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República Dominicana

Facultad de Humanidades Y Educación

Asignatura:
Geopolítica II
Sección:
200
Facilitadora:
Nurys Beltre
Tema:
EEUU –UE en el nuevo orden mundial
Sustentante:
Arienny Sánchez
Matricula:
2017-0375

Santo Domingo
1-6-2020
a)-Realiza tu propia interpretación de los factores que inciden
en los cambios en el sistema económico y político mundial,
relacionados con EEUU, en el marco de la des-globalización y la
mundialización.
El comercio mundial ha cambiado completamente su ritmo de expansión
desde la crisis en 2008. Antes de esa fecha crecía de media un 6,8% al año en
términos de volumen, siendo de este modo una fuerte fuente de impulso en
cada economía e impulsando el crecimiento económico, con una dinámica
virtuosa general entre el comercio y la actividad económica.
Si queremos tener una idea más clara del impulso mundial y las razones
detrás del lento crecimiento del comercio mundial, es vital darse cuenta de
que en los últimos diez años los países desarrollados ya no han contribuido
positivamente al crecimiento de la actividad industrial mundial, que es el
corazón mismo del comercio mundial.
Desde el comienzo de la crisis se observa una desaceleración en el aumento
de la productividad en los países industrializados, con una clara
desaceleración para Francia y todos los países del G7.
Los beneficios de valor añadido se han desplazado para beneficiar a las
empresas y a los dueños del capital, particularmente desde la crisis
financiera. La participación de los salarios en el PIB ha disminuido en la
mayoría de los países desarrollados.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y el voto del Brexit en el Reino
Unido muestran que algo es diferente. Estados Unidos se ha vuelto
impredecible y se está alejando gradualmente de Europa, mientras que el
Reino Unido está persiguiendo un sueño. Sin embargo, podemos ver el efecto
contagio de esta situación en países que no se podía prever, especialmente
en Polonia y en varios países de Europa central.
Ha habido una gran cantidad de cambios en los últimos diez años. La
economía mundial no tiene la ayuda del comercio mundial ni de las ganancias
de productividad. Mientras tanto, el deterioro en el poder de negociación
salarial hace que la política monetaria no tenga la misma efectividad que en
el pasado. Esto implica que la normalización de la política monetaria sin una
mejora en los fundamentos (comercio y productividad) no será la solución
definitiva para marcar la vuelta de la normalidad.

