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DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES (I) – 9 ECTS

Carlos Jerez del Valle, carlosjerez@eulainmaculada.com


Tutorías, D10: lunes de 19:30 a 21:30
Curso 2013-2014

Tema 5.- Las Estaciones del año.


1. Movimientos de la Tierra

La Tierra está en continuo movimiento. Se desplaza, con el resto de planetas y cuerpos


del Sistema Solar, girando alrededor del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Sin embargo,
este movimiento afecta poco nuestra vida cotidiana.

Más importante, para nosotros, es el movimiento que efectúa describiendo su órbita


alrededor del Sol, ya que determina el año y el cambio de estaciones. Y, aún más, la rotación
de la Tierra alrededor de su propio eje, que provoca el día y la noche, que determina nuestros
horarios y biorritmos y que, en definitiva, forma parte inexcusable de nuestras vidas.

1.1. El movimiento de traslación: el año


Por el movimiento de traslación la Tierra se mueve
alrededor del Sol, impulsada por la gravitación, en 365 días,
5 horas y 57 minutos, equivalente a 365,2422 días, que es la
duración del año. Nuestro planeta describe una trayectoria
elíptica de 930 millones de kilómetros, a una distancia
media del Sol de algo menos de 150 millones de kilómetros.
El Sol se encuentra en uno de los focos de la elipse. La
distancia media Sol-Tierra es 1 U.A. (Unidad Astronómica),
que equivale a 149.675.000 km.

Como resultado de ese larguísimo camino, la Tierra


viaja a una velocidad de 29,5 kilómetros por segundo,
recorriendo en una hora 106.000 kilómetros, o 2.544.000 kilómetros al día. La excentricidad de
la órbita terrestre hace variar la distancia entre la Tierra y el Sol en el transcurso de un año. A
primeros de enero la Tierra alcanza su máxima proximidad al Sol y se dice que pasa por el
perihelio. A principios de julio llega a su máxima lejanía y está en afelio. La distancia Tierra-Sol
en el perihelio es de 142.700.000 kilómetros y la distancia Tierra-Sol en el afelio es de
151.800.000 kilómetros.

1.2. El movimiento de rotación: el día


Cada 24 horas (cada 23 h 56 minutos), la Tierra da
una vuelta completa alrededor de un eje ideal que pasa por
los polos. Gira en dirección Oeste-Este, en sentido directo
(contrario al de las agujas del reloj), produciendo la
impresión de que es el cielo el que gira alrededor de
nuestro planeta. A este movimiento, denominado rotación,
se debe la sucesión de días y noches, siendo de día el
tiempo en que nuestro horizonte aparece iluminado por el
Sol, y de noche cuando el horizonte permanece oculto a los
rayos solares. En todo momento, una mitad del globo
terrestre está iluminada, mientras que el otro lado permanece oscuro. Es decir, siempre hay
un punto en la Tierra donde está amaneciendo y otro donde está atardeciendo. En su
movimiento de rotación, los distintos continentes pasan del día a la noche y de la noche al día
continuamente.

1.3. Más movimientos. Precesión y Nutación


La Precesión es un movimiento de la Tierra, muy lento, que se debe a que su eje no es
recto, sino que está inclinado por lo que el extremo del eje va recorriendo un círculo y apunta
hacia un punto del Universo diferente cada vez hasta que vuelve de nuevo hacia el mismo
punto. Tarda unos 26.000 años en volver de nuevo al punto de partida. El movimiento es igual
al que tiene una peonza cuando está girando, que no está recta sino inclinada, y al estar
inclinada, el extremo de arriba se mueve haciendo círculos.

La Nutación se debe a la atracción gravitatoria de la Luna y es un cabeceo del extremo


del eje terrestre a medida que describe el círculo originado por la precesión; la dibujo re
resultante de sendos movimientos sería como si el extremo del eje terrestre describiera un
"círculo ondulado".

Si quieres saber más sobre estos dos movimientos tienes la lectura complementaria
“5.1 Precesión y nutación”.

