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La Fuente Lavapatas es una estructura arqueológica, tallada sobre rocas piroclásticas depositadas
al parecer durante el cenozoico. Está ubicada en el parque Arqueológico de San Agustín, en el
Municipio de San Agustín.
Para conocer detalladamente la roca que compone la Fuente de Lavapatas, se realizaron estudios
macroscópicos, en los cuales se evaluaron parámetros como: tipo de roca, textura, mineralogía y
dureza, adicionalmente se estudiaron las estructuras presentes en el área de la Fuente para
determinar su naturaleza y relación con la talla de esta. Los estudios microscópicos se aplicaron
para el conocimiento de microtexturas, porosidad, mineralogía composicional y análisis de
componentes de rocas piroclásticas (cristales, fragmentos, matriz), todo esto con el objetivo de
encontrar una relación entre el deterioro que la fuente ha sufrido desde su descubrimiento hasta
hoy.
Las rocas, tienen distintos comportamientos ante los fenómenos de clima, agua, temperatura y el
impacto de microorganismos. Dependiendo de su mineralogía, textura, porosidad y
fracturamiento, las respuestas al intempersimo y la meteorización cambian. Por ejemplo hay
componentes en las rocas piroclásticas que las hace más sensibles a la meteorización, como la
presencia de vidrio volcánico que es un material amorfo, en cambio una roca cuya matriz es
cristalina, presenta menos meteorización porque los cristales ofrecen una menor superficie de
reacción. De todos modos el resultado de ambos procesos apunta hacia la formación de suelo en
tiempos geológicos, que significa la destrucción parcial o total de la roca original y que es conocido
como el ciclo normal de toda roca existente.
En este documento, se estudiarán las causas de deterioro de la Fuente desde el punto de vista
geológico y se darán a conocer con más detalle los procesos que interactúan con la roca.
Deterioro de la Roca
Para comprender cuales son los factores de alteración que han intervenido y están causando
deterioro en la roca de la Fuente del Lavapatas es fundamental tener en cuenta el siguiente marco
de referencia.
El deterioro de la roca está dado por dos procesos: la meteorización, proceso químico generado
por la interacción de la roca con el ambiente y el intemperismo, proceso de degradación física.
Los principales elementos del clima que hacen posible la meteorización son la lluvia y la
temperatura. La lluvia controla la cantidad de agua disponible para que ocurra meteorización
química. De otro lado la temperatura influencia la rata de reacciones químicas y en particular, la
rata de descomposición de materia orgánica y afecta la disponibilidad del agua por incremento de
la evaporación a altas temperaturas o por enfriamiento a bajas temperaturas. La meteorización es
generalmente mas intensa en áreas tropicales con alta precipitación y alta temperatura.
Los productos de meteorización en una roca se conocen como minerales residuales primarios de
rocas parentales. La mayoría de minerales de rocas ígneas y metamórficas son inestables. No hay
minerales que sean realmente estables debido a que todos ellos son solubles en al menos
cantidades traza. Sin embargo el cuarzo y muchos minerales accesorios (circón, óxidos de titanio,
turmalina) se disuelven muy lentamente mientras otros minerales se descomponen mas
fácilmente. Entonces los minerales disueltos lentamente se hacen mas abundantes en materiales
meteorizados, y son mezclados con los minerales nuevos formados por meteorización.
Las zonas donde ocurre la meteorización se caracterizan por tener presión y temperatura mucho
mas bajas que en las que se formaron y porque al agua, el dióxido de carbono y oxígeno son más
abundantes. Las ignimbritas que conforman todo el valle de San Agustín, constituido por el flanco
occidental de la cordillera central y el flanco oriental de la cordillera occidental, se hallaban
originalmente en forma de magma, en una cámara magmática a varios kilómetros de profundidad,
a unas condiciones de presión y temperatura mucho mayores que las que se tienen en superficie,
en ausencia de humedad y aire. Sucede que cuando se da la erupción volcánica y las ignimbritas
salen por el conducto volcánico, se encuentran con menor presión y temperatura, lo que permite
su enfriamiento y cristalización, pero además quedan expuestas al ambiente y poco a poco se da
su alteración. De hecho los suelos que componen el valle de San Agustín se han desarrollado sobre
la cobertera piroclástica, que es de la misma naturaleza que la roca de la Fuente de Lavapatas. A
estos suelos se les asocia fertilidad, porque son ricos en materia orgánica y son de buen espesor.
