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Informes de la Construcción

Vol. 65, 529, 41-54,


enero-marzo 2013
ISSN: 0020-0883
eISSN: 1988-3234
doi: 10.3989/ic.11.114

Las curvas tensión-deformación de


hormigones ensayados bajo compresión
uniaxial monotónica: una revisión sistemática
Stress-strain curves of concrete under monotonic uniaxial
compression: a systematic review
F. Salguero(*), S. Romero(*), S. G. Melgar(*), F. Prat(*), F. Moreno(*)

RESUMEN SUMMARY

La existencia de más de una treintena de The existence of more than thirty differ-
expresiones matemáticas distintas que ent mathematical expressions that claims
pretenden representar la evolución ten- to represent the stress-strain relationship
so-deformacional de una probeta de hor- of a concrete specimen under monotonic
migón sometida a compresión uniaxial and uniaxial compression (including
monotónica (incluidas las propuestas those proposed in the official regulations
en las normativas oficiales de los distin- of different countries that have regulated
tos países que tienen regulado por ley by law the use of concrete as structural
el empleo del hormigón como material material), seems to require an addi-
estructural), parece requerir un esfuerzo tional effort in formulating a universally
adicional a la hora de formular una expre- accepted equation.
sión universalmente aceptada.
As a first step toward that goal, in this
Como primer paso hacia ese objetivo, en paper we show and analyze system-
este trabajo se muestran y analizan de atically the different dynasties of equa-
manera sistemática las distintas dinastías tions that have been published, since
de ecuaciones publicadas, desde las pri- the first proposals of Ritter and Bach
meras propuestas de Ritter y Bach (1897- (1897-1899), through the, more or less
1899), pasando por los truncamientos complicated, polynomial truncations of
polinómicos más o menos complejos the Smith and Young’s equation (1956),
de la ecuación de Smith y Young (1956), continuing with the contributions based
hasta las aportaciones basadas en dis- on statistical distributions of the damage
tribuciones estadísticas del modelo de model, and concluding with the analysis
daño, concluyendo con el análisis del of the approach to the issue by the suc-
tratamiento dado a la cuestión por las cessive versions of the Model Code and
distintas versiones del Código Modelo y the Spanish Structural Concrete Instruc-
la Instrucción de Hormigón Estructural tion (EHE-08).
española (EHE-08).
451-17
Palabras clave: Hormigón estructural; curvas Keywords: Structural concrete; stress-strain
tensión-deformación; revisión bibliográfica; curves; literature review; modelling.
modelado.

* Universidad de Huelva, (España).


( )
Recibido/Received: 27 oct 2011
Persona de contacto/Corresponding author: salguero@uhu.es (F. Salguero). Aceptado/Accepted: 22 apr 2012
F. Salguero, S. Romero, S. G. Melgar, F. Prat, F. Moreno

1.  LAS PRIMERAS PROPUESTAS representación más empleada actualmente


tendríamos [3]:
Karl Wilhelm Ritter [3] σ = Kε n
Podría decirse que el accidente que se pro- con K = α-1/m y n = 1/m. Los resultados obte-
dujo el 28 de agosto de 1901, en el que nidos por los ensayos de Bach (expresados
se derrumbó el edificio en construcción en kp/cm2), arrojaban unos valores medios
para el Hotel zum Bären en Basilea, cau- de α = 1/315000 y m = 1,15, lo que en tér-
sando la muerte de varios de los obreros minos actuales supondría σ = 60414,28ε0,87
que se encontraban trabajando en la obra,
marcó un antes y un después en la todavía 2.  LA PROPUESTA DE SMITH Y YOUNG
incipiente investigación sobre el hormigón
armado. Inmediatamente a la catástrofe, La propuesta de Smith y Young merece un
siguió una amplia y agria controversia en apartado exclusivo, por ser la más citada de
contra del nuevo material en la prensa sui- entre todas las ecuaciones enunciadas so-
za de la época, realizada, entre otros, por bre el comportamiento tenso-deformacio-
J. Rosshändler (1), a la sazón, ingeniero de nal del hormigón. En un primer artículo de
una empresa de construcción de estructu- 1955, Smith y Young (8), diseñan un cálculo
ras metálicas, que ataca violentamente al en flexión basado en la ecuación de Bach,
sistema Hennebique (2). proponiendo que el valor del exponente n
debe ser proporcional a la resistencia últi-
El debate finalmente se tranquilizará gra- ma a compresión del hormigón. Inmedia-
cias a la intervención de dos profesores del tamente después, abandonan la ecuación
Eidgenössische Technische Hochschule, de Bach en su artículo (9) de 1956 para
(archiconocido como ETH de Zúrich), Karl proponer una función exponencial en los
Wilhelm Ritter y François Schüle, expertos siguientes términos: encontraron que la re-
llamados al rescate del hormigón armado lación tenso-deformacional [4]:
por las autoridades políticas.
[4] σ = ε Me−Nε
Ritter, profesor de estática gráfica y de se ajustaba bastante bien a los resultados de
construcción de puentes en el ETH, fue los ensayos de rotura de probetas cilíndri-
uno de los primeros en profundizar en el cas que presentaban un decrecimiento de
control científico del hormigón armado, la tensión más allá de la tensión máxima.
proponiendo en 1899, en la revista Schwei- Los valores de M y de N serían constantes
zerische Bauzeitung (3) una ley de tipo ex- evaluadas en términos de las propiedades
ponencial para la curva de deformación del del hormigón, imponiendo las siguientes
hormigón. condiciones de contorno [5]:

La ecuación propuesta por Ritter se escribía [5] σ = f ' c ⇔ ε = ε 0; =0
dε ε=ε 0
[1]:
σ = f 'c ( 1 − e−1000ε ) siendo ε0 la deformación experimentada
[1]
por el hormigón en el punto de tensión
donde f'c representa la tensión máxima al- máxima.
canzada en el ensayo de rotura a compre-
sión de la probeta de hormigón. Tras imponer dichas condiciones de contor-
no la ecuación [4] se transformaba en [6]:
La ecuación de Bach  ε 
[6] f 'c  1− ε 
La otra ecuación propuesta en los primeros σ = ε ε ⋅e  0

0
años de investigación científica del hormi-
gón en la que nos detendremos correspon- Para que la revisión de las ecuaciones sea
de con la ecuación, propuesta por Julius sistemática, los autores han elaborado, cu-
Carl Von Bach en 1897, de la que da cuenta rado y ensayado a compresión una amasa-
Emil Mörsch en su Der Betoneisenbau (4) da modelo de hormigón de valores “me-
cuando dice: “las curvas de deformación dios”. Del ensayo se ha obtenido una curva
encontradas por Bach son tan regulares que patrón con la que compararemos las ecua-
pueden ser representadas por una ecuación ciones propuestas en la bibliografía para es-
exponencial”, se escribía [2]: timar su mayor o menor grado de ajuste con
[2] ε = ασ m los resultados experimentales obtenidos al
ensayar dicha probeta modelo. El método
donde ε es la deformación por unidad de de evaluación de la bondad del ajuste se
longitud o “deformación relativa”, σ es la basará en el cálculo de los estimadores SSE
tensión aplicada o fuerza por unidad de su- (suma de los errores cuadráticos), R2 (coefi-
perficie y α y m son constantes que depen- ciente de determinación) y RMSE (raíz del
den de las propiedades del material. En la error cuadrático medio).