2. La Estaciones del año.


El movimiento de traslación provoca cambios meteorológicos en todo la Tierra al hacer
que a lo largo del año la inclinación de los rayos solares al llegar a la superficie varíe.
Dependiendo de la latitud y de la altura, estos cambios meteorológicos a lo largo del año
pueden ser mínimos (como en las zonas tropicales bajas) o máximos (como en las zonas de
latitudes medias).

En estas zonas se pueden distinguir periodos, que llamamos estaciones, con


características más o menos parecidas, que afectan a los seres vivos. En general, se habla de
cuatro estaciones: primavera, verano, otoño e invierno, aunque hay zonas de la Tierra donde
sólo existen dos, la húmeda y la seca (zonas monzónicas).

Inicio H. norte H. sur Días duración Inclinación

20-21 Marzo Primavera Otoño 92,9 0º

21-22 Junio Verano Invierno 93,7 23,5º Norte

23-24 Septiembre Otoño Primavera 89,6 0º

21-22 Diciembre Invierno Verano 89,0 23,5º Sur

2.1. Causas y efectos de las estaciones


A causa de las variaciones climáticas que sufre la Tierra, el año está dividido en cuatro
períodos o estaciones. Estas variaciones en el clima son más acusadas en las zonas frías y
templadas, y más suaves o imperceptibles entre los trópicos. Las cuatro estaciones son:
primavera, verano, otoño e invierno. Las dos primeras componen el medio año en que los días
duran más que las noches, mientras que en las otras dos las noches son más largas que los
días.

Las variaciones se deben a la inclinación del eje terrestre. Por tanto, no se producen al
mismo tiempo en el hemisferio Norte (Boreal) que en el hemisferio Sur (Austral), sino que
están invertidos el uno con relación al otro. Mientras la Tierra se mueve con el eje del Polo
Norte inclinado hacia el Sol, el del Polo Sur lo está en sentido contrario y las regiones del
primero reciben más radiación solar que las del segundo. Posteriormente se invierte este
proceso y son las zonas del hemisferio boreal las que reciben menos calor.

2.2. Solsticios y equinoccios


Las cuatro estaciones están determinadas por cuatro posiciones principales en la
órbita terrestre, opuestas dos a dos, que reciben el nombre de solsticios y equinoccios.
Solsticio de invierno, equinoccio de primavera, solsticio de verano y equinoccio de otoño.

En los equinoccios, el eje de rotación de la Tierra es perpendicular a los rayos del Sol,
que caen verticalmente sobre el ecuador. En los solsticios, el eje se encuentra inclinado 23,5º,
por lo que los rayos solares caen verticalmente sobre el trópico de Cáncer (verano en el
hemisferio norte) o de Capricornio (verano en el hemisferio sur).

A causa de la excentricidad de la órbita terrestre, las estaciones no tienen la misma


duración, ya que la Tierra recorre su trayectoria con velocidad variable. Va más deprisa cuanto
más cerca está del Sol y más despacio cuanto más alejada.

Por esto, el rigor de cada estación no es el mismo para ambos hemisferios. Nuestro
planeta está más cerca del Sol a principios de enero (perihelio) que a principios de julio (afelio),
lo que hace que reciba un 7% más de calor en el primer mes del año que no a la mitad de él.
Por este motivo, en conjunto, además de otros factores, el invierno boreal es menos frío que el
austral, y el verano austral es más caluroso que el boreal.

A causa de perturbaciones que experimenta la Tierra mientras gira en torno al Sol, no


pasa por los solsticios y equinoccios con exactitud, lo que motiva que las diferentes estaciones
no comiencen siempre en el mismo preciso momento.

3. Los años bisiestos


La Tierra tarda en dar una vuelta al Sol 365 días y un cuarto de día. Estas seis horas no
se contabilizan en los años normales. Se agrupan y se suman cada cuatro años formando un
nuevo día y, por ende, un año de 366 días.

Si el desajuste no se corrigiera, el error se acumularía con los años y se haría muy


significativo. Por ejemplo, en 100 años el calendario estaría desfasado 25 días.

