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CINCO INVESTIGACIONES RELACIONADOS CON: “EFICACIA DEL

MONITOREO ELECTRONICO FETAL PARA EL DIAGNOSTICO DE


SUFRIMIENTO FETAL AGUDO EN GESTANTES DEL HOSPITAL DE PAMPAS –
TAYACAJA”
1. Se encuentra en el link:
http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-
03902008000200004.
IMPORTANCIA DE LA MONITORIZACIÓN ELECTRÓNICA DE LA
FRECUENCIA CARDÍACA FETAL INTRAPARTO COMO PREDICTOR DE
LOS RESULTADOS NEONATALES

RESUMEN:

Introducción: el sufrimiento fetal agudo es un disturbio metabólico que lleva a la


hipoxia y acidosis, pudiendo provocar graves lesiones e incluso la muerte.
Constituye una de las principales causas de morbimortalidad neonatal.

Objetivo: determinar la relación que existe entre los diferentes patrones de


frecuencia cardíaca fetal de sospecha de hipoxia fetal (SHF) y los resultados
neonatales.

Material y método: estudio descriptivo prospectivo (noviembre de 2001- agosto de


2004) en la Maternidad del Centro Hospitalario Pereira Rossell.

Población: 183 pacientes cuyos criterios de inclusión fueron: embarazo único,


presentación cefálica, trabajo de parto y monitoreo electrónico de la frecuencia
cardíaca fetal que indique SHF.

El embarazo se interrumpió en todos los casos de emergencia una vez hecho el


diagnóstico.

Resultados: el tiempo medio del diagnóstico al nacimiento fue de 16,97 minutos


con un desvío estándar de 7,7 minutos.
Los patrones diagnósticos fueron: DIP 2 (106 casos, 58%), bradicardia mantenida
(79 casos, 43%), disminución de la variabilidad (12 casos, 6%), no alentador
(desaceleraciones variables complejas, 12 casos, 6%).

Tomando como variable neonatal el estado ácido-base, el patrón que mejor


predice la situación perinatal en cuanto al pH menor de 7,10 es la bradicardia
fetal, con un valor predictivo de la prueba positiva (VPPP) de 31,6.

Tomando en cuenta la necesidad de ingreso del recién nacido a unidad de


cuidados neonatales, el patrón que mejor predice este hecho es la disminución de
la variabilidad con un VPPP de 41,7.

Conclusiones: los métodos utilizados en nuestro medio para el diagnóstico de


hipoxia intraparto tiene bajos VPPP.

2. Link:https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-
75262003000500010.

ROL DE LA MONITORIZACIÓN ELECTRÓNICA FETAL INTRAPARTO EN


EL DIAGNOSTICO DE SUFRIMIENTO FETAL AGUDO

INTRODUCCIÓN:

Una vez que el embarazo es diagnosticado, una de las demandas primordiales


que hacen los padres al equipo médico tratante es el de obtener un producto de la
gestación estructural y funcionalmente intacto.

Con los avances que ha alcanzado la medicina fetal y perinatal en la prevención y


diagnóstico precoz de patologías que afectan el binomio madre-hijo, se ha logrado
transmitir una mayor tranquilidad a los progenitores de la indemnidad fetal a
medida que evoluciona el embarazo.

A pesar que a la luz de los conocimientos actuales la mayoría de las muertes


perinatales y de las potenciales secuelas neurológicas que presentará el neonato,
surgen de eventos precipitantes que afectan al feto fuera del período intraparto
(inmadurez, infección, hipoxia crónica, etc.), es durante el parto donde la unidad
fetoplacentaria puede claudicar originando un estado asfíctico, factor precipitante
de las dos complicaciones obstétricas más grave, la muerte perinatal y las
secuelas neurológicas, las que provocan un impacto devastador en los padres, su
familia, equipo médico tratante y en la sociedad, esto sin mencionar sus
implicancias médico legales.

El objetivo de este artículo es identificar precozmente a los fetos expuestos a la


injuria hipóxica, a través de una adecuada interpretación del monitoreo fetal
electrónico intraparto, con el fin de tomar medidas terapéuticas tempranas que
prevengan complicaciones perinatales irreversibles.

Movilidad y conducta fetales

Para una adecuada interpretación de la Monitorización electrónica de la frecuencia


cardíaca fetal (MEFCF) o cardiotocografía (CTG) intraparto, es necesario conocer
lo que sabe esperar del feto a una cierta edad gestacional, antes de emitir juicios
sobre su estado durante la primera y segunda etapa del parto. Es así, que durante
el segundo y tercer trimestre se ha prestado mucha atención a la incidencia y
asociación que existe entre los movimientos respiratorios, los movimientos
corporales amplios y los movimientos oculares con el Patrón de frecuencia
cardíaca fetal (PFCF). Sin embargo, durante el segundo y el comienzo del tercero
es difícil establecer patrones específicos de comportamiento fetal, asignándose
una gran importancia a la duración de los períodos de tiempo en que se hallan
realmente ausentes los movimientos fetales, estimándose una duración de
ausencia máxima de ellos de 35 y de 60 minutos, entre las 30-36 semanas y 36-40
semanas, respectivamente.

