Está en la página 1de 23

República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

SALA DE CASACIÓN LABORAL

DR. LUIS JAVIER OSORIO LOPEZ


Magistrado Ponente

Radicación N° 37439
Acta N° 09

Bogotá D.C, veinticuatro (24) de marzo de dos mil diez (2010).

Resuelve la Corte el recurso de casación interpuesto por la parte


demandante, contra la sentencia proferida el 30 de abril de 2008, por el
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, D.C., Sala Laboral, en el
proceso adelantado por ROBERTO GONZÁLEZ CORTÉS contra CARULLA
VIVERO S.A..

I. ANTECEDENTES

Conforme a la demanda inicial y su reforma, el accionante en mención


demandó en proceso laboral a la sociedad CARULLA VIVERO S.A.,
procurando se le declarara la existencia de un contrato de trabajo, que tuvo
vigencia entre el 15 de noviembre de 1988 y el 15 de junio de 2000, el cual
finalizó sin mediar justa causa, y como consecuencia de lo anterior, se le
condenara a pagar a su favor, la nivelación salarial en el cargo de Jefe de
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439
Canastillas de acuerdo con lo previsto en el artículo 19 del Pacto Colectivo de
Trabajo, el reconocimiento o reliquidación de las prestaciones sociales de ley
y las vacaciones, indemnización por despido injusto en cuantía de
$30.000.000,oo, devolución de las sumas descontadas, prestaciones
económicas por el no reporte de una enfermedad profesional a la ARP,
indemnización moratoria de que trata el artículo 65 del C. S. del T.,
indexación de las sumas adeudadas, lo que resulte ultra o extra petita, y a
las costas.

Como fundamento de tales pretensiones expuso que laboró para la


sociedad demandada, entre el 15 de noviembre de 1988 y el 15 de junio de
2000, en el cargo de Jefe del Departamento Central de Canastillas Plásticas,
siendo el último salario devengado de $1.152.000,oo; que el 4 de enero de
2000 la empresa celebró con los trabajadores no sindicalizados un pacto
colectivo, y de acuerdo al mismo no se le efectuó el aumento o nivelación
salarial que corresponde a su puesto de trabajo; que fue despedido
injustamente por los hechos ocurridos el <26 de mayo de 2000>, cuando
aconteció un accidente cuya victima fue el trabajador Jairo Jiménez,
atribuyéndosele una falta que no constituye justa causa para dar ruptura a la
relación laboral; que en ese momento lo importante era salvar la vida del
mencionado operario, que requería de suma urgencia asistencia profesional
médica; que sin embargo, en esa oportunidad procedió diligentemente,
observando y aplicando lo dispuesto en el reglamento interno de trabajo en su
parte pertinente, en aras de lograr la protección integral, así como la salud,
seguridad e higiene de los trabajadores a su cargo, acatando igualmente lo
estipulado en el programa de salud ocupacional; que la reacción de la

2
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439
accionada y el motivo expuesto por el gerente de relaciones industriales
Sergio Puyana Paz, para la cancelación de su contrato de trabajo, de quien
por más de doce (12) años fue leal, responsable y eficiente, no resulta ser lo
más adecuado en un asunto como el presente, en el cual debe prevalecer el
derecho fundamental a la vida del trabajador accidentado; que de otro lado, el
desarrollo de su actividad laboral le generó una crisis cardiovascular que le ha
impedido el libre desarrollo de su capacidad; y que no se le practicó el
respectivo examen médico de retiro.

II. RESPUESTA A LA DEMANDA

La llamada al proceso al dar contestación al libelo demandatorio y su


reforma, se opuso al éxito de las declaraciones y condenas impetradas; en
cuanto a los supuestos fácticos que soportan las pretensiones, aceptó la
relación laboral, el cargo desempeñado, lo ocurrido el <26 de mayo de 2000>
que dio origen a la terminación del contrato de trabajo del demandante, y la
falta de práctica del examen médico de retiro, y respecto de los demás
manifestó que unos no eran tales sino alegaciones o afirmaciones de la parte
actora, que otros no le constaban y que los restantes no eran ciertos; propuso
como excepción previa la de inepta demanda por indebida acumulación de
pretensiones, la cual el Juez de conocimiento la declaró no probada en la
primera audiencia de trámite, y las de fondo que denominó inexistencia de las
obligaciones que se pretenden deducir en juicio a cargo de la empresa, pago,
cobro de lo no debido, prescripción, carencia de título para pedir,
compensación, buena fe y las que se declaren de oficio.

