Dos conceptos ocupan la atención del presente ensayo con el propósito de establecer algunas distinciones básicas entre los mismos: La Moral y el Derecho. La Moral se refiere a las acciones humanas en orden a su bondad o malicia. El Derecho, por su parte, consiste en un conjunto de normas que regulan las actividades ejecutadas por los seres humanos en sociedad. Es de resaltar el hecho de que, aunque ambos regulan la conducta humana, lo hacen de maneras diferentes y buscan diferentes fines. La Moral es un elemento autónomo cuyo origen, fundamento, y la base de su regulación es la dimensión interna, la conciencia del individuo, se ocupar de la conducta interna (aunque también interviene en la conducta externa), censura el delito cometido y reprende internamente al individuo desaprobando su conducta con el objeto de perfeccionarlo. Por el otro lado, el Derecho es un agente externo heterónomo, dependiente de otro, que procede de una decisión de la autoridad investida de un poder coactivo, sanciona el delito y además determina la forma de resarcir el daño causado por tal acción en el orden social en base a la reciprocidad de los derechos y deberes que deben existir entre individuos con el objeto de poner orden entre las partes que integran la sociedad. Además, se puede decir que para el Derecho no son relevantes los actos puramente internos que no tienen ningún tipo de manifestación externa y la base de su regulación es la dimensión externa de la conducta. De este planteamiento se puede determinar que ambos, la Moral y el Derecho, se complementan mutuamente y se necesitan ya que uno perfecciona al individuo y el otro perfecciona la vida social. La Moral, al convertirse en actos externos, pudiera requerir del Derecho para corregir las acciones del individuo que perjudiquen los derechos de los demás. Como consecuencia de estas diferencias el Derecho exige tan sólo la obediencia material o externa, esto es, la realización del acto mandado o la omisión del acto prohibido, sin importarle el motivo de dicha obediencia, mientras que la Moral exige en cambio la obediencia formal o interna.