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1.

- NORMAS GENERALES
Los primeros auxilios, son aquellas medidas terapéuticas que se aplican con carácter
de urgencia a las víctimas de accidentes o enfermedades de aparición repentina, hasta
disponer de tratamiento especializado.
El objetivo de los primeros auxilios es aliviar el dolor y la ansiedad del herido o enfermo
y evitar el agravamiento de su estado. En casos extremos son necesarios para evitar la
muerte hasta que se consigue asistencia médica.
Los primeros auxilios varían según las necesidades del paciente y según la preparación
del socorrista.

Primeros auxilios
Aquí se presentan pautas básicas para actuar ante accidentes, como material de
autoformación. Los aspectos organizativos se tratan bajo el título "Organizar primeros
auxilios y emergencias", donde se presenta como una de las Actividades Preventivas.

Proteger, Alertar, Socorrer.


Proteger: Tener seguridad de que tanto el accidentado como el socorrista están fuera
de todo peligro. Por ejemplo, no atender a un electrocutado sin antes desconectar la
corriente causante del accidente. En caso contrario, el socorrista también sufriría un
accidente.
Alertar: Siempre que sea posible, alertar a los servicios sanitarios (personal sanitario,
ambulancia, etc.) de la existencia del accidente. Esta medida activa el sistema de
emergencia.
Socorrer: Mientras llega el personal sanitario o se envía al accidentado (en vehículo
apropiado) a un centro médico, en el mismo lugar del accidente hay que dar el socorro,
comenzando por el reconocimiento de los signos vitales básicos (conciencia,
respiración y pulso) y dar los primeros auxilios.
Valoración inicial de un accidente

Deberemos obtener información sobre los daños sufridos, para lo cual hablaremos y
preguntaremos al trabajador o trabajadora accidentada y si no nos responde
comprobaremos si está consciente o no dándole pequeños golpecitos en la cara y
observando si mueve los párpados. Si no responde a estos estímulos, la persona está
inconsciente, por lo que pasaremos a comprobar si respira.
Cómo comprobar la respiración en una persona inconsciente:
Mirar si mueve el pecho.
Escuchar la salida del aire.
Sentir el aire caliente que expulsa.
Si no observamos nada de lo mencionado, es que no respira. Inmediatamente
comprobaremos si tiene pulso.
Cómo comprobar el pulso:
Colocar los dedos índice y corazón en el cuello, al lado y por debajo de la nuez de
Adán.
Colocar el oído sobre el pecho de la víctima.
Si no sentimos ni escuchamos los latidos de la víctima es que no tiene pulso, lo cual
implica parada cardíaca.
Posición lateral de seguridad: Consiste en colocar a la víctima de modo que no
comprometa la columna vertebral, el cuello o el cráneo, en una superficie plana y con la
cabeza ladeada, con lo que podemos evitar posibles complicaciones de obstrucción de
las vías respiratorias por vómitos o la lengua

Signos vitales
Los signos vitales reflejan funciones esenciales del cuerpo, incluso el ritmo cardíaco, la
frecuencia respiratoria, la temperatura y la presión arterial. Su proveedor de atención
médica puede observar, medir y vigilar sus signos vitales para evaluar su nivel de
funcionamiento físico.
Los signos vitales normales cambian con la edad, el sexo, el peso, la capacidad para
ejercitarse y la salud general.
Los rangos normales de los signos vitales para un adulto sano promedio mientras está
en reposo son:
 Presión arterial: 90/60 mm Hg hasta 120/80 mm Hg
 Respiración: 12 a 18 respiraciones por minuto
 Pulso: 60 a 100 latidos por minuto
 Temperatura: 97.8°F a 99.1°F (36.5°C a 37.3°C); promedio de 98.6°F (37ºC)

2.- HERIDAS Y CURACIONES PLANAS


Las heridas son lesiones que rompen la piel u otros tejidos del cuerpo. Incluyen
cortaduras, arañazos y picaduras en la piel. Suelen ocurrir como resultado de un
accidente pero las incisiones quirúrgicas, las suturas y los puntos también causan
heridas. Las heridas menores no suelen ser serias, pero es importante limpiarlas bien.
Las heridas serias e infectadas necesitan atención médica de primeros auxilios y visitas
al doctor más adelante. Debe buscar atención médica si la herida es profunda, si no
puede cerrarse por sí sola, si no puede detener la hemorragia o limpiarla o si no se
cura.

