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Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental

Triquinelosis: transmisión experimental en ratas bajo


condiciones de cautiverio.

Autor: Jorge L. Caracostantogolo M.V.

Director: Pedro Steffan MSc PhD

Lugar de trabajo: Instituto de Patobiología CICVyA


INTA Castelar, Argentina.

Tesis presentada para obtener el título de Magister en Control de Plagas


y su Impacto Ambiental

Marzo 2009
2

Agradecimientos

Deseo expresar mi más sincero agradecimiento:

A mi Director de tesis, el Dr. Pedro Steffan quien por su guía y sus consejos
fue de fundamental ayuda para que pudiera desarrollar este trabajo.

A la Universidad Nacional de San Martín, en la persona del Dr. Eduardo


Zerba y a todo el personal del Centro de Investigaciones de Plagas e
Insecticidas (CIPEIN) que pusieron toda su capacidad docente y su buena
disposición para brindar los excelentes cursos de la Maestría en Control de
Plagas y su Impacto Ambiental.

A mi amigo el Dr. Carlos Eddi quien con su amistad y su ejemplo me formó


profesionalmente a lo largo de 20 años, en que integramos el Area de
Parasitología de INTA Castelar y que hizo la primera lectura crítica del
borrador de esta tesis.

Al personal del Area de Parasitología del Instituto de Patobiología del INTA


de Castelar, sin cuyo apoyo no habría sido posible obtener los resultados de
experimentación de esta tesis.

Al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria en la persona del Director


del Instituto de Patobiología, Dr. Luis Samartino MSc PhD, por darme la
posibilidad desde el punto de vista económico y edilicio para llevar a cabo los
ensayos con animales de laboratorio y por dar el soporte a todas las
condiciones necesarias para tener siempre un buen ambiente de trabajo.
3

Dedicación:
A Betty, Griselda y Jorge que le dan sentido a todos mis esfuerzos.
4

Tabla de contenidos

Agradecimientos ………………………………………………………….. 2
Dedicación …………………………………………………………………. 3
Tabla de contenidos ……………………………………………………… 4
Resumen …………………………………………………………………… 6
1. Introducción ……………………………………………………………. 7
1.1 Posición taxonómica de Trichinella spiralis ……………………. 7
1.2 Hospedadores ……………………………………………………….. 9
1.3 Morfología ……………………………………………………………. 10
1.4 Ciclo Biológico ……………………………………………………… 13

1.4.1 Fase Gastroentérica ……………………………………………... 14


1.4.2 Fase Parenteral …………………………………………………… 15
1.5 Epidemiología ………………………………………………………. 17
1.5.1 El cerdo como fuente de infección …………………………… 17
1.5.2 El caballo y la forma en que se infecta ………………………. 19
1.5.3 El papel de la rata en la transmisión …………………………. 19
1.5.4 El ciclo silvestre …………………………………………………. 21
1.6 Signos clínicos en las personas ………………………………… 22
1.7 Hallazgos de laboratorio ………………………………………….. 23
1.8 Signos Clínicos en los cerdos …………………………………… 24
1.9 Patología …………………………………………………………….. 24
1.10 Diagnóstico en Medicina Veterinaria …………………………. 25
1.10.1 Técnica de compresión (triquinoscopía) …………………. 25
1.10.2 Técnica de digestión artificial o enzimática ………………… 26
1.10.3 Toma de muestras para diagnóstico ………………………… 27
1.10.3.1 Faenas de rutina ………………………………………………. 28
1.10.3.2 Faenas compulsivas de animales provenientes 28
de un foco ………………………………………………………………..
1.10.4 Métodos indirectos …………………………………………….. 29
1.10.4.1 Inmunofluorescencia indirecta (IFI) ………………………. 29
1.10.4.2 ELISA Indirecto ……………………………………………….. 30
1.10.4.3 Inmunoelectrotransferencia o Western Blot (WB) …….. 31
1.11 Control de la triquinelosis ………………………………………. 32
1.11.1 Control de las ratas en criaderos de cerdos ………………. 32
2. TRABAJO EXPERIMENTAL ………………………………………… 36
2.1 Experimento I: Presencia e infectividad de larvas de T. spiralis
en materia fecal de ratas inoculadas experimentalmente ……….. 36
2.1.1 Introducción ……………………………………………………….. 36
2.1.2 Objetivo general ………………………………………………...... 36
2.1.3 Objetivos específicos ……………………………………………. 36
2.1.4 Materiales y métodos …………………………………………….. 37
2.1.4.1 Unidades experimentales ……………………………………… 37
2.1.4.2 Grupos experimentales ………………………………………… 37
2.1.4.3 Alojamiento de los animales ………………………………….. 37
2.1.4.4 Inoculación experimental ……………………………………… 38
2.1.4.5 Obtención de la materia fecal de ratas inoculadas ………. 38
2.1.4.6 Procesamiento de la materia fecal de ratas inoculadas …… 38
2.1.4.7 Examen clínico de las ratas inoculadas ……………………… 39
5

2.1.4.8 Digestión enzimática de los ratones receptores …………… 39


2.1.4.9 Serología de los ratones receptores …………………………. 39
2.1.4.10 Cronograma de actividades ………………………………….. 40

2.1.4.11 Diseño experimental …………………………………………… 40

2.1.4.12 Análisis estadístico ……………………………………………. 41


2.1.5 Resultados ………………………………………………………….. 41
2.1.6 Discusión ……………………………………………………………. 48
2.2 Experimento II:
Infección congénita y transmamaria por larvas de T. spiralis en
las crías de ratas infectadas experimentalmente ………………..... 50
2.2.1 Introducción ……………………………………………………….. 50
2.2.2 Objetivos ……………………………………………………………. 50
2.2.3 Materiales y métodos …………………………………………….. 50
2.2.3.1 Unidades experimentales ……………………………………… 50
2.2.3.2 Grupos experimentales ………………………………………… 51
2.2.3.3 Alojamiento de los animales ………………………………….. 51
2.2.3.4 Apareamiento ……………………………………………………. 51
2.2.3.5 Inoculación experimental ……………………………………… 51
2.2.3.6 Digestión enzimática de los músculos de las madres …… 51
2.2.3.7 Digestión enzimática de los músculos de las crías ……… 52
2.2.3.8 Diagnóstico serológico por la técnica de ELISA ………….. 52

2.2.3.9 Diseño experimental ………………………………………....... 52


2.2.3.10 Cronograma del ensayo …………………………………….. 53

2.2.3.11 Análisis estadístico ………………………………………….. 53

2.2.4 Resultados ………………………………………………………… 54


2.2.5 Discusión ………………………………………………………….. 58
2.3 Conclusiones ……………………………………………………….. 59
Referencias Bibliográficas ……………………………………………. 62

APENDICE I :
Resultados de Análisis Estadisticos ……………………………….. 74
APENDICE II :
Fotos ……………………………………………………………………… 92
6

Resumen
Los ensayos llevados a cabo en esta tesis tuvieron por objetivo
mejorar el conocimiento sobre las formas de transmisión de la triquinelosis en
ratas infectadas experimentalmente con Trichinella spiralis.
Se realizaron dos experimentos. En el primero se determinó la
presencia y la infectividad de larvas en materia fecal de ratas Wistar de 200-
250 gramos de peso corporal luego de infectarlas experimentalmente con
larvas enquistadas en carne, utilizando diferentes fuentes de infección, dosis
de larvas y tipos de dieta.
Se registraron los signos clínicos presentados por las ratas infectadas
y además, en un ensayo accesorio, se estudió la transmisión por consumo
del intestino en el día 5 p.i.
La presencia de larvas se estudió por métodos parasitológicos,
utilizando tamices seriados de porosidad decreciente y microscopía
estereoscópica. La infectividad se estudió administrando por vía oral a
ratones Balb C, las larvas aisladas de la materia fecal de las ratas. A los 60
días de la inoculación, fueron sacrificados, se sometieron sus músculos a
digestión enzimática y sus sueros sanguíneos a diagnóstico de anticuerpos
por la técnica de ELISA.
En el segundo experimento se estudiaron las vías de transmisión
transplacentaria y transmamaria.
Se infectó a ratas Wistar hembras con 2000 larvas de T. spiralis en el
primer tercio de la preñez o en el día del parto. En el día 90 post parto, se
estudió la presencia de larvas musculares y de anticuerpos en ellas y en sus
crías, empleando la misma metodología que se utilizó para los ratones
receptores en el primer experimento.
Se pudo demostrar que las larvas de T. spiralis que salen en la materia
fecal de las ratas i nfectadas experimentalmente no son infectantes. No se
hallaron larvas musculares ni anticuerpos contra el parásito en los ratones
receptores.
La infección con dosis altas de larvas, produjo signos clínicos de
enfermedad en las ratas, coincidiendo la ocurrencia de falta de reacción por
afección de la musculatura, con el momento en que las larvas que invaden
los músculos se tornan infectantes.
La ingestión de intestino en el día 5 p.i., que contiene hembras en
larvipostura, da lugar a bajos niveles de infección en los animales que lo
consumen.
No se pudo demostrar que la infección por vía transplacentaria o
transmamaria fueran posibles. Las ratas madres infectadas tuvieron larvas en
sus músculos y anticuerpos anti-Trichinella, pero no sus crías.
Se concluye que en ratas, la triquinelosis no se transmite por
coprofagia y que la infección de ratas con una cantidad de larvas similar a la
que podría ocurrir en condiciones naturales, no transmite la enfermedad a las
crías por las vías transplacentaria ni transmamaria.
7

Triquinelosis: transmisión experimental en ratas bajo condiciones de


cautiverio.
1. Introducción
La triquinelosis es una enfermedad parasitaria transmisible por los
alimentos. El agente causal es un nematodo filiforme perteneciente al género
Trichinella y la única especie hallada hasta el momento en Argentina es
Trichinella spiralis.
El ciclo de vida de este nematodo es de tipo autoheteroxeno lo que
significa que el mismo hospedador alberga a las formas adultas, a las larvales
iniciales y a las larvales infectantes para un nuevo hospedador.
Las larvas infectantes habitan en las fibras de músculo estriado de los
animales afectados. Cuando la carne de estos animales es consumida por
otros, la digestión libera las larvas permitiéndoles evolucionar hasta parásitos
adultos en el intestino delgado. Los nematodos adultos copulan y las
hembras depositan nuevas larvas en la mucosa intestinal. Estas se
distribuyen por todo el cuerpo mediante la circulación linfática y sanguínea,
pero solamente aquellas q ue llegan al músculo estriado pueden continuar su
evolución para alcanzar capacidad infectante.
La triquinelosis afecta al hombre cuando come carne cruda o
insuficientemente cocida de cerdo o presas de caza infectadas o salazones
crudas preparadas con estas materias primas.
Desde el punto de vista epidemiológico, se reconocen tres ciclos de
infección: el doméstico, que involucra a cerdos, caballos, roedores y al
hombre, el sinantrópico, que incluye a las mascotas y a la fauna que utiliza el
ambiente modificado por el hombre, y el salvaje, que incluye solamente a
animales silvestres.
El modo de transmisión entre animales de especies diferentes es por
ingestión de músculos infectados, lo que puede ocurrir por predación o por
consumo de carroña. Entre animales de la misma especie la transmisión
puede ocurrir por canibalismo. La transmisión por coprofagia es teóricamente
posible si una digestión incompleta de la carne ingerida permitiera la
presencia de fibras musculares infectadas en materia fecal.

1.1 Posición taxonómica de Trichinella spiralis


El género Trichinella pertenece al phylum Nemathelminthes, clase
Nematoda, orden Trichocephalida y superfamilia trichinelloidea
La Superfamilia Trichinelloidea se caracteriza por tener faringe seguida
por un esófago moniliforme; los machos y las hembras tienen una sola
gónada. Comprende a la Familia Trichuridae y a la Familia Trichinellidae,
ambas con intestino normal con un solo esticosoma y a la Familia
Cystoopsidae, con intestino modificado y con dos esticosomas.
Las hembras de la Familia Trichuridae son ovíparas y los machos
tienen espícula.
Las hembras de la Familia Trichinellidae son vivíparas y los machos no
tienen espícula. (Martínez Fernández, 2002)
La Familia Trichinellidae tiene un solo género, Trichinella Raillet 1895
Los parásitos de este género, presentan un esófago filiforme formado
por una célula tubular rodeada por una capa de células llamadas esticocitos
que vierten sus productos de excreción-secreción en la luz del esófago. Otra
8

característica distintiva es la presencia de células bacilares relacionadas con


la cutícula. (Smyth, 1994)
Hoy se reconocen ocho especies y tres genotipos en el genero
Trichinella (Murrell y col., 2000; Pozio y col., 2002a; Pozio y Zarlenga, 2005).
Se las llama especies crípticas, simpátricas o gemelas porque son
poblaciones aisladas desde el punto de vista reproductivo pero que todavía
no se diferencian morfológicamente.
Por la característica de formar por fuera de la célula muscular parasitada
una cápsula de colágeno visible con microscopio óptico, se reconocen en el
género dos ramas: encapsulantes y no encapsulantes (Pozio, 2005)
Los primeros métodos utilizados para clasificar los aislamientos de
diferentes áreas geográficas o hospedadores se basaron en características
biológicas mensurables:
• El Índice de Capacidad Reproductiva (RCI) definido como el cociente
entre el número de larvas musculares obtenidas y el número de larvas
infectantes administradas a animales de laboratorio.
• La capacidad de reproducirse entre los sexos opuestos de diferentes
aislamientos.
En base a estos métodos se describieron dos nuevas especies que diferían
de T. spiralis:
• T. nativa (Britov & Boev, 1972) con bajo RCI en roedores y cerdos
comparado con el de T. spiralis
• T. nelsoni (Britov & Boev, 1972) con RCI intermedio entre T. spiralis y
T. nativa
En 1972 fue descripta una cuarta especie, T. pseudospiralis que se
diferenciaba por la falta de una cápsula de colágeno alrededor de la célula
muscular infectada y por el menor tamaño de la larva muscular.
Los primeros intentos para investigar la variación genética entre aislamientos
de Trichinella spp. utilizando métodos bioquímicos, revelaron que existían
diferencias consistentes entre las alozimas de aislamientos provenientes de
diferentes hospedadores u orígenes geográficos (Flockhart y col., 1982).
La Rosa y col. en 1992, publicaron un estudio sobre 152 aislamientos
de diferentes hospedadores y regiones geográficas. Utilizaron 27 patrones de
alozima, lo que les permitió identificar ocho genotipos distintos que
nombraron T1 a T8. Cuatro de estos genotipos representaban a las cuatro
especies propuestas hasta el momento: T. spiralis, T. nativa, T. nelsoni y T.
pseudospiralis.
Un meta-análisis de los datos publicados hasta 1992, que reunía
características de 300 aislamientos, permitió llevar a cabo la revisión
taxonómica del género, con el reconocimiento de cinco especies:
T. spiralis, T. nativa, T. nelsoni, T. pseudospiralis y T. britovi; y tres genotipos
a los que se denominó Trichinella T5, T6 y T8 (Pozio y col., 1992b)
Este esquema taxonómico se mantiene hasta el presente con
modificaciones para el agregado de nuevas especies y genotipos:
T. murrelli, antes denominada como T5, T. papuae la segunda no
encapsulante, (Murrell y col., 2000); T9 aislado de carnívoros selváticos en
Japón (Nagano y col., 1999) y T. zimbabwensis, la tercera no encapsulante
(Pozio y col., 2002a)
9

Phylum Nemathelminthes, Rudolphi, 1808


Clase Nematoda
Orden Tricocephallida
Superfamilia trichuroidea
Familia Trichinellidae, Ward, 1907
Trichinella spiralis, (Owen, 1835) Railliet, 1895 (T1)
T. nativa, (Britov & Boev, 1972), (T2)
T. britovi, (Pozio y col., 1992b) (T3)
T. pseudospiralis, Garkavi, 1972, (T4)
T. murrelli, (Pozio & Larosa, 2000) (T5)
T. nelsoni, (Britov & Boev, 1972; Pozio y col, 1992b) (T7)
T. papuae, (Pozio y col., 1999) (T10)
T. zimbabwensis, (Pozio y col., 2002a) (T11)
T6 (Pozio y col., 1992b)
T8 (Pozio y col., 1992b)
T9 (Nagano y col., 1999)

La introducción de pruebas derivadas de la reacción en cadena de la


polimerasa (PCR) simplificó la identificación de los aislamientos provenientes
de diferentes hospedadores y regiones geográficas y confirmó la taxonomía
actual del Género. Su alta sensibilidad permite analizar larvas
individualmente, lo que ha permitido demostrar que pueden existir infecciones
mixtas en un mismo hospedador (Pozio & Zarlenga, 2005; Pozio & Murrell,
2006).
En Sudamérica, hasta 2007, sólo se habían detectado infecciones por
T. spiralis (Venturiello, 2002; Molina, 2002; Pozio, 2005). En 2008,
Krivokapich y col. reportaron un aislamiento hallado en un puma en la
Patagonia, cuyo ADN, en las tres regiones útiles para identificación, no
coincide con ninguno de los 11 genotipos reconocidos. Este aislamiento es
del tipo encapsulado y son necesarios más estudios para establecer si se
trata de un nuevo genotipo.

1.2 Hospedadores
Las aves, los mamíferos y los reptiles pueden ser hospedadores de
Trichinella spp. Se han hallado vertebrados infectados en todos los
continentes con excepción de la Antártida (Pozio, 2005)
Los mamíferos son los hospedadores mas importantes para el género,
habiéndose descripto infecciones naturales en 150 especies pertenecientes a
12 Ordenes (Marsupialia, Insectivora, Edentata, Chiroptera, Lagomorpha,
Rodentia, Cetacea, Carnivora, Perissodactyla, Artiodactyla, Tylopoda y
Primates) (Pozio, 2005)
El hombre es la única especie de primate que puede hallarse infectado
en condiciones naturales por cualquiera de las especies del género
Trichinella, excepto por T. zimbabwensis. En condiciones experimentales se
han encontrado 15 especies de primates no humanos altamente susceptibles
a especies de
Trichinella encapsuladas y no encapsuladas, pero nunca se han detectado
en condiciones de vida salvaje (Pozio, 2001)
10

Los mamíferos son susceptibles a todas las especies de Trichinella,


los reptiles, solamente a T. papuae y T. zimbabwensis; en tanto que las aves
son susceptibles únicamente a T. pseudospiralis (Pozio, 2001).
En las muestras recibidas por el Centro Internacional para la Investigación de
Triquinelosis, T. spiralis se halló en el 87% de las provenientes de cerdos
domésticos, 67% de jabalíes, 88% de equinos, 79% de las ratas sinantrópicas
y el 100% de los armadillos sinantrópicos (Pozio & Murrell, 2005)
T. spiralis expandió su área de difusión a través de la importación pasiva en
cerdos y ratas sinantrópicas (Pozio, 2001)
En muchas regiones del mundo, fue trasmitida a los animales salvajes
por exposición a depósitos de basura donde se desechaban restos
provenientes de cerdos faenados (Pozio & Murrell, 2005)
Es la especie que causa la mayoría de los casos humanos de
triquinelosis en todo el mundo. Su patogenicidad es mayor que la del resto de
las especies del género debido a que las hembras producen el número más
alto de larvas recién nacidas (Pozio y col., 1992a)

1.3 Morfología
La morfología de T. spiralis cambia a lo largo del ciclo biológico, de modo
que en la fase gastroentérica se pueden describir:
• las larvas musculares que se liberan por la digestión de los quistes
musculares,
• los preadultos,
• los adultos y
• las larvas recién nacidas;
y en la fase parenteral:
• las larvas circulantes recién nacidas que al llegar al músculo del
hospedador se transformarán en larvas musculares.
Las larvas musculares (L1) contenidas en el tejido muscular ingerido,
son liberadas por el proceso digestivo en el estómago. Miden alrededor de 1
mm de largo por 35-38 µm de diámetro. Están típicamente enrolladas en
espiral y cuando quedan liberadas del quiste muscular, presentan
movimientos de extensión y enrollamiento continuos.
La LI es una fase avanzada de larva de primer estado en la que se
diferencian el esticosoma, que ocupa los dos tercios anteriores, y el
primordio genital y el intestino que ocupan el tercio posterior. Ya en este
estadío es posible diferenciar los sexos por la disposición que toman el
primordio genital y el intestino: en los futuros machos, se cruzan, en tanto que
en las futuras hembras corren paralelos. (Villela, 1966); (Martínez Fernandez,
2002; Despommier, 1983)
Cada estadio larval puede ser reconocido en los machos por el grosor
de la cutícula desprendida y por la presencia o ausencia de apéndices
copulatorios, papilas tuberculadas y esperma. En las hembras, por el estado
de desarrollo de la vagina y el útero y por el grosor de la cutícula y la
presencia de estriaciones en la misma (Kozek, 1971).
En las L1 futuros machos, la cutícula es gruesa y estriada
transversalmente. No existen apéndices copulatorios (Kozek, 1971)
En las larvas futuras hembras, la vaina que queda liberada en la
primera muda es gruesa y estriada como la descripta en los machos. Las
subsiguientes vainas son muy tenues y no permiten diferenciar los estadios
11

resultantes. Por esta razón, en las larvas futuras hembras se diferencian los
estadios basándose en el desarrollo de los organos reproductivos. (Kozek,
1971)
En las L1 futuras hembras el primordio de vagina consiste en unas
pocas células hipodérmicas situadas cerca de la porción anterior del
esticosoma. El primordio uterino aparece como una estructura sinuosa en el
espacio que queda entre el ovario y el esticosoma. Está limitada por una
célula grande (12 µm) denominada célula de conexión genital.
En el esticosoma se pueden diferenciar células de tres tipos distintos
que elaboran excreciones antigénicas.
El esticosoma consiste en una fila única de 37 a 52 células llamadas
esticocitos. Cada una tiene un diámetro de 25 µm, posee un solo núcleo y
está comunicada con la luz del esófago. El citoplasma contiene mitocondrias,
aparato de Golgi, retículo endoplásmico granular y gránulos de 5 tipos: a0,
a1, a2, ß y ?. Estos gránulos contienen material antigénico que induce la
formación de anticuerpos por parte del hospedador (Despommier & Muller,
1976; Takahashi y col., 1989).
En los especímenes futuros machos, el número de esticocitos varia de
47 a 52 con un promedio de 49. En las larvas futuras hembras, el número es
de 37 a 45 con una media de 43 (Villela, 1966)

Larvas de segundo estadío (L2):


A partir de las larvas de segundo estadio, a lo largo del esticosoma
pueden verse cuatro bandas bacilares que corresponden a los poros de las
glándulas hipodérmicas, dispuestos en forma paralela. Cada célula glandular
comunica con el exterior del verme, a través de poros de 1.5 a 2 µm que
contienen un material denso. Estos poros son un punto débil d e Trichinella
spp. ya que pueden ser atacados por la respuesta inmune humoral del
hospedador y por las enzimas digestivas. La aparición de los poros,
coincide con el momento del ciclo en que ocurre la expulsión temprana de
los vermes del intestino mediada por la inmunidad desarrollada en el
hospedador, sugiriendo que las células mencionadas son la fuente de
irritantes antigénicos que inician o contribuyen a los mecanismos de
expulsión (Kozek, 2005)
Las larvas L2 machos, que empiezan a observarse después de la
primera muda que ocurre a las 8 horas p.i. tienen cutícula gruesa con
estriaciones. A menudo aparece como formada por dos capas, siendo la más
interna delicada y granular. En este estadío se hacen visibles los apéndices
copulatorios como dos saliencias cerca del orificio rectal (Kozek, 1971).
Las L2 futuras hembras muestran los primordios vaginal y uterino
conectados. Puede verse una banda hialina en el centro del primordio vaginal
que puede interpretarse como la futura cavidad (Kozek, 1971).

