Abuelo hay tantas cosas que quisiera decirte, primeramente pues que me haces mucha falta, no se

que hice para merecerme una bendición tan grande en la vida y es que tomas absoluta importancia
a la hora de hablar de mis momentos felices de la vida, te recuerdo como lo mejor que me ha
pasado tu y mi abuela gracias por siempre ser el mejor, sin importar cuantas cosas trajeras en la
mente, cuantas decepciones y tristezas, siempre me diste todo lo mejor de ti y eso es algo que no se
puede comparar con nada. Tus juegos, tu paciencia tu interés porque aprendiera cosas nuevas,
verdaderamente pienso que no me equivoque al llamarte aquella vez “mi héroe” porque eso es lo
que fuiste y aun eres para mí, porque aunque no estés en presencia, me sigues consolando, te sigo
viendo, te sigo escuchando, te sigo abrazando aunque esta vez solo sea en mis sueños, se que me
amabas tan genuinamente porque sabias que tu partida me dejaría un gran vacío, y por eso cuando
partiste me viniste a visitar, para decirme que todo estaba bien. Aun después de la vida te sigues
preocupando por mí, te extraño con toda el alma fuiste mas que un abuelo para mi y se que soy
muy afortunada solo le puedo dar las gracias a dios por privilegiarme con un ángel como tú y orar
para volverte a ver, y se que un día lo haremos, y ese día volveré a ser tan feliz como antes porque
estaré totalmente completa. Nunca te olvidare abuelo y siempre te recordare como lo mejor que me
ha pasado como la persona que siempre estuvo para mí, apoyando mis éxitos, pero consolándome
en mis derrotas siempre orgulloso de mi siempre lo demostraste. Y fuiste como una manta
protectora con la cual me cubrías y nada me podía lastimar porque tu te hacías cargo sin importar
cual fuera el problema o con quien ahora esa manta la tiene mi abuela, pero sé que, aun así, me
sigues cuidando y protegiendo.