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Jorge Hernández Rodríguez

“La monada es una sustancia simple, que entra en los compuestos: simples, es decir, sin
partes”.
Con este punto es con el que Leibniz comienza este libro de Monadología, y es justamente
de donde parte para explicar su modelo de pensamiento, del que yo entendí que todo
este compuesto de monadas, aunque estas monadas no se pueden definir como tal, si es
de lo que está conformado todo. Pero si se puede decir de estas monadas que cada una es
diferente de la otra, ya que no hay en la naturaleza dos seres que sean perfectamente
idénticos, y para poder identificar una monada de otra, por supuesto que deben de tener
alguna diferencia. Por otra parte, la monada que es creada también experimenta algún
tipo de cambio continuo, aunque estos cambios provienen de un principio interno.

“Entelequia, es toda sustancia simple o mónada creada. Porque tiene en sí misma una
cierta perfección y una suficiencia que las hace fuentes de sus acciones internas, y, por
decirlo así, autómatas incorpóreos”.
Para mi es aquí donde entramos en general todos los seres vivos, llámese animales,
vegetales, seres humanos, etc. Ya que dentro de nosotros existe un grado de perfección, y
dependiendo de ese grado de perfección, es lo que podremos ir alcanzando. Y esto es
también lo que le da la división de las monadas, dividiéndolas en categorías según el
poder o cualidad de sus porciones. Por su parte los animales son monadas de percepción
vaga y confusa.

“Pero el conocimiento de las verdades necesarias y eternas es lo que nos distingue de


los simples animales, al poseer la razón y las ciencias, que nos elevan al conocimiento de
Dios y de nosotros mismos, y esto es lo que se llama en nosotros espíritu o alma
racional”.
Como se menciona en la idea anterior a esta, a diferencia de los animales, la principal
distinción de los seres humanos con los animales es que nosotros podemos tener algo de
conocimiento de las verdades necesarias y eternas, y justamente estas serán las que nos
eleven a creer que hay un ser por encima de nosotros mismos, este ser que no tiene
límites. También los seres humanos podemos elevarnos a los actos reflexivos que nos
hacen pensar en lo que se llama yo.

“Las criaturas tornan sus perfecciones de la influencia de Dios y sus imperfecciones de su


propia naturaleza, incapaz de ser ilimitada, porque en esto de Dios se distingue”.
En este caso las imperfecciones son y suceden porque justamente no somos como Dios,
somos seres limitados, los cuales podemos alcanzar un grado de perfección, pero nada
más, es decir simples imitaciones menos perfectas. Ahora también es necesario,
mencionar que Dios es la unidad de la cual todas las monadas creadas y derivativas nacen.

“Dios ha sido llevado a crear las leyes que observamos en la naturaleza, por razones
dadas de sabiduría y orden”.
Este punto se retoma más adelante, pero en mi entender, aquí nos da la idea de que en
efecto Dios nos da la voluntad de actuar de cierta manera, pero que si hay ciertas leyes
que rigen tanto al espíritu como al cuerpo. También que no necesariamente existen las
Jorge Hernández Rodríguez

cosas malas o buenas, sino que mas bien lo que podemos notar son cosas que fluyen por
sus mismas leyes, y esto va justo con el sentido del orden impuesto por Dios. Y tanto la
naturaleza como los seres vivos, así como nosotros estamos cumpliendo esta voluntad del
creador, pero no como una fuerza obligatoria, sino como un sentido que se sigue. Por otro
lado, Dios es el único soberano del universo, que no solamente rige al mundo, sino que le
ha creado y modelado, y por esto mismo el es la razón última de las cosas.

“Dios ha creado el alma de modo que todo nazca en ella de su propio ser por una
perfecta espontaneidad respecto de sí misma, y con una perfecta conformidad respecto
de las cosas exteriores; produciendo lo que llamamos comunicación o sea la unión del
alma con el cuerpo”.
Aquí podemos ver que hay una distinción entre el alma y el cuerpo, pero también que de
cierta forma están unidos, y que, aunque son independientes, ya que cada uno posee sus
propias leyes que lo rigen, también hay algo que hace que puedan por así llamarlo
trabajar en conjunto. Es importante mencionar que no existe alguna sustancia que no
tenga sentido de ser, todo lo creado tiene un propósito, ya que todo viene por el
propósito divino. Y esto por lo que el alma y el cuerpo pueden tener cierta unión se le
conoce como armonía, y esto permite que haya una influencia mutua, entre alma y
cuerpo.

“En cuanto a la separación completa del alma y del cuerpo, aunque nada puedo decir de
las leyes de la gracia, y de lo que Dios ha ordenado respecto a las almas humanas y
particulares más allá de lo que dice la Santa Escritura, puesto que son cosas que no se
puede saber por la razón, y que dependen de la revelación y de Dios mismo, no
obstante, no veo razón alguna, ni de la religión ni de la filosofía, que me obligue a
abandonar la doctrina del paralelismo del alma y del cuerpo y a admitir entre ambos
una perfecta separación”.
Me parece arriesgado pensar que Leibnitz sea alguien que sea un profundo creyente en
las Escrituras, mas bien creo que el da una referencia en esto de que, no comprende del
todo el proceder de Dios, ni porque actúa de tal o cual modo, pero de algo de lo que esta
seguro es de la existencia de Dios, y que tanto el alma como el cuerpo son entidades
separadas, pero que entre ellas hay alguna unión que las hace funcionales. Además, saber,
que Dios es la fuente universal y que las monadas tratan de imitar en cuanto lo posible a
este ser, y que estas solamente tienen que vivir bajos estas leyes establecidas por este ser
supremo e infinito.

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