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RUBIFEN
Metilfenidato está indicado como parte de un programa de tratamiento integral del trastorno por
déficit de atención - hiperactividad (TDAH) en niños a partir de 6 años cuando otras medidas
por sí mismas han demostrado ser insuficientes. El tratamiento debe estar bajo la supervisión de
un especialista en trastornos del comportamiento en niños. El diagnóstico debe realizarse de
acuerdo con los criterios DMS o las directrices ICD-10 y debe estar basado en la historia y
evaluación completas del paciente. No se puede establecer el diagnóstico únicamente con la
presencia de uno o más síntomas.
Se desconoce la etiología específica de este síndrome y no existe una única prueba diagnóstica.
Para un diagnóstico adecuado es necesario recurrir a la psicología clínica y especializada y a los
recursos sociales y educativos.
Un programa de tratamiento completo generalmente incluye tanto medidas psicológicas,
educacionales y sociales como farmacoterapia y pretende estabilizar a los niños que padecen un
síndrome de comportamiento caracterizado por síntomas que pueden incluir historia crónica de
dificultad para prestar atención, fácilmente distraíbles, labilidad emocional, impulsividad,
hiperactividad de moderada a grave, signos neurológicos menores y EEG anormal. La
capacidad de aprendizaje puede o no deteriorarse.
El tratamiento con metilfenidato no está indicado para todos los niños con TDAH y la decisión
de usar el fármaco debe estar basada en una evaluación muy completa de la gravedad y
cronicidad de los síntomas el niño en relación con su edad.
Una ubicación educativa apropiada es esencial y suele ser necesaria la intervención psicosocial.
Cuando otras medidas por sí mismas han demostrado ser insuficientes, la decisión de prescribir
un estimulante debe estar basada en una rigurosa evaluación de la gravedad de los síntomas del
niño. La utilización de metilfenidato siempre debe hacerse de esta manera de acuerdo a la
indicación autorizada y de acuerdo a las directrices de prescripción y diagnóstico.
Se indican a continuación otros efectos adversos, y si llegan a ser graves, por favor informe
a su médico o farmacéutico:
Muy frecuentes (afecta a más de 1 de cada 10 personas)
Dolor de cabeza
Sensación de nerviosismo
Dificultad para dormir
Frecuentes (afecta a menos de 1 de cada 10 personas)
Dolor de las articulaciones
Sequedad de boca
Temperatura elevada (fiebre)
Pérdida de pelo fuera de lo normal o disminución del grosor del mismo (pelo más fino)
Somnolencia o adormecimiento fuera de lo normal
Pérdida del apetito o disminución del apetito
Picor, sarpullido o aumento de los picores de los sarpullidos rojos (urticaria)
Tos, garganta dolorida e irritación de la garganta o la nariz
Tensión arterial elevada, latido rápido del corazón (taquicardia)
Sensación de mareo, movimientos descontrolados, actividad fuera de lo normal
Agresividad, agitación, ansiedad, depresión, irritabilidad y comportamiento anormal
Dolor abdominal, diarrea, nauseas, malestar gástrico y vómitos
Poco frecuentes (afecta a menos de 1 de cada 100 personas)
Estreñimiento
Molestias en el pecho
Sangre en la orina
Agitación o temblor
Visión doble o visión borrosa
Dolor muscular, sacudidas musculares
Respiración entrecortada o dolor de pecho
Aumento de los resultados de los análisis hepáticos (se ve en análisis de sangre)
Reacción de ira (enfado), inquieto o lloroso, excesiva consciencia del entorno,
problemas para dormir
Raras (afecta a menos de 1 de cada 1.000 personas)
Cambios o alteraciones en el deseo sexual
Sentirse desorientado
Pupilas dilatadas, problemas de la vista
Hinchazón del pecho en los hombres
Sudoración excesiva, enrojecimiento de la piel, aumento del enrojecimiento de los
sarpullidos de la piel
Muy raras (afecta a menos de 1 de cada 10.000 personas)
Infarto
Muerte súbita
Calambres musculares
Pequeñas manchas rojas en la piel
Inflamación o bloqueo de las arterias en el cerebro
Función hepática anormal incluyendo fallo hepático y coma
Cambios en los resultados de los análisis, incluyendo los análisis hepáticos y de sangre
Intención suicida (incluyendo el suicidio consumado), pensamiento anormal, ausencia
de sentimientos o emoción, hacer las cosas una y otra vez, obsesión con algo
Dedos de los pies y de las manos entumecidas, hormigueo y cambio de color con el frío
( de blanco a azul luego rojo) (“fenómeno de Raynaud”)
Otros efectos adversos (frecuencia desconocida)
Migraña
Fiebre muy elevada
Latidos lentos del corazón, rápidos o palpitaciones
Crisis epiléptica mayor (“convulsiones de tipo gran mal”)
Creer cosas que no son verdad, confusión
Dolor grave de estómago con sensación de malestar y vómitos
Problemas de los vasos sanguíneos del cerebro (derrame cerebral, arteritis cerebral u
oclusión cerebral)
Disfunción eréctil
Habla excesiva e incontrolada
Erecciones prolongadas, en ocasiones dolorosas, o aumento del número de erecciones
Efectos en el crecimiento
Cuando se usa durante más de un año, metilfenidato puede reducir el crecimiento en algunos
niños. Esto afecta a menos de 1 de cada 10 niños.