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Las curvas tensión-deformación de hormigones ensayados bajo compresión uniaxial monotónica: una revisión sistemática

Stress-strain curves of concrete under monotonic uniaxial compression: a systematic review

Cuando hablamos de hormigón de valores mos el factor ½ del término (ε/ε0)2 y sustitui- 1.  Comprobación entre los datos
medios, nos referimos a que en el diseño mos el valor de e = 2,71828... por 2. experimentales de la probeta M1
y la ecuación propuesta por De-
de su dosificación se ha empleado la media
sayi y Krishnan.
de los valores extremos permitidos o seña- La ecuación de Desayi y Krishnan goza,
lados por la norma EHE-08. Así, la dosifi- lógicamente, de similares propiedades que 2. Comprobación entre los da-
cación de la mezcla resultó compuesta de la propuesta por Smith y Young y, aunque tos experimentales de la probeta
M1 y la ecuación propuesta por
375 kg/m3 de EN 197-1 CEM I 52.5 R, una en la parte ascendente de la curva parece Saenz.
relación agua/cemento de 0,44, 925,76 adaptarse mejor a los datos experimentales
kg/m3 de AG-4/16-R-S y 995,71 kg/m3 de que la de Smith y Young, en términos gene-
AF-0/4-R-S más la adición de un 1,25% rales se adapta tan mal que incluso muestra
en peso del cemento del superfluidificante un valor de R2 negativo (Figura 1).
GLENIUM AC-30.

3. MODELOS BASADOS EN
FUNCIONES RACIONALES

A partir de los años sesenta del siglo pa-


sado, comienzan a aparecer una gran can-
tidad de propuestas basadas en funciones
racionales del tipo [7]:
P (ε )
[7] σ =
Q( ε )
donde P(ε) y Q(ε) son polinomios de diver-
sos grados de la deformación relativa ε.

Si seguimos a Yip (10), ello es debido a que


las diversas dinastías de propuestas basadas
1
en funciones racionales no son más que
aproximaciones a la propuesta de Smith y Saenz
Young revisada en el epígrafe anterior. En
efecto, si desarrollamos en serie de poten- También en 1964, Saenz (12) introduce la
cias [6] obtenemos [8]: siguiente ecuación:
ef 'c ε Kε
σ = σ =
  ε  1  ε  2 1  ε 3   Kε0  ε   ε 
2
[8] ε 0 1 +   +   +   +... [11] 1 +  ' − 2   +  
  ε0  2  ε0  6  ε0     fc  ε 0   ε 0 
de donde, a veces directamente mediante es decir, comparándola con el desarrollo en
truncamientos, y otras mediante trunca- serie de [8], rescata el término de la primera
mientos y algunas manipulaciones y aña­ potencia de (ε/ε0) que habían eliminado De-
diduras algebraicas irían surgiendo las sayi y Krishnan, ponderándolo con el factor
diversas propuestas que revisaremos a con- (Kε0/f'c)-2 e introduciendo la constante [12]:
tinuación.
ef 'c
[12] K =
Desayi y Krishnan
ε0
Los efectos de tales manipulaciones se
El caso más paradigmático de truncamiento muestran en la Figura 2, resultando un valor
descrito es la propuesta de 1964 de Desayi de K = 10550 MPa.
y Krishnan (11), [9]:

σ= 2
[9] ε 
1+  
 ε0 
donde se dice de K que es una constante
(el módulo de elasticidad tangente inicial)
tal que K = 2f'c/ε0, de modo que [9] se rees-
cribiría [10]:
2fc'ε
σ =
[10]  ε 
2

ε 0 1 +   
  ε0  

que, como puede observarse, coincide con


[9] si truncamos la primera potencia de
(ε/ε0) y las de orden superior a dos, elimina- 2

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3.  Comprobación entre los datos Generalizaciones de la ecuación de Desa- 3

[17] β =  fc  +1,55
'
experimentales de la probeta M1 yi y Krishnan: Tulin y Gerstle, Popovics y (
ε0= C2 f c' +168 ⋅10 -5 )
y la ecuación propuesta por Tsai. Carreira y Chu  C1 
lo que arroja unos valores de C1  =  36,69
Con Tulin y Gerstle (13) aparece, en 1964, MPa y C2 = 0,345 MPa.
la primera “generalización” de la ecuación
de Desayi y Krishnan, en el sentido de que Alexander
el exponente cuadrático de (ε/ε0) pasa a ser
un exponente genérico –n– que, junto con La ecuación de Alexander (16) de 1965
la aparición de una constante adicional, puede considerarse una variante de la de
permite dotar de mayor flexibilidad a la Saez de 1964. En efecto: la ecuación de
ecuación de Desayi y Krishnan para adap- Saez [10] se escribía [18]:
tarse a distintas circunstancias de materiales
o métodos. La ecuación propuesta era [13]: Kε
[18]
σ = 2
 Kε  ε   ε 
K 1ε 1 +  ' 0 − 2    + 
[13] σ = n  fc  ε0  ε 0 
ε 
K2 +   mientras que la ecuación propuesta por
 ε0 
Alexander es [19]:
Por su parte, Popovics (14) –saltamos ahora K 1ε
hasta el año 1972– se da cuenta que la fun- [19] σ= −K 4 ε
K 2 + ( ε +K 3 )
2
ción propuesta por Tulin y Gerstle presenta
un máximo en ε = ε0 si K2 = n−1, lo que le Identificando términos, vemos claramente
lleva a proponer la variante [14]: que la ecuación de Alexander coincide con la
ε de Saenz haciendo K1 = Kε02, K3 = (Kε02/2f'c)-ε0
nfc'
ε0 y K2 = ε02–K32, más el monomio –K4ε.
[14] σ = n
ε 
n −1 +  Utilizando técnicas de ajuste de curvas, he-
 ε0  mos podido determinar los valores de las
introduciendo, como novedad, que n y constantes de la ecuación de Alexander
ε0 puedan ser expresados como función para mejorar un poco el ajuste que propor-
aproximada de la resistencia máxima del cionaba la ecuación de Saenz. Los valores
hormigón –f'c–, mediante las fórmulas [15]: encontrados son: K1 = 0,067, K2 = 1,8∙10−6,
K3 = −0,0011 y K4 = 1656.
[15] n = K 1 fc ' + 1 ε 0 = K 2 4 f c'
Por último, la función propuesta en 1985 Tsai
por Carreira y Chu (15), es idéntica a la de
Popovics [16]: Según sus propias palabras (17), la ecua-
β f εε
c
' ción propuesta por Tsai en 1988 puede ser
σ = 0 considerada como una generalización de la
[16] β
ε  de Popovics y de la de Saenz. Su expresión
β − 1+   es la siguiente: [20]
 ε0 
ε 
con la diferencia de que el exponente β y Kf c'  
el valor de ε0 vendrían ahora determinados [20] σ =  ε0 
n
por las fórmulas [17]: ε 
 
 n  ε   ε0 
1+ K −   +
 n − 1   ε 0  n −1

En efecto, haciendo K=n/n-1, la ecuación


[20] deviene en la de Popovics [13]. Por
otro lado, si n = 2, se transforma en la de
Saenz [12].

