) Esta cosa casi casa.
C) «Presa del piso, sin prisa,
pasa una vida de prosa» (Unamuno)
D) «Fenacer: Morir en el momento de venir al mundo» (J. L. Coll).
E) No traje traje.

8. En el apartado 3 de este capítulo se menciona una serie de términos rela-


tivos a la vivienda, a partir de un ejemplo de Georges Mounin. Seleccione
algunos de ellos e intente elaborar su campo semántico estableciendo sus
semas, sememas y archisememas. Resuma sus conclusiones.
382 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

RESPUESTAS

1R. La definición de cada una de las variantes puede revisarse en la teoría. Es


muy importante que quede claro que las primeras están relacionadas con
variantes geográficas, las segundas con variantes socioculturales y las
terceras se refieren a registros de uso diferentes.
No, porque responden a normas de USO diferentes, que frecuentemente
coexisten en un mismo individuo y son reflejo de un único sistema. Sería
imposible aislarlas como sistemas diferentes. Desde la perspectiva del
sistema, y en el estudio de la sinonimia, todas responden al mismo pro-
ceso: un mismo significado se asocia con distintos significantes sin que
exista variación alguna en sus semas.

2R. A) Las tres presentan el mismo significado: ‘Vasija en forma de taza, de


gran diámetro y poca profundidad, que sirve principalmente para lavar-
se la cara y las manos’. Entre PALANGANA y JOFAINA no se establecen dife-
rencias. :AFA, sin embargo aparece marcada por un rasgo diatópico,
como término utilizado en Albacete, Granada y Murcia.
B) Tienen significados coincidentes ‘tirar de una cuerda o soga’. En esta
acepción sí podrían considerarse sinónimas. Presentan, sin embargo,
extensiones significativas que sí implican especificaciones diastráticas:
En su cuarta acepción JALAR adquiere el significado de ‘Correr o andar
muy de prisa’, en Andalucía y América; y en la quinta acepción ‘Mante-
ner relaciones amorosas’, en América Central. Por su parte, HALAR se
generaliza a ‘Tirar hacia sí de una cosa’ en Andalucía, Cuba, Nicaragua
y Paraguay. En estos casos se podría hablar de claros casos de polisemia.
C) Ambas coinciden en ‘Dar de otro o tomar de otro’ , por lo que pueden
considerarse sinónimas. !RRENDARpresenta, además, otras dos entra-
das homónimas, que no pueden compararse con ALQUILAR por no tener
ninguna BASECOMËN(recordar lo dicho en el capítulo 22, al hablar de
la antonimiA). [En adelante sólo comentamos las acepciones con esa
base común].
D) F·RFARA y J·RJARA también coinciden en su definición, como ‘Telilla o
cubierta blanda que tienen los huevos de las aves por la parte interior’.
*·RJARA, sin embargo, se señala como dialectal, para Andalucía.
E) ABABOL AMAPOLAtambién coinciden en la definición, pero la primera
se presenta como una variante del oriente peninsular. Es, pues, otra
variante diatópica.
F) F·RMACO y MEDICAMENTO son también absolutamente coincidentes, ya
que el primero remite al segundo. Su diferencia es etimológica: F·RMACO
es un helenismo y MEDICAMENTO un latinismo. Los helenismos, como
voces no patrimoniales, suelen utilizarse en registros más cultos, por lo
que, aunque en el Diccionario no se expresa explícitamente, responde-
ría a una diferenciación de carácter diastrático.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 383

G) Entre CERILLA FÆSFORO MIXTO en sus acepciones coincidenteSel Diccio-


nario no establece diferenciación alguna. La experiencia, sin embargo,
podría determinar una cierta diferenciación dialectal (sin que pueda
desecharse alguna diferenciación de carácter diastrática o, incluso,
generacional), y el conocimiento lingüístico nos dice que FÆSFORO y CERI
LLA son, ambas, metonimias que asocian el material del que está confec-
cionado el producto con el propio producto.
H) Por último, entre JARRETEy MORCILLOsí parece establecerse una distin-
ción entre ‘parte de la pierna humano, corva’, y ‘parte carnosa del
brazo’. Es éste el único caso en los que sí existe una clara diferencia-
ción de semas, y encontramos dos formas en relación de meronimia
(forman parte de un todo: el cuerpo humano)32.
En resumen, si admitimos que las diferencias diastráticas y diatópicas no
son índice de diferenciación en el sistema, todos los grupos propuestos
menos el último pueden considerarse formas sinónimas, dado que en
todos existen coincidencia de semas. Sólo entre JARRETE y MORCILLO parece
establecerse una clara distinción de semas.

3R. A) ACERBO - ACERVODel latín ACERBUS ‘áspero; cruel’ frente a ACERVUS ‘con-
junto de cosas pequeñas o de bienes morales’ del latín. Ambos man-
tienen su grafía etimológica. Son homófonos, no homógrafos, por lo
que están en relación de homonimia.
B) ADICIÆN - ADICCIÆN: ambas proceden del latín, la primera de ADDITIO la
segunda, de ADDICTIO ‘hábito o adhesión a algo’. Mantienen una relación
de paronimia, es decir, de semejanza de significantes pero con signifi-
cados bien diferenciados que no deben confundirse.
C) ESCUADRA - EXCUADRA: la primera proviene probablemente del latín *EXQUA
DRARE ‘labrar o disponer en ángulos rectos’ y, de ahí, se derivan gran parte
de sus acepciones. Es, pues, polisémica. La segunda es inexistente en
español. Denota una ultracorrección paronímica. Con todo, si su etimo-
logía es adecuada, la forma con grafía -X- sería la más directa.
D) BARRAQUERA VARRAQUERA : Ambas formas son variantes aceptadas de
VERRAQUERA y ésta, a su vez, del latín VERRES ‘cerdo’. También se utili-
zan ambas con idéntico significado ‘lloro fuerte y con rabia’. Son,
pues, formas idénticas, cuya única diferenciación es la ortográfica,
que no se corresponde con ninguna diferenciación del sistema lin-
güístico. Tampoco parece que tenga justificación etimológica la gra-
fía con B.
E) GRAVAR GRABAR: La primera se considera procedente del latín GRAVARE
‘cargar, imponer un peso o gravamen’, la segunda del francés GRAVER
‘señalar mediante una incisión’. Son homónimas y, por tanto, homó-

32
Aunque, estrictamente, podríamos hablar de hiponimias respectivas, respecto a PIERNAy
BRAZO, siendo entre estas dos últimas formas entre las se establece la relación de comeronimia.
384 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

fonas, pero no homógrafas, aunque la distinción ortográfica no pare-


ce estar justificada por su distinto origen.

4R. F·RFARA, EMBALAR, JUNCO y ZOCO presentan más de una entrada en el diccio-
nario, y se les atribuyen diferentes orígenes y significados. Se conside-
ran, pues, homónimas. De especial interés, entre ellas, es la forma ZOCO,
que presenta tres entradas diferentes, de origen y significado muy dife-
rentes: la primera, del latín SOCCUS, equivalente a ‘zueco’; las otras dos
derivan de formas árabes distintas: una procede de SUQ ‘mercado’, y la
otra, con el significado de ‘zurdo’, procedente de SUQ¸T, ‘desecho, objeto
sin valor’.
A F½RULA, se le reconocen cuatro acepciones, probablemente todas deriva-
das de la planta inicial de la que se extraen las ‘varas’ o ‘tablillas’ especia-
lizadas, posteriormente, en diversos usos. Sin embargo, presenta un
mismo origen, por lo que es forma polisémica.
Igualmente, PL½TORA, de origen griego, presenta una única entrada con
dos acepciones ‘Exceso de sangre o de otros humores en el cuerpo o en
una parte de él’ y, por extensión polisémica, ‘Abundancia excesiva de
alguna cosa’. Es un caso claro de cómo un término originariamente téc-
nico (médico) se generaliza metafóricamente.
*UICIO, por último, aunque presenta doce acepciones, y muchos com-
puestos, todas ellas se remiten a un mismo origen latino, IUDICIUM, e
incorporan el significado de ‘proceso de conocimiento’. Es claramente
polisémica y demuestra una gran vitalidad en nuestra lengua, a tenor de
las extensiones de significado sufridas.
Así pues F½RULA PL½TORAy JUICIOson claramente polisémicas

5R. Ambas son traslaciones de significados. Un signo adquiere un nuevo sig-


nificado que toma de la selección de rasgos de otro signo, pero mientras
que en la metáfora la asociación es subjetiva, entre signos independien-
tes, en la metonimia la selección viene motivada por una cierta relación
de dependencia entre ambos signos.

6R. La sinécdoque.

Posibles ejemplos de merónimos por holónimos:


— «Miles de ALAS cruzaban el cielo»: ALAS por ‘pájaros’.
— «No dejan de pasar motores»: MOTORES por ‘vehículos a motor’.
Posibles ejemplos de holónimos por merónimos:
— «Coloca la vajilla en la mesa»: VAJILLA por ‘platos’.
— «Por fin me senté en su sillería rococó»: SILLERÁA por ‘pieza de esa sille-
ría’.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 385

7R. a) y e) juegan contextualmente con homónimos homógrafos; En b), c) y


d) con parónimos (son paronomasias), pero mientras en b) y c) se esta-
blece sólo un claro contraste dentro del sintagma de signos existentes
(COSA CASI CASA PRESA PRISA PROSA PISO PASA , en d) se genera un signo
inexistente que evoca por paronimia al existente FENECER

8R. La solución es abierta. Puede desarrollar un análisis más o menos pro-


fundo, dependiendo de sus intereses. A modo de ejemplo, le proponemos
los pasos que debería seguir.
— Nosotros hemos seleccionado los términos: CABAÅA CHABOLA CHOZA
CHAMIZO VILLA.
— Partimos, como es habitual, de las definiciones que propone el $2!%,
de base común, y de uso más habitual:
ALQUERÁA: «Casa de labranza o granja lejos de poblado».
CABAÅA: «Casa pequeña y tosca hecha en el campo, generalmente de
palos entretejidos con cañas y cubierta de ramas, para refugio o habita-
ción de pastores, pescadores y gente humilde.»
CHABOLA: «Vivienda de escasas proporciones y pobre construcción, que
suele edificarse en zonas suburbanas.»
CHOZA: «Cabaña formada de estacas y cubierta de ramas o paja, en la
cual se recogen los pastores y gente del campo».
CHAMIZO: «Choza cubierta de chamiza, hierba».
VILLA«Casa de recreo situada aisladamente en el campo».
— Seleccionamos en cada caso los rasgos que nos parecen pertinentes
en la definición propuesta (que subrayamos):
ALQUERÁA: «Casa de labranza o granja lejos de poblado». Entendiendo
por casa de labranza «AQUELLAENQUEHABITANLOSLABRADORESYENQUETIE
NENSUSGANADOSYAPEROSw
CABAÅA: «Casa pequeña y tosca hecha en el campo, generalmente de
palos entretejidos con cañas y cubierta de ramas, para refugio o habi-
tación de pastores, pescadores y gente humilde.»
CHABOLA: «Vivienda de escasas proporciones y pobre construcción,
que suele edificarse en zonas suburbanas.»
CHOZA: Cabaña formada de estacas y cubierta de ramas o paja, en la cual
se recogen los pastores y gente del campo. [Se pueden asumir los rasgos
de CABAÅA, puesto que, realmente, la definición no aporta rasgos verda-
deramente diferenciales.]
CHAMIZO: «Choza cubierta de chamiza, hierba». [Como en la anterior,
asumimos los mismos rasgos y por las mismas causas, ya que chamizo
supone ‘leña menuda’ que es lo mismo que ‘ramas cortadas’.]
VILLA«Casa de recreo situada aisladamente en el campo.»
386 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

— Se organiza la tabla de semas conjunta y se establecen sus rasgos:

alquería cabaña chabola choza chamizo villa


s1: ‘vivienda’ + + + + + +
s2: ‘pequeña’ – + + + + –
s3: ‘tosca’ + + + + + –
s4: ‘en el campo’ + + – + + +
s5: ‘tejado de ramas’ – + + + + –
s6: ‘de recreo’ – – – – – +
s7: ‘aislada’ + + + + + +
Semema = S S S S S S

— Se han considerado siete semas. El semema de cada forma será el com-


puesto por todos los semas positivos que se le han asignado.

— Se puede concluir que todos presentan el archisemema ‘vivienda


aislada’, dado que son los semas que comparten todas ellas; que
CABAÅA, CHOZA y CHAMIZO son sinónimas, dado que comparten abso-
lutamente todos sus rasgos; que VILLA y ALQUERÁA se distinguen por dos
rasgos ‘tosca’ y ‘de recreo’, que incorporan, respectivamente, la
segunda y la primera; que ALQUERÁA comparte con CHOZA, CHAMIZO y
CABAÅA el no ser viviendas de recreo (de labor) y estar en el campo,
mientras que se distingue por sus dimensiones y por su tipo de cons-
trucción. Por último, la distinción de CHABOLA respecto a las tres sinó-
nimas es su situación suburbana y el tipo de cubierta, que no se espe-
cifica en la definición de CHABOLA, pero que, por intuición sabemos
que, al ser suburbanas, no suelen utilizar elementos de construcción
propios del campo33.

33
Evidentemente, la «suposición» de unos rasgos es siempre intuitiva y, por tanto, subjetiva,
de ahí que deban tomarse las definiciones como aproximaciones y no como verdades absolutas.
Tema 22
AMPLIACIONES DEL SIGNIFICADO
LINGÜÍSTICO I

1. Tipos de significado
1.1. Significado denotativo o conceptual
1.2. Los significados asociativos
1.3. El estudio del significado connotativo: El diferencial semán-
tico
2. Significado y sentido
3. El estudio del significado y la semántica oracional
3.1. Determinación de niveles
3.2. Las anomalías semánticas
3.3. Semántica y relaciones sintagmáticas
3.4. Semántica y relaciones sintácticas
PRESENTACIÓN
Nos adentramos ahora en el fenómeno de la significación, incorporando
el significado a contextos más amplios. En primer lugar, tratamos de los valo-
res que intuitivamente se incorporan al significado de cada signo mediante
asociaciones mentalmente motivadas. Posteriormente nos ocupamos de su
extensión en usos claramente sintagmáticos. Sin profundizar en ninguna teo-
ría, cosa que el alumno realizará en cursos sucesivos, presentamos aquí las
cuestiones básicas que deben atenderse cuando INTERPRETAMOS el significado
de un signo en sus usos contextuales. En este tema nos limitamos a las exten-
siones del significado dentro de los límites de la oración.

1. TIPOS DE SIGNIFICADO
Hasta aquí hemos considerado el análisis de los signos en lo que podría-
mos denominar su significado «normal» o «estándar». Sin embargo, también
vimos, al explicar las relaciones entre significados, que había toda una serie
de valores que aparecían asociados a los signos, incluso considerándolos
fuera de todo contexto. Veamos qué tipo de significados pueden incorporar
los signos.

1.1. Significado denotativo o conceptual


Al establecer la distinción entre SIGNIFICADO y CONCEPTO ya se destacó que el
concepto se correspondía con una abstracción esquemática de su referente,
de la realidad. Cuando utilizamos un signo para dar forma lingüística a esas
abstracciones SINREFERIRNOSAUNOBJETOCONCRETO , incorporamos a su signifi-
cado, como semas, los valores más neutros, más comunes y más generales
que se asocian a esa forma en un momento dado y en una colectividad dada.
A ese significado «común», «general», o «estándar» es al que se denomina
significado denotativo (también: significado conceptual o significado cog-
390 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

nitivo - o cognoscitivo). Es el generador de significados «prototípicos», de


cánones o modelos con los que inconsciente o conscientemente comparare-
mos las nuevas realidades para decidir si deben o no incluirse dentro del con-
junto de realidades a las que denominamos mediante ese signo. Así pues,
aunque tampoco está desprovisto de subjetividad, el significado denotativo
o conceptual constituye el denominador común admitido por todos los
hablantes, referido a un prototipo, a una imagen ideal, sin un referente pre-
ciso, pero que incorpora todos sus rasgos definitorios. Así, en el ejemplo de
Baldinger del concepto ‘casa’, asumiremos, bajo el significante CASA, un deter-
minado conjunto de SEMAS que incorporan las propiedades generales que, en
nuestro entorno, se consideran comunes a la realidad «casa», fundamental-
mente, ‘habitáculo’, ‘con techumbre’, pero probablemente, también, ‘edifica-
do sobre el suelo’, ‘cubierto con tejado o azotea’, ‘con ventanas’, ‘con puerta’,
‘para humanos’, ‘con diversas estancias’, etc., por más que sepamos que gran
parte de la población mundial carece de estos elementos en lo que ellos tam-
bién denominan «casa»1.
Leonard Bloomfield insiste en poner de relieve que TODO SIGNIFICADOES
VARIABLE, pero destaca como un hecho «extraordinario» el que, a pesar de esa
variabilidad, toda comunidad lingüística acepte uno de los significados como
«normal (o central)» y los otros como «marginales (metafóricos o transferi-
dos)2» —y esto es lo que pretendemos destacar aquí.
Es, sin duda, el significado básico y, a pesar de sus dificultades de defini-
ción, el más estable, y para Leech (1981: 28) el único que puede organizarse
mediante esas complejas estructuras de relaciones que vimos en los temas
anteriores, y también el único que se presta a una organización a base de ras-
gos contrastantes, que pueden definirse positiva o negativamente en función
de la serie de rasgos que posee y no posee3.
En este punto, sin embargo, hay que distinguir el significado denotativo
de lo que habitualmente consideramos DESCRIPCIONES o DEFINICIONES:
— La descripción se refiere a la caracterización de un objeto determina-
do e incluye, por tanto, propiedades concretas de esa (y sólo ésa) rea-
lidad referida.
— La definición, por su parte, se refiere a una CLASIFICACIÆN precisa de un
objeto o clase de objetos, en el ámbito técnico, no en el lingüístico.
Implica una actividad científica para DELIMITARNOCIONESTEÆRICAS.
Por más que la semántica se haya nutrido de clasificaciones prove-
nientes de terminologías técnicas o científicas4, debe quedar claro que el

1
La incorporación de nuevos rasgos nos permitirá establecer, como apuntaba Baldinger en
su ejemplo, posteriores distinciones entre COVACHA - CHABOLA - PISO - RASCACIELOS o PALACIO.
2
Bloomfield, páginas 161 y ss., en especial, 173.
3
Como hemos visto al estudiar los campos semánticos (tema 22, §3).
4
Mounin (1963: 151-171) expone con nitidez estas diferencias y cómo han penetrado en la
teoría semántica las estructuraciones de carácter técnico. V. también Bloomfield (1933: § 9. 1.).
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 391

significado denotativo no exige del hablante un conocimiento exacto y


científico de la realidad referida, y que cualquier hablante nativo tendrá
interiorizado un significado denotativo para MARIPOSA, aunque desconozca
que en los diccionarios se define como un «insecto lepidóptero»5. El que
ese significado «normal» se defina en los diccionarios, APOSTERIORI y, muy
frecuentemente, con rasgos provenientes de otras ramas del saber, no afec-
ta al hecho fundamental de que los hablantes (y también la lingüística)
parten de la premisa de que toda forma posee «un significado constante y
específico»6 que, por considerarse el más neutro, podemos definir como
DENOTATIVO.

1.2. Los significados asociativos


Frente a los significados denotativos o conceptuales se han considerado,
globalmente, como opuestos, los llamados significados connotativos, esta-
bleciéndose una separación entre los aspectos intelectuales (DENOTATIVOS) y
los aspectos afectivos (CONNOTATIVOS)7.
Sin embargo, se reconoce comúnmente que bajo el término connotati-
vo se incorporan multitud de valores suplementarios que «amplían» los sig-
nificados de muy diversas formas8. Consideremos, a modo de síntesis, la
estructuración propuesta por Leech, quien, al significado denotativo,
opone una serie de significados que denomina asociativos y que se distin-
guen por:
— No ser específicamente lingüísticos,
— Ser relativamente INESTABLES, y variar histórica y culturalmente,
— Ser significados sumamente indeterminados y de límites imprecisos,
— Prestarse más a un análisis por escalas o grados que a una posesión o
carencia de un determinado rasgo9.
Considera las seis clases siguientes:
1. El significado connotativo, propiamente dicho: incluye, en la
interpretación de un signo, lo que éste comunica atendiendo a las
asociaciones que dicho término evoca. Es decir, añade a la descrip-

5
Por seguir el ejemplo minuciosamente tratado por el profesor Ramón Trujillo (1988).
6
Bloomfield, p. 168.
7
Mounin (1963: 174).
8
Aunque no profundizaremos aquí en el complejo problema de la connotación, es suma-
mente interesante a la hora de interpretar los significados lingüísticos y proponemos al alumno
interesado, como guía clásica de las cuestiones teóricas relacionadas, la obra de Beatriz Garza
Cuarón: ,ACONNOTACIÆNPROBLEMASDESIGNIFICADOMéxico, Ed. El colegio de México, 1978.
9
Es interesante, a este respecto, la propuesta de estudio del diferencial semántico hecha por
Osgood, Suci y Tannenbaum (1957: 39) y que veremos más adelante.
392 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

ción denotativa del significado otra serie de rasgos de carácter muy


diverso y dependientes de la experiencia particular de cada indivi-
duo, que nada tienen que ver con la descripción lingüística del
mismo.
Es evidente que palabras como: COCHE, CASA, o PADRE, además de su
interpretación denotativa, respectivamente, como ‘medio de locomo-
ción’, ‘vivienda’ o ‘relación de parentesco’, pueden introducir signifi-
cados puramente connotativos, dependiendo de las evocaciones que
tales términos susciten en el hablante y en el oyente. Así, el término
COCHE puede evocarnos ‘seguridad’, ‘utilidad’, ‘valoración social’,
‘belleza’, pero también ‘inseguridad’, ‘vanidad’, ‘dispendio’, ‘moles-
tias’, etc.; igualmente, CASA puede evocar a un individuo ‘protección’,
‘calor’, ‘bienestar’, ‘cariño’, y a otro ‘preocupación’, ‘ansiedad’, ‘sole-
dad’ o ‘tristeza’. Como se ve, las posibles asociaciones son de carácter
muy diferente (positivo o negativo), impredecibles, estrictamente
personales y subjetivas y, por tanto, divergentes entre hablante y
oyente10. De ahí que las propiedades connotativas se consideren de
carácter secundario.
Los adjetivos, frente a los sustantivos, se consideran la clase de pala-
bras con valores más claramente connotativos.
2. El significado social. Añade al significado denotativo lo que se comu-
nica atendiendo a las asociaciones evocadas por las circunstancias
sociales que determinan su empleo. Es una amplia clase donde se
incluyen todos los usos dialectales, jergales o estilísticos, es decir,
todas las asociaciones relacionadas con los diversos valores DIATÆPI
COS, DIASTR·TICOS y DIAF·SICOS que diferenciamos al hablar de la sinoni-
mia. En ese mismo apartado incluíamos ya cierto número de ejemplos
en los que las formas incorporaban rasgos dependientes de la norma
social en la que se encuadraban. En este mismo grupo habría que
incluir también los usos que incorporan valores temporales (DIACRÆNI
COS), sean de carácter arcaizante (como ANTAÅO, HOGAÅO, LUENGO CABE
‘cerca de’ SO‘bajo etc o innovador BOCATA‘bocadillo’, MOVIDA‘albo-
roto’ MOLAR‘gustar’, PIJERÁO ‘conjunto de jóvenes esnobs’, o CHATEAR ‘dia-
logar por escrito a través de internet’ etc.).
3. El significado afectivo. En relación con el anterior, añade al signifi-
cado lo que se comunica atendiendo a la actitud anímica expresada
por el hablante. Reflejo de un nivel puramente individual (IDIOLECTAL),
también puede incorporar al signo rasgos que le son ajenos. Así, for-

10
Este tipo de significados no son, desde luego, estrictamente lingüísticos. Los encontramos
también en otros procedimientos comunicativos, y son, evidentemente, la herramienta clave de
los mecanismos publicitarios, sea mediante usos lingüísticos o visuales. Su estudio es básico
para la semiótica pero es también importante precisar las claves lingüísticas sobre las que se
estructura su funcionamiento en los mensajes lingüísticos. En el tema 23 veremos cómo se incor-
poran estos aspectos en la teoría lingüística.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 393

mas como BANDIDO, EMBAUCADOR, PESADOo TIRANO, de claro matiz peyo-


rativo, pueden adquirir valores afectuosos, al igual que RICO, MARAVI
LLOSO o ENCANTADOR pueden adquirir tonos claramente despectivos.
Leech (1981: 36) considera este significado una categoría «parasita-
ria» porque «para expresar nuestras emociones tenemos que contar
con la ayuda de otras categorías del significado (conceptual, connota-
tivo o estilístico)».
4. El significado reflejo. Incorpora al significado de un signo nuevos
valores en virtud de otros significados asociados a esa misma palabra.
Son la base de los «dobles sentidos» o «segundas intenciones» que
pueden producirse de manera intencionada o no, pero habituales en
usos irónicos y humorísticos. Muy comunes en formas que adquieren
un significado tabú y cuyo uso no puede desligarse fácilmente de esos
valores adicionales. En nuestros días, por ejemplo, es difícil utilizar la
palabra MACHOsin que a su significado de ‘clase biológica’ se le añada
una valoración de ‘cierta actitud social’
5. El significado conlocativo. Consiste en las asociaciones que una
palabra adquiere al tener en cuenta los significados de las palabras
que suelen aparecer habitualmente en su entorno: BONITO objeto 
GUAPOpersona ; TEMBLAR (de miedo), ESTREMECERSE (de emoción), ENTA
BLAR (conversación). Leech (1981: 38) los considera «una propiedad
idiosincrásica de determinadas palabras»11.
6. El significado temático. Añade al significado denotativo o concep-
tual «lo que se comunica gracias a la forma en que quien habla o escri-
be organiza el mensaje atendiendo a la ordenación, al foco y al énfa-
sis» (p. 40). Se refiere a enunciados del tipo: !*UANLEGUSTACOMER, !
*UANLOQUELEGUSTAESCOMER, o #OMERESLOQUELEGUSTAA*UAN, etc.
Frente a los demás tipos de significado, que no consideran el contex-
to, el significado temático se corresponde a significados sintácticos y
no léxicos.
Globalmente, todas estas diferencias de significado coinciden, como des-
taca Mounin (1963: 174), en tener el mismo «referente» que los significados
denotativos, pero no el mismo «valor».
Es evidente la dificultad de encontrar palabras que tengan el mismo sig-
nificado conceptual y el mismo significado asociativo. De ahí que se haya
negado, como vimos, la existencia de la sinonimia absoluta e incluso de la
posibilidad de una traducción adecuada a otra lengua, dado que, de un modo
u otro, todos estos significados se incorporan al signo y habría que conside-
rarlos también al volcarlos en otra estructura lingüística.

11
Este tipo de significados asociados será la clave del estudio de los compuestos sintagmáti-
cos y las llamadas «colocaciones» (v. § 3. 3., en este mismo tema).
394 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

1.3. El estudio del significado connotativo:


El diferencial semántico
Frente a la propuesta de estudio del significado denotativo mediante el
análisis componencial, el estudio de los valores de carácter asociativo plantea
evidentes problemas, debido a su mayor subjetividad. Una interesante pro-
puesta para poder estudiar los significados asociativos fue la desarrollada,
desde el campo de la psicología experimental, por Osgood y sus colaborado-
res12, quienes plantearon la posibilidad de medir este tipo de significados
basándose en encuestas donde los hablantes debían valorar un determinado
término (por ejemplo, PROGRESO) a partir de las asociaciones que dicho término
evocaba en otra serie de antónimos, como BUENO MALO, GRANDE PEQUEÅO o
ACTIVO PASIVO. Se utilizaba para ello una escala similar a la siguiente, donde
cada uno de los extremos propuestos estaría marcado con un valor positivo o
negativo:

PROGRESO
+3 +2 +1 0 –1 –2 –3
muy bastante algo ni ... ni algo bastante muy
bueno x malo
grande x pequeño
activo x pasivo
etc.

Mediante el desarrollo de un número adecuado y bien ponderado de


encuestas y un complejo análisis estadístico de las mismas se podía determi-
nar el DIFERENCIALSEM·NTICO, como medida unificada que permitía valorar las
asociaciones de los significados dentro de una misma comunidad o compa-
rar los datos obtenidos en diversas comunidades lingüísticas.
Evidentemente, sin entrar en el desarrollo matemático de la propuesta, y
desde la perspectiva lingüística que ahora nos ocupa, la fase del diseño es ya
compleja. En especial, cómo determinar los pares de antónimos que permiti-
rían la valoración de los términos restantes. Puesto que fue una propuesta que
se aplicó en diversas lenguas y de la que también tenemos datos para el espa-
ñol13, veamos el procedimiento seguido y algunos de los resultados obtenidos.

12
Fruto de muchos trabajos, su planteamiento general se expone en la obra de Ch. E. Osgood,
Suci, G. I. J. y Tannenbaum, P. H. : 4HE-EASUREMENTOF-EANING. Illinois. The University of Illi-
nois Press, 1957.
13
De hecho, nos basamos para estos comentarios directamente en el estudio realizado para
el español de México por Rogelio Díaz Guerrero y Miguel Salas: %LDIFERENCIALSEM·NTICODELIDIO
MAESPAÅOL. México, Trillas, 1975. Las lenguas que inicialmente se estudiaron fueron inglés, fin-
landés, japonés, kannada (drávida), holandés, flamenco, francés, árabe, sueco, cantonés, persa,
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 395

— Para realizar estos estudios y comparar el diferencial semántico en


diferentes lenguas, se trabajó con una lista de 100 palabras fácilmente
traducibles, de uso común, con capacidad de provocar valores asocia-
tivos y que habían sido contrastadas en estudios previos. La lista
usada en español la incluimos en el apéndice final del tema (tabla 1).
— Para la determinación de antónimos se planteó una primera etapa, en la
que, por asociación libre, los hablantes encuestados debían responder a
cada palabra con el primer calificativo que viniera a su mente, en contex-
tos como «,ACASAES???????????????????? »14, y a partir de los calificativos
obtenidos por asociación libre se confeccionó la lista de sesenta escalas
bipolares que se utilizó para el español (v. apéndice final, tabla 3).
— Mediante el análisis factorial propuesto por Osgood se descubre que,
en todas las lenguas estudiadas, las calificaciones dadas por los
hablantes eran mayoritariamente valoraciones (o evaluaciones),
seguidas de calificaciones relativas al poder (fuerza o potencia), y, en
tercer lugar, a algún tipo de actividad. Así pues, el eje central de la
connotación parece basarse en esos tres factores fundamentales: valo-
ración, poder y actividad, por lo que son estos tres ejes básicos los
que rigen los pares antonímicos propuestos.
En el estudio sobre el español mejicano, los pares del factor valoración
más utilizados fueron: BUENOMALO ODIOSOAMOROSO ADMIRABLEDESPRECIA
BLE SIMP·TICOANTIP·TICO MARAVILLOSOESPANTOSOy LINDOHORRIBLE que supu-
sieron casi el 54% de las asociaciones libres realizadas. En el factor potencia,
los pares más representativos del español fueron: GIGANTE ENANO , MENOR 
MAYOR, GRANDEPEQUEÅO, INMENSODIMINUTO, FUERTED½BILy LARGOCORTOEste
tipo de asociaciones supusieron el 8% de las observadas. Por último, respec-
to del factor actividad, que supuso el 5% del total, fueron los calificativos
ACTIVOPASIVO R·PIDOLENTO JOVENVIEJO MUCHOPOCO PEREZOSOTRABAJADOR
y FRÁO CALIENTE los opuestos preferidos. Otras escalas, como la estabilidad
(ESTABLECAMBIANTE CAUTOIMPULSIVO ), la tensión (DERECHOTORCIDO RECTO
REDONDEADO), la novedad (NUEVOVIEJO), o la agresividad (AGRADABLEDOLORO
SO SEGUROPELIGROSO) resultaron mucho menos utilizadas. Igualmente, se des-
cubrieron interrelaciones entre factores que permitían asociaciones como:
«bondad dócil» (en adjetivos como ALTRUISTA  SOCIABLE AGRADECIDO AMABLE ,
que, presentaban valores negativos en el factor de poder), «bondad dinámi-
ca» (en EXITOSO, IMPORTANTE PROGRESISTA, también marcados positivamente en
el factor actividad), o «bondad confiable» (VERAZ, CREYENTE, CONFIABLE, tam-
bién marcados por el factor estabilidad).

servocroata, hindí, polaco y pashto (Afganistán). La investigación, denominada 4HE#ROSS CULTU


RAL'ENERALITYOF-EANING3YSTEMS, fue dirigida por el propio Osgood, con otros colaboradores del
)NSTITUTEOF#OMMUNICATION2ESEARCH de la Universidad de Illinois. Planteada en 1962, se desa-
rrolló durante más de catorce años.
14
En la tabla 2 del apéndice final al tema incluimos la lista de los 80 calificativos más usados
por los informantes mejicanos, en orden de frecuencias. Para más datos, puede consultarse Díaz
Guerrero y Salas (1975: 59 y 60).
396 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Si hemos considerado aquí estas experiencias es porque es el primer y


quizá único planteamiento teórico que permitió abordar el complejo tema
del estudio científico y sistemático de la connotación, sobre bases reales de
uso lingüístico, y en virtud de la competencia de los hablantes, permitiendo,
además, la nada fácil comparación de diversas actitudes asociativas tanto en
una misma comunidad lingüística como en muy diferentes lenguas. Si, como
afirma el profesor Trujillo, la norma, «lo normal», el valor denotativo, no es
más que una cuestión de estadística15, la propuesta de Osgood permite ahon-
dar tanto en las características básicas de esa «norma» como en las desvia-
ciones hacia valores más complejos, los asociativos, ampliando con ello la
posibilidad de estudiar esas «inmensas posibilidades de uso de todo signo lin-
güístico»16 también al plano de la connotación.
Desde el punto de vista de la lingüística, la crítica más importante a
estas atractivas técnicas de cálculo del diferencial semántico se basa no ya
en el tipo de términos utilizados, en la serie de antónimos propuesta o en el
análisis estadístico diseñado, sino, básicamente, en la dificultad de proyec-
tar estos análisis a estructuras superiores al signo. Estructuras que, como
sabemos, también son fundamentales en la consideración del fenómeno del
significado y que difícilmente podrían analizarse mediante estos procedi-
mientos.

2. SIGNIFICADO Y SENTIDO

Hasta el momento hemos intentado describir los problemas del signifi-


cado lingüístico considerando el signo en sí mismo, y ajeno a sus usos con-
textuales, y con criterios básicamente emanados de la lingüística estructu-
ral:
A) El signo es la unidad lingüística mínima compuesta de dos planos
inseparables: significante y significado. Cuando hablamos de signifi-
cado nos referimos precisamente a ese plano del signo lingüístico y
sólo a ese.
B) El significado de un signo puede descomponerse y analizarse en uni-
dades mínimas (SEMAS), al igual que su significante puede descompo-
nerse en FONEMAS.
C) El significado de un signo establece una serie de relaciones con los sig-
nificados de otros signos, así como los signos establecen relaciones
entre ellos.
D) El valor de cada signo en el sistema depende de las relaciones que esta-
blece con los demás.

15
Trujillo (1988: 37-38).
16
)BÁD., p. 18. V. también el siguiente apartado.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 397

Sin embargo, ya vamos reconociendo la dificultad de aislar el signo de su


contexto en el uso lingüístico real. Así, a una pregunta como: z1U½SIGNIFICA
manualcabría responder mediante una definición o descripción precisa, del
tipo de las que esperaríamos en un diccionario: «Manual significa ‘libro en
que se resume lo más sustancial de una materia’», o «En su acepción más
común, ‘algo que se ejecuta con las manos’». Sin embargo, en el uso diario,
pocas veces nos vamos a encontrar con una respuesta como ésta. Al contrario,
nos sorprendería una respuesta así, mientras que nos resultará mucho más
familiar el que nos respondan con una nueva pregunta: z%NQU½CONTEXTO
Efectivamente, en las lenguas naturales pocas son las palabras de las que
pueda darse una definición sin tener en cuenta el contexto en que las utiliza-
mos17. Y, además, el contexto determinará también los valores asociativos
que vimos más arriba. Así, es difícil que la forma MACHO (a la que ya hemos
aludido) adquiera las mismas asociaciones en ,OSMACHOSDEMUCHASESPECIES
DEP·JAROSDELIMITANSUTERRITORIOCONELCANTO , que en ,ACOMPETICIÆNOSTENSI
BLEENELCONSUMODEBEBIDASFUERTES SUELESEROTRODELOSRASGOSCARACTERÁSTICOS
DELMACHO. Por tanto, el estudio del significado no puede limitarse a la pala-
bra, como forma aislada, sino que debe atender también a los contextos y las
situaciones reales en las que se usan cada día.
Nos enfrentamos así a lo que habitualmente consideramos sentido. Vea-
mos la definición de Trujillo (1988: 37):
Cuando relacionamos un significado con una «cosa», con una realidad
externa al lenguaje, se produce un sentido, que es una variante semántica
contextual o situacional. Aparentemente sólo tenemos acceso «directo» a
los sentidos, como también aparentemente, tenemos acceso directo a los
alófonos: esa es la condición natural de los datos lingüísticos inmediatos,
considerados en sí mismos. Cada fonema aparecerá bajo la forma de innu-
merables variantes y cada significado bajo la apariencia de diversos senti-
dos, tanto por la relación que contraiga con otros significados, como por la
que lo vincule con realidades distintas.

Igualmente, Mounin lo define como «el valor preciso que adquiere el sig-
nificado abstracto en un contexto único», y explica: «las cuatro unidades que
forman la frase 6ENDR½ELJUEVESPRÆXIMO tienen cada una un significado esta-
ble en español. Pero el conjunto de esos significados toma, en ese ejemplo, un
sentido diferente a cada nueva utilización, según quien sea el sujeto y según
la fecha» (1968: 113).
Es cierto, como afirma Leech (1981: 99-100), que el conocimiento del
contexto precisa los significados al menos de tres modos diferentes:

17
Hasta aquí hemos querido mantener una distinción clara entre los dos planos del signo lin-
güístico: significante (forma léxica) y significado (semema), y hemos evitado, en lo posible, refe-
rirnos al término PALABRA como representante intuitivo de los signos lingüísticos en una lengua.
Al incorporar ahora el concepto de SENTIDO, plenamente unido al de contexto lingüístico y, por
tanto, al de realización concreta, nos permitiremos hablar de PALABRAS cuando la situación así lo
requiera.
398 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

A) Eliminando ciertas ambigüedades o polisemias del mensaje,


B) Señalando los referentes de las formas deícticas (como ½STE, AQU½L,
AQUÁ, AHORA, ENTONCES, etc.), de expresiones pronominales (como YO TË
ESO) o de otras expresiones con valores referenciales (*UAN, ELHOMBRE),
C) Suministrando la información que el hablante/escritor ha omitido
mediante la elipsis18.
La importancia del contexto en la interpreración de los significados, que
está fuera de toda duda, ha dado lugar, en semántica, a la teoría contextual o
CONTEXTUALISMO19, cuya base se resume en las afirmaciones del filósofo L.
Wittgenstein: «el significado de una palabra es su utilización en el lenguaje»,
o «no hay significado, sólo hay usos»20. Sin embargo, frente a las posiciones
que defienden abiertamente la preeminencia absoluta del sentido respecto
del significado, hay otros muchos autores que plantean la necesidad de con-
siderar los dos niveles, si se desea llegar a un conocimiento más exacto del
fenómeno general de la significación —y esa es la postura que tomamos aquí.
Veamos cómo se vinculan ambos niveles21:
— Parece claro que el significado, como todo sistema cognoscitivo, se
adquiere a partir de ciertas capacidades innatas del individuo y de las
experiencias que tiene de su entorno, mediante dos procesos: un pro-
ceso de generalización y otro de abstracción22.
— Mediante estos procesos se interioriza el significado denotativo, lo
cual permite al individuo comparar y valorar los nuevos usos en fun-
ción del significado prototípico construido.
— Se adquiere así lo que Leech (1981: 24) denomina «conocimiento
intuitivo del significado», y Trujillo (1988: 45) considera «intuición
idiomática» o, en términos de la lingüística moderna, «competencia
semántica».
Este conocimiento intuitivo no sólo permite a los hablantes «construir»
sus modelos, sino, además, inferir las «reglas» que les permiten valorar los
significados como «compatibles» o «incompatibles»23. Para Leech esa capta-
ción intuitiva del significado se ve claramente reflejada en «la fascinación
que sienten los niños por sobrepasar los límites de la significatividad»24, en

18
Trataremos estos aspectos con más detalle en el tema 23.
19
Que ya mencionamos al estudiar la sinonimia.
20
V. Leech (1981: 93) y Mounin (1968: 119).
21
Seguimos las propuestas de Ramón Trujillo (1988: 10-11), adaptadas a nuestro propósito
actual.
22
V., por ejemplo, Leech (1981: 50 y ss.), Lyons (1977: 131, 201, 248, 250).
23
Leech, realmente, utiliza los términos «aceptables» o «inaceptables». Preferimos el con-
cepto de «compatibilidad» por coincidir, con las tesis de Trujillo (que exponemos en los párrafos
siguientes), en tanto que la «aceptabilidad» es un hecho de «norma» o, más frecuentemente, de
una determinada concepción del mundo.
24
/PCIT p. 24.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 399

los frecuentes juegos lingüísticos infantiles que «dislocan» esos significados


«lógicos» adquiridos, como en:
«Yo he visto volar a un buey,
y a una mula andar a gatas,
y, en lo profundo del mar,
a un hombre asando patatas.»
Y este hecho explica también la importancia que tiene el deslindar, en
semántica, «lo que las personas SABEN de su lengua y lo que las personas
HACEN con su lengua» (Trujillo, 1988: 11); en otras palabras, la COMPETENCIA
SEM·NTICAy la ACTUACIÆNCONTEXTUALLeech, 1981: 103 .
— Una vez aprendido y establecido el modelo, pasa a convertirse «en el
punto de vista a través del cual entendemos o intuimos tales o cuales
aspectos de la realidad» (Trujillo, IBÁD.):
— «... como hablantes, conocemos de antemano los fonemas y los signi-
ficados y es justamente ese conocimiento lo que nos permite saber
cómo hemos de interpretar esta o aquella realidad fonética o esta o
aquella realidad de experiencia» (Trujillo, 1988: 37-38).
— El significado, entonces, es «primario y anterior a la interpretación,
que siempre es circunstancial, subjetiva y variable»; el significado
«reúne y unifica todas las definiciones o descripciones que se derivan
de los usos e interpretaciones de un signo» (Trujillo, IBÁD).
— Según esto, la incompatibilidad de expresiones como PERROVERDEo las
reflejadas más arriba, en nuestra canción infantil, podrán alterar
nuestros «hábitos idiomáticos» pero son semánticamente transpa-
rentes (Trujillo, 1988: 18): VOLAR es ‘volar’ y BUEY es ‘buey’. Se podría
hablar de alteraciones de norma, o de una determinada interpre-
tación del mundo, pero no se puede hablar de alteraciones a nivel de
lengua, y de ahí que podamos reconocer un significado interiorizado,
independientemente del uso que se haga de él:
Se puede entender el significado de un signo o de una frase aunque no
se pueda interpretar», y esto es, precisamente lo que nos permite «enten-
der» la poesía, aunque a menudo sea difícilmente interpretable (Trujillo,
1988: 10).
En los estudios semánticos, deberían, pues, considerarse las palabras
(Trujillo, p. 17):
A) Desde sus posibles interpretaciones COMO REPRESENTANTESDECLASESDE
COSAS o formas de la experiencia. Es decir, en sus significados denota-
tivos, y
B) desde su funcionamiento real, es decir, de sus sentidos.
Desde el primer punto de vista, como representantes de clases de cosas,
las palabras pueden —como ya hemos visto— estructurarse y organizarse en
sistemas. Por el contrario, en su funcionamiento real, las palabras NOFORMAN
400 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

PARTEDENINGËNSISTEMA, dado que prácticamente toda forma, en el uso, puede


adquirir multitud de relaciones distintas, manteniendo su mismo significado.
Asumida la distinción entre significado y sentido, cabe preguntarse ahora
si cada uso diferente genera signos distintos o no, es decir, siguiendo el
mismo ejemplo de Trujillo, si el adjetivo AGUDO es el mismo signo en CUCHILLO
agudo, VOZ aguda  FIEBRE aguda, o PERSONA aguda25. Es evidente que para
cada caso puede encontrarse un sinónimo muy distinto: CUCHILLOafilado, VOZ
chillona, FIEBREintensa o PERSONAlista. Sin embargo, estas diferencias no
derivan del significado de agudo sino de las realidades designadas,
mientras que la intuición idiomática, o competencia semántica los relaciona
todos con un mismo significado: ‘lo que penetra, atraviesa, va más allá o más
arriba, lo que supera todos los obstáculos’. No pueden considerarse, pues,
significados o signos diferentes, sino un solo signo que puede aplicarse sin
contradicción a conceptos diferentes, e incluso incompatibles, como tales
conceptos.
Esta variabilidad de relaciones en el uso permite también que puedan
explicarse y aceptarse plenamente usos como el de MARIPOSA, en el verso 89,
de la 3OLEDAD 0RIMERA, de Góngora: «Mariposa en cenizas desatada» donde
MARIPOSA aparece referido a un «leño en llamas». Para Trujillo, tanto en el uso
trivial (‘insecto lepidóptero’) como en el metafórico (‘leño en llamas’), el sig-
nificado de MARIPOSA se mantiene invariable, y en ambos casos «orienta» la
interpretación lingüística de la realidad. El objeto designado y el significado
siempre son dos cosas distintas, y el hecho de que consideremos al insecto
más cercano a MARIPOSA que el leño es un hecho de probabilidad, no lingüís-
tico (Trujillo: 31-32).
Planteado esto, podemos entender su planteamiento de que:
— El análisis semántico de un signo debe tener en consideración, en pri-
mer lugar todo ELCONJUNTODESUSUSOSDOCUMENTADOS, aunque éstos no
entren en las relaciones lógicas de un sistema conceptual, registrán-
dose incluso lo usos más distantes de los considerados «normales».
Ello aportará la clasificación cultural del mundo, tal y como la ha
establecido la comunidad humana.
— Posteriormente, cada signo podrá estudiarse dentro de cada uno de
los sistemas conceptuales en los que ha sido considerado, por lo
que AGUDO podría considerarse como abstracción, tanto de ‘afilado’
como de ‘intensidad’, al igual que CASA puede considerarse como abs-
tracción de ‘vivienda’ o de ‘edificación’. Esto ofrece la clasificación
científica, elaborada, en términos de descripciones o definiciones,
para analizar el ser de las cosas.
En resumen, no puede negarse ni la importancia de los valores contextua-
les que adquiere cada signo en su uso, ni el valor cognoscitivo abstracto que

25
Trujillo, /PCIT pp. 41 y 45.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 401

subyace en ellos, ya que sólo a partir de éste pueden llegar a entenderse las pos-
teriores generalizaciones y ampliaciones. Para Trujillo, sólo mediante ambos
análisis pueden llegarse a captar las infinitas posibilidades de cada signo.

3. EL ESTUDIO DEL SIGNIFICADO Y LA SEMÁNTICA


ORACIONAL
Acabamos de plantear la importancia de los contextos en la interpreta-
ción significativa, y, aunque hayamos defendido la conveniencia de mantener
significado y sentido como aspectos teóricos bien diferenciados dentro del
fenómeno global de la significación, es evidente que el hablante no se
expresa mediante signos aislados, por más que éstos evoquen en su mente
toda la serie de asociaciones paradigmáticas que hemos venido estudiando.
Como muy bien destaca Cruse (1986: 9-10):
No nos comunicamos con palabras aisladas; las palabras no son portado-
ras de mensajes; por sí mismas, no «tienen sentido»; tomadas aisladamente
no pueden ser ni verdaderas ni falsas, bonitas, adecuadas, paradójicas u ori-
ginales. [...] Las palabras contribuyen, mediante sus propiedades semánticas
individuales, a los significados de unidades más complejas, pero individual-
mente no nos procuran nuestras más vívidas y directas experiencias de la len-
gua. Nos comunicamos mediante enunciados; por tanto, parece razonable
suponer que nuestras intuiciones respecto de los enunciados serán más agu-
das, más claras y más consistentes que las referidas a palabras aisladas.
Es hora, pues, de plantearse otros problemas del significado en los que se
debe, forzosamente, tener en cuenta el contexto. Sin embargo, no lo haremos
desde la perspectiva de ninguna propuesta teórica concreta, sino como una
primera aproximación a los problemas generales que conlleva el análisis de
un fenómeno tan complejo y, sin embargo, tan cotidiano, como el de la signi-
ficación.
En años sucesivos, cuando el estudiante se enfrente al estudio y análi-
sis de las diferentes teorías semánticas, podrá profundizar en las cuestio-
nes de cómo formalizar o enmarcar teóricamente estos problemas, por el
momento basta que conozca cuáles son y, en palabras de Leech (1981:
114), sea consciente «del nivel de enunciación lingüística en el que se está
discutiendo».

3.1. Determinación de niveles


Queda claro, pues, que el fenómeno del significado no se da en un sólo
nivel de análisis lingüístico, sino que podemos encontrarlo en cualquiera de
los niveles superiores al lexema.
Sabemos, desde luego, que el significado de CORREVEIDILE no equivale a la
suma de los significados de sus componentes: «correr+ir+y+decir», igual que
402 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

sabemos que ESTIRARLAPATA tampoco equivale a la suma de los significados


aislados de cada uno de sus componentes, o que ROMPERLASRELACIONES no es lo
mismo que ROMPERLOSPLATOS.
Pero también sabemos que, por más que la construcción sea gramatical-
mente aceptable y semánticamente estén bien definidos cada uno de los tér-
minos, el enunciado
,ASMANZANASSECOMIERONLOSGUSANOS no lo admitimos
como aceptable. Igualmente, la oración: *UAN MEDIJOQUESEHABÁAMUERTO
AYER es muy probable que la admitiéramos como posible sólo en una de sus
lecturas: *UANMEDIJOQUE;OTRO=SEHABÁAMUERTOAYER , pero no lo admitiría-
mos en: **UAN MEDIJOQUE;½LMISMO=SEHABÁAMUERTOAYER , por más que
ambas sean perfectamente gramaticales y posibles desde el punto de vista de
la organización gramatical y que los análisis componenciales, tomados indi-
vidualmente, estén perfectamente realizados.
¿Por qué, pues, rechazamos estas declaraciones? Evidentemente, aquí no
podemos más que defender que los significados no sólo se relacionan para-
digmáticamente, sino que determinan la combinatoria de las unidades en
los niveles superiores. Si explicamos, como hablantes del español, que
rechazamos la primera oración porque «sabemos» que «sólo pueden ‘comer’
los seres ‘animados’» y que rechazamos la tercera porque «sabemos» que
«sólo pueden ‘hablar’ los ‘no muertos’», estamos ya extendiendo el significa-
do de las formas aisladas no ya a su uso oracional, sino a un determinado
conocimiento del mundo. En otras palabras, estamos infiriendo que en nues-
tros enunciados se incorporan toda una serie de relaciones semánticas que
determinan la posibilidad de que en algunas funciones (sujeto, verbo, en
nuestros ejemplos) aparezcan determinados rasgos semánticos y no otros. Es
decir, se exige una compatibilidad de rasgos semánticos que, hasta el
momento, no se había tratado.
Sin embargo, a poco que analicemos estas cuestiones, podemos observar
que estas dos «anomalías» de significado pueden presentan aspectos muy
diferentes. En ejemplos como el de
,ASMANZANASSECOMIERONLOSGUSANOS
podemos cuestionar su aceptabilidad porque «sabemos», como ya se ha
apuntado, que COMER es una actividad propia de seres animados. Estamos,
pues, comparando este uso con el valor denotativo aprendido de COMER con
sus rasgos distintivos26. En ejemplos como el de *UAN MEDIJOQUESEHABÁA
MUERTOAYER estamos, además, relacionando lo dicho con un referente extra-
lingüístico que debe cumplir las condiciones que se le suponen en el enun-
ciado. Así pues, a la hora de evaluar un enunciado no sólo tenemos en mente
los rasgos asumidos como «normales» en el valor denotativo de cada signo,
sino que estamos exigiendo una coherencia intraoracional de esos rasgos y,
además, pragmática, en tanto que exigimos que se adecue también a nuestro
conocimiento del mundo («las manzanas no comen», «los muertos no

26
Tampoco rechazaríamos la oración sinestésica: 3E LACOMÁACONLAMIRADA , por más que
admitamos que no es el medio adecuado para ello. Volveremos sobre este aspecto en el apartado
siguiente.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 403

hablan») y al referente externo al que estamos aludiendo («Juan vive y es


quien me habla»).

3.2. Las anomalías semánticas

Admitamos, como hicimos al estudiar el sentido, que, en teoría, todo


signo puede utilizarse en un contexto «atípico» y que la «normalidad» o no de
un determinado uso es más una cuestión de probabilidad que intrínseca.
Podremos hablar de agramaticalidad en casos en los que, realmente, lo que
se alteran son las relaciones sintácticas esperadas (como en ,OSAGUASARRASA
RONELPUEBLO, o -IESTAAMIGAVINOAYER). Sin embargo, en expresiones semán-
ticamente anómalas siempre podemos encontrar un contexto en el que las
desviaciones semánticas adquieran un sentido preciso. Así, en un juego de
ordenador las inertes manzanas pueden convertirse en voraces elementos que
«se comen los gusanos», o una persona puede «morirse del susto», «de ham-
bre», «de la impresión» o «de vergüenza» y seguir viviendo. De ahí la impor-
tancia de admitir un significado denotativo, fundamental, que permite com-
parar intuitivamente el significado «normalmente» aprehendido del utilizado
en usos «desviados» de esa norma.
Cruse (1986: 12-13) distingue cuatro variedades fundamentales de «ano-
malías semánticas» que pueden fácilmente justificar estas supuestas desvia-
ciones27:
1) El pleonasmo28. En casos como:
— ,EDIOUNAPATADACONUNODESUSPIES.
— 5NAMADREMUJER.
— %SEASESINATOFUEILEGAL.
y los usos tan frecuentes en español:
— 3UBIERONARRIBA,
— "AJARONABAJO.
2) La disonancia29. En claros contrastes como:
— %SUNSOLTEROCASADO
ˆ .OSBEBIMOSELTIEMPO
ˆ 3ONABANMELODÁASSILENCIOSAS
ˆ %ST·MUY PEROQUEMUY MUERTO.

27
Adaptamos, en algunos casos, muy libremente, sus propios ejemplos.
28
Según el $2!%: «Figura de construcción, que consiste en emplear en la oración uno o más
vocablos innecesarios para el recto y cabal sentido de ella.» (La negrita es nuestra).
29
Según el $2!%: «Falta de la conformidad o proporción».
404 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

3) La improbabilidad:
— %LGATITOSEBEBIÆUNABOTELLADEVINO
ˆ %LTRONOLOOCUPAUNLAGARTOQUEFUMAENPIPA
ˆ !RTUROCORREM·SVELOZQUEELVIENTO.
4) El zeugma30:
— $ESGAJARONLAPUERTADESUSGOZNESYPASARONATRAV½SDEELLA
ˆ !RTUROYSUCARNETDECONDUCIREXPIRARONELJUEVESPASADO
ˆ ,LEVABABUFANDA GUANTESYUNAMIRADADECIERTODESCONCIERTO.
De nuevo, como Trujillo, Cruse hace hincapié en que las interpretaciones
«normales» o «anormales» están en función de los patrones intuitivamente
aprendidos e incorporados a lo que hemos denominado SIGNIFICADODENOTATI
VO. Los usos desviados son, en definitiva, para ambos autores, una muestra
de que el signo se utiliza de manera creativa, como una nueva extensión de
su uso habitual o estándar31. Debe, además, tenerse en cuenta que estos usos
desviados, reflejan siempre un hecho sintagmático, y, por tanto, contextual,
«y no pueden darse sin la concatenación de al menos dos signos que se suce-
dan en una secuencia»32.
Muy cercano al concepto de anomalía semántica tenemos el de figura
retórica, definida como «una modificación o desviación de la expresión con-
siderada como normal». La diferencia entre las desviaciones retóricas y los
usos anómalos, siguiendo la distinción propuesta por J. A. Martínez (1975:
271), «no depende de las propiedades inherentes a la desviación misma [...]
sino de la ausencia o presencia de contexto o situación apropiados para, a
partir de ellos, asignarle a la desviación un sentido». Así, una misma expre-
sión podrá considerarse como una desviación retórica, una posible anomalía
o, incluso, un absurdo semántico, sólo en función de la interpretación
contextual que el oyente haga de ella, independientemente de su contenido
significativo, que será siempre el mismo.
Debemos, pues, admitir como importantes premisas los siguientes as-
pectos:
1. Que el uso de toda forma léxica implica ya una valoración contextual,
sea sintagmática, oracional o enunciativa.
2. Que el conjunto de las características de significado (SEMEMA) de una
palabra se mantiene también como patrón característico de «normali-

30
Según el $2!%: «Figura de construcción, que consiste en que cuando una palabra que
tiene conexión con dos o más miembros del período, está expresa en uno de ellos, ha de sobren-
tenderse en los demás; v. gr. : %RADECOMPLEXIÆNRECIA SECODECARNES ENJUTODEROSTRO GRANMADRU
GADORYAMIGODELACAZA».
31
Cruse, /PCIT p. 12.
32
En palabras de J. A. Martínez (1975: 261). V. también. Gutiérrez Ordóñez, 1989: 153).
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 405

dad» o «anormalidad» semántica al incorporarse a sus contextos gra-


maticales apropiados33.
3. Que cada uso puede ser valorado como «normal» o «anormal» en fun-
ción de las relaciones que establece con los demás elementos presentes
en su contexto. Los considerados «normales» serán aquellos que man-
tengan las relaciones semánticas esperadas en función de los valores
denotativos de cada uno de los elementos implicados. Los considera-
dos «anormales» serán, a su vez, aquéllos que presenten alguna altera-
ción de las relaciones esperadas.
Más arriba ya citamos una breve canción infantil en la que podíamos
detectar relaciones contextuales claramente «desviadas» entre los diferentes
elementos que componían el enunciado:
«Yo he visto volar a un buey,
y a una mula andar a gatas,
y, en lo profundo del mar,
a un hombre asando patatas.»

Frente a ésta, comparemos estos otros versos que incluye Calderón en %L


M½DICODESUHONRA34:
«La naturaleza
Permite que el toro brame,
Ruja el león, muja el buey,
El asno rebuzne, el ave
Cante, el caballo relinche,
Ladre el perro, el gato maye,
Aúlle el lobo, el lechón gruña,
Y sólo permitió darle
Risa al hombre».

