Está en la página 1de 69

SACRAMENTO

DEL
MATRIMONIO

PALABRA DE DIOS
RITO DEL MATRIMONIO
ORACIONES

Pbro. Reynaldo Díaz


Original del P. José Antonio Muguerza Garza
PALABRA DE DIOS

LECTURAS DEL
ANTIGUO
TESTAMENTO
para la Primer Lectura

2
Del libro del Génesis 1, 26-28. 31

Dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza;


que domine a los peces del mar, a las aves del cielo, a los animales
domésticos y a todo animal que se arrastra sobre la tierra”.

Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen suya lo creó; hombre


y mujer los creó.

Y los bendijo Dios y les dijo: “Sean fecundos y multiplíquense,


llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del
cielo y a todo ser viviente que se mueve sobre la tierra”.

Vio Dios todo lo que había hecho y lo encontró muy bueno.

Palabra de Dios.

3
Del libro del Génesis 2, 18-24

En aquel día, dijo el Señor Dios: “No es bueno que el hombre esté
solo. Voy a hacerle a alguien como él, para que lo ayude”. Entonces el
Señor Dios formó de la tierra todas las bestias del campo y todos los
pájaros del cielo y los llevó ante Adán para que les pusiera nombre y así
todo ser viviente tuviera el nombre puesto por Adán.

Así, pues, Adán les puso nombre a todos los animales domésticos,
a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no hubo ningún
ser semejante a Adán para ayudarlo.

Entonces el Señor Dios hizo caer al hombre en un profundo


sueño, y mientras dormía, le sacó una costilla y cerró la carne sobre el
lugar vacío. Y de la costilla que le había sacado al hombre, Dios formó
una mujer. Se la llevó al hombre y éste exclamó:

“Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será


llamada mujer, porque ha sido formada del hombre”.

Por eso el hombre abandonará a su padre y a su madre, y se unirá


a su mujer y serán los dos una sola cosa.

Palabra de Dios.

4
Del libro del Génesis 24, 48-51. 58-67

En aquellos días, Eliezer, el siervo de Abraham, le dijo a Labán,


hermano de Rebeca, y a Betuel, el padre de ella: “Bendigo al Señor,
Dios de mi amo Abraham, que me ha traído por buen camino para
tomar a la hija de su hermano y llevársela al hijo de mi amo. Díganme,
pues, si por amor y lealtad a mi amo, aceptan o no, para que yo pueda
actuar en consecuencia”.
Labán y Betuel le contestaron: “Todo esto lo ha dispuesto el
Señor; nosotros no podemos oponernos. Ahí está Rebeca: tómala y
vete, para que sea la mujer del hijo de tu amo, como lo ha dispuesto el
Señor”. Llamaron, entonces, a Rebeca y le preguntaron si quería irse
con ese hombre, y ella respondió que sí.
Así pues, despidieron a Rebeca y a su nodriza, al criado de
Abraham y a sus compañeros. Y bendijeron a Rebeca con estas
palabras: “Hermana nuestra, que tus descendientes se cuenten por
millares y que conquisten las ciudades enemigas”. Rebeca y sus
compañeras montaron en los camellos y se fueron con el criado de
Abraham, encargado de llevar a Rebeca.
Isaac acababa de regresar del pozo de Lajay-Roí, pues vivía en las
tierras del sur. Una tarde Isaac andaba paseando por el campo, y al
levantar la vista, vio venir unos camellos. Cuando Rebeca lo vio, se bajó
del camello y le preguntó al criado: “¿Quién es aquel hombre que
viene por el campo hacia nosotros?”. El criado le respondió: “Es mi
señor”. Entonces ella tomó su velo y se cubrió el rostro.
El criado le contó a Isaac todo lo que había hecho. Isaac llevó a
Rebeca a la tienda que había sido de Sara, su madre, y la tomó por
esposa y con su amor se consoló de la muerte de su madre.
Palabra de Dios.

5
Del libro de Tobías 7, 6-14

En aquellos días, Ragüel besó a Tobías y entre lágrimas le dijo: “¡Que Dios
te bendiga, porque eres hijo de un padre verdaderamente bueno e
irreprochable!. ¡Qué gran desgracia que un hombre justo y que hacía tantas
limosnas se haya quedado ciego!”. Y llorando, estrechó entre sus brazos a Tobías,
hijo de su hermano. También Edna, su esposa, y Sara, su hija, rompieron a llorar.
Ragüel los acogió cordialmente y mandó matar un carnero de su rebaño.

Después, se lavaron, se purificaron y se sentaron a la mesa. Entonces


Tobías le dijo a Rafael: “Azarías, hermano, dile a Ragüel que me dé la mano de mi
hermana Sara”. Ragüel alcanzó a escucharlo y dijo a Tobías: “Come y bebe y
descansa tranquilamente esta noche. Nadie tiene más derecho que tú, hermano,
para casarse con mi hija Sara y a nadie se la puedo yo dar sino a ti, porque tú eres
mi pariente más cercano. Pero tengo que decirte una cosa, hijo. Se la he
entregado a siete parientes nuestros y todos murieron antes de tener relaciones
con ella. Por eso, hijo, come y bebe y el Señor cuidará de ustedes”.

Tobías replicó: “No comeré ni beberé, hasta que no hayas tomado una
decisión acerca de lo que te he pedido”. Ragüel le contestó: “Está bien. Según la
ley de Moisés a ti se te debe dar. El cielo mismo lo ha decretado. Cásate, pues,
con tu hermana; desde ahora tú eres su hermano, y ella, tu hermana. Desde hoy y
para siempre será tu esposa. Hijo, que el Señor del cielo los acompañe durante
esta noche tenga misericordia de ustedes y les conceda su paz”.

Ragüel mandó llamar a su hija Sara, ella vino, y tomándola de la mano, se la


entregó a Tobías, diciéndole: “Recíbela, pues, según lo prescrito en la ley de
Moisés. A ti se te da como esposa. Tómala llévala con bien a la casa de tu padre. Y
que el Señor del cielo le conceda a ustedes un buen viaje y les dé su paz”.

Entonces Ragüel llamó a la madre de Sara y le pidió que trajera papel para
escribir el acta de matrimonio, en que constara que su hija había sido entregada
por esposa a Tobías, de acuerdo con lo establecido en la ley de Moisés. La esposa
de Ragüel trajo el papel. Y él escribió y firmó. Y después se sentaron a cenar.
Palabra de Dios.

6
Del libro de Tobías 8, 4-8

La noche de su boda Tobías se levantó y le dijo a Sara:


“¿Levántate, hermana!. Supliquemos al Señor, nuestro Dios, que tenga
misericordia de nosotros y nos proteja”. Se levantó Sara y comenzaron
a suplicar al Señor que los protegiera, diciendo:

“Bendito seas, Dios de nuestros padres y bendito sea tu nombre


por los siglos de los siglos. Que te bendigan los cielos y todas tus
creaturas por los siglos de los siglos. Tú creaste a Adán y le diste a Eva
como ayuda y apoyo, y de ambos procede todo el género humano. Tú
dijiste: ‘No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacer a alguien
como él, para que lo ayude’ ”.

“Ahora, Señor, si yo tomo por esposa a esta hermana mía, no es


por satisfacer mis pasiones, sino para fundar una familia en la que se
bendiga tu nombre para siempre. Compadécete, Señor, de ella y de mí;
y haz que los dos juntos vivamos felices hasta la vejez”.

Y los dos dijeron: “Amén, amén”.

Palabra de Dios.

7
Del libro del Cantar de los Cantares
2, 8-10. 14. 16; 8, 6-7

Aquí viene mi amado saltando por los montes, retozando por las
colinas. Mi amado es como una gacela, es como un venadito, que se
detiene detrás de nuestra tapia, espía por las ventanas y mira a través
del enrejado.

Mi amado me habla así: “Levántate, amada mía, hermosa mía, y


ven. Paloma mía, que anidas en las hendiduras de las rocas, en las
grietas de las peñas escarpadas, déjame ver tu rostro y hazme oír tu
voz, porque tu voz es dulce y tu rostro encantador”. Mi amado es para
mí y yo para mi amado.