3
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439

Como hechos y razones de defensa esgrimió, en síntesis, que la


terminación del contrato de trabajo del demandante se produjo por justa
causa debidamente comprobada, por los motivos invocados en la carta de
despido que giran en torno a “haber firmado un informe de accidente en el que se
consignó una información falsa”, “No haber ejercido correctamente sus funciones
de Jefe del Área para prevenir la ocurrencia de hechos como el que originó el
accidente” que sufrió el trabajador Jairo Jiménez que estaba bajo su mando, y
“no haber informado a la Empresa en forma veraz sobre lo ocurrido”; que una vez
finalizada la relación laboral, se procedió a practicar la liquidación definitiva de
prestaciones sociales y demás acreencias a que pudiera tener derecho, para
lo cual se le descontaron los saldos de préstamos según la autorización
suscrita por el trabajador, quedando un saldo en rojo a cargo de éste, que
aún no ha cancelado; que durante el vínculo laboral el actor estuvo afiliado a
riesgos profesionales y por tanto la ARP es la llamada a asumir las
prestaciones asistenciales y económicas generadas por una contingencia de
esa naturaleza; y que el accionante no solicitó la práctica del examen médico
de retiro, además de que en salud se encontraba cubierto por el ISS.

III. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

La primera instancia la desató el Juez Quinto Laboral del Circuito de


Bogotá, quien profirió la sentencia calendada 1° de junio de 2007, en la que
declaró la existencia de un contrato de trabajo a término indefinido entre las
partes, desde el 15 de noviembre de 1988 hasta el 15 de junio de 2000, en el

4
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439
cargo de Jefe del departamento central de canastillas plásticas, siendo su
último salario promedio la suma de $1.153.201,oo; así mismo, declaró
probadas las excepciones de inexistencia de las obligaciones que se
pretenden deducir en juicio a cargo de la empresa demandada, la de pago,
cobro de lo no debido y carencia de título para pedir, y como consecuencia de
ello, absolvió a la sociedad accionada de todas las pretensiones formuladas
en su contra; y condenó en costas al demandante.

IV. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

Inconforme con la anterior determinación apeló la parte actora, y el


Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, D.C. con sentencia
calendada 30 de abril de 2008, confirmó íntegramente la decisión absolutoria
de primer grado, e impuso las costas de la alzada al recurrente.

El ad-quem comenzó por advertir, que la argumentación del apelante,


está centrada en que la justa causa que invocó la sociedad demandada para
finiquitar el nexo laboral del promotor del proceso “no está debidamente
probada”, y a este puntual aspecto contrajo su estudio. Luego de verificar la
existencia del contrato de trabajo a término indefinido que ligó a las partes, los
extremos temporales del 15 de noviembre de 1988 hasta el 15 de junio de
2000, el cargo desempeñado por el demandante de Jefe del departamento
central de canastillas plásticas, y el salario promedio devengado por éste en
cuantía de $1.153.201,oo; a reglón seguido en relación con el despido del
trabajador, textualmente sustentó su decisión en lo siguiente:

5
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439

“(…) Ahora bien, la censura centra su inconformidad con la sentencia,


expresando que el a quo no valoró en toda su dimensión las pruebas
allegadas, específicamente, el interrogatorio de parte absuelto por el
demandante, y los testimonios rendidos por Mauricio Hernández y Jairo
Jiménez.

La Sala advierte que, aunque manifiesta la apelante que de la cuidadosa


confrontación del fallo atacado, con la realidad probatoria, se desprenden con
absoluta certeza los errores de hecho en que incurrió el Juez de primera
instancia, tales yerros no se ponen en evidencia, pues simple y llanamente se
limita a relacionar tres medios probatorios que según su apreciación no se
valoraron y que sin duda conducen a demostrar que el demandante estaba
obligado a prestar los primeros auxilios al trabajador que resultó lesionado en
hechos acaecidos el 26 de mayo de 2000 (interrogatorio de parte del actor) y
que corroboran la atención de urgencia que requería aquél (testimonial de
Mauricio Hernández y Jairo Jiménez).

Debe destacarse, en primer lugar, que ninguna duda ofreció en el sub júdice,
que en hechos ocurridos el 26 de mayo de 2000 en el área donde fungía
como jefe el demandante, dos empleados se vieron involucrados en una
situación que generó lesiones severas en la integridad física de uno de ellos;
tampoco se discutió que el accionante, como representante del empleador en
ese momento en su condición de jefe del área, y en cumplimiento de precisas
normas sobre el particular (Art. 57 Num. 3, Art. 108 Num. 11 y 205 del C.S.T.)
atinentes al deber del empleador de prestar al accidentado los primeros
auxilios, se vio compelido a facilitar la atención médica al trabajador que
resultó herido, trasladándolo en primera instancia para su valoración ante el
médico dispuesto en la empresa por la ARP Colmena, quien dispuso su
remisión a un centro hospitalario; ciertamente, esa realidad surge del
interrogatorio de parte absuelto por el actor (fl. 524) y de las declaraciones
rendidas por MAURICIO HERNÁNDEZ GRANADOS (FL.527) y JAIRO
JIMÉNEZ SANABRIA (fl. 540), luego, no se explica la Sala porqué la
inconformidad de la recurrente al aducir que no se valoraron esos medios de
prueba, si ellos en nada modifican el panorama probatorio, en tanto que
informan de hechos que en primer lugar no fueron materia de controversia, y
en segundo lugar no tienen ninguna relevancia para determinar la justeza o
no del despido por cuanto la motivación del mismo no se apoyó en el hecho
de haber prestado el demandante los primeros auxilios al trabajador
lesionado, como lo deja entrever en los hechos 5 a 7 de su demanda y en el
fundamento de la apelación.