Siguiendo a Popovics, Tsai hace depender


los parámetros K y n de la resistencia última
del hormigón –f'c– según las fórmulas [21]:
17,9 fc'
[21] K =1+ n= −1,85 >1
fc' 6,68
Utilizando estas fórmulas, nuestra probeta
de hormigón medio M1 arrojaba unos va-
lores de K = 1,358 y n = 5,644, con lo que
se obtiene un ajuste peor al que se logra
3 si actualizamos dichos parámetros a nues-

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tro hormigón actual tomando K  =  1,08 y


n = 3,747. Con estos valores se ha trazado
la curva de la Figura 3, mostrándose en la
misma el resultado del ajuste.

Primer modelo disociado: la ecuación de


Wang, Shah y Naaman

Partiendo de la propuesta de la tesis docto-


ral de 1971 de Sargin (18) correspondiente
a ecuaciones ya estudiadas del tipo [22]:
AX + BX 2
[22] Y= 2
1+ CX + DX
donde Y = σ/f'c, X = ε/ε0 y A, B, C y D son
constantes, merece una especial atención,
la reinterpretación de 1978 de Wang, Shah
4
y Naa-man (19), porque es la primera vez
que se proponen dos ecuaciones o, más Para la determinación de los parámetros K2 4. Comprobación entre los da-
bien, dos variantes de la misma ecuación, y K3 de la versión descendente de [25], las tos experimentales de la probeta
distintas en función de si modelan la parte condiciones impuestas son [27]: M1 y la ecuación propuesta por
Wang, Shah y Naaman.
ascendente o la descendente de la curva.
En efecto: los autores afirman que la exac- [27] σ = fi ⇔ ε = ε i σ = f2i ⇔ ε = ε 0
titud de la ecuación [22] se mejora mucho
cuando A, B, C y D toman valores distintos donde fi y εi son, respectivamente, la tensión
según evalúen la parte ascendente o des- y la deformación del punto de inflexión y f2i
cendente de la curva. y ε2i se refieren a un punto arbitrariamente
elegido tal que: ε2i−εi  = εi−ε0 (Figura 4). Así
En función de los parámetros típicos que se obtiene un ajuste aceptable de la parte
venimos estudiando en esta revisión biblio- descendente para los valores de K2 = 0,132
gráfica, [22] puede reescribirse como [23]: y K3 = −1,996.
 ε  ε  
2

fc' K 1   + K 2    Mediante este enfoque se pueden obtener


  ε 0   ε 0   dos expresiones parciales que se ajustan
[23] σ =
ε  ε 
2 bastante bien, cada una a una parte de la
1 + K 3   +K 4   curva experimental, mediante el conoci-
ε
 0 ε 0  miento de cuatro puntos clave, a saber:
Tanto para la parte ascendente como para tensión y deformación en el máximo de la
la descendente, imponen las siguientes curva, tensión y deformación para 0,45fc'
con­diciones de contorno [24]: –o bien el denominado módulo de elasti-
dσ cidad secante (Ec) en ese punto– tensión y
[24] σ = fc' ⇔ ε = ε 0 = 0⇔ ε =ε0 deformación en el punto de inflexión y, por

último, tensión y deformación en un punto
lo que obliga a que K1  =  (K2+2K3)/(K4–1) y simétrico del máximo respecto del punto
que K4 = K2+1, por lo que podemos eliminar de inflexión. Los resultados del ajuste se
dos constantes de [23] y reducirla a [25]: muestran en la Figura 4.
 2K 3  K 2ε 2 
fc'  1+ ε +  4. UN MODELO DE DAÑO NO
 K2  ε 0  ESTADÍSTICO BASADO EN
[25] σ =
 ε  ε 
2
 LAS PROPIEDADES MICRO-
ε 0 1+ K 3   + ( K 2 + 1)   
ESTRUCTURALES DEL HORMIGÓN
 ε
 0 ε 0  

Para la determinación de las dos constan- Constituyendo también un modelo disocia-


tes de la parte ascendente se imponen estas do, pero a medio camino entre los basados
otras dos condiciones [26]: en funciones racionales que acabamos de ver
[26] y los basados en distribuciones estadísticas
del modelo de daño, que estudiaremos en el
fc' dσ E c ε 0
σ = 0,45 fc' ⇔ ε = 0,45 = ' ⇔ε =0 apartado siguiente, se encuentra el propuesto
Ec dε fc en 1995 por Pantazopoulou y Mills (20).
donde Ec representa la pendiente de la recta
que pasa por el origen y por el punto de la Así es, pues aunque desglosada ampila-
curva de ordenada igual a 0,45fc' (Figura 4). mente en el artículo –como revisaremos
Con estas condiciones, se obtiene un ajuste más adelante–, la ecuación propuesta por
de la parte ascendente casi perfecto para Pantazopoulou y Mills puede escribirse,
los valores K2 = −0,3508 y K3 = −0,5752. usando la misma notación de variables y

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constantes que venimos utilizando desde el do. Así pues, la función F(r0, εA) se explicita
comienzo en este trabajo, en la siguiente mediante la expresión [33]:
forma [28]: 1
F (r 0, ε A ) =
K 1ε [33]  3ε A 
σ = 1+  3 
[28]  ε  ε − ε lim  
n
V v
1+ K 2  −b lim 
  p cpl 
 αε0
  αε 0 − ε    donde Vp es la fracción volumétrica de pas-
donde, para el caso más general, α, b y n ta de cemento por unidad de volumen de
son parámetros correctores que, para hor- hormigón –los autores dan un valor orienta-
migones de resistencia normal adoptarían tivo de 0,3 para este parámetro– y vcpl es la
los valores α = 1, b = 1, n = 2, con lo que porosidad capilar de la pasta, para la que se
[28] se reduciría a [29]: propone la siguiente fórmula [34]:
K 1ε w0 − 0,3064α ∞
σ = v cpl = 3,22
[29]  ε  ε − ε lim  
2 [34]
1+K2  −   1 + 3,22w0
lim 
 ε0
  ε0 − ε    El valor de εA puede deducirse directa-
Las ecuaciones [28] y [29] se declaran vá- mente del de εv, como hemos visto ante-
lidas sólo para ε  ≥  εlim, donde εlim  =  –εcr/ν, riormente, ya que εA = εv- ε, dándose para
siendo ν el conocido coeficiente de Poisson el valor de εv tres expresiones distintas en
y εcr la deformación de fisuración del hor- función del tramo de la curva considerado
migón a tracción. Para ε < εlim, se propone y del tipo de hormigón –recuérdense las
la siguiente expresión [30]: ecuaciones [28] [29] y [30]–, a saber:
K 1ε
[30] σ = 1.  Para todo tipo de hormigones, antes de
1 + K 3ε
εlim [35]:
que, dado el intrínsecamente pequeño va- [35] ε v = (1 − 2ν )ε
lor de εlim, tiende a la recta σ = K1ε tal como
ε  → 0. 2. Después de εlim –hormigones norma-
les– [36]:
Pero más allá de esta opción metodológica, ε 2