Grábame como un sello en tu brazo, como un sello en tu corazón,


porque es fuerte el amor como la muerte, es cruel la pasión como el
abismo; es centella de fuego, llamarada divina; las aguas torrenciales no
podrán apagar el amor ni anegarlo los ríos.

Palabra de Dios.

8
Del libro del Eclesiástico (Sirácide) 26, 1-4. 16-21

Dichoso el marido de una mujer buena: se doblarán los años de su


vida. La mujer hacendosa es la alegría de su marido, y él vivirá su vida
en paz.

La mujer buena es un tesoro: lo encuentran los que temen al


Señor; sean ricos o pobres, estarán contentos y siempre vivirán con
alegría.

La mujer servicial alegra a su marido; la que es cuidadosa le causa


bienestar. La mujer discreta es un don del Señor; y la bien educada no
tiene precio. La mujer modesta duplica su encanto y la que es dueña de
sí supera toda alabanza.

Como el sol que brilla en el cielo del Señor, así es la mujer bella en
su casa bien arreglada.

Palabra de Dios.

9
Del libro del profeta Jeremías 31, 31-32. 33-34

Se acerca el tiempo, dice el Señor, en que haré con la casa de


Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No será como la alianza que
hice con los padres de ustedes, cuando los tomé de la mano para
sacarlos de Egipto.

Esta será la alianza nueva que voy a hacer con la casa de Israel:
Voy a poner mi ley en lo más profundo de su mente y voy a grabarla en
sus corazones. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.

Ya nadie tendrá que instruir a su prójimo ni a su hermano,


diciéndole: ‘Conoce al Señor’, porque todos me van a conocer, desde el
más pequeño hasta el mayor de todos”.

Palabra de Dios.

10
Del libro de los Proverbios 31, 10-13. 19-20. 30-31

Dichoso el hombre que encuentra una mujer hacendosa: muy


superior a las perlas es su valor.

Su marido confía en ella y, con su ayuda, él se enriquecerá; todos


los días de su vida, le procurará bienes y no males.

Adquiere lana y lino y los trabaja con sus hábiles manos.

Sabe manejar la rueca y con sus dedos mueve el huso; abre sus
manos al pobre y las tiende al desvalido.

Son engañosos los encantos, y vana la hermosura; merece


alabanza la mujer que teme al Señor.

Es digna de gozar del fruto de sus trabajos y de ser alabada por


todos.

Palabra de Dios.

11
Del libro del profeta Oseas 2, 16. 17. 21-22

Esto dice el Señor: “Yo conduciré a Israel, mi esposa infiel, al


desierto y le hablaré al corazón. Ella me responderá allá, como cuando
era joven, como el día en que salió de Egipto.

Israel, yo te desposaré conmigo para siempre. Nos uniremos en la


justicia y la rectitud, en el amor constante y la ternura; yo te desposaré
en la fidelidad y entonces tú conocerás al Señor”.

Palabra de Dios.

12
PALABRA DE DIOS

SALMO
RESPONSORIAL

13
Del Salmo 32

La tierra llena está de tus bondades.

R. La tierra llena está de tus bondades.

Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor; dichoso el pueblo que él


eligió por suyo. Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad
confían. R.

En el Señor está nuestra esperanza, pues él es nuestra ayuda y


nuestro amparo; en el Señor el corazón se alegra y en él hemos
confiado. R.

Muéstrate bondadoso con nosotros, Señor, como esperamos. R.

14
Del salmo 33

Bendigamos al Señor a todas horas.


O bien:
Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.

R. Bendigamos al Señor a todas horas.

O bien:

R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.

Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo.


Yo me siento orgulloso del Señor; que se alegre su pueblo al escucharlo.
R.

Proclamemos qué grande es el Señor y alabemos su nombre.


Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.
R.

Vuélvanse a él y quedarán radiantes, jamás se sentirán


decepcionados. El Señor siempre escucha al afligido, de su tribulación
lo pone a salvo. R.

A quien teme al Señor, el ángel del Señor lo salva y cuida.


¡Prueben y verán qué bueno es el Señor! Dichoso quien en él confía. R.

Que amen al Señor todos sus fieles, pues nada faltará a quienes lo
aman. El rico empobrece y pasa hambre; a quien busca al Señor nada le
falta. R.

15
Del salmo 102

El Señor es compasivo y misericordioso.

O bien:

La misericordia del Señor dura por siempre.

R. El Señor es compasivo y misericordioso.

O bien:

R. La misericordia del Señor dura por siempre.

Bendice al Señor, alma mía, y todo lo que soy, su santo nombre.


Bendice al Señor, alma mía, y no eches al olvido sus favores. R.

El Señor es clemente y bondadoso, lento al enojo, pronto a la


indulgencia; como un padre es amoroso con su hijo así es tierno el
Señor con quien lo quiere. R.

El amor del Señor por siempre permanece, y su justicia llega hasta


los hijos y a la generación siguiente de los hombres que cumplen con su
alianza y sus leyes recitan y obedecen. R.

16
Del Salmo 111

Dichosos los que aman de corazón los mandamientos del Señor.

R. Dichosos los que aman de corazón


los mandamientos del Señor.

Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus


mandamientos; poderosos serán sus descendientes. Dios bendice a los
hijos de los buenos. R.

Fortuna y bienestar habrá en su casa, siempre actuarán conforme


a la justicia. Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las
tinieblas brilla. R.

Quienes, compadecidos, prestan y llevan sus negocios


rectamente, jamás se desviarán, vivirá su recuerdo para siempre. R.

No temerán malas noticias, puesto que en el Señor viven


confiados. Firme está y sin temor su corazón, pues vencidos verán a sus
contrarios. R.

Al pobre dan limosna, obran siempre conforme a la justicia; su


frente se alzará llena de gloria. R.

17
Del salmo 127

Dichosos los que aman al Señor y siguen sus caminos.

O bien:

El Señor bendecirá al hombre que le ama y lo respeta.

R. Dichosos los que aman al Señor y siguen sus caminos.

O bien:

R. El Señor bendecirá al hombre que le ama y lo respeta.

Dichosos los que temen al Señor y siguen los caminos de su ley.


Comerán del trabajo de sus manos, serán felices y les irá bien. R.

Será su esposa como vid fecunda en la paz hogareña; serán sus


hijos como olivos nuevos en torno de su mesa. R.

Así bendecirá el Señor al hombre que le teme y lo respeta. Que el


Señor te bendiga desde Sión y, de Jerusalén, veas la dicha, todos los
días de tu vida. R.

18
Del salmo 144

El Señor es bueno con todos.

R. El Señor es bueno con todos.

El Señor es clemente y bondadoso, lento al enojo y lleno de


ternura; bueno es el Señor para con todos, cariñoso con todas sus
creaturas. R.

Que te alaben, Señor, todas tus obras, y que todos tus fieles te
bendigan. Todos vuelven sus ojos hacia ti y les das, a su tiempo, la
comida. R.

Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor


todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan, muy cerca está
el Señor de quien lo invoca. R.

19
Del salmo 148

Que todos alaben al Señor.

R. Que todos alaben al Señor.

Alaben al Señor en las alturas, alábenlo en el cielo; que alaben al


Señor todos sus ángeles, celestiales ejércitos. R.

Que alaben al Señor el sol, la luna y todos los luceros. Que lo alabe
la bóveda celeste y las aguas que cuelgan de los cielos. R.

Montes y sierras todas, plantas de ornato y árboles frutales,


animales domésticos y fieras, reptiles y volátiles. R.

Reyes y pueblos todos de la tierra, gobernantes y jueces de este


mundo; jóvenes y doncellas, niños y ancianos juntos, el nombre del
Señor alaben todos. R.

Su gloria sobrepasa cielo y tierra y ha hecho fuerte a su pueblo.


Que lo alaben los fieles de Israel, a quien él eligió como a su pueblo. R.

