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La Verdad y solo la Verdad

Caminar con Dios es una decisión personal. Pero sabed


esto: Si el dueño de la casa hubiera sabido a qué hora de
la noche vendría el ladrón, velaría y no permitiría que se
horadara su casa. Por esto, vosotros también estad
preparados, porque el Hijo del Hombre viene a la hora
que no pensáis. Mateo 24:43-44

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mayo 13, 2012

La Ley de la Atracción y la Biblia


 36 comentarios

He leído en varios sitios donde hacen uso de


textos bíblicos para darle soporte a la famosa ley de la atracción.  ¿Debe de tener su
importancia la biblia para aquellos grupos que la usan para sostener otro tipo de prácticas?
y como no, si es la palabra de Dios con la cual usó a personas para que las generaciones
futuras pudieran tener acceso a ese conocimiento, un conocimiento de historia, amor y
verdad que vino a confirmar Jesús de Nazareth (El Mesías) hace más de 2.000 años.

Para poder entender en contexto y en detalle si existe o no alguna relación entre las
palabras de la biblia y la ley de la atracción, primero debemos tener bien claro ambos
conceptos validados directamente desde la fuente de quienes son sus precursores, claro está,
en el caso de la biblia podemos rastrear su origen hasta donde la historia misma y la
arqueología nos lo permita.

¿Qué es la ley de la atracción y cuál o cuáles son sus orígenes?

La ley de la atracción es la idea o supuesto de que los pensamientos (conscientes o


inconscientes) influyen sobre las vidas de las personas, argumentando que son unidades
energéticas que devolverán a la persona una onda similar.

La frase “ley de la atracción” ha sido utilizada por algunos escritores esotéricos, aunque el
sentido con el que se usa actualmente es diferente del original. La mayoría de los autores
asocian a la ley de la atracción con la frase “te conviertes en lo que piensas” (Yad Bhavam
Tad Bhavati), usualmente aplicado al estado mental del ser humano: Esto significa que los
pensamientos que una persona posee (sean estos conscientes o inconscientes), las
emociones, las creencias y las acciones atraen consecuencias que corresponden a
experiencias positivas o negativas. A este proceso se lo describe como “vibraciones
armoniosas de la ley de la atracción” , o “tú obtienes las cosas que piensas; tus
pensamientos determinan tu experiencia”.

Uno de los principios del Karma dice, “Yad Bhavam Tad Bhavati” (te conviertes en lo
que piensas). El mundo es una manifestación de nuestro estado interior. Las situaciones
que encontramos, las personas a quienes conocemos, los problemas que enfrentamos, y las
variedades de experiencias de vida que tenemos, son una proyección de lo que yace en
nuestro interior. En otras palabras creamos nuestra Realidad. Somos los arquitectos de
nuestro Destino. Las percepciones son filtros; filtrando las experiencias obtenemos la
realidad. Y la Realidad percibida, eventualmente se convierte en una realidad
manifestada. Tú te conviertes en lo que piensas. Encontramos lo que percibimos. El
pensamiento en inmensamente fuerte. Tiene el poder de crear. Cada vez que percibimos,
albergamos un pensamiento que contiene una carga o emoción; el proceso de la creación
ha sido puesto en movimiento. Una flecha ha sido soltada en los niveles etéreos, la esfera
del pensamiento. Una vez liberada la “Ley de la atracción de especies homogéneas”
prevalece. Este pensamiento atrae todos los pensamientos similares. Todas las flechas
similares se agrupan y cuando el umbral es alcanzado, la “Ley de la acción recíproca” entra
en movimiento. El pensamiento que desencadenaste se ha materializado ahora en un hecho.
Tú cosechas lo que siembras, pero muchas veces más. Si la flecha que liberaste fuera
juzgamiento, te encontrarás con personas que juzgan. Si fuera una traición, serás
traicionado; si fuera odio, serás odiado, si tienes miedo, esa situación se manifestará, y así
siguiendo. (Texto tomado de sankalpa)
Historia

Algunos autores identifican antecedentes históricos de la “ley de atracción” en


el hinduismo y a través del hinduismo en la teosofía, pero también se han encontrado
referencias en el judaísmo y en el zohar (la cábala). La existencia de estos antecedentes, no
implica que todos ellos estén históricamente conectados, ya que la ley de atracción
podría surgir como resultado de prejuicios cognitivos comunes a todos los seres humanos.

