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Colombia: Una nación hecha a pulso 3l

m.1n
UN RECORRIDO POR DOSCIENTOS AÑOS
DE LA ECONOMÍA COLOMBIANA

Carlos Caballero Argáez

El 7 de agosto de 1819 la situación de la economía del virreina-


to de la Nueva Granada era muy mala. La expansión de la acti-
vidad productiva que había tenido lugar en la segunda mitad
del siglo XVI!!, impulsada por la minería y por la agricultura, se
había frenado en la segunda década del nuevo siglo. La inva-
sión napoleónica a España, en 1808, interrumpió el comercio
con la metrópoli. La inestabilidad y los traumas causados por
las guerras de la Independencia afectaron, además, la explo-
tación del oro y la producción agrícola.

Desde el mismo momento de la independencia comenzó el


proceso de construir una nación en el cual, todavía, doscien-
tos años después, nos encontramos embarcados como socie-
dad.

El problema fiscal fue agobiante desde los primeros días de


vida como territorio independiente. En septiembre de 1819, el
Libertador Bolívar, en calidad de presidente, se vio en la nece-
sidad de dictar un decreto para rebajar a la mitad los salarios
delos funcionarios del naciente Estado. En diciembre de 1819,
En el Congreso de Angostura se estableció que las antiguas
Provincias de la Nueva Granada y Venezuela conformarían
'a República de Colombia y se unificó la deuda pública en la
Mueva República. Y, para hacer frente a la falta de recursos, se
a Institutdeo Ciencia Política Hornán Rehavarría Olóxaga

decidió contratar deuda externa, lo que se concretó en


dos
empréstitos negociados por Francisco Antonio Zea, uno
en
1820 y otro en 1822. No fue posible pagar esos préstamo
s, lo
que dificultó el acceso al crédito externo a lo largo del
siglo XIX
y durante las dos primeras décadas del XX.

En doscientos años Colombia no ha podido resolver su pro


blema fiscal. A pesar de que desde la Constitución
aproba-
da en el Congreso de Cúcuta en 1821 se autorizó el esta
ble-
Cimiento del impuesto directo de renta para los individu
os
que recibían ingresos de diferentes fuentes, doscientos años
después no hay un consenso social y político para el pago de
impuestos de personas naturales,

Los treinta años que siguieron a la independencia fueron de


estancamiento económico. Las pocas estadísticas señalan
que la agricultura se contrajo en la primera mitad del siglo XIX.
La minería del oro se vio afectada por la supresión de mano
de obra esclava. El comercio exterior se alteró por el cambio
de régimen político y comenzó la puja entre los defensores
del statu quo (los estancos o monopolios estatales, la heren-
cia colonial y la religión) y quienes consideraban que era ne-
cesario insertar la economía de la naciente nación en las co-
rrientes mundiales de comercio mediante la exportación de
materias primas, La discusión sobre el grado de apertura de
la economía al comercio internacional viene, también, desde
los inicios de la República,

Con el paso de los años y el surgimiento de la


generación
nacida en un pais independiente y expuesto a las
ideas ex.
tranjeras, se intensifico el alán de romper con
el pasado co-
lonial español. Se buscó, entonces, “enfrenta:
los problemas
centrales de la herencia española: la soci
edad de castas, la
esclavitud, la existencia de un sistema
politico restrictivo que
daba ciudadania únicamente a los mie
mbros de los grupos de
letrados y propietanos, la supervive
ncia del poder del clero”
(Melo, 2008, p. 16). Estas cucunstancia
s se complementaron
por factores externos: el ascenso
del liber alismo en Europa, el
Colombia: Una nación hecha a pulso 133

auge de la burguesía y la expansión de los mercados de bie-


nes en Europa y en los Estados Unidos. Y en el país tuvo lugar
un desarrollo crucial: la introducción de la navegación a vapor
por el río Magdalena, que redujo los costos de transporte de
las mercancías que se comerciaban con el exterior.

*k

Las reformas se iniciaron un poco antes de la mitad del siglo


XIX. En 1851, se abolió definitivamente la esclavitud. En 1850,
un decreto del presidente José Hilario López expulsó a los je-
suitas y expropió sus bienes. En lo económico hubo una reba-
ja de los derechos de importación y se eliminó el estanco del
tabaco. Esta última coincidió con el rápido incremento de la
demanda mundial del producto. La participación del tabaco
dentro de las exportaciones colombianas aumentó rápida-
mente y desplazó, a principios de los años sesenta, el dominio
del oro como producto de exportación.

