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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Universidad Valle del Momboy
Carrera: Derecho
Materia: Derecho Civil III

TEMA 36 y 37
EL DOLO Y LA VIOLENCIA

Participante
Ramírez B. Carlos Enrique
CI V-27.566.569

Facilitador
Abg. Marcos Aranguren

Abril 2021
En Derecho, se denominan vicios de la voluntad, vicios del
consentimiento o vicios de los actos voluntarios a ciertos defectos congénitos de
ellos, susceptibles de provocar la invalidez de los actos que los padecen. En el
Dolo este lo podemos definir el dolo como un engaño, fraude o simulación que se
da por una manifestación de la voluntad maliciosa que persigue deslealmente el
beneficio propio y/o el daño de otro al realizar cualquier acto o contrato, valiéndose
de artimañas o de la ignorancia ajena, pero sin la intervención de ningún tipo de
fuerza ni de amenazas, para conseguir dicho engaño.

También es la voluntad consciente encaminada y orientada a la


perpetración de un acto que la Ley prevé como punible. Analizando el concepto,
decimos que es la voluntad consciente: Y al estudiar el Art. 62 del C.P. “No es
punible el que ejecuta el acto hallándose dormido o en estado de enfermedad
mental suficiente para privarlo de la conciencia o de la libertad de sus actos”
podemos concluir que el dolo es la voluntad consciente. Es decir, que para que
pueda darse el dolo debe tenerse una voluntad consciente.

Su Estructura y su Naturaleza esta constituido por los siguientes


Estructura
Tiene como elemento fundamental la intención de engañar (animus
decipiendi) es decir, la intención de provocar un error en la otra parte
contratante capaz de inducirla a contratar.

El dolo no supone el animus nocendi que es la intención de dañar.

La Naturaleza y Efectos: La doctrina le atribuye un doble carácter:


Ser un vicio del consentimiento.

Ser un hecho ilícito capaz de producir responsabilidad civil. Como efecto


produce la anulabilidad del contrato
Elementos del Dolo
El dolo tiene dos grandes elementos que son:

1. El elemento intelectual
2. El elemento volitivo.

El elemento intelectual requiere la representación y el conocimiento del acto.


Se requiere que la persona tenga conocimiento y que se represente
(mentalmente) ese acto. Recordemos que el dolo es la voluntad consciente de
querer hacer algo, por lo que el dolo es fundamental para ver si una persona es
culpable en un momento dado. Observemos con atención el Art. 405 del C.P. “El
que intencionalmente mate” se refiere, como podemos ver, al que con una
voluntad consciente y con representación de querer hacer eso, mate; en este
caso, ¿Qué hay que demostrar? Habrá que demostrar la intención, es decir, el
dolo. Y, ¿cómo lo demostramos? Lo haremos tanto con la parte intelectual como
con la parte intencional; porque la voluntad que pueda tener cada persona en un
momento dado es fundamental para el estudio que vamos a emprender. El Art.
405 C.P. señala: “El que intencionalmente mate”, pero también hay varios artículos
que hablan directamente de la intencionalidad, dentro de los que tienen que ver
con el homicidio. Por ejemplo, el Art. 409 C.P. El que por haber obrado con
imprudencia o negligencia, o bien con impericia en su profesión, arte o industria, o
por inobservancia de los reglamentos, ordenes o instrucciones, haya ocasionado
la muerte de alguna persona, será castigado con prisión de seis meses a cinco
años.
Los Tipos de Dolo hay tres tipos que son los siguientes

El dolo malo, consiste en la intención astuta y maliciosa que se dirige


contra el justo derecho de un tercero, ya sea hablando con mentira y
artificio o callando maliciosamente lo que se debía haber manifestado, por
lo cual tiene efectos jurídicos en el contrato que se celebra.

El dolo bueno, el cual consiste en aquellas alabanzas excesivas, o


afirmaciones exageradas sobre las cualidades o el valor de una cosa y el
cual es utilizado por muchos comerciantes, sin tener ninguna trascendencia
jurídica, ya que solo engendra un error-indiferente, sin embargo, este tipo
de dolo a disminuido debido a que la ética de la publicidad exige que dichas
publicaciones sean leales y correctas frente a los consumidores a fin de no
dejarlos indefensos frente a los comerciantes.

El dolo incidental, recae sobre otros aspectos o circunstancias que hacen


a un contratante contratar sólo en condiciones menos favorables o más
onerosas, como en el caso del error indiferente.

Las Clases del Dolo

Estos según sus Efectos nos referimos a lo siguiente

El Dolo Causante: Se le conoce como dolo principal y consisten


maquinaciones o actuaciones que con toda certeza a determinado la
voluntad de contratar de la otra parte, porque de no haberse puesto en
práctica aquella parte no hubiese celebrado el contrato.