Por el contrario, de la comunicación del despido que obra a fl. 21, se advierte
que los motivos endilgados por la demandada, nada tienen que ver con el
hecho mismo de las lesiones sufridas por un trabajador, o con la prestación

6
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439
de los primeros auxilios al mismo, sino que se le atribuyeron tres puntuales
faltas, a saber: firmar un informe de accidente en el que se consignó una
información falsa, no haber ejercido correctamente sus funciones de jefe del
área para prevenir la ocurrencia de hechos como el que originó el accidente,
y no haber informado a la empresa en forma veraz sobre lo ocurrido, hechos
que hacían imprescindible su retiro de la sociedad.

Ahora, está lejos de toda discusión, que el demandante como jefe de


departamento ejercía funciones de dirección y coordinación de un grupo de
empleados, entre los que se encontraban los señores OBERTO LOBO y
JAIRO JIMÉNEZ quienes propiciaron la situación que desencadenó las
lesiones a este último, así lo admite al absolver interrogatorio de parte (fl.
524); igualmente, que como consecuencia del accidente ocurrido en el área a
su cargo, firmó el reporte de accidente de trabajo, como era su obligación,
con destino a la ARP COLMENA (fl. 280), confesión que aparece en la
diligencia de descargos (fl. 286); en el citado informe, ítem correspondiente a
la descripción del accidente se consignó que obedeció a que el accidentado
que estaba recibiendo canastillas de la máquina de lavado, fue golpeado en
el antebrazo por varias de ellas, descripción que no corresponde a la realidad
toda vez que según la versión de los involucrados (fls. 261 y 262) y la
documental visible a fl. 256, la lesión no la produjo un arrume de canastillas,
como se consignó en el informe, sino el lanzamiento, no intencional, de un
hueso o pezuña de res que golpeó en el pecho del afectado.

Demostrado, entonces, que la lesión del trabajador Jiménez no obedeció a


accidente de trabajo, entendido como aquel suceso repentino que sobreviene
por causa o con ocasión del trabajo y que produce lesión orgánica,
perturbación funcional, invalidez o la muerte, sino que se produjo por un acto
independiente y ajeno a él, considera la Sala que la conducta desplegada por
el demandante es reprochable en cuanto siendo responsable de diligenciar
los reportes de accidentes de trabajo ocurridos en su área, suscribió el
obrante a fl. 263, según lo manifestó en la diligencia de descargos (fl. 294),
antes de que fuera completamente diligenciado, y permitió que la persona
que se designó para acompañar al lesionado a la clínica, llenara el reporte,
omitiendo con ello el cumplimiento de la circular que impuso el procedimiento
a seguir en caso de un accidente de trabajo (fl. 260), y que conocía según la
documental de fl. 259 donde aparece impuesto sello de recibido por la central
de canastillas plásticas, dependencia que dirigía, luego, ello desvirtúa la
aseveración que hizo al absolver interrogatorio de parte (fl. 521), de no haber
recibido personalmente los instructivos sobre los procedimientos para el
diligenciamiento y reporte de accidentes de trabajo y, por ende, de no
conocerlos, porque era su deber como jefe del área de aquella central, estar
enterado de las políticas y directrices señaladas por la demandada en todos
los aspectos. Es más, no era la primera oportunidad en que diligenciaba un
reporte de esa naturaleza, según confiesa al dar respuesta al noveno
cuestionamiento del interrogatorio de parte (fl. 524), y se desprende de los

7
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439
que reposan a fls. (fls. 284 a 293), luego, nada excusa que hubiera faltado a
la verdad al reportar el accidente sufrido por el trabajador Jiménez, o
aceptando que lo firmó sin diligenciar, con lo que permitió que persona
diferente a él llenara los espacios vacíos, ello no justifica su conducta toda
vez que tenía conocimiento de precisas instrucciones sobre la forma de
hacerlo, y ya en varias oportunidades las puso en práctica.

De las pruebas arrimadas al proceso, se obtiene la certeza de la falta que


cometió el demandante en cuanto suscribió un informe de accidente de
trabajo, que no se compadecía con la realidad, o en cuanto lo firmó sin
diligenciar, permitiendo con ello que persona diferente consignara
información no veraz sobre los hechos que desencadenaron la lesión del
trabajador, con lo que transgredió precisas instrucciones sobre el
procedimiento a seguir en casos de accidentes, e inobservó su obligación
como jefe del área de la central de canastillas plásticas de la accionada,
razones suficientes para desestimar los planteamientos de la demandante
recurrente, y confirmar la decisión de primera instancia”.