20
PALABRA DE DIOS

LECTURAS DEL NUEVO


TESTAMENTO
para la Segunda Lectura

21
De la Carta del apóstol san Pablo
a los Romanos 8, 31-35. 37-39

Hermanos: Si Dios está a nuestro favor, ¿quién estará en contra


nuestra?. El que no nos escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó
por todos nosotros, ¿cómo no va a estar dispuesto a dárnoslo todo,
junto con su Hijo?. ¿Quién acusará a los elegidos de Dios?. Si Dios
mismo es quien los perdona, ¿quién será el que los condene?. ¿Acaso
Jesucristo, que murió, resucitó y está a la derecha de Dios para
interceder por nosotros?.

¿Qué cosa podrá apartarnos del amor con que nos ama Cristo?.
¿Las tribulaciones?. ¿Las angustias?. ¿La persecución?. ¿El hambre?.
¿La desnudez?. ¿El peligro?. ¿La espada?.

Ciertamente de todo esto salimos más que victoriosos, gracias a


aquel que nos ha amado; pues estoy convencido de que ni la muerte ni
la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni el presente ni el futuro, ni los
poderes de este mundo, ni lo alto ni lo bajo, ni creatura alguna podrá
apartarnos del amor que nos ha manifestado Dios en Cristo Jesús.

Palabra de Dios.

22
De la Carta del apóstol san Pablo
a los Romanos 12, 1-2. 9-18

Hermanos: Por la misericordia que Dios les ha manifestado, los


exhorto a que se ofrezcan ustedes mismos como una ofrenda viva,
santa y agradable a Dios, porque en esto consiste el verdadero culto.

No se dejen transformar por los criterios de este mundo, sino


dejen que una nueva manera de pensar los transforme internamente,
para que sepan distinguir cuál es la voluntad de Dios, es decir, lo que es
bueno, lo que le agrada, lo perfecto.

Que el amor de ustedes sea sincero. Aborrezcan el mal y


practiquen el bien; ámense cordialmente los unos a los otros, como
buenos hermanos; que cada uno estime a los otros más que a sí mismo.
En el cumplimiento de su deber, no sean negligentes y mantengan un
espíritu fervoroso al servicio del Señor. Que la esperanza los mantenga
alegres; sean constantes en la tribulación y perseverantes en la oración.
Ayuden a los hermanos en sus necesidades y esmérense en la
hospitalidad.

Bendigan a los que los persiguen; bendíganlos, no los maldigan.


Alégrense con los que se alegran; lloren con los que lloran. Que reine la
concordia entre ustedes. No sean, pues, altivos; más bien pónganse al
nivel de los humildes.

A nadie devuelvan mal por mal. Esfuércense en hacer el bien


delante de todos los hombres. En cuanto de ustedes depende, hagan lo
posible por vivir en paz con todo el mundo.

Palabra de Dios.

23
O bien... Forma breve:

De la Carta del apóstol san Pablo


a los Romanos 12, 1-2. 9-13

Hermanos: Por la misericordia que Dios les ha manifestado, los


exhorto a que se ofrezcan ustedes mismos como una ofrenda viva,
santa y agradable a Dios, porque en esto consiste el verdadero culto.

No se dejen transformar por los criterios de este mundo, sino


dejen que una nueva manera de pensar los transforme internamente,
para que sepan distinguir cuál es la voluntad de Dios, es decir, lo que es
bueno, lo que le agrada, lo perfecto.

Que el amor de ustedes sea sincero. Aborrezcan el mal y


practiquen el bien; ámense cordialmente los unos a los otros, como
buenos hermanos; que cada uno estime a los otros más que a sí mismo.
En el cumplimiento de su deber, no sean negligentes y mantengan un
espíritu fervoroso al servicio del Señor. Que la esperanza los mantenga
alegres; sean constantes en la tribulación y perseverantes en la oración.
Ayuden a los hermanos en sus necesidades y esmérense en la
hospitalidad.

Palabra de Dios.

24
De la 1ª. Carta del apóstol san Pablo
a los Corintios 6, 13-15. 17-20

Hermanos: El cuerpo no es para fornicar, sino para servir al Señor;


y el Señor, para santificar el cuerpo. Dios resucitó al Señor y nos
resucitará también a nosotros con su poder.

¿No saben ustedes que sus cuerpos son miembros de Cristo?. Y el


que se une al Señor, se hace un solo espíritu con él. Huyan, por lo tanto,
de la fornicación. Cualquier otro pecado que cometa una persona,
queda fuera de su cuerpo; pero el que fornica, peca contra su propio
cuerpo.

¿O es que no saben ustedes que su cuerpo es templo del Espíritu


Santo, que han recibido de Dios y habita en ustedes?. No son ustedes
sus propios dueños, porque Dios los ha comprado a un precio muy caro.
Glorifiquen, pues, a Dios con el cuerpo.

Palabra de Dios.

25
De la 1ª. Carta del apóstol san Pablo
a los Corintios 12, 31 – 13, 8

Hermanos: Aspiren a los dones de Dios más excelentes. Voy a


mostrarles el camino mejor de todos. Aunque yo hablara las lenguas de
los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, no soy más que una
campana que resuena o unos platillos que aturden. Aunque yo tuviera
el don de profecía y penetrara todos los misterios, aunque yo poseyera
en grado sublime el don de ciencia y mi fe fuera tan grande como para
cambiar de sitio las montañas, si no tengo amor, nada soy. Aunque yo
repartiera en limosnas todos mis bienes y aunque me dejara quemar
vivo, si no tengo amor, de nada me sirve.

El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el


amor no es presumido ni se envanece; no es grosero ni egoísta; no se
irrita ni guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con
la verdad. El amor disculpa sin límites, confía sin límites, espera sin
límites, soporta sin límites. El amor dura por siempre.

Palabra de Dios.

26
De la Carta del apóstol san Pablo
a los Efesios 5, 2a. 21-33

Hermanos: Vivan en el amor, igual que Cristo nos ha amado y se


ha entregado por nosotros.
Sean sumisos unos a otros con respeto cristiano. Las mujeres que
se sometan a sus maridos como al Señor; porque el marido es cabeza de
la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia. Pues como la Iglesia se
somete a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo.
Maridos, amen a sus mujeres como Cristo amó a su Iglesia. Él se
entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño
del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, sin mancha ni
arruga, ni nada semejante, sino santa e inmaculada.
Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como
cuerpos suyos que son.
Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie, jamás, ha
odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo
hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo.
"Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se
unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne".

Es éste un gran misterio; y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.


Sobrellévense mutuamente y perdónense cuando alguno tenga
quejas contra otro.
En una palabra, que cada uno de ustedes ame a su mujer como a
si mismo, y que la mujer respete al marido.

Palabra de Dios.

27
De la Carta del apóstol san Pablo
a los Colosenses 3, 12-17

Hermanos: Puesto que Dios los ha elegido a ustedes, los ha


consagrado a él y les ha dado su amor, sean compasivos, magnánimos,
humildes, afables y pacientes. Sopórtense mutuamente y perdónense
cuando tengan quejas contra otro, como el Señor los ha perdonado a
ustedes. Y sobre todas estas virtudes, tengan amor, que es el vínculo de
la perfecta unión.

Que en sus corazones reine la paz de Cristo, esa paz a la que han
sido llamados como miembros de un solo cuerpo. Finalmente, sean
agradecidos.

Que la palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza.


Enséñense y aconséjense unos a otros lo mejor que sepan. Con el
corazón lleno de gratitud, alaben a Dios con salmos, himnos y cánticos
espirituales, y todo lo que digan y todo lo que hagan, háganlo en el
nombre del Señor Jesús, dándole gracias a Dios Padre, por medio de
Cristo.

Palabra de Dios.

28
De la 1ª. Carta del apóstol san Pedro 3, 1-9

Mujeres, sean sumisas a sus maridos para que, si incluso algunos


no creen en la Palabra, sean ganados no por palabras, sino por la
conducta de sus mujeres, al considerar su conducta casta y respetuosa.

Que su adorno no esté en lo exterior: en peinados, joyas y modas,


sino en lo oculto del corazón, en la incorruptibilidad de un alma dulce
y serena: esto es precioso ante Dios. Así se adornaban, en otro
tiempo, las santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sumisas a sus
maridos; así obedeció Sara a Abraham, llamándole señor. De ella se
hacen hijas cuando obran bien, sin tener ningún temor.

