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CilJl~ Sun]piJrem3l iÍlle .1TwJfcñcft3l.

- §3ln3l iÍlle C3l- dres de ésta, y d) Que si el demandado se


sacíén Cñvñl - Bogotá, 'D. E., siete de ju- opone a sus pretensiones sea condenado al
nio de mil novecientos setenta y cuatro. pago de las costas procesales.
2. Las afirmaciones de hecho que el de-
(Magistrado ponente: Doctor Humberto mandante invocó en apoyo de sus peticio-
Murcia Ballén). nes, pueden síntetízarse así: '
a) Luis Antonio Benavides Heredia o He- '
Se decide el recurso de casación inter- redia Benavides y Rosario paz Arboleda,
puesto por el demandante contra la sen- quienes fueron casados entre sí, procrearon
tencia de 22 de noviembre pasado, profe- dentro de su matrimonio a Zoila Rosa Be-
rida por el Tribunal Superior del Distrito navides, quien luego contrajo matrimonio
Judicial de Pasto en este proceso ordina- católico en la Iglesia Parroquial de San
rio instaurado por Gunñllllilllt"ltDilJI lEiÍllltDunniÍllilJl S3l- Sebastián de Pasto el 15 de diciembre de
Ias lffien3lvñiÍllills frente a C3lJrllilJl§ Cés3lJr Sm3ls. 1948 con Carlos César Salas;
b) Dentro de la unión connubíal Salas-
JI Benavides se procreó .a Guillermo Edmundo
lEn Thitñgfto Salas Benavides, cuyo nacimiento ocurrió
en esa ciudad el 19 de febrero de 1951;
1. Mediante escrito de 24 de febrero de e) Ocurrido el óbito de los padres de Zoi-
1972 el citado Salas Benavides demandó la Rosa, ésta inició en el Juzgado Segundo
ante el Juzgado Segundo Civil del Circuito Civil del Circuito de Pasto el trámite del
de Pasto a su legítimo padre Carlos César proceso sucesorio doble, en el cual la petí-
Salas, a efecto de aue previos los trámites cionante fue reconocida como heredera de
del proceso ordinario de mayor cuantía se los causantes, en su calidad de hija legíti-
hiciesen los siguientes pronunciamientos: ma de éstos, y en ella obtuvo a su favor el
a) Que por haber "incurrido en las cau- decreto de posesión efectiva de la herencia,
sales de desheredamiento que regula el ar- integrada por los inmuebles números 18-89
tículo 1266 del Código Civil", el demandado , de la carrera 21-bis y 20-69 de la calle 22
no tiene derecho para intervenir "como cón- de dicha ciudad, cuyas alindaciones se con-
yuge sobreviviente" ni en la sucesión de su signan en la demanda; ,
esposa legítima, Zoila Rosa Benavides de d) Afirma el demandante que su deman-
Salas, ni en la de los padres de ésta, Luis dado cometió injuria grave contra la per-
Antonio Benavides y Rosario Paz Arbole- sona y bienes de la esposa de éste, Zoila
da; b) Que por la misma. razón "tampoco Rosa Benavides, y contra los padres de és-
tiene derecho de heredar ni recibir la por- ta; que su conducta injuriosa lo llevó al ex-
ción conyugal", en los bienes adjudicados tremo "de aue una noche montando un ca-
a aquélla dentro del proceso sucesorio do- rro automotor y colocándolo al frente de la
ble de éstos; e) Que el demandante, por casa que habitaban, arremetió contra las
derecho de representación de su madre le- puertas de la dicha casa, violó una de ellas
gítima Zoila Rosa Benavides de Salas, "tie- y rompió las paredes de la habitación con
ne derecho único y exclusivo sobre los bie- el ánimo de acabar con la vida de sus mo-
nes" inventariados en la sucesión de los pa- radores";
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e) "El hecho de los ultrajes de obra y de dencia, el proceso subió al Tribunal Supe-
palabra a los prógenitores de Zoila Rosa rior del Distrito Judicial de Pasto, el que,
Benavides Paz, y a la persona de ésta, -di- por sentencia del 22 de noviembre de ese
ce el demandante en el hecho 6Q de su li- mismo año, confirmó el fallo apelado y