V. RECURSO DE CASACION:

Persigue el demandante con el recurso extraordinario, según lo


manifestó en el alcance de la impugnación, que esta Corporación CASE
totalmente la sentencia recurrida que confirmó la decisión absolutoria de
primer grado, y en sede de instancia revoque el fallo del a quo, para en su
lugar condenar a la sociedad demandada al pago de la “liquidación de las
prestaciones sociales de Ley, por cuanto no existe firma de recibo por parte del
demandante del pago de estas prestaciones a junio 15 de 2000; La indemnización
indexada por terminación unilateral del contrato sin justa causa de Ley; la
moratoria; Al incremento salarial por ascenso de Cargo previstos en el artículo 19
índice D del pacto colectivo de trabajo de fecha 04 de enero de 2000 a (folios 101
al 108); por la no repuesta del oficio emitido por el Juzgado Quinto Laboral de
Bogotá a la ARP COLMENA de la Enfermedad Cardiovascular que padece el
demandante”.

8
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439
Para tal fin con fundamento en la causal primera de casación laboral
contemplada en el artículo 60 del Decreto 528 de 1964, modificado por el
artículo 7° de la Ley 16 de 1969, formuló un cargo que mereció réplica, el cual
se estudiará a continuación.

VI. CARGO ÚNICO

Acusó la sentencia del Tribunal de violar por la vía indirecta, en la


modalidad de aplicación indebida, los artículos “461, 467, 468, 469 y 476 del
Código Sustantivo del Trabajo; 7, 8, 37 y 38 del D.L. 2351 de 1.965; 55, 60, 61 y
145 de! Código Procesal de! Trabajo y de la Seguridad Social; y 177, 195, 217, 244
y s.s. 252, 254 y 268 del Código de Procedimiento Civil”.

Trasgresión legal que dijo ocurrió por haber incurrido el Tribunal en los
siguientes errores manifiestos de hecho:

“1.- No dar por probado, estándolo que la justa causa fue el Accidente de
Trabajo por que el demandante firmó el reporte del Accidente en Blanco para
que en la Clínica lo recibieran y le prestaran la atención debida ya que el
accidentado Sr. Jiménez iba inconsciente (testimonio del Sr. Jiménez
Sanabria folio 540), y del médico de la ARP Colmena Dr. Hernández (fl. 527)
quien remitió al Sr. Jiménez a un Centro Hospitalario, por cuanto hay que
aclarar que prima la vida de una persona ante cualquier papeleo a diligenciar
en ese momento por la urgencia de atención Hospitalaria que se requería; y
la persona quien diligenció el reporte fue la secretaria del departamento de
canastillas plásticas por las versiones de los jefes inmediatos del accidentado
quienes eran el supervisor, coordinador (Mario Coronado testigo) y jefe de
lavo de canastillas.

2.- Dar por sentado, sin ser cierto, el pago de las prestaciones sociales, por
cuanto el demandante no firmó ni recibió pago alguno por este concepto.

9
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439
3.- Dar por establecido, siendo hecho indiscutido, que la demandada NO
remitió al actor en el momento del despido al examen médico
correspondiente para determinar el grado de incapacidad por la deficiencia
cardiaca que padece desde agosto de 1999.

4.- No dar por establecido, la inexistencia de relación de causalidad inmediata


entre la fecha en que se predica acaecieron los hechos y la del despido.

5.- No dar por probado, siendo evidente, que Carulla Vivero S.A. no acreditó
fehacientemente la justificación del despido del actor y que en consecuencia
procedía el pago de la indemnización implorada”.

Expresó que los anteriores yerros fácticos se presentaron, como


consecuencia de la errónea apreciación y la falta de valoración de los
siguientes elementos probatorios:

“PRUEBAS ERRÓNEAMENTE APRECIADAS

a) La demanda.

b) Diligencia de Descargos.

c) Carta de terminación del contrato de trabajo.

d) Interrogatorio de parte absuelto por el actor.

e) Comunicación dirigida a Relaciones Industriales firmada por el Sr. Jairo A.


Jiménez S. (lesionado).

f) Testimonios del Dr. Mauricio Hernández Médico de la ARP Colmena.

g) Historia Clínica No. 144751 Fundación Abood Shaio del actor.

h) Testimonio del señor Jairo Jiménez.

i) Interrogatorio de parte al Representante Legal de Carulla Viveros S.A..

j) Pacto Colectivo celebrado entre Carulla y CIA. S.A. y los Trabajadores No


sindicalizados de fecha 04 de enero de 2000.

10
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439
MEDIOS DE CONVICCIÓN DEJADOS DE VALORAR:

a) Descripción de las funciones del actor, como Jefe del Departamento de


Canastillas Plásticas a Nivel Nacional.

b) Inspección judicial

c) Pacto Colectivo celebrado entre Carulla y CIA S.A. y los Trabajadores No


Sindicalizados de fecha 04 de enero de 2000.

d) Historia Clínica No. 144751 Fundación Abood Shaio del actor”.