De igual manera, ustedes, maridos, en la vida común, sean


comprensivos con la mujer, que es un ser frágil, respetándolas, ya que
son también coherederas de la gracia de la Vida, para que sus oraciones
no encuentren obstáculo.

Procuren todos tener un mismo pensar y un mismo sentir: con


afecto fraternal, con ternura, con humildad.

No devuelvan mal por mal o insulto por insulto; al contrario,


respondan con una bendición, porque su vocación mira a esto: a
heredar una bendición.

Palabra de Dios.

29
De la 1ª. Carta del apóstol san Juan 3, 18-24

Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con


obras.

En esto conocemos que somos de la verdad, y tranquilizaremos


nuestra conciencia ante Él, en caso de que nos condene nuestra
conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo.

Queridos, si la conciencia no nos condena, tengamos plena


confianza ante Dios y cuanto pidamos lo recibiremos de Él, porque
guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.

Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo,


Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como Él nos mandó.

Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él.


En esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos
dió.

Palabra de Dios.

30
De la 1ª. Carta del apóstol san Juan 4, 7-12

Hermanos míos: Amémonos los unos a los otros, porque el amor


viene de Dios y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.

El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. Y el amor


que Dios nos tiene se ha manifestado en que envió al mundo a su Hijo
unigénito para que vivamos por Él.

El amor consiste en esto: No en que nosotros hayamos amado a


Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y nos envió a su Hijo, como
víctima de expiación por nuestros pecados.

Si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amarnos


los unos a los otros.

A Dios nadie lo ha visto nunca; pero si nos amamos los unos a los
otros, Dios permanece en nosotros y su amor entre nosotros es
perfecto.

Palabra de Dios.

31
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan 19, 1. 5-9a

Ya, Juan, oí en el cielo como un gran ruido de muchedumbre


inmensa que decía:

"Aleluya, la salvación, la gloria y el poder


son de nuestro Dios".

Y salió una voz del trono que decía:

"Alaben a Dios todos


sus siervos, y los que le temen, pequeños y grandes".

Y oí como el ruido de muchedumbre inmensa y como el ruido de


grandes aguas y como el fragor de fuertes truenos.

Y decían:
"Aleluya, porque ha establecido su reinado el Señor, nuestro Dios
todopoderoso. Con alegría y regocijo démosle gloria, porque han
llegado las bodas del Cordero, y su Esposa se ha engalanado y se le ha
concedido vestirse de lino, deslumbrante de blancura: el lino son las
buenas acciones de los santos".

Luego me dice:

"Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero".

Palabra de Dios.

32
PALABRA DE DIOS

ACLAMACIÓN ANTES
DEL EVANGELIO

33
R. Aleluya, aleluya.

Todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios (1 Jn 4, 7).

R. Aleluya.

-----0-----0----0-----

R. Aleluya, aleluya.

Dios es amor. Si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos


amarnos los unos a los otros (1 Jn 4, 8.11).

R. Aleluya.

-----0-----0----0-----

R. Aleluya, aleluya.

Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros


y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud (1 Jn 4, 12).

R. Aleluya.

-----0-----0----0-----

R. Aleluya, aleluya.

Quien permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios en él, dice el


Señor (1 Jn 4, 16).

R. Aleluya.
-----0-----0----0-----

En tiempo de CUARESMA... la respuesta debe cambiarse a:


R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
34
PALABRA DE DIOS

LECTURAS DEL
SANTO EVANGELIO

35
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 1-12

En aquel tiempo, viendo Jesús al gentío, subió al monte.


Cuando se hubo sentado, se le reunieron sus discípulos. En seguida
comenzó a enseñarles, hablándoles así:

"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque suyo es el


Reino de los cielos.

Bienaventurados los apacibles, porque poseerán la tierra.

Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia,


porque serán saciados.

Bienaventurados los misericordiosos, porque obtendrán


misericordia.

Bienaventurados los puros de corazón, porque verán a Dios.

Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque se les


llamará hijos de Dios.

Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,


porque suyo es el Reino de los cielos.

Bienaventurados serán ustedes cuando los injurien, los persigan y


digan falsamente cualquier cosa mala de ustedes, por causa mía.
Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande allá en
los cielos".

Palabra del Señor.


36
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 13-16

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:

"Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con


qué le darán de nuevo su sabor?. No sirve mas que para tirarla fuera y
que la pise la gente.

Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad


puesta en lo alto de un monte; tampoco se enciende una vela para
meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que
alumbre a todos los de la casa.

Alumbre así su luz a los hombres, para que vean sus buenas
obras y den gloria a su Padre que está en el cielo".

Palabra del Señor.

37
Del santo Evangelio según san Mateo 7, 21. 24-29

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:

"No todo el que me diga ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino


de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi Padre que
está en los cielos.

El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se


parece a un hombre prudente que edificó su casa sobre roca.

Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y


dieron contra aquella casa; pero no se cayó, porque estaba construida
sobre roca.

Pero el que escucha estas palabras mías y no las pone en


práctica, se parece a un hombre necio que edificó su casa sobre arena.

Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y


dieron contra aquella casa y la arrasaron completamente".

Cuando acabó Jesús estos discursos, la gente quedó asombrada de


su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no
como los escribas.

Palabra del Señor.

38
Del santo Evangelio según san Mateo 19, 3-6

En aquel tiempo se acercaron a Jesús unos fariseos y le


preguntaron para ponerlo a prueba:

"¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?".

Jesús les respondió:

"¿No han leído que el Creador, en el principio, los creó


hombre y mujer, y dijo: ‘Por eso abandonará el hombre a su padre
y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola
carne?’.

De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que
Dios ha unido, que no lo separe el hombre".

Palabra del Señor.

39
Del santo Evangelio según san Mateo 22, 35-40

En aquel tiempo un doctor de la ley le preguntó a Jesús para


ponerlo a prueba:

"Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?".

Jesús le respondió:

"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y


con toda tu mente. Este es el más grande y el primero de los
mandamientos.

El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a tí


mismo.

En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas".

Palabra del Señor.

40
Del santo Evangelio según san Marcos 10, 6-9

En aquel tiempo, dijo Jesús:

"Al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por


eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su
mujer, y serán los dos una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo
separe el hombre".

Palabra del Señor.

41
Del santo Evangelio según san Juan 2, 1-11

En aquel tiempo hubo una boda en Caná de Galilea, a la cual


asistió la madre de Jesús.

Jesús y sus discípulos también fueron invitados. Y como


llegase a faltar el vino, María le dijo a Jesús: "Hijo, ya no tienen vino".

Jesús le contestó: "¿Qué podemos hacer tú y yo?. Todavía no llega


mi hora".

Pero María les dijo a los que servían: "Hagan cuanto él les diga".

Había allí seis tinajas de piedra, de unos cien litros cada una, que
servían para las purificaciones de los judíos. Jesús dijo a los que servían:
"Llenen de agua esas tinajas".

Y ellos las llenaron hasta el borde. Entonces Jesús les dijo:


"Saquen ahora un poco y llévenlo al mayordomo".

Así lo hicieron, y en cuanto el mayordomo probó el agua


convertida en vino, sin saber su procedencia, pues sólo los
sirvientes lo sabían, llamó al novio y le dijo:

"Todo el mundo sirve primero el vino mejor, y cuando los


invitados ya han bebido bastante, se sirve el corriente. Tú, en cambio,
has guardado el vino mejor hasta ahora".

Esto que Jesús hizo en Caná de Galilea fue la primera de sus


señales. Así mostró su gloria y sus discípulos creyeron en él.

Palabra del Señor.

42
Del santo Evangelio según san Juan 15, 9-12

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:

"Como el Padre me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor.

Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo


mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en
su amor.

Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría


sea plena.

Este es mi mandamiento: Que se amen unos a otros como yo los


he amado".

Palabra del Señor.

43
Del santo Evangelio según san Juan 15, 12-16

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:

"Este es mi mandamiento: Que se amen unos a otros como yo los


he amado.

Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus
amigos.

Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.

Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su


Señor; a ustedes los llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi
Padre, se los he dado a conocer.