 ε − ε lim 
el artículo de Pantazopoulou y Mills desta- [36] ε v = (1 − 2ν )ε 0  − lim 

ca por la atribución a las constantes K1 y K2  ε 0  ε 0 − ε  
de un significado físico directamente rela-
cionado con las propiedades microestruc- 3.  Después de εlim –hormigones altos– [37]:
turales del hormigón y el progresivo daño
 ε  ε − ε lim  
n
que éste experimentaría al ser deformado. [37] ε v = (1 − 2ν )αε 0  − b 
lim 
 αε 0 αε 0 − ε  
En efecto, en su artículo, parten de la senci-
lla ecuación [31]: Por último, para el valor del módulo de elas-
[31] σ = Ec ε ticidad tangente inicial del hormigón, E0,
Pantazopoulou y Mils, propugnan una espe-
donde Ec , módulo de deformación secante cie de promedio entre el módulo de la pasta,
instantáneo del hormigón, sería una fun- Ep, y el módulo de los áridos, Ea, en función
ción del módulo de elasticidad tangente en de las proporciones de pasta y áridos en el
el origen, E0 , –antes de producirse ninguna hormigón, Vp y Va, respectivamente, y de un
deformación en la probeta y, por tanto, li- factor de corrección, A = 1-5,8DPZ, donde
bre de daño–, del rádio hidráulico medio, DPZ representa la fracción volumétrica de la
r0, que representa por definición el volu- zona de población disminuida, es decir, la
men total de poros dividido entre el área fracción volumétrica de la zona de interfase
de su superficie interna y εA, la deformación que se forma alrededor de los áridos, para la
superficial, definida como εA = εv–ε1, siendo que los autores proponen un valor de orien-
εv  =  ε1+ε2+ε3, es decir, el invariante lineal tativo de 0,099, con lo que se obtiene [38]:
del tensor de deformaciones referido a un 1
sistema de referencia principal. Por tanto, [38] E0 =
Vp Va
la función F(∙) podría considerarse una fun- A +
Ep E a
ción de daño –no basada en consideracio-
nes estadísticas– y tendríamos [32]: Una de las características más reseñables
del modelo de Pantazopoulou y Mills es
[32] σ =E0 F ( r0 , εA )
que, mientras el resto de modelos exami­
La variable r0 estaría afectada por la rela- nados en el presente trabajo, toman como
ción agua/cemento, w, más la fracción de condión de contorno el pico de tensión
aire ocluido, w0  =  w+ac  , el grado último (ε0,f’c), este modelo está basado en las pro-
de hidratación para un hormigón saturado, piedades microestructurales y en la evolu-
α∞  =  1,031w0/(0,194+w0) y cualquier otro vión del daño del módulo de elasticidad
factor que determine la porosidad del sóli- del hormigón, por lo que “predice”, de

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alguna manera dicho pico de tensión, de


manera que, aunque su ajuste es aceptable
en el conjunto de la curva, no acierta a la
hora de modelar la situación de dicho pico
de tensión. Los mejores resultados obteni-
dos se representan en la Figura 5, para los
siguientes valores: A = 0,4244, Vp = 0,4753,
Ep = 13483,24, Va = 0,7393, Ea = 78950,
w0  = 0,5386, ν = 0,25, αε0 = 0,001499,
εlim = 0,0007886, b = 4,197 y n = 2,301.

5. MODELOS BASADOS EN
DISTRIBUCIONES ESTADÍSTICAS
DEL CONCEPTO DEL DAÑO

Originalmente propuesta por Kachanov (21)


en 1956, modificada posteriormente por
Rabotnov (22) y desarrollada sobre todo a
5
partir de los años ochenta del siglo pasado,
la Mecánica del Daño Continuo –CDM– ha 5.  Comprobación entre los datos
sido ampliamente aceptada para simular el Sin embargo, este artículo es de capital im- experimentales de la probeta M1
complejo comportamiento constitutivo de portancia puesto que en él se deduce, por y la ecuación propuesta por Pan-
tazopoulou y Mills.
muchos materiales utilizados en ingeniería. primera vez, la fórmula exponencial –usada
En especial, los modelos basados en una también por Smith y Young con ligeras dife-
variable interna de daño representada por rencias– a través de la teoría estadística de la
una función escalar –daño isótropo–, se ca- resistencia de materiales de Weibull (24) (25).
racterizan por su simplicidad de implemen-
tación y versatilidad. Esta variable de daño Shah y Winter introducen un microelemento
refleja el nivel de deterioro del material a estructural de hormigón, compuesto de una
medida que se va deformando y transforma partícula cilíndrica de árido rodeada por la ma-
las tensiones reales en tensiones efectivas, triz de mortero de cemento con un comporta-
de tal manera que una ecuación general miento perfectamente elástico y perfectamente
que relacione tensiones con deformaciones frágil. Por razones de simplicidad analítica,
puede escribirse en la forma [39]: suponen además que el módulo de elasticidad
σ = Ψ ( ε ) 1 − ω ( ε )  del árido y del mortero es el mismo.
[39]
donde Ψ(ε) representa la respuesta del ma- Sobre esta base, el hormigón podría ser con-
terial no dañado y ω(ε) una función esca- cebido como un material compuesto por un
lar de daño que varía entre 0 –cuando el número muy grande de estas unidades es-
material aún no ha sido tensionado– y 1 tructurales. La resistencia individual de cada
–cuando se produce el colapso de dicho elemento podría determinarse por un ensayo
material–. de rotura, aunque si este ensayo se repitiese
para cada elemento, el valor de la carga de
Las propuestas que presentaremos a conti- rotura no sería siempre exactamente el mis-
nuación, asumen que la función ω(ε) res- mo –debido, por ejemplo, a la variabilidad
ponde a una función de distribución de pro- de la relación d/r en cada elemento–, sino
babilidad –CDF– de ocurrencia del daño de que presentaría cierta dispersión en torno a
las partículas del material y se diferencian un valor medio central. Por tanto, no es po-
en función del tipo de distribución estadís- sible indicar un valor exacto de la carga de
tica elegida para simular la evolución de rotura para el elemento, aunque sí lo sería
dicho daño en función de la deformación indicar una probabilidad definida de rotura
relativa impuesta por el ensayo. para cada valor σ de la tensión aplicada.

Shah y Winter La idea de Shah y Winter fue adoptar la


función de distribución de probabilidad
La ecuación propuesta en 1966 por Shah propuesta en 1939 por Weibull para la re-
y Winter (23) podía considerarse una mera sistencia de las unidades estructurales ele-
generalización de la de Smith y Young [6], mentales de que estaría compuesto el hor-
pues se escribe [40]: migón, de manera que a medida que éste es
cargado, aquellas de dichas unidades que
  K ε − 2 m 
[40] σ = K 1ε exp −  1
 
presenten menor resistencia, romperían en
  K 2   primer lugar, mientras que aquellas con
mayor resistencia continuarían resistiendo
donde K1, K2 y m han de determinarse ex- produciéndose una redistribución de es-
perimentalmente. fuerzos y un proceso de rotura progresivo.