b)- Describa el papel de EEUU en el nuevo ordenamiento global


como consecuencia de la quiebra del orden bipolar, con relación
a UE, América Latina, Medio Oriente.
El mundo empieza el año 2002 en una situación sin precedentes en la historia
de la humanidad. Una sola nación, Estados Unidos, disfruta de un poderío
militar y económico sin rival y puede imponerse prácticamente donde quiera.
Incluso sin armas nucleares, Estados Unidos podría destruir las fuerzas
militares de cualquier otra nación de la Tierra. Si quisiera, podría imponer una
ruptura social y económica completa casi sobre cualquier otro país.
Sus propias armas son en su mayor parte invulnerables, desplegadas bajo los
océanos y sobre ellos, o en emplazamientos fortificados dentro de Estados
Unidos. Las ciudades de la nación, si se cumplen las actuales ambiciones de
Washington, pasarán a estar defendidas activamente por los sistemas Ninguna
nación ha poseído jamás un poder como éste, ni tampoco una invulnerabilidad
comparable. Para muchos en Estados Unidos y en otros lugares ya parece ser
un Estado protomundial, con el potencial de erigirse en cabeza de una versión
moderna de imperio universal, incluso de un imperio espontáneo cuyos
miembros son voluntarios.
La civilización occidental siempre se ha visto influida por la idea de un
imperio universal que sería el homólogo terrenal del imperio espiritual de
Dios. La mayoría del resto de las civilizaciones no ha tenido esta ambición.
Por ejemplo, China y Japón afirmaban ser exclusivas y superiores, rodeadas
de pueblos inferiores incapaces de desafiarlas o de lograr limitarlas.
Estados Unidos utiliza su poder para dar forma a un nuevo orden mundial. La
cuestión es si este orden se basará exclusivamente en el poder estadounidense,
o si poseerá el dinamismo intelectual y cultural necesario para evocar una
verdadera conversión de valores, un cambio en la mentalidad de la gente.
Entre 1945 y los años sesenta, Estados Unidos poseyó una preeminencia en
Occidente que procedía de sus ideas y su visión. ¿Se puede repetir eso? Ésa es
la cuestión crucial.
c)- Define “El ̈nuevo orden mundial ́ ́ y ¿Cuáles fueron los mecanismos
que permitió avanzar hacia un futuro basado en el respeto de los derechos
humanos, la solidaridad internacional y los valores democráticos, las
dificultades de la comunidad internacional y la ONU para instaurar
orden en la comunidad mundial?
La teoría de conspiración acerca del llamado Nuevo Orden Mundial afirma la
existencia de un plan diseñado con el fin de instaurar un gobierno único
colectivista, burocrático y controlado por sectores elitistas y plutocráticos a
nivel mundial.
Esta visión no deja de tener sombras y contradicciones. En lo económico el
crecimiento depende en gran medida del acceso al mercado norteamericano y
las grandes diferencias entre las zonas de gran desarrollo ubicadas en las
costas y las zonas atrasadas del interior pueden conducir a bloqueos y aún a
contradicciones sociales difíciles de manejar para las autoridades. En lo
político, la independencia de hecho de Taiwán, así como la resistencia pasiva
de los tibetanos a la integración y la resistencia, en algunos casos armada, de
las poblaciones turco-parlantes y musulmanas de la provincia occidental de
Xinjiang plantean problemas al predominio de China continental sobre la
región Asia Pacífico. A esta situación se añade el recelo que un dominio chino
causa en algunos Estados como Japón y Vietnam.
Los Estados Unidos se han visto forzados a recurrir a los antiguos aliados para
confrontar el desafío iraní en el campo del desarrollo de la energía nuclear y
su posible extensión a la construcción de armas atómicas. Sin embargo, fuera
de una acción militar unilateral o con el apoyo de Israel, las posibilidades de
que la administración Bush lleve el caso de Irán al Consejo de Seguridad
encuentran oposición en Rusia y China, tanto por razones económicas como
políticas. Se hizo referencia a la proyección china sobre esta región, pero,
igualmente, la Federación Rusa, quien ve con preocupación la presencia
creciente de los norteamericanos en lo que fue la zona de influencia tanto de la
Rusia zarista como de la ex-Unión Soviética y que no se resigna a ser
considerada como una potencia menor en el juego político mundial, baraja sus
cartas para contrarrestar esa presencia como para sentar las bases de una futura
recuperación de su influencia y una de esas cartas es Irán19.
Los desarrollos geopolíticos de la región que relativizan la hegemonía
norteamericana quedarían incompletos sin la inclusión de los procesos que
incluyen a Turquía. Si la aceptación por parte de la Unión Europea de abrir
negociaciones con este Estado que eventualmente culminarían con su
aceptación como socio de pleno derecho puede verse como un éxito que
beneficia a los norteamericanos, no debe olvidarse que actualmente esos
acercamientos a la principal institución europea han sido orientados por un
gobierno islámico moderado y que este gobierno se negó a prestar el territorio
turco para que sirviese de base a la invasión de Estados Unidos a Irak, y que
más recientemente Turquía junto con Rusia han rechazado la inclusión del
Mar Negro como teatro de las fuerzas de la OTAN dentro de la Operación
“Esfuerzo Activo” para combatir el crimen y el terrorismo.
La concepción tradicional del poder en el sistema internacional basaba su
análisis en los Estados como unidades básicas que estructuraban el sistema a
partir de sus patrones de interacción en condiciones de anarquía, es decir, de
ausencia de una autoridad que se superpusiera y regulara sus acciones.
Pero, la globalización económica no ha conducido exclusivamente a ampliar
el ámbito del poder y extenderlo a las corporaciones transnacionales. Durante
la Guerra Fría los contendientes habían recurrido, en su búsqueda por minar el
poderío del contrario, a estructuras delictivas y criminales, traficantes de
armas, de drogas y mafias locales. Una vez finalizada la Guerra Fría, al
amparo de los contactos realizados y de las oportunidades ofrecidas por el
desarrollo de la informática y de la facilidad creciente de la transferencia de
fondos sin preocuparse por los controles en las fronteras y con las capacidades
de los Estados debilitadas, las mafias diseñaron redes de acción mundial que
abarcan todas las actividades delictivas.