El Dolo Incidental: Es aquel que no es causa eficiente de la voluntad de


contratar pues recae sobre sus aspectos secundarios del contrato o sobre
las clausulas accesorias o modalidades del mismo, de modo que aun no
hubiendose puesto en práctica el otro contrante hubiese celebrado el
contrato.

El Dolo de daño: Este se refleja cuando esa voluntad consciente del


sujeto activo está dirigida efectivamente a causar un daño. Ejemplo; el
homicidio intencional: “El que intencionalmente haya dado muerte a alguna
persona será castigado con presidio de doce a dieciocho años”. Este es un
dolo de daño. El que mata ¿Qué está haciendo? Está causando un daño
efectivo, real y cierto, por ello será un dolo de daño, este se da por la
ejecución del acto. Puede ser hurto, robo, violación; etc. Que son dolos de
daño.

El dolo de peligro: Es cuando el sujeto activo solo tiene la intención de


someter a las personas o a las cosas a una fase de peligro, es decir que no
llega a causar daño pero llega a poner en situación de peligro. El peligro,
como podemos observar está dirigido hacia cosas determinadas; a
diferencia del dolo de daño que es general. El peligro en este caso es sólo
para las vías férreas únicamente; puesto que no se está poniendo en
peligro ni a la aviación ni a la marina, sino sólo a las vías de comunicación y
en el sitio específico donde se quiere causar el siniestro; por ejemplo: los
que desvían los rieles del metro de Caracas, para que tome otra vía y se
desvié y se encuentre con otro tren. Por eso en todas las normas jurídicas
donde veamos peligro será un dolo de peligro. Los vecinos por ejemplo
cuando hacen falsas señales para desviar los vehículos hasta donde
pueden causar un siniestro. En esta parte del dolo es esa intención
consiente, por lo que hay diferente clases de dolo, que es este primer grupo
están señalados como dolo de daño y dolo de peligro.

El dolo de ímpetu: Se refiere a todas esas situaciones pasionales, donde


se desboca el amor hacia otra persona; y la gente cuando se siente
defraudada actúa con rabia.

El dolo de Propósito: Es el típico ejemplo del delincuente que con sangre


fría hace un estudio de lo que va a hacer y se lo representa sin importarle lo
que eso sea, así tenga conocimiento de la atipicidad. Es el típico delito
intencional, el que tiene el propósito de matar, que se representó que va a
matar y mata. Es el que sale a la calle a robar y no le importa robar y
además matar.Debemos recordar que El dolo es la intención; es el acto de
querer hacer algo, recordemos el texto del Art.61 C.P. Nadie puede ser
castigado como reo del delito no habiendo tenido la intención de realizar el
hecho que lo constituye excepto cuando la ley se lo atribuye como
consecuencia de su acción u omisión”

Dolo Genérico: Está representado por el comportamiento que tiene la


persona de delinquir, es decir, es el dolo general; el dolo que cuando
alguien quiere realizar un acto lo realiza. Por ejemplo, como está
establecido en el art. 457 C.P. El que quiere hurtar, tal como lo establece
esta norma, lo que hace es apoderarse de una cosa que es ajena o
perteneciente a otra persona; por lo que la persona allí estaría incurriendo
en un dolo genérico. No es un dolo especial, porque no está enmarcado
dentro de una ley especial, si no que, lo está dentro de una ley general. Por
eso es un dolo genérico.

Dolo especifico: Es cuando el agente tiene una especial intención o un fin


particular, especifico, de querer cometer su hecho punible (especifico y para
un fin especifico). Este fin es el objeto central del dolo específico, porque el
fin constituye el elemento específico de ese dolo, y por eso constituye el
criterio diferencial entre los diferentes tipos de dolo que podamos estudiar
en un momento determinado.

Dolo directo: Este es el dolo más característicos y frecuente: en este caso


el agente, refiriéndose con el término agente al sujeto activo, al autor; caso
este, en que dicho autor se representa como cierto, como probable un
resultado típicamente antijurídico, y, en el mismo, asume directamente la
responsabilidad de dicho acto típicamente antijurídico. En este caso, el
agente actúa a sabiendas que este hecho se va a producir. Este es el dolo
más frecuente y más característico y que se presenta en la mayoría de los
hechos punibles: dado que un rapto, por ejemplo, se presenta
esporádicamente, de voz en cuando; así como un secuestro con fines
políticos. Pero no es el caso del dolo directo: el agente se representa como
cierto y como probable un resultado antijurídico que el asume directamente
y será el responsable directo de dicho acto, por eso, se dice que actúa a
sabiendas de que va a realizar el acto.