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La función de distribución de Weibull des- del hormigón y que podemos identificar


plazada se puede escribir en la siguiente con el proceso de daño presentado en la
forma [41]: introducción a estos apartados mediante la
  x − x m  ecuación [45]:
[41] F ( x ,m ,x 0 ,x a ) = 1− exp  −  a
 
  x 0   [45] Atr ( ε ) = 1 − G ( ε )

por lo que si, como suponen Shah y Winter, donde la función G(ε) = exp[−ε2/2ε02] es la
el comportamiento de los microelementos función Gaussiana convencional para va-
es linealmente elástico hasta su rotura frágil, lores positivos, también conocida como
en [40], hacemos Ψ(ε) = K1ε e identificamos distribución seminormal. El proceso de ra-
la función de daño ω(ε) con la función de zonamiento era como sigue:
distribución de Weibull, obtenemos [42]:
[42] Blechman parte de la extraordinaria simili-
    ε − x m      ε − x m  tud que observa entre la función de densi-
σ = K 1ε  1−  1 − exp  −  a
    = K 1ε exp  − a
  dad de probabilidad de Lord Rayleigh [46]:
    x 0       x 0  
  
x − x 2 
En la formulación definitiva de Shah y Win- [46] f ( x ;d ) = 2
exp  2 
d  2d 
ter, se modifica un tanto la expresión anterior
(entendemos que para que se cumplan algu- y la parte ascendente de la curva tensión-
nas condiciones de contorno que no especi- deformación del hormigón. En términos de
fican), quedando finalmente en la forma [43]: tensiones y deformaciones tendríamos [47]:
  K ε − 2 m   −ε 2 
[43] σ = K 1ε exp −  1
  [47] σ = Kε exp  2 
  K 2    2d 
El mejor ajuste se obtuvo para los valores Imponiendo [48],
K1 = 63690, K2 = 112,4 y m = 1,185. dσ
[48] ε =ε 0 =0

Las ecuaciones de Blechman
se obtiene d = ε0 y la ecuación [47] se rees-
La serie de tres artículos, (26) (27) y (28), cribe ahora [49]:
que publicó Blechman entre 1988 y 1989,  −ε 2 
destaca, más que por las ecuaciones pro- [49] σ = Kε exp  2 
 2ε 0 
puestas, por sus consideraciones teóricas
sobre el proceso de rotura del hormigón en La ecuación [49] sería válida si la atrofia del
el ensayo de compresión unaxial. material se manifestase desde el principio,
es decir, desde ε = 0. Sin embargo, Blech-
En efecto: en primer lugar, parte de la firme man mantiene que existe un intervalo, entre
convicción de que el intento de encontrar 0 y εa en el que el comportamiento del hor-
una simple y única ecuación para mode- migón es perfectamente elástico, sin que se
lar la curva tensión deformación completa produzca el fenómeno de atrofia. Por tanto,
del hormigón es un trabajo inútil, debido a si ε ≤ εa, entonces G(ε) = 1 y σ1 = Kε. Para el
que en ella se concitan tres estados esen- intervalo εa < ε < ε0 tendremos [50]:
cialmente diferentes, a saber: una primera  − ( ε −ε a ) 2 
fase perfectamente elástica, otra en la que [50] G ( ε ) = exp  2

 2d 
se produce un fenómeno creciente de atro-
fia de las características resistentes del ma- con lo que la función para las tensiones
terial y, por último, la fase final en la que más allá de εa valdrá ahora [51]:
se produce un proceso de destrucción ma-  − ( ε −ε a ) 2 
croscópica en la que el hormigón no acepta [51] σ = Kε exp  2

incremento de carga alguno.  2d 
ecuación a la que Blechman denomina fun-
Por ello, divide la curva tensión-deforma- ción central.
ción en tres tramos. El primero –tramo ver-
de de la gráfica de la Figura 6–, gobernado Para que la gráfica propuesta por Blechman
por la Ley de Hooke hasta un cierto valor sea continua, las derivadas laterales corres-
de la deformación, εα, que se determinará pondientes de las ecuaciones [44] y [51]
más adelante, es decir [44]: deben igualarse, por lo que la ecuación
[44] σ = Kε ⇔ 0 ≤ε ≤ε a [41] debe modificarse y escribirse ahora
como [52]:
Obteniéndose para nuestro hormigón me- [52]
dio, el mejor ajuste con un valor aproxima-
do de K = 39990 MPa.  − ( ε −ε a ) 2   −(ε −ε a ) 2 
σ = K (ε −ε a ) exp  2
 +Kε a exp  2

 2d   2d 
El segundo representaría el citado proceso
de atrofia de las características resistentes Volviendo a imponer [53],

48 Informes de la Construcción, Vol. 65, 529, 41-54, enero-marzo 2013. ISSN: 0020-0883. eISSN: 1988-3234. doi: 10.3989/ic.11.114
Las curvas tensión-deformación de hormigones ensayados bajo compresión uniaxial monotónica: una revisión sistemática

Stress-strain curves of concrete under monotonic uniaxial compression: a systematic review

dσ través de numerosas pruebas hasta obte- 6.  Comprobación entre los datos
[53] ε =ε 0 =0
dε ner la que estimamos mejor aproximación, experimentales de la probeta M1
y las ecuaciones y el algoritmo
se obtiene d2 = ε0(ε0−εa), por lo que [53] –mostrada en la Figura 6– para los valores
incremental propuestos por Ble-
debe reescribirse en la siguiente forma [54]: Kd = 0,001, C0 = -10 y dR2 = 5,5×10-6 que, chman.
 − ( ε −ε a ) 2  aunque se ajustan bastante bien en las par-
[54] σ 2 = Kε exp   tes inicial y final de la curva, no consigue
 0 ( 0
2ε ε − ε a ) 
 hacerlo en la zona inestable del proceso.
donde σ2 es el modelo propuesto por Ble-
chman para el tramo de la curva tensión-
deformación entre εa y ε0 –tramo verde de
la gráfica de la Figura 6–.

Sabiendo que ε = ε0 ⇔ σ = f’c es posible en-


contrar un valor bien definido para εa, ob-
teniéndose [55]:
  f ´ 
[55] ε a = ε 0 1 + 2ln c  
  K ε 0  
Si bien la concordancia de las ecuaciones
propuestas por Blechman en estos dos pri-
meros tramos es excelente, su ajuste con
los datos experimentales en la rama des-
cendente de la curva deja bastante más que
desear, además de proponer una estrategia
un tanto barroca.
6