Larvas de tercer estadío (L3):


Las L3 futuros machos abandonan una vaina más fina que la de la
primera muda y sin estriaciones trasversales. Los apéndices copulatorios son
de mayor tamaño, llegando a los 12 µm. Hacia medial de los apéndices
copulatorios se ven dos papilas tuberculadas. El primordio de vesícula
seminal se extiende hacia el recto y ambas estructuras se unen a través de
una célula genital de conexión (Kozek, 1971).
12

Las L3 futuras hembras tienen vagina totalmente desarrollada aunque


no evidente.

Larvas de cuarto estadio (L4):


La tercera vaina abandonada por los futuros machos es también fina y
a diferencia de la segunda, muestra el contorno de los apéndices
copulatorios. Las L4 muestran las papilas tuberculadas con mayor tamaño (2
µm) pero los primordios de vesícula seminal y recto todavía no se unen
(Kozek, 1971).
Las L4 futuras hembras tienen un orificio genital bien visible y la vagina forma
un tubo corto que se dirige hacia atrás hasta la célula de conexión genital del
primordio uterino (Kozek, 1971).
La vaina abandonada por las L4 tiene el contorno de los apéndices
copulatorios y de las papilas tuberculadas de mayor tamaño que la vaina
anterior (Kozek, 1971).
Los futuros machos muestran un par de papilas cónicas por dentro de
los apéndices copulatorios y en medial y ventral de las papilas tuberculadas.
Los apéndices copulatorios primero se vacuolan y finalmente aparecen
vacíos. Se observa la unión de la vesícula seminal con el recto, posibilitando
la salida de los espermatozoides (Kozek, 1971).
Las futuras hembras muestran una disminución en el diámetro de la
vagina. La cutícula aparece abultada alrededor del orificio genital que está
cerrado. La célula de conexión genital desaparece y en su lugar, se ve una
abertura que conecta la vagina con el útero (Kozek, 1971).
El macho tiene de 1.4 a 1.6 mm de longitud, y un diámetro de 40 a 60
µm. El testículo tiene un tramo ascendente, luego desciende y forma el
conducto deferente, una vesícula seminal y un conducto eyaculador que
desemboca en un tubo copulatorio dentro de la cloaca. La protrusión del tubo
copulatorio a través de la abertura cloacal situada entre los apéndices
copulatorios, forma la campana copulatoria. Los apéndices mencionados
actuarían fijando a la hembra durante la cópula. Entre los apéndices hay dos
pares de papilas con función sensorial. (Wu, 1955; Martínez Fernandez,
2002; Despommier y Campbell, 1983; Burnham & Despommier, 1984)
La hembra mide 3 mm de largo y 36 µm de diámetro. El esticosoma
ocupa el tercio anterior. El sistema reproductor consiste en un solo ovario,
oviducto, receptáculo seminal, útero y vagina. Es voluminoso, llenando la casi
totalidad de la cavidad corporal por detrás del esticosoma. La vulva
desemboca a la altura de la mitad del esticosoma. Los huevos evolucionan a
larvas en el interior del útero. Así, la parte posterior del útero, está ocupada
por huevos de 30 µm de diámetro en tanto que la parte anterior contiene
embriones. (Wu, 1955; Martínez Fernández, 2002; Despommier y Campbell,
1983).
A diferencia de las larvas musculares liberadas del quiste por digestión
enzimática, los adultos de T. spiralis puestos en solución salina isotónica
presentan movimientos serpenteantes y responden a gradientes de
temperatura. Se desconoce si esta capacidad de responder a estímulos
térmicos es importante para el cumplimiento del ciclo biológico (Despommier,
1973)
Las larvas recién nacidas tienen un largo promedio de 111 µm, el
diámetro es de 7 µm en su extremo anterior y se va afinando hasta los 3 µm,
13

en el extremo posterior. El extremo anterior es redondeado con una


indentación terminal que representa la boca. Tiene una estructura de estilete
bucal con movimientos de protrusión y retracción. Detrás de la boca hay un
bulbo esofágico pobremente diferenciado que se afina hacia posterior y se
une a una columna de núcleos correspondientes a células no diferenciadas
(Ali Khan, 1966). Con ayuda de microscopía electrónica, microscopía de
rayos X y confocal, se pudo determinar que existe un primordio de
esticosoma en el que se diferencian los esticocitos con sus gránulos típicos.
No se detecta el intestino pero sí un primordio genital marcado. (Kozek y col.,
1998)

1.4 Ciclo Biológico


Nomenclatura de los estadíos de T. spiralis
(Adaptado de Kozek (1971) y Despommier (1983)

Estadío Localización en Presencia durante Sinónimos


el hospedador el ciclo biológico
Larva I Entérica 0 a 9 horas p.i. Larva
Infectiva del muscular,
intestino larva
infectiva,
juvenil
Larva II Entérica 10-14 hs. p.i. No tiene
Larva III Entérica 15-22 hs. p.i. No tiene
Larva IV Entérica 23-30 hs. p.i. No tiene
Adulto Entérica 31 hs. hasta días, No tiene
semanas o meses p.i.
según las
características del
hospedador.
Larva I Entérica Desde el día 5 -6 p.i. y Prelarva,
Recién nacida mientras duren las embrión
infectiva del hembras adultas en el
músculo hospedador.
Larva I Parenteral Desconocida. Larva
Migratoria Probablemente migratoria
infectiva del No mayor de 1 día.
músculo
Larva I Muscular 0 a 15 días luego de entrar Larva
Preinfectiva del a la célula muscular muscular
intestino inmadura,
juvenil
Larva I Muscular Desde los 16 días Larva
Infectiva del posteriores a su entrada muscular,
intestino en la célula muscular larva
hasta 30 años. infectiva,
juvenil
14

Todos los estadios del ciclo biológico de T. spiralis se encuentran en un


mismo hospedador. El ciclo puede dividirse en dos fases:
• una que ocurre en el músculo, en la que el nivel de diferenciación
sexual alcanzado es comparable al de una larva de quinto estadio de
otros nematodos o preadulto;
• la otra en el intestino, donde hay cinco estadíos separados por 4
mudas sucesivas.
La generalidad de las larvas de nematodos atraviesa cuatro mudas para
llegar al estadío adulto. En un principio, debido a los cambios de tamaño
observados en la larva de T. spiralis en el músculo del hospedador, se pensó
que los mismos implicaban mudas, de modo que no se tenía seguridad
acerca de qué estadio del ciclo era el que correspondía a la larva infectiva
que queda libre de su cápsula por la digestión. Los trabajos de Ali Khan en
1966 y Kozek en 1971a y b determinaron que las cuatro mudas ocurrían en el
intestino del hospedador; en tanto que la evolución de la larva en el músculo
no incluía mudas, no obstante poderse reconocer un estadio temprano y un
estadio tardío en el que ya existen vestigios de diferenciación sexual, que
inducían al error de comparar este estadio con la larva de quinto estadio (o
preadulto) de otros nematodos.

1.4.1 Fase Gastroentérica:


Cuando se infecta experimentalmente a ratas con larvas de T. spiralis,
en el término de una hora las larvas penetran en la mucosa del intestino
(Gursch, 1949).
Las larvas liberadas por la digestión estomacal, penetran en la capa
de células epiteliales columnares que cubren las vellosidades intestinales,
ocupando aproximadamente 100 células contiguas sin destruirlas (Wright,
1979)
Los machos comienzan sus mudas y completan su desarrollo antes
que las hembras. La última muda ocurre a las 25 hs. post inoculación en los
machos y a las 28 hs. p.i. en las hembras. Las primeras hembras fecundadas
se observan a las 30 hs. p.i. (Kozek, 1971 a; Gardiner, 1976)
Las hembras pueden ser fecundadas en más de una oportunidad y
cada macho puede inseminar al menos a cuatro hembras (Gardiner, 1976)
El crecimiento se da en longitud pero no en diámetro debido a que el
incremento en este sentido destruiría el nicho intramulticelular que protege al
parásito. Los estadios inmaduros y los adultos se mueven a través de la capa
de células epiteliales, pueden salir al lumen del intestino y volver a entrar en
el epitelio. Por esta razón puede considerarse que tanto en el músculo como
en el intestino, Trichinella spp. es un parásito tisular (Wright, 1979).
El número de larvas que cada hembra deposita depende de su
permanencia en el intestino y esta característica varia con la especie del
hospedador.
En el cerdo infectado experimentalmente la postura de larvas se inicia
hacia el día sexto post infección y dura hasta el día 20 (Martínez Fernandez,
2002; Despommier y Campbell, 1983). Entre la 3 y las 5 semanas post
inoculación se produce una remoción de los vermes adultos del intestino.
15

Esta expulsión va acompañada de una reversión en la relación hembra:


macho de la población que pasa de 2 : 1 a 0 : 1 (Campbell y Cuckler, 1966).
En los múridos de experimentación, el período de postura de larvas es
más corto pues ocurre un proceso inflamatorio que produce la expulsión de
las hembras adultas. Así, en las ratas, la mayor proporción de la postura
(75%) ocurre entre el 6to. y el 7mo. día p.i. A partir del noveno día los
vermes adultos empiezan a desaparecer del intestino y esta desaparición se
completa hacia el día 16 post infección (Gursch, 1949) (Love y col, 1976).
El pico de producción de larvas recién nacidas ocurre en el día 7 p.i.
cuando la fecundidad de las hembras es máxima. Después del día 8 p.i. la
fecundidad disminuye, lo que se refleja en una caída brusca en el número de
larvas circulantes en sangre y linfa (Wang, 1987).
En ratas jóvenes, inoculadas a los 21 días de edad, el período de
expulsión total ocurre entre los días 21 y 28 post inoculación. En ratas en
lactación, Love y col., 1976 hallaron que un 65% de los vermes no habían
sido expulsados aún en el día 21, mientras que ratas similares que no
amamantaban, se habían desprendido de todos los vermes en el día 15 post
inoculación.
Diversos autores, inoculando ratas con una larva de cada sexo o
implantando una hembra grávida en el intestino, midieron la cantidad de
larvas producidas por cada hembra, esperando su desarrollo en los músculos
y recuperándolas por digestión enzimática. Mediante estos procedimientos,
establecieron que cada hembra puede poner entre 200 (Gursch, 1949) y 1100
larvas (Nolf, 1937).
En cobayos, la presencia de adultos en el intestino se mantiene por 4 a
5 semanas, obteniéndose entre 1000 y 2500 larvas por cada hembra. (Roth
1938).

1.4.2 Fase Parenteral:


Las larvas recién nacidas son puestas en el interior de la vellosidad
intestinal, penetran en los capilares linfáticos y portales y son arrastrados por
la circulación hacia toda la economía corporal. (Martínez Fernandez, 2002;
Despommier y Campbell, 1983).
Es importante que las larvas recién nacidas sean puestas en el interior
de la vellosidad. Si experimentalmente se implantan larvas recién nacidas en
la luz del duodeno, ninguna llega al tejido muscular. La infectividad es
máxima cuando se inoculan por vía intravenosa (73%) y es mucho menor
(9%) cuando se inoculan por vía intraperitoneal (Dennis y col., 1970).
En ratones infectados experimentalmente, las primeras larvas recién
nacidas pueden recuperarse del torrente sanguíneo a las 120 horas post
infección (Ali Khan, 1966).
El 97% de las larvas penetran en los capilares sanguíneos
directamente en el intestino siendo cuantitativamente más importante esta vía
que la linfática. Inyectando un número conocido de larvas en la circulación y
muestreando la sangre a intervalos, se determinó que el 75% de las larvas
migra fuera del torrente sanguíneo dentro de las primeras tres horas (Wang,
1997).
16

Hasta un 40 % de las larvas que llegan por primera vez al tejido muscular
puede volver a la circulación y entrar en otros tejidos y en los músculos
nuevamente (Despommier y col., 1975).
Las larvas que pasan desde el intestino a la cavidad peritoneal, tienen
menos posibilidades de entrar en la circulación sanguínea. Solamente el
0.5% de las larvas que llegan al músculo, provienen de la cavidad peritoneal
(Wang, 1997) (Dennis y col, 1970).
Las larvas que llegan al músculo estriado, invaden las miofibrillas y
cada célula invadida se transforma en una célula nodriza donde la larva
desarrolla hasta su estadío infectivo y puede permanecer viable durante
años. La larva que penetra en un tejido distinto al músculo estriado, no puede
inducir la formación de su célula nodriza y no continúa su desarrollo.
(Despommier, 1983)
Esta transformación de la célula hospedador, inducida por la larva de
T. spiralis mediante la secreción y excreción de las sustancias producidas por
las células componentes de su esticosoma, es la razón por la que este
parásito es considerado como uno de los más exitosos simbiontes
intracelulares que se conocen. Los cambios, le permiten perdurar viable por
años, en un microambiente que él mismo ha modificado, sin provocar la
muerte de la célula hospedador . Esto, sumado a la posibilidad de sobrevivir
en anaerobiosis una vez producida la muerte del animal parasitado, asegura
que la larva permanezca infectiva en la carroña durante varias semanas, a
pesar de la putrefacción, manteniendo la enfermedad dondequiera que haya
animales omnívoros de la fauna silvestre o animales domésticos criados sin
restricciones alimentarias (Despommier, 1998).
Los cambios que se han descripto en la célula muscular durante su
transformación en célula nodriza son los siguientes:
Durante los 4 o 5 primeros días de la invasión, se produce la división
nuclear y la replicación del ADN resultando en una cantidad de ADN 4 veces
mayor a la normal y en aproximadamente 40 a 60 núcleos por célula.
(Despommier, 1991).
A partir del 5nto día de la invasión y extendiéndose durante todo el
período de infección, se observa daño mitocondrial expresado como
vacuolización de la matriz más interna.
Ocho días después de la invasión, la célula ha perdido todas sus
proteínas contráctiles. No se detecta actina, miosina ni creatina kinasa.
(Despommier, 1998).
A partir del día 7 de la invasión, se inicia la síntesis del ARNm para
síntesis de colágeno tipo IV que va a aparecer en el día 11 y va a cesar de
sintetizarse en el día 26.
La síntesis de ARNm para la formación de colágeno tipo VI se inicia en
el día 7 y continúa a bajo nivel durante todo el período de infección. (Polvere
y col., 1997)
La síntesis de ARNm para la producción del factor de crecimiento del
endotelio vascular se inicia en el día 7-8 y eso lleva a la formación de una red
vascular que rodea a la célula nodriza iniciando su formación a partir del día
12 y completándose en el día 26 (Despommier, 1998).
17

1.5 Epidemiología
La triquinelosis por T. spiralis es una enfermedad endémica en
Argentina. Entre 1990 y 2006 se registraron oficialmente 8806 casos clínicos
en personas, en tanto que en porcinos se han detectado en el periodo
1999/2006, 767 focos (Caracostantogolo y col., 2007)
A los fines de explicar el flujo de la infección por Trichinella spp. en la
naturaleza se han diferenciado tres ciclos biológicos: el doméstico, el
sinantrópico y el silvestre (Pozio, 2000).
En el ciclo doméstico, los hospedadores son especies animales
omnívoras criadas como fuentes de alimento para el hombre: el cerdo y el
caballo.

1.5.1 El cerdo como fuente de infección:


En el ciclo doméstico, la infección se mantiene mediante el consumo
de carroña, la alimentación con residuos crudos de faena y el canibalismo.
Hanbury y col , 1986 estudiaron la prevalencia de triquinelosis en un criadero
de cerdos durante 12 años, encontrando que la permanencia de la
transmisión se debía a canibalismo. Expusieron cerdos libres de triquinelosis
a contacto con roedores y con fauna silvestre durante un año sin lograr que
se infectaran.
Una forma de transmisión reportada experimentalmente en cerdos,
pero cuya frecuencia se desconoce en condiciones naturales es el consumo
de materia fecal de animales recientemente infectados (Spindler, 1953;
Schurrenberger y col., 1964)
Se ha descripto la presencia de larvas en la cola de cerdos con
triquinelosis y se ha propuesto que el canibalismo de la cola, un hecho
frecuente entre los cerdos, podría ser una vía de diseminación de la
enfermedad (Smith, 1975) pero aún no se ha evaluado la importancia de esta
fuente de infección en la epidemiología general de la enfermedad (Handbury
y col., 1986).
Los cerdos criados en explotaciones familiares y de subsistencia o en
criaderos comerciales con manejo rudimentario, frecuentemente alimentados
con residuos sin cocción previa, con acceso a restos de faena o a cadáveres
de cerdos que no se eliminan adecuadamente, son los hospedadores que
mantienen el ciclo doméstico (Pozio, 2000; Bolpe y col., 2001)
La alimentación de los cerdos con residuos recolectados en domicilios
y en comercios o industrias carneas, es una práctica corriente entre los
tenedores de cerdos para subsistencia en Argentina. (Verdier, 2007)
Si la prevalencia de la enfermedad en cerdos es alta, el problema no
tarda en hacerse visible; ya sea porque los cerdos positivos son detectados
en frigoríficos que efectúan el diagnostico por digestión enzimática o porque,
luego de la faena domiciliaria, la carne es utilizada para preparar chacinados
salados sin cocción que dan lugar a brotes de triquinelosis en las personas
que los consumen. (Caracostantogolo y col., 2007)
La característica de sobrevivencia por años de las larvas musculares
sumada a la imposibilidad de detectar signos clínicos en los cerdos tornan
dificultoso el control de la enfermedad y la explicación de la causa de los
focos. En ocasiones, los animales afectados son padrillos o hembras
destinadas a la reproducción durante varios años y se descubre su condición
cuando son llevados a faena en frigoríficos que hacen el diagnóstico post
18

mortem por digestión enzimática. Cuando esto ocurre, para las normas
sanitarias, la situación constituye un foco y hay que proceder a hacer una
faena controlada del resto de animales que componen el criadero hasta
despoblarlo. Las condiciones ambientales y de manejo sanitario en ese
momento pueden ser distintas de las que existían en el momento en que se
produjo la infección (Steffan, 2006).
En repetidas ocasiones, cuando se ha llevado a cabo la faena
compulsiva de todos los cerdos de un criadero en que se produjo un foco, el
diagnóstico por digestión enzimática realizado post mortem en el laboratorio
de la planta de faena da resultados negativos para todos los cerdos (Dela
Sota, 2005). Hoy, con la utilización de las técnicas serológicas, más sensibles
que la digestión enzimática, podemos explicar esta situación diciendo que
esos resultados no indican que el establecimiento no está infectado sino que
el nivel de infección no es detectable por la técnica de digestión enzimática y
la carne puede librarse cruda al mercado sin peligro para los consumidores.
(Ruiz y Morici, 2008).
En municipios pequeños, la disposición de los residuos domiciliarios
recolectados se lleva a cabo en basurales no cercados. Las condiciones
sociales desfavorables llevan a que los tenedores de cerdos cercanos a esos
basurales, alimenten sus animales dejándolos libres en el lugar sin oposición
eficiente de las autoridades municipales (Dela Sota, 2005).
En estas condiciones, los animales comen todo cuanto pueden y es
difícil controlar el número de cabezas y el estado sanitario de las mismas. Si
alguno de los cerdos muere, sirve de alimento para el resto. Si el cerdo
muerto alberga larvas de T. spiralis en sus músculos, será fuente de infección
para todos los que lo consuman y para los roedores y otros carroñeros del
lugar. (Steffan, 2006)
En las zonas con baja temperatura, en un intento por conservar
alimentos a bajo costo para asegurar la subsistencia familiar o por
mantenimiento de tradiciones familiares, se preparan salazones de carne de
cerdo (jamón, bondiola) o embutidos con una mezcla de carne de cerdos y de
bovinos (chorizos secos, salame). El proceso posterior a la elaboración,
consiste en dejar que los embutidos maduren por efecto de la sal y los
condimentos, colocándolos en un ambiente fresco y seco durante varios
meses (Ribicich, 2002). Si la carne de cerdo utilizada tiene larvas de T.
spiralis, este proceso no elimina su infectividad (Gamble, 2000).
En muchos casos, los embutidos infectados que pueden enfermar a
las personas, son consumidos solamente por el propietario y su familia
originando un brote reducido. En situaciones más graves, los embutidos se
consumen en un festejo con muchos invitados o se comparten con familiares
o amigos que pueden o no vivir en la misma zona, produciendo un brote más
amplio y difícil de manejar, con enfermos que pueden no llegar a enterarse a
tiempo sobre la causa de su malestar. Cualquiera sea el caso, el consumo
ocurre varios meses después de la elaboración y en ocasiones los animales
utilizados no son originarios del lugar donde se los terminó de criar, de modo
que no se puede tener la seguridad sobre cuál fue el lugar en que los cerdos
se infectaron.
Cuando aparecen personas enfermas, las autoridades de salud tratan
de establecer la fuente de la infección siguiendo e l rastro, en sentido inverso,
de los productos consumidos por los enfermos. Es frecuente que cuando se
19

llega al presunto lugar de origen de los animales utilizados en la elaboración,


ya no haya cerdos o que los cerdos hallados no tengan propietario (Steffa n,
2006).
Los cerdos criados en forma comercial, en ambientes aislados del
medio exterior y alimentados con granos o alimento balanceado presentan
muy baja incidencia de la enfermedad. En Argentina, menos del 0,1% de los
cerdos criados en estas condiciones dan resultado positivo a la técnica de
digestión artificial post faena que se lleva a cabo en los frigoríficos con
habilitación nacional (SENASA, 2006).
Recientemente, un relevamiento serológico llevado a cabo por el
SENASA y el INTA (Ruiz y col., 2008) utilizando las técnicas de ELISA y
Western Blot con antígeno de ES elaborado por el Área de Enfermedades
parasitarias del Instituto de Patobiología del CICVyA INTA Castelar, permitió
estudiar la infección por T. spiralis en 2254 sueros provenientes de criaderos
de tipo familiar y para subsistencia en las provincias de Buenos Aires, La
Pampa, San Luis, Córdoba, Santiago del Estero, Entre Ríos y Santa Fe. La
edad de los animales muestreados fue de 6-12 meses y los niveles de
positividad variaron del 1.1 al 5% según las localidades.
Este tipo de relevamientos permite detectar zonas donde T. spiralis
está presente y es importante para promover la mejora de las condiciones de
cría y sanidad de los cerdos y para intensificar la aplicación de los controles
post faena de la carne por digestión enzimática con el objeto de evitar la
enfermedad en la población humana.