belo- de las injurias graves que le infería condenó al recurrente al ,pago de las cos-
con frecuencia contra su honor; y el aban- tas causadas en la .ínstancía,
dono total de sus deberes' de marido y de
padre del menor Guillermo Edmundo, fue JIlI
público en el vecindario de Caracha y del
domicilio de los padres de doña Zoila"; y Motivadóllll alle Ia selllltellllC],&
por razón del mal trato que ésta recibía ftmpugnaalla
de su esposo, de "esas injurias graves, esos
atentados contra el honor y los bienes, abru- 1. A vuelta de hacer el planteamiento
mada por la mala vida, doña Zoila, estando general de la cuestión litigiosa, inicia el
viviendo en el barrio El Colorado tuvo que Tribunal las motivaciones de su sentencia
pedir asilo en casa de sus padres, y allí lle- notando que.imedíante las dos primeras sú-
gó el demandado a ultraj arIa en la misma plicas de su demanda, el demandante ins-
forma, y lo propio hacía con los padres de taura, frente a su padre legítimo, la ac-
dicha señora, ínjuríándolos de hijos de ... , ción de desheredamiento, pretendiendo con
casi cuotidianamente; y se embriagaba, pa- ella que a éste se le excluya de la sucesión
ra volver con el mismo procedimiento a de- de su esposa Zoila Rosa Benavides de Salas
safiar al señor Luis Benavides, y a invitar- y de la de los padres de ésta.
lo a que saliera para matarlo, amenazán- 2. Concretándose al estudio de la preten-
dolo con varillas de hierro que portaba en sión que encuentra deducida principalmen-
-las manos", y , te en la demanda, el ad quem, luego de ci-
f) Cuando el 17' de diciembre de 1971 tar el texto de los artículos 1265, 1266 Y
ocurrió la muerte de Zoila Rosa, el proceso 1240 del Código Civil, asevera que para su
sucesorio de los padres de ésta no había procedencia el desheredamiento requiere
terminado; entonces su hijo Guillermo Ed- de dos presupuestos fundamentales, a sa-
mundo solicitó y obtuvo que en él se le re- ber: una disposición testamentaria que así
conociera como interesado, mediante auto 10 diga; y el carácter de heredero legitima-
de 4 de febrero de 1972, por derecho de rio en la persona que se pretende deshe-
transmisión de su difunta madre. redar.
3. En su oportuna contestación al libelo Sentado por él el anterior postulado, di-
incoativo del proceso el demandado, luego ce el sentenciador de, segundo grado que
de negar los hechos referentes al mal com- con apoyo en él "es fácil" deducir la im-
portamiento y a los actos injuriosos que procedencia de la pretensión del deman-
el demandante le enrostra, se opuso aIas dante, puesto que, de una parte, "en el ca-
pretensiones deducidas por éste: afirmó que so sub judice no se ha demostrado la exis-
fue siempre esposo "atento y amoroso"; y tencia de testamento"; y, de la otra, por'
que en todo tiempo prodigó a Zoila Rosa cuanto el cónyuge no tiene categoría de
"afecto y cariño". legitimario en la sucesión de su esposa:
4. Con aducción de pruebas de ambas "Siendo el cónyuge una persona distinta
partes se surtió la primera instancia del a los legitimarios, ----:dice la sentencia-e- mal
proceso, a la que el juzgado del conoci- se lo podría desheredar, porque no hay nor-
miento le puso fin con sentencia de 4 de ma de carácter legal que autorice para
abril de 1973, mediante la cual denegó las ello, éste dentro de la sucesión de su cón-
pretensiones deducidas en la demanda e yuge tiene derecho a la porción conyugal
impuso al demandante las costas proce- o a las gananciales, de acuerdo al (sic) or-
sales., ' den sucesional correspondiente, lo cual de-
5. Por virtud de apelación interpuesta be establecerse dentro del respectivo pro-
por esta misma parte contra dicha preví- ceso sucesíonal".