Las elaboraciones modernas de “la ley de la atracción” deben su existencia, en parte, a


James Allen (1864 – 1912) que en 1902 publicó As a man thinketh (‘piensa como
hombre’). Posteriormente Wallace Delois Wattles (1860 – 1911) publicó La ciencia de
hacerse rico (1910) y por Charles F. Haanel publicó The Master Key System (‘el sistema
de la llave maestra’) (1912). Durante el siglo XXI varios autores han hecho referencia a
estas obras y las ideas contenidas en ellas, pero fue especialmente con el filme El secreto
(2006) cuando la idea alcanzó especial notoriedad pública.

Los seguidores que aceptan la ley de atracción como una guía, lo hacen desde la fe en que
las “leyes” del Universo (aquí el término Universo se utiliza para abarcar a todas las
creencias y religiones sin causar algún tipo de malestar en la persona que aprende estas
leyes) son benignas. De una forma un tanto confusa algunos seguidores de esta creencia
afirman que la ley de atracción es una “ley del Universo”, dado que aplica a todos los seres
sin excepción, el 100% del tiempo y no es algo que una persona pueda elegir si aplica o no.
Comúnmente se utiliza el ejemplo de su similitud con la gravedad en este aspecto, dado a
que uno no puede decidir “no aplicar” o “no creer” en la gravedad en su vida. Cabe notar
que el término “ley” no es el mismo utilizado por la comunidad científica (véase Ley
científica).

No podemos dejar de mencionar además, que ciertos grupos de corte “new age” refuerzan
este tipo de teorías, pero no por voluntad propia, sino que a través del proceso conocido
como “canalización“.  Canalizar es el proceso de recibir información o inspiración, desde
planos más allá de nuestra realidad física. Existen muchas formas de canalización, tales
como la canalización vocal en trance y los oráculos (utilizando herramientas como el tarot
y las runas.) Aún las formas más simples de creatividad, pueden considerarse como
canalizaciones: composiciones musicales, danza y movimiento, y manifestaciones
artísticas. La fuente específica de inspiración canalizada, no es tan significativa como el
regalo que es traído a esta realidad.

Resumen de los principios de la ley de atracción

 Saber qué es lo que uno quiere y pedirlo al universo (siendo “el universo” cualquier
cosa que el individuo acepte como Dios).
 Enfocar los pensamientos de uno mismo sobre el objeto deseado con sentimientos
como entusiasmo o gratitud.
 Sentir o comportarse como si el objeto deseado ya hubiera sido obtenido.
 Estar abierto a recibirlo.
El pensar en lo que uno no tiene, según dicen, se manifiesta en perpetualidad de no tener,
mientras que si uno se adhiere a estos principios, y uno evita pensamientos “negativos” el
Universo hará manifiestos los deseos de la persona.

El teósofo tibetano Djwhal Khul la define como la ley básica de la manifestación y la ley


suprema de este sistema solar. Considera que es la ley que equilibra los dos polos, siendo la
Ley de la economía la que rige el polo negativo y la Ley de síntesis la del polo positivo.
Desde el punto de vista del ser humano, trae la comprensión que da la autoconciencia.