Intemperismo, Meteorización y Suelo
Desde la depositación de las rocas piroclásticas, específicamente del flujo de pómez o ignimbrita
en el área de San Agustín, se dan procesos de intemperismo y meteorización mencionados
anteriormente, por la exposición de la roca al aire, humedad, agua y microorganismos, que
afectan la roca con el tiempo en cuanto a sus propiedades originales. Se sabe que las rocas son de
edad eoceno, es decir, fueron formadas entre 5 y 1 millón de años atrás aproximadamente, pero
se desconoce la tasa de ocurrencia de estos procesos porque ellos actúan de distintas maneras
dependiendo del entorno en el cual se establezca la roca. Entonces, no es fácil establecer
cuantitativamente cómo se han alterado las rocas de la Fuente de Lavapatas.
Otra dificultad para determinar este parámetro, es que no se cuentan con registros históricos, y
es imposible tener un registro de alteración de la roca de hace 1 millón de años.
Para entender los procesos mencionados anteriormente se debe tener en cuenta que, el
intemperismo se refiere al deterioro físico de la roca y ocurre en forma de fracturas, abrasión y
desprendimientos, entre otros. La meteorización en cambio es de naturaleza química y se
manifiesta en reacciones como hidratación, hidrólisis, oxidación-reducción y disolución.
Frecuentemente el intemperismo no ocurre sin que haya ocurrido primero la meteorización, salvo
en el caso de la descompresión isotermal, porque la roca debe debilitarse en su interior para
posteriormente romperse.
Uno de los casos específicos dados en la rocas de la Fuente de Lavapatas, exactamente en las zona
de dureza blanda y que es reconocible en secciones delgadas, se trata de la transformación de la
matriz vítrea a arcilla. Macroscópicamente se observa una roca blanda, húmeda, de color marrón
claro a gris oscuro, cuya textura y mineralogía no son reconocibles a simple vista. En sección
delgada se aprecian sus componentes tanto como su alteración (foto 1). Se ve una matriz oscura,
con parches marrón que corresponden a las arcillas desarrolladas en la matriz devitrificada y sobre
los fragmentos vítreos. El feldespato potásico presente en la esquina izquierda se ve corroído y
desgastado, rodeado por arcillas y se cree que este también ha aportado arcillas y seguramente
dentro de algún tiempo estará totalmente degradado. Las microfracturas como la que se observan
en la parte inferior, son el conducto principal del agua a través de la roca, así como los espacios
que quedan entre la matriz y los cristales, los cristales fracturados y el vidrio devitrificado. Pero
estas fracturas tienen una incidencia mayor por su alcance y apertura.
Fel
FOx Esf
Sh
d
Foto 1. Sección 10. Pertenciente al sector S. Zona blanda. Ignimbrita de composición andesítica.
Una de las hipótesis que se ha podido plantear, es que la alteración inicia por la matriz, los
fragmentos vítreos y las esferulitas. Esto por su composición y textura. Las esferulitas son
producto de la devitrificación a alta temperatura del vidrio volcánico. Estas consisten de cristales
fibrosos de cuarzo (cristobalita) y feldespato potásico que adoptan diversos arreglos. Para el caso
de las ignimbritas de la Fuente, estas tienen esferulitas cerradas, es decir que los cristales fibrosos
tienen contacto unos con otros y también abiertas, que significa que los cristales fibrosos están
rodeados por vidrio.
La hipótesis anterior se propone porque las esferulitas son inestables a temperatura ambiental
debido a que se forman en altas temperaturas (mayor a 600°C), adicionalmente porque están
compuestas por feldespato potásico , el cual en el ambiente se degrada rápidamente a arcillas, y
porque su arreglo estructural a manera de agujas permite la penetración del agua entre fibra y
fibra.