En la demostración del cargo, el censor efectuó el siguiente


planteamiento:

“(…) No obstante que todos los yerros censurados a la providencia dictada


por el H. Tribunal, constituyen desaciertos protuberantes, manifiestos y
ostensibles, el primero y más patético que hiere el alma y por ser la Salud un
Derecho fundamental por conexidad que constituye el relacionado con las
funciones del actor como Jefe del Departamento Central de Canastilla,
estaba la salud del Accidentando ante cualquier autorización de traslados a
Centros Hospitalarios; por cierto que también estaba a su buen cargo el de la
Salud Ocupacional por que ese tiempo en Carulla CIA. S.A., no existía el
Departamento de Salud Ocupacional.

(……)

Ahora bien, se debe tener por hecho que con la actividad del demandante
como Jefe de Canastillas, se acoge a lo preceptuado por la norma del
Decreto 1295 de 1994 <ART. 9° - Accidente de trabajo. Es accidente de trabajo
todo suceso repentino que sobrevenga por causa o con ocasión del trabajo…>,
como le ocurrió al señor JAIRO ALFONSO JIMENEZ SANABRIA y de
acuerdo al relato que realizó dirigido a Relaciones Industriales (folio 262).

Los elementos que de acuerdo con la disposición legal estructuran el


accidente de trabajo y se destaca que se trate de un suceso repentino (como
le sucedió al señor JAIRO ALFONSO JIMENEZ SANABRIA, no esperaba en
ningún momento este desecho orgánico) y el demandante en ese preciso
momento estaba atendiendo a una persona de Auditoria como lo manifestó
en la Diligencia de Descargos a (folio 294) como también manifestó que
según el médico de la ARP no reaccionaba y en el consultorio no había
oxigeno. Ante esa situación y como se ha hecho en casos anteriores la

11
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439
Secretaria Claribel llenó el encabezamiento del accidente de trabajo y debido
a la gravedad del paciente se le envió un acompañante con las indicaciones
de llenar el reporte de accidente de trabajo que era lo único que faltaba por
llenar.

Sobre la valoración de la actuación del señor ROBERTO GONZALEZ


CORTES, en ese momento del accidente, siempre al firmar los Informes
Individuales de Accidente de trabajo, ha obrado de Buena Fe, en la
información que suscribía la secretaria, ya que en este caso se trataba de un
elemento esencial, la vida de un persona.

Los errores graves en que incurrió el Ad-quem, explicados precedentemente


fueron determinantes para la definición de la litis y condujeron a confirmar la
decisión de primera instancia. Si el H. Tribunal hubiese examinado
acertadamente y en su conjunto los medios de convicción que enlista el
cargo, con justicia y equidad que es la mejor justicia, necesariamente habría
revocado la decisión del A-quo y condenado a Carulla Viveros S.A. a pagarle
al actor la indemnización.

Quedan demostrados en esta forma, los evidentes errores de hecho que


singulariza la censura y por ese medio la deplorable violación de la ley
sustancial laboral Permítaseme culminar invocando a favor de mi
representado, la protección especial consagrada por mandato de los artículos
25, 53 y 54 de la carta Política”.

VII. RÉPLICA

A su turno, la sociedad opositora solicitó de la Corte el rechazo del


cargo, por cuanto la única inconformidad que mostró la parte actora en el
recurso de apelación frente al fallo absolutorio del a quo, fue lo referente a la
indemnización por despido sin justa causa, pero en sede de casación está
pretendiendo además de esa súplica, se le despache favorablemente los
otros pedimentos demandados, respecto de los cuales perdió interés al
haberse conformado con su absolución.

12
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439
Expresó que la proposición jurídica resulta insuficiente, en la medida
que no se está acusando las normas que consagran todos y cada uno de los
derechos reclamados, y por otra parte la censura en relación con los medios
de prueba denunciados, no explicó a la Corte en que consistía la equivocada
estimación o su inapreciación frente a lo decidido en la alzada.

Añadió, que el Tribunal al encontrar demostrada la justa causa


invocada para el despido del accionante, no cometió ningún error de hecho
con el carácter de ostensible, como tampoco se advierte de alguna deficiencia
probatoria, donde la valoración de las pruebas en el sub lite se hizo conforme
a la libre formación del convencimiento que tiene todo juzgador; y que en
definitiva el recurrente con su discurso, no logra acreditar los yerros fácticos
endilgados en el ataque.

VIII. SE CONSIDERA

Sea lo primero recordar, que de acuerdo con lo normado en el artículo


7 de la ley 16 de 1969, que modificó el 23 de la ley 16 de 1968, el error de
hecho para que se configure es indispensable que venga acompañado de las
razones que lo demuestran, y a más de esto, como lo ha dicho la Corte, que
su existencia aparezca notoria, protuberante y manifiesta.