Después de las 36 semanas de gestación, el producto presenta unos estados de


conducta bien definidos por Nijhuis, el cual los denominó 1F a 4F. El estado 1F es
similar al del sueño no REM, con ausencia de movimientos corporales y oculares;
en el estado 2F (similar a la del sueño REM) existen movimientos oculares y
corporales periódicamente; el estado 3F es similar a la vigilia tranquila, con
presencia de movimientos oculares y ausencia de los corporales y por último, el
estado 4F es similar al de la vigilia activa, con movimientos oculares y actividad
fetal continua. Estos estados, desde 1F hasta 4F, poseen su propio PFCF, que va
desde A a D, respectivamente. El PFCF A es estable, con una pequeña oscilación
en la variabilidad y sólo aceleraciones aisladas. En el PFCF B hay una mayor
variabilidad y frecuentes aceleraciones. El PFCF C presenta amplias oscilaciones
y no hay aceleraciones, y en el PFCF D existen aceleraciones de larga duración.
Cabe destacar que, en la práctica clínica, los estados de conducta 1F y 2F, son los
más importantes, debido a que en éstos el feto se encuentra durante el 80 a 90%
del tiempo.

Por lo antes mencionado, el estado de conducta 2F es una situación


tranquilizadora debido a su PFCF B, "patrón reactivo", no así, el estado 1F que por
su PFCF A puede ser interpretado erróneamente como un patrón "silente"

3.Link:http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-
30192013000300014

CONTROVERSIAS ACTUALES PARA DEFINIR LAS ALTERACIONES


DEL BIENESTAR FETAL

RESUMEN:

Como propuesta de diferentes sociedades científicas se estableció el término


estado fetal no tranquilizador en sustitución de sufrimiento fetal, que era
considerado inespecífico. Esta revisión bibliográfica se efectuó a fin de exponer a
la comunidad médica los diferentes términos con que se definen las alteraciones
del bienestar fetal y la influencia que el empleo de las expresiones estado fetal no
tranquilizador y riesgo de pérdida del bienestar fetal generan en la práctica de
Obstetricia. Asimismo, se puso énfasis en la necesidad de buscar un lenguaje
técnico más unificado y se concluyó que la formación de estos términos no
determina la correspondencia existente entre la evaluación prenatal del feto y su
estado al nacer.

Palabras clave: feto, alteraciones del bienestar fetal, estado fetal no


tranquilizador, sufrimiento fetal, terminología en Obstetricia.

4.Link:https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-
75262019000200089

MUERTE FETAL INTRAUTERINA: UN EVENTO DEVASTADOR QUE


NOS CONVOCA A MEJORAR LAS ESTRATEGIAS DE MONITOREO
SOBRE EVENTOS ADVERSOS EN POS DE DESARROLLAR
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN.

La muerte fetal intrauterina es un evento devastador, aciago tanto para la familia


como para el equipo médico. Es un cáliz muy amargo que nos descoloca y nos
pone en una realidad no esperada. Para la familia, especialmente para la madre,
la muerte de un hijo provoca un enorme sentimiento de pérdida y muchas veces
de culpabilidad. Más importante aún, es un evento tan calamitoso que tiene un
impacto psicológico enorme poniendo a prueba la relación médico paciente, y
entre familiares, además de aquellas establecidas entre usuarios-clientes con
proveedores y prestadores de salud. Para el médico constituye un gran desafío el
explicar el evento adverso actual y prevenir uno futuro. Cuando los controles
prenatales han sido adecuados y los exámenes de laboratorio están dentro de los
parámetros normales, es difícil anticipar este final y menos comprender la génesis
de dicho desenlace y por tanto, definir estrategias futuras que garanticen un
resultado distinto en el embarazo siguiente.

La muerte fetal es la principal causa de la mortalidad perinatal en Chile y en el


mundo. De hecho, la tasa de mortinatalidad es igual o superior a la tasa de
mortalidad neonatal y las cifras superan los 4 a 5 millones de mortinatos
ocurriendo en el tercer trimestre de la gestación. Un estudio de Lancet con datos
obtenidos de 190 países del mundo estiman una tasa de mortinatalidad global de
23.9 y 25 por mil nacidos vivos en los países desarrollados y en los países en vías
del desarrollo, respectivamente1. Sin embargo, tal similitud de indicador entre
países con distinto nivel de desarrollo resulta engañosa y se explica en el gran
déficit de registro que existe en los países del tercer mundo, una tarea pendiente
para todos ellos y que impacta en la definición de políticas públicas vinculadas a la
salud de la mujer.