FOx
Qz
Esf
Esf
Pz
Pz
Esf
Pz
Las zeolitas, como se mencionó anteriormente, son otro producto de alteración del vidrio
volcánico. Estas se hacen evidentes en los fragmentos de pómez como el que se encuentra en la
esquina inferior derecha. De la pómez original no queda prácticamente nada, hay formación de
zeolitas y óxidos de hierro, al parecer remanentes de biotitas existentes en la pómez original.
FeOx
Pz
Bt Mtx
Suelos
La roca parental en la región de San Agustín corresponde a ignimbritas andesíticas – dacíticas con
zenolitos de composición basáltica, de edad cenozoica, también llamados flujos de pómez.
Los productos de meteorización de esta roca son compuestos como zeolitas, hidróxidos de
potasio, alófana, kaolinita, illita, kaolinita-illita, hematita, al parecer limonita y goetita, también se
encuentran halloisita y smectita.
Las zeolitas son aluminosilicatos hidratados donde las moléculas de agua tienen gran libertad de
movimiento así que facilitan el intercambio iónico. La deshidratación de estos compuestos ocurre
a temperaturas debajo de 400°C. Las zeolitas se forman por degradación del material orgánico
especialmente el vidrio con agua bien sea lacustre, marina, fluidos hidrotermales o proveniente de
meteorización bajo diferentes condiciones geológicas de presión, temperatura y PH. El PH donde
se forman las zeolitas varía de neutro a básico (10) pero está favorecida por PH altos donde la
solubilidad de sílice es más alta. Las zeolitas pueden actuar como sustancias ablandadoras del
agua.
Los silicatos de arcilla se componen de minerales de arcilla como kaolinita y montmorillonita y los
óxidos de arcilla de los óxidos Fe, Al y menos abundante Mn. Los minerales de arcilla son
abundantes en la mayoría del material meteorizado y varían ampliamente en su composición
química y capacidad de intercambio iónico. La estructura cristalina de la mayoría de minerales de
arcilla se caracteriza por la alternancia de capas tetraedrales de grupos (Si, Al)O4 y capas
octaedrales compuestas de iones aluminio, magnesio o hierro rodeados por seis oxígenos o OH.
De acuerdo a la secuencia de capas encontradas en la estructura cristalina se obtiene una arcilla u
otra, dentro de las cuales se distinguen: caolinita, smectita, halloisita, clorita, illita y vermiculita.
Dentro de los componentes más escasos se encuentran el olivino (<1%) presente en una sola
sección delgada (M1), la cual se clasifica como una andesita basáltica y no está relacionada
genéticamente con las rocas de la Fuente de Lavapatas. De hecho esta muestra M1 fue tomada de
rocas aledañas a la Fuente.
Los fragmentos de pómez (<3%) son una de las características más importantes de las ignimbritas
o flujo de pómez, se cree que están devitrificados y meteorizados porque no se halló una cantidad
coherente dentro de las muestras analizadas. Los fragmentos que se vieron presentan un estado
avanzado de alteración, son elongados con textura fiamme , localmente zeolitizados (sección A1).
Fragmentos líticos también hacen parte del armazón de la roca, son subangulares a
subredondeados, compuestos por cuarzo-sericita de tamaño muy fino, estos fragmentos podrían
interpretarse como clastos arrastrados en el momento en que la ignimbrita por las rocas
circundantes.
Dentro de los productos de alteración se tienen los óxidos del hierro hasta en un 5%, visibles en
casi todas las secciones. Se observa como hematita dentro de microfracturas, manchando la
matriz y encima de minerales ferromagnesianos como biotita y anfíbol. No se identificaron
sulfuros importantes de los cuales pudiera provenir también los óxidos de hierro. Otro producto
de alteración importante es la arcilla caolinita, de la cual se cree esta mezclada con illita. La forma
caolinita-illita (10%) puede ser el producto de la disgregación del feldespato por hidrólisis, y
posiblemente hidratación de los mismos.
