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Afectaciones y manejo: Ciénaga Colombia - Bajo Cauca

Steven Gómez Cano


Juan Esteban Pautt Machado
Juliana Uribe Piedrahita

Docente:
Laura Osorno Bedoya

Universidad Nacional de Colombia – Sede Medellín


Facultad de Minas
Biogeoquímica
2020
Contextualización.
El sitio elegido para el estudio se llama Ciénaga Colombia y se encuentra ubicado en el Bajo
Cauca entre los municipios de Caucasia y Cáceres, en la parte nororiental del Departamento
de Antioquia. Es un complejo que hace parte de la Cuenca Ciénaga, pertenece a la Cuenca
principal del río Man (a 6 kilómetros de su desembocadura) y tiene una extensión aproximada
de 10.453 hectáreas, de las cuales 5.559,4 ha pertenecen al municipio de Caucasia (53%) y
4.893,2 pertenecen al municipio de Cáceres (47%).
Al estar a una altura entre 50 y 200 msnm, su temperatura promedio anual es de 27,8°C y la
precipitación promedio anual es de 2.800 mm, propiciando un clima cálido con variaciones a
cálido seco, cálido húmedo y cálido muy húmedo.
Esta Ciénaga se encuentra sobre una planicie aluvial y flavioacustre de los ríos Magdalena,
Atrato y Cauca, donde tiene relación con lagunas que varían sus niveles según si es época de
invierno o época de verano, pero durante todo el año permanecen con agua, a diferencia de
los pantanos que durante el verano pierden toda su agua superficial y propician el crecimiento
de especies vegetales hidrófilas. Además, el terreno está compuesto por pastos, aguas
continentales naturales, bosques naturales, vegetación secundaria y áreas agrícolas con
presencia de cultivos.
Ciénaga Colombia está influenciada principalmente por el río Man, y las quebradas la
Quebradona y Ciénaga, estos cuerpos de agua son de vital importancia para la regulación
hídrica de la ciénaga y de los demás cuerpos de agua ubicados en las zonas más bajas.
Aunque esta zona teóricamente apta para el uso silvopastoril, predomina la explotación
minera con más de 2.791 hectáreas dedicadas a esta actividad para el año 2014. [ CITATION
COR15 \l 9226 ]

Ecosistema de Ciénaga.
Según la [ CITATION Aut \l 9226 ] un ecosistema se define como “un complejo dinámico de
comunidades vegetales, animales y de microorganismos en su medio no viviente que
interactúan como una unidad funcional materializada en un territorio…”, de allí se puede inferir
que es “una superficie de terreno heterogénea compuesta por un conjunto de ecosistemas
que se repite de forma similar en ella” (Rodríguez et al., 2004). En este tipo de sistemas, los
límites son de gran importancia debido a las entradas y salidas que permiten que este sea
funcional.
Nuestro ecosistema de interés es el bosque húmedo tropical; este se caracteriza
principalmente por la presencia o influencia de dos tipos de climas, cálido húmedo y cálido
muy húmedo, el resto del área de estudio cuenta con una variedad muy diversa de climas.
El zonobioma húmedo tropical del magdalena-caribe se encuentra principalmente sobre tres
unidades geomorfológicas lomeríos, piedemontes y planicies. En cuanto a cobertura vegetal,
se encuentran pastos, bosques naturales, vegetación secundaria, y áreas agrícolas con
cultivos anuales o transitorios. Por otra parte, el helobioma del Magdalena-Caribe, tiene
presencia de tres tipos de clima, cálido seco, cálido húmedo y cálido muy húmedo, la zona se
encuentra principalmente sobre planicies y valles aluviales, predominan pastos, aguas
continentales naturales, bosques naturales, vegetación secundaria y áreas agrícolas con
presencia de cultivos. Por lo tanto, en el área de estudio se encuentran: Pastos 71%,
Vegetación secundaria 12%, 8% del área total, sin identificar 9%. [ CITATION COR15 \l 9226 ]
Además, se tiene la presencia de 8 tipos diferentes de ecosistemas, donde es más común
encontrar Pastos del zonobioma húmedo tropical del Magdalena y Caribe correspondientes a
un 71% del terreno, equivalente a un espacio aproximado de 7.455,9 hectáreas. El segundo
más común en presentarse es la vegetación secundaria del zonobioma húmedo tropical del
Magdalena y Caribe correspondiente a un 12% del terreno, equivalente a 1.253,5 hectáreas,
y, por último, con una menor participación está el Bosque natural del zonobioma húmedo
tropical del Magdalena y Caribe correspondiente a un 8% del terreno, equivalente a 853
hectáreas.

Descripción del hábitat, de flora y fauna del ecosistema.


Toda el área de la ciénaga se encuentra dentro de la clasificación de zona de vida bosque
húmedo tropical, por lo tanto. en el área de influencia se identifican dos tipologías de biomas:
 Zonobiomas: Su característica determinante es el clima. En la zona de estudio el bioma
más representativo con un 97% del área total, es el zonobioma húmedo tropical del
Magdalena y el Caribe. [ CITATION COR15 \l 9226 ]
 Pedobiomas: Son originados por un tipo característico de suelo.
El helobioma (zonas con mal drenaje o inundación permanente) del Magdalena y Caribe
representa el 3% del área total de la ciénaga.