En segundo lugar, cabe anotar, que vista la motivación de la sentencia


impugnada, el Tribunal contrajo el estudio de la apelación interpuesta por el
demandante contra el fallo absolutorio de primer grado, al punto relativo a la

13
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439
<justificación del despido>, por cuanto estimó que la inconformidad del
apelante giraba exclusivamente en torno a ese hecho, quien argumentó
básicamente “…que no está debidamente probada la justa causa que esgrimió la
demandada para finiquitar el nexo laboral”, para lo cual reprochó que “el a quo no
valoró en toda su dimensión las pruebas allegadas específicamente, el
interrogatorio de parte absuelto por el demandante, y los testimonios rendidos por
Mauricio Hernández y Jairo Jiménez”; lo que significa, que era imperioso que el
censor cuestionara tal limitación que del recurso de alzada hizo el
sentenciador de segunda instancia, pues de otro modo, al quedar sin ataque,
no le es posible a la Corte entrar oficiosamente a rebatirla; y como bien se
puede observar, en el recurso extraordinario se omitió por completo derruir
ese pilar del fallo recurrido.

Bajo esta órbita, mientras se mantenga incólume dicha limitación


respecto del estudio del recurso de apelación, la Corte no puede abordar el
análisis de pretensiones distintas a “La indemnización indexada por terminación
unilateral del contrato sin justa causa de Ley” que se reclama; y por ende lo
perseguido en el alcance de la impugnación, sobre el pago de prestaciones
sociales e incremento salarial estipulado en el pacto colectivo de trabajo y las
consecuencias de la enfermedad cardiovascular que se aduce padece el
accionante, es a todas luces improcedente, lo que trae consigo que no tenga
cabida lo planteado en el 2° y 3° errores de hecho.

Así las cosas, esta Corporación se adentrará en el estudio de la


acusación, únicamente en lo que atañe a las súplicas que tienen que ver con
el despido del actor; y en estas circunstancias, las normas denuncias entre
ellas el artículo 7° del Decreto 2351 de 1965, que en su literal a) contempla

14
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439
las justas causas para dar por terminado un contrato de trabajo por parte del
empleador, se erige como suficiente para integrar la proposición jurídica.

Pues bien, este cargo orientado por la vía indirecta, busca acreditar
que el demandante fue despedido injustificadamente, porque en sentir del
recurrente los motivos invocados por la sociedad demandada en la carta de
despido no fueron demostrados en esta litis, y para tal efecto denuncia la
errónea apreciación de la pieza procesal de la demanda inicial y de varias
pruebas, así como la falta de valoración de otros medios probatorios.

Del análisis objetivo de los medios de convicción enlistados por el


censor, la Sala encuentra lo siguiente:

a) En lo concerniente al escrito de demanda con que se dio apertura a


la presente controversia no fue mal apreciado, si se tiene en cuenta que el
Tribunal se refirió a esa pieza procesal para poner de presente lo acontecido
el <26 de mayo de 2000> en el área donde fungía como jefe el demandante,
entre ello lo atinente a la prestación de los primeros auxilios a un trabajador
que se vio involucrado en el incidente con un compañero de trabajo
resultando lesionado, según lo narrado en los hechos 5° a 7° del libelo; que
es precisamente lo señalado en dichos supuestos que soportan las
pretensiones (folios 46 y 47 del cuaderno principal), y cuya valoración se llevó
a cabo en conjunto con las pruebas que indicó el apelante no fueron
debidamente estimadas.

15
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439

b) Respecto de la carta de despido obrante a folios 21 y 22 del


cuaderno del Juzgado, tampoco se apreció con error, habida cuenta que lo
que extrajo el Juez Colegiado, es exactamente lo que muestra esa
documental, esto es, que al actor se le atribuyeron tres puntuales faltas:
“firmar un informe de accidente en el que se consignó una información falsa, no
haber ejercido correctamente sus funciones de jefe del área para prevenir la
ocurrencia de hechos como el que originó el accidente, y no haber informado a la
empresa en forma veraz sobre lo ocurrido, hechos que hacían imprescindible su
retiro de la sociedad”.

En efecto, la carta de terminación del contrato de trabajo del actor reza:

“Santafé de Bogotá, D.C., 14 de junio del 2.000.

Señor
ROBERTO GONZALEZ CORTES
Ciudad

Por medio de la presente me permito notificarle la decisión de la empresa de


dar por terminado su contrato de trabajo, con justa causa, a partir de la fecha,
por los siguientes hechos:

1. Desempeña usted actualmente en la Compañía el cargo de JEFE DE LA


CENTRAL DE CANASTILLAS, desde el mes de Noviembre de 1.999 y como
tal tiene la función de responder por la dependencia a su cargo, lo que
incluye el control disciplinario de las personas de que usted dependen, para
lo cual, de una parte debe vigilar el cumplimiento de las normas contenidas
en la Ley y en el reglamento de trabajo de la Empresa así como la
observancia de las normas de seguridad industrial.