Otro autores simplemente asocian estos principios a la física cuántica.  Incorporan ideas
místicas similares a aquellas encontradas en ciertas tradiciones religiosas o creencias de
la New Age. Se deriva de una malinterpretación del problema de la medición – el rol
aparentemente especial que cumplen los observadores en la mecánica cuántica. El término
relacionado “charlatán cuántico” ha sido usado peyorativamente por escépticos para
descartar la creencia de que la teoría cuántica aprueba creencias místicas, mientras que
“misticismo cuántico” ha sido usado como una descripción más neutral de las ideas que
combinan los conceptos del misticismo oriental y la física cuántica.

¿Y que dice la biblia de la ley de atracción?

Muchos de los seguidores que se guían por los principios de la ley de atracción, sugieren
que ciertos versículos de la biblia le dan soporte a esta ley, dentro de los que podemos
mencionar:

Todo lo que necesitamos es pedir

Mat 7:7 Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad a la puerta y se os abrirá.


Mat 7:8 Porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama a la puerta, se le
abre.

El poder de nuestros pensamientos y nuestras palabras

Mat 12:37 porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado.

De igual forma, se nos recuerda qué sucede con quien pudiendo enfocarse en abundancia,
decide albergar en su mente pensamientos de miedo, duda y escasez:

Mat 25:29  Porque a todo el que tiene le será dado y tendrá en abundancia, pero al que no
tiene, aun lo que tiene le será quitado.

La Biblia también enseña qué es lo que da poder a la Ley de la Atracción:

Mat 21:21 Y respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, si tenéis fe y no dudáis, no
sólo haréis lo de la higuera, sino que aun si a este monte dijerais: Sé quitado y echado al
mar, será hecho;
Mat 21:22 y todo cuanto pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.
El concepto que somos lo que pensamos en nuestro interior se estableció desde tiempos
muy antiguos en la época de Salomón, Rey de Israel:

Pro 23:7 Porque según piensa en su alma, así es; Come y bebe, te dirá, Pero su corazón no
está contigo;

Comentarios de laverdadysololaverdad:

Muchos de los versículos que sugieren que existe relación entre la biblia y la ley de
atracción fueron tomados de: http://www.yocreomifuturo.com/?p=253.  Lamentablemente,
muchos están sacados fuera de contexto y esto es una lástima y van a perdición, no porque
yo lo diga, sino que la misma biblia lo dice:

Mateo 5:17-19: “No penseis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido
para abrogar sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la
tierra, ni una jota ni una tilde pasara de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De
manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así
enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera
que los haga y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos.”

¿Usted quiere ser llamado grande o pequeño en el reino de Dios?, es una decisión personal
y muy importante, piénsela bien.

Cuando nos acercamos a las Escrituras siempre debemos hacerlo teniendo en cuenta
algunos detalles que son muy importantes, en primer lugar debemos presentarnos como que
nada sabemos, con un corazón circunciso, dispuesto a ser instruido, sin prejuicios y desde
luego debemos “trasladarnos” hacia aquel entonces, teniendo en cuenta el
contexto histórico, cultural y aun religioso del pasaje que intentamos comprender; pero
todo esto en vano sería si el Espíritu Santo no nos auxilia
con sabiduría, conocimiento y revelación por su gracia.

El primer pasaje que usan estos grupos es:

Todo lo que necesitamos es pedir

Mat 7:7 Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad a la puerta y se os abrirá.


Mat 7:8 Porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama a la puerta, se le
abre.

Creo que es importante que nos hagamos ciertas preguntas para que podamos adecuarnos al
contexto de las palabras del Maestro:

¿A quién debemos pedir, al Universo?

El Maestro responde:
Mat 7:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,
¡cuánto más vuestro Padre celestial dará cosas buenas a los que le piden!

Mat 7:13 Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino
que conduce a la perdición, y muchos son los que entran por ella.

Pidan (A Dios Padre en nombre de Cristo), y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y
se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le
abre. – Mateo 7:7-8

¿Qué es que lo debemos pedir?

Stg 4:3 pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.