1.5.2 El caballo y la forma en que se infecta:


En los países en que se crían para consumo humano, en la etapa
previa a su comercialización, los caballos reciben un suplemento alimentario
basado en carne y grasa de cerdo. Esta es una de las formas en que los
caballos adquieren la infección y pueden transformarse en fuente de contagio
si su carne se utiliza para la preparación de comidas que se consumen sin
cocción. (Murrell, 2006)
En Argentina fue reportado un brote de triquinelosis presuntamente
debido a consumo de carne de caballo (Troncoso y col., 2002). Los tres
afectados habían robado y sacrificado un caballo y comieron su carne luego
de una cocción que la dejó jugosa. El suero de uno de ellos dio resultado
positivo a las técnicas de ELISA y Western Blot. No pudo ser demostrada la
existencia de larvas de T. spiralis en la carne porque el resto no consumido
fue vendido por los afectados a otras personas como carne de bovino. El
trabajo no describe adecuadamente la metodología empleada ni provee datos
que permitan asociar el malestar de los afectados al consumo de carne de
caballo infectada con Trichinella spp. mas allá de una presunción.

1.5.3 El papel de la rata en la transmisión:


Las ratas pardas ( Rattus norvegicus) forman parte del ciclo doméstico
y del sinantrópico de la enfermedad y se infectan a partir de las mismas
fuentes que los cerdos (Stojcevic y col., 2004).
En las décadas de 1940 y 1950, en Estados Unidos de Norteamérica y
Canadá se llevaron a cabo numerosos estudios para conocer la prevalencia
en cerdos y en ratas (Anónimo, 1940; Wright 1943; Moynihan, 1949; Frank,
1951; Poole, 1952). Se encontró que la incidencia en cerdos era mayor en los
20

criaderos que alimentaban con desechos de faena o con residuos crudos. La


prevalencia en ratas fue mayor en los criaderos que tenían cerdos infectados
que en los que no tenían. También fue alta en ratas capturadas en plantas de
faenas de cerdos en las que los restos de vísceras quedaban al alcance de
los roedores. De esta manera se llegó a la conclusión que la triquinelosis en
las ratas era dependiente de la enfermedad en los cerdos y que la incidencia
en ratas podría ser considerada como una indicación de la prevalencia en los
cerdos que se criaban vecinos al lugar donde las ratas eran capturadas
(Poole 1952; Leiby y col.,1990).
Los hallazgos en fauna sinantrópica siguen este mismo patrón. Se
estudió la prevalencia de triquinelosis en ratas y en comadrejas capturadas
en una zona de granjas avícolas de la provincia de Buenos Aires, en la que
no existían cerdos enfermos y se encontró que ninguna de las poblaciones
estaba infectada (Gómez Villafañe y col., 2004).
Un estudio llevado a cabo sobre la población de ratas de un criadero
de cerdos permitió determinar que sobre una muestra de 440 ratas tomada a
lo largo de 25 meses, el 42.4% se hallaba infectado por T. spiralis (Leiby y
col., 1990). Aún en ausencia de una fuente conocida de carne infectada
(basura con restos de carne o animales muertos infectados), la infección se
mantenía en la población de ratas, probablemente por canibalismo. La
reducción de la población de ratas, por aplicación de medidas de control,
produjo una disminución de la prevalencia. Por esta razón es aconsejable
llevar a cabo un control de roedores en criaderos donde existe la enfermedad
en los cerdos o en aquellos que se repueblan con cerdos sanos después de
haberse producido un foco (Leiby y col., 1990)
Por otra parte, una investigación de la epidemiología de la enfermedad
en ratas pardas y en cerdos llevada a cabo en Croacia estableció que las
ratas no eran un reservorio en las granjas. Se estudiaron 2287 ratas en 60
granjas hallándose que sólo había ratas infectadas donde había cerdos
infectados y el manejo sanitario era deficiente. Este hallazgo sugiere que en
las condiciones del área estudiada, la rata era una víctima del manejo
inapropiado de los restos de faena o de la deficiente eliminación de los
cadáveres de los cerdos más que un reservorio de la enfermedad (Stojcevic y
col., 2004)
Existen reportes sobre la posibilidad de transmisión congénita
experimental de T. spiralis en roedores (Cui y col., 2004) . Este podría ser un
modo más en que la infección podría mantenerse en la población de ratas, lo
que se sumaría al canibalismo de individuos infectados que mueren por
cualquier causa (Leiby y col., 1990).
En las colonias de ratas, son frecuentes las luchas por jerarquía o por
territorio. Si bien estas se detienen mucho antes de la muerte de alguno de
los contendientes, los sucesivos encuentros, sumados a las enfermedades,
reducen la longevidad de los individuos (Coto, 1997). Generalmente la muerte
de los individuos ocurre dentro de los túneles de la madriguera. Los
cadáveres son comidos por el resto de las ratas, como se puede inferir del
hecho que contraen algunas parasitosis (capilariosis) que sólo se transmiten
por ingestión de músculos o de vísceras (Leiby y col., 1990).
La enfermedad en los roedores puede afectar su capacidad
reproductiva. Los ratones machos infectados con T. spiralis tienen menor
actividad y pueden perder la conducta dominante en encuentros agresivos
21

con machos no infectados (Rau, 1983; Rau, 1984). Las crías de ratón
provenientes de madres infectadas, no obstante no haber sido infectadas en
el útero ni por amamantamiento, en el momento del destete son
significativamente más livianas y de conducta más susceptible a la predación
que las camadas provenientes de madres sanas (Rau, 1985). Esto se debe a
que las madres afectadas, reducen su actividad física y por consiguiente el
cuidado de las crías.
En regiones productoras de cereal donde además exista una alta
prevalencia de triquinelosis en los cerdos, los cadáveres de roedores
infectados podrían contaminar los cereales, causando focos de triquinelosis
en criaderos bien manejados y situados a mucha distancia del lugar en que
se encuentren los roedores infectados (Oivanen y col, 2002).

1.5.4 El ciclo silvestre:

Los animales predadores o carroñeros como los zorros, comadrejas,


vison, mapaches, zorrinos y armadillos, participan en el ciclo silvestre de la
enfermedad. Este ciclo varía en cuanto a las condiciones ambientales en que
se desarrolla la vida de los hospedadores y a las que se han adaptado
algunas especies de Trichinella spp. para persistir. Así, hay un ciclo silvestre
selvático, polar, marino, etc. donde diversas especies de Trichinella spp. se
han adaptado a mamíferos, reptiles y aves, así como a resistir bajas
temperaturas y temperaturas altas en que la putrefacción de los músculos
ocurre rápidamente (Pozio 2000)

En los países en que el ciclo doméstico ha disminuido su importancia


debido a medidas de manejo que proveen carne segura para el consumo
humano, el hombre enferma a partir de la ingestión de carne de animales
silvestres obtenidos como presas de caza (Murrell, 2006)

Entre los hospedadores que componen el ciclo silvestre, la infección se


mantiene por predación o por consumo de carroña. En los sitios aislados de
los centros poblados, las especies de Trichinella spp. que afectan a los
animales silvestres han evolucionado, adaptándose a los mismos hasta
convertirse en especies diferenciables. Cuando los animales silvestres se
acercan a los poblados, se infectan con las especies de Trichinella spp.
propias del ciclo doméstico (T. spiralis, T. britovi) y esto ocurre porque predan
a animales sinantrópicos (perros, gatos, comadrejas, ratas). De esta manera,
los hospedadores que componen el ciclo sinantrópico, actúan como nexo
para la infección de los hospedadores del ciclo silvestre (Pozio, 2000; Pozio
2005; Steffan, 2006; Murrell, 2006)

Otra fuente de infección para los animales silvestres son los desechos
de carne cruda eliminados como residuos domiciliarios, de actividades de
campamento o de industrias alimentarias. (Murrell y col, 1987; Murrell, 2006;
Pozio y Murrell, 2006).

Un estudio llevado a cabo en Pennsylvania, muestreando 6 especies


de animales utilizados en peletería, permitió determinar que todas ellas
podían estar infectadas por larvas de T. spiralis. Se hallaron prevalencias de
2.6% en mapaches, 2.9% en comadrejas, 6.7% en zorros grises, 15% en
22

zorros colorados, 3.9% en zorrinos y 5.9% en visones (Schad y col., 1984).


Las carcazas de los animales de peletería, frecuentemente quedan en el
terreno y pueden ser fuentes de infección para otros carroñeros silvestres o
domésticos. Cuando la carne de los animales de peletería se emplea como
alimento humano, en general, las preparaciones son sometidas a cocción
prolongada, por lo que no constituyen riesgo (Schad y col., 1984).
En un muestreo llevado a cabo en la provincia de Buenos Aires para
detectar la presencia de larvas de Trichinella spp. en músculos de animales
autóctonos, se halló una prevalencia de 46.6% en peludos (Chaetophractus
villosus) en tanto que no se hallaron larvas en zorros ni en comadrejas (Huici
y col., 1999).

1.6 Signos clínicos en las personas


En los casos leves, el diagnóstico en base a los síntomas clínicos en
las personas es muchas veces erróneo, debido a la presencia de síntomas
similares a los de otras enfermedades que ocurren con mayor frecuencia. Así,
el edema palpebral se diagnostica como conjuntivitis; los trastornos
intestinales como una indigestión y los dolores musculares se relacionan a
una gripe.
En Canadá, pacientes que con posterioridad resultaron enfermos de
triquinelosis, fueron admitidos en hospitales con diagnósticos iniciales de:
apendicitis, úlcera gástrica, encefalitis, peritonitis, erisipela, tétanos,
conjuntivitis, fiebre escarlata, hipotensión, paperas, envenenamiento con
plomo, miocarditis, bronconeumonía, sarcoma, alcoholismo, reumatismo,
fiebre tifoidea, gastroenteritis, colitis, influenza, fiebre ondulante, infección
respiratoria alta, asma, poliomielitis, meningitis, nefritis, enfermedad
inflamatoria pélvica, edema angioneurótico, neuritis periférica, sífilis, artritis,
cólera, malaria, sinusitis, endocarditis (Cameron,1937)
Cuando aparecen pacientes con síntomas agudos, se encuentra
eosinofilia marcada en pruebas de laboratorio y se hace el diagnóstico
serológico que permite confirmar anticuerpos contra T. spiralis, los sistemas
sanitarios dan por sentado que existe un brote y comienzan a relacionar los
cuadros de sintomatología similar, ocurridos en la zona. Es de gran
importancia el diagnóstico certero de los primeros casos del brote pues son
los activan un estado de alarma en los servicios de salud (Teixeira, 2006).
La primera semana de la fase entérica, con infecciones moderadas a
severas, está asociada con dolor en la zona superior del abdomen, diarrea o
constipación, vómitos, malestar y elevación leve de la temperatura. Todos
estos síntomas pueden variar en intensidad y duran unos pocos días. El
cuadro clínico es similar al de cualquier desorden intestinal y puede ser
fácilmente confundido. Cuando los síntomas se tornan más preocupantes, al
comienzo de la fase parenteral, los afectados acuden al médico (Capó y
Despommier, 1996)
Todos los signos y síntomas de la fase parenteral, están relacionados
con la penetración indiscriminada de los tejidos, por las larvas recién nacidas.
En las infecciones moderadas ocurren: mialgia difusa, un estado similar a la
parálisis, edema periorbital o facial, conjuntivitis, fiebre, cefalea, erupción
dérmica, dificultad para deglutir o para abrir la boca, insomnio, pérdida de
peso, parestesias, acaloramiento, secreción nasal, disfonía, bronquitis,
23

hemorragias en línea en la matriz de las uñas o en la retina, disturbios


visuales y parálisis de los músculos oculares.
Los pacientes con infección severa pueden desarrollar
manifestaciones neurológicas hacia el fin de la segunda semana: cefaleas,
vértigos, acufenos, afasia, convulsiones y parestesias. Generalmente, los
pacientes están alertas pero apáticos y el insomnio prolongado los torna
irritables. El daño difuso del tejido cerebral por oclusión de las arterias o por
inflamación granulomatosa puede dar síntomas de meningitis, encefalitis o
hemiplejía (Capó y Despommier, 1996).
Los porcentajes de presentación de síntomas en la fase aguda de la
enfermedad, son: fiebre (87-94% de los pacientes), dolor abdominal (32%),
nauseas (26%), diarrea (40-52%), eosinofilia (90%), mialgias (85-95%),
cefalea (42-81%), edema facial (54-95%), debilidad y malestar (73%),
hemorragia subconjuntival (65%), Erupción dérmica (21%), Tos (17%),
Vómitos (10%), Dolor pectoral (5%), Disfagia (3%), Acortamiento de
movimientos respiratorios (2%), Hemoptisis (2%) y anticuerpos anti-
Trichinella (64%) (Calcagno y col., 2005; Lazarevic y col, 1999).
Durante la fase crónica a 3 años de la infección, se observaron:
mialgia (72%), alteraciones visuales (22%), desórdenes gastrointestinales
(31%) y la persistencia de anticuerpos (77%) (Calcagno y col., 2005).
La muerte puede ocurrir entre la tercera y la quinta semana post-
infección, debido a fallo cardíaco o fallo en el sistema nervioso central
(Pawlowski, 1983).
Las infecciones por bajo número de larvas en humanos,
frecuentemente pasan inadvertidas, convirtiéndose en hallazgo de autopsias
que pueden utilizarse como un dato más de la presencia de la enfermedad en
la población (Sawitz, 1937; Butt y Lapeyre,1939; Wright,1939; Cristea y col.,
2004)

1.7 Hallazgos de laboratorio:


En la fase temprana de la enfermedad, es común una leucocitosis de
12000 a 18000 células por mm3 con un predominio de eosinofilos circulantes
entre 1400 y 8700 por mm3 (Brown, 1898). La eosinofilia es el hallazgo de
laboratorio más temprano y característico de la triquinelosis y está
relacionado con la intensidad de la infección. Aún en los casos asintomáticos,
la eosinofilia alcanza niveles de 5 a 15% de los leucocitos, pudiendo llegar al
62 % en casos graves (Teixeira, 2006) Una caída brusca en el porcentaje de
eosinófilos circulantes a 1% o 0 puede ser indicación de una infección severa
e incluso, señalar el comienzo de la muerte del paciente (Capó y
Despommier, 1996)
Solamente el estadio adulto de Trichinella spp. promueve la eosinofilia.
El nivel de este parámetro es máximo durante las tercera y cuarta semana
post infección y se estabiliza en ese momento (Brown, 1898). Estas células
infiltran la porción infectada de tejido intestinal y se localizan en las
adyacencias de los vermes adultos y entran en el tejido muscular dañado
luego que las larvas recién nacidas penetran en él. No se conoce que rol
juegan estas células en la infección de los humanos con este parásito (Capó
y Despommier, 1996).
24

Otro hallazgo de laboratorio positivo es una elevación en los niveles


circulantes de enzimas musculares (ej. Creatinina fosfokinasa, 1,6-
difosfofructoaldolasa, lactato dehidrogenasa, aldolasas y aminotransferasas
(Teixeira, 2006). Pueden estar elevadas en 35 a 100% de los individuos
infectados y están presentes en el suero debido a la destrucción del tejido
muscular por las larvas migratorias recién nacidas (Capó y Despommier,
1996)

1.8 Signos Clínicos en los cerdos


Campbell y Suckler (1966) no hallaron signos clínicos en cerdos inoculados
con 10000 larvas por kg de peso vivo. No hubo aumento de la temperatura, ni
disminucion en la ganancia de peso comparada con la de un grupo control no
inoculado. Solamente hallaron una moderada eosinofilia a partir del día 6 post
inoculación que alcanzó picos de 18 a 41% entre los días 14 y 28 p.i.
Ribicich y col (2007) inocularon grupos de 3 cerdos con dosis
infectivas de 100, 500 y 5000 larvas de T. spiralis. Solamente en 2 de 9
animales infectados se observaron signos clínicos relacionables con la
enfermedad: edema periorbitario, dificultades para caminar y problemas
respiratorios. No se observaron alteraciones en la temperatura corporal ni en
la frecuencia cardíaca. El experimento tuvo una duración de 100 días a partir
de la inoculación. Desde el día 20 post inoculación (p.i.), la ganancia de peso
en los grupos inoculados con 500 y 5000 larvas fue significativamente menor
(P<0.05) que la de los animales del grupo control no inoculados. Entre el día
40 p.i. y el día 100 p.i., los animales inoculados tuvieron una ganancia de
peso 10 a 15% menor que la del grupo control.

1.9 Patología
T. spiralis produce lesiones en la mucosa intestinal, en la célula
muscular estriada y en varios organos como corazón, hígado, bazo, ojos y
sistema nervioso central que son afectados por las larvas invasivas.
Las larvas que desarrollan hasta adultos en el intestino delgado
producen lesiones en la mucosa, cuya gravedad aumenta con el número de
larvas: desde pequeñas úlceras y ligeras hemorragias hasta edema,
infiltración celular marcada y hemorragias profusas (Weatherly, 1983).
El pico de la respuesta aguda del hospedador, ocurre 8 a 10 días post
infección y dura hasta el día 14 p.i. con una intensa infiltración celular, con
muchas células granulocíticas (hasta 50% de eosinófilos) así como células
plasmáticas y linfocitos. Hacia el día 38 p.i., la estructura de los tejidos
intestinales vuelve a la normalidad.
Según Larsh y Race, 1975, existen asociaciones directas entre:
• El grado de sensibilidad del hospedador al desafio y la evolución en el
tiempo, la intensidad de la inflamación y la expulsión de vermes.
• El tamaño del desafío y el grado de inflamación resultante
• La persistencia de los vermes en el intestino y la ausencia de la
inflamación aguda característica.
La inflamación resultante de la infección se debe no sólo al daño
mecánico de las células y tejidos causado por los parásitos, sino también a la
respuesta celular inmune específica del tipo de hipersensibilidad tardía. Esta
respuesta inflamatoria, genera un ambiente desfavorable que provoca el paso
25

de los vermes desde los tejidos intestinales al lumen y su salida del


organismo con la materia fecal (Larsh y Race, 1975).
En el hombre infectado, los grupos de músculos donde se encuentran con
mayor frecuencia las larvas enquistadas de T. spiralis, son: los músculos
externos del ojo, los maseteros, músculos de la lengua y laringe, el
diafragma, los músculos del cuello, los intercostales y los deltoides (Gould,
1970).
En cerdos experimentalmente infectados, el músculo con mayor cantidad
de larvas es el diafragma, seguido por la lengua, maseteros, musculos del
cuello, deltoides, pectorales, abdominales, glúteo mayor y músculos del
miembro posterior (Olsen y col., 1964) (Ruiz y col., 2005)
Los músculos esqueléticos de los seres humanos infectados, comparados
con los de los animales, manifiestan una degeneración grasa más severa,
degeneración hialina, degeneración hidrópica, inflamación intersticial y una
destrucción más frecuente de las larvas no encapsuladas (Gould, 1970).

1.10 Diagnóstico en Medicina Veterinaria


Existen métodos de diagnóstico directos e indirectos. Los resultados
positivos de los primeros dependen del hallazgo de larvas muscula res y su
identificación por caracteres morfológicos en tanto que los métodos
indirectos, sugieren la presencia de esas larvas en el hospedador a través de
la detección de anticuerpos específicos mediante técnicas de serología (OIE,
2004)
Los métodos de diagnóstico directo consisten en demostrar la presencia de
larvas de primer estadío (L1) de Trichinella spp. en tejido muscular de
hospedadores susceptibles o en alimentos crudos preparados con esa
materia prima. Los análisis que se realizan en muestras de te jido muscular se
limitan a la inspección post faena de las carnes utilizando las siguientes
técnicas:

• Compresión o Triquinoscopía
• Digestión Artificial o Enzimática
Los métodos directos pueden detectar larvas de Trichinella spp. en
cerdos, equinos y otros animales susceptibles, tan temprano como a los 17
días post infestación. Este período coincide con el momento en que la larva
muscular se hace infectiva para un nuevo hospedador ( Gamble y col., 2000).