Las heridas pueden ser agudas o crónicas en términos generales:

- Heridas agudas: son aquellas que se reparan por sí mismas o pueden repararse
en un proceso ordenado en la forma y en el tiempo. Se diferencian de las
crónicas en que son heridas que curan en un tiempo razonable, ya que hay
heridas crónicas como por ejemplo las heridas ocasionadas por ulceras venosas
que pueden durar hasta 1 año en tratamiento. No hay acuerdo para definir este
tiempo, pero podrían ser de tres a cuatro meses en el caso de heridas agudas.
Las heridas agudas son una parte importante de la actividad asistencial diaria,
pero en general precisan pocas curas. Las quemaduras se consideran heridas
agudas y se deben curar por medios conservadores o quirúrgicos antes de las
tres semanas.
- Heridas crónicas son aquellas que no curan en un tiempo razonable de tres o
cuatro meses. Las heridas crónicas en la piel se denominan úlceras crónicas, en
las que existe una lesión de la epidermis y, al menos parcialmente, de la dermis.
En más del noventa por ciento de los casos hablamos de úlceras por presión,
úlceras venosas y úlceras en diabéticos. Las heridas crónicas son una
importante carga socioeconómica para la comunidad y suponen una parte
importante de la actividad asistencial Primaria. Las heridas crónicas
probablemente requieran, si el estado del paciente lo permite, tratamiento
quirúrgico. Necesitan curaciones periódicas y el propio autocuidado del
paciente.

Existen diversos tipos de heridas y se clasifican según: integridad de la piel (abierta y


cerrada), gravedad de la lesión (superficial o penetrante) y limpieza o grado de
contaminación (limpia, limpia/ contaminada, contaminada, infectada).

- Herida limpia: La herida limpia es aquella que se origina en forma quirúrgica


bajo condiciones asépticas, con trauma tisular mínimo y exposición a
microorganismos estrictamente controlado.
- Herida contaminada: La herida contaminada se considera a aquellas donde el
tiempo trascurrido a partir de la lesión es corto, los tejidos han sido dañados e
inoculados con microorganismos que aún no se han comenzado a desarrollar en
el tejido desvitalizado.
- Herida infectada: La herida infectada es aquella donde ha transcurrido el tiempo
suficiente para que los microorganismos se comiencen a desarrollar. Por lo
general, se caracterizan por inflamación, dolor, exudado purulento, mal olor y
pueden llegar a tener síntomas sistémicos.

Además, existen heridas crónicas, de larga data y de mayor complejidad, tales como;
las ulceras venosas o pie diabético que son lesiones de la extremidad inferior
espontanea o accidental, cuya etiología puede referirse a un proceso patológico
sistémico o de la extremidad y que no cicatriza en el intervalo temporal esperado (28
días). Se considerará ulceras de pie diabético, toda ulcera que se encuentre bajo los
maléolos. Este tipo de heridas, deben clasificarse según diagrama de valoración de
heridas (Cecilia Leal) para ulceras o pie diabético según corresponda.

Tipos de curación

Según la valoración y tipo de herida existente, se toma la decisión del tipo de curación
que se deberá realizar: curación plana, curación irrigada y/o curación avanzada (si se
dispone de apósitos especiales para ello).

Curación Plana

Es una técnica de limpieza de herida que se realiza con tórulas empapadas en


solución fisiológica u Solución Ringer Lactato a través de un solo movimiento de
arrastre mecánico, es una técnica aséptica, por lo que se debe usar material y técnica
aséptica.

Objetivos:
Facilitar la cicatrización de la herida evitando la infección, valorar el proceso de
cicatrización de la herida, valorar la eficacia de los cuidados.

- Recursos materiales:
Equipo de curación o kit básico (imagen 1), solución fisiológica o Ringer
(imagen 2), apósito tradicional o transparente adhesivo, gasas (imagen 3), cinta
de papel u otra, guantes de procedimiento y estériles.

Imagen 1 Kit básico de curación Imagen 2 Solución fisiológica Imagen 3 Gasas


estériles
- Procedimiento:
Comprobar que este todo el material necesario, lávese las manos, coloque al
paciente en la posición adecuada y más cómoda, retire el apósito antiguo en
caso que lo tenga, abrir el equipo de curación o kit de curación con técnica
aséptica, colocar guantes estériles, limpie la herida con solución fisiológica o
suero ringer, siempre desde el centro hacia el exterior, retirando restos
orgánicos desde lo más limpio a lo más sucio, mantenga la punta de la pinza
hacia abajo para evitar contaminación y separe el campo en área sucia y limpia.