Sin querer profundizar en un análisis que consideramos obvio para un


hablante nativo, es evidente que en el primer caso se están estableciendo
fundamentalmente localizaciones espaciales que no resultan compatibles
en virtud de los rasgos sémicos interiorizados, mientras que en el segun-
do caso se mantiene la plena compatibilidad entre las voces emitidas y
cada uno de los seres mencionados, según nuestro conocimiento del idio-
ma. Estamos, pues, frente a dos claros ejemplos de lo que podría conside-
rarse la COMPATIBILIDAD o INCOMPATIBILIDAD semántica contextual, o,
siguiendo la terminología de Cruse (1986: 16), de AFINIDAD o DESAFINIDAD
semántica.
En ese continuum de relaciones que suponen los dos extremos AFINIDAD /
DESAFINIDAD, Cruse propone varios estadios:

33
Cruse (1986: 15).
34
Tomamos el ejemplo que Salvador Gutiérrez Ordóñez (1989: 119) utiliza con otros propó-
sitos.
406 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

1. Relaciones canónicas o normativas.


2. Relaciones esperadas.
3. Relaciones posibles.
4. Relaciones inesperadas, y
5. Relaciones excluyentes.
— Para detectar qué relaciones entre términos son normativas o exclu-
yentes propone establecer sus implicaciones. Siguiendo sus mismos
ejemplos, «animal» establece una relación canónica con «perro», dado
que, como hemos visto, ANIMAL es un hiperónimo de PERRO, es decir ES
UNPERRO implica ESUNANIMAL. Al contrario, «pez» sería una relación
excluyente, respecto a «perro», puesto que ESUNPERRO implica NOESUN
PEZ.
— Respecto de las relaciones esperadas, posibles e inesperadas, pro-
pone la prueba de la adversatividad: Es 0pero 1%SPERROPEROPUEDE
LADRAR(esperada), %SPERROPEROPUEDECANTAR (posible) y %SPERROPERO
NOPUEDECANTAR (inesperada). Veamos cada caso.
La oposición que se plantea mediante la adversativa genera cierta anor-
malidad en %SPERROPEROPUEDELADRARporque, si bien es cierto que puede con-
cebirse un perro que no posea o haya perdido su capacidad de ladrar, lo cier-
to es que «que sea perro» y «que ladre» constituye una COMPATIBILIDAD
ESPERADA, que se confirma en: %SUNPERROPERONOPUEDELADRAR. Los versos de
Calderón son un buen ejemplo de compatibilidad esperada.
Igualmente, en el ejemplo: %SUNPERRO PEROPUEDECANTAR nos encontra-
mos con una relación posible, aunque, desde luego, sumamente infrecuente.
Es ésta la relación que vemos en nuestra canción infantil %RAUNBUEY PERO
PODÁAVOLAR, que valoraríamos como muy poco probable. Sin embargo, para
ser conscientes de hasta qué punto los significados contextuales se despren-
den de valoraciones socioculturales, si consideramos %SUNPEQUEÅOELEFANTE
PEROPUEDEVOLAR asumiremos la imagen de Dumbo y la relación de posibilidad
se nos hará más verosímil con el elefante que con el buey. Lo que demuestra
lo acertado de Cruse al establecer estas relaciones dentro de «la posibilidad»,
por poco probables que sean.
Por último, en %SUNPERRO PERONOPUEDECANTAR se plantea una relación
inesperada, puesto que, aunque no puede excluirse que un perro pueda
hacerlo, no es, desde luego, una relación esperada el que se justifique que no
lo haga.
Para Cruse, las expresiones %SUNPERROPEROPUEDELADRAR y %SUNPERRO
PERONOPUEDECANTAR son paradojas expresivas, porque implican una exclu-
sión inadecuada de uno de los términos.
Al contrario, se puede detectar afinidad de rasgos cuando TANTO0COMO
1 sean posibles y, en ese sentido, tanto su afirmación como su negación
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 407

impliquen paradojas expresivas. En los enunciados: %S UNPERROPEROES


MARRÆN, y %SUNPERROPERONOESMARRÆN  puede aceptarse la afinidad de ras-
gos entre PERRO y MARRÆN.

3.3. Semántica y relaciones sintagmáticas

Relacionada con el concepto de elementos afines o desafines podemos


incorporar una nueva distinción entre aquellos significados complejos que
resultan de la suma del significado de todos los elementos que los compo-
nen: 3USUEGROEST·CRIANDOCABALLOS(= ‘Su suegro se está dedicando a la cría
de ganado equino’)  de aquéllos cuyo significado no se desprende directa-
mente de la suma de los significados de sus miembros: 3USUEGROEST·CRIAN
DOMARGARITAS (= ‘Su suegro está muerto’). Tenemos, pues, dos tipos diferentes
de expresiones complejas: aquellas cuyo significado es semánticamente
transparente y aquéllas cuyo significado es semánticamente opaco. En el
primer caso, todos los miembros mantienen su afinidad, en el segundo caso
es evidente que no la mantienen. Estamos, en este segundo caso, ante las lla-
madas LOCUCIONES (también MODISMOS, IDIOTISMOS35, GIROS, o FRASESHECHAS), es
decir, EXPRESIONESCUYOSIGNIFICADONOPUEDEINFERIRSEDELSIGNIFICADODELOSELE
MENTOSQUELASCOMPONEN.
Las variantes y la complejidad de estos compuestos, a caballo entre la
morfología y la sintaxis, es inmensa, y de ellos se ocupa, básicamente, una
floreciente rama de la lingüística: la fraseología. El problema para su defini-
ción e identificación queda bien resumido en las siguientes palabras de Alvar
Ezquerra (1994: 24):
El problema radica en saber cuál es la frontera entre la unidad fija y el
enunciado libre, pues existe una zona de paso entre lo que es libre en la
lengua y lo que está fijado, donde las combinaciones de elementos que sólo
son frecuentes en el discurso —pero nada más—, donde las colocaciones,
donde la fraseología (bajo el nombre de CONSTRUCCIÆN, GIRO, MODISMO, FRASE
HECHA, IDIOTISMO, etc.), son muestras de que el paso de lo libre a lo fijado no
es discreto, sino continuo.

Efectivamente, entre la fórmula fija y la libre unión de elementos existe


una amplia gama de combinaciones que ocupa todas las posiciones funcio-
nales hasta llegar a la oración: AJOACEITE, BOCACALLE, MADRESELVA, HIERBABUENA,
MALVARROSA, VAIV½N, CORREVEIDILE, SABELOTODO y HAZMERREÁR se consideran clara-
mente compuestos morfológicos; pero también tenemos HIERBAMATE, MALVA
LOCA, CASACUARTEL, ARCOIRIS, COCHECAMA, CHIVOEXPIATORIO, PEZESPADA, que algu-
nos autores consideran también compuestos morfológicos y otros locuciones

35
Según el $2!%, forma que procede del latín IDIOTISMUS (y ésta, a su vez, del griego), con el
significado de «lenguaje ordinario o vulgar». En su sentido gramatical, se entiende como «giro o
expresión contrarios a las reglas generales de la gramática, pero propios de una lengua, v. gr., A
OJOSVISTAS».
408 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

geminadas. Desde el punto de vista de su fijación en la lengua, como signifi-


cados autónomos, hay, desde luego, secuencias fijas de complejidad sintácti-
ca mayor que no presentan dudas: BETËNDE*UDEA, ESPUELADECABALLERO, PEN
DIENTESDELAREINA, BOCADERIEGO, OLLAAPRESIÆN, HOMBREDEPAJA, etc., e incluso
estructuras predicativas y claramente oracionales, como DORMIRSEENLOSLAU
RELES ‘descuidarse’, HACERBUENASMIGAS ‘congeniar’ o ;ESTAR IR ANDAR =COMO
UNACABRA‘loco’, ;SER PARECER =ELCUENTODENUNCAACABAR ‘interminable’, ;SER
ESTAR =COMOELPERRODELHORTELANO QUENICOMELAPAJANILADEJACOMER ‘ego-
ísta, avaricioso’.
Existen, sin embargo, otras combinaciones en las que la cohesión de los ele-
mentos es menor, pero que, sin embargo, constituyen secuencias fácilmente pre-
decibles, por lo que se pueden considerar compuestos por cercanía (también
llamadas colocaciones)36. Así, ESTERLINA sólo aparece en español junto a LIBRA, o
GENEALÆGICO a ·RBOL, TORRENCIAL suele ir siempre ligado al caudal de algún líquido,
preferentemente de agua, MODERADOa niveles de uso o de frecuencia: SUBIDASo
BAJADASMODERADAS de temperatura, de bolsa; EMPEDERNIDO para hábitos conside-
rados viciosos (FUMADOR o BEBEDOR), se ENTABLA amistad o una conversación, EFU
SIVAMENTE suele felicitarse, GARRAFALes sólo un error, ENCARECIDAMENTE se ruega,
las opiniones son diametralmente OPUESTAS  etc. Son estructuras léxicamente
complejas que no están plenamente fijadas pero que, sincrónicamente, están
sujetas a modas expresivas, y cuya unión es altamente predecible, y, en ese sen-
tido, están también muy cercanas a las locuciones. Frente a éstas, sin embargo,
mantienen su independencia como signos diferentes y las relaciones de concor-
dancia y, en general, su significado es transparente, es decir, puede desprender-
se de cada uno de sus elementos constitutivos.
Efectivamente, entre otros autores, Cruse (1986: 37) exige de las locucio-
nes dos condiciones:
1) Que léxicamente sean estructuras complejas. Es decir, que estén
compuestas por más de un elemento léxico, y
2) que su significado sea, efectivamente, distintivo, respecto del signifi-
cado de sus elementos constitutivos.
El profesor Julio Casares (1992: 167) coincide en ambas condiciones y
añade una tercera: su restricción combinatoria. Las define como: «Combi-
naciones de vocablos que ofrecen un sentido unitario y una disposición for-
mal inalterable», sin que considere importante el que se reflejen gráficamen-
te como un único elemento o como varios:
Desde el punto de vista lingüístico, toda expresión compuesta, tanto si
se escribe formando una palabra como si se presenta articulada en dos o
más, constituye una entidad léxica que ha de estudiarse y tratarse como tal.
(IBÁD.: 169).

36
Para un sencillo y buen resumen de la problemática general de este tipo de estructuras, v.
Corpas (1998).
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 409

De hecho, sabemos que su independencia en lengua escrita es muchas


veces dudosa, y formas como HIERBABUENA, y HIERBABUENA, AGUANIEVE y AGUA
NIEVE, GUARDIAMARINA YGUARDIAMARINA, o QUITAIPÆN y QUITAYPON, son expre-
siones que demuestran la frágil línea de la separación ortográfica. Casos lími-
tes que muestran esta débil frontera son los de GUARDIACIVIL o GUARDIAMARINA
que según las normas académicas deberían hacer los plurales GUARDIASMARI
NAS y GUARDIASCIVILES, presentando un claro litigio con los usos populares más
extendidos: GUARDIAMARINAS y GUARDIACIVILES, que ya han pasado a la literatu-
ra37 y que, probablemente, acaben por imponerse.
Su caracterización gramatical gira, básicamente, en torno a dos ejes: su
estructura interna y su función global dentro de la oración en la que apare-
cen, y ambas son sumamente variadas y responden a estructuras muy dife-
rentes. No consideraremos ahora su estructura interna que, como hemos
visto, es variada. Desde el punto de vista del significado, nos importa su uni-
dad semántica, y desde el punto de vista gramatical, su función y sus posibi-
lidades de variación morfológica (género y número). Según la función gra-
matical que desempeñen, podemos encontrar38:
— Locuciones nominales: Estructuras como ARCOIRIS, BUQUEESCUELA, CASA
CUNA, PAPELMONEDA, TRENCORREO, etc. Son las locuciones más cercanas
a las palabras compuestas, y podrían fácilmente inscribirse en ese
grupo, con la salvedad de que los plurales, de utilizarse, se incorporan
al primer elemento (o «elemento determinado»): ARCOS IRIS, BUQUES
ESCUELA, CASASCUNA, PAPELESMONEDA TRENESCORREO.
— Con función sustantiva, pero como locuciones fijas, compuestas por un
elemento determinado y un determinante complemento de nombre,
con un único referente distinto de cualquiera de los elementos relacio-
nados y también muy cerca de la lexicalización, encontramos multitud
de locuciones españolas, como ·RBOLDELEVAS, CONEJODEINDIAS, ESPUELA
DECABALLERO, ESTRELLADEMAR, PIEDRADETOQUE TOCINODECIELO
— Dentro de este grupo podemos incluir las de carácter pronominal,
como CADAQUISQUE ‘todos, cada uno’ o QUIENM·SQUIENMENOS ‘cual-
quiera’.
— Locuciones adjetivas: COSERYCANTAR ‘fácil’, DEROMPEYRASGA ‘decidida’,
DEPADREYMUYSEÅORMÁO ‘complicado’, HECHOUNMARDEL·GRIMAS‘des-
consolado’, ELHUEVODE#OLÆN ‘fácil, evidente’, LAPURGADE"ENITO ‘inme-
diato’, LACARABINADE!MBROSIO ‘inservible’ ELUNGÍENTOAMARILLO ‘inefi-
caz’, PRENDIDOCONALFILERES ‘mal asentado, inseguro’, [VIVIR ESTAR=COMO
UNCURA ‘bien’, HECHOUNASOPA ‘mojado’,...

37
Utilizado, por ejemplo, por Camilo José Cela o Andrés Berlanga, tal como reconoce
Manuel Seco, en su $ICCIONARIODEDUDASYDIFICULTADESDELALENGUAESPAÅOLA, y en su $%!, donde
ya incorpora los términos como palabras compuestas.
38
Seguimos, básicamente, la estructuración propuesta en Corpas (1998: 177 y ss.). V. tam-
bién Casares (1992: 172 y ss.)
410 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

— Locuciones verbales: CORRER LAVOZ ‘difundir, divulgar’, PONER DEVUELTAY


MEDIA ‘insultar’, Podemos recordar algunos de ellos: COMERLASOPABOBA
‘vivir sin trabajar’, DARBETËN ‘alabar’, DESTAPARELPUCHERO ‘sincerarse’, TIRAR
DE LAMANTA@ descubrir  ESTARELGATOENLATALEGA ‘estar convencido’, VER
CÆMOEST·ELPATIO ‘ver cómo está la situación‘ BAJARSELOSPANTALONES ’ceder
en condiciones deshonrosas’, SALIRALAPALESTRA‘dar la cara por algo’, VERLOS
TOROSDESDELABARRERA ‘no implicarse en algo’ DARLAPUNTILLA ‘rematar’, SALIR
PORLAPUERTAGRANDE ‘vencer, salir victorioso’, y un largo etcétera.
— Locuciones adverbiales: ENUNSANTIAM½N ‘pronto’, ADOSPASOS o ALA
VUELTADELAESQUINA ‘cerca’, ENELQUINTOPINO ‘lejos’, CUANDOLASRANAS
CRÁENPELO ‘nunca’, UNOJODELACARA ‘mucho’...
— Locuciones prepositivas: CONVISTASA ‘para’, DELANTEDE ‘ante’, GRACIASA
‘por’, ENTORNOA ‘sobre’, PORENCIMADE ‘sobre’, DEACUERDOCON ‘según’, EN
ARASDE‘para’…
— Locuciones conjuntivas: AHORABIEN ‘pero’, APESARDEQUE ‘aunque’, A
MENOSDEQUE o CONTALQUE ‘si, COMOQUIERAQUE o SUPUESTOQUE ‘por-
que’, etc.
No podríamos hacer aquí una lista de las muchísimas locuciones existen-
tes en español, como en cualquier otro idioma, porque varían considerable-
mente no sólo históricamente, sino de una comunidad a otra y de una gene-
ración a otra, es decir, diacrónica, diatópica y diastráticamente. Lo que sí
debemos poner de manifiesto es su interés como expresiones complejas
desde la perspectiva del significado lingüístico, por lo que suponen de exten-
siones o ampliaciones del significado que utilizan, sintagmáticamente, todas
las relaciones significativas estudiadas para generar —ahora sí— nuevos sig-
nos, y en este sentido cabe poner sobre aviso de otras expresiones fijas en la
lengua, como refranes, sentencias o proverbios, como $IMECONQUI½NANDAS
YTEDIR½QUI½NERES, 1UIENQUITALAOCASIÆN QUITAELPELIGRO, !BUENENTENDEDOR
CONPOCASPALABRASBASTAN , etc. que mantienen todo su significado, es decir,
son semánticamente transparentes, por más que evoquen todo un mundo de
sentidos figurados.
En cualquier caso, las locuciones, frecuentes en todos los idiomas, son
estructuras que para los especialistas siempre suponen un reto: el reto para el
traductor es identificarlas y saber volcarlas en estructuras semejantes, el reto
para la identificación automática, es saberlas aislar de los enunciados libres,
el reto para los teóricos, es saber clasificarlas, por último, el reto de los lexi-
cógrafos es saber valorarlas como unidades de significado, realmente, inde-
pendiente y, por tanto, como merecedoras o no de un lugar en el diccionario.

3.4. Semántica y relaciones sintácticas


En los apartados anteriores hemos visto las exigencias de compatibilidad
o incompatibilidad semántica que puede presentar un término a nivel sintag-
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 411

mático o de oración. Hemos asumido siempre, sin embargo, que los enuncia-
dos, sean o no semánticamente afines, mantienen unas determinadas rela-
ciones oracionales, de carácter sintáctico, que permiten su valoración como
«aceptable» o «gramatical». Es decir, hemos intentado determinar el grado de
compatibilidad semántica, pero hemos asumido siempre su aceptabilidad
gramatical.

Sin embargo, también esa aceptabilidad gramatical que estamos asu-


miendo implica una aceptación de nuevas compatibilidades semánticas: ¿qué
elementos semánticos hacen que la estructura gramatical de una lengua sea
considerada como «aceptable»?, en otras palabras, ¿qué aspectos semánticos
intervienen en la estructura oracional? Este planteamiento ha motivado el
desarrollo de una importante serie de teorías lingüísticas que defienden la
necesidad de incorporar, de un modo u otro, el conocimiento semántico a la
descripción gramatical, considerando, frente a las tendencias anteriores en
las que se proponía la prioridad de la sintaxis frente a los demás niveles de
análisis, que las compatibilidades o incompatibilidades gramaticales son
también dependientes de las exigencias de significado que algunos ele-
mentos léxicos imponen sobre los demás miembros del enunciado39. Se
han establecido así un determinado número de relaciones oracionales de
base semántica, a las que se alude como funciones semánticas, al igual que
aludimos a las funciones de sujeto, objeto, o atributo como funciones sin-
tácticas.

Para entender el concepto general de estos planteamientos, podemos par-


tir de la imagen propuesta por el gramático francés Luciene Tesnière, quien
compara las relaciones semánticas que se establecen en los enunciados con
los participantes en una obra de teatro. Afirma que, como en una obra dra-
mática, el «nudo» de una oración se reparte entre un proceso (obligatorio),
unos actores y unas circunstancias40. Considera, igualmente, que el verbo
(«proceso»), como núcleo predicativo clave de toda la oración (y de la expre-
sión comunicativa), determina la selección del resto de los constituyentes.
Entre éstos, los actantes («actores») serían las «personas o cosas que partici-
pan de algún modo en el proceso»41 y las circunstancias, las situaciones con-
comitantes de tiempo, lugar, modo, etc. Determina así una organización ora-
cional impuesta por la estructura actancial del verbo, que podrá no exigir
ningún actante42 (LLUEVE), un actante (*UANPASEA), dos actantes (*UANQUIEREA
-ARÁA, *UANBEBEVINO) o tres actantes *UANREGALÆA-ARÁAUNAROSA).

39
Desde luego, no nos ocuparemos aquí de toda la problemática suscitada por esta cuestión,
que exigiría un curso monográfico para cada caso. Podemos mencionar, sin embargo, como
punto de partida, el análisis de valencias propuesto por Luciene Tesniére (1959), su desarrollo en
la llamada gramática de los casos (Anderson: 1971; Fillmore: 1970), y propuestas posteriores
como la gramática funcional (de Simon C. Dik: 1978; v. también Butler ETAL. 1999), la gramática
léxica (v. Subirats: 2000) o la gramática cognitiva (v. López García: 1998).
40
Tesnière (1959: 102).
41
/PCIT p. 105.
42
En su comparación con una obra dramática, «la escena pura» (p. 106).
412 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Esta estructuración, que en definitiva representa la organización clásica


de la gramática tradicional, vista desde otra perspectiva, ha determinado,
como hemos dicho, el desarrollo de nuevas teorías en las que se ha puesto de
manifiesto la necesidad de diferenciar entre las funciones semánticas y sin-
tácticas, si se desea llegar —como, efectivamente, pretendemos— a un ade-
cuado conocimiento del fenómeno de la significación.
Veamos un ejemplo. Si analizamos la oración:
%LCONSERJEABRIÆLAPUERTACONSULLAVE
podemos identificar sin esfuerzo que existe un agente («el conserje»),
una acción realizada por ese agente (=«abrir»), un experimentador u obje-
to (entendido como ‘la entidad que varía o se ve afectada’ = «la puerta») y un
instrumental (= «la llave»), que ocupan, respectivamente, las funciones gra-
maticales de:
Sujeto - Verbo - Complemento directo - Complemento circunstancial.
Si analizamos ahora:
,ALLAVEABRIÆLAPUERTA
Observamos que «la llave» ocupa, desde el punto de vista de las funciones
gramaticales, el lugar del sujeto, sin embargo, desde la perspectiva de las fun-
ciones semánticas, sigue siendo un instrumental, y lo que ocurre es, que en
esta construcción, el agente se omite.
Finalmente, en:
,APUERTASEABRIÆ
aparece «la puerta» en la función gramatical de sujeto, pero sigue siendo,
como función semántica, el experimentador u objeto afectado por la
acción. Lo que ocurre es que, en este caso, se omite tanto el agente como el
instrumental.
¿Cómo es posible que un hablante del español admita, por ejemplo, que
,A PUERTASEABRIÆ es plenamente aceptable cuando «sabe» que una puerta,
como inanimado, es incapaz de hacer algo por sí misma?
Se reconoce así la necesidad de proponer teorías y descripciones lingüís-
ticas más complejas donde los elementos se definan no sólo mediante su fun-
ción sintáctica sino también mediante sus funciones semánticas. Desde
luego, no existe un acuerdo entre cuáles deben ser consideradas, pero básica-
mente podemos diferenciar tres grandes bloques: aquellas funciones propias
del verbo («el proceso» de Tesnière), entre las que se distinguen, básicamen-
te, acción, estado y proceso (dependiendo del valor semántico del mismo);
las funciones nominales (de «actor»), que tradicionalmente se consideraban
las desarrolladas por el sujeto y los complementos directo e indirecto, entre
las cuales las funciones semánticas más importantes son las de agente, cau-
sativo, término, receptor, experimentador (u objeto) e instrumental, las
cuales no deben asimilarse a las categorías gramaticales tradicionales dado
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 413

que, como hemos visto, el sujeto puede, semánticamente, implicar cualquie-


ra de estas funciones. Y, finalmente, el tercer gran grupo de funciones semán-
ticas es el denominado de funciones periféricas (= «circunstancias»), las
cuales equivaldrían (con las salvedades pertinentes) a las funciones que en
sintaxis tradicional se adscribían a los complementos circunstanciales;
dependiendo de la función semántica que desempeñen, podemos hablar de
origen, dirección, destino, duración, lugar (espacio y tiempo), causa y
conmitativo (de compañía).
Para Tesniére (1959: 105 y ss.) no es clave plantear una oposición entre
sujeto y predicado, sino considerar el verbo como el nudo central en torno al
que se establecen todas las relaciones. Aceptando el verbo como un proceso,
establece la función de actante como la representativa de las personas o
cosas que participan, en algún grado, de ese proceso. Para este autor son
los sustantivos (o sus equivalentes funcionales) los que pueden asumir esta
función, y los considera siempre subordinados inmediatos del verbo43. Esta-
blece, a su vez, una clasificación verbal basada en el número de actantes que
éstos exigen, y distingue entre los verbos que no exigen ningún actante (AVA
LENTES), de los verbos con uno (MONOVALENTES), dos (BIVALENTES) o tres (TRIVALEN
TES) actantes44:
— Los verbos que no exigen ningún actante o avalentes, son para Tes-
niére aquellos que experimentan un proceso que se deriva de ellos
mismos, sin que participe ni persona ni cosa alguna. El caso típico
estaría representado por los verbos que designan fenómenos atmosfé-
ricos (LLUEVE, NIEVA, HIELA, etc.).
— Los verbos con un actante o monovalentes son aquéllos en los que
participa sólo una persona o cosa45: *UANCORRE, que designará a la per-
sona o cosa que realiza la acción, y que tradicionalmente se consi-
dera el sujeto gramatical.
— Los verbos con dos actantes o bivalentes son aquéllos que experi-
mentan un proceso en el que participan dos personas o cosas. En
éstos, el segundo actante suele ser el que sufre la acción, que tra-
dicionalmente se asimila al objeto directo y que Tesniére llama OBJETO.
— Por último hay verbos que permiten tres actantes o trivalentes. En
estos casos el tercer actante será el que se ve beneficiado o perju-
dicado por la acción; suele ser personal (aunque no necesariamen-
te46) y se refiere a la persona a la que se dirige el proceso.
Para Tesniére la valencia de un verbo es el número de actantes que es sus-
ceptible de regir ese verbo. Acepta, sin embargo, la posibilidad de verbos con

43
/PCIT 103.
44
Véase, también, Dik (1989: 79).
45
Los plurales o las secuencias *UANY0EDRO las considera de un solo actante que se repre-
senta varias veces, como un fenómeno de DESDOBLAMIENTO (/PCIT pp. 106-107).
46
*UANHIZOUNACARICIAALPERRO, o $IOUNAPATADAALAPIEDRA.
414 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

valencias libres47: *UANCANTA (a1), *UANCANTAUNACANCIÆN (a1+a2), *UANCANTA


UNACANCIÆNASUHIJO (a1+a2+a3); o *UANDAALOSPOBRES (a1+a3), *UANDALIMOS
NASALOSPOBRES (a1+a2+a3), etc.
Aparte de los actantes, pueden presentarse en el enunciado, como hemos
visto, las circunstancias ENLASQUESEDESARROLLAELPROCESO. Éstas pueden ser,
al contrario de los actantes, de carácter ilimitado (IBÁD., pp. 125-127).
Este concepto de actantes y valencias, así como el concepto de que la
predicación debe organizarse en torno al verbo, ha motivado, en la lingüísti-
ca actual, un importante número de teorías que aceptan, explícita o implíci-
tamente, esta concepción, donde se definen las funciones semánticas a partir
de los requerimientos argumentales (o actanciales) del verbo. Desde luego,
como ya se ha dicho, no existe unanimidad entre las funciones semánticas
propuestas y sus definiciones, pero resumiremos los aspectos más generali-
zados48.
Partamos de la hipótesis (como ya hemos hecho) de que las oraciones bási-
cas49 de una lengua son predicaciones formuladas mediante unos determina-
dos elementos léxicos (simples o compuestos) «cuya presencia depende a su
vez de otros elementos léxicos pertenecientes a una determinada clase»50. Así,
COMER depende de la presencia de un elemento ALGUIEN y otro elemento ALGO.
Podemos considerar, entonces, que COMER exige dos requerimientos argumen-
tales para estar presente en una oración básica (dos actantes, según Tesnière),
mientras que, por ejemplo, *UAN, CASA o PUERTA no exigen ningún requerimien-
to argumental. A partir de aquí se plantea la existencia de:
— Términos que no exigen la presencia de ningún otro elemento: es
decir, «palabras cuya presencia no requiere la concurrencia de otras
palabras»51, que podemos denominar (siguiendo a Subirats) argu-
mentos de nivel cero, o, simplemente, argumentos (*UAN CASA, CONSI
DERACIÆN, etc.), y
— términos que sí tienen requerimientos argumentales, es decir «que tie-
nen un requerimiento argumental distinto de cero»52, a los que deno-
minaremos predicados. Según esto, los predicados pueden definirse
«en relación con las propiedades de dependencia de las palabras que
pueden concurrir con él para formar una oración» (Dik, 1978: 29).

47
/PCIT p. 239. Dik (1989: 81) las considera como predicaciones abiertas.
48
Seguimos, muy resumidas, las propuestas de la gramática funcional, de Simon C. Dik
(1978, 1989, 1997), así como algunos planteamientos de la gramática de los casos (Fillmore,
1970) o la gramática léxica (Subirats, 2000). Un interesante resumen de los planteamientos gene-
rales de estas propuestas, así como de sus condicionamientos históricos, puede leerse en Butler
ETAL. (1999: 13-39).
49
Es decir, sin modificaciones posteriores ni significados derivados, de los que no podremos
ocuparnos aquí.
50
Subirats, /PCIT p. 28.
51
)BÁD.
52
)BÁD.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 415

Para Dik, los términos que pueden funcionar como argumentos deben
ser expresiones (simples o complejas) con potencial referencial, es decir,
siguiendo nuestra terminología, deben ser signos lingüísticos (con significa-
do y significante) y capaces de ser relacionados con algún posible referente:
expresiones que pueden usarse para referirse a entidades en algún mundo
(Dik, 1978: 33).
Los predicados, por su parte, designan las propiedades que poseen esas
entidades o las relaciones que se establecen entre ellas (IBÁD)
Así pues, si se desea dar cuenta del conocimiento intuitivo que los hablan-
tes nativos poseen de una lengua, no sólo debemos considerar los rasgos
semánticos de manera aislada, como hemos visto hasta ahora, sino que, ade-
más, habrá que encuadrarlos en su marco predicativo. Según Dik, cada lexe-
ma de sentido pleno (verbal, nominal o adjetival), que considera constitutivos
de los predicados básicos, debe definirse dentro de su marco predicativo que
debe incorporar la siguiente información (Dik, 1978: 34, 49 y ss.):
[1]. Su forma léxica,
[2]. la categoría sintáctica a la que pertenecen,
[3]. el número de argumentos que requiere,
[4]. las restricciones de selección que establece el predicado sobre sus
argumentos, y
[5]. las funciones semánticas que realizan los argumentos.
En un ejemplo como DAR, especificaríamos, además de su forma léxica [1],
que es verbo [2], que exige tres argumentos (ALGUIEN(a1) da ALGO(a2) a ALGUIEN(a3))
[3], que DAR exige un primer argumento y un tercer argumento con el rasgo
[+animado] [4], y que el primer argumento cumplirá la función semántica de
agente, que el segundo argumento cumplirá la función semántica de objeto o
meta y que el tercer argumento cumplirá la función semántica de receptor[5].
Por su parte, COMER [1] se definirá como verbo [2], que exige dos argumentos
[3], que el primero debe ser [+animado] y el segundo debe poseer el rasgo (o
sema) [+alimento sólido] [4] y que el primer argumento cumplirá la función
semántica de agente y el segundo de objeto o meta [5].
Aunque no vamos a desarrollar aquí las notaciones formales propuestas
por Dik (ni por otros autores)53, veamos, a modo de ejemplo, la manera de
plantear formalmente estos marcos predicativos [donde la notación x1... xn se
refiere a los argumentos]:

53
Aunque las notaciones formales son fundamentales en el marco de la lingüística teórica y,
desde luego, en el marco de cualquier aplicación formal (incluyendo las aplicaciones informáti-
cas de análisis automático), no es el momento de adquirir esa capacidad, aunque es importante
irse aproximando a ella. Sin embargo, en este nivel de estudios sí es importante considerar los
contenidos lingüísticos que deben integrarse dentro de cualquier formalización, y es en eso en lo
que nos centraremos.
416 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

darV (x1: animado (x1))Ag (x2)Obj (x3: animado (x3))Rec


comerV (x1: animado (x1))Ag (x2: alimento sólido (x2))Obj54
Se entiende que dar es un verbo que exige tres argumentos: de éstos, el
primero cumple la función semántica de Agente (x1), las restricciones de
selección le exigen que sea un ser animado; un segundo argumento que cum-
plirá la función semántica de Objeto o Meta (x2), al que no se le imponen nin-
gunas restricciones de selección; y, finalmente, un tercer argumento, cuya
función semántica será la de Receptor (x3), y al que se le impone también la
restricción de selección de poseer el rasgo [+animado]. En el caso de comer
sólo se reconocen dos argumentos nucleares, y se impone al segundo el rasgo
de [+alimento sólido].
Sigamos con la caracterización semántica de los predicados básicos pro-
puesta por Dik. Para este autor, en una predicación nuclear se determina un
estado de cosas, aquél para el que son válidas las propiedades o relaciones
que se establecen entre los argumentos ENese PREDICADO concreto y en fun-
ción de sus marcos predicativos. Estos estados de cosas que se determinan
en una predicación nuclear pueden organizarse en torno a dos ejes básicos,
dependiendo de que sean o no dinámicos es decir, QUEIMPLIQUENONOUNA
TRANSICIÆNDEUNASITUACIÆNAOTRA (+/– dinámicos) y de que sean o no contro-
lados, es decir, SIUNADELASENTIDADESIMPLICADASTIENELACAPACIDADDEDETER
MINAR ELQUEESEESTADODECOSASPUEDASUCEDERONO (+/– controlados) (Dik,
1978: 53-54). Propone, así, cuatro estados de cosas posibles, que van a deter-
minar la estructura argumental de la oración (IBÁD, p. 55):

ESTADO DE COSAS
+ DINÁMICO – DINÁMICO
ACONTECIMIENTO SITUACIÓN
+ CONTROLADO Acción Posición
– CONTROLADO Proceso Estado

Según esto:
1. Las acciones se pueden definir como acontecimientos controlados:
%LCONSERJEABRIÆLAPUERTA ,ASM·QUINASQUITARONLANIEVEDELACARRE
TERA
2. Los procesos, como acontecimientos no controlados:
,APUERTASEABRIÆ. - ,ANIEVEYASEHADERRETIDO.
3. Las posiciones, como situaciones controladas:
%LCONSERJEEST·ENSUDESPACHO. - 3UHIJOSABECONDUCIR

54
V. Dik, OPCIT páginas 35 y 50.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 417

4. Los estados, como situaciones no controladas:


%LCONSERJEESALTOYFUERTE. - ,ANIEVEESBLANCA
Se asume que un mismo elemento puede aparecer en predicaciones dife-
rentes, es decir, en distintos estados de cosas, como en los siguientes pares:
,AABUELAcoció UNASPATATAS. (Acción)
,ASPATATAScocían ENELFUEGO. (Proceso)
*UANestaba ENLAHABITACIÆN. (Posición)
,AMESAestaba ENUNAESQUINA. (Estado)
,AHABITACIÆNolerá AAJO. (Estado)
%LCOCINEROolerá ELAJO. (Acción)
Considerado esto, estamos en posición de establecer las funciones semán-
ticas que se vertebran en la oración, que Dik, de modo semejante a como
hiciera Tesnière, define como sigue:
En general, las funciones semánticas se interpretan como indicadoras
de los distintos papeles que las entidades a las que los términos se refieren
pueden representar en los estados de cosas que designa la predicación
donde aparecen (Dik, 1978: 52).
1. En las acciones (que, recordemos, se definen como acontecimientos
controlados, o estados de cosas dinámicos y controlados):
— Si la acción tiene sólo un argumento, éste designará «necesaria-
mente» la entidad que controla la acción. Los argumentos que
designan la entidad que controla la acción cumplen la función
semántica de Agentes (Ag) (en inglés, agents): Juan HUYÆ  Mi
padre HASALIDO
— Si la acción tiene dos argumentos, el segundo argumento designa-
rá la entidad a la que el agente aplica la acción. Los argumentos
que designan la entidad sobre la que el agente aplica la acción
cumplen la función semántica de Objetos o Metas (en inglés,
goals): *UANEST·ESCUCHANDOsu nuevo disco, %LNIÅOSECOMIÆun
helado.
— Si la acción tiene tres argumentos, el tercero designará, habitual-
mente, la entidad semántica a la que se transfiere algo. Los argu-
mentos que designan la entidad a la que el agente transfiere algo,
cumplen la función semántica de Receptor (en inglés, recipients):
*UANREGALÆUNLIBROa Luis (ECOMPRADOUNPISOa mi hijo.
Además, como terceros argumentos, pueden aparecer también las fun-
ciones de:
— Dirección: si el argumento designa a la entidad hacia la que se
mueve algo: *UANENVIÆSUNOVELAa Barcelona, o
418 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

— Origen: si el argumento designa a la entidad de la que procede algo:


*UANCOGIÆUNLIBROde la estantería.
2. En los procesos, que se definen como acontecimientos no controla-
dos, o estados de cosas dinámicos y no controlados:
— Si tiene un solo argumento éste designará, generalmente, a la
entidad afectada por el proceso o la resultante del mismo. Los
argumentos que designan la entidad afectada o resultante de un
proceso cumplen la función semántica de Pacientes (en inglés,
processed): *UANPac SECAYÆ, %LCUADROPac SEROMPIÆ.
— Si tiene dos argumentos, uno de ellos puede ser el «instigador» o
«causante» del proceso, aunque no lo controle. Dik considera que
estos argumentos cumplen la función semántica de Fuerza. El segun-
do argumento cumplirá habitualmente la función semántica de Obje-
to o Meta: %LVIENTOFz ABRIÆLAPUERTAMet, ,AFATALIDADFz MARCÆSUVIDAMet.
— Si un proceso presenta tres argumentos, el tercero puede cumplir
la función semántica de Receptor, Origen o Dirección: ,APRIMA
VERAleRec INFUNDIÆNUEVOS·NIMOS Met, %LAGUADESVIÆELCOCHE de la
carreteraOr ,AEXPLOSIÆNARROJÆLOSCRISTALESal interior de la vivien-
daDir.
3. En las posiciones (definidas como situaciones controladas, o esta-
dos de cosas no dinámicos pero controlados):
— Si el predicado tiene un solo argumento, éste designará a la entidad
controladora, que desarrollará la función semántica de Posiciona-
dor (Pos): *UANSEQUEDÆINMÆVIL %LABUELOESTABADESCANSANDO.
Tanto Agente como Posicionador son controladores, pero su distin-
ción radica en que unos controlan estados de cosas DIN·MICOS (los
agentes), mientras que otros controlan estados de cosas NODIN·MICOS
(posicionadores).
— Si el predicado presenta dos argumentos, el segundo suele desarro-
llar la función semántica de Ubicación (Ub) (en inglés, LOCATION),
designando el lugar que ocupa el posicionador: *UANESTABASENTA
DO ENSUDESPACHO , %L ABUELODESCANSABAENELJARDÁN . También
puede realizar la función semántica de Objeto o Meta: *UANTENÁA
UNALEVESONRISA, %LABUELOGUARDABABUENOSRECUERDOS
— Si el predicado presenta tres argumentos, se estructurarán, funda-
mentalmente, mediante las funciones semánticas de Posicionador
(x1), Objeto (x2) y Ubicación (x3)*UANMANTENÁAUNALEVESONRISAEN
SUBOCA, -ARÁATENÁAELDINEROENELBANCO.
4. En los estados, es decir, situaciones no controladas o estados de cosas
no dinámicos y no controlados, Dik propone la inexistencia de funcio-
nes semánticas en los argumentos que designan a las entidades que par-
ticipan en ese estado, es decir, la función semántica cero (Δ), tanto si
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 419

presentan un argumento: *UAN(Δ) ESJOVEN, %LVIENTO(Δ) ESFRÁO, como si


presentan dos: *UAN(Δ) ESUNASESINO(Δ), !QUELLA CASA(Δ) ERAUNCEMENTE
RIO(Δ). Aunque, en algunos casos los segundos argumentos pueden reali-
zar las funciones semánticas de Tiempo o Ubicación: ,ASFLORESESTABAN
ENELJARRÆN, *UANVIVÁAEN-½JICO.
En resumen, en este primer modelo propuesto por Dik, las funciones
semánticas reconocidas, según el estado de cosas establecido en la predica-
ción, son:
— En los primeros argumentos (x1):
1) Agente (Ag): designa a la entidad que controla la acción,
2) Paciente (Pac): designa a la entidad afectada por el proceso o a la enti-
dad resultante del mismo,
3) Posicionador (Pos): designa a la entidad controladora de una posición,
4) Fuerza (Fz): designa a la entidad instigadora o causante de un proceso, y
5) Cero (Δ): designa a la entidad que participa en un estado.
En los segundos y terceros argumentos (x2, x3):
1) Objetivo o Meta (Met): función que designa a la entidad sobre la que el
agente aplica la acción,
2) Receptor (Rec): designa a la entidad a la que el agente transfiere algo,
3) Dirección (Dir): función que designa la entidad hacia la que se mueve
algo,
4) Origen (Or): designa la entidad de la que procede algo, y
5) Ubicación (Ub): designa el lugar que ocupa una entidad posicionadora.
Conocidas ya las funciones semánticas nucleares, quedan por ver las que
Tesniére denominaba «circunstancias» y que Dik considera satélites (1978:
46 y 75). Si los argumentos nucleares definen «la contribución específica del
argumento nuclear a la definición de un estado de cosas» (Dik. 46), en las fun-
ciones semánticas de un satélite «se define el modo como el estado de cosas
se modifica o amplía mediante información adicional» (IBÁD)55.
Así pues, los argumentos nucleares son componentes necesarios en la
predicación nuclear, mientras que los satélites son «expansiones facultativas
de la predicación nuclear, que especifican aspectos adicionales de los estados
de cosas». En este sentido, como el propio Dik apunta, los satélites (que
representa mediante el símbolo «s» —sigma—) están más ligados a la natu-
raleza del estado de cosas que define la predicación nuclear que a la propia
naturaleza de ese predicado (1978: 75)56. Con todo, no se excluye, como

55
La negrita es nuestra.
420 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

hemos visto, que algunas funciones satélites puedan ser exigidas por algunos
predicados, y, por ello, pasarían a ser nucleares ENESOSCONTEXTOS.
Aunque el número y las restricciones de los satélites no está fijado, son
cinco las funciones semánticas básicas propuestas por Dik:
1. las que aportan una especificación complementaria del estado de
cosas designado en el predicado nuclear: Modo o Manera, Cualidad o
Instrumento;
2. las que incorporan la relación existente entre el estado de cosas des-
crito respecto de otros participantes: Beneficiario, Conmitativo (de
compañía): ... PARA*UAN CONSUSHIJOS,... PORTUBIEN, etc.
3. las que establecen la relación entre el estado de cosas y la dimensión
temporal: Tiempo, Duración y Frecuencia;
4. las que relacionan el estado de cosas con la dimensión espacial: Ubi-
cación, Origen, Dirección y Ruta; y,
5. las que determinan la relación del estado de cosas designado con otros
estados de cosas: Circunstancia, Causa, Razón o Motivo, Finalidad y
Resultado.
La propia estructuración de los estados de cosas puede explicar algunas de
las restricciones que se establecen en las lenguas. Dik, por ejemplo, observa que
los adverbios de modo son incompatibles con los predicados que designan
estados (- controlados, - dinámicos): *,AS ROSASSONROJASCÆMODAMENTE -I
PADREESALEGREMENTEM½DICO  etcPor su parte, los beneficiarios sólo pueden
aparecer en predicaciones controladas (acciones o posiciones), pero no en las
no controladas (procesos o estados): *UANHABLÆCONTIGO por mi bien, *UANSE
QUEDÆENCASA por mi bien, pero%LTRENDESCARRILÆ por mi bien, o *,ASROSAS
SONROJASpor mi bien, y los instrumentales pueden quedar restringidos a esta-
dos de cosas controlados (acciones y posiciones): %LNIÅOROMPIÆELCRISTALCON
UNAPIEDRA (acción), %LNIÅOESTABAAMARRADOAUNAPIEDRA (posición), mientras
que en %LVIENTOROMPIÆELCRISTALCONUNAPIEDRA , o %LCRISTALEST·ROTOCONUNA
PIEDRA, el valor sería más causativo que propiamente instrumental.
Como es evidente no podemos detenernos ahora en las expresiones deri-
vadas, ni en las combinatorias posibles, así como tampoco podremos ahon-
dar en todos los posteriores desarrollos teóricos a los que han dado lugar
estas concepciones del significado oracional. Lo que sí debemos entender
aquí es que este tipo de aproximaciones ha sido básico para comprender la
estructura interna de la oración y ha servido de base para el desarrollo de sis-
temas automáticos de análisis lingüístico y traducción a otras lenguas. En
todo caso, hoy no cabe duda que para la adecuada explicación de los enun-

56
Las restantes partes de la oración (como determinantes, preposiciones y conjunciones) se
tratan como operadores (p) del término nuclear, y se consideran elementos que expresan valo-
res gramaticales más que léxicos.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 421

ciados es necesario poseer no sólo la información semántica denotativa de


cada término sino las restricciones que impone a su contexto oracional, por
por lo que siempre habrá que considerar las características que aquí hemos
planteado dentro de los denominados marcos predicativos57.
Como se ve, este tipo de análisis basa toda la estructuración funcional en
las características del verbo, como núcleo del predicado. Será éste quien
determine si acepta un determinado agente, un objeto compatible con la
acción desempeñada, complementos o satélites específicos, etc. Por otra
parte, se da una especial relevancia a la información semántica que cada
representación léxica debe contener58, incorporando, así, a la descripción
gramatical los aspectos significativos que, como hemos visto, también inte-
riorizan los hablantes de una lengua y que influyen plenamente en su capaci-
dad de valorar las estructuras gramaticales como aceptables o inaceptables,
como usuales, posibles, inusuales o claramente aberrantes.

57
Y que otros autores denominan ESTRUCTURASACTANCIALES, o DEVALENCIAS (Tesniére, Heger) o
CONFIGURACIONESCASUALES (Fillmore, Anderson).
58
Un buen planteamiento general de cómo estructurar el contenido léxico en la gramática
funcional, puede verse en Mairal (1999) y Faber y Mairal (1999).
422 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

ANEXO
TABLA 1. Las cien palabras que formaron parte de la investigación
transcultural sobre el diferencial semántico

agua cuadro humo nube riqueza


amigo cuento juego nudo risa
amor culpa ladrón oreja ruido
árbol derrota lago padre selección
autor diente lengua pájaro semilla
batalla dinero libertad pan silla
caballo doctor libro paz simpatía
cabello dolor lluvia peligro sol
cabeza enojo luna perro sueño
calor esperanza madre pescado suerte
carne esposo mano piedra taza
casa estrella mapa placer trabajo
castigo éxito matrimonio poder trueno
color fruta miedo policía valor
comida fuego miércoles progreso veneno
confianza futuro muchacha propósito ventana
conocimiento gato muerte raíz verdad
corazón hambre mujer reata («cuerda») víbora
creencia hombre música respeto vida
crimen huevo necesidad río viento
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 423

TABLA 2. Lista de los 80 calificativos más usados obtenidos por asociación libre
en el estudio del diferencial semántico del español mejicano, en orden de frecuencias

1. grande 17. dulce 33. frágil 49. extraño 65. fugaz

2. bueno 18. sincero 34. honrado 50. venenoso 66. abierto


3. fuerte 19. grandioso 35. mayor 51. enfermo 67. feliz

4. bonito 20. espantoso 36. café 52. sano 68. increíble


5. duro 21. lindo 37. inteligente 53. admirable 69. perdurable

6. blanco 22. abundante 38. doloroso 54. natural 70. bendito

7. sabroso 23. viejo 39. amargo 55. activo 71. costoso

8. largo 24. cruel 40. inútil 56. cansado 72. mundial


9. mucho 25. perfecto 41. audaz 57. gigante 73. cabal
10. rojo 26. claro 42. verdadero 58. esplendoroso 74. indudable
11. feo 27. amable 43. útil 59. sofocante 75. próspero
12. roto 28. fiel 44. corto 60. flojo 76. espectacular
13. inmenso 29. profundo 45. triste 61. final 77. favorable
14. brillante 30. caliente 46. seco 62. sencillo 78. ilustre
15. azul 31. frío 47. excelente 63. oscuro 79. solo
16. peligroso 32. desagradable 48. lento 64. bravo 80. bajo
424 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

TABLA 3. Lista de las sesenta escalas bipolares definidas en el estudio


del diferencial semántico del español mejicano

1. agradable - desagradable 21. leche - café 41. falso - verdadero


2. hipócrita - sincero 22. venenoso - inocuo 42. pasivo - activo
3. abundante - escaso 23. lindo - horrible 43. bueno - malo
4. frío - caliente 24. sabroso - desagradable 44. rápido - lento
5. viejo - joven 25. divertido - aburrido 45. grande - chico
6. fiel - infiel 26. educado - grosero 46. sofocante - fresco
7. insignificante - grandioso 27. entero - roto 47. agradable - doloroso
8. admirable - despreciable 28. enfermo - sano 48. alegre - triste
9. seco - mojado 29. blanco - negro 49. menor - mayor
10. duro - blando 30. seguro - peligroso 50. calmado - nervioso
11. cansado - descansado 31. piadoso - cruel 51. agradecido - desagradecido
12. largo - corto 32. bonito - feo 52. cobarde - audaz
13. débil - fuerte 33. imperfecto - perfecto 53. inmenso - diminuto
14. perezoso - trabajador 34. rojo - azul 54. brillante - opaco
15. enano - gigante 35. mucho - poco 55. excelente - pésimo
16. antipático - simpático 36. soportable - insoportable 56. odioso - amoroso
17. tonto - inteligente 37. oscuro - claro 57. dulce - amargo
18. natural - artificial 38. honrado - deshonesto 58. inútil - útil
19. espantoso - maravilloso 39. descortés - amable 59. optimista - pesimista
20. profundo - superficial 40. responsable - irresponsable 60. extraño - conocido
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 425

TABLA 4. Conjunto abreviado de pares bipolares para el estudio de las cien formas
propuestas, en español mejicano

3 2 1 0 1 2 3

Pasivo Activo

Chico Grande

Blando Duro

Malo Bueno

Admirable Despreciable

Joven Viejo

Lento Rápido

Simpático Antipático

Enano Gigante

Fuerte Débil

Menor Mayor

Agradable Desagradable

Familiar No familiar
426 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

EJERCICIOS
1. ¿Según lo estudiado, cómo se define el significado denotativo?

2. ¿El significado denotativo, es homogéneo en una comunidad lingüística?


¿Por qué?

3. Establezca cuáles son, para usted, los rasgos característicos del significa-
do denotativo de: HOMBRE, MUJER, NIÅO CACHORRO y ADOLESCENTE, consideran-
do los semas [± humano], [±macho] y [±adulto].

4. Veamos las siguientes definiciones de amigo:

— En el $%! [M. Seco: $ICCIONARIODELESPAÅOLACTUAL.]:


«amigo: [Persona] que tiene relación de afecto y confianza [con otra],
no basada en lazos familiares o sexuales. También fig. referido a ani-
males o a cosas.»
— En el $2!%
«amigo: [Que tiene] amistad.
«Afecto personal puro y desinteresado,
ordinariamente recíproco, que nace y se
fortalece con el trato.»
A) ¿Cuál de estas definiciones la considera más adecuada a una descrip-
ción «neutra» o cargada de «menor subjetividad»?
B) Intente definir amigo mediante los semas que le parezcan más ade-
cuados para una caracterización denotativa, siguiendo las definiciones
aportadas.

5. Veamos otras dos entradas de diccionario. En este caso, del término agua:

— En el $%!:
«agua: Sustancia líquida, incolora cuando está en pequeñas cantida-
des, inodora e insípida cuando está pura, que constituye el componen-
te más abundante de la superficie terrestre y el esencial en todos los
tejidos y líquidos orgánicos.»
— En el $2!%:
«agua: Sustancia formada por la combinación de un volumen de oxí-
geno y dos de hidrógeno, líquida, inodora, insípida, en pequeña canti-
dad incolora y verdosa o azulada en grandes masas. Es el componente
más abundante de la superficie terrestre y más o menos puro, forma la
lluvia, las fuentes, los ríos y los mares; es parte constituyente de todos
los organismos vivos y aparece en compuestos naturales; y, como agua
de cristalización en muchos cristales.»
En estas explicaciones, ¿cuál se asemeja más a una descripción y cuál a
una definición? ¿por qué?
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 427

6. ¿En qué se distinguen, básicamente, los significados denotativos de los


connotativos o asociativos?

7. En la tabla 1, del anexo a este tema, señale las formas que, a su juicio,
pueden incorporar rasgos descriptivos de carácter más connotativo o
afectivo. Razone las respuestas basándose en las definiciones del diccio-
nario59.

8. Analice las entradas de diccionario de árbol, y profundo e intente esta-


blecer si existen o no acepciones concretas que corresponden al signifi-
cado denotativo interiorizado y qué acepciones podrían explicarse como
extensiones contextualizadas de ese significado. [Aunque nos limitamos
a estos dos términos —un sustantivo concreto y un adjetivo— el alumno
puede practicar con cualquier otra forma, por ejemplo, entre las recogi-
das en las tablas 1 y 2 del anexo al tema].

9. Según lo estudiado y lo visto en el ejercicio anterior, en los siguientes usos:


0ENSAMIENTO PROFUNDO, VOZ PROFUNDA, %SPAÅA PROFUNDA, OJOS PROFUNDOS
CUEVAPROFUNDA, ENLOPROFUNDODELMAR, ¿se puede considerar que la forma
profundo/-a es un signo distinto en cada una de estos usos? ¿por qué?

10. Especifique a qué tipo de anomalía semántica de las establecidas por


Cruse podría adscribirse cada uno de estos enunciados. Explique por qué:

A) ¡Ya está el vecino rebuznando!


B) Abrazó al niño con sus brazos.
C) Alzó los ojos y una pierna hacia el cielo. [Sterne]
D) La muerte, desde dentro, mata. [Blas de Otero]
E) Saber que no sabes nada.
F) Gritó en voz alta que quería su merienda.
G) El sol se quedó a oscuras. [Quevedo]
H) Había bebida, comida, y ganas de olvidar el fracaso.
I) Se palpaba la tensión en el ambiente.
J) Por el mar corre la liebre, por el monte la sardina.

11. Vea qué estructuras se componen en español con GRANODE + sustantivo de


materia. ¿Puede considerarse que constituyen una locución? ¿Por qué?

12. Establezca la estructura argumental nuclear de los siguientes verbos,


según los sentidos propuestos60. Determine si deben estar presentes o no
todos los argumentos.

59
Debe utilizar las definiciones de carácter más general, es decir, aquellas que más se acer-
can a los usos generales o denotativos de cada término.
60
Utilizamos, en general, las definiciones más usadas, según Lamíquiz (1998).
428 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

desear ‘querer lograr’: 9ODESEOTRANQUILIDADDURANTEESTASVACACIONES


decir ‘comunicar’: %LPROFESORMEHADICHOTUNOTA
escribir ‘componer libros o discursos’: *UANESCRIBELOSDISCURSOSALREY
perder ‘dejar de tener’: %STESILLÆNHAPERDIDOELCOLOR
suceder ‘ocurrir, acontecer’: %L ACCIDENTESUCEDIÆENLAAUTOPISTADE
6ALENCIA ALASNUEVEDELAMAÅANA
traer ‘aportar’: 4RAJOELCOCHEASUHERMANOCONMUYMALGENIO.

13. En los mismos verbos anteriores:

— Construya su posible marco predicativo;


— Diga los estados de cosas que representan;
— La funciones semánticas que desempeñarían sus argumentos
nucleares;
— Las funciones de sus argumentos satélite, según los ejemplos pro-
puestos.

14. Teniendo en cuenta las siguientes definiciones de ESCRIBIR, establezca el


número de argumentos que se suponen en cada caso para los verbos
REPRESENTAR y COMUNICAR que se utilizan en la definición. Establezca las
funciones semánticas que tendrían y, de existir satélites, que función
desempeñarían:

— «Representar las palabras o las ideas con letras u otros signos tra-
zados en papel u otra superficie»:
— «Comunicar a uno por escrito alguna cosa»:
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 429

RESPUESTAS
1R. Como aquél que incorpora en su significado, como semas, los rasgos
más NEUTROS, más COMUNES y más GENERALES.

2R. No, porque no está desprovisto de subjetividad y todo significado


—al ser una adquisición individual y subjetiva— es variable. Sin embar-
go, es el más estable.

3R. Es quizá, aclaratorio, confeccionar una tabla como la siguiente:

[± humano], [±macho] [±adulto]


hombre + + +
mujer + – +
niño + + –
cachorro – ± –
adolescente + ± –

En esta tabla cabe destacar que los términos CACHORRO y ADOLESCENTE no


están marcados genéricamente, por lo que pueden referirse a seres tanto
hembras como machos. Por su parte, el concepto «cachorro» suele refe-
rirse a seres no adultos y no humanos, sin embargo, si admitimos que los
humanos pertenecen a la clase de los mamíferos, y que los diccionarios
($2!%, por ej.) definen CACHORRO como «hijo pequeño de mamíferos»,
cabría aceptar también que cachorro adquiriera el rasgo [+humano],
aunque no sea el significado habitual del término.

4R. A) Es evidente que la menos subjetiva es la que aporta el $%!, dado que
el $2!% incorpora términos como «puro» y «desinteresado», suma-
mente subjetivos, y otros como el de «nacer» y «fortalecerse» que
también incorporan un alto grado de subjetivismo, porque, igual-
mente, podría «deteriorarse» o «desvanecerse» con el tiempo, idea
que parece implicarse en el concepto «trato».
B) Consideramos, por lo anteriormente expuesto, que los rasgos más
apropiados para la definición de amigo podrían ser los que ofrece el
$%!, que pueden resumirse en:
[± persona] [± afecto] [± confianza] [± relación familiar] [± relación
sexual]
por lo que puede establecerse la siguiente caracterización:

[± persona] [± afecto] [± confianza] [± relación familiar] [± relación sexual]


amigo ± + + – –
430 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

5R. Según lo estudiado, la explicación propuesta por el $2!% se ajusta más al


concepto de DEFINICIÆN, dado que utiliza conceptos vinculados a clasificacio-
nes técnicas, como el concepto de «un volumen de oxígeno y dos de hidró-
geno», o el de «cristalización», que exigen ciertos conocimientos de química.
La explicación que aporta el $%!, sin embargo, puede encuadrarse más en
el ámbito de la mera DESCRIPCIÆN, dado que no exige, para su comprensión,
más que conocimiento lingüístico y del mundo.

6R. En que los primeros se refieren a aspectos fundamentalmente intelec-


tuales, más estables y susceptibles de definirse por la posesión o caren-
cia de un determinado rasgo, mientras que los segundos se refieren a
aspectos más claramente afectivos y no estrictamente lingüísticos. Son
más inestables, indeterminados, imprecisos, y no pueden definirse
mediante rasgos que poseen o no, sino en escalas apreciativas, de mar-
cado carácter subjetivo.

7R. Fundamentalmente, son los términos: AMOR  CREENCIA DOLOR  ESPERANZA


MIEDO  CONFIANZA CULPA ENOJO LIBERTAD PLACER  PODER  SIMPATÁA SUERTE
VALORy VERDAD. Aunque en el término DOLOR también cabría una definición
científica basada en umbrales de percepción sensorial más o menos
soportables, lo cierto es que, como hablantes, parece mantenerse la sub-
jetividad en la apreciación del término.

Veamos la descripción que, de estos términos hace el $2!% [subrayamos


los aspectos por los que consideramos que la descripción se ajusta a cri-
terios connotativos (afectivos) y no denotativos]:

— amor: Sentimiento que mueve a desear que la realidad amada, otra


persona, un grupo humano o alguna cosa, alcance lo que se juzga su
bien, a procurar que ese deseo se cumpla y a gozar como bien propio
el hecho de saberlo cumplido.
ˆ creencia1. f. Firme asentimiento y conformidad con alguna cosa. 2.
Completo crédito que se presta a un hecho o noticia como seguros o
ciertos.
ˆ dolor1. m. Sensación molesta y aflictiva de una parte del cuerpo por
causa interior o exterior. 2. Sentimiento de pena y congoja.
— esperanza: 1. f. Estado del ánimo en el cual se nos presenta como
posible lo que deseamos.
— miedo: 1. m. Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño
real o imaginario. 2. Recelo o aprensión que uno tiene de que le suce-
da una cosa contraria a lo que desea.
— confianza: 1. f. Esperanza firme que se tiene de una persona o cosa.
2. Seguridad que uno tiene en sí mismo.
— culpa: 1. f. Falta más o menos grave, cometida a sabiendas y volun-
tariamente. 2. fig. Responsabilidad, causa involuntaria de un suceso
o acción imputable a una persona.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 431

— enojo: 1. m. Movimiento del ánimo, que suscita ira contra una per-
sona.
— libertad: 1. f. Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una
manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus
actos. [Pueden, además, considerarse las acepciones dadas por el
$2!%, desde la cuarta a la duodécima].
— placer2: 1. m. Goce, disfrute espiritual. 2. Satisfacción, sensación
agradable producida por la realización o suscepción de algo que
gusta o complace. 3. Voluntad, consentimiento, beneplácito. 4.
Diversión, entretenimiento.
— poder: 1. m. Dominio, imperio, facultad y jurisdicción que uno
tiene para mandar o ejecutar una cosa.
— simpatía: 1. f. Inclinación afectiva entre personas, generalmente
espontánea y mutua. 2. Por ext., análoga inclinación hacia animales
o cosas, y la que se supone en algunos animales. 3. Modo de ser y
carácter de una persona que la hacen atractiva o agradable a las
demás.
— suerte: 1. f. Encadenamiento de los sucesos, considerado como for-
tuito o casual. 2. Circunstancia de ser, por mera casualidad, favora-
ble o adverso a personas o cosas lo que ocurre o sucede.
— valor: 1. m. Grado de utilidad o aptitud de las cosas, para satisfacer
las necesidades o proporcionar bienestar o deleite. 2. Cualidad de
las cosas, en virtud de la cual se da por poseerlas cierta suma de
dinero o equivalente. 3. Alcance de la significación o importancia de
una cosa, acción, palabra o frase. 4. Cualidad del ánimo, que mueve
a acometer resueltamente grandes empresas y a arrostrar los peli-
gros. [v. también, hasta su decimotercera acepción].
— verdad: 1. f. Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas
forma la mente. 2. Conformidad de lo que se dice con lo que se sien-
te o se piensa.
Como puede apreciarse, en todas las palabras consideradas se utiliza,
para su definición, un gran número de formas o expresiones que impli-
can, por sí mismas, un alto grado de subjetividad y cuyo contenido es
imposible de definir si no se admite un importante componente subje-
tivo interiorizado en la competencia de los hablantes.