No son ustedes los que me han elegido a mi, soy yo quien


los ha elegido a ustedes, y los he destinado para que vayan y den
fruto, y su fruto sea duradero.

De modo que lo que le pidan al Padre, en mi nombre, se los


dé".

Palabra del Señor.

44
Del santo Evangelio según san Juan 17, 20-26

En aquel tiempo Jesús levantó los ojos al cielo y dijo:

"Padre, no sólo te pido por mis discípulos, sino también por


los que van a creer en mí por la palabra de ellos, para que sean todos
uno, como Tú, Padre, en mí y yo en ti somos uno, a fin de que sean uno
en nosotros y el mundo crea que Tú me has enviado.

Yo les he dado la gloria que Tú me diste, para que sean uno como
nosotros somos uno.

Yo en ellos y Tú en mí, para que su unidad sea perfecta y así el


mundo conozca que Tú me has enviado y que los amas, como me amas
a mí.

Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que
me has dado, para que contemplen mi gloria, la que me diste, porque
me has amado desde antes de la creación del mundo.

Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo sí te conozco y


éstos han conocido que Tú me enviaste. Yo les he dado a conocer tu
nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que me
amas esté en ellos y yo también esté en ellos".

Palabra del Señor.

45
ORACIONES

46
ORACIÓN COLECTA
Elegir una

1) Señor, Tú que con un designio maravilloso consagraste la unión conyugal


para prefigurar en ella la unión de Cristo con su Iglesia, concede a estos
hijos tuyos que realicen en su vida de esposos este designio que conocer
por la fe. Por Nuestro Señor Jesucristo……

2) Escucha Señor, nuestra súplica y derrama tu gracia sobre estos hijos tuyos
que hoy se unen ante tu altar, para que se mantengan firmes en el amor
que se profesan.  Por Nuestro Señor Jesucristo……

3) Concede Dios todopoderoso, a estos hijos tuyos que hoy van a unirse por el
sacramento del matrimonio, crecer siempre en la fe que se profesan y
enriquecer con sus hijos la familia fiel de tu Iglesia. Por Nuestro Señor
Jesucristo……

4) Dios nuestro, que al crear el género humano quisiste establecer la unión


entre el hombre y la mujer. Une en la fidelidad del amor a estos hijos tuyos
que van a contraer matrimonio, para que siempre den testimonio con su
vida del amor divino que hoy los trae ante tu altar. Por Nuestro Señor
Jesucristo……

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Elegir una

1) Recibe Señor, el sacrificio que te ofrecemos por esta unión sagrada, y ya


que eres el autor de ella, sé también su protector y su guía. Por Cristo
nuestro Señor.

2) Recibe en tu bondad, Señor, los dones que te presentamos con alegría, y


protege con tu amor paterno a quienes uniste con el sacramento del
matrimonio. Por Cristo nuestro Señor.

3) Escucha Señor, nuestras súplicas y recibe con agrado estas ofrendas que te
presentamos por estos hijos tuyos, unidos en santo matrimonio, para que la

47
celebración de estos misterios los confirme en su amor y en el tuyo. Por
Cristo nuestro Señor.

ORACIÓN POST-COMUNIÓN
Elegir una

1) Por este sacrificio de salvación protege, Señor, con tu providencia, a la


nueva familia que has instituido y unifica en un mismo corazón a los que
uniste en una santa alianza (y has alimentado con un mismo pan y un
mismo cáliz) Por Cristo nuestro Señor.

2) Tu que nos has permitido participar de tu mesa, concede, Señor a ____ y


a___ que acaban de unir sus vidas por el sacramento del matrimonio,
permanecer siempre fieles a ti y dar testimonio de su amor ante los
hombres. Por Cristo nuestro Señor.

3) Concédenos, Dios Todopoderoso, que la gracia del sacramento del


matrimonio   actúe de día en día en la vida de estos esposos, y que la
Eucaristía que hemos ofrecido y recibido, nos haga vivir a todos como
hermanos. Por Cristo nuestro Señor.

48
ORACIÓN

COMUNITARIA

49
ORACIÓN COMUNITARIA
( *** Para escoger 5 ó 6 intenciones... ).
* Este asterisco significa que aquí empiezan a contestar TODOS los asistentes a
la celebración, uniéndose así, en la respuesta completa, a cada una de las
intenciones.
Pero esto solamente sucede si los NOVIOS preparan algún FOLLETO ESPECIAL para
la celebración de su Misa de Bodas...
Por favor... Muy importante que siempre cuenten con la autorización del
sacerdote celebrante, además de una previa revisión y corrección del folleto por
parte de él.

Muchísimas gracias.

Sacerdote: Unamos nuestras súplicas en una misma fe, con la confianza de que
Dios nos escucha en su bondad y digámosle: Escucha, Señor, nuestra oración.
ESCUCHA, SEÑOR, NUESTRA ORACIÓN.
(se puede cambiar esta respuesta)

Lector: Pidamos por el Papa “ N ” ; por nuestros Obispos; sacerdotes y por toda la
Iglesia, * para que busquen siempre guiar en la fe y en al amor a todos los
matrimonios cristianos.
ESCUCHA, SEÑOR, NUESTRA ORACIÓN.

Lector: Pidamos por Novio y Novia, * para que desarrollen, en la alegría y en el


amor, la gracia de Dios que han recibido hoy en el sacramento del matrimonio.
ESCUCHA, SEÑOR, NUESTRA ORACIÓN.

Lector: Pidamos por “Novio”, * para que como esposo y padre cristiano, sepa
cuidar siempre la santidad de su hogar.
ESCUCHA, SEÑOR, NUESTRA ORACIÓN.

50
Lector: Pidamos por “Novia”, * para que como esposa y madre cristiana
solidifique siempre la unidad de su matrimonio.
ESCUCHA, SEÑOR, NUESTRA ORACIÓN.

Lector: Pidamos por estos nuevos esposos, “Novio y Novia”, * para que la Virgen
María les ayude a que su hogar sea feliz y su amor no cese nunca de crecer.
ESCUCHA, SEÑOR, NUESTRA ORACIÓN.

Lector: Pidamos por “Novio y Novia”, * para que el amor que se tienen se
manifieste y concretice en la gracia de los hijos.
ESCUCHA, SEÑOR, NUESTRA ORACIÓN.

Lector: Pidamos por los papás y familiares de “Novio y Novia”, * para que siempre
sigan brindándoles cariño y apoyo; y los guíen y animen, con entusiasmo, en el
desarrollo de un verdadero hogar cristiano.
ESCUCHA, SEÑOR, NUESTRA ORACIÓN.

Lector: Pidamos por los familiares y amigos de “Novio y Novia”, que no están
físicamente presentes en esta noche (este día), pero que los acompañan y apoyan
con su cariño y oración, * para que el Señor derrame su gracia sobre ellos.
ESCUCHA, SEÑOR, NUESTRA ORACIÓN.

Lector: Pidamos por los matrimonios aquí presentes, * para que renueven hoy y
siempre la gracia de su sacramento y vivan en unidad y paz.
ESCUCHA, SEÑOR, NUESTRA ORACIÓN.

Lector: Pidamos por las parejas de novios, * para que se preparen


verdaderamente a responder a las exigencias del amor cristiano.
ESCUCHA, SEÑOR, NUESTRA ORACIÓN.

51
Lector: Pidamos por las intenciones de cada uno de nosotros, * para que sepamos
buscar, en todo, la voluntad de Dios, y sepamos llevarla a la práctica en nuestra
vida diaria.
ESCUCHA, SEÑOR, NUESTRA ORACIÓN.

Si hay algo especial familiar o intención de los novios, usando el mismo esquema,
pueden agregar alguna petición.

Sacerdote: Señor, nuestro Padre, mira con bondad a estos hijos tuyos, “Novio y
Novia”, que hoy han venido contentos a tu Iglesia para fundar, frente a Tí, su
hogar. * Enséñales a progresar el uno por el otro bajo tu mirada, y concédeles tu
Espíritu Santo para que sean siempre fieles a Tí y al amor que los une. Te lo
pedimos por la intercesión de la Santísima Virgen María, Madre de Jesucristo, tu
Hijo, nuestro Señor. AMEN.

