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INGENIERIA INDUSTRIAL
2DO SEMESTRE
Concepto de emoción Se entiende por emoción el conjunto de reacciones
orgánicas que experimenta un individuo cuando responden a ciertos estímulos
externos que le permiten adaptarse a una situación con respecto a una persona,
objeto, lugar, entre otros. La palabra emoción deriva del latín emotio, que significa
“movimiento”, “impulso
Inteligencia emocional
Daniel Goleman (1995) significa una difusión sin precedentes de un concepto que
hasta entonces había pasado desapercibido para el gran público
Ante esta realidad, cabe resaltar que existen personas con un dominio de su
faceta emocional mucho más desarrollado que otras. Y resulta curiosa la baja
correlación entre la inteligencia clásica (más vinculada al desempeño lógico y
analítico) y la Inteligencia Emocional. Aquí podríamos ejemplificar esta idea
sacando a colación el estereotipo de estudiante “empollón”; una máquina
intelectual capaz de memorizar datos y llegar a las mejores soluciones lógicas,
pero con una vida emocional y sentimental vacía. Por otro lado, podemos
encontrar personas cuyas capacidades intelectuales son muy limitadas, pero en
cambio consiguen tener una vida exitosa en lo que refiere al ámbito sentimental, e
incluso en el profesional.
Este par de ejemplos llevados al extremo son poco habituales, pero sirven para
percatarse de que es necesario prestar más atención a esta clase de habilidades
emocionales, que pueden marcar nuestra vida y nuestra felicidad tanto o más que
nuestra capacidad para puntuar alto en un test de inteligencia convencional. Para
eso es importante profundizar en la Inteligencia Emocional.
Nunca podremos pedirle a un niño que haga algo que nosotros mismos no
hacemos. Nuestras hijas e hijos, son el reflejo de lo que nosotros somos. Es
inviable intentar inculcar inteligencia emocional, sin poseerla. Es inviable transmitir
calma, estando nervioso. Como lo es enseñar a escuchar, a uno mismo y a los
demás, cuando no tenemos tiempo para hacerlo nosotros mismos. Así que, si
queremos cambiar esta situación, si queremos enseñar Inteligencia Emocional,
debemos practicarla. La salubridad mental pasa, en buena medida, por dedicar
tiempo y esfuerzo en identificar que emociones estamos sintiendo en cada
momento, y gestionarlas. Escucharnos, aceptar aquello que nos da la vida y
trabajar por aquello que nos importa
Dedicar tiempo
Tanto las suyas propias como la de los demás. A partir de los dos años es
recomendable iniciar a los niños en el campo del reconocimiento de las
emociones, ya que es cuando empieza la interacción con sus iguales y con los
adultos, de una manera más directa.
¿De qué manera? Con ejemplos. Los niños funcionan con aprendizajes tipo
ensayo y error, así que resulta vital que sepamos discernir entre qué conductas
han de ser reforzadas y cuáles no. Por ejemplo, las rabietas; normalmente éstas
no son más que una demanda de atención. No entrar a negociar con ellos hasta
que se tranquilicen es necesario para después poder enseñarles que hay otras
maneras de expresar malestar o enfado, como por ejemplo decir qué es lo que les
molesta en voz alta. Otro ejemplo es la gestión delante de la frustración que se
genera al no poder conseguir lo que se quiere; el aprender a perder, ya sea en el
ámbito deportivo o en cualquier otro, sólo se dará gracias a una intervención
educativa consciente por parte de los adultos de referencia. Que aprendan a
expresar sus sentimientos de una manera adaptativa desde bien pequeños, es
crucial para que, una vez lleguen a la edad adulta, no presenten conductas
desadaptativas.
Trabajar la empatía
Para desarrollar una dimensión tan importante como esta es necesario razonar
con ellos continuamente mediante diferentes preguntas: “¿Cómo crees que se
siente tu amigo tras lo que le has hecho? ¿Por qué crees que está llorando tu
hermana? ¿Crees que la profesora estará hoy contenta?” El que puedan ir
razonando sobre lo que les pasa a las personas de su entorno, les permitirá ir
adquiriendo los diferentes elementos de la empatía (compartir la perspectiva del
otro, no emitir juicios, reconocer las emociones del otro y poder comunicárselo
Desarrollar su comunicación
psicologo infantil inteligencia emocional Hablar con los niños, hacerles preguntas,
razonar, jugar, poner ejemplos… es algo imprescindible en su educación.
Debemos favorecer continuamente el que puedan expresarse, poner en voz alta
su opinión y sus sentimientos, que aprendan a dialogar. Por otro lado, desde muy
pequeños deben saber respetar al otro mientras éste está hablando, pero no solo
eso, deben aprender a escuchar activamente. De ahí que sea recomendable
hablarles despacio, frente a frente y terminando las frases con un “¿has
entendido?”, “¿estás de acuerdo con lo que he dicho?”. Una vez más, debemos
predicar con el ejemplo: si no los escuchamos activamente cuando ellos nos
hablan, será muy difícil que ellos hagan lo propio con nosotros Permitir la
expresión de emociones