1.10.1 Técnica de compresión (triquinoscopía):


Es un método antiguo que aún es utilizado en zonas donde no existen
laboratorios con capacidad para practicar técnicas de digestión enzimática.
El procedimiento consiste en la inspección óptica de muestras de tejido
muscular (preferentemente diafragma) que se cortan en pequeños trozos en
la dirección de las fibras y se colocan entre 2 vidrios gruesos que se
comprimen desde los extremos mediante dos tornillos con tuerca mariposa,
hasta quedar transparentes. Este compresor, se coloca en un microscopio de
proyección denominado triquinoscopio o en un microscopio convencional que
tenga un aumento de 40X, y se recorre cada uno de los trocitos comprimidos
en busca de L1. Esta larva, aparece enrollada dentro de la fibra muscular y
rodeada de una cápsula ovalada de aproximadamente 400 µm a la altura de
su eje. Cuando el material examinado corresponde a un animal con nivel alto
26

de infección, se puede observar más de una larva dentro de un mismo quiste


muscular.
El “Manual de estándares para las pruebas diagnósticas y vacunas de
la OIE” (OIE 2004) indica que para cada animal, se deben tomar 28 muestras
de 2 x 10 mm, totalizando un peso de 0,5 g de los sitios de predilección, que
en el cerdo son: diafragma, lengua y maseteros.
Desventajas:
• Baja sensibilidad: el nivel de infección mínimo detectable es de 3
larvas por gramo de tejido analizado.
• Se necesita mayor tiempo para inspeccionar un número importante de
muestras de cada carcasa, razón por la cual demoraría los resultados
en establecimientos de faena.
• Pueden obtenerse resultados falsos negativos debido a la distribución
irregular de los quistes en los tejidos y también por la posibilidad de
encontrarse el animal muestreado en un estado inicial de la
infestación, con quistes cuya cápsula es poco evidente.
• En las regiones del mundo en que se ha diagnosticado la presencia
de T. pseudospiralis, T. papuae, y T. zimbabwensis, cuyos quistes no
están rodeados de la cápsula de colágeno que facilita la detección de
las larvas del resto de las especies de Trichinella spp., la p ráctica de la
triquinoscopía es aún menos recomendable.

La triquinoscopía y otros métodos similares de compresión no, son


recomendados como exámenes de rutina en los alimentos de origen animal
que van a ser destinados a consumo humano (Gamble y col., 2000); no
obstante, la posibilidad de llevarla a cabo en zonas donde no existen
laboratorios que hagan el diagnóstico por digestión enzimática, es mucho
mejor que no realizar ningún diagnóstico (Murrel, 2006)

1.10.2 Técnica de digestión artificial o enzimática:


Es un método directo que permite el aislamiento, visualización y
cuantificación de larvas de Trichinella spp. en trozos de músculo o en
fiambres crudos elaborados con carne de animales susceptibles de padecer
la enfermedad (Montali y col. 1997).
La digestión enzimática trata de reproducir in vitro la digestión
estomacal, con el objeto de liberar las larvas que pudieran hallarse dentro de
quistes en el tejido muscular muestreado.
La carne a diagnosticar, previamente molida, se sumerge en líquido de
digestión compuesto por ácido clorhídrico y pepsina (ambos al 1%) en agua
destilada. Luego de 30 a 45 minutos a 44 a 46 ºC con agitación continua, la
cápsula es destruida y las larvas quedan libres. Éstas L1, son recuperadas
mediante procesos de filtración y sedimentación y se observan al microscopio
o triquinoscopio para su cuantificación, expresando el resultado como
número de larvas encontradas por gramo de muestra (L/g) (Ruiz y col., 2007)
Las larvas de Trichinella spp. miden aproximadamente 1 mm de
longitud y 0.03 mm de ancho. La característica morfológica más distintiva es
la presencia del esticosoma, una serie de células discoidales dispuestas
alrededor del esófago, que ocupan la mitad anterior de la larva.
Pueden tener diferentes apariencias:
27

• enrolladas sin motilidad: cuando el medio líquido en el que se


encuentran está frío.
• enrolladas con motilidad: cuando el medio líquido se lleva a 40 grados
centígrados.
• en forma de “C” sin motilidad: se consideran larvas muertas.
En caso de duda, los parásitos deben observarse a un mayor aumento y
deberían examinarse mayor cantidad de tejidos (Gamble y col., 2000).
La frecuencia con que las larvas están presentes en los músculos del
cerdo naturalmente infectado, determinada por digestión enzimática (Cristea
y col., 2004b), es la siguiente: músculos externos de la lengua (98%),
diafragma (90%), intercostales (78%), miembro anterior (69%), músculos
dorsales(45%), músculos del flanco (40%), músculos de las orejas (23%),
musculos de la cola (17%).
La cantidad de larvas por gramo (intensidad de infección) según la
especie del hospedador, fue mayor en los siguientes músculos:
Cerdos: músculos externos de la lengua y diafragma
Jabalí: músculos externos de la lengua y diafragma
Oso marrón: musculos de la lengua y masetero
Rata: musculos de la lengua y masetero
Ratón: músculos del flanco y masetero
Zorro: músculos del ojo y del miembro anterior
Perro: músculos profundos del cuello y miembro anterior (Cristea y col,
2004b)
La sensibilidad de los métodos de diagnóstico directos depende de la
cantidad de muestra de tejido examinado y del músculo del que fueron
obtenidos. Para determinaciones de rutina por digestión artificial en áreas no
endémicas, es recomendable utilizar 1 g de muestra por animal, pero es
preferible utilizar 5 g por animal, sobre todo en áreas endémicas: con 1 g se
obtiene una sensibilidad de 3 l/g de tejido, en cambio, procesando 5 gramos,
la sensibilidad se incrementa a 1 L/g de tejido (Gamble, 1996; Gamble y col.,
2000)
La ingestión de carne con niveles de infección menores a 1 L/g no
constituiría un peligro para los consumidores (Zimmermann, 1983).

1.10.3 Toma de muestras para diagnóstico


El tamaño de muestra puede variar. Se pueden tomar muestras
individuales de hasta 100 g por animal. Las muestras, deben tomarse a partir
de los músculos más frecuentemente infectados, según la especie animal.
Los músculos recomendados por la Comisión Internacional de Trichinellosis
(ICT) (Gamble y col., 2000) son los siguientes:
• Cerdos: pilares del diafragma (zona de transición entre la parte
muscular y la tendinosa) o lengua.
• Caballos: lengua o músculos maseteros.
• Jabalí: músculos del antebrazo o del diafragma.
• Zorros: diafragma, lengua, músculos flexores y extensores de los
miembros anteriores.
Los animales a muestrear deben estar identificados con medios confiables
(Caravanas numeradas, tatuaje, chips).
Las muestras no deben congelarse. Deben enviarse al laboratorio de
diagnóstico, en bolsas plásticas individuales, identificadas con marcador
28

indeleble y acondicionadas en una caja de térmica con refrigerantes. Es muy


importante que estén acompañadas de un protocolo con los siguientes datos:
• Nombre de la persona que las remite
• Nombre y ubicación del establecimiento de origen de las muestras.
• Cantidad de animales muestreados, y número de muestras de cada
animal.
Para la toma de muestras en frigoríficos, es importante considerar
aspectos diferenciales según se trate de faenas de rutina o faenas
compulsivas originadas en un foco.

1.10.3.1 Faenas de rutina:


Se toman como mínimo 50 g de los músculos recomendados. Esto
permite realizar nuevos análisis en caso de resultar alguna muestra positiva.
En el cerdo, se extraen de los pilares del diafragma. Si no hubiere o no
alcanzare el pilar del diafragma, se deberá tomar parte del diafragma situada
cerca de las costillas o del esternón, de la musculatura de la base de la
lengua, de los músculos masticadores o de los intercostales (Montali y col.,
1997). Las muestras se colocan en bandejas con cuadrantes numerados
correlativamente, de acuerdo al orden que tengan las carcasas en la noria.
Para carnes porcinas destinadas al consumo, se deben tomar
submuestras de 5 g por animal y agrupar en lotes de 20 animales cada uno.
Es conveniente que las muestras agrupadas no superen los 100 g ya que no
resulta adecuado trabajar con mayor cantidad de muestra, pues se requerirá
material de vidrio de una capacidad superior, lo que provoca un manejo
dificultoso.
Si en las muestras agrupadas se encuentran larvas, se repite la técnica con
submuestras de 20 g por animal en grupos de 5 animales. Si uno de estos
grupos vuelve a dar resultado positivo, se repite la técnica en forma individual
con 20 g de carne por animal para identificar el o los animales positivos.

1.10.3.2 Faenas compulsivas de animales provenientes de un foco:


Si los animales provienen de focos de triquinelosis se toman como
mínimo submuestras de 10 g y muestras agrupadas de hasta 10 animales
para realizar la técnica de DA. Se sugiere esta cantidad para aumentar la
posibilidad de detección de larvas.
Ventajas con respecto a la Triquinoscopía:
• Se pueden analizar muestras agrupadas en forma simultánea
acortando el tiempo de diagnóstico (rutina de frigoríficos).
• Posee mayor sensibilidad ya que se analiza una mayor cantidad de
muestra.
La técnica de digestión artificial nos permite también confirmar la
presencia del parásito en los chacinados que provocaron brotes. Hay que
tener en cuenta que si la muestra no se encuentra altamente parasitada, se
deberá llegar al agotamiento total de la pieza para emitir un resultado certero.
Un diagnóstico de ausencia de larvas en una determinada cantidad de
muestra de chacinado relacionada con un brote, no certifica la ausencia del
parásito en el resto de la misma ni habilita su comercialización (Montali y col.
1997)
Para jamón, bondiola y panceta, que están elaborados solo con carne
porcina, se analizan 50 g de muestra. En el caso de jamón crudo, la
29

experiencia demuestra que la zona en donde se encuentra mayor cantidad de


larvas es en la zona próxima al garrón ( Montali y col. 1997)

1.10.4 Métodos indirectos


Las técnicas más utilizadas para detectar la presencia de anticuerpos anti
-Trichinella son:
• Inmunofluorescencia indirecta (IFI),
• Inmunoabsorción enzimática indirecta (ELISA indirecto)
• Inmunoelectrotransferencia o Western Blot (WB).
Estas pruebas serológicas poseen la capacidad de detectar mínimas
cantidades de anticuerpos presentes en los sueros (sensibilidad) y en una
muy alta proporción de ensayos, solamente reaccionan ante anticuerpos
inducidos por Trichinella spp. (especificidad).
El inmunodiagnóstico actual de triquinelosis en los porcinos, se realiza
mediante la utilización de dos técnicas de manera complementaria que
aportan su sensibilidad y especificidad: ELISA y WB respectivamente. El
suero con resultado positivo por ambas técnicas sugiere que el animal está
infectado. (Gamble y col.,1983; Murrell y col., 1986; Guarnera y col., 2007).
El inmunodiagnóstico se utiliza para detectar animales reactores positivos
en las piaras. La detección de IgG anti-Trichinella en sueros de cerdos puede
considerarse como una herramienta estratégica en los programas de
vigilancia epidemiológica. Su aplicación continuada puede ser de utilidad para
establecer áreas de riesgo en las que se deberían intensificar las medidas de
control. (Ruiz y Martínez, 2007)

1.10.4.1 Inmunofluorescencia indirecta (IFI):


Es una técnica capaz de detectar complejos antígeno-anticuerpo
usando anticuerpos anti-inmunoglobulina porcina marcados con colorantes
fluorescentes como el Isotiocianato de fluoresceína. Estas sustancias al ser
excitadas con luz de longitud de onda del rango ultravioleta 190-380nm, emite
luz visible que se observa como fluorescente en un microscopio de
fluorescencia
El proceso consta de dos etapas: en la primera se fijan sobre un
portaobjetos los antígenos que constituyen el substrato conocido específico .
Puede realizarse a partir de un corte de tejido muscular infectado o bien a
partir de larvas musculares de T. spiralis fijadas sobre un portaobjetos con
acetona a –20Cº, sobre el cual se coloca el suero del animal a analizar. Si la
reacción es positiva, se producirá la formación del complejo antígeno -
anticuerpo.
En la segunda etapa se enfrenta una anti-inmunoglobulina porcina
marcada, con el complejo citado y se produce una reacción fluorescente
visible en el microscopio de fluorescencia . (Venturiello y col., 1998)
Se considera : suero reactivo ( positivo) cuando hay presencia de
fluorescencia y suero no reactivo o negativo cuando hay ausencia de
fluorescencia. (OIE, 2004b)
Ventajas:
• Es sensible y rápida.
• Es económica si se posee el microscopio de fluorescencia.
30

La inmunofluorescencia indirecta se visualiza en forma más brillante que


la detección directa debido a que varias anti-inmunoglobulinas fluorescentes
se pueden unir a cada una de las moléculas de antígeno -anticuerpo formadas
en la primera etapa.
Desventajas:
• Se necesita un microscopio de fluorescencia.
• Tiene menor especificidad que el ELISA y el WB.

1.10.4.2 ELISA Indirecto:


El ensayo inmunoenzimático ELISA indirecto se basa en el uso de:
• Antígeno de T. spiralis inmovilizado sobre una fase sólida (placa de 96
pocillos)
• Sueros con anticuerpos provenientes de animales infectados que se
utilizan como controles positivos
• Sueros controles negativos de animales no infectados
• Sueros problema
• Un suero anti-especie marcado con una enzima, de forma que los
conjugados resultantes tengan actividad tanto inmunológica como
enzimática pudiendo ser revelada mediante la adición de un substrato
específico que en acción con la enzima producirá un color observable
a simple vista y/o cuantificable por un lector de ELISA.
Inicialmente se utilizaban antígenos de extractos somáticos de las larvas
musculares lo que resultaba en un ELISA de baja especificidad
(Ruitenberg y col., 1974).
Durante la década del 80 se desarrolló la metodología para la
obtención de antígenos de excreción secreción (ES) obtenidos a partir de
metabolitos de las larvas musculares de Trichinella spp. en cultivos “in vitro”.
Estos antígenos corresponden a un grupo de glicoproteínas relacionadas con
un peso molecular aproximado 45-55 kDa (Gamble y col., 1983).
Se ha determinado que el uso de antígenos ES de larvas musculares
aumenta la especificidad de los resultados obtenidos respecto a los
antígenos de adultos o de los antígenos somáticos (Murrell y col.,1986;
Nowakowski, 2004).
Varios autores han reportado la utilización con éxito del test indirecto
de ELISA con antígeno ES para el diagnóstico en varias especies animales
(Murrell y col. 1986; Gamble y col.,1997; Pozio y col 2002b)
La prueba de ELISA utilizando antígeno ES de T. spiralis inicia la
detección de anticuerpos anti-Trichinella en cerdos inoculados
experimentalmente entre los 21 y 56 días post-inoculación. (Van Knapen y
col., 1980; Gamble y col., 1983; Gamble, 1996; Ribicich, y col. 2000)
Ventajas:
• La prueba de ELISA se caracteriza por presentar alta sensibilidad,
especificidad, rapidez y economía. Es versátil, robusta, de simple
realización.
• Permite realizar numerosas muestras a la vez.
• Se puede realizar sin necesidad de faenar al animal.
La muestra de elección es el suero sanguíneo, pero también hay reportes
sobre la utilización de líquido muscular con resultados equivalentes a los
obtenidos con sueros sanguíneos (Beck y col., 2005)
31

La sensibilidad del ELISA indirecto es del orden de 0,01 l/g. Esto significa
que es capaz de detectar los anticuerpos inducidos por un nivel de infección
de una larva en 100 g de carne.
Desventajas:
• Puede presentar resultados falsos negativos.
• Puede presentar resultados falsos positivos.
Se pueden mencionar distintas causas que explicarían la aparición de
resultados falsos negativos o falsos positivos:
El “período ventana”: es un lapso durante el período temprano de la
infección con Trichinella, en el cual los anticuerpos específicos no pueden
ser detectados en el animal infectado. Este período se extiende durante los
17 días post infección (tiempo en que la larva se hace infectiva) y
dependiendo de la dosis infectante, puede llegar hasta el d ía 40 p.i. (Nöckler
y col., 2005)
La “respuesta tardía” es una aparición demorada de los anticuerpos
debida a bajos niveles de infección o a factores del hospedador asociados
con un mal estado nutricional, edad, o simple variabilidad individual (Nöckler y
col., 2005).
La inmunidad cruzada es causa de la aparición de resultados falsos
positivos y se debe a la presencia de anticuerpos generados contra
nematodes del tubo digestivo, especialmente Ascaris suum y Trichuris suis.
El empleo del antígeno de ES, en reemplazo de los antígenos somáticos
totales originalmente utilizados redujo la proporción de falsos positivos por
inmunidad cruzada (Gamble y col., 1983)

1.10.4.3 Inmunoelectrotransferencia o Western Blot (WB):


Esta técnica se basa en la detección de la unión de:
• anticuerpos anti T. spiralis presentes en el suero de cerdos positivos
con
• bandas polipeptídicas específicas obtenidas por electroforesis del
antígeno ES
En un primer paso se obtiene el fraccionamiento del antígeno ES en
bandas de distinto peso molecular mediante su siembra en un gel de
poliacrilamida que se somete a electroforesis ( SDS PAGE )
Las proteínas inmunogénicas específicas de T. spiralis se ubican en un
triplete de bandas localizadas de 42 a 60 KDa.
La totalidad de las bandas obtenidas en el gel, se transfieren a una
membrana de nitrocelulosa y esta, luego de un bloqueo para evitar
reacciones inespecíficas, se pone en contacto con sueros porcinos.
La unión antígeno anticuerpo se visualiza mediante el uso de anticuerpo
anti cerdo unido a peroxidasa y la posterior incubación con substrato para
obtener un compuesto coloreado en el lugar ocupado por el complejo.
Si el lugar ocupado por los anticuerpos en la membrana coincide con el
triplete de bandas específicas, el suero problema se considera positivo (OIE,
2004)
El resultado positivo obtenido por un suero en esta prueba, es
imprescindible para confirmar el resultado positivo obtenido por el mismo
suero en la prueba de ELISA.
Ventajas:
• Presenta alta especificidad.
32

Desventajas:
• Es laboriosa
• Es costosa.

1.11 Control de la triquinelosis:


Las normas para control de la triquinelosis, establecen que cuando en
un predio que cría o tiene cerdos se detecta un animal positivo en el
diagnóstico post faena llevado a cabo mediante la técnica de digestion
enzimática, el resto de los cerdos debe faenarse compulsivamente en un
lapso determinado hasta despoblar el predio. (SENASA, 2006).
La técnica dignostica de digestion enzimática ha sido declarada oficial
por el SENASA por Resolución Nº 740/99. Además es la técnica exigida por
los miembros de la Comunidad Económica Europea (CEE) para el comercio
de porcinos y sus subproductos entre los países de la CEE o con países del
tercer mundo. La Comisión Internacional de Trichinellosis (ICT) provee
lineamientos generales para los métodos de digestión artificial.
Estos métodos son recomendados para inspección individual de
carcasas de cerdos, equinos o de presas de caza cuyas carnes sean
destinadas a consumo humano (Gamble y col. 2000).
Los laboratorios que diagnostican triquinelosis por el método de
digestión artificial, deben mantener un adecuado sistema de calidad para
garantizar la sensibilidad del ensayo. Deben ser validados antes de autorizar
su funcionamiento, empleando muestras conocidas positivas y negativas y
posteriormente monitorear periódicamente su eficacia utilizando paneles de
muestras en ensayos ciegos (pruebas de proficiencia) (Forbes & Gajadhar,
1999; Gajadhar & Forbes, 2001)
En la Argentina, la triquinelosis es una enfermedad de denuncia
obligatoria. Los laboratorios de control bromatológico municipal, de plantas
faenadoras oficiales o privados, y los veterinarios privados deben comunicar
al representante de la Dirección de Bromatología de su respectivo municipio
la detección de un resultado positivo. El municipio es responsable de la
comunicación a los organismos provinciales y nacionales.