Puede impedir el aumento de peso o de estatura.
Su médico comprobará cuidadosamente la estatura y el peso de usted o de su hijo, así
como la alimentación.
Si usted o su hijo no crecen tanto como se esperaba, entonces se puede interrumpir el
tratamiento con metilfenidato durante un corto periodo de tiempo.
Comunicación de efectos adversos
Si experimenta cualquier tipo de efecto adverso, consulte con su médico o farmacéutico,
incluso si se trata de posibles efectos adversos que no aparecen en este prospecto.
También puede comunicarlos directamente a través del Sistema Español de
Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano https://www.notificaram.es.
Mediante la comunicación de efectos adversos, usted puede contribuir a proporcionar
más información sobre la seguridad del medicamento.
Industria farmacéutica
Se estima que el valor bruto de la producción anual de MFD en 2005 habría
multiplicado al menos por diecisiete el correspondiente a 1990, de acuerdo a las cifras
previstas para ese año en curso en EE. UU., pasando en ese periodo de menos de dos
toneladas24 a más de 30.25 El MFD es en la actualidad el psicotrópico bajo fiscalización
internacional con mayor distribución en el circuito legal. Se ha convertido en una de las
manufacturas más rentables para el complejo industrial farmacéutico. Los ingresos
derivados del mercado de drogas para el TDAH, incluyendo al MFD y sus
competidoras, alcanzan solo en EE. UU. valores superiores a los 3100 millones de
dólares.26 Nótese que el producto interior bruto (PIB) anual de unos 50 países estaría por
debajo de esas cifras.27
Esta tendencia se está expandiendo a muchos otros países, siendo Argentina uno de los
casos salientes de América Latina. No obstante, datos estadísticos sugieren que este
síndrome se halla subdiagnosticado en todos los países hispanoparlantes.
Propiedades clínicas
El MFD se administra generalmente por vía oral en forma de comprimidos. Los efectos
clínicos de la fórmula de liberación inmediata se manifiestan unos 30 a 45 minutos
después de ingeridos, y se extienden por un máximo de 4 horas. Se comercializa bajo
las marcas Ritalina, Rubifen, Methylin y Focalin (la última contiene solo d-treo-
metilfenidato o dexmetilfenidato, en lugar de la usual mezcla racémica de d,l-treo-
metilfenidato de las otras presentaciones).
Mecanismo de acción
La sinapsis permite a las neuronas comunicarse entre sí, transformando una señal
eléctrica en otra química.
El MFD posee potentes efectos agonistas sobre receptores alfa y beta adrenérgicos.
El MFD eleva el nivel de alerta (arousal) del sistema nervioso central, lo que es
mensurable electrofisiológicamente (ondas de bajo voltaje). Incrementa los mecanismos
excitatorios del cerebro, a la vez que aumenta aquellos mecanismos responsables de la
inhibición. Esto genera una mejor concentración, coordinación motora y control de los
impulsos.
Acción neuromoduladora
Los efectos del MFD en el TDAH se atribuyen a una mejora en la capacidad inhibitoria
de circuitos frontosubcorticales mediados por el neurotransmisor dopamina. En
particular, el MFD incrementa la acción reguladora de la corteza frontal y estructuras
inferiores a nivel del cerebro anterior basal, como el núcleo estriado. Hacia la porción
ventral de este último, localizado en los ganglios basales de las áreas prefrontales del
cerebro, se encuentra el núcleo accumbens. La dopamina actúa en el núcleo accumbens
limitando la información que debe ser procesada, permitiendo focalizar la atención. En
el TDAH, la corteza prefrontal no modularía adecuadamente al locus coeruleus por un
déficit de dopamina y noradrenalina. Esta falta de inhibición se manifiesta en un ingreso
excesivo de información. Así, surgen dificultades para seleccionar estímulos
pertinentes, y aumenta la distracción.40 La serotonina también podría estar implicada,
pues se relaciona con el control de los impulsos.