8R. Siguiendo el $2!% en árbol encontramos los rasgos que, a nuestro jui-
cio, constituyen el significado conceptual interiorizado (o denotativo)
en la primera acepción:

«Planta perenne, de tronco leñoso y elevado, que se ramifica a cierta


altura del suelo».
Todas las demás acepciones o son hipónimos (distintas especies de
árboles), o son metaforizaciones por semejanza y exigen siempre un
432 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

contexto que permita situarlas. En las metaforizaciones se destaca la


idea global de «en forma de árbol», o, más específicamente, «conjunto
de ramificaciones sustentadas por un tronco común» o «eje que sostie-
ne o engrana algo». [Más estructurado, según estos criterios, en el $%!
de Manuel Seco].
— En profundo, sin embargo, el significado denotativo parece des-
prenderse, no de una única acepción, sino de los rasgos que se des-
tacan en muchas de ellas. Ello se debe, como en el caso de agudo, a
su condición de adjetivo, es decir a elementos que se refieren a cua-
lidades y no a entidades. Sin embargo, en el mínimo común encon-
tramos el concepto de ‘cavidad o superficie cuyo fondo (o fin) está
distante de su parte accesible’. Son, pues conceptos más abstractos
de ‘lejanía’, ‘difícil accesibilidad’, y, de ahí, también, ‘oscuridad’
extensión que parte de la experiencia humana que combina ‘lo ale-
jado’ de la superficie con la falta de luz.

9R. No porque, realmente, todos ellos están relacionados con un mismo


significado, como vimos en el ejercicio anterior.

10R. — Los ejemplos a) _9AEST·ELVECINOREBUZNANDOÐ y j) 0ORELMARCORRELA


LIEBRE PORELMONTELASARDINAson improbables. Podrían ocurrir, pero
no es probable que ocurran.
— Los casos b): !BRAZÆALNIÅOCONSUSBRAZOS, f): 'RITÆENVOZALTAQUE
QUERÁA SUMERIENDA y d): ,A MUERTE DESDEDENTRO MATA  son pleo-
nasmos, ya que utilizan elementos que se implican mutuamente.
— El ejemplo de Stern: c) !LZÆLOSOJOSYUNAPIERNAHACIAELCIELO y h)
(ABÁABEBIDA COMIDA YGANASDEOLVIDARELFRACASO, pueden conside-
rarse ejemplos de zeugma, puesto que se rompe la cohesión espera-
da entre los elementos coordinados.
— Por último, 3ABERQUENOSABESNADA , %LSOLSEQUEDÆAOSCURAS y 3E
PALPABA LATENSIÆNENELAMBIENTE , son casos de disonancia, puesto
que la presencia de unos elementos debería excluir a los otros, o,
como en el caso de la sinestesia, se adscribe una sensación a algo
incapaz de producirla. En el ejemplo de Quevedo, podríamos hablar
de improbabilidad, si consideramos, por el conocimiento científico
actual, que los soles pueden, efectivamente, apagarse, aunque sabe-
mos que no es probable que lo hagan de repente. Sin embargo, dado
que se expresa en pasado, y que también sabemos que si se apagara
no volvería a brillar, parece preferible seleccionar la disonancia
como la anomalía pretendida por el poeta.

11R. Encontramos estructuras como: GRANO DEANÁS , DE ARENA DEARROZ DE
CAF½ DEMAÁZ DEINCIENSO DESAL DETABACO, etc. Son construcciones que
no deben considerarse locuciones, dado que ambos elementos mantie-
nen su significado: son granos y son de la materia que los determina (de
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 433

anís, arena, arroz... etc.). Podrían, pues, considerarse colocaciones,


puesto que es predecible que tras GRANO aparezca un sustantivo de
materia, pero no locuciones.

12R. También seguiremos los análisis propuestos por Lamíquiz (1998):

desear: ‘querer lograr’: 9ODESEOTRANQUILIDADENESTASVACACIONES



— ALGUIEN (a1) desea ALGO (a2)  (a1+a2), pero también,

— ALGUIEN (a1) desea ALGO (a2) AALGUIEN (a3)  (a1+a2+a3).
— No admite una estructura con un único argumento.
decir: ‘comunicar’: %LPROFESORMEHADICHOTUNOTA

— ALGUIEN (a1) dice ALGO (a2) AALGUIEN (a3)  (a1+a2+a3), pero tam-
bién,

— ALGUIEN (a1) dice ALGO (a2)  (a1+a2),
— No admite una estructura con un único argumento.
escribir: ‘componer libros o discursos’ *UANESCRIBELOSDISCURSOSALREY

— ALGUIEN (a1) escribe ALGO (a2) AALGUIEN (a3)  (a1+a2+a3), pero tam-
bién,

— ALGUIEN (a1) escribe ALGO (a2)  (a1+a2), y
— ALGUIEN (a1) escribe
— Admite una estructura con un único argumento.
perder: ‘dejar de tener’: %STESILLÆNHAPERDIDOELCOLOR
— ALGUIEN/ALGO (a1) pierde ALGO (a2)  (a1+a2), pero también,


— ALGUIENALGO (a1) pierde ALGO (a2) AALGUIEN (a3)  (a1+a2+a3).
— No admite una estructura con un único argumento.
suceder: ‘ocurrir, acontecer’: %LACCIDENTELE SUCEDIÆENLAAUTOPISTADE
6ALENCIA 

— ALGO (a1) sucede  (a1)

— ALGO (a1) sucede a alguien (a1+a2)
— No admite estructuras con más de dos argumentos.
traer: ‘aportar’: 4RAJOELCOCHEASUHERMANO

— ALGUIENALGO (a1) trae ALGO (a2) A ALGUIEN (a3)  (a1+a2+a3), pero
también,

— ALGUIEN/ALGO (a1) trae ALGO (a2)  (a1+a2).
— No admite una estructura con un único argumento.
434 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

13R. A) Estados de cosas que representan:

— DESEAR, DECIR y ESCRIBIR son: [+ dinámicos + controlados] y, por


tanto, Acciones.
— PERDER y SUCEDER son [+ dinámicos - controlados] y, por tanto,
Procesos.
— TRAER puede ser: [+ dinámico + controlado] y, por tanto, Acción:
*UANTRAJOELCOCHEASUHERMANO
pero también:
[+ dinámico - controlado] y, por tanto, Proceso:
%LAGUATRAJOLOSRESTOSDELNAUFRAGIO
B) Posibles marcos predicativos, con las funciones semánticas que
desempeñarían sus argumentos nucleares. Podemos considerarlos
coincidentes para DESEAR, DECIR y ESCRIBIR:

FORMA LÉXICA desear/decir/escribir

CATEGORÍA Verbo

NÚMERO DE ARGUMENTOS 3

x1: [+humano]
RESTRICCIONES DE SELECCIÓN
x3: [+humano]

x1: Agente
FUNCIONES SEMÁNTICAS x2: Meta / Objeto
x3: Receptor

Notación:
desearV (x1: <humano>)Ag (x2)Ob (x3: <humano>)Rec

FORMA LÉXICA perder

CATEGORÍA Verbo

NÚMERO DE ARGUMENTOS 3

RESTRICCIONES DE SELECCIÓN x3: [+humano]

x1: Paciente
FUNCIONES SEMÁNTICAS x2: Meta / Objeto
x3: Receptor

Notación:
perderV (x1)Pac (x2)Obj (x3: <humano>)Rec
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 435

FORMA LÉXICA suceder

CATEGORÍA Verbo

NÚMERO DE ARGUMENTOS 2

x1: [-animado]
RESTRICCIONES DE SELECCIÓN
x2: [+animado]

x1: Fuerza
FUNCIONES SEMÁNTICAS
x2: Meta/Objeto

Notación:
sucederV (x1: <inanimado>)Fz (x2: <humano>)Obj

FORMA LÉXICA traer

CATEGORÍA Verbo

NÚMERO DE ARGUMENTOS 3

x1: [+animado] x1: [-animado]


RESTRICCIONES DE SELECCIÓN
x3: [+animado] x3: [+animado]

x1: Agente x1: Fuerza


FUNCIONES SEMÁNTICAS x2: Meta/Objeto x2: Meta/Objeto
x3: Receptor x3: Receptor

Notación:
traerV (x1: <animado>)Ag (x2)Obj (x3: <humano>)Rec
traerV (x1: <inanimado>)Fz (x2)Obj (x3: <humano>)Rec
C) Las funciones de los argumentos satélites, según los ejemplos pro-
puestos, serían:
ˆ s1[DURANTEESTASVACACIONES] Tpo
ˆ s1[ENLAAUTOPISTADE6ALENCIA] Ubic
s2 [ALASNUEVEDELAMAÅANA] Tpo
— s1[CONMUYMALGENIO] Mod

14R. — «Representar las palabras o las ideas con letras u otros signos traza-
dos en papel u otra superficie»:
!LGUIEN (Agente) representa ALGO (Meta) MEDIANTEALGO (Instrumen-
to) ENUNLUGAR (Ubicación)
— «Comunicar a uno por escrito alguna cosa»:
!LGUIEN (Agente) comunica ALGO (Meta) AALGUIEN (Receptor) DEALGU
NAMANERA (Modo)
Tema 23
AMPLIACIONES DEL SIGNIFICADO
LINGÜÍSTICO II

1. Semántica y pragmática
2. El principio de cooperación hablante-oyente
2.1. Máximas conversacionales
2.1.1. Incumplimientos de las máximas
2.1.2. Lo dicho y lo implicado
2.2. La teoría de la relevancia
2.2.1. La ostensión
2.2.2. La inferencia
1. Identificación de explicaturas
2. La identificación de implicaturas
2.3. Algunas precisiones sobre «lo dicho».
3. La intención del hablante
3.1. Tipología de los actos ilocutivos
3.2. Actos de habla indirectos
4. La descripción semántica ideal
PRESENTACIÓN
Encuadraremos, por último, los fenómenos del significado dentro del
marco de la comunicación. Adquieren ahora, dentro de la teoría lingüística,
plena relevancia los conceptos de hablante, oyente y enunciado, o criterios
como el de la intencionalidad del hablante al comunicar algo o la disposición
del oyente a recibir algo, que hasta el momento, no se han considerado den-
tro de la descripción lingüística. Son, evidentemente, aspectos que no exclu-
yen a los anteriores —organización interna del sistema en unidades mínimas
y estructuración en unidades oracionales— sino que los enriquecen y com-
plementan.

1. SEMÁNTICA Y PRAGMÁTICA
En los temas anteriores hemos ido viendo los niveles lingüísticos, mante-
niendo los límites dentro de ese sistema abstracto al que hemos denominado
lengua, sin preocuparnos por ningún aspecto de carácter extralingüístico. No
nos ha interesado el porqué un hablante utiliza un elemento y no otros, y
tampoco qué intención puede subyacer en un enunciado, o qué creencias o
conocimiento del mundo se está presuponiendo. Sin embargo, sabemos que
la lengua se usa en un CONTEXTOCONCRETO, en CIERTASCIRCUNSTANCIAS y con una
DETERMINADA INTENCIÆN. Es más, sabemos que, realmente, el uso lingüístico
fuera de todo contexto no es más que una abstracción teórica, con fines casi
exclusivamente teóricos o didácticos. Como muy bien afirma Graciela Reyes
(1995: 15): «Las oraciones, una vez puestas en uso, se llenan de significados
nuevos, incluso algunos que contradicen los significados semánticos».
Sabemos, por ejemplo, que si alguien nos dice: z1UIERESCERRARLAVENTANA
no espera de nosotros una respuesta «Sí» o «No», sino que dejemos lo que
estamos haciendo y realicemos el acto de «cerrar la ventana». En resumen,
no nos está preguntando, como podríamos inferir de un análisis estricta-
mente lingüístico, sino que nos está pidiendo o exigiendo que llevemos a
440 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

efecto un determinado acto y lo hace mediante la utilización de un mecanis-


mo lingüístico no exhortativo o imperativo, sino interrogativo, lo cual, de no
ser hablantes del español, nos resultaría totalmente contradictorio.
Por otra parte, en una oración como -AÅANANOSVEMOSENELPARTIDOpoco
podemos entender del significado real que nos comunica, por más que sea
perfectamente gramatical y aceptable. Para darle un contenido comunicativo
necesitamos tener, además, un conocimiento del contexto extralingüístico
que rodea a ese enunciado que, por el momento, no poseemos y que sí deben
poseer el hablante y el oyente al que va dirigida la elocución. Si supiéramos,
por ejemplo:
A) Que hablante y oyente son miembros de una peña futbolística,
B) que «mañana» se refiere a un sábado, y
C) que todos los sábados hablante y oyente van al partido de fútbol que
juega el equipo del que son seguidores,
ya tendríamos suficientes datos como para interpretar adecuadamente esa
emisión. Si, al contrario, supiéramos:
A) Que hablante y oyente pertenecen a un determinado partido político,
B) Que «mañana» se refiere a un jueves, y
C) Que todos los jueves se reúnen los miembros de ese partido en su sede,
también tendríamos datos para interpretar adecuadamente la emisión, por
más que nuestra interpretación sea absolutamente distinta, aunque la estruc-
tura gramatical sea idéntica.
Resulta, pues, evidente, que para conocer el significado real de cualquier
enunciado es necesario recurrir a un determinado tipo de información ajena
al propio mensaje. En nuestro ejemplo, para conseguir una información ade-
cuada hemos tenido que «identificar»:

1) A la persona que realiza la emisión  el hablante.

2) A la persona a la que va dirigida dicha emisión  el oyente.
3) Las coordenadas espacio-temporales en las que se ha producido, y

4) Un determinado conocimiento del mundo  el contexto.
Al encuadrar, como ahora hacemos, los fenómenos del significado
dentro del marco de la comunicación, estamos dando una especial
relevancia a elementos constitutivos del acto comunicativo que hasta
ahora no se habían considerado, fundamentalmente, el emisor, el
receptor, y el contexto. Pero estos tres elementos, al aparecer anclados
en una realidad muy precisa, adquieren nuevas dimensiones:
— El emisor en un acto comunicativo concreto, no es ya un ente abs-
tracto, es, al contrario, un ser real, en un tiempo y un lugar deter-
minado, con un conocimiento del mundo específico, con unas
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 441

determinadas creencias, vivencias y actitudes, y que emite su


enunciado por unas determinadas causas o una intencionalidad
más o menos específica.
— El receptor A su vez, de ese mensaje es, de nuevo, otro ser real,
determinado también por sus propias coordenadas espacio-tem-
porales y su propia visión del mundo. Así, frente al concepto habi-
tual de oyente, en el uso comunicativo, la figura del receptor no es
la de un sujeto meramente pasivo. Muy al contrario, el receptor al
que va dirigido el enunciado es, en gran medida, quien determina
la estructura del mismo. En otras palabras, independientemente
de cuántos individuos puedan oír el mensaje, éste estará concebi-
do y dirigido a un determinado receptor, a su DESTINATARIO, y la
estructura lingüística que presente quedará determinada por esa
relación.
El caso más evidente lo encontramos en los usos de cortesía: el
hecho de que un enunciado aparezca en segunda persona (tuteo)
o en la tercera persona de cortesía está previamente programado
por el hablante en función del destinatario al que dirige su men-
saje. Del mismo modo, la selección entre las posibilidades del sis-
tema, por ejemplo, entre MORIRˆFALLECERˆPALMAR estará condi-
cionada por el acto comunicativo en el que se emita el enunciado.
— El contexto también se ve matizado. Se suelen diferenciar tres
grandes grupos de información pragmática contextual:
1. La información de carácter sociocultural: que incluye todo el
bagaje cultural de nuestra experiencia del mundo, los convencio-
nalismos sociales, y el conocimiento adquirido sobre la realidad
que nos rodea. Por ejemplo, que el mundo es redondo, que es un
planeta, que somos producto de una evolución, que vivimos en
una sociedad basada en el núcleo familiar y en una economía de
mercado, etc. son aspectos que están latentes en muchos de los
significados de los mensajes de un hombre occidental del siglo
XXI. Se dice que forman parte del conocimiento compartido.

2. La información de carácter situacional: que incorpora la informa-


ción referencial a la que aludimos más arriba, y determina el valor
de los elementos en el marco de la propia situación comunicativa:
«el YO, el AQUÁ y el AHORA» de ese acto. Establecen una determinada
organización del entorno inmediato (o mediato) que es fundamen-
tal para entender el enunciado. Como hemos visto, una expresión
podrá interpretarse adecuadamente si es un «yo» concreto el que
habla y no otro. El «nosotros» del ejemplo, su «mañana», etc. son
básicos a la hora de interpretar el mensaje.
Es más, todas las lenguas poseen un determinado tipo de ele-
mentos cuyo valor no puede explicarse si no es en relación a esa
realidad discursiva del yo, el aquí y el ahora. Nos referimos, evi-
442 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

dentemente, a los pronombres personales y a los llamados deíc-


ticos, precisamente, por su reconocida capacidad de «señalar» y
no de «significar». Sin embargo, si no admitiéramos la especial
situación que implica cada enunciado nunca podríamos enten-
der y aceptar como plenamente válidas y hasta comunes expre-
siones como: «9ONOESTOYAQUÁ», que parecen contradecir todas
las definiciones espacio-temporales lógicas posibles, y
3. la información de carácter textual, también llamada cotextual,
que es la que se deriva de toda la información lingüística previa:
antecedentes expresos, determinación, usos anafóricos o cata-
fóricos etc. Es, sin duda, la más puramente gramatical y la que
habitualmente se ha considerado en los análisis lingüísticos tra-
dicionales.
— El mensaje, por último, también adquiere una nueva dimensión.
Si en la descripción gramatical nos basamos en la ORACIÆN como
unidad, ahora pasamos al concepto de enunciado como unidad
susceptible de incorporar la información comunicativa adecuada.
Si bien el enunciado suele coincidir con el concepto de oración, no
es imprescindible, y la información comunicativa adecuada puede
también presentarse en unidades menores (palabras o sintagmas
como _(OLAÐ, _6AYAÐ, %STAMAÅANA, -UYTARDE, etc.) o mayores a la
oración (incluso textos completos, como un discurso, una poesía o
una novela).
Al definir más arriba las características del emisor, en un acto comu-
nicativo concreto, se ha presentado como «un ser real, en un tiempo
y un lugar determinado, con un conocimiento del mundo específico,
unas determinadas creencias, vivencias y actitudes, y que emite su
enunciado PORUNASDETERMINADASCAUSASOUNAINTENCIONALIDADM·S
OMENOSESPECÁFICA». E, igualmente, hemos considerado al receptor
de ese mensaje como «otro ser real, determinado también por sus
propias coordenadas espacio-temporales y su propia visión del
mundo». Nos encontramos, pues, de lleno con otros dos nuevos
aspectos claves en la comunicación de enunciados, que podemos
sumar a los cuatro enumerados más arriba, si queremos conseguir
una información adecuada:
5) La intención del hablante al producir el mensaje, y
6) la interpretación del oyente destinatario al recibirlo.
Un importante logro de la pragmática es el de intentar incorporar a la
descripción lingüística precisamente la intencionalidad con la que el
hablante emite un enunciado, y cómo es susceptible de recibirlo su
destinatario.
En resumen, los objetivos básicos de la pragmática se centran en el estu-
dio y estructuración de tres aspectos claves, dentro siempre del marco del
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 443

proceso comunicativo en su conjunto: 1) las intenciones del hablante (actos


ilocutivos) y el modo en que se reflejan en cada lengua, así como las diferen-
tes estructuras enunciativas que los realizan; 2) los principios de cooperación
que se establecen entre hablante y oyente, y las estrategias conversacionales
que se desarrollan, y 3) las implicaciones o presupuestos sobre los que se
basa la comunicación. Centraremos nuestro análisis en estos tres aspectos,
pero nos ocuparemos, en primer lugar, de los dos últimos aspectos reseñados
(los principios de cooperación y las implicaciones conversacionales), dado
que el tercero (la intención del hablante), a nuestro juicio, y a pesar de que
históricamente se planteó inicialmente, podrá entenderse mejor una vez
comprendido el proceso general en el que se engloba.

2. EL PRINCIPIO DE COOPERACIÓN HABLANTE-OYENTE


2.1. Máximas conversacionales
Planteamos ahora un importante concepto teórico de la pragmática: el
principio de cooperación. Es evidente que toda conversación implica, en
general, un esfuerzo por colaborar con el interlocutor. Los participantes sue-
len reconocer un propósito común y tratan, ambos, de conseguirlo. Fue Grice
quien, en 1967, le dio nombre y lo definió1:
Haga que su contribución a la conversación sea, en cada
momento, la adecuada, considerando la situación de ese momento
y en función del propósito o la dirección que haya sido comúnmen-
te aceptada [por hablante y oyente] en ese intercambio comunicati-
vo en el que está usted inmerso.
Este famoso principio lo estructura en cuatro no menos famosas máxi-
mas conversacionales, que, a su vez, incluyen otras subdivisiones o «sub-
máximas». Son:
1) Máxima de cantidad: Referida a la cantidad de información que debe
darse, y que subdivide en:
1. Haga que su contribución sea todo lo informativa que exija el pro-
pósito de su conversación, pero
2. no haga que su contribución sea más informativa de lo necesario.
2) Máxima de cualidad: Referida a la veracidad de lo comunicado, se
resume en lo que Grice denomina una «supermáxima»:
«Intente hacer que su contribución sea verdadera». Y que, a su vez, se
subdivide en:

1
V. Grice (1975: 26 y ss.)
444 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

1. No diga nada que crea falso, y


2. no diga nada de lo que no tenga pruebas.
3) Máxima de relación: Referida a la adecuación de las intervenciones
con el momento conversacional en el que se producen:
«Sea relevante», que se interpreta: «diga cosas que sean pertinentes».
4) Máxima de modalidad: Referida al modo de comunicar:
«Sea claro». Que incluye, a su vez:
1. evite la expresión obscura,
2. evite la ambigüedad,
3. sea breve (evite la prolijidad innecesaria), y
4. sea ordenado.
Y debemos comportarnos con arreglo a estas máximas porque, de incum-
plirlas, es decir, de incumplir el principio de cooperación, no conseguiríamos
el efecto pretendido en nuestro enunciado y sobre el destinatario. Pero, sobre
todo, de no cumplirse estas máximas la conversación no serviría para nada,
lo cual contravendría un principio básico: que el habla —y, por tanto, la con-
versación—, como toda conducta racional, está encaminada a conseguir un
propósito concreto, y, por tanto, está adaptada para ser útil y se usa, princi-
palmente, para que sirva de algo.

2.1.1. Incumplimientos de las máximas

Al estudiar las máximas conversacionales propuestas por Grice hemos


asumido que, para que una conversación se mantenga dentro de los límites
esperables, tales máximas deben cumplirse, lo cual no es realmente cierto.
Como el propio Grice expone, existen muchos enunciados de uso habitual
que incumplen esas máximas y, es más, se entienden precisamente porque
reconocemos en ellos alguna violación de las mismas.
Desde luego, la primera violación es la de negarse a participar en la con-
versación mediante un tajante: «No voy a contestar a esa pregunta» o «No
quiero hablar de eso», en cuyo caso se viola abiertamente el principio de coo-
peración. Pero existen violaciones parciales a unas u otras máximas. Tome-
mos algunos ejemplos humorísticos para ejemplificar estas violaciones.
— En un examen de física el profesor pregunta a un estudiante qué es un
voltímetro, y éste responde:
— «El voltímetro es un aparato que merced a la adecuada disposición de
los elementos de que se compone, responde perfectamente a la finali-
dad para la que fue construido»2.

2
Tomado de Polo (1972: 85).
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 445

Es evidente que el alumno «está cooperando» pero esta violando la máxi-


ma de cantidad, y no es TODO lo informativo que requeriría su situación.
— En una de las tiras del famoso personaje Mafalda creado por el humo-
rista Quino, Mafalda le pregunta a Susanita:
¿Para qué crees vos que estamos en este mundo, Susanita?» [a lo que le
responde]: «Bueno... francamente, no sé... Sólo recuerdo que la cigüeña que
me trajo a este mundo despegó de Orly a las 17, 22, hora de París, por
supuesto, luego... hicimos una escala en Dakar, otra en Río, donde le cam-
biaron una pluma que no venía bien, y finalmente me dejó aquí. Pero no se
me ocurrió preguntarle para qué me trajo.

Está claro que Susanita —y ésa es una de las características que Quino
destaca en su personaje— es siempre mucho más informativa de lo nece-
sario.
Las violaciones a las máximas de cualidad «No diga nada falso y nada
que no sea verificable» son también frecuentes en el uso diario del lengua-
je. Grice propone algunas figuras retóricas como buenos ejemplos de estas
violaciones: la ironía, la hipérbole, la litote3 y las expresiones metafóricas se
sirven de ello. Si a la pregunta de z#U·NDO VASAARREGLARESTAL·MPARA
alguien contesta #UANDOLASRANASCRÁENPELO sabemos, desde luego, que no
lo hará nunca. Son también violaciones las expresiones hiperbólicas: %SLA
CARNEM·SDELICIOSAQUECOMER½JAM·S , ,ANOVIALLEVABAUNVESTIDODESAT½N
MARFIL DESLUMBRANTE»; las irónicas: _-IRA QU½GUAPOEST·SCONESAFACHAÐ »
dirigida a un amigo que se acaba de disfrazar de Frankenstein; las atenua-
ciones: %LCOCHESEHAQUEDADOUNPOCOESTROPEADILLO te dice un amigo al que
le ha quedado el coche destrozado después de un accidente; los usos meta-
fóricos: %RESLASALDEMIVIDA #ANTACOMOUNRUISEÅOR, %STECHICOESUN·GUI
LA, etc.
Como ejemplos de violaciones a las máximas de relación: «Sea relevan-
te y diga cosas pertinentes» pueden servir los presentados arriba en la máxi-
ma de cantidad, y tantos otros de la mencionada «Susanita»:

3
Recordemos que la litote se define en el $2!% como figura retórica basada en la atenua-
ción.
446 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Veamos, además, cómo se «defiende» un interlocutor ante una violación


de la relevancia del mensaje, a través de un ejemplo del escritor Enrique Jar-
diel Poncela:
MICAELA: —¿Os vais o venís?
CLOTILDE: —Venimos, porque para irnos no andaríamos de fuera aden-
tro, sino de dentro afuera.

Es evidente que Clotilde considera que Micaela le ha efectuado una pre-


gunta irrelevante. Pero lo más interesante de este ejemplo, es la contestación
que el autor pone, a continuación, en boca de Micaela:
MICAELA: ¡Hum! Ya estás armándote líos... Me gustaría oírte decir algu-
na vez ALGOQUEFUESECLAROYRAZONABLE...

Precisamente, la definición de la Máxima de Relación que estamos anali-


zando, y contra la que la propia Clotilde se rebelaba.
La excesiva prolijidad es, sin duda, la violación más notable de la máxi-
ma de modalidad, y muy frecuentemente también motivo de ironías y jue-
gos literarios4. ¿Qué pensaríamos, por ejemplo, si escuchamos en un café a
alguien dirigirse a un camarero para pedir que le sirvan un café con leche,
una copa y un puro en los siguientes términos?:
Tú, el de la alquitara cafeteril. Apropincua cafetal, con sustancial
cabral, con espíritu provechoso de lo vídico, y aditamento nicotináceo.

¿O de dos pintores que se expresaran «como los críticos de arte», tal como
propone el autor de la parodia, Álvaro de Laiglesia?:

—¿Vas a exponer esta temporada alguna sublimación de tu exquisito


sentido plástico?
—Quizás. He terminado algunas telas de vigoroso contenido, pero no
me satisface la dispersión de sus claroscuros, que redundan en detrimento
de su intensidad abismal.
—Pues, hijo: te ahogas en un vaso de agua. Recurre a una interpreta-
ción simplista del criterio turgente para germinar un ideario completo, y así
obtendrás un latido de resonancias cósmicas en el vértice de su singulari-
zación estética.
—¡Es verdad, muchacho! ¿Cómo no se me había ocurrido una cosa tan
sencilla?
—Es que no hay nada como hablar claro para enenderse.
—Pues colorín colorado, esteta.
—Colorín colorado, plástico.

4
Tomamos estos ejemplos de Polo (1972: 84-85 y 97).
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 447

Todos los ejemplos de violaciones, a los que hemos aludido en clave de


humor, creemos que permiten valorar la importancia teórica de las propues-
tas de Grice y el alcance que estas máximas adquieren en la interpretación de
los significados conversacionales, y que, intuitivamente, utilizan a diario los
hablantes de una lengua. Pero, sobre todo, nos permiten entender mejor
cómo y por qué las asociaciones de significados adquieren nuevas coloracio-
nes expresivas y comunicativas en el uso.

2.1.2. Lo dicho y lo implicado

Ya hemos visto que lo que se comunica no concuerda muy frecuentemen-


te con lo que, efectivamente, se dice. Lo que se dice puede analizarse en tér-
minos de la gramática tradicional y se corresponde a la estructura y al signi-
ficado convencional de las oraciones. Lo que se quiere decir, sin embargo, es
un significado añadido que no puede inferirse de los significados oracionales
y que está implícito en el enunciado. A este tipo de implicaciones pragmáti-
cas Grice las denomina implicaturas, para distinguirlas de las implicaciones
lógicas. Distingue, básicamente, dos tipos: las implicaturas convencionales y
las implicaturas conversacionales.
— Las implicaturas convencionales: es decir, aquellas que se derivan
directamente del significado convencional de las palabras usadas en
su expresión. En frases como: *UANPORFINPAGÆLADEUDA , !NTONIOHA
DEJADODEFUMAR, (OYLEHALLAMADOOTRACHICA , o %LJEFE CANCELÆTODAS
SUSCITAS, está implícito respectivamente «Juan ha tardado en pagar la
deuda», «Antonio fumaba», «Ya le había llamado una chica antes de
hoy» y «El jefe tenía citas». Estas implicaciones, proceden, sin embar-
go, no del contexto comunicativo en el que se desarrollan, sino en los
significados convencionales de los elementos PORFIN, DEJARDE OTRA y
CANCELAR. En expresiones como %RAJUEVESY sin embargo LLOVÁA, %RA
POBREpero HONRADO, %SMUYlisto PEROUNPOCOtonto, la extrañeza (o
ANOMALÁA) que producen los enunciados proviene, igualmente, de los
valores habituales de los conectores PERO, SINEMBARGO, y del contenido
semántico que asignamos a la escala TONTO LISTO.
— Las implicaturas conversacionales: son, al contrario de las anterio-
res, las que suponen contenidos implícitos que no se desprenden
directamente de lo enunciado, sino en cuya interpretación participan
factores del contexto enunciativo o pragmático y los principios con-
versacionales. Grice distingue, a su vez, entre aquellas implicaturas
conversacionales cuyos significados implícitos son de carácter general
y no dependen de una situación comunicativa concreta (implicaturas
conversacionales generalizadas): 3EHAENCONTRADOUNTEL½FONOMÆVIL
supone «El teléfono no era suyo», %SJUNIOYTODAVÁAHACEFRÁO aunque
«todos sabemos que en Junio, en determinadas zonas del hemisferio
norte, el clima suele ser templado», ,LOVIÆ PEROHASIDOBARRO y todos
sabemos que «lo que debe caer cuando llueve es agua»; y otras cuyos
448 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

significados implícitos sí dependen de situaciones comunicativas con-


cretas (implicaturas conversacionales particularizadas): *UAN NO
HAVENIDOALAAGENCIA «y tú y yo sabemos que hoy le esperábamos», %S
JUNIOPEROSIGUEHABIENDOCLASES «aunque en junio tú y yo sabemos que
no suele haber clases en este centro», etc.
Las implicaturas conversacionales pueden caracterizarse de la siguiente
manera:
Si un enunciado (P) implica conversacionalmente algo (Q), entonces debe
asumirse:
1. Que el emisor se atiene a las máximas conversacionales, y al principio
de cooperación,
2. que el emisor piensa, efectivamente, lo implicado (Q), dado que de lo
contrario no se atendría al principio de cooperación e incumpliría el
punto anterior, y
3. que el emisor piensa que tanto él como el destinatario saben que el
destinatario asume la suposición anterior (2), es decir, que el emisor
piensa, efectivamente, lo implicado. Esto equivaldría a «yo sé que tú
sabes que yo sé que si digo P, pienso además Q».
En nuestro ejemplo, siguiendo la segunda condición: «9OS½QUESIDIGO
hace frío SEIMPLICA‘Cierra la ventana’» y siguiendo la tercera condición: «9O
S½QUETËSABESQUEYOS½QUESIDIGO‘hace frío’ PIENSOADEM·S‘Cierra la ven-
tanaw
Aunque, evidentemente, la teoría de Grice reviste mayor complejidad,
hemos destacado aquí los dos conceptos básicos que más se han incorporado
a las descripciones pragmáticas: las IMPLICATURAS CONVERSACIONALES y, sobre
todo, el PRINCIPIO DECOOPERACIÆN con sus cuatro máximas, por ser hechos
básicos que afectan a la extensión de los significados convencionales y abren
la puerta a una nueva manera de encuadrar el fenómeno de la significación
dentro del marco comunicativo.

2.2. La teoría de la relevancia

Un concepto de cooperación e implicatura más elaborado es el que pro-


ponen Sperber y Wilson en su TEORÁADELARELEVANCIA , donde integran clara-
mente la comunicación dentro del sistema general del proceso cognitivo
humano, dando un nuevo relieve al proceso de la percepción, por parte del
destinatario. Por su importancia actual, vamos a dedicar cierta atención a los
aspectos teóricos de los que parte.

Vimos que Grice asume que los hablantes somos cooperativos en la con-
versación, como lo somos en otros terrenos de nuestra interacción social. Lo
que Sperber y Wilson se plantean es, precisamente, por qué somos cooperati-
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 449

vos, qué principio general subyace a las máximas que las hace necesarias en
la comunicación humana.
Para estos autores, la comunicación, tanto verbal como no verbal, se
desenvuelve en el ENTORNO COGNITIVO («del conocimiento humano»), del que
podemos DEDUCIR todo tipo de SUPOSICIONES (SUPUESTOS) que, como hemos
visto más arriba, no sólo se derivan de la situación comunicativa, sino del
particular conocimiento del mundo que poseen tanto hablante como oyente,
y de sus respectivas creencias, vivencias y actitudes. Sin embargo, de ese infi-
nito número de posibles suposiciones, no comunicamos todas, sino que
seleccionamos las más relevantes.
Para fijar algunos conceptos teóricos básicos, veamos un ejemplo inspi-
rado en uno de los propuestos por los propios autores: dos amigos, Pedro y
María, están sentados en un parque. Cada uno, en ese momento, está interio-
rizando un determinado conjunto de hechos o situaciones, de todas las que
están ocurriendo, simultáneamente, a su alrededor. Teóricamente, ese con-
junto de HECHOS puede ser, como hemos dicho, ilimitado: «hace un día solea-
do», «los pájaros pían», «los árboles están frondosos», «el riego del parque
está en marcha», «se ven casas a lo lejos», «hay ruido de fondo propio de una
ciudad», «hay niños jugando, madres sentadas hablando entre sí, otras pan-
dillas de jóvenes»... Sin embargo, ningún sujeto interioriza a la vez todos los
hechos o situaciones que están produciéndose simultáneamente, sino que
selecciona sólo aquéllos que él HACEMANIFIESTOS, es decir, sólo los hechos que
en ese momento, es capaz de REPRESENTARSEMENTALMENTE.
Podemos considerar entonces que el entorno cognitivo individual, de
cualquier ser humano, está formado por ELCONJUNTODEHECHOSQUEPARA½LSON
MANIFIESTOS.
Frente a éste, el entorno cognitivo total consiste no sólo en aquellos
hechos de que se es consciente sino ENTODOSLOSHECHOSDELOSQUESEPODRÁALLE
GARASERCONSCIENTE en un tiempo y lugar determinados5.
Cada sujeto, pues, selecciona de ese entorno cognitivo total sólo el con-
junto de supuestos que para él son relevantes, puesto que la atención sólo se
fija en aquello que se considera relevante.
El entorno cognitivo compartido será, en consecuencia, el conjunto de
sucesos o situaciones que es común a dos o más individuos (en nuestro ejem-
plo, a Pedro y a María).
Pero queda pendiente otro aspecto clave en la teoría de la relevancia: ¿por
qué se seleccionan unos supuestos y no otros? ¿cómo selecciona cada indivi-
duo lo que para él es información relevante? De nuevo, Sperber y Wilson
recurren a la teoría cognitiva: si se admite que el ser humano pretende siem-

5
Sperber y Wilson (1987: 699).
450 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

pre MEJORAR la cantidad, calidad y organización de sus conocimientos, diri-


girá siempre sus recursos a procesar la información que le resulte más enri-
quecedora en uno de esos tres aspectos, es decir, la información más perti-
nente (o RELEVANTE). De ahí se deduce que la cognición humana EST·SIEMPRE
ORIENTADAHACIA la relevancia. Al ser la comunicación un acto de cognición,
también lo está.
¿Cómo se interpreta, entonces, el fenómeno de la comunicación? Estába-
mos en el parque. Uno de los amigos, Pedro, por ejemplo, ve de repente, a lo
lejos, a otro amigo común, Julio —en nuestra terminología, lo hace manifies-
to, es decir, pasa a formar parte de su entorno cognitivo— e intenta hacérse-
lo también manifiesto a María. Para ello, puede señalárselo con el brazo, o
bien decir: i_-IRAÐ _!HÁEST·*ULIOÐw . A esta conducta de HACERMANIFIESTALA
INTENCIÆN (señalar o decir) DEHACERALGOMANIFIESTO (la presencia de Julio) es a
lo que Sperber y Wilson denominan ostensión6.
La ostensión es un acto comunicativo ESPECÁFICODEL emisor e implica rele-
vancia, dado que, todo acto solicitando atención sobre algo que se considera
pertinente es también relevante. Al señalar a María al amigo común, Julio,
Pedro le está comunicando que, si ella también presta atención, también verá
su entorno cognitivo enriquecido mediante una nueva información relevante.
Por su parte el destinatario, María, mediante el acto ostensivo del emisor,
debe descubrir, en primer lugar, la intención del emisor (al señalar), para
poder descubrir después, indirectamente, la información básica que el emi-
sor pretendía hacer manifiesta (la presencia de Julio).
Este acto de INTERPRETACIÆN, que debe realizar el destinatario para descu-
brir la información que el emisor pretende hacer manifiesta con su acto de
ostensión, es lo que Sperber y Wilson denominan inferencia, que es un acto
estrictamente del receptor o destinatario.
Así, frente a la clásica teoría de la comunicación, que considera a hablan-
te y oyente como meros codificadores y decodificadores del mensaje, en la teo-
ría de la relevancia (y, en general, en todos los modelos cognitivos) se les reco-
noce como protagonistas de dos procesos cognitivos básicos: la ostensión y la
inferencia, ambos englobados en el fenómeno común de la relevancia.

2.2.1. La ostensión

Para Sperber y Wilson la ostensión presenta dos niveles informativos:


1. La información que ha sido destacada («la presencia de Julio»), y
2. La información de que la información que ha sido destacada ha sido
puesta de relieve INTENCIONADAMENTE.

6
Término definido en el $2!% como «Manifestación de una cosa».
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 451

Si en un ACTODEOSTENSIÆN 7 la información que el emisor considera rele-


vante se hace firmemente (o claramente) manifiesta, exigirá al destinatario
un proceso de inferencia menor, ya que el supuesto se comunica de manera
clara y directa. El caso típico de ostensión explícitamente manifiesta serían
las preguntas que claramente exigen un 3Á o un .O por respuesta: z$ESEAPOR
ESPOSOA0ABLO, zSECONSIDERAUSTEDAUTORDELOSHECHOSQUESELEIMPUTAN ,
zQUIERESONOQUIERESCAF½
Al contrario, si la intención del hablante se centra, simultáneamente,
sobre diversos supuestos, y su intención respecto a cada uno de ellos es poco
explícita, será un acto de ostensión débilmente manifiesta y requerirá un
mayor esfuerzo en su interpretación, es decir, de inferencia. Un enunciado
como «!CABODEVERUNACOSAQUENOS½SIDECIRTEONOw generaría, evidente-
mente, un gran esfuerzo de inferencia. Si, por ejemplo, María se echa a llorar
súbitamente en el parque, sin mediar palabra, el esfuerzo de inferencia que
debería desarrollar Pedro para interpretar adecuadamente la información
que le proporciona María y la intención que la ha movido a ello sería, evi-
dentemente, ingente.
Se pone así de relieve un importante aspecto de la relación ostensión -
inferencia, que es el PRINCIPIODEECONOMÁA, el cual, de nuevo, se desprende de
la teoría general del conocimiento: Dar información relevante pero con un
mínimo coste de procesamiento. Efectivamente, la relevancia de un hecho,
para un individuo, será proporcional al beneficio (cognitivo) que le redunde
y al esfuerzo que le exija para conseguirlo. Se llega así al principio de la rele-
vancia óptima: obtener el máximo beneficio con el mínimo esfuerzo.
En cierto modo, Sperber y Wilson redefinen el concepto de cooperación
de Grice al establecer su principio de relevancia óptima (por ejemplo,
1987: 704):
A) El conjunto de supuestos (I) que el emisor pretende hacer manifies-
to al destinatario es suficientemente relevante como para que a éste
último le merezca la pena hacer el esfuerzo de procesar el estímulo
ostensivo.

B) El estímulo ostensivo utilizado es el más relevante de todos los que


el emisor habría podido utilizar para comunicar ese conjunto de
supuestos (I).

Así, vemos que si para Grice la atención se centra en analizar cómo con-
sigue el emisor que lo pretendido por él se haga manifiesto también para el
destinatario (sus máximas conversacionales están básicamente definidas
desde la perspectiva del emisor), para Sperber y Wilson es también suma-
mente importante el proceso de la percepción, es decir, cómo llega el desti-
natario a inferir las intenciones comunicativas del emisor.

7
Los autores realmente utilizan el término: ESTÁMULODEOSTENSIÆN o ESTÁMULOOSTENSIVO. Noso-
tros preferimos el concepto ACTO, más cercano a la teoría lingüística.
452 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

2.2.2. La inferencia

Hemos visto que el receptor o destinatario sólo puede descubrir las inten-
ciones que el emisor pretende hacer manifiestas mediante su acto de osten-
sión a partir de un proceso de inferencia.
)NFERIR se define, habitualmente, como «deducir una cosa de otra»
$2!% y se considera, pues, un PROCESODEDUCTIVO:
En general, la inferencia se define como un proceso en el que un
supuesto se acepta como verdadero o probablemente verdadero a partir de
la verdad, o probable verdad, de unos supuestos previos. (Sperber y Wilson,
1987: 701).
Se reconocen, sin embargo, dos procesos de inferencia:
— La inferencia demostrativa, de la lógica clásica y plenamente acepta-
da, donde la verdad de las premisas garantiza la verdad de las conclu-
siones, y
— la inferencia no demostrativa, donde la verdad de las premisas sólo
permite considerar «probable» la verdad de las conclusiones.
Para Sperber y Wilson, la mayor parte de los procesos de inferencia que
se llevan a cabo en la comunicación humana son de este último tipo, como lo
son también las implicaturas propuestas por Grice. Es, sin embargo, UNPRO
CESODEDUCTIVOESPONT·NEOY GENERALMENTE INCONSCIENTE, pero que parece for-
mar parte esencial de las habilidades cognitivas del ser humano.
Por su parte, los supuestos de los que se parte pueden derivar de dos sub-
conjuntos: bien de algún elemento obtenido de la nueva información conse-
guida, o del contexto, ya conocido, en el que esa nueva información se proce-
sa. Sin embargo, las conclusiones obtenidas no tienen por qué derivarse de
uno de los dos conjuntos, sino de ambos a la vez. Constituyen las implica-
ciones contextuales8.
Así pues, la información que se procesa mediante el mecanismo mental
deductivo que todo humano posee puede proceder o bien de la información
nueva obtenida por el acto de ostensión, o bien de la información ya proce-
sada en la memoria y procedente de la experiencia previa. Todo ello puede
producir tres efectos:
— Generación de nuevos supuestos,
— refuerzo o afianzamiento de viejos presupuestos, o
— eliminación de viejos supuestos en favor de los nuevos.
Al igual que la ostensión incluía dos fases, para Sperber y Wilson, tam-
bién el proceso de inferencia las incluye. Son:

8
Sperber y Wilson (1987: 701).
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 453

1. La identificación de explicaturas, y
2. la identificación de implicaturas.
Veamos ambos conceptos.

1. Identificación de explicaturas

La explicatura, para estos autores es una deducción que se desprende


directamente del enunciado. Esta fase se corresponde, pues, en cierta medi-
da, con el análisis de «lo dicho». Supone tres operaciones básicas: la desam-
biguación, la identificación de referentes, y el enriquecimiento o aclaración
de las expresiones vagas.
— La desambiguación permite seleccionar, en las formas polisémicas,
cuál es, según la interpretación del receptor, la elección más probable.
Las implicaciones contextuales y situacionales determinarán que la
selección sea la adecuada. En enunciados (ostensiones) como: z1U½
TAL TUPUPILA , zDÆNDE EST·ELGATO o zQUIERES UNATORTA la primera
inferencia será la de seleccionar, en función del contexto en el que se
esté inmerso, el sentido adecuado a PUPILA (‘parte del ojo’ / ‘alumno a
tu cargo’), GATO (‘mamífero felino doméstico’ / ‘engranaje para levantar
peso’) y TORTA (‘pastel plano y redondo’ / ‘bofetada’).
— La identificación de referentes es, de nuevo, una decisión básica para
llegar a conclusiones pertinentes. En z.OSVAMOSDEPASEO habrá que
determinar QUI½NES: ¿tú y tus hijos?, ¿tú y yo?, ¿tú y tu madre?... En
%SECUADROEST·TORCIDO el destinatario tendría que determinar «a cuál
de los quince cuadros en esta habitación te estás refiriendo».
— Mediante el enriquecimiento o aclaración de expresiones vagas el
destinatario pretenderá completar la información que no está sufi-
cientemente explícita en el enunciado. Ante la ostensión 4E QUIERO
MUCHO, el oyente puede preguntarse «¿Cuánto?: ¿Más que a su ante-
rior novia,... más que a su madre,... menos que a su dinero... ?»; ante
Educación tiene un presupuesto excesivamente bajo se puede plante-
ar «¿Respecto a qué? ¿al Ministerio de Defensa, a la Comunidad Euro-
pea, a los países en vías de desarrollo?,...»; frente a «Es un cuadro muy
moderno» habrá que determinar «¿Para su época?, ¿para tus gustos?,
¿para el estilo de esta casa?...».
En sus tres aspectos, esta primera fase ya exige un considerable esfuerzo
por parte del receptor para interpretar el enunciado, seleccionando, de todos
los posibles supuestos, las explicaturas que considere más adecuadas.

2. La identificación de implicaturas

Sin embargo, es en la segunda fase, en la identificación de implicaturas


(«lo implicado»), donde el proceso se complica más y donde la inferencia no
454 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

demostrativa adquiere más importancia. Aquí entran en juego no sólo las con-
clusiones —afortunadas o no— seleccionadas en la primera fase, sino los res-
tantes supuestos derivados de los dos entornos señalados más arriba: la infor-
mación nueva obtenida, y la información almacenada en nuestra memoria.
Es, sin duda, la fase más compleja, donde la sucesión de deducciones a
partir de supuestos previos es impredecible y, por ello, difícil de formalizar.
Sin embargo, no por eso es menos frecuente. Sólo mediante este proceso de
inferencias no demostrativas podemos explicar la coherencia de expresiones
comunicativas como las siguientes:
1. A —«Ahí sale Antonio con su perro.»
B —«Está muy oscuro para ser las cinco.»
2. A —«Esta noche no vengo a cenar.»
B —«Mañana tienes clase.»
3. A —«Hace frío aquí.»
B —«Ahora cierro la ventana.»
4. A —«¿No ha llamado tu hermano?»
B —«Tiene demasiados problemas.»
5. A —«¿Tienes sueño?»
B —«Me tomaré un café.»
6. A —«¿Vamos de paseo?»
B —«Tengo una horrible jaqueca.»
Donde está claro que el análisis más exhaustivo del enunciado !, consi-
derado convencionalmente, jamás predeciría la contestación ". Es, pues,
necesario considerar un proceso inferencial complejo que lo justifique, y eso
es, precisamente, lo que pone de relieve la teoría de la relevancia. En todas las
expresiones de ! se hace manifiesto el hecho que el emisor (A), en esa situa-
ción comunicativa determinada, HA PRETENDIDOPONERDEMANIFIESTO . Como
hemos dicho, evidentemente, para !, en ese momento, es el hecho relevante
e intenta que también lo sea para ". En los casos 1 a 3 se expresa como aser-
ción y en los casos 4 a 6 como pregunta, pero en todos ellos ! realiza un acto
de ostensión, destacando sólo un hecho de entre todos los que en ese momen-
to podría haber hecho manifiestos. Sin duda, todos podríamos pensar infini-
dad de situaciones que darían lugar a los actos de ostensión de ! que hemos
mencionado. Pensemos en algunos de ellos9:
1. —Estoy en el jardín escuchando música tranquilamente.
—Los perros comienzan a ladrar de manera inconfundible y van hacia
la verja.

9
Por cierta economía en la exposición, incluimos más de un supuesto en los contextos situa-
cionales. Si pretendiéramos una formalización precisa habría, sin embargo, que considerarlos
individualmente, cosa que no haremos aquí.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 455

—Oigo otra verja cercana que se cierra y los pasos de una persona.
 
 Acto de ostensión (AO)  !HÁSALE!NTONIOCONSUPERRO

2. —Hoy es el cumpleaños de María.


—Nos ha invitado esta noche a su casa para celebrarlo.
—Tengo que decir en casa que saldré esta noche.
 
 AO  %STANOCHENOVENGOACENAR

3. —Estoy en casa de unos amigos.


—La ventana de la habitación está abierta y me estoy quedando frío.
—No me atrevo a cerrarla yo directamente.
 
 AO  (ACEFRÁOAQUÁz.O

4. —Hoy es el santo de Juan.


—Me ha dicho que le han llamado a la oficina su madre y su hermana
para felicitarle.
—Del que no ha dicho nada, como siempre, es de su hermano.
—Me fastidia que siempre se olvide.
 
 AO  z.OHALLAMADOTUHERMANO

5. —Veo a María con aspecto fatigado.


—Sé que tiene que seguir estudiando pero no sé si podrá seguir des-
pierta.
 
 AO  z4IENESSUEÅO

6. —Hace una tarde preciosa. Huele a primavera.


—Me gustaría salir a pasear con mi mujer.
—Nos permitirá librarnos por un rato de hijos y suegra.
 
 AO  z.OSVAMOSDEPASEO

Tenemos ya el estímulo inicial (la ostensión). ¿Qué proceso de inferencias


llevan al destinatario a la contestación propuesta? Supongamos que el desti-
natario cumple las máximas propuestas por Grice y contesta a estas pregun-
tas de la manera más eficiente y económica posible:

1. A —«Ahí sale Antonio con su perro.»


B —«Es verdad.»

2. A —«Esta noche no vengo a cenar.»


B —«¡Ah!»
456 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

3. A —«Hace frío aquí. ¿No?»


B —«No.»

4. A —«Está lloviendo.»
B —«Ya lo veo.»

5. A —«¿No ha llamado tu hermano?»


B —«No.»

6. A —«Tienes sueño?»
B —«Sí.»

7. A —«¿Vamos de paseo?»
B —«No.»

¿Resulta, realmente, una situación comunicativa «feliz»? Es evidente que,


si sólo actuáramos ante el estímulo (en nuestro caso, el enunciado) con res-
puestas directas, breves y precisas la comunicación se convertiría en algo
monótono, monolítico y, desde luego, difícil de soportar. Es más, socialmen-
te valoramos negativamente a quienes «Sólo contestan con monosílabos»,
porque, realmente no están cooperando de manera adecuada: EST·NFALTANDO
ALPRINCIPIODELARELEVANCIA En otras palabras, el destinatario no está reco-
nociendo que lo dicho por el emisor sea en absoluto relevante para él. En
consecuencia, en la mayor parte de nuestros actos comunicativos, asumimos
que el destinatario va a ser cooperativo en la medida que reconozca que la
información que se le ofrece es relevante, parta de ello como PREMISAINICIAL y
actúe en consecuencia. De ahí que el proceso de inferencia no sólo sea fun-
damental para el receptor, sino también para el emisor, quien, como ya apun-
tamos más arriba, estructura su mensaje en función de las expectativas de
que el proceso de inferencia del receptor se desarrolle conforme a lo presu-
puesto por él mismo. Es, pues, un proceso crítico para que el acto comunica-
tivo se lleve a efecto felizmente.
Queda, así, abierto un mundo de inferencias no demostrativas, que par-
ten del supuesto inicial seleccionado por el emisor y que, como hemos visto,
se nutren tanto de la información nueva, propuesta explícitamente en el
enunciado, como del entorno cognitivo individual del destinatario, y que
podrán o no coincidir (en mayor o menor medida) con los supuestos del emi-
sor. Veamos el proceso en algunos de nuestros ejemplos:
1. A —Estoy en el jardín escuchando música tranquilamente.
—Los perros comienzan a ladrar de manera inconfundible y van
hacia la verja.
—Oigo otra verja cercana que se cierra y los pasos de una persona.
 
 Acto de ostensión (AO)  !HÁSALE!NTONIOCONSUPERRO
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 457

B —Oigo a los perros ladrar de manera inconfundible.

—Es verdad que Antonio está paseando a su perro.

—Antonio siempre saca a pasear al perro a las cinco de la tarde.

—Sin embargo, hay poca luz.


 
 (AO)  %ST·MUYOSCUROPARASERLASCINCO

2. A —Hoy es el cumpleaños de María.

—Nos ha invitado esta noche a su casa para celebrarlo.

—Tengo que decir en casa que saldré esta noche.


 
 AO  %STANOCHENOVENGOACENAR

B —Si hoy sale a cenar llega tarde.

—Si llega tarde, mañana no madruga.

—Si no madruga no va a clase.


 
 AO  -AÅANATIENESCLASE

Podemos complicar más las implicaturas de este segundo ejemplo si


incorporamos la intención del hablante ", que se desprende de su experien-
cia previa y de la nueva información recibida:

—Yo quiero que vaya a clase.

—No debería salir esta noche.

—No estoy en posición de negarme a que lo haga.

—Sí estoy en posición de recordarle que mañana tiene clase.

—Porque: —él sabe que yo quiero que vaya a clase, y

—él sabe que yo sé que si viene tarde no va a clase,...

Con lo cual, mediante -AÅANATIENESCLASE probablemente lo que " quie-


re expresar es la CONCLUSIÆN IMPLÁCITA: «No deberías salir esta noche», a la
que, a su vez, ! debería llegar mediante un subsiguiente análisis de implica-
turas.

El esquema global de la interacción propuesta por Sperber y Wilson


podría resumirse en el siguiente diagrama:
458 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Entorno cognitivo total

Entorno Entorno Entorno


cognitivo del cognitivo cognitivo del
hablante compartido oyente

n número de selección del


supuesto relevante ostensión
supuestos

enunciado
conclusión
implicada
inferencia
conclusión
supuesto 1
explicatura

supuesto N supuesto 2 implicatura

supuesto 3

Como es evidente, el proceso es complejo, ya que entraña un número muy


considerable de supuestos, sin embargo, por costoso que sea enumerarlos
—y mucho más, formalizarlos—, lo cierto es que están presentes en toda inte-
racción comunicativa humana y que, de un modo u otro, es labor de los
investigadores profundizar y dar conveniente cuenta de ellos.

2.3. Algunas precisiones sobre «lo dicho»


Como acabamos de ver al plantear los conceptos de implicatura conven-
cional o de explicatura, existen muchas formas lingüísticas que aparecen en
el enunciado como «advertencias» de los valores que han quedado implícitos.
Pensemos en casos como:
— .OHALLAMADOTUHERMANOfrente a:
— Todavía no HALLAMADOTUHERMANO
— Tampoco HALLAMADOTUHERMANO
ˆ Ni siquiera HALLAMADOTUHERMANO

— (ALLAMADOTUHERMANOfrente a:
ˆ También HALLAMADOTUHERMANO
ˆ Incluso HALLAMADOTUHERMANO
ˆ Sólo HALLAMADOTUHERMANO
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 459

Donde cada expresión incorpora y crea una «expectativa» diferente10: con


todavía no... , aún... ya... claramente se implica ‘se esperaba que llamara’ y
se determina ‘y, efectivamente, lo ha hecho’ o ‘y no lo ha hecho’; también
implica ‘entre otros’; en incluso ‘no se esperaba que llamara pero ha llama-
do’, sólo incluye a uno (o varios) pero excluye a otros que sí se esperaban, y
tampoco, por su parte, excluye a todos los esperados, incluido el menciona-
do. Casos semejantes los encontramos en:
— 6ENDR·ELLUNESfrente a:
– Ya VENDR·ELLUNES
– Ya no VENDR·hasta ELLUNES
– Todavía VENDR·ELLUNES
– Incluso VENDR·ELLUNES
– También VENDR·ELLUNES

—.OVENDR·ELLUNESfrente a:
– Ya no VENDR·ELLUNES
– Todavía no VENDR·ELLUNES
– Tampoco VENDR·ELLUNES

—6OLVIÆHACEDOSMESESfrente a:
– Ya VOLVIÆHACEDOSMESES.
– No VOLVIÆhasta HACEDOSMESES.
– 6OLVIÆHACEsólo DOSMESES.
Este tipo de operadores, a menudo considerados operadores discursi-
vos, cumplen sobre todo la función de guiar al oyente respecto de una impli-
cación contextual que se ha hecho o no explícita, por lo que se les denomi-
na también conectores contextuales o implicadores11. Otras expresiones,
como DEMODOQUE, ENTONCES, PORLOTANTO, ASÁQUE, PORCONSIGUIENTE, DETODOS
MODOS, o PORCIERTO, cumplen esta misma función. Estamos situándonos en
un plano en el que la lógica, la semántica, la pragmática y la gramática con-
fluyen y tienen todavía mucho que aportar12. Si los traemos de nuevo a cola-
ción es para mostrar como la estructura oracional no es, en absoluto irrele-
vante a la hora de componer e interpretar los enunciados lingüísticos.

10
Por utilizar un término acuñado por Fillmore, en 1965 (en su informe «Entailment Rules
in a Semantic Theory», en /HIO3TATE5NIVERSITY2ESEARCH&OUNDATION0ROJECTIN,INGUISTIC!NALY
SIS, report 10, pp. 60-82 y recogido en Rosenberg y Travis (eds.) (1971): 2EADINGSINTHE0HILO
SOPHYOFLANGUAGE. Englewood Cliffs, Prentice Hall, pp. 533-47).
11
Moreno Cabrera, 1994: 393.
12
Pueden leerse, a este respecto, Escandell (1993: 108 y ss.) o Garrido (1993). Más comple-
jos pueden resultar Ducrot (1972) y (1984).
460 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Pero veamos, todavía un nuevo tipo de ejemplos:


— *UANQUIEREPONERSELACAMISApero
a) ,OQUEQUIERE*UANESPONERSELACAMISA
b ,OQUEQUIERE*UANPONERSEESLACAMISA
c) 0ONERSELACAMISAESLOQUEQUIERE*UAN
Si observamos estas cuatro oraciones vemos que su semejanza es eviden-
te, y que su significado «global» también es semejante. Sin embargo, también
es evidente que se pueden apreciar ciertas variaciones de significado que no
dependen tanto de los signos utilizados, sino del orden en que aparecen los
elementos en la oración. ¿Cuáles son estas variaciones? En (a) sabemos que
Juan «quiere hacer algo» y se nos dice que lo que quiere hacer es «ponerse la
camisa»; en (b) sabemos que Juan «quiere ponerse algo», y que lo que quiere
ponerse es «la camisa»; finalmente, en (c) se comunica que hay alguien que
quiere ponerse la camisa y que ese alguien es «Juan».
Si hiciéramos una ampliación de esos enunciados, observaríamos, que no
todas las ampliaciones son igualmente «esperables» o «aceptables» en cada
caso. Así:
A) ,OQUEQUIERE*UANESPONERSELACAMISA,
1) «no los pantalones».
2) * «no Pedro».
3) «no romperla».
B) ,OQUEQUIERE*UANPONERSEESLACAMISA,
1) «no los pantalones».
2) * «no Pedro».
3) * «no romperla».
C) 0ONERSELACAMISAESLOQUEQUIERE*UAN,
1) ? «no los pantalones».
2) «no Pedro».
3) ? «no romperla».
Estas diferencias se deben a que también el orden de palabras en las len-
guas, junto con el énfasis articulatorio, intervienen en la estructuración e
interpretación de los enunciados lingüísticos13 y vuelven a «dirigir» la aten-
ción del oyente hacia los supuestos que el hablante quiere resaltar a su desti-
natario.