U-GACETA.T. CXLVIII
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3. Refiriéndose a las causas legales de tículos 1025 Y 1266 del Código Civil.
desheredamiento, afirma el Tribunal que 2. En desarrollo de la censura el recu-
"quiso el legislador no dejar al arbitrio del rrente afirma que la sentencia por él im-
testadar el desheredamiento y antes por el pugnada, al negar el desheredamiento pe-
contrario para evitar abusos estableció los dido, quebrantó las disposiciones indicadas
casos taxativos en que se puede deshere- "por errónea aplicación de las mismas, por
dar, como el no socorrer al ascendiente cuanto en estas disposiciones, no se ha es-
cuando éste lo necesite o haber atentado tatuido la norma legal de que mientras no
contra la vida o los bienes de cualesquiera se dicte sentencia no se puede demandar
de los ascendientes del cónyuge, esto ple- el decreto de indignidad contra un suce-
namente demostrado en el respectivo jui- sor, mientras no se obtenga la sentencia
cio penal con sentencia condenatoria que penal que lo condene"; y porque, agrega,
se halle ejecutoriada, y no podía ser de otra en dicho fallo equivocadamente se sostiene.
manera porque privar a un legitimario de que como "el cónyuge sobreviviente, no pue-
la herencia por cualquier motivo, tal vez de considerarse como heredero", no se le
fútil llevaría a cometer, como ya se dijo, puede "promover acción alguna de indig-
abusos en detrimento de la sana distri- nidad".
bución de los bienes por causa .de muerte". Continuando en el desenvolvimiento del
Agrega el a<dl l!Jl1lllemm que si bien el deman- cargo, afirma el censor que el artículo 1230
dado, según lo indica la prueba testimo- del Código Civil "le asigna al cónyuge so-
nial aducida al proceso, "no llevaba una breviviente porción conyugal; y le aslgna.Ia
vida acorde con sus responsabilidades ma- cuarta parte, en todos los órdenes de la su-
trinioniales, ni con sus suegros", no se acre- cesión, menos en el de la descendencia le-
ditó sin embargo que entre aquél y su es- gítima, pues en este caso lo hace heredero
posa "haya habido una separación legal, de la legítima rigorosa de un hijo de acuer-
por lo tanto, -añade- el hecho de las di- do con el artículo 1236"; que "en las su-
vergencias no se las puede tener como cau- cesiones intestadas" cuando no hay hijos le-
sas para el desheredamiento, porque al ha- gítimos, conforme a la Ley 45 de 1936, por
cerlo así el juzgador se convertiría en le- el artículo 20, considera al cónyuge come
gislador, cosa que no está permitido y aún sucesor <dlen <dlfu'f1lllnto". De lo cual concluye el
más, prohibido por todo Estado de derecho". recurrente que "es la ley, y no el derecho
natural, la que atribuye al cónyuge en cier-
ta forma el carácter de heredero; y como
el honorable Tribunal, en la sentencia que
se acusa, desconoce tal carácter, quebranta
o viola directamente dichas disposiciones".
Contra la sentencia de segundo grado in- 3. Rematando la formulación del cargo,
terpuso casación el demandante. En la res- dice el impugnador que no se le puede atri-
pectiva demanda le formula cuatro cargos, buir al demandante, para denegarle su pre-
todos con fundamento en la causal prime- tensión, "la indolencia de la falta de acu-
ra del artículo 368 del Código de Procedi- sación penal por los delitos que cometió su
miento Civil. propio padre, no sólo contra su propio hi-
La Corte, sin embargo, contrae .su estu- jo, sino también contra su propia mujer
dio al primero de ellos, por cuanto los tres legítima y contra sus propios suegros".