1.11.1 Control de las ratas en criaderos de cerdos.


Por su proximidad al ambiente ocupado por el hombre y las especies
animales que explota, la rata parda, Rattus norvegicus, es la que juega el rol
más importante en el ciclo doméstico de la triquinelosis (Leiby y col., 1990;
Stojcevic y col., 2004)
La alimentación de los cerdos con residuos de faena o con restos
crudos de domicilios o de industrias alimentarias, uno de los factores de
riesgo de transmisión de T. spiralis más frecuentes para la población de
cerdos en los criaderos familiares y para subsistencia, lo es también para la
población de roedores que habitan el area (Wright, 1943; Poole 1952; Leiby y
col.,1990).
Es improbable que la colonia de ratas de un criadero de cerdos se
infecte a partir de consumir restos de faena o carroña en un basural o en otro
criadero situados a más de un kilómetro del territorio de la colonia. De hecho,
la extensión territorial de las colonias de la rata parda no tiene un radio
superior a los 50 metros (FUNASA, 2002). Por esta razón, tanto en el estudio
33

de los focos de triquinelosis como en la decisión de las medidas de control


posteriores, todas las operaciones para mejorar las condiciones sanitarias,
sanear el ambiente y controlar los roedores deben iniciarse por el predio en
que ocurrió el foco, para luego, si fuere necesario, extenderse en forma
concéntrica.
En los criaderos comerciales tecnificados que mantienen a los cerdos
en confinamiento, el control permanente de roedores se lleva a cabo por
medidas de saneamiento ambiental (Elias, 1984; Timm, 1994) y de
aplicación de rodenticidas.
Las medidas de saneamiento ambiental que tienden a disminuir el número
de roedores que puede soportar el ambiente, consisten en:
• Mantener el pasto cortado alrededor de los galpones de cría
• No dejar recipientes ni enseres que puedan servir como refugio
• No dejar disponibles a los roedores fuentes de agua ni de alimento
• Reparar los caños de desagüe rotos que puedan servir de entrada a
los locales de cría o de almacenamiento de alimentos
• Mantener todas las aberturas con alambre tejido anti-roedores
• Construir alrededor de cada local una vereda de concreto de un metro
de ancho para evitar la excavación de túneles que puedan conducir al
interior.
Desde el punto de vista de su modo de acción, los rodenticidas se
clasifican en anticoagulantes y no anticoagulantes.
Los rodenticidas anticoagulantes se comenzaron a usar en 1940. Los
primeros fueron warfarina, pindona, difacinona y clorofacinona. Se los
conoce como anticoagulantes de primera generación o rodenticidas de tomas
múltiples porque solo producen la muerte luego de varias tomas repetidas
(Whisson, 1996).
Provocan una inhibición de la activación de la vitamina K1 necesaria para
la activación de los factores de coagulación II, VII, IX y X (Thacker, 2001).
Como resultado, las ratas mueren por hemorragias internas.
La acción lenta de estos rodenticidas tiene dos ventajas importantes: 1) a
diferencia de lo que ocurre con los tóxicos rápidos, las ratas son incapaces de
asociar su malestar a la ingestión del cebo envenenado y por esa razón no
abandonan el consumo; 2) dan tiempo para administrar el antídoto (vitamina
K) en caso que una mascota, el ganado o una persona hubieren ingerido el
cebo.
La aparición de resistencia a estos anticoagulantes llevó al desarrollo de
los anticoagulantes de segunda generación: bromadiolona y brodifacoum.
Estos son más potentes que los anteriores y pueden producir la muerte
después de varios días de haber ingerido el rodenticida una sola vez.
Todos los rodenticidas anticoagulantes tienen la misma indicación de uso:
deben ser administrados durante 15 días o hasta que cesa el consumo. Esto
asegura que la población total tenga oportunidad para ingerir una dosis letal
del rodenticida (Whisson, 1996)
Para usar rodenticidas no anticoagulantes es necesaria la aplicación
previa de cebos sin veneno durante varios días para que los roedores pierdan
la aversión a lo que no conocen y los consuman sin recelo (Elias, 1984). La
elección del lugar donde se ponen los cebos con veneno requiere
conocimiento de las caracteristicas de los roedores involucrados. Para evitar
la intoxicacion accidental de mascotas o niños, se pueden disponer los
34

rodenticidas dentro de cajas de madera con entradas para los roedores


(estaciones de cebado) en las que estos se hallarán más seguros y no
interrumpirán la ingestión del veneno por ruidos que podrían ahuyentarlos
(Timm,1994).
Una forma alternativa de disminuir la población de roedores sin utilizar
venenos y evitar que los cadaveres queden a disposición de los cerdos es
mediante la utilización de trampas. Las más comunes son las tipo guillotina,
que por liberación de un poderoso resorte, activado cuando la rata toca el
cebo, aprisionan su cuerpo entre un arco de alambre y la base de madera.
Frecuentemente la rata muere porque la trampa destruye un órgano vital. Hay
otros tipos de trampa diseñadas para atrapar vivos a los roedores. Algunas
de ellas, como las Tipo Shermann, por la seguridad que proveen al operador,
son utilizadas en las capturas para relevamiento de población o para estudiar
la prevalencia de enfermedades en la misma (Coto, 1997). Otras, por la
cualidad de permitir la captura de varios animales por día, son empleadas en
algunos paises de Africa y de Asia donde las ratas consumen entre el 17 y el
50% de los cereales antes de las cosechas. En estos paises, existe
deficiencia marcada de proteinas, de modo que las ratas que se cazan, son
consumidas por la población humana (Fiedler, 1990). La eficacia para reducir
la población, depende del tipo de trampa empleado, de la adecuada
ubicación, de la cantidad y de la atención diaria de las mismas para que estén
siempre activadas (Belmain, 2008).
Se ha intentado el control biológico de roedores mediante el uso de
predadores y de agentes patógenos.
La introducción de predadores para disminuir la población de roedores
frecuentemente ha creado más inconvenientes que soluciones pues al crecer
su población se transforman en plaga (Elias, 1984)
Tampoco es conveniente la utilización de rodenticidas basados en
microorganismos patógenos que afectarían a los roedores, pues también
pueden afectar a los humanos. Es el caso de los basados en Salmonella
enteritidis, cuya participación en brotes de salmonellosis en humanos ha sido
motivo de numerosos reportes (Painter y col.; 2004)
Es importante que el control por rodenticidas no se emplee en criaderos
donde los cerdos no están continuamente confinados, dado que si las ratas
que mueren están infectadas con larvas de T. spiralis, estas pueden
mantenerse con capacidad infectante hasta durante 90 días (Jovic y col.,
2001) y servir de fuente de infección a los cerdos. Por otra parte, estos son
muy susceptibles a la intoxicación por anticoagulantes y la misma podría
ocurrir a partir del consumo de los roedores muertos.
El control de roedores en este tipo de explotaciones deberá basarse en
reducir las fuentes de alimentación, agua y refugio, lo que dará por resultado
una disminución en el tamaño de la colonia. (Elias, 1984; Coto 1997)
Según las normas vigentes en sanidad animal, cuando se sabe que en un
criadero hay animales infectados con T. spiralis, corresponde hacer un
despoblamiento del mismo y todos los cerdos deben faenarse en frigoríficos
habilitados que cuenten con laboratorio para diagnóstico por digestión
enzimática. En el predio donde funcionaba el criadero, corresponde implantar
medidas para disminuir la población de roedores y en este caso, teniendo en
cuenta que el repoblamiento con cerdos no debería hacerse antes de los seis
meses, podrían utilizarse rodenticidas anticoagulantes y no anticoagulantes,
35

incluidos los fumigantes, si se cuenta con el servicio de un especialista en


control de plagas (Timm, 1994).
La realidad en los criaderos para subsistencia respecto a la posibilidad de
controlar los roedores es muy distinta de la expresada para los criaderos
comerciales de cerdos. En ellos es frecuente que los roedores cuenten con
un ambiente muy adecuado para sostener poblaciones grandes, debido a que
el alimento consiste en residuos comestibles de comercios o de domicilios
que se vuelcan en la intemperie, los corrales están construidos con trozos de
madera, chapas y alambres y cuando el agua no escasea, las cañerías y los
bebederos tienen fugas. En sintesis, los roedores tienen comida, refugio y
agua disponibles. A esto se suma que los propietarios de los cerdos no tienen
posibilidades económicas, ni conocimientos, ni apoyo, ni presión de los
organismos municipales para llevar a cabo el control de roedores o mejorar
las condiciones de cría de los animales (Caracostantogolo, 2006)

Características de los activos rodenticidas más empleados en la


actualidad

Clase Activo Presentación Modo de Dosis Necesidad


Acción repetida de
Precebado
Anticoagulantes Warfarina Cebo y líquido Si No
1era generación Pindona Cebo y líquido Si No
Clorofacinona Cebo y polvo Anti vit. No No
Difacinona Cebo y polvo K No No
Anticoagulantes Brodifacoum Cebo No No
2nda Bromadiolona Cebo No No
generación
No Fosfuro de Cebo o polvo Daño hepático Si Si
anticoagulantes zinc para hacer y
cebo cardíaco
Colecalciferol Cebo Hipercalcemia Indistinto No
Brometalina Cebo Depresión del Indistinto no
SNC y
parálisis
36

2. TRABAJO EXPERIMENTAL
2.1 Experimento I: Presencia e infectividad de larvas de Trichinella
spiralis en materia fecal de ratas inoculadas experimentalmente.

2.1.1 Introducción:
La coprofagia es una conducta frecuente en muchas especies
animales. Entre sus causas se han enumerado: la corrección de deficiencias
en la dieta, el aprendizaje de los alimentos que consumen los progenitores, la
imposibilidad de absorber un determinado nutriente (Mendes y col., 2000;
Beerda y col., 1999; Marinier y Alexander, 1995).
Algunos autores dieron mucha importancia a la transmisión de la
triquinelosis por coprofagia, al punto de explicar la permanencia de la
enfermedad, no obstante los controles estrictos que existían en sus países,
por el “apetito general de los perros y los cerdos en comer las heces de otros
animales” (Jacob, 1941)
Existen varios reportes sobre la posibilidad de infectar animales de
laboratorio y cerdos administrándoles como alimento la materia fecal (M.F.)
de otros animales infectados experimentalmente con larvas musculares de T.
spiralis (Spindler, 1953; Schnurrenberger y col.; 1964).
Los artículos publicados no son claros en cuanto a la metodología
aplicada para demostrar la presencia de larvas en la materia fecal, hacer el
conteo y para administrar las larvas o la materia fecal a los animales
receptores.
Este experimento se hizo para determinar con técnicas parasitológicas
y serológicas si la materia fecal de ratas que consumen carne infectada con
larvas de T. spiralis podría servir de fuente de infección para otros individuos
en la colonia de ratas, sumándose al modo de transmisión más frecuente que
es el canibalismo o el consumo de carroña (Poole 1952; Leiby y col.,1990)

2.1.2 Objetivo general:


Determinar si la materia fecal de ratas que han ingerido larvas de T.
spiralis puede ser una fuente de infección.

2.1.3 Objetivos específicos:


Determinar si el número de larvas infectantes influye sobre la
proporción de larvas presentes en materia fecal.
Determinar si las larvas de T. spiralis presentes en la materia fecal de
ratas infectadas experimentalmente son infectivas y si mantienen su
infectividad después de 3 y de 7 días de permanencia de la boñiga en el
ambiente.
Registrar los signos clínicos presentados por ratas inoculadas con
distintas dosis de larvas de T. spiralis
37

2.1.4 Materiales y métodos


2.1.4.1 Unidades experimentales:
Se utilizaron ratas Wistar hembras de 200-250 gramos para determinar
la presencia de larvas de T. spiralis en su materia fecal luego de infectarlas
experimentalmente.
Todos los animales fueron desparasitados 30 días antes de iniciar el
experimento con un antiparasitario formulado en base a fenbendazol,
pamoato de pyrantel y praziquantel dado que se había diagnosticado la
infección por Himenolepis spp. y por Syphacia spp.
Para determinar la infectividad de las larvas recuperadas de materia
fecal de las ratas se emplearon ratones Balb C hembras de 60 días de edad
con un peso aproximado de 30 g

2.1.4.2 Grupos experimentales:


Grupos para determinar presencia de larvas en M.F.:
Se utilizaron 7 grupos compuestos cada uno por 6 Ratas Wistar:
Grupo 1: alimentado con una dieta natural compuesta por carne cocida,
vegetales verdes y pan (DN), infección experimental con 2000 larvas
enquistadas en carne
Grupo 2: recibió alimento balanceado para roedores y fue infectado con 2000
larvas enquistadas en carne.
Grupo 3: DN e infección experimental con 10000 larvas enquistadas en carne
Grupo 4: DN e infección experimental con 10000 larvas en suspensión
obtenidas por digestión enzimática.
Grupo 5: DN e infección experimental con 2000 larvas enquistadas en carne
Grupo 6: DN e infección experimental con 5000 larvas enquistadas en carne
Grupo 7: DN e infección experimental con 10000 larvas enquistadas en
carne.
Grupos para determinar la infectividad de las larvas recuperadas de materia
fecal:
Se utilizaron 4 grupos compuestos cada uno por 6 ratones BALB C
hembras de 30 gramos de peso corporal alimentados con alimento
balanceado para roedores y agua ad libitum.
Grupo 1M: infectado experimentalmente con 40 larvas/ratón obtenidas por
digestión enzimática de carne de ratón y sometidas al paso por tamices al
igual que las obtenidas de materia fecal.
Grupo 2M: infectado experimentalmente con 40 larvas/ratón recuperadas de
la materia fecal de ratas depositada a las 24 horas post infección
Grupo 3 M: infectado experimentalmente con 40 larvas/ratón recuperadas de
la materia fecal de ratas depositada a las 24 horas post infección y
conservada a 18ºC y 70% de humedad relativa (H.R.) d urante 3 días
Grupo 4 M: infectado experimentalmente con 40 larvas/ratón recuperadas de
la materia fecal de ratas depositada a las 24 horas post infección y
conservada a 18ºC y 70% H.R. durante 7 días

2.1.4.3 Alojamiento de los animales:


Durante las p rimeras 72 horas post inoculación, las ratas se alojaron
en forma individual en jaulas de alambre tejido con piso enrejado que permitía
recolectar la materia fecal en bandejas. Al iniciarse el cuarto día post
38

inoculación, las ratas que componían los Grupos 5, 6 y 7 se alojaron en lotes


de 3 animales por jaula, para su observación clínica. La dimensión de las
jaulas era de 40 X 50 X 40 cm (Foto 1). La administración de agua fue
mediante frascos de vidrio invertidos con pico metálico. La alimentación fue
ad libitum con una dieta compuesta por pan, carne cocida y vegetales. La
temperatura del ambiente se mantuvo en 22-24 grados centígrados mediante
aire acondicionado y calefacción. El aire fue renovado durante 15 minutos
cada hora.
Los ratones receptores se alojaron en grupos de 6 por jaula de
29X15X14 cm con agua y alimentación ad libitum (Foto 2) . Todos los grupos
recibieron alimento balanceado para roedores. Las condiciones ambientales
se mantuvieron en los mismos niveles del local que alojó a las ratas.

2.1.4.4 Inoculación experimental:


Para la inoculación de las ratas, según los grupos se utilizaron larvas
musculares de T. spiralis obtenidas por digestión enzimática o carne de ratón
con una cantidad conocida de larvas por gramo.
El material infectante fue obtenido por inoculación de ratones Balb C
con 800 larvas musculares de T. spiralis cada uno. Estos fueron sacrificados
45 días post-inoculación y sus músculos fueron procesados para ser
utilizados como inóculo. Los procedimientos para obtención de larvas y
cuantificación se tomaron de OIE, 2004. (Fotos 9 a 12)
Las larvas obtenidas por digestión enzimática fueron cuantificadas en
larvas por gramo de carne digerida para determinar el peso de carne a
administrar en los animales que recibirían carne infectada. Una vez,
cuantificadas las larvas se prepararon las dosis de larvas en agua a utilizar
como inóculo en las ratas que recibirían larvas en suspensión. A cada animal
alojado individualmente, la carne infectada se le administró en una placa de
Petri y se observó que la misma fuera consumida. Las larvas en suspensión
fueron administradas directamente en la boca de las ratas y de los ratones,
mediante micropipeta automática, en volúmenes de 20-40 microlitros.

2.1.4.5 Obtención de la materia fecal de ratas inoculadas:


La materia fecal de cada rata infectada fue recogida a las 24, 48 y 72
horas post inoculación, colocada en recipientes individuales identificados con
el número del animal y jaula y procesada el mismo día de la recolección para
determinar la presencia de larvas de T. spiralis, cuantificarlas y componer con
ellas el inóculo para los ratones receptores.
El 20% de las boñigas depositadas por cada rata en el día 1 post
inoculación, se reunió en un lote para estudiar la infectividad de las larvas
contenidas en las mismas luego de 3 y de 7 días de conservación a
temperatura ambiente.

2.1.4.6 Procesamiento de la materia fecal de ratas inoculadas:


Cada muestra de materia fecal fue disuelta en agua corriente a 40
grados centígrados mediante mortereado en una placa de Petri de 150 mm
de diámetro con un mango cilíndrico de extremo plano de 50 mm de
diámetro. Una vez obtenida una disolución adecuada, la muestra fue filtrada
por tamices en serie de 60, 80 y 250 mallas por pulgada cuadrada con ayuda
de agua a presión para mover las partículas retenidas por cada uno. El
39

material sólido retenido por el último tamiz, fue resuspendido en 100 ml de


agua a la misma temperatura. Este volumen repartido en alícuotas de 20 ml
cada una, volcadas en una placa de Petri, fue examinado bajo lupa
estereoscópica a 20-50 X para cuantificar el número de larvas. Las larvas
halladas se transfirieron a tubos Eppendorf mediante micropipeta automática
de 20-100 microlitros para luego ser inoculadas en los ratones receptores a
razón de 40 larvas/ratón.

2.1.4.7 Examen clínico de las ratas inoculadas:


Diariamente se examinaron las ratas de los Grupos 5, 6 y 7,
inoculadas con 2000, 5000 y 10000 larvas respectivamente, para registrar la
presencia de signos clínicos tales como edemas palpebrales (Foto 5),
actividad disminuida, pérdida de reacción, heces blandas o diarrea.
Se registró la actividad como normal cuando en el momento de
proveerle los cuidados diarios el animal despertaba, observaba al operador,
caminaba, trepaba por la jaula para husmear (Foto 3); y como actividad
disminuida cuando en la misma situación continuaba durmiendo.
Se registró como estado febril positivo el aspecto de pelo erizado
sumado a una posición corporal típica, con la espina dorsal encorvada (Foto
4).
Se registró la reacción como normal cuando en el momento de
depositar la rata de lado en el piso de la jaula, la misma se incorporaba
rápidamente y caminaba; y como reacción disminuida cuando se quedaba de
lado sin incorporarse y caminar (Foto 6).
Las heces se registraron como blandas cuando conservaban la forma
de la boñiga normal pero tenían menor consistencia y como diarrea cuando
no tenían forma de boñiga y eran de consistencia líquida.

2.1.4.8 Digestión enzimática de los ratones receptores:


Los ratones inoculados con las larvas recuperadas de la materia fecal
de las ratas, fueron sacrificados 60 días post inoculación, por dislocación
cervical bajo anestesia general obtenida por inyección intra peritoneal de
ketamina combinada con xilazina.
La musculatura de cada animal fue sometida a digestión enzimática
para cuantificar la infección en número de larvas de T. spiralis por gramo de
carne digerida (Fotos 9 a 12)

2.1.4.9 Serología de los ratones receptores:


En el momento del sacrificio de los ratones receptores, se obtuvo
sangre de cada uno de los animales para utilizar el suero en el diagnóstico de
T. spiralis por la técnica de ELISA según Ruiz y col, 2007.
La presencia de anticuerpos detectables en base al nivel de Densidad
Óptica (D.O.) de los sueros medido luego de la reacción antígeno -anticuerpo
indicó que las larvas inoculadas tenían capacidad infectante habiendo
desarrollado en el intestino hasta adultos y la descendencia de estos hasta
larva I infectante en los músculos esqueléticos. Estos son los dos puntos del
organismo del hospedador en que las T. spiralis infectivas liberan sustancias
antigénicas.
40

2.1.4.10 Cronograma de actividades:

Tarea Adaptación Coproexamen inoculación Inoculación inoculación inoculación Necropsia Digestión


Conteo y de ratas de ratones de ratones de ratones de ratones Enzimática
recuperación Mat. fecal Mat. fecal Mat. fecal receptores y
de larvas día 1 PI conservada conservada muestreo de
3 días 7 días sangre
día -7
X X

Días - X
6 a -1

Día 0 X

Día 1 X X

Día 2 X

Día 3 X
Día 4 X
día 5
Día 6
Día 7
Día 8 X
Día X X
60

2.1.4.11 Diseño experimental:

Unidades Grupo N Infección experimental Alimentación


experimentales
Ratas Wistar 1 6 2000 larvas enquistadas Natural
2 6 2000 larvas enquistadas Balanceado
3 6 10000 larvas enquistadas Natural
4 6 10000 larvas en suspensión Natural
5 6 2000 larvas enquistadas Natural
6 6 5000 larvas enquistadas Natural
7 6 10000 larvas enquistadas Natural
Ratones Balb C 1M 6 40 larvas de digestión Balanceado
enzimática
2M 6 40 larvas de materia fecal día 1 Balanceado
post infección (p.i.)
3M 6 40 larvas de MF conservada Balanceado
por 3 días
4M 6 40 larvas de MF conservada Balanceado
por 7 días
41

2.1.4.12 Análisis estadístico:


Las cantidades de larvas recuperadas de la materia fecal de las ratas
infectadas experimentalmente fueron transformadas al log10 de (n+1) para
normalizar y homogeneizar la variancia. Se utilizó el programa SAS
(Statistical Analysis System) para efectuar el procedimiento de análisis de
variancia (ANOVA) y la comparación de medias mediante el test de Tukey
con un nivel de significación inferior al 5%.
Se procedió de igual forma con los datos de larvas recuperadas de la
digestión enzimática de los ratones inoculados con larvas recuperadas de la
materia fecal de ratas.
La hipótesis nula para los grupos 1 y 2 era que no había diferencia en
la cantidad de larvas hallada en materia fecal de grupos infectados con larvas
en carne si se las alimentaba con dietas distintas.
La hipótesis alternativa era que el tipo de dieta podía acelerar o
retardar la salida de larvas de T. spiralis en materia fecal.
Para los grupos 3 y 4 diferenciados por la infección experimental con
larvas en carne o con larvas en suspensión obtenidas por digestión
enzimática, la hipótesis nula era que no habría diferencias en la cantidad de
larvas presentes en materia fecal; en tanto que la hipótesis alternativa era
que la cantidad de larvas en materia fecal iba a diferir en ambos grupos.
Para los grupos 5, 6 y 7 inoculados con 2000, 5000 y 10000 larvas en
carne, la hipótesis nula era que las cantidades de larvas en materia fecal de
las ratas inoculadas experimentalmente no iban a ser diferentes, en tanto que
la hipótesis alternativa era que la cantidad de larvas en materia fecal
dependía de las cantidades de larvas con que se infectaba a cada grupo
Para los grupos 1M, 2M, 3M y 4M, inoculados con larvas frescas
obtenidas por digestión enzimática de carne, larvas de materia fecal del día 1
p.i., larvas de materia fecal del día 1 conservada durante 3 días y larvas de
materia fecal del día 1 conservada durante 7 días respectivamente, la
hipótesis nula era que todos los grupos iban a estar infectados con larvas
musculares y todos iban a tener anticuerpos contra T. spiralis.
La hipótesis alternativa era que tanto la infección por larvas
musculares como los niveles de anticuerpos iban a ser diferentes en los
distintos grupos.

2.1.5 Resultados:
En la tabla 1 se presentan los resultados de distinto tipo de dieta sobre
la cantidad de larvas de T. spiralis que salen en materia fecal 24, 48 y 72
horas. Las ratas alimentadas con una dieta natural compuesta por carne
cocida, y vegetales expulsaron a las 24 horas post infección un número
significativamente mayor (P<0.05) de larvas en materia fecal que el grupo de
ratas que recibió alimento balanceado para roedores. A su vez, las ratas
alimentadas con alimento balanceado, a las 48 horas post infección
expulsaron un número significativamente mayor (P<0.05) que las que
recibieron la dieta natural. Este grupo a las 48 horas post infección expulsó
un número de larvas similar (P>0.05) al expulsado por el grupo alimentado
con balanceado a las 24 horas post infección.
Ninguno de los grupos expulsó larvas 72 horas post infección.
42

En la tabla 2 pueden verse los resultados del efecto de distintos tipos


de fuente de infección sobre el número de larvas que se expulsan en materia
fecal a las 24, 48 y 72 horas post infección.
Las ratas infectadas con larvas en suspensión, obtenidas por digestión
enzimática de carne infectada de ratón expulsaron, tanto a las 24 como a las
48 horas post infección, una cantidad significativamente mayor (P<0.05) de
larvas e n materia fecal que las ratas infectadas con la misma cantidad de
larvas enquistadas en carne. A las 72 horas post infección, no se hallaron
larvas en materia fecal de ninguna de las ratas infectadas.