Este mecanismo pudo verificarse en estudios realizados con PET (tomografía por
emisión de positrones). En adultos con TDAH, se encontró una disminución del 8,1 %
en el metabolismo cerebral de la glucosa en relación a los controles, sobre todo a nivel
de la corteza prefrontal y áreas premotoras.41 Estudios recientes del flujo cerebral
muestran que, durante el tratamiento con MFD, se incrementan tanto la actividad en el
estriado como las conexiones entre la región órbito-frontal y límbica.
Efectos conductuales
El MFD es la droga más utilizada para tratar el TDAH, y la más estudiada en los
últimos cuarenta años. Se ha comprobado que produce un efecto estabilizador en
personas con este trastorno. La noradrenalina incidiría sobre los sistemas atencionales
posteriores, que permiten cambiar la focalización de un estímulo a otro. La
noradrenalina y la dopamina, sobre los sistemas atencionales anteriores, relacionados
con funciones ejecutivas, análisis de datos y preparación o planificación de la respuesta.
En los niños con trastornos por déficit de la atención, disminuye las conductas
impulsivas y la inquietud motora, y aumenta la actividad cognitiva (atención, memoria),
mejorando su capacidad de concentrarse en tareas repetitivas, que demandan esfuerzo
mental sostenido y no se asocian a una satisfacción inmediata. En los adultos con
TDAH, el MFD favorece las funciones ejecutivas, relacionadas con el control
cognitivo.42 Estas incluyen un conjunto de funciones cerebrales que involucra:
autorregulación, secuencia y organización del comportamiento, flexibilidad, inhibición
de respuestas y planificación.
La proliferación del MFD puede relacionarse con un mayor conocimiento del TDAH,
que ha permitido a muchas personas con este trastorno ser correctamente diagnosticadas
y tratadas. Para estos individuos, el abordaje farmacológico suele traer cambios
apreciables. Sin embargo, este fenómeno puso en evidencia una vulnerabilidad en el
sistema de farmacovigilancia: el desvío del medicamento no pudo ser contenido.
Socialmente se percibieron conductas de abuso y adicción por parte de personas que
llegaron al MFD con motivaciones diferentes a las terapéuticas. Por fuera de esa
problemática, la evidencia disponible avala la eficacia
y seguridad del uso terapéutico del MFD.
El estudio, dado a conocer en el programa Panorama de la BBC, fue llevado a cabo por
científicos en Estados Unidos quienes mantuvieron un registro del tratamiento de 600
niños desde la década de los años 90 en ese país.
"En Argentina estamos a favor de combinar los medicamentos con la psicoterapia", dijo
a BBC Ciencia la doctora Alexia Rattazzi, psiquiatra infantil del Instituto argentino de
Neurología Cognitiva.
"Es muy raro que en este país haya un chico que está medicado nada más", afirma la
experta.
Beneficios exagerados
"Y también vimos que no hubo efectos beneficiosos. Ninguno", afirma el autor.
Según la doctora Alexia Rattazzi, es difícil interpretar estos resultados, "porque quizás
en este estudio se usaron grupos donde se comparó sólo la medicación como único
abordaje".
"E incluso hay muchos padres que no están de acuerdo con la medicación y muchas
veces la psicoterapia es el único abordaje que existe para tratar la enfermedad".
1. Qué es Strattera y para qué se utiliza
Para que se utiliza
Strattera contiene atomoxetina y se utiliza en el tratamiento del trastorno por déficit de atención
con hiperactividad (TDAH). Se utiliza
en niños a partir de los 6 años
en jóvenes
en adultos
Se utiliza únicamente como parte del tratamiento completo de la enfermedad que requiere
también tratamientos que no incluyen medicamentos, como asesoramiento o terapia de
conducta.
No se utiliza para el tratamiento del TDAH en niños menores de 6 años debido a que no se
conoce si el fármaco funciona o si es seguro en esta población.
En adultos, Strattera se usa para el tratamiento del TDAH cuando los síntomas son muy
problemáticos y afecta a su trabajo o vida social y cuando ha tenido síntomas de la enfermedad
cuando era niño.
Cómo funciona
Strattera incrementa la cantidad de noradrenalina en el cerebro. Ésta es una sustancia química
producida de forma natural y que incrementa la atención y disminuye la impulsividad e
hiperactividad en los pacientes con TDAH. Este medicamento le ha sido prescrito para ayudar a
controlar los síntomas del TDAH. Este medicamento no es un estimulante y por lo tanto no
provoca adicción.
