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Por lo anterior se podría esperar que en los ecosistemas de bosque primario, los cuales
presentan una capa de hojarasca bien desarrollada con espesores de hasta 0.4 m, con una gran
cantidad de raíces finas, el ciclo del agua y gran parte del ciclo de nutrientes se lleve a cabo
en este compartimiento y en el horizonte superior de suelo (Burnham, 1989; Jordán, 1989).
En algunos bosques además se presenta en la superficie del suelo una capa de musgo muy
desarrollada, la cual presenta igualmente gran cantidad de raíces finas y medias (Tobón,
2006).
Además de las raíces finas la capa de hojarasca u horizonte orgánico de algunos bosques
primarios consta en su mayor parte de hojas frescas, ramas, troncos, corteza, semillas y frutas
de árboles en descomposición. La parte superior de la capa (litter, L) consiste
primordialmente de hojas frescas y pequeñas ramas con una proporción baja de raíces finas,
que crecen en la superficie de un horizonte delgado de hojas, dentro de las pequeñas ramas y
penetran los troncos en descomposición. Este horizonte se presenta en forma discontinua,
tiene una consistencia débil y una estructura fácilmente reconocible. El horizonte sub-
superficial (F), generalmente más grueso que el anterior, presenta abundantes raíces finas
vivas, tiene también una consistencia débil y está compuesto de materiales en un estado más
avanzado de descomposición que el del horizonte L; la estructura de cada uno de los
componentes se puede distinguir fácilmente. La parte inferior de la capa de hojarasca
presenta pequeñas acumulaciones de material orgánico descompuesto (H), generalmente
mezclado con el suelo mineral como resultado de la acción biológica de las termitas, las
hormigas y lombrices. En general no existe un horizonte húmico claramente diferenciable
pues sólo se observa alguna cantidad de humus rellenando pequeños huecos dentro del suelo
mineral. En general la característica más sobresaliente es la abundancia de raíces finas
creciendo dentro de esta capa de hojarasca y dentro de los troncos y ramas en
descomposición, lo que parece ser común en los bosques amazónicos (Duivenvoorden y Lips,
1995; Cuevas y Medina, 1988).
Las cantidades de hojarasca en la superficie del suelo de los bosques primarios pueden variar
considerablemente dentro de cada paisaje y entre los paisajes fisiográficos. Existe una
tendencia descendente que va de horizontes más gruesos en suelos muy empobrecidos (bajos
en bases intercambiables) seguidos por suelos relativamente ricos en nutrientes, hasta hacerse
casi nula en suelos con un alto contenido de nutrientes, lo cual depende igualmente del tipo
de bosque y de las condiciones climáticas. Como por ejemplo, suelos de alta montaña, poseen
una alta concentración de nutrientes, pero las bajas temperaturas hace que se desarrolle una
capa de hojarasca de espesor considerable.
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Generalidades
Determinación en campo:
Mh − Ms
θg =
Ms
M w ρb
θ=
Ms ρ w
En donde
Platos de drenaje de succión cero, los cuales se colocan aleatoriamente distribuidos en una
parcela de 50x20 m. El número de platos puede oscilar entre 10 y 15 platos, dependiendo de la
disponibilidad de equipos.
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Figura 1. Capa de hojarasca en bosques Platos de succión cero para medir el drenaje
tropicales. desde la capa de hojarasca.
Esta determinación puede hacerse para aquellos bosques o plantaciones donde la capa de
hojarasca o de musgo tiene un espesor mayor a 5 cm. Para la determinación de la capacidad de
almacenamiento de agua por la capa de hojarasca o musgo (Ch) se demarcan parcelas (al menos
3) de 1 m2 en diferentes sitios del bosque, se separan del resto del continuo de hojarasca y se
mide la profundidad o espesor de la capa en al menos 10 puntos dentro del metro cuadrado. El
valor promedio de los valores encontrados es el valor a utilizar para el cálculo del volumen.
Seguidamente se saturan completamente en la mañana. Seguidamente se cubren con un plástico
evitando perdidas de agua por evaporación. El siguiente día se saturan las parcelas nuevamente y
se cubren de nuevo con el plástico. Al tercer día se saturan las muestras y se dejan drenara por
espacio de 2 a 3 horas dependiendo del espesor (entre mayor, mayor tiempo requiere para e
drenaje del agua libre). Posteriormente se recolecta en una bolsa plástica toda la hojarasca
presente en el m2 y se pesa (peso de saturación). Seguidamente, en el laboratorio, se seca la
hojarasca (65 durante 48 horas o si es necesario 105 grados). Posteriormente se pesa nuevamente
la muestra, deduciendo en ambos casos el peso de la bolsa y se obtiene l peso seco. Para el
cálculo de la lámina de agua se aplican las siguientes ecuaciones:
L = θ i .z
n
Lt = ∑ Li
i =1
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Ih = Pn – (aPn + (1-a)Pn)
Peso
Humedo Seco Agua HG Espesor Volumen Da HV
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Modelo de la Dinámica del agua en la hojarasca - intercepción y absorción
Pn
UFF = b (E S/Sc)
aPn
(1-a)Pn
SFF (m)
∆S FF
= Pn − U FF − D FF
∆t
Pn = aPn + (1-a)Pn
UFF = b (E SFF/Sc)