13
Los procedimientos varían de una lengua a otra. En inglés, por ejemplo, básicamente es el
énfasis, dado que el orden de palabras es más rígido que en español o que en otras lenguas flexi-
vas, como el alemán.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 461

En resumen, el verdadero significado de un enunciado no sólo depende


de los signos lingüísticos que se utilizan, y de su combinación en estruc-
turas sintácticas superiores, sino, también, del universo cognitivo de los
hablantes y, además, de su intención comunicativa. Tratemos, finalmente,
este último aspecto.

3. LA INTENCIÓN DEL HABLANTE


Ya hemos visto que z1UIERES CERRARLAVENTANA no puede interpretarse
EXACTAMENTE como una interrogativa, sino más bien como una petición 0OR
FAVOR zPUEDESCERRARLAVENTANAo un mandato, equivalente a _#IERRALAVENTA
NAÐ Incluso en un enunciado como -AÅANANOSVEMOSENELPARTIDO podría
haber una intención de obligación o mandato o simplemente ser una despe-
dida cordial semejante a _(ASTA MAÅANAÐ La cuestión que cabe plantearse
aquí es ¿qué lleva a un hablante a seleccionar una posibilidad frente a las
otras —muchas— posibles. Lo que realmente, como hablantes, estamos
poniendo en juego, al seleccionar unas posibilidades frente a otras son unas
determinadas estrategias conversacionales en las que se suponen unos presu-
puestos previos. Por ejemplo, en un mandato como _#IERRA LAVENTANAÐ se
puede inferir, que:
A) El hablante quiere que el oyente haga algo,
B) El hablante supone que el oyente lo puede hacer,
C) El hablante supone que el oyente lo hará si él se lo manda.
Sin embargo, en «z1UIERESCERRARLAVENTANAw (a) y (b) se mantienen pero
(c) variaría: la definiríamos como: «El hablante supone que el oyente no lo
hará si no se lo pide CORT½SMENTE», por lo que varía su «estrategia», y, deriva-
do de ello, la estructura del mensaje.
Fue el filósofo inglés John L. Austin quien sentó las bases para explicar
estos hechos, con su teoría de los actos de habla14. Este autor considera que
los enunciados pueden ser de dos tipos: los asertivos o constatativos (cons-
tative), aquellos que pretenden describir un estado de cosas o un determinado
hecho (y que la filosofía ha estudiado en términos de proposiciones verdaderas
o falsas), y los que llama realizativos o performativos (performative), que
son hechos en sí mismos, es decir, actos en donde la acción se lleva a efecto por
el sólo hecho de ser enunciada, actos «en los que DECIR algo es HACER algo» (Aus-
tin: 53). Como ejemplos del primer tipo de actos podemos elegir cualquier ora-
ción declarativa: (ACEFRÁO, -EHECOMPRADOUNACASA, o el ya clásico ejemplo de
Russell: %LACTUALREYDE&RANCIAESCALVO15. Los ejemplos de enunciados realiza-

14
En una serie de conferencias dadas en Harvard en 1955 y publicadas póstumamente, en
1962 por J. O. Urmson bajo el sugestivo título #ÆMOHACERCOSASCONPALABRAS.
15
Por citar un ejemplo muy utilizado para argumentar la verdad o falsedad de las proposi-
ciones y los presupuestos de existencia.
462 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

tivos serían, siguiendo los propuestos por el propio Austin ()BÁD: 46): «Sí,
juro», «Sí, acepto», «Sí, quiero» expresados en ceremonias protocolarias,
«Bautizo este barco con el nombre de Reina Isabel», «Lego mi reloj a mi her-
mano» como cláusula de un testamento, o «Te apuesto veinte duros a que
mañana llueve». En español, otros muchos verbos, como prometer, declarar,
negar, ordenar, etc. , siempre enunciados en primera persona, tienen valor rea-
lizativo: «Niego esa imputación», «Declaro inaugurado este congreso», «Le
pido disculpas». «Solicito un aplazamiento», etc. Frente a los constatativos,
estos enunciados no se pueden valorar en función de su verdad o falsedad, sino
como afortunados o desafortunados, en función de si se ha desarrollado en
las circunstancias apropiadas y ha cumplido o no las expectativas previstas16.
Más tarde, el propio Austin reconoce que la distinción entre realizativos y
constatativos no sólo no es tan tajante, sino que, además, todo acto constata-
tivo puede interpretarse, en mayor o menor medida, como un acto realizati-
vo. Así, en %ST·LLOVIENDO o #IERRALAPUERTA están implícitos los realizativos:
«Yo digo que está lloviendo», o «Te ordeno que cierres la puerta». Al conside-
rar todos los actos como realizativos, no hay, pues, necesidad de valorar nin-
gún enunciado, tal y como hace la semántica filosófica, en función de la ver-
dad o falsedad de sus proposiciones, sino también como enunciados
AFORTUNADOS o DESAFORTUNADOS. Partiendo, pues, de que TODOACTOESREALIZATIVO
(«hace algo»), Austin delimita claramente tres tipos de actos que han pasado
a formar parte de toda teoría pragmática: los actos locutivos, ilocutivos y per-
locutivos.
— Los actos locutivos (LOCUTIONARYACTS17) son los que se realizan por el
mero hecho de «decir algo», dado que «decir algo es hacer algo»:
Esto incluye la emisión de ciertos ruidos, la de ciertas palabras en una
determinada construcción y con un cierto «significado», en la acepción filo-
sófica preferida del término [significado], esto es, con una referencia y un
sentido determinados (OPCIT: 138).
Dentro de éstos distingue (OPCIT: 139):
— El acto fonético: que consiste en la emisión de ciertos ruidos,
— El acto fático: consistente en la emisión de ciertas palabras, es decir,
ruidos de ciertos tipos, pertenecientes a un determinado léxico y ade-
cuados a una gramática, y
— el acto rético: que «consiste en realizar el acto de usar esos términos
con un cierto sentido y referencia, más o menos definidos».
Para Austin, el enunciado: «X dijo: ‘el gato está sobre el felpudo’» «regis-
tra un acto fático, mientras que «X dijo que el gato estaba sobre el felpudo»
registra un acto rético.

16
Su definición de actos afortunados o desafortunados puede verse a lo largo de sus confe-
rencias II, III y IV de su obra. Los aspectos más puntuales, en las páginas 55-59.
17
También traducido como ACTOSLOCUCIONARIOS.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 463

— Los actos ilocutivos (ILLOCUTIONARY ACTS18) son los que se realizan al


decir algo (y no, como en los actos locutivos, por decir algo):
Esto es, llevar a cabo un acto AL decir algo, como cosa diferente
de realizar el acto DE decir algo. ()BÁD: 144)
Y lo justifica ()BÁD143):
Porque hay muchísimas funciones o maneras en que usamos el lengua-
je, y constituye una gran diferencia para nuestro acto [...] de qué manera y
en qué SENTIDO la estábamos usando en esta ocasión. Es muy diferente que
estemos aconsejando, o meramente sugiriendo, o realmente ordenando, o
que estemos prometiendo en un sentido estricto o sólo anunciando una
vaga intención.
A estas distintas «funciones» de los actos ilocutivos, Austin las llama fuerzas
ilocutivas. Incluye, así, en la descripción de los enunciados «su fuerza», lo que
le permite explicar el porqué ciertas palabras (en una determinada locución)
«adquieren LAFUERZADEUNAPREGUNTAw, o «DEBÁANHABERSIDOTOMADAS como una
apreciación, etc.» ()BÁD . Se reconoce, en resumen, que LAINTENCIÆNDELEMISOR al
emitir un determinado enunciado puede afectar la forma del mismo.
— Los actos perlocutivos (PERLOCUTIONARYACTS19) son, por último, actos
que se realizan por haber dicho algo:
A menudo, e incluso normalmente, decir algo producirá ciertas conse-
cuencias o efectos sobre los sentimientos, pensamientos o acciones del
auditorio, o de quien emite la expresión, o de otras personas. Y es posible
que al decir algo lo hagamos con el propósito, intención o designio de pro-
ducir tales actos. (/PCIT145)
El acto perlocutivo incluye «lo que en cierto modo son consecuencias»
()BÁD151) y, en ese sentido, se incorpora ahora la figura del interlocutor.
En resumen, siguiendo los mismos ejemplos propuestos por este autor
(p. 146), serían actos locutivos:
—-EDIJOi$·SELOAELLAw
ˆ-EDIJOi.OPUEDESHACERESOw
mientras que serían actos ilocutivos:
—-Eaconsejó ORDENÆ INSTÆA QUESELODIERAAELLA
ˆProtestó PORQUEMEPROPONÁAHACERESO
y perlocutivos:
ˆMe convenció DEQUESELODIERAAELLA y
ˆMe refrenó DEHACERESO

18
También ILOCUCIONARIOSo INLOCUTIVOS
19
También traducido como PERLOCUCIONARIOS.
464 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Aunque debe quedar claro que ninguno de los tres actos excluye a los
demás, las diferencias entre los tres tipos de actos la especifica el propio Aus-
tin en su décima conferencia (p. 166):
Distinguimos así el acto locutivo (y dentro de él los actos fonéticos,
«fáticos» y «réticos») que posee SIGNIFICADO; el acto ilocutivo, que posee una
cierta FUERZA al decir algo; y el acto perlocutivo, que consiste en LOGRAR cier-
tos EFECTOS por (el hecho de) decir algo.

La teoría de los actos de habla no sólo ha tenido una importante reper-


cusión en todo el posterior desarrollo de la pragmática, sino que, con más
o menos matizaciones, se ha incorporado en las descripciones lingüísticas,
y actualmente se reconoce la necesidad de incluir la intención pragmática
como uno de los niveles de descripción necesarios en todo modelo grama-
tical20.

3.1. Tipología de los actos ilocutivos

Aunque la caracterización de los actos ilocutivos ha sido, desde la pro-


puesta de Austin, muy variada y reelaborada21, se reconocen, en general,
cinco maneras de emplear la lengua (Searle, 1979: 29):
1. Decimos a otro cómo son las cosas,
2. tratamos de conseguir que los demás hagan algo,
3. nos comprometemos nosotros mismos a hacer algo,
4. expresamos nuestros sentimientos y nuestras actitudes, o
5. provocamos cambios en nuestro entorno a través de nuestros enun-
ciados.
Esto conforma cinco grandes categorías de actos ilocutivos:
I. Los actos asertivos: donde ELHABLANTEPRESENTAUNDETERMINADOHECHO
COMOVERDADERO,
II. los actos directivos: mediante los cuales EL HABLANTEINTENTA —con
mayor o menor fuerza— QUEELDESTINATARIOHAGAALGO,
III. los actos compromisivos: con los que EL HABLANTESECOMPROMETE
—también en diversos grados— AHACERALGO,
IV. los actos expresivos: donde EL HABLANTEEXPRESASUSSENTIMIENTOSY
ACTITUDESrespecto de un determinado hecho, y

20
En especial, en los modelos de corte funcionalista, que reconocen las estrechas relaciones
entre las funciones sintácticas, semánticas y pragmáticas. Un interesante resumen de estos nue-
vos enfoques lo encontramos en Martín Arista (1999); un desarrollo teórico más preciso, en Dik
(1989 y 1997). V. también, Ruiz de Mendoza (1999).
21
Ver, por ejemplo, las propuestas de Searle (1979) y Vanderveken (1990) y la clasificación de
K. Bach y R. M. Harnish (1979) así como la propuesta inicial de Austin (1962: 198 y ss.).
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 465

V. los actos declarativos: mediante los que el hablante ejerce, efectiva-


mente, su autoridad para PROVOCARUNCAMBIOENELCONTEXTOEXTRALIN
GÍÁSTICO.
Respectivamente, cada clase implica nuevos subtipos de actos de habla,
muy relacionados con el contenido significativo que de ellos puede derivarse.
Veamos algunas de estas subclases22, teniendo en cuenta que los verbos enu-
merados no son más que las formas léxicas que representarían directamente
ese acto, o mejor, esa fuerza ilocutiva, la cual podría también llevarse a cabo
(y, de hecho, comúnmente ocurre así) de modo indirecto, mediante otros
muchos procedimientos que implicarán, más o menos directamente, el verbo
que sirve de modelo23.
I. Los actos de habla asertivos se subdividen en:
1. Aseverativos: El hablante afirma o asegura la verdad de lo que
diceAFIRMAR DECLARAR INDICARo MANTENER. Dentro de éstos, un sub-
tipo importante es el de los desiderativos: QUERER DESEAR GUSTAR,...
2. Predictivos: El hablante anuncia algo que es previsible, razona-
blemente, que ocurra: PREDECIR PREVER PRONOSTICAR,...
3. Retrodictivos: El hablante recuerda algo que ya se ha dicho o ha
ocurrido anteriormente: RECORDAR EVOCAR RECAPACITAR,...
4. Descriptivos: El hablante describe o caracteriza un hecho: CLASIFI
CAR CARACTERIZAR DESCRIBIR IDENTIFICAR.
5. Adscriptivos: El hablante considera que lo enunciado pertenece a
una determinada clase o conjunto: ATRIBUIR  ADSCRIBIR  INSCRIBIR
AGREGAR INCORPORAR,...
6. Informativos: El hablante comunica que un determinado hecho
ha, efectivamente, ocurrido ANUNCIAR  COMUNICAR  INFORMAR. [la
diferencia respecto a los retrodictivos es que éstos se basan en
cosas DICHAS, mientras que los informativos se basan en cosas OCU
RRIDAS].
7. Confirmativos: El hablante confirma o ratifica hechos ocurridos
y ya conocidos: CERTIFICAR CONFIRMAR CORROBORAR TESTIFICAR,...
8. Concesivos: El hablante admite la verdad de un hecho, con cier-
tas reservas: ADMITIR RECONOCER CONCEDER,...

22
Para la adaptación de los actos ilocutivos al español (tipos I a IV), seguimos, básicamen-
te, la propuesta por Moreno Cabrera (1994: 354-360).
23
Por ejemplo, en ¿Sabes cantar? la fuerza equivaldría a Te pregunto si sabes cantar, y se
consideraría un acto directivo interrogativo; en Mañana tienes clase podemos interpretar: Te
advierto de que mañana tienes clase, y sería un directivo admonitorio, mientras que en enuncia-
dos como ¿Qué sabes tú de eso? se identificaría una fuerza ilocutiva asertiva: Afirmo que tú no
sabes de eso, etc. Volveremos sobre este punto al hablar de los actos indirectos, por el momento
es importante que conozcamos qué tipo de actos ilocutivos pueden presentarse.
466 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

9. Retractivos: El hablante revoca algo dicho o hecho con anterio-


ridad: CORREGIR NEGAR RETRACTARSE,...
10. Asentivos: El hablante acepta o confirma algo dicho o hecho con
anterioridad: ASENTIR ACEPTAR REAFIRMAR CONSENTIR,...
11. Disentivos: El hablante se opone a algo dicho o hecho con ante-
rioridad: DISENTIR RECHAZAR,...
12. Disputativos: El hablante presenta objeciones a algo dicho o
hecho: DISPUTAR OBJETAR PROTESTAR,...
13. Responsivos: El hablante contesta a algo que se le ha formulado:
CONTESTAR REPLICAR RESPONDER,...
14. Conjeturales: El hablante expresa juicios basados en indicios o
creencias: ADIVINAR AUGURAR CONJETURAR PRESAGIAR PROFETIZAR, VATI
CINAR,...
15. Supositivos: El hablante da algo por existente aunque, realmen-
te, no tiene indicios: PRESUMIR POSTULAR SUPONER,...

II. Dentro de los actos de habla directivos podemos distinguir los:


1. Exhortativos24: El hablante solicita algo a su interlocutor: PEDIR
INSISTIR IMPLORAR SOLICITAR SUPLICAR,...
2. Interrogativos: El hablante pregunta algo al interlocutor: INTE
RROGAR INQUIRIR PREGUNTAR,...
3. Conminativos (o imperativos): El hablante exige algo al inter-
locutor: EXIGIR DEMANDAR ORDENAR REQUERIR,...
4. Prohibitivos: El hablante prohibe algo al interlocutor: DENEGAR
PROHIBIR RESTRINGIR VEDAR,...
5. Permisivos: El hablante permite algo a su interlocutorACCEDER
ACEPTAR AUTORIZAR DEJAR PERMITIR,...
6. Admonitorios: El hablante advierte de posibles consecuencias a
su interlocutor: ADVERTIR AVISAR PREVENIR SUGERIR,...

III. Los actos de habla compromisivos se subdividen, a su vez, en:


1. Promisivos: El hablante se obliga a sí mismo a asegurar la certe-
za de algo: ASEGURAR, PROMETER JURAR,...
2. Cooperativos: El hablante se obliga a sí mismo a cooperar en
algo: BRINDARSEA OFRECER PROPONER,...

24
Requeridores, para Moreno Cabrera.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 467

IV. Los actos de habla expresivos incluyen dos subtipos, según se con-
sideren positivos o negativos:
A) Positivos
1. Asentivos: El hablante acepta lo propuesto por un interlocu-
tor: ACEPTAR ASENTIR APROBAR APLAUDIR,...
2. Fáticos: El hablante se encara hacia un interlocutor con una
actitud positiva: AGASAJAR HALAGAR SALUDAR,...
3. Solidarios: El hablante expresa una actitud positiva con todo
lo relacionado con su interlocutor: APOYAR RATIFICAR FELICITAR DAR
LAENHORABUENA,...
4. Exculpatorios: El hablante justifica una actitud de su interlo-
cutor o le descarga de posible culpa: COMPRENDER  DEFENDER
ENTENDER EXCULPAR EXONERAR JUSTIFICAR,...
5. Obligativos: El hablante reconoce un vínculo moral respecto a
su interlocutor: AGRADECER DEBER ESTARENDEUDA RECONOCER,...
B) Negativos:
1. Disentivos: El hablante expresa su rechazo a lo expresado por el
interlocutor: DECLINAR, DESESTIMAR  DISENTIR  OPONERSE RECHAZAR ,...
2. Inculpatorios: El hablante se reprocha un acto propio que
considera erróneo o inapropiado: DISCULPARSE LAMENTARSE PEDIR
PERDÆN,...
3. Incriminatorios: El hablante expresa su rechazo al propio
interlocutor: ATACAR, INJURIAR INSULTAR ULTRAJAR,...
4. Solidarios: El hablante expresa su solidaridad ante hechos
negativos imputados al interlocutor: APIADARSE, COMPADECERSE
CONDOLERSE CONMOVERSE JUSTIFICAR SENTIR,...

V. Finalmente, los actos de habla declarativos equivalen a los perfor-


mativos de Austin. Incluyen todos aquellos verbos que, en primera
persona, realizan, efectivamente, un acto extralingüístico25:
— Si yo REALIZOFELIZMENTE el acto de nombrar a alguien presidente,
ese alguien pasa a ser presidente.
— Si yo realizo felizmente el acto de declarar la guerra, es la guerra.
— Si yo realizo felizmente el acto de casarme con alguien, estoy,
efectivamente, casado con ese alguien, etc.

25
Seguimos, en los ejemplos, los propuestos por Searle (1979: 60).
468 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Podemos distinguir dos clases fundamentales:


1. Judicativos: mediante los cuales se emite un juicio o veredicto
sobre algo26:DECLARAR, DISCULPAR, RENUNCIAR, DIMITIR, REPUDIAR, HOMO
LOGAR, TASAR, VALORAR, etc.
2. Ejercitativos: mediante los que se ejerce una determinada posi-
ción de autoridad del locutor, en general, de carácter institucional:
BENDECIR, BAUTIZAR, CONSAGRAR, CONDENAR, DEGRADAR, DELEGAR, EXCOMUL
GAR, DESTITUIR, DESHEREDAR, INVALIDAR, etc.
Con todo, como hemos venido diciendo, estas clasificaciones no deben
tomarse como algo cerrado, y muchos verbos podrían inscribirse en unas u
otras categorías, en función de sus diversos usos o fuerzas ilocutivas diferentes27.
¿Por qué, entonces, una clasificación tan exhaustiva? Vanderveken28 nos recuer-
da la importancia de conocer la fuerza ilocutiva de los enunciados de una len-
gua a la hora de interpretarlos y traducirlos, pero quizá baste para justificarla
con las palabras con las que el propio Austin cerró su ciclo de conferencias:
Desde hace mucho los filósofos se han venido ocupando de la palabra
«bueno» y, en tiempos recientes, han adoptado la actitud de examinar cómo
la usamos, y para qué la usamos. Se ha sugerido, por ejemplo, que la usa-
mos para expresar aprobación, para elogiar, o para calificar. Pero no llega-
remos realmente a lograr claridad acerca de «bueno», ni pondremos en
claro para qué usamos esta palabra, MIENTRASNODISPONGAMOSIDEALMENTEDE
UNALISTACOMPLETADEAQUELLOSACTOSILOCUCIONARIOSDELOSCUALESELOGIAR CALI
FICAR  ETCSONEJEMPLARESAISLADOS%STOES MIENTRASNOSEPAMOSCU·NTOS
ACTOSDEESOSHAY YCU·LESSONSUSRELACIONESRECÁPROCASEINTERCONEXIONES 29.

3.2. Actos de habla indirectos

Consideremos, finalmente, los actos de habla indirectos. Más arriba


hemos visto cómo las peticiones o los deseos podían expresarse no mediante
estructuras imperativas o exclamativas, sino mediante otras, en nuestro caso,
declarativas (asertivas) ((ACE FRÁOAQUÁ ) o interrogativas z1UIERES CERRARLA
VENTANA). También hemos visto cómo, mediante las inferencias, a un acto
directivo como z6AMOSDEPASEO el interlocutor contestaba con una aserción
que no parecía estar relacionada con la proposición inicial. Gracias a la pro-
puesta de Sperber y Wilson hemos podido entender el proceso que conduce
de las primeras a las segundas, sin embargo, si analizamos sólo el enunciado
(lo dicho), hay que reconocer que:

26
También, según Austin (1962: 198), «una estimación, cálculo o apreciación».
27
Por ejemplo, un acto asertivo confirmativo, como certificar, puede convertirse en compro-
misivo, ante un juez. Los límites entre unos y otros los reconoce y justifica sobradamente el
mismo Austin (1962: 198 y ss.).
28
En (1991, vol. 2: 141).
29
Austin, 1922: 211. La cursiva es nuestra.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 469

1. El enunciado no expresa, explícitamente, el acto que implícitamente


se comunica. Es decir, no existe coincidencia entre lo expresado y la
fuerza ilocutiva, y
2. la contestación no responde, directamente, al acto de habla expresado
en el enunciado, sino a la fuerza ilocutiva implícita en él.
Este tipo de actos, en los que no existe coincidencia entre el acto de habla
enunciado (lo dicho) y la fuerza ilocutiva implicada, se denominan actos de
habla indirectos.
Como se ha visto, en español (como en las restantes lenguas indoeuropeas),
una orden puede expresarse mediante un enunciado asertivo (o declarativo):
-AÅANANOSVEMOSENELPARTIDO, ,AREUNIÆNESALASNUEVE, interrogativo: z.OS
VEMOSMAÅANAENELPARTIDO, e incluso exclamativo (en casos de cierto cinis-
mo): _-EENCANTAENCONTRARLEAQUÁAESTASHORASÐ(dicho por un jefe a su subor-
dinado).
El porqué es, sin duda, de carácter contextual y, más específicamente, de
carácter sociocultural. En general, los contextos que se reconocen como
especialmente relevantes por su influencia en los actos de habla son (Haver-
kate, 1998: 180):
— El estatus sociocultural de los interlocutores,
— la interacción que se establece entre ellos en la conversación (± corte-
sía),
— el rol30 específico que desempeña cada uno de ellos (± jerarquía), y
— el tipo de discurso que se desarrolla (± formalidad).
Aunque los actos indirectos pueden presentarse, como veremos, en los
cuatro tipos de actos ilocutivos, son especialmente abundantes en el caso de
los directivos (conminativos y exhortativos). La razón es clara: sabemos que
«no es aceptable en la sociedad occidental actual expresar órdenes directa-
mente más que en casos extremos de máxima autoridad», por lo que las nor-
mas de cortesía exigen al emisor que «encubra» sus verdaderas intenciones
mediante actos de habla indirectos, verdaderos eufemismos pragmáticos,
que, sin embargo, también pasan por ser convenciones comunicativas y, por
tanto, exigen una inferencia mínima por parte del receptor.
Veamos algunos casos donde la fuerza conminativa se encubre mediante
estructuras a las que habitualmente se les asigna otro tipo de fuerza ilocuti-
va. Por ejemplo, para el claro imperativo _#·LLATEÐ podemos encontrar en
español —entre otras muchas— expresiones:
— directivas exhortativas: z0UEDESCALLARTE 4EPIDOQUETECALLES
— directivas interrogativas: z4EVASACALLAR

30
Ya incluida en el DEA, con el significado de ‘papel o función’.
470 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

— directivas admonitorias: 4EADVIERTOQUENOQUIEROOÁRTE


— asertivas: 1UIEROSILENCIO -EENCANTARÁAQUETECALLARAS (desiderativa);
— expresivas: _!PLAUDIRÁATUSILENCIOÐ !GRADECERÁAQUETECALLARAS, y, desde
luego,
— compromisivas: ;4EPROMETOQUE=3INOTECALLASTEMATO.
Otro grupo muy común de actos de habla indirectos que merece la pena
reseñar aquí, por la distancia que presentan respecto de su interpretación
gramatical, son los que realizamos mediante lo que sintácticamente conside-
ramos oraciones interrogativas.
Habitualmente, se distinguen dos tipos básicos de estructuras interroga-
tivas: las que solicitan información (también denominadas PREGUNTASINFOR
MATIVASo DUBITATIVAS31) y las que no piden, realmente, información alguna,
son las llamadas PREGUNTASRETÆRICAS.
— Las preguntas informativas pueden subdividirse en:
A) Generales o dubitativas: cuando se pregunta acerca del contenido de la
oración, es decir, sobre la verdad o falsedad del predicado expresado,
como ENzVANAVENIRACENARTUSPADRES, zTEGUSTANLOSGATOS, etc., y
B) parciales o determinativas: cuando se pregunta no sobre todo el pre-
dicado sino sobre uno de los elementos expresados en la oración. En
estos casos, en español, el elemento sobre el que recae la duda se
expresa, habitualmente, mediante los pronombres o adverbios inte-
rrogativos: zQUI½NESVANAVENIRACENAR, zDÆNDEEST·NMISGAFAS zQU½
RAZADEPERROSPREFIERES, etc.
— Las preguntas retóricas, por su parte, no esperan contestación algu-
na por parte del oyente. Representan, realmente, aserciones, y, por
ello, no solicitan información sino que ofrecen nueva información, en
forma de duda: z#U·NDOACABAR·TANTAINCOMPRENSIÆN, zCÆMOTEDIRÁA
LOQUESIENTO, ¿QU½QUIERESQUEPIENSE, etc.
Sin embargo, la forma interrogativa no sólo se utiliza en español, al igual
que en otras muchas lenguas, para expresar estos dos tipos de preguntas. El
análisis de actos ilocutivos ha puesto de manifiesto que la fuerza ilocutiva de
las expresiones interrogativas va más allá de la petición de información, y res-
ponde a fuerzas ilocutivas muy diferentes. Ya lo hemos visto en zQUIERES
CERRARLAVENTANA o zPUEDESCALLARTE Veamos algunos otros ejemplos:
— En zMEDEJASELCOCHE, zMEQUIERESPRESTARATENCIÆNo zLEIMPORTARÁALLA
MARM·STARDE el acto ilocutivo equivale al exhortativo: TEPIDOQUEME
DEJESELCOCHE, TERUEGOQUEMEPRESTESATENCIÆN LEPIDOQUELLAMEM·STARDE.

31
Henk Haverkate (1998) propone este último término por diferenciar, precisamente, entre
lo que piden (información) y lo que ofrecen (información). Situándose en la perspectiva del
hablante, está claro que las primeras no ofrecen nueva información, mientras que las segundas
sí lo hacen.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 471

— En zCREESQUETENDR·SPROBLEMASSITEQUEDASCONMIGO el acto es com-


promisivo: TEPROMETOQUENUNCATENDR·SPROBLEMASSITEQUEDASCONMI
GO. Igualmente, la oferta: zTEVIENESACENARCONNOSOTROS , equivaldría
a: TEPROPONGOQUEVENGASACENARCONNOSOTROSESTANOCHE.
— En zQUIERESCOMERDEUNAVEZ o zCÆMOTENGOQUEDECIRTEQUETECALLES
encontramos una fuerza claramente conminativa, semejante al impe-
rativo _COMEÐ, _C·LLATEÐ
— En zYCU·NDOTEDIGOYOQUEVENGAS estamos, de nuevo, ante una pre-
gunta retórica y, por tanto, ante un acto asertivo.
— En ¿PUEDODARTELAENHORABUENAPORTUINTERVENCIÆN o zCÆMOPUEDES
ESTAR TANTRANQUILOAHÁSENTADO la fuerza ilocutiva es expresiva, y se
corresponde con el acto positivo solidario: %NHORABUENAPORTUINTER
VENCIÆN, o negativo disentivo: MEOPONGOAQUETEQUEDESAHÁSENTADO .

4. LA DESCRIPCIÓN SEMÁNTICA IDEAL


Como se ha podido apreciar a lo largo de estos temas, la importancia de
los distintos niveles significativos parece, hoy por hoy, incuestionable, dado
que no sólo afecta a la interpretación de los significados sino a la propia
estructura léxico-gramatical de las lenguas. Si hemos considerado importan-
te poner de relieve estos aspectos aquí es porque todos ellos habrán de consi-
derarse, de un modo u otro, si pretendemos:
1. Describir el significado de un determinado elemento en una lengua
dada y en un determinado contexto, y
2. volcar el contenido de un determinado elemento, expresión o enuncia-
do a otra lengua, manteniendo un significado, sentido y valor ilocuti-
vo semejantes a los implicados en su lengua original.
En resumen, asumiendo la propuesta hecha por Leech (1981: 123), una
descripción semántica ideal debería ofrecer —y ahora estamos en posición de
entenderlo:
A) una explicación de los significados léxicos,
B) una explicación de los significados oracionales,
C) una explicación de cómo se relacionan los significados léxicos con los
oracionales, y
D) una explicación de cómo se relaciona el significado con la pragmática:
la forma en que las oraciones se usan e interpretan realmente en la
comunicación hablante-oyente.
Esperamos que estos temas hayan servido para situar al alumno ante este
complejo camino del análisis del significado, siendo conscientes que lo único
que hacen es abrir un ancho y profundo cauce.
472 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

EJERCICIOS
1. El propio Grice reconoce que sus máximas conversacionales pueden apli-
carse a otros comportamientos humanos, y aporta los siguientes ejemplos.
Diga a cuál de las máximas definidas por él se adaptan cada una de las
situaciones que a continuación se describen:
A) Si me estás ayudando a hacer un bizcocho y estoy mezclando los
ingredientes, no espero que en ese momento me pases un buen
libro o, ni siquiera, una manopla de horno, por más que en otro
momento pudieran venirme bien.
B) Si, en el proceso de hacer el bizcocho, necesito azúcar, espero que
me pases el azúcar y no la sal.
C) Si me estás ayudando a arreglar el coche y necesito cuatro tornillos,
espero que me pases cuatro y no dos o seis.
D) Si me estás ayudando a algo espero que tengas claro lo que tienes
que hacer y que lo hagas con cierta presteza.

2. ¿Qué máximas conversacionales estarían violándose en los siguientes


casos?
A) —¿Está lejos el pueblo?
—A un tiro de piedra.
B) —Mis labios están sellados.
C) —¿Te han dado ya las notas?
—Hace mucho frío aquí, ¿no?
D) —¿Hay alguien en casa?
—¡Pasa, pasa! ¡Sin vergüenza!
E) —¡La guerra es la guerra!
F) —«... son iguales
LOSQUEVIVENCONSUSMANOS
y los ricos» (Jorge Manrique)
G) —Llega siempre tarde a casa. Seguro que tiene un amante.
H) —El vecino no ha podido ni abrir la puerta. Parece que hoy viene
un poco bebido.
I) —La solista produjo una serie de sonidos que reproducían aproxi-
madamente las notas de la partitura de %LPAÅOMORUNO, de Falla.

3. En los ejemplos siguientes, señale cuáles pueden considerarse, según


Grice, implicaturas convencionales, y cuáles serían implicaturas conver-
sacionales. Dentro de éstas determine las que puedan ser generalizadas o,
al contrario, particularizadas.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 473

A) 4ENGOQUECONSULTARESTEPROBLEMA

678
K Hablante (H) y oyente
CONUNBUENASESORFISCAL (O) saben que el hablan-
B) 4ENGOQUECONSULTARESTEPROBLEMA te ya lo ha consultado
CONALGUIENM·SCOMPETENTE con O.

678
C) (EVISTOA*UANCONUNAMUJER K Hablante (H) y oyente (O)
saben que Juan está casado.
D) (EVISTOA*UANCONOTRAMUJER

678
K Hablante (H) y oyente
E) z3ABESQUEHEIDOAUNACASAENLA (O) saben que la casa no es
QUETENÁANUNLEÆNENELJARDÁN la casa de (O).

F) -EHEPASADOTODALAMAÅANALLAMANDOPORTEL½FONO
G) z4ËTAMBI½NERESDE-ADRID
H) 9ANOS½NIDÆNDEESTOY
I) z4IENESQUEIRALAOFICINAUNDOMINGO
J) (OYCOMOENCASA

4. Tautologías como ,AGUERRAESLAGUERRA , 5NASOPAESUNASOPA , etc. ¿qué


tipo de acto de ostensión serían?

5. En uno de los ejemplos anteriores, intente desarrollar un posible proceso


de inferencia que pudiera llevar al oyente a una adecuada interpretación
de los mismos.

6. Explique un posible proceso de inferencia que justifique situaciones como


las siguientes:
A) H: —i,AGUERRAESLAGUERRAw
O: —i0REFIERONOHABLARDEESOw
B) H: —i,AGUERRAESLAGUERRAw
O: {—i0REFIERONOVOLVERAHABLARDEESOw

7. Diga a qué acto de habla ilocutivo podrían adscribirse estos verbos y por
qué:
A) Discutir
B) Atestiguar
C) Interpretar
D) Desaprobar
474 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

E) 1Deponer: ‘Privar a una persona de su empleo’


2
Deponer: ‘Afirmar, atestiguar, aseverar’
F) Comprometerse
G) Pactar
H) Reprobar
I) Garantizar
J) Congratularse

8. Diga qué tipos de actos de habla indirectos pueden asignarse a los siguien-
tes enunciados interrogativos:
A) z1UI½NSINO½LPODRÁAGASTARESASBROMAS
B) z0ODRÁASCALMARTEUNPOCO
C) z1UI½NPUEDECOGERELTEL½FONO
D) z#U·NDOVIENENTUSSOBRINOS
E) z2ECUERDASQUETIENESQUEIRMAÅANAACLASE
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 475

RESPUESTAS
1R. En a) está ejemplificando la máxima de Relación, en b) la máxima de
Cualidad, en c) se refleja la máxima de Cantidad, y finalmente, en d) la
de Modalidad.

2R. A) La máxima de cantidad 1. 1.: La contribución no es todo lo informa-


tiva que se esperaría.
B) No viola exactamente una máxima, sino el propio principio de coo-
peración.
C) La máxima de Relación (3). Es evidente que no es relevante, e inten-
ta desviar la conversación hacia otros terrenos.
D) La máxima de Modalidad 1. 2. Evite la ambigüedad. Es un uso humo-
rístico habitual en la lengua hablada, donde no se establece pausa
entre las estructuras homófonas: SINVERGÍENZA y SINVERGÍENZA.
E) Es una tautología que, como el propio Grice apunta (/PCIT, 33), no
es todo lo informativa que se desearía, y deja al oyente la difícil tarea
de identificar los contenidos implicados. Es, pues, otra violación de
la primera submáxima de la máxima de cantidad (1. 1).
F) En estos versos de Jorge Manrique, el circunloquio LOSQUEVIVENCON
SUS MANOS, por «los artesanos» incumple la máxima de modalidad
«Sea breve» (4. 3), aunque se justifique por sus fines expresivos.
G) La segunda submáxima de la máxima de cualidad (2. 2.): «No diga
nada de lo que no tenga pruebas».
H) Es evidente que el vecino llega algo más que «un poco bebido». Sería
una litote y estaríamos ante otra violación de la máxima de cualidad,
esta vez, la primera submáxima (2. 1.): «No diga nada que crea falso».
I) Siguiendo, de nuevo, un ejemplo de Grice, el crítico musical que
emite tal enunciado está incumpliendo la primera submáxima de la
máxima de modalidad (4. 1.), evidentemente, con no muy buenas
intenciones.

3R. Utilizaremos las siguientes abreviaturas:


Implicatura Convencional = Cvn. En estos casos resaltamos los elemen-
tos textuales que permiten la implicatura sin necesidad de recurrir al
contexto comunicativo.
Implicatura Conversacional Generalizada = CvsG
Implicatura Conversacional Particularizada = CvsP

A) 4ENGOQUECONSULTARESTEPROBLEMACONUNBUENASESORFISCAL .  CvsP.

B) 4ENGO QUECONSULTARESTEPROBLEMACONALGUIEN más COMPETENTE. 
Cvn.
476 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)


C) (EVISTOA*UANCONUNAMUJER CvsP.

D) (EVISTOA*UANCONotra MUJER Cvn.
e) z3ABESQUEHEIDOAUNACASAENLAQUETENÁANUNLEÆN

ENELJARDÁN CvsG.
K [... y todos sabemos que no es habitual una cosa así. ].

F) -EHEPASADOTODALAMAÅANALLAMANDOPORTEL½FONO CvsP.

G) z4Ëtambién ERESDE-ADRID  Cvn.

H) Ya NOS½NIDÆNDEESTOY Cvn.

I) z4IENESQUEIRALAOFICINAUNDOMINGO CvsG.
K [... y todos sabemos que no es habitual una cosa así.]

J) (OYCOMOENCASA CvsP.

4R. Serían ostensiones débilmente manifiestas, porque, para su interpreta-


ción exigen un alto grado de esfuerzo en el proceso de inferencia.

5R. En ambos ejemplos el oyente puede interpretar el enunciado de modos


muy distintos, en función de su entorno cognitivo individual (en el que,
recordemos, se incluye el entorno cognitivo compartido). Veamos, una
de las muchas posibles interpretaciones:
— H: i,AGUERRAESLAGUERRAw
1) —O y H saben que acaba de producirse una gravísima confronta-
ción militar en X, en la que ha habido varios cientos de muertos
civiles.
2) —O sabe que H es militar.
3) —O sabe que los militares justifican las acciones violentas produ-
cidas durante una confrontación armada.
4) —#ONCLUSIÆNIMPLICADA: O infiere que H justifica las acciones vio-
lentas.
La interpretación contraria la obtendríamos fácilmente, si variamos
MILITAR por PACIFISTA y la premisa 3) la reescribimos: «—O sabe que los
pacifistas nunca justifican las acciones violentas.»
Por supuesto, esto no puede ser más que una simplificación de todo un
proceso de inferencias mucho más complejo. Desde luego, podemos
seguir aumentando el número de implicaturas, como:
2. 1) —O sabe que H sabe que O sabe que H es militar.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 477

6R. A) Si queremos explicar un proceso de inferencia que justifique la con-


testación de O:
ˆ0REFIERONOHABLARDEESO,
debemos seguir ampliando el número de implicaturas vistas hasta
aquí, por ejemplo:
5) O es pacifista.
6) O sabe que H sabe que O es pacifista.
7) O sabe que H sabe que los pacifistas están en contra de toda con-
frontación armada.
8) O sabe que H sabe que O no aprueba ninguna confrontación
armada.
9) O concluye que H ha realizado la ostensión para, indirectamen-
te, hacerle explícita su posición personal: —«%STOY DEACUERDO
CONTODOLOOCURRIDO».
10) O no desea continuar la conversación, con lo que viola lo que
hemos denominado, siguiendo a Grice, principio de Coopera-
ción y contesta: 0REFIERONOHABLARDEESO
B) La diferencia con a) es que ahora se incluye una nueva implicatura,
como:
9.1) O y H saben que ya han discutido frecuente y acaloradamente
sobre este tema y que mantienen posturas irreconciliables.
En la ostensión de O:
—0REFIERONOvolver a HABLARSOBREESETEMA.
se incorpora una explicatura (o implicatura convencional) que H puede
identificar fácilmente como 9. 1.

7R. Actos de habla ilocutivos a los que podrían adscribirse los verbos:
A) DISCUTIR: Podría considerarse Asertivo Disentivo, dado que el hablan-
te se opone a algo dicho o hecho con anterioridad.
B) ATESTIGUAR: Asertivo confirmativo. El hablante confirma o ratifica
hechos ocurridos y ya conocidos.
C) INTERPRETAR: Asertivo adscriptivo. El hablante considera que lo enun-
ciado pertenece a una determinada clase o conjunto.
D) DESAPROBAR: Asertivo disputativo. El hablante presenta objeciones a
algo dicho o hecho.
478 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

E) 1DEPONER: ‘Privar a una persona de su empleo’: Directivo prohibitivo:


el hablante prohibe algo al interlocutor.
2
DEPONER: ‘Afirmar, atestiguar, aseverar’: Asertivo aseverativo. El
hablante afirma o asegura la verdad de lo que dice.
F) COMPROMETERSE: Compromisivo cooperativo. El hablante se obliga a sí
mismo a colaborar en algo.
G) PACTAR: También, compromisivo cooperativo.
H) REPROBAR: Asertivos disentivos. El hablante se opone a algo dicho o
hecho.
I) GARANTIZAR: Compromisivo promisivo: El hablante se obliga a sí
mismo a asegurar la certeza de algo.
J) CONGRATULARSE: Expresivo positivo asentivo. El hablante acepta la pro-
puesta de su interlocutor.

8R. Tipos de actos de habla indirectos que podrían asignarse a los enuncia-
dos interrogativos propuestos:
A) z1UI½NSINO½LPODRÁAGASTARESASBROMAS
Es, sin duda, una pregunta retórica. Es una clara asertiva, afirmativa:
«Sé que sólo él puede gastar esas bromas».
B) z0ODRÁASCALMARTEUNPOCO
Es un claro acto directivo conminativo: _#·LMATEÐ
C) z1UI½NPUEDECOGERELTEL½FONO
Sería otro conminativo: _1UEALGUIENCOJAELTEL½FONOÐ
D) z#U·NDOVIENENTUSSOBRINOS
Es una pregunta informativa parcial, por lo que puede considerarse
un acto directivo interrogativo.
E) z2ECUERDASQUETIENESQUEIRMAÅANAACLASE
De nuevo, un conmitativo: _-AÅANATIENESQUEIRACLASEÐ
Tema 24
EL ESTUDIO DEL LÉXICO I:
LA LEXICOLOGÍA. EL LÉXICO ESPAÑOL

1. La lexicología
2. La evolución de las lenguas y los préstamos léxicos
2.1. La evolución del sistema lingüístico
2.2. La influencia social
2.3. El contacto con otras lenguas
A) Los extranjerismos
B) Los préstamos aclimatados
C) Los préstamos asimilados
D) Los calcos léxicos
2.4. El concepto de NEOLOGISMO
3. La composición del léxico del español
— Helenismos
— Germanismos
— Arabismos
— Galicismos
— Italianismos
— Americanismos
— Las otras lenguas peninsulares
— Los anglicismos
PRESENTACIÓN
Nos aproximamos en este tema a los estudios de lexicología, centrándonos
en los aspectos más relevantes del léxico español. Se estudiarán las tendencias
evolutivas generales que actúan sobre el léxico, y cómo éste se va adaptando a las
exigencias que le impone la sociedad. De nuevo, se plantea el estudio desde una
doble vertiente: desde el interior del sistema lingüístico y desde su aspecto social.

1. LA LEXICOLOGÍA
A lo largo del curso hemos ido destacando, de un modo u otro, la impor-
tancia de la palabra como unidad de nuestro sistema comunicativo. La
hemos considerado desde su historia, su estructura fónica, desde el sistema,
como entidad abstracta, como unidad aislada, como elemento funcional,
como portadora de significados o como realidad discursiva. En cualquier
caso, siempre ha estado presente como elemento de toda descripción o teo-
ría que se ocupe del lenguaje articulado. Es más, las palabras son la clave de
todo nuestro conocimiento lingüístico, nos preocupamos por encontrar nue-
vos términos que se adapten a nuestras formas de vida, e incluso valoramos
a las personas por el modo en que las utilizan, y, sin embargo, lo cierto es que
hemos dedicado muy poca atención al estudio de la palabra en sí misma.
Nos nutrimos de ellas pero también nos despreocupamos de ellas, quizá por
ser el elemento más intuitivo en el uso de las lenguas. Hora es, pues, de diri-
gir nuestra atención hacia ese «conjunto de palabras que conforman un idio-
ma», su léxico. Se plantean entonces un sin fin de nuevas preguntas: ¿cómo
nacen las palabras?, ¿de dónde proceden? ¿por qué se adquieren? ¿cómo
incorporan nuevos significados? ¿por qué y cómo evolucionan?, ¿cómo se
estructuran?, ¿cómo se adaptan a las exigencias de cada momento histórico?
De todas estas cuestiones, es decir, del estudio del léxico de una lengua, en
sí mismo, es de lo que se ocupa una rama específica de la lingüística: la lexi-
cología. En palabras de Günther Haensch (1997: 29):
482 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

La lexicología es el estudio científico del léxico, en realidad es una disci-


plina que combina en sí elementos de etimología, historia de las palabras,
gramática histórica, semántica, formación de palabras y, para algunos auto-
res, también elementos de estructuralismo cuando se estudia el léxico de una
lengua como sistema estructurado.
Puede entenderse, entonces, por qué no hemos planteado el estudio del léxi-
co hasta ahora: sin duda nos era necesario tener una visión global de la comple-
jidad que reviste toda forma lingüística para poder apreciar mejor la compleji-
dad que incorpora, en sí misma, la unidad que consideramos básica: la palabra.
En síntesis podemos decir que todo estudio que se ocupe científicamente
de los diversos aspectos de las palabras que conforman un idioma será un
estudio lexicológico.

2. LA EVOLUCIÓN DE LAS LENGUAS Y LOS PRÉSTAMOS


LÉXICOS
Si las lenguas no evolucionaran es evidente que no existiría la variación
lingüística y que no nos habríamos desgajado del tronco común, el indoeuro-
peo. Pero la salud de una lengua está en el cambio y no hay duda de que evo-
lucionan, y lo hacen por causas que se desprenden de su propia naturaleza:
— Como herramienta de la expresión humana, la propia evolución de los
sistemas lingüísticos está determinada por normas fisiológicas que se
organizan entre dos polos: la tendencia a la relajación articulatoria y,
al contrario, la tendencia a la tensión o refuerzo articulatorio, y
— como instrumento de comunicación e interacción social, se adapta a
las necesidades o exigencias que el grupo social le impone en cada
momento histórico.
— Como un factor intermedio entre lo social y lo individual podemos
considerar el contacto con otras lenguas.
En los apartados siguientes veremos cómo pueden afectar cada uno de
estos tres factores la estructura del léxico de nuestra lengua1.

2.1. La evolución del sistema lingüístico


Ya hemos dicho que muchos cambios lingüísticos se explican por la ten-
dencia de los propios sistemas a evolucionar, bien por el debilitamiento y la
pérdida de determinados sonidos en determinadas posiciones, produciéndo-
se, consecuentemente, la pérdida de distinciones (u oposiciones) fonológicas,
o morfológicas, bien por la generación de nuevos sonidos y, por tanto, de nue-

1
Seguimos, básicamente, la estructuración propuesta por Mateos Muñoz (1966). Para mayo-
res precisiones y ejemplos, v. Menéndez Pidal (1940) y García de Diego (1970)
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 483

vas distinciones, o bien por el cambio de unos sonidos por otros. Aunque
estos cambios son la materia de estudio de lo que se denomina gramática
histórica, veamos los procesos más importantes que pueden ayudarnos a
entender algunos de los cambios léxicos más frecuentes.

Cambios fonéticos
Un sonido puede mantenerse, pero también puede surgir, desaparecer o
transformarse. Esto suele explicarse, en general, por la ley del mínimo esfuer-
zo articulatorio, que hace que sonidos en posiciones de palabra débiles, se
debiliten hasta llegar a desaparecer; lo que produce, a su vez, que sonidos que
no estaban en contacto, pasen a estarlo y se generen nuevas influencias entre
unos sonidos y otros. Los cambios más importantes son:
— 0ORDESAPARICIÆNDESONIDOS
— Por asimilación de unos sonidos a otros: Un sonido atrae a otro y, o
bien, desaparece COR(I)ACEA > CORAZA, OSTR(E)A > OSTRA VI(D)ERE > VEER >
VER, o bien se atraen mutuamente hacia un punto articulatorio interme-
dio: CAUSA > COSA, TAURU > TORO, CAPIO > caipo > QUEPO, etc.2
— Por disimilación de dos sonidos semejantes: Dos sonidos iguales tien-
den a suprimirse o a diferenciarse: FORMOSU > HERMOSO, VICINU > VECI
NO, y, de ahí la justificación de las disimilaciones vulgares: CEVIL, MELI
TAR, o el antiguo VEVIR.
— Por motivos diversos, también puede desaparecer algún elemento:
— Al inicio de palabra (aféresis): AD HORAM > AHORA y, por aféresis, ORA, la
forma griega APOTHECA > BODEGA. Un caso notable de aféresis es la pér-
dida castellana de la F- inicial latina (y de su posterior aspiración):
FABULARE > hablar, FACTUM > hecho, FACERE > hacer, FARINA > harina,
FOLIA > hoja, FULLIGO > hollín, etc. Son también usuales casos de afére-
sis: CHACHA «muchacha», CHICANO «mexicano» o MANITO «hermanito»,
— En medio de la palabra (síncopa): NATIVITAS NATIVIDAD pero NAVI
DAD, CIV(I)TATE > CIUDAD, DEB(I)TA > DEUDA, CAP(I)TALE > CAUDAL,
LITT(E)RA > LETRA, etc.

— Al final de la palabra (apócope): VERITATE > VERDAD, DOLORE > DOLOR,


SOLE > SOL, y los casos más comunes: SANTO pero SAN, DE EL > DEL,
MUCHO > MUY, etc.
ˆ 0ORCAMBIODELUGARDESONIDOS
— Metátesis: Un sonido cambia de lugar por causas diversas, en general,
por eufonía3, evocación de otras palabras o analogías personales. Son

2
Forzosamente debemos simplificar los procesos históricos que han sufrido todos nuestros
ejemplos, y limitarnos a destacar los que aquí estamos resaltando. Si algún lector estuviera especial-
mente interesado en ahondar sobre ellos, puede remitirse a la bibliografía citada en la nota anterior.
3
Que el $2!% define como: «Sonoridad agradable que resulta de la acertada combinación
de los elementos acústicos de las palabras.»
484 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

casos como REFILARE > REILAR, pero también RIELAR INTEGRARE > ENTREGAR,
SEMPER > SIEMPrE, QUATTUOR > CUATrO, CREPARE > CREBAR, pero QUEBrAR,
RETINA >rienda, SPICULO > ESPlIEGO o MURE CAECULU > MURCI½GALO, pero
MURCI½lAGO, etc. Como se ve, es una tendencia que, de nuevo, explica
usos considerados vulgares como COCRETA por CROQUETA, CROMPAR por
COMPRAR, 'RABIEL por 'ABRIEL, PROBE por POBRE, etc.
ˆ 0ORADICIÆNDESONIDOS
— Al principio de la palabra (prótesis): Menos común en español, pero
también registrada en casos como BETULLA > ABEDUL o VESPA > aVISPA
(cuya vocal protética el $2!% la explica como un cruce con ABEJA).
— En medio de la palabra (epéntesis): como CALVARIA> CALaVERA HIBERNU
InVIERNO STELLA > ESTrELLA (cuya -R- también se justifica por la influen-
cia de ASTRO)
— Al final de la palabra (paragoge): común la inclusión de una Epara-
gógica en la adaptación al español de galicismos, para evitar la conso-
nante final: ARENC > ARENQUE, PAQUET > PAQUETE, BUFFET > BUFETE, BILLET
> BILLETE, GABINET > GABINETE, etc.
— Por analogía con otras palabras que resultan más conocidas. Son casos
que ya hemos explicado al estudiar la paronimia y que históricamente han
producido variantes léxicas, unas admitidas como alternativas, otras con-
sideradas dialectales, otras vulgares y otras, claros errores por cruces
entre significantes y significados. Así, BANDURRIA - MANDURRIA (dial.), BOÅI
GA - MOÅIGA (vulg.), VIMBRE = MIMBRE(ambos del latín vimen, -inis), MÁZ
CALO = NÁSCALO, ASECHAR & ACECHAR, etc.

Cambios morfosintácticos

Muchos cambios fonéticos pueden conllevar, además, cambios en la


estructura morfológica o en los paradigmas. Menéndez Pidal reconoce
(/P CIT p. 187) la capital influencia de los procesos analógicos en la forma-
ción de nuestra flexión nominal y verbal. Un claro ejemplo es la asimilación
de los neutros latinos ya a nombres femeninos o masculinos, en función de
sus terminaciones (en O, o en -A). Ocurre entonces que neutros plurales lati-
nos en -A, se asimilan a femeninos singulares (aunque muchos de ellos man-
tienen un valor colectivo, precisamente como resto del plural), como BRAZA,
VELA, HOJA, HERRAMIENTA, VESTIMENTA, o algunos nombres de frutos, como PERA,
MORA o MANZANA. Al contrario, otros neutros singulares latinos que evolucio-
nan a una terminación -OS: (PECTUS> PECHOS, TEMPUS > TIEMPOS) generan un
singular PECHO, TIEMPO por analogía con el resto de los singulares.
Además, series como los días de la semana presentan homogeneidad for-
mal debido a estos mismos procesos: LUNES (dies LUNAE) y MI½RCOLES (DIES MER-
CURII) toman su S final por analogía con MARTES (DIES MARTIS), JUEVES (DIES
JOVIS) y VIERNES (DIES VENERIS). Incluso en los numerales, la evolución de VIGIN-
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 485

TI a VEINTE evita la evolución normal de TRIGINTA hacia *TRIENTA, para conver-


tirlo en el actual TREINTA, y la -E final etimológica de ONCE, CATORCE y QUINCE,
fuerzan que se mantenga en DOCE y TRECE (que deberían haberla perdido,
siguiendo la evolución de COZ, HOZ o PEZ).
En los verbos, por analogía con las formas de segunda persona del singu-
lar en S de todos nuestros presentes, futuros e imperfectos: COMES, COMAS,
COMÁAS, COMIERAS, COMER·S, COMERÁAS, etc. podemos explicar el frecuentísimo
uso actual de los indefinidos: *COMISTES, *COMPRASTES, *OÁSTES, *HICISTES, *TRA
JISTES, etc. por más que lo consideremos una práctica desdichada, incorrecta
y criticable.
No puede, pues, extrañarnos, que la fuerza de la analogía, presente en la
evolución natural de las lenguas, la encontremos viva en muchos de los erro-
res que cometen los niños al aprender su lengua materna, o la encontremos
viva en el aula de los estudiantes de una lengua extranjera.

Mezcla de procesos evolutivos

Aunque, en realidad, ningún proceso histórico se produce aislado —como


ya se ha podido apreciar en los apartados anteriores— queremos destacar
aquí, desde el punto de vista del léxico, cómo una dispar evolución de las for-
mas léxicas ha dado lugar, en nuestro idioma, a formas de un mismo origen
pero que, por haberse introducido en la lengua en épocas y con usos muy dis-
tintos, han terminado por consolidarse como formas diferentes. En estos
casos, se forman los denominados «dobletes» donde la forma más evolucio-
nada, siempre la más antigua, convive con otra más cercana a la latina, en
general de introducción más reciente y de carácter más culto. A las primeras
se las suele denominar patrimoniales, y a las segundas cultas o cultismos.
Así: CADERA C·TEDRA CAUDAL CAPITAL COSA CAUSA COLGAR COLOCAR CUAJAR COA
GULAR FRÁO FRÁGIDO ENTERO ÁNTEGRO ESTRECHO ESTRICTO MADERA MATERIA SIESTA
SEXTA, etc. [En la tabla 1 del anexo final al tema incorporamos las principa-
les formas procedentes de un mismo étimo latino y que perviven en nuestro
idioma como formas léxicas independientes.]
En otros muchos casos, se pierde el elemento culto como forma simple, o
se mantiene en usos muy restringidos, pero, sin embargo, se mantiene vivo en
formas derivadas, que parecen preferir como lexema la forma culta frente a
la patrimonial. Podemos citar:
— DAÅO (<DAMNUM), pero DAMNIFICADO e INDEMNE mantienen el étimo lati-
no.
ˆCASA (<CASA ‘choza’) se generalizó frente a DOMUS ‘casa’, pero se prefie-
ren los derivados DOM½STICO DOMESTICAR MAYORDOMO o DOMICILIO.
ˆHAMBRE(<FAMES), pero FAM½LICO y, más patrimonial, JAMELGO
— HEMBRAsustituye a FEMINA, pero se mantiene viva en FEMENINO AFEMI
NAR FEMINIDAD 
486 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

— HOJA (< FOLIUM), pero FOLIO FOLIOLO FOLLAJE 


— HUMO (< FUMUS), pero FUMAR, FUMIGAR, FUMAROLA o PERFUMAR.
— HUMUS (< HUMUS) ‘tierra, suelo’ mantiene un uso restringido, pero HUMIL
DE HUMILLAR EXHUMAR INHUMAR mantienen vivo su mismo origen.
— JUGO (< SUCCUS) pero SUCULENTO ‘jugoso, sustancioso’.
ˆLETRA(< LITTERA) genera, sin embargo, derivados como LITERAL o LITERATURA.
ˆLLAMA se generaliza frente a FLAMA, pero FLAMEAR  FLAMANTE INFLAMAR
SOFLAMA o FLAMÁGERO
— MORA ‘tardanza’. Donde la forma etimológica MORA sólo se mantiene, en
su sentido etimológico en Derecho, como:
Dilación o tardanza en cumplir una obligación; por lo común, la de
pagar cantidad líquida y vencida. ($2!%),
pero la encontramos plenamente actual en DEMORA, MOROSO o MORATORIA.
Como se ve, la evolución es diversa, y no está exenta de peculiaridades
que el lexicógrafo debe descubrir, estudiar y describir.

2.2. La influencia social


Bajo el término SOCIAL podemos incorporar todo lo relativo al ser humano,
y los factores se entrecruzan inevitablemente. Así, en las variantes diatópi-
cas no sólo interviene la distinta posición geográfica y, por tanto, las distin-
tas relaciones de cada entorno con otras lenguas, también pueden explicarse
muchas variantes por los distintos movimientos migratorios o colonizadores
que ha sufrido el territorio, lo que, a su vez, evidentemente, puede estar con-
dicionado por causas políticas (conquistas, tratados internacionales), econó-
micas (explotación de zonas vírgenes) o sociales (epidemias, hambrunas).
Profundos cambios políticos y sociales han motivado, por ejemplo, el que en
muchas zonas de España se prefiera en la actualidad CASTELLANO a ESPAÅOL,
como denominación de esta lengua. Igualmente, las variantes diastráticas
están determinadas, fundamentalmente, por factores culturales y económi-
cos, pero también, por concentraciones de población proveniente de zonas
geográficas bien delimitadas lingüísticamente. Por último, en las variantes
diafásicas influyen todos los aspectos anteriores y también otros muchos de
carácter más específico, donde el contexto situacional inmediato impone la
selección de nuevos aspectos: lo familiar, lo coloquial, lo profesional, lo for-
mal, determina, de nuevo, modas, tendencias o necesidades en la selección o
configuración del léxico.

Generalización de creaciones individuales

Pero, a pesar de esta gran interacción de factores, no debemos olvidar que


es el individuo —anónimo o no— quien pone en marcha el mecanismo del
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 487

cambio. Si su propuesta rebasa el ámbito en el que se ha generado, podrá


—o no— ir ganado terreno hasta incorporarse a lo que consideramos el léxi-
co común de una lengua. Sabemos, por ejemplo, que las innovaciones cientí-
ficas son constantes generadoras de innovaciones léxicas, debido a las fre-
cuentes necesidades de denominar nuevos descubrimientos o invenciones, y
en algunos de estos términos podemos ver claramente reflejado el proceso
que lleva de lo individual a lo social. Veamos, por ejemplo, lo que nos cuenta
Julio Casares (1992: 53) respecto de la palabra ALERGIA:
... cuando von Pirquet, para denominar ciertos fenómenos parejos de la
anafilaxia, inventó la palabra alergia, fue ésta tan bien recibida por los téc-
nicos que hasta se difundió en el lenguaje usual y reclamó un lugar en los
diccionarios de tipo general. Al cabo de treinta y cinco años «alergia» ha lle-
gado a significar tantas cosas que empieza a resultar inservible.

