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Asignatura:

PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO 2


Tema:
Los cambios en la salud física, cognitiva y mental en la adultez tardía.

Facilitador:
Merlileny Rodríguez Ruiz
Participante:
María Altagracia Amparo Roque
Matricula:
16-5157
Fecha

11/04/2021
INTRODUCCION:

Existen numerosos factores biológicos, psicológicos y sociales con impacto


más o menos prominente en la salud mental de las personas adultas mayores.
Aparte de componentes derivados de los procesos normales de envejecimiento
o de la coocurrencia de enfermedades médicas diversas.
Después de consultar la bibliografía señalada (Libro básico: Desarrollo
Humano de Papalia) y otras fuentes de interés científico para la
temática objeto de estudio, se sugiere que realices las siguientes
actividades:
 
1. Realiza un esquema donde describas los cambios en la salud física,
cognitiva y mental en la adultez tardía.

Cambios físicos

Algunos cambios físicos que por lo general se asocian con el envejecimiento


resultan evidentes para un observador casual, aunque afectan más a algunos
ancianos que a otros. La piel envejecida tiende a palidecer y a perder
elasticidad, y puede arrugarse a medida que se reducen la grasa y la masa
muscular. a la vez aparezcan venas varicosas en las piernas; el cabello de la
cabeza se adelgaza y se torna gris y luego blanco, y el vello corporal comienza
a escasear. La estatura de los ancianos se reduce a medida que se atrofian los
discos entre las vértebras espinales. En especial entre las mujeres con
osteoporosis, el adelgazamiento de los huesos puede ocasionar

cifosis 

En la adultez tardía se observan disminuciones graduales del volumen y peso


del cerebro, sobre todo en la corteza frontal, la cual controla las funciones
ejecutivas (Park y Gutchess, 2006; von Hippel, 2007). Este encogi-miento
gradual se atribuía antes a la pérdida de neuronas (o células nerviosas). Sin
embargo, la mayoría de los investigadores coinciden ahora en que salvo en
ciertas áreas específicas del cerebro como el cerebelo, que coordina la
actividad sensorial y motora la perdida no es importante y no afecta la
cognición (Burke y Barnes, 2006; Finch y Zelinski, 2005). Sin embargo, cuando
se incrementa el ritmo de esos cambios cerebrales, el deterioro cognoscitivo es
cada vez más probable (Carlsonet al., 2008)

Otro cambio típico es la disminución del número, o densidad, de los


neurotransmisores domínicos debido a las pérdidas de sinapsis (conexiones
neuronales). Los receptores de la dopamina son importantes porque
contribuyen a regular la atención (Park y Reuter-Lorenz, 2009). No sorprende
que como resultado de su detrimento se tenga un tiempo de respuesta más
lento, aunque en algunas tareas complejas como la destreza para la
mecanógrafa-ya los adultos mayores responden con mayor rapidez que los
más
jóvenes. A partir de los 55 años, empieza a adelgazarse la capa de mielina que 
permite que losimpulsos neuronales viajen con rapidez entre las regiones del
cerebro. Este deterioro de la mielina del cerebro, o materia blanca, se asocia
con una decadencia cognoscitiva y motora (Andrews-Hannaet al., 2007; Finch y
Zelinski, 2005).

No todos los cambios en el cerebro son destructivos. Algunos investigadores


han descubierto que los cerebros viejos pueden desarrollar nuevas células
nerviosas a partir de las células madre, algo que alguna vez se consideró
imposible. Se ha encontrado evidencia de división celular en el hipocampo, una
parte del cerebro involucrada en el aprendizaje y la memoria (Erikson al ,1998;
Van Piaget al 

., 2002). En los seres humanos parece probable que la norma más eficaz de
promover el desarrollo de nuevas células en el hipocampo sea la actividad
física aunada a desafíos cognoscitivos (Fabel y Kempermann, 2008). Los
cambios en el cerebro pueden tener consecuencias sociales y cognoscitivas.
La pérdida de la función ejecutiva de la corteza frontal puede disminuir la
capacidad para inhibir pensamientos irrelevantes o no deseados; de ahí que en
ocasiones los adultos mayores hablan demasiado.

