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BLOQUE: INTRODUCCIÓN
TEMA 1.- Introducción a las Ciencias experimentales
Desde tiempos inmemoriales el hombre se ha sentido llamado a explicar el mundo que
le rodea. En la base de esa necesidad se encuentra la curiosidad. La curiosidad es, sobre todo,
un instinto natural. De hecho, confiere una ventaja de supervivencia a ciertas especies. La
curiosidad ha hecho del ser humano lo que es. Está íntimamente unida al reconocimiento y
persecución de experiencias nuevas, a los retos, la insatisfacción, la juventud, …
El intento de clasificación de las ciencias es una tarea bastante complicada, por lo que
la tarea de alcanzar un consenso se antoja harto complicada . Tradicionalmente las ciencias se
han clasificado en tres grandes grupos, atendiendo a sus objetos de estudio.
Pero ¿qué son las ciencias experimentales entonces? ¿En qué lugar quedan? La
pregunta aún es pertinente en esta época, pues el término “ciencia experimental” ha perdido
formalidad, e incluso se lo asocia a actividades que no siempre son “científicas”, en un sentido
propiamente dicho.
Sea como sea, para comprender lo que son las ciencias experimentales es necesario
hacer referencia tanto a las ciencias naturales, como a las sociales, pues una ciencia
experimental es toda aquella que puede realizar experimentos de forma rigurosa. De todos
modos, hay algunas imprecisiones en la definición, que las discutiremos a continuación.
En realidad, tentativamente tendemos a asociar las ciencias experimentales con las
naturales, pues son a las que la noción de “experimento” se ajusta mejor. Pero, ¿acaso no
todas las ciencias humanas pueden experimentar? Si un antropólogo le pide a los miembros de
una etnia que reaccionen de forma diferente ante un estímulo concreto para identificar así los
patrones culturales, ¿no es esto un experimento?
Las ciencias sociales y humanas han desarrollado una rigurosidad notable y hace más
de setenta u ochenta años que colocarlas “por debajo” de las ciencias naturales,
prácticamente es pecar de ignorante desinformado. De hecho, con el tiempo han aparecido
“híbridos” como la psicología social, la filosofía matemática, la geografía humana e infinitas
más, que trabajan a la par en los territorios de dos o más disciplinas académicas, incluso
superando las encorsetadas barreras de “ciencias formales, naturales y sociales”.
Por otra parte, “científico” es el adjetivo que menciona lo vinculado a la ciencia (un
conjunto de técnicas y procedimientos que se emplean para producir conocimiento).
El método científico, por lo tanto, se refiere a la serie de etapas que hay que recorrer
para obtener un conocimiento válido desde el punto de vista científico, utilizando para esto
instrumentos que resulten fiables. Lo que hace este método es minimizar la influencia de la
subjetividad del científico en su trabajo.
El método científico está basado en los preceptos de falsabilidad (indica que cualquier
proposición de la ciencia debe resultar susceptible a ser falsada) y reproducibilidad (un
experimento tiene que poder repetirse en lugares distintos y por un sujeto cualquiera).
Como técnica para desarrollar conocimiento hizo acto de aparición en el siglo XVII. Se
trató de una iniciativa que tuvo como pionero al gran astrónomo italiano Galileo Galilei, que
está considerado como el padre de la ciencia gracias al conjunto de observaciones de tipo
astronómico que realizó y también a su mejora del telescopio. No obstante, aunque Galileo fue
el primero en utilizar el método científico como tal, anteriormente a él existieron otros
científicos que emplearon técnicas muy semejantes para analizar la realidad que les rodeaba
(por ejemplo, Leonardo da Vinci, un genio universal y maestro del Renacimiento).
Las principales señas de identidad que definen y dan sentido al método científico con
las siguientes:
- Se sustenta en leyes que han sido deducidas por el hombre, de ahí que la
validez de todo el proceso se determine a partir de la experiencia diaria de su
práctica y uso.
Gracias a él se pueden realizar leyes que nos permitan conocer de manera correcta no
sólo lo que fue el pasado sino también el futuro.
Como todo buen método que se precie, tiene una serie de pasos necesarios:
- Conclusiones.
Entre los personajes históricos que han hecho más uso del inductivismo hay que
destacar, sin lugar a dudas, al griego Aristóteles, que establece que el conocimiento inductivo
es incompleto pues no nos lleva a una certeza absoluta. El filósofo inglés Francis Bacon,
considerado como el padre del empirismo, plantea que la experiencia es un recurso utilizado
como modo de saber, la importancia del amor a la observación o el deseo de dominar a la
naturaleza.
Es frecuente que se confunda el método inductivo con el deductivo. Pero la diferencia
es muy sencilla: mientras el primero apuesta por el establecimiento de una serie de leyes a
partir de lo que se observa, el segundo lo que hace es inferior algo en base a una ley general.
Dicho esto, nos encontramos con dos limitaciones principales a nuestra confianza en la
ciencia, a saber: la validez de la inducción, la legitimidad de inferir cosas no experimentadas a
partir de las experimentadas y, por último, el carácter abstracto de la información obtenida
científicamente. Digamos algunas palabras sobre cada una de ellas.
La inducción plantea bastantes problemas aplicada a varios campos de la Ciencia, por
el mero hecho de sacar conclusiones de experimentos concretos y tratar de dar explicación
con ellos a otras situaciones no experimentables. por ejemplo, podemos tratar de reproducir
en la Tierra qué ocurre con dos partículas que se encuentran en una cámara vacía al colisionar,
pero no podemos saber “a ciencia cierta” si eso ocurrirá exactamente de la misma manera en
el espacio exterior, con ausencia de gravedad,… por lo que las afirmaciones que se hagan tras
nuestro experimento han de ser tomadas con cautela.