Aunque, comparativamente, son pocos los términos de los que conoce-


mos su paternidad, y casi todos ellos se centran en el ámbito de la ciencia,
veamos algunos otros casos: precisamente, otro de los términos utilizado por
Casares, ANAFILAXIA (del griego ana- ‘hacia atrás’ y phýlaxis ‘protección’) es un
término acuñado por el fisiólogo Richet para referirse al «estado de hiper-
sensibilidad o de reacción exagerada de algunos organismos ante la nueva
introducción de una sustancia extraña, que al ser introducida por primera
vez provocó reacción escasa o nula»4; GAS es una palabra creada por el médi-
co belga Johannes Baptista van Helmont, mediante una adaptación capri-
chosa del griego cháos; RADIO fue el nombre que el matrimonio Curie dio al
elemento químico por ellos descubierto; la DINAMITA fue descubierta y bauti-
zada por el eminente químico sueco Alfredo Nobel, en 1867; incluso el muy
actual BIT, término hoy indispensable en el mundo de la informática, es un
acrónimo procedente de BINARYDIGIT, creado por el norteamericano J. W. Tur-
key, en 1948, para denominar a esa unidad elemental de información; y tam-
bién en ACORDEÆN y BANDONEÆN se reconoce la intervención directa del creador
del objeto en la creación de la palabra5.
Hay otros muchos ejemplos que nos acercan a creaciones personales,
como el sinnúmero de unidades de medida que recuerdan el nombre de sus
descubridores o precursores (bien por iniciativa personal, o como homenaje
de la comunidad científica). Así, AMPERIO, CULOMBIO, (DECI BELIO, HERTZIO,
OHMIO, o VOLTIO (respectivamente, inestimables recuerdos de Andrés María
Ampère, Carlos Agustín de Coulomb, Alejandro Graham Bell, Enrique Rodol-
fo Hertz, Jorge Ohm y Alejandro Volta).

Generalización de palabras especializadas


Más abundantes en el léxico son las aportaciones, no tan directamente
personalizadas, pero que provienen de las jergas utilizadas por muy diver-

4
$ICCIONARIOTERMINOLÆGICODECIENCIASM½DICAS Barcelona, Masson. Salvat, 13ª ed. , 1992.
5
Respectivamente, el músico austriaco C. Demian, y el alemán H. Band, ambos en el XIX.
488 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

sos grupos sociales. Se corresponden, por ejemplo, con el gran número de


marcas que encontramos en los diccionarios: usos militares o bélicos, mari-
nos, usos agrícolas, de germanía o gitanismos, eclesiásticos, médicos, etc.
En la actualidad, la importante revolución tecnológica en la que estamos
inmersos y la radiodifusión han supuesto un importante influjo para el
enriquecimiento y la renovación del léxico. Formas como INTERRUPTOR, INTER
FERENCIA, ONDAS ELECTROMAGN½TICAS  BUJÁA CILINDRO o CIGÍEÅAL nos resultan
absolutamente cotidianas. Incluso la terminología médica o farmacológica
se está incorporando a nuestros hábitos diarios, como ANTIDEPRESIVO
ANTIHISTAMÁNICO ANTIPIR½TICO BIOPSIA BULIMIA CEFALEA DESCALCIFICACIÆN LUM
BALGIA etc.

En el § 2.4, al hablar de los neologismos, podremos encontrar otros


muchos ejemplos. Todos ellos son voces comunes cuyo uso se ha ampliado
desde el grupo reducido en el que se especializan a, prácticamente, todos los
grupos sociales.

El eufemismo

Un caso de clara dependencia social, y otro importante creador de nuevas


voces o expresiones es el eufemismo, definido por el $2!%como la «mani-
festación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura
o malsonante».

El eufemismo tiene su origen en la superstición verbal, una de las


variantes del tabú6, que los antropólogos rastrean desde las más antiguas for-
mas de vida7. Recordemos cómo la justifican Ogden y Richards (1936: 52-53):
... Casi todos los pueblos primitivos muestran gran disgusto porque se
mencionen sus nombres; cuando un jefe neozelandés fue llamado Wai, que
significa agua, se debió dar un nuevo nombre al agua [...] No sólo los jefes
sino también los dioses, y además el sacerdote en el cual se suponía que
residían los dioses [...] figuraban entre las víctimas de esta logofobia. Sabe-
mos cómo Herodoto (II, 132, 171) se rehusa a mencionar el nombre de Osi-
ris. El verdadero y gran nombre de Alá es secreto, y algo similar ocurre con
los dioses del Brahmanismo y con el nombre real de Confucio. Los judíos
ortodoxos evitan por completo, Jahweh. Podemos comparar con esto las
expresiones «Thank Goodness», «Morbleu», «Pardiez» —y la mayoría de los
eufemismos.

6
Palabra que se considera de origen malayo y que el $2!% define como «la condición de las
personas, instituciones y cosas a las que no es lícito censurar o mencionar».
7
Sir James George Frazer, en su apasionante obra: ,ARAMADORADA registra más de cuaren-
ta tipos diferentes de tabués, entre los que se incluye el tabú de las palabras. En muchos de ellos,
como el tabú sobre la comida, las relaciones con forasteros, salir de casa, cazadores, enterrado-
res, mujeres, homicidas, la cabeza, el pelo, los muertos, etc. podemos reconocer todavía el ori-
gen de muchas de las supersticiones que siguen entre nosotros o de los cuentos «de miedo» que
nos aterrorizaban de pequeños.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 489

Este tipo de presiones sociales llega a tal extremo que puede llegar a
determinar la evolución de las lenguas, eliminando los términos prohibidos.
Como explica E. Montero8:
Un caso muy extendido de pérdida por tabú es el del latín VERBUM. Tal
vocablo no pasó a las lenguas romances (...) porque la Iglesia se apropió de él
para designar al Hijo de Dios. Su sustitución por PARABULA, también de origen
cristiano, encuentra así una explicación.

El eufemismo es, pues, inicialmente, una reacción lingüística ante la


prohibición de o el miedo a pronunciar determinada palabra. A partir, sin
embargo, del ámbito supersticioso, el eufemismo se extiende a áreas
expresivas relacionadas con el respeto a situaciones o actividades huma-
nas consideradas de carácter negativo. En resumen, el eufemismo es habi-
tual:
— En la expresión de creencias religiosas o supersticiosas.
— Ante cualquier situación social que se considere negativa. En especial,
la muerte, el dolor, el infortunio o la desgracia, en cualquiera de sus
posibles manifestaciones.
— En la expresión de funciones fisiológicas escatológicas o sexuales9.
En estos casos, los términos socialmente tabuizados, bien por creencias
(religiosas o supersticiosas) o por convenciones sociales (decoro o educa-
ción), se modifican o sustituyen por otros no estigmatizados mediante:
— Modificaciones, en las que la forma tabú queda disimulada de mane-
ra más o menos reconocible. Las encontramos en las expresiones ¡0AR
DIEZ! ‘por Dios’, _2EDIEZÐ ‘¡Rediós!’ ¡$IANTREÐ, _$IAÅOÐ, _$EMONTREÐ,
_$EMONCHEÐ, ‘diablo’, que se explican precisamente por las mismas
causas supersticiosas expuestas más arriba, o en LEÅE ‘leche’10, CONCHO
o COÅE ‘coño’11 (sin embargo, CONCHA en Argentina, vuelve a convertir-
se en tabú), AJO, CARAMBA, CÆRCHOLIS ‘carajo’, PUCHA ‘puta’, etc.
— Sustituciones, en las que la voz tabuizada se reemplaza por otro ele-
mento o locución que, en ese momento, no posea connotaciones nega-
tivas. Así, son sumamente abundantes los términos que en español,
como en tantas otras lenguas, designan al «espíritu maligno», que en la
tradición cristiana se representa mediante el demonio. Entre todas las
recogidas por Casas12 podemos destacar EL !NTICRISTO, EL žNGELCAÁDO ,

8
Tomamos la cita de Casas (1986: 26, n. 31).
9
Hace ya años que el profesor Manuel Criado del Val (1981) advirtió de la gran cantidad de
formas tabuizadas en el ámbito hispánico y la especial atención que debía prestarse a estos usos
en los medios de comunicación.
10
Tabú, en su quinta acepción: «En lenguaje grosero, semen».
11
Forma tabuizada en España, pero no en todo el mundo hispánico. Así, el $2!% reconoce
un significado «tacaño, miserable» en Chile y Ecuador.
12
Véase, Casas (1986: 24, n. 28).
490 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

"ELCEBË, LA"ESTIA, #ACHANO, ,UCIFER, EL-ALDITO, EL-AL½FICO, EL-ALIGNO,


EL-ENGUE, -EFISTO, -EFISTÆFELES, 0EDRO"OTERO, 3AT·N, 3ATAN·S, etc.
Dentro de este grupo podemos incluir las muy diversas maneras con las
que, en nuestra sociedad, se evita utilizar el adjetivo MUERTO (como QUEYANO
EST·CONNOSOTROS, DESAPARECIDO, AUSENTE, RECORDADO LLORADO, AÅORADO, etc.), o
las múltiples formas de aludir, de modo más o menos afortunado, a las fun-
ciones fisiológicas más comunes: HACERDELCUERPO SENTARSEENELTRONO HACER
MIS TUS SUS NECESIDADES OBRAR EVACUAR DEFECAR, etc. Y, sin duda, el área más
extendida y donde más cuidadoso hay que ser, si no se desea crear situaciones
equívocas, es en la expresión de todo lo relacionado con las relaciones sexua-
les o los órganos genitales, donde a menudo es difícil encontrar un antiguo
eufemismo que no se haya, a su vez, tabuizado posteriormente. A este respec-
to, hace ya años que el profesor Manuel Criado del Val (1981) advirtió de la
gran cantidad de formas tabúes existentes en el ámbito hispánico y la especial
atención que debía prestarse a estos usos en los medios de comunicación.
Pero, aunque las clases citadas sean las más representativas, continuamen-
te estamos generando también eufemismos de carácter socio-político. Lo fue
en su época la triste expresión DARELPASEO ‘ejecutar, durante la guerra civil’, y
lo son actualmente las denominaciones ELTERCERMUNDO o PAÁSESENVÁASDEDESA
RROLLO, para referirse a los países pobres, LA TERCERAEDAD o JUBILADOS por ‘viejos’,
DISCAPACITADOS por ‘subnormales’, SUBSAHARIANO por ‘hombre de raza negra (de
esa procedencia)’, o GLOBALIZACIÆN por ‘dominación político-económica’, y tan-
tos otros plenamente activos en nuestros medios de comunicación.

2.3. El contacto con otras lenguas


Acabamos de ver como los factores sociales condicionan la constitución
del léxico de una lengua. Nos queda por ver cómo pervive y se refleja en el
léxico la relación que unas culturas mantienen con otras —y con ellas, sus
respectivas lenguas. Otro de los aspectos básicos en la generación y amplia-
ción del léxico.
Efectivamente, toda lengua de cultura va incorporando a su léxico formas
procedentes de otras lenguas con las que ha mantenido un determinado con-
tacto, sea por localización geográfica, por relaciones políticas o comerciales
o por influencias de carácter cultural. Es frecuente, entonces, que unas len-
guas influyan sobre otras en aquellos aspectos en las que una de ellas es más
pujante13. Ya vimos, al hablar de la metonimia, que muchos términos comer-
ciales, de marinería o textiles tienen su origen en los lugares de los que estos
objetos proceden. En otros muchos casos, el objeto mantiene el nombre de su
lengua originaria, adaptándose, con distintos resultados, a la lengua que lo
incorpora.

13
Entendiendo que no es, realmente, a la lengua a la que debe calificarse de PUJANTE, sino a
la sociedad o grupo que la utiliza.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 491

Nos encontramos así ante el préstamo léxico, o palabra que una lengua
toma de otra, y que no pertenecía a su conjunto patrimonial.
Los criterios fundamentales para la consideración de un elemento como
un préstamo léxico son básicamente dos:
1. Que esté, efectivamente, arraigado en el idioma que lo recibe, y
2. que esté adaptado a la estructura fónica y gráfica de ese idioma,
Además, según este último criterio: su modo de adaptación, podemos dis-
tinguir, a su vez, entre:
A) extranjerismos,
B) préstamos aclimatados,
C) préstamos asimilados, y
D) calcos léxicos.
Veamos a continuación las diferencias entre cada uno de ellos.

a) Los extranjerismos

Los extranjerismos (o barbarismos) son palabras, o locuciones de un


idioma que se usan en otro, sin intento alguno de integración. Son formas
que no suelen recoger los diccionarios normativos. El $2!%, por ejemplo,
sólo incorpora las locuciones de origen latino que forman parte de nuestra
tradición cultural más arraigada: INALBIS, ADHOC, HONORISCAUSA, INILLOTEM
PORE, APOSTERIORI, y tantas otras (v. tabla 2 del anexo al tema, para las expre-
siones latinas más habituales). Frente al latín, sin embargo, son pocos los
préstamos de otras lenguas que encontramos en el $2!% sin que hayan sufri-
do alguna modificación y apenas ninguna locución. Podemos mencionar del
italiano DACAPO ‘vuelta al principio’, INPETTO, o PIAN PIANO ‘poco a poco, des-
pacio’, y voces simples como las formas alemanas BOCK ‘jarro de cerveza de un
cuarto de litro de capacidad’ o GNEIS ‘roca pizarrosa’, las francesas ANORAK
(< fr. ANORAK, y éste del esquimal) ARGOT, MAILLOT o FAGOT, o las inglesas BRANDY,
CLIP, CLUB, CLOWN ICEBERG o GOLF.
Sin embargo, el caudal de voces y locuciones extranjeras que actualmen-
te se ha introducido en nuestro idioma es inmenso y cubre prácticamente
todas las esferas de nuestra vida social14: tenemos algún «AFFAIRE» (fr.), gasta-
mos «ºGOGÆ» (fr.) ‘con alegría, en abundancia’, comemos una «BAGUETTE» (fr.),
un «SANDWICH» (ing.), una «PIZZA» (it.), en un BUFFET (fr.) o en un restaurante
«ºLACARTE». Además, necesitamos una «BABY SITTER», nos rodeamos de «BEAU

14
Para una recopilación de los extranjerismos más usados en español, pueden consultarse,
por ejemplo, del Hoyo (1988), o Gómez Torrego (1995) y, desde luego, el $ICCIONARIODELESPAÅOL
ACTUAL, de Manuel Seco ETAL. ($%!).
492 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

TIFULPEOPLE», compramos cosas en BLISTER, apuntamos en un BLOCK, sellamos


con papel CELLO15 de vez en cuando, se juega al BLACKJACK o al SQUASH, se hace
FOOTING, o se asiste a un HAPPENING, a un espectáculo de VARIET½S, con atracti-
vas VEDETTES, etc. , etc. En el anexo final al tema incorporamos otros muchos
ejemplos de estas formas.
El problema que plantean estas voces para el estudioso es, evidentemen-
te, múltiple y está directamente relacionado con los dos aspectos básicos que
destacamos más arriba para poder considerar a una determinada forma
como préstamo lingüístico: ¿están suficientemente arraigadas en nuestra len-
gua como para introducirlas en nuestros repertorios léxicos o son «aves de
paso» sujetas a modas momentáneas? y, si lo están, entonces ¿cómo van a
adaptarse a nuestra estructura lingüística? Desde luego, son aspectos que,
probablemente, no pueden solucionarse sin una visión histórica que permita
separar el grano de la paja, lo que permanezca de lo que caiga en el olvido. Es
un problema en el que se mezcla, por un lado, la tradición, siempre reacia a
cambios e intromisiones, y, por otro, la fuerza viva y creativa de la sociedad.
La experiencia lingüística parece indicar, sin embargo, que los esfuerzos aca-
démicos por adaptar formas como FËTBOL a BALOMPI½, o la grafía de WHISKY a
GÍISQUI han sido, en nuestro momento histórico, claramente infructuosos y
que, por otra parte, el no considerarlos en nuestros repertorios léxicos pro-
duce no poco desconcierto a la persona que intenta usar con propiedad la
forma que él considera más cercana para expresar ese concepto: probable-
mente, nadie dice ELECTROCHOQUE, o quiera comerse una *BAGUET, o enviar un
*CRISMAS (y no una felicitación de navidad) pero quizá tampoco sepa dónde
recurrir para escribir adecuadamente ELECTROSHOCK BAGUETTEo CHRISTMAS. Y así
parecen haberlo reconocido también los diccionarios de uso, que sí han
intentado incorporarlas, quizá por su deseo de acercarse a la realidad lin-
güística que se vive en ese momento (v., por ejemplo, en la tabla 4, del anexo
al tema, los extranjerismos incluidos en el $%!).

b) Los préstamos aclimatados

Los préstamos aclimatados son extranjerismos que no están plenamen-


te adaptados, y mantienen, por tanto, la forma gráfica de su lengua original,
aunque con alguna modificación que las adapta al sistema receptor:
BEST S½LLER, BËNKER, FËTBOL, G·NGSTER, R½CORD, S·NDWICH —todas ellas en el
$2!%— incorporan la tilde, pero mantienen estructuras silábicas inexis-
tentes en español. Están, por tanto, a medio camino entre el extranjerismo
y la plena adaptación. En nuestros ejemplos, una forma como G·NGSTER
mantiene plenamente su forma gráfica inglesa —con un grupo [ngst] impo-
sible en español— pero incorpora, sin embargo, la tilde, totalmente desco-
nocida en ese idioma. En este sentido, son los casos más complejos para el

15
Admitido como anglicismo también en el DRAE (2CELO).
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 493

usuario, dado que ni se adaptan a una lengua ni a la otra, y para su uso ade-
cuado hay que conocer, además, los criterios seguidos por la Academia para
su adaptación.
Préstamos que presentan esta doble peculiaridad, encontramos, en espa-
ñol, entre otros: ·LBUM (< fr. ALBUM16), BASQUETBOL (< basketball), BEST S½LLER
(ing. BEST SELLER), BISTEC (< ing. BEEFSTEAK), BËNKER (< ing. BUNKER y éste del al.
"UNKER), CLÆSET (< ing. CLOSET), K·ISER (< al. +AISER), KLISTRÆN (< ing. KLYSTRON
‘nombre comercial para un generador de microondas’), R½CORD (< ing. RECORD),
ROBOT (< ing. ROBOT y éste del checo ROBOTA), ROSBIF (< ing. ROASTBEEF), S·NDWICH
(< ing. SANDWICH), VERMUT (< al. WERMUTH), TUNGSTENO (< sueco TUNGSTEN) o ZINC
(< al. ZINK).

c) Los préstamos asimilados

Los préstamos asimilados (y también, integrados, o acomodados) son


aquellos que, efectivamente, se han adaptado plenamente a las reglas fóni-
cas y gráficas de la lengua receptora. Conforman, desde luego, la mayor
parte de las voces prestadas que se han incorporado históricamente a nues-
tro idioma, y las trataremos con más detenimiento al estudiar la composi-
ción del léxico español. Son, pues, formas en las que se ha perdido la con-
ciencia de «palabra prestada» y de las que difícilmente podríamos decir que
son préstamos si no conocemos su procedencia. Nos referimos a palabras
que consideramos «tan» españolas como BACALAO, BLANCO, COCHE, CHOTIS, PIS
TOLA, RANCHO, RATA o FLAN, y que, sin embargo, tienen procedencias muy diver-
sas y también fueron, en su día, extranjerismos. Incluso el término ESPAÅOL
nos vino dado. Así, puede sorprendernos descubrir que BACALAOprocede del
neerlandés antiguo BAKELJAUW(variante de KABELJAUW), que BLANCOnos viene
del alemán ant. BLANCK (‘blanco, brillante’), que COCHEes de origen magiar
(KOCSI, ‘carruaje’), que CHOTIS  PISTOLA RANCHO y RATA son también alemanas
(respectivamente, SCHOTTISCH ‘escocés’, PISTOLE, HRING ‘círculo, asamblea’ y
RATTA) o que FLAN es francesa (FLAN) y ESPAÅOL nos llega a través de la forma
provenzal ESPANHOL17.
A través de los préstamos asimilados pueden verse reflejadas, por tanto,
todas las influencias sociales, políticas y económicas que ha ido sufriendo
nuestra lengua a lo largo de su ya larga historia. Pero, además, las adapta-
ciones a las que cada forma ha sido sometida para integrarse al idioma per-
miten identificar también muchos de los procesos evolutivos a los que alu-
dimos más arriba, así como las tendencias analógicas más poderosas que
parecen regir nuestro sistema. De este último aspecto se ocupa, como diji-
mos, la gramática histórica; de su historia externa, ya nos hemos ocupado

16
Utilizamos el símbolo «<», con el valor ‘que procede de’, utilizado habitualmente en los
estudios etimológicos e históricos.
17
Podremos encontrar más ejemplos en el apartado 3.
494 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

brevemente en la primera parte de este curso. Nosotros volveremos sobre


ellas al estudiar la composición del léxico español (§ 3), y nos centraremos
entonces, únicamente, en mostrar los muy diversos orígenes de muchas de
las formas que consideramos propias de nuestro patrimonio cultural, y lo
haremos con el fin de resaltar la permeabilidad que siempre muestran los
sistemas lingüísticos, y su capacidad de adaptarse a las nuevas formas y
necesidades que le impone la sociedad, provengan de donde provengan, si
son consideradas de utilidad.

d) Los calcos léxicos

Los llamados calcos léxicos son extranjerismos que se acomodan al idio-


ma receptor no mediante la adaptación del significante sino mediante la tra-
ducción de su significado completo o el de cada una de sus partes. Son casos
como: AEROLÁNEAS (< ing. AIRLINES), AISLACIONISMO (< ing. ISOLATIONISM), ALZACUE
LLO (< fr. HAUSSE COL, aunque de origen neerlandés), BALOMPI½ (< ing. FOOTBALL),
BALONCESTO (< ing. BASKETBALL), BALONVOLEA (< ing. VOLLEYBALL), BURGOMAESTRE
(al. "ÍRGERMEISTER), COSMOVISIÆN (< al. 7ELTANSCHAUUNG), DERECHA (política)
(< fr. DROITE), DISCAPACITADO (< ing. DISABLED), ENTREDÆS (< fr. ENTRE DEUX), ENTRE
TENIDA2 (< fr. ENTRETENUE), FIN DESEMANA (< ing. WEEK END), FRANCOTIRADOR
(< fr. FRANC TIREUR), GENTILHOMBRE (< fr. GENTILHOMME), MARCAPASOS (< ing. PACE
MAKER) o MONTACARGAS (< fr. MONTE CHARGE).

Convivencia de varias posibilidades

Como se ha podido apreciar, el grado de asimilación a la lengua es una


escala bipolar que se organiza entre dos extremos: la forma plenamente
extranjera y el calco, es decir, la forma creada mediante palabras ya existen-
tes en el idioma, desechando la incorporación (adaptada o no) de un nuevo
término. Pero frecuentemente, en especial, en el caso de las formas de más
reciente incorporación o de las más populares, conviven varias posibilidades,
sin que la presión académica o preceptiva haya podido imponer la forma
seleccionada. Y así, pueden encontrarse, indistintamente, COGNAC, COÅ·C, o
COÅ·; ESMOQUIN - SMOKING, FËTBOL, FUTBOL, BALONPI½, VOLEIBOL y BALONVOLEA (e
incluso sus originales, FOOTBALL, y VOLLEYBALL , o YOGHOURT - YOGHURT - YOGURT -
YOGOURT - YOGUR18 (v. las variantes incluidas en las tablas de extranjerismos
anexas al tema).
En cualquier caso, los préstamos representan, sin duda, un nuevo reto
para el traductor, que deberá valorar, además, el grado de aceptación que el
préstamo ha adquirido en la lengua, la extensión de unas u otras posibilida-
des y hasta qué punto tendrá que buscar o no términos más patrimoniales
que lo reemplacen.

18
Todas ellas posibilidades gráficas recogidas en el $%!.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 495

2.4. El concepto de neologismo


Por neologismo se entiende la palabra o expresión de nueva creación que
pasa a formar parte de una lengua, en cualquiera de sus ámbitos de uso.
En teoría, el neologismo puede provenir, tanto de la incorporación de
una forma extranjera, como de la creación de un nuevo término creado en la
propia lengua (recordemos ACORDEÆN, o BANDONEÆN, por ejemplo), o de nue-
vas acepciones para voces ya existentes. Sin embargo, parece haberse espe-
cializado el término para designar a las nuevas creaciones que parten del
propio idioma, reservando la forma PR½STAMO o EXTRANJERISMO para las prove-
nientes de otras lenguas. Con todo, en algunas voces de reciente incorpora-
ción pueden plantearse ciertas dudas: BRICOLAJE, por ejemplo, que la Acade-
mia adapta del francés BRICOLAGE en la edición de 1992, genera BRICOLAJEAR y
BRICOLAJERO, que podríamos considerar neologismos formados a partir de un
préstamo ya integrado en el idioma; pero ¿qué ocurre con ZAPEAR, o CHA
TEAR19? ¿y los derivados, cada vez más familiares, ZAPEADOR, ZAPINADOR, ZAPEO
o CHATEO? No estableceremos, pues, una distinción estricta entre ambos con-
ceptos, admitiendo como neologismo su definición más amplia. Sin embar-
go, puesto que ya hemos aludido con cierto detenimiento a la incorporación
extranjera, nos ocuparemos ahora de las nuevas creaciones que genera el
propio idioma20.
En general, ante el neologismo, la postura académica varía en función de
su origen y del destino para el que se haya creado. Veámoslo expuesto en las
palabras del profesor Julio Casares, respecto de su consideración y uso en la
redacción de diccionarios (Casares, 1992: 152):
En cuanto al empleo de neologismos en las definiciones, hay que hacer
una distinción importante, según se trate de definir términos técnicos o
vocablos de la lengua común. Si la penicilina, la estreptomicina y otros
productos cuya acción sobre el organismo obedece a un proceso semejan-
te se han agrupado bajo la denominación común de antibióticos, no se ve
inconveniente, sino ventaja, en usar este neologismo en las respectivas
definiciones, puesto que una vez explicada en el Diccionario la significa-
ción de «antibiótico», de la cual se deduce la naturaleza y eficacia de los
productos así llamados, no será necesario repetir esa explicación cada vez
que se trate de uno de ellos. [...]
No sucede lo mismo si en la definición de un vocablo propio de la len-
gua común se introducen neologismos recientes que aún no se han despe-
gado del ambiente en que nacieron. Posibilitar, por ejemplo, nos recuerda a
cierta etapa parlamentaria y hasta nos trae a la imaginación la figura del
orador que más se complacía en usar ese verbo. Escribir, pues, actualmen-
te «también se usa el bicarbonato para posibilitar la cochura de los garban-
zos duros» sería provocar un efecto cómico por desplazamiento.

19
Claros homónimos recientes de los muy distintos ZAPEAR y CHATEAR recogidos por el $2!%.
20
Para los ejemplos seguimos algunos de los propuestos por Gómez Torrego (1995).
496 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Por tanto, entre las nuevas creaciones que, aunque todavía no se han
incorporado en el $2!%21 por ser de carácter científico o técnico, no parecen
presentar discusión alguna, podemos citar:
— Las denominaciones de nuevos materiales, como AGLOMERADO, EXTRU
SIONADO, POLIVINILO, POLIESTIRENO, POLIETILENO, POLIURETANO, POLICARBONATO,
POLI½STER, SINTASOL, etc. o situaciones relacionadas con éstos, como ALU
MINOSIS
— Los términos médicos o relacionados con el área de la salud: ANTIDE
PRESIVO, ANTIHISTAMÁNICO, AUTOCONTROL, AUTOESTIMA, BIOTECNOLOGÁA, BRON
CODILATADOR, CLORAR (y, de ahí, CLORACIÆN), DESVITALIZAR ‘inutilizar un ner-
vio’, HIPOALERG½NICO, NEONATO ‘recién nacido’, LIPOSOLUBLE, LUDOPATÁA (y
LUDÆPATA), MELANOMA, SADOMASOQUISMO, SEROPOSITIVO, SONOTONE (marca
comercial de audífonos), SODOMIZAR, SUDORACIÆN, TENDINITIS, TÆPICO
(USO) ‘externo’, VITÁLIGO, etc.
— Términos relacionados con las nuevas tecnologías informáticas y de
telecomunicación: COMUNICACIÆN AUDIOVISUAL, CABLEAR (edificios),
ESCANEAR, DIGITALIZAR, IMPLEMENTAR, INICIALIZAR, INTERACTIVO, REINICIALIZAR,
TEL½FONÁA MÆVIL (y, de ahí, MÆVIL), REALIDAD VIRTUAL, VIDEOCONFERENCIA, VIR
TUALIZAR,...
— Aspectos relacionados con la televisión o el cine: ESTATUILLA ‘trofeo’,
NOMINAR ‘proclamar, proponer oficialmente’ (y, de ahí, NOMINACIÆN),
ÆSCAR (con plural ÆSCARS), POSITIVAR ‘obtener el positivo de una imagen
fotográfica’, VIDEOCLIP, VIDEOJUEGO, TELECINE, TELECOMEDIA, TELEJUEGO, TELE
MANDO, TELETEXTO,...
— Aspectos relacionados con el deporte: ALEVÁN ‘jugador de la categoría
de infantiles’, ALIRÆN, BLOCAJE, CALENTAR ‘desentumecer’, y CONGELAR ‘ralen-
tizar’, ESPRINTER, IGUALADA ‘empate’, PARAPENTE, PICHICHI, PARAOLIMPIADA,
PAROLÁMPICO (y también, PAROLIMPIADA, PAROLÁMPICO),..
— Términos relacionados con cuestiones económicas, sociales, políti-
cas y administrativas: ACUERDO MARCO, ACTIVISMO (POLÁTICO), AGUJERO
‘déficit’, BUROCRATIZAR, CONTRATO BLINDADO, ENDOGAMIA, ECUATOGUINEANO,
FRANQUICIA, FUNDAMENTALISMO, GLOBALIZACIÆN ‘integración’, INGENIERÁA
FINANCIERA, MULTILATERAL, PLATAFORMA (REIVINDICATIVA), REINSERCIÆN (SOCIAL),
SANEAR ‘mejorar la economía’), SUBPRODUCTO, SUBSAHARIANO, VIABILIZAR,...
— Referencias a las innovaciones en el mundo del automóvil: AIRBAG,
APOYABRAZOS (también, REPOSABRAZOS), APOYACABEZAS, ANTINIEBLA, AUTOLA
VADO, ELEVALUNAS, GRIPARSE ‘agarrotarse’ (y, de ahí, GRIPAJE), MULTIGRADO
(ACEITE),...

21
Aunque, probablemente, sí las incorpore en su muy próxima nueva edición, y que ya han
sido recogidas, por ejemplo, en el $%!.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 497

— Nuevos aspectos de la vida diaria: CINTURÆN ‘circunvalación’, MAREA


NEGRA, MOPA, OPERACIÆN SALIDA (y, consecuentemente, OPERACIÆN RETOR
NO), PANELAR (PANELADO, PANELABLE), RADIOTAXI, MICROONDAS (HORNO),
CARRIL BUS, MINICADENA, SECADORA, GAMA BLANCA, CALENTADOR, VITROCER·
MICA, YOGURTERA, etc. Y dentro de este grupo podríamos incluir tam-
bién los términos relativos a nuevas profesiones, como AUTOBUSERO,
BUTANERO, GASOLINERO, y, de ahí, BINGUERO, BRICOLAJERO; a nuevas pren-
das: DEPORTIVAS, ESQUIJAMA, PANTI, SLIP (o ESLIP, y SALVASLIP, SALVAESLIP),
etcétera.

A todos los cuales, sin duda, podríamos añadir muchos más.

Otro importante grupo de neologismos se corresponde con términos o


nuevas acepciones que se han ido incorporando a la vida diaria como usos
habituales de muy diversa índole y que son comúnmente aceptados y utili-
zados. De nuevo, no parecen suscitar mayores controversias para ser acep-
tados. Entre los muchos posibles, podemos recordar: ACELERARSE ‘ponerse ner-
vioso’, ADELGAZANTE, AGLUTINADOR, AGRESIVO ‘emprendedor’, ANTIARRUGAS,
ANTIBALAS, BAREMAR, BIRRIOSO, BLOQUEARSE ‘paralizarse mentalmente’, BUENÁSI
MO (en detrimento de BONÁSIMO), COMPAGINAR ‘hacer compatible’, COMPIN
CHARSE ‘confabularse’, CONDICIONAR ‘influir’, CRIMINALIZAR ‘responsabilizar a
alguien de actividades criminales’, DESCLASADO ‘marginado’, DESCONECTAR ‘ale-
jar la mente de una actividad’, DESDRAMATIZAR, ENERVAR ‘poner nervioso’, FAN
TASMADA ‘bravuconada’, FUERTE ‘impactante’, GOLOSO ‘apetecible’, GRATIFICANTE
(en detrimento de GRATIFICADOR), INCONVENIENTE ‘socialmente incorrecto’ (tam-
bién, INCOVENIENCIA ‘incorrección’), INSTRUMENTALIZAR, INUSUAL ‘insólito’, LAGU
NA ‘olvido’, MALEABLE ‘dócil’, MASAJEAR ‘dar masajes’, MERCADILLO, METEÆRICO
‘muy rápido’, MOTIVAR ‘estimular’, NUEVÁSIMO ‘poco usado’ (frente a NOVÁSIMO
‘novedoso’), OBVIEDAD ‘evidencia’, OSCURANTISMO ‘secretismo’, SUPERM·N
‘superhombre’, o TESITURA ‘situación’.

Un tercer grupo de neologismos es el que representan las formas de


carácter más popular o jergal y con claras connotaciones expresivas: (ESTAR)
ACHUCHADO ‘con problemas’, ACLARARSE ‘poner en claro las propias ideas’, (DE)
ALUCINE ‘impresionante’, CACHARRAZO ‘choque fuerte’, CACHAS ‘robusto, forni-
do’, PONER A CALDO ‘reprender’, (DAR o METER) CAÅA ‘acelerar’, CAROTA ‘cara
dura’, CHORICEAR ‘robar’ (y, de ahí, CHORICEO, CHORIZADA), CHUTARSE ‘inyectarse
droga’, (LLEVARLO o TENERLO) CRUDO ‘difícil’, CURRELE ‘trabajo’ (también CURRELO y
CURRELAR), EMPANADA (MENTAL) ‘confusión’, ENROLLARSE (BIEN o MAL) ‘relacionar-
se’, ESCOÅAR ‘romper’, GUAPERAS ‘quien presume de guapo’, GUAY ‘estupendo’,
(UN) MARRÆN ‘cosa molesta’, (COMERSE UN) MARRÆN ‘cargar con las culpas’,
PAPELÆN ‘asunto enojoso’, PARIDA ‘tontería’, PASADA ‘algo muy bueno’, ROLLO
‘asunto’ (también ‘persona pesada’, ‘aventura amorosa’), ROQUERO (también
ROCKERO), TRANCA ‘resfriado’.

Por último, un cuarto grupo lo conforman neologismos, más o menos


extendidos, cuyo uso unos autores admiten y otros aconsejan sustituir por
498 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)


las formas cercanas más convencionales22. Así, ABOCHORNANTE (BOCHORNO


SO), ACREDITACIÆN (CREDENCIAL), ANTEËLTIMO (PENËLTIMO), CABEZONERÁA
  
(CABEZONADA), CIENTIFISMO (CIENTIFICISMO), CIENTIFISTA (CIENTIFICISTA), CON
  
CRETIZAR (CONCRETAR), CONDUCTUAL (DE LA CONDUCTA), DECIMOPRIMERO (
 
UND½CIMO), DECIMOSEGUNDO ( DUOD½CIMO), EJEMPLARIZANTE ( EJEMPLAR), EPA
  
TAR ( ASOMBRAR, MARAVILLAR), EPATANTE ( ASOMBROSO), SPÆNSOR23( PATROCI
 
NADOR), ESPONSORIZAR ( PATROCINAR), HISPANÆFONO ( HISPANOHABLANTE),
  
NORESTE ( NORDESTE), PERSIANERO ( PERSIANISTA), PRIORIZAR ( DAR PRIORIDAD),


SINTOMATOLOGÁA ( LOS SÁNTOMAS), SOBREDIMENSIONAR (EXAGERAR, DESORBITAR),
 
TRAVESTI o TRAVESTÁ ( TRAVESTIDO), UNIFORMIZAR ( UNIFORMAR, DAR UNIFORMI

DAD), o VITALIZAR ( VIVIFICAR).
Estamos, por supuesto, ante un apasionante tema de constante debate
entre aquellos que defienden una estricta selección de los términos que se
adoptan y quienes aceptan actitudes más abiertas a los nuevos modos de
designar. Sin duda, el lingüista se encara a estas cuestiones, al menos, desde
tres vertientes: como profesional que entiende la evolución social y lingüísti-
ca, como preceptor y custodio del buen uso de su lengua, y como individuo,
que puede estar de acuerdo o no con la moda o la hegemonía vigentes. Que
estos nuevos hábitos puedan (o deban) eliminarse del uso o, al contrario, lle-
guen a afianzarse en el idioma, siempre será una incógnita para el hombre
contemporáneo.

3. LA COMPOSICIÓN DEL LÉXICO DEL ESPAÑOL

Ya se ha visto, en morfología, la estructura interna de la palabra españo-


la como elemento funcional, y, en semántica, como elemento significativo.
Nos acercaremos ahora a ella desde una perspectiva externa, meramente des-
criptiva, que nos permita conocer mejor cómo se ha ido configurando el léxi-
co del español. Por otra parte, estamos ya en condiciones de valorar el grado
de asimilación que han adquirido en nuestra lengua los préstamos heredados
de otras, que, como ya sabemos, está íntimamente ligado a su historia: los
términos más antiguos están siempre más integrados, y aquellos que se trans-
miten por escrito sufren menos desgaste que los sujetos a un intenso uso oral.
En este apartado, como anunciamos al hablar de los préstamos integrados,
nos limitaremos a mostrar los muy diversos orígenes de muchas de las for-
mas que consideramos hoy propias de nuestro patrimonio cultural.
No dedicaremos mas atención a los latinismos, que, como sabemos, cons-
tituyen la base de las lenguas romances, y ya se aludió a ellos al tratar las

22
Las formas que presentamos como ejemplo son usos registrados en el $%!, pero que son
reconvenidas por Gómez Torrego. Incorporamos entre paréntesis la forma que propone este
autor como la adecuada, y que, por otra parte, suele ser siempre coincidente con la forma a la
que el $%! remite.
23
El $%! no incluye la forma ESPÆNSOR.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 499

locuciones y fórmulas fijas que han pervivido en nuestra cultura, o al estudiar


las transformaciones que sufrieron a lo largo de la historia. Sí considerare-
mos, por el contrario, las lenguas que han ejercido mayor influjo sobre nues-
tro léxico.
Sin embargo, si observamos en el anexo el cuadro de las lenguas consti-
tutivas del léxico español, tal y como lo presenta la Real Academia24 (tabla 3),
podremos entender que los próximos apartados no pueden constituir sino un
rápido boceto de todo lo que nuestro léxico esconde. Remitimos al alumno
interesado a nuestras propias fuentes.

Helenismos
Muchos de los términos de origen helénico de nuestro idioma nos llegan
ya a partir del latín, dado el influjo cultural que Grecia tuvo siempre sobre
Roma, por lo que cubren todos los ámbitos de la vida sociocultural y política.
Además, la influencia de esta lengua en la ciencia y la filosofía medievales y
la creación de compuestos para los neologismos han motivado el que hayan
continuado introduciéndose en nuestro acervo cultural multitud de helenis-
mos que todavía hoy siguen plenamente vigentes. El $2!% reconoce casi
cuatro mil trescientas25 voces de origen griego en español.
El profesor Rafael Lapesa considera entre las incorporaciones más anti-
guas al latín formas como OR½GANO, JIBIA, BAÅO, C·MARA, BODEGA (< apotheca,
que también nos dejó BOTICA) o ·NCORA (y ANCLA); de symphonia nos llegó la
ZAMPOÅA o ZANFOÅA; y muchas de las voces relacionadas con la filosofía y la
literatura, como IDEA FANTASÁA FILOSOFÁA MËSICA POESÁA MATEM·TICA TRAGEDIA
COMEDIAESCENA RITMO ESCUELA y PEDAGOGO.
Por ser, en general, bien conocidos e identificables, en especial, en los cul-
tismos, no haremos una enumeración exhaustiva. Baste recordar algunas
otras palabras, que de un modo u otro, proceden del griego y que hoy nos
siguen resultando familiares:
— Referidas a plantas o términos botánicos: ACELGA (a través del árabe),
ANACARDO ANÁS B·LSAMO CEDRO ½BANO EUCALIPTO GERANIO GLICINIA JACIN
TO  JENGIBRE L·UDANO LIQUEN LIRIO MARGARITA MEMBRILLO MIRRA MIRTO
NARCISO NARDO OPIO ORQUÁDEA P½TALO PL·TANO R·BANO S·NDALO S½SAMO
TR½BOL TUYA etc.
— Referidas a animales: ·CARO ARAÅA ANCHOA ANFIBIO ANTÁLOPE ARTRÆPO
DO DELFÁN DROMEDARIO FOCA HIENA JIBIA (y también SEPIA), JUREL LINCE
MASTODONTE OFIDIO ONAGRO PARDAL PULPO SEPIA TIGRE, etc.26

24
Tomado y adaptado de la versión electrónica del DRAE, de 1995.
25
En concreto, 4. 296 voces.
26
Y, por supuesto, muchos de los términos que se refieren a clases biológicas, tanto zoológi-
cas como botánicas.
500 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

— Muy habituales en medicina y fisiología: ANESTESIA  ANOREXIA AORTA


ARTERIA B·LSAMO ESTERNÆN FARMACIA FISIOLOGÁA GASTRITIS GANGLIO GLAUCO
MA  GLËTEO HIPÆFISIS LARINGE OFTALMOLOGÁA ÆPTICO PERON½ PÆLIPO PUL
MÆN QUISTE SÁNTOMA TIFUS o TÁMPANO nos pueden servir de ejemplo.
— Se extienden a todos los terrenos de la vida sociopolítica: ANFITEATRO
ARCHIVO  ARISTOCRACIA ATENEO BIBLIOTECA ESCUELA IDIOMA JERARCA LICEO
MANICOMIO METRÆPOLI MONARQUÁA OLIGARQUÁA TIRANÁA,...
— En filosofía, estética, creencias y estados anímicos: ANODINO ANOMALÁA
ANÆNIMO APOTEOSIS ARCAICO ARC·NGEL ARMONÁA DI·LOGO EST½TICA ½XTA
SIS HIPÆTESIS ÁDOLO IGLESIA IRONÁA LACÆNICO MANÁA M½TODO MITOLOGÁA
MONOTONÁA PAT½TICO POL½MICA PROFETA TEOLOGÁA TEORÁA TESIS  o UTOPÁA.
— En retórica, literatura y arte, prácticamente todas las figuras retóricas
poseen nombres de influjo griego, además, ANTOLOGÁA APÆCRIFO ARMO
NÁA  GLOSA GRAM·TICA MELODÁA MËSICA PAR·BOLA PROGRAMA PRÆLOGO
PROTOTIPO RITMO SÁLABA SÁMBOLO SINTAXIS SINFONÁA SINTONÁA o TONO
— En todos los ámbitos de la ciencia: ·NGULO ·NODO ARCHIPI½LAGO ATMÆS
FERA BACTERIA GRAFITO H½LICE HIDR·ULICA JASPE MANÆMETRO OCTAEDRO (y
restantes poliedros), PETRÆLEO PRISMA ROMBO SEÁSMO SIMETRÁA TOPACIO
YESO YODO ZAFIRO ETC además de los nombres de las ciencias mismas:
ARITM½TICA ARQUEOLOGÁA ARQUITECTURA ASTRONOMÁA GEOGRAFÁA GEOMETRÁA ,
y tantas otras.
— Y en otros muchos terrenos de la vida diaria: ·NFORA  ·RABE AROMA
ARRAS BLASFEMAR(y también LASTIMAR ½XODO GIMNASIO IDIOTA N½CTAR
OASIS  ORGÁA PEDAZO PERIPECIA PIRATA PIROPO PLINTO PODIO POL½MICO
PR·CTICO  SANDALIA SEM·FORO SIBARITA SÁNCOPE SIRENA T·CTICA TRICICLO
ZONA ZUMO etc.

Germanismos
También los germanismos se introducen desde antiguo en nuestro léxico,
la mayor parte a través del latín, otros a través de otras lenguas romances. En
cualquier caso, su número es considerablemente menor que el de helenis-
mos27, si bien, también se presentan absolutamente integrados en el sistema,
y, de nuevo, de muy diversos ámbitos:
— Del gótico, las formas más usuales en española son: ALBERGAR ALEVE AYO
BANDA‘grupo de gente armada’, BERGANTE BREGAR‘luchar, reñir’, BROTAR
CARPA‘pez de agua dulces’, CASTA CUNDIR‘llenar, dar de sí’, DESTACAR ESCO
TE ESPÁA ESPITA ESQUILA ESTACA GAITA GANSO GUARDIA REO RUECA SAYÆN
TAPA TREGUA UFANO

27
El $2!% recoge 321 formas de origen germánico, entre todas las épocas (gótico, germáni-
co y alemán, en el árbol de lenguas de la tabla 3).
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 501

— Del germánico28 nos han quedado, para designar actividades: ABAN


DONAR  ALOJAR  BLANDIR  BOTAR  ESCANCIAR  ESQUIVAR  GANAR  RAPAR  RASPAR
TALAR; como referencias al armamento o a la guerra: ALABARDA  ARCA
BUZ BOTÁN GUERRA YELMO clases sociales y oficios: BARÆN BEDEL CAM
PEÆN CHAMBEL·N MARISCAL RANGO VISIGODO; en vestimenta y artesanía:
BANDA ‘cinta’, BASTIR BORDAR BRUÅIR ESMALTE FALDA FIELTRO GUANTE TOA
LLA o VENDA, pero encontramos sólo una referencia al cuerpo humano
digna de mención: TETA. Como designaciones a muy diversos utensi-
lios ARPA BANCO ‘asiento’, DARDO  FACISTOL FRASCO GRAPA JABÆN SOPA
RAMPA TAPÆN. Son pocos los términos marinos, de los que podemos
destacar BOYA; pocos también las voces para animales, plantas o
minerales: BISONTE GARAÅÆN GUALDA@HIERBA TURBA WÆLFRAM (o WOLFRA
MIO); y para sensaciones o calificativos: CALAMBRE GRIMA FRANCO FRES
CO RICO.
— Por último, del alemán se mantienen gran cantidad de términos rela-
cionados con la química: ASPIRINA BARBITËRICO BENCINA BISMUTO BLEN
DA CINC (también ZINC), COBALTO CUARZO ESPATO FELDESPATO LEBERQUISA
NÁQUEL o VASELINA son buenos ejemplos de ello. Por lo demás, los prés-
tamos se extienden por amplias zonas de significado: ya hablamos de
ACORDEÆN, BANDONEÆN, a los que se puede añadir PÁFANO. Por su uso
común, podemos recordar BIGOTE BOGAR C·RTEL ‘agrupación de personas
con fines ilícitos’ (también CARTEL), CHOTIS  PISTOLA SAGA ‘leyenda’ o
VERMË (también VERMUT).

Arabismos

Después del elemento latino y griego sabemos que es el árabe el que más
ha influido en español. La Academia documenta casi mil trescientas formas
de origen árabe, de las que hemos seleccionado algunas de las más frecuen-
tes (v. anexo al tema, tabla 6).
Si observamos las voces que allí presentamos, podemos apreciar, como
destaca el profesor Lapesa (1980: 140), que mientras abundan los términos
relativos a la guerra (ADARGA MILICIA ALC·ZAR ALCAZABA ATALAYA BODOQUE CANA
NA  HAZAÅA MAMELUCO RAZZIA REBATO , REH½N, etc), a fauna (ALACR·N  ALAZ·N
ALCARAV·N, ALCOT·N  AC½MILA C·RABO JABALÁ ), flora (ACEITUNA  ACELGA ACÁBAR
ADELFA  ALBAHACA ALBARICOQUE ALCAPARRA ALCARAVEA BERENJENA  ), las labores
agropecuarias (ALCUBILLA, ACEITE, ACEQUIA, ADOR, ALJIBE, NORIA RABAD·N), vivienda
y enseres (AJUAR ALACENA JOFAINA VALIJA), y construcción (ADOBE ADOQUÁN ALF½I
ZAR  ALICATAR  AZOTEA AZULEJO FALLEBA  y la organización política y urbana
(ADUANA  ALBACEA ALBAÅAL ALBAR·N ALCAICERÁA ALCAIDE ALCANCÁA ALMAC½N
BARRIO GABELA MARCHAMO QUILATE, etc.), sin embargo, son poco frecuentes los

28
Lengua indoeuropea de los pueblos germanos, de la que se derivaron, posteriormente, el
nórdico, el gótico, el alemán, el neerlandés, el frisón y el anglosajón.
502 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

calificativos (como BALADÁ, MACABRO MEZQUINO y BALDÁO y los referidos a acti-


tudes anímicas. El mismo autor lo explica como sigue:
En el léxico español de procedencia arábiga escasean palabras referen-
tes al sentimiento, emociones, deseos, vicios y virtudes. La religión cristia-
na, apoyaba los términos latinos, y el arabismo, cuando lo hubo, consistió
en prestar alguna acepción nueva.
Se limitan, entonces, a las expresiones ruidosas de alegría (ALBOROZO, ALBO
ROTO CARCAJADA y, actualmente, ALGARABÁA —originariamente, ‘natural de Ara-
bia’, o ‘lengua árabe’) o a salutaciones ceremoniosas (ZALEMA de donde pro-
ceden ZALAMERÁA y sus derivados.

Galicismos
Otra importante aportación de préstamos viene del francés. Desde los
siglos XII y XIII y hasta principios del XX podría decirse que el flujo ha sido
ininterrumpido, hasta ser sustituido por la influencia anglosajona. De ahí
que, de nuevo, nos encontremos con un gran número de elementos léxicos
que, o bien proceden de esa lengua, o bien llegan a nosotros a través de su
influencia. El $2!% reconoce casi dos mil préstamos de esta lengua romance.
Frente a las vistas hasta ahora, y dado que muchas de las aportaciones son
relativamente recientes, nos encontramos, por primera vez, con préstamos
que no han sido todavía plenamente asimilados a las estructuras de nuestra
lengua, por lo que, como vimos al estudiar los préstamos, las vacilaciones se
mantienen en frecuentes ocasiones. Puesto que los préstamos no asimilados
ya se trataron en su momento, incorporamos en el anexo al tema (tabla 7)
algunos en los que ya parece haberse perdido la conciencia del «préstamo»,
eliminando muchos en los que todavía podemos intuir su origen. En las
tablas de extranjerismos (tablas 4 y 5), al contrario, podemos encontrar algu-
nos en los que todavía se mantiene dicha dualidad. Además de la multitud de
formas referidas a aspectos militares o bélicos (ARCABUZ  ARN½S ARTILLERÁA
BATALLA  BAYONETA FLECHA FLORETE FUSIL METRALLA REVANCHA , etc.), es también
notoria su influencia en las modas y la indumentaria en general (ASTRAC·N
BASTÆN BIRRETE BLUSA CASACA CHAL LEVITA LIBREA MITÆN PANTALÆN PANTUFLO  y
el propio término MODA), así como en los materiales textiles (ARPILLERA CRETO
NA FRANELA MOQUETA PANA PELUCHE PERCAL PIQU½ etc.) y los términos referi-
dos a transportes (CABRIOL½ CAMIÆN CAMIONETA FURGÆN MOTOCICLETA TREN ,...),
usos domésticos (BAËL  BURLETE BURÆ CÆMODA CHIMENEA DUCHA MARMITA
MOBILIARIO, PERSIANA, etc.), o gastronomía (BANQUETE BOMBÆN COMPOTA CON
FITURA  CONSOM½ CROQUETA FLAN GALLETA JAMÆN MERENGUE PISTACHO POTAJE
PUR½ o VIANDA).

Italianismos
También la relación histórica entre España e Italia ha sido intensa, en
especial, a partir del siglo XV, por lo que también son abundantes los présta-
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 503

mos recibidos de esta lengua. Representan, sin embargo, menos de la mitad


de los aceptados del francés (el $2!% incluye apenas seiscientos) y, en gene-
ral, se distribuyen en áreas de significado más específicas. No faltan, desde
luego, términos relativos a las actividades militares y bélicas (ATACAR  BALA
BARRICADA  BASTIÆN BICOCA CASAMATA CENTINELA o CIUDADELA), o al comercio
(BANCARROTA  CANJEAR  COMANDITA MERCANCÁA ), pero destacan, sobre todo, la
marinería (ADRIZAR AMURAR ARSENAL BERGANTÁN BOGAR BRËJULA D·RSENA DESGUA
ZAR FRAGATA GÆNDOLA VIGOTA), y, especialmente, las artes (en pintura: ACUARELA
BOCETO BROCHA CARICATURA ESCORZO ESFUMAR, en teatro: ATREZO BUFO CAMERINO
COLISEO MUTIS PALCO PAYASO, en literatura: CUARTETA ESTRAMBOTE NOVELA SONE
TO). Pero una de las zonas del léxico en la que se centra más la influencia del
italianismo es, sin duda, en lo que también ha despuntado más su influencia
cultural: la música. Son innumerables los términos musicales tomados del
italiano, en muchos de los cuales todavía se mantiene la conciencia de su ori-
gen, aunque la adaptación al sistema lingüístico del español sea, en la mayor
parte de los casos, irreprochable. Así: ADAGIO ALEGRETO ALEGRO ANDANTE APOYA
TURA ARIA ARPEGIO BARCAROLA BATUTA CANCIONETA CANTATA CAVATINA CODA CON
TRALTO DACAPO DIVERTIMENTO DËO ESPINETA FERMATA FLORITURA FORTEPIANO FUSA
IMPOSTAR  LIBRETO MINUETO MORDENTE OCARINA OPERETA PARTITURA PAVANA
PIANO  PIZZICATO RITORNELO ROMANZA SERENATA SOPRANO TENOR  TR½MOLO TRINO
TROMBÆNo VIOLONCHELOtambién VIOLONCELO).

Americanismos

El descubrimiento de América constituye, como sabemos, un antes y un


después para el futuro de nuestra lengua, y la adopción de los nuevos térmi-
nos vino emparejada con la incorporación de esos nuevos referentes. El pro-
pio Colón introduce ya términos taínos en su Diario:
Cuando iban a tierra con los navíos salieron dos almadías o CANOAS, y
como vieron que los marineros entraban en la barca y remaban para ir a ver
el fondo del río [...], huyeron las CANOAS29.

Y el naturalista Fernández de Oviedo utiliza más de quinientos america-


nismos en sus descripciones de la flora, la fauna y las nuevas etnias. Sin
embargo, el profesor Lapesa advierte:
... Viendo las largas listas de palabras que nutren los diccionarios de
indigenismos publicados en los últimos ciento cincuenta años podría sacar-
se la impresión de que el contingente amerindio tiene en el léxico de Hispa-
noamérica importancia muy superior a la real; pero en gran parte se refie-
re a técnicas agrícolas o artesanas, vestido y costumbres que van
desapareciendo o están limitados a la población india; muchos indigenis-
mos sólo viven en una comarca o provincia, ignorados en el resto del país
respectivo. (/PCIT: 557).