La mala salud

No es una consecuencia inevitable del envejecimiento (Moore, Moir y


Patrick,2004). Alrededor de 76% de los adultos estadounidenses de 65 años en
adelante consideran que su estado de salud es bueno o excelente. Como en
etapas más tempranas de la vida, la pobreza es un factor que se relaciona de
manera estrecha con una salud deficiente y con el acceso y uso de la atención
médica (Federal Interagency Fórum on Aging-Related Statistics, 2006;
Schoenbornet al 2006). Por ejemplo, la pobreza se relaciona con mayor
incidencia de artritis, diabetes, hipertensión, cardiopatía, depresión e infartos en
los ancianos (Menec, Shooshtari, Nowicki y Fournier, 2010). Es menos
probable que los adultos que viven en la pobreza practiquen conductas
saludables como realizar actividad física en el tiempo libre, evitar el tabaquismo
y mantener un peso corporal apropiado (Schoenbornet al 2006).

Seis de las siete causas principales de muerte en la vejez en Estados Unidos


son condiciones crónicas: cardiopatía, cáncer, apoplejía, enfermedad crónica
de las vías respiratorias bajas, diabetes e influencia neumonía (considerada por
las autoridades gubernamentales de salud como una sola condición).

Salud Mental

Sólo 6% de los ancianos estadounidenses afirma tener dificultades mentales


frecuentes. Sin embargo, los trastornos mentales y conductuales que ocurren
pueden tener como resultado un impedimento funcional para realizar
actividades importantes para la vida, así como deterioro cognoscitivo

. Muchos ancianos con problemas mentales y de conducta no suelen buscar


ayuda para enfrentar sus dificultades. Entre ellas se encuentran la intoxicación
por drogas, el delirio, trastornos metabólicos o infecciosos, desnutrición,
anemia, funcionamiento tiroideo bajo, lesiones menores en la cabeza,
alcoholismo y depresión.

Con frecuencia, la depresión se asocia con otras condiciones médicas. Algunos


médicos, cuando tratan múltiples padecimientos, dan menor prioridad a la
depresión que a una dolencia física como la diabetes o la artritis. Sin embargo,
en un estudio con 1 801 adultos mayores con depresión clínica severa cada
uno de los cuales tenía, en promedio, cuatro enfermedades crónicas la
depresión desempeñaba un papel más importante en el estado funcional
mental, la discapacidad y la calidad de vida que cualquiera de las otras
condiciones .Dado que la depresión puede acelerar el deterioro físico del
envejecimiento, el diagnóstico preciso, la prevención y el tratamiento podrían
ayudar a mucha gente mayor a vivir más tiempo y permanecer más activa. La
depresión puede tratarse con medicamentos antidepresivos, psicoterapia o
ambas cosas, y los medicamentos antidepresivos parecen funciona tan bien
como a edades más tempranas (Blazer, 2009). El ejercicio aeróbico regular
puede disminuirlos síntomas de la depresión leve a moderada.

Demencia

Es el término general para denominar el deterioro cognoscitivo y conductual


debido a causas fisiológicas que interfieren con las actividades cotidianas. El
deterioro cognoscitivo eleva.

sus niveles de prevalencia en la edad avanzada y afecta a 5% de los adultos


estadounidenses en sus setenta, 24% en sus ochenta y 37.4% de 90 años en
adelante, Sin embargo, el deterioro cognoscitivo lo bastante grave para
diagnosticar se cómo demencia no es inevitable

Enfermedad de Alzheimer

Se trata de una de las enfermedades terminales más comunes y temidas entre


las personas mayores a las que despoja de manera gradual de su inteligencia,
su conciencia e incluso de la capacidad para controlar sus funciones
corporales, causando finalmente la muerte. El padecimiento afecta a más de 26
millones de personas en todo el mundo, casi la mitad de ellas en Asia, y se
espera que su incidencia se cuadruplique.
2. Redacta un plan de intervención (máximo de dos páginas) donde
propongas pautas generales para abordar las situaciones y
necesidades que presentan las personas en la adultez tardía,
siguiendo los siguientes criterios:

Descripción del plan (a quiénes está destinado).