52
RITO

DEL

MATRIMONIO

53
RITO DEL MATRIMONIO FORMA 1

NOVIO

CONSENTIMIENTO

Yo, __________, te acepto a tí, __________ como mi esposa.

Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad. Amarte y
respetarte todos los días de mi vida.

ANILLOS

__________ recibe este anillo porque te amo y quiero serte fiel para siempre. En el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ARRAS

__________ recibe también estas arras, que significan mi apoyo, mi cariño y mi compromiso
de construir un verdadero hogar cristiano.

NOVIA

CONSENTIMIENTO

Yo, __________, te acepto a ti, __________, como mi esposo.

Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad. Amarte y
respetarte todos los días de mi vida.

ANILLOS

__________ recibe este anillo porque te amo y quiero serte fiel para siempre. En el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ARRAS

__________ , yo las recibo con amor y alegría, pues me comprometo contigo a que Dios
esté siempre en nuestra familia y en nuestro hogar .

54
RITO DEL MATRIMONIO FORMA 2

NOVIO
Yo,_________, me entrego a ti, _________, como tu esposo y padre de nuestros hijos.

Quiero vivir contigo toda la vida, tal y como la vayamos forjando entre nosotros dos.

Prometo, delante de Dios, de nuestros papás, familiares y amigos, serte fiel siempre, pues
quiero ayudarte a conseguir tu realización como mujer, esposa y madre cristiana.

ANILLOS
__________ recibe en este anillo todo mi amor, porque quiero serte fiel para toda la vida. En
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ARRAS
__________ con estas arras quiero que recibas todo mi apoyo, todo mi cariño y todo mi
esfuerzo, pues quiero comprometerme contigo a ir desarrollando un hogar donde reine la
unidad y el amor de Dios.

NOVIA
Yo, _________, me entrego a tí, _________, como tu esposa y madre de nuestros hijos.

Quiero vivir contigo toda la vida, tal y como la vayamos forjando entre nosotros dos.

Prometo, delante de Dios, de nuestros papás, familiares y amigos, serte fiel siempre, pues
quiero ayudarte a conseguir tu realización como hombre, esposo y padre cristiano.

ANILLOS

__________ recibe en este anillo todo mi amor, porque quiero serte fiel para toda la vida. En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ARRAS

__________ yo las recibo emocionada y llena de alegría, porque quiero, con todo mi corazón,
ayudarte a llevar a cabo este compromiso de amor que empezamos juntos en esta noche, para
que así sea Dios quien nos vaya guiando. Amén.

55
RITO DEL MATRIMONIO FORMA 3

NOVIO
Yo,_______, te quiero y te acepto a tí, _______, como mi esposa y madre de mis hijos.

Deseo vivir contigo los gozos y las esperanzas, las alegrías y los sufrimientos, la salud y la
enfermedad, la vida entera, tal y como se presente.

Prometo, delante de toda esta comunidad cristiana, de nuestros papás, familiares y amigos,
serte fiel siempre y ayudarte a conseguir la felicidad que tú buscas y que yo necesito.

ANILLOS

__________ recibe este anillo porque te amo y voy a serte fiel para siempre. En el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ARRAS

__________ recibe también estas arras, que significan mi apoyo, mi cariño y mi


compromiso de construir un verdadero hogar cristiano, en donde no falte lo necesario.

NOVIA
Yo,________, te quiero y te acepto a tí,________, como mi esposo y padre de mis hijos.

Deseo vivir contigo los gozos y las esperanzas, las alegrías y los sufrimientos, la salud y la
enfermedad, la vida entera, tal y como se presente.

Prometo, delante de toda esta comunidad cristiana, de nuestros papás, familiares y amigos,
serte fiel siempre y ayudarte a conseguir la felicidad que tú buscas y que yo necesito.

ANILLOS

__________ recibe este anillo porque te amo y voy a serte fiel para siempre. En el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ARRAS

__________ yo las recibo con amor y alegría, pues me comprometo contigo a que Dios esté
siempre en nuestra familia y a que todo se aproveche en nuestro hogar.

56
RITO DEL MATRIMONIO FORMA 4

NOVIO
Yo, __________, te quiero y te acepto a tí, __________, como mi esposa y madre de nuestros
hijos.

Porque te amo, me comprometo a vivir contigo los gozos y las esperanzas, las alegrías y los
sufrimientos, la salud y la enfermedad, toda la vida, tal y como la vayamos forjando entre tú
y yo.

Prometo, delante de Dios y de esta comunidad cristiana, serte fiel siempre y ayudarte a
conseguir la felicidad que tú buscas y que yo necesito.

ANILLOS
__________ recibe este anillo como signo de mi amor y de que voy a serte fiel para toda la
vida. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ARRAS
__________ recibe estas arras que significan todo mi apoyo, todo mi cariño y todo mi esfuerzo,
pues me comprometo contigo a ir desarrollando un hogar, donde no falte lo necesario, y donde
siempre reine la unidad y el amor, que provienen de Dios.

NOVIA
Yo, __________, te quiero y te acepto a tí, __________, como mi esposo y padre de
nuestros hijos.

Porque te amo, me comprometo a vivir contigo los gozos y las esperanzas, las alegrías y los
sufrimientos, la salud y la enfermedad, toda la vida, tal y como la vayamos forjando entre tú y
yo.
Prometo, delante de Dios y de esta comunidad cristiana, serte fiel siempre y ayudarte a
conseguir la felicidad que tú buscas y que yo necesito.

ANILLOS
__________ recibe este anillo como signo de mi amor y de que voy a serte fiel para toda la
vida. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ARRAS
__________ yo las recibo emocionada y llena de alegría, porque quiero, con todo mi corazón,
ayudarte a desarrollar este compromiso de amor, para que sea Dios quien nos vaya guiando, y
así sepamos aprovechar todo en nuestro hogar.
57
RITO DEL MATRIMONIO FORMA 5

NOVIO
Yo,__________ , por amor te acepto a ti, __________, como mi esposa.

Prometo serte fiel en todas las circunstancias de nuestra vida: buenas o malas, de
abundancia o de pobreza, de salud o enfermedad, de alegría o tristeza.

Y me comprometo, delante de Dios y de su Iglesia, a amarte y respetarte todos los días de mi


vida.

ANILLOS
__________ recibe en este anillo el signo de que siempre te seré fiel y de que te amaré toda la
vida. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ARRAS
__________ recibe también estas arras, que significan mi apoyo, mi cariño y mi
compromiso de formar un verdadero hogar, en el que no falte lo necesario para
desarrollarnos humana y cristianamente.

NOVIA
Yo, __________, por amor te acepto a tí, __________, como mi esposo.

Prometo serte fiel en todas las circunstancias de nuestra vida: buenas o malas, de abundancia
o de pobreza, de salud o enfermedad, de alegría o tristeza.

Y me comprometo, delante de Dios y de su Iglesia, a amarte y respetarte todos los días de mi


vida.

ANILLOS
__________ recibe en este anillo el signo de que siempre te seré fiel y de que te amaré toda la
vida. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ARRAS

__________ yo las recibo con amor y alegría, y me comprometo contigo a tratar de que Dios
esté siempre con nosotros; y a saber utilizar bien todos los dones que de El recibamos.

58
RITO DEL MATRIMONIO FORMA 6

NOVIO
Yo, __________, te quiero y te acepto a tí, __________, como mi legítima esposa y madre de
nuestros hijos.

Quiero vivir contigo toda la vida, tal y como la vayamos forjando entre tú y yo.

Prometo, delante de Dios y de toda esta comunidad, serte fiel siempre y ayudarte a encontrar
esa felicidad que ambos deseamos.

ANILLOS

__________ recibe con este anillo todo mi amor, porque voy a serte fiel toda mi vida.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ARRAS

__________ con estas arras te entrego mi apoyo, mi cariño y mi esfuerzo, pues me


comprometo hoy contigo a ir desarrollando un hogar donde no falte lo necesario para nuestra
plena realización.

NOVIA
Yo, __________, te quiero y te acepto a tí, __________, como mi legítimo esposo y padre de
nuestros hijos.