restantes, por no haberse ajustado en su "La osadía de Carlos César Salas, -ase-
postulación a la preceptiva técnica del re-
curso extraordinario, fueron declarados in- vera el recurrente-- y el deseo de aprove-
admisibles en auto de esta corporación pro- charse de los bienes herenciales de los que
ferido el 16 de abril pasado. fueron abuelos de mi poderdante, están
precisamente inspirados por la intención
:¡P>R'furrmeli' cargo criminosa y los hechos que consumó contra
los bienes y personas de los abuelos y de
1. Mediante éste se acusa la sentencia la propia mujer doña Zoila Rosa Benavi-
del Tribunal de ser directamente vialato- des Paz; pues, si hubiera logrado el inten-
tia, por interpretación errónea, de los ar- to de destruir la casa, con el atropello que
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cometió contra el edificio, se hubiera apro- Como cada uno de estos tres aspectos de
vechado de los bienes de que se trata, con- violación de la ley sustancial es diferente,
sumado ese crimen nefando y abomínable". en orden al éxito del recurso y atendiendo
a la limitada libertad con que la Corte
actúa en casación, el recurrente debe ex-
presar por cuál de los tres casos de que-
(OollllSJ1Qllel1'aldllilllleS Qlle· Ral (Oom branto acusa la sentencia. "De allí que se
haya llegado hasta sostener qtie la Corte
1. Repetidamente lo tiene declarado la no puede tener en cuenta los motivos de
doctrina de esta corporación, con funda- casación consistentes en infracción de de-
mento en la preceptiva legal, que como en terminadas disposiciones sustanciales, cuan-
esencia la casación se endereza a desqui- do el recurrente no expresa el concepto de
ciar la presunción de legalidad que protege la infracción o cuando expresando alguno;
al fallo susceptible de ser impugnado por no acierta con el que en realidad corres-
esta vía, se trata entonces de un recurso pondía y debía invocar" (LXI, 398). .
extraordinario, estricto y en extremo exi- En sentencia de 5 de diciembre de 1989,
gente, sometido al principio dispositivo y dijo la Corte: "Reiteradamente ha precisa-
que, consiguientemente, el desacato a las do la doctrina que el principio acusatorio
normas legales que lo informan lo torna ne- y el de la dispositividad del juzgador que
cesariamente imprósJ>E:ro~ informan nuestro ordenamiento procesal
Dado pues su caracter extraordinario, el civil privan de modo absoluto en el recur-
recurso de casación conlleva limitaciones so extraordinario de casación, en forma tal
que no puede sobrepasar la Corte; a ésta que la impugnación del fallo y su alcance
le está vedado decidirlo en el fondo, cuan- constituyen la pauta a que ha de ceñirse
do la demanda mediante la cual se sustenta estrictamente la Corte. Así circunscrita y
no es idónea. para alcanzar el fin con ella limitada su capacidad decisoria, a ésta no
perseguido. Al efecto ha dicho la corpora- le es dado completar cargos deñcíentemen-
ción que "el recurrente, como acusador que te formulados, ni modificar su sentido, ni
es de la sentencia de segunda instancia, es- variar la equivocada ubicación que les ha-
tá obligado a proponer cada cargo en for- ya asignado el recurrente" (CXXXII, 205).
ma concreta, completa y exacta, para que 3. En sentencia de 22 de septiembre de
la Corte, situada dentro de los términos 1972 dijo la Corte y hoy lo reitera, que in-
de la. censura y en congruencia con éstos, terpretar erróneamente un precepto legal
pueda decidir el recurso, sin tener que mo- es, en casa~ón, aplicarlo al caso litigado
verse .oñcíosamente a completar, modifi- por ser el pertinente, pero atribuyéndole
car o recrear la acusación planteada sin un sentido o alcance que no le correspon-
acierto, lo cual no entra en sus poderes" de. De consiguiente, el quebranto de una
(CVII, 86). norma sustancial, en la especie de interpre-
2. El quebranto de la ley sustancial, que tación errónea, excluye la falta de aplica-
constituye siempre el fundamento de la ción de la misma; y excluye igualmente la
causal primera de casación, puede ocurrir aplicación indebida, porque en el caso del
por falta de aplicación, por aplicación in- yerro hermenéutico se aplica la disposición
debida o por interpretación errónea. legal que corresponde, pero con una ínte-
S~ viola la ley sustancial por falta de lígencía que no puede dársele, en tanto que
aplicación cuando no se hace obrar el pre- en la aplicación indebida se emplea el pre-
cepto pertinente en el caso controvertido, cepto que no corresponde al caso litigado.