Tabla 1: Cantidades de larvas de T. spiralis recuperadas a las 24, 48 y 72


horas post inoculación, de la materia fecal de ratas que recibieron
distinto tipo de dieta y fueron infectadas con 2000 larvas en carne.

Grupo 1 Dieta natural


Larvas halladas en materia fecal
Rata 24 48 72
Nro. horas Log10(n+1) horas Log10(n+1) horas Log10(n+1)
1 6 0,845 0 0,000 0 0,000
2 7 0,903 2 0,477 0 0,000
3 4 0,699 0 0,000 0 0,000
4 6 0,845 1 0,301 0 0,000
5 2 0,477 0 0,000 0 0,000
6 8 0,954 0 0,000 0 0,000
Medias 5,127a 0,787 0,348b 0,180 0b 0,000

Grupo 2 Alimento Balanceado para roedores


Larvas halladas en materia fecal
Rata 24 48 72
Nro. horas Log10(n+1) horas Log10(n+1) horas Log10(n+1)
7 0 0,000 8 0,954 0 0,000
8 0 0,000 3 0,602 0 0,000
9 1 0,301 2 0,477 0 0,000
10 1 0,301 6 0,845 0 0,000
11 0 0,000 6 0,845 0 0,000
12 2 0,477 4 0,699 0 0,000
Medias 0,513b 0,130 4,459a 0,737 0b 0,000

a=Valores con letras diferentes son significativamente diferentes P<0.05


43

Tabla 2. Cantidades de larvas de T. spiralis recuperadas a las 24, 48 y 72


horas post inoculación, de la materia fecal de ratas inoculadas con
10000 larvas en carne y en suspensión.

Grupo 3 Larvas enquistadas en carne


Larvas halladas en materia fecal
Rata Nro. 24 horas Log10(n+1) 48 horas Log10(n+1) 72 horas Log10(n+1)
13 12 1,114 2 0,477 0 0,000
14 10 1,041 4 0,699 0 0,000
15 8 0,954 0 0,000 0 0,000
16 11 1,079 3 0,602 0 0,000
17 10 1,041 2 0,477 0 0,000
18 12 1,114 5 0,778 0 0,000
Medias 10,412b 1,057 2,203c 0,506 0d 0,000

Grupo 4 larvas en suspensión


Larvas halladas en materia fecal
Rata Nro. 24 horas Log10(n+1) 48 horas Log10(n+1) 72 horas Log10(n+1)
19 77 1,892 12 1,114 0 0,000
20 80 1,909 18 1,279 0 0,000
21 91 1,964 10 1,041 0 0,000
22 83 1,924 26 1,431 0 0,000
23 79 1,903 14 1,176 0 0,000
24 90 1,959 25 1,415 0 0,000
Medias 83,165a 1,925 16,489b 1,243 0d 0,000

a=Valores con letras diferentes son significativamente diferentes P<0.05

En la tabla 3, se presentan los resultados del efecto de 2000, 5000 o


10000 larvas enquistadas en carne sobre la cantidad de larvas de
T. spiralis expulsadas en materia fecal de las ratas infectadas. No hubo
diferencias significativas (P>0.05) entre las cantidades de larvas halladas a
las 24 horas post infección en la materia fecal de los tres grupos infectados.
Tampoco hubo diferencias significativas (P>0.05) entre las cantidades de
larvas halladas a las 48 horas post infección.
Todos los grupos expulsaron a las 24 horas post infección, cantidades
de larvas significativamente mayores (P<0.05) que a las 48 y a las 72 horas
p.i. A las 72 horas p.i., no se hallaron larvas en la materia fecal de ninguno de
los grupos infectados.
En el día 1 p.i., en el momento de obtener las larvas de la materia fecal
depositada por las ratas inoculadas para ser inoculadas a los ratones de los
grupos receptores, en las boñigas se hallaron larvas con diferentes grados de
enrollamiento, con movimiento e inmóviles. Las larvas bien enrolladas y las
móviles eran de aspecto similar a las obtenidas de la digestión enzimática de
carne, con las que se infectó al Grupo 1M. Las larvas obtenidas de las
boñigas conservadas durante 3 y 7 días, tenían un grado de enrollamiento
menor que las de las boñigas frescas y no presentaban motilidad.
44

Tabla 3. Cantidades de larvas de T. spiralis recuperadas a las 24 y 48


horas post inoculación, de la materia fecal de ratas infectadas con 2000,
5000 y 10000 larvas enquistadas.

Grupo 5: 2000 larvas en carne


Larvas halladas en materia fecal
Rata Nro. 24 horas Log10(n+1) 48 horas Log10(n+1) 72 horas Log10(n+1)
25 12 1,114 0 0,000 0 0,000
26 10 1,041 0 0,000 0 0,000
27 9 1,000 1 0,301 0 0,000
28 13 1,146 0 0,000 0 0,000
29 10 1,041 2 0,477 0 0,000
30 10 1,041 0 0,000 0 0,000
MG 10,588 a 0,348b 0,000b

Grupo 6: 5000 larvas en carne


Larvas halladas en materia fecal
Rata Nro. 24 horas Log10(n+1) 48 horas Log10(n+1) 72 horas Log10(n+1)
31 20 1,322 2 0,477 0 0,000
32 11 1,079 0 0,000 0 0,000
33 8 0,954 0 0,000 0 0,000
34 16 1,230 1 0,301 0 0,000
35 10 1,041 0 0,000 0 0,000
36 14 1,176 0 0,000 0 0,000
MG 12,612 a 0,348b 0,000b

Grupo 7: 10000 larvas en carne


Larvas halladas en materia fecal
Rata Nro. 24 horas Log10(n+1) 48 horas Log10(n+1) 72 horas Log10(n+1)
37 11 1,079 1 0,301 0 0,000
38 9 1,000 0 0,000 0 0,000
39 13 1,146 3 0,602 0 0,000
40 12 1,114 0 0,000 0 0,000
41 14 1,176 0 0,000 0 0,000
42 10 1,041 0 0,000 0 0,000
MG 11,381 a 0,414b 0,000b
a=Valores con letras diferentes son significativamente diferentes P<0.05

En la tabla 4 se presentan los resultados de Digestión enzimática de


las pruebas de infectividad de las larvas recuperadas de la materia fecal de
ratas cuando fueron inoculadas en ratones Balb C.
indicativa de la falta de infectividad de las larvas presentes en la materia
fecal. Las densidades ópticas obtenidas en el grupo 1, inoculado con larvas
musculares obtenidas por digestión enzimática fueron significativamente
mayores (P<0.05) que las del resto de los grupos.
45

Tabla 4: Cantidades de larvas de T. spiralis (larvas/gramo) recuperadas


de los ratones receptores 60 días post inoculación.

Grupo /origen de Ratón Larvas / Media


Las larvas Nro. gramo Geométrica
1 42
2 52
1M 3 48
Digestión artificial 4 35 41.2 a
5 46
6 29
7 0
8 0
2M 9 0
M.F. día 1 p.i. 10 0 0b
11 0
12 0
13 0
14 0
3M 15 0
M.F. conservada 3 días 16 0 0b
17 0
18 0
19 0
20 0
4M 21 0
M.F. conservada 7 días 22 0 0b
23 0
24 0
M.F.: materia fecal
a,b: Valores con letras diferentes son significativamente diferentes (P<0.05)

En la tabla 5 se expresan los niveles de anticuerpos medidos como densidad


óptica mediante la técnica de ELISA en los sueros de los ratones receptores
en el día 60 post inoculación. Solamente fueron positivos los ratones que
recibieron larvas obtenidas por digestión enzimática de músculos de ratones
dadores. Ninguno de los grupos que recibieron larvas de T. spiralis obtenidas
de la materia fecal de ratas inoculadas experimentalmente, formó anticuerpos
contra el antígeno ES utilizado en la técnica de ELISA. Para que esto ocurra
es necesario que las larvas tengan capacidad infectante para desarrollar en el
intestino del hospedador hasta parásitos adultos y que su descendencia
pueda migrar a los músculos esqueléticos y establecerse en células nodrizas,
liberando en cada uno de estos sitios los componentes granulares
antigénicos contenidos en sus esticocitos. La ausencia de anticuerpos es
46

Tabla 5: Densidades ópticas (D.O.) obtenidas mediante la técnica de


ELISA en los sueros extraídos de los ratones receptores en el día 60
post inoculación. Los valores >0.143 son positivos.

Grupo /origen de Ratón Densidad Media


las larvas Nro. Óptica Geométrica
1 0.941
2 1.323
1M 3 1.221
Digestión artificial 4 1.115 1.078 a
5 0.892
6 1.007
7 0.022
8 0.045
2M 9 0.027
M.F. día 1 p.i. 10 0.033 0.025 b
11 0.017
12 0.008
13 0.018
14 0.010
3M 15 0.025 0.023 b
M.F. conservada 3 días 16 0.052
17 0.002
18 0.031
19 0.066
20 0.030
4M 21 0.011 0.025 b
M.F. conservada 7 días 22 0.029
23 0.006
24 0.012
M.F.: materia fecal
D.O. Densidad óptica
Punto de corte: D.O.= 0.143
a,b: Valores con letras diferentes son significativamente diferentes (P<0.05)

En la Tabla 6 se expresan los resultados de la observación clínica de


las ratas de los Grupos 5, 6 y 7, alimentadas con carne que contenía 2000,
5000 y 10000 larvas por animal respectivamente. El Grupo 5, solo mostró
actividad disminuida en un animal y ningún otro signo clínico.
En el grupo 6, todos los animales tuvieron heces blandas y tres
tuvieron actividad disminuida.
El grupo inoculado con 10000 larvas por animal fue el que mostró más
signos clínicos de enfermedad: heces blandas a partir del día 2 p.i. con
evolución a diarrea a partir del día 3 p.i.; actividad disminuida temprana (a
partir del día 3 -4 p.i.); reacción disminuida a partir del día 23 p.i.
47

Tabla 6: Resultados de la observación clínica de ratas inoculadas con


2000, 5000 y 10000 larvas de T. spiralis en carne

Grupo/ Rata Edema Estado Actividad Reacción Heces Diarrea Muerte


Infección Nro. Párpado Febril blandas
25 Neg Neg Normal Normal Neg Neg No
26 Neg Neg Normal Normal Neg Neg No
Grupo 5 27 Neg Neg Normal Normal Neg Neg No
2000 28 Neg Neg Normal Normal Neg Neg No
Larvas 29 Neg Neg Disminuida Normal Neg Neg No
Día 30
30 Neg Neg Normal Normal Neg Neg No
31 Neg Neg Disminuida Normal (+) Neg No
día 28 Día 2
a10
32 Neg Neg Normal Normal (+) Neg No
Grupo 6 Día 2
5000 a12
Larvas 33 Neg (+) Normal Disminuida (+) Neg No
Día 4 y Desde Día Día 2
5 24 a12
34 (+) día (+) Disminuida Disminuida (+) Neg No
22 Día 4 y Día 25 Desde Día Día 2 a
5 26 9
35 Neg Neg Disminuida Normal (+) Neg No
Día 28 Día 2 a
8
36 Neg (+) Día Normal Normal (+) Neg Sacrificio
4y5 Día 1 a 5 Día 1 a 5 Día 2 a Día 5
5
37 Neg Neg Disminuida Normal (+) (+) SI
Desde Hasta Día 2 Día 3 a Día 5
Día 4 Día 4 5 Natural
38 (+) (+) Disminuida Disminuida (+) (+) No
Día 24 Día 4 a Desde Desde día Día 2 Día 3 a
7 día 4 23 12
39 Neg (+) Disminuida Disminuida (+) (+) No
Grupo 7 Día 4 a Desde Desde Día Día 2 Día 3 a
10000 8 Día 3 26 10
Larvas 40 Neg (+) Disminuida Disminuida (+) (+) No
Día 5 a Desde Desde Día Día 2 Día 3 a
7 Día 4 24 11
41 Neg (+) Disminuida Disminuida (+) (+) No
Día 5 Desde Desde Día Día 2 Día 3 a
a8 Día 4 25 12
42 (+) (+) Día Disminuida Disminuida (+) (+) No
día 22 6y7 Desde Desde Día Día 2 Día 3 a
Día 3 24 14

Neg = Negativo

En el curso de la observación clínica ocurrió la muerte de una de las


ratas del grupo 7, que fue hallada 12 horas después del control anterior en
que estaban todos los animales vivos. Esto dio origen a un ensayo accesorio
para determinar si en el día 5 p.i., el intestino contiene formas infectantes
para los animales que pudieran comerlo. En el quinto día p.i., en el intestino
ya no hay larvas musculares pues todas han evolucionado hasta adultos en
las primeras 30 horas p.i.
48

Si los animales que comían el intestino del animal muerto


desarrollaban larvas en sus músculos, las mismas debían provenir de las
hembras adultas fecundadas que se hallaban en el intestino ingerido.
Estas hembras, para transmitir la enfermedad en este modo, debían
tener la capacidad de resistir a la digestión en el estómago del animal
receptor, entrar en la capa de células de la mucosa intestinal y depositar
larvas recién nacidas dentro de las vellosidades intestinales (Denis y col.,
1970).
Para conocer si estas hembras adultas perdían su capacidad de
infectar con el paso de las horas post mortem, se sacrificó un animal del
Grupo 6 y la mitad craneal del intestino de este animal y del animal hallado
muerto se dieron a comer a 2 grupos de 4 ratas cada uno (Grupo intestino
fresco y Grupo Intestino 12 horas post mortem).
Las ratas de estos dos grupos fueron sacrificadas 45 días p.i. y sus
músculos se sometieron a digestión enzimática. Sólo se hallaron larvas
musculares en las ratas que consumieron el intestino fresco del animal
sacrificado (Tabla 7).
Se puede inferir que en el intestino del animal hallado muerto las
hembras adultas de T. spiralis estaban muertas o sin capacidad para entrar
en la mucosa o depositar larvas recién nacidas.

Tabla 7: Resultados de digestión enzimática de ratas alimentadas con


intestino obtenido de ratas inoculadas 5 días p.i.

Digestión
Grupo Rata Enzimática
Nro. Total Larvas/
gramo
IN 1 52 0.3
Intestino IN 2 40 0.3
Fresco IN 3 75 0.4
IN 4 92 0.6

Intestino IN 5 0 0
12 horas IN 6 0 0
Post mortem IN 7 0 0
IN 8 0 0

2.1.6 Discusión:
En las condiciones del presente ensayo, fue posible demostrar la
presencia de larvas en la materia fecal de ratas inoculadas
experimentalmente con larvas de T. spiralis.
Las larvas aparecían más precozmente (1 día antes) en materia fecal
cuando las ratas se alimentaban con una dieta natural que cuando
consumían alimento balanceado (P<0.05).
Aparecía un mayor número de larvas en materia fecal (P<0.05) cuando
se utilizaban larvas en suspensión provenientes de digestión enzimática de
carne infectada que cuando se proveía carne conteniendo larvas enquistadas
como fuente de infección. La causa de este hallazgo puede interpretarse
49

como una pérdida de capacidad de las larvas provenientes de digestión


enzimática para permanecer en el intestino.
La cantidad de larvas que aparecieron en materia fecal no estuvo
ligada a la dosis de larvas infectantes utilizadas, no hallándose diferencias
significativas entre grupos de ratas infectados con 2000, 5000 o 10000 larvas
enquistadas en carne (P>0.05).
En el caso que las larvas halladas en materia fecal hubieran sido
infectivas, esta invariabilidad no ligada a la dosis infectante tornaría
igualmente peligrosa a una rata que consumiera pocas larvas como a una
que hubiere comido una gran cantidad. Pero en este experimento también se
demostró que las larvas de T. spiralis presentes en materia fecal en los días
siguientes a su inoculación experimental, no son infectivas para los
hospedadores que las consuman.
A diferencia de lo informado en los reportes publicados sobre el tema
(Robinson & Olsen, 1960; Schnurrenberger y col.; 1964) en el presente
ensayo no se hallaron en materia fecal quistes intactos ni restos de carne sin
digerir. Todas las larvas se hallaron libres, con diferentes grados de
enrollamiento y movilidad, pero cuando fueron inoculadas a ratones
susceptibles, no desarrollaron el ciclo biológico en los mismos ni liberaron
sustancias antigénicas capaces de desencadenar una respuesta de
anticuerpos en los hospedadores.
En este ensayo, se demostró que un modo posible de transmisión de
la enfermedad es por la ingestión del intestino de ratas recientemente
infectadas que contenga hembras de T. spiralis en postura de larvas recién
nacidas.
Este modo de transmisión da lugar a niveles de infección bajos que, de
ocurrir en cerdos por predación de ratas, no se podrían detectar por la
técnica diagnóstica de digestión enzimática, en las condiciones en que se
realiza para liberar la carne al consumo.
Existen reportes de trasplante de individuos adultos de hasta 72 horas
p.i. con resultados positivos en cuanto a la producción de larvas musculares
en ratones (Katz, 1960).
Según Carr y col., 1979, las ratas muestran aversión a ingerir carne de
individuos de la misma especie, pero tal conducta se disiparía varias horas
post mortem, por modificación de las sustancias que actuarían como
estímulos quimioreceptibles. A lo largo de los ensayos realizados, se ha
podido observar esta conducta en ratas machos pero no en hembras, las
cuales aceptan y comen inmediatamente la carne fresca de ratas recién
sacrificadas. Serían necesarios nuevos estudios para determinar la
frecuencia de este modo de transmisión en la colonia de ratas.

Los signos clínicos de triquinelosis que podrían poner a la rata


infectada en inferioridad de condiciones ante un oponente (Rau, 1984) o un
predador (disminución de la actividad, capacidad de reacción disminuida,
diarrea) se observaron en los grupos inoculados con 5000 y con 10000
larvas. Estos niveles de dosis individual son poco frecuentes en condiciones
naturales, pero podrían ocurrir en ratas machos dominantes, que consumen
cantidades de alimento mayores que el resto de la colonia (Coto, 1997).
50

2.2 Experimento II: Infección congénita y transmamaria por larvas de T.


spiralis en las crías de ratas infectadas experimentalmente.
2.2.1 Introducción:
Las ratas que habitan lugares donde se crían cerdos, se infectan con
T. spiralis cuando consumen cadáveres o restos de faena de cerdos
infectados que quedan a su disposición (Poole 1952; Leiby y col.,1990).
La trasmisión al resto de la colonia ocurre por canibalismo o por
consumo de cadáveres de ratas que resultan de luchas por jerarquía o por
territorio o a consecuencia de enfermedades (Leiby y col., 1990).
Existen además reportes sobre la posibilidad de la transmisión
transplacentaria y por vía galactógena en roedores (Cosoroaba y Orjanu,
2001; Wang -ZhongQuan y col., 2005; Boulos y col., 2005).
Algunos de estos reportes no hacen mención al número de larvas
empleado en la infección experimental de las ratas madres o mencionan la
utilización de material infectante con un muy alto numero de larvas por gramo
(10000 l/g) que es poco frecuente en condiciones naturales.
Por otra parte, hay trabajos que indican que en la infección por vía oral
con larvas recién nacidas, como ocurriría por vía transmamaria, estas larvas
tienen pocas probabilidades de producir una infección exitosa de los
músculos.
En este sentido, Dennis y col., 1970 inoculando larvas recién nacidas
en la luz del duodeno de ratones, hallaron que ninguno de los ratones
sacrificados 14 días después de la infección albergaba larvas en su
musculatura. También hallaron que cuando las larvas recién nacidas eran
inoculadas por vía intravenosa, el 73% se encontraban parasitando los
músculos, por lo que se concluyó que era necesario que las larvas recién
nacidas fueran puestas dentro de la vellosidad intestinal para que alcanzaran
con éxito el torrente sanguíneo.
A esto se agregaría un efecto de la leche descripto por Riedel en 1949.
Este investigador demostró que la inclusión de leche en la dieta de ratones
infectados experimentalmente con 100 larvas de T. spiralis, si bien no
impedía el desarrollo de las larvas hasta adultos, afectaba a las larvas recién
nacidas de modo que 28 días después, los ratones albergaban en sus
músculos un número de larvas muy reducido con respecto al grupo al que se
le administraba agua en lugar de leche.
El presente experimento se llevó a cabo para determinar la posibilidad
de la transmisión vertical en la colonia de ratas, empleando dosis infectivas
menores, más próximas a las que pueden hallarse naturalmente y utilizando
métodos parasitológicos y serológicos.

2.2.2 Objetivo:
Determinar si las crías de ratas infectadas experimentalmente con T.
spiralis pueden infectarse por vía transplacentaria o transmamaria.

2.2.3 Materiales y métodos


2.2.3.1 Unidades experimentales:
Se utilizaron ratas Wistar hembras de 200-250 gramos para infectarlas
con T. spiralis durante el apareamiento o el puerperio y determinar la
presencia de larvas de T. spiralis en ellas y sus crías por digestión enzimática
90 días después del alumbramiento.
51

2.2.3.2 Grupos experimentales


Se formaron 3 grupos de 9 ratas hembras cada uno que fueron
infectados de la siguiente manera:
Grupo 1: infectado 7 días después de iniciado el apareamiento
Grupo 2: infectado el día del alumbramiento
Grupo 3: no infectado

2.2.3.3 Alojamiento de los animales:


Previo y durante el apareamiento, las ratas hembras se alojaron en
jaulas de alambre tejido con una bandeja inferior que permitía el uso de viruta
de madera como cama. La dimensión de las jaulas era de 40 X 50 X 40 cm
(Foto 1).
En cada jaula se alojaron 3 ratas hembras con un macho. La
administración de agua fue mediante frascos de vidrio invertidos con pico
metálico. La alimentación fue ad libitum con alimento balanceado para
roedores de laboratorio. La temperatura del ambiente se mantuvo en 22-24
grados centígrados mediante aire acondicionado. El aire fue renovado
durante 15 minutos cada hora mediante un extractor de aire

2.2.3.4 Apareamiento:
Tres días antes del apareamiento se agregó viruta de la cama de
ratas machos a la cama de las ratas de cada grupo para promover el celo.
En cada jaula de tres ratas hembras se colocó un macho durante 15
días. Al finalizar el período de apareamiento, se retiraron los machos y las
hembras se alojaron en forma individual en jaulas similares a las utilizadas
para el apareamiento con el agregado de una caja de acero inoxidable con
viruta de madera para usar como nido (Fotos 7 y 8)

2.2.3.5 Inoculación experimental:


Para la inoculación de las ratas, se utilizaron larvas musculares de T.
spiralis obtenidas por digestión enzimática en dosis individuales de 2000
larvas.
El material infectante fue obtenido por inoculación de ratones Balb C
con 800 larvas musculares de T. spiralis cada uno. Estos fueron sacrificados
45 días post-inoculación y sus músculos fueron procesados para ser
utilizados como inóculo. Los procedimientos para obtención de larvas y
cuantificación se tomaron de OIE, 2004.
Una vez, cuantificadas las larvas se prepararon las dosis de larvas en
agua a utilizar como inóculo.
Las larvas en suspensión fueron administradas directamente en la
boca de las ratas mediante micropipeta automática, en volúmenes de 20-40
microlitros.