Flora
A pesar de la obvia transformación del paisaje a causa de actividades humanas tales como
minería, agricultura, ganadería o instalación de infraestructura, en la zona se encuentran 85
especies, 72 géneros y 33 familias botánicas, eso habla de la gran capacidad de resiliencia
que tienen estos ecosistemas, brindando información que puede ser muy útil al momento de
tomar decisiones con respecto a las medidas de restauración, conservación o protección de
estos bosques.
Las familias con mayor representación respecto al número de especies son: Fabaceae (16),
Malvaceae (6), Salicaceae (5), Rubiaceae (5), Euphorbiaceae (4), Myrtaceae (4), Moraceae
(4), Arecaceae (3), Bignoniaceae (3), Melastomataceae (3), Sapindaceae (2), Meliaceae (2),
Lecythidaceae (2), Anacardiaceae (2), Clusiaceae-2, Rutaceae-2, Solanaceae-2 [ CITATION
Cor04 \l 9226 ] [ CITATION COR15 \l 9226 ]

Fauna
 Anfibios y reptiles: Se registran un total de 12 especies en la zona, 5 correspondiente a
anfibios y 7 a reptiles, donde la especie más abundante en la zona es el basilisco o salta
arroyos con 25 individuos avistados. En segundo lugar, se encuentra la iguana con 22
avistamientos. También se observaron 18 individuos de caimanes o babillas. Cabe resaltar
la presencia de hicoteas y babillas, ya que estos son cazados para consumo humano,
además de estar siendo presionados por la degradación y contaminación de los cuerpos
de agua en los que habitan. En los bosques, se pueden reconocer 23 especies de anfibios
y 21 especies de reptiles.
 Peces: Se registran en total 29 especies de peces en la ciénaga Colombia y en las fuentes
hídricas cercanas, se lograron identificar a 23 especies, mientras que las otras 6
permanecen a nivel de género. De las especies encontradas, 19 se encontraron
directamente en la ciénaga y en el rio Man, el resto se identificó en cuerpo de agua
aledaños. Characiformes y Siluriformes son los órdenes más diversos en la zona.
Characidae, Loricaiidae y Pimelodidade son las familias más representativas.
 Aves: Se registran en total 110 especies de aves. 30.9% de las especies, son totalmente
dependientes del ecosistema. 69.1% corresponde a especies de aves terrestres, que no
dependen totalmente del ecosistema.
La riqueza aviar de la Ciénaga Colombia, corresponde al 16% que se puede encontrar
en la región Caribe, dado que en la zona hay presencia de dos especies sumamente
importantes para la conservación, El Chavarrí y el Tinamú del Magdalena.
 Mamíferos: Los mamíferos identificados en la zona se encuentran informados con su
nombre común: Manatí, Nutria, Chigüiro, Apache, Chucha de Agua, Oso perezoso (de dos
y tres uñas), Cusumbo Solo, Perro de monte, Puerco Espín, Armadillo, Venado sin
cuernos, Oso hormiguero, Tamandúa, Tigrillo, Gato de monte, Zorro, Saíno, Guagua,
Ñeque, Ardilla, Conejo, Chucha, Mono aullador, Mono Cariblanco, Martica, Tití, Marteja
[ CITATION Cor04 \l 9226 ] [ CITATION COR15 \l 9226 ]

Servicios ecosistémicos
“Los servicios ecosistémicos son únicamente aquellos procesos ecológicos que se incorporan
en la producción de los productos y servicios que usa la gente. Es decir, se procura separar
los SE que surgen o están disponibles por la acción de la naturaleza, de los beneficios que la
sociedad obtiene de ellos a partir de alguna acción o intervención específica.” (Boyd, 2007)
 Abastecimiento:
o Alimentación: pesca, caza, ganadería, agricultura.
o Agua dulce: agua para consumo humano, agua para ganado, agua para
agricultura.
o Materia prima: Madera para leña.
o Relacionado con las plantas: medicina natural.
o Transporte: transporte fluvial.
 Cultural:
o Didáctico: conocimiento ecológico local.
o Disfrute: belleza del paisaje, recreación, ecoturismo.
o Identidad: patrimonio cultural e histórico, sentido de pertenencia.
 Regulación:
o Ciclos: regulación de temperatura, regulación hídrica, polinización, retención de
suelo.
o Prevención: amortiguación de inundaciones, prevención de plagas.
o Sumidero: purificación del agua, purificación del aire.
[ CITATION Ins18 \l 9226 ]

Perturbaciones presentes
 Directas:
o Cambios en el uso del suelo para actividades no recomendadas como explotación
minera.
o Cambio en las dinámicas del agua para actividades de dragado minero.
o Alteración de la estructura edáfica aledaña a la ciénaga.
o Fragmentación de las zonas boscosas para construcción de infraestructura de
operación minera.
o Contaminación de los efluentes con químicos.
o Cambios en la cobertura vegetal por reforestación.
o Muerte de especies animales por contaminación de cuerpos de agua.
o Muerte de especies animales por destrucción o eliminación de su hábitat.
o Disminución de alimento para la población humana.
o Alteración de cadena trófica.
o Degradación del terreno.
o Erosión del suelo por actividades de remoción de suelo y dragado.
o Compactación de los suelos por el uso de maquinaria pesada y paso constante de
vehículos.
o Alta fragmentación de los ecosistemas.
o Fragmentación de coberturas boscosas.
o Pérdida de conectividad entre bosques, especies allí pertenecientes y sus
respectivos ecosistemas.
o Transformación de ecosistemas.
o Contaminación del agua por usos inadecuados y concentrados en las zonas de
retiro de la ciénaga.
o Invasión de zonas de retiro de la ciénaga.
o Deforestación y aislamiento de árboles.
 Indirectas
o Afectación del cuerpo de agua por mal drenaje.
o Afectación del cuerpo de agua por mal manejo hidráulico.
o Aumento en las actividades de caza y pesca por encima de los umbrales de
resiliencia y recuperación.
o Aumento en las actividades mineras por encima de los umbrales de resiliencia y
recuperación.
o Dificultad para la conservación de la biodiversidad en el zonobioma (suelos
característicos dentro de la vegetación zonal) húmedo tropical del Magdalena y el
Caribe.
o Inundación por cambio en las dinámicas del agua para la explotación minera.
o Ganadería extensiva.
o Especies pasan a ser vulnerables.
o Disminución de la calidad del aire.
o Pérdida de corredores ecológicos.
o Aumento en emisiones de GEI.
o Acidificación de cuerpos de agua.
o Potencial aumento de lluvia ácida.
o Pérdida de humedales.
o Pérdida de fertilidad del suelo.
o Transformación del paisaje.
o Disminución de los servicios ecosistémicos prestados por la ciénaga.
o Disminución de interrelaciones entre especies.
o Pérdida (extinción) de especies endémicas.
o Desplazamiento de especies para búsqueda de alimentos.
o Desplazamiento de especies para búsqueda de anidación.
o Aumento en la sedimentación.
o Dificultad en la consolidación y conservación de zonas boscosas primarias.

Perturbación elegida: Pérdida de cuerpos de agua por minería aluvial.


La minería aluvial es un proceso común en todo el departamento de Antioquia, especialmente
en la zona del Bajo Cauca, debido a la presencia de fuentes hídricas con alta capacidad de
transporte, donde a través de los años se ha comprobado que hay presencia de grandes
depósitos minerales que representan un potencial económico basado en la explotación.
Este tipo de minería consiste en la extracción de minerales (para este caso oro detrítico)
mediante el dragado de los materiales depositados en terrazas, planicies, llanuras, cauces de
ríos, y otras fuentes hídricas.
Para este proceso se requiere inicialmente de exploración de forma que se pueda garantizar
la rentabilidad; esto se puede lograr mediante estudios de granulometría. En este punto es
necesario realizar remoción de capas de cobertura vegetal, que llevan a que el suelo se
degrade y pierda estabilidad, además, se realizan grandes talas de árboles que llevan a la
deforestación de varias zonas, además de la fragmentación de bosques, que se termina
traduciendo en ahuyentamiento de fauna debido a la pérdida de su hábitat y de los corredores
ecológicos, al igual que a la limitación de sus interrelaciones.
Una vez la exploración es terminada, se pasa a la construcción de infraestructura adecuada
para realizar la explotación que consiste en carreteras, campamentos e instalación de
maquinaria, durante este proceso además de las perturbaciones mencionadas en el punto
anterior, se presenta una alta compactación en el suelo y aplastamiento de especies
vegetales por el uso de maquinaria pesada, aumento en las emisiones de CO 2 y gases de
efecto invernadero (GEI) que generan vulnerabilidad en las especies animales presentes en
esa zona y aumento en la lluvia ácida que causa acidificación del suelo y el agua, cambiando
especialmente las condiciones de vida de animales acuáticos, que al ser parte de la cadena
trófica, afectan a otras especies terrestres y aves, llevando al desplazamiento de especies
para la búsqueda de alimento y reproducción.
Durante la explotación se establece un contacto más directo con las fuentes hídricas y se
intensifica el uso de maquinaria, químicos y el ruido, esto hace que aumente la producción de
sedimentos y de materiales en suspensión, generando un mal drenaje y cambio en las
condiciones hidráulicas, llevando a que las fuentes hídricas se colmaten rápidamente evitando
que las especies acuáticas (tanto de flora como de fauna) tengan menos posibilidades de
supervivencia por la disminución de oxígeno disuelto y la dificultad para la penetración de la
luz solar, aletargando los procesos, además, como el agua es la fuente de vida de este
ecosistema, los demás animales, y plantas dependientes de él, se verían afectados
directamente, transformando el paisaje afectando la estructura edáfica.
En cuanto al uso de químicos, este lleva a que cuando se presentes fugas o procesos
incompletos o ineficientes, se contamine el suelo afectando la materia orgánica adecuada
disponible y por tanto a las plantas, que por medio de las raíces lo absorben, luego estos
químicos mediante, percolación o infiltración pasan a las fuentes hídricas generando
envenenamiento de los animales que viven y consumen esta agua, además como las plantas
son fuente de alimento de especies animales, también se convierten en fuente transmisora de
la contaminación, si bien ellas pueden sintetizar por su metabolismo parte de estos químicos,
en muchos casos las concentraciones son tan altas, que simplemente son captados, pero no
transformados a materiales más degradados.
Este efecto con respecto a las aguas es uno de los más fuertes, porque como las aguas
fluyen, en los sectores más bajos donde sigue la corriente, las afectaciones a fauna y flora se
reflejan, pasando de ser una complicación in situ, a una de mayores magnitudes pues llega a
un ecosistema más amplio y variado, aumentando exponencialmente las interrelaciones en
otros ecosistemas aledaño.
Por último, cuando el proceso de extracción finaliza y se realiza el cierre minero, comúnmente
se recurre a planes de mitigación, manejo y reforestación, especialmente es este último se
realizan labores de reforestación, allí se introducen especies animales y vegetales en
reemplazo de las que fueron afectadas con el fin de lograr que el ecosistema retorne a un
estado similar al que se encontraba antes de la perturbación, pero en algunos casos, en este
proceso se introducen especies foráneas que terminan alterando las dinámicas debido a que
no tienen un encaje biológico en el ecosistema al que están ingresando, generando un
descontrol que se traduce en pérdida de especies endémicas, disminución de interrelaciones
animales y vegetales, que finalmente lleva a una fragmentación del ecosistema. [ CITATION
Min14 \l 9226 ]
Es importante resaltar que detrás de la minería legal hay una alta tendencia de aparición de
minería ilegal, debido a que cuando para las empresas ya no es rentable la explotación, la
tierra removida ya con menos presencia de contenido mineral, es usada por los mineros
artesanales e ilegales para un aprovechamiento mayor, y es en ese proceso donde también
se presentan perturbaciones relacionadas a la pérdida de cuerpos de agua, pues al no cumplir
una regulación, los procesos tienden a ser más impactantes.

Ciclos biogeoquímicos presentes y sus afectaciones


En los humedales, los ciclos biogeoquímicos están íntimamente relacionados con la presencia
de cuerpos de agua en el ecosistema, pues es el medio en cual se desarrollan muchos de los
procesos que están relacionados con los elementos a los que atribuyen los ciclos. Una de las
principales afectaciones que tiene la minería aluvial, es la desaparición de estos cuerpos de
agua, y, por consiguiente, la alteración de los procesos que se realizaban en su presencia. La
disminución en los niveles del agua en los humedales tiene un impacto significativo en la
difusión de oxígeno y otros gases en el suelo, lo que regula la estabilidad y movilidad de los
nutrientes; este cambio obliga al suelo a cambiar de un sistema anaeróbico a uno aeróbico,
por lo que la mayoría de los procesos químicos aumentan de velocidad, incluida la difusión de
oxígeno en el suelo y los cambios en la química redox, que mejoran las tasas de ciclo de
nutrientes y la actividad microbiana. Al cambiar a suelo seco, el oxígeno es rápidamente
consumido y reabastecido por la atmósfera, lo que lleva a cambios químicos más rápidos que
los que ocurren en condiciones húmedas, resultando en una mayor descomposición de la
materia orgánica, una mayor mineralización de los nutrientes, una mayor producción y emisión
de dióxido de carbono, además de una retención y liberación de nutrientes o metales producto
del cambio. De estos últimos, algunos pueden ser absorbidos por la vegetación y ser parte de
los ciclos a los que pertenecen, o, puede pasar que, al estar en el agua, son móviles y
eventualmente se puedan exportar a ríos o lagos, lo que posiblemente lleve a consecuencias
indeseables como la eutrofización, la proliferación de algas y la muerte de peces. Más
importante aún, es que algunos nutrientes como el nitrato y el sulfato son más móviles en los
suelos, y más propensos a exportarse durante los eventos de cambio en las condiciones
húmedas del suelo, lo que afectaría las cantidades presentes de estos elementos en el
ecosistema, y, por consiguiente, en el ciclo biogeoquímico que corresponden. En cuanto al
resto de procesos que se alteran a causa de la introducción del oxígeno como resultado de la
disminución en el nivel del agua, tenemos que la desnitrificación, la reducción de compuestos
de hierro y manganeso, la reducción de sulfatos y la metanogénesis, son procesos que se
inhiben en respuesta al cambio, y estos al tener influencia directa en las dinámicas de los
ciclos biogeoquímicos respectivos, si se llegan a inhibir hasta punto de desaparición, los ciclos
se romperían (Reddy & DeLaune, 2008; Wright, 2009; Karmakar et al., 2016).
En cuanto a la vegetación y microorganismos, hay dos cosas que pueden suceder, la primera
es que la minería no sea capaz de destruir por completo los hábitats, y de esta forma, aún
existan condiciones de vida para algunos seres vivos, y la segunda, es que la afectación sea
tan grande que si pueda eliminar las condiciones necesarias para que seres lo habiten. En
cuanto a la primera situación, se tendría que la actividad microbiana es mayor en suelos
aeróbicos que en suelos anaeróbicos, por lo que la extracción de agua mejoraría la actividad
microbiana, que estimula la descomposición de la materia orgánica y la generación de
nutrientes, lo cual tendría un efecto significativo bajo tierra, donde la descomposición de la
materia orgánica por microorganismos heterótrofos es significativamente mayor en
condiciones secas que húmedas (Wright & Reddy, 2001). Los cambios de condiciones de un
humedal estimulan transiciones de vegetación acuática a terrestre, lo que disminuyen la
contribución de las algas a la producción primaria total, y de esta manera, tiene el efecto de
eliminar una fuente de producción primaria neta y de secuestro de carbono. Esta transición
tendría un efecto negativo en los ciclos biogeoquímicos presentes en el ecosistema, pues la
velocidad en la que decae la vegetación acuática es drásticamente mayor a la de crecimiento
de la nueva vegetación dominante del ecosistema, fenómeno por el cual los ciclos
relacionados a la presencia y dinámicas de las plantas se estancarían o se romperían (Wright,
2009). Para el caso contrario, los cambios serían mucho más visibles, pues si se destruye el
hábitat a causa de la minería, no habría transición de vegetación, directamente se eliminaría
este factor, y, por consiguiente, se generaría un rompimiento de los ciclos biogeoquímicos
relacionados con esta (LaBaugh et al. 1998; Davis & Froend, 1999).
De manera gráfica, el esquema realizado por Reddy & DeLaune (2008), sirve para ilustrar la
influencia que tiene la hidrología sobre los demás ciclos biogeoquímicos, y cómo al alterar las
dinámicas que se presentan en esta, como por ejemplo la desaparición o disminución de los
niveles del agua, es inevitable que los demás elementos no se alteren, y si a esto se le suma
el hecho de que los cuerpos de agua son medios en los cuales se generan procesos de
transformación, como se mencionaba previamente, esos flujos que se pueden ver en la
imagen se cortarían, y de paso, los ciclos biogeoquímicos.

 Agua: El más importante de los ciclos dentro de un humedal, pues la presencia del agua
supone un medio importante que está relacionado con los demás ciclos biogeoquímicos
que suceden en el ecosistema. Sin la presencia del agua, las dinámicas de los seres vivos
del lugar cambiarían drásticamente, pues están acostumbrados a las condiciones que se
presentan en el ecosistema. De esta manera, la hidrología controla las características
biogeoquímicas de los humedales, incluidas las propiedades físicas, químicas y biológicas
del suelo, la productividad de las comunidades bióticas y la calidad del agua. Los
humedales, por sus características, poseen un movimiento de agua bastante lento,
principalmente dado por los procesos de lluvia y evapotranspiración, además de las
entradas y salidas que supone el movimiento de aguas subterráneas, como los
movimientos de agua que se den en la superficie, como la escorrentía. (Naranjo et al.,
1999).
 Carbón: El ciclo del carbón es muy importante cuando se habla de humedales, pues,
aunque estos ecosistemas tan solo conforman el 6% total de la superficie del planeta,
representan un sumidero de carbono terrestre equivalente al 68% de las reservas de
carbono del suelo terrestre. (Schlesinger, 1997). En este tipo de ecosistemas, los
principales actores con respecto al ciclo del carbono son las plantas, pues al comparar el
promedio de la producción primaria neta con otros ecosistemas, se encuentra que los
humedales están por encima incluso de los bosques tropicales. (Houghton & Skole, 1990);
en este sentido, las dinámicas que suceden con respecto al carbono están directamente
influenciadas por el comportamiento de los productores. Usualmente, en un humedal, el
carbono se mueve de la siguiente manera: inicialmente, el carbono está presente en la
atmósfera como CO2, CH4, CO y compuestos orgánicos volátiles, parte de ese carbono es
captado por los productores mediante procesos de fotosíntesis, donde pasan a actuar
como reservorios de carbono. Durante el ciclo de vida de las plantas, en especial las de
mayor envergadura, partes de su estructura van cayendo al suelo, como ramas u
hojarasca, que de igual forma que el cuerpo principal un tiempo después, comienzan
procesos de descomposición, que acumulan el carbono presente en el suelo, como en los
cuerpos de agua, en forma de carbono inorgánico disuelto, carbono orgánico disuelto,
carbono orgánico particulado y en la biota marina. (Reddy & DeLaune, 2008). Finalmente,
tanto la descomposición de la biomasa, como el carbono disuelto en el agua, generan
emisiones a la atmosfera; se dice que el 3% de la producción neta en los humedales se
vuelve a emitir a la atmósfera como metano (Whiting & Chanton, 1993).
 Nitrógeno: En un humedal, los flujos constantes de nitrógeno entre el suelo y el agua son
muy importantes para entender el ciclo de este elemento, pues es el lugar donde se llevan
a cabo los procesos de mineralización y nitrificación, claves para la asimilación del
nitrógeno por las plantas. El ciclo del nitrógeno consta de 5 partes fundamentales, la
primera de ella es la fijación, la cual consiste en la incorporación del nitrógeno atmosférico,
a las plantas, gracias a algunos microorganismos; esta fijación se da por medio de la
conversión de nitrógeno gaseoso (N 2) en amoniaco (NH3) o nitratos (NO3). (Mayz-Figueroa,
2004). La segunda fase es la ya mencionada nitrificación o mineralización, la cual consiste
en que las bacterias del suelo convierten el amonio en nitrito (NO 2), para que luego otra
bacteria del suelo oxide el nitrito en nitrato (Cabrera, 2007). Le sigue la asimilación del
nitrógeno por las plantas, lo cual ocurre cuando estas absorben a través de sus raíces
nitrato (NO3) o amoniaco (NH3), que son formados en fases anteriores, luego, cuando los
animales consumen partes de la planta, ese nitrógeno pasa a sus cuerpos y se convierte
en compuestos animales. El cuarto paso es la amonificación, que se genera a partir de los
desechos de los organismos vivos, o de la descomposición de estos, que gracias al trabajo
de las bacterias presentes en el suelo y en el agua, se libera ese nitrógeno al medio, bajo
la forma de amoniaco (NH3) (Videla et al., 2005). La fase final consiste en la
desnitrificación, donde sucede la reducción de los nitratos (NO 3) a nitrógeno gaseoso (N2),
y amonio (NH4+) a amoniaco (NH3), que son llevadas a cabo por bacterias que revierten la
acción de las fijadoras de nitrógeno, regresando el nitrógeno a la atmósfera en forma
gaseosa. (Reddy & DeLaune, 2008).
 Azufre: De forma general, el azufre participa en varios procesos biogeoquímicos
importantes, como la reducción de sulfatos, la formación de pirita, el ciclo de los metales,
el transporte de energía y las emisiones atmosféricas de azufre. Para el caso específico de
los humedales, el azufre está presente tanto en formas inorgánicas (pirita, hierro y sulfuro
de hidrógeno, sulfato y azufre elemental) como en formas orgánicas (tejido vegetal animal
y microbiano). Los procesos de transformación del azufre están ligados a las dinámicas del
carbono y el oxígeno dentro el ecosistema; a través de procesos de mineralización,
reducción y oxidación, que generalmente suceden en intercambios entre el agua y el
suelo, lo que significa que el azufre se mueve en medios tanto aerobios, como anaerobios,
y finalmente, este elemento termina en deposiciones al suelo o en intercambios con la
atmosfera (Reddy & DeLaune, 2008).
 Oxigeno: Los humedales se caracterizan por una variedad de condiciones que presentan
al suelo en estado drenado o inundado; dependiendo del régimen hidrológico y del periodo
de tiempo, los suelos alternan entre este par de condiciones, lo cual, a su vez, también
regula el intercambio de gases entre la atmósfera y el suelo. Las reacciones
biogeoquímicas más importantes que involucran gases son: la respiración microbiana y
vegetal, que consume oxígeno y produce dióxido de carbono; durante el día, las algas y la
vegetación acuática sumergida en la columna de agua consumen dióxido de carbono y
producen oxígeno mediante la fotosíntesis, además de la respiración del suelo, que
consume oxígeno y produce dióxido de carbono durante la noche y el día. Cuando los
suelos están en estado seco, la mayoría de los poros del suelo están llenos de aire y están
interconectados con la atmósfera, lo cual permite un intercambio rápido de gases, incluido
el oxígeno, entre la atmósfera y los espacios porosos del suelo. En estos casos, el flujo de
oxígeno siempre proviene de la atmósfera al suelo porque la concentración de oxígeno en
los espacios porosos del suelo es menor que en la atmósfera, mientras que el flujo de
dióxido de carbono siempre proviene del suelo a la atmósfera porque la concentración de
dióxido de carbono en los poros del suelo es típicamente más alta que en la atmósfera.
Cuando los suelos se inundan, los poros del suelo se llenan de agua y el oxígeno disuelto
presente se consume durante la respiración microbiana. En estas condiciones, el oxígeno
se introduce en el perfil del suelo del humedal por difusión y flujo masivo a través de aguas
de inundación y plantas. La concentración de oxígeno en las aguas de inundación varía
tanto espacial como temporalmente y, a menudo, está presente en niveles de saturación
durante el período fotosintético. La posterior difusión de oxígeno en el perfil del suelo
depende de las características del suelo y de la concentración de especies demandantes
de oxígeno. (Reddy & DeLaune, 2008).

Para hablar de romper los ciclos biogeoquímicos, es necesario establecer primero de qué tipo
de ciclo se está hablando, si se habla de los rápidos, el termino de romperlo tiene sentido,
pero si se habla de los ciclos lentos, la perturbación no tiene la capacidad de romperlos. Para
los ciclos rápidos, la perturbación es capaz de afectar los ciclos previamente mencionados,
pero, sobre todo, el ciclo del agua, pues se ha demostrado que la minería aluvial en la zona
tiene perjuicios sobre los cuerpos de agua, secándolos o degradándolos a un punto donde
ciertas dinámicas desaparecen, cortando el ciclo del agua, pues no habría evapotranspiración,
causando que la única salida de agua del sistema sea a través de movimientos subterráneos,
que en ciertos casos no es tan determinante.

Propuesta de restauración
La hidrología de la región compuesta por el Río Nechí, sus afluentes y el complejo cenagoso
que lo circunda, unida a las áreas boscosas propias de bajos de inundación y a la fauna
asociada a los ecosistemas, son los componentes mayormente afectados por el desarrollo del
proceso productivo de extracción de oro realizado por Mineros S.A. y de la minería ilegal,
convirtiéndose en los focos principales hacia donde se dirigen todos los esfuerzos de
recuperación ambiental que se identificaron a lo largo de este trabajo.

Al planificar la restauración de la ciénaga del Bajo Cauca o de cualquier otro humedal en la


zona, se debe tener cuenta que existen en el área diversos tipos de humedal. La
denominación “ciénaga” simplemente designa una apariencia: un espejo de agua permanente
o semipermanente. Debajo de esta apariencia existen sistemas hidrológica y ecológicamente
muy distintos. Los límites mismos de un cuerpo de agua en esta región, rara vez se
circunscriben a los de su espejo de agua, pues el cuerpo en sí abarca otras áreas más
extensas, vegetación acuática y terrestre, con interconexiones más complejas.
Durante el proceso extractivo, debido al funcionamiento de las unidades de producción de la
empresa minera, las dragas inevitablemente alteran las dinámicas hidrológicas y
geomorfológicas de la zona, hasta el punto donde los cuerpos de agua intervenidos cambian
sus flujos de sedimentos influenciando una pronta colmatación; bajo este contexto, como
media de prevención, se debe tener en cuenta los aspectos geomorfológicos y las condiciones
de drenaje natural en las zonas de explotación, de tal forma que la operación de dragado
preserve la posición de los cauces, contribuyendo de esta forma al control y conservación de
la dinámica fluvial de la región. De igual forma, lo ideal sería realizar una modelación
hidráulica de los canales de entrada y salida a las zonas de explotación, de forma que esos
procesos acelerados de colmatación no sean tan severos y los cuerpos de agua no estén en
peligro de perderse; en la misma línea de planeación, se debe pensar también las dinámicas
de drenaje finales en las zonas intervenidas para no saturar completamente las ciénagas y
transformar irremediablemente las dinámicas generales del ecosistema.

En el proceso de extracción, una vez la unidad de producción termina su explotación en los


bloques de reserva y es trasladada a otro lugar, regularmente quedan tres elementos
fundamentales sobre los cuales se inicia la recuperación y restablecimiento de las condiciones
de los ecosistemas tanto terrestres como acuáticos. Estos elementos resultantes son:

 Cargueros, compuestos por gravas de diferentes diámetros mezclados con bajos


porcentajes de arenas, limos y arcillas.
 Rellenos hidráulicos, compuestos básicamente por arenas, limos y arcillas, ubicados
entre cargueros.
 Humedales artificiales, cuerpos de agua que quedan después de la explotación del
aluvión profundo del río y ciénagas aledañas al área de explotación.
Estos elementos resultantes, en especial los cargueros, son montículos del material extraído
depositados en los bajos inundables o en los rellenos hidráulicos que no tienen las
características físicas necesarias para establecer la etapa inicial de una restauración, con esto
en mente, el primer paso sería hacer un perfilamiento de descargas; intervenir esos cuerpos
con maquinaria pesada buscando llevar sus pendientes por debajo de 30% y acondicionarlos
para el posterior establecimiento de coberturas vegetales.
Una vez se han perfilado las áreas degradadas, se da inicio al programa de establecimiento
de coberturas, el cual está compuesto por dos procedimientos:

 Revegetalización con plantaciones forestales: Contempla el establecimiento de


bosque protector – productor con diferentes especies, en su gran mayoría nativas, de
rápido crecimiento y buen comportamiento en condiciones de áreas degradadas y
suelos de baja fertilidad. El listado de especies sería el siguiente:
Tabla 1.
Nombre Nombre Científico Nombre común Nombre Científico
común
Suan Ficus sp. Cagüí Caryocar glabrum
Balso Ochroma pyramidale Sapán Clathrotropis brumzea
Orejero Enterollobium Saino Goupia glabra
ciclocarpum
Jobo Spoandias monbin Guayacán Tabebuia serratifolia
Guácimo Guazuma ulmifolia Abarco Cariniana pyriformis
Campano Samanea saman Aceite maría Calophyllum
Cantagallo Erithrina glauca Algarrobo Hymenaea courbaril
Tambor Schizolobiun Bálsamo Myroxylon balsamum
parahybum
Suribio Pitecellobyum sp. Ceiba tolúa Bombacopsis quinata
Matarratón Gliricida sepium Roble Tabebuia rosea
Cedro Cidrela odorata Acacia Acacia mangium
Ceiba bruja Ceiba pentandra Melina Gmelina arborea
Ñipi o lechero Sapium aucuparium
Fuente: Cogollo & Ramírez, 1997

 Implementación de parcelas agroforestales: Involucra el establecimiento de


plantaciones de frutales (guanábano, cítricos, patilla, papayo, guayaba), plátano, yuca,
maíz, fríjol, guandul y arroz, tanto para seguridad alimentaria como para
comercialización de excedentes en los mercados locales que serán beneficio de los
locales. Se busca que el establecimiento de las nuevas plantaciones se haga a través
del desarrollo participativo, conjuntamente con los beneficiarios del proyecto, con
énfasis especial en la utilización de especies adaptadas a las condiciones propias de la
zona. En este mismo sentido, se establecerán cultivos de cobertura, especialmente
Vitabosa y Kudzu tropical, tanto en áreas de parcelas productivas como en áreas de
reforestación con bosque protector–productor, que además de otorgarle características
positivas al suelo, también se pueden usar como alimentación para el ganado de los
productores locales; con este último propósito, también sería posible sembrar especies
forrajeras como bore, matarratón, botón de oro, maralfalfa y caña, para alimentación de
aves de corral y especies menores. (Santana, 1996; Castro, 2016).

Unido al proceso de recuperación natural de los cuerpos de agua, se llevan a cabo


actividades de establecimiento de rondas perimetrales de protección según lo establecido por
la ley 1450 de 2011, con especies de rápido crecimiento y aptas para la recuperación, cuidado
y conservación de los humedales, que sirvan como reservorio para las poblaciones de
especies que comienzan a establecerse en ellos y aquellas que son introducidas dentro de los
procesos de repoblamiento, especialmente de tipo ictiológico. Adicionalmente, se pretende
vincular a la comunidad local con el fin de lograr el compromiso y cuidado de estos
ecosistemas; se plantean labores de limpieza de los cuerpos de agua y de los caños de
alimentación, con el objetivo de eliminar cualquier elemento que pueda influenciar el avance
de los procesos de eutrofización, y establecer unas mejores condiciones para el
repoblamiento de fauna.

Para la recuperación ambiental enfocada a la fauna, es necesario tener en cuenta que se


garantice un ambiente propicio para el retorno y la adaptación de las nuevas especies que
llegarían, en este caso se debe certificar inicialmente que el tipo de ecosistema inicialmente
restaurado sea igual o muy similar al inicialmente afectado, con igual o mayor componente
paisajístico, de manea que se beneficie la riqueza de especies.
En la parte acuática, es recomendable incluir especies de peces saprófagos y depredadores
de fondo, al igual que peces herbívoros y detritívoros, ya que ellos se alimentan de la
vegetación en descomposición que se encuentra en el fondo de la ciénaga, además ayudan
con la regulación de las concentraciones de algunos nutrientes como fósforo y nitrógeno y
sedimentos, también ayudan a controlar el perifiton y la productividad primaria
Para contribuir a la cadena trófica también deben incluirse en las ciénagas de aguas blancas
peces depredadores grandes, y en las ciénagas de aguas negras, peces depredadores
pequeños, ambos tipos de depredadores se alimentan de macroinvertebrados acuáticos,
peces, o incluso algunos invertebrados terrestres que caen en el agua.

Las especies anfibias como tortugas, babillas y nutrias dependen del borde de la ciénaga para
la regulación de su temperatura, y también de material vegetal, frutos, flores y retoños (en el
caso de los herbívoros) o especies pequeñas como lagartijas y ranas (en el caso de los
carnívoros) para su alimentación. Esto marca una gran diferencia en el proceso de
restauración, pues las interacciones en el borde de la ciénaga, permiten mayor diversidad
biológica, control de población, y un constante abono para el suelo, traducido en un posterior
enriquecimiento del mismo, ya que la presencia de animales significa la presencia de heces,
con alta carga de materia orgánica, incluso semillas que ayudan con el proceso de
reforestación, además con el paso constante de los animales, se genera una compactación
ligera del suelo que afianza las coberturas vegetales, y la penetración en el suelo de frutos y
semillas que caen de los árboles, generando una influencia positiva en la cadena trófica. La
presencia de estas especies, a largo plazo aporta al establecimiento de conectividad entre
cuerpos de agua y drenajes.
La transición entre el hábitat terrestre y el hábitat acuático tiene gran relevancia para las aves,
pues muchas de estas suplen prácticamente todos sus requerimientos de hábitat en las áreas
de vegetación e inundación colindantes con la orilla de la ciénaga.
En cuanto a las aves, juegan un papel muy representativo en la reposición del ecosistema de
ciénaga pues establecen una interacción entre varios ciclos biogeoquímicos y sus efectos a
mayores escalas, pues para alimentarse, las aves (dependiendo de su tamaño) suelen buscar
pequeños peces, crustáceos, ranas, renacuajos e insectos acuáticos y esto hace que se
reciclen nutrientes, llevando por ejemplo fósforo desde las especies productoras hacia las
especies consumidoras.
La distribución no aleatoria de las aves también tiene influencia con la restauración porque
donde se encuentran estas especies garantiza el encuentro con otras especies y el
afianzamiento de una zona, que paulatinamente se va extendiendo hacia el exterior,
posibilitando mayores opciones de alimentación, supervivencia y reproducción de las
especies, y a la vez mayor capacidad de restauración del ecosistema.
La inclusión invertebrados en diferentes etapas de desarrollo en los procesos de
recuperación, garantiza parte del alimento para las aves, anfibios y reptiles con los que
comparten hábitat, ya que son consumidores primarios, además de que contribuyen a la
filtración de material suspendido en la columna de agua y al reciclaje de nutrientes gracias a
su actividad trófica.
Con respecto al proceso de monitoreo y seguimiento, el factor principal a tener en cuenta es
un seguimiento constante de presencia y ausencia de especies. Por ejemplo, la presencia de
Paujil en el entorno que se está recuperando y restaurando positivamente.
También debe realizarse un control constante de que se esté presentando la interacción entre
especies con un correcto ensamblaje entre grupos funcionales del ecosistema, buscando
como mínimo la presencia de un individuo, pero siempre procurando que aumente esta
presencia. Esto puede lograrse mediante el uso de cámaras, visitas a campo, registro de
avistamientos y control de comportamiento hídrico, este último en especial es de gran
atención porque cuando varía la diversidad batimétrica, o suben los niveles de agua, algunos
sistemas se fragmentan, o al disminuir los niveles algunos sistemas se expanden.

Las restauraciones ecológicas están enfocadas en estimular y lograr la regeneración de los


sistemas de manera que sean capaces de autosostenerse en las condiciones normales y bajo
algunas presiones de la región donde estén ubicados, como base para garantizar que los
cambios no sean sólo paisajísticos y de percepción visual, sino también que las dinámicas y
los ciclos del sistema tengan interconexión con otros sistemas para que se faciliten los
procesos vitales para la continuidad de especies como es la reproducción y la garantía de
condiciones mínimas de alimentación y hábitat para la supervivencia. (SER, 2004).
Debido a la complejidad de las interrelaciones en las ciénagas, muchas de las restauraciones
que son realizadas no lograr cumplir los objetivos de la capacidad autogénica y terminan
generando un deterioro mayor a mediano y largo plazo, dejando el problema de fondo sin
solución; por lo tanto, es importante tener en cuenta dos aspectos básicos que son impulsar
las condiciones para que el ecosistema retorne a las características básicas de ciénaga en
diferentes escalas y asegurar que estas condiciones sí se presenten y permanezcan a lo largo
del tiempo en iguales o mejores proporciones con respecto a la situación inmediatamente
anterior, logrando un ecosistema funcional.

El monitoreo también es una estrategia básica para verificar el correcto funcionamiento de las
medidas anteriormente mencionadas, busca lograr potenciarlas acorde al comportamiento que
se vaya presentando, haciendo que la restauración tome un carácter dinámico y abierto con
respecto al sistema. Esto permite aumentar la comprensión de los ecosistemas y así mejorar
los modelos planteados inicialmente en horizontes más amplios que posiblemente no hayan
sido captados inicialmente, porque se establecen relaciones entre la información suministrada
por la línea base y la información recolectada durante el desarrollo de la restauración.

Los principales parámetros a tener en cuenta en el monitoreo son:


 Relación presencia/ausencia de especies focales de importancia para todos los ciclos y
para el ecosistema.
 Cumplimiento de actividades y planes de acompañamiento y gestión social.
 Niveles de ruido.
 Cumplimiento de caudales ecológicos de los ríos intervenidos para la actividad extractiva.
 Calidad del agua superficial y subterránea con especial atención a la presencia de sólidos
suspendidos.
 Manejo adecuado de residuos químicos y especiales.
 Calidad del aire.
 Cumplimiento de reforestación compensatoria teniendo en cuenta la relación
supervivencia/muerte y el DAP (diámetro a la altura del pecho) de las especies arbóreas.
 Cumplimiento actividades y planes de rescate y reubicación de fauna.

Esta medida busca mantener la continuidad a largo plazo del manejo ambiental eficiente y
efectivo, asegurando el cumplimiento normativo y los requerimientos legales y ambientales;
puede ser lograda con ayuda de diferentes estrategias como las visitas a campo, el
acompañamiento y vigilancia de las autoridades ambientales, la ayuda por parte de la
comunidad del parea de influencia, marcación y rastreo de especies el uso de fotografías
aéreas, teledetección y mapas topográficos.

Conclusiones
 En las zonas donde se realizan actividades productivas como la minería es necesario
considerar específicamente el tipo de extracción que se va a usar y las condiciones
iniciales del medio ambiente y la población, pues de esto dependerán los planes de
restauración y manejo ambiental, debido a que existen muchas variaciones que pueden
modificar la eficiencia de estos.
 La extracción legal de minerales, especialmente cuando se trata de oro por técnicas
aluviales, normalmente deja a su paso la oportunidad para la minería ilegal, pues las
tierras removidas dan la oportunidad a mineros artesanales de obtener beneficio;
situaciones como esta normalmente no son previstas ni consideradas en los planes de
restauración, debido a que están por fuera de las obligaciones legales de las empresas,
eso hace necesario un gran énfasis en la comunicación y cercanía con la comunidad, para
que dichos planes puedan ser efectivos y poder llevar la zona afectada a un estado similar
o igual al de antes de ser perturbada.
 En los planes de restauración, hasta el más mínimo detalle que hace parte de los ciclos
biogeoquímicos es de gran importancia, porque el mismo hecho de hacer parte de un ciclo
indica que hay un sin número de interconexiones ecológicas que pueden verse afectadas,
por lo tanto, el cuidado al detalle y un análisis extenso de cada particularidad es la única
forma de llevar estos procesos a buen término.
 Las acciones de monitoreo y la garantía de capacidad autogénica son los mejores
indicadores para concluir que un plan de restauración ha sido efectivo, pues es lo que
determina que el ecosistema va a tener la capacidad de seguir en un funcionamiento
estable y equilibrado a largo plazo.

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