Después de los 65 años el individuo vive una etapa normal del desarrollo, los
principales problemas que enfrentar los adultos mayores, son los que les
creamos a través de la política y la economía, que afectan su estatus en mayor
grado que el mismo envejecimiento. Debemos tener claro que las personas
claves en el problema de envejecimiento son los grupos de edad más joven,
porque son ellos los que determinan el estatus y la posición de tales personas
en el orden social (Papalia, 1990). Sin embargo, la vejez no tiene por qué ser el
punto más bajo del ciclo de vida ya que el envejecimiento satisfactorio es
posible, siendo la sociedad quien debe descubrir los componentes de ella,
reorganizando nuestros pensamientos y estructuras sociales. La principal tarea
de las personas mayores es la de comprender y aceptar su propia vida y utilizar
su gran experiencia para hacer frente a los cambios personales o pérdidas. Las
personas han de adaptarse a la disminución de la fortaleza y salud física, a la
jubilación y adaptarse a su propia muerte (Hoffman, 1996). A medida que tratan
con estos temas, sus motivaciones pueden variar, de esta forma se presentan
distintas teorías:

Objetivos o propósitos:

Pese a lo que se suele pensar la salud de las personas de esta edad es


bastante buena, pues el 68 % de la población de adultos mayores está sano y
sólo un 5% se encuentra en un estado de invalides o postración, el resto tienen
ciertas enfermedades o limitaciones, pero siguen siendo autovalentes
(Araneda, 1995), el problema es que muchas de las enfermedades que se
asocian con las vejez son enfermedades crónicas que han sido adquiridas
aproximadamente a los treinta años, como es el caso de la artritis, diabetes,
enfermedades cardiacas, reumatismo, lesiones ortopédicas, alteraciones
mentales y nerviosas. Por lo tanto, el envejecimiento en sí mismo no es una
enfermedad y la mayor parte de las personas ancianas gozan de buena salud,
aunque no se puede negar que el envejecimiento está acompañado de
cambios físicos y que incrementa la posibilidad de desarrollar enfermedades
crónicas, debido a que el equilibrio orgánico es más frágil. Algunos de los
cambios físicos son : declinación de las funciones sensoriales y perceptivas,
disminución de la estatura, propensión a la osteoporosis en las mujeres, atrofia
de las glándulas sebáceas del rostro, pérdida de la adaptación al frío y al calor,
disminución de la fuerza y rapidez para realizar actividades físicas, las paredes
de las arterias se endurecen y se reduce su elasticidad, los mecanismos
inmunológicos que defienden de las infecciones y también del cáncer pierden
eficiencia una buena dieta, evitar el cigarrillo y el alcohol, pueden ayudar a las
personas a ampliar la parte activa de su vida y a que sean más resistentes a
enfermedades crónicas, que pueden llegar a ser fatales.

En cuanto a la sexualidad, gracias a recientes investigaciones en el adulto


mayor, se ha dado cada vez mayor importancia a la expresión sexual, al
comprobar que ésta no sólo sirve a propósitos físicos, sino que también a
asegurar a ambos miembros de la pareja el amor del otro, así como su
comprensión y la sensación de que sigue estando vigente su vitalidad, lo que
en definitiva contribuiría a elevar la autoestima de cada miembro de la pareja.
(Papalia, 1990).

Descripción de las actividades.


A lo largo de la vida son muchos los factores sociales, psíquicos y biológicos
que determinan la salud mental de las personas. Además de las causas
generales de tensión con que se enfrenta todo el mundo, muchos adultos
mayores se ven privados de la capacidad de vivir independientemente por
dificultades de movilidad, dolor crónico, fragilidad u otros problemas mentales o
físicos, de modo que necesitan asistencia a largo plazo. Además, entre los
ancianos son más frecuentes experiencias como el dolor por la muerte de un
ser querido, un descenso del nivel socioeconómico como consecuencia de la
jubilación, o la discapacidad. Todos estos factores pueden ocasionarles
aislamiento, pérdida de la independencia, soledad y angustia.

La salud mental influye en la salud del cuerpo, y a la inversa. Por ejemplo, los
adultos mayores con enfermedades como las cardiopatías presentan tasas
más elevadas de depresión que quienes no padecen problemas médicos. Por
el contrario, la coexistencia de depresión no tratada y cardiopatía en una
persona mayor puede empeorar esta última.

Los adultos mayores también son vulnerables al maltrato, sea físico, sexual,
psicológico, emocional, económico o material; al abandono; a la falta de
atención y a graves pérdidas de dignidad y respeto. Los datos actuales indican
que una de cada 10 personas mayores sufre maltrato. El maltrato de las
personas mayores no se limita a causar lesiones físicas sino también graves
problemas psíquicos de carácter crónico, como la depresión y la ansiedad

Resultados esperados.
Los programas de la OMS en pro de un envejecimiento activo y sano han
creado un marco mundial para la actuación en los países.