2. El día 26 de Mayo del año en curso, en la dependencia a su cargo ocurrió


un accidente del cual fue víctima el Señor JAIRO JIMENEZ, y como
consecuencia del mismo, el Señor JIMÉNEZ debió ser trasladado a una
Institución Hospitalaria y se le expidió una incapacidad para laborar. El mismo
día en que ocurrieron los hechos, firmó usted en su condición de superior
inmediato del trabajador accidentado, el reporte de accidente de trabajo que

16
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439
la Empresa está obligada a presentar ante la A.R.P.. En dicho reporte, usted
se responsabiliza con su firma de la afirmación de que el accidente ocurrió
según versión del accidentado cuando <Me encontraba lavando canastillas,
cuando de un arrume de Canastillas cayeron elementos de desechos golpeándome
uno de ellos en el pecho>.

3. Posteriormente a la ocurrencia de los hechos, la Empresa tuvo


conocimiento de que la causa de la lesión sufrida por el Señor JMENEZ fue
una patanería ocurrida en el sitio de trabajo y que dentro de la misma el
Señor OBERTO LOBO lanzó con violencia contra el Señor JIMÉNEZ una
pezuña de vaca, que lo golpeó en el pecho, derribándolo y haciéndole perder
el conocimiento. Por esta razón la Empresa llamó a los Señores JIMÉNEZ y
LOBO a descargos en los cuales, los protagonistas de los hechos dieron una
versión totalmente diferente a la que consignó usted en el reporte de
accidente de trabajo que firmó.

3. En vista de lo anterior la Empresa lo llamó a diligencia de descargos, por


considerar que de una parte, incumplió usted con su obligación de vigilar
el cumplimiento por parte de sus subalternos de las normas
reglamentarias y de segundad industrial, de otro, se abstuvo de
comunicar a la Empresa sobre los hechos ocurridos y además suscribió
un informe con destino a la A.R.P Colmena que contenía información
falsa con relación a los hechos que originaron el accidente ocurrido al
Señor JIMÉNEZ.

4. En los descargos rendidos por usted el día 13 de Junio del año en curso
con la asistencia de su compañero el Señor MARIO CORONADO, usted
manifiesta haber firmado el reporte del accidente de trabajo sin que este
estuviera totalmente diligenciado, lo cual de ser cierto, constituye una grave
irregularidad ya que era su deber verificar que toda la información contenida
en el reporte fuera veraz.

En los mismos descargos incurre usted en una abierta contradicción cuando


al responder las preguntas quinta y sexta, espontáneamente informa que el
reporte fue firmado por usted el día 26 de Mayo cuando solamente tenía el
encabezamiento inicial y posteriormente, al responder la pregunta novena,
informa que usted diligenció el reporte con al ayuda del Señor ARMANDO
OROZCO al día siguiente, intentado con esta última respuesta eludir su
responsabilidad, desplazándola al Señor OROZCO quién no solo no fue
testigo de los hechos, sino que no tenía la obligación de elaborar ni firmar el
reporte, ni de investigar los hechos en forma preliminar.

Igualmente en sus descargos y con la intención de no asumir la


responsabilidad que le compete, afirma no haber recibido capacitación de la
Empresa respecto de los casos de accidentes de trabajo, no obstante que las
faltas que se le endilgan son: Haber firmado un informe de accidente en el

17
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439
que se consignó una información falsa; No haber ejercido
correctamente sus funciones de Jefe del Área para prevenir la
ocurrencia de hechos como el que originó el accidente y no haber
informado a la Empresa en forma veraz sobre lo ocurrido.

Por lo anterior, la Empresa desestimó sus descargos y toma la determinación


que hoy le comunica, con fundamento en las infracciones cometidas por
usted que se relatan en esta comunicación.

Atentamente,

Sergio Eduardo Puyana


Gerente de Industriales”. (Resalta y Subraya la Sala).

c) Frente a los descargos rendidos por el trabajador demandante que


tienen una inescindible conexión con lo expuesto en la carta de despido,
visibles a folios 19 y 20 que se repiten a folios 294 y 295 del cuaderno del
Juzgado; y el interrogatorio de parte absuelto por éste de folios 521 - 522 y
524 - 525 íbídem; la censura no se refirió a las <confesiones> que estableció
el Tribunal de estos medios de convicción, es más ni siquiera intentó
controvertirlas, es así que en la sustentación del cargo para nada alude a lo
dicho por el citado absolvente, y cuando mencionó la diligencia de descargos
lo hizo para insistir en lo manifestado por el actor sobre la atención que le
prestó al trabajador lastimado Jairo Alfonso Jiménez Sanabria en la
dependencia a su cargo, lo cual no tiene ninguna trascendencia ante la
conclusión del Tribunal que se conserva incólume, consistente en que al
accionante no se le atribuyó para su desvinculación “el hecho mismo de las
lesiones sufridas por un trabajador, o con la prestación de los primeros auxilios al
mismo”, sino que se le imputaron tres faltas a saber: “firmar un informe de
accidente en el que se consignó una información falsa, no haber ejercido

18
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439
correctamente sus funciones de jefe del área para prevenir la ocurrencia de hechos
como el que originó el accidente, y no haber informado a la empresa en forma
veraz sobre lo ocurrido, hechos que hacían imprescindible su retiro de la sociedad”,
que como atrás quedó visto, fueron las verdaderas conductas reprochables,
que conforme a lo señalado en la carta de terminación del contrato de trabajo,
dieron lugar al despido del promotor del proceso.