2.2.3.6 Digestión enzimática de los músculos de las madres:


Luego de 90 días del alumbramiento, las ratas que parieron fueron
sacrificadas por dislocación cervical bajo anestesia general obtenida por
inyección intraperitoneal de ketamina combinada con xilazina. y su
musculatura fue sometida a digestión enzimática para determinar el nivel de
infección por larvas musculares de T. spiralis (Fotos 9 a 12)
52

2.2.3.7 Digestión enzimática de los músculos de las crías:


A los 90 días de edad, las crías de las ratas infectadas y no infectadas
fueron sacrificadas del mismo modo que las ratas adultas y la musculatura de
cada animal fue sometida a digestión enzimática para determinar la presencia
de larvas de T. spiralis y cuantificar la infección en número de larvas por
gramo de carne digerida.

2.2.3.8 Diagnóstico serológico de triquinelosis por la técnica de ELISA:


En el día 90 post parto, se obtuvieron muestras de sangre de cada una
de las crías y de sus madres para someterlas al diagnóstico serológico por el
test de ELISA con antígeno de excreción-secreción siguiendo los
procedimientos descriptos por Gamble y col., 1983.
Para la obtención del punto de corte se utilizaron sueros de ratas
Wistar inoculadas experimentalmente con 500 larvas de T. spiralis y sueros
de ratas no inoculadas nacidas y criadas en el bioterio del Instituto de
Patobiología del CICVyA, INTA. El punto de corte se estableció como el
promedio de D.O. de los sueros negativos + 3 desvíos estándar.

2.2.3.9 Diseño experimental:

Unidades Grupo N Infección Sangrado Necropsia de ratas


Experimentales experimental de madres paridas y/o crías
y crías
Ratas Wistar 1 9 2000 larvas en Día 90 Día 90 post
suspensión 7 días post parto parto/nacimiento
después de
iniciado el
apareamiento.
2 9 2000 larvas en Día 90 Día 90 post
suspensión el día post parto parto/nacimiento
del alumbramiento
3 9 No infectadas Día 90 90 días de edad
post parto
53

2.2.3.10 Cronograma del ensayo:

Tarea Momento de realización


Formación de grupos en base al peso Día -7
Alojamiento en jaulas de apareamiento Día -7
Inducción del celo Día -3 a 0
Inicio del apareamiento Día 0
Infección experimental del grupo 1 Día 7
Observación clínica en Grupo 1 y 3 Día 7 en adelante
Retirada de los machos Día 15
Alojamiento en jaulas individuales Día 16
Infección experimental del grupo 2 Día del alumbramiento
Observación clínica en Grupos 2 y 3 Día del alumbramiento en
adelante
Destete de las crías y alojamiento en jaulas Día 35 post parto
por camadas
Muestreo de sangre Día 90 post parto
Sacrificio y digestión enzimática Día 90 post parto

2.2.3.11 Análisis estadístico:


Los resultados obtenidos de las madres y los de las crías se analizaron
por separado. Las cantidades de larvas recuperadas de la musculatura de las
ratas madres y el nivel de infección de las camadas fueron transformados al
log10 de (n+1) para normalizar y homogeneizar la variancia.
Se utilizó el programa SAS (Statistical Analysis System) para efectuar
el procedimiento de análisis de variancia (ANOVA) y la comparación de
medias mediante el test de Tukey con un nivel de significación inferior al 5%.
La hipótesis nula para los grupos 1, 2 y 3 en el caso de las madres era
que las larvas recién nacidas de T. spiralis no infectarían los músculos de
modo que no existirían diferencias en cuanto al número de larvas
recuperadas en la digestión enzimática en los tres grupos experimentales.
La hipótesis alternativa era que las larvas recién nacidas de T. spiralis
tenían capacidad para infectar los músculos de las ratas madres produciendo
en los grupos 1 y 2 cantidades de larvas musculares diferentes a las del
grupo 3.
Para las crías se asignaría el valor 1 a las camadas que tuvieran al
menos 1 animal infectado con larvas musculares de T. spiralis y el valor 0
para las camadas en que no se hallara ninguna larva en ninguno de los
animales que la componían.
La hipótesis nula para las camadas de los 3 grupos experimentales
sería que no habría diferencia en cuanto al número de camadas no infectadas
respecto al Grupo 3 control no infectado.
La hipótesis alternativa era que las camadas de ratas infectadas
experimentalmente serían diferentes en cuanto a su nivel de infección
respecto a las camadas del grupo control no infectado, verificando que la
infección trasplacentaria (Grupo 1) o transmamaria (Grupo 2) era posible.
54

Los valores de D.O. de los sueros de las ratas madres infectadas y no


infectadas se analizaron de la misma manera que las cantidades de larvas en
musculatura.
La hipótesis nula se confirmaría si no existían diferencias en los
niveles de D.O. en los tres grupos experimentales lo que confirmaría que las
larvas empleadas en la infección experimental carecían de infectividad.
La hipótesis alternativa se confirmaría si existía diferencia entre los
niveles de D.O. de los grupos infectados con respecto al grupo control no
infectado.
Respecto al análisis de la D.O. en las camadas, si en alguna de ellas
existía al menos un animal con D.O. por encima del punto de corte a esa
camada se le asignaría el valor 1. A las camadas en que ninguna de las crías
tuviera valores de D.O. por encima del punto de corte se le asignaría el valor
0.

2.2.4 Resultados:
En la tabla 1 se sintetizan los resultados obtenidos en todo el ensayo
respecto a la digestión enzimática y al nivel de anticuerpos contra
T. spiralis medidos por la técnica de ELISA tanto en las ratas madres como
en sus camadas.
Para ambos parámetros, los resultados obtenidos tanto en las ratas
madres infectadas en el día 7 del apareamiento como en aquellas infectadas
en el día del parto, fueron significativamente mayores (P<0.05) que los
obtenidos en el grupo no infectado, indicando que las larvas utilizadas para la
inoculación, tenían capacidad infectante normal.
En ninguna de las camadas de ninguno de los grupos experimentales, hubo
crías con resultados positivos a digestión enzimática ni a la técnica de ELISA,
indicando que, no obstante existir en las madres el estadío infectivo de larvas
recién nacidas, este no infectó a las crías por vía transplacentaria ni por vía
transmamaria.
En la tabla 2 se expresan los resultados de digestión enzimática
(larvas /gramo) y de la técnica de ELISA (D.O.) de las ratas madres de los
tres grupos experimentales. Ambos grupos infectados fueron similares entre
sí y presentaron valores de cantidad de larvas/gramo y Densidad Óptica
significativamente mayores (P<0.05) que el grupo de madres no infectadas.
55

Tabla 1: Síntesis de resultados de Digestión enzimática y de ELISA de


las ratas madres y sus camadas.

Madres Camadas
Rata Digestión ELISA Nro. de Digestión ELISA
Grupo 1 Nro. crías +/total +/total
1 Positivo Positivo 8 0/8 0/8
Infectado 7 2 Positivo Positivo 7 0/7 0/7
días 3 Positivo Positivo 9 0/9 0/9
después de 4 Excluida Excluida 0 -- --
iniciado el 5 Positivo Positivo 5 0/5 0/5
apareado 6 Positivo Positivo 7 0/7 0/7
7 Excluida Excluida 0 -- --
8 Positivo Positivo 8 0/8 0/8
9 Positivo Positivo 8 0/8 0/8

Madres Camadas
Rata Digestión ELISA Nro. de Digestión ELISA
Nro. crías +/total +/total
Grupo 2 10 Positivo Positivo 7 0/7 0/7
11 Positivo Positivo 9 0/9 0/9
Infectado el 12 Positivo Positivo 6 0/6 0/6
día del 13 Positivo Positivo 10 0/10 0/10
parto 14 Excluida Excluida 0 -- --
15 Positivo Positivo 7 0/7 0/7
16 Positivo Positivo 7 0/7 0/7
17 Positivo Positivo 10 0/10 0/10
18 Positivo Positivo 7 0/7 0/7

Madres Camadas
Rata Digestión ELISA Nro. de Digestión ELISA
Nro. crías +/total +/total
19 Negativo Negativo 8 0/8 0/8
Grupo 3 20 Negativo Negativo 7 0/7 0/7
21 Excluida Excluida 0 -- --
No 22 Negativo Negativo 8 0/8 0/8
infectado 23 Negativo Negativo 7 0/7 0/7
24 Negativo Negativo 8 0/8 0/8
25 Negativo Negativo 6 0/6 0/6
26 Excluida Excluida 0 -- --
27 Negativo Negativo 7 0/7 0/7

*Excluida: Las ratas que no parieron se excluyeron del grupo


ELISA +: valores de Densidad Óptica (D.O.) >0.107
Digestión +: presencia de larvas de T. spiralis en sedimento de la digestión enzimática de
musculatura esquelética.
56

Tabla 2 : Resultados individuales de Digestión enzimática


(larvas/gramo) y de D.O. obtenidas por la técnica de ELISA en las ratas
madres de los tres grupos experimentales en el día 90 post parto. D.O.
positiva = 0.107

Grupo Rata Larvas/ MG D.O. MG


Nro. Nro. Gramo l/g D.O.
1 218 0.941
2 219 1.546
1 3 206 0.873
Infectado 7 días 5 201 214ª 1.102 1.033ª
después de iniciado 6 205 1.435
el apareamiento 8 231 1.033
9 224 0.786
10 210 1.112
11 233 0.988
2 12 239 0.635
Infectado el día 13 245 0.873 0.944ª
del parto 15 204 221ª 1.007
16 221 1.232
17 206 1.107
18 217 0.680
19 0 0.014
20 0 0.032
22 0 0.021
3 23 0 0b 0.052 0.026b
No infectado 24 0 0.031
25 0 0.023
27 0 0.013

a: letras diferentes en la misma columna corresponden a valores significativamente


diferentes (P<0.05)

En la Tabla 3 se ven los resultados de Digestión enzimática (larvas/gramo) de


cada uno de los componentes de las diferentes camadas. En ninguno de los
animales se hallaron larvas musculares de T. spiralis.
57

Tabla 3: Resultados individuales de Digestión enzimática (larvas/gramo)


obtenidos de los componentes de cada una de la camadas de los tres
grupos experimentales en el día 90 post parto.

Grupo Camada Larvas/gramo de cada componente de la camada


Nro. Nro.
1 0 0 0 0 0 0 0 0
2 0 0 0 0 0 0 0
3 0 0 0 0 0 0 0 0 0
1 5 0 0 0 0 0
6 0 0 0 0 0 0 0
8 0 0 0 0 0 0 0 0
9 0 0 0 0 0 0 0 0
10 0 0 0 0 0 0 0
11 0 0 0 0 0 0 0 0 0
12 0 0 0 0 0 0
13 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
2 15 0 0 0 0 0 0 0
16 0 0 0 0 0 0 0
17 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
18 0 0 0 0 0 0 0
19 0 0 0 0 0 0 0 0
20 0 0 0 0 0 0 0
22 0 0 0 0 0 0 0 0
3 23 0 0 0 0 0 0 0
24 0 0 0 0 0 0 0 0
25 0 0 0 0 0 0
27 0 0 0 0 0 0 0

En la Tabla 4 se expresan los resultados de nivel de anticuerpos contra T.


spiralis medidos por la técnica de ELISA en cada uno de los componentes de
cada camada. El punto de corte, a partir del cual el resultado se consideró
positivo fue la D.O. 0.107, y todos los sueros dieron resultados inferiores al
mismo.
58

Tabla 4: Valores de D.O. obtenidos del suero de cada uno de los


componentes de cada camada por la Técnica de ELISA con antígeno de
ES. Los valores = 0.107 se consideran positivos.

Grupo Camada D.O. de cada componente de la camada


Nro.
1 0.038 0.012 0.065 0.034 0.087 0.028 0.045 0.023

2 0.035 0.045 0.076 0.070 0.018 0.078 0.023

3 0.019 0.039 0.043 0.034 0.037 0.034 0.011 0.008 0.028


1 5 0.013 0.038 0.009 0.055 0.006

6 0.054 0.037 0.023 0.032 0.015 0.007 0.014

8 0.002 0.021 0.044 0.076 0.018 0.044 0.002 0.018

9 0.001 0.017 0.081 0.022 0.078 0.028 0.019 0.012

10 0.028 0.003 0.023 0.078 0.033 0.021 0.009

11 0.015 0.012 0.056 0.055 0.034 0.068 0.022 0.033 0.047

12 0.002 0.041 0.036 0.012 0.027 0.033

13 0.044 0.023 0.050 0.017 0.070 0.066 0.023 0.042 0.019 0.036
2 15 0.033 0.073 0.021 0.043 0.057 0.071 0.055

16 0.019 0.032 0.077 0.048 0.023 0.017 0.031

17 0.006 0.010 0.025 0.032 0.012 0.057 0.035 0.077 0.003 0.009

18 0.057 0.043 0.012 0.073 0.058 0.002 0.052

19 0.032 0.007 0.060 0.031 0.087 0.034 0.012 0.012

20 0.007 0.032 0.044 0.018 0.016 0.052 0.002

22 0.019 0.023 0.065 0.046 0.040 0.009 0.024 0.047


3 23 0.034 0.014 0.026 0.039 0.044 0.079 0.007

24 0.057 0.001 0.019 0.051 0.059 0.017 0.007 0.053

25 0.027 0.067 0.055 0.029 0.036 0.044

27 0.017 0.043 0.012 0.016 0.035 0.016 0.022

2.2.5 Discusión:
En las condiciones de este experimento, no fue posible transmitir la
infección por T. spiralis por vía transplacentaria ni por vía transmamaria. A
pesar que las ratas madres infectadas albergaron L1 de T. spiralis en su
musculatura y formaron anticuerpos específicos, sus camadas no fueron
infectadas por larvas recién nacidas circulantes (L1 invasoras del tejido
muscular) a través de los vasos placentarios ni por ingestión de leche a
través de la lactación y por ende sus músculos no albergaron L1 ni formaron
anticuerpos específicos.
Los resultados positivos publicados sobre transmisión transplacentaria,
fueron obtenidos utilizando altas dosis infectivas. Si bien en teoría este modo
de transmisión es posible, dado que la placenta de los roedores es del tipo
hemocorial, los niveles de infección obtenidos en las crías por los diferentes
autores (Cosoroaba y Orjanu, 2001; Wang-ZhongQuan y col., 2005; Boulos y
col., 2005) son muy bajos (2-3 larvas musculares por animal) y de distribución
despareja dentro de una misma camada (uno o dos animales positivos por
camada).
59

En los experimentos en los que se obtuvieron estos resultados, las


madres eran inoculadas en el primer tercio de la preñez al igual que se hizo
en el presente ensayo.
Recientemente Matenga y col, 2006, refirieron que era posible obtener
camadas infectadas de ratas infectando a las madres con 10000 larvas de T.
zimbabwensis 40 días antes del apareamiento.
En este esquema de infección, para el momento en que se hace el
apareamiento y transcurre el período de preñez, no existen larvas recién
nacidas que puedan migrar por vía galactófora, de modo que los resultados
obtenidos por estos autores podrían deberse a una migración de larvas
musculares que todavía no se habrían establecido en las miofibrillas.
Dadas las bajas cantidades de larvas que se hallaron parasitando las
crías de ratas inoculadas experimentalmente e n los ensayos mencionados y
la imposibilidad de lograrlo en el presente ensayo empleando menores dosis
infectantes y utilizando técnicas parasitológicas y serológicas, se puede inferir
que la infección por las vías transplacentaria y/o transmamaria no es de
ocurrencia frecuente en condiciones naturales y que el modo de transmisión
por el que puede persistir la infección en la colonia de ratas, es el canibalismo
o el consumo de carroña (Leiby y col., 1990).

2.3 Conclusiones:
De los resultados de los ensayos realizados durante el desarrollo de la
presente tesis se puede concluir que:
1. Ratas alimentadas con carne conteniendo larvas enquistadas de T.
spiralis y que consumen una dieta natural, eliminan larvas en materia fecal en
las primeras 24 hs. de haberse alimentado. Las larvas se hallan en diferentes
estados de enrollamiento, con morfología similar a las L1 musculares, con
movimiento o inmóviles.

2. Las presencia de larvas en materia fecal de ratas infectadas es


significativamente mayor (P<0.05) cuando el material infectante utilizado son
larvas en suspensión obtenidas por digestión enzimática que cuando son
larvas enquistadas en carne.
La digestión enzimática puede disminuir la vitalidad de una proporción
de larvas y a ello se suma el efecto de la digestión en el estómago del
hospedador.
El resultado es la pérdida de la capacidad de las larvas para adaptarse
al medio intestinal y su aparición en materia fecal. Podría inferirse que un
escaso número de larvas enquistadas también es afectado por la digestión
estomacal y no podría establecerse en el intestino para desarrollar hasta
parásitos adultos.

3. Cuando se infecta experimentalmente a ratas, por ingestión de


carne conteniendo larvas enquistadas de T. spiralis, el nivel de infección de la
carne, no influye en la cantidad de larvas que salen en la materia fecal de los
animales que la consumen.
No hubo diferencias significativas (P>0.05) en la cantidad de larvas
aisladas de materia fecal en el día 1 p.i. en grupos de ratas que consumieron
carne conteniendo 2000, 5000 o 10000 larvas enquistadas.
60

Las cantidad de larvas presentes en materia fecal, disminuyó en el día


2 p.i. en todos los grupos, siendo significativamente menor (P<0.05) que en el
día 1 p.i.; pero tampoco hubo diferencias entre los tres grupos (P>0.05) para
el parámetro estudiado.
En el caso que las larvas que salen en materia fecal fueren infectantes,
el hallazgo de la similaridad de los tres grupos transformaría a las ratas en
igualmente peligrosas desde el punto de vista de la transmisión,
independiente del número de larvas consumidas.

4. La técnica de ELISA con antígeno de E.S. permite diferenciar luego


de la reacción antígeno-anticuerpo, el suero de ratas infectadas y no
infectadas por medición de la Densidad óptica.
La misma podría llevarse a cabo con líquido tisular en lugar de suero,
permitiendo el estudio de la enfermedad en animales capturados muertos, sin
necesidad de someter los tejidos a digestión enzimática.
Muestreando un miembro y sometiendo a congelamiento-
descongelamiento el tejido muscular es posible obtener una cantidad de
líquido tisular suficiente para hacer el diagnóstico.

5. La combinación de métodos parasitológicos y serológicos en


ensayos sobre infectividad, permite obtener datos no sólo sobre la presencia
del parásito sino también sobre la relación hospedador-parásito, a través de
la detección de anticuerpos, que sirven para confirmar si los parásitos
utilizados tienen algún nivel de infectividad.

6. El aislamiento de larvas de la materia fecal en las ratas de los


ensayos, fue posible gracias a la utilización de tamices seriados de porosidad
decreciente.
La eficiencia de los mismos permite aconsejar su utilización para aislar
larvas de T. spiralis luego de la digestión enzimática de alimentos con alto
contenido e n almidones u otras sustancias, que pueden dificultar la
visualización de las larvas, como es el caso de los embutidos de preparación
industrial.

7. La materia fecal de ratas infectadas con larvas de T. spiralis, no


constituye una fuente de infección para otros animales que tengan conducta
de coprofagia.
Las larvas aisladas de materia fecal en el día 1 p.i. inoculadas en
ratones susceptibles, no tuvieron capacidad para desarrollar hasta adultos en
el intestino y por ende no hubo larvas recién nacidas ni larvas enquistadas en
los músculos.
Las larvas aisladas de las boñigas conservadas por 3 y por 7 días
tenían características morfológicas y funcionales de menor vitalidad que las
larvas aisladas de las boñigas frescas en el día 1 p.i. El grado de
enrollamiento era menor y no tenían motilidad.
Dado que no se hallaron anticuerpos por la técnica de ELISA en
ninguno de los ratones receptores, es posible concluir en que no hubo
desarrollo de las larvas en el intestino. Los anticuerpos anti- trichinella se
forman en respuesta a la liberación de sustancias antigénicas contenidas en
los gránulos del esticosoma de las formas que componen el ciclo entérico y
61

de las mismas estructuras en las larvas musculares a partir del día 16-17 de
la invasión a las miofibrillas.
La coprofagia no es un medio para el mantenimiento de la infección
por T. spiralis en la colonia de ratas. La presencia de materia fecal de ratas
infectadas en el alimento de otros animales no es un factor de riesgo de
triquinelosis.

