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EMPRENDIMIENTO EMPRESARIAL

Chapter · April 2016

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Martín Oller Alonso


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CAPÍTULO VIII

El emprendimiento empresarial
Martín Oller Alonso
Instituto de Derecho Público,
Universidad Rey Juan Carlos de Madrid

Marco Pazos León


Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas,
Universidad de las Américas UDLA

Xavier Oviedo Torres


Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas,
Universidad de las Américas UDLA

Rafael Jordà Gómez


Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas,
Universidad de las Américas UDLA

CAPÍTULO VII
La auditoría comercial
Martín Oller Alonso
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Martín Oller Alonso
Instituto de Derecho Público, Universidad Rey Juan Carlos de Madrid

Marco Pazos León


Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Universidad de las Américas UDLA

Xavier Oviedo Torres


Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Universidad de las Américas UDLA

Rafael Jordà Gómez


Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Universidad de las Américas UDLA

CAPÍTULO VIII
El emprendimiento empresarial

El término Emprendimiento, según la Real Academia Española (RAE)1 , es el


“efecto de emprender”, que significa llevar a cabo una obra o un negocio.
La mayoría de países, tanto los llamados de primer mundo como los que se
encuentran en vías de desarrollo, están apostando por el emprendimiento
como una opción a la falta de empleo y a la necesidad de generación de
ingresos. Según el estudio de Global Entrepreneurship Monitor GEM Ecuador
(2014), el país que más crece en términos de emprendedores en América
Latina sigue siendo Ecuador, aun cuando el índice de actividad emprende-
dora temprana ha tenido una reducción entre el 2013 y el 2014 del 36% al
32,6%. Esto significa que en 2014, según este mismo estudio, aproxima-
damente 1 de cada 3 adultos ecuatorianos había iniciado los trámites para
establecer un negocio, o poseía uno cuya antigüedad no superaba los tres
años y medio. Estas cifras señalan que el emprendedor en Ecuador es una
persona activa que se ve capaz de asumir los riesgos y dificultades que
existen a la hora de iniciar un nuevo negocio y sostenerlo. Aspecto que jus-
tifica el porqué de la necesidad de analizar las iniciativas individuales de
emprendimiento empresarial y de negocio en el país.

1 Diccionario de la lengua española. Edición del Tricentenario, http://dle.rae.es/?w=diccionario [recuperado 28/10/15].

CAPÍTULO VIII
El emprendimiento empresarial
Martín Oller Alonso - Marco Pazos León - Xavier Oviedo Torres - Rafael Jordà Gómez
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1. Del origen al concepto actual de
emprendimiento empresarial

El emprendimiento no es una actividad surgida en las últimas décadas, sino


que, desde tiempos inmemoriales, el mundo ha progresado gracias a las
iniciativas de los emprendedores. Se encuentran ejemplos como el de la
rueda de madera, inventada por los Sumerios alrededor del año 8000 A.C.
como respuesta a quien buscaba transportar personas o carga y usada por
milenios hasta que un veterinario escocés, John Boyd Dunlop, inventó los
primeros neumáticos inflados en 1888. Casos como este muestran como
los emprendedores son grandes observadores de las necesidades del con-
sumidor y quienes encuentran la respuesta correcta para satisfacerlas
(Arosemena, 2009).

El concepto actual de “emprendedor” procede del término entrepreneur,


introducido en la literatura económica por primera vez a mediados del si-
glo XVIII por el economista francés Cantillon2 . Tal y como confirma Castillo
(1999: 5), “su aporte ha sido verdaderamente relevante para comenzar a
comprender el concepto de emprendedor y el rol que juega el emprendi-
miento en la economía”. Cantillon (1755) definió al entrepreneur como el
“agente que compra los medios de producción a ciertos precios y los com-
bina en forma ordenada para obtener de allí un nuevo producto” (en Cas-
tillo, 1999: 7). Esta descripción acentúa el hecho de que el emprendedor, a
diferencia de otros agentes, no posee un retorno seguro y asume y soporta
los riesgos que dominan el comportamiento del mercado (Thornton, 1998).

En esta misma línea, un siglo después, el economista francés Say (1852)


afirmó que el entrepreneur es un individuo líder, previsor, tomador de ries-
gos y evaluador de proyectos y que moviliza recursos desde una zona de
bajo rendimiento a una de alta productividad. Además, este autor rescata
el hecho de que el éxito del emprendedor no solo es importante para un
individuo, sino también para la toda la sociedad (en Burnett, 2000).

2 En su obra Ensayo sobre la naturaleza del comercio en general (1755).

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El emprendimiento empresarial
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La necesidad del entrepreneurship (emprendimiento) para la producción
fue formalmente reconocida por primera vez por Marshall en 1880. Para él,
los factores de producción eran cuatro: tierra, trabajo, capital y organiza-
ción, definiendo a esta última como el factor coordinador, el cual atrae a
otros factores y los agrupa. Marshall estableció que los emprendedores son
líderes por naturaleza y están dispuestos a actuar bajo las condiciones de
incertidumbre que causa la ausencia de información completa (en Burnett,
2000).