29
Tomamos la cita de Quilis ETAL. (1989: 418).
504 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Efectivamente, en el $2!% se incluyen casi novecientos términos de esta


procedencia, que distribuidos entre las veintinueve lenguas que recoge no
parece un número excesivamente significativo. Esto se reduce cuando consi-
deramos las voces que, efectivamente, mantienen cierta vigencia en la actua-
lidad. Sin embargo, las plenamente incorporadas no sólo lo están en español,
sino que, a partir de él, se incorporaron también a las restantes lenguas euro-
peas. Destaquemos los casos más notables:
— Como voces generales, el $2!% incluye, entre otras: CAUCHO  CEIBA
2
CHICHA CHIRIMOYO PATATA TUC·N;
— del aimara reconoce catorce, entre las que destacamos: ALPACA ‘ani-
mal’ COCA, y CHINCHILLA;
— del antillano: BARBACOA BOHÁO CAYO GÍIRA MACUTO, y MAGUEY;
— del arahuaco: 1GUAJIRO GUAYABA IGUANA MANATÁ MANGLE TAÁNO;
— del araucano, a pesar de los ciento veintiún términos recogidos, ape-
nas se reconocen bien BOLDO y MAPUCHE;
— del azteca, se mantienen en el español estándar OCELOTE y OCOTE;
— del caribe podemos destacar: ABOCADO ‘aguacate’, BATEY  BEJUCO BIJA
BONIATO CABUYA CACIQUE CAOBA COLIBRÁ CURARE GUASA GUATEQUE LORO
MACANA MANATÁ MANGLE PAPAYA PIRAGUA SABANA YARE;
— del cumanagoto se incorporan a nuestra lengua BUTACA y MICO;
— de la Guayana el $2!% sólo recoge MARABUNTA;
— del haitiano: GUACAMAYO, JEJ½N o YUCA;
— de la lengua india de Norteamérica, sólo se menciona la CATALPA del
iroqués la ARALIA, del maya nos queda CIGARRO, y del pamue, el EMBERO
— del mejicano, PULQUE QUETZAL TAMAL y TOMATE
— de las 176 voces que el $2!% recoge del nahua, podemos destacar:
AGUACATE AZTECA CACAHUETE 1CACAO COYOTE CHICLE CHILE CHOCOLATE GAL
PÆN GUACAMOLE GUACHINANGO GUAJE 1GUATE HULE JÁCARA JILOTE JITOMATE
3
MACHOTE MAPACHE 3MOLE NOPAL PETACA PETATE TIZA, o ZOPILOTE;
— el quechua, con 216 formas reconocidas, es, sin duda, la que más rele-
vancia tiene en el $2!%, con formas como: ALPACA ‘plata’, CANCHA,
CARPA‘toldo, CÆNDOR CHACRA GUAIRA 1GUANO LLAMA‘animal’, MATE ‘cala-
baza’, MITA, PALLADOR (también PAYADOR), PAMPA  PAPA@ patata’, PUMA
QUENA o VICUÅA
— del taíno: AJÁ CAIM·N CANOA CAREY ENAGUA GUAN·BANO HAMACA HURA
C·N MAÁZ MAMEY MANÁ MANIGUA o MIRAGUANO. Por último,
— del tupí-guaraní: CAYENA  GUARANÁ JACARAND· MANDIOCA MARACA
ÅANDË  ÅANDUTÁ PETUNIA TAPIOCA TAPIR  YACAR½  o YAGUAR (también
JAGUAR).
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 505

Las otras lenguas peninsulares


Evidentenmente, si el contacto con otras lenguas ha dejado siempre sus
rastros, el contacto con las lenguas más cercanas es incuestionable, y habría
que considerarlo no sólo desde el léxico, sino desde otros muchos aspectos.
Sin embargo, nos centraremos aquí, como venimos haciendo hasta ahora, en
las formas léxicas que se incorporan en nuestro vocabulario, ya sea directa o
indirectamente, a través del influjo de las otras lenguas peninsulares.
— Procedentes del catalán, el $2!% en su edición de 1992 reconoce tres-
cientas cincuenta y siete formas, que, como es evidente, cubren multi-
tud de aspectos significativos. Entre ellas podemos citar: ABSENTA ADRE
DE ALIOLI AMORATADO AÅORANZA AÅORAR ARMATOSTE BACÁN BAJEL BALADRE
BARRACA  BERGANTE BERGANTÁN BORRAJA BURDEL BUTIFARRA CAIREL CANTIM
PLORA  CAPICËA CARIZ  1CARTEL  CIMBEL CLAVEL CLAVELLINA COHETE CONFITE
CONGOJA  CONVITE CORDEL CORTAPISA CRISOL CHULETA D·TIL DONCEL DOSEL
ENSAIMADA ENVITE ESCABEL ESCAROLA ESTUQUE FAENA FANGO FLEJE FORASTE
RO FRAZADA FRÁJOL GRESCA LINAJE LITERA MANJAR MASÁA MASOVERO MERCA
DER  MERCERÁA MOLDE MOLLA MOSCATEL MOSTACHÆN NAO NETO NOVEL
ORATE  ORGULLO PAELLA PALAFR½N PALANGRE PALENQUE PAPEL PEAJE PERNO
PEROL  PICAPORTE PINCEL PORCHE POTE PRENSA RETAL RETRETE RIEL SALITRE
SALVAJE SASTRE SEMBLANTE TONEL TR½BOL VIAJE o ZARPAR.
— Directamente del gallego, se reconocen apenas cincuenta y nueve tér-
minos, entre los que seleccionamos: CACHEAR  CALLAO CARABELA CHATO
CHOZA DESCANGALLAR  FILLOA GRELO MORRIÅA SARPULLIDOo VIEIRA
ˆSon ciento cincuenta y nueve las formas que el $2!% explica como de
origen o influencia portuguesa, algunas gallego-portuguesas. Entre
ellas: ABADA ALMEJA AMEDRENTAR ANAN·OANAN·S ANILINA BAMBË BAN
DEJA BARULLO BAYADERA BRAMAR BUZO CACHIMBA CANELA 1CANICA CARABE
LA  CARAMBOLA CARAMELO CARDUME CATRE CIPAYO  2COBRA  COCO CRIOLLO
CHAROL  CHIRIGOTA CHOZA CHUBASCO DESVAÁDO FAVELA LACRE MAREJADA
MEJILLÆN  MERMELADA MOHO MONZÆN MORRIÅA MUECA OSTRA PAGODA
PANTALLA PARIA PERCA PORTUGU½S REGAÅAR REPROCHAR ROMO SARAO SARPU
LLIDO SAUDADE TABARDILLO VIGÁA o VOLC·N
ˆPor último, del vasco llegan al léxico español: ABERZALE _AGURÐ (del lat.
augurium), ALUD AMARRACO ANGULAdel lat. anguila) AQUELARRE BAHÁA
CENCERRO COCOCHA CHABOLAdel frGEÇLE CHACOLÁ CHANGURRO CHAPARRO
CHAPELA CHATARRA CHIRIMBOLO CHIRULA CHISTERA DONOSTIARRA ETARRA EUS
CALDUNA EUSQUERA GABARRA GANZËA MUÅECA MUS NARRIA NAVA ÆRDAGO
PACHAR·N PELOTARI TOBERA ZAMARRA ZORZICOo ZURRÆN

Anglicismos
Consideramos los anglicismos en último lugar por constituir un caso
aparte entre los préstamos del español, quizá porque son los más recientes,
506 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

porque actualmente son, también, los más abundantes —y, por tanto, tam-
bién los más vigorosos— y porque nos falta el tamiz histórico que permita su
paulatina adaptación.
La Real Academia incorpora en su Diccionario poco más de trescientas
cincuenta formas en las que reconoce este origen o su intervención en la pro-
pagación de las mismas (v. tabla 9, en el Anexo al tema). Pero, como hemos
visto al estudiar los extranjerismos, sabemos que son muchas más (v. tam-
bién tablas 4 y 5). Por otra parte, frente a los otros préstamos, en donde es
más o menos sencillo determinar las formas que están integradas en nuestro
idioma, o que están plenamente vigentes o en desuso, en el caso del anglicis-
mo la mayoría nos resultan cotidianas y, sin embargo, son muchas las que
presentan dudas en cuanto a su adaptación.
El anglicismo, pues, puede considerarse el más actual de todos los fenó-
menos relacionados con el neologismo y el préstamo lingüístico y plantea,
por todo ello, un nuevo reto que ya pusimos de manifiesto al hablar de los
extranjerismos, pero que reiteraremos aquí: precisamente por su frecuencia
y su pujanza se están incorporando a nuestro sistema lingüístico estructuras
fonéticas que hasta ahora le eran ajenas pero que, sin embargo, empiezan a
serle familiares, ¿cómo resolverán los hablantes, cómo resolverán los teóri-
cos, en definitiva, cómo resolverá nuestra lengua este dilema?
Desde luego, no podremos solventar aquí esta cuestión. En cualquier
caso, —y como resumen del tema— lo que hemos querido destacar a lo largo
de estos apartados es que el préstamo es un hecho histórico y, a la larga, fruc-
tífero para cualquier idioma; que es el propio uso lingüístico, y no la precep-
tiva, lo que determina la pervivencia o no de determinados elementos léxicos;
que el lingüista deberá ser capaz de situar cada nueva forma en el preciso
contexto en el que se produce y su vitalidad; y que poco hará valorando el
grado de adecuación del nuevo término a su lengua o proponiendo el modo
más adecuado de incorporarlo, si no tiene en cuenta su grado de aceptación
social y la capacidad de las lenguas para acomodarse, incluso incorporando
nuevos sonidos y estructuras gramaticales, si es así como fluye la historia.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 507

ANEXO

TABLA 1. Principales dobletes latinos

Cultas Populares Cultas Populares


acre agrio fustigar hostigar
afiliado ahijado implicar emplear
amígdala almendra ínsula isla
áncora ancla íntegro entero
ánima alma laborar labrar
artículo artejo laico lego
atónito tonto legal leal
auscultar escuchar limitar lindar
botica bodega lucro logro
cálido caldo luminaria lumbrera
capital caudal mácula mancha
capítulo cabildo malicia maleza
clavícula clavija masticar mascar
coagular cuajar minuto menudo
colocar colgar móvil mueble
concilio concejo octavo ochavo
cripta gruta operar obrar
décimo diezmo película pelleja
delicado delgado plano llano
directo derecho pleno lleno
dominar domeñar radio rayo
duplicar doblar rápido raudo
estricto estrecho recurrir recorrer
factura hechura recuperar recobrar
famélico jamelgo ruptura rotura
fastidio hastío secular seglar
forma horma selvático salvaje
franquicia franqueza signo seña
frígido frío vindicar vengar
508 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

TABLA 2. Algunas locuciones y expresiones latinas en el DRAE

a fortiori ‘con mayor razón’


a nativitate ‘de nacimiento’
a posteriori ‘después de’
a priori ‘con anterioridad’
a símili ‘por semejanza’
ab aeterno ‘eternamente’
ab initio ‘desde el principio’
1
ab intestato ‘sin testamento’
ab irato ‘con ira’
ad calendas graecas ‘sin saber cuándo’
ad cautélam ‘por precaución’
ad hoc ‘para esto’
ad infinitum ‘hasta lo infinito’
ad líbitum ‘a capricho’
ad pédem lítterae ‘al pie de la letra’
ad perpétuam ‘para siempre’
ad referéndum ‘hasta que se apruebe’
ad valórem ‘según el valor’
alma máter ‘madre nutricia’
álter ego ‘otro yo’
ante díem ‘antes del día’
ante merídiem ‘antes del mediodía’
bis ‘dos veces’
carpe diem* ‘goza el presente’
casus belli ‘motivo de guerra’
ceteris paribus ‘siendo todo lo demás igual’
córam pópulo ‘ante el pueblo’
currículum vitae ‘hoja de méritos’
de facto ‘de hecho’
de iure ‘de derecho’
de verbo ad vérbum ‘palabra por palabra’
(continúa)
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 509

de visu ‘de vista’


de vita et móribus ‘sobre la vida y costumbres’
Deo volente ‘Dios mediante’
ex abrupto ‘de improviso’
ex libris ‘perteneciente a’
ex testamento ‘por el testamento’
hábeas corpus ‘derecho del detenido a ser oído’
honoris causa ‘por razón de honor’
ibídem ‘en el mismo lugar’
id est* 'esto es'
ídem ‘lo mismo’
in albis ‘en blanco’
in artículo mortis ‘a punto de morir’
in extenso ‘por entero’
in extremis ‘en el último momento’
in illo témpore ‘hace mucho tiempo’
in memóriam ‘en memoria’
in pártibus ‘en parte’
in péctore ‘en el pecho’
in perpétuum ‘para siempre’
in promptu ‘de pronto’
in situ ‘sobre el terreno’
in sólidum ‘total, por entero’
in statu quo ‘en el mismo estado’
in utroque o in utroque jure ‘en ambos derechos’
inter nos ‘entre nosotros’
inter vivos ‘entre vivos’
ipso facto ‘en el acto’
ítem ‘también, además de’
lapsus ‘equivocación’
loco citato ‘en el lugar citado’
magíster ‘maestro’

(continúa)
510 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

mare mágnum ‘confusión de asuntos’


modus operandi ‘modo de obrar’
modus vivendi ‘modo de vivir’
motu proprio ‘voluntariamente’
mutatis mutandis ‘cambiando lo que haya que cambiar’
ne quid nimis ‘nada con demasía’
némine discrepante ‘sin que nadie discrepe’
non plus ultra ‘no más allá’
nota bene ‘nota, observa, repara bien’
pane lucrando ‘para ganar el pan’
pássim ‘en diversas partes’
per se ‘por sí mismo’
plus minusve ‘más o menos’
plus ultra ‘más allá’
post scríptum ‘posdata’
prae mánibus ‘entre manos’
prima facie ‘a primera vista’
pro domo súa ‘en beneficio propio’
pro forma ‘en cuanto a la forma’
pro indiviso ‘sin división’
pro rata ‘proporcionalmente’
pro tribunali ‘ante el tribunal’
quid divínum ‘algo divino’
quid pro quo ‘una cosa por otra’
requiéscat in pace ‘descanse en paz’
rigor ‘rigidez’
sic ‘así en el original’
sine die ‘sin fijar día’
sine qua non ‘sin la cual no’
sub júdice ‘bajo el juez’
sui géneris ‘muy especial’
tótum revolútum ‘cosa revuelta’

(continúa)
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 511

urbi et orbi ‘a la ciudad y al universo’


ut supra ‘como más arriba’
vade retro ‘retírate’
velis nolis ‘quieras o no quieras’
vera efigies ‘imagen verdadera’
visu (de) ‘de vista’

Señalamos con asterisco (*) las locuciones que no están presentes en el


DRAE, pero que consideramos de interés conocer.
512 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

TABLA 3. Cuadro de las lenguas constitutivas del léxico español

Lenguas originarias Otras Asiáticas


hispánico prerromano romance acadio indostánico
ibérico guanche románico anamita japonés
rumana arameo javanés
ario malabar
Castellano o español y dialectos
avéstico malayo
Indígenas americanas
castellano bengalí mongol
o español antiguo generales mapuche
bisaya persa
dialectos aimara maya
caldeo quirguiz
antillano mejicano
caucásica sánscrito
arahuaco muisca
Otras lenguas peninsulares cingalés siberiano
araucano nahua
gitano chino singalés
azteca pamue
vascuence dravídica tagalo
caribe quechua
esquimal tamil
chaima taíno
filipino tártaro
Árabe chibcha tamanaco
hebreo tibetano
cubano tarasca
árabe dialectal hindi turco
cumanagoto tehuelches
hispánico marroquí índico urdu
de la Guayana tolteca
argelino persa
haitiano tupí guaraní
clásico vulgar
indio norteam. de Venezuela Africanas
iroqués
Latín africano
latín antiguo hispánico abisinia
Otras europeas afrikaans
bajo jurídico
bíblico macarrónico alemán inglés bantú
científico medieval anglosajón irlandés berberisco
clásico moderno búlgaro antiguo islandés beréber
cristiano tardío celta magiar congolés
dialectal vulgar cimbro nórdico de Madagascar
eclesiástico otros checo normando antig. del Senegal
escolástico danés noruego
escandinavo polaco Americanas
eslavo ruso
Griego esquimal
finlandés sajón antiguo
griego medieval gaélico servio
bajo moderno germánico sueco De Oceanía
bizantino tardío gótico turco otomano
australiano
científico grecolatino holandés ucraniano
de las Maldivas
cristiano húngaro
polinesia

Romances
catalán italiano
francés portugués
gallego
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 513

TABLA 4. Extranjerismos no recogidos en el DRAE, pero sí considerados en el DEA

Otras variantes
Forma Propuestas de
Idioma Significado registradas en el
original adaptación30
DEA
airbag ing. ‘colchón de aire o de seguridad’
amateur fr. ‘aficionado’ aficionado
antidoping ing. ‘antidopaje’ antidopaje
argot fr. ‘jerga’ jerga
baguette fr. ‘barra de pan estrecha y alargada’
big bang ing. ‘explosión origen del universo’
blíster ing ‘envase de burbuja plástica’
blues ing. ‘canción triste, negros del sur de EEUU’
bluff ing. ‘ficción, camelo’ ficción, camelo
En DEA, como
body-fitness ing. ‘gimnasia para ponerse en forma’
formas simples.
boisserie fr. ‘revestimiento mural de madera’ boiserie
boom ing. ‘auge súbito’ eclosión, auge súbito
salida de tono,
boutade fr. ‘salida de tono’
tontería
cuadra, taller
box ing. ‘cuadra destinada a un solo caballo’
o taquilla
boy-scout ing. ‘muchacho’ explorador
brioche fr. ‘pastel de levadura con frutas’
broker ing. ‘operador financiero’
burger ing. ‘tienda de venta de hamburguesas’ hamburguesería
by-pass ing. ‘puente en el corazón, desvío’ bypass y by pass
cachet fr. ‘marca o señal distintiva’ tb. caché toque de distinción,
acampada
camping ing. ‘campamento de excursionistas’ cámping
o campamento
campus lat ‘recinto universitario’
caniche fr. ‘perro de lanas’ caniche
capitonné fr. ‘acolchado’, ‘almohadillado’ capitoné almohadillado
cash ing. ‘dinero contante, en efectivo’
reparto en
casting ing. ‘prueba selección de artistas de cine’
un película
(continúa)

30
Por Gómez Torrego (1995: 366 y ss.).
514 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Otras variantes
Forma Propuestas de
Idioma Significado registradas en el
original adaptación
DEA
catering ing. ‘comidas preparadas vuelos, etc’. avituallamiento
chance ing. ‘ocasión’, ’oportunidad’ suerte, oportunidad
chef fr. ‘jefe de cocina’ jefe de cocina
christmas ing. ‘felicitaciones de Navidad’ tarjeta de Navidad
comodidad,
confort fr. ‘comodidad material’
bienestar
copyright ing ‘derecho de propiedad intelectual’
corn-flakes ing. ‘cereales hinchados para desayunar’ tb. corn flakes copos de maíz
country ing. ‘música campera norteamericana’
cowboy ing. ‘vaquero del Lejano Oeste’ tb. cow-boy vaquero
crème de
la crème fr. ‘flor y nata’ la flor y nata

démodé fr. ‘anticuado’, ’fuera de moda’ tb. demodée pasado de moda


deshabillé fr. ‘traje de casa de la mujer’ salto de cama
disc jockey ing. ‘presentador de discos’ tb. disc-jockey pinchadiscos
display ing. ‘pantalla de visualización’
armonía,
entente fr. ‘acuerdo’, ’entendimiento’
entendimiento
establishment ing. ‘orden establecido’ orden, poder
esthéticien fr. ‘embellecedor’ tb. esteticien esteticista
perfilador, lápiz
eye liner ing. ‘lápiz perfilador de ojos’
de ojos
fair play ing. ‘juego limpio’ juego limpio
‘abreviatura de “fanatic”’ ’seguidor’ aficionado, hincha,
fan ing.
‘entusiasta’ forofo
feedback ing. ‘respuesta a una acción o proceso’ tb. feed-back realimentación
feeling ing. ‘sentimiento’, ’expresividad’ sensibilidad, tacto
ferry[boat] ing. ‘barco transbordador’ transbordador
al cincuenta
fifty-fifty ing. ‘mitad y mitad’
por ciento
flashback ing. ‘breve pasaje retrospectivo’ tb. flash-back escena retrospectiva
tb. foie grass,
foie-grass fr ‘hígado graso’, ’paté’ paté
fuagrás
folk ing. ’música folclórica y popular’
fondant fr. ’chocolate que se funde al fuego’
(continúa)
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 515

Otras variantes
Forma Propuestas de
Idioma Significado registradas en el
original adaptación
DEA
fondue fr. ’plato de cocina de queso y vino’
footing ing. ’correr a poca velocidad’ fúting o futin
full time ing. ’dedicación plena’ dedicación exclusiva
fuseau fr. ’pantalón muy ajustado de mujer’
gag ing. ’efecto cómico o chiste de situación’ efecto cómico
gasoil ing. ’gasóleo’ tb. gas-oil gasóleo
gay ing. ’hombre homosexual’ homosexual
geisha jap. ’cantante y danzarina japonesa’ geisa
gin tonic ing. ’ginebra con agua tónica’ tb. gintonic
glamour ing. ’encanto o atractivo’ encanto, atractivo
golden ing. ’aplicado a fruta, manzana amarilla’ manzana
’aplicado a películas con
gore ing.
mucha sangre’
gourmet fr. ’entendido en vinos y comidas’
grand slam ing. ’suma de grandes pruebas’
green ing. ’en golf, zona verde con césped’
grill ing. ’parrilla’ parrilla
hall ing. ’entrada o vestíbulo’ vestíbulo
tb. hándicap obstáculo,
handicap ing. ’carrera de caballos de dificultad’
desventaja
happening ing. ’espectáculo teatral improvisado’
heavy ing. ’música de rock duro o havy metal’
heavy metal ing. ’música de rock duro’
high class ing. ’clase [social] alta’
hit-parade ing. ’lista de éxitos’ lista de éxitos
hobby ing. ’afición’, ’pasatiempo’ afición, pasatiempo
hockey ing. ’un deporte’ joquei
’grupo de empresas con una dirección
holding ing.
o control único’
hooligan ing. ’joven antisocial y violento’ atracador, pistolero
impasse fr. ’callejón sin salida’ callejón sin salida
in ing. ’que está en vanguardia de la moda’
entrada (en
input ing. ’entrada de datos’
ordenadores)
jacuzzi jap. ’bañera de hidromasaje’
(continúa)
516 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Otras variantes
Forma Propuestas de
Idioma Significado registradas en el
original adaptación
DEA
jeans ing. ’pantalones vaqueros o tejanos’ jean vaqueros o tejanos
jeep ing. ’automóvil pequeño todo terreno’
avión de reacción,
jet ing. ’avión de reación
reactor
jet foil ing. ’embarcación’ deslizador
jogging ing. ’carrera ligera y constante’
kart ing. ’coche de carrera monoplaza’ car(t)
ketchup ing ’salsa de tomate, vinagre, etc.’
kibbutz hebr. granja colectiva israelí’
kindergarten al. ’jardín de infancia’ jardín de infancia
kit de
kit ing. ’juego o conjunto de objetos’
destornilladores
know how ing. ’pericia, habilidad, destreza, etc’.
arrend.con opción
leasing ing. ’arrendamiento con opción-compra’
compra
legging ing. ’malla-pantalón femenina ceñida’ leggins
leitmotiv al. ’tema que se repite en la obra’ motivo conductor
lied al. ’canción’ plural: lieder
lifting ing. ’estiramiento de la piel’
light ing. ’alimentos bajos en calorías’ ligero, suave
lobby ing. ’grupo de presión influyente’
look ing. ’aspecto en el atuendo y arreglo’ aspecto, imagen, etc.
lumpen al. ’harapos’, ’gente marginada’
manufacturado,
made in ing. ’manufacturado’, ’hecho en’
hecho en
mailing ing. ’listado de personas, envíos correo’
camiseta, jersey,
maillot fr. ’camiseta de ciclista’
malla
maître fr. ’jefe de comedor en restaurantes’ jefe (de camareros)
apoderado,
manager ing. ’apoderado’, ’agente’
agente, etc.
marketing ing. ’técnicas de estudio de mercado’ mercadotecnia
marron glacé fr. ’castaña cocida con almíbar’
master ing. ’curso especialización licenciados’
match ing. ’encuentro deportivo’ partido, combate
(continúa)
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 517

Otras variantes
Forma Propuestas de
Idioma Significado registradas en el
original adaptación
DEA
menage à trois fr. ’práctica sexual de tres personas’
’aparato transmisor de información
modem ing. módem
de ordenador por teléfono’
mountain bike ing. ’bicicleta de montaña’ bicicleta de montaña
mousse fr. ’crema de chocolate, fresa, etc’.
naïf fr. ’pintura de ingenuidad infantil’ pintura naïf
nicky ing. ’prenda punto, escote, manga corta’ niqui/niki
nobuc ing. ’tipo de piel parecida al ante’ nobuk
number one ing. ’número uno en su especie’ número uno
nurse ing. ’niñera’, ’institutriz’ niñera, institutriz
off ing. ’voz fuera del escenario’
office ing. ’antecocina’, ’ofis’ antecocina, ofis
off the record ing. ’en un plano confidencial’ extraoficialmente
de acuerdo,
okay ing. ’de acuerdo’, ’conforme’
conforme
ombusdman sueco ’defensor del pueblo’ defensor del pueblo
open ing. ’torneo libre o abierto’ torneo libre o abierto
out ing. ’pasado de moda’
output ing. ’resultado final de un proceso’
overbooking ing. ’saturación, exceso de reservas’
pack ing. v.gr. un pack de calcetines paquete
panty ing. ’media pantalón’, ’leotardos’
paparazzo it. ’fotógrafo de prensa’ plural: paparazzi
parking ing. ’aparcamiento’ aparcamiento
passepartout fr. ’enmarque de cuadro o fotografía’ paspartú
peeling ing. ’exfoliación de la piel’ exfoliación de la piel
perkins ing. ’cuello alto de suéter sin vuelta’
petit comité fr. ’[en] pequeña reunión’
petit-choux fr. ’pastel tipo buñuelo para rellenar’ petisú
pettit-point fr. ’bordado sobre cañamazo’ petipuán
jira, comida
picnick ing. ’merienda campestre’ picnic
campestre
pin ing. ’insignia con forma de chincheta’
playback ing. ’sonorización de grabación previa’ tb. play-back previo, pregrabado
(continúa)
518 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Otras variantes
Forma Propuestas de
Idioma Significado registradas en el
original adaptación
DEA
conquistador,
playboy ing. ’hombre atractivo’ tb. play-boy
donjuán,
plumcake ing. ’bizcocho alargado con frutas’
pop ing. ’música ligera y popular’
pope ing. ’mandamás, influyente’
prét-à-porter fr. ’ropa confeccionada en serie’
pub ing. ’bar con mesas y música ambiental’ disco-pub, vídeo pub
public relations ing. ’relaciones públicas’ relaciones públicas
quiche fr. ’flan dulce o salado relleno’
rafting ing. ’deporte en balsa por los rápidos’
rally ing. ’carreras de motos o de coches’ tb. rallie
clasificación,
ranking ing. ’lista de clasificación’
jerarquía
ratio ing. ’proporción’ proporción
reality show ing. ’crónica, programa de sucesos’ sucesos
remake ing. ’nueva versión de una película’
road movie ing. ’película de carretera’
rock ing. ’música rock’
ing. ’música popular más ruidosa
rock and roll
que el pop’’
rocker ing. ’seguidor del ’rock’’ roquero o rockero
roulotte fr. ’caravana’, ’remolque’ caravana, remolque
sex-appeal ing. ’atracción’, [atractivo] sexual’ atracción sexual
sex-shop ing. ’tienda de artículos sexuales’
sex-symbol ing. ’símbolo sexual’ símbolo sexual
sexy ing. ’con atractivo sexual’ erótico
shopping
ing. ’centro comercial’ centro comercial
center
short ing. ’pantalón corto de adulto’ pantalón corto
show ing. ’espectáculo de variedades’ espectáculo
show business ing. ’comercio del espectáculo’
presentador,
showman ing. ’presentador y animador de show’
animador
apunte,
sketch ing. ’apunte escénico o escena cómica’
escena cómica
(continúa)
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 519

Otras variantes
Forma Propuestas de
Idioma Significado registradas en el
original adaptación
DEA
skinhead ing. ’cabeza rapada’ cabeza rapada
slip ing. ’calzoncillos’ eslip
snack[bar] ing. ’bar de comida rápida y aperitivos’
sotto voce it. ’en voz baja’ en voz baja
soufflé fr. ’tarta o relleno con claras de huevo’ suflé
soul ing. ’música pop de origen religioso’
souvenir fr. ’objeto adquirido como recuerdo’ recuerdo
speech in g. ’discurso’ discurso
sponsor ing. ’patrocinador’ patrocinador
sport ing. ’deporte, deportivo’ deporte, deportivo
spot ing. ’anuncio o espacio publicitario’ espot
spray ing. ’pulverizador’, ’aerosol’ pulverizador, aerosol
sprint ing. ’aceleración, esfuerzo final’ esprin
sprinter ing. ’especialista en llegadas a la meta’ velocista, esprinter
squash ing. ’juego con raqueta en minifrontón’
staff ing. ’equipo directivo’ equipo directivo
puesto, caseta,
stand ing. ’puesto, caseta, pabellón’
pabellón
nivel, categoría,
standing ing. ej.: ’pisos de alto standing’
rango
astro, estrella
star ing. ’astro, estrella (de cine)’
(de cine)
starlet ing. ’joven estrella del espectáculo’
starter ing. ’dispositivo del carburador’ estárter
posición social,
status ing. ’posición social’, ’situación’
situación
surtido,
stock ing. ’cantidad de mercancía almacenada’
existencias, etc.
stop ing. ’parada’ estop
striptease ing. ’espectáculo de desnudamiento’ strip-tease estriptís o estriptis
suite fr. ’obra musical para danzas’
suite ing. ’serie de habitaciones de un hotel’
superman ing. ’superhombre’ supermán
superstar ing. ’estrella de fama excepcional’ estrella, superestrella
(continúa)
520 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Otras variantes
Forma Propuestas de
Idioma Significado registradas en el
original adaptación
DEA
surf ing. ’patinaje acuático’
surfing ing. ’patinaje acuático’
tax free ing. ’libre de impuestos’ libre de impuestos
tempo it. ’velocidad de ejecución de una obra’
téte à téte fr. ’entrevista personal’ mano a mano
thriller ing. ’novela o película de terror’
tocador,
toilette fr. ’aseo o arreglo personal’
arreglo personal
top ing. ’sujetador largo o blusa corta’
topless ing. ’sin sujetador, pechos descubiertos’
modelo de
top model ing ’modelo de alta costura’
alta costura
top secret ing. ’estrictamente confidencial’ alto o máximo
secreto
tour fr. ’vuelta ciclista’, ’gira turística’ vuelta o gira turística
tournée fr. ’gira artística’ gira
tb.touroperador,
tour-operador, intermediario,
tour operator ing. ’intermediario’, ’agente agente
turoperador,
tur-operador
trailer ing. ’avance de una película’ tb. tráiler avance, remolque
’deporte que consiste en andar por
trekking ing. las montañas con un
vehículo de apoyo’
’compañía ambulante de circo
troupe fr. o de teatro’
tweed ing. ’tejido de lana gruesa’
typical ing. típico
unisex ing. ’de hombre y mujer indistintamente’
variétés fr. ’espectáculo de variedades’ variedades
vedette fr. ’estrella de revista’ vedé o vedete
vending ing. ’máquinas de venta automática’
vis-à-vis fr. ’frente a frente’ cara a cara
voyeur fr. ’mirón’ mirón
walky-talky ing. ’transmisor-receptor portátil’ walkie-talkie
walkman ing. ’reproductor portátl de casetes con auriculares’
(continúa)
ÍNDICE 521

Otras variantes
Forma Propuestas de
Idioma Significado registradas en el
original adaptación
DEA
western ing. ’película del oeste’ película del oeste
windsurfin ing. ’lo mismo que windsurf’
yuppie ing. ’ejecutivo’
zapping ing. ’cambio constante de cadenas de tv’. zapeo
’objetivo fotográfico que disminuye
zoom ing.
o aumenta el tamaño de un objeto’
zun
522 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

TABLA 5. Extranjerismos recogidos en el DRAE y el DEA

Forma española Idioma Forma original Otras variantes consideradas


aberzale vsc. abertzale aberchale (sólo en DEA)
aeróbic ing. aerobics aerobic
argot fr. argot
atrezo it. atrezzo attrezzo
autoestop y autostop (sólo en DEA)
autostop ing. autostop Tb. autostopista (DRAE y DEA);
autoestopista (sólo en DEA)
bafle ing. baffle
ballet fr. ballet
beicon ing. bacon bacón
beige fr. beige beis
beis fr. beige
best-séller ing. best-seller bestseller
bidé fr bidet
biscote fr. biscotte
bistec ing. beefsteak bisté, bife; biftec (sólo en DEA)
bíter ing. bitter
fr./ing bloc, block.
bloque bloc; block (sólo en DEA)
<neer. blok
blues ing. blues blue (sólo en DEA)
bock al. bock
boicot ing. boycott boicoteo, boicó (sólo en DEA)
bol ing. bowl
bonsái jap
boutique fr. boutique
bricolaje fr. bricolage
buffet, bufete ’comida informal’
bufé fr. buffet
(sólo en DEA)
ing.
bumerán boomerang bumerang (sólo en DEA)
<austrl.
bungaló ing. bungalow bungalow (sólo en DEA)
búnker ing.<al. bunker búnquer (sólo en DEA)
buró fr. bureau bureau (sólo en DEA)
cabaré fr. cabaret cabaret (sólo en DEA)
camicace jap kamikaze
(continúa)
ÍNDICE 523

Forma española Idioma Forma original Otras variantes consideradas


campus ing. campus
capo it. capo
capó fr. capot capot (sólo en DEA)
cárdigan ing. cardigan
carné fr. carnet carnet (sólo en DEA)
casete fr. cassette
chalé fr. chalet chalet
chándal fr. chandail
¡chao! it. ciao ciao (sólo en DEA)
chapela vsc. txapela
¡chapó! fr. chapeau chapeau (sólo en DEA)
chaqué fr. chaquet chaquet (sólo en DEA)
chárter ing. charter
cheviot ing. cheviot chevió (sólo en DRAE)
chic fr. chic
chip ing. chip
chirimiri vsc. sirimiri sirimiri
chistu vsc. txistu
chistulari vsc. txistulari
chovinismo fr. chauvinisme chauvinismo
chovinista fr. chauviniste chauvinista
clac fr. claque claque; cla (sólo en DEA)
claqué fr. claquette
claxon ing. klaxon
cliché fr. cliché clisé
clip ing. clip clipe (sólo en DRAE)
clóset ing. closet no incluido en DEA
clow ing. clown clon (sólo en DRAE)
club ing. club clube (sólo en DRAE)
cóctel ing. cocktail coctel; cocktail (sólo en DEA)
colage fr. collage (sólo en DRAE); collage (sólo en DEA)
cómic ing. comic
complot fr. complot compló (sólo en DEA)
coñac fr. cognac coñá, cognac (sólo en DEA)
córner ing. corner
(continúa)
524 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Forma española Idioma Forma original Otras variantes consideradas


corsé fr. corset
crepe fr. crêpe crepé, crèpe (sólo en DEA)
crepería fr. crepêrie crepêrie (sólo en DEA)
criquet ing. cricket cricket (sólo en DEA)
croché fr. crochet crochet (sólo en DEA)
crol ing. crowl
cross ing. cross [-country]
cruasán fr. croissant croasán, croissant (sólo en DEA)
crupier fr. croupier croupier (sólo en DEA)
culote fr. culotte culotte (sólo en DEA)
cupé fr. coupé coupé (sólo en DEA)
dandi ing. dandy dandy (sólo en DEA) Tb. dandismo;
dandysmo (sólo en DEA)
debacle fr. débâcle débâcle (sólo en DEA)
debut fr. debut debú (sólo en DEA)
derbi ing. derby derby (sólo en DEA)
detalle [al] fr. [al] détail [al] detall (sólo en DEA)
diletante it. dilettante dilettante (sólo en DEA)
dossier fr. dossier
echarpe fr. écharpe
entrecó, entrecote, entrecôte
entrecot fr. entrecôte
(sólo en DEA)
escáner ing. scanner scanner (sólo en DEA)
escudería it. scuderia
eslalon nrg. slalom slálom, slalon (sólo en DEA)
eslogan ing. slogan slogan (sólo en DEA)
esmoquin ing. smoking smoking (sólo en DEA)
snob (sólo en DEA). Tb. esnobismo;
esnob ing. snob
snobismo (sólo en DEA)
espagueti it. spaghetti spaghetti (sólo en DEA)
estándar ing. standard standard (sólo en DEA)
estor fr. estore
estrés ing. stress stress (sólo en DEA)
esvástica sans. svastika swástica, svástica (sólo en DRAE)
eusquera vsc euskera euskera
film ing. film filme
(continúa)
ÍNDICE 525

Forma española Idioma Forma original Otras variantes consideradas


flas ing. flash flash (sólo en DEA)
flirteo, -ear ing. flirt flirt (sólo en DEA)
frac fr. frac fraque
fular fr. foulard foulard (sólo en DEA)
fútbol ing. football futbol; football (sólo en DEA)
gángster ing gangster gangster, gánster (sólo en DEA)
golf ing. golf
grafito it. graffito
grogui ing. groggy groggy (sólo en DEA)
gueto it. ghetto ghetto (sólo en DEA)
guiñol fr. guignol guignol (sólo en DEA)
güisqui ing. whisky whisky; whyskey (sólo en DEA)
influenza it. influenza
interview (sólo en DEA). También
interviú ing. interview interviuvar; interviuar, interviuvador,
interviuador (sólo en DEA)
linier ing. linier
ing. magazine magazín, (sólo en DRAE); magazine
magacín < fr. magasin (sólo en DEA)
marine ing. marine
marketing ing. marketing
moaré fr. moiré muaré
mocasín ing. moccasin
nailon ing. nylon nilón; nylon, nylón (sólo en DEA)
neceser fr. nécessaire
palmarés fr. palmarès
parqué fr. parquet parquet (sólo en DEA)
pastiche fr. pastiche
pedigrí ing. pedigree pedigree (sólo en DEA)
penalti ing. penalty penalty (sólo en DEA)
pipermín ing. pippermint pipermint, pippermín (sólo en DEA)
pívot fr. pivot
pizza it. pizza
pizzería it. pizzeria
plafón fr. plafond plafond (sólo en DEA)
plató fr. plateau plateau (sólo en DEA)
(continúa)
526 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Forma española Idioma Forma original Otras variantes consideradas


plumier fr. plumier
poliéster ing. polyester
póney ing. poney, pony poni
pop ing. pop
póster ing. poster
puzzle ing. puzzle puzle (sólo en DEA)
ralenti (sólo en DEA)
ralentí fr. ralenti ralentizar; relentizar (sólo en DEA)
radiocasete fr. radiocassette radiocassette (sólo en DEA)
récord ing. record
relax ing. relax
restaurante fr. restaurant restorán; restaurán (sólo en DEA)
ing.
robot robot
<checo
rosbif ing. roastbeef roast-beef (sólo en DEA)
sándwich ing. sandwich sandwich (sólo en DEA)
secreter fr. secrétaire secrétaire (sólo en DEA)
suspense ing. suspense
télex ing. telex
test ing. test
tique ing. ticket tiquet, ticket (sólo en DEA)
tráiler ing. trailer
travelín ing. travelling travelling (sólo en DEA)
váter ing. water wáter (sólo en DEA)
vodevil fr. vaudeville vaudeville (sólo en DEA)
voleibol ing. volley ball balonvolea
yanqui ing. yankee yanki (sólo en DEA)
yogurt, yoghurt, (<ing.) y yogourt,
yogur turco yoghurt yoghourt (<fr.) (sólo en DEA)
ÍNDICE 527

TABLA 6. Formas léxicas más habituales procedentes del árabe*

abalorio acelga alcaicería alguacil arriate


acebuche acémila alcaide alhaja arroba
aceite aceña alcalde alharaca arrope
aceituna acequia álcali alhelí arroz
aceituní acíbar alcancía alheña asesino, na
acelga acicalar alcanfor alhucema atalaya
acémila acicate alcántara aliara atarazana
aceña acimut alcaparra alicatar ataúd
acequia achacar alcaraván alicate atracar
acíbar achaque alcaravea 1
aljama atún
acicalar adalid alcarraza aljibe auge
acicate adarga alcatraz aljófar aulaga
acimut adarme alcaucil almacén avería
achacar adelfa alcazaba almadén ayatolá
achaque adobe alcázar almádena azabache
adalid adoquín alcoba almadía azafrán
adarga ador alcohol almadraba azahar
adarme aduana alcor almadreña azar
adelfa ajedrez alcorza almanaque azófar
adobe ajonjolí alcotán almazara azogue
adoquín ajorca alcotana 2
almenara azor
ador ajuar alcubilla almíbar azote
aduana alacena alcuza almirez azotea
ajedrez alacrán aldaba almohada azúcar
ajonjolí alajú aldea almoneda azucena
ajorca alamar aleve almuédano azufaifa
ajuar alambique alfalfa almunia azul
alacena alarde alfaque alpargata azulejo
alacrán alarido alféizar alquería azumbre
alajú alazán alfeñique alquiler babucha
alamar albacea 1
alferecía alquimia badana
alambique albahaca alférez alquitara badea
alarde albañal 1
alfil alquitrán badén
alarido albarán alfiler altramuz bajá
alazán albarda alfombra alubia baladí
albacea albaricoque alforja ámbar balde
albahaca albarrana alforza anaquel baldío
albañal alberca algaida añagaza barbacana
albarán albóndiga 1
algalia añicos barragán
albarda albornoz algarabía añil barrio
abalorio alborozo algarroba argolla bata
acebuche albricias algazara arrabal batán
aceite albufera álgebra arracada batea
aceituna albur algodón arrayán baza
aceituní alcahuete, ta algoritmo arrecife beduino

(continúa)

* Los números en superíndice delante del término se corresponden con la entrada del $2!%
528 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

bellota diván jácara mezquino, sandía


benjuí dula jaez mezquita sarraceno
berenjena elixir japuta mihrab sera
bodoque embarazar 1
jaque 1
místico siroco
bórax engarzar jaqueca mono, na sorbete
café escabeche jara mozárabe sufí
cafre escaque jarabe mudéjar sultán
caftán escarlata jazmín muladí tabique
califa espinaca jebe nácar tagarnina
canana falúa 2
jergón nadir tahona
2
cárabo falleba jinete naranja talco
caravana fanega jirafa narguile talega
carcajada faquir jofaina nenúfar tamarindo
carcaj fez joroba noria tambor
1
carcax fideo judía nuca taracea
2
carcax fulano, na julepe ¡ojalá! tarea
tarifa
carmesí fustán laca ¡olé!
tarima
1
carraca gabán lapislázuli otomano
taza
cazurro gabela latón paraíso
tomín
celemín gacela laúd quilate toronja
cenefa galbana 1
lima quintal turco, ca
cerbatana gálibo 1
limón quiosco valija
cero gandul macabro rabadán visir
cicatero, ra guadamecí mameluco 1
rabel yemení
cifra guarismo mandil ramadán zafa
cimitarra 1
guata maquila rambla zafra
circón guitarra marabú razzia zaga
1
cora gumía marchamo rebato zagal
curdo, da hachís marfil recamar zaguán
cuzcuz ¡hala! marjal recua zahorí
chaleco harén maroma rehén zaino
2
chifla hasta marrano res zalema
chilaba hazaña marras resma zambra
chirivía hégira marroquí retama zanahoria
chisme ¡hola! máscara rincón zéjel
dado hurí matraca ronda 2
zoco
daga jabalí mazmorra ronzal zoquete
dársena 1
jabeque mengano saharaui zorzal
ÍNDICE 529

TABLA 7. Algunos galicismos plenamente integrados en el léxico español

abandonar bayoneta cabriolé cornamusa encuesta


abigarrar bebé cadete coronel endosar
abonar berbiquí calarse corsé 2
engolado
acaparar bergantín calcomanía cotillón engranar
acción bermellón caligrama cotizar entrenar
aclimatar biberón camión cremallera equipar
acoquinar bidón camioneta crepitar erina
acróbata biela camuflaje cretino na escorbuto
adosar bies camuflar cretona estampar
alejandrino billar canapé croqueta estepa
alemán billete canesú croquis estragón
alerón billón canguro cuartel estratega
alevín birrete carabina cuarterón etapa
altruismo bisel carcasa cupón etiqueta
alucinógeno bisturí carillón chabola evaluar
amarrar bisutería carlinga chacal explotar
amotinar bitácora carpeta chaflán faceta
anécdota blandir casaca chal fantoche
anélido blindar catastro champiñón farsa
anglófono blonda celofán chantaje festín
aplique bloque céntimo charcutería fetiche
arandela bloquear ciclismo chasis ficha
arbotante blusa ciclista chimenea fila
arcabuz bobina ciclomotor damajuana filete
armiño bombón civismo debatirse financiar
arnés bonete cizalla departamento flan
arpa borde claraboya derecha flecha
arpillera botella clavecín derrochar florete
arpón brebaje cobarde derrotar flota
artillería brecha cofre detalle flotar
asamblea brida colesterol devaluar forja
astracán brigada colza devenir forjar
atrapar brisca comité dominó formato
aval brocha cómoda domo forrar
avalancha broche compota dosel frambuesa
aventaja bronce confitura dovela franela
avizor bucanero consola draga franja
bachiller bucle consomé drenaje fresa
banal buche constatar drenar frotar
banquete bulevar contante ducha furgón
barroco buque control duque furgoneta
báscula bureo controlar editar fuselaje
bastón buril copar edredón fusil
batalla burlete corchea embalar galán
batería buró corchete embrollar galante
baúl burocracia cordón empachar galerna
baya cabina cormorán emplear galimatías

(continúa)
530 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

galopar lupa motocicleta pingüino salmonete


galleta llanta muecín pinza satinar
garrote malaquita muletón piño servilleta
gasolina malla 1
mus 2
piñón silueta
glaciación mamá musulmán, na pionero, ra sofá
glaciar mandril negritud piqué somier
glorieta mangosta neto pirueta taburete
glucosa maniquí neurona pistacho
talismán
goleta manivela nicotina pistón
talud
grabar maquillar obertura pitanza
granja maquis oboe pivote talle
gripe marchar obús placa taller
grosella mariachi odalisca plancha tamiz
guepardo marioneta ogro plataforma tampón
guiñapo marmita ojiva plisar tapiz
hacha marmota orfebre polaina terraplén
heraldo marquetería orfeón polea terrina
herboristería 2
marrón organdí polizón timbre
higiene marroquí país potaje tirabuzón
hindú martingala paje potasa torniquete
hortensia masacrar palisandro prestidigitador tortícolis o
hucha masacre palurdo, da pretencioso
torticolis
hulla masaje pana primar
trance
informática mascota pantalón princesa
trayecto
inglete masivo pantuflo pufo
instalar matraz papá pupitre trayectoria
inviable mayoritario, ria 1
paquete puré tren
izar mecha paralizar quilla treta
jabalina mentón parcela quincalla tricornio
jade merengue parque quinqué trineo
jalea 1
metal patrullar rango tropa
1
jalón metilo peatón, na ranura truhán, na
jamba metralla pedestal reclutar 2
tuno, na
jamón metralleta peletero, ra refrán turnar
jardín millón 2
pelotón 1
regalar 2
tutú
jefe 2
mina peluca reineta útil
2
jerga minarete peluche relente
vaga
lavanda minoritario percal reprochar
vegetariano
liana mitómano percutor resorte
librea mitón percha revancha veleidad
ligero mobiliario percherón ribete vendaval
lingote moda peroné romántico verja
listel monocorde persiana rufián vianda
litro montar petardo ruleta viñeta
lote moqueta petunia rutina visón
lotería motín pimpante sabotear vitrina
ÍNDICE 531

TABLA 8. Principales italianismos del español

abate bastión caporal cortesano, na escayola


acampar bastón capricho crujía escolta
aconchar batahola capuchino, na cuarteta escollo
acuarela batuta capucho cuarteto escopeta
2
adagio bayeta capuz cucaña escorzar
adjunta baza caricatura cucurucho escorzo
adrizar bazofia caricia cuneta esdrújulo, la
aguantar belladona carnaval cúpula esfumar
alegreto bergamota carromato cháchara espadachín
alegro bergamote carroña chanza espagueti
alerta bergantín carroza ¡chao! espineta
altoparlante bicoca cartabón charlar 2
estafa
amurar birlocho 1
cartel charlatán, estafeta
anca bisoño, ña cartucho chaveta estanza
2
andante bizarro, rra cartulina chulo, la 1
estival
andantino boceto casaca chusma estrafalario,
antigualla bogar casamata da capo estrambote
apartamento boleta casanova daga estropear
2
apoyar boletín cascada dársena estuco
apoyatura bramar casino desfachatez fachenda
aquistar bravata catafalco desfalcar 1
fajina
arabesco, ca 1,2
brecha catastro desguazar fanal
archivolta brillar cavatina déspota fascismo
(arquivolta) brocado, da caveto destacar fermata
arenga bróculi cavial diábolo festejar
aria 1
brocha caviar diletante festón
arieta bronce centinela dintorno fiasco
arlequín brújula cicerone diseñar filigrana
arpegio bufa cíngaro, ra diseño florín
arquitrabe bufo, fa ciudadela divertimento floritura
arsenal 2
bufón, na clavicémbalo 1
do folleto
artesano, na cabalgata 2
coda dueto formato
aspaviento cabriola coliseo dúo fortepiano
2
atacar cadencia comandita dux foso
atrezo camerino comparsa embestir fracasar
avoceta caminata concertante empatar fragata
bagatela camisola concertino empresa fumarola
bala campanela condotiero enfrascarse fusa
balata canalla confalonier esbelto, ta 1
gaceta
balcón cancioneta confeti esbirro 1
gamba
banca 3
canelón contrabajo esbozar gambito
bancarrota canjear contralto escalinata garbo
banco cantarela corbata escaramuza 2
garnacha
banquete cantata 2
corno escarcela gatopardo
barcarola cantina 1
coronel escarpa gaveta
barricada capelo cortejar escarpín gibelino, na
1
bastar capo cortejo escarzano góndola

(continúa)
532 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

gonfalón manierismo novela pizzicato sonata


2
grafito maqueta ñoqui poema sonatina
2
granito marrasquino ocarina póliza soneto
grotesco, ca 1
matachín opereta poltrón, na soprano
grupo mayólica palafito porcelana superchería
gruta medalla palco premura tacaño, ña
gueto menestra pantano 2
presto tallarín
impostar mercancía parapeto quianti tempo
impronta mesana partitura quinteto 2
tenor
intrigar mescolanza pasarela raqueta terceto
lasaña millón pasquín ravioles o terracota
1
lava miniatura pavana raviolis tesitura
lavanda minueto payaso, sa retornelo testaferro
lazareto mistela pedante rimbombante tocata
libreto modelo pelagra ritornelo tómbola
linyera moderato penacho romanza torso
2
lira mofeta pérgola rosticería traficar
logia monseñor pernio rotonda trampolín
lontananza morbidez peto salami trémolo
macarrón mordente piano salchicha 2
trino
2
maceta mortadela pianoforte saldar 2
trío
madona mosquete pian, piano saldo tromba
madrépora mostacho pichón saltimbanqui trombón
madrigal mundinovi piloto sémola tute
mafia muralla pillar serenata tutilimundi
malandrín, na mutis piñata serrallo variopinto, ta
malaria neto, ta pista soda 1
vigota
manejar nicho pizza sofión violoncelo
ÍNDICE 533

TABLA 9. Principales anglicismos incluidos en el DRAE

absentismo bóxer cross ecu implemento


1
acre brandy crup ecualizar interfaz
actuar breca cuáquero, ra egotismo interferencia
acumulador, budín cúter escáner interferir
adventista bugle champú escora interviú
aeróbic o bumerán chárter escultismo jersey
aerobic bungaló 1
chelín eslinga jingoísmo
aerobús búnker cheque eslogan jungla
aerolínea búster chequear esmoquin klistrón
agar-agar calco chequeo esnifar kril
aguaitar calistenia 3
chinchín esnob lanolina
aislacionismo campus chip 2
espín láser
aislacionista 2
caqui chompa esplín legui
albatros carpeta 2
choque estándar líder
algol catalpa 2
chucho esterlina linotipia
aligátor catamarán chutar estrés lord
aluminio 1
caza 1
daga extraditar magacín
amerindio, dia cazatalentos dandi festival 1
malta
anaconda 2
celo 2
debutante filmar 1
mandril
anfetamina ciclostil o deflación filme 2
mango
auditar ciclostilo deforestación flas marcapaso o
autocar claxon delfinario flirtear marcapasos
autostop clip derbi folclor megatón
aviónica clíper descharchar fólder mildíu
bádminton o 1
clon desodorante formalina mimeógrafo
badminton clóset despilfarrar freón mitin
bafle clown detectar fuel mocasín
banjo club detective fútbol o futbol moni
1
bar cóctel o coctel detector gaélico, ca morbilidad
basquetbol cómic devaluar 2
galón motel
bate comisariato 1
dial gángster 1
mudar
batel comité dictáfono gibón nailon
bauprés comodoro discapacitado glicina ocupacional
behaviorismo 2
concreto disruptivo, va glicol open
beicon 2
condominio dogo, ga gol overol
beque conductismo dólar golf 2
panel
best-séller conectar dopar gong panfleto
bingo conferencia draga grogui pársec
bistec 1
contenedor dravidiano, na guachimán pauperismo
bit contracultura drenaje güisqui pedigrí
blister contradanza drenar gutapercha penalti
blues contra- driblar hamburguesa pijama
bofetada inteligencia dril hipnotismo piolet
1
bol coque drogadicción hipnotizar pipermín
bolina córner drogadicto, ta hormona plexiglás
3
bote craquear durmiente ¡hurra! poliéster
boxear crol ebonita iceberg 4
polo

(continúa)
534 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

ponche radar sidecar tenis vagón


póney radián silicona test váter
pop raíl o rail single tílburi 2
vial
póquer rayón singlón 2
tique
vikingo, ga
porcentaje récord sud, sud- tobogán
póster relax suspense top volapuk
pragmatismo reservorio suspenso, 2
traca voleibol
presurizar revólver tabloide tráiler yanqui
prospectar rifle tamil transistor yarda
pudín robot 2
tanque tranvía yate
púlsar ron 1
tartán travelín yaz
puritano, na rosbif tatuar trial
yóquey o
puzzle rotario, ria tecle trole
quark sándwich teletexto túnel yoqui
quásar secuoya télex turismo yute
rada sida ténder turista zum
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 535

EJERCICIOS
En este tema no sólo se pretende que aprendan algunos conceptos teóri-
cos, sino que, además, se habitúen al uso y al análisis del léxico de las lenguas,
en nuestro caso, del español. Por ello, propondremos algunos ejercicios basa-
dos, de nuevo, en la consulta de diccionarios, y análisis de algunos de sus con-
tenidos. Como en ejercicios anteriores, remitimos a los diccionarios recomen-
dados. En nuestra guía de respuestas utilizaremos básicamente EL$ICCIONARIO
DELA,ENGUA%SPAÅOLA, de la Real Academia ($2!%), y el $ICCIONARIODEL%SPA
ÅOL!CTUAL ($%!) de Manuel Seco ETALInsistimos en la conveniencia de redac-
tar las respuestas. En algunos casos, no ofrecemos respuestas, pero aconseja-
mos al alumno que se ejercite en la búsqueda de ejemplos o en determinados
usos de formas léxicas, que le pueden resultar útiles para su formación.

1. ¿Qué procesos evolutivos, de entre los estudiados, pueden identificar-


se en las siguientes palabras?
A) —FRIOLERO (<FRIORERO, del antiguo FRIOR‘frío’.
B) —ACIANO (< (lat.) cyanus ‘azul’) ‘planta compuesta’.
C) —ATISBAR (<AVISTAR).
D) —NAMORAR (<ENAMORAR).
E) —ALBACA (<ALBAHACA).
F) —MORTANDAD (<MORTALIDAD, de MORTAL).
G) —BURLETE (< (fr.) BOURRELET, del ant. BOURREL).
H) —LEMBRAR (<MEMBRAR ‘recordar’).
I) —CABRESTANTE (< prov. CABESTRAN .
J) —PARANGONAR (< PARAGONAR del lat. paragonare).

2. Analice algunas de las formas procedentes de un mismo étimo31 latino


incluidas en el anexo (tabla 1) y determine si mantienen alguna coin-
cidencia de significados o si, por el contrario, se han especializado en
cosas o conceptos diferentes. [Para nuestra Guía de respuestas,
comentaremos los cinco primeros de la lista. Animamos al alumno a
que comente algunos más, siguiendo el mismo esquema].

3. El chiste que incluimos a continuación, en qué tipo de relaciones lin-


güísticas se está apoyando y por qué.
«—¿Cuál es el colmo del químico?
—Tener un hijo cabronato y una hija putásica?»32

31
Por étimo se entiende la «raíz o vocablo de que procede otro». Sería equivalente a forma
etimológica o a etimología.
32
Ejemplo que tomamos de Casas (1986: 89).
536 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

4. En muchas obras escritas nos podemos encontrar formas como SIC, o


las abreviaturas: ,OCCIT. , )BÁD, .". , IE, AM. , 5TSUP. Identifique
a qué expresiones latinas pueden hacer referencia y explique su signi-
ficado.
5. De la lista de latinismos que adjuntamos, intente construir frases espa-
ñolas con los que le resulten menos familiares, considerando los signi-
ficados que se aportan y, si fuera necesario, recurriendo a las defini-
ciones de los diccionarios.
6. Qué tipo de préstamos pueden considerarse: P·PRIKA, VERBIGRACIA
VIKINGO, KRIL, DELCO VOYEUR CONTRACULTURA, EXABRUPTO LANSQUENETE y CHA
LOTA[Debe consultarse, en los casos que sea necesario, la etimología
propuesta por el $2!%=.
Proponemos al almuno que analice también los extranjerismos inclui-
dos en las tablas 4 y 5, del anexo, e intente ver cómo se acomodan o
podrían acomodarse al sistema del español.
7. En los pares siguientes, señale de dónde proceden, cómo se han adap-
tado, cuál sería la forma más adaptada a su forma original y cuál pre-
fiere la Academia:
ˆMESCOLANZA MEZCOLANZA
ˆPARAGONAR PARANGONAR
ˆZARPANEL CARPANEL
8. Entre las formas léxicas procedentes del árabe que incorporamos en la
tabla 6, señale las formas cuyo significado está relacionado:
a) Con las labores agropecuarias,
b) Con pesos y medidas.
Diga sus significados más comunes.
[Pretendemos, con éste y los siguientes ejercicios, no sólo que el alum-
no sea consciente de las muy diversas áreas de influencia de las distin-
tas lenguas en nuestro léxico, sino, además, que se habitúe a consultar
en el Diccionario los términos que no le sean familiares o le resulten
dudosos].
9. Entre las formas léxicas procedentes del francés que incorporamos en
la tabla 7, señale las formas cuyo significado esté relacionado con:
a) La marinería
b) La música
10. Entre las formas léxicas procedentes del italiano que incorporamos
en la tabla 8, señale las formas cuyo significado esté relacionado con
la arquitectura.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 537

RESPUESTAS
1R. Procesos evolutivos que pueden identificarse en las palabras propuestas:
A) FRIOLERO (<friorero, del antiguo FRIOR‘frío’ ‹ disimilación
B) ACIANO (< (lat.) cyanus ‘azul’) ‘planta compuesta’ ‹ prótesis
C) ATISBAR (<avistar) ‹ metátesis
D) NAMORAR (<enamorar) ‹ aféresis
E) ALBACA (<albahaca) ‹ síncopa
F) MORTANDAD (<mortalidad, de mortal) -‹ disimilación
G) BURLETE (< (fr.) BOURRELET del ant. BOURREL) ‹ síncopa (de -rel > -rl-)
y -e paragógica.
H) LEMBRAR (<membrar ‘recordar’) ‹ disimilación
I) CABRESTANTE (< (prov. CABESTRAN ‹ metátesis:
J) PARANGONAR (<paragonar, del lat. paragonare) ‹ epéntesis

2R. Veamos las cinco formas que encabezan la lista:


— acre / agrio: ambas mantienen el significado de ‘sabor’, pero la pri-
mera se utiliza para la descripción de sabores picantes o irritantes
y la segunda para los ácidos.
— afiliado / ahijado: mantienen el concepto de ‘relaciones personales
estrechas’, pero la primera se ha especializado en relaciones de carác-
ter socio-político, y la segunda en relaciones de carácter familiar.
— amígdala / almendra: especializadas en áreas muy diferentes, el pri-
mero es un cultismo cuyo significado original «almendra» se man-
tiene sólo por afinidad entre los dos aspectos designados. Es, pues,
una metaforización plenamente integrada en el lenguaje médico.
— áncora / ancla: no hay diferencias significativas, pero el uso de ·NCO
RA es más restringido. Sí percibimos, sin embargo, ciertas diferen-
cias connotativas o asociativas: la primera más anticuada o poética.
— ánima / alma: También presentan la identidad de significados,
incluso en los sentidos figurados:

ánima: alma:

4. fig. alma, lo que se mete en el hueco de 13. fig. Lo que se mete en el hueco de algu-
algunas piezas para darles solidez. nas piezas de poca consistencia para
darles fuerza y solidez, como el palo que
5. fig. En las piezas de artillería y en toda
se mete en hacheros de metal, varas de
arma de fuego, en general, el hueco del
palio, etc.
cañón.
14. fig. Hueco o parte vana de algunas cosas,
y especialmente, ánima del cañón.
538 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Aunque ·NIMA, como en el caso anterior, tiene su uso más limitado y


es la única forma específica para el toque de campanas y los rezos
eclesiásticos.

3R. Está, evidentemente, utilizando la analogía, por semejanza formal,


entre formas estigmatizadas (CABRÆN  PUTA) y formas relativas a la
jerga de las ciencias químicas (CARBONATO y POT·SICO). Es un juego
eufemístico, donde se modifica, con fines humorísticos, la forma de
la palabra.

4R. — 3IC ‘así’, ‘de esta manera’ suele sobreentenderse ‘aparece en el ori-
ginal’; se utiliza, en las citas, cuando una forma o expresión puede
parecer erróneamente utilizada.
— ,OCCIT equivale a ,OCOCITATO, ‘en el lugar ya citado’
ˆ)BIDes la abreviatura de )BÁDEM‘en el mismo lugar’.
ˆ.". : equivale a .OTABENE ‘advierte, observa’, suele utilizarse en
el estilo epistolar, para que el destinatario repare en el aviso o
advertencia que se le hace a continuación.
ˆIE: abreviatura de IDEST. Es más utilizada en inglés que en espa-
ñol, con el sentido de ‘por ejemplo, esto es’.
ˆA M. : en la actualidad, muy utilizado como referencia horaria,
junto a PM(que no incluye el $2!%), sustituye a ANTEMERÁDIEM
@antes del mediodía’.
ˆ5TSUP. se refiere a 5TSUPRA, y suele utilizarse para referirse a algo
que ya se ha mencionado anteriormente.

5R. Las posibilidades aquí son variadas y sólo haremos algunas propues-
tas. Son habituales las expresiones:
— «quedarse INALBIS», «hacer algo ADHOC»,
— Está prácticamente fijada la expresión: «investir a alguien doctor
HONORISCAUSA»,
— Otros ejemplos:
«—Alguna vez me dijiste que todavía tenías un gramófono. —Sí, pero
eso fue INILLOTEMPORE, cuando vivía con mis padres»,
«—Nunca vienen a preguntarme dudas antes del examen. Todos vie-
nen a quejarse APOSTERIORI»
Animamos al alumno a que intente el uso del mayor número de estas
locuciones, que consulte el diccionario para los usos propuestos, y
que distinga los usos muy específicos (jurídicos, médicos, etc.) de los
que presentan mayor libertad de uso. Un ejemplo de usos sumamen-
te limitados sería:
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 539

— In anima vili: Según el $2!% «loc. lat. que significa ‘en ánima vil’,
y que se usa en medicina para denotar que los experimentos o ensa-
yos deben hacerse en animales irracionales antes que en el hombre».