La mayoría de las clasificaciones sobre causas de mortinatalidad se basan en la


autopsia fetal que conlleva además una serie de estudios de laboratorio,
incluyendo análisis genéticos y/o de biomarcadores, estudios anátomo patológicos
(feto y placenta) y radiológicos (al feto). Para ciertas condiciones, el establecer la
causalidad puede implicar realizar estudios a los padres y eventualmente hacer
estudios de linaje. Muchas veces tales estudios encarecen el proceso sin mejorar
la precisión diagnóstica. Dentro de los métodos para lograr una clasificación
eficiente, y probablemente costo efectivo en países menos desarrollados, se
encuentra el CORM (Condición Obstétrica Relevante de la Muerte fetal). El CORM
considera el análisis conjunto por parte del obstetra y patólogo de los datos
clínicos, de laboratorio e incorpora el estudio histopatológico de la placenta como
una de las variables fundamentales2. A través de dicho método es posible
identificar un porcentaje de causas evitables conocidas y otras no prevenibles
minimizando los casos catalogados como de origen desconocido.

Lamentablemente, muchas veces no se realizan estudios para establecer


causalidad porque el equipo médico a cargo no realiza consejería sobre la
importancia de dicha acción hacia una madre y su familia que se enfrenta al dolor,
inundados de sentimientos negativos y que a su vez, demanda explicaciones.

Como médicos aspiramos a una maternidad segura que propenda al mejor


resultado perinatal para el binomio madre-hijo/a. Una parte importante para el
proceso de prevención de eventos adversos obstétricos vinculados a mortalidad
es lograr establecer con la mayor precisión posible la causa de dicha muerte. Esto
es crítico para evitar su recurrencia. Con dicha finalidad, toda maternidad debiese
contar con registros y protocolos de monitoreo de dichos casos. Este proceso
facilita la revisión y evaluación de las acciones para permitir eventualmente
mejorar los procesos a fin de minimizar los casos de muerte fetal evitable. El
análisis de dichos casos no busca establecer culpabilidad o responsables sino
identificar acciones, tanto por parte del equipo médico o familia, en las cuales
hubo falla y se requieren mejoras o cambios. Esto puede incluir protocolos clínicos
de manejo y proceso de entrega de información y educación a la paciente y su
familia. También es claro que todas estas acciones buscan aumentar la seguridad
y minimizar la ocurrencia del evento adverso. Aunque no logre garantizar el éxito,
contribuye a mitigar la culpa y dolor de todos frente a lo claramente evitable.

Felicitamos al grupo de Ovalle y colaboradores quienes nos presentan en este


número su experiencia3. Ellos contribuyen al conocimiento sobre esta materia,
sobre el uso y factibilidad de implementación de metodologías como el CORM en
nuestro medio público/privado y demuestran que el trabajo exhaustivo, serio y
comprometido puede ser replicado en otros centros del país para así aliviar en
algo el dolor presente y reducir la incertidumbre futura que experimentan la madre
y su familia en la muerte inesperada del hijo anhelado.

5.Link: http://repositorio.unapiquitos.edu.pe/handle/20.500.12737/5647

MONITOREO FETAL ELECTRÓNICO INTRAPARTO EN EL


SUFRIMIENTO FETAL AGUDO EN LAS GESTANTES ADOLESCENTES

El Sufrimiento Fetal Agudo es un disturbio metabólico que puede provocar graves


lesiones en el feto e incluso la muerte, por lo que se considera una de las
principales causas de morbimortalidad neonatal internacional y nacional (38);
requiere de una identificación adecuada y oportuna de aquellos fetos que durante
el trabajo de parto presentan estos disturbios de oxigenación, por lo que amerita a
una vigilancia fetal intraparto, por lo que se requiere tener instrumentos de
diagnósticos para identificar el problema, uno de ellos y el más usado es el
Monitoreo Fetal Electrónico, que valoriza la respuesta cardiaca ante los
movimientos fetales y las contracciones uterinas, permitiendo sospechar
objetivamente la presencia de sufrimiento fetal, corroborado posteriormente con la
puntuación de APGAR del recién nacido y la presencia de meconio. La
monitorización electrónica fetal ha tenido resultados contradictorios dependiendo
de su uso durante el parto de gestantes de bajo riesgo como en el de gestantes de
alto riesgo, sin disminución de las tasas de mortalidad perinatal, se ha producido
un aumento en las intervenciones médicas como cesáreas y partos vaginales
operatorios.La evaluación de la condición fetal anteparto ha favorecido a la
detección de problemas en el feto, antes de ser expuesto al trabajo de parto y por
ende a la caída de oxigeno producida por las contracciones uterinas,
disminuyendo así la morbimortalidad fetal. Durante la rotación de la segunda
especialización en el servicio de Ginecobstetricia del Hospital III Iquitos de
ESSALUD se ha realizado e interpretado los monitoreos fetales de las gestantes
de alto o bajo riesgo en trabajo de parto, obteniendo algunos con resultados
reactivos que permitieron la decisión de cesáreas por la alta posibilidad de
sufrimiento fetal agudo, siendo muchas veces no concluyendo con la evaluación
neonatal. El presente estudio tiene el propósito de determinar el valor del
monitoreo fetal en forma retrospectiva para él diagnóstico de sufrimiento fetal
agudo en una población de gestante adolescentes que son consideradas como
alto riesgo; y con ello determinar los resultados permitirán conocer su predicción,
la sensibilidad y especificidad de la prueba en este grupo de riesgo.

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