La OMS apoya la meta de los gobiernos de fortalecer y mejorar la salud mental


de los adultos mayores y de basar los planes de acción y las políticas en
estrategias eficaces.

La OMS reconoce que la demencia es un problema de salud pública, y ha


publicado el informe “Demencia: una prioridad de la salud pública”, en el que
aboga por emprender acciones a nivel nacional e internacional.

La demencia, la depresión y otros trastornos mentales de gran importancia


están incluidos en el Programa de Acción Mundial en Salud Mental (mhGAP),
por el cual se pretende mejorar la asistencia de los trastornos mentales,
neurales y por abuso de sustancias psicotrópicas mediante la aportación de
orientaciones e instrumentos para el desarrollo de los servicios de salud en las
zonas pobres.

La OMS organizó en marzo de 2015 la Primera Conferencia Ministerial sobre la


Acción Mundial contra la Demencia, con la que se fomentó la concienciación
sobre los retos económicos y de salud pública que plantea la demencia y se
trató de entender mejor las funciones y responsabilidades de los Estados
Miembros y de otras partes interesadas, y que llevó a un llamamiento a la
acción respaldado por los participantes en la conferencia.

 
RESUMEN

Los cambios en los sistemas y órganos corporales son sumamente variables.


La mayoría de los sistemas corporales continúan funcionando bastante bien,
pero el corazón se vuelve más susceptible a la enfermedad. La capacidad de
reserva disminuye.

Aunque el cerebro cambia con la edad, los cambios suelen ser modestos.


Incluyen la pérdida de volumen y peso y respuestas más lentas. Sin embargo,
en la vejez el cerebro puede desarrollar nuevas neuronas y construir nuevas
conexiones.

Los problemas de visión y audición pueden interferir con la vida cotidiana, pero
a menudo pueden corregirse. La degeneración macular relacionada con la
edad el glaucoma pueden producir daños irreversibles. La pérdida del gusto y
el olfato pueden dar lugar a una mala nutrición. El entrenamiento puede
mejorar la fuerza muscular, el equilibrio y el tiempo de reacción. Los adultos
mayores suelen ser susceptibles a accidentes y caídas.

Los ancianos suelen dormir y soñar menos que antes, pero el insomnio crónico
puede ser una indicación de depresión.

Muchos adultos mayores mantienen la actividad sexual

La mayoría de los adultos mayores son razonablemente sanos, en especial si


tienen un estilo de vida saludable. Muchos presentan condiciones crónicas,
pero por lo general éstas no limitan de manera considerable sus actividades o
interfieren con la vida cotidiana.

El ejercicio y la dieta son factores que ejercen una importante influencia en la


salud. La pérdida de los dientes puede afectar seriamente la nutrición.

La mayoría de los ancianos gozan de buena salud mental. La depresión, el


alcoholismo y muchos otros problemas pueden revertirse con tratamiento;
algunas, como la enfermedad de Alzheimer, son irreversibles.

La enfermedad de Alzheimer incrementa su prevalencia a medida que las


personas envejecen. En buena medida es heredable, pero la dieta, el ejercicio
y otros factores del estilo de vida son determinantes. La actividad cognoscitiva
puede ser una protección al construir una Reserva cognoscitiva que permita
funcionar al cerebro bajó estrés. Las terapias conductuales y con
medicamento-tos pueden hacer más lento el deterioro. El daño cognoscitivo
temprano puede ser una señal precoz dela enfermedad y los investigadores
están desarrollando herramientas para el diagnóstico temprano
CONCLUSION:

A pesar de todos los deterioros físicos propios de la edad que pueden


sufrir las personas mayores, muchos enfrentan esta etapa con una
actitud positiva y juvenil, tienen una vida activa, rica en experiencias,
en fin, muy satisfactoria. No parecen ni se sienten como senescentes,
pues su envejecimiento biológico es compensado con un estilo de vida
que los hace mantenerse en excelentes condiciones hasta muy
avanzada edad
BIBLIOGRAFIA

http://repositorio.puce.edu.ec/bitstream/handle/22000/9623/DISERTACI
%C3%93N%20MANIFES

https://www.academia.edu/20423118/Desarrollo_humano_Papalia_12a

Papalia, D. (1990). Desarrollo Humano. México: McGraw-Hill.


Phillip, F. (1997). Desarrollo Humano. México: Prentice-Hall Hispanoamericana.

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