6R. Los préstamos propuestos pueden considerarse:


A) P·PRIKA (< húngaro PAPRIKA) - aclimatado: introduce la tilde y
mantiene la -K-.
B) VERBIGRACIA(< lat. VERBIGRATIA - asimilado: se adapta plenamente
en una forma compuesta. Convive con la locución latina VERBIGRA
TIA, y con la sinónima española: POREJEMPLO.
C) VIKINGO (< escandinavo VIKING) - aclimatado. De nuevo, mantiene
la grafía -k-.
D) KRIL «(< noruego KRILL), ‘pequeño crustáceo que integra el zoo-
plancton’. Como en el caso anterior, es una aclimatación, que
reduce la consonante final, pero mantiene la grafía -k-.
E) DELCO: acrónimo de Dayton Engineering Laboratories Company,
marca registrada
F) VOYEUR (fr.): se mantiene como claro extranjerismo.
G) CONTRACULTURA: Calco del ing. COUNTERCULTURE
H) EXABRUPTO: procede de la locución adverbial latina EXABRUPTO ‘de
repente, de improviso’, que también se mantiene, pero no coinci-
de en su significado. Puede considerarse un préstamo plenamen-
te asimilado.
I) LANSQUENETE: del alemán LANDSKNECHT, ‘mercenario’, es un préstamo
también plenamente asimilado, dado que adapta la grafía -K-,
reduce o adapta los grupos consonánticos -NDS- y -CHT- e incorpo-
ra una -E paragógica.
J) CHALOTA (<fr. ½CHALOTTE): también plenamente asimilado: presenta
la adaptación del grupo consonántico -TT- y la aféresis de E .
Debemos advertir que, al señalar las adaptaciones efectuadas en la forma
de las palabras, nos limitamos a su consideración gráfica, y no fónica. En
rigor, para un estudio adecuado, habría que considerar el aspecto fónico, que
aquí no tenemos en cuenta, como tampoco lo incluye la academia. En este
sentido es interesante resaltar que en el $%! sí podemos encontrar las pro-
nunciaciones adecuadas al extranjerismo o las habituales en español.
— Respecto a la propuesta de análisis de las tablas 4 y 5, aconsejamos que
el alumno utilice un diccionario inverso. Le puede servir de ayuda para
identificar hasta qué punto son o no habituales en nuestro idioma
algunas de las terminaciones propuestas o posibles. Además, en el caso
de los extranjerismos no solucionados por el $2!%, debería considerar
la conveniencia o no de incorporar tildes para una correcta pronuncia-
ción. Por ejemplo, en BOISERIE, debemos tener presente que la termina-
540 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

ción gráfica ÁE (que más se adaptaría a la pronunciación original -


/buaserí/ - según el $%!), generaría, sin embargo un grupo vocálico
final ÁE que es extraño en formas nominales, siendo mucho más fre-
cuente la reducción a Á. Valga esto como guía de algunas de las cues-
tiones que deben valorarse.

7R. En los pares siguientes, señale de dónde proceden, cómo se han


adaptado, cuál sería la forma más adaptada a su forma original y
cuál prefiere la Academia:
ˆMESCOLANZA MEZCOLANZAAmbas proceden del italiano MESCOLAN
ZA, por lo que la forma más cercana —gráficamente— sería la pri-
mera. La Academia remite de la primera a la segunda, por lo que
es ésta última la que contiene la descripción y, por tanto, la que
prefiere.
ˆPARAGONAR PARANGONAR: Como en el caso anterior, ambas proce-
den del italiano PARAGONARE, y éste del gr. parakonα
n, ‘aguzar’, por
lo que sería la primera la más adaptada a su étimo. De nuevo, la
Academia remite a la forma con la consonante epentética.
ˆZARPANEL CARPANEL: Término arquitectónico con que se denomina
un tipo de arco. Ambas proceden del fr. ANSEDEPANIER, por lo que
estamos ante un préstamo plenamente asimilado. La forma CARPA
NEL, quizá hoy la más generalizada, es, sin embargo, un resto de la
antigua grafía •ARPANEL, con pérdida de la cedilla. Es evidente que
la forma que más se adapta a la forma originaria es la primera.

8R. A) Las formas relacionadas con las labores agropecuarias que hemos
anotado, aparte de las ya citadas al hablar de los arabismos (ALCU
BILLA, ACEITE, ACEQUIA, ADOR, ALJIBE, NORIA RABAD·N sonACEÅA ALBAR
DA  ALBERCA ALBUFERA ALGAIDA ALMAZARA  2
ALMENARA  ALQUERÁA
NORIA y ZAFRA.
B) Las formas relacionadas con las unidades de peso o medida que
hemos anotado son: ADARME  ARROBA CELEMÁN FANEGA MAQUILA
QUILATE QUINTAL RESMAy TOMÁN.
No incluimos los significados, por considerarlo innecesario, sin
embargo el alumno sí debe acostumbrarse a escribirlos de manera
adecuada: la forma destacada debe ir subrayada (o en cursiva), el sig-
nificado debe ir entre comillas simples o comillas de valor (‘...’) y, si
se cita textualmente, debe utilizar adecuadamente las comillas. Una
formalización adecuada es también básica si queremos hacer com-
prensibles nuestros escritos33.

33
Si el alumno no está todavía familiarizado con las convenciones gráficas, tipográficas u
ortográficas, le aconsejamos recurra a las normas académicas o las obras de Chacón (1986) o
Romera ETAL (1994).
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 541

9R. Entre los galicismos incluidos en la tabla 7, hemos anotado:


A) Referidos a la marinería: ARBOTANTE  ARPÆN BERGANTÁN BIT·CORA
BUQUE DRAGA FLOTA GOLETA y QUILLA.
B) Referidos a la música: ARPA CARILLÆN MARIACHI MONOCORDE OBER
TURA OBOE y ORFEÆN.

10R. Entre los italianismos incluidos en la tabla 8, hemos anotado, refe-


rentes a la arquitectura: ARQUITRABE ARCHIVOLTA o ARQUIVOLTA BALCÆN
CAVETO  CRUJÁA CËPULA ESCALINATA ESCARZANO MAQUETA PALAFITO y
ROTONDA.
Tema 25
EL ESTUDIO DEL LÉXICO II:
LA LEXICOLOGÍA. LOS DICCIONARIOS DEL ESPAÑOL

1. La lexicografía
2. Semántica, lexicología y lexicografía
3. Tipo de obras lexicográficas
4. Estructura interna de un diccionario
4.1. Algunas cuestiones relativas a la macroestructura
A) La organización del léxico: organización semasiológica y
organización onomasiológica
B) La selección del léxico
C) La selección del lema
4.2. Algunas cuestiones relativas a la microestructura
A) Acotaciones
B) Definición
C) Indicaciones de uso
4.3. Las definiciones en el diccionario.
A) Diccionario general y enciclopedia
B) Tipos de definición
5. Los diccionarios del español
PRESENTACIÓN
Este último tema lo dedicamos al estudio de la lexicografía, y pretende
iniciar al alumno en la disciplina que se ocupa del diseño y redacción de los
diccionarios y crearle una conciencia crítica respecto de las obras lexicográ-
ficas que, sin duda, deberá frecuentemente utilizar como valiosas herramien-
tas de trabajo.

1. LA LEXICOGRAFÍA
Aunque a veces se confunde lexicología y lexicografía, ya hemos visto el
campo en el que se desarrolla la labor del lexicólogo. Pero, ¿cuál es la labor
de la lexicografía? En pocas palabras la lexicografía se considera el arte (para
algunos autores) o la ciencia (para otros) de confeccionar diccionarios. En
cierto modo es —o debería ser— el resultado final más característico y más
popular de la aplicación de todos los conocimientos lingüísticos adquiridos
en el estudio de los distintos niveles de representación de la lengua a los que
hemos ido dedicando nuestra atención a lo largo de todo este curso.
¿Qué esperamos los usuarios de un Diccionario? Está claro que, en gene-
ral, esperamos que nos aclaren el significado de una determinada voz o un
determinado uso de ella. Pero, sin duda, no sólo eso: también, quizá, su pro-
cedencia y su etimología1, su pronunciación, su caracterización morfológica,
el tipo de estructuras sintácticas en las que puede integrarse. Desde luego, ya
lo hemos dicho, una aclaración de su significado, pero también sus extensio-
nes significativas, sus posibles sinónimos o antónimos, sus variantes dialec-
tales o jergales, los especiales sentidos que adquieren en determinados con-
textos, ... y , además, en un orden al que nos resulte fácil acceder y con una

1
Ya hemos visto su interés no sólo desde el punto de vista lingüístico, sino también históri-
co y sociológico, como claro resto de los procesos sociales que marcaron una determinada
época.
546 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

tipología adecuada, que destaque convenientemente los aspectos más rele-


vantes.
Así pues, sin haber agotado, sin duda, todas las posibilidades que nos ofre-
cen los diccionarios, ni todas las exigencias que les pedimos, hemos dado un
repaso general a la historia, a la fonética, a la morfología, a la sintaxis, a la
semántica y a la pragmática, sin contar los aspectos históricos, y sociocultu-
rales o tipográficos que van anejos. Y todo ello, para todas y cada una de las
voces incluidas. Podemos ahora entender claramente la inmensa complejidad
que entraña una disciplina cuyo producto nos resulta a todos tan familiar.

2. SEMÁNTICA, LEXICOLOGÍA Y LEXICOGRAFÍA


Los tres conceptos que constituyen nuestro epígrafe: semántica, lexicolo-
gía y lexicografía también suelen entrecruzarse. Creemos que, si considera-
mos todos los aspectos que hasta aquí se han expuesto, el lector ya posee cla-
ves suficientes como para entender el porqué han podido confundirse y el
porqué deben diferenciarse. Las disciplinas se han mezclado porque, como
ya dijimos, tradicionalmente hemos acudido a un diccionario en busca de
significados. Sin embargo,
— ya sabemos que el significado es permeable a todos los niveles lin-
güísticos, por lo que el estudio del significado DELASPALABRAS consti-
tuye solamente una parte de los estudios del significado,
— sabemos también que para el lexicólogo el significado es sólo UNO de los
muchos aspectos de las palabras que le interesan. Su origen, incorpora-
ción y evolución dentro del sistema lingüístico le importan tanto como
su historia externa: su procedencia, el momento histórico en el que se
introduce, la finalidad de su introducción (quién, por qué y en qué con-
texto las utiliza), o las posibles causas de su vigencia o desgaste,
— finalmente, ya hemos dicho que el lexicólogo se ocupa del significado
de las palabras, pero también de mucho más... y de mucho menos. De
mucho más, porque deberá adentrarse en muy distintos territorios de
las ciencias del lenguaje, y de mucho menos, porque forzosamente
deberá seleccionar, de entre todas ellas, las que le sean más conve-
nientes en cada caso, en función de la obra en la que esté empeñado.
Dejemos, pues, a cada uno su territorio; al semantista, seguir adentrán-
dose en los difíciles problemas de la significación; al lexicólogo, estudiar los
complejos avatares de las palabras; y al lexicógrafo la difícil tarea de deslin-
dar, de entre todos los conocimientos enumerados, los que más convengan a
su obra, de investigar en las lagunas que no han dejado cubiertas las otras
aportaciones, y, además, de aprender y aplicar los propios métodos que ha
desarrollado esta disciplina y que actualmente se enmarcan en lo que se ha
denominado lexicografía teórica. Con todo, tengamos siempre presente que
nada es excluyente y que, como muy bien declara Haensch (1997: 29): «Un
buen lexicógrafo necesita saber mucha lexicología, pero su tarea es otra [...];
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 547

por otro lado, no se puede concebir una lexicología que no tenga en cuenta
datos lexicográficos».

3. TIPO DE OBRAS LEXICOGRÁFICAS


Las obras lexicográficas pueden clasificarse en:
— Índices de palabras: Son listas de palabras que no adjuntan ningún
tipo de información sobre significados o uso. Suelen aparecer organi-
zadas alfabéticamente, aunque pueden estructurarse según cualquier
otro criterio, por ejemplo, su frecuencia o su orden de aparición en un
corpus determinado. En general, son de carácter parcial y se crean
con fines muy precisos. Marcan, sin duda, el límite entre lo que es o no
es una obra lexicográfica.
— Consideremos, por ejemplo, un índice de todas las palabras utilizadas
por Cervantes, organizadas por frecuencias, con el fin de determinar si
una obra apócrifa se adapta o no al resto de su obra. Se podrían, ade-
más, incorporar datos numéricos sobre el uso de cada forma, o su cate-
goría morfológica. Se podrían también organizar por orden alfabético,
por categorías gramaticales, etc. En cualquier caso, siempre estaría-
mos dentro de los límites de lo que se consideran índices de palabras.
— Vocabularios: Son listas de palabras organizadas por orden alfabéti-
co. Suelen incluir información adicional y se basan en áreas muy con-
cretas (un determinado autor, una zona geográfica, áreas técnicas,
jergas profesionales o de grupos sociales, hablas infantiles, etc.) pero
son exhaustivas, es decir, incluyen todas las formas registradas en el
corpus que les sirve de base. En nuestro ejemplo, podríamos hablar
del vocabulario de Cervantes si en la obra lexicográfica en cuestión
encontramos seleccionadas y anotadas todas las voces utilizadas por
ese autor a lo largo de su obra.
— Glosarios: Son, realmente, repertorios de palabras organizadas alfa-
béticamente, es decir, una selección de formas que se consideran
relevantes en un ámbito determinado o con unos objetivos concretos.
De nuevo, suelen centrarse también en áreas muy específicas. Pueden
incluir formas flexivas y derivadas, tal y como se presentan en el cor-
pus. De nuevo, limitándonos a nuestro ejemplo, se escogerían y expli-
carían únicamente aquellas voces o giros que podrían suscitar dudas
en un posible lector. Evidentemente, si la recopilación está pensada
para especialistas, el ámbito de selección será mucho más restringido
y erudito que si pretende dirigirse a un público más amplio.
— Léxicos: Son catálogos de palabras que pretenden incorporar el léxico
característico de un determinado ámbito. Frente a los glosarios, son
exhaustivos, sin embargo, frente a los vocabularios, son más restringi-
dos, y seleccionan sólo los términos relativos a su interés. Podrían
considerarse, en ese sentido, un subconjunto de los vocabularios.
548 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

— Siguiendo con nuestro ejemplo, consideremos el léxico de germanía,


o el léxico caballeresco de Cervantes. Deberá estar todo el léxico rela-
tivo a esos temas, pero sólo ese léxico.
— Diccionarios: Son catálogos de palabras que pretenden incorporar
todo el léxico de referencia de una lengua. Son, pues, obras de carác-
ter más general que los vocabularios. Incluyen información sobre el
significado de cada palabra, con sus diferentes acepciones, pero no
suelen incluir variedades flexivas ni derivadas (o sólo en casos muy
concretos). Su contenido, como veremos, es muy variado y depende,
fundamentalmente, de los criterios que persigan. Por su propia defi-
nición son de carácter abierto, ya que —a pesar del criterio globaliza-
dor perseguido— difícilmente pueden, en la práctica, incorporar la
totalidad de las formas registradas en el material del que se sirven.
— Thesaurus (también Tesauros o Tesoros): Son las obras lexicográfi-
cas más ambiciosas, dado que pretenden incorporar absolutamente
todas las formas léxicas que estén documentadas, históricamente, en
una lengua, con sus sucesivas acepciones. Pueden considerarse una
suma de todos los diccionarios de una lengua.
Como se ve, esta primera diferenciación gira en torno a cuatro parámetros:
1. La limitación del corpus a partir del cual va a generarse la obra lexi-
cográfica nos permite distinguir entre obras basadas en corpus limita-
dos [+ limitadas], frente a obras basadas en corpus de carácter ilimita-
do [– limitadas].
2. La exhaustividad de la propia obra lexicográfica en el tratamiento
del corpus. Según esto, podemos encontrarnos obras que consideran
todo el conjunto de sus datos de referencia [+ exhaustivas], frente a
obras que no pretenden hacerlo [– exhaustivas].
3. Las restricciones que se imponen al propio corpus en el que se basa
la obra lexicográfica generan obras de carácter restrictivo [+ restricti-
vas] y obras de carácter no restrictivo [– restrictivas].
4. La inclusión o no de contenidos explicativos (sean los que fueren)
frente a la mera enumeración de voces, que genera obras de carácter
explicativo [+ explicativas] o no explicativo [– explicativo].
Y la contribución de éstos a la caracterización de cada uno de los tipos
considerados puede verse resumida en la siguiente tabla2:

2
Hay autores que consideran, además, una distinción entre lengua (competencia lingüística)
y habla (realización) [v., por ejemplo, las referencias incluidas en Otaola (1998: 373 y ss.)]. No
olvidemos, sin embargo, que toda realidad lingüística es un hecho de habla, y todas las voces pre-
sentes en un diccionario reflejan precisamente eso, hechos de habla, por lo que nos resistimos a
utilizar este rasgo como distintivo.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 549

Obras lexicográficas: [+/— limitadas] [+/— exhaustivas] [+/— restrictivas] [+/— explicativas]
Índices de palabras + + — —
Vocabularios + + — +
Glosarios + – + +
Léxicos + + + +
Diccionarios — + + +
Thesaurus — + — +

4. ESTRUCTURA INTERNA DE UN DICCIONARIO


En los diccionarios se reconoce una macroestructura y una microestruc-
tura, y ambas son, en definitiva, el reflejo de todas las decisiones tomadas pre-
viamente respecto del plan general de la obra, del material lexicográfico
empleado para la selección de las unidades que van a conformarla y de cómo
van a ordenarse (alfabética o conceptualmente), presentarse o explicarse.
— Por macroestructura (o nomenclatura) se entiende, globalmente, la
estructura general del diccionario y la conforman el cuerpo del diccionario,
o conjunto de entradas (es decir, la parte del diccionario en la que se organi-
zan y tratan los aspectos lexicográficos de cada unidad seleccionada), más las
partes colaterales que pueden (o no) acompañarlo: el prólogo, las posibles
introducciones con descripciones fonéticas o gramaticales, las instrucciones
para el usuario o los anexos (como glosarios de nombres geográficos o patro-
nímicos, listas de abreviaturas o siglas, etc.)3.
El cuerpo del diccionario se divide, a su vez, en artículos o entradas, que
son «su más pequeña unidad autónoma dedicada a cada una de las unidades
léxicas registradas» (Haensch, OPCIT: 39), los cuales, a su vez, van encabeza-
dos por el lema (palabra o locución, frase, prefijo, etc.) que se selecciona
como clave para la ordenación seleccionada, por lo que también se alude a él
como palabra-entrada, palabra-clave, palabra-guía o voz-guía.
— Con el lema nos introducimos en la microestructura, término global
con el que se alude a la estructuración que presentan todos los elementos que
configuran un artículo. La microestructura comprende, desde luego, la repre-
sentación del propio lema, las acotaciones (o indicaciones respecto de la
pronunciación, categoría, género, marcas de uso, etc.) y las definiciones (o
información sobre el contenido del lema).
Se plantea así, claramente, la doble lectura que se efectúa en los diccio-
narios: la lectura vertical, parcial y desordenada que se realiza durante la
búsqueda del término deseado y en la cual es a la macroestructura a la que
estamos dirigiendo nuestra atención; y la lectura horizontal, ordenada y
general que se realiza una vez seleccionada la entrada, durante la cual esta-
mos integrados en lo que se ha definido como miscroestructura4.

3
V. Haensch (1997: 39 y ss.); Alvar Ezquerra (1993: 27 y ss.) o Martínez de Sousa (1995).
4
V. Alvar Ezquerra (1993: 28 y ss.).
550 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

4.1. Algunas cuestiones relativas a la macroestructura

Nos referiremos a tres aspectos fundamentales: la organización del léxi-


co, la selección del léxico y la elección de la entrada o lema.

a) La organización del léxico: organización semasiológica


y organización onomasiológica

Lo primero que cabe plantearse es cómo se organiza el léxico en una


obra lexicográfica. Sin duda, nos podemos enfrentar a los significados de
dos maneras posibles: o bien a través del significante para encontrar todos
sus significados y sentidos posibles; o bien, a través de los significados, para
intentar encontrar el significante que mejor se adapte en esa lengua al con-
junto de rasgos que queremos expresar. De hecho, los usuarios de cualquier
lengua estamos continuamente utilizando ambos procesos: como hablan-
tes, seleccionamos mentalmente las formas o las expresiones que más se
ajustan a los conceptos que queremos expresar; como oyentes, selecciona-
mos los significados que mejor se adaptan (en función del significante, el
contexto, la situación comunicativa, etc.) al significante que acabamos de
leer o escuchar.

Estamos, así, ante una distinción teórica clave, directamente relacionada


con el modo de concebir y estructurar los estudios del significado:

— La concepción semasiológica (del griego shmasia, ‘significación’) o


semasiología es la concepción semántica que parte del significante
para buscar los significados;

— La concepción onomasiológica (del griego nomasia, ‘denomina-


ción’) u onomasiología es la concepción semántica que, al contrario,
parte del significado para identificar el significante o significantes
que se ligan a él.

Evidentemente, el enfoque semasiológico es el que encontramos en todos


los diccionarios que eligen la ordenación alfabética; al contrario, el enfoque
onomasiológico es el que se utiliza en los diccionarios CONCEPTUALES o IDEOLÆ
GICOS. Un enfoque mixto lo encontramos, en español, en el $ICCIONARIO)DEO
LÆGICO de Julio Casares, del que ya podemos entender su subtítulo, clara refe-
rencia a los dos enfoques que acabamos de plantear: «de la idea a la palabra,
de la palabra a la idea». En nuestro uso diario, cuando nos preguntamos qué
significa una palabra que hemos leído o escuchado, o en qué sentido puede
haber sido escrita o emitida, estamos intuitivamente organizando nuestra
competencia desde una perspectiva SEMASIOLÆGICA: «de la palabra a la idea»;
cuando nos preguntamos cómo expresar mejor un determinado concepto,
sea en nuestra lengua o en una segunda lengua, es el enfoque onomasiológi-
co el que estamos requiriendo.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 551

Desde luego, la distinción no es nueva ni tampoco única de la lexicografía.


La encontramos en todos los estudios que se enfrentan al significado lingüístico5,
e incluso gramatical6. Otto Jespersen, en su ya clásica obra ,AFILOSOFÁADELA
GRAM·TICA, nos recuerda:

... cualquier fenómeno lingüístico se puede considerar bien desde fuera o desde
dentro, bien desde la forma exterior o desde el significado interior. En el primer
caso tomamos el sonido (de una palabra o de otra parte de una expresión lin-
güística) y después nos preguntamos por el significado que a él va unido; en el
segundo caso, empezamos por el significado y nos preguntamos qué forma
recibe en la lengua concreta que estamos tratando. (/PCIT28)

En lexicografía, sin embargo, este primer planteamiento es clave y deter-


minante de gran parte de las obras lexicográficas. Nos dice Alvar Ezquerra
(1993: 28):

Casi no merece la pena insistir sobra las posibilidades de catalogación


del léxico, pues a la luz de los conocimientos actuales sólo pueden polari-
zarse en dos tipos: formales y conceptuales. En el primer caso se sigue el
orden alfabético, prácticamente inamovible, y sobre el que descansa el
grave peso de la tradición, hasta el límite de haberse identificado el con-
cepto de diccionario con el de orden alfabético.

y el mismo autor nos recuerda las palabras de Menéndez Pidal justificando


las ventajas de la clasificación alfabética:

La agrupación del caudal léxico por orden alfabético es la más cómoda


y práctica, y la que mejor permite dedicar a cada palabra una breve mono-
grafía en la que se integren las oportunas cuestiones etimológicas, históri-
cas, gramaticales y semánticas7.

Las críticas al orden alfabético se basan, fundamentalmente, en lo irra-


cional de su ordenación, dado que no responden a ningún criterio de carác-
ter lingüístico: ni fonético, ni significativo.

5
Pero que hemos preferido no plantear hasta aquí por considerar que es ahora cuando esta-
mos en situación de comprender la importancia de esta distinción, una vez considerados y mati-
zados todos los aspectos que intervienen en el proceso de la significación, independientemente
de cómo la concibamos. Con todo, la distinción siempre está presente, porque es consustancial
al hecho lingüístico: cuando realizamos la lista de todos los rasgos que los hablantes atribuyen
a la palabra silla, estamos en la semasiología; cuando, al contrario, buscamos todas las palabras
relacionadas con la idea de ‘asiento’ en español, estamos en la onomasiología. Si los dos planos
del signo —significante y significado–— son inseparables, los dos modos de acceder a ellos, tam-
bién lo son. Por lo demás, el enfoque onomasiológico se considera fundamental en las aplicacio-
nes de traducción automática. A este respecto pueden consultarse las estructuraciones para el
verbo inglés propuestas en Faber y Mairal (1999).
6
Es el mismo proceso el que aplicamos cuando, en gramática, nos planteamos, por ejemplo,
el estudio de todos los valores del SE, o, al contrario, definimos los distintos modos que tiene el
español de expresar la impersonalidad.
7
En el prólogo al $ICCIONARIOGENERALEILUSTRADODELALENGUAESPAÅOLA. Barcelona, Vox, 1.a ed.,
1945 y sucesivas.
552 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

— De su falta de criterios fonéticos el mismo Jespersen se lamenta:


Si nuestro alfabeto hubiese sido como el alfabeto sánscrito, en que los
sonidos formados con el mismo órgano se colocan juntos, naturalmente el
resultado habría sido mejor que con la pura ordenación accidental del alfabe-
to latino, que separa By P D y Ty mezcla sonidos que no tienen ninguna seme-
janza fonética, consonantes y vocales en completo desorden» (/PCIT29-30).

— La falta de criterios en la ordenación de significados provoca, por otra


parte, el que conceptos estrechamente relacionados aparezcan dis-
persos e inconexos a lo largo de toda la obra lexicográfica, lo que jus-
tifica, de nuevo, la queja que, por ejemplo, expresa Kurt Baldinger al
estudiar el campo onomasiológico ‘trabajar’ en provenzal antiguo
(v. Baldinger, 1970: 283):
Mientras que es fácil reconocer el campo semasiológico del prov. ant. TRE
BALH  TREBALHAR, al menos su estructura elemental —basta, en efecto, para
hacerse una primera idea, abrir el diccionario de LEVY—, es muy difícil obte-
ner una imagen clara de la estructura onomasiológica. [...] Por ahora es nece-
sario leer todos los ocho volúmenes de LEVY y los cinco volúmenes de RAY-
NOUARD8 para hacerse una idea del campo onomasiológico en prov. ant.

Por otra parte, la necesidad de las organizaciones onomasiológicas ha


sido incuestionable desde que, en 1852, el médico inglés Peter Mark Roget
publicara su 4HESAURUS9. La utilidad de este tipo de obras, que ya hemos podi-
do entrever, la resume Julio Casares en el prólogo a su $ICCIONARIOIDEOLÆGICO
DELALENGUAESPAÅOLA:
... poner a disposición del lector, mediante un inventario metódico (...) el
inmenso caudal de voces castizas que, por desconocidas u olvidadas, no nos
prestan servicio alguno; voces cuya existencia se sabe o se presume, pero
que, dispersas y como agazapadas en las columnas de los diccionarios
corrientes, nos resultan inasequibles mientras no conozcamos de antemano
su representación escrita.

Hemos visto, hasta ahora, los inconvenientes de las organizaciones alfa-


béticas y las ventajosas aportaciones de los enfoques onomasiológicos. Sin
embargo, también éstos presentan desventajas y las otras aciertos.
Como claras desventajas de las estructuras ideológicas suelen citarse la
extraordinaria dificultad de realizar una organización global satisfactoria de
todo el vocabulario de una lengua, así como la complejidad para acceder a
una información precisa deseada. Y así lo destaca Alvar Ezquerra (1993: 292):

8
Citando las dos obras básicas que le sirven de referencia.
9
Obra escrita, inicialmente, para su propio uso y en la que reunió todo el vocabulario inglés
en torno a 990 temas, estructurados, a la manera de las clasificaciones de las ciencias naturales,
en seis clases (relaciones abstractas, espacio, materia, intelecto, volición y sentimientos) subdi-
vididas, a su vez, en categorías, éstas en secciones, y , por último, en grupos. El Roget’s 4HE
SAURUS ha sido la referencia incuestionable de todas las obras lexicográficas posteriores de carác-
ter onomasiológico.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 553

... cualquier clasificación de este tipo corre el riesgo, por otro lado inevita-
ble, de la subjetividad, de manera que el autor coloca palabras en lugares
que no le gustan al usuario, a pesar de la larga reflexión a que ha sometido
su trabajo el primero.» — y continúa: «El mayor inconveniente que presen-
tan las clasificaciones con abundantes divisiones y subdivisiones es la deso-
rientación que sufre el lector, sin saber muchas veces cuál es el camino
correcto que debe seguir.

Respecto de los aciertos del orden alfabético, no cabe duda que son su
extremada sencillez y utilidad los que, como vimos, han primado. Pero no
queremos zanjar esta cuestión sin destacar, a través de las palabras del profe-
sor Manuel Seco, la importante trascendencia que este criticado orden arbi-
trario tiene en nuestra sociedad, conjuntamente con el sistema gráfico sobre
el que se sustenta:
El convencionalismo es la clave de la civilización. [...] Pero hay un
aspecto convencional —dentro del convencionalismo del lenguaje— que
supone una dimensión supralingüística unificatoria en la diversidad lin-
güística: es la utilización, para multitud de lenguas diferentes, de un código
común y único para la representación gráfica de los signos que constituyen
los respectivos sistemas fónicos. El hecho de que lenguas tan dispares como
el español y el turco, el húngaro y el francés, el finlandés y el italiano, el
inglés y el vascuence, coincidan en el empleo de un medio de transcripción
común que es el alfabeto latino, con el precioso complemento de la nume-
ración arábiga, constituye un primer factor mínimo de aproximación, y por
tanto de comprensión, entre hablantes que en principio carecen de toda
clave para comunicarse unos con otros. [...]

[...] Todavía hay que añadir un convencionalismo no siempre recordado,


pero de inmenso alcance utilitario: la ordenación tradicional de los signos
gráficos del lenguaje. En todas las comunidades que se sirven del alfabeto
latino, las letras que lo constituyen se enumeran y se colocan en una dispo-
sición universalmente respetada. No importa que el orden alfabético usual
sea en sí descabellado y suscite una y otra vez la cólera de los lingüistas; en
efecto, se diría que el Dios del Alfabeto se divirtió en irritar a estos sabios
ciudadanos entremezclando vocales y consonantes y haciendo que aparecie-
ran alineadas sin concierto las representaciones de consonantes sordas,
sonoras, orales, nasales, bilabiales, velares, palatales... Los intentos aislados
[...] por poner orden y lógica en este zoco no han servido más que para sem-
brar pasajeramente la confusión en un terreno en que todos nos entendemos
perfectamente. ¿No nos ocurre a muchos que la única manera de que encon-
tremos rápidamente un papel es mantener nuestra mesa en su desbarajuste
cotidiano? De igual modo, uno de los pilares de la civilización occidental es
el respeto al orden alfabético heredado, por arbitrario y acientífico que sea10.

Sin duda, pues, ambas aproximaciones, con sus ventajas y sus inconve-
nientes, son complementarias y necesarias para introducirse en el apasionan-
te mundo de la palabra. Si hemos querido tratar con cierto detenimiento el

10
Manuel Seco, del «Prólogo» a sus %STUDIOSDELEXICOGRAFÁAESPAÅOLA.
554 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

problema básico inicial que se presenta en el primer aspecto de la macroes-


tructura de un diccionario: la ordenación de los datos, es por hacer consciente
lo que habitualmente utilizamos sin reflexionar, y que, sin embargo, constituye
el pilar fundamental de gran parte de nuestra tradición cultural. Estamos segu-
ros de que, a partir de aquí, encararemos de modo muy diferente cualquiera de
las dos maneras que utilicemos para acercarnos a una obra lexicográfica.

b) La selección del léxico

Otro de los problemas a los que debe hacer frente el diccionario es la


selección del léxico que va a considerar.
Tradicionalmente esta selección presentaba un enfoque claramente histo-
ricista y basado en el uso literario. Sin embargo, en la actualidad, tanto los
distintos avances de la ciencia como la presión de la sociedad han hecho que
se dé cada vez más cabida en los diccionarios a variantes que habitualmente
quedaban excluidas, ya sea en diccionarios generales o en diccionarios de
carácter más específico, y la propia institución académica ha ido paulatina-
mente ampliando sus criterios de selección, incorporando nuevos aspectos.
Veamos algunos de ellos:
— Mayor peso de la lengua hablada y de niveles de uso coloquial,
familiar, popular y vulgar.
— En su última edición electrónica el $2!% reconoce más de diez mil
quinientos usos familiares (en 6524 lemas), aunque restringe más la
incorporación de formas vulgares (con 232 apariciones de esa marca:
ACOJONAR ‘acobardar’, AFANAR ‘robar’, ARREMPUJAR, ASÁN, BENEFICIARSE (a
alguien), BURACO ‘agujero’, CABRONADA, CACHONDEO, etc.), coloquiales
(con 34 usos así marcados: ABRIRSE ‘huir, irse precipitadamente’, CABA
LLO ‘heroína’, CANTIDAD ‘mucho’, COLEGA ‘amigo, compañero’, CHOCOLATE
‘hachis’, CHORRADA ‘necedad, tontería’, o ESTARENFORMA ‘estar en buenas
condiciones físicas o espirituales’, entre otros), y populares (con ape-
nas 14 apariciones de esa marca, entre ellas, PARN½, PASTA ‘dinero’, UN
RATO ‘mucho’, o la locución ESTARFREGADO).
— Incorporación de elementos productivos en la formación de pala-
bras (prefijos, sufijos o lexemas no autónomos que se utilizan en la
formación de compuestos de carácter culto, como ANTROPO–, FAGO–,
– FAGO. El $2!% incluye, así, hasta 172 elementos compositivos del espa-
ñol, que por su interés incluimos en la tabla 1 del anexo a este tema.
— Consideración de acrónimos, siglas o palabras truncadas.
— El $2!% evita, sin embargo, estas formas, y sólo reconoce once acró-
nimos, entre los que cabe destacar BIT, BONOBËS, DELCO, INRI o RADAR11.

11
Aunque en esta última no incorpora esa marca, lo que indica hasta qué punto llegan a lexi-
calizarse esas creaciones.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 555

No así el $ICCIONARIODELESPAÅOLACTUAL($%!), de Manuel Seco ETAL.,


o EL$ICCIONARIOGENERALDELALENGUAESPAÅOLA , de la editorial Vox, que
las incluyen con mayor libertad.
— Inclusión de voces y locuciones tabúes o eufemísticas. Ya vimos,
al hablar de los usos eufemísticos que tampoco eran usuales en el
$2!%. Sin embargo, bajo la denominación de vulgarismo sí se han
incorporado nuevos términos o acepciones referidas a órganos y fun-
ciones fisiológicas y sexuales. Haensch razona el porqué es conve-
niente su consideración (1997: 33):
No se trata de hacer pornografía lingüística ni de introducir estas pala-
bras tan frecuentes en boca de los hispanohablantes en diccionarios norma-
tivos o escolares, pero un buen diccionario general descriptivo debería regis-
trarlas: a) porque son de uso frecuente; b) porque existe una fraseología muy
rica formada con estas palabras y también hay muchas palabras derivadas
de ellas que no se pueden explicar sin registrar también como lema el tabú al
que se refieren; c) para evitar los tabúes se usa una serie de eufemismos que
no se entienden ni se pueden explicar sin referirse al tabú que sustituyen [...];
d) porque las interdicciones cambian mucho entre diversas áreas del mundo
hispánico: por ejemplo, palabras inofensivas en el español peninsular pue-
den estar prohibidas en determinadas áreas del español de América.

— Y menciona, por ejemplo, BICHO, PICO CONCHA, COGER, PAPAYA y CHILE.


De éstas, el $2!% sólo recoge CONCHA (en su décima acepción) como
voz malsonante y COGER (en su acepción 24) como vulgarismo, ambas
en América, sin especificar países.
— A estas razones podrían añadirse otras muchas, pero quizá una muy
buena razón sería la de guiar a aquellos que, por inexperiencia en el
idioma, o por desconocimiento de esos usos, pudieran caer en el error
de utilizarlos de manera inconveniente.
— Incorporación de tecnicismos. Ya el maestro colombiano Rufino
José Cuervo, en 1984, recomendaba a la Academia que no se demora-
ra en adoptar los términos técnicos de artes y ciencias, para evitar que
se generalizaran «en una forma afrancesada que después es difícil
desarraigar» —y continúa— «las Academias no deben contentarse
con ser cuerpos pasivos; deben influir también, científicamente, en la
dirección del uso y en el movimiento de la lengua». Manuel Seco —de
quien tomamos esta cita12— reconoce el notable aumento que, en ese
sentido, han sufrido los términos técnicos del $2!% desde que Cuer-
vo planteara esa petición. Sin embargo, también advierte este autor
de sus peligros: si no se seleccionan, de entre todos los tecnicismos
posibles, sólo aquellas voces que hayan alcanzado la mayor acepta-
ción

12
M. Seco (1987: 180).
556 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

el Diccionario académico será dentro de un par de generaciones un mons-


truo absolutamente inmanejable; ahora mismo ya tiene un tonelaje que casi
hace literalmente que «se caiga de las manos». La Academia tiene ante sí el
problema de hacer frente a este riesgo físico, sin renunciar, por otra parte,
al importante papel orientador que le señalaba el filólogo colombiano y
que, sin duda, forma parte de su propia razón de ser» ()BÁD., 181).

Sin duda, la selección del léxico es un aspecto clave de toda obra lexico-
gráfica, y la advertencia de Manuel Seco respecto de los tecnicismos habría
que extenderla al resto de las variantes que se han señalado. En la actuali-
dad, los medios automáticos para analizar y computar los materiales pue-
den, desde luego, servir de ayuda al lexicógrafo para seleccionar qué voces
han conseguido, realmente, suficiente difusión, pero la decisión siempre
será difícil.

c) La selección del lema

La selección de la forma que va a constituir el lema o entrada (o tam-


bién, recordémoslo, palabra-entrada, palabra-clave, palabra-guía o voz-
guía) también exige una toma de postura.

No suponen problema alguno las unidades léxicas simples de género inva-


riable, y se considera como lema la palabra concreta, en su forma singular.

Tampoco plantean grandes dificultades las formas con variación genérica


y suelen presentar la terminación femenina a continuación de la masculina,
que es la que constituye el lema. En el $2!%, por ejemplo, se separa median-
te una coma y se repite la última consonante del lexema más la terminación
–a del femenino: «amigo, ga», «espartano, na», «perverso, sa», etc.; el $%!
no introduce la coma, pero incluye un guión ante la terminación femenina:
«amigo –ga», «espartano –na», etc.; el $',% introduce ambos criterios:
separa mediante una coma el lema de la terminación femenina, y a ésta se le
antepone un guión («amigo, –ga», «perverso, –sa»). En todos ellos, como
una convención ya casi incuestionable, el lema se señala tipográficamente en
negrita.

En otras obras lexicográficas, de carácter más lexemático, se pueden reu-


nir en un único artículo todas las formas relacionadas con la misma raíz (o
lexema). En esos casos, el lema lo constituye el lexema básico, al que se añade
—separada por una barra vertical— la primera variante que puede aparecer
unida a él. Del resto de las voces formalmente relacionadas sólo se señala, en
negrita, la terminación, que se sitúa detrás de una tilde ~, símbolo que se uti-
liza en sustitución del lema o palabra clave (la cual no vuelve a repetirse). Así:
cabeza puede constituir una entrada y cabez|ada otra en la que, a su vez, se
incluyen: ~adas; ~al; ~o; ~ón; ~onada; ~ota; ~udo, que sustituyen a las
entradas cabezada, cabezal, cabezo, cabezón, cabezonada, cabezota y
cabezudo. Es, desde luego, un procedimiento especialmente económico y
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 557

muy utilizado en diccionarios bilingües, aunque tampoco es desconocido en


obras monolingües13.
Mayor complejidad reside en la selección del lema de las locuciones o
unidades pluriverbales. Veamos cuáles son las indicaciones que sigue la Aca-
demia en estos casos:
Las expresiones formadas de varios vocablos, como las frases hechas,
las locuciones, modos adverbiales, etc., van colocadas en el artículo corres-
pondiente a uno de los vocablos de que constan, por este orden de preferen-
cia: sustantivo o cualquier palabra usada como tal, verbo, adjetivo, pronom-
bre y adverbio. Así, por ejemplo, «en buenas manos está el panadero» se
hallará en el artículo correspondiente al sustantivo mano, preferido al verbo
estar y al adjetivo bueno14.

Pero establecen una excepción los sustantivos PERSONA y COSA cuando no


son parte necesaria e invariable de la expresión, y los verbos usados como
auxiliares:
Así, por ejemplo, la frase «tener que ver UNAPERSONAOCOSACONOTRA»
se registra en el verbo tener; y «estar UNACOSA en buenas manos», en el
sustantivo mano, mientras que en las expresiones «hacer UNO de perso-
na» y «no ser cosa del otro jueves» se encuentran respectivamente en los
artículos persona y cosa. Las frases «haber nacido UNO tarde» y «estar
tocada UNACOSA» corresponden la primera al verbo nacer y la segunda a
tocar, porque HABER y ESTAR son aquí meros auxiliares. «No haber más que
pedir» debe buscarse, por el contrario, en haber, y «estar a matar», en
estar.

Procedimientos similares suelen seguir todas las obras lexicográficas


españolas actuales.
Hecho aparte lo constituyen las locuciones extranjeras, en el caso de
introducirse. Manuel Seco opta por considerarlas globalmente e insertarlas
«en el lugar alfabético que les correspondería si se escribiesen como una sola
palabra». Así, la frase latina: conditio sine qua non, se señala toda ella en
negrita y se sitúa entre condiscípulo y condolencia.
El último problema que trataremos respecto de las lematizaciones es el
de las formas homónimas. Al estudiar en semántica el concepto de homoni-
mia frente a polisemia ya dijimos que la distinción era de carácter etimológi-
co: se consideran homónimas las formas que, procedentes de orígenes muy
diferentes, coinciden formalmente, mientras que se consideran polisémicas
las voces de las que se han derivado nuevos sentidos. Así pues, en una obra
lexicográfica que desee mantener esta visión histórica, como es el caso del
$2!%, se consideran palabras diferentes y, por tanto, se crean dos (o más)

13
Lo encontramos, por ejemplo, en las ediciones de los diccionarios bilingües de la ed. Her-
der (bajo la dirección de Günther Haensch).
14
En las indicaciones al usuario del $2!%.
558 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

entradas distintas, que suelen numerarse a la derecha del lema, mediante un


número volado:
1
insecable. Del lat. INSICCABILIS.
1. adj. p. us. Que no se puede secar o es muy difícil que se seque.
2
insecable. Del lat. INSECABILIS.
1. adj. p. us. Que no se puede cortar o dividir.

1
zoco. Del lat. SOCCUS.
1. m. zueco1.
2. Arq. Zócalo de un pedestal.
2
zoco. Del ár. SUQ, mercado.
1. m. ant. Plaza de una población.
2. En Marruecos, mercado, lugar en que se celebra.
3
zoco. De ZOQUETE. (y éste del ár. SUQ¸T, desecho, objeto sin valor)
1. adj. fam. Que usa la mano izquierda, zocato. Ú. t. c. s.
Pero este criterio de diferenciación de homónimos no se mantiene ni tiene
por qué hacerse en las obras que no pretenden esa finalidad histórica, en cuyo
caso pueden incorporarse, como distintas acepciones, bajo un único lema. Ése
ha sido, por ejemplo, el procedimiento aplicado por Manuel Seco, en su $%!,
quien, sin embargo, sí propone una distinción de entradas basada en criterios
semánticos, más acorde con el propósito sincrónico de este diccionario:
El criterio aquí seguido ha sido el de considerar dentro de una misma
entrada todas las formas iguales a las que une entre sí un mismo punto de
partida semántico. En cambio, tratamos en entradas diferentes las palabras
en que, pese a su identidad formal, no se tiene conciencia de una relación
semántica (con independencia de que históricamente haya existido tal rela-
ción). Por eso aparecen separados 1GENTIL ‘agraciado’ y 2GENTIL ‘pagano’, a
pesar de tener una misma etimología...15.

4.2. Algunas cuestiones relativas a la microestructura


Ya vimos que la microestructura corresponde a la ordenación de todos los
elementos que componen un artículo, y que se sitúan tras el lema.
La información que incluyen los artículos, sus contenidos, puede ser muy
variada y depende directamente del objetivo de cada obra. Sin embargo, sí
suele presentarse en un orden más o menos establecido.
Tras la palabra-clave, o lema, que —recordemos— habitualmente se
escribe en negrita y minúscula, podemos distinguir tres grandes bloques de
información: las acotaciones, la definición y las indicaciones de uso.

15
V. «Guía del lector», del $%!, p. xvii.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 559

a) Acotaciones

Las acotaciones, son precisiones (a menudo de carácter puntual) que


caracterizan al propio lema, e incluyen (o pueden incluir):
— la etimología: suele recoger la forma originaria, su significado y el
idioma del que procede,
— la pronunciación: clave en los diccionarios bilingües o plurilingües, es
también de interés en los diccionarios monolingües que consideran
extranjerismos o cuyo sistema fonético es muy distinto del ortográfico,
— sus posibles variantes gráficas. por ejemplo, en el $%! podemos
encontrar: «electrólisis (tb. electrolisis), «rubéola (tb. rubeola)»,
«sustancia (tb. substancia)»; en el $2!%: «cantiga o cántiga»,
«medula o médula», etc.,
— indicaciones morfológicas: en el caso de que presente flexiones anó-
malas. Así, en el $%!, «esquí (pl. ~S o ~ES)», «evacuar (CONJUG 1b;
TAMBI½N, SEMICULTO 1d)»16,
— la categoría gramatical, según su clasificación más tradicional de
artículo, sustantivo, pronombre, adjetivo, verbo, adverbio, preposi-
ción, conjunción e interjección,
— marcas que delimitan su uso: son, básicamente, marcas geográficas,
de especialidad, estilísticas o cronológicas. En las tablas 2 a 4 del
anexo al tema incluimos las marcas utilizadas en el $2!%. Allí se
puede apreciar la gran variedad de modalidades que se consideran.

b) Definición

La definición es la información sobre el significado del lema (o sobre el


objeto al que se refiere) y sobre los diversos sentidos que éste puede adquirir,
sea por extensión de su significado o por su uso en determinados contextos.
La definición, entonces, se organiza en acepciones.
— Si la palabra-clave o lema no posee más que una acepción, constituye
lo que se denomina artículo simple.
— Si, al contrario, se le reconocen diversos contenidos significativos,
éstos se organizan en lo que se denomina artículo múltiple.
La estructuración de los artículos múltiples suele ajustarse a criterios
muy bien definidos en cada obra. Veamos los que establece la Real Academia
para su $ICCIONARIODELALENGUAESPAÅOLA:

16
Donde se remite a los modelos de conjugación que incluye ese diccionario en los apéndi-
ces finales. En nuestro ejemplo, según los modelos AVERIGUAR y ACTUAR.
560 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Dentro de cada artículo van colocadas por este orden las diversas acep-
ciones de los vocablos: primero las de uso vulgar y corriente; después las
anticuadas, las familiares, las figuradas, las provinciales e hispanoamerica-
nas, y, por último, las técnicas y de germanía.
En los vocablos que tienen acepciones de adjetivo, sustantivo y adver-
bio, se hallan agrupadas las de cada categoría gramatical, según el orden
aquí indicado.
En los sustantivos se posponen las acepciones usadas exclusivamente
en plural a las que pueden emplearse en ambos números.
Cuando el artículo es de sustantivo, se registran después de las acep-
ciones propias del vocablo aislado las que resultan de la combinación del
sustantivo con un adjetivo, con otro sustantivo regido de preposición o con
cualquiera expresión calificativa.
Al fin del artículo se incluyen las frases o expresiones a él correspon-
dientes, dispuestas en riguroso orden alfabético. Entre ellas figuran las elíp-
ticas de un solo vocablo.

Las acepciones suelen presentarse bien diferenciadas unas de otras, en


general, mediante numeración correlativa, siguiendo, como se establece en el
primer punto de la regla académica, un orden predeterminado. Sin embargo,
—y a pesar de la clara propuesta de la Academia, que sin duda es la imperan-
te— no han faltado voces autorizadas que defendieran otras posiciones.
Buena muestra de la disparidad de criterios son los prólogos del $',%. Nos
dice Menéndez Pidal:
La etimología y la fecha de las palabras han de ser el punto de partida
para la ordenación de las varias acepciones.
Esa ordenación ha de servir, no sólo para facilitar al lector la búsqueda
de la acepción que desea, sino principalmente para orientarle sobre la sig-
nificación originaria del vocablo y sobre la relación que con ese significado
tienen las acepciones derivadas.
Los dos sistemas de ordenación que se dicen diversos, el lógico y el his-
tórico, no pueden ser más que uno. El llamado orden lógico, el que se apli-
ca por ignorancia, por desconocer la historia de la palabra, es una ordena-
ción caprichosa, frecuentemente ilógica, que a ciegas toma como acepción
fundamental una escogida sin bastante fundamento, y detrás de ella va
colocando las otras como mejor parece. Cuando la historia es conocida, el
único orden lógico que cabe es el que se atiene a la sucesión histórica de las
acepciones, la cual nos da la lógica de la vida, la de la realidad lingüística,
muy diversa a veces de la lógica que razona en abstracto. Claro es que la his-
toria de una palabra no siempre es conocida, y aunque lo sea, no siempre lo
es suficientemente, de modo que también hay que ejercitar una adivinación
psicológica (siempre ilustrada por un experto sentido histórico) para
reconstruir la relación real que a través de los tiempos pudo unir entre sí las
diversas acepciones que el idioma fue creando sucesivamente.
En el caso de que las acepciones sean muchas, suelen ordenarse en fila
recta y única escogiendo una acepción para el comienzo y yuxtaponiéndose
sucesivamente las demás. Pero la lógica histórica exige distribuirlas en gru-
pos varios con sus especiales subgrupos, pues las acepciones no nacen en
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 561

línea única, saliendo cada una de la inmediata anterior, sino que se ramifi-
can y cada una de las derivadas puede engendrar familia o línea colateral,
tronco de ulteriores ramificaciones. La distribución de las acepciones en el
Diccionario ha de poner el ·RBOLGENEALÉGICO de ellas ante la vista del lector:
el tronco, las ramas principales y las ramillas de segundo o de tercer orden
que salen de cada rama. Sólo una ordenación así, genética, con la fecha
absoluta, o relativa de cada acepción, cuando eso sea posible, nos deja apre-
ciar de un vistazo la historia de la palabra, nos explica el nacimiento de cada
nuevo significado surgido y nos hace comprender la exacta propiedad de
cada uno de ellos. Vulgarizar de este modo entre los habitantes la historia de
los vocablos es contribuir a la mayor propiedad en el uso general del idioma.

Pero el profesor Gili Gaya, sin desautorizar al maestro, matiza el proce-


dimiento:
El Diccionario Vox, sobre todo cuando la polisemia es abundante, se ha
atenido [—para sistematizar las acepciones—] a un criterio a la vez históri-
co y didáctico. Toma como punto de partida la acepción más cercana a la
etimología, y va añadiendo las demás en el orden aproximado en que se han
ido produciendo en la historia del idioma. Sin embargo, esta ordenación
deseada no puede practicarse a menudo, bien sea por desconocimiento de
las evoluciones semánticas y de su fecha precisa, bien porque la polisemia
existía ya en la voz originaria, o bien a causa de faltar eslabones interme-
dios en la cadena semántica, sobre todo en un diccionario selectivo que
tiene que registrar con gran parquedad las acepciones arcaicas y dialectales
que ilustrarían los cambios históricos. En estos casos se ha intentado una
ordenación no científica, sino didáctica, que clasifique las acepciones en
forma clara y fácil de encontrar para el lector, separando, por ejemplo, los
usos transitivos de los intransitivos en los verbos, o bien agrupando los sig-
nificados análogos con una clasificación arbitraria, pero sin dificultades
prácticas (véanse, por ejemplo, los artículos ANDAR ESTAR LETRA).
— Cuando las acepciones no corresponden exactamente al lema sino
que forma parte de una locución, éstas suelen escribirse íntegramen-
te antes de la definición y en la misma tipografía que el lema, y cons-
tituyen un sublema. Según la obra, estas acepciones pueden o no pre-
sentar una numeración distinta de la del lema.
Pero aparte de su estructuración en acepciones, la definición en sí misma,
como parte explicativa de los significados, es, sin lugar a dudas —en palabras
del profesor Manuel Seco— «a la vez que la médula del artículo lexicográfico,
tarea cuya delicadeza, cuya complejidad y cuya aspereza reconocen no sólo
los oficiales de este arte, sino los lingüistas todos y los pensadores» (1987: 20),
por lo que le dedicaremos nueva atención en el próximo apartado (v. § 4.3).

c) Indicaciones de uso

Las indicaciones de uso, que en el diccionario académico suelen señalarse


mediante las abreviaturas de ²SASE (Ú.), ²SASECOMO (Ú c.), ²SASEAVECES COMO
(Ú. a veces c.), ²SASEM·SCOMO (²MC.) , etc., ofrecen información sobre:
562 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

— Construcción y régimen de sustantivos, adjetivos y verbos. Así, en:


disputar...
2. Porfiar y altercar con calor y vehemencia. Ú. c. intr. con las preposi-
ciones DE, SOBRE, ACERCADE, etc.

lente...
1. amb. Cristal con caras cóncavas o convexas, que se emplea en varios
instrumentos ópticos. Ú. m. c. f.

repetidor, ra...
2. Dícese especialmente del alumno que repite un curso o una asigna-
tura. Ú. m. c. s.
— Colocaciones frecuentes:
abocar...
5. Tratándose de proximidad en el tiempo, hallarse en disposición, peli-
gro o esperanza de algo. Ú. especialmente el p. p. con los verbos ESTAR,
HALLARSE, QUEDAR, VERSE y otros análogos y seguido de la preposición a. Ú.
t. c. intr.
airoso, sa...
3. fig. Dícese del que lleva a cabo una empresa con honor, felicidad o
lucimiento. Ú. por lo común con los verbos QUEDAR y SALIR.
chalado, da...
2. adj. fam. Alelado, falto de seso o juicio. Ú. generalmente con el verbo
ESTAR. Ú. t. c. s.
dentellada...
a dentelladas.
1. loc. adv. Con los dientes. Ú. con los verbos MORDER, HERIR, ROMPER, etc.
habla...
al habla.
1. loc. adv. Mar. A distancia propia para entenderse con la voz. Ú. con
los verbos estar, PONERSE y pasar.
— Locuciones y modismos.
Ya hemos visto la importancia de su inclusión en los diccionarios como
generadores de nuevos significados y cómo se lematizan y organizan en las
obras lexicográficas, por lo que no insisteremos sobre ello. La Academia, sin
duda, les dedica gran atención. Veamos, sólo a modo de ejemplo, los que con-
sidera en la voz gallo:
gallo...
abaja acá, gallo, que estás encaramado.
1. fr. contra engreídos.
al primer gallo.
1. loc. adv. ant. A medianoche.
alzar uno el gallo.
1. fr. fig. y fam. Manifestar soberbia o arrogancia en la conversación o
en el trato.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 563

andar uno de gallo.


1. fr. fig. y fam. Pasar la noche en bromas, bailes u otras diversiones.
bajar el gallo.
1. fr. fig. y fam. Deponer la altanería con que se habla o trata a alguna
persona.
como el gallo de Morón, cacareando y sin plumas.
1. expr. fig. y fam. que se aplica a los que conservan algún orgullo, aun-
que en la pendencia o negocio en que se metieron queden vencidos.
correr gallos.
1. loc. con que se designa un entretenimiento de carnaval, que consiste
en enterrar un gallo, dejándole fuera el pescuezo y cabeza, y uno de los
que juegan, con los ojos vendados, lo busca con una espada en la mano;
consiste el lance en herirle o cortarle la cabeza con ella. Otros persiguen
al gallo continuamente, hasta que lo alcanzan o lo cansan, hiriéndolo
del mismo modo.
correr gallos a caballo.
1. fr. con que se designa un juego que consiste en colgar un gallo de una
cuerda por los pies y cortarle la cabeza o arrancársela corriendo a caballo.
engreído como gallo de cortijo.
1. expr. fig. y fam. que se aplica al que presume que vale más que otros,
y por eso desdeña su compañía.
en menos que canta un gallo.
1. expr. fig. y fam. En muy poco tiempo; en un instante.
entre gallos y media noche.
1. fr. a deshora.
ir a escucha gallo.
1. fr. fig. y fam. Ir con cuidado y atención, observando si se oye alguna
cosa.
levantar uno el gallo.
1. fr. alzar el gallo.
no cantar bien dos gallos en un gallinero.
1. fr. fig. Avenirse mal dos que a la vez quieren imponer su voluntad o
su prestigio.
otro gallo me, te, le, nos, os, les cantara.
1. expr. fig. y fam. Mejor sería mi, tu, su, nuestra, vuestra suerte.
tener uno mucho gallo.
1. fr. fig. y fam. Tener soberbia, altanería o vanidad, y afectar superiori-
dad o dominio.

— Sinónimos y antónimos.
Aunque no suelen especificarse de manera sistemática —a no ser que el
objetivo de la obra lexicográfica así se lo proponga—, sí pueden hacerse refe-
rencias a posibles formas o expresiones sustitutivas17 o contrarias.

17
Respecto de los sinónimos, es frecuente que estén integrados en la propia definición, como
veremos en el apartado 4.3.
564 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Con clara referencia a la sinonimia, en el $2!% encontramos pocos


casos: FIEBRET½RMICA(«Ú. a veces como sinónimo de insolación.»), GNOSEOLOGÁA
(«A veces, sinónimo de epistemología.»), y SULFONAMIDA («Ú. también como
sinónimo de sulfamida.»), aunque aparecen encubiertas en las remisiones a
otros términos: BATERÁA Æ ACUMULADOR, ASTENIA Æ ADINAMIA, CEJILLA Æ CEJUELA,
CHAMPAÅA Æ CAVA, ABEJAR Æ COLMENAR, AMIGABLE Æ AMISTOSO, CERILLA Æ FÆSFO
RO MIXTO, etc. o dentro de las definiciones. Lo mismo ocurre con los antóni-
mos, que sólo los señala explícitamente en ALGUIENiantónimo de NADIE y con
menor frecuencia, de NINGUNO.», ALGUNO  NAi Antónimo de NINGUNO.», y
NOLUNTAD(«Antónimo de VOLUNTAD, basado en el lat. NOLO, no quiero, antónimo
de VOLO, quiero.»), aunque reconoce la oposición o contraposición de signifi-
cados mucho más frecuentemente. Así, BURGU½S ´ PROLETARIO, CARNÁVORO ´
HERBÁVORO, CITERIOR ´ ULTERIOR, concreto ´ abstracto, PERSONA ´ COSA, DENSO ´
RALO, DIGNO ´ INDIGNO, DOGM·TICO ´ EXEG½TICO, EXTERNO ´ INTERNO, FASTO ´
NEFASTO, FONDO ´ FORMA, LATITUD ´ LONGITUD, OFICIAL ´ OFICIOSO, PAZ ´ GUERRA,
REAL ´ VIRTUAL, SUAVE ´ ·SPERO, URBANO ´ RURAL, etc.
— Ejemplos de aplicación.
La presencia de ejemplos ha estado presente desde las primeras obras
lexicográficas españolas. Recordemos que la primera edición del $ICCIONARIO
DE LALENGUACASTELLANA publicado por la Academia, en 1726, es conocida
como el $ICCIONARIODE!UTORIDADES precisamente por incluir las citas de los
autores «que ha parecido a la Academia han tratado la Lengua Española con
la mayor propiedad y elegancia: conociéndose por ellos su buen juicio, clari-
dad y proporción, con cuyas autoridades están afianzadas las voces». Las
citas de los Autores, que comprueban el uso de las voces, se incorporan por
dos razones: «en unas se ponen para autoridad, y en otras para ejemplo»18.
Esta tradición, que la misma Institución eliminó ya a partir de la segun-
da edición de su $ICCIONARIO (en 1780) parece, sin embargo, estarse rescatan-
do del olvido y en la actualidad los DICCIONARIOSDESCRIPTIVOS(o DEUSO), que
proporcionan los contextos apropiados o habituales en el uso de las distintas
acepciones, han adquirido una gran popularidad19. Con todo, el propio
$2!%, si bien es cierto que elude las citas, no puede evitar la utilización oca-
sional de ejemplos para justificar o aclarar determinadas acepciones. Veamos
algunos casos:
anáfora...
3. Ling. Tipo de deixis que desempeñan ciertas palabras para asumir el sig-
nificado de una parte del discurso ya emitida; v. gr.: LO en$IJOQUEHABÁA
ESTADO PERONOME,/CREÁ.

18
Para facilitar la comprensión del texto, citamos actualizando la grafía original. Los subra-
yados también son nuestros.
19
Apoyándose también, como se hiciera antaño, en los criterios de «autoridad» que dicta la
sociedad actual. Véanse, por ejemplo, el $ICCIONARIODEUSO de María Moliner, o el $%! de M.
Seco ETAL., sobre el que estamos trabajando.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 565

analogía...
6. Gram. Creación de nuevas formas lingüísticas, o modificación de las exis-
tentes, a semejanza de otras; p. ej.: los pretéritos TUVE, ESTUVE, ANDUVE se for-
maron por analogía con HUBE.
cursor...
4. %LECTRÆN. Marca movible, por lo común luminosa, en forma de circulito,
flecha o signo semejante, que sirve como indicador en la pantalla de diver-
sos aparatos, p. ej. de un computador.
magnitud.
4. Fís. Propiedad física que puede ser medida; p. ej., la temperatura, el peso,
etc.
novelesco...
2. Tómase generalmente por fingido o de pura invención, como HISTORIA
NOVELESCA; por singular e interesante, como LANCE NOVELESCO, o por exalta-
do, sentimental, soñador, dado a lo ideal o fantástico; v. gr.: PERSONA, IMAGI
NACIÆN NOVELESCA.