En las últimas décadas, varios autores han definido y delimitado los tér-
minos de emprendimiento y emprendedor. Kunkel (1991) afirmó que la ac-
tividad emprendedora es la gestión del cambio radical y discontinuo, o re-
novación estratégica, sin importar si esta renovación estratégica ocurre
adentro o afuera de organizaciones existentes, y sin importar si esta re-
novación da lugar, o no, a la creación de una nueva entidad de negocio (en
Dehter, 2001). Ante todo porque consiste en “cualquier intento de creación
de nuevos negocios o empresas, tales como el autoempleo, una nueva em-
presa, o la expansión de un negocio existente, por un individuo, un equipo
de individuos, o un negocio establecido” (Reynolds, 2012: 31).

De modo que emprender, según Stevenson (2000: 9), consiste en “perseguir


la oportunidad más allá de los recursos que se controlen en la actualidad,
este concepto cada día se sigue reenfocando debido a los nuevos recursos
tecnológicos con que contamos principalmente”. Por lo tanto, el empren-
dedor es “el empresariado innovador que ve el cambio como una norma
saludable. No necesariamente lleva a cabo el cambio él mismo, pero (y esto
es lo que define al empresariado innovador) busca el cambio, responde a él
y lo explota como una oportunidad” (Drucker, 1985: 77).

Esta forma de actuar considera al desarrollo como un proceso de expansión


de las libertades reales de que disfrutan los individuos (Sen, 1999). Dentro
de los determinantes de las libertades del hombre se pueden mencionar
a las instituciones sociales y económicas, como por ejemplo los servicios

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El emprendimiento empresarial
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de educación y salud, o los derechos políticos y humanos, tales como la
libertad de expresión y el derecho a elegir las autoridades públicas. Cabe
destacar que, al hablar de libertades fundamentales, se tienen en cuenta
las posibilidades de elegir que tiene un individuo (Formichella, 2004).

1.1. El emprendedor ¿nace o se hace?

Gerber (1997: 19), considerado como uno de los principales expertos en el


estudio de las pequeñas empresas, responde tajantemente a esta pregunta:
“El emprendedor es un visionario, es ese creador que todos llevamos den-
tro. Todos nacemos con esa cualidad y eso define la manera en que vemos,
oímos, sentimos y vivimos las experiencias. Esta cualidad puede florecer
si es alimentada, de lo contrario, sin estimulación, se trunca y muere”. De
modo que, como la Cámara de Comercio de Guayaquil (2011) expone en su
informe Ecuador ¿País de emprendedores?, el emprendimiento se refiere a
la capacidad de una persona para hacer un esfuerzo adicional por alcanzar
una meta u objetivo.

Las ideas expuestas en el párrafo anterior muestran que, aunque la aptitud


para llegar a ser emprendedor se encuentra dentro de todas las personas,
no todas son capaces de estimularla a partir de la generación de un es-
fuerzo extra. Por ello, todo proceso emprendedor, según Robbins y Coulter
(2005), requiere que un individuo, o grupo de individuos, realice esfuerzos
organizados para buscar oportunidades con el fin de crear valor y creci-
miento, satisfaciendo deseos y necesidades por medio de la innovación y
la exclusividad sin importar los recursos que el emprendedor posea en ese
momento. Además, Tortella y col. (2011) señalan, completando lo anterior-
mente mencionado por los otros autores, que en este proceso la educación
tiene un papel determinante en la ejecutoría del empresario y que, sin em-
bargo, la renta familiar no parece determinante ni de la ejecutoría empre-
sarial ni tampoco del nivel de estudios alcanzado.

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El emprendimiento empresarial
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Una personalidad activa impulsa la capacidad del potencial emprendedor
de comenzar un proyecto. Al respecto, Freire (2004) menciona que el pro-
ceso emprendedor comprende todas las actividades relacionadas con de-
tectar oportunidades y crear organizaciones para concretarlas. Por lo que,
según este autor, un emprendedor es una persona que detecta una opor-
tunidad y crea una organización -o la adquiere o es parte de un grupo que
lo hace- para encararla. Aunque antes de afrontarla requiere de una pla-
neación exhaustiva debido a que, como apunta Nueno (2005: 18), “la técnica
por excelencia alrededor de la cual gira hoy en el mundo la formación para
emprender es el desarrollo del plan de empresa, un proyecto detallado de
la nueva empresa, profundizando en los aspectos más importantes de la
misma”.

Finalmente, es necesario considerar que el emprendimiento está asociado


a las características de progreso, crecimiento y prosperidad. Razones por
las cuales, según Sen (1999), se hace necesario considerar que si una so-
ciedad desea obtener mayor cantidad de riqueza, no es porque lo desee en
sí mismo, sino que por medio de esta podrá conseguir una mejor calidad de
vida. Sin embargo, aclara el autor, que este crecimiento es una condición
necesaria, pero no suficiente, para que la población experimente mejoras
en su estándar de vida, ya que el crecimiento del ingreso nada dice acerca
de su distribución.