Quiero vivir contigo toda la vida, tal y como la vayamos forjando entre tú y yo.

Prometo, delante de Dios y de toda esta comunidad, serte fiel siempre y ayudarte a encontrar
esa felicidad que ambos deseamos.

ANILLOS
__________ recibe con este anillo todo mi amor, porque voy a serte fiel toda mi vida.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ARRAS
__________ yo las recibo con amor y me comprometo contigo a tratar de que Dios esté
siempre con nosotros, y a saber utilizar bien todos los dones que de El recibamos.
RITO DEL MATRIMONIO FORMA 7
59
NOVIO
__________ , te quiero y por eso deseo entregarme a ti como tu fiel esposo.

Te extiendo mis brazos para que te refugies en ellos cuando te sientas amenazada o insegura.
Te ofrezco poner todo de mí para aceptar el dolor y la alegría con igual serenidad, y que los
contratiempos sean más estimulo que adversidad.

Te prometo que viviré cada minuto de amor como si fuera el último, sin esperar el mañana,
durante todos los días de mi vida.

ANILLOS

__________ acepta este anillo como muestra de mi amor y de que te seré fiel siempre.
Ofreciéndote cada amanecer una ilusión para alimentar nuestro amor con delicadeza. En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ARRAS
__________ , recibe estas arras que representan el fruto de mi trabajo, como símbolo de mi
compromiso de poner todos los medios necesarios para que en nuestro hogar no falte lo
indispensable y así cada día sea como un regalo inapreciable que vivamos plenamente.

NOVIA
__________ , te amo, es por eso que necesito entregarme a tí como tu esposa.

Te prometo mantener este amor vivo y fortalecerlo cada día, ya venga fácil o díficil, dulce o
amargo, para así dar pasos firmes en nuestro camino hacia Dios.

Recibiré y cuidaré con ternura y madurez los hijos que de Dios vengan.

ANILLOS
__________, usa este anillo, significa todo mi amor y mi compromiso de acrecentarlo y
concretizarlo día a día. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ARRAS
__________ tomo estas arras y con ellas la responsabilidad de cuidar y administrar los bienes
materiales y multiplicar los dones de Dios para bien de nuestro matrimonio y de nuestros hijos.
RITO DEL MATRIMONIO FORMA 8
60
NOVIO
Yo, __________, porque creo que Dios te hizo para que me ayudes, siendo tú la costilla que,
bajo un sueño hermoso, me sacó mientras dormía, para que seas hueso de mis huesos y carne
de mi carne, te quiero y te acepto a ti, __________, como mi esposa, para que los dos seamos
una sola cosa, viviendo en el amor con esa entrega que Cristo nos enseñó, amándote como
Cristo a su Iglesia, como a mi propio cuerpo que eres. Dándote alimento y calor, y siéndote fiel
en los gozos y las esperanzas, las alegrías y los sufrimientos, la salud y la enfermedad, toda la
vida, tal y como se nos presente.

ANILLOS
_________ este anillo representa mi amor y la promesa de serte fiel toda la vida. Recíbelo en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ARRAS
__________, toma en tus manos estas arras, que simbolizan mi apoyo, cariño y esfuerzo, pues
me comprometo contigo a ir forjando un hogar donde no falte lo necesario y donde siempre
reine la unidad y el amor, que provienen de Dios.

NOVIA
Yo, __________, porque creo que Dios te hizo para que me des vida, siendo tú el cuerpo de
donde sacó la costilla para formarme, para ser hueso de tus huesos y carne de tu carne, te
quiero y te acepto a tí, __________, como mi esposo, para que los dos seamos una sola cosa,
viviendo en el amor con esa entrega que Cristo nos enseñó, sometiéndome a tí como la Iglesia a
Cristo, como cabeza mía que eres. Dándote alimento y calor, y siéndote fiel en los gozos y las
esperanzas, las alegrías y los sufrimientos, la salud y la enfermedad, toda la vida, tal y como se
nos presente.

ANILLOS
__________, este anillo representa mi amor y la promesa de serte fiel toda la vida. Recíbelo en
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ARRAS
__________, yo las recibo emocionada y llena de alegría, porque quiero, con todo mi corazón,
ayudarte a desarrollar este compromiso de amor, para que sea Dios, nuestro Señor, quien nos
vaya guiando, y así sepamos aprovechar todo en nuestro hogar.

RITO DEL MATRIMONIO FORMA 9

61
NOVIO
Yo, _________, me entrego a ti, __________, como tu esposo y padre de nuestros hijos.

Quiero vivir contigo toda la vida, tal y como la vayamos forjando con la ayuda de Dios y la
protección de la Santísima Virgen María.
Prometo serte fiel siempre, sintiéndome honrado en someter mi voluntad a tu voluntad, porque
es en tu felicidad donde encuentro mi felicidad.

ANILLOS
__________ recibe este anillo. Que sea para tí un signo de mi amor y de mi fidelidad,
de tal manera que evoque la presencia de Dios y de la Santísima Virgen María en nuestras vidas.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ARRAS
__________ recibe estas arras, son signo de mi compromiso de que, al igual que San José,
velaré porque Dios esté siempre presente en nuestro hogar, confiando, día a día, en su divina
providencia.

NOVIA
Yo, __________, con mucha alegría, te acepto a ti, __________, como mi esposo y como padre
de los hijos que Dios tenga a bien concedernos.

Porque te amo, deseo compartir contigo el resto de mis días. Le ofrezco nuestro matrimonio a la
Santísima Virgen María y le pido a Dios que me dé la gracia necesaria para serte fiel en todas las
circunstancias de la vida que hoy empezamos juntos.

ANILLOS
__________, recibe este anillo que te doy con todo mi corazón, para que cada vez que lo veas
recuerdes mi promesa de amor y fidelidad. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo.

ARRAS
__________, yo las recibo con mucha emoción y me comprometo,
delante de nuestro Señor, a ayudarte de todo corazón a llevar a cabo este compromiso de amor
que iniciamos juntos esta noche. Y le pido a la Virgen María que interceda siempre por nosotros,
para que en nuestro hogar, al igual que en el de Ella, nunca falte la presencia de su Hijo Jesús,
para que tengamos la fe que Ella tuvo y para que seamos tan fieles a la voluntad de Dios como
Ella lo fue. Así sea.

62
CONFIRMACIÓN DEL CONSENTIMIENTO
Cuando se han dado mutuamente el consentimiento, el diácono o sacerdote lo confirma por
medio de una de éstas dos oraciones, elijan cuál les gusta

1. El Señor
confirme con su bondad
este consentimiento
que han manifestado ante la Iglesia
y cumpla en ustedes su bendición.
Y lo que Dios acaba de unir, que nunca lo separa el hombre

2. El Dios de Abraham,
el Dios de Isaac,
el Dios que unió a nuestros primeros padres en el paraíso
confirme este consentimiento mutuo
que ustedes han manifestado ante la Iglesia
y, en Cristo, les otorge su bendción,
de manera que lo que Dios ha unido,
nunca lo separe el hombre.

63
BENDICIÓN NUPCIAL
Después del Padre Nuestro, o después de anillos y arras, se hace la bendición de los nuevos
esposos. En este momento se puede poner el lazo. Elegir una.