debiendo haberse aplicado en el fallo; por y agregó la Corte en esa misma provi-
aplicación indebida, cuando aun entendida dencia: "Es verdad que el juzgador, al de-
rectamente una norma se la aplica sin ser satar el conflicto de intereses que se le ha
pertinente al asunto que es materia de la presentado para su composición, puede de--
decisión; y por interpretación errónea, jar de aplicar la norma pertinente de de-
cuando, siendo la correspondiente, se la en- recho sustancial o aplicar la impertinente
tendió sin embargo equivocadamente y así por haberla interpretado equívocadamen-
se la aplicó. te. Pero así en la primera como en la se--
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gunda de estas dos hipótesis el verdadero lL2 ll"2ZÓn ilTIiEl ser ilTI~~ este mstíitu1'm ~uIrii<dlíioop
concepto de la violación, dentro de la téc- no tiene ilTIñclblo Ia 1l1l0drimll, se encuentll"m eJril
nica del recurso extraordinario, no es IR. n21 ii2llll21 ll1le conldllllldm ll1len lblell"elIlleli'$ íl$no~~
interpretación errónea, sino la inaplicación en sus reíaeícnes personales iC$llll en ~tBst&­
o la aplicación indebida, respectivamente" 1l1l0ll", o eon les J!liIll.JrRentes eercanes lIlliEl ¡§s~tB.
(Ordinario de Gil Antonio Correa contra 'Jl'llI.ll l!2nnlll., en ell 2mfuñ~ lIlle lllll. causal ]¡lIrimeli'$l
los herederos de Justiniano Correa, aún no lIllen ]¡lIll"edt2lIllo mdllcullo JI.2811]¡ a¡[ue es n& llJlue
publicada). .. se lbl21 nnvoiC21Illo como causa petendi ellll ell
. 4. Estimó el Tribunal de Pasto, y es esta presense CIlI.SO, eensíste ellll lbl21fuell" iCometnml$
la consideración cardinal que sustenta su "nlllljllllJrR21 grave contra en testmlIlloli' ellll sun ~ell'­
fallo, que como "en el caso sub judice no sena, lblonoll" o funenes, o en Ia ]¡lIell"sonall, lbl$nilDll"
se ha demostrado la existencia de t.esta-, o lbñenes lIlle su cényuge, o ll1le cunmna¡[unnell"21 mliEl
mento" ni el demandado tiene el carácter sus ascendientes o «'Ilescen«'llientes·negútnmos¡¡.
de legitimario, la pretensión de deshereda- , lP'ell"ilD sl lbien es Vell"1Ill21Ill que ]¡lI2111'all Ia ntBgall-
miento deducida en la demanda es impro- ni«'ll2«'1l «'Ile n21 «'Ilecn2ll"21cftón «'Ile ll1leslblell"iEllIll21mJiiEln-
cedente. Lo cual lógicamente significa que, to es menester que «'Iliclbl21 causal, eemc ~$­
no aplicó, ni en todo ni en parte, los ar- «'Il2S n21S «'IlemáLs, "se lbllllllbiell"e ]¡lIll"ilJIfu21l1l0 ,unlIllíi-
tículos 1265', 1?66 del Código Civil, ni me- cíalmente" (A\d. JI.2Wd' ibídem); tmmfuñen n<ID
nos el 1025 nfuill1lem. es a¡[lllle ningunn2 ilTIe estas normas est21funeiCiEl
Se limitó pues el 21l1l ilJIllllem a manifestar mil el!ec~ a¡[lllle Ia prueba lIlle nos lbliElclblilDS ]piell"-
la improcedencia legal de decretar el des- tinentes se lIllé por alllgllÍln mell1liilD espeiCnanll, JriIl!
heredamiento del demandado en la suce- muebísímo menos que no sea ll!lllelIllimllllte sen-
sión de su cónyuge, por ausencia de los su- tencft2 ]¡lIen2n eje«mtOJrR2ilTI21.