Blechman parte de la base de que, mientras 6.  MODELOS MULTIEXPONENTE


en el tramo entre el límite elástico εa, y el
límite máximo ε0, las micro rupturas de sus Collins, Mitchell y MacGregor
gránulos tensionados no afectan a su macro-
continuidad o macrorigidez, en la parte des- La ecuación propuesta por Collins, Mitchell
cendente la situación cambia drásticamen- y MacGregor (29) en 1993 [56], en prin-
te, dándose la aparición y crecimiento de cipio, no se diferencia en nada de las ya
grietas macroscópicas –observables a sim- examinadas de Popovics o Carreira y Chu:
ple vista–, reduciéndose la rigidez global de ε 
la pieza y, en definitiva, produciéndose un nfc´  
mecanismo creciente de destrucción de la σ =  ε0 
[56] nk
misma, gobernado fundamentalmente por ε 
la forma de aplicar la tensión o la deforma- n −1 + 
 ε0 
ción mediante la máquina de ensayo.
En efecto, basta hacer n = nk en la ecuación
Por ello considera inaplicable el concepto [14] para obtener la de Popovics, o β = nk en
de tensión en esta fase, reemplazando la re- la ecuación [16] para identificarla como la
lación tensión-deformación por la relación de Carreira y Chu. Sin embargo, su enfoque
deformación-respuesta del hormigón, regi- diferente, que estudiaremos a continuación,
da por dos macrofunciones: σ(ε) –descrita justifica su inclusión en este apartado.
por la función central de [40] adaptada a
las características específicas de la rama La variante se produce, por un lado, porque
descendente de la curva– y F(ε), una fun- Collins et al. también consideran –como
ción especial que daría cuenta del estado Wang et al. o Blechman– que son necesa-
de confinamiento de la probeta. rias dos expresiones distintas, una para la
parte ascendente de la curva y otra para
Estas dos macrofunciones podrían ser obteni- la descendente, coincidiendo ambas en
das sólo a través del algoritmo numérico ite- el pico de tensión f’c, y por otro, porque
rativo algo barroco, comenzando en ε = ε0 y mientras que Wang et al., [25], proponen
computándose hasta εmax –el último punto ob- que han de cambiarse las constantes de la
tenido de la curva–, en pasos de anchura ∆ε. ecuación según el tramo considerado, Co-
llins et al. sostienen que lo que debe modi-
Las constantes a determinar experimental- ficarse en dicha ecuación es el exponente,
mente en esta parte de la curva son Kd, C0 para adaptarse a la parte ascendente o des-
y d2R. Desgraciadamente, en los artículos de cendente, según el caso.
Blechman no se proporcionan valores para
estas constantes por lo que para establecer Para la parte ascendente de la curva, el va-
una comparación con nuestros resultados lor de k sería igual a 1, con lo que, en este
experimentales, hemos ido ajustándolos a tramo, la ecuación sería idéntica a la de Po-

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7. Comprobación entre los datos povics o Carreira y Chu. Para el exponente Tanto para la parte ascendente como para
experimentales de la probeta M1 y n, tanto en la parte ascendente como en la la descendente, el valor de n se mantiene
la ecuación propuesta por Tasnimi. descendente, proponen la fórmula [57]: constante –ya que, según Tasnimi, sólo de-
 f´  pende de características que se suponen
[57] n = 0,8 +  c  generales del tipo de hormigón–, aunque p
 17  y q variarán según modelen la parte ascen-
Es en la parte descendente donde el expo- dente o la descendente, atendiendo a los
nente se “adapta” a la nueva forma de la siguientes razonamientos:
curva mediante [58]:
 f´  En la ascendente, por conveniencia, asu-
[58] k = 0,67 +  c  men p=3 y q=1, mientras que en la des-
 62  cendente, manteniendo fijo el valor de
Aunque en el artículo se proporciona una p=3, Tasnimi determina el valor de q de
fórmula para el cálculo de ε0, el mejor manera que se mantenga la “continuidad”
resultado se ha obtenido tomando su va- de la curva y, además, pase por el punto
lor experimental, y para n y k los valores de inflexión si éste se produce; es decir, si
n=2,922 y k=1,281. Sin embargo, los resul- Pi=(εi,fi) es el punto de inflexión, resolvien-
tados sólo mejoran muy ligeramente los de do las siguientes ecuaciones [62]:
Popovics o Carreira y Chu. n3 q 
 εi  ε 
  −  i  −1= 0 
Tasnimi  ε0  ε 0  
[62] 
n3 q
fi  ε i  3 q  fi ε i  fi 
Otra formulación idéntica corresponde a   + n  ´ − −
 ´ = 0 
fc´  ε 0   fc ε 0  fc 
la propuesta por Tasnimi (30) en 2004. Par-
tiendo de la misma fórmula que Popovics, lo que conduce a [63]:
Carreira y Chu o Collins et al. –en la que   εi +ε 0 
sólo se modifica n, β o nk por npq– y de  ln 
ε0 
similares consideraciones sobre partes as- [63] ln  
 ε  
cendente y descendente de la curva y varia-  ln i  
  ε 0  
bilidad del exponente propone [59]: q= 
ε  3ln n
n pqfc´  
 ε0  Si bien en el artículo de Tasnimi se propor-
[59] σ = n pq cionan fórmulas empíricas para el cálculo
ε 
  + n −1
pq
de ε0 y E para tres grandes tipos de hormi-
 ε0  gones –de peso ligero, de peso normal y
donde para la parte ascendente de la curva, de alta resistencia–, su desviación de los
el valor de npq vendría dado por [60]: datos experimentales actuales nos ha lle-
1 vado a utilizar nuestro valor experimental
[60] n pq = para ε0 y a buscar el valor de E –mediante

1− c iteraciones– que produjesen el mejor ajus-
ε 0E te posible, encontrándose el óptimo para
Siendo [61], E=41080 MPa.

[61] E= ε =0
dε Los resultados se muestran en la Figura
es decir, el valor de la pendiente de la recta 7 –donde se representa la curva obtenida
tangente a la curva en el origen. para los valores calculados de n=1,4297 y
q=1,8443–, de la que cabe destacar que,
mientras el ajuste es bastante bueno en la
parte ascendente y en la descendente hasta
el punto de inflexión, más allá de éste la
curva tiende a cero con excesiva rapidez.

7. EL CÓDIGO MODELO Y LA EHE-98

Terminamos esta revisión, necesariamente


selectiva, de las propuestas más destacables
encontradas en la bibliografía sobre mode-
lización matemática de las curvas tensión-
deformación de hormigones sometidos a en-
sayos de compresión uniaxial realizando un
repaso sobre las propuestas “oficiales”, como
las del Comité Euro-International du Béton
(CEB), la Fédération Internationale de la Pré-
contrainte (FIP), o la española Instrucción de
7 Hormigón Estructural EHE-08 (31) (34).

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Stress-strain curves of concrete under monotonic uniaxial compression: a systematic review

El Código Modelo para Estructuras de Hor-  E  ε   ε 2 


migón fue una iniciativa de la época en que fc´    −   
 E s  ε 0   ε 0  
no existían códigos internacionales. Debi- [64] σ = 
do a que, en aquellos momentos iniciales, E  ε 
1+  − 2  
CBE-FIP eran organizaciones destinadas a Es  ε 0 
sintetizar y compilar las investigaciones y Donde [65]
experimentos científicos internacionales, dσ fc´
E= ε =0 y E s=
se consideró como un paso adelante im- dε ε0
portante convertir esos conocimientos y es decir, la tangente del ángulo que forma
experiencias en documentos prácticos de la recta que une el origen con el pico de
diseño y cálculo, de tal manera que las co- tensión (ε0,f’c), denominado módulo secan-
misiones normativas nacionales pudiesen te desde el origen hasta el pico de tensión.
aprovecharlos. De hecho, los primeros có-
digos –redactados en forma de “recomen- Esta ecuación, que puede ser derivada de la
daciones”– de 1964 y 1970 se usaron de propuesta de Sargin haciendo en [23] A = E/Es,
esta manera. Finalmente, el primer Código B = 1, C = ((E/Es)-2) y D = 0, se declara váli-
Modelo para Estructuras de Hormigón fue da sólo para el tramo comprendido entre el
publicado en 1978 después de su aproba- origen y una cierta deformación límite, εlim,
ción por el CEB en su décima novena Se- correspondiente a la tensión de 0,5 f’c que
sión Plenaria celebrada en Granada en sep- se produce pasado ε0 y para hormigones de
tiembre de 1977 –su publicación se asoció resistencia característica inferior a 80 MPa.
con el octavo Congreso de la FIP celebrado Para el resto de la rama descendente, el có-
en Londres en mayo de 1978–. digo propone otra ecuación opcional –ya
que se transcribe en la columna izquierda
Desde aquella época, el Código Modelo del texto– dada por las expresiones [66]:
ha tenido un considerable impacto en las fc´
normativas nacionales de muchos países σ =
   