Bendición 1
Dios nuestro, tú que con tu poder lo hiciste todo de la nada y, desde los principios de
la creación, modelaste al hombre y a la mujer a tu imagen y semejanza, y constituiste a
cada uno como ayuda y compañía inseparable del otro, de modo que no fueran dos seres
sino uno solo, enséñandonos que nunca es lícito separar lo que tú quisiste unir;
Dios nuestro, tú que con un designio maravilloso consagraste la unión conyugal para
prefigurar en ella la unión de Cristo y de la Iglesia;
Dios nuestro, tú que has querido la unión del hombre y la mujer y has bendecido
esta comunidad, establecida desde el principo, con la única bendición con no fue abolida ni
por la pena del pecado original, ni por el castigo del diluvio;
Mira con bondad a estos hijos tuyos qur, unidos en Matrimonio, quieren que tu
bendición los acompañe.
Envía sobre ellos la gracia del Espíritu Santo para que tu amor, derramado en sus
corazones, los haga permanecer fieles a su alianza conyugal.
Concede a tu hija_______ el don del amor y de la paz y que siga siempre el ejemplo
de las santas mujeres, cuya alabanza proclama la Escritura.
Que confíe en ella el corazón de su esposo y que, reconciéndola éste como
compañera de igual dignidad y coheredera de la vida de la gracia, la respete debidamente y
la ame siempre con el amor con que Cristo amó a su Iglesia.
Y ahora, Señor, te suplicamos que estos hijos tuyos permanezcan ligados a la fe y tus
mandamientos y que, fieles a un solo amor, sean ejemplares por la integridad de sus
costumbres; que, fortalecidos con el Evangelio, sean testigos de Crito delante de todos;
(sean fecundos en hijo, padres intachables, vean ambos a los hijos de sus hijos) y,
transcurrida una ancianidad feliz, alcancen la felicidad de los justos en el Reino de los cielos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
 

64
Bendición 2
 Padre santo, que hiciste a los hombres a imagen tuya y los creaste varón y mujer
para que, unidos en la carne y en el espíritu, fueran colaboradores de tu creación.
Señor, tú que para revelarnos el designio de tu amor, quisiste dejarnos en el amor de
los esposos un bosquejo de la alianza que hiciste con tu pueblo, a fin de que, completado
con el sacramento, en la unión conyugal de tus fieles quedara patente el misterio nupcial de
Cristo y de la Iglesia.
Extiende sobre estos hijos tuyos N. y N. tu mano amorosa e infunde en sus corazónes
la fuerza del Espíritu Santo.
Concédeles, Señor, que en la comunidad sacramental que hoy inician, se
comuniquen los dones de tu amor y, siendo el uno para el otro signo de tu presencia, sean
un solo corazón y an solo espíritu.
Concédeles también que sepan conservar y proteger su nuevo hogar (y formen a sus
hijos según el Evangelio, para que, así, puedan éstos algún daí incorporarse para siempre a
tu familia celestial.)
Colma de bendiciones a tu hija N, para que pueda cumplir sus deberes de esposa (y
madre), dé calor a su hogar con un amor puro y con su afabilidad lo adorne.
Bendice también a tu hijo N, para que cumpla dignamente su misión de esposo fiel (y
padre providente).
Concede, Padre Santo, a estos hijos tuyos que han unido sus vidas ante ti, (y quieren
ahora, por primera vez como esposos, acercarse a tu mesa, participar algún día
alegremente, del banquete celestial.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

65
 
Bendición 3
Padre Santo, autor de todo el universo, que creaste a tu imagen al hombre y a la
mujer y colmaste de bendiciones su unión conyugal; te pedimos por estos hijos tuyos que
hoy se unen por el sacramneto del Matrimonio.
Que sescienda, Señor, sobre esta esposa_____ y el compañero de su vida ______ la
abundancia de tu bendición, y que la fuerza de tu Espíritu Santo inflame sus corazones para
que al gozo de su vida matrimonial añadan el encanto de los hijos y enriquezcan con ellos a
tu Iglesia.
Que te alaben , Señor, en sus alegrías, que te busquen en sus tristezas; que en sus
trabajos encuentren el gozo de tu ayuda y, en la necesidad, sientan cercano tu consuelo;
que te invoquen en las reuniones sagradas, que den testimonio de ti entre los hombres y,
después de una ancianidad feliz, lleguen al Reino de los Cielos, acompañados de quienes
hoy comparten su alegría. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
 
 
Bendición 4
 (De la liturgia mozarábiza)
 
Queridos hermanos: Invoquemos a Dios que se ha dignado conceder su bendición
para multiplicar la descendencia del género humano. Que él proteja a estos siervos suyos N.
y N. que ha llamado a la unión conyugal. Les otorgue sentimientos de paz, un mismo
corazón y costumbres selladas por el mutuo amor. Tengan también por regalo de Dios, la
familia deseada, a ella también alcance esta bendición. Así N. y N., en humildad de corazón,
puedan servir a quien bien saben es su Creador. Amén.
Oh Dios, que para propagar la familia humana, ya en los orígenes mismos del mundo
modelaste a la mujer del costado de Adán, e insinuando la unidad del amor más puro,
hiciste de uno dos, para mostrar que los dos son uno. Has puesto los primeros cimientos del
Matrimonio de tal modo que el varón abraza en su esposa una parte de su propio cuerpo, y
no puede pensar que le es extraño lo que sabe formado de sí mismo. Míranos propicio
desde tu trono del cielo y atiende con benevolencia nuestras plegarias: A estos hijos tuyos,
a quienes mediante esta bendición unimos con el vinculo del Matrimonio, santifícalos con la
gracia del Espíritu Santo y acompáñalos benignamente con tu amorosa protección. R.
Amén.
Concédeles, Señor, mutua armonía de espíritu en tu santo temor, v semejante
bondad de costumbres en el amor del uno al otro. R. Amén..
Que se amen, Señor y que nunca se aparten de ti. R. Amén.
66
Que mutuamente se entreguen el debido amor del cuerpo y del corazón y que nunca
te ofendan al consumar su amor. R. Amén..
Que nunca se desvíen de tus caminos, sino que te agraden siempre guardándose
entera fidelidad. R. Amén..
Dales, Señor, en abundancia los bienes presentes, y una santa y generosa
descendencia. R. Amén..
Que la dulzura de tu bendición inunde su cuerpo y su espíritu de tal modo que el
fruto de su unión sea del agrado de todos y bendecido por ti. R. Amén.
Dales, Señor, una larga y feliz vida en el presente, y un constante deseo de la vida
eterna que les aguarda.  R. Amén.
Dispongan de tal modo los asuntos temporales, que felizmente deseen los bienes
eternos. R. Amén.
Sepan amar los bienes transitorios de forma que no pierdan los que duran para
siempre. R. Amén.
Y así, amándose de verdad, y sirviéndose a ti, Señor sinceramente, vean los hijos de
sus hijos, y después de una larga vida en la tierra, lleguen, por fin, al reino de los cielos. R.
Amén.

67
PREFACIO DEL MATRIMONIO I
La dignidad de la alianza nupcial

V. El Señor esté con ustedes


R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

Realmente es justo y necesario,


es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.

Tú sellaste la unión matrimonial


con un vínculo indisoluble de amor y paz,
y quisiste que la fecundidad de los esposos,
sirviera para aumentar tus hijos adoptivos.

Y así, por medio de tu providencia y de tu gracia,


que se manifiestan de manera tan inefable,
los hijos nacidos para poblar la tierra
renacen espiritualmente para acrecentar la Iglesia,
por Jesucristo, Señor nuestro.

Por él, con los ángeles y los santos,


te cantamos el himno de alabanza,
diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...

PREFACIO DEL MATRIMONIO II


El gran misterio del matrimonio

V. El Señor esté con ustedes


R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

Realmente es justo y necesario,


es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
68
Porque estableciste la nueva alianza con tu pueblo,
para hacer partícipes de la naturaleza divina
y coherederos de tu gloria
a los redimidos por la muerte y resurrección de Jesucristo.

Tú quisiste que esta prueba de tu inmensa bondad


tuviera como signo la unión esponsal del varón y la mujer,
de manera que la celebración de este sacramento,
nos recordara el designio inefable de tu amor.

Por eso, con los ángeles y los santos,


te alabamos, diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...

PREFACIO DEL MATRIMONIO III


El matrimonio, signo del amor divino

V. El Señor esté con ustedes


R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

Realmente es justo y necesario,


es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.

Porque al hombre, creado por tu bondad,


lo dignificaste tanto,
que en la unión del varón y la mujer
has dejado la imagen verdadera de tu amor.

Y al que por amor creaste,


no cesas de llamarlo a la práctica del amor,
para hacerlo participar en tu amor eterno.
Así, el sacramento del santo matrimonio,
convertido en signo de tu caridad,
consagra el amor humano,
por medio de Cristo, Señor nuestro.

A quien alaban los ángeles y los santos


cantando sin cesar:
Santo, Santo, Santo...

69

También podría gustarte