En una etapa más avanzada de alteración del vidrio volcánico se forma halloisita. Típicamente, la
alófana rica en Si puede sintetizar este mineral después de un período de meteorización que
puede tardar miles de años (Shoji et al., 1993;Parfitt, 1990; Parfitt et al., 1984; Fieldes y Claridge,
1975), bajo condiciones de precipitación inferiores a 1500 mm/año (Dahlgren et al., 1993) y PH
entre 5,7 y 7,1 (Wada, 1990). La halloisita presenta una estructura similar a la caolinita, formada
por una capa octahedral y una capa tetrahedral separadas por una capa de moléculas de H2O
cuando está completamente hidratada (Dixon y Weed, 1989). La halloisita se puede presentar
completamente hidratada, parcialmente hidratada o deshidratada (metahalloysite) (Wada, 1987;
Bailey, 1990). Por lo general, la halloisita producida a partir de material volcánico presenta una
morfología tubular o esferoidal con diámetro variando entre 0,04 μm y 1 μm (Wada,1987) y entre
0,1 μm y 1 μm (Singh, 1996), respectivamente.
Además, como texturas importantes encontradas en las secciones delgadas, sobresalen la
devitrificación y textura de flujo, esta última es común en casi todas las secciones analizadas,
especialmente notable en la sección M1, dada la orientación preferencial de los microlitos de
plagioclasa y las vesículas elongadas.
Las ignimbritas presentes en la Fuente de Lavapatas han sido identificadas además como tobas
vítreas de lapilli y de ceniza por algunos autores, sin embargo, de acuerdo a sus características
petrográficas y genéticas, se les puede considerar ignimbritas. Una de las características más
particulares que permiten llamarles de este modo es la presencia de fragmentos de pómez, en la
mayoría de los casos fuertemente alterados, la variedad de sus componentes ( trizas vítreas,
fragmentos líticos y fragmentos de cristales).
En las secciones anteriores se estudiaron los mecanismos de alteración de las rocas de la Fuente
de Lavapatas y se mostraron los resultados de esta alteración. Ahora bien, se quiere proponer que
en el deterioro de la Fuente Lavapatas han incidido básicamente el intemperismo y la
meteorización, como procesos normales que ocurren en todas las rocas expuestas a condiciones
ambientales, y que varía su naturaleza de acuerdo a diferentes factores como: latitud, clima,
precipitación, humedad, fauna y flora y a parámetros como: composición de la roca y textura de
ésta.
El proceso de meteorización no ha sido parejo a lo largo y ancho de la Fuente, sino que ha tenido
variaciones al parecer porque hay diferencias composicionales y texturales en la roca. Prueba de
esto no solo es la diferente dureza que se aprecia en la Fuente, sino, las diferencias en oxidación y
los contenidos de arcillas y zeolitas. El solo hecho de hallar un enclave de composición basáltica en
una muestra, cambia el patrón y la velocidad de meteorización de esa porción de la roca así como
sus productos. No se sabe que volumen de roca vaya a afectar la meteorización de este enclave ni
tampoco la cantidad de sus productos. Es seguro que los productos de meteorización
mencionados aquí no son los únicos que se encuentran. Deben ser muchos más, pero no son
visibles con los análisis realizados.
Se ha hablado bastante acerca de la alteración del vidrio a arcillas como kaolinita y productos
amorfos como alófana. La alteración de la matriz se cree que es el inicio de la descomposición de
la roca, porque a medida que pierde sus propiedades naturales como su dureza y consistencia,
permite que los otros componentes como fragmentos de cristales y cristales en general, pierdan
su armazón y se separen de la roca. Esto se puede comprobar al tacto, tocando por ejemplo las
formas talladas en los sectores S y O, donde se sienten gránulos y arcillas, estos son los
remanentes de fragmentos cristalinos y líticos que quedaron sin soporte cuando la matriz se
convirtió a arcillas.
Patrones de alteración
Los patrones de alteración se definen como el modo de ocurrencia de los minerales secundarios,
producto de la meteorización química de la roca. En los anteriores capítulos se mencionó los
tipos de alteración por meteorización que se están dando en la Fuente Lavapatas y su mineralogía
diagnóstica. En este capítulo se hablará de la textura que presentan estos minerales.
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