y, más concretamente en la armonización [66]  ξ 2   ε   4
2  ε 
de los procesos de normalización, como  −   + −ξ   
 ε lim ε lim   ε 0   ε lim ε 0 
ejemplifican las actividades de la Comisión  ε  ε 
 0 ε 0   0 
Europea, los países del este, el Comité Nór-
dico para la Regulación de la Edificación Con [67]
y los miembros de la Asociación Europea  ε   E 2
 ε E 
de Libre Comercio. En realidad, el Euroco- 4  lim   − 2  + 2 lim − 
 ε 0   E s  ε0 E s 
de 2: Design of Concrete Structures, Part 1: [67] ξ =
General Rules and Rules for Buildings –pu-  ε lim  E  
  − 2  + 1
blicado en España como Norma UNE (31)  ε 0  E s  
(32)– utilizó como documento básico de
referencia el Código Modelo de 1978. Aunque el código proporciona expresiones
para E, εlim y fija el valor de ε0 = 0,0022, los
Naturalmente, el trabajo del CEB de sinteti- valores obtenidos con las expresiones del có-
zación de resultados de investigación e in- digo no se adaptan a los que arrojan nuestros
formación técnica, con el objetivo de trasla- datos experimentales de la probeta M1, por
darlos a la práctica, continuó y, llegado un lo que el mejor ajuste se ha obtenido para
cierto momento, se vio la necesidad de rea- los valores E = 41210 MPa y εlim = 0,00261.
lizar una revisión del Código Modelo. Así,
se puso en marcha el objetivo de redactar el El Código modelo de 1990 fue reformado
primer borrador completo del Código Mode- parcialmente en 1995 por el Boletín de In-
lo de 1990, poniéndose manos a la obra tan- formación n.º 228 del CEB (34) en el que
to el CEB como la FIP y el primer borrador –siguiendo el modelo propuesto por Gysel y
completo del Código Modelo de 1990 fue Taerwe (36)–, se amplía el intervalo de validez
presentado durante el undécimo congreso de las ecuaciones a 50 MPa ≤ f’c ≤ 100 MPa, se
de la FIP en Hamburgo en junio de 1990 y propone la misma ecuación que en el Código
su aprobación tuvo lugar durante la vigésima Modelo de 1990 para la rama ascendente –
séptima Sesión Plenaria del CEB en septiem- ahora válida sólo hasta el pico de tensión f’c–
bre de 1990, en París. La versión definitiva y se modifica la ecuación de la rama descen-
(34) fue ratificada en la siguiente Sesión Ple- dente mediante la siguiente expresión [68]:
naria del CEB en septiembre de 1991. fc´
σ =
[68]  ε −ε 0 
2

El Código Modelo de 1990 1+  


 η −1 

La ecuación propuesta por el Código Mo- donde η = ε0+t y t se determina experimental-


delo de 1990 tanto para la rama ascenden- mente para cada resistencia característica del
te como para una parte de la rama descen- hormigón. El valor propuesto para un hormi-
dente se escribe [64]: gón de f’c = 50 MPa –como el de la probeta

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M1–, por Gysel y Taerwe era de t = 0,00807, migón Estructural (EHE-08), compila la re-
nosotros hemos encontrado el mejor ajuste glamentación técnica –de obligado cumpli-
de la curva para un valor de t = 0,007236. miento– relativa al proyecto y ejecución de
las estructuras de hormigón en nuestro país.
El Código Modelo de 2010
Como marco normativo de un país perte-
Aprobado el 29 de octubre de 2011 por neciente a la Comunidad Europea, su con-
la Asamblea General de la fib, reunida en tenido ha de adaptarse al grupo de normas
Lausanne (Suiza), la versión final del Códi- EN-1992 “Eurocódigo 2. Proyecto de es-
go Modelo de 2010 (37) (38), propone la tructuras de hormigón” que, a su vez, como
misma ecuación que la del Código modelo ya se ha visto, tienen como documento
de 1990, con la diferencia de que su aplica- básico de referencia el Código Modelo.
bilidad se amplía ahora hasta hormigones Por ello, la ecuación propuesta –en los co-
de 120 MPa de resistencia característica. mentarios de la Comisión Permanente del
Por otra parte, se vuelve al campo de vali- Hormigón, no en el articulado de obligado
dez restringido del Código Modelo de 1990 cumplimiento– por la EHE-08 coincide con
–olvidando el modelo de Gysel y Taerwe la propuesta por el Código Modelo de 1990
del Boletín n.º 288 del CEB–, un poco más con ligeras modificaciones. La ecuación
allá del pico de tensión, hasta un cierto εlim propuesta por la EHE-08 es [72]:
cuyo valor se proporciona en una tabla,
  ε   ε 2 
siendo εlim=0,0034 para hormigones de fc´ K   −   
f’c = 50 MPa. Para la rama descendente más   ε 0   ε 0  
[72] σ = 
allá de εlim no se ofrece ecuación. ε 
1 + ( K − 2)  
 ε0 
Lo más destacable, en nuestra opinión, de
este borrador de código, es la inclusión, por es decir, se ha sustituido el término E/Es de
primera vez, del enfoque basado en la teoría la ecuación del Código Modelo de 1990
del daño. En efecto: en las páginas 124 a 126 por el parámetro k, que ahora se da me-
del texto principal, después de exponer las diante la ecuación [73]:
 f´ 
características generales del modelo elasto- − c 
 40 
[73] k = 1 + 2e  
plástico, el cual se declara apto para descri-
bir el comportamiento triaxial no lineal del además, para el valor de ε0, se proporciona
hormigón, también se admite el modelo de la expresión [74]:
daño para tal descripción, partiendo de una fc´
ε 0 =  4 + 3k + ( 4 +3k ) −40 
2

ecuación tensorial dada por [69]: [74]  10E ´



(
0,4 f
c )
[69] σ = Eε
Donde E(0,4f’c) es la tangente del ángulo que
siendo E el tensor de elasticidad que variará forma la recta que pasa por el origen y por
de acuerdo con el modelo de daño. Como el punto de la curva de ordenada σ =0,4 f’c
caso especial se considera el daño isótropo con la horizontal.
escalar [70]:
[70] E = ( 1 −D ( β ) ) E 0 Esta curva se declara válida sólo hasta una
cierta deformación límite, εlim que, a dife-
siendo E0 el tensor de constantes elásticas rencia con el Código Modelo de 1990, se
del material no dañado, 0 ≤ D(β) ≤ 1 y β una obtiene de la ecuación [75]:
medida de la deformación equivalente con   1 
− 
la restricción β ≥ 0. Además, en el caso de [75] ε lim =  1 + 3,1e  k −1
ε 0
estados simples de carga, se afirma que ex-  
presiones para D(β) como [71]: Cuadro resumen
 0 β ≤ β0
 A modo de conclusión, finalizamos este ar-
[71] D ( β ) =  
−
β − β0

g

  β  tículo mostrando en la Tabla 1 un resumen


1 − e
d
β >β0
de las ecuaciones analizadas, ordenadas
son apropiadas, donde los parámetros β0, cronológicamente, conjuntamente con los
βd y g pueden ser derivados del comporta- valores de su tangente en el origen [76].
miento uniaxial del material. Notemos aquí dσ
que la expresión propuesta para D(β), no es [76] ε =0

otra cosa que la función de distribución de
Weibull desplazada [41]. así como los valores de la suma de los erro-
res cuadráticos –SSE–, del coeficiente de
La Instrucción de Hormigón Estructural determinación –R2– y de la raíz del error
EHE-08 cuadrático medio –RMSE–, calculados al
compararlas con nuestra curva modelo ex-
El Real Decreto 1247/2008 de 18 de julio, perimental completa –obtenida al ensayar
por el que se aprueba la Instrucción de Hor- el hormigón medio de la probeta M1–.

52 Informes de la Construcción, Vol. 65, 529, 41-54, enero-marzo 2013. ISSN: 0020-0883. eISSN: 1988-3234. doi: 10.3989/ic.11.114
Las curvas tensión-deformación de hormigones ensayados bajo compresión uniaxial monotónica: una revisión sistemática

Stress-strain curves of concrete under monotonic uniaxial compression: a systematic review

Tabla 1. Cuadro resumen de las ecuaciones analizadas y sus resultados de ajuste.



REF. Año Autor/es Ecuación Ajuste
dε ε=0

4 1897 Bach σ = Kε n
∞ SSE = 306,8 R = 0,9805
2
RMSE = 2,528
3 1899 Ritter σ = f 'c ( 1 − e−1000ε ) 103f’c SSE = 1764 R2 = 0,8876 RMSE = 5,94
 ε 
f'  1− ε 
9 1956 Smith y Young σ = εcε ⋅e  0
e(f’c/ε0) SSE = 9265 R2 = 0,2351 RMSE = 12,03
0

2fc'ε
σ =
11 1964 Desayi y Krishnan  ε 
2
 2(f’c/ε0) SSE = 16230 R2 = -0,3396 RMSE = 15,92
ε 0 1 +   
  ε0  

σ = 2
12 1964 Saenz  Kε  ε   ε  K SSE = 2333 R2 = 0,8074 RMSE = 6,085
1 +  ' 0 − 2    + 
 fc  ε0  ε 0 
K 1ε
σ = n
13 1964 Tulin y Gerstle ε  K1/K2 SSE = 462 R2 = 0,9619 RMSE = 2,752
K2 +  
 ε0 
K 1ε
16 1965 Alexander σ= −K 4 ε K1/(K2+K32)-K4 SSE = 1340 R2 = 0,8894 RMSE = 4,612
K 2 + ( ε +K 3 )
2

  K ε − 2 m  K1
23 1966 Shah y Winter σ = K 1ε exp −  1    2 
m
SSE = 1316 R2 = 0,8913 RMSE = 4,645
  K 2    − K 
e 2

ε
nfc'
ε0
σ = n fc’ n
14 1972 Popovics ε  SSE = 1428 R2 = 0,8821 RMSE = 4,76
n −1 +  ε 0 ( n − 1)
ε
 0
n = K 1 fc ' + 1 ε 0 = K 2 4 f c'
 2K 3  K 2ε 2 
fc'  1+ ε + 
 K2  ε 0 
19 1978 Wang, Shah y Naaman σ = 1+2(K1/K2) SSE = 35.661 R2 = 0,9941 RMSE = 0,9939
 ε  ε  
2

ε 0 1+ K 3   + ( K 2 + 1)   
 ε
 0 ε
 0  
β fc' εε
σ = 0

ε 
β
fc´ β
15 1985 Carreira y Chu β − 1+   ε 0 ( β − 1) SSE = 1428 R2 = 0,8821 RMSE = 4,76
3  ε0 
 f´ 
β =  c  + 1,55 ε 0 = ( 0,345f + 168 ) 10 ´ −5

 36,69  c

σ = Kε ⇔ 0 ≤ε ≤ε a
 − ( ε −ε a ) 2 
σ 2 = Kε exp  
 0 ( 0
2ε ε − ε a ) 
26-28 1988 Blechman  K SSE = 1221 R2 = 0,884 RMSE = 5,5068
(εa≤ ε≤ ε0)   fc´  
ε a = ε 0 1 + 2ln 
  K ε 0  
Algoritmo incremental (ε> ε0)
ε 
Kf c'  
σ =  ε0 
n
ε 
  SSE = 1381 R2 = 0,884 RMSE = 4,72
17 1988 Tsai  n  ε   ε0  Kf'c/ε0
1+ K −    +
 n − 1   ε 0  n −1
17,9 f´
K =1+ ´ n = c −1,85 >1
fc 6,68
 K  ε   ε 2 
fc´  1   −   
 K 2  ε 0   ε 0  
σ = 
K  ε 
1 +  1 − 2  
 K2  ε 0 
ε ≤ εlim
fc´
σ =
   
 ξ 2   ε   4
2  ε 
34 1990 MC 90  − + − ξ   K1 SSE = 5504 R2 = -1,6994 RMSE = 8,62
 
 ε lim ε lim   ε 0   ε lim ε 0 
 ε ε  ε 
 0 0   0 
 ε  2  K  ε K 
4  lim
  K1 − 2  + 2
lim
− 1
 ε 0   2  ε 0
K 2

ξ =
 ε lim  K1  
  − 2  + 1
 ε 0  K 2  
 K  ε   ε 2 
fc´  1   −   
 K 2  ε 0   ε 0  
σ = 
Gysel y Taerwe K  ε 
35, 36 1995 1 +  1 − 2   K1 SSE = 35,661 R2 = 0,9941 RMSE = 0,9939
(CEB228) fc´  K2  ε 0 
σ = 2
 ε −ε 0  η = ε0 + K3
1+  
 η −1 
K 1ε
σ =
 ε  ε − ε lim  
n

Pantazopoulou 1+ K 2  −b lim 



20 1995  αε0 αε
 0 − ε   K1 SSE = 1428 R2 = 0,8821 RMSE = 4,76
y Mills
K 1ε
ε≤εlim=-εcr/ν σ =
1 + K 3ε
ε 
n pqfc´  
σ =  ε0  fc´  n pq 
30 2004 Tasnimi   SSE = 4933 R2 = 0,4181 RMSE = 7,3423
ε 
n pq
ε 0  n pq − 1 
  + n pq −1
 ε0 

Informes de la Construcción, Vol. 65, 529, 41-54, enero-marzo 2013. ISSN: 0020-0883. eISSN: 1988-3234. doi: 10.3989/ic.11.114 53
F. Salguero, S. Romero, S. G. Melgar, F. Prat, F. Moreno

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***

54 Informes de la Construcción, Vol. 65, 529, 41-54, enero-marzo 2013. ISSN: 0020-0883. eISSN: 1988-3234. doi: 10.3989/ic.11.114

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