puestos de hecho exigidos por la preceptiva Sostenell", eomc no lblmce en 'Jl'll"ifuunnmn @e
legal contenida en aquellos textos. Y si no 1P'2StO, que para Ia ]Jll"ocell1lerrncll.21 lIlliEl n21 lIlleiCnm-
aplicó en su sentencia ninguna de las nor- ll"2cnÓn jllllll1lid2ll ll1le lIlleslblell"ellllmmien1'm es miEl-
mas citadas, es errado acusar el fallo, como nester que los atentados a a¡[ue Slllun@e en mli'-
tlliCUnllo JI.286 se «'Ilemuestll"en cilJln serrnterrniCñ$l
aquí 10 hace el recurrente, por interpreta- eondenatcráa ilTIñci2ilTIm ]¡lIll"evftalmerrnte en ]¡lIli'I!li-
ción errónea de esos textos legales, puesto ceso penal, es ll"es1tring:D.ll" ell serrntill1lilJl y en mn-
que, como ha quedado dicho, tal especie de canee ilTIe esa norma y tos Illlell mrillcullno JI.26'Y
quebranto supone que los preceptos hayan ibídem, 2 TIm vez a¡[r.ne lblmcell" nug2toriilD en
sido aplicados. , ilTIeslblell"eilTI2mien1'm OJrRgíin21l1lo en actos llIrll]un-
En estas circunstancias la censura resul- ríosos que sn lbien son graves rrnilJl 'SilJIn sm em-
ta evidentemente ineficaz, fu2ll."gilJl CilJIns1titutivilJIs ilTIe ilTIellnto.
5. Sin embargo de la improsperidad del C2S0S lbl21Y, cíertamente, en a¡[une nSl m]unll"ilm
cargo por la razón indicada, la Corte, en ~ll"21we consíste en actes a¡[ue ]¡lIilJIll' su n21t1illll'm-
cumplímíento de lo preceptuado por la re- RiIlZ21 nm]¡llUc21n n21 eomísíén @iEl iliiCntos ~enm­
gla 5~ del artículo 375· del Código de Pro- nes; en e1RilJIs, ]¡lIOll' enante son nos ]untBiCeS dliElll
cedimiento Civil, en el ámbito doctrinal, de- crimen Ios eompetentes para @iEliinmli' (Eln as-
be rectificar el desacierto en que, incurrió ]¡lIedilJl ilTIeUdnvilJI ilTIe Ros lbleclblos¡ eR preeese eí-
el sentenciador 21l1l a¡[llllem¡ al sostener en su riR «Íle ilTI~slblell"iElilTI21mRemltilD a¡[une eon fuSlse en no§
fallo que para aceptar en materia civil las mismos sea¡ nnstSlllllll"alIllo, ]¡lIu.nelIlle y @iEl1lD(El mlIlliEl-
causales de desheredamiento que consagra R21n1t21ll"se lbl21s~21 j¡Mlinedo en iElst21mlo mte ldlniCtalll'
el artículo 1266 del Código Civil, es indis- sentellllci21¡ ]¡lI21ll"21 suns]¡lIiElrrnmlell" eR ]¡lIll'OJlllunniCftal-
pensable que los hechos que las estructuran mientilJl mte és1t2 JPIOll" ll"2ZÓn ilTIe eS2 ]¡lIll"iEl]ullllii-
estén plenamente demostrados "en el res- ci2UilTI21Ill, 2 téJl'minos ilTIiEl llo ]¡lIll"eiCe]¡lltun21mlo ~([JI1l'
pectivo juicio penal, con sentencia conde- nos SlrilliCuRos ll. '4@ Y JI. '4Jl. mlen CólIllñgo @tB lF'll'O-
natoria que se halle ejecutoriada". ceilTIimien1to ChniR; en cmmfuio, sft llilDS 2dos m-
11]. & téll"mnllll.lllis ll1lell 2ldllCllllllo ],211]8 ll1lell, «J6Il1ln- jUJrROSOS rrnilJl tienen iC2tegilJlll"íal mteUdunmR¡, sfum
go 'CnVJill, el ll1leslblell"ell1l2mñento consnste en emlb21ll"go lIlle no CUSln sil son imtóneos ]¡lImll"21 mtTI'ft-
lllln21 ll1lñs]¡llosñcn6n test21mllmt21JrR2 a¡[ue oll"ll1len21 fuuide Reg21UllllmilTI mn lI1leslblell"eilTI21mJienoo¡ nID-