d)- ¿Cuál es el papel de EE.UU en el ̈Nuevo Orden Mundial ̈,en


momento en que, en EEUU en los últimos 15 años han cerrado
cerca de 600,000 fábricas; han desaparecido más de 4.8 millones
de empleos de manufactura; disminuido de la paga por el
trabajo; cerca de 47 millones de Estadounidense viven en la
pobreza; unos 28 millones de personas con deudas escandalosas
y como si fuera poco la pandemia por el covid-19?
El estatus de superpotencia que posee los Estados Unidos desde 1945, se ha
construido no solo sobre la base del poder económico y militar, sino también,
de igual importancia, sobre la legitimidad que fluye de la gobernanza interna
de los Estados Unidos, la provisión de bienes públicos globales y la capacidad
y disposición para reunir y coordinar una respuesta global a las crisis. La
pandemia del coronavirus está probando los tres elementos del liderazgo
estadounidense. Hasta ahora, Washington se está reprobando la prueba.
Ante la ausencia de Washington en brindar una respuesta efectiva a la crisis,
Beijing se ha posicionado como el nuevo líder global que brinda una respuesta
rápida y efectiva al mundo. De igual manera, Beijing ha mostrado tener un
sistema de gobernanza efectivo para responder a crisis de esta magnitud,
independientemente de su silencio cómplice que contribuyó de cierta forma a
la propagación exponencial del virus por todo el mundo. Sin embargo, ante la
incapacidad de Washington de resolver la crisis en su propio territorio, y ante
su presencia casi nula en la línea frontal de ayuda internacional. Sin dudas,
crean la percepción de que Beijing reúne las condiciones propias del liderazgo
geopolítico que necesita el mundo en el siglo XXI, que es basado en la
cooperación, no en la imposición.
Durante las últimas dos décadas, Beijing ha venido construyendo una
diplomacia en base al comercio y la cooperación, que le han permitido
establecer lazos en todos los confines del globo terráqueo. Esto ha hecho de
Beijing un socio confiable, al que sus socios no le temen porque podría
imponer condiciones solo para garantizar sus intereses, sin importar las
condiciones del socio en cuestión. Beijing ha vendido una imagen geopolítica,
de que no pretende ser una superpotencia que impone sus intereses sobre
cualquier circunstancia, algo que la diferencia de forma sustancial de
Washington. En medio de la crisis actual, Beijing está sirviendo de soporte al
mundo en la producción y en las materias primas de medicamentos para tratar
el virus, esto posiciona al gigante asiático como el líder global indispensable y
confiable ante esta terrible pandemia.
Este es el contexto general en que se plantea el problema de la reconfiguración
del poder mundial, por lo que podemos afirmar que en los últimos años hemos
venido enfrentando el advenimiento de un nuevo orden mundial y de una
transición hegemónica. Para evaluar los alcances de un análisis de este
carácter prospectivo y sobre la coyuntura actual podemos plantear los
siguientes problemas: a) consideramos que existe un declive relativo de la
hegemonía estadounidense, que inició en la última década y se puede ir
acelerando en los próximos años; b) frente a este vacío relativo de poder, ¿qué
potencia o potencias emergentes cuentan con la capacidad para convertirse en
potencia hegemónica?; c) ¿cuál es el tipo de estructura que constituye el orden
mundial actual y cuál estructura tendría un próximo orden mundial, en el
horizonte de nuevas potencias y del desplazamiento de poderes formales a
poderes fácticos y de entidades estatales o semiestatales a otras formas de
organización del poder? En este sentido, existen diversas aproximaciones que
reconocen ciertos elementos de análisis con los que se puede evaluar el papel
hegemónico de Estados Unidos y la posibilidad de su declive relativo, así
como visualizar una transición hegemónica para los próximos años; éstos
serían, entre otros, el factor militar, el diplomático, el económico, el
tecnológico y el cultural.
Si podemos entender el sentido de la crisis sistémica que vivimos actualmente,
podremos imaginar mejor el tipo de orden mundial venidero. Por ello, a
continuación, haremos una descripción del contexto y los retos más relevantes
que implica esta crisis. Este proceso de reestructuración del poder político
mundial tiene lugar en un marco social más vasto. En primer lugar, está la
globalización, como contexto, proceso, política e ideología, en sus formas de
globalidad, globalismo y globalización. En segundo lugar, tenemos el
escenario de crisis sistémicas múltiples, principalmente en el orden de la crisis
financiera, ambiental, de seguridad, institucional, para relacionar las crisis con
la tipología de los riesgos globales de los que habla Ulrich Beck (2008: 32),
quien señala que la lógica de la teoría crítica del riesgo global se fundamenta
en tres tipos: riesgos ecológicos, financieros y las amenazas terroristas.
Empero, queda la pregunta de si la crisis financiera y la crisis ambiental están
expresando el declive definitivo del capitalismo o solamente un momento más
de regulación del sistema. De alguna manera, estos cambios no son tan
perceptibles debido a que tienen lugar dentro de la globalización y ésta seguirá
todavía desarrollándose en los próximos años.

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