Pueden tardar algunas semanas desde que comience el tratamiento con el medicamento hasta
que se mejoren por completo los síntomas.
Sobre el TDAH
Niños y jóvenes con TDAH encuentran:
- dificultad para estar sentados
- dificultad para concentrarse
No es culpa suya que no puedan hacer estas cosas. A muchos niños y jóvenes esto les resulta
difícil. No obstante a los pacientes con TDAH esto puede causarles problemas en el día a día.
Niños y jóvenes con TDAH pueden tener dificultad al aprender y hacer los deberes. Tienen
dificultad para comportarse bien en casa, en el colegio o en otros lugares. El TDAH no afecta a
la inteligencia de un niño o de un joven.
Adultos con TDAH encuentran difícil hacer todas las cosas que los niños también encuentran
difícil, sin embargo esto puede suponer que tengan problemas con:
trabajo
relaciones
baja autoestima
educación
Toma de Strattera con otros medicamentos
Comunique a su médico o farmacéutico si está tomando, ha tomado recientemente o podría
tener que tomar cualquier otro medicamento. Esto incluye los adquiridos sin receta médica. Su
médico decidirá si puede tomar Strattera con otros medicamentos y en algunos casos, puede que
su médico necesite ajustar la dosis o aumentarla más lentamente
No tome Strattera con los medicamentos llamados IMAOs (inhibidores de la monoaminoxidasa)
tomados para la depresión. Ver sección 2 “No tome Strattera”.
Si está tomando otros medicamentos, Strattera puede afectar al funcionamiento correcto de estos
o provocar efectos adversos. Si usted está tomando cualquier de los siguientes medicamentos,
compruebe con su médico o farmacéutico antes de tomar Strattera:
- medicamentos que incrementan la presión sanguínea o son utilizados para controlarla.
- medicamentos tales como antidepresivos, por ejemplo imipramina, venlafaxina mirtazipina,
fluoxetina y paroxetina.
- algunos remedios para la tos y el resfriado que contengan medicinas que pueden afectar a la
presión sanguínea. Cuando compre este tipo de productos, es importante comprobarlos con
su farmacéutico.
- algunos medicamentos utilizados para tratar trastornos mentales.
- medicamentos que se sabe que aumentan el riesgo de convulsiones.
- algunos medicamentos que hacen que Strattera permanezca en el cuerpo más tiempo de lo
normal (tales como quinidina y terbinafina).
- salbutamol (un medicamento para el tratamiento del asma) cuando se toma por vía oral o se
inyecta, puede tener la sensación de que su corazón se acelera, pero esto no empeorará su
asma.
Los medicamentos descritos debajo pueden aumentar el riesgo de presentar un ritmo cardíaco
anormal cuando se está tomando Strattera:
- medicamentos utilizados para controlar el ritmo cardíaco
- medicamentos que alteran el contenido de sales de la sangre
- medicamentos para la prevención y el tratamiento de la malaria
- antibióticos (como eritromicina y moxifloxacino)
Cuanto tomar
Si es un niño (a partir de 6 años) o un adolescente:
Su médico le indicará la dosis de Strattera que debe tomar en función de su peso. Normalmente
deberá comenzar con una dosis baja antes de aumentarla, en función de su peso.
Hasta 70 kg de peso: Comenzando con una dosis diaria total de 0,5 mg por kg de peso
durante un mínimo de 7 días. Su médico decidirá entonces si se aumenta a la dosis
habitual de mantenimiento de 1,2 mg por kg de peso y por día.
Más de 70 kg de peso: Comenzando con una dosis diaria total de Strattera de 40 mg
durante un mínimo de 7 días. Su médico decidirá entonces si se aumenta a la dosis
habitual de mantenimiento de 80 mg al día. La dosis máxima diaria es de 100 mg.
Niños y jóvenes menores de 18 años tienen mayor riesgo de sufrir efectos adversos tales
como:
pensamiento o sentimiento de suicidio (pueden afectar hasta 1 de cada 100 personas)
cambios de humor (pueden afectar hasta 1 de cada 10 personas)
NIÑOS mayores de 6 años y JÓVENES
estar irritable e inquieto
problemas para dormir, incluyendo
despertar temprano
depresión
sensación de tristeza o desesperación
sensación de ansiedad
tics
pupilas dilatadas (el centro negro del
ojo)
mareos
estreñimiento
pérdida de apetito
dolor de estómago, indigestión
hinchazón, enrojecimiento y picor de
piel
erupción cutánea
sentimiento de pereza (letargia)
dolor en el pecho
cansancio
pérdida de peso