8. La ingestión de intestino de ratas infectadas recientemente, que


contenga hembras de T. spiralis en postura de larvas recién nacidas, produce
bajos niveles de infección en los músculos de los animales que lo ingieren.
Dado que los procesos post mortem anulan este modo de transmisión,
el mismo sería más importante fuera de la colonia de ratas, que dentro de
ella, ya que existiría aversión de las ratas a consumir los cuerpos de otras
ratas inmediatamente después de la muerte.
Fuera de la colonia, si la rata cuyo intestino contiene hembras adultas
en larvipostura es objeto de predación, este modo de transmisión es posible y
los niveles de infección serían suficientemente bajos para no ser detectados
por la técnica de digestión enzimática que se utiliza como diagnóstico post
mortem para liberar la carne sin cocción a consumo.
La aplicación de la técnica de ELISA para diagnosticar la enfermedad
en animales provenientes de focos de triquinelosis que se someten a faena
sanitaria, frecuentemente detecta un número mayor de animales positivos
que los detectados por la digestión enzimática. Los niveles bajos de infección
permiten explicar estos resultados. Son necesarios más estudios para
determinar la existencia de otros factores que produzcan niveles bajos de
infección.
9. En ratas, la infección por altas dosis de T. spiralis produce
enfermedad con signos clínicos de afección, que puede disminuir la
capacidad para enfrentar a un oponente o escapar de un predador. El
consumo de carne infectada necesario para alcanzar dosis tan altas, podría
ocurrir en ratas machos dominantes.
La pérdida de reacción, que se observa desde el día 23 p.i., se debe a
la inflamación del tejido muscular que produce dolor y pérdida de función.
Esta condición puede favorecer la predación de la rata que, en ese momento
del ciclo, ya tendría larvas de T. spiralis con capacidad infectante en sus
fibras musculares (7 días p.i. para la llegada de las larvas recién nacidas al
músculo + 16-17 días para que la larva alcance capacidad infectante)

10. La infección de ratas con una cantidad de larvas similar a la que


podría ocurrir en condiciones naturales, no transmite la enfermedad a las
crías por las vías transplacentaria ni transmamaria. No obstante existir en las
madres el estadío infectivo de larvas recién nacidas, este no infectó a las
crías por las vías mencionadas. Incluso en los reportes sobre la posibilidad de
este modo de transmisión, utilizando dosis infectantes muy altas, los niveles
de infección obtenidos en las crías fueron muy bajos, pudiéndose concluir en
que no sería suficiente para mantener la infección en la colonia de ratas en
caso que no ocurriere canibalismo.
62

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74

APENDICE I:

RESULTADOS DE ANALISIS ESTADISTICOS


75

Resultados del Análisis estadístico para determinar el efecto de la dieta sobre el número de larvas de T.
spiralis presente en materia fecal.

OBS GROUP WORMS

1 1 0.845
2 1 0.903
3 1 0.699
4 1 0.845
5 1 0.477
6 1 0.954
7 2 0.000
8 2 0.000
9 2 0.301
10 2 0.301
11 2 0.000
12 2 0.477
13 3 0.000
14 3 0.477
15 3 0.000
16 3 0.301
17 3 0.000
18 3 0.000
19 4 0.954
20 4 0.602
21 4 0.477
22 4 0.845
23 4 0.845
24 4 0.699
25 5 0.000
26 5 0.000
27 5 0.000
28 5 0.000
29 5 0.000
30 5 0.000
31 6 0.000
32 6 0.000
33 6 0.000
34 6 0.000
35 6 0
36 6 0
76

ANALISIS DE VARIANZA Larvas T. spiralis en MF


2000 LARVAS EN CARNE
Grupo 1 Dieta natural 24H ; Grupo 2 Al. balanceado 24H
Grupo 3 Dieta natural 48H ; Grupo 4 Al. balanceado 48H
Grupo 5 Dieta natural 72H ; Grupo 6 Al. Balanceado 72H

Analysis of Variance Procedure


Class Level Information

Class Levels Values

GROUP 6 1 2 3 4 5 6

Number of observations in data set = 36

Dependent Variable: WORMS


Sum of Mean
Source DF Squares Square F Value Pr > F

Model 5 3.90938956 0.78187791 31.63 0.0001

Error 30 0.74154300 0.02471810

Corrected Total 35 4.65093256

R-Square C.V. Root MSE WORMS Mean

0.840560 51.44444 0.157220 0.30561111

Dependent Variable: WORMS

Source DF Anova SS Mean Square F Value Pr > F

GROUP 5 3.90938956 0.78187791 31.63 0.0001

Ryan-Einot-Gabriel-Welsch Multiple Range Test for variable: WORMS

NOTE: This test controls the type I experimentwise error rate.

Alpha= 0.05 df= 30 MSE= 0.024718

Number of Means 2 3 4 5 6
Critical Range 0.2295119 0.2510638 0.2626698 0.2632914 0.2760979

Means with the same letter are not significantly different.

REGWQ Grouping Mean N GROUP

A 0.7872 6 1

A 0.7370 6 4

B 0.1798 6 2

B 0.1297 6 3

B 0.0000 6 5

B 0.0000 6 6
77

Tukey's Studentized Range (HSD) Test for variable: WORMS

NOTE: This test controls the type I experimentwise error rate, but
generally has a higher type II error rate than REGWQ.

Alpha= 0.05 df= 30 MSE= 0.024718


Critical Value of Studentized Range= 4.302
Minimum Significant Difference= 0.2761

Means with the same letter are not significantly different.

Tukey Grouping Mean N GROUP

A 0.7872 6 1

A 0.7370 6 4

B 0.1798 6 2

B 0.1297 6 3

B 0.0000 6 5

B 0.0000 6 6

Bonferroni (Dunn) T tests for variable: WORMS

NOTE: This test controls the type I experimentwise error rate, but
generally has a higher type II error rate than REGWQ.

Alpha= 0.05 df= 30 MSE= 0.024718


Critical Value of T= 3.19
Minimum Significant Difference= 0.2895

Means with the same letter are not significantly different.

Bon Grouping Mean N GROUP

A 0.7872 6 1

A 0.7370 6 4

B 0.1798 6 2

B 0.1297 6 3

B 0.0000 6 5

B 0.0000 6 6
78

Resultados del Análisis estadístico para determinar el efecto del tipo de material infectivo sobre el número
de larvas de T. spiralis presente en materia fecal.

OBS GROUP WORMS

1 1 1.114
2 1 1.041
3 1 0.954
4 1 1.078
5 1 1.041
6 1 1.114
7 2 1.892
8 2 1.908
9 2 1.964
10 2 1.924
11 2 1.903
12 2 1.959
13 3 0.477
14 3 0.699
15 3 0.000
16 3 0.602
17 3 0.477
18 3 0.778
19 4 1.114
20 4 1.279
21 4 1.041
22 4 1.431
23 4 1.176
24 4 1.415
25 5 0.000
26 5 0.000
27 5 0.000
28 5 0.000
29 5 0.000
30 5 0.000
31 6 0.000
32 6 0.000
33 6 0.000
34 6 0.000
35 6 0.000
36 6 0.000
79

ANALISIS DE VARIANZA Larvas T. spiralis en MF


Grupo 1 Larvas en carne 24H ; Grupo 2 Larvas en suspension 24H
Grupo 3 Larvas en carne 48H ; Grupo 4 Larvas en suspension 48H
Grupo 5 Larvas en carne 72H ; Grupo 6 Larvas en suspension 72H
Analysis of Variance Procedure
Class Level Information

Class Levels Values

GROUP 6 1 2 3 4 5 6

Number of observations in data set = 36

Dependent Variable: WORMS


Sum of Mean
Source DF Squares Square F Value Pr > F

Model 5 17.36127147 3.47225429 196.94 0.0001

Error 30 0.52892283 0.01763076

Corrected Total 35 17.89019431

R-Square C.V. Root MSE WORMS Mean

0.970435 16.84265 0.132781 0.78836111

Dependent Variable: WORMS

Source DF Anova SS Mean Square F Value Pr > F

GROUP 5 17.36127147 3.47225429 196.94 0.0001

Ryan-Einot-Gabriel-Welsch Multiple Range Test for variable: WORMS

NOTE: This test controls the type I experimentwise error rate.

Alpha= 0.05 df= 30 MSE= 0.017631

Number of Means 2 3 4 5 6
Critical Range 0.1938355 0.2120372 0.2218391 0.2223641 0.2331799

Means with the same letter are not significantly different.

REGWQ Grouping Mean N GROUP

A 1.9250 6 2

B 1.2427 6 4

B 1.0570 6 1

C 0.5055 6 3

D 0.0000 6 5

D 0.0000 6 6
80

Bonferroni (Dunn) T tests for variable: WORMS

NOTE: This test controls the type I experimentwise error rate, but
generally has a higher type II error rate than REGWQ.

Alpha= 0.05 df= 30 MSE= 0.017631


Critical Value of T= 3.19
Minimum Significant Difference= 0.2445

Means with the same letter are not significantly different.

Bon Grouping Mean N GROUP

A 1.9250 6 2

B 1.2427 6 4

B 1.0570 6 1

C 0.5055 6 3

D 0.0000 6 5

D 0.0000 6 6

Tukey's Studentized Range (HSD) Test for variable: WORMS

NOTE: This test controls the type I experimentwise error rate, but
generally has a higher type II error rate than REGWQ.

Alpha= 0.05 df= 30 MSE= 0.017631


Critical Value of Studentized Range= 4.302
Minimum Significant Difference= 0.2332

Means with the same letter are not significantly different.

Tukey Grouping Mean N GROUP

A 1.9250 6 2

B 1.2427 6 4

B 1.0570 6 1

C 0.5055 6 3

D 0.0000 6 5

D 0.0000 6 6
81

Resultados del Análisis estadístico para determinar el efecto de la dosis infectiva sobre el número de larvas
de T. spiralis presente en materia fecal.

OBS GROUP WORMS

1 1 1.114
2 1 1.041
3 1 1.000
4 1 1.146
5 1 1.041
6 1 1.041
7 2 1.322
8 2 1.079
9 2 0.954
10 2 1.230
11 2 1.041
12 2 1.176
13 3 1.079
14 3 1.000
15 3 1.146
16 3 1.114
17 3 1.176
18 3 1.041
19 4 0.000
20 4 0.000
21 4 0.301
22 4 0.000
23 4 0.477
24 4 0.000
25 5 0.477
26 5 0.000
27 5 0.000
28 5 0.301
29 5 0.000
30 5 0.000
31 6 0.301
32 6 0.000
33 6 0.602
34 6 0.000
35 6 0
36 6 0
37 7 0
38 7 0
39 7 0
40 7 0
41 7 0
42 7 0
43 8 0
44 8 0
45 8 0
46 8 0
47 8 0
48 8 0
49 9 0
50 9 0
51 9 0
52 9 0
53 9 0
54 9 0
82

ANALISIS DE VARIANZA Larvas T. spiralis en MF


Grupo 1 Carne 2000 lar. 24H ; Grupo 2 Carne 5000 lar. 24H
Grupo 3 Carne 10000 lar. 24H ; Grupo 4 Carne 2000 lar. 48H
Grupo 5 Carne 5000 lar. 48H; Grupo 6 Carne 10000 lar. 48H
Grupo 7 Carne 2000 lar. 72H; Grupo 8 Carne 5000 lar. 72H
Grupo 9 Carne 10000 lar. 72H

Analysis of Variance Procedure


Class Level Information

Class Levels Values

GROUP 9 1 2 3 4 5 6 7 8 9

Number of observations in data set = 54

Dependent Variable: WORMS


Sum of Mean
Source DF Squares Square F Value Pr > F

Model 8 12.87616767 1.60952096 82.44 0.0001

Error 45 0.87859367 0.01952430

Corrected Total 53 13.75476133

Dependent Variable: WORMS

R-Square C.V. Root MSE WORMS Mean

0.936124 33.98823 0.139729 0.41111111

Source DF Anova SS Mean Square F Value Pr > F

GROUP 8 12.87616767 1.60952096 82.44 0.0001

Ryan-Einot-Gabriel-Welsch Multiple Range Test for variable: WORMS

NOTE: This test controls the type I experimentwise error rate.

Alpha= 0.05 df= 45 MSE= 0.019524

Number of Means 2 3 4 5
Critical Range 0.2130357 0.2313007 0.24125 0.2479448

Number of Means 6 7 8 9
Critical Range 0.2529345 0.2568593 0.2563507 0.2627675

Means with the same letter are not significantly different.

REGWQ Grouping Mean N GROUP

A 1.1337 6 2

A 1.0927 6 3

A 1.0638 6 1

B 0.1505 6 6

B 0.1297 6 5

B 0.1297 6 4

B 0.0000 6 7

B 0.0000 6 8

B 0.0000 6 9
83

Bonferroni (Dunn) T tests for variable: WORMS

NOTE: This test controls the type I experimentwise error rate, but
generally has a higher type II error rate than REGWQ.

Alpha= 0.05 df= 45 MSE= 0.019524


Critical Value of T= 3.41
Minimum Significant Difference= 0.2749

Means with the same letter are not significantly different.

Bon Grouping Mean N GROUP

A 1.1337 6 2

A 1.0927 6 3

A 1.0638 6 1

B 0.1505 6 6

B 0.1297 6 5

B 0.1297 6 4

B 0.0000 6 7

B 0.0000 6 8

B 0.0000 6 9

Tukey's Studentized Range (HSD) Test for variable: WORMS

NOTE: This test controls the type I experimentwise error rate, but
generally has a higher type II error rate than REGWQ.

Alpha= 0.05 df= 45 MSE= 0.019524


Critical Value of Studentized Range= 4.606
Minimum Significant Difference= 0.2628

Means with the same letter are not significantly different.

Tukey Grouping Mean N GROUP

A 1.1337 6 2

A 1.0927 6 3

A 1.0638 6 1

B 0.1505 6 6

B 0.1297 6 5

B 0.1297 6 4

B 0.0000 6 7

B 0.0000 6 8

B 0.0000 6 9
84

Anális is estadístico de los datos de digestión enzimática de los ratones receptores.


ANALISIS DE VARIANZA Infectividad de Larvas T. spiralis en MF
Grupo 1 Larvas de Digestion ; Grupo 2 Larvas de MF 24H PI
Grupo 3 Larvas de MF conservadas 3 dias ; Grupo 4 Larvas MF conservadas 7 dias
Resultados de Digestion enzimatica

OBS GROUP WORMS

1 1 1.633
2 1 1.724
3 1 1.690
4 1 1.556
5 1 1.672
6 1 1.447
7 2 0.000
8 2 0.000
9 2 0.000
10 2 0.000
11 2 0.000
12 2 0.000
13 3 0.000
14 3 0.000
15 3 0
16 3 0
17 3 0
18 3 0
19 4 0
20 4 0
21 4 0
22 4 0
23 4 0
24 4 0
85

Analysis of Variance Procedure


Class Level Information

Class Levels Values

GROUP 4 1 2 3 4

Number of observations in data set = 24

Dependent Variable: WORMS


Sum of Mean
Source DF Squares Square F Value Pr > F

Model 3 11.81466050 3.93822017 1497.04 0.0001

Error 20 0.05261333 0.00263067

Corrected Total 23 11.86727383

R-Square C.V. Root MSE WORMS Mean

0.995567 12.66160 0.051290 0.40508333

Dependent Variable: WORMS

Source DF Anova SS Mean Square F Value Pr > F

GROUP 3 11.81466050 3.93822017 1497.04 0.0001

Ryan-Einot-Gabriel-Welsch Multiple Range Test for variable: WORMS

NOTE: This test controls the type I experimentwise error rate.

Alpha= 0.05 df= 20 MSE= 0.002631

Number of Means 2 3 4
Critical Range 0.071575 0.0749186 0.082883

Means with the same letter are not significantly different.

REGWQ Grouping Mean N GROUP

A 1.6203 6 1

B 0.0000 6 2

B 0.0000 6 3
86

Análisis estadístico de los datos de densidad óptica de los ratones receptores.


ANALISIS DE VARIANZA Infectividad de Larvas T. spiralis en MF
Grupo 1 Larvas de Digestion ; Grupo 2 Larvas de MF 24H PI
Grupo 3 Larvas de MF conservadas 3 dias ; Grupo 4 Larvas MF conservadas 7 dias

OBS GROUP WORMS

1 1 0.941
2 1 1.323
3 1 1.221
4 1 1.115
5 1 0.892
6 1 1.007
7 2 0.022
8 2 0.045
9 2 0.027
10 2 0.033
11 2 0.017
12 2 0.008
13 3 0.018
14 3 0.010
15 3 0.025
16 3 0.052
17 3 0.002
18 3 0.031
19 4 0.066
20 4 0.030
21 4 0.011
22 4 0.029
23 4 0.006
24 4 0.012
87

Analysis of Variance Procedure


Class Level Information

Class Levels Values

GROUP 4 1 2 3 4

Number of observations in data set = 24

Dependent Variable: WORMS


Sum of Mean
Source DF Squares Square F Value Pr > F

Model 3 5.04192546 1.68064182 231.96 0.0001

Error 20 0.14490750 0.00724538

Corrected Total 23 5.18683296

R-Square C.V. Root MSE WORMS Mean

0.972062 29.42351 0.085120 0.28929167

Dependent Variable: WORMS

Source DF Anova SS Mean Square F Value Pr > F

GROUP 3 5.04192546 1.68064182 231.96 0.0001

Ryan-Einot-Gabriel-Welsch Multiple Range Test for variable: WORMS

NOTE: This test controls the type I experimentwise error rate.

Alpha= 0.05 df= 20 MSE= 0.007245

Number of Means 2 3 4
Critical Range 0.1187843 0.1243332 0.1375508

Means with the same letter are not significantly different.

Analysis of Variance Procedure

REGWQ Grouping Mean N GROUP

A 1.0832 6 1

B 0.0257 6 4

B 0.0253 6 2

B 0.0230 6 3
88

ANALISIS DE VARIANZA Transmision congenita y transmamaria.


Grupo 1 inoculacion dia 7 de apareamiento; Grupo 2 inoculacion dia del parto; Grupo 3
no inoculadas
DIGESTION ENZIMATICA DE LAS RATAS MADRES

OBS GROUP DE

1 1 2.340
2 1 2.342
3 1 2.316
4 1 2.305
5 1 2.314
6 1 2.365
7 1 2.352
8 2 2.324
9 2 2.369
10 2 2.380
11 2 2.391
12 2 2.312
13 2 2.346
14 2 2.316
15 2 2.338
16 3 0.000
17 3 0.000
18 3 0.000
19 3 0.000
20 3 0.000
21 3 0.000
22 3 0.000
89

General Linear Models Procedure


Class Level Information

Class Levels Values

GROUP 3 1 2 3

Number of observations in data set = 22

Dependent Variable: DE
Sum of Mean
Source DF Squares Square F Value Pr > F

Model 2 26.14912610 13.07456305 26845.08 0.0001

Error 19 0.00925371 0.00048704

Corrected Total 21 26.15837982

R-Square C.V. Root MSE DE Mean

0.999646 1.382844 0.022069 1.59590909

Dependent Variable: DE

Source DF Type I SS Mean Square F Value Pr > F

GROUP 2 26.14912610 13.07456305 26845.08 0.0001

Source DF Type III SS Mean Square F Value Pr > F

GROUP 2 26.14912610 13.07456305 26845.08 0.0001

Ryan-Einot-Gabriel-Welsch Multiple Range Test for variable: DE

NOTE: This test controls the type I experimentwise error rate.

Alpha= 0.05 df= 19 MSE= 0.000487


WARNING: Cell sizes are not equal.
Harmonic Mean of cell sizes= 7.304348

Number of Means 2 3
Critical Range 0.0241702 0.029337

Means with the same letter are not significantly different.

REGWQ Grouping Mean N GROUP

A 2.3470 8 2

A 2.3334 7 1

B 0.0000 7 3
90

ANALISIS DE VARIANZA Transmision congenita y transmamaria.


Grupo 1 inoculacion dia 7 de apareamiento; Grupo 2 inoculacion dia del parto; Grupo 3
no inoculadas
DENSIDAD OPTICA DE LAS RATAS MADRES

OBS GROUP DO

1 1 0.941
2 1 1.546
3 1 0.873
4 1 1.102
5 1 1.435
6 1 1.033
7 1 0.786
8 2 1.112
9 2 0.988
10 2 0.635
11 2 0.873
12 2 1.007
13 2 1.232
14 2 1.107
15 2 0.680
16 3 0.014
17 3 0.032
18 3 0.021
19 3 0.052
20 3 0.031
21 3 0.023
22 3 0.013
91

General Linear Models Procedure


Class Level Information

Class Levels Values

GROUP 3 1 2 3

Number of observations in data set = 22

Dependent Variable: DO
Sum of Mean
Source DF Squares Square F Value Pr > F

Model 2 4.82368263 2.41184131 56.92 0.0001

Error 19 0.80510464 0.04237393

Corrected Total 21 5.62878727

R-Square C.V. Root MSE DO Mean

0.856967 29.14962 0.205849 0.70618182

General Linear Models Procedure

Dependent Variable: DO

Source DF Type I SS Mean Square F Value Pr > F

GROUP 2 4.82368263 2.41184131 56.92 0.0001

Source DF Type III SS Mean Square F Value Pr > F

GROUP 2 4.82368263 2.41184131 56.92 0.0001

General Linear Models Procedure

Ryan-Einot-Gabriel-Welsch Multiple Range Test for variable: DO

NOTE: This test controls the type I experimentwise error rate.

Alpha= 0.05 df= 19 MSE= 0.042374


WARNING: Cell sizes are not equal.
Harmonic Mean of cell sizes= 7.304348

Number of Means 2 3
Critical Range 0.2254493 0.2736429

Means with the same letter are not significantly different.

REGWQ Grouping Mean N GROUP

A 1.102 7 1

A 0.954 8 2

B 0.027 7 3
92

APENDICE II: FOTOS


93

Foto 1: Jaula para ratas de 40X50X40 cm con piso enrejado

Foto 2: Jaulas para ratones


94

Foto 3: Actividad normal: las ratas prestan atención al ambiente


en el momento de la observación de los signos clínicos.

Foto 4: Estado febril: La rata permanece echada, con el pelo erizado,


ojos entrecerrados, ajena al ambiente
95

Foto 5: Edema palpebral: Observado en algunas ratas inoculadas con 5000 y


con 10000 larvas de T. spiralis

Foto 6: Reacción disminuida: cuando la rata es depositada de lado en el piso


de la jaula, no se incorpora rápidamente.
96

Foto 7: Caja de acero inoxidable con viruta dentro de la jaula de piso enrejado
Durante los primeros 10 días la rata solamente deja el nido
para alimentarse y no lleva comida al mismo.

Foto 8. Cuando las crías crecen, la rata pasa más tiempo fuera del nido
y lleva comida al mismo para que las crías se familiaricen con sus caracteres.
Podría llevar carne?
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Foto 9: Digestión enzimática de los músculos sobre agitadores


magnéticos calefaccionados.

Foto 10: Sedimentación en ampollas Squibb luego de la digestión enzimática.


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Foto 11. Sedimentación en tubos cónicos previa a la visualización


microscópica. Pueden verse las cámaras acrílicas para conteo.

Foto 12. Larvas musculares de T. spiralis obtenidas por digestión enzimática.

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