Valore las condiciones de la herida: observación de suturas, coloración de la


piel, palpación de la herida, integridad de la piel circundante, presencia de
exudado, sangre, recuerde valorar con él, diagrama estudiado.
Realice técnica de arrastre mecánico con tórula empapadas con solución
fisiológica con un solo movimiento y elimínelas, seque con gasas estériles si es
necesario.
Coloque el apósito adecuado al tamaño de la herida: 2 a 3 centímetros más
grande que el borde de la herida.
Fije bien el apósito con tela adecuada a la piel del paciente. Recoja el material
utilizado, deposítelo en área sucia luego de una ligera descontaminación antes
de ser recogido por esterilización. Lávese las manos y registre.
¿Qué es una herida?
Una herida es una lesión consecuencia de una agresión o un traumatismo en la que se
produce una alteración en la integridad de la piel y en las partes blandas de la misma.
Los agentes que producen las heridas pueden ser de distinto origen:
 Agentes físicos, como cortes, quemaduras o golpes.
 Agentes biológicos, como bacterias, virus y hongos.
 Agentes químicos, como ácidos.

1. Heridas punzantes

Por lo general, una herida punzante es una pequeña abertura en la piel, pero puede ser
muy profunda. Como resultado, se pueden dañar nervios, tendones, vasos sanguíneos
y órganos. El examen que le hicieron hoy no mostró que haya lesiones en ningún tejido
u órgano interno, pero no siempre se encuentra una herida profunda en el primer
examen.
Según el tipo de herida, es posible que no le hagan puntos para cerrar la abertura en la
piel. Esto es para que haya menos problemas en caso de presentarse una infección.
Primeros auxilios:
 Lavar con una gasa, agua y jabón, desde el centro hasta unos 3cm. por fuera de
la herida.
 Si es una zona en la que hay pelos conviene recortarlos o afeitarlos.
 Retirar cuerpos extraños si son accesibles y pueden extraerse con facilidad.
 Secar con una gasa.
 Aplicar antiséptico.
 Cubrir con gasa, esparadrapo o vendas.

Estas recomendaciones son suficientes cuando la herida es pequeña y los bordes


están próximos.
Si la herida es grande o los bordes están separados, CONSULTAR con personal
sanitario.

2. Heridas incisas o cortantes

Una herida incisa o cortante, es una rotura o abertura en la piel. Puede ser profunda,
lisa o mellada. Puede estar cerca de la superficie de la piel o afectar tejidos profundos,
como tendones, músculos, ligamentos, nervios, vasos sanguíneos o huesos.
Si la herida está sangrando excesivamente, deberá concurrir al médico de inmediato.
Primeros auxilios:
 Lavar con una gasa, agua y jabón.
 Aplicar antiséptico.
 Tapar con gasas y esparadrapo.
 Las curas deben hacerse cada dos días aproximadamente.

Si la herida es larga y profunda, o si aparece dolor, supuración o los bordes están


enrojecidos y calientes, CONSULTAR con personal sanitario.

3. Herida Contusa

Es ocasionada por el impacto de un objeto como una piedra o un martillo. En estas


heridas, los bordes son irregulares y suelen presentar un hematoma.
Primeros auxilios:
 Cubrir la herida con gasas o compresas.
 Si hay hemorragia apretar sobre la herida para cohibirla, vigilando que no se
ponga violácea por estar demasiado apretada.
 No pinchar los hematomas
 No tocar la herida con los dedos.
 No aplicar antisépticos.
 Prevenir el shock: acostar al lesionado y abrigarlo.
 AVISAR a los servicios médicos
4. Herida laceración

Una laceración es una herida que ocurre cuando la piel, un tejido o un músculo se
rompen o abren. Las laceraciones pueden ser profundas o superficiales, largas o
cortas, amplias o estrechas. La mayoría de las laceraciones son el resultado de que la
piel golpee un objeto o de que un objeto golpee con fuerza la piel. La reparación de
laceración es el acto de limpiar, preparar y cerrar la herida.
Primeros auxilios:
Detener el sangrado:
 Aplique presión directa en la herida con una gasa, un paño limpio, bolsas de
plástico o, como último recurso, la mano limpia. Si la herida sangra a través de la
gasa o el paño, no la quite; simplemente añada más material absorbente.
 Eleve la herida por arriba de la altura del corazón si es posible, para que sea
más difícil que la sangre fluya hacia la herida. No haga un torniquete alrededor
de una extremidad afectada, porque puede provocar más daño a la herida.
 Si se cortó una arteria, aplique presión a la arteria para detener el sangrado.
Estabilice a la persona lesionada:
 Si la persona siente que se desvanece, deje que se recueste con sus pies
ligeramente elevados o que se siente con la cabeza entre las rodillas.
 Ayude a la persona a ir al auto para que pueda ser tomado si se desmaya.
 Haga que la herida deje de sangrar.
 Si el músculo, tendón, hueso u órganos están expuestos, no trate de regresarlos
a su lugar.

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