Aquí en Santiago explican claramente que a nuestro Padre Celestial no le agrada que
pidamos vanidad, cosas para el deleite de nuestras pasiones en este mundo. Sin embargo
La Ley de ATRACCIÓN nos concede Todo, sin importar lo que sea o el tamaño de
nuestra petición. Ahora ¿Cree Usted que lo que viene por Ley de atracción viene del Padre?

El poder de nuestros pensamientos y nuestras palabras

Mat 12:37 porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado.

¿A qué palabras se refería el Maestro?, en el verso anterior el Maestro aclara:

Mat 12:36  Y Yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella
darán cuenta en el día del juicio,

La Biblia también enseña qué es lo que da poder a la Ley de la Atracción:

Mat 21:21 Y respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, si tenéis fe y no dudáis, no
sólo haréis lo de la higuera, sino que aun si a este monte dijerais: Sé quitado y echado al
mar, será hecho;
Mat 21:22 y todo cuanto pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.

Mat 21:22  Esto es, conforme a Su voluntad 1 Jn_5:14-15:

1Jn 5:14 Y ésta es la confianza que tenemos ante Él: que cuando pidamos algo
conforme a su voluntad, Él nos escucha.
1Jn 5:15 Y si sabemos que nos escucha en cualquier cosa que pidamos, sabemos que
tenemos las peticiones que le hemos hecho.

¿Usted quiere pedir prosperidad y una vida mejor en este mundo? lea:

Sal 73:3  Porque tuve envidia de los soberbios, Viendo la prosperidad de los malvados.
Pro 21:21  El que va tras la justicia y la misericordia, Halla vida, prosperidad y honra.

Conclusiones:

La mentira siempre cabalga sobre los lomos de la verdad. Y ciertamente en el


documental The Secret (El Secreto), basado en el libro que lleva el mismo título, escrito por
Rhonda Byrne y publicado originalmente en inglés con el título The Secret en 2007, las
falsas y perniciosas doctrinas se mezclan con algunos principios universales y claros,
expuestos en La Biblia.

Cada vez que oigo hablar o leo sobre una “nueva verdad”, una “clave” o un “secreto” en el
que se cifran la felicidad, el bienestar y la prosperidad tanto física como espiritual del ser
humano, se me activa el radar de la desconfianza y se agudiza mi sentido crítico (como
debe suceder con cualquier persona que posea aun el más elemental grado de
discernimiento, que no es otra cosa que la capacidad para distinguir, partiendo de una
cosmovisión judeocristiana de la vida, no sólo entre lo bueno y lo malo, sino entre lo bueno
y lo mejor). Estas “nuevas verdades”, “claves” o “secretos” descubiertos y revelados para
“beneficio” del ser humano casi siempre son estratagemas con fines de lucro que aparentan
ser lógicas, sensatas y por supuesto realizables, mediante las cuales se promete el
abastecimiento de necesidades fundamentales y aspiraciones del ser humano con fórmulas
simplistas y a menudo peligrosas, para lograr el éxito en todo ámbito de la vida y alcanzar
la elusiva felicidad. Sin embargo, cuando se estudian detenidamente estas “nuevas
verdades”, “claves” o “secretos”, a la luz de la palabra de Dios, el sentido común y  las
experiencias cotidianas, invariablemente aparece el error.

En conclusión, no debemos aceptar jamás como verdad incuestionable lo que un ser


humano asevera o enseña, por sincero y persuasivo que el mismo sea, sin antes someter
tales aseveraciones o enseñanzas al fuego escrutador de la palabra de Dios. Porque a
menudo, entre los apetitosos bocados que nos llevamos a la boca, con el deseo de satisfacer
necesidades reales y sentidas, vienen escondidas las dañinas espinas doctrinales que pueden
perjudicarnos irreparablemente.

Los cristianos deben, por su parte, imitar el ejemplo de los creyentes de la ciudad de Berea
durante el primer siglo de la iglesia cristiana, quienes “eran más nobles que los de
Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las
Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hech. 17:11).

Referencias:

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