Poco a poco, las estaciones ya no coincidirían con los meses en los que estamos
habituados a vivirlas. Julio podría llegar a ser el mes más frío del año en el hemisferio norte,
cuando estamos acostumbrados a que sea un mes de intenso calor veraniego. Así, el
seguimiento del ciclo natural de la estaciones sería un jaleo.

Ya desde la antigua Roma se sucedieron los intentos por enderezar esta situación en
numerosas ocasiones y épocas, modificando repetidas veces los calendarios. Finalmente, en
1582 se creó el calendario gregoriano, que es el que se utiliza en casi todo el mundo
actualmente. Lo instauró el papa Gregorio XIII y su asistente, el astrónomo y matemático
alemán Christopher Clavius afinó aún más las cuentas y tuvo en cuenta que la Tierra tarda
exactamente en dar una vuelta al Sol 365,2422 días y no 365,25, que es la cifra que se había
usado para redondear.

Con el redondeo, cada mil años el error se acumulaba y el calendario se desajustaba.


Para evitarlo puso como condición que de los años acabados en “00” sólo fueran bisiestos los
años cuyas centenas fueran divisibles entre 4. De esta forma cada 1000 años quitamos 3 días.
Este es el método que usamos hoy en día para elegir años bisiestos. De esta manera la lista de
los últimos años bisiestos y algunos de los futuros queda así:

1892 1896 1904 1908 1912 1916 1920 1924 1928 1932 1936 1940 1944 1948 1952 1956 1960
1964 1968 1972 1976 1980 1984 1988 1992 1996 2000 2004 2008 2012 2016 2020 2024 2028
2032 2036 2040 2044 2048 2052 2056 2060 2064 2068 2072 2076 2080 2084 2088 2092 2096
2104 2108 2112 2116 2120 2124 2128 2132 2136 2140 2144 2148 2152

Podéis observar que el año 2000 fue bisiesto porque es divisible entre 400, pero 1900
no fue bisiesto.

De hecho, de los siguientes años, que deberían ser bisiestos, sólo lo son los
subrayados:

1600, 1700, 1800, 1900, 2000, 2100, 2200, 2300, 2400,…

De todas maneras en la actualidad, cada 4000 años estamos acumulando 1 día de más.
Cuando llegue el momento ¡que lo corrijan ellos!

CURIOSIDAD: Santa Teresa de Jesús murió el día 4 de octubre de 1582 y


fue enterrada el 15 de ese mismo mes. Aunque parezca que estuvo 10 días sin
enterrar, en realidad la enterraron al día siguiente. Lo que ocurre es que coincidió
su muerte con la reforma gregoriana del calendario.

TABLA RESUMEN DE LOS PLANETAS DEL SISTEMA SOLAR

Planetas Radio Distancia Periodo de Inclinación Inclinación


ecuatorial al Sol (km.) Lunas Rotación Órbita del eje orbital
Mercurio 2.440 km. 57.910.000 0 58,6 días 87,97 días 0,00 º 7,00 º
Venus 6.052 km. 108.200.000 0 -243 días 224,7 días 177,36 º 3,39 º
La Tierra 6.378 km. 149.600.000 1 23,93 horas 365,242 días 23,45 º 0,00 º
Marte 3.397 km. 227.940.000 2 24,62 horas 686,98 días 25,19 º 1,85 º
Júpiter 71.492 km. 778.330.000 63 9,84 horas 11,86 años 3,13 º 1,31 º
Saturno 60.268 km. 1.429.400.000 33 10,23 horas 29,46 años 25,33 º 2,49 º
Urano 25.559 km. 2.870.990.000 27 17,9 horas 84,01 años 97,86 º 0,77 º
Neptuno 24.746 km. 4.504.300.000 13 16,11 horas 164,8 años 28,31 º 1,77 º
Plutón (*) 1.160 km. 5.913.520.000 1 -6,39 días 248,54 años 122,72 º 17,15 º

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