a¡[U0 un llegitnm2ll"nO selll. ]¡lIJrRWllI.ldlo ldlell toldlo $ gúnn ilJIfust{wunno lblmy p21ll"Sl a¡[ue sem ~n pll"ilDJlllftO
]¡lIIlI.Jrte ll1le su llegútnm21. ' ]lllleZ civi1l llJlWellll nos estunWe y sil. llilD~ llmIlllm
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establecidos ll1ledare Ia ll1lesJmerell1lacióll1l suplí- prevallill1lo ll1le Ha símulacíén, que a eRRo s con-
cada, sin esperar una sentencia penali con- eíerne ll1lecliaJrall.", llllo se ve Ha Jrazóllll ilJlue Dma
allenatoria que, en esos supuestos, obvía- pill1la ejercer Has ll1los accíones ll1lelllltll'o ll1le una
mente no se produeirá. misma mis (Iade símulaeíén y Ia ll1le fumll1lig a

'4. Abona esta ecnclusíén eli criterio ex- llllill1lall1l)" {:%:CV, 889).
puesto por la Corte en pUllll1lto alle la eausal
segunda ll1le inallignill1laall· para suceder, con- W
templada en eli .artículo lL025 alleli Cóll1ligo Ci.-
will, norma ésta que, ali contrarío alle le que IDeci.sUm
sucede con Ia pertiaente al allesJmeIl'OOamD.en-
to, sí requiere que eli atentado grave "se En mérito de lo expuesto, la Corte Supre-
pruebe por senteneía ejecutoríada", ma de Justicia, Sala de Casación Civil, ad-
En sentencia alle casación ll1le 25 ll1le mayo ministrando justicia en nombre de la Re-
alle lL96lL ll1lijo en efecto esta eorporacíén: pública de Colombia y por autoridad de la
"lEn. caso como ell ll1le autos, Ia prueba ll1leR ley, no casa la sentencia de veintidós (22)
atentado grave y Ia ll1ledall."ación ll1le mallig- de noviembre de mil novecientos setenta y
nill1laall se pueden perseguir ll1lentll."o ll1le una tres (1973) proferida por el Tribunal Supe-
. misma eontroversía, con ell objeto ll1le eví- rior del Distrito Judicial de Pasto en este
tall." que eli térmíne liliegune a vencerse, por proceso ordinario.
una parte, y por razones ll1le economía ~lI."O­ Sin costas en el recurso extraordinario,
eesal, por .Ia etra. lEli oll'll1linall 29 ll1lell artícu- por razón de la rectificación doctrinaria que
Ie prescribe que ell atentade se pll'uebe jplOll." se ha hecho (Art. 375 C. de P. C.).
medío alle 'sentencia' ejeeutoríada', pero llllO
exige un falillo que previamente ll1lemuestJre Cópiese, notifíquese, insértese en la Ga-
ell atentado, y otro que Iuego Io caliHique y ceta .]'ull1liciall y devuélvase al Tribunal de
pronuncie la illllalligllllidall1l. lEs natural que si. origen.
ell JmecJmo generador ll1le ésta no puell1le esta- Altonso Peláez acampo, Aurelio Camacho Rue-
bllecell."se sino mediante ll1leci.sióllll ll1le Ies jue-
da, Ernesto Escallón Vargas; José Maria Esgue-
ces penales, no puede acumularse ante ellllos
rra Samper, Germán Giraldo Zuluaga, numoer-
Ia acción ll1le in(llligllllill1lall1l, que es estricta- to Murcia Ballén. .
mente cívll. Mas,. si eli JmecJmo causante se
JPIuell1le acredítar por medio ll1leli J?alilio ll1le Ios
jueces cívíles, como en eR caso ll1leR atelllltall1lo Altonso Guarin Ariza, Secretario General.

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