El crecimiento del PIB por habitante, entre 1850 y 1885, fue


más elevado que el del auge colonial en el siglo XVIII, debido
al aumento de las exportaciones. A pesar de esto, y de que
surgió el café como producto de exportación en Santander,
primero, y en las haciendas cafeteras de Cundinamarca y An-
tioquia, después, la bonanza exportadora no se prolongó. Las
exportaciones fueron muy volátiles. En 1855 su participación
en el PIB era cercana al 15 %, a principios de la década de los
ochenta aumentó al 25 %, y, a finales del siglo, cayó otra vez
a menos del 15 %; es decir, un porcentaje similar al registrado
en 1835.

Colombia no logró articularse tempranamente con el exterior


los re-
ni tampoco integrar su mercado interno. Persistieron
ducidos mercados locales, separados por la geografía. La ex-
Cepción fue la ganadería, que se expandió en el último cuarto
del siglo XIX en el interior de la Costa Caribe, especialmente
en los actuales departamentos de Bolívar, Sucre, Córdoba y
Cesar.
3 Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga

La Constitución de Rionegro, expedida en 1863, fue marcada-


mente federalista y debilitó el ya de por sí frágil poder ejecu-
tivo central. Al país se le rebautizó con el nombre de Estados
Unidos de Colombia. Se estableció un período presidencial
de dos años lo que dio lugar a elecciones frecuentes y reñí-
das, que se destacaron en América Latina como un fenómeno
aúpico (Bushnell, 2006, p. 129) . La reacción conservadora fue
inmediata y fuerte. En los años sesenta, setenta y ochenta del
siglo XIX, el conflicto entre los grupos políticos condujo al des-
orden público y a guerras civiles frecuentes. Estas, sumadas al
antdernicalismo y a las fuctuaciones de la economía mundial,
Cesgasteron los gobiernos liberales. Después de la revuelta
de 1876-1877, el régimen se derrumbó.

++

Bajo el liderazgo de Rafael Núñez, en 1886, se emprendió una


reorientación profunda en el proceso de construcción del Es-
taco nación, que se plasmó en la Constitución de ese año y se
enmarcó en un modelo centralista de organización territorial
y política. Se inició el período llamado la Regeneración.

El giro político de la nueva Constitución fue completo. Los


estados pasaron a denominarse departamentos y sus gober-
nadores —quienes a su vez nombrarían a los alcaldes de los
municipios—, a ser designados directamente por el presiden-
te de la República. El poder del presidente se amplió a todo
el país. El período de gobierno de presidente se aumentó
de
dos a seis años, con la posibilidad de reelección inmediata, y
el pais volvió a llamarse República de Colombia. Con la cen-
tralización fue necesario emprender una redistribución
de las
cargas fiscales entre el Gobierno central y los departamentos.
Esta reorganización agudizó el déficit y los desequilibrios
fi-
nancieros del Gobierno nacional.

En la economía hubo avances


importantes. El período de
banca libre se inició a principios de
los años setenta cuando
se fundaron en Bogotá tanto el Ban
co de Bogotá (1870) como
Colombia: Una nación hecha a pulso 55

el Banco de Colombia (1874, hoy Bancolombia). En los últimos


años del siglo XIX comenzaron a detectarse signos de progre-
so material en el país. Se concluyó la construcción de tramos
de ferrocarril. A Bogotá llegaron los primeros teléfonos,
se
construyó un acueducto y una empresa privada de energía
empezó a suministrar el fluido eléctrico. En 1889 un empresa-
rio alemán fundó, también en Bogotá, la cervecería Bavaria.
Simultáneamente, “los capitalistas de Medellín tomaron muy
resueltamente el camino de las empresas fabriles (...). En los
últimos años del siglo XIX, y en plena guerra civil, se volvió a
agitar en Medellín la idea de establecer una fábrica de tejidos
de algodón en grande escala” (Ospina Vásquez, 1955, p. 310).