— Restricciones de uso.
Se incorporan cuando las restricciones en la utilización de un término no
son de carácter general —en cuyo caso se situarían en las acotaciones inicia-
les— sino sobre una de sus acepciones. Así:

faceta
1. f. Cada una de las caras o lados de un poliedro, cuando son pequeñas. Se
usa especialmente hablando de las caras de las piedras preciosas talladas.
fresco, ca...
2. Reciente, acabado de hacer, de coger, etc. 1UESO FRESCO. ²ENSENTFIG
.OTICIA&2%3#!.
pinche
1. com. Persona que presta servicios auxiliares en la cocina.
2. adj. despect. Méj. Despreciable, mezquino, poca cosa. Es voz malsonante.

Todos estos aspectos, de nuevo, de carácter puntual y no sistemático se


sitúan tras la acepción que les corresponda.

4.3. Las definiciones en el diccionario

a) Diccionario general y enciclopedia

Ya vimos más arriba que el punto álgido en la confección de un dicciona-


rio se sitúa en la redacción de las definiciones.
La definición es un enunciado, compuesto de una o varias palabras, en el
que se expone el contenido de la voz (lema o sublema).
566 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Pero ¿qué tipo de contenidos esperamos encontrar en un diccionario?


Para contestar a esta cuestión nos viene bien recordar la distinción entre
palabra y cosa (o referente) que tratamos en el tema 20, al estudiar el trián-
gulo semiótico. Si deseamos saber cómo se estructura el conocimiento, cómo
se clasifican el mundo orgánico o el inorgánico, estamos pidiendo informa-
ción sobre el mundo, sobre las cosas, y la respuesta no la encontraremos en
un diccionario, sino en una enciclopedia. Si, por el contrario, deseamos
saber qué contenido significativo posee una palabra concreta, cómo podemos
utilizarla de la manera más adecuada, o si conviene o no a una determinada
expresión, entonces necesitamos un diccionario. Y ésta es una importante
distinción que no debemos olvidar:
— La enciclopedia ordena la realidad del mundo,
— El diccionario ordena la realidad de las palabras.
— La enciclopedia informa sobre las cosas,
— El diccionario informa sobre las palabras.
Las definiciones, entonces, también serán muy diferentes según perte-
nezcan a un diccionario general (o diccionario de lengua) o a una enciclope-
dia (entre los que también se incluyen los diccionarios de especialidad). La
enciclopedia debe dar cabida a las definiciones científicas, a las clasifica-
ciones, a las jerarquías; el diccionario sólo debe explicar el contenido de las
palabras, aunque en algunos casos, como hemos visto, sí deba indicar el con-
texto apropiado en el que éstas pueden o deben usarse.

b) Tipos de definición

Teniendo presente esta distinción entre mundo y palabra, el profesor


Casares (1992: 159) establece una primera distinción entre definición nomi-
nal y definición real:

— La definición nominal se limita a explicar el significado de la pala-


bra. Frente a ésta, la definición real o definición lógica «aspira a descu-
brirnos la naturaleza, la esencia de la cosa significada» ()BÁD).
La definición nominal es la habitualmente usada —y deseable— en los
diccionarios generales, y es «suficiente para el lexicógrafo». Como también
se hace constar en el $%! («Guía del lector»), las definiciones de voces espe-
cializadas o técnicas no se redactan en el diccionario para servir a los espe-
cialistas o técnicos (que deberán recurrir a otro tipo de obras para solventar
sus dudas), sino para servir a «hablantes comunes». De ahí que al lexicógra-
fo le baste con encontrar una «definición suficiente» y no una «definición
exhaustiva».
— La definición real o definición lógica es, para Casares, la verdadera-
mente científica. Debe basarse en criterios de clasificación rigurosos y preci-
sos, por lo que, para su aplicación sistemática debería distribuir en géneros y
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 567

especies no sólo un reducido sector del mundo físico, sino «todo el universo
visible e invisible: cosas, ideas abstractas, sentimientos, creencias, etc.»20.
Una definición de estas características debe contener, al menos, el género
próximo al que pertenece el objeto (o referente) al que se refiere ese término,
y la última diferencia que los distingue del resto21. Aporta el ejemplo de hom-
bre definido como «ANIMAL —género— RACIONAL —última diferencia».
Como ejemplos de un tipo y otro de definición podemos ver cómo se defi-
ne la palabra caballo en dos de nuestros diccionarios de mayor prestigio: el
$ICCIONARIODELESPAÅOLACTUAL ($%!) y el $ICCIONARIOGENERALDELALENGUAESPA
ÅOLA ($',%), representantes también de dos modos distintos de hacer lexi-
cografía. Así, en el $%! encontramos caballo, en su primera acepción, defi-
nido como:

Cuadrúpedo de cabeza y cuello alargados y extremidades también alar-


gadas que se apoyan en el suelo sobre un solo dedo, y que es animal fácil de
domesticar y utilizado esp. para tiro y transporte.

Por su parte, el $',% opta por la definición siguiente, también en su pri-


mera acepción:

Mamífero ungulado perisodáctilo, tipo de los équidos, de cuello arque-


ado, orejas pequeñas, crin larga y cola cubierta de pelos; se domestica fácil-
mente y es de gran utilidad para el hombre.

Reconociendo la utilidad de estas definiciones para ciertos conceptos, el pro-


pio Casares las considera desaconsejables desde el punto de vista del lexicógrafo:

«Su mismo afán de perfección las hace fácilmente vulnerables y, ade-


más, suelen dejar al consultor del Diccionario en la misma incertidumbre
en que se hallaba.» ()BÁD)

De ahí que deba, a menudo, renunciarse a la definición lógica para recu-


rrir a otro tipo de definiciones más asequibles para el usuario. Entre ellas
destacan la definición genética, la teleológica, la descriptiva y la descrip-
ción por equivalencias. Veamos las características de cada una de ellas.
— La definición genética explica el elemento definido o lema como el
efecto de la acción que lo engendra. Casares pone de ejemplo las formas hue-

20
Citamos del prólogo a su $ICCIONARIO)DEOLÆGICO, p. xiv, obra en la cual, efectivamente, pro-
pone una estructuración sistemática de estas características. Puede verse, a ese respecto, la cla-
sificación ideológica general que presenta en esa misma obra, en su parte sinóptica, que consi-
deramos piedra angular para todo aquél que pretenda iniciarse en una organización
estructurada de cualquier vocabulario.
21
Recordemos que en la taxonomía de las ciencias naturales, la primera unidad de clasifica-
ción es la ESPECIE, éstas se ramifican en G½NEROS que, a su vez, se distribuyen en FAMILIAS, ÆRDENES,
CLASES, DIVISIONES y, finalmente, INDIVIDUOS.
568 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

lla, que se define como «señal que deja el pie en el suelo» y superficie cónica,
definida como «la engendrada por una recta que se mueve pasando constan-
temente por un punto fijo y teniendo por directriz una curva». Este tipo de
definiciones son, en efecto, muy utilizadas en Geometría o Ciencias Químicas.
Así, en acetato: «Sal formada por la combinación del ácido acético con una
base», o bisulfuro: «Combinación de un radical simple o compuesto con dos
átomos de azufre». Aunque también en términos menos específicos, como
sombra: «proyección oscura que un cuerpo lanza en el espacio en dirección
opuesta a aquella por donde viene la luz», acción: «efecto de hacer».
— La definición teleológica o funcional explica el objeto definido en
función del fin a que se destinan. Así se describen un buen número de ins-
trumental técnico, como astrolabio: «antiguo instrumento en el que estaba
representada la esfera celeste y se usaba para observar y determinar la posi-
ción y el movimiento de los astros», barómetro es el «instrumento que sirve
para determinar la presión atmosférica»
— La definición descriptiva, que es la que explica la forma y las carac-
terísticas propias del objeto definido. Es la habitual, especialmente, en las
explicaciones del mundo animal o vegetal. Como:

acelga
1. f. Planta hortense de la familia de las quenopodiáceas, de hojas grandes,
anchas, lisas y jugosas, y cuyo pecíolo es grueso y acanalado por el interior.
Es comestible.
puma
1. m. Mamífero carnicero de América, parecido al tigre, pero de pelo suave
y leonado.
y también en:
diccionario
1. m. Libro en el que se recogen y explican de forma ordenada voces de una
o más lenguas, de una ciencia o materia determinada.
bobina
1. f. Cilindro de hilo, cordel, etc., arrollado en torno a un canuto de cartón
u otras materias.
2. Rollo de hilo, cable, papel, etc., con una ordenación determinada, mon-
tado o no sobre un soporte...

— La definición mixta es, sin duda, la más común, e incorpora no sólo


aspectos descriptivos, sino también genéticos y teleológicos. Así:

autoclave
1. f. Aparato en forma de vasija cilíndrica, de paredes resistentes y con
cubierta cerrada y atornillada herméticamente [—descripción—] que, por
medio del vapor a presión y temperaturas elevadas, sirve para destruir gér-
menes patógenos, esterilizando todos los objetos y sustancias que se emple-
an en las operaciones y curas quirúrgicas. También se utiliza en la industria
para esterilizar conservas, vasijas, etcétera [—función—].
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 569

cardenillo
1. m. 1UÁM. Mezcla venenosa de acetatos básicos de cobre [—génesis—]; es
una materia verdosa o azulada, que se forma en los objetos de cobre o sus
aleaciones [—descripción—].
cortina
1. f. Tela que por lo común cuelga de puertas y ventanas [—descripción—]
como adorno o para aislar de la luz y de miradas ajenas [—función—].
pared
1. f. Obra de albañilería vertical [—descripción—], que cierra o limita un
espacio [—función—].
penicilina
1. f. Farm. Sustancia antibiótica extraída de los cultivos del moho 0ENICI
LLIUMNOTATUM [—génesis—], que se emplea para combatir las enfermeda-
des causadas por ciertos microorganismos [—función—].
cloroformo
1. m. 1UÁM. Cuerpo constituido en la proporción de un átomo de carbono
por uno de hidrógeno y tres de cloro [—génesis—]. Es líquido, incoloro, de
olor agradable, parecido al de la camuesa, y de sabor azucarado y picante
[—descripción—], y se emplea en medicina como poderoso anestésico
[—función—].
gálbano
1. m. Gomorresina de color gris amarillento, más o menos sólida y de olor
aromático [—descripción—], que se saca de una planta de la familia de las
umbelíferas [—génesis—], espontánea en Siria. Se ha usado en medicina y
entraba en la composición del perfume quemado por los judíos ante el altar
de oro [—función—].

— La definición por equivalencia consiste en ofrecer uno o varios tér-


minos estrechamente relacionados con el elemento definido. Esa relación
puede ser;
— por afinidad: se ofrecen, entonces, voces —más o menos— sinónimas
del elemento definido, o
— por antagonismo: presentándose voces —más o menos— antónimas
del elemento definido.
— La expresión de significados antagónicos no presenta mayores incon-
venientes22 . Se utiliza en casos como apátrida: «que carece de nacio-
nalidad», asepsia: «ausencia de materia séptica», impar: «que no
tiene par», increíble: «que no puede creerse», irracional: «que carece
de razón», oscuro: «que carece de luz o claridad», cobardía: «falta de
ánimo o valor», simétrico: «que carece de simetría», etc.
La expresión de significados afines, también sumamente frecuente, sí
puede presentar algunas limitaciones, dado que reviste el peligro de caer en

22
V. Casares (1992: 160).
570 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

tautologías o círculos viciosos. A pesar de ello, se reconoce un procedimien-


to adecuado si se consigue simplificar descripciones que, de otro modo,
podrían resultar excesivamente prolijas. Veamos cómo lo explica Casares
(OPCIT, 160-61):
... Supongamos que se trata de definir el adjetivo UFANOen la primera
acepción que registra el Diccionario. En la «ufanía» entra indudablemente
cierta dosis de «orgullo», sentimiento que no es vituperable cuando tiene
fundamento legítimo; pero no es insólito que un sujeto se ufane de mereci-
mientos supuestos o apreciados por él en más de lo que valen. Entonces
aparece la «presunción» y da lugar a una actitud que, en la escala de la
«soberbia», puede llegar hasta la «altivez» o quedarse en la «fatuidad». Una
definición de tipo abstracto y escolático, que pretendiese reflejar esta amal-
gama habría de ser casuística, complicada y probablemente menos inteligi-
ble que la que nos ofrece el Diccionario: «UFANO. Arrogante, presuntuoso,
engreído».

Y son realmente comunes definiciones como ésta. Así, en alcázar: «forta-


leza, recinto fortificado», burdo: «tosco, basto, grosero», minarete: «almi-
nar», cogorza: «borrachera, embriaguez», gentileza: «gallardía, garbo y
bizarría».

Al igual que las definiciones restantes, las equivalencias pueden aparecer


como elementos de definiciones mixtas:
frágil: 1. adj. Quebradizo, y que con facilidad se hace pedazos.
2. fig. Débil, que puede deteriorarse con facilidad. Tiene una salud FRÁGIL.»

cercha: «cimbra, armazón que sostiene un arco.»

fallecer: «morir, acabar la vida»

herrumbre: «3. roya, pequeño hongo de los vegetales.»

— La definición impropia, por último, es la que se utiliza para explicar


aquellos términos que no poseen significado, es decir, formas como con-
junciones, preposiciones o interjecciones, y, en general, formas metalingüís-
ticas, en las que no cabe preguntarse qué significan, sino QU½ES esa palabra,
o CÆMO y PARAQU½ se emplea. Son, realmente, definiciones teleológicas o fun-
cionales, pero relativas al propio signo lingüístico:
de
1. prep. Denota posesión o pertenencia. ,ACASADE MIPADRE; la paciencia
DE *OB.
2. [prep.] Sirve para crear diversas locuciones adverbiales de modo. !LMOR
ZÆ DE PIE; LEDIERON DE PUÅALADAS; SEVISTE DE PRESTADO; LOCONOZCO DE VISTA.
3. [prep.] Manifiesta de dónde son, vienen o salen las cosas o las personas.
,APIEDRAES DE #OLMENAR; VENGO DE !RANJUEZ; NOSALE DE CASA.
4. [prep.] Sirve para denotar la materia de que está hecha una cosa. %LVASO
DE PLATA; ELVESTIDO DE SEDA.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 571

Los dos últimos tipos de definición destacados no pueden considerarse


«definiciones» propiamente dichas, si entendemos como tal la «proposición
que expone con claridad y exactitud LOSCARACTERESGEN½RICOSYDIFERENCIALESde
una cosa material o inmaterial» ($2!%), es decir, en su sentido de definición
lógica, pero si entendemos por definir «fijar con claridad, exactitud y preci-
sión la significación de una palabra o la naturaleza de una persona o cosa»
()BÁD), es decir, si eliminamos la exigencia impuesta para las definiciones
lógicas (o reales), sí podrían considerarse como tales23. Con todo, también
podemos considerarlas como definiciones impropias. Como hemos visto,
sin embargo, ambos son recursos muy utilizados y sumamente útiles en lexi-
cografía.

5. LOS DICCIONARIOS DEL ESPAÑOL

A lo largo de este tema ya se han ido presentando algunas de las obras


más notorias de la lexicografía española, y hemos aprendido a distinguirlas:

1. Por el objeto definido: palabras o cosas, hemos establecido las dife-


rencias entre Diccionarios de la lengua y Enciclopedias (v. § 4.3. a).

2. Por el orden de los materiales: se destacaron las ventajas e inconve-


nientes de las obras de carácter semasiológico (diccionarios alfabéti-
cos) y onomasiológico (diccionarios ideológicos).

— Siguiendo esta misma concepción, las enciclopedias, a su vez,


también pueden ser:

— temáticas: no ordenadas por orden alfabético, sino por temas,


y

— alfabéticas: si estructuran sus entradas por orden alfabético

— Obras intermedias son los diccionarios enciclopédicos, que


combinan ambos criterios, el lingüístico y el enciclopédico.

23
En general, tiende a distinguirse entre DEFINICIÆN y EXPLICACIÆN, sin embargo, si nos atene-
mos —como debemos— a las propias descripciones del diccionario, ambos conceptos inciden
sobre los mismos aspectos. Arriba hemos visto ya cómo se expone el concepto definición. Por
explicación se entiende la «declaración o exposición de cualquier materia, doctrina o texto con
palabras claras o ejemplos, para que se haga más perceptible». La distinción, desde luego, no
resulta tan evidente. Términos como «proposición que expone» frente a «exposición», o «con cla-
ridad» frente a «con palabras claras» no parecen tan distintivos. Por otra parte, la finalidad
expresada en la explicación «para que se haga más perceptible» no creemos que pueda conside-
rarse el rasgo distintivo, en especial cuando la psicología cognitiva —como vimos en el tema 23—
parece haber demostrado que esa funcionalidad está presente en todo acto comunicativo y, por
lo demás, es también la que justifica la propia existencia de los diccionarios no importa cómo se
expresen sus contenidos. Consideramos, pues, estas dos últimas clases, como dos modalidades
más de la definición.
572 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

3. Por la norma lingüística que aplican, podemos hablar de diccionarios


normativos o diccionarios descriptivos o de uso, basando las dife-
rencias en el especial tratamiento que unos y otros dan al neologismo
y a los niveles de uso de carácter más restringido.
A partir de estas tres distinciones básicas hemos trabajado con cuatro
importantísimas obras de nuestra tradición léxica: un diccionario normativo,
en realidad, el diccionario normativo del español por excelencia: el $ICCIONA
RIODELALENGUAESPAÅOLA , de la Real Academia Española; un diccionario de
uso, el $ICCIONARIODELESPAÅOLACTUAL , dirigido por M. Seco, como represen-
tante más reciente de los diccionarios descriptivos; el $ICCIONARIOGENERALDE
LALENGUAESPAÅOLA, de la editorial Vox, como importante diccionario de len-
gua que no renuncia, sin embargo, a cierto carácter enciclopédico; y por últi-
mo, el $ICCIONARIOIDEOLÆGICODELALENGUAESPAÅOLA, por ser el mayor y, quizá,
único intento español de diccionario onomasiológico.
Además, aun sin pretender hacer aquí una historia de nuestra lexicogra-
fía24, hemos aludido al primer diccionario editado por la Real Academia, el
denominado $ICCIONARIODE!UTORIDADES y a los principios que guiaron su con-
fección (§ 4.2.c), y en algún otro lugar (tema 24) hemos animado al alumno a
que consulte algún diccionario inverso, como guía para identificar las ter-
minaciones más o menos comunes de nuestro léxico25. Pero no hay duda de
que nuestro caudal de obras lexicográficas es mucho mayor y no podríamos
detenernos en su análisis como merecerían. Remitimos, para ello a la intere-
sante recopilación de Günther Haensch: ,OS DICCIONARIOSDELESPAÅOLENEL
UMBRALDELSIGLO88), limitándonos a esbozar aquí sólo un breve esquema de
las muy diversas ofertas de diccionarios del español que allí se describen.
— Dentro de los diccionarios de lengua, como obras de carácter más
específico, podemos enumerar:
— Diccionarios de construcción y régimen
— Diccionarios de colocaciones
— Diccionarios de locuciones y modismos
— Diccionarios de refranes
— Diccionarios de sinónimos y antónimos
— Diccionarios de neologismos, siglas y abreviaturas
— Diccionarios de ámbito restringido: — diatópicos: — regionalismos
— indigenismos
— americanismos
— diastráticos: — de hablas jergales
— diacrónicos: — de voces
desusadas
— idiolectales: — de autor
— Diccionarios de dudas, dificultades e imprecisiones lingüísticas
— Diccionarios etimológicos

24
De la que podemos encontrar un adecuado resumen en Otaola (1998: 281 y ss.).
25
En la actualidad, podemos aconsejar el editado por Bosque y Pérez Fernández (1987).
También el $2!% en su versión electrónica, ofrece esta interesante herramienta.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 573

— Diccionarios históricos
— Diccionarios de la rima e inversos
— Diccionarios de pronunciación
etc.
— Dentro de los diccionarios de carácter enciclopédico, obras de carác-
ter más restringido son los:
— Diccionarios de citas
— Diccionarios onomásticos: — de nombres de pila
— de pseudónimos
— de apellidos
— de gentilicios...
— Diccionarios biográficos, etc.

— Además, de aplicaciones e intenciones muy diversas, encontramos:

— Diccionarios monolingües o plurilingües, en función del número de len-


guas que consideran
— Diccionarios generales, abreviados o concisos, en función de su exten-
sión
— Diccionarios infantiles, escolares, académicos, para extranjeros, turís-
ticos,... en función de sus destinatarios
— etc.

Entre esta amplia diversidad, no cabe realizar unas u otras selecciones,


puesto que estarán siempre en función de las necesidades o los intereses que
en cada cual despierten unos u otros temas. Lo que sí se ha intentado ofrecer
al alumno en estas páginas son los conocimientos suficientes para que reali-
ce sus propias estimaciones.
Concluimos, así, esta breve visión del apasionante mundo del lexicógrafo,
dejando pendientes otros muchos aspectos que el alumno tendrá ocasión de
ir descubriendo paso a paso. Pero, sin duda, habrá aprendido a mirar con
otros ojos esas obras de las que tanto nos servimos y, quizá, también, que tan
poco habíamos valorado. Valga, pues, esta cita del profesor Casares (1992:
161), como nuestro mayor consejo:
... séanos lícito recomendar al futuro lexicógrafo un ejercicio que nunca nos
agradecerá bastante: Consiste en redactar de propia minerva proyectos de
definición de vocablos corrientes y cotejar después el resultado con las
explicaciones que nos da el Diccionario de la Academia. Entre los centena-
res de miles de definiciones que viene acumulando y arrastrando desde
hace siglos el léxico oficial, el aprendiz tropezará, sin duda, con antiguallas,
imperfecciones y hasta errores risibles; pero, a la largo, es seguro que aca-
bará por descubrirse con respeto. Porque cuando él haya puesto a prueba
sus armas y haya fracasado una y otra vez al tratar de vencer las dificulta-
des que presenta la más inocente definición, sólo entonces estará en condi-
ciones de apreciar la sabiduría, la penetración y el acierto con que hubieron
de proceder quienes, en la inmensa mayoría de los casos, consiguieron salir
airosos del empeño.
574 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Recomendamos, por último, a todo aquel en quien se haya suscitado el


interés, que lea con detenimiento los prólogos de D. Ramón Menéndez Pidal
y D. Samuel Gili Gaya a las primeras ediciones del $ICCIONARIO'ENERALDELA
,ENGUA%SPAÅOLA, ($',%) , la «Guía al lector» que se incluye en el $%! y, por
qué no, algunos de los capítulos de la )NTRODUCCIÆNALALEXICOGRAFÁAMODERNA26,
de Julio Casares. No habrá mejor clase de lexicografía teórica.

26
Puesto que recomendamos, haciendo nuestras las palabras del profesor Casares, que el
alumno realice sus propias experiencias, le animamos, por ejemplo, a la lectura del capítulo VIII
«Estilística y lexicografía», del que, sin duda, obtendrá buenos consejos y más de una sonrisa.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 575

ANEXO
TABLA 1. Elementos compositivos del español considerados en el DRAE

aden- ‘ganglio, glándula’: centi- ‘cien, centésima -ectomía ‘ablación quirúr-


adenitis, adenopatía. parte’: centimano, cen- gica o experimental’:
anfi- ’alrededor, doble’: tímetro lobectomía, gastrecto-
anfiteatro, anfibio -cida: ‘matador, extermina- mía
ante- ‘anterioridad’: dor’: herbicida, insecti- electro- ‘electricidad’
anteayer, antecapilla cida ‘eléctrico’: electrodo-
-cidio ‘acción de matar’: méstico, electromecáni-
apico- ‘situación,carácter’: co
apicodental, filicidio, suicidio
apicoalveolar circun- ‘alrededor’: circun- endeca ‘once’: endecasíla-
dar, circunnavegación bo
arbori-’árbol’: arboricultura
arboricida -cola: -‘que cultiva o cría’ endo- ‘dentro, en el inte-
arboriforme ‘que habita en’: avíco- rior’: endocardio,
la, cavernícola endógeno
archi-‘muy’: archinotable.
También, -cracia ‘dominio, poder’: enea- ‘nueve’:
arce-: arcediano; bancocracia, fisiocra- eneasílabo
arci-: arcipreste; cia equi- ‘igual’: equidistar,
arqui-: arquisinagogo; cuadri- ‘cuatro’: cuadrie- equivaler
y arz-: arzobispo. nio, cuadrilátero estereo- ‘sólido’: estereo-
atto- ‘trillonésima parte’: deca- ‘diez’: decaedro, grafía, estereoscopio
attogramo decálogo etno- ‘pueblo’ o ‘raza’:
audio- ‘sonido. audición’: deci- ‘décima parte’: decí- etnografía, etnocentris-
audiómetro, metro, decílitro mo
audiovisual denti- ‘diente’: denticina, euro- ‘europeo o relativo
auto- ‘propio, por uno dentífrico a Europa’: eurodiputa-
mismo’ dento- ‘localización o do
autosugestión, carácter dentales’: exa- ‘un trillón de veces’
automóvil, dentoalveolar, dentoal-
autobiografía -fagia ‘acción de comer o
veolitis tragar’: aerofagia, dis-
bi- ‘dos, dos veces’: bicor- deut- ‘segundo’: deutóxi- fagia
ne, bimensual. Tb. bis- do
o biz-: bisnieto, bizco- fago- o -fago, ga ‘que
cho.
2
di- ‘dos’: dimorfo, disíla- come’: fagocito, necró-
bo fago
biblio- ‘libro’ 1
eco- ‘casa, morada o -fero, ra ‘que lleva, contie-
bio- o -bio ‘vida’: hábito vital’: ecología, ne o produce’: mamífe-
biología, biológico, ecosistema ro, sanguífero
microbio, anaerobio 2
eco- ‘onda electromagné- -ficar ‘hacer, convertir en,
-cefalia ‘estado o cualidad tica, o sonido refleja- producir’: petrificar,
de la cabeza’: dolico- do’: ecolocación, eco- codificar
cefalia, mesocefalia lalia -fico, ca ‘que hace, produ-
-céfalo- la ‘cabeza’ doli- ce, o convierte en’:
ecto- ‘por fuera’, ‘en el
cocéfalo, mesocéfalo lapidífico
exterior’: ectoplasma,
ectópago

(continúa)
576 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

-filia ‘afición o simpatía’: -grafía ‘descripción’, ‘tra- -iatría ‘curación de’ (en
bibliofilia, anglofilia tado’, ‘escritura’ o medicina): pediatría,
‘representación gráfi- psiquiatría
filo- o -filo, la ‘amigo,
ca’: monografía,
amante de’: filosoviéti- infra- ‘inferior’ o ‘debajo’:
mecanografía
co, anglófilo infrahumano, infrascri-
grafo- ‘escritura’: grafolo- to
fisio- ‘naturaleza’: fisiono-
gía, grafomanía
mía, fisioterapia
iso- ‘igual’: isomorfo, iso-
-grafo, fa ‘que escribe’,
fito- o -fito, ta ‘planta o fonía
‘que describe’: telégra-
vegetal’: fitografía,
fo, mecanógrafo kilo- ‘mil’: kilogramo, kiló-
micrófito
-grama ‘escrito’ o ‘gráfi- metro. También: quilo
-fobo, ba ‘que siente co’: cablegrama,
horror o repulsión’: -landia ‘lugar de’: zumo-
radiograma
xenófobo, fotófobo landia, fotolandia
hecto- ‘cien’: hectómetro,
fono- o -fono, na ‘voz, hectógramo -latría ‘adoración’: icono-
sonido’: fonología, latría
teléfono helio- ‘sol’: heliocéntrico,
helioterapia -lisis ‘disolución’, ‘descom-
-forme ‘en forma de’: posición’: hemólisis,
arboriforme, campani- hemato- ‘sangre’: hemato-
logía, hematófago electrólisis
forme
-foro, ra ‘que lleva’: semá- hepta- ‘siete’: heptágono, -logía ‘tratado’, ‘estudio’,
foro, necróforo heptasílabo ‘ciencia’: mineralogía,
lexicología
foto- ‘luz’: fotograbado, hetero- ‘otro’, ‘desigual’,
fotobiología ‘diferente’: heterogé- -logo: , ga ‘persona versa-
neo, heterosexual da’, ‘especialista’
-fugo, ga ‘que ahuyenta,
que huye de’: centrífu- hexa- ‘seis’: hexágono, macro- ‘grande’: macro-
go, febrífugo hexasílabo biótica, macromolécu-
-génesis ‘origen’, ‘princi- -hídrico ácidos que no la
pio’ o ‘proceso de for- contienen oxígeno:
clorhídrico, sulfhídrico magneto- ‘magnetismo’:
mación’: endogénesis, magnetómetro, magne-
orogénesis hidro- ‘agua’: hidroavión, tosfera
-genia ‘origen’ o ‘proceso hidrofobia
-mancia o -mancía ‘adivi-
de formación’: oroge- hiper- ‘superioridad’ o nación’, ‘práctica de
nia, patogenia ‘exceso’: hipertensión, predecir’: ornitoman-
-geno, na ‘que genera, hipermercado cia, cartomancia
produce o es produci- hipo- ‘debajo de’, ‘escasez
do’: lacrimógeno, de’: hipotensión, hipo- -mano, na ‘apasionado’,
patógeno, gastrio ‘inclinado excesiva-
endógeno mente’: bibliómano,
holo- ‘todo’: holografía, grafómano ‘obsesión o
geo- ‘tierra’ o ‘la Tierra’: holocausto hábito patológicos’:
geografía, geología cleptómano, morfinó-
homeo- ‘semejante’, ‘pare-
giga- ‘mil millones’: giga- cido’: homeopatía, mano
vatio homeóstasis mega- ‘grande’: megafo-
-gono, na ‘ángulo’: isógo- homo- ‘igual’: homófono, nía,
no, nonágono homosexual ‘un millón’: megaciclo

(continúa)
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 577

meta- ‘junto a’, ‘después oligo- ‘poco’ o ‘insuficien- psico- ‘alma’, ‘actividad
de’, ‘entre’, ‘con’: te’: oligopolio, mental’: psicoanálisis,
metacentro, metatórax oligofrenia psicotecnia
-metría ‘medida’, ‘medi- orto- ‘recto’, ‘correcto’: ptero- o -ptero, ra ‘ala’:
ción’: econometría, ortodoncia, ortofonía, pterodáctilo, hemíptero
cronometría ortóptero
quilo- ‘kilo’
-metro ‘medida’: kilóme- paleo- ‘antiguo’ o ‘primiti-
tro, quiro- ‘mano’: quiroman-
vo’: paleocristiano,
termómetro cia
paleolítico
ante vocal:
micro- ‘pequeño’: micros- quirúrgico
copio. pan- ‘totalidad’: panteísmo
también ’amplificación’: -paro, ra ‘que pare’, ‘que radio- ‘radiación’, ‘radiac-
micrófono se reproduce’: multípa- tividad’: radioterapia
mili- ‘milésima parte’: milí- ra retro- ‘hacia atrás’: retro-
metro, mililitro -patía ‘sentimiento, afec- activo, retrotraer
mini- ‘pequeño’, ‘breve’, ción o dolencia’: rino- ‘nariz’: rinología,
`corto’: minifundio, homeopatía, telepatía rinoscopia
minifalda
pato- ‘dolencia o afec- rizo- ‘raíz’: rizófago, rizó-
miria- ‘diez mil’: miriáme- ción’: patógeno, pato- podo
tro, también: ‘numero- grafía
sos’: miriápodo -rragia ‘flujo’, ‘derrama-
penta- ‘cinco’: pentágono, miento’: verborragia,
mono- ‘único’, ‘uno solo’: pentagrama blenorragia
monomanía
peta- ‘mil billones’: peta- -rrea ‘flujo’, ‘acción de
morfo- o -morfo, fa
gramo manar’: verborrea,
‘forma’: morfología,
isomorfo seborrea
piro- ‘fuego’: piróforo,
moto- ‘movido por motor’: pirotecnia sarco- ‘carne’:
motocicleta, motonave sarcófago
-plastia ‘reconstrucción’:
multi- ‘muchos’: multimillo- rinoplastia, autoplastia -scopia ‘examen’, ‘vista’,
nario, ‘exploración’: rinosco-
pluri- ‘pluralidad’: pluriem- pia, radioscopia
multinacional
pleo, plurilingüe
nano- ‘millonésima parte’ -scopio ‘instrumento para
podo- o -podo ‘pie’: podó- ver y examinar’: teles-
necro- ‘muerto’: necrofa- logo, miriópodo copio, oftalmoscopio
gia, necrofilia
poli-1 ‘pluralidad o abun- semi- ‘medio’: semihom-
neo- ‘reciente, nuevo’ dancia’: polifásico, bre,
neuro- ‘nervio’ o ‘sistema polimorfo semirrecta
nervioso’: neurotomía,
neurobiología porta- ‘sostener o llevar servo- ‘mecanismo o siste-
una cosa’: portaestan- ma auxiliar’: servofre-
-nomía ‘conjunto de leyes darte, portacaja no
o normas’: geonomía,
biblioteconomía proto- ‘prioridad, preemi- sesqui- ‘uno y medio’: ses-
nencia, superioridad’: quihora
-oide ‘parecido a’, ‘en protomártir, prototipo
forma de’: metaloide, seudo- ‘falso’: seudópodo,
androide pseudo- ‘seudo’ seudoprofeta

(continúa)
578 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

sobre- ‘superposición’: sobrearco; ‘inten- -termo, ma ‘caliente’: hematermo,


sificación’: sobrehumano; ‘repetición’: o ‘con temperatura’: isotermo
sobrearar, ‘acción repentina’: sobre- tetra- ‘cuatro’: tetrasílabo, tetrápodo
saltar
-tomía ‘corte, incisión’: laringotomía,
socio- ‘social’ o ‘sociedad’: sociocultural,
sociolingüística fitotomía
sota- ‘debajo de’: sotabarba, sotacoro. -tomo, ma ‘que corta’: micrótomo, neuró-
También soto-: sotobosque tomo ‘que se corta o divide’: átomo,
trocótomo
-stático, ca ‘relacionado con el equili-
brio’: electrostático, hidrostático tri- ‘tres’: trisílabo, trimotor
‘que detiene’: hemostático, bateriostá- tribo- ‘frote’ o ‘rozamiento’: tribología, tri-
tico bómetro
sud- ‘sur’: sudoeste, sudamericano -trofia ‘alimentación’: distrofia, hipertrofia
super- ‘encima de’: superestructura ‘pree- -trofo, fa ‘que se alimenta’: autótrofo,
minencia’: superdotado heterótrofo
‘grado sumo’: superfino, ‘exceso’:
superproducción turbo- ‘turbina’: turbocompresor, turbohé-
lice
-teca ‘lugar en que se guarda algo’:
biblioteca, -valente ‘valencia de un elemento’:
hemeroteca mono-bi-trivalente
-tecnia ‘técnica’: mnemotecnia, pirotecnia vice- ‘en vez de’ o ‘que hace las veces
de’: vicerrector, vicepresidente
tele- ‘a distancia’: teléfono, también vi- o viz-virrey, vizconde
televisión
video- ‘forma palabras sobre televisión’:
tera- ‘un billón’ videocinta, videofrecuencia
(para formar nombres de múltiplos):
teragramo -voro, ra ‘devorador’, ‘que come’: insectí-
voro, fumívoro
-termia ‘calor, temperatura’: distermia,
hipotermia xero- ‘seco, árido’: xerófilo
termo- ‘calor’ o ‘temperatura’: termodiná- xilo- ‘madera’: xilófago
mica, termómetro zoo- o -zoo ‘animal’: zoografía, protozoo
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 579

TABLA 2. Marcas geográficas consideradas en el DRAE

España Palencia
España Salamanca
Andalucía: generales: Andalucía Segovia
Soria
baja Toledo
oriental Valladolid
algunas partes Zamora
Almería
comarcas: Alcarria
Cádiz: Cádiz
La Mancha
Jerez
Córdoba Tierra de
Granada: Granada Campos
Sierra Morena Cataluña: generales
Huelva Barcelona
Jaén
Gerona
Málaga
Sevilla Extremadura: Extremadura
Asturias Badajoz
Cáceres
Aragón Aragón: Aragón
Alto Aragón Galicia: Galicia
Pirineo Pontevedra
Aragonés
Levante Levante
algunas partes
Huesca Alicante
Teruel Castellón
Zaragoza Murcia
Valencia
Baleares Baleares
Mallorca Navarra
Canarias Canarias País Vasco: País Vasco
Gran Canaria Álava
Cantabria Cantabria Guipúzcoa
Santander Vizcaya: Vizcaya
Bilbao
Castillas generales Castilla
Cast. la Vieja Rioja Rioja
algunas partes Logroño
Albacete
Ávila otros norte
Burgos Burgos noroeste
Norte de Burg. Occidente Peninsular
Ciudad Real: Ciudad Real Oriente Peninsular
Almadén provincias montañesas
Cuenca sudeste
Guadalajara algunas partes
León
Madrid Andorra

(continúa)
580 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

América: generales: América Argentina:


algunas partes de América Repúb. Argentina
muchos países de América
Este
Méjico Norte
Nordeste
América Central: Noroeste
generales: l Noroeste y
América Central Centro
Am. Cent. excepto Costa Rica Noroeste y
Am. Central menos Nicaragua litoral
América Central y Meridional Oeste
Costa Rica Cuyo
Misiones
Guatemala
Río de la Plata
El Salvador
Honduras Bolivia: Bolivia
Nicaragua Este
Oriente
Panamá
Sur
Caribe Caribe Colombia
Antillas Chile
Cuba Ecuador: Ecuador
Guayaquil
Puerto Rico
Paraguay
Santo Domingo Perú
América del Sur Uruguay: Uruguay
Río de la Plata
generales: Am. del Sur
Venezuela: Venezuela
Andes Andes venezol.
Central y
Meridional África Guinea Ecuatorial
Chaco Marruecos
tropical Asia Filipinas

TABLA 3. Marcas de profesiones y oficios consideradas en el DRAE

Filosofía: Ciencias del hombre:


Dialéctica Ciencias de la mente:
Filosofía Frenología
Lógica Psicoanálisis
Religión: Psicología
Liturgia Psiquiatría
Mística Ciencias del lenguaje:
Mitología Bibliografía
Religión Filología
Teología Fonética o Fonología
Gramática

(continúa)
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 581

Lingüística Geodesia
Literatura Geofísica
Métrica Geografía
Ortografía Geología
Prosodia Geomorfología
Retórica Meteorología
Ciencias sociales: Mineralogía
Antropología Oceanografía
Comercio Ciencias de la vida:
Derecho Biología
Economía Bioquímica
Etnografía Botánica
Etnología Ecología
Política Embriología
Sociología Genética
Historia Histología
Arqueología Medicina
Blasón Microbiología
Cronología Paleontología
Historia romana Veterinaria
Indumentaria Zoología
Numismática Tecnologías:
Ciencia y técnica Tecnología
lenguaje científico —del aire: Aeronáutica
Matemáticas: Aviación
Álgebra —del agua: Hidráulica
Hidrometría
Aritmética
Marina
Estadística
Náutica
Geodesia
—de la tierra: Agricultura
Geometría Minería
Lógica
Matemáticas —del fuego: Metalurgia
Perspectiva Oficios: Albañilería
Cantería
Trigonometría
Carpintería
Física y Quimica:
Cerrajería
Acústica
Encuader-
Dióptrica nación
Electricidad Fotografía
Electromagnetismo Grabado
Electrónica Gnomónica
Física Imprenta
Mecánica Mecánica
Óptica Orfebrería
Química Relojería
Ciencias naturales: Tintorería
Historia natural Transportes y comunicaciones:
Ciencias de lo inanimado: Automovilismo
Astronomía Comunicación
Cosmografía Ferrocarriles

(continúa)
582 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

Filatelia Música
Radio Pintura
Radiodifusión Espectáculos y diversiones
Televisión Caza
Ingeniería: Caza
Arquitectura Cetrería
Informática
Cinegética
Ingeniería
Topografía Montería
Urbanismo Volatería
Milicia: Deportes
Artillería Deportes
Fortificación Equitación
Milicia Esgrima
otros Espectáculos
Bellas artes Danza
Bellas Artes Tauromaquia
Arquitectura Teatro
Caligrafía Ciencias ocultas:
Cinematografía Alquimia
Escultura Astrología

TABLA 4. Marcas diafásicas y diacrónicas consideradas en el DRAE

Variantes socialmente marcadas: no despectivo


caló elevado
dialectal enfático
estudiantil familiar
germanía festivo
infantil figurado
jergal hiperbólico
nombre vulgar injurioso
rural o rústico irónico
grosero jocoso
malsonante juramento
vulgar literario
popular peyorativo
poético
Estilísticas:
ponderativo
admirativo
saludo
afectuoso
amenazador Cronológicas:
burlesco anticuado o antiguo
coloquial desusado
cortés neologismo
despectivo poco usado
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 583

EJERCICIOS

1. ¿Qué otro término se utiliza para referirse a la nomenclatura de un dic-


cionario y qué partes del mismo designa?

2. Considere la siguiente clasificación27 para las voces españolas relativas a la


‘percepción a través de los sentidos’.
A) ¿Qué tipo de organización se está llevando a cabo?
B) Rellene las casillas que se dejen vacías en esta clasificación con formas
que, a su juicio, respondan a la descripción sensorial que se hace de
ellas.
C) Como extensión de este ejercicio, puede consultar el $ICCIONARIOIDEO
LÆGICOde Julio Casares y comprobar cómo se tratan allí las voces que
usted proponga, viendo además qué otras aparecen relacionadas.

1. Percepción general a través de los sentidos Æ sensación.


1.1. Sensación acompañada por una respuesta no fundamentalmente
sensorial Æ sentimiento
1.1.2. Sentimiento positivo al experimentar algo que gusta a la
mente Æ placer
1.1.2.1. Placer intenso y duradero Æ
1.1.2.2. Placer, esp. sexual, conseguido mediante la gratifi-
cación de los sentidos Æ
1.2. Sentimiento intenso caracterizado por la excitación u otra alteración
importante del ánimo Æ emoción
1.2.1. Emociones, esp. vistas como estados o funcionamiento de la
mente Æ
1.2.2. Emoción positiva muy intensa o profunda y caracterizada por
una fuerte atracción (física o romántica) por alguien Æ
1.2.3. Emoción positiva de gran intensidad Æ

1.2.6. (Grupo de) emociones instintivas de autoafirmación placer físico
desinhibido en el amor físico Æ

27
Para este ejercicio resumimos y adaptamos a nuestros propósitos la estructuración pro-
puesta por el profesor de la Universidad de Córdoba, Jesús Sánchez García en «Funcionalismo y
arquitectura léxica contrastiva inglés-español», en F. Delgado, M. L. Calero y F. Osuna%STUDIOS
DELINGÍÁSTICAGENERAL, pp. 572-587. Igualmente, seguiremos su propuesta en las respuestas que
ofrecemos.
584 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

3. Según los criterios seguidos por la Real Academia, ¿mediante qué término
se lematizarían las siguientes unidades complejas?
A) 0ONERAALGUIENCOMOCHUPADEDÆMINE
B) 0RESENTARBATALLA
C) i!TUGUSTO MULAw YLEDABANDEPALOS
D) $ARSEPORVENCIDO
E) -·SVALESERNECIOQUEPORFIADO
F) $ECIRMILBIENESDEALGUIEN
G) 3ERUNOCAPAZDEPLANTARUNAFRESCAALLUCERODELALBA
H) .OPON½RSELEAUNONADAPORDELANTE
I) (ACERDELANECESIDADVIRTUD
J) 0OCOM·SOMENOS

4. La separación de los homónimos en lemas distintos en función de su eti-


mología, ¿se aplica incondicionalmente en todas las obras lexicográficas?

5. En el $%! encontramos una única entrada para zafra28, mientras que en el


$2!% aparecen cuatro para ese mismo término. Al contrario, en repicar
encontramos tres entradas distintas en el $%! y sólo una en el $2!%.
Explique cómo se pueden justificar estas dos diferencias. Comente cual-
quier otro aspecto respecto de las diferencias de tratamiento de estas for-
mas en estos diccionarios.

6. A continuación se incluyen los artículos que, para el verbo adecuar,


presentan el $2!%, el $%! y el $',%. Analice cómo se estructura el
artículo en cada diccionario, indicando las acotaciones, el tipo de defi-
nición que hacen y las distintas indicaciones de uso que incorporan.
— $2!%: adecuar. (Del lat. ADAEQUARE de AD a y aequare, igualar.) tr.
Proporcionar, acomodar, apropiar una cosa a otra. Ú. t. c.
prnl.
— $%!: adecuar (CONJUG 1b; TB  SEMICULTO, 1d) A TR 1 Adaptar [una
cosa a alguien o algo (CIOCOMPL A O PARA)]. 4BSINCOMPL. |
,EC 21.8.81, 75: El especialista le remitirá al audioprotesista,
quien le adecuará el aparato necesario a su deficiencia para
devolver la audición perdida. 2IO 17.8.93, 1: Posible recorte
de pensiones, al adecuarlas a la previsión del IPC. VMontal-
bán 2OSA 130: El administrador adecuó el artefacto para que
dejara de ser radio y se convirtiera en mafnetófono. J. Carva-
jal -AD 22.1.70, 3: Crear ciudades nuevas o adecuar las ya

28
Descartamos, por supuesto el nombre propio Zafra, que el DEA considera únicamente en
la locución «llover más que cuando enterraron a ~».
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 585

existentes. b) PR Adaptarse [una cosa a otra]. | 2IO 14.4.91, 32:


Diez días fueron necesarios de postoperatorio, y en este tiem-
po el músculo se adecuó al corazón.
B INTRPR 2 Estar [una cosa] en consonancia o en armonía [con
otra (COMPL A)]. | !RR 22.10.70, 1: La teología llamada de la
revolución no se adecua al espíritu del Evangelio.
— $',%: adecuar (l. ADŽQUARE) TRnPRNL. Proporcionar, aco-
modar [una cosa] a otra. ¶ La U es átona en todas
las formas del verbo; es INCOR. ADECËA, ADECËE, etc.

7. Diga a qué tipo de definiciones pueden corresponder las que aquí señala-
mos a continuación:
A) – aguja: «Barrita puntiaguda de metal, hueso o madera con un ojo por
donde se pasa el hilo, cuerda, correa, bejuco, etc., con que se cose,
borda o teje».
B) – irresoluto «Que carece de resolución».
C) – furibundo: «Lleno de furia».
D) – cataclismo: «Desastre de grandes proporciones originado por un
fenómeno geológico».
E) – polimorfo: «Que puede adquirir varias formas».
F) – especialidad: «Producto en cuya preparación sobresalen una perso-
na, un establecimiento, una región, etc.»
G) – pero: «Denota que un concepto se contrapone a otro anterior».
H) – maíz: «Planta de la familia de las gramíneas, con el tallo grueso, de
uno a tres metros de altura, según las especies; hojas largas, planas y
puntiagudas; flores masculinas en racimos terminales y las femeninas
en espigas axilares resguardadas por una vaina».
I) – atril: «Mueble en forma de plano inclinado, con pie o sin él, que sirve
para sostener libros, partituras, etc., y leer con más comodidad».
J) – facistol: «Atril grande donde se ponen el libro o libros para cantar en
la iglesia: el que sirve para el coro suele tener cuatro caras para poner
varios libros».
K) – gata «Hembra del gato».
L) – limaco: «Limaza, babosa».
M) – voltímetro: «Aparato que se emplea para medir potenciales eléc-
tricos».
586 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

RESPUESTAS
1R. El otro término utilizado para referirse a la nomenclatura es macroes-
tructura, y con ambos se designa al cuerpo del diccionario (o conjunto
de entradas) más las partes introductorias y los apéndices.

2R. — A) Evidentemente, lo que aquí se está realizando es una organización


de carácter onomasiológico: «de la idea a la palabra», del significado
al significante.
— B) Respecto de la segunda propuesta, no es tan importante que las
formas sean coincidentes con las propuestas aquí, como que el
alumno se enfrente con la necesidad de estructurar las voces en fun-
ción del significado que, según él, les correspondería. Las palabras
que en nuestro ejemplo podrían rellenar las casillas vacías serían:
1.1.2.1. Æ felicidad
1.1.2.2. Æsensualidad
1.2.1. Æafectos
1.2.2. Æamor
1.2.3. Æpasión
1.2.6. Æerotismo
— C) Casares considera las voces FELICIDAD y SENSUALIDAD como ‘placeres
de los sentidos’, mientras que PASIÆN y AFECTO se reúnen bajo el con-
cepto ‘sentimientos’. Por último, EROTISMO se liga directamente a AMOR
que trata también como ‘sentimiento’ pero al que dedica un grupo
analógico aparte. Los ‘placeres’ (v. su cuadro sinóptico de clasifica-
ción general) aparecen ligados al hombre, como una necesidad fisio-
lógica del ser vivo (número 8 de su clasificación), como parte de su
sensibilidad como sujeto racional (número 13 de su clasificación) y,
como tal, ligado también directamente a sus sentimientos (número
14 de su clasificación). !MOR y EROTISMO se sitúan plenamente en esta
última esfera de los sentimientos.

3R. Recordemos que la Real Academia sigue el siguiente orden para las
lematizaciones:
1.° El primer sustantivo o cualquier palabra usada como tal,
2.° El primer verbo,
3.° El primer adjetivo,
4.° El primer pronombre, y
5.° El primer adverbio.
Según este orden los enunciados propuestos se lematizan como sigue:
A) 0ONERAALGUIENCOMOchupa DEDÆMINE ¨ chupa
B) 0RESENTARbatalla. ¨ batalla
C) i!TUgusto MULAw YLEDABANDEPALOS ¨ gusto
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 587

D) Darse PORVENCIDO. ¨ dar


E) -·SVALESERnecio QUEPORFIADO ¨ necio
F) $ECIRMILbienes DEALGUIEN ¨ bienes
G) 3ERUNOCAPAZDEPLANTARUNAfresca ALLUCERODELALBA. ¨ fresca
H) .Oponérsele AUNONADAPORDELANTE. ¨ poner
I) (ACERDELAnecesidad VIRTUD ¨ necesidad
J) Poco M·SOMENOS. ¨ poco

4R. No. Sólo en los casos en los que se atiende a criterios históricos.

5R. En el $%! encontramos una única entrada para zafra con un único sig-
nificado: ’cosecha de caña de azúcar’ y, por extensión, ‘fabricación de
azúcar’ y ‘cosecha o recolección’ en general. El $2!% recoge, además de
estos mismo usos (en 3ZAFRA), otros que, quizá por desusados, no se inclu-
yen en el $%!:
1
zafra. Del ár. SUFAR o SAFR, latón [vasija de]; compárese AZÆFAR.
1. f. Vasija de metal ancha y poco profunda, con agujeritos en
el fondo, en que los vendedores de aceite colocan las medidas
para que escurran.
2. [f.]Vasija grande de metal en que se guarda aceite.
2
zafra. 1. f. En algunas partes, sufra, correón que sostiene las varas
del carro.
4
zafra. Del ár. SAJRA, piedra.
1. f. Min. 1Escombro de una mina o cantera.
En repicar encontramos el caso contrario: el $2!% sólo reconoce el sig-
nificado que el $%! incorpora en su primer lema ‘tocar [una campana] pro-
duciendo un sonido vivo y generalmente alegre’, mientras que 2repicar ‘pasar
[algo] a un soporte o formato distinto’ y 3repicar ‘trasplantar [una planta]’
son neologismos que el $2!% todavía no ha considerado.
Respecto a otras diferencias observadas, si comparamos los dos artículos
de repicar coincidentes, vemos que, de nuevo, el $%! reduce su considera-
ción del término a:
A) tr. 1. Tocar [una campana] produciendo un sonido vivo y gene-
ralmente alegre.
2. Producir [un sonido reiterado semejante al de las campanas].
con sus correspondientes usos transitivos:
B) intr. 3. Sonar una campana con sonido vivo y generalmente alegre.
4. Producir [un sonido reiterado semejante al de las campanas].
y sólo hace referencia a la locución «repicar gordo».
El $2!% además de las acepciones recogidas en el $%!
588 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

2. [tr.] Tañer o sonar repetidamente y con cierto compás las campanas


en señal de fiesta o regocijo. Se usa además hablando de otros instru-
mentos. Ú. t. c. intr.
y repicar gordo.
1. fr. Celebrar con rumbo o solemnidad una fecha o acontecimiento.
reconoce:
1. tr. Picar mucho una cosa hasta reducirla a partes muy menudas.
3. [tr.]Volver a picar o punzar.
4. [tr.]En el juego de los cientos, contar un jugador noventa puntos antes
que cuente uno el contrario.
5. prnl. Picarse, preciarse, presumir de una cosa.
y otra locución:
en salvo está el que repica.
1. fr. proverb. con que se nota la facilidad del que reprende a otro el
modo de portarse en las acciones peligrosas, estando él en seguro o
fuera del lance.
Lo que demuestra, de nuevo, la diversidad de criterios que refleja cada
obra lexicográfica.
6R. Respecto de adecuar:
— En el $2!% constituye un artículo simple, con una única acepción.
Se compone de:
,EMA Æ «adecuar.»,
!COTACIONES:
— Etimología, entre paréntesis Æ»(Del lat. ADAEQUAREde AD
a y aequare, igualar.)»
— Categoría gramatical, indicada mediante abreviatura que
equivale a «Verbo transitivo» Æ»tr.»
$EFINICIÆN:
— Definición por equivalencia Æ «Proporcionar, acomodar,
apropiar una cosa a otra.»
)NDICACIONESDEUSO
ˆ de construcción y régimen, también mediante abreviatu-
ras se indica que se usa también como verbo pronominal
Æ «Ú. t. c. prnl.».
— En el $%!constituye un artículo múltiple, con dos acepciones res-
pondiendo a su alternativa sintáctica de funcionar como transitivo o
como intransitivo:
,EMA Æ «adecuar»
!COTACIONES:
— Indicaciones morfológicas, entre paréntesis y mediante
abreviaturas, remite a los modelos de conjugación que se
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 589

incluyen en los apéndices (y que, como sabemos, forman


parte de la macroestructura del diccionario) Æ «(CONJUG
1b; TB SEMICULTO, 1d)»
$EFINICIÆN:
— Estructurada por acepciones, según su función sintáctica:
— 1.a Acepción Æ «A»:
— !COTACIÆN:
— #ATEGORÁAGRAMATICAL, indicada mediante abreviatu-
ra que equivale a «Verbo transitivo» Æ»tr»,
— $EFINICIÆN:
— por equivalencia Æ «1 Adaptar [una cosa a alguien
o algo,...]»
— )NDICACIONESDEUSO
ˆ DE CONSTRUCCIÆNYR½GIMEN , también meiante
abreviaturas se indica que puede presentar un
complemento indirecto o complemento cons-
truido con las preposiciones A o PARA , aunque
también puede usarse sin complementos Æ «(CI
OCOMPL A O PARA)]. 4BSINCOMPL.»
— EJEMPLOS DEAPLICACIÆN , incluyendo la indicación
de su procedencia, y remitiendo, de nuevo,
mediante abreviaturas, al apéndice final, donde
se enumeran los autores y las obras citadas
Æ « | ,EC 21.8.81, 75: El especialista le remitirá al
audioprotesista, quien le adecuará el aparato
necesario a su deficiencia para devolver la audi-
ción perdida. 2IO 17.8.93, 1: Posible recorte de
pensiones, al adecuarlas a la previsión del IPC.
VMontalbán 2OSA 130: El administrador adecuó
el artefacto para que dejara de ser radio y se con-
virtiera en mafnetófono. J. Carvajal -AD 22.1.70,
3: Crear ciudades nuevas o adecuar las ya exis-
tentes.»
— 3UBACEPCIÆN de voz media29, señalada mediante la
abreviatura correspondiente Æ «b) PR »,
— $EFINICIÆNDELASUBACEPCIÆN Æ «Adaptarse [una
cosa a otra].»,

29
En la «Guía del lector» del diccionario de advierte (p. xix) «Con la voz media se afirma que
al sujeto ‘le ocurre’ la acción del verbo, no que la hace él, ni por otra parte se indica quien la eje-
cuta. Estas subacepciones van integradas en una acepción transitiva y con la marca de prono-
minal (PR).»
590 LENGUA ESPAÑOLA (PARA FILOLOGÍA INGLESA)

— %JEMPLO DEUSODELASUBACEPCIÆN , de nuevo,


con las indicaciones pertinentes a la proceden-
cia del ejemplo Æ « | 2IO 14.4.91, 32: Diez días
fueron necesarios de postoperatorio, y en este
tiempo el músculo se adecuó al corazón.»
— 2.a Acepción Æ «B»:
— !COTACIÆN:
— Categoría gramatical, indicada mediante abreviatu-
ra que equivale a «Verbo intransitivo pronominal»
Æ «INTRPR»,
— $EFINICIÆN:
— por equivalencia Æ «2 Estar [una cosa] en conso-
nancia o en armonía [con otra ...»
— )NDICACIONESDEUSO
ˆ $E CONSTRUCCIÆNYR½GIMEN , también mediante
abreviaturas se indica, tras la definición, que
puede presentar un complemento construido
con la preposición A Æ «...(COMPL A)].»
— %JEMPLOSDEAPLICACIÆN, incluyendo la indicación
de su procedencia, y remitiendo, de nuevo,
mediante abreviaturas, al apéndice final Æ « |
!RR 22.10.70, 1: La teología llamada de la revolu-
ción no se adecua al espíritu del Evangelio.»
— El $',% presenta, como el $2!% un artículo simple que se estructura
mediante:
,EMA Æ «adecuar»,
!COTACIONES:
— Etimología, entre paréntesis y con la lengua de procedencia
indicada mediante abreviatura Æ (l. ADŽQUARE),
— Categoría gramatical, indicada mediante abreviatura que equi-
vale a «Verbo transitivo que se usa también como pronominal»
Æ «TRˆPRNL...»,
$EFINICIÆN:
— Definición por equivalencia Æ «Proporcionar, acomodar [una
cosa] a otra.»,
)NDICACIONESDEUSO
ˆ De pronunciación correcta e incorrecta Æ «¶ La U es átona en
todas las formas del verbo; es INCOR. ADECËA, ADECËE, etc.»
De nuevo podemos apreciar como la estructuración de un diccionario
responde a las muy distintas concepciones con las que se configura cada
obra. Curiosamente el $2!%, el más normativo de los tres analizados, es el
que menor atención presta a la hora de guiar al usuario hacia los usos ade-
cuados de las voces.
GRAMÁTICA: NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO 591

7R. Tipos de definiciones:


A) – aguja: «Barrita puntiaguda de metal, hueso o madera con un ojo
por donde se pasa el hilo, cuerda, correa, bejuco, etc., [—descrip-
ción—] con que se cose, borda o teje [—función—]». Æ Definición
mixta descriptiva y teleológica.
B) – irresoluto «Que carece de resolución». Æ Definición por antago-
nismo.
C) – furibundo: «Lleno de furia». Æ Definición nominal.
D) – cataclismo: «Desastre de grandes proporciones originado por un
fenómeno geológico». Æ Definición nominal y genética.
E) – polimorfo: «Que puede adquirir varias formas». Æ Definición
nominal.
F) – especialidad: «producto en cuya preparación sobresalen una per-
sona, un establecimiento, una región, etc.» Æ Definición genética.
G) – pero: «denota que un concepto se contrapone a otro anterior» Æ
Definición impropia.
H) – maíz: «Planta de la familia de las gramíneas, con el tallo grueso,
de uno a tres metros de altura, según las especies; hojas largas, pla-
nas y puntiagudas; flores masculinas en racimos terminales y las
femeninas en espigas axilares resguardadas por una vaina». Æ Defi-
nición mixta, lógica y descriptiva.
I) – atril: «Mueble en forma de plano inclinado, con pie o sin él
[—descripción—], que sirve para sostener libros, partituras, etc., y
leer con más comodidad [—función—]. Æ Mixta, descriptiva , tele-
ológica.
J) – facistol: «Atril grande [— equivalencia— ] donde se ponen el
libro o libros para cantar en la iglesia: el que sirve para el coro suele
tener cuatro caras para poner varios libros [—función—]». Æ
Mixta, por equivalencia y teleológica.
K) – gata «Hembra del gato» Æ Definición nominal.
L) – limaco: «Limaza, babosa», Æ Definición por equivalencia.
M) – voltímetro: «Aparato que se emplea para medir potenciales eléc-
tricos» Æ Definición teleológica.
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