2. El emprendimiento empresarial en Ecuador

El concepto de emprendimiento empresarial en Ecuador mantiene los pa-


trones y los parámetros internacionales, tal y como confirma Landsdale
(2013), director del Centro de Emprendimiento de la USFQ:

El emprendimiento es estar motivado, aprovechar de las oportunidades que se presentan en el


entorno de uno para movilizar recursos y ofrecer una respuesta a una necesidad que existe, la
oportunidad sale de la necesidad y de esta se crea la idea que las soluciona. Emprender no es

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solo hacer dinero, es tener esta perspectiva donde uno tiene una inquietud y a partir de ella se
genera la inclinación a ver las cosas de manera diferente y en particular pensar en cambios de
paradigmas, nuevas maneras de ver algo para ofrecer una solución a una necesidad que existe.
Parte de emprender es ser flexible y estar dispuesto a enfrentar incertidumbre.

El fenómeno del emprendimiento y la figura del emprendedor no es algo


que resulte novedoso dentro del contexto ecuatoriano debido a que “el
progreso logrado en Ecuador se debe al esfuerzo de los emprendedores,
quienes tomaron riesgos cuando instalaron la primera planta eléctrica o la
telefonía entre fines del siglo XIX e inicio del XX, o cuando se construyó la
primera fábrica de cemento en 1920 y la primera de café soluble en 1960, o
cuando tantos emprendedores iniciaron variedad de negocios, o cuando se
construyó el primer edificio bajo el régimen de propiedad horizontal o las
super gasolineras (Arosemena, 2009).

Además, la capacidad de emprendimiento en el país queda demostrada


en estudios como el realizado por Global Entrepreneurship Monitor (GEM),
donde Ecuador tiene un índice de emprendimiento del 32,6%, ubicándose
en el cuarto lugar en el mundo (Lasio y col., 2014).

Según este estudio, en Ecuador el “emprendimiento por necesidad” es alto


y el “emprendimiento por mejora” es bajo en comparación con otros paí-
ses. En virtud de lo cual, a pesar de los resultados positivos, no debe olvi-
darse que:

Si bien es cierto que tener una TEA alta es positivo en el sentido que de que es una oportunidad
para conducir la alta actividad emprendedora hacia la generación de un impacto apoyando
su sostenibilidad y crecimiento, también es cierto que puede ser simplemente una respuesta
a la falta de empleo bien remunerado y, por lo tanto, difícil de convertir en emprendimientos
dinámicos. En los países europeos la TEA en general es más baja, pero los emprendimientos por
oportunidad de mejora son relativamente más altos, al igual que sus perspectivas de creci-
miento (Lasio y col., 2014).

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El emprendimiento empresarial
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TABLA 1 - ACTIVIDAD EMPRENDEDORA POR PAÍS Y SU CRECIMIENTO ENTRE 2013 A 2014
Tabla 1. Actividad emprendedora por país y su crecimiento de 2013 a 2014

PAÍS ÍNDICE PUNTOS


2013 2014 Crecimiento
Camerún NC 37,4
Uganda 25,2 35,5 10,3
Botswana 20,9 32,8 11,9
Ecuador 36 32,6 -3,4
Perú 23,4 28,8 5,4
Bolivia NC 27,4
Chile 24,3 26,8 2,5
Colombia 23,7 18,5 -5,2
EEUU 21,7 13,8 -7,9
España 5,2 5,5 0,3
Japón 3,7 3,8 0,1
Fuente: Elaboración propia
FUENTE: a partir PROPIA
ELABORACIÓN de GEMA Global
PARTIR Report (2014) REPORT 2014
DE GEM GLOBAL

Este estudio arroja otros datos relevantes, como que más de la mitad de
los emprendedores ecuatorianos están entre los 25 y 44 años de edad y la
incorporación de las mujeres a este segmento es cada vez más significa-
tiva. La diferencia respecto a los hombres radica en que estos emprenden
primordialmente por oportunidad, mientras que las mujeres son más sen-
sibles a la necesidad. Motivo que es determinante en segmentos sociales
que no han tenido la oportunidad de acceder a una educación formal o que
solo han completado un nivel medio (Lasio y col., 2014).

Todos los factores expuestos en este apartado apuntan hacia un optimis-


mo contenido en la evolución del emprendimiento en Ecuador por diversas
razones apuntadas por Landsdale y col. (2013: 19):

El emprendimiento se ha incorporado a la cultura ecuatoriana como concepto transformador


de la economía al ser un real dinamizador por sus efectos a corto, mediano y largo plazo, so-
bre la riqueza de sus habitantes. Además, diversos estudios nos han ubicado como uno de los
países con los mayores niveles de emprendimiento. Sin embargo, ciertos factores no permiten
ni que se consoliden los negocios ni que prosperen las entidades que apoyan estas iniciativas.

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