De tal modo, que el ad quem no pudo apreciar equivocadamente las


anteriores probanzas.

d) En lo que tiene que ver con el interrogatorio de parte absuelto por el


representante legal de la demandada, la historia clínica No. 144751 de la
Fundación Abood Shaio del actor, el pacto colectivo de trabajo suscrito el 4 de
enero de 2000, la descripción de funciones del Jefe del Departamento de
Canastillas Plásticas a nivel nacional, y la inspección judicial; como bien lo
pone de presente la réplica, la censura no cumplió con la carga de explicar de
forma clara y concreta que es lo que efectivamente acreditan esos medios de
convicción y de que manera incidió su errada apreciación o su falta de
valoración en contra de lo decidido por el Tribunal; no siendo suficiente con
que el recurrente hubiera relacionado dichas pruebas supuestamente
generadoras de los errores de hecho enrostrados, cuando ni siquiera las
mencionó en el desarrollo del ataque.

En tales circunstancias, no es dable atribuir una deficiencia probatoria


en cuanto a cada uno de los anteriores elementos probatorios.

19
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439

e) De la comunicación suscrita por el señor Jairo A. Jiménez S. obrante


a folio 262 del cuaderno del juzgado, por corresponder a un documento
declarativo emanado de tercero, en casación laboral recibe el mismo
tratamiento de la prueba testimonial, y en consecuencia no resulta apto
dentro del recurso de casación, conforme a la restricción contenida en el
artículo 7° de la Ley 16 de 1969, que señala solo tres pruebas calificadas
dentro del recurso extraordinario, el documento auténtico, la confesión judicial
y la inspección judicial, quedando en tales condiciones impedida la Sala para
asumir el estudio del ataque en relación a dicho medio de convicción.

De ahí que tampoco sea factible analizar los testimonios denunciados


en el cargo, con los cuales el Juez de apelaciones junto con otras pruebas
apreciadas, estimó que había quedado plenamente demostrada en la litis la
justificación del despido del demandante.

En este orden de ideas, el Tribunal no cometió el 1° y 5° errores de


hecho.

Finalmente, en lo que incumbe al 4° yerro fáctico de “No dar por


establecido, la inexistencia de relación de causalidad inmediata entre la fecha en
que se predica acaecieron los hechos y la del despido”, es un medio nuevo no
admisible en sede de casación, habida cuenta que en momento alguno la
parte demandante planteó la extemporaneidad del despido, lo cual constituye
una variación de la causa petendi.

20
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439
Ciertamente, ninguno de los once (11) supuestos fácticos que soportan
las pretensiones incoadas de la demanda primigenia y los cuatro (4) hechos
que se adicionaron en la reforma al libelo demandatorio (folios 46 - 47 y 97 -
98 del cuaderno del Juzgado), se refieren a la falta de inmediatez entre la
fecha en que sucedieron los hechos y la data en que la accionada decidió dar
por terminado el contrato de trabajo del actor con justas causas.

Así las cosas, lo concerniente a la supuesta extemporaneidad del


despido, no está comprendida dentro de las súplicas incoadas y los hechos
narrados, y admitirla en casación comportaría como se dijo la variación de la
causa petendi, chocando con los principios de contradicción y congruencia,
además que daría lugar a la violación del debido proceso, al no brindarse la
oportunidad a la parte demandada de controvertir desde el inicio de la litis
este puntual aspecto, exponer su punto de vista al respecto y ejercitar su
consabida defensa.

En definitiva, la censura no logró demostrar ninguno de los cinco (5)


yerros fácticos que le endilgó al Tribunal, y por ende el cargo no prospera.

Las costas del recurso extraordinario serán a cargo de la parte


recurrente por cuanto la acusación no salió avante y hubo réplica.

En mérito de lo expuesto la Corte Suprema de Justicia, Sala de


Casación Laboral, administrando Justicia en nombre de la República de

21
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439
Colombia y por autoridad de la Ley, NO CASA la sentencia proferida el 30 de
abril de 2008, por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, D.C., en
el proceso adelantado por ROBERTO GONZALEZ CORTES contra
CARULLA VIVERO S.A..

Costas en casación a cargo del demandante.

Devuélvase el expediente al Tribunal de origen.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE Y PUBLÍQUESE.

LUIS JAVIER OSORIO LÓPEZ

ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERON GUSTAVO JOSE GNECCO MENDOZA

22
República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

EXP. 37439

EDUARDO LOPEZ VILLEGAS FRANCISCO JAVIER RICAURTE GOMEZ

CAMILO TARQUINO GALLEGO

23

También podría gustarte