Las Condiciones del Dolo


Las condiciones:
Que provenga de una de las partes intervinientes el dolo no vicia el
consentimiento sino cuando es obra de una de las partes, y cuando además
aparece claramente que sin él no hubieran contratado.
Que el dolo sea determinante para el acto o contrato. El segundo requisito
exigido por la ley para que el dolo constituya vicio de la voluntad, es que
sea la causa determinante del acto o contrato, esto implica que induzca a la
víctima a celebrar un acto que de no intervenir el dolo no lo habría
realizado. Si el contratante esta decidido a realizar el acto y el dolo se
emplea no para obtener un consentimiento viciado sino para que acepte
condiciones más gravosas, dicho dolo no invalida el acto jurídico, solo crea
una fuente de obligación para indemnizar por los perjuicios producidos.
Los Efectos del Dolo
Por tanto, para que el dolo sea causa de anulabilidad del contrato se requiere:
Que sea grave, llevado a cabo con la intención, con la mala intención
consciente y deliberada de engañar a la otra parte. El dolo bueno que
consiste en cantar las excelencias del bien o servicio que se oferta no se
considera como dolo propiamente dicho.

Ha de inducir a la otra parte a celebrar el contrato, es decir, ha de ser un


dolo determinante o dolo causante. El dolo determinante se contrapone al
dolo incidental (no caracterizado por el CC) y se trata de una conducta
engañosa que lleva a quien, libre y conscientemente está decidido a
contratar, a aceptar unas condiciones perjudiciales que no hubiera
aceptado de no intervenir el dolo incidental

Que el dolo no haya sido empleado por las partes contratantes En el caso
de dolo por ambas partes suele hablarse de compensación de dolo para
poner de manifiesto que el de una parte anula o compensa la relevancia del
dolo de la otra parte.

Las Diferencias entre el Dolo y y el Error

Se basa en que en este último el vicio nace del propio declarante equivocado sin
participación de ninguna otra persona; en tanto que el dolo, el vicio es causado por
otro sujeto del acto mediante una acción o una omisión pendiente a inducir al
primeros que cometa el error, por eso se dice que el dolo es un error provocado
por uno de los celebrantes o un tercero, contra el declarante se trata pues de un
engaño contra el que manifiesta su voluntad.

La Violencia
Es un Vicio de la voluntad que tiene lugar cuando, para arrancar
el consentimiento de una persona, se emplea fuerza irresistible. En el Derecho
Civil es un echo que puede inspirar un temor tal, que la víctima da
su consentimiento a algo que, de no ser asi, no hubiese aceptado. Es uno de los
vicios que pueden afectar al consentimiento contractual. Consiste en el empleo de
la fuerza física por cualquiera para obtener el consentimiento del contratante,
quedando así afectada la libertad de exteriorizar su voluntad.
Tanto en el caso de que la fuerza empleada haya sido irresistible (vis
absoluta), como en el caso de que la violencia dejara margen a una
cierta libertad (vis compulsiva), se entiende que existe consentimiento, aunque
viciado. Por tanto, hay contrato válido y eficaz, en principio; pero, dentro del plazo
legal, que se empieza a contar desde que cesa la violencia, podrá anularse
el contrato. Pasado el plazo sin impugnarse, aquél devendrá definitivamente
eficaz. Las Condiciones estan establecidas en el Art 1151, 1152.
La violencia debe ser determinante:
Debe causar un justo temor en el sujeto de exponer sus bienes o su
persona a un mal notable. La apreciación del juez oscila entre dos polos:
Un criterio de apreciación en concreto cuando el legislador ordena que el
juez atienda a la edad, sexo y condición de la persona víctima de la
violencia. Y un criterio de apreciación en abstracto cuando el juzgador debe
analizar si el acto constitutivo de violencia es capaz de impresionar y causar
un justo temor a una persona sensata.
La violencia puede estar dirigida contra la persona o los bienes de su
cónyuge, ascendientes y descendientes o aun de otras personas allegadas.
La violencia debe ser injusta. Es decir viola el ordenamiento jurídico o las
buenas costumbres, o abuso del derecho.
Caracteres:
Puede ser una de las partes contratantes o bien un tercero que hubiera ejercido la
violencia con o sin el consentimiento de aquella.
Efectos:
Configura un vicio del consentimiento capaz de producir la anulabilidad del
contrato.
Constituye un hecho ilícito capas de comprometer la responsabilidad civil
extracontractual de su autor. 1185 CC.
Las Diferencias entre el dolo y violencia establecemos que
El dolo es considerado autentico vicio del consentimiento, en la doctrina se
discute a cerca de la naturaleza de la violencia ya que algunos autores establecen
que la violencia no vicia al consentimiento sino que lo destruye. Y para que dolo
proveniente de un tercero produzca la anulabilidad del contrato es necesario que
se hubiese efectuado con el conocimiento de la otra parte contratante, mientras
que la violencia emanada de un tercero produce la anulabilidad del contrato aun
cuando la otra parte contrante no tenga conocimiento de que ella se haya
producido.

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