Entre 1880 y el fin del siglo, las condiciones externas cambia-


ron y el crecimiento fue negativo. En 1900, el PIB por habi-
tante era prácticamente el mismo de 1800. El siglo terminó,
además, en medio de la que fue tal vez la única y verdadera
contienda civil —entre aquellas del siglo XIX—, la Guerra de los
Mil Días, que se prolongó hasta 1902. El desorden y la devasta-
ción fue de proporciones graves: el país quedó en ruinas, con
un sistema de transporte desvertebrado, “deshechas las fi-
ñanzas públicas, el cambio exteriory la circulación monetaria,
y desbordados por entero los precios” (Bejarano, 1987, p. 174).
*..

Al término de la Guerra de los Mil Días, se produjo un hecho


traumático para el país: la pérdida del departamento de Pa-
namá el 3 de noviembre de 1903. El impacto de la separación
de Panamá repercutió sobre la politica y la economia colom-
dianas en el primer cuarto del nuevo siglo. Colombia reanudó
sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos en 1922, y en
1923 comenzó a recibir una indemnización de US$25.0 millo-
nes acordada en el Tratado Urrutia-Thomson, firmado entre
Colombia y Estados Unidos.

El presidente Rafael Reyes, elegido en 1904, convocó a los co-


'ombianos para cerrar definitivamente la era de las
guerras
zaga
ca Hernán Echavarría Oló
136 Instituto de Ciencia Políti

y el
ile s, rec ons tru ir la ec on om ía y promover el progreso
civ de la
con la expansión
crecimiento. Su Gobierno coincidió idencia pro-
producción de café, evento que tendría una inc
a tod o lo lar go del sig lo XX. De 500.000 sacos de café
funda
ducir 3.0 millones
que se producían en 1905, el país pasó a pro
bió la composición re-
en 1930. Además, en estos años cam
en Cundinamarca y
gional de la producción: de concentrarse
del 40 % se origi-
Santander al iniciarse el siglo, en 1913 cerca
y Caldas.
naba en los departamentos de Antioquia
del país
El surgimiento de la economía cafetera del occidente
y la
sentó las bases del crecimiento económico en la segunda
tercera década del siglo, las de mayor expansión del PIB en el
siglo XX.! Por primera vez en la historia del país se registraba
una demanda sostenida de bienes, alimentos y vestuario; se
ampliaba el mercado interno para los productos de la agri-
cultura, la ganadería y la incipiente industria manufacturera.
Fenómenos que, a su turno, estimularían la inversión en la
infraestructura de transportes, la creación de empresas in-
dustriales, la urbanización, el empleo femenino y la protesta
social.

En los años veinte, Colombia experimentó una primera gran


bonanza externa y un auge económico sin precedente. No
solamente ingresó al país la indemnización de Estados Uni-
dos por la pérdida de Panamá, sino que el crecimiento de la
economía mundial condujo el precio del café al alza y a la
apertura del crédito externo para la nación y las ciudades co-
lombianas. Las reformas institucionales para modernizar el
manejo económico, en particular la creación del Banco de la
República (el banco central en Colombia) generaron confian-
Za entre los inversionistas extranjeros, lo que estimuló el flujo
de capitales hacia el país. Adicionalmente, en 1926, el país co-
menzó a exportar petróleo desde Cartagena.

kx

L. Entre 1905 y 1929, la tasa de crecimiento anual de la economía colom-


biana fue de 5.5 %, superior al promedio de los cien años del siglo, que fue
de 4.1 % anual.
Colombia: Una nación hecha a pulso —

El auge llegó a su fin con el est


allido de la crisis económica
mundial en 1929, cuando se desp
lomó abruptamente la Bolsa
de Nueva York. La crisis no tard
ó en irrigarse por toda la eco-
nomía colombiana. El rimo de expansió
n del PIB cayó a 2,1%
en 1929 y fue negativo en los dos añ
os siguientes, Se presen-
tó, además, una deflación aguda —los pr
ecios bajaron— entre
1929 y 1932, se redujeron nomina
lmente los salarios y aumen-
tó el desempleo. Las exportaciones se frenaron —el
precio
internacional del café se redujo a la mitad en
diciembre de
1929— lo mismo que las importacione
s. Descendieron las e-
servas de oro del Banco de la República y, por consig
uiente, la
circulación monetaria por la vigencia del patrón oro,

En contraste con lo sucedido en otros países de la región,


Colombia superó la crisis relativamente rápido y bien. Desde
1931, el manejo de la economía fue pragmático. En septiem-
bre se abandonó el patrón oro y se devaluó la tasa de cambio.
Una reforma de la ley del Banco de la República permitió que
este le otorgara crédito al Gobierno en un momento en el cual
era necesario elevar el gasto de la economía y la demanda
de bienes. Sucedió, simultáneamente, la invasión de Perú al
territorio colombiano, lo que ocasionó la guerra en la frontera
con ese país que obligó al Gobierno a ejecutar gasto militar.

Las medidas adoptadas para conjurar la crisis (la devaluación,


el incremento de los aranceles y el gasto público) contribu-
yeron a acelerar el proceso de industrialización. La creación
de empresas para sustituir importaciones fue significativa en
sustan-
los años treínta y cuarenta, y dío cuenta de una parte
cíal del crecimiento de la industria manufacturera, superior al
de la economía en su conjunto. La Segunda Guerra Mundial,
entre 1939 y 1945, generó la escasez de algunos ad
tambié
industriales que se importaban, lo cual estimuló
formación de empresas manufactureras.
dl
No sorprende que los empresarios de las manufacturas
E
Dieran creado su organismo gremíal, la ANDI, en ai
XX atestigu
de 1944. La tercera y cuarta década del siglo
varría Olózaga
138 Instituto de Ciencia Política Hernán Echa

en la Fe-
ron, además, la consolidación del gremio cafetero
teros
deración Nacional de Cafeteros, fundada en 1927. Cafe
e industriales se convirtieron en grupos de poder con mucho
en ese pa-
peso en el juego político nacional, reemplazando
pel a los hacendados y los comerciantes del siglo XIX. Y el café
m-
se convirtió en la columna vertebral de la economía colo
rminó la
biana, fortaleza que mantuvo hasta 1990 y que dete
orientación de la política económica hasta ese año.
as
Los años treinta fueron prolijos en el diseño de nuevas form
el regu-
de intervención estatal. El Estado se concibió como
taron
lador de la vida económica y social del país. Se adop
io radio
mecanismos de intervención que cubrieron un ampl
mone-
de acción: la regulación macroeconómica (la política
era); la
taria, la fiscal, la de cambios internacionales y la cafet
as normas,
incorporación en la Constitución Nacional de nuev
ia. Con
y las reformas en la tributación y en la legislación agrar
tándose
el paso del tiempo esa intervención fue incremen
mecanismos,
mediante la adopción de nuevas herramientas,
La economía
entidades y controles sobre la actividad privada.
incremento de
creció a un ritmo satisfactorio, superior al del
a grandes
la población; un fenómeno que, a Su Vez, impondrí
sión de los ser-
exigencias a los gobiernos para ampliar la provi
vicios públicos domiciliarios.
+

Mun-
El período que sobrevino al finalizar la Segunda Guerra
dial fue testigo de cambios importantes en la estructura de
la producción por el incremento de la participación en el
Producto Interno Bruto de la industria manufacturera y el
descenso en la de la producción agropecuaria, La economia
se expandió y se trasformó, a pesar de la violencia partidis-
ta que se registró con especial intensidad entre 1948 y 1958,
Después de cuarenta años sin perturbaciones mayores en el
orden público, en los años que siguieron a la guerra, la econo-
mía mundial recuperó su ritmo de crecimiento y se elevaron
los precios de los productos básicos, entre ellos el café —lo
que incidió positivamente en Colombia—,
Colombia: Una nación hecha a pulso 130

==)
El acuerdo político del Frente Nacional dio lu gara un períod |
de 16 o
años (1958-1974), en el que se recuperó
el entendimien-
to entre los dos partidos políticos tradicionales
y se otorgó
prioridad a la solución de los complejos problemas econ
ómi-
cos y sociales del país. Se introdujeron
innovaciones institu-
cionales para el manejo de la economía, en particular, el for-
talecimiento de la planeación de las inversiones públicas y el
establecimiento de un rígido esquema de control de cambios
que se prolongó hasta 1990 y que contribuyó al logro de la es-
tabilidad macroeconómica. Durante esos años el precio inter-
nacional del café fue muy bajo, dificultando enormemente la
conducción de la economía, Colombia aprovechó el progra-
ma de Alianza para el Progreso y obtuvo recursos de crédito
para financiar programas sociales,

Mo 1.” l

El medio siglo transcurrido entre 1969 y 2019 fue testigo de


alteraciones profundas en la sociedad, en la economía y en
Colombia, en general. |

La evolución internacional tuvo un impacto importante sobre


la marcha de la economía. En 1973, se elevó dramáticamente
el precio internacional del petróleo, se incrementó la liquidez
mundial y se abrió la oferta de crédito a los países de América
Latina, que elevaron su endeudamiento con la banca privada
internacional de manera extraordinaria, Estas circunstancias
cuan-
habrían de conducir a la “década perdida' de la región,
10
do la mayoría de los países fueron incapaces de cumplir
A /
sus compromisos, por lo que el flujo de crédito
la región se suspendió, el crecimiento alo aa ] o o
Colom ee | ' a |
los países enfrentaron crisis financieras.
de la deuda Istinca rmerica ri, ¿e ci
cepción a la crisis nl
Se vio obligado a firmar Un acuerdo de monitor a
el cia ¿ A
Monetario Internacional para mantener
la deu ! dni
tes de crédito externo, no reestructuró
su sbicatd a |
cumpliendo ordenadamente con
creció entodos y cada uno de los años ochenta.
140 Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga

En la segunda mitad de la década de los setenta, Colombia


experimentó una bonanza externa extraordinaria por el in-
cremento sustancial del precio del café como consecuencia
de una helada en los cafetales de Brasil. Fue en esa época,
también, en que se inició la exportación de drogas ilícitas, ma-
rihuana y cocaína. La producción y exportación de esta última
se intensificó en los años ochenta y dio lugar al surgimiento de
mafías y carteles que desafiaron al Estado y generaron el fe-
nómeno del narcoterrorismo. La lucha contra el narcotráfico
y sus ramificaciones han marcado la política colombiana y la
relación de Colombia con el exterior, desde los años ochenta
hasta nuestros días.

Uno de los fenómenos salientes de este medio siglo fue el


surgimiento de las guerrillas y movimientos ilegales armados.
En un principio, la actividad guerrillera estuvo marcada por
la ideología. En los inicios de los años setenta apareció en
movimiento M-19, que se caracterizó por llevar a cabo aven-
turas espectaculares contra el sistema vigente y terminó en
el horror provocado por la toma del Palacio de Justicia, en
noviembre de 1985. Cuatro años después, el M-19 firmó un
acuerdo con el Gobierno y sus miembros de reintegraron a la
vida civil y política del país. Las FARC y el ELN, sin embargo,
continuaron operando, aún después de la desaparición de la
Unión Soviética. Sus vínculos con el narcotráfico les permitie-
ron financiar sus actividades.

Los Gobiernos de los últimos treinta años intentaron tanto


estrategias de tipo militar para derrotar a las guerrillas como
negociaciones con esos movimientos para poner fin al con-
flicto armado, con distintos grados de éxito. El presidente
Juan Manuel Santos se empeñó, desde los inicios de su Go-
bierno en 2010, en lograr un acuerdo con las FARC, objetivo
que consiguió a finales de 2016, Con el ELN fue imposible al-
canzar un acuerdo similar,

En noviembre de 1989 cayó el Muro de Berlín, acontecimiento


que implicó el fin de la Unión Soviética y de la Guerra Fría.
Colombia: Una nación hecha a pulso

Para muchos, el siglo XX concluyó en ese momento y comen-


zó el XXI, en un mundo que ahora podía ser de todos con lo
cual se abrió el espacio para profundizar la globalización. En
América Latina, que se encontraba saliendo de la crisis de la
deuda externa, se puso en marcha un conjunto de reformas
económicas bajo el marco del Consenso de Washington para
facilitar y promover la participación de los países en el nuevo
escenario mundial, y evitar las crisis del pasado

A pesar de las dificultades económicas y de la existencia del


conflicto armado, la sociedad colombiana sufrió importantes
y positivas transformaciones en estos años. La clase media
se expandió, especialmente en lo corrido del siglo XXI y la po-
breza descendió. Infortunadamente, la desigualdad económi-
ca y social aumentó. El problema fiscal, en particular la difi-
cultad para incrementar el recaudo de impuestos y enfocar
adecuadamente el gasto público para incidir en la mejora de
la distribución del ingreso, no ha facilitado la búsqueda de
la igualdad social. Adicionalmente, dos crisis financieras, una
entre 1982 y 1987 y otra al final del siglo, entre 1998 y 2002,
detuvieron temporalmente el avance social y la generación de
empleo.

En mayo de 1990 fue elegido Cesar Gaviria Trujillo como


presidente de Colombia en circunstancias muy delicadas y
complejas por el narcoterrorismo y el asesinato durante la
campaña presidencial de tres de los candidatos a la prime-
ra magistratura del país. En los inicios de su administración,
el presidente Gaviria convocó por decreto la reunión de una
Asamblea Constituyente para reformar la Constitución. La
Corte Suprema de Justicia autorizó ir más allá y expedir una
nueva Constitución, lo cual ocurrió en julio de 1991,

El cambio constitucional más significativo en la institucional


dad económica fue el establecimiento del Banco de la Repú-
blica como una entidad autónoma e independiente del Go-
bierno nacional, cuyo propósito fundamental es mantener el
142 Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga

valor de la moneda, es decir, reduciry alcanzar un nivel bajo y


estable de la inflación en el país. Se creó la junta directiva del
Banco de la República, compuesta por siete miembros, cinco
de los cuales son expertos nombrados por el presidente de la
República más el ministro de Hacienda —quien la preside—, y
el mismo gerente del Banco de la República, designado por la
junta para un período de cuatro años —con la posibilidad de
ser reelegido por dos períodos adicionales—.

En sus 28 años de existencia, la junta directiva del Banco de la


República tuvo que manejar coyunturas y crisis muy comple-
jas para la economía y para el sector financiero colombiano.
Como la crisis de fin de siglo, que provocó una contracción
del PIB de 4.3 % en 1999, cifra que no se registró en los otros
eventos recesivos del siglo XX, el de 1929-1932 y el de 1982-
1983. Las políticas implementadas por la junta del banco de-
mostraron su eficacia en el manejo de la política económica:
permitieron lograr tasas de inflación de entre 2 y 4 % anual,
una meta imposible de prever en la Colombia del siglo XX.

El tránsito de la dependencia del ingreso de divisas provenien-


te de la exportación de café a la del ingreso originado en las
exportaciones de petróleo fue el cambio estructural más pro-
fundo en la economía colombiana a partir de 1990. Colombia
no es un país petrolero, pero se convirtió en uno dependiente
de la producción nacional de petróleo y de la evolución de su
precio en el mercado internacional del crudo.

Con respecto al café, el país no fue capaz de adaptarse a las


circunstancias creadas por el fin, en 1989, de los pactos de
cuotas acordados entre productores y consumidores durante
cerca de cincuenta años. El nuevo mundo cafetero es el de la
competencia y el mercado libre del grano, que ha redundado
en una oferta mundial amplia y precios internacionales muy
bajos. En mayo de 2019, el precio internacional del grano se
ubicó en $ 0.90 por libra cuando, por ejemplo, en la bonanza
de 1976 a 1980 llegó a niveles nominales superiores a US $3.00
por libra. Las exportaciones de café apenas participan en la
actualidad con el 6 % de las totales del país.
Colombia: Una nación hecha a pulso 145

Desde la segunda mitad de los años ochenta del siglo XX, Co-
lombia volvió a exportar petróleo —había perdido su autos
u-
ficiencia en 1974— gracias al descubrimiento de los yacimien-
tos de Caño Limón en Arauca, y de Cusiana
y Cupiagua en el
Piedemonte Llanero, A principios de las años
noventa llegó a
considerarse que Colombia había resuelto,
para siempre, la
falta de moneda extranjera por los descubrimientos petrol
e-
ros, lo que no se confirmó en la crisis de fin de siglo,
cuando
en 1998, el déficit en la cuenta corriente de
la balanza de pa-
gos representó el 8 % del PIB,

En 2003, el Gobierno llevó a cabo una importante reforma en


la estructura institucional del petróleo al crear la Agencia Na-
cional de Hidrocarburos (ANH) y entregarle la responsabilidad
por el manejo de la política petrolera; dejando así a Ecopetrol
como una empresa petrolera más que puede competir con
otras, nacionales y extranjeras, por hacerse a concesiones y
contratos de explotación con la nación a través de la ANH,
Unos años más tarde se produjo la capitalización de Ecope-
trol por inversionistas privados, por lo que la participación
de la nación en el capital de Ecopetrol es de 88,5 % en la ac-
tualidad. Estas reformas estimularon la inversión en el sector,
además han redundado en la mejora del gobierno corporati-
vo de la empresa y en una mejor capacidad para operar en el
complejo mundo petrolero del siglo XXI.

En lo corrido del nuevo siglo, la economía colombiana ha pa-


sado a depender estrechamente de la evolución internacio-
nal y, en particular, del mercado internacional del petróleo,
En la primera década experimentó una bonanza externa por
la elevación de los precios del petróleo, que llegó a su final
al estallar la crisis financiera internacional de 2008-2009. La
producción colombiana aumentó como resultado de la refor-
ma institucional de 2003. Colombia aprovechó esta bonanza
para reducir el nivel de su endeudamiento público externo,
que había aumentado debido al manejo de la crisis de fin de
siglo. Estaba, por tanto, en condiciones de ejecutar una po-
lítica contracíclica, de incrementar el gasto público cuando
aga
144 Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olóz

o
se produjo la Gran Recesión en Estados Unidos y el mund
la
industrializado en 2008. Por esta razón, el crecimiento de
s
economía fue positivo en esos años, cuando en otros paíse
de la región se produjeron contracciones de la producción.

Los precios internacionales del petróleo se elevaron de nuevo


al superarse la crisis internacional, registrando niveles muy al-
tos entre 2011 y 2013. El ritmo de crecimiento de la economía
también se elevó. Sin embargo, en contraste con lo sucedido
en la bonanza anterior, el gasto público se elevó y el endeuda-
s
miento también. En 2013, el 20 % de los ingresos tributario
s y de
provinieron del sector petrolero en forma de impuesto
dividendos pagados por Ecopetrol a la nación. Por esta razón,
leo
al caer abruptamente los precios internacionales del petró
ajuste
en 2014, el Gobierno tuvo que ejecutar un programa de
tributaria
económico muy drástico que incluyó una reforma
co. La
a fínales de 2016 y fuertes reducciones del gasto públi
por debajo
tasa de crecimiento de la economía cayó en 2017
e 2018.
de 2 % y ha venido recuperándose lentamente desd
Kie

na enfren-
Después de doscientos años, la economía colombia
ncias
ta enormes desafíos hacia el futuro. Debe resolver here
actividad del
históricas como la incapacidad para financiar la
estos de
Estado de manera sana, mediante el pago de impu
Estado
sus habitantes. A la vez que el recaudo tributario, el
el terri-
tiene la necesidad de hacer presencia efectiva en todo
torio nacional y de mejorar, en todos los niveles de la adminis-
tración pública, la eficiencia y la focalización del gasto público
para atacar la pobreza y la desigualdad social. Es imperativa,
además, la diversificación de la estructura de la producción
para no continuar dependiendo, en su comercio exterior y en
su actividad económica, de los productos básicos —como
han sido el oro, el tabaco, el café y el petróleo desde 1819—.

Entre los grandes retos futuros deben considerarse los cam-


bios demográficos y la manera de impulsar el desarrollo eco-
nómico y social en un país nuevo y muy diferente al de los
Colombia: Una nación hecha
4 pulso
145

dos siglos anteriores, Cada


día h abrá meno s población
| rural
piela 5 ocupaci paciones
en
de la agricultura y más urbana,
a la cual
habrá que proveer educación, salud,
vivienda y empleo. Y me-
E población joven debido a la caída en la tasa
de natalidad
Oo MISMO Que más población adulta en razón del acceso a la
salud de la casi totalidad de los hab
itantes y de los avances
tecnológicos de la medicina.
|
La sociedad colombiana, entonces, debe preparar
se para ha-
cer frente a los problemas novedosos y muy
complejos que
le deparará su tercer centuria como nación
independiente,
en un mundo cuya sostenibilidad futura no está asegurada
debido a las grandes incertidumbres que se ciernen sobre el
planeta cuando Colombia celebra doscientos años de su vida
republicana.

REFERENCIAS

BEJARANO, J. (1987). “